## Aionian Bible ## File Name: Holy-Bible---Spanish---Reina-Valera-1865---Source-Edition.SWORD.txt ## File Usage: Holy-Bible---Spanish---Reina-Valera-1865 ## File Created: 04/03/2021 16:09:09 ## File Purpose: Supporting resource for the Aionian Bible project ## File Location: http://resources.AionianBible.org ## Publisher Name: Nainoia Inc ## Publisher Contact: http://www.AionianBible.org/Publisher ## Publisher Mission: http://www.AionianBible.org/Preface ## Publisher Website: http://NAINOIA-INC.signedon.net ## Publisher Facebook: https://www.Facebook.com/AionianBible ## Source URL: http://crosswire.org/ftpmirror/pub/sword/packages/rawzip/SpaRV1865.zip ## Source Date: 04/27/2019 15:23:18 ## Source Text: unaltered below ## [ Testament 1 Heading ] Genesis 0:0
Genesis 1:0 Genesis 1:1 En el principio creó Dios los cielos y la tierra. Genesis 1:2 Y la tierra estaba desadornada y vacía; y las tinieblas estaban sobre la haz del abismo: y el Espíritu de Dios se movía sobre la haz de las aguas. Genesis 1:3 Y dijo Dios: Sea la luz: y fue la luz. Genesis 1:4 Y vio Dios que la luz era buena: y apartó Dios a la luz de las tinieblas. Genesis 1:5 Y llamó Dios a la luz Día; y a las tinieblas llamó Noche: y fue la tarde y la mañana un día. Genesis 1:6 Y dijo Dios: Sea un extendimiento en medio de las aguas, y haga apartamiento entre aguas y aguas. Genesis 1:7 E hizo Dios un extendimiento, y apartó las aguas que están debajo del extendimiento, de las aguas que están sobre el extendimiento: y fue así. Genesis 1:8 Y llamó Dios al extendimiento Cielos: y fue la tarde y la mañana el día segundo. Genesis 1:9 Y dijo Dios: Júntense las aguas que están debajo de los cielos en un lugar, y descúbrase la seca: y fue así. Genesis 1:10 Y llamó Dios a la seca, Tierra; y al juntamiento de las aguas llamó Mares: y vio Dios que era bueno. Genesis 1:11 Y dijo Dios: Produzca la tierra yerba verde, yerba que haga simiente: árbol de fruto que haga fruto según su naturaleza, que su simiente esté en él sobre la tierra: y fue así. Genesis 1:12 Y produjo la tierra yerba verde, yerba que hace simiente según su naturaleza, y árbol que hace fruto, que su simiente está en él según su naturaleza: y vio Dios que era bueno. Genesis 1:13 Y fue la tarde y la mañana el día tercero. Genesis 1:14 ¶ Y dijo Dios: Sean luminares en el extendimiento de los cielos para apartar el día y la noche: y sean por señales, y por tiempos determinados, y por días y años: Genesis 1:15 Y sean por luminares en el extendimiento de los cielos para alumbrar sobre la tierra: y fue así. Genesis 1:16 E hizo Dios los dos luminares grandes: el luminar grande para que señorease en el día, y el luminar pequeño para que señorease en la noche, y las estrellas. Genesis 1:17 Y púsolos Dios en el extendimiento de los cielos, para alumbrar sobre la tierra; Genesis 1:18 Y para señorear en el día y en la noche, y para apartar la luz y las tinieblas: y vio Dios que era bueno. Genesis 1:19 Y fue la tarde y la mañana el día cuarto. Genesis 1:20 ¶ Y dijo Dios: Produzcan las aguas reptil de ánima viviente, y aves que vuelen sobre la tierra, sobre la haz del extendimiento de los cielos. Genesis 1:21 Y creó Dios las grandes ballenas, y toda cosa viva, que anda arrastrando, que las aguas produjeron según sus naturalezas: y toda ave de alas según su naturaleza: y vio Dios que era bueno. Genesis 1:22 Y bendíjolos Dios, diciendo: Fructificad y multiplicad, y henchíd las aguas en las mares; y las aves se multipliquen en la tierra. Genesis 1:23 Y fue la tarde y la mañana el día quinto. Genesis 1:24 ¶ Y dijo Dios: Produzca la tierra ánima viviente según su naturaleza, bestias, y serpientes, y animales de la tierra según su naturaleza: y fue así. Genesis 1:25 E hizo Dios animales de la tierra según su naturaleza y bestias según su naturaleza; y todas serpientes de la tierra según su naturaleza: y vio Dios que era bueno. Genesis 1:26 ¶ Y dijo Dios: Hagamos al hombre a nuestra imagen, conforme a nuestra semejanza; y señoreen en los peces de la mar, y en las aves de los cielos, y en las bestias, y en toda la tierra, y en toda serpiente que anda arrastrando sobre la tierra. Genesis 1:27 Y creó Dios al hombre a su imagen, a imagen de Dios le creó: macho y hembra los creó. Genesis 1:28 Y bendíjolos Dios, y díjoles Dios: Fructificad y multiplicad, y henchíd la tierra, y sojuzgadla, y señoread en los peces de la mar, y en las aves de los cielos, y en todas las bestias, que se mueven sobre la tierra. Genesis 1:29 Y dijo Dios: He aquí, os he dado toda yerba que hace simiente, que está sobre la haz de toda la tierra: y todo árbol en que hay fruto de árbol que haga simiente, seros ha para comer. Genesis 1:30 Y a toda bestia de la tierra, y a todas las aves de los cielos, y a todo lo que se mueve sobre la tierra en que hay ánima viviente; toda verdura de yerba será para comer. Y fue así. Genesis 1:31 Y vio Dios todo lo que había hecho, y he aquí que era bueno en gran manera: y fue la tarde y la mañana el día sexto. Genesis 2:0 Genesis 2:1 Y fueron acabados los cielos y la tierra, y todo el ejército de ellos. Genesis 2:2 Y acabó Dios en el día séptimo su obra que hizo, y reposó el día séptimo de toda su obra que había hecho. Genesis 2:3 Y bendijo Dios al día séptimo, y santificóle: porque en él reposó de toda su obra que había creado Dios para hacer. Genesis 2:4 Estos son los orígenes de los cielos y de la tierra cuando fueron creados, en el día en que hizo Jehová Dios la tierra y los cielos, Genesis 2:5 Y toda planta del campo antes que fuese en la tierra; y toda yerba del campo antes que naciese: porque aún no había hecho llover Jehová Dios sobre la tierra; ni aún había hombre, para que labrase la tierra. Genesis 2:6 Y un vapor subía de la tierra, que regaba toda la haz de la tierra. Genesis 2:7 ¶ Formó pues Jehová Dios al hombre del polvo de la tierra, y sopló en su nariz soplo de vida: y fue el hombre en ánima viviente. Genesis 2:8 Y había plantado Jehová Dios un huerto en Edén al oriente, y puso allí al hombre que formó. Genesis 2:9 Había también hecho producir Jehová Dios de la tierra todo árbol deseable a la vista, y bueno para comer; y el árbol de vida en medio del huerto, y el árbol de ciencia de bien y de mal. Genesis 2:10 Y salía un río de Edén para regar el huerto, y desde allí se repartía en cuatro cabezas. Genesis 2:11 El nombre del uno era Fisón: este es el que cerca toda la tierra de Hevila, donde hay oro: Genesis 2:12 Y el oro de aquella tierra es bueno: hay allí también bedelio, y piedra cornerina. Genesis 2:13 El nombre del segundo río es Gijón: este es el que cerca toda la tierra de Etiopía. Genesis 2:14 Y el nombre del tercer río es Jidekel: este es el que va hacia el oriente de la Asiria. Y el cuarto río es Éufrates. Genesis 2:15 Tomó pues Jehová Dios al hombre, y púsole en el huerto de Edén, para que le labrase, y le guardase. Genesis 2:16 ¶ Y mandó Jehová Dios al hombre, diciendo: De todo árbol del huerto comerás: Genesis 2:17 Mas del árbol de ciencia de bien y de mal, no comerás de él: porque el día que de él comieres, morirás. Genesis 2:18 Y dijo Jehová Dios: No es bueno que el hombre esté solo: hacerle he ayuda que esté delante de él. Genesis 2:19 ¶ Formó pues Jehová Dios de la tierra toda bestia del campo, y toda ave de los cielos, y trájolas a Adam, para que viese como las había de llamar: y todo lo que Adam llamó a alma viviente, eso es su nombre. Genesis 2:20 Y puso Adam nombres a toda bestia, y a ave de los cielos, y a todo animal del campo: mas para Adam no halló ayuda, que estuviese delante de él. Genesis 2:21 ¶ E hizo caer Jehová Dios sueño sobre el hombre, y adormecióse; y tomó una de sus costillas, y cerró la carne en su lugar. Genesis 2:22 Y edificó Jehová Dios la costilla que tomó del hombre, en mujer, y trájola al hombre. Genesis 2:23 Y dijo el hombre: Esta vez, hueso de mis huesos, y carne de mi carne. Esta será llamada Varona, porque del Varón fue tomada esta. Genesis 2:24 Por tanto el varón dejará a su padre y a su madre, y allegarse ha a su mujer, y serán por una carne. Genesis 2:25 Y estaban ambos desnudos, Adam y su mujer, y no se avergonzaban. Genesis 3:0 Genesis 3:1 Empero la serpiente era astuta más que todos los animales del campo, que Jehová Dios había hecho: la cual dijo a la mujer: Cuanto más que Dios dijo: No comáis de todo árbol del huerto. Genesis 3:2 Y la mujer respondió a la serpiente: Del fruto de los árboles del huerto comemos; Genesis 3:3 Mas del fruto del árbol que está en medio del huerto dijo Dios; No comeréis de él, ni tocaréis en él, porque no muráis. Genesis 3:4 Entonces la serpiente dijo a la mujer: No moriréis. Genesis 3:5 Mas sabe Dios, que en el día que comiereis de él, serán abiertos vuestros ojos; y seréis como dioses, sabiendo el bien y el mal. Genesis 3:6 ¶ Y vio la mujer que el árbol era bueno para comer, y que era deseable a los ojos, y árbol de codicia para entender: y tomó de su fruto, y comió, y dio también a su marido, y comió con ella. Genesis 3:7 Y fueron abiertos los ojos de ellos ambos, y conocieron que estaban desnudos: entonces cosieron hojas de higuera, e hiciéronse delantales. Genesis 3:8 ¶ Y oyeron la voz de Jehová Dios, que se paseaba en el huerto al aire del día; y escondióse el hombre y su mujer de delante de Jehová Dios entre los árboles del huerto. Genesis 3:9 ¶ Y llamó Jehová Dios al hombre, y díjole: ¿Dónde estás tú? Genesis 3:10 Y él respondió: Oí tu voz en el huerto, y tuve miedo; porque estaba desnudo: y escondíme. Genesis 3:11 Y díjole: ¿Quién te enseñó, que estabas desnudo? ¿Has comido del árbol de que yo te mandé que no comieses? Genesis 3:12 Y el hombre respondió: La mujer que diste para estar conmigo, ella me dio del árbol, y comí. Genesis 3:13 Entonces Jehová Dios dijo a la mujer: ¿Qué es esto que hiciste? Y dijo la mujer: La serpiente me engañó, y comí. Genesis 3:14 Y Jehová Dios dijo a la serpiente: Porque hiciste esto, maldita serás más que todas las bestias, y que todos los animales del campo: sobre tu pecho andarás, y polvo comerás todos los días de tu vida. Genesis 3:15 Y enemistad pondré entre ti y la mujer, y entre tu simiente y su simiente; esta te herirá en la cabeza, y tú le herirás en el calcañar. Genesis 3:16 A la mujer dijo: Multiplicando multiplicaré tus dolores, y tus preñeces: con dolor parirás los hijos, y a tu marido será tu deseo, y él se enseñoreará de ti. Genesis 3:17 Y al hombre dijo: Porque obedeciste a la voz de tu mujer, y comiste del árbol de que te mandé, diciendo: No comerás de él: Maldita será la tierra por amor de ti: con dolor comerás de ella todos los días de tu vida. Genesis 3:18 Espinos y cardos te producirá, y comerás yerba del campo. Genesis 3:19 En el sudor de tu rostro comerás el pan, hasta que vuelvas a la tierra, porque de ella fuiste tomado: Porque polvo eres, y al polvo serás tornado. Genesis 3:20 Y llamó el hombre el nombre de su mujer, Eva: por cuanto ella era madre de todos los vivientes. Genesis 3:21 ¶ Y Jehová Dios hizo al hombre y a su mujer túnicas de pieles, y vistiólos. Genesis 3:22 Y dijo Jehová Dios: He aquí, el hombre es como uno de nos, sabiendo el bien y el mal: ahora pues, porque no meta su mano, y tome también del árbol de la vida, y coma, y viva para siempre. Genesis 3:23 Y sacóle Jehová del huerto de Edén, para que labrase la tierra, de que fue tomado. Genesis 3:24 ¶ Y echó al hombre, y puso al oriente del huerto de Edén querubines, y una espada flamante que andaba alrededor, para guardar el camino del árbol de la vida. Genesis 4:0 Genesis 4:1 Y conoció Adam a su mujer Eva, la cual concibió y parió a Caín, y dijo: Ganado he un varón por Jehová. Genesis 4:2 Y otra vez parió a su hermano Abel. Y fue Abel pastor de ovejas, y Caín fue labrador de la tierra. Genesis 4:3 ¶ Y aconteció al cabo de días, que Caín trajo del fruto de la tierra un presente a Jehová. Genesis 4:4 Y Abel trajo también de los primogénitos de sus ovejas, y de sus grosuras: y miró Jehová a Abel y a su presente. Genesis 4:5 Y a Caín y a su presente no miró. Y ensañóse Caín en gran manera, y decayó su semblante. Genesis 4:6 ¶ Entonces Jehová dijo a Caín: ¿Por qué te has ensañado? ¿y por qué ha decaído tu semblante? Genesis 4:7 ¿Cómo, no serás ensalzado si bien hicieres: y si no hicieres bien, no estarás echado por tu pecado a la puerta? Con todo esto, a ti será su deseo; y tú te enseñorearás de él. Genesis 4:8 Y hablo Caín a su hermano Abel. Y aconteció que estando ellos en el campo, Caín se levantó contra Abel su hermano, y le mató. Genesis 4:9 ¶ Y Jehová dijo a Caín: ¿Dónde está Abel tu hermano? Y él respondió: No sé: ¿Soy yo guarda de mi hermano? Genesis 4:10 Y él le dijo: ¿Qué has hecho? La voz de la sangre de tu hermano clama a mí desde la tierra. Genesis 4:11 Ahora, pues, maldito seas tú de la tierra, que abrió su boca para recibir la sangre de tu hermano de tu mano. Genesis 4:12 Cuando labrares la tierra, no te volverá a dar su fuerza: vagabundo y extranjero serás en la tierra. Genesis 4:13 Y dijo Caín a Jehová: Grande es mi iniquidad de perdonar. Genesis 4:14 He aquí, me echas hoy de la haz de la tierra, y de tu presencia me esconderé: y seré vagabundo y extranjero en la tierra: y será, que cualquiera que me hallare, me matará. Genesis 4:15 Y respondióle Jehová: Cierto cualquiera que matare a Caín, siete veces será castigado. Entonces Jehová puso una señal en Caín, para que no le matase cualquiera que le hallase. Genesis 4:16 Y salió Caín de delante de Jehová, y habitó en tierra de Nod, al oriente de Edén. Genesis 4:17 Y conoció Caín a su mujer, la cual concibió y parió a Jenoc: y edificó una ciudad, y llamó el nombre de la ciudad del nombre de su hijo, Jenoc. Genesis 4:18 Y nació a Jenoc Irad, e Irad engendró a Maviael, y Maviael engendró a Matusael, y Matusael engendró a Lamec. Genesis 4:19 ¶ Y tomó para si Lamec dos mujeres, el nombre de la una fue Ada, y el nombre de la otra Sella. Genesis 4:20 Y parió Ada a Jabel, el cual fue padre de los que habitan en tiendas, y de los que tienen ganados. Genesis 4:21 Y el nombre de su hermano fue Jubal, el cual fue padre de todos los que tañen harpa y órgano. Genesis 4:22 Y Sella también parió a Tubal-caín acicalador de toda obra de metal y de hierro: y la hermana de Tubal-caín fue Noema. Genesis 4:23 Y dijo Lamec a sus mujeres Ada y Sella: Oíd mi voz mujeres de Lamec, escuchád mi dicho: Que varón mataré por mi herida, y mancebo por mi golpe: Genesis 4:24 Que siete veces será vengado Caín, mas Lamec setenta veces siete. Genesis 4:25 ¶ Y conoció Adam aun a su mujer, y parió un hijo, y llamó su nombre Set; Porque (dice) Dios me ha dado otra simiente por Abel, al cual mató Caín. Genesis 4:26 Y a Set también le nació un hijo, y llamó su nombre Enós. Entonces los hombres comenzaron a llamarse del nombre de Jehová. Genesis 5:0 Genesis 5:1 Este es el libro de las descendencias de Adam. El día que creó Dios al hombre, a la semejanza de Dios le hizo. Genesis 5:2 Macho y hembra los creó, y bendíjolos, y llamó el nombre de ellos Adam, en el día en que fueron creados. Genesis 5:3 Y vivió Adam ciento y treinta años, y engendró un hijo a su semejanza, conforme a su imagen, y llamó su nombre Set. Genesis 5:4 Y fueron los días de Adam, después que engendró a Set, ochocientos años: y engendró hijos e hijas. Genesis 5:5 Y fueron todos los días que vivió Adam novecientos y treinta años, y murió. Genesis 5:6 Y vivió Set ciento y cinco años, y engendró a Enós. Genesis 5:7 Y vivió Set, después que engendró a Enós, ochocientos y siete años, y engendró hijos e hijas. Genesis 5:8 Y fueron todos los días de Set novecientos y doce años, y murió. Genesis 5:9 Y vivió Enós noventa años, y engendró a Cainán. Genesis 5:10 Y vivió Enós, después que engendró a Cainán, ochocientos y quince años, y engendró hijos e hijas. Genesis 5:11 Y fueron todos los días de Enós novecientos y cinco años, y murió. Genesis 5:12 Y vivió Cainán setenta años, y engendró a Malaleel. Genesis 5:13 Y vivió Cainán, después que engendró a Malaleel, ochocientos y cuarenta años, y engendró hijos e hijas. Genesis 5:14 Y fueron todos los días de Cainán novecientos y diez años, y murió. Genesis 5:15 Y vivió Malaleel sesenta y cinco años, y engendró a Jared. Genesis 5:16 Y vivió Malaleel, después que engendró a Jared, ochocientos y treinta años, y engendró hijos e hijas. Genesis 5:17 Y fueron todos los días de Malaleel ochocientos y noventa y cinco años, y murió. Genesis 5:18 Y vivió Jared ciento y sesenta y dos años, y engendró a Jenoc. Genesis 5:19 Y vivió Jared, después que engendró a Jenoc, ochocientos años, y engendró hijos e hijas. Genesis 5:20 Y fueron todos los días de Jared novecientos y sesenta y dos años, y murió. Genesis 5:21 Y vivió Jenoc sesenta y cinco años, y engendró a Matusalem. Genesis 5:22 Y anduvo Jenoc con Dios, después que engendró a Matusalem, trescientos años, y engendró hijos e hijas. Genesis 5:23 Y fueron todos los días de Jenoc trescientos y sesenta y cinco años. Genesis 5:24 Y anduvo Jenoc con Dios, y desapareció, porque le llevó Dios. Genesis 5:25 Y vivió Matusalem ciento y ochenta y siete años, y engendró a Lamec. Genesis 5:26 Y vivió Matusalem, después que engendró a Lamec, setecientos y ochenta y dos años, y engendró hijos e hijas. Genesis 5:27 Y fueron todos los días de Matusalem novecientos y sesenta y nueve años, y murió. Genesis 5:28 Y vivió Lamec ciento y ochenta y dos años, y engendró un hijo. Genesis 5:29 Y llamó su nombre Noé, diciendo: Este nos consolará de nuestras obras, y del trabajo de nuestras manos de la tierra a la cual Jehová maldijo. Genesis 5:30 Y vivió Lamec, después que engendró a Noé, quinientos y noventa y cinco años, y engendró hijos e hijas. Genesis 5:31 Y fueron todos los días de Lamec setecientos y setenta y siete años, y murió. Genesis 5:32 Y siendo Noé de quinientos años, engendró a Sem, Cam, y a Jafet. Genesis 6:0 Genesis 6:1 Y acaeció que cuando comenzaron los hombres a multiplicarse sobre la haz de la tierra, y les nacieron hijas, Genesis 6:2 Viendo los hijos de Dios las hijas de los hombres que eran hermosas, tomáronse mujeres escogiendo entre todas. Genesis 6:3 Y dijo Jehová: No contenderá mi Espíritu con el hombre para siempre, porque ciertamente él es carne: mas serán sus días ciento y veinte años. Genesis 6:4 Había gigantes en la tierra en aquellos días; y también después que entraron los hijos de Dios a las hijas de los hombres, y les engendraron hijos, estos fueron los valientes, que desde la antigüedad fueron varones de nombre. Genesis 6:5 Y vio Jehová que la malicia de los hombres era mucha sobre la tierra, y que todo el intento de los pensamientos del corazón de ellos ciertamente era malo todo el tiempo. Genesis 6:6 Y arrepintióse Jehová de haber hecho hombre en la tierra; y pesóle en su corazón. Genesis 6:7 Y dijo Jehová: Raeré los hombres que he creado de sobre la haz de la tierra, desde el hombre hasta la bestia, y hasta el reptil, y hasta el ave de los cielos; porque me arrepiento de haberlos hecho. Genesis 6:8 ¶ Empero Noé halló gracia en los ojos de Jehová. Genesis 6:9 Estas son las generaciones de Noé: Noé, varón justo, perfecto fue en sus generaciones: con Dios anduvo Noé. Genesis 6:10 Y engendró Noé tres hijos, a Sem, a Cam, y a Jafet. Genesis 6:11 Y corrompióse la tierra delante de Dios, e hinchióse la tierra de violencia. Genesis 6:12 Y vio Dios la tierra, y he aquí que estaba corrompida, porque toda carne había corrompido su camino sobre la tierra. Genesis 6:13 Y dijo Dios a Noé: El fin de toda carne ha venido delante de mí: porque la tierra está llena de violencia delante de ellos: y he aquí que yo los destruyo a ellos con la tierra. Genesis 6:14 Hazte un arca de madera de cedro: harás apartamientos en el arca, y embetunarla has por de dentro y por de fuera con betún. Genesis 6:15 Y de esta manera la harás: De trescientos codos la longura del arca, y de cincuenta codos su anchura, y de treinta codos su altura. Genesis 6:16 Una ventana harás al arca, y a un codo la acabarás de la parte de arriba: y la puerta del arca pondrás a su lado de suelos bajos, segundos, y terceros le harás. Genesis 6:17 Y yo, he aquí que yo traigo un diluvio de aguas sobre la tierra, para destruir toda carne, en que haya espíritu de vida debajo del cielo: todo lo que hubiere en la tierra, morirá. Genesis 6:18 Mas yo estableceré mi concierto contigo, y entrarás en el arca tú, y tus hijos, y tu mujer, y las mujeres de tus hijos contigo. Genesis 6:19 Y de todo lo que vive, de toda carne, dos de cada uno meterás en el arca, para que tengan vida contigo: macho y hembra serán. Genesis 6:20 De las aves según su especie, y de las bestias según su especie, de todo reptil de la tierra según su especie, dos de cada uno entrarán a ti, para que tengan vida. Genesis 6:21 Y tú tómate de toda vianda que se come, y júntatela, y será para ti y para ellos por mantenimiento. Genesis 6:22 E hizo Noé conforme a todo lo que le mandó Dios: así lo hizo. Genesis 7:0 Genesis 7:1 Y Jehová dijo a Noé: Entra tú, y toda tu casa en el arca; porque a ti he visto justo delante de mí en esta generación. Genesis 7:2 De todo animal limpio te tomarás de siete en siete, macho y su hembra: mas de los animales que no son limpios, dos, macho y su hembra. Genesis 7:3 También de las aves de los cielos, de siete en siete, macho y hembra: para guardar en vida la simiente sobre la haz de toda la tierra. Genesis 7:4 Porque pasados aun siete días, yo lluevo sobre la tierra cuarenta días, y cuarenta noches: y raeré toda sustancia que hice, de sobre la haz de la tierra. Genesis 7:5 E hizo Noé conforme a todo lo que le mandó Jehová. Genesis 7:6 Y siendo Noé de seiscientos años, el diluvio de las aguas fue sobre la tierra. Genesis 7:7 Y vino Noé, y sus hijos, y su mujer, y las mujeres de sus hijos con él al arca, por las aguas del diluvio. Genesis 7:8 De los animales limpios, y de los animales que no eran limpios, y de las aves, y de todo lo que anda arrastrando sobre la tierra. Genesis 7:9 De dos en dos entraron a Noé en el arca, macho y hembra, como mandó Dios a Noé. Genesis 7:10 ¶ Y fue, que al séptimo día las aguas del diluvio fueron sobre la tierra. Genesis 7:11 El año de seiscientos de la vida de Noé, en el mes segundo, a los diez y siete días del mes, aquel día fueron rompidas todas las fuentes del grande abismo, y las ventanas de los cielos fueron abiertas. Genesis 7:12 Y hubo lluvia sobre la tierra cuarenta días y cuarenta noches. Genesis 7:13 En este mismo día entró Noé, y Sem, y Cam, y Jafet, hijos de Noé, la mujer de Noé, y las tres mujeres de sus hijos con él en el arca. Genesis 7:14 Ellos y todos los animales según sus especies, y todas las bestias según sus especies, y todo reptil que anda arrastrando sobre la tierra según su especie, y toda ave según su especie, todo pájaro, toda cosa de alas. Genesis 7:15 Y vinieron a Noé al arca de dos en dos, de toda carne, en que había espíritu de vida. Genesis 7:16 Y los que vinieron, macho y hembra de toda carne vinieron, como le había mandado Dios: y cerró Jehová sobre él. Genesis 7:17 Y fue el diluvio cuarenta días sobre la tierra; y las aguas se multiplicaron, y alzaron el arca, y fue alzada de sobre la tierra. Genesis 7:18 Y prevalecieron las aguas, y multiplicáronse en gran manera sobre la tierra; y andaba el arca sobre la haz de las aguas. Genesis 7:19 Y las aguas prevalecieron mucho en gran manera sobre la tierra; y fueron cubiertos todos los montes altos, que había debajo de todos los cielos. Genesis 7:20 Quince codos encima prevalecieron las aguas; y fueron cubiertos los montes. Genesis 7:21 Y murió toda carne que anda arrastrando sobre la tierra, en las aves, y en las bestias, y en los animales, y en todo reptil que anda arrastrando sobre la tierra, y en todo hombre: Genesis 7:22 Todo lo que tenía aliento de espíritu de vida en sus narices, de todo lo que había en la tierra, murió. Genesis 7:23 Así rayó toda la sustancia que había sobre la haz de la tierra, desde el hombre hasta la bestia, hasta el reptil, y hasta el ave del cielo: y fueron raídos de la tierra, y quedó solamente Noé, y lo que con él estaba en el arca. Genesis 7:24 Y prevalecieron las aguas sobre la tierra ciento y cincuenta días. Genesis 8:0 Genesis 8:1 Y acordóse Dios de Noé, y de todos los animales, y de todas las bestias que estaban con él en el arca: e hizo pasar Dios un viento sobre la tierra, y cesaron las aguas. Genesis 8:2 Y cerráronse las fuentes del abismo, y las ventanas de los cielos, y la lluvia de los cielos fue detenida. Genesis 8:3 Y tornaron las aguas de sobre la tierra, yendo y volviendo: y descrecieron las aguas al cabo de ciento y cincuenta días. Genesis 8:4 Y reposó el arca en el mes séptimo, a los diez y siete días del mes, sobre los montes de Armenia. Genesis 8:5 Y las aguas fueron descreciendo hasta el mes décimo: en el décimo, al primero del mes, se descubrieron las cabezas de los montes. Genesis 8:6 Y fue que al cabo de cuarenta días Noé abrió la ventana del arca, que había hecho: Genesis 8:7 Y envió al cuervo, el cual salió, saliendo y tornando, hasta que las aguas se secaron de sobre la tierra. Genesis 8:8 Y envió a la paloma de sí, para ver si las aguas se habían aliviado de sobre la haz de la tierra. Genesis 8:9 Y no halló la paloma donde reposase la planta de su pie, y volvióse a él al arca, porque las aguas estaban aún sobre la haz de toda la tierra: Y él extendió su mano, y la tomó, y metióla consigo en el arca. Genesis 8:10 Y esperó aún otros siete días, y volvió a enviar la paloma del arca. Genesis 8:11 Y la paloma volvió a él a la hora de la tarde, y he aquí que traía una hoja de oliva tomada en su boca; y entendió Noé, que las aguas se habían aliviado de sobre la tierra. Genesis 8:12 Y esperó aún otros siete días, y envió la paloma, la cual no tornó a volver a él más. Genesis 8:13 Y fue, que en el año de seiscientos y uno, en el mes primero, al primero del mes, las aguas se enjugaron de sobre la tierra; y quitó Noé la cubierta del arca, y miró, y he aquí que la haz de la tierra estaba enjuta. Genesis 8:14 Y en el mes segundo, a los veinte y siete días del mes, se secó la tierra. Genesis 8:15 ¶ Y habló Dios a Noé, diciendo: Genesis 8:16 Sal del arca tú, y tu mujer, y tus hijos, y las mujeres de tus hijos contigo. Genesis 8:17 Todos los animales que están contigo de toda carne, de aves, y de bestias, y de todo reptil que anda arrastrando sobre la tierra, sacarás contigo; y vayan por la tierra, y fructifiquen, y multipliquen sobre la tierra. Genesis 8:18 Entonces salió Noé, y sus hijos, y su mujer, y las mujeres de sus hijos con él. Genesis 8:19 Todos los animales, y todo reptil, y toda ave, todo lo que se mueve sobre la tierra según sus especies, salieron del arca. Genesis 8:20 ¶ Y edificó Noé altar a Jehová, y tomó de todo animal limpio, y de toda ave limpia, y ofreció holocausto en el altar. Genesis 8:21 Y olió Jehová olor de reposo: y dijo Jehová, en su corazón: No tornaré más a maldecir la tierra por causa del hombre; porque el intento del corazón del hombre malo es desde su niñez: ni volveré más a herir toda cosa viva, como he hecho. Genesis 8:22 Todavía serán todos los tiempos de la tierra, es a saber, sementera, y siega, y frío y calor, verano e invierno, y día y noche: no cesarán. Genesis 9:0 Genesis 9:1 Y bendijo Dios a Noé y a sus hijos, y díjoles: Fructificad y multiplicad, y henchíd la tierra. Genesis 9:2 Y vuestro temor y vuestro pavor será sobre todo animal de la tierra, y sobre toda ave de los cielos, en todo lo que se moverá en la tierra, y en todos los peces de la mar: en vuestra mano son entregados. Genesis 9:3 Todo lo que se mueve, que es vivo, tendréis por mantenimiento: como verdura de yerba os lo he dado todo. Genesis 9:4 ¶ Empero la carne con su alma, que es su sangre, no comeréis. Genesis 9:5 Porque ciertamente vuestra sangre, que es vuestras almas, yo la demandaré, de mano de todo animal la demandaré, y de mano del hombre, de mano del varón su hermano demandaré el alma del hombre. Genesis 9:6 El que derramare sangre de hombre en el hombre, su sangre será derramada; porque a imagen de Dios es hecho el hombre. Genesis 9:7 Mas vosotros fructificad y multiplicad, y andád en la tierra, y multiplicad en ella. Genesis 9:8 ¶ Y habló Dios a Noé y a sus hijos con él, diciendo: Genesis 9:9 Yo: he aquí que yo establezco mi concierto con vosotros, y con vuestra simiente, después de vosotros, Genesis 9:10 Y con toda alma viviente que está con vosotros, en aves, en animales, y en toda bestia de la tierra que está con vosotros, desde todos los que salieron del arca hasta todo animal de la tierra. Genesis 9:11 Que yo estableceré mi concierto con vosotros que no será talada más toda carne con aguas de diluvio; y que no habrá más diluvio para destruir la tierra. Genesis 9:12 Y dijo Dios: Esta será la señal del concierto que yo pongo entre mí y vosotros, y toda alma viviente que está con vosotros, por siglos perpetuos: Genesis 9:13 Mi arco pondré en las nubes, el cual será por señal de concierto entre mí y la tierra. Genesis 9:14 Y será, que cuando yo anublare nubes sobre la tierra, entonces mi arco parecerá en las nubes: Genesis 9:15 Y acordarme he de mi concierto que está entre mí y vosotros, y toda alma viviente en toda carne: y no serán más las aguas por diluvio para destruir a toda carne. Genesis 9:16 Y estará el arco en las nubes, y verlo he para acordarme del concierto perpetuo entre Dios y toda alma viviente, con toda carne que está sobre la tierra. Genesis 9:17 Dijo más Dios a Noé: Esta será la señal del concierto, que he establecido entre mí y toda carne, que está sobre la tierra. Genesis 9:18 Y fueron los hijos de Noé, que salieron del arca, Sem, Cam, y Jafet: y Cam es el padre de Canaán. Genesis 9:19 Estos tres son los hijos de Noé, y de estos fue llena toda la tierra. Genesis 9:20 ¶ Y comenzó Noé a labrar la tierra, y plantó una viña: Genesis 9:21 Y bebió del vino, y embriagóse, y descubrióse en medio de su tienda. Genesis 9:22 Y vio Cam, el padre de Canaán, la desnudez de su padre, y díjolo a sus dos hermanos en la calle, Genesis 9:23 Entonces tomó Sem y Jafet la ropa, y pusiéronla sobre sus hombros de ambos, y andando hacia atrás, cubrieron la desnudez de su padre, teniendo vueltos los rostros, que no vieron la desnudez de su padre. Genesis 9:24 ¶ Y despertó Noé de su vino, y supo lo que había hecho con él su hijo el pequeño, Genesis 9:25 Y dijo: Maldito sea Canaán, siervo de siervos será a sus hermanos. Genesis 9:26 Dijo más: Bendito Jehová el Dios de Sem, y séale Canaán siervo. Genesis 9:27 Ensanche Dios a Jafet, y habite en las tiendas de Sem, y séale Canaán siervo. Genesis 9:28 Y vivió Noé, después del diluvio, trescientos y cincuenta años. Genesis 9:29 Y fueron todos los días de Noé novecientos y cincuenta años, y murió. Genesis 10:0 Genesis 10:1 Estas son las generaciones de los hijos de Noé: Sem, Cam, y Jafet, a los cuales nacieron hijos después del diluvio. Genesis 10:2 Los hijos de Jafet fueron Gomer, y Magog, y Madai, y Javán, y Tubal, y Mosoc, y Tiras. Genesis 10:3 Y los hijos de Gomer: Ascenez, y Rifat, y Togorma. Genesis 10:4 Y los hijos de Javán: Elisa, y Társis, Cetim, y Dodanim. Genesis 10:5 Por estos fueron partidas las islas de las Gentes en sus tierras, cada cual según su lengua, conforme a sus familias en sus naciones. Genesis 10:6 ¶ Los hijos de Cam fueron Cus, y Mizraim, y Fut, y Canaán. Genesis 10:7 Y los hijos de Cus, Saba, Hevila, y Sabata, y Rahama, y Sabataca. Y los hijos de Rahama, Saba, y Dadán. Genesis 10:8 Y Cus engendró a Nimrod. Este comenzó a ser poderoso en la tierra. Genesis 10:9 Este fue poderoso cazador delante de Jehová: por lo cual se dice: Como Nimrod poderoso cazador delante de Jehová. Genesis 10:10 Y fue la cabecera de su reino Babel, y Arac, y Acad, y Calanne, en la tierra de Sennaar. Genesis 10:11 De aquesta tierra salió Assur, el cual edificó a Nínive, y a Recobot-ir, y a Cale, Genesis 10:12 Y a Resen entre Nínive y Cale, la cual es la ciudad grande. Genesis 10:13 Y Mizraim engendró a Ludim, y Anamim, y Laabim, y Neptuim, Genesis 10:14 Y a Fetrusim, y Casluim, de donde salieron los Filisteos, y a Caftorim. Genesis 10:15 ¶ Y Canaán engendró a Sidón su primogénito, y a Jet, Genesis 10:16 Y a Jebusi, y Amori, y Gergasi, Genesis 10:17 Y a Hevi, y a Arci, y a Cini, Genesis 10:18 Y a Aradi, Samari, y Hemati: y después se derramaron las familias de los Cananeos. Genesis 10:19 Y fue el término de los Cananeos, desde Sidón viniendo a Gerar hasta Gaza, hasta entrar en Sodoma y Gomorra, Adma, y Seboim hasta Lasa. Genesis 10:20 Estos son los hijos de Cam por sus familias, por sus lenguas, en sus tierras, en sus naciones. Genesis 10:21 ¶ Y a Sem también le nacieron hijos; él fue padre de todos los hijos de Jeber, hermano de Jafet el mayor. Genesis 10:22 Y los hijos de Sem fueron Elam, y Assur, y Arfajad, y Lud, y Aram. Genesis 10:23 Y los hijos de Aram: Hus, y Hul, y Geter, y Mes. Genesis 10:24 Arfajad engendró a Sale, y Sale engendró a Jeber. Genesis 10:25 Y a Jeber nacieron dos hijos: el nombre del uno fue Faleg, porque en sus días fue partida la tierra: y el nombre de su hermano, Jectán. Genesis 10:26 Y Jectán engendró a Elmodad, y a Salef, y a Asarmot, y a Jaré, Genesis 10:27 Y a Adoram, y a Uzal, y a Decla, Genesis 10:28 Y a Hebal, y a Abimael, y a Saba, Genesis 10:29 Y a Ofir, y a Hevila, y a Jobab. Todos estos fueron hijos de Jectán. Genesis 10:30 Y fue su habitación desde Messa, viniendo de Sefar, monte de oriente. Genesis 10:31 Estos fueron los hijos de Sem por sus familias, por sus lenguas, en sus tierras, en sus naciones. Genesis 10:32 Estas son las familias de Noé por sus descendencias, en sus naciones: y de estos fueron divididas las naciones en la tierra después del diluvio. Genesis 11:0 Genesis 11:1 Era entonces toda la tierra de una lengua, y de unas mismas palabras. Genesis 11:2 Y aconteció, que como se partieron de oriente, hallaron campo en la tierra de Sennaar, y asentaron allí. Genesis 11:3 Y dijeron los unos a los otros: Dad acá, hagamos ladrillo, y cozámoslo con fuego. Y fuéles el ladrillo en lugar de piedra, y el betún en lugar de mezcla. Genesis 11:4 Y dijeron: Dad acá: Edifiquémosnos una ciudad, y una torre, que tenga la cabeza en el cielo: y hagámosnos nombrados; por ventura nos esparciremos sobre la haz de toda la tierra. Genesis 11:5 ¶ Y descendió Jehová para ver la ciudad y la torre, que edificaban los hijos del hombre. Genesis 11:6 Y dijo Jehová: He aquí, el pueblo es uno, y todos estos tienen un lenguaje, y ahora comienzan a hacer, y ahora no dejarán de ejecutar todo lo que han pensado hacer. Genesis 11:7 Ahora pues, descendamos, y mezclemos allí sus lenguas, que ninguno entienda la lengua de su compañero. Genesis 11:8 Así los esparció Jehová de allí sobre la haz de toda la tierra, y dejaron de edificar la ciudad. Genesis 11:9 Por esto fue llamado el nombre de ella Babel, porque allí mezcló Jehová el lenguaje de toda la tierra, y de allí los esparció sobre la haz de toda la tierra. Genesis 11:10 ¶ Estas son las generaciones de Sem: Sem de edad de cien años engendró a Arfajad, dos años después del diluvio. Genesis 11:11 Y vivió Sem, después que engendró a Arfajad, quinientos años, y engendró hijos e hijas. Genesis 11:12 Y Arfajad vivió treinta y cinco años, y engendró a Sale. Genesis 11:13 Y vivió Arfajad, después que engendró a Sale, cuatrocientos y tres años, y engendró hijos e hijas. Genesis 11:14 Y vivió Sale treinta años, y engendró a Jeber. Genesis 11:15 Y vivió Sale, después que engendró a Jeber, cuatrocientos y tres años, y engendró hijos e hijas. Genesis 11:16 Y vivió Jeber treinta y cuatro años, y engendró a Faleg. Genesis 11:17 Y vivió Jeber, después que engendró a Faleg, cuatrocientos y treinta años, y engendró hijos e hijas. Genesis 11:18 Y vivió Faleg treinta años, y engendró a Reu. Genesis 11:19 Y vivió Faleg, después que engendró a Reu, doscientos y nueve años, y engendró hijos e hijas. Genesis 11:20 Y Reu vivió treinta y dos años, y engendró a Sarug. Genesis 11:21 Y vivió Reu, después que engendró a Sarug, doscientos y siete años, y engendró hijos e hijas. Genesis 11:22 Y vivió Sarug treinta años, y engendró a Nacor. Genesis 11:23 Y vivió Sarug, después que engendró a Nacor, doscientos años, y engendró hijos e hijas. Genesis 11:24 Y vivió Nacor veinte y nueve años, y engendró a Tare. Genesis 11:25 Y vivió Nacor, después que engendró a Tare, ciento y diez y nueve años, y engendró hijos e hijas. Genesis 11:26 Y vivió Tare setenta años, y engendró a Abram, a Nacor, y a Arán. Genesis 11:27 Y estas son las generaciones de Tare. Tare engendró a Abram, y a Nacor, y a Arán; y Arán engendró a Lot. Genesis 11:28 Y murió Arán antes de su padre Tare, en la tierra de su naturaleza, en Ur de los Caldeos. Genesis 11:29 Y tomaron Abram y Nacor para sí mujeres: el nombre de la mujer de Abram fue Sarai, y el nombre de la mujer de Nacor, Melca, hija de Arán, padre de Melca, y padre de Jesca. Genesis 11:30 Y Sarai fue estéril, que no tenía hijo. Genesis 11:31 ¶ Y tomó Tare a Abram su hijo, y a Lot hijo de Arán, hijo de su hijo, y a Sarai su nuera, mujer de Abram su hijo: y salió con ellos de Ur de los Caldeos, para ir a la tierra de Canaán: y vinieron hasta Harán: y asentaron allí. Genesis 11:32 Y fueron los días de Tare doscientos y cinco años, y murió Tare en Harán. Genesis 12:0 Genesis 12:1 Empero Jehová había dicho a Abram: Vete de tu tierra, y de tu parentela, y de la casa de tu padre, a la tierra que yo te mostraré: Genesis 12:2 Y hacerte he en gran gente, y bendecirte he, y engrandeceré tu nombre, y serás bendición. Genesis 12:3 Y bendeciré a los que te bendijeren, y a los que te maldijeren maldeciré; y serán benditas en ti todas las familias de la tierra. Genesis 12:4 Y fuése Abram, como Jehová le dijo, y fue con él Lot: y era Abram de edad de setenta y cinco años, cuando salió de Harán. Genesis 12:5 Y tomó Abram a Sarai su mujer, y a Lot hijo de su hermano, y toda su hacienda que habían ganado, y las almas que habían hecho en Harán, y salieron para ir a tierra de Canaán: y llegaron a tierra de Canaán. Genesis 12:6 Y pasó Abram por aquella tierra hasta el lugar de Siquem, hasta el alcornoque de More: y el Cananeo estaba entonces en la tierra. Genesis 12:7 Y apareció Jehová a Abram, y díjole: A tu simiente daré esta tierra. Y edificó allí altar a Jehová, que le había aparecido. Genesis 12:8 Y pasóse de allí al monte, al oriente de Bet-el, y tendió allí su tienda, Bet-el al occidente, y Hai al oriente. Y edificó allí altar a Jehová, e invocó el nombre de Jehová. Genesis 12:9 Y movió Abram de allí caminando, y yendo hacia el mediodía. Genesis 12:10 ¶ Y hubo hambre en la tierra, y descendió Abram a Egipto para peregrinar allá; porque era grave la hambre en la tierra. Genesis 12:11 Y aconteció, que cuando llegó para entrar en Egipto, dijo a Sarai su mujer: He aquí ahora, yo conozco que eres mujer hermosa de vista: Genesis 12:12 Y será, que cuando te verán los Egipcios, dirán: Su mujer es. Y matarme han: y a ti darán la vida. Genesis 12:13 Ahora pues, di que eres mi hermana, para que yo haya bien por causa tuya, y viva mi alma por amor de ti. Genesis 12:14 Y aconteció, que como entró Abram en Egipto, los Egipcios vieron la mujer que era hermosa en gran manera. Genesis 12:15 Y viéronla los príncipes de Faraón, y alabáronla a Faraón, y fue llevada la mujer a casa de Faraón. Genesis 12:16 Y a Abram hizo bien por causa de ella, y tuvo ovejas, y vacas, y asnos, y siervos, y criadas, y asnas, y camellos. Genesis 12:17 ¶ Mas Jehová hirió a Faraón y a su casa de grandes plagas por causa de Sarai mujer de Abram. Genesis 12:18 Entonces Faraón llamó a Abram, y díjole: ¿Qué es esto que has hecho conmigo? ¿Por qué no me declaraste, que era tu mujer? Genesis 12:19 ¿Por qué dijiste: Es mi hermana? y yo la tomé para mí por mujer. Ahora pues, he aquí tu mujer, tómala, y vete. Genesis 12:20 Entonces Faraón mandó acerca de él a varones, que le acompañaron, y a su mujer, y a todo lo que tenía. Genesis 13:0 Genesis 13:1 Así subió Abram de Egipto, hacia el mediodía, él y su mujer con todo lo que tenía, y con él Lot. Genesis 13:2 Y Abram iba cargado en gran manera en ganado, en plata y oro. Genesis 13:3 Y volvió por sus jornadas de la parte del mediodía, hasta Bet-el, hasta el lugar donde había estado su tienda antes, entre Bet-el y Hai: Genesis 13:4 Al lugar del altar que había hecho allí antes: e invocó allí Abram el nombre de Jehová. Genesis 13:5 ¶ Y asimismo Lot, que andaba con Abram, tenía ovejas, y vacas, y tiendas: Genesis 13:6 De tal manera que la tierra no los sufría para morar juntos: porque su hacienda era mucha, y no pudieron habitar juntos. Genesis 13:7 Y hubo contienda entre los pastores del ganado de Abram, y los pastores del ganado de Lot: y el Cananeo y el Ferezeo habitaban entonces en la tierra. Genesis 13:8 Entonces Abram dijo a Lot: No haya ahora cuestión entre mí y ti, y entre mis pastores y los tuyos, porque varones hermanos somos nosotros. Genesis 13:9 ¿No está toda la tierra delante de ti? Yo te ruego que te apartes de mí: si tú fueres a la mano izquierda, yo iré a la derecha: y si a la derecha, yo a la izquierda. Genesis 13:10 Y alzó Lot sus ojos, y vio toda la llanura del Jordán, que toda ella era de riego, antes que destruyese Jehová a Sodoma y a Gomorra, como un huerto de Jehová, como la tierra de Egipto entrando en Zoar. Genesis 13:11 Entonces Lot escogió para sí toda la llanura del Jordán: y partióse Lot de oriente, y apartáronse el uno del otro. Genesis 13:12 Abram asentó en la tierra de Canaán, y Lot asentó en las ciudades de la llanura, y puso sus tiendas hasta Sodoma. Genesis 13:13 Mas los hombres de Sodoma eran malos y pecadores para con Jehová en gran manera. Genesis 13:14 ¶ Y Jehová dijo a Abram, después que Lot se apartó de con él: Alza ahora tus ojos, y mira desde el lugar donde tú estás hacia el aquilón, y al mediodía, y al oriente, y al occidente; Genesis 13:15 Porque toda la tierra que tú ves, daré a ti y a tu simiente para siempre. Genesis 13:16 Y pondré tu simiente como el polvo de la tierra; que si alguno podrá contar el polvo de la tierra, también tu simiente será contada. Genesis 13:17 Levántate, ve por la tierra, por su longura y por su anchura, porque a ti la tengo de dar. Genesis 13:18 Y asentó Abram su tienda, y vino, y moró en el alcornocal de Mamré, que es en Hebrón: y edificó allí altar a Jehová. Genesis 14:0 Genesis 14:1 Y aconteció en aquellos días, que Amrafel rey de Sennaar, Arioc rey de Elasar, Codor-laomor rey de Elam, y Tadal rey de las gentes, Genesis 14:2 Hicieron guerra contra Bara rey de Sodoma, y contra Bersa rey de Gomorra, y contra Senaab rey de Adama, y contra Semeber rey de Seboim, y contra el rey de Bala, la cual es Segor. Genesis 14:3 Todos estos se juntaron en el valle de Siddim, que es el mar de sal. Genesis 14:4 Doce años habían servido a Codor-laomor, y a los trece años se levantaron. Genesis 14:5 Y a los catorce años vino Codor-laomor, y los reyes que estaban con él, e hirieron a Rafaim en Astarot-carnaím, y a Zuzim en Ham y a Emim en Save-cariataim. Genesis 14:6 Y a los Horeos en el monte de Seir, hasta la llanura de Farán, que está junto al desierto. Genesis 14:7 Y volvieron, y vinieron a En-mispat, que es Cádes, e hirieron todas las labranzas de los Amalecitas, y también al Amorreo, que habitaba en Hasasón-tamar. Genesis 14:8 Y salió el rey de Sodoma, y el rey de Gomorra, y el rey de Adama, y el rey de Seboim, y el rey de Bala, que es Segor, y ordenaron contra ellos batalla en el valle de Siddim: Genesis 14:9 Es a saber, contra Codor-laomor rey de Elam, y Tadal rey de las gentes, y Amrafel rey de Sennaar, y Arioc rey de Elasar, cuatro reyes contra cinco. Genesis 14:10 Y el valle de Siddim era lleno de pozos de betún: y huyeron el rey de Sodoma, y el de Gomorra, y cayeron allí: y los demás huyeron al monte. Genesis 14:11 Y tomaron toda la hacienda de Sodoma y de Gomorra, y todas sus vituallas, y fuéronse. Genesis 14:12 Tomaron también a Lot, hijo del hermano de Abram, y a su hacienda, y fuéronse; porque él moraba en Sodoma. Genesis 14:13 Y vino uno que escapó, y denunciólo a Abram Hebreo, que habitaba en el alcornocal de Mamré Amorreo, hermano de Escol, y hermano de Aner, los cuales estaban confederados con Abram. Genesis 14:14 Y oyó Abram, que su hermano era cautivo, y armó sus criados, los criados de su casa, trescientos y diez y ocho, y siguióles hasta Dan. Genesis 14:15 Y derramóse sobre ellos de noche él y sus siervos, e hirióles, y siguióles hasta Hoba, que está a la mano izquierda de Damasco. Genesis 14:16 Y volvió toda la hacienda, y también a Lot su hermano, y su hacienda volvió a traer, y también las mujeres y el pueblo. Genesis 14:17 Y salió el rey de Sodoma a recibirle, volviendo él de herir a Codor-laomor y a los reyes que estaban con él, al valle de Save, que es el valle del rey. Genesis 14:18 ¶ Entonces Melquisedec, rey de Salem, sacó pan y vino, él cual era sacerdote del Dios altísimo. Genesis 14:19 Y bendíjole, y dijo: Bendito sea Abram del Dios altísimo, poseedor de los cielos y de la tierra. Genesis 14:20 Y bendito sea el Dios altísimo, que entregó tus enemigos en tu mano. Y él le dio los diezmos de todo. Genesis 14:21 Entonces el rey de Sodoma dijo a Abram: Dáme las personas, y toma para ti la hacienda. Genesis 14:22 Y respondió Abram al rey de Sodoma: Mi mano he alzado a Jehová Dios altísimo, poseedor de los cielos y de la tierra, Genesis 14:23 Que desde un hilo hasta la correa de un zapato, nada tomaré de todo lo que es tuyo, porque no digas: Yo enriquecí a Abram: Genesis 14:24 Sacando solamente lo que comieron los mancebos, y la parte de los varones que fueron conmigo Aner, Escol, y Mamré: los cuales tomarán su parte. Genesis 15:0 Genesis 15:1 Después de estas cosas fue palabra de Jehová a Abram en visión, diciendo: No temas Abram: Yo soy tu escudo, tu salario copioso en gran manera. Genesis 15:2 Y respondió Abram: Señor Jehová; ¿qué me has de dar, que yo ando solo, y el mayordomo de mi casa, el Damasceno, Eliezer? Genesis 15:3 Dijo más Abram: He aquí, no me has dado simiente, y he aquí que el hijo de mi casa me hereda. Genesis 15:4 Y luego la palabra de Jehová fue a él, diciendo: No te heredará este; mas el que saldrá de tus entrañas, aquel te heredará. Genesis 15:5 Y sacóle fuera, y dijo: Mira ahora a los cielos, y cuenta las estrellas, si las puedes contar: y díjole: Así será tu simiente. Genesis 15:6 Y creyó a Jehová, y contóselo por justicia. Genesis 15:7 ¶ Y díjole: Yo soy Jehová, que te saqué de Ur de los Caldeos, para darte esta tierra que la heredes. Genesis 15:8 Y él respondió: Señor Jehová, ¿en qué conoceré que la tengo de heredar? Genesis 15:9 Y respondióle: Tómame una becerra de tres años, y una cabra de tres años, y un carnero de tres años; una tórtola también, y un palomino. Genesis 15:10 Y él tomó todas estas cosas, y partiólas por la mitad, y puso cada mitad en frente de su compañera: mas las aves no partió. Genesis 15:11 Y descendían aves sobre los cuerpos muertos, y ojeábalas Abram. Genesis 15:12 Y fue, que poniéndose el sol, cayó sueño sobre Abram, y he aquí, un temor, una oscuridad grande que cayó sobre él. Genesis 15:13 Entonces dijo a Abram: De cierto sepas, que tu simiente será peregrina en tierra no suya, y servirles han, y serán afligidos cuatrocientos años; Genesis 15:14 Mas también a la gente a quien servirán, juzgo yo; y después de esto saldrán con grande riqueza. Genesis 15:15 Y tú vendrás a tus padres en paz, y serás sepultado en buena vejez. Genesis 15:16 Y en la cuarta generación volverán acá; porque aún no está cumplida la maldad del Amorreo hasta aquí. Genesis 15:17 Y fue que puesto el sol, hubo una oscuridad: y he aquí un horno de humo, y una antorcha de fuego que pasó entre las mitades. Genesis 15:18 Aquel día hizo Jehová concierto con Abram, diciendo: A tu simiente daré esta tierra desde el río de Egipto hasta el río grande, el río de Éufrates: Genesis 15:19 Al Cineo, y al Cenezeo, y al Cadmoneo, Genesis 15:20 Y al Jetteo, y al Ferezeo, y a los Rafeos, Genesis 15:21 Al Amorreo, también, y al Cananeo y al Gergeseo, y al Jebuseo. Genesis 16:0 Genesis 16:1 Y Sarai, mujer de Abram, no le paría; y ella tenía una sierva Egipcia, que se llamaba Agar. Genesis 16:2 Dijo, pues, Sarai a Abram: He aquí ahora, Jehová me ha vedado de parir: ruégote que entres a mi sierva, quizá tendré hijos de ella. Y obedeció Abram al dicho de Sarai. Genesis 16:3 Y tomó Sarai, la mujer de Abram, a Agar Egipcia su sierva, al cabo de diez años que había habitado Abram en la tierra de Canaán, y dióla a Abram su marido por mujer. Genesis 16:4 ¶ Y él entró a Agar, la cual concibió: y viéndose preñada, menospreciaba a su señora en sus ojos. Genesis 16:5 Entonces Sarai dijo a Abram: Mi afrenta es sobre ti: yo puse mi sierva en tu seno, y viendo que se ha empreñado, soy menospreciada en sus ojos: juzgue Jehová entre mí y ti. Genesis 16:6 Y respondió Abram a Sarai: He ahí tu sierva en tu mano: haz con ella lo que bueno te pareciere. Entonces Sarai la afligió, y ella se huyó de delante de ella. Genesis 16:7 ¶ Y hallóla el ángel de Jehová junto a una fuente de agua en el desierto: junto a la fuente que está en el camino del Sur: Genesis 16:8 Y díjola: Agar sierva de Sarai: ¿Dónde? ¿De dónde vienes, y a dónde vas? Y ella respondió: Huyo de delante de Sarai mi señora. Genesis 16:9 Y díjole el ángel de Jehová: Vuélvete a tu señora, y humíllate debajo de su mano. Genesis 16:10 Y díjole más el ángel de Jehová: Multiplicando multiplicaré tu simiente, que no será contada por la multitud. Genesis 16:11 Y díjole más el ángel de Jehová: He aquí, tú estás preñada, y parirás un hijo: y llamarás su nombre Ismael, porque oído ha Jehová tu aflicción. Genesis 16:12 Y él será hombre fiero: su mano contra todos, y las manos de todos contra él, y delante de todos sus hermanos habitará. Genesis 16:13 Entonces ella llamó el nombre de Jehová, que hablaba con ella: Atta el roi, Tú, Dios, de vista: Porque dijo: ¿No he visto también aquí las espaldas del que me vio? Genesis 16:14 Por lo cual llamó al pozo: Pozo del Viviente, que me ve. He aquí, está entre Cádes, y Barad. Genesis 16:15 ¶ Y parió Agar a Abram un hijo; y llamó Abram el nombre de su hijo, que le parió Agar, Ismael. Genesis 16:16 Y Abram era de edad de ochenta y seis años, cuando parió Agar a Ismael. Genesis 17:0 Genesis 17:1 Y siendo Abram de edad de noventa y nueve años, Jehová le apareció, y díjole: Yo soy el Dios Todopoderoso: Anda delante de mí, y sé perfecto. Genesis 17:2 Y pondré mi concierto entre mí y ti, y multiplicarte he mucho en gran manera. Genesis 17:3 Entonces Abram cayó sobre su rostro, y Dios habló con él, diciendo: Genesis 17:4 Yo, he aquí mi concierto contigo: Serás por padre de muchedumbre de gentes. Genesis 17:5 Y no se llamará más tu nombre Abram; mas será tu nombre Abraham; porque padre de muchedumbre de gentes te he puesto. Genesis 17:6 Y multiplicarte he mucho en gran manera, y ponerte he en gentes; y reyes saldrán de ti. Genesis 17:7 Y estableceré mi concierto entre mí y ti, y entre tu simiente después de ti por sus generaciones por alianza perpetua, para ser a ti por Dios, y a tu simiente después de ti. Genesis 17:8 Y daré a ti, y a tu simiente después de ti, la tierra de tus peregrinaciones, toda la tierra de Canaán, en heredad perpetua: y serles he por Dios. Genesis 17:9 Y dijo más Dios a Abraham: Tú empero mi concierto guardarás, tú y tu simiente después de ti por sus generaciones. Genesis 17:10 Este será mi concierto que guardaréis entre mí y vosotros, y tu simiente después de ti: Que será circuncidado entre vosotros todo varón: Genesis 17:11 Circuncidaréis, pues, la carne de vuestro prepucio, y será por señal del concierto entre mí y vosotros. Genesis 17:12 Y de edad de ocho días será circuncidado en vosotros todo varón por vuestras generaciones: el nacido en casa y el comprado a dinero de cualquier extranjero, que no fuere de tu simiente. Genesis 17:13 Circuncidando será circuncidado el nacido en tu casa, y el comprado por tu dinero; y estará mi concierto en vuestra carne para alianza perpetua. Genesis 17:14 Y el varón incircunciso que no hubiere circuncidado la carne de su prepucio, aquella persona será cortada de sus pueblos: mi concierto anuló. Genesis 17:15 Dijo también Dios a Abraham: A Sarai tu mujer no llamarás su nombre Sarai, mas Sara será su nombre. Genesis 17:16 Y bendecirla he, y también te daré de ella un hijo, y bendecirla he, y será madre de naciones: reyes de pueblos serán de ella. Genesis 17:17 ¶ Entonces Abraham cayó sobre su rostro, y rióse, y dijo en su corazón: ¿A hombre de cien años ha de nacer un hijo? ¿Y Sara, mujer de noventa años, ha de parir? Genesis 17:18 Y dijo Abraham a Dios: Ojalá Ismael viva delante de ti. Genesis 17:19 Y respondió Dios: Ciertamente Sara tu mujer te parirá un hijo, y llamarás su nombre Isaac, y confirmaré mi concierto con él por concierto a su simiente después de él. Genesis 17:20 Y por Ismael también te he oído: He aquí yo le bendeciré, y le haré fructificar, y multiplicar mucho en gran manera: doce príncipes engendrará; y ponerle he por gran gente. Genesis 17:21 Mas mi concierto estableceré con Isaac, al cual te parirá Sara en este tiempo el año siguiente. Genesis 17:22 Y acabó de hablar con él, y subió Dios de con Abraham. Genesis 17:23 ¶ Entonces tomó Abraham a Ismael su hijo, y a todos los siervos nacidos en su casa, y a todos los comprados por su dinero, todo macho en los varones de la casa de Abraham, y circuncidó la carne de su prepucio en aquel mismo día, como Dios lo había hablado con él. Genesis 17:24 Era Abraham de edad de noventa y nueve años, cuando circuncidó él la carne de su prepucio. Genesis 17:25 E Ismael su hijo de trece años, cuando fue circuncidada la carne de su prepucio. Genesis 17:26 En aquel mismo día fue circuncidado Abraham, e Ismael su hijo: Genesis 17:27 Y todos los varones de su casa, el siervo nacido en casa, y el comprado por dinero del extranjero, fueron circuncidados con él. Genesis 18:0 Genesis 18:1 Y aparecióle Jehová en el alcornocal de Mamré, estando él sentado a la puerta de su tienda, cuando comenzaba el calor del día. Genesis 18:2 Y alzó sus ojos, y miró, y he aquí tres varones, que estaban junto a él: y como los vio, salió corriendo a recibirlos desde la puerta de su tienda, e inclinóse a tierra. Genesis 18:3 Y dijo: Señor, si ahora he hallado gracia en tus ojos, ruégote que no pases de tu siervo. Genesis 18:4 Tómese ahora un poco de agua, y lavad vuestros pies, y recostaos debajo de un árbol: Genesis 18:5 Y tomaré un bocado de pan, y sustentad vuestro corazón, después pasaréis; porque por eso habéis pasado cerca de vuestro siervo. Y ellos dijeron: Haz así como has hablado. Genesis 18:6 Entonces Abraham fue a priesa a la tienda a Sara, y díjole: Toma presto tres medidas de flor de harina, amasa y haz panes cocidos debajo de la ceniza. Genesis 18:7 Y corrió Abraham a las vacas, y tomó un becerro tierno y bueno, y dióle al mozo, y dióse priesa a aderezarlo. Genesis 18:8 Tomó también manteca y leche, y el becerro que había aderezado, y púsolo delante de ellos; y él estaba junto a ellos debajo del árbol, y comieron. Genesis 18:9 ¶ Y dijéronle: ¿Dónde está Sara tu mujer? Y él respondió: Aquí en la tienda. Genesis 18:10 Entonces dijo: Volviendo volveré a ti según el tiempo de la vida, y, he aquí, tendrá un hijo Sara tu mujer. Y Sara escuchaba a la puerta de la tienda: y ella estaba detrás de él. Genesis 18:11 Y Abraham y Sara eran viejos, entrados en días: ya a Sara había cesado la costumbre de las mujeres. Genesis 18:12 Y rióse Sara entre sí, diciendo: ¿Después que he envejecido, tendré deleite? Así mismo mi señor es ya viejo. Genesis 18:13 Entonces Jehová dijo a Abraham: ¿Por qué se ha reído Sara, diciendo; De cierto tengo de parir, que soy ya vieja? Genesis 18:14 ¿Esconderse ha de Jehová alguna cosa? Al tiempo señalado volveré a ti según el tiempo de la vida, y Sara tendrá un hijo. Genesis 18:15 Entonces Sara negó, diciendo: No me reí, porque tuvo miedo. Y él dijo: No es así; porque te reíste. Genesis 18:16 ¶ Y los varones se levantaron de allí, y miraron hacia Sodoma: y Abraham iba con ellos acompañándolos. Genesis 18:17 Y Jehová dijo: ¿Encubro yo de Abraham lo que yo hago: Genesis 18:18 Habiendo de ser Abraham en gran gente y fuerte, y habiendo de ser benditas en él todas las naciones de la tierra? Genesis 18:19 Porque yo lo he conocido, que mandará a sus hijos y a su casa después de sí, que guarden el camino de Jehová, haciendo justicia y juicio, para que haga venir Jehová sobre Abraham lo que ha hablado sobre él. Genesis 18:20 Entonces Jehová le dijo: El clamor de Sodoma y de Gomorra, porque se ha engrandecido, y el pecado de ellos, porque se ha agravado en gran manera. Genesis 18:21 Descenderé ahora, y veré, si según su clamor que ha venido hasta mí, hayan hecho consumación: y si no, saberlo he. Genesis 18:22 Y apartáronse de allí los varones, y fueron a Sodoma: mas Abraham estuvo aún delante de Jehová. Genesis 18:23 ¶ Y acercóse Abraham, y dijo: ¿Destruirás también al justo con el impío? Genesis 18:24 Quizá hay cincuenta justos dentro de la ciudad: ¿destruirás también, y no perdonarás al lugar por cincuenta justos que estén dentro de él? Genesis 18:25 Nunca tal hagas, que hagas morir al justo con el impío: ¿y que sea el justo como el impío? Nunca tal hagas. El Juez de toda la tierra, ¿no ha de hacer derecho? Genesis 18:26 Entonces respondió Jehová: Si hallare en Sodoma cincuenta justos dentro de la ciudad, perdonaré a todo este lugar por amor de ellos. Genesis 18:27 Y Abraham replicó, y dijo: He aquí, ahora que he comenzado a hablar a mi Señor, aunque soy polvo y ceniza; Genesis 18:28 Quizá faltarán de cincuenta justos, cinco: ¿destruirás por aquellos cinco, que falten, toda la ciudad? Y dijo: No la destruiré, si hallare allí cuarenta y cinco. Genesis 18:29 Y añadió más a hablarle, y dijo: ¿Quizá se hallarán allí cuarenta? Y respondió: No lo haré por cuarenta. Genesis 18:30 Y dijo: No se enoje ahora mi Señor, si hablare: ¿Quizá se hallarán allí treinta? Y respondió: No lo haré si hallare allí treinta. Genesis 18:31 Y dijo: He aquí ahora que he comenzado a hablar a mi Señor: ¿Quizá se hallarán allí veinte? Respondió: No destruiré por veinte. Genesis 18:32 Y volvió a decir: No se enoje ahora mi Señor, si hablare solamente una vez: ¿Quizá se hallarán allí diez? Respondió: No destruiré por diez. Genesis 18:33 Y se fue Jehová después que acabó de hablar a Abraham: y Abraham se volvió a su lugar. Genesis 19:0 Genesis 19:1 Vinieron, pues, los dos ángeles a Sodoma a la tarde: y Lot estaba sentado a la puerta de Sodoma: y viéndolos Lot, levantóse a recibirlos, e inclinóse la faz a tierra. Genesis 19:2 Y dijo: He aquí ahora, mis señores, ruégoos que vengáis a casa de vuestro siervo, y dormiréis, y lavaréis vuestros pies: y por la mañana os levantaréis, e iréis vuestro camino. Y ellos respondieron: No, que en la plaza dormiremos. Genesis 19:3 Mas él porfió con ellos mucho, y viniéronse con él, y entraron en su casa, e hízoles banquete, y coció panes sin levadura, y comieron. Genesis 19:4 Y antes que se acostasen, los varones de la ciudad, los varones de Sodoma, cercaron la casa desde el mozo hasta el viejo, todo el pueblo de cabo a cabo. Genesis 19:5 Y llamaron a Lot, y dijéronle: ¿Dónde están los varones que vinieron a ti esta noche? Sácanoslos, para que los conozcamos. Genesis 19:6 Entonces Lot salió a ellos a la puerta, y cerró las puertas tras sí; Genesis 19:7 Y dijo: Hermanos míos, ruégoos que no hagáis mal. Genesis 19:8 He aquí ahora, yo tengo dos hijas, que no han conocido varón; sacarlas he ahora a vosotros, y hacéd de ellas como bien os parecerá: solamente a estos varones no hagáis nada, porque por eso vinieron a la sombra de mi tejado. Genesis 19:9 Y ellos respondieron: Quita allá. Y dijeron aun: Vino solo para habitar: ¿y juzgará juzgando? Ahora te haremos más mal que a ellos. Y hacían gran violencia al varón, a Lot: y llegáronse para quebrar las puertas. Genesis 19:10 Entonces los varones extendieron su mano, y metieron a Lot consigo en casa, y cerraron las puertas. Genesis 19:11 Y a los varones, que estaban a la puerta de la casa, hirieron con ceguedades, desde el pequeño hasta el grande; mas ellos se fatigaban por hallar la puerta. Genesis 19:12 ¶ Y dijeron los varones a Lot: ¿Tienes aun aquí alguno? Yernos, y tus hijos, y tus hijas, y todo lo que tienes en la ciudad, saca de este lugar. Genesis 19:13 Porque destruimos este lugar, porque el clamor de ellos se ha engrandecido delante de Jehová; por tanto Jehová nos ha enviado para destruirlo. Genesis 19:14 Entonces salió Lot, y habló a sus yernos, los que habían de tomar sus hijas, y díjoles: Levantáos, salíd de este lugar; porque ha de destruir Jehová esta ciudad: mas fue tenido como burlador en los ojos de sus yernos. Genesis 19:15 Y como el alba subía, los ángeles dieron priesa a Lot, diciendo: Levántate, toma a tu mujer, y tus dos hijas, que se hallan aquí, porque no perezcas en el castigo de la ciudad. Genesis 19:16 Y deteniéndose él, los varones asieron de su mano, y de la mano de su mujer, y de las manos de sus dos hijas, en la misericordia de Jehová que era sobre él: y sacáronle, y pusiéronle fuera de la ciudad. Genesis 19:17 Y fue, que sacándoles fuera, dijo: Escápate: sobre tu alma no mires tras ti, ni pares en toda esta llanura, en el monte escápate, porque no perezcas. Genesis 19:18 Y Lot les dijo: No, yo os ruego, señores míos: Genesis 19:19 He aquí ahora, ha hallado tu siervo gracia en tus ojos, y has engrandecido tu misericordia, que has hecho conmigo, dándome la vida: mas yo no podré escaparme en el monte, que quizá no se me pegue el mal, y muera. Genesis 19:20 He aquí ahora, esta ciudad está cercana para huir allá, la cual es pequeña, escaparme he ahora allí; ¿no es pequeña, y vivirá mi alma? Genesis 19:21 Y respondióle: He aquí, yo he recibido tus ruegos también por esto, para no destruir la ciudad de que has hablado. Genesis 19:22 Dáte priesa, escápate allá; porque no podré hacer nada, hasta que hayas llegado allá. Por esto fue llamado el nombre de la ciudad Segor. Genesis 19:23 El sol salía sobre la tierra, cuando Lot llegó a Segor. Genesis 19:24 Y Jehová llovió sobre Sodoma y sobre Gomorra azufre y fuego de Jehová desde los cielos: Genesis 19:25 Y trastornó las ciudades, y toda aquella llanura con todos los moradores de aquellas ciudades, y el fruto de la tierra. Genesis 19:26 ¶ Entonces su mujer miró atrás de él, y fue vuelta estatua de sal. Genesis 19:27 Y levantóse Abraham por la mañana al lugar donde había estado delante de Jehová; Genesis 19:28 Y miró hacia Sodoma y Gomorra, y hacia toda la tierra de aquella llanura miró; y he aquí que el humo subía de la tierra, como el humo de un horno. Genesis 19:29 Y fue, que destruyendo Dios las ciudades de la llanura, Dios se acordó de Abraham, y envió a Lot de en medio de la destrucción, destruyendo las ciudades donde Lot estaba. Genesis 19:30 ¶ Empero Lot subió de Segor, y asentó en el monte, y sus dos hijas con él; porque tuvo miedo de quedar en Segor, y asentó en una cueva él y sus dos hijas. Genesis 19:31 Entonces la mayor dijo a la menor: Nuestro padre es viejo, y no queda varón en la tierra que entre a nosotras conforme a la costumbre de toda la tierra: Genesis 19:32 Ven, demos a beber vino a nuestro padre, y durmamos con él, y conservaremos de nuestro padre generación. Genesis 19:33 Y dieron a beber vino a su padre aquella noche: y entró la mayor, y durmió con su padre; y él no supo cuando la hija se acostó, ni cuando se levantó. Genesis 19:34 El día siguiente dijo la mayor a la menor: He aquí, yo dormí la noche pasada con mi padre; démosle a beber vino también esta noche, y entra, duerme con él, y conservaremos de nuestro padre generación. Genesis 19:35 Y dieron a beber vino a su padre también aquella noche, y levantóse la menor, y durmió con él; y él no supo cuando la hija se acostó, ni cuando se levantó. Genesis 19:36 Y concibieron las dos hijas de Lot, de su padre. Genesis 19:37 Y parió la mayor un hijo, y llamó su nombre Moab: el cual es padre de los Moabitas hasta hoy. Genesis 19:38 La menor también parió un hijo, y llamó su nombre Ben-ammi, el cual es padre de los Ammonitas hasta hoy. Genesis 20:0 Genesis 20:1 De allí se partió Abraham a la tierra del mediodía, y asentó entre Cádes y Sur; y peregrinó en Gerar. Genesis 20:2 Y decía Abraham de Sara su mujer: Mi hermana es. Y Abimelec, rey de Gerar, envió, y tomó a Sara. Genesis 20:3 Empero Dios vino a Abimelec en sueños de noche, y díjole: He aquí, muerto eres por la mujer que tomaste, la cual es casada con marido. Genesis 20:4 Mas Abimelec no había llegado a ella, y dijo: Señor: ¿matarás también la gente justa? Genesis 20:5 ¿El no me dijo: Mi hermana es; y ella también dijo: Mi hermano es? Con sencillez de mi corazón, y con limpieza de mis manos he hecho esto. Genesis 20:6 Y díjole Dios en sueños: Yo también sé que con entereza de tu corazón has hecho esto: y yo también te detuve de pecar contra mí, por tanto no te permití que tocases en ella. Genesis 20:7 Ahora, pues, vuelve la mujer a su marido, porque es profeta; y orará por ti, y vive. Y si tú no la volvieres, sepas que muriendo morirás con todo lo que fuere tuyo. Genesis 20:8 Entonces Abimelec se levantó de mañana, y llamó a todos sus siervos, y dijo todas estas palabras en los oídos de ellos, y temieron los hombres en gran manera. Genesis 20:9 Después llamó Abimelec a Abraham, y díjole: ¿Qué nos has hecho? ¿y qué pequé yo contra ti, que has metido sobre mí, y sobre mi reino tan gran pecado? Obras que no son de hacer has hecho conmigo. Genesis 20:10 Y dijo más Abimelec a Abraham: ¿Qué viste, para que hicieses esto? Genesis 20:11 Y Abraham respondió: Porque dije: Cierto no hay temor de Dios en este lugar: y matarme han por causa de mi mujer. Genesis 20:12 Y también cierto mi hermana es, hija de mi padre, mas no hija de mi madre, y toméla por mujer. Genesis 20:13 Y fue, que cuando Dios me hizo salir vagabundo de la casa de mi padre, yo le dije: Esta será tu misericordia que harás conmigo, que en todos los lugares donde viniéremos, digas de mí, Mi hermano es. Genesis 20:14 Entonces Abimelec tomó ovejas y vacas, y siervos, y siervas, y dio a Abraham, y volvióle a Sara su mujer: Genesis 20:15 Y dijo Abimelec: He aquí, mi tierra está delante de ti, en lo que bien te pareciere, habita. Genesis 20:16 Y a Sara dijo: He aquí, he dado mil pesos de plata a tu hermano; he aquí, él te es por velo de ojos a todos los que estuvieron contigo, y con todos: y escarmienta. Genesis 20:17 Entonces Abraham oró a Dios, y Dios sanó a Abimelec y a su mujer, y a sus siervas, y parieron. Genesis 20:18 Porque cerrando había cerrado Jehová toda matriz de la casa de Abimelec, a causa de Sara mujer de Abraham. Genesis 21:0 Genesis 21:1 Y visitó Jehová a Sara, como había dicho; e hizo Jehová con Sara como había hablado. Genesis 21:2 Que concibió y parió Sara a Abraham un hijo en su vejez, en el tiempo que Dios dijo. Genesis 21:3 Y llamó Abraham el nombre de su hijo, que le nació, que le parió Sara, Isaac. Genesis 21:4 Y circuncidó Abraham a su hijo Isaac de ocho días, como Dios le mandó. Genesis 21:5 Y era Abraham de cien años, cuando le nació Isaac su hijo. Genesis 21:6 Entonces dijo Sara: Risa me ha hecho Dios; y cualquiera que lo oyere, se reirá conmigo. Genesis 21:7 Y dijo: ¿Quién dijera a Abraham, que Sara había de dar leche a hijos? que le he parido un hijo a su vejez. Genesis 21:8 Y creció el niño, y fue destetado; e hizo Abraham gran banquete el día que fue destetado Isaac. Genesis 21:9 ¶ Y vio Sara al hijo de Agar la Egipcia, que había parido a Abraham, que se burlaba. Genesis 21:10 Y dijo a Abraham: Echa a esta sierva y a su hijo, que el hijo de esta sierva no ha de heredar con mi hijo, con Isaac. Genesis 21:11 Este dicho pareció grave en gran manera a Abraham a causa de su hijo. Genesis 21:12 Entonces dijo Dios a Abraham: No te parezca grave a causa del mozo y de tu sierva: en todo lo que te dijere Sara, oye en su voz; porque en Isaac te será llamada generación. Genesis 21:13 Y también al hijo de la sierva pondré en gente, porque es tu simiente. Genesis 21:14 Entonces Abraham se levantó muy de mañana, y tomó pan, y un cuero de agua, y diólo a Agar poniéndolo sobre su hombro; y dióle al muchacho, y envióla: y ella fue, y perdióse en el desierto de Beer-seba. Genesis 21:15 ¶ Y faltóle el agua del cuero, y echó el muchacho debajo de un árbol, Genesis 21:16 Y fuése, y sentóse en derecho, alejándose cuanto un tiro de arco, diciendo: No veré cuando el muchacho morirá; y sentóse en derecho, y alzó su voz y lloró. Genesis 21:17 Y oyó Dios la voz del muchacho: y el ángel de Dios dio voces a Agar desde los cielos, y díjole: ¿Qué has Agar? no hayas miedo; porque Dios ha oído la voz del muchacho en donde está. Genesis 21:18 Levántate, alza el muchacho, y tómale de tu mano; que en gran gente le tengo de poner. Genesis 21:19 Entonces abrió Dios sus ojos, y vio una fuente de agua; y fue, e hinchió el cuero de agua, y dio de beber al muchacho. Genesis 21:20 Y fue Dios con el muchacho; y creció, y habitó en el desierto, y fue tirador de arco. Genesis 21:21 Y habitó en el desierto de Farán, y su madre le tomó mujer de la tierra de Egipto. Genesis 21:22 ¶ Y fue en aquel mismo tiempo, que habló Abimelec, y Ficol príncipe de su ejército a Abraham, diciendo: Dios es contigo en todo cuanto haces. Genesis 21:23 Ahora, pues, júrame aquí por Dios, que no faltarás a mí, y a mi hijo, y a mi nieto: conforme a la misericordia que yo hice contigo, harás conmigo, y con la tierra donde has peregrinado. Genesis 21:24 Y respondió Abraham: Yo juraré. Genesis 21:25 Y Abraham reprendió a Abimelec a causa de un pozo de agua, que los siervos de Abimelec le habían tomado. Genesis 21:26 Y respondió Abimelec: Yo no sé quien haya hecho esto: ni tampoco tú me lo hiciste saber, ni yo lo he oído hasta hoy. Genesis 21:27 Y tomó Abraham ovejas y vacas, y dio a Abimelec, e hicieron ambos alianza. Genesis 21:28 Y puso Abraham siete corderas de la manada a parte. Genesis 21:29 Y dijo Abimelec a Abraham: ¿Qué significan estas siete corderas, que has puesto a parte? Genesis 21:30 Y él respondió: Que estas siete corderas tomarás de mi mano, para que me sea en testimonio, que yo cavé este pozo. Genesis 21:31 Por esto llamó a aquel lugar Beer-seba; por que allí juraron ambos. Genesis 21:32 E hicieron alianza en Beer-seba: y levantóse Abimelec, y Ficol príncipe de su ejército, y volviéronse a tierra de los Filisteos. Genesis 21:33 Y plantó un bosque en Beer-seba, e invocó allí el nombre de Jehová Dios eterno. Genesis 21:34 Y moró Abraham en tierra de los Filisteos muchos días. Genesis 22:0 Genesis 22:1 Y aconteció después de estas cosas, que tentó Dios a Abraham, y díjole: Abraham: Y él respondió: Heme aquí. Genesis 22:2 Y dijo: Toma ahora a tu hijo, tu único, que amas, Isaac, y vete a tierra de Moria; y ofrécele allí en holocausto sobre uno de los montes que yo te diré. Genesis 22:3 Y Abraham madrugó por la mañana, y enalbardó su asno, y tomó consigo dos mozos suyos, y a Isaac su hijo: y cortó leña para el holocausto; y levantóse, y fue al lugar que Dios le dijo. Genesis 22:4 Al tercero día alzó Abraham sus ojos, y vio el lugar de lejos. Genesis 22:5 Entonces dijo Abraham a sus mozos: Esperáos aquí con el asno, y yo y el muchacho iremos hasta allí, y adoraremos, y volveremos a vosotros. Genesis 22:6 Y tomó Abraham la leña del holocausto, y púsola sobre Isaac su hijo: y él tomó en su mano el fuego, y el cuchillo, y fueron ambos juntos. Genesis 22:7 Entonces Isaac habló a Abraham su padre, y dijo: Padre mío: Y él respondió: Heme aquí, mi hijo. Y él dijo: He aquí el fuego y la leña: mas ¿dónde está el cordero para el holocausto? Genesis 22:8 Y respondió Abraham: Dios proveerá para sí cordero para el holocausto, hijo mío. E iban ambos juntos. Genesis 22:9 Y como llegaron al lugar que Dios le había dicho, edificó allí Abraham un altar, y compuso la leña; y ató a Isaac su hijo, y púsole sobre el altar sobre la leña. Genesis 22:10 Y extendió Abraham su mano, y tomó el cuchillo, para degollar a su hijo. Genesis 22:11 ¶ Entonces el ángel de Jehová le dio voces del cielo, y dijo: Abraham, Abraham. Y él respondió: Heme aquí. Genesis 22:12 Y dijo: No extiendas tu mano sobre el muchacho, ni le hagas nada; que ahora conozco que temes a Dios, que no me rehusaste a tu hijo, tu único. Genesis 22:13 Entonces alzó Abraham sus ojos, y miró, y he aquí un carnero a sus espaldas trabado en una mata por sus cuernos: y fue Abraham, y tomó el carnero, y ofreciólo en holocausto en lugar de su hijo. Genesis 22:14 Y llamó Abraham el nombre de aquel lugar; Jehová verá. Por tanto se dice hoy del monte: Jehová verá. Genesis 22:15 Y llamó el ángel de Jehová a Abraham la segunda vez desde el cielo, Genesis 22:16 Y dijo: Por mí mismo he jurado, dijo Jehová, que por cuanto has hecho esto, que no rehusaste a tu hijo, a tu único, Genesis 22:17 Que bendiciendo te bendeciré, y multiplicando multiplicaré tu simiente como las estrellas del cielo, y como la arena que está a la ribera de la mar; y tu simiente poseerá las puertas de sus enemigos: Genesis 22:18 En tu simiente serán benditas todas las naciones de la tierra, por cuanto obedeciste a mi voz. Genesis 22:19 Y tornóse Abraham a sus mozos, y levantáronse, y fuéronse juntos a Beer-seba; y habitó Abraham en Beer-seba. Genesis 22:20 Y aconteció después de estas cosas, que fue dada nueva a Abraham, diciendo: He aquí que también Melca ha parido hijos a Nacor tu hermano; Genesis 22:21 A Hus su primogénito, y a Buz su hermano, y a Camuel padre de Aram, Genesis 22:22 Y a Cased, y a Asau, y a Feldas, y a Jedlaf, y a Batuel. Genesis 22:23 Y Batuel engendró a Rebeca. Estos ocho parió Melca a Nacor hermano de Abraham. Genesis 22:24 Y su concubina, que se llamaba Reuma, parió también a Tabee, y a Gaham, y a Tahas, y a Maaca. Genesis 23:0 Genesis 23:1 Y fue la vida de Sara ciento y veinte y siete años: tantos fueron los años de la vida de Sara. Genesis 23:2 Y murió Sara en Cariat-arbe, que es Hebrón en la tierra de Canaán: y vino Abraham a endechar a Sara, y a llorarla. Genesis 23:3 Y levantóse Abraham de delante de su muerto, y habló a los hijos de Jet, diciendo: Genesis 23:4 Peregrino y advenedizo soy entre vosotros: dádme heredad de sepultura con vosotros, y sepultaré mi muerto de delante de mí. Genesis 23:5 Y respondieron los hijos de Jet a Abraham, y dijéronle: Genesis 23:6 Óyenos señor mío, príncipe de Dios eres entre nosotros; en lo mejor de nuestras sepulturas sepulta tu muerto; ninguno de nosotros te impedirá su sepultura para sepultar tu muerto. Genesis 23:7 Y Abraham se levantó, e inclinóse al pueblo de la tierra, a los hijos de Jet. Genesis 23:8 Y habló con ellos, diciendo: Si tenéis voluntad que yo sepulte mi muerto de delante de mí, oídme, e interveníd por mí con Efrón hijo de Seor, Genesis 23:9 Que me dé la cueva doble que tiene al cabo de su heredad: por precio bastante me la dé en medio de vosotros por heredad de sepultura. Genesis 23:10 Este Efrón habitaba entre los hijos de Jet: y respondió Efrón Jetteo a Abraham en oídos de los hijos de Jet, de todos los que entraban por la puerta de su ciudad, diciendo: Genesis 23:11 No, señor mío, óyeme: la heredad te doy, y la cueva que está en ella te doy también: delante de los hijos de mi pueblo te la doy; sepulta tu muerto. Genesis 23:12 Y Abraham se inclinó delante del pueblo de la tierra. Genesis 23:13 Y respondió a Efrón en oídos del pueblo de la tierra, diciendo: Antes si te place, ruégote que me oigas: yo daré el precio de la heredad, tómalo de mí, y sepultaré allí mi muerto. Genesis 23:14 Y respondió Efrón a Abraham, diciéndole: Genesis 23:15 Señor mío, escúchame: La tierra es de cuatrocientos siclos de plata entre mí y ti: ¿Qué es esto? entierra tu muerto. Genesis 23:16 Entonces Abraham se convino con Efrón; y pesó Abraham a Efrón el dinero que dijo en oídos de los hijos de Jet, cuatrocientos siclos de plata corrientes por los mercaderes. Genesis 23:17 Y quedó la heredad de Efrón, que estaba en Macpela enfrente de Mamré, la heredad y la cueva que estaba en ella, y todos los árboles que estaban en la heredad, y en todo su término alrededor, Genesis 23:18 Por de Abraham en posesión delante de los hijos de Jet, y de todos los que entraban por la puerta de la ciudad. Genesis 23:19 Y después de esto sepultó Abraham a Sara su mujer en la cueva de la heredad de Macpela enfrente de Mamré, que es Hebrón en la tierra de Canaán. Genesis 23:20 Y quedó la heredad, y la cueva que estaba en ella, por de Abraham, en heredad de sepultura, de los hijos de Jet. Genesis 24:0 Genesis 24:1 Y Abraham era ya viejo, y venido en días: y Jehová había bendecido a Abraham en todo. Genesis 24:2 Y dijo Abraham a su siervo el más viejo de su casa, el que era señor en todo lo que tenía: Pon ahora tu mano debajo de mi muslo; Genesis 24:3 Y tomarte he juramento por Jehová, Dios de los cielos, y Dios de la tierra, que no tomes mujer para mi hijo de las hijas de Canaán, entre los cuales yo habito: Genesis 24:4 Mas que irás a mi tierra y a mi parentela, y tomarás de allá mujer para mi hijo Isaac. Genesis 24:5 Y el siervo le respondió: Quizá la mujer no querrá venir en pos de mí a esta tierra: ¿volveré pues tu hijo a la tierra de donde saliste? Genesis 24:6 Y Abraham le dijo: Guárdate que no vuelvas mi hijo allá. Genesis 24:7 Jehová Dios de los cielos, que me tomó de la casa de mi padre, y de la tierra de mi naturaleza, y me habló, y me juró, diciendo: A tu simiente daré esta tierra; él enviará su ángel delante de ti, y tomarás de allá mujer para mi hijo. Genesis 24:8 Y si la mujer no quisiere venir en pos de ti, serás limpio de este mi juramento: solamente que no vuelvas allá a mi hijo. Genesis 24:9 Entonces el siervo puso su mano debajo del muslo de Abraham su señor, y juróle sobre este negocio. Genesis 24:10 ¶ Y el siervo tomó diez camellos de los camellos de su señor, y fue, llevando en su mano de lo mejor que su señor tenía; y levantóse, y fue a Aaram Naharaim, a la ciudad de Nacor. Genesis 24:11 E hizo arrodillar los camellos fuera de la ciudad a un pozo de agua, a la hora de la tarde, a la hora que salen las mozas por agua. Genesis 24:12 Y dijo: Jehová, Dios de mi señor Abraham, haz encontrar ahora delante de mí hoy, y haz misericordia con mi señor Abraham. Genesis 24:13 He aquí, yo estoy junto a la fuente de agua, y las hijas de los varones de esta ciudad salen por agua. Genesis 24:14 Sea pues, que la moza a quien yo dijere: Abaja ahora tu cántaro, y beberé; y ella respondiere: Bebe; y también a tus camellos daré a beber: esta sea la que aparejaste a tu siervo Isaac; y en esto conoceré que habrás hecho misericordia con mi señor. Genesis 24:15 Y aconteció, que antes que él acabase de hablar, he aquí Rebeca que salía, la cual había nacido a Batuel, hijo de Melca, mujer de Nacor hermano de Abraham, con su cántaro sobre su hombro. Genesis 24:16 Y la moza era muy hermosa de vista, virgen, que varón no la había conocido: la cual descendió a la fuente, e hinchió su cántaro, y subía. Genesis 24:17 Entonces el siervo corrió hacia ella, y dijo: Ruégote que me des a beber un poco de agua de tu cántaro. Genesis 24:18 Y ella respondió: Bebe, señor mío. Y dióse priesa a abajar su cántaro sobre su mano, y dióle a beber. Genesis 24:19 Y acabando de darle a beber, dijo: También para tus camellos sacaré agua, hasta que acaben de beber. Genesis 24:20 Y dióse priesa, y vació su cántaro en la pila, y corrió otra vez al pozo para sacar agua, y sacó para todos sus camellos. Genesis 24:21 Y el varón estaba maravillado de ella callando, para saber si Jehová había prosperado su camino, o no. Genesis 24:22 Y fue, que como los camellos acabaron de beber, el varón sacó un pendiente de oro de medio siclo de peso; y dos ajorcas para sus manos de diez siclos de oro de peso, Genesis 24:23 Y dijo: ¿Hija de quién eres? Ruégote que me declares: ¿Hay lugar en casa de tu padre donde posemos? Genesis 24:24 Y ella respondió: Yo soy hija de Batuel, hijo de Melca, al cual parió a Nacor. Genesis 24:25 Y díjole: También hay en nuestra casa paja y mucho forraje, y también lugar para posar. Genesis 24:26 Entonces el varón se inclinó, y adoró a Jehová. Genesis 24:27 Y dijo: Bendito sea Jehová, Dios de mi señor Abraham, que no quitó su misericordia y su verdad de mi señor, guiándome Jehová en el camino a casa de los hermanos de mi señor. Genesis 24:28 Y la moza corrió; e hizo saber en casa de su madre estas cosas. Genesis 24:29 Y Rebeca tenía un hermano que se llamaba Labán, el cual corrió fuera al varón a la fuente. Genesis 24:30 Y fue, que como vio el pendiente y las ajorcas en las manos de su hermana, y como oyó las palabras de Rebeca su hermana, que decía: Así me dijo aquel varón; vino al varón; y, he aquí, él estaba junto a los camellos a la fuente. Genesis 24:31 Y díjole: Ven, bendito de Jehová; ¿por qué estás fuera? Yo he limpiado la casa y el lugar para los camellos. Genesis 24:32 ¶ Entonces el varón vino a casa; y Labán desató los camellos, y dio paja y forraje a los camellos, y agua para lavar los pies de él y los pies de los varones que venían con él. Genesis 24:33 Y pusieron delante de él de comer; mas él dijo: No comeré hasta que haya hablado mis palabras. Y él le dijo: Habla. Genesis 24:34 Entonces él dijo: Yo soy siervo de Abraham; Genesis 24:35 Y Jehová ha bendecido mucho a mi señor, y háse engrandecido; y le ha dado ovejas y vacas, plata y oro, siervos y siervas, camellos y asnos. Genesis 24:36 Y Sara, mujer de mi señor, parió un hijo a mi señor después de su vejez, al cual ha dado todo cuanto tiene. Genesis 24:37 Y mi señor me hizo jurar, diciendo: No tomarás mujer para mi hijo de las hijas de los Cananeos, en cuya tierra yo habito: Genesis 24:38 Mas irás a la casa de mi padre, y a mi parentela, y tomarás de allá mujer para mi hijo. Genesis 24:39 Y yo dije a mi señor: Quizá no querrá venir en pos de mí la mujer. Genesis 24:40 Entonces él me respondió: Jehová, en cuya presencia yo he andado, enviará su ángel contigo, y prosperará tu camino, y tomarás mujer para mi hijo de mi linaje y de la casa de mi padre: Genesis 24:41 Entonces serás limpio de mi juramento, cuando hubieres llegado a mi linaje: y si no te la dieren, serás limpio de mi juramento. Genesis 24:42 Y vine hoy a la fuente, y dije: Jehová, Dios de mi señor Abraham, si tú prosperas hoy mi camino por el cual yo ando; Genesis 24:43 He aquí, yo estoy junto a esta fuente de agua; sea pues, que la doncella que saliere por agua, a la cual yo dijere: Dáme ahora de beber un poco de agua de tu cántaro; Genesis 24:44 Y ella me respondiere: Bebe tú, y también para tus camellos sacaré agua: esta sea la mujer que aparejó Jehová al hijo de mi señor. Genesis 24:45 Y antes que acabase de hablar en mi corazón, he aquí Rebeca que salía con su cántaro sobre su hombro, y descendió a la fuente, y sacó agua: y yo la dije: Ruégote que me des a beber. Genesis 24:46 Y ella prestamente abajó su cántaro de encima de sí, y dijo: Bebe, y también a tus camellos daré a beber. Y bebí, y dio también de beber a mis camellos. Genesis 24:47 Entonces preguntéle, y dije: ¿Cúya hija eres? Y ella respondió: Hija de Batuel, hijo de Nacor, que le parió Melca. Entonces púsele un pendiente sobre su frente y ajorcas sobre sus manos. Genesis 24:48 E inclinéme, y adoré a Jehová, y bendije a Jehová, Dios de mi señor Abraham, que me había guiado por camino derecho para tomar la hija del hermano de mi señor para su hijo. Genesis 24:49 Ahora pues, si vosotros hacéis misericordia y verdad con mi señor, declarádmelo: y si no, declarádmelo, y echaré, o a diestra, o a siniestra. Genesis 24:50 Entonces Labán y Batuel respondieron, y dijeron: De Jehová ha salido esto, no podemos hablarte malo ni bueno. Genesis 24:51 He ahí Rebeca delante de ti; tómala, y vete, y sea mujer del hijo de tu señor, como lo ha dicho Jehová. Genesis 24:52 Y fue, que como el siervo de Abraham oyó sus palabras, inclinóse a tierra a Jehová. Genesis 24:53 Y sacó el siervo vasos de plata, y vasos de oro, y vestidos, y dio a Rebeca: también dio cosas preciosas a su hermano, y a su madre. Genesis 24:54 Y comieron y bebieron él y los varones que venían con él, y durmieron: y levantándose de mañana, dijo: Enviádme a mi señor. Genesis 24:55 Entonces respondió su hermano y su madre: Espere la moza con nosotros a lo menos diez días, y después irá. Genesis 24:56 Y él les dijo: No me detengáis, pues que Jehová ha prosperado mi camino: enviádme que me vaya a mi señor. Genesis 24:57 Ellos respondieron entonces: Llamemos a la moza y preguntémosle. Genesis 24:58 Y llamaron a Rebeca, y dijéronle: ¿Irás con este varón? Y ella respondió: ; iré. Genesis 24:59 Entonces enviaron a Rebeca su hermana, y a su ama, y al siervo de Abraham, y a sus varones. Genesis 24:60 Y bendijeron a Rebeca, y dijéronle: Nuestra hermana eres, seas en millares de millares: y tu generación posea la puerta de sus enemigos. Genesis 24:61 Levantóse entonces Rebeca y sus mozas, y subieron sobre los camellos, y siguieron al varón: y el siervo tomó a Rebeca, y fuése. Genesis 24:62 Y venía Isaac del pozo del Viviente que me ve; porque él habitaba en la tierra del mediodía: Genesis 24:63 Y había salido Isaac a orar al campo a la hora de la tarde; y alzando sus ojos, miró; y, he aquí, los camellos que venían. Genesis 24:64 Rebeca también alzó sus ojos, y vio a Isaac, y descendió del camello. Genesis 24:65 Porque había preguntado al siervo: ¿Quién es este varón que viene por el campo hacia nosotros? Y el siervo había respondido: Este es mi señor. Ella entonces tomó el velo, y cubrióse. Genesis 24:66 Entonces el siervo contó a Isaac todo lo que había hecho. Genesis 24:67 Y metióla Isaac a la tienda de su madre Sara, y tomó a Rebeca por mujer; y la amó: y consolóse Isaac después de la muerte de su madre. Genesis 25:0 Genesis 25:1 Y Abraham tomó otra mujer, cuyo nombre fue Cetura: Genesis 25:2 La cual le parió a Zamram, y a Jecsán, y a Madán, y a Madián, y a Jesboc, y a Sue. Genesis 25:3 Y Jecsán engendró a Saba, y a Dadán; e hijos de Dadán fueron Assurim, y Latussim, y Laomim. Genesis 25:4 E hijos de Madián; Efa, y Efer, y Jenoc, y Abida, y Eldaa. Todos estos fueron hijos de Cetura. Genesis 25:5 Y Abraham dio todo lo que tenía a Isaac. Genesis 25:6 Y a los hijos de sus concubinas dio Abraham dones: y envióles de junto a Isaac su hijo, mientras él vivió, al oriente, a la tierra oriental. Genesis 25:7 ¶ Estos empero fueron los días de la vida de Abraham que vivió ciento y setenta y cinco años. Genesis 25:8 Y espiró y murió Abraham en buena vejez, viejo, y harto de días, y fue agregado a sus pueblos. Genesis 25:9 Y sepultáronle Isaac e Ismael sus hijos en la cueva doble, en la heredad de Efrón hijo de Seor Jetteo, que estaba en frente de Mamré: Genesis 25:10 La heredad que compró Abraham de los hijos de Jet; allí está sepultado y Sara su mujer. Genesis 25:11 Y fue, que después de muerto Abraham, bendijo Dios a Isaac su hijo: y habitó Isaac junto al pozo del Viviente que me ve. Genesis 25:12 ¶ Y estas son las generaciones de Ismael hijo de Abraham, que parió Agar Egipcia, sierva de Sara, a Abraham. Genesis 25:13 Estos pues son los nombres de los hijos de Ismael por sus nombres, por sus linajes. El primogénito de Ismael, Nabajot; y Cedar, y Adbeel, y Mabsam, Genesis 25:14 Y Masma, y Duma, y Massa, Genesis 25:15 Hadar, y Tema, y Jetur, y Nafis, y Cedma: Genesis 25:16 Estos son los hijos de Ismael; y estos son sus nombres por sus villas y por sus palacios; doce príncipes por sus familias. Genesis 25:17 Y estos fueron los años de la vida de Ismael, ciento y treinta y siete años: y espiró y murió Ismael, y fue agregado a sus pueblos. Genesis 25:18 Y habitaron desde Hevila hasta el Sur, que está en frente de Egipto viniendo a Assur: delante de todos sus hermanos cayó. Genesis 25:19 Y estas fueron las generaciones de Isaac, hijo de Abraham: Abraham engendró a Isaac: Genesis 25:20 Y era Isaac de cuarenta años cuando tomó a Rebeca, hija de Batuel Arameo de Padan-aram, hermana de Labán Arameo, por su mujer. Genesis 25:21 ¶ Y oró Isaac a Jehová por su mujer que era estéril; y aceptólo Jehová, y concibió Rebeca su mujer. Genesis 25:22 Y los hijos se combatían dentro de ella, y dijo: Si así había de ser, ¿para qué vivo yo? Y fue a consultar a Jehová. Genesis 25:23 Y respondióle Jehová: Dos naciones hay en tu vientre, y dos pueblos serán divididos de tus entrañas; mas el un pueblo será más fuerte que el otro pueblo, y el mayor servirá al menor. Genesis 25:24 Y como se cumplieron sus días para parir, he aquí mellizos en su vientre. Genesis 25:25 Y salió el primero bermejo, y todo él velludo como una ropa; y llamaron su nombre Esaú. Genesis 25:26 Y después salió su hermano, trabada su mano al calcañar de Esaú: y fue llamado su nombre Jacob. Y era Isaac de edad de sesenta años cuando Rebeca los parió. Genesis 25:27 Y crecieron los niños; y Esaú fue varón sabio en la caza, hombre del campo: Jacob empero era varón sincero, que estaba en las tiendas. Genesis 25:28 Y amó Isaac a Esaú, porque comía de su caza. Mas Rebeca amaba a Jacob. Genesis 25:29 ¶ Y guisó Jacob un guisado: y volviendo Esaú del campo cansado, Genesis 25:30 Dijo Esaú a Jacob: Ruégote que me des a comer de eso bermejo, eso bermejo, que estoy cansado. Por tanto fue llamado su nombre, Edom. Genesis 25:31 Y Jacob respondió: Véndeme hoy en este día tu primogenitura. Genesis 25:32 Entonces dijo Esaú: He aquí, yo me voy a morir, ¿para qué pues me servirá la primogenitura? Genesis 25:33 Y dijo Jacob: Júrame hoy en este día. Y él le juró, y vendió su primogenitura a Jacob. Genesis 25:34 Entonces Jacob dio a Esaú del pan, y del guisado de las lantejas; y él comió, y bebió, y levantóse, y fuése. Y así menospreció Esaú la primogenitura. Genesis 26:0 Genesis 26:1 Y hubo hambre en la tierra además de la primera hambre, que fue en los días de Abraham: y fuése Isaac a Abimelec, rey de los Filisteos, en Gerar. Genesis 26:2 Y apareciósele Jehová, y díjole: No desciendas a Egipto: habita en la tierra que yo te diré. Genesis 26:3 Habita en esta tierra, y yo seré contigo; y te bendeciré; porque a ti, y a tu simiente, daré todas estas tierras; y confirmaré el juramento que juré a Abraham tu padre. Genesis 26:4 Y yo multiplicaré tu simiente como las estrellas del cielo; y daré a tu simiente todas estas tierras: y todas las gentes de la tierra serán benditas en tu simiente; Genesis 26:5 Por cuanto oyó Abraham mi voz, y guardó mi observancia, mis mandamientos, mis estatutos, y mis leyes. Genesis 26:6 Así habitó Isaac en Gerar. Genesis 26:7 ¶ Y los hombres de aquel lugar preguntaron de su mujer; y él respondió: Es mi hermana: Porque tuvo miedo de decir; Es mi mujer: Quizá, dijo él, los varones de aquel lugar me matarán por causa de Rebeca; porque era hermosa de vista. Genesis 26:8 Y fue, que como él estuvo allí muchos días, Abimelec, rey de los Filisteos, mirando por una ventana, vio a Isaac que jugaba con Rebeca su mujer: Genesis 26:9 Y llamó Abimelec a Isaac, y dijo: He aquí, ciertamente ella es tu mujer: ¿cómo pues dijiste: Es mi hermana? E Isaac le respondió: Porque dije: Quizá moriré por causa de ella. Genesis 26:10 Y Abimelec dijo: ¿Por qué nos has hecho esto? Por poco hubiera dormido alguno del pueblo con tu mujer, y hubieras traído sobre nosotros el pecado. Genesis 26:11 Entonces Abimelec mandó a todo el pueblo, diciendo: El que tocare a este hombre, o a su mujer, muriendo morirá. Genesis 26:12 ¶ Y sembró Isaac en aquella tierra, y halló aquel año cien modios; y bendíjole Jehová. Genesis 26:13 Y el varón se engrandeció, y fue yendo y engrandeciéndose, hasta hacerse muy grande. Genesis 26:14 Y tuvo hato de ovejas, y hato de vacas, y grande apero; y los Filisteos le tuvieron envidia. Genesis 26:15 Y todos los pozos que habían abierto los siervos de Abraham su padre en sus días, los Filisteos los habían cerrado, y henchido de tierra. Genesis 26:16 Y dijo Abimelec a Isaac: Apártate de nosotros; porque mucho más fuerte que nosotros te has hecho. Genesis 26:17 ¶ E Isaac se fue de allí; y asentó sus tiendas en el valle de Gerar, y habitó allí. Genesis 26:18 Y volvió Isaac, y abrió los pozos de agua, que habían abierto en los días de Abraham su padre, y que los Filisteos habían cerrado muerto Abraham: y llamólos de los nombres que su padre los había llamado. Genesis 26:19 Y los siervos de Isaac cavaron en el valle, y hallaron allí un pozo de aguas vivas. Genesis 26:20 Y los pastores de Gerar riñeron con los pastores de Isaac, diciendo: El agua es nuestra. Por eso llamó el nombre del pozo Esek, porque habían altercado con él. Genesis 26:21 Y abrieron otro pozo; y riñeron también sobre él: y llamó su nombre, Sitna. Genesis 26:22 ¶ Y pasóse de allí, y abrió otro pozo, y no riñeron sobre él: y llamó su nombre Rehobot, y dijo: Porque ahora nos ha hecho ensanchar Jehová, y fructificarémos en la tierra. Genesis 26:23 Y de allí subió a Beer-seba. Genesis 26:24 Y apareciósele Jehová aquella noche, y dijo: Yo soy el Dios de Abraham tu padre: no temas, que yo soy contigo; y yo te bendeciré, y multiplicaré tu simiente por causa de Abraham mi siervo. Genesis 26:25 Y edificó allí altar, e invocó el nombre de Jehová, y tendió allí su tienda; y abrieron allí los siervos de Isaac un pozo. Genesis 26:26 ¶ Y Abimelec vino a él desde Gerar, y Ocozat amigo suyo, y Ficol capitán de su ejército. Genesis 26:27 Y díjoles Isaac: ¿Por qué venís a mí, pues que me habéis aborrecido, y me enviasteis que no estuviese con vosotros? Genesis 26:28 Y ellos respondieron: Hemos visto que Jehová es contigo; y dijimos: Haya ahora juramento entre nosotros; entre nosotros y ti: y haremos alianza contigo; Genesis 26:29 Que no nos hagas mal, como nosotros no te hemos tocado, y como solamente te hemos hecho bien, y te enviamos en paz: tú ahora, bendito de Jehová. Genesis 26:30 Entonces él les hizo banquete, y comieron, y bebieron. Genesis 26:31 Y madrugaron por la mañana, y juraron el uno al otro, e Isaac los envió, y partiéronse de él en paz. Genesis 26:32 Y fue que en aquel día vinieron los siervos de Isaac, y diéronle nuevas de los negocios del pozo que habían abierto, y dijéronle: Agua hemos hallado. Genesis 26:33 Y llamóle Siba; por esta causa el nombre de aquella ciudad es Beer-seba hasta este día. Genesis 26:34 ¶ Y como Esaú fue de cuarenta años, tomó por mujer a Judit, hija de Beeri Jetteo, y a Basemat hija de Elón Jetteo. Genesis 26:35 Y fueron amargura de espíritu a Isaac, y a Rebeca. Genesis 27:0 Genesis 27:1 Y fue, que como Isaac envejeció, y sus ojos se oscurecieron de vista, llamó a Esaú su hijo el mayor, y díjole: Mi hijo: y él respondió: Heme aquí. Genesis 27:2 Y él dijo: He aquí, ya soy viejo; no sé el día de mi muerte: Genesis 27:3 Toma pues ahora tus armas, tu aljaba y tu arco; y sal al campo; y toma para mí caza. Genesis 27:4 Y házme guisados, como yo amo, y tráeme, y comeré, para que te bendiga mi alma antes que muera. Genesis 27:5 Y Rebeca oyó, cuando hablaba Isaac a Esaú su hijo: y fuése Esaú al campo para tomar la caza que había de traer. Genesis 27:6 Entonces Rebeca habló a Jacob su hijo, diciendo: He aquí, yo he oído a tu padre que hablaba con Esaú tu hermano, diciendo: Genesis 27:7 Tráeme caza; y házme guisados, para que coma, y te bendiga delante de Jehová, antes que muera. Genesis 27:8 Ahora pues, mi hijo, obedece a mi voz en lo que te mando. Genesis 27:9 Vé ahora al ganado; y tómame de allá dos cabritos de las cabras buenos, y yo haré de ellos guisados para tu padre, como él ama. Genesis 27:10 Y tú los llevarás a tu padre, y comerá, para que te bendiga antes de su muerte. Genesis 27:11 Y Jacob dijo a Rebeca su madre: He aquí, Esaú mi hermano es hombre velloso, y yo hombre sin pelos: Genesis 27:12 Quizá me tentará mi padre, y tenerme ha por burlador; y traeré sobre mí maldición y no bendición. Genesis 27:13 Y su madre le respondió: Hijo mío, sobre mí sea tu maldición: solamente obedece a mi voz, y vé, y tómamelos. Genesis 27:14 Entonces él fue, y tomó, y trajo a su madre: y su madre hizo guisados, como su padre los amaba. Genesis 27:15 Y tomó Rebeca los vestidos de Esaú, su hijo mayor, los preciosos, que ella tenía en casa, y vistió a Jacob su hijo menor. Genesis 27:16 E hízole vestir sobre sus manos, y sobre la cerviz donde no tenía pelos, las pieles de los cabritos de las cabras; Genesis 27:17 Y dio los guisados y pan, que había aderezado, en la mano de Jacob su hijo. Genesis 27:18 Y él vino a su padre, y dijo: Padre mío. Y él respondió: Heme aquí, ¿quién eres, hijo mío? Genesis 27:19 Y Jacob dijo a su padre: Yo soy Esaú tu primogénito: yo he hecho como me dijiste: levántate ahora, y siéntate, y come de mi caza, para que me bendiga tu alma. Genesis 27:20 Entonces Isaac dijo a su hijo: ¿Qué es esto, que tan presto hallaste, hijo mío? Y él respondió: Porque Jehová tu Dios hizo que se encontrase delante de mí. Genesis 27:21 E Isaac dijo a Jacob: Llégate ahora, y palparte he, hijo mío, si eres mi hijo Esaú, o no. Genesis 27:22 Y llegóse Jacob a su padre Isaac, y él le palpó, y dijo: La voz, la voz es de Jacob; mas las manos, las manos de Esaú. Genesis 27:23 Y no le conoció, porque sus manos eran vellosas como las manos de Esaú; y bendíjole. Genesis 27:24 Y dijo: ¿Eres tú mi hijo Esaú? Y él respondió: Yo soy. Genesis 27:25 Y dijo: Llégamelo, y comeré de la caza de mi hijo, para que te bendiga mi alma; y él le llegó, y comió: y trájole vino, y bebió. Genesis 27:26 Y díjole Isaac su padre: Llega ahora, y bésame, hijo mío. Genesis 27:27 Y él se llegó, y besóle, y olió el olor de sus vestidos, y bendíjole, y dijo: Mira, el olor de mi hijo, como el olor del campo que Jehová bendijo. Genesis 27:28 Y Dios te dé del rocío del cielo, y de las grosuras de la tierra, y abundancia de trigo y de mosto. Genesis 27:29 Sírvante pueblos, y naciones se inclinen a ti. Sé señor de tus hermanos, e inclínense a ti los hijos de tu madre: malditos los que te maldijeren: y benditos los que te bendijeren. Genesis 27:30 Y fue, que en acabando Isaac de bendecir a Jacob, solamente saliendo había salido Jacob de delante de Isaac su padre, y Esaú su hermano vino de su caza. Genesis 27:31 E hizo también él guisados, y trajo a su padre; y dijo a su padre: Levántese mi padre, y coma de la caza de su hijo, para que me bendiga tu alma. Genesis 27:32 Entonces su padre Isaac le dijo: ¿Quién eres tú? Y él dijo: Yo soy tu hijo, tu primogénito Esaú. Genesis 27:33 ¶ Entonces Isaac se estremeció de un grande estremecimiento, y dijo: ¿Quién es el que vino aquí, que tomó caza, y me trajo, y yo comí de todo antes que vinieses? yo le bendije y será bendito. Genesis 27:34 Como Esaú oyó las palabras de su padre, clamó con exclamación muy grande y muy amarga; y dijo a su padre: Bendíceme también a mí, padre mío. Genesis 27:35 Y él dijo: Vino tu hermano con engaño, y tomó tu bendición. Genesis 27:36 Y él respondió: Bien llamaron su nombre Jacob, que ya me ha engañado dos veces: tomóme mi primogenitura, y he aquí ahora, ha tomado mi bendición. Y dijo: ¿No me has guardado bendición? Genesis 27:37 Isaac respondió, y dijo a Esaú: He aquí, yo le he puesto por tu señor, y a todos sus hermanos le he dado por siervos; de trigo y de vino le he fortalecido; ¿qué pues te haré a ti ahora, hijo mío? Genesis 27:38 Y Esaú respondió a su padre: ¿No tienes que una sola bendición, padre mío? Bendíceme también a mí, padre mío. Y alzó Esaú su voz, y lloró. Genesis 27:39 Entonces Isaac su padre habló, y díjole: He aquí, en grosuras de la tierra será tu habitación; y del rocío de los cielos de arriba: Genesis 27:40 Y por tu espada vivirás, y a tu hermano servirás: mas será tiempo cuando te enseñorees, y descargues su yugo de tu cerviz. Genesis 27:41 ¶ Y aborreció Esaú a Jacob por la bendición, con que su padre le había bendecido, y dijo en su corazón: Llegarse han los días del luto de mi padre, y yo mataré a Jacob mi hermano. Genesis 27:42 Y fueron dichas a Rebeca las palabras de Esaú su hijo mayor; y ella envió, y llamó a Jacob su hijo menor, y díjole: He aquí, Esaú, tu hermano, se consuela sobre ti para matarte. Genesis 27:43 Ahora pues, hijo mío, obedece a mi voz, y levántate, y húyete a Labán mi hermano, a Harán: Genesis 27:44 Y mora con él algunos días, hasta que el enojo de tu hermano se vuelva. Genesis 27:45 Hasta que se mitigue el furor de tu hermano de ti; y se olvide de lo que le has hecho: y yo enviaré, y te tomaré de allá; porque seré deshijada de vosotros ambos en un día. Genesis 27:46 Y dijo Rebeca a Isaac. Fastidio tengo de mi vida a causa de las hijas de Jet. Si Jacob toma mujer de las hijas de Jet, como estas, de las hijas de esta tierra, ¿para qué quiero la vida? Genesis 28:0 Genesis 28:1 Entonces Isaac llamó a Jacob, y bendíjolo, y mandóle, diciendo: No tomes mujer de las hijas de Canaán. Genesis 28:2 Levántate, vé a Padan-aram a casa de Batuel, padre de tu madre, y toma de allí para ti mujer de las hijas de Labán, hermano de tu madre. Genesis 28:3 Y el Dios omnipotente te bendiga, y te haga fructificar, y te multiplique, y seas en congregación de pueblos; Genesis 28:4 Y te dé la bendición de Abraham, y a tu simiente contigo; para que heredes la tierra de tus peregrinaciones, que Dios dio a Abraham. Genesis 28:5 Así envió Isaac a Jacob, el cual fue a Padan-aram, a Labán, hijo de Batuel Arameo, hermano de Rebeca, madre de Jacob y de Esaú. Genesis 28:6 Y vio Esaú como Isaac había bendecido a Jacob, y le había enviado a Padan-aram, para tomar para sí mujer de allá, cuando le bendijo: y que le mandó, diciendo: No tomarás mujer de las hijas de Canaán; Genesis 28:7 Y que Jacob había obedecido a su padre y a su madre, y se había ido a Padan-aram. Genesis 28:8 Y vio Esaú que las hijas de Canaán parecían mal a Isaac su padre; Genesis 28:9 Y fuése Esaú a Ismael, y tomó para sí por mujer a Mahelet, hija de Ismael, hijo de Abraham, hermana de Nabajot, además de sus mujeres. Genesis 28:10 ¶ Y salió Jacob de Beer-seba, y fue a Harán: Genesis 28:11 Y encontró con un lugar, y durmió allí porque ya el sol era puesto: y tomó de las piedras de aquel lugar y puso a su cabecera, y acostóse en aquel lugar. Genesis 28:12 Y soñó, y he aquí una escalera que estaba en tierra y su cabeza tocaba en el cielo: y he aquí ángeles de Dios que subían y descendían por ella. Genesis 28:13 Y, he aquí, Jehová estaba encima de ella, el cual dijo: Yo soy Jehová, el Dios de Abraham tu padre, y el Dios de Isaac: la tierra, en que estás acostado, te daré a ti y a tu simiente. Genesis 28:14 Y será tu simiente como el polvo de la tierra, y multiplicarás al occidente, y al oriente, y al aquilón, y al mediodía; y todas las familias de la tierra serán benditas en ti, y en tu simiente. Genesis 28:15 Y, he aquí, yo soy contigo, y yo te guardaré por donde quiera que fueres, y yo te volveré a esta tierra, porque no te dejaré hasta tanto que haya hecho lo que te he dicho. Genesis 28:16 Y despertó Jacob de su sueño, y dijo: Ciertamente Jehová está en este lugar, y yo no lo sabía. Genesis 28:17 Y tuvo miedo; y dijo: ¡Cuán espantoso es este lugar! No es otra cosa que casa de Dios, y puerta del cielo. Genesis 28:18 Y madrugó Jacob por la mañana, y tomó la piedra que había puesto a su cabecera, y púsola por título, y derramó aceite sobre su cabeza: Genesis 28:19 Y llamó el nombre de aquel lugar, Bet-el, y cierto Luza era el nombre de la ciudad primero. Genesis 28:20 ¶ E hizo Jacob voto, diciendo: Si fuere Dios conmigo, y me guardare en este viaje donde voy, y me diere pan para comer, y vestido para vestir; Genesis 28:21 Y si tornare en paz a casa de mi padre, Jehová será mi Dios. Genesis 28:22 Y esta piedra que he puesto por título será casa de Dios: y de todo lo que me dieres, diezmando lo diezmaré para ti. Genesis 29:0 Genesis 29:1 Y alzó Jacob sus pies; y fue a la tierra de los hijos de oriente. Genesis 29:2 Y miró, y vio un pozo en el campo: y he aquí tres rebaños de ovejas, que yacían cerca de él; porque de aquel pozo abrevaban los ganados: y había una gran piedra sobre la boca del pozo. Genesis 29:3 Y juntábanse allí todos los rebaños, y revolvían la piedra de sobre la boca del pozo, y abrevaban las ovejas, y volvían la piedra sobre la boca del pozo a su lugar. Genesis 29:4 Y díjoles Jacob: Hermanos míos, ¿de dónde sois? Y ellos respondieron: De Harán somos. Genesis 29:5 Y él les dijo: ¿Conocéis a Labán, hijo de Nacor? Y ellos dijeron: Sí, le conocemos. Genesis 29:6 Y él les dijo: ¿Tiene paz? Y ellos dijeron: Paz: y, he aquí, Raquel su hija viene con el ganado. Genesis 29:7 Y él dijo: He aquí, aun el día es grande: no es aun tiempo de recoger el ganado, abrevad las ovejas, e id a apacentar. Genesis 29:8 Y ellos respondieron: No podemos, hasta que se junten todos los rebaños, y revuelvan la piedra de sobre la boca del pozo, para que abrevemos las ovejas. Genesis 29:9 Estando aun él hablando con ellos, Raquel vino con el ganado de su padre, porque ella era la pastora. Genesis 29:10 Y fue, que como Jacob vio a Raquel, hija de Labán hermano de su madre, y a las ovejas de Labán el hermano de su madre, llegó Jacob, y revolvió la piedra de sobre la boca del pozo, y abrevó el ganado de Labán hermano de su madre. Genesis 29:11 Y Jacob besó a Raquel, y alzó su voz, y lloró: Genesis 29:12 Y Jacob dijo a Raquel, como era hermano de su padre, y como era hijo de Rebeca: y ella corrió, y dio las nuevas a su padre. Genesis 29:13 Y fue, que como oyó Labán las nuevas de Jacob, hijo de su hermana, corrió a recibirle; y abrazóle, y besóle, y trájole a su casa: y él contó a Labán todas estas cosas. Genesis 29:14 Y Labán le dijo: Ciertamente hueso mío, y carne mía eres. Y estuvo con él un mes de tiempo. Genesis 29:15 ¶ Y dijo Labán a Jacob: ¿Por ser tú mi hermano, me has de servir de balde? Declárame qué será tu salario. Genesis 29:16 Y Labán tenía dos hijas: el nombre de la mayor era Lia: y el nombre de la menor, Raquel. Genesis 29:17 Y los ojos de Lia eran tiernos; y Raquel era de hermoso semblante, y de hermoso parecer. Genesis 29:18 Y Jacob amó a Raquel, y dijo: Yo te serviré siete años por Raquel, tu hija menor. Genesis 29:19 Y Labán respondió: Mejor es que te la dé a ti, que no que la dé a otro varón: está conmigo. Genesis 29:20 Así sirvió Jacob por Raquel siete años, y pareciéronle como pocos días, porque la amaba. Genesis 29:21 Y dijo Jacob a Labán: Dáme mi mujer, porque mi tiempo es cumplido, para que entre a ella. Genesis 29:22 Entonces Labán congregó a todos los varones de aquel lugar, e hizo banquete. Genesis 29:23 Y fue, que a la tarde tomó a Lia su hija, y trájola a él, y él entró a ella. Genesis 29:24 Y dio Labán a Zelfa su sierva a su hija Lia por sierva. Genesis 29:25 ¶ Y venida la mañana, he aquí que era Lia, y él dijo a Labán: ¿Qué es esto que me has hecho? ¿No te he servido por Raquel? ¿por qué pues me has engañado? Genesis 29:26 Y Labán respondió: No se hace así en nuestro lugar, que se dé la menor antes de la mayor. Genesis 29:27 Cumple la semana de esta, y dársete ha también esta por el servicio que sirvieres conmigo otros siete años. Genesis 29:28 E hizo Jacob así, que cumplió la semana de aquella, y él le dio a Raquel su hija por mujer. Genesis 29:29 Y dio Labán a Raquel su hija, a Bala su sierva por sierva. Genesis 29:30 Y entró también a Raquel, y la amó también más que a Lia: y sirvió con él aun otros siete años. Genesis 29:31 ¶ Y vio Jehová que Lia era aborrecida, y abrió su matriz; y Raquel era estéril. Genesis 29:32 Y concibió Lia, y parió un hijo, y llamó su nombre Rubén, porque dijo: Porque vio Jehová mi aflicción; por tanto ahora me amará mi marido. Genesis 29:33 Y concibió otra vez, y parió un hijo, y dijo: Porque oyó Jehová, que yo era aborrecida, me ha dado también este. Y llamó su nombre Simeón. Genesis 29:34 Y concibió otra vez, y parió un hijo, y dijo: Ahora esta vez será juntado mi marido conmigo, porque le he parido tres hijos: por tanto llamó su nombre Leví. Genesis 29:35 Y concibió otra vez, y parió un hijo, y dijo: Esta vez alabaré a Jehová. Por eso llamó su nombre Judá: y dejó de parir. Genesis 30:0 Genesis 30:1 Y viendo Raquel que no paría a Jacob, tuvo envidia de su hermana, y decía a Jacob: Dáme hijos; y si no, yo soy muerta. Genesis 30:2 Y Jacob se enojaba contra Raquel, y decía: ¿Soy yo en lugar de Dios, que te impidió el fruto de tu vientre? Genesis 30:3 Y ella dijo: He aquí mi sierva Bala; entra a ella, y parirá sobre mis rodillas, y ahijarme he yo también de ella. Genesis 30:4 Así le dio a Bala su sierva por mujer; y Jacob entró a ella. Genesis 30:5 Y concibió Bala, y parió a Jacob un hijo. Genesis 30:6 Y dijo Raquel: Juzgóme Dios, y también oyó mi voz, y dióme un hijo: Por tanto llamó su nombre Dan. Genesis 30:7 Y concibió otra vez Bala la sierva de Raquel, y parió el hijo segundo a Jacob. Genesis 30:8 Y dijo Raquel: De luchas de Dios he luchado con mi hermana, también he vencido. Y llamó su nombre Neftalí. Genesis 30:9 Y viendo Lia que había dejado de parir, tomó a Zelfa su sierva, y dióla a Jacob por mujer. Genesis 30:10 Y parió Zelfa, sierva de Lia, a Jacob un hijo. Genesis 30:11 Y dijo Lia: Vino la buena ventura. Y llamó su nombre Gad. Genesis 30:12 Y Zelfa, la sierva de Lia, parió otro hijo a Jacob. Genesis 30:13 Y dijo Lia: Para hacerme bienaventurada; porque las mujeres me dirán bienaventurada: y llamó su nombre Aser. Genesis 30:14 ¶ Y fue Rubén en tiempo de la siega de los trigos, y halló mandrágoras en el campo, y trájolas a Lia su madre; y dijo Raquel a Lia: Ruégote que me des de las mandrágoras de tu hijo. Genesis 30:15 Y ella respondió: ¿Es poco que hayas tomado mi marido, sino que también tomes las mandrágoras de mi hijo? Y dijo Raquel: Por tanto dormirá contigo está noche por las mandrágoras de tu hijo. Genesis 30:16 Y cuando Jacob volvía del campo a la tarde, salió Lia a él, y díjole: A mí has de entrar; porque alquilando te he alquilado por las mandrágoras de mi hijo. Y durmió con ella aquella noche. Genesis 30:17 Y oyó Dios a Lia, y concibió, y parió a Jacob el quinto hijo. Genesis 30:18 Y dijo Lia: Dios ha dado mi salario, por cuanto di mi sierva a mi marido: por eso llamó su nombre Isacar. Genesis 30:19 Y concibió Lia otra vez, y parió el hijo sexto a Jacob. Genesis 30:20 Y dijo Lia: Dios me ha dado buena dádiva: esta vez morará conmigo mi marido, porque le he parido seis hijos. Y llamó su nombre Zabulón. Genesis 30:21 Y después parió una hija, y llamó su nombre Dina. Genesis 30:22 ¶ Y acordóse Dios de Raquel, y oyóla Dios, y abrió su matriz. Genesis 30:23 Y concibió, y parió un hijo; y dijo: Quitado ha Dios mi vergüenza. Genesis 30:24 Y llamó su nombre José, diciendo: Añádame Jehová otro hijo. Genesis 30:25 Y fue, que como Raquel parió a José, dijo Jacob a Labán: Envíame, e irme he a mi lugar, y a mi tierra. Genesis 30:26 Dáme mis mujeres y mis hijos por las cuales he servido contigo; porque tú sabes el servicio que te he servido. Genesis 30:27 Y Labán le respondió: Halle yo ahora gracia en tus ojos: experimentado he, que Jehová me ha bendecido por tu causa. Genesis 30:28 Y dijo: Señálame tu salario, que yo lo daré. Genesis 30:29 Y él respondió: Tú sabes como te he servido, y cuanto ha sido tu ganado conmigo: Genesis 30:30 Porque poco tenías antes de mí, y ha crecido en multitud, y Jehová te ha bendecido con mi entrada: y ahora ¿cuándo tengo de hacer también yo por mi casa? Genesis 30:31 Y él dijo: ¿Qué te daré? Jacob respondió: No me des nada: si hicieres conmigo esto, volveré a apacentar tus ovejas. Genesis 30:32 Yo pasaré hoy por todas tus ovejas para quitar de allí toda oveja pintada y manchada; y todo carnero bermejo en los carneros: y lo pintado y manchado en las cabras; y esto será mi salario. Genesis 30:33 Y responderme ha mi justicia mañana, cuando viniere sobre mí mi salario delante de ti: todo lo que no fuere pintado ni manchado en las cabras, y bermejo en las ovejas, serme ha tenido por de hurto. Genesis 30:34 Y dijo Labán: He aquí, ojalá fuese como tú dices. Genesis 30:35 Y apartó aquel día los machos cabríos cinchados y manchados, y todas las cabras pintadas y manchadas, todo lo que tenía alguna cosa blanca, y todo lo bermejo en las ovejas, y púsolo en la mano de sus hijos. Genesis 30:36 Y puso tres días de camino entre sí y Jacob; y Jacob apacentaba las otras ovejas de Labán. Genesis 30:37 Y tomóse Jacob varas de álamo verdes, y de almendro, y de castaño, y descortezó en ellas unas mondaduras blancas descubriendo la blancura de las varas. Genesis 30:38 Y puso las varas que había mondado en las pilas, en los abrevaderos del agua, donde las ovejas venían a beber delante de las ovejas, las cuales se calentaban viniendo a beber. Genesis 30:39 Y calentábanse las ovejas delante de las varas, y parían las ovejas cinchados, pintados, y manchados. Genesis 30:40 Y apartaba Jacob los corderos y poníalos con las ovejas, los cinchados, y todo lo que era bermejo en el hato de Labán. Y ponía su hato a parte, y no lo ponía con las ovejas de Labán. Genesis 30:41 Y era, que todas las veces que se calentaban las tempranas, Jacob ponía las varas delante de las ovejas en las pilas, para que se calentasen delante de las varas. Genesis 30:42 Y cuando venían las ovejas tardías, no las ponía: así eran las tardías para Labán, y las tempranas para Jacob. Genesis 30:43 Y multiplicó el varón muy mucho, y tuvo muchas ovejas, y siervas, y siervos, y camellos, y asnos. Genesis 31:0 Genesis 31:1 Y oía las palabras de los hijos de Labán, que decían: Jacob ha tomado todo lo que era de nuestro padre: y de lo que era de nuestro padre ha hecho toda esta gloria. Genesis 31:2 Miraba también Jacob el rostro de Labán, y veía que no era para con él como ayer y anteayer. Genesis 31:3 También Jehová dijo a Jacob: Vuélvete a la tierra de tus padres, y a tu parentela, que yo seré contigo. Genesis 31:4 Y envió Jacob, y llamó a Raquel y a Lia al campo, a sus ovejas. Genesis 31:5 Y díjoles: Yo veo que el rostro de vuestro padre no es para conmigo como ayer y anteayer: y el Dios de mi padre ha sido conmigo. Genesis 31:6 Y vosotras sabéis, que con todas mis fuerzas he servido a vuestro padre: Genesis 31:7 Y vuestro padre me ha mentido, que me ha mudado el salario diez veces; mas Dios no le ha permitido, que me hiciese mal. Genesis 31:8 Si él decía así: Los pintados serán tu salario; entonces todas las ovejas parían pintados: y si decía así: Los cinchados serán tu salario; entonces todas las ovejas parían cinchados. Genesis 31:9 Y quitó Dios el ganado de vuestro padre; y diómelo a mí. Genesis 31:10 Y fue que al tiempo que las ovejas se calentaban, yo alcé mis ojos, y ví en sueños, y he aquí, que los machos subían sobre las hembras cinchados, pintados, y pedriscados: Genesis 31:11 Y díjome el ángel de Dios en sueños: ¿Jacob? Y yo dije: Heme aquí. Genesis 31:12 Y él dijo: Alza ahora tus ojos, y verás todos los machos que suben sobre las ovejas cinchados, pintados, y pedriscados; porque yo he visto todo lo que Labán te ha hecho. Genesis 31:13 Yo soy el Dios de Bet-el, donde tú ungiste el título, y donde me prometiste voto. Levántate ahora, y sal de esta tierra, y vuélvete a la tierra de tu naturaleza. Genesis 31:14 Y respondió Raquel, y Lia, y dijéronle: ¿Tenemos ya parte ni heredad en la casa de nuestro padre? Genesis 31:15 ¿No nos tiene ya como por extrañas? que nos vendió, y aun comiendo ha comido nuestro dinero? Genesis 31:16 Porque toda la riqueza que Dios ha quitado a nuestro padre, nuestra es, y de nuestros hijos: ahora pues haz todo lo que Dios te ha dicho. Genesis 31:17 Entonces Jacob se levantó, y alzó a sus hijos y a sus mujeres sobre los camellos; Genesis 31:18 Y guió todo su ganado, y toda su hacienda que había adquirido, el ganado de su ganancia que había adquirido en Padan-aram, para volverse a Isaac su padre en la tierra de Canaán. Genesis 31:19 Y Labán había ido a trasquilar sus ovejas: y Raquel hurtó los ídolos de su padre. Genesis 31:20 Y hurtó Jacob el corazón de Labán Arameo en no hacerle saber como huía. Genesis 31:21 Y huyó él con todo lo que tenía: y levantóse y pasó el río, y puso su rostro al monte de Galaad. Genesis 31:22 ¶ Y fue dicho a Labán al tercero día, como Jacob había huido. Genesis 31:23 Y tomó a sus hermanos consigo, y fue tras él camino de siete días, y alcanzóle en el monte de Galaad. Genesis 31:24 Y vino Dios a Labán Arameo en sueño aquella noche, y díjole: Guárdate que no digas a Jacob bueno ni malo. Genesis 31:25 ¶ Alcanzó pues Labán a Jacob, y Jacob había hincado su tienda en el monte: y Labán hincó con sus hermanos en el monte de Galaad. Genesis 31:26 Y dijo Labán a Jacob: ¿Qué has hecho? ¿Qué me hurtaste el corazón, y has traído mis hijas como cautivadas a cuchillo? Genesis 31:27 ¿Por qué te escondiste para huir, y me hurtaste, y no me hiciste saber, que yo te enviara con alegría, y con canciones, con tamboril, y vihuela? Genesis 31:28 ¿Qué aun no me dejaste besar mis hijos y mis hijas? Ahora locamente has hecho. Genesis 31:29 Poder hay en mi mano para haceros mal, mas el Dios de vuestro padre me habló anoche, diciendo: Guárdate que no digas a Jacob ni bueno ni malo. Genesis 31:30 Y ya que te ibas, porque tenías deseo de la casa de tu padre, ¿por qué me hurtabas mis dioses? Genesis 31:31 Y Jacob respondió, y dijo a Labán: Porque tuve miedo: que dije, que quizá me robarías tus hijas. Genesis 31:32 En quien hallares tus dioses, no viva: delante de nuestros hermanos reconoce lo que yo tuviere, y tómatelo. Jacob no sabía que Raquel los había hurtado. Genesis 31:33 Y entró Labán en la tienda de Jacob, y en la tienda de Lia, y en la tienda de las dos siervas, y no los halló: y salió de la tienda de Lia y vino a la tienda de Raquel: Genesis 31:34 Y Raquel tomó los ídolos, y púsolos en una albarda de un camello, y sentóse sobre ellos: y tentó Labán toda la tienda, y no los halló. Genesis 31:35 Y ella dijo a su padre: No se enoje mi señor, porque no me puedo levantar delante de ti; porque tengo la costumbre de las mujeres. Y él buscó, y no halló los ídolos. Genesis 31:36 Entonces Jacob se enojó, y riñó con Labán, y respondió Jacob, y dijo a Labán: ¿Qué prevaricación es la mía? ¿qué es mi pecado, que has seguido en pos de mí? Genesis 31:37 Pues que has tentado todas mis alhajas, ¿qué has hallado de todas las alhajas de tu casa? Pon aquí delante de mis hermanos y tuyos, y juzguen entre nosotros ambos. Genesis 31:38 Estos veinte años he estado contigo; que tus ovejas y tus cabras nunca movieron: nunca comí carnero de tus ovejas: Genesis 31:39 Nunca te traje arrebatado, yo pagaba el daño: lo hurtado así de día como de noche, de mi mano lo requerias: Genesis 31:40 De día me consumía el calor, y de noche la helada, y mi sueño se huía de mis ojos: Genesis 31:41 Estos veinte años tengo en tu casa; catorce años te serví por tus dos hijas, y seis años por tus ovejas, y has mudado mi salario diez veces. Genesis 31:42 Si el Dios de mi padre, el Dios de Abraham, y el temor de Isaac no fuera conmigo, cierto vacío me enviaras ahora: mas vio Dios mi aflicción y el trabajo de mis manos, y te reprendió anoche. Genesis 31:43 Y respondió Labán, y dijo a Jacob: Las hijas, mis hijas son, y los hijos, mis hijos, y las ovejas, mis ovejas; y todo lo que tu ves, mío es: y a estas mis hijas ¿qué tengo de hacer hoy, o a sus hijos que han parido? Genesis 31:44 Ven pues ahora, y hagamos alianza yo y tú; y sea en testimonio entre mí y ti. Genesis 31:45 Entonces Jacob tomó una piedra, y levantóla por título: Genesis 31:46 Y dijo Jacob a sus hermanos: Cogéd piedras. Y tomaron piedras, e hicieron un majano; y comieron allí sobre aquel majano: Genesis 31:47 Y llamólo Labán Jegar-sahaduta: y Jacob lo llamó Galaad; Genesis 31:48 Porque Labán dijo: Este majano será testigo hoy entre mí y ti: por eso llamó su nombre Galaad, Genesis 31:49 Y Mispa; porque dijo: Atalaye Jehová entre mí y ti, cuando nos escondieremos el uno del otro. Genesis 31:50 Si afligieres mis hijas, o si tomares otras mujeres además de mis hijas, nadie está con nosotros: mas mira, Dios es testigo entre mí y ti. Genesis 31:51 Dijo mas Labán a Jacob: He aquí este majano, y he aquí este título que he fundado entre mí y ti. Genesis 31:52 Testigo sea este majano, y testigo sea este título, que ni yo pasaré contra ti este majano, ni tú pasarás contra mí este majano, ni este título para mal. Genesis 31:53 El Dios de Abraham, y el Dios de Nacor juzgue entre nosotros, el Dios de sus padres. Y Jacob juró por el temor de Isaac su padre. Genesis 31:54 Y sacrificó Jacob sacrificio en el monte, y llamó a sus hermanos a comer pan; y comieron pan, y durmieron en el monte. Genesis 31:55 Y madrugó Labán por la mañana, y besó sus hijos y sus hijas, y bendíjolos, y volvió, y tornóse a su lugar. Genesis 32:0 Genesis 32:1 Y Jacob se fue su camino, y saliéronle al encuentro ángeles de Dios. Genesis 32:2 Y dijo Jacob, cuando los vio: El campo de Dios es este: y llamó el nombre de aquel lugar, Mahanaim. Genesis 32:3 Y envió Jacob mensajeros delante de sí a Esaú su hermano a la tierra de Seir, campo de Edom. Genesis 32:4 Y mandóles, diciendo: Direis así a mi señor Esaú: Así dice tu siervo Jacob: Con Labán he morado, y detenídome he hasta ahora. Genesis 32:5 Y tengo vacas, y asnos, y ovejas, y siervos, y siervas: y envió a decirlo a mi señor, por hallar gracia en tus ojos. Genesis 32:6 Y los mensajeros volvieron a Jacob, diciendo: Venimos a tu hermano, a Esaú, y él también viene a recibirte, y cuatrocientos hombres con él. Genesis 32:7 Entonces Jacob tuvo gran temor, y angustióse; y partió el pueblo que tenía consigo, y las ovejas, y las vacas, y los camellos en dos cuadrillas; Genesis 32:8 Y dijo: Si viniere Esaú a la una cuadrilla, y la hiriere, la otra cuadrilla escapará. Genesis 32:9 ¶ Y dijo Jacob: Dios de mi padre Abraham, y Dios de mi padre Isaac, Jehová, que me dijiste: Vuélvete a tu tierra, y a tu parentela, y yo te haré bien: Genesis 32:10 Menor soy yo que todas las misericordias, y que toda la verdad que has hecho con tu siervo: que con mi bordón pasé a este Jordán; y ahora estoy sobre dos cuadrillas. Genesis 32:11 Líbrame ahora de la mano de mi hermano, de la mano de Esaú; porque le temo: quizá no venga, y me hiera, y a la madre con los hijos. Genesis 32:12 Y tú has dicho, yo te haré bien, y pondré tu simiente como la arena de la mar, que no se puede contar por la multitud. Genesis 32:13 ¶ Y durmió allí aquella noche, y tomó de lo que le vino a la mano un presente para su hermano Esaú: Genesis 32:14 Doscientas cabras, y veinte machos de cabrío; doscientas ovejas, y veinte carneros; Genesis 32:15 Treinta camellas paridas con sus crias; cuarenta vacas, y diez novillos; veinte asnas, y diez borricos. Genesis 32:16 Y diólo en mano de sus siervos, cada manada por si, y dijo a sus siervos: Pasád delante de mí, y ponéd espacio entre manada y manada. Genesis 32:17 Y mandó al primero, diciendo: Si Esaú mi hermano te encontrare, y te preguntare, diciendo: ¿Cúyo eres? Y ¿dónde vas? ¿Y para quién es esto, que llevas delante de ti? Genesis 32:18 Entonces dirás: Presente es de tu siervo Jacob, que envía a mi señor Esaú: y, he aquí, también él viene tras nosotros. Genesis 32:19 Y mandó también al segundo, también al tercero, y a todos los que iban tras aquellas manadas, diciendo: Conforme a esto hablaréis a Esaú, cuando le hallareis. Genesis 32:20 Y diréis también: He aquí, tu siervo Jacob viene tras nosotros. Porque dijo: Apaciguaré su ira con el presente que va delante de mí, y después veré su rostro; quizá le será acepto. Genesis 32:21 Y pasó el presente delante de él, y él durmió aquella noche en el real. Genesis 32:22 Y levantóse aquella noche, y tomó sus dos mujeres, y sus dos siervas, y sus once hijos, y pasó el vado de Jaboc. Genesis 32:23 Y tomólos, y pasólos el arroyo, y pasó lo que tenía. Genesis 32:24 ¶ Y quedó Jacob solo: y luchó con él un varón, hasta que el alba subía. Genesis 32:25 ¶ Y como vio que no podía con él, tocó la palma de su anca; y la palma del anca de Jacob se descoyuntó luchando con él. Genesis 32:26 Y dijo: Déjame, que el alba sube. Y él dijo: No te dejaré, sino me bendices. Genesis 32:27 Y él le dijo: ¿Cómo es tu nombre? Y él respondió: Jacob. Genesis 32:28 Y él dijo: No se dirá más tu nombre Jacob, sino Israel; porque has peleado con Dios y con los hombres, y has vencido. Genesis 32:29 Entonces Jacob le preguntó, y dijo: Declárame ahora tu nombre. Y él respondió: ¿Por qué preguntas por mi nombre? Y bendíjole allí. Genesis 32:30 Y llamó Jacob el nombre de aquel lugar, Fanuel: Porque ví a Dios cara a cara, y mi alma fue librada. Genesis 32:31 Y salióle el sol, como pasó a Fanuel; y cojeaba de su anca. Genesis 32:32 Por esto no comen los hijos de Israel el nervio encogido que está en la palma del anca hasta hoy; porque tocó la palma del anca de Jacob en el nervio encogido. Genesis 33:0 Genesis 33:1 Y alzando Jacob sus ojos miró, y, he aquí, venía Esaú, y los cuatrocientos hombres con él: entonces él repartió los niños entre Lia y Raquel, y las dos siervas: Genesis 33:2 Y puso las siervas y sus niños delante: luego a Lia y a sus niños: y a Raquel y a José los postreros. Genesis 33:3 Y él pasó delante de ellos, e inclinóse a tierra siete veces, hasta que llegó a su hermano. Genesis 33:4 Y Esaú corrió delante de él, y abrazóle, y echóse sobre su cuello, y besóle, y lloraron. Genesis 33:5 Y alzó sus ojos, y vio las mujeres, y los niños, y dijo: ¿Qué te han estos? Y él respondió: Son los niños que Dios ha dado a tu siervo. Genesis 33:6 Y llegaron las siervas, ellas y sus niños, e inclináronse. Genesis 33:7 Y llegó Lia con sus niños, e inclináronse: y después llegó José, y Raquel, y también se inclinaron. Genesis 33:8 Y él dijo: ¿Qué te ha todo este escuadrón que he encontrado? Y él respondió: Porque hallase gracia en los ojos de mi señor. Genesis 33:9 Y dijo Esaú: Harto tengo yo, hermano mío; sea para ti lo que es tuyo. Genesis 33:10 Y dijo Jacob: No, yo te ruego; Si he ahora hallado gracia en tus ojos, toma mi presente de mi mano; que por eso he visto tu rostro, como quien ve el rostro de Dios; y házme placer. Genesis 33:11 Toma ahora mi bendición que te es traída, porque Dios me ha hecho merced, y todo lo que hay aquí es mío. Y porfió con él, y tomólo. Genesis 33:12 Y dijo: Anda, y vamos: y yo iré delante de ti. Genesis 33:13 Y él le dijo: Mi señor sabe que los niños son tiernos, y que tengo ovejas y vacas paridas: y si las fatigan, en un día morirán todas las ovejas. Genesis 33:14 Pase ahora mi señor delante de su siervo; y yo me iré de mi espacio al paso de la hacienda, que va delante de mí, y al paso de los niños, hasta que llegue a mi señor a Seir. Genesis 33:15 Y Esaú dijo: Dejaré ahora contigo del pueblo que viene conmigo. Y él dijo: ¿Para qué esto? Halle yo gracia en los ojos de mi señor. Genesis 33:16 ¶ Así se volvió Esaú aquel día por su camino a Seir. Genesis 33:17 Y Jacob se partió a Socot, y edificó para sí allí casa; e hizo cabañas para su ganado: por tanto llamó el nombre de aquel lugar Socot. Genesis 33:18 Y vino Jacob sano a la ciudad de Siquem, que es en la tierra de Canaán, cuando venía de Padan-aram, y asentó delante de la ciudad. Genesis 33:19 Y compró una parte del campo, donde tendió su tienda, de mano de los hijos de Jamor padre de Siquem, por cien piezas de moneda. Genesis 33:20 Y asentó allí altar, y llamóle: El Fuerte Dios de Israel. Genesis 34:0 Genesis 34:1 Y salió Dina la hija de Lia, que había parido a Jacob, por ver las hijas de la tierra. Genesis 34:2 Y vióla Siquem, hijo de Jamor Heveo, príncipe de aquella tierra, y tomóla, y echóse con ella; y afligióla. Genesis 34:3 Y apegóse su alma con Dina, la hija de Jacob, y enamoróse de la moza, y habló al corazón de la moza. Genesis 34:4 Y habló Siquem a Jamor su padre, diciendo: Tómame esta moza por mujer. Genesis 34:5 Y oyó Jacob, que había ensuciado a Dina su hija, estando sus hijos con su ganado en el campo; y calló Jacob hasta que ellos viniesen. Genesis 34:6 Y salió Jamor, padre de Siquem, a Jacob, para hablar con él. Genesis 34:7 Y los hijos de Jacob vinieron del campo en oyéndolo, y entristeciéronse los varones, y ensañáronse mucho, porque hizo vileza en Israel, echándose con la hija de Jacob, que no se debía de hacer así. Genesis 34:8 Y Jamor habló con ellos, diciendo: El alma de mi hijo Siquem se ha apegado con vuestra hija: ruégoos que se la deis por mujer: Genesis 34:9 Y consagrád con nosotros: dádnos vuestras hijas, y tomád vosotros las nuestras. Genesis 34:10 Y habitád con nosotros: porque la tierra estará delante de vosotros: morád y negociád en ella, y tomád en ella posesión. Genesis 34:11 Siquem también dijo a su padre y a sus hermanos: Halle yo gracia en vuestros ojos: y yo daré lo que vosotros me dijereis. Genesis 34:12 Aumentád sobre mí mucho ajuar y dones, que yo daré cuanto me dijereis; y dádme la moza por mujer. Genesis 34:13 ¶ Y respondieron los hijos de Jacob a Siquem, y a Jamor, su padre, con engaño, y hablaron; porque había ensuciado a Dina su hermana: Genesis 34:14 Y dijéronles: No podemos hacer esto, que demos nuestra hermana a hombre que tiene prepucio; porque a nosotros es abominación: Genesis 34:15 Mas con esta condición os haremos placer. Si fuereis como nosotros, que se circuncide en vosotros todo varón; Genesis 34:16 Entonces os daremos nuestras hijas, y tomaremos nosotros las vuestras; y habitaremos con vosotros, y seremos un pueblo: Genesis 34:17 Y si no nos oyereis, para circuncidaros, tomaremos nuestra hija, e irnos hemos. Genesis 34:18 Y parecieron bien sus palabras a Jamor, y a Siquem hijo de Jamor. Genesis 34:19 Y no dilató el mozo de hacer aquello, porque la hija de Jacob le había agradado: y él era el más honrado de toda la casa de su padre. Genesis 34:20 Entonces vino Jamor y Siquem su hijo a la puerta de su ciudad, y hablaron a los varones de su ciudad, diciendo: Genesis 34:21 Estos varones son pacíficos con nosotros, y habitarán la tierra; y granjearán en ella, que, he aquí, la tierra es ancha de lugares delante de ellos, nosotros tomaremos sus hijas por mujeres, y darles hemos las nuestras. Genesis 34:22 Mas con esta condición nos harán placer los varones, de habitar con nosotros, para que seamos un pueblo: Si se circuncidare en nosotros todo varón, como ellos son circuncidados. Genesis 34:23 Sus ganados y su hacienda, y todas sus bestias será nuestro: solamente que consintamos con ellos, y habitarán con nosotros. Genesis 34:24 Y obedecieron a Jamor, y a Siquem su hijo, todos los que salían por la puerta de la ciudad; y circuncidaron a todo varón, cuantos salían por la puerta de la ciudad. Genesis 34:25 Y fue, que al tercero día cuando ellos estaban doloridos, los dos hijos de Jacob, Simeón y Leví, hermanos de Dina, tomaron cada uno su espada, y vinieron contra la ciudad animosamente, y mataron a todo varón. Genesis 34:26 Y a Jamor, y a Siquem su hijo, mataron a filo de espada; y tomaron a Dina de casa de Siquem, y saliéronse. Genesis 34:27 Y los hijos de Jacob vinieron a los muertos, y saquearon la ciudad: por cuanto habían ensuciado a su hermana. Genesis 34:28 Sus ovejas, y vacas, y sus asnos, y lo que había en la ciudad y en el campo, tomaron. Genesis 34:29 Y toda su hacienda, y todos sus niños, y sus mujeres llevaron cautivas, y robaron; y todo lo que había en casa. Genesis 34:30 Entonces dijo Jacob a Simeón y a Leví: Turbado me habéis, que me habéis hecho abominable con los moradores de aquesta tierra, el Cananeo y el Ferezeo, teniendo yo pocos hombres: y juntarse han contra mí, y herirme han, y seré destruido yo y mi casa. Genesis 34:31 Y ellos respondieron: ¿Había él de tratar a nuestra hermana como a una ramera? Genesis 35:0 Genesis 35:1 Y dijo Dios a Jacob: Levántate, sube a Bet-el, y está allí: y haz allí altar al Dios, que te apareció cuando huías de tu hermano Esaú. Genesis 35:2 Entonces Jacob dijo a su familia, y a todos los que estaban con él: Quitád los dioses ajenos que hay entre vosotros, y limpiaos, y mudád vuestros vestidos: Genesis 35:3 Y levantémonos, y subamos a Bet-el: y allí haré altar al Dios que me respondió en el día de mi angustia, y ha sido conmigo en el camino que he andado. Genesis 35:4 Así dieron a Jacob todos los dioses ajenos que había en su poder, y los zarcillos que estaban en sus orejas; y Jacob los escondió debajo de un alcornoque, que estaba en Siquem. Genesis 35:5 Y partiéronse; y el terror de Dios fue sobre las ciudades que estaban en sus alrededores, y no siguieron tras los hijos de Jacob. Genesis 35:6 Y vino Jacob a Luza, que era en tierra de Canaán, esta es Bet-el; él y todo el pueblo que con él estaba. Genesis 35:7 Y edificó allí altar, y llamó al lugar, El-bet-el; porque allí le había aparecido Dios cuando huía de su hermano. Genesis 35:8 ¶ Entonces murió Débora, ama de Rebeca, y fue sepultada a las raíces de Bet-el, debajo de un alcornoque; y llamó su nombre, Allón-bacut. Genesis 35:9 ¶ Y aparecióse otra vez Dios a Jacob cuando fue vuelto de Padan-aram, y bendíjole. Genesis 35:10 Y díjole Dios: Tu nombre es Jacob, no se llamará más tu nombre Jacob, mas Israel será tu nombre: y llamó su nombre Israel. Genesis 35:11 Y díjole Dios: Yo soy el Dios omnipotente, crece y multiplícate: gente, y compañía de gente, saldrá de ti; y reyes saldrán de tus lomos. Genesis 35:12 Y la tierra, que yo he dado a Abraham y a Isaac, te daré a ti; y a tu simiente después de ti daré la tierra. Genesis 35:13 Y fuése de él Dios, del lugar donde había hablado con él. Genesis 35:14 Y Jacob puso un título en el lugar donde había hablado con él, un título de piedra: y derramó sobre él derramadura, y echó sobre él aceite. Genesis 35:15 Y llamó Jacob el nombre de aquel lugar donde Dios había hablado con él, Bet-el. Genesis 35:16 ¶ Y partieron de Bet-el, y había aun como medía legua de tierra para venir a Efrata; y parió Raquel, y hubo trabajo en su parto. Genesis 35:17 Y fue, que como hubo trabajo en su parir, díjole la partera: No temas, que aun este hijo también tendrás. Genesis 35:18 Y fue, que saliéndosele el alma, porque murió, llamó su nombre Ben-oni; mas su padre le llamó Ben-jamín. Genesis 35:19 Así murió Raquel; y fue sepultada en el camino de Efrata, esta es Belén. Genesis 35:20 Y puso Jacob un título sobre su sepultura; este es el título de la sepultura de Raquel, hasta hoy. Genesis 35:21 ¶ Y partió Israel, y tendió su tienda de la otra parte de la torre de Eder. Genesis 35:22 Y fue que morando Israel en aquella tierra, fue Rubén, y durmió con Bala la concubina de su padre: lo cual oyó Israel. Y fueron los hijos de Israel doce. Genesis 35:23 Los hijos de Lia: el primogénito de Jacob, Rubén; y Simeón, y Leví, y Judá, e Isacar, y Zabulón. Genesis 35:24 Los hijos de Raquel: José, y Ben-jamín. Genesis 35:25 Y los hijos de Bala, sierva de Raquel: Dan, y Neftalí. Genesis 35:26 Y los hijos de Zelfa, sierva de Lia: Gad, y Aser. Estos fueron los hijos de Jacob, que le nacieron en Padan-aram. Genesis 35:27 Y vino Jacob a Isaac su padre a Mamré, ciudad de Arbee, esta es Hebrón, donde habitó Abraham e Isaac. Genesis 35:28 Y fueron los días de Isaac ciento y ochenta años. Genesis 35:29 Y espiró Isaac y murió; y fue recogido a sus pueblos viejo, y harto de días, y sepultáronle Esaú y Jacob sus hijos. Genesis 36:0 Genesis 36:1 Y estas son las generaciones de Esaú, el cual es Edom. Genesis 36:2 Esaú tomó sus mujeres de las hijas de Canaán: a Ada, hija de Elón Jetteo; y Oolibama, hija de Ana, hija de Sebeón Heveo; Genesis 36:3 Y Basemat, hija de Ismael, hermana de Nabajot. Genesis 36:4 Y Ada parió a Esaú a Elifaz; y Basemat parió a Rahuel; Genesis 36:5 Y Oolibama parió a Jehús, y a Jelón, y a Coré: estos son los hijos de Esaú, que le nacieron en la tierra de Canaán. Genesis 36:6 Y Esaú tomó sus mujeres, y sus hijos, y sus hijas, y todas las personas de su casa, y sus ganados, y todas sus bestias, y toda su hacienda, que había adquirido en la tierra de Canaán, y fuése a otra tierra de delante de Jacob su hermano. Genesis 36:7 Y porque la hacienda de ellos era grande, y no podían habitar juntos; ni la tierra de su peregrinación los podía sostener a causa de sus ganados. Genesis 36:8 Y Esaú habitó en el monte de Seir: Esaú es Edom. Genesis 36:9 Estos son los linajes de Esaú, padre de Edom en el monte de Seir. Genesis 36:10 Estos son los nombres de los hijos de Esaú: Elifaz, hijo de Ada, mujer de Esaú; Rahuel, hijo de Basemat, mujer de Esaú. Genesis 36:11 Y los hijos de Elifaz fueron: Temán, Omar, Sefo, Gatam, y Cenez. Genesis 36:12 Y Tamna fue concubina de Elifaz, hijo de Esaú, la cual parió a Elifaz a Amalec. Estos son los hijos de Ada, mujer de Esaú. Genesis 36:13 Y los hijos de Rahuel fueron: Nahat, Zara, Samma, y Meza. Estos son los hijos de Basemat, mujer de Esaú. Genesis 36:14 Estos fueron los hijos de Oolibama, mujer de Esaú, hija de Ana, que fue hija de Sebeón, la cual parió a Esaú, a Jehús, Jelón, y Coré. Genesis 36:15 Estos son los duques de los hijos de Esaú: Los hijos de Elifaz primogénito de Esaú: el duque Temán, el duque Omar, el duque Sefo, el duque Cenez. Genesis 36:16 El duque Coré, el duque Gatam, y el duque Amalec. Estos son los duques de Elifaz en la tierra de Edom: estos son los hijos de Ada. Genesis 36:17 Y estos son los hijos de Rahuel, hijo de Esaú; el duque Nahat, el duque Zara, el duque Samma, y el duque Meza. Estos son los duques que salieron de Rahuel, en la tierra de Edom: estos son los hijos de Basemat, mujer de Esaú. Genesis 36:18 Y estos son los hijos de Oolibama, mujer de Esaú: el duque Jehús, el duque Jelón, y el duque Coré. Estos son los duques que salieron de Oolibama, mujer de Esaú, hija de Ana. Genesis 36:19 Estos pues son los hijos de Esaú y sus duques: Él es Edom. Genesis 36:20 Y estos son los hijos de Seir Horeo, moradores de la tierra: Lotán, Sobal, Sebeón, Ana. Genesis 36:21 Disón, Aser, y Disán. Estos son los duques de los Horeos, hijos de Seir en la tierra de Edom. Genesis 36:22 Los hijos de Lotán fueron: Hori y Hemam: y Tanna fue hermana de Lotán. Genesis 36:23 Y los hijos de Sobal fueron: Alván, Manahat, Ebal, Sefo, y Onán. Genesis 36:24 Y los hijos de Sebeón fueron: Aja, y Ana. Este Ana es el que encontró los mulos en el desierto, cuando apacentaba los asnos de Sebeón su padre. Genesis 36:25 Los hijos de Ana fueron: Disón, y Oolibama, hija de Ana. Genesis 36:26 Y estos fueron los hijos de Disón: Hamdán, Esebán, Jetrán, y Charán. Genesis 36:27 Y estos fueron los hijos de Eser: Balaán, Zaván, y Acam. Genesis 36:28 Y estos fueron los hijos de Disán: Hus, y Arán. Genesis 36:29 Y estos fueron los duques de los Horeos: el duque Lotán, el duque Sobal, el duque Sebeón, el duque Ana, Genesis 36:30 El duque Disón, el duque Eser, el duque Disán. Estos fueron los duques de los Horeos, por sus ducados en la tierra de Seir. Genesis 36:31 ¶ Y estos fueron los reyes que reinaron en la tierra de Edom, antes que reinase rey sobre los hijos de Israel. Genesis 36:32 Y reinó en Edom, Bela hijo de Beor: y el nombre de su ciudad fue Denaba. Genesis 36:33 Y murió Bela, y reinó por él Jobab, hijo de Zara de Bosra. Genesis 36:34 Y murió Jobab, y reinó por él Husam, de tierra de Temán. Genesis 36:35 Y murió Husam, y reinó por él Adad, hijo de Badad, el que hirió a Madián en el campo de Moab: y el nombre de su ciudad fue Avit. Genesis 36:36 Y murió Adad, y reinó por él Semla de Masreca. Genesis 36:37 Y murió Semla, y reinó en su lugar Saul de Rohobot del río. Genesis 36:38 Y murió Saul, y reinó por él Balanán, hijo de Acobor. Genesis 36:39 Y murió Balanán, hijo de Acobor, y reinó por él Adar: y el nombre de su ciudad fue Fau: y el nombre de su mujer Meetabel, hija de Matred, hija de Mezaab. Genesis 36:40 Estos pues son los nombres de los duques de Esaú por sus linajes, y sus lugares, por sus nombres: el duque Tanna, el duque Alva, el duque Jetet, Genesis 36:41 El duque Oolibama, el duque Ela, el duque Finón, Genesis 36:42 El duque Cenez, el duque Temán, el duque Mabsar, Genesis 36:43 El duque Magdiel, y el duque Hiram. Estos fueron los duques de Edom por sus habitaciones en la tierra de su heredad. Este es Esaú padre de los Idumeos. Genesis 37:0 Genesis 37:1 Y habitó Jacob en la tierra donde peregrinó su padre, en la tierra de Canaán. Genesis 37:2 Estas fueron las generaciones de Jacob: José, cuando fue de edad de diez y siete años, apacentaba las ovejas con sus hermanos; y era mozo, con los hijos de Bala, y con los hijos de Zelfa, las mujeres de su padre: y José traía la mala fama de ellos a su padre. Genesis 37:3 E Israel amaba a José más que a todos sus hijos, porque le había habido en su vejez: e hízole una ropa de diversos colores. Genesis 37:4 Y viendo sus hermanos que su padre le amaba más que a todos sus hermanos, aborrecíanle, y no le podían hablar pacíficamente. Genesis 37:5 Y soñó José un sueño, y contólo a sus hermanos; y ellos añadieron a aborrecerle más. Genesis 37:6 Y díjoles: Oíd ahora este sueño que he soñado: Genesis 37:7 He aquí que atábamos manojos en medio del campo; y he aquí que mi manojo se levantaba, y estaba derecho: y que vuestros manojos estaban al rededor y se inclinaban al mío. Genesis 37:8 Y respondiéronle sus hermanos: ¿Has de reinar sobre nosotros? ¿o háste de enseñorear sobre nosotros? Y añadieron a aborrecerle más a causa de sus sueños y de sus palabras. Genesis 37:9 Y soñó más otro sueño, y contólo a sus hermanos, diciendo: He aquí que he soñado otro sueño: Y he aquí que el sol y la luna, y once estrellas se inclinaban a mí. Genesis 37:10 Y contólo a su padre y a sus hermanos, y su padre le reprendió, y díjole: ¿Qué sueño es este que soñaste? ¿Hemos de venir yo y tu madre, y tus hermanos a inclinarnos a ti a tierra? Genesis 37:11 Y sus hermanos le tuvieron envidia; mas su padre miraba el negocio. Genesis 37:12 ¶ Y fueron sus hermanos a apacentar las ovejas de su padre en Siquem. Genesis 37:13 Y dijo Israel a José: Tus hermanos apacientan las ovejas en Siquem, ven y enviarte he a ellos. Y él respondió: Heme aquí. Genesis 37:14 Y él le dijo: Vé ahora, mira como están tus hermanos, y como están las ovejas, y tráeme la respuesta. Y envióle del valle de Hebrón, y vino a Siquem. Genesis 37:15 Y hallóle un hombre andando él perdido por el campo, y preguntóle aquel hombre, diciendo: ¿Qué buscas? Genesis 37:16 Y él respondió: Busco a mis hermanos: ruégote que me muestres donde pastan. Genesis 37:17 Y aquel hombre respondió: Ya se han ido de aquí: y yo les oí decir: Vamos a Dotaín: entonces José fue tras sus hermanos, y hallólos en Dotaín. Genesis 37:18 Y como ellos le vieron de lejos, antes que llegase cerca de ellos, pensaron contra él para matarle. Genesis 37:19 Y dijeron el uno al otro: He aquí, viene el soñador. Genesis 37:20 Ahora pues veníd, y matémosle, y echémosle en una cisterna, y diremos: Alguna mala bestia le tragó: y veremos que serán sus sueños. Genesis 37:21 Y como Rubén oyó esto, escapóle de sus manos, y dijo: No le matemos. Genesis 37:22 Y díjoles Rubén: No derrameis sangre: echádle en esta cisterna, que está en el desierto; y no metáis mano en él: por escaparle de sus manos, para hacerlo volver a su padre. Genesis 37:23 Y fue, que como José llegó a sus hermanos, ellos hicieron desnudar a José su ropa, la ropa de colores que tenía sobre sí, Genesis 37:24 Y tomáronle, y echáronle en la cisterna, y la cisterna estaba vacía, que no había agua en ella. Genesis 37:25 Y asentáronse a comer pan: y alzando los ojos miraron, y, he aquí, una compañía de Ismaelitas, que venía de Galaad, y sus camellos traían especias y cera y almáciga, e iban para llevar a Egipto. Genesis 37:26 ¶ Entonces Judá dijo a sus hermanos: ¿Qué provecho que matemos a nuestro hermano, y encubramos su sangre? Genesis 37:27 Andád, y vendámosle a los Ismaelitas, y no sea nuestra mano sobre él, que nuestro hermano nuestra carne es. Y sus hermanos acordaron con él. Genesis 37:28 Y como pasaron los Madianitas mercaderes, ellos sacaron a José de la cisterna, y trajéronle arriba, y vendiéronle a los Ismaelitas por veinte pesos de plata: y llevaron a José a Egipto. Genesis 37:29 Y Rubén volvió a la cisterna, y, he aquí José no estaba dentro; y rompió sus vestidos. Genesis 37:30 Y tornó a sus hermanos, y dijo: El mozo no parece, y yo ¿adónde iré yo? Genesis 37:31 Entonces ellos tomaron la ropa de José, y degollaron un cabrito de las cabras, y tiñeron la ropa con la sangre. Genesis 37:32 Y enviaron la ropa de colores, y trajéronla a su padre, y dijeron: Esta hemos hallado: conoce ahora si es la ropa de tu hijo, o no. Genesis 37:33 Y él la conoció, y dijo: La ropa de mi hijo es; alguna mala bestia le tragó: despedazado ha sido José. Genesis 37:34 Entonces Jacob rompió sus vestidos, y puso saco sobre sus lomos, y enlutóse por su hijo muchos días. Genesis 37:35 Y levantáronse todos sus hijos y todas sus hijas para consolarle; mas él no quiso tomar consolación, y dijo: Porque tengo de descender a mi hijo enlutado hasta la sepultura. Y lloróle su padre. Genesis 37:36 Y los Madianitas le vendieron en Egipto a Potifar, eunuco de Faraón, capitán de los de la guardia. Genesis 38:0 Genesis 38:1 Y aconteció en aquel tiempo, que Judá descendió de con sus hermanos, y fuése a un varón Odollamita, que se llamaba Hira. Genesis 38:2 Y vio allí Judá una hija de un hombre Cananeo, el cual se llamaba Sua: y tomóla, y entró a ella. Genesis 38:3 La cual concibió, y parió un hijo, y llamó su nombre Her. Genesis 38:4 Y concibió otra vez, y parió un hijo, y llamó su nombre Onán. Genesis 38:5 Y tornó otra vez a concebir, y parió un hijo, y llamó su nombre Sela. Y estaba en Chezib cuando le parió. Genesis 38:6 Y Judá tomó mujer a su primogénito Her, la cual se llamaba Tamar. Genesis 38:7 Y Her, el primogénito de Judá, fue malo en los ojos de Jehová; y matóle Jehová. Genesis 38:8 Entonces Judá dijo a Onán: Entra a la mujer de tu hermano, y haz parentesco con ella, y levanta simiente a tu hermano. Genesis 38:9 Y sabiendo Onán que la simiente no había de ser suya, era que cuando entraba a la mujer de su hermano corrompía en tierra, por no dar simiente a su hermano. Genesis 38:10 Y desagradó en ojos de Jehová lo que hacía, y matóle también a él. Genesis 38:11 Y Judá dijo a Tamar su nuera: Estáte viuda en casa de tu padre, hasta que crezca Sela mi hijo; porque dijo: Que quizá no muera él también como sus hermanos. Y fuése Tamar, y estúvose en casa de su padre. Genesis 38:12 Y pasaron muchos días, y murió la hija de Sua, mujer de Judá: y Judá se consoló: y subió a los trasquiladores de sus ovejas él e Hira, su amigo Odollamita, a Tamnas. Genesis 38:13 Y fue dado aviso a Tamar, diciendo: He aquí tu suegro sube a Tamnas a trasquilar sus ovejas. Genesis 38:14 Entonces ella quitó de sobre sí los vestidos de su viudez, y cubrióse con un velo; y arrebozóse, y púsose a la puerta de las aguas que están junto al camino de Tamnas; porque veía que había crecido Sela, y ella no era dada a él por mujer. Genesis 38:15 Y vióla Judá, y túvola por ramera; porque ella había cubierto su rostro. Genesis 38:16 Y apartóse del camino hacia ella, y díjola: Ea pues, ahora yo entraré a ti: Porque no sabía que era su nuera. Y ella dijo: ¿Qué me has de dar, si entrares a mí? Genesis 38:17 El respondió: Yo te enviaré de las ovejas un cabrito de las cabras. Y ella dijo: Hásme de dar prenda hasta que lo envíes. Genesis 38:18 Entonces él dijo: ¿Qué prenda te daré? Ella respondió: Tu anillo, y tu manto, y tu bordón que tienes en tu mano. Y él se lo dió; y entró a ella, la cual concibió de él. Genesis 38:19 Y levantóse y fuése: y quitóse el velo de sobre sí, y vistióse las ropas de su viudez. Genesis 38:20 Y Judá envió el cabrito de las cabras por mano de su amigo el Odollamita, para que tomase la prenda de mano de la mujer: y no la halló. Genesis 38:21 Y preguntó a los hombres de aquel lugar, diciendo: ¿Dónde está la ramera de las aguas junto al camino? Y ellos le dijeron: No ha estado aquí ramera. Genesis 38:22 Entonces él se volvió a Judá, y dijo: No la hallé: y también los hombres del lugar dijeron: No ha estado aquí ramera. Genesis 38:23 Y Judá dijo: Tómeselo para sí, porque no seamos menospreciados: he aquí, yo he enviado este cabrito, y tú no la hallaste. Genesis 38:24 Y fue que como desde a tres meses, fue dado aviso a Judá, diciendo: Tamar tu nuera ha fornicado, y aun cierto está preñada de las fornicaciones. Y Judá dijo: Sacádla, y sea quemada. Genesis 38:25 Y ella, cuando la sacaban, envió a decir a su suegro: Del varón cuyas son estas cosas, estoy preñada. Y dijo más: Conoce ahora cuyas son estas cosas, el anillo, y el manto, y el bordón. Genesis 38:26 Entonces Judá lo conoció, y dijo: Más justa es que yo, por cuanto no la he dado a Sela mi hijo. Y nunca más la conoció. Genesis 38:27 Y aconteció que al tiempo de parir, he aquí, mellizos en su vientre. Genesis 38:28 Y fue que cuando paría, dio la mano el uno, y la partera tomólo, y ató a su mano un hilo de grana, diciendo: Este salió primero. Genesis 38:29 Y aconteció que tornando él a meter la mano, he aquí, su hermano salió, y dijo: ¿Por qué has rompido sobre ti rotura? Y llamó su nombre Fares. Genesis 38:30 Y después salió su hermano el que tenía en su mano el hilo de grana, y llamó su nombre Zara. Genesis 39:0 Genesis 39:1 Y descendido José a Egipto, compróle Potifar, eunuco de Faraón, capitán de los de la guardia, varón Egipciano, de mano de los Ismaelitas, que le habían llevado allá. Genesis 39:2 Mas Jehová fue con José, y fue varón prosperado: y estaba en la casa de su señor el Egipciano. Genesis 39:3 Y vio su señor que Jehová era con él, y que todo lo que él hacía, Jehová lo prosperaba en su mano. Genesis 39:4 Así halló José gracia en sus ojos, y servíale: y él le hizo mayordomo de su casa, y le entregó en poder todo lo que tenía. Genesis 39:5 Y aconteció, que desde entonces que le dio el cargo de su casa, y de todo lo que tenía, Jehová bendijo la casa del Egipciano a causa de José, y fue la bendición de Jehová sobre todo lo que tenía así en casa como en el campo. Genesis 39:6 Y dejó todo lo que tenía en la mano de José, ni con él sabía nada más que del pan que comía: y José era de hermoso semblante, y bello de vista. Genesis 39:7 ¶ Y aconteció después de esto, que la mujer de su señor alzó sus ojos sobre José, y dijo: Duerme conmigo. Genesis 39:8 Y él no quiso; y dijo a la mujer de su señor: He aquí que mi señor no sabe conmigo lo que hay en casa, que todo lo que tiene ha puesto en mi mano. Genesis 39:9 No hay otro mayor que yo en esta casa, y ninguna cosa me ha defendido sino a ti, por cuanto tú eres su mujer: ¿cómo pues haría yo este grande mal, que pecaría contra Dios? Genesis 39:10 Y fue, que hablando ella a José cada día, y no la escuchando él para acostarse junto a ella, para estar con ella: Genesis 39:11 Aconteció que él vino un día como los otros a casa para hacer su oficio, y no había nadie de los de casa allí en casa. Genesis 39:12 Y ella le tomó por su ropa, diciendo: Duerme conmigo. Entonces él dejóle su ropa en las manos, y huyó, y salióse fuera. Genesis 39:13 ¶ Y fue, que como ella vio que le había dejado su ropa en sus manos, y había huido fuera. Genesis 39:14 Llamó a los de casa, y hablóles, diciendo: Mirád; hános traído un hombre Hebreo, para que hiciese burla de nosotros. Vino a mí para dormir conmigo, y yo di grandes voces. Genesis 39:15 Y viendo él, que yo alzaba la voz, y gritaba, dejó junto a mí su ropa, y huyó, y salióse fuera. Genesis 39:16 Y ella puso su ropa cerca de sí, hasta que vino su señor a su casa: Genesis 39:17 Y ella le habló semejantes palabras, diciendo: Vino a mí el siervo Hebreo, que nos trajiste, para deshonrarme: Genesis 39:18 Y como yo alcé mi voz y grité, él dejó su ropa junto a mí, y huyó fuera. Genesis 39:19 Y fue, que como su señor oyó las palabras que su mujer le habló, diciendo: Como esto, que digo, me ha hecho tu siervo, su furor se encendió, Genesis 39:20 Y tomó su señor a José, y púsole en la casa de la cárcel, donde estaban los presos del rey, y estuvo allí en la casa de la cárcel. Genesis 39:21 ¶ Mas Jehová fue con José, y llegó a él su misericordia, y dio su gracia en ojos del príncipe de la casa de la cárcel. Genesis 39:22 Y el príncipe de la casa de la cárcel entregó en mano de José todos los presos, que estaban en la casa de la cárcel, y todo lo que hacían allí, él lo hacía. Genesis 39:23 Ninguna cosa veía el príncipe de la cárcel en su mano, porque Jehová era con él: y lo que él hacía, Jehová lo prosperaba. Genesis 40:0 Genesis 40:1 Y aconteció después de estas cosas, que pecaron el maestresala del rey de Egipto, y el panadero, contra su señor, el rey de Egipto. Genesis 40:2 Y Faraón se enojó contra sus dos eunucos, contra el principal de los maestresalas, y contra el principal de los panaderos. Genesis 40:3 Y púsoles en la cárcel de la casa del capitán de los de la guardia, en la casa de la cárcel, donde José estaba preso. Genesis 40:4 Y el capitán de los de la guardia dio cargo de ellos a José, y él les servía; y estuvieron días en la cárcel. Genesis 40:5 Y soñaron sueño ambos a dos, cada uno su sueño, una misma noche; cada uno conforme a la declaración de su sueño, el maestresala y el panadero del rey de Egipto, que estaban presos en la cárcel. Genesis 40:6 Y vino a ellos José por la mañana, y miróles, y pareció que estaban tristes. Genesis 40:7 Y él preguntó a aquellos eunucos de Faraón, que estaban con él en la cárcel de la casa de su señor, diciendo: ¿Por qué están hoy malos vuestros rostros? Genesis 40:8 Y ellos le dijeron: Hemos soñado sueño, y no hay quien lo declare. Entonces José les dijo: ¿No son de Dios las declaraciones? Contádmelo ahora. Genesis 40:9 ¶ Entonces el príncipe de los maestresalas contó su sueño a José, y díjole: Yo soñaba que veía una vid delante de mí: Genesis 40:10 Y en la vid tres sarmientos; y ella como que florecía, salía su renuevo, maduraron sus racimos de uvas: Genesis 40:11 Y que el vaso de Faraón estaba en mi mano; y que yo tomaba las uvas, y las exprimía en el vaso de Faraón, y daba el vaso en la mano de Faraón. Genesis 40:12 Y díjole José: Esta es su declaración: Los tres sarmientos son tres días: Genesis 40:13 Al cabo de tres días Faraón levantará tu cabeza, y te hará volver en tu asiento; y darás el vaso a Faraón en su mano, como solías cuando eras su maestresala. Genesis 40:14 Por tanto acordarte has de mí dentro de ti, cuando tuvieres bien; y ruégote que tengas conmigo misericordia, que hagas mención de mí a Faraón, y me saques de esta casa: Genesis 40:15 Porque he sido hurtado de la tierra de los Hebreos: y tampoco he hecho aquí porqué me hubiesen de poner en cárcel. Genesis 40:16 Y viendo el príncipe de los panaderos que había declarado bien, dijo a José: También yo soñaba que veía tres canastillos blancos sobre mi cabeza: Genesis 40:17 Y en el canastillo más alto había de todas las viandas de Faraón de obra de panadero; y que las comían las aves del canastillo de sobre mi cabeza. Genesis 40:18 Entonces respondió José, y dijo: Esta es su declaración: Los tres canastillos tres días son: Genesis 40:19 Al cabo de tres días quitará Faraón tu cabeza de ti, y te hará colgar en la horca, y aves comerán tu carne de sobre ti. Genesis 40:20 Y fue al tercero día el día del nacimiento de Faraón, e hizo banquete a todos sus siervos: y alzó la cabeza del príncipe de los maestresalas, y la cabeza del príncipe de los panaderos entre sus siervos: Genesis 40:21 E hizo volver al príncipe de los maestresalas a su oficio, y dio el vaso en mano de Faraón: Genesis 40:22 Y al príncipe de los panaderos hizo ahorcar, como le había declarado José. Genesis 40:23 Y el príncipe de los maestresalas no se acordó de José, mas olvidóse de él. Genesis 41:0 Genesis 41:1 Y aconteció que pasados dos años Faraón soñó. Parecíale que estaba junto al río, Genesis 41:2 Y que del río subían siete vacas, hermosas de vista, y gruesas de carne: que pacían en el prado: Genesis 41:3 Y que otras siete vacas subían tras ellas del río, feas de vista, y magras de carne, y que se paraban cerca de las vacas hermosas a la orilla del río: Genesis 41:4 Y que las vacas, feas de vista y magras de carne, tragaban a las siete vacas, hermosas de vista y gruesas. Y despertó Faraón. Genesis 41:5 Y durmióse, y soñó la segunda vez: Que siete espigas llenas y hermosas subían de una caña: Genesis 41:6 Y que otras siete espigas menudas y abatidas del solano salían después de ellas: Genesis 41:7 Y que las siete espigas menudas tragaban a las siete espigas gruesas y llenas. Y despertóse Faraón, y he aquí que era sueño. Genesis 41:8 Y acaeció que a la mañana su espíritu se atormentó y envió, e hizo llamar a todos los magos de Egipto, y a todos sus sabios; y contóles Faraón sus sueños; y no había quien los declarase a Faraón. Genesis 41:9 ¶ Entonces el príncipe de los maestresalas habló a Faraón, diciendo: De mis pecados me acuerdo hoy: Genesis 41:10 Faraón se enojó contra sus siervos; y a mí me echó en la cárcel de la casa del capitán de los de la guardia, a mí y al príncipe de los panaderos. Genesis 41:11 Y yo y él soñámos sueño una misma noche, cada uno conforme a la declaración de su sueño, soñámos. Genesis 41:12 Y allí con nosotros estaba un mozo Hebreo, siervo del capitán de los de la guardia: y contámoselo, y él nos declaró nuestros sueños, y declaró a cada uno conforme a su sueño: Genesis 41:13 Y aconteció que como él nos declaró, así fue: a mí me hizo volver a mi asiento; y al otro hizo colgar. Genesis 41:14 Entonces Faraón envió, y llamó a José, e hiciéronle salir corriendo de la cárcel: y trasquiláronle, y mudáronle sus vestidos; y vino a Faraón. Genesis 41:15 Y Faraón dijo a José: Yo he soñado sueño, y no hay quien lo declare: y yo he oído decir de ti, que oyes sueños para declararlos. Genesis 41:16 Y José respondió a Faraón, diciendo: Sin mí, Dios responda paz a Faraón. Genesis 41:17 Entonces Faraón dijo a José: En mi sueño parecíame que estaba a la orilla del río: Genesis 41:18 Y que del río subían siete vacas gruesas de carne, y hermosas de forma, que pacían en el prado: Genesis 41:19 Y que otras siete vacas subían después de ellas, magras y feas de forma mucho, y flacas de carne: no he visto otras semejantes en toda la tierra de Egipto en fealdad: Genesis 41:20 Y que las vacas flacas y feas tragaban a las siete vacas primeras gruesas: Genesis 41:21 Y que entraban en sus entrañas, y no se conocía que hubiesen entrado en sus entrañas; porque el parecer de ellas era aun malo, como de primero; y desperté. Genesis 41:22 Ví también soñando, que siete espigas subían en una caña llenas y hermosas: Genesis 41:23 Y que otras siete espigas menudas, secas, abatidas del solano subían después de ellas: Genesis 41:24 Y que las espigas menudas tragaban a las siete espigas hermosas; y lo he dicho a los magos, y no hay quien me lo declare. Genesis 41:25 Entonces José respondió a Faraón: El sueño de Faraón es un mismo. Dios ha mostrado a Faraón lo que él hace: Genesis 41:26 Las siete vacas hermosas siete años son; y las espigas hermosas son siete años: el sueño es un mismo. Genesis 41:27 Y las siete vacas magras y feas, que subían tras ellas, siete años son; y las siete espigas menudas y secas del solano, siete años serán de hambre. Genesis 41:28 Esto es lo que yo respondo a Faraón: Lo que Dios hace, ha mostrado a Faraón. Genesis 41:29 He aquí, siete años vienen de grande hartura en toda la tierra de Egipto. Genesis 41:30 Y levantarse han tras ellos siete años de hambre, que toda la hartura será olvidada en la tierra de Egipto; y la hambre consumirá la tierra. Genesis 41:31 Y aquella abundancia no será conocida a causa de la hambre de después; la cual será gravísima. Genesis 41:32 Y en segundar el sueño a Faraón dos veces significa que la cosa es firme de parte de Dios, y que Dios se apresura a hacerla. Genesis 41:33 Por tanto ahora provea Faraón a algún varón prudente y sabio, y póngale sobre la tierra de Egipto: Genesis 41:34 Haga Faraón, y ponga gobernadores sobre la provincia; y quinte la tierra de Egipto en los siete años de la hartura; Genesis 41:35 Y junten toda la provisión de estos buenos años que vienen; y alleguen el trigo debajo de la mano de Faraón para mantenimiento de las ciudades y guarden: Genesis 41:36 Y esté aquel mantenimiento en depósito para la tierra para los siete años de la hambre, que serán en la tierra de Egipto, y la tierra no perecerá de hambre. Genesis 41:37 ¶ Y el negocio pareció bien a Faraón, y a sus siervos. Genesis 41:38 Y dijo Faraón a sus siervos: ¿Hemos de hallar otro hombre como este, en quien haya Espíritu de Dios? Genesis 41:39 Y dijo Faraón a José: Pues que Dios te ha hecho saber todo esto, no hay entendido ni sabio como tú. Genesis 41:40 Tú serás sobre mi casa; y por tu dicho se gobernará todo mi pueblo: solamente en la silla seré yo mayor que tú. Genesis 41:41 Dijo más Faraón a José: He aquí, yo te he puesto sobre toda la tierra de Egipto. Genesis 41:42 Entonces Faraón quitó su anillo de su mano, y púsolo en la mano de José; e hízole vestir de ropas de lino finísimo; y puso un collar de oro en su cuello; Genesis 41:43 E hízole subir en su segundo carro, y pregonaron delante de él Abrec; y púsole sobre toda la tierra de Egipto. Genesis 41:44 Y dijo Faraón a José: Yo Faraón: y sin ti ninguno alzará su mano ni su pie en toda la tierra de Egipto. Genesis 41:45 ¶ Y llamó Faraón el nombre de José, Safenat-paneat: y dióle por mujer a Asenet, hija de Potifera, príncipe de On. Y salió José por la tierra de Egipto. Genesis 41:46 Y José era de edad de treinta años, cuando fue presentado delante de Faraón, rey de Egipto: y salió José de delante de Faraón, y pasó por toda la tierra de Egipto. Genesis 41:47 E hizo la tierra aquellos siete años de la hartura a montones. Genesis 41:48 Y juntó todo el mantenimiento de los siete años que fueron en la tierra de Egipto; y dio mantenimiento en las ciudades, poniendo en cada ciudad el mantenimiento del campo de sus al rededores. Genesis 41:49 Y juntó José trigo como arena de la mar, mucho en gran manera, hasta no poderse contar, porque no tenía número. Genesis 41:50 Y nacieron a José dos hijos antes que viniese el año de la hambre: los cuales le parió Asenet, hija de Potifera, príncipe de On. Genesis 41:51 Y llamó José el nombre del primogénito, Manasés: Porque, dice, me hizo olvidar Dios de todo mi trabajo, y de toda la casa de mi padre. Genesis 41:52 Y el nombre del segundo llamó Efraím: Porque, dice, crecer me hizo Dios en la tierra de mi aflicción. Genesis 41:53 Y cumpliéronse los siete años de la hartura, que fue en la tierra de Egipto. Genesis 41:54 Y comenzaron a venir los siete años de la hambre, como José había dicho: y hubo hambre en todas las provincias, y en toda la tierra de Egipto había pan. Genesis 41:55 Y hubo hambre en toda la tierra de Egipto, y el pueblo clamó a Faraón por pan. Y dijo Faraón a todo Egipto: Andád a José; lo que él os dijere haréis. Genesis 41:56 Y había hambre sobre toda la haz de la tierra. Entonces José abrió todo donde había, y vendió a los Egipcios: porque la hambre había crecido en la tierra de Egipto. Genesis 41:57 Y toda la tierra venía a Egipto para comprar de José; porque por toda la tierra había crecido la hambre. Genesis 42:0 Genesis 42:1 Y viendo Jacob que en Egipto había alimentos, dijo a sus hijos: ¿Por qué os estáis mirando? Genesis 42:2 Y dijo: He aquí yo he oído que hay alimentos en Egipto; descendéd allá, y comprád para nosotros de allá, para que vivamos, y no nos muramos. Genesis 42:3 Y descendieron los diez hermanos de José a comprar trigo a Egipto. Genesis 42:4 Mas a Ben-jamín, hermano de José, no envió Jacob con sus hermanos, porque dijo: Porque no le acontezca algún desastre. Genesis 42:5 Y vinieron los hijos de Israel a comprar entre los que venían; porque había hambre en la tierra de Canaán. Genesis 42:6 ¶ Y José era el señor de la tierra, que vendía el trigo a todo el pueblo de la tierra: y llegaron los hermanos de José, e inclináronse a él la haz sobre la tierra. Genesis 42:7 Y José como vio a sus hermanos, conociólos, e hizo que no los conocía; y hablóles ásperamente, y díjoles: ¿De dónde habéis venido? Ellos respondieron: De la tierra de Canaán a comprar alimentos. Genesis 42:8 Y José conoció a sus hermanos, mas ellos no le conocieron. Genesis 42:9 Entonces José se acordó de los sueños que había soñado de ellos, y díjoles: Espiones sois: por ver lo descubierto de la tierra habéis venido. Genesis 42:10 Y ellos le respondieron: No, señor mío; mas tus siervos han venido a comprar alimentos. Genesis 42:11 Todos nosotros somos hijos de un varón, hombres de verdad somos: tus siervos nunca fueron espiones. Genesis 42:12 Y él les dijo: No: a ver lo descubierto de la tierra habéis venido. Genesis 42:13 Ellos respondieron: Tus siervos somos doce hermanos, hijos de un varón en la tierra de Canaán: y, he aquí, el menor está con nuestro padre hoy, y otro no parece. Genesis 42:14 Y José les dijo: Eso es lo que yo os he dicho, diciendo que sois espiones. Genesis 42:15 En esto seréis probados: Vive Faraón, que no saldréis de aquí, sino cuando vuestro hermano menor viniere aquí. Genesis 42:16 Enviád uno de vosotros, y tome a vuestro hermano; y vosotros quedád presos; y vuestras palabras serán probadas, si hay verdad con vosotros: y si no, vive Faraón que sois espiones. Genesis 42:17 Y juntóles en la cárcel tres días. Genesis 42:18 Y al tercero día díjoles José: Hacéd esto, y vivíd: Yo temo a Dios. Genesis 42:19 Si sois hombres de verdad, quede preso en la casa de vuestra cárcel uno de vuestros hermanos: y vosotros id, llevád el alimento para la hambre de vuestra casa: Genesis 42:20 Y traerme heis a vuestro hermano menor, y serán verificadas vuestras palabras; y no moriréis. Y ellos lo hicieron así. Genesis 42:21 Y decían el uno al otro: Verdaderamente nosotros hemos pecado contra nuestro hermano, que vimos el angustia de su alma, cuando nos rogaba, y no oímos: por eso ha venido sobre nosotros esta angustia. Genesis 42:22 Entonces Rubén les respondió, diciendo: ¿No os lo decía yo, diciendo: No pequéis contra el mozo, y no oísteis? He aquí también su sangre es requerida. Genesis 42:23 Y ellos no sabían que entendía José; porque había intérprete entre ellos. Genesis 42:24 Y apartóse de ellos, y lloró: después volvió a ellos, y hablóles, y tomó de ellos a Simeón, y emprisionóle delante de ellos. Genesis 42:25 Y mandó José que hinchesen sus sacos de trigo, y les volviesen su dinero de cada uno de ellos en su saco, y les diesen comida para el camino: y fue hecho con ellos así. Genesis 42:26 Y ellos pusieron su trigo sobre sus asnos, y fuéronse de allí. Genesis 42:27 Y abriendo el uno su saco para dar de comer a su asno, en el mesón, vio su dinero que estaba en la boca de su costal. Genesis 42:28 Y dijo a sus hermanos: Mi dinero es vuelto, y hélo aquí también en mi saco. Entonces el corazón se les sobresaltó, y espantados el uno al otro, dijeron: ¿Qué es esto que nos ha hecho Dios? Genesis 42:29 ¶ Y venidos a Jacob su padre en tierra de Canaán, contáronle todo lo que les había acaecido, diciendo: Genesis 42:30 Aquel varón, señor de la tierra, nos habló ásperamente, y nos trató como a espiones de la tierra: Genesis 42:31 Y nosotros le dijimos: Hombres de verdad somos; nunca fuimos espiones. Genesis 42:32 Doce hermanos somos, hijos de nuestro padre; el uno no parece, y el menor está hoy con nuestro padre en la tierra de Canaán. Genesis 42:33 Y aquel varón, señor de la tierra, nos dijo: En esto conoceré que sois hombres de verdad: Dejád conmigo el uno de vuestros hermanos, y tomád para la hambre de vuestras casas; y andád, Genesis 42:34 Y traédme a vuestro hermano el menor, para que yo sepa que no sois espiones, sino hombres de verdad, y daros he a vuestro hermano, y negociaréis en la tierra. Genesis 42:35 Y aconteció, que vaciando ellos sus sacos, he aquí que en el saco de cada uno estaba el trapo de su dinero: y viendo ellos y su padre los trapos de sus dineros, tuvieron temor. Genesis 42:36 Entonces su padre Jacob les dijo: Deshijádome habéis: José no parece, y Simeón no parece, y a Ben-jamín tomaréis: sobre mí son todas estas cosas. Genesis 42:37 Y Rubén habló a su padre, diciendo: Mis dos hijos harás morir, si no te lo volviere: dále en mi mano, que yo le volveré a ti. Genesis 42:38 Y él dijo: No descenderá mi hijo con vosotros: que su hermano es muerto, y él solo ha quedado: y si le aconteciere algún desastre en el camino donde vais, haréis descender mis canas con dolor a la sepultura. Genesis 43:0 Genesis 43:1 Y la hambre era grande en la tierra. Genesis 43:2 Y aconteció que como acabaron de comer el trigo que trajeron de Egipto, díjoles su padre: Volvéd, comprád para nosotros un poco de alimento. Genesis 43:3 Y respondióle Judá, diciendo: Protestando nos protestó aquel varón, diciendo: No veréis mi rostro sin vuestro hermano con vosotros. Genesis 43:4 Si enviares nuestro hermano con nosotros, descenderemos, y comprarte hemos alimento. Genesis 43:5 Y si no le enviares, no descenderemos; porque aquel varón nos dijo: No veréis mi rostro sin vuestro hermano con vosotros. Genesis 43:6 Y dijo Israel: ¿Por qué me hicisteis mal declarando al varón, que teníais más hermano? Genesis 43:7 Y ellos respondieron: Preguntando nos preguntó aquel varón por nosotros, y por nuestra parentela, diciendo: ¿Vive aun vuestro padre? ¿Tenéis más hermano? Y declarámosle conforme a estas palabras: ¿Podíamos nosotros saber que había de decir: Hacéd venir a vuestro hermano? Genesis 43:8 Entonces Judá dijo a Israel su padre: Envía al mozo conmigo, y levantarnos hemos, e iremos, porque vivamos y no muramos nosotros: y tú, y nuestros niños. Genesis 43:9 Yo salgo por fiador, de mi mano le requerirás: si yo no te le volviere, y le pusiere delante de ti, cargue yo con la culpa para siempre. Genesis 43:10 Que si no nos hubiéramos detenido, cierto ahora hubiéramos ya vuelto dos veces. Genesis 43:11 Entonces Israel su padre les respondió: Pues que así es, hacédlo: tomád de lo mejor de la tierra en vuestros vasos, y llevád a aquel varón un presente, un poco de resina, y un poco de miel, especias, y almáciga, piñones, y almendras. Genesis 43:12 Y tomád en vuestras manos doblado dinero; y llevád en vuestra mano el dinero vuelto en las bocas de vuestros costales, quizá fue yerro. Genesis 43:13 Y tomád vuestro hermano, y levantáos, y volvéd a aquel varón. Genesis 43:14 Y el Dios omnipotente os dé misericordias delante de aquel varón, y os suelte al otro vuestro hermano, y a este Ben-jamín: y yo como deshijado, deshijado. Genesis 43:15 Entonces aquellos varones tomaron el presente, y tomaron en su mano doblado dinero, y a Ben-jamín; y levantáronse y descendieron a Egipto, y presentáronse delante de José. Genesis 43:16 ¶ Y José vio con ellos a Ben-jamín, y dijo al que presidía en su casa: Mete aquellos varones en casa, y degüella víctima, y apareja; porque estos varones comerán conmigo al mediodía. Genesis 43:17 Y el varón hizo como José dijo, y metió aquel varón a los hombres en casa de José. Genesis 43:18 Y aquellos hombres tuvieron temor, cuando fueron metidos en casa de José, y decían: Por el dinero que fue vuelto en nuestros costales la primera vez nos han metido, para revolver sobre nosotros, y dar sobre nosotros, y tomarnos por siervos a nosotros, y a nuestros asnos. Genesis 43:19 Y llegáronse a aquel varón, que presidía en casa de José, y habláronle a la entrada de la casa, Genesis 43:20 Y dijeron: Ay, señor mío, nosotros descendimos al principio a comprar alimentos: Genesis 43:21 Y aconteció que como venímos al mesón, y abrímos nuestros costales, he aquí que el dinero de cada uno estaba en la boca de su costal, nuestro dinero por su peso: y hémoslo vuelto en nuestras manos. Genesis 43:22 Y hemos traído en nuestras manos otro dinero para comprar alimentos: nosotros no sabemos quien haya puesto nuestro dinero en nuestros costales. Genesis 43:23 Y él respondió: Paz a vosotros; no temáis: vuestro Dios, y el Dios de vuestro padre, os dio el tesoro en vuestros costales: vuestro dinero vino a mí. Y sacó a Simeón a ellos. Genesis 43:24 Y metió aquel varón a aquellos hombres en casa de José: y dio agua; y lavaron sus pies, y dio de comer a sus asnos. Genesis 43:25 Y ellos apercibieron el presente entre tanto que venía José, al mediodía, porque habían oído que allí habían de comer pan. Genesis 43:26 Y vino José a casa; y ellos trajeron a casa el presente que tenían en su mano, e inclináronse a él hasta tierra. Genesis 43:27 Entonces él les preguntó como estaban, y dijo: ¿Vuestro padre, el viejo que dijisteis, vale bien? ¿es aun vivo? Genesis 43:28 Y ellos respondieron: Bien va a tu siervo nuestro padre; aun vive. E inclináronse, e hicieron reverencia. Genesis 43:29 Y alzando él sus ojos vio a Ben-jamín su hermano, hijo de su madre, y dijo: ¿Es este vuestro hermano menor, de quien me dijisteis? Y dijo: Dios haya misericordia de ti, hijo mío. Genesis 43:30 Entonces José se apresuró, que se encendieron sus entrañas sobre su hermano, y procuró de llorar: y entróse en la cámara, y lloró allí. Genesis 43:31 ¶ Y lavó su rostro, y salió y esforzóse, y dijo: Ponéd pan. Genesis 43:32 Y pusiéronle a él a parte, y a ellos a parte, y a los Egipcios que comían con él, a parte; porque los Egipcios no pueden comer con los Hebreos pan, que es abominación a los Egipcios. Genesis 43:33 Y asentáronse delante de él el mayor conforme a su mayoría, y el menor conforme a su menoría: y aquellos hombres estaban espantados el uno al otro. Genesis 43:34 Y él tomó presentes de delante de sí para ellos: y el presente de Ben-jamín fue aumentado más que los presentes de todos ellos en cinco partes. Y ellos bebieron, y alegráronse con él. Genesis 44:0 Genesis 44:1 Y él mandó al que presidía en su casa, diciendo: Hinche los costales de aquestos varones de alimentos, cuanto pudieren llevar, y pon el dinero de cada uno en la boca de su costal. Genesis 44:2 Y mi copa, la copa de plata, pondrás en la boca del costal del menor con el dinero de su trigo. Y él hizo como José dijo. Genesis 44:3 Venida la mañana, los hombres fueron despedidos con sus asnos. Genesis 44:4 En saliendo ellos de la ciudad, que aun no se habían alejado, José dijo al que presidía en su casa: Levántate, y sigue a aquellos hombres: y cuando los tomares, díles: ¿Por qué habéis tornado mal por bien? Genesis 44:5 ¿No es esta la copa en que bebe mi señor? ¿y en que suele adivinar? mal habéis hecho en lo que hicisteis. Genesis 44:6 Y como él los alcanzó, díjoles estas palabras. Genesis 44:7 Y ellos le respondieron: ¿Por qué dice mi señor tales cosas? Nunca tal hagan tus siervos. Genesis 44:8 He aquí, el dinero que hallamos en la boca de nuestros costales te volvimos a traer desde la tierra de Canaán: ¿cómo pues habíamos de hurtar de casa de tu señor plata ni oro? Genesis 44:9 Aquel en quien fuere hallada de tus siervos, que muera, y aun nosotros seremos siervos de mi señor. Genesis 44:10 Y él dijo: También ahora sea conforme a vuestras palabras: aquel en quien se hallare, será mi siervo, y vosotros seréis sin culpa. Genesis 44:11 Ellos entonces diéronse priesa, y derribaron cada uno su costal a tierra, y abrieron cada uno su costal. Genesis 44:12 Y buscó, desde el mayor comenzó, y acabó en el menor: y la copa fue hallada en el costal de Ben-jamín. Genesis 44:13 Entonces ellos rompieron sus vestidos, y cargó cada uno su asno, y volvieron a la ciudad. Genesis 44:14 Y llegó Judá y sus hermanos a casa de José, y él estaba aun allí, y postráronse delante de él en tierra. Genesis 44:15 Y díjoles José: ¿Qué obra es esta que habéis hecho? ¿No sabéis vosotros que un hombre como yo adivinando adivina? Genesis 44:16 ¶ Entonces Judá dijo: ¿Qué diremos a mi señor? ¿Qué hablaremos? o ¿con qué nos justificaremos? Dios ha descubierto la maldad de tus siervos: he aquí, nosotros somos siervos de mi señor, nosotros también, y aquel en cuyo poder fue hallada la copa. Genesis 44:17 Y él respondió: Nunca yo tal haga: el varón en cuyo poder fue hallada la copa; aquel será mi siervo: vosotros id en paz a vuestro padre. Genesis 44:18 Entonces Judá se llegó a él, y dijo: Ay, señor mío, ruégote que hable tu siervo una palabra en oídos de mi señor, y no se encienda tu enojo contra tu siervo, pues que tú eres como Faraón. Genesis 44:19 Mi señor preguntó a sus siervos, diciendo: ¿Tenéis padre, o hermano? Genesis 44:20 Y nosotros respondimos a mi señor: Tenemos un padre viejo, y un mozo nacido en su vejez, pequeño, y un hermano suyo murió, y él quedó solo de su madre, y su padre le ama. Genesis 44:21 Y dijiste a tus siervos: Traédmelo, y yo pondré mis ojos sobre él. Genesis 44:22 Y nosotros dijimos a mi señor: El mozo no puede dejar a su padre; porque si dejare a su padre, el padre morirá. Genesis 44:23 Y dijiste a tus siervos: Si vuestro hermano menor no descendiere con vosotros, no veais más mi rostro. Genesis 44:24 Aconteció pues, que como venímos a mi padre tu siervo, contámosle las palabras de mi señor. Genesis 44:25 Y dijo nuestro padre: Volvéd: comprádnos un poco de alimento. Genesis 44:26 Y nosotros respondimos: No podemos ir: si nuestro hermano menor fuere con nosotros, iremos: porque no podemos ver el rostro del varón, no estando con nosotros nuestro hermano el menor. Genesis 44:27 Entonces tu siervo, mi padre, nos dijo: Vosotros sabéis, que dos hijos me parió mi mujer; Genesis 44:28 Y el uno salió de conmigo, y de él dije: De cierto que fue despedazado; y hasta ahora no le he visto. Genesis 44:29 Y si tomareis también a este de delante de mí, y le aconteciere algún desastre, haréis descender mis canas con dolor a la sepultura. Genesis 44:30 Y ahora como yo viniere a tu siervo, mi padre, y el mozo no fuere conmigo, porque su alma está ligada con el alma de él, Genesis 44:31 Será, que como él no vea al mozo, morirá: y tus siervos harán descender las canas de tu siervo nuestro padre con dolor a la sepultura: Genesis 44:32 Porque tu siervo salió por fiador por el mozo con mi padre, diciendo: Si no te le volviere, entonces yo seré culpado a mi padre todos los días. Genesis 44:33 Ruégote, pues, que quede ahora tu siervo por el mozo por siervo de mi señor, y el mozo vaya con sus hermanos. Genesis 44:34 Porque ¿cómo vendré yo a mi padre sin el mozo? Por no ver el mal que a mi padre vendrá. Genesis 45:0 Genesis 45:1 Entonces José no pudo contenerse delante de todos los que estaban junto a él, y clamó: Hacéd salir de conmigo a todos. Y no quedó nadie con él para darse a conocer José a sus hermanos. Genesis 45:2 Entonces dio su voz con lloro; y oyeron los Egipcios; y oyó también la casa de Faraón. Genesis 45:3 Y dijo José a sus hermanos: Yo soy José: ¿vive aun mi padre? Y sus hermanos no le pudieron responder, porque estaban turbados delante de él. Genesis 45:4 Entonces José dijo a sus hermanos: Llegáos ahora a mí. Y ellos se llegaron. Y él dijo: Yo soy José vuestro hermano, el que vendisteis a Egipto. Genesis 45:5 Ahora pues, no os entristezcáis; ni os pese de haberme vendido acá; que para vida me envió Dios delante de vosotros: Genesis 45:6 Que ya han sido dos años de hambre en medio de la tierra, y aun quedan cinco años, que ni habrá arada ni siega. Genesis 45:7 Y Dios me envió delante de vosotros para que vosotros quedaseis en la tierra, y para daros vida por grande libertad. Genesis 45:8 Así que ahora, no me enviasteis vosotros acá, sino Dios, que me ha puesto por padre de Faraón, y por señor a toda su casa, y por enseñoreador en toda la tierra de Egipto. Genesis 45:9 Dáos priesa: íd a mi padre y decídle: Así dice tu hijo José: Dios me ha puesto por señor de todo Egipto, ven a mí, no te detengas. Genesis 45:10 Y habitarás en la tierra de Gosén, y estarás cerca de mí, tú y tus hijos; y los hijos de tus hijos; tus ganados, y tus vacas, y todo lo que tienes. Genesis 45:11 Y yo te alimentaré allí, que aun quedan cinco años de hambre, porque no perezcas de pobreza tú y tu casa, y todo lo que tienes. Genesis 45:12 Y, he aquí, vuestros ojos ven, y los ojos de mi hermano Ben-jamín, que mi boca os habla. Genesis 45:13 Y haréis saber a mi padre toda mi gloria en Egipto, y todo lo que habéis visto: y dáos priesa, y traed a mi padre acá. Genesis 45:14 Y echóse sobre el cuello de Ben-jamín su hermano, y lloró: y Ben-jamín también lloró sobre su cuello. Genesis 45:15 Y besó a todos sus hermanos, y lloró sobre ellos: y después sus hermanos hablaron con él. Genesis 45:16 ¶ Y la fama fue oída en la casa de Faraón, diciendo: Los hermanos de José han venido. Y plugo en los ojos de Faraón, y en los ojos de sus siervos. Genesis 45:17 Y dijo Faraón a José: Di a tus hermanos: Hacéd esto; cargád vuestras bestias, e id, volvéd a la tierra de Canaán. Genesis 45:18 Y tomád a vuestro padre, y vuestras familias, y veníd a mi; que yo os daré lo bueno de la tierra de Egipto, y comeréis la grosura de la tierra. Genesis 45:19 Y tú manda: Hacéd esto; tomáos de la tierra de Egipto carros para vuestros niños y vuestras mujeres: y tomád a vuestro padre, y veníd. Genesis 45:20 Y no se os dé nada de vuestras alhajas, porque el bien de la tierra de Egipto será vuestro. Genesis 45:21 ¶ E hiciéronlo así los hijos de Israel: y dióles José carros conforme al dicho de Faraón, y dióles mantenimiento para el camino. Genesis 45:22 A todos ellos dio a cada uno mudas de vestidos: y a Ben-jamín dio trescientos pesos de plata, y cinco mudas de vestidos. Genesis 45:23 Y a su padre envió esto; diez asnos cargados de lo mejor de Egipto, y diez asnas cargadas de trigo y pan, y comida para su padre para el camino. Genesis 45:24 Y despidió a sus hermanos, y fuéronse: y díjoles: No riñáis por el camino. Genesis 45:25 Y vinieron de Egipto: y llegaron a la tierra de Canaán a Jacob su padre. Genesis 45:26 Y diéronle las nuevas diciendo: José vive aun: y él es señor en toda la tierra de Egipto: y su corazón se desmayó, que no los creía. Genesis 45:27 Y ellos le contaron todas las palabras de José, que él les había hablado: y viendo él los carros que José enviaba para llevarle, el espíritu de Jacob su padre revivió. Genesis 45:28 Entonces dijo Israel: Basta; aun José mi hijo vive: yo iré y verle he antes que muera. Genesis 46:0 Genesis 46:1 Y partióse Israel con todo lo que tenía, y vino a Beer-seba, y sacrificó sacrificios al Dios de su padre Isaac. Genesis 46:2 Y habló Dios a Israel en visiones de noche, y dijo: Jacob, Jacob. Y él respondió: Heme aquí. Genesis 46:3 Y dijo: Yo soy el Dios, el Dios de tu padre; no temas de descender a Egipto; porque yo te pondré allí en gran gente. Genesis 46:4 Yo descenderé contigo a Egipto; y yo también te haré volver; y José pondrá su mano sobre tus ojos. Genesis 46:5 Y levantóse Jacob de Beer-seba, y tomaron los hijos de Israel a su padre Jacob, y a sus niños, y a sus mujeres en los carros que Faraón había enviado para llevarle. Genesis 46:6 Y tomaron sus ganados, y su hacienda que habían adquirido en la tierra de Canaán, y viniéronse a Egipto, Jacob, y toda su simiente consigo: Genesis 46:7 Sus hijos, y los hijos de sus hijos consigo: sus hijas, y las hijas de sus hijos; y a toda su simiente trajo consigo en Egipto. Genesis 46:8 ¶ Y estos son los nombres de los hijos de Israel, que entraron en Egipto, Jacob, y sus hijos. El primogénito de Jacob, Rubén. Genesis 46:9 Y los hijos de Rubén: Jenoc, y Fallu, y Jesrón, y Carmi. Genesis 46:10 Y los hijos de Simeón: Lamuel, y Lamín, y Ahod, y Jaquín, y Sohar, y Saul hijo de la Cananea. Genesis 46:11 Y los hijos de Leví: Gersón, y Cahat, y Merari. Genesis 46:12 Y los hijos de Judá: Her, y Onán, y Sela, y Fares, y Zara; mas Her, y Onán murieron en la tierra de Canaán. Y los hijos de Fares fueron Jesrón, y Hamul. Genesis 46:13 Y los hijos de Isacar: Tola, y Fua, y Job, y Simerón. Genesis 46:14 Y los hijos de Zabulón: Sared, y Elón, y Jahelel. Genesis 46:15 Estos fueron los hijos de Lia que parió a Jacob en Padan-aram, y a Dina su hija: todas las almas de los hijos y de las hijas fueron treinta y tres. Genesis 46:16 Y los hijos de Gad: Sefón, y Agui, y Jesebón, y Suni, y Heri, y Arodi, y Areli. Genesis 46:17 Y los hijos de Aser: Jamna, y Jesua, y Jessui, y Beria, y Sara hermana de ellos. Los hijos de Beria: Jeber, y Melquiel. Genesis 46:18 Estos fueron los hijos de Zelfa, la que Labán dio a su hija Lia, y parió estos a Jacob, diez y seis almas. Genesis 46:19 Y los hijos de Raquel, mujer de Jacob: José, y Ben-jamín. Genesis 46:20 Y nacieron a José en la tierra de Egipto, que le parió Asenet, hija de Potifera, príncipe de On: Manasés y Efraím. Genesis 46:21 Y los hijos de Ben-jamín: Bela, y Becor, y Asbel, y Gera, y Naamán, y Equi, y Ros, y Mofim, y Ofim, y Ared. Genesis 46:22 Estos fueron los hijos de Raquel que nacieron a Jacob, todas las almas, catorce. Genesis 46:23 Y los hijos de Dan: Husín. Genesis 46:24 Y los hijos de Neftalí: Jasiel, y Gumi, y Jeser, y Sallem. Genesis 46:25 Estos fueron los hijos de Bala, la que dio Labán a Raquel su hija, y parió estos a Jacob, todas las almas, siete. Genesis 46:26 Todas las personas que vinieron con Jacob a Egipto, que salieron de su muslo, sin las mujeres de los hijos de Jacob, todas las personas fueron sesenta y seis. Genesis 46:27 Y los hijos de José, que le nacieron en Egipto, dos personas. Todas las almas de la casa de Jacob, que entraron en Egipto fueron setenta. Genesis 46:28 Y envió a Judá delante de sí a José para que le viniese a ver a Gosén, y llegaron a la tierra de Gosén. Genesis 46:29 ¶ Y José unció su carro, y vino a recibir a Israel su padre a Gosén, y mostrósele: y echóse sobre su cuello, y lloró sobre su cuello asaz. Genesis 46:30 Entonces Israel dijo a José: Muera yo ahora, pues que ya he visto tu rostro: que aun vives. Genesis 46:31 Y José dijo a sus hermanos, y a la casa de su padre: Yo subiré, y haré saber a Faraón, y decirle he: Mis hermanos y la casa de mi padre, que estaban en la tierra de Canaán, han venido a mí. Genesis 46:32 Y los hombres son pastores de ovejas, porque son hombres ganaderos: y han traído sus ovejas y sus vacas; y todo lo que tenían. Genesis 46:33 Y cuando Faraón os llamare, y dijere: ¿Qué es vuestro oficio? Genesis 46:34 Entonces diréis: Hombres de ganado han sido tus siervos desde nuestra mocedad hasta ahora, nosotros y nuestros padres: para que moréis en la tierra de Gosén, porque los Egipcios abominan a todo pastor de ovejas. Genesis 47:0 Genesis 47:1 Y José vino, e hizo saber a Faraón, y dijo: Mi padre y mis hermanos, y sus ovejas, y sus vacas, con todo lo que tienen, han venido de la tierra de Canaán; y, he aquí, están en la tierra de Gosén. Genesis 47:2 Y de los postreros de sus hermanos tomó cinco varones, y presentólos delante de Faraón: Genesis 47:3 Y Faraón dijo a sus hermanos: ¿Qué son vuestros oficios? Y ellos respondieron a Faraón: Pastores de ovejas son tus siervos, así nosotros, como nuestros padres. Genesis 47:4 Y dijeron a Faraón: Por morar en esta tierra hemos venido; porque no hay pasto para las ovejas de tus siervos, que la hambre es grave en la tierra de Canaán, por tanto ahora rogámoste que habiten tus siervos en la tierra de Gosén. Genesis 47:5 Entonces Faraón habló a José, diciendo: Tu padre y tus hermanos han venido a ti. Genesis 47:6 La tierra de Egipto delante de ti está, en lo mejor de la tierra haz habitar a tu padre y a tus hermanos: habiten en la tierra de Gosén: y si entiendes que hay entre ellos hombres valientes, ponerlos has por mayorales del ganado sobre lo que es mío. Genesis 47:7 Y metió José a Jacob su padre, y presentóle delante de Faraón; y Jacob bendijo a Faraón. Genesis 47:8 Y dijo Faraón a Jacob: ¿Cuántos son los días de los años de tu vida? Genesis 47:9 Y Jacob respondió a Faraón: Los días de los años de mi peregrinación son ciento y treinta años: pocos y malos han sido los días de los años de mi vida: y no han llegado a los días de los años de la vida de mis padres, en los días de sus peregrinaciones. Genesis 47:10 Y Jacob bendijo a Faraón, y salióse de delante de Faraón. Genesis 47:11 Así José hizo habitar a su padre y a sus hermanos, y dióles posesión en la tierra de Egipto en lo mejor de la tierra, en la tierra de Rameses como Faraón mandó. Genesis 47:12 Y alimentaba José a su padre y a sus hermanos, y a toda la casa de su padre, de pan, hasta la boca del niño. Genesis 47:13 ¶ Y no había pan en toda la tierra, y la hambre era muy grave: y desfalleció de hambre la tierra de Egipto, y la tierra de Canaán. Genesis 47:14 Y José recogió todo el dinero que se halló en la tierra de Egipto, y en la tierra de Canaán por los alimentos que compraban de él: y metió José el dinero en casa de Faraón. Genesis 47:15 Y acabado el dinero de la tierra de Egipto, y de la tierra de Canaán, vino todo Egipto a José, diciendo: Dános pan: ¿por qué moriremos delante de ti, que se ha acabado el dinero? Genesis 47:16 Y José dijo: Dad vuestros ganados, y yo os daré por vuestros ganados, si se ha acabado el dinero. Genesis 47:17 Y ellos trajeron sus ganados a José, y José les dio alimentos por caballos, y por el ganado de las ovejas, y por el ganado de las vacas, y por asnos: y sustentólos de pan por todos sus ganados aquel año. Genesis 47:18 Y acabado aquel año, vinieron a él el segundo año, y dijéronle: No encubriremos de nuestro señor, que ciertamente se ha acabado el dinero, ni ganado de nuestro señor ha quedado delante de nuestro señor; mas que nuestros cuerpos, y nuestra tierra. Genesis 47:19 ¿Por qué moriremos delante de tus ojos así nosotros como nuestra tierra? Cómpranos a nosotros y a nuestra tierra por pan; y seremos nosotros y nuestra tierra siervos de Faraón: y da simiente para que vivamos, y no nos muramos, y no se asuele la tierra. Genesis 47:20 Entonces José compró toda la tierra de Egipto para Faraón: porque los Egipcios vendieron cada uno sus tierras, porque la hambre se fortaleció sobre ellos: y fue la tierra de Faraón. Genesis 47:21 Y al pueblo hízole pasar a las ciudades desde el un cabo del término de Egipto hasta el otro cabo. Genesis 47:22 Solamente la tierra de los sacerdotes no compró, por cuanto los sacerdotes tenían ración de Faraón, y ellos comían su ración que Faraón les daba: por eso no vendieron su tierra. Genesis 47:23 ¶ Y José dijo al pueblo: He aquí yo os he comprado hoy, a vosotros y a vuestra tierra para Faraón: veis aquí simiente, y sembraréis la tierra. Genesis 47:24 Y será que de los frutos daréis el quinto a Faraón: y las cuatro partes serán vuestras para sembrar las tierras, y para vuestro mantenimiento, y de los que están en vuestras casas, y para que coman vuestros niños. Genesis 47:25 Y ellos respondieron: La vida nos has dado: hallemos gracia en ojos de mi señor, que seamos siervos de Faraón. Genesis 47:26 Entonces José lo puso por fuero hasta hoy sobre la tierra de Egipto, a Faraón el quinto: salvo que la tierra de los sacerdotes sola no fue de Faraón. Genesis 47:27 Así habitó Israel en la tierra de Egipto, en la tierra de Gosén, y aposesionáronse en ella, y aumentáronse, y multiplicaron en gran manera. Genesis 47:28 Y vivió Jacob en la tierra de Egipto diez y siete años, y fueron los días de Jacob, los años de su vida, ciento y cuarenta y siete años. Genesis 47:29 ¶ Y llegáronse los días de Israel para morir, y llamó a José su hijo, y díjole: Si he hallado ahora gracia en tus ojos, yo te ruego que pongas tu mano debajo de mi muslo, y harás conmigo misericordia y verdad. Ruégote que no me entierres en Egipto: Genesis 47:30 Mas cuando durmiere con mis padres, llevarme has de Egipto, y sepultarme has en el sepulcro de ellos. Y él respondió: Yo haré como tú dices. Genesis 47:31 Y él dijo: Júrame. Y él le juró. Entonces Israel se inclinó a la cabecera de la cama. Genesis 48:0 Genesis 48:1 Y fue, que después de estas cosas, fue dicho a José: He aquí, tu padre está enfermo. Y él tomó consigo a sus dos hijos, Manasés y Efraím: Genesis 48:2 Y fue hecho saber a Jacob, diciendo: He aquí, José tu hijo viene a ti. Entonces Israel se esforzó, y asentóse sobre la cama; Genesis 48:3 Y dijo a José: El Dios omnipotente me apareció en Luza, en la tierra de Canaán; y me bendijo, Genesis 48:4 Y díjome: He aquí, yo te hago crecer, y te multiplicaré, y te pondré por compañía de pueblos: y esta tierra daré a tu simiente después de ti, por heredad perpetua. Genesis 48:5 Y ahora tus dos hijos, que te nacieron en la tierra de Egipto antes que yo viniese a ti, a la tierra de Egipto, míos son; Efraím y Manasés, como Rubén y Simeón serán míos. Genesis 48:6 Y los que después de ellos has engendrado serán tuyos: por el nombre de sus hermanos serán llamados en sus heredades. Genesis 48:7 Y yo, cuando venía de Padan-aram, Raquel se me murió en la tierra de Canaán en el camino, como media legua de tierra viniendo a Efrata: y sepultéla allí en el camino de Efrata, que es Belén. Genesis 48:8 ¶ Y vio Israel los hijos de José, y dijo: ¿Quién son estos? Genesis 48:9 Y respondió José a su padre: Mis hijos son, que Dios me ha dado aquí. Y él dijo: Allégalos ahora a mí, y bendecirlos he. Genesis 48:10 Y los ojos de Israel eran ya agravados de la vejez que no podía ver. E hízolos llegar a él, y él los besó y abrazó. Genesis 48:11 Y dijo Israel a José: Yo no pensaba ver tu rostro; y, he aquí, Dios me ha hecho ver también tu simiente. Genesis 48:12 Entonces José los sacó de entre sus rodillas, e inclinóse a tierra. Genesis 48:13 Y tomólos José a ambos, Efraím a su diestra, a la siniestra de Israel; y a Manasés a su siniestra, a la diestra de Israel, e hízolos llegar a él. Genesis 48:14 Entonces Israel extendió su diestra, y púsola sobre la cabeza de Efraím, que era el menor, y su siniestra sobre la cabeza de Manasés haciendo entender a sus manos, aunque Manasés era el primogénito. Genesis 48:15 Y bendijo a José, y dijo: El Dios en cuya presencia anduvieron mis padres Abraham e Isaac: el Dios que me mantiene desde que yo soy hasta este día, Genesis 48:16 El ángel que me escapa de todo mal, bendiga a estos mozos: y mi nombre sea llamado en ellos, y el nombre de mis padres Abraham e Isaac, y multipliquen en multitud en medio de la tierra. Genesis 48:17 Entonces viendo José que su padre ponía la mano derecha sobre la cabeza de Efraím, pesóle en sus ojos; y tomó la mano de su padre, por quitarla de sobre la cabeza de Efraím a la cabeza de Manasés. Genesis 48:18 Y dijo José a su padre: No así, padre mío, porque este es el primogénito: pon tu diestra sobre su cabeza. Genesis 48:19 Mas su padre no quiso, y dijo: Yo lo sé, hijo mío, yo lo sé: también él será en pueblo, y él también crecerá: mas su hermano menor será más grande que él, y su simiente será plenitud de gentes. Genesis 48:20 Y bendíjolos aquel día, diciendo: En ti bendecirá Israel, diciendo: Póngate Dios como a Efraím, y como a Manasés. Y puso a Efraím delante de Manasés. Genesis 48:21 Y dijo Israel a José: He aquí, yo muero; mas Dios será con vosotros, y os hará volver a la tierra de vuestros padres. Genesis 48:22 Y yo te he dado a ti una parte sobre tus hermanos, que yo tomé de mano del Amorreo con mi espada y con mi arco. Genesis 49:0 Genesis 49:1 Y llamó Jacob a sus hijos, y dijo: Juntáos y declararos he lo que os ha de acontecer en los postreros días. Genesis 49:2 Juntáos y oíd, hijos de Jacob, y oíd a vuestro padre Israel. Genesis 49:3 Rubén, tú eres mi primogénito, mi fortaleza, y el principio de mi vigor: principal en dignidad, principal en fortaleza: Genesis 49:4 Corriente como las aguas, no seas el principal; por cuanto subiste al lecho de tu padre; entonces te envileciste subiendo a mi estrado. Genesis 49:5 Simeón y Leví, hermanos; armas de iniquidad sus armas. Genesis 49:6 En su secreto no entre mi alma, ni mi honra se junte en su compañía; que en su furor mataron varón, y en su voluntad arrancaron muro. Genesis 49:7 Maldito su furor que es fuerte: y su ira, que es dura: yo los apartaré en Jacob, y los esparciré en Israel. Genesis 49:8 Judá, tú, alabarte han tus hermanos: tu mano en la cerviz de tus enemigos: los hijos de tu padre se inclinarán a ti. Genesis 49:9 Cachorro de león Judá: de la presa subiste, hijo mío: encorvóse, echóse como león, y como león viejo, ¿quién lo despertará? Genesis 49:10 No será quitado el cetro de Judá, y el legislador de entre sus pies, hasta que venga Siloh, y a él se congregarán los pueblos: Genesis 49:11 Atando a la vid su pollino, y a la cepa el hijo de su asna; lavó en el vino su vestido, y en la sangre de uvas su cobertura. Genesis 49:12 Los ojos bermejos del vino, los dientes blancos de la leche. Genesis 49:13 ¶ Zabulón en puertos de mar habitará, y en puerto de navíos: y su término será hasta Sidón. Genesis 49:14 Isacar, asno de hueso echado entre dos líos. Genesis 49:15 Y vio que el descanso era bueno, y que la tierra era deleitosa, y abajó su hombro para llevar, y sirvió en tributo. Genesis 49:16 Dan, juzgará a su pueblo, como una de las tribus de Israel. Genesis 49:17 Será Dan serpiente junto al camino, víbora junto a la senda, que muerde los talones de los caballos, y hace caer por detrás al cabalgador de ellos. Genesis 49:18 Tu salud esperé, oh Jehová. Genesis 49:19 Gad, ejército le acometerá; mas al fin él acometerá. Genesis 49:20 El pan de Aser será grueso, y él dará deleites de rey. Genesis 49:21 Neftalí, cierva dejada que dará dichos hermosos. Genesis 49:22 ¶ Ramo fructífero José, ramo fructífero junto a fuente; las doncellas van sobre el muro. Genesis 49:23 Y amargáronle, y asaeteáronle, y aborreciéronle los señores de saetas. Genesis 49:24 Mas su arco quedó en fortaleza, y los brazos de sus manos se corroboraron por las manos del fuerte Dios de Jacob: de allí apacentó la piedra de Israel: Genesis 49:25 Del Dios de tu padre, el cual te ayudará, y del Omnipotente, el cual te bendecirá con bendiciones de los cielos de arriba, con bendiciones del abismo que está abajo, con bendiciones de pechos y de matriz. Genesis 49:26 Las bendiciones de tu padre fueron mayores que las bendiciones de mis progenitores: hasta el término de los collados eternos serán sobre la cabeza de José y sobre la mollera del Nazareno de sus hermanos. Genesis 49:27 ¶ Ben-jamín, lobo arrebatador: a la mañana comerá la presa, y a la tarde repartirá los despojos. Genesis 49:28 Todos estos fueron las tribus de Israel, doce: y esto fue lo que su padre les dijo: y bendíjoles: a cada uno por su bendición los bendijo. Genesis 49:29 Y mandóles, y díjoles: Yo soy congregado con mi pueblo; sepultádme con mis padres en la cueva, que está en el campo de Efrón el Jetteo. Genesis 49:30 En la cueva que está en el campo de la dobladura, que está delante de Mamré en la tierra de Canaán, la cual compró Abraham con el mismo campo de Efrón el Jetteo para heredad de sepultura. Genesis 49:31 Allí sepultaron a Abraham, y a Sara su mujer: allí sepultaron a Isaac, y a Rebeca su mujer: allí también sepulté yo a Lia. Genesis 49:32 Compra del campo y de la cueva que está en él, de los hijos de Jet. Genesis 49:33 Y como acabó Jacob de dar mandamientos a sus hijos, encogió sus pies en la cama, y espiró; y fue congregado con sus padres. Genesis 50:0 Genesis 50:1 Entonces José se echó sobre el rostro de su padre, y lloró sobre él, y besóle. Genesis 50:2 Y mandó José a sus siervos médicos que embalsamasen a su padre: y los médicos embalsamaron a Israel. Genesis 50:3 Y cumpliéronle cuarenta días, porque así cumplían los días de los embalsamados, y lloráronle los Egipcios setenta días. Genesis 50:4 ¶ Y pasados los días de su luto, habló José a los de la casa de Faraón, diciendo: Si he hallado ahora gracia en vuestros ojos, ruégoos que habléis en oídos de Faraón, diciendo: Genesis 50:5 Mi padre me conjuró, diciendo: He aquí, yo muero, en mi sepulcro, que yo cavé para mí en la tierra de Canaán, allí me sepultarás: ruego pues que vaya yo ahora, y sepultaré a mi padre, y volveré. Genesis 50:6 Y Faraón dijo: Vé, y sepulta a tu padre, como él te conjuró. Genesis 50:7 Entonces José subió a sepultar a su padre, y subieron con él todos los siervos de Faraón, los ancianos de su casa, y todos los ancianos de la tierra de Egipto, Genesis 50:8 Y toda la casa de José, y sus hermanos, y la casa de su padre; solamente dejaron en la tierra de Gosén sus niños, y sus ovejas, y sus vacas. Genesis 50:9 Y subieron también con él carros y gente de a caballo, e hízose un escuadrón muy grande. Genesis 50:10 Y llegaron hasta la Era de Atad, que es de la otra parte del Jordán, y lamentaron allí de grande lamentación y muy grave: e hizo a su padre llanto por siete días. Genesis 50:11 Y viendo los moradores de la tierra, los Cananeos, el llanto en la Era de Atad, dijeron: Llanto grande es este de los Egipcios: por eso fue llamado su nombre Abel-mizraím, que es de la otra parte del Jordán. Genesis 50:12 E hicieron sus hijos con él, como él les mandó. Genesis 50:13 Y lleváronle sus hijos a la tierra de Canaán, y sepultáronle en la cueva del campo de la dobladura, que había comprado Abraham con el mismo campo en heredad de sepultura, de Efrón el Jetteo, delante de Mamré. Genesis 50:14 Y tornóse José a Egipto, él y sus hermanos, y todos los que subieron con él a sepultar a su padre, después que le hubo sepultado. Genesis 50:15 ¶ Y viendo los hermanos de José, que su padre era muerto, dijeron: Quizá nos aborrecerá José, y nos dará el pago de todo el mal que le hicimos. Genesis 50:16 Y enviaron a decir a José: Tu padre mandó antes de su muerte, diciendo: Genesis 50:17 Así diréis a José: Ruégote que perdones ahora la maldad de tus hermanos, y su pecado, porque mal te galardonaron: por tanto ahora rogámoste que perdones la maldad de los siervos del Dios de tu padre. Y José lloró mientras le hablaban. Genesis 50:18 Y vinieron también sus hermanos; y postráronse delante de él, y dijeron: Hénos aquí por tus siervos. Genesis 50:19 Y respondióles José: No tengáis miedo: ¿Soy yo en lugar de Dios? Genesis 50:20 Vosotros pensasteis mal sobre mí; mas Dios lo pensó por bien, para hacer lo que hoy vemos, para dar vida a mucho pueblo. Genesis 50:21 Ahora pues no tengáis miedo, yo os sustentaré a vosotros y a vuestros hijos. Así los consoló, y les habló al corazón. Genesis 50:22 ¶ Y estuvo José en Egipto, él y la casa de su padre: y vivió José ciento y diez años. Genesis 50:23 Y vio José de Efraím los hijos terceros: también los hijos de Maquir, hijo de Manasés, fueron criados sobre las rodillas de José. Genesis 50:24 Y José dijo a sus hermanos: Yo me muero; mas Dios visitando os visitará: y os hará subir de aquesta tierra a la tierra, que juró a Abraham, a Isaac, y a Jacob. Genesis 50:25 Y conjuró José a los hijos de Israel, diciendo: Visitando os visitará Dios; y haréis llevar de aquí mis huesos. Genesis 50:26 Y murió José de edad de ciento y diez años, y embalsamáronle, y fue puesto en un arca en Egipto.
Exodus 0:0
Exodus 1:0 Exodus 1:1 Estos son los nombres de los hijos de Israel, que entraron en Egipto con Jacob, cada uno entró con su familia: Exodus 1:2 Rubén, Simeón, Leví, y Judá, Exodus 1:3 Isacar, Zabulón, y Ben-jamín, Exodus 1:4 Dan, y Neftalí, Gad y Aser. Exodus 1:5 Y todas las almas que salieron del muslo de Jacob fueron setenta. Y José estaba en Egipto. Exodus 1:6 Y murió José, y todos sus hermanos, y toda aquella generación. Exodus 1:7 Y los hijos de Israel crecieron, y multiplicaron y fueron aumentados y corroborados grandemente, e hinchióse la tierra de ellos. Exodus 1:8 Levantóse entre tanto un nuevo rey sobre Egipto, que no conocía a José, el cual dijo a su pueblo: Exodus 1:9 He aquí, el pueblo de los hijos de Israel es mayor y más fuerte que nosotros: Exodus 1:10 Ahora pues, seamos sabios para con él, porque no se multiplique: y acontezca, que viniendo guerra, él también se junte con nuestros enemigos, y pelee contra nosotros, y se vaya de la tierra. Exodus 1:11 Entonces pusieron sobre él comisarios de tributos que los molestasen con sus cargas: y edificaron a Faraón las ciudades de los bastimentos, Fitom y Rameses. Exodus 1:12 Empero cuanto más lo molestaban, tanto más se multiplicaba, y crecía: tanto que ellos se fastidiaban de los hijos de Israel. Exodus 1:13 Y los Egipcios hicieron servir a los hijos de Israel con dureza. Exodus 1:14 Y amargaron su vida con servidumbre dura, en barro y ladrillo, y en toda labor del campo, y en todo su servicio en el cual se servían de ellos con dureza. Exodus 1:15 ¶ Y habló el rey de Egipto a las parteras de las Hebreas, una de las cuales se llamaba Séfora, y otra Pua, y díjoles: Exodus 1:16 Cuando parteareis a las Hebreas, y mirareis los asientos, si fuere hijo, matádle: y si fuere hija, entonces viva. Exodus 1:17 Mas las parteras temieron a Dios: y no hicieron como les dijo el rey de Egipto, y daban la vida a los niños. Exodus 1:18 Y el rey de Egipto hizo llamar a las parteras, y díjoles: ¿Por qué habéis hecho esto, que habéis dado vida a los niños? Exodus 1:19 Y las parteras respondieron a Faraón: Porque las mujeres Hebreas no son como las Egipcias, porque son robustas, y paren antes que la partera venga a ellas. Exodus 1:20 E hizo Dios bien a las parteras; y el pueblo se multiplicó, y se corroboraron en gran manera. Exodus 1:21 Y por haber las parteras temido a Dios, él les hizo casas. Exodus 1:22 ¶ Entonces Faraón mandó a todo su pueblo, diciendo: Echád en el río todo hijo que naciere, y a toda hija dad la vida. Exodus 2:0 Exodus 2:1 Un varón de la familia de Leví fue, y tomó por mujer una hija de Leví: Exodus 2:2 La cual concibió, y parióle un hijo, y viéndole que era hermoso, escondióle tres meses. Exodus 2:3 Y no pudiendo tenerle más escondido, tomó una arquilla de juncos, y calafateóla con pez y betún, y puso en ella al niño, y púsole en un carrizal a la orilla del río. Exodus 2:4 Y paróse una hermana suya lejos para ver lo que le acontecería. Exodus 2:5 Y la hija de Faraón descendió a lavarse al río, y paseándose sus doncellas por la ribera del río, ella vio la arquilla en el carrizal, y envió una criada suya a que la tomase. Exodus 2:6 Y como la abrió vio al niño, y he aquí el niño que lloraba: y teniendo compasión de él, dijo: De los niños de los Hebreos es este. Exodus 2:7 Entonces su hermana dijo a la hija de Faraón: ¿Iré a llamarte de las Hebreas, una ama, que te crie este niño? Exodus 2:8 Y la hija de Faraón respondió: Vé. La doncella entonces fue, y llamó a la madre del niño: Exodus 2:9 A la cual dijo la hija de Faraón: Lleva este niño, y críamele, y yo te lo pagaré. Y la mujer tomó el niño, y crióle. Exodus 2:10 Y como creció el niño, ella le trajo a la hija de Faraón, la cual le prohijó, y púsole por nombre Moisés, diciendo: Porque de las aguas le saqué. Exodus 2:11 ¶ Y en aquellos días acaeció que creció Moisés, y salió a sus hermanos, y vio sus cargas: y vio un varón Egipcio, que hería a un Hebreo de sus hermanos. Exodus 2:12 Y miró a todas partes, y viendo que no parecía nadie, hirió al Egipcio, y escondióle en la arena. Exodus 2:13 Y salió el siguiente día, y viendo a dos Hebreos que reñían, dijo al malo: ¿Por qué hieres a tu prójimo? Exodus 2:14 Y él respondió: ¿Quién te ha a ti puesto por príncipe y juez sobre nosotros? ¿Piensas matarme, como mataste al Egipcio? Entonces Moisés tuvo miedo, y dijo: Ciertamente esta cosa es descubierta. Exodus 2:15 ¶ Y oyendo Faraón este negocio, procuró matar a Moisés; mas Moisés huyó de delante de Faraón, y habitó en la tierra de Madián, y sentóse junto a un pozo. Exodus 2:16 El sacerdote de Madián tenía siete hijas, las cuales vinieron a sacar agua para henchir las pilas, y dar de beber a las ovejas de su padre. Exodus 2:17 Mas los pastores vinieron, y echáronlas; entonces Moisés se levantó, y defendiólas, y abrevó sus ovejas: Exodus 2:18 Y volviendo ellas a Raguel, su padre, díjoles él: ¿Por qué habéis hoy venido tan presto? Exodus 2:19 Y ellas respondieron: Un varón Egipcio nos defendió de mano de los pastores, y también nos sacó el agua, y abrevó las ovejas. Exodus 2:20 Y dijo a sus hijas: ¿Y dónde está? ¿Por qué habéis dejado ese hombre? llamádle para que coma pan. Exodus 2:21 Y Moisés acordó de morar con aquel varón, y él dio a Moisés a su hija Séfora. Exodus 2:22 La cual le parió un hijo, y él le puso nombre Gersom, porque dijo: Peregrino soy en tierra ajena. Exodus 2:23 ¶ Y aconteció, que después de muchos días el rey de Egipto murió: y los hijos de Israel suspiraron a causa de la servidumbre, y clamaron, y su clamor subió a Dios desde su servidumbre. Exodus 2:24 Y oyó Dios el gemido de ellos, y acordóse de su concierto con Abraham, Isaac, y Jacob. Exodus 2:25 Y miró Dios a los hijos de Israel, y reconocióles Dios. Exodus 3:0 Exodus 3:1 Y apacentando Moisés las ovejas de Jetro su suegro, sacerdote de Madián, llevó las ovejas detrás del desierto, y vino a Horeb, monte de Dios. Exodus 3:2 Y apareciósele el ángel de Jehová en una llama de fuego en medio de un zarzal: y él miró, y vio que el zarzal ardía en fuego, y el zarzal no se consumía. Exodus 3:3 Entonces Moisés dijo: Ahora yo iré, y veré esta grande visión, por qué causa el zarzal no se queme. Exodus 3:4 ¶ Y viendo Jehová que iba a ver, llamóle Dios de medio del zarzal, y dijo: Moisés, Moisés: Y él respondió: Heme aquí. Exodus 3:5 Y dijo: No te llegues acá: quita tus zapatos de tus pies, porque el lugar en que tú estás, tierra santa es. Exodus 3:6 Y dijo: Yo soy el Dios de tu padre, Dios de Abraham, Dios de Isaac, Dios de Jacob. Entonces Moisés cubrió su rostro, porque tuvo miedo de mirar a Dios. Exodus 3:7 Y dijo Jehová: Viendo he visto la aflicción de mi pueblo, que está en Egipto; y he oído su clamor a causa de sus exactores, por lo cual yo he entendido sus dolores. Exodus 3:8 Y he descendido para librarlos de mano de los Egipcios: yo los sacaré de esta tierra a una tierra buena y ancha, a tierra que corre leche y miel; a los lugares del Cananeo, del Jetteo, del Amorreo, del Ferezeo, del Heveo, y del Jebuseo. Exodus 3:9 El clamor de los hijos de Israel ha venido ahora delante de mí: y también he visto la opresión con que los Egipcios les oprimen. Exodus 3:10 Ven pues ahora, y enviarte he a Faraón, para que saques a mi pueblo, los hijos de Israel, de Egipto. Exodus 3:11 ¶ Entonces Moisés respondió a Dios: ¿Quién soy yo, para que vaya a Faraón, y saque de Egipto a los hijos de Israel? Exodus 3:12 Y él le respondió: Porque yo seré contigo: y esto te será por señal, de que yo te he enviado: Después que hubieres sacado a este pueblo de Egipto, serviréis a Dios sobre este monte. Exodus 3:13 Y dijo Moisés a Dios: He aquí, yo vengo a los hijos de Israel, y les digo: El Dios de vuestros padres me ha enviado a vosotros: y si ellos me preguntan: ¿Cuál es su nombre? ¿Qué les responderé? Exodus 3:14 Y respondió Dios a Moisés: YO SOY EL QUE SOY. Y dijo: Así dirás a los hijos de Israel: YO SOY, me ha enviado a vosotros. Exodus 3:15 Y dijo más Dios a Moisés: Así dirás a los hijos de Israel: Jehová, el Dios de vuestros padres, el Dios de Abraham, Dios de Isaac, y Dios de Jacob, me ha enviado a vosotros. Este es mi nombre para siempre; y este es mi memorial por todos los siglos. Exodus 3:16 Vé, y junta los ancianos de Israel, y díles: Jehová, el Dios de vuestros padres, el Dios de Abraham, de Isaac, y de Jacob, me apareció, diciendo: Visitando os he visitado, y a lo que os es hecho en Egipto; Exodus 3:17 Y dije: Yo os sacaré de la aflicción de Egipto a la tierra del Cananeo, y del Jetteo, y del Amorreo, y del Ferezeo, y del Heveo, y del Jebuseo, a una tierra que corre leche y miel. Exodus 3:18 Y oirán tu voz, e irás tú, y los ancianos de Israel al rey de Egipto, y decirle heis: Jehová, el Dios de los Hebreos, nos ha encontrado: por tanto nosotros iremos ahora camino de tres días por el desierto, para que sacrifiquemos a Jehová nuestro Dios. Exodus 3:19 Mas yo sé, que el rey de Egipto no os dejará ir, sino por mano fuerte. Exodus 3:20 Mas yo extenderé mi mano, y heriré a Egipto con todas mis maravillas, que haré en él; y entonces os dejará ir. Exodus 3:21 Y yo daré a este pueblo gracia en los ojos de los Egipcios, para que cuando os partiereis, no salgáis vacíos: Exodus 3:22 Y demandará cada mujer a su vecina y a su huéspeda vasos de plata, vasos de oro, y vestidos, los cuales pondréis sobre vuestros hijos, y vuestras hijas: y despojaréis a Egipto. Exodus 4:0 Exodus 4:1 Entonces Moisés respondió, y dijo: He aquí que ellos no me creerán, ni oirán mi voz, porque dirán: No te ha aparecido Jehová. Exodus 4:2 Y Jehová dijo: ¿Qué es eso, que tienes en tu mano? Y él respondió: Una vara. Exodus 4:3 Y él le dijo: Echala en tierra. Y él la echó en tierra, y tornóse una culebra: y Moisés huía de ella. Exodus 4:4 Entonces dijo Jehová a Moisés: Extiende tu mano, y tómala por la cola. Y él extendió su mano, y tomóla, y tornóse en la vara en su mano. Exodus 4:5 Por esto creerán, que Jehová el Dios de tus padres, se te ha aparecido: el Dios de Abraham, Dios de Isaac, y Dios de Jacob. Exodus 4:6 Y díjole más Jehová: Mete ahora tu mano en tu seno: Y él metió la mano en su seno: y como la sacó, he aquí que su mano estaba leprosa, como la nieve. Exodus 4:7 Y dijo: Vuelve a meter tu mano en tu seno. Y él volvió a meter su mano en su seno; y volviéndola a sacar del seno, he aquí que era vuelta como la otra carne. Exodus 4:8 Si aconteciere, que no te creyeren, ni obedecieren a la voz de la primera señal, creerán a la voz de la postrera. Exodus 4:9 Y si aun no creyeren a estas dos señales, ni oyeren tu voz, tomarás de las aguas del río, y derramas en tierra, y volverse han aquellas aguas que tomarás del río, volverse han en sangre en la tierra. Exodus 4:10 ¶ Entonces dijo Moisés a Jehová: Ay, Señor, yo no soy hombre de palabras de ayer, ni de anteayer, ni aun desde que tú hablas a tu siervo: porque soy pesado de boca y pesado de lengua. Exodus 4:11 Y Jehová le respondió: ¿Quién dio la boca al hombre? ¿O, quién hizo al mudo y al sordo? ¿al que ve y al ciego? ¿No soy yo Jehová? Exodus 4:12 Vé pues ahora, que yo seré en tu boca, y te enseñaré lo que hayas de hablar. Exodus 4:13 ¶ Y él dijo: Ay, Señor, envía por mano del que has de enviar. Exodus 4:14 Entonces Jehová se enojó contra Moisés, y dijo: ¿No conozco yo a tu hermano Aarón, Levita; que él hablará? Y aun, he aquí, que él te saldrá a recibir, y en viéndote, se alegrará de su corazón. Exodus 4:15 Tú hablarás a él y pondrás en su boca las palabras, y yo seré en tu boca, y en la suya, y os enseñaré lo que hayáis de hacer. Exodus 4:16 Y él hablará por ti al pueblo, y él te será por boca, y tu serás a él por Dios. Exodus 4:17 Y tomarás esta vara en tu mano, con la cual harás las señales. Exodus 4:18 ¶ Así se fue Moisés, y volviendo a su suegro Jetro, díjole: Yo iré ahora, y volveré a mis hermanos, que están en Egipto, para ver si aun viven. Y Jetro dijo a Moisés: Vé en paz. Exodus 4:19 Dijo también Jehová a Moisés en Madián: Vé, y vuélvete a Egipto; porque todos los que te procuraban la muerte, son muertos. Exodus 4:20 Entonces Moisés tomó a su mujer y sus hijos, y púsoles sobre un asno, y volvióse a tierra de Egipto: tomó también Moisés la vara de Dios en su mano. Exodus 4:21 Y dijo Jehová a Moisés: Cuando fueres vuelto a Egipto, mira que hagas delante de Faraón todas las maravillas, que yo he puesto en tu mano: yo empero endureceré su corazón para que no deje ir al pueblo. Exodus 4:22 Y dirás a Faraón: Jehová ha dicho así: Israel es mi hijo, mi primogénito: Exodus 4:23 Y yo te he dicho, que dejes ir a mi hijo, para que me sirva: y no has querido dejarle ir; por tanto, he aquí, yo mato a tu hijo, tu primogénito. Exodus 4:24 Y aconteció en el camino, que en una posada le encontró Jehová, y le quiso matar. Exodus 4:25 Entonces Séfora arrebató un pedernal, y cortó el prepucio de su hijo, y echóle a sus pies, diciendo: Porque tú me eres esposo de sangre. Exodus 4:26 Entonces se apartó de él. Y ella le dijo: Esposo de sangre, a causa de la circuncisión. Exodus 4:27 ¶ Y Jehová dijo a Aarón: Vé a recibir a Moisés al desierto. Y él fue, y encontróle en el monte de Dios, y le besó. Exodus 4:28 Entonces Moisés contó a Aarón todas las palabras de Jehová, que le enviaba, y todas las señales, que le había dado. Exodus 4:29 ¶ Y fueron Moisés y Aarón, y juntaron todos los ancianos de los hijos de Israel, Exodus 4:30 Y Aarón habló todas las palabras que Jehová había dicho a Moisés, e hizo las señales delante de los ojos del pueblo. Exodus 4:31 Y el pueblo creyó: y oyendo, que Jehová había visitado a los hijos de Israel, y que había visto su aflicción, inclináronse, y adoraron. Exodus 5:0 Exodus 5:1 Después de esto Moisés y Aarón entraron a Faraón, y dijéronle: Jehová, el Dios de Israel, dice así: Deja ir mi pueblo a celebrarme fiesta en el desierto. Exodus 5:2 Y Faraón respondió: ¿Quién es Jehová, para que yo oiga su voz, y deje ir a Israel? Yo no conozco a Jehová, ni tampoco dejaré ir a Israel. Exodus 5:3 Y ellos dijeron: El Dios de los Hebreos nos ha encontrado: por tanto nosotros iremos ahora camino de tres días por el desierto, y sacrificaremos a Jehová nuestro Dios: porque no nos encuentre con pestilencia, o espada. Exodus 5:4 Entonces el rey de Egipto les dijo: Moisés, y Aarón: ¿Por qué hacéis cesar al pueblo de su obra? Id a vuestros cargos. Exodus 5:5 Dijo también Faraón: He aquí, el pueblo de la tierra es ahora mucho, y vosotros los hacéis cesar de sus cargos. Exodus 5:6 Y mandó Faraón aquel mismo día a los cuadrilleros del pueblo que tenían cargo del pueblo, y a los gobernadores de él, diciendo: Exodus 5:7 De aquí a delante no daréis paja al pueblo para hacer el ladrillo, como ayer y anteayer; vayan ellos, y cójanse la paja; Exodus 5:8 Y ponerles heis la tarea del ladrillo que hacían antes, y no les disminuiréis nada; porque están ociosos, y por eso dan voces, diciendo: Vamos, y sacrificaremos a nuestro Dios. Exodus 5:9 Agrávese la servidumbre sobre ellos, para que se ocupen en ella, y no miren a palabras de mentira. Exodus 5:10 Y saliendo los cuadrilleros del pueblo, y sus gobernadores, hablaron al pueblo, diciendo: Así ha dicho Faraón: Yo no os doy paja. Exodus 5:11 Id vosotros, y tomáos paja, donde la hallareis: que nada se disminuirá de vuestra tarea. Exodus 5:12 Entonces el pueblo se derramó por toda la tierra de Egipto a coger hojarascas en lugar de paja. Exodus 5:13 Y los cuadrilleros los apremiaban, diciendo: Acabád vuestra obra, la tarea del día en su día, como cuando se os daba paja. Exodus 5:14 Y azotaban a los gobernadores de los hijos de Israel, que los cuadrilleros de Faraón habían puesto sobre ellos, diciendo: ¿Por qué no habéis cumplido vuestra tarea de ladrillo ni ayer ni hoy, como antes? Exodus 5:15 Y los gobernadores de los hijos de Israel vinieron, y quejáronse a Faraón, diciendo: ¿Por qué lo haces así con tus siervos? Exodus 5:16 No se da paja a tus siervos, y con todo eso nos dicen: Hacéd el ladrillo. Y he aquí, tus siervos son azotados, y tu pueblo peca. Exodus 5:17 Y él respondió: Estáis ociosos, ociosos: y por eso decís: Vamos y sacrifiquemos a Jehová, Exodus 5:18 Id pues ahora, trabajád. Paja no se os dará, y daréis la tarea del ladrillo. Exodus 5:19 ¶ Entonces los gobernadores de los hijos de Israel se vieron en aflicción, cuando les era dicho: No se disminuirá nada de vuestro ladrillo, de la tarea del día en su día. Exodus 5:20 Y encontrando a Moisés y a Aarón que estaban delante de ellos cuando salían de Faraón, Exodus 5:21 Dijéronles: Mire Jehová sobre vosotros, y juzgue, que habéis hecho heder nuestro olor delante de Faraón, y de sus siervos, dándoles la espada en las manos para que nos maten. Exodus 5:22 ¶ Entonces Moisés se volvió a Jehová, y dijo: Señor, ¿por qué afliges a este pueblo? ¿Para qué me enviaste? Exodus 5:23 Porque desde que yo vine a Faraón para hablarle en tu nombre, ha afligido a este pueblo, y tampoco has librado a tu pueblo. Exodus 6:0 Exodus 6:1 Y Jehová respondió a Moisés: Ahora verás lo que yo haré a Faraón: porque con mano fuerte los ha de dejar ir, y con mano fuerte los ha de echar de su tierra. Exodus 6:2 Y habló Dios a Moisés, y díjole: Yo soy Jehová; Exodus 6:3 Y yo aparecí a Abraham, a Isaac, y a Jacob en Dios Omnipotente, mas en mi nombre Jehová no me notifiqué a ellos. Exodus 6:4 Y también establecí mi concierto con ellos que les daría la tierra de Canaán; la tierra de sus peregrinaciones, y en la cual fueron extranjeros. Exodus 6:5 Y así mismo yo he oído el gemido de los hijos de Israel; que los Egipcios les hacen servir; y heme acordado de mi concierto. Exodus 6:6 Por tanto dirás a los hijos de Israel: Yo soy Jehová: Y yo os sacaré de debajo de las cargas de Egipto, y os libraré de su servidumbre, y os redimiré con brazo extendido, y con juicios grandes. Exodus 6:7 Y yo os tomaré por mi pueblo, y seré vuestro Dios: y sabréis que yo soy Jehová vuestro Dios, que os saco de debajo de las cargas de Egipto. Exodus 6:8 Y yo os meteré en la tierra, por la cual alcé mi mano, que la daría a Abraham, a Isaac, y a Jacob, y yo os la daré por heredad. Yo Jehová. Exodus 6:9 De esta manera habló Moisés a los hijos de Israel: mas ellos no escuchaban a Moisés a causa de la congoja de espíritu, y de la dura servidumbre. Exodus 6:10 ¶ Y habló Jehová a Moisés, diciendo: Exodus 6:11 Entra, y habla a Faraón rey de Egipto, que deje ir de su tierra a los hijos de Israel. Exodus 6:12 Y respondió Moisés delante de Jehová, diciendo: He aquí, los hijos de Israel, no me escuchan; ¿cómo pues, me escuchará Faraón, mayormente siendo yo incircunciso de labios? Exodus 6:13 Entonces Jehová habló a Moisés y a Aarón, y dióles mandamiento para los hijos de Israel, y para Faraón rey de Egipto, para que sacasen a los hijos de Israel, de la tierra de Egipto. Exodus 6:14 ¶ Estas son las cabezas de las familias de sus padres: Los hijos de Rubén, el primogénito de Israel; Jenoc, y Fallu, Jesrón, y Carmi: estas son las familias de Rubén. Exodus 6:15 Los hijos de Simeón; Jamuel, y Jamín, y Ahod, y Jaquín, y Soher, y Saul, hijo de una mujer Cananea: estas son las familias de Simeón. Exodus 6:16 Estos son los nombres de los hijos de Leví por sus linajes; Gersón, y Caat, y Merari. Y los años de la vida de Leví fueron ciento y treinta y siete años. Exodus 6:17 Y los hijos de Gersón fueron Lebna, y Semeí, por sus familias. Exodus 6:18 Y los hijos de Caat fueron Amram, e Isaar, y Hebrón, y Oziel. Y los años de la vida de Caat fueron ciento y treinta y tres años. Exodus 6:19 Y los hijos de Merari fueron Moholi, y Musi. Estas son las familias de Leví por sus linajes. Exodus 6:20 Y Amram se tomó por mujer a Jocabed su tía; la cual le parió a Aarón, y a Moisés. Y los años de la vida de Amram fueron ciento y treinta y siete años. Exodus 6:21 Y los hijos de Isaar fueron Coré, y Nefeg, y Zecri. Exodus 6:22 Y los hijos de Oziel; Misael y Elisafán, y Setri. Exodus 6:23 Y Aarón se tomó por mujer a Elisabet, hija de Aminadab, hermana de Naasón, la cual le parió a Nadab, y a Abiú, y a Eleazar, y a Itamar. Exodus 6:24 Y los hijos de Coré fueron Aser, y Elcana, y Abiasaf. Estas son las familias de los Coritas. Exodus 6:25 Y Eleazar, hijo de Aarón, se tomó mujer de las hijas de Futiel, la cual le parió a Finees: y estas son las cabezas de los padres de los Levitas por sus familias. Exodus 6:26 Este es Aarón y Moisés, a los cuales Jehová dijo: Sacád a los hijos de Israel de la tierra de Egipto por escuadrones. Exodus 6:27 Estos son los que hablaron a Faraón rey de Egipto, para sacar de Egipto a los hijos de Israel. Este era Moisés y Aarón. Exodus 6:28 Cuando Jehová habló a Moisés en la tierra de Egipto. Exodus 6:29 Entonces Jehová habló a Moisés, diciendo: Yo soy Jehová: di a Faraón rey de Egipto todas las cosas, que yo te digo a ti. Exodus 6:30 Y Moisés respondió delante de Jehová: He aquí, yo soy incircunciso de labios: ¿cómo pues me ha de oír Faraón? Exodus 7:0 Exodus 7:1 Y Jehová dijo a Moisés: Mira, yo te he constituido por Dios de Faraón: y tu hermano Aarón será tu profeta. Exodus 7:2 Tú dirás todas las cosas que yo te mandaré; y Aarón, tu hermano, hablará a Faraón, que deje ir de su tierra a los hijos de Israel. Exodus 7:3 Y yo endureceré el corazón de Faraón, y multiplicaré en la tierra de Egipto mis señales y mis maravillas. Exodus 7:4 Y Faraón no os oirá; mas yo pondré mi mano sobre Egipto, y sacaré mis ejércitos, mi pueblo, los hijos de Israel, de la tierra de Egipto, por grandes juicios. Exodus 7:5 Y sabrán los Egipcios, que yo soy Jehová, cuando extenderé mi mano sobre Egipto, y sacaré los hijos de Israel de en medio de ellos. Exodus 7:6 E hizo Moisés y Aarón como Jehová les mandó; así lo hicieron. Exodus 7:7 Moisés entonces era de edad de ochenta años, y Aarón de edad de ochenta y tres, cuando hablaron a Faraón. Exodus 7:8 Y habló Jehová a Moisés y a Aarón, diciendo: Exodus 7:9 Si Faraón os respondiere, diciendo: Mostrád algún milagro: dirás a Aarón: Toma tu vara, y échala delante de Faraón, para que se torne culebra. Exodus 7:10 ¶ Y vino Moisés y Aarón a Faraón, e hicieron como Jehová lo había mandado: y echó Aarón su vara delante de Faraón y de sus siervos, y tornóse culebra. Exodus 7:11 Entonces llamó también Faraón sabios y encantadores, e hicieron también lo mismo los encantadores de Egipto con sus encantamentos. Exodus 7:12 Que echó cada uno su vara, las cuales se volvieron en culebras: mas la vara de Aarón tragó las varas de ellos. Exodus 7:13 Y el corazón de Faraón se endureció, y no los escuchó, como Jehová lo había dicho. Exodus 7:14 ¶ Entonces Jehová dijo a Moisés: El corazón de Faraón está agravado, que no quiere dejar ir el pueblo: Exodus 7:15 Vé pues por la mañana a Faraón, he aquí que él sale a las aguas; y pónte a la orilla del río delante de él; y toma en tu mano la vara que se volvió en culebra. Exodus 7:16 Y díle: Jehová, el Dios de los Hebreos, me ha enviado a ti, diciendo: Deja ir a mi pueblo; para que me sirvan en el desierto: y he aquí que hasta ahora no has querido oír. Exodus 7:17 Así pues ha dicho Jehová: En esto conocerás, que yo soy Jehová: he aquí, yo heriré con la vara, que tengo en mi mano, el agua que está en el río, y volverse ha en sangre: Exodus 7:18 Y los peces que están en el río, morirán, y el río hederá, y fatigarse han los Egipcios bebiendo el agua del río. Exodus 7:19 Y Jehová dijo a Moisés: Di a Aarón: Toma tu vara, y extiende tu mano sobre las aguas de Egipto, sobre sus ríos, sobre sus arroyos, y sobre sus estanques, y sobre todos sus recogimientos de aguas, para que se vuelvan en sangre, y haya sangre por toda la región de Egipto así en los vasos de madera, como en los de piedra. Exodus 7:20 Y Moisés y Aarón hicieron como Jehová lo mandó, y alzando la vara hirió las aguas que estaban en el río en presencia de Faraón y de sus siervos, y todas las aguas que estaban en el río, se volvieron en sangre. Exodus 7:21 Asimismo los peces, que estaban en el río, murieron; y el río se corrompió, que los Egipcios no pudieron beber de él: y hubo sangre por toda la tierra de Egipto. Exodus 7:22 Y los encantadores de Egipto hicieron lo mismo con sus encantamentos: y el corazón de Faraón se endureció, y no los escuchó, como Jehová lo había dicho. Exodus 7:23 Y tornando Faraón volvióse a su casa, y no puso su corazón aun en esto. Exodus 7:24 Y en todo Egipto hicieron pozos al rededor del río para beber, porque no podían beber de las aguas del río. Exodus 7:25 Y cumpliéronse siete días después que Jehová hirió el río. Exodus 8:0 Exodus 8:1 Entonces Jehová dijo a Moisés: Entra a Faraón, y díle: Jehová ha dicho así: Deja ir a mi pueblo para que me sirvan: Exodus 8:2 Y si no le quisieres dejar ir, he aquí, yo hiero con ranas todos tus términos. Exodus 8:3 Y el río criará ranas, las cuales subirán, y vendrán a tu casa, y a la cámara de tu cama, y sobre tu cama, y en las casas de tus siervos, y en tu pueblo, y en tus hornos, y en tus artesas. Exodus 8:4 Y las ranas subirán sobre ti, y sobre tu pueblo, y sobre todos tus siervos. Exodus 8:5 Y Jehová dijo a Moisés: Di a Aarón: Extiende tu mano con tu vara sobre los ríos, riberas, y estanques para que haga subir ranas sobre la tierra de Egipto. Exodus 8:6 Entonces Aarón extendió su mano sobre las aguas de Egipto, y subieron ranas, que cubrieron la tierra de Egipto. Exodus 8:7 Y los encantadores hicieron lo mismo con sus encantamentos, e hicieron subir ranas sobre la tierra de Egipto. Exodus 8:8 Entonces Faraón llamó a Moisés, y a Aarón, y díjoles: Orád a Jehová, que quite las ranas de mí, y de mi pueblo; y yo dejaré ir el pueblo, para que sacrifiquen a Jehová. Exodus 8:9 Y dijo Moisés a Faraón: Señálame cuando oraré por ti, y por tus siervos, y por tu pueblo, para que las ranas sean quitadas de ti, y de tus casas; y que solamente se queden en el río. Exodus 8:10 Y él dijo: Mañana. Y Moisés respondió: Conforme a tu palabra, para que conozcas que no hay otro como Jehová nuestro Dios. Exodus 8:11 Y las ranas se irán de ti, y de tus casas, y de tus siervos, y de tu pueblo; y solamente se quedarán en el río. Exodus 8:12 Entonces salió Moisés y Aarón de con Faraón; y Moisés clamó a Jehová sobre el negocio de las ranas que había puesto a Faraón. Exodus 8:13 E hizo Jehová conforme a la palabra de Moisés; y las ranas murieron de las casas, de los cortijos, y de los campos. Exodus 8:14 Y cogiéronlas a montones, y la tierra hedió. Exodus 8:15 ¶ Y viendo Faraón que le habían dado reposo, agravó su corazón, y no los escuchó, como Jehová lo había dicho. Exodus 8:16 Entonces Jehová dijo a Moisés: Di a Aarón: Extiende tu vara, y hiere el polvo de la tierra; para que se vuelva en piojos por toda la tierra de Egipto. Exodus 8:17 Y ellos lo hicieron así. Y Aarón extendió su mano con su vara; e hirió el polvo de la tierra, el cual se tornó en piojos, así en los hombres como en las bestias: Todo el polvo de la tierra se tornó en piojos en toda la tierra de Egipto. Exodus 8:18 Y los encantadores hicieron así también para sacar piojos con sus encantamentos, mas no pudieron. Y había piojos así en los hombres como en las bestias. Exodus 8:19 Entonces los magos dijeron a Faraón: Dedo de Dios es este. Mas el corazón de Faraón se endureció, y no los escuchó, como Jehová lo había dicho. Exodus 8:20 ¶ Y Jehová dijo a Moisés: Levántate de mañana, y pónte delante de Faraón; he aquí, él sale a las aguas; y díle: Jehová ha dicho así: Deja ir a mí pueblo para que me sirva: Exodus 8:21 Porque si no dejares ir a mi pueblo, he aquí, yo envío sobre ti, y sobre tus siervos, y sobre tu pueblo, y sobre tus casas toda suerte de moscas; y las casas de los Egipcios se henchirán de toda suerte de moscas, y asimismo la tierra donde ellos estuvieren. Exodus 8:22 Y aquel día yo apartaré la tierra de Gosén, en la cual mi pueblo habita, que ninguna suerte de moscas haya en ella, para que sepas que yo soy Jehová en medio de la tierra. Exodus 8:23 Y yo pondré redención entre mi pueblo y el tuyo. Esta señal será mañana. Exodus 8:24 Y Jehová lo hizo así: que vino toda suerte de moscas molestísimas sobre la casa de Faraón, y sobre las casas de sus siervos, y sobre toda la tierra de Egipto, y la tierra fue corrompida a causa de ellas. Exodus 8:25 Entonces Faraón llamó a Moisés y a Aarón, y díjoles: Andád, sacrificád a vuestro Dios en la tierra. Exodus 8:26 Y Moisés respondió: No conviene que hagamos así, porque sacrificaríamos a Jehová nuestro Dios la abominación de los Egipcios. He aquí, si sacrificásemos la abominación de los Egipcios delante de ellos, ¿no nos apedrearían? Exodus 8:27 Camino de tres días iremos por el desierto; y sacrificaremos a Jehová nuestro Dios, como él nos dirá. Exodus 8:28 Y dijo Faraón: Yo os dejaré ir para que sacrifiquéis a Jehová vuestro Dios en el desierto, con tal que no vayáis más lejos: orád por mí. Exodus 8:29 Y respondió Moisés: He aquí, en saliendo yo de contigo, rogaré a Jehová que las suertes de moscas se vayan de Faraón, y de sus siervos, y de su pueblo mañana, con tal que Faraón no falte más no dejando ir al pueblo a sacrificar a Jehová. Exodus 8:30 Entonces Moisés salió de con Faraón, y oró a Jehová. Exodus 8:31 Y Jehová hizo conforme a la palabra de Moisés, y quitó todas las suertes de moscas de Faraón, y de sus siervos, y de su pueblo; que no quedó una. Exodus 8:32 Mas Faraón agravó aun esta vez su corazón, y no dejó ir el pueblo. Exodus 9:0 Exodus 9:1 Entonces Jehová dijo a Moisés: Entra a Faraón, y díle: Jehová, el Dios de los Hebreos, dice así: Deja ir a mi pueblo, para que me sirvan: Exodus 9:2 Porque si no lo quieres dejar ir, y aun los detuvieres, Exodus 9:3 He aquí, la mano de Jehová será sobre tus ganados que están en el campo, caballos, asnos, camellos, vacas, y ovejas con pestilencia gravísima: Exodus 9:4 Y Jehová hará separación entre los ganados de Israel, y los de Egipto, que nada muera de todo lo de los hijos de Israel: Exodus 9:5 Y Jehová señaló tiempo, diciendo: Mañana hará Jehová esta cosa en la tierra. Exodus 9:6 Y el día siguiente Jehová hizo esta cosa, que todo el ganado de Egipto murió; mas del ganado de los hijos de Israel no murió uno. Exodus 9:7 Entonces Faraón envió a ver, y he aquí que del ganado de los hijos de Israel no había muerto uno. Y el corazón de Faraón se agravó, y no dejó ir al pueblo. Exodus 9:8 ¶ Y Jehová dijo a Moisés y a Aarón: Tomáos vuestros puños llenos de la ceniza de un horno, y espárzala Moisés hacia el cielo delante de Faraón. Exodus 9:9 Y volverse ha en polvo sobre toda la tierra de Egipto, que en los hombres y en las bestias se volverá en sarna que eche vejigas, por toda la tierra de Egipto. Exodus 9:10 Y ellos tomaron la ceniza del horno, y pusiéronse delante de Faraón, y esparcióla Moisés hacia el cielo, y vino una sarna que echaba vejigas así en los hombres como en las bestias: Exodus 9:11 Que los magos no podían estar delante de Moisés a causa de la sarna, porque hubo sarna en los magos, y en todos los Egipcios. Exodus 9:12 Y Jehová endureció el corazón de Faraón para que no los oyese, como Jehová lo había dicho a Moisés. Exodus 9:13 ¶ Entonces Jehová dijo a Moisés: Levántate de mañana, y ponte delante de Faraón, y díle: Jehová, el Dios de los Hebreos, dice así: Deja ir mi pueblo para que me sirva. Exodus 9:14 Porque de otra manera esta vez yo envío todas mis plagas a tu corazón, y en tus siervos, y en tu pueblo, para que entiendas, que no hay otro como yo en toda la tierra. Exodus 9:15 Porque ahora yo extenderé mi mano para herirte a ti y a tu pueblo de pestilencia, y serás quitado de la tierra. Exodus 9:16 Porque a la verdad yo te he puesto para declarar en ti mi poderío, y que mi nombre sea contado en toda la tierra. Exodus 9:17 Tú aun te ensalzas contra mi pueblo para no dejarlos ir. Exodus 9:18 Pues he aquí que mañana a estas horas yo haré llover granizo muy grave, cual nunca fue en Egipto, desde el día que se fundó hasta ahora. Exodus 9:19 Envía pues, recoge tu ganado, y todo lo que tienes en el campo; porque todo hombre o animal que se hallare en el campo y no fuere recogido a casa, el granizo descenderá sobre él, y morirá. Exodus 9:20 El de los siervos de Faraón, que temió la palabra de Jehová, hizo huir sus siervos y su ganado a casa: Exodus 9:21 Mas el que no puso en su corazón la palabra de Jehová, dejó sus siervos y sus ganados en el campo. Exodus 9:22 Y Jehová dijo a Moisés: Extiende tu mano hacia el cielo, para que venga granizo en toda la tierra de Egipto sobre los hombres y sobre las bestias, y sobre toda la yerba del campo en la tierra de Egipto. Exodus 9:23 Y Moisés extendió su vara hacia el cielo, y Jehová hizo truenos, y fuego discurría por la tierra: y llovió Jehová granizo sobre la tierra de Egipto. Exodus 9:24 Y hubo granizo, y fuego mezclado entre el granizo, muy grande cual nunca fue en toda la tierra de Egipto; desde que fue habitada. Exodus 9:25 Y aquel granizo hirió en toda la tierra de Egipto todo lo que estaba en el campo, así hombres como bestias: asimismo toda la yerba del campo hirió el granizo, y quebró todos los árboles del campo. Exodus 9:26 Solamente en la tierra de Gosén, donde los hijos de Israel estaban, no hubo granizo. Exodus 9:27 ¶ Entonces Faraón envió a llamar a Moisés y a Aarón, y díjoles: Yo he pecado esta vez. Jehová es justo, y yo y mi pueblo impío. Exodus 9:28 Orád a Jehová, y cesen los truenos de Dios y el granizo; y yo os dejaré ir, y no quedaréis más aquí. Exodus 9:29 Y respondióle Moisés: En saliendo yo de la ciudad extenderé mis manos a Jehová, y los truenos cesarán, y no habrá más granizo, para que sepas que de Jehová es la tierra: Exodus 9:30 Mas yo conozco a ti y a tus siervos de antes que temieseis de la presencia del Dios Jehová. Exodus 9:31 El lino y la cebada fueron heridos; porque la cebada estaba ya espigada, y el lino en caña. Exodus 9:32 Mas el trigo y el centeno no fueron heridos, porque eran tardíos. Exodus 9:33 Y salido Moisés de con Faraón de la ciudad, extendió sus manos a Jehová, y cesaron los truenos y el granizo; y la lluvia no cayó más sobre la tierra. Exodus 9:34 Y viendo Faraón, que la lluvia había cesado, y el granizo y los truenos, perseveró en pecar, y agravó su corazón él y sus siervos. Exodus 9:35 Y el corazón de Faraón se endureció, y no dejó ir los hijos de Israel, como Jehová lo había dicho por mano de Moisés. Exodus 10:0 Exodus 10:1 Y Jehová dijo a Moisés: Entra a Faraón, porque yo he agravado su corazón, y el corazón de sus siervos, para dar entre ellos estas mis señales: Exodus 10:2 Y para que cuentes a tus hijos y a tus nietos las cosas que yo hice en Egipto, y mis señales, que yo di entre ellos: y para que sepáis que yo soy Jehová. Exodus 10:3 Entonces vino Moisés y Aarón a Faraón, y dijéronle: Jehová, el Dios de los Hebreos, ha dicho así: ¿Hasta cuando no querrás humillarte delante de mí? Deja ir a mi pueblo, para que me sirvan: Exodus 10:4 Y si aun rehusas de dejarle ir, he aquí que yo traeré mañana langosta en tus términos, Exodus 10:5 La cual cubrirá la haz de la tierra, que la tierra no pueda ser vista, y ella comerá lo que quedó salvo, lo que os ha quedado del granizo: y comerá todo árbol que os produce fruto en el campo. Exodus 10:6 Y henchirse han tus casas; y las casas de todos tus siervos, y las casas de todos los Egipcios, cual nunca vieron tus padres, ni tus abuelos desde que ellos fueron sobre la tierra hasta hoy. Y volvióse, y salió de con Faraón. Exodus 10:7 Entonces los siervos de Faraón le dijeron: ¿Hasta cuándo nos ha de ser este por lazo? Deja ir estos hombres, para que sirvan a Jehová su Dios: ¿Aun no sabes que Egipto está destruido? Exodus 10:8 Y Moisés y Aarón fueron tornados a llamar a Faraón, el cual les dijo: Andád, servíd a Jehová vuestro Dios. ¿Quién y quién son los que han de ir? Exodus 10:9 Y Moisés respondió: Nosotros hemos de ir con nuestros niños, y con nuestros viejos, con nuestros hijos y con nuestras hijas: con nuestras ovejas y con nuestras vacas hemos de ir; porque tenemos solemnidad de Jehová. Exodus 10:10 Y él les dijo: Así sea Jehová con vosotros como yo os dejaré ir a vosotros y a vuestros niños: mirád la malicia que está delante de vuestro rostro. Exodus 10:11 No será así. Andád ahora los varones, y servíd a Jehová; porque esto es lo que vosotros demandasteis. Y echáronlos de delante de Faraón. Exodus 10:12 ¶ Entonces Jehová dijo a Moisés: Extiende tu mano sobre la tierra de Egipto para langosta, para que suba sobre la tierra de Egipto; y pazca todo lo que el granizo dejó. Exodus 10:13 Y extendió Moisés su vara sobre la tierra de Egipto, y Jehová trajo un viento oriental sobre la tierra todo aquel día, y toda aquella noche; y a la mañana el viento oriental trajo la langosta. Exodus 10:14 Y subió la langosta sobre toda la tierra de Egipto, y asentóse en todos los términos de Egipto, en gran manera grave: antes de ella no hubo tal langosta; ni después de ella vendrá otra tal. Exodus 10:15 Y cubrió la haz de toda la tierra, y la tierra se oscureció, y comió toda la yerba de la tierra, y todo el fruto de los árboles, que había dejado el granizo, que no quedó cosa verde en árboles ni en la yerba del campo por toda la tierra de Egipto. Exodus 10:16 ¶ Entonces Faraón hizo llamar a priesa a Moisés y a Aarón, y dijo: Yo he pecado contra Jehová vuestro Dios, y contra vosotros. Exodus 10:17 Mas yo ruego ahora que perdones mi pecado solamente esta vez, y que oréis a Jehová vuestro Dios, que quite de mí solamente esta muerte. Exodus 10:18 Y salió de con Faraón, y oró a Jehová. Exodus 10:19 Y Jehová volvió un viento occidental fortísimo, y quitó la langosta, y echóla en el mar Bermejo: ni aun una langosta quedó en todo el término de Egipto. Exodus 10:20 Y Jehová endureció el corazón de Faraón, y no envió los hijos de Israel. Exodus 10:21 ¶ Y Jehová dijo a Moisés: Extiende tu mano hacia el cielo, para que sean tinieblas sobre la tierra de Egipto, tales que cualquiera las palpe. Exodus 10:22 Y extendió Moisés su mano hacia el cielo; y fueron tinieblas oscuras tres días por toda la tierra de Egipto. Exodus 10:23 Ninguno vio a su prójimo, ni nadie se levantó de su lugar en tres días; mas todos los hijos de Israel tenían luz en sus habitaciones. Exodus 10:24 ¶ Entonces Faraón hizo llamar a Moisés, y dijo: Id, servíd a Jehová; solamente queden vuestras ovejas y vuestras vacas; vayan también vuestros niños con vosotros. Exodus 10:25 Y Moisés respondió: Tú también nos darás en nuestras manos sacrificios y holocaustos; que sacrifiquemos a Jehová nuestro Dios. Exodus 10:26 Nuestros ganados irán también con nosotros: no quedará ni aun una uña; porque de ellos hemos de tomar para servir a Jehová nuestro Dios: que tampoco nosotros sabemos, aun con qué hemos de servir a Jehová, hasta que vengamos allá. Exodus 10:27 Mas Jehová endureció el corazón de Faraón, y no quiso dejarlos ir. Exodus 10:28 Y díjole Faraón: Vete de mí, guárdate que no veas más mi rostro, porque en cualquier día, que vieres mi rostro, morirás. Exodus 10:29 Y Moisés respondió: Bien has dicho: yo no veré más tu rostro. Exodus 11:0 Exodus 11:1 Y Jehová dijo a Moisés: Una plaga aun traeré sobre Faraón, y sobre Egipto: después de la cual él os dejará ir de aquí, y enviando os echará de aquí del todo. Exodus 11:2 Habla ahora al pueblo, que cada uno demande a su vecino, y cada una a su vecina, vasos de plata y de oro. Exodus 11:3 Y Jehová dio gracia al pueblo en los ojos de los Egipcios. También Moisés era muy gran varón en la tierra de Egipto delante de los siervos de Faraón, y delante del pueblo. Exodus 11:4 ¶ Y dijo Moisés: Jehová ha dicho así: A la media noche yo saldré por medio de Egipto: Exodus 11:5 Y morirá todo primogénito en tierra de Egipto, desde el primogénito de Faraón, que está asentado en su trono, hasta el primogénito de la sierva, que está tras la muela; y todo primogénito de las bestias. Exodus 11:6 Y habrá gran clamor por toda la tierra de Egipto, cual nunca fue, ni nunca será. Exodus 11:7 Mas en todos los hijos de Israel no habrá perro que mueva su lengua, desde el hombre hasta la bestia, para que sepáis que hará diferencia Jehová entre los Egipcios y los Israelitas. Exodus 11:8 Y descenderán a mí todos estos tus siervos, e inclinados delante de mí dirán: Sal tú, y todo el pueblo que está debajo de ti. Y después de esto yo saldré. Y salióse muy enojado de delante de Faraón. Exodus 11:9 Y Jehová dijo a Moisés: Faraón no os oirá, para que mis maravillas se multipliquen en la tierra de Egipto. Exodus 11:10 Y Moisés y Aarón hicieron todos estos prodigios delante de Faraón: mas Jehová había endurecido el corazón de Faraón, y no envió a los hijos de Israel de su tierra. Exodus 12:0 Exodus 12:1 Y habló Jehová a Moisés, y a Aarón en la tierra de Egipto, diciendo: Exodus 12:2 Este mes os será cabeza de los meses: este os será primero en los meses del año. Exodus 12:3 Hablád a toda la congregación de Israel, diciendo: A los diez de aqueste mes tómese cada uno un cordero por las familias de los padres, un cordero cada familia: Exodus 12:4 Mas si la familia fuere pequeña que no baste a comer el cordero, entonces tomará a su vecino cercano de su casa, y según el número de las personas, cada uno según su comida, echaréis la cuenta sobre el cordero. Exodus 12:5 El cordero será a vosotros perfecto macho, de un año, el cual tomaréis de las ovejas, o de las cabras: Exodus 12:6 Y guardarlo heis hasta el catorceno día de este mes: y sacrificarlo ha toda la compañía de la congregación de Israel entre las dos tardes. Exodus 12:7 Y tomarán de la sangre, y pondrán en los dos postes, y en los bates de las casas, en las cuales lo han de comer. Exodus 12:8 Y aquella noche comerán la carne asada al fuego, y panes sin levadura: con yerbas amargas lo comerán. Exodus 12:9 Ninguna cosa comeréis de él cruda, no cocida en agua, sino asada al fuego; su cabeza con sus pies y sus intestinos. Exodus 12:10 Ninguna cosa dejaréis de él hasta la mañana; y lo que habrá quedado hasta la mañana, quemarlo heis en el fuego. Exodus 12:11 Y comerlo heis así: Ceñidos vuestros lomos, y vuestros zapatos en vuestros pies: y vuestro bordón en vuestra mano, y comerlo heis apresuradamente. Esta es la pascua de Jehová. Exodus 12:12 Y yo pasaré por la tierra de Egipto aquesta noche; y heriré a todo primogénito en la tierra de Egipto, así en los hombres como en las bestias: y haré juicios en todos los dioses de Egipto. Yo Jehová. Exodus 12:13 Y la sangre os será por señal en las casas donde vosotros estuviereis; y veré la sangre, y pasaré por encima de vosotros, y no habrá en vosotros plaga de mortandad, cuando yo heriré la tierra de Egipto. Exodus 12:14 Y seros ha este día en memoria; y celebrarlo heis solemne a Jehová por vuestras edades: por estatuto perpetuo lo celebraréis. Exodus 12:15 Siete días comeréis panes sin levadura; mas el primer día haréis que no haya levadura en vuestras casas: porque cualquiera que comiere leudado, desde el primer día hasta el séptimo, aquella alma será cortada de Israel. Exodus 12:16 El primer día os será santa convocación, y así mismo el séptimo día os será santa convocación: ninguna obra se hará en ellos, solamente lo que toda persona hubiere de comer, esto solamente se aderece para vosotros. Exodus 12:17 Y guardaréis los ácimos, porque en aqueste mismo día saqué vuestros ejércitos de la tierra de Egipto: por tanto guardaréis este día por vuestras edades por costumbre perpetua. Exodus 12:18 En el primero, a los catorce días del mes, a la tarde, comeréis los panes sin levadura, hasta los veinte y uno del mes a la tarde. Exodus 12:19 Por siete días no se hallará levadura en vuestras casas; porque cualquiera que comiere leudado, así extranjero como natural de la tierra, aquella alma será cortada de la congregación de Israel. Exodus 12:20 Ninguna cosa leudada comeréis: en todas vuestras habitaciones comeréis panes sin levadura. Exodus 12:21 Y Moisés convocó a todos los ancianos de Israel, y díjoles: Sacád, y tomáos corderos por vuestras familias, y sacrificád la pascua. Exodus 12:22 Y tomád un manojo de hisopo, y mojádlo en la sangre que estará en un lebrillo, y untád los bates y los dos postes con la sangre que estará en el lebrillo; y ninguno de vosotros salga de las puertas de su casa hasta la mañana. Exodus 12:23 Porque Jehová pasará hiriendo a los Egipcios; y como verá la sangre en el bate, y en los dos postes, Jehová pasará aquella puerta, y no dejará entrar al heridor en vuestras casas para herir. Exodus 12:24 Y guardaréis esto por estatuto para vosotros y para vuestros hijos para siempre. Exodus 12:25 Y será, que cuando entrareis en la tierra que Jehová os dará, como habló, y guardareis este rito; Exodus 12:26 Y cuando os dijeren vuestros hijos: ¿Qué rito es este vuestro? Exodus 12:27 Vosotros responderéis: Esta es la víctima de la pascua de Jehová, el cual pasó por encima de las casas de los hijos de Israel en Egipto, cuando hirió a los Egipcios, y libró nuestras casas. Entonces el pueblo se inclinó, y adoró. Exodus 12:28 Y los hijos de Israel fueron, e hicieron como Jehová había mandado a Moisés y a Aarón, así lo hicieron. Exodus 12:29 ¶ Y aconteció que a la media noche Jehová hirió a todo primogénito en la tierra de Egipto, desde el primogénito de Faraón, que estaba sentado sobre su trono, hasta el primogénito del cautivo que estaba en la cárcel, y a todo primogénito de los animales. Exodus 12:30 ¶ Y levantóse aquella noche Faraón, él y todos sus siervos, y todos los Egipcios, y había un gran clamor en Egipto; porque no había casa donde no hubiese muerto. Exodus 12:31 E hizo llamar a Moisés y a Aarón de noche, y díjoles: Levantáos; salíd de en medio de mi pueblo vosotros y los hijos de Israel; e id, servíd a Jehová, como habéis dicho. Exodus 12:32 Tomád también vuestras ovejas, también vuestras vacas, como habéis dicho, e ídos, y bendecídme también a . Exodus 12:33 Y los Egipcios apremiaban al pueblo, dándose priesa a echarlos de la tierra, porque decían: Todos somos muertos. Exodus 12:34 Y llevó el pueblo su masa antes que se leudase, sus masas atadas, en sus sábanas sobre sus hombros. Exodus 12:35 E hicieron los hijos de Israel conforme al mandamiento de Moisés, demandando a los Egipcios vasos de plata, y vasos de oro, y vestidos. Exodus 12:36 Y Jehová dio gracia al pueblo delante de los Egipcios, y prestáronles, y ellos despojaron a los Egipcios. Exodus 12:37 Y partieron los hijos de Israel de Rameses a Socot como seiscientos mil hombres de a pie, sin los niños. Exodus 12:38 Y también subió con ellos grande multitud de diversa suerte de gentes, y ovejas y vacas, y ganados muy muchos. Exodus 12:39 Y cocieron la masa, que habían sacado de Egipto e hicieron tortas sin levadura; porque no habían leudado; porque echándolos los Egipcios no habían podido detenerse, ni aun aparejarse comida. Exodus 12:40 El tiempo que los hijos de Israel habitaron en Egipto, fue cuatrocientos y treinta años. Exodus 12:41 Y pasados cuatrocientos y treinta años en el mismo día salieron todos los ejércitos de Jehová de la tierra de Egipto. Exodus 12:42 Esta es noche de guardar a Jehová, por haberlos sacado en ella de la tierra de Egipto. Esta noche deben guardar a Jehová todos los hijos de Israel por sus edades. Exodus 12:43 Y Jehová dijo a Moisés y a Aarón: Esta será la ordenanza de la pascua. Ningún extraño comerá de ella. Exodus 12:44 Y todo siervo humano comprado por dinero, comerá de ella después que le hubieres circuncidado. Exodus 12:45 El extranjero, y el salariado no comerán de ella. Exodus 12:46 En una casa se comerá, y no llevarás de aquella carne fuera de casa, ni quebraréis hueso en él. Exodus 12:47 Toda la congregación de Israel le sacrificará. Exodus 12:48 Mas si algún extranjero peregrinare contigo, y quisiere hacer la pascua a Jehová, séale circuncidado todo varón, y entonces se llegará a hacerla, y será como el natural de la tierra, y ningún incircunciso comerá de ella. Exodus 12:49 La misma ley será para el natural y para el extranjero que peregrinare entre vosotros. Exodus 12:50 Y todos los hijos de Israel hicieron como Jehová lo mandó a Moisés y a Aarón, así lo hicieron. Exodus 12:51 Y en aquel mismo día Jehová sacó a los hijos de Israel de la tierra de Egipto por sus escuadrones. Exodus 13:0 Exodus 13:1 Y Jehová habló a Moisés, diciendo: Exodus 13:2 Santifícame todo primogénito, la abertura de toda matriz en los hijos de Israel así de los hombres como de las bestias: porque mío es. Exodus 13:3 Y Moisés dijo al pueblo: Tenéd memoria de aqueste día, en el cual habéis salido de Egipto, de la casa de servidumbre, como Jehová os ha sacado de aquí con mano fuerte, por tanto no comeréis leudado. Exodus 13:4 Vosotros salís hoy en el mes de Abib. Exodus 13:5 Y cuando Jehová te hubiere metido en la tierra del Cananeo, y del Jetteo, y del Amorreo, y del Heveo, y del Jebuseo, la cual juró a tus padres, que te daría, tierra que corre leche y miel, harás este servicio en aqueste mes: Exodus 13:6 Siete días comerás por leudar; y el séptimo día será fiesta a Jehová. Exodus 13:7 Por los siete días se comerán los panes sin levadura; y no será visto en ti ni leudado ni levadura en todo tu término. Exodus 13:8 Y contarás en aquel día a tu hijo, diciendo: Por esto que Jehová hizo conmigo cuando me sacó de Egipto. Exodus 13:9 Y serte ha como una señal sobre tu mano, y como un memorial delante de tus ojos, para que la ley de Jehová esté en tu boca; por cuanto con mano fuerte te sacó Jehová de Egipto. Exodus 13:10 Por tanto tú guardarás este rito en su tiempo de año en año. Exodus 13:11 ¶ Y cuando Jehová te hubiere metido en la tierra del Cananeo, como te ha jurado a ti y a tus padres, y cuando te la hubiere dado: Exodus 13:12 Harás pasar a Jehová todo lo que abriere la matriz: y todo primogénito que abriere la matriz de tus animales, los machos serán de Jehová. Exodus 13:13 Mas todo primogénito de asno redimirás con cordero: y si no lo redimieres, cortarle has la cabeza. Asimismo redimirás todo humano primogénito de tus hijos. Exodus 13:14 Y cuando mañana te preguntare tu hijo, diciendo: ¿Qué es esto? Decirle has: Jehová nos sacó con mano fuerte de Egipto, de casa de servidumbre. Exodus 13:15 Y endureciéndose Faraón para no dejarnos ir, Jehová mató en la tierra de Egipto a todo primogénito desde el primogénito humano hasta el primogénito de la bestia: y por esta causa yo sacrifico a Jehová todo primogénito macho, y redimo todo primogénito de mis hijos. Exodus 13:16 Serte ha pues como una señal sobre tu mano, y por un memorial delante de tus ojos: que Jehová nos sacó de Egipto con mano fuerte. Exodus 13:17 ¶ Y como Faraón dejó ir al pueblo, Dios no los llevó por el camino de la tierra de los Filisteos, que estaba cerca, porque dijo Dios: Que quizá no se arrepienta el pueblo, cuando vieren la guerra, y se vuelvan a Egipto. Exodus 13:18 Mas hizo Dios al pueblo que rodease por el camino del desierto del mar Bermejo: y subieron los hijos de Israel de la tierra de Egipto armados. Exodus 13:19 Tomó también consigo Moisés los huesos de José, el cual había juramentado a los hijos de Israel, diciendo: Visitando os visitará Dios, y haréis subir mis huesos de aquí con vosotros. Exodus 13:20 Y partidos de Socot asentaron campo en Etam a la entrada del desierto. Exodus 13:21 Y Jehová iba delante de ellos de día en una columna de nube, para guiarlos por el camino: y de noche en una columna de fuego para alumbrarles, para que anduviesen de día y de noche. Exodus 13:22 Nunca se partió de delante del pueblo la columna de nube de día, ni de noche la columna de fuego. Exodus 14:0 Exodus 14:1 Y habló Jehová a Moisés, diciendo: Exodus 14:2 Habla a los hijos de Israel, que den la vuelta, y asienten su campo delante de Pihahirot, entre Magdal y la mar hacia Baalzefón: delante de él asentaréis el campo junto a la mar. Exodus 14:3 Porque Faraón dirá de los hijos de Israel: Encerrados están en la tierra, el desierto los ha encerrado. Exodus 14:4 Y yo endureceré el corazón de Faraón para que los siga, y seré glorificado en Faraón y en todo su ejército, y sabrán los Egipcios, que yo soy Jehová. Y ellos lo hicieron así. Exodus 14:5 Y fue dado aviso al rey de Egipto como el pueblo se huía: y el corazón de Faraón y de sus siervos se volvió contra el pueblo, y dijeron: ¿Qué hemos hecho, que hemos dejado ir a Israel, que no nos sirva? Exodus 14:6 Y unció su carro, y tomó consigo su pueblo; Exodus 14:7 Y tomó seiscientos carros escogidos, y todos los carros de Egipto, y los capitanes sobre todos ellos. Exodus 14:8 Y endureció Jehová el corazón de Faraón rey de Egipto, y siguió a los hijos de Israel; y los hijos de Israel habían ya salido con gran poder. Exodus 14:9 Y siguiéndolos los Egipcios, tomáronlos asentado el campo junto a la mar junto a Fihahirot delante de Baalzefón, toda la caballería y carros de Faraón, su gente de a caballo y todo su ejército. Exodus 14:10 ¶ Y como Faraón llegó, los hijos de Israel alzaron sus ojos, y he aquí los Egipcios que venían tras ellos, y temieron en gran manera, y clamaron los hijos de Israel a Jehová: Exodus 14:11 Y dijeron a Moisés: ¿No había sepulcros en Egipto, que nos has sacado para que muramos en el desierto? ¿Por qué lo has hecho así con nosotros, que nos has sacado de Egipto? Exodus 14:12 ¿No es esto lo que te hablábamos en Egipto, diciendo: Déjanos servir a los Egipcios? Que mejor nos fuera servir a los Egipcios, que morir nosotros en el desierto. Exodus 14:13 Y Moisés dijo al pueblo: No tengáis miedo; estádos quedos, y ved la salud de Jehová, que él hará hoy con vosotros; porque los Egipcios, que hoy habéis visto, nunca más para siempre los veréis. Exodus 14:14 Jehová peleará por vosotros, y vosotros callaréis. Exodus 14:15 Entonces Jehová dijo a Moisés: ¿Por qué me das voces? Di a los hijos de Israel que marchen. Exodus 14:16 Y tú alza tu vara, y extiende tu mano sobre la mar, y pártela, y entren los hijos de Israel por medio de la mar en seco. Exodus 14:17 Y yo, he aquí, yo endurezco el corazón de los Egipcios, para que los sigan; y yo me glorificaré en Faraón, y en todo su ejército, y en sus carros, y en su caballería: Exodus 14:18 Y sabrán los Egipcios, que yo soy Jehová, cuando me glorificaré en Faraón, en sus carros y en su gente de a caballo. Exodus 14:19 ¶ Y el ángel de Dios, que iba delante del campo de Israel, se quitó, e iba en pos de ellos: y asimismo la columna de nube, que iba delante de ellos, se quitó, y se puso a sus espaldas: Exodus 14:20 E iba entre el campo de los Egipcios, y el campo de Israel, y había nube y tinieblas, y alumbraba la noche, y en toda aquella noche nunca llegaron los unos a los otros. Exodus 14:21 Y extendió Moisés su mano sobre la mar, e hizo Jehová, que la mar se retirase por un gran viento oriental toda aquella noche, y tornó la mar en seco, y las aguas fueron partidas. Exodus 14:22 Entonces los hijos de Israel entraron por medio de la mar en seco; teniendo las aguas como un muro a su diestra y a su siniestra. Exodus 14:23 Y siguiéndolos los Egipcios, entraron tras ellos hasta el medio de la mar, toda la caballería de Faraón, sus carros, y su gente de a caballo. Exodus 14:24 ¶ Y aconteció a la vela de la mañana, que Jehová miró al campo de los Egipcios en la columna de fuego y nube, y alborotó el campo de los Egipcios; Exodus 14:25 Y quitóles las ruedas de sus carros, y trastornólos gravemente. Entonces los Egipcios dijeron: Huyamos de delante de Israel; porque Jehová pelea por ellos contra los Egipcios. Exodus 14:26 Y Jehová dijo a Moisés: Extiende tu mano sobre la mar, para que las aguas se vuelvan sobre los Egipcios, sobre sus carros, y sobre su caballería. Exodus 14:27 Y Moisés extendió su mano sobre la mar, y la mar se volvió en su fuerza cuando amanecía, y los Egipcios iban hacia ella: y Jehová derribó a los Egipcios en medio de la mar. Exodus 14:28 Y volvieron las aguas, y cubrieron los carros y la caballería; y todo el ejército de Faraón, que había entrado tras ellos en la mar: no quedó de ellos ni uno. Exodus 14:29 Y los hijos de Israel fueron por medio de la mar en seco, teniendo las aguas por muro a su diestra y a su siniestra. Exodus 14:30 Así salvó Jehová aquel día a Israel de mano de los Egipcios; e Israel vio a los Egipcios muertos a la orilla de la mar. Exodus 14:31 Y vio Israel aquel grande hecho que Jehová hizo contra los Egipcios; y el pueblo temió a Jehová, y creyeron a Jehová, y a Moisés su siervo. Exodus 15:0 Exodus 15:1 Entonces cantó Moisés y los hijos de Israel esta canción a Jehová, y dijeron: Yo cantaré a Jehová, porque se ha magnificado grandemente, echando en la mar al caballo y al que subía en él. Exodus 15:2 Jehová es mi fortaleza, y mi canción, el cual me es por salud: este es mi Dios, y a este adoraré: Dios de mi padre, y a este ensalzaré. Exodus 15:3 Jehová, varón de guerra: Jehová es su nombre. Exodus 15:4 Los carros de Faraón, y a su ejército echó en la mar, y sus escogidos príncipes fueron hundidos en el mar Bermejo. Exodus 15:5 Los abismos los cubrieron, como una piedra, descendieron a los profundos. Exodus 15:6 Tu diestra, oh Jehová, ha sido magnificada en fortaleza; tu diestra, oh Jehová, ha quebrantado al enemigo. Exodus 15:7 Y con la multitud de tu grandeza has trastornado a los que se levantaron contra ti: enviaste tu furor, el cual los tragó como a hojarasca. Exodus 15:8 Con el soplo de tus narices las aguas se amontonaron; paráronse las corrientes, como en un montón; los abismos se cuajaron en medio de la mar: Exodus 15:9 El enemigo dijo: Perseguiré, prenderé, repartiré despojos, mi alma se henchirá de ellos: sacaré mi espada, destruirlos ha mi mano. Exodus 15:10 Soplaste con tu viento, cubriólos la mar: hundiéronse como plomo en las vehementes aguas. Exodus 15:11 ¿Quién como tú, oh Jehová? ¿quién como tú, magnífico en santidad, terrible en loores, hacedor de maravillas? Exodus 15:12 En extendiendo tu diestra, la tierra los tragó. Exodus 15:13 Llevaste con tu misericordia a este pueblo, al cual salvaste; llevástele con tu fortaleza a la habitación de tu santuario. Exodus 15:14 Oiránlo los pueblos, y temblarán; dolor tomará a los moradores de Palestina. Exodus 15:15 Entonces los príncipes de Edom se turbarán, a los robustos de Moab temblor los tomará: desleirse han todos los moradores de Canaán. Exodus 15:16 Caiga sobre ellos temblor y espanto: a la grandeza de tu brazo enmudezcan como una piedra, hasta que haya pasado tu pueblo, oh Jehová, hasta que haya pasado este pueblo, que tú rescataste. Exodus 15:17 los meterás y los plantarás en el monte de tu heredad, en el lugar de tu morada, que tú has aparejado, oh Jehová, en el santuario del Señor, que han afirmado tus manos. Exodus 15:18 Jehová reinará por el siglo, y más adelante. Exodus 15:19 Porque Faraón entró cabalgando con sus carros y su gente de a caballo en la mar; y Jehová volvió a traer sobre ellos las aguas de la mar; mas los hijos de Israel fueron en seco por medio de la mar. Exodus 15:20 Y María profetisa, hermana de Aarón, tomó el adufre en su mano; y todas las mujeres salieron en pos de ella con adufres y corros. Exodus 15:21 Y María les respondía: Cantád a Jehová; porque se ha magnificado grandemente, echando en la mar al caballo, y al que subía en él. Exodus 15:22 ¶ E hizo Moisés que partiese Israel del mar Bermejo, y salieron al desierto del Sur, y anduvieron tres días por el desierto que no hallaron agua. Exodus 15:23 Y llegaron a Mará, y no pudieron beber las aguas de Mará, porque eran amargas; y por eso le pusieron nombre Mará. Exodus 15:24 ¶ Entonces el pueblo murmuró contra Moisés, y dijo: ¿Qué hemos de beber? Exodus 15:25 Y Moisés clamó a Jehová, y Jehová le enseñó un árbol, el cual como metió dentro de las aguas, las aguas se endulzaron. Allí les dio estatutos y derechos; y allí los tentó, Exodus 15:26 Y dijo: Si oyendo oyeres la voz de Jehová tu Dios, e hicieres lo recto delante de sus ojos, y escuchares a sus mandamientos, y guardares todos sus estatutos, ninguna enfermedad de las que envié a los Egipcios, te enviaré a ti; porque yo soy Jehová tu sanador. Exodus 15:27 Y vinieron a Elim, donde había doce fuentes de aguas, y setenta palmas, y asentaron allí junto a las aguas. Exodus 16:0 Exodus 16:1 Y partiendo de Elim, toda la congregación de los hijos de Israel vino al desierto de Sin, que es entre Elim y Sinaí: a los quince días del segundo mes después que salieron de la tierra de Egipto. Exodus 16:2 Y toda la congregación de los hijos de Israel murmuró contra Moisés y Aarón en el desierto. Exodus 16:3 Y decíanles los hijos de Israel; ¡Oh, si hubiéramos muerto por mano de Jehová en la tierra de Egipto, cuando nos sentábamos a las ollas de las carnes, cuando comíamos pan a hartura! que nos habéis sacado a este desierto, para matar de hambre a toda esta multitud. Exodus 16:4 Y Jehová dijo a Moisés: He aquí, yo os lloveré del cielo pan; y el pueblo saldrá, y cogerá para cada un día; para que yo lo tiente, si anda en mi ley, o no. Exodus 16:5 Mas al sexto día aparejarán lo que han de meter, que será el doble de lo que solían coger cada día. Exodus 16:6 Entonces dijo Moisés y Aarón a todos los hijos de Israel: A la tarde sabréis que Jehová os ha sacado de la tierra de Egipto: Exodus 16:7 Y a la mañana veréis la gloria de Jehová, porque él ha oído vuestras murmuraciones contra Jehová: que nosotros ¿qué somos, para que vosotros murmuréis contra nosotros? Exodus 16:8 Y dijo Moisés: Jehová os dará a la tarde carne para comer, y a la mañana pan a hartura: porque Jehová ha oído vuestras murmuraciones, con que habéis murmurado contra él: que nosotros ¿qué somos? vuestras murmuraciones no son contra nosotros, sino contra Jehová. Exodus 16:9 Y dijo Moisés a Aarón: Di a toda la congregación de los hijos de Israel: Acercáos en la presencia de Jehová, que él ha oído vuestras murmuraciones. Exodus 16:10 ¶ Y hablando Aarón a toda la congregación de los hijos de Israel, miraron hacia el desierto, y, he aquí, la gloria de Jehová que apareció en la nube. Exodus 16:11 Y Jehová habló a Moisés, diciendo: Exodus 16:12 Yo he oído las murmuraciones de los hijos de Israel: háblales, diciendo: Entre las dos tardes comeréis carne, y mañana os hartaréis de pan, y sabréis que yo soy Jehová vuestro Dios. Exodus 16:13 ¶ Y como se hizo tarde, subieron codornices, que cubrieron el real: y a la mañana descendió rocío al rededor del real. Exodus 16:14 Y como el rocío cesó de descender, he aquí, sobre la haz del desierto una cosa menuda, redonda, menuda como una helada sobre la tierra. Exodus 16:15 Y viéndolo los hijos de Israel, dijeron cada uno a su compañero: Este es man: porque no sabían que era. Entonces Moisés les dijo: Este es el pan, que Jehová os da para comer. Exodus 16:16 Esto es lo que Jehová ha mandado: Cogeréis de él cada uno según pudiere comer: un gomer por cabeza conforme al número de vuestras personas: tomaréis cada uno para los que están en su tienda. Exodus 16:17 Y los hijos de Israel lo hicieron así, que cogieron, unos más, otros menos. Exodus 16:18 Y después medíanlo por gomer, y no sobraba al que había cogido mucho, ni faltaba al que había cogido poco: cada uno cogió conforme a lo que había de comer. Exodus 16:19 Y díjoles Moisés: Ninguno deje nada de ello para mañana. Exodus 16:20 Mas ellos no obedecieron a Moisés; y algunos dejaron de ello para otro día, y crió gusanos, y pudrióse; y enojóse contra ellos Moisés. Exodus 16:21 Y cogíanlo cada mañana cada uno según lo que había de comer: y como el sol calentaba, derretíase. Exodus 16:22 En el sexto día cogieron doblada comida, dos gomeres para cada uno: y todos los príncipes de la congregación vinieron a Moisés, e hiciéronselo saber. Exodus 16:23 Y él les dijo: Esto es lo que ha dicho Jehová: Mañana es el santo sábado del reposo de Jehová, lo que hubiereis de cocer, cocédlo: y lo que hubiereis de cocinar, cocinádlo: y todo lo que os sobrare, ponédlo en guarda para mañana. Exodus 16:24 Y ellos lo guardaron hasta la mañana, de la manera que Moisés había mandado, y no se pudrió, ni hubo en él gusano. Exodus 16:25 Y dijo Moisés: Comédlo hoy, porque hoy es sábado de Jehová: hoy no lo hallaréis en el campo. Exodus 16:26 En los seis días lo cogeréis; y el séptimo día es sábado, en el cual no se hallará. Exodus 16:27 Y aconteció que algunos del pueblosalieron en el séptimo día a coger, y no hallaron. Exodus 16:28 Y Jehová dijo a Moisés; ¿Hasta cuando no queréis guardar mis mandamientos, y mis leyes? Exodus 16:29 Mirád que Jehová os dio el sábado, y por eso os da en el sexto día pan para dos días. Estése pues cada uno en su estancia, y nadie salga de su lugar en el séptimo día. Exodus 16:30 Así el pueblo reposó el séptimo día. Exodus 16:31 Y la casa de Israel la llamó man; y era como simiente de cilantro, blanco, y su sabor como de hojuelas con miel. Exodus 16:32 Y dijo Moisés: Esto es lo que Jehová ha mandado: Henchirás un gomer de él para que se guarde para vuestros descendientes, que vean el pan que yo os di a comer en el desierto, cuando yo os saqué de la tierra de Egipto. Exodus 16:33 Y dijo Moisés a Aarón: Toma un vaso, y pon en él un gomer lleno de man, y pónlo delante de Jehová, para que sea guardado para vuestros descendientes. Exodus 16:34 Y Aarón lo puso delante del testimonio en guarda, como Jehová lo mandó a Moisés. Exodus 16:35 Así comieron los hijos de Israel man cuarenta años, hasta que entraron en la tierra habitada: man comieron hasta que llegaron al término de la tierra de Canaán. Exodus 16:36 Y un gomer es la décima parte del efa. Exodus 17:0 Exodus 17:1 Y toda la compañía de los hijos de Israel partió del desierto de Sin por sus jornadas, al mandamiento de Jehová, y asentaron el campo en Rafidim, y no había agua para que el pueblo bebiese. Exodus 17:2 Y riñó el pueblo con Moisés, y dijeron: Dádnos agua, que bebamos. Y Moisés les dijo: ¿Por qué reñis conmigo? ¿Por qué tentáis a Jehová? Exodus 17:3 Así que el pueblo tuvo allí sed de agua, y murmuró contra Moisés, y dijo: ¿Por qué nos hiciste subir de Egipto, para matarnos de sed a nosotros y a nuestros hijos, y a nuestros ganados? Exodus 17:4 ¶ Entonces Moisés clamó a Jehová diciendo: ¿Qué haré con este pueblo? De aquí a un poco me apedrearán. Exodus 17:5 Y Jehová dijo a Moisés: Pasa delante del pueblo; y toma contigo de los ancianos de Israel, y toma también en tu mano tu vara, con que heriste el río, y vé: Exodus 17:6 He aquí que yo estoy delante de ti allí sobre la peña en Horeb: y herirás la peña, y saldrán de ella aguas, y beberá el pueblo. Y Moisés lo hizo así en presencia de los ancianos de Israel. Exodus 17:7 Y llamó el nombre de aquel lugar, Massa y Meriba, por la rencilla de los hijos de Israel; y porque tentaron a Jehová, diciendo: ¿Si está Jehová entre nosotros, o no? Exodus 17:8 ¶ Y vino Amalec, y peleó con Israel en Rafidim. Exodus 17:9 Y dijo Moisés a Josué: Escógenos varones, y sal, pelea con Amalec: mañana yo estaré sobre la cumbre del collado, y la vara de Dios en mi mano. Exodus 17:10 E hizo Josué como le dijo Moisés, peleando con Amalec: y Moisés, y Aarón, y Jur subieron a la cumbre del collado. Exodus 17:11 Y era que como alzaba Moisés su mano, Israel prevalecía; mas como él abajaba su mano, prevalecía Amalec. Exodus 17:12 Y las manos de Moisés eran pesadas, y tomaron una piedra, y pusiéronla debajo de él, y él se sentó sobre ella; y Aarón y Jur sustentaban sus manos, el uno de una parte y el otro de otra, y hubo en sus manos firmeza hasta que se puso el sol. Exodus 17:13 Y Josué deshizo a Amalec y a su pueblo a filo de espada. Exodus 17:14 ¶ Y Jehová dijo a Moisés: Escribe esto por memoria en el libro, y pon en oídos de Josué; que rayendo raeré del todo la memoria de Amalec de debajo del cielo. Exodus 17:15 Y Moisés edificó altar, y llamó su nombre Jehová-nissi: Exodus 17:16 Y dijo: Porque la mano sobre el trono de Jehová, que Jehová tendrá guerra con Amalec, de generación en generación. Exodus 18:0 Exodus 18:1 Y oyó Jetro sacerdote de Madián, suegro de Moisés, todas las cosas que Dios había hecho con Moisés, y con Israel su pueblo, como Jehová había sacado a Israel de Egipto: Exodus 18:2 Y tomó Jetro, suegro de Moisés, a Séfora la mujer de Moisés, después que él la envió: Exodus 18:3 Y a sus dos hijos, el uno se llamaba Gersom; porque dijo: Peregrino he sido en tierra ajena; Exodus 18:4 Y el otro se llamaba Eliezer, porque dijo: El Dios de mi padre me ayudó; y me escapó de la espada de Faraón. Exodus 18:5 Y llegó Jetro, el suegro de Moisés, y sus hijos, y su mujer, a Moisés en el desierto, donde tenía el campo, al monte de Dios. Exodus 18:6 Y dijo a Moisés: Yo tu suegro Jetro vengo a ti, y tu mujer, y sus dos hijos con ella. Exodus 18:7 Y Moisés salió a recibir a su suegro, e inclinóse, y besóle: y preguntáronse el uno al otro como estaban; y vinieron a la tienda. Exodus 18:8 Y Moisés contó a su suegro todas las cosas que Jehová había hecho a Faraón y a los Egipcios por causa de Israel; y todo el trabajo que habían pasado en el camino, y como los había librado Jehová. Exodus 18:9 Y alegróse Jetro de todo el bien, que Jehová había hecho a Israel, que le había escapado de mano de los Egipcios. Exodus 18:10 Y Jetro dijo: Bendito sea Jehová, que os escapó de mano de los Egipcios, y de la mano de Faraón, que escapó al pueblo de la mano de los Egipcios. Exodus 18:11 Ahora conozco que Jehová es grande más que todos los dioses; porque en lo que se ensoberbecieron contra ellos, los castigó. Exodus 18:12 Y tomó Jetro, el suegro de Moisés, holocausto y sacrificios para Dios: y vino Aarón, y todos los ancianos de Israel a comer pan con el suegro de Moisés delante de Dios. Exodus 18:13 ¶ Y aconteció, que otro día Moisés se asentó a juzgar al pueblo; y el pueblo estuvo sobre Moisés desde la mañana hasta la tarde. Exodus 18:14 Y viendo el suegro de Moisés todo lo que él hacía con el pueblo, dijo: ¿Qué es esto que haces tú con el pueblo? ¿Por qué te sientas tú solo, y todo el pueblo está sobre ti desde la mañana hasta la tarde? Exodus 18:15 Y Moisés respondió a su suegro: Porque el pueblo viene a mí para consultar a Dios: Exodus 18:16 Cuando tienen negocios, y vienen a mí, y yo juzgo entre el uno y el otro, y declaro las ordenanzas de Dios, y sus leyes. Exodus 18:17 Entonces el suegro de Moisés le dijo: No haces bien: Exodus 18:18 Desfallecerás del todo tú y también este pueblo que está contigo; porque el negocio es más pesado que tú; no podrás hacerlo tú solo. Exodus 18:19 Oye ahora mi voz, yo te aconsejaré, y Dios será contigo. Está tú por el pueblo delante de Dios, y trata tú los negocios con Dios: Exodus 18:20 Y enséñales las ordenanzas y las leyes, y muéstrales el camino por donde anden, y lo que han de hacer. Exodus 18:21 Y tú proveerás de todo el pueblo varones de virtud, temerosos de Dios, varones de verdad, que aborrezcan la avaricia; y pondrás sobre ellos príncipes sobre mil, sobre ciento, sobre cincuenta, y sobre diez: Exodus 18:22 Los cuales juzgarán al pueblo en todo tiempo: y será, que todo negocio grave te traerán a ti, y todo negocio pequeño juzgarán ellos; y alivia la carga de sobre ti, y llevarla han contigo. Exodus 18:23 Si esto hicieres, y lo que Dios te mandare, tú podrás estar, y todo este pueblo también se irá en paz a su lugar. Exodus 18:24 Entonces Moisés oyó la voz de su suegro, e hizo todo lo que él dijo. Exodus 18:25 Y escogió Moisés varones de virtud de todo Israel, y púsolos por cabezas sobre el pueblo, príncipes sobre mil, sobre ciento, sobre cincuenta, y sobre diez; Exodus 18:26 Los cuales juzgaban al pueblo en todo tiempo: el negocio arduo traíanlo a Moisés, y todo negocio pequeño juzgaban ellos. Exodus 18:27 Y despidió Moisés a su suegro, y fuése a su tierra. Exodus 19:0 Exodus 19:1 Al tercero mes de la salida de los hijos de Israel de la tierra de Egipto, en aquel día vinieron al desierto de Sinaí. Exodus 19:2 Y partieron de Rafidim, y vinieron al desierto de Sinaí, y asentaron en el desierto, y asentó allí Israel delante del monte. Exodus 19:3 Y Moisés subió a Dios: y Jehová le llamó desde el monte, diciendo: Así dirás a la casa de Jacob, y denunciarás a los hijos de Israel: Exodus 19:4 Vosotros visteis lo que hice a los Egipcios, y como os tomé sobre alas de águilas, y os he traído a mí. Exodus 19:5 Ahora pues si oyendo oyereis mi voz, y guardareis mi concierto, vosotros seréis mi tesoro sobre todos los pueblos; porque mía es toda la tierra. Exodus 19:6 Y vosotros seréis mi reino de sacerdotes y gente santa. Estas son las palabras que dirás a los hijos de Israel. Exodus 19:7 Entonces vino Moisés, y llamó a los ancianos del pueblo, y propuso en presencia de ellos todas estas palabras, que Jehová le había mandado. Exodus 19:8 Y todo el pueblo respondió a una, y dijeron: Todo lo que Jehová ha dicho, haremos. Y Moisés relató las palabras del pueblo a Jehová. Exodus 19:9 Y Jehová dijo a Moisés: He aquí, yo vengo a ti en una nube espesa, para que el pueblo oiga mientras yo hablo contigo, y también para que te crean para siempre. Y Moisés denunció las palabras del pueblo a Jehová. Exodus 19:10 ¶ Y Jehová dijo a Moisés: Vé al pueblo, y santifícalos hoy y mañana, y laven sus vestidos: Exodus 19:11 Y estén apercebidos para el tercero día; porque al tercero día Jehová descenderá a ojos de todo el pueblo sobre el monte de Sinaí. Exodus 19:12 Y señalarás término al pueblo al rededor, diciendo: Guardáos, no subáis al monte, ni toquéis a su término: cualquiera que tocare el monte, que muera de muerte. Exodus 19:13 No le tocará mano, mas será apedreado, o asaeteado: sea animal, o sea hombre, no vivirá. En habiendo sonado luengamente el cuerno, subirán al monte. Exodus 19:14 Y descendió Moisés del monte al pueblo, y santificó al pueblo, y lavaron sus vestidos. Exodus 19:15 Y dijo al pueblo: Estád apercebidos para el tercero día: no lleguéis a mujer. Exodus 19:16 ¶ Y aconteció al tercero día cuando vino la mañana, que vinieron truenos y relámpagos, y grave nube sobre el monte; y un sonido de bocina muy fuerte: y estremecióse todo el pueblo que estaba en el real. Exodus 19:17 Y Moisés sacó del real al pueblo a recibir a Dios, y pusiéronse a lo bajo del monte. Exodus 19:18 Y todo el monte de Sinaí humeaba, porque Jehová había descendido sobre él en fuego: y el humo de él subía, como el humo de un horno, y todo el monte se estremeció en gran manera. Exodus 19:19 Y el sonido de la bocina iba esforzándose en gran manera: Moisés hablaba, y Dios le respondía en voz. Exodus 19:20 Y descendió Jehová sobre el monte de Sinaí, sobre la cumbre del monte, y llamó Jehová a Moisés a la cumbre del monte: Y Moisés subió. Exodus 19:21 Y Jehová dijo a Moisés: Desciende, requiere al pueblo, que no derriben el término por ver a Jehová; que caerá multitud de él. Exodus 19:22 Y también los sacerdotes que se llegan a Jehová, se santifiquen, porque Jehová no haga en ellos portillo. Exodus 19:23 Y Moisés dijo a Jehová: El pueblo no podrá subir al monte de Sinaí; porque tú nos has requerido, diciendo: Señala términos al monte, y santifícalo. Exodus 19:24 Y Jehová le dijo: Vé, desciende, y subirás tú y Aarón contigo: mas los sacerdotes y el pueblo no derriben el término por subir a Jehová, porque no haga en ellos portillo. Exodus 19:25 Entonces Moisés descendió al pueblo, y habló con ellos. Exodus 20:0 Exodus 20:1 Y habló Dios todas estas palabras, diciendo: Exodus 20:2 Yo soy Jehová tu Dios, que te saqué de la tierra de Egipto, de casa de siervos. Exodus 20:3 No tendrás dioses ajenos delante de mí. Exodus 20:4 No te harás imagen, ni ninguna semejanza de cosa que esté arriba en el cielo, ni abajo en la tierra, ni en las aguas debajo de la tierra: Exodus 20:5 No te inclinarás a ellas, ni las honrarás: porque yo soy Jehová tu Dios, fuerte, zeloso, que visito la maldad de los padres sobre los hijos, sobre los terceros y sobre los cuartos, a los que me aborrecen; Exodus 20:6 Y que hago misericordia en millares a los que me aman, y guardan mis mandamientos. Exodus 20:7 No tomarás el nombre de Jehová tu Dios en vano; porque no dará por inocente Jehová al que tomare su nombre en vano. Exodus 20:8 Acordarte has del día del sábado, para santificarlo. Exodus 20:9 Seis días trabajarás, y harás toda tu obra; Exodus 20:10 Mas el séptimo día será sábado a Jehová tu Dios: no hagas obra ninguna, tú; ni tu hijo, ni tu hija; ni tu siervo, ni tu criada; ni tu bestia, ni tu extranjero, que está dentro de tus puertas: Exodus 20:11 Porque en seis días hizo Jehová los cielos y la tierra, la mar y todas las cosas que en ellos hay; y en el día séptimo reposó: por tanto Jehová bendijo al día del sábado, y lo santificó. Exodus 20:12 Honra a tu padre y a tu madre, porque tus días se alarguen sobre la tierra, que Jehová tu Dios te da. Exodus 20:13 No matarás. Exodus 20:14 No cometerás adulterio. Exodus 20:15 No hurtarás. Exodus 20:16 No hablarás contra tu prójimo falso testimonio. Exodus 20:17 No codiciarás la casa de tu prójimo, no codiciarás la mujer de tu prójimo, ni su siervo, ni su criada, ni su buey, ni su asno, ni cosa alguna de tu prójimo. Exodus 20:18 ¶ Todo el pueblo oía las voces, y el sonido de la bocina y veía las llamas, y el monte que humeaba: Y viéndolo el pueblo temblaron, y pusiéronse de lejos, Exodus 20:19 Y dijeron a Moisés: Habla tú con nosotros, que nosotros oiremos: y no hable Dios con nosotros, porque no muramos. Exodus 20:20 Entonces Moisés respondió al pueblo: No temáis; que por tentaros vino Dios, y porque su temor esté en vuestra presencia, para que no pequéis. Exodus 20:21 Entonces el pueblo se puso de lejos, y Moisés se llegó a la oscuridad, en la cual estaba Dios. Exodus 20:22 ¶ Y Jehová dijo a Moisés: Así dirás a los hijos de Israel: Vosotros habéis visto, que he hablado desde el cielo con vosotros. Exodus 20:23 No hagáis conmigo dioses de plata, ni dioses de oro os haréis. Exodus 20:24 Altar de tierra harás para mí, y sacrificarás sobre él tus holocaustos, y tus pacíficos, tus ovejas, y tus vacas: en cualquier lugar donde yo hiciere que esté la memoria de mi nombre, vendré a ti, y te bendeciré. Exodus 20:25 Y si me hicieres altar de piedras, no las labres de cantería; porque si alzares tu pico sobre él, tú lo ensuciarás. Exodus 20:26 Y no subirás por gradas a mi altar, porque tu desnudez no sea descubierta junto a él. Exodus 21:0 Exodus 21:1 Y estos son los derechos que les propondrás: Exodus 21:2 Si comprares siervo Hebreo, seis años servirá; mas al séptimo saldrá horro de balde. Exodus 21:3 Si entró solo, solo saldrá: si era marido de mujer, saldrá él y su mujer con él. Exodus 21:4 Si su amo le hubiere dado mujer, y ella le hubiere parido hijos o hijas, la mujer y sus hijos serán de su amo, mas él saldrá solo. Exodus 21:5 Y si el siervo dijere: Yo amo a mi señor, a mi mujer, y a mis hijos, no saldré horro: Exodus 21:6 Entonces su amo lo hará llegar a los jueces, y hacerlo ha llegar a la puerta, o al poste; y su amo le horadará la oreja con una lesna, y será su siervo para siempre. Exodus 21:7 Y cuando alguno vendiere su hija por sierva, no saldrá como suelen salir los siervos. Exodus 21:8 Si no agradare a su señor, por lo cual no la tomó por esposa, permitirle ha que se rescate; y no la podrá vender a pueblo extraño cuando la desechare. Exodus 21:9 Mas si la hubiere desposado con su hijo, hará con ella según la costumbre de las hijas. Exodus 21:10 Si le tomare otra, no disminuirá su alimento, ni su vestido, ni su tiempo. Exodus 21:11 Y si ninguna de estas tres cosas hiciere, ella saldrá de gracia sin dinero. Exodus 21:12 ¶ El que hiriere a alguno, y muriere, él morirá. Exodus 21:13 Mas el que no asechó, sino que Dios lo puso en sus manos, entonces yo te pondré lugar al cual huirá. Exodus 21:14 Ítem, si alguno se ensoberbeciere contra su prójimo, y le matare por engaño, de mi altar le quitarás para que muera. Exodus 21:15 Ítem, el que hiriere a su padre, o a su madre, morirá. Exodus 21:16 ¶ Ítem, el que hurtare alguno, y le vendiere, y fuere hallado en sus manos, morirá. Exodus 21:17 ¶ Ítem, el que maldijere a su padre, o a su madre, morirá. Exodus 21:18 Ítem, si algunos riñeren, y alguno hiriere a su prójimo con piedra o con el puño, y no muriere, mas cayere en cama; Exodus 21:19 Si se levantare y anduviere fuera sobre su bordón, entonces el que le hirió, será absuelto; solamente le dará lo que holgó, y hacerle ha curar. Exodus 21:20 Ítem, si alguno hiriere a su siervo o a su sierva, con palo, y muriere debajo de su mano, será castigado: Exodus 21:21 Mas si durare por un día o dos, no será castigado, porque su dinero es. Exodus 21:22 Ítem, si algunos riñeren, e hirieren a alguna mujer preñada, y salieren sus criaturas, mas no hubiere muerte, será penado conforme a lo que impusiere el marido de la mujer, y pagará por jueces. Exodus 21:23 Mas si hubiere muerte, entonces pagarás alma por alma. Exodus 21:24 Ojo por ojo, diente por diente, mano por mano, pie por pie, Exodus 21:25 Quemadura por quemadura, herida por herida, golpe por golpe, Exodus 21:26 Ítem, cuando alguno hiriere el ojo de su siervo, o el ojo de su sierva, y le dañare, por su ojo le ahorrará. Exodus 21:27 Y si sacare el diente de su siervo, o el diente de su sierva, por su diente le ahorrará. Exodus 21:28 ¶ Ítem, si algún buey acorneare hombre o mujer, y muriere, el buey será apedreado, y su carne no será comida, mas el dueño del buey será absuelto: Exodus 21:29 Mas si el buey era acorneador desde ayer y anteayer, y a su dueño le fue hecho requerimiento, y no lo hubiere guardado, y matare hombre o mujer, el buey será apedreado, y también su dueño morirá: Exodus 21:30 Si le fuere impuesto rescate, entonces dará por el rescate de su persona cuanto le fuere impuesto. Exodus 21:31 Haya acorneado hijo, o haya acorneado hija, conforme a este juicio se hará con él. Exodus 21:32 Si el buey acorneare siervo, o sierva, pagará treinta siclos de plata a su señor, y el buey será apedreado. Exodus 21:33 ¶ Ítem, si alguno abriere alguna cisterna, o cavare cisterna, y no la cubriere, y cayere allí buey o asno, Exodus 21:34 El dueño de la cisterna pagará el dinero restituyendo a su dueño; y lo que fue muerto será suyo. Exodus 21:35 ¶ Ítem, si el buey de alguno hiriere al buey de su prójimo, y muriere, entonces venderán el buey vivo, y partirán el dinero de él; y el muerto también partirán. Exodus 21:36 Mas si era notorio que el buey era acorneador de ayer y anteayer, y su dueño no lo hubiere guardado, pagará buey por buey, y el muerto será suyo. Exodus 22:0 Exodus 22:1 Cuando alguno hurtare buey, u oveja, y lo degollare, o vendiere, por aquel buey pagará cinco bueyes, y por aquella oveja cuatro ovejas. Exodus 22:2 Si el ladrón fuere hallado en la mina, y fuere herido, y muriere, el que le hirió no será culpado de su muerte. Exodus 22:3 Si el sol hubiere salido sobre él, él será reo de muerte, pagando pagará: si no tuviere, será vendido por su hurto. Exodus 22:4 Si fuere hallado con el hurto en la mano, buey, o asno, u oveja, vivos, pagará dos. Exodus 22:5 Si alguno paciere tierra o viña, y metiere su bestia, y comiere la tierra de otro, lo mejor de su tierra y lo mejor de su viña pagará. Exodus 22:6 Cuando saliere el fuego, y hallare espinas, y fuere quemado montón, o haza, o tierra, el que encendió el fuego pagará lo quemado. Exodus 22:7 ¶ Cuando alguno diere a su prójimo plata, o vasos a guardar, y fuere hurtado de la casa de aquel hombre, si el ladrón se hallare, pagará el doble: Exodus 22:8 Si el ladrón no se hallare, entonces el dueño de la casa será llegado a los jueces para jurar si ha metido su mano en la hacienda de su prójimo. Exodus 22:9 Sobre todo negocio de fraude, sobre buey, sobre asno, sobre oveja, sobre vestido, sobre toda cosa perdida, cuando alguno dijere: Que esto es; la causa de ambos vendrá delante de los jueces, y el que los jueces condenaren, pagará el doble a su prójimo. Exodus 22:10 Si alguno hubiere dado a su prójimo asno, o buey, u oveja, o cualquiera otro animal a guardar, y se muriere, o se perniquebrare, o fuere cautivado sin verlo nadie: Exodus 22:11 Juramento de Jehová será entre ambos, que no metió su mano en la hacienda de su prójimo. Y su dueño se contentará, y el otro no pagará. Exodus 22:12 Mas si le hubiere sido hurtado, pagarlo ha a su dueño. Exodus 22:13 Mas si le hubiere sido arrebatado, traerle ha testimonio, y no pagará lo arrebatado. Exodus 22:14 ¶ Ítem, cuando alguno hubiere tomado emprestado de su prójimo, y fuere perniquebrado o muerto, ausente su dueño, pagará. Exodus 22:15 Si su dueño estaba presente, no pagará. Si era de alquiler, el vendrá por su alquile. Exodus 22:16 ¶ Ítem, cuando alguno engañare a alguna virgen que no fuere desposada, y durmiere con ella, dotarla ha por su mujer. Exodus 22:17 Si su padre no quisiere dársela, él le pesará plata conforme al dote de las vírgenes. Exodus 22:18 ¶ A la hechicera no darás la vida. Exodus 22:19 ¶ Cualquiera que tuviere ayuntamiento con bestia, morirá. Exodus 22:20 ¶ El que sacrificare a dioses, sino a solo Jehová, morirá. Exodus 22:21 ¶ Y al extranjero no engañaras, ni angustiarás, porque extranjeros fuisteis vosotros en la tierra de Egipto, Exodus 22:22 A ninguna viuda ni huérfano afligiréis. Exodus 22:23 Que si tú afligiendo los afligieres, y ellos clamando clamaren a mí, yo oyendo oiré su clamor; Exodus 22:24 Y mi furor se encenderá, y mataros he a cuchillo, y vuestras mujeres serán viudas, y vuestros hijos huérfanos. Exodus 22:25 ¶ Si dieres a mi pueblo dinero emprestado, al pobre que está contigo, no te habrás con él como usurero, no le impondréis usura. Exodus 22:26 Si tomares en prenda el vestido de tu prójimo, a puesta del sol se lo volverás: Exodus 22:27 Porque solo aquello es su cobertura, aquel es el vestido de sus carnes en que ha de dormir: y será, que cuando él clamare a mí, yo entonces lo oiré, porque soy misericordioso. Exodus 22:28 ¶ A los dioses no injuriarás, ni maldecirás al príncipe en tu pueblo. Exodus 22:29 ¶ Tu plenitud, ni tu lágrima, no dilatarás, el primogénito de tus hijos me darás. Exodus 22:30 Así harás de tu buey, de tu oveja: siete días estará con su madre, y al octavo día me lo darás. Exodus 22:31 ¶ Y serme heis varones santos: y carne arrebatada en el campo no comeréis, echarla heis al perro. Exodus 23:0 Exodus 23:1 No admitirás falso rumor. No pongas tu mano con el impío para ser testigo falso. Exodus 23:2 ¶ No seguirás a los muchos para mal hacer, ni responderás en pleito acostándote tras los muchos para hacer tuerto. Exodus 23:3 Ni al pobre honrarás en su causa. Exodus 23:4 ¶ Si encontrares el buey de tu enemigo, o su asno errado, volviendo se lo volverás. Exodus 23:5 Si vieres el asno del que te aborrece echado debajo de su carga, ¿dejarlo has entonces desamparado? ayudando ayudarás con él. Exodus 23:6 No pervertirás el derecho de tu mendigo en su pleito. Exodus 23:7 De palabra de mentira te alejarás; y no matarás al inocente y justo; porque yo no justificaré al impío. Exodus 23:8 No recibirás presente; porque el presente ciega a los que ven, y pervierte las palabras justas. Exodus 23:9 ¶ Ítem, al extranjero no angustiarás; pues que vosotros sabéis el alma del extranjero, que fuisteis extranjeros en la tierra de Egipto. Exodus 23:10 ¶ Seis años sembrarás tu tierra, y allegarás su cosecha: Exodus 23:11 Mas al séptimo la dejarás y soltarás, para que coman los pobres de tu pueblo; y lo que quedare comerán las bestias del campo: así harás de tu viña y de tu olivar. Exodus 23:12 ¶ Seis días harás tus negocios; y al séptimo día holgarás, porque huelgue tu buey, y tu asno; y tome refrigerio el hijo de tu sierva, y el extranjero. Exodus 23:13 ¶ Y en todo lo que os he dicho, seréis avisados. Y nombre de otros dioses no mentaréis, ni se oirá en vuestra boca. Exodus 23:14 ¶ Tres veces en el año me celebraréis fiesta. Exodus 23:15 La fiesta de las cenceñas guardarás: siete días comerás los panes sin levadura, de la manera que yo te mandé, en el tiempo del mes de Abib, porque en él saliste de Egipto, y no serán vistas mis faces en vacío. Exodus 23:16 Ítem, la fiesta de la segada de los primeros frutos de tus trabajos que hubieres sembrado en el campo. Y la fiesta de la cosecha a la salida del año, cuando cogieres tus trabajos del campo. Exodus 23:17 Tres veces en el año parecerá todo varón tuyo delante del Señor Jehová. Exodus 23:18 ¶ No sacrificarás sobre pan leudo la sangre de mi sacrificio, ni el sebo de mi cordero quedará de la noche hasta la mañana. Exodus 23:19 ¶ Las primicias de los primeros frutos de tu tierra traerás a la casa de Jehová tu Dios. No guisarás el cabrito con la leche de su madre. Exodus 23:20 ¶ He aquí, yo envío el ángel delante de ti, para que te guarde en el camino, y te meta al lugar que yo he aparejado. Exodus 23:21 Guárdate delante de él, y oye su voz, no le seas rebelde, porque él no perdonará a vuestra rebelión; porque mi nombre está en medio de él. Exodus 23:22 Porque si oyendo oyeres su voz, e hicieres todo lo que yo te dijere, seré enemigo a tus enemigos, y afligiré a los que te afligieren. Exodus 23:23 Porque mi ángel irá delante de ti, y te meterá al Amorreo, y al Jetteo, y al Ferezeo, y al Cananeo, y al Heveo, y al Jebuseo, los cuales yo haré cortar. Exodus 23:24 No te inclinarás a sus dioses, ni los servirás, ni harás como ellos hacen, antes los destruirás del todo, y quebrantarás del todo sus estatuas. Exodus 23:25 Mas a Jehová vuestro Dios serviréis, y él bendecirá tu pan, y tus aguas, y yo quitaré enfermedad de en medio de ti. Exodus 23:26 No habrá amovedera ni estéril en tu tierra, y yo cumpliré el número de tus días. Exodus 23:27 Yo enviaré mi terror delante de ti, y haré atónito a todo pueblo donde tú entrares; y te daré la cerviz de todos tus enemigos. Exodus 23:28 Y yo enviaré la avispa delante de ti, que eche fuera al Heveo, y al Cananeo, y al Jetteo, de delante de ti. Exodus 23:29 ¶ No lo echaré de delante de ti en un año, porque no se asuele la tierra, y se aumenten contra ti las bestias del campo. Exodus 23:30 Poco a poco lo echaré de delante de ti, hasta que multipliques, y tomes la tierra por heredad. Exodus 23:31 Y yo pondré tu término desde el mar Bermejo hasta la mar de Palestina: y desde el desierto, hasta el río; porque yo pondré en vuestras manos los moradores de la tierra, y los echarás de delante de ti. Exodus 23:32 No harás alianza con ellos, ni con sus dioses. Exodus 23:33 En tu tierra no habitarán, porque quizá no te hagan pecar contra mí, sirviendo a sus dioses: porque te será por tropezón. Exodus 24:0 Exodus 24:1 Y a Moisés dijo: Sube a Jehová, tú y Aarón, Nadab y Abiú, y setenta de los ancianos de Israel, e inclinaros heis desde lejos. Exodus 24:2 Mas Moisés solo se llegará a Jehová, y ellos no se lleguen cerca; ni suba con él el pueblo. Exodus 24:3 Y Moisés vino, y contó al pueblo todas las palabras de Jehová, y todos los derechos; y todo el pueblo respondió a una voz, y dijeron: Todas las palabras que Jehová ha dicho, haremos. Exodus 24:4 Y Moisés escribió todas las palabras de Jehová: y levantándose por la mañana edificó un altar al pie del monte, y doce títulos según las doce tribus de Israel. Exodus 24:5 Y envió a los mancebos de los hijos de Israel, los cuales ofrecieron holocaustos, y sacrificaron pacíficos a Jehová, becerros. Exodus 24:6 Y Moisés tomó la mitad de la sangre, y púsola en tazones: y la otra mitad de la sangre esparció sobre el altar. Exodus 24:7 Y tomó el libro de la alianza, y leyó a oídos del pueblo, los cuales dijeron: Todas las cosas que Jehová ha dicho, haremos, y obedeceremos. Exodus 24:8 Entonces Moisés tomó la sangre, y rocío sobre el pueblo, y dijo: He aquí la sangre de la alianza, que Jehová ha hecho con vosotros sobre todas estas cosas. Exodus 24:9 ¶ Y subieron Moisés, y Aarón, Nadab, y Abiú, y setenta de los ancianos de Israel. Exodus 24:10 Y vieron al Dios de Israel; y había debajo de sus pies como la hechura de un ladrillo de zafiro, y como el ser del cielo sereno. Exodus 24:11 Mas no extendió su mano sobre los príncipes de los hijos de Israel; y vieron a Dios, y comieron y bebieron. Exodus 24:12 Entonces Jehová dijo a Moisés: Sube a mí al monte, y espera allá; y yo te daré unas tablas de piedra, y la ley y mandamientos que yo he escrito para enseñarlos. Exodus 24:13 Y levantóse Moisés, y Josué su ministro; y Moisés subió al monte de Dios; Exodus 24:14 Y dijo a los ancianos: Esperádnos aquí hasta que volvamos a vosotros: y he aquí, Aarón y Jur están con vosotros: el que tuviere negocios, lleguese a ellos. Exodus 24:15 Entonces Moisés subió al monte, y una nube cubrió el monte. Exodus 24:16 Y la gloria de Jehová reposó sobre el monte de Sinaí, y la nube lo cubrió por seis días: y al séptimo día llamó a Moisés de en medio de la nube. Exodus 24:17 Y el parecer de la gloria de Jehová era como un fuego quemante en la cumbre del monte, a ojos de los hijos de Israel. Exodus 24:18 Y entró Moisés en medio de la nube, y subió al monte: y estuvo Moisés en el monte cuarenta días, y cuarenta noches. Exodus 25:0 Exodus 25:1 Y Jehová habló a Moisés, diciendo: Exodus 25:2 Habla a los hijos de Israel que tomen para mi ofrenda: de todo varón, cuyo corazón la diere de su voluntad, tomaréis mi ofrenda. Exodus 25:3 Y esta será la ofrenda que tomaréis de ellos: Oro, y plata, y cobre; Exodus 25:4 Y cárdeno, y púrpura, y carmesí, y lino fino, y pelos de cabras; Exodus 25:5 Y cueros de carneros teñidos de rojo, y cueros de tejones, y madera de cedro; Exodus 25:6 Aceite para la luminaria, especias para el aceite de la unción y para el sahumerio aromático; Exodus 25:7 Piedras oniquinas, y piedras de engastes para el efod, y para el pectoral. Exodus 25:8 Y hacerme han santuario, y yo habitaré entre ellos. Exodus 25:9 Conforme a todo lo que yo te mostraré, es a saber, la semejanza del tabernáculo, y la semejanza de todos sus vasos; así haréis. Exodus 25:10 ¶ Harán también un arca de madera de cedro; la longura de ella será de dos codos y medio; y su anchura de codo y medio; y su altura de codo y medio: Exodus 25:11 Y cubrirla has de oro puro, de dentro y de fuera la cubrirás: y harás sobre ella una corona de oro al derredor: Exodus 25:12 Y para ella harás de fundición cuatro sortijas de oro, que pongas a sus cuatro esquinas; las dos sortijas al un lado de ella, y las otras dos sortijas al otro lado. Exodus 25:13 Y harás unas barras de madera de cedro, las cuales cubrirás de oro. Exodus 25:14 Y meterás las barras por las sortijas a los lados del arca, para llevar el arca con ellas. Exodus 25:15 Las barras se estarán en las sortijas del arca; no se quitarán de ella. Exodus 25:16 Y pondrás en el arca el testimonio que yo te daré. Exodus 25:17 ¶ Y harás una cubierta de oro fino: la longura de ella será de dos codos y medio, y su anchura de codo y medio. Exodus 25:18 Harás también dos querubines de oro, hacerlo has de martillo, a los dos cabos de la cubierta. Exodus 25:19 Y harás el un querubín al un cabo de la una parte, y el otro querubín al otro cabo de la otra parte de la cubierta, harás los querubines a sus dos cabos. Exodus 25:20 Y los querubines extenderán por encima las alas, cubriendo con sus alas la cubierta, las faces de ellos, la una en frente de la otra, mirando a la cubierta las faces de los querubines. Exodus 25:21 Y pondrás la cubierta sobre el arca, encima, y en el arca pondrás el testimonio, que yo te daré. Exodus 25:22 Y de allí me testificaré a ti, y hablaré contigo de sobre la cubierta, de entre los dos querubines que estarán sobre el arca del testimonio, todo lo que yo te mandaré para los hijos de Israel. Exodus 25:23 ¶ Harás asimismo una mesa de madera de cedro: su longura será de dos codos, y de un codo su anchura; y su altura de codo y medio. Exodus 25:24 Y cubrirla has de oro puro, y hacerle has una corona de oro al rededor. Exodus 25:25 Hacerle has también una moldura al derredor de anchura de una mano, a la cual moldura harás una corona de oro al rededor. Exodus 25:26 Y hacerle has cuatro sortijas de oro, las cuales pondrás a las cuatro esquinas que estarán a sus cuatro pies. Exodus 25:27 Las sortijas estarán delante de la moldura por lugares para las barras, para llevar la mesa. Exodus 25:28 Y harás las barras de madera de cedro, y cubrirlas has de oro, y con ellas será llevada la mesa. Exodus 25:29 Harás también sus platos y sus cucharones, y sus cubiertas, y sus tazones con que se cubrirá el pan: de oro fino las harás. Exodus 25:30 Y pondrás sobre la mesa el pan de la proposición delante de mí continuamente. Exodus 25:31 ¶ Ítem, harás un candelero de oro puro; de martillo se hará el candelero: su pie, y su caña, sus copas, sus manzanas y sus flores, serán de lo mismo. Exodus 25:32 Y saldrán seis cañas de sus lados; las tres cañas del candelero del un lado suyo; y las otras tres cañas del candelero del otro su lado. Exodus 25:33 Tres copas almendradas en la una caña, una manzana y una flor; y tres copas almendradas en la otra caña, una manzana y una flor; y así en las seis cañas que salen del candelero: Exodus 25:34 Y en el candelero cuatro copas almendradas, sus manzanas, y sus flores. Exodus 25:35 Una manzana debajo de las dos cañas, de lo mismo; otra manzana debajo de las otras dos cañas, de lo mismo; otra manzana debajo de las otras dos cañas, de lo mismo, en las seis cañas que salen del candelero. Exodus 25:36 Sus manzanas y sus cañas serán de lo mismo; todo ello de martillo de una pieza, de puro oro. Exodus 25:37 Y hacerle has siete candilejas, las cuales encenderás para que alumbren a la parte de su delantera. Exodus 25:38 Y sus despabiladeras y sus paletas de oro puro. Exodus 25:39 De un talento de oro fino lo harás, con todos estos vasos. Exodus 25:40 ¶ Y mira, y haz conforme a su semejanza, que te ha sido mostrada en el monte. Exodus 26:0 Exodus 26:1 Y el tabernáculo harás de diez cortinas de lino torcido, cárdeno, y púrpura, y carmesí: y harás querubines de obra de artífice. Exodus 26:2 La longura de la una cortina de veinte y ocho codos; y la anchura de la misma cortina de cuatro codos: todas las cortinas tendrán una medida. Exodus 26:3 Las cinco cortinas estarán juntas la una con la otra, y las otras cinco cortinas juntas la una con la otra. Exodus 26:4 Y harás lazadas de cárdeno en la orilla de la una cortina, en el cabo, en la juntura: y así harás en la orilla de la postrera cortina en la juntura segunda. Exodus 26:5 Cincuenta lazadas harás en la una cortina, y otras cincuenta lazadas harás en el cabo de la cortina que está en la segunda juntura: las lazadas estarán contrapuestas la una a la otra. Exodus 26:6 Harás también cincuenta corchetes de oro con los cuales juntarás las cortinas la una con la otra, y hacerse ha un tabernáculo. Exodus 26:7 Harás asimismo cortinas de pelos de cabras para una cubierta sobre el tabernáculo: once cortinas harás. Exodus 26:8 La longura de la una cortina será de treinta codos, y la anchura de la misma cortina de cuatro codos: una medida tendrán las once cortinas. Exodus 26:9 Y juntarás por sí las cinco cortinas, y las seis cortinas por sí, y doblarás la sexta cortina delante de la faz de la tienda. Exodus 26:10 Y harás cincuenta lazadas en la orilla de la una cortina, al cabo en la juntura, y otras cincuenta lazadas en la orilla de la segunda cortina en la otra juntura. Exodus 26:11 Harás asimismo cincuenta corchetes de alambre, los cuales meterás por las lazadas, y juntarás la tienda, y será una. Exodus 26:12 Y la demasía que sobra en las cortinas de la tienda, es a saber, la mitad de la una cortina, que sobra, sobrará a las espaldas del tabernáculo. Exodus 26:13 Y un codo de la una parte, y otro codo de la otra, que sobra en la longura de las cortinas de la tienda, sobrará sobre los lados del tabernáculo de la una parte y de la otra para cubrirlo. Exodus 26:14 Harás también a la tienda un cobertor de cueros de carneros teñidos de rojo: y otro cobertor de cueros de tejones encima. Exodus 26:15 Y harás tablas para el tabernáculo de madera de cedro estantes. Exodus 26:16 La longura de cada tabla será de diez codos, y de codo y medio la anchura de la misma tabla. Exodus 26:17 Dos quicios tendrá cada tabla trabadas la una con la otra: así harás todas las tablas del tabernáculo. Exodus 26:18 Y harás las tablas para el tabernáculo, veinte tablas al lado del mediodía, al austro. Exodus 26:19 Y harás cuarenta basas de plata para debajo de las veinte tablas, dos basas debajo de la una tabla a sus dos quicios, y dos basas debajo de la otra tabla a sus dos quicios. Exodus 26:20 Y al otro lado del tabernáculo a la parte del aquilón, veinte tablas. Exodus 26:21 Y sus cuarenta basas de plata, dos basas debajo de la una tabla, y dos basas debajo de la otra tabla. Exodus 26:22 Y al lado del tabernáculo al occidente harás seis tablas. Exodus 26:23 Y harás dos tablas para las esquinas del tabernáculo a los dos rincones: Exodus 26:24 Las cuales se juntarán por abajo, y asimismo se juntarán por su alto a una misma sortija, así será de las otras dos: estarán a las dos esquinas. Exodus 26:25 Así que serán ocho tablas, con sus basas de plata, diez y seis basas; dos basas debajo de la una tabla, y dos basas debajo de la otra tabla. Exodus 26:26 Harás también cinco barras de madera de cedro para las tablas del un lado del tabernáculo; Exodus 26:27 Y otras cinco barras para las tablas del otro lado del tabernáculo, y otras cinco barras para el otro lado del tabernáculo, que está al occidente. Exodus 26:28 Y la barra del medio pasará por medio de las tablas del un cabo al otro. Exodus 26:29 Y cubrirás las tablas de oro, y sus sortijas harás de oro, para meter por ellas las barras, y cubrirás de oro las barras. Exodus 26:30 ¶ Y alzarás el tabernáculo conforme a su traza, que te fue mostrada en el monte. Exodus 26:31 Harás también un velo de cárdeno, y púrpura, y carmesí, y de lino torcido; será hecho de obra de artífice con querubines. Exodus 26:32 Y ponerlo has sobre cuatro columnas de cedro cubiertas de oro, sus capiteles de oro, sobre cuatro basas de plata. Exodus 26:33 Y pondrás el velo debajo de los corchetes, y meterás allí del velo a dentro, el arca del testimonio; y aquel velo os hará separación entre el santo lugar y el lugar santísimo. Exodus 26:34 Y pondrás la cubierta sobre el arca del testimonio en el lugar santísimo. Exodus 26:35 Y la mesa pondrás fuera del velo, y el candelero en frente de la mesa al lado del tabernáculo al mediodía; y la mesa pondrás al lado del aquilón. Exodus 26:36 ¶ Y harás a la puerta del tabernáculo un pabellón de cárdeno, y púrpura, y carmesí, y lino torcido, de obra de bordador. Exodus 26:37 Y harás para el pabellón cinco columnas de cedro, las cuales cubrirás de oro, con sus capiteles de oro, y hacerle has de fundición cinco basas de metal. Exodus 27:0 Exodus 27:1 Harás también un altar de madera de cedro de cinco codos de longura, y de otros cinco codos de anchura: será cuadrado el altar, y su altura de tres codos. Exodus 27:2 Y harás sus cuernos a sus cuatro esquinas: sus cuernos serán de lo mismo, y cubrirlo has de metal. Exodus 27:3 Harás también sus calderones para limpiar su ceniza, y sus badiles, y sus lebrillos, y sus garfios, y sus palas, todos sus vasos harás de metal. Exodus 27:4 Hacerle has también una criba de metal de hechura de red, y harás sobre la red cuatro sortijas de metal a sus cuatro esquinas. Exodus 27:5 Y ponerla has dentro del cerco del altar abajo, y llegará aquella red hasta el medio del altar. Exodus 27:6 Y harás barras para el altar, barras de madera de cedro, las cuales cubrirás de metal. Exodus 27:7 Y sus barras se meterán por las sortijas, y estarán aquellas barras a ambos lados del altar, cuando hubiere de ser llevado. Exodus 27:8 Hueco de tablas lo harás de la manera que te fue mostrado en el monte: así lo harán. Exodus 27:9 ¶ Asimismo harás el patio del tabernáculo al lado del mediodía, al austro: el patio tendrá las cortinas de lino torcido, de cien codos de longura cada un lado. Exodus 27:10 Sus columnas serán veinte, y sus basas veinte de metal, los capiteles de las columnas y sus molduras de plata. Exodus 27:11 Y de la misma manera al lado del aquilón, en la longura habrá cortinas de cien codos en longura, y sus columnas veinte, con sus veinte basas de metal: los capiteles de las columnas y sus molduras de plata. Exodus 27:12 Y la anchura del patio al lado del occidente tendrá cortinas de cincuenta codos, y sus columnas serán diez, con sus diez basas. Exodus 27:13 Y en la anchura del patio al lado del levante, al oriente habrá cincuenta codos. Exodus 27:14 Y las cortinas del un lado serán de quince codos, sus columnas tres, con sus tres basas. Exodus 27:15 Al otro lado, quince cortinas, sus columnas tres, con sus tres basas. Exodus 27:16 Y a la puerta del patio habrá un pabellón de veinte codos, de cárdeno, y púrpura, y carmesí, y lino torcido de obra de bordador: sus columnas serán cuatro con sus cuatro basas. Exodus 27:17 Todas las columnas del patio al rededor serán ceñidas de plata; mas sus capiteles serán de plata, y sus basas de metal. Exodus 27:18 La longura del patio será de cien codos, y la anchura cincuenta con cincuenta, y la altura de cinco codos de lino torcido, y sus basas de metal. Exodus 27:19 Todos los vasos del tabernáculo en todo su servicio, y todas sus estacas, y todas las estacas del patio serán de metal. Exodus 27:20 ¶ Y tú mandarás a los hijos de Israel, que te tomen aceite de olivas, claro, molido, para la luminaria, para hacer arder continuamente las lámparas. Exodus 27:21 En el tabernáculo del testimonio del velo a fuera, que estará delante del testimonio; las cuales pondrá en orden Aarón y sus hijos desde la tarde hasta la mañana delante de Jehová por estatuto perpetuo por sus generaciones de los hijos de Israel. Exodus 28:0 Exodus 28:1 Y tú haz llegar a ti a Aarón tu hermano, y a sus hijos consigo de entre los hijos de Israel, para que sean mis sacerdotes, Aarón, Nadab y Abiú, Eleazar, e Itamar hijos de Aarón. Exodus 28:2 Y harás vestidos santos para Aarón tu hermano, para honra, y hermosura. Exodus 28:3 Y tú hablarás a todos los que fueren sabios de corazón, los cuales yo he henchido de espíritu de sabiduría, para que hagan los vestidos de Aarón para santificarle, para que sea mi sacerdote. Exodus 28:4 Los vestidos que harán, serán estos: El pectoral, y el efod, y el manto, y la túnica listada, la mitra, y el cinto. Y hagan los santos vestidos a Aarón tu hermano, y a sus hijos, para que sean mis sacerdotes. Exodus 28:5 Los cuales tomarán oro, y cárdeno, y púrpura, y carmesí, y lino fino, Exodus 28:6 Y harán el efod de oro, y cárdeno, y púrpura, y carmesí, y lino torcido de obra de bordador. Exodus 28:7 Tendrá dos hombreras que se junten a sus dos lados, y así se juntará. Exodus 28:8 Y el artificio de su cinta que estará sobre él, será de su misma obra, de lo mismo, es a saber, de oro, cárdeno, y púrpura, y carmesí, y lino torcido. Exodus 28:9 Y tomarás dos piedras oniquinas, y grabarás en ellas los nombres de los hijos de Israel; Exodus 28:10 Los seis de sus nombres en la una piedra, y los otros seis nombres en la otra piedra conforme a sus nacimientos. Exodus 28:11 De obra de maestro de piedras harás grabar de grabaduras de sello aquellas dos piedras de los nombres de los hijos de Israel; harásles al derredor engastes de oro. Exodus 28:12 Y aquellas dos piedras pondrás sobre los hombros del efod, serán piedras de memoria a los hijos de Israel; y Aarón llevará los nombres de ellos delante de Jehová en sus dos hombros por memoria. Exodus 28:13 Y harás los engastes de oro; Exodus 28:14 Y dos cadenas pequeñas de fino oro, las cuales harás de hechura de trenza, y pondrás las cadenas de hechura de trenza en los engastes. Exodus 28:15 Ítem, harás el pectoral del juicio; de obra artificiosa hacerlo has conforme a la obra del efod, de oro, y cárdeno, y púrpura, y carmesí, y lino torcido. Exodus 28:16 Será cuadrado doblado, de un palmo de longura, y de un palmo de anchura. Exodus 28:17 Y henchirlo has de pedrería con cuatro ordenes de piedras. El orden: un rubí, una esmeralda, y una crisólita, el primer orden. Exodus 28:18 El segundo orden, un carbunclo, un zafiro, y un diamante. Exodus 28:19 El tercer orden, un topacio, una turquesa, y un ametisto. Exodus 28:20 Y el cuarto orden, un tarsis, un ónix, y un jaspe, engastadas en oro en sus engastes. Exodus 28:21 Y serán aquellas piedras según los nombres de los hijos de Israel, doce según sus nombres, como grabaduras de sello, cada uno, según su nombre, serán a las doce tribus. Exodus 28:22 Harás también en el pectoral cadenas pequeñas de hechura de trenzas de oro fino. Exodus 28:23 Y harás en el pectoral dos sortijas de oro, las cuales dos sortijas pondrás a los dos cabos del pectoral. Exodus 28:24 Y pondrás las dos trenzas de oro en las dos sortijas, en los cabos del pectoral. Exodus 28:25 Y los otros dos cabos de las dos trenzas sobre los dos engastes, y ponerlas has a los lados del efod en la parte delantera. Exodus 28:26 Harás también otras dos sortijas de oro, las cuales pondrás en los dos cabos del pectoral en su orilla que está al cabo del efod de la parte de abajo. Exodus 28:27 Harás asimismo otras dos sortijas de oro las cuales pondrás a los dos lados del efod, abajo en la parte delantera, delante de su juntura, sobre el cinto del efod. Exodus 28:28 Y juntarán el pectoral con sus sortijas a las sortijas del efod con un cordón de cárdeno, para que esté sobre el cinto del efod, y no se aparte el pectoral del efod. Exodus 28:29 Y llevará Aarón los nombres de los hijos de Israel en el pectoral del juicio sobre su corazón, cuando entrare en el santuario en memoria delante de Jehová continuamente. Exodus 28:30 Y pondrás en el pectoral del juicio Urim y Tumim para que estén sobre el corazón de Aarón, cuando entrare delante de Jehová: y llevará Aarón el juicio de los hijos de Israel sobre su corazón siempre delante de Jehová. Exodus 28:31 Harás el manto del efod todo de cárdeno. Exodus 28:32 Y tendrá el collar de su cabeza en medio de él, el cual tendrá un borde al rededor de obra de tejedor, como un collar de un coselete, que no se rompa. Exodus 28:33 Y harás en sus orladuras granadas de cárdeno, y púrpura, y carmesí, por sus orladuras al derredor; y unas campanillas de oro entre ellas al rededor. Exodus 28:34 Una campanilla de oro y una granada, otra campanilla de oro y otra granada, por las orladuras del manto al derredor. Exodus 28:35 Y estará sobre Aarón cuando ministrare, y oírse ha su sonido cuando él entrare en el santuario delante de Jehová, y cuando saliere: Y no morirá. Exodus 28:36 Ítem, harás una plancha de oro fino, y grabarás en ella de grabadura de sello, Santidad a Jehová. Exodus 28:37 Y ponerla has con un cordón cárdeno, y estará sobre la mitra; delante la delantera de la mitra estará. Exodus 28:38 Y estará sobre la frente de Aarón, y Aarón llevará el pecado de las santificaciones, que los hijos de Israel santificaren en todas las ofrendas de sus santificaciones, y sobre su frente estará continuamente, para que hayan gracia delante de Jehová. Exodus 28:39 Ítem, bordarás una túnica de lino, y harás una mitra de lino, harás también un cinto de obra de recamador: Exodus 28:40 Mas a los hijos de Aarón harás túnicas: hacerles has también cintos, y hacerles has chapeos para honra y hermosura; Exodus 28:41 Y con ellos vestirás a Aarón tu hermano, y a sus hijos con él; y ungirlos has y henchirás sus manos, y santificarlos has para que sean mis sacerdotes. Exodus 28:42 Y hacerles has pañetes de lino para cubrir la carne vergonzosa: serán desde los lomos hasta los muslos. Exodus 28:43 Y estarán sobre Aarón y sobre sus hijos cuando entraren en el tabernáculo del testimonio, o cuando se llegaren al altar para servir en el santuario; y no llevarán pecado, y no morirán. Estatuto perpetuo para él, y para su simiente después de él. Exodus 29:0 Exodus 29:1 Y esto es lo que les harás para santificarlos para que sean mis sacerdotes. Toma un novillo hijo de vaca, y dos carneros perfectos; Exodus 29:2 Y panes sin levadura, y tortas sin levadura amasadas con aceite, y hojaldres sin levadura untadas con aceite, las cuales cosas harás de flor de harina de trigo: Exodus 29:3 Y ponerlas has en un canastillo, y ofrecerlas has en el canastillo con el novillo y los dos carneros. Exodus 29:4 Y harás llegar a Aarón y a sus hijos a la puerta del tabernáculo del testimonio, y lavarlos has con agua. Exodus 29:5 Y tomarás las vestiduras, y vestirás a Aarón la túnica y el manto del efod, y el efod, y el pectoral, y ceñirle has con el cinto del efod. Exodus 29:6 Y pondrás la mitra sobre su cabeza, y la corona de la santidad pondrás sobre la mitra. Exodus 29:7 Y tomarás el aceite de la unción, y derramarás sobre su cabeza, y ungirlo has. Exodus 29:8 Y harás llegar sus hijos, y vestirles has las túnicas. Exodus 29:9 Y ceñirles has el cinto, a Aarón y a sus hijos, y apretarles has los chapeos, y tendrán el sacerdocio por fuero perpetuo: y henchirás las manos de Aarón y de sus hijos. Exodus 29:10 ¶ Y harás llegar el novillo delante del tabernáculo del testimonio, y Aarón y sus hijos pondrán sus manos sobre la cabeza del novillo. Exodus 29:11 Y matarás el novillo delante de Jehová a la puerta del tabernáculo del testimonio. Exodus 29:12 Y tomarás de la sangre del novillo, y pondrás sobre los cuernos del altar con tu dedo, y toda la otra sangre echarás al cimiento del altar. Exodus 29:13 Y tomarás todo el sebo que cubre los intestinos, y el redaño de sobre el hígado, y los dos riñones, y el sebo que está sobre ellos, y encenderlos has sobre el altar: Exodus 29:14 Empero la carne del novillo, y su pellejo, y su estiércol quemarás a fuego fuera del campo: es expiación. Exodus 29:15 Y tomarás el un carnero, y Aarón y sus hijos pondrán sus manos sobre la cabeza del carnero: Exodus 29:16 Y matarás el carnero, y tomarás su sangre, y rociarás sobre el altar al rededor. Exodus 29:17 Y cortarás el carnero por sus piezas, y lavarás sus intestinos, y sus piernas, y ponerlas has sobre sus piezas y sobre su cabeza: Exodus 29:18 Y quemarás todo el carnero sobre el altar: holocausto es a Jehová, olor de holganza, ofrenda encendida es a Jehová. Exodus 29:19 ¶ Ítem, tomarás el segundo carnero, y Aarón y sus hijos pondrán sus manos sobre la cabeza del carnero, Exodus 29:20 Y matarás el carnero, y tomarás de su sangre, y pondrás sobre la ternilla de la oreja derecha de Aarón, y sobre la ternilla de las orejas de sus hijos, y sobre el dedo pulgar de las manos derechas de ellos, y sobre el dedo pulgar de los pies derechos de ellos, y esparcirás la sangre sobre el altar al derredor. Exodus 29:21 Y tomarás de la sangre, que estará sobre el altar, y del aceite de la unción, y esparcirás sobre Aarón, y sobre sus vestiduras y sobre sus hijos, y sobre sus vestiduras con él, y él será santificado y sus vestiduras, y sus hijos, y las vestiduras de sus hijos con él. Exodus 29:22 Luego tomarás del carnero el sebo, y la cola, y el sebo que cubre los intestinos, y el redaño del hígado, y los dos riñones, y el sebo que está sobre ellos, y la espalda derecha, porque es carnero de consagraciones: Exodus 29:23 Y una hogaza de pan, y una torta de pan de aceite, y una hojaldre del canasto de las cenceñas, que está delante de Jehová. Exodus 29:24 Y ponerlo has todo en las manos de Aarón, y en las manos de sus hijos, y mecerlo has en mecedura delante de Jehová. Exodus 29:25 Después tomarlo has de sus manos, y encenderlo has sobre el altar sobre el holocausto por olor de holganza delante de Jehová. Ofrenda encendida es a Jehová. Exodus 29:26 Y tomarás el pecho del carnero de las consagraciones, el cual es de Aarón, y mecerlo has por ofrenda mecida delante de Jehová, y será tu porción. Exodus 29:27 Y apartarás el pecho de la mecedura, y la espalda de la santificación que fue mecido, y que fue santificado del carnero de las consagraciones de Aarón y de sus hijos. Exodus 29:28 Y será para Aarón, y para sus hijos por fuero perpetuo de los hijos de Israel; porque es apartamiento: y será apartado de los hijos de Israel de sus sacrificios pacíficos: apartamiento de ellos será para Jehová. Exodus 29:29 Y las vestiduras santas que son de Aarón, serán de sus hijos después de él para ser ungidos con ellas, y para ser con ellas consagrados. Exodus 29:30 Siete días los vestirá el sacerdote de sus hijos, que en su lugar viniere al tabernáculo del testimonio a servir en el santuario. Exodus 29:31 Y tomarás el carnero de las consagraciones, y cocerás su carne en el lugar del santuario. Exodus 29:32 Y Aarón y sus hijos comerán la carne del carnero, y el pan que está en el canastillo, a la puerta del tabernáculo del testimonio. Exodus 29:33 Y comerán aquellas cosas con las cuales fueron expiados para henchir sus manos para ser santificados. Y el extranjero no comerá, porque son santidad. Exodus 29:34 Y si sobrare algo de la carne de las consagraciones y del pan hasta la mañana, lo que hubiere sobrado quemarás con fuego: no se comerá, porque es santidad. Exodus 29:35 Así pues harás a Aarón y a su hijos, conforme a todas las cosas que yo te he mandado: por siete días los consagrarás. Exodus 29:36 ¶ Y sacrificarás el novillo de la expiación cada día por las expiaciones, y expiarás el altar expiándotelo, y ungirlo has para santificarlo. Exodus 29:37 Por siete días expiarás el altar, y lo santificarás, y será el altar santidad de santidades: cualquiera cosa que tocare al altar, será santificada. Exodus 29:38 ¶ Y lo que harás sobre el altar será esto: dos corderos de un año; cada día continuamente. Exodus 29:39 El un cordero harás a la mañana, y el otro cordero harás entre las dos tardes. Exodus 29:40 Y una diezma de flor de harina amasada con aceite molido la cuarta parte de un hin: y la derramadura será la cuarta parte de un hin de vino con cada cordero. Exodus 29:41 Y el otro cordero harás entre las dos tardes conforme al presente de la mañana, y conforme a su derramadura harás, por olor de holganza: será ofrenda encendida a Jehová. Exodus 29:42 Esto será holocausto continuo por vuestras edades a la puerta del tabernáculo del testimonio delante de Jehová, en el cual me concertaré con vosotros para hablaros allí. Exodus 29:43 ¶ Y allí testificaré de mí a los hijos de Israel, y será santificado con mi gloria. Exodus 29:44 Y santificaré el tabernáculo del testimonio, y el altar: y a Aarón y a sus hijos santificaré para que sean mis sacerdotes. Exodus 29:45 Y yo habitaré entre los hijos de Israel, y serles he por Dios. Exodus 29:46 Y conocerán que yo soy Jehová su Dios, que los saqué de la tierra de Egipto para habitar en medio de ellos: Yo Jehová su Dios. Exodus 30:0 Exodus 30:1 Harás asimismo un altar de sahumerio de perfume: de madera de cedro lo harás. Exodus 30:2 Su longura será de un codo, y su anchura de un codo; será cuadrado; y su altura de dos codos, y sus cuernos serán de el mismo. Exodus 30:3 Y cubrirlo has de oro puro, su techumbre, y sus paredes al rededor, y sus cuernos: y hacerle has al derredor una corona de oro. Exodus 30:4 Hacerle has también dos sortijas de oro debajo de su corona, a sus dos esquinas, en sus ambos lados, para meter las barras con que será llevado. Exodus 30:5 Y harás las barras de madera de cedro, y cubrirlas has de oro. Exodus 30:6 Y ponerlo has delante del velo que está junto al arca del testimonio, delante de la cubierta que está sobre el testimonio, donde yo te testificaré de mí. Exodus 30:7 Y quemará sobre él Aarón sahumerio de especias cada mañana, el cual quemará cuando aderezare las lámparas. Exodus 30:8 Y cuando Aarón encenderá las lámparas entre las dos tardes, quemará el sahumerio continuamente delante de Jehová por vuestras edades. Exodus 30:9 No ofreceréis sobre él sahumerio ajeno, ni holocausto, ni presente, ni tampoco derramaréis sobre él derramadura. Exodus 30:10 Y expiará Aarón sobre sus cuernos una vez en el año con la sangre de la expiación de las reconciliaciones, una vez en el año expiará sobre él en vuestras edades. Santidad de santidades será a Jehová. Exodus 30:11 ¶ Y habló Jehová a Moisés, diciendo: Exodus 30:12 Cuando tomares el número de los hijos de Israel por la cuenta de ellos, cada uno dará a Jehová el rescate de su alma, cuando los contares, y no habrá en ellos mortandad por haberlos contado. Exodus 30:13 Esto dará cualquiera que pasare por la cuenta, medio siclo conforme al siclo del santuario. El siclo es de veinte óbolos: la mitad de un siclo será la ofrenda a Jehová. Exodus 30:14 Cualquiera que pasare por la cuenta de veinte años arriba dará la ofrenda a Jehová. Exodus 30:15 Ni el rico aumentará, ni el pobre disminuirá de medio siclo, cuando dieren la ofrenda a Jehová para hacer expiación por vuestras personas. Exodus 30:16 Y tomarás de los hijos de Israel el dinero de las expiaciones, y darlo has para la obra del tabernáculo del testimonio; y será por memorial a los hijos de Israel delante de Jehová para expiar vuestras personas. Exodus 30:17 ¶ Habló más Jehová a Moisés, diciendo: Exodus 30:18 Harás también una fuente de metal con su basa de metal para lavar, y ponerla has entre el tabernáculo del testimonio, y el altar: y pondrás en ella agua; Exodus 30:19 Y de ella se lavarán Aarón y sus hijos sus manos y sus pies: Exodus 30:20 Cuando entraren en el tabernáculo del testimonio, lavarse han con agua, y no morirán: y cuando se llegaren al altar para ministrar, para encender a Jehová la ofrenda encendida; Exodus 30:21 Entonces se lavarán las manos y los pies, y no morirán. Y esto tendrán por estatuto perpetuo, él y su simiente por sus generaciones. Exodus 30:22 ¶ Habló más Jehová a Moisés, diciendo: Exodus 30:23 Y tú tomarte has de las principales especias, de mirra excelente quinientos siclos, y de canela aromática la mitad de esto, es a saber, doscientos y cincuenta: y de cálamo aromático doscientos y cincuenta: Exodus 30:24 Y de casia quinientos al peso del santuario: y de aceite de olivas un hin. Exodus 30:25 Y harás de ello el aceite de la santa unción, ungüento de ungüento, obra de perfumador, el cual será el aceite de la santa unción. Exodus 30:26 Con él ungirás el tabernáculo del testimonio, y el arca del testimonio; Exodus 30:27 Y la mesa, y todos sus vasos; y el candelero, y todos sus vasos; y el altar del perfume, Exodus 30:28 Y el altar del holocausto y todos sus vasos, y la fuente y su basa. Exodus 30:29 Y consagrarlos has, y serán santidad de santidades: cualquiera cosa que tocare en ellos, será santificada. Exodus 30:30 Ungirás también a Aarón y a sus hijos, y santificarlos has para que sean mis sacerdotes. Exodus 30:31 ¶ Y hablarás a los hijos de Israel, diciendo: Este será mi aceite de la santa unción por vuestras edades. Exodus 30:32 Sobre carne de hombre no será untado, ni haréis otro semejante conforme a su composición: santo es, tenerlo heis vosotros por santo. Exodus 30:33 Cualquiera que compusiere ungüento semejante, y que pusiere de él sobre algún extraño, será cortado de sus pueblos. Exodus 30:34 ¶ Dijo más Jehová a Moisés: Tómate especias aromáticas; es a saber, estacte, y uña, y gálbano aromático, e incienso limpio en igual peso: Exodus 30:35 Y harás de ello una confección aromática de obra de perfumador, mezclada, pura, y santa. Exodus 30:36 Y molerás de ella pulverizando, y de ella pondrás delante del testimonio en el tabernáculo del testimonio donde yo te testificaré de mí: Santidad de santidades os será. Exodus 30:37 ¶ La confección que harás, no os haréis otra según su composición: Santidad te será para Jehová. Exodus 30:38 Cualquiera que hiciere otra como ella para olerla, será cortado de sus pueblos. Exodus 31:0 Exodus 31:1 Y habló Jehová a Moisés, diciendo: Exodus 31:2 Mira, yo he llamado por su nombre a Beseleel hijo de Uri, hijo de Jur, de la tribu de Judá, Exodus 31:3 Y lo he henchido de espíritu de Dios, en sabiduría, y en inteligencia, y en ciencia, y en todo artificio, Exodus 31:4 Para inventar invenciones para obrar en oro, y en plata, y en metal. Exodus 31:5 Y en artificio de piedras para engastar, y en artificio de madera, para obrar en toda obra. Exodus 31:6 Y he aquí que yo he puesto con él a Ooliab, hijo de Aquisamec de la tribu de Dan: y he puesto sabiduría en el ánimo de todo sabio de corazón, para que hagan todo lo que te he mandado. Exodus 31:7 El tabernáculo del testimonio, y el arca del testimonio, y la cubierta que estará sobre ella, y todos los vasos del tabernáculo, Exodus 31:8 Y la mesa y sus vasos, y el candelero limpio y todos sus vasos, y el altar del perfume, Exodus 31:9 Y el altar del holocausto, y todos sus vasos, y la fuente, y su basa, Exodus 31:10 Y las vestiduras del servicio, y las santas vestiduras, para Aarón el sacerdote, y las vestiduras de sus hijos, para que sean sacerdotes, Exodus 31:11 Y el aceite de la unción, y el perfume aromático para el santuario, el cual harán conforme a todo lo que yo te he mandado. Exodus 31:12 ¶ Habló más Jehová a Moisés, diciendo: Exodus 31:13 Y tú hablarás a los hijos de Israel, diciendo: Con todo eso vosotros guardaréis mis sábados; porque es señal entre mí y vosotros por vuestras edades, para que sepáis que yo soy Jehová, que os santifico; Exodus 31:14 Así que guardaréis el sábado porque santo es a vosotros: El que lo profanare, muriendo morirá: porque cualquiera que hiciere obra alguna en él, aquella alma será cortada de en medio de sus pueblos. Exodus 31:15 Seis días se hará obra; y el séptimo día sábado de reposo será santo a Jehová: cualquiera que hiciere obra el día del sábado, muriendo morirá. Exodus 31:16 Guardarán pues el sábado los hijos de Israel, haciendo sábado por sus edades, pacto perpetuo: Exodus 31:17 Señal es para siempre entre mí y los hijos de Israel; porque en seis días hizo Jehová los cielos y la tierra, y en el séptimo día cesó, y reposó. Exodus 31:18 ¶ Y dio a Moisés, como acabó de hablar con él en el monte de Sinaí, dos tablas del testimonio, tablas de piedra escritas con el dedo de Dios. Exodus 32:0 Exodus 32:1 Mas viendo el pueblo que Moisés tardaba de descender del monte, juntóse entonces el pueblo contra Aarón, y dijéronle: Levántate, háznos dioses que vayan delante de nosotros: porque a este Moisés, aquel varón que nos sacó de la tierra de Egipto, no sabemos que le haya acontecido. Exodus 32:2 Y Aarón les dijo: Apartád los zarcillos de oro que están en las orejas de vuestras mujeres, y de vuestros hijos, y de vuestras hijas, y traédmelos. Exodus 32:3 Entonces todo el pueblo apartó los zarcillos de oro que tenían en sus orejas, y trajéronlos a Aarón. Exodus 32:4 El cual los tomó de las manos de ellos, y formólo con buril, e hizo de ello un becerro de fundición, y dijeron: Israel, estos son tus dioses que te sacaron de tierra de Egipto. Exodus 32:5 Y viéndolo Aarón, edificó un altar delante de él, y pregonó Aarón, y dijo: Mañana será fiesta a Jehová. Exodus 32:6 Y el día siguiente madrugaron, y ofrecieron holocaustos, y presentaron pacíficos: y el pueblo se asentó a comer y a beber, y levantáronse a regocijarse. Exodus 32:7 ¶ Entonces Jehová dijo a Moisés: Anda, desciende; porque tu pueblo, que sacaste de tierra de Egipto, se ha corrompido. Exodus 32:8 Presto se han apartado del camino que yo les mandé; y se han hecho un becerro de fundición, y lo han adorado, y han sacrificado a él, y han dicho: Israel, estos son tus dioses, que te sacaron de tierra de Egipto. Exodus 32:9 Dijo más Jehová a Moisés: Yo he visto a este pueblo, que cierto es pueblo de dura cerviz. Exodus 32:10 Ahora pues déjame, que se encienda mi furor en ellos, y los consuma, y a ti yo te pondré sobre gran gente. Exodus 32:11 Entonces Moisés oró a la faz de Jehová su Dios, y dijo: Oh, Jehová, ¿por qué se encenderá tu furor en tu pueblo, que tú sacaste de la tierra de Egipto con gran fortaleza, y con mano fuerte? Exodus 32:12 ¿Por qué han de decir los Egipcios, diciendo: Con mal los sacó, para matarlos en los montes, y para raerlos de sobre la haz de la tierra? Vuélvete de la ira de tu furor, y arrepiéntete del mal de tu pueblo. Exodus 32:13 Acuérdate de Abraham, de Isaac, y de Israel tus siervos, a los cuales has jurado por ti mismo, y dícholes: Yo multiplicaré vuestra simiente como las estrellas del cielo: y daré a vuestra simiente toda esta tierra que he dicho, y tomarla han por heredad para siempre. Exodus 32:14 Entonces Jehová se arrepintió del mal, que dijo, que había de hacer a su pueblo. Exodus 32:15 ¶ Y volvióse Moisés, y descendió del monte trayendo en su mano las dos tablas del testimonio, las tablas escritas por sus ambas partes: de una parte y de otra estaban escritas. Exodus 32:16 Y las tablas eran obra de Dios, y la escritura era escritura de Dios grabada sobre las tablas. Exodus 32:17 Y oyendo Josué la voz del pueblo que gritaba, dijo a Moisés: Alarido de pelea hay en el campo. Exodus 32:18 Y él respondió: No es alarido de respuesta de fuertes, ni alarido de respuesta de flacos: alarido de cantar oigo yo. Exodus 32:19 Y aconteció, que como él llegó al campo, y vio el becerro, y las danzas, el furor se le encendió a Moisés, y arrojó las tablas de sus manos, y quebrólas al pie del monte. Exodus 32:20 Y tomó el becerro que habían hecho, y quemólo en el fuego, y moliólo hasta volverlo en polvos, y esparció los polvos sobre las aguas, y diólo a beber a los hijos de Israel. Exodus 32:21 ¶ Y dijo Moisés a Aarón: ¿Qué te ha hecho este pueblo, que has traído sobre él tan gran pecado? Exodus 32:22 Y respondió Aarón: No se enoje mi señor, tú conoces el pueblo, que es inclinado a mal: Exodus 32:23 Porque me dijeron: Háznos dioses que vayan delante de nosotros; que a este Moisés, el varón que nos sacó de tierra de Egipto, no sabemos que le ha acontecido. Exodus 32:24 Y yo les respondí: ¿Quién tiene oro? apartádlo. Y diéronmelo, y echélo en el fuego, y salió este becerro. Exodus 32:25 ¶ Y viendo Moisés el pueblo, que estaba desnudo, (porque Aarón le había desnudado para vergüenza entre sus enemigos,) Exodus 32:26 Púsose Moisés a la puerta del real, y dijo: ¿Quién es de Jehová? Venga conmigo. Y juntáronse con él todos los hijos de Leví. Exodus 32:27 Y él les dijo: Así dijo Jehová, el Dios de Israel: Ponéd cada uno su espada sobre su muslo: pasád y volvéd de puerta a puerta por el campo, y matád cada uno a su hermano, y a su amigo, y a su pariente. Exodus 32:28 Y los hijos de Leví lo hicieron conforme al dicho de Moisés, y cayeron del pueblo en aquel día como tres mil hombres. Exodus 32:29 Entonces Moisés dijo: Hoy os habéis consagrado a Jehová, porque cada uno se ha consagrado en su hijo, y en su hermano, para que él dé hoy sobre vosotros bendición. Exodus 32:30 ¶ Y aconteció que el día siguiente Moisés dijo al pueblo: Vosotros habéis pecado un gran pecado: mas yo subiré ahora a Jehová, quizá le aplacaré sobre vuestro pecado. Exodus 32:31 Entonces volvió Moisés a Jehová, y dijo: Yo te ruego: este pueblo ha pecado un pecado grande, porque se hicieron dioses de oro, Exodus 32:32 Que perdones ahora su pecado, y si no, ráeme ahora de tu libro, que has escrito. Exodus 32:33 Y Jehová respondió a Moisés: Al que pecare contra mí, a este raeré yo de mi libro. Exodus 32:34 Vé pues ahora, lleva a este pueblo donde te he dicho: he aquí, mi ángel irá delante de ti, que en el día de mi visitación yo visitaré en ellos su pecado. Exodus 32:35 E hirió Jehová al pueblo, porque habían hecho el becerro que hizo Aarón. Exodus 33:0 Exodus 33:1 Y Jehová dijo a Moisés: Vé, sube de aquí, tu y el pueblo, que sacaste de la tierra de Egipto, a la tierra, de la cual yo juré a Abraham, Isaac, y Jacob, diciendo: A tu simiente la daré: Exodus 33:2 Y yo enviaré delante de ti el ángel, y echaré fuera al Cananeo, y al Amorreo, y al Jetteo, y al Ferezeo, y al Heveo, y al Jebuseo, Exodus 33:3 A la tierra que corre leche y miel: porque yo no subiré en medio de ti, porque eres pueblo de dura cerviz, porque yo no te consuma en el camino. Exodus 33:4 Y oyendo el pueblo esta mala palabra, pusieron luto, y ninguno puso sobre si sus atavíos. Exodus 33:5 Y Jehová dijo a Moisés: Di a los hijos de Israel: Vosotros sois pueblo de dura cerviz: en un momento subiré en medio de ti, y te consumiré: quítate pues ahora tus atavíos que yo sabré lo que te tengo de hacer. Exodus 33:6 Entonces los hijos de Israel se despojaron de sus atavíos desde el monte Oreb. Exodus 33:7 Y Moisés tomó el tabernáculo, y extendiólo fuera del campo, lejos del campo, y llamóle: El tabernáculo del testimonio: y fue, que cualquiera que requería a Jehová, salía al tabernáculo del testimonio, que estaba fuera del campo. Exodus 33:8 Y era, que cuando salía Moisés al tabernáculo, todo el pueblo se levantaba, y estaba cada uno en pie a la puerta de su tienda, y miraban en pos de Moisés, hasta que él entraba en el tabernáculo: Exodus 33:9 Y cuando Moisés entraba en el tabernáculo, la columna de nube descendía, y se ponía a la puerta del tabernáculo, y Jehová hablaba con Moisés. Exodus 33:10 Y viendo todo el pueblo la columna de la nube, que estaba a la puerta del tabernáculo, todo el pueblo se levantaba; cada uno a la puerta de su tienda, y adoraba. Exodus 33:11 Y hablaba Jehová a Moisés cara a cara, como habla cualquiera a su compañero, y volvíase al campo: mas el mozo Josué, hijo de Nun, su criado, nunca se apartaba de en medio del tabernáculo. Exodus 33:12 ¶ Y dijo Moisés a Jehová: Mira, tú me dices a mí: Saca este pueblo, y tú no me has aun declarado, a quien has de enviar conmigo: y tú dices: Yo te he conocido por nombre, y aun has hallado gracia en mis ojos. Exodus 33:13 Ahora pues, si he hallado ahora gracia en tus ojos, ruégote que me muestres tu camino, para que te conozca; porque halle gracia en tus ojos: y mira, que tu pueblo es aquesta gente. Exodus 33:14 ¶ Y él dijo: Mi faz irá contigo, y te haré descansar. Exodus 33:15 Y él le respondió: Si tu faz no ha de ir conmigo, no nos saques de aquí. Exodus 33:16 ¿Y en qué se parecerá aquí, que he hallado gracia en tus ojos, yo y tu pueblo, sino en andar tú con nosotros, y que yo y tu pueblo seamos apartados de todos los pueblos que están sobre la haz de la tierra? Exodus 33:17 Y Jehová dijo a Moisés: También haré esto que has dicho, por cuanto has hallado gracia en mis ojos, y yo te he conocido por nombre. Exodus 33:18 Él entonces dijo: Ruégote que me muestres tu gloria. Exodus 33:19 Y él respondió: Yo haré pasar todo mi bien delante de tu rostro, y llamaré por el nombre de Jehová delante de ti; y habré misericordia del que tendré misericordia, y seré clemente al que seré clemente. Exodus 33:20 Dijo más: No podrás ver mi faz; porque no me verá hombre, y vivirá. Exodus 33:21 Y dijo más Jehová: He aquí lugar junto a mí, y tú estarás sobre la peña. Exodus 33:22 Y será, que cuando pasare mi gloria, yo te pondré en un resquicio de la peña, y te cubriré con mi mano hasta que yo haya pasado. Exodus 33:23 Después yo apartaré mi mano, y verás mis espaldas, mas mi rostro no se verá. Exodus 34:0 Exodus 34:1 Y Jehová dijo a Moisés: Alísate dos tablas de piedra como las primeras, y yo escribiré sobre aquellas tablas las palabras que estaban sobre las tablas primeras que quebraste. Exodus 34:2 Apercíbete pues para mañana, y sube por la mañana en el monte de Sinaí, y estáme allí sobre la cumbre del monte. Exodus 34:3 Y no suba hombre contigo, ni parezca alguno en todo el monte: ni oveja ni buey pazcan delante del monte. Exodus 34:4 Y él alisó dos tablas de piedra como las primeras, y levantóse por la mañana, y subió al monte de Sinaí, como Jehová le mandó, y tomó en su mano las dos tablas de piedra. Exodus 34:5 ¶ Y Jehová descendió en una nube, y estuvo allí con él, y llamó en el nombre de Jehová. Exodus 34:6 Y pasando Jehová por delante de él, clamó: Jehová, Jehová, fuerte, misericordioso, y piadoso; luengo de iras, y grande en misericordia y verdad: Exodus 34:7 Que guarda la misericordia en millares; que suelta la iniquidad, la rebelión, y el pecado: y que absolviendo no absolverá; que visita la iniquidad de los padres sobre los hijos, y sobre los hijos de los hijos, sobre los terceros y sobre los cuartos. Exodus 34:8 ¶ Entonces Moisés apresurándose abajó la cabeza en tierra y encorvóse: Exodus 34:9 Y dijo: Si ahora he hallado gracia en tus ojos, Señor, vaya ahora el Señor en medio de nosotros, porque este es pueblo de dura cerviz; y perdona nuestra iniquidad, y nuestro pecado, y poséenos. Exodus 34:10 ¶ Y él dijo: He aquí, yo hago concierto delante de todo tu pueblo: haré maravillas, que no han sido hechas en toda la tierra, ni en todas las gentes, y verá todo el pueblo, en medio del cual tú estás, la obra de Jehová; porque ha de ser cosa terrible, la que yo hago contigo. Exodus 34:11 ¶ Guárdate de lo que yo te mando hoy: he aquí que yo echo de delante de tu presencia al Amorreo, y al Cananeo, y al Jetteo, y al Ferezeo, y al Heveo, y al Jebuseo. Exodus 34:12 Guárdate que no hagas alianza con los moradores de la tierra donde has de entrar, porque no sean por tropezadero en medio de ti. Exodus 34:13 Mas derribaréis sus altares, y quebraréis sus estatuas, y talaréis sus bosques. Exodus 34:14 Porque no te inclinarás a dios ajeno, que Jehová, cuyo nombre es Zeloso, Dios zeloso es. Exodus 34:15 Por tanto no harás alianza con los moradores de aquella tierra; porque ellos fornicarán en pos de sus dioses, y sacrificarán a sus dioses, y llamarte han y comerás de sus sacrificios: Exodus 34:16 O tomando de sus hijas para tus hijos, y fornicando sus hijas en pos de sus dioses, harán también fornicar tus hijos en pos de los dioses de ellas. Exodus 34:17 No harás dioses de fundición para ti. Exodus 34:18 La fiesta de las cenceñas guardarás: siete días comerás por leudar, como te he mandado, en el tiempo del mes de Abib, porque en el mes de Abib saliste de Egipto. Exodus 34:19 Toda abertura de matriz mía es; y todo tu ganado que será macho, abertura de la vaca, y de la oveja, será mío. Exodus 34:20 Empero el primogénito del asno redimirás con cordero; y si no lo redimieres, cortarle has la cabeza. Todo primogénito de tus hijos redimirás; y no serán vistos vacíos delante de mí. Exodus 34:21 Seis días trabajarás, mas en el séptimo día cesarás: en la arada y en la siega cesarás. Exodus 34:22 Y la fiesta de las semanas te harás a los principios de la siega del trigo; y la fiesta de la cosecha a la vuelta del año. Exodus 34:23 Tres veces en el año será visto todo varón tuyo delante del Señoreador Jehová, Dios de Israel. Exodus 34:24 Porque yo echaré las gentes de delante tu faz, y ensancharé tu término: y ninguno codiciará tu tierra, cuando tú subieres para ser visto delante de Jehová tu Dios tres veces en el año. Exodus 34:25 No sacrificarás sobre leudo la sangre de mi sacrificio: ni quedará de la noche para la mañana el sacrificio de la fiesta de la pascua. Exodus 34:26 El principio de los primeros frutos de tu tierra meterás en la casa de Jehová tu Dios. No cocerás el cabrito en la leche de su madre. Exodus 34:27 Y Jehová dijo a Moisés: Escríbete estas palabras, porque conforme a estas palabras he hecho la alianza contigo, y con Israel. Exodus 34:28 ¶ Y él estuvo allí con Jehová cuarenta días, y cuarenta noches: no comió pan, ni bebió agua: y escribió en tablas las palabras de la alianza, las diez palabras. Exodus 34:29 Y aconteció, que descendiendo Moisés del monte de Sinaí con las dos tablas del testimonio en su mano, como descendió del monte, él no sabía que la tez de su rostro resplandecía, después que hubo hablado con él. Exodus 34:30 Y miró Aarón y todos los hijos de Israel a Moisés, y he aquí que la tez de su rostro era resplandeciente, y hubieron miedo de llegarse a él. Exodus 34:31 Y llamólos Moisés, y tornaron a él Aarón y todos los príncipes de la congregación: y Moisés les habló. Exodus 34:32 Y después se llegaron todos los hijos de Israel, a los cuales mandó todas las cosas que Jehová le había dicho en el monte de Sinaí. Exodus 34:33 Y cuando hubo acabado Moisés de hablar con ellos, puso un velo sobre su rostro. Exodus 34:34 Y cuando venía Moisés delante de Jehová para hablar con él, quitaba el velo, hasta que salía; y salido hablaba con los hijos de Israel, lo que le era mandado. Exodus 34:35 Y veían los hijos de Israel el rostro de Moisés que la tez de su rostro era resplandeciente, y volvía Moisés a poner el velo sobre su rostro, hasta que entraba a hablar con él. Exodus 35:0 Exodus 35:1 E hizo juntar Moisés toda la congregación de los hijos de Israel, y díjoles: Estas son las cosas, que Jehová ha mandado que hagáis: Exodus 35:2 Seis días se hará obra; mas el día séptimo os será santo, sábado de reposo a Jehová, cualquiera que hiciere en él obra, morirá. Exodus 35:3 No encenderéis fuego en todas vuestras moradas en el día del sábado. Exodus 35:4 Y habló Moisés a toda la congregación de los hijos de Israel, diciendo: Esto es lo que Jehová ha mandado, diciendo: Exodus 35:5 Tomád de entre vosotros ofrenda para Jehová: todo liberal de su corazón la traerá a Jehová, oro, plata, y metal, Exodus 35:6 Y cárdeno, y púrpura, y carmesí, y lino fino, y pelos de cabras, Exodus 35:7 Y cueros rojos de carneros, y cueros de tejones, y madera de cedro, Exodus 35:8 Y aceite para la luminaria, y especias aromáticas para el aceite de la unción, y para el perfume aromático, Exodus 35:9 Y piedras de ónix, y las piedras de los engastes para el efod y para el pectoral. Exodus 35:10 Y todo sabio de corazón, que habrá entre vosotros, vendrán y harán todas las cosas que ha mandado Jehová: Exodus 35:11 El tabernáculo, su tienda, y su cobertura, y sus sortijas, y sus tablas, sus barras, sus columnas, y sus basas; Exodus 35:12 El arca y sus barras, la cubierta, y el velo de la tienda; Exodus 35:13 La mesa y sus barras, y todos sus vasos, y el pan de la proposición; Exodus 35:14 Y el candelero de la luminaria, y sus vasos, y sus candilejas, y el aceite de la luminaria; Exodus 35:15 Y el altar del perfume y sus barras, y el aceite de la unción, y el perfume aromático, y el pabellón de la puerta para la entrada del tabernáculo; Exodus 35:16 El altar del holocausto, y su criba de metal, y sus barras, y todos sus vasos, y la fuente, y su basa; Exodus 35:17 Las cortinas del patio, sus columnas, y sus basas, y el pabellón de la puerta del patio; Exodus 35:18 Las estacas del tabernáculo, y las estacas del patio, y sus cuerdas; Exodus 35:19 Las vestiduras del servicio para ministrar en el santuario; es a saber, las santas vestiduras de Aarón el sacerdote, y las vestiduras de sus hijos para servir en el sacerdocio. Exodus 35:20 ¶ Y salió toda la congregación de los hijos de Israel de delante de Moisés. Exodus 35:21 Y vino todo varón a quien su corazón levantó, y todo aquel a quien su espíritu le dio voluntad, y trajeron ofrenda a Jehová para la obra del tabernáculo del testimonio, y para toda su obra, y para las santas vestiduras. Exodus 35:22 Y vinieron así hombres como mujeres, todo voluntario de corazón, y trajeron ajorcas, y zarcillos, y anillos, y brazaletes, y toda joya de oro, y cualquiera ofrecía ofrenda de oro a Jehová. Exodus 35:23 Todo hombre que se hallaba con cárdeno, o púrpura, o carmesí, o lino fino, o pelos de cabras, o cueros rojos de carneros, o cueros de tejones, lo traía. Exodus 35:24 Cualquiera que ofrecía ofrenda de plata, o de metal, traía la ofrenda a Jehová: y todo hombre que se hallaba con madera de cedro, la traía para toda la obra del servicio. Exodus 35:25 Ítem, todas las mujeres sabias de corazón hilaban de sus manos, y traían lo que habían hilado, cárdeno, o púrpura, o carmesí, o lino fino. Exodus 35:26 Y todas las mujeres, cuyo corazón las levantó en sabiduría, hilaron pelos de cabras. Exodus 35:27 Y los príncipes trajeron las piedras de ónix, y las piedras de los engastes para el efod, y el pectoral; Exodus 35:28 Y la especia aromática, y aceite para la luminaria, y para el aceite de la unción, y para el perfume aromático. Exodus 35:29 Todo hombre y mujer que tuvieron corazón voluntario para traer para toda la obra que Jehová había mandado por Moisés que hiciesen, trajeron los hijos de Israel ofrenda voluntaria a Jehová. Exodus 35:30 ¶ Y dijo Moisés a los hijos de Israel: Mirád, Jehová ha llamado por su nombre a Beseleel, hijo de Uri, hijo de Jur, de la tribu de Judá. Exodus 35:31 Y lo ha henchido de Espíritu de Dios, en sabiduría, en inteligencia, y en ciencia, y en todo artificio; Exodus 35:32 Para inventar invenciones para obrar en oro, y en plata, y en metal; Exodus 35:33 Y en obra de pedrería para engastar, y en obra de madera, para obrar en toda obra de invención: Exodus 35:34 Y ha puesto en su corazón para que pueda enseñar él y Ooliab, hijo de Aquisamec, de la tribu de Dan. Exodus 35:35 Y los ha henchido de sabiduría de corazón para que hagan toda obra de artificio, y de invención, y de recamado, en cárdeno, y en púrpura, y en carmesí, y en lino fino, y en telar, para que hagan toda obra, e inventen toda invención. Exodus 36:0 Exodus 36:1 E hizo Beseleel, y Ooliab, y todo hombre sabio de corazón, a quien Jehová dio sabiduría e inteligencia para que supiesen hacer toda la obra del servicio del santuario, todas las cosas que había mandado Jehová. Exodus 36:2 Y Moisés llamó a Beseleel y a Ooliab, y a todo varón sabio de corazón, en cuyo corazón había dado Jehová sabiduría, y a todo hombre a quien su corazón levantó para llegarse a la obra para hacer en ella. Exodus 36:3 Y tomaron de delante de Moisés toda la ofrenda que los hijos de Israel habían traído para la obra del servicio del santuario para hacerla, y ellos le traían aun ofrenda voluntaria cada mañana. Exodus 36:4 Y vinieron todos los maestros que hacían toda la obra del santuario, cada uno de la obra que hacía, Exodus 36:5 Y hablaron a Moisés, diciendo: El pueblo trae mucho más de lo que es menester para hacer la obra para el ministerio, que Jehová ha mandado que se haga. Exodus 36:6 Entonces Moisés mandó pregonar por el campo, diciendo: Ningún hombre ni mujer hagan más obra para ofrecer al santuario. Y así fue el pueblo prohibido de ofrecer. Exodus 36:7 Y tenían hacienda abasto para hacer toda la obra, y sobraba. Exodus 36:8 ¶ Y todos los sabios de corazón entre los que hacían la obra, hicieron el tabernáculo de diez cortinas, de lino torcido, y de cárdeno, y de púrpura, y de carmesí, las cuales hicieron de obra de artífice con querubines. Exodus 36:9 La longura de la una cortina era de veinte y ocho codos, y la anchura de cuatro codos, todas las cortinas tenían una misma medida. Exodus 36:10 Y juntó las cinco cortinas la una con la otra, y las otras cinco cortinas juntó la una con la otra. Exodus 36:11 E hizo las lazadas de cárdeno en la orilla de la una cortina, en el cabo a la juntura y así hizo en la orilla en el cabo de la segunda cortina, en la juntura. Exodus 36:12 Cincuenta lazadas hizo en la una cortina, y otras cincuenta en la segunda cortina, en el cabo, en la juntura, las unas lazadas en frente de las otras. Exodus 36:13 Hizo también cincuenta corchetes de oro con los cuales juntó las cortinas la una con la otra, e hízose un tabernáculo. Exodus 36:14 Hizo asimismo cortinas de pelos de cabras para la tienda sobre el tabernáculo, e hízolas once. Exodus 36:15 La longura de la una cortina era de treinta codos, y la anchura de cuatro codos, las once cortinas tenían una misma medida. Exodus 36:16 Y juntó por sí las cinco cortinas, y las seis cortinas por sí. Exodus 36:17 E hizo cincuenta lazadas en la orilla de la postrera cortina en la juntura, y otras cincuenta lazadas en la orilla de la otra cortina en la juntura. Exodus 36:18 Hizo también cincuenta corchetes de metal para juntar la tienda que fuese una. Exodus 36:19 E hizo un cobertor para la tienda de cueros rojos de carnero, y otro cobertor encima de cueros de tejones. Exodus 36:20 ¶ E hizo las tablas para el tabernáculo de madera de cedro estantes. Exodus 36:21 La longura de cada tabla de diez codos, y de codo y medio la anchura. Exodus 36:22 Cada tabla tenía dos quicios enclavijados el uno delante del otro, así hizo todas las tablas del tabernáculo. Exodus 36:23 E hizo las tablas para el tabernáculo, veinte tablas al lado del austro, al mediodía. Exodus 36:24 Hizo también las cuarenta basas de plata debajo de las veinte tablas; dos basas debajo de la una tabla para sus dos quicios, y otras dos basas debajo de la otra tabla para sus dos quicios. Exodus 36:25 Y en el otro lado del tabernáculo, en el lado del aquilón, hizo otras veinte tablas, Exodus 36:26 Con sus cuarenta basas de plata, dos basas debajo de la una tabla, y otras dos basas debajo de la otra tabla. Exodus 36:27 Y en el lado occidental del tabernáculo hizo seis tablas. Exodus 36:28 A las esquinas del tabernáculo en los dos lados hizo dos tablas. Exodus 36:29 Las cuales se juntaban por abajo, y asimismo por arriba a una sortija; y así hizo a la una y a la otra en las dos esquinas. Exodus 36:30 Y así eran ocho tablas, y sus basas de plata diez y seis, dos basas debajo de cada tabla. Exodus 36:31 E hizo las barras de madera de cedro, cinco para las tablas del un lado del tabernáculo, Exodus 36:32 Y otras cinco barras para las tablas del otro lado del tabernáculo, y otras cinco barras para las tablas del lado del tabernáculo a las esquinas del occidente. Exodus 36:33 E hizo que la barra del medio pasase por medio de las tablas del un cabo al otro. Exodus 36:34 Y cubrió las tablas de oro, e hizo de oro las sortijas de ellas por donde pasasen las barras, y cubrió de oro las barras. Exodus 36:35 ¶ Hizo asimismo el velo de cárdeno, y púrpura, y carmesí, y lino torcido, el cual hizo de obra de artífice con querubines. Exodus 36:36 E hizo para él cuatro columnas de cedro, y cubriólas de oro, los capiteles de las cuales eran de oro, e hizo para ellas cuatro basas de plata de fundición. Exodus 36:37 ¶ Hizo asimismo el velo para la puerta del tabernáculo de cárdeno, y púrpura, y carmesí, y lino torcido, de obra de recamador; Exodus 36:38 Con sus cinco columnas y sus capiteles, y cubrió las cabezas de ellas y sus molduras de oro, y sus cinco basas hizo de metal. Exodus 37:0 Exodus 37:1 Hizo también Beseleel el arca de madera de cedro, su longura era de dos codos y medio, y de codo y medio su anchura, y su altura de otro codo y medio. Exodus 37:2 Y cubrióla de oro puro por de dentro y por de fuera, e hízole una corona de oro al rededor. Exodus 37:3 Y fundióle cuatro sortijas de oro a sus cuatro esquinas, en el un lado dos sortijas, y en el otro lado otras dos sortijas. Exodus 37:4 Hizo también las barras de madera de cedro, y cubriólas de oro. Exodus 37:5 Y metió las barras por las sortijas a los lados del arca para llevar el arca. Exodus 37:6 ¶ Hizo asimismo la cubierta de oro puro: su longura de dos codos y medio, y su anchura de codo y medio. Exodus 37:7 Ítem, hizo los dos querubines de oro, los cuales hizo de martillo, a los dos cabos de la cubierta. Exodus 37:8 El un querubín de esta parte al un cabo, y el otro querubín de la otra parte al otro cabo de la cubierta: hizo los querubines a sus dos cabos. Exodus 37:9 Y los querubines extendían sus alas por encima cubriendo con sus alas la cubierta; y sus rostros el uno contra el otro, los rostros de los querubines a la cubierta. Exodus 37:10 ¶ Hizo también la mesa de madera de cedro, su longura de dos codos, y su anchura de un codo, y de codo y medio su altura. Exodus 37:11 Y cubrióla de oro puro, e hízole una corona de oro al derredor. Exodus 37:12 Hízole también una moldura de anchura de una mano al rededor, a la cual moldura hizo la corona de oro al derredor. Exodus 37:13 Hízole también de fundición cuatro sortijas de oro, y púsolas a las cuatro esquinas, que estaban a los cuatro pies de ella. Exodus 37:14 Delante de la moldura estaban las sortijas, por las cuales se metiesen las barras para llevar la mesa. Exodus 37:15 Hizo también las barras de madera de cedro para llevar la mesa, y cubriólas de oro. Exodus 37:16 Ítem, hizo los vasos que habían de estar sobre la mesa, sus platos, y sus cucharones, y sus cubiertas, y sus tazones con que se había de cubrir el pan, de oro fino. Exodus 37:17 ¶ Hizo asimismo el candelero de oro puro, el cual hizo de martillo: su pie, y su caña, sus copas, sus manzanas, y sus flores eran de lo mismo. Exodus 37:18 De sus lados salían seis cañas, las tres cañas del un lado del candelero, y las otras tres cañas del otro lado del candelero. Exodus 37:19 En la una caña había tres copas almendradas, una manzana, y una flor: y en la otra caña otras tres copas almendradas, otra manzana y otra flor: y así en todas las seis cañas que salían del candelero. Exodus 37:20 Y en el mismo candelero había cuatro copas almendradas, sus manzanas, y sus flores. Exodus 37:21 Y una manzana debajo de las unas dos cañas de lo mismo, y otra manzana debajo de las otras dos cañas de lo mismo, y otra manzana debajo de las otras dos cañas de lo mismo, por las seis cañas que salían de él. Exodus 37:22 Sus manzanas y sus cañas eran de lo mismo, todo era una pieza de martillo de oro puro. Exodus 37:23 Hizo asimismo sus candilejas siete, y sus despabiladeras, y sus paletas de oro puro. Exodus 37:24 De un talento de oro puro lo hizo a él y a todos sus vasos. Exodus 37:25 ¶ Hizo también el altar del perfume de madera de cedro: un codo su longura, y otro codo su anchura, cuadrado: y dos codos su altura, y sus cuernos eran de la misma pieza. Exodus 37:26 Y cubriólo de oro puro, su mesa y sus paredes al rededor, y sus cuernos: e hízole una corona de oro al derredor. Exodus 37:27 Hízole también dos sortijas de oro debajo de la corona en las dos esquinas a los dos lados, para pasar por ellas las barras con que había de ser llevado. Exodus 37:28 Y las barras hizo de madera de cedro, y cubriólas de oro. Exodus 37:29 ¶ Hizo asimismo el aceite de la unción santo, y el perfume aromático fino, de obra de perfumador. Exodus 38:0 Exodus 38:1 E hizo el altar del holocausto de madera de cedro, su longura de cinco codos, y su anchura de otros cinco codos, cuadrado, y de tres codos su altura. Exodus 38:2 E hízole sus cuernos a sus cuatro esquinas, los cuales eran de la misma pieza, y cubriólo de metal. Exodus 38:3 Hizo asimismo todos los vasos del altar, calderones, y badiles, y lebrillos, y garfios, y palas: todos sus vasos hizo de metal. Exodus 38:4 E hizo la criba para el altar de hechura de red de metal, en su cerco debajo hasta el medio de él. Exodus 38:5 E hizo de fundición cuatro sortijas para la criba de metal a los cuatro cabos para meter las barras. Exodus 38:6 E hizo las barras de madera de cedro, y cubriólas de metal. Exodus 38:7 Y metió las barras por las sortijas a los lados del altar para llevarlo con ellas, el cual hizo hueco de tablas. Exodus 38:8 ¶ Ítem, hizo la fuente de metal y su basa de metal de los espejos de las que velaban a la puerta del tabernáculo del testimonio. Exodus 38:9 ¶ Ítem, hizo el patio a la parte del mediodía austral; las cortinas del patio eran de cien codos de lino torcido. Exodus 38:10 Sus columnas veinte, y las basas de ellas veinte de metal: los capiteles de las columnas y sus molduras de plata. Exodus 38:11 Y a la parte del aquilón cortinas de cien codos: sus columnas veinte, y las basas de ellas veinte, de metal: los capiteles de las columnas y sus molduras de plata. Exodus 38:12 A la parte del occidente cortinas de cincuenta codos: sus columnas diez, y las basas de ellas diez: los capiteles de las columnas y sus molduras de plata. Exodus 38:13 Y a la parte oriental al oriente, cortinas de cincuenta codos. Exodus 38:14 Al un lado cortinas de quince codos, sus tres columnas con sus tres basas. Exodus 38:15 Al otro lado de la una parte y de la otra de la puerta del patio, cortinas de a quince codos, sus tres columnas, con sus tres basas. Exodus 38:16 Todas las cortinas del patio al derredor eran de lino torcido. Exodus 38:17 Y las basas de las columnas, de metal: los capiteles de las columnas y sus molduras, de plata. Y las cubiertas de las cabezas de ellas, de plata, asimismo todas las columnas del patio tenían molduras de plata. Exodus 38:18 ¶ Y el pabellón de la puerta del patio de obra de recamado de cárdeno, y púrpura, y carmesí, y lino torcido: la longura de veinte codos, y la altura en la anchura de cinco codos y conforme a las cortinas del patio. Exodus 38:19 Y sus columnas cuatro con sus basas cuatro de metal, y sus corchetes de plata, y las cubiertas de los capiteles de ellas, y sus molduras, de plata. Exodus 38:20 Y todas las estacas del tabernáculo y del patio al rededor de metal. Exodus 38:21 Estas son las cuentas del tabernáculo, del tabernáculo del testimonio, lo cual fue contado por dicho de Moisés por mano de Itamar hijo de Aarón, sacerdote, para el ministerio de los Levitas. Exodus 38:22 Y Beseleel, hijo de Uri, hijo de Jur, de la tribu de Judá, hizo todas las cosas que Jehová mandó a Moisés. Exodus 38:23 Y con él Ooliab, hijo de Aquisamec, de la tribu de Dan, maestro e ingeniero, y recamador en cárdeno, y púrpura, y carmesí, y lino fino. Exodus 38:24 ¶ Todo el oro gastado en la obra, en toda la obra del santuario, el cual fue oro de ofrenda, fue veinte y nueve talentos, y sietecientos y treinta siclos, al siclo del santuario. Exodus 38:25 Y la plata de los contados de la congregación fue cien talentos, y mil y sietecientos y setenta y cinco siclos, al siclo del santuario. Exodus 38:26 Medio por cabeza, medio siclo, al siclo del santuario, a todos los que pasaron por cuenta de edad de veinte años y arriba, que fueron seiscientos y tres mil y quinientos y cincuenta. Exodus 38:27 Hubo además cien talentos de plata para hacer de fundición las basas del santuario, y las basas del velo, en cien basas cien talentos, a talento por basa. Exodus 38:28 Y de mil y siete cientos y setenta y cinco siclos hizo los capiteles de las columnas, y cubrió los capiteles de ellas, y las ciñó. Exodus 38:29 Y el metal de la ofrenda fue setenta talentos, y dos mil y cuatrocientos siclos. Exodus 38:30 Del cual hizo las basas de la puerta del tabernáculo del testimonio, y el altar de metal, y su criba de metal, y todos los vasos del altar. Exodus 38:31 Y las basas del patio al derredor, y las basas de la puerta del patio, y todas las estacas del tabernáculo, y todas las estacas del patio al rededor. Exodus 39:0 Exodus 39:1 Y del cárdeno, y púrpura, y carmesí, hicieron las vestiduras del ministerio para ministrar en el santuario; y asimismo hicieron las santas vestiduras que eran para Aarón, como Jehová lo mandó a Moisés. Exodus 39:2 Hizo también el efod de oro, cárdeno, y púrpura, y carmesí, y lino torcido. Exodus 39:3 Y extendieron las planchas de oro, y cortaron los hilos para tejer entre el cárdeno, y entre la púrpura, y entre el carmesí, y entre el lino, por obra de artífice. Exodus 39:4 Hiciéronle los espaldares que se juntasen, y juntábanse en sus dos lados. Exodus 39:5 Y el cinto del efod, que estaba sobre él, era de lo mismo, conforme a su obra de oro, cárdeno, y púrpura, y carmesí, y lino torcido, como Jehová lo había mandado a Moisés. Exodus 39:6 Y labraron las piedras oniquinas cercadas de engastes de oro, grabadas de grabadura de sello con los nombres de los hijos de Israel: Exodus 39:7 Y púsolas sobre las hombreras del efod, por piedras de memoria a los hijos de Israel, como Jehová lo había mandado a Moisés. Exodus 39:8 Hizo también el pectoral de obra de artífice, como la obra del efod, de oro, cárdeno, y púrpura, y carmesí, y lino torcido. Exodus 39:9 Era cuadrado: doblado hicieron el pectoral, su longura era de un palmo, y de otro palmo su anchura, doblado. Exodus 39:10 Y engastaron en él cuatro ordenes de piedras. El orden era un rubí, una esmeralda, y una crisólita, el primer orden. Exodus 39:11 El segundo orden, un carbunclo, un zafiro, y un diamante. Exodus 39:12 El tercer orden, un topacio, una turquesa, y un ametisto. Exodus 39:13 Y el cuarto orden, un tarsis, un ónix, y un jaspe, cercadas y engastadas en sus engastes de oro. Exodus 39:14 Las cuales piedras eran conforme a los nombres de los hijos de Israel doce, conforme a los nombres de ellos, de grabadura de sello, cada una conforme a su nombre, según las doce tribus. Exodus 39:15 Hicieron también sobre el pectoral las cadenas pequeñas de hechura de trenza, de oro puro. Exodus 39:16 Hicieron asimismo los dos engastes, y las dos sortijas de oro, las cuales dos sortijas de oro pusieron en los dos cabos del pectoral. Exodus 39:17 Y pusieron las dos trenzas de oro en aquellas dos sortijas en los cabos del pectoral. Exodus 39:18 Y los dos cabos de las dos trenzas pusieron en los dos engastes, los cuales pusieron sobre las hombreras del efod en la parte delantera de él. Exodus 39:19 E hicieron otras dos sortijas de oro, que pusieron en los dos cabos del pectoral en su orilla a la parte baja del efod. Exodus 39:20 Hicieron más otras dos sortijas de oro, las cuales pusieron en las dos hombreras del efod abajo en la parte delantera, delante de su juntura sobre el cinto del efod. Exodus 39:21 Y ataron el pectoral de sus sortijas a las sortijas del mismo efod con un cordón de cárdeno, para que estuviese sobre el cinto del mismo efod, y el pectoral no se apartase del efod, como Jehová lo había mandado a Moisés. Exodus 39:22 Hizo también el manto del efod de obra de tejedor todo de cárdeno. Exodus 39:23 Con su collar en medio de él, como el collar de un coselete, con un borde al rededor del collar, porque no se rompiese. Exodus 39:24 E hicieron en las orillas del manto las granadas de cárdeno, y púrpura, y carmesí, y lino torcido. Exodus 39:25 Hicieron también las campanillas de oro puro, las cuales campanillas pusieron entre las granadas por las orillas del manto al derredor, entre las granadas. Exodus 39:26 Una campanilla y una granada, una campanilla y una granada, en las orillas del manto, al rededor, para ministrar, como Jehová lo mandó a Moisés. Exodus 39:27 E hicieron las túnicas de lino fino de obra de tejedor para Aarón, y para sus hijos. Exodus 39:28 Asimismo la mitra de lino fino, y las orladuras de los chapeos de lino fino, y los pañetes de lino, de lino torcido. Exodus 39:29 Ítem, el cinto de lino torcido, y de cárdeno, y púrpura, y carmesí, de obra de recamador, como Jehová lo mandó a Moisés. Exodus 39:30 Ítem, hicieron la plancha, la corona de la santidad, de oro puro, y escribieron en ella de grabadura de sello el rotulo, Santidad a Jehová. Exodus 39:31 Y pusieron sobre ella un cordón de cárdeno para ponerla sobre la mitra encima, como Jehová lo había mandado a Moisés. Exodus 39:32 ¶ Y fue acabada toda la obra del tabernáculo, del tabernáculo del testimonio. E hicieron los hijos de Israel como Jehová lo había mandado a Moisés: así lo hicieron. Exodus 39:33 Y trajeron el tabernáculo a Moisés; el tabernáculo y todos sus vasos, sus corchetes, sus tablas, sus barras, y sus columnas y sus basas, Exodus 39:34 Y la cobertura de pieles rojas de carneros, y la cobertura de pieles de tejones, y el velo del pabellón, Exodus 39:35 El arca del testimonio, y sus barras, y la cubierta, Exodus 39:36 La mesa, todos sus vasos, y el pan de la proposición, Exodus 39:37 El candelero limpio, sus candilejas, las candilejas de la ordenanza, y todos sus vasos, y el aceite de la luminaria, Exodus 39:38 Y el altar de oro, y el aceite de la unción, y el perfume aromático, y el pabellón para la puerta del tabernáculo, Exodus 39:39 El altar de metal, y su criba de metal, sus barras, y todos sus vasos, y la fuente y su basa, Exodus 39:40 Las cortinas del patio, y sus columnas y sus basas, y el pabellón para la puerta del patio, y sus cuerdas, y sus estacas, y todos los vasos del servicio del tabernáculo, del tabernáculo del testimonio, Exodus 39:41 Las vestiduras del servicio para ministrar en el santuario, las santas vestiduras para Aarón el sacerdote, y las vestiduras de sus hijos para ministrar en el sacerdocio. Exodus 39:42 Conforme a todas las cosas que Jehová había mandado a Moisés, así hicieron los hijos de Israel toda la obra. Exodus 39:43 Y vio Moisés toda la obra, y he aquí que la habían hecho como Jehová había mandado; y bendíjolos. Exodus 40:0 Exodus 40:1 Y Jehová habló a Moisés, diciendo: Exodus 40:2 En el día del mes primero, el primero del mes harás levantar el tabernáculo, el tabernáculo del testimonio. Exodus 40:3 Y pondrás en él el arca del testimonio, y cubrirla has con el velo. Exodus 40:4 Y meterás la mesa, y ponerla has en orden: y meterás el candelero, y encenderás sus lámparas. Exodus 40:5 Y pondrás el altar de oro para el perfume delante del arca del testimonio: y pondrás el pabellón de la puerta del tabernáculo. Exodus 40:6 Después pondrás el altar del holocausto delante de la puerta del tabernáculo, del tabernáculo del testimonio. Exodus 40:7 Luego pondrás la fuente entre el tabernáculo del testimonio y el altar: y pondrás agua en ella. Exodus 40:8 Finalmente pondrás el patio al rededor, y el pabellón de la puerta del patio. Exodus 40:9 Y tomarás el aceite de la unción, y ungirás el tabernáculo, y todo lo que estará en él, y santificarlo has con todos sus vasos, y será santo. Exodus 40:10 Y ungirás también el altar del holocausto, y todos sus vasos: y santificarás el altar, y será el altar santidad de santidades. Exodus 40:11 Asimismo ungirás la fuente y su basa, y santificarla has. Exodus 40:12 Y harás llegar a Aarón y a sus hijos a la puerta del tabernáculo del testimonio, y lavarlos has con agua. Exodus 40:13 Y harás vestir a Aarón las santas vestiduras, y ungirle has, y consagrarle has, para que sea mi sacerdote. Exodus 40:14 Después harás llegar sus hijos, y vestirles has las túnicas. Exodus 40:15 Y ungirles has como ungiste a su padre, y serán mis sacerdotes: y será, que su unción les será por sacerdocio perpetuo por sus generaciones. Exodus 40:16 E hizo Moisés conforme a todo lo que Jehová le mandó: así lo hizo. Exodus 40:17 Así en el mes primero, en el segundo año al primero del mes, el tabernáculo fue levantado. Exodus 40:18 E hizo Moisés levantar el tabernáculo, y puso sus basas, y puso sus tablas, y puso sus barras, e hizo alzar sus columnas. Exodus 40:19 Y tendió la tienda sobre el tabernáculo, y puso el cobertor sobre el tabernáculo encima, como Jehová había mandado a Moisés. Exodus 40:20 Y tomó, y puso el testimonio en el arca; y puso las barras sobre el arca: y la cubierta sobre el arca encima. Exodus 40:21 Y metió el arca en el tabernáculo: y puso el velo de la tienda, y cubrió el arca del testimonio, como Jehová había mandado a Moisés. Exodus 40:22 Y puso la mesa en el tabernáculo del testimonio al lado del aquilón del pabellón fuera del velo. Exodus 40:23 Y sobre ella puso por orden los panes delante de Jehová, como Jehová había mandado a Moisés. Exodus 40:24 Y puso el candelero en el tabernáculo del testimonio en frente de la mesa, al lado del mediodía del pabellón. Exodus 40:25 Y encendió las lámparas delante de Jehová, como Jehová había mandado a Moisés. Exodus 40:26 Puso también el altar de oro en el tabernáculo del testimonio, delante del velo. Exodus 40:27 Y encendió sobre él el perfume aromático, como Jehová había mandado a Moisés. Exodus 40:28 Puso asimismo el pabellón de la puerta del tabernáculo. Exodus 40:29 Y puso el altar del holocausto a la puerta del tabernáculo, del tabernáculo del testimonio: y ofreció sobre el holocausto y presente, como Jehová había mandado a Moisés. Exodus 40:30 Y puso la fuente entre el tabernáculo del testimonio y el altar: y puso en ella agua para lavar. Exodus 40:31 Y lavaban en ella Moisés, y Aarón, y sus hijos sus manos y sus pies. Exodus 40:32 Cuando entraban en el tabernáculo del testimonio, y cuando se llegaban al altar se lavaban, como Jehová había mandado a Moisés. Exodus 40:33 Finalmente levantó el patio en derredor del tabernáculo y del altar, y puso el pabellón de la puerta del patio: y así acabó Moisés la obra. Exodus 40:34 ¶ Entonces una nube cubrió el tabernáculo del testimonio, y la gloria de Jehová hinchió el tabernáculo. Exodus 40:35 Y no podía Moisés entrar en el tabernáculo del testimonio, porque la nube estaba sobre él, y la gloria de Jehová lo tenía lleno. Exodus 40:36 Y cuando la nube se alzaba del tabernáculo, los hijos de Israel se movían en todas sus partidas. Exodus 40:37 Y si la nube no se alzaba, no se partían, hasta el día que ella se alzaba. Exodus 40:38 Porque la nube de Jehová estaba de día sobre el tabernáculo, y el fuego estaba de noche en él, en ojos de toda la casa de Israel en todas sus partidas.
Leviticus 0:0
Leviticus 1:0 Leviticus 1:1 Y llamó Jehová a Moisés, y habló con él desde el tabernáculo del testimonio, diciendo: Leviticus 1:2 Habla a los hijos de Israel, y díles: Cuando alguno de entre vosotros ofreciere ofrenda a Jehová de animales, de vacas, o de ovejas haréis vuestra ofrenda. Leviticus 1:3 Si su ofrenda fuere holocausto de vacas, macho perfecto lo ofrecerá; a la puerta del tabernáculo del testimonio lo ofrecerá, según su voluntad, delante de Jehová. Leviticus 1:4 Y pondrá su mano sobre la cabeza del holocausto, y él lo aceptará para expiarlo. Leviticus 1:5 Entonces degollará el becerro en la presencia de Jehová, y los sacerdotes, hijos de Aarón, ofrecerán la sangre, y rociarla han sobre el altar al derredor, el cual está a la puerta del tabernáculo del testimonio. Leviticus 1:6 Y desollará el holocausto, y cortarlo ha en sus piezas. Leviticus 1:7 Y los hijos de Aarón sacerdote pondrán fuego sobre el altar, y compondrán la leña sobre el fuego. Leviticus 1:8 Luego los sacerdotes, hijos de Aarón, compondrán las piezas, la cabeza y el redaño, sobre la leña, que está sobre el fuego que está encima del altar. Leviticus 1:9 Y sus intestinos y sus piernas lavará con agua, y el sacerdote hará perfume de todo sobre el altar; y esto será holocausto, ofrenda encendida de olor de holganza a Jehová. Leviticus 1:10 ¶ Y si su ofrenda fuere de ovejas, de los corderos, o de las cabras para holocausto, macho perfecto lo ofrecerá. Leviticus 1:11 Y degollarlo ha al lado del altar al aquilón delante de Jehová; y los sacerdotes, hijos de Aarón, rociarán su sangre sobre el altar al derredor. Leviticus 1:12 Y cortarlo ha en sus piezas, y su cabeza y su redaño; y el sacerdote las compondrá sobre la leña que está sobre el fuego, que está encima del altar. Leviticus 1:13 Y sus entrañas, y sus piernas lavará con agua, y ofrecerlo ha todo el sacerdote, y hará de ello perfume sobre el altar; y esto será holocausto, ofrenda encendida de olor de holganza a Jehová. Leviticus 1:14 ¶ Y si el holocausto se hubiere de ofrecer a Jehová de aves, ofrecerá su ofrenda de tórtolas, o de palominos. Leviticus 1:15 Y el sacerdote la ofrecerá sobre el altar, y quitarle ha la cabeza, y hará perfume sobre el altar, y su sangre será exprimida sobre la pared del altar. Leviticus 1:16 Y quitarle ha el buche con las plumas, lo cual echará junto al altar hacia el oriente en el lugar de las cenizas. Leviticus 1:17 Y henderla ha por entre sus alas; mas no la partirá: y el sacerdote hará de ella perfume sobre el altar, sobre la leña que está sobre el fuego, y esto será holocausto, ofrenda encendida de olor de holganza a Jehová. Leviticus 2:0 Leviticus 2:1 Y cuando alguna persona ofreciere ofrenda de presente a Jehová, su ofrenda será flor de harina, sobre la cual echará aceite, y pondrá sobre ella incienso. Leviticus 2:2 Y traerla ha a los sacerdotes, hijos de Aarón, y de allí tomará su puño lleno de su flor de harina; y de su aceite, con todo su incienso, y el sacerdote hará perfume de ello sobre el altar: y esto será ofrenda encendida de olor de holganza a Jehová. Leviticus 2:3 Y la sobra del presente será de Aarón y de sus hijos, santidad de santidades de las ofrendas encendidas de Jehová. Leviticus 2:4 ¶ Y cuando ofrecieres ofrenda de presente cocida en horno, serán tortas de flor de harina sin levadura amasadas con aceite, y hojaldres sin levadura untadas con aceite. Leviticus 2:5 ¶ Mas si tu presente fuere ofrenda de sartén, será de flor de harina sin levadura amasada con aceite, Leviticus 2:6 La cual partirás en piezas, y echarás aceite sobre ella: esto será presente. Leviticus 2:7 ¶ Y si tu presente fuere ofrenda de cazuela, hacerse ha de flor de harina con aceite. Leviticus 2:8 Y traerás a Jehová el presente que se hará de estas cosas, y ofrecerlo has al sacerdote, el cual lo llegará al altar. Leviticus 2:9 Y tomará el sacerdote de aquel presente su memorial, y hará perfume sobre el altar; y esto será ofrenda encendida de olor de holganza a Jehová. Leviticus 2:10 Y la sobra del presente será de Aarón y de sus hijos, santidad de santidades de las ofrendas encendidas de Jehová. Leviticus 2:11 ¶ Ningún presente que ofreciereis a Jehová, será con levadura; porque de ninguna cosa leuda, ni de ninguna miel haréis ofrenda de perfume a Jehová. Leviticus 2:12 En la ofrenda de las primicias las ofreceréis a Jehová; mas no subirán sobre el altar por olor de holganza. Leviticus 2:13 ¶ Y toda ofrenda de tu presente, salarás con sal, y no harás que falte jamás la sal de la alianza de tu Dios de tu presente: en toda ofrenda tuya ofrecerás sal. Leviticus 2:14 ¶ Y si ofrecieres a Jehová presente de primicias, tostarás al fuego las espigas verdes, y el grano majado ofrecerás por ofrenda de tus primicias. Leviticus 2:15 Y pondrás sobre ella aceite, y pondrás también sobre ella incienso, y esto será presente. Leviticus 2:16 Y el sacerdote hará el perfume de su memorial de su grano majado, y de su aceite con todo su incienso, y esto será ofrenda encendida a Jehová. Leviticus 3:0 Leviticus 3:1 Y si su ofrenda fuere sacrificio de paces; si hubiere de ofrecer el sacrificio de vacas, macho, o hembra, sin tacha lo ofrecerá delante de Jehová. Leviticus 3:2 Y pondrá su mano sobre la cabeza de su ofrenda, y degollarla ha a la puerta del tabernáculo del testimonio, y los sacerdotes, hijos de Aarón, esparcirán su sangre sobre el altar al derredor. Leviticus 3:3 Luego ofrecerá del sacrificio de las paces por ofrenda encendida a Jehová el sebo que cubre los intestinos, y todo el sebo que está sobre los intestinos, Leviticus 3:4 Y los dos riñones, y el sebo que está sobre ellos, y sobre los ijares, y quitará el redaño que está sobre el hígado con los riñones. Leviticus 3:5 Y los hijos de Aarón harán de ello perfume sobre el altar con el holocausto que estará sobre la leña que está encima del fuego: y esto será ofrenda de olor de holganza a Jehová. Leviticus 3:6 ¶ Mas si de ovejas fuere su ofrenda para sacrificio de paces a Jehová, macho o hembra, sin tacha lo ofrecerá. Leviticus 3:7 Si ofreciere cordero por su ofrenda, ofrecerlo ha delante de Jehová. Leviticus 3:8 Y pondrá su mano sobre la cabeza de su ofrenda, y después la degollará delante del tabernáculo del testimonio: y los hijos de Aarón esparcirán su sangre sobre el altar al derredor. Leviticus 3:9 Y del sacrificio de las paces ofrecerá por ofrenda encendida a Jehová su sebo, y la cola entera, la cual quitará de delante el espinazo, y el sebo que cubre los intestinos, y todo el sebo que está sobre ellos. Leviticus 3:10 Asimismo los dos riñones, y el sebo que está sobre ellos, y el que está sobre los ijares, y quitará el redaño de sobre el hígado con los riñones. Leviticus 3:11 Y el sacerdote hará de ello perfume sobre el altar; y esto será vianda de ofrenda encendida a Jehová. Leviticus 3:12 ¶ Mas si cabra fuere su ofrenda, ofrecerla ha delante de Jehová. Leviticus 3:13 Y pondrá su mano sobre la cabeza de ella, y degollarla ha delante del tabernáculo del testimonio, y los hijos de Aarón esparcirán su sangre sobre el altar en derredor. Leviticus 3:14 Después ofrecerá de ella su ofrenda, por ofrenda encendida a Jehová, el sebo que cubre los intestinos, y todo el sebo que está sobre ellos, Leviticus 3:15 Y los dos riñones, y el sebo que está sobre ellos, y el que está sobre los ijares, y quitará el redaño de sobre el hígado con los riñones. Leviticus 3:16 Y el sacerdote hará perfume de ello sobre el altar: y esto será vianda de ofrenda encendida de olor de holganza a Jehová. Todo el sebo es de Jehová. Leviticus 3:17 ¶ Estatuto perpetuo por vuestras edades en todas vuestras habitaciones: Ningún sebo, ni ninguna sangre comeréis. Leviticus 4:0 Leviticus 4:1 Y habló Jehová a Moisés, diciendo: Leviticus 4:2 Habla a los hijos de Israel, diciendo: cuando alguna persona pecare por yerro en alguno de los mandamientos de Jehová, que no se han de hacer, e hiciere alguno de ellos; Leviticus 4:3 Si sacerdote ungido pecare, según el pecado del pueblo, ofrecerá por su pecado, que pecó, un novillo hijo de vaca perfecto a Jehová por expiación. Leviticus 4:4 Y traerá el novillo a la puerta del tabernáculo del testimonio delante de Jehová, y pondrá su mano sobre la cabeza del novillo, y degollarlo ha delante de Jehová. Leviticus 4:5 Y el sacerdote ungido tomará de la sangre del novillo, y traerla ha al tabernáculo del testimonio. Leviticus 4:6 Y mojará el sacerdote su dedo en la sangre, y esparcirá de aquella sangre siete veces delante de Jehová hacia el velo del santuario. Leviticus 4:7 Y pondrá el sacerdote de aquesta sangre sobre los cuernos del altar del perfume aromático delante de Jehová, que está en el tabernáculo del testimonio; y toda la otra sangre del novillo echará al cimiento del altar del holocausto, que está a la puerta del tabernáculo del testimonio. Leviticus 4:8 Y todo el sebo del novillo de la expiación tomará de él, el sebo que cubre los intestinos, y todo el sebo que está sobre ellos, Leviticus 4:9 Y los dos riñones, y el sebo que está sobre ellos, y el que está sobre los ijares, y el redaño de sobre el hígado quitará con los riñones, Leviticus 4:10 De la manera que se quita del buey del sacrificio de las paces, y hará el sacerdote perfume de ello sobre el altar del holocausto. Leviticus 4:11 Y el cuero del novillo, y toda su carne con su cabeza y sus piernas, y sus intestinos y su estiércol; Leviticus 4:12 Finalmente todo el novillo sacará fuera del campo a un lugar limpio, a donde se echan las cenizas, y quemarlo ha en fuego sobre la leña: en el lugar donde se echan las cenizas será quemado. Leviticus 4:13 ¶ Y si toda la multitud de Israel hubiere errado, y el negocio fuere oculto a la congregación, y hubieren hecho alguno de los mandamientos de Jehová, que no se han de hacer, y hubieren pecado: Leviticus 4:14 Desde que fuere entendido el pecado sobre que pecaron, entonces la congregación ofrecerá un novillo hijo de vaca por expiación, y traerlo han delante del tabernáculo del testimonio. Leviticus 4:15 Y los ancianos de la congregación pondrán sus manos sobre la cabeza del novillo delante de Jehová, y degollarán el novillo delante de Jehová. Leviticus 4:16 Y el sacerdote ungido meterá de la sangre del novillo en el tabernáculo del testimonio. Leviticus 4:17 Y mojará el sacerdote su dedo en la misma sangre, y esparcirá siete veces delante de Jehová hacia el velo. Leviticus 4:18 Y de aquella sangre pondrá sobre los cuernos del altar que está delante de Jehová en el tabernáculo del testimonio, y toda la otra sangre derramará al cimiento del altar del holocausto, que está a la puerta del tabernáculo del testimonio. Leviticus 4:19 Y quitarle ha todo el sebo, y hará del perfume sobre el altar. Leviticus 4:20 Y con el novillo hará como hizo del novillo de la expiación así hará de él; y así los expiará el sacerdote, y habrán perdón. Leviticus 4:21 Y sacará el novillo fuera del campo, y quemarlo ha como quemó el primer novillo; y esto será expiación de la congregación. Leviticus 4:22 ¶ Y cuando pecare el príncipe, e hiciere por yerro alguno de todos los mandamientos de Jehová su Dios, que no se han de hacer, y pecare: Leviticus 4:23 Desde que le fuere notificado su pecado en que pecó, entonces ofrecerá por su ofrenda un macho de cabrío, macho perfecto; Leviticus 4:24 Y pondrá su mano sobre la cabeza, del macho cabrío, y degollarlo ha en el lugar donde se degüella el holocausto delante de Jehová; y esto será expiación. Leviticus 4:25 Y tomará el sacerdote con su dedo de la sangre de la expiación, y pondrá sobre los cuernos del altar del holocausto: y la otra sangre derramará al cimiento del altar del holocausto. Leviticus 4:26 Y todo su sebo quemará sobre el altar, como el sebo del sacrificio de las paces: así lo expiará el sacerdote de su pecado, y habrá perdón. Leviticus 4:27 ¶ Ítem, si alguna persona del pueblo de la tierra pecare por yerro, haciendo alguno de los mandamientos de Jehová, que no se han de hacer, y pecare: Leviticus 4:28 Desde que le fuere notorio su pecado que pecó, traerá por su ofrenda una cabra de las cabras, sin tacha, hembra, por su pecado que pecó. Leviticus 4:29 Y pondrá su mano sobre la cabeza de la expiación, y degollará la expiación en el lugar del holocausto. Leviticus 4:30 Luego tomará el sacerdote en su dedo de su sangre, y pondrá sobre los cuernos del altar del holocausto, y toda la otra sangre derramará al cimiento del altar. Leviticus 4:31 Y quitarle ha todo su sebo, de la manera que fue quitado el sebo del sacrificio de las paces, y hará perfume el sacerdote sobre el altar en olor de holganza a Jehová; y así le reconciliará el sacerdote, y habrá perdón. Leviticus 4:32 Y si trajere cordero para su ofrenda por el pecado, hembra perfecta traerá. Leviticus 4:33 Y pondrá su mano sobre la cabeza de la expiación, y degollarla ha por expiación en el lugar donde se degüella el holocausto. Leviticus 4:34 Después tomará el sacerdote con su dedo de la sangre de la expiación, y pondrá sobre los cuernos del altar del holocausto; y toda la otra sangre derramará al cimiento del altar. Leviticus 4:35 Y quitarle ha todo su sebo, como fue quitado el sebo del sacrificio de las paces, y hará el sacerdote perfume de ello sobre el altar en ofrenda encendida a Jehová; y así le reconciliará el sacerdote de su pecado, que pecó, y habrá perdón. Leviticus 5:0 Leviticus 5:1 Ítem, cuando alguna persona pecare, que hubiere oído la voz del juramento, y él fuere testigo que vio, o supo, si no lo denunciare, él llevará su pecado. Leviticus 5:2 Ítem, la persona que hubiere tocado en cualquiera cosa inmunda, sea cuerpo muerto de bestia inmunda, o cuerpo muerto de animal inmundo, o cuerpo muerto de serpiente inmunda, y ella no lo supiere, será inmunda y habrá pecado. Leviticus 5:3 O si tocare hombre inmundo en cualquiera inmundicia suya, de que es inmundo, y no lo supiere, mas lo supiere después, habrá pecado. Leviticus 5:4 Ítem, la persona que jurare, pronunciando de labios de hacer mal, o bien en todas las cosas que el hombre pronuncia con juramento, y él no lo supiere, mas después lo entendiere, el que será culpado en una de estas cosas, Leviticus 5:5 Y será, que cuando alguno pecare en alguna de estas cosas, confesará aquello en que pecó; Leviticus 5:6 Y traerá su expiación a Jehová por su pecado que pecó, una cordera hembra de la manada, o una cabra de las cabras por expiación, y el sacerdote le reconciliará de su pecado. Leviticus 5:7 Y si no alcanzare para un cordero, traerá en expiación por su pecado que pecó, dos tórtolas, o dos palominos a Jehová; el uno para expiación, y el otro para holocausto. Leviticus 5:8 Y traerlos ha al sacerdote, el cual ofrecerá primero el que es por expiación, y quitará su cabeza de delante de su cuello, mas no apartará; Leviticus 5:9 Y esparcirá de la sangre de la expiación sobre la pared del altar; y lo que sobrare de la sangre exprimirlo ha al cimiento del altar; y esto será expiación. Leviticus 5:10 Y del otro hará holocausto conforme al rito; y así le reconciliará el sacerdote de su pecado que pecó, y habrá perdón. Leviticus 5:11 Mas si no alcanzare su mano para dos tórtolas, o dos palominos, traerá por su ofrenda por su pecado que pecó, la diezma de un efa de flor de harina por expiación. No pondrá sobre ella aceite, ni pondrá sobre ella incienso, porque es expiación. Leviticus 5:12 Mas traerla ha al sacerdote, y el sacerdote tomará de ella su puño lleno para su memorial, y hará perfume sobre el altar sobre las otras ofrendas encendidas a Jehová; y esto será expiación. Leviticus 5:13 Y así le reconciliará el sacerdote de su pecado, que pecó, en alguna de estas cosas, y habrá perdón; y será del sacerdote, como el presente. Leviticus 5:14 ¶ Habló más Jehová a Moisés, diciendo: Leviticus 5:15 Cuando alguna persona hiciere prevaricación, y pecare por yerro en las cosas santificadas a Jehová, traerá por su expiación a Jehová un carnero sin tacha del ganado, conforme a tu estimación, de dos siclos de plata del siclo del santuario, por el pecado. Leviticus 5:16 Y lo que hubiere pecado del santuario, pagará, y añadirá sobre ella su quinto, y darlo ha al sacerdote, y el sacerdote le reconciliará con el carnero de la expiación, y habrá perdón. Leviticus 5:17 ¶ Ítem, Si alguna persona pecare, e hiciere alguno de todos los mandamientos de Jehová, que no se han de hacer, y no lo supiere, y así pecó, llevará su pecado. Leviticus 5:18 Y traerá un carnero perfecto de las ovejas, conforme a tu estimación, por expiación, al sacerdote, y el sacerdote la reconciliará, de su yerro que erró sin saber, y habrá perdón. Leviticus 5:19 Pecado es, y pecando pecó a Jehová. Leviticus 6:0 Leviticus 6:1 Y habló Jehová a Moisés, diciendo: Leviticus 6:2 Cuando alguna persona pecare, e hiciere prevaricación contra Jehová, y negare a su prójimo lo encomendado, o depuesto en mano, o robó, o que calumnió a su prójimo, Leviticus 6:3 O que halló lo perdido, y lo negare, y jurare falso en alguna de todas las cosas en que suele pecar el hombre, Leviticus 6:4 Y será que cuando pecare, y ofendiere, volverá el robo que robó, o la calumnia que calumnió, o el depósito, que se le encomendó, o lo perdido que halló, Leviticus 6:5 O todo aquello sobre que hubiere jurado falso, y pagarlo ha por entero, y añadirá sobre ello su quinto, para aquel cuyo era, y pagarlo ha el día de su expiación: Leviticus 6:6 Y por su expiación traerá a Jehová, un carnero sin tacha de las ovejas conforme a tu estimación, al sacerdote, para la expiación. Leviticus 6:7 Y el sacerdote le reconciliará delante de Jehová, y habrá perdón de cualquiera de todas las cosas, en que suele ofender el hombre. Leviticus 6:8 ¶ Habló más Jehová a Moisés, diciendo: Leviticus 6:9 Manda a Aarón y a sus hijos, diciendo: Esta es la ley del holocausto: Es holocausto, porque es encendido sobre el altar toda la noche hasta la mañana, y el fuego del altar arderá en él. Leviticus 6:10 El sacerdote se vestirá su vestidura de lino, y vestirse ha pañetes de lino sobre su carne; y cuando el fuego hubiere consumido el holocausto, él apartará las cenizas de sobre el altar, y ponerlas ha junto al altar. Leviticus 6:11 Después desnudarse ha sus vestiduras, y vestirse ha de otras vestiduras, y sacará las cenizas fuera del real al lugar limpio. Leviticus 6:12 Y el fuego encendido sobre el altar, no se apagará, mas el sacerdote pondrá en él leña cada mañana, y compondrá sobre él el holocausto, y quemará sobre él los sebos de las paces. Leviticus 6:13 El fuego arderá continuamente en el altar; no se apagará. Leviticus 6:14 ¶ Ítem, esta es la ley del presente: Ofrecerlo han los hijos de Aarón delante de Jehová, delante del altar. Leviticus 6:15 Y tomará de él con su puño, de la flor de harina del presente, y de su aceite, y todo el incienso, que estará sobre el presente, y hará perfume sobre el altar en olor de reposo por su memorial a Jehová. Leviticus 6:16 Y la resta de ella comerán Aarón y sus hijos, sin levadura se comerá en el lugar santo, en el patio del tabernáculo del testimonio la comerán. Leviticus 6:17 No se cocerá con levadura: yo la he dado por su porción de mis ofrendas encendidas, santidad de santidades es como la expiación del pecado y como la expiación de la culpa. Leviticus 6:18 Todos los varones de los hijos de Aarón comerán de ella; fuero perpetuo será para vuestras generaciones de las ofrendas encendidas de Jehová: toda cosa que tocare en ellas será santificada. Leviticus 6:19 ¶ Habló más Jehová a Moisés, diciendo: Leviticus 6:20 Esta será la ofrenda de Aarón y de su hijos, que ofrecerán a Jehová el día que serán ungidos: La diezma de un efa de flor de harina, presente continuo, la mitad a la mañana y la mitad a la tarde. Leviticus 6:21 En sartén con aceite será hecha, frita la traerás, los pedazos cocidos del presente ofrecerás a Jehová en olor de holganza. Leviticus 6:22 Y el sacerdote ungido en su lugar, de sus hijos, la hará estatuto perpetuo de Jehová, toda se quemará en perfume. Leviticus 6:23 Y todo presente de sacerdote será quemado todo, no se comerá. Leviticus 6:24 ¶ Habló más Jehová a Moisés, diciendo: Leviticus 6:25 Habla a Aarón, y a sus hijos, diciendo: Esta será la ley de la expiación del pecado: En el lugar donde será degollado el holocausto, será degollada la expiación por el pecado delante de Jehová, porque santidad de santidades es. Leviticus 6:26 El sacerdote que la ofreciere por expiación, la comerá: en el lugar santo será comida, en el patio del tabernáculo del testimonio: Leviticus 6:27 Todo lo que en su carne tocare, será santificado, y si cayere de su sangre sobre el vestido, aquello sobre que cayere, lavarás en el lugar santo. Leviticus 6:28 Y el vaso de barro, en que fuere cocida, será quebrado: y si fuere cocida en vaso de metal, será acicalado, y lavado con agua. Leviticus 6:29 Todo varón de los sacerdotes la comerá; santidad de santidades es. Leviticus 6:30 Y toda expiación de cuya sangre se metiere en el tabernáculo del testimonio para reconciliar en el santuario, no se comerá, con fuego será quemada. Leviticus 7:0 Leviticus 7:1 Ítem, esta será la ley de la expiación de la culpa: Será santidad de santidades. Leviticus 7:2 En el lugar donde degollaren el holocausto, degollarán la expiación de la culpa, y esparcirá su sangre sobre el altar en derredor. Leviticus 7:3 Y de ella ofrecerá todo su sebo, la cola, y el sebo que cubre los intestinos, Leviticus 7:4 Y los dos riñones, y el sebo que está sobre ellos, y el que está sobre los ijares; y el redaño de sobre el hígado quitará con los riñones. Leviticus 7:5 Y el sacerdote hará de ello perfume sobre el altar en ofrenda encendida a Jehová; y esta será expiación de la culpa. Leviticus 7:6 Todo varón de los sacerdotes la comerá; será comida en el lugar santo; porque es santidad de santidades. Leviticus 7:7 ¶ Como la expiación por el pecado así será la expiación de la culpa: una misma ley tendrán, será del sacerdote que habrá hecho la reconciliación con ella. Leviticus 7:8 Y el sacerdote que ofreciere holocausto de alguno, el cuero del holocausto que ofreciere, será del sacerdote. Leviticus 7:9 Ítem, todo presente que se cociere en horno, y todo el que fuere hecho en sartén, o en cazuela, será del sacerdote que lo ofreciere. Leviticus 7:10 Ítem, todo presente amasado con aceite, y seco, será de todos los hijos de Aarón, tanto al uno como al otro, Leviticus 7:11 ¶ Ítem, esta será la ley del sacrificio de las paces que se ofrecerá a Jehová: Leviticus 7:12 Si se ofreciere en hacimiento de gracias, ofrecerá por sacrificio de hacimiento de gracias tortas sin levadura amasadas con aceite, y hojaldres sin levadura untados con aceite, y flor de harina frita en tortas amasadas con aceite. Leviticus 7:13 Con tortas de pan leudo ofrecerá su ofrenda en el sacrificio del hacimiento de gracias de sus paces. Leviticus 7:14 Y de toda la ofrenda ofrecerá uno por ofrenda a Jehová: del sacerdote que esparciere la sangre de los pacíficos, de él será. Leviticus 7:15 Mas la carne del sacrificio del hacimiento de gracias de sus pacíficos el día que se ofreciere, se comerá: no dejarán de ella nada para otro día. Leviticus 7:16 Mas si el sacrificio de su ofrenda fuere voto, o voluntario, el día que ofreciere su sacrificio será comido, y lo que de él quedare, comerse ha el día siguiente. Leviticus 7:17 Y lo que quedare para el tercero día de la carne del sacrificio, será quemado en el fuego. Leviticus 7:18 Y si se comiere algo de la carne del sacrificio de sus paces el tercero día, el que lo ofreciere no será acepto, ni le será contado: abominación será, y la persona que de él comiere, llevará su pecado. Leviticus 7:19 Y la carne que tocare a alguna cosa inmunda, no se comerá: será quemada en fuego: mas cualquiera limpio comerá de aquesta carne. Leviticus 7:20 Y la persona que comiere la carne del sacrificio de paces, el cual es de Jehová, estando inmundo, aquella persona será cortada de sus pueblos. Leviticus 7:21 Ítem, la persona que tocare alguna cosa inmunda, en inmundicia de hombre, o en animal inmundo, o en toda abominación inmunda, y comiere de la carne del sacrificio de las paces, el cual es de Jehová, aquella persona será cortada de sus pueblos. Leviticus 7:22 ¶ Habló más Jehová a Moisés, diciendo: Leviticus 7:23 Habla a los hijos de Israel, diciendo: Ningún sebo de buey, ni de cordero, ni de cabra, comeréis. Leviticus 7:24 El sebo de animal mortecino, y el sebo del arrebatado se aparejará para todo uso, mas no lo comeréis. Leviticus 7:25 Porque cualquiera que comiere sebo de animal, del cual se ofrece a Jehová ofrenda encendida, la persona que lo comiere, será cortada de sus pueblos. Leviticus 7:26 Ítem, ninguna sangre comeréis en todas vuestras habitaciones, así de aves como de bestias. Leviticus 7:27 Cualquiera persona que comiere alguna sangre, la tal persona será cortada de sus pueblos. Leviticus 7:28 ¶ Habló más Jehová a Moisés, diciendo: Leviticus 7:29 Habla a los hijos de Israel, diciendo: El que ofreciere sacrificio de sus paces a Jehová, traerá su ofrenda del sacrificio de sus paces a Jehová; Leviticus 7:30 Sus manos traerán las ofrendas encendidas a Jehová: traerá el sebo con el pecho: el pecho para mecerlo de mecedura delante de Jehová: Leviticus 7:31 Y del sebo hará perfume el sacerdote en el altar; y el pecho será de Aarón, y de sus hijos. Leviticus 7:32 Y la espalda derecha daréis de los sacrificios de vuestras paces para ser apartada, para el sacerdote. Leviticus 7:33 El que de los hijos de Aarón ofreciere la sangre de las paces, y el sebo, de él será la espalda derecha en porción. Leviticus 7:34 Porque el pecho de la mecedura, y la espalda de la apartadura yo lo he tomado de los hijos de Israel, de los sacrificios de sus paces, y lo he dado a Aarón el sacerdote, y a sus hijos, por estatuto perpetuo de los hijos de Israel. Leviticus 7:35 Esta es la unción de Aarón, y la unción de sus hijos, de las ofrendas encendidas a Jehová desde el día que él los llegó para ser sacerdotes de Jehová. Leviticus 7:36 Las cuales porciones mandó Jehová que les diesen, desde el día que él los ungió de entre los hijos de Israel por estatuto perpetuo por sus generaciones. Leviticus 7:37 Esta es la ley del holocausto, del presente, de la expiación, por el pecado, y de la expiación de la culpa, y de las consagraciones, y del sacrificio de las paces. Leviticus 7:38 La cual mandó Jehová a Moisés en el monte de Sinaí, el día que mandó a los hijos de Israel que ofreciesen sus ofrendas a Jehová en el desierto de Sinaí. Leviticus 8:0 Leviticus 8:1 Habló más Jehová a Moisés, diciendo: Leviticus 8:2 Toma a Aarón, y a sus hijos con él, y las vestiduras, y el aceite de la unción, y el novillo de la expiación, y los dos carneros, y el canastillo de los panes cenceños. Leviticus 8:3 Y junta toda la congregación a la puerta del tabernáculo del testimonio. Leviticus 8:4 E hizo Moisés como Jehová le mandó: y la congregación se juntó a la puerta del tabernáculo del testimonio. Leviticus 8:5 Y dijo Moisés a la congregación: Esto es lo que Jehová ha mandado hacer. Leviticus 8:6 Entonces Moisés hizo llegar a Aarón, y a sus hijos, y lavólos con agua. Leviticus 8:7 Y puso sobre él la túnica, y ciñóle con el cinto, después vistióle el manto, y puso sobre él el efod, y ciñóle con el cinto del efod, y apretóle con él. Leviticus 8:8 Y púsole encima el pectoral, y puso en el pectoral el Urim y Tumim. Leviticus 8:9 Después puso la mitra sobre su cabeza, y sobre la mitra delante de su rostro puso la plancha de oro, la corona de la santidad, como Jehová había mandado a Moisés. Leviticus 8:10 Y tomó Moisés el aceite de la unción, y ungió el tabernáculo, y todas las cosas que estaban en él, y santificólas. Leviticus 8:11 Y esparció de él sobre el altar siete veces, y ungió el altar, y todos sus vasos, y la fuente y su basa, para santificarlas. Leviticus 8:12 Y derramó del aceite de la unción sobre la cabeza de Aarón, y ungióle para santificarle. Leviticus 8:13 Después Moisés hizo llegar los hijos de Aarón, y vistióles las túnicas, y ciñóles con cintos, y apretóles los chapeos, como Jehová lo había mandado a Moisés. Leviticus 8:14 E hizo llegar el novillo de la expiación, y puso Aarón y sus hijos sus manos sobre la cabeza del novillo de la expiación: Leviticus 8:15 Y degollólo, y Moisés tomó la sangre, y puso con su dedo sobre los cuernos del altar al derredor, y expió el altar, y echó la otra sangre al cimiento del altar, y santificólo para reconciliar sobre él. Leviticus 8:16 Después tomó todo el sebo que estaba sobre los intestinos, y el redaño del hígado, y los dos riñones, y el sebo de ellos, e hizo Moisés perfume sobre el altar. Leviticus 8:17 Mas el novillo, y su cuero, y su carne, y su estiércol quemó con fuego fuera del real, como Jehová lo había mandado a Moisés. Leviticus 8:18 Después hizo llegar el carnero del holocausto; y Aarón y sus hijos pusieron sus manos sobre la cabeza del carnero. Leviticus 8:19 Y lo degolló, y esparció Moisés la sangre sobre el altar en derredor. Leviticus 8:20 Y cortó el carnero, en sus piezas; y Moisés hizo perfume de la cabeza, y piezas, y sebo. Leviticus 8:21 Y lavó en agua los intestinos y piernas; y quemó Moisés todo el carnero sobre el altar: holocausto es en olor de holganza, ofrenda encendida a Jehová, como Jehová lo había mandado a Moisés. Leviticus 8:22 Después hizo llegar el otro carnero, el carnero de las consagraciones; y Aarón y sus hijos pusieron sus manos sobre la cabeza del carnero: Leviticus 8:23 Y lo degolló, y tomó Moisés de su sangre, y puso sobre la ternilla de la oreja derecha de Aarón, y sobre el dedo pulgar de su mano derecha, y sobre el dedo pulgar de su pie derecho. Leviticus 8:24 E hizo llegar los hijos de Aarón, y puso Moisés de la sangre sobre la ternilla de sus orejas derechas, y sobre los pulgares de sus manos derechas, y sobre los pulgares de sus pies derechos: y esparció Moisés la otra sangre sobre el altar en derredor. Leviticus 8:25 Después tomó el sebo, y la cola, y todo el sebo que estaba sobre los intestinos, y el redaño del hígado, y los dos riñones y el sebo de ellos, y la espalda derecha. Leviticus 8:26 Y del canastillo de los panes cenceños, que estaban delante de Jehová, tomó una torta sin levadura, y una torta de pan de aceite, y una hojaldre, y púsolo con el sebo, y con la espalda derecha. Leviticus 8:27 Y púsolo todo en las manos de Aarón, y en las manos de sus hijos, e hízolo mecer en mecedura delante de Jehová. Leviticus 8:28 Después tomó aquellas cosas Moisés de las manos de ellos, e hizo perfume en el altar sobre el holocausto: son las consagraciones en olor de holganza, ofrenda encendida a Jehová. Leviticus 8:29 Y tomó Moisés el pecho, y meciólo en mecedura delante de Jehová: del carnero de las consagraciones aquella fue la parte de Moisés, como Jehová lo había mandado al mismo Moisés. Leviticus 8:30 Luego tomó Moisés del aceite de la unción, y de la sangre, que estaba sobre el altar, y esparció sobre Aarón, sobre sus vestiduras, y sobre sus hijos, y sobre las vestiduras de sus hijos con él: y santificó a Aarón y a sus vestiduras, y a sus hijos, y a las vestiduras de sus hijos con él. Leviticus 8:31 Y dijo Moisés a Aarón, y a sus hijos: Cocéd la carne a la puerta del tabernáculo del testimonio, y comédla allí con el pan, que está en el canastillo de las consagraciones, como yo he mandado, diciendo: Aarón y sus hijos la comerán. Leviticus 8:32 Y lo que sobrare de la carne y del pan, quemarlo heis con fuego. Leviticus 8:33 De la puerta del tabernáculo del testimonio no saldréis en siete días, hasta el día que se cumplieren los días de vuestras consagraciones: porque por siete días seréis consagrados. Leviticus 8:34 De la manera que hoy se ha hecho, mandó hacer Jehová para expiaros. Leviticus 8:35 Y a la puerta del tabernáculo del testimonio estaréis día y noche por siete días, y haréis la guarda delante de Jehová, y no moriréis, porque así me ha sido mandado. Leviticus 8:36 E hizo Aarón y sus hijos todas las cosas que mandó Jehová por mano de Moisés. Leviticus 9:0 Leviticus 9:1 Y fue en el día octavo que Moisés llamó a Aarón y a sus hijos, y a los ancianos de Israel; Leviticus 9:2 Y dijo a Aarón: Tómate un becerro, hijo de vaca, para expiación; y un carnero para holocausto, sin tacha, y ofrécelos delante de Jehová. Leviticus 9:3 Y a los hijos de Israel hablarás, diciendo: Tomád un macho de cabrío para expiación, y un becerro, y un cordero de un año perfectos para holocausto: Leviticus 9:4 Asimismo un buey, y un carnero para sacrificio de paces, que sacrifiqueis delante de Jehová, y un presente amasado en aceite, porque Jehová se apareció hoy a vosotros. Leviticus 9:5 Y tomaron lo que mandó Moisés delante del tabernáculo del testimonio, y llegóse toda la congregación, y pusiéronse delante de Jehová. Leviticus 9:6 Entonces Moisés dijo: Esto es lo que mandó Jehová que hagáis, y la gloria de Jehová se os aparecerá. Leviticus 9:7 Y dijo Moisés a Aarón: Llégate al altar, y haz tu expiación, y tu holocausto: y haz la reconciliación por ti y por el pueblo: y haz la ofrenda del pueblo, y haz la reconciliación por ellos, como ha mandado Jehová. Leviticus 9:8 Entonces llegóse Aarón al altar, y degolló su becerro de la expiación que era por él. Leviticus 9:9 Y los hijos de Aarón le llegaron la sangre, y él mojó su dedo en la sangre, y puso sobre los cuernos del altar: y la otra sangre derramó al cimiento del altar. Leviticus 9:10 Y del sebo, y riñones, y redaño del hígado de la expiación hizo perfume sobre el altar; como Jehová lo había mandado a Moisés. Leviticus 9:11 Mas la carne y cuero quemó en fuego fuera del real. Leviticus 9:12 Degolló asimismo el holocausto, y los hijos de Aarón le llegaron la sangre, la cual él esparció sobre el altar al derredor. Leviticus 9:13 Después le llegaron el holocausto por sus piezas, y la cabeza; y él hizo perfume sobre el altar. Leviticus 9:14 Después lavó los intestinos, y las piernas, y quemólo con el holocausto sobre el altar. Leviticus 9:15 ¶ Ofreció también la ofrenda del pueblo, y tomó el macho cabrío de la expiación, que era del pueblo, y degollólo, y limpiólo como al primero. Leviticus 9:16 Y ofreció el holocausto, e hizo según el rito. Leviticus 9:17 Ofreció también el presente, e hinchió su mano de él, e hizo perfume sobre el altar allende del holocausto de la mañana. Leviticus 9:18 Degolló asimismo el buey y el carnero, que era del pueblo, en sacrificio de paces: y los hijos de Aarón le llegaron la sangre, la cual él esparció sobre el altar al derredor. Leviticus 9:19 Y los sebos del buey, y del carnero, la cola, y la cubierta, y los riñones, y el redaño del hígado. Leviticus 9:20 Y pusieron los sebos sobre los pechos, y él quemó los sebos sobre el altar. Leviticus 9:21 Empero los pechos y la espalda derecha meció Aarón con mecimiento delante de Jehová, como Jehová lo había mandado a Moisés. Leviticus 9:22 ¶ Después Aarón alzó sus manos al pueblo y bendíjolos: y descendió de hacer la expiación, y el holocausto, y el sacrificio de las paces. Leviticus 9:23 ¶ Y vinieron Moisés y Aarón al tabernáculo del testimonio, y salieron, y bendijeron al pueblo: y la gloria de Jehová se apareció a todo el pueblo. Leviticus 9:24 Y salió fuego de delante de Jehová, el cual consumió el holocausto y los sebos sobre el altar; y viéndolo todo el pueblo alabaron, y cayeron sobre sus faces. Leviticus 10:0 Leviticus 10:1 Y los hijos de Aarón, Nadab y Abiú tomaron cada uno su incensario, y pusieron fuego en ellos, sobre el cual pusieron perfume, y ofrecieron delante de Jehová fuego extraño, que él nunca les mandó. Leviticus 10:2 Entonces salió fuego de delante de Jehová, que los quemó, y murieron delante de Jehová. Leviticus 10:3 Entonces dijo Moisés a Aarón: Esto es lo que habló Jehová, diciendo: En mis allegados me santificaré, y en presencia de todo el pueblo seré glorificado. Y Aarón calló. Leviticus 10:4 Y llamó Moisés a Misael, y a Elisafán, hijos de Oziel, tio de Aarón, y díjoles: Llegáos y sacád a vuestros hermanos de delante del santuario fuera del campo. Leviticus 10:5 Y ellos llegaron, y sacáronlos con sus túnicas fuera del campo, como dijo Moisés. Leviticus 10:6 ¶ Entonces Moisés dijo a Aarón, y a Eleazar, y a Itamar, sus hijos: No descubráis vuestras cabezas, ni rompáis vuestros vestidos, y no moriréis ni se airará sobre toda la congregación: empero vuestros hermanos, toda la casa de Israel, lamentarán el incendio que Jehová ha hecho. Leviticus 10:7 Ni saldréis de la puerta del tabernáculo del testimonio, porque moriréis: por cuanto el aceite de la unción de Jehová está sobre vosotros. Y ellos hicieron conforme al dicho de Moisés. Leviticus 10:8 ¶ Y Jehová habló a Aarón, diciendo: Leviticus 10:9 Tú y tus hijos contigo no beberéis vino ni sidra, cuando hubiereis de entrar en el tabernáculo del testimonio, y no moriréis: estatuto perpetuo será por vuestras generaciones. Leviticus 10:10 Y esto para hacer diferencia entre lo santo y lo profano, y entre lo inmundo y lo limpio; Leviticus 10:11 Y para enseñar a los hijos de Israel todos los estatutos, que Jehová les ha dicho por mano de Moisés. Leviticus 10:12 ¶ Y Moisés dijo a Aarón, y a Eleazar, y a Itamar, sus hijos, que habían quedado: Tomád el presente que queda de las ofrendas encendidas a Jehová y comédlo sin levadura junto al altar, porque es santidad de santidades. Leviticus 10:13 Por tanto comerlo heis en el lugar santo, porque esto será fuero para ti, y fuero para tus hijos de las ofrendas encendidas a Jehová; porque así me ha sido mandado. Leviticus 10:14 Y el pecho de la mecedura, y la espalda del alzamiento comeréis en lugar limpio, tú y tus hijos y tus hijas contigo; porque por fuero para ti, y fuero para tus hijos son dados de los sacrificios de las paces de los hijos de Israel. Leviticus 10:15 La espalda del alzamiento, y el pecho de la mecedura con las ofrendas encendidas de los sebos traerán para que lo mezas con mecedura delante de Jehová: y será fuero perpetuo tuyo, y de tus hijos contigo, como Jehová lo ha mandado. Leviticus 10:16 ¶ Y Moisés demandó el macho cabrío de la expiación, y hallóse que era quemado; y enojóse contra Eleazar e Itamar, los hijos de Aarón, que habían quedado, diciendo: Leviticus 10:17 ¿Por qué no comisteis la expiación en lugar santo? porque es santidad de santidades; y él la dio a vosotros para llevar la iniquidad de la congregación para que sean reconciliados delante de Jehová. Leviticus 10:18 Veis que su sangre no fue metida en el santuario de adentro: habíaisla de comer en el santuario, como yo mandé. Leviticus 10:19 Y respondió Aarón a Moisés: He aquí, hoy han ofrecido su expiación, y su holocausto delante de Jehová, con todo eso me han acontecido estas cosas; pues si comiera la expiación hoy, ¿fuera acepto a Jehová? Leviticus 10:20 Y oyó Moisés esto, y aceptólo. Leviticus 11:0 Leviticus 11:1 Y habló Jehová a Moisés, y a Aarón, diciéndoles: Leviticus 11:2 Hablád a los hijos de Israel, diciendo: Estos son los animales, que comeréis de todos los animales que están sobre la tierra: Leviticus 11:3 Todo animal de pesuño, y que tiene los pesuños hendidos, y que rumia, de entre los animales, este comeréis. Leviticus 11:4 Estos empero no comeréis de los que rumian, y de los que tienen pesuño: El camello; porque rumia, mas no tiene pesuño, tenerlo heis por inmundo. Leviticus 11:5 Ítem, el conejo; porque rumia, mas no tiene pesuño, tenerlo heis por inmundo. Leviticus 11:6 Ítem, la liebre; porque rumia, mas no tiene pesuño, tenerla heis por inmunda. Leviticus 11:7 También el puerco; porque tiene pesuño, y es de pesuños hendidos, mas no rumia, tenerlo heis por inmundo. Leviticus 11:8 De la carne de ellos no comeréis, ni tocaréis su cuerpo muerto, tenerlos heis por inmundos. Leviticus 11:9 ¶ Esto comeréis de todas las cosas que están en las aguas: Todas las cosas que tienen alas y escamas en las aguas de la mar, y en los ríos, aquellas comeréis. Leviticus 11:10 Mas todas las cosas que no tienen alas, ni escamas, en la mar, y en los ríos, así de todo reptil de agua, como de toda cosa viviente que está en las aguas, tenerlas heis en abominación. Leviticus 11:11 Y seros han en abominación: de su carne no comeréis, y sus cuerpos muertos abominaréis. Leviticus 11:12 Todo lo que no tuviere alas y escamas en las aguas tendréis en abominación. Leviticus 11:13 ¶ Ítem, de las aves, estas tendréis en abominación, no se comerán, abominación serán: El águila, el azor, el esmerejón, Leviticus 11:14 El milano, y el buitre según su especie, Leviticus 11:15 Todo cuervo según su especie, Leviticus 11:16 El avestruz, y el mochuelo, y la garceta, y el gavilán según su especie, Leviticus 11:17 Y el halcón, y la gaviota, y la lechuza, Leviticus 11:18 Y el calamón, y el cisne, y el pelícano, Leviticus 11:19 Y la cigüeña, y el cuervo marino, según su especie, y la abubilla, y el murciélago. Leviticus 11:20 ¶ Todo reptil de ave que anduviere sobre cuatro pies tendréis en abominación. Leviticus 11:21 Empero esto comeréis de todo reptil de aves que anda sobre cuatro pies que tuviere piernas allende de sus pies, para saltar con ellas sobre la tierra. Leviticus 11:22 Estos comeréis de ellos: La langosta según su especie, y el langostín según su especie, y el haregol según su especie, y el hahgab según su especie. Leviticus 11:23 Todo otro reptil de aves, que tenga cuatro pies, tendréis en abominación. Leviticus 11:24 ¶ Y por estas cosas seréis inmundos: Cualquiera que tocare a sus cuerpos muertos, será inmundo hasta la tarde. Leviticus 11:25 Ítem, cualquiera que llevare sus cuerpos muertos, lavará sus vestidos, y será inmundo hasta la tarde. Leviticus 11:26 Todo animal de pesuño, mas que no tiene el pesuño hendido, ni rumia, tendréis por inmundo: cualquiera que los tocare, será inmundo. Leviticus 11:27 Y cualquiera que anda sobre sus palmas de todos los animales que andan a cuatro pies, tendréis por inmundo: cualquiera que tocare sus cuerpos muertos, será inmundo hasta la tarde. Leviticus 11:28 Y el que llevare sus cuerpos muertos, lavará sus vestidos, y será inmundo hasta la tarde: tenerlos heis por inmundos. Leviticus 11:29 Ítem, estos tendréis por inmundos de los reptiles que van arrastrando sobre la tierra: La comadreja, y el ratón, y la rana según su especie, Leviticus 11:30 Y el erizo, y el lagarto, y el caracol, y la babosa, y el topo. Leviticus 11:31 Estos tendréis por inmundos de todos los reptiles: cualquiera que los tocare, cuando fueren muertos, será inmundo hasta la tarde. Leviticus 11:32 Y todo aquello sobre que cayere alguna cosa de ellos después de muertos, será inmundo, así vaso de madera, como vestido, o piel, o saco: cualquiera instrumento con que se hace obra, será metido en agua, y será inmundo hasta la tarde, y así será limpio. Leviticus 11:33 Ítem, todo vaso de barro dentro del cual cayere algo de ellos, todo lo que estuviere en él, será inmundo, y el vaso quebraréis. Leviticus 11:34 Toda vianda que se come, sobre la cual viniere el agua, será inmunda: y toda bebida que se bebiere, en todo vaso será inmunda. Leviticus 11:35 Y todo aquello, sobre que cayere algo de su cuerpo muerto, será inmundo. El horno y la chimenea serán derribados: inmundos son, y por inmundos los tendréis. Leviticus 11:36 Empero la fuente, o la cisterna donde se recojen aguas, serán limpias: mas lo que hubiere tocado en sus cuerpos muertos, será inmundo. Leviticus 11:37 Ítem, si cayere algo de sus cuerpos muertos sobre alguna simiente sembrada, que estuviere sembrada, será limpia. Leviticus 11:38 Mas si hubiere puesta agua sobre la simiente, y cayere algo de sus cuerpos muertos sobre ella, tenerla heis por inmunda. Leviticus 11:39 Ítem, si algún animal que tuviereis para comer, se muriere, el que tocare su cuerpo muerto, será inmundo hasta la tarde. Leviticus 11:40 Y el que comiere de su cuerpo muerto, lavará sus vestidos, y será inmundo hasta la tarde: asimismo el que sacare su cuerpo muerto, lavará sus vestidos, y será inmundo hasta la tarde. Leviticus 11:41 Ítem, todo reptil que va arrastrando sobre la tierra, abominación es, no se comerá. Leviticus 11:42 Todo lo que anda sobre el pecho, y todo lo que anda sobre cuatro, o más pies, de todo reptil, que anda arrastrando sobre la tierra, no comeréis, porque son abominación. Leviticus 11:43 ¶ No ensuciéis vuestras almas en ningún reptil, que anda arrastrando, ni os contaminéis en ellos, ni seáis inmundos por ellos. Leviticus 11:44 Porque yo soy Jehová vuestro Dios: por tanto vosotros os santificaréis, y seréis santos, porque yo soy santo: y no ensuciéis vuestras almas en ningún reptil, que anduviere arrastrando sobre la tierra. Leviticus 11:45 Porque yo soy Jehová, que os hago subir de la tierra de Egipto para seros por Dios. Seréis pues santos, porque yo soy santo. Leviticus 11:46 Esta es la ley de los animales, y de las aves, y de toda cosa viva, que se mueve en las aguas, y de toda cosa que anda arrastrando sobre la tierra. Leviticus 11:47 Para hacer diferencia entre inmundo y limpio; y entre los animales que se pueden comer, y los animales que no se pueden comer. Leviticus 12:0 Leviticus 12:1 Y habló Jehová a Moisés, diciendo: Leviticus 12:2 Habla a los hijos de Israel, diciendo: La mujer cuando concibiere, y pariere varón, será inmunda siete días: conforme a los días del apartamiento de su menstruo será inmunda. Leviticus 12:3 Y al octavo día circuncidará la carne de su prepucio. Leviticus 12:4 Y treinta y tres días estará en las sangres de su purgación: ninguna cosa santa tocará, ni vendrá al santuario, hasta que sean cumplidos los días de su purgación. Leviticus 12:5 Y si pariere hembra, será inmunda dos semanas, conforme a su apartamiento, y sesenta y seis días estará en las sangres de su purificación. Leviticus 12:6 ¶ Y desde que los días de su purgación fueren cumplidos, por hijo, o por hija, traerá un cordero de un año para holocausto; y un palomino, o una tórtola para expiación, a la puerta del tabernáculo del testimonio, al sacerdote. Leviticus 12:7 Y ofrecerlo ha delante de Jehová, y reconciliarla ha, y será limpia del flujo de su sangre. Esta es la ley de la que pariere macho, o hembra. Leviticus 12:8 Y si no alcanzare su mano asaz para cordero, entonces tomará dos tórtolas, o dos palominos, uno para holocausto, y otro para expiación: y reconciliarla ha el sacerdote, y será limpia. Leviticus 13:0 Leviticus 13:1 Y habló Jehová a Moisés, y a Aarón, diciendo: Leviticus 13:2 El hombre, cuando hubiere en el cutis de su carne hinchazón, o postilla, o mancha blanca, que hubiere en el cutis de su carne como llaga de lepra, será traído a Aarón el sacerdote, o a uno de los sacerdotes sus hijos. Leviticus 13:3 Y el sacerdote mirará la llaga en el cutis de la carne: si el pelo en la llaga se volvió blanco, y la llaga pareciere más profunda que la tez de la carne, llaga de lepra es; y el sacerdote lo mirará, y le dará por inmundo. Leviticus 13:4 Y si en el cutis de su carne hubiere mancha blanca, mas no pareciere más profunda que la tez, ni su pelo se hubiere vuelto blanco, entonces el sacerdote encerrará al llagado siete días. Leviticus 13:5 Y al séptimo día el sacerdote lo mirará: y si la llaga a su parecer, hubiere estancado, que la llaga no hubiere crecido en el cutis, entonces el sacerdote le encerrará por siete días la segunda vez. Leviticus 13:6 Después el sacerdote la mirará al séptimo día la segunda vez; y si parece haberse oscurecido la llaga, y que no ha crecido la llaga en el cutis, entonces el sacerdote le dará por limpio: postilla era, y lavará sus vestidos, y será limpio. Leviticus 13:7 Mas si creciendo hubiere crecido la postilla en el cutis después que fue mostrado al sacerdote para ser limpio, será mirado otra vez del sacerdote: Leviticus 13:8 Y el sacerdote lo mirará, y si la postilla hubiere crecido en el cutis, el sacerdote le dará por inmundo, lepra es. Leviticus 13:9 ¶ Cuando hubiere llaga de lepra en el hombre, será traído al sacerdote; Leviticus 13:10 Y el sacerdote mirará, y si pareciere hinchazón blanca en el cutis, la cual haya vuelto el pelo blanco, y hubiere sanidad de carne viva en la hinchazón, Leviticus 13:11 Lepra es envejecida en el cutis de su carne, y darle ha por inmundo el sacerdote, y no le encerrará, porque es inmundo. Leviticus 13:12 Mas si la lepra hubiere reverdecido en el cutis, y la lepra cubriere todo el cutis del llagado desde su cabeza hasta sus pies a toda vista de ojos del sacerdote, Leviticus 13:13 Entonces el sacerdote mirará, y si la lepra hubiere cubierto toda su carne, dará por limpio al llagado: todo es vuelto blanco: limpio es. Leviticus 13:14 Mas el día que pareciere en él la carne viva, será inmundo. Leviticus 13:15 Y el sacerdote mirará la carne viva, y darle ha por inmundo. ¿Carne viva es? inmundo es: lepra es. Leviticus 13:16 Mas cuando la carne viva tornare, y se volviere blanca, entonces vendrá al sacerdote; Leviticus 13:17 Y el sacerdote mirará, y si la llaga se hubiere tornado blanca, el sacerdote dará la llaga por limpia, y él será limpio. Leviticus 13:18 ¶ Y la carne cuando hubiere en ella, en su cutis alguna apostema, y se sanare. Leviticus 13:19 Y sucediere en el lugar de la apostema hinchazón blanca, o mancha blanca en bermejecida, será mostrado al sacerdote. Leviticus 13:20 Y el sacerdote mirará, y si pareciere estar más baja que su tez, y su pelo se hubiere vuelto blanco, el sacerdote le dará por inmundo: llaga de lepra es, que reverdeció en la apostema. Leviticus 13:21 Y si el sacerdote la considerare, y no pareciere en ella pelo blanco, ni estuviere más baja que la tez, antes estuviere oscura, entonces el sacerdote le encerrará por siete días. Leviticus 13:22 Y si se fuere extendiendo por el cutis, entonces el sacerdote le dará por inmundo: llaga es. Leviticus 13:23 Empero si la mancha blanca se estuviere en su lugar, que no haya crecido, quemadura de la apostema es: y el sacerdote le dará por limpio. Leviticus 13:24 ¶ Ítem, la carne cuando en su cutis hubiere quemadura de fuego, y hubiere en la sanadura del fuego mancha blanca, bermeja, o blanca. Leviticus 13:25 El sacerdote la mirará, y si el pelo se hubiere vuelto blanco en la mancha, y pareciere estar más profunda que la tez, lepra es que reverdeció en la quemadura, y el sacerdote le dará por inmundo: llaga de lepra es. Leviticus 13:26 Mas si el sacerdote la mirare, y no pareciere en la mancha pelo blanco, ni estuviere más baja que la tez, antes estuviere oscura, encerrarle ha el sacerdote siete días: Leviticus 13:27 Y al séptimo día el sacerdote la mirará: si se hubiere ido extendiendo por el cutis, el sacerdote le dará por inmundo: llaga de lepra es. Leviticus 13:28 Empero si la mancha se estuviere en su lugar y no se hubiere extendido en el cutis, antes estuviere oscura, hinchazón es de la quemadura: el sacerdote le dará por limpio, que señal de la quemadura es. Leviticus 13:29 ¶ Ítem, cualquier hombre o mujer que le saliere llaga en la cabeza, o en la barba, Leviticus 13:30 El sacerdote mirará la llaga, y si pareciere estar más profunda que la tez, y el pelo en ella fuere rubio, delgado, entonces el sacerdote le dará por inmundo: tiña es, lepra es de la cabeza o de la barba. Leviticus 13:31 Mas cuando el sacerdote hubiere mirado la llaga de la tiña, y no pareciere estar más profunda que la tez, ni fuere en ella el pelo negro, el sacerdote encerrará al llagado de la tiña siete días: Leviticus 13:32 Y al séptimo día el sacerdote mirará la llaga, y si la tiña no pareciere haberse extendido, ni hubiere en ella pelo rubio, ni pareciere la tiña más profunda que la tez, Leviticus 13:33 Entonces trasquilarle han, mas no trasquilarán la tiña: y encerrará el sacerdote al que tiene la tiña por siete días la segunda vez. Leviticus 13:34 Y al séptimo día mirará el sacerdote la tiña, y si la tiña no hubiere crecido en el cutis, ni pareciere estar más profunda que la tez, el sacerdote le dará por limpio, y lavará sus vestidos, y será limpio. Leviticus 13:35 Empero si la tiña se hubiere ido extendiendo en el cutis después de su purificación, Leviticus 13:36 Entonces el sacerdote la mirará, y si la tiña hubiere crecido en el cutis, no busque el sacerdote el pelo rubio; inmundo es. Leviticus 13:37 Mas si le pareciere que la tiña se está en su lugar, y que ha salido en ella el pelo negro, la tiña es sana, él será limpio, y el sacerdote le dará por limpio. Leviticus 13:38 ¶ Ítem, cualquier hombre o mujer, cuando en el cutis de su carne hubiere manchas, manchas blancas, Leviticus 13:39 El sacerdote mirará, y si en el cutis de su carne parecieren manchas oscuras blancas, empeine es que reverdeció en el cutis; limpio es. Leviticus 13:40 ¶ Ítem, el varón cuando se le pelare la cabeza, calvo es, limpio es. Leviticus 13:41 Y si a la parte de su rostro se le pelare la cabeza, antecalvo es, limpio es. Leviticus 13:42 Mas cuando en la calva o en la antecalva hubiere llaga blanca bermeja, lepra es que reverdece en su calva o en su antecalva. Leviticus 13:43 Entonces el sacerdote lo mirará, y si pareciere la hinchazón de la llaga blanca bermeja, en su calva o antecalva, como el parecer de la lepra de la tez de la carne, Leviticus 13:44 Leproso es, inmundo es, el sacerdote le dará luego por inmundo: en su cabeza tiene su llaga. Leviticus 13:45 ¶ Y el leproso en quien hubiere tal llaga, sus vestidos serán rompidos, y su cabeza descubierta, y embozado pregonará: Inmundo, inmundo, Leviticus 13:46 Todo el tiempo que la llaga estuviere en él, será inmundo, inmundo será: habitará solo, su morada será fuera del real. Leviticus 13:47 ¶ Ítem, cuando en el vestido hubiere llaga de lepra, en vestido de lana, o en vestido de lino, Leviticus 13:48 O en estambre, o en trama de lino, o de lana, o en piel, o en cualquiera obra de piel; Leviticus 13:49 Y que la llaga sea verde, o bermeja, en vestido, o en piel, o en estambre, o en trama, o en cualquiera obra de piel; llaga de lepra es, mostrarse ha al sacerdote: Leviticus 13:50 Y el sacerdote mirará la llaga, y encerrará la cosa llagada siete días: Leviticus 13:51 Y al séptimo día mirará la llaga: y si la llaga hubiere crecido en el vestido, o estambre, o en la trama, o en piel, o en cualquiera obra que se hace de pieles, lepra roedora es la tal llaga: inmunda será. Leviticus 13:52 Será quemado el vestido, o estambre, o trama de lana, o de lino, o cualquiera obra de pieles, en que hubiere tal llaga; porque lepra roedora es, en fuego será quemada. Leviticus 13:53 Y si el sacerdote mirare, y no pareciere que la llaga se haya extendido en el vestido, o estambre, o en la trama, o en cualquiera obra de pieles, Leviticus 13:54 Entonces el sacerdote mandará que laven donde la llaga está, y encerrarle ha por siete días la segunda vez. Leviticus 13:55 Y el sacerdote mirará después que la llaga fuere lavada, y si pareciere que la llaga no ha mudado su parecer, ni la llaga ha crecido, inmunda es, quemarla has en fuego: llaga es penetrante en su calva o en su antecalva. Leviticus 13:56 Mas si el sacerdote la viere, y pareciere que la llaga se ha oscurecido después que fue lavada, cortarla ha del vestido o de la piel, o del estambre, o de la trama: Leviticus 13:57 Y si más pareciere en el vestido, o estambre, o trama, o en cualquiera alhaja de pieles reverdeciendo en ella, quemarlo has en el fuego aquello donde hubiere tal llaga. Leviticus 13:58 Empero el vestido, o estambre, o trama, o cualquiera cosa de piel, que lavares, y que la llaga se le quitare, lavarse ha segunda vez, y entonces será limpia. Leviticus 13:59 Esta es la ley de la llaga de la lepra del vestido de lana, o de lino, o del estambre, o de la trama, o de cualquiera cosa de piel, para que sea dado por limpio, o por inmundo. Leviticus 14:0 Leviticus 14:1 Y habló Jehová a Moisés, diciendo: Leviticus 14:2 Esta será la ley del leproso cuando se limpiare: Será traído al sacerdote: Leviticus 14:3 Y el sacerdote, saldrá fuera del real: y mirará el sacerdote, y verá, como es sana la llaga de la lepra del leproso: Leviticus 14:4 Y mandará el sacerdote, que se tomen para el que se limpia dos avecillas vivas, limpias, y palo de cedro, y grana, y hisopo. Leviticus 14:5 Y mandará el sacerdote matar la una avecilla en un vaso de barro, sobre aguas vivas: Leviticus 14:6 Y tomará el avecilla viva, y el palo de cedro, y la grana, y el hisopo, y mojarlo ha con el avecilla viva en la sangre de la avecilla muerta sobre las aguas vivas. Leviticus 14:7 Y esparcirá sobre el que se limpia de la lepra siete veces, y darle ha por limpio: y soltará al avecilla viva sobre la haz del campo. Leviticus 14:8 Y el que se limpia, lavará sus vestidos y raerá todos sus pelos, y lavarse ha con agua, y será limpio: y después entrará en el real, y morará fuera de su tienda siete días. Leviticus 14:9 Y será, que al séptimo día raerá todos sus pelos, su cabeza, y su barba, y las cejas de sus ojos: finalmente raerá todo su pelo, y lavará sus vestidos, y lavará su carne en aguas, y será limpio. Leviticus 14:10 Y el día octavo tomará dos corderos perfectos, y una cordera de un año sin tacha, y tres décimas de flor de harina para presente amasada con aceite, y un log de aceite. Leviticus 14:11 Y el sacerdote que limpia, presentará al que se ha de limpiar con aquellas cosas delante de Jehová a la puerta del tabernáculo del testimonio; Leviticus 14:12 Y tomará el sacerdote el un cordero, y ofrecerlo ha por expiación de la culpa con el log de aceite, y mecerlo ha todo con mecedura delante de Jehová. Leviticus 14:13 Y degollará al cordero en el lugar donde degüellan la expiación por el pecado, y el holocausto en el lugar del santuario, porque como la expiación por el pecado, así también la expiación por la culpa es del sacerdote: santidad de santidades es. Leviticus 14:14 Y tomará el sacerdote de la sangre de la expiación por la culpa, y pondrá el sacerdote sobre la ternilla de la oreja derecha del que se limpia, y sobre el pulgar de su mano derecha, y sobre el pulgar de su pie derecho. Leviticus 14:15 Asimismo tomará el sacerdote del log de aceite, y echará sobre la palma de su mano izquierda; Leviticus 14:16 Y mojará su dedo derecho en el aceite, que tiene en su mano izquierda, y esparcirá del aceite con su dedo siete veces delante de Jehová: Leviticus 14:17 Y de lo que quedare del aceite que tiene en su mano, pondrá el sacerdote sobre la ternilla de la oreja derecha del que se limpia, y sobre el pulgar de su mano derecha, y sobre el pulgar de su pie derecho sobre la sangre de la expiación por la culpa: Leviticus 14:18 Y lo que quedare del aceite que tiene en su mano, pondrá sobre la cabeza del que se limpia, y así le reconciliará el sacerdote delante de Jehová. Leviticus 14:19 Y hará el sacerdote la expiación y limpiará al que se limpia de su inmundicia, y después degollará el holocausto: Leviticus 14:20 Y hará subir el sacerdote el holocausto, y el presente sobre el altar, y así le reconciliará el sacerdote, y será limpio. Leviticus 14:21 ¶ Mas si fuere pobre, que no alcanzare su mano, entonces tomará un cordero para expiación por la culpa para la mecedura para reconciliarse; y una décima de flor de harina amasada con aceite para presente, y un log de aceite; Leviticus 14:22 Y dos tórtolas, o dos palominos, lo que alcanzare su mano; y el uno será para expiación por el pecado, y el otro para holocausto: Leviticus 14:23 Las cuales cosas traerá al octavo día de su purificación al sacerdote a la puerta del tabernáculo del testimonio delante de Jehová. Leviticus 14:24 Y el sacerdote tomará el cordero de la expiación por la culpa, y el log de aceite, y mecerlo ha el sacerdote con mecedura delante de Jehová. Leviticus 14:25 Y degollará el cordero de la expiación por la culpa, y tomará el sacerdote de la sangre de la expiación por la culpa, y pondrá sobre la ternilla de la oreja derecha del que se limpia, y sobre el pulgar de su mano derecha, y sobre el pulgar de su pie derecho. Leviticus 14:26 Y el sacerdote echará del aceite sobre la palma de su mano izquierda. Leviticus 14:27 Y esparcirá el sacerdote con su dedo derecho del aceite, que tiene en su mano izquierda siete veces delante de Jehová. Leviticus 14:28 Y el sacerdote pondrá del aceite, que tiene en su mano sobre la ternilla de la oreja derecha del que se limpia, y sobre el pulgar de su mano derecha, y sobre el pulgar de su pie derecho en el lugar de la sangre de la expiación por la culpa. Leviticus 14:29 Y lo que sobrare del aceite que el sacerdote tiene en su mano, ponerlo ha sobre la cabeza del que se limpia para reconciliarle delante de Jehová. Leviticus 14:30 Asimismo ofrecerá la una de las tórtolas, o de los palominos, lo que alcanzare su mano. Leviticus 14:31 El uno de lo que alcanzare su mano, expiación por el pecado, y el otro en holocausto allende del presente, y así reconciliará el sacerdote al que se ha de limpiar delante de Jehová. Leviticus 14:32 Esta es la ley del que hubiere tenido llaga de lepra, cuya mano no alcanzare para limpiarse. Leviticus 14:33 ¶ Y habló Jehová a Moisés y a Aarón, diciendo: Leviticus 14:34 Cuando hubiereis entrado en la tierra de Canaán, la cual yo os doy en posesión, y yo pusiere llaga de lepra en alguna casa de la tierra de vuestra posesión, Leviticus 14:35 Vendrá aquel cuya fuera la casa, y dará aviso al sacerdote, diciendo: Como llaga ha aparecido en mi casa. Leviticus 14:36 Entonces mandará el sacerdote, y limpiarán la casa antes que el sacerdote entre a mirar la llaga, porque no sea contaminado todo lo que estuviere en la casa: y después el sacerdote entrará a mirar la casa: Leviticus 14:37 Y mirará la llaga; y si parecieren llagas en las paredes de la casa verdes, profundas, o bermejas, las cuales parecieren más hondas que la haz de la pared, Leviticus 14:38 El sacerdote saldrá de la casa a la puerta de la casa, y cerrará la casa por siete días. Leviticus 14:39 Y al séptimo día volverá el sacerdote, y mirará: y si la llaga hubiere crecido en las paredes de la casa, Leviticus 14:40 Entonces mandará el sacerdote, y arrancarán las piedras en las cuales estuviere la llaga, y echarlas han fuera de la ciudad en el lugar inmundo: Leviticus 14:41 Y hará descortezar la casa por de dentro al derredor, y el polvo, que descortezaren, derramarán fuera de la ciudad en el lugar inmundo. Leviticus 14:42 Y tomarán otras piedras, y ponerlas han en el lugar de las piedras, y tomarán otra tierra y embarrarán la casa. Leviticus 14:43 Y si la llaga volviere a reverdecer en aquella casa, después que hizo arrancar las piedras, y descortezar la casa, y después que fue embarrada, Leviticus 14:44 Entonces el sacerdote entrará, y mirará, y si pareciere haberse extendido la llaga en la casa, lepra roedora está en la tal casa; inmunda es. Leviticus 14:45 Entonces derribará la casa, sus piedras, y sus maderos, y todo el polvo de la casa; y sacarlo ha todo fuera de la ciudad a el lugar inmundo. Leviticus 14:46 Y cualquiera que entrare en la tal casa en todos los días que la mandó cerrar, será inmundo hasta la tarde. Leviticus 14:47 Y el que durmiere en la tal casa, lavará sus vestidos. Y el que comiere en la tal casa lavará sus vestidos. Leviticus 14:48 ¶ Mas si entrare el sacerdote, y mirare, y viere que la llaga no se ha extendido en la casa después que fue embarrada, el sacerdote dará la casa por limpia, porque la llaga sanó. Leviticus 14:49 Y tomará para limpiar la casa dos avecillas, y palo de cedro, y grana, e hisopo; Leviticus 14:50 Y degollará la una avecilla en un vaso de barro sobre aguas vivas; Leviticus 14:51 Y tomará el palo de cedro, y el hisopo, y la grana, y el avecilla viva, y mojarlo ha todo en la sangre de la avecilla muerta y en las aguas vivas, y rociará la casa siete veces: Leviticus 14:52 Y limpiará la casa con la sangre del avecilla, y con las aguas vivas, y con el avecilla viva, y el palo de cedro, y el hisopo, y la grana. Leviticus 14:53 Y soltará la avecilla viva fuera de la ciudad sobre la haz del campo, y así reconciliará la casa, y será limpia. Leviticus 14:54 Esta es la ley de toda plaga de lepra, y de la tiña, Leviticus 14:55 Y de la lepra del vestido, y de la casa, Leviticus 14:56 Y de la hinchazón, y de la postilla, y de la mancha blanca; Leviticus 14:57 Para enseñar cuando es inmundo, y cuando es limpio: Esta es la ley de la lepra. Leviticus 15:0 Leviticus 15:1 Y habló Jehová a Moisés y a Aarón, diciendo: Leviticus 15:2 Hablád a los hijos de Israel y decídles: Cualquier varón, cuando su simiente manare de su carne, será inmundo. Leviticus 15:3 Y esta será su inmundicia en su flujo: Si su carne distiló por causa de su flujo, o si su carne se cerró por causa de su flujo, él será inmundo. Leviticus 15:4 Toda cama en que se acostare el que tuviere flujo, será inmunda: y toda cosa sobre que se sentare, será inmunda. Leviticus 15:5 Y cualquiera que tocare a su cama, lavará sus vestidos, y a sí se lavará con agua, y será inmundo hasta la tarde. Leviticus 15:6 Y el que se sentare sobre aquello en que se hubiere sentado el que tiene flujo, lavará sus vestidos: y a sí se lavará con agua, y será inmundo hasta la tarde. Leviticus 15:7 Ítem, el que tocare la carne del que tiene flujo, lavará sus vestidos, y a sí se lavará con agua, y será inmundo hasta la tarde. Leviticus 15:8 Ítem, si el que tiene flujo, escupiere sobre el limpio, lavará sus vestidos, y a sí se lavará con agua, y será inmundo hasta la tarde. Leviticus 15:9 Ítem, toda cabalgadura sobre que cabalgare el que tuviere flujo, será inmunda. Leviticus 15:10 Ítem, cualquiera que tocare cualquiera cosa que estuviere debajo de él, será inmundo hasta la tarde: y el que lo llevare, lavará sus vestidos, y a sí se lavará con agua, y será inmundo hasta la tarde. Leviticus 15:11 Ítem, todo aquel a quien tocare el que tiene flujo, y no lavare con agua sus manos, lavará sus vestidos, y a sí se lavará con agua, y será inmundo hasta la tarde. Leviticus 15:12 Ítem, el vaso de barro en que tocare el que tiene flujo, será quebrado, y todo vaso de madera será lavado con agua. Leviticus 15:13 ¶ Y cuando se hubiere limpiado de su flujo el que tiene flujo, contarse ha siete días desde su purificación, y lavará sus vestidos, y lavará su carne en aguas vivas, y será limpio. Leviticus 15:14 Y el octavo día tomarse ha dos tórtolas, o dos palominos, y vendrá delante de Jehová a la puerta del tabernáculo del testimonio, y darlos ha al sacerdote: Leviticus 15:15 Y el sacerdote los hará, el uno expiación, y el otro holocausto: y el sacerdote le reconciliará de su flujo delante de Jehová. Leviticus 15:16 ¶ Ítem, el hombre, cuando saliere de él derramadura de simiente, lavará en aguas toda su carne, y será inmundo hasta la tarde. Leviticus 15:17 Y todo vestido, o toda piel sobre la cual hubiere de la derramadura de la simiente, se lavará con agua, y será inmundo hasta la tarde. Leviticus 15:18 Y la mujer con la cual el varón tuviere ayuntamiento de simiente, ambos se lavarán con agua, y serán inmundos hasta la tarde. Leviticus 15:19 ¶ Ítem, la mujer cuando tuviere flujo de sangre, y que su flujo fuere en su carne, siete días estará en su apartamiento; y cualquiera que tocare en ella, será inmundo hasta la tarde. Leviticus 15:20 Y todo aquello sobre que ella se acostare en su apartamiento, será inmundo: y todo aquello sobre que se asentare, será inmundo. Leviticus 15:21 Ítem, cualquiera que tocare a su cama, lavará sus vestidos, y a sí se lavará con agua: y será inmundo hasta la tarde. Leviticus 15:22 Ítem, cualquiera que tocare cualquiera alhaja, sobre la cual ella se hubiere sentado, lavará sus vestidos, y a sí se lavará con agua, y será inmundo hasta la tarde. Leviticus 15:23 Ítem, si alguna cosa estuviere sobre la cama, o sobre la silla en que ella se hubiere sentado, el que tocare en ella, será inmundo hasta la tarde. Leviticus 15:24 Y si alguno durmiere con ella, y que la inmundicia de ella fuere sobre él, él será inmundo por siete días, y toda cama sobre que durmiere, será inmunda. Leviticus 15:25 Ítem, la mujer, cuando manare el flujo de su sangre por muchos días, fuera del tiempo de su costumbre, o cuando tuviere flujo de sangre más de su costumbre, todo el tiempo del flujo de su inmundicia será como en los días de su costumbre, inmunda. Leviticus 15:26 Toda cama en que durmiere todo el tiempo de su flujo, le será como la cama de su costumbre: Y toda alhaja sobre que se sentare, será inmunda conforme a la inmundicia de su costumbre. Leviticus 15:27 Cualquiera que tocare en ellas será inmundo: y lavará sus vestidos, y a sí se lavará con agua, y será inmundo hasta la tarde. Leviticus 15:28 Y cuando fuere limpia de su flujo, contarse ha siete días, y después será limpia. Leviticus 15:29 Y el octavo día tomarse ha dos tórtolas, o dos palominos, y traerlos ha al sacerdote a la puerta del tabernáculo del testimonio: Leviticus 15:30 Y el sacerdote hará el uno expiación, y el otro holocausto, y reconciliarla ha el sacerdote delante de Jehová del flujo de su inmundicia. Leviticus 15:31 Y apartaréis los hijos de Israel de sus inmundicias, y no morirán por sus inmundicias, ensuciando mi tabernáculo, que está entre ellos. Leviticus 15:32 Esta es la ley del que tiene flujo de simiente, y del que sale derramadura de simiente, para ser inmundo a causa de ella; Leviticus 15:33 Y de la que padece su costumbre: y del que padeciere su flujo, sea macho, o sea hembra: y del hombre que durmiere con mujer inmunda. Leviticus 16:0 Leviticus 16:1 Y habló Jehová a Moisés, después que murieron los dos hijos de Aarón, cuando se llegaron delante de Jehová, y murieron. Leviticus 16:2 Y Jehová dijo a Moisés: Di a Aarón tu hermano, que no entre en todo tiempo en el santuario del velo a dentro delante de la cubierta, que está sobre el arca, porque no muera: porque yo apareceré en la nube sobre la cubierta. Leviticus 16:3 Con esto entrará Aarón en el santuario: con un novillo hijo de vaca por expiación, y un carnero en holocausto. Leviticus 16:4 La túnica santa de lino se vestirá, y sobre su carne tendrá pañetes de lino, y ceñirse ha el cinto de lino, y con la mitra de lino se cubrirá, que son las santas vestiduras: y lavará su carne con agua, y vestirlas ha. Leviticus 16:5 Y de la congregación de los hijos de Israel tomará dos machos de las cabras para expiación, y un carnero para holocausto. Leviticus 16:6 Y hará llegar Aarón el novillo de la expiación que era suyo, y hará la reconciliación por sí y por su casa. Leviticus 16:7 ¶ Después tomará los dos machos cabríos, y presentarlos ha delante de Jehová, a la puerta del tabernáculo del testimonio. Leviticus 16:8 Y echará suertes Aarón sobre los dos machos de cabrío, la una suerte por Jehová, y la otra suerte por Azazel. Leviticus 16:9 Y hará llegar Aarón el macho cabrío sobre el cual cayere la suerte por Jehová, y hacerlo ha por expiación. Leviticus 16:10 Y el macho de cabrío, sobre el cual cayere la suerte por Azazel, presentará vivo delante de Jehová, para hacer la reconciliación sobre él, para enviarlo a Azazel al desierto. Leviticus 16:11 Y hará llegar Aarón el novillo que era suyo para expiación, y hará la reconciliación por sí y por su casa, y degollará el novillo, que era suyo, por expiación. Leviticus 16:12 Después tomará el incensario lleno de brasas de fuego del altar de delante de Jehová, y sus puños llenos del perfume aromático molido, y meterlo ha del velo a dentro. Leviticus 16:13 Y pondrá el perfume sobre el fuego delante de Jehová, y la nube del perfume cubrirá la cubierta, que está sobre el testimonio, y no morirá. Leviticus 16:14 Después tomará de la sangre del novillo, y esparcirá con su dedo hacia la cubierta hacia el oriente: hacia la cubierta esparcirá de aquella sangre siete veces con su dedo. Leviticus 16:15 Después degollará el macho cabrío, que era del pueblo, para expiación, y meterá la sangre de él del velo adentro: y hará de su sangre, como hizo de la sangre del novillo, y esparcirá sobre la cubierta, y delante de la cubierta. Leviticus 16:16 Y limpiará el santuario de las inmundicias de los hijos de Israel, y de sus rebeliones, y de todos sus pecados: de la misma manera hará también al tabernáculo del testimonio; el cual mora entre ellos, entre sus inmundicias. Leviticus 16:17 Y ningún hombre estará en el tabernáculo del testimonio, cuando él entrare a hacer la reconciliación en el santuario, hasta que él salga, y haya hecho la reconciliación por sí, y por su casa, y por toda la congregación de Israel. Leviticus 16:18 Y saldrá al altar, que está delante de Jehová, y expiarlo ha, y tomará de la sangre del novillo, y de la sangre del macho de cabrío, y pondrá sobre los cuernos del altar al derredor. Leviticus 16:19 Y esparcirá sobre él de la sangre con su dedo siete veces, y limpiarlo ha, y santificarlo ha de las inmundicias de los hijos de Israel. Leviticus 16:20 Y cuando hubiere acabado de expiar el santuario, y el tabernáculo del testimonio, y el altar, hará llegar el macho cabrío vivo. Leviticus 16:21 Y pondrá Aarón ambas sus manos sobre la cabeza del macho de cabrío vivo, y confesará sobre él todas las iniquidades de los hijos de Israel, y todas sus rebeliones, y todos sus pecados, y ponerlos ha sobre la cabeza del macho cabrío, y enviarlo ha al desierto por mano de algún varón aparejado para esto. Leviticus 16:22 Y aquel macho de cabrío llevará sobre sí todas las iniquidades de ellos a tierra inhabitable, y enviará el macho cabrío al desierto. Leviticus 16:23 Después vendrá Aarón al tabernáculo del testimonio, y desnudarse ha las vestiduras de lino, que había vestido para entrar en el santuario, y ponerlas ha allí. Leviticus 16:24 Y lavará su carne con agua en el lugar del santuario, y vestirse ha sus vestidos: después saldrá, y hará su holocausto, y el holocausto del pueblo, y hará la reconciliación por sí y por el pueblo. Leviticus 16:25 Y del sebo de la expiación hará perfume sobre el altar. Leviticus 16:26 Y el que hubiere llevado el macho de cabrío a Azazel, lavará sus vestidos, y su carne lavará con agua, y después entrará en el real. Leviticus 16:27 Y sacará fuera del real el novillo de la expiación por el pecado, y el macho cabrío de la expiación por la culpa, la sangre de los cuales fue metida para hacer la expiación en el santuario: y quemarán en el fuego sus pellejos, y sus carnes, y su estiércol: Leviticus 16:28 Y el que lo quemare, lavará sus vestidos, y su carne lavará con agua, y después entrará en el real. Leviticus 16:29 ¶ Esto tendréis por estatuto perpetuo: En el mes séptimo a los diez del mes afligiréis vuestras personas, y ninguna obra haréis, el natural ni el extranjero, que peregrina entre vosotros; Leviticus 16:30 Porque en este día os reconciliará para limpiaros: y seréis limpios de todos vuestros pecados delante de Jehová. Leviticus 16:31 Sábado de holganza será a vosotros, y afligiréis vuestras personas por estatuto perpetuo. Leviticus 16:32 Y hará la reconciliación el sacerdote que fuere ungido, y cuya mano hubiere sido llena para ser sacerdote en lugar de su padre, y vestirse ha las vestiduras de lino, las vestiduras santas. Leviticus 16:33 Y expiará el santo santuario, y el tabernáculo del testimonio: expiará también el altar, y los sacerdotes, y a todo el pueblo de la congregación expiará. Leviticus 16:34 Y esto tendréis por estatuto perpetuo para expiar los hijos de Israel de todos sus pecados una vez en el año. Y Moisés lo hizo como Jehová le mandó. Leviticus 17:0 Leviticus 17:1 Y habló Jehová a Moisés, diciendo: Leviticus 17:2 Habla a Aarón, y a sus hijos, y a todos los hijos de Israel, y díles: Esto es lo que ha mandado Jehová, diciendo: Leviticus 17:3 Cualquier varón de la casa de Israel, que degollare buey, o cordero, o cabra en el real, o fuera del real, Leviticus 17:4 Y no lo trajere a la puerta del tabernáculo del testimonio para ofrecer ofrenda a Jehová delante del tabernáculo de Jehová, sangre será imputada al tal varón: sangre derramó; el tal varón será cortado de entre su pueblo: Leviticus 17:5 Porque traigan los hijos de Israel sus sacrificios que sacrificaren sobre la haz del campo: porque los traigan a Jehová a la puerta del tabernáculo del testimonio al sacerdote, y sacrifiquen sacrificios de paces ellos a Jehová. Leviticus 17:6 Y el sacerdote esparza la sangre sobre el altar de Jehová a la puerta del tabernáculo del testimonio, y haga perfume del sebo en olor de holganza a Jehová. Leviticus 17:7 Y nunca más sacrificarán sus sacrificios a los demonios, tras los cuales fornican: esto tendrán por estatuto perpetuo por sus edades. Leviticus 17:8 Ítem, decirles has: Cualquier varón de la casa de Israel, o de los extranjeros, que peregrinan entre vosotros, que ofreciere holocausto, o sacrificio, Leviticus 17:9 Y no lo trajere a la puerta del tabernáculo del testimonio, para hacerlo a Jehová, el tal varón también, será cortado de sus pueblos. Leviticus 17:10 ¶ Ítem, cualquier varón de la casa de Israel, y de los extranjeros que peregrinan entre ellos, que comiere alguna sangre, yo pondré mi rostro contra la persona, que comiere sangre, y yo la cortaré de entre su pueblo. Leviticus 17:11 Porque el alma de la carne en la sangre está: y yo os la he dado para expiar vuestras personas sobre el altar: por lo cual la misma sangre expiará la persona: Leviticus 17:12 Por tanto he dicho a los hijos de Israel: Ninguna persona de vosotros comerá sangre, ni el extranjero, que peregrina entre vosotros comerá sangre. Leviticus 17:13 Y cualquier varón de los hijos de Israel, y de los extranjeros, que peregrinan entre ellos que tomare caza de animal, o de ave, que sea de comer, derramará su sangre, y cubrirla ha con tierra. Leviticus 17:14 Porque el alma de toda carne en su sangre está su alma: por tanto he dicho a los hijos de Israel: No comeréis la sangre de ninguna carne, porque el alma de toda carne es su sangre: cualquiera que la comiere, será cortado. Leviticus 17:15 ¶ Ítem, cualquiera persona que comiere cosa mortecina, o despedazada, así de los naturales como de los extranjeros, lavará sus vestidos, y a sí se lavará con agua, y será inmunda hasta la tarde, y limpiarse ha. Leviticus 17:16 Y si no lavare, ni lavare su carne, llevará su iniquidad. Leviticus 18:0 Leviticus 18:1 Y habló Jehová a Moisés, diciendo: Leviticus 18:2 Habla a los hijos de Israel, y díles: Yo soy Jehová vuestro Dios: Leviticus 18:3 No haréis como hacen en la tierra de Egipto, en la cual morasteis: ni haréis como hacen en la tierra de Canaán, en la cual yo os meto: ni andaréis en sus estatutos. Leviticus 18:4 Mis derechos haréis, y mis estatutos guardaréis andando en ellos: yo soy Jehová vuestro Dios. Leviticus 18:5 Por tanto mis estatutos y mis derechos guardaréis, los cuales haciendo el hombre, vivirá en ellos: Yo Jehová. Leviticus 18:6 ¶ Ningún varón se allegue a ninguna cercana de su carne, para descubrir las vergüenzas: yo Jehová. Leviticus 18:7 Las vergüenzas de tu padre, o las vergüenzas de tu madre no descubrirás: tu madre es; no descubrirás sus vergüenzas. Leviticus 18:8 Las vergüenzas de la mujer de tu padre no descubrirás; las vergüenzas de tu padre son. Leviticus 18:9 Las vergüenzas de tu hermana, hija de tu padre, o hija de tu madre, nacida en casa, o nacida fuera, no descubrirás sus vergüenzas. Leviticus 18:10 Las vergüenzas de la hija de tu hijo, o de la hija de tu hija, no descubrirás sus vergüenzas, porque tus vergüenzas son. Leviticus 18:11 Las vergüenzas de la hija de la mujer de tu padre, engendrada de tu padre, tu hermana es, no descubrirás sus vergüenzas. Leviticus 18:12 Las vergüenzas de la hermana de tu padre no descubrirás: parienta de tu padre es. Leviticus 18:13 Las vergüenzas de la hermana de tu madre no descubrirás, porque parienta de tu madre es. Leviticus 18:14 Las vergüenzas del hermano de tu padre no descubrirás, no llegarás a su mujer: mujer del hermano de tu padre es. Leviticus 18:15 Las vergüenzas de tu nuera no descubrirás: mujer es de tu hijo, no descubrirás sus vergüenzas. Leviticus 18:16 Las vergüenzas de la mujer de tu hermano no descubrirás: vergüenzas son de tu hermano. Leviticus 18:17 Las vergüenzas de la mujer y de su hija no descubrirás: no tomarás la hija de su hijo, ni la hija de su hija para descubrir sus vergüenzas: parientas son, maldad es. Leviticus 18:18 Ítem, mujer con su hermana por concubina no tomarás para descubrir sus vergüenzas delante de ella en su vida. Leviticus 18:19 Ítem, a la mujer en el apartamiento de su inmundicia, no llegarás para descubrir sus vergüenzas. Leviticus 18:20 Ítem, a la mujer de tu prójimo no darás tu acostamiento en simiente, contaminándote en ella. Leviticus 18:21 Ítem, no des de tu simiente para hacer pasar a Moloc: ni contamines el nombre de tu Dios. Yo Jehová. Leviticus 18:22 Ítem, con macho no te echarás como con mujer: abominación es. Leviticus 18:23 Ítem, con ningún animal tendrás ayuntamiento ensuciándote con él: ni mujer se pondrá delante de animal para ayuntarse con él: mezcla es. Leviticus 18:24 En ninguna de estas cosas os ensuciaréis: porque en todas estas cosas se han ensuciado las gentes, que yo echo de delante de vosotros. Leviticus 18:25 Y la tierra fue contaminada, y yo visité su maldad sobre ella; y la tierra vomitó a sus moradores. Leviticus 18:26 Guardád pues vosotros mis estatutos, y mis derechos, y no hagáis ninguna de todas estas abominaciones, el natural ni el extranjero, que peregrina entre vosotros. Leviticus 18:27 Porque todas estas abominaciones hicieron los hombres de la tierra, que fueron antes de vosotros, y la tierra fue contaminada. Leviticus 18:28 Y la tierra no os vomitará, por haberla contaminado, como vomitó a la gente, que fue antes de vosotros. Leviticus 18:29 Porque cualquiera que hiciere alguna de todas estas abominaciones, las personas que tal hicieren, serán cortadas de entre su pueblo. Leviticus 18:30 Guardád pues mi observancia no haciendo algo de las leyes de las abominaciones, que fueron hechas antes de vosotros, y no os ensuciéis en ellas: Yo Jehová, vuestro Dios. Leviticus 19:0 Leviticus 19:1 Y habló Jehová a Moisés, diciendo: Leviticus 19:2 Habla a toda la congregación de los hijos de Israel, y díles: Santos seréis, porque santo soy yo, Jehová vuestro Dios. Leviticus 19:3 Cada uno temerá a su madre, y a su padre; y mis sábados guardaréis: Yo Jehová vuestro Dios. Leviticus 19:4 No os volveréis a los ídolos, ni haréis para vosotros dioses de fundición: Yo Jehová vuestro Dios. Leviticus 19:5 Y cuando sacrificaréis sacrificio de paces a Jehová, de vuestra voluntad lo sacrificaréis. Leviticus 19:6 El día que lo sacrificaréis, será comido, y el día siguiente: y lo que quedare para el tercero día, será quemado en el fuego. Leviticus 19:7 Y si se comiere el día tercero, será abominación: no será acepto. Leviticus 19:8 Y el que lo comiere, llevará su delito, por cuanto profanó la santidad de Jehová: y la tal persona será cortada de sus pueblos. Leviticus 19:9 Cuando segareis la siega de vuestra tierra, no acabarás de segar el rincón de tu haza, ni espigarás tu segada. Leviticus 19:10 Ítem, no rebuscarás tu viña, ni cogerás los granos de tu viña: para el pobre y para el extranjero los dejarás: Yo Jehová, vuestro Dios. Leviticus 19:11 No hurtaréis: y no negaréis: y no mentiréis ninguno a su prójimo. Leviticus 19:12 Y no juraréis en mi nombre con mentira: ni ensuciarás el nombre de tu Dios: Yo Jehová. Leviticus 19:13 No oprimirás a tu prójimo, ni robarás. No se detendrá el trabajo del jornalero en tu casa hasta la mañana. Leviticus 19:14 No maldigas al sordo, y delante del ciego no pongas tropezón, mas habrás temor de tu Dios: Yo Jehová. Leviticus 19:15 No harás injusticia en el juicio: no tendrás respeto al pobre, ni honrarás la faz del grande: con justicia juzgarás a tu prójimo. Leviticus 19:16 No andarás chismeando en tus pueblos. No te pondrás contra la sangre de tu prójimo: Yo Jehová. Leviticus 19:17 No aborrecerás a tu hermano en tu corazón: reprendiendo reprenderás a tu prójimo, y no consentirás sobre el pecado. Leviticus 19:18 No te vengarás, ni guardarás la injuria a los hijos de tu pueblo; mas amarás a tu prójimo, como a ti mismo: Yo Jehová. Leviticus 19:19 Mis estatutos guardaréis. A tu animal no harás ayuntar para misturas. Tu haza no sembrarás de misturas: y vestido de misturas de diversas cosas, no subirá sobre ti. Leviticus 19:20 Ítem, el varón cuando se juntare con mujer de ayuntamiento de simiente, y ella fuere sierva desposada a alguno, y no fuere rescatada, ni le hubiere sido dada libertad, serán azotados: no morirán: por cuanto ella no es libre. Leviticus 19:21 Y traerá en expiación por su culpa a Jehová a la puerta del tabernáculo del testimonio un carnero por expiación: Leviticus 19:22 Y el sacerdote le reconciliará con el carnero de la expiación delante de Jehová, por su pecado que pecó; y perdonarle ha su pecado, que pecó. Leviticus 19:23 Ítem, cuando hubiereis entrado en la tierra, y plantareis todo árbol de comer, circuncidaréis su prepucio de su fruto: tres años os será incircunciso: su fruto no se comerá: Leviticus 19:24 Y al cuarto año todo su fruto será santidad de loores a Jehová. Leviticus 19:25 Y al quinto año comeréis el fruto de él, para que os haga crecer su fruto: Yo Jehová vuestro Dios. Leviticus 19:26 No comeréis con sangre. No seréis agoreros: ni adivinaréis. Leviticus 19:27 No trasquilaréis en derredor los rincones de vuestra cabeza: ni dañarás la punta de tu barba. Leviticus 19:28 Ítem, no haréis rasguño en vuestra carne en la muerte de alguno: ni pondréis en vosotros escritura de señal: Yo Jehová. Leviticus 19:29 No contaminarás a tu hija haciéndola fornicar, porque la tierra no fornique, y se hincha de maldad. Leviticus 19:30 Mis sábados guardaréis; y mi santuario tendréis en reverencia: Yo Jehová. Leviticus 19:31 No os volváis a los encantadores y a los adivinos: no los consultéis ensuciándoos en ellos: Yo Jehová, vuestro Dios. Leviticus 19:32 Delante de las canas te levantarás, y honrarás la faz del viejo, y de tu Dios habrás temor: Yo Jehová. Leviticus 19:33 Ítem, cuando peregrinare contigo peregrino en vuestra tierra, no le oprimiréis. Leviticus 19:34 Como a un natural de vosotros tendréis al peregrino que peregrinare entre vosotros, y ámale como a ti mismo: porque peregrinos fuisteis en la tierra de Egipto: Yo Jehová, vuestro Dios. Leviticus 19:35 No hagáis injusticia en juicio, en medida, ni en peso, ni en medida. Leviticus 19:36 Balanzas justas, piedras justas, efa justa, e hin justo tendréis: Yo Jehová, vuestro Dios, que os saqué de la tierra de Egipto. Leviticus 19:37 Guardád pues todos mis estatutos, y todos mis derechos, y hacédlos: Yo Jehová. Leviticus 20:0 Leviticus 20:1 Y habló Jehová a Moisés, diciendo: Leviticus 20:2 Ítem, dirás a los hijos de Israel: Cualquier varón de los hijos de Israel, y de los extranjeros, que peregrinan en Israel, que diere de su simiente a Moloc, morirá de muerte: el pueblo de la tierra le apedreará con piedras: Leviticus 20:3 Y yo pondré mi rostro contra el tal varón, y le cortaré de entre su pueblo, por cuanto dio de su simiente a Moloc contaminando mi santuario, y ensuciando mi santo nombre. Leviticus 20:4 Y si escondiere el pueblo de la tierra sus ojos de aquel varón, que hubiere dado de su simiente a Moloc, para no matarle, Leviticus 20:5 Entonces yo pondré mi rostro contra aquel varón, y contra su familia, y cortarle he de entre su pueblo, con todos los que fornicaren tras él, fornicando tras Moloc. Leviticus 20:6 ¶ Ítem, la persona que se volviere a los encantadores, o adivinos para fornicar tras ellos, yo pondré mi rostro contra la tal persona, y yo la cortaré de entre su pueblo. Leviticus 20:7 ¶ Santificáos pues, y sed santos, porque yo Jehová soy vuestro Dios. Leviticus 20:8 Y guardád mis estatutos, y hacédlos: Yo Jehová, que os santifico. Leviticus 20:9 ¶ Porque cualquier varón que maldijere a su padre o a su madre, morirá de muerte: ¿a su padre, o a su madre maldijo? su sangre sobre él. Leviticus 20:10 ¶ Ítem, el varón, que adulterare con la mujer de otro, que cometiere adulterio con la mujer de su prójimo, de muerte morirá el adúltero, y la adúltera. Leviticus 20:11 Ítem, cualquiera que se echare con la mujer de su padre, las vergüenzas de su padre descubrió, ambos morirán de muerte, su sangre sobre ellos. Leviticus 20:12 Ítem, cualquiera que durmiere con su nuera, ambos morirán de muerte, mistura hicieron, su sangre sobre ellos. Leviticus 20:13 Ítem, cualquiera que tuviere ayuntamiento con macho, como con mujer, abominación hicieron, ambos morirán de muerte, su sangre sobre ellos. Leviticus 20:14 Ítem, el que tomare a la mujer y a su madre, fealdad es; quemarán en fuego a él y a ellas, porque no haya fealdad entre vosotros. Leviticus 20:15 Ítem, cualquiera que pusiere su ayuntamiento en bestia, morirá de muerte, y a la bestia mataréis. Leviticus 20:16 Ítem, la mujer que se allegare a algún animal para tener ayuntamiento con él, matarás a la mujer y al animal: de muerte morirán, su sangre sobre ellos. Leviticus 20:17 Ítem, cualquiera que tomare a su hermana, hija de su padre, o hija de su madre, y viere sus vergüenzas, y ella viere las suyas, execrable cosa es; por tanto serán muertos en ojos de los hijos de su pueblo; ¿las vergüenzas de su hermana descubrió? su pecado llevará. Leviticus 20:18 Ítem, cualquiera que durmiere con mujer menstruosa, y descubriere sus vergüenzas, su fuente descubrió, y ella descubrió la fuente de su sangre; ambos serán cortados de entre su pueblo. Leviticus 20:19 Las vergüenzas de la hermana de tu madre, o de la hermana de tu padre no descubrirás, por cuanto descubrió a su parienta: su iniquidad llevarán. Leviticus 20:20 Ítem, cualquiera que durmiere con la mujer del hermano de su padre, las vergüenzas del hermano de su padre descubrió: su pecado llevarán, sin hijos morirán: Leviticus 20:21 Ítem, el que tomare la mujer de su hermano suciedad es, las vergüenzas de su hermano descubrió; sin hijos serán. Leviticus 20:22 ¶ Guardád pues todos mis estatutos, y todos mis derechos, y hacédlos, y no os vomitará la tierra, en la cual yo os meto, para que habitéis en ella. Leviticus 20:23 Y no andéis en los estatutos de la gente, que yo echaré de delante de vosotros: porque ellos hicieron todas estas cosas, y yo los tuve en abominación: Leviticus 20:24 Y os he dicho a vosotros: Vosotros poseeréis la tierra de ellos, y yo la daré a vosotros, para que la poseáis por heredad, tierra que corre leche y miel: Yo Jehová vuestro Dios, que os he apartado de los pueblos. Leviticus 20:25 Por tanto vosotros haréis diferencia entre animal limpio e inmundo, y entre ave inmunda y limpia: y no ensuciéis vuestras personas en los animales, ni en las aves, ni en ninguna cosa que va arrastrando por la tierra, las cuales cosas yo os he apartado por inmundas. Leviticus 20:26 Serme heis pues santos, porque yo Jehová soy santo, y os he apartado de los pueblos, para que seáis míos. Leviticus 20:27 Y el hombre o la mujer, en los cuales hubiere espíritu Pitónico, o de adivinación, morirán de muerte: apedrearlos han con piedras, su sangre sobre ellos. Leviticus 21:0 Leviticus 21:1 Y Jehová dijo a Moisés: Habla a los sacerdotes, hijos de Aarón, y díles que por ninguna alma se contaminen en sus pueblos: Leviticus 21:2 Mas por su pariente cercano a sí, como por su madre, o por su padre, o por su hijo, o por su hija, o por su hermano, Leviticus 21:3 O por su hermana virgen cercana a sí, que no haya tenido varón, por ella se contaminará. Leviticus 21:4 No se contaminará por el príncipe en sus pueblos ensuciándose. Leviticus 21:5 No harán calva en su cabeza, ni raerán la punta de su barba, ni en su carne harán rasguño. Leviticus 21:6 Santos serán a su Dios, y no ensuciarán el nombre de su Dios, porque los fuegos de Jehová, el pan de su Dios ofrecen, por tanto serán santos. Leviticus 21:7 ¶ Mujer ramera, o infame no tomarán: ni tomarán mujer repudiada de su marido: porque es santo a su Dios. Leviticus 21:8 Y santificarle has, porque el pan de tu Dios ofrece: santo será a ti, porque santo soy yo Jehová vuestro santificador. Leviticus 21:9 ¶ Ítem, la hija del varón sacerdote, cuando comenzare a fornicar, a su padre contamina, será quemada en fuego. Leviticus 21:10 Ítem, el sumo sacerdote entre sus hermanos, sobre cuya cabeza fue derramado el aceite de la unción, y que hinchió su mano para vestir las vestiduras, no descubrirá su cabeza, ni romperá sus vestidos. Leviticus 21:11 Ni entrará a ninguna persona muerta, ni por su padre, o por su madre se contaminará. Leviticus 21:12 Ni saldrá del santuario, ni ensuciará el santuario de su Dios; porque la corona del aceite de la unción de su Dios está sobre él: Yo Jehová. Leviticus 21:13 Ítem, él tomará mujer con su virginidad. Leviticus 21:14 Viuda, o repudiada, o infame, o ramera, estas no tomará: mas virgen tomará de sus pueblos: por mujer. Leviticus 21:15 Y no ensuciará su simiente en sus pueblos: porque yo Jehová soy el que le santifico. Leviticus 21:16 ¶ Ítem, Jehová habló a Moisés, diciendo: Leviticus 21:17 Habla a Aarón, y díle: El varón de tu simiente en sus generaciones, en el cual hubiere falta, no se allegará para ofrecer el pan de su Dios: Leviticus 21:18 Porque ningún varón, en el cual hubiere falta, se allegará: varón ciego, o cojo, o falto, o sobrado de nariz, Leviticus 21:19 O varón en el cual hubiere quebradura de pie, o quebradura de mano: Leviticus 21:20 O corcobado, o lagañoso, o que tuviere nube en el ojo, o que tuviere sarna, o empeine, o compañón quebrado. Leviticus 21:21 Ningún varón de la simiente de Aarón sacerdote, en el cual hubiere falta, se allegará para ofrecer las ofrendas encendidas de Jehová. ¿Hay falta en él? no se allegará a ofrecer el pan de su Dios. Leviticus 21:22 El pan de su Dios de las santidades de santidades, y las cosas santificadas comerá. Leviticus 21:23 Empero no entrará del velo adentro, ni se allegará al altar, por cuanto hay falta en él: y no ensuciará mi santuario, porque yo Jehová soy el que los santifico. Leviticus 21:24 Y Moisés habló a Aarón, y a sus hijos, y a todos los hijos de Israel. Leviticus 22:0 Leviticus 22:1 Y habló Jehová a Moisés, diciendo. Leviticus 22:2 Di a Aarón, y a sus hijos, que se abstengan de las santificaciones de los hijos de Israel; y que no ensucien mi santo nombre en lo que ellos me santifican: Yo Jehová. Leviticus 22:3 Díles: En vuestras generaciones todo varón, que llegare, de toda vuestra simiente, a las santificaciones, que los hijos de Israel santificaren a Jehová, teniendo inmundicia sobre sí, su alma será cortada de delante de mí: Yo Jehová. Leviticus 22:4 Cualquier varón de la simiente de Aarón, que fuere leproso, o gonorrea no comerá de las santificaciones hasta que sea limpio: y el que tocare cualquiera cosa inmunda de mortecino, o el varón del cual hubiere salido derramadura de simiente, Leviticus 22:5 O el varón, que hubiere tocado cualquiera reptil, por el cual será inmundo, o hombre por él cual será inmundo conforme a toda su inmundicia; Leviticus 22:6 La persona que lo tocare, será inmunda hasta la tarde: y no comerá de las santificaciones, antes que haya lavado su carne con agua. Leviticus 22:7 Y cuando el sol se pusiere, limpiarse ha, y después comerá de las santificaciones, porque su pan es. Leviticus 22:8 Mortecino ni despedezado no comerá para contaminarse en ello: Yo Jehová. Leviticus 22:9 Y guarden mi observancia, y no lleven pecado por ello, y mueran por ello cuando la profanaren: Yo Jehová, que los santifico. Leviticus 22:10 ¶ Ningún extraño comerá santificación: el huésped del sacerdote, ni el jornalero, no comerá santificación. Leviticus 22:11 Mas el sacerdote, cuando comprare persona de su dinero, esta comerá de ella, y el nacido en su casa, estos comerán de su pan. Leviticus 22:12 Empero la hija del sacerdote cuando se casare con varón extraño, ella no comerá de la apartadura de las santificaciones. Leviticus 22:13 Mas si la hija del sacerdote fuere viuda, o repudiada, y no tuviere simiente, y se hubiere vuelto a la casa de su padre, como en su mocedad, del pan de su padre comerá, y ningún extraño coma de él. Leviticus 22:14 Y el que comiere por yerro santificación, añadirá sobre ella su quinto, y darlo ha al sacerdote con la santificación. Leviticus 22:15 Y no contaminarán las santificaciones de los hijos de Israel, las cuales apartan para Jehová. Leviticus 22:16 Y no les harán llevar la iniquidad del pecado comiendo las santificaciones de ellos: porque yo Jehová soy el que los santifico. Leviticus 22:17 ¶ Ítem, habló Jehová a Moisés, diciendo: Leviticus 22:18 Habla a Aarón, y a sus hijos, y a todos los hijos de Israel, y díles: Cualquier varón de la casa de Israel, y de los extranjeros en Israel que ofreciere su ofrenda por todos sus votos, y por todas sus ofrendas voluntarias, que ofrecieren a Jehová en holocausto: Leviticus 22:19 De vuestra voluntad ofreceréis sin tacha, macho, de vacas, de corderos, o de cabras: Leviticus 22:20 Ninguna cosa en que haya falta ofreceréis, porque no será acepto por vosotros. Leviticus 22:21 Ítem, el hombre, cuando ofreciere sacrificio de paces a Jehová, para ofrecer voto, o para ofrecer voluntariamente, de vacas, o de ovejas, perfecto, en el cual no habrá falta, será acepto. Leviticus 22:22 Ciego, o perniquebrado, o cortado, o berrugoso, o sarnoso, o roñoso, no ofreceréis estos a Jehová, ni pondréis de estos ofrenda encendida sobre el altar de Jehová. Leviticus 22:23 Buey, o carnero, que tenga de más, o de menos podrás ofrecer por ofrenda voluntaria: mas por voto, no será acepto. Leviticus 22:24 Herido, o magullado, rompido o cortado, no ofreceréis a Jehová, ni en vuestra tierra lo haréis. Leviticus 22:25 Ítem, de mano de hijo de extranjero no ofreceréis el pan de vuestro Dios de todas estas cosas, porque su corrupción está en ellas, falta hay en ellas, no se os aceptarán. Leviticus 22:26 ¶ Ítem, habló Jehová a Moisés, diciendo: Leviticus 22:27 El buey, o el cordero. o la cabra, cuando naciere, siete días estará debajo de su madre, mas desde el octavo día en adelante será acepto para ofrenda de sacrificio encendido a Jehová. Leviticus 22:28 Y buey, o carnero, no degollaréis en un día a él y a su hijo. Leviticus 22:29 ¶ Ítem, cuando sacrificareis sacrificio de hacimiento de gracias a Jehová, de vuestra voluntad lo sacrificaréis. Leviticus 22:30 En el mismo día se comerá, no dejaréis de él para otro día: Yo Jehová. Leviticus 22:31 ¶ Y guardád mis mandamientos, y hacédlos: Yo Jehová. Leviticus 22:32 Y no ensuciéis mi santo nombre, y yo me santificaré en medio de los hijos de Israel: Yo Jehová, que os santifico, Leviticus 22:33 Que os saqué de la tierra de Egipto para ser vuestro Dios: Yo Jehová. Leviticus 23:0 Leviticus 23:1 Y habló Jehová a Moisés, diciendo: Leviticus 23:2 Habla a los hijos de Israel, y díles: Las solemnidades de Jehová, a las cuales convocaréis santas convocaciones, serán estas mis solemnidades. Leviticus 23:3 Seis días se trabajará, y el séptimo día sábado de holganza será, convocación santa: ninguna obra haréis, sábado es de Jehová en todas vuestras habitaciones. Leviticus 23:4 Estas son las solemnidades de Jehová, las convocaciones santas a las cuales convocaréis en sus tiempos. Leviticus 23:5 ¶ En el mes primero, a los catorce del mes, entre las dos tardes, pascua a Jehová. Leviticus 23:6 ¶ Y a los quince días de este mes, la solemnidad de las cenceñas a Jehová: siete días comeréis cenceñas. Leviticus 23:7 El primer día tendréis santa convocación: ninguna obra servil haréis. Leviticus 23:8 Y ofreceréis a Jehová siete días ofrenda encendida: el séptimo día será santa convocación: ninguna obra servil haréis. Leviticus 23:9 Ítem, habló Jehová a Moisés, diciendo: Leviticus 23:10 Habla a los hijos de Israel, y díles: Cuando hubiereis entrado en la tierra, que yo os doy, y segareis su segada, traeréis al sacerdote un omer por primicia de primicias de vuestra segada. Leviticus 23:11 El cual mecerá el omer delante de Jehová para que seáis aceptos: el siguiente día del sábado lo mecerá el sacerdote. Leviticus 23:12 Y el día que ofreciereis el omer, ofreceréis un cordero perfecto de un año en holocausto a Jehová. Leviticus 23:13 Con su presente, dos diezmas de flor de harina amasada con aceite en ofrenda encendida a Jehová para olor de holganza, y su derramadura de vino, la cuarta de un hin. Leviticus 23:14 Y no comeréis pan, ni espiga tostada, ni tierna hasta este mismo día, hasta que hayáis ofrecido la ofrenda de vuestro Dios: estatuto perpetuo por vuestras edades en todas vuestras habitaciones. Leviticus 23:15 ¶ Y contaros heis desde el siguiente día del sábado, desde el día en que ofrecisteis el omer de la mecedura, siete semanas cumplidas serán. Leviticus 23:16 Hasta el siguiente día del sábado séptimo contaréis cincuenta días: entonces ofreceréis presente nuevo a Jehová. Leviticus 23:17 De vuestras habitaciones traeréis el pan de la mecedura: dos décimas de flor de harina serán, leudo será cocido, primicias a Jehová. Leviticus 23:18 Y ofreceréis con el pan siete corderos perfectos de un año, y un novillo hijo de vaca, y dos carneros, serán holocausto a Jehová: y su presente, y sus derramaduras, en ofrenda encendida de olor de holganza a Jehová. Leviticus 23:19 Ítem, ofreceréis un macho de cabrío por expiación, y dos corderos de un año en sacrificio de paces. Leviticus 23:20 Y el sacerdote los mecerá con el pan de las primicias, con mecedura delante de Jehová, con los dos corderos: santidad serán de Jehová para el sacerdote. Leviticus 23:21 Y convocaréis en este mismo día, santa convocación os será: ninguna obra servil haréis: estatuto perpetuo en todas vuestras habitaciones por vuestras edades. Leviticus 23:22 Y cuando segareis la segada de vuestra tierra, no acabarás de segar el rincón de tu haza, ni espigarás tu segada: para el pobre y para el extranjero la dejarás: Yo Jehová, vuestro Dios. Leviticus 23:23 ¶ Ítem, habló Jehová a Moisés, diciendo: Leviticus 23:24 Habla a los hijos de Israel, y díles: En el mes séptimo, al primero del mes tendréis sábado, la memoria de la jubilación, santa convocación. Leviticus 23:25 Ninguna obra servil haréis, y ofreceréis ofrenda encendida a Jehová. Leviticus 23:26 ¶ Ítem, habló Jehová a Moisés, diciendo: Leviticus 23:27 Empero a los diez de este mes séptimo será el día de las expiaciones: tendréis santa convocación, y afligiréis vuestras personas, y ofreceréis ofrenda encendida a Jehová. Leviticus 23:28 Ninguna obra haréis en este mismo día, porque es día de expiaciones, para reconciliaros delante de Jehová vuestro Dios. Leviticus 23:29 Porque toda persona, que no se afligiere en este día mismo, será cortada de sus pueblos: Leviticus 23:30 Y cualquiera persona, que hiciere cualquiera obra en este día mismo, yo destruiré la tal persona de entre su pueblo. Leviticus 23:31 Ninguna obra haréis: estatuto perpetuo será por vuestras edades en todas vuestras habitaciones. Leviticus 23:32 Sábado de holganza será a vosotros, y afligiréis vuestras personas a los nueve del mes en la tarde, de tarde a tarde holgaréis vuestro sábado. Leviticus 23:33 ¶ Ítem, habló Jehová a Moisés, diciendo: Leviticus 23:34 Habla a los hijos de Israel, y díles: A los quince de este mes séptimo será la solemnidad de las cabañas a Jehová por siete días. Leviticus 23:35 El primer día será santa convocación: ninguna obra servil haréis. Leviticus 23:36 Siete días ofreceréis ofrenda encendida a Jehová: el octavo día tendréis santa convocación, y ofreceréis ofrenda encendida a Jehová: fiesta es: ninguna obra servil haréis. Leviticus 23:37 Estas son las solemnidades de Jehová a las cuales convocaréis santas convocaciones, para ofrecer ofrenda encendida a Jehová, holocausto y presente, sacrificio y derramaduras cada cosa en su tiempo: Leviticus 23:38 Allende de los sábados de Jehová, y allende de vuestros dones, y allende de todos vuestros votos, y allende de todas vuestras ofrendas voluntarias, que daréis a Jehová. Leviticus 23:39 Empero a los quince del mes séptimo, cuando hubiereis allegado el fruto de la tierra, haréis fiesta a Jehová por siete días: el primer día, sábado: y el día octavo, sábado. Leviticus 23:40 Y tomaros heis el primer día del fruto de algún árbol hermoso: ramos de palmas, y ramos de árboles espesos, y sauces de los arroyos, y haréis alegría delante de Jehová vuestro Dios por siete días. Leviticus 23:41 Y haréis a él fiesta, a Jehová, por siete días cada un año, y estatuto perpetuo será por vuestras edades: en el mes séptimo la haréis. Leviticus 23:42 En cabañas habitaréis siete días: todo natural en Israel habitará en cabañas; Leviticus 23:43 Para que sepan vuestros descendientes, que en cabañas hice yo habitar a los hijos de Israel, cuando los saqué de la tierra de Egipto: Yo Jehová, vuestro Dios. Leviticus 23:44 Y Moisés habló a los hijos de Israel de las solemnidades de Jehová. Leviticus 24:0 Leviticus 24:1 Ítem, habló Jehová a Moisés, diciendo: Leviticus 24:2 Manda a los hijos de Israel, que te traigan aceite de olivas claro, molido, para la luminaria para encender las lámparas siempre. Leviticus 24:3 Fuera del velo del testimonio en el tabernáculo del testimonio las aderezará Aarón desde la tarde hasta la mañana delante de Jehová siempre: estatuto perpetuo por vuestras edades. Leviticus 24:4 Sobre el candelero limpio pondrá en orden Aarón las lámparas delante de Jehová siempre. Leviticus 24:5 ¶ Y tomarás flor de harina, y cocerás de ella doce tortas, cada torta será de dos décimas. Leviticus 24:6 Y ponerlas has en dos ordenes, seis en cada orden, sobre la mesa limpia delante de Jehová. Leviticus 24:7 Pondrás también sobre cada orden incienso limpio, y será para el pan por perfume, ofrenda encendida a Jehová. Leviticus 24:8 Cada día de sábado lo pondrá en orden delante de Jehová siempre, pacto sempiterno de los hijos de Israel. Leviticus 24:9 Y será de Aarón y de sus hijos, los cuales lo comerán en el lugar santo: porque santidad de santidades es para él, de las ofrendas encendidas a Jehová por fuero perpetuo. Leviticus 24:10 ¶ En aquella sazón salió un hijo de una mujer Israelita, el cual era hijo de un hombre Egipcio, entre los hijos de Israel; y riñeron en el real el hijo de la Israelita y un varón Israelita. Leviticus 24:11 Y el hijo de la mujer Israelita declaró el nombre, y maldijo. Y trajéronlo a Moisés: (y su madre se llamaba Salomit, hija de Dabri de la tribu de Dan.) Leviticus 24:12 Y puesiéronle en la cárcel hasta que les fuese declarado por palabra de Jehová. Leviticus 24:13 Entonces Jehová habló a Moisés, diciendo: Leviticus 24:14 Saca al blasfemo fuera del real, y todos los que lo oyeron, pongan sus manos sobre la cabeza de él, y apedréele toda la congregación. Leviticus 24:15 ¶ Y a los hijos de Israel hablarás, diciendo: Cualquier varón, que dijere mal a su Dios, llevará su iniquidad. Leviticus 24:16 Y el que pronunciare el nombre de Jehová, morirá de muerte; toda la congregación le apedreará, así el extranjero como el natural: si pronunciare el nombre, que muera. Leviticus 24:17 ¶ Y el hombre que hiriere a cualquiera persona humana, que muera de muerte. Leviticus 24:18 Y el que hiriere a algún animal, restituirlo ha, animal por animal. Leviticus 24:19 Ítem, el que hiciere mancha a su prójimo, como hizo, así le sea hecho. Leviticus 24:20 Quebradura por quebradura, ojo por ojo, diente por diente, como señaló al hombre, así sea él señalado. Leviticus 24:21 El que hiriere a algún animal, restituirlo ha: mas el que hiriere a hombre, que muera. Leviticus 24:22 Un mismo derecho tendréis: como el extranjero, así será el natural: porque yo Jehová, vuestro Dios. Leviticus 24:23 Y habló Moisés a los hijos de Israel, y ellos sacaron al blasfemo fuera del real, y apedreáronle con piedras: y los hijos de Israel hicieron según que Jehová había mandado a Moisés. Leviticus 25:0 Leviticus 25:1 Ítem, Jehová habló a Moisés en el monte de Sinaí, diciendo: Leviticus 25:2 Habla a los hijos de Israel, y díles: Cuando hubiereis entrado en la tierra, que yo os doy, la tierra descansará descanso a Jehová. Leviticus 25:3 Seis años sembrarás tu tierra, y seis años podarás tu viña, y cogerás sus frutos; Leviticus 25:4 Y el séptimo año la tierra tendrá sábado de holganza, sábado a Jehová: no sembrarás tu tierra, ni podarás tu viña. Leviticus 25:5 Lo que de suyo se naciere en tu segada, no lo segarás: y las uvas de tu apartadura no vendimiarás: año de holganza será a la tierra. Leviticus 25:6 Mas el sábado de la tierra os será para comer, a ti, y a tu siervo, y a tu sierva, y a tu criado, y a tu extranjero, que moraren contigo: Leviticus 25:7 Y a tu animal, y a la bestia que hubiere en tu tierra, será todo su fruto para comer. Leviticus 25:8 ¶ Y contarte has siete semanas de años, siete veces siete años, y serte han los días de las siete semanas de años cuarenta y nueve años. Leviticus 25:9 Y harás pasar la trompeta de jubilación en el mes séptimo; a los diez del mes, el día de las expiaciones, haréis pasar trompeta por toda vuestra tierra. Leviticus 25:10 Y santificaréis el año cincuenta, y pregonaréis libertad en la tierra a todos sus moradores: este os será jubileo: y volveréis cada uno a su posesión; y cada uno volverá a su familia. Leviticus 25:11 El año de los cincuenta años os será jubileo: no sembraréis, ni segaréis lo que naciere de suyo en la tierra, ni vendimiaréis sus apartaduras. Leviticus 25:12 Porque es jubileo: santo será a vosotros: el fruto de la tierra comeréis. Leviticus 25:13 En este año del jubileo volveréis cada uno a su posesión. Leviticus 25:14 ¶ Y cuando vendiereis algo a vuestro prójimo, o compraréis de mano de vuestro prójimo, no engañe ninguno a su hermano. Leviticus 25:15 Conforme al número de los años después del jubileo comprarás de tu prójimo: conforme al número de los años de los frutos te venderá él a ti. Leviticus 25:16 Conforme a la multitud de los años aumentarás el precio, y conforme a la diminución de los años disminuirás el precio: porque el número de los frutos te ha de vender él. Leviticus 25:17 Y no engañe ninguno a su prójimo: mas tendrás temor de tu Dios, porque yo soy Jehová vuestro Dios. Leviticus 25:18 Y hacéd mis estatutos, y guardád mis derechos, y hacédlos, y habitaréis sobre la tierra seguros: Leviticus 25:19 Y la tierra dará su fruto, y comeréis hasta hartura, y habitaréis sobre ella seguros: Leviticus 25:20 Y si dijereis: ¿Qué comeremos el séptimo año? He aquí, no hemos de sembrar, ni hemos de coger nuestros frutos. Leviticus 25:21 Entonces yo os enviaré mi bendición el año sexto, y hará fruto por tres años. Leviticus 25:22 Y sembraréis el año octavo, y comeréis del fruto añejo hasta el año noveno: hasta que venga su fruto comeréis del añejo. Leviticus 25:23 ¶ Y la tierra no se venderá rematadamente: porque la tierra es mía, que vosotros peregrinos y extranjeros sois conmigo. Leviticus 25:24 Por tanto en toda la tierra de vuestra posesión daréis remisión a la tierra. Leviticus 25:25 ¶ Cuando tu hermano empobreciere, y vendiere algo de su posesión, vendrá su rescatador, su pariente más cercano, y rescatará lo que su hermano vendiere. Leviticus 25:26 Y el varón, cuando no tuviere rescatador, si alcanzare después su mano, y hallare lo que basta para su rescate; Leviticus 25:27 Entonces contará los años de su venta, y volverá lo que quedare al varón a quien vendió, y volverá a su posesión. Leviticus 25:28 Mas si no alcanzare su mano lo que basta para que vuelva a él, lo que vendió estará en poder del que lo compró hasta el año del jubileo, y al jubileo saldrá, y él volverá a su posesión. Leviticus 25:29 Ítem, el varón que vendiere casa de morada en ciudad cercada, su remisión será hasta acabarse el año de su venta: un año será su remisión. Leviticus 25:30 Y sino fuere rescatada dentro de un año entero, la casa que estuviere en ciudad que tuviere muro, quedará rematadamente al que la compró para sus descendientes: no saldrá en el jubileo: Leviticus 25:31 Mas las casas de las aldeas, que no tienen muro al derredor, serán estimadas como una haza de tierra: tendrán remisión, y saldrán en el jubileo. Leviticus 25:32 ¶ Mas de las ciudades de los Levitas, y de las casas de las ciudades, que poseyeren, los Levitas habrán remisión siempre. Leviticus 25:33 Y el que comprare de los Levitas, la venta de la casa, y de la ciudad de su posesión saldrá en el jubileo, por cuanto la casa de las ciudades de los Levitas es la posesión de ellos entre los hijos de Israel. Leviticus 25:34 Mas la tierra del ejido de sus ciudades no se venderá, porque es perpetua posesión de ellos. Leviticus 25:35 ¶ Ítem, cuando tu hermano empobreciere, y acostare su mano a ti, tú le recibirás: como peregrino y extranjero vivirá contigo. Leviticus 25:36 No tomarás usura de él, ni aumento: mas habrás temor de tu Dios, y tu hermano vivirá contigo. Leviticus 25:37 No le darás tu dinero a usura, ni tu vitualla a aumento: Leviticus 25:38 Yo Jehová vuestro Dios, que os saqué de la tierra de Egipto para daros la tierra de Canaán, para ser vuestro Dios. Leviticus 25:39 Ítem, cuando tu hermano empobreciere estando contigo, y se vendiere a ti, no le harás servir como siervo. Leviticus 25:40 Como criado, como extranjero estará contigo: hasta el año del jubileo te servirá. Leviticus 25:41 Entonces saldrá de contigo él y sus hijos consigo, y volverá a su familia, y a la posesión de sus padres se volverá. Leviticus 25:42 Porque son mis siervos, los cuales yo saqué de la tierra de Egipto: no serán vendidos como siervos. Leviticus 25:43 No te enseñorearás de él con dureza, mas habrás temor de tu Dios. Leviticus 25:44 ¶ Ítem, tu siervo o tu sierva, que tuvieres serán de las gentes, que están en vuestro al derredor: de ellos compraréis siervos y siervas. Leviticus 25:45 Y también de los hijos de los forasteros, que viven entre vosotros compraréis: y de los que del linaje de ellos son nacidos en vuestra tierra, que están con vosotros: los cuales tendréis por posesión. Leviticus 25:46 Y poseerlos heis por juro de heredad para vuestros hijos después de vosotros para tener posesión, para siempre os serviréis de ellos: empero en vuestros hermanos los hijos de Israel, cada uno en su hermano, no os enseñorearéis en él con dureza. Leviticus 25:47 ¶ Ítem, cuando la mano del peregrino y extranjero, que está contigo, alcanzare, y tu hermano que está con él, empobreciere, y se vendiere al peregrino o extranjero, que está contigo, o a la raza del linaje del extranjero, Leviticus 25:48 Después que se hubiere vendido, tendrá redención: uno de sus hermanos le rescatará; Leviticus 25:49 O su tio, o el hijo de su tio le rescatará, o el cercano de su carne, de su linaje, le rescatará: o si su mano alcanzare, él se redimirá. Leviticus 25:50 Y contará con el que le compró desde el año que se vendió a él hasta el año del jubileo: y apreciarse ha el dinero de su venta conforme al número de los años, y hacerse ha con él conforme al tiempo de un criado. Leviticus 25:51 Si aun fueren muchos años, conforme a ellos volverá su rescate del dinero por el cual se vendió. Leviticus 25:52 Y si quedare poco tiempo hasta el año del jubileo, entonces contará con él, y volverá su rescate conforme a sus años. Leviticus 25:53 Como cogido de año por año hará con él, no se enseñoreará en él duramente delante de tus ojos: Leviticus 25:54 Mas si no se redimiere en ellos, saldrá en el año del jubileo él, y sus hijos con él. Leviticus 25:55 Porque mis siervos son los hijos de Israel, mis siervos son, que yo saqué de la tierra de Egipto: Yo Jehová, vuestro Dios. Leviticus 26:0 Leviticus 26:1 No haréis para vosotros ídolos, ni escultura, ni os levantaréis título, ni pondréis en vuestra tierra piedra pintada para inclinaros a ella: porque yo Jehová soy vuestro Dios. Leviticus 26:2 Guardád mis sábados, y tenéd en reverencia mi santuario: Yo Jehová. Leviticus 26:3 ¶ Si anduviereis en mis decretos, y guardareis mis mandamientos, y los hiciereis, Leviticus 26:4 Yo daré vuestra lluvia en su tiempo, y la tierra dará su fruto, y el árbol del campo dará su fruto: Leviticus 26:5 Y la trilla os alcanzará a la vendimia, y la vendimia alcanzará a la sementera, y comeréis vuestro pan a hartura, y habitaréis seguros en vuestra tierra. Leviticus 26:6 Y yo daré paz en la tierra; y dormiréis, y no habrá quien os espante: y haré quitar las malas bestias de vuestra tierra: y por vuestra tierra no pasará espada. Leviticus 26:7 Y perseguiréis a vuestros enemigos, y delante de vosotros caerán a cuchillo. Leviticus 26:8 Y cinco de vosotros perseguirán a ciento, y ciento de vosotros perseguirán a diez mil, y vuestros enemigos caerán a cuchillo delante de vosotros. Leviticus 26:9 Porque yo me volveré a vosotros, y haceros he crecer, y multiplicaros he, y afirmaré mi concierto con vosotros. Leviticus 26:10 Y comeréis añejo envejecido, y sacaréis fuera lo añejo a causa de lo nuevo. Leviticus 26:11 Y pondré mi morada en medio de vosotros, y mi alma no os abominará. Leviticus 26:12 Y andaré entre vosotros, y yo seré vuestro Dios, y vosotros seréis mi pueblo. Leviticus 26:13 Yo Jehová, vuestro Dios, que os saqué de la tierra de Egipto, que no fueseis sus siervos: y rompí los látigos de vuestro yugo, y os he hecho andar el rostro alto. Leviticus 26:14 ¶ Empero si no me oyereis, ni hiciereis todos estos mis mandamientos, Leviticus 26:15 Y si abominareis mis decretos, y vuestra alma menospreciare mis derechos no haciendo todos mis mandamientos, e invalidando mi concierto; Leviticus 26:16 Yo también haré con vosotros esto: Enviaré sobre vosotros terror, hética, y calentura, que consuman los ojos, y atormenten el alma: y sembraréis en balde vuestra simiente, porque vuestros enemigos lo comerán. Leviticus 26:17 Y pondré mi ira sobre vosotros, y seréis heridos delante de vuestros enemigos; y los que os aborrecen se enseñorearán de vosotros, y huiréis sin que haya quien os persiga. Leviticus 26:18 Y si aun con estas cosas no me oyereis, yo tornaré a castigaros siete veces por vuestros pecados. Leviticus 26:19 Y quebrantaré la soberbia de vuestra fortaleza, y tornaré vuestro cielo como hierro, y vuestra tierra como metal. Leviticus 26:20 Y vuestra fuerza se consumirá en vano, que vuestra tierra no dará su fruto, y los árboles de la tierra no darán su fruto. Leviticus 26:21 Y si anduviereis conmigo al encuentro y no me quisiereis oír, yo añadiré sobre vosotros plagas siete veces según vuestros pecados. Leviticus 26:22 Y enviaré contra vosotros bestias fieras, que os deshijen, y talen vuestros animales, y os apoquen, y vuestros caminos sean desiertos. Leviticus 26:23 Y si con estas cosas no me fuereis castigados, mas aun anduviereis conmigo al encuentro, Leviticus 26:24 Yo también andaré con vosotros al encuentro y heriros he también siete veces al encuentro por vuestros pecados. Leviticus 26:25 Y meteré sobre vosotros espada vengadora de la venganza del concierto, y juntaros heis a vuestras ciudades, y yo enviaré pestilencia entre vosotros, y seréis entregados en mano del enemigo. Leviticus 26:26 Cuando yo os quebrantaré el bordón del pan, cocerán diez mujeres vuestro pan en un horno, y volverán vuestro pan por peso: y comeréis, y no os hartaréis. Leviticus 26:27 Y si con esto no me oyereis, mas todavía anduviereis conmigo al encuentro, Leviticus 26:28 Yo andaré con vosotros a ira de al encuentro, y castigaros he también yo siete veces por vuestros pecados. Leviticus 26:29 Y comeréis las carnes de vuestros hijos, y las carnes de vuestras hijas comeréis. Leviticus 26:30 Y destruiré vuestros altos, y talaré vuestras imágines, y pondré vuestros cuerpos muertos sobre los cuerpos muertos de vuestros ídolos, y mi alma os abominará. Leviticus 26:31 Y pondré vuestras ciudades en desierto, y asolaré vuestros santuarios, y no oleré el olor de vuestra holganza. Leviticus 26:32 Y yo asolaré la tierra, que se espanten de ella vuestros enemigos, que moran en ella. Leviticus 26:33 Y a vosotros esparciré por las gentes, y desenvainaré espada en pos de vosotros: y vuestra tierra estará asolada, y vuestras ciudades serán desierto. Leviticus 26:34 Entonces la tierra holgará sus sábados todos los días que estuviere asolada, y vosotros en la tierra de vuestros enemigos: entonces la tierra sabatizará, y holgará sus sábados. Leviticus 26:35 Todo el tiempo que estará asolada, holgará lo que no holgó en vuestros sábados mientras habitabais en ella. Leviticus 26:36 Y los que quedaren de vosotros, yo meteré cobardía en sus corazones en la tierra de sus enemigos, que el sonido de una hoja movida los perseguirá, y huirán como de una espada, y caerán sin haber quien los persiga. Leviticus 26:37 Y tropezarán los unos en los otros como delante de una espada sin haber quien los persiga, y no podréis resistir delante de vuestros enemigos. Leviticus 26:38 Y pereceréis entre las gentes, y la tierra de vuestros enemigos os consumirá. Leviticus 26:39 Y los que quedaren de vosotros se desleirán en las tierras de vuestros enemigos por su iniquidad, y por la iniquidad de sus padres, con ellos serán desleídos. Leviticus 26:40 ¶ Y confesarán su iniquidad, y la iniquidad de sus padres, por su prevaricación con que prevaricaron contra mí: y también porque anduvieron conmigo al encuentro. Leviticus 26:41 También yo habré andado con ellos al encuentro, y los habré metido en la tierra de sus enemigos: y entonces se humillará su corazón incircunciso, y rogarán por su pecado. Leviticus 26:42 Y yo me acordaré de mi concierto con Jacob, y asimismo de mi concierto con Isaac, y también de mi concierto con Abraham me acordaré, y habré memoria de la tierra. Leviticus 26:43 Que la tierra estará desamparada de ellos, y holgará sus sábados estando yerma a causa de ellos: y ellos rogarán por su pecado: por cuanto menospreciaron mis derechos, y el alma de ellos tuvo fastidio de mis decretos. Leviticus 26:44 Y aun con todo esto estando ellos en tierra de sus enemigos, yo no los deseché, ni los abominé para consumirlos invalidando mi concierto con ellos: porque yo Jehová soy su Dios. Leviticus 26:45 Antes me acordaré de ellos por el concierto antiguo, cuando los saqué de la tierra de Egipto en ojos de las gentes para ser su Dios: Yo Jehová. Leviticus 26:46 Estos son los decretos, derechos, y leyes que dio Jehová entre sí y los hijos de Israel en el monte de Sinaí por mano de Moisés. Leviticus 27:0 Leviticus 27:1 Y habló Jehová a Moisés, diciendo: Leviticus 27:2 Habla a los hijos de Israel, y díles: Cuando alguno hiciere voto a Jehová según la estimación de las personas: Leviticus 27:3 Tu estimación será, el macho de veinte años hasta sesenta, será tu estimación cincuenta siclos de plata, al siclo del santuario. Leviticus 27:4 Y si fuere hembra, la estimación será treinta siclos. Leviticus 27:5 Y si fuere de cinco años hasta veinte, tu estimación será, el macho, veinte siclos: y la hembra, diez siclos. Leviticus 27:6 Y si fuere de un mes hasta cinco años, tu estimación será, el macho, cinco siclos de plata; y por la hembra, tu estimación será tres siclos de plata. Leviticus 27:7 Mas si fuere de sesenta años arriba, por el macho tu estimación será quince siclos: y la hembra diez siclos. Leviticus 27:8 Mas si fuere más pobre que tu estimación, entonces será puesto delante del sacerdote, y el sacerdote lo apreciará: conforme a lo que alcanzare la mano del votante lo apreciará el sacerdote. Leviticus 27:9 ¶ Y si fuere animal de que se ofrece ofrenda a Jehová, todo lo que se diere de él a Jehová, será santo. Leviticus 27:10 No será mudado ni trocado bueno por malo, ni malo por bueno: y si se trocare un animal por otro, él y su trueque será santo. Leviticus 27:11 Y si fuere cualquiera animal inmundo de que no se ofrece ofrenda a Jehová, entonces el animal será puesto delante del sacerdote, Leviticus 27:12 Y el sacerdote lo apreciará, sea bueno, o sea malo, conforme a la estimación del sacerdote así será. Leviticus 27:13 Y si lo hubieren de redimir, añadirán su quinto allende de tu estimación. Leviticus 27:14 ¶ Ítem, cuando alguno santificare su casa por santificación a Jehová, el sacerdote la apreciará, sea buena o sea mala: como el sacerdote la apreciare, así quedará. Leviticus 27:15 Mas si el santificante redimiere su casa, añadirá el quinto del dinero de tu estimación sobre ella, y será suya. Leviticus 27:16 ¶ Ítem, si alguno santificare de la tierra de su posesión a Jehová, tu estimación será conforme a su sembradura, un coro de sembradura de cebada se apreciará en cincuenta siclos de plata. Leviticus 27:17 Y si santificare su tierra desde el año del jubileo, conforme a tu estimación quedará. Leviticus 27:18 Mas si después del jubileo santificare su tierra, entonces el sacerdote contará con el dinero conforme a los años que quedaren hasta el año del jubileo, y sacarse ha de tu estimación. Leviticus 27:19 Y si quisiere redimir la tierra el que la santificó, añadirá el quinto del dinero de tu estimación sobre ella, y quedársele ha. Leviticus 27:20 Mas si él no redimiere la tierra, y si la tierra se vendiere a otro, no la redimirá más. Leviticus 27:21 Empero cuando saliere el jubileo, la tierra será santa a Jehová como tierra de anatema, la posesión de ella será del sacerdote. Leviticus 27:22 Mas si santificare alguno a Jehová la tierra que él compró, que no era de la tierra de su herencia, Leviticus 27:23 Entonces el sacerdote contará con él la cantidad de tu estimación hasta el año del jubileo, y aquel día dará tu estimación consagrada a Jehová. Leviticus 27:24 En el año del jubileo volverá la tierra a aquel de quien él la compró, cuya era la herencia de la tierra. Leviticus 27:25 Y todo lo que apreciares será conforme al siclo del santuario: el siclo tiene veinte óbolos. Leviticus 27:26 ¶ Empero el primogénito de los animales, que por la primogenitura es de Jehová, nadie lo santificará: sea buey, u oveja, de Jehová es. Leviticus 27:27 Mas si fuere de los animales inmundos, redimirlo han conforme a tu estimación, y añadirán sobre ella su quinto: y si no lo redimieren, venderse ha conforme a tu estimación. Leviticus 27:28 ¶ Empero ningún anatema, que alguno santificare a Jehová de todo lo que tuviere, de hombres, y animales, y de las tierras de su posesión, no se venderá, ni se redimirá. Todo anatema será santidad de santidades a Jehová. Leviticus 27:29 Cualquier anatema de hombres que se consagrare, no será redimido: de muerte morirá. Leviticus 27:30 ¶ Ítem, todas las décimas de la tierra de la simiente de la tierra, del fruto de los árboles, de Jehová son: santidad a Jehová. Leviticus 27:31 Y si alguno quisiere redimir algo de sus décimas, añadirá su quinto sobre ella. Leviticus 27:32 Y toda décima de vacas, o de ovejas de todo lo que pasa de bajo de vara, la décima será santidad a Jehová. Leviticus 27:33 No mirará si es bueno, o malo, ni lo trocará: y si lo trocare, ello y su trueque será santificación, no se redimirá. Leviticus 27:34 Estos son los mandamientos que mandó Jehová a Moisés para los hijos de Israel en el monte de Sinaí.
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Numbers 1:0 Numbers 1:1 Y habló Jehová a Moisés en el desierto de Sinaí en el tabernáculo del testimonio, en el primero del mes segundo, en el segundo año de su salida de la tierra de Egipto, diciendo: Numbers 1:2 Tomád la copia de toda la congregación de los hijos de Israel por sus familias, por las casas de sus padres, por la cuenta de los nombres, todos los varones por sus cabezas. Numbers 1:3 De veinte años y arriba, todos los que salen a la guerra en Israel; contarlos heis tú y Aarón por sus cuadrillas. Numbers 1:4 Y estarán con vosotros un varón de cada tribu, cada uno que sea cabeza de la casa de sus padres. Numbers 1:5 Y estos son los nombres de los varones, que estarán con vosotros. De Rubén: Elisur, hijo de Seduer. Numbers 1:6 De Simeón: Salamiel, hijo de Surisaddai. Numbers 1:7 De Judá: Nahasón, hijo de Aminadab. Numbers 1:8 De Isacar: Natanael, hijo de Suar. Numbers 1:9 De Zabulón: Eliab, hijo de Helón. Numbers 1:10 De los hijos de José: de Efraím: Elisama, hijo de Ammiud: de Manasés: Gamaliel, hijo de Fadassur. Numbers 1:11 De Ben-jamín: Abidán, hijo de Gedeón. Numbers 1:12 De Dan: Ahiezer, hijo de Ammisaddai. Numbers 1:13 De Aser: Fegiel, hijo de Ocrán. Numbers 1:14 De Gad: Eliasaf, hijo de Dehuel. Numbers 1:15 De Neftalí: Ahira, hijo de Enán. Numbers 1:16 Estos eran los nombrados de la congregación, príncipes de las tribus de sus padres, capitanes de los millares de Israel. Numbers 1:17 Tomó pues Moisés y Aarón a estos varones, que fueron declarados por sus nombres: Numbers 1:18 Y juntaron toda la congregación en el primero del mes segundo, y fueron juntados por sus linajes, por las casas de sus padres, por la cuenta de los nombres, de veinte años y arriba, por sus cabezas, Numbers 1:19 Como Jehová lo había mandado a Moisés: y contólos en el desierto de Sinaí. Numbers 1:20 Y fueron los hijos de Rubén, primogénito de Israel, sus generaciones, por sus familias, por las casas de sus padres, conforme a la cuenta de los nombres por sus cabezas, todos los varones de veinte años y arriba, todos los que podían salir a la guerra; Numbers 1:21 Los contados de ellos, de la tribu de Rubén, cuarenta y seis mil y quinientos. Numbers 1:22 De los hijos de Simeón, sus generaciones, por sus familias, por las casas de sus padres, los contados de él conforme a la cuenta de los nombres por sus cabezas, todos varones de veinte años y arriba, todos los que podían salir a la guerra; Numbers 1:23 Los contados de ellos, de la tribu de Simeón, cincuenta y nueve mil y trescientos. Numbers 1:24 De los hijos de Gad, sus generaciones, por sus familias, por las casas de sus padres, conforme a la cuenta de los nombres, de veinte años y arriba, todos los que podían salir a la guerra; Numbers 1:25 Los contados de ellos, de la tribu de Gad, cuarenta y cinco mil y seiscientos y cincuenta. Numbers 1:26 De los hijos de Judá, sus generaciones, por sus familias, por las casas de sus padres, conforme a la cuenta de los nombres, de veinte años y arriba, todos los que podían salir a la guerra; Numbers 1:27 Los contados de ellos, de la tribu de Judá, setenta y cuatro mil y seiscientos. Numbers 1:28 De los hijos de Isacar, sus generaciones, por sus familias, por las casas de sus padres, conforme a la cuenta de los nombres, de veinte años y arriba, todos los que podían salir a la guerra; Numbers 1:29 Los contados de ellos, de la tribu de Isacar, cincuenta y cuatro mil y cuatrocientos. Numbers 1:30 De los hijos de Zabulón, sus generaciones, por sus familias, por las casas de sus padres, conforme a la cuenta de los nombres, de veinte años y arriba, todos los que podían salir a la guerra; Numbers 1:31 Los contados de ellos, de la tribu de Zabulón, cincuenta y siete mil y cuatrocientos. Numbers 1:32 De los hijos de José, de los hijos de Efraím, sus generaciones, por sus familias, por las casas de sus padres, conforme a la cuenta de los nombres, de veinte años y arriba, todos los que podían salir a la guerra; Numbers 1:33 Los contados de ellos, de la tribu de Efraím, cuarenta mil y quinientos. Numbers 1:34 De los hijos de Manasés, sus generaciones, por sus familias, por las casas de sus padres, conforme a la cuenta de los nombres, de veinte años y arriba, todos los que podían salir a la guerra; Numbers 1:35 Los contados de ellos, de la tribu de Manasés, treinta y dos mil y doscientos. Numbers 1:36 De los hijos de Ben-jamín, sus generaciones, por sus familias, por las casas de sus padres, conforme a la cuenta de los nombres, de veinte años y arriba, todos los que podían salir a la guerra; Numbers 1:37 Los contados de ellos, de la tribu de Ben-jamín, treinta y cinco mil y cuatrocientos. Numbers 1:38 De los hijos de Dan, sus generaciones, por sus familias, por las casas de sus padres, conforme a la cuenta de los nombres, de veinte años y arriba, todos los que podían salir a la guerra; Numbers 1:39 Los contados de ellos, de la tribu de Dan, sesenta y dos mil y sietecientos. Numbers 1:40 De los hijos de Aser, sus generaciones, por sus familias, por las casas de sus padres, conforme a la cuenta de los nombres, de veinte años y arriba, todos los que podían salir a la guerra; Numbers 1:41 Los contados de ellos, de la tribu de Aser, cuarenta y un mil y quinientos. Numbers 1:42 De los hijos de Neftalí, sus generaciones, por sus familias, por las casas de sus padres, conforme a la cuenta de los nombres, de veinte años y arriba, todos los que podían salir a la guerra; Numbers 1:43 Los contados de ellos, de la tribu de Neftalí, cincuenta y tres mil y cuatrocientos. Numbers 1:44 Estos fueron los contados, que contó Moisés, y Aarón y los doce varones príncipes de Israel, un varón por casa de sus padres fueron. Numbers 1:45 Y fueron todos los contados de los hijos de Israel, por las casas de sus padres, de veinte años y arriba, todos los que podían salir a la guerra en Israel; Numbers 1:46 Fueron todos los contados seiscientos y tres mil, y quinientos y cincuenta. Numbers 1:47 ¶ Mas los Levitas no fueron contados entre ellos por la tribu de sus padres. Numbers 1:48 Y habló Jehová a Moisés, diciendo: Numbers 1:49 Empero tú no contarás la tribu de Leví, ni tomarás la cuenta de ellos entre los hijos de Israel. Numbers 1:50 Mas tú pondrás a los Levitas en el tabernáculo del testimonio, y sobre todos sus vasos, y sobre todas las cosas, que les pertenecen: ellos llevarán el tabernáculo y todos sus vasos, y ellos servirán en él, y asentarán sus tiendas al derredor del tabernáculo. Numbers 1:51 Y cuando el tabernáculo partiere, los Levitas lo desarmarán: y cuando el tabernáculo parare, los Levitas lo armarán: y el extraño que se llegare, morirá. Numbers 1:52 Y los hijos de Israel asentarán sus tiendas cada uno en su escuadrón, y cada uno junto a su bandera por sus cuadrillas; Numbers 1:53 Mas los Levitas asentarán las suyas al rededor del tabernáculo del testimonio, y no habrá ira sobre la congregación de los hijos de Israel: y los Levitas tendrán la guarda del tabernáculo del testimonio. Numbers 1:54 E hicieron los hijos de Israel conforme a todas las cosas, que Jehová mandó a Moisés: así lo hicieron. Numbers 2:0 Numbers 2:1 Y habló Jehová a Moisés, y a Aarón, diciendo: Numbers 2:2 Los hijos de Israel asentarán sus tiendas cada uno junto a su bandera según las enseñas de las casas de sus padres: desviados al derredor del tabernáculo del testimonio asentarán. Numbers 2:3 Estos asentarán al Levante, al oriente, la bandera del ejército de Judá por sus escuadrones; y el príncipe de los hijos de Judá será Nahasón, hijo de Aminadab. Numbers 2:4 Su escuadrón, los contados de ellos serán setenta y cuatro mil y seiscientos. Numbers 2:5 Junto a él asentarán la tribu de Isacar: y el príncipe de los hijos de Isacar será Natanael, hijo de Suar. Numbers 2:6 Y su escuadrón, sus contados, cincuenta y cuatro mil y cuatrocientos. Numbers 2:7 La tribu de Zabulón, y el príncipe de los hijos de Zabulón será Eliab, hijo de Helón. Numbers 2:8 Y su escuadrón, sus contados, cincuenta y siete mil y cuatrocientos. Numbers 2:9 Todos los contados en el ejército de Judá, ciento y ochenta y seis mil y cuatrocientos por sus escuadrones: irán delante. Numbers 2:10 La bandera del ejército de Rubén al mediodía por sus escuadrones: y el príncipe de los hijos de Rubén será Elisur, hijo de Sedeur: Numbers 2:11 Y su escuadrón, sus contados, cuarenta y seis mil y quinientos. Numbers 2:12 Y asentarán junto a él la tribu de Simeón: y el príncipe de los hijos de Simeón será Salamiel, hijo de Surisaddai. Numbers 2:13 Y su escuadrón, los contados de ellos, cincuenta y nueve mil y trescientos. Numbers 2:14 Ítem, la tribu de Gad: y el príncipe de los hijos de Gad será Eliasaf, hijo de Rehuel. Numbers 2:15 Y su escuadrón, y los contados de ellos, cuarenta y cinco mil y seiscientos y cincuenta. Numbers 2:16 Todos los contados en el ejército de Rubén, ciento y cincuenta y un mil y cuatro cientos y cincuenta por sus escuadrones: estos irán los segundos. Numbers 2:17 Luego irá el tabernáculo del testimonio, el campo de los Levitas en medio de los ejércitos: de la manera que asientan el campo, así caminarán, cada uno en su lugar, junto a sus banderas. Numbers 2:18 La bandera del ejército de Efraím por sus escuadrones, al occidente: y el príncipe de los hijos de Efraím será Elisama, hijo de Ammiud. Numbers 2:19 Y su escuadrón, y los contados de ellos, cuarenta mil y quinientos. Numbers 2:20 Junto a él estará la tribu de Manasés: y el príncipe de los hijos de Manasés será Gamaliel, hijo de Fadassur. Numbers 2:21 Y su escuadrón, y los contados de ellos, treinta y dos mil y doscientos. Numbers 2:22 Ítem, la tribu de Ben-jamín: y el príncipe de los hijos de Ben-jamín será Abidán, hijo de Gedeón. Numbers 2:23 Y su escuadrón, y los contados de ellos, treinta y cinco mil y cuatrocientos. Numbers 2:24 Todos los contados en el ejército de Efraím, ciento y ocho mil y ciento, por sus escuadrones: estos irán los terceros. Numbers 2:25 La bandera del ejército de Dan estará al aquilón por sus escuadrones: y el príncipe de los hijos de Dan será Ahiezer, hijo de Ammisaddai. Numbers 2:26 Y su escuadrón, y los contados de ellos, sesenta y dos mil y setecientos. Numbers 2:27 Junto a él asentarán la tribu de Aser: y el príncipe de los hijos de Aser será Fegiel, hijo de Ocrán. Numbers 2:28 Y su escuadrón, y los contados de ellos, cuarenta y un mil y quinientos. Numbers 2:29 Ítem, la tribu de Neftalí: y el príncipe de los hijos de Neftalí será Ahira, hijo de Enán. Numbers 2:30 Y su escuadrón, y los contados de ellos, cincuenta y tres mil y cuatrocientos. Numbers 2:31 Todos los contados en el ejército de Dan, ciento y cincuenta y siete mil y seiscientos: estos irán los postreros tras sus banderas. Numbers 2:32 Estos son los contados de los hijos de Israel, por las casas de sus padres, todos contados por ejércitos, por sus escuadrones, seiscientos y tres mil y quinientos y cincuenta. Numbers 2:33 Mas los Levitas no fueron contados entre los hijos de Israel, como Jehová lo mandó a Moisés. Numbers 2:34 E hicieron los hijos de Israel conforme a todas las cosas que Jehová mandó a Moisés: así asentaron el campo por sus banderas, y así marcharon cada uno por sus familias, según las casas de sus padres. Numbers 3:0 Numbers 3:1 Y estas son las generaciones de Aarón, y de Moisés, desde que Jehová habló a Moisés en el monte de Sinaí. Numbers 3:2 Y estos son los nombres de los hijos de Aarón: El primogénito, Nadab: y Abiú, Eleazar, e Itamar. Numbers 3:3 Estos son los nombres de los hijos de Aarón, sacerdotes ungidos, cuyas manos él hinchió para administrar el sacerdocio. Numbers 3:4 Mas Nadab y Abiú murieron delante de Jehová cuando ofrecieron fuego extraño delante de Jehová en el desierto de Sinaí: y no tuvieron hijos: y Eleazar e Itamar hubieron el sacerdocio delante de Aarón su padre. Numbers 3:5 ¶ Y Jehová habló a Moisés, diciendo: Numbers 3:6 Haz llegar la tribu de Leví, y házla estar delante de Aarón el sacerdote, para que le administren; Numbers 3:7 Y guarden la observancia de él, y la observancia de toda la congregación delante del tabernáculo del testimonio: para que administren en el servicio del tabernáculo: Numbers 3:8 Y guarden todas las alhajas del tabernáculo del testimonio, y la guarda de los hijos de Israel, y administren en el servicio del tabernáculo. Numbers 3:9 Y darás los Levitas a Aarón y a sus hijos, dados, dados a él por los hijos de Israel. Numbers 3:10 Y a Aarón y a sus hijos constituirás, que guarden su sacerdocio. Y el extraño que se llegare, morirá. Numbers 3:11 Ítem, Jehová habló a Moisés, diciendo: Numbers 3:12 Y, he aquí, yo he tomado los Levitas de entre los hijos de Israel en lugar de todos los primogénitos que abrieren la matriz, de los hijos de Israel: los Levitas serán míos. Numbers 3:13 Porque mío es todo primogénito desde el día que yo maté todos los primogénitos en la tierra de Egipto, yo santifiqué a mí todos los primogénitos en Israel, así de hombres como de animales, míos serán: Yo Jehová. Numbers 3:14 ¶ Ítem, Jehová habló a Moisés en el desierto de Sinaí, diciendo: Numbers 3:15 Cuenta los hijos de Leví por las casas de sus padres, por sus familias: contarás todos los varones de un mes y arriba. Numbers 3:16 Y Moisés los contó conforme a la palabra de Jehová como le fue mandado. Numbers 3:17 Y los hijos de Leví fueron estos por sus nombres: Gersón, y Caat, y Merari. Numbers 3:18 Y los nombres de los hijos de Gersón por sus familias son estos: Lebni, y Simeí. Numbers 3:19 Y los hijos de Caat por sus familias: Amram, y Jesaar, y Hebrón, y Oziel. Numbers 3:20 Ítem, los hijos de Merari por sus familias: Moholi, y Musi. Estas son las familias de Leví por las casas de sus padres. Numbers 3:21 De Gersón: la familia de Lebni y la de Semeí. Estas son las familias de Gersón. Numbers 3:22 Los contados de ellos conforme a la cuenta de todos los varones de un mes y arriba; los contados de ellos fueron siete mil y quinientos. Numbers 3:23 Las familias de Gersón asentarán sus tiendas a las espaldas del tabernáculo al occidente. Numbers 3:24 Y el príncipe de la casa del padre de los Gersonitas será Eliasaf, hijo de Lael. Numbers 3:25 A cargo de los hijos de Gersón en el tabernáculo del testimonio será el tabernáculo y la tienda, y su cubierta, y el pabellón de la puerta del tabernáculo del testimonio. Numbers 3:26 Ítem, las cortinas del patio, y el pabellón de la puerta del patio que está junto al tabernáculo, y junto al altar al derredor, asimismo sus cuerdas para todo su servicio. Numbers 3:27 Y de Caat era la familia Amramítica, y la familia Isaarítica, y la familia Hebronítica, y la familia Ozielítica. Estas son las familias Caatíticas: Numbers 3:28 Por la cuenta de todos los varones de un mes y arriba, ocho mil y seiscientos que tenían la guarda del santuario. Numbers 3:29 Las familias de los hijos de Caat asentarán al lado del tabernáculo al mediodía. Numbers 3:30 Y el príncipe de la casa del padre de las familias de Caat será Elisafán, hijo de Oziel. Numbers 3:31 Y a cargo de ellos será el arca, y la mesa, y el candelero, y los altares, y los vasos del santuario con que ministran; y el velo, con todo su servicio. Numbers 3:32 Y el principal de los príncipes de los Levitas será Eleazar, hijo de Aarón el sacerdote, prepósito de los que tienen la guarda del santuario. Numbers 3:33 De Merari fue la familia Moholítica, y la familia Musítica. Estas fueron las familias de Merari. Numbers 3:34 Y los contados de ellos conforme a la cuenta de todos los varones de un mes y arriba fueron seis mil y doscientos. Numbers 3:35 Y el príncipe de la casa del padre de las familias de Merari será Suriel, hijo de Abijaiel: asentarán al lado del tabernáculo al aquilón. Numbers 3:36 Y a cargo de la guarda de los hijos de Merari serán las tablas del tabernáculo, y sus barras, y sus columnas, y sus basas y todas sus alhajas con todo su servicio; Numbers 3:37 Y las columnas del patio en derredor, y sus basas, y sus estacas, y sus cuerdas. Numbers 3:38 ¶ Y los que asentarán delante del tabernáculo al oriente, delante del tabernáculo del testimonio al levante, serán Moisés, y Aarón, y sus hijos teniendo la guarda del santuario por la guarda de los hijos de Israel: y el extraño que se llegare, morirá. Numbers 3:39 Todos los contados de los Levitas, que contó Moisés, y Aarón, conforme a la palabra de Jehová, por sus familias, todos los varones de un mes y arriba fueron veinte y dos mil. Numbers 3:40 ¶ Y Jehová dijo a Moisés: Cuenta todos los primogénitos varones de los hijos de Israel de un mes y arriba, y toma la cuenta de los nombres de ellos. Numbers 3:41 Y tomarás los Levitas para mí, yo Jehová, en lugar de todos los primogénitos de los hijos de Israel: y los animales de los Levitas en lugar de todos los primogénitos de los animales de los hijos de Israel. Numbers 3:42 Y contó Moisés, como Jehová le mandó, todos los primogénitos de los hijos de Israel. Numbers 3:43 Y fueron todos los primogénitos varones, conforme a la cuenta de los nombres, de un mes y arriba, conforme a su cuenta, veinte y dos mil y doscientos y setenta y tres. Numbers 3:44 Ítem, habló Jehová a Moisés, diciendo: Numbers 3:45 Toma los Levitas en lugar de todos los primogénitos de los hijos de Israel, y los animales de los Levitas en lugar de sus animales, y los Levitas serán míos: yo Jehová. Numbers 3:46 Y por los rescates de los doscientos y setenta y tres, que sobrepujan a los Levitas los primogénitos de los hijos de Israel, Numbers 3:47 Tomarás cinco siclos por cabeza; conforme al siclo del santuario tomarás, el siclo veinte óbolos. Numbers 3:48 Y aquel dinero darás a Aarón, y a sus hijos, por los rescates de los que de ellos sobran. Numbers 3:49 Y Moisés tomó el dinero del rescate de los que sobraron de más de los redimidos de los Levitas. Numbers 3:50 Y recibió de los primogénitos de los hijos de Israel en dinero mil y trescientos y sesenta y cinco siclos, conforme al siclo del santuario. Numbers 3:51 Y Moisés dio el dinero de los rescates a Aarón y a sus hijos conforme al dicho de Jehová, de la manera que Jehová había mandado a Moisés. Numbers 4:0 Numbers 4:1 Y habló Jehová a Moisés y a Aarón, diciendo: Numbers 4:2 Toma la cuenta de los hijos de Caat de entre los hijos de Leví, por sus familias, por las casas de sus padres. Numbers 4:3 De edad de treinta años y arriba hasta cincuenta años, todos los que entran en compañía para hacer obra en el tabernáculo del testimonio. Numbers 4:4 Este será el oficio de los hijos de Caat en el tabernáculo del testimonio, en el lugar santísimo: Numbers 4:5 Cuando se hubiere de mudar el campo, vendrá Aarón, y sus hijos, y desarmarán el velo de la tienda, y cubrirán con él el arca del testimonio. Numbers 4:6 Y pondrán sobre ella la cobertura de pieles de tejones, y extenderán encima el paño todo de cárdeno, y ponerle han sus barras. Numbers 4:7 Y sobre la mesa de la proposición extenderán el paño cárdeno, y pondrán sobre ella las escudillas, y los cucharones, y los tazones, y las cubiertas, y el pan continuo estará sobre ella. Numbers 4:8 Y extenderán sobre ello el paño de carmesí colorado, y cubrirlo han con la cubierta de pieles de tejones, y ponerle han sus barras. Numbers 4:9 Y tomarán el paño cárdeno, y cubrirán el candelero de la luminaria, y sus candilejas, y sus despabiladeras, y sus paletas, y todos sus vasos del aceite con que se sirve. Numbers 4:10 Y ponerlo han con todos sus vasos en la cubierta de pieles de tejones, y ponerlo han sobre las barras. Numbers 4:11 Y sobre el altar de oro extenderán el paño cárdeno, y cubrirlo han con la cubierta de pieles de tejones, y ponerle han sus barras. Numbers 4:12 Y tomarán todos los vasos de servicio, de que se sirven en el santuario, y ponerlos han en el paño cárdeno, y cubrirlos han con la cubierta de pieles de tejones, y ponerlos han sobre las barras. Numbers 4:13 Y quitarán la ceniza del altar, y extenderán sobre él el paño de púrpura. Numbers 4:14 Y pondrán sobre él todos sus instrumentos de que se sirve: las paletas, los garfios, los braseros, y los tazones, todos los vasos del altar: y extenderán sobre él la cobertura de pieles de tejones, y ponerlo han sobre las barras. Numbers 4:15 Y en acabando Aarón y sus hijos de cubrir el santuario, y todos los vasos del santuario, cuando el campo se hubiere de mudar, vendrán después así los hijos de Caat para llevar: y no tocarán el santuario, que morirán. Estas serán las cargas de los hijos de Caat en el tabernáculo del testimonio: Numbers 4:16 Empero al cargo de Eleazar, hijo de Aarón el sacerdote, será el aceite de la luminaria, y el perfume aromático, y el presente continuo, y el aceite de la unción: el cargo de todo el tabernáculo, y de todo lo que está en él, en el santuario y en sus vasos. Numbers 4:17 Ítem, habló Jehová a Moisés, y a Aarón, diciendo: Numbers 4:18 No cortaréis la tribu de las familias de Caat de entre los Levitas: Numbers 4:19 Mas esto haréis con ellos, para que vivan, y no mueran: Cuando llegaren al lugar santísimo, vendrán Aarón y sus hijos, y ponerlos han a cada uno en su oficio y en su cargo. Numbers 4:20 No entrarán para ver, cuando cubrieren las cosas santas, que morirán. Numbers 4:21 Ítem, habló Jehová a Moisés, diciendo: Numbers 4:22 Toma la cuenta de los hijos de Gersón también a ellos por las casas de sus padres, por sus familias: Numbers 4:23 De edad de treinta años y arriba, hasta cincuenta años los contarás, todos los que entran en compañía para hacer obra en el tabernáculo del testimonio. Numbers 4:24 Este será el oficio de las familias de Gersón para ministrar, y para llevar. Numbers 4:25 Llevarán las cortinas del tabernáculo, y el tabernáculo del testimonio, su cobertura, y la cubierta de pieles de tejones, que está sobre él encima, y el pabellón de la puerta del tabernáculo del testimonio. Numbers 4:26 Y las cortinas del patio, y el pabellón de la puerta del patio, que está sobre el tabernáculo, y sobre el altar al derredor, y sus cuerdas, y todos los instrumentos de su servicio, y todo lo que será hecho para ellos, y servirán. Numbers 4:27 Conforme al dicho de Aarón y de sus hijos será todo el ministerio de los hijos de Gersón en todas sus cargas, y en todo su servicio: y encomendarles heis en guarda todas sus cargas. Numbers 4:28 Este es el servicio de las familias de los hijos de Gersón en el tabernáculo del testimonio: y la guarda de ellos será por mano de Itamar, hijo de Aarón sacerdote. Numbers 4:29 Los hijos de Merari, contarlos has por sus familias, por las casas de sus padres; Numbers 4:30 Desde el que es de edad de treinta años y arriba, hasta el que es de edad de cincuenta años, los contarás, todos los que entran en compañía para hacer obra en el tabernáculo del testimonio. Numbers 4:31 Y esta será la guarda de su cargo para todo su servicio en el tabernáculo del testimonio: Las tablas del tabernáculo, y sus barras, y sus columnas, y sus basas: Numbers 4:32 Ítem, las columnas del patio al derredor, y sus basas, y sus estacas, y sus cuerdas, con todos sus instrumentos, y todo su servicio: y contaréis por sus nombres todos los vasos de la guarda de su cargo. Numbers 4:33 Este será el servicio de las familias de los hijos de Merari para todo su ministerio en el tabernáculo del testimonio por mano de Itamar, hijo de Aarón el sacerdote. Numbers 4:34 ¶ Y contó Moisés y Aarón y los príncipes de la congregación a los hijos de Caat por sus familias, y por las casas de sus padres, Numbers 4:35 Desde el de edad de treinta años y arriba, hasta el de edad de cincuenta años, todos los que entran en compañía para ministrar en el tabernáculo del testimonio: Numbers 4:36 Y fueron los contados de ellos por sus familias dos mil y sietecientos y cincuenta. Numbers 4:37 Estos fueron los contados de las familias de Caat: todos los que ministran en el tabernáculo del testimonio, los cuales contaron Moisés y Aarón como lo mandó Jehová, por mano de Moisés. Numbers 4:38 Y los contados de los hijos de Gersón por sus familias, y por las casas de sus padres, Numbers 4:39 Desde el de edad de treinta años y arriba, hasta el de edad de cincuenta años, todos los que entran en compañía para ministrar en el tabernáculo del testimonio, Numbers 4:40 Los contados de ellos por sus familias, por las casas de sus padres, fueron dos mil y seiscientos y treinta. Numbers 4:41 Estos son los contados de las familias de los hijos de Gersón, todos los que ministran en el tabernáculo del testimonio, los cuales contaron Moisés y Aarón por mandado de Jehová. Numbers 4:42 Y los contados de las familias de los hijos de Merari por sus familias, por las casas de sus padres, Numbers 4:43 Desde el de edad de treinta años y arriba, hasta el de edad de cincuenta años, todos los que entran en compañía para ministrar en el tabernáculo del testimonio, Numbers 4:44 Los contados de ellos por sus familias fueron tres mil y doscientos. Numbers 4:45 Estos fueron los contados de las familias de los hijos de Merari, los cuales contaron Moisés y Aarón como lo mandó Jehová, por la mano de Moisés. Numbers 4:46 Todos los contados de los Levitas, que contaron Moisés y Aarón, y los príncipes de Israel por sus familias, y por las casas de sus padres, Numbers 4:47 Desde el de edad de treinta años y arriba, hasta el de edad de cincuenta años, todos los que entraban para servir en el servicio, y tener cargo de obra en el tabernáculo del testimonio, Numbers 4:48 Los contados de ellos fueron ocho mil y quinientos y ochenta. Numbers 4:49 Como lo mandó Jehová por mano de Moisés fueron contados, cada uno según su oficio, y según su cargo, los cuales él contó como le fue mandado. Numbers 5:0 Numbers 5:1 Ítem, Jehová habló a Moisés, diciendo: Numbers 5:2 Manda a los hijos de Israel que echen del campo a todo leproso y a todos los que padecen flujo de simiente, y a todo contaminado sobre muerto. Numbers 5:3 Así hombres como mujeres echaréis: fuera del campo los echaréis, porque no contaminen el campo de aquellos entre los cuales yo habito. Numbers 5:4 Y los hijos de Israel lo hicieron así, que los echaron fuera del campo: como Jehová dijo a Moisés, así lo hicieron los hijos de Israel. Numbers 5:5 ¶ Ítem, habló Jehová a Moisés, diciendo: Numbers 5:6 Habla a los hijos de Israel: El hombre o la mujer que hicieren alguno de todos los pecados de los hombres, haciendo prevaricación contra Jehová, y pecare aquella persona, Numbers 5:7 Confesarán sus pecados que hicieron, y restituirán su culpa enteramente, y añadirán su quinto sobre ello, y darlo han a aquel contra quien pecaron. Numbers 5:8 Y si aquel varón no tuviere redentor al cual el delito sea restituido, el delito se restituirá a Jehová, al sacerdote, allende del carnero de las expiaciones con el cual lo expiará. Numbers 5:9 Y toda ofrenda de todas las santificaciones, que los hijos de Israel ofrecieren al sacerdote, suya será. Numbers 5:10 Y lo santificado de cualquiera, suyo será: y lo que cualquiera diere al sacerdote, suyo será. Numbers 5:11 ¶ Ítem, Jehová habló a Moisés, diciendo: Numbers 5:12 Habla a los hijos de Israel, y díles: Cuando la mujer de alguno errare, e hiciere traición contra él, Numbers 5:13 Que alguno se hubiere echado con ella por ayuntamiento de simiente, y su marido no lo hubiere visto por haberse ella contaminado ocultamente, ni hubiere testigo contra ella, ni ella hubiere sido tomada, Numbers 5:14 Si viniere sobre él espíritu de celo, y tuviere celos de su mujer, habiéndose ella contaminado; o viniere sobre él espíritu de celo, y tuviere celos de su mujer, no habiéndose ella contaminado; Numbers 5:15 Entonces el marido traerá su mujer al sacerdote, y traerá su ofrenda con ella, una diezma de un efa de harina de cebada: no echará sobre ella aceite, ni pondrá sobre ella incienso; porque es presente de celos, presente de recordación, que trae en memoria pecado: Numbers 5:16 Y el sacerdote la hará llegar, y la hará poner delante de Jehová. Numbers 5:17 Y tomará el sacerdote del agua santa en un vaso de barro; y tomará también el sacerdote del polvo que hubiere en el suelo del tabernáculo, y echarlo ha en el agua: Numbers 5:18 Y hará el sacerdote estar en pie a la mujer delante de Jehová, y descubrirá la cabeza de la mujer, y pondrá sobre sus manos el presente de la recordación, que es el presente de celos, y el sacerdote tendrá en la mano las aguas amargas malditas; Numbers 5:19 Y el sacerdote la conjurará y la dirá: Si ninguno hubiere dormido contigo, y si no te has apartado de tu marido a inmundicia, sé limpia de estas aguas amargas malditas; Numbers 5:20 Mas si te has apartado de tu marido, y te has contaminado, y alguno hubiere puesto en ti su simiente fuera de tu marido; Numbers 5:21 El sacerdote conjurará a la mujer de conjuro de maldición, y dirá a la mujer: Jehová te dé en maldición, y en conjuración en medio de tu pueblo, haciendo Jehová a tu muslo que caiga, y a tu vientre que se te hinche, Numbers 5:22 Y estas aguas malditas entren en tus entrañas, y hagan hinchar tu vientre, y caer tu muslo. Y la mujer dirá, Amén, Amén. Numbers 5:23 Y el sacerdote escribirá estas maldiciones en un libro, y desleirlas ha con las aguas amargas. Numbers 5:24 Y dará a beber a la mujer las aguas amargas malditas, y las aguas malditas entrarán en ella por amargas. Numbers 5:25 Y tomará el sacerdote de la mano de la mujer el presente de los celos, y mecerlo ha delante de Jehová, y ofrecerlo ha delante del altar. Numbers 5:26 Y el sacerdote tomará un puño del presente en memoria de ella, y hará perfume de ello sobre el altar, y después dará a beber las aguas a la mujer. Numbers 5:27 Y darle ha a beber las aguas; y será, que si fuere inmunda, y hubiere hecho traición contra su marido, las aguas malditas entrarán en ella en amargura, y su vientre se hinchará, y su muslo caerá; y la tal mujer será por maldición en medio de su pueblo: Numbers 5:28 Mas si la mujer no fuere inmunda, mas fuere limpia, ella será libre, y asementará simiente. Numbers 5:29 Esta es la ley de los celos, cuando la mujer errare en poder de su marido, y se contaminare: Numbers 5:30 O, del marido, sobre el cual pasare espíritu de celo, y tuviere celos de su mujer, y la presentare delante de Jehová; el sacerdote la hará toda esta ley. Numbers 5:31 Y aquel varón será libre de iniquidad, y la mujer llevará su pecado. Numbers 6:0 Numbers 6:1 Y habló Jehová a Moisés, diciendo: Numbers 6:2 Habla a los hijos de Israel, y díles: El hombre, o la mujer, cuando se apartare haciendo voto de Nazareo, para apartarse a Jehová. Numbers 6:3 Apartarse ha de vino y de sidra: vinagre de vino, ni vinagre de sidra no beberá, ni beberá algún licor de uvas, ni tampoco comerá uvas frescas ni secas. Numbers 6:4 Todo el tiempo de su Nazareato, de todo lo que se hace de vid de vino, desde los granillos hasta el hollejo, no comerá. Numbers 6:5 Todo el tiempo del voto de su Nazareato no pasará navaja sobre su cabeza, hasta que sean cumplidos los días de su apartamiento a Jehová: santo será, dejará crecer las guedejas del cabello de su cabeza. Numbers 6:6 Todo el tiempo que se apartare a Jehová, no entrará a persona muerta. Numbers 6:7 Sobre su padre, ni sobre su madre, sobre su hermano, ni sobre su hermana, no se contaminará con ellos cuando murieren; porque consagración de su Dios tiene sobre su cabeza. Numbers 6:8 Todo el tiempo de su Nazareato será santo a Jehová. Numbers 6:9 Y si alguno muriere de súbito junto a él, contaminará la cabeza de su Nazareato: por tanto el día de su purificación raerá su cabeza: al séptimo día la raerá: Numbers 6:10 Y el día octavo traerá dos tórtolas, o dos palominos al sacerdote, a la puerta del tabernáculo del testimonio: Numbers 6:11 Y el sacerdote hará el uno en expiación y el otro en holocausto: y expiarlo ha de lo que pecó sobre el muerto, y santificará su cabeza en aquel día: Numbers 6:12 Y consagrará a Jehová los días de su Nazareato, y traerá un cordero de un año en expiación por la culpa, y los días primeros serán anulados, por cuanto fue contaminado su Nazareato. Numbers 6:13 ¶ Esta es pues la ley del Nazareo: El día que se cumpliere el tiempo de su Nazareato, vendrá a la puerta del tabernáculo del testimonio. Numbers 6:14 Y ofrecerá por su ofrenda a Jehová un cordero sin tacha de un año en holocausto, y una cordera sin defecto de un año en expiación, y un carnero perfecto por paces. Numbers 6:15 Ítem, un canastillo de cenceñas, tortas de flor de harina amasadas con aceite, y hojaldres cenceñas untadas con aceite, y su presente, y sus derramaduras. Numbers 6:16 Y el sacerdote lo ofrecerá delante de Jehová, y hará su expiación y su holocausto. Numbers 6:17 Y hará el carnero en sacrificio de paces a Jehová, con el canastillo de las cenceñas: hará asimismo el sacerdote su presente, y sus derramaduras. Numbers 6:18 Entonces el Nazareo raerá a la puerta del tabernáculo del testimonio la cabeza de su Nazareato; y tomará los cabellos de la cabeza de su Nazareato, y ponerlos ha sobre el fuego, que está debajo del sacrificio de las paces. Numbers 6:19 Después tomará el sacerdote la espalda cocida del carnero, y una torta sin levadura del canastillo, y una hojaldre sin levadura, y ponerlo ha sobre las manos del Nazareo, después que fuere raído su Nazareato. Numbers 6:20 Y mecerlo ha de mecedura el sacerdote delante de Jehová, lo cual será santidad para el sacerdote allende del pecho de la mecedura, y de la espalda de la apartadura: y después beberá vino el Nazareo. Numbers 6:21 Esta es la ley del Nazareo, que hiciere voto de su ofrenda a Jehová por su Nazareato, allende de lo que su mano alcanzare: según el voto que hiciere, así hará conforme a la ley de su Nazareato. Numbers 6:22 Ítem, Jehová habló a Moisés, diciendo: Numbers 6:23 ¶ Habla a Aarón, y a sus hijos, y díles: Así bendeciréis a los hijos de Israel, diciéndoles: Numbers 6:24 Jehová te bendiga, y te guarde: Numbers 6:25 Haga resplandecer Jehová su rostro sobre ti, y haya de ti misericordia: Numbers 6:26 Jehová alce a ti su rostro, y ponga en ti paz. Numbers 6:27 Y pondrán mi nombre sobre los hijos de Israel, y yo los bendeciré. Numbers 7:0 Numbers 7:1 Y aconteció, que cuando Moisés, hubo acabado de levantar el tabernáculo; y ungídolo, y santificádolo con todos sus vasos; asimismo el altar con todos sus vasos, y ungídolos, y santificádolos; Numbers 7:2 Entonces los príncipes de Israel, las cabezas de las casas de sus padres, los cuales eran los príncipes de las tribus que estaban sobre los contados, ofrecieron: Numbers 7:3 Y trajeron sus ofrendas delante de Jehová seis carros cubiertos, y doce bueyes, cada dos príncipes un carro, y cada uno un buey, lo cual ofrecieron delante del tabernáculo. Numbers 7:4 Y Jehová habló a Moisés, diciendo: Numbers 7:5 Tómalo de ellos, y será para el servicio del tabernáculo del testimonio: y darlo has a los Levitas, a cada uno conforme a su ministerio. Numbers 7:6 Entonces Moisés recibió los carros y los bueyes, y diólo a los Levitas. Numbers 7:7 Dos carros y cuatro bueyes dio a los hijos de Gersón, conforme a su ministerio: Numbers 7:8 Y los cuatro carros y ocho bueyes dio a los hijos de Merari conforme a su ministerio debajo de la mano de Itamar, hijo de Aarón sacerdote. Numbers 7:9 Y a los hijos de Caat no dio nada, porque llevaban sobre sí en los hombros el servicio del santuario. Numbers 7:10 ¶ Y ofrecieron los príncipes a la dedicación del altar el día que fue ungido, ofrecieron los príncipes su ofrenda delante del altar. Numbers 7:11 Y Jehová dijo a Moisés: El un príncipe un día, y el otro príncipe otro día, ofrecerán su ofrenda a la dedicación del altar. Numbers 7:12 Y el que ofreció su ofrenda el primer día fue Nahasón, hijo de Amminadab de la tribu de Judá: Numbers 7:13 Y fue su ofrenda, un plato de plata de peso de ciento y treinta siclos, y un jarro de plata de setenta siclos, al siclo del santuario, ambos llenos de flor de harina amasada con aceite para presente: Numbers 7:14 Un cucharón de oro de diez siclos lleno de perfume, Numbers 7:15 Un becerro hijo de vaca, un carnero, un cordero de un año para holocausto; Numbers 7:16 Un macho de cabrío para expiación; Numbers 7:17 Y para sacrificio de paces dos bueyes, cinco carneros, cinco machos cabríos, cinco corderos de un año. Esta fue la ofrenda de Nahasón, hijo de Amminadab. Numbers 7:18 El segundo día ofreció Natanael, hijo de Suar, príncipe de Isacar: Numbers 7:19 Ofreció por su ofrenda, un plato de plata de ciento y treinta siclos de peso, un jarro de plata de setenta siclos, al siclo del santuario, ambos llenos de flor de harina amasada con aceite para presente: Numbers 7:20 Un cucharón de oro de diez siclos lleno de perfume, Numbers 7:21 Un becerro hijo de vaca, un carnero, un cordero de un año para holocausto; Numbers 7:22 Un macho de cabrío para expiación; Numbers 7:23 Y para sacrificio de paces, dos bueyes, cinco carneros, cinco machos cabríos, cinco corderos de un año. Esta fue la ofrenda de Natanael, hijo de Suar. Numbers 7:24 El tercero día, el príncipe de los hijos de Zabulón, Eliab, hijo de Helón: Numbers 7:25 Y fue su ofrenda, un plato de plata de ciento y treinta siclos de peso, un jarro de plata de setenta siclos, al siclo del santuario, ambos llenos de flor de harina amasada con aceite para presente: Numbers 7:26 Un cucharón de oro de diez siclos lleno de perfume, Numbers 7:27 Un becerro hijo de vaca, un carnero, un cordero de un año para holocausto; Numbers 7:28 Un macho de cabrío para expiación; Numbers 7:29 Y para sacrificio de paces, dos bueyes, cinco carneros, cinco machos cabríos, cinco corderos, de un año. Esta fue la ofrenda de Eliab, hijo de Helón. Numbers 7:30 El cuarto día, el príncipe de los hijos de Rubén, Elisur, hijo de Sedeur: Numbers 7:31 Y fue su ofrenda, un plato de plata de ciento y treinta siclos de peso, un jarro de plata de setenta siclos, al siclo del santuario, ambos llenos de flor de harina amasada con aceite para presente: Numbers 7:32 Un cucharón de oro de diez siclos lleno de perfume. Numbers 7:33 Un becerro hijo de vaca, un carnero, un cordero de un año para holocausto; Numbers 7:34 Un macho de cabrío para expiación; Numbers 7:35 Y para sacrificio de paces, dos bueyes, cinco carneros, cinco machos cabríos, cinco corderos de un año. Esta fue la ofrenda de Elisur, hijo de Sedeur. Numbers 7:36 El quinto día el príncipe de los hijos de Simeón, Salamiel, hijo de Surisaddai: Numbers 7:37 Y fue su ofrenda, un plato de plata de ciento y treinta siclos de peso, un jarro de plata de setenta siclos, al siclo del santuario, ambos llenos de flor de harina amasada con aceite para presente: Numbers 7:38 Un cucharón de oro de diez siclos lleno de perfume, Numbers 7:39 Un becerro, hijo de vaca, un carnero, un cordero de un año para holocausto; Numbers 7:40 Un macho de cabrío para expiación; Numbers 7:41 Y para sacrificio de paces, dos bueyes, cinco carneros, cinco machos cabríos, cinco corderos de un año. Esta fue la ofrenda de Salamiel, hijo de Surisaddai. Numbers 7:42 El sexto día, el príncipe de los hijos de Gad, Eliasaf, hijo de Dehuel: Numbers 7:43 Y fue su ofrenda, un plato de plata de ciento y treinta siclos de peso, un jarro de plata de setenta siclos, al siclo del santuario, ambos llenos de flor de harina amasada con aceite para presente: Numbers 7:44 Un cucharón de oro de diez siclos lleno de perfume, Numbers 7:45 Un becerro hijo de vaca, un carnero, un cordero de un año para holocausto; Numbers 7:46 Un macho de cabrío para expiación; Numbers 7:47 Y para sacrificio de paces dos bueyes, cinco carneros, cinco machos cabríos, cinco corderos de un año. Esta fue la ofrenda de Eliasaf, hijo de Dehuel. Numbers 7:48 El séptimo día, el príncipe de los hijos de Efraím, Elisama, hijo de Ammiud: Numbers 7:49 Y fue su ofrenda, un plato de plata de ciento y treinta siclos de peso, un jarro de plata de setenta siclos, al siclo del santuario, ambos llenos de flor de harina amasada con aceite para presente: Numbers 7:50 Un cucharón de oro de diez siclos lleno de perfume, Numbers 7:51 Un becerro hijo de vaca, un carnero, un cordero de un año para holocausto; Numbers 7:52 Un macho de cabrío para expiación; Numbers 7:53 Y para sacrificio de paces, dos bueyes, cinco carneros, cinco machos cabríos, cinco corderos de un año. Esta fue la ofrenda de Elisama, hijo de Ammiud. Numbers 7:54 El octavo día el príncipe de los hijos de Manasés, Gamaliel, hijo de Fadassur: Numbers 7:55 Y fue su ofrenda, un plato de plata de ciento y treinta siclos de peso, un jarro de plata de setenta siclos, al siclo del santuario, ambos llenos de flor de harina amasada con aceite para presente: Numbers 7:56 Un cucharón de oro de diez siclos lleno de perfume, Numbers 7:57 Un becerro hijo de vaca, un carnero, un cordero de un año para holocausto; Numbers 7:58 Un macho de cabrío para expiación; Numbers 7:59 Y para sacrificio de paces, dos bueyes, cinco carneros, cinco machos cabríos, cinco corderos de un año. Esta fue la ofrenda de Gamaliel, hijo de Fadassur. Numbers 7:60 El noveno día, el príncipe de los hijos de Ben-jamín, Abidán, hijo de Gedeón: Numbers 7:61 Y fue su ofrenda, un plato de plata de ciento y treinta siclos de peso, un jarro de plata de setenta siclos, al siclo del santuario, ambos llenos de flor de harina amasada con aceite para presente: Numbers 7:62 Un cucharón de oro de diez siclos lleno de perfume, Numbers 7:63 Un becerro hijo de vaca, un carnero, un cordero de un año para holocausto; Numbers 7:64 Un macho de cabrío para expiación; Numbers 7:65 Y para sacrificio de paces, dos bueyes, cinco carneros, cinco machos cabríos, cinco corderos de un año. Esta fue la ofrenda de Abidán, hijo de Gedeón. Numbers 7:66 El décimo día el príncipe de los hijos de Dan, Ahiezer, hijo de Ammisaddai: Numbers 7:67 Y fue su ofrenda, un plato de plata de ciento y treinta siclos de peso, un jarro de plata de setenta siclos, al siclo del santuario, ambos llenos de flor de harina amasada con aceite para presente: Numbers 7:68 Un cucharón de oro de diez siclos lleno de perfume, Numbers 7:69 Un becerro hijo de vaca, un carnero, un cordero de un año para holocausto; Numbers 7:70 Un macho de cabrío para expiación; Numbers 7:71 Y para sacrificio de paces, dos bueyes, cinco carneros, cinco machos cabríos, cinco corderos de un año. Esta fue la ofrenda de Ahiezer, hijo de Ammisaddai. Numbers 7:72 El día undécimo, el príncipe de los hijos de Aser, Fegiel, hijo de Ocrán: Numbers 7:73 Y fue su ofrenda, un plato de plata de ciento y treinta siclos de peso, un jarro de plata de setenta siclos, al siclo del santuario, ambos llenos de flor de harina amasada con aceite para presente: Numbers 7:74 Un cucharón de oro de diez siclos lleno de perfume. Numbers 7:75 Un becerro hijo de vaca, un carnero, un cordero de un año para holocausto; Numbers 7:76 Un macho de cabrío para expiación; Numbers 7:77 Y para sacrificio de paces, dos bueyes, cinco carneros, cinco machos cabríos, cinco corderos de un año. Esta fue la ofrenda de Fegiel, hijo de Ocrán. Numbers 7:78 El duodécimo día el príncipe de los hijos de Neftalí, Ahira, hijo de Enán: Numbers 7:79 Y fue su ofrenda, un plato de plata de ciento y treinta siclos de peso, un jarro de plata de setenta siclos, al siclo del santuario, ambos llenos de flor de harina amasada con aceite para presente: Numbers 7:80 Un cucharón de oro de diez siclos lleno de perfume, Numbers 7:81 Un becerro hijo de vaca, un carnero, un cordero de un año para holocausto; Numbers 7:82 Un macho de cabrío para expiación; Numbers 7:83 Y para sacrificio de paces, dos bueyes, cinco carneros, cinco machos cabríos, cinco corderos de un año. Esta fue la ofrenda de Ahira, hijo de Enán. Numbers 7:84 Esta fue la dedicación del altar el día que fue ungido por los príncipes de Israel, doce platos de plata, doce jarros de plata, doce cucharones de oro; Numbers 7:85 Cada plato de ciento y treinta siclos, cada jarro de setenta; toda la plata de los vasos fue dos mil y cuatrocientos siclos, al siclo del santuario: Numbers 7:86 Los doce cucharones de oro llenos de perfume de diez siclos cada cucharón, al peso del santuario: todo el oro de los cucharones fue ciento y veinte siclos. Numbers 7:87 Todos los bueyes para holocausto fueron doce becerros, doce carneros, doce corderos de un año con su presente; y doce machos de cabrío para expiación. Numbers 7:88 Y todos los bueyes del sacrificio de las paces, veinte y cuatro becerros, sesenta carneros, sesenta machos cabríos, sesenta corderos de un año. Esta fue la dedicación del altar después que fue ungido. Numbers 7:89 Y cuando entraba Moisés en el tabernáculo del testimonio para hablar con él, oía la voz del que le hablaba desde encima de la cubierta que estaba sobre el arca del testimonio, de entre los dos querubines, y hablaba con él. Numbers 8:0 Numbers 8:1 Y habló Jehová a Moisés, diciendo: Numbers 8:2 Habla a Aarón, y díle: Cuando encendieres las lámparas, las siete lámparas arderán contra la faz del candelero. Numbers 8:3 Y Aarón lo hizo así, que encendió contra la faz del candelero sus lámparas, como Jehová lo mandó a Moisés. Numbers 8:4 Y esta era la hechura del candelero; de oro de martillo: desde su pie hasta sus flores era de martillo, conforme al modelo que Jehová mostró a Moisés, así hizo el candelero. Numbers 8:5 ¶ Ítem, Jehová habló a Moisés, diciendo: Numbers 8:6 Toma a los Levitas de entre los hijos de Israel, y expíalos: Numbers 8:7 Y hacerles has así para expiarlos: Rocía sobre ellos el agua de la expiación, y haz pasar navaja sobre toda su carne, y lavarán sus vestidos, y serán expiados. Numbers 8:8 Y tomarán un novillo hijo de vaca con su presente de flor de harina amasada con aceite: y tomarás otro novillo hijo de vaca, para expiación: Numbers 8:9 Y harás llegar los Levitas delante del tabernáculo del testimonio, y juntarás toda la congregación de los hijos de Israel: Numbers 8:10 Y harás llegar los Levitas delante de Jehová; y pondrán los hijos de Israel sus manos sobre los Levitas: Numbers 8:11 Y ofrecerá Aarón los Levitas delante de Jehová en ofrenda de los hijos de Israel, y servirán en el ministerio de Jehová. Numbers 8:12 Y los Levitas pondrán sus manos sobre las cabezas de los novillos: Y harás el uno por expiación, y el otro en holocausto a Jehová para expiar los Levitas. Numbers 8:13 Y harás presentar los Levitas delante de Aarón, y delante de sus hijos, y ofrecerlos has en ofrenda a Jehová. Numbers 8:14 Y apartarás los Levitas de entre los hijos de Israel, y serán míos los Levitas. Numbers 8:15 Y así después vendrán los Levitas a ministrar en el tabernáculo del testimonio, y expiarlos has, y ofrecerlos has en ofrenda. Numbers 8:16 Porque dados, dados me son a mí los Levitas de entre los hijos de Israel en lugar de todo aquel que abre matriz; en lugar de los primogénitos de todos los hijos de Israel me los he tomado yo. Numbers 8:17 Porque mío es todo primogénito en los hijos de Israel, así de hombres como de animales: desde el día que yo herí a todo primogénito en la tierra de Egipto, los santifiqué para mí: Numbers 8:18 Y he tomado los Levitas en lugar de todos los primogénitos en los hijos de Israel. Numbers 8:19 Y yo he dado dados los Levitas a Aarón, y a sus hijos de entre los hijos de Israel, para que sirvan el ministerio de los hijos de Israel en el tabernáculo del testimonio, y reconcilien a los hijos de Israel, porque no haya plaga en los hijos de Israel, llegando los hijos de Israel al santuario. Numbers 8:20 E hizo Moisés, y Aarón, y toda la congregación de los hijos de Israel de los Levitas, conforme a todas las cosas que mandó Jehová a Moisés a cerca de los Levitas, así hicieron de ellos los hijos de Israel. Numbers 8:21 Y los Levitas se expiaron, y lavaron sus vestidos, y Aarón los ofreció en ofrenda delante de Jehová: y Aarón los reconcilió para expiarlos. Numbers 8:22 Y así después vinieron los Levitas para servir en su ministerio en el tabernáculo del testimonio delante de Aarón, y delante de sus hijos: de la manera que mandó Jehová a Moisés acerca de los Levitas, así hicieron con ellos. Numbers 8:23 ¶ Y habló Jehová a Moisés, diciendo: Numbers 8:24 Esto cuanto a los Levitas: De veinte y cinco años y arriba entrarán a hacer su oficio en el servicio del tabernáculo del testimonio: Numbers 8:25 Mas desde los cincuenta años volverán del oficio de su ministerio, y nunca más servirán: Numbers 8:26 Mas servirán con sus hermanos en el tabernáculo del testimonio para hacer la guarda: mas no servirán en el ministerio. Así harás de los Levitas cuanto a sus oficios. Numbers 9:0 Numbers 9:1 Y habló Jehová a Moisés en el desierto de Sinaí, en el segundo año de su salida de la tierra de Egipto, en el mes primero, diciendo: Numbers 9:2 Los hijos de Israel harán la pascua a su tiempo: Numbers 9:3 El catorceno día de este mes entre las dos tardes la haréis a su tiempo; conforme a todos sus ritos, y conforme a todas sus leyes la haréis. Numbers 9:4 Y habló Moisés a los hijos de Israel para que hiciesen la pascua: Numbers 9:5 E hicieron la pascua en el mes primero, a los catorce días del mes entre las dos tardes en el desierto de Sinaí: conforme a todas las cosas que mandó Jehová a Moisés así hicieron los hijos de Israel. Numbers 9:6 Y hubo algunos que estaban inmundos a causa de muerto, y no pudieron hacer la pascua aquel día: y llegaron delante de Moisés, y delante de Aarón aquel día. Numbers 9:7 Y dijéronle aquellos hombres: Nosotros estamos inmundos por causa de muerto, ¿por qué seremos impedidos de ofrecer ofrenda a Jehová a su tiempo entre los hijos de Israel? Numbers 9:8 Y Moisés les respondió: Esperád, y yo oiré que mandará Jehová acerca de vosotros. Numbers 9:9 Y Jehová habló a Moisés, diciendo: Numbers 9:10 Habla a los hijos de Israel, diciendo: Cualquier varón que fuere inmundo por causa de muerto, o fuere camino lejos de vosotros, o de vuestras generaciones, hará pascua a Jehová. Numbers 9:11 En el mes segundo, a los catorce días del mes, entre las dos tardes, la harán, con cenceñas y yerbas amargas lo comerán. Numbers 9:12 No dejarán de él algo para la mañana, ni quebrarán hueso en él: conforme a todos los ritos de la pascua la harán. Numbers 9:13 Mas el que estuviere limpio, y no fuere de camino, si dejare de hacer la pascua, la tal persona será cortada de sus pueblos: por cuanto no ofreció a su tiempo la ofrenda de Jehová, el tal hombre llevará su pecado. Numbers 9:14 Y si morare con vosotros algún peregrino e hiciere la pascua a Jehová, conforme al rito de la pascua y conforme a sus leyes así la hará: un mismo rito tendréis, así el peregrino, como el natural de la tierra. Numbers 9:15 Y el día que el tabernáculo fue levantado, la nube cubrió el tabernáculo sobre la tienda del testimonio: y a la tarde estaba sobre el tabernáculo como una apariencia de fuego hasta la mañana. Numbers 9:16 Así era continuamente: la nube lo cubría, y de noche la apariencia de fuego. Numbers 9:17 Y según que se alzaba la nube del tabernáculo, los hijos de Israel, se partían; y en el lugar donde la nube paraba, allí alojaban los hijos de Israel. Numbers 9:18 Al dicho de Jehová los hijos de Israel se partían, y al dicho de Jehová asentaban el campo: todos los días que la nube estaba sobre el tabernáculo, ellos estaban quedos. Numbers 9:19 Y cuando la nube se detenía sobre el tabernáculo muchos días, entonces los hijos de Israel aguardaban a Jehová, y no partían. Numbers 9:20 Y era, que cuando la nube estaba sobre el tabernáculo pocos días, al dicho de Jehová alojaban, y al dicho de Jehová partían. Numbers 9:21 Y era, que cuando la nube estaba desde la tarde hasta la mañana, y a la mañana la nube se levantaba, ellos partían: o si había estado el día, y a la noche la nube se levantaba, entonces partían. Numbers 9:22 O si dos días, o un mes, o un año, cuando la nube se detenía sobre el tabernáculo quedándose sobre él, los hijos de Israel asentaban, y no movían: mas cuando ella se alzaba, ellos movían. Numbers 9:23 Al dicho de Jehová asentaban, y al dicho de Jehová partían, aguardando a Jehová, como lo había dicho Jehová por mano de Moisés. Numbers 10:0 Numbers 10:1 Y Jehová habló a Moisés, diciendo: Numbers 10:2 Hazte dos trompetas de plata; de obra de martillo las harás, las cuales te servirán para convocar la congregación, y para hacer mover el campo: Numbers 10:3 Y cuando las tocaren, toda la congregación se juntará a ti a la puerta del tabernáculo del testimonio. Numbers 10:4 Mas cuando tocaren la una, entonces se congregarán a ti los príncipes, las cabezas de los millares de Israel. Numbers 10:5 Y cuando tocareis júbilo, entonces moverá el campo de los que están alojados al oriente. Numbers 10:6 Y cuando tocareis júbilo la segunda vez, entonces moverá el campo de los que están alojados al mediodía: júbilo tocarán a sus partidas. Numbers 10:7 Empero cuando juntareis la congregación, tocaréis, mas no jubilaréis. Numbers 10:8 Y los hijos de Aarón, los sacerdotes, tocarán las trompetas, y tenerlas heis por estatuto perpetuo por vuestras generaciones. Numbers 10:9 Y cuando viniereis a la guerra en vuestra tierra contra el enemigo que os molestare, jubilaréis con las trompetas, y seréis en memoria delante de Jehová vuestro Dios, y seréis salvos de vuestros enemigos. Numbers 10:10 Ítem, en el día de vuestra alegría, y en vuestras solemnidades, y en los principios de vuestros meses tocaréis las trompetas sobre vuestros holocaustos, y sobre los sacrificios de vuestras paces, y seros han por memoria delante de vuestro Dios: Yo Jehová vuestro Dios. Numbers 10:11 ¶ Y fue en el año segundo, en el mes segundo a los veinte del mes, que la nube se alzó del tabernáculo del testimonio. Numbers 10:12 Y movieron los hijos de Israel por sus partidas del desierto de Sinaí; y paró la nube en el desierto de Farán. Numbers 10:13 Y movieron la primera vez al dicho de Jehová por mano de Moisés. Numbers 10:14 Y la bandera del campo de los hijos de Judá comenzó a marchar primero por sus escuadrones: y Nahasón, hijo de Aminadab, era sobre su ejército. Numbers 10:15 Y sobre el ejército de la tribu de los hijos de Isacar era Natanael hijo de Suar. Numbers 10:16 Y sobre el ejército de la tribu de los hijos de Zabulón, Eliab hijo de Helón. Numbers 10:17 Y el tabernáculo era ya desarmado, y movieron los hijos de Gersón, y los hijos de Merari, que lo llevaban. Numbers 10:18 Luego comenzó a marchar la bandera del campo de Rubén por sus escuadrones: y Elisur, hijo de Sedeur, era sobre su ejército. Numbers 10:19 Y sobre el ejército de la tribu de los hijos de Simeón era Salamiel hijo de Surisaddai. Numbers 10:20 Y sobre el ejército de la tribu de los hijos de Gad, Eliasaf hijo de Dehuel. Numbers 10:21 Luego comenzaron a marchar los Caatitas llevando el santuario: y entre tanto que ellos llegaban asentaron el tabernáculo. Numbers 10:22 Después comenzó a marchar la bandera del campo de los hijos de Efraím por sus escuadrones: y Elisama, hijo de Ammiud, era sobre su ejército. Numbers 10:23 Y sobre el ejército de la tribu de los hijos de Manasés, Gamaliel hijo de Fadassur. Numbers 10:24 Y sobre el ejército de la tribu de los hijos de Ben-jamín, Abidam hijo de Gedeón. Numbers 10:25 Luego comenzó a marchar la bandera del campo de los hijos de Dan por sus escuadrones recogiendo todos los campos: y Ahiezer, hijo de Ammisaddai, era sobre su ejército. Numbers 10:26 Y sobre el ejército de la tribu de los hijos de Aser, Fegiel hijo de Ocrán. Numbers 10:27 Y sobre el ejército de la tribu de los hijos de Neftalí, Ahira hijo de Enán. Numbers 10:28 Estas son las partidas de los hijos de Israel por sus ejércitos: y así se partieron. Numbers 10:29 ¶ Entonces Moisés dijo a Hobab hijo de Raguel Madianita su suegro: Nosotros nos partimos para el lugar del cual Jehová ha dicho: Yo os lo daré. Ven con nosotros, y hacerte hemos bien; porque Jehová ha hablado bien sobre Israel. Numbers 10:30 Y él le respondió: Yo no vendré, antes me iré a mi tierra, y a mi parentela. Numbers 10:31 Y él le dijo: Ruégote que no nos dejes, porque tú sabes nuestros alojamientos en el desierto, y nos serás en lugar de ojos. Numbers 10:32 Y será, que si vinieres con nosotros, cuando hubiéremos el bien que Jehová nos ha de hacer, nosotros te haremos bien. Numbers 10:33 Así partieron del monte de Jehová camino de tres días, y el arca del concierto de Jehová fue delante de ellos camino de tres días buscándoles reposo. Numbers 10:34 Y la nube de Jehová iba sobre ellos de día desde que partieron del campo. Numbers 10:35 ¶ Y fue, que en moviendo el arca, Moisés decía: Levántate Jehová, y sean disipados tus enemigos, y huyan delante de tu rostro los que te aborrecen. Numbers 10:36 Y en asentando ella, decía: Vuelve Jehová a los millares de los millares de Israel. Numbers 11:0 Numbers 11:1 Y aconteció, que el pueblo se quejó en oídos de Jehová, y oyólo Jehová, y enojóse su furor, y encendióse en ellos fuego de Jehová, y consumió el un cabo del campo. Numbers 11:2 Entonces el pueblo dio voces a Moisés, y Moisés oró a Jehová, y el fuego se hundió. Numbers 11:3 Y llamó a aquel lugar Tabera; porque el fuego de Jehová se encendió en ellos. Numbers 11:4 ¶ Y el vulgo que era en medio del pueblo tuvo deseo, y volvieron, y aun lloraron los hijos de Israel, y dijeron: ¿Quién nos hiciese comer carne? Numbers 11:5 Acordámosnos del pescado, que comíamos en Egipto de balde, de los pepinos, y de los melones, y de los puerros, y de las cebollas, y de los ajos: Numbers 11:6 Y ahora nuestra alma se seca, que nada sino man ven nuestros ojos. Numbers 11:7 Y el man era como simiente de cilantro, y su color como color de cristal. Numbers 11:8 Derramábase el pueblo, y cogían, y molían en molinos, o majaban en morteros, y cocían en la caldera, y hacían de él tortas; y su sabor era como sabor de aceite nuevo. Numbers 11:9 Y cuando descendía el rocío sobre el real de noche, el man descendía de sobre él. Numbers 11:10 ¶ Y oyó Moisés al pueblo, que lloraba por sus familias, cada uno a la puerta de su tienda, y el furor de Jehová se encendió en gran manera; y pareció mal a Moisés. Numbers 11:11 Y dijo Moisés a Jehová: ¿Por qué has hecho mal a tu siervo? ¿Y por qué no he hallado gracia en tus ojos, que has puesto la carga de todo este pueblo sobre mí? Numbers 11:12 ¿Concebí yo a todo este pueblo? ¿Engendréle yo, que me dices, llévale en tus brazos, como lleva el que cria al que mama, a la tierra de la cual juraste a sus padres? Numbers 11:13 ¿De dónde tengo yo carne para dar a todo este pueblo? Porque lloran sobre mí, diciendo: Dános carne, que comamos. Numbers 11:14 No puedo yo solo suportar a todo este pueblo, que es más pesado que yo. Numbers 11:15 Y si así lo haces tú conmigo, yo te ruego que me mates de muerte, si he hallado gracia en tus ojos, y que yo no vea mi mal. Numbers 11:16 ¶ Entonces Jehová dijo a Moisés: Júntame setenta varones de los ancianos de Israel, que sabes que son ancianos del pueblo, y sus príncipes: y tráelos a la puerta del tabernáculo del testimonio, y esperen allí contigo. Numbers 11:17 Y yo descenderé, y hablaré allí contigo, y tomaré del espíritu que está en ti, y pondré en ellos, y llevarán contigo la carga del pueblo, y no la llevarás tú solo. Numbers 11:18 ¶ Empero al pueblo dirás: Santificáos para mañana, y comeréis carne: por cuanto habéis llorado en oídos de Jehová, diciendo: ¿Quién nos hiciese comer carne? Cierto mejor nos iba en Egipto. Que Jehová os dará carne, y comeréis. Numbers 11:19 No comeréis un día, ni dos días, ni cinco días, ni diez días, ni veinte días: Numbers 11:20 Hasta un mes de tiempo, hasta que os salga por las narices, y os sea en aborrecimiento: por cuanto menospreciasteis a Jehová, que está en medio de vosotros, y llorasteis delante de él, diciendo: ¿Para qué salimos acá de Egipto? Numbers 11:21 ¶ Entonces Moisés dijo: Seiscientos mil de a pie es el pueblo en medio del cual yo estoy: ¿Y tú dices: yo les daré carne, y comerán un mes de tiempo? Numbers 11:22 ¿Degollarse han para ellos ovejas y bueyes que les basten? o ¿juntarse han para ellos todos los peces de la mar, para que hayan abasto? Numbers 11:23 Entonces Jehová respondió a Moisés: ¿Será cortada la mano de Jehová? Ahora verás si te viene mi dicho o no. Numbers 11:24 ¶ Y salió Moisés, y dijo al pueblo las palabras de Jehová: y juntó los setenta varones de los ancianos del pueblo, e hízolos estar al derredor del tabernáculo. Numbers 11:25 Entonces Jehová descendió en la nube, y hablóle: y tomó del espíritu que estaba en él, y puso en los setenta varones ancianos, y fue, que en reposando en ellos el espíritu profetizaron, y no añadieron. Numbers 11:26 Y habían quedado en el campo dos varones: el uno se llamaba Eldad, y el otro Medad, sobre los cuales también reposó el espíritu: estos estaban entre los escritos, mas no habían salido al tabernáculo, y profetizaron en el campo. Numbers 11:27 Y corrió un mozo, y dio aviso a Moisés, y dijo: Eldad y Medad profetizan en el campo. Numbers 11:28 ¶ Entonces respondió Josué, hijo de Nun, ministro de Moisés, de sus mancebos, y dijo: Señor mío Moisés, impídelos. Numbers 11:29 Y Moisés le respondió: ¿Tienes tú celos por mí? Mas ¡quién diese que todo el pueblo de Jehová fuesen profetas, que Jehová diese su espíritu sobre ellos! Numbers 11:30 Y recogióse Moisés al campo, él y los ancianos de Israel. Numbers 11:31 ¶ Y salió un viento de Jehová, y trajo codornices de la mar, y dejólas sobre el real un día de camino de la una parte, y otro día de camino de la otra en derredor del campo, y casi dos codos sobre la haz de la tierra. Numbers 11:32 Entonces el pueblo se levantó todo aquel día, y toda la noche, y todo el día siguiente, y cogiéronse codornices, el que menos, cogió diez montones: y tendiéronselas tendiendo al derredor del campo. Numbers 11:33 Aun estaba la carne entre los dientes de ellos, antes que fuese cortada, cuando el furor de Jehová se encendió en el pueblo, e hirió Jehová al pueblo de gran plaga en gran manera. Numbers 11:34 Y llamó el nombre de aquel lugar Kibrot-hattaava, por cuanto allí sepultaron al pueblo codicioso. Numbers 11:35 De Kibrot-hattaava movió el pueblo a Jaserot, y pararon en Jaserot. Numbers 12:0 Numbers 12:1 Y habló María y Aarón contra Moisés por causa de la mujer Etiopisa que había tomado; porque él había tomado mujer Etiopisa. Numbers 12:2 Y dijeron: ¿Solamente por Moisés ha hablado Jehová? ¿No ha hablado también por nosotros? Y oyó Jehová. Numbers 12:3 Y aquel varón Moisés era muy manso, más que todos los hombres, que eran sobre la tierra. Numbers 12:4 ¶ Y luego dijo Jehová a Moisés y a Aarón, y a María: Salíd vosotros tres al tabernáculo del testimonio. Y salieron ellos tres. Numbers 12:5 Entonces Jehová descendió en la columna de la nube, y púsose a la puerta del tabernáculo, y llamó a Aarón y a María, y salieron ellos ambos. Numbers 12:6 Y él les dijo: Oíd ahora mis palabras: Si tuviereis profeta de Jehová, yo le apareceré en visión, en sueños hablaré con él. Numbers 12:7 Mi siervo Moisés no es así: en toda mi casa es fiel. Numbers 12:8 Boca a boca hablaré con él, y de vista: y no por figuras o semejanza verá a Jehová: ¿por qué pues no hubisteis temor de hablar contra mi siervo Moisés? Numbers 12:9 Entonces el furor de Jehová se encendió en ellos y se fue; Numbers 12:10 Y la nube se apartó del tabernáculo: y he aquí que María era leprosa como la nieve: Y miró Aarón a María, y he aquí que estaba leprosa. Numbers 12:11 ¶ Y dijo Aarón a Moisés: Ay señor mío, no pongas ahora sobre nosotros pecado; porque locamente lo hemos hecho, y hemos pecado. Numbers 12:12 No sea ella ahora como el que sale muerto del vientre de su madre consumida la mitad de su carne. Numbers 12:13 Entonces Moisés clamó a Jehová, diciendo: Ruégote, oh Dios, que la sanes ahora. Numbers 12:14 ¶ Jehová respondió a Moisés: ¿Pues si su padre escupiendo hubiera escupido en su cara, no se avergonzaría por siete días? sea echada fuera del real por siete días; y después se juntará. Numbers 12:15 Así María fue echada del real siete días, y el pueblo no pasó a delante hasta que María se juntó. Numbers 12:16 Y después movió el pueblo de Jaserot, y asentaron el campo en el desierto de Farán. Numbers 13:0 Numbers 13:1 Y Jehová habló a Moisés, diciendo: Numbers 13:2 Envíate hombres que reconozcan la tierra de Canaán que yo doy a los hijos de Israel; de cada tribu de sus padres enviaréis un varón, cada uno príncipe entre ellos. Numbers 13:3 Y Moisés los envió desde el desierto de Farán conforme a la palabra de Jehová: y todos aquellos varones eran príncipes de los hijos de Israel. Numbers 13:4 Los nombres de los cuales son estos: De la tribu de Rubén, Sammua hijo de Zecur. Numbers 13:5 De la tribu de Simeón, Safar hijo de Huri. Numbers 13:6 De la tribu de Judá, Caleb hijo de Jefone. Numbers 13:7 De la tribu de Isacar, Igal hijo de José. Numbers 13:8 De la tribu de Efraím, Oséas hijo de Nun. Numbers 13:9 De la tribu de Ben-jamín, Palti hijo de Rafín. Numbers 13:10 De la tribu de Zabulón, Geddiel hijo de Sodi. Numbers 13:11 De la tribu de José, de la tribu de Manasés, Gaddi hijo de Susi. Numbers 13:12 De la tribu de Dan, Ammiel hijo de Gemalli. Numbers 13:13 De la tribu de Aser, Setur hijo de Micael. Numbers 13:14 De la tribu de Neftalí, Nahabi hijo de Vapsi. Numbers 13:15 De la tribu de Gad, Guel hijo de Maqui. Numbers 13:16 Estos son los nombres de los varones, que Moisés envió a reconocer la tierra; y a Oséas hijo de Nun, Moisés le puso nombre Josué. Numbers 13:17 Y enviólos Moisés a reconocer la tierra de Canaán, diciéndoles: Subíd por aquí, por el mediodía, y subíd al monte. Numbers 13:18 Y considerád la tierra, que tal es: y el pueblo que la habita, si es fuerte, o flaco; si es poco, o mucho: Numbers 13:19 Que tal es la tierra habitada, si es buena, o mala; y que tales son las ciudades habitadas; si son de tiendas, o de fortalezas: Numbers 13:20 Ítem, cual sea la tierra, si es gruesa, o magra; si hay en ella árboles, o no. Y esforzáos, y cogéd del fruto de la tierra. Y el tiempo era el tiempo de las primeras uvas. Numbers 13:21 Y ellos subieron, y reconocieron la tierra desde el desierto de Sin, hasta Rohob entrando en Emat. Numbers 13:22 Y subieron por el mediodía, y vinieron hasta Hebrón: y allí estaba Aquimán, y Sisai, y Tolmai, hijos de Enac. Y Hebrón fue edificada siete años antes de Soán la de Egipto. Numbers 13:23 Y llegaron hasta el arroyo de Escol, y de allí cortaron un sarmiento con un racimo de uvas, el cual trajeron dos en una barra; y de las granadas, y de los higos. Numbers 13:24 Y llamó a aquel lugar, Nahalescol por el racimo, que cortaron de allí los hijos de Israel. Numbers 13:25 ¶ Y volvieron de reconocer la tierra al cabo de cuarenta días. Numbers 13:26 Y anduvieron, y vinieron a Moisés y a Aarón, y a toda la congregación de los hijos de Israel en el desierto de Farán, en Cádes; y diéronles la respuesta, y a toda la congregación, y mostráronles el fruto de la tierra. Numbers 13:27 Y contáronle, y dijeron: Nosotros llegamos a la tierra a la cual nos enviaste; la cual ciertamente corre leche y miel, y este es el fruto de ella: Numbers 13:28 Mas el pueblo que habita aquella tierra, es fuerte, y las ciudades muy grandes y fuertes: y también vimos allí los hijos de Enac. Numbers 13:29 Amalec habita la tierra del mediodía, y el Jetteo, y el Jebuseo, y el Amorreo habitan en el monte: y el Cananeo habita junto a la mar, y a la ribera del Jordán. Numbers 13:30 ¶ Entonces Caleb hizo callar el pueblo delante de Moisés, y dijo: Subamos subiendo, y poseámosla; que más podremos que ella. Numbers 13:31 Mas los varones que subieron con él, dijeron: No podremos subir contra aquel pueblo; porque es más fuerte que nosotros: Numbers 13:32 Y infamaron la tierra, que habían reconocido, con los hijos de Israel, diciendo: La tierra por donde pasamos para reconocerla, es tierra que traga a sus moradores; y todo el pueblo, que vimos en medio de ella, son hombres de grande estatura. Numbers 13:33 También vimos allí gigantes, hijos de Enac, de los gigantes: y éramos nosotros, a nuestro parecer, como langostas: y así les parecíamos también a ellos. Numbers 14:0 Numbers 14:1 Entonces toda la congregación alzaron grita, y dieron voces; y lloró el pueblo aquella noche. Numbers 14:2 Y quejáronse contra Moisés, y contra Aarón, todos los hijos de Israel, y dijéronles toda la multitud: Ojalá hubiéramos muerto en la tierra de Egipto: o en este desierto, ojalá muriéramos. Numbers 14:3 Y ¿por qué nos trae Jehová a esta tierra para caer a cuchillo, y que nuestras mujeres y nuestros chiquitos sean por presa? ¿No nos sería mejor volvernos a Egipto? Numbers 14:4 Y decían el uno al otro: Hagamos un capitán, y volvámosnos a Egipto. Numbers 14:5 Entonces Moisés y Aarón cayeron sobre sus rostros delante de toda la compañía de la congregación de los hijos de Israel. Numbers 14:6 ¶ Y Josué hijo de Nun, y Caleb hijo de Jefone, de los que habían reconocido la tierra, rompieron sus vestidos. Numbers 14:7 Y hablaron a toda la congregación de los hijos de Israel, diciendo: La tierra por donde pasamos para reconocerla es tierra en grande manera buena: Numbers 14:8 Si Jehová se agradare de nosotros, él nos meterá en esta tierra, y nos la entregará, tierra que corre leche y miel. Numbers 14:9 Por tanto no seáis rebeldes contra Jehová, ni temáis al pueblo de aquesta tierra, porque nuestro pan son. Su amparo se ha apartado de ellos, y con nosotros es Jehová, no los temáis. Numbers 14:10 Entonces toda la multitud habló de apedrearlos con piedras, y la gloria de Jehová se mostró en el tabernáculo del testimonio a todos los hijos de Israel. Numbers 14:11 ¶ Y Jehová dijo a Moisés: ¿Hasta cuándo me ha de irritar este pueblo? ¿Hasta cuándo no me ha de creer con todas las señales que he hecho en medio de ellos? Numbers 14:12 Yo lo heriré de mortandad, y lo destruiré, y a ti te pondré sobre gente grande y fuerte más que él. Numbers 14:13 Y Moisés respondió a Jehová: Y oírlo han los Egipcios, porque de en medio de él sacaste a este pueblo con tu fortaleza. Numbers 14:14 Y dirán los Egipcios a los habitadores de esta tierra, los cuales han ya oído que tú, oh Jehová, estabas en medio de este pueblo, que ojo a ojo aparecías tú, oh Jehová, y que tu nube estaba sobre ellos y que de día ibas delante de ellos en columna de nube, y de noche en columna de fuego; Numbers 14:15 Y que has hecho morir a este pueblo como a un hombre: y dirán las gentes, que oyeren tu fama, diciendo: Numbers 14:16 Porque no pudo Jehová meter este pueblo en la tierra de la cual les había jurado, los mató en el desierto. Numbers 14:17 Ahora, pues, yo te ruego que sea magnificada la fortaleza del Señor, como lo hablaste, diciendo: Numbers 14:18 Jehová, luengo de iras, y grande en misericordia, que suelta la iniquidad y la rebelión: y absolviendo no absolverá. Que visita la maldad de los padres sobre los hijos hasta los terceros y hasta los cuartos. Numbers 14:19 Perdona ahora la iniquidad de este pueblo según la grandeza de tu misericordia, y como has perdonado a este pueblo desde Egipto hasta aquí. Numbers 14:20 ¶ Entonces Jehová dijo: Yo lo he perdonado conforme a tu dicho. Numbers 14:21 Mas ciertamente vivo yo, y mi gloria hinche toda la tierra, Numbers 14:22 Que todos los que vieron mi gloria, y mis señales que he hecho en Egipto y en el desierto, y me han tentado ya diez veces, y no han oído mi voz, Numbers 14:23 No verán la tierra de la cual juré a sus padres; y que ninguno de los que me han irritado, la verá. Numbers 14:24 Mas mi siervo Caleb, por cuanto hubo otro espíritu en él, y cumplió de ir en pos de mí, yo le meteré en la tierra donde entró, y su simiente la recibirá en heredad: Numbers 14:25 Y aun al Amalecita, y al Cananeo que habitan en el valle. Volvéos mañana, y partíos al desierto camino del mar Bermejo. Numbers 14:26 Ítem, Jehová habló a Moisés, y a Aarón, diciendo: Numbers 14:27 ¿Hasta cuándo oiré a esta mala congregación que murmura contra mí, las quejas de los hijos de Israel, que se quejan de mí? Numbers 14:28 Díles: Vivo yo, dice Jehová, que como vosotros hablasteis a mis oídos, así haré yo con vosotros. Numbers 14:29 En este desierto caerán vuestros cuerpos, y todos vuestros contados por toda vuestra cuenta de veinte años arriba, los que murmurasteis contra mí, Numbers 14:30 Que vosotros no entraréis en la tierra por la cual alcé mi mano de haceros habitar en ella, sacando a Caleb hijo de Jefone, y a Josué hijo de Nun. Numbers 14:31 Y vuestros chiquitos, de los cuales dijisteis: Por presa serán, yo los meteré, y ellos sabrán la tierra que vosotros despreciasteis. Numbers 14:32 Y vuestros cuerpos, vosotros, en este desierto caerán. Numbers 14:33 Mas vuestros hijos serán pastores en este desierto cuarenta años, y ellos llevarán vuestras fornicaciones, hasta que vuestros cuerpos sean consumidos en el desierto: Numbers 14:34 Conforme al número de los días en que reconocisteis la tierra, cuarenta días, día por año, día por año, llevaréis vuestras iniquidades cuarenta años, y conoceréis mi castigo. Numbers 14:35 Yo Jehová he hablado: Si esto no hiciere a toda esta congregación mala, que se ha juntado contra mí: en este desierto serán consumidos, y ahí morirán. Numbers 14:36 ¶ Y los varones que Moisés envió a reconocer la tierra, y vueltos habían hecho murmurar contra él a toda la congregación infamando la tierra: Numbers 14:37 Aquellos varones, que habían infamado la tierra, murieron de plaga delante de Jehová: Numbers 14:38 Mas Josué hijo de Nun, y Caleb hijo de Jefone, vivieron, de aquellos hombres que habían ido a reconocer la tierra. Numbers 14:39 Y Moisés dijo estas cosas, a todos los hijos de Israel, y el pueblo se enlutó mucho. Numbers 14:40 ¶ Y levantáronse por la mañana, y subieron a la cumbre del monte, diciendo: Hénos aquí aparejados para subir al lugar del cual ha hablado Jehová, por cuanto hemos pecado. Numbers 14:41 Y dijo Moisés: ¿Por qué quebrantáis el dicho de Jehová? Esto tampoco os sucederá bien. Numbers 14:42 No subáis, porque Jehová no está en medio de vosotros, no seáis heridos delante de vuestros enemigos. Numbers 14:43 Porque el Amalecita, y el Cananeo están allí delante de vosotros, y caeréis a cuchillo; porque por cuanto os habéis tornado de seguir a Jehová, y Jehová no será con vosotros. Numbers 14:44 Y forzáronse a subir en la cumbre del monte, mas el arca del concierto de Jehová, y Moisés no se quitaron de en medio del campo. Numbers 14:45 Y descendió el Amalecita, y el Cananeo que habitaban en el monte, e hiriéronlos, y deshiciéronlos, hasta Jorma. Numbers 15:0 Numbers 15:1 Y Jehová habló a Moisés, diciendo: Numbers 15:2 Habla a los hijos de Israel, y díles: Cuando hubiereis entrado en la tierra de vuestras habitaciones que yo os doy, Numbers 15:3 E hiciereis ofrenda encendida a Jehová, holocausto, o sacrificio, para ofrecer voto, o de vuestra voluntad, o para hacer en vuestras solemnidades olor de holganza a Jehová de vacas, o de ovejas, Numbers 15:4 Entonces el que ofreciere, ofrecerá por su ofrenda a Jehová por presente, una diezma de flor de harina amasada con una cuarta de hin de aceite: Numbers 15:5 Y de vino para la derramadura ofrecerás una cuarta de hin allende del holocausto, o del sacrificio por cada un cordero. Numbers 15:6 Y por cada carnero harás presente de dos diezmas de flor de harina amasada con el tercio de un hin de aceite. Numbers 15:7 Y de vino para la derramadura ofrecerás el tercio de un hin a Jehová en olor de holganza. Numbers 15:8 Y cuando hicieres novillo en holocausto, o sacrificio, para ofrecer voto, o sacrificio de paces a Jehová, Numbers 15:9 Ofrecerás con el novillo presente de tres diezmas de flor de harina amasada con la mitad de un hin de aceite. Numbers 15:10 Y de vino para la derramadura ofrecerás la mitad de un hin en ofrenda encendida de olor de holganza a Jehová. Numbers 15:11 Así se hará con cada un buey, o carnero, o cordero así de las ovejas como de las cabras; Numbers 15:12 Conforme al número así haréis con cada uno, según el número de ellos. Numbers 15:13 ¶ Todo natural hará estas cosas así, para ofrecer ofrenda encendida de olor de holganza a Jehová. Numbers 15:14 Y cuando habitare con vosotros extranjero, o cualquiera que estuviere entre vosotros por vuestras edades, si hiciere ofrenda encendida a Jehová de olor de holganza; como vosotros hiciereis, así hará él. Numbers 15:15 O congregación, un mismo estatuto tendréis vosotros, y el extranjero que peregrina, el cual será perpetuo por vuestras edades: como vosotros así será el peregrino delante de Jehová. Numbers 15:16 Una misma ley y un mismo derecho tendréis vosotros y el peregrino que peregrina con vosotros. Numbers 15:17 ¶ Ítem, habló Jehová a Moisés, diciendo: Numbers 15:18 Habla a los hijos de Israel, y díles: cuando hubiereis entrado en la tierra a la cual yo os traigo, Numbers 15:19 Será, que cuando comenzareis a comer del pan de la tierra, ofreceréis ofrenda a Jehová. Numbers 15:20 De lo primero que amasareis, ofreceréis una torta en ofrenda; como la ofrenda de la era, así la ofreceréis. Numbers 15:21 De las primicias de vuestras masas daréis a Jehová ofrenda por vuestras generaciones. Numbers 15:22 ¶ Y cuando errareis, y no hiciereis todos estos mandamientos, que Jehová ha dicho a Moisés, Numbers 15:23 Todas las cosas que Jehová os ha mandado por la mano de Moisés desde el día que Jehová mandó, y adelante a vuestras edades, Numbers 15:24 Será, que si el pecado fue hecho por yerro con ignorancia de la congregación, toda la congregación ofrecerá un novillo, hijo de vaca, en holocausto en olor de holganza a Jehová, con su presente y su derramadura, conforme a la ley; y un macho de cabrío en expiación. Numbers 15:25 Y reconciliará el sacerdote a toda la congregación de los hijos de Israel; y serles ha perdonado, porque yerro es: y ellos traerán sus ofrendas, ofrenda encendida a Jehová, y sus expiaciones delante de Jehová por sus yerros. Numbers 15:26 Y será perdonado a toda la congregación de los hijos de Israel, y al extranjero que peregrina entre ellos, por cuanto es yerro de todo el pueblo. Numbers 15:27 ¶ Y si una persona pecare por yerro, ofrecerá una cabra de un año por expiación. Numbers 15:28 Y el sacerdote reconciliará la persona que hubiere pecado por yerro, cuando pecare por yerro delante de Jehová, reconciliarla ha, y serle ha perdonado. Numbers 15:29 El natural, entre los hijos de Israel, y el peregrino que peregrinare entre ellos, una misma ley tendréis para el que hiciere por yerro. Numbers 15:30 ¶ Mas la persona que hiciere por mano levantada, así el natural como el extranjero, a Jehová injurió, y la tal persona será cortada de en medio de su pueblo. Numbers 15:31 Por cuanto tuvo en poco la palabra de Jehová, y anuló su mandamiento, cortando será cortada la tal persona: su iniquidad será sobre ella. Numbers 15:32 ¶ Y estando los hijos de Israel en el desierto, hallaron un hombre que cogía leña en día de sábado. Numbers 15:33 Y los que le hallaron cogiendo leña, trajéronle a Moisés y a Aarón, y a toda la congregación. Numbers 15:34 Y pusiéronle en la cárcel, porque no estaba declarado que le habían de hacer. Numbers 15:35 Y Jehová dijo a Moisés: Muera de muerte aquel hombre: apedréele con piedras toda la congregación fuera del campo. Numbers 15:36 Entonces la congregación le sacó fuera del campo, y apedreáronle con piedras, y murió, como Jehová mandó a Moisés. Numbers 15:37 ¶ Ítem, Jehová habló a Moisés, diciendo: Numbers 15:38 Habla a los hijos de Israel, y díles: Que se hagan pezuelos en los cabos de sus vestidos por sus edades: y pongan en cada pezuelo de los cabos del vestido un cordón de cárdeno. Numbers 15:39 ¶ Y serviros ha de pezuelo, para que cuando lo viereis, os acordéis de todos los mandamientos de Jehová para hacerlos, y no miréis en pos de vuestro corazón y de vuestros ojos, en pos de los cuales vosotros fornicáis. Numbers 15:40 Para que os acordéis, y hagáis todos mis mandamientos, y seáis santos a vuestro Dios. Numbers 15:41 Yo Jehová vuestro Dios, que os saqué de la tierra de Egipto para ser vuestro Dios: Yo Jehová vuestro Dios. Numbers 16:0 Numbers 16:1 Y tomó Coré, hijo de Isaar, hijo de Caat, hijo de Leví; y Datán y Abirom, hijos de Eliab; y Hon, hijo de Felet de los hijos de Rubén, Numbers 16:2 Y levantáronse contra Moisés con doscientos y cincuenta varones de los hijos de Israel, príncipes de la congregación, de los del consejo, varones de nombre. Numbers 16:3 Y juntáronse contra Moisés y Aarón, y dijéronles: Bástaos, porque toda la congregación, todos ellos son santos, y en medio de ellos está Jehová: ¿por qué, pues, os levantáis vosotros sobre la congregación de Jehová? Numbers 16:4 ¶ Y como lo oyó Moisés, echóse sobre su rostro: Numbers 16:5 Y habló a Coré y a toda su compañía, diciendo: Mañana mostrará Jehová quien es suyo, y al santo hacerle ha llegar a sí: y al que él escogiere, él le llegará a sí. Numbers 16:6 Hacéd esto, tomáos incensarios, Coré y toda su compañía; Numbers 16:7 Y ponéd fuego en ellos; y ponéd en ellos sahumerio delante de Jehová mañana; y será, que el varón que Jehová escogiere, aquel será el santo: Básteos esto hijos de Leví. Numbers 16:8 Dijo más Moisés a Coré: Oíd ahora hijos de Leví: Numbers 16:9 ¿Poco os es, que os haya apartado el Dios de Israel de la compañía de Israel, haciéndoos allegar a sí, para que ministraseis en el servicio del tabernáculo de Jehová, que estuvieseis delante de la congregación para ministrarles? Numbers 16:10 ¿Y que te hizo llegar a ti, y a todos tus hermanos los hijos de Leví contigo, sino que procuréis también el sacerdocio? Numbers 16:11 Por tanto tú, y toda tu compañía sois los que os juntáis contra Jehová: ¿que Aarón qué es, que os cuajáis vosotros contra él? Numbers 16:12 Y envió Moisés a llamar a Datán y a Abirón los hijos de Eliab; y ellos respondieron: No vendremos. Numbers 16:13 ¿Poco es que nos hayas hecho venir de una tierra que corre leche y miel, para hacernos morir en el desierto, sino que también te enseñorees de nosotros enseñoreando? Numbers 16:14 Y tampoco tú no nos has metido en tierra que corre leche y miel, ni nos has dado heredades de tierras y viñas, ¿has de arrancar los ojos de estos varones? No subiremos. Numbers 16:15 Entonces Moisés se enojó en gran manera, y dijo a Jehová: No mires a su presente; ni aun un asno he tomado de ellos, ni a ninguno de ellos he hecho mal. Numbers 16:16 Después Moisés dijo a Coré: Tú y toda tu compañía ponéos delante de Jehová, tú y ellos, y Aarón, mañana: Numbers 16:17 Y tomád cada uno su incensario, y ponéd sahumerio en ellos, y ofrecéd delante de Jehová cada uno su incensario, doscientos y cincuenta incensarios: y tú y Aarón cada uno con su incensario. Numbers 16:18 Y tomaron cada uno su incensario, y pusieron en ellos fuego, y pusieron en ellos sahumerio, y pusiéronse a la puerta del tabernáculo del testimonio, y Moisés y Aarón. Numbers 16:19 Y a Coré había hecho juntar contra ellos toda la compañía a la puerta del tabernáculo del testimonio: Entonces la gloria de Jehová apareció a toda la congregación. Numbers 16:20 ¶ Y Jehová habló a Moisés y Aarón, diciendo: Numbers 16:21 Apartáos de entre esta compañía, y consumirlos he en un momento. Numbers 16:22 Y ellos se echaron sobre sus rostros, y dijeron: Dios, Dios de los espíritus de toda carne, ¿no es un varón el que pecó, y airarte has contra toda la compañía? Numbers 16:23 Entonces Jehová habló a Moisés, diciendo: Numbers 16:24 Habla a la congregación, diciendo: Apartáos de en derredor de la tienda de Coré, Datán, y Abirón. Numbers 16:25 Y Moisés se levantó, y fue a Datán, y Abirón, y los ancianos de Israel fueron en pos de él. Numbers 16:26 Y él habló a la congregación, diciendo: Apartáos ahora de las tiendas de estos impíos hombres, y no toquéis ninguna cosa suya, porque no perezcáis en todos sus pecados. Numbers 16:27 Y apartáronse de las tiendas de Coré, de Datán y de Abirón en derredor, y Datán y Abirón salieron, y pusiéronse a las puertas de sus tiendas con sus mujeres, y sus hijos, y sus chiquitos. Numbers 16:28 Y dijo Moisés: En esto conoceréis que Jehová me ha enviado para que hiciese todas estas obras, que no las he hecho de mi corazón. Numbers 16:29 Si como mueren todos los hombres, murieren estos, y si con visitación de todos los hombres será visitado sobre ellos, Jehová no me envió. Numbers 16:30 Mas si Jehová criare criatura, y la tierra abriere su boca, y los tragare con todas sus cosas y descendieren al infierno vivos, entonces conoceréis que estos hombres irritaron a Jehová. Numbers 16:31 Y aconteció, que en acabando él de hablar todas estas palabras, la tierra, que estaba debajo de ellos se rompió: Numbers 16:32 Y abrió la tierra su boca, y tragólos a ellos, y a sus casas, y a todos los hombres de Coré, y a toda su hacienda: Numbers 16:33 Y ellos y todo lo que tenían, descendieron vivos al infierno; y la tierra los cubrió, y perecieron de en medio de la congregación. Numbers 16:34 Y todo Israel, los que estaban en derredor de ellos, huyeron al estruendo de ellos: porque decían: Porque no nos trague la tierra. Numbers 16:35 Y salió fuego de Jehová, y consumió los doscientos y cincuenta hombres que ofrecían el sahumerio. Numbers 16:36 ¶ Entonces Jehová habló a Moisés, diciendo: Numbers 16:37 Di a Eleazar hijo de Aarón sacerdote, que tome los incensarios de en medio del incendio, y derrame el fuego a delante, porque son santificados: Numbers 16:38 Los incensarios de estos pecadores en sus almas; y harán de ellos planchas extendidas para cubrir el altar: por cuanto ofrecieron con ellos delante de Jehová, son santificados; y serán por señal a los hijos de Israel. Numbers 16:39 Y el sacerdote Eleazar tomó los incensarios de metal con que los quemados habían ofrecido, y extendiéronlos para cubrir el altar, Numbers 16:40 En memorial a los hijos de Israel, que ningún extraño que no sea de la simiente de Aarón, llegue a ofrecer sahumerio delante de Jehová, porque no sea como Coré, y como su compañía, como lo dijo Jehová por mano de Moisés a él. Numbers 16:41 ¶ El día siguiente toda la congregación de los hijos de Israel se quejaron contra Moisés y Aarón, diciendo: Vosotros habéis muerto al pueblo de Jehová. Numbers 16:42 Y aconteció que como se juntó la congregación contra Moisés y Aarón, miraron hacia el tabernáculo del testimonio, y, he aquí, la nube lo había cubierto, y la gloria de Jehová apareció. Numbers 16:43 Y vino Moisés y Aarón delante del tabernáculo del testimonio, Numbers 16:44 Y Jehová habló a Moisés, diciendo: Numbers 16:45 Apartáos de en medio de esta compañía, y consumirlos he en un momento. Y ellos se echaron sobre sus rostros. Numbers 16:46 Y dijo Moisés a Aarón: Toma el incensario, y pon en él fuego del altar, y pon sobre él perfume, y vé presto a la congregación, y reconcílialos, porque el furor ha salido de delante la faz de Jehová: la mortandad ha comenzado. Numbers 16:47 Entonces tomó Aarón, como Moisés dijo, y corrió en medio de la congregación: y he aquí que la mortandad había comenzado en el pueblo: y puso perfume, y reconcilió al pueblo. Numbers 16:48 Y púsose entre los muertos y los vivos, y la mortandad cesó. Numbers 16:49 Y fueron los que murieron de aquella mortandad catorce mil y sietecientos, sin los muertos por el negocio de Coré. Numbers 16:50 Después Aarón se volvió a Moisés a la puerta del tabernáculo del testimonio, y la mortandad cesó. Numbers 17:0 Numbers 17:1 Y habló Jehová a Moisés, diciendo: Numbers 17:2 Habla a los hijos de Israel, y toma de ellos sendas varas por las casas de los padres de todos los príncipes de ellos conforme a las casas de sus padres doce varas, y escribirás el nombre de cada uno sobre su vara. Numbers 17:3 Y el nombre de Aarón escribirás sobre la vara de Leví, porque cada cabeza de familia de sus padres tendrá una vara. Numbers 17:4 Y ponerlas has en el tabernáculo del testimonio, delante del testimonio, donde yo me testificaré a vosotros. Numbers 17:5 Y será, que el varón que yo escogiere, su vara florecerá, y haré cesar de sobre mí las murmuraciones de los hijos de Israel, con que murmuran contra vosotros. Numbers 17:6 Y Moisés habló a los hijos de Israel; y todos los príncipes de ellos le dieron varas, cada príncipe por las casas de sus padres una vara, doce varas, y la vara de Aarón estaba entre las varas de ellos. Numbers 17:7 Y Moisés puso las varas, delante de Jehová en el tabernáculo del testimonio. Numbers 17:8 Y aconteció que el día siguiente Moisés vino al tabernáculo del testimonio, y he aquí que la vara de Aarón de la casa de Leví había florecido, y había echado flores, y brotado renuevos, y sacado almendras. Numbers 17:9 Entonces Moisés sacó todas las varas delante de Jehová a todos los hijos de Israel; y ellos lo vieron, y tomaron cada uno su vara. Numbers 17:10 Y Jehová dijo a Moisés: Vuelve la vara de Aarón delante del testimonio para que se guarde por señal a los hijos rebeldes, y harás cesar sus quejas de sobre mí, y no morirán. Numbers 17:11 E hízolo Moisés: como le mandó Jehová, así hizo. Numbers 17:12 ¶ Entonces los hijos de Israel hablaron a Moisés, diciendo: He aquí, nosotros somos muertos, perdidos somos, todos nosotros somos perdidos. Numbers 17:13 Cualquiera que se llegare, el que se llegare el tabernáculo de Jehová, morirá: ¿Hemos de acabarnos muriendo? Numbers 18:0 Numbers 18:1 Y Jehová dijo a Aarón: Tú, y tus hijos, y la casa de tu padre contigo, llevaréis el pecado del santuario: y tú, y tus hijos contigo, llevaréis el pecado de vuestro sacerdocio. Numbers 18:2 Y a tus hermanos también, la tribu de Leví, la tribu de tu padre, házlos llegar a ti, y júntense contigo, y servirte han; y tú y tus hijos contigo serviréis delante del tabernáculo del testimonio. Numbers 18:3 Y tendrán tu guarda, y la guarda de todo el tabernáculo; mas no llegarán a los vasos santos ni al altar, porque no mueran ellos y vosotros. Numbers 18:4 Y juntarse han contigo, y tendrán la guarda del tabernáculo del testimonio en todo el servicio del tabernáculo, y ningún extraño se llegará a vosotros. Numbers 18:5 Y tendréis la guarda del santuario, y la guarda del altar, y no será más la ira sobre los hijos de Israel. Numbers 18:6 Porque, he aquí, yo he tomado a vuestros hermanos los Levitas de entre los hijos de Israel, dados a vosotros en don de Jehová, para que sirvan en el ministerio del tabernáculo del testimonio. Numbers 18:7 Y tú, y tus hijos contigo, guardaréis vuestro sacerdocio en todo negocio del altar y del velo a dentro, y ministraréis: porque yo os he dado en don el servicio de vuestro sacerdocio, y el extraño que se llegare morirá. Numbers 18:8 ¶ Dijo más Jehová a Aarón: Ítem, he aquí, yo te he dado la guarda de mis ofrendas: todas las santificaciones de los hijos de Israel te he dado por la unción, y a tus hijos, por estatuto perpetuo. Numbers 18:9 Esto será tuyo de la ofrenda de las santificaciones de fuego: toda ofrenda de ellos de todo su presente y de toda expiación de pecado de ellos, y la expiación por la culpa de ellos, que me pagarán, santificación de santificaciones, será para ti y para tus hijos. Numbers 18:10 En el santuario la comerás, todo varón comerá de ella: santificación será para ti. Numbers 18:11 Esto también será tuyo, la ofrenda de sus dones: todas las ofrendas de los hijos de Israel he dado a ti, y a tus hijos, y a tus hijas contigo por estatuto de siglo, todo limpio en tu casa comerá de ellas. Numbers 18:12 Toda grosura de aceite, y toda grosura de mosto y de trigo, las primicias de ello, que darán a Jehová, a ti las he dado. Numbers 18:13 Las primicias de todas las cosas de la tierra de ellos, las cuales traerán a Jehová, serán tuyas: todo limpio en tu casa comerá de ellas. Numbers 18:14 Todo anatema en Israel será tuyo. Numbers 18:15 Todo lo que abriere matriz en toda carne que ofrecerán a Jehová, en hombres y en animales, será tuyo: mas redimiendo redimirás el primogénito del hombre: el primogénito de animal inmundo también harás redimir. Numbers 18:16 Y de un mes harás hacer su redención conforme a tu estimación por precio de cinco siclos al siclo del santuario: de veinte óbolos es. Numbers 18:17 Mas el primogénito de vaca, y el primogénito de oveja, y el primogénito de cabra no redimirás, santificados son, la sangre de ellos esparcirás junto al altar, y la grosura de ellos quemarás, ofrenda encendida es para Jehová en olor de holganza. Numbers 18:18 Y la carne de ellos será tuya; como el pecho de la mecedura, y como la espalda derecha, será tuya. Numbers 18:19 Todas las ofrendas de las santificaciones, que los hijos de Israel ofrecieren a Jehová, he dado para ti, y para tus hijos, y para tus hijas contigo, por estatuto perpetuo: pacto de sal perpetuo es delante de Jehová a ti y a tu simiente contigo. Numbers 18:20 Ítem, Jehová dijo a Aarón: De la tierra de ellos no habrás heredad, ni tendrás entre ellos parte: yo soy tu parte y tu heredad en medio de los hijos de Israel. Numbers 18:21 ¶ Y, he aquí, yo he dado a los hijos de Leví todos los diezmos en Israel por heredad por su ministerio, por cuanto ellos sirven el ministerio del tabernáculo del testimonio. Numbers 18:22 Y no llegarán más los hijos de Israel al tabernáculo del testimonio, porque no lleven pecado, por el cual mueran. Numbers 18:23 Mas los Levitas harán el servicio del tabernáculo del testimonio, y ellos llevarán su iniquidad por estatuto perpetuo por vuestras edades: y no poseerán heredad entre los hijos de Israel; Numbers 18:24 Porque las décimas de los hijos de Israel, que ofrecerán a Jehová en ofrenda, he dado a los Levitas por heredad: por lo cual les he dicho: Entre los hijos de Israel no poseerán heredad. Numbers 18:25 Y habló Jehová a Moisés, diciendo: Numbers 18:26 Y hablarás a los Levitas, y decirles has: Cuando tomareis de los hijos de Israel los diezmos que yo os he dado de ellos por vuestra heredad, vosotros ofreceréis de ellos ofrenda a Jehová los diezmos de los diezmos: Numbers 18:27 Y contárseos ha vuestra ofrenda como grano de la era, y como henchimiento del lagar. Numbers 18:28 Así ofreceréis también vosotros ofrenda a Jehová de todos vuestros diezmos, que hubiereis recibido de los hijos de Israel; y daréis de ellos ofrenda a Jehová a Aarón el sacerdote. Numbers 18:29 De todos vuestros dones ofreceréis toda ofrenda a Jehová, de toda su grosura, su santificación de ello. Numbers 18:30 Ítem decirles has: Cuando ofreciereis lo grueso de ello, será contado a los Levitas por fruto de la era y por fruto del lagar. Numbers 18:31 Y comerlo heis en cualquier lugar, vosotros y vuestra familia; que vuestro salario es por vuestro ministerio en el tabernáculo del testimonio. Numbers 18:32 Y no llevaréis pecado por ello, cuando vosotros hubiereis ofrecido de ello su grosura: y no contaminaréis las santificaciones de los hijos de Israel, y no moriréis. Numbers 19:0 Numbers 19:1 Ítem, Jehová habló a Moisés y a Aarón, diciendo: Numbers 19:2 Esta es la ordenanza de la ley, que Jehová ha mandado, diciendo: Di a los hijos de Israel que te traigan una vaca bermeja, perfecta, en la cual no haya falta, sobre la cual no haya subido yugo. Numbers 19:3 Y darla heis a Eleazar el sacerdote, y él la sacará fuera del campo, y hacerla ha degollar delante de sí. Numbers 19:4 Y tomará Eleazar el sacerdote de su sangre con su dedo, y esparcirá hacia la delantera del tabernáculo del testimonio con la sangre de ella siete veces. Numbers 19:5 Y hará quemar la vaca delante de sus ojos: su cuero, y su carne, y su sangre con su estiércol hará quemar. Numbers 19:6 Luego tomará el sacerdote palo de cedro, e hisopo, y carmesí colorado, y echarlo ha en medio del fuego de la vaca. Numbers 19:7 El sacerdote lavará sus vestidos, lavará también su carne con agua, y después entrará en el real, y será inmundo el sacerdote hasta la tarde. Numbers 19:8 Asimismo el que la quemó, lavará sus vestidos en agua, y lavará su carne en agua, y será inmundo hasta la tarde. Numbers 19:9 Y un hombre limpio cogerá las cenizas de la vaca, y ponerlas ha fuera del campo en el lugar limpio, y guardarlas ha la congregación de los hijos de Israel para el agua del apartamiento: es expiación. Numbers 19:10 Y el que cogió las cenizas de la vaca, lavará sus vestidos, y será inmundo hasta la tarde: y será a los hijos de Israel, y al extranjero que peregrina entre ellos por estatuto perpetuo. Numbers 19:11 ¶ El que tocare muerto de cualquiera persona humana, siete días será inmundo. Numbers 19:12 Este se purificará con ella al tercero día, y al séptimo día será limpio: y si no se purificare el tercero día, no será limpio al séptimo día. Numbers 19:13 Cualquiera que tocare en muerto, en persona de hombre que fuere muerto, y no fuere purificado, el tabernáculo de Jehová contaminó, y aquella persona será cortada de Israel: por cuanto el agua del apartamiento no fue esparcida sobre él, inmundo será; y su inmundicia será sobre él. Numbers 19:14 Esta es la ley: Cuando alguno muriere en la tienda, cualquiera que entrare en la tienda, y todo lo que estuviere en ella será inmundo siete días. Numbers 19:15 Y todo vaso abierto sobre el cual no hubiere tapón, será inmundo. Numbers 19:16 Ítem, cualquiera que tocare en muerto a cuchillo sobre la haz del campo, o en muerto de suyo, o en hueso humano, o en sepulcro, siete días será inmundo. Numbers 19:17 Y tomarán para el inmundo de la ceniza de la quema de la expiación, y echarán sobre ella agua viva en un vaso: Numbers 19:18 Y tomará hisopo, y un varón limpio mojará en el agua, y esparcirá sobre la tienda, y sobre todas las alhajas y sobre las personas que allí estuvieren, y sobre aquel que hubiere tocado el hueso, o el matado, o el muerto, o el sepulcro: Numbers 19:19 Y el limpio esparcirá sobre el inmundo al tercero día y al séptimo día, y lo purificará al séptimo día, y después lavará sus vestidos, y a sí se lavará con agua, y será limpio a la tarde. Numbers 19:20 Y el varón que fuere inmundo, y no se purificare, la tal persona será cortada de entre la congregación, por cuanto contaminó el tabernáculo de Jehová; ¿agua de apartamiento no fue esparcida sobre él? inmundo es. Numbers 19:21 Y será a ellos por estatuto perpetuo: y el que esparciere el agua del apartamiento lavará sus vestidos; y el que tocare al agua del apartamiento, será inmundo hasta la tarde. Numbers 19:22 Y todo lo que el inmundo tocare, será inmundo: y la persona que lo tocare será inmunda hasta la tarde. Numbers 20:0 Numbers 20:1 Y llegaron los hijos de Israel, toda la congregación, al desierto de Zin el mes primero, y reposó el pueblo en Cádes; y allí murió María, y fue sepultada allí. Numbers 20:2 ¶ Y no hubo agua para la congregación; y juntáronse contra Moisés y Aarón. Numbers 20:3 Y riñó el pueblo con Moisés, y hablaron, diciendo: Y ojalá hubiéramos perecido nosotros, cuando perecieron nuestros hermanos delante de Jehová. Numbers 20:4 ¿Y por qué hicisteis venir la congregación de Jehová a este desierto, para que muramos aquí nosotros y nuestras bestias? Numbers 20:5 ¿Y por qué nos has hecho subir de Egipto para traernos a este mal lugar? No lugar de sementera, de higueras, de viñas, ni granados, ni aun agua hay para beber. Numbers 20:6 Y fuéronse Moisés y Aarón de delante de la congregación a la puerta del tabernáculo del testimonio, y echáronse sobre sus rostros, y la gloria de Jehová apareció sobre ellos. Numbers 20:7 ¶ Y habló Jehová a Moisés, diciendo: Numbers 20:8 Toma la vara, y congrega al pueblo tú y Aarón tu hermano, y hablád a la peña en los ojos de ellos, y ella dará su agua, y sacarles has aguas de la peña, y darás de beber a la congregación, y a sus bestias. Numbers 20:9 Entonces Moisés tomó la vara de delante de Jehová, como él le mandó. Numbers 20:10 Y juntaron Moisés y Aarón la congregación delante de la peña, y díjoles: Oíd ahora rebeldes: ¿Haceros hemos salir aguas de esta peña? Numbers 20:11 Entonces Moisés alzó su mano, e hirió la peña con su vara dos veces, y salieron muchas aguas, y bebió la congregación y sus bestias. Numbers 20:12 ¶ Y Jehová dijo a Moisés, y a Aarón: Por cuanto no creísteis en mí para santificarme en ojos de los hijos de Israel, por tanto no meteréis este pueblo en la tierra, que les he dado. Numbers 20:13 Estas son las aguas de la rencilla por las cuales riñeron los hijos de Israel con Jehová, y él se santificó en ellos. Numbers 20:14 ¶ Y envió Moisés embajadores al rey de Edom desde Cádes: Así dice Israel tu hermano: Tú has sabido todo el trabajo que nos ha venido, Numbers 20:15 Que nuestros padres descendieron en Egipto, y estuvimos en Egipto muchos tiempos, y los Egipcios nos fatigaron, y a nuestros padres: Numbers 20:16 Y clamamos a Jehová, el cual oyó nuestra voz, y envió un ángel, y sacónos de Egipto: y, he aquí, estamos en Cádes ciudad de tu término. Numbers 20:17 Rogámoste que pasemos por tu tierra: no pasaremos, por labranza, ni por viña, ni beberemos agua de pozo: por el camino real iremos sin apartarnos a diestra ni a siniestra hasta que pasemos tu término. Numbers 20:18 Y Edom le respondió: No pasarás por mí, de otra manera yo saldré contra ti armado. Numbers 20:19 Y los hijos de Israel le dijeron: Por el camino seguido iremos: y si bebiéremos tus aguas yo y mis ganados, daré el precio de ellas: ciertamente ninguna cosa más haremos: con mis pies pasaré. Numbers 20:20 Y él respondió: No pasarás. Y salió Edom contra él con mucho pueblo, y mano fuerte. Numbers 20:21 Y no quiso Edom dejar pasar a Israel por su término, y así Israel se apartó de él. Numbers 20:22 ¶ Y partidos de Cádes los hijos de Israel, vinieron, toda aquella congregación al monte de Hor. Numbers 20:23 Y Jehová habló a Moisés, y a Aarón en el monte de Hor, en los términos de la tierra de Edom, diciendo: Numbers 20:24 Aarón será juntado a sus pueblos: que no entrará en la tierra que yo di a los hijos de Israel, por cuanto fuisteis rebeldes a mi mandamiento a las aguas de la rencilla. Numbers 20:25 Toma a Aarón, y a Eleazar su hijo, y házlos subir al monte de Hor. Numbers 20:26 Y haz desnudar a Aarón sus vestidos, y viste de ellos a Eleazar su hijo; porque Aarón será congregado, y morirá allí. Numbers 20:27 Y Moisés hizo como Jehová le mandó, y subieron al monte de Hor a ojos de toda la congregación. Numbers 20:28 Y Moisés hizo desnudar a Aarón de sus vestidos, y vistiólos a Eleazar su hijo: y Aarón murió allí en la cumbre del monte, y Moisés y Eleazar descendieron del monte. Numbers 20:29 Y viendo toda la congregación que Aarón era muerto, lloráronle treinta días toda la casa de Israel. Numbers 21:0 Numbers 21:1 Y oyendo el Cananeo, el rey de Arad, el cual habitaba al mediodía, que venía Israel por el camino de las centinelas, peleó con Israel, y tomó de él presa. Numbers 21:2 Entonces Israel hizo voto a Jehová, y dijo: Si entregando entregares a este pueblo en mi mano, yo destruiré sus ciudades. Numbers 21:3 Y Jehová oyó la voz de Israel, y entregó al Cananeo, y destruyólos a ellos y a sus ciudades, y llamó el nombre de aquel lugar Jorma. Numbers 21:4 ¶ Y partieron del monte de Hor camino del mar Bermejo, para rodear la tierra de Edom; y el alma del pueblo fue angustiada en el camino: Numbers 21:5 Y habló el pueblo contra Dios, y Moisés: ¿Por qué nos hicisteis subir de Egipto para que muramos en este desierto? que ni hay pan, ni agua, y nuestra alma tiene fastidio de este pan tan liviano. Numbers 21:6 Y Jehová envió en el pueblo serpientes ardientes, que mordían al pueblo, y murió mucho pueblo de Israel. Numbers 21:7 Entonces el pueblo vino a Moisés, y dijeron: Pecado habemos, por haber hablado contra Jehová y contra ti: ora a Jehová que quite de nosotros estas serpientes. Y Moisés oró por el pueblo. Numbers 21:8 ¶ Y Jehová dijo a Moisés: Hazte una serpiente ardiente, y pónla sobre la bandera: y será, que cualquiera que fuere mordido y mirare a ella, vivirá. Numbers 21:9 Y Moisés hizo una serpiente de metal, y púsola sobre la bandera, y fue, que cuando alguna serpiente mordía a alguno, miraba a la serpiente de metal, y vivía. Numbers 21:10 Y partieron los hijos de Israel, y asentaron campo en Obot. Numbers 21:11 Y partidos de Obot, asentaron en Je-abarim en el desierto que está delante de Moab al nacimiento del sol. Numbers 21:12 Partidos de allí, asentaron al arroyo de Zared. Numbers 21:13 Y partidos de allí asentaron de la otra parte de Arnón, que es en el desierto, que sale del término del Amorreo: porque Arnón es término de Moab, entre Moab y el Amorreo. Numbers 21:14 Por tanto es dicho en el libro de las batallas de Jehová: Lo que hizo en el mar Bermejo, y a los arroyos de Arnón; Numbers 21:15 Y la corriente de los arroyos que va a parar en Ar, y descansa en el término de Moab. Numbers 21:16 Y de allí vinieron a Beer: este es el pozo del cual Jehová dijo a Moisés: Junta el pueblo, y darles he aguas. Numbers 21:17 Entonces Israel cantó esta canción: Sube oh pozo; cantád a él: Numbers 21:18 Pozo, el cual cavaron los señores: caváronlo los príncipes del pueblo, y el legislador, con sus bordones. Y del desierto vinieron a Matana; Numbers 21:19 Y de Matana a Nahaliel; y de Nahaliel a Bamot; Numbers 21:20 ¶ Y de Bamot al valle que está en los campos de Moab, y a la cumbre de Fasga, y a la vista de Jesimón. Numbers 21:21 Y envió Israel embajadores a Sejón, rey de los Amorreos, diciendo: Numbers 21:22 Pasaré por tu tierra, no nos apartaremos por los labrados, ni por las viñas: no beberemos las aguas de los pozos, por el camino real iremos, hasta que pasemos tu término. Numbers 21:23 Mas Sejón no dejó pasar a Israel por su término: antes juntó Sejón todo su pueblo, y salió contra Israel en el desierto: y vino a Jasa, y peleó contra Israel. Numbers 21:24 E Israel le hirió a filo de espada, y tomó su tierra desde Arnón hasta Jabboc, hasta los hijos de Ammón: porque el término de los hijos de Ammón era fuerte: Numbers 21:25 E Israel tomó todas estas ciudades, y habitó Israel en todas las ciudades del Amorreo, en Jesebón, y en todas sus aldeas. Numbers 21:26 Porque Jesebón era la ciudad de Sejón rey de los Amorreos: el cual había tenido guerra antes con el rey de Moab, y había tomado toda su tierra de su poder hasta Arnón. Numbers 21:27 Por tanto dicen los proverbiantes: Veníd a Jesebón: edifíquese, y repárese la ciudad de Sejón; Numbers 21:28 Que fuego salió de Jesebón, y llama de la ciudad de Sejón, y consumió a Ar de Moab, a los señores de los altos de Arnón. Numbers 21:29 ¡Ay de ti, Moab! perecido has pueblo de Camos: puso sus hijos en huida, y sus hijas en cautividad por Sejón rey de los Amorreos. Numbers 21:30 Y Jesebón destruyó su reino hasta Dibón, y destruimos hasta Nofe y Medaba. Numbers 21:31 Así habitó Israel en la tierra del Amorreo. Numbers 21:32 ¶ Y envió Moisés a reconocer a Jazer, y tomaron sus aldeas, y echaron al Amorreo que estaba allí. Numbers 21:33 Y volvieron, y subieron camino de Basán, y salió contra ellos Og, rey de Basán, él y todo su pueblo para pelear en Edrai. Numbers 21:34 Entonces Jehová dijo a Moisés: No le tengas miedo; que en tu mano le he dado, a él y a todo su pueblo, y a su tierra; y harás de él, como hiciste de Sejón rey de los Amorreos, que habitaba en Jezebón. Numbers 21:35 E hirieron a él, y a sus hijos, y a todo su pueblo, que ninguno quedó de él, y poseyeron su tierra. Numbers 22:0 Numbers 22:1 Y movieron los hijos de Israel, y asentaron en los campos de Moab, de esta parte del Jordán de Jericó. Numbers 22:2 Y vio Balac, hijo de Sefor, todo lo que Israel había hecho al Amorreo. Numbers 22:3 Y Moab temió mucho a causa del pueblo que era mucho, y angustióse Moab a causa de los hijos de Israel. Numbers 22:4 Y dijo Moab a los ancianos de Madián: Ahora lamerá esta compañía todos nuestros al derredores, como lame el buey la grama del campo. Y Balac, hijo de Sefor, era entonces rey de Moab. Numbers 22:5 Y envió mensajeros a Balaam hijo de Beor, a Petor, que era junto al río, en la tierra de los hijos de su pueblo, para que le llamasen, diciendo: Un pueblo ha salido de Egipto, y, he aquí, cubre la haz de la tierra, y habita delante de mí: Numbers 22:6 Ruégote pues ven ahora, maldíceme a este pueblo, porque es más fuerte que yo: quizá podré yo herirle, y echarle de la tierra: que yo sé que el que tú bendijeres, será bendito, y el que tú maldijeres será maldito. Numbers 22:7 Y fueron los ancianos de Moab, y los ancianos de Madián, con las encantaciones en su mano; y llegaron a Balaam, y dijéronle las palabras de Balac. Numbers 22:8 Y él les dijo: Reposád aquí esta noche, y yo os recitaré las palabras, como Jehová me hablare. Así los príncipes de Moab se quedaron con Balaam. Numbers 22:9 ¶ Y vino Dios a Balaam, y díjole: ¿Quién son estos varones que están contigo? Numbers 22:10 Y Balaam respondió a Dios: Balac hijo de Sefor rey de Moab ha enviado a mí, diciendo: Numbers 22:11 He aquí, este pueblo, que ha salido de Egipto, cubre la haz de la tierra: ven pues ahora, y maldícemelo: quizá podré pelear con él, y echarlo. Numbers 22:12 Entonces Dios dijo a Balaam: No vayas con ellos, ni maldigas al pueblo; porque es bendito. Numbers 22:13 Así Balaam se levantó por la mañana, y dijo a los príncipes de Balac: Volvéos a vuestra tierra, porque Jehová no me quiere dejar ir con vosotros. Numbers 22:14 Y los príncipes de Moab se levantaron, y vinieron a Balac, y dijeron: Balaam no quiso venir con nosotros. Numbers 22:15 ¶ Y tornó Balac a enviar otra vez más príncipes, y más honrados que estos. Numbers 22:16 Los cuales vinieron a Balaam, y dijéronle: Así dice Balac hijo de Sefor: Ruégote que no dejes de venir a mí; Numbers 22:17 Porque honrando te honraré mucho, y todo lo que me dijeres, haré: ven pues ahora, maldíceme a este pueblo. Numbers 22:18 Y Balaam respondió y dijo a los siervos de Balac: Aunque Balac me diese su casa llena de plata y oro, no puedo traspasar la palabra de Jehová mi Dios, para hacer cosa chica ni grande. Numbers 22:19 Por tanto ruégoos ahora que reposéis aquí esta noche, para que yo sepa que me vuelve a decir Jehová. Numbers 22:20 Y vino Dios a Balaam de noche, y díjole: Si vinieron a llamarte estos varones, levántate y vé con ellos; empero harás lo que yo te dijere. Numbers 22:21 Así Balaam se levantó por la mañana, y cinchó su asna, y fue con los príncipes de Moab. Numbers 22:22 ¶ Y el furor de Dios se encendió, porque él iba: y el ángel de Jehová se puso en el camino por su adversario; y él iba cabalgando sobre su asna, y dos mozos suyos con él. Numbers 22:23 Y el asna vio al ángel de Jehová que estaba en el camino con su espada desnuda en su mano; y apartóse el asna del camino, e iba por el campo: e hirió Balaam al asna para hacerla volver al camino. Numbers 22:24 Y el ángel de Jehová se puso en una senda de viñas, vallado de una parte y vallado de otra. Numbers 22:25 Y viendo el asna al ángel de Jehová apretóse a la pared, y apretó con la pared el pie de Balaam: y él volvió a herirla. Numbers 22:26 Y el ángel de Jehová volvió a pasar, y púsose en una angostura donde no había camino para apartar, ni a diestra, ni a siniestra. Numbers 22:27 Y el asna viendo al ángel de Jehová, echóse debajo de Balaam, y Balaam se enojó, e hirió al asna con el palo. Numbers 22:28 ¶ Entonces Jehová abrió la boca al asna, la cual dijo a Balaam: ¿Qué te he hecho, que me has herido estas tres veces? Numbers 22:29 Y Balaam respondió al asna: Porque has escarnecido de mí: ojalá tuviera espada en mi mano, que ahora te matara. Numbers 22:30 Y el asna dijo a Balaam: ¿No soy yo tu asna? sobre mí has andado desde que has sido hasta este día, ¿he acostumbrado a hacerlo así contigo? Y él respondió: No. Numbers 22:31 ¶ Entonces Jehová desatapó los ojos a Balaam, y vio al ángel de Jehová, que estaba en el camino, y tenía su espada desnuda en su mano: entonces él se abajó e inclinó su cabeza y postróse sobre su rostro. Numbers 22:32 Y el ángel de Jehová le dijo: ¿Por qué has herido tu asna estas tres veces? He aquí, yo he salido por estorbador, por eso ella se apartó del camino delante de mí: Numbers 22:33 Que el asna me ha visto, y se ha apartado de delante de mí estas tres veces: y si no se hubiera apartado de delante de mí, yo también ahora te matara a ti, y a ella dejara viva. Numbers 22:34 Entonces Balaam dijo al ángel de Jehová: Yo he pecado, que no sabía que tú te ponías delante de mí en el camino: mas ahora, si te parece mal, yo me volveré. Numbers 22:35 Y el ángel de Jehová dijo a Balaam: Vé con estos varones, empero la palabra que yo te dijere, esa hablarás. Así Balaam fue con los príncipes de Balac. Numbers 22:36 ¶ Y oyendo Balac que Balaam venía, salió a recebirle a la ciudad de Moab, que estaba junto al término de Arnón, que es al cabo de los confines. Numbers 22:37 Y Balac dijo a Balaam: ¿No envié yo a ti a llamarte: por qué no has venido a mí? ¿No puedo yo honrarte? Numbers 22:38 Y Balaam respondió a Balac: He aquí, yo he venido a ti: ¿más podré ahora hablar alguna cosa? La palabra que Dios pusiere en mi boca, esa hablaré. Numbers 22:39 Y fue Balaam con Balac, y vinieron a la ciudad de Hucot. Numbers 22:40 Y Balac hizo matar bueyes y ovejas, y envió a Balaam, y a los príncipes que estaban con él. Numbers 22:41 Y el día siguiente Balac tomo a Balaam, e hízole subir a los altos de Baal, y desde allí vio el cabo del pueblo. Numbers 23:0 Numbers 23:1 Y Balaam dijo a Balac: Edifícame aquí siete altares, y aparéjame aquí siete becerros, y siete carneros. Numbers 23:2 Y Balac hizo como le dijo Balaam, y ofrecieron Balac y Balaam un becerro y un carnero en cada altar. Numbers 23:3 Y Balaam dijo a Balac: Pónte junto a tu holocausto, y yo iré, quizá Jehová me vendrá al encuentro, y cualquiera cosa que me mostrare yo te la denunciaré. Y así se fue solo. Numbers 23:4 Y encontróse Dios con Balaam, y él le dijo: Siete altares he ordenado, y en cada altar he ofrecido un becerro, y un carnero. Numbers 23:5 Y Jehová puso palabra en la boca de Balaam, y díjole: Vuelve a Balac, y hablarle has así. Numbers 23:6 Y volvió a él, y, he aquí, él estaba junto a su holocausto, él y todos los príncipes de Moab. Numbers 23:7 Y él tomó su parábola, y dijo: De Aram me trajo Balac rey de Moab, de los montes del oriente, diciendo: Ven, maldíceme a Jacob; y, ven, detesta a Israel. Numbers 23:8 ¿Por qué maldeciré yo al que Dios no maldijo? ¿Y por qué detestaré yo al que Jehová no detestó? Numbers 23:9 Porque de la cumbre de las peñas le veré, y desde los collados le miraré: he aquí un pueblo que habitará confiado, y no será contado entre las gentes. Numbers 23:10 ¿Quién contará el polvo de Jacob, o el número del cuarto de Israel? Muera mi alma de la muerte de los rectos, y mi postrimería sea como él. Numbers 23:11 Entonces Balac dijo a Balaam: ¿Qué me has hecho? yo te he tomado para que maldigas a mis enemigos, y, he aquí, has bendecido bendiciendo. Numbers 23:12 Y él respondió, y dijo: ¿No guardaré yo lo que Jehová pusiere en mi boca para decirlo? Numbers 23:13 ¶ Y díjole Balac: Ruégote que vengas conmigo a otro lugar desde el cual lo veas: su cabo solamente verás que no lo verás todo, y desde allí me lo maldecirás. Numbers 23:14 Y tomóle y llevóle al campo de Sofim a la cumbre de Fasga, y edificó siete altares, y ofreció un becerro y un carnero en cada altar. Numbers 23:15 Entonces él dijo a Balac: Pónte aquí junto a tu holocausto, y yo iré a encontrar a Dios allí. Numbers 23:16 Y Jehová se encontró con Balaam, y puso palabra en su boca, y díjole: Vuelve a Balac, y decirle has así. Numbers 23:17 Y vino a él, y he aquí, que él estaba junto a su holocausto, y con él los príncipes de Moab: y díjole Balac: ¿Qué ha dicho Jehová? Numbers 23:18 Entonces él tomó su parábola, y dijo: Balac levántate, y oye: escucha mis palabras, hijo de Sefor: Numbers 23:19 Dios no es hombre para que mienta; ni hijo de hombre para que se arrepienta: ¿El dijo, y no hará? ¿Habló, y no lo ejecutará? Numbers 23:20 He aquí, yo he tomado bendición; y él bendijo, y no la revocaré. Numbers 23:21 No ha mirado iniquidad en Jacob, ni ha visto rebelión en Israel, Jehová su Dios es con él, y jubilación de rey en él. Numbers 23:22 Dios los ha sacado de Egipto, tiene fuerzas como el unicornio. Numbers 23:23 Porque en Jacob no hay agüero, ni adivinación en Israel: como ahora será dicho de Jacob y de Israel lo que ha hecho Dios. Numbers 23:24 He aquí el pueblo, que como león se levantará, y como león, se ensalzará; no se echará, hasta que coma la presa, y beba sangre de muertos. Numbers 23:25 Entonces Balac dijo a Balaam: Si maldiciendo no lo maldices, no lo bendigas tampoco bendiciendo. Numbers 23:26 Y Balaam respondió, y dijo a Balac: ¿No te he dicho, que todo lo que Jehová me dijere, aquello tengo de hacer? Numbers 23:27 ¶ Y dijo Balac a Balaam: Ruégote que vengas, llevarte he a otro lugar; por ventura parecerá bien a Dios que desde allí me lo maldigas. Numbers 23:28 Y Balac tomó a Balaam y trájole a la cumbre de Fogor, que mira hacia Jesimón. Numbers 23:29 Entonces Balaam dijo a Balac: Edifícame aquí siete altares, y aparéjame aquí siete becerros, y siete carneros. Numbers 23:30 Y Balac hizo como Balaam le dijo; y ofreció un becerro y un carnero en cada altar. Numbers 24:0 Numbers 24:1 Y vio Balaam que parecía bien a Jehová, que él bendijese a Israel, y no fue, como la primera y segunda vez, a encuentro de los agüeros, sino puso su rostro hacia el desierto: Numbers 24:2 Y alzando sus ojos vio a Israel, alojado por sus tribus, y el Espíritu de Dios vino sobre él. Numbers 24:3 Y tomó su parábola, y dijo: Dijo Balaam, hijo de Beor, y dijo el varón de ojos abiertos: Numbers 24:4 Dijo el que oyó los dichos de Dios, el que vio la vista del Omnipotente, caído, mas desatapados los ojos. Numbers 24:5 ¡Cuán hermosas son tus tiendas, oh Jacob! ¡tus habitaciones, oh Israel! Numbers 24:6 Como arroyos están extendidas, como huertos junto al río, como árboles de sándalos plantados por Jehová, como cedros junto a las aguas. Numbers 24:7 De sus ramos destilarán aguas, y su simiente será en muchas aguas: y ensalzarse ha más que Agag su rey, y su reino será ensalzado. Numbers 24:8 Dios le sacó de Egipto, tiene fuerzas como el unicornio: comerá a las gentes sus enemigas, y roerá sus huesos, y asaeteará con sus saetas. Numbers 24:9 Encorvarse ha para echarse como león, y como león, ¿quién le despertará? Benditos los que te bendijeren, y malditos los que te maldijeren. Numbers 24:10 ¶ Entonces la ira de Balac se encendió contra Balaam, y batiendo sus palmas dijo a Balaam: Para maldecir a mis enemigos te he llamado, y, he aquí, bendiciendo le has bendecido ya tres veces. Numbers 24:11 Por tanto ahora húyete a tu lugar: yo dije que te honraría, mas he aquí que Jehová te ha privado de honra. Numbers 24:12 Y Balaam le respondió: ¿No le dije yo también a tus mensajeros, que me enviaste, diciendo: Numbers 24:13 Si Balac me diese su casa llena de plata y oro, yo no podré traspasar el dicho de Jehová para hacer cosa buena ni mala de mi arbitrio: lo que Jehová hablare eso diré yo? Numbers 24:14 ¶ Por tanto, he aquí, yo ahora me voy a mi pueblo; ven, responderte he lo que este pueblo ha de hacer a tu pueblo en los postrimeros días. Numbers 24:15 Y tomó su parábola, y dijo: Dijo Balaam hijo de Beor, dijo el varón de ojos abiertos, Numbers 24:16 Dijo el que oyó los dichos de Jehová, y el que sabe ciencia del Altísimo, el que vio la vista del Omnipotente, caído, mas desatapados los ojos: Numbers 24:17 Verle he, mas no ahora: mirarle he, mas no de cerca: saldrá Estrella de Jacob, y levantarse ha cetro de Israel, y herirá los cantones de Moab, y destruirá todos los hijos de Set. Numbers 24:18 Y será tomada Edom, y será tomada Seir por sus enemigos, e Israel se habrá varonilmente. Numbers 24:19 Y él de Jacob se enseñoreará, y destruirá de la ciudad lo que quedare. Numbers 24:20 Y viendo a Amalec, tomó su parábola, y dijo: Amalec, cabeza de gentes; mas su postrimería perecerá para siempre. Numbers 24:21 Y viendo al Cineo, tomó su parábola, y dijo: Fuerte es tu habitación, pon en la peña tu nido: Numbers 24:22 Que el Cineo será echado, cuando Assur te llevará cautivo. Numbers 24:23 Ítem, tomó su parábola, y dijo: Ay! ¿quién vivirá, cuando pusiere estas cosas Dios? Numbers 24:24 Y vendrán navíos de la ribera de Cittim, y afligirán a Assur, afligirán también a Eber: mas él también perecerá para siempre. Numbers 24:25 Entonces Balaam se levantó, y fuése, y volvióse a su lugar: y también Balac se fue por su camino. Numbers 25:0 Numbers 25:1 Y reposó Israel en Setim, y el pueblo comenzó a fornicar con las hijas de Moab. Numbers 25:2 Las cuales llamaron al pueblo a los sacrificios de sus dioses, y el pueblo comió, e inclináronse a sus dioses. Numbers 25:3 Y allegóse el pueblo a Baal-pehor, y el furor de Jehová se encendió contra Israel. Numbers 25:4 Y Jehová dijo a Moisés: Toma todos los príncipes del pueblo, y ahórcalos a Jehová delante del sol, y la ira del furor de Jehová se apartará de Israel. Numbers 25:5 Entonces Moisés dijo a los jueces de Israel: Matád cada uno a sus varones que se han allegado a Baal-pehor. Numbers 25:6 ¶ Entonces, he aquí, un varón de los hijos de Israel vino, y trajo una Madianita a sus hermanos a ojos de Moisés, y de toda la congregación de los hijos de Israel, llorando ellos a la puerta del tabernáculo del testimonio. Numbers 25:7 Y viólo Finees hijo de Eleazar, hijo de Aarón sacerdote, y levantóse de en medio de la congregación, y tomó una lanza en su mano; Numbers 25:8 Y vino tras el varón de Israel a la tienda, y alanceólos a ambos, al varón de Israel y a la mujer, por su vientre: y cesó la mortandad de los hijos de Israel. Numbers 25:9 Y murieron de aquella mortandad veinte y cuatro mil. Numbers 25:10 ¶ Entonces Jehová habló a Moisés, diciendo: Numbers 25:11 Finees hijo de Eleazar, hijo de Aarón sacerdote, ha hecho tornar mi furor de los hijos de Israel zelando mi celo entre ellos, por lo cual yo no he consumido con mi celo a los hijos de Israel. Numbers 25:12 Por tanto dí: He aquí, yo pongo mi pacto de paz con él; Numbers 25:13 Y tendrá él y su simiente después de él el pacto del sacerdocio perpetuo, por cuanto tuvo celo por su Dios, y expió los hijos de Israel. Numbers 25:14 Y el nombre del varón muerto que fue muerto con la Madianita era Zambri, hijo de Salu, príncipe de la familia de la tribu de Simeón. Numbers 25:15 Y el nombre de la mujer muerta Madianita era Cozbi, hija de Sur príncipe de pueblos, padre de familia en Madián. Numbers 25:16 ¶ Y Jehová habló a Moisés, diciendo: Numbers 25:17 Afligiréis a los Madianitas, y herirlos heis: Numbers 25:18 Por cuanto ellos os afligieron a vosotros con sus engaños con que os han engañado en el negocio de Pehor, y en el negocio de Cozbi hija del príncipe de Madián su hermana, la cual fue muerta el día de la mortandad por causa de Pehor. Numbers 26:0 Numbers 26:1 Y aconteció después de la mortandad, que Jehová habló a Moisés, y a Eleazar, hijo de Aarón sacerdote, diciendo: Numbers 26:2 Tomád la suma de toda la congregación de los hijos de Israel, de veinte años y arriba, por las casas de sus padres, a todos los que pueden salir a la guerra en Israel. Numbers 26:3 Y habló Moisés y Eleazar el sacerdote con ellos en los campos de Moab junto al Jordán de Jericó, diciendo: Numbers 26:4 Contaréis el pueblo de veinte años y arriba, como mandó Jehová a Moisés, y a los hijos de Israel, que habían salido de tierra de Egipto. Numbers 26:5 Rubén primogénito de Israel. Los hijos de Rubén fueron Jenoc, del cual era la familia de los Jenoquitas: de Fallu, la familia de los Falluitas: Numbers 26:6 De Jesrón, la familia de los Jesronitas: de Carmi, la familia de los Carmitas. Numbers 26:7 Estas fueron las familias de los Rubenitas: y sus contados fueron cuarenta y tres mil y siete cientos y treinta. Numbers 26:8 Y los hijos de Fallu: Eliab. Numbers 26:9 Y los hijos de Eliab: Namuel, y Datán, y Abirom. Estos Datán y Abirom fueron los del consejo de la congregación, que hicieron el motín contra Moisés y Aarón con la compañía de Coré, cuando se amotinaron contra Jehová; Numbers 26:10 Que la tierra abrió su boca, y tragó a ellos y a Coré, cuando la compañía murió, que consumió el fuego doscientos y cincuenta varones: que fueron por señal. Numbers 26:11 Mas los hijos de Coré, no murieron. Numbers 26:12 Los hijos de Simeón por sus familias fueron de Namuel, la familia de los Namuelitas: de Jamín, la familia de los Jaminitas: de Jaquín, la familia de los Jaquinitas: Numbers 26:13 De Zare, la familia de los Zareitas: de Saul, la familia de los Saulitas. Numbers 26:14 Estas fueron las familias de los Simeonitas, veinte y dos mil y doscientos. Numbers 26:15 Los hijos de Gad por sus familias: de Sefoni la familia de los Sefonitas: de Aggi, la familia de los Aggitas: de Suni, la familia de los Sunitas: Numbers 26:16 De Ozni, la familia de los Oznitas: de Eri, la familia de los Eritas: Numbers 26:17 De Arod, la familia de los Aroditas: de Ariel, la familia de los Arielitas. Numbers 26:18 Estas fueron las familias de los hijos de Gad por sus contados, cuarenta mil y quinientos. Numbers 26:19 Los hijos de Judá: Er, y Onán; y murió Er, y Onán en la tierra de Canaán. Numbers 26:20 Y fueron los hijos de Judá por sus familias: de Sela, la familia de los Selaitas: de Fares, la familia de los Faresitas: de Zare, la familia de los Zareitas. Numbers 26:21 Y fueron los hijos de Fares: de Jesrón, la familia de los Jesronitas: de Hamul, la familia de los Hamulitas. Numbers 26:22 Estas fueron las familias de Judá por sus contados, setenta y seis mil y quinientos. Numbers 26:23 Los hijos de Isacar por sus familias: de Tola, la familia de los Tolaitas: de Pua, la familia de los Puanitas: Numbers 26:24 De Jasub, la familia de los Jasubitas: de Semrán, la familia de los Semranitas. Numbers 26:25 Estas fueron las familias de Isacar por sus contados, sesenta y cuatro mil y trescientos. Numbers 26:26 Los hijos de Zabulón por sus familias: de Sared, la familia de los Sareditas: de Elón, la familia de los Elonitas: de Jalel, la familia de los Jalelitas. Numbers 26:27 Estas fueron las familias de los Zabulonitas por sus contados, sesenta mil y quinientos. Numbers 26:28 Los hijos de José por sus familias: Manasés, Efraím. Numbers 26:29 Los hijos de Manasés: de Maquir, la familia de los Maquiritas: y Maquir engendró a Galaad: de Galaad, la familia de los Galaaditas. Numbers 26:30 Estos fueron los hijos de Galaad: de Jezer, la familia de los Jezeritas: de Helec, la familia de los Helecitas: Numbers 26:31 De Asriel, la familia de los Asrielitas: de Sequem, la familia de los Sequemitas: Numbers 26:32 De Semida, la familia de los Semidaitas: de Hefer, la familia de los Heferitas. Numbers 26:33 Y Salaad, hijo de Hefer, no tuvo hijos sino hijas: y los nombres de las hijas de Salfaad fueron Maala, y Noa, y Hegla, y Melca, y Tersa. Numbers 26:34 Estas fueron las familias de Manasés, y sus contados, cincuenta y dos mil y siete cientos. Numbers 26:35 Estos fueron los hijos de Efraím por sus familias: de Sutala, la familia de los Sutalaitas: de Bequer, la familia de los Bequeritas: de Tehén, la familia de los Tehenitas: Numbers 26:36 Y estos fueron los hijos de Sutala: de Herán, la familia de los Heranitas. Numbers 26:37 Estas fueron las familias de los hijos de Efraím por sus contados, treinta y dos mil y quinientos. Estos fueron los hijos de José por sus familias. Numbers 26:38 Los hijos de Ben-jamín por sus familias: de Bela, la familia de los Belaitas: de Asbel, la familia de los Asbelitas: de Aquiram, la familia de los Aquiramitas: Numbers 26:39 De Sufam, la familia de los Sufamitas: de Hufam, la familia de los Hufamitas. Numbers 26:40 Y los hijos de Bela fueron Hered y Noemán: de Hered, la familia de los Hereditas: de Noemán, la familia de los Noemanitas. Numbers 26:41 Estos fueron los hijos de Ben-jamín por sus familias: y sus contados cuarenta y cinco mil y seiscientos. Numbers 26:42 Estos fueron los hijos de Dan por sus familias: de Suham la familia de los Suhamitas: estas fueron las familias de Dan por sus familias. Numbers 26:43 Todas las familias de los Suhamitas por sus contados, sesenta y cuatro mil y cuatrocientos. Numbers 26:44 Los hijos de Aser por sus familias: de Jemna, la familia de los Jemnaitas: de Jessui, la familia de los Jessuitas: de Brie, la familia de los Brieitas. Numbers 26:45 Los hijos de Brie: de Jeber, la familia de los Jeberitas: de Melquiel, la familia de los Melquielitas. Numbers 26:46 Y el nombre de la hija de Aser fue Sara. Numbers 26:47 Estas fueron las familias de los hijos de Aser por sus contados, cincuenta y tres mil y cuatrocientos. Numbers 26:48 Los hijos de Neftalí por sus familias: de Jesiel, la familia de los Jesielitas: de Guni, la familia de los Gunitas: Numbers 26:49 De Jeser, la familia de los Jeseritas: de Sellem, la familia de los Sellemitas. Numbers 26:50 Estas fueron las familias de Neftalí por sus familias: y sus contados, cuarenta y cinco mil y cuatrocientos. Numbers 26:51 Estos fueron los contados de los hijos de Israel: Seiscientos mil y mil y sietecientos y treinta: Numbers 26:52 Y habló Jehová a Moisés, diciendo: Numbers 26:53 A estos se repartirá la tierra en heredad por la cuenta de los nombres: Numbers 26:54 A los más darás mayor heredad, y a los menos menor: a cada uno se le dará su heredad conforme a sus contados. Numbers 26:55 Empero la tierra será partida por suerte, y por los nombres de las tribus de sus padres heredarán. Numbers 26:56 Conforme a la suerte será partida su heredad entre el grande y el pequeño. Numbers 26:57 ¶ Y los contados de los Levitas por sus familias fueron estos: de Gersón la familia de los Gersonitas: de Caat, la familia de los Caatitas: de Merari, la familia de los Meraritas. Numbers 26:58 Estas fueron las familias de los Levitas: la familia de los Lebnitas, la familia de los Hebronitas, la familia de los Moholitas, la familia de los Musitas, la familia de los Coritas. Y Caat engendró a Amram. Numbers 26:59 Y la mujer de Amram se llamó Jocabed, hija de Leví, la cual nació a Leví en Egipto: esta parió de Amram a Aarón, y a Moisés, y a María su hermana. Numbers 26:60 Y de Aarón nacieron Nadab, y Abiú, Eleazar, e Itamar. Numbers 26:61 Mas Nadab y Abiú murieron, cuando ofrecieron fuego extraño delante de Jehová. Numbers 26:62 Y sus contados fueron veinte y tres mil, todos los varones de un mes y arriba: porque no fueron contados entre los hijos de Israel, por cuanto no les había de ser dada heredad entre los hijos de Israel. Numbers 26:63 Estos fueron los contados por Moisés y Eleazar el sacerdote, los cuales contaron los hijos de Israel en los campos de Moab junto al Jordán de Jericó. Numbers 26:64 ¶ Y entre estos ninguno hubo de los contados por Moisés y Aarón el sacerdote que contaron a los hijos de Israel en el desierto de Sinaí. Numbers 26:65 Porque Jehová les dijo: Muriendo morirán en el desierto: y no quedó varón de ellos, sino Caleb hijo de Jefone, y Josué hijo de Nun. Numbers 27:0 Numbers 27:1 Y las hijas de Salfaad, hijo de Jefer, hijo de Galaad, hijo de Maquir, hijo de Manasés, de las familias de Manasés, hijo de José, los nombres de las cuales eran Maala, y Noa, y Hegla, y Melca, y Tersa, llegaron: Numbers 27:2 Y presentáronse delante de Moisés y delante de Eleazar el sacerdote, y delante de los príncipes, y de toda la congregación, a la puerta del tabernáculo del testimonio, y dijeron: Numbers 27:3 Nuestro padre murió en el desierto, el cual no fue en la congregación que se juntó contra Jehová en la compañía de Coré: que en su pecado murió, y no tuvo hijos. Numbers 27:4 ¿Por qué será quitado el nombre de nuestro padre de entre su familia, por no haber tenido hijo? Dádnos heredad entre los hermanos de nuestro padre. Numbers 27:5 Y Moisés llevó su causa delante de Jehová: Numbers 27:6 Y Jehová respondió a Moisés, diciendo: Numbers 27:7 Derecho piden las hijas de Salfaad: darles has posesión de heredad entre los hermanos de su padre, y traspasarás la heredad de su padre a ellas. Numbers 27:8 ¶ Y a los hijos de Israel hablarás, diciendo: Cuando alguno muriere sin hijo, traspaseréis su herencia a su hija. Numbers 27:9 Y si no tuviere hija, daréis su herencia a sus hermanos: Numbers 27:10 Y si no tuviere hermanos, daréis su herencia a los hermanos de su padre: Numbers 27:11 Y si su padre no tuviere hermanos, daréis su herencia a su pariente más cercano de su linaje, el cual la heredará: y será a los hijos de Israel por ley de derecho, como Jehová mandó a Moisés. Numbers 27:12 ¶ Ítem, Jehová dijo a Moisés: Sube a este monte Abarim, y verás la tierra que he dado a los hijos de Israel. Numbers 27:13 Y verla has, y serás ayuntado a tus pueblos tú también, como fue ayuntado tu hermano Aarón. Numbers 27:14 Como os rebelasteis contra mi dicho en el desierto de Zin en la rencilla de la congregación, para santificarme en las aguas en los ojos de ellos: Estas son las aguas de la rencilla de Cádes en el desierto de Zin. Numbers 27:15 Entonces Moisés repondió a Jehová, diciendo: Numbers 27:16 Ponga Jehová, Dios de los espíritus de toda carne, varón sobre la congregación, Numbers 27:17 Que salga delante de ellos, y que entre delante de ellos, que los saque y los meta; porque la congregación de Jehová no sea como ovejas sin pastor. Numbers 27:18 ¶ Y Jehová dijo a Moisés: Tómate a Josué, hijo de Nun, varón en el cual hay espíritu, y pondrás tu mano sobre él: Numbers 27:19 Y ponerle has delante de Eleazar el sacerdote, y delante de toda la congregación, y darle has mandamientos delante de ellos. Numbers 27:20 Y pondrás de tu resplandor sobre él, para que toda la congregación de los hijos de Israel le obedezcan. Numbers 27:21 Y él estará delante de Eleazar el sacerdote, y a él preguntará en el juicio del Urim delante de Jehová: por el dicho de él saldrán, y por el dicho de él entrarán, él y todos los hijos de Israel con él, y toda la congregación. Numbers 27:22 E hizo Moisés, como Jehová le mandó, que tomó a Josué, y le puso delante de Eleazar el sacerdote, y de toda la congregación: Numbers 27:23 Y puso sobre él sus manos, y dióle mandamientos, como Jehová había mandado por mano de Moisés. Numbers 28:0 Numbers 28:1 Y habló Jehová a Moisés, diciendo: Numbers 28:2 Manda a los hijos de Israel, y díles: Mi ofrenda, mi pan con mis ofrendas encendidas en olor de mi holganza guardaréis, ofreciéndomelo a su tiempo. Numbers 28:3 Ítem, decirles has: Esta es la ofrenda encendida, que ofreceréis a Jehová: Dos corderos perfectos de un año, cada un día, será el holocausto continuo. Numbers 28:4 El un cordero harás a la mañana, y el otro cordero harás entre las dos tardes; Numbers 28:5 Y una diezma de un efa de flor de harina amasada con una cuarta de un hin de aceite molido, en presente: Numbers 28:6 Holocausto continuo, que fue hecho en el monte de Sinaí en olor de holganza, ofrenda encendida a Jehová. Numbers 28:7 Y su derramadura será una cuarta de un hin con cada un cordero: derramarás derramadura de vino a Jehová, en el santuario. Numbers 28:8 Y el segundo cordero harás entre las dos tardes: conforme a la ofrenda de la mañana, y conforme a su derramadura harás, ofrenda encendida en olor de holganza a Jehová. Numbers 28:9 ¶ Mas el día del sábado, dos corderos sin mancha de un año, y dos diezmas de flor de harina amasada con aceite por presente, con su derramadura. Numbers 28:10 Este será el holocausto del sábado cada sábado, allende del holocausto continuo y su derramadura. Numbers 28:11 ¶ Ítem, en los principios de vuestros meses ofreceréis en holocausto a Jehová, dos becerros hijos de vaca, y un carnero, y siete corderos perfectos de un año. Numbers 28:12 Y tres diezmas de flor de harina amasada con aceite por presente con cada becerro; y dos diezmas de flor de harina amasada con aceite por presente con cada carnero. Numbers 28:13 Y una diezma de flor de harina amasada con aceite en ofrenda por presente con cada cordero. Holocausto de olor de holganza, ofrenda encendida a Jehová, Numbers 28:14 Y sus derramaduras de vino serán medio hin con cada becerro, y una tercia de un hin con cada carnero, y una cuarta de un hin con cada cordero. Esto será el holocausto de cada mes por todos los meses del año. Numbers 28:15 Y un macho de cabrío en expiación se hará a Jehová, allende del holocausto continuo, con su derramadura. Numbers 28:16 ¶ Mas en el mes primero, a los catorce del mes será la pascua de Jehová. Numbers 28:17 Y a los quince días de aqueste mes la solemnidad: por siete días se comerán panes cenceños: Numbers 28:18 El primer día habrá santa convocación; ninguna obra servil haréis. Numbers 28:19 Y ofreceréis en ofrenda encendida, en holocausto a Jehová, dos becerros hijos de vaca, y un carnero, y siete corderos de un año, sin defecto los tomaréis. Numbers 28:20 Y su presente amasado con aceite, tres diezmas con cada becerro, y dos diezmas con cada carnero haréis. Numbers 28:21 Con cada uno de los siete corderos haréis una diezma. Numbers 28:22 Y un macho cabrío por expiación para reconciliaros. Numbers 28:23 Esto haréis allende del holocausto de la mañana, que es el holocausto continuo. Numbers 28:24 Conforme a esto haréis el pan de la ofrenda encendida en olor de holganza a Jehová cada uno de los siete días, hacerse ha allende del holocausto continuo, con su derramadura. Numbers 28:25 Y el séptimo día tendréis santa convocación: ninguna obra servil haréis. Numbers 28:26 ¶ Ítem, el día de las primicias cuando ofreciereis presente nuevo a Jehová en vuestras semanas, tendréis santa convocación, ninguna obra servil haréis. Numbers 28:27 Y ofreceréis en holocausto en olor de holganza a Jehová dos becerros hijos de vaca, un carnero, siete corderos de un año. Numbers 28:28 Y el presente de ellos, flor de harina amasada con aceite, tres diezmas con cada becerro, dos diezmas con cada carnero. Numbers 28:29 Con cada uno de los siete corderos una diezma. Numbers 28:30 Un macho de cabrío para reconciliaros. Numbers 28:31 Esto haréis allende del holocausto continuo y sus presentes, y sus derramaduras: sin tacha los tomaréis. Numbers 29:0 Numbers 29:1 Ítem, el séptimo mes, al primero del mes, tendréis santa convocación, ninguna obra servil haréis, día de jubilación os será. Numbers 29:2 Y haréis en holocausto por olor de holganza a Jehová un becerro hijo de vaca, un carnero, siete corderos perfectos de un año: Numbers 29:3 Y el presente de ellos, flor de harina amasada con aceite, tres diezmas con cada becerro, dos diezmas con cada carnero: Numbers 29:4 Y con cada uno de los siete corderos una diezma: Numbers 29:5 Y un macho de cabrío por expiación para reconciliaros: Numbers 29:6 Allende del holocausto del mes y su presente, y el holocausto continuo y su presente, y sus derramaduras conforme a su ley, ofrenda encendida a Jehová en olor de holganza. Numbers 29:7 ¶ Ítem, a los diez de este mes séptimo tendréis santa convocación, y afligiréis vuestras almas, ninguna obra haréis: Numbers 29:8 Y ofreceréis en holocausto a Jehová por olor de holganza un becerro hijo de vaca, un carnero, siete corderos de un año, sin tacha los tomaréis. Numbers 29:9 Y sus presentes, flor de harina amasada con aceite, tres diezmas con cada becerro: dos diezmas con cada carnero: Numbers 29:10 Y con cada uno de los siete corderos una diezma: Numbers 29:11 Un macho de cabrío por expiación, allende de la ofrenda de las expiaciones por el pecado, y del holocausto continuo y de sus presentes, y de sus derramaduras. Numbers 29:12 ¶ Ítem, a los quince días del mes séptimo, tendréis santa convocación: ninguna obra servil haréis, y celebraréis solemnidad a Jehová por siete días: Numbers 29:13 Y ofreceréis en holocausto, en ofrenda encendida a Jehová en olor de holganza trece becerros hijos de vaca, dos carneros, catorce corderos de un año, serán sin defecto: Numbers 29:14 Y los presentes de ellos, flor de harina amasada con aceite, tres diezmas con cada uno de los trece becerros, dos carneros, catorce corderos de un año, serán perfectos: Numbers 29:15 Y con cada uno de los catorce corderos una diezma: Numbers 29:16 Y un macho cabrío por expiación, allende del holocausto continuo, su presente, y su derramadura. Numbers 29:17 Y el segundo día, doce becerros hijos de vaca, dos carneros, catorce corderos sin tacha de un año: Numbers 29:18 Y sus presentes, y sus derramaduras con los becerros, con los carneros, y con los corderos según el número de ellos conforme a la ley: Numbers 29:19 Y un macho de cabrío por expiación, allende del holocausto continuo, y su presente y su derramadura. Numbers 29:20 Y el tercero día, once becerros, dos carneros, catorce corderos sin defecto de un año: Numbers 29:21 Y sus presentes y sus derramaduras con los becerros, con los carneros, y con los corderos según el número de ellos conforme a la ley: Numbers 29:22 Y un macho de cabrío por expiación, allende del holocausto continuo, y su presente, y su derramadura. Numbers 29:23 Y el cuarto día, diez becerros, dos carneros, catorce corderos perfectos de un año: Numbers 29:24 Sus presentes y sus derramaduras con los becerros, con los carneros, y con los corderos según el número de ellos conforme a la ley: Numbers 29:25 Y un macho de cabrío por expiación, allende del holocausto continuo, su presente y su derramadura. Numbers 29:26 Y el quinto día, nueve becerros, dos carneros, catorce corderos sin tacha de un año: Numbers 29:27 Y sus presentes, y sus derramaduras con los becerros, con los carneros, y con los corderos según el número de ellos, conforme a la ley: Numbers 29:28 Y un macho cabrío por expiación, allende del holocausto continuo, su presente y su derramadura. Numbers 29:29 Y el sexto día, ocho becerros, dos carneros, catorce corderos sin defecto de un año: Numbers 29:30 Y sus presentes, y sus derramaduras con los becerros, con los carneros, y con los corderos según el número de ellos, conforme a la ley: Numbers 29:31 Y un macho cabrío por expiación, allende del holocausto continuo, sus presentes y sus derramaduras. Numbers 29:32 Y el séptimo día, siete becerros, dos carneros, catorce corderos perfectos de un año: Numbers 29:33 Y sus presentes, y sus derramaduras con los becerros, con los carneros, y con los corderos, según el número de ellos, conforme a su ley: Numbers 29:34 Y un macho cabrío por expiación, allende del holocausto continuo, y su presente, y su derramadura. Numbers 29:35 El octavo día tendréis solemnidad, ninguna obra servil haréis. Numbers 29:36 Y ofreceréis en holocausto, en ofrenda encendida a Jehová de olor de holganza, un novillo, un carnero, siete corderos perfectos de un año: Numbers 29:37 Sus presentes, y sus derramaduras con el novillo, con el carnero, y con los corderos según el número de ellos conforme a la ley. Numbers 29:38 Y un macho cabrío por expiación, allende del holocausto continuo, y su presente, y su derramadura. Numbers 29:39 Estas cosas haréis a Jehová en vuestras solemnidades, allende de vuestros votos, y de vuestras ofrendas libres, en vuestros holocaustos, y en vuestros presentes, y en vuestras derramaduras, y en vuestras paces. Numbers 29:40 Y Moisés dijo a los hijos de Israel conforme a todo lo que Jehová había mandado a Moisés. Numbers 30:0 Numbers 30:1 Y habló Moisés a los príncipes de las tribus de los hijos de Israel, diciendo: Esto es lo que Jehová ha mandado: Numbers 30:2 Cuando alguno hiciere voto a Jehová, o jurare juramento, ligando su alma con obligación, no contaminará su palabra: conforme a todo lo que salió por su boca, hará. Numbers 30:3 Mas la mujer cuando hiciere voto a Jehová, y se ligare con obligación en casa de su padre en su mocedad; Numbers 30:4 Si su padre oyere su voto, y la obligación con que ligó su alma, y su padre callare a él, todos los votos de ella serán firmes, y toda obligación, con que hubiere obligado su alma, será firme: Numbers 30:5 Mas si su padre lo vedare el día que oyere todos sus votos, y sus ataduras con que ella hubiere ligado su alma, no serán firmes, y Jehová la perdonará, por cuanto su padre lo vedó. Numbers 30:6 Empero si fuere casada, e hiciere votos, o pronunciare de sus labios cosa con que obligue su alma; Numbers 30:7 Si su marido lo oyere, y cuando lo oyere, callare a ello, los votos de ella serán firmes, y la atadura con que ligó su alma, será firme. Numbers 30:8 Mas si cuando su marido lo oyó, lo vedó, entonces el voto que ella hizo, y lo que pronunció de sus labios con que ató su alma, será ninguno, y Jehová la perdonará. Numbers 30:9 Empero todo voto de viuda, o repudiada, con que ligare su alma, será firme. Numbers 30:10 Mas si lo hubiere hecho en casa de su marido, y hubiere ligado su alma con obligación de juramento; Numbers 30:11 Si su marido oyó, y calló a ello, y no lo vedó, entonces todos sus votos serán firmes, y toda obligación con que hubiere ligado su alma, será firme. Numbers 30:12 Mas si su marido los anuló el día que los oyó, todo lo que salió de sus labios, cuanto a sus votos, y cuanto a la obligación de su alma, será ninguno, su marido los anuló, y Jehová la perdonará. Numbers 30:13 Todo voto, o todo juramento de obligación para afligir el alma, su marido lo confirmará, o su marido lo anulará. Numbers 30:14 Empero si su marido callare a ello de día en día, entonces confirmó todos sus votos, y todas las obligaciones, que están sobre ella; confirmólas, por cuanto calló a ello, el día que lo oyó. Numbers 30:15 Mas si las anulare después que las oyó, entonces él llevará el pecado de ella. Numbers 30:16 Estas son las ordenanzas que Jehová mandó a Moisés para entre el varón y su mujer, y entre el padre y su hija en su mocedad en casa de su padre. Numbers 31:0 Numbers 31:1 Ítem, Jehová habló a Moisés, diciendo: Numbers 31:2 Haz la venganza de los hijos de Israel de los Madianitas, después serás recogido a tus pueblos. Numbers 31:3 Entonces Moisés habló al pueblo, diciendo: Armáos algunos de vosotros para la guerra, y serán contra Madián y harán la venganza de Jehová en Madián. Numbers 31:4 Mil de cada tribu de todas las tribus de los hijos de Israel enviaréis a la guerra. Numbers 31:5 Así fueron dados de los millares de Israel mil por cada una tribu, doce mil a punto de guerra. Numbers 31:6 Y Moisés los envió a la guerra: mil de cada tribu envió, y Finees hijo de Eleazar sacerdote fue a la guerra, con los santos instrumentos, con las trompetas del júbilo en su mano. Numbers 31:7 Y pelearon contra Madián, como Jehová lo mandó a Moisés, y mataron a todo varón. Numbers 31:8 Mataron también entre los que mataron de ellos a los reyes de Madián Evi, y Recem, y Sur, y Jur, y Rebe, cinco reyes de Madián: y a Balaam hijo de Beor mataron a cuchillo. Numbers 31:9 Y llevaron cautivas los hijos de Israel las mujeres de los Madianitas, y sus chiquitos, y todas sus bestias, y todos sus ganados, y robaron toda su hacienda. Numbers 31:10 Y todas sus ciudades por sus habitaciones, y todos sus palacios quemaron a fuego. Numbers 31:11 Y tomaron todo el despojo y toda la presa así de hombres como de bestias, Numbers 31:12 Y trajéronlo a Moisés, y a Eleazar el sacerdote, y a la congregación de los hijos de Israel; los cautivos y la presa, y los despojos, al campo, en los llanos de Moab, que están junto al Jordán de Jericó. Numbers 31:13 Y salieron Moisés, y Eleazar el sacerdote, y todos los príncipes de la congregación a recibirlos fuera del campo. Numbers 31:14 ¶ Y Moisés se enojó contra los capitanes del ejército, los tribunos y centuriones que volvían de la guerra. Numbers 31:15 Y díjoles Moisés: ¿Todas las mujeres habéis reservado? Numbers 31:16 He aquí, ellas fueron a los hijos de Israel por consejo de Balaam para dar prevaricación contra Jehová en el negocio de Pehor, por lo cual hubo mortandad en la congregación de Jehová. Numbers 31:17 Matád pues ahora a todos los varones en los niños: y a toda mujer que haya conocido varón en ayuntamiento de varón matád. Numbers 31:18 Y todas las niñas entre las mujeres, que no hayan conocido ayuntamiento de varón, os guardaréis vivas. Numbers 31:19 Y vosotros quedáos fuera del campo siete días: y todos los que mataren persona, y cualquiera que tocare a muerto, expiaros heis al tercero y al séptimo día, vosotros y vuestros cautivos. Numbers 31:20 Y todo vestido, y toda alhaja de pieles, y toda obra de pelos de cabras, y todo vaso de madera expiaréis. Numbers 31:21 Y Eleazar el sacerdote dijo a los hombres de guerra, que venían de la guerra: Esta es la ordenanza de la ley que Jehová mandó a Moisés: Numbers 31:22 Ciertamente el oro, y la plata, metal, hierro, estaño, y plomo, Numbers 31:23 Todo lo que entra en fuego haréis pasar por fuego, y será limpio; empero en las aguas de la expiación se alimpiará: mas todo lo que no entra en fuego, haréis pasar por agua. Numbers 31:24 Demás de esto lavaréis vuestros vestidos el séptimo día, y así seréis limpios: y entraréis después en el campo. Numbers 31:25 ¶ Ítem, Jehová habló a Moisés diciendo: Numbers 31:26 Toma la cuenta de la presa de la cautividad, así de los hombres como de las bestias, tú y Eleazar el sacerdote, y las cabezas de los padres de la congregación. Numbers 31:27 Y partirás por medio la presa entre los que pelearon, los que salieron a la guerra, y toda la congregación. Numbers 31:28 Y apartarás para Jehová el tributo de los hombres de guerra, que salieron a la guerra, de quinientos uno, así de los hombres como de los bueyes, de los asnos, y de las ovejas. Numbers 31:29 De la mitad de ellos tomaréis, y daréis a Eleazar el sacerdote la ofrenda de Jehová. Numbers 31:30 Y de la mitad de los hijos de Israel tomarás uno de cincuenta, de los hombres, de los bueyes, de los asnos, y de las ovejas, de todo animal, y darla has a los Levitas, que tienen la guarda del tabernáculo de Jehová. Numbers 31:31 E hizo Moisés y Eleazar el sacerdote como Jehová mandó a Moisés. Numbers 31:32 Y fue la presa, el resto de la presa que tomaron los hombres de guerra, seiscientas y setenta y cinco mil ovejas, Numbers 31:33 Y setenta y dos mil bueyes, Numbers 31:34 Y sesenta y un mil asnos, Numbers 31:35 Y personas de hombres, y de mujeres que no habían conocido ayuntamiento de varón, de todas personas, treinta y dos mil. Numbers 31:36 Y fue la mitad, la parte de los que habían salido a la guerra, el número de las ovejas, trescientas y treinta y siete mil y quinientas. Numbers 31:37 Y fue el tributo de Jehová de las ovejas, seiscientas y setenta y cinco. Numbers 31:38 Y de los bueyes, treinta y seis mil: y el tributo de ellos para Jehová, setenta y dos. Numbers 31:39 Y de los asnos, treinta mil y quinientos: y el tributo de ellos para Jehová, sesenta y uno. Numbers 31:40 Y de las personas, diez y seis mil: y el tributo de ellas para Jehová, treinta y dos personas. Numbers 31:41 Y dio Moisés, el tributo de la ofrenda de Jehová a Eleazar el sacerdote, como Jehová lo mandó a Moisés. Numbers 31:42 Y de la mitad de los hijos de Israel que partió Moisés de los hombres que habían ido a la guerra, Numbers 31:43 La mitad de la congregación fue, de las ovejas, trescientas y treinta y siete mil y quinientas: Numbers 31:44 Y de los bueyes, treinta y seis mil: Numbers 31:45 Y de los asnos, treinta mil y quinientos: Numbers 31:46 Y de las personas, diez y seis mil. Numbers 31:47 Y de la mitad de los hijos de Israel Moisés tomó uno de cincuenta de los hombres y de las bestias, y dióla a los Levitas, que tenían la guarda del tabernáculo de Jehová, como Jehová lo había mandado a Moisés. Numbers 31:48 ¶ Y llegaron a Moisés los capitanes de los millares de la guerra, los tribunos y centuriones, Numbers 31:49 Y dijeron a Moisés: Tus siervos han tomado la copia de los hombres de guerra que están en nuestro poder, y ninguno ha faltado de nosotros: Numbers 31:50 Por lo cual hemos ofrecido a Jehová ofrenda cada uno de lo que ha hallado, vasos de oro, braceletes, manillas, anillos, zarcillos, y cadenas para reconciliar nuestras almas delante de Jehová. Numbers 31:51 Y recibió Moisés y Eleazar el sacerdote el oro de ellos, todos vasos obrados. Numbers 31:52 Y fue todo el oro de la ofrenda que ofrecieron a Jehová diez y seis mil y sietecientos y cincuenta siclos, de los tribunos y centuriones. Numbers 31:53 Porque los varones del ejército habían tomado despojos cada uno para sí. Numbers 31:54 Y recibió Moisés y Eleazar el sacerdote el oro de los tribunos y centuriones, y trajéronlo al tabernáculo del testimonio por memoria de los hijos de Israel delante de Jehová. Numbers 32:0 Numbers 32:1 Y los hijos de Rubén y los hijos de Gad tenían mucho ganado: mucho en gran multitud: los cuales viendo la tierra de Jazer y de Galaad, parecióles el lugar, lugar de ganado. Numbers 32:2 Y vinieron los hijos de Gad y los hijos de Rubén, y hablaron a Moisés, y a Eleazar el sacerdote, y a los príncipes de la congregación, diciendo: Numbers 32:3 Atarot, y Dibón, y Jazer, y Nemra, y Jesebón, y Eleale, y Sabán, y Nebo, y Beón, Numbers 32:4 La tierra que Jehová hirió delante de la congregación de Israel, es tierra de ganado, y tus siervos tienen ganado. Numbers 32:5 Y dijeron: Si hallamos gracia en tus ojos dése esta tierra a tus siervos en heredad, no nos hagas pasar el Jordán. Numbers 32:6 Y respondió Moisés a los hijos de Gad, y a los hijos de Rubén: ¿Vendrán vuestros hermanos a la guerra, y vosotros os quedaréis aquí? Numbers 32:7 Y ¿por qué impedís el ánimo de los hijos de Israel, para que no pasen a la tierra que les ha dado Jehová? Numbers 32:8 Así hicieron vuestros padres cuando los envié desde Cádes-barne para que viesen esta tierra: Numbers 32:9 Que subieron hasta el arroyo de Escol, y vieron la tierra, e impidieron el ánimo de los hijos de Israel para no venir a la tierra, que Jehová les había dado. Numbers 32:10 Y el furor de Jehová se encendió entonces, y juró, diciendo: Numbers 32:11 Que no verán los varones que subieron de Egipto de veinte años y arriba, la tierra, por la cual juré a Abraham, Isaac, y Jacob, por cuanto no fueron perfectos en pos de mí; Numbers 32:12 Excepto Caleb hijo de Jefone Cenezeo, y Josué hijo de Nun, que fueron perfectos en pos de Jehová. Numbers 32:13 Y el furor de Jehová se encendió en Israel, e hízolos andar vagabundos por el desierto cuarenta años, hasta que toda aquella generación fue acabada, que había hecho mal delante de Jehová. Numbers 32:14 Y, he aquí, vosotros habéis sucedido en lugar de vuestros padres, crianza de hombres pecadores, para añadir aun a la ira de Jehová contra Israel. Numbers 32:15 Si os volviereis de en pos de él, él volverá otra vez a dejarlo en el desierto, y destruiréis a todo este pueblo. Numbers 32:16 Entonces ellos se llegaron a él, y dijeron: Edificaremos aquí majadas para nuestro ganado, y ciudades para nuestros niños: Numbers 32:17 Y nosotros nos armaremos, e iremos con diligencia delante de los hijos de Israel, hasta que los metamos en su lugar: y nuestros niños quedarán en ciudades fuertes a causa de los moradores de la tierra. Numbers 32:18 No volveremos a nuestras casas hasta que los hijos de Israel posean cada uno su heredad: Numbers 32:19 Porque no tomaremos heredad con ellos tras el Jordán ni adelante, por cuanto tendremos ya nuestra heredad de estotra parte del Jordán al oriente. Numbers 32:20 Entonces Moisés les respondió: Si lo hiciereis así, si os armareis delante de Jehová para la guerra, Numbers 32:21 Y pasaréis todos vosotros armados el Jordán delante de Jehová, hasta que haya echado sus enemigos de delante de sí, Numbers 32:22 Y que la tierra sea sojuzgada delante de Jehová, y después volváis, seréis absueltos de Jehová y de Israel, y esta tierra será vuestra en heredad delante de Jehová. Numbers 32:23 Mas si no lo hiciereis así, he aquí, habréis pecado a Jehová, y sabéd que vuestro pecado os alcanzará. Numbers 32:24 Edificáos ciudades para vuestros niños, y majadas para vuestras ovejas, y hacéd lo que ha salido de vuestra boca. Numbers 32:25 Y hablaron los hijos de Gad y los hijos de Rubén a Moisés, diciendo: Tus siervos harán como mi señor ha mandado. Numbers 32:26 Nuestros niños, nuestras mujeres, nuestros ganados, y todas nuestras bestias estarán allí en las ciudades de Galaad: Numbers 32:27 Y tus siervos pasarán todos armados de guerra, delante de Jehová a la guerra de la manera que mi señor dice. Numbers 32:28 Entonces Moisés los encomendó a Eleazar el sacerdote, y a Josué hijo de Nun, y a los príncipes de los padres de las tribus de los hijos de Israel; Numbers 32:29 Y díjoles Moisés: Si los hijos de Gad y los hijos de Rubén pasaren con vosotros el Jordán, todos armados de guerra delante de Jehová, luego que la tierra fuere sojuzgada delante de vosotros, darles heis la tierra de Galaad en posesión: Numbers 32:30 Mas si no pasaren armados con vosotros: entonces tendrán posesión entre vosotros en la tierra de Canaán. Numbers 32:31 Y los hijos de Gad y los hijos de Rubén respondieron, diciendo: Lo que Jehová ha dicho a tus siervos, haremos: Numbers 32:32 Nosotros pasaremos armados delante de Jehová a la tierra de Canaán, y la posesión de nuestra heredad será de esta parte del Jordán. Numbers 32:33 Así Moisés les dió, a los hijos de Gad y a los hijos de Rubén, y a la media tribu de Manasés, hijo de José, el reino de Sejón rey Amorreo, y el reino de Og rey de Basán, la tierra con sus ciudades y términos, las ciudades de la tierra al derredor. Numbers 32:34 Y los hijos de Gad edificaron a Dibón y a Atarot, y a Aroer, Numbers 32:35 Y a Rot, y a Sofam, y a Jazer, y a Jegbaa, Numbers 32:36 Y a Bet-nemera, y a Bet-arán, ciudades fuertes, y majadas de ovejas. Numbers 32:37 Y los hijos de Rubén edificaron a Jesebón, y a Eleale, y a Cariataim, Numbers 32:38 Y a Nebo, y a Baal-meón, mudados los nombres, y a Sabama, y pusieron nombres a las ciudades que edificaron. Numbers 32:39 Y los hijos de Maquir, hijo de Manasés, fueron a Galaad, y tomáronla, y echaron al Amorreo que estaba en ella. Numbers 32:40 Y Moisés dio a Galaad a Maquir hijo de Manasés, el cual habitó en ella. Numbers 32:41 También Jair hijo de Manasés fue, y tomó sus aldeas, y púsoles nombre Havot-jair. Numbers 32:42 Asimismo Nobe fue, y tomó a Canat y sus aldeas, y púsole nombre Nobe, conforme a su nombre. Numbers 33:0 Numbers 33:1 Estas son las partidas de los hijos de Israel, que salieron de la tierra de Egipto por sus escuadrones, por mano de Moisés y Aarón, Numbers 33:2 Que Moisés escribió sus salidas por sus partidas por dicho de Jehová: y estas son sus partidas por sus salidas. Numbers 33:3 De Ramesses partieron el mes primero a los quince días del mes primero: el segundo día de la pascua salieron los hijos de Israel con mano alta a ojos de todos los Egipcios. Numbers 33:4 Enterrando los Egipcios los que Jehová había muerto de ellos, a todo primogénito; y habiendo Jehová hecho juicios en sus dioses. Numbers 33:5 Partieron pues los hijos de Israel de Ramesses, y asentaron campo en Socot. Numbers 33:6 Y partiendo de Socot asentaron en Etam, que es al cabo del desierto. Numbers 33:7 Y partiendo de Etam volvieron sobre Pihahirot, que es delante de Baal-sefón, y asentaron delante de Magdalo. Numbers 33:8 Y partiendo de Pihahirot pasaron por medio de la mar al desierto, y anduvieron camino de tres días por el desierto de Etam, y asentaron en Mara. Numbers 33:9 Y partiendo de Mara vinieron a Elim, donde había doce fuentes de aguas y setenta palmas; y asentaron allí. Numbers 33:10 Y partidos de Elim asentaron junto al mar Bermejo. Numbers 33:11 Y partidos del mar Bermejo asentaron en el desierto de Sin. Numbers 33:12 Y partidos del desierto de Sin asentaron en Dafca. Numbers 33:13 Y partidos de Dafca asentaron en Alús. Numbers 33:14 Y partidos de Alús asentaron en Rafidim, donde el pueblo no tuvo aguas para beber. Numbers 33:15 Y partidos de Rafidim asentaron en el desierto de Sinaí. Numbers 33:16 Y partidos del desierto de Sinaí asentaron en Kibrot-hattaava. Numbers 33:17 Y partidos de Kibrot-hattaava asentaron en Jaserot. Numbers 33:18 Y partidos de Jaserot asentaron en Retma. Numbers 33:19 Y partidos de Retma asentaron en Remmon-fares. Numbers 33:20 Y partidos de Remmon-fares asentaron en Lebna. Numbers 33:21 Y partidos de Lebna asentaron en Ressa. Numbers 33:22 Y partidos de Ressa asentaron en Cealata. Numbers 33:23 Y partidos de Cealata asentaron en el monte de Sefer. Numbers 33:24 Y partidos del monte de Sefer asentaron en Harada. Numbers 33:25 Y partidos de Harada asentaron en Macelot. Numbers 33:26 Y partidos de Macelot asentaron en Tahat. Numbers 33:27 Y partidos de Tahat asentaron en Tare. Numbers 33:28 Y partidos de Tare asentaron en Metca. Numbers 33:29 Y partidos de Metca asentaron en Hesmona. Numbers 33:30 Y partidos de Hesmona asentaron en Moserot. Numbers 33:31 Y partidos de Moserot asentaron en Bene-jaacán. Numbers 33:32 Y partidos de Bene-jaacán asentaron en el monte de Guidgad. Numbers 33:33 Y partidos del monte de Guidgad asentaron en Jetebata. Numbers 33:34 Y partidos de Jetebata asentaron en Hebrona. Numbers 33:35 Y partidos de Hebrona asentaron en Asión-gaber. Numbers 33:36 Y partidos de Asión-gaber asentaron en el desierto de Zin, que es Cádes. Numbers 33:37 Y partidos de Cádes asentaron en el monte de Hor en el fin de la tierra de Edom. Numbers 33:38 Y subió Aarón el sacerdote en el monte de Hor, conforme al dicho de Jehová, y allí murió a los cuarenta años de la salida de los hijos de Israel de la tierra de Egipto, en el mes quinto, en el primero del mes. Numbers 33:39 Y era Aarón de edad de ciento y veinte y tres años cuando murió en el monte de Hor. Numbers 33:40 Y oyó el Cananeo rey de Arad, que habitaba al mediodía en la tierra de Canaán, como habían entrado los hijos de Israel. Numbers 33:41 Y partidos del monte de Hor asentaron en Salmona. Numbers 33:42 Y partidos de Salmona asentaron en Funón. Numbers 33:43 Y partidos de Funón asentaron en Obot. Numbers 33:44 Y partidos de Obot asentaron en Je-abarim en el término de Moab. Numbers 33:45 Y partidos de Je-abarim asentaron en Dibon-gad. Numbers 33:46 Y partidos de Dibon-gad asentaron en Helmon-deblataim. Numbers 33:47 Y partidos de Helmon-deblataim asentaron en los montes de Abarim delante de Nebo. Numbers 33:48 Y partidos de los montes de Abarim asentaron en los campos de Moab junto al Jordán de Jericó. Numbers 33:49 Finalmente asentaron junto al Jordán desde Bet-jesimot hasta Abel-satim en los campos de Moab. Numbers 33:50 ¶ Y habló Jehová a Moisés en los campos de Moab junto al Jordán de Jericó, diciendo: Numbers 33:51 Habla a los hijos de Israel, y díles: Cuando hubiereis pasado el Jordán a la tierra de Canaán, Numbers 33:52 Echaréis a todos los moradores de la tierra de delante de vosotros, y destruiréis todas sus pinturas, y todas sus imágenes de fundición, destruiréis asimismo todos sus altos: Numbers 33:53 Y echaréis los moradores de la tierra, y habitaréis en ella: porque yo os la he dado para que la heredéis. Numbers 33:54 Y heredaréis la tierra por suertes por vuestras familias; al mucho daréis mucho por su heredad, y al poco daréis poco por su heredad: donde le saliere la suerte, allí la tendrá: por las tribus de vuestros padres heredaréis. Numbers 33:55 Y si no echareis los moradores de la tierra de delante de vosotros, será, que los que dejareis de ellos serán por aguijones en vuestros ojos, y por espinas en vuestros costados, y afligiros han sobre la tierra en que vosotros habitareis. Numbers 33:56 Y será, que como yo pensé hacerles a ellos, haré a vosotros. Numbers 34:0 Numbers 34:1 Ítem, Jehová habló a Moisés, diciendo: Numbers 34:2 Manda a los hijos de Israel, y díles: Cuando hubiereis entrado en la tierra de Canaán, es a saber, la tierra que os ha de caer en heredad, la tierra de Canaán por sus términos, Numbers 34:3 Tendréis el lado del mediodía desde el desierto de Zin hasta los términos de Edom; y seros ha el término del mediodía el cabo del mar de la sal hacia el oriente. Numbers 34:4 Y este término os irá rodeando desde el mediodía a la subida de Acrabim, y pasará hasta Zin: y sus salidas serán del mediodía a Cádes-barne: y saldrá a Ahazar-adar, y pasará hasta Asemona. Numbers 34:5 Y rodeará este término desde Asemona hasta el arroyo de Egipto, y sus salidas serán al occidente. Numbers 34:6 Y el término occidental os será la gran mar, este término os será el término occidental. Numbers 34:7 Y el término del norte os será este: desde la gran mar os señalaréis el monte de Hor: Numbers 34:8 Del monte de Hor señalaréis a la entrada de Emat; y serán las salidas de aquel término a Sedada: Numbers 34:9 Y saldrá este término a Zefrona, y serán sus salidas a Hazar-enán: este os será el término del norte. Numbers 34:10 Y por término al oriente os señalaréis desde Hazar-enán hasta Sefama. Numbers 34:11 Y descenderá este término de Sefama a Reblata al oriente de Ain, y descenderá este término, y llegará a la costa de la mar de Ceneret al oriente: Numbers 34:12 Y descenderá este término al Jordán, y serán sus salidas al mar de la sal: esta os será la tierra por sus términos al derredor. Numbers 34:13 Y mandó Moisés a los hijos de Israel, diciendo: Esta es la tierra que heredaréis por suerte, la cual mandó Jehová que diese a las nueve tribus y a la media tribu. Numbers 34:14 Porque la tribu de los hijos de Rubén por las casas de sus padres, y la tribu de los hijos de Gad por las casas de sus padres, y la media tribu de Manasés han tomado su herencia. Numbers 34:15 Dos tribus y media tomaron su heredad de esta parte del Jordán de Jericó al oriente, al nacimiento del sol. Numbers 34:16 ¶ Y habló Jehová a Moisés, diciendo: Numbers 34:17 Estos son los nombres de los varones que tomarán la posesión de la tierra para vosotros: Eleazar el sacerdote, y Josué hijo de Nun. Numbers 34:18 Y tomaréis de cada tribu un príncipe para tomar la posesión de la tierra. Numbers 34:19 Y estos son los nombres de los varones: De la tribu de Judá, Caleb hijo de Jefone. Numbers 34:20 Y de la tribu de los hijos de Simeón, Samuel hijo de Ammiud. Numbers 34:21 De la tribu de Ben-jamín, Elidad hijo de Caselón. Numbers 34:22 Y de la tribu de los hijos de Dan, el príncipe Bocci hijo de Jogli. Numbers 34:23 De los hijos de José, de la tribu de los hijos de Manasés, el príncipe Haniel hijo de Efod. Numbers 34:24 Y de la tribu de los hijos de Efraím, el príncipe Camuel hijo de Seftán. Numbers 34:25 Y de la tribu de los hijos de Zabulón, el príncipe Elisafán hijo de Farnac. Numbers 34:26 Y de la tribu de los hijos de Isacar, el príncipe Paltiel hijo de Ozán. Numbers 34:27 Y de la tribu de los hijos de Aser, el príncipe Ahiud hijo de Salomi. Numbers 34:28 Y de la tribu de los hijos de Neftalí, el príncipe Fedael hijo de Ammiud. Numbers 34:29 Estos son a los que mandó Jehová que hiciesen heredar la tierra a los hijos de Israel en la tierra de Canaán. Numbers 35:0 Numbers 35:1 Y habló Jehová a Moisés en los campos de Moab junto al Jordán de Jericó, diciendo: Numbers 35:2 Manda a los hijos de Israel, que den a los Levitas de la posesión de su heredad ciudades en que habiten; y los ejidos de las ciudades daréis a los Levitas al derredor de ellas. Numbers 35:3 Y las ciudades tendrán para habitar ellos; y los ejidos de ellas serán para sus animales, y para sus ganados, y para todas sus bestias. Numbers 35:4 Y los ejidos de las ciudades, que daréis a los Levitas, estarán mil codos al derredor desde el muro de la ciudad para fuera: Numbers 35:5 Luego mediréis fuera de la ciudad a la parte del oriente dos mil codos, y a la parte del mediodía dos mil codos, y a la parte del occidente dos mil codos, y a la parte del norte dos mil codos; y la ciudad en medio: esto tendrán por los ejidos de las ciudades. Numbers 35:6 Y de las ciudades que daréis a los Levitas, seis ciudades serán de acogimiento, las cuales daréis para que el homicida se acoja allá: y allende de estas daréis cuarenta y dos ciudades. Numbers 35:7 Todas las ciudades que daréis a los Levitas serán cuarenta y ocho ciudades, ellas y sus ejidos. Numbers 35:8 Y las ciudades que diéreis de la heredad de los hijos de Israel, del mucho tomaréis mucho, y del poco tomaréis poco: cada uno dará de sus ciudades a los Levitas según la posesión que heredará. Numbers 35:9 ¶ Ítem, Jehová habló a Moisés, diciendo: Numbers 35:10 Habla a los hijos de Israel, y díles: Cuando hubiereis pasado el Jordán a la tierra de Canaán, Numbers 35:11 Señalaros heis ciudades: ciudades de acogimiento tendréis, donde huya el homicida, que hiriere a alguno por yerro. Numbers 35:12 Y seros han aquellas ciudades por acogimiento del pariente, y no morirá el homicida hasta que esté a juicio delante de la congregación. Numbers 35:13 Y de las ciudades que daréis, tendréis seis ciudades de acogimiento. Numbers 35:14 Las tres ciudades daréis de esta parte del Jordán, y las otras tres ciudades daréis en la tierra de Canaán, las cuales serán ciudades de acogimiento. Numbers 35:15 Estas seis ciudades serán para acogimiento a los hijos de Israel, y al peregrino, y al que morará entre ellos, para que huya allá cualquiera que hiriere a otro por yerro. Numbers 35:16 Y si con instrumento de hierro le hiriere, y muriere, homicida es; el homicida morirá. Numbers 35:17 Y si con piedra de mano de que pueda morir, le hiriere, y muriere, homicida es; el homicida morirá. Numbers 35:18 Y si con instrumento de palo de mano, de que pueda morir, le hiriere, homicida es; el homicida morirá. Numbers 35:19 El redimidor de la sangre, él matará al homicida; cuando le encontrare, él le matará. Numbers 35:20 Y si con odio le rempujó, o echó sobre él alguna cosa por asechanzas, y murió: Numbers 35:21 O por enemistad le hirió con su mano, y murió, el heridor morirá, homicida es; el redimidor de la sangre matará al homicida, cuando le encontrare. Numbers 35:22 Mas si a caso sin enemistades le rempujó, o echó sobre él cualquiera instrumento sin asechanzas, Numbers 35:23 O hizo caer sobre él alguna piedra, de que pudo morir, sin verle, y muriere, y él no era su enemigo ni procuraba su mal, Numbers 35:24 Entonces la congregación juzgará entre el heridor y el redimidor de la sangre conforme a estas leyes. Numbers 35:25 Y la congregación librará al homicida de mano del redimidor de la sangre, y la congregación le hará volver a su ciudad de acogimiento, a la cual se había acogido, y morará en ella hasta que muera el gran sacerdote, el cual fue ungido con el santo aceite. Numbers 35:26 Y si saliendo saliere el homicida del término de su ciudad de acogimiento, a la cual se acogió, Numbers 35:27 Y el redimidor de la sangre le hallare fuera del término de la ciudad de su acogimiento, y el redimidor de la sangre matare al homicida, no habrá por ello muerte. Numbers 35:28 Mas en su ciudad de acogimiento habitará hasta que muera el gran sacerdote: y después que muriere el gran sacerdote el homicida volverá a la tierra de su posesión. Numbers 35:29 Y estas cosas os serán por ordenanza de derecho por vuestras edades en todas vuestras habitaciones. Numbers 35:30 ¶ Cualquiera que hiriere a alguno, por dicho de testigos morirá el homicida, y un testigo no hablará contra persona para que muera. Numbers 35:31 Y no tomaréis precio por la vida del homicida, porque está condenado a muerte, mas de muerte morirá. Numbers 35:32 Ni tampoco tomaréis precio del que huyó a su ciudad de acogimiento para que vuelva a vivir en su tierra, hasta que muera el sacerdote. Numbers 35:33 Y no contaminaréis la tierra donde estuviereis, porque esta sangre contaminará la tierra; y la tierra no será expiada de la sangre que fue derramada en ella, sino por la sangre del que la derramó. Numbers 35:34 No contaminéis pues la tierra donde habitáis, en medio de la cual yo habito: porque yo Jehová habito en medio de los hijos de Israel. Numbers 36:0 Numbers 36:1 Y llegaron los príncipes de los padres de la familia de los hijos de Galaad, hijo de Maquir, hijo de Manasés, de las familias de los hijos de José, y hablaron delante de Moisés, y de los príncipes cabezas de padres de los hijos de Israel, Numbers 36:2 Y dijeron: Jehová mandó a mi señor que diese la tierra a los hijos de Israel por suerte en posesión: también Jehová ha mandado a mi señor, que dé la posesión de Salfaad nuestro hermano a sus hijas: Numbers 36:3 Las cuales se casarán con algunos de los hijos de las tribus de los hijos de Israel, y la herencia de ellas así será disminuida de la herencia de nuestros padres, y será añadida a la herencia de la tribu de la cual serán: y será quitada de la suerte de nuestra heredad. Numbers 36:4 Y cuando viniere el jubileo de los hijos de Israel, la heredad de ellas será añadida a la heredad de la tribu de sus maridos, y así la heredad de ellas será quitada de la heredad de la tribu de nuestros padres. Numbers 36:5 Entonces Moisés mandó a los hijos de Israel por dicho de Jehová, diciendo: La tribu de los hijos de José habla derecho: Numbers 36:6 Esto es lo que ha mandado Jehová acerca de las hijas de Salfaad, diciendo: Cásense como a ellas les pluguiere, empero en la familia de la tribu de su padre se casarán: Numbers 36:7 Porque la heredad de los hijos de Israel no sea traspasada de tribu en tribu; porque cada uno de los hijos de Israel se allegará a la heredad de la tribu de sus padres. Numbers 36:8 ¶ Y cualquiera hija que poseyere heredad de las tribus de los hijos de Israel, con alguno de la familia de la tribu de su padre se casará, para que los hijos de Israel posean cada uno la heredad de sus padres; Numbers 36:9 Porque la heredad no ande rodeando de una tribu a otra: mas cada una de las tribus de los hijos de Israel se llegue a su heredad. Numbers 36:10 Como Jehová mandó a Moisés, así hicieron las hijas de Salfaad. Numbers 36:11 Y así Maala, y Tersa, y Hegla, y Melca, y Noa hijas de Salfaad se casaron con hijos de sus tios: Numbers 36:12 De la familia de los hijos de Manasés hijo de José fueron mujeres, y la heredad de ellas fue de la tribu de la familia de su padre. Numbers 36:13 Estos son los mandamientos y los derechos que mandó Jehová por mano de Moisés a los hijos de Israel en los campos de Moab junto al Jordán de Jericó.
Deuteronomy 0:0
Deuteronomy 1:0 Deuteronomy 1:1 Estas son las palabras que habló Moisés a todo Israel de esta parte del Jordán en el desierto, en el llano, delante del mar Bermejo, entre Farán, y Tofel, y Labán, y Jaserot, y Dizahab. Deuteronomy 1:2 Once jornadas hay desde Horeb camino del monte de Seir hasta Cádes-barne. Deuteronomy 1:3 Y fue, que a los cuarenta años, en el mes undécimo, al primero del mes, Moisés habló a los hijos de Israel conforme a todas las cosas que Jehová le había mandado acerca de ellos: Deuteronomy 1:4 Después que hirió a Sejón rey de los Amorreos, que habitaba en Jesebón, y a Og rey de Basán, que habitaba en Astarot en Edrai, Deuteronomy 1:5 De esta parte del Jordán en tierra de Moab quiso Moisés declarar esta ley, diciendo: Deuteronomy 1:6 Jehová nuestro Dios nos habló en Horeb, diciendo: Harto habéis estado en este monte; Deuteronomy 1:7 Volvéos, partíos, e id al monte del Amorreo, y a todas sus comarcas en el llano, en el monte, y en los valles, y al mediodía, y a la costa de la mar: a la tierra del Cananeo, y el Líbano hasta el gran río, el río de Éufrates. Deuteronomy 1:8 Mirád, yo he dado la tierra en vuestra presencia, entrád y poseéd la tierra, que Jehová juró a vuestros padres Abraham, Isaac, y Jacob, que les daría a ellos y a su simiente después de ellos. Deuteronomy 1:9 ¶ Y yo os hablé entonces, diciendo: Yo no puedo llevaros solo; Deuteronomy 1:10 Jehová vuestro Dios os ha multiplicado, que, he aquí, sois hoy vosotros como las estrellas del cielo en multitud. Deuteronomy 1:11 Jehová Dios de vuestros padres añada sobre vosotros como sois mil veces, y os bendiga, como os ha prometido. Deuteronomy 1:12 ¿Cómo llevaré yo solo vuestras molestias, vuestras cargas, y vuestros pleitos? Deuteronomy 1:13 Dad de vosotros varones sabios y entendidos, y expertos, de vuestras tribus, para que yo los ponga por vuestras cabezas. Deuteronomy 1:14 Y me respondisteis y dijisteis: Bueno es lo que has dicho para que se haga. Deuteronomy 1:15 Y tomé los principales de vuestras tribus, varones sabios y expertos, y púselos por príncipes sobre vosotros, príncipes de millares, y príncipes de cientos, y príncipes de cincuenta, y príncipes de diez, y gobernadores a vuestras tribus. Deuteronomy 1:16 Y entonces mandé a vuestros jueces, diciendo: Oíd entre vuestros hermanos: juzgád justamente entre el hombre y su hermano, y entre su extranjero. Deuteronomy 1:17 No tengáis respeto de personas en el juicio: así al pequeño como al grande oiréis: no habréis temor de ninguno, porque el juicio es de Dios: y la causa que os fuere difícil, llegaréis a mí, y yo la oiré. Deuteronomy 1:18 Y entonces os mandé todo lo que hubieseis de hacer. Deuteronomy 1:19 ¶ Y partidos de Horeb, anduvimos todo este desierto grande y temeroso, que habéis visto, por el camino del monte del Amorreo, como Jehová nuestro Dios nos lo mandó: y llegamos hasta Cádes-barne. Deuteronomy 1:20 Y os dije: Llegado habéis al monte del Amorreo, el cual Jehová nuestro Dios nos da. Deuteronomy 1:21 Mira, Jehová tu Dios ha dado delante de ti la tierra: sube y poséela, como Jehová el Dios de tus padres te ha dicho, no temas, ni desmayes. Deuteronomy 1:22 ¶ Y llegasteis a mí todos vosotros, y dijisteis: Enviemos varones delante de nosotros, que nos reconozcan la tierra, y nos tornen la respuesta; el camino por donde hemos de subir, y las ciudades a donde hemos de venir. Deuteronomy 1:23 Y el dicho me pareció bien, y tomé doce varones de vosotros un varón por tribu; Deuteronomy 1:24 Y volvieron, y subieron al monte, y vinieron hasta el arroyo de Escol, y reconocieron la tierra. Deuteronomy 1:25 ¶ Y tomaron en sus manos del fruto de la tierra, y trajéronnoslo, y diéronnos la respuesta, y dijeron: Buena es la tierra que Jehová nuestro Dios nos da. Deuteronomy 1:26 Y no quisisteis subir, mas os rebelasteis al dicho de Jehová vuestro Dios: Deuteronomy 1:27 Y murmurasteis en vuestras tiendas, diciendo: Porque Jehová nos aborrecía, nos sacó de tierra de Egipto, para entregarnos en mano del Amorreo para destruirnos. Deuteronomy 1:28 ¿Dónde subimos? Nuestros hermanos han hecho desleir nuestro corazón, diciendo: Este pueblo es mayor y más alto que nosotros; las ciudades grandes y encastilladas hasta el cielo, y también vimos allí hijos de gigantes. Deuteronomy 1:29 Entonces yo os dije: No temáis, ni hayáis miedo de ellos: Deuteronomy 1:30 Jehová vuestro Dios, el que va delante de vosotros, él peleará por vosotros, conforme a todas las cosas que hizo con vosotros en Egipto delante de vuestros ojos; Deuteronomy 1:31 Y en el desierto, has visto que Jehová tu Dios te ha traído, como trae el hombre a su hijo, por todo el camino que habéis andado, hasta que habéis venido a este lugar. Deuteronomy 1:32 Y aun con esto no habéis creído en Jehová vuestro Dios. Deuteronomy 1:33 El cual iba delante de vosotros por el camino, para reconoceros el lugar donde habíais de asentar el campo, con fuego de noche, para mostraros el camino por donde anduvieseis: y con nube de día. Deuteronomy 1:34 ¶ Y oyó Jehová la voz de vuestras palabras, y enojóse, y juró, diciendo: Deuteronomy 1:35 No verá hombre de estos, esta mala generación, la buena tierra, que juré que había de dar a vuestros padres: Deuteronomy 1:36 Sino fuere Caleb hijo de Jefone, él la verá, y yo le daré la tierra que holló, a él y a sus hijos, porque cumplió en pos de Jehová. Deuteronomy 1:37 Y también contra mí se airó Jehová por vosotros, diciendo: Tampoco tú entrarás allá. Deuteronomy 1:38 Josué hijo de Nun, que está delante de ti, él entrará allá; esfuérzale, porque él la hará heredar a Israel. Deuteronomy 1:39 Y vuestros chiquitos, de los cuales dijisteis, serán por presa; y vuestros hijos, que no saben hoy bueno ni malo, ellos entrarán allá, y a ellos la daré, y ellos la heredarán. Deuteronomy 1:40 Y vosotros volvéos, y partíos al desierto camino del mar Bermejo. Deuteronomy 1:41 ¶ Y respondisteis y me dijisteis: Pecamos a Jehová, nosotros subiremos, y pelearemos, conforme a todo lo que Jehová nuestro Dios nos ha mandado. Y os armasteis cada uno de sus armas de guerra, y os apercebisteis para subir al monte, Deuteronomy 1:42 Y Jehová me dijo: Díles: No subáis, ni peleéis, porque yo no estoy entre vosotros, y no seáis heridos delante de vuestros enemigos. Deuteronomy 1:43 Y os hablé y no oísteis; antes os rebelasteis al dicho de Jehová, y porfiasteis con soberbia, y subisteis al monte. Deuteronomy 1:44 Y salió el Amorreo, que habitaba en aquel monte, a vuestro encuentro, y os persiguieron, como hacen las avispas, y os quebrantaron en Seir hasta Jorma. Deuteronomy 1:45 Y volvisteis, y llorasteis delante de Jehová, y Jehová no oyó vuestra voz, ni os escuchó. Deuteronomy 1:46 Y estuvisteis en Cádes por muchos días, como parece en los días que habéis estado. Deuteronomy 2:0 Deuteronomy 2:1 Y nos volvimos, y partimos al desierto camino del mar Bermejo, como Jehová me había dicho, y rodeamos el monte de Seir por muchos días: Deuteronomy 2:2 Hasta que Jehová me habló, diciendo: Deuteronomy 2:3 Harto habéis rodeado este monte, volvéos al aquilón. Deuteronomy 2:4 Y manda al pueblo, diciendo: Vosotros pasando por el término de vuestros hermanos los hijos de Esaú, que habitan en Seir, ellos habrán miedo de vosotros, mas vosotros guardáos mucho. Deuteronomy 2:5 No os revolváis con ellos, que no os daré de su tierra ni aun una holladura de una planta de un pie: porque yo he dado por heredad a Esaú el monte de Seir. Deuteronomy 2:6 La comida compraréis de ellos por dinero, y comeréis; y el agua también compraréis de ellos por dinero, y beberéis, Deuteronomy 2:7 Pues que Jehová tu Dios te ha bendicho en toda obra de tus manos; él sabe que andas por este gran desierto: estos cuarenta años Jehová tu Dios fue contigo, y ninguna cosa te ha faltado. Deuteronomy 2:8 Y pasámos de nuestros hermanos los hijos de Esaú, que habitaban en Seir, por el camino de la campaña de Elat, y de Asión-Gaber: y volvimos, y pasámos camino del desierto de Moab. Deuteronomy 2:9 Y Jehová me dijo: No molestes a Moab, ni te revuelvas con ellos en guerra, que no te daré posesión de su tierra; porque yo he dado a Ar por heredad a los hijos de Lot. Deuteronomy 2:10 Los Emimeos habitaron en ella antes, pueblo grande, y mucho, y alto como gigantes; Deuteronomy 2:11 Por gigantes eran también contados ellos como los Enaceos, y los Moabitas los llamaban Emimeos. Deuteronomy 2:12 Y en Seir habitaron antes los Horeos, a los cuales echaron los hijos de Esaú, y los destruyeron de delante de sí, y moraron en lugar de ellos, como hizo Israel en la tierra de su posesión, que Jehová les dió. Deuteronomy 2:13 Levantáos ahora, y pasád el arroyo de Zared: y pasámos el arroyo de Zared. Deuteronomy 2:14 ¶ Y los días que anduvimos de Cádes-barne hasta que pasámos el arroyo de Zared, fueron treinta y ocho años, hasta que se acabó toda la generación de los hombres de guerra de en medio del campo, como Jehová les había jurado. Deuteronomy 2:15 Y también la mano de Jehová fue sobre ellos para destruirlos de en medio del campo, hasta acabarlos. Deuteronomy 2:16 Y aconteció, que luego que todos los hombres de guerra fueron acabados por muerte de en medio del pueblo, Deuteronomy 2:17 Jehová me habló, diciendo: Deuteronomy 2:18 Tú pasarás hoy el término de Moab, a Ar: Deuteronomy 2:19 Y acercarte has delante de los hijos de Ammón: no los molestes, ni te revuelvas con ellos; porque no te tengo de dar posesión de la tierra de los hijos de Ammón: que a los hijos de Lot la he dado por heredad. Deuteronomy 2:20 (Por tierra de gigantes fue habida también ella, gigantes habitaron en ella antes, a los cuales los Ammonitas llamaban los Zomzommeos, Deuteronomy 2:21 Pueblo grande, y mucho, y alto como los Enaceos; los cuales Jehová destruyó de delante de ellos, y ellos los heredaron, y habitaron en su lugar: Deuteronomy 2:22 Como hizo con los hijos de Esaú, que habitaban en Seir, que destruyó a los Horeos de delante de ellos, y ellos los heredaron en su lugar hasta hoy: Deuteronomy 2:23 Y a los Heveos, que habitaban en Haserim hasta Gaza, los Caftoreos que salieron de Caftor los destruyeron, y habitaron en su lugar.) Deuteronomy 2:24 ¶ Levantáos, y partíd, y pasád el arroyo de Arnón. Mira, yo he dado en tu mano a Sejón rey de Jesebón Amorreo, y a su tierra. Comienza, posee y revuélvete con él en guerra. Deuteronomy 2:25 Hoy comenzaré a poner tu miedo y tu espanto sobre los pueblos que están debajo de todo el cielo; los cuales oirán tu fama, y temblarán, y angustiarse han delante de ti. Deuteronomy 2:26 Y envié embajadores desde el desierto de Cademot a Sejón rey de Jesebón con palabras de paz, diciendo: Deuteronomy 2:27 Pasaré por tu tierra, por el camino, por el camino iré, no me apartaré a diestra ni a siniestra. Deuteronomy 2:28 La comida me venderás por dinero, y comeré; el agua también me darás por dinero, y beberé: solamente pasaré con mis pies: Deuteronomy 2:29 Como lo hicieron conmigo los hijos de Esaú, que habitan en Seir; y los Moabitas, que habitan en Ar: hasta que pase el Jordán, a la tierra que Jehová nuestro Dios nos da. Deuteronomy 2:30 Y Sejón rey de Jesebón no quiso que pasásemos por él, porque Jehová tu Dios había endurecido su espíritu, y obstinado su corazón, para darle en tu mano, como hoy parece. Deuteronomy 2:31 Y díjome Jehová: Mira, ya he comenzado a dar delante de ti a Sejón y a su tierra, comienza, posee, para que heredes su tierra. Deuteronomy 2:32 Y Sejón nos salió al encuentro para pelear, él y todo su pueblo en Jasa: Deuteronomy 2:33 Y Jehová nuestro Dios le entregó delante de nosotros, y herimos a él y a sus hijos, y a todo su pueblo: Deuteronomy 2:34 Y tomamos entonces todas sus ciudades, y destruimos todas las ciudades, hombres, y mujeres, y niños, que no dejamos ninguno. Deuteronomy 2:35 Solamente tomamos para nosotros las bestias, y los despojos de las ciudades que tomamos. Deuteronomy 2:36 Desde Aroer, que está junto a la ribera del arroyo de Arnón, y la ciudad que está en el arroyo hasta Galaad, no hubo ciudad, que escapase de nosotros: todas las entregó Jehová nuestro Dios delante de nosotros. Deuteronomy 2:37 Solamente a la tierra de los hijos de Ammón no llegaste, ni a todo lo que está a la orilla del arroyo de Jeboc, ni a las ciudades del monte, y a todo lo que Jehová nuestro Dios mandó. Deuteronomy 3:0 Deuteronomy 3:1 Y volvimos, y subimos camino de Basán, y saliónos al encuentro Og rey de Basán para pelear, él y todo su pueblo, en Edrai. Deuteronomy 3:2 Y díjome Jehová: No hayas temor de él, porque en tu mano he entregado a él y a todo su pueblo, y su tierra, y harás con él como hiciste con Sejón rey Amorreo, que habitaba en Jesebón. Deuteronomy 3:3 Y Jehová nuestro Dios entregó en nuestra mano también a Og rey de Basán y a todo su pueblo, al cual herimos hasta no quedar de él ninguno. Deuteronomy 3:4 Y tomamos entonces todas sus ciudades: no quedó ciudad que no les tomásemos, sesenta ciudades, toda la tierra de Argob del reino de Og en Basán: Deuteronomy 3:5 Todas estas ciudades fortalecidas con alto muro, con puertas y barras; sin otras muy muchas ciudades sin muro: Deuteronomy 3:6 Y destruímoslas, como hicimos a Sejón rey de Jesebón, destruyendo toda ciudad, hombres, mujeres, y niños. Deuteronomy 3:7 Y todas las bestias, y los despojos de las ciudades tomamos para nosotros. Deuteronomy 3:8 Y tomamos entonces la tierra de mano de dos reyes Amorreos que estaba de esta parte del Jordán, desde el arroyo de Arnón hasta el monte de Hermón. Deuteronomy 3:9 (Los Sidonios llaman a Hermón, Sarión; y los Amorreos, Sanir.) Deuteronomy 3:10 Todas las ciudades de la campaña, y todo Galaad, y todo Basán hasta Selca y Edrai, ciudades del reino de Og en Basán. Deuteronomy 3:11 Porque solo Og rey de Basán había quedado de los gigantes que quedaron. He aquí su lecho, un lecho de hierro, ¿no está en Rabbat de los hijos de Ammón? su longura es de nueve codos, y su anchura de cuatro codos, al codo de un hombre. Deuteronomy 3:12 ¶ Y esta tierra heredamos entonces desde Aroer, que está al arroyo de Arnón; y la mitad del monte de Galaad con sus ciudades di a los Rubenitas y a los Gaditas: Deuteronomy 3:13 Y la resta de Galaad y toda la Basán del reino de Og di a la media tribu de Manasés, toda la tierra de Argob toda Basán, que se llamaba la tierra de los gigantes. Deuteronomy 3:14 Jair hijo de Manasés tomó toda la tierra de Argob hasta el término de Gessuri y Macati; y llamóla de su nombre Basan-havot-jair, hasta hoy. Deuteronomy 3:15 Y a Maquir di a Galaad. Deuteronomy 3:16 Y a los Rubenitas y Gaditas di a Galaad hasta el arroyo de Arnón, el medio del arroyo por término hasta el arroyo de Jeboc, el término de los hijos de Ammón: Deuteronomy 3:17 Y la campaña, y el Jordán y el término, desde Ceneret hasta la mar de la campaña, la mar de sal, las vertientes abajo del Fasga al oriente. Deuteronomy 3:18 Y mandéos entonces, diciendo: Jehová vuestro Dios os ha dado esta tierra, que la poseáis: pasaréis armados delante de vuestros hermanos los hijos de Israel todos los valientes. Deuteronomy 3:19 Solamente vuestras mujeres, y vuestros niños, y vuestros ganados, porque yo sé que tenéis mucho ganado, quedarán en vuestras ciudades que os he dado, Deuteronomy 3:20 Hasta que Jehová dé reposo a vuestros hermanos, como a vosotros, y hereden también ellos la tierra, que Jehová vuestro Dios les da tras el Jordán: y volveros heis cada uno a su heredad, que yo os he dado. Deuteronomy 3:21 Mandé también a Josué entonces, diciendo: Tus ojos ven todo lo que Jehová vuestro Dios ha hecho a aquellos dos reyes; así hará Jehová a todos los reinos a los cuales tú pasarás. Deuteronomy 3:22 No los temáis, que Jehová vuestro Dios, él es el que pelea por vosotros. Deuteronomy 3:23 ¶ Y oré a Jehová entonces, diciendo: Deuteronomy 3:24 Señor Jehová, tú has comenzado a mostrar a tu siervo, tu grandeza, y tu mano fuerte: porque ¿qué Dios hay en el cielo ni en la tierra que haga como tus obras, y como tus valentías? Deuteronomy 3:25 Pase yo ahora, y vea aquella tierra buena, que está tras el Jordán, este buen monte, y el Líbano. Deuteronomy 3:26 Mas Jehová se había enojado contra mí por amor de vosotros, por lo cual no me oyó: y me dijo Jehová: Bástete, no me hables más de este negocio. Deuteronomy 3:27 Sube a la cumbre del Fasga, y alza tus ojos al occidente, y al aquilón, y al mediodía, y al oriente, y ve por tus ojos: porque no pasarás este Jordán. Deuteronomy 3:28 Y manda a Josué, y esfuérzale, y confórtale, porque él ha de pasar delante de este pueblo, y él les hará heredar la tierra que verás. Deuteronomy 3:29 Y parámos en el valle delante de Bet-pehor. Deuteronomy 4:0 Deuteronomy 4:1 Ahora pues, oh Israel, oye los estatutos, y derechos que yo os enseño para que hagáis, y viváis, y entréis, y heredéis la tierra que Jehová el Dios de vuestros padres te da. Deuteronomy 4:2 No añadiréis a la palabra, que yo os mando, ni disminuiréis de ella, para que guardéis los mandamientos de Jehová vuestro Dios, que yo os mando. Deuteronomy 4:3 Vuestros ojos vieron lo que hizo Jehová por Baal-pehor: que a todo hombre que fue en pos de Baal-pehor destruyó Jehová tu Dios de en medio de ti: Deuteronomy 4:4 Mas vosotros, que os llegasteis a Jehová vuestro Dios, todos estáis vivos hoy. Deuteronomy 4:5 Mirád, yo os he enseñado estatutos y derechos, como Jehová mi Dios me mandó, para que hagáis así en medio de la tierra en la cual entráis para heredarla. Deuteronomy 4:6 Guardád pues, y hacéd: porque esta es vuestra sabiduría, y vuestra inteligencia en ojos de los pueblos, que oirán todos estos estatutos, y dirán: Ciertamente pueblo sabio y entendido, gente grande es esta. Deuteronomy 4:7 Porque ¿qué gente hay grande, que tenga los dioses cercanos a sí, como Jehová nuestro Dios en todas las cosas por las cuales le llamamos? Deuteronomy 4:8 Y ¿qué gente hay grande, que tenga estatutos y derechos justos, como es toda esta ley, que yo doy delante de vosotros hoy? Deuteronomy 4:9 ¶ Por tanto guárdate, y guarda tu alma con diligencia, que no te olvides de las cosas que tus ojos han visto, ni se aparten de tu corazón todos los días de tu vida: y enseñarlas has a tus hijos, y a los hijos de tus hijos. Deuteronomy 4:10 El día que estuviste delante de Jehová tu Dios en Horeb, cuando Jehová me dijo: Júntame el pueblo, para que yo les haga oír mis palabras, las cuales aprenderán para temerme todos los días que vivieren sobre la tierra, y enseñarán a sus hijos. Deuteronomy 4:11 Y os llegasteis, y os pusisteis al pie del monte, y el monte ardía en fuego hasta en medio de los cielos, tinieblas, nube, y oscuridad. Deuteronomy 4:12 Y habló Jehová con vosotros de en medio del fuego; la voz de sus palabras oísteis, mas figura ninguna visteis más de la voz. Deuteronomy 4:13 Y él os denunció su concierto, el cual os mandó que hicieseis, las diez palabras, y escribiólas en dos tablas de piedra. Deuteronomy 4:14 A mí también me mandó Jehová entonces, que os enseñase los estatutos y derechos, para que los hicieseis en la tierra, a la cual pasáis, para poseerla. Deuteronomy 4:15 ¶ Guardád pues mucho vuestras almas; porque ninguna figura visteis el día que Jehová habló con vosotros en Horeb de en medio del fuego; Deuteronomy 4:16 Que no corrompáis, y hagáis para vosotros escultura, imagen de alguna semejanza, figura de macho o de hembra: Deuteronomy 4:17 Figura de ningún animal, que sea en la tierra, figura de ningún ave de alas que vuele por el aire, Deuteronomy 4:18 Figura de ningún animal que vaya arrastrando por la tierra, figura de ningún pez que esté en el agua debajo de la tierra. Deuteronomy 4:19 Y porque no alces tus ojos al cielo, y veas el sol, y la luna, y las estrellas, y todo el ejército del cielo, y seas impelido, y te inclines a ellos, y les sirvas, porque Jehová tu Dios los ha concedido a todos los pueblos debajo de todos los cielos. Deuteronomy 4:20 Empero a vosotros Jehová os tomó, y os sacó del horno de hierro, de Egipto, para que seáis a él por pueblo de heredad, como parece en este día. Deuteronomy 4:21 Y Jehová se enojó contra mí sobre vuestros negocios, y juró que yo no pasaría el Jordán, ni entraría en la buena tierra, que Jehová tu Dios te da por heredad. Deuteronomy 4:22 Por lo cual yo muero en esta tierra, y no paso el Jordán: mas vosotros pasaréis, y heredaréis esta buena tierra. Deuteronomy 4:23 Guardáos no os olvidéis del concierto de Jehová vuestro Dios, que él concertó con vosotros, y os hagáis escultura, imagen de cualquier cosa, como Jehová tu Dios te ha mandado. Deuteronomy 4:24 Porque Jehová tu Dios es fuego que consume, Dios zeloso. Deuteronomy 4:25 ¶ Cuando hubiereis engendrado hijos y nietos, y hubiereis envejecido en aquella tierra, y corrompiereis, e hiciereis escultura, imagen de cualquier cosa, e hiciereis mal en ojos de Jehová vuestro Dios para enojarle, Deuteronomy 4:26 Yo pongo hoy por testigos al cielo y a la tierra, que pereciendo pereceréis presto de la tierra a la cual pasáis el Jordán para heredarla: no estaréis en ella largos días, que no seáis destruidos. Deuteronomy 4:27 Y Jehová os esparcirá entre los pueblos, y quedaréis pocos hombres en número entre las gentes a las cuales Jehová os llevará. Deuteronomy 4:28 Y serviréis allí a dioses hechos de manos de hombre, a madera, y a piedra, que no ven, ni oyen, ni comen, ni huelen. Deuteronomy 4:29 Mas si desde allí buscares a Jehová tu Dios, hallarle has: si le buscares de todo tu corazón, y de toda tu alma. Deuteronomy 4:30 Cuando estuvieres en angustia, y te hallaren todas estas cosas, si a la postre te volvieres a Jehová tu Dios, y oyeres su voz, Deuteronomy 4:31 Porque Dios misericordioso es Jehová tu Dios, no te dejará, ni te destruirá, ni se olvidará del concierto de tus padres, que les juró. Deuteronomy 4:32 ¶ Porque pregunta ahora de los tiempos antiguos, que han sido antes de ti, desde el día que creó Dios al hombre sobre la tierra, y desde el un cabo del cielo al otro, ¿si se ha hecho cosa semejante a esta gran cosa, o se haya oído otra como ella? Deuteronomy 4:33 ¿Ha oído pueblo alguno la voz de Dios, que hablase de en medio del fuego, y ha vivido, como tú la oíste? Deuteronomy 4:34 O ¿ha probado Dios a venir a tomar para sí gente de en medio de otra gente con pruebas, con señales, con milagros, y con guerra, y mano fuerte, y brazo extendido, y espantos grandes, como todas las cosas que hizo con vosotros Jehová vuestro Dios en Egipto a tus ojos? Deuteronomy 4:35 A ti te fue mostrado, para que supieses, que Jehová él es Dios, no hay más fuera de él. Deuteronomy 4:36 De los cielos te hizo oír su voz, para enseñarte, y sobre la tierra te mostró su gran fuego, y sus palabras has oído de en medio del fuego. Deuteronomy 4:37 Y por cuanto él amó a tus padres, escogió su simiente después de ellos, y te sacó delante de sí de Egipto con su gran poder: Deuteronomy 4:38 Para echar de delante de ti gentes grandes, y más fuertes que tú, y para meterte a ti, y darte su tierra por heredad, como parece hoy. Deuteronomy 4:39 Aprende pues hoy, y reduce a tu corazón que Jehová él es el Dios arriba en el cielo, y abajo sobre la tierra, no hay otro. Deuteronomy 4:40 Y guarda sus estatutos y sus mandamientos, que yo te mando hoy, para que hayas bien tú y tus hijos después de ti, y prolongues tus días sobre la tierra, que Jehová tu Dios te da todo el tiempo. Deuteronomy 4:41 ¶ Entonces apartó Moisés tres ciudades de esta parte del Jordán al nacimiento del sol, Deuteronomy 4:42 Para que huyese allí el homicida, que matase a su prójimo por yerro, que no hubiese tenido enemistad con él desde ayer ni desde anteayer; que huyese a una de estas ciudades, y viviese. Deuteronomy 4:43 A Bosor en el desierto en tierra de la campaña, de los Rubenitas; y a Ramot en Galaad, de los Gaditas; y a Golam en Basán, de los de Manasés. Deuteronomy 4:44 ¶ Esta pues es la ley que Moisés propuso delante de los hijos de Israel. Deuteronomy 4:45 Estos son los testimonios, y los estatutos, y los derechos que Moisés dijo a los hijos de Israel, cuando hubieron salido de Egipto: Deuteronomy 4:46 De esta parte del Jordán en el valle, delante de Bet-pehor en la tierra de Sejón rey de los Amorreos, que habitaba en Jesebón, al cual hirió Moisés y los hijos de Israel, cuando hubieron salido de Egipto. Deuteronomy 4:47 Y poseyeron su tierra, y la tierra de Og rey de Basán, dos reyes de los Amorreos, que estaban de esta parte del Jordán al nacimiento del sol: Deuteronomy 4:48 Desde Aroer, que estaba junto a la ribera del arroyo de Arnón hasta el monte de Sión, que es Hermón. Deuteronomy 4:49 Y toda la campaña de esta parte del Jordán al oriente hasta la mar de la campaña, las vertientes de las aguas abajo del Fasga. Deuteronomy 5:0 Deuteronomy 5:1 Y llamó Moisés a todo Israel, y díjoles: Oye Israel los estatutos y derechos, que yo pronuncio hoy en vuestros oídos, y aprendédlos, y guardarlos heis para hacerlos. Deuteronomy 5:2 Jehová nuestro Dios hizo concierto con nosotros en Horeb. Deuteronomy 5:3 No con nuestros padres hizo Jehová este concierto, sino con nosotros todos los que estamos aquí hoy vivos. Deuteronomy 5:4 Cara a cara habló Jehová con vosotros en el monte de en medio del fuego; Deuteronomy 5:5 Y yo estaba entonces entre Jehová y vosotros, para denunciaros la palabra de Jehová; porque vosotros tuvisteis temor del fuego, y no subisteis al monte; diciendo: Deuteronomy 5:6 Yo soy Jehová tu Dios, que te saqué de tierra de Egipto, de casa de siervos: Deuteronomy 5:7 No tendrás dioses extraños delante de mí; Deuteronomy 5:8 No harás para ti escultura, ninguna imagen de cosa que esté arriba en los cielos, o abajo en la tierra, o en las aguas debajo de la tierra: Deuteronomy 5:9 No te inclinarás a ellas ni les servirás: porque yo soy Jehová tu Dios, fuerte, zeloso, que visito la iniquidad de los padres sobre los hijos, y sobre los terceros, y sobre los cuartos a los que me aborrecen, Deuteronomy 5:10 Y que hago misericordia a millares a los que me aman, y guardan mis mandamientos. Deuteronomy 5:11 No tomarás en vano el nombre de tu Dios Jehová; porque Jehová no dará por inocente al que tomare en vano su nombre. Deuteronomy 5:12 Guardarás el día del sábado para santificarlo, como Jehová tu Dios te ha mandado. Deuteronomy 5:13 Seis días trabajarás, y harás toda tu obra: Deuteronomy 5:14 Y el séptimo, sábado a Jehová tu Dios: ninguna obra harás tú, ni tu hijo, ni tu hija, ni tu siervo, ni tu sierva, ni tu buey, ni tu asno, ni ningún animal tuyo, ni tu peregrino, que está dentro de tus puertas; porque descanse tu siervo y tu sierva, como tú. Deuteronomy 5:15 Y acuérdate que fuiste siervo en tierra de Egipto, y Jehová tu Dios te sacó de allá con mano fuerte, y brazo extendido: por lo cual Jehová tu Dios te ha mandado, que hagas el día del sábado. Deuteronomy 5:16 Honra a tu padre y a tu madre, como Jehová tu Dios te ha mandado, para que sean prolongados tus días, y para que hayas bien sobre la tierra que Jehová tu Dios te da. Deuteronomy 5:17 No matarás. Deuteronomy 5:18 No adulterarás. Deuteronomy 5:19 No hurtarás. Deuteronomy 5:20 No dirás falso testimonio contra tu prójimo. Deuteronomy 5:21 No codiciarás la mujer de tu prójimo, ni desearás la casa de tu prójimo, ni su tierra, ni su siervo, ni su sierva, ni su buey, ni su asno, ni ninguna cosa, que sea de tu prójimo. Deuteronomy 5:22 Estas palabras habló Jehová a toda vuestra congregación en el monte de en medio del fuego, de la nube y de la oscuridad, a gran voz, y no añadió. Y escribiólas en dos tablas de piedra, las cuales me dio a mí. Deuteronomy 5:23 ¶ Y aconteció, que como vosotros oísteis la voz de en medio de las tinieblas, y visteis al monte que ardía en fuego, llegasteis a mí todos los príncipes de vuestras tribus y vuestros ancianos; Deuteronomy 5:24 Y dijisteis: He aquí, Jehová nuestro Dios nos ha mostrado su gloria, y su grandeza, y su voz hemos oído de en medio del fuego: hoy hemos visto que Jehová habla al hombre, y vive. Deuteronomy 5:25 Ahora, pues ¿por qué moriremos? que este gran fuego nos consumirá: si tornáremos a oír la voz de Jehová nuestro Dios, moriremos. Deuteronomy 5:26 Porque ¿qué es toda carne, para que oiga la voz del Dios viviente que habla de en medio del fuego, como nosotros, y viva? Deuteronomy 5:27 Llega tú, y oye todas las cosas que dijere Jehová nuestro Dios, y tú nos dirás a nosotros todo lo que te dijere Jehová nuestro Dios a ti, y oiremos y haremos. Deuteronomy 5:28 Y oyó Jehová la voz de vuestras palabras, cuando me hablabais a mí, y díjome Jehová: Yo he oído la voz de las palabras de este pueblo, que han hablado: bien es todo lo que han dicho. Deuteronomy 5:29 ¿Quién diese que tuviesen tal corazón, que me temiesen, y guardasen todos mis mandamientos todos los días, para que hubiesen bien para siempre ellos y sus hijos? Deuteronomy 5:30 Vé, díles: Volvéos a vuestras tiendas. Deuteronomy 5:31 Y tú estáte aquí conmigo para que yo te diga todos los mandamientos, y estatutos y derechos que les enseñarás que hagan en la tierra, que yo les doy para que la hereden. Deuteronomy 5:32 Guardád pues que hagáis, como Jehová vuestro Dios os ha mandado: no os apartéis a diestra ni a siniestra. Deuteronomy 5:33 En todo camino que Jehová vuestro Dios os ha mandado, andaréis, porque viváis, y hayáis bien, y tengáis largos días en la tierra, que habéis de heredar. Deuteronomy 6:0 Deuteronomy 6:1 Estos pues son los mandamientos, estatutos, y derechos, que Jehová vuestro Dios mandó que os enseñase que hagáis en la tierra a la cual vosotros pasáis para heredarla; Deuteronomy 6:2 Para que temas a Jehová tu Dios guardando todos sus estatutos, y sus mandamientos, que yo te mando, tú, y tu hijo, y el hijo de tu hijo, todos los días de tu vida, y que tus días sean prolongados: Deuteronomy 6:3 Oye pues, oh Israel, y guarda que hagas, para que hayas bien, y seáis muy multiplicados, como te ha dicho Jehová el Dios de tus padres, en la tierra que corre leche y miel. Deuteronomy 6:4 Oye Israel, Jehová nuestro Dios, Jehová uno es. Deuteronomy 6:5 Y amarás a Jehová tu Dios de todo tu corazón, y de toda tu alma, y de todo tu poder. Deuteronomy 6:6 Y estas palabras, que yo te mando hoy estarán sobre tu corazón. Deuteronomy 6:7 Y repetirlas has a tus hijos, y hablarás de ellas estando en tu casa, y andando por el camino, y acostándote en la cama, y levantándote: Deuteronomy 6:8 Y atarlas has por señal en tu mano, y estarán por frontales entre tus ojos. Deuteronomy 6:9 Y escribirlas has en los postes de tu casa, y en tus portadas. Deuteronomy 6:10 ¶ Y será, que cuando Jehová tu Dios te hubiere metido en la tierra, que juró a tus padres Abraham, Isaac, y Jacob, para dartela a ti, ciudades grandes y buenas, que no edificaste; Deuteronomy 6:11 Y casas llenas de todo bien, que no henchiste, y cisternas cavadas, que no cavaste, viñas y olivares que no plantaste: y comieres, y te hartares; Deuteronomy 6:12 Guárdate que no te olvides de Jehová, que te sacó de tierra de Egipto de casa de siervos. Deuteronomy 6:13 A Jehová tu Dios temerás, y a él servirás y por su nombre jurarás: Deuteronomy 6:14 ¶ No andaréis en pos de Dioses ajenos, de los dioses de los pueblos que están en vuestros al derredores: Deuteronomy 6:15 Porque el Dios zeloso Jehová tu Dios en medio de ti está, porque no se aire el furor de Jehová tu Dios contra ti, y te destruya de sobre la haz de la tierra. Deuteronomy 6:16 ¶ No tentaréis a Jehová vuestro Dios, como le tentasteis en Massa. Deuteronomy 6:17 Guardando guardaréis los mandamientos de Jehová vuestro Dios, y sus testimonios, y sus estatutos, que te ha mandado. Deuteronomy 6:18 Y harás lo recto y lo bueno en ojos de Jehová, para que hayas bien, y entres, y heredes la buena tierra, que Jehová juró a tus padres. Deuteronomy 6:19 Para que él eche a todos tus enemigos de delante de tu presencia, como Jehová ha dicho. Deuteronomy 6:20 ¶ Cuando mañana te preguntare tu hijo, diciendo: ¿Qué son los testimonios, y estatutos, y derechos, que Jehová nuestro Dios os mandó? Deuteronomy 6:21 Entonces dirás a tu hijo: Nosotros éramos siervos de Faraón en Egipto, y Jehová nos sacó de Egipto con mano fuerte: Deuteronomy 6:22 Y dio Jehová señales y milagros grandes y malos en Egipto sobre Faraón, y sobre toda su casa delante de nuestros ojos: Deuteronomy 6:23 Y nos sacó de allá para traernos, y darnos la tierra, que juró a nuestros padres. Deuteronomy 6:24 Y nos mandó Jehová que hiciésemos todos estos estatutos, para que temamos a Jehová nuestro Dios, para que hayamos bien todos los días, para que nos dé vida, como parece hoy. Deuteronomy 6:25 Y tendremos justicia, cuando guardáremos haciendo todos estos mandamientos delante de Jehová nuestro Dios, como él nos ha mandado. Deuteronomy 7:0 Deuteronomy 7:1 Cuando Jehová tu Dios te hubiere metido en la tierra en la cual tú has de entrar para heredarla, y hubiere echado las muchas gentes de delante de tu presencia, al Jetteo, y al Gergeseo, y al Amorreo, y al Cananeo, y al Ferezeo, y al Heveo, y al Jebuseo, siete naciones muchas y fuertes más que tú; Deuteronomy 7:2 Y Jehová tu Dios las hubiere entregado delante de ti, y las hirieres, destruyendo las destruirás: no harás con ellos alianza, ni los tomarás a merced: Deuteronomy 7:3 Y no consuegrarás con ellos: no darás tu hija a su hijo, ni tomarás su hija para tu hijo; Deuteronomy 7:4 Porque tirará a tu hijo de en pos de mí, y servirán a dioses ajenos; y el furor de Jehová se encenderá sobre vosotros, y destruirte ha presto. Deuteronomy 7:5 Sino así haréis con ellos: Sus altares destruiréis, y sus estatuas quebraréis, y cortaréis sus bosques, y sus esculturas quemaréis en el fuego. Deuteronomy 7:6 ¶ Porque tú eres pueblo santo a Jehová tu Dios: Jehová tu Dios te ha escogido para ser a él un pueblo singular más que todos los pueblos, que están sobre la haz de la tierra. Deuteronomy 7:7 No por ser vosotros más que todos los pueblos, os ha codiciado Jehová, y os ha escogido: porque vosotros eráis los más pocos de todos los pueblos: Deuteronomy 7:8 Mas porque Jehová os amó, y quiso guardar el juramento que juró a vuestros padres, os sacó Jehová con mano fuerte, y os rescató de casa de siervos, de la mano de Faraón rey de Egipto. Deuteronomy 7:9 Y para que sepas que Jehová tu Dios es Dios, Dios fiel, que guarda el concierto y la misericordia a los que le aman, y guardan sus mandamientos hasta las mil generaciones: Deuteronomy 7:10 Y que paga en su cara al que le aborrece, destruyéndole: ni dilatará al que le aborrece, en su cara le pagará. Deuteronomy 7:11 Guarda pues los mandamientos, y estatutos, y derechos que yo te mando hoy que hagas. Deuteronomy 7:12 ¶ Y será, que por haber oído estos derechos, y guardado, y hécholos, Jehová tu Dios guardará contigo el concierto y la misericordia, que juró a tus padres: Deuteronomy 7:13 Y amarte ha, y bendecirte ha, y multiplicarte ha: y bendecirá el fruto de tu vientre, y el fruto de tu tierra, y tu grano, y tu mosto, y tu aceite, la cria de tus vacas, y los rebaños de tus ovejas en la tierra, que juró a tus padres que te daría. Deuteronomy 7:14 Bendito serás más que todos los pueblos: no habrá en ti estéril macho ni hembra, ni en tus bestias. Deuteronomy 7:15 Y quitará de ti Jehová toda enfermedad, y todas las malas plagas de Egipto, que tú sabes: no las pondrá sobre ti, antes las pondrá sobre todos los que te aborrecieren. Deuteronomy 7:16 Y consumirás a todos los pueblos, que Jehová tu Dios te da: no los perdonará tu ojo: no servirás a sus dioses, que te será tropezón. Deuteronomy 7:17 ¶ Cuando dijeres en tu corazón: Aquellas gentes son muchas más que yo, ¿cómo las podré yo desarraigar? Deuteronomy 7:18 No tengas temor de ellos, acuérdate bien de lo que hizo Jehová tu Dios con Faraón, y con todo Egipto: Deuteronomy 7:19 De las grandes pruebas que vieron tus ojos, y de las señales y milagros, y de la mano fuerte, y brazo extendido con que Jehová tu Dios te sacó: así hará Jehová tu Dios con todos los pueblos de cuya presencia tú temieres. Deuteronomy 7:20 Y también enviará Jehová tu Dios sobre ellos avispas hasta que perezcan los que quedaren, y los que se hubieren escondido de delante de ti. Deuteronomy 7:21 No desmayes delante de ellos, que Jehová tu Dios está en medio de ti, Dios grande y temeroso. Deuteronomy 7:22 Y Jehová tu Dios echará estas gentes de delante de ti poco a poco: no las podrás acabar luego: porque las bestias del campo no se aumenten contra ti. Deuteronomy 7:23 Mas Jehová tu Dios las entregará delante de ti, y él las quebrantará de un gran quebrantamiento, hasta que sean destruidos. Deuteronomy 7:24 Y él entregará sus reyes en tu mano, y tú destruirás el nombre de ellos de debajo del cielo: nadie parará delante de ti hasta que los destruyas. Deuteronomy 7:25 ¶ Las esculturas de sus dioses quemarás en el fuego, no codiciarás plata ni oro de sobre ellas para tomártelo, porque no tropieces en ello, porque es abominación a Jehová tu Dios. Deuteronomy 7:26 Y no meterás abominación en tu casa, porque no seas anatema como ello: aborreciendo lo aborrecerás, y abominando lo abominarás, porque es anatema. Deuteronomy 8:0 Deuteronomy 8:1 Todo mandamiento, que yo os mando hoy, guardaréis para hacerlo, porque viváis, y seáis multiplicados; y entréis y heredéis la tierra de la cual juró Jehová a vuestros padres. Deuteronomy 8:2 Y acordarte has de todo el camino, por donde te ha traído Jehová tu Dios estos cuarenta años en el desierto para afligirte, por probarte para saber lo que estaba en tu corazón, si habías de guardar sus mandamientos, o no. Deuteronomy 8:3 Y afligióte, e hízote haber hambre, y sustentóte con man, comida que no conociste tú, ni tus padres la conocieron; para hacerte saber, que el hombre no vivirá de solo pan, mas de todo lo que sale de la boca de Jehová vivirá el hombre. Deuteronomy 8:4 Tu vestido nunca se envejeció sobre ti, ni el pie se te ha hinchado por estos cuarenta años. Deuteronomy 8:5 Y sepas en tu corazón, que como castiga el hombre a su hijo, Jehová tu Dios te castiga. Deuteronomy 8:6 ¶ Guardarás pues los mandamientos de Jehová tu Dios andando en sus caminos, y temiéndole. Deuteronomy 8:7 Porque Jehová tu Dios te mete en la buena tierra, tierra de arroyos, de aguas, de fuentes, de abismos que salen por vegas, y por montes: Deuteronomy 8:8 Tierra de trigo, y cebada, y de vides, e higueras, y granados; tierra de olivas, de aceite, y de miel: Deuteronomy 8:9 Tierra en la cual no comerás el pan con mezquindad: no te faltará nada en ella: tierra que sus piedras son hierro, y de sus montes cortarás metal. Deuteronomy 8:10 Y comerás y hartarte has, y bendecirás a Jehová tu Dios por la buena tierra que te habrá dado. Deuteronomy 8:11 ¶ Guárdate, que no te olvides de Jehová tu Dios, para no guardar sus mandamientos, y sus derechos, y sus estatutos, que yo te mando hoy: Deuteronomy 8:12 Que quizá no comas y te hartes, y edifiques buenas casas en que mores, Deuteronomy 8:13 Y tus vacas y tus ovejas se aumenten, y la plata y el oro se te multiplique, y todo lo que tuvieres, se te aumente, Deuteronomy 8:14 Y tu corazón se eleve, y te olvides de Jehová tu Dios, que te sacó de tierra de Egipto de casa de siervos: Deuteronomy 8:15 Que te hizo caminar por un desierto grande y espantoso, de serpientes ardientes, y de escorpiones, y de sed, donde ninguna agua había, y él te sacó agua de la peña del pedernal: Deuteronomy 8:16 Que te sustentó con man en el desierto, comida que tus padres no conocieron: afligiéndote, y probándote, para a la postre hacerte bien; Deuteronomy 8:17 Y digas en tu corazón: Mi potencia, y la fortaleza de mi mano me ha hecho esta riqueza. Deuteronomy 8:18 Antes te acuerdes de Jehová tu Dios; porque él te da la potencia para hacer las riquezas, para confirmar su concierto, que juró a tus padres: como parece en este día. Deuteronomy 8:19 ¶ Y será, que si olvidándote te olvidares de Jehová tu Dios, y anduvieres en pos de dioses ajenos, y les sirvieres, y te encorvares a ellos; yo protesto contra vosotros hoy que pereciendo pereceréis. Deuteronomy 8:20 Como las gentes que Jehová destruirá delante de vosotros así pereceréis, por cuanto no habréis oído la voz de Jehová vuestro Dios. Deuteronomy 9:0 Deuteronomy 9:1 Oye Israel: Tu pasas hoy el Jordán para entrar a heredar gentes más y más fuertes que tú, ciudades grandes y encastilladas hasta el cielo; Deuteronomy 9:2 Un pueblo grande y alto, hijos de gigantes, los cuales ya tú conoces; y has oído, ¿Quién parará delante de los hijos del gigante? Deuteronomy 9:3 Sepas pues hoy, que Jehová tu Dios es el que pasa delante de ti, fuego consumidor, que los destruirá, y humillará delante de ti: y echarlos has, y destruirlos has luego, como Jehová te ha dicho. Deuteronomy 9:4 No digas en tu corazón, cuando Jehová tu Dios los echare de delante de tu presencia, diciendo: Por mi justicia me ha metido Jehová a heredar esta tierra; que por la impiedad de estas gentes Jehová las echa de delante de ti. Deuteronomy 9:5 No por tu justicia, ni por la rectitud de tu corazón entras a heredar la tierra de ellos: mas por la impiedad de estas gentes Jehová tu Dios las echa de delante de ti, y por confirmar la palabra que Jehová juró a tus padres Abraham, Isaac, y Jacob. Deuteronomy 9:6 Por tanto sepas que no por tu justicia Jehová tu Dios te da esta buena tierra, que la heredes: que pueblo duro de cerviz eres tú. Deuteronomy 9:7 ¶ Acuérdate, no te olvides que has provocado a ira a Jehová tu Dios en el desierto: desde el día que saliste de la tierra de Egipto hasta que entrastes en este lugar habéis sido rebeldes a Jehová. Deuteronomy 9:8 Y en Horeb provocastes a ira a Jehová, y Jehová se enojó contra vosotros para destruiros. Deuteronomy 9:9 Cuando yo subí al monte para recibir las tablas de piedra, las tablas del concierto que Jehová hizo con vosotros, y estuve en el monte cuarenta días y cuarenta noches; no comí pan, ni bebí agua: Deuteronomy 9:10 Y Jehová me dio las dos tablas de piedra escritas con el dedo de Dios; y en ellas conforme a todas las palabras que Jehová os habló en el monte de en medio del fuego el día de la congregación. Deuteronomy 9:11 Y fue que al cabo de los cuarenta días, y cuarenta noches, Jehová me dio las dos tablas de piedra, las tablas del concierto. Deuteronomy 9:12 Y díjome Jehová: Levántate, desciende presto de aquí, que tu pueblo que sacaste de Egipto ha corrompido, presto se han apartado del camino, que yo les mandé; hánse hecho un vaciadizo. Deuteronomy 9:13 Y hablóme Jehová, diciendo: Yo he visto este pueblo, y, he aquí, él es pueblo duro de cerviz: Deuteronomy 9:14 Déjame que los destruya, y raiga su nombre de debajo del cielo, que yo te pondré sobre gente fuerte y mucha más que él. Deuteronomy 9:15 Y volví, y descendí del monte, y el monte ardía en fuego, con las tablas del concierto en mis dos manos. Deuteronomy 9:16 Y miré, y, he aquí, habíais pecado contra Jehová vuestro Dios: os habíais hecho un becerro de vaciadizo; apartándoos presto del camino que Jehová os había mandado. Deuteronomy 9:17 Entonces tomé las dos tablas, y arrojélas de mis dos manos, y quebrélas delante de vuestros ojos. Deuteronomy 9:18 Y echéme delante de Jehová, como antes, cuarenta días y cuarenta noches: no comí pan, ni bebí agua, a causa de todo vuestro pecado que habíais pecado haciendo mal en ojos de Jehová enojándole: Deuteronomy 9:19 Porque temí a causa del furor y de la ira, con que Jehová estaba enojado contra vosotros para destruiros: y Jehová me oyó también esta vez. Deuteronomy 9:20 Contra Aarón también se enojó Jehová en gran manera para destruirle; y yo oré entonces también por Aarón. Deuteronomy 9:21 Y tomé a vuestro pecado que habíais hecho, es a saber, el becerro; y quemélo en el fuego, y desmenucélo moliéndolo bien, hasta que fue molido en polvo; y eché el polvo de él en el arroyo que descendía del monte. Deuteronomy 9:22 Y en Tabera, y en Massa, y en Kibrot-hattaava enojasteis también a Jehová. Deuteronomy 9:23 Y cuando Jehová os envió desde Cádes-barne, diciendo: Subíd, y heredad la tierra, que yo os dí, también fuisteis rebeldes al dicho de Jehová vuestro Dios, y no lo creísteis, ni obedecisteis a su voz. Deuteronomy 9:24 Rebeldes habéis sido a Jehová desde el día que yo os conozco. Deuteronomy 9:25 Y postréme delante de Jehová cuarenta días y cuarenta noches, que estuve echado, porque Jehová dijo, que os había de destruir. Deuteronomy 9:26 Y yo oré a Jehová, diciendo: Señor Jehová, no destruyas tu pueblo, y tu heredad que has redimido con tu grandeza, al cual sacaste de Egipto con mano fuerte. Deuteronomy 9:27 Acuérdate de tus siervos Abraham, Isaac, y Jacob: no mires a la dureza de este pueblo, y a su impiedad, y a su pecado: Deuteronomy 9:28 Porque no digan los de la tierra de donde nos sacaste: Porque no pudo Jehová meterlos en la tierra que les había dicho, o porque los aborrecía, los sacó para matarlos en el desierto. Deuteronomy 9:29 Y ellos son tu pueblo, y tu heredad, que sacaste con tu gran fortaleza, y con tu brazo extendido. Deuteronomy 10:0 Deuteronomy 10:1 En aquel tiempo Jehová me dijo: Alísate dos tablas de piedra como las primeras, y sube a mí al monte, y hazte un arca de madera; Deuteronomy 10:2 Y escribiré en aquellas tablas las palabras que estaban en las tablas primeras, que quebraste; y ponerlas has en el arca. Deuteronomy 10:3 E hice un arca de madera de cedro, y alisé dos tablas de piedra como las primeras, y subí al monte con las dos tablas en mi mano. Deuteronomy 10:4 Y escribió en las tablas, conforme a la primera escritura, las diez palabras que Jehová os había hablado en el monte de en medio del fuego el día de la congregación, y diómelas Jehová. Deuteronomy 10:5 Y volví, y descendí del monte, y puse las tablas en el arca, que había hecho, y allí están, como Jehová me mandó. Deuteronomy 10:6 Después los hijos de Israel partieron de Berot de los hijos de Jacán a Mosera: allí murió Aarón, y allí fue sepultado; y tuvo el sacerdocio por él su hijo Eleazar. Deuteronomy 10:7 De allí partieron a Gadgad; y de Gadgad a Jetebata tierra de arroyos de aguas. Deuteronomy 10:8 En aquel tiempo apartó Jehová la tribu de Leví, para que llevase el arca del concierto de Jehová, para que estuviese delante de Jehová para servirle, y para bendecir en su nombre hasta hoy; Deuteronomy 10:9 Por lo cual Leví no tuvo parte ni heredad, con sus hermanos: Jehová es su heredad, como Jehová tu Dios le dijo. Deuteronomy 10:10 Y yo estuve en el monte, como los primeros días, cuarenta días y cuarenta noches, y Jehová me oyó también esta vez, y Jehová no quiso destruirte. Deuteronomy 10:11 Y díjome Jehová: Levántate, anda para que partas delante del pueblo, para que entren, y hereden la tierra, que juré a sus padres que les había de dar. Deuteronomy 10:12 ¶ Ahora pues, Israel, ¿qué pide Jehová tu Dios de ti, sino que temas a Jehová tu Dios, que andes en todos sus caminos, y que le ames, y sirvas a Jehová tu Dios con todo tu corazón, y con toda tu alma; Deuteronomy 10:13 Que guardes los mandamientos de Jehová, y sus estatutos, que yo te mando hoy, para que hayas bien? Deuteronomy 10:14 He aquí, de Jehová tu Dios son los cielos y los cielos de los cielos: la tierra y todas las cosas que están en ella. Deuteronomy 10:15 Solamente de tus padres se agradó Jehová, para amarlos: y escogió su simiente después de ellos, a vosotros, de todos los pueblos, como parece en este día. Deuteronomy 10:16 ¶ Circuncidád pues el prepucio de vuestro corazón: y no endurezcáis más vuestra cerviz. Deuteronomy 10:17 Porque Jehová vuestro Dios es Dios de dioses, y Señor de señores, Dios grande, poderoso y terrible, que no acepta personas, ni toma cohecho: Deuteronomy 10:18 Que hace derecho al huérfano y a la viuda: que ama también al extranjero dándole pan y vestido. Deuteronomy 10:19 ¶ Amaréis pues al extranjero: porque extranjeros fuisteis vosotros en tierra de Egipto. Deuteronomy 10:20 ¶ A Jehová tu Dios temerás, a él servirás, a él te allegarás, y por su nombre jurarás. Deuteronomy 10:21 El será tu alabanza, y él será tu Dios, que ha hecho contigo estas grandes y terribles cosas, que tus ojos han visto. Deuteronomy 10:22 Con setenta almas descendieron tus padres a Egipto, y ahora Jehová te ha hecho como las estrellas del cielo en multitud. Deuteronomy 11:0 Deuteronomy 11:1 Amarás pues a Jehová tu Dios, y guardarás su observancia, y sus estatutos y sus derechos, y sus mandamientos todos los días. Deuteronomy 11:2 Y sepáis hoy, que no hablo con vuestros hijos, que no han sabido ni visto el castigo de Jehová vuestro Dios, su grandeza, su mano fuerte, y su brazo extendido: Deuteronomy 11:3 Y sus señales, y sus hechos que hizo en medio de Egipto a Faraón rey de Egipto, y a toda su tierra. Deuteronomy 11:4 Y lo que hizo al ejército de Egipto, a sus caballos, y a sus carros, que hizo ondear las aguas del mar Bermejo sobre sus faces cuando vinieron en pos de vosotros, y Jehová los destruyó hasta hoy. Deuteronomy 11:5 Y lo que ha hecho con vosotros en el desierto hasta que habéis llegado a este lugar. Deuteronomy 11:6 Y lo que hizo con Datán y Abirón, hijos de Eliab, hijo de Rubén, que abrió la tierra su boca, y tragó a ellos y a sus casas, y sus tiendas, y toda la hicienda, que tenían en pie en medio de todo Israel. Deuteronomy 11:7 Mas vuestros ojos han visto todos los grandes hechos que Jehová ha hecho. Deuteronomy 11:8 ¶ Guardád pues todos los mandamientos, que yo os mando hoy, para que seáis esforzados, y entréis, y heredéis la tierra, a la cual pasáis para heredarla; Deuteronomy 11:9 Y porque os sean prolongados los días sobre la tierra, que juró Jehová a vuestros padres que había de dar a ellos y a su simiente, tierra que corre leche y miel. Deuteronomy 11:10 Que la tierra a la cual entras para heredarla, no es como la tierra de Egipto, de donde habéis salido, que sembrabas tu simiente, y regabas con tu pie, como huerto de legumbres. Deuteronomy 11:11 La tierra a la cual pasáis para heredarla, es tierra de montes y de vegas: de la lluvia del cielo has de beber las aguas. Deuteronomy 11:12 Tierra que Jehová tu Dios la procura: siempre están sobre ella los ojos de Jehová tu Dios desde el principio del año hasta el cabo del año. Deuteronomy 11:13 Y será que si obedeciendo obedeciereis a mis mandamientos, que yo os mando hoy, amando a Jehová vuestro Dios, y sirviéndole con todo vuestro corazón, y con toda vuestra alma, Deuteronomy 11:14 Yo daré la lluvia de vuestra tierra en su tiempo, temprana y tardía, y cogerás tu grano, y tu vino, y tu aceite. Deuteronomy 11:15 Y daré yerba en tu campo para tus bestias, y comerás y hartarte has. Deuteronomy 11:16 Guardáos pues, que vuestro corazón no se entontezca, y os apartéis, y sirváis a dioses ajenos, y os inclinéis a ellos; Deuteronomy 11:17 Y se encienda el furor de Jehová sobre vosotros, y cierre los cielos, y no haya lluvia, ni la tierra dé su fruto, y perezcáis presto de la buena tierra que Jehová os da. Deuteronomy 11:18 ¶ Mas pondréis estas mis palabras en vuestro corazón y en vuestra alma: y atarlas heis por señal en vuestra mano, y serán por frontales entre vuestros ojos. Deuteronomy 11:19 Y enseñarlas heis a vuestros hijos, para que habléis de ellas, sentado en tu casa, andando por el camino, acostándote en la cama, y levantándote. Deuteronomy 11:20 Y escribirlas has en los postes de tu casa, y en tus portadas. Deuteronomy 11:21 Para que sean aumentados vuestros días, y los días de vuestros hijos sobre la tierra que juró Jehová a vuestros padres que les había de dar, como los días de los cielos sobre la tierra. Deuteronomy 11:22 Porque si guardando guardareis todos estos mandamientos, que yo os mando, para que los hagáis, que améis a Jehová vuestro Dios andando en todos sus caminos, y os allegareis a él: Deuteronomy 11:23 Jehová también echará todas estas gentes de delante de vosotros, y poseeréis gentes grandes y fuertes más que vosotros. Deuteronomy 11:24 Todo lugar que pisare la planta de vuestro pie, será vuestro: desde el desierto, y el Líbano: desde el río, el río Éufrates hasta la mar postrera será vuestro término. Deuteronomy 11:25 Nadie parará delante de vosotros: vuestro miedo y vuestro temor pondrá Jehová vuestro Dios sobre la haz de toda la tierra que hollareis, como él os ha dicho. Deuteronomy 11:26 Mira: Yo pongo hoy delante de vosotros la bendición, y la maldición: Deuteronomy 11:27 La bendición, si oyereis los mandamientos de Jehová vuestro Dios, que yo os mando hoy: Deuteronomy 11:28 Y la maldición, si no oyereis los mandamientos de Jehová vuestro Dios, mas os apartareis del camino, que yo os mando hoy para andar en pos de los dioses ajenos que no conocisteis. Deuteronomy 11:29 Y será, que cuando Jehová tu Dios te metiere en la tierra a la cual entras para heredarla, pondrás la bendición sobre el monte Garizim, y la maldición sobre el monte Hebal: Deuteronomy 11:30 Los cuales están de la otra parte del Jordán, tras el camino del occidente en la tierra del Cananeo, que habita en la campaña delante de Galgal, junto a los llanos de More. Deuteronomy 11:31 Porque vosotros pasáis el Jordán para ir a heredar la tierra que Jehová vuestro Dios os da: la cual heredaréis: y habitaréis en ella. Deuteronomy 11:32 Guardaréis pues que hagáis todos los estatutos, y derechos, que yo doy delante de vosotros hoy. Deuteronomy 12:0 Deuteronomy 12:1 Estos son los estatutos y derechos que guardaréis para hacer en la tierra que Jehová el Dios de tus padres te ha dado, para que la heredes todos los días que vosotros viviereis sobre la tierra. Deuteronomy 12:2 Destruyendo destruiréis todos los lugares donde las gentes, que vosotros heredaréis, sirvieron a sus dioses sobre los montes altos, y sobre los collados, y debajo de todo árbol espeso. Deuteronomy 12:3 Y derribaréis sus altares, y quebraréis sus imágines, y sus bosques quemaréis a fuego: y las esculturas de sus dioses destruiréis, y desharéis el nombre de ellas de aquel lugar. Deuteronomy 12:4 No haréis así a Jehová vuestro Dios. Deuteronomy 12:5 ¶ Mas el lugar que Jehová vuestro Dios escogiere de todas vuestras tribus, para poner allí su nombre por su habitación, buscaréis, y allá vendréis. Deuteronomy 12:6 Y allí traeréis vuestros holocaustos, y vuestros sacrificios, y vuestros diezmos, y la ofrenda de vuestras manos, y vuestros votos, y vuestras ofrendas voluntarias, y los primogénitos de vuestras vacas y de vuestras ovejas. Deuteronomy 12:7 Y comeréis allí delante de Jehová vuestro Dios, y alegraros heis en toda obra de vuestras manos, vosotros y vuestras casas, en que Jehová tu Dios te hubiere bendecido. Deuteronomy 12:8 No haréis como todo lo que nosotros hacemos aquí hoy, cada uno lo que le parece: Deuteronomy 12:9 Porque aun hasta ahora no habéis entrado al reposo, y a la heredad, que Jehová vuestro Dios os da. Deuteronomy 12:10 Mas pasaréis el Jordán, y habitaréis en la tierra que Jehová vuestro Dios os hace heredar, y él os dará reposo de todos vuestros enemigos al derredor, y habitaréis seguros. Deuteronomy 12:11 Y entonces, al lugar que Jehová vuestro Dios escogiere para hacer habitar en él su nombre, allí traeréis todas las cosas, que yo os mando, vuestros holocaustos, y vuestros sacrificios, vuestros diezmos, y las ofrendas de vuestras manos, y toda elección de vuestros votos, que hubiereis prometido a Jehová. Deuteronomy 12:12 Y alegraros heis delante de Jehová vuestro Dios vosotros y vuestros hijos, y vuestras hijas, y vuestros siervos y vuestras siervas, y el Levita que estuviere dentro de vuestras puertas: por cuanto no tiene parte ni heredad con vosotros. Deuteronomy 12:13 Guárdate, que no ofrezcas tus holocaustos en cualquier lugar, que vieres: Deuteronomy 12:14 Mas en el lugar, que Jehová escogiere en una de tus tribus, allí ofrecerás tus holocaustos, y allí harás todo lo que yo te mando. Deuteronomy 12:15 ¶ Solamente conforme al deseo de tu alma matarás, y comerás carne según la bendición de Jehová tu Dios, la cual él te dará en todas tus villas, el inmundo y el limpio la comerá, como un corzo, o como un ciervo: Deuteronomy 12:16 Salvo que sangre no comeréis: sobre la tierra la derramaréis, como agua. Deuteronomy 12:17 Ni podrás comer en tus villas el diezmo de tu grano, o de tu vino, o de tu aceite; ni los primogénitos de tus vacas, ni de tus ovejas: ni tus votos que prometieres, ni tus ofrendas voluntarias, ni las ofrendas de tus manos. Deuteronomy 12:18 Mas delante de Jehová tu Dios las comerás, en el lugar que Jehová tu Dios escogiere, tú, y tu hijo, y tu hija, y tu siervo y tu sierva, y el Levita que está en tus villas: y alegrarte has delante de Jehová tu Dios en toda obra de tus manos. Deuteronomy 12:19 Guárdate, no desampares al Levita en todos tus días sobre tu tierra. Deuteronomy 12:20 Cuando Jehová tu Dios ensanchare tu término, como él te ha dicho, y tú dijeres: Comeré carne: porque deseó tu alma comer carne, conforme a todo el deseo de tu alma comerás carne. Deuteronomy 12:21 Cuando estuviere lejos de ti el lugar, que Jehová tu Dios escogerá, para poner allí su nombre, matarás de tus vacas, y de tus ovejas, que Jehová te hubiere dado, como yo te he mandado, y comerás en tus villas según todo lo que deseare tu alma. Deuteronomy 12:22 Cierto como se come el corzo y el ciervo, así las comerás: el inmundo y el limpio también comerán de ellas: Deuteronomy 12:23 Solamente que te esfuerces a no comer sangre: porque la sangre es el alma: y no has de comer el alma juntamente con su carne. Deuteronomy 12:24 No la comerás: en tierra la derramarás como agua. Deuteronomy 12:25 No comerás de ella, porque hayas bien tú, y tus hijos después de ti, cuando hicieres lo recto en ojos de Jehová. Deuteronomy 12:26 Empero tus santificaciones que tuvieres, y tus votos, tomarás, y vendrás al lugar que Jehová escogiere. Deuteronomy 12:27 Y harás tus holocaustos, la carne y la sangre, sobre el altar de Jehová tu Dios: y la sangre de tus sacrificios será derramada sobre el altar de Jehová tu Dios, y la carne comerás. Deuteronomy 12:28 Guarda, y oye todas estas palabras, que yo te mando, porque hayas bien tú y tus hijos después de ti para siempre, cuando hicieres lo bueno y lo recto en los ojos de Jehová tu Dios. Deuteronomy 12:29 ¶ Cuando hubiere talado de delante de ti Jehová tu Dios las gentes donde tú vas para heredarlas, y las heredares, y habitares en su tierra, Deuteronomy 12:30 Guárdate que no tropieces en pos de ellas después que fueren destruidas delante de ti: no preguntes acerca de sus dioses, diciendo: De la manera que servían aquellas gentes a sus dioses, así haré también yo. Deuteronomy 12:31 No harás así a Jehová tu Dios: porque todo lo que Jehová aborrece, hicieron ellos a sus dioses: porque aun a sus hijos e hijas quemaban en el fuego a sus dioses. Deuteronomy 12:32 Todo lo que yo os mando guardaréis para hacer: no añadirás a ello, ni quitarás de ello. Deuteronomy 13:0 Deuteronomy 13:1 Cuando se levantare en medio de ti profeta o soñador de sueño, y te diere señal, o milagro, Deuteronomy 13:2 Y la señal, o milagro, que él te dijo, viniere, diciendo: Vamos en pos de dioses ajenos, que no conociste, y sirvámosles: Deuteronomy 13:3 No oirás las palabras del tal profeta, ni al tal soñador de sueño: porque Jehová vuestro Dios os tienta por saber si amáis a Jehová vuestro Dios con todo vuestro corazón, y con toda vuestra alma. Deuteronomy 13:4 En pos de Jehová vuestro Dios andaréis, y a él temeréis, y sus mandamientos guardaréis, y su voz oiréis, y a él serviréis, y a él os llegaréis. Deuteronomy 13:5 Y el tal profeta, o soñador de sueño, morirá porque habló rebelión contra Jehová vuestro Dios, que te sacó de tierra de Egipto, y te rescató de casa de siervos para echarte del camino, que Jehová tu Dios te mandó que anduvieses por él, y escombrarás el mal de en medio de ti. Deuteronomy 13:6 Cuando te incitare tu hermano, hijo de tu madre, o tu hijo, o tu hija, o la mujer de tu seno, o tu amigo que sea como tu alma, diciendo en secreto: Vamos, y sirvamos a dioses ajenos, que ni tú, ni tus padres conocistes, Deuteronomy 13:7 De los dioses de los pueblos que están en vuestros al derredores, cercanos a ti, o lejos de ti desde el un cabo de la tierra hasta el otro cabo de ella, Deuteronomy 13:8 No consentirás con él, ni lo oirás, ni tu ojo le perdonará, ni habrás compasión, ni lo encubrirás. Deuteronomy 13:9 Mas matando le matarás: tu mano será primero sobre él para matarle, y después la mano de todo el pueblo. Deuteronomy 13:10 Y apedrearle has con piedras, y morirá: por cuanto procuró echarte de Jehová tu Dios, que te sacó de tierra de Egipto, de casa de siervos; Deuteronomy 13:11 Para que todo Israel oiga, y tema, y no tornen a hacer cosa semejante a esta mala cosa en medio de ti. Deuteronomy 13:12 ¶ Cuando oyeres de alguna de tus ciudades, que Jehová tu Dios te da para que mores en ellas, que se dice: Deuteronomy 13:13 Hombres, hijos de impiedad, han salido de en medio de ti, que impelieron a los moradores de su ciudad, diciendo: Vamos y sirvamos a dioses ajenos, que vosotros no conocisteis; Deuteronomy 13:14 Tú inquirirás y buscarás, y preguntarás con diligencia: y si pareciere verdad, cosa cierta, que tal abominación se hizo en medio de ti; Deuteronomy 13:15 Hiriendo herirás a filo de espada los moradores de aquella ciudad, destruyéndola a filo de espada con todo lo que en ella hubiere y sus bestias: Deuteronomy 13:16 Y todo el despojo de ella juntarás en medio de su plaza, y quemarás a fuego la ciudad y todo su despojo, todo ello, a Jehová tu Dios: y será montón perpetuo: nunca más se edificará. Deuteronomy 13:17 Y no se pegará algo a tu mano del anatema; porque Jehová se aparte de la ira de su furor, y te dé mercedes, y haya misericordia de ti, y te multiplique, como lo juró a tus padres, Deuteronomy 13:18 Cuando obedecieres a la voz de Jehová tu Dios guardando todos sus mandamientos que yo te mando hoy, para hacer lo que es recto en ojos de Jehová tu Dios. Deuteronomy 14:0 Deuteronomy 14:1 Hijos sois de Jehová vuestro Dios: no os sajaréis, ni pondréis calva sobre vuestros ojos por muerto. Deuteronomy 14:2 Porque eres pueblo santo a Jehová tu Dios, y Jehová te escogió para que le seas un pueblo singular de todos los pueblos, que están sobre la haz de la tierra. Deuteronomy 14:3 ¶ Ninguna abominación comerás. Deuteronomy 14:4 Estos son los animales que comeréis: buey, cordero de ovejas, y cabrito de cabras, Deuteronomy 14:5 Ciervo, y corzo, y búfalo, y capriciervo, y unicornio, y buey salvaje, y cabra montés. Deuteronomy 14:6 Todo animal de pesuños, y que tiene hendedura de dos uñas que rumiare entre los animales, este comeréis. Deuteronomy 14:7 Empero esto no comeréis de los que rumian y tienen uña hendida: camello, y liebre, y conejo; porque rumian, mas no tienen uña hendida, seros han inmundos: Deuteronomy 14:8 Ni puerco, porque tiene uña hendida, mas no rumia, seros ha inmundo. De la carne de estos no comeréis, ni tocaréis sus cuerpos muertos. Deuteronomy 14:9 Esto comeréis de todo lo que está en el agua: todo lo que tiene ala y escama comeréis. Deuteronomy 14:10 Mas todo lo que no tuviere ala y escama no comeréis, inmundo os será. Deuteronomy 14:11 Toda ave limpia comeréis. Deuteronomy 14:12 Y estas son de las cuales no comeréis: águila, y azor, y esmerejón, Deuteronomy 14:13 E ixión, y buitre, y milano según su especie, Deuteronomy 14:14 Y todo cuervo según su especie, Deuteronomy 14:15 Y avestruz, y mochuelo, y graceta y gavilán según su especie. Deuteronomy 14:16 Y el halcón, y la lechuza, y el calamón, Deuteronomy 14:17 Y el cisne, y el pelícano, y la gaviota, Deuteronomy 14:18 Y la cigüeña, y el cuervo marino según su especie, y la abubilla, y el murciélago; Deuteronomy 14:19 Y toda serpiente de alas os será inmunda, no se comerá. Deuteronomy 14:20 Toda ave limpia comeréis. Deuteronomy 14:21 Ninguna cosa mortecina comeréis. Al extranjero que está en tus villas la darás, y él la comerá; o véndela al extranjero; porque tú eres pueblo santo a Jehová tu Dios. No cocerás el cabrito en la leche de su madre. Deuteronomy 14:22 ¶ Diezmando diezmarás toda renta de tu simiente, que saliere de tu haza cada un año. Deuteronomy 14:23 Y comerás delante de Jehová tu Dios en el lugar que él escogiere para hacer habitar su nombre allí, el diezmo de tu grano, de tu vino, y de tu aceite, y los primogénitos de tus vacas y de tus ovejas, para que aprendas a temer a Jehová tu Dios todos los días. Deuteronomy 14:24 Y si el camino fuere tan largo que tú no puedas llevarlos por él, por estar lejos de ti el lugar que Jehová tu Dios hubiere escogido para poner en él su nombre, cuando Jehová tu Dios te bendijere, Deuteronomy 14:25 Entonces venderlo has, y atarás el dinero en tu mano, y vendrás al lugar que Jehová tu Dios escogiere, Deuteronomy 14:26 Y darás el dinero por todo lo que tu alma desea, por vacas y por ovejas, y por vino, y por sidra, y por todas las cosas que tu alma te demandare: y comerás allí delante de Jehová tu Dios, y alegrarte has tú y tu casa: Deuteronomy 14:27 Y no desampararás al Levita que habitare en tus villas, porque no tiene parte ni heredad contigo. Deuteronomy 14:28 Al cabo de tres años sacarás todos los diezmos de tu renta de cada año, y guardarlo has en tus ciudades: Deuteronomy 14:29 Y vendrá el Levita, que no tiene parte ni heredad contigo, y el extranjero, y el huérfano, y la viuda, que están en tus villas, y comerán y hartarse han; porque Jehová tu Dios te bendiga en toda obra de tus manos, que hicieres. Deuteronomy 15:0 Deuteronomy 15:1 Al cabo de los siete años harás remisión. Deuteronomy 15:2 Y esta es la manera de la remisión: Dejará a su deudor todo aquel que emprestó de su mano, con que adeudó a su prójimo: no lo tornará a demandar a su prójimo, o a su hermano; porque la remisión de Jehová es pregonada. Deuteronomy 15:3 Del extranjero tornarás a demandar: mas lo que tuviere tuyo tu hermano, soltarlo ha tu mano. Deuteronomy 15:4 Solamente porque no haya en ti mendigo: porque bendiciendo te bendecirá Jehová en la tierra, que Jehová tu Dios te da por heredad para que la poseas: Deuteronomy 15:5 Si empero oyendo oyeres la voz de Jehová tu Dios, para que guardes y hagas todos estos mandamientos, que yo te mando hoy: Deuteronomy 15:6 Porque Jehová tu Dios te bendijo, como te había dicho: y emprestarás a muchas gentes, mas tú no tomarás emprestado: y enseñorearte has de muchas gentes, y de ti no se enseñorearán. Deuteronomy 15:7 Cuando hubiere en ti mendigo de tus hermanos en alguna de tus ciudades, en tu tierra que Jehová tu Dios te da, no endurecerás tu corazón, ni cerrarás tu mano a tu hermano mendigo; Deuteronomy 15:8 Mas abriendo abrirás a él tu mano, y emprestando le emprestarás asaz lo que hubiere menester. Deuteronomy 15:9 Guárdate que no haya en tu corazón perverso pensamiento, diciendo: Cerca está el año séptimo de la remisión: y tu ojo sea maligno sobre tu hermano menesteroso para no darle: que él clamará contra ti a Jehová y serte ha por pecado. Deuteronomy 15:10 Dando le darás, y tu corazón no sea maligno cuando le dieres, que por esto te bendecirá Jehová tu Dios en todos tus hechos y en todo lo que pusieres mano. Deuteronomy 15:11 Porque no faltarán menesterosos de en medio de la tierra, por tanto yo te mando, diciendo: Abrirás tu mano a tu hermano, a tu pobre, y a tu menesteroso en tu tierra. Deuteronomy 15:12 ¶ Cuando se vendiere a ti tu hermano Hebreo o Hebrea, y te hubiere servido seis años, al séptimo año le enviarás de ti libre. Deuteronomy 15:13 Y cuando le enviares de ti libre, no le enviarás vacío: Deuteronomy 15:14 Cargando le cargarás, de tus ovejas, y de tu era, y de tu lagar: en lo que te hubiere bendecido Jehová de ello le darás. Deuteronomy 15:15 Y acordarte has, que fuiste siervo en tierra de Egipto, y que Jehová tu Dios te rescató: por tanto yo te mando hoy esto. Deuteronomy 15:16 Y será, que si él te dijere: No saldré de contigo: porque te amó a ti y a tu casa, que le va bien contigo; Deuteronomy 15:17 Entonces tomarás una lesna, y darás en su oreja y en la puerta; y serte ha siervo para siempre: así también harás a tu criada. Deuteronomy 15:18 No te parezca duro, cuando le enviares libre de ti, que doblado del salario de mozo de soldada te sirvió seis años: y Jehová tu Dios te bendecirá en todo cuanto hicieres. Deuteronomy 15:19 ¶ Todo primogénito que nacerá en tus vacas y en tus ovejas, el macho santificarás a Jehová tu Dios: no te sirvas del primogénito de tus vacas, ni trasquiles el primogénito de tus ovejas. Deuteronomy 15:20 Delante de Jehová tu Dios los comerás cada un año en el lugar que Jehová escogiere, tú y tu casa. Deuteronomy 15:21 Y si hubiere en él falta, ciego, o cojo, o cualquiera otra mala falta, no lo sacrificarás a Jehová tu Dios. Deuteronomy 15:22 En tus villas lo comerás, inmundo y limpio también comerán de él como de un corzo, o de un ciervo. Deuteronomy 15:23 Solamente que no comas su sangre: sobre la tierra derramarás como agua. Deuteronomy 16:0 Deuteronomy 16:1 Guardarás el mes de los nuevos frutos y harás pascua a Jehová tu Dios, porque en el mes de los nuevos frutos te sacó Jehová tu Dios de Egipto de noche. Deuteronomy 16:2 Y sacrificarás pascua a Jehová tu Dios de ovejas y de vacas, en el lugar que Jehová escogiere para hacer habitar su nombre en él. Deuteronomy 16:3 No comerás con ella leudo; siete días comerás con ella panes por leudar, pan de aflicción, porque apriesa saliste de tierra de Egipto: para que te acuerdes del día en que saliste de la tierra de Egipto, todos los días de tu vida. Deuteronomy 16:4 Y no parecerá levadura en ti, en todo tu término por siete días: y no quedará de la carne que matares a la tarde del primer día hasta la mañana. Deuteronomy 16:5 No podrás sacrificar la pascua en ninguna de tus ciudades, que Jehová tu Dios te da, Deuteronomy 16:6 Sino en el lugar que Jehová tu Dios escogiere, para hacer habitar su nombre en él, sacrificarás la pascua a la tarde a puesta del sol, al tiempo que saliste de Egipto. Deuteronomy 16:7 Y asarás, y comerás en el lugar que Jehová tu Dios escogiere, y volverás por la mañana y tornarte has a tu morada. Deuteronomy 16:8 Seis días comerás panes cenceños, y el séptimo día será solemnidad a Jehová tu Dios, no harás obra. Deuteronomy 16:9 ¶ Siete semanas te contarás: desde que comenzare la hoz en las mieses comenzarás a contar las siete semanas, Deuteronomy 16:10 Y harás la solemnidad de las semanas a Jehová tu Dios: de la suficiencia voluntaria de tu mano será lo que dieres, según Jehová tu Dios te hubiere bendecido. Deuteronomy 16:11 Y alegrarte has delante de Jehová tu Dios, tú, y tu hijo, y tu hija, y tu siervo y tu sierva, y el Levita que estuviere dentro de tus puertas, y el extranjero, y el huérfano, y la viuda, que estuvieren en medio de ti, en el lugar que Jehová tu Dios escogiere para hacer habitar su nombre en él. Deuteronomy 16:12 Y acordarte has que fuiste siervo en Egipto; por tanto guardarás, y harás estos estatutos. Deuteronomy 16:13 ¶ La solemnidad de las cabañas harás siete días, cuando hubieres hecho la cosecha de tu era y de tu lagar. Deuteronomy 16:14 Y alegrarte has en tu solemnidad, tú y tu hijo, y tu hija, y tu siervo, y tu sierva, y el Levita, y el extranjero, y el huérfano, y la viuda que están dentro de tus puertas. Deuteronomy 16:15 Siete días celebrarás solemnidad a Jehová tu Dios en el lugar que Jehová escogiere, porque te habrá bendecido Jehová tu Dios en todos tus frutos, y en toda obra de tus manos, y serás ciertamente alegre. Deuteronomy 16:16 Tres veces cada un año parecerá todo varón tuyo delante de Jehová tu Dios en el lugar que él escogiere; en la solemnidad de los panes cenceños, y en la solemnidad de las semanas, y en la solemnidad de las cabañas; y no parecerá vacío delante de Jehová: Deuteronomy 16:17 Cada uno con el don de su mano, conforme a la bendición de Jehová tu Dios, que te hubiere dado. Deuteronomy 16:18 ¶ Jueces y alcaldes te pondrás en todas tus puertas que Jehová tu Dios te dará en tus tribus, los cuales juzgarán el pueblo con juicio de justicia. Deuteronomy 16:19 No tuerzas el derecho: No aceptes persona, ni tomes cohecho, porque el cohecho ciega los ojos de los sabios, y pervierte las palabras de los justos. Deuteronomy 16:20 La justicia la justicia seguirás, porque vivas, y heredes la tierra, que Jehová tu Dios te da. Deuteronomy 16:21 ¶ No te plantarás bosque de ningún árbol cerca del altar de Jehová tu Dios, que te harás. Deuteronomy 16:22 Ni te levantarás estatua, lo cual aborrece Jehová tu Dios. Deuteronomy 17:0 Deuteronomy 17:1 No sacrificarás a Jehová tu Dios buey, o cordero en el cual haya falta, o alguna cosa mala, que es abominación a Jehová tu Dios. Deuteronomy 17:2 ¶ Cuando se hallare entre ti, en alguna de tus ciudades, que Jehová tu Dios te da, hombre, o mujer, que haya hecho mal en ojos de Jehová tu Dios traspasando su concierto; Deuteronomy 17:3 Que hubiere ido, y servido a dioses ajenos, y se hubiere inclinado a ellos, o al sol, o a la luna, o a todo el ejército del cielo, lo cual yo no mandé; Deuteronomy 17:4 Y te fuere dado aviso, y oyeres, y hubieres buscado bien, y la cosa ha parecido de verdad cierta, que tal abominación ha sido hecha en Israel; Deuteronomy 17:5 Entonces sacarás al hombre o mujer, que hubiere hecho esta mala cosa, a tus puertas, hombre o mujer, y apedrearlos has con piedras, y morirán. Deuteronomy 17:6 Por dicho de dos testigos, o de tres testigos, morirá el que hubiere de morir: no morirá por el dicho de un solo testigo. Deuteronomy 17:7 La mano de los testigos será primero sobre él, para matarle, y la mano de todo el pueblo después: y quitarás el mal de en medio de ti. Deuteronomy 17:8 ¶ Cuando alguna cosa te fuere oculta en juicio entre sangre y sangre, entre causa y causa, y entre llaga y llaga en negocios de rencillas en tus ciudades, entonces levantarte has, y subirás al lugar que Jehová tu Dios escogiere: Deuteronomy 17:9 Y vendrás a los sacerdotes Levitas, y al juez que fuere en aquellos días; y preguntarás, y enseñarte han la palabra del juicio. Deuteronomy 17:10 Y harás según la palabra que ellos te enseñaren del lugar que Jehová escogiere, y guardarás que hagas según todo lo que te enseñaren. Deuteronomy 17:11 Según la ley, que ellos te enseñaren, y según el juicio que te dijeren, harás: de la palabra que te enseñaren, no te apartarás ni a diestra ni a siniestra. Deuteronomy 17:12 Y el hombre que hiciere con soberbia no obedeciendo al sacerdote que está para ministrar allí, delante de Jehová tu Dios, o al juez, el tal varón morirá: y quitarás el mal de Israel. Deuteronomy 17:13 Y todo el pueblo oirá, y temerá, y no se ensoberbecerán más. Deuteronomy 17:14 ¶ Cuando hubieres entrado en la tierra, que Jehová tu Dios te da y la heredares, y habitares en ella, y dijeres: Pondré rey sobre mí, como todas las gentes que están en mis al derredores; Deuteronomy 17:15 Poniendo pondrás por rey sobre ti al que Jehová tu Dios escogiere: de entre tus hermanos pondrás rey sobre ti: no podrás poner sobre ti hombre extranjero, que no sea tu hermano. Deuteronomy 17:16 ¶ Solamente que no se aumente caballos, ni haga volver el pueblo a Egipto para aumentar caballos: porque Jehová os ha dicho: No procuraréis de volver más por este camino. Deuteronomy 17:17 Ni aumentará para sí mujeres, porque su corazón no se aparte: ni plata ni oro se multiplicará mucho. Deuteronomy 17:18 ¶ Y será que cuando se asentare sobre la silla de su reino, escribirá para sí un traslado de esta ley en un libro, tomándolo de delante de los sacerdotes Levitas; Deuteronomy 17:19 El cual tendrá consigo, y leerá en él todos los días de su vida, para que aprenda a temer a Jehová su Dios, para guardar todas las palabras de aquesta ley, y estos estatutos para hacerlos; Deuteronomy 17:20 Para que no se eleve su corazón sobre sus hermanos, ni se aparte del mandamiento a diestra ni a siniestra, porque alargue días en su reino él, y sus hijos en medio de Israel. Deuteronomy 18:0 Deuteronomy 18:1 Los sacerdotes Levitas, toda la tribu de Leví no tendrán parte ni heredad con Israel: de las ofrendas encendidas a Jehová, y de la heredad de él comerán. Deuteronomy 18:2 Y no tendrá heredad entre sus hermanos: Jehová es su heredad, como él le ha dicho. Deuteronomy 18:3 Y este será el derecho de los sacerdotes que recibirán del pueblo, de los que sacrificaren sacrificio, buey, o cordero; dará al sacerdote la espalda, y las quijadas, y el cuajar. Deuteronomy 18:4 Las primicias de tu grano, de tu vino, y de tu aceite, y las primicias de la lana de tus ovejas le darás. Deuteronomy 18:5 Porque le ha escogido Jehová tu Dios de todas tus tribus, para que esté para ministrar al nombre de Jehová, él y sus hijos, todos los días. Deuteronomy 18:6 Y cuando el Levita viniere de alguna de tus ciudades de todo Israel, donde el hubiere peregrinado, y viniere con todo deseo de su alma al lugar que Jehová escogiere, Deuteronomy 18:7 Ministrará al nombre de Jehová su Dios, como todos sus hermanos los Levitas que estuvieren allí delante de Jehová. Deuteronomy 18:8 Porción, como la porción de los otros comerán, allende de sus patrimonios. Deuteronomy 18:9 ¶ Cuando hubieres entrado en la tierra que Jehová tu Dios te da, no aprenderás a hacer según las abominaciones de aquellas gentes. Deuteronomy 18:10 No sea hallado en ti quien haga pasar su hijo o su hija por el fuego, ni adivinador de adivinaciones; ni agorero, ni sortílego, ni hechicero, Deuteronomy 18:11 Ni encantador de encantamentos, ni quien pregunte a pitón, ni mágico, ni quien pregunte a los muertos: Deuteronomy 18:12 Porque es abominación a Jehová cualquiera que hace estas cosas: y por estas abominaciones Jehová tu Dios las echó de delante de ti. Deuteronomy 18:13 Perfecto serás con Jehová tu Dios. Deuteronomy 18:14 Porque estas gentes que has de heredar, a agoreros y a hechiceros oían: mas tú, no así te ha dado Jehová tu Dios. Deuteronomy 18:15 ¶ Profeta de en medio de ti, de tus hermanos, como yo, te levantará Jehová tu Dios, a él oiréis; Deuteronomy 18:16 Según todas las cosas que pediste a Jehová tu Dios en Horeb, el día de la congregación, diciendo: No vuelva yo a oír la voz de Jehová mi Dios, ni vea yo más este gran fuego, porque no muera. Deuteronomy 18:17 Y Jehová me dijo: Bien han dicho. Deuteronomy 18:18 Profeta les despertaré de en medio de sus hermanos, como tú: y yo pondré mis palabras en su boca, y él les hablará todo lo que yo le mandare. Deuteronomy 18:19 Mas será, que cualquiera que no oyere mis palabras, que él hablare en mi nombre, yo requeriré de él. Deuteronomy 18:20 Empero el profeta que presumiere de hablar palabra en mi nombre, que yo no le haya mandado hablar, o que hablare en nombre de dioses ajenos, el tal profeta morirá. Deuteronomy 18:21 ¶ Y si dijeres en tu corazón: ¿Cómo conoceremos la palabra que Jehová no hubiere hablado? Deuteronomy 18:22 Cuando el profeta hablare en nombre de Jehová, y no fuere la tal cosa, ni viniere, es palabra que Jehová no ha hablado: con soberbia la habló el tal profeta: no hayas temor de él. Deuteronomy 19:0 Deuteronomy 19:1 Cuando Jehová tu Dios talare las gentes, cuya tierra Jehová tu Dios te da a ti, y tú las heredares, y habitares en sus ciudades, y en sus casas; Deuteronomy 19:2 Apartarte has tres ciudades en medio de tu tierra que Jehová tu Dios te da para que la heredes. Deuteronomy 19:3 Aderezarte has el camino, y partirás en tres partes el término de tu tierra, que Jehová tu Dios te dará en heredad, y será para que todo homicida se huya allí. Deuteronomy 19:4 Y este es el negocio del homicida que huirá allí, y vivirá: El que hiriere a su prójimo por yerro, que no le tenía enemistad desde ayer ni desde anteayer: Deuteronomy 19:5 Y el que fue con su prójimo al monte a cortar leña, y poniendo fuerza con su mano en la hacha para cortar algún leño, saltó el hierro del cabo, y halló a su prójimo, y murió; este huirá a una de estas ciudades, y vivirá. Deuteronomy 19:6 Porque el redimidor de la sangre no vaya tras el homicida cuando se escalentare su corazón, y lo alcance, por ser largo el camino, y lo hiera de muerte, el cual no será condenado a muerte; porque no tenía enemistad con él desde ayer y anteayer. Deuteronomy 19:7 Por tanto yo te mando, diciendo: Tres ciudades te apartarás. Deuteronomy 19:8 Y si Jehová tu Dios ensanchare tu término, como lo juró a tus padres, y te diere toda la tierra, que dijo a tus padres, que había de dar, Deuteronomy 19:9 Cuando guardases todos estos mandamientos, que yo te mando hoy, para hacerlos, que ames a Jehová tu Dios y andes en sus caminos todos los días entonces añadirás otras tres ciudades allende de estas tres: Deuteronomy 19:10 Porque no sea derramada sangre inocente en medio de tu tierra, que Jehová tu Dios te da por heredad, y sean sobre ti sangres. Deuteronomy 19:11 Mas cuando hubiere alguno que aborreciere a su prójimo, y le espiare, y se levantare sobre él, y le hiriere de muerte, y muriere, y huyere a alguna de estas ciudades; Deuteronomy 19:12 Entonces los ancianos de su ciudad enviarán, y sacarle han de allí, y entregarle han en mano del pariente del muerto, y morirá. Deuteronomy 19:13 No le perdonará tu ojo: y quitarás la sangre inocente de Israel, y habrás bien. Deuteronomy 19:14 ¶ No estrecharás el término de tu prójimo, que señalaron los antiguos en tu heredad que poseyeres en la tierra que Jehová tu Dios te da, para que la heredes. Deuteronomy 19:15 ¶ No valdrá un testigo contra ninguno en cualquier delito, y en cualquier pecado, en cualquier pecado que se cometiere. En dicho de dos testigos, o en dicho de tres testigos consistirá el negocio. Deuteronomy 19:16 ¶ Cuando se levantare testigo falso contra alguno para testificar contra él rebelión; Deuteronomy 19:17 Entonces los dos hombres, que pleitean se presentarán delante de Jehová, delante de los sacerdotes y jueces que fueren en aquellos días; Deuteronomy 19:18 Y los jueces inquirirán bien, y si pareciere ser aquel testigo falso, que testificó falso contra su hermano; Deuteronomy 19:19 Haréis a él como él pensó hacer a su hermano, y quitarás el mal de en medio de ti. Deuteronomy 19:20 Y los que quedaren, oirán, y temerán, y no volverán más a hacer una mala cosa como esta en medio de ti. Deuteronomy 19:21 Y no perdonará tu ojo: vida por vida, ojo por ojo, diente por diente, mano por mano, pie por pie. Deuteronomy 20:0 Deuteronomy 20:1 Cuando salieres a la guerra contra tus enemigos, y vieres caballos y carros, pueblo más grande que tú, no hayas temor de ellos, que Jehová tu Dios es contigo, que te sacó de tierra de Egipto. Deuteronomy 20:2 Y será que cuando os acercareis para pelear, el sacerdote se llegará, y hablará al pueblo: Deuteronomy 20:3 Y decirles ha: Oye Israel: Vosotros os juntáis hoy en batalla contra vuestros enemigos: no se enternezca vuestro corazón, no temáis, no os apresuréis, y no os quebrantéis delante de ellos: Deuteronomy 20:4 Que Jehová vuestro Dios anda con vosotros para pelear por vosotros contra vuestros enemigos para salvaros. Deuteronomy 20:5 ¶ Y los alcaldes hablarán al pueblo, diciendo: ¿Quién ha edificado casa nueva, y no la ha estrenado? Vaya, y vuélvase a su casa, porque quizá no muera en la batalla, y otro alguno la estrene. Deuteronomy 20:6 Y ¿quién ha plantado viña, y no la ha profanado? Vaya, y vuélvase a su casa, porque quizá no muera en la batalla y otro alguno la profane. Deuteronomy 20:7 Y ¿quién se ha desposado con mujer, y no la ha tomado? Vaya, y vuélvase a su casa, porque quizá no muera en la batalla y algún otro la tome. Deuteronomy 20:8 Y tornarán los alcaldes a hablar al pueblo, y dirán: ¿Quién es hombre medroso, y tierno de corazón? Vaya, y vuélvase a su casa, y no deslía el corazón de sus hermanos, como su corazón. Deuteronomy 20:9 Y será, que cuando los alcaldes acabaren de hablar al pueblo, entonces los capitanes de los ejércitos mandarán delante del pueblo. Deuteronomy 20:10 ¶ Cuando te acercares a la ciudad para combatirla, pregonarle has paz. Deuteronomy 20:11 Y será, que si te respondiere: Paz, y te abriere, todo el pueblo que en ella fuere hallado te serán tributarios, y te servirán. Deuteronomy 20:12 Mas sino hiciere paz contigo, e hiciere contigo guerra, y la cercares, Deuteronomy 20:13 Y Jehová tu Dios la diere en tu mano, entonces herirás a todo varón suyo a filo de espada. Deuteronomy 20:14 Solamente las mujeres y los niños, y los animales, y todo lo que hubiere en la ciudad, todos sus despojos, tomarás para ti: y comerás del despojo de tus enemigos, los cuales Jehová tu Dios te entregó. Deuteronomy 20:15 Así harás a todas las ciudades que estuvieren muy lejos de ti, que no fueren de las ciudades de estas gentes. Deuteronomy 20:16 Solamente de las ciudades de estos pueblos que Jehová tu Dios te da por heredad, ninguna persona dejarás a vida: Deuteronomy 20:17 Mas destruyendo los destruirás, al Jetteo, y al Amorreo, y al Cananeo, y al Ferezeo, y al Heveo, y al Jebuseo: como Jehová tu Dios te ha mandado. Deuteronomy 20:18 Porque no os enseñen a hacer según todas sus abominaciones, que ellos hacen a sus dioses, y pequéis contra Jehová vuestro Dios. Deuteronomy 20:19 ¶ Cuando pusieres cerco a alguna ciudad peleando contra ella muchos días para tomarla, no destruirás su arboleda metiendo en ella hacha, porque de ella comerás: y no la talarás, que no es hombre el árbol del campo, que venga contra ti en el cerco. Deuteronomy 20:20 Mas el árbol que supieres que no es árbol para comer, destruirlo has y talarlo has, y edificarás baluarte contra la ciudad que pelea contigo, hasta sojuzgarla. Deuteronomy 21:0 Deuteronomy 21:1 Cuando fuere hallado algún muerto en la tierra que Jehová tu Dios te da, para que la heredes, echado en el campo, y no se supiere quien le hirió; Deuteronomy 21:2 Entonces tus ancianos y tus jueces saldrán, y medirán hasta las ciudades que están al derredor del muerto: Deuteronomy 21:3 Y será que los ancianos de aquella ciudad, de la ciudad más cercana al muerto, tomarán una becerra de las vacas, que no haya servido, que no haya traído yugo; Deuteronomy 21:4 Y los ancianos de aquella ciudad traerán la becerra a un valle áspero, que nunca haya sido arado ni sembrado, y descervigarán allí la becerra en el valle; Deuteronomy 21:5 Y vendrán los sacerdotes hijos de Leví, porque a ellos escogió Jehová tu Dios para que le sirvan, y para bendecir en nombre de Jehová, y por el dicho de ellos, se determinará todo pleito, y toda llaga. Deuteronomy 21:6 Y todos los ancianos de aquella ciudad más cercana al muerto lavarán sus manos sobre la becerra descervigada en el valle. Deuteronomy 21:7 Y protestarán, y dirán: Nuestras manos no han derramado esta sangre, ni nuestros ojos lo vieron: Deuteronomy 21:8 Expía a tu pueblo Israel al cual redimiste, oh Jehová, y no pongas la sangre inocente en medio de tu pueblo Israel. Y la sangre les será perdonada. Deuteronomy 21:9 Y tú quitarás la sangre inocente de en medio de ti, cuando hicieres lo que es recto en los ojos de Jehová. Deuteronomy 21:10 ¶ Cuando salieres a la guerra contra tus enemigos, y Jehová tu Dios los diere en tu mano, y tomares de ellos cautivos, Deuteronomy 21:11 Y vieres entre los cautivos alguna mujer hermosa, y la codiciares, y la tomares para ti por mujer; Deuteronomy 21:12 Meterla has en tu casa, y ella raerá su cabeza, y cortará sus uñas, Deuteronomy 21:13 Y quitará de sí el vestido de su cautiverio, y quedarse ha en tu casa: y llorará a su padre y a su madre un mes de tiempo: y después entrarás a ella y tú serás su marido, y ella tu mujer. Deuteronomy 21:14 Y será, que si no te agradare, dejarla has en su libertad, y no la venderás por dinero, y no mercadearás con ella, por cuanto la afligiste. Deuteronomy 21:15 ¶ Cuando algún varón tuviere dos mujeres, la una amada, y la otra aborrecida, y la amada y la aborrecida le parieren hijos, y el hijo primogénito fuere de la aborrecida; Deuteronomy 21:16 Será que el día que hiciere heredar a sus hijos lo que tuviere, no podrá dar el derecho de primogenitura a los hijos de la amada delante del hijo de la aborrecida el primogénito. Deuteronomy 21:17 Mas al hijo de la aborrecida conocerá por primogénito para darle dos tantos de todo lo que le fuere hallado; porque aquel es el principio de su fuerza, el derecho de la primogenitura es suyo. Deuteronomy 21:18 ¶ Cuando alguno tuviere hijo contumaz y rebelde, que no obedeciere a la voz de su padre ni a la voz de su madre, y habiéndole castigado, no les obedeciere; Deuteronomy 21:19 Entonces tomarle han su padre, y su madre, y sacarle han a los ancianos de su ciudad, y a la puerta de su lugar, Deuteronomy 21:20 Y dirán a los ancianos de la ciudad: Este nuestro hijo es contumaz y rebelde, no obedece a nuestra voz, es glotón y borracho. Deuteronomy 21:21 Entonces todos los hombres de su ciudad le apedrearán con piedras, y morirá: y quitarás el mal de en medio de ti, y todo Israel oirán y temerán. Deuteronomy 21:22 ¶ Cuando en alguno hubiere pecado de sentencia de muerte, y hubiere de morir, colgarle has en un madero. Deuteronomy 21:23 No anochecerá su cuerpo en el madero, mas enterrando le enterrarás el mismo día, porque maldición de Dios es el colgado: y no contaminarás tu tierra, que Jehová tu Dios te da por heredad. Deuteronomy 22:0 Deuteronomy 22:1 No verás el buey de tu hermano, o su cordero, perdidos, y te esconderás de ellos: volviendo los volverás a tu hermano. Deuteronomy 22:2 Y aunque tu hermano no sea tu pariente, o no le conocieres, recogerlos has en tu casa, y estarán contigo hasta que tu hermano los busque, y volvérselos has. Deuteronomy 22:3 Y así harás de su asno, así harás también de su vestido, así harás también de toda cosa perdida de tu hermano que se le perdiere, y la hallares tú, no te podrás esconder. Deuteronomy 22:4 No verás el asno de tu hermano, o su buey caídos en el camino, y te esconderás de ellos, levantando los levantarás con él. Deuteronomy 22:5 ¶ No vestirá la mujer hábito de hombre, ni el hombre vestirá vestido de mujer; porque abominación es a Jehová tu Dios cualquiera que esto hace. Deuteronomy 22:6 ¶ Cuando topares en el camino algún nido de ave en cualquier árbol, o sobre la tierra, con pollos o huevos, y que la madre estuviere echada o sobre los pollos, o sobre los huevos, no tomes la madre con los hijos. Deuteronomy 22:7 Enviando enviarás la madre, y los pollos te tomarás; porque hayas bien, y largos días. Deuteronomy 22:8 ¶ Cuando edificares casa nueva, harás pretil a tu techumbre, porque no pongas sangre en tu casa si cayere de ella alguno. Deuteronomy 22:9 ¶ No sembrarás tu viña de misturas, porque no se santifique la abundancia de la simiente que sembraste, y el fruto de la viña. Deuteronomy 22:10 No ararás con buey y con asno juntamente. Deuteronomy 22:11 No te vestirás de mistura de lana y lino juntamente. Deuteronomy 22:12 ¶ Hacerte has pezuelos en los cuatro cabos de tu manto con que te cubrieres. Deuteronomy 22:13 ¶ Cuando alguno tomare mujer, y después de haber entrado a ella la aborreciere, Deuteronomy 22:14 Y la pusiere achaques de cosas, y sacare sobre ella mala fama, y dijere: Esta tomé por mujer, y llegué a ella, y no la hallé virgen: Deuteronomy 22:15 Entonces el padre de la moza y su madre tomarán, y sacarán las virginidades de la moza a los ancianos de la ciudad a la puerta; Deuteronomy 22:16 Y dirá el padre de la moza a los ancianos: Yo di mi hija a este hombre por mujer, y él la aborrece, Deuteronomy 22:17 Y, he aquí, él le pone achaques de cosas, diciendo: No he hallado a tu hija virgen: y, he aquí las virginidades de mi hija: y extenderán la sábana delante de los ancianos de la ciudad: Deuteronomy 22:18 Entonces los ancianos de la ciudad tomarán al hombre, y castigarle han; Deuteronomy 22:19 Y penarle han en cien pesos de plata, los cuales darán al padre de la moza, por cuanto sacó mala fama sobre virgen de Israel: y tenerla ha por mujer, y no la podrá enviar en todos sus días. Deuteronomy 22:20 Mas si este negocio fue verdad, y no se hallaren virginidades en la moza; Deuteronomy 22:21 Entonces sacarán a la moza a la puerta de la casa de su padre, y apedrearla han con piedras los hombres de su ciudad, y morirá; por cuanto hizo vileza en Israel fornicando en casa de su padre, y quitarás el mal de en medio de ti. Deuteronomy 22:22 ¶ Cuando alguno fuere tomado echado con mujer casada con marido, ambos ellos morirán, el varón que durmió con la mujer, y la mujer: y quitarás el mal de Israel. Deuteronomy 22:23 Cuando fuere moza virgen desposada con alguno, y alguno la hallare en la ciudad, y se echare con ella; Deuteronomy 22:24 Entonces sacarles heis a ambos a la puerta de aquella villa, y apedrearles heis con piedras, y morirán: la moza porque no dio voces en la ciudad, y el hombre porque afligió a la mujer de su prójimo: y quitarás el mal de en medio de ti. Deuteronomy 22:25 Mas si el hombre halló a la moza desposada en el campo, y él la tomare, y se echare con ella, morirá solo el hombre, que durmiere con ella; Deuteronomy 22:26 Y a la moza no harás nada; la moza no tiene culpa de muerte: porque como alguno se levanta contra su prójimo, y le mata de muerte, así es esto. Deuteronomy 22:27 Porque él la halló en el campo, la moza desposada dio voces, y no hubo quien la valiese. Deuteronomy 22:28 ¶ Cuando alguno hallare moza virgen, que no fuere desposada, y la tomare, y se echare con ella, y fueren tomados; Deuteronomy 22:29 Entonces el hombre que se echó con ella dará al padre de la moza cincuenta pesos de plata, y será su mujer, por cuanto la afligió: no la podrá enviar en todos sus días. Deuteronomy 22:30 No tomará alguno la mujer de su padre, ni descubrirá el manto de su padre. Deuteronomy 23:0 Deuteronomy 23:1 No entrará en la congregación de Jehová el quebrado de quebradura, ni el castrado. Deuteronomy 23:2 No entrará bastardo en la congregación de Jehová: ni aun en la décima generación entrará en la congregación de Jehová. Deuteronomy 23:3 No entrará Ammonita ni Moabita en la congregación de Jehová: ni aun en la décima generación entrará en la congregación de Jehová para siempre, Deuteronomy 23:4 Por cuanto no os salieron a recibir con pan y agua al camino, cuando salisteis de Egipto, y porque alquiló contra ti a Balaam hijo de Beor de Petor de Mesopotamia de Siria, para que te maldijese. Deuteronomy 23:5 Mas no quiso Jehová tu Dios oír a Balaam, y Jehová tu Dios te volvió la maldición en bendición, porque Jehová tu Dios te amaba. Deuteronomy 23:6 No procurarás la paz de ellos, ni el bien de ellos en todos los días para siempre. Deuteronomy 23:7 No abominarás al Idumeo, que tu hermano es. No abominarás al Egipcio, que extranjero fuiste en su tierra. Deuteronomy 23:8 Los hijos que nacieren de ellos, a la tercera generación entrarán en la congregación de Jehová. Deuteronomy 23:9 ¶ Cuando salieres en campo contra tus enemigos, guárdate de toda cosa mala. Deuteronomy 23:10 Cuando hubiere en ti alguno que no fuere limpio por accidente de noche, saldráse del campo, y no entrará en él. Deuteronomy 23:11 Y será que al declinar de la tarde lavarse ha con agua, y cuando fuere puesto el sol, entrará en el campo. Deuteronomy 23:12 Y tendrás lugar fuera del real, y allí saldrás fuera. Deuteronomy 23:13 Y tendrás una estaca entre tus armas, y será, que cuando fueres fuera, cavarás con ella, y tornarás, y cubrirás tu suciedad. Deuteronomy 23:14 Porque Jehová tu Dios anda por medio de tu campo para librarte, y entregar tus enemigos delante de ti: por tanto será tu real santo: porque él no vea en ti cosa inmunda, y se vuelva de en pos de ti. Deuteronomy 23:15 ¶ No entregarás el siervo a su señor, que se huyere a ti de su amo. Deuteronomy 23:16 More contigo, en medio de ti, en el lugar que escogiere en alguna de tus ciudades donde bien le estuviere: no le harás fuerza. Deuteronomy 23:17 ¶ No habrá ramera de las hijas de Israel, ni habrá sodomita de los hijos de Israel. Deuteronomy 23:18 ¶ No traerás precio de ramera ni precio de perro a la casa de Jehová tu Dios por ningún voto; porque abominación es a Jehová tu Dios también lo uno como lo otro. Deuteronomy 23:19 ¶ No tomarás de tu hermano logro de dinero, ni logro de comida, ni logro de cualquiera cosa de que se suele tomar. Deuteronomy 23:20 Del extraño tomarás logro, mas de tu hermano no le tomarás, porque te bendiga Jehová tu Dios en toda obra de tus manos sobre la tierra a la cual entras para heredarla. Deuteronomy 23:21 ¶ Cuando prometieres voto a Jehová tu Dios, no tardarás de pagarlo; porque demandando lo demandará Jehová tu Dios de ti, y habrá en ti pecado: Deuteronomy 23:22 Y cuando te detuvieres de prometer, no habrá en ti pecado: Deuteronomy 23:23 Lo que tus labios pronunciaren, guardarás, y harás como prometiste a Jehová tu Dios lo que de tu voluntad hablaste por tu boca. Deuteronomy 23:24 ¶ Cuando entrares en la viña de tu prójimo, comerás uvas hasta hartar tu deseo; mas no pondrás en tu vaso. Deuteronomy 23:25 Cuando entrares en la mies de tu prójimo, cortarás espigas con tu mano, mas no alzarás hoz en la mies de tu prójimo. Deuteronomy 24:0 Deuteronomy 24:1 Cuando alguno tomare mujer y se casare con ella, si después no le agradare por haber hallado en ella alguna cosa torpe, escribirle ha carta de repudio, y dársela ha en su mano, y enviarla ha de su casa. Deuteronomy 24:2 Y salida de su casa, irse ha, y casarse ha con otro varón. Deuteronomy 24:3 Y si la aborreciere el varón postrero, y le escribiere carta de repudio, y se la diere en su mano, y la enviare de su casa, o si muriere el varón postrero, que la tomó para sí por mujer; Deuteronomy 24:4 No podrá su marido el primero, que la envió, volverla a tomar, para que sea su mujer, después que fue inmunda, porque es abominación delante de Jehová, y no contaminarás la tierra, que Jehová tu Dios te da por heredad. Deuteronomy 24:5 ¶ Cuando tomare alguno mujer nueva, no saldrá a la guerra, ni pasará sobre él alguna cosa: libre será en su casa por un año para alegrar a su mujer que tomó. Deuteronomy 24:6 ¶ No tomarás por prenda la muela de abajo y la muela de arriba; porque es prendar la vida. Deuteronomy 24:7 ¶ Cuando fuere hallado alguno que haya hurtado persona de sus hermanos los hijos de Israel, y hubiere mercadeado con ella, o la hubiere vendido, el tal ladrón morirá, y quitarás el mal de en medio de ti. Deuteronomy 24:8 ¶ Guárdate de llaga de lepra, guardando mucho, y haciendo según todo lo que os enseñaren los sacerdotes Levitas; como les he mandado lo guardaréis para hacer. Deuteronomy 24:9 Acuérdate de lo que hizo Jehová tu Dios a María en el camino, después que salisteis de Egipto. Deuteronomy 24:10 ¶ Cuando dieres a tu prójimo alguna cosa emprestada, no entrarás en su casa para tomarle prenda: Deuteronomy 24:11 Fuera estarás, y el hombre a quien prestaste te sacará a fuera la prenda. Deuteronomy 24:12 Y si fuere hombre pobre, no duermas con su prenda. Deuteronomy 24:13 Volviendo le volverás la prenda cuando el sol se ponga, porque duerma en su ropa; y bendecirte ha, y a ti será justicia delante de Jehová tu Dios. Deuteronomy 24:14 ¶ No hagas violencia al jornalero pobre y menesteroso así de tus hermanos como de tus extranjeros, que están en tu tierra en tus ciudades. Deuteronomy 24:15 En su día le darás su jornal, y el sol no se pondrá sobre él, porque pobre es, y con el sustenta su vida: porque no clame contra ti a Jehová, y sea en ti pecado. Deuteronomy 24:16 ¶ Los padres no morirán por los hijos, ni los hijos por los padres, cada uno morirá por su pecado. Deuteronomy 24:17 ¶ No torcerás el derecho del peregrino y del huérfano: ni tomarás por prenda la ropa de la viuda. Deuteronomy 24:18 Mas acuérdate que fuiste siervo en Egipto, y de allí te rescató Jehová tu Dios: por tanto yo te mando que hagas esto. Deuteronomy 24:19 ¶ Cuando segares tu segada en tu campo, y olvidares alguna gavilla en el campo, no volverás a tomarla: del extranjero, o del huérfano, o de la viuda será: porque te bendiga Jehová tu Dios en toda obra de tus manos. Deuteronomy 24:20 Cuando sacudieres tus olivas, no ramonearás tras ti: del extranjero, y del huérfano, y de la viuda será: Deuteronomy 24:21 Cuando vendimiares tu viña, no rebuscarás tras ti, del extranjero, y del huérfano, y de la viuda será. Deuteronomy 24:22 Y acuérdate que fuiste siervo en tierra de Egipto: por tanto yo te mando que hagas esto. Deuteronomy 25:0 Deuteronomy 25:1 Cuando hubiere pleito entre algunos, y vinieren a juicio, y los juzgaren, y absolvieren al justo, y condenaren al impío: Deuteronomy 25:2 Será que si el impío mereciere ser azotado, entonces el juez le hará echar, y le hará azotar delante de sí, según su impiedad por cuenta. Deuteronomy 25:3 Cuarenta veces le hará herir, no más: porque si le hiriere de muchos azotes allende de estos, no se envilezca tu hermano delante de tus ojos. Deuteronomy 25:4 ¶ No embozalarás al buey cuando trillare. Deuteronomy 25:5 ¶ Cuando algunos hermanos estuvieren juntos, y muriere alguno de ellos, y no tuviere hijo, la mujer del muerto no se casará fuera con hombre extraño: su cuñado entrará a ella, y la tomará por su mujer, y hará con ella parentesco. Deuteronomy 25:6 Y será, que el primogénito que pariere, se levantará en nombre de su hermano el muerto, porque su nombre no sea raído de Israel. Deuteronomy 25:7 Y si el hombre no quisiere tomar a su cuñada, entonces su cuñada vendrá a la puerta a los ancianos, y dirá: Mi cuñado no quiere despertar nombre en Israel a su hermano: no quiere hacer parentesco conmigo. Deuteronomy 25:8 Entonces los ancianos de aquella ciudad le harán venir, y hablarán con él: y él se levantará, y dirá: Yo no quiero tomarla. Deuteronomy 25:9 Y su cuñada se llegará a él delante de los ancianos, y descalzarle ha su zapato de su pie, y escupirle ha en el rostro, y hablará, y dirá: Así sea hecho al varón, que no edificare la casa de su hermano. Deuteronomy 25:10 Y su nombre será llamado en Israel, la casa del descalzado. Deuteronomy 25:11 ¶ Cuando algunos riñeren juntos el uno con el otro, y llegare la mujer del uno para librar a su marido de mano del que le hiere, y metiere su mano y le trabare de sus vergüenzas: Deuteronomy 25:12 Entonces cortarle has la mano, no perdonará tu ojo. Deuteronomy 25:13 ¶ No tendrás en tu bolsa pesa grande y pesa chica. Deuteronomy 25:14 No tendrás en tu casa efa grande y efa chica. Deuteronomy 25:15 Pesas cumplidas y justas tendrás: efa cumplida y justa tendrás: para que tus días sean prolongados sobre la tierra, que Jehová tu Dios te da. Deuteronomy 25:16 Porque abominación es a Jehová tu Dios cualquiera que hace esto, cualquiera que hace injusticia. Deuteronomy 25:17 ¶ Acuérdate de lo que te hizo Amalec en el camino cuando salistes de Egipto: Deuteronomy 25:18 Que te salió al camino, y te desguarneció la retaguardia de todos los flacos que iban detrás de ti, cuando tú estabas cansado y trabajado, y no temió a Dios. Deuteronomy 25:19 Y será que cuando Jehová tu Dios te hubiere dado reposo de todos tus enemigos al derredor en la tierra que Jehová tu Dios te da por heredad para que la poseas, raerás la memoria de Amalec de debajo del cielo, no te olvides. Deuteronomy 26:0 Deuteronomy 26:1 Y será que cuando hubieres entrado en la tierra que Jehová tu Dios te da por heredad, y la poseyeres, y habitares en ella; Deuteronomy 26:2 Entonces tomarás de las primicias de todos los frutos de la tierra, que trajeres de tu tierra, que Jehová tu Dios te da, y pondrás en un canastillo, e irás al lugar que Jehová tu Dios escogiere, para hacer habitar allí su nombre: Deuteronomy 26:3 Y vendrás al sacerdote que fuere en aquellos días, y decirle has: Confieso hoy a Jehová tu Dios, que yo he entrado en la tierra que juró Jehová a nuestros padres que nos había de dar. Deuteronomy 26:4 Y el sacerdote tomará el canastillo de tu mano, y ponerlo ha delante del altar de Jehová tu Dios. Deuteronomy 26:5 Y responderás, y dirás delante de Jehová tu Dios: El Siro mi padre pereciendo de hambre descendió a Egipto, y peregrinó allá con pocos hombres, y allí creció en gente grande, fuerte, y mucha. Deuteronomy 26:6 Y los Egipcios nos maltrataron, y nos afligieron, y pusieron sobre nosotros dura servidumbre. Deuteronomy 26:7 Y clamamos a Jehová Dios de nuestros padres, y oyó Jehová nuestra voz, y vio nuestra aflicción, y nuestro trabajo, y nuestra opresión: Deuteronomy 26:8 Y sacónos Jehová de Egipto con mano fuerte y con brazo extendido, y con espanto grande, y con señales y con milagros. Deuteronomy 26:9 Y trájonos a este lugar, y diónos esta tierra, tierra que corre leche y miel. Deuteronomy 26:10 Y ahora, he aquí, he traído las primicias del fruto de la tierra que me diste, oh Jehová. Y dejarlo has delante de Jehová tu Dios, e inclinarte has delante de Jehová tu Dios. Deuteronomy 26:11 Y alegrarte has con todo el bien que Jehová tu Dios te hubiere dado a ti y a tu casa, tú y el Levita y el extranjero que está en medio de ti. Deuteronomy 26:12 ¶ Cuando hubieres acabado de diezmar todo el diezmo de tus frutos en el año tercero, el año del diezmo, darás también al Levita, al extranjero, al huérfano, y a la viuda, y comerán en tus villas, y hartarse han. Deuteronomy 26:13 Y dirás delante de Jehová tu Dios: Yo he sacado la santidad de casa, y también la he dado al Levita, y al extranjero, y al huérfano, y a la viuda, conforme a todos tus mandamientos que me mandaste: no he pasado de tus mandamientos, ni me he olvidado. Deuteronomy 26:14 No he comido de ella en mi luto, ni he sacado de ella en inmundicia, ni he dado de ella para mortuorio: obedecido he a la voz de Jehová mi Dios, hecho he conforme a todo lo que me has mandado. Deuteronomy 26:15 Mira desde la morada de tu santidad, desde el cielo, y bendice a tu pueblo Israel, y a la tierra que nos has dado, como juraste a nuestros padres, tierra que corre leche y miel. Deuteronomy 26:16 ¶ Jehová tu Dios te manda hoy, que hagas estos estatutos y derechos: guarda pues que los hagas con todo tu corazón, y con toda tu alma. Deuteronomy 26:17 A Jehová has ensalzado hoy para ser a ti por Dios, y para andar en sus caminos, y para guardar sus estatutos y sus mandamientos, y sus derechos, y para oír su voz. Deuteronomy 26:18 Y Jehová te ha ensalzado hoy para ser a él por pueblo singular, como él te lo ha dicho, y para guardar todos sus mandamientos: Deuteronomy 26:19 Y para ponerte alto sobre todas las gentes que hizo para loor, y fama, y gloria: y para que seas pueblo santo a Jehová tu Dios, como él ha dicho. Deuteronomy 27:0 Deuteronomy 27:1 Y mandó Moisés y los ancianos de Israel al pueblo, diciendo: Guardaréis todos los mandamientos, que yo os mando hoy: Deuteronomy 27:2 Y será, que el día que pasaréis el Jordán a la tierra que Jehová tu Dios te da, levantarte has piedras grandes, las cuales encalarás con cal: Deuteronomy 27:3 Y escribirás en ellas todas las palabras de esta ley, cuando hubieres pasado para entrar en la tierra que Jehová tu Dios te da, tierra que corre leche y miel, como Jehová el Dios de tus padres te ha dicho. Deuteronomy 27:4 Y será, que cuando hubiereis pasado el Jordán, levantaréis estas piedras que yo os mando hoy, en el monte de Hebal, y encalarlas has con cal. Deuteronomy 27:5 Y edificarás allí altar a Jehová tu Dios, altar de piedras: no alzarás sobre ellas hierro. Deuteronomy 27:6 De piedras enteras edificarás el altar de Jehová tu Dios, ofrecerás sobre él holocausto a Jehová tu Dios. Deuteronomy 27:7 Y sacrificarás pacíficos, y comerás allí, y alegrarte has delante de Jehová tu Dios. Deuteronomy 27:8 Y escribirás en las piedras todas las palabras de esta ley, declarando bien. Deuteronomy 27:9 Y habló Moisés, y los sacerdotes Levitas a todo Israel, diciendo: Escucha y oye Israel: Hoy eres hecho pueblo de Jehová tu Dios: Deuteronomy 27:10 Oirás pues la voz de Jehová tu Dios, y harás sus mandamientos y sus estatutos, que yo te mando hoy. Deuteronomy 27:11 ¶ Y mandó Moisés al pueblo en aquel día, diciendo: Deuteronomy 27:12 Estos estarán para bendecir al pueblo sobre el monte de Garizim cuando hubiereis pasado el Jordán: Simeón, y Leví, y Judá, e Isacar, y José, y Ben-jamín. Deuteronomy 27:13 Y estos estarán sobre la maldición en el monte de Hebal: Rubén, Gad, y Aser, y Zabulón, Dan, y Neftalí. Deuteronomy 27:14 Y hablarán los Levitas, y dirán a todo varón de Israel a alta voz: Deuteronomy 27:15 Maldito el varón que hiciere escultura, y vaciadizo, abominación a Jehová, obra de mano de artífice, y la pusiere en oculto: y todo el pueblo responderán, y dirán: Amén. Deuteronomy 27:16 Maldito el que deshonrare a su padre o a su madre. Y dirá todo el pueblo: Amén. Deuteronomy 27:17 Maldito el que estrechare el término de su prójimo. Y dirá todo el pueblo: Amén. Deuteronomy 27:18 Maldito el que hiciere errar al ciego en el camino. Y dirá todo el pueblo: Amén. Deuteronomy 27:19 Maldito el que torciere el derecho del extranjero, del huérfano, y de la viuda. Y dirá todo el pueblo: Amén. Deuteronomy 27:20 Maldito el que se echare con la mujer de su padre, por cuanto descubrió el manto de su padre. Y dirá todo el pueblo: Amén. Deuteronomy 27:21 Maldito el que tuviere parte con cualquiera bestia. Y dirá todo el pueblo: Amén. Deuteronomy 27:22 Maldito el que se echare con su hermana, hija de su padre, o hija de su madre. Y dirá todo el pueblo: Amén. Deuteronomy 27:23 Maldito el que se echare con su suegra. Y dirá todo el pueblo: Amén. Deuteronomy 27:24 Maldito el que hiriere a su prójimo ocultamente. Y dirá todo el pueblo: Amén. Deuteronomy 27:25 Maldito el que recibiere don para herir de muerte la sangre inocente. Y dirá todo el pueblo: Amén. Deuteronomy 27:26 Maldito el que no confirmare las palabras de esta ley para hacerlas. Y dirá todo el pueblo: Amén. Deuteronomy 28:0 Deuteronomy 28:1 Y será, que si oyendo oyeres la voz de Jehová tu Dios para guardar, para hacer todos sus mandamientos que yo te mando hoy, también Jehová tu Dios te pondrá alto sobre todas las gentes de la tierra. Deuteronomy 28:2 Y vendrán sobre ti todas estas bendiciones, y alcanzarte han, cuando oyeres la voz de Jehová tu Dios. Deuteronomy 28:3 Bendito serás tú en la ciudad, y bendito tú en el campo. Deuteronomy 28:4 Bendito el fruto de tu vientre, y el fruto de tu tierra, y el fruto de tu bestia: la cria de tus vacas, y los rebaños de tus ovejas. Deuteronomy 28:5 Bendito tu canastillo, y tus sobras. Deuteronomy 28:6 Bendito serás en tu entrar, y bendito serás en tu salir. Deuteronomy 28:7 Dará Jehová tus enemigos, que se levantaren contra ti, heridos delante de ti: por un camino saldrán a ti, y por siete caminos huirán delante de ti. Deuteronomy 28:8 Enviará Jehová contigo a la bendición en tus cilleros, y en todo aquello en que pusieres tu mano, y bendecirte ha en la tierra que Jehová tu Dios te da. Deuteronomy 28:9 Confirmarte ha Jehová por pueblo santo suyo como te ha jurado, cuando guardares los mandamientos de Jehová tu Dios, y anduvieres en sus caminos. Deuteronomy 28:10 Y verán todos los pueblos de la tierra, que el nombre de Jehová es llamado sobre ti, y temerte han. Deuteronomy 28:11 Y hacerte ha Jehová que te sobre el bien en el fruto de tu vientre, y en el fruto de tu bestia, y en el fruto de tu tierra, sobre la tierra que juró Jehová a tus padres que te había de dar. Deuteronomy 28:12 Abrirte ha Jehová su buen cillero, el cielo, para dar lluvia a tu tierra en su tiempo, y para bendecir toda obra de tus manos: y prestarás a muchas gentes, y tú no tomarás emprestado. Deuteronomy 28:13 Y ponerte ha Jehová por cabeza, y no por cola: y serás encima solamente, y no serás debajo, cuando obedecieres a los mandamientos de Jehová tu Dios, que yo te mando hoy para que guardes y hagas. Deuteronomy 28:14 Y no te apartes de todas las palabras que yo os mando hoy, a diestra ni a siniestra, para ir tras dioses ajenos para servirles. Deuteronomy 28:15 ¶ Y será si no oyeres la voz de Jehová tu Dios, para guardar, para hacer todos sus mandamientos, y sus estatutos, que yo te mando hoy, vendrán sobre ti todas estas maldiciones, y alcanzarte han. Deuteronomy 28:16 Maldito serás tú en la ciudad, y maldito tú en el campo. Deuteronomy 28:17 Maldito tu canastillo, y tus sobras. Deuteronomy 28:18 Maldito el fruto de tu vientre, y el fruto de tu tierra, y la cria de tus vacas, y los rebaños de tus ovejas. Deuteronomy 28:19 Maldito serás en tu entrar, y maldito en tu salir. Deuteronomy 28:20 Y Jehová enviará en ti la maldición, quebranto y asombramiento en todo cuanto pusieres mano e hicieres, hasta que seas destruido, y perezcas presto a causa de la maldad de tus obras por las cuales me habrás dejado. Deuteronomy 28:21 Jehová hará que se te pegue mortandad hasta que te consuma de la tierra, a la cual entras para heredarla. Deuteronomy 28:22 Jehová te herirá de tísica, y de fiebre, y de ardor, y de calor, y de espada, y de hidropesía, y de ictericia; y perseguirte han hasta que perezcas. Deuteronomy 28:23 Y tus cielos, que están sobre tu cabeza, serán de metal; y la tierra que está debajo de ti, de hierro. Deuteronomy 28:24 Dará Jehová por lluvia a tu tierra polvo y ceniza; de los cielos descenderá sobre ti hasta que perezcas. Deuteronomy 28:25 Jehová te dará herido delante de tus enemigos: por un camino saldrás a ellos, y por siete caminos huirás delante de ellos: y serás por estremecimiento a todos los reinos de la tierra. Deuteronomy 28:26 Y será tu cuerpo muerto por comida a toda ave del cielo, y bestia de la tierra, y no habrá quien las espante. Deuteronomy 28:27 Jehová te herirá de la plaga de Egipto y con almorranas, y con sarna, y con comezón de que no puedas ser curado. Deuteronomy 28:28 Jehová te herirá con locura y con ceguedad, y con pasmo de corazón. Deuteronomy 28:29 Y palparás al mediodía como palpa el ciego en la oscuridad, y no serás prosperado en tus caminos y nunca serás sino oprimido y robado todos los días, y no habrá quien te salve. Deuteronomy 28:30 Desposarte has con mujer, y otro varón dormirá con ella: edificarás casa, y no habitarás en ella: plantarás viña, y no la profanarás. Deuteronomy 28:31 Tu buey será matado delante de tus ojos, y tú no comerás de él: tu asno será robado de delante de ti, y no volverá a ti: tus ovejas serán dadas a tus enemigos, y no tendrás quien te salve. Deuteronomy 28:32 Tus hijos y tus hijas serán entregados a otro pueblo, y tus ojos lo verán, y desfallecerán por ellos todo el día: y no habrá fuerza en tu mano. Deuteronomy 28:33 El fruto de tu tierra y todo tu trabajo comerá pueblo que no conociste: y nunca serás sino oprimido y quebrantado todos los días. Deuteronomy 28:34 Y enloquecerás a causa de lo que verás con tus ojos. Deuteronomy 28:35 Herirte ha Jehová con mala sarna en las rodillas y en las piernas, que no puedas ser curado, desde la planta de tu pie hasta tu mollera. Deuteronomy 28:36 Jehová llevará a ti y a tu rey, que hubieres puesto sobre ti, a gente que no conociste tú ni tus padres; y allá servirás a dioses ajenos, al palo y a la piedra. Deuteronomy 28:37 Y serás por pasmo, por ejemplo y por fábula a todos los pueblos, a los cuales Jehová te llevará. Deuteronomy 28:38 Sacarás mucha simiente a la tierra, y cogerás poco; porque la langosta lo consumirá. Deuteronomy 28:39 Plantarás viñas y labrarás; mas no beberás vino, ni cogerás, porque el gusano lo comerá. Deuteronomy 28:40 Tendrás olivas en todo tu término, mas no te ungirás con el aceite: porque tu aceituna se caerá. Deuteronomy 28:41 Hijos e hijas engendrarás, y no serán para ti, porque irán en cautiverio. Deuteronomy 28:42 Toda tu arboleda y el fruto de tu tierra consumirá la langosta. Deuteronomy 28:43 El extranjero que estará en medio de ti subirá sobre ti encima, encima: y tú descenderás abajo, abajo. Deuteronomy 28:44 El te prestara a ti, y tú no prestarás a él: él será por cabeza, y tú serás por cola. Deuteronomy 28:45 Y vendrán sobre ti todas estas maldiciones, y perseguirte han, y alcanzarte han hasta que perezcas: por cuanto no habrás oído a la voz de Jehová tu Dios guardando sus mandamientos y sus estatutos, que él te mandó. Deuteronomy 28:46 Y serán en ti por señal y por milagro, y en tu simiente para siempre: Deuteronomy 28:47 Por cuanto no serviste a Jehová tu Dios con alegría y con bondad de corazón por la abundancia de todas las cosas. Deuteronomy 28:48 Y servirás a tus enemigos, que Jehová enviare contra ti, con hambre, y con sed, y con desnudez, y con falta de todas las cosas: y él pondrá yugo de hierro sobre tu cuello hasta destruirte. Deuteronomy 28:49 Jehová traerá sobre ti gente de lejos, del cabo de la tierra, que vuele como águila, gente cuya lengua no entiendas; Deuteronomy 28:50 Gente fiera de rostro, que no alzará el rostro al viejo, ni perdonará al niño. Deuteronomy 28:51 Y comerá el fruto de tu bestia y el fruto de tu tierra, hasta que perezcas: y no te dejará grano, ni mosto, ni aceite, ni la cria de tus vacas, ni los rebaños de tus ovejas hasta destruirte. Deuteronomy 28:52 Y ponerte ha cerco en todas tus ciudades, hasta que caigan tus muros altos y encastillados, en que tú confías, en toda tu tierra: y cercarte ha en todas tus ciudades y en toda tu tierra, que Jehová tu Dios te dió. Deuteronomy 28:53 Y comerás el fruto de tu vientre, la carne de tus hijos y de tus hijas, que Jehová tu Dios te dió, en el cerco y en la angustia con que te angustiará tu enemigo. Deuteronomy 28:54 El hombre tierno en ti y el muy delicado, su ojo será maligno para con su hermano, y para con la mujer de su seno, y para con el resto de sus hijos, que le quedaren; Deuteronomy 28:55 Para no dar a alguno de ellos de la carne de sus hijos, que el comerá, porque no le habrá quedado en el cerco, y en la apretura con que tu enemigo te apretará en todas tus ciudades. Deuteronomy 28:56 La tierna en ti y la delicada, que nunca la planta de su pie probó a estar sobre la tierra de ternura y delicadez, su ojo será maligno para con el marido de su seno, y para con su hijo y para con su hija, Deuteronomy 28:57 Y para con su chiquita que sale de entre sus pies, y para con sus hijos que pariere, que los comerá escondidamente con necesidad de todas las cosas en el cerco y en la apretura con que tu enemigo te apretará en tus ciudades. Deuteronomy 28:58 Si no guardares para hacer todas las palabras de aquesta ley, que están escritas en este libro, temiendo este nombre glorioso y terrible: Jehová tu Dios; Deuteronomy 28:59 Jehová hará maravillosas tus plagas, y las plagas de tu simiente, plagas grandes, y firmes; y enfermedades malas y firmes: Deuteronomy 28:60 Y hará volver en ti todos los dolores de Egipto delante de los cuales temiste, y pegarse han en ti. Deuteronomy 28:61 Asimismo toda enfermedad y toda plaga, que no está escrita en el libro de esta ley, Jehová la enviará sobre ti, hasta que tú seas destruido. Deuteronomy 28:62 Y quedaréis en pocos varones, en lugar de haber sido como las estrellas del cielo en multitud: por cuanto no obedeciste a la voz de Jehová tu Dios. Deuteronomy 28:63 Y será, que de la manera que Jehová se gozó sobre vosotros, para haceros bien, y para multiplicaros, así se gozará Jehová, sobre vosotros para echaros a perder, y para destruiros: y seréis arrancados de sobre la tierra a la cual entráis para poseerla. Deuteronomy 28:64 Y esparcirte ha Jehová por todos los pueblos desde el un cabo de la tierra hasta el otro cabo de la tierra: y allí servirás a dioses ajenos que no conociste tú ni tus padres, al palo y a la piedra. Deuteronomy 28:65 Y ni aun en las mismas gentes reposarás, ni la planta de tu pie tendrá reposo: que allí te dará Jehová corazón temeroso y caimiento de ojos, y tristeza de alma. Deuteronomy 28:66 Y tendrás tu vida colgada delante, y estarás temeroso de noche y de día, y no confiarás de tu vida: Deuteronomy 28:67 Por la mañana dirás: ¿Quién diese la tarde? y a la tarde dirás: ¿Quién diese la mañana? del miedo de tu corazón con que estarás amedrentado, y de lo que verán tus ojos. Deuteronomy 28:68 Y Jehová te hará tornar a Egipto en navíos, por el camino del cual te ha dicho: Nunca más volverás: y allí seréis vendidos a vuestros enemigos por esclavos y por esclavas, y no habrá quien os compre. Deuteronomy 29:0 Deuteronomy 29:1 Estas son las palabras del concierto que mandó Jehová a Moisés, para que concertase con los hijos de Israel en la tierra de Moab, allende del concierto que concertó con ellos en Horeb. Deuteronomy 29:2 Moisés pues llamó a todo Israel, y díjoles: Vosotros habéis visto todo lo que Jehová ha hecho delante de vuestros ojos en la tierra de Egipto a Faraón y a todos sus siervos, y a toda su tierra: Deuteronomy 29:3 Las pruebas grandes que vieron tus ojos, las señales, y las grandes maravillas. Deuteronomy 29:4 Y Jehová no os dio corazón para entender, ni ojos para ver, ni oídos para oír, hasta hoy. Deuteronomy 29:5 Y yo os he traído cuarenta años por el desierto, que vuestros vestidos no se han envejecido sobre vosotros, ni tu zapato se ha envejecido sobre tu pie. Deuteronomy 29:6 Nunca comisteis pan, ni bebisteis vino ni sidra, porque supieseis que yo soy Jehová vuestro Dios. Deuteronomy 29:7 Y llegasteis a este lugar, y salió Sejón rey de Jesebón, y Og rey de Basán delante de nosotros para pelear, y herímoslos: Deuteronomy 29:8 Y tomamos su tierra, y dímosla por heredad a Rubén y a Gad, y a la media tribu de Manasés. Deuteronomy 29:9 Guardaréis pues las palabras de este concierto, y hacerlas heis, para que seáis prosperados en todo lo que hiciereis. Deuteronomy 29:10 Vosotros todos estáis hoy delante de Jehová vuestro Dios, vuestros príncipes de vuestras tribus, vuestros ancianos, y vuestros alcaldes, todos los varones de Israel: Deuteronomy 29:11 Vuestros niños, vuestras mujeres, y tus extranjeros que habitan en medio de tu campo, desde el que corta tu leña hasta el que saca tus aguas: Deuteronomy 29:12 Para que entres en el concierto de Jehová tu Dios y en su juramento, que Jehová tu Dios concierta hoy contigo: Deuteronomy 29:13 Para confirmarte hoy por su pueblo, y que él te sea a ti por Dios, de la manera que él te ha dicho, y de la manera que él juró a tus padres Abraham, Isaac, y Jacob. Deuteronomy 29:14 Y no con vosotros solos concierto yo este concierto, y este juramento, Deuteronomy 29:15 Mas con los que están aquí estantes hoy con nosotros delante de Jehová nuestro Dios, y con los que no están aquí hoy con nosotros. Deuteronomy 29:16 Porque vosotros sabéis como habitamos en la tierra de Egipto, y como hemos pasado por medio de las gentes que habéis pasado; Deuteronomy 29:17 Y habéis visto sus abominaciones, y sus ídolos, madera y piedra, plata y oro, que tienen consigo. Deuteronomy 29:18 Quizá habrá entre vosotros varón o mujer, o familia o tribu, cuyo corazón se vuelva hoy de con Jehová nuestro Dios por andar a servir a los dioses de aquellas gentes: quizá habrá en vosotros raíz que eche veneno y ajenjo: Deuteronomy 29:19 Y sea, que cuando el tal oyere las palabras de esta maldición, él se bendiga en su corazón, diciendo: Paz habré, aunque ande según el pensamiento de mi corazón, para añadir la embriaguez a la sed. Deuteronomy 29:20 Jehová no querrá perdonar al tal, que luego humeará el furor de Jehová y su zelo sobre el tal hombre, y acostarse ha sobre él toda maldición escrita en este libro, y Jehová raerá su nombre de debajo del cielo. Deuteronomy 29:21 Y apartarle ha Jehová de todas las tribus de Israel para mal, conforme a todas las maldiciones del concierto escrito en este libro de la ley. Deuteronomy 29:22 Y dirá la generación venidera, vuestros hijos que vendrán después de vosotros, y el extranjero que vendrá de lejanas tierras, cuando vieren las plagas de aquesta tierra y sus enfermedades de que Jehová la hizo enfermar, Deuteronomy 29:23 (Azufre y sal, quemada toda su tierra: no será sembrada, ni producirá, ni crecerá en ella yerba ninguna, como en la subversión de Sodoma y de Gomorra, de Adma y de Seboim, que Jehová subvertió en su furor en su ira.) Deuteronomy 29:24 Y dirán todas las gentes: ¿Por qué hizo Jehová esto a esta tierra? ¿Qué ira es esta de tan gran furor? Deuteronomy 29:25 Y respondérseles ha: Por cuanto dejaron el concierto de Jehová el Dios de sus padres que el concertó con ellos, cuando les sacó de tierra de Egipto, Deuteronomy 29:26 Y fueron, y sirvieron a dioses ajenos, e inclináronse a ellos; dioses que no conocieron, y que ninguna cosa les habían dado. Deuteronomy 29:27 Y el furor de Jehová se encendió contra esta tierra, para traer sobre ella todas las maldiciones escritas en este libro. Deuteronomy 29:28 Y Jehová los desarraigó de su tierra con enojo y con saña, y con furor grande, y los echó a otra tierra, como parece hoy. Deuteronomy 29:29 Las cosas secretas pertenecen a Jehová nuestro Dios: mas las reveladas son para nosotros y para nuestros hijos para siempre, para que hagamos todas las palabras de esta ley. Deuteronomy 30:0 Deuteronomy 30:1 Y será, que cuando te vinieren todas estas cosas, la bendición, y la maldición que yo he puesto delante de ti, y volvieres a tu corazón en todas las gentes a las cuales Jehová tu Dios te echare, Deuteronomy 30:2 Y te convirtieres a Jehová tu Dios, y oyeres su voz conforme a todo lo que yo te mando hoy, tú y tus hijos, con todo tu corazón y con toda tu alma, Deuteronomy 30:3 Jehová también volverá tus cautivos, y habrá misericordia de ti: y tornará, y juntarte ha de todos los pueblos, a los cuales te hubiere esparcido Jehová tu Dios. Deuteronomy 30:4 Si hubieres sido arrojado hasta el cabo de los cielos, de allá te juntará Jehová tu Dios, y de allá te tomará. Deuteronomy 30:5 Y volverte ha Jehová tu Dios a la tierra que heredaron tus padres, y heredarla has: y hacerte ha bien y multiplicarte ha más que a tus padres. Deuteronomy 30:6 ¶ Y circuncidará Jehová tu Dios tu corazón, y el corazón de tu simiente, para que ames a Jehová tu Dios con todo tu corazón, y con toda tu alma para tu vida. Deuteronomy 30:7 Y pondrá Jehová tu Dios todas estas maldiciones sobre tus enemigos, y sobre tus aborrecedores, que te persiguieron. Deuteronomy 30:8 Y tu volverás, y oirás la voz de Jehová, y harás todos sus mandamientos, que yo te mando hoy. Deuteronomy 30:9 Y hacerte ha Jehová tu Dios abundar en toda obra de tus manos, en el fruto de tu vientre, en el fruto de tu bestia, y en el fruto de tu tierra para bien: porque Jehová se convertirá para gozarse sobre ti en bien, de la manera que se gozó sobre tus padres, Deuteronomy 30:10 Cuando oyeres la voz de Jehová tu Dios para guardar sus mandamientos y sus estatutos escritos en este libro de la ley, cuando te convirtieres a Jehová tu Dios con todo tu corazón, y con toda tu alma. Deuteronomy 30:11 Porque este mandamiento que yo te mando hoy no te es encubierto, ni está lejos. Deuteronomy 30:12 No está en el cielo, para que digas: ¿Quién nos subirá al cielo, y tomárnoslo ha, y recitárnoslo ha para que le cumplamos? Deuteronomy 30:13 Ni está de la otra parte de la mar, para que digas: ¿Quién nos pasará la mar para que nos lo tome, y nos lo recite, para que lo cumplamos? Deuteronomy 30:14 Porque muy cerca de ti está el negocio, en tu boca y en tu corazón para que lo hagas. Deuteronomy 30:15 ¶ Mira, yo he puesto delante de ti hoy la vida y el bien, la muerte y el mal: Deuteronomy 30:16 Porque yo te mando hoy que ames a Jehová tu Dios: que andes en sus caminos y guardes sus mandamientos y sus estatutos, y sus derechos, porque vivas y seas multiplicado, y Jehová tu Dios te bendiga en la tierra a la cual entras para heredarla. Deuteronomy 30:17 Mas si tu corazón se apartare, y no oyeres, y fueres impelido, y te inclinares a dioses ajenos, y les sirvieres; Deuteronomy 30:18 Yo os protesto hoy que pereciendo pereceréis: no tendréis luengos días sobre la tierra, para ir a la cual pasas el Jordán, para que la heredes. Deuteronomy 30:19 A los cielos y a la tierra llamo por testigos hoy contra vosotros, que os he puesto delante la vida y la muerte, la bendición y la maldición: escoge pues la vida, porque vivas tú y tu simiente: Deuteronomy 30:20 Que ames a Jehová tu Dios: Que oigas su voz y te allegues a él: porque él es tu vida, y la longura de tus días: porque habites sobre la tierra que juró Jehová a tus padres Abraham, Isaac, y Jacob, que les había de dar. Deuteronomy 31:0 Deuteronomy 31:1 Y fue Moisés, y habló estas palabras a todo Israel, Deuteronomy 31:2 Y díjoles: De edad de ciento y veinte años soy hoy, no puedo más salir ni entrar: allende de esto Jehová me ha dicho: No pasarás este Jordán. Deuteronomy 31:3 Jehová tu Dios él pasa delante de ti, él destruirá estas gentes delante de tu faz, y heredarlas has: Josué, él pasa delante de ti, como Jehová ha dicho. Deuteronomy 31:4 Y hará Jehová con ellos como hizo con Sejón, y con Og reyes de los Amorreos, y con su tierra, que los destruyó. Deuteronomy 31:5 Y darlos ha Jehová delante de vosotros, y haréis con ellos conforme a todo lo que os he mandado. Deuteronomy 31:6 Esforzáos y confortáos; no temáis ni hayáis miedo de ellos que Jehová tu Dios es el que va contigo: no te dejará, ni te desamparará. Deuteronomy 31:7 Y llamó Moisés a Josué, y díjole en ojos de todo Israel: Esfuérzate y confórtate: porque tu entrarás con este pueblo a la tierra que juró Jehová a sus padres, que les había de dar, y tú se la harás heredar. Deuteronomy 31:8 Y Jehová es el que va delante de ti, él será contigo, no te dejará, ni te desamparará: no temas, ni te espantes. Deuteronomy 31:9 ¶ Y escribió Moisés esta ley, y dióla a los sacerdotes hijos de Leví, que llevaban el arca del concierto de Jehová, y a todos los ancianos de Israel. Deuteronomy 31:10 Y mandóles Moisés, diciendo: Al cabo del séptimo año en el tiempo del año de la remisión, en la fiesta de las cabañas, Deuteronomy 31:11 Cuando viniere todo Israel a presentarse delante de Jehová tu Dios en el lugar que él escogiere, leerás esta ley delante de todo Israel en sus orejas. Deuteronomy 31:12 Harás congregar el pueblo, varones y mujeres y niños, y tus extranjeros que estuvieren en tus ciudades, para que oigan y aprendan, y teman a Jehová vuestro Dios, y guarden para hacer todas las palabras de esta ley; Deuteronomy 31:13 Y sus hijos, que no supieron, oigan, y aprendan a temer a Jehová vuestro Dios todos los días que viviereis sobre la tierra, para ir a la cual pasáis el Jordán para heredarla. Deuteronomy 31:14 ¶ Y Jehová dijo a Moisés: He aquí, tus días son ya llegados para que mueras: llama a Josué, y esperád en el tabernáculo del testimonio, y mandarle he. Y fue Moisés y Josué, y esperaron en el tabernáculo del testimonio. Deuteronomy 31:15 Y aparecióse Jehová en el tabernáculo, en la columna de nube, y la columna de nube se puso sobre la puerta del tabernáculo. Deuteronomy 31:16 Y Jehová dijo a Moisés: He aquí, tú duermes con tus padres, y este pueblo se levantará, y fornicará tras los dioses ajenos de la tierra adonde va, en medio de ella, y dejarme ha, y anulará mi concierto que yo he concertado con él. Deuteronomy 31:17 Y mi furor se encenderá contra él en el mismo día, y yo los dejaré y esconderé de ellos mi rostro, y serán consumidos; y hallarlo han muchos males y angustias, y dirá en aquel día, ¿No me han hallado estos males, porque no está mi Dios en medio de mi? Deuteronomy 31:18 Empero yo escondiendo esconderé mi rostro en aquel día, por todo el mal que él habrá hecho, por haberse vuelto a dioses ajenos. Deuteronomy 31:19 ¶ Y ahora escribíos esta canción, y enséñala a los hijos de Israel: pónla en la boca de ellos, para que esta canción me sea por testigo contra los hijos de Israel. Deuteronomy 31:20 Porque yo lo meteré en la tierra que juré a sus padres, la cual corre leche y miel: y comerá y hartarse ha, y engordarse ha: y volverse ha a dioses ajenos, y servirles han: y enojarme han, y anularán mi concierto. Deuteronomy 31:21 Y será, que cuando le vinieren muchos males y angustias, entonces esta canción responderá en su cara por testigo, que no será olvidada de la boca de su simiente: porque yo conozco su ingenio, y lo que hace hoy antes que yo lo meta a la tierra que juré. Deuteronomy 31:22 Y Moisés escribió esta canción aquel día, y enseñóla a los hijos de Israel. Deuteronomy 31:23 Y mandó a Josué hijo de Nun, y dijo: Esfuérzate, y confórtate, que tú meterás los hijos de Israel en la tierra que yo les juré, y yo seré contigo. Deuteronomy 31:24 Y como acabó Moisés de escribir las palabras de esta ley en el libro, hasta que fueron acabadas, Deuteronomy 31:25 Moisés mandó a los Levitas que llevaban el arca del concierto de Jehová, diciendo: Deuteronomy 31:26 Tomád este libro de la ley, y ponédlo al lado del arca del concierto de Jehová vuestro Dios, y esté allí por testigo contra ti. Deuteronomy 31:27 Porque yo conozco tu rebelión, y tu cerviz dura: he aquí, que aun viviendo yo hoy con vosotros sois rebeldes a Jehová, y ¿cuánto más después que yo fuere muerto? Deuteronomy 31:28 ¶ Congregád a mí todos los ancianos de vuestras tribus, y a vuestros alcaldes, y hablaré en sus orejas estas palabras: y llamaré por testigos contra ellos los cielos y la tierra. Deuteronomy 31:29 Porque yo sé, que después de yo muerto, corrompiendo os corromperéis, y os apartaréis del camino que os he mandado: y que os ha de venir mal en los prostreros días por haber hecho mal en ojos de Jehová, enojándole con la obra de vuestras manos. Deuteronomy 31:30 Entonces habló Moisés en oídos de toda la congregación de Israel las palabras de esta canción, hasta acabarla. Deuteronomy 32:0 Deuteronomy 32:1 Escuchád cielos, y hablaré: y oiga la tierra los dichos de mi boca. Deuteronomy 32:2 Goteará, como la lluvia, mi doctrina: destilará, como el rocío, mi dicho: como las mollinas sobre la grama, y como las gotas sobre la yerba. Deuteronomy 32:3 Porque el nombre de Jehová invocaré, dad grandeza a nuestro Dios. Deuteronomy 32:4 Del Fuerte, cuya obra es perfecta: porque todos sus caminos son juicio, Dios de verdad: y no hay iniquidad, justo y recto es. Deuteronomy 32:5 La corrupción no es suya: a sus hijos la mancha de ellos, generación torcida y perversa. Deuteronomy 32:6 ¿Así pagáis a Jehová? pueblo loco, e ignorante: ¿no es él tu padre que te poseyó? él te hizo y te compuso. Deuteronomy 32:7 Acuérdate de los tiempos antiguos, considerád los años de generación y generación: pregunta a tu padre, que él te declarará: a tus viejos, y ellos te dirán: Deuteronomy 32:8 Cuando el Altísimo hizo heredar a las gentes; cuando hizo dividir los hijos de los hombres; cuando estableció los términos de los pueblos según el número de los hijos de Israel. Deuteronomy 32:9 Porque la parte de Jehová es su pueblo, Jacob el cordel de su heredad. Deuteronomy 32:10 Hallóle en tierra de desierto, y en un desierto horrible y yermo: trájole al derredor, instruyóle, guardóle como la niña de su ojo. Deuteronomy 32:11 Como el águila despierta su nido, vuela sobre sus pollos, extiende sus alas, tómale, llévale sobre sus espaldas: Deuteronomy 32:12 Jehová solo le guió, que no hubo con él dios ajeno. Deuteronomy 32:13 Hízole subir sobre las alturas de la tierra, y comió los frutos del campo, e hizo que chupase miel de la peña, y aceite de pedernal fuerte; Deuteronomy 32:14 Manteca de vacas, y leche de ovejas, con grosura de corderos, y carneros de Basán: y machos de cabrío con grosura de riñones de trigo, y sangre de uva bebiste vino. Deuteronomy 32:15 Y engordó el Recto, y tiró coces: engordástete, engrosástete, cubrístete, y dejó al Dios, que lo hizo: y menospreció al Fuerte de su salud. Deuteronomy 32:16 Despertáronle a celos con los ajenos, ensañáronle con las abominaciones. Deuteronomy 32:17 Sacrificaron a los diablos, no a Dios: a los dioses, que no conocieron: nuevos, venidos de cerca, que vuestros padres no los temieron. Deuteronomy 32:18 Del Fuerte que te crió, te has olvidado, háste olvidado del Dios tu criador. Deuteronomy 32:19 Y viólo Jehová, y encendióse con ira de sus hijos y de sus hijas. Deuteronomy 32:20 Y dijo: Esconderé de ellos mi rostro, veré cual será su prostrimería: que son generación de perversidades, hijos sin fe. Deuteronomy 32:21 Ellos me despertaron a celos con el que no es Dios: hiciéronme ensañar con sus vanidades: y yo los despertaré a celos con los que no son pueblo, con gente loca les haré ensañar. Deuteronomy 32:22 Porque fuego se encenderá en mi furor, y arderá hasta el profundo: y tragará la tierra y sus frutos, y abrasará los fundamentos de los montes. Deuteronomy 32:23 Yo allegaré males sobre ellos, mis saetas acabaré en ellos. Deuteronomy 32:24 Consumidos de hambre, y comidos de fiebre ardiente, y de pestilencia amarga: y diente de bestias enviaré sobre ellos, con veneno de serpientes de la tierra. Deuteronomy 32:25 De fuera deshijará la espada, y en las recámaras amedrentamiento: así el mancebo como la doncella, el que mama como el hombre cano. Deuteronomy 32:26 Dije: Yo los echaría del mundo, haría cesar de los hombres la memoria de ellos. Deuteronomy 32:27 Si no temiese la ira del enemigo, porque no enagenen mi gloria sus adversarios, porque no digan: Nuestra mano alta ha hecho todo esto, no Jehová. Deuteronomy 32:28 Porque son gente de perdidos consejos, y no hay en ellos entendimiento. Deuteronomy 32:29 ¡Ojalá fueran sabios, entendieran esto, entendieran su prostrimería! Deuteronomy 32:30 ¿Cómo podría perseguir uno a mil, y dos harían huir a diez mil, si su Fuerte no los hubiese vendido, y Jehová no los hubiese entregado? Deuteronomy 32:31 Que el fuerte de ellos no es como nuestro Fuerte: y nuestros enemigos sean jueces. Deuteronomy 32:32 Por tanto de la vid de Sodoma es la vid de ellos, y de los sarmientos de Gomorra: las uvas de ellos son uvas ponzoñosas, racimos de amarguras tienen. Deuteronomy 32:33 Veneno de dragones es su vino, y ponzoña cruel de áspides. Deuteronomy 32:34 ¿No tengo yo esto guardado, sellado en mis tesoros? Deuteronomy 32:35 Mía es la venganza y el pago, al tiempo que su pie vacilará: porque el día de su aflicción está cercano, y lo que les está determinado se apresura. Deuteronomy 32:36 Porque Jehová juzgará a su pueblo, y sobre sus siervos se arrepentirá, cuando viere que la fuerza pereció sin quedar guardado ni desamparado. Deuteronomy 32:37 Y dirá: ¿Dónde están sus dioses, el fuerte de quien se ampararon, Deuteronomy 32:38 Que comían el sebo de sus sacrificios, bebían el vino de sus derramaduras? levántense, y os ayuden, os amparen. Deuteronomy 32:39 Ved ahora que yo, yo soy, y no hay dioses conmigo: yo hago morir, y yo hago vivir: yo hiero y yo curo: y no hay quien escape de mi mano. Deuteronomy 32:40 Cuando yo alzaré a los cielos mi mano, y diré: Vivo yo para siempre. Deuteronomy 32:41 Si afilare mi espada reluciente, y mi mano arrebatare el juicio, yo volveré la venganza a mis enemigos, y daré el pago a los que me aborrecen. Deuteronomy 32:42 Embriagaré mis saetas en sangre, y mi espada tragará carne: en la sangre de los muertos y de los cautivos de las cabezas, con venganzas de enemigo. Deuteronomy 32:43 Alabád gentes a su pueblo, porque él vengará la sangre de sus siervos, y volverá la venganza a sus enemigos, y expiará su tierra, a su pueblo. Deuteronomy 32:44 Y vino Moisés, y recitó todas las palabras de esta canción a oídos del pueblo, él y Josué hijo de Nun. Deuteronomy 32:45 Y acabó Moisés de recitar todas estas palabras a todo Israel. Deuteronomy 32:46 Y díjoles: Ponéd vuestro corazón a todas las palabras que yo protesto hoy contra vosotros, para que las mandéis a vuestros hijos, que guarden y hagan todas las palabras de esta ley, Deuteronomy 32:47 Porque no os es cosa vana, mas es vuestra vida: y por este negocio haréis prolongar los días sobre la tierra, para heredar la cual pasáis el Jordán. Deuteronomy 32:48 Y habló Jehová a Moisés aquel mismo día, diciendo: Deuteronomy 32:49 Sube a este monte de Abarim, al monte de Nebo, que está en la tierra de Moab, que está en derecho de Jericó; y mira la tierra de Canaán, que yo doy a los hijos de Israel por heredad: Deuteronomy 32:50 Y muere en el monte al cual subes, y sé agregado a tus pueblos, de la manera que murió Aarón tu hermano en el monte de Hor, y fue agregado a sus pueblos: Deuteronomy 32:51 Por cuanto prevaricasteis contra mí en medio de los hijos de Israel a las aguas de la rencilla de Cádes del desierto de Zín; porque no me santificasteis en medio de los hijos de Israel. Deuteronomy 32:52 Por tanto delante verás la tierra, mas no entrarás allá, a la tierra que yo doy a los hijos de Israel. Deuteronomy 33:0 Deuteronomy 33:1 Y esta es la bendición con la cual Moisés, varón de Dios, bendijo a los hijos de Israel antes que muriese; Deuteronomy 33:2 Y dijo: Jehová vino de Sinaí, y de Seir les esclareció: resplandeció desde el monte de Farán, y vino con diez mil santos: a su diestra la ley de fuego para ellos. Deuteronomy 33:3 Aun amó los pueblos, todos sus santos están en tu mano: ellos también se llegaron a tus pies: recibieron de tus dichos. Deuteronomy 33:4 Ley nos mandó Moisés por heredad a la congregación de Jacob. Deuteronomy 33:5 Y fue en el Recto rey, cuando se congregaron las cabezas del pueblo, las tribus de Israel en uno. Deuteronomy 33:6 Viva Rubén, y no muera: y sean sus varones en número. Deuteronomy 33:7 Y esta para Judá; y dijo: Oye oh Jehová, la voz de Judá, y llévale a su pueblo: sus manos le basten, y tú le seas ayuda contra sus enemigos. Deuteronomy 33:8 Y a Leví dijo: Tu Tumim y tu Urim diste a tu buen varón, al cual tentaste en Massa: y lo hiciste reñir a las aguas de la rencilla; Deuteronomy 33:9 El que dijo a su padre y a su madre: Nunca los ví: ni conoció a sus hermanos, ni conoció a sus hijos: por lo cual ellos guardarán tus dichos, y observarán tu concierto. Deuteronomy 33:10 Ellos enseñarán tus juicios a Jacob, y tu ley a Israel: pondrán el perfume a tus narices, y el holocausto sobre tu altar. Deuteronomy 33:11 Bendice oh Jehová lo que hicieren, y en la obra de sus manos toma contentamiento: hiere los lomos de sus enemigos, y de los que le aborrecieren, que nunca se levanten. Deuteronomy 33:12 Y a Ben-jamín dijo: El amado de Jehová habitará confiado cerca de él: cubrirle ha siempre, y entre sus hombros morará. Deuteronomy 33:13 Y a José dijo: Bendita sea de Jehová su tierra por los regalos de los cielos, por el rocío, y por el abismo que está abajo, Deuteronomy 33:14 Y por los regalos de los frutos del sol, y por los regalos de las influencias de las lunas, Deuteronomy 33:15 Y por la cumbre de los montes antiguos; y por los regalos, de los collados eternos. Deuteronomy 33:16 Y por los regalos de la tierra, y su plenitud: y la gracia del que habitó en la zarza venga sobre la cabeza de José, y sobre la mollera del apartado de sus hermanos. Deuteronomy 33:17 El es hermoso como el primogénito de su buey: y sus cuernos, cuernos de unicornio: con ellos acorneará los pueblos a una, hasta los fines de la tierra: y estos son los diez millares de Efraím: y estos los millares de Manasés. Deuteronomy 33:18 Y a Zabulón dijo: Alégrate Zabulón cuando salieres; e Isacar en tus tiendas. Deuteronomy 33:19 Al monte llamarán pueblos, allí sacrificarán sacrificios de justicia: por lo cual chuparán la abundancia de las mares, y los tesoros escondidos del arena. Deuteronomy 33:20 Y a Gad dijo: Bendito el que hizo ensanchar a Gad: como león habitará, y arrebatará brazo y mollera. Deuteronomy 33:21 El vio para sí lo primero, que allí estaba escondida la parte del legislador, y vino en la delantera del pueblo: la justicia de Jehová hará, y sus juicios con Israel. Deuteronomy 33:22 Y a Dan dijo: Dan, cachorro de león: saltará desde Basán. Deuteronomy 33:23 Y a Neftalí dijo: Neftalí harto de voluntad, y lleno de bendición de Jehová; el occidente y el mediodía hereda. Deuteronomy 33:24 Y a Aser dijo: Bendito más que los hijos, Aser; será agradable a sus hermanos: y mojará en aceite su pie. Deuteronomy 33:25 Hierro y metal serán tus cerraduras; y como tus días será tu fortaleza. Deuteronomy 33:26 No hay otro como el Dios del Recto: caballero en el cielo para tu ayuda, y en los cielos con su grandeza. Deuteronomy 33:27 La habitación de Dios es eterna, y debajo de brazos de perpetuidad: él echará de delante de ti al enemigo; y dirá: Destruye. Deuteronomy 33:28 E Israel, la fuente de Jacob, habitará confiado solo en tierra de grano y de vino: también sus cielos destilarán rocío. Deuteronomy 33:29 Bienaventurado tú Israel: ¿Quién como tú, pueblo salvo por Jehová, escudo de tu socorro, y espada de tu excelencia? Y tus enemigos serán humillados, y tú hollarás sobre sus alturas. Deuteronomy 34:0 Deuteronomy 34:1 Y subió Moisés de los campos de Moab al monte de Nebo a la cumbre de Fasga, que está enfrente de Jericó; y mostróle Jehová toda la tierra de Galaad hasta Dan, Deuteronomy 34:2 Y a todo Neftalí, y la tierra de Efraím y de Manasés, toda la tierra de Judá hasta la mar prostrera. Deuteronomy 34:3 Y el mediodía, y la campaña, la vega de Jericó, ciudad de las palmas, hasta Segor. Deuteronomy 34:4 Y díjole Jehová: Esta es la tierra, de que juré a Abraham, Isaac, y Jacob, diciendo: A tu simiente la daré. Hechotela he ver con tus ojos, mas no pasarás allá. Deuteronomy 34:5 Y murió allí Moisés siervo de Jehová, en la tierra de Moab, conforme al dicho de Jehová. Deuteronomy 34:6 Y enterróle en el valle, en tierra de Moab enfrente de Bet-pehor: y ninguno supo su sepulcro hasta hoy. Deuteronomy 34:7 Y era Moisés de edad de ciento y veinte años cuando murió: sus ojos nunca se oscurecieron, ni perdió su vigor. Deuteronomy 34:8 Y lloraron los hijos de Israel a Moisés en los campos de Moab treinta días: y cumpliéronse los días del lloro del luto de Moisés. Deuteronomy 34:9 Y Josué hijo de Nun fue lleno de espíritu de sabiduría, porque Moisés había puesto sus manos sobre él: y los hijos de Israel le obedecieron, e hicieron como Jehová mandó a Moisés. Deuteronomy 34:10 Y nunca más se levantó profeta en Israel como Moisés, aquien haya conocido Jehová cara a cara, Deuteronomy 34:11 En todas las señales y los milagros que le envió Jehová a hacer en tierra de Egipto a Faraón, y a todos sus siervos, y a toda su tierra, Deuteronomy 34:12 Y en toda la mano fuerte, y en todo el espanto grande, que hizo Moisés a ojos de todo Israel.
Joshua 0:0
Joshua 1:0 Joshua 1:1 Y aconteció que después de la muerte de Moisés siervo de Jehová, Jehová habló a Josué hijo de Nun, ministro de Moisés, diciendo: Joshua 1:2 Mi siervo Moisés es muerto: levántate pues ahora, y pasa este Jordán tú, y todo este pueblo, a la tierra que yo les doy, a los hijos de Israel. Joshua 1:3 Yo os he entregado, como yo lo había dicho a Moisés, todo lugar que pisare la planta de vuestro pie: Joshua 1:4 Desde el desierto, y este Líbano hasta el gran río de Éufrates, toda la tierra de los Jetteos hasta la gran mar del poniente del sol, será vuestro término. Joshua 1:5 Nadie se te pondrá delante en todos los días de tu vida: como yo fui con Moisés, seré contigo: No te dejaré, ni te desampararé. Joshua 1:6 Esfuérzate pues, y sé valiente: porque tú repartirás a este pueblo por heredad la tierra, de la cual juré a sus padres, que les había de dar. Joshua 1:7 Solamente te esfuerces, y seas muy valiente, para que guardes y hagas conforme a toda la ley, que Moisés mi siervo te mandó: que no te apartes de ella ni a diestra ni a siniestra, para que seas prosperado en todas las cosas que emprendieres. Joshua 1:8 El libro de aquesta ley nunca se apartará de tu boca: mas de día y de noche meditarás en él, para que guardes y hagas conforme a todo lo que en él está escrito. Porque entonces harás prosperar tu camino, y entonces entenderás. Joshua 1:9 Mira que te mando que te esfuerces, y seas valiente: no temas ni desmayes; porque yo Jehová tu Dios soy contigo en donde quiera que fueres. Joshua 1:10 ¶ Y Josué mandó a los alcaldes del pueblo, diciendo: Joshua 1:11 Pasád por medio del campo, y mandád al pueblo, diciendo: Apercibíos de comida: porque dentro de tres días pasaréis el Jordán para que entréis a heredar la tierra, que Jehová vuestro Dios os da, para que la heredéis. Joshua 1:12 También habló Josué a los Rubenitas, y Gaditas, y a la media tribu de Manasés, diciendo: Joshua 1:13 Acordáos de la palabra que Moisés siervo de Jehová os mandó, diciendo: Jehová vuestro Dios os ha dado reposo, y os ha dado esta tierra. Joshua 1:14 Vuestras mujeres, y vuestros niños, y vuestras bestias quedarán en la tierra que Moisés os ha dado de esta parte del Jordán; y vosotros pasaréis armados todos los valientes de fuerza delante de vuestros hermanos, y ayudarles heis; Joshua 1:15 Hasta tanto que Jehová haya dado reposo a vuestros hermanos, como a vosotros: y que ellos también hereden la tierra, que Jehová vuestro Dios les da: y después vosotros volveréis a la tierra de vuestra herencia, y heredarla heis; la cual Moisés, siervo de Jehová, os ha dado de esta parte del Jordán hacia donde nace el sol. Joshua 1:16 Entonces ellos respondieron a Josué, diciendo: Nosotros haremos todas las cosas que nos has mandado: e iremos a donde quiera que nos enviares. Joshua 1:17 De la manera que obedecimos a Moisés en todas las cosas, así te obedeceremos a ti; solamente Jehová tu Dios sea contigo, como fue con Moisés. Joshua 1:18 Cualquiera que fuere rebelde a tu mandamiento, y que no obedeciere a tus palabras en todas las cosas que le mandares, que muera: solamente te esfuerces, y seas valiente. Joshua 2:0 Joshua 2:1 Y Josué hijo de Nun envió desde Setim dos espías secretamente, diciéndoles: Andád, considerád la tierra, y a Jericó. Los cuales fueron, y entráronse en casa de una mujer ramera que se llamaba Raab, y posaron allí. Joshua 2:2 Y fue dado aviso al rey de Jericó, diciendo: He aquí que hombres de los hijos de Israel han venido aquí esta noche a espiar la tierra. Joshua 2:3 Entonces el rey de Jericó envió a Raab, diciendo: Saca fuera los hombres que han venido a ti, y han entrado en tu casa; porque han venido a espiar toda la tierra: Joshua 2:4 Mas la mujer había tomado los dos hombres, y los había escondido; y dijo: Verdad es que hombres vinieron a mí: mas yo no supe de donde eran. Joshua 2:5 Y siendo ya oscuro y cerrándose la puerta, esos hombres se salieron, y no sé donde se fueron: seguídlos a priesa, que alcanzarlos heis. Joshua 2:6 Mas ella los había hecho subir a la techumbre, y los había escondido entre unos tascos de lino que tenía puestos sobre la techumbre. Joshua 2:7 Y los hombres fueron tras ellos por el camino del Jordán hasta los vados: y la puerta fue cerrada después que salieron los que iban tras ellos. Joshua 2:8 Mas antes que ellos durmiesen, ella subió a ellos sobre la techumbre, y díjoles: Joshua 2:9 Yo sé que Jehová os ha dado esta tierra: porque el temor de vosotros ha caído sobre nosotros: y todos los moradores de la tierra están desmayados por causa de vosotros. Joshua 2:10 Porque hemos oído que Jehová hizo secar las aguas del mar Bermejo delante de vosotros, cuando salisteis de la tierra de Egipto; y lo que habéis hecho a los dos reyes de los Amorreos, que estaban de esa parte del Jordán, Sejón, y Og, a los cuales destruisteis. Joshua 2:11 Oyendo esto ha desmayado nuestro corazón; ni más ha quedado espíritu en alguno por causa de vosotros. Porque Jehová vuestro Dios, es Dios arriba en los cielos, y abajo en la tierra. Joshua 2:12 Ruégoos pues ahora, que me juréis por Jehová, que como yo he hecho misericordia con vosotros, así la haréis vosotros, con la casa de mi padre, de lo cual me daréis una cierta señal; Joshua 2:13 Y que daréis la vida a mi padre y a mi madre; y a mis hermanos y hermanas, y a todo lo que es suyo; y que escaparéis nuestras vidas de la muerte. Joshua 2:14 Y ellos le respondieron: Nuestra alma será por vosotros hasta la muerte, si no denunciareis este nuestro negocio: y cuando Jehová nos hubiere dado la tierra, nosotros haremos contigo misericordia y verdad. Joshua 2:15 Entonces ella los hizo descender con una cuerda por la ventana: porque su casa estaba a la pared del muro: y ella vivía en el muro. Joshua 2:16 Y díjoles: Idos al monte: porque los que fueron tras vosotros, no os encuentren: y estád escondidos allá tres días, hasta que los que os siguen, hayan vuelto: y después os iréis vuestro camino. Joshua 2:17 Y ellos le dijeron: Nosotros seremos desobligados de este tu juramento con que nos has conjurado, en esta manera: Joshua 2:18 Que cuando nosotros entráremos la tierra, tú atarás esta cuerda de grana a la ventana por la cual nos descendiste, y tú juntarás en tu casa tu padre y tu madre, tus hermanos y toda la familia de tu padre. Joshua 2:19 Cualquiera que saliere fuera de las puertas de tu casa, su sangre será sobre su cabeza y nosotros seremos sin culpa. Mas cualquiera que se estuviere en casa contigo, su sangre será sobre nuestra cabeza si mano le tocare. Joshua 2:20 Mas si tú denunciares este nuestro negocio, nosotros seremos desobligados de este tu juramento con que nos has juramentado. Joshua 2:21 Y ella respondió: Como habéis dicho, así sea. Y así los envió, y se fueron; y ella ató la cuerda de grana a la ventana. Joshua 2:22 Y caminando ellos llegaron al monte y estuviéronse allí tres días, hasta que los que les seguían, fuesen vueltos: y los que los siguieron, buscaron por todo el camino, mas no los hallaron. Joshua 2:23 Y tornándose los dos varones descendieron del monte, y pasaron, y vinieron a Josué hijo de Nun: y contáronle todas las cosas que les habían acontecido. Joshua 2:24 Y dijeron a Josué: Jehová ha entregado toda la tierra en nuestras manos: y también todos los moradores de la tierra están desmayados delante de nosotros. Joshua 3:0 Joshua 3:1 Y madrugó Josué de mañana, y partieron de Setim, y vinieron hasta el Jordán él y todos los hijos de Israel; y reposaron allí antes que pasasen. Joshua 3:2 Y pasados tres días, los alcaldes pasaron por medio del campo; Joshua 3:3 Y mandaron al pueblo, diciendo: Cuando viereis el arca del concierto de Jehová vuestro Dios, y los sacerdotes y Levitas que la llevan, vosotros partiréis de vuestro lugar, y marcharéis en pos de ella. Joshua 3:4 Empero entre vosotros y ella haya distancia como de la medida de dos mil codos, y no os acercaréis de ella: para que sepáis el camino por donde habéis de ir: por cuanto vosotros no habéis pasado antes de ahora por este camino. Joshua 3:5 Y Josué dijo al pueblo: Santificáos, porque Jehová hará mañana entre vosotros maravillas. Joshua 3:6 Y habló Josué a los sacerdotes, diciendo: Tomád el arca del concierto, y pasád delante del pueblo. Y ellos tomaron el arca del concierto, y fueron delante del pueblo. Joshua 3:7 Entonces Jehová dijo a Josué: Desde aqueste día comenzaré a hacerte grande delante de los ojos de todo Israel: para que entiendan, que como fui con Moisés, así seré contigo. Joshua 3:8 Tú pues mandarás a los sacerdotes que llevan el arca del concierto, diciendo: Cuando hubiereis entrado hasta el cabo del agua del Jordán, pararéis en el Jordán. Joshua 3:9 Y Josué dijo a los hijos de Israel: Llegáos acá, y escuchád las palabras de Jehová vuestro Dios. Joshua 3:10 Y Josué tornó a decir: En esto conoceréis que el Dios viviente está en medio de vosotros; y que él echará de delante de vosotros al Cananeo, y al Jetteo, y al Heveo, y al Ferezeo, y al Gergeseo, y al Amorreo, y al Jebuseo: Joshua 3:11 He aquí, el arca del concierto del Señoreador de toda la tierra pasa el Jordán delante de vosotros. Joshua 3:12 Tomád pues ahora doce hombres de las tribus de Israel, de cada tribu uno; Joshua 3:13 Y cuando las plantas de los pies de los sacerdotes, que llevan el arca de Jehová Señoreador de toda la tierra, fueren asentadas sobre las aguas del Jordán, las aguas del Jordán se partirán: porque las aguas que descienden de arriba se detendrán en un montón. Joshua 3:14 Y aconteció que partiendo el pueblo de sus tiendas para pasar el Jordán: y los sacerdotes delante del pueblo llevando el arca del concierto, Joshua 3:15 Cuando los que llevaban el arca, entraron en el Jordán, y que los pies de los sacerdotes que llevaban el arca fueron mojados a la orilla del agua, (porque el Jordán suele reverter sobre todos sus bordes todo el tiempo de la segada,) Joshua 3:16 Las aguas que descendían de arriba, se pararon como en un montón bien lejos de la ciudad de Adam, que está al lado de Sartán: y las que descendían a la mar de los llanos a la mar salada, se acabaron y fueron partidas, y el pueblo pasó en derecho de Jericó. Joshua 3:17 Mas los sacerdotes, que llevaban el arca del concierto de Jehová estuvieron en seco en medio del Jordán firmes, hasta que todo el pueblo hubo acabado de pasar el Jordán, y todo Israel pasó en seco. Joshua 4:0 Joshua 4:1 Y cuando toda la gente hubo acabado de pasar el Jordán, Jehová habló a Josué, diciendo: Joshua 4:2 Tomád del pueblo doce varones, de cada tribu uno: Joshua 4:3 Y mandádles, diciendo: Tomáos de aquí del medio del Jordán, del lugar donde están los pies de los sacerdotes firmes, doce piedras: las cuales pasaréis con vosotros, y asentarlas heis en el alojamiento donde habéis de tener la noche. Joshua 4:4 Entonces Josué llamó doce varones los cuales él ordenó de entre los hijos de Israel de cada tribu uno: Joshua 4:5 Y díjoles Josué: Pasád delante del arca de Jehová vuestro Dios por medio del Jordán, y cada uno de vosotros tome una piedra sobre su hombro, conforme al número de las tribus de los hijos de Israel; Joshua 4:6 Para que esto sea señal entre vosotros. Y cuando vuestros hijos preguntaren a sus padres el día de mañana, diciendo: ¿Qué os significan estas piedras? Joshua 4:7 Responderles heis: Que las aguas del Jordán fueron partidas delante del arca del concierto de Jehová cuando ella pasó el Jordán, las aguas del Jordán se partieron: y serán estas piedras por memoria para siempre a los hijos de Israel. Joshua 4:8 Y los hijos de Israel lo hicieron así como Josué les mandó; que levantaron doce piedras del medio del Jordán, como Jehová lo había dicho a Josué, conforme al número de las tribus de los hijos de Israel; y pasáronlas consigo al alojamiento, y asentáronlas allí. Joshua 4:9 Josué también levantó doce piedras en medio del Jordán; en el lugar donde estuvieron los pies de los sacerdotes, que llevaban el arca del concierto; y han estado allí hasta hoy. Joshua 4:10 Y los sacerdotes, que llevaban el arca, se pararon en medio del Jordán, hasta tanto que se acabó todo lo que Jehová había mandado a Josué que hablase al pueblo conforme a todas las cosas que Moisés había mandado a Josué: mas el pueblo se dio priesa y pasó. Joshua 4:11 Y cuando todo el pueblo acabó de pasar, pasó también el arca de Jehová, y los sacerdotes en presencia del pueblo. Joshua 4:12 También pasaron los hijos de Rubén, y los hijos de Gad, y la media tribu de Manasés armados delante de los hijos de Israel, como les había dicho Moisés: Joshua 4:13 Como cuarenta mil hombres armados a punto pasaron hacia la campaña de Jericó delante de Jehová, a la guerra. Joshua 4:14 En aquel día Jehová engrandeció a Josué en ojos de todo Israel: y temiéronle, como habían temido a Moisés todos los días de su vida. Joshua 4:15 Y Jehová habló a Josué, diciendo: Joshua 4:16 Manda a los sacerdotes, que llevan el arca del testimonio, que suban del Jordán. Joshua 4:17 Y Josué mandó a los sacerdotes, diciendo: Subíd del Jordán. Joshua 4:18 Y aconteció que como los sacerdotes, que llevaban el arca del concierto de Jehová, subieron del medio del Jordán, y que las plantas de los pies de los sacerdotes estuvieron en seco, las aguas del Jordán se volvieron a su lugar, corriendo como antes sobre todos sus bordes. Joshua 4:19 Y subió el pueblo del Jordán a los diez días del mes primero; y asentaron el campo en Galgal al lado oriental de Jericó. Joshua 4:20 Y Josué levantó en Galgal las doce piedras, que habían traído del Jordán: Joshua 4:21 Y habló a los hijos de Israel, diciendo: Cuando el día de mañana preguntaren vuestros hijos a sus padres, y dijeren: ¿Qué os significan estas piedras? Joshua 4:22 Declararéis a vuestros hijos, diciendo: Israel pasó en seco por este Jordán. Joshua 4:23 Porque Jehová vuestro Dios secó las aguas del Jordán delante de vosotros hasta que pasaseis, de la manera que Jehová vuestro Dios lo había hecho en el mar Bermejo, al cual secó delante de nosotros, hasta que pasamos. Joshua 4:24 Para que todos los pueblos de la tierra conozcan la mano de Jehová, que es fuerte: para que temáis a Jehová vuestro Dios todos los días. Joshua 5:0 Joshua 5:1 Y cuando todos los reyes de los Amorreos, que estaban de la otra parte del Jordán, al occidente: y todos los reyes de los Cananeos, que estaban cerca de la mar, oyeron como Jehová había secado las aguas del Jordán delante de los hijos de Israel hasta que hubieron pasado, su corazón se les derritió, y no hubo más espíritu en ellos delante de los hijos de Israel. Joshua 5:2 En aquel tiempo Jehová dijo a Josué: Hazte cuchillos agudos, y vuelve, circuncida la segunda vez a los hijos de Israel. Joshua 5:3 Y Josué se hizo cuchillos agudos, y circuncidó los hijos de Israel en el monte de los prepucios. Joshua 5:4 Esta es la causa por la cual Josué circuncidó: Todo el pueblo que había salido de Egipto, es a saber, los varones: todos los hombres de guerra, eran muertos ya en el desierto en el camino, después que salieron de Egipto. Joshua 5:5 Porque todos los del pueblo que habían salido, estaban circuncidados: mas todo el pueblo, que había nacido en el desierto en el camino, después que salieron de Egipto, no estaban circuncidados. Joshua 5:6 Porque los hijos de Israel anduvieron por el desierto cuarenta años, hasta que toda la gente de los hombres de guerra, que habían salido de Egipto, fue consumida, por cuanto no obedecieron a la voz de Jehová: por lo cual Jehová les juró que no les dejaría ver la tierra, de la cual Jehová había jurado a sus padres, que nos la daría, tierra que corre leche y miel. Joshua 5:7 Mas los hijos de ellos, que él había hecho suceder en su lugar, Josué los circuncidó: los cuales aun eran incircuncisos, porque no habían sido circuncidados por el camino. Joshua 5:8 Y cuando hubieron acabado de circuncidar toda la gente, quedáronse en el mismo lugar en el campo, hasta que sanaron. Joshua 5:9 Y Jehová dijo a Josué: Hoy he quitado de vosotros el oprobio de Egipto: por lo cual el nombre de aquel lugar fue llamado Galgala, hasta hoy. Joshua 5:10 ¶ Y los hijos de Israel asentaron el campo en Galgala. Y celebraron la pascua a los catorce días del mes a la tarde, en los llanos de Jericó. Joshua 5:11 Y al otro día de la pascua comieron del fruto de la tierra los panes sin levadura, y espigas nuevas tostadas, el mismo día. Joshua 5:12 Y el man cesó el día siguiente, desde que comenzaron a comer del fruto de la tierra; y los hijos de Israel nunca más tuvieron man, mas comieron de los frutos de la tierra de Canaán aquel año. Joshua 5:13 ¶ Y estando Josué cerca de Jericó, alzó sus ojos, y vio un varón que estaba delante de él, el cual tenía una espada desnuda en su mano. Y Josué yéndose hacia él, le dijo: ¿Eres de los nuestros, o de nuestros enemigos? Y él respondió: Joshua 5:14 No; mas yo soy el príncipe del ejército de Jehová: ahora he venido. Entonces Josué postrándose sobre su rostro en tierra adoró: y díjole: ¿Qué dice mi señor a su siervo? Joshua 5:15 Y el príncipe del ejército de Jehová respondió a Josué: Quita tus zapatos de tus pies; porque el lugar donde estás es santo, y Josué lo hizo así. Joshua 6:0 Joshua 6:1 Jericó empero estaba cerrada, bien cerrada, a causa de los hijos de Israel; nadie entraba, ni salía. Joshua 6:2 Mas Jehová dijo a Josué: Mira, yo he entregado en tu mano a Jericó, y a su rey con sus varones de guerra. Joshua 6:3 Cercaréis pues la ciudad todos los hombres de guerra yendo al derredor de la ciudad una vez al día: y esto haréis seis días. Joshua 6:4 Y siete sacerdotes llevarán siete bocinas de cuernos de carneros delante del arca: y al séptimo día dareis siete vueltas a la ciudad, y los sacerdotes tocarán las bocinas. Joshua 6:5 Y cuando tocaren luengamente el cuerno de carnero, como oyereis el sonido de la bocina, todo el pueblo gritará a gran voz, y el muro de la ciudad caerá debajo de sí: entonces el pueblo subirá cada uno en derecho de sí. Joshua 6:6 Y llamando Josué hijo de Nun los sacerdotes, díjoles: Llevád el arca del concierto: y siete sacerdotes lleven siete bocinas de cuernos de carneros delante del arca de Jehová. Joshua 6:7 Y dijo al pueblo: Pasád, y cercád la ciudad; y los que están armados pasarán delante del arca de Jehová. Joshua 6:8 Y luego que Josué hubo hablado al pueblo, los siete sacerdotes llevando las siete bocinas de cuernos de carneros, pasaron delante del arca de Jehová, y tocaron las bocinas: y el arca del concierto de Jehová los seguía. Joshua 6:9 Y los armados iban delante de los sacerdotes que tocaban las bocinas, y la congregación iba de tras del arca andando y tocando bocinas. Joshua 6:10 Y Josué mandó al pueblo, diciendo: Vosotros no daréis grita, ni se oirá vuestra voz, ni saldrá palabra de vuestra boca, hasta el día que yo os diga; Gritád: entonces daréis grita. Joshua 6:11 El arca pues de Jehová dio una vuelta al derredor de la ciudad, y viniéronse al real, en el cual tuvieron la noche. Joshua 6:12 Y Josué se levantó de mañana; y los sacerdotes tomaron el arca de Jehová: Joshua 6:13 Y los otros siete sacerdotes llevando las siete bocinas de cuernos de carneros, fueron delante del arca de Jehová, andando siempre y tocando las bocinas: y los armados iban delante de ellos, y la congregación iba detrás del arca de Jehová: andando y tocando las bocinas. Joshua 6:14 Así dieron otra vuelta a la ciudad el segundo día, y volviéronse al real: de esta manera hicieron por seis días. Joshua 6:15 Y al séptimo día, levantáronse cuando el alba subía, y dieron vuelta a la ciudad de esta manera siete veces: este día solamente dieron vuelta al rededor de ella siete veces. Joshua 6:16 Y como los sacerdotes hubieron tocado las bocinas la séptima vez, Josué dijo al pueblo: Dad grita; porque Jehová os ha entregado la ciudad. Joshua 6:17 Mas la ciudad será anatema a Jehová, ella con todas las cosas que están en ella: solamente Raab la ramera con todos los que estuvieren en casa con ella, vivirá, por cuanto escondió los mensajeros que enviamos. Joshua 6:18 Mas vosotros guardáos del anatema, que ni toquéis, ni toméis alguna cosa del anatema, porque no hagáis anatema el campo de Israel, y lo turbéis. Joshua 6:19 Mas toda la plata, y el oro, y vasos de metal y de hierro sea consagrado a Jehová, y venga al tesoro de Jehová. Joshua 6:20 Entonces el pueblo dio grita, y tocaron bocinas: y aconteció que como el pueblo hubo oído el sonido de la bocina, el pueblo dio grita con muy gran vocerío, y el muro cayó debajo de sí: y el pueblo subió a la ciudad cada uno delante de sí: y tomáronla. Joshua 6:21 Y destruyeron todo lo que había en la ciudad, hombres y mujeres, mozos y viejos, hasta los bueyes, y ovejas, y asnos, a filo de espada. Joshua 6:22 Mas Josué dijo a los dos varones, que habían reconocido la tierra: Entrád en la casa de la mujer ramera, y hacéd salir de allá a la mujer, y a todo lo que fuere suyo, como le jurasteis. Joshua 6:23 Y los mancebos espías entraron, y sacaron a Raab, y a su padre, y su madre, y sus hermanos, y todo lo que era suyo: y también sacaron a toda su parentela: y pusiéronlos fuera del campo de Israel. Joshua 6:24 Y quemaron a fuego la ciudad, y todo lo que estaba en ella; solamente pusieron en el tesoro de la casa de Jehová la plata, y el oro, y los vasos de metal y de hierro. Joshua 6:25 Mas Josué dio la vida a Raab la ramera, y a la casa de su padre, y a todo lo que ella tenía: la cual habitó entre los Israelitas hasta hoy; por cuanto escondió los mensajeros, que Josué envió a reconocer a Jericó. Joshua 6:26 ¶ Y en aquel tiempo Josué juró, diciendo: Maldito sea delante de Jehová el hombre, que se levantare, y reedificare esta ciudad de Jericó. En su primogénito eche sus cimientos: y en su menor de días asiente sus puertas. Joshua 6:27 Fue pues Jehová con Josué: y su nombre fue divulgado por toda la tierra. Joshua 7:0 Joshua 7:1 Empero los hijos de Israel cometieron prevaricación en el anatema. Porque Acán hijo de Carmi, hijo de Zabdi, hijo de Zaré, de la tribu de Judá, tomó del anatema: y la ira de Jehová se encendió contra los hijos de Israel. Joshua 7:2 Y Josué envió hombres desde Jericó en Hai, que era junto a Bet-aven hacia el oriente de Bet-el: y hablóles, diciendo: Subíd, y reconocéd la tierra. Y ellos subieron, y reconocieron a Hai. Joshua 7:3 ¶ Y volviendo a Josué, dijéronle: No suba todo el pueblo, mas suban como dos mil, o como tres mil hombres: y tomarán a Hai. No fatigues a todo el pueblo allí, porque pocos son. Joshua 7:4 Y subieron allá del pueblo como tres mil hombres, los cuales huyeron delante de los de Hai. Joshua 7:5 Y los de Hai hirieron de ellos como treinta y seis hombres, y siguiéronlos desde la puerta hasta Sabarim, y matáronlos en una descendida: de lo cual el corazón del pueblo se derritió, como agua. Joshua 7:6 ¶ Entonces Josué rompió sus vestidos, y se postró en tierra sobre su rostro delante del arca de Jehová hasta la tarde; él, y los ancianos de Israel, echando polvo sobre sus cabezas. Joshua 7:7 Y Josué dijo: ¡Ah, Señor Jehová! por qué hiciste pasar a este pueblo el Jordán, para entregarnos en las manos de los Amorreos, que nos destruyan. ¡Oh, si nos hubiésemos quedado de la otra parte del Jordán! Joshua 7:8 ¡Ay, Señor! ¿que diré; Pues que Israel ha vuelto las espaldas delante de sus enemigos? Joshua 7:9 Porque los Cananeos, y todos los moradores de la tierra, oirán esto, y nos cercarán y raerán nuestro nombre de sobre la tierra, entonces ¿qué harás a tu grande nombre? Joshua 7:10 Y Jehová dijo a Josué: Levántate: ¿Por qué te postras así sobre tu rostro? Joshua 7:11 Israel ha pecado, y aun han quebrantado mi concierto, que yo les había mandado. Y aun han tomado del anatema, y aun han hurtado, y aun han mentido, y aun lo han guardado en sus vasos. Joshua 7:12 Por esto los hijos de Israel no podrán estar delante de sus enemigos, mas delante de sus enemigos volverán las espaldas, por cuanto han sido en el anatema. Yo no seré más con vosotros, sino destruyereis el anatema de en medio de vosotros. Joshua 7:13 Levántate, santifica el pueblo, y dí: Santificáos, para mañana, porque Jehová el Dios de Israel dice así: Anatema hay en medio de ti Israel, no podrás estar delante de tus enemigos, hasta tanto que hayáis quitado el anatema de en medio de vosotros. Joshua 7:14 Allegaros heis pues mañana por vuestras tribus, y la tribu que Jehová tomare, se allegará por sus familias, y la familia que Jehová tomare, se allegará por sus casas, y la casa que Jehová tomare, se allegará por los varones. Joshua 7:15 Y el que fuere tomado en el anatema será quemado a fuego, él y todo lo que tiene, por cuanto ha quebrantado el concierto de Jehová, y ha cometido maldad en Israel. Joshua 7:16 Josué pues levantándose de mañana hizo allegar a Israel por sus tribus, y fue tomada la tribu de Judá. Joshua 7:17 Y haciendo allegar la tribu de Judá, fue tomada la familia de los de Zari. Y haciendo allegar la familia de los de Zari por los varones, fue tomado Zabdi. Joshua 7:18 E hizo allegar su casa por los varones, y fue tomado Acán hijo de Carmi, hijo de Zabdi, hijo de Zaré, de la tribu de Judá. Joshua 7:19 Entonces Josué dijo a Acán: Hijo mío, da ahora gloria a Jehová el Dios de Israel, y dále alabanza; y declárame ahora lo que has hecho; no me lo encubras. Joshua 7:20 Y Acán respondió a Josué, diciendo: Verdaderamente yo he pecado contra Jehová el Dios de Israel, y he hecho así, y así: Joshua 7:21 Que ví entre los despojos un manto Babilónico muy bueno, y doscientos siclos de plata, y una barra de oro de peso de cincuenta siclos; lo cual codicié, y tomé: y he aquí que está escondido debajo de tierra en el medio de mi tienda: y el dinero está debajo de ello. Joshua 7:22 Josué entonces envió mensajeros, los cuales fueron corriendo a la tienda, y he aquí que todo estaba escondido en su tienda; y el dinero debajo de ello. Joshua 7:23 Y tomándolo de en medio de la tienda, trajéronlo a Josué: y a todos los hijos de Israel; y pusiéronlo delante de Jehová. Joshua 7:24 Entonces Josué tomó a Acán hijo de Zaré, y el dinero, y el manto y la barra de oro, y sus hijos y sus hijas, y sus bueyes y sus asnos, y sus ovejas, y su tienda, y todo cuanto tenía, y todo Israel con él, y lleváronlo todo al valle de Acor: Joshua 7:25 Y dijo Josué: ¿Por qué nos has turbado? Túrbete Jehová en este día. Y todos los Israelitas le apedrearon, y los quemaron a fuego, y los apedrearon con piedras. Joshua 7:26 Y levantaron sobre él un gran montón de piedras hasta hoy. Y Jehová se tornó de la ira de su furor. Y por esto fue llamado aquel lugar, el valle de Acor, hasta hoy. Joshua 8:0 Joshua 8:1 Y Jehová dijo a Josué: No temas, ni desmayes: toma contigo toda la gente de guerra, y levántate y sube a Hai. Mira, yo he entregado en tu mano al rey de Hai, y a su pueblo, a su ciudad y a su tierra. Joshua 8:2 Y harás a Hai, y a su rey como hiciste a Jericó, y a su rey: sino que sus despojos y sus bestias saquearéis para vosotros. Pondrás pues emboscadas a la ciudad de tras de ella. Joshua 8:3 Y Josué se levantó, y toda la gente de guerra para subir contra Hai: y escogió Josué treinta mil hombres fuertes, a los cuales envió de noche. Joshua 8:4 Y mandóles, diciendo: Mirád, pondréis emboscada a la ciudad detrás de ella: no os alejaréis mucho de la ciudad, y estaréis todos apercibidos. Joshua 8:5 Y yo y todo el pueblo que está conmigo nos acercarémos a la ciudad: y cuando ellos saldrán contra nosotros, como hicieron antes, huiremos delante de ellos. Joshua 8:6 Y ellos saldrán tras nosotros hasta que les arranquemos de la ciudad. Porque ellos dirán: Huyen de nosotros como la primera vez: porque nosotros huiremos delante de ellos. Joshua 8:7 Entonces vosotros os levantaréis de la emboscada, y tomaréis la ciudad: y Jehová vuestro Dios os la entregará en vuestras manos. Joshua 8:8 Y cuando la hubiereis tomado, meterla heis a fuego. Haréis conforme a la palabra de Jehová. Mirád, que yo os lo he mandado. Joshua 8:9 Entonces Josué les envió: y ellos se fueron a la emboscada, y pusiéronse entre Bet-el, y Hai, al occidente de Hai: y Josué se quedó aquella noche en medio del pueblo. Joshua 8:10 Y levantándose Josué muy de mañana, contó el pueblo, y subió él y los ancianos de Israel delante del pueblo contra Hai. Joshua 8:11 Asimismo toda la gente de guerra, que estaba con él, subieron, y llegaron, y vinieron delante de la ciudad: y asentaron el campo a la parte del norte de Hai: y el valle estaba entre él y Hai. Joshua 8:12 Y tomó como cinco mil hombres, y púsolos en emboscada entre Bet-el y Hai, a la parte occidental de la ciudad. Joshua 8:13 Y el pueblo, es a saber, todo el campo que estaba a la parte del norte, se acercó de la ciudad: y su emboscada al occidente de la ciudad. Y Josué vino aquella noche al medio del valle. Joshua 8:14 Lo cual como vio el rey de Hai, levantóse prestamente de mañana, y salió con la gente de la ciudad contra Israel para pelear, él y todo su pueblo al tiempo señalado, por el llano, no sabiendo que le estaba puesta emboscada a las espaldas de la ciudad. Joshua 8:15 Entonces Josué y todo Israel, como vencidos, huyeron delante de ellos por el camino del desierto. Joshua 8:16 Y todo el pueblo que estaba en Hai se juntó para seguirlos: y siguieron a Josué: y arrancáronse de la ciudad: Joshua 8:17 Y no quedó hombre en Hai, y Bet-el, que no saliese tras Israel: y dejaron abierta la ciudad por seguir a Israel. Joshua 8:18 Entonces Jehová dijo a Josué: Levanta la lanza que tienes en tu mano hacia Hai, porque yo la entregaré en tu mano. Y Josué levantó la lanza que tenía en su mano, hacia la ciudad. Joshua 8:19 Y levantándose prestamente de su lugar los que estaban en la emboscada corrieron, como él alzó su mano, y vinieron a la ciudad y tomáronla: y a priesa la pusieron fuego. Joshua 8:20 Y como los de la ciudad miraron atrás, vieron, y, he aquí, el humo de la ciudad, que subía al cielo: y no tuvieron poder para huir a una parte ni a otra: y el pueblo que iba huyendo hacia el desierto, se tornó contra los que le seguían. Joshua 8:21 Entonces Josué y todo Israel viendo que los de la emboscada habían tomado la ciudad; y que el humo de la ciudad subía, tornaron, e hirieron a los de Hai. Joshua 8:22 Y los otros salieron de la ciudad a su encuentro: y así fueron encerrados en medio de Israel; los unos de la una parte y los otros de la otra. Y así los hirieron hasta que no quedó ninguno de ellos que escapase. Joshua 8:23 Y tomaron vivo al rey de Hai, y trajéronle a Josué. Joshua 8:24 Y cuando los Israelitas acabaron de matar todos los moradores de Hai en el campo, en el desierto, donde ellos les habían perseguido, y que todos habían caído a filo de espada hasta ser consumidos, todos los Israelitas se tornaron a Hai, y también la pusieron a cuchillo. Joshua 8:25 Y el número de los que cayeron aquel día, hombres y mujeres, fue doce mil, todos eran de Hai. Joshua 8:26 Y Josué nunca retrajo su mano que había extendido con la lanza, hasta que hubo destruido todos los moradores de Hai. Joshua 8:27 Empero los Israelitas saquearon para sí las bestias, y los despojos de la ciudad, conforme a la palabra de Jehová, que él había mandado a Josué. Joshua 8:28 Y Josué quemó a Hai, y la tornó en un montón perpetuo asolada hasta hoy. Joshua 8:29 Mas al rey de Hai le colgó de un madero hasta la tarde: y como el sol se puso, Josué mandó que quitasen del madero su cuerpo, y le echasen a la puerta de la ciudad, y levantaron sobre él un gran montón de piedras hasta hoy. Joshua 8:30 ¶ Entonces Josué edificó altar a Jehová Dios de Israel en el monte de Hebal: Joshua 8:31 Como lo había mandado Moisés siervo de Jehová a los hijos de Israel, como está escrito en el libro de la ley de Moisés: un altar de piedras enteras, sobre las cuales nadie alzó hierro. Y ofrecieron sobre él holocaustos a Jehová, y sacrificaron sacrificios pacíficos. Joshua 8:32 También escribió allí en piedras la repetición de la ley de Moisés, la cual él había escrito delante de los hijos de Israel. Joshua 8:33 Y todo Israel, y sus ancianos, alcaldes y jueces estaban de la una parte y de la otra junto al arca delante de los sacerdotes Levitas; que llevan el arca del concierto de Jehová; así los extranjeros como los naturales; la mitad de ellos estaba hacia el monte de Garizim, y la otra mitad hacia el monte de Hebal, de la manera que Moisés siervo de Jehová lo había mandado antes: que primeramente bendijesen al pueblo de Israel. Joshua 8:34 Después de esto leyó todas las palabras de la ley, las bendiciones, y las maldiciones, conforme a todo lo que está escrito en el libro de la ley. Joshua 8:35 No hubo palabra alguna de todas las cosas que mandó Moisés, que Josué no hiciese leer delante de toda la congregación de Israel, mujeres y niños, y extranjeros que andaban entre ellos. Joshua 9:0 Joshua 9:1 Y aconteció que como oyeron estas cosas todos los reyes que estaban de esta parte del Jordán, así en las montañas como en los llanos, y en toda la costa de la gran mar delante del Líbano, los Jetteos, Amorreos, Cananeos, Ferezeos, Heveos, y Jebuseos, Joshua 9:2 Juntáronse a una de un acuerdo para pelear contra Josué e Israel. Joshua 9:3 ¶ Mas los moradores de Gabaón, como oyeron lo que Josué había hecho a Jericó y a Hai; Joshua 9:4 Ellos usaron también de astucia; y fueron, y fingiéronse embajadores, y tomaron sacos viejos sobre sus asnos, y cueros viejos de vino rotos y remendados; Joshua 9:5 Y zapatos viejos y remendados en sus pies, y vestidos viejos sobre sí: y todo el pan que traían para el camino, seco y mohoso. Joshua 9:6 Y vinieron a Josué al campo en Galgala, y dijéronle a él y a los de Israel: Nosotros venimos de tierra muy lejana, hacéd pues ahora con nosotros alianza. Joshua 9:7 Y los de Israel respondieron a los Heveos: Quizá vosotros habitáis en medio de nosotros: ¿cómo pues podremos nosotros hacer alianza con vosotros? Joshua 9:8 Y ellos respondieron a Josué: Nosotros somos tus siervos. Y Josué les dijo: ¿Quién sois vosotros; y de donde venís? Joshua 9:9 Y ellos respondieron: Tus siervos han venido de muy lejanas tierras por la fama de Jehová tu Dios, porque hemos oído su fama, y todas las cosas que hizo en Egipto: Joshua 9:10 Y todas las cosas que hizo a los dos reyes de los Amorreos, que estaban de la otra parte del Jordán: a Sejón rey de Jesebón, y a Og rey de Basán, que estaban en Astarot. Joshua 9:11 Por lo cual nuestros ancianos y todos los moradores de nuestra tierra nos dijeron: Tomád en vuestras manos provisión para el camino, e id delante de ellos, y decídles: Nosotros somos vuestros siervos, y hacéd ahora con nosotros alianza: Joshua 9:12 Este nuestro pan tomamos caliente de nuestras casas para el camino el día que salimos para venir a vosotros; y hélo aquí, ahora que está seco y mohoso: Joshua 9:13 Estos cueros de vino también los henchimos nuevos; hélos aquí: ya rotos: también estos nuestros vestidos y nuestros zapatos están ya viejos a causa de la grande longura del camino. Joshua 9:14 Y los hombres de Israel tomaron de su provisión del camino, y no preguntaron a la boca de Jehová. Joshua 9:15 E hizo Josué paz con ellos, y trató con ellos alianza que les daría la vida. Y los príncipes del pueblo les juraron. Joshua 9:16 Pasados tres días después que hicieron con ellos el concierto, oyeron como eran sus vecinos, y que habitaban en medio de ellos. Joshua 9:17 Y partiéronse los hijos de Israel, y al tercero día llegaron a sus ciudades: y sus ciudades eran Gabaón, Cafira, Berot, y Cariat-jarim. Joshua 9:18 Y no los hirieron los hijos de Israel, por cuanto los príncipes del pueblo les habían jurado por Jehová el Dios de Israel: y toda la congregación murmuraba contra los príncipes. Joshua 9:19 Mas todos los príncipes respondieron a toda la congregación: Nosotros les hemos jurado por Jehová Dios de Israel: por tanto ahora no les podemos tocar. Joshua 9:20 Empero esto haremos con ellos: dejarlos hemos vivir, porque no venga ira sobre nosotros a causa del juramento que les hemos hecho. Joshua 9:21 Y los príncipes les dijeron: Vivan; mas sean leñadores y aguadores para toda la congregación, como los príncipes les han dicho. Joshua 9:22 Y llamándoles Josué les habló, diciendo: ¿Por qué nos habéis engañado, diciendo: Muy lejos habitamos de vosotros, morando en medio de nosotros? Joshua 9:23 Vosotros pues ahora seréis malditos, y no faltará de vosotros siervo, y quien corte la leña, y saque el agua para la casa de mi Dios. Joshua 9:24 Y ellos respondieron a Josué, y dijeron: Como fue dado a entender a tus siervos, que Jehová tu Dios había mandado a Moisés su siervo, que os había de dar toda la tierra, y que había de destruir todos los moradores de la tierra delante de vosotros; por esto temimos en grande manera de vosotros por nuestras vidas, e hicimos esto. Joshua 9:25 Ahora, pues, hénos aquí en tu mano, lo que te pareciere bueno y recto hacer de nosotros, eso haz. Joshua 9:26 Y él lo hizo así, que los libró de la mano de los hijos de Israel, que no los matasen. Joshua 9:27 Y Josué los constituyó aquel día por leñadores y aguadores para la congregación, y para el altar de Jehová en el lugar que él escogiese, hasta hoy. Joshua 10:0 Joshua 10:1 Y como Adoni-sedec rey de Jerusalem oyó que Josué había tomado a Hai, y que la había asolado, (porque como había hecho a Jericó y a su rey, así hizo a Hai y a su rey;) y que los moradores de Gabaón habían hecho paz con los Israelitas, y que estaban entre ellos; Joshua 10:2 Hubieron muy gran temor, porque Gabaón era una gran ciudad, como una de las ciudades reales, y mayor que Hai, y todos sus varones fuertes. Joshua 10:3 Envió pues Adoni-sedec rey de Jerusalem a Oham rey de Hebrón, y a Farán rey de Jerimot, y a Jafia rey de Laquis, y a Dabir rey de Eglón, diciendo: Joshua 10:4 Subíd a mí, y ayudádme, y combatamos a Gabaón: porque ha hecho paz con Josué y con los hijos de Israel. Joshua 10:5 Y juntáronse, y subieron, cinco reyes de los Amorreos: el rey de Jerusalem, el rey de Hebrón, el rey de Jerimot, el rey de Laquis, el rey de Eglón, ellos con todos sus ejércitos, y asentaron campo sobre Gabaón, y pelearon contra ella. Joshua 10:6 Y los moradores de Gabaón enviaron a Josué al campo en Galgala, diciendo: No encojas tus manos de tus siervos: sube prestamente a nosotros, para guardarnos y ayudarnos: porque todos los reyes de los Amorreos, que habitan en las montañas, se han juntado contra nosotros. Joshua 10:7 Y subió Josué de Galgala, él y todo el pueblo de guerra con él, y todos los valientes hombres. Joshua 10:8 Y Jehová dijo a Josué: No hayas temor de ellos: porque yo los he entregado en tu mano; y ninguno de ellos parará delante de ti. Joshua 10:9 Y Josué vino a ellos de repente, porque toda la noche subió desde Galgala. Joshua 10:10 Y Jehová los turbó delante de Israel, e hirióles de gran mortandad en Gabaón, y siguiólos por el camino que sube a Bet-orón, e hiriólos hasta Azeca y Maceda. Joshua 10:11 Y como iban huyendo de los Israelitas, a la descendida de Bet-orón Jehová echó sobre ellos del cielo grandes piedras hasta Azeca, y murieron: muchos más murieron de las piedras del granizo, que los que los hijos de Israel habían muerto a cuchillo. Joshua 10:12 ¶ Entonces Josué habló a Jehová, el día que Jehová entregó al Amorreo delante de los hijos de Israel, y dijo en presencia de los Israelitas: Sol, detente en Gabaón; y luna, en el valle de Ajalón. Joshua 10:13 Y el sol se detuvo, y la luna se paró, hasta tanto que la gente se vengó de sus enemigos. Esto ¿no está escrito en el libro de la rectitud? Y el sol se paró en medio del cielo: y no se apresuró a ponerse casi un día entero. Joshua 10:14 Y nunca fue tal día antes ni después de aquel, obedeciendo Jehová a la voz de un hombre: porque Jehová peleaba por Israel. Joshua 10:15 Y Josué, y todo Israel con él, tornóse al campo en Galgala. Joshua 10:16 Y los cinco reyes huyeron, y se escondieron en una cueva en Maceda. Joshua 10:17 Y fue dicho a Josué, que los cinco reyes habían sido hallados en una cueva en Maceda: Joshua 10:18 Y Josué dijo: Rodád grandes piedras a la boca de la cueva, y ponéd hombres junto a ella que los guarden: Joshua 10:19 Y vosotros no os paréis, sino seguíd a vuestros enemigos: y herídles los postreros: y no los dejéis entrar en sus ciudades: porque Jehová vuestro Dios les ha entregado en vuestra mano. Joshua 10:20 Y aconteció que como Josué y los hijos de Israel hubieron acabado de matarlos de mortandad muy grande hasta acabarlos, los que quedaron de ellos se metieron en las ciudades fuertes. Joshua 10:21 Y todo el pueblo se volvió salvo al campo a Josué en Maceda, que no hubo quien moviese su lengua contra los hijos de Israel. Joshua 10:22 ¶ Entonces dijo Josué: Abríd la boca de la cueva, y sacádme de ella a estos cinco reyes. Joshua 10:23 E hiciéronlo así, y sacáronle de la cueva aquellos cinco reyes, al rey de Jerusalem, al rey de Hebrón, al rey de Jerimot, al rey de Laquis, al rey de Eglón. Joshua 10:24 Y cuando hubieron sacado estos reyes a Josué; Josué llamó a todos los varones de Israel, y dijo a los principales de la gente de guerra que habían venido con él: Llegád, y ponéd vuestros pies sobre los pescuezos de aquestos reyes: y ellos se llegaron, y pusieron sus pies sobre los pescuezos de ellos. Joshua 10:25 Y Josué les dijo: No temáis; ni hayáis miedo: sed fuertes y valientes; porque así hará Jehová a todos vuestros enemigos contra los cuales peleais. Joshua 10:26 Y después de esto Josué los hirió; y los mató; y los hizo colgar en cinco maderos; y quedaron colgados en los maderos hasta la tarde. Joshua 10:27 Y cuando el sol se iba a poner, mandó Josué que los quitasen de los maderos, y los echasen en la cueva donde se habían escondido; y pusieron grandes piedras a la boca de la cueva, hasta hoy. Joshua 10:28 ¶ En aquel mismo día tomó Josué a Maceda y la puso a cuchillo, y mató a su rey, a ellos y a todo lo que en ella tenía vida sin quedar nada; mas al rey de Maceda hizo como había hecho al rey de Jericó. Joshua 10:29 Y de Maceda, pasó Josué y todo Israel con él a Lebna; y peleó contra Lebna. Joshua 10:30 Y Jehová la entregó también a ella y a su rey en mano de Israel: y metióla a filo de espada con todo lo que en ella había vivo, sin quedar nada: mas a su rey hizo de la manera que había hecho al rey de Jericó. Joshua 10:31 Y pasó de Lebna Josué y todo Israel con él a Laquis; y puso campo contra ella, y combatióla. Joshua 10:32 Y Jehová entregó a Laquis en mano de Israel, y tomóla el día siguiente, y metióla a cuchillo con todo lo que en ella había vivo, como había hecho en Lebna. Joshua 10:33 Entonces Horam rey de Gazer subió en ayuda de Laquis, al cual, y a su pueblo hirió Josué, que ninguno de ellos quedó. Joshua 10:34 De Laquis pasó Josué, y todo Israel con él, a Eglón, y pusieron campo contra ella, y combatiéronla: Joshua 10:35 Y tomáronla el mismo día, y metiéronla a cuchillo: y el mismo día mató todo lo que en ella había vivo, como había hecho en Laquis. Joshua 10:36 Y subieron Josué, y todo Israel con él de Eglón a Hebrón, y combatiéronla: Joshua 10:37 Y tomándola la metieron a cuchillo, a su rey, y a todas sus ciudades, con todo lo que en ella había vivo, sin quedar nada, como habían hecho a Eglón: y destruyéronla con todo lo que en ella hubo vivo. Joshua 10:38 Y tornando Josué y todo Israel con él sobre Dabir, combatióla: Joshua 10:39 Y tomóla, y a su rey, y a todas sus villas, y metiéronlos a cuchillo, y destruyeron todo lo que en ella hubo vivo sin quedar nada: como había hecho a Hebrón, así hizo a Dabir y a su rey: y como había hecho a Lebna y a su rey. Joshua 10:40 E hirió Josué a toda la región de las montañas, y del mediodía, y de los llanos, y de las cuestas con todos sus reyes sin quedar nada: todo lo que tenía vida mató, de la manera que Jehová Dios de Israel lo había mandado. Joshua 10:41 E hirióles Josué desde Cádes-barne hasta Gaza, y toda la tierra de Gosén hasta Gabaón. Joshua 10:42 Todos estos reyes y sus tierras tomó Josué de una vez; porque Jehová el Dios de Israel peleaba por Israel. Joshua 10:43 Y tornóse Josué y todo Israel con él al campo en Galgala. Joshua 11:0 Joshua 11:1 Oyendo esto Jabín rey de Asor, envió a Jobab rey de Madón, y al rey de Semrón, y al rey de Ascaf; Joshua 11:2 Y a los reyes que estaban a la parte del norte en las montañas y en el llano al mediodía de Cenerot: y en los llanos, y en las regiones de Dor al occidente; Joshua 11:3 Y al Cananeo que estaba al oriente y al occidente: y al Amorreo, y al Jetteo, y al Ferezeo, y al Jebuseo en las montañas: y al Heveo que estaba debajo de Hermón en tierra de Maspa. Joshua 11:4 Estos salieron, y con ellos todos sus ejércitos, un pueblo mucho en gran manera, como la arena que está a la orilla de la mar, caballos y carros, muchos en gran manera. Joshua 11:5 Todos estos reyes se juntaron, y viniendo juntaron los campos junto a las aguas de Merom, para pelear contra Israel. Joshua 11:6 Mas Jehová dijo a Josué: No tengas temor de ellos, que mañana a esta hora yo entregaré a todos estos muertos delante de Israel: a sus caballos desjarretarás, y sus carros quemarás a fuego. Joshua 11:7 Y vino Josué, y con él todo el pueblo de guerra, contra ellos, y dio de repente sobre ellos juntos a las aguas de Merom. Joshua 11:8 Y entrególos Jehová en mano de Israel, los cuales los hirieron, y siguieron hasta Sidón la grande, y hasta las aguas calientes, y hasta el llano de Maspa, al oriente, hiriéndolos hasta que no les dejaron ninguno. Joshua 11:9 Y Josué hizo con ellos como Jehová le había mandado; desjarretó sus caballos, y sus carros quemó a fuego. Joshua 11:10 Y tornándose Josué tomó en el mismo tiempo a Asor: e hirió a cuchillo a su rey. La cual Asor había sido antes cabeza de todos estos reinos. Joshua 11:11 E hirieron a cuchillo todo cuanto en ella había vivo, destruyendo y no dejando cosa a vida. Y a Asor pusieron a fuego. Joshua 11:12 Asimismo a todas las ciudades de aquestos reyes, y a todos los reyes de ellas tomó Josué, y les pasó a cuchillo, y los destruyó, como lo había mandado Moisés siervo de Jehová. Joshua 11:13 Empero todas las ciudades que estaban en sus cabezos, no las quemó Israel, sacando a sola Asor, la cual quemó Josué. Joshua 11:14 Y los hijos de Israel saquearon para sí todos los despojos y bestias de aquestas ciudades; empero a todos los hombres metieron a cuchillo hasta destruirlos, sin dejar cosa a vida. Joshua 11:15 De la manera que Jehová lo había mandado a Moisés su siervo, así Moisés lo mandó a Josué; y Josué lo hizo así, sin quitar palabra de todo lo que Jehová había mandado a Moisés. Joshua 11:16 Y tomó Josué toda esta tierra, las montañas, y toda la región del mediodía: y toda la tierra de Gosén, y los bajos y los llanos, y la montaña de Israel y sus valles; Joshua 11:17 Desde el monte de Hallak, que sube hasta Seir, hasta Baalgad en la llanura del Líbano a las raíces del monte de Hermón: tomó asimismo todos sus reyes, a los cuales hirió, y mató. Joshua 11:18 Por muchos días tuvo guerra Josué con estos reyes. Joshua 11:19 No hubo ciudad que hiciese paz con los hijos de Israel, sacados los Heveos, que moraban en Gabaón: todo lo tomaron por guerra. Joshua 11:20 Porque esto vino de Jehová, que endurecia el corazón de ellos para que resistiesen con guerra a Israel, para destruirlos y que no les fuese hecha misericordia, antes fuesen desarraigados, como Jehová lo había mandado a Moisés. Joshua 11:21 ¶ También en el mismo tiempo vino Josué, y destruyó los Enaceos de los montes, de Hebrón, de Dabir, y de Anab, y de todos los montes de Judá, y de todos los montes de Israel: Josué los destruyó a ellos y a sus ciudades. Joshua 11:22 Ninguno de los Enaceos quedó en la tierra de los hijos de Israel: solamente quedaron en Gaza, en Get, y en Azoto. Joshua 11:23 Tomó pues Josué toda la tierra, conforme a todo lo que Jehová había dicho a Moisés. Y Josué la entregó a los Israelitas por herencia conforme a sus repartimientos de sus tribus. Y la tierra reposó de guerra. Joshua 12:0 Joshua 12:1 Estos son los reyes de la tierra que los hijos de Israel hirieron, y poseyeron su tierra de la otra parte del Jordán al nacimiento del sol, desde el arroyo de Arnón, hasta el monte de Hermón, y toda la llanura oriental: Joshua 12:2 Sejón rey de los Amorreos, que habitaba en Jesebón; y señoreaba desde Aroer, que está a la ribera del arroyo de Arnón, y desde el medio del arroyo, y la mitad de Galaad hasta Jaboc que es un arroyo, el cual es el término de los hijos de Ammón: Joshua 12:3 Y desde la campaña hasta la mar de Cenerot al oriente: y hasta la mar de la campaña, la mar salada al oriente, por el camino de Bet-jesimot: y desde el mediodía debajo de las vertientes de Fasga. Joshua 12:4 Y los términos de Og, rey de Basán, que había quedado de los Rafeos: que habitaban en Astarot y en Edrai: Joshua 12:5 Y señoreaba en el monte de Hermón, y en Saleca: y en toda Basán hasta los términos de Gessuri y de Macati, y la mitad de Galaad, que era término de Sejón rey de Jesebón. Joshua 12:6 Estos hirieron Moisés siervo de Jehová, y los hijos de Israel: y Moisés siervo de Jehová dio aquella tierra en posesión a los Rubenitas, Gaditas, y a la media tribu de Manasés. Joshua 12:7 Empero estos son los reyes de la tierra que hirió Josué y los hijos de Israel de esta parte del Jordán al occidente, desde Baalgad, que está en el llano del Líbano, hasta el monte de Halac, que sube a Seir, la cual tierra Josué dio en posesión a las tribus de Israel conforme a sus repartimientos: Joshua 12:8 En montes, y en valles, en llanos y en vertientes, al desierto y al mediodía: el Jetteo, y el Amorreo, y el Cananeo, y el Ferezeo, y el Heveo, y el Jebuseo. Joshua 12:9 El rey de Jericó, uno: el rey de Hai, que está al lado de Bet-el, otro: Joshua 12:10 El rey de Jerusalem, otro: el rey de Hebrón, otro: Joshua 12:11 El rey de Jerimot, otro: el rey de Laquis, otro: Joshua 12:12 El rey de Eglón, otro: el rey de Gazer, otro: Joshua 12:13 El rey de Dabir, otro: el rey de Gader, otro: Joshua 12:14 El rey de Herma, otro: el rey de Hered, otro: Joshua 12:15 El rey de Lebna, otro: el rey de Adullam, otro: Joshua 12:16 El rey de Maceda, otro: el rey de Bet-el, otro: Joshua 12:17 El rey de Tappua, otro: el rey de Ofer, otro: Joshua 12:18 El rey de Afec, otro: el rey de Sarán, otro: Joshua 12:19 El rey de Madán, otro: el rey de Asor, otro: Joshua 12:20 El rey de Semeron-meroón, otro: el rey de Ascaf, otro: Joshua 12:21 El rey de Tenac, otro: el rey de Mageddo, otro: Joshua 12:22 El rey de Cedes, otro: el rey de Jacanán de Carmel, otro: Joshua 12:23 El rey de Dor, de la provincia de Dor, otro: el rey de las gentes en Galgal, otro: Joshua 12:24 El rey de Tersa, otro: treinta y un rey en todos. Joshua 13:0 Joshua 13:1 Y siendo Josué, ya viejo, entrado en días, Jehová le dijo: Tú eres ya viejo, has venido en días, y queda aun muy mucha tierra por poseer. Joshua 13:2 La tierra que queda, es esta: todos los términos de los Filisteos y toda Gessuri, Joshua 13:3 Desde el Nilo que está delante de Egipto hasta el término de Accarón al norte, la cual es contada entre los Cananeos: cinco provincias son de los Filisteos: Gazeos, Azotios, Ascalonitas, Geteos, y Accaronitas, y los Heveos; Joshua 13:4 Al mediodía, toda la tierra de los Cananeos: y Mehara, que es de los de Sidón, hasta Afecca, hasta el término del Amorreo. Joshua 13:5 Y la tierra de los Gibleos, y todo el Líbano hacia donde sale el sol, desde Baalgad a las raíces del monte de Hermón, hasta entrar en Emat. Joshua 13:6 Todos los que habitan en las montañas desde el Líbano hasta las aguas calientes, todos los Sidonios, yo los desarraigaré delante de los hijos de Israel: solamente la partirás por suertes a los Israelitas por heredad, como yo te he mandado. Joshua 13:7 Parte pues ahora tú esta tierra en heredad a las nueve tribus, y a la media tribu de Manasés. Joshua 13:8 ¶ Porque la otra media recibió su heredad con los Rubenitas y Gaditas: la cual les dio Moisés de la otra parte del Jordán al oriente, como se la dio Moisés siervo de Jehová; Joshua 13:9 Desde Aroer, que está a la orilla del arroyo de Arnón, y la ciudad que está en medio del arroyo, y toda la campaña de Medaba hasta Dibón. Joshua 13:10 Y todas las ciudades de Sejón rey de los Amorreos, el cual reinó en Jesebón, hasta los términos de los hijos de Ammón. Joshua 13:11 Y Galaad, y los términos de Gessuri y de Maacati, y todo el monte de Hermón, y toda la tierra de Basán hasta Saleca. Joshua 13:12 Todo el reino de Og en Basán, el cual reinó en Astarot y Edrai: el cual había quedado de la resta de los Rafeos, y Moisés los hirió, y echó de la tierra. Joshua 13:13 Mas a los de Gessuri y de Maacati no echaron los hijos de Israel, antes Gessur y Macat habitaron entre los Israelitas hasta hoy. Joshua 13:14 Empero a la tribu de Leví no dio heredad: los sacrificios de Jehová Dios de Israel es su heredad, como él les había dicho. Joshua 13:15 Mas Moisés dio a la tribu de los hijos de Rubén conforme a sus familias: Joshua 13:16 Y fue el término de ellos desde Aroer, que está a la orilla del arroyo de Arnón, y la ciudad, que está en medio del arroyo, y toda la campaña hasta Medaba. Joshua 13:17 Jesebón con todas sus villas, que están en la campaña, Dibón, y Bamot-baal, y Bet-baalmeón, Joshua 13:18 Y Jaza, y Kedemot, y Mefaat, Joshua 13:19 Y Cariataim, y Sabama, y Seratasar en el monte de Emec, Joshua 13:20 Y Bet-pehor, y Asedot-Fasga, y Bet-jesimot, Joshua 13:21 Y todas las ciudades de la campaña, y todo el reino de Sejón rey de los Amorreos, que reinó en Jesebón, al cual hirió Moisés, y a los príncipes de Madián, Hevi, Recem, y Sur, y Jur, y Rebe príncipes de Sejón, que habitaban en aquella tierra. Joshua 13:22 También mataron a cuchillo los hijos de Israel a Balaam adivino, hijo de Beor, con los demás que mataron. Joshua 13:23 Y fueron los términos de los hijos de Rubén el Jordán con su término. Esta fue la herencia de los hijos de Rubén conforme a sus familias, ciudades con sus villas. Joshua 13:24 Y dio Moisés a la tribu de Gad, a los hijos de Gad, conforme a sus familias. Joshua 13:25 Y el término de ellos fue Jazer, y todas las ciudades de Galaad, y la mitad de la tierra de los hijos de Ammón hasta Aroer, que está delante de Rabba. Joshua 13:26 Y desde Jesebón hasta Ramot-maspe, y Betonim; y desde Mahanaim hasta el término de Dabir. Joshua 13:27 Y la campaña de Bet-aram, y Bet-nemra, y Socot, y Safón, la resta del reino de Sejón rey en Jesebón, el Jordán y su término hasta el cabo de la mar de Ceneret de la otra parte del Jordán al oriente. Joshua 13:28 Esta es la herencia de los hijos de Gad, por sus familias, ciudades con sus villas. Joshua 13:29 Y dio Moisés a la media tribu de Manasés, y fue de la media tribu de los hijos de Manasés, conforme a sus familias: Joshua 13:30 El término de ellos fue desde Mahanaim, toda Basán, todo el reino de Og rey de Basán, y todas las aldeas de Jair, que están en Basán, sesenta ciudades: Joshua 13:31 Y la mitad de Galaad, y Astarot, y Edrai ciudades del reino de Og en Basán, a los hijos de Maquir hijo de Manasés, a la mitad de los hijos de Maquir conforme a sus familias. Joshua 13:32 Esto es lo que Moisés repartió en heredad en las campañas de Moab de la otra parte del Jordán de Jericó al oriente. Joshua 13:33 Mas a la tribu de Leví no dio Moisés heredad: Jehová Dios de Israel es la heredad de ellos, como él les había dicho. Joshua 14:0 Joshua 14:1 Esto pues es lo que los hijos de Israel tomaron por heredad en la tierra de Canaán, lo cual les repartieron Eleazar sacerdote, y Josué hijo de Nun, y los principales de los padres de las tribus de los hijos de Israel, Joshua 14:2 Por suerte de su heredad, como Jehová lo había mandado por Moisés, que diese a las nueve tribus, y a la media tribu. Joshua 14:3 Porque a las dos tribus, y a la media tribu Moisés les había dado heredad de la otra parte del Jordán; mas a los Levitas no dio heredad entre ellos. Joshua 14:4 Porque los hijos de José fueron dos tribus, Manasés y Efraím: y no dieron parte a los Levitas en la tierra, sino ciudades en que morasen con sus ejidos para sus ganados y rebaños: Joshua 14:5 De la manera que Jehová lo había mandado a Moisés, así lo hicieron los hijos de Israel en el repartimiento de la tierra. Joshua 14:6 Y los hijos de Judá vinieron a Josué en Galgala, y Caleb, hijo de Jefone Cenezeo, le dijo: Tú sabes lo que Jehová dijo a Moisés, varón de Dios, en Cádes-barne, tocante a mí, y a ti. Joshua 14:7 Yo era de edad de cuarenta años, cuando Moisés siervo de Jehová me envió de Cádes-barne a reconocer la tierra: y yo le referí el negocio, como yo lo tenía en mi corazón. Joshua 14:8 Mas mis hermanos, los que habían subido conmigo, derritieron el corazón del pueblo; empero yo cumplí siguiendo a Jehová mi Dios. Joshua 14:9 Entonces Moisés juró, diciendo: Si la tierra que holló tu pie no fuere para ti, y para tus hijos en herencia perpetua: por cuanto cumpliste siguiendo a Jehová mi Dios. Joshua 14:10 Y ahora Jehová me ha hecho vivir, como él dijo, estos cuarenta y cinco años, desde el tiempo que Jehová habló estas palabras a Moisés, que Israel ha andado por el desierto: y ahora, he aquí, yo soy hoy de edad de ochenta y cinco años: Joshua 14:11 Y aun hoy estoy tan fuerte, como el día que Moisés me envió: cual era entonces mi fuerza, tal es ahora, para la guerra, y para salir, y para entrar. Joshua 14:12 Dáme pues ahora este monte, del cual habló Jehová aquel día, porque tu oíste en aquel día, que los Enaceos están allí, y grandes y fuertes ciudades. Quizá Jehová será conmigo, y echarlos he, como Jehová ha dicho. Joshua 14:13 Josué entonces le bendijo, y dio a Caleb hijo de Jefone, a Hebrón por heredad. Joshua 14:14 Por tanto Hebrón fue de Caleb hijo de Jefone Cenezeo por heredad hasta hoy: por cuanto cumplió siguiendo a Jehová Dios de Israel. Joshua 14:15 Mas Hebrón antes fue llamada Cariat-arbe, porque Arba fue un hombre grande entre los Enaceos. Y la tierra tuvo reposo de las guerras. Joshua 15:0 Joshua 15:1 Y fue la suerte de la tribu de los hijos de Judá por sus familias junto al término de Edom del desierto de Zin al mediodía al lado del Sur. Joshua 15:2 Y su término de la parte del mediodía fue desde la costa de la mar salada, desde la lengua que mira hacia el mediodía. Joshua 15:3 Y de allí salía hacia el mediodía a la subida de Acrabim pasando hasta Zín; y subiendo por el mediodía hasta Cádes-barne, pasando a Jesrón, y subiendo por Addar daba vuelta a Carcaa. Joshua 15:4 De allí pasaba a Asemona, y salía al arroyo de Egipto: y sale este término al occidente. Este pues os será el término del mediodía. Joshua 15:5 El término del oriente es la mar salada hasta el fin del Jordán: Y el término de la parte del norte, desde la lengua de la mar, desde el fin del Jordán. Joshua 15:6 Y este término sube por Bet-agla, y pasa del norte a Bet-araba; y de aquí sube este término a la piedra de Boen hijo de Rubén. Joshua 15:7 Y torna a subir este término a Debera desde el valle de Acor: y al norte mira sobre Galgala, que está delante de la subida de Adommim, la cual está al mediodía del arroyo: y pasa este término a las aguas de Ensames, y sale a la fuente de Rogel. Joshua 15:8 Y sube este término del valle del hijo de Ennom al lado del Jebuseo al mediodía. Esta es Jerusalem. Y sube este término por la cumbre del monte que está delante del valle de Ennom hacia el occidente, el cual está al cabo del valle de los gigantes al norte. Joshua 15:9 Y rodea este término desde la cumbre del monte hasta la fuente de las aguas de Neftoa, y sale a las ciudades del monte de Efrón: y rodea este término a Baala, la cual es Cariat-jarim. Joshua 15:10 Y torna este término desde Baala hacia el occidente al monte de Seir: y pasa al lado del monte de Jarim hacia el norte, esta es Queslón y desciende a Bet-sames, y pasa a Tamna. Joshua 15:11 Y sale este término al lado de Accarón hacia el norte, y rodea este término a Secrón, y pasa por el monte de Baala, y sale a Jebneel: y sale este término a la mar. Joshua 15:12 El término del occidente es la mar grande. Y este término es el término de los hijos de Judá al derredor por sus familias. Joshua 15:13 ¶ Mas a Caleb, hijo de Jefone, dio parte entre los hijos de Judá conforme al mandamiento de Jehová a Josué, a Cariat-arbe del padre de Enac, que es Hebrón. Joshua 15:14 Y Caleb echó de allí tres hijos de Enac: Sesai, Ahimam, y Tolmai, que fueron hijos de Enac. Joshua 15:15 De aquí subió a los que moraban en Dabir, y el nombre de Dabir era antes Cariat-sefer. Joshua 15:16 Y dijo Caleb: Al que hiriere a Cariat-sefer, y la tomare, yo le daré a mi hija Aja por mujer. Joshua 15:17 Y tomóla Otoniel hijo de Cenez hermano de Caleb: y él le dio por mujer a su hija Aja: Joshua 15:18 Y aconteció que cuando la llevaban, él la persuadió que pidiese a su padre tierras para labrar. Ella entonces descendió del asno. Y Caleb le dijo: ¿Qué tienes? Joshua 15:19 Y ella respondió. Dáme alguna bendición: pues que me has dado tierra de secadal, dáme también fuentes de aguas. El entonces le dio las fuentes de arriba, y las de abajo. Joshua 15:20 Esta pues es la herencia de la tribu de los hijos de Judá por sus familias. Joshua 15:21 Y fueron las ciudades del término de la tribu de los hijos de Judá hacia el término de Edom al mediodía, Cabseel, y Eder, y Jagur, Joshua 15:22 Y Cina, y Demona, y Adada, Joshua 15:23 Y Cedes, y Asor, y Jetnán, Joshua 15:24 Zif, y Telén, y Balot, Joshua 15:25 Y Asor, Hadata, y Cariot, Jesrón, que es Asor, Joshua 15:26 Amán, y Sama, y Molada, Joshua 15:27 Y Asar-gadda, y Hassemón, Bet-felet, Joshua 15:28 Y Haser-sual, Beer-seba, y Baziotia, Joshua 15:29 Baala, y Jim, y Esem, Joshua 15:30 Y Eltolad, y Cesil, y Jarma, Joshua 15:31 Y Siceleg, y Medema, Sensena, Joshua 15:32 Y Lebaot, Selim, y Aén, y Remmon; en todas veinte y nueve ciudades con sus aldeas: Joshua 15:33 En las campañas, Estoal, y Sarea, y Asena, Joshua 15:34 Y Zanoe, y Engennim, Tappua, y Enaim, Joshua 15:35 Jerimot, y Adullam, Soco, y Azeca, Joshua 15:36 Y Saraim, y Aditaim, y Gedera, y Gederotaim; catorce ciudades con sus aldeas: Joshua 15:37 Sanán, y Hadassa, y Magdalgad, Joshua 15:38 Y Deleán, y Masepa, y Jectel, Joshua 15:39 Laquis, y Bascat, y Eglón, Joshua 15:40 Y Quebbón, y Lehemán, y Cetlis, Joshua 15:41 Y Giderot, Bet-dagón, y Naama, y Maceda; diez y seis ciudades con sus aldeas: Joshua 15:42 Labana, y Eter, y Asán, Joshua 15:43 Y Jefta, y Esna, y Nesib, Joshua 15:44 Y Ceila, y Aczib, y Maresa; nueve ciudades con sus aldeas: Joshua 15:45 Accarón con sus villas y sus aldeas: Joshua 15:46 Desde Accarón hasta la mar; todas las que están a la costa de Azoto con sus aldeas: Joshua 15:47 Azoto con sus villas y sus aldeas; Gaza con sus villas y sus aldeas hasta el río de Egipto, y la gran mar con sus términos: Joshua 15:48 Y en las montañas Samir, y Jeter, y Socot, Joshua 15:49 Y Danna, y Cariat-senna, que es Dabir, Joshua 15:50 Y Anab, e Istemo, y Anim, Joshua 15:51 Y Gosén, y Olón, y Gilo; once ciudades con sus aldeas: Joshua 15:52 Arab, y Duma, y Esaán, Joshua 15:53 Y Janum, y Bet-tappua, y Afeca, Joshua 15:54 Y Atmata, y Cariat-arbe, que es Hebrón, y Sior; nueve ciudades con sus aldeas: Joshua 15:55 Maón, Carmel, y Zif, y Jota, Joshua 15:56 Y Jezrael, Jucadam, y Zanoe, Joshua 15:57 Accaim, Gabaa, y Tamma; diez ciudades con sus aldeas: Joshua 15:58 Halul, y Betsur, y Gedeor, Joshua 15:59 Y Maret, y Bet-anot, y Eltecon; seis ciudades con sus aldeas: Joshua 15:60 Cariat-baal que es Cariat-jarim, y Arebba; dos ciudades con sus aldeas: Joshua 15:61 En el desierto, Bet-araba, Meddín, y Sacaca, Joshua 15:62 Y Nebsán, y la ciudad de la sal, y Engadí: seis ciudades con sus aldeas. Joshua 15:63 ¶ Mas los Jebuseos que habitaban en Jerusalem, los hijos de Judá no los pudieron desarraigar: antes quedó el Jebuseo en Jerusalem con los hijos de Judá hasta hoy. Joshua 16:0 Joshua 16:1 Y la suerte de los hijos de José salió desde el Jordán de Jericó hasta las aguas de Jericó hacia el oriente al desierto que sube de Jericó al monte de Bet-el. Joshua 16:2 Y de Bet-el sale a Luza, y pasa al término de Arqui, en Atarot, Joshua 16:3 Y torna a descender hacia la mar al término de Jeflet, hasta el término de Bet-orón la de abajo, y hasta Gazer: y sale a la mar. Joshua 16:4 Recibieron pues heredad los hijos de José, Manasés y Efraím. Joshua 16:5 Y fue el término de los hijos de Efraím por sus familias. Fue el término de su herencia a la parte oriental desde Atarot-ador hasta Bet-orón la de arriba; Joshua 16:6 Y sale este término a la mar; y a Macmatat al norte, y da vuelta este término hacia el oriente a Tanat-selo, y de aquí pasa del oriente a Janoe; Joshua 16:7 Y de Janoe desciende en Atarot y en Naarata; y toca en Jericó, y sale al Jordán. Joshua 16:8 Y de Tappua torna este término hacia la mar al arroyo de Cana, y sale a la mar. Esta es la heredad de la tribu de los hijos de Efraím por sus familias. Joshua 16:9 Hubo también ciudades que se apartaron para los hijos de Efraím en medio de la herencia de los hijos de Manasés, todas ciudades con sus aldeas. Joshua 16:10 Y no echaron al Cananeo que habitaba en Gazer: antes quedó el Cananeo en medio de Efraím hasta hoy, y fue tributario. Joshua 17:0 Joshua 17:1 Tuvo también suerte la tribu de Manasés, porque fue primogénito de José; Maquir primogénito de Manasés, padre de Galaad, el cual fue hombre de guerra, tuvo a Galaad, y a Basán. Joshua 17:2 Tuvieron también suerte los otros hijos de Manasés conforme a sus familias, es a saber, los hijos de Abiezer, y los hijos de Helec, y los hijos de Esriel, y los hijos de Sequem, y los hijos de Hefer, y los hijos de Semida. Estos fueron los hijos varones de Manasés hijo de José por sus familias. Joshua 17:3 ¶ Y Salfaad hijo de Hefer, hijo de Galaad, hijo de Maquir, hijo de Manasés, no tuvo hijos sino hijas; los nombres de las cuales son estos: Maala, Noa, Hegla, Melca, y Tersa. Joshua 17:4 Estas vinieron delante de Eleazar sacerdote, y de Josué hijo de Nun, y de los príncipes, y dijeron: Jehová mandó a Moisés que nos diese herencia entre nuestros hermanos. Y él les dio herencia entre los hermanos del padre de ellas, conforme al dicho de Jehová. Joshua 17:5 Y cayeron a Manasés diez suertes allende de la tierra de Galaad y de Basán, que es de la otra parte del Jordán; Joshua 17:6 Porque las hijas de Manasés poseyeron herencia entre sus hijos: y la tierra de Galaad, fue de los otros hijos de Manasés. Joshua 17:7 Y fue el término de Manasés desde Asser Macmatat, la cual está delante de Siquem; y va este término, a la mano derecha a los que habitan En-tappua; Joshua 17:8 Y la tierra de Tappua fue de Manasés, porque la Tappua que está junto al término de Manasés, es de los hijos de Efraím; Joshua 17:9 Y desciende este término al arroyo de Cana hacia el mediodía, al arroyo. Estas ciudades de Efraím están entre las ciudades de Manasés: y el término de Manasés es desde el norte del mismo arroyo, y sus salidas son a la mar. Joshua 17:10 Efraím al mediodía, y Manasés al norte: y la mar es su término: y encuéntranse con Asser a la parte del norte: y con Isacar al oriente. Joshua 17:11 Tuvo también Manasés en Isacar y en Asser a Bet-sán, y sus aldeas: y Jeblaam, y sus aldeas: y los moradores de Dor, y sus aldeas: y los moradores de En-dor, y sus aldeas: y los moradores de Tenac, y sus aldeas: y los moradores de Mageddo, y sus aldeas, tres provincias. Joshua 17:12 ¶ Mas los hijos de Manasés no pudieron echar a los de aquellas ciudades, antes el Cananeo quiso habitar en la tierra. Joshua 17:13 Empero cuando los hijos de Israel tomaron fuerzas, hicieron tributario al Cananeo, mas no lo echaron. Joshua 17:14 ¶ Y los hijos de José hablaron a Josué, diciendo: ¿Por qué me has dado por heredad una sola suerte, y una sola parte, siendo yo un pueblo tan grande, y que Jehová me ha así bendecido hasta ahora? Joshua 17:15 Y Josué les respondió: Si eres tan grande pueblo sube tu al monte, y corta para ti allí en la tierra del Ferezeo y de los gigantes; pues que el monte de Efraím es angosto para ti. Joshua 17:16 Y los hijos de José dijeron: No nos bastará a nosotros este monte: y todos los Cananeos que tienen la tierra de la campaña, tienen carros herrados, los que están en Bet-sán, y en sus aldeas, y los que están en el valle de Jezreel. Joshua 17:17 Entonces Josué respondió a la casa de José, a Efraím y Manasés, diciendo: A la verdad tú eres gran pueblo, y tienes gran fuerza: no habrás una sola suerte; Joshua 17:18 Mas aquel monte será tuyo: que bosque es, y tú lo cortarás, y serán tuyos sus términos: porque tu echarás al Cananeo, aunque tenga carros herrados, y aunque sea fuerte. Joshua 18:0 Joshua 18:1 Y toda la congregación de los hijos de Israel se juntó en Silo, y asentaron allí el tabernáculo del testimonio: después que la tierra les fue sujeta. Joshua 18:2 Mas habían quedado en los hijos de Israel siete tribus, las cuales aun no habían partido su posesión. Joshua 18:3 Y Josué dijo a los hijos de Israel: ¿Hasta cuando seréis negligentes para venir a poseer la tierra que os ha dado Jehová el Dios de vuestros padres? Joshua 18:4 Dad tres varones de cada tribu, para que yo los envíe; y que ellos se levanten y anden la tierra, y la dibujen conforme a sus heredades; y se tornen a mí. Joshua 18:5 Y repartirla han en siete partes, y Judá estará en su término al mediodía: y los de la casa de José estarán en el suyo al norte. Joshua 18:6 Vosotros pues dibujaréis la tierra en siete partes, y traerla heis a mí aquí: y yo os echaré las suertes aquí delante de Jehová nuestro Dios. Joshua 18:7 Empero los Levitas ninguna parte tienen entre vosotros: porque el sacerdocio de Jehová es la heredad de ellos. Gad también y Rubén, y la media tribu de Manasés ya han recibido su heredad de la otra parte del Jordán al oriente, la cual les dio Moisés siervo de Jehová. Joshua 18:8 Levantándose pues aquellos varones, fueron; y mandó Josué a los que iban para dibujar la tierra, diciéndoles: Id, y andád la tierra, y dibujádla: y tornád a mí, para que yo os eche las suertes aquí delante de Jehová en Silo. Joshua 18:9 Fueron pues aquellos varones, y pasearon la tierra dibujándola por las ciudades en siete partes en un libro, y tornaron a Josué al campo en Silo. Joshua 18:10 Y Josué les echó las suertes delante de Jehová en Silo: y allí repartió Josué la tierra a los hijos de Israel por sus partes. Joshua 18:11 ¶ Y subió la suerte de la tribu de los hijos de Ben-jamín por sus familias: y salió el término de su suerte entre los hijos de Judá, y los hijos de José: Joshua 18:12 Y fue el término de ellos al lado del norte desde el Jordán: y sube aquel término al lado de Jericó al norte; y sube al monte hacia el occidente, y viene a salir al desierto de Bet-aven: Joshua 18:13 Y de allí pasa aquel término a Luza por el lado de Luza hacia el mediodía, esta es Bet-el. Y desciende este término de Atarotadar al monte que está al mediodía de Bet-orón la de abajo. Joshua 18:14 Y torna este término, y da vuelta al lado de la mar al mediodía hasta el monte que está delante de Bet-orón al mediodía: y viene a salir a Cariat-baal, que es Cariat-jarim, ciudad de los hijos de Judá. Este es el lado del occidente. Joshua 18:15 Y el lado del mediodía es desde el cabo de Cariat-jarim: y sale el término al occidente, y sale a la fuente de las aguas de Neftoa. Joshua 18:16 Y desciende aqueste término al cabo del monte, que está delante del valle del hijo de Ennom que está en la campaña de los gigantes hacia el norte y desciende al valle de Ennom al lado del Jebuseo al mediodía, y de allí desciende a la fuente de Rogel, Joshua 18:17 Y del norte torna y sale a Ensemes, y de allí sale a Gelilot que está delante de la subida de Adommim, y descendía a la piedra de Boen hijo de Rubén: Joshua 18:18 Y pasa al lado que está delante de la campaña al norte, y desciende a los llanos. Joshua 18:19 Y torna a pasar este término por el lado de Bet-hagla hacia el norte, y viene a salir el término a la lengua de la mar de la sal al norte, al cabo del Jordán al mediodía: este es el término de hacia el mediodía. Joshua 18:20 Y el Jordán acaba aqueste término al lado del oriente. Esta es la heredad de los hijos de Ben-jamín por sus términos al derredor conforme a sus familias. Joshua 18:21 Las ciudades de la tribu de los hijos de Ben-jamín por sus familias, fueron, Jericó, Bet-hagla, y el valle de Casis, Joshua 18:22 Bet-araba, Samaraim, Bet-el, Joshua 18:23 Avim, Afrara, Ofera, Joshua 18:24 Cefer, Hermona, Ofni, y Gabee; doce ciudades con sus aldeas: Joshua 18:25 Gabaón, Rama, Berot, Joshua 18:26 Maspa, Chafara, Amosa, Joshua 18:27 Recem, Jarefel, Tarela, Joshua 18:28 Sela, Elef, Jebús, que es Jerusalem, Gabaat, y Chariat; catorce ciudades con sus aldeas. Esta es la heredad de los hijos de Ben-jamín conforme a sus familias. Joshua 19:0 Joshua 19:1 La segunda suerte salió por Simeón, por la tribu de los hijos de Simeón, conforme a sus familias. Y su heredad fue entre la heredad de los hijos de Judá. Joshua 19:2 Y tuvieron en su heredad a Beer-seba, Sabee, Molada, Joshua 19:3 Haser-sual, Bala, Asem, Joshua 19:4 El-tolad, Betul, Jarma, Joshua 19:5 Siceleg, Bet-marcabot, Hasersusa, Joshua 19:6 Bet-lebaot, Saroem; trece ciudades con sus aldeas: Joshua 19:7 Aim, Remmón, Atar, y Asán; cuatro ciudades con sus aldeas: Joshua 19:8 Con todas las aldeas que estaban al rededor de estas ciudades hasta Baalat-beer, Ramat del mediodía. Esta es la heredad de la tribu de los hijos de Simeón según sus familias. Joshua 19:9 De la suerte de los hijos de Judá fue sacada la heredad de los hijos de Simeón: por cuanto la parte de los hijos de Judá era mayor que ellos: así que los hijos de Simeón tuvieron su heredad en medio de la de ellos. Joshua 19:10 ¶ La tercera suerte salió por los hijos de Zabulón conforme a sus familias: y el término de su heredad fue hasta Sarid. Joshua 19:11 Y su término sube hasta la mar y hasta Merala, y llega hasta Debbaset, y de allí llega al arroyo, que está delante de Jeconam. Joshua 19:12 Y tornando de Sarid hacia oriente, donde nace el sol al término de Queselet-tabor, sale a Daberet, y sube a Jafia. Joshua 19:13 Y pasando de allí hacia oriente donde nace el sol en Get-hefer y en Tacasin sale a Remmón, rodeando a Noa. Joshua 19:14 Y de aquí torna este término al norte a Hanatón, viniendo a salir al valle de Jefta-el, Joshua 19:15 Y Catet, y Naalol, y Semerón, y Jedala, y Belén; doce ciudades con sus aldeas: Joshua 19:16 Esta es la heredad de los hijos de Zabulón por sus familias, estas ciudades con sus aldeas. Joshua 19:17 ¶ La cuarta suerte salió por Isacar, por los hijos de Isacar, conforme a sus familias. Joshua 19:18 Y fue su término Jezrael, y Casalot, y Sunem, Joshua 19:19 Y Hafaraim, y Seón, y Anaarat, Joshua 19:20 Y Rabbot, y Cesión, y Abes, Joshua 19:21 Y Ramet, y En-grannín, y Enhadda, y Bet-feses: Joshua 19:22 Y llega este término hasta Tabor y Sehesima, y Bet-semes: y sale su término al Jordán; diez y seis ciudades con sus aldeas. Joshua 19:23 Esta es la heredad de la tribu de los hijos de Isacar conforme a sus familias: estas ciudades con sus aldeas. Joshua 19:24 ¶ Y salió la quinta suerte por la tribu de los hijos de Aser por sus familias. Joshua 19:25 Y su término fue, Jalcat, y Cali, y Betem, y Ajaf, Joshua 19:26 Y Elmelec, y Amaad, y Messal: y llega hasta Carmel al occidente, y a Sihor-labanat. Joshua 19:27 Y tornando de donde nace el sol a Bet-dagón, llega a Zabulón, y al valle de Jefta-el al norte: a Bet-hemec, y Nehiel: y sale a Cabul a la mano izquierda: Joshua 19:28 Y a Ebrón, y Rohob, y Hammón, y Cana, hasta la gran Sidón, Joshua 19:29 Y torna de allí este término a Rama y hasta la fuerte ciudad de Zor: y torna este término a Hosa: y sale a la mar desde la suerte de Acziba, Joshua 19:30 Y Amma, y Afec, y Rohob; veinte y dos ciudades con sus aldeas. Joshua 19:31 Esta es la heredad de la tribu de los hijos de Aser por sus familias: estas ciudades con sus aldeas. Joshua 19:32 ¶ La sexta suerte salió por los hijos de Neftalí: por los hijos de Neftalí conforme a sus familias. Joshua 19:33 Y fue su término desde Helef, y Elón y Saananim, y Adami, Neceb, y Jebnael hasta Lecún, y sale al Jordán: Joshua 19:34 Y tornando de allí este término hacia el occidente a Azanot-tabor, pasa de allí a Hucuca, y llega hasta Zabulón al mediodía: y al occidente confina con Aser: y con Judá al Jordán hacia donde nace el sol. Joshua 19:35 Y las ciudades fuertes son Assedim, Ser, y Emat, Reccat, y Ceneret, Joshua 19:36 Y Edema, y Arama, y Asor, Joshua 19:37 Y Cedes, y Edrai, y Enhasor, Joshua 19:38 Y Jerón, y Magdalel, y Horén, y Betanat, y Bet-sames; diez y nueve ciudades con sus aldeas. Joshua 19:39 Esta es la heredad de la tribu de los hijos de Neftalí por sus familias; estas ciudades con sus aldeas. Joshua 19:40 ¶ La séptima suerte salió por la tribu de los hijos de Dan, por sus familias: Joshua 19:41 Y fue el término de su heredad, Sarea, y Estaol, e Hirsemes, Joshua 19:42 Y Selabín, y Ajalón, y Jet-la, Joshua 19:43 Y Elón, y Temmata, y Acrón, Joshua 19:44 Y Eltece, Gebbetón, y Balaat, Joshua 19:45 Y Jud, y Bane-barac, y Get-remmon, Joshua 19:46 Y Me-jarcón, y Arecón, con el término que está delante de Joppe. Joshua 19:47 Y faltóles término a los hijos de Dan: y subieron los hijos de Dan y combatieron a Lesem, y tomándola, metiéronla a filo de espada, y poseyéronla, y habitaron en ella: y llamaron a Lesem, Dan, del nombre de Dan su padre. Joshua 19:48 Esta es la heredad de la tribu de los hijos de Dan conforme a sus familias: estas ciudades con sus aldeas. Joshua 19:49 ¶ Y así acabaron de repartir la tierra en heredad por sus términos, y dieron los hijos de Israel heredad a Josué hijo de Nun en medio de ellos. Joshua 19:50 Según la palabra de Jehová le dieron la ciudad que él pidió que fue Tamnat-sera en el monte de Efraím: y él reedificó la ciudad, y habitó en ella. Joshua 19:51 Estas son pues las heredades que entregaron por suerte en posesión Eleazar sacerdote, y Josué hijo de Nun, y las cabezas de los padres, a las tribus de los hijos de Israel en Silo, delante de Jehová a la puerta del tabernáculo del testimonio: y así acabaron de repartir la tierra. Joshua 20:0 Joshua 20:1 Y habló Jehová a Josué, diciendo: Joshua 20:2 Habla a los hijos de Israel, diciendo: Señaláos las ciudades de refugio, de las cuales yo os hablé por Moisés: Joshua 20:3 Para que se acoja allí el homicida que matare a alguno por yerro, y no a sabiendas, que os sean por acogimiento del vengador de la sangre. Joshua 20:4 Y el que se acogiere a alguna de aquellas ciudades, presentarse ha a la puerta de la ciudad, y dirá sus causas oyéndole los ancianos de aquella ciudad: y ellos le recibirán consigo dentro de la ciudad, y le darán lugar que habite con ellos. Joshua 20:5 Y cuando el vengador de la sangre le siguiere, no entregarán en su mano al homicida, por cuanto hirió a su prójimo por yerro, ni tuvo con él antes enemistad. Joshua 20:6 Y quedará en aquella ciudad hasta que parezca en juicio delante del ayuntamiento hasta la muerte del gran sacerdote que fuere en aquel tiempo: entonces el homicida tornará y vendrá a su ciudad, y a su casa, a la ciudad de donde huyó. Joshua 20:7 Entonces señalaron a Cedes en Galilea en el monte de Neftalí: y a Siquem en el monte de Efraím, y a Cariat-arbe, que es Hebrón, en el monte de Judá. Joshua 20:8 Y de la otra parte del Jordán de Jericó, al oriente dieron a Bosor en el desierto en la campiña de la tribu de Rubén, y a Ramot en Galaad de la tribu de Gad, y a Gaulón en Basán de la tribu de Manasés. Joshua 20:9 Estas fueron las ciudades señaladas para todos los hijos de Israel, y para el extranjero que morase entre ellos, para que se acogiese a ellas cualquiera que hiriese hombre por yerro; porque no muriese por mano del vengador de la sangre, hasta que pareciese delante del ayuntamiento. Joshua 21:0 Joshua 21:1 Y las cabezas de los padres de los Levitas, vinieron a Eleazar sacerdote, y a Josué hijo de Nun, y a las cabezas de los padres de las tribus de los hijos de Israel: Joshua 21:2 Y habláronles en Silo en la tierra de Canaán, diciendo: Jehová mandó por Moisés que nos fuesen dadas villas para habitar, con sus ejidos para nuestras bestias. Joshua 21:3 Entonces los hijos de Israel dieron a los Levitas de sus posesiones, conforme a la palabra de Jehová, estas villas con sus ejidos. Joshua 21:4 Y salió la suerte por las familias de los Caatitas: y fueron dadas por suerte a los hijos de Aarón sacerdote de los Levitas por la tribu de Judá, por la de Simeón, y por la de Ben-jamín trece villas. Joshua 21:5 Y a los otros hijos de Caat, por las familias de la tribu de Efraím, y de la tribu de Dan, y de la media tribu de Manasés fueron dadas por suerte diez villas. Joshua 21:6 Y a los hijos de Gersón, por las familias de la tribu de Isacar, y de la tribu de Aser, y de la tribu de Neftalí, y de la media tribu de Manasés en Basán, fueron dadas por suerte trece villas. Joshua 21:7 A los hijos de Merari por sus familias, por la tribu de Rubén, y por la tribu de Gad, y por la tribu de Zabulón fueron dadas doce villas. Joshua 21:8 Y así dieron los hijos de Israel a los Levitas estas villas con sus ejidos por suerte, como Jehová lo había mandado por Moisés. Joshua 21:9 Y de la tribu de los hijos de Judá, y de la tribu de los hijos de Simeón dieron estas villas que fueron nombradas: Joshua 21:10 Y la primera suerte fue de los hijos de Aarón de la familia de Caat, de los hijos de Leví: Joshua 21:11 A los cuales dieron a Cariat-arbe, del padre de Enac, esta es Hebrón en el monte de Judá, con sus ejidos por sus al derredores: Joshua 21:12 Mas el campo de aquesta ciudad y sus aldeas dieron a Caleb hijo de Jefone por su posesión. Joshua 21:13 Y a los hijos de Aarón sacerdote dieron la ciudad de refugio para los homicidas; es a saber, a Hebrón con sus ejidos, y a Lebna con sus ejidos; Joshua 21:14 Y a Jeter con sus ejidos, a Estemo con sus ejidos, Joshua 21:15 A Helón con sus ejidos, a Dabir con sus ejidos, Joshua 21:16 A Ain con sus ejidos, a Jutta con sus ejidos, a Bet-sames con sus ejidos, nueve villas de estas dos tribus. Joshua 21:17 Y de la tribu de Ben-jamín, a Gabaón con sus ejidos, a Gabaa con sus ejidos, Joshua 21:18 A Anatot con sus ejidos, a Almón con sus ejidos; cuatro villas. Joshua 21:19 Todas las villas de los sacerdotes hijos de Aarón, son trece con sus ejidos. Joshua 21:20 Mas las familias de los hijos de Caat Levitas, los que quedaban de los hijos de Caat, recibieron por suertes villas de la tribu de Efraím: Joshua 21:21 Y diéronles a Siquem, villa de refugio para los homicidas en el monte de Efraím con sus ejidos, a Gaser con sus ejidos, Joshua 21:22 Y a Cisaim con sus ejidos, y a Bet-orón con sus ejidos; cuatro villas. Joshua 21:23 Y de la tribu de Dan, a Eltecó con sus ejidos, a Gabotón con sus ejidos, Joshua 21:24 A Ayalón con sus ejidos, a Get-remmon con sus ejidos; cuatro villas. Joshua 21:25 Y de la media tribu de Manasés, a Tanac con sus ejidos, y a Get-remmon con sus ejidos; dos villas. Joshua 21:26 Todas las villas de la resta de las familias de los hijos de Caat fueron diez con sus ejidos. Joshua 21:27 A los hijos de Gersón de las familias de los Levitas, la villa de refugio para los homicidas de la media tribu de Manasés, que era Gaulón en Basán, con sus ejidos, y a Bosra con sus ejidos; dos villas. Joshua 21:28 Y de la tribu de Isacar, a Cesión con sus ejidos, a Daberet con sus ejidos, Joshua 21:29 A Jaramot con sus ejidos, y a Engannim con sus ejidos; cuatro villas. Joshua 21:30 Y de la tribu de Aser, a Messal con sus ejidos, a Abdón con sus ejidos, Joshua 21:31 A Jelcat con sus ejidos, a Rohob con sus ejidos; cuatro villas. Joshua 21:32 Y de la tribu de Neftalí, la villa de refugio para los homicidas, Cedes en Galilea con sus ejidos, a Hammot-dor con sus ejidos, y a Cartán con sus ejidos; tres villas. Joshua 21:33 Todas las villas de los Gersonitas por sus familias fueron trece villas con sus ejidos. Joshua 21:34 Y a las familias de los hijos de Merari, Levitas, que quedaban, de la tribu de Zabulón les fueron dadas Jecnam con sus ejidos, Carta con sus ejidos, Joshua 21:35 Danna con sus ejidos, Naalot con sus ejidos; cuatro villas. Joshua 21:36 Y de la tribu de Rubén, a Bosor con sus edijos, Jahesa con sus ejidos, Joshua 21:37 Cedmod con sus ejidos, Mefaat con sus ejidos; cuatro villas. Joshua 21:38 De la tribu de Gad, la villa del refugio para los homicidas, Ramot en Galaad con sus ejidos, y Mahanaim con sus ejidos, Joshua 21:39 Jesebón con sus ejidos, y Jazer con sus ejidos; cuatro villas. Joshua 21:40 Todas las villas de los hijos de Merari por sus familias, que restaban de las familias de los Levitas fueron por sus suertes doce villas. Joshua 21:41 Y todas las villas de los Levitas en medio de la posesión de los hijos de Israel, fueron cuarenta y ocho villas con sus ejidos. Joshua 21:42 Y estas ciudades estaban apartadas la una de la otra, cada cual con sus ejidos al derredor de ellas; lo cual fue en todas estas ciudades. Joshua 21:43 ¶ Así dio Jehová a Israel toda la tierra, que había jurado a sus padres de dar; y poseyéronla, y habitaron en ella. Joshua 21:44 Y Jehová les dio reposo al derredor, conforme a todo lo que había jurado a sus padres: y nadie de todos sus enemigos les paró delante, mas Jehová entregó en sus manos todos sus enemigos. Joshua 21:45 No faltó palabra de todas las buenas palabras que habló Jehová a la casa de Israel, todo se cumplió. Joshua 22:0 Joshua 22:1 Entonces Josué llamó a los Rubenitas, y a los Gaditas, y a la media tribu de Manasés, Joshua 22:2 Y díjoles: Vosotros habéis guardado todo lo que Moisés, siervo de Jehová, os mandó: y habéis obedecido a mi voz en todo lo que os he mandado. Joshua 22:3 No habéis dejado a vuestros hermanos en estos muchos días hasta hoy, antes habéis guardado la observancia de los mandamientos de Jehová vuestro Dios. Joshua 22:4 Y ahora pues que Jehová vuestro Dios ha dado reposo a vuestros hermanos, como se lo había prometido, volvéd, y tornáos a vuestras tiendas, a la tierra de vuestras posesiones, que Moisés, siervo de Jehová, os dio de la otra parte del Jordán: Joshua 22:5 Solamente que con diligencia guardéis haciendo el mandamiento, y la ley, que Moisés, siervo de Jehová, os mandó: Que améis a Jehová vuestro Dios, y caminéis en todos sus caminos: que guardéis sus mandamientos: y que os alleguéis a él y le sirváis de todo vuestro corazón, y de toda vuestra alma. Joshua 22:6 Y bendiciéndolos Josué los envió: y fuéronse a sus tiendas. Joshua 22:7 También a la media tribu de Manasés había dado Moisés en Basán: y a la otra media había dado Josué entre sus hermanos destotra parte del Jordán al occidente: y envió también a estos Josué a sus tiendas, después de haberlos bendecido. Joshua 22:8 Y hablóles, diciendo: Volvéos a vuestras tiendas con grandes riquezas, y con grande copia de ganado: con plata y con oro, y metal, y muchos vestidos: partíd con vuestros hermanos el despojo de vuestros enemigos. Joshua 22:9 Y los hijos de Rubén, y los hijos de Gad, y la media tribu de Manasés se tornaron, y partiéronse de los hijos de Israel de Silo, que es en la tierra de Canaán, para venir en la tierra de Galaad a la tierra de sus posesiones, de la cual eran poseedores: según la palabra de Jehová por mano de Moisés. Joshua 22:10 ¶ Y llegando a los términos del Jordán, que es en la tierra de Canaán, los hijos de Rubén, y los hijos de Gad, y la media tribu de Manasés edificaron allí un altar junto al Jordán, un altar de grande apariencia. Joshua 22:11 Y los hijos de Israel oyeron decir como los hijos de Rubén, y los hijos de Gad, y la media tribu de Manasés habían edificado un altar delante de la tierra de Canaán, en los términos del Jordán, al paso de los hijos de Israel: Joshua 22:12 Lo cual como los hijos de Israel oyeron, juntáronse toda la congregación de los hijos de Israel en Silo, para subir a pelear contra ellos. Joshua 22:13 Y enviaron los hijos de Israel a los hijos de Rubén, y a los hijos de Gad, y a la media tribu de Manasés en la tierra de Galaad, a Finees, hijo de Eleazar sacerdote, Joshua 22:14 Y diez príncipes con él, un príncipe de cada casa de padre de todas las tribus de Israel, cada uno de los cuales era cabeza de familia de sus padres en la multitud de Israel. Joshua 22:15 Los cuales vinieron a los hijos de Rubén, y a los hijos de Gad, y a la media tribu de Manasés en la tierra de Galaad, y habláronles, diciendo: Joshua 22:16 Toda la congregación de Jehová dicen así: ¿Qué transgresión es esta con que prevaricáis contra el Dios de Israel, volviéndoos hoy de seguir a Jehová, edificándoos altar para ser hoy rebeldes contra Jehová? Joshua 22:17 ¿Poco nos ha sido la maldad de Pehor, de la cual no estamos aun limpios hasta este día: por la cual fue la mortandad en la congregación de Jehová? Joshua 22:18 Y vosotros os volvéis hoy de seguir a Jehová: mas será que vosotros os rebelaréis hoy contra Jehová, y mañana se airará él contra toda la congregación de Israel. Joshua 22:19 Y si os parece que la tierra de vuestra posesión es inmunda, pasáos a la tierra de la posesión de Jehová, en la cual está el tabernáculo de Jehová, y tomád posesión entre nosotros, y no os rebeléis contra Jehová, ni os rebeléis contra nosotros edificándoos altar, allende del altar de Jehová nuestro Dios. Joshua 22:20 ¿No cometió Acán, hijo de Zaré, prevaricación en el anatema, y vino ira sobre toda la congregación de Israel? Y aquel varón no pereció solo en su iniquidad. Joshua 22:21 ¶ Los hijos de Rubén, y los hijos de Gad, y la media tribu de Manasés respondieron, y dijeron a los principales de la multitud de Israel: Joshua 22:22 DIOS DE LOS DIOSES, JEHOVÁ, DIOS DE LOS DIOSES, JEHOVÁ, ÉL sabe, e Israel sabrá; si por rebelión, o por prevaricación contra Jehová habemos hecho esto, no nos salves hoy: Joshua 22:23 Si nos hemos edificado altar para tornarnos de en pos de Jehová, o para sacrificar holocausto, o presente, o para hacer sobre él sacrificios pacíficos: el mismo Jehová nos lo demande. Joshua 22:24 Y si no lo hicimos por temor de esto, diciendo: Mañana vuestros hijos dirán a nuestros hijos: ¿Qué tenéis vosotros con Jehová el Dios de Israel? Joshua 22:25 Jehová ha puesto por término entre nosotros y vosotros, oh hijos de Rubén, e hijos de Gad, al Jordán: no tenéis vosotros parte en Jehová: y así vuestros hijos quitarán a nuestros hijos que no teman a Jehová. Joshua 22:26 Por esto dijimos: Hagamos pues ahora como nos edifiquemos un altar, no para holocausto ni para sacrificio; Joshua 22:27 Mas para que sea un testimonio entre nosotros y vosotros; y entre los que vendrán después de nosotros, para que hagan el servicio de Jehová delante de él con nuestros holocaustos, con nuestros sacrificios, y con nuestros pacíficos: y no digan mañana vuestros hijos a los nuestros: Vosotros no tenéis parte en Jehová. Joshua 22:28 Nosotros pues dijimos: Si aconteciere que digan a nosotros, y a nuestras generaciones en lo por venir esto, entonces responderemos: Mirád el retrato del altar de Jehová, el cual hicieron nuestros padres, no para holocaustos o sacrificios: mas para qué, fuese testimonio entre nosotros y vosotros. Joshua 22:29 Nunca tal nos acontezca que nos rebelemos contra Jehová, o que nos apartemos hoy de seguir a Jehová edificando altar para holocaustos, para presente, o para sacrificio, allende del altar de Jehová nuestro Dios, que está delante de su tabernáculo. Joshua 22:30 Y oyendo Finees el sacerdote, y los príncipes de la congregación, y las cabezas de la multitud de Israel, que con él estaban, las palabras que hablaron los hijos de Rubén, y los hijos de Gad, y los hijos de Manasés, fueron contentos. Joshua 22:31 Y dijo Finees, hijo de Eleazar sacerdote, a los hijos de Rubén, a los hijos de Gad, y a los hijos de Manasés: Hoy habemos entendido que Jehová está entre nosotros, pues que no habéis intentado esta traición contra Jehová. Ahora habéis librado los hijos de Israel de la mano de Jehová. Joshua 22:32 Y así se volvió Finees, hijo de Eleazar sacerdote, y los príncipes de con los hijos de Rubén, y de con los hijos de Gad, de la tierra de Galaad a la tierra de Canaán a los hijos de Israel, a los cuales dieron la respuesta. Joshua 22:33 Y el negocio plugo a los hijos de Israel, y bendijeron a Dios los hijos de Israel; y no hablaron más de subir contra ellos en guerra, y destruir la tierra en que habitaban los hijos de Rubén, y los hijos de Gad. Joshua 22:34 Y los hijos de Rubén, y los hijos de Gad pusieron por nombre al altar, Hed; porque es testimonio entre nosotros que Jehová es Dios. Joshua 23:0 Joshua 23:1 Y aconteció que pasados muchos días que Jehová dio reposo a Israel de todos sus enemigos al derredor, Josué era viejo, entrado en días: Joshua 23:2 Y llamó Josué a todo Israel, a sus ancianos, a sus príncipes, a sus jueces, y a sus alcaldes, y díjoles: Yo soy ya viejo, he entrado en días: Joshua 23:3 Y vosotros habéis visto todo lo que Jehová vuestro Dios ha hecho con todas estas gentes en vuestra presencia; porque Jehová vuestro Dios ha peleado por vosotros: Joshua 23:4 Veis aquí, yo os he repartido por herencia a vuestras tribus estas gentes, así las destruidas como las que quedan, desde el Jordán hasta la gran mar a donde el sol se pone. Joshua 23:5 Y Jehová vuestro Dios las echará de delante de vosotros, y las lanzará de vuestra presencia: y vosotros poseeréis sus tierras, como Jehová vuestro Dios os ha dicho. Joshua 23:6 Esforzáos pues mucho a guardar y a hacer todo lo que está escrito en el libro de la ley de Moisés, sin apartaros de él ni a la diestra ni a la siniestra. Joshua 23:7 Que cuando entrareis a estas gentes, que han quedado con vosotros, no hagáis mención ni juréis por el nombre de sus dioses, ni los sirváis, ni os inclinéis a ellos. Joshua 23:8 Mas a Jehová vuestro Dios os llegaréis, como habéis hecho hasta hoy: Joshua 23:9 Y ha echado Jehová delante de vosotros grandes y fuertes gentes; y hasta hoy nadie ha podido parar delante de vuestro rostro. Joshua 23:10 Un varón de vosotros perseguirá a mil: porque Jehová vuestro Dios pelea por vosotros, como él os dijo. Joshua 23:11 Por tanto mirád mucho por vuestras almas, que améis a Jehová vuestro Dios: Joshua 23:12 Porque si os apartareis, y os allegareis a lo que ha quedado de aquestas gentes que han quedado con vosotros, y si juntareis con ellos matrimonios, y si entrareis a ellas, y ellas a vosotros: Joshua 23:13 Sabéd que Jehová vuestro Dios no echará más estas gentes delante de vosotros; antes os serán por lazo, y por tropezadero, y por azote para vuestros costados: y por espinas para vuestros ojos, hasta tanto que perezcáis de aquesta buena tierra, que Jehová vuestro Dios os ha dado. Joshua 23:14 Y, he aquí que yo entro hoy por el camino de toda la tierra; sabéd pues con todo vuestro corazón, y con toda vuestra alma, que no se ha perdido una palabra de todas las palabras buenas que Jehová vuestro Dios ha dicho de vosotros: todas os han venido, no se ha perdido de ellas ni una. Joshua 23:15 Mas será, que como ha venido sobre vosotros toda palabra buena que Jehová vuestro Dios os ha dicho, así también traerá Jehová sobre vosotros toda palabra mala, hasta destruiros de sobre la buena tierra, que Jehová vuestro Dios os ha dado, Joshua 23:16 Cuando traspasareis el concierto de Jehová vuestro Dios que él os ha mandado, yendo y honrando dioses ajenos, e inclinándoos a ellos. Y el furor de Jehová se inflamará contra vosotros: y luego pereceréis de aquesta buena tierra, que él os ha dado. Joshua 24:0 Joshua 24:1 Y juntando Josué todas las tribus de Israel en Siquem, llamó a los ancianos de Israel, y a sus príncipes, a sus jueces, y sus alcaldes, y presentáronse delante de Dios: Joshua 24:2 Y dijo Josué a todo el pueblo: Así dice Jehová, Dios de Israel: Vuestros padres habitaron antiguamente de esotra parte del río, es a saber, Tare padre de Abraham y de Nacor; y servían a dioses extraños. Joshua 24:3 Y yo tomé a vuestro padre Abraham de la otra parte del río, y trájele por toda la tierra de Canaán, y aumenté su generación, y díle a Isaac. Joshua 24:4 Y a Isaac di a Jacob, y a Esaú: y a Esaú di el monte de Seir, que lo poseyese; mas Jacob y sus hijos descendieron en Egipto. Joshua 24:5 Y yo envié a Moisés, y a Aarón, y herí a Egipto, como lo hice en medio de él, y después os saqué. Joshua 24:6 Y saqué a vuestros padres de Egipto: y como llegaron a la mar, los Egipcios siguieron a vuestros padres hasta el mar Bermejo con carros y caballería: Joshua 24:7 Y como ellos clamasen a Jehová, él puso una oscuridad entre vosotros y los Egipcios: e hizo venir sobre ellos la mar, la cual los cubrió. Y vuestros ojos vieron lo que hice en Egipto: y estuvisteis muchos días en el desierto. Joshua 24:8 Y os metí en la tierra de los Amorreos que habitaban de la otra parte del Jordán: los cuales pelearon contra vosotros, mas yo los entregué en vuestra mano: y poseisteis su tierra, y yo los destruí de delante de vosotros. Joshua 24:9 Levantóse después Balac hijo de Sefor rey de los Moabitas, y peleó contra Israel: y envió a llamar a Balaam hijo de Beor, para que os maldijese. Joshua 24:10 Mas yo no quise escuchar a Balaam, antes os bendijo de bendición, y yo os libré de sus manos. Joshua 24:11 Y pasado el Jordán vinisteis a Jericó, y los señores de Jericó pelearon contra vosotros: los Amorreos, Ferezeos, Cananeos, Jetteos, Gergeseos, Heveos, y Jebuseos, y yo los entregué en vuestras manos. Joshua 24:12 Y envié tábanos delante de vosotros que los echaron de delante de vosotros, es a saber, a los dos reyes de los Amorreos: no con tu espada, ni con tu arco. Joshua 24:13 Y os di la tierra en la cual nada trabajasteis; y las ciudades, que no edificasteis, en las cuales moráis: y las viñas y olivares, que no plantasteis, de las cuales coméis. Joshua 24:14 Ahora pues teméd a Jehová y servídle con perfección y con verdad: y quitád los dioses a los cuales sirvieron vuestros padres de esotra parte del río, y en Egipto; y servíd a Jehová. Joshua 24:15 Y si mal os parece servir a Jehová, escogéos hoy a quien sirváis: o a los dioses, a quien sirvieron vuestros padres: cuando estuvieron de esotra parte del río, o a los dioses de los Amorreos, en cuya tierra habitáis: que yo y mi casa serviremos a Jehová. Joshua 24:16 ¶ Entonces el pueblo respondió, y dijo: Nunca tal nos acontezca, que dejemos a Jehová por servir a otros dioses: Joshua 24:17 Porque Jehová nuestro Dios, es el que nos sacó a nosotros, y a nuestros padres de la tierra de Egipto, de la casa de servidumbre: el cual delante de nuestros ojos ha hecho estas grandes señales, y nos ha guardado por todo camino por donde hemos andado, y en todos los pueblos entre los cuales hemos pasado. Joshua 24:18 Y Jehová echó de delante de nosotros a todos los pueblos: y al Amorreo que habitaba en la tierra. Por tanto nosotros también serviremos a Jehová, porque él es nuestro Dios. Joshua 24:19 Entonces Josué dijo al pueblo: No podréis servir a Jehová: porque él es Dios santo, y Dios celoso: no sufrirá vuestras rebeliones, y vuestros pecados. Joshua 24:20 Si dejareis a Jehová, y sirviereis a dioses ajenos, volverse ha y maltrataros ha, y consumiros ha después que os ha hecho bien. Joshua 24:21 El pueblo entonces dijo a Josué: No, antes a Jehová serviremos. Joshua 24:22 Y Josué respondió al pueblo: Vosotros seréis testigos contra vosotros mismos, que vosotros os habéis elegido a Jehová para que le sirváis. Y ellos respondieron: Testigos seremos. Joshua 24:23 Quitád pues ahora los dioses ajenos que están entre vosotros: e inclinád vuestro corazón a Jehová Dios de Israel. Joshua 24:24 Y el pueblo respondió a Josué: A Jehová nuestro Dios serviremos; y a su voz obedeceremos. Joshua 24:25 Entonces Josué hizo alianza con el pueblo el mismo día: y púsole ordenanzas y leyes en Siquem. Joshua 24:26 Y escribió Josué estas palabras en el libro de la ley de Dios: y tomando una grande piedra levantóla en el mismo lugar debajo de un alcornoque que estaba en el santuario de Jehová. Joshua 24:27 Y dijo Josué a todo el pueblo: He aquí, esta piedra será entre nosotros por testigo, la cual ha oído todas las palabras de Jehová que él ha hablado con nosotros: y será testigo contra vosotros, porque no mintáis contra vuestro Dios. Joshua 24:28 Y envió Josué el pueblo, cada uno a su heredad. Joshua 24:29 ¶ Y después de estas cosas Josué hijo de Nun siervo de Jehová, murió, siendo de ciento y diez años. Joshua 24:30 Y enterráronle en el término de su posesión en Tamnat-sera, que es en el monte de Efraím al norte del monte de Gaas. Joshua 24:31 E Israel sirvió a Jehová todo el tiempo de Josué y todo el tiempo de los ancianos que vivieron después de Josué, y que sabían todas las obras de Jehová, que había hecho con Israel. Joshua 24:32 ¶ Y también enterraron en Siquem los huesos de José que los hijos de Israel habían traído de Egipto, en la parte del campo que Jacob compró de los hijos de Jemor padre de Siquem, por cien monedas de plata, y fueron en posesión a los hijos de José. Joshua 24:33 ¶ También murió Eleazar hijo de Aarón: al cual enterraron en el collado de Finees su hijo, que le fue dado en el monte de Efraím.
Judges 0:0
Judges 1:0 Judges 1:1 Y aconteció después de la muerte de Josué, que los hijos de Israel consultaron a Jehová, diciendo: ¿Quién subirá por nosotros el primero a pelear contra los Cananeos? Judges 1:2 Y Jehová respondió: Judá subirá: he aquí que yo he entregado la tierra en sus manos. Judges 1:3 Y Judá dijo a Simeón su hermano: Sube conmigo en mi suerte y peleemos contra el Cananeo: y yo también iré contigo en tu suerte. Y Simeón fue con él. Judges 1:4 Y subió Judá, y Jehová entregó en sus manos al Cananeo, y al Ferezeo: e hirieron de ellos en Bezec diez mil hombres. Judges 1:5 Y hallaron a Adoni-bezec en Bezec, y pelearon contra él: e hirieron al Cananeo, y al Ferezeo. Judges 1:6 Mas Adoni-bezec huyó: y siguiéronle, y prendiéronle, y cortáronle los pulgares de las manos y de los pies. Judges 1:7 Entonces dijo Adoni-bezec: Setenta reyes cortados los pulgares de sus manos y de sus pies cogían las migajas debajo de mi mesa: como yo hice, así me ha pagado Dios. Y metiéronle en Jerusalem, donde murió. Judges 1:8 Y habían combatido los hijos de Judá a Jerusalem, y la habían tomado, y pasado a cuchillo, y puesto a fuego la ciudad: Judges 1:9 Después los hijos de Judá descendieron para pelear contra el Cananeo, que habitaba en las montañas, y al mediodía, y en los llanos. Judges 1:10 Y partió Judá contra el Cananeo, que habitaba en Hebrón, la cual se llamaba antes Cariat-arbe, e hirieron a Sesai, a Ahimán, y a Tolmai. Judges 1:11 Y de allí fue a los que habitaban en Dabir, que antes se llamaba Cariat-sefer. Judges 1:12 Y dijo Caleb: El que hiriere a Cariat-sefer, y la tomáre yo le daré a Aja mi hija por mujer. Judges 1:13 Y tomóla Otoniel, hijo de Cenez, hermano de Caleb menor que él: y él le dio a Aja su hija por mujer. Judges 1:14 Y cuando la llevaban, persuadióle que pidiese a su padre tierras para labrar. Y ella descendió del asno: y Caleb le dijo: ¿Qué tienes? Judges 1:15 Ella entonces le respondió: Dáme una bendición: que pues me has dado tierra de secadal me des también fuentes de aguas. Entonces Caleb le dio las fuentes de arriba, y las fuentes de abajo. Judges 1:16 Y los hijos del Cineo suegro de Moisés subieron de la ciudad de las palmas con los hijos de Judá al desierto de Judá, que es al mediodía de Arad: y fueron y habitaron con el pueblo. Judges 1:17 Judá pues fue a su hermano Simeón, e hirieron al Cananeo que habitaba en Sefat, y asoláronla: y pusieron por nombre a la ciudad, Jorma. Judges 1:18 Tomó también Judá a Gaza con su término: y a Ascalón con su término: y a Accarón con su término. Judges 1:19 Y fue Jehová con Judá, y echó a los de las montañas: mas no pudo echar a los que habitaban en las campañas, los cuales tenían carros herrados. Judges 1:20 Y dieron a Caleb a Hebrón, como Moisés había dicho: él cual echó de allí a tres hijos de Enac. Judges 1:21 ¶ Mas al Jebuseo, que habitaba en Jerusalem no echaron los hijos de Ben-jamín, antes el Jebuseo habitó con los hijos de Ben-jamín en Jerusalem hasta hoy. Judges 1:22 ¶ También los de la casa de José subieron a Bet-el: y fue Jehová con ellos. Judges 1:23 Y los de la casa de José pusieron espías en Bet-el, la cual ciudad antes se llamaba Luza. Judges 1:24 Y los que espiaban, vieron un hombre que salía de la ciudad, y dijéronle: Muéstranos ahora la entrada de la ciudad, y haremos contigo misericordia. Judges 1:25 Y él les mostró la entrada a la ciudad, e hiriéronla a filo de espada, y dejaron a aquel hombre con toda su parentela. Judges 1:26 Y aquel hombre se fue a la tierra de los Jetteos, y edificó una ciudad, a la cual llamó Luza: y este es su nombre hasta hoy. Judges 1:27 Tampoco Manasés echó a los de Bet-sán, ni a los de sus aldeas: ni a los de Tanac, y sus aldeas: ni a los que habitaban en Jeblaam, y en sus aldeas: ni a los que habitaban en Mageddo y en sus aldeas: mas el Cananeo quiso habitar en esta tierra. Judges 1:28 Mas cuando Israel tomó fuerzas, hizo al Cananeo tributario: pero no le echó. Judges 1:29 Tampoco Efraím echó al Cananeo que habitaba en Gazer, antes habito el Cananeo en medio de él en Gazer. Judges 1:30 Tampoco Zabulón echó los que habitaban en Cetrón, y a los que habitaban en Naalol: mas el Cananeo habitó en medio de él, y le fueron tributarios. Judges 1:31 Tampoco Aser echó a los que habitaban en Acob, y a los que habitaban en Sidón, y en Acalab, y en Acasib, y en Helba, y en Afed, y en Rohob: Judges 1:32 Antes moró Aser entre los Cananeos, que habitaban en la tierra, que no los echó. Judges 1:33 Tampoco Neftalí echó los que habitaban en Bet-semes, y a los que habitaban en Bet-avat: mas moró entre los Cananeos, que habitaban en la tierra: mas fuéronle tributarios los moradores de Bet-semes, y los moradores de Bet-avat. Judges 1:34 Los Amorreos apretaron a los hijos de Dan hasta el monte, que no los dejaron descender a la campaña: Judges 1:35 Y el Amorreo quiso habitar en el monte de Hares, en Ajalón, y en Salebim; mas como la mano de la casa de José tomó fuerzas, hiciéronlos tributarios. Judges 1:36 Y el término del Amorreo fue desde la subida de Acrabim, y desde la piedra, y arriba. Judges 2:0 Judges 2:1 Y el ángel de Jehová subió de Galgala a Boquim, y dijo: Yo os saqué de Egipto, y os metí en la tierra de la cual había jurado a vuestros padres; y dije: No invalidaré mi concierto con vosotros para siempre: Judges 2:2 Con tal que vosotros no hagáis alianza con los moradores de aquesta tierra, antes destruiréis sus altares: mas vosotros no habéis oído mi voz. ¿Por qué lo habéis hecho? Judges 2:3 Y yo también dije: No los echaré de delante de vosotros: y seros han por azote para vuestros costados, y sus dioses por tropezadero. Judges 2:4 Y como el ángel de Jehová habló estas palabras a todos los hijos de Israel, el pueblo lloró a alta voz. Judges 2:5 Y llamaron por nombre a aquel lugar Boquim: y sacrificáron allí a Jehová. Judges 2:6 ¶ Porque ya Josué había enviado el pueblo, y los hijos de Israel se habían ido cada uno a su herencia para poseerla. Judges 2:7 Y el pueblo había servido a Jehová todo el tiempo de Josué, y todo el tiempo de los ancianos que vivieron largos días después de Josué: que habían visto todas las grandes obras de Jehová, que había hecho con Israel. Judges 2:8 Y murió Josué hijo de Nun, siervo de Jehová, siendo de ciento y diez años, Judges 2:9 Y enterráronle en el término de su heredad en Tamnat-sare, en el monte de Efraím, al norte del monte de Gaas. Judges 2:10 Y toda aquella generación también fue recogida con sus padres: y levantóse después de ellos otra generación, que no conocían a Jehová, ni a la obra que él había hecho a Israel. Judges 2:11 Y los hijos de Israel hicieron lo malo en ojos de Jehová, y sirvieron a los Baales. Judges 2:12 Y dejaron a Jehová el Dios de sus padres, que los había sacado de la tierra de Egipto, y fuéronse tras otros dioses, tras los dioses de los pueblos que estaban en sus al derredores, a los cuales adoraron, y provocaron a ira a Jehová. Judges 2:13 Y dejaron a Jehová, y adoraron a Baal y a Astarot. Judges 2:14 Y el furor de Jehová se encendió contra Israel, el cual los entregó en manos de robadores, que los robaron: y los vendió en manos de sus enemigos, que estaban en sus al derredores: y nunca más pudieron parar delante de sus enemigos. Judges 2:15 Por donde quiera que salían, la mano de Jehová era contra ellos en mal, como había dicho Jehová: y como Jehová se lo había jurado, así los afligió en gran manera. Judges 2:16 Mas Jehová despertó jueces, que los librasen de mano de los que los saqueaban: Judges 2:17 Mas tampoco oyeron a sus jueces, antes fornicaron tras dioses ajenos, a los cuales adoraron: y se apartaron presto del camino en que anduvieron sus padres obedeciendo a los mandamientos de Jehová: mas ellos no hicieron así. Judges 2:18 Y cuando les despertaba Jehová jueces, Jehová era con el juez, y librábalos de mano de los enemigos todo el tiempo de aquel juez: porque Jehová se arrepentía por su gemido a causa de los que los oprimían y afligían. Judges 2:19 Mas en muriendo el juez, ellos se tornaban, y se corrompían más que sus padres siguiendo dioses ajenos, sirviéndoles y encorvándose delante de ellos: y nada disminuían de sus obras, y de su camino duro. Judges 2:20 ¶ Y la ira de Jehová se encendió contra Israel, y dijo: Pues que esta gente traspasa mi concierto que mandé a sus padres, y no obedecen mi voz; Judges 2:21 Tampoco yo echaré más delante de ellos a nadie de aquestas gentes, que dejó Josué cuando murió: Judges 2:22 Para que por ellas yo probase a Israel, si ellos guardarían el camino de Jehová, andando por él, como sus padres lo guardaron, o no. Judges 2:23 Por tanto, Jehová dejó aquellas gentes, y no las desarraigó luego, ni las entregó en mano de Josué. Judges 3:0 Judges 3:1 Estas pues son las gentes que dejó Jehová para probar con ellas a Israel, es a saber, a todos los que no habían conocido todas las guerras de Canaán. Judges 3:2 Solamente las dejó para que el linaje de los hijos de Israel conociese, y para enseñarlos en la guerra, a aquellos solamente que antes no la habían conocido. Judges 3:3 Cinco príncipes de los Filisteos, y todos los Cananeos, y los Sidonios, y los Heveos que habitaban en el monte Líbano desde el monte de Baal-hermón hasta llegar a Emat. Judges 3:4 Estos pues fueron dejados para probar por ellos a Israel, para saber, si obedecían a los mandamientos de Jehová, que había mandado a sus padres por mano de Moisés. Judges 3:5 Y como los hijos de Israel habitaban entre los Cananeos, Jetteos, Amorreos, Ferezeos, Heveos, y Jebuseos: Judges 3:6 Tomaron de sus hijas por mujeres, y dieron sus hijas a los hijos de ellos, y sirvieron a sus dioses. Judges 3:7 E hicieron lo malo los hijos de Israel en ojos de Jehová: y olvidados de Jehová su Dios sirvieron a los Baales, y a los (ídolos de los) bosques. Judges 3:8 Y la saña de Jehová se encendió contra Israel, y vendióles en manos de Cusan-rasataim rey de Mesopotamia, y sirvieron los hijos de Israel a Cusan-rasataim ocho años. Judges 3:9 ¶ Y clamaron los hijos de Israel a Jehová, y Jehová despertó salvador a los hijos de Israel, y librólos, es a saber, a Otoniel hijo de Cenez, hermano menor de Caleb. Judges 3:10 Y el Espíritu de Jehová fue sobre él, y juzgó a Israel, y salió en batalla, y Jehová entregó en su mano a Cusan-rasataim rey de Siria: y prevaleció su mano contra Cusan-rasataim. Judges 3:11 Y reposó la tierra cuarenta años: y murió Otoniel hijo de Cenez. Judges 3:12 ¶ Y tornaron los hijos de Israel a hacer lo malo delante de los ojos de Jehová: y Jehová esforzó a Eglón rey de Moab contra Israel, por cuanto habían hecho lo malo delante de los ojos de Jehová. Judges 3:13 Y juntó consigo a los hijos de Ammón, y de Amalec; y fue, e hirió a Israel, y tomó la ciudad de las palmas. Judges 3:14 Y sirvieron los hijos de Israel a Eglón rey de los Moabitas diez y ocho años. Judges 3:15 Y clamaron los hijos de Israel a Jehová, y Jehová les despertó salvador, a Aod, hijo de Gera, hijo de Jemini, el cual tenía cerrada la mano derecha. Y los hijos de Israel enviaron con él un presente a Eglón rey de Moab. Judges 3:16 Y Aod se había hecho un cuchillo agudo de ambas partes de longura de un codo: y traíalo ceñido debajo de sus vestidos a su lado derecho. Judges 3:17 Y presentó el presente a Eglón rey de Moab: y Eglón era hombre muy grueso: Judges 3:18 Y luego que él hubo presentado el presente, envió al pueblo que habían traído el presente. Judges 3:19 Y tornándose desde los ídolos que están en Galgala, dijo: Rey, una palabra secreta tengo que decirte. El entonces dijo: Calla. Y saliéronse de delante de él todos los que estaban delante de él. Judges 3:20 Y Aod entró a él, el cual estaba sentado solo en una sala de verano. Y Aod dijo: Tengo palabra de Dios para ti. El entonces se levantó de la silla. Judges 3:21 Mas Aod metió su mano izquierda, y tomó el cuchillo de su lado derecho, y metióselo por el vientre, Judges 3:22 De tal manera que la empuñadura entró también tras la hoja, y la grosura encerró la hoja, que él no sacó el cuchillo de su vientre: y el estiércol salió. Judges 3:23 Y saliendo Aod al patio cerró tras sí las puertas de la sala. Judges 3:24 Y salido él, vinieron sus siervos, los cuales viendo las puertas de la sala cerradas, dijeron: sin duda él cubre sus pies en la sala de verano. Judges 3:25 Y habiendo esperado hasta estar confusos, que él no abría las puertas de la sala, tomaron la llave, y abrieron. Y, he aquí, su señor caído en tierra muerto. Judges 3:26 Mas entre tanto que ellos se detuvieron, Aod se escapó, y pasando los ídolos salvóse en Seirat. Judges 3:27 Y en entrando, toca el cuerno en el monte de Efraím, y los hijos de Israel descendieron con él del monte, y él iba delante de ellos. Judges 3:28 Entonces él les dijo: Seguídme, porque Jehová ha entregado vuestros enemigos los Moabitas en vuestras manos. Y descendieron en pos de él, y tomaron los vados del Jordán a Moab; y no dejaron pasar a ninguno. Judges 3:29 E hirieron en aquel tiempo de los Moabitas como diez mil hombres, todos valientes, y todos hombres de guerra: no escapó varón. Judges 3:30 Y Moab fue sujetado aquel día debajo de la mano de Israel: y reposó la tierra ochenta años. Judges 3:31 Después de este, fue Samgar hijo de Anat, el cual hirió seiscientos hombres de los Filisteos con una aguijada de los bueyes; y él también salvó a Israel. Judges 4:0 Judges 4:1 Mas los hijos de Israel tornaron a hacer lo malo en los ojos de Jehová, después de la muerte de Aod. Judges 4:2 Y Jehová los vendió en mano de Jabín rey de Canaán, el cual reinó en Asor: y el capitán de su ejército se llamaba Sísera, y él habitaba en Haroset de las gentes. Judges 4:3 Y los hijos de Israel clamaron a Jehová; porque aquel tenía nuevecientos carros herrados; y había afligido en gran manera a los hijos de Israel por veinte años. Judges 4:4 Y gobernaba en aquel tiempo a Israel una mujer, Débora profetisa, mujer de Lapidot. Judges 4:5 La cual Débora habitaba debajo de una palma entre Rama y Bet-el, en el monte de Efraím: y los hijos de Israel subían a ella a juicio. Judges 4:6 Y ella envió a llamar a Barac hijo de Abinoem de Cedes de Neftalí, y díjole: ¿No te ha mandado Jehová Dios de Israel, diciendo: Vé, y haz gente en el monte de Tabor; y toma contigo diez mil hombres de los hijos de Neftalí, y de los hijos de Zabulón? Judges 4:7 Y yo atraeré a ti al arroyo de Cisón a Sísera capitán del ejército de Jabín, con sus carros y su ejército, y entregártelo he en tus manos. Judges 4:8 Y Barac le respondió: Si fueres conmigo, yo iré; y si no fueres conmigo, no iré. Judges 4:9 Y ella dijo: Yo iré contigo, mas no será tu honra en el camino que vas, porque en mano de mujer venderá Jehová a Sísera. Y levantándose Débora vino con Barac a Cedes. Judges 4:10 Y juntó Barac a Zabulón y Neftalí en Cedes, y subió con diez mil hombres de a pie; y Débora subió con él. Judges 4:11 Y Jeber Cineo de los hijos de Hobab suegro de Moisés, se había apartado de los Cineos, y había puesto su tienda hasta el valle de Sennim, que es junto a Cedes. Judges 4:12 Vinieron pues las nuevas a Sísera como Barac hijo de Abinoem había subido al monte de Tabor. Judges 4:13 Y juntó Sísera todos sus carros, nuevecientos carros herrados con todo el pueblo que estaba con él desde Haroset de las gentes hasta el arroyo de Cisón. Judges 4:14 Entonces Débora dijo a Barac: Levántate; porque este es el día en que Jehová ha entregado a Sísera en tus manos. ¿No ha salido Jehová delante de ti? Y Barac descendió del monte de Tabor, y diez mil hombres en pos de él. Judges 4:15 Y Jehová quebrantó a Sísera, y a todos sus carros, y a todo su ejército a filo de espada delante de Barac: y Sísera descendió del carro, y huyo a pie. Judges 4:16 Mas Barac siguió los carros y el ejército hasta Haroset de las gentes, y todo el ejército de Sísera cayó a filo de espada, hasta no quedar ni uno. Judges 4:17 ¶ Y Sísera se acogió a pie a la tienda de Jahel mujer de Jeber Cineo; porque había paz entre Jabín rey de Asor, y la casa de Jeber Cineo. Judges 4:18 Y saliendo Jahel a recibir a Sísera, díjole: Ven señor mío, ven a mí, no hayas temor. Y él vino a ella a la tienda; y ella le cubrió con una manta. Judges 4:19 Y él le dijo: Dáme a beber ahora una poca de agua, que tengo sed. Y ella abrió un cuero de leche, y dióle de beber, y tornóle a cubrir. Judges 4:20 Y él la dijo: Estáte a la puerta de la tienda, y si alguno viniere, y te preguntare, diciendo: ¿Hay aquí alguno? tú responderás que no. Judges 4:21 Y Jahel la mujer de Jeber tomó la estaca de la tienda, y poniendo un mazo en su mano, vino a él calladamente, y metióle la estaca por las sienes, y enclavóle con la tierra: y él estaba cargado del sueño y cansado, y así murió. Judges 4:22 Y siguiendo Barac a Sísera, Jahel le salió a recibir, y díjole: Ven, y mostrarte he al varón, que tú buscas; y él entró donde ella estaba, y, he aquí, Sísera estaba tendido muerto, la estaca atravesada por la sien. Judges 4:23 Y aquel día sujeto Dios a Jabín rey de Canaán delante de los hijos de Israel. Judges 4:24 Y la mano de los hijos de Israel comenzó a crecer, y a fortificarse contra Jabín rey de Canaán hasta que le destruyeron. Judges 5:0 Judges 5:1 Y aquel día cantó Débora y Barac hijo de Abinoem, diciendo: Judges 5:2 Porque ha vengado las injurias de Israel, porque el pueblo se ha ofrecido de su voluntad, load a Jehová. Judges 5:3 Oíd reyes: estád atentos príncipes, yo cantaré a Jehová: diré salmos a Jehová Dios de Israel. Judges 5:4 Cuando saliste de Seir, oh Jehová, cuando te apartaste del campo de Edom, la tierra tembló, y los cielos destilaron, y las nubes gotearon aguas. Judges 5:5 Los montes se derritieron delante de Jehová, este Sinaí, delante de Jehová Dios de Israel. Judges 5:6 En los días de Samgar hijo de Anat, en los días de Jahel cesaron los caminos; y los que andaban por las sendas, se apartaban por sendas torcidas. Judges 5:7 Las aldeas habían cesado en Israel, habían cesado: hasta que yo Débora me levanté, me levanté madre en Israel. Judges 5:8 En escogiendo nuevos dioses, la guerra estaba a las puertas: ¿Se veía escudo o lanza entre cuarenta mil en Israel? Judges 5:9 Mi corazón es a los príncipes de Israel, a los voluntarios en el pueblo, load a Jehová. Judges 5:10 Los que cabalgáis en asnas blancas, los que presidís en juicio, y los que andáis por el camino, hablád. Judges 5:11 A causa del estruendo de los flecheros quitado de entre los que sacan las aguas: allí recuenten las justicias de Jehová, las justicias de sus aldeas en Israel. Ahora el pueblo de Jehová descenderá a las puertas. Judges 5:12 Despierta, despierta Débora, despierta, despierta, di canción. Levántate Barac, y lleva tus cautivos, hijo de Abinoem. Judges 5:13 Entonces ha hecho que el que quedó del pueblo; señoree los magníficos: Jehová me hizo enseñorear sobre los fuertes. Judges 5:14 De Efraím salió su raíz contra Amalec: tras ti vino Ben-jamín contra tus pueblos. De Maquir descendieron príncipes: y de Zabulón los que solían tratar cincel de escriba. Judges 5:15 Príncipes también de Isacar fueron con Débora: y también Isacar, como Barac, se puso a pie en el valle: de las divisiones de Rubén son grandes las disputas del corazón. Judges 5:16 ¿Por qué te quedaste entre las majadas, para oír los silvos de los rebaños? De las divisiones de Rubén grandes son las disputas del corazón. Judges 5:17 Galaad se quedó de la otra parte del Jordán: y Dan ¿por qué habitó junto a los navíos? Aser se asentó en la ribera de la mar, y en sus quebraduras se quedó. Judges 5:18 El pueblo de Zabulón puso su vida a la muerte, y Neftalí en las alturas del campo. Judges 5:19 Vinieron reyes, y pelearon: entonces pelearon los reyes de Canaán en Tane junto a las aguas de Mageddo, mas ninguna ganancia de dinero llevaron. Judges 5:20 De los cielos pelearon: las estrellas desde sus caminos pelearon contra Sísera. Judges 5:21 El arroyo de Cisón los barrió, el arroyo de las antigüedades, el arroyo de Cisón: pisaste, oh alma mía, con fortaleza. Judges 5:22 Las uñas de los caballos se embotaron entonces, por los encuentros, los encuentros de sus valientes. Judges 5:23 Maldecíd a Meros, dijo el ángel de Jehová: maldecíd con maldición a sus moradores: porque no vinieron en socorro a Jehová, en socorro a Jehová contra los fuertes. Judges 5:24 Bendita sea sobre las mujeres Jahel la mujer de Jeber Cineo: sobre las mujeres sea bendita en la tienda. Judges 5:25 El pidió agua, y ella le dio leche: en tazón de nobles le presentó manteca. Judges 5:26 Su mano tendió a la estaca, y su diestra al mazo de trabajadores, y majó a Sísera; hirió su cabeza; llagó, y pasó sus sienes. Judges 5:27 Cayó encorvado entre sus pies, quedó tendido: entre sus pies cayó encorvado: donde se encorvó, allí cayó muerto. Judges 5:28 La madre de Sísera asomándose a la ventana aulla, mirando por entre las rejas, diciendo: ¿Por qué se detiene su carro, que no viene? ¿por qué se tardan las ruedas de sus carros? Judges 5:29 Las sabias mujeres de sus príncipes le respondían: y aun ella a sí misma se respondía: Judges 5:30 ¿No han hallado despojos y los están repartiendo? a cada uno una moza, o dos: los despojos de colores, a Sísera; los despojos bordados de colores: la ropa de color bordada de ambas partes, para el cuello del despojo. Judges 5:31 Así perezcan todos tus enemigos oh Jehová: mas los que le aman, sean como el sol cuando nace en su fortaleza. Y la tierra reposó cuarenta años. Judges 6:0 Judges 6:1 Mas los hijos de Israel hicieron lo malo en los ojos de Jehová, y Jehová los entregó en las manos de Madián siete años. Judges 6:2 Y la mano de Madián prevaleció contra Israel. Y los hijos de Israel por causa de los Madianitas se hicieron cuevas en los montes, y cavernas, y lugares fuertes. Judges 6:3 Porque como los de Israel habían sembrado, subían los Madianitas y Amalecitas, y los hijos de oriente subían contra ellos: Judges 6:4 Y asentando campo contra ellos destruían los frutos de la tierra hasta llegar a Gaza: no dejando que comer en Israel, ni ovejas, ni bueyes, ni asnos. Judges 6:5 Porque subían ellos y sus ganados, y venían con sus tiendas en grande multitud como langosta, que no había número en ellos ni en sus camellos: y venían en la tierra destruyéndola. Judges 6:6 E Israel era en grande manera empobrecido por los Madianitas: y los hijos de Israel clamaron a Jehová. Judges 6:7 Y cuando los hijos de Israel hubieron clamado a Jehová, a causa de los Madianitas, Judges 6:8 Jehová envió un varón profeta a los hijos de Israel, el cual les dijo: Así dijo Jehová Dios de Israel: Yo os saqué de Egipto, y de la casa de servidumbre os saqué: Judges 6:9 Yo os libré de mano de los Egipcios y de mano de todos los que os afligieron: a los cuales eché de delante de vosotros, y os di su tierra; Judges 6:10 Y os dije: Yo soy Jehová vuestro Dios, no temáis a los dioses de los Amorreos en cuya tierra habitáis, mas no oísteis mi voz. Judges 6:11 ¶ Y vino el ángel de Jehová, y sentóse debajo del alcornoque que está en Efra, el cual era de Joas Abiezerita; y su hijo Gedeón estaba sacudiendo el trigo en el lagar, para hacerlo esconder de los Madianitas. Judges 6:12 Y el ángel de Jehová se le apareció, y díjole: Jehová es contigo varón valiente de fuerza. Judges 6:13 Y Gedeón le respondió: Ay, Señor mío, si Jehová es con nosotros; ¿por qué nos ha comprendido todo esto? ¿Y dónde están todas sus maravillas, que nuestros padres nos han contado, diciendo: No nos sacó Jehová de Egipto? Y ahora Jehová nos ha desamparado, y nos ha entregado en mano de los Madianitas. Judges 6:14 Y mirándole Jehová, díjole: Anda, vé con esta tu fortaleza, y salvarás a Israel de la mano de los Madianitas. ¿No te envío yo? Judges 6:15 El entonces le respondió: Ay, Señor mío, ¿con qué tengo de salvar a Israel? He aquí que mi familia es pobre en Manasés: y yo el menor en la casa de mi padre. Judges 6:16 Y Jehová le dijo: Porque yo seré contigo; y herirás a los Madianitas, como a un varón. Judges 6:17 Y él respondió: Yo te ruego, que, si he hallado gracia delante de ti, me des señal, de que tú has hablado conmigo. Judges 6:18 Ruégote, que no te vayas de aquí hasta que yo vuelva a ti, y saque mi presente, y lo ponga delante de ti. Y él respondió: Yo esperaré hasta que vuelvas. Judges 6:19 Y entrándose Gedeón aparejó un cabrito de las cabras, y panes sin levadura de un efa de harina, y puso la carne en un canastillo; y el caldo en una olla: y sacándolo presentóselo debajo de aquel alcornoque. Judges 6:20 Y el ángel de Dios le dijo: Toma la carne, y los panes sin levadura, y pónlo sobre esta peña: y vierte el caldo. Y él lo hizo así. Judges 6:21 Y extendiendo el ángel de Jehová el canto del bordón que tenía en su mano, tocó en la carne y en los panes sin levadura: y subió fuego de la peña, el cual consumió la carne y los panes sin levadura, y el ángel de Jehová desapareció de delante de él. Judges 6:22 Y viendo Gedeón que era el ángel de Jehová, dijo: Ay, Señor Jehová, que he visto al ángel de Jehová cara a cara. Judges 6:23 Y Jehová le dijo: Paz a ti, no hayas temor; no morirás. Judges 6:24 Y edificó allí Gedeón altar a Jehová, al cual llamó Jehová-salom, el cual dura hasta hoy en Efra de los Abiezeritas. Judges 6:25 ¶ Y aconteció que la misma noche le dijo Jehová: Toma un toro del hato de tu padre, y otro toro de siete años, y derriba el altar de Baal que tu padre tiene, y corta también el bosque que está junto a él: Judges 6:26 Y edifica altar a Jehová tu Dios en la cumbre de este peñasco en lugar conveniente; y tomando el segundo toro sacrifícalo en holocausto sobre la leña del bosque, que habrás cortado. Judges 6:27 Entonces Gedeón tomó diez varones de sus siervos, e hizo como Jehová le dijo. Mas temiendo de hacerlo de día, por la familia de su padre, y por los hombres de la ciudad, hízolo de noche. Judges 6:28 ¶ Y a la mañana cuando los de la ciudad se levantaron, he aquí que el altar de Baal estaba derribado; y el bosque, que estaba junto a él, cortado; y el segundo becerro sacrificado en holocausto sobre el altar de nuevo edificado. Judges 6:29 Y dijeron el uno al otro: ¿Quién ha hecho esto? Y buscando e inquiriendo, dijéronles: Gedeón hijo de Joas lo ha hecho. Entonces los varones de la ciudad dijeron a Joas: Judges 6:30 Saca fuera tu hijo para que muera, por cuanto ha derribado el altar de Baal; y ha cortado el bosque, que estaba junto a él. Judges 6:31 Y Joas respondió a todos los que estaban cerca de él: ¿Tomaréis vosotros el pleito por Baal? ¿o salvarle heis vosotros? Cualquiera que tomare el pleito por él, que muera mañana. Si es dios, pleitee por sí con el que derribó su altar. Judges 6:32 Y aquel día le llamó Jerubaal, porque dijo: Pleitée Baal contra el que derribó su altar. Judges 6:33 ¶ Y todos los Madianitas, y Amalecitas, y Orientales se juntaron a una, y pasando asentaron campo en el valle de Jezrael. Judges 6:34 Y el Espíritu de Jehová se envistió en Gedeón, el cual como hubo tocado el cuerno, Abiezer se juntó con él. Judges 6:35 Y envió mensajeros por todo Manasés; el cual también se juntó con él. Y envió mensajeros a Aser, y a Zabulón, y a Neftalí, los cuales los salieron a recibir. Judges 6:36 Y Gedeón dijo a Dios: Si has de salvar a Israel por mi mano, como has dicho, Judges 6:37 He aquí que yo pondré un vellocino de lana en la era; y si el rocío estuviere en el vellocino solamente, quedando seca toda la otra tierra, entonces entenderé que has de salvar a Israel por mi mano, como lo has dicho. Judges 6:38 Y aconteció así porque como se levantó de mañana exprimiendo el vellocino sacó de él el rocío, un vaso lleno de agua. Judges 6:39 Mas Gedeón dijo a Dios: No se encienda tu ira contra mí, si aun hablare esta vez: Solamente probaré ahora otra vez con el vellocino. Ruégote que la sequedad sea en solo el vellocino: y el rocío sobre la tierra. Judges 6:40 Y aquella noche lo hizo Dios así: porque la sequedad fue en solo el vellocino, y en toda la tierra estuvo el rocío. Judges 7:0 Judges 7:1 Levantándose pues de mañana Jerubaal, el cual es Gedeón, y todo el pueblo que estaba con él, asentaron el campo junto a la fuente de Jarad: y tenía el campo de los Madianitas al norte de la otra parte del collado de More, en el valle. Judges 7:2 Y Jehová dijo a Gedeón: El pueblo que está contigo es mucho para que yo dé a los Madianitas en su mano: porque no se alabe Israel contra mí, diciendo: Mi mano me ha salvado. Judges 7:3 Haz pues ahora pregonar que lo oiga el pueblo, diciendo: El que teme y se estremece, madrugue y vuélvase desde el monte de Galaad. Y volviéronse de los del pueblo veinte y dos mil: y quedaron diez mil. Judges 7:4 Y Jehová dijo a Gedeón: Aun es mucho el pueblo; llévalos a las aguas, y allí yo te los probaré: y del que yo te dijere: Vaya este contigo; vaya contigo. Mas de cualquiera que yo te dijere: Este no vaya contigo; el tal no vaya. Judges 7:5 Entonces él llevó el pueblo a las aguas: y Jehová dijo a Gedeón: Cualquiera que lamiere las aguas con su lengua como lame el perro, aquel pondrás a parte: y asimismo cualquiera que se arrodillare sobre sus rodillas para beber. Judges 7:6 Y fue el número de los que lamieron las aguas llegándola con la mano a la boca trescientos varones: y todo el resto del pueblo se arrodillaron sobre sus rodillas para beber las aguas. Judges 7:7 ¶ Entonces Jehová dijo a Gedeón: Con estos trescientos varones que lamieron el agua, os salvaré, y entregaré a los Madianitas en tus manos: y váyase todo el pueblo cada uno a su lugar. Judges 7:8 Y tomada provisión para el pueblo en sus manos, con sus bocinas, envió a todos los otros Israelitas cada uno a su tienda, y retuvo a aquellos trescientos varones: y tenía el campo de Madián abajo en el valle. Judges 7:9 Y aconteció que aquella noche Jehová le dijo: Levántate y desciende al campo: porque yo lo he entregado en tus manos. Judges 7:10 Y si tienes temor de descender, desciende tú, y Fara tu criado al campo: Judges 7:11 Y oirás lo que hablan: y entonces tus manos se esforzarán, y descenderás al campo. Y él descendió con Fara su criado al principio de la gente de armas que estaba en el campo. Judges 7:12 Y Madián, y Amalec, y todos los Orientales estaban tendidos en el valle muchos como langosta: y sus camellos eran innumerables, como la arena que está a la ribera de la mar en multitud. Judges 7:13 Y como Gedeón vino, he aquí que un varón estaba contando a su compañero un sueño, diciendo: He aquí que yo soñé un sueño: Que veía un pan de cebada que rodaba hasta el campo de Madián: y llegaba a las tiendas, y las hirió de tal manera que cayeron, y las trastornó de arriba abajo, y que las tiendas cayeron. Judges 7:14 Y su compañero respondió, y dijo: Esto no es otra cosa sino la espada de Gedeón hijo de Joas, varón de Israel, que Dios ha entregado en sus manos a los Madianitas con todo el campo. Judges 7:15 Y como Gedeón oyó la historia del sueño con su declaración, adoró; y vueltó al campo de Israel, dijo: Levantáos, que Jehová ha entregado el campo de Madián en vuestras manos. Judges 7:16 Y repartiendo los trescientos hombres en tres escuadrones dio a cada uno de ellos sendas bocinas en sus manos, y sendos cántaros vacíos, con sendos tizones ardiendo dentro de los cántaros. Judges 7:17 Y díjoles: Mirádme a mí, y hacéd como yo hiciere: he aquí que cuando yo llegaré al principio del campo, como yo hiciere, así haréis vosotros. Judges 7:18 Yo tocaré la bocina, y todos los que estarán conmigo: y vosotros entonces tocaréis las bocinas al rededor de todo el campo; y diréis: Jehová y Gedeón. Judges 7:19 Llegó pues Gedeón, y los cien varones que llevaba consigo al principio del campo al principio de la vela del medio, despertando solamente las guardas: y tocaron las bocinas, y quebraron los cántaros, que llevaban en sus manos. Judges 7:20 Y los tres escuadrones tocaron sus bocinas, y quebrando los cántaros tomaron en las manos izquierdas los tizones, y en las derechas los cuernos con que tañiban: y dieron grita: La espada de Jehová, y la de Gedeón. Judges 7:21 Y estuviéronse en sus lugares en derredor del campo: y todo el campo fue alborotado y huyeron gritando. Judges 7:22 Mas los trescientos tocaban las bocinas: y Jehová puso la espada de cada uno contra su compañero en todo el campo. Y el campo huyó hasta Bet-seca en Cererat, y hasta el término de Abel-mejula en Tebbat. Judges 7:23 Y juntándose los de Israel de Neftalí, y de Aser, y de todo Manasés, siguieron a los Madianitas. Judges 7:24 Gedeón también envió mensajeros a todo el monte de Efraím, diciendo: Descendéd al encuentro de los Madianitas, y tomádles las aguas hasta Bet-bera, y el Jordán. Y juntos todos los varones de Efraím tomaron las aguas hasta Bet-bera, y el Jordán. Judges 7:25 Y tomaron dos príncipes de los Madianitas Oreb, y Zeb; y a Oreb mataron en la peña de Oreb; y a Zeb mataron en el lagar de Zeb; y siguieron a los Madianitas, y trajeron las cabezas de Oreb, y de Zeb a Gedeón de la otra parte del Jordán. Judges 8:0 Judges 8:1 Y los de Efraím le dijeron. ¿Qué es esto que has hecho con nosotros, no llamándonos cuando ibas a la guerra contra Madián? Y riñéronle fuertemente. Judges 8:2 A los cuales él respondió; ¿Qué he hecho yo ahora como vosotros? ¿El rebusco de Efraím no es mejor que la vendimia de Abiezer? Judges 8:3 Dios ha entregado en vuestras manos a Oreb y a Zeb príncipes de Madián; y ¿qué pude yo hacer como vosotros? Entonces el enojo de ellos contra él se aplacó, como él habló esta palabra. Judges 8:4 ¶ Y vino Gedeón al Jordán para pasar, él y los trescientos hombres que traía consigo, cansados del alcance. Judges 8:5 Y dijo a los de Socot: Yo os ruego que deis al pueblo que me sigue algunos bocados de pan, porque están cansados, para que yo siga a Zebee, y a Salmana reyes de Madián. Judges 8:6 Y los principales de Socot respondieron: ¿Está ya la mano de Zebee y de Salmana en tu mano, para que hayamos nosotros de dar pan a tu ejército? Judges 8:7 Y Gedeón dijo: Pues cuando Jehová hubiere entregado en mi mano a Zebee y a Salmana, yo trillaré vuestra carne con espinas y abrojos del desierto. Judges 8:8 Y de allí subió a Fanuel, y hablóles las mismas palabras. Y los de Fanuel le respondieron, como habían respondido los de Socot. Judges 8:9 Y él habló también a los de Fanuel, diciendo: Cuando yo tornare en paz, yo derribaré esta torre. Judges 8:10 Y Zebee y Salmana estaban en Carcor, y tenían consigo su ejército de como quince mil hombres, todos los que habían quedado de todo el campo de los Orientales y los muertos habían sido ciento y veinte mil hombres, que sacaban espada. Judges 8:11 Y subiendo Gedeón hacia los que estaban en las tiendas a la parte oriental de Nobe, y de Jegbaa, hirió el campo, porque el campo estaba seguro. Judges 8:12 Y huyendo Zebee y Salmana, él los siguió, y tomados los dos reyes de Madián, Zebee y Salmana, espantó a todo el ejército. Judges 8:13 Y volvió Gedeón hijo de Joas de la batalla antes que el sol subiese. Judges 8:14 Y tomó un mozo de los de Socot, y preguntándole, él le dio por escrito los principales de Socot y sus ancianos, setenta y siete varones. Judges 8:15 Y entrando a los de Socot, dijo: He aquí a Zebee, y a Salmana de los cuales me zaheristeis, diciendo: ¿Está ya la mano de Zebee y de Salmana en tu mano para que demos nosotros pan a tus varones cansados? Judges 8:16 Y tomó a los ancianos de la ciudad, y espinas y abrojos del desierto, y castigó con ellas a los de Socot. Judges 8:17 Asimismo derribó la torre de Fanuel, y mató a los de la ciudad. Judges 8:18 Y dijo a Zebee y a Salmana: ¿Qué manera de hombres tenían aquellos que matasteis en Tabor? Y ellos respondieron: Como tú, tales eran aquellos, ni más ni menos, que parecían hijos de rey. Judges 8:19 Y él dijo: Mis hermanos eran, hijos de mi madre: vive Jehová, que si los hubierais guardado en vida, yo no os mataría. Judges 8:20 Y dijo a Jeter su primogénito: Levántate, y mátalos: mas el muchacho no desenvainó su espada, porque tenía temor, que aun era muchacho. Judges 8:21 Entonces dijo Zebee y Salmana: Levántate tú, y mátanos, porque como es el varón tal es su valentía. Y Gedeón se levantó, y mató a Zebee y a Salmana, y tomó las planchas que sus camellos traían al cuello. Judges 8:22 Y los Israelitas dijeron a Gedeón: Sé nuestro señor tú, y tu hijo, y tu nieto: pues que nos has librado de mano de Madián. Judges 8:23 Mas Gedeón respondió: No seré señor sobre vosotros, ni mi hijo os señoreará: Jehová será vuestro Señor. Judges 8:24 Y díjoles más Gedeón: Yo demando de vosotros una demanda, que cada uno me dé los zarcillos de su despojo: (porque traían zarcillos de oro, que eran Ismaelitas.) Judges 8:25 Y ellos respondieron: De buena gana los daremos. Y tendiendo una ropa de vestir echó allí cada uno los zarcillos de su despojo. Judges 8:26 Y fue el peso de los zarcillos de oro, que el pidió, mil y siete cientos siclos de oro; sin las planchas, y joyeles, y vestidos de púrpura, que traían los reyes de Madián, y sin los collares que traían sus camellos al cuello. Judges 8:27 Y Gedeón hizo de ellos un efod, el cual hizo guardar en su ciudad de Efra: y todo Israel fornicaron tras de él en aquel lugar, y fue por tropezadero a Gedeón, y a su casa. Judges 8:28 Así fue humillado Madián delante de los hijos de Israel, y nunca más levantaron su cabeza; y reposó la tierra cuarenta años en los días de Gedeón. Judges 8:29 Y Jerubaal hijo de Joas fue, y habitó en su casa. Judges 8:30 Y tuvo Gedeón setenta hijos que salieron de su muslo; porque tuvo muchas mujeres. Judges 8:31 Y su concubina que estaba en Siquem, también le parió un hijo, y púsole por nombre Abi-melec. Judges 8:32 ¶ Y murió Gedeón, hijo de Joas, en buena vejez, y fue sepultado en el sepulcro de su padre Joas, en Efra de los Abiezeritas. Judges 8:33 Y aconteció que como murió Gedeón, los hijos de Israel tornaron, y fornicaron en pos de los Baales: y se pusieron por dios a Baal-berit. Judges 8:34 Y no se acordaron los hijos de Israel de Jehová su Dios, que los había librado de todos sus enemigos al derredor. Judges 8:35 Ni hicieron misericordia con la casa de Jerubaal Gedeón, conforme a todo el bien que él había hecho a Israel. Judges 9:0 Judges 9:1 Y fuése Abi-melec, hijo de Jerubaal, a Siquem a los hermanos de su madre, y habló con ellos, y con toda la familia de la casa del padre de su madre, diciendo: Judges 9:2 Yo os ruego que habléis a oídos de todos los señores de Siquem: ¿Qué tenéis por mejor, que os señoreen setenta hombres, todos los hijos de Jerubaal, o que os señoree un varón? Acordáos que yo soy hueso vuestro, y carne vuestra. Judges 9:3 Y hablaron por él los hermanos de su madre a oídos de todos los señores de Siquem todas estas palabras: y el corazón de ellos se inclinó tras Abi-melec, porque decían: Nuestro hermano es. Judges 9:4 Y diéronle setenta siclos de plata del templo de Baal-berit, con los cuales Abi-melec alquiló varones ociosos y vagabundos que le siguieron. Judges 9:5 Y viniendo a la casa de su padre a Efra, mató a sus hermanos los hijos de Jerubaal, setenta varones, sobre una piedra: mas quedó Joatam el más pequeño hijo de Jerubaal, que se escondió. Judges 9:6 Y juntados todos los señores de Siquem, con toda la casa de Mello, fueron y eligieron a Abi-melec por rey cerca de la llanura de la estatua que estaba en Siquem. Judges 9:7 ¶ Lo cual como fue dicho a Joatam, fue, y púsose en la cumbre del monte de Garizim, y alzando su voz clamó, y díjoles: Oídme varones de Siquem, que Dios os oiga: Judges 9:8 Fueron los árboles a elegir rey sobre sí; y dijeron a la oliva: Reina sobre nosotros. Judges 9:9 Mas la oliva les respondió: ¿Tengo de dejar mi grosura con la cual por mi causa Dios y los hombres son honrados, por ir, y ser grande sobre los árboles? Judges 9:10 Y dijeron los árboles a la higuera: Anda tú, reina sobre nosotros. Judges 9:11 Y respondióles la higuera: ¿Tengo de dejar mi dulzura y mi buen fruto, por ir, y ser grande sobre los árboles? Judges 9:12 Dijeron pues los árboles a la vid: Anda pues tú, reina sobre nosotros. Judges 9:13 Y la vid les respondió: ¿Tengo de dejar mi mosto, que alegra a Dios y a los hombres, por ir y ser grande sobre los árboles? Judges 9:14 Dijeron pues todos los árboles al escaramujo: Anda tú, reina sobre nosotros. Judges 9:15 Y el escaramujo respondió a los árboles: Si con verdad me elegís por rey sobre vosotros, veníd, y aseguráos debajo de mi sombra, y si no, fuego salga del escaramujo que trague los cedros del Líbano. Judges 9:16 Ahora pues, si con verdad y con integridad habéis procedido en hacer rey a Abi-melec; y si lo habéis hecho bien con Jerubaal y con su casa, y si le habéis pagado conforme a la obra de sus manos: Judges 9:17 (Pues que mi padre peleó por vosotros, y echó su alma lejos por libraros de mano de Madián, Judges 9:18 Y vosotros os levantasteis hoy contra la casa de mi padre, y matasteis a sus hijos, setenta varones, sobre una piedra: y habéis puesto sobre los señores de Siquem por rey a Abi-melec hijo de su criada, por cuanto es vuestro hermano:) Judges 9:19 Si con verdad y con integridad habéis hecho hoy con Jerubaal y con su casa, que gocéis de Abi-melec: y él goce de vosotros: Judges 9:20 Y si no, fuego salga de Abi-melec que consuma a los señores de Siquem, y la casa de Mello: y fuego salga de los señores de Siquem y de la casa de Mello que consuma a Abi-melec. Judges 9:21 Y huyó Joatán, huyó, y fuése a Beer, y allí se estuvo por causa de Abi-melec su hermano. Judges 9:22 ¶ Y después que Abi-melec hubo dominado sobre Israel tres años, Judges 9:23 Envió Dios un espíritu malo entre Abi-melec, y entre los señores de Siquem, que los de Siquem se levantaron contra Abi-melec, Judges 9:24 Para que el agravio de los setenta hijos de Jerubaal viniese: y para que las sangres de ellos fuesen puestas sobre Abi-melec su hermano, que los mató: y sobre los señores de Siquem, que corroboraron las manos de él para matar sus hermanos. Judges 9:25 Y los señores de Siquem le pusieron asechadores en las cumbres de los montes, que salteaban a todos los que pasaban cerca de ellos por el camino: de lo cual fue dado aviso a Abi-melec. Judges 9:26 Y vino Gaal hijo de Obed con sus hermanos, y pasáronse a Siquem: y los señores de Siquem se aseguraron con él: Judges 9:27 Y saliendo al campo vendimiaron sus viñas, y lagarearon, e hicieron alegrías: y entrando en el templo de sus dioses comieron y bebieron, y maldijeron a Abi-melec. Judges 9:28 Y Gaal hijo de Obed dijo: ¿Quién es Abi-melec, y quién es Siquem para que nosotros sirvamos a él? ¿No es hijo de Jerubaal? ¿Y Zebul no es su asistente? Servíd a los varones de Jemor padre de Siquem. ¿Por qué le habíamos de servir a él? Judges 9:29 ¡Quién diese a este pueblo debajo de mi mano, que luego echaría a Abi-melec! Y decía a Abi-melec: Aumenta tus escuadrones, y sal. Judges 9:30 Y Zebul asistente de la ciudad, oyendo las palabras de Gaal hijo de Obed, encendióse su ira. Judges 9:31 Y envió astutamente mensajeros a Abi-melec, diciendo: He aquí que Gaal hijo de Obed, y sus hermanos, han venido a Siquem, y he aquí que han cercado la ciudad contra ti. Judges 9:32 Levántate pues ahora de noche tú y el pueblo que está contigo, y pon emboscada en el campo. Judges 9:33 Y por la mañana al salir del sol levantarte has, y acometerás la ciudad; y él y el pueblo que está con él saldrán contra ti: y harás con él según que se te ofrecerá. Judges 9:34 Levantándose pues de noche Abi-melec, y todo el pueblo que con él estaba, pusieron emboscada contra Siquem con cuatro compañías. Judges 9:35 Y Gaal hijo de Obed salió, y púsose a la entrada de la puerta de la ciudad: y Abi-melec y todo el pueblo que con él estaba, se levantaron de la emboscada. Judges 9:36 Y viendo Gaal el pueblo, dijo a Zebul: He allí pueblo que desciende de las cumbres de los montes. Y Zebul le respondió: La sombra de los montes, te parece hombres. Judges 9:37 Mas Gaal tornó a hablar, y dijo: He allí pueblo que desciende por medio de la tierra: y un escuadrón viene por el camino de la campaña de Meonenim. Judges 9:38 Y Zebul le respondió: ¿Dónde está ahora tu dicho que decías: Quién es Abi-melec, para que sirvamos a él? ¿Este no es el pueblo que tenías en poco? Sal pues ahora, y pelea con él. Judges 9:39 Y Gaal salió delante de los señores de Siquem y peleó contra Abi-melec. Judges 9:40 Y Abi-melec le siguió, y él huyó delante de él, y cayeron heridos muchos hasta la entrada de la puerta. Judges 9:41 Y Abi-melec se quedó en Aruma, y Zebul echó a Gaal y a sus hermanos, que no morasen en Siquem. Judges 9:42 Y aconteció el día siguiente que el pueblo salió al campo: y fue dado aviso a Abi-melec. Judges 9:43 El cual tomando gente repartióla en tres compañías, y puso emboscadas en el campo: y como miró, he aquí el pueblo que salía de la ciudad: y levantándose contra ellos hiriólos. Judges 9:44 Y Abi-melec y el escuadrón que estaba con él, acometieron con ímpetu, y pararon a la entrada de la puerta de la ciudad: y las otras dos compañías acometieron a todos los que estaban en el campo, e hiriéronlos. Judges 9:45 Abi-melec combatió la ciudad todo aquel día y tomóla, y mató al pueblo que en ella estaba, y asoló la ciudad, y sembróla de sal. Judges 9:46 Lo cual como oyeron todos los que estaban en la torre de Siquem, entráronse en la fortaleza del templo del dios Berit. Judges 9:47 Y fue dicho a Abi-melec como todos los de la torre de Siquem estaban juntados. Judges 9:48 Abi-melec subió al monte de Salmón, él y toda la gente que estaba con él, y tomó Abi-melec hachas en su mano, y cortó rama de los árboles, y levantándola púsosela sobre sus hombros, diciendo al pueblo que estaba con él: Lo que me veis a mí que hago, hacéd vosotros prestamente como yo. Judges 9:49 Y así todo el pueblo cortó también cada uno su rama, y siguieron a Abi-melec, y pusiéronla junto a la fortaleza, y pusieron fuego con ella a la fortaleza, de tal manera que todos los de la torre de Siquem murieron, como mil hombres y mujeres. Judges 9:50 ¶ Después Abi-melec se fue a Tebes: y puso cerco a Tebes, y tomóla. Judges 9:51 En medio de aquella ciudad estaba una torre fuerte a la cual se retiraron todos los hombres y mujeres, y todos los señores de la ciudad: y cerrando tras sí las puertas subiéronse a la techumbre de la torre. Judges 9:52 Y vino Abi-melec a la torre, y combatiéndola llegóse a la puerta de la torre para pegarle fuego. Judges 9:53 Y una mujer dejó caer un pedazo de una rueda de molino sobre la cabeza de Abi-melec, y quebróle los cascos. Judges 9:54 Y luego él llamó a su escudero, y díjole: Saca tu espada y mátame: porque no se diga de mí, una mujer le mató. Y su escudero le atravesó, y murió. Judges 9:55 Y como los Israelitas vieron muerto a Abi-melec, fuéronse cada uno a su casa. Judges 9:56 Así pues pagó Dios a Abi-melec el mal que hizo contra su padre, matando a sus setenta hermanos. Judges 9:57 Y aun todo el mal de los señores de Siquem tornó Dios sobre sus cabezas: y la maldición de Joatam hijo de Jerubaal vino sobre ellos. Judges 10:0 Judges 10:1 Y después de Abi-melec levantóse Tola hijo de Fua, hijo de Dodo, varón de Isacar, para librar a Israel: el cual habitaba en Samir en el monte de Efraím. Judges 10:2 Y juzgó a Israel veinte y tres años, y murió, y fue sepultado en Samir. Judges 10:3 Tras él se levantó Jair Gaaladita, el cual juzgó a Israel veinte y dos años. Judges 10:4 Este tuvo treinta hijos que cabalgaban sobre treinta asnos, y tenían treinta villas, las cuales se llamaron las villas de Jair hasta hoy, que están en la tierra de Galaad. Judges 10:5 Y murió Jair, y fue sepultado en Camón. Judges 10:6 Mas los hijos de Israel tornaron a hacer lo malo en los ojos de Jehová, y sirvieron a los Baales, y a Astarot, y a los dioses de Siria, y a los dioses de Sidón, y a los dioses de Moab, y a los dioses de los hijos de Ammón, y a los dioses de los Filisteos: y dejaron a Jehová, y no le sirvieron. Judges 10:7 Y Jehová se airó contra Israel, y vendiólos en mano de los Filisteos, y en mano de los hijos de Ammón. Judges 10:8 Los cuales molieron y quebrantaron a los hijos de Israel en aquel tiempo por diez y ocho años, a todos los hijos de Israel, que estaban de la otra parte del Jordán en la tierra del Amorreo, que es en Galaad. Judges 10:9 Y los hijos de Ammón pasaron el Jordán para hacer también guerra contra Judá, y Ben-jamín, y la casa de Efraím: e Israel fue en grande manera afligido. Judges 10:10 ¶ Y los hijos de Israel clamaron a Jehová, diciendo: Nosotros hemos pecado contra ti: porque habemos dejado a nuestro Dios, y habemos servido a los Baales. Judges 10:11 Y Jehová respondió a los hijos de Israel: ¿No habéis sido oprimidos de Egipto, de los Amorreos, de los Ammonitas, de los Filisteos, Judges 10:12 De los de Sidón, de Amalec, y de Maón, y clamando a mí os he librado de sus manos? Judges 10:13 Mas vosotros me habéis dejado, y habéis servido a dioses ajenos: por tanto yo no os libraré más. Judges 10:14 Andád, y clamád a los dioses que os habéis elegido, que os libren en el tiempo de vuestra aflicción. Judges 10:15 Y los hijos de Israel respondieron a Jehová: Nosotros hemos pecado, haz tú con nosotros como bien te pareciere: solamente que ahora nos libres en este día. Judges 10:16 Y quitaron de entre sí los dioses ajenos, y sirvieron a Jehová; y su alma fue angustiada a causa del trabajo de Israel. Judges 10:17 Y juntándose los hijos de Ammón asentaron campo en Galaad: y juntáronse los hijos de Israel, y asentaron su campo en Maspa. Judges 10:18 Y los príncipes y el pueblo de Galaad dijeron el uno al otro: ¿Quién será el que comenzará la batalla contra los hijos de Ammón? El será cabeza sobre todos los que habitan en Galaad. Judges 11:0 Judges 11:1 Entonces Jefté Galaadita era hombre valiente, hijo de una ramera, al cual Jefté había engendrado Galaad. Judges 11:2 Y la mujer de Galaad también le había parido hijos: los cuales cuando fueron grandes echaron de sí a Jefté, diciendo: No heredarás en la casa de nuestro padre, porque eres bastardo. Judges 11:3 Huyendo pues Jefté a causa de sus hermanos, habitó en tierra de Tob: y juntáronse con él hombres ociosos, los cuales salían con él. Judges 11:4 Y aconteció que después de algunos días los hijos de Ammón hicieron guerra contra Israel. Judges 11:5 Y como los hijos de Ammón tenían guerra contra Israel, los ancianos de Galaad fueron para volver a Jefté de tierra de Tob. Judges 11:6 Y dijeron a Jefté: Ven y serás nuestro capitán para que peleemos con los hijos de Ammón. Judges 11:7 Y Jefté respondió a los ancianos de Galaad: ¿No me habéis vosotros aborrecido, y me echasteis de la casa de mi padre? ¿Por qué venís ahora a mí, cuando estáis en aflicción? Judges 11:8 Los ancianos de Galaad respondieron a Jefté: por esta misma causa tornamos ahora a ti, para que vengas con nosotros, y pelées contra los hijos de Ammón, y nos seas cabeza a todos los que moramos en Galaad. Judges 11:9 Jefté entonces dijo a los ancianos de Galaad: Si me volvéis para que pelee contra los hijos de Ammón, y Jehová los entregare delante de mí, ¿seré yo vuestra cabeza? Judges 11:10 Y los ancianos de Galaad respondieron a Jefté: Jehová oiga entre nosotros, si no lo hiciéremos como tú dices. Judges 11:11 Entonces Jefté vino con los ancianos de Galaad, y el pueblo le eligió por su cabeza y príncipe: y Jefté habló todas sus palabras delante de Jehová en Maspa. Judges 11:12 ¶ Y envió Jefté embajadores al rey de los Ammonitas, diciendo: ¿Qué tienes tú conmigo, que has venido a mí para hacer guerra en mi tierra? Judges 11:13 Y el rey de los Ammonitas respondió a los embajadores de Jefté: Por cuanto Israel tomó mi tierra, cuando subió de Egipto, desde Arnón hasta Jeboc y el Jordán: por tanto tórnalas ahora en paz. Judges 11:14 Y Jefté tornó a enviar otros embajadores al rey de los Ammonitas, Judges 11:15 Diciéndole: Jefté ha dicho así: Israel no tomó tierra de Moab, ni tierra de los hijos de Ammón: Judges 11:16 Mas subiendo Israel de Egipto, anduvo por el desierto hasta el mar Bermejo, y llegó a Cádes. Judges 11:17 Entonces Israel envió embajadores al rey de Edom, diciendo: Yo te ruego que me dejes pasar por tu tierra: mas el rey de Edom no los escuchó. Envió también al rey de Moab: el cual tampoco quiso: y así quedó Israel en Cádes. Judges 11:18 Y yendo por el desierto, rodeó la tierra de Edom, y la tierra de Moab, y viniendo por donde nace el sol a la tierra de Moab, asentó su campo destotra parte de Arnón: y no entraron por el término de Moab; porque Arnón término es de Moab. Judges 11:19 Y envió Israel embajadores a Sejón rey de los Amorreos, rey de Jesebón, diciéndole: Ruégote que me dejes pasar por tu tierra hasta mi lugar. Judges 11:20 Mas Sejón no se fió de Israel para darle paso por su término: antes juntando Sejón todo su pueblo puso campo en Jasa, y peleó contra Israel. Judges 11:21 Mas Jehová el Dios de Israel entregó a Sejón y a todo su pueblo en mano de Israel, y venciólos, y poseyó Israel toda la tierra del Amorreo, que habitaba en aquella tierra. Judges 11:22 Poseyeron también todo el término del Amorreo desde Arnón hasta Jeboc, y desde el desierto hasta el Jordán. Judges 11:23 Así que Jehová el Dios de Israel echó los Amorreos delante de su pueblo Israel: ¿y poseerlo has tú? Judges 11:24 ¿Si Camos tu dios te echase alguno, no lo poseerías tú? Así pues poseeremos nosotros a todo aquel que echó Jehová nuestro Dios de delante de nosotros. Judges 11:25 ¿Eres tú ahora bueno, bueno más que Balac hijo de Sefor, rey de Moab? ¿tuvo él cuestión con Israel? ¿hizo guerra contra ellos? Judges 11:26 Ítem, habitando Israel por trescientos años a Jesebón y sus aldeas, a Aroer y sus aldeas; y todas las ciudades que están a los términos de Arnón, ¿por qué no las habéis defendido en este tiempo? Judges 11:27 Así que yo nada he pecado contra ti, mas tú haces mal conmigo haciéndome guerra: Jehová, que es el juez, juzgue hoy entre los hijos de Israel y los hijos de Ammón. Judges 11:28 Mas el rey de los hijos de Ammón no oyó las razones de Jefté que le envió a decir. Judges 11:29 ¶ Y el Espíritu de Jehová fue sobre Jefté, y pasó en Galaad, y en Manasés: y de allí pasó en Maspa de Galaad: y de Maspa de Galaad pasó a los hijos de Ammón. Judges 11:30 E hizo voto Jefté a Jehová, diciendo: Si entregares a los Ammonitas en mis manos, Judges 11:31 Cualquiera que me saliere a recibir de las puertas de mi casa, cuando volviere de los Ammonitas en paz, será de Jehová, y yo lo ofreceré en holocausto. Judges 11:32 Y pasó Jefté a los hijos de Ammón para pelear contra ellos, y Jehová los entregó en su mano. Judges 11:33 E hiriólos de gran matanza, mucho desde Aroer hasta llegar a Mennit, veinte ciudades: y hasta la vega de las viñas: y así fueron domados los Ammonitas delante de los hijos de Israel. Judges 11:34 ¶ Y volviendo Jefté a Maspa a su casa: he aquí que su hija le sale a recibir con adufes, y corros, a la cual tenía sola única: no tenía fuera de ella otro hijo ni hija. Judges 11:35 Y como él la vio, rompió sus vestidos, diciendo: Ay, hija mía, de verdad me has abatido, y tú eres de los que me abaten: porque yo he abierto mi boca a Jehová, y no lo podré revocar. Judges 11:36 Ella entonces le respondió: Padre mío, si has abierto tu boca a Jehová, haz de mí como salió de tu boca, pues que Jehová te ha hecho venganza de tus enemigos los hijos de Ammón. Judges 11:37 Y tornó a decir a su padre: Hágasme esto: déjame por dos meses que vaya y descienda por los montes, y llore mi virginidad, yo y mis compañeras. Judges 11:38 El entonces dijo: Vé. Y dejóla por dos meses: y ella fue con sus compañeras, y lloró su virginidad por los montes. Judges 11:39 Pasados los dos meses, volvió a su padre, e hizo de ella conforme a su voto, que había votado: y ella nunca conoció varón. Judges 11:40 De aquí fue la costumbre en Israel que de año en año iban las hijas de Israel, para endechar a la hija de Jefté Galaadita, cuatro días en el año. Judges 12:0 Judges 12:1 Y juntándose los varones de Efraím, pasaron hacia el aquilón, y dijeron a Jefté: ¿Por qué fuiste a hacer guerra contra los hijos de Ammón, y no nos llamaste que fuésemos contigo? Nosotros quemaremos a fuego tu casa contigo. Judges 12:2 Y Jefté les respondió: Yo tuve, y mi pueblo, una gran contienda con los hijos de Ammón: y llaméos, y no me defendisteis de sus manos. Judges 12:3 Viendo pues que tú no me defendías, puse mi alma en mi palma, y pasé contra los hijos de Ammón, y Jehová los entregó en mi mano: ¿por qué pues habéis subido hoy contra mí para pelear conmigo? Judges 12:4 Y juntando Jefté a todos los varones de Galaad peleó contra Efraím; y los de Galaad hirieron a Efraím; porque habían dicho: Vosotros sois fugitivos de Efraím. Vosotros sois Galaaditas entre Efraím y Manasés. Judges 12:5 Y los Galaaditas tomaron los vados del Jordán, a Efraím; y era, que cuando alguno de los de Efraím, que huía, decía: ¿Pasaré? los varones de Galaad le preguntaban: ¿Eres tú Efrateo? y él respondía, No: Judges 12:6 Entonces decíanle: Ahora pues di Shibolet. Y él decía, Sibolet, porque no podían pronunciar así. Entonces echábanle mano, y degollábanle junto a los vados del Jordán. Y murieron entonces de los de Efraím cuarenta y dos mil. Judges 12:7 ¶ Y Jefté juzgó a Israel seis años, y murió Jefté Galaadita, y fue sepultado en las ciudades de Galaad. Judges 12:8 Después de él juzgó a Israel Ibzán de Belén: Judges 12:9 El cual tuvo treinta hijos y treinta hijas, las cuales casó fuera, y tomó de fuera treinta hijas para sus hijos, y juzgó a Israel siete años. Judges 12:10 Y murió Ibzán, y fue sepultado en Belén. Judges 12:11 Después de él juzgó a Israel Elón Zabulonita, el cual juzgó a Israel diez años. Judges 12:12 Y murió Elón Zabulonita, y fue sepultado en Ajalón en la tierra de Zabulón. Judges 12:13 Después de él juzgó a Israel Abdón hijo de Illel Paratonita. Judges 12:14 Este tuvo cuarenta hijos, y treinta hijos de hijos que cabalgaban sobre setenta asnos, y juzgó a Israel ocho años. Judges 12:15 Y murió Abdón hijo de Illel Paratonita, y fue sepultado en Paratón en la tierra de Efraím, en el monte de Amalec. Judges 13:0 Judges 13:1 Y los hijos de Israel tornaron a hacer lo malo en los ojos de Jehová, y Jehová los entregó en mano de los Filisteos cuarenta años. Judges 13:2 ¶ Y había un hombre de Saraa de la tribu de Dan, el cual se llamaba Manue; y su mujer era estéril que nunca había parido. Judges 13:3 A esta mujer se apareció el ángel de Jehová, y díjole: He aquí que tú eres estéril, y no has parido; mas concebirás, y parirás un hijo. Judges 13:4 Ahora por tanto, mira ahora que no bebas vino, ni sidra, ni comas cosa inmunda: Judges 13:5 Porque tú concebirás, y parirás un hijo: y no subirá navaja sobre su cabeza; porque aquel niño Nazareo será de Dios desde el vientre; y él comenzará a salvar a Israel de mano de los Filisteos. Judges 13:6 Y la mujer vino, y contólo a su marido, diciendo: Un varón de Dios vino a mí, cuyo parecer era como parecer de un ángel de Dios, terrible en gran manera, y no le pregunté de donde ni quién era, ni tampoco él me dijo su nombre. Judges 13:7 Y díjome: He aquí que tú concebirás, y parirás un hijo: por tanto ahora no bebas vino ni sidra, ni comas cosa inmunda; porque este niño desde el vientre será Nazareo de Dios hasta el día de su muerte. Judges 13:8 Y oró Manue a Jehová, y dijo: Ay, Señor mío, yo te ruego que aquel varón de Dios, que enviaste, torne ahora a venir a nosotros, y nos enseñe lo que hayamos de hacer con el niño que ha de nacer. Judges 13:9 Y Dios oyó la voz de Manue, y el ángel de Dios volvió otra vez a la mujer estando ella en el campo: mas su marido Manue no estaba con ella. Judges 13:10 Y la mujer corrió presto, y díjolo a su marido, diciéndole: He aquí que aquel varón que vino hoy a mí, me ha aparecido. Judges 13:11 Y levantóse Manue, y siguió a su mujer: y después que llegó al varón, díjole: ¿Eres tú aquel varón que hablaste a esta mujer? Y él dijo: Yo soy. Judges 13:12 Entonces Manue dijo: Cúmplase pues tu palabra: ¿qué orden se tendrá con el niño, y qué ha de hacer? Judges 13:13 Y el ángel de Jehová respondió a Manue: La mujer se guardará de todas las cosas que yo le dije. Judges 13:14 Ella no comerá cosa que salga de vid que lleve vino: no beberá vino, ni sidra: y no comerá cosa inmunda: finalmente, guardará todo lo que le mandé. Judges 13:15 Entonces Manue dijo al ángel de Jehová: Ruégote que te detengamos, y aparejaremos delante de ti un cabrito de las cabras. Judges 13:16 Y el ángel de Jehová respondió a Manue: Aunque me detengas, no comeré de tu pan; mas si quisieres hacer holocausto, sacrifícalo a Jehová. Y Manue no sabía que aquel fuese ángel de Jehová. Judges 13:17 Y Manue dijo al ángel de Jehová: ¿Cómo es tu nombre, porque cuando tu palabra se cumpliere, te honremos? Judges 13:18 Y el ángel de Jehová respondió: ¿Por qué preguntas por mi nombre, que es oculto? Judges 13:19 Y Manue tomó un cabrito de las cabras, y un presente, y sacrificó sobre una peña a Jehová: e hizo milagro a vista de Manue y de su mujer. Judges 13:20 Porque aconteció, que como la llama subía del altar hacia el cielo, el ángel de Jehová subió en la llama del altar a vista de Manue y de su mujer, los cuales se postraron en tierra sobre sus rostros. Judges 13:21 Y el ángel de Jehová no tornó a aparecer a Manue ni a su mujer. Entonces conoció Manue que era el ángel de Jehová. Judges 13:22 Y dijo Manue a su mujer: Ciertamente moriremos, porque a Dios habemos visto. Judges 13:23 Y su mujer le respondió: Si Jehová nos quisiera matar, no tomara de nuestras manos el holocausto y el presente, ni nos hubiera mostrado todas estas cosas, ni según el tiempo nos hubiera anunciado esto. Judges 13:24 Y la mujer parió un hijo, y llamóle por nombre Samsón. Y el niño creció, y Jehová le bendijo. Judges 13:25 Y el Espíritu de Jehová le comenzó a tomar por veces en Mahane-Dan, entre Saraa y Estaol. Judges 14:0 Judges 14:1 Y descendiendo Samsón en Tamnata, vio en Tamnata una mujer de las hijas de los Filisteos. Judges 14:2 Y subió, y declarólo a su padre y a su madre, diciendo: Yo he visto en Tamnata una mujer de las hijas de los Filisteos: ruégoos que me la toméis por mujer. Judges 14:3 Y su padre y su madre le dijeron: ¿No hay mujer entre las hijas de tus hermanos, ni en todo mi pueblo, para que vayas tú a tomar mujer de los Filisteos incircuncisos? Y Samsón respondió a su padre: Tómamela por mujer, porque ésta agradó a mis ojos. Judges 14:4 Mas su padre, y su madre no sabían que esta venía de Jehová, y que él buscaba ocasión contra los Filisteos: porque en aquel tiempo los Filisteos dominaban sobre Israel. Judges 14:5 ¶ Y Samsón descendió con su padre y con su madre a Tamnata: y como llegaron a las viñas de Tamnata, he aquí un cachorro de león, que venía bramando hacia él. Judges 14:6 Y el Espíritu de Jehová cayó sobre él, y despedazólo como quien despedaza un cabrito, sin tener nada en su mano: y no dio a entender a su padre ni a su madre lo que había hecho. Judges 14:7 Y viniendo, habló a la mujer que había agradado a Samsón. Judges 14:8 Y tornando después de algunos días para tomarla, apartóse del camino para ver el cuerpo muerto del león: y, he aquí que estaba en el cuerpo del león un enjambre de abejas, y un panal de miel. Judges 14:9 Y tomándolo en sus manos fuése comiéndolo por el camino: y como llegó a su padre y a su madre, dióles también a ellos que comiesen: mas no les descubrió, que había tomado aquella miel del cuerpo del león. Judges 14:10 ¶ Y vino su padre a la mujer: e hizo allí Samsón banquete: porque así solían hacer los mancebos. Judges 14:11 Y como ellos lo vieron, tomaron treinta compañeros que estuviesen con él. Judges 14:12 A los cuales Samsón dijo: Yo os propondré ahora una pregunta, lo cual si en los siete días del banquete vosotros me declarareis y hallareis, yo os daré treinta sábanas, y treinta mudas de vestidos: Judges 14:13 Mas si no me la supiereis declarar, vosotros me daréis las treinta sábanas, y las treinta mudas de vestidos. Y ellos respondieron: Propónenos tu pregunta, y oírla hemos. Judges 14:14 Entonces les dijo: Del comedor salió comida, y del fuerte salió dulzura. Y ellos no pudieron declararle la pregunta en tres días: Judges 14:15 Y al séptimo día dijeron a la mujer de Samsón: Induce a tu marido a que nos declare esta pregunta; porque no te quememos a ti y a la casa de tu padre. ¿Habéisnos llamado aquí para poseernos? Judges 14:16 Y lloró la mujer de Samsón delante de él, y dijo: Solamente me aborreces, y no me amas, pues que no me declaras la pregunta que propusiste a los hijos de mi pueblo. Y él le respondió: He aquí, que ni a mi padre ni a mi madre la he declarado; ¿y habíatela de declarar a ti? Judges 14:17 Y ella lloró delante de él los siete días que ellos tuvieron banquete: mas al séptimo día él se la declaró, porque le constriñó a ello: Y ella la declaró a los hijos de su pueblo. Judges 14:18 Y al séptimo día, antes que el sol se pusiese, los de la ciudad le dijeron: ¿Qué cosa hay más dulce que la miel? ¿Y qué cosa hay más fuerte que el león? Y él les respondió: Si no hubierais arado con mi novilla, nunca hubierais hallado mi pregunta. Judges 14:19 Y el Espíritu de Jehová cayó sobre él, y vino a Ascalón, e hirió treinta hombres de ellos; y tomando sus despojos, dio las mudas de vestidos a los que habían soltado la pregunta: y encendido en enojo vínose a casa de su padre. Judges 14:20 Y la mujer de Samsón fue dada a su compañero, con el cual antes se acompañaba. Judges 15:0 Judges 15:1 Y aconteció después de algunos días, que en el tiempo de la segada del trigo Samsón visitó a su mujer con un cabrito de las cabras, diciendo: Entraré a mi mujer a la cámara. Mas el padre de ella no le dejó entrar. Judges 15:2 Y dijo el padre de ella: Yo he dicho que la aborrecías; y díla a tu compañero. Mas su hermana menor ¿no es más hermosa que ella? Tómala pues en su lugar. Judges 15:3 Y Samsón les respondió: yo seré sin culpa de esta vez para con los Filisteos, si mal les hiciere. Judges 15:4 Y fue Samsón, y tomó trescientas zorras, y tomando tizones y juntándolas por las colas, puso entre cada dos colas un tizón. Judges 15:5 Y encendiendo los tizones echólas en los panes de los Filisteos, y quemó montones y mieses, y viñas y olivares. Judges 15:6 Y dijeron los Filisteos: ¿Quién hizo esto? Y fuéles dicho: Samsón el yerno del Tamnateo, porque le quitó su mujer, y la dio a su compañero. Y vinieron los Filisteos, y quemaron a fuego a ella y a su padre. Judges 15:7 Entonces Samsón les dijo: ¿Así lo habíais de hacer? mas yo me vengaré de vosotros, y después cesaré. Judges 15:8 E hiriólos de gran mortandad pierna y muslo: y descendió, y asentó en la cueva de la peña de Etam. Judges 15:9 ¶ Y los Filisteos subieron y pusieron campo en Judá, y tendiéronse por Lequi. Judges 15:10 Y los varones de Judá les dijeron: ¿Por qué habéis subido contra nosotros? Y ellos respondieron: Para prender a Samsón hemos subido: para hacerle como él nos ha hecho. Judges 15:11 Y vinieron tres mil hombres de Judá a la cueva de la peña de Etam, y dijeron a Samsón: ¿No sabes que los Filisteos dominan sobre nosotros? ¿Por qué nos has hecho esto? Y él les respondió: Yo les he hecho como ellos me hicieron. Judges 15:12 Ellos entonces le dijeron: Nosotros hemos venido para prenderte, y entregarte de mano de los Filisteos. Y Samsón les respondió: Jurádme que vosotros no me mataréis. Judges 15:13 Y ellos le respondieron, diciendo: No: solamente te prenderemos, y te entregaremos en sus manos: mas no te mataremos. Entonces atáronle con dos cuerdas nuevas, e hiciéronle venir de la peña. Judges 15:14 Y como vino hasta Lequi, los Filisteos le salieron a recibir con alarido: y el Espíritu de Jehová cayó sobre él, y las cuerdas que estaban en sus brazos se tornaron como lino quemado con fuego, y las ataduras se cayeron de sus manos. Judges 15:15 Y hallando a mano una quijada de asno aun fresca, extendió la mano y tomóla, e hirió con ella mil hombres. Judges 15:16 Entonces Samsón dijo: Con una quijada de asno, un montón, dos montones. Con una quijada de asno herí mil varones. Judges 15:17 Y acabando de hablar, echó de su mano la quijada, y llamó a aquel lugar Ramat-lequi. Judges 15:18 Y teniendo gran sed, clamó a Jehová, y dijo: Tú has dado esta gran salud por la mano de tu siervo: y ahora yo moriré de sed, y caeré en la mano de los incircuncisos. Judges 15:19 Entonces Dios quebró una muela que estaba en la quijada, y salieron de allí aguas, y bebió, y volvió en su espíritu, y vivió. Por tanto llamó su nombre de aquel lugar, En-haccore, el cual es en Lequi hasta hoy. Judges 15:20 Y juzgó a Israel en los días de los Filisteos veinte años. Judges 16:0 Judges 16:1 Y fue Samsón a Gaza, y vio allá una mujer ramera: y entró a ella. Judges 16:2 Y fue dicho a los de Gaza: Samsón es venido acá: y cercáronle, y pusiéronle espías toda aquella noche a la puerta de la ciudad: y estuvieron callados toda aquella noche, diciendo: Hasta la luz de la mañana: entonces le mataremos. Judges 16:3 Mas Samsón durmió hasta la media noche: y a la media noche levantóse, y tomando las puertas de la ciudad con sus dos pilares, y su tranca, echóselas al hombro, y fuése, y subióse con ellas en la cumbre del monte que está delante de Hebrón. Judges 16:4 ¶ Después de esto aconteció que se enamoró de una mujer en Nahal-sorec, la cual se llamaba Dalila. Judges 16:5 Y vinieron a ella los príncipes de los Filisteos, y dijéronle: Engáñale, y sabe en qué está su fuerza tan grande, y como le podríamos vencer para que le atemos, y le atormentemos: y cada uno de nosotros te dará mil y cien siclos de plata. Judges 16:6 Y Dalila dijo a Samsón: Yo te ruego que me declares, en qué está tu fuerza tan grande: y como podrás ser atado, para ser atormentado. Judges 16:7 Y respondióle Samsón: Si me ataren con siete sogas recientes, que aun no estén enjutas: entonces me enflaqueceré, y seré como cualquiera de los otros hombres. Judges 16:8 Y los príncipes de los Filisteos le trajeron siete sogas recientes, que aun no estaban enjutas: y ella le ató con ellas. Judges 16:9 Y las espías estaban escondidas en casa de ella en una cámara. Entonces ella le dijo: Samsón, los Filisteos sobre ti. Y él rompió las sogas, como se rompe una cuerda de estopa cuando siente el fuego: y su fuerza no fue conocida. Judges 16:10 Entonces Dalila dijo a Samsón: He aquí, tú me has engañado, y me has dicho mentiras: descúbreme pues ahora, yo te ruego, como podrás ser atado. Judges 16:11 Y él le dijo: Si me ataren fuertemente con cuerdas nuevas, con las cuales ninguna cosa se haya hecho, yo me enflaqueceré, y seré como cualquiera de los otros hombres. Judges 16:12 Y Dalila tomó cuerdas nuevas, y atóle con ellas: y díjole: Samsón, los Filisteos sobre ti. Y las espías estaban en una cámara. Mas él las rompió de sus brazos como un hilo. Judges 16:13 Y Dalila dijo a Samsón: Hasta ahora me engañas y tratas conmigo con mentiras. Descúbreme pues ahora como podrás ser atado. El entonces le dijo: Si tejieres siete guedejas de mi cabeza con la tela. Judges 16:14 Y ella hincó la estaca, y díjole: Samsón, los Filisteos sobre ti. Mas despertándose él de su sueño, arrancó la estaca del telar con la tela. Judges 16:15 Y ella le dijo: ¿Cómo dices: Yo te amo: pues que tu corazón no está conmigo? Ya me has engañado tres veces, y no me has aun descubierto en que está tu gran fuerza. Judges 16:16 Y aconteció, que apretándole ella cada día con sus palabras, y moliéndole, su alma se angustió para la muerte. Judges 16:17 Y descubrióle todo su corazón, y díjole: Nunca a mi cabeza llegó navaja: porque soy Nazareo de Dios desde el vientre de mi madre. Si fuere rapado, perderé mi fuerza, y seré debilitado, y como todos los otros hombres. Judges 16:18 Y viendo Dalila, que él le había descubierto todo su corazón, envió a llamar los príncipes de los Filisteos, diciendo: Veníd esta vez; porque él me ha descubierto todo su corazón. Y los príncipes de los Filisteos vinieron a ella, trayendo en su mano el dinero. Judges 16:19 Y ella hizo que él se durmiese sobre sus rodillas: y llamado un hombre, rapóle siete guedejas de su cabeza: y comenzó a afligirle: y su fuerza se apartó de él. Judges 16:20 Y ella le dijo: Samsón, los Filisteos sobre ti. Y él como se despertó de su sueño, dijo entre sí: Esta vez saldré como las otras, y escaparme he: no sabiendo que Jehová se había ya apartado de él. Judges 16:21 Mas los Filisteos echaron mano de él, y sacáronle los ojos, y lleváronle a Gaza: y atáronle con cadenas, para que moliese en la cárcel. Judges 16:22 ¶ Y el cabello de su cabeza comenzó a nacer, después que fue rapado. Judges 16:23 Y los príncipes de los Filisteos se juntaron para sacrificio a Dagón su dios, y para alegrarse, y dijeron: Nuestro dios entregó en nuestras manos a Samsón nuestro enemigo. Judges 16:24 Y el pueblo viéndolo, loaron a su dios, diciendo: Nuestro dios entregó en nuestras manos a nuestro enemigo, y al destruidor de nuestra tierra, el cual había muerto muchos de nosotros. Judges 16:25 Y aconteció, que yéndose alegrando el corazón de ellos, dijeron: Llamád a Samsón, para que juegue delante de nosotros. Y llamaron a Samsón de la cárcel, y jugaba delante de ellos: y pusiéronle entre las columnas. Judges 16:26 Y Samsón dijo al mozo que le guiaba de la mano: Llégame y házme tentar las columnas sobre que se sustenta la casa, para que me arrime a ellas. Judges 16:27 Y la casa estaba llena de hombres y mujeres, y todos los príncipes de los Filisteos estaban allí: y sobre la techumbre había como tres mil hombres y mujeres, que estaban mirando el juego de Samsón. Judges 16:28 Y Samsón clamó a Jehová y dijo: Señor Jehová, acuérdate ahora de mí, y esfuérzame ahora solamente esta vez ¡Oh Dios! para que de una vez tome venganza de los Filisteos de mis dos ojos. Judges 16:29 Entonces Samsón se abrazó con las dos columnas del medio sobre las cuales se sustentaba la casa, y estribó en ellas, la una con la mano derecha, y la otra con la izquierda. Judges 16:30 Y haciendo esto, dijo Samsón: Muera mi alma con los Filisteos. Y estribando con esfuerzo cayó la casa sobre los príncipes, y sobre todo el pueblo que estaba en ella. Y fueron muchos más los que de ellos mató muriendo, que los que había muerto en su vida. Judges 16:31 Y descendieron sus hermanos, y toda la casa de su padre, y tomáronle, y lleváronle, y sepultáronle entre Saraa, y Estaol en el sepulcro de su padre Manue: y el juzgó a Israel veinte años. Judges 17:0 Judges 17:1 Fue un varón del monte de Efraím, que se llamaba Micas: Judges 17:2 El cual dijo a su madre: Los mil y cien siclos de plata, que te fueron hurtados, y tú maldecias, oyéndolo yo, he aquí que yo tengo este dinero: yo lo había tomado. Entonces la madre dijo: Bendito seas de Jehová, hijo mío. Judges 17:3 Y después que él hubo tornado a su madre los mil y cien siclos de plata, su madre dijo: yo he dedicado este dinero a Jehová de mi mano para ti, hijo mío, para que hagas imagen de talla y de fundición: por tanto yo ahora te lo vuelvo. Judges 17:4 Mas volviendo él los dineros a su madre, su madre tomó doscientos siclos de plata, y diólos al fundidor, y él le hizo de ellos una imagen de talla y de fundición, la cual fue puesta en casa de Micas. Judges 17:5 Y tuvo este hombre Micas casa de dioses: e hízose hacer efod, y terafim, y consagró uno de sus hijos, y fuéle por sacerdote. Judges 17:6 En estos días no había rey en Israel: mas cada uno hacía como mejor le parecía. Judges 17:7 Y había un mancebo de Belén de Judá, de la tribu de Judá, el cual era Levita, y peregrinaba allí. Judges 17:8 Este varón se había partido de la ciudad de Belén de Judá, para ir a vivir donde hallase: y llegando al monte de Efraím, vino a casa de Micas, para de allí hacer su camino. Judges 17:9 Y Micas le dijo: ¿De dónde vienes? Y el Levita le respondió: Soy de Belén de Judá, y voy a vivir donde hallare. Judges 17:10 Entonces Micas le dijo: Quédate en mi casa, y serme has en lugar de padre y de sacerdote: y yo te daré diez siclos de plata por un cierto tiempo, y el ordinario de vestidos, y tu comida. Y el Levita se quedó. Judges 17:11 Y el Levita acordó de morar con aquel hombre, y él le tenía como a uno de sus hijos. Judges 17:12 Y Micas consagró al Levita, y aquel mancebo le servía de sacerdote: y estuvo en casa de Micas. Judges 17:13 Y Micas dijo: Ahora sé que Jehová me hará bien, pues que el Levita es hecho mi sacerdote. Judges 18:0 Judges 18:1 En aquellos días no había rey en Israel: y en aquellos días la tribu de Dan buscaba posesión para sí donde morase: porque hasta entonces no le había caído su suerte entre las tribus de Israel por heredad. Judges 18:2 Y los hijos de Dan enviaron de su tribu cinco hombres de sus términos, hombres valientes, de Saraa y de Estaol, para que reconociesen y considerasen bien la tierra, y dijéronles: Id, y reconocéd la tierra. Estos vinieron al monte de Efraím, hasta la casa de Micas, y posaron allí. Judges 18:3 Y como estaban cerca de la casa de Micas, reconocieron la voz del mancebo Levita: y llegándose allá, dijéronle: ¿Quién te ha traído por acá? ¿y qué haces aquí? ¿y qué tienes tú por aquí? Judges 18:4 Y él les respondió: De esta y de esta manera ha hecho conmigo Micas: y él me ha cogido para que sea su sacerdote. Judges 18:5 Y ellos le dijeron: Pregunta pues ahora a Dios para que sepamos si ha de prosperar nuestro viaje que hacemos. Judges 18:6 Y el sacerdote les respondió: Id en paz, que vuestro viaje que hacéis, es delante de Jehová. Judges 18:7 Entonces aquellos cinco varones se partieron, y vinieron a Lais: y vieron que el pueblo, que habitaba en ella, estaba seguro, conforme a la costumbre de los de Sidón, ocioso y confiado: no había nadie en aquella región que los perturbase en cosa ninguna para poseer aquel reino: demás de esto estaban lejos de los Sidonios, y no tenían negocios con ningunos hombres. Judges 18:8 Volviendo pues ellos a sus hermanos en Saraa y Estaol, sus hermanos les dijeron: ¿Qué hay? y ellos respondieron: Judges 18:9 Levantáos, subamos contra ellos: porque nosotros hemos considerado la región, y he aquí que es muy buena; y vosotros os estáis quedos. No seáis perezosos para andar a ir a poseer la tierra. Judges 18:10 Cuando allá llegareis, vendréis a una gente segura, y a una tierra de ancho asiento; pues que Dios la ha entregado en vuestras manos; lugar es donde no hay falta de cosa que sea en la tierra. Judges 18:11 Y partiendo los de Dan de allí de Saraa y de Estaol, seiscientos hombres armados de armas de guerra, Judges 18:12 Vinieron, y asentaron campo en Cariat-jarim, que es en Judá, de donde aquel lugar fue llamado, el campo de Dan, hasta hoy: está detrás de Cariat-jarim. Judges 18:13 Y pasando de allí al monte de Efraím, vinieron hasta la casa de Micas. Judges 18:14 Y dijeron aquellos cinco varones, que habían ido a reconocer la tierra de Lais, a sus hermanos: ¿No sabéis como en estas casas hay efod, y terafim, e imagen de talla y de fundición? Mirád pues lo que habéis de hacer. Judges 18:15 Y llegándose allá, vinieron a la casa del mancebo Levita en casa de Micas; y preguntáronle como estaba. Judges 18:16 Y los seiscientos hombres, que eran de los hijos de Dan, estaban armados de sus armas de guerra a la entrada de la puerta. Judges 18:17 Y subiendo los cinco varones que habían ido a reconocer la tierra, vinieron allá, y tomaron la imagen de talla, y el efod, y el terafim, y la imagen de fundición, estando el sacerdote a la entrada de la puerta con los seiscientos hombres armados de armas de guerra. Judges 18:18 Entrando pues aquellos en la casa de Micas, tomaron la imagen de talla, el efod, y el terafim, y la imagen de fundición: y el sacerdote les dijo; ¿Qué hacéis vosotros? Judges 18:19 Y ellos le respondieron: Calla, pon la mano sobre tu boca; y vente con nosotros para que seas nuestro padre y sacerdote. ¿Es mejor que seas tú sacerdote en casa de un hombre solo, que de una tribu y familia de Israel? Judges 18:20 Y el corazón del sacerdote se alegró: el cual tomando el efod, y el terafim, y la imagen se vino entre la gente. Judges 18:21 Y ellos tornaron, y fuéronse, y pusieron los niños, y el ganado y bagaje delante de sí. Judges 18:22 Y cuando ya se habían alejado de la casa de Micas, los hombres que habitaban en las casas, que estaban cerca de la casa de Micas, se juntaron, y siguieron a los hijos de Dan. Judges 18:23 Y dando voces a los de Dan, los de Dan tornando sus rostros, dijeron a Micas: ¿Qué tienes que has juntado gente? Judges 18:24 Y él respondió: Mis dioses que yo hice, que me lleváis juntamente con el sacerdote, y os vais, ¿qué más me queda? ¿y a qué propósito me decís: Qué tienes? Judges 18:25 Y los hijos de Dan le dijeron: No des voces tras nosotros; porque los varones enojados, no os acometan, y pierdas también tu vida, y la vida de los tuyos. Judges 18:26 Y yéndose los hijos de Dan su camino, y viendo Micas que eran más fuertes que él, volvióse y vínose a su casa. Judges 18:27 Y ellos llevando las cosas que había hecho Micas, juntamente con el sacerdote que tenía, vinieron en Lais al pueblo reposado y seguro, y pasáronlos a cuchillo, y quemaron la ciudad a fuego. Judges 18:28 Y no hubo nadie que los defendiese: porque estaban lejos de Sidón, y no tenían comercio con ningún hombre. Y la ciudad estaba asentada en el valle que está en Betroob. Y reedificaron la ciudad, y habitaron en ella. Judges 18:29 Y llamaron el nombre de aquella ciudad Dan, conforme al nombre de Dan su padre, hijo de Israel, llamándose ciertamente antes la ciudad Lais. Judges 18:30 Y los hijos de Dan se levantaron imagen de talla, y Jonatán hijo de Gersón, hijo de Manasés, él y sus hijos fueron sacerdotes en la tribu de Dan, hasta el día de transmigración de la tierra. Judges 18:31 Y levantáronse la imagen de Micas, la cual él había hecho todo el tiempo que la casa de Dios estuvo en Silo. Judges 19:0 Judges 19:1 En aquellos días, como no había rey en Israel, hubo un Levita que moraba como peregrino en los lados del monte de Efraím: el cual se había tomado mujer concubina de Belén de Judá. Judges 19:2 Y su concubina adulteró contra él, y fuése de él a casa de su padre a Belén de Judá, y estuvo allá por tiempo de cuatro meses. Judges 19:3 Y levantóse su marido, y siguióla, para hablarle amorosamente, y volverla, llevando consigo un su criado, y un par de asnos: y ella le metió en la casa de su padre. Judges 19:4 Y viéndolo el padre de la moza salióle a recibir gozoso, y detúvole su suegro, el padre de la moza, y quedó en su casa tres días, comiendo y bebiendo, y reposando allí. Judges 19:5 Y al cuarto día, como se levantaron de mañana, levantóse también el Levita para irse, y el padre de la moza dijo a su yerno: Conforta tu corazón con un bocado de pan, y después os iréis. Judges 19:6 Y sentáronse ellos dos juntos, y comieron y bebieron: y el padre de la moza dijo al varón: Yo te ruego que te quieras quedar aquí esta noche, y alegrarse ha tu corazón. Judges 19:7 Y levantándose el varón para irse, el suegro le constriñó a que tornase y tuviese allí la noche. Judges 19:8 Y al quinto día levantándose de mañana para irse, díjole el padre de la moza: Conforta ahora tu corazón. Y así se detuvieron hasta que ya declinó el día comiendo ambos a dos. Judges 19:9 Y el varón se levantó para irse él y su concubina y su criado. Entonces su suegro, el padre de la moza, le dijo: He aquí que el día declina para ponerse el sol, ruégote que os estéis aquí la noche: he aquí que el día se acaba: ten aquí la noche, para que se alegre tu corazón; y mañana os levantaréis de mañana a vuestro camino y llegarás a tus tiendas. Judges 19:10 Mas el varón no quiso quedar allí la noche, sino levantándose partióse, y vino hasta delante de Jebús, que es Jerusalem, con su par de asnos aparejados, y con su concubina. Judges 19:11 Y estando ya junto a Jebús, el día había abajado mucho; y dijo el criado a su señor: Ven ahora, y vámonos a esta ciudad de los Jebuseos para que tengamos en ella la noche. Judges 19:12 Y su señor le respondió: No iremos a ninguna ciudad de extranjeros, que no sea de los hijos de Israel; sino pasaremos hasta Gabaa. Y dijo a su criado: Judges 19:13 Ven, lleguemos a uno de esos dos lugares, para tener la noche en Gabaa, o en Rama. Judges 19:14 Y pasando anduvieron, y púsoseles el sol junto a Gabaa, que era de Ben-jamín. Judges 19:15 Y apartáronse del camino para entrar a tener allí la noche en Gabaa: y entrando aposentáronse en la plaza de la ciudad, que no hubo quien los acogiese en casa para pasar la noche. Judges 19:16 Y, he aquí, un hombre viejo que a la tarde venía del campo de trabajar, el cual era también del monte de Efraím, y moraba como peregrino en Gabaa: y los moradores de aquel lugar eran hijos de Jemini. Judges 19:17 Y este hombre alzando los ojos, vio a estotro, que venía de camino, en la plaza de la ciudad: y díjole el viejo: ¿Dónde vas, y de donde vienes? Judges 19:18 Y él respondió: Pasamos de Belén de Judá a los lados del monte de Efraím, de donde yo soy, y partíme hasta Belén de Judá, y voy ahora a la casa de Jehová, y no hay quien me reciba en casa, Judges 19:19 Aunque nosotros tenemos paja y de comer para nuestros asnos: y también tenemos pan y vino para mí, y para tu sierva, y para el criado que está con tu siervo, y de nada tenemos falta. Judges 19:20 Y el hombre viejo dijo: Paz sea contigo: tu necesidad toda sea solamente a mi cargo, con tal que no tengas la noche en la plaza. Judges 19:21 Y metiéndole en su casa, dio de comer a sus asnos, y lavaron sus pies, y comieron, y bebieron. Judges 19:22 Y cuando estuvieron alegres, he aquí los hombres de aquella ciudad, que eran hombres hijos de Belial, que cercan la casa, y batían las puertas diciendo al hombre viejo señor de la casa: Saca fuera el hombre que ha entrado en tu casa, para que le conozcamos. Judges 19:23 Y saliendo a ellos el varón señor de la casa, díjoles: No hermanos míos: Ruégoos que no cometáis este mal, pues que este hombre ha entrado en mi casa, no hagáis esta maldad. Judges 19:24 He aquí mi hija virgen, y su concubina, yo os las sacaré ahora, humilládlas, y hacéd con ellas como os pareciere: y no hagáis a este hombre cosa tan vergonzosa. Judges 19:25 Mas aquellos hombres no le quisieron oír: y tomando aquel hombre su concubina sacósela fuera: y ellos la conocieron, y abusaron de ella toda la noche hasta la mañana, y dejáronla cuando el alba subía. Judges 19:26 Y ya que amanecía la mujer vino, y cayó delante de la puerta de la casa de aquel hombre donde su señor estaba, hasta que fue de día. Judges 19:27 Y levantándose de mañana su señor, abrió las puertas de la casa, y salió, para ir su camino: y he aquí la mujer su concubina que estaba tendida delante de la puerta de la casa con las manos sobre el umbral. Judges 19:28 Y él le dijo: Levántate para que nos vayamos. Mas ella no respondió. Entonces el varón la levantó, y echándola sobre su asno levantóse y fuése a su lugar. Judges 19:29 Y en llegando a su casa, toma un cuchillo, y echa mano de su concubina, y despedázala con sus huesos en doce partes, y enviólas por todos los términos de Israel. Judges 19:30 Y cualquiera que veía aquel hecho, decía: Jamás se ha hecho, ni visto tal cosa desde el tiempo que los hijos de Israel subieron de la tierra de Egipto hasta hoy. Considerád esto, dad consejo; y hablád. Judges 20:0 Judges 20:1 Entonces salieron todos los hijos de Israel, y juntóse la congregación, como de un hombre solo, desde Dan hasta Beer-seba, y la tierra de Galaad, a Jehová en Maspa. Judges 20:2 Y los cantones de todo el pueblo se hallaron presentes de todas las tribus de Israel en la congregación del pueblo de Dios, cuatrocientos mil hombres de a pie, que sacaban espada. Judges 20:3 Y los hijos de Ben-jamín oyeron, que los hijos de Israel habían subido a Maspa. Y dijeron los hijos de Israel: Decíd como fue esta maldad. Judges 20:4 Entonces el varón Levita marido de la mujer muerta respondió, y dijo: Yo llegué a Gabaa de Ben-jamín con mi concubina para tener allí la noche: Judges 20:5 Y levantándose contra mí los señores de Gabaa, cercaron sobre mí la casa de noche deliberados de matarme, y oprimieron mi concubina de tal manera que ella fue muerta. Judges 20:6 Entonces tomando yo mi concubina, cortéla en piezas, y enviélas por todo el término de la posesión de Israel: por cuanto han hecho maldad y crímen en Israel. Judges 20:7 He aquí que todos vosotros los hijos de Israel estáis presentes, dáos aquí decreto y consejo. Judges 20:8 Entonces todo el pueblo, como un solo hombre, se levantó, y dijeron: Ninguno de nosotros irá a su tienda, ni nos apartaremos de aquí cada uno a su casa, Judges 20:9 Hasta que hagamos esto sobre Gabaa, que echemos suertes contra ella: Judges 20:10 Y tomaremos diez hombres de cada ciento por todas las tribus de Israel: y de cada mil ciento, y de cada diez mil mil, que lleven bastimento para el pueblo que ha de hacer, yendo contra Gabaa de Ben-jamín, conforme a toda la abominación que ha hecho en Israel. Judges 20:11 Y juntáronse todos los varones de Israel contra la ciudad, como un varón solo, en compañía. Judges 20:12 Y las tribus de Israel enviaron varones por toda la tribu de Ben-jamín, diciendo: ¿Qué maldad es esta que ha sido hecha entre vosotros? Judges 20:13 Entregád pues ahora aquellos hombres hijos de Belial, que están en Gabaa, para que les matemos, y barramos el mal de Israel. Mas los de Ben-jamín no quisieron oír la voz de sus hermanos los hijos de Israel. Judges 20:14 Antes los de Ben-jamín se juntaron de las ciudades en Gabaa, para salir a pelear contra los hijos de Israel. Judges 20:15 Y fueron contados en aquel tiempo los hijos de Ben-jamín de las ciudades, veinte y seis mil hombres, que sacaban espada, sin los que moraban en Gabaa, que fueron por cuenta setecientos varones escogidos. Judges 20:16 De todo aquel pueblo hubo setecientos hombres escogidos, cerrados de la mano derecha todos los cuales tiraban una piedra con la honda a un cabello, y no erraban. Judges 20:17 Y fueron contados los varones de Israel fuera de Ben-jamín, cuatrocientos mil hombres que sacaban espada; todos estos hombres de guerra. Judges 20:18 Los cuales se levantaron, y subieron a la casa de Dios, y consultaron, con Dios los hijos de Israel, diciendo: ¿Quién subirá por nosotros el primero en la guerra contra los hijos de Ben-jamín? Y Jehová respondió: Judá será el primero. Judges 20:19 Levantándose pues de mañana los hijos de Israel pusieron campo contra Gabaa. Judges 20:20 Porque los hijos de Israel habían salido a hacer guerra contra Ben-jamín; y los varones de Israel ordenaron la batalla contra ellos junto a Gabaa. Judges 20:21 Y saliendo de Gabaa los hijos de Ben-jamín derribaron a tierra veinte y dos mil hombres de los hijos de Israel. Judges 20:22 Mas fortificándose el pueblo, los varones de Israel, tornan a ordenar la batalla en el mismo lugar donde la habían ordenado el primer día. Judges 20:23 Y los hijos de Israel subieron, y lloraron delante de Jehová hasta la tarde, y consultaron con Jehová, diciendo: ¿Tornaré a pelear con mi hermano los hijos de Ben-jamín? Y Jehová les respondió: Subíd contra él. Judges 20:24 Y el día siguiente los hijos de Israel se acercaron a los hijos de Ben-jamín. Judges 20:25 Y saliendo el día siguiente Ben-jamín de Gabaa contra ellos, derribaron a tierra otros diez y ocho mil hombres de los hijos de Israel, todos estos que sacaban espada. Judges 20:26 Entonces subieron todos los hijos de Israel, y todo el pueblo, y vinieron a la casa de Dios, y lloraron, y sentáronse allí delante de Jehová: y ayunaron aquel día hasta la tarde, y sacrificaron holocaustos y pacíficos delante de Jehová. Judges 20:27 Y los hijos de Israel preguntaron a Jehová: (porque el arca del concierto de Dios estaba allí en aquellos días: Judges 20:28 Y Finees hijo de Eleazar, hijo de Aarón, estaba en su presencia en aquellos días:) y dijeron: ¿Tornaré a salir en batalla contra mi hermano los hijos de Ben-jamín, o estarme he quedo? Y Jehová dijo: Subíd: que mañana yo le entregaré en tu mano. Judges 20:29 E Israel puso emboscadas al rededor de Gabaa. Judges 20:30 Y subiendo los hijos de Israel contra los hijos de Ben-jamín el tercero día, ordenaron la batalla delante de Gabaa, como las otras veces. Judges 20:31 Y saliendo los hijos de Ben-jamín contra el pueblo, alejados de la ciudad, comenzaron a herir algunos del pueblo, matando, como las otras veces, por los caminos, uno de los cuales sube a Bet-el, y el otro a Gabaa por el campo; y mataron como treinta hombres de Israel. Judges 20:32 Y los hijos de Ben-jamín decían entre sí: Vencidos son delante de nosotros como antes: Mas los hijos de Israel decían entre sí: Nosotros huiremos, y alejarlos hemos de la ciudad hasta los caminos. Judges 20:33 Entonces levantándose todos los de Israel de su lugar, pusiéronse en orden en Baaltamar: y también las emboscadas de Israel salieron de su lugar del prado de Gabaa. Judges 20:34 Y vinieron contra Gabaa diez mil hombres escogidos de todo Israel, y la batalla se comenzó a agravar: y ellos no sabían que el mal se acercaba sobre ellos. Judges 20:35 E hirió Jehová a Ben-jamín delante de Israel; y mataron los hijos de Israel aquel día veinte y cinco mil y cien hombres de Ben-jamín, todos estos que sacaban espada. Judges 20:36 Y vieron los hijos de Ben-jamín que eran muertos; porque los hijos de Israel habían dado lugar a Ben-jamín, porque estaban confiados en las emboscadas que habían puesto detrás de Gabaa: Judges 20:37 Y las emboscadas acometieron prestamente a Gabaa, y arremetieron y pusieron a cuchillo toda la ciudad. Judges 20:38 Y los Israelitas estaban concertados con las emboscadas, que hiciesen mucho fuego, para que subiese gran humo de la ciudad. Judges 20:39 Y los de Israel habían vuelto las espaldas en la batalla: y los de Ben-jamín habían comenzado a derribar heridos de Israel como treinta hombres, de tal manera que ya decían: Ciertamente ellos han caído delante de nosotros, como en la primera batalla. Judges 20:40 Mas cuando la llama comenzó a subir de la ciudad, como una columna de humo, Ben-jamín tornó a mirar atrás, y he aquí que el fuego de la ciudad subía al cielo. Judges 20:41 Entonces revolvieron los varones de Israel, y los de Ben-jamín fueron llenos de temor: porque vieron que el mal había venido sobre ellos. Judges 20:42 Y volvieron las espaldas delante de Israel hacia el camino del desierto, mas el escuadrón los alcanzó, y los de las ciudades los mataban en medio de ellos. Judges 20:43 Los cuales cercaron a los de Ben-jamín, y los siguieron, y hollaron desde Menual, hasta delante de Gabaa al nacimiento del sol. Judges 20:44 Y cayeron de Ben-jamín diez y ocho mil hombres, todos estos hombres de guerra. Judges 20:45 Y volviéndose, huyeron hacia el desierto a la peña de Remmon: y rebuscaron de ellos cinco mil hombres en los caminos; y fueron siguiéndolos hasta Gadaam, y mataron de ellos otros dos mil hombres. Judges 20:46 Y fueron todos los que de Ben-jamín murieron aquel día, veinte y cinco mil hombres, que sacaban espada, todos estos hombres de guerra. Judges 20:47 Y volviéronse y huyeron al desierto a la peña de Remmón, seiscientos hombres, los cuales estuvieron en la peña de Remmón cuatro meses. Judges 20:48 Y los varones de Israel tornaron a los hijos de Ben-jamín, y pusiéronlos a cuchillo a hombres y a bestias en la ciudad: finalmente a todo lo que hallaban: y asimismo pusieron fuego a todas las ciudades que hallaban. Judges 21:0 Judges 21:1 Y los varones de Israel habían jurado en Maspa, diciendo: Ninguno de nosotros dará su hija a los de Ben-jamín por mujer. Judges 21:2 Y vino el pueblo a la casa de Dios, y estuviéronse allí hasta la tarde delante de Dios: y alzando su voz hicieron gran llanto, y dijeron: Judges 21:3 Oh Jehová Dios de Israel, ¿por qué ha sido esto en Israel, que falte hoy de Israel una tribu? Judges 21:4 Y el día siguiente el pueblo se levantó de mañana, y edificaron allí altar, y ofrecieron holocausto y pacíficos. Judges 21:5 Y dijeron los hijos de Israel: ¿Quién de todas las tribus de Israel no subió a la congregación de Jehová? Porque se había hecho gran juramento contra el que no subiese a Jehová en Maspa, diciendo: Morirá de muerte. Judges 21:6 Y los hijos de Israel se arrepintieron a causa de Ben-jamín su hermano, y dijeron: Una tribu es hoy cortada de Israel. Judges 21:7 ¿Qué haremos para que los que han quedado puedan tomar mujeres? Nosotros hemos jurado por Jehová que no les hemos de dar nuestras hijas por mujeres. Judges 21:8 Y dijeron: ¿Hay alguno de las tribus de Israel que no haya subido a Jehová a Maspa? Y hallaron que ninguno de Jabes-galaad había venido al campo a la congregación. Judges 21:9 Porque el pueblo fue contado, y no hubo allí varón de los moradores de Jabes-galaad. Judges 21:10 Entonces la congregación envió allá doce mil hombres de los más valientes, y mandáronles, diciendo: Id, y ponéd a cuchillo a los moradores de Jabes-galaad, y las mujeres y la familia. Judges 21:11 Mas haréis de esta manera, a todo hombre varón, y a toda mujer que hubiere conocido ayuntamiento de varón, mataréis. Judges 21:12 Y hallaron de los moradores de Jabes-galaad cuatrocientas doncellas que no habían conocido varón en ayuntamiento de varón, las cuales trajeron al campo en Silo, que es en la tierra de Canaán. Judges 21:13 Y toda la congregación enviaron a hablar a los hijos de Ben-jamín que estaban en la peña de Remmón, y llamáronlos en paz. Judges 21:14 Entonces volvieron los de Ben-jamín, y diéronles por mujeres las que habían guardado vidas de las mujeres de Jabes-galaad: mas no les bastaron estas. Judges 21:15 ¶ Y el pueblo se arrepintieron a causa de Ben-jamín, de que Jehová hubiese hecho mella en las tribus de Israel. Judges 21:16 Y los ancianos de la congregación dijeron: ¿Qué haremos para que los que han quedado puedan tomar mujeres? Porque el sexo de las mujeres había sido raído de Ben-jamín. Judges 21:17 Y dijeron: Haya Ben-jamín heredad de escapada, y no sea raída una tribu de Israel. Judges 21:18 Nosotros no les podremos dar mujeres de nuestras hijas: porque los hijos de Israel habían jurado, diciendo: Maldito sea el que diere mujer a alguno de Ben-jamín. Judges 21:19 Y dijeron: He aquí que cada un año hay solemnidad de Jehová en Silo a la parte que está al aquilón a Bet-el: y al nacimiento del sol al camino que sube de Bet-el a Siquem; y al mediodía a Lebona. Judges 21:20 Y mandaron a los hijos de Ben-jamín, diciendo: Id, y ponéd emboscada en las viñas. Judges 21:21 Y estád atentos; y cuando viereis salir a las hijas de Silo a bailar en corros, vosotros saldréis de las viñas, y arrebataros heis cada uno mujer para sí de las hijas de Silo: y os iréis a tierra de Ben-jamín. Judges 21:22 Y cuando vinieren los padres de ellas, o sus hermanos a demandárnoslo, nosotros les diremos: Tenéd piedad de nosotros en lugar de ellos: pues que nosotros en la guerra no tomamos mujeres para todos: y pues que vosotros no se las habéis dado para que ahora seáis culpados. Judges 21:23 Y los hijos de Ben-jamín lo hicieron así, que tomaron mujeres conforme a su número, robando de las que danzaban: y yéndose, tornáronse a su heredad, y reedificando las ciudades, habitaron en ellas. Judges 21:24 Entonces los hijos de Israel se fueron también de allí cada uno a su tribu, y a su familia, saliendo de allí cada cual a su heredad. Judges 21:25 En estos días no había rey en Israel, cada uno hacía lo que le parecía recto delante de sus ojos.
Ruth 0:0
Ruth 1:0 Ruth 1:1 Y aconteció en los días que gobernaban los jueces, que hubo hambre en la tierra. Y un varón de Belén de Judá fue a peregrinar en los campos de Moab, él y su mujer y dos hijos suyos. Ruth 1:2 El nombre de aquel varón era Elimelec, y el de su mujer era Noemí: y los nombres de sus dos hijos eran Majalón, y Quelión: eran Efrateos de Belén de Judá; y llegando a los campos de Moab asentaron allí. Ruth 1:3 Y Elimelec el marido de Noemí murió, y quedó ella con sus dos hijos: Ruth 1:4 Los cuales tomaron para sí mujeres de Moab, el nombre de la una fue Orpa, y el nombre de la otra fue Rut, y habitaron allí como diez años. Ruth 1:5 Y murieron también los dos, Majalón, y Quelión, y la mujer quedó desamparada de sus dos hijos y de su marido. Ruth 1:6 Y levantóse con sus nueras, y volvióse de los campos de Moab: porque oyó en el campo de Moab que Jehová había visitado su pueblo para darles pan. Ruth 1:7 Salió pues del lugar donde había estado, y con ella sus dos nueras, y comenzaron a caminar para volverse a la tierra de Judá. Ruth 1:8 Y Noemí dijo a sus dos nueras: Andád, volvéos cada una a la casa de su madre, Jehová haga con vosotras misericordia, como la habéis hecho con los muertos, y conmigo. Ruth 1:9 Déos Jehová que halléis descanso, cada una en casa de su marido: y besólas: y ellas lloraron a alta voz. Ruth 1:10 Y dijéronle: Ciertamente nosotras volveremos contigo a tu pueblo. Ruth 1:11 Y Noemí respondió: Volvéos hijas mías: ¿para qué habéis de ir conmigo? ¿Tengo yo más hijos en el vientre que puedan ser vuestros maridos? Ruth 1:12 Volvéos, hijas mías, e idos, que ya yo soy vieja, para ser para varón. Y aunque dijese: Esperanza tengo, y aunque esta noche fuese con varón, y aun pariese hijos, Ruth 1:13 ¿Habíais vosotras de esperarlos hasta que fuesen grandes? ¿habíais vosotras de quedaros sin casar por amor de ellos? No, hijas mías; que mayor amargura tengo yo que vosotras, porque la mano de Jehová ha salido contra mí. Ruth 1:14 Mas ellas alzando otra vez su voz, lloraron: y Orpa besó a su suegra, y Rut se quedó con ella. Ruth 1:15 Y ella dijo: He aquí, tu cuñada se ha vuelto a su pueblo, y a sus dioses, vuélvete tú tras de ella. Ruth 1:16 Y Rut respondió: No me ruegues que te deje, y me aparte de ti; porque donde quiera que tú fueres, iré: y donde quiera que vivieres, viviré. Tu pueblo, mi pueblo: y tu Dios, mi Dios. Ruth 1:17 Donde tú murieres moriré yo, y allí seré sepultada: así me haga Jehová, y así me dé, que sola la muerte hará separación entre mí y ti. Ruth 1:18 Y viendo ella que estaba tan obstinada para ir con ella, dejó de hablarla. Ruth 1:19 Anduvieron pues ellas dos, hasta que llegaron a Belén: y aconteció que entrando ellas en Belén, toda la ciudad se conmovió por ellas, y decían: ¿No es ésta Noemí? Ruth 1:20 Y ella les respondía: No me llaméis Noemí, mas llamádme Mara, porque en grande manera me ha amargado el Todopoderoso. Ruth 1:21 Yo me fui de aquí llena, mas vacía me ha vuelto Jehová. ¿Por qué, pues, me llamaréis Noemí, pues que Jehová me ha oprimido, y el Todopoderoso me ha afligido? Ruth 1:22 Y así volvió Noemí y Rut Moabita su nuera con ella; volvió de los campos de Moab, y llegaron a Belén en el principio de la siega de las cebadas. Ruth 2:0 Ruth 2:1 Y tenía Noemí un pariente de su marido, varón poderoso y de hecho, de la familia de Elimelec, el cual se llamaba Booz. Ruth 2:2 Y Rut la Moabita dijo a Noemí: Ruégote que me dejes ir al campo, y cogeré espigas en pos de aquel en cuyos ojos hallare gracia. Y ella le respondió: Hija mía, vé. Ruth 2:3 Y yendo, llegó, y cogió en el campo en pos de los segadores, y aconteció por acaso, que la suerte del campo era de Booz, el cual era de la parentela de Elimelec. Ruth 2:4 Y, he aquí que Booz vino de Belén, y dijo a los segadores: Jehová sea con vosotros. Y ellos respondieron: Jehová te bendiga. Ruth 2:5 Y Booz dijo a su criado, el que estaba puesto sobre los segadores: ¿Cúya es esta moza? Ruth 2:6 Y el criado, que estaba puesto sobre los segadores, respondió, y dijo: Es la moza de Moab, que volvió con Noemí de los campos de Moab: Ruth 2:7 Y dijo: Ruégote que me dejes coger y juntar espigas tras los segadores entre las gavillas: y así entró, y está aquí desde por la mañana hasta ahora: sino un poco que ha estado en casa. Ruth 2:8 Entonces Booz dijo a Rut: Oye, hija mía, no vayas a coger a otro campo, ni pases de aquí: y aquí estarás con mis mozas. Ruth 2:9 Mira bien al campo que segaren, y síguelas: porque yo he mandado a los mozos que no te toquen. Y si tuvieres sed, vé a los vasos, y bebe del agua que sacaren los mozos. Ruth 2:10 Ella entonces inclinando su rostro encorvóse a tierra, y díjole: ¿Por qué he hallado gracia en tus ojos, que tú me conozcas, siendo yo extranjera? Ruth 2:11 Y respondiendo Booz, díjole: De cierto me ha sido declarado todo lo que has hecho con tu suegra después de la muerte de tu marido, que dejando a tu padre y a tu madre, y la tierra de tu natural, has venido a pueblo que no conociste antes. Ruth 2:12 Jehová galardone tu obra, y tu salario sea lleno por Jehová Dios de Israel, que has venido para cubrirte debajo de sus alas. Ruth 2:13 Y ella dijo: Señor mío, halle yo gracia delante de tus ojos, porque me has consolado, y porque has hablado al corazón de tu sierva, no siendo yo ni aun como una de tus criadas. Ruth 2:14 Y Booz le dijo: A la hora de comer, allégate aquí, y come del pan, y moja tu bocado en el vinagre. Y ella se asentó junto a los segadores, y él le dio del potaje, y comió hasta que se hartó y le sobró: Ruth 2:15 Y levantóse para coger. Y Booz mandó a sus criados, diciendo: Coja también entre las gavillas, y no la avergoncéis. Ruth 2:16 Antes echaréis a sabiendas de los manojos, y dejarla heis que coja, y no la reprendáis. Ruth 2:17 Y cogió en el campo hasta la tarde, y desgranó lo que había cogido, y fue como un efa de cebada. Ruth 2:18 Y tomólo y vínose a la ciudad: y su suegra vio lo que había cogido. Y ella sacó también lo que le había sobrado después de harta, y dióselo. Ruth 2:19 Y díjole su suegra: ¿Dónde has cogido hoy? ¿Y dónde has trabajado? Bendito sea el que te ha conocido. Y ella declaró a su suegra lo que le había acontecido con aquel varón, y dijo: el nombre del varón con quien hoy he trabajado, es Booz. Ruth 2:20 Y dijo Noemí a su nuera: Sea él bendito de Jehová, que aun no ha dejado su misericordia ni para con los vivos, ni para con los muertos. Y tornóle a decir Noemí: Nuestro pariente es aquel varón, y de nuestros redentores es. Ruth 2:21 Y Rut Moabita dijo: Allende de esto me dijo: júntate con mis criados, hasta que hayan acabado toda mi segada. Ruth 2:22 Y Noemí respondió a Rut su nuera: Mejor es, hija mía, que salgas con sus criadas, que no que te encuentren en otro campo. Ruth 2:23 Y así ella se juntó con las mozas de Booz cogiendo, hasta que la siega de las cebadas y la de los trigos fue acabada; mas con su suegra habitó. Ruth 3:0 Ruth 3:1 Y díjole su suegra Noemí: Hija mía, ¿no te tengo de buscar descanso, que te sea bueno? Ruth 3:2 ¿No es nuestro pariente Booz, con cuyas mozas tú has estado? He aquí que él avienta esta noche la parva de las cebadas. Ruth 3:3 pues lavarte has, y ungirte has, y vestirte has tus vestidos, y vendrás a la era, y no te darás a conocer al varón hasta que él acabe de comer y de beber. Ruth 3:4 Y cuando él se acostare, sabe tú el lugar donde él se acostará, y vendrás, y descubrirás los pies, y acostarte has: y él te dirá lo que hayas de hacer. Ruth 3:5 Y ella le respondió: Todo lo que tú me mandares, haré. Ruth 3:6 Y descendiendo a la era, hizo todo lo que su suegra le había mandado. Ruth 3:7 Y como Booz hubo comido y bebido, y su corazón estuvo bueno, entróse a dormir a un canto del montón. Entonces ella vino escondidamente, y descubrió los pies, y acostóse. Ruth 3:8 Y aconteció, que a la media noche el varón se estremeció, y atentó, y, he aquí la mujer que estaba acostada a sus pies. Ruth 3:9 Entonces él dijo: ¿Quién eres? Y ella respondió: Yo soy Rut tu sierva: extiende el canto de tu capa sobre tu sierva, que redentor eres. Ruth 3:10 Y él dijo: Bendita seas tú de Jehová, hija mía, que has hecho mejor tu postrera gracia que la primera: no yendo tras los mancebos, sean pobres, o sean ricos. Ruth 3:11 No hayas temor pues ahora, hija mía: yo haré contigo todo lo que tú dijeres, pues que toda la puerta de mi pueblo sabe que eres mujer virtuosa. Ruth 3:12 Y ahora aunque es cierto que yo soy el redentor; con todo eso hay otro redentor más cercano que yo. Ruth 3:13 Reposa esta noche, y cuando sea de día, si aquel te redimiere, bien, redímate: mas si él no te quisiere redimir, yo te redimiré, vive Jehová. Reposa pues hasta la mañana. Ruth 3:14 Y reposó a sus pies hasta la mañana, y levantóse antes que nadie pudiese conocer a otro, y él dijo. No se sepa que la mujer haya venido a la era: Ruth 3:15 Y dijo a ella: Llega el lienzo que traes sobre ti, y ten de él. Y teniendo de él, él midió seis medidas de cebada, y púsoselas acuestas, y vínose a la ciudad. Ruth 3:16 Y vino a su suegra, la cual le dijo: ¿Qué pues, hija mía? Y ella le declaró todo lo que con aquel varón le había acontecido. Ruth 3:17 Y dijo: Estas seis medidas de cebada me dió, diciéndome: Porque no vayas vacía a tu suegra. Ruth 3:18 Entonces ella dijo: Reposa, hija mía, hasta que sepas como cae la cosa; porque aquel hombre no reposará hasta que hoy concluya el negocio. Ruth 4:0 Ruth 4:1 Y Booz subió a la puerta, y asentóse allí: Y, he aquí, pasaba aquel redentor del cual Booz había hablado. Y díjole: Fulano, o zutano, llégate, y siéntate: y él vino, y sentóse. Ruth 4:2 Entonces él tomó diez varones de los ancianos de la ciudad, y dijo: Sentáos aquí. Y ellos se sentaron. Ruth 4:3 Y dijo al redentor: Una parte de las tierras que tuvo nuestro hermano Elimelec, vendió Noemí, la que volvió del campo de Moab. Ruth 4:4 Y yo dije en mí de hacértelo saber, y decirte que las tomes delante de los que están aquí sentados, y delante de los ancianos de mi pueblo. Si redimieres, redime. Y si no quisieres redimir, decláramelo para que yo lo sepa: porque no hay otro que redima si no tú; y yo después de ti. Y el otro respondió: Yo redimiré. Ruth 4:5 Entonces replicó Booz: El mismo día que tomares las tierras de mano de Noemí, tomaste también a Rut Moabita mujer del difunto, para que levantes el nombre del muerto sobre su posesión. Ruth 4:6 Y el redentor respondió: No puedo yo redimir a mi provecho; porque echaría a perder mi heredad; redime tú mi redención; porque yo no podré redimir. Ruth 4:7 Y había ya de luengo tiempo esta costumbre en Israel en la redención o contrato, que para la confirmación de cualquier negocio el uno quitaba su zapato, y lo daba a su compañero. Y éste era el testimonio en Israel. Ruth 4:8 Entonces el pariente dijo a Booz: Tómalo tú. Y diciendo esto descalzó su zapato. Ruth 4:9 Y Booz dijo a los ancianos y a todo el pueblo: Vosotros seréis hoy testigos de como tomo todas las cosas que fueron de Elimelec, y todo lo que fue de Quelión, y de Majalón de mano de Noemí; Ruth 4:10 Y que también tomo por mi mujer a Rut Moabita, mujer de Majalón, para que yo levante el nombre del difunto sobre su heredad, para que el nombre del muerto no se pierda de entre sus hermanos, y de la puerta de su lugar. Vosotros seréis hoy testigos. Ruth 4:11 Y dijeron todos los del pueblo que estaban a la puerta con los ancianos: Qué somos testigos. Jehová haga a la mujer que entra en tu casa, como a Raquel y a Lia, las cuales dos edificaron la casa de Israel: y seas ilustre en Efrata, y tengas nombradía en Belén. Ruth 4:12 Tu casa sea como la casa de Fares, al cual parió Tamar a Judá, de la simiente que Jehová te diere de aquesta moza. Ruth 4:13 Y así Booz tomó a Rut, y ella fue su mujer. El cual como entró a ella, Jehová le dio que concibiese, y pariese un hijo. Ruth 4:14 Y las mujeres decían a Noemí: Loado sea Jehová, que hizo que no te faltase redentor hoy, cuyo nombre será nombrado en Israel. Ruth 4:15 El cual será restaurador de tu alma, y el que sustentará tu vejez: pues que tu nuera, la cual te ama, le ha parido, que más te vale ésta, que siete hijos. Ruth 4:16 Y tomando Noemí el hijo, púsole en su regazo, y fuéle su ama. Ruth 4:17 Y las vecinas le pusieron nombre, diciendo: A Noemí ha nacido un hijo: y llamáronle Obed. Éste es padre de Isaí, padre de David: Ruth 4:18 Y estas son las generaciones de Fares: Fares engendró a Jesrón; Ruth 4:19 Y Jesrón engendró a Ram, y Ram engendró a Aminadab; Ruth 4:20 Y Aminadab engendró a Naasón, y Naasón engendró a Salmón; Ruth 4:21 Y Salmón engendró a Booz, y Booz engendró a Obed; Ruth 4:22 Y Obed engendró a Isaí, e Isaí engendró a David.
I Samuel 0:0
I Samuel 1:0 I Samuel 1:1 Hubo un varón de Ramataim de Sofim del monte de Efraím, que se llamaba Elcana, hijo de Jeroham, hijo de Eliú, hijo de Tohu, hijo de Suf Éufrateo. I Samuel 1:2 Este tuvo dos mujeres; el nombre de la una era Ana; y el nombre de la otra Fenenna. Y Fenenna tenía hijos, y Ana no los tenía. I Samuel 1:3 Y subía aquel varón todos los años, de su ciudad a adorar y sacrificar a Jehová de los ejércitos en Silo: donde estaban dos hijos de Elí, Ofni, y Finees, sacerdotes de Jehová. I Samuel 1:4 Y como venía el día, Elcana sacrificaba y daba a Fenenna su mujer, y a todos sus hijos, y a todas sus hijas a cada uno su parte. I Samuel 1:5 Mas a Ana daba una parte escogida, porque él amaba a Ana aunque Jehová había cerrado su vientre. I Samuel 1:6 Y su competidora la irritaba enojándola y entristeciéndola, porque Jehová había cerrado su vientre. I Samuel 1:7 Y así hacía cada año; cuando subía a la casa de Jehová, enojaba así a la otra; por lo cual ella lloraba, y no comía. I Samuel 1:8 Y Elcana su marido le dijo: Ana, ¿por qué lloras? ¿Y por qué no comes? ¿Y por qué está afligido tu corazón? ¿No te soy yo mejor que diez hijos? I Samuel 1:9 Y levantóse Ana después que hubo comido y bebido en Silo; y Elí sacerdote estaba sentado sobre una silla junto a un pilar del templo de Jehová. I Samuel 1:10 Y ella con amargura de alma oró a Jehová, llorando abundantemente. I Samuel 1:11 E hizo voto, diciendo: Jehová de los ejércitos, si mirando mirares la aflicción de tu sierva, y te acordares de mí, y no te olvidares de tu sierva, mas dieres a tu sierva simiente de varón, yo le dedicaré a Jehová todos los días de su vida, y no subirá navaja sobre su cabeza. I Samuel 1:12 Y fue que como ella orase luengamente delante de Jehová, Elí la estaba mirando a su boca. I Samuel 1:13 Mas Ana hablaba en su corazón, y solamente se movían sus labios, y no se oía su voz, y Elí la tuvo por borracha. I Samuel 1:14 Y díjole Elí: ¿Hasta cuándo estarás borracha? digiere tu vino. I Samuel 1:15 Y Ana le respondió, diciendo: No, señor mío, mas yo soy una mujer congojada de espíritu, no he bebido vino ni sidra, mas he derramado mi alma delante de Jehová. I Samuel 1:16 No tengas a tu sierva por una hija de Belial, porque con la multitud de mis congojas, y de mi aflicción he hablado hasta ahora. I Samuel 1:17 Y Elí le respondió, y dijo: Vé en paz, el Dios de Israel te dé la petición que has pedido de él. I Samuel 1:18 Y ella dijo: Halle tu sierva gracia delante de tus ojos. Y fuése la mujer su camino, y comió, y no estuvo más triste. I Samuel 1:19 Y levantándose de mañana adoraron delante de Jehová; y volviéronse, y vinieron a su casa en Ramata. Y Elcana conoció a Ana su mujer, y Jehová se acordó de ella. I Samuel 1:20 Y fue que pasados algunos días Ana concibió, y parió un hijo, y púsole por nombre Samuel, diciendo: Por cuanto lo demandé a Jehová. I Samuel 1:21 Después subió el varón Elcana con toda su familia a sacrificar a Jehová el sacrificio acostumbrado, y su voto. I Samuel 1:22 Mas Ana no subió, sino dijo a su marido: Yo no subiré hasta que el niño sea destetado, para que le lleve y sea presentado delante de Jehová, y se quede allá para siempre. I Samuel 1:23 Y Elcana su marido le respondió: Haz lo que bien te pareciere, quédate hasta que le destetes, solamente Jehová cumpla su palabra. Y quedóse la mujer, y crió a su hijo, hasta que le destetó. I Samuel 1:24 Y después que le hubo destetado, llevóle consigo, con tres becerros, y un efa de harina, y un cuero de vino, y trájolo a la casa de Jehová en Silo, y el niño era aun pequeño. I Samuel 1:25 Y matando él un becerro trajeron el niño a Elí. I Samuel 1:26 Y ella dijo: Ay, señor mío, viva tu alma, señor mío, yo soy aquella mujer que estuve aquí contigo orando a Jehová. I Samuel 1:27 Por este niño oraba, y Jehová me dio lo que le pedí. I Samuel 1:28 Y yo también le vuelvo a Jehová: todos los días que viviere, será de Jehová. Y adoró allí a Jehová. I Samuel 2:0 I Samuel 2:1 Y Ana oró, y dijo: Mi corazón se alegra en Jehová, mi cuerno es ensalzado en Jehová, mi boca se ensanchó sobre mis enemigos, por cuanto me alegré en tu salud. I Samuel 2:2 No hay santo como Jehová: porque no hay ninguno fuera de ti, y no hay fuerte como el Dios nuestro. I Samuel 2:3 No multipliquéis hablando grandezas, grandezas: cesen las palabras arrogantes de vuestra boca, porque el Dios de las ciencias es Jehová, y las obras magníficas a él le son prestas. I Samuel 2:4 Los arcos de los fuertes fueron quebrados, y los flacos se ciñeron de fortaleza. I Samuel 2:5 Los hartos se alquilaron por pan: y los hambrientos cesaron: hasta parir siete la estéril, y la que tenía muchos hijos enfermó. I Samuel 2:6 Jehová mata, y él da vida: él hace descender a los infiernos, y hace subir. I Samuel 2:7 Jehová empobrece, y él enriquece: abate, y ensalza. I Samuel 2:8 El levanta del polvo al pobre, y al menesteroso ensalza del estiércol, para asentarle con los príncipes: y hace que tengan por heredad asiento de honra: porque de Jehová son las columnas de la tierra, y él asentó sobre ellas el mundo. I Samuel 2:9 El guarda los pies de sus santos; mas los impíos perecen en tinieblas, porque nadie con fuerza será valiente. I Samuel 2:10 Jehová, serán quebrantados sus adversarios: y sobre ellos tronará desde los cielos: Jehová juzgará los términos de la tierra, y dará fortaleza a su rey, y ensalzará el cuerno de su Mesías. I Samuel 2:11 Y Elcana se volvió a su casa en Ramata: y el mozo ministraba a Jehová delante de Elí sacerdote. I Samuel 2:12 ¶ Mas los hijos de Elí eran hombres impíos, y no tenían conocimiento de Jehová. I Samuel 2:13 Era la costumbre de los sacerdotes con el pueblo que cualquiera que sacrificaba sacrificio, venía el criado del sacerdote, cuando la carne estaba a cocer, trayendo en su mano un garfio de tres ganchos, I Samuel 2:14 Y hería con él en la caldera, o en la olla, o en el caldero, o en el pote; y todo lo que sacaba el garfio, el sacerdote lo tomaba para sí. De esta manera hacían a todo Israel que venía a Silo. I Samuel 2:15 Asimismo antes de quemar el sebo, venía el criado del sacerdote, y decía al que sacrificaba: Da carne que ase para el sacerdote: porque no tomará de ti carne cocida, sino cruda. I Samuel 2:16 Y respondíale el varón: Quemen de presto el sebo hoy, y después tómate como quisieres. Y él respondía: No, sino ahora la has de dar; de otra manera yo la tomaré por fuerza, I Samuel 2:17 Y así el pecado de los mozos era muy grande delante de Jehová: porque los hombres menospreciaban los sacrificios de Jehová. I Samuel 2:18 Y el mozo Samuel ministraba delante de Jehová vestido de un efod de lino. I Samuel 2:19 Y hacíale su madre una túnica pequeña, y traíasela cada año, cuando subía con su marido a sacrificar el sacrificio acostumbrado. I Samuel 2:20 Y Elí bendecía a Elcana y a su mujer, diciendo: Jehová te dé simiente de esta mujer en lugar de esta petición que pidió a Jehová: y así se volvieron a su lugar. I Samuel 2:21 Y visitó Jehová a Ana, y concibió, y parió tres hijos, y dos hijas; y el mozo Samuel crecía delante de Jehová. I Samuel 2:22 Elí empero era muy viejo, y oía todo lo que sus hijos hacían a todo Israel; y como dormían con las mujeres que velaban a la puerta del tabernáculo del testimonio. I Samuel 2:23 Y díjoles: ¿Por qué hacéis cosas semejantes? Porque yo oigo de todo este pueblo vuestros negocios malos. I Samuel 2:24 No, hijos míos; porque no es buena fama la que yo oigo: que hacéis pecar al pueblo de Jehová. I Samuel 2:25 Si pecare el hombre contra el hombre, los jueces le juzgarán: mas si alguno pecare contra Jehová, ¿quién rogará por él? Mas ellos no oyeron la voz de su padre: porque Jehová les quería matar. I Samuel 2:26 Y el mozo Samuel iba creciendo, y mejorándose delante de Dios, y delante de los hombres. I Samuel 2:27 ¶ Y vino un varón de Dios a Elí, y le dijo: Así dijo Jehová: ¿No me manifesté yo manifiestamente a la casa de tu padre, cuando estaban en Egipto, en la casa de Faraón? I Samuel 2:28 Y yo le escogí por mi sacerdote entre todas las tribus de Israel, para que ofreciese sobre mi altar, y quemase perfume, y trajese efod delante de mí; y di a la casa de tu padre todas las ofrendas de los hijos de Israel. I Samuel 2:29 ¿Por qué habéis hollado mis sacrificios, y mis presentes, que yo mandé en el tabernáculo, y has honrado a tus hijos más que a mí, engordándoos de lo principal de todas las ofrendas de mi pueblo Israel? I Samuel 2:30 Por tanto Jehová el Dios de Israel dijo: Yo había dicho, que tu casa, y la casa de tu padre andarían delante de mí perpetuamente. Mas ahora dijo Jehová: Nunca yo tal haga, porque yo honraré a los que me honran, y los que me tuvieren en poco, serán viles. I Samuel 2:31 He aquí, vienen días, en que cortaré tu brazo, y el brazo de la casa de tu padre, para que no haya viejo en tu casa. I Samuel 2:32 Y verás a un competidor en el tabernáculo, en todas las cosas en que hiciere bien a Israel; y en ningún tiempo habrá viejo en tu casa. I Samuel 2:33 Y no te cortaré del todo varón de mi altar, para hacerte marchitar tus ojos, y henchir tu ánimo de dolor; mas toda la cria de tu casa morirán ya varones. I Samuel 2:34 Y esto te será señal, es a saber, lo que acontecerá a tus dos hijos, Ofni y Finees, que ambos morirán en un día. I Samuel 2:35 Y yo me despertaré sacerdote fiel, que haga conforme a mi corazón y a mi alma, y yo le edificaré casa firme, y él andará delante de mi ungido todos los días. I Samuel 2:36 Y será que el que hubiere quedado en tu casa, vendrá a postrársele por haber un dinero de plata, y un bocado de pan, diciéndole: Ruégote que me constituyas en algún ministerio, para que coma un bocado de pan. I Samuel 3:0 I Samuel 3:1 Y el mozo Samuel ministraba a Jehová delante de Elí, y la palabra de Jehová era de estima en aquellos días, no había visión manifiesta. I Samuel 3:2 Y aconteció un día, que estando Elí acostado en su aposento, y ya sus ojos comenzaban a oscurecerse que no podía ver, I Samuel 3:3 Y antes que la lámpara de Dios fuese apagada, Samuel estaba durmiendo en el templo de Jehová, donde el arca de Dios estaba. I Samuel 3:4 Y Jehová llamó a Samuel; el cual respondió: Heme aquí. I Samuel 3:5 Y corriendo a Elí dijo: Heme aquí: ¿para qué me llamaste? Y Elí le dijo: Yo no he llamado: tórnate y acuéstate. Y él se volvió, y acostóse. I Samuel 3:6 Y volvió otra vez Jehová a llamar a Samuel. Y levantándose Samuel vino a Elí, y dijo: Heme aquí; ¿para qué me has llamado? Y él dijo: Hijo mío, yo no he llamado, vuelve, y acuéstate. I Samuel 3:7 Mas Samuel aun no conocía a Jehová, ni le había sido revelada palabra de Jehová. I Samuel 3:8 Jehová pues llamó la tercera vez a Samuel: y él levantándose vino a Elí, y dijo: Heme aquí; ¿para qué me has llamado? Entonces Elí entendió que Jehová llamaba al mozo. I Samuel 3:9 Y dijo Elí a Samuel: Vé, y acuéstate: y si te llamare, dirás: Habla Jehová, que tu siervo oye. Así Samuel se fue, y acostóse en su lugar. I Samuel 3:10 Y vino Jehová, y paróse, y llamó como las otras veces: Samuel, Samuel. Entonces Samuel dijo: Habla, que tu siervo oye. I Samuel 3:11 Y Jehová dijo a Samuel: He aquí que yo haré una cosa en Israel, que quien la oyere, le retiñan ambas sus orejas. I Samuel 3:12 Aquel día yo despertaré contra Elí todas las cosas que he dicho sobre su casa. Yo comenzaré; y acabaré. I Samuel 3:13 Y yo le mostraré que yo juzgaré su casa para siempre, por la iniquidad que él sabe: que sus hijos se han envilecido, y él no los ha estorbado. I Samuel 3:14 Y por tanto yo he jurado a la casa de Elí, que la iniquidad de la casa de Elí no será expiada jamás, ni con sacrificios ni con presentes. I Samuel 3:15 Y Samuel estuvo acostado hasta la mañana, y abrió las puertas de la casa de Jehová. Y Samuel tenía miedo de descubrir la visión a Elí. I Samuel 3:16 Llamando pues Elí a Samuel, díjole: Hijo mío, Samuel. Y él respondió: Heme aquí. I Samuel 3:17 Y él le dijo: ¿Qué es la palabra que te habló? Ruégote que no me la encubras. Así te haga Dios, y así te añada, si me encubrieres palabra de todo lo que habló contigo. I Samuel 3:18 Y Samuel se lo descubrió todo, que nada le encubrió. Entonces él dijo: Jehová es, haga lo que bien le pareciere. I Samuel 3:19 ¶ Y Samuel creció, y Jehová fue con él, y no dejó caer a tierra ninguna de todas sus palabras. I Samuel 3:20 Y conoció todo Israel desde Dan, hasta Beer-seba, que Samuel era fiel profeta de Jehová. I Samuel 3:21 Así tornó Jehová a aparecer en Silo, porque Jehová se manifestó a Samuel en Silo con palabra de Jehová. I Samuel 4:0 I Samuel 4:1 Y Samuel habló a todo Israel: e Israel salió al encuentro en batalla a los Filisteos, y asentaron campo junto a Eben-ezer: y los Filisteos asentaron el suyo en Afec. I Samuel 4:2 Y los Filisteos presentaron la batalla a Israel, y como la batalla se dió, Israel fue vencido delante de los Filisteos: los cuales hirieron en la batalla por el campo como cuatro mil hombres. I Samuel 4:3 Y como el pueblo volvió al campo, los ancianos de Israel dijeron: ¿Por qué nos ha herido hoy Jehová delante de los Filisteos? Traigamos a nosotros de Silo el arca del concierto de Jehová, para que viniendo ella entre nosotros nos salve de mano de nuestros enemigos. I Samuel 4:4 Y envió el pueblo a Silo, y trajeron de allá el arca del concierto de Jehová de los ejércitos, que estaba asentado entre los querubines: y los dos hijos de Elí, Ofni y Finees estaban allí con el arca del concierto de Dios: I Samuel 4:5 Y aconteció, que como el arca del concierto de Jehová vino en el campo, todo Israel dio grita con tan gran júbilo, que la tierra tembló. I Samuel 4:6 Y como los Filisteos oyeron la voz del júbilo, dijeron: ¿Qué voz de gran júbilo es esta en el campo de los Hebreos? Y conocieron que el arca de Jehová había venido al campo. I Samuel 4:7 Y los Filisteos hubieron miedo, porque dijeron: Ha venido el Dios al campo. Y dijeron: ¡Ay de nosotros! que ayer ni anteayer no fue así. I Samuel 4:8 ¡Ay de nosotros! ¿Quién nos librará de la mano de estos dioses fuertes? Estos son los dioses que hirieron a Egipto con toda plaga en el desierto. I Samuel 4:9 Esforzáos y sed varones Filisteos, porque no sirváis a los Hebreos, como ellos os han servido a vosotros. Sed varones, y peleád. I Samuel 4:10 Y los Filisteos pelearon, e Israel fue vencido, y huyeron cada cual a sus tiendas, y fue hecha muy grande mortandad: y cayeron de Israel treinta mil hombres de a pie. I Samuel 4:11 Y el arca de Dios fue tomada, y muertos los dos hijos de Elí, Ofni y Finees. I Samuel 4:12 ¶ Y corriendo de la batalla un varón de Ben-jamín vino aquel día a Silo, rotos sus vestidos, y echada tierra sobre su cabeza. I Samuel 4:13 Y como llegó, he aquí Elí que estaba sentado sobre una silla atalayando junto al camino: porque su corazón estaba temblando por causa del arca de Dios. Y como aquel hombre llegó a la ciudad, a dar las nuevas, toda la ciudad gritó. I Samuel 4:14 Y como Elí oyó el estruendo del grito, dijo: ¿Qué estruendo de alboroto es este? Y aquel hombre vino a priesa, y dio las nuevas a Elí. I Samuel 4:15 Y era Elí de edad de noventa y ocho años: y sus ojos se habían oscurecido, que no podía ver. I Samuel 4:16 Y dijo aquel varón a Elí: Yo vengo de la batalla, yo he huido hoy de la batalla. Y él le dijo: ¿Qué ha acontecido, hijo mío? I Samuel 4:17 Y el mensajero respondió, y dijo: Israel huyó delante de los Filisteos, y también fue hecha gran mortandad en el pueblo; y también tus dos hijos, Ofni y Finees son muertos; y el arca de Dios fue tomada. I Samuel 4:18 Y aconteció que como él hizo mención del arca de Dios; Elí cayó para atrás de la silla junto al lugar de la puerta, y quebráronsele las cervices, y murió: porque era hombre viejo y pesado, y había juzgado a Israel cuarenta años. I Samuel 4:19 ¶ Su nuera, la mujer de Finees, que estaba preñada, cercana al parto, oyendo el rumor que el arca de Dios era tomada, y su suegro muerto, y su marido, encorvóse y parió; porque sus dolores se habían ya derramado por ella. I Samuel 4:20 Y al tiempo que se moría decíanle las que estaban junto a ella: No tengas temor; porque has parido hijo. Mas ella no respondió, ni paró mientes. I Samuel 4:21 Y llamó al niño Icabod, diciendo: Cautiva es la gloria de Israel, (por el arca de Dios, que era tomada; y porque era muerto su suegro, y su marido.) I Samuel 4:22 Y dijo: Cautiva es la gloria de Israel: porque era tomada el arca de Dios. I Samuel 5:0 I Samuel 5:1 Y los Filisteos tomada el arca de Dios, la trajeron desde Eben-ezer a Azoto. I Samuel 5:2 Y tomaron los Filisteos el arca de Dios, y metiéronla en la casa de Dagón, y pusiéronla junto a Dagón. I Samuel 5:3 Y el siguiente día los de Azoto se levantaron de mañana, y, he aquí Dagón postrado en tierra delante del arca de Jehová: y tomaron a Dagón, y volviéronle a su lugar. I Samuel 5:4 Y tornándose a levantar de mañana el día siguiente, he aquí que Dagón había caído postrado en tierra delante del arca de Jehová: y la cabeza de Dagón, y las dos palmas de sus manos estaban cortadas sobre el umbral de la puerta; solamente había quedado Dagón en él. I Samuel 5:5 Por esta causa los sacerdotes de Dagón, y todos los que entran en el templo de Dagón, no pisan el umbral de Dagón en Azoto hasta hoy. I Samuel 5:6 ¶ Y la mano de Jehová se agravó sobre los de Azoto, que los destruyó; y los hirió con hemorróides en los siesos en Azoto y en todos sus términos. I Samuel 5:7 Y viendo esto los de Azoto, dijeron: No quede con nosotros el arca del Dios de Israel: porque su mano es dura sobre nosotros, y sobre nuestro dios Dagón. I Samuel 5:8 Y enviaron a juntar a sí todos los príncipes de los Filisteos, y dijeron: ¿Qué haremos del arca del Dios de Israel? Y ellos respondieron: Pásese el arca del Dios de Israel en Get. Y pasaron el arca del Dios de Israel. I Samuel 5:9 Y aconteció que como la hubieron pasado, la mano de Jehová fue contra la ciudad con grande quebrantamiento: que hirió los hombres de aquella ciudad desde el chico hasta el grande que se les cubrían los siesos con hemorróides. I Samuel 5:10 ¶ Y enviaron el arca de Dios a Accarón. Y como el arca de Dios vino a Accarón, los de Accarón dieron voces, diciendo: Pasaron a mí el arca del Dios de Israel por matarme a mí y a mí pueblo. I Samuel 5:11 Y enviaron a juntar todos los príncipes de los Filisteos, diciendo: Enviád el arca del Dios de Israel, y tórnese a su lugar, y no mate a mí y a mí pueblo. Porque había quebrantamiento de muerte en toda la ciudad, y la mano de Dios se había allí agravado. I Samuel 5:12 Y los que no morían, eran heridos con hemorróides en los siesos, que el clamor de la ciudad subía al cielo. I Samuel 6:0 I Samuel 6:1 Y estuvo el arca de Jehová en la tierra de los Filisteos siete meses. I Samuel 6:2 Y llamando los Filisteos a los sacerdotes y adivinos, preguntaron: ¿Qué haremos del arca de Jehová? Declarádnos como la hemos de tornar a enviar a su lugar. I Samuel 6:3 Y ellos dijeron: Si enviáis el arca del Dios de Israel, no la enviéis vacía; mas pagarle heis la expiación: y entonces seréis sanos, y conoceréis por qué no se apartó de vosotros su mano. I Samuel 6:4 Y ellos dijeron: ¿Y qué será la expiación que le pagaremos? Y ellos respondieron: Conforme al número de los príncipes de los Filisteos, cinco hemorróides de oro, y cinco ratones de oro: porque la misma plaga que todos tienen, tienen también vuestros príncipes. I Samuel 6:5 Haréis pues las formas de vuestras hemorróides, y las formas de vuestros ratones, que destruyen la tierra, y daréis gloria al Dios de Israel: quizá aliviará su mano de sobre vosotros, y de sobre vuestros dioses, y de sobre vuestra tierra. I Samuel 6:6 Mas ¿por qué endureceréis vuestro corazón, como los Egipcios y Faraón endurecieron su corazón? Desde que él los hubo así tratado, ¿no los dejaron que se fuesen, y se fueron? I Samuel 6:7 Tomád pues ahora, y hacéd un carro nuevo; y tomád dos vacas que crien, a las cuales no haya sido puesto yugo; y uncíd las vacas al carro, y hacéd tornar de detrás de ellas sus becerros a casa. I Samuel 6:8 Y tomaréis el arca de Jehová, y ponerla heis sobre el carro; los vasos de oro que le pagáis en expiación, ponéd en una cajeta al lado de ella, y dejarla heis que se vaya. I Samuel 6:9 Y mirád que si sube por el camino de su término a Bet-sames, él nos ha hecho este mal tan grande: y si no, seremos ciertos que su mano no nos hirió, mas que nos ha sido accidente. I Samuel 6:10 Y aquellos varones lo hicieron así, que tomando dos vacas que criaban, unciéronlas al carro y encerraron en casa sus becerros. I Samuel 6:11 Y pusieron el arca de Jehová sobre el carro, y la cajuela con los ratones de oro, y con las formas de sus hemorróides. I Samuel 6:12 Y las vacas se encaminaron por el camino de Bet-sames, e iban por un mismo camino andando y bramando sin apartarse ni a diestra ni a siniestra. Y los príncipes de los Filisteos fueron tras ellas hasta el término de Bet-sames. I Samuel 6:13 Y los de Bet-sames segaban el trigo en el valle, y alzando sus ojos vieron el arca y holgáronse cuando la vieron. I Samuel 6:14 Y el carro vino al campo de Josué Bet-samita, y paró allí: porque allí estaba una gran piedra: y ellos cortaron la madera del carro, y ofrecieron las vacas en holocausto a Jehová. I Samuel 6:15 Y los Levitas descendieron el arca de Jehová, y la cajuela que estaba cerca de ella, en la cual estaban los vasos de oro: y pusiéronla sobre aquella gran piedra: y los varones de Bet-sames sacrificaron holocaustos, y mataron víctimas a Jehová en aquel día. I Samuel 6:16 Lo cual viendo los cinco príncipes de los Filisteos, volviéronse a Accarón el mismo día. I Samuel 6:17 Estas pues son las hemorróides de oro, que pagaron los Filisteos a Jehová en expiación. Por Azoto una, por Gaza una, por Ascalón una, por Get una, por Accarón una. I Samuel 6:18 Y ratones de oro conforme al número de todas las ciudades de los Filisteos que pertenecían a los cinco príncipes, desde las ciudades fuertes hasta las aldeas sin muro. Y hasta la gran piedra sobre la cual pusieron el arca de Jehová, en el campo de Josué Bet-samita, y hasta hoy. I Samuel 6:19 ¶ E hirió Dios de los de Bet-sames porque habían mirado el arca de Jehová: hirió en el pueblo cincuenta mil y setenta hombres. Y el pueblo puso luto, porque Jehová había herido el pueblo de tan gran plaga. I Samuel 6:20 Y dijeron los de Bet-sames: ¿Quién podrá estar delante de Jehová el Dios santo? ¿Y a quién subirá desde nosotros? I Samuel 6:21 Y enviaron mensajeros a los de Cariat-jarim, diciendo: Los Filisteos han vuelto el arca de Jehová: descendéd pues y traédla a vosotros. I Samuel 7:0 I Samuel 7:1 Y vinieron los de Cariat-jarim, y trajeron el arca de Jehová, y metiéronla en casa de Abinadab en Gabaa: y santificaron a Eleazar su hijo, para que guardase el arca de Jehová. I Samuel 7:2 Y aconteció que desde el día que llegó el arca a Cariat-jarim pasaron muchos días, veinte años: y toda la casa de Israel lamentaba tras Jehová. I Samuel 7:3 ¶ Y habló Samuel a toda la casa de Israel, diciendo: Si de todo vuestro corazón os volvéis a Jehová, quitád los dioses ajenos, y a Astarot de entre vosotros, y preparád vuestro corazón a Jehová, y servíd a él solo, y él os librará de mano de los Filisteos. I Samuel 7:4 Entonces los hijos de Israel quitaron a los Baales, y a Astarot, y sirvieron a solo Jehová. I Samuel 7:5 Y Samuel dijo: Juntád a todo Israel en Maspa, y yo oraré por vosotros a Jehová. I Samuel 7:6 Y juntándose en Maspa, sacaron agua, y derramaron delante de Jehová: y ayunaron aquel día, y dijeron allí: Contra Jehová habemos pecado. Y juzgó Samuel a los hijos de Israel en Maspa. I Samuel 7:7 ¶ Y oyendo los Filisteos que los hijos de Israel estaban congregados en Maspa, subieron los príncipes de los Filisteos contra Israel. Lo cual como oyeron los hijos de Israel, hubieron temor de los Filisteos. I Samuel 7:8 Y dijeron los hijos de Israel a Samuel: No ceses de clamar por nosotros a Jehová nuestro Dios, que nos guarde de mano de los Filisteos. I Samuel 7:9 Y Samuel tomó un cordero de leche, y sacrificóle a Jehová en holocausto entero: y clamó Samuel a Jehová por Israel, y Jehová le oyó. I Samuel 7:10 Y aconteció que estando Samuel sacrificando el holocausto, los Filisteos llegaron para pelear con los hijos de Israel. Mas Jehová tronó con gran sonido aquel día sobre los Filisteos, y quebrantólos y fueron vencidos delante de Israel. I Samuel 7:11 Y saliendo los hijos de Israel de Maspa, siguieron a los Filisteos hiriéndolos hasta abajo de Bet-car. I Samuel 7:12 Y Samuel tomó una piedra, y púsola entre Maspa y Sen, y púsole nombre Eben-ezer, diciendo: Hasta aquí nos ayudó Jehová. I Samuel 7:13 Y los Filisteos fueron humillados, que no vinieron más al término de Israel: y la mano de Jehová fue contra los Filisteos todo el tiempo de Samuel. I Samuel 7:14 Y fueron tornadas a los hijos de Israel las ciudades, que los Filisteos habían tomado a los Israelitas desde Accarón hasta Get, con sus términos, e Israel las libró de mano de los Filisteos. Y hubo paz entre Israel y el Amorreo. I Samuel 7:15 Y juzgó Samuel a Israel todo el tiempo que vivió. I Samuel 7:16 E iba todos los años, y daba vuelta a Bet-el y a Galgal, y a Maspa, y juzgaba a Israel en todos estos lugares: I Samuel 7:17 Y volvíase a Rama; porque allí estaba su casa, y allí también juzgaba a Israel, y edificó allí altar a Jehová. I Samuel 8:0 I Samuel 8:1 Y aconteció que como Samuel se hizo viejo, puso sus hijos por jueces sobre Israel. I Samuel 8:2 Y el nombre de su hijo primogénito fue Joel; y el nombre del segundo Abías: los cuales eran jueces en Beer-seba. I Samuel 8:3 Mas no anduvieron los hijos por los caminos de su padre, antes se acostaron tras la avaricia recibiendo cohecho, y pervertiendo el derecho. I Samuel 8:4 Y todos los ancianos de Israel se juntaron, y vinieron a Samuel en Rama, I Samuel 8:5 Y dijéronle: He aquí, tú te has hecho viejo, y tus hijos no van por tus caminos, por tanto constitúyenos ahora rey que nos juzgue, como tienen todas las gentes. I Samuel 8:6 ¶ Y descontentó a Samuel esta palabra que dijeron: Dános rey, que nos juzgue. Y Samuel oró a Jehová. I Samuel 8:7 Y dijo Jehová a Samuel: Oye la voz del pueblo en todo lo que te dijeren: porque no te han desechado a ti, mas a mí me han desechado que no reine sobre ellos. I Samuel 8:8 Conforme a todas las obras que han hecho desde el día que los saqué de Egipto hasta hoy, que me han dejado, y han servido a dioses ajenos, así hacen también contigo. I Samuel 8:9 Ahora pues oye su voz; mas protesta primero contra ellos declárandoles el derecho del rey, que ha de reinar sobre ellos. I Samuel 8:10 Y dijo Samuel todas las palabras de Jehová al pueblo, que le había pedido rey. I Samuel 8:11 Y díjoles: Este será el juicio del rey que hubiere de reinar sobre vosotros. Tomará vuestros hijos, y ponérselos ha en sus carros, y en su gente de a caballo, para que corran delante de su carro. I Samuel 8:12 Y ponérselos ha por coroneles, y cincuenteneros; y que aren sus aradas, y sieguen sus siegas, y que hagan sus armas de guerra, y los pertrechos de sus carros. I Samuel 8:13 Ítem, tomará vuestras hijas, para que sean ungüenteras, cocineras, y amasadoras. I Samuel 8:14 Asimismo tomará vuestras tierras, vuestras viñas, y vuestros buenos olivares, y dará a sus siervos. I Samuel 8:15 El diezmará vuestras simientes, y vuestras viñas, para dar a sus eunucos, y a sus siervos. I Samuel 8:16 El tomará vuestros siervos, y vuestras siervas, y vuestros buenos mancebos, y vuestros asnos, y con ellos hará sus obras. I Samuel 8:17 Diezmará también vuestro rebaño, y finalmente seréis sus siervos. I Samuel 8:18 Y clamaréis aquel día a causa de vuestro rey que os habréis elegido: mas Jehová no os oirá en aquel día. I Samuel 8:19 Mas el pueblo no quiso oír la voz de Samuel, antes dijeron: No, sino rey será sobre nosotros. I Samuel 8:20 Y nosotros seremos también como todas las gentes, y nuestro rey nos gobernará, y saldrá delante de nosotros, y hará nuestras guerras. I Samuel 8:21 Y oyó Samuel todas las palabras del pueblo, y recitólas en los oídos de Jehová. I Samuel 8:22 Y Jehová dijo a Samuel: Oye su voz, y pon rey sobre ellos. Entonces Samuel dijo a los varones de Israel: Idos cada uno a su ciudad. I Samuel 9:0 I Samuel 9:1 Y había un varón de Ben-jamín hombre valeroso, el cual se llamaba Cis, hijo de Abiel, hijo de Seor, hijo de Becorat, hijo de Afias, hijo de un varón de Jemini: I Samuel 9:2 Este tenía un hijo que se llamaba Saul, mancebo y hermoso, que entre los hijos de Israel no había otro más hermoso que él: del hombro arriba sobrepujaba a todo el pueblo. I Samuel 9:3 Y habíanse perdido las asnas de Cis padre de Saul: y dijo Cis a Saul su hijo: Toma ahora contigo alguno de los criados, y levántate, y vé a buscar las asnas. I Samuel 9:4 Y él pasó el monte de Efraím y de allí pasó en la tierra de Salisa: y no las hallaron. Y pasaron por la tierra de Salim, y tampoco. Y pasaron por la tierra de Jemini, y no las hallaron. I Samuel 9:5 Y cuando vinieron a la tierra de Suf, Saul dijo a su criado que tenía consigo: Ven, volvámosnos porque quizá mi padre, dejadas las asnas, estará congojado por nosotros. I Samuel 9:6 Y él le respondió: He aquí ahora que en esta ciudad está el varón de Dios, que es varón insigne: todas las cosas que él dijere, sin duda vendrán. Vamos ahora allá: quizá nos enseñará nuestro camino por donde vayamos. I Samuel 9:7 Y Saul respondió a su criado: Vamos pues: mas ¿qué llevaremos al varón? Porque el pan de nuestras alforjas se ha acabado, y no tenemos que presentar al varón de Dios: porque ¿qué tenemos? I Samuel 9:8 Entonces tornó el criado a responder a Saul, diciendo: He aquí, se halla en mi mano un cuatro de siclo de plata; esto daré al varón de Dios, porque nos declare nuestro camino. I Samuel 9:9 (Antiguamente en Israel cualquiera que iba a consultar a Dios, decía así: Veníd y vamos hasta el vidente; porque el que ahora se llama profeta, antiguamente era llamado, vidente.) I Samuel 9:10 Dijo pues Saul a su criado: Bien dices: ea pues vamos. Y fueron a la ciudad, donde estaba el varón de Dios: I Samuel 9:11 Y cuando subían por la cuesta de la ciudad, hallaron unas mozas que salían por agua, a las cuales dijeron: ¿Está en este lugar el vidente? I Samuel 9:12 Y ellas respondiéndoles, dijeron: Si. Héle aquí, delante de ti; dáte pues priesa, porque hoy ha venido a la ciudad; porque el pueblo tiene hoy sacrificio en el alto: I Samuel 9:13 Y cuando entrareis en la ciudad, luego le hallaréis, antes que suba al alto a comer; porque el pueblo no comerá hasta que él haya venido; porque él ha de bendecir el sacrificio, y después comerán los convidados. Subíd pues ahora, porque ahora le hallaréis. I Samuel 9:14 Y ellos subieron a la ciudad, y cuando estuvieron en medio de la ciudad, he aquí Samuel que salía delante de ellos para subir al alto. I Samuel 9:15 Y un día antes que Saul viniese, Jehová había revelado al oído de Samuel, diciendo: I Samuel 9:16 Mañana a esta misma hora, yo enviaré a ti un varón de la tierra de Ben-jamín, al cual ungirás por príncipe sobre mi pueblo Israel: y este salvará mi pueblo de mano de los Filisteos: porque yo he mirado a mi pueblo, porque su clamor ha llegado hasta mí. I Samuel 9:17 Y Samuel miró a Saul, y Jehová le dijo: He aquí este es el varón del cual te dije: Este señoreará a mi pueblo. I Samuel 9:18 Y llegando Saul a Samuel en medio de la puerta, díjole: Ruégote que me enseñes donde está la casa del vidente. I Samuel 9:19 Y Samuel respondió a Saul, y dijo: Yo soy el vidente: sube delante de mí al alto, y coméd hoy conmigo; y por la mañana te despacharé, y te descubriré todo lo que está en tu corazón. I Samuel 9:20 Y de las asnas que se te perdieron hoy ha tres días, pierde cuidado de ellas, porque ya son halladas. ¿Mas cuyo es todo el deseo de Israel, sino tuyo, y de toda la casa de tu padre? I Samuel 9:21 Y Saul respondió y dijo: ¿No soy yo hijo de Jemini, de las más pequeñas tribus de Israel? ¿Y mi familia la más pequeña de todas las familias de la tribu de Ben-jamín? ¿Pues, por qué me has dicho cosa semejante? I Samuel 9:22 Y trabando Samuel de Saul y de su criado, metiólos al cenadero, y dióles lugar en la cabecera de los convidados, que eran como treinta varones. I Samuel 9:23 Y dijo Samuel al cocinero: Da acá la porción que te dí, la cual te dije que guardases aparte. I Samuel 9:24 Y el cocinero alzó una espalda con lo que estaba sobre ella, y púsola delante de Saul. Y Samuel dijo: He aquí lo que ha quedado, pon delante de ti, y come: porque de industria se guardó para ti, cuando dije: Yo he convidado al pueblo. Y Saul comió aquel día con Samuel. I Samuel 9:25 Y cuando hubieron descendido del alto a la ciudad, él habló con Saul sobre la techumbre. I Samuel 9:26 Y otro día madrugaron como al salir del alba, y Samuel llamó a Saul sobre la techumbre, y dijo: Levántate, para que te despache. Y Saul se levantó: y salieron fuera ambos, él y Samuel. I Samuel 9:27 Y descendiendo ellos al cabo de la ciudad, dijo Samuel a Saul: Di al mozo que vaya delante. Y el mozo pasó delante. Y tú espera un poco para que yo te declare palabra de Dios. I Samuel 10:0 I Samuel 10:1 Y tomando Samuel una ampolla de aceite, derramóla sobre su cabeza, y besóle, y díjole: ¿No te ha ungido Jehová por capitán sobre su heredad? I Samuel 10:2 Hoy luego que te hayas apartado de mí, hallarás dos varones junto al sepulcro de Raquel, en el término de Ben-jamín en Salesa, los cuales te dirán: Las asnas, que habías ido a buscar, son halladas: y tu padre, había ya dejado el negocio de las asnas, y congojábase por vosotros, diciendo: ¿Qué haré de mi hijo? I Samuel 10:3 Y como de allí te fueres más adelante, y llegares a la campaña de Tabor, salirte han al encuentro tres varones, que suben a Dios en Bet-el: llevando el uno tres cabritos, y el otro tres tortas de pan, y el tercero, un cuero de vino. I Samuel 10:4 Los cuales, luego que te hayan saludado, te darán dos panes, y los tomarás de mano de ellos. I Samuel 10:5 De allí vendrás al collado de Dios, donde está la guarnición de los Filisteos, y como entrares allá en la ciudad, encontrarás una compañía de profetas, que descienden del alto, y delante de ellos salterio, y adufe, y flauta, y arpa, y ellos profetizando. I Samuel 10:6 Y el Espíritu de Jehová te arrebatará, y profetizarás con ellos; y serás mudado en otro varón. I Samuel 10:7 Y cuando te hubieren venido estas señales hazte lo que te viniere a la mano: porque Dios es contigo. I Samuel 10:8 Y descenderás delante de mí en Galgal; y luego yo descenderé a ti a sacrificar holocaustos, y a matar víctimas pacíficas. me esperarás siete días hasta que yo venga a ti, y te enseñe lo que has de hacer. I Samuel 10:9 ¶ Y aconteció que como él tornó su hombro para partirse de Samuel, Dios le trocó su corazón: y todas estas señales vinieron en aquel día. I Samuel 10:10 Y como llegaron allá al collado, he aquí la compañía de los profetas que venía a encontrarse con él, y él Espíritu de Dios le arrebató, y profetizó entre ellos. I Samuel 10:11 Y aconteció que todos los que le conocían de ayer y de anteayer, miraban como profetizaba con los profetas. Y el pueblo decía el uno al otro. ¿Qué ha acontecido al hijo de Cis? ¿Saul también entre los profetas? I Samuel 10:12 Y alguno de allí respondió, y dijo: ¿Y quién es el padre de ellos? Por esta causa se tornó en proverbio, ¿También Saul entre los profetas? I Samuel 10:13 Y cesó de profetizar, y llegó al alto. I Samuel 10:14 Y un tio de Saul dijo a él y a su criado: ¿Dónde fuisteis? Y él respondió: A buscar las asnas. Y como vimos que no parecían, fuimos a Samuel. I Samuel 10:15 Y dijo el tio de Saul: Yo te ruego que me declares, ¿qué os dijo Samuel? I Samuel 10:16 Y Saul respondió a su tio, declarando nos declaró que las asnas habían parecido. Mas del negocio del reino, de que Samuel le habló, no le descubrió nada. I Samuel 10:17 ¶ Y Samuel convocó el pueblo a Jehová en Maspa. I Samuel 10:18 Y dijo a los hijos de Israel: Así dijo Jehová el Dios de Israel: Yo saqué a Israel de Egipto, y os libré de mano de los Egipcios, y de mano de todos los reinos que os afligieron; I Samuel 10:19 Mas vosotros habéis desechado hoy a vuestro Dios, que os guarda de todas vuestras aflicciones y angustias, diciendo: No, sino pon rey sobre nosotros. Ahora pues ponéos delante de Jehová por vuestras tribus, y por vuestros millares. I Samuel 10:20 Y haciendo allegar Samuel todas las tribus de Israel, fue tomada la tribu de Ben-jamín. I Samuel 10:21 E hizo llegar la tribu de Ben-jamín por sus linajes, y fue tomada la familia de Metri, y de ella fue tomado Saul hijo de Cis: y como le buscaron, no fue hallado. I Samuel 10:22 Y preguntaron otra vez a Jehová, si había aun de venir allí aquel varón: y Jehová respondió: He aquí que él está escondido entre el bagaje. I Samuel 10:23 Entonces corrieron allá, y tomáronle de allí; y puesto en medio del pueblo, desde el hombro arriba era más alto que todo el pueblo. I Samuel 10:24 Y Samuel dijo a todo el pueblo: ¿Habéis visto al que ha elegido Jehová, que no hay semejante a él en todo el pueblo? Entonces el pueblo clamó con alegría, diciendo: Viva el rey. I Samuel 10:25 Entonces Samuel recitó al pueblo el derecho del reino, y escribiólo en un libro, el cual guardó delante de Jehová. I Samuel 10:26 Y envió Samuel a todo el pueblo cada uno a su casa: y Saul también se fue a su casa en Gabaa, y fueron con él algunos del ejército, el corazón de los cuales Dios había tocado. I Samuel 10:27 Mas los impíos dijeron: ¿Cómo nos ha este de salvar? Y tuviéronle en poco, y no le trajeron presente: mas él disimuló. I Samuel 11:0 I Samuel 11:1 Y subió Naas Ammonita, y asentó campo contra Jabes de Galaad. Y todos los de Jabes dijeron a Naas: Haz alianza con nosotros, y servirte hemos. I Samuel 11:2 Y Naas Ammonita les respondió: Con esta condición haré alianza con vosotros, que a cada uno de todos vosotros saque el ojo derecho, y ponga esta vergüenza sobre todo Israel. I Samuel 11:3 Y los ancianos de Jabes le dijeron: Dános siete días, para que enviemos mensajeros en todos los términos de Israel: y si nadie hubiere que nos defienda, saldremos a ti. I Samuel 11:4 Y llegando los mensajeros a Gabaa de Saul, dijeron estas palabras en oídos del pueblo: y todo el pueblo lloró a alta voz. I Samuel 11:5 Y, he aquí, Saul que venía del campo tras los bueyes: y dijo Saul: ¿Qué tiene el pueblo, que lloran? y contáronle las palabras de los varones de Jabes. I Samuel 11:6 Y el Espíritu de Dios arrebató a Saul en oyendo estas palabras, y encendióse en ira en gran manera. I Samuel 11:7 Y tomando un par de bueyes, cortólos en piezas, y enviólos por todos los términos de Israel por mano de mensajeros, diciendo: Cualquiera que no saliere en pos de Saul, y en pos de Samuel, así será hecho a sus bueyes. Y cayó temor de Jehová sobre el pueblo; y salieron todos como un hombre. I Samuel 11:8 Y contólos en Bezec, y fueron los hijos de Israel trescientos mil: y los varones de Judá, treinta mil. I Samuel 11:9 Y respondieron a los mensajeros que habían venido: Así diréis a los de Jabes de Galaad: Mañana en calentando el sol, tendréis salud. Y vinieron los mensajeros, y declaráronlo a los de Jabes, los cuales se holgaron. I Samuel 11:10 Y los de Jabes dijeron: Mañana saldremos a vosotros, para que hagáis con nosotros todo lo que bien os pareciere. I Samuel 11:11 Y el día siguiente Saul puso el pueblo en orden en tres escuadrones: y vinieron en medio del real a la vela de la mañana, e hirieron a los Ammonitas hasta que el día se calentaba; y los que quedaron, se derramaron, que no quedaron dos de ellos juntos. I Samuel 11:12 El pueblo entonces dijo a Samuel: ¿Quién son los que decían? ¿Reinará Saul sobre nosotros? Dad aquellos hombres, y matarlos hemos, I Samuel 11:13 Y Saul dijo: No morirá hoy alguno; porque hoy ha obrado Jehová salud en Israel. I Samuel 11:14 ¶ Mas Samuel dijo al pueblo: Veníd, vamos a Galgal para que renovemos allí el reino. I Samuel 11:15 Y fue todo el pueblo a Galgal, y envistieron allí a Saul por rey delante de Jehová en Galgal. Y sacrificaron allí víctimas pacíficas delante de Jehová: y alegráronse mucho allí Saul y todos los de Israel. I Samuel 12:0 I Samuel 12:1 Y dijo Samuel a todo Israel: He aquí, yo he oído vuestra voz en todas las cosas que me habéis dicho, y os he puesto rey. I Samuel 12:2 Ahora, pues, he aquí vuestro rey va delante de vosotros. Porque yo ya soy viejo y cano; mas mis hijos están con vosotros, y yo he andado delante de vosotros desde mi mocedad hasta este día. I Samuel 12:3 Aquí estoy, contestád contra mí delante de Jehová, y delante de su ungido, si he tomado el buey de alguno, o si he tomado el asno de alguno, o si he calumniado a alguno, o si he injuriado a alguno, o si he tomado cohecho de alguno por el cual haya cubierto mis ojos: y satisfaceros he. I Samuel 12:4 Entonces ellos dijeron: Nunca nos has calumniado, ni injuriado, ni has tomado algo de mano de ningún hombre. I Samuel 12:5 Y él les dijo: Jehová es testigo contra vosotros, y su ungido también es testigo en este día, que no habéis hallado tras mí cosa ninguna. Y ellos respondieron: Así es. I Samuel 12:6 Entonces Samuel dijo al pueblo: Jehová, que hizo a Moisés y a Aarón, y que sacó a vuestros padres de la tierra de Egipto. I Samuel 12:7 ¶ Ahora pues estád, y yo os pondré demanda delante de Jehová, de todas las justicias de Jehová que ha hecho con vosotros, y con vuestros padres. I Samuel 12:8 Como Jacob hubo entrado en Egipto, y que vuestros padres clamaron a Jehová, Jehová envió a Moisés, y a Aarón, los cuales sacaron a vuestros padres de Egipto, y los hicieron habitar en este lugar. I Samuel 12:9 Y olvidaron a Jehová su Dios, y él los vendió en la mano de Sísera capitán del ejército de Asor, y en la mano de los Filisteos, y en la mano del rey de Moab, los cuales les hicieron guerra. I Samuel 12:10 Y ellos clamaron a Jehová, y dijeron: Pecamos, porque hemos dejado a Jehová, y habemos servido a los Baales, y a Astarot: líbranos pues ahora de la mano de nuestros enemigos, y nosotros te serviremos. I Samuel 12:11 Entonces Jehová envió a Jeru-baal, y a Badán, y a Jefté, y a Samuel, y os libró de mano de vuestros enemigos al derredor; y habitasteis seguros. I Samuel 12:12 Y como visteis que Naas rey de los hijos de Ammón venía contra vosotros, me dijisteis: No, sino rey reinará sobre nosotros; siendo vuestro rey Jehová vuestro Dios. I Samuel 12:13 Ahora, pues, veis aquí vuestro rey, que elegisteis, que pedisteis; veis aquí que Jehová ha puesto sobre vosotros rey. I Samuel 12:14 Pues si temiereis a Jehová, y le serviereis, y oyereis su voz, y no fuereis rebeldes a la palabra de Jehová, así vosotros como el rey que reina sobre vosotros, seréis tras Jehová vuestro Dios. I Samuel 12:15 Mas si no oyereis la voz de Jehová, y si fuereis rebeldes a la palabra de Jehová, la mano de Jehová será contra vosotros como contra vuestros padres. I Samuel 12:16 Y también ahora estád, y mirád esta gran cosa, que Jehová hará delante de vuestros ojos. I Samuel 12:17 ¿No es ahora la siega de los trigos? Yo clamaré a Jehová, y él dará truenos y aguas, para que conozcáis y veais, que es grande vuestra maldad, que habéis hecho en los ojos de Jehová, pidiéndoos rey. I Samuel 12:18 Y Samuel clamó a Jehová, y Jehová dio truenos y aguas en aquel día: y todo el pueblo temió en gran manera a Jehová y a Samuel. I Samuel 12:19 ¶ Y dijo todo el pueblo a Samuel: Ruega por tus siervos a Jehová tu Dios, que no muramos: porque a todos nuestros pecados hemos añadido este mal, de pedir rey para nosotros. I Samuel 12:20 Y Samuel respondió al pueblo: No temáis. Vosotros habéis cometido todo este mal; mas con todo eso no os apartéis de en pos de Jehová, sino servíd a Jehová con todo vuestro corazón. I Samuel 12:21 No os apartéis en pos de las vanidades, que no aprovechan, ni libran; porque son vanidades. I Samuel 12:22 Que Jehová no desamparará a su pueblo por su grande nombre; porque Jehová ha querido haceros pueblo suyo. I Samuel 12:23 Y lejos vaya también de mí, que peque contra Jehová, cesando de rogar por vosotros; antes os enseñaré por buen camino y derecho: I Samuel 12:24 Solamente teméd a Jehová, y servídle de verdad con todo vuestro corazón: porque considerád cuán grandes cosas ha hecho con vosotros. I Samuel 12:25 Mas si perseverareis en hacer mal, vosotros y vuestro rey pereceréis. I Samuel 13:0 I Samuel 13:1 Hijo de un año era Saul cuando reinó: y dos años reinó sobre Israel. I Samuel 13:2 Cuando Saul se escogió tres mil de Israel, los dos mil estuvieron con Saul en Macmas, y en el monte de Bet-el, y los mil estuvieron con Jonatán en Gabaa de Ben-jamín: y envió a todo el otro pueblo cada uno a sus tiendas. I Samuel 13:3 Y Jonatán hirió la guarnición de los Filisteos, que estaba en el collado, y oyéronlo los Filisteos, y Saul hizo tocar trompeta por toda la tierra, diciendo: Oíganlo los Hebreos. I Samuel 13:4 Y todo Israel oyeron que se decía: Saul ha herido la guarnición de los Filisteos; y también que Israel olía mal a los Filisteos: y el pueblo se juntó en pos de Saul en Galgal. I Samuel 13:5 Entonces los Filisteos se juntaron para pelear con Israel, treinta mil carros, y seis mil caballos, y pueblo como la arena que está a la orilla de la mar en multitud: y subieron, y asentaron campo en Macmas al oriente de Bet-aven. I Samuel 13:6 ¶ Mas los hombres de Israel viéndose puestos en estrecho, (porque el pueblo estaba en estrecho,) el pueblo se escondió en cuevas, en fosas, en peñascos, en rocas, y en cisternas. I Samuel 13:7 Y algunos de los Hebreos pasaron el Jordán en la tierra de Gad y de Galaad: y Saul se estaba aun en Galgal, y todo el pueblo iba tras de él temblando. I Samuel 13:8 Y él esperó siete días, conforme al plazo que Samuel había dicho, y Samuel no venía a Galgal, y el pueblo se le iba. I Samuel 13:9 Entonces dijo Saul: Traédme holocausto, y sacrificios pacíficos. Y sacrificó el holocausto. I Samuel 13:10 Y como él acababa de hacer el holocausto, he aquí Samuel que venía: y Saul le salió a recibir para saludarle. I Samuel 13:11 Entonces Samuel dijo: ¿Qué has hecho? Y Saul respondió: Porque ví que el pueblo se me iba, y que tú no venías al plazo de los días, y que los Filisteos estaban juntos en Macmas; I Samuel 13:12 Dije en mí: Los Filisteos descenderán ahora a mí en Galgal, y yo no he rogado a la faz de Jehová. Y esforcéme, y ofrecí holocausto. I Samuel 13:13 Entonces Samuel dijo a Saul: Locamente has hecho, que no guardaste el mandamiento de Jehová tu Dios, que él te había mandado. Porque ahora Jehová hubiera confirmado tu reino sobre Israel para siempre. I Samuel 13:14 Mas ahora tu reino no será durable. Jehová se ha buscado varón según su corazón, al cual Jehová ha mandado, que sea capitán sobre su pueblo, por cuanto tú no has guardado lo que Jehová te mandó. I Samuel 13:15 Y levantándose Samuel subió de Galgal en Gabaa de Ben-jamín: y Saul contó el pueblo, que se hallaba con él, como seiscientos hombres. I Samuel 13:16 Y Saul y Jonatán su hijo, y el pueblo que se hallaba con ellos, se quedaron en Gabaa de Ben-jamín: y los Filisteos habían puesto su campo en Macmas. I Samuel 13:17 Y salieron del campo de los Filisteos tres escuadrones a correr la tierra. El un escuadrón marchaba por el camino de Efra a la tierra de Sual. I Samuel 13:18 El otro escuadrón marchaba hacia Bet-orón, y el tercer escuadrón marchaba hacia la región que mira al valle de Seboim hacia el desierto. I Samuel 13:19 Y en toda la tierra de Israel no se hallaba oficial; que los Filisteos habían dicho entre sí: Para que los Hebreos no hagan espada, o lanza. I Samuel 13:20 Y así todos los de Israel descendían a los Filisteos cada uno a aguzar su reja, su azadón, su hacha, o su sacho, I Samuel 13:21 Y cuando se hacían bocas en las rejas, o en los azadones, o en las horquillas, o en las hachas, hasta un aguijón que se había de adobar. I Samuel 13:22 Así aconteció que el día de la batalla no se halló espada, ni lanza en la mano de ninguno de todo el pueblo, que estaba con Saul y con Jonatán, sino fueron Saul y Jonatán su hijo que las tenían. I Samuel 13:23 Y la guarnición de los Filisteos salió al paso de Macmas. I Samuel 14:0 I Samuel 14:1 Y un día aconteció que Jonatán, hijo de Saul, dijo a su criado que le traía las armas: Ven, y pasemos a la guarnición de los Filisteos, que está a aquel lado. Y no lo hizo saber a su padre. I Samuel 14:2 Y Saul estaba en el término de Gabaa debajo de un granado que estaba en Magrón, y el pueblo que estaba con él, era como seiscientos hombres. I Samuel 14:3 Y Aquias, hijo de Aquitob, hermano de Icabod, hijo de Finees, hijo de Elí sacerdote de Jehová en Silo, traía el efod: y el pueblo no sabía que Jonatán se hubiese ido. I Samuel 14:4 Y entre los pasos por donde Jonatán procuraba pasar a la guarnición de los Filisteos había un peñasco agudo de la una parte, y otro de la otra parte, el uno se llamaba Boses, y el otro Sene. I Samuel 14:5 El un peñasco al norte hacia Macmas, y el otro al mediodía hacia Gabaa. I Samuel 14:6 Dijo pues Jonatán a su criado que le traía las armas: Ven, pasemos a la guarnición de estos incircuncisos, quizá hará Jehová por nosotros; que no es difícil a Jehová salvar con multitud, o con poco número. I Samuel 14:7 Y su paje de armas le respondió: Haz todo lo que tienes en tu corazón; vé, que aquí estoy contigo a tu voluntad. I Samuel 14:8 Y Jonatán dijo: He aquí, nosotros pasaremos a estos hombres, y mostrárnosles hemos. I Samuel 14:9 Si nos dijeren así: Esperád hasta que lleguemos a vosotros; entonces nos estaremos en nuestro lugar, y no subiremos a ellos. I Samuel 14:10 Mas si nos dijeren así: Subíd a nosotros; entonces subiremos, porque Jehová los ha entregado en nuestras manos, y esto nos será por señal. I Samuel 14:11 Y mostráronse ambos a la guarnición de los Filisteos, y los Filisteos dijeron: He aquí los Hebreos, que salen de las cavernas en que se habían escondido. I Samuel 14:12 Y los varones de la guarnición respondieron a Jonatán y a su paje de armas, y dijeron: Subíd a nosotros, y mostraros hemos el caso. Entonces Jonatán dijo a su paje de armas: Sube tras mí, que Jehová los ha entregado en la mano de Israel. I Samuel 14:13 Y subió Jonatán con sus manos y con sus pies, y tras él su paje de armas: y los que caían delante de Jonatán, su paje de armas, qué iba tras de él, los mataba. I Samuel 14:14 Esta fue la primera matanza, en la cual Jonatán con su paje de armas mató como veinte varones, como en la mitad de una huebra que un par de bueyes suelen arar en un campo. I Samuel 14:15 Y hubo temblor en el real, y por la tierra, y por todo el pueblo de la guarnición: y los que habían ido a correr la tierra, también ellos temblaron: y la tierra fue alborotada, y hubo gran temblor. I Samuel 14:16 Y las centinelas de Saul vieron desde Gabaa de Ben-jamín como la multitud estaba turbada, e iba de una parte a otra, y era deshecha. I Samuel 14:17 Entonces Saul dijo al pueblo que tenía consigo: Reconocéd luego y mirád, quién haya ido de los nuestros. Y como reconocieron, hallaron que faltaba Jonatán y su paje de armas. I Samuel 14:18 Y Saul dijo a Aquias: Trae el arca de Dios. Porque el arca de Dios estaba aquel día con los hijos de Israel. I Samuel 14:19 Y aconteció que estando aun hablando Saul con el sacerdote, el alboroto que estaba en el campo de los Filisteos, se aumentaba, e iba creciendo en gran manera. Entonces dijo Saul al sacerdote: Detén tu mano. I Samuel 14:20 Y juntando Saul todo el pueblo que con él estaba, vinieron hasta el lugar de la batalla: y, he aquí que la espada de cada uno era vuelta contra su compañero, y la mortandad era grande. I Samuel 14:21 Y los Hebreos que habían estado con los Filisteos los días antes, y habían venido con ellos de los al derredores al campo, también estos se volvieron para incorporarse con los Israelitas que estaban con Saul y con Jonatán. I Samuel 14:22 Asimismo todos los Israelitas que se habían escondido en el monte de Efraím, oyendo que los Filisteos huían, ellos también los siguieron en aquella batalla. I Samuel 14:23 Y Jehová salvó a Israel aquel día, y la batalla llegó hasta Bet-aven. I Samuel 14:24 ¶ Y los varones de Israel fueron puestos en estrecho aquel día; porque Saul había conjurado al pueblo, diciendo: Cualquiera que comiere pan hasta la tarde, hasta que haya tomado venganza de mis enemigos, sea maldito. Y todo el pueblo no había gustado pan. I Samuel 14:25 Y toda la gente del país llegó a un bosque, donde había miel en la haz del campo. I Samuel 14:26 Y entró el pueblo en el bosque, y, he aquí que la miel corría, y ninguno hubo que llegase la mano a su boca: porque el pueblo tenía en reverencia el juramento. I Samuel 14:27 Mas Jonatán no había oído, cuando su padre conjuró al pueblo: y extendió la punta de una vara, que traía en su mano, y mojóla en un panal de miel y llegó su mano a su boca, y sus ojos fueron aclarados. I Samuel 14:28 Entonces habló uno del pueblo, diciendo: Conjurando ha conjurado tu padre al pueblo, diciendo: Maldito sea el varón que comiere hoy nada: y el pueblo desfallecía de hambre. I Samuel 14:29 Y respondió Jonatán: Mi padre ha turbado el país. Ved ahora como han sido aclarados mis ojos por haber gustado un poco de esta miel: I Samuel 14:30 ¿Cuánto más si el pueblo hubiera hoy comido del despojo de sus enemigos que halló? ¿No se hubiera hecho ahora mayor estrago en los Filisteos? I Samuel 14:31 E hirieron aquel día a los Filisteos desde Macmas hasta Ajalón; mas el pueblo se cansó mucho. I Samuel 14:32 ¶ Y el pueblo se tornó al despojo, y tomaron ovejas y vacas, y becerros, y matáronlos en tierra, y el pueblo comió con sangre. I Samuel 14:33 Y dándole de ello aviso a Saul, dijéronle: El pueblo peca contra Jehová comiendo con sangre. Y él dijo: Vosotros habéis prevaricado. Revolvédme ahora acá una grande piedra. I Samuel 14:34 Y Saul tornó a decir: Esparcíos por el pueblo, y decídles: Traígame cada uno su vaca, y cada uno su oveja, y degollád aquí, y coméd, y no pecaréis contra Jehová comiendo con sangre. Y trajeron todo el pueblo cada uno su vaca con su mano aquella noche, y degollaron allí. I Samuel 14:35 Y edificó Saul altar a Jehová, el cual altar fue el primero que edificó a Jehová. I Samuel 14:36 Y dijo Saul: Descendamos de noche contra los Filisteos, y saquearlos hemos hasta la mañana, y no dejaremos de ellos a ninguno. Y ellos dijeron: Haz lo que bien te pareciere. Y el sacerdote dijo: Lleguémosnos aquí a Dios. I Samuel 14:37 Y Saul consultó a Dios: ¿Descenderé tras los Filisteos? ¿Entregarlos has en mano de Israel? Mas Jehová no le dio respuesta aquel día. I Samuel 14:38 Entonces dijo Saul: Llegáos acá todos los cantones del pueblo: sabéd, y mirád por quien ha sido hoy este pecado. I Samuel 14:39 Porque vive Jehová, que salva a Israel, que si fuere en mi hijo Jonatán, él morirá de muerte. Y no hubo en todo el pueblo quien le respondiese. I Samuel 14:40 Y dijo a todo Israel: Vosotros estaréis a un lado, y yo y Jonatán mi hijo estaremos a otro lado. Y el pueblo respondió a Saul: Haz lo que bien te pareciere. I Samuel 14:41 Entonces dijo Saul a Jehová Dios de Israel: Da perfección. Y fueron tomados Jonatán y Saul, y el pueblo salió por libre. I Samuel 14:42 Y Saul dijo: Echád entre mí, y Jonatán mi hijo. Y fue tomado Jonatán. I Samuel 14:43 Entonces Saul dijo a Jonatán: Declárame que has hecho. Y Jonatán se lo declaró, y dijo: Gustando gusté con la punta de la vara que traía en mi mano, un poco de miel: ¿y moriré por eso? I Samuel 14:44 Y Saul respondió: Así me haga Dios, y así me añada, que sin duda morirás Jonatán. I Samuel 14:45 Entonces el pueblo dijo a Saul: ¿Pues ha de morir Jonatán, el que ha hecho esta salud grande en Israel? No será así. Vive Jehová que no ha de caer un cabello de su cabeza en tierra, pues que ha hecho hoy con Dios. Y el pueblo libró a Jonatán, que no muriese. I Samuel 14:46 Y Saul dejó de seguir los Filisteos: y los Filisteos se fueron a su lugar. I Samuel 14:47 Y tomando Saul el reino sobre Israel, hizo guerra a todos sus enemigos al derredor: contra Moab, contra los hijos de Ammón, contra Edom, contra los reyes de Soba, y contra los Filisteos, y a donde quiera que se tornaba era vencedor. I Samuel 14:48 Y juntó ejército, e hirió a Amalec, y libro a Israel de mano de los que le saqueaban. I Samuel 14:49 ¶ Y los hijos de Saul eran, Jonatán, Jesuí, y Melqui-sua. Y los nombres de sus dos hijas eran, el nombre de la mayor, Merob, y el de la menor, Micol. I Samuel 14:50 Y el nombre de la mujer de Saul era Aquinoam, hija de Aquimaas. Y el nombre del general de su ejército era Abner, hijo de Ner, tio de Saul. I Samuel 14:51 Porque Cis padre de Saul, y Ner padre de Abner, fueron hijos de Abiel. I Samuel 14:52 Y la guerra fue fuerte contra los Filisteos, todo el tiempo de Saul: y a cualquiera que Saul veía que era valiente hombre, y hombre de esfuerzo, le juntaba consigo. I Samuel 15:0 I Samuel 15:1 Y Samuel dijo a Saul: Jehová me envió a que te ungiese por rey sobre su pueblo Israel: oye pues la voz de las palabras de Jehová. I Samuel 15:2 Así dijo Jehová de los ejércitos: Acuérdome de lo que hizo Amalec a Israel: que se le opuso en el camino, cuando subía de Egipto. Vé, pues, e hiere a Amalec, I Samuel 15:3 Y destruiréis en él todo lo que tuviere; y no hayas piedad de él. Mata hombres y mujeres, niños y mamantes, vacas y ovejas, camellos y asnos. I Samuel 15:4 Y Saul juntó el pueblo, y reconociólos en Telaim, doscientos mil hombres de a pie, y diez mil varones de Judá. I Samuel 15:5 Y viniendo Saul a la ciudad de Amalec puso emboscada en el valle. I Samuel 15:6 Y Saul dijo al Cineo: Idos, apartáos, y salíd de entre los de Amalec: porque no te destruya juntamente con él; porque tú hiciste misericordia con todos los hijos de Israel, cuando subían de Egipto. Y el Cineo se apartó de entre los de Amalec. I Samuel 15:7 Y Saul hirió a Amalec desde Hevila hasta llegar a Sur que está a la frontera de Egipto. I Samuel 15:8 Y tomó vivo a Agag rey de Amalec, mas a todo el pueblo mató a filo de espada. I Samuel 15:9 Y Saul y el pueblo perdonaron a Agag, a lo mejor de las ovejas, y al ganado mayor, a los gruesos, y a los carneros, y finalmente a todo lo bueno, que no lo quisieron destruir: mas todo lo que era vil y flaco destruyeron. I Samuel 15:10 ¶ Y fue palabra de Jehová a Samuel, diciendo: I Samuel 15:11 Pésame de haber puesto por rey a Saul; porque se ha vuelto de en pos de mí, y no ha cumplido mis palabras. Y pesó a Samuel: y clamó a Jehová toda aquella noche. I Samuel 15:12 Y Samuel madrugó por venir a recibir a Saul por la mañana: y fue dado aviso a Samuel, diciendo: Saul es venido al Carmelo: y, he aquí, él se ha levantado un trofeo: y que volviendo había pasado, y descendido a Galgala. I Samuel 15:13 Vino pues Samuel a Saul, y Saul le dijo: Bendito seas tú de Jehová, yo he cumplido la palabra de Jehová. I Samuel 15:14 Samuel entonces dijo: ¿Pues qué balido de ganados y bramido de bueyes es este que yo oigo con mis oídos? I Samuel 15:15 Y Saul respondió: De Amalec los han traído: porque el pueblo perdonó a lo mejor de las ovejas, y de las vacas, para sacrificarlas a Jehová tu Dios: y los demás destruimos. I Samuel 15:16 Entonces Samuel dijo a Saul: Déjame declararte lo que Jehová me ha dicho esta noche. Y él le respondió: Dí. I Samuel 15:17 Y dijo Samuel: ¿Siendo tú pequeño en tus ojos, no has sido hecho cabeza a las tribus de Israel, y Jehová te ha ungido por rey sobre Israel? I Samuel 15:18 Y envióte Jehová en jornada, y dijo: Vé, y destruye los pecadores de Amalec, y házles guerra hasta que los acabes. I Samuel 15:19 ¿Por qué pues no has oído la voz de Jehová, antes vuelto al despojo, has hecho lo malo en los ojos de Jehová? I Samuel 15:20 Y Saul respondió a Samuel: Antes he oído la voz de Jehová, y fui a la jornada donde Jehová me envió, y he traído a Agag rey de Amalec, y he destruido los Amalecitas. I Samuel 15:21 Mas el pueblo tomó del despojo ovejas y vacas, las primicias del anatema, para sacrificarlas a Jehová tu Dios en Galgal. I Samuel 15:22 Y Samuel dijo: ¿Tiene Jehová tanto contentamiento con los holocaustos y víctimas, como con obedecer a la palabra de Jehová? Ciertamente el obedecer es mejor que los sacrificios: y el escuchar, que el sebo de los carneros. I Samuel 15:23 Porque pecado es de adivinación la rebelión, e ídolo e idolatría, el quebrantar. Y por cuanto tú desechaste la palabra de Jehová, él también te ha desechado que no seas rey. I Samuel 15:24 Entonces Saul dijo a Samuel: Yo he pecado, que he quebrantado el dicho de Jehová, y tus palabras: porque temí al pueblo, y consentí a la voz de ellos: perdona pues ahora mi pecado, I Samuel 15:25 Y vuelve conmigo para que adore a Jehová. I Samuel 15:26 Y Samuel respondió a Saul: No volveré contigo; porque desechaste la palabra de Jehová, y Jehová te ha desechado que no seas rey sobre Israel. I Samuel 15:27 Y volviéndose Samuel para irse, él echó mano del canto de su capa, y rompióse. I Samuel 15:28 Entonces Samuel le dijo: Jehová ha rompido hoy de ti el reino de Israel, y lo ha dado a tu prójimo, mejor que tú. I Samuel 15:29 Y aun el Vencedor de Israel no mentirá, ni se arrepentirá: porque no es hombre para que se arrepienta. I Samuel 15:30 ¶ Y él dijo: Yo he pecado: mas ruégote que me honres delante de los ancianos de mi pueblo, y delante de Israel, y vuelve conmigo, para que adore a Jehová tu Dios. I Samuel 15:31 Y volvió Samuel tras Saul, y adoró Saul a Jehová. I Samuel 15:32 Y dijo Samuel: Traédme a Agag rey de Amalec. Y Agag vino a él delicadamente. Y dijo Agag: ciertamente se acercó la amargura de la muerte. I Samuel 15:33 Y Samuel dijo: Como tu espada hizo las mujeres sin hijos; así tu madre será sin hijo entre las mujeres. Entonces Samuel cortó en piezas a Agag delante de Jehová en Galgal. I Samuel 15:34 Y Samuel se fue a Rama, y Saul subió a su casa en Gabaa de Saul. I Samuel 15:35 Y nunca después vio Samuel a Saul en toda su vida: y Samuel lloraba a Saul, porque Jehová se había arrepentido de haber puesto a Saul por rey sobre Israel. I Samuel 16:0 I Samuel 16:1 Y dijo Jehová a Samuel: ¿Hasta cuando has tú de llorar a Saul habiéndole yo desechado, que no reine sobre Israel? Hinche tu cuerno de aceite, y ven, enviarte he a Isaí de Belén: porque de sus hijos me he proveido de rey. I Samuel 16:2 Y dijo Samuel: ¿Cómo iré? Si Saul lo entendiere, me matará. Jehová respondió: Toma una becerra de las vacas en tus manos, y dí: A sacrificar a Jehová he venido. I Samuel 16:3 Y llama a Isaí al sacrificio, y yo te enseñaré lo que has de hacer, y ungirme has al que yo te dijere. I Samuel 16:4 Y Samuel hizo como le dijo Jehová: y como él llegó a Belén, los ancianos de la ciudad le salieron a recibir con miedo: y dijeron: ¿Es pacífica tu venida? I Samuel 16:5 Y él respondió: Si. Vengo a sacrificar a Jehová; santificáos, y veníd conmigo al sacrificio: y santificando él a Isaí y a sus hijos llamólos al sacrificio. I Samuel 16:6 Y aconteció, que como ellos vinieron, él vio a Eliab, y dijo: De cierto delante de Jehová está su ungido. I Samuel 16:7 Y Jehová respondió a Samuel: No mires a su parecer, ni a la altura de su estatura; porque yo le desecho; porque no es lo que el hombre ve, porque el hombre ve lo que está delante de sus ojos, mas Jehová ve el corazón. I Samuel 16:8 E Isaí llamó a Abinadab, e hízole pasar delante de Samuel, el cual dijo: Ni a este ha elegido Jehová. I Samuel 16:9 E hizo pasar Isaí a Samma; y él dijo: tampoco a este ha elegido Jehová. I Samuel 16:10 E hizo pasar Isaí sus siete hijos delante de Samuel, y Samuel dijo a Isaí: Jehová no ha elegido a estos. I Samuel 16:11 Y dijo Samuel a Isaí: ¿Hánse acabado los mozos? Y él respondió: Aun queda el menor que apacienta las ovejas. Y dijo Samuel a Isaí: Envía por él; porque no nos asentarémos a la mesa hasta que él venga aquí. I Samuel 16:12 Y él envió por él, y metióle delante: el cual era rojo, de hermoso parecer, y de bello aspecto. Entonces Jehová dijo: Levántate y úngele, que este es. I Samuel 16:13 Y Samuel tomó el cuerno del aceite, y ungióle de entre sus hermanos: y desde aquel día en adelante el Espíritu de Jehová tomó a David. Y levantándose Samuel, volvióse a Rama. I Samuel 16:14 ¶ Y el Espíritu de Jehová se apartó de Saul, y atormentábale el espíritu malo de parte de Jehová. I Samuel 16:15 Y los criados de Saul le dijeron: He aquí ahora que el espíritu malo de Dios te atormenta. I Samuel 16:16 Diga pues nuestro señor a tus siervos que están delante de ti, que busquen alguno que sepa tañer arpa: para que cuando fuere sobre ti el espíritu malo de Dios, él taña con su mano, y estés mejor. I Samuel 16:17 Y Saul respondió a sus criados: Mirádme pues ahora por alguno que taña bien, y traédmele. I Samuel 16:18 Entonces uno de los criados respondió, diciendo: He aquí, yo he visto a un hijo de Isaí de Belén que sabe tañer: y es valiente de fuerza, y hombre de guerra: prudente en sus palabras, hermoso, y Jehová es con él. I Samuel 16:19 Y Saul envió mensajeros a Isaí, diciendo: Envíame a David tu hijo, el que está con las ovejas. I Samuel 16:20 E Isaí tomó un asno cargado de pan, y un cuero de vino, y un cabrito de las cabras, y enviólo a Saul por mano de David su hijo. I Samuel 16:21 Y viniendo David a Saul estuvo delante de él, y él le amó mucho, y fue hecho su escudero. I Samuel 16:22 Y Saul envió a decir a Isaí: Yo te ruego que esté David conmigo, porque ha hallado gracia en mis ojos. I Samuel 16:23 Y cuando el espíritu malo de Dios era sobre Saul, David tomaba la arpa y tañía con su mano, y Saul tenía refrigerio, y estaba mejor, y el espíritu malo se apartaba de él. I Samuel 17:0 I Samuel 17:1 Y los Filisteos juntaron sus ejércitos para la guerra, y congregáronse en Soco, que es en Judá, y asentaron campo entre Soco y Azeca en el término de Donmim. I Samuel 17:2 Y también Saul y los varones de Israel se juntaron, y asentaron el campo en el valle del Alcornoque: y ordenaron la batalla contra los Filisteos. I Samuel 17:3 Y los Filisteos estaban sobre el un monte de la una parte, e Israel estaba sobre el otro monte de la otra parte; y el valle estaba entre ellos. I Samuel 17:4 Y salió un varón del campo de los Filisteos entre los dos campos, el cual se llamaba Goliat de Get, y tenía de altura seis codos y un palmo. I Samuel 17:5 Y traía un almete de acero en su cabeza, vestido de unas corazas de planchas: y el peso de las corazas tenía cinco mil siclos de metal. I Samuel 17:6 Y sobre sus pies traía grebas de hierro, y un escudo de acero en sus hombros. I Samuel 17:7 El hasta de su lanza era como un enjullo de un telar, y el hierro de su lanza tenía seiscientos siclos de hierro, y su escudero iba delante de él. I Samuel 17:8 Y paróse, y dio voces a los escuadrones de Israel, diciéndoles: ¿Para qué salís a dar batalla? ¿No soy yo el Filisteo, y vosotros los siervos de Saul? Escogéd un varón de vosotros que venga contra mí. I Samuel 17:9 Si él pudiere pelear conmigo, y me venciere, nosotros seremos vuestros siervos. Y si yo pudiere más que él, y le venciere, vosotros seréis nuestros siervos, y nos serviréis. I Samuel 17:10 Y añadió el Filisteo: Yo he deshonrado hoy el campo de Israel: dádme varón que pelee conmigo. I Samuel 17:11 Y oyendo Saul y todo Israel estas palabras del Filisteo, fueron espantados, y hubieron gran miedo. I Samuel 17:12 Y David era hijo de un varón Éufrateo de Belén de Judá, cuyo nombre era Isaí, el cual tenía ocho hijos: y era este hombre en el tiempo de Saul viejo, y de grande edad entre los hombres. I Samuel 17:13 Y los tres hijos mayores de Isaí habían ido a seguir a Saul en la guerra. Y los nombres de sus tres hijos, que habían ido a la guerra eran, Eliab el primogénito: el segundo Abinadab: y el tercero Samma. I Samuel 17:14 ¶ Y David era el menor. Y habiendo ido los tres mayores tras Saul, I Samuel 17:15 David había ido y vuelto de con Saul, para apacentar las ovejas de su padre en Belén. I Samuel 17:16 Venía pues aquel Filisteo por la mañana y a la tarde, y presentábase por cuarenta días. I Samuel 17:17 E Isaí dijo a David su hijo: Toma ahora para tus hermanos un efa de esta cebada tostada, y estos diez panes, y llévalo presto al campo a tus hermanos. I Samuel 17:18 Y estos diez quesos de leche llevarás al capitán, y vé a ver a tus hermanos, si están buenos, y tomarás prendas de ellos. I Samuel 17:19 Y Saul, y ellos, y todos los de Israel estaban al valle del Alcornoque peleando con los Filisteos. I Samuel 17:20 Y David se levantó de mañana, y dejando las ovejas a la guarda, cargóse y fuése, como Isaí le mandó: y vino a la trinchera al ejército, el cual había salido a la ordenanza, y ya tocaban alarma en batalla. I Samuel 17:21 Porque así los Israelitas como los Filisteos estaban en ordenanza, escuadrón contra escuadrón. I Samuel 17:22 Y David dejó la carga de sobre sí en mano del que guardaba el bagaje, y corrió al escuadrón, y como llegó, preguntaba por sus hermanos, si estaban buenos. I Samuel 17:23 Y estando él hablando con ellos, he aquí aquel varón que se ponía en medio de los dos campos, que se llamaba Goliat, Filisteo de Get, que subía de los escuadrones de los Filisteos, hablando las mismas palabras, las cuales David oyó. I Samuel 17:24 Y todos los varones de Israel que veían aquel varón, huían delante de él, y tenían gran temor. I Samuel 17:25 Y cada uno de los de Israel decía: ¿No habéis visto a aquel varón que sube? él sube para deshonrar a Israel. Al que le venciere, el rey le enriquecerá de grandes riquezas, y le dará su hija, y hará franca la casa de su padre en Israel. I Samuel 17:26 Entonces habló David a los que estaban a par de él, diciendo: ¿Qué harán a aquel varón que venciere a este Filisteo, y quitare la deshonra de Israel? Porque ¿quién es este Filisteo incircunciso, para que deshonre los escuadrones del Dios viviente? I Samuel 17:27 Y el pueblo le respondió las mismas palabras, diciendo: Así se hará al tal varón que le venciere. I Samuel 17:28 Y oyéndole hablar Eliab su hermano mayor con aquellos varones, Eliab se encendió en ira contra David, y dijo: ¿Para qué has descendido acá? ¿y a quién has dejado aquellas pocas ovejas en el desierto? Yo conozco tu soberbia y la malicia de tu corazón, que para ver la batalla has venido. I Samuel 17:29 Y David respondió: ¿Qué he hecho ahora? ¿Estas, no son palabras? I Samuel 17:30 Y apartándose de él hacia otros, habló lo mismo, y respondiéronle los del pueblo como primero. I Samuel 17:31 Y fueron oídas las palabras que David había dicho, las cuales fueron recitadas delante de Saul: y él le hizo venir. I Samuel 17:32 Y dijo David a Saul: No desmaye ninguno a causa de él, tu siervo irá, y peleará con este Filisteo. I Samuel 17:33 Y dijo Saul a David: No podrás tú ir contra aquel Filisteo para pelear con él, porque tú eres mozo, y él es hombre de guerra desde su juventud. I Samuel 17:34 Y David respondió a Saul: Tu siervo era pastor en las ovejas de su padre, y venía un león, o un oso, y tomaba algún cordero de la manada; I Samuel 17:35 Y salía yo tras él, y heríale, y escapábale de su boca: y si se levantaba contra mí, yo le echaba mano de la quijada, y le hería y mataba. I Samuel 17:36 Fuese león, fuese oso, tu siervo le mataba; pues este Filisteo incircunciso será como uno de ellos, porque ha deshonrado al ejército del Dios viviente. I Samuel 17:37 Y añadió David: Jehová que me ha librado de mano de león, y de mano de oso, él también me librará de la mano de este Filisteo. Y dijo Saul a David: Vé, y Jehová sea contigo. I Samuel 17:38 ¶ Y Saul vistió a David de sus ropas, y puso sobre su cabeza un almete de acero, y vistióle corazas. I Samuel 17:39 Y ciñó David su espada sobre sus vestidos, y probó a andar: porque nunca lo había experimentado. Y dijo David a Saul: Yo no puedo andar con esto, porque nunca lo experimenté. Y echando de si David aquellas cosas, I Samuel 17:40 Tomó su cayado en su mano, y tomóse cinco piedras lisas del arroyo, y púsolas en el saco pastoril, y en el zurrón que traía, y fuése, su honda en su mano, hacia el Filisteo. I Samuel 17:41 Y el Filisteo venía andando y acercándose a David, y su escudero delante de él. I Samuel 17:42 Y como el Filisteo miró, y vio a David, túvole en poco, porque era mancebo, y rojo, y de hermoso parecer. I Samuel 17:43 Y dijo el Filisteo a David: ¿Soy yo perro que vienes a mí con palos? Y maldijo a David por sus dioses. I Samuel 17:44 Y dijo el Filisteo a David: Ven a mí, y daré tu carne a las aves del cielo, y a las bestias del campo. I Samuel 17:45 Y David dijo al Filisteo: Tú vienes a mí con espada, y lanza, y escudo; mas yo vengo a ti en el nombre de Jehová de los ejércitos, el Dios de los escuadrones de Israel, que tú has deshonrado. I Samuel 17:46 Jehová pues te entregará hoy en mi mano, y yo te venceré, y quitaré tu cabeza de ti: y daré los cuerpos de los Filisteos hoy a las aves del cielo, y a las bestias de la tierra, y sabrá toda la tierra, que hay Dios en Israel. I Samuel 17:47 Y toda esta congregación sabrá, que Jehová no salva con espada y lanza; porque de Jehová es la guerra, y él os entregará en nuestras manos. I Samuel 17:48 Y aconteció, que como el Filisteo se levantó para ir y llegarse contra David, David se dio priesa y corrió al combate contra el Filisteo. I Samuel 17:49 Y metiendo David su mano en el saco, tomó de allí una piedra, y tirósela con la honda, e hirió al Filisteo en la frente: y la piedra quedó hincada en su frente, y cayó en tierra sobre su rostro. I Samuel 17:50 Y así venció David al Filisteo con honda y piedra: e hirió al Filisteo, y matóle, sin tener David espada en su mano. I Samuel 17:51 Entonces corrió David, y púsose sobre el Filisteo, y tomando su espada, y sacándola de su vaina, le mató, y cortóle con ella la cabeza. Y como los Filisteos vieron su gigante muerto, huyeron. I Samuel 17:52 Y levantándose los de Israel y de Judá, dieron grita, y siguieron a los Filisteos hasta llegar al valle, y hasta las puertas de Accarón. Y cayeron heridos de los Filisteos por el camino de Saraim hasta Get, y Accarón. I Samuel 17:53 Y tornando los hijos de Israel de seguir los Filisteos, robaron su campo. I Samuel 17:54 Y David tomó la cabeza del Filisteo, y trájola a Jerusalem, y puso sus armas en su tienda. I Samuel 17:55 Mas cuando Saul vio a David que salía a encontrarse con el Filisteo, dijo a Abner el general del ejército: Abner; ¿cúyo hijo es aquel mancebo? Y Abner respondió: I Samuel 17:56 Vive tu alma, oh rey, que no lo sé. Y el rey dijo: Pregunta, pues, cúyo hijo es aquel mancebo. I Samuel 17:57 Y cuando David volvía de matar al Filisteo, Abner le tomó, y le llevó delante de Saul teniendo la cabeza del Filisteo en su mano. I Samuel 17:58 Y díjole Saul: Mancebo, ¿cúyo hijo eres? Y David respondió: Yo soy hijo de tu siervo Isaí de Belén. I Samuel 18:0 I Samuel 18:1 Y después que él hubo acabado de hablar con Saul, el alma de Jonatán fue ligada con la de David, y amóle Jonatán como a su alma. I Samuel 18:2 Y Saul le tomó aquel día, y no le dejó volver a casa de su padre. I Samuel 18:3 E hicieron alianza Jonatán y David, porque él le amaba como a su alma. I Samuel 18:4 Y Jonatán se desnudó la ropa que tenía sobre sí, y dióla a David, y otras ropas suyas, hasta su espada y su arco, con su talabarte. I Samuel 18:5 Y salía David, donde quiera que Saul le enviaba, y conducíase prudentemente. Y Saul le hizo capitán de gente de guerra, y era acepto en los ojos de todo el pueblo, y en los ojos de los criados de Saul. I Samuel 18:6 Y aconteció que como ellos volvieron, y David volvió de matar al Filisteo, salieron las mujeres de todas las ciudades de Israel cantando, y con danzas, con adufes, y con alegrías y panderos a recibir al rey Saul. I Samuel 18:7 Y cantaban las mujeres que danzaban y decían: Saul hirió sus miles, y David sus diez miles. I Samuel 18:8 Y enojóse Saul en gran manera, y desagradó esta palabra en sus ojos, y dijo: A David dieron diez miles y a mí miles: no le queda más que el reino. I Samuel 18:9 Y desde aquel día Saul miró de través a David. I Samuel 18:10 Otro día aconteció que el espíritu malo de Dios tomó a Saul, y profetizaba dentro de su casa; y David tañía con su mano como los otros días; y estaba una lanza a mano de Saul. I Samuel 18:11 Y arrojó Saul la lanza, diciendo: Enclavaré a David con la pared; y dos veces se apartó de él David. I Samuel 18:12 Mas Saul se temía de David, por cuanto Jehová era con él, y se había apartado de Saul. I Samuel 18:13 ¶ Y Saul le apartó de sí, e hízole capitán de mil, y salía y entraba delante del pueblo. I Samuel 18:14 Y David se conducía prudentemente en todos sus negocios, y Jehová era con él. I Samuel 18:15 Y viendo Saul que se conducía tan prudentemente, temíase de él. I Samuel 18:16 Mas todo Israel y Judá amaba a David, porque él salía y entraba delante de ellos. I Samuel 18:17 ¶ Y dijo Saul a David: He aquí, yo te daré a Merob mi hija mayor por mujer: solamente porque me seas valiente hombre, y hagas las guerras de Jehová. Mas Saul decía en sí: No será mi mano contra él, mas la mano de los Filisteos será contra él. I Samuel 18:18 Y David respondió a Saul: ¿Quién soy yo, o qué es mi vida, o la familia de mi padre en Israel, para ser yerno del rey? I Samuel 18:19 Y venido el tiempo en que Merob, hija de Saul, se había de dar a David, fue dada por mujer a Adriel Meholatita. I Samuel 18:20 ¶ Mas Micol la otra hija de Saul amaba a David; y fue dicho a Saul, lo cual plugo en sus ojos. I Samuel 18:21 Y Saul dijo en sí: Yo se la daré, para que le sea por lazo: y para que la mano de los Filisteos sea contra él. Y dijo Saul a David: Con la otra serás mi yerno hoy. I Samuel 18:22 Y Saul mandó a sus criados: Hablád en secreto a David, diciéndole: He aquí, el rey te ama, y todos sus criados te quieren bien, sé pues yerno del rey. I Samuel 18:23 Y los criados de Saul hablaron estas palabras a los oídos de David: y David dijo: ¿Pareceos a vosotros que es poco ser yerno del rey, siendo yo un hombre pobre y de ninguna estima? I Samuel 18:24 Y los criados de Saul le dieron la respuesta, diciendo: Tales palabras ha dicho David. I Samuel 18:25 Y Saul dijo: Decíd así a David: No está el contentamiento del rey en el dote, sino en cien prepucios de Filisteos, para que sea tomada venganza de los enemigos del rey. Mas Saul pensaba echar a David en las manos de los Filisteos. I Samuel 18:26 Y como sus criados declararon a David estas palabras, plugo la cosa en los ojos de David, de ser yerno del rey. Y el plazo no era aun cumplido. I Samuel 18:27 Y David se levantó y partióse con sus varones, e hirió doscientos hombres de los Filisteos, y David trajo los prepucios de ellos, y entregáronlos todos al rey, para que él fuese hecho yerno del rey: y Saul le dio a su hija Micol por mujer. I Samuel 18:28 Y Saul viendo y considerando que Jehová era con David, y que su hija Micol le amaba, I Samuel 18:29 Temióse más Saul de David, y fue Saul enemigo de David todos los días. I Samuel 18:30 Y salían los príncipes de los Filisteos; y como ellos salían, David se conducía más prudentemente que todos los siervos de Saul: y su nombre era muy ilustre. I Samuel 19:0 I Samuel 19:1 Y habló Saul a Jonatán su hijo, y a todos sus criados, para que matasen a David: mas Jonatán hijo de Saul amaba a David en gran manera: I Samuel 19:2 El cual dio aviso a David, diciendo: Saul mi padre procura matarte: por tanto mira ahora por ti con tiempo, y estáte en secreto, y escóndete. I Samuel 19:3 Y yo saldré y estaré junto a mi padre en el campo, donde estuvieres: y yo hablaré de ti a mi padre, y hacerte he saber lo que viere. I Samuel 19:4 Y Jonatán habló bien de David a Saul su padre, y díjole: No peque el rey contra su siervo David, pues que ninguna cosa ha cometido contra ti; antes sus obras te han sido muy buenas. I Samuel 19:5 Porque el puso su alma en su palma, e hirió al Filisteo, e hizo Jehová una gran salud a todo Israel. Tú lo viste, y te holgaste: ¿por qué pues pecarás contra la sangre inocente matando a David sin causa? I Samuel 19:6 Y oyendo Saul la voz de Jonatán, juró: Vive Jehová, que no morirá. I Samuel 19:7 Y llamando Jonatán a David, declaróle todas estas palabras: y metió a David a Saul, el cual estuvo delante de él como antes. I Samuel 19:8 Y tornó a hacerse guerra: y salió David, y peleó contra los Filisteos, e hiriólos con grande estrago, y huyeron delante de él. I Samuel 19:9 ¶ Y el espíritu malo de Jehová fue sobre Saul; y estando sentado en su casa tenía una lanza a mano: y David estaba tañendo con su mano. I Samuel 19:10 Y Saul procuró de enclavar a David con la lanza en la pared; mas él se apartó de delante de Saul, el cual hirió con la lanza en la pared, y David huyó y se escapó aquella noche. I Samuel 19:11 Y Saul envió mensajeros a casa de David, para que le guardasen, y le matasen a la mañana: mas Micol su mujer lo descubrió a David, diciendo: Si no escapares tu vida esta noche, mañana serás muerto. I Samuel 19:12 Y Micol descolgó a David por una ventana; y él se fue, y huyó, y se escapó. I Samuel 19:13 Y Micol tomó una estatua, y púsola sobre la cama, y le puso por cabecera una almohada de pelos de cabra, y cubrióla con una ropa. I Samuel 19:14 Y cuando Saul envió mensajeros que tomasen a David, ella respondió: Está enfermo. I Samuel 19:15 Y tornó Saul a enviar mensajeros para que viesen a David, diciendo: Traédmele en la cama para que le mate. I Samuel 19:16 Y como los mensajeros entraron, he aquí la estatua que estaba en la cama, y una almohada de pelos de cabra por cabecera. I Samuel 19:17 Entonces Saul dijo a Micol: ¿Por qué me has así engañado, y has dejado escapar a mi enemigo? Y Micol respondió a Saul: Porque él me dijo: Déjame ir, si no yo te mataré. I Samuel 19:18 Y huyó David, y escapóse, y vino a Samuel en Rama, y díjole todo lo que Saul había hecho con él, y fuése él y Samuel, y moraron en Najot. I Samuel 19:19 ¶ Y fue dado aviso a Saul, diciendo: He aquí que David está en Najot en Rama. I Samuel 19:20 Y envió Saul mensajeros que trajesen a David, los cuales vieron una compañía de profetas que profetizaban, y a Samuel que estaba, y les presidía. Y fue el Espíritu de Dios sobre los mensajeros de Saul, y ellos también profetizaron. I Samuel 19:21 Y fue hecho saber a Saul, y él envió a otros mensajeros, los cuales también profetizaron: y Saul volvió a enviar otros terceros mensajeros, y ellos también profetizaron. I Samuel 19:22 Entonces él vino a Rama; y llegando al pozo grande que está en Soco, preguntó, diciendo: ¿Donde están Samuel y David? Y le fue respondido: He aquí, están en Najot en Rama. I Samuel 19:23 Y vino allí a Najot en Rama, y fue también sobre él el Espíritu de Dios, e iba profetizando hasta que llegó a Najot en Rama. I Samuel 19:24 Y él también se desnudó sus vestidos, y profetizó él también delante de Samuel, y cayó desnudo todo aquel día, y toda aquella noche. De aquí se dijo: ¿También Saul entre los profetas? I Samuel 20:0 I Samuel 20:1 Y David huyó de Najot, que es en Rama, y vínose delante de Jonatán, y dijo: ¿Qué he hecho? ¿Qué es mi maldad? ¿O qué es mi pecado contra tu padre que él procura quitarme mi vida? I Samuel 20:2 Y él le dijo: En ninguna manera. No morirás. He aquí que mi padre ninguna cosa hará, grande ni pequeña, que no me la descubra. ¿Por qué pues me encubrirá mi padre este negocio? No será así. I Samuel 20:3 Y David volvió a jurar, diciendo: Tu padre sabe claramente, que yo he hallado gracia delante de tus ojos: y dirá en sí: No sepa esto Jonatán, porque no haya pesar: y ciertamente vive Jehová, y vive tu alma, que apenas hay un paso entre mí y la muerte. I Samuel 20:4 Y Jonatán dijo a David: Qué dice tu alma, que yo lo haré por ti. I Samuel 20:5 Y David respondió a Jonatán: He aquí que mañana será nueva luna, y yo acostumbro sentarme con el rey a comer: mas tú me dejarás que me esconda en el campo hasta la tarde del tercero día: I Samuel 20:6 Si tu padre hiciere mención de mí, dirás: Rogóme mucho que le dejase ir presto a Belén su ciudad; porque todos los del linaje tienen allá sacrificio aniversario. I Samuel 20:7 Si él dijere: Bien está: tu siervo tiene paz. Mas si se enojare, sabe que la malicia es en él consumada. I Samuel 20:8 Harás pues misericordia con tu siervo, (pues que trajiste contigo a tu siervo en alianza de Jehová,) que si maldad hay en mí, tú me mates, que no hay necesidad de traerme hasta tu padre. I Samuel 20:9 Y Jonatán le dijo: Esto nunca te acontezca: mas si yo entendiere ser consumada la malicia de mi padre, para venir sobre ti, ¿no te lo había yo de descubrir? I Samuel 20:10 Y David dijo a Jonatán: ¿Quién me dará la respuesta: o si tu padre te respondiere ásperamente? I Samuel 20:11 Y Jonatán dijo a David: Ven, salgamos al campo. Y saliéronse ambos al campo. I Samuel 20:12 Entonces dijo Jonatán a David: Jehová Dios de Israel, si preguntando yo a mi padre mañana a esta hora, o después de mañana, y si él me hablare bien de David, si entonces no enviare a ti, y te lo descubriere, I Samuel 20:13 Jehová haga así a Jonatán, y esto le añada. Mas si a mi padre pareciere bien de hacerte mal, también te lo descubriré, y te enviaré y te irás en paz; y sea Jehová contigo, como fue con mi padre. I Samuel 20:14 Y si yo viviere, harás conmigo misericordia de Jehová. Mas si fuere muerto, I Samuel 20:15 No quitarás tu misericordia de mi casa perpetuamente. Cuando desarraigare Jehová los enemigos de David de la tierra uno a uno, quite también a Jonatán de su casa, y requiera Jehová de la mano de los enemigos de David. I Samuel 20:16 Y así Jonatán hizo alianza con la casa de David. I Samuel 20:17 Y tornó Jonatán a jurar a David, porque le amaba, que como a su alma le amaba. I Samuel 20:18 Y díjole Jonatán: Mañana es nueva luna, y tú serás echado menos, porque tu asiento estará vacío. I Samuel 20:19 Estarás pues tres días, y luego descenderás, y vendrás al lugar donde estabas escondido el día de trabajo, y esperarás junto a la piedra de Ezel. I Samuel 20:20 Y yo tiraré tres saetas hacia aquel lado, como ejercitándome al blanco. I Samuel 20:21 Y luego enviaré el criado, diciéndole: Vé, busca las saetas. Y si dijere al mozo: He allí las saetas más acá de ti, tómalas: tú vendrás, porque paz tienes, y nada hay de mal, vive Jehová. I Samuel 20:22 Mas si yo dijere al mozo así: He allí las saetas adelante de ti: vete, porque Jehová te ha enviado. I Samuel 20:23 Y cuanto a las palabras que yo y tú hemos hablado, sea Jehová para siempre entre mí y ti. I Samuel 20:24 ¶ David pues se escondió en el campo, y fue la nueva luna, y el rey se asentó a comer pan. I Samuel 20:25 Y el rey se asentó en su silla, como solía, en el asiento de la pared: y Jonatán se levantó, y sentóse Abner al lado de Saul, y el lugar de David estaba vacío. I Samuel 20:26 Aquel día Saul no dijo nada, diciendo entre sí: Habrále acontecido algo, no está limpio, porque no estará limpio. I Samuel 20:27 El día siguiente, el segundo día de la nueva luna, aconteció también que el asiento de David estaba vacío: y Saul dijo a Jonatán su hijo: ¿Por qué no ha venido el hijo de Isaí hoy ni ayer al pan? I Samuel 20:28 Y Jonatán respondió a Saul: David me pidió que le dejase ir hasta Belén. I Samuel 20:29 Y dijo: Ruégote que me dejes ir, porque tenemos sacrificio del linaje en la ciudad, y mi hermano mismo me lo ha mandado: por tanto si he hallado gracia en tus ojos, escaparme he ahora, y visitaré a mis hermanos: y por esto no ha venido a la mesa del rey. I Samuel 20:30 Entonces Saul se encendió contra Jonatán, y díjole: ¡Hijo de la perversa y rebelde! ¿no entiendo yo que tú has elegido al hijo de Isaí para confusión tuya, y para confusión de la vergüenza de tu madre? I Samuel 20:31 Porque todo el tiempo que el hijo de Isaí viviere sobre la tierra, ni tú serás firme, ni tú reino, Envía pues, y tráemele en esta hora, porque ha de morir. I Samuel 20:32 Y Jonatán respondió a su padre Saul, y díjole: ¿Por qué morirá? ¿Qué ha hecho? I Samuel 20:33 Entonces Saul le arrojó una lanza por herirle: y Jonatán entendió que su padre estaba determinado de matar a David. I Samuel 20:34 ¶ Y Jonatán se levantó de la mesa con ira de furor, y no comió pan el segundo día de la nueva luna; porque tenía dolor a causa de David, y porque su padre le había afrentado. I Samuel 20:35 Otro día de mañana Jonatán salió al campo al tiempo aplazado con David, y un mozo pequeño con él: I Samuel 20:36 Y dijo a su mozo: Corre y busca las saetas que yo tirare. Y como el muchacho iba corriendo, él tiraba la saeta adelante de él. I Samuel 20:37 Y llegando el muchacho adonde estaba la saeta que Jonatán había tirado, Jonatán dio voces tras el muchacho, diciendo: ¿La saeta no está más adelante de ti? I Samuel 20:38 Y tornó a dar voces Jonatán tras el muchacho: Dáte priesa prestamente; no te pares. Y el muchacho de Jonatán cogió las saetas, y vínose a su señor. I Samuel 20:39 Y el muchacho ninguna cosa entendió, solamente Jonatán y David entendían el negocio. I Samuel 20:40 Y Jonatán dio sus armas a su muchacho, y díjole: Vete, y llévalas a la ciudad. I Samuel 20:41 Y como el muchacho fue ido, David se levantó de la parte del mediodía, e inclinóse tres veces postrado en tierra; y besándose el uno al otro, lloraron el uno con el otro, aunque David lloró más. I Samuel 20:42 Y Jonatán dijo a David: Vé en paz: que ambos habemos jurado por el nombre de Jehová, diciendo: Jehová sea entre mí y ti; entre mi simiente, y entre tu simiente, para siempre. Y él se levantó, y se fue: y Jonatán se entró en la ciudad. I Samuel 21:0 I Samuel 21:1 Y vino David a Nobe a Aquimelec el sacerdote, y Aquimelec le salió a recibir espantado, y díjole: ¿Cómo vienes tú solo, y nadie contigo? I Samuel 21:2 Y respondió David a Aquimelec el sacerdote: El rey me encomendó un negocio, y me dijo: Nadie sepa cosa alguna de este negocio a que yo te envío, y que yo te he mandado: y yo señalé a los criados un cierto lugar. I Samuel 21:3 Por tanto ¿qué tienes ahora a mano? Dáme cinco panes en mi mano, o lo que se hallare. I Samuel 21:4 Y el sacerdote respondió a David, y dijo: No tengo pan común a la mano: solamente tengo pan sagrado. Mas si los criados se han guardado, mayormente de mujeres. I Samuel 21:5 Y David respondió al sacerdote y díjole: De cierto las mujeres nos han sido vedadas desde ayer, y desde anteayer cuando salí: y los vasos de los mozos fueron santos, aunque el camino es profano: cuanto más que hoy será santificado con los vasos. I Samuel 21:6 Así el sacerdote le dio el pan sagrado, porque allí no había otro pan, que los panes de la proposición, que habían sido quitados de delante de Jehová, para que se pusiesen panes calientes el día que los otros fueron quitados. I Samuel 21:7 Aquel día estaba allí uno de los siervos de Saul encerrado delante de Jehová, el nombre del cual era Doeg Idumeo, príncipe de los pastores de Saul. I Samuel 21:8 Y David dijo a Aquimelec: ¿No tienes aquí a mano lanza, o espada? Porque no tomé en mi mano mi espada ni mis armas: porque el mandamiento del rey era de priesa. I Samuel 21:9 Y el sacerdote respondió: La espada de Goliat el Filisteo, que tú venciste en el valle del Alcornoque, está aquí envuelta en un velo detrás del efod: Si tú te la quieres tomar, tómala: porque aquí no hay otra sino aquella. Y David dijo: No hay otra tal; dámela. I Samuel 21:10 ¶ Y levantándose David aquel día, huyo de la presencia de Saul, y vínose a Aquis rey de Get. I Samuel 21:11 Y los siervos de Aquis le dijeron: ¿No es este David el rey de la tierra? ¿No es este a quién cantaban en los corros, diciendo: Hirió Saul sus miles, y David sus diez miles? I Samuel 21:12 Y David puso estas palabras en su corazón, y tuvo gran temor de Aquis rey de Get. I Samuel 21:13 Y mudó su habla delante de ellos: y fingióse ser loco entre las manos de ellos: y escribía en las portadas de las puertas, dejando correr su saliva por su barba. I Samuel 21:14 Y dijo Aquis a sus siervos: Catád; ¿Habéis visto un hombre furioso? ¿por qué le habéis traído a mí? I Samuel 21:15 ¿Fáltanme a mi locos, qué trajeseis este, que hiciese del loco delante de mí? ¿Este había de venir a mi casa? I Samuel 22:0 I Samuel 22:1 Y yéndose David de allí, escapóse en la cueva de Odollam: lo cual como oyeron sus hermanos, y toda la casa de su padre, vinieron allí a él. I Samuel 22:2 Y juntáronse con él todos los varones afligidos, y todo hombre que estaba adeudado, y todos los que estaban amargos de alma: y fue hecho capitán de ellos, y así tuvo consigo como cuatrocientos hombres. I Samuel 22:3 Y fuése David de allí a Maspa de Moab: y dijo al rey de Moab: Yo te ruego que mi padre y mi madre estén con vosotros, hasta que sepa lo que Dios hará de mí. I Samuel 22:4 Y trájoles en la presencia del rey de Moab: y habitaron con él todo el tiempo que David estuvo en la fortaleza. I Samuel 22:5 Y Gad profeta dijo a David: No te estés en esta fortaleza: pártete, y vete en tierra de Judá. Y David se partió, y vino al bosque de Haret. I Samuel 22:6 ¶ Y oyó Saul como había parecido David y los que estaban con él. Y Saul estaba en Gabaa debajo de un árbol en Rama, y tenía su lanza en su mano, y todos sus criados estaban en derredor de él. I Samuel 22:7 Y dijo Saul a sus criados, que estaban en derredor de él: Oíd ahora hijos de Jemini. ¿Os dará también a todos vosotros el hijo de Isaí tierras y viñas? ¿y haceros ha a todos vosotros capitanes y sargentos, I Samuel 22:8 Que todos vosotros habéis conspirado contra mí, y no hay quien me descubra al oído, como mi hijo ha hecho alianza con el hijo de Isaí: ni hay alguno de vosotros que se duela de mí, y me descubra como mi hijo ha despertado a mi siervo contra mi, para que me aseche, como es este día? I Samuel 22:9 ¶ Entonces Doeg Idumeo, que era señor sobre los siervos de Saul, respondió y dijo: Yo ví al hijo de Isaí, que vino a Nobe, a Aquimelec, hijo de Aquitob: I Samuel 22:10 Y él consultó por él a Jehová, y le dio provisión, y asimismo le dio la espada de Goliat el Filisteo. I Samuel 22:11 Y el rey envió por Aquimelec, hijo de Aquitob, sacerdote, y por toda la casa de su padre, los sacerdotes que estaban en Nobe: y todos vinieron al rey. I Samuel 22:12 Y Saul le dijo: Oye ahora hijo de Aquitob. Y él dijo: Aquí estoy, señor mío. I Samuel 22:13 Y Saul le dijo: ¿Por qué habéis conspirado contra mí, tú, y el hijo de Isaí, cuando tú le diste pan, y espada, y consultaste por él a Dios, para que se levantase contra mí, y me asechase, como es este día? I Samuel 22:14 Entonces Aquimelec respondió al rey, y dijo: ¿Y quién hay fiel entre todos tus siervos como lo es David, y yerno del rey, y que va por tu mandado, y es ilustre en tu casa? I Samuel 22:15 ¿He comenzado yo desde hoy a consultar por él a Dios? Lejos sea de mí. No imponga el rey cosa a su siervo, ni a toda la casa de mi padre; porque tu siervo ninguna cosa sabe de este negocio, grande ni chica. I Samuel 22:16 Y el rey dijo: Sin duda morirás Aquimelec, tú y toda la casa de tu padre. I Samuel 22:17 Entonces el rey dijo a la gente de su guardia, que estaban al rededor de él: Cercád y matád a los sacerdotes de Jehová: porque la mano de ellos es también con David: porque sabiendo ellos que huía, no me lo descubrieron. Mas los siervos del rey no quisieron extender sus manos para matar los sacerdotes de Jehová. I Samuel 22:18 Entonces el rey dijo a Doeg: Vuelve tú, y arremete contra los sacerdotes. Y tornando Doeg Idumeo, arremetió contra los sacerdotes, y mató en aquel día ochenta y cinco varones, que vestían efod de lino. I Samuel 22:19 Y a Nobe, ciudad de los sacerdotes, puso a cuchillo, así hombres como mujeres, niños y mamantes, bueyes y asnos, y ovejas, todo a cuchillo. I Samuel 22:20 Mas escapó uno de los hijos de Aquimelec, hijo de Aquitob, que se llamaba Abiatar, el cual huyó tras David. I Samuel 22:21 Y Abiatar dio las nuevas a David, como Saul había muerto los sacerdotes de Jehová. I Samuel 22:22 Y dijo David a Abiatar: Yo sabía que estando allí aquel día Doeg Idumeo, él lo había de hacer saber a Saul. Yo he dado causa contra todas las personas de la casa de tu padre. I Samuel 22:23 Quédate conmigo, no hayas temor: quien buscare mi alma, buscará también la tuya; porque tú estarás conmigo guardado. I Samuel 23:0 I Samuel 23:1 E hicieron saber a David, diciendo: He aquí que los Fililsteos combaten a Ceila, y saquean las eras. I Samuel 23:2 Y David consultó a Jehová, diciendo: ¿Iré a herir a estos Filisteos? Y Jehová respondió a David: Vé, hiere los Filisteos, y libra a Ceila. I Samuel 23:3 Y los varones que estaban con David, le dijeron: He aquí que nosotros estando aquí en Judá, estamos con miedo: ¿cuánto más si fuéremos a Ceila contra el ejército de los Filisteos? I Samuel 23:4 Y David tornó a consultar a Jehová: y Jehová le respondió, y dijo: Levántate, desciende a Ceila, que yo entregaré en tu mano a los Fililsteos. I Samuel 23:5 Y partióse David con sus hombres a Ceila, y peleó contra los Filisteos, y trajo antecogidos sus ganados, e hiriólos con grande estrago, y libró David a los de Ceila. I Samuel 23:6 Y aconteció, que huyendo Abiatar, hijo de Aquimelec, a David a Ceila, vino también con el efod en su mano. I Samuel 23:7 ¶ Y fue dicho a Saul, como David había venido a Ceila; y dijo Saul: Dios le ha traído a mis manos: porque él está encerrado metiéndose en ciudad con puertas y cerraduras. I Samuel 23:8 Y juntó Saul todo el pueblo a la batalla para descender a Ceila y poner cerco a David, y a los suyos. I Samuel 23:9 Y entendiendo David que Saul pensaba contra él mal, dijo a Abiatar sacerdote: Trae el efod. I Samuel 23:10 Y dijo David: Jehová Dios de Israel, tu siervo ha oído que Saul procura de venir contra Ceila a destruir la ciudad por causa mía. I Samuel 23:11 ¿Entregarme han los señores de Ceila en sus manos? ¿Descenderá Saul, como tu siervo ha oído? Jehová Dios de Israel, ruégote que lo declares a tu siervo. Y Jehová dijo: , que descenderá. I Samuel 23:12 Y dijo David: ¿Entregarme han los señores de Ceila a mí, y a los varones que están conmigo en las manos de Saul? Y Jehová respondió: , os entregarán. I Samuel 23:13 David entonces se levantó con sus hombres, que eran como seiscientos, y saliéronse de Ceila, y fuéronse de una parte a otra. Y la nueva vino a Saul, como David se había escapado de Ceila: y dejó de salir. I Samuel 23:14 ¶ Y David se estaba en el desierto en peñas, y habitaba en un monte en el desierto de Zif: y Saul le buscaba todos los días: mas Dios no le entregó en sus manos. I Samuel 23:15 Y viendo David, que Saul había salido en busca de su vida, David se estaba en el bosque en el desierto de Zif. I Samuel 23:16 Y levantándose Jonatán, hijo de Saul, vino a David en el bosque, y confortó su mano en Dios: I Samuel 23:17 Y díjole: No tengas temor, que no te hallará la mano de Saul mi padre, y tú reinarás sobre Israel, y yo seré segundo después de ti: y aun mi padre lo sabe así. I Samuel 23:18 E hicieron ambos alianza delante de Jehová: y David se quedó en el bosque, y Jonatán se volvió a su casa. I Samuel 23:19 ¶ Y subieron los de Zif a decir a Saul en Gabaa: ¿No está David escondido en nuestra tierra en las peñas del bosque, en el collado de Jaquila, que está a la mano derecha del desierto? I Samuel 23:20 Por tanto, oh rey, desciende presto ahora, según todo el deseo de tu alma, y nosotros le entregaremos en la mano del rey. I Samuel 23:21 Y Saul dijo: Benditos seáis vosotros de Jehová, que habéis tenido compasión de mí. I Samuel 23:22 Id pues ahora, y apercibíd aun, y considerád, y ved su lugar donde tiene el pie, y quien le haya visto allí: porque me ha sido dicho, que él es en gran manera astuto. I Samuel 23:23 Considerád pues, y ved todos los escondrijos donde se esconde, y volvéd a mí con la certeza, y yo iré con vosotros: que si él estuviere en la tierra, yo le buscaré con todos los millares de Judá. I Samuel 23:24 Y ellos se levantaron, y se fueron a Zif delante de Saul: mas David y sus varones estaban en el desierto de Maón, en la campaña que está a la diestra del desierto. I Samuel 23:25 Y partióse Saul con sus varones a buscarle: y fue dado aviso a David, y descendió de allí a la peña, y quedóse en el desierto de Maón. Lo cual como Saul oyó, siguió a David al desierto de Maón. I Samuel 23:26 Y Saul iba por el un lado del monte, y David con los suyos por el otro lado del monte, y David se daba priesa para ir delante de Saul: mas Saul y los suyos encerraron a David y a los suyos para tomarlos. I Samuel 23:27 Entonces vino un mensajero a Saul, diciendo: Ven luego, porque los Filisteos han entrado con ímpetu en la tierra. I Samuel 23:28 Y así se volvió Saul de perseguir a David, y partióse contra los Filisteos. Por esta causa pusieron nombre a aquel lugar, Sela-hammalecot. I Samuel 23:29 Entonces David subió de allí, y habitó en las fortalezas de Engadí. I Samuel 24:0 I Samuel 24:1 Y como Saul volvió de los Filisteos, diéronle aviso, diciendo: He aquí que David está en el desierto de Engadí. I Samuel 24:2 Y tomando Saul tres mil hombres, escogidos de todo Israel, fue en busca de David y de los suyos, por las cumbres de los peñascos de las cabras monteses. I Samuel 24:3 Y como llegó a una majada de ovejas en el camino, donde estaba una cueva, entró Saul en ella a cubrir sus pies; y David y los suyos estaban a los lados de la cueva. I Samuel 24:4 Entonces los de David le dijeron: He aquí, el día de que te ha dicho Jehová: He aquí que yo entrego a tu enemigo en tus manos; y harás con él como te pareciere. Y levantóse David, y calladamente cortó la orilla de la ropa de Saul. I Samuel 24:5 Después de lo cual el corazón de David le hirió, porque había cortado la orilla de Saul; I Samuel 24:6 Y dijo a los suyos: Jehová me guarde de hacer tal cosa contra mi señor, y el ungido de Jehová, que yo extienda mi mano contra él, porque es ungido de Jehová. I Samuel 24:7 Así reprimió David a los suyos con palabras, y no les permitió que se levantasen contra Saul: y Saul saliendo de la cueva fuése su camino. I Samuel 24:8 ¶ Después también David se levantó, y saliendo de la cueva dio voces a las espaldas de Saul, diciendo: Mi señor el rey. Y como Saul miró atrás, David inclinó su rostro a tierra, e hizo reverencia. I Samuel 24:9 Y dijo David a Saul: ¿Por qué oyes las palabras de los que dicen: He aquí que David procura tu mal? I Samuel 24:10 He aquí, han visto hoy tus ojos como Jehová te ha puesto en mis manos en esta cueva: y dijeron que te matase: mas yo te perdoné, porque dije en mí: No extenderé mi mano contra mi señor, porque el ungido es de Jehová. I Samuel 24:11 Mira pues padre mío, mira aun la orilla de tu ropa en mi mano: porque yo corté la orilla de tu ropa, y no te maté. Conoce pues, y ve que no hay mal en mi mano, ni traición, ni he pecado contra ti: y tú andas a caza de mi vida para quitármela. I Samuel 24:12 Juzgue Jehová entre mí y ti, y véngueme de ti Jehová, que mi mano no sea contra ti. I Samuel 24:13 Como dice el proverbio del antiguo: De los impíos saldrá la impiedad: por tanto mi mano no será contra ti. I Samuel 24:14 ¿Tras quién ha salido el rey de Israel? ¿A quién persigues? ¿A un perro muerto? ¿a una pulga? I Samuel 24:15 Jehová pues será juez, y él juzgará entre mí y ti. El vea y pleitee mi pleito, y me defienda de tu mano. I Samuel 24:16 Y aconteció, que como David acabó de decir estas palabras a Saul: Saul dijo: ¿No es esta tu voz, hijo mío, David? Y alzando Saul su voz, lloró. I Samuel 24:17 Y dijo a David: Más justo eres tú que yo, que me has pagado con bien, habiéndote yo pagado con mal. I Samuel 24:18 Tú has mostrado hoy que has hecho conmigo bien; pues no me has muerto, habiéndome Jehová puesto en tus manos. I Samuel 24:19 Porque ¿quién hallará a su enemigo, y le dejará ir buen viaje? Jehová te pague con bien por lo que en este día has hecho conmigo. I Samuel 24:20 Ahora pues, porque yo entiendo que tú has de reinar, y que el reino de Israel ha de ser en tu mano firme y estable, I Samuel 24:21 Júrame, pues, ahora por Jehová, que no talarás mi simiente después de mí, ni raerás mi nombre de la casa de mi padre. I Samuel 24:22 Entonces David juró a Saul: y Saul se fue a su casa, y también David y los suyos se subieron a la fortaleza. I Samuel 25:0 I Samuel 25:1 Y murió Samuel, y juntóse todo Israel, y endecháronle, y sepultáronle en su casa en Rama. Y David se levantó, y se fue al desierto de Farán. I Samuel 25:2 ¶ Y en Maón había un hombre que tenía su hacienda en el Carmelo, el cual era muy rico: que tenía tres mil ovejas, y mil cabras. Y aconteció, que este trasquilaba sus ovejas en el Carmelo. I Samuel 25:3 El nombre de aquel varón era Nabal: y el nombre de su mujer, Abigail: Y era aquella mujer de buen entendimiento, y de buena gracia; mas el hombre era duro, y de malos hechos: y era del linaje de Caleb. I Samuel 25:4 Y David oyó en el desierto, que Nabal trasquilaba sus ovejas. I Samuel 25:5 Y envió David diez criados, y díjoles: Subíd al Carmelo, y veníd a Nabal, y demandádle en mi nombre de paz. I Samuel 25:6 Y decídle así: Que vivas, y hayas paz, y tu familia haya paz; y todo lo que a ti pertenece haya paz. I Samuel 25:7 Ahora he entendido que tienes trasquiladores. Ahora, los pastores que tienes han estado con nosotros, a los cuales nunca hicimos fuerza, ni les faltó cosa en todo el tiempo que han estado en el Carmelo. I Samuel 25:8 Pregunta a tus criados, que ellos te lo dirán. Hallen por tanto estos criados gracia en tus ojos, pues que venimos en buen día: ruégote que des lo que tuvieres a mano a tus siervos, y a tu hijo David. I Samuel 25:9 Y como llegaron los criados de David, dijeron a Nabal todas estas palabras en nombre de David; y callaron. I Samuel 25:10 Y Nabal respondió a los criados de David, y dijo: ¿Quién es David? ¿Y quién es el hijo de Isaí? Muchos siervos hay hoy, que se huyen de sus señores. I Samuel 25:11 ¿Qué tome yo ahora mi pan, mi agua, y mi víctima que he aparejado para mis trasquiladores, y que la dé a hombres que no sé de donde son? I Samuel 25:12 Y tornándose los criados de David, volviéronse por su camino. Y viniendo dijeron a David todas estas palabras. I Samuel 25:13 Entonces David dijo a sus hombres: Ciñase cada uno su espada. Y ciñóse cada uno su espada: también David ciñó su espada; y subieron tras David como cuatrocientos hombres; y dejaron doscientos con el bagaje. I Samuel 25:14 Y uno de los criados dio aviso a Abigail mujer de Nabal, diciendo: He aquí, David ha enviado mensajeros del desierto que saludasen a nuestro amo; y él los ha reprendido. I Samuel 25:15 Y aquellos hombres nos han sido muy buenos, y nunca nos han hecho fuerza: y ninguna cosa nos ha faltado en todo el tiempo que con ellos hemos conversado, mientras hemos estado en el campo. I Samuel 25:16 Nos han sido por muro de día y de noche, todos los días que hemos apacentado las ovejas con ellos. I Samuel 25:17 Ahora pues entiende y mira lo que has de hacer, porque el mal está del todo resuelto contra nuestro amo, y contra todo su casa, que él es un hombre tan malo, que no hay quien le pueda hablar. I Samuel 25:18 Entonces Abigail tomó luego doscientos panes, y dos cueros de vino, y cinco ovejas guisadas, y cinco medidas de harina tostada, y cien hilos de uvas pasadas, y doscientas masas de higos pasados, y cargólo en asnos; I Samuel 25:19 Y dijo a sus criados: Id delante de mí, que yo os seguiré luego. Y nada declaró a su marido Nabal. I Samuel 25:20 Y sentándose sobre un asno, descendió por una parte secreta del monte, y, he aquí David y los suyos que venían delante de ella, y ella los encontró. I Samuel 25:21 Y David había dicho: Ciertamente en vano he guardado todo lo que aquel tiene en el desierto, que nada le haya faltado de todo cuanto tiene; y él me ha dado mal pago por el bien. I Samuel 25:22 Así haga Dios, y así añada a los enemigos de David, que no tengo de dejar de todo lo que fuere suyo de aquí a mañana meante a la pared. I Samuel 25:23 Y como Abigail vio a David, descendió prestamente del asno, y postrándose delante de David sobre su rostro, inclinóse a tierra: I Samuel 25:24 Y echándose a sus pies, dijo: Señor mío, en mí sea este pecado: por tanto ahora hable tu sierva en tus oídos, y oye las palabras de tu sierva. I Samuel 25:25 No ponga ahora mi señor su corazón a aquel hombre impío, a Nabal; porque conforme a su nombre, así es. El se llama Nabal, y la locura está con él; porque yo tu sierva no ví a los criados de mi señor, que enviaste. I Samuel 25:26 Ahora pues, señor mío, vive Jehová, y viva tu alma, que Jehová te ha vedado, que vengas contra sangre, y que tu mano te salve. Tus enemigos pues sean como Nabal, y todos los que procuran mal contra mi señor. I Samuel 25:27 Ahora pues esta bendición que tu sierva ha traído a mi señor, dése a los criados que siguen a mi señor: I Samuel 25:28 Y yo te ruego que perdones a tu sierva esta maldad; porque Jehová hará casa firme a mi señor, por cuanto mi señor hace las guerras de Jehová, y mal no se ha hallado en ti en tus días. I Samuel 25:29 Aunque alguien se haya levantado a perseguirte, y buscar tu alma; mas el alma de mi señor será ligada en el haz de los que viven con Jehová Dios tuyo, el cual arrojará el alma de tus enemigos puesta en medio de la palma de la honda. I Samuel 25:30 Y acontecerá que cuando Jehová hiciere con mi señor conforme a todo el bien que ha hablado de ti, y te mandare que seas capitán sobre Israel, I Samuel 25:31 Entonces esto no te será, señor mío, en tropezón y escrúpulo de corazón, que hayas derramado sangre sin causa, y que haya mi señor salvádose a sí. Guárdese pues mi señor, y cuando Jehová hiciere bien a mi señor, acuérdate de tu sierva. I Samuel 25:32 Entonces David dijo a Abigail: Bendito sea Jehová Dios de Israel, que te envió para que hoy me encontrases. I Samuel 25:33 Y bendito sea tu razonamiento, y bendita seas tú, que me has estorbado hoy de ir a derramar sangres, y que mi mano me salvase. I Samuel 25:34 Porque vive Jehová Dios de Israel, que me ha defendido de hacerte mal, que si no te hubieras dado priesa a venirme al encuentro, de aquí a mañana no le quedara a Nabal meante a la pared. I Samuel 25:35 Y recibió David de su mano lo que le había traído, y díjole: Sube en paz a tu casa, y mira que yo he oído tu voz, y tenídote respeto. I Samuel 25:36 ¶ Y Abigail se vino a Nabal; y he aquí que él tenía banquete en su casa como banquete de rey; y el corazón de Nabal estaba ya alegre en él; y estaba muy borracho; y ella no le declaró poco ni mucho, hasta que vino el día siguiente. I Samuel 25:37 Y a la mañana, cuando ya el vino había salido de Nabal, su mujer le declaró los negocios; y el corazón se le murió en sí, y se volvió como una piedra. I Samuel 25:38 Y pasados diez días Jehová hirió a Nabal, y murió. I Samuel 25:39 Y como David oyó que Nabal era muerto, dijo: Bendito sea Jehová, que juzgó la causa de mi afrenta de la mano de Nabal, y detuvo del mal a su siervo, y Jehová tornó la malicia de Nabal sobre su cabeza. Y envió David a hablar con Abigail para tomarla por su mujer. I Samuel 25:40 Y los criados de David vinieron a Abigail en el Carmelo, y hablaron con ella, diciendo: David nos ha enviado a ti para tomarte por su mujer. I Samuel 25:41 Y ella se levantó, e inclinó su rostro a tierra, diciendo: He aquí tu sierva, para que sea sierva que lave los pies de los siervos de mi señor. I Samuel 25:42 Y levantándose luego Abigail, sentóse en un asno, con cinco mozas que la seguían; y siguió los mensajeros de David, y fue su mujer. I Samuel 25:43 También tomó David a Aquinoam de Jezrael, las cuales ambas fueron sus mujeres. I Samuel 25:44 Porque Saul había dado a Micol su hija, la mujer de David, a Falti, hijo de Lais, que era de Gallim. I Samuel 26:0 I Samuel 26:1 Y vinieron los Zifeos a Saul en Gabaa, diciendo: ¿David no está escondido en el collado de Jaquila, delante del desierto? I Samuel 26:2 Saul entonces se levantó, y descendió al desierto de Zif, llevando consigo tres mil hombres escogidos de Israel, para buscar a David en el desierto de Zif. I Samuel 26:3 Y Saul asentó el campo en el collado de Jaquila, que está delante del desierto, junto al camino. Y David estaba en el desierto, y entendió que Saul le seguía en el desierto. I Samuel 26:4 ¶ Y envió David espías, y entendió por cierto que Saul venía. I Samuel 26:5 Y levantóse David, y vino al lugar donde Saul había asentado el campo: y miró David el lugar donde dormía Saul, y Abner, hijo de Ner, general de su ejército: y Saul dormía en la trinchera, y el pueblo estaba por el campo en derredor de él. I Samuel 26:6 Y David habló, y dijo a Aquimelec Jetteo, y a Abisaí, hijo de Sarvia, hermano de Joab, diciendo: ¿Quién descenderá conmigo a Saul al campo? Y dijo Abisaí: Yo descenderé contigo. I Samuel 26:7 Y vino David y Abisaí al pueblo de noche, y he aquí Saul, que estaba tendido durmiendo en la trinchera, y su lanza estaba hincada en tierra a su cabecera; y Abner y el pueblo estaban tendidos al rededor de él. I Samuel 26:8 Entonces dijo Abisaí a David: Entregado ha hoy Dios a tu enemigo en tus manos: ahora pues, herirle he ahora con la lanza, y enclavarle he con la tierra de un golpe, y no segundaré. I Samuel 26:9 Y David respondió a Abisaí: No le mates: porque ¿quién extendió su mano en el ungido de Jehová, y fue inocente? I Samuel 26:10 Y tornó a decir David: Vive Jehová, que si Jehová no le hiriere, o que su día llegue para que muera, o que descendiendo en batalla muera: I Samuel 26:11 Jehová me guarde de extender mi mano en el ungido de Jehová: mas toma ahora la lanza, que está a su cabecera, y el barril de agua, y vámosnos. I Samuel 26:12 Y tomó David la lanza y el barril de agua de la cabecera de Saul, y se fueron, que no hubo nadie que viese, ni entendiese, ni velase: que todos dormían: porque sueño de Jehová había caído sobre ellos. I Samuel 26:13 Y pasando David de la otra parte, púsose desviado en la cumbre del monte, que había grande distancia entre ellos: I Samuel 26:14 Y dio voces David al pueblo, y a Abner, hijo de Ner, diciendo: ¿No respondes Abner? Entonces Abner respondió, y dijo: ¿Quién eres tú, que das voces al rey? I Samuel 26:15 Y dijo David a Abner: ¿No eres varón tú? ¿y quién hay como tú en Israel? ¿Por qué pues no has guardado al rey tu señor? que ha entrado uno del pueblo a matar a tu señor el rey. I Samuel 26:16 Esto que has hecho, no es bien: Vive Jehová que sois dignos de muerte, que no habéis guardado a vuestro señor, al ungido de Jehová. Mira pues ahora donde está la lanza del rey, y el barril del agua, que estaban a su cabecera. I Samuel 26:17 ¶ Y conociendo Saul la voz de David, dijo: ¿No es esta tu voz, hijo mío, David? Y David respondió: Mi voz es, rey, señor mío. I Samuel 26:18 Y dijo: ¿Por qué persigue así mi señor a su siervo? ¿Qué he hecho? ¿Qué mal hay en mi mano? I Samuel 26:19 Yo ruego pues, que el rey mi señor oiga ahora las palabras de su siervo. Si Jehová te incita contra mi, huela él el sacrificio; mas si hijos de hombres, malditos ellos sean en la presencia de Jehová, que me han echado hoy que no me junte en la heredad de Jehová, diciendo: Vé, y sirve a dioses ajenos. I Samuel 26:20 No caiga pues ahora mi sangre en tierra delante de Jehová; que ha salido el rey de Israel a buscar una pulga, como quien persigue una perdiz por los montes. I Samuel 26:21 Entonces Saul dijo: Yo he pecado, vuélvete, hijo mío, David, que ningún mal te haré más, pues que mi vida ha sido estimada hoy en tus ojos. He aquí, yo he hecho locamente, y he errado mucho en gran manera. I Samuel 26:22 Y David respondió, y dijo: He aquí la lanza del rey, pase acá uno de los criados, y tómela. I Samuel 26:23 Y Jehová pague a cada uno su justicia, y su lealtad; que Jehová te había entregado hoy en mi mano, mas yo no quise extender mi mano en el ungido de Jehová. I Samuel 26:24 Y, he aquí, como tu vida ha sido estimada hoy en mis ojos, así sea mi vida estimada en los ojos de Jehová, y me libre de toda aflicción. I Samuel 26:25 Y Saul dijo a David: Bendito eres tú, hijo mío, David; haciendo harás, y pudiendo podrás. Entonces David se fue su camino, y Saul se volvió a su lugar. I Samuel 27:0 I Samuel 27:1 Y dijo David en su corazón: Al fin seré cortado algún día por la mano de Saul, por tanto nada me será mejor que escaparme en la tierra de los Filisteos, para que Saul se deje de mí, y no me ande buscando más por todos los términos de Israel; y así me escaparé de sus manos. I Samuel 27:2 Y levantándose David pasóse él, y los seiscientos hombres que estaban con él, a Aquis, hijo de Maoc, rey de Get. I Samuel 27:3 Y moró David con Aquis en Get, él y los suyos, cada uno con su familia, David y sus dos mujeres Aquinoam Jezraelita, y Abigail, la mujer de Nabal, él del Carmelo. I Samuel 27:4 Y vino la nueva a Saul, que David se había huido a Get, y no le buscó más. I Samuel 27:5 Y David dijo a Aquis: Si he hallado ahora gracia en tus ojos, séame dado lugar en alguna de las ciudades de la tierra, donde habite: ¿por qué ha de morar tu siervo contigo en la ciudad real? I Samuel 27:6 Y Aquis le dio aquel día a Siceleg. De aquí fue Siceleg de los reyes de Judá hasta hoy. I Samuel 27:7 Y fue el número de los días que David habitó en la tierra de los Filisteos, cuatro meses, y algunos días. I Samuel 27:8 ¶ Y subía David con los suyos, y hacían entradas en los Gessureos, y en los Gerzeos, y en los Amalecitas; porque estos habitaban la tierra de luengo tiempo, desde como van a Sur hasta la tierra de Egipto. I Samuel 27:9 Y hería David la tierra, y no dejaba a vida hombre ni mujer: y llevábase las ovejas, y las vacas, y los asnos, y los camellos, y las ropas, y volvía, y se venía a Aquis. I Samuel 27:10 Y decía Aquis: ¿Dónde habéis corrido hoy? Y David decía: Al mediodía de Judá, y al mediodía de Jerameel, o contra el mediodía de Ceni. I Samuel 27:11 Ni hombre ni mujer dejaba a vida David, que viniese a Get, diciendo: Porque no den aviso de nosotros, diciendo: Esto hizo David. Y esta era su costumbre todo el tiempo que moró en tierra de los Filisteos. I Samuel 27:12 Y Aquis creía a David, diciendo así: El se hace abominable en su pueblo de Israel; y así será siempre mi siervo. I Samuel 28:0 I Samuel 28:1 Y aconteció, que en aquellos días los Filisteos juntaron sus campos para pelear contra Israel. Y dijo Aquis a David: Sepas de cierto, que has de salir conmigo al campo, tú y los tuyos. I Samuel 28:2 Y David respondió a Aquis: Conocerás pues lo que hará tu siervo. Y Aquis dijo a David: Por eso te haré guarda de mi cabeza todos los días. I Samuel 28:3 Ya Samuel era muerto, y todo Israel le había endechado, y habíanle sepultado en Rama, en su ciudad: y Saul había echado de la tierra los encantadores y adivinos. I Samuel 28:4 Pues, como los Filisteos se juntaron, vinieron, y asentaron campo en Suna: y Saul junto a todo Israel, y asentaron campo en Gelboé. I Samuel 28:5 Y como Saul vio el campo de los Filisteos, temió, y su corazón se pasmó en gran manera. I Samuel 28:6 Y consultó Saul a Jehová, y Jehová no le respondió, ni por sueños, ni por Urim, ni por profetas. I Samuel 28:7 Entonces Saul dijo a sus criados: Buscádme alguna mujer que tenga pitón, para que yo vaya a ella, y pregunte por medio de ella. Y sus criados le respondieron: Aquí hay una mujer en En-dor, que tiene pitón. I Samuel 28:8 Y disfrazóse Saul, y vistióse de otros vestidos, y se fue con dos hombres, y vinieron a aquella mujer de noche, y él dijo: Yo te ruego que me adivines con el pitón, y me hagas subir a quien yo te dijere. I Samuel 28:9 Y la mujer le dijo: He aquí, tú sabes lo que Saul ha hecho, como ha talado de la tierra los pitones, y los adivinos: ¿por qué pues pones tropezón a mi vida, para hacerme matar? I Samuel 28:10 Entonces Saul le juró por Jehová, diciendo: Vive Jehová, que ningún mal te vendrá por esto. I Samuel 28:11 La mujer entonces dijo: ¿A quién te haré venir? Y él respondió: Házme venir a Samuel. I Samuel 28:12 Y viendo la mujer a Samuel, clamó a alta voz, y habló aquella mujer a Saul, diciendo: I Samuel 28:13 ¿Por qué me has engañado? que tú eres Saul. Y el rey le dijo: No hayas temor. ¿Qué has visto? Y la mujer respondió a Saul: He visto dioses que suben de la tierra. I Samuel 28:14 Y él le dijo: ¿Cuál es su manera? Y ella respondió: Un hombre viejo viene, y cubierto de un manto. Saul entonces entendió que era Samuel, y humillándose el rostro a tierra hízole grande reverencia. I Samuel 28:15 ¶ Y Samuel dijo a Saul: ¿Por qué me has inquietado haciéndome venir? Y Saul respondió: Estoy muy congojado: que los Filisteos pelean contra mí, y Dios se ha apartado de mí, y no me responde más, ni por mano de profetas, ni por sueños: por esto te he llamado, para que me declares que tengo de hacer. I Samuel 28:16 Entonces Samuel dijo: ¿Y para qué me preguntas a mí, habiéndose apartado de ti Jehová, y es tu enemigo? I Samuel 28:17 Jehová pues se ha hecho como habló por mi mano: y Jehová ha cortado el reino de tu mano, y lo ha dado a tu compañero David: I Samuel 28:18 Como tú no obedeciste a la voz de Jehová, ni cumpliste la ira de su furor sobre Amalec, por eso Jehová te ha hecho esto hoy. I Samuel 28:19 Y Jehová entregará a Israel también contigo en mano de los Filisteos: y mañana seréis conmigo, tú y tus hijos: y aun el campo de Israel entregará Jehová en manos de los Filisteos. I Samuel 28:20 En aquel punto Saul cayó en tierra cuán grande era, y hubo gran temor por las palabras de Samuel, que no quedó en él esfuerzo ninguno, por que en todo aquel día, y en toda aquella noche, no había comido pan. I Samuel 28:21 Entonces la mujer vino a Saul, y viéndole en grande manera turbado, díjole: He aquí que tú criada ha obedecido a tu voz, y he puesto mi alma en mi palma, y he oído las palabras que tú me has dicho: I Samuel 28:22 Ruégote pues que tú también oigas la voz de tu sierva: yo pondré delante de ti un bocado de pan, que comas, para que te esfuerces, y vayas tu camino. I Samuel 28:23 Y él lo rehusó, diciendo: No comeré. Mas sus criados juntamente con la mujer le constriñeron, y él los obedeció: y levantóse del suelo, y sentóse sobre una cama. I Samuel 28:24 Y aquella mujer tenía en su casa un ternero grueso, el cual mató luego: y tomó harina y la amasó, y coció de ella panes sin levadura: I Samuel 28:25 Y trájolo delante de Saul, y de sus criados; y después que hubieron comido, levantáronse, y caminaron aquella noche. I Samuel 29:0 I Samuel 29:1 Y los Filisteos juntaron todos sus campos en Afec: e Israel puso su campo junto a la fuente que está en Jezrael. I Samuel 29:2 Y reconociendo los príncipes de los Filisteos sus compañías de a ciento, y de a mil hombres, David y los suyos iban en los postreros con Aquis. I Samuel 29:3 Y dijeron los príncipes de los Filisteos: ¿Qué hacen aquí estos Hebreos? Y Aquis respondió a los príncipes de los Filisteos: ¿No es este David el siervo de Saul rey de Israel, que ha estado conmigo algunos días, o algunos años, y no he hallado cosa en él, desde el día que se pasó a hasta hoy? I Samuel 29:4 Entonces los príncipes de los Filisteos se enojaron contra él, y dijéronle: Envía a este hombre, que se vuelva al lugar que le señalaste, y no venga con nosotros a la batalla, porque en la batalla no se nos vuelva enemigo: porque ¿con qué cosa volverá mejor en gracia con su señor que por las cabezas de estos hombres? I Samuel 29:5 ¿No es este David, de quien cantaban en los corros, diciendo: Saul hirió sus miles, y David sus diez miles? I Samuel 29:6 Y Aquis llamó a David, y díjole: Vive Jehová, que tú has sido recto, y que me ha parecido bien tu salida y entrada en el campo conmigo: y que ninguna cosa mala he hallado en ti, desde el día que veniste a mí hasta hoy: mas en los ojos de los príncipes no agradas. I Samuel 29:7 Vuélvete pues, y vete en paz: y no hagas lo malo en los ojos de los príncipes de los Filisteos. I Samuel 29:8 Y David respondió a Aquis: ¿Qué he hecho? ¿Qué has hallado en tu siervo desde el día que estoy contigo hasta hoy, para que yo no vaya y pelee contra los enemigos de mi señor el rey? I Samuel 29:9 Y Aquis respondió a David, y dijo: Yo sé que tú eres bueno en mis ojos, como un ángel de Dios: mas los príncipes de los Filisteos han dicho: No venga este con nosotros a la batalla. I Samuel 29:10 Levántate pues de mañana, tú y los siervos de tu señor que han venido contigo, y levantándoos de mañana, en amaneciendo, partíos. I Samuel 29:11 Y David se levantó de mañana, él y los suyos para irse, y volverse a la tierra de los Filisteos: y los Filisteos vinieron a Jezrael. I Samuel 30:0 I Samuel 30:1 Y como David y los suyos vinieron a Siceleg al tercero día, los de Amalec habían entrado al mediodía, y a Siceleg, y habían herido a Siceleg, y puéstola a fuego. I Samuel 30:2 Y a las mujeres que estaban en ella habían llevado cautivas, desde el menor hasta el mayor: mas a nadie habían muerto, sino los habían llevado, e ídose su camino. I Samuel 30:3 Vino pues David con los suyos a la ciudad, y he aquí que estaba quemada a fuego: y sus mujeres, e hijos, e hijas llevadas cautivas. I Samuel 30:4 Entonces David, y el pueblo que estaba con él, alzaron su voz y lloraron hasta que les faltaron las fuerzas para llorar. I Samuel 30:5 Las dos mujeres de David Aquinoam Jezraelita, y Abigail la mujer de Nabal del Carmelo, también eran cautivas. I Samuel 30:6 Y David fue muy angustiado, porque el pueblo hablaba de apedrearle: porque todo el pueblo estaba con ánimo amargo, cada uno por sus hijos y por sus hijas: mas David se esforzó en Jehová su Dios. I Samuel 30:7 Y dijo David a Abiatar sacerdote, hijo de Aquimelec: Yo te ruego que me acerques el efod. Y Abiatar acercó el efod a David. I Samuel 30:8 Y David consultó a Jehová, diciendo: ¿Seguiré este ejército? ¿Podré alcanzarle? Y él le dijo: Síguele, que de cierto le tomarás, y de cierto librarás la presa. I Samuel 30:9 Y partióse David, él y los seiscientos hombres que con él estaban, y vinieron hasta el arroyo de Besor, donde se quedaron algunos. I Samuel 30:10 Y David siguió el alcance con cuatrocientos hombres, porque los doscientos se quedaron, que estaban tan cansados que no pudieron pasar el arroyo de Besor. I Samuel 30:11 Y hallaron un hombre Egipcio en el campo, el cual tomaron, y trajeron a David: y diéronle de comer pan, y diéronle también a beber agua. I Samuel 30:12 Y diéronle también un pedazo de masa de higos pasados, y dos hilos de pasas. Y como comió volvió en él su espíritu: por que no había comido pan, ni bebido agua en tres días y tres noches. I Samuel 30:13 Y David le dijo: ¿Cúyo eres tú? ¿Y de dónde eres? Y el mozo Egipcio respondió: Yo soy siervo de un Amalecita: y dejóme mi amo hoy ha tres días, porque estaba enfermo. I Samuel 30:14 Y corrimos a la parte del mediodía de Cereti, y a Judá, y al mediodía de Caleb, y pusimos fuego a Siceleg. I Samuel 30:15 Y díjole David: ¿Me llevarás tú a aquel ejército? Y él dijo: Házme juramento por Dios, que no me matarás, ni me entregarás en las manos de mi amo: y yo te llevaré al ejército. I Samuel 30:16 Y así le llevó: y he aquí, que estaban derramados sobre la haz de toda la tierra comiendo y bebiendo; y haciendo fiesta, por toda aquella gran presa que habían tomado de la tierra de los Filisteos, y de la tierra de Judá. I Samuel 30:17 E hiriólos David desde aquella mañana hasta la tarde del día siguiente: que no escapó de ellos ninguno, sino fueron cuatrocientos mancebos, que habían subido en camellos, y habían huido. I Samuel 30:18 Y libró David todo lo que los Amalecitas habían tomado: y también libró David a sus dos mujeres. I Samuel 30:19 Y no les faltó cosa chica ni grande, así de hijos como de hijas, del robo, y de todas las cosas que les habían tomado: todo lo tornó David. I Samuel 30:20 Tomó también David todas las ovejas, y ganados mayores: y traíanlo todo delante, y decían: Esta es la presa de David. I Samuel 30:21 Y vino David a los doscientos hombres, que habían quedado cansados, y no habían podido seguir a David, a los cuales habían hecho quedar al arroyo de Besor: y ellos salieron a recibir a David, y al pueblo que con él estaba. Y como David llegó a la gente saludólos con paz. I Samuel 30:22 Y todos los malos y los de Belial que había entre los que habían ido con David, respondieron, y dijeron: Pues que estos no fueron con nosotros, no les daremos de la presa, que hemos quitado, mas de a cada uno su mujer y sus hijos, los cuales tomen y se vayan. I Samuel 30:23 Y David dijo: No hagáis eso, hermanos míos, de lo que Jehová nos ha dado: el cual nos ha guardado, y ha entregado en nuestras manos el ejército, que vino sobre nosotros. I Samuel 30:24 Porque ¿quién os escuchará en este caso? Porque igual parte ha de ser la de los que vienen a la batalla, y la de los que quedan al bagaje: que partan juntamente. I Samuel 30:25 Y desde aquel día en adelante fue esto puesto por ley y ordenanza en Israel hasta hoy. I Samuel 30:26 Y como David llego a Siceleg, envió de la presa a los ancianos de Judá sus amigos, diciendo: Veis aquí bendición para vosotros de la presa de los enemigos de Jehová. I Samuel 30:27 A los que estaban en Bet-el, y en Ramot al mediodía: y a los que estaban en Geter: I Samuel 30:28 Y a los que estaban en Aroer, y en Sefamot: y a los que estaban en Estamo: I Samuel 30:29 Y a los que estaban en Racal: y a los que estaban en las ciudades de Jerameel: y a los que estaban en las ciudades del Cineo: I Samuel 30:30 Y a los que estaban en Jorma: y a los que estaban en Corasán: y a los que estaban en Atac: I Samuel 30:31 Y a los que estaban en Hebrón, y en todos los lugares donde David había estado con los suyos. I Samuel 31:0 I Samuel 31:1 Los Filisteos pues pelearon con Israel, y los de Israel huyeron delante de los Filisteos, y cayeron muertos en el monte de Gelboé. I Samuel 31:2 Y siguiendo los Filisteos a Saul y a sus hijos, mataron a Jonatán, y a Abinadab, y a Melquisua, hijos de Saul. I Samuel 31:3 Y la batalla se agravó sobre Saul, y alcanzáronle los flecheros, y hubo gran temor de los flecheros. I Samuel 31:4 Entonces Saul dijo a su escudero: Saca tu espada y pásame con ella; porque no vengan estos incircuncisos, y me pasen, y me escarnezcan. Mas su escudero no quería, porque tenía gran temor. Entonces Saul tomó la espada y echóse sobre ella. I Samuel 31:5 Y viendo su escudero a Saul muerto, él también se echó sobre su espada, y murió con él. I Samuel 31:6 Así murió Saul y sus tres hijos, y su escudero, y todos sus varones juntamente en aquel día. I Samuel 31:7 Y los de Israel que estaban de la otra parte del valle, y de la otra parte del Jordán, viendo que Israel había huido, y que Saul y sus hijos eran muertos, dejaron las ciudades, y huyeron, y los Filisteos vinieron, y habitaron en ellas. I Samuel 31:8 Y aconteció el siguiente día, que viniendo los Filisteos a despojar los muertos, hallaron a Saul, y a sus tres hijos tendidos en el monte de Gelboé. I Samuel 31:9 Y cortáronle la cabeza, y desnudáronle las armas, y enviáronlas a tierra de los Filisteos al derredor, para que lo denunciasen en el templo de sus ídolos, y por el pueblo. I Samuel 31:10 Y pusieron sus armas en el templo de Astarot, y colgaron su cuerpo en el muro de Bet-sán. I Samuel 31:11 ¶ Y oyendo los de Jabes de Galaad esto que los Filisteos hicieron a Saul, I Samuel 31:12 Todos los hombres valientes se levantaron, y anduvieron toda aquella noche, y quitaron el cuerpo de Saul, y los cuerpos de sus hijos del muro de Bet-sán: y viniendo a Jabes, quemáronlos allí. I Samuel 31:13 Y tomando sus huesos sepultáronlos debajo de un árbol en Jabes, y ayunaron siete días.
II Samuel 0:0
II Samuel 1:0 II Samuel 1:1 Y aconteció después de la muerte de Saul, que vuelto David de la derrota de los Amalecitas, estuvo dos días en Siceleg: II Samuel 1:2 Y al tercero día aconteció, que llegó uno del campo de Saul, rotos sus vestidos, y esparcida tierra sobre su cabeza. Y llegando a David, postróse en tierra, y le hizo reverencia. II Samuel 1:3 Y preguntóle David: ¿De dónde vienes? Y él respondió: Heme escapado del campo de Israel. II Samuel 1:4 Y David le dijo: ¿Qué ha acontecido? Ruégote que me lo digas. Y él respondió: El pueblo huyó de la batalla, y también muchos del pueblo cayeron y son muertos: también Saul, y Jonatán su hijo murieron. II Samuel 1:5 Y dijo David a aquel mancebo que le daba las nuevas: ¿Cómo sabes que Saul es muerto, y Jonatán su hijo? II Samuel 1:6 Y el mancebo que le daba las nuevas respondió: Por casualidad vine al monte de Gelboé, y, he aquí Saul que estaba recostado sobre su lanza, y venían tras él carros y gente de a caballo: II Samuel 1:7 Y como él miró atrás, me vio, y me llamó: y yo dije: Heme aquí: II Samuel 1:8 Y él me dijo: ¿Quién eres tú? Y yo le respondí: Soy Amalecita. II Samuel 1:9 Y él me volvió a decir: Yo te ruego que te pongas sobre mí, y me mates, porque me toman angustias, y aun toda mi alma está en mí. II Samuel 1:10 Yo entonces púseme sobre él, y le maté: porque sabía que no podía vivir después de su caída. Y tomé la corona que tenía en su cabeza, y la ajorca que traía en su brazo, y las he traído acá a mi señor. II Samuel 1:11 Entonces David trabando de sus vestidos rompiólos, y lo mismo hicieron los varones que estaban con él. II Samuel 1:12 Y lloraron, y lamentaron; y ayunaron hasta la tarde por Saul y por Jonatán su hijo, y por el pueblo de Jehová, y por la casa de Israel, que habían caído a cuchillo. II Samuel 1:13 ¶ Y David dijo a aquel mancebo, que le había traído las nuevas: ¿De dónde eres tú? Y él respondió: Yo soy hijo de un extranjero, Amalecita. II Samuel 1:14 Y díjole David: ¿Cómo no hubiste temor de extender tu mano para matar al ungido de Jehová? II Samuel 1:15 Entonces David llamó a uno de los mancebos, y díjole: Llega, y mátale. Y él le hirió, y murió. II Samuel 1:16 Y David le dijo: Tu sangre sea sobre tu cabeza, pues que tu boca atestiguó contra ti, diciendo: Yo maté al ungido de Jehová. II Samuel 1:17 Y endechó David a Saul y a Jonatán su hijo, con esta endecha. II Samuel 1:18 Y dijo, que enseñasen al arco a los hijos de Judá. He aquí que así está escrito en el libro del derecho. II Samuel 1:19 ¶ La gloria de Israel, muertos sobre tus collados: ¡cómo han caído los valientes! II Samuel 1:20 No lo denunciéis en Get, no deis las nuevas en las plazas de Ascalón; porque no se alegren las hijas de los Filisteos: porque no salten de gozo las hijas de los incircuncisos. II Samuel 1:21 Montes de Gelboé, ni rocío ni lluvia caiga sobre vosotros; ni seáis tierras de ofrendas: porque allí fue desechado el escudo de los valientes, el escudo de Saul, como si no hubiera sido ungido de aceite. II Samuel 1:22 Sin sangre de muertos, sin sebo de valientes, el arco de Jonatán nunca volvió atrás, ni la espada de Saul se tornó vacía. II Samuel 1:23 Saul y Jonatán amados y queridos en su vida, en su muerte tampoco fueron apartados. Más ligeros que águilas, más fuertes que leones. II Samuel 1:24 Hijas de Israel llorád sobre Saul, que os vestía de escarlata en placeres: que adornaba vuestras ropas con ornamentos de oro. II Samuel 1:25 ¡Cómo han caído los valientes en medio de la batalla, Jonatán, muerto en tus alturas! II Samuel 1:26 Angustia tengo por ti, hermano mío Jonatán, que me fuiste muy dulce; más maravilloso me fue tu amor, que el amor de las mujeres. II Samuel 1:27 ¡Cómo han caído los valientes, y perecieron las armas de guerra! II Samuel 2:0 II Samuel 2:1 Después de esto aconteció que David consultó a Jehová, diciendo: ¿Subiré a alguna de las ciudades de Judá? Y Jehová le respondió: Sube. Y David tornó a decir. ¿Adónde subiré? Y él le dijo: a Hebrón. II Samuel 2:2 Y David subió allá, y con él sus dos mujeres Aquinoam Jezraelita, y Abigail, la mujer de Nabal del Carmelo. II Samuel 2:3 Y trajo también David consigo los varones que habían estado con él, cada uno con su familia: los cuales moraron en las ciudades de Hebrón. II Samuel 2:4 Y vinieron los varones de Judá, y ungieron allí a David por rey sobre la casa de Judá. Y dieron aviso a David, diciendo: Los de Jabes de Galaad son los que sepultaron a Saul. II Samuel 2:5 ¶ Y David envió mensajeros a los de Jabes de Galaad, diciéndoles: Benditos seáis vosotros de Jehová, que habéis hecho esta misericordia con vuestro señor Saul, que le habéis sepultado. II Samuel 2:6 Ahora pues Jehová hará con vosotros misericordia y verdad: y yo también os haré bien, por esto que habéis hecho. II Samuel 2:7 Esfuércense pues ahora vuestras manos, y sed valientes, pues que muerto Saul vuestro señor, los de la casa de Judá me han ungido por rey sobre sí. II Samuel 2:8 ¶ Y Abner, hijo de Ner, general del ejército de Saul, tomó a Is-boset, hijo de Saul, e hízole pasar al real. II Samuel 2:9 Y alzóle por rey sobre Galaad, y sobre Gessuri, y sobre Jezrael, y sobre Efraím, y sobre Ben-jamín, y sobre todo Israel. II Samuel 2:10 De cuarenta años era Is-boset, hijo de Saul, cuando comenzó a reinar sobre Israel, y reinó dos años: sola la casa de Judá seguía a David. II Samuel 2:11 Y fue el número de los días que David reinó en Hebrón sobre la casa de Judá, siete años y seis meses. II Samuel 2:12 Y Abner, hijo de Ner, salió del real a Gabaón con los siervos de Is-boset, hijo de Saul. II Samuel 2:13 Y Joab, hijo de Sarvia, y los criados de David salieron, y encontráronlos junto al estanque de Gabaón; y como se juntaron, los unos se pararon de la una parte del estanque, y los otros de la otra. II Samuel 2:14 Y dijo Abner a Joab: Levántense ahora los mancebos, y jueguen delante de nosotros. Y Joab respondió: Levanten. II Samuel 2:15 Entonces levantáronse, y pasaron doce por cuenta de Ben-jamín de la parte de Is-boset, hijo de Saul: y otros doce de los siervos de David. II Samuel 2:16 Y cada uno echó mano de la cabeza de su compañero, y metió su espada por el lado de su compañero, y cayeron a una: y fue llamado aquel lugar Helcat-assurim, el cual es en Gabaón. II Samuel 2:17 Y hubo aquel día una batalla muy recia, donde Abner y los varones de Israel fueron vencidos de los siervos de David. II Samuel 2:18 Y estaban allí los tres hijos de Sarvia, Joab, y Abisaí, y Asael. Este Asael era suelto de pies como un corzo del campo. II Samuel 2:19 El cual Asael siguió a Abner, yendo sin apartarse a diestra ni a siniestra en pos de Abner. II Samuel 2:20 Y Abner miró atrás, y dijo: ¿No eres tú Asael? Y él respondió: Sí. II Samuel 2:21 Entonces Abner le dijo: Apártate, o a la derecha, o a la izquierda, y préndete alguno de los mancebos, y tómate sus despojos. Y Asael no quiso apartarse de en pos de él. II Samuel 2:22 Y Abner tornó a decir a Asael: Apártate de en pos de mí, porque te heriré en tierra, y después ¿cómo levantaré mi rostro a tu hermano Joab? II Samuel 2:23 Y no queriendo él irse, hirióle Abner con la parte opuesta de la lanza, junto a la quinta costilla, y la lanza le salió por las espaldas, y cayó allí, y murió en aquel mismo lugar. Y todos los que venían por aquel lugar donde Asael había caído, y estaba muerto, se paraban. II Samuel 2:24 Y Joab y Abisaí siguieron a Abner, y púsoseles el sol, cuando llegaron al collado de Amma, que está delante de Gia, junto al camino del desierto de Gabaón. II Samuel 2:25 Y juntáronse los hijos de Ben-jamín en un escuadrón con Abner; y paráronse en la cumbre del collado. II Samuel 2:26 Y Abner dio voces a Joab, diciendo: ¿Consumirá la espada perpetuamente? ¿No sabes tú que al cabo se sigue amargura? ¿Hasta cuándo no has de decir al pueblo que se vuelvan de seguir a sus hermanos? II Samuel 2:27 Y Joab respondió: Vive Dios que si no hubieras hablado, ya desde esta mañana el pueblo hubiera cesado de seguir a sus hermanos. II Samuel 2:28 Entonces Joab tocó el cuerno, y todo el pueblo se detuvo, y no siguió más a los de Israel, ni peleó más. II Samuel 2:29 Y Abner y los suyos se fueron por la campaña toda aquella noche, y pasando el Jordán caminaron por todo Bet-orón, y vinieron al real. II Samuel 2:30 Joab también vuelto de seguir a Abner, juntando todo el pueblo, faltaron de los siervos de David diez y nueve hombres, y Asael. II Samuel 2:31 Y los siervos de David hirieron de los de Ben-jamín, y de los de Abner: trescientos y sesenta hombres murieron. Y tomaron a Asael, y sepultáronle en el sepulcro de su padre en Belén. II Samuel 2:32 Y caminaron toda aquella noche, Joab y los suyos: y amanecióles en Hebrón. II Samuel 3:0 II Samuel 3:1 Y hubo luenga guerra entre la casa de Saul, y la casa de David: mas David se iba fortificando, y la casa de Saul iba en diminución. II Samuel 3:2 Y nacieron hijos a David en Hebrón. Su primogénito fue Amnón de Aquinoam Jezraelita. II Samuel 3:3 Su segundo fue Queleab de Abigail, la mujer de Nabal, el del Carmelo; el tercero, Absalom, hijo de Maaca, hija de Tolmai rey de Gessur; II Samuel 3:4 El cuarto, Adonías, hijo de Haggit; el quinto, Safatias, hijo de Abital; II Samuel 3:5 El sexto, Jetraam de Egla mujer de David: estos nacieron a David en Hebrón. II Samuel 3:6 Y como había guerra entre la casa de Saul, y la de David, aconteció que Abner se esforzaba por la casa de Saul. II Samuel 3:7 Y Saul había tenido una concubina que se llamaba Resfa, hija de Aja: e Is-boset dijo a Abner: ¿Por qué has entrado a la concubina de mi padre? II Samuel 3:8 Y Abner se enojó en gran manera por las palabras de Is-boset, y dijo: ¿Soy yo cabeza de los perros de Judá? Yo he hecho hoy misericordia con la casa de Saul tu padre, con sus hermanos, y con sus amigos, y no te he entregado en las manos de David, y tú me has hecho hoy cargo del pecado de una mujer. II Samuel 3:9 Así haga Dios a Abner, y así le añada, que como ha jurado Jehová a David, así haga yo con él: II Samuel 3:10 Y que yo traspase el reino de la casa de Saul, y confirme la silla de David sobre Israel, y sobre Judá, desde Dan hasta Beer-seba. II Samuel 3:11 Y él no pudo responder palabra a Abner porque tenía temor de él. II Samuel 3:12 Y envió Abner mensajeros a David de su parte, diciendo: ¿Cúya es la tierra? Y que le dijesen: Haz alianza conmigo, y, he aquí que mi mano será contigo para volver a ti a todo Israel. II Samuel 3:13 Y él dijo: Bien. Yo haré contigo alianza: mas una cosa te pido; y es, que no me vengas a ver sin que primero traigas a Micol la hija de Saul, cuando vinieres a verme. II Samuel 3:14 Después de esto David envió mensajeros a Is-boset, hijo de Saul, diciendo: Restitúyeme a mi mujer Micol, la cual yo desposé conmigo por cien prepucios de Filisteos. II Samuel 3:15 Entonces Is-boset envió, y quitóla a su marido Faltiel, hijo de Lais. II Samuel 3:16 Y su marido fue con ella llorando por el camino en pos de ella hasta Bajurim: y Abner le dijo: Anda, vuélvete. Entonces él se volvió. II Samuel 3:17 Y habló Abner con los ancianos de Israel, diciendo: Ayer y anteayer procurabais que David fuese rey sobre vosotros; II Samuel 3:18 Ahora pues, hacédlo; porque Jehová ha hablado a David, diciendo: Por la mano de mi siervo David libraré a mi pueblo Israel de mano de los Filisteos, y de mano de todos sus enemigos. II Samuel 3:19 Y habló también Abner en oídos de Ben-jamín: y también fue Abner a decir a David a Hebrón todo el parecer de los de Israel, y de toda la casa de Ben-jamín. II Samuel 3:20 Vino pues Abner a David en Hebrón, y con él veinte hombres: y David hizo banquete a Abner, y a los que con él habían venido. II Samuel 3:21 Y dijo Abner a David: Yo me levantaré, e iré, y juntaré a mi señor el rey todo Israel, para que hagan contigo alianza, y tú reines sobre todo lo que desea tu alma. Y David envió a Abner, y él se fue en paz. II Samuel 3:22 ¶ Y he aquí los siervos de David y Joab, que venían del campo, y traían consigo gran presa. Y Abner ya no estaba con David en Hebrón, que ya él le había despedido, y él se había ido en paz. II Samuel 3:23 Y como Joab y todo el ejército que con él estaba vinieron, fue dado aviso a Joab, diciendo: Abner, hijo de Ner, ha venido al rey: y él le ha enviado, y se fue en paz. II Samuel 3:24 Entonces Joab vino al rey, y le dijo: ¿Qué has hecho? He aquí, habíase venido Abner a ti: ¿por qué pues le dejaste que se fuese? II Samuel 3:25 ¿Sabes tú que Abner, hijo de Ner, es venido para engañarte, y saber tu salida y tu entrada, y por entender todo lo que tú haces? II Samuel 3:26 Y saliéndose Joab de con David, envió mensajeros tras Abner, los cuales le volvieron desde el pozo de Sira, sin saberlo David. II Samuel 3:27 Y como Abner volvió a Hebrón, Joab le apartó al medio de la puerta hablando con él blandamente como de secreto, y allí le hirió junto a la quinta costilla por la muerte de Asael su hermano, y murió. II Samuel 3:28 Cuando David supo esto después, dijo: Yo soy limpio, y mi reino, delante de Jehová, para siempre, de la sangre de Abner, hijo de Ner: II Samuel 3:29 Caiga sobre la cabeza de Joab, y sobre toda la casa de su padre; que nunca falte de la casa de Joab hombre que padezca flujo, ni leproso, ni quien ande con bordón, ni quien muera a cuchillo, ni quien tenga falta de pan. II Samuel 3:30 Así que Joab y Abisaí su hermano mataron a Abner, porque él había muerto a Asael hermano de ellos en la batalla en Gabaón. II Samuel 3:31 Entonces David dijo a Joab, y a todo el pueblo que con él estaba: Rompéd vuestros vestidos, y ceñíos de sacos, y hacéd llanto delante de Abner: y el rey iba detrás de las andas. II Samuel 3:32 Y sepultaron a Abner en Hebrón: y alzando el rey su voz, lloró al sepulcro de Abner: y todo el pueblo también lloró. II Samuel 3:33 Y endechando el rey al mismo Abner, decía: ¿Murió Abner como muere el insensato? II Samuel 3:34 Tus manos no eran atadas, ni tus pies ligados con grillos. Como los que caen delante de los hijos de iniquidad, así caíste. Y añadieron todo el pueblo a llorar sobre él. II Samuel 3:35 Y como todo el pueblo viniese a dar de comer pan a David, siendo aun de día, David juró, diciendo: Así me haga Dios, y así me añada, si antes que se ponga el sol yo gustare pan, o otra cualquiera cosa. II Samuel 3:36 Así entendió todo el pueblo, y les plugo en sus ojos; porque todo lo que el rey hacía parecía bien en ojos de todo el pueblo. II Samuel 3:37 Y todo el pueblo, y aun todo Israel entendieron aquel día, que no había venido del rey, que Abner, hijo de Ner, muriese. II Samuel 3:38 Entonces el rey dijo a sus siervos: ¿No sabéis que ha caído hoy en Israel un príncipe, y grande? II Samuel 3:39 Que yo ahora aun soy tierno rey ungido: y estos hombres, los hijos de Sarvia, muy duros me son: Jehová dé el pago al que mal hace, conforme a su malicia. II Samuel 4:0 II Samuel 4:1 Como el hijo de Saul oyó que Abner había sido muerto en Hebrón, las manos se le descoyuntaron: y todo Israel fue atemorizado. II Samuel 4:2 Y tenía el hijo de Saul dos varones, los cuales eran capitanes de compañías: el nombre del uno era Baana, y el del otro era Recab, hijos de Remmón Berotita, de los hijos de Ben-jamín: porque Berot era contada con Ben-jamín. II Samuel 4:3 Estos Berotitas se habían huido en Getaim, y habían sido peregrinos allí hasta entonces. II Samuel 4:4 Y Jonatán el hijo de Saul tenía un hijo cojo de los pies, de edad de cinco años: que cuando la fama de la muerte de Saul y de Jonatán vino de Jezrael, su ama le tomó, y huyó: y yendo, huyendo de priesa, cayó el niño y quedó cojo: su nombre era Mifiboset. II Samuel 4:5 Los hijos de Remmón Berotita, Recab y Baana fueron, y entraron en la mayor calor del día en casa de Is-boset, el cual estaba durmiendo en su cámara la siesta. II Samuel 4:6 Y entraron en medio de la casa en hábito de mercaderes de grano, e hiriéronle junto a la quinta costilla, y escapáronse Recab y Baana su hermano. II Samuel 4:7 Los cuales como entraron en la casa, estando él en su cama en su cámara de dormir, le hirieron y mataron: y cortáronle la cabeza. Y tomando la cabeza caminaron toda la noche por el camino de la campaña. II Samuel 4:8 Y trajeron la cabeza de Is-boset a David en Hebrón, y dijeron al rey: He aquí la cabeza de Is-boset, hijo de Saul, tu enemigo, que procuraba matarte: y Jehová ha vengado hoy a mi señor el rey de Saul, y de su simiente. II Samuel 4:9 Y David respondió a Recab y a Baana su hermano, hijos de Remmón Berotita, y díjoles: Vive Jehová, que ha redimido mi alma de toda angustia, II Samuel 4:10 Que cuando uno me dio nuevas, diciendo: He aquí, Saul es muerto, el cual pensaba que traía buenas nuevas, yo le tomé, y le maté en Siceleg en premio de la buena nueva. II Samuel 4:11 ¿Cuánto más a los malos hombres, que mataron a un hombre justo en su casa, y sobre su cama? Ahora pues, ¿no tengo yo de demandar su sangre de vuestras manos, y quitaros de la tierra? II Samuel 4:12 Entonces David mandó a los mancebos, y ellos los mataron, y cortáronles las manos y los pies, y colgáronlos sobre el estanque en Hebrón. Y tomaron la cabeza de Is-boset, y la enterraron en el sepulcro de Abner en Hebrón. II Samuel 5:0 II Samuel 5:1 Y vinieron todas las tribus de Israel a David en Hebrón, y hablaron, diciendo: He aquí, nosotros somos tus huesos y tu carne. II Samuel 5:2 Y aun ayer y anteayer cuando Saul reinaba sobre nosotros, tú sacabas y volvías a Israel. Además de esto, Jehová te ha dicho: Tú apacentarás a mi pueblo Israel, y tú serás príncipe sobre Israel. II Samuel 5:3 Vinieron pues todos los ancianos de Israel al rey en Hebrón; y el rey David hizo con ellos alianza en Hebrón delante de Jehová: y ungieron a David por rey sobre Israel. II Samuel 5:4 David era de treinta años, cuando comenzó a reinar; y reinó cuarenta años. II Samuel 5:5 En Hebrón reinó sobre Judá siete años y seis meses; y en Jerusalem reinó treinta y tres años sobre todo Israel y Judá. II Samuel 5:6 ¶ Entonces el rey y los suyos vinieron a Jerusalem al Jebuseo que habitaba en la tierra, el cual habló a David, diciendo: Tú no entrarás acá, si no echares los ciegos y los cojos, diciendo: No vendrá David acá. II Samuel 5:7 Mas David tomó la fortaleza de Sión, la cual es la ciudad de David. II Samuel 5:8 Y dijo David aquel día: ¿Quién llegará hasta las canales, y herirá al Jebuseo, y a los cojos y los ciegos, a los cuales el alma de David aborrece? Por esto se dijo: Ciego ni cojo no entrará en casa. II Samuel 5:9 Y David moró en la fortaleza, y púsole nombre, Ciudad de David: y edificó al derredor desde Mello para dentro. II Samuel 5:10 Y David iba creciendo y aumentándose: y Jehová Dios de los ejércitos era con él. II Samuel 5:11 ¶ E Hiram rey de Tiro envió embajadores a David, y madera de cedro, y carpinteros, y canteros para los muros, los cuales edificaron la casa de David. II Samuel 5:12 Y entendió David que Jehová le había confirmado por rey sobre Israel, y que había ensalzado su reino por amor de su pueblo Israel. II Samuel 5:13 Y tomó David más concubinas, y mujeres de Jerusalem, después que vino de Hebrón, y naciéronle más hijos e hijas. II Samuel 5:14 Estos son los nombres de los que le nacieron en Jerusalem: Samua, y Sobat, y Natán, y Salomón. II Samuel 5:15 Y Jebahar, y Elisua, y Nefeg. II Samuel 5:16 Y Jafia, y Elisama, y Elioda, y Elifalet. II Samuel 5:17 ¶ Y oyendo los Filisteos que habían ungido a David por rey sobre Israel, todos los Filisteos subieron a buscar a David: lo cual como David oyó, vino a la fortaleza. II Samuel 5:18 Y vinieron los Filisteos, y extendiéronse por el valle de Rafaim. II Samuel 5:19 Y David consultó a Jehová, diciendo: ¿Iré contra los Filisteos? ¿Entregarlos has en mis manos? Y Jehová respondió a David: Vé; porque entregando entregaré los Filisteos en tus manos. II Samuel 5:20 Y vino David a Baal-perazim, y allí les venció David, y dijo: Rompió Jehová a mis enemigos delante de mí, como quien rompe aguas. Y por esto llamó el nombre de aquel lugar Baal-perazim: II Samuel 5:21 Y dejaron allí sus ídolos, los cuales quemó David y los suyos. II Samuel 5:22 Y los Filisteos tornaron a venir, y extendiéronse en el valle de Rafaim. II Samuel 5:23 Y consultando David a Jehová, él le respondió: No subas; mas rodéalos, y vendrás a ellos por delante de los morales: II Samuel 5:24 Y cuando oyeres un estruendo que irá por las copas de los morales, entonces te moverás: porque Jehová saldrá delante de ti a herir el campo de los Filisteos. II Samuel 5:25 Y David lo hizo así, como Jehová se lo había mandado: e hirió a los Filisteos desde Gabaa hasta llegar a Gaza. II Samuel 6:0 II Samuel 6:1 Y David tornó a juntar todos los escogidos de Israel, treinta mil. II Samuel 6:2 Y levantóse David, y fue con todo el pueblo que tenía consigo de Baal de Judá, para hacer pasar de allí el arca de Dios, sobre la cual era invocado el nombre de Jehová de los ejércitos, que mora en ella entre los querubines. II Samuel 6:3 Y pusieron el arca de Dios sobre un carro nuevo, y lleváronla de la casa de Abinadab que estaba en Gabaa: y Oza y Ahio, hijos de Abinadab, guiaban el carro nuevo. II Samuel 6:4 Y cuando lo llevaban de la casa de Abinadab, que estaba en Gabaa con el arca de Dios, Ahio iba delante del arca: II Samuel 6:5 Y David y toda la casa de Israel danzaban delante de Jehová con toda suerte de instrumentos de madera de haya, con arpas, salterios, adufes, flautas, y címbalos. II Samuel 6:6 Y cuando llegaron a la era de Nacón, Oza extendió la mano al arca de Dios, y sostúvola; porque los bueyes coceaban. II Samuel 6:7 Y el furor de Jehová se encendió contra Oza, e hirióle allí Dios por aquella temeridad; y cayó allí muerto junto al arca de Dios. II Samuel 6:8 Y David fue triste por haber herido Jehová a Oza, y fue llamado aquel lugar Perez-oza, hasta hoy. II Samuel 6:9 ¶ Y temiendo David a Jehová aquel día, dijo: ¿Cómo ha de venir a mí el arca de Jehová? II Samuel 6:10 Y no quiso David traer a sí el arca de Jehová a la ciudad de David; mas la llevó David a casa de Obed-edom Geteo. II Samuel 6:11 Y estuvo el arca de Jehová en casa de Obed-edom Geteo tres meses: y bendijo Jehová a Obed-edom y a toda su casa. II Samuel 6:12 ¶ Y fue dado aviso al rey David, diciendo: Jehová ha bendecido la casa de Obed-edom, y todo lo que tiene, a causa del arca de Dios. Entonces David fue, y trajo el arca de Dios de casa de Obed-edom a la ciudad de David con alegría. II Samuel 6:13 Y como los que llevaban el arca de Dios habían andado seis pasos, sacrificaban un buey, y un carnero grueso. II Samuel 6:14 Y David saltaba con toda su fuerza delante de Jehová; y tenía vestido David un efod de lino. II Samuel 6:15 Así David y toda la casa de Israel llevaban el arca de Jehová con júbilo y voz de trompeta. II Samuel 6:16 ¶ Y como el arca de Jehová llegó a la ciudad de David, aconteció que Micol la hija de Saul estaba mirando desde una ventana, y vio al rey David, que saltaba con toda su fuerza delante de Jehová: y túvole en poco en su corazón. II Samuel 6:17 Y metieron el arca de Jehová, y pusiéronla en su lugar en medio de una tienda que David le había tendido: y sacrificó David holocaustos y pacíficos delante de Jehová. II Samuel 6:18 Y como David hubo acabado de ofrecer los holocaustos y pacíficos, bendijo al pueblo en el nombre de Jehová de los ejércitos. II Samuel 6:19 Y repartió a todo el pueblo, y a toda la multitud de Israel, así hombres como mujeres, a cada uno una torta de pan, y un pedazo de carne, y un frasco de vino. Y se fue todo el pueblo cada uno a su casa. II Samuel 6:20 Y volvió David para bendecir su casa: y saliendo Micol a recibir a David, dijo: ¡Cuán honrado ha sido hoy el rey de Israel, desnudándose hoy delante de las criadas de sus siervos, como se desnudara algún chocarrero! II Samuel 6:21 Entonces David respondió a Micol: Delante de Jehová, que me eligió más que a tu padre, y a toda su casa, mandándome que fuese príncipe sobre el pueblo de Jehová, sobre Israel, danzaré delante de Jehová. II Samuel 6:22 Y aun me haré más vil que esta vez, y seré bajo delante de mis ojos: y delante de las criadas que dijiste, delante de ellas seré honrado. II Samuel 6:23 Y nunca Micol tuvo hijos hasta el día de su muerte. II Samuel 7:0 II Samuel 7:1 Y aconteció, que estando ya el rey asentado en su casa, y que Jehová le había dado reposo de todos sus enemigos al derredor; II Samuel 7:2 Dijo el rey al profeta Natán: Mira ahora, yo moro en casas de cedros, y el arca de Dios está entre cortinas. II Samuel 7:3 Y Natán dijo al rey: Vé, y haz todo lo que está en tu corazón, que Jehová es contigo. II Samuel 7:4 Y aconteció aquella noche, que fue palabra de Jehová a Natán, diciendo: II Samuel 7:5 Vé, y di a mi siervo David: Así dijo Jehová: ¿Tú me has de edificar casa en que yo more? II Samuel 7:6 Ciertamente no he habitado en casas desde el día que saqué a los hijos de Israel de Egipto hasta hoy, mas anduve en tienda y en tabernáculo. II Samuel 7:7 Y en todo cuanto he andado con todos los hijos de Israel, ¿he hablado palabra en alguna de las tribus de Israel, a quien haya mandado que apaciente mi pueblo de Israel, para decir: Por qué no me habéis edificado a mí casa de cedros? II Samuel 7:8 Ahora pues, dirás así a mi siervo David: Así dijo Jehová de los ejércitos: Yo te tomé de la majada, de detrás de las ovejas, para que fueses príncipe sobre mi pueblo, sobre Israel; II Samuel 7:9 Y he sido contigo en todo cuanto has andado; y delante de ti he talado todos tus enemigos; y te he hecho nombre grande, como el nombre de los grandes que son en la tierra. II Samuel 7:10 Y yo pondré lugar a mí pueblo Israel, y yo le plantaré, que habite en su lugar y nunca más sea removido; y que los malos nunca más le aflijan, como antes, II Samuel 7:11 Desde el día que puse jueces sobre mi pueblo Israel; y yo te daré descanso de todos tus enemigos. Asimismo Jehová te hace saber, que Jehová te quiere a ti hacer casa. II Samuel 7:12 Y cuando tus días fueren cumplidos, y durmieres con tus padres, yo afirmaré tu simiente tras ti, la cual saldrá de tu vientre; y yo afirmaré su reino. II Samuel 7:13 Este edificará casa a mi nombre: y yo afirmaré para siempre la silla de su reino. II Samuel 7:14 Yo le seré a él padre, y él me será a mi hijo. Y si él hiciere mal, yo le castigaré con vara de hombres, y con azotes de hijos de hombres: II Samuel 7:15 Mas mi misericordia no se apartará de él, como la aparté de Saul, al cual quité de delante de ti. II Samuel 7:16 Y será afirmada tu casa y tu reino para siempre delante de tu rostro; y tu trono será firme eternalmente. II Samuel 7:17 Conforme a todas estas palabras, y conforme a toda esta visión, así habló Natán a David. II Samuel 7:18 ¶ Y entró el rey David, y púsose delante de Jehová, y dijo: Señor Jehová, ¿quién soy yo, y cuál es mi casa, para que tú me traigas hasta aquí? II Samuel 7:19 ¿Y que aun te haya parecido poco esto, Señor Jehová, sino que hables también de la casa de tu siervo en lo por venir, y que sea esta la condición de un hombre, Señor Jehová? II Samuel 7:20 ¿Y qué más puede añadir David hablando contigo? Tú pues conoces tu siervo, Señor Jehová. II Samuel 7:21 Todas estas grandes magnificencias has hecho por tu palabra, y conforme a tu corazón, haciéndolas saber a tu siervo. II Samuel 7:22 Por tanto tú te has engrandecido, Jehová Dios, por cuanto no hay otro como tú, ni hay Dios fuera de ti, conforme a todo lo que habemos oído por nuestros oídos. II Samuel 7:23 ¿Y quién como tu pueblo, como Israel en la tierra, una gente por la cual Dios fuese a redimírsela por pueblo, y le pusiese nombre, e hiciese con vosotros grandes y espantosas obras en tu tierra, por causa de tu pueblo que tú te redimiste de Egipto, de la gente, y de sus dioses? II Samuel 7:24 Y te confirmaste a tu pueblo Israel, para que fuese tu pueblo perpetuamente, y tu Jehová fuiste a ellos por Dios. II Samuel 7:25 Ahora pues, Jehová Dios, la palabra que has hablado sobre tu siervo, y sobre su casa, despiértala eternalmente, y haz conforme a lo que has dicho. II Samuel 7:26 Y sea engrandecido tu nombre para siempre: para que se diga, Jehová de los ejércitos es Dios sobre Israel: y que la casa de tu siervo David sea firme delante de ti. II Samuel 7:27 Porque tú, Jehová de los ejércitos, Dios de Israel, revelaste a la oreja de tu siervo, diciendo: Yo te edificaré casa. Por esta causa tu siervo ha hallado su corazón para orar delante de ti esta oración. II Samuel 7:28 Ahora pues, Jehová Dios, tú eres Dios, y tus palabras serán firmes, pues has dicho a tu siervo este bien. II Samuel 7:29 Ahora pues, quiere, y bendice a la casa de tu siervo, para que perpetuamente permanezca delante de ti: pues que tu Jehová Dios has dicho, que con tu bendición será bendita la casa de tu siervo para siempre. II Samuel 8:0 II Samuel 8:1 Después de esto aconteció, que David hirió a los Filisteos, y los humilló: y tomó David a Metegamma de mano de los Filisteos. II Samuel 8:2 Hirió también a los de Moab, y midiólos con cordel haciéndolos echar por tierra: y midiólos en dos cordeles, el uno para muerte, y otro cordel entero para vida. Y fueron los Moabitas siervos de David debajo de tributo. II Samuel 8:3 También hirió David a Adarezer, hijo de Roob, rey de Soba, yendo él a extender su término hasta el río Éufrates. II Samuel 8:4 Y tomó David de ellos mil y sietecientos de a caballo, y veinte mil hombres de a pie, y desjarretó David todos los carros: mas cien carros de ellos dejó. II Samuel 8:5 Y vino Siria, la de Damasco, a dar socorro a Adarezer rey de Soba, y David hirió de los Siros veinte y dos mil hombres. II Samuel 8:6 Y puso David guarnición en la Siria de Damasco, y fueron los Siros siervos de David debajo de tributo. Y Jehová guardó a David donde quiera que fue. II Samuel 8:7 Y tomó David los escudos de oro, que traían los siervos de Adarezer, los cuales trajo a Jerusalem. II Samuel 8:8 Asimismo de Bete, y de Berot, ciudades de Adarezer, tomó el rey David gran copia de metal. II Samuel 8:9 ¶ Entonces oyendo Tou rey de Emat que David había herido todo el ejército de Adarezer, II Samuel 8:10 Envió Tou a Joram su hijo al rey David a saludarle pacíficamente, y a bendecirle, porque había peleado con Adarezer, y le había vencido; porque Tou era enemigo de Adarezer: y llevaba en su mano vasos de plata, y vasos de oro, y de metal: II Samuel 8:11 Los cuales el rey David dedicó a Jehová, con la plata y el oro que había dedicado de todas las naciones que había sujetado: II Samuel 8:12 De los Siros, de los Moabitas, de los Ammonitas, de los Filisteos, de los Amalecitas, y del despojo de Adarezer, hijo de Roob rey de Soba. II Samuel 8:13 Y ganó David fama como volvió, habiendo herido de los Siros diez y ocho mil en el valle de la sal. II Samuel 8:14 Asimismo puso David guarnición en Edom, por toda Edom puso guarnición: y todos los Idumeos fueron siervos de David: y Jehová guardó a David por donde quiera que fue. II Samuel 8:15 Y reinó David sobre todo Israel, y hacía David derecho y justicia a todo su pueblo. II Samuel 8:16 Y Joab, hijo de Sarvia, era general de su ejército: y Josafat, hijo de Ahilud, canciller. II Samuel 8:17 Y Sadoc, hijo de Acitob, y Aquimelec, hijo de Abiatar, eran sacerdotes: y Saraías era escriba. II Samuel 8:18 Y Banaías, hijo de Joiada, era sobre los Cereteos y Feleteos; y los hijos de David eran los príncipes. II Samuel 9:0 II Samuel 9:1 Y dijo David: ¿Ha quedado alguno de la casa de Saul a quién yo haga misericordia por causa de Jonatán? II Samuel 9:2 Y había un siervo de la casa de Saul, que se llamaba Siba, al cual como llamaron que viniese a David, el rey le dijo: ¿Eres tú Siba? Y él respondió: Tu siervo. II Samuel 9:3 Y el rey dijo: ¿No ha quedado nadie de la casa de Saul, a quién yo haga misericordia de Dios? Y Siba respondió al rey: Aun ha quedado un hijo de Jonatán, cojo de los pies. II Samuel 9:4 Entonces el rey le dijo: ¿Y ese dónde está? Y Siba respondió al rey: He aquí, está en casa de Maquir, hijo de Amiel, en Lo-dabar. II Samuel 9:5 Y envió el rey David, y tomóle de casa de Maquir, hijo de Amiel de Lo-dabar. II Samuel 9:6 Y venido Mifi-boset, hijo de Jonatán, hijo de Saul, a David, postróse sobre su rostro, e hízole reverencia. Y dijo David: Mifi-boset. Y él respondió: He aquí tu siervo. II Samuel 9:7 David le dijo: No tengas temor, porque yo haré contigo misericordia por amor de Jonatán tu padre; y yo te haré volver todas las tierras de Saul tu padre, y tú comerás pan a mi mesa perpetuamente. II Samuel 9:8 Y él inclinándose, dijo: ¿Quién es tu siervo, para que mires a un perro muerto como yo soy? II Samuel 9:9 Entonces el rey llamó a Siba siervo de Saul, y díjole: Todo lo que fue de Saul, y de toda su casa yo lo he dado al hijo de tu señor: II Samuel 9:10 Tú pues le labrarás las tierras, tú con tus hijos, y tus siervos, y encerrarás, para que el hijo de tu señor tenga pan que comer. Y Mifi-boset el hijo de tu señor comerá pan perpetuamente a mi mesa. Y tenía Siba quince hijos y veinte siervos. II Samuel 9:11 Y respondió Siba al rey: Conforme a todo lo que ha mandado mi señor el rey a su siervo, así lo hará tu siervo. Mifi-boset, dijo el rey, comerá a mi mesa, como uno de los hijos del rey. II Samuel 9:12 Y Mifi-boset tenía un hijo pequeño, que se llamaba Mica, y toda la familia de la casa de Siba eran siervos de Mifi-boset. II Samuel 9:13 Y Mifi-boset moraba en Jerusalem, porque comía perpetuamente a la mesa del rey, y era cojo de ambos pies. II Samuel 10:0 II Samuel 10:1 Después de esto aconteció, que murió el rey de los hijos de Ammón, y reinó por él Hanón su hijo. II Samuel 10:2 Y dijo David: Yo haré misericordia con Hanón, hijo de Naas, como su padre la hizo conmigo. Y David envió sus siervos a consolarle por su padre. Y venidos los siervos de David a la tierra de los hijos de Ammón, II Samuel 10:3 Los príncipes de los hijos de Ammón dijeron a Hanón su señor: ¿Honra David a tu padre a tu parecer, que te ha enviado consoladores? ¿No ha enviado David sus siervos a ti por reconocer y considerar la ciudad, para destruirla? II Samuel 10:4 Entonces Hanón tomó los siervos de David, y rapóles la media barba, y cortóles los vestidos por la mitad hasta las nalgas, y los envió. II Samuel 10:5 Lo cual como fue hecho saber a David, envió delante de ellos, porque ellos estaban grandemente avergonzados, y dijo el rey: Estáos en Jericó, hasta que os torne a nacer la barba, y entonces volveréis. II Samuel 10:6 ¶ Y viendo los hijos de Ammón que se habían hecho odiosos con David, enviaron los hijos de Ammón, y dieron sueldo a los Siros de la casa de Roob, y a los Siros de Soba, veinte mil hombres de a pie, y del rey de Maaca mil hombres, y de Is-tob doce mil hombres. II Samuel 10:7 Lo cual como David oyó, envió a Joab con todo el ejército de los valientes. II Samuel 10:8 Y saliendo los hijos de Ammón, ordenaron sus escuadrones a la entrada de la puerta; mas los Siros de Soba, y de Roob, y de Is-tob, y de Maaca ordenaron por sí en el campo. II Samuel 10:9 Viendo pues Joab que había escuadrones delante y detrás de él, escogió de todos los escogidos de Israel, y púsose en orden contra los Siros. II Samuel 10:10 Y lo que quedó del pueblo, entregó en mano de Abisaí su hermano, y púsolo en orden para encontrar a los Ammonitas. II Samuel 10:11 Y dijo: Si los Siros me fueren superiores, tú me ayudarás: Y si los hijos de Ammón pudieren más que tú, yo te daré ayuda. II Samuel 10:12 Esfuérzate y esforcémosnos por nuestro pueblo y por las ciudades de nuestro Dios: y haga Jehová lo que bien le pareciere. II Samuel 10:13 Y acercóse Joab, y el pueblo que estaba con él, para pelear con los Siros, mas ellos huyeron delante de él. II Samuel 10:14 Entonces los hijos de Ammón viendo que los Siros habían huido, huyeron también ellos delante de Abisaí, y entráronse en la ciudad. Y volvió Joab de los hijos de Ammón, y vínose a Jerusalem. II Samuel 10:15 Y viendo los Siros que habían caído delante de Israel, tornáronse a juntar: II Samuel 10:16 Y envió Adarezer, y sacó los Siros que estaban de la otra parte del río, los cuales vinieron a Helán, llevando por capitán a Sobac general del ejército de Adarezer. II Samuel 10:17 Y fue dado aviso a David, y juntó a todo Israel, y pasando el Jordán vino a Helán: y los Siros se pusieron en orden contra David, y pelearon con él. II Samuel 10:18 Mas los Siros huyeron delante de Israel: e hirió David de los Siros sietecientos carros, y cuarenta mil hombres de a caballo: e hirió al mismo Sobac general del ejército, y murió allí. II Samuel 10:19 Y viendo todos los reyes, siervos de Adarezer, que habían caído delante de Israel, hicieron paz con Israel, y sirviéronles: y de allí adelante temieron los Siros de socorrer a los hijos de Ammón. II Samuel 11:0 II Samuel 11:1 Y aconteció a la vuelta del año, en el tiempo que salen los reyes a la guerra, que David envió a Joab, y a sus siervos con él, y a todo Israel, y destruyeron a los Ammonitas; y pusieron cerco a Rabba: y quedóse David en Jerusalem. II Samuel 11:2 Y aconteció que levantándose David de su cama a la hora de la tarde, paseándose por la techumbre de la casa real, vio desde la techumbre una mujer que se estaba lavando, la cual era muy hermosa. II Samuel 11:3 Y envió David a preguntar por aquella mujer; y dijéronle: Aquella es Bersabée, hija de Eliam, mujer de Urías Jetteo. II Samuel 11:4 Y envió David mensajeros, y tomóla; la cual como entró a él, él durmió con ella; y ella se santificó de su inmundicia, y se volvió a su casa. II Samuel 11:5 Y concibió la mujer, y envió a hacerlo saber a David, diciendo: Yo estoy preñada. II Samuel 11:6 ¶ Entonces David envió a Joab, diciendo: Envíame a Urías Jetteo. Y Joab envió a Urías a David. II Samuel 11:7 Y como Urías vino a él, David le preguntó por la salud de Joab, y por la salud del pueblo, y asimismo de la guerra. II Samuel 11:8 Después David dijo a Urías: Desciende a tu casa, y lava tus pies. Y saliendo Urías de casa del rey, vino tras de él comida real. II Samuel 11:9 Mas Urías durmió a la puerta de la casa real, con todos los siervos de su señor: y no descendió a su casa. II Samuel 11:10 E hicieron saber esto a David, diciendo: Urías no descendió a su casa, y David dijo a Urías: ¿No has venido de camino? ¿Por qué pues no descendiste a tu casa? II Samuel 11:11 Y Urías respondió a David: El arca, e Israel, y Judá están debajo de tiendas, y mi señor Joab, y los siervos de mi señor sobre la haz del campo; ¿y había yo de entrar en mi casa para comer y para beber, y para dormir con mi mujer? Por vida tuya, y por vida de tu alma, que yo no haga tal cosa. II Samuel 11:12 Y David dijo a Urías: Estáte aquí aun hoy, y mañana te despacharé. Y Urías se quedó en Jerusalem aquel día, y el siguiente. II Samuel 11:13 Y David le convidó: y le hizo comer, y beber delante de sí, y le embriagó. Y él salió a la tarde a dormir en su cama con los siervos de su señor: mas no descendió a su casa. II Samuel 11:14 ¶ Venida la mañana, David escribió una carta a Joab, la cual envió por mano de Urías. II Samuel 11:15 Y escribió en la carta, diciendo: Ponéd a Urías delante de la fuerza de la batalla: y dejádle a sus espaldas para que sea herido, y muera. II Samuel 11:16 Y aconteció, que cuando Joab cercó la ciudad, puso a Urías en el lugar donde sabía que estaban los más valientes hombres. II Samuel 11:17 Y como salieron los de la ciudad, pelearon con Joab, y cayeron algunos del pueblo de los siervos de David: y murió también Urías Jetteo. II Samuel 11:18 Y envió Joab, e hizo saber a David todos los negocios de la guerra. II Samuel 11:19 Y mandó al mensajero, diciendo: Cuando acabares de contar al rey todos los negocios de la guerra, II Samuel 11:20 Si el rey comenzare a enojarse, y te dijere: ¿Por qué os acercasteis a la ciudad peleando? ¿No sabíais lo que suelen echar del muro? II Samuel 11:21 ¿Quién hirió a Abimelec, hijo de Jerubeset? ¿No echó una mujer del muro un pedazo de una rueda de molino, y murió en Tebes? ¿Por qué os llegabais al muro? Entonces tú le dirás: También tu siervo Urías Jetteo es muerto. II Samuel 11:22 Y fue el mensajero, y viniendo, contó a David todas las cosas, por las cuales Joab le había enviado. II Samuel 11:23 Y dijo el mensajero a David: Prevalecieron contra nosotros los varones, salidos a nosotros al campo; mas nosotros los tornamos hasta la entrada de la puerta. II Samuel 11:24 Y los flecheros tiraron contra tus siervos desde el muro, y murieron algunos de los siervos del rey: y murió también tu siervo Urías Jetteo. II Samuel 11:25 Y David dijo al mensajero: Dirás así a Joab: No tengas pesar de esto, que de esta y de esta manera suele comer la espada. Fortifica la batalla contra la ciudad, hasta que la derribes. Y esfuérzale. II Samuel 11:26 ¶ Y oyendo la mujer de Urías, que Urías su marido era muerto, puso luto por su marido. II Samuel 11:27 Y pasado el luto, envió David, y recogióla a su casa: y fue su mujer: y parióle un hijo. Mas esta cosa que David hizo, desplugo delante de Jehová. II Samuel 12:0 II Samuel 12:1 Y envió Jehová a Natán a David: el cual viniendo a él, le dijo: Había dos hombres en una ciudad, el uno rico, y el otro pobre. II Samuel 12:2 El rico tenía ovejas y vacas asaz: II Samuel 12:3 Mas el pobre ninguna cosa tenía, sino una sola cordera, que había comprado, la cual él había criado, y había crecido con él y con sus hijos juntamente, comiendo de su bocado de pan, y bebiendo de su vaso, y durmiendo en su regazo: y teníala como a una hija. II Samuel 12:4 Y vino uno de camino al hombre rico: y él no quiso tomar de sus ovejas y de sus vacas, para guisar al caminante que le había venido: sino tomó la oveja de aquel hombre pobre, y aderezóla para el varón que le había venido. II Samuel 12:5 Entonces el furor se le encendió a David en gran manera contra aquel hombre, y dijo a Natán: Vive Jehová, que el que tal hizo es digno de muerte: II Samuel 12:6 Y que él pagará la cordera con el cuatro tanto: porque hizo esta tal cosa, y no tuvo misericordia. II Samuel 12:7 Entonces Natán dijo a David: Tú eres aquel varón. Así dijo Jehová, Dios de Israel: Yo te ungí por rey sobre Israel, y te libré de la mano de Saul. II Samuel 12:8 Yo te di la casa de tu señor, y las mujeres de tu señor en tu seno; además de esto, te di la casa de Israel y de Judá. Y si esto es poco, yo te añadiré tales y tales cosas. II Samuel 12:9 ¿Por qué pues tuviste en poco la palabra de Jehová, haciendo lo malo delante de sus ojos? A Urías Jetteo heriste a cuchillo, y tomaste por tu mujer a su mujer, y a él mataste con la espada de los hijos de Ammón. II Samuel 12:10 Por lo cual ahora no se apartará espada de tu casa perpetuamente, por cuanto me menospreciaste, y tomaste la mujer de Urías Jetteo, para que fuese tu mujer. II Samuel 12:11 Así dijo Jehová: He aquí, yo despierto sobre ti mal de tu misma casa: y yo tomaré tus mujeres delante de tus ojos, y las daré a tu prójimo, el cual dormirá con tus mujeres en la presencia de este sol. II Samuel 12:12 Porque tú lo hiciste en secreto, mas yo haré esto delante de todo Israel, y delante del sol. II Samuel 12:13 Entonces dijo David a Natán: Pequé a Jehová. Y Natán dijo a David: También Jehová ha trasportado tu pecado; no morirás. II Samuel 12:14 Mas por cuanto con este negocio hiciste blasfemar a los enemigos de Jehová, el hijo que te ha nacido muriendo morirá. II Samuel 12:15 ¶ Y Natán se volvió a su casa. Y Jehová hirió al niño, que la mujer de Urías había parido a David, y enfermó gravemente. II Samuel 12:16 Y David rogó a Dios por el niño; y ayunó David ayuno, y vino, y pasó la noche acostado en tierra. II Samuel 12:17 Y levantáronse los ancianos de su casa a él, para hacerle levantar de tierra, mas él no quiso, ni comió con ellos pan. II Samuel 12:18 Y al séptimo día el niño murió; y sus siervos no osaban hacerle saber que el niño era muerto, diciendo entre sí: Cuando el niño aun vivía le hablábamos, y no quería oír nuestra voz; ¿pues cuánto más mal le hará si le dijéremos: el niño es muerto? II Samuel 12:19 Mas David viendo a sus siervos hablar entre sí, entendió que el niño era muerto: y dijo David a sus siervos: ¿Es muerto el niño? Y ellos respondieron: Muerto es. II Samuel 12:20 Entonces David se levantó de tierra, y lavóse, y ungióse, y mudó sus ropas, y entró a la casa de Jehová, y adoró. Y después vino a su casa, y demandó, y pusiéronle pan, y comió. II Samuel 12:21 Y dijéronle sus siervos: ¿Qué es esto que has hecho? Por el niño viviendo aun, ayunabas y llorabas: ¿y él muerto, levantástete, y comiste pan? II Samuel 12:22 Y él respondió: Viviendo aun el niño, yo ayunaba y lloraba, diciendo: ¿Quién sabe, si Dios habrá compasión de mí, que viva el niño? II Samuel 12:23 Mas ahora que ya es muerto, ¿para qué tengo de ayunar? ¿Podréle yo más volver? Yo voy a él, mas él no volverá a mí. II Samuel 12:24 ¶ Y consoló David a Bersabée su mujer, y entrando a ella durmió con ella, y parió un hijo, y llamó su nombre Salomón, al cual Jehová amó. II Samuel 12:25 Y envió por mano de Natán profeta, y llamó su nombre Jedidia, por Jehová. II Samuel 12:26 ¶ Y Joab peleaba contra Rabba de los hijos de Ammón, y tomó la ciudad real. II Samuel 12:27 Y envió Joab mensajeros a David, diciendo: Yo he peleado contra Rabba, y he tomado la ciudad de las aguas. II Samuel 12:28 Junta pues ahora el pueblo que queda, y asienta campo sobre la ciudad, y tómala, porque tomando yo la ciudad, no se llame de mi nombre. II Samuel 12:29 Y juntando David todo el pueblo, fue contra Rabba, y combatióla, y la tomó. II Samuel 12:30 Y tomó la corona de su rey de su cabeza, la cual pesaba un talento de oro: y había en ella piedras preciosas, y fue puesta sobre la cabeza de David: y trajo muy grande despojo de la ciudad. II Samuel 12:31 Y sacó el pueblo que estaba en ella, y púsole debajo de sierras, y de trillos de hierro, de hachas de hierro, e hízolos pasar por hornos: y lo mismo hizo a todas las ciudades de los hijos de Ammón: y volvióse David con todo el pueblo a Jerusalem. II Samuel 13:0 II Samuel 13:1 Después de esto aconteció, que Absalom, hijo de David, tenía una hermana hermosa que se llamaba Tamar, de la cual se enamoró Amnón hijo de David. II Samuel 13:2 Y Amnón fue angustiado, hasta enfermar por Tamar su hermana: porque por ser ella virgen, parecía a Amnón que sería cosa dificultosa hacerle algo. II Samuel 13:3 Y Amnón tenía un amigo, que se llamaba Jonadab, hijo de Samma, hermano de David, y Jonadab era hombre muy astuto. II Samuel 13:4 Y este le dijo: Hijo del rey, ¿qué es la causa que a las mañanas estás así flaco? ¿No me lo descubrirás a mí? Y Amnón le respondió: Yo amo a Tamar la hermana de mi hermano Absalom. II Samuel 13:5 Y Jonadab le dijo: Acuéstate en tu cama, y finge que estás enfermo: y cuando tu padre viniere a visitarte, díle: Ruégote que venga mi hermana Tamar, para que me conforte con alguna comida, y haga delante de mí alguna vianda, para que viendo la coma de su mano. II Samuel 13:6 Y Amnón se acostó, y fingió que estaba enfermo, y vino el rey a visitarle: y Amnón dijo al rey: Yo te ruego que venga mi hermana Tamar, y haga delante de mí dos hojuelas que coma yo de su mano. II Samuel 13:7 Y David envió a Tamar a su casa, diciendo: Vé ahora a casa de Amnón tu hermano, y házle de comer. II Samuel 13:8 Entonces Tamar fue a casa de su hermano Amnón, el cual estaba acostado: y tomó harina, y amasó, e hizo hojuelas delante de él, y aderezó las hojuelas. II Samuel 13:9 Y tomando la sartén sacólas delante de él: mas él no quiso comer. Y dijo Amnón: Echád fuera de aquí a todos. Y todos se salieron de allí. II Samuel 13:10 Entonces Amnón dijo a Tamar: Trae la comida a la recámara, para que yo coma de tu mano. Y tomando Tamar las hojuelas que había cocido, llevólas a su hermano Amnón a la recámara. II Samuel 13:11 Y como ella se las puso delante para que comiese, él trabó de ella, diciéndole: Ven, hermana mía, duerme conmigo. II Samuel 13:12 Ella entonces le respondió: No, hermano mío, no me hagas fuerza: porque no se hace así en Israel: no hagas tal locura. II Samuel 13:13 Porque ¿dónde iría yo con mi deshonra? Y aun tú serías estimado como uno de los insensatos de Israel. Yo te ruego ahora que hables al rey, que no me negará a ti. II Samuel 13:14 Mas él no la quiso oír, antes pudiendo más que ella la forzó, y durmió con ella. II Samuel 13:15 Y aborrecióla Amnón de tan grande aborrecimiento, que el odio con que la aborreció después, fue mayor que el amor con que la había amado. Y díjole Amnón: Levántate, y vete. II Samuel 13:16 Y ella le respondió: No es razón. Mayor mal es este de echarme, que el que me has hecho. Mas él no la quiso oír. II Samuel 13:17 Antes llamando a su criado, que le servía, le dijo: Échame ésta allá fuera, y cierra la puerta tras ella. II Samuel 13:18 Y ella tenía una ropa de colores sobre sí, (que las hijas vírgenes de los reyes vestían de aquellas ropas:) y su criado la echó fuera, y cerró la puerta tras ella. II Samuel 13:19 Y Tamar tomó ceniza, y esparcióla sobre su cabeza, y rompió la ropa de colores de que estaba vestida: y puestas sus manos sobre su cabeza, se fue gritando. II Samuel 13:20 Y le dijo su hermano Absalom: ¿Ha estado contigo tu hermano Amnón? Calla, pues, ahora hermana mía, tu hermano es, no pongas tu corazón en este negocio. Y Tamar se quedó desconsolada en casa de su hermano Absalom. II Samuel 13:21 Y el rey David, oyendo todo esto, fue muy enojado. II Samuel 13:22 ¶ Mas Absalom no habló, ni malo ni bueno con Amnón, porque Absalom aborrecía a Amnón, porque había forzado a su hermana Tamar. II Samuel 13:23 Y aconteció, pasados dos años de tiempo, que Absalom tenía trasquiladores en Baal-hasor, que es junto a Efraím. Y convidó Absalom a todos los hijos del rey, II Samuel 13:24 Y vino Absalom al rey, y díjole: He aquí, tu siervo tiene ahora trasquiladores: yo ruego que venga el rey y sus siervos con tu siervo. II Samuel 13:25 Y respondió el rey a Absalom: No, hijo mío, no vamos todos, porque no seamos gravosos sobre ti. Y porfió con él, y no quiso venir, mas le bendijo. II Samuel 13:26 Entonces dijo Absalom: Si no, ruégote que venga con nosotros Amnón mi hermano. Y el rey le respondió: ¿Para qué ha de ir contigo? II Samuel 13:27 Y como Absalom le importunase, dejó ir con él a Amnón, y a todos los hijos del rey. II Samuel 13:28 Y había mandado Absalom a sus criados, diciendo: Yo os ruego que miréis, cuando el corazón de Amnón estará alegre del vino, y cuando yo os dijere: Heríd a Amnón; entonces matádle: y no tengáis temor, que yo os lo he mandado. Esforzáos, pues, y sed hombres valientes. II Samuel 13:29 Y los criados de Absalom lo hicieron con Amnón como Absalom se lo había mandado, y levantándose todos los hijos del rey subieron todos en sus mulos, y huyeron. II Samuel 13:30 Y estando aun ellos en el camino, la fama llegó a David, diciendo: Absalom ha asesinado a todos los hijos del rey, que ninguno ha quedado de ellos. II Samuel 13:31 Entonces David levantándose rompió sus vestidos, y echóse en tierra: y todos sus siervos estaban desgarrados sus vestidos. II Samuel 13:32 Y respondió Jonadab el hijo de Samma hermano de David, y dijo: No diga mi señor, que han asesinado a todos los mozos, hijos del rey, que solo Amnón es muerto, que en la boca de Absalom estaba puesto desde el día que Amnón forzó a Tamar su hermana, II Samuel 13:33 Por tanto ahora no ponga mi señor el rey en su corazón tal palabra, diciendo: Todos los hijos del rey han sido asesinados, que solo Amnón es muerto. II Samuel 13:34 Y Absalom huyó. Y alzando sus ojos el mozo, que estaba en atalaya, miró, y, he aquí mucho pueblo que venía a sus espaldas por el camino de hacia el monte. II Samuel 13:35 Y dijo Jonadab al rey: He allí los hijos del rey que vienen; porque así es como tu siervo ha dicho. II Samuel 13:36 Y como él acabó de hablar, he aquí los hijos del rey que vinieron, y alzando su voz lloraron. Y también el mismo rey, y todos sus siervos lloraron de muy gran llanto. II Samuel 13:37 Mas Absalom huyó, y se fue a Tolmai, hijo de Ammiud rey de Gessur. Y David lloró por su hijo todos los días. II Samuel 13:38 Y como Absalom huyó, y vino a Gessur, estuvo allá tres años. II Samuel 13:39 Y el rey David deseó salir por Absalom: porque ya estaba consolado a cerca de Amnón, que era muerto. II Samuel 14:0 II Samuel 14:1 Y conociendo Joab, hijo de Sarvia, que el corazón del rey estaba con Absalom, II Samuel 14:2 Envió Joab a Tecua, y tomó de allá una mujer astuta, y le dijo: Yo te ruego que te enlutes, y te vistas de ropas de luto, y no te unjas con óleo, antes sé como una mujer que ha mucho tiempo que trae luto por algún muerto. II Samuel 14:3 Y entrando al rey, habla con él de esta manera. Entonces puso Joab las palabras en su boca. II Samuel 14:4 Entró pues aquella mujer de Tecua al rey, y postrándose sobre su rostro en tierra hizo reverencia, y dijo: Oh rey, salva. II Samuel 14:5 Y el rey le dijo: ¿Qué has? Y ella respondió: Yo soy de cierto una mujer viuda, y mi marido es muerto. II Samuel 14:6 Y tu sierva tenía dos hijos, y los dos riñeron en el campo: y no habiendo quien los despartiese, hirió el uno al otro, y le mató. II Samuel 14:7 Y, he aquí, toda la parentela se ha levantado contra tu sierva, diciendo: Entrega al que mató a su hermano, para que le matemos por la vida de su hermano, a quien él mató; y quitemos también el heredero. Así apagarán el ascua que me ha quedado, no dejando a mi marido nombre ni reliquia sobre la tierra. II Samuel 14:8 Entonces el rey dijo a la mujer. Vete a tu casa, que yo mandaré acerca de ti. II Samuel 14:9 Y la mujer de Tecua dijo al rey: Rey, señor mío, la maldad sea sobre mí, y sobre la casa de mi padre; y el rey y su trono sea sin culpa. II Samuel 14:10 Y el rey dijo: Al que hablare contra ti, tráele a mí, que no te tocará más. II Samuel 14:11 Y ella dijo: Yo te ruego, oh rey, que te acuerdes de Jehová tu Dios, que no hagas multiplicar los vengadores de la sangre, para echar a perder y destruir a mi hijo. Y él respondió: Vive Jehová, que no caerá ni aun un cabello de la cabeza de tu hijo en tierra. II Samuel 14:12 Y la mujer dijo: Yo te ruego que hable tu criada una palabra a mi señor el rey. Y él dijo: Habla. II Samuel 14:13 Entonces la mujer dijo: ¿Por qué pues piensas tú otro tanto contra el pueblo de Dios? que hablando el rey esta palabra es como culpado: por cuanto el rey no hace volver su fugitivo. II Samuel 14:14 Porque muriendo morimos, y somos como aguas derramadas por tierra, que nunca más son tornadas a coger, ni Dios le quitará la vida: mas piensa pensamientos para no echar de sí al desechado. II Samuel 14:15 Y que yo he venido ahora para decir esto al rey, mi señor, es porque el pueblo me ha puesto miedo. Mas tu sierva dijo en sí: Ahora yo hablaré al rey, quizá hará el rey la palabra de su sierva. II Samuel 14:16 Porque el rey oirá para librar a su sierva de mano del hombre que me quiere raer a mí y a mi hijo juntamente de la heredad de Dios. II Samuel 14:17 Tu sierva pues dice: Que sea ahora la palabra de mi señor el rey para descanso: pues que mi señor el rey es como un ángel de Dios para escuchar lo bueno y lo malo; y Jehová tu Dios sea contigo. II Samuel 14:18 Entonces el rey respondió, y dijo a la mujer: Yo te ruego que no me encubras nada de lo que yo te preguntare. Y la mujer dijo: Diga mi señor el rey. II Samuel 14:19 Y el rey dijo: ¿No ha sido la mano de Joab contigo en todas estas cosas? Y la mujer respondió, y dijo: Viva tu alma, rey señor mío, que no hay porque ir a mano derecha, ni a mano izquierda de todo lo que mi señor el rey ha hablado: porque tu siervo Joab él me mandó, y él puso en la boca de tu sierva todas estas palabras. II Samuel 14:20 Y que yo volviese la forma de las palabras, Joab tu siervo lo ha hecho. Mas mi señor es sabio conforme a la sabiduría de un ángel de Dios, para saber lo que se hace en la tierra. II Samuel 14:21 Entonces el rey dijo a Joab: He aquí, yo hago esto. Vé, y haz volver al mozo Absalom. II Samuel 14:22 Y Joab se postró en tierra sobre su rostro, e hizo reverencia, y bendijo al rey; y dijo Joab: Hoy ha entendido tu siervo, que he hallado gracia en tus ojos, rey señor mío; pues que ha hecho el rey la palabra de su siervo. II Samuel 14:23 Y levantóse Joab, y fue a Gessur, y volvió a Absalom a Jerusalem. II Samuel 14:24 Y el rey dijo: Váyase a su casa, y no vea mi rostro. Y Absalom se volvió a su casa, y no vio el rostro del rey. II Samuel 14:25 No había varón tan hermoso en todo Israel como Absalom, para alabar en gran manera: desde la planta de su pie hasta la mollera no había en él mácula. II Samuel 14:26 Y cuando trasquilaba su cabeza (lo cual era cada año al cabo del año, que él se trasquilaba, porque le hacía molestia el cabello, y le trasquilaba,) pesaba el cabello de su cabeza doscientos siclos de peso real. II Samuel 14:27 Y naciéronle a Absalom tres hijos, y una hija que se llamaba Tamar: la cual fue hermosa de ver. II Samuel 14:28 ¶ Y estuvo Absalom dos años de tiempo en Jerusalem, que nunca vio el rostro del rey. II Samuel 14:29 Y envió Absalom por Joab para enviarle al rey: mas no quiso venir a él; ni aunque envió por él la segunda vez, quiso venir. II Samuel 14:30 Entonces dijo a sus siervos: Bien sabéis las tierras de Joab junto a mi lugar, donde tiene sus cebadas: id, y pegádle fuego. Y los siervos de Absalom pegaron fuego a las tierras. II Samuel 14:31 Y levantóse Joab, y vino a Absalom a su casa, y díjole: ¿Por qué han puesto fuego tus siervos a mis tierras? II Samuel 14:32 Y Absalom respondió a Joab: He aquí, yo he enviado por ti, diciendo, que vinieses acá, para que yo te enviase al rey, a que le dijeses: ¿Para qué vine de Gessur? Mejor me fuera estarme aun allá. Vea yo ahora la cara del rey: y si hay en mi pecado, máteme. II Samuel 14:33 Vino pues Joab al rey: e hízoselo saber: y llamó a Absalom, el cual vino al rey, e inclinó su rostro a tierra delante del rey: y el rey besó a Absalom. II Samuel 15:0 II Samuel 15:1 Después de esto aconteció, que Absalom se hizo carros y caballos, y cincuenta hombres que corriesen delante de él. II Samuel 15:2 Y levantábase Absalom de mañana, y poníase a un lado del camino de la puerta, y a cualquiera que tenía pleito, y venía al rey a juicio, Absalom le llamaba a sí, y le decía: ¿De qué ciudad eres? Y él respondía: Tu siervo es de una de las tribus de Israel. II Samuel 15:3 Entonces Absalom le decía: Mira, tus palabras son buenas y justas: mas no tienes quien te oiga por el rey. II Samuel 15:4 Y decía Absalom: ¡Quién me pusiese, por juez en la tierra, para que viniesen a mí todos los que tienen pleito, o negocio, que yo les haría justicia! II Samuel 15:5 Y acontecía que, cuando alguno se llegaba para inclinarse a él, él extendía la mano, y le tomaba, y le besaba. II Samuel 15:6 Y de esta manera hacía con todo Israel que venía al rey a juicio: y así hurtaba Absalom el corazón de los de Israel. II Samuel 15:7 Y aconteció después de cuarenta años, que Absalom dijo al rey: Yo te ruego que me des licencia para que vaya a pagar mi voto a Hebrón, que he prometido a Jehová. II Samuel 15:8 Porque tu siervo hizo voto cuando estaba en Gessur en Siria, diciendo: Si Jehová me volviere a Jerusalem, yo serviré a Jehová. II Samuel 15:9 Y el rey le dijo: Vé en paz. Y él se levantó, y se fue a Hebrón. II Samuel 15:10 Y envió Absalom espías por todas las tribus de Israel, diciendo: Cuando oyereis el son de la trompeta, diréis: Absalom reina en Hebrón. II Samuel 15:11 Y fueron con Absalom doscientos hombres de Jerusalem llamados de él, los cuales iban con su simplicidad, sin saber cosa. II Samuel 15:12 También envió Absalom por Aquitofel Gilonita, del consejo de David, a Gilo su ciudad, cuando hacía sus sacrificios, y fue hecha una grande conjuración, y el pueblo se iba aumentando con Absalom. II Samuel 15:13 ¶ Y vino el aviso a David, diciendo: El corazón de los varones de Israel se va tras Absalom. II Samuel 15:14 Entonces David dijo a todos sus siervos, que estaban con él en Jerusalem: Levantáos, y huyamos, porque no podremos escapar delante de Absalom. Dáos priesa a andar, porque apresurándose él no nos tome, y eche sobre nosotros mal, y hiera la ciudad a filo de espada. II Samuel 15:15 Y los siervos del rey dijeron al rey: He aquí, tus siervos están prestos a todo lo que nuestro señor el rey eligiere. II Samuel 15:16 El rey entonces salió con toda su casa a pie: y dejó el rey diez mujeres concubinas, para que guardasen la casa. II Samuel 15:17 Y salió el rey, con todo el pueblo a pie, y paráronse en un lugar lejos. II Samuel 15:18 Y todos sus siervos pasaban a su lado, y todos los Cereteos y Feleteos, y todos los Geteos, seiscientos hombres, los cuales habían venido a pie desde Get, e iban delante del rey. II Samuel 15:19 Y dijo el rey a Etai Geteo: ¿Para qué vienes tú también con nosotros? Vuélvete y quédate con el rey: porque tú eres extranjero, y desterrado también tú de tu lugar. II Samuel 15:20 ¿Ayer veniste, y téngote de hacer hoy que mudes lugar para ir con nosotros? Yo voy sobre lo que yo voy: tú vuélvete, y haz volver a tus hermanos: en ti hay misericordia y verdad. II Samuel 15:21 Y Etai respondió al rey, diciendo: Vive Dios, y vive mi señor el rey, que, o para muerte, o para vida, donde mi señor el rey estuviere, allí estará también tu siervo. II Samuel 15:22 Entonces David dijo a Etai: Ven, pues, y pasa. Y pasó Etai Geteo, y todos sus varones, y toda su familia. II Samuel 15:23 Y toda la tierra lloró a alta voz: y pasó todo el pueblo el arroyo de Cedrón, y después pasó el rey, y todo el pueblo pasó al camino que va al desierto. II Samuel 15:24 Y he aquí también Sadoc y todos los Levitas con él, que llevaban el arca del concierto de Dios; y asentaron el arca del concierto de Dios. Y subió Abiatar hasta que todo el pueblo hubo acabado de salir de la ciudad. II Samuel 15:25 Y dijo el rey a Sadoc: Vuelve el arca de Dios a la ciudad: que si yo hallare gracia en los ojos de Jehová, él me volverá, y me hará ver a ella y a su tabernáculo. II Samuel 15:26 Y si dijere: No me agradas: aparejado estoy, haga de mí lo que bien le pareciere. II Samuel 15:27 Y dijo el rey a Sadoc, sacerdote: ¿No eres tú el vidente? Vuélvete en paz a la ciudad: y estén con vosotros vuestros dos hijos, Aquimaas tu hijo, y Jonatán, hijo de Abiatar. II Samuel 15:28 Mirád, yo me detendré en las campañas del desierto, hasta que venga respuesta de vosotros que me dé aviso. II Samuel 15:29 Entonces Sadoc y Abiatar volvieron el arca de Dios a Jerusalem, y estuviéronse allá. II Samuel 15:30 Y David subió la cuesta de las olivas, subiendo y llorando; llevando cubierta la cabeza, y los pies descalzos. Y todo el pueblo que tenía consigo cubrió cada uno su cabeza, y subieron, subiendo y llorando. II Samuel 15:31 Y dieron aviso a David, diciendo: Aquitofel también está con los que conspiraron con Absalom. Entonces David dijo: Enloquece ahora, oh Jehová, el consejo de Aquitofel. II Samuel 15:32 Y como David llegó a la cumbre para adorar allí a Dios, he aquí Cusai Araquita, que le salió al encuentro trayendo desgarrada su ropa, y tierra sobre su cabeza. II Samuel 15:33 Y díjole David: Si pasares conmigo, serme has carga: II Samuel 15:34 Mas si volvieres a la ciudad, y dijeres a Absalom: rey, yo seré tu siervo: como hasta ahora he sido siervo de tu padre, así seré ahora tu siervo; tú me disiparás el consejo de Aquitofel. II Samuel 15:35 ¿No estarán allí contigo Sadoc y Abiatar sacerdotes? Por tanto todo lo que oyeres en casa del rey, darás aviso de ello a Sadoc y a Abiatar sacerdotes. II Samuel 15:36 Y, he aquí que están con ellos sus dos hijos, Aquimaas, el de Sadoc, y Jonatán, el de Abiatar: por mano de ellos me enviaréis aviso de todo lo que oyereis. II Samuel 15:37 Así se vino Cusai amigo de David a la ciudad: y Absalom vino a Jerusalem. II Samuel 16:0 II Samuel 16:1 Y como David pasó un poco de la cumbre del monte, he aquí Siba el criado de Mifi-boset, que le salía a recibir con un par de asnos enalbardados, y sobre ellos doscientos panes, y cien hilos de pasas, y cien masas de higos pasados, y un cuero de vino. II Samuel 16:2 Y dijo el rey a Siba: ¿Qué es esto? Y Siba respondió: Los asnos son para la familia del rey, en que suban: y los panes y la pasa para los criados que coman: el vino para que beban los que se cansaren en el desierto. II Samuel 16:3 Y dijo el rey: ¿Dónde está el hijo de tu señor? Y Siba respondió al rey: He aquí, él se ha quedado en Jerusalem porque ha dicho: Hoy me volverán la casa de Israel el reino de mi padre. II Samuel 16:4 Entonces el rey dijo a Siba: He aquí, sea tuyo todo lo que tiene Mifi-boset. Y respondió Siba inclinándose: Rey señor mío, halle yo gracia delante de ti. II Samuel 16:5 ¶ Y vino el rey David hasta Bajurim: y, he aquí, salía uno de la familia de la casa de Saul, el cual se llamaba Semeí, hijo de Gera: y salía maldiciendo, II Samuel 16:6 Y echando piedras contra David, y contra todos los siervos del rey David: y todo el pueblo, y todos los valientes hombres estaban a su diestra y a su siniestra. II Samuel 16:7 Y decía Semeí maldiciéndole: Sal: Sal, varón de sangres, y varón impío. II Samuel 16:8 Jehová te ha dado el pago de todas las sangres de la casa de Saul, en lugar del cual tú has reinado: mas Jehová ha entregado el reino en mano de tu hijo Absalom: y, he aquí tú eres tomado en tu maldad: porque eres varón de sangres. II Samuel 16:9 Y Abisaí, hijo de Sarvia, dijo al rey: ¿Por qué maldice este perro muerto a mi señor el rey? Yo te ruego que me dejes pasar, y quitarle he la cabeza. II Samuel 16:10 Y el rey respondió: ¿Qué tengo yo con vosotros, hijos de Sarvia? El maldice así, porque Jehová le ha dicho que maldiga a David: ¿quién pues le dirá: Por qué lo haces así? II Samuel 16:11 Y dijo David a Abisaí, y a todos sus siervos: He aquí, que mi hijo, que ha salido de mi vientre, asecha a mi vida, ¿cuánto más ahora un hijo de Jemini? Dejádle que maldiga, que Jehová se lo ha dicho. II Samuel 16:12 Quizá Jehová mirará a mi aflicción, y me dará Jehová bien por sus maldiciones hoy. II Samuel 16:13 Y como David y los suyos iban por el camino, Semeí iba por el lado del monte delante de él, andando y maldiciendo, y arrojando piedras delante de él, y esparciendo polvo. II Samuel 16:14 Y el rey y todo el pueblo que con él estaba, llegaron cansados, y descansó allí. II Samuel 16:15 Y Absalom y todo el pueblo, los varones de Israel, entraron en Jerusalem, y con él Aquitofel. II Samuel 16:16 Y fue, que como llegó Cusai Araquita, el amigo de David, a Absalom, Cusai dijo a Absalom: Viva el rey, viva el rey. II Samuel 16:17 Y Absalom dijo a Cusai: ¿Este es tu agradecimiento para con tu amigo? ¿Por qué no fuiste con tu amigo? II Samuel 16:18 Y Cusai respondió a Absalom: No: sino al que eligiere Jehová, y este pueblo, y todos los varones de Israel, de aquel seré yo, y con aquel quedaré. II Samuel 16:19 Ítem, ¿a quién había yo de servir? ¿No es a su hijo? Como he servido delante de tu padre, así seré delante de ti. II Samuel 16:20 ¶ Entonces Absalom dijo a Aquitofel: Consultád que haremos. II Samuel 16:21 Y Aquitofel dijo a Absalom: Entra a las concubinas de tu padre, que él dejó para guardar la casa; y todo el pueblo de Israel oirá que te has hecho aborrecible a tu padre: y así se esforzarán las manos de todos los que están contigo. II Samuel 16:22 Entonces pusieron una tienda a Absalom sobre la techumbre, y entró Absalom a las concubinas de su padre en ojos de todo Israel. II Samuel 16:23 Y el consejo que daba Aquitofel en aquellos días, era como si consultaran la palabra de Dios. Tal era el consejo de Aquitofel, así con David, como con Absalom. II Samuel 17:0 II Samuel 17:1 Entonces Aquitofel dijo a Absalom: Yo escogeré ahora doce mil hombres, y me levantaré, y seguiré a David esta noche. II Samuel 17:2 Y daré sobre él, que él estará cansado y flaco de manos, yo le atemorizaré, y todo el pueblo que está con él huirá: y heriré el rey solo: II Samuel 17:3 Y tornaré a todo el pueblo a ti: y cuando ellos hubieren vuelto, (pues aquel hombre es el que tú quieres,) todo el pueblo estará en paz. II Samuel 17:4 Esta razón pareció bien a Absalom y a todos los ancianos de Israel. II Samuel 17:5 Y dijo Absalom: Yo te ruego que llames también a Cusai Araquita, para que oigamos también lo que él dirá. II Samuel 17:6 Y como Cusai vino a Absalom, Absalom le habló, diciendo: Así ha dicho Aquitofel: ¿Seguiremos su consejo, o no? Di tú. II Samuel 17:7 Entonces Cusai dijo a Absalom: El consejo que ha dado esta vez Aquitofel no es bueno. II Samuel 17:8 Y dijo también Cusai: Tú sabes que tu padre y los suyos son hombres valientes, y que están ahora con amargura de ánimo, como la osa en el campo cuando la han quitado los hijos. Además de esto, tu padre es hombre de guerra, y no tendrá la noche con el pueblo. II Samuel 17:9 He aquí, él estará ahora escondido en alguna cueva, o en algún otro lugar. Y si al principio cayeren algunos de los tuyos, oírlo ha quien lo oyere, y dirá: El pueblo que sigue a Absalom ha sido muerto. II Samuel 17:10 Y aunque sea valiente hombre, cuyo corazón sea como corazón de león, sin duda desmayará; porque todo Israel sabe, que tu padre es valiente hombre, y que los que están con él son esforzados. II Samuel 17:11 Mas yo aconsejo, que todo Israel se junte a ti desde Dan hasta Beer-seba que será en multitud como la arena que está a la orilla de la mar, y que tu rostro vaya en la batalla. II Samuel 17:12 Entonces vendremos a él en cualquier lugar que se pudiere hallar, y daremos sobre él, como cuando el rocío cae sobre la tierra, y ni uno dejaremos de él, y de todos los que están con él. II Samuel 17:13 Y si se recogiere en alguna ciudad, todos los de Israel traerán sogas a aquella ciudad, y traerla hemos arrastrando hasta el arroyo, que nunca más parezca de ella piedra. II Samuel 17:14 Entonces Absalom, y todos los de Israel dijeron: El consejo de Cusai Araquita es mejor que el consejo de Aquitofel. Porque Jehová había mandado, que el consejo de Aquitofel, que era bueno, fuese disipado, para que Jehová hiciese venir mal sobre Absalom. II Samuel 17:15 Y Cusai dijo a Sadoc y a Abiatar sacerdotes: Así y así aconsejó Aquitofel a Absalom, y a los ancianos de Israel, y yo aconsejé así y así. II Samuel 17:16 Por tanto enviád luego, y dad aviso a David, diciendo: No quedes esta noche en las campañas del desierto, sino pasa luego el Jordán, porque el rey no sea consumido, y todo el pueblo que con él está. II Samuel 17:17 Y Jonatán y Aquimaas estaban junto a la fuente de Rogel, y fue allá una criada, la cual les dio el aviso, y ellos fueron, y dieron aviso al rey David: porque ellos no podían mostrarse viniendo a la ciudad. II Samuel 17:18 Y fueron vistos por un mozo, el cual lo dijo a Absalom, mas los dos se dieron priesa a caminar, y llegaron a casa de un hombre en Bajurim, que tenía un pozo en su patio, dentro del cual ellos descendieron. II Samuel 17:19 Y tomando la mujer una manta, extendióla sobre la boca del pozo, y tendió sobre ella del trigo majado; y el negocio no fue entendido. II Samuel 17:20 Y llegando los criados de Absalom a la casa a la mujer, dijéronle: ¿Dónde están Aquimaas y Jonatán? Y la mujer les respondió: Ya han pasado el vado de las aguas. Y como ellos los buscaron, y no los hallaron, volviéronse a Jerusalem. II Samuel 17:21 Y después que ellos se hubieron ido, estotros salieron del pozo, y fuéronse, y dieron el aviso al rey David, y dijéronle: Levantáos, y dáos priesa a pasar las aguas, porque Aquitofel ha dado tal consejo contra vosotros. II Samuel 17:22 Entonces David se levantó, y todo el pueblo que estaba con él, y pasaron el Jordán antes que amaneciese, sin faltar ni uno, que no pasase el Jordán. II Samuel 17:23 Y Aquitofel viendo que no se hizo su consejo, enalbardó su asno, y levantóse, y fuése a su casa, y a su ciudad, y ordenó su casa, y se ahorcó, y murió, y fue sepultado en el sepulcro de su padre. II Samuel 17:24 ¶ Y David vino en Mahanaim, y Absalom pasó el Jordán con todos los varones de Israel. II Samuel 17:25 Y Absalom constituyó a Amasa sobre el ejército en lugar de Joab, el cual Amasa fue hijo de un varón de Israel llamado Jetra, el cual había entrado a Abigal, hija de Naas, hermana de Sarvia, madre de Joab. II Samuel 17:26 Y asentó campo Israel con Absalom en tierra de Galaad. II Samuel 17:27 Y como David llegó a Mahanaim, Sobi, hijo de Naas de Rabba, de los hijos de Ammón, y Maquir, hijo de Ammiel de Lo-dabar, y Berzellai Galaadita de Rogelim, II Samuel 17:28 Trajeron a David y al pueblo que estaba con él, camas, y lebrillos, y vasijas de barro, trigo, y cebada, y harina, y trigo tostado, habas, lentejas, y garbanzos, tostados, II Samuel 17:29 Miel, manteca, ovejas, y quesos de vacas, para que comiesen; porque dijeron entre sí: Aquel pueblo está hambriento, y cansado, y tendrá sed en el desierto. II Samuel 18:0 II Samuel 18:1 David, pues, contó el pueblo que tenía consigo, y puso sobre ellos tribunos y centuriones. II Samuel 18:2 Y puso la tercera parte del pueblo debajo de la mano de Joab, y otra tercera debajo de la mano de Abisaí, hijo de Sarvia, hermano de Joab, y la otra tercera parte debajo de la mano de Etai Geteo. Y dijo el rey al pueblo: Yo también saldré con vosotros. II Samuel 18:3 Mas el pueblo dijo: No saldrás, porque si nosotros huyéremos, no harán caso de nosotros: y aunque la mitad de nosotros muera, no harán caso de nosotros: mas tú ahora vales tanto como diez mil de nosotros, por tanto mejor será que tú nos des ayuda desde la ciudad. II Samuel 18:4 Entonces el rey les dijo: Yo haré lo que a vosotros pareciere bien. Y el rey se puso a la entrada de la puerta, mientras salía todo el pueblo de ciento en ciento, y de mil en mil. II Samuel 18:5 Y el rey mandó a Joab, y a Abisaí, y a Etai, diciendo: Tratád benignamente por amor de mí al mozo Absalom. Y todo el pueblo oyó cuando el rey mandó acerca de Absalom a todos los capitanes. II Samuel 18:6 Y el pueblo salió al campo contra Israel, y la batalla se dio en el bosque de Efraím. II Samuel 18:7 Y el pueblo de Israel cayó allí delante de los siervos de David, y fue hecha allí gran matanza en aquel día de veinte mil hombres. II Samuel 18:8 Y derramándose allí el ejército por la haz de toda la tierra, fueron más los que consumió el bosque de los del pueblo, que los que consumió la espada aquel día. II Samuel 18:9 Y Absalom se encontró con los siervos de David, y Absalom iba sobre un mulo, y el mulo se entró debajo de un espeso y grande alcornoque, y asiósele la cabeza al alcornoque, y quedó entre el cielo y la tierra, y el mulo que estaba debajo de él, pasó adelante. II Samuel 18:10 Y viéndole uno, avisó a Joab, diciendo: He aquí que yo ví a Absalom colgado de un alcornoque. II Samuel 18:11 Y Joab respondió al hombre que le daba la nueva: ¿Y viéndole tú? ¿por qué no le heriste luego allí a tierra? y sobre mí, que yo te diera diez siclos de plata, y un talabarte. II Samuel 18:12 Y el hombre dijo a Joab: Aunque yo me pesara en mis manos mil siclos de plata, no extendiera mi mano en el hijo del rey: porque nosotros lo oímos cuando el rey te mandó a ti, y a Abisaí, y a Etai, diciendo: Mirád que ninguno toque en el mozo Absalom: II Samuel 18:13 O yo hubiera hecho traición contra mi alma; pues que al rey nada se le esconde, y tú mismo estarías contra mí. II Samuel 18:14 Y Joab respondió: No es razón, que yo te ruegue. Y tomando tres dardos en su mano, hincólos en el corazón de Absalom, que aun estaba vivo en medio del alcornoque. II Samuel 18:15 Y cercándole diez mancebos escuderos de Joab, hirieron a Absalom, y matáronle. II Samuel 18:16 Entonces Joab tocó la corneta, y el pueblo se volvió de seguir a Israel, porque Joab detuvo al pueblo. II Samuel 18:17 Y tomando a Absalom, echáronle en un gran foso en el bosque, y levantaron sobre él un muy gran majano de piedras, y todo Israel huyó cada uno a sus estancias. II Samuel 18:18 Y Absalom había tomado, y se había levantado una columna en su vida, la cual está en el valle del rey, porque había dicho entre sí: Yo no tengo hijo que conserve la memoria de mi nombre: y llamó a aquella columna por su nombre, y así se llamó, lugar de Absalom, hasta hoy. II Samuel 18:19 ¶ Entonces Aquimaas, hijo de Sadoc, dijo: Yo correré ahora y daré las nuevas al rey, como Jehová ha defendido su causa de la mano de sus enemigos. II Samuel 18:20 Y respondióle Joab: Hoy no llevarás las nuevas, otro día las llevarás: no darás hoy la nueva, porque el hijo del rey es muerto. II Samuel 18:21 Y Joab dijo a Cusi: Vé tú, y di al rey lo que has visto. Y Cusi hizo reverencia a Joab, y corrió. II Samuel 18:22 Y Aquimaas, hijo de Sadoc, tornó a decir a Joab: Sea lo que fuere, yo correré ahora tras Cusi. Y Joab dijo: Hijo mío, ¿para qué has tú de correr, que no hallarás premio por las nuevas? II Samuel 18:23 Y él respondió: Sea lo que fuere, yo correré; y Joab le dijo: Corre. Y Aquimaas corrió por el camino de la campaña, y pasó delante de Cusi. II Samuel 18:24 Y David estaba asentado entre las dos puertas, y el atalaya había ido sobre la techumbre de la puerta en el muro, y alzando sus ojos, miró y vio a uno que corría solo. II Samuel 18:25 Y el atalaya dio voces, e hízolo saber al rey. Y el rey dijo: Si es solo, buenas nuevas trae. Y él venía acercándose. II Samuel 18:26 El atalaya vio otro que corría: y dio voces el atalaya al portero, diciendo: Hé un hombre que corre solo. Y el rey dijo: Este también es mensajero. II Samuel 18:27 Y el atalaya volvió a decir: Paréceme el correr del primero, como el correr de Aquimaas, hijo de Sadoc. Y el rey respondió: Ese hombre es de bien, y viene con buena nueva. II Samuel 18:28 Entonces Aquimaas dijo a alta voz al rey: Paz. E inclinóse a tierra delante del rey, y dijo: Bendito sea Jehová Dios tuyo, que ha entregado los hombres, que habían levantado sus manos contra mi señor el rey. II Samuel 18:29 Y el rey dijo: ¿El mozo Absalom, tiene paz? Y Aquimaas respondió: Yo ví un grande alboroto, cuando Joab envió al siervo del rey, y a tu siervo, mas no sé que era. II Samuel 18:30 Y el rey dijo: Pasa, y pónte allí. Y él pasó, y paróse. II Samuel 18:31 Y luego vino Cusi, y dijo: Reciba nueva mi señor el rey, que hoy Jehová ha defendido tu causa de la mano de todos los que se habían levantado contra ti. II Samuel 18:32 El rey entonces dijo a Cusi: ¿El mozo Absalom tiene paz? Y Cusi respondió: Como aquel mozo sean los enemigos de mi señor el rey, y todos los que se levantan contra ti para mal. II Samuel 18:33 Entonces el rey se turbó, y subióse a la sala de la puerta, y lloró, y yendo decía así: ¡Hijo mío, Absalom! ¡hijo mío, hijo mío, Absalom! ¡quién me diera, que yo muriera en lugar de ti, Absalom, hijo mío, hijo mío! II Samuel 19:0 II Samuel 19:1 Y dieron aviso a Joab: He aquí, el rey llora, y pone luto por Absalom. II Samuel 19:2 Y volvióse aquel día la victoria en luto para todo el pueblo: porque aquel día oyó el pueblo que se decía, que el rey tenía dolor por su hijo. II Samuel 19:3 Aquel día el pueblo se entró en la ciudad escondidamente, como suele entrar escondidamente el pueblo vergonzoso, que ha huido de la batalla. II Samuel 19:4 Mas el rey cubierto el rostro clamaba a alta voz: ¡Hijo mío, Absalom! ¡Absalom, hijo mío, hijo mío! II Samuel 19:5 Y entrando Joab en casa al rey, díjole: Hoy has avergonzado el rostro de todos tus siervos, que han librado hoy tu vida, y la vida de tus hijos, y de tus hijas, y la vida de tus mujeres, y la vida de tus concubinas, II Samuel 19:6 Amando a los que te aborrecen, y aborreciendo a los que te aman: porque hoy has declarado, que no estimas tus príncipes y siervos: porque yo entiendo hoy, que si Absalom viviera, y todos nosotros fuéramos muertos hoy, que entonces te contentaras. II Samuel 19:7 Levántate pues ahora y sal fuera, y halaga a tus siervos: porque juro por Jehová, que si no sales, ni aun uno quede contigo esta noche: y de esto te pesará más, que de todos los males que te han venido desde tu mocedad hasta ahora. II Samuel 19:8 Entonces el rey se levantó, y sentóse a la puerta, y fue declarado a todo el pueblo, diciendo: He aquí, el rey está sentado a la puerta. Y vino todo el pueblo delante del rey: mas Israel había huido cada uno a sus estancias. II Samuel 19:9 Y todo el pueblo porfiaba en todas las tribus de Israel, diciendo: El rey nos ha librado de mano de nuestros enemigos, y él nos ha salvado de mano de los Filisteos, y ahora había huido de la tierra por miedo de Absalom: II Samuel 19:10 Y Absalom, que habíamos ungido sobre nosotros, es muerto en la batalla, ¿por qué pues ahora os estáis quedos para volver el rey? II Samuel 19:11 Y el rey David envió a Sadoc y a Abiatar sacerdotes, diciendo: Hablád a los ancianos de Judá, y decídles, ¿por qué seréis vosotros los postreros a volver el rey a su casa, pues la palabra de todo Israel ha venido al rey de volverle a su casa? II Samuel 19:12 Vosotros sois mis hermanos: mis huesos y mi carne sois vosotros: ¿por qué pues seréis vosotros los postreros en volver el rey? II Samuel 19:13 Mas a Amasa diréis: ¿Y no eres tú también hueso mío y carne mía? Así me haga Dios, y así me añada si no fueres general del ejército delante de mí en lugar de Joab para siempre. II Samuel 19:14 Así inclinó el corazón de todos los varones de Judá, como de un varón para que enviasen a decir al rey: Vuelve tú y todos tus siervos. II Samuel 19:15 Y el rey volvió, y vino hasta el Jordán: y Judá vino a Gálgala a recibir al rey, y pasarle el Jordán. II Samuel 19:16 Y Semeí, hijo de Gera, hijo de Jemini, de Bajurim, dióse priesa a venir con los varones de Judá a recibir al rey David: II Samuel 19:17 Y con él mil hombres de Ben-jamín. Asimismo Siba criado de la casa de Saul con sus quince hijos, y sus veinte siervos, los cuales pasaron el Jordán delante del rey. II Samuel 19:18 Y pasó la barca para pasar la familia del rey, y para hacer lo que le pluguiese. Entonces Semeí, hijo de Gera, se postró delante del rey, pasando él el Jordán; II Samuel 19:19 Y dijo al rey: No me impute, mi señor, mi iniquidad, ni tengas memoria de los males que tu siervo hizo el día que mi señor el rey salió de Jerusalem, para ponerlos el rey sobre su corazón. II Samuel 19:20 Porque yo tu siervo conozco haber pecado, y he venido hoy el primero de toda la casa de José, para descender a recibir a mi señor el rey. II Samuel 19:21 Y Abisaí, hijo de Sarvia, respondió, y dijo: ¿Por esto no ha de morir Semeí, que maldijo al ungido de Jehová? II Samuel 19:22 David entonces dijo: ¿Qué tenéis vosotros conmigo, hijos de Sarvia, que me habéis de ser hoy adversarios? ¿Ha de morir hoy alguno en Israel? No conozco yo que hoy soy hecho rey sobre Israel? II Samuel 19:23 Y dijo el rey a Semeí: No morirás. Y el rey se lo juró. II Samuel 19:24 ¶ También Mifi-boset, hijo de Saul, descendió a recibir al rey. No había lavado sus pies, ni había cortado su barba, ni tampoco había lavado sus vestidos desde el día que el rey salió, hasta el día que vino en paz. II Samuel 19:25 Y como él vino en Jerusalem a recibir al rey, el rey le dijo: Mifi-boset, ¿por qué no fuiste conmigo? Y él dijo: II Samuel 19:26 Rey, señor mío, mi siervo me ha engañado: porque tu siervo había dicho: Enalbardaré un asno, y subiré en él, e iré al rey, porque tu siervo es cojo: II Samuel 19:27 Mas él revolvió a tu siervo delante de mi señor el rey; mas mi señor el rey es como un ángel de Dios: haz pues lo que bien te pareciere. II Samuel 19:28 Porque toda la casa de mi padre era digna de muerte delante de mi señor el rey, y tú pusiste a tu siervo entre los convidados de tu mesa. ¿Qué más justicia pues tengo para quejarme más contra el rey? II Samuel 19:29 Y el rey le dijo: ¿Para qué hablas más palabras? Yo he determinado que tú y Siba partáis las tierras. II Samuel 19:30 Y Mifi-boset dijo al rey: Y aun tómelas él todas, pues que mi señor el rey ha vuelto en paz a su casa. II Samuel 19:31 ¶ También Berzellai Galaadita descendió de Rogelim, y pasó el Jordán con el rey, para acompañarle de la otra parte del Jordán. II Samuel 19:32 Y era Berzellai muy viejo, de ochenta años, el cual había dado provisión al rey, cuando estaba en Mahanaim, porque era hombre muy rico. II Samuel 19:33 Y el rey dijo a Berzellai: Pasa conmigo, y yo te daré de comer conmigo en Jerusalem. II Samuel 19:34 Y Berzellai dijo al rey: ¿Cuántos son los días del tiempo de mi vida, para que yo suba con el rey a Jerusalem? II Samuel 19:35 Yo soy hoy de edad de ochenta años, que ya no haré diferencia entre el bien y el mal. ¿Tomará gusto ahora tu siervo en lo que comiere, o bebiere? ¿Oiré más la voz de los cantores y de las cantoras? ¿Para qué pues sería aun tu siervo molesto a mi señor el rey? II Samuel 19:36 Pasará tu siervo un poco el Jordán con el rey: ¿por qué me ha de dar el rey tan grande recompensa? II Samuel 19:37 Yo te ruego que dejes volver a tu siervo, y que yo muera en mi ciudad, en el sepulcro de mi padre y de mi madre: he aquí tu siervo Camaam el cual pase con mi señor el rey: a este haz lo que bien te pareciere. II Samuel 19:38 Y el rey dijo: Pues pase conmigo Camaam, y yo haré con él como bien te pareciere: y todo lo que tú pidieres de mí, yo lo haré. II Samuel 19:39 Y todo el pueblo pasó el Jordán: y asimismo pasó el rey, y besó el rey a Berzellai, y bendíjole, y él se volvió a su casa. II Samuel 19:40 El rey entonces pasó a Gálgala, y Camaam pasó con él, y todo el pueblo de Judá pasaron al rey con la mitad del pueblo de Israel. II Samuel 19:41 ¶ Y he aquí que todos los varones de Israel vinieron al rey, y le dijeron: ¿Por qué los varones de Judá, nuestros hermanos, te han hurtado, y han pasado al rey y a su casa el Jordán, y a todos los varones de David con él? II Samuel 19:42 Y todos los varones de Judá respondieron a todos los varones de Israel: Porque el rey nos toca más de cerca. ¿Mas por qué os enojáis vosotros de eso? ¿Habemos nosotros comido algo del rey? ¿Hemos recibido de él algún don? II Samuel 19:43 Entonces respondieron los varones de Israel, y dijeron a los de Judá: Nosotros tenemos en el rey diez partes, y en el mismo David más que vosotros: ¿Por qué pues nos habéis tenido en poco? ¿No hablamos nosotros primero en volver nuestro rey? Mas al fin las razones de los varones de Judá fueron más fuertes, que las de los de Israel. II Samuel 20:0 II Samuel 20:1 A caso estaba allí un hombre perverso que se llamaba Seba, hijo de Bocri, varón de Jemini; este tocó corneta, diciendo: No tenemos nosotros parte en David, ni heredad en el hijo de Isaí: Israel vuélvase cada uno a sus estancias. II Samuel 20:2 Así se fueron de en pos de David todos los varones de Israel, y seguían a Seba, hijo de Bocri; mas los que eran de Judá estuvieron llegados a su rey, desde el Jordán hasta Jerusalem. II Samuel 20:3 Y David vino a su casa a Jerusalem: y tomó el rey las diez mujeres concubinas que había dejado para guardar la casa, y púsolas en una casa en guarda, y dióles de comer, y nunca más entró a ellas, y quedaron encerradas hasta que murieron, en viudez de vida. II Samuel 20:4 ¶ Y el rey dijo a Amasa: Júntame los varones de Judá para el tercero día: y tú también te hallarás aquí presente. II Samuel 20:5 Y fue Amasa a juntar a Judá, y detúvose más que el tiempo, que le había sido señalado. II Samuel 20:6 Y dijo David a Abisaí: Seba, hijo de Bocri, nos hará ahora más mal que Absalom: toma pues tú los siervos de tu señor, y vé tras él, porque él no halle las ciudades fortificadas, y se nos vaya de delante. II Samuel 20:7 Entonces salieron en pos de él los varones de Joab, y los Cereteos, y Feleteos, y todos los valientes hombres salieron de Jerusalem para ir tras Seba, hijo de Bocri. II Samuel 20:8 Ellos estaban cerca de la grande peña, que está en Gabaón, y Amasa les salió al encuentro. Y Joab estaba ceñido sobre su ropa que tenía vestida, sobre la cual tenía ceñida una espada pegada a sus lomos en su vaina, la cual salió, y cayó. II Samuel 20:9 Y Joab dijo a Amasa: ¿Tienes paz hermano mío? Y tomó Joab con la diestra la barba de Amasa para besarle: II Samuel 20:10 Y Amasa no se guardó de la espada que Joab tenía en la mano: y él le hirió con la espada en la quinta costilla, y derramó sus entrañas por tierra, y cayó muerto sin darle segundo golpe. Y Joab y Abisaí su hermano fueron tras Seba, hijo de Bocri. II Samuel 20:11 Y uno de los criados de Joab se paró junto a él, diciendo: Cualquiera que amare a Joab y a David, vaya tras de Joab. II Samuel 20:12 Y Amasa se había revolcado en la sangre en mitad del camino; y viendo aquel hombre que todo el pueblo se paraba, apartó a Amasa del camino al campo, y echó sobre él una vestidura, porque veía que todos los que venían, se paraban junto a él. II Samuel 20:13 Y estando él ya apartado del camino, todos los que seguían a Joab pasaron, yendo tras Seba, hijo de Bocri. II Samuel 20:14 ¶ Y él pasó por todas las tribus de Israel hasta Abel, y Bet-maaca, y todo Barim: y juntáronse, y siguiéronle también. II Samuel 20:15 Y vinieron, y cercáronle en Abel y Bet-maaca, y pusieron baluarte contra la ciudad, y el pueblo se puso al muro: y todo el pueblo que estaba con Joab trabajaba de trastornar el muro. II Samuel 20:16 Entonces una mujer sabia dio voces de la ciudad, diciendo: Oíd, oíd: ruégoos que digáis a Joab que se llegue acá, para que yo hable con él. II Samuel 20:17 Y como él se acercó a ella, dijo la mujer: ¿Eres tú Joab? Y él respondió: Yo soy. Y ella le dijo: Oye las palabras de tu sierva. Y él respondió: Oigo. II Samuel 20:18 Entonces ella tornó a hablar, diciendo: Antiguamente solían hablar, diciendo: Quién preguntare, pregunte en Abela: y así concluían. II Samuel 20:19 Yo soy de las pacíficas y fieles de Israel, y tú procuras de matar una ciudad, que es madre en Israel. ¿Por qué destruyes la heredad de Jehová? II Samuel 20:20 Y Joab respondió, diciendo: Nunca tal, nunca tal me acontezca: que yo destruya ni deshaga. II Samuel 20:21 La cosa no es así: mas un hombre del monte de Efraím, que se llama Seba, hijo de Bocri, ha levantado su mano contra el rey David: dádnos a este solo, y yo me iré de la ciudad. Y la mujer dijo a Joab: He aquí, su cabeza te será echada desde el muro. II Samuel 20:22 Y la mujer vino a todo el pueblo con su sabiduría, y ellos cortaron la cabeza a Seba, hijo de Bocri, y echáronla a Joab: y él tocó la corneta, y esparciéronse todos de la ciudad, cada uno a su estancia: y Joab se volvió al rey a Jerusalem. II Samuel 20:23 Y Joab fue puesto sobre todo el ejército de Israel: y Banaías, hijo de Joiada, sobre los Cereteos y Feleteos. II Samuel 20:24 Y Aduram sobre los tributos: y Josafat, hijo de Ahilud, el canciller: II Samuel 20:25 Y Siba escriba: y Sadoc y Abiatar, sacerdotes: II Samuel 20:26 E Ira Jaireo fue sacerdote de David. II Samuel 21:0 II Samuel 21:1 Y en los días de David hubo hambre por tres años, uno tras otro: y David consultó a Jehová, y Jehová le dijo: Por Saul, y por la casa de sangres: porque mató a los Gabaonitas. II Samuel 21:2 Entonces el rey llamó a los Gabaonitas, y hablóles. Los Gabaonitas no eran de los hijos de Israel, sino de las restas de los Amorreos, a los cuales los hijos de Israel habían hecho juramento: mas Saul había procurado de matarlos con celo, por los hijos de Israel y de Judá. II Samuel 21:3 Y dijo David a los Gabaonitas: ¿Qué os haré, y con qué expiaré para que bendigáis a la heredad de Jehová? II Samuel 21:4 Y los Gabaonitas le respondieron: No tenemos nosotros pleito sobre plata, ni sobre oro con Saul y con su casa: ni queremos que hombre de Israel muera. Y él les dijo: Lo que vosotros dijereis os haré. II Samuel 21:5 Y ellos respondieron al rey: Aquel hombre que nos destruyó, y que maquinó contra nosotros, asolaremos que no quede nada de él, en todo el término de Israel. II Samuel 21:6 Dénsenos siete varones de sus hijos, para que los crucifiquemos a Jehová en Gabaa de Saul, el escogido de Jehová. Y el rey dijo: Yo los daré. II Samuel 21:7 Y el rey perdonó a Mifi-boset, hijo de Jonatán, hijo de Saul, por el juramento de Jehová, que hubo entre ellos, entre David y Jonatán, hijo de Saul: II Samuel 21:8 Mas tomó el rey dos hijos de Resfa, hija de Aia, los cuales ella había parido a Saul, es a saber a Armoni, y a Mifi-boset; y cinco hijos de Micol, hija de Saul, los cuales ella había parido a Adriel, hijo de Berzellai Molatita: II Samuel 21:9 Y entrególos en mano de los Gabaonitas, y ellos los crucificaron en el monte delante de Jehová, y murieron juntos aquellos siete, los cuales fueron muertos en el tiempo de la siega en los primeros días, en el principio de la siega de las cebadas. II Samuel 21:10 Y tomando Resfa, hija de Aia, un saco, tendiósele sobre un peñasco desde el principio de la segada hasta que llovió sobre ellos agua del cielo: y no dejó a ninguna ave del cielo sentarse sobre ellos de día, ni bestias del campo de noche. II Samuel 21:11 Y fue dicho a David lo que hacía Resfa, hija de Aia, concubina de Saul. II Samuel 21:12 Y fue David, y tomó los huesos de Saul, y los huesos de Jonatán su hijo, de los varones de Jabes de Galaad, que los habían hurtado de la plaza de Bet-sán, donde los habían colgado los Filisteos, cuando los Filisteos deshicieron a Saul en Gelboé. II Samuel 21:13 Y tomó los huesos de Saul, y los huesos de Jonatán su hijo, y juntaron también los huesos de los crucificados, II Samuel 21:14 Y sepultaron los huesos de Saul, y los de Jonatán su hijo en tierra de Ben-jamín, en Sela, en el sepulcro de Cis su padre: e hicieron todo lo que el rey había mandado: y Dios se aplacó con la tierra. II Samuel 21:15 ¶ Y los Filisteos tornaron a hacer guerra a Israel, y David descendió, y sus siervos con él, y pelearon con los Filisteos, y David se cansó. II Samuel 21:16 Y Jesbi-benob, el cual era de los hijos del gigante, y el peso de su lanza tenía trescientos siclos de metal, y él estaba vestido de nuevo, este había determinado de herir a David. II Samuel 21:17 Mas Abisaí, hijo de Sarvia, le socorrió, e hirió al Filisteo, y le mató. Entonces los varones de David le juraron, y dijeron: Nunca más de aquí adelante saldrás con nosotros en batalla, porque no mates la lámpara de Israel. II Samuel 21:18 Otra segunda guerra hubo después en Gob contra los Filisteos: entonces Sobocai Husatita hirió a Saf, que era de los hijos del gigante. II Samuel 21:19 Otra guerra hubo en Gob contra los Filisteos, en la cual Elhanán, hijo de Jaere-orgim de Belén, hirió a Goliat Geteo, el asta de la lanza del cual era como un enjullo de telar. II Samuel 21:20 Después hubo otra guerra en Get, donde hubo un varón de grande altura, el cual tenía doce dedos en las manos, y otros doce en los pies, que eran veinte y cuatro por cuenta: y también era de los hijos del gigante. II Samuel 21:21 Este desafió a Israel, y matóle Jonatán, hijo de Samma, hermano de David. II Samuel 21:22 Estos cuatro le habían nacido a Rafa en Get, los cuales cayeron por la mano de David, y por la mano de sus siervos. II Samuel 22:0 II Samuel 22:1 Y habló David a Jehová las palabras de este cántico, el día que Jehová le libró de la mano de todos sus enemigos, y de la mano de Saul, y dijo: II Samuel 22:2 Jehová es mi roca, y mi fortaleza, y mi librador. II Samuel 22:3 Dios es mi peñasco, en él confiaré: mi escudo, y el cuerno de mi salud: mi fortaleza, y mi refugio: mi salvador, que me librarás de violencia. II Samuel 22:4 A Jehová digno de ser loado invocaré, y seré salvo de mis enemigos. II Samuel 22:5 Cuando me cercaron ondas de muerte, y arroyos de iniquidad me asombraron; II Samuel 22:6 Cuando las cuerdas del sepulcro me ciñeron, y los lazos de muerte me tomaron descuidado; II Samuel 22:7 Cuando tuve angustia, invoqué a Jehová, y clamé a mi Dios, y él desde su templo oyó mi voz, mi clamor llegó a sus oídos. II Samuel 22:8 La tierra se removió, y tembló: los fundamentos de los cielos fueron movidos, y se estremecieron; porque él se airó. II Samuel 22:9 Subió humo de sus narices, y de su boca fuego consumidor, por el cual se encendieron carbones. II Samuel 22:10 Y abajó los cielos y descendió: una oscuridad debajo de sus pies. II Samuel 22:11 Subió sobre el querubim, y voló: aparecióse sobre las alas del viento. II Samuel 22:12 Puso tinieblas al derredor de sí como por cabañas: aguas negras, y espesas nubes. II Samuel 22:13 Del resplandor de su presencia se encendieron ascuas ardientes. II Samuel 22:14 Tronó de los cielos Jehová, y el Altísimo dio su voz. II Samuel 22:15 Arrojó saetas, y desbaratólos: relampagueó, y los consumió. II Samuel 22:16 Entonces aparecieron los manaderos de la mar, y los fundamentos del mundo fueron descubiertos por la reprensión de Jehová, por la respiración del resuello de su nariz. II Samuel 22:17 Extendió su mano de lo alto, y arrebatóme, y sacóme de las muchas aguas. II Samuel 22:18 Libróme de fuertes enemigos, de los que me aborrecían, los cuales eran más fuertes que yo. II Samuel 22:19 Los cuales en el día de mi calamidad me tomaron descuidado: mas Jehová fue mi bordón. II Samuel 22:20 Sacóme a anchura; me libró, porque puso su voluntad en mí. II Samuel 22:21 Pagóme Jehová conforme a mi justicia: y conforme a la limpieza de mis manos me dio la paga. II Samuel 22:22 Porque yo guardé los caminos de Jehová: y no me aparté impíamente de mi Dios. II Samuel 22:23 Porque delante de mí tengo todas sus ordenanzas: y sus fueros, no me retiraré de ellos. II Samuel 22:24 Y fui perfecto con él, y me guardé de mi iniquidad. II Samuel 22:25 Y pagóme Jehová conforme a mi justicia: y conforme a mi limpieza delante de sus ojos. II Samuel 22:26 Con el bueno eres bueno, y con el valeroso perfecto, eres perfecto. II Samuel 22:27 Con el limpio eres limpio: mas con el perverso, eres perverso. II Samuel 22:28 Y salvas al pueblo pobre: mas tus ojos, sobre los altivos, para abatirlos. II Samuel 22:29 Porque tú eres mi lámpara, oh Jehová: Jehová da luz a mis tinieblas. II Samuel 22:30 Porque en ti romperé ejércitos, y en mi Dios saltaré las murallas. II Samuel 22:31 Dios, perfecto su camino: la palabra de Jehová purificada, escudo es de todos los que en él esperan. II Samuel 22:32 Porque ¿qué Dios hay sino Jehová? ¿O quién es fuerte sino nuestro Dios? II Samuel 22:33 Dios es el que con virtud me corrobora, y el que escombra mi camino. II Samuel 22:34 El que hace mis pies como de ciervas, y el que me asienta en mis alturas. II Samuel 22:35 El que enseña mis manos para la pelea: y el que da que yo quiebre con mis brazos el arco de acero. II Samuel 22:36 me diste el escudo de tu salud, y tu benignidad me ha multiplicado. II Samuel 22:37 ensanchaste mis pasos debajo de mí, para que no titubeasen mis rodillas. II Samuel 22:38 Perseguiré mis enemigos, y quebrantarlos he, y no me volveré hasta que los acabe. II Samuel 22:39 Consumirlos he, y herirlos he; que no se levantarán. Y caerán debajo de mis pies. II Samuel 22:40 Ceñísteme de fortaleza para la batalla, y postraste debajo de mí los que contra mí se levantaron. II Samuel 22:41 me diste la cerviz de mis enemigos, de mis aborrecedores, y que yo los talase. II Samuel 22:42 Miraron, y no hubo quien los librase; a Jehová, mas no les respondió. II Samuel 22:43 Yo los quebrantaré como a polvo de la tierra: como a lodo de las plazas los desmenuzaré, y los disiparé. II Samuel 22:44 me libraste de contiendas de pueblos: tú me guardaste para que fuese cabeza de gentes: pueblos que no conocía, me sirvieron. II Samuel 22:45 Los extraños titubeaban a mí; en oyendo me obedecían. II Samuel 22:46 Los extraños se desleían, y temblaban en sus encerramientos. II Samuel 22:47 Viva Jehová, y sea bendita mi roca: sea ensalzado el Dios, que es la roca de mi salvamento. II Samuel 22:48 El Dios, que me ha dado venganzas, y sujeta los pueblos debajo de mí, II Samuel 22:49 Que me saca de entre mis enemigos: tú me sacaste en alto de entre los que se levantaron contra mí: librásteme del varón de iniquidades. II Samuel 22:50 Por tanto yo te confesaré en las gentes, oh Jehová, y cantaré a tu nombre. II Samuel 22:51 El que engrandece las saludes de su rey: y el que hace misericordia a su ungido David, y a su simiente para siempre. II Samuel 23:0 II Samuel 23:1 Estas son las postreras palabras de David. Dijo David hijo de Isaí: y dijo aquel varón que fue levantado alto, el ungido del Dios de Jacob, el suave en cánticos de Israel: II Samuel 23:2 El Espíritu de Jehová ha hablado por mí, y su palabra ha sido en mi lengua. II Samuel 23:3 El Dios de Israel me ha dictado: El Fuerte de Israel habló: Señoreador de los hombres, justo señoreador en temor de Dios. II Samuel 23:4 ¶ Y como la luz de la mañana cuando sale el sol, de la mañana sin nubes resplandeciente, cuando cae lluvia sobre la yerba de la tierra: II Samuel 23:5 No será así mi casa para con Dios: mas él ha hecho conmigo concierto perpetuo, ordenado en todas las cosas y seguro; por lo cual a toda mi salud, y a toda mi voluntad no así hará producir. II Samuel 23:6 Mas los hijos de Belial serán como espinas arrancadas todos ellos, las cuales nadie toma con la mano: II Samuel 23:7 Mas el que quiere tocar en ellas, ármase de hierro, y de una asta de lanza, y son quemadas en su lugar. II Samuel 23:8 ¶ Estos son los nombres de los varones valientes que tuvo David. El que se asentó en cátedra de sabiduría, principal de los tres, Adino Hesneo, que una vez fue sobre ochocientos muertos. II Samuel 23:9 Después de este fue Eleazar, hijo de Dodo, hijo de Ahohi, entre los tres valientes que estaban con David, cuando desafiaron a los Filisteos, que se habían juntado allí a la batalla, cuando subieron los de Israel. II Samuel 23:10 Este levantándose hirió a los Filisteos hasta que su mano se cansó, y quedó su mano pegada a la espada. Aquel día Jehová hizo gran salud, y el pueblo se volvió en pos de él solamente a tomar el despojo. II Samuel 23:11 Después de este fue Samma, hijo de Age, Arareo: Que habiéndose juntado los Filisteos en una aldea, había allí una suerte de tierra llena de lentejas, y el pueblo había huido delante de los Filisteos: II Samuel 23:12 Este entonces se paró en medio de la suerte de tierra, y defendióla, e hirió a los Filisteos, y Jehová hizo una gran salud. II Samuel 23:13 Estos tres que eran de los treinta principales, descendieron y vinieron en tiempo de la siega a David a la cueva de Odollam: y el campo de los Filisteos estaba en el valle de Rafaim. II Samuel 23:14 David entonces estaba en la fortaleza, y la guarnición de los Filisteos estaba en Belén. II Samuel 23:15 Y David tuvo deseo, y dijo: ¡Quién me diera de beber del agua de la cisterna de Belén, que está a la puerta! II Samuel 23:16 Entonces estos tres valientes rompieron en el campo de los Filisteos, y sacaron del agua de la cisterna de Belén, que estaba a la puerta, y tomaron, y trajéronla a David: mas él no la quiso beber, sino derramóla a Jehová, diciendo: II Samuel 23:17 Lejos sea de mí, oh Jehová, que yo haga esto. ¿La sangre de los varones que fueron por ella con peligro de su vida tengo de beber? Y no quiso beber de ella. Estos tres valientes hicieron esto. II Samuel 23:18 Y Abisaí hermano de Joab, hijo de Sarvia, fue el principal de tres: el cual alzó su lanza contra trescientos, los cuales mató, y tuvo nombre entre los tres. II Samuel 23:19 El fue el más noble de los tres, y el primero de ellos, mas no llegó a los tres primeros. II Samuel 23:20 Banaías, hijo de Joiada, hijo de un varón esforzado, grande en hechos, de Cabseel. Este hirió dos leones de Moab. Y él mismo descendió, e hirió un león en medio del foso en el tiempo de la nieve. II Samuel 23:21 Y el mismo hirió a un Egipcio, hombre de grande estatura; y el Egipcio tenía una lanza en su mano: y él descendió a él con un palo, y arrebató al Egipcio la lanza de la mano, y con su misma lanza le mató. II Samuel 23:22 Esto hizo Banaías, hijo de Joiada, y tuvo nombre entre los tres valientes. II Samuel 23:23 De los treinta fue el más noble; mas no llegó a los tres primeros. Y púsole David en su consejo. II Samuel 23:24 Asael hermano de Joab fue de los treinta: Elhanán, hijo de Dodo, de Belén: II Samuel 23:25 Semma de Harodi: Elica de Harodi. II Samuel 23:26 Heles de Falti: Ira, hijo de Acces, de Tecua: II Samuel 23:27 Abiezer de Anatot: Mobonnai de Husa: II Samuel 23:28 Selmón de Ahoh: Majarai de Netofat: II Samuel 23:29 Heleb, hijo de Baana de Netofat: Itai, hijo de Ribai, de Gabaat, de los hijos de Ben-jamín: II Samuel 23:30 Banaia de Faraton: Heddai del arroyo de Gaas: II Samuel 23:31 Abi-albón de Arbat: Azmavet de Barumi: II Samuel 23:32 Eliaba, de Salaboni. Los hijos de Jasén, Jonatán: II Samuel 23:33 Semma de Orori: Ahiam, hijo de Sarar, de Arar: II Samuel 23:34 Elifelet, hijo de Aasbai, hijo de Macati: Eliam, hijo de Aquitofel, de Gelon: II Samuel 23:35 Hesrai de Carmelo: Farai de Arbi: II Samuel 23:36 Igaal, hijo de Natán, de Soba: Bani de Gadi: II Samuel 23:37 Selec de Ammón: Naharai de Berot, escudero de Joab, hijo de Sarvia: II Samuel 23:38 Ira de Jetri: Gareb de Jetri: II Samuel 23:39 Urías Jetteo: todos treinta y siete. II Samuel 24:0 II Samuel 24:1 Y volvió el furor de Jehová a enojarse contra Israel, e incitó a David contra ellos a que dijese: Vé, cuenta a Israel, y a Judá. II Samuel 24:2 Y dijo el rey a Joab general del ejército que tenía consigo: Rodea todas las tribus de Israel, desde Dan hasta Beer-seba, y contád el pueblo, para que yo sepa el número del pueblo. II Samuel 24:3 Y Joab respondió al rey: Añada Jehová tu Dios al pueblo cien veces tantos como son, y que lo vea mi señor el rey; mas ¿para qué quiere esto mi señor el rey? II Samuel 24:4 Empero la palabra del rey pudo más que Joab, y que los capitanes del ejército: y salió Joab, de delante del rey con los capitanes del ejército, para ir a contar el pueblo de Israel. II Samuel 24:5 Y pasando el Jordán asentaron en Aroer, a la mano derecha de la ciudad que está en medio del arroyo de Gad, y junto a Jazer. II Samuel 24:6 Y después vinieron a Galaad, y a la tierra baja de Hodsi; y de allí vinieron a Danjaán, y al rededor de Sidón. II Samuel 24:7 Y vinieron a la fortaleza de Tiro, y a todas las ciudades de los Heveos, y de los Cananeos, y salieron al mediodía de Judá a Beer-seba. II Samuel 24:8 Y después que hubieron andado toda la tierra, volvieron a Jerusalem después de nueve meses y veinte días. II Samuel 24:9 Y Joab dio la cuenta del número del pueblo al rey: y fueron los de Israel ochocientos mil hombres fuertes, que sacaban espada: y de los de Judá fueron quinientos mil hombres. II Samuel 24:10 Y después que David hubo contado el pueblo, hirióle su corazón, y dijo David a Jehová: Yo he pecado gravemente por haber hecho esto; mas ahora Jehová, ruégote que traspases el pecado de tu siervo; porque yo he obrado muy neciamente. II Samuel 24:11 Y por la mañana cuando David se levantaba, fue palabra de Jehová a Gad profeta, vidente de David, diciendo: II Samuel 24:12 Vé, y habla a David: Así dijo Jehová: Tres cosas te ofrezco: tú te escogerás de estas la una, la cual yo haga. II Samuel 24:13 Y Gad vino a David, y denuncióle, y díjole: ¿Quiéres que te vengan siete años de hambre en tu tierra? ¿O que huyas tres meses delante de tus enemigos, y que ellos te persigan? ¿O que tres días haya pestilencia en tu tierra? Piensa ahora, y mira que responderé al que me envió. II Samuel 24:14 Entonces David dijo a Gad: En grande angustia estoy. Yo ruego que yo caiga en la mano de Jehová, porque sus miseraciones son muchas, y que yo no caiga en manos de hombres. II Samuel 24:15 Y Jehová envió pestilencia en Israel desde la mañana hasta el tiempo señalado: y murieron del pueblo, desde Dan hasta Beer-seba, setenta mil hombres. II Samuel 24:16 Y como el ángel extendió su mano sobre Jerusalem para destruirla, Jehová se arrepintió de aquel mal, y dijo al ángel que destruía el pueblo. Basta ahora: detén tu mano. Entonces el ángel de Jehová estaba junto a la era de Areuna Jebuseo. II Samuel 24:17 ¶ Y David dijo a Jehová, cuando vio al ángel que hería al pueblo: Yo pequé, yo hice la maldad: ¿Estas ovejas qué hicieron? Ruégote que tu mano se torne contra mí, y contra la casa de mi padre. II Samuel 24:18 Y Gad vino a David aquel día, y díjole: Sube, y haz un altar a Jehová en la era de Areuna Jebuseo. II Samuel 24:19 Y David subió conforme al dicho de Gad, que Jehová había mandado. II Samuel 24:20 Y mirando Areuna, vio al rey y a sus siervos que pasaban a él: y saliendo Areuna inclinóse delante del rey hacia tierra. II Samuel 24:21 Y dijo Areuna: ¿Por qué viene mi señor el rey a su siervo? Y David respondió: Para comprar de ti esta era para edificar en ella altar a Jehová, y que la mortandad cese del pueblo. II Samuel 24:22 Y Areuna dijo a David: Tome y sacrifique mi señor el rey lo que bien le pareciere. He aquí bueyes para el holocausto, y trillos, y otros aderezos de bueyes para leña. II Samuel 24:23 Todo lo da, como un rey, Areuna al rey: Y dijo Areuna al rey: Jehová tu Dios te sea propicio. II Samuel 24:24 Y el rey dijo a Areuna: No, sino por precio te lo compraré: porque no ofreceré a Jehová mi Dios holocaustos por nada. Entonces David compró la era y los bueyes por cincuenta siclos de plata. II Samuel 24:25 Y edificó allí David un altar a Jehová, y sacrificó holocaustos, y pacíficos, y Jehová se aplacó con la tierra, y cesó la plaga de Israel.
I Kings 0:0
I Kings 1:0 I Kings 1:1 Como el rey David se hizo viejo, y entrado en días, cubríanle de vestidos, mas no se calentaba. I Kings 1:2 Y dijéronle sus siervos: Busquen a mi señor el rey una moza virgen, que esté delante del rey, y le caliente, y duerma en su seno, y calentará a mi señor el rey. I Kings 1:3 Y buscaron una moza hermosa por todo el término de Israel, y hallaron a Abisag Sunamita, y trajéronla al rey. I Kings 1:4 Y la moza era muy hermosa, la cual calentaba al rey, y le servía; mas el rey nunca la conoció. I Kings 1:5 ¶ Entonces Adonías, hijo de Hagit, se levantó, diciendo: Yo reinaré. E hízose hacer carros y gente de a caballo, y cincuenta varones que corriesen delante de él. I Kings 1:6 Y su padre nunca le entristeció en todos sus días para decirle: ¿Por qué haces así? Y también este era de hermoso parecer: y habíale engendrado después de Absalom. I Kings 1:7 Y tenía tratos con Joab, hijo de Sarvia, y con Abiatar el sacerdote, los cuales ayudaban a Adonías. I Kings 1:8 Mas Sadoc el sacerdote, y Banaías, hijo de Joiada, y Natán profeta, y Semeí, y Reihi, y todos los grandes de David no seguían a Adonías. I Kings 1:9 Y sacrificó Adonías ovejas y vacas, y animales engordados, junto a la peña de Zohelet, que está cerca de la fuente de Rogel, y convidó a todos sus hermanos los hijos del rey, y a todos los varones de Judá, siervos del rey. I Kings 1:10 Mas a Natán profeta, ni a Banaías, ni a los grandes, ni a Salomón su hermano, no convidó. I Kings 1:11 Y habló Natán a Bersabée madre de Salomón, diciendo: ¿No has oído que reina Adonías hijo de Hagit, sin saberlo nuestro señor David? I Kings 1:12 Ven pues ahora, y toma mi consejo, para que guardes tu vida, y la vida de tu hijo Salomón. I Kings 1:13 Vé, y entra al rey David, y díle: ¿Rey, señor mío, no has tú jurado a tu sierva, diciendo: Salomón tu hijo reinará después de mí, y él se asentará sobre mi trono? ¿Por qué pues reina Adonías? I Kings 1:14 Y estando tú aun hablando con el rey, yo entraré tras ti, y acabaré tus razones. I Kings 1:15 Entonces Bersabée entró al rey a la cámara, y el rey era muy viejo; y Abisag Sunamita servía al rey. I Kings 1:16 Y Bersabée se inclinó, e hizo reverencia al rey, y el rey dijo: I Kings 1:17 ¿Qué tienes? Y ella le respondió: Señor mío, tú juraste a tu sierva por Jehová tu Dios, diciendo: Salomón tu hijo reinará después de mí, y él se asentará sobre mi trono. I Kings 1:18 Y, he aquí que ahora Adonías reina; y ahora , rey mi señor, no lo supiste. I Kings 1:19 Ha sacrificado bueyes, y animales engordados, y muchas ovejas; y ha convidado a todos los hijos del rey, y a Abiatar el sacerdote, y a Joab general del ejército; mas a Salomón tu siervo no ha convidado. I Kings 1:20 Rey, señor mío, los ojos de todo Israel están sobre ti, para que les declares, quién se ha de asentar sobre el trono de mi señor el rey, después de él. I Kings 1:21 Y acontecerá que cuando mi señor el rey durmiere con sus padres, que yo y mi hijo Salomón seremos tratados como pecadores. I Kings 1:22 Y estando aun hablando ella con el rey, he aquí Natán profeta que vino. I Kings 1:23 E hicieron saber al rey, diciendo: He aquí está Natán profeta: el cual como entró al rey postróse delante del rey, inclinando su rostro a tierra. I Kings 1:24 Y dijo Natán: Rey señor mío, ¿has tú dicho: Adonías reinará después de mí, y él se asentará sobre mi trono? I Kings 1:25 Porque hoy ha descendido, y ha sacrificado bueyes, y animales engordados, y muchas ovejas; y ha convidado a todos los hijos del rey, y a los capitanes del ejército, y también a Abiatar sacerdote, y, he aquí, están comiendo y bebiendo delante de él, y han dicho: Viva el rey Adonías. I Kings 1:26 Mas ni a mí tu siervo, ni a Sadoc el sacerdote, ni a Banaías, hijo de Joiada, ni a Salomón tu siervo ha convidado. I Kings 1:27 ¿Este negocio es mandado por mi señor el rey, sin haber declarado a tu siervo quién se había de sentar sobre el trono de mi señor el rey después de él? I Kings 1:28 Entonces el rey David respondió, y dijo: Llamádme a Bersabée: y ella entró delante del rey, y púsose delante del rey. I Kings 1:29 Y el rey juró, diciendo: Vive Jehová, que ha redimido mi alma de toda angustia, I Kings 1:30 Que como yo te he jurado por Jehová Dios de Israel, diciendo: Tu hijo Salomón reinará después de mí, y él se asentará en mi trono en mi lugar, que así lo haré hoy. I Kings 1:31 Entonces Bersabée se inclinó al rey su rostro a tierra, e inclinándose al rey dijo: Viva mi señor el rey David para siempre. I Kings 1:32 Y el rey David dijo: Llamádme a Sadoc sacerdote, y a Natán profeta, y a Banaías, hijo de Joiada. Y ellos entraron delante del rey. I Kings 1:33 Y el rey les dijo: Tomád con vosotros los siervos de vuestro señor, y hacéd subir a Salomón mi hijo en mi mula, y llevádle a Gijón. I Kings 1:34 Y allí le ungirán Sadoc sacerdote y Natán profeta por rey sobre Israel: y tocaréis trompeta, diciendo: Viva el rey Salomón. I Kings 1:35 Y vosotros iréis detrás de él; y vendrá, y asentarse ha en mi trono, y él reinará por mí: porque a él he mandado, que sea príncipe sobre Israel y sobre Judá. I Kings 1:36 Entonces Banaías, hijo de Joiada, respondió al rey, y dijo: Amén. Así lo diga Jehová, Dios de mi señor el rey. I Kings 1:37 De la manera que Jehová ha sido con mi señor el rey, así sea con Salomón: y él haga mayor su trono, que el trono de mi señor el rey David. I Kings 1:38 Y descendió Sadoc sacerdote, y Natán profeta, y Banaías, hijo de Joiada, y los Cereteos, y los Feleteos, e hicieron subir a Salomón sobre la mula del rey David, y lleváronle a Gijón. I Kings 1:39 Y tomando Sadoc sacerdote el cuerno del aceite del tabernáculo, ungió a Salomón: y tocaron trompeta, y dijeron todo el pueblo: Viva el rey Salomón. I Kings 1:40 Y todo el pueblo subió en pos de él, y cantaba el pueblo con flautas, y hacían grandes alegrías que parecía que la tierra se abría con el clamor de ellos. I Kings 1:41 ¶ Y oyólo Adonías, y todos los convidados que con él estaban, que ya habían acabado de comer, y oyendo Joab el sonido de la trompeta, dijo: ¿Por qué se alborota la ciudad con estruendo? I Kings 1:42 Estando aun él hablando, he aquí Jonatán, hijo de Abiatar sacerdote, vino, al cual dijo Adonías: Entra, porque tú hombre eres de esfuerzo, y traerás buenas nuevas. I Kings 1:43 Y Jonatán respondió, y dijo a Adonías: Ciertamente nuestro señor el rey David ha hecho rey a Salomón. I Kings 1:44 Y el rey ha enviado con él a Sadoc sacerdote, y a Natán profeta, y a Banaías, hijo de Joiada, y también a los Cereteos, y a los Feleteos, los cuales le hicieron subir en la mula del rey: I Kings 1:45 Y Sadoc sacerdote y Natán profeta le han ungido en Gijón, por rey: y de allá han subido con alegrías, y la ciudad esta llena de estruendo; y este es el alboroto que habéis oído. I Kings 1:46 Y también Salomón se ha asentado sobre el trono del reino. I Kings 1:47 Y aun los siervos del rey han venido a bendecir a nuestro señor el rey David, diciendo: Dios haga bueno el nombre de Salomón más que tu nombre: y haga mayor su trono que el tuyo. Y el rey se inclinó sobre la cama. I Kings 1:48 Y aun el rey habló así: Bendito sea Jehová Dios de Israel, que ha dado hoy quien se asiente en mi trono viéndolo mis ojos. I Kings 1:49 Ellos entonces se estremecieron, y levantáronse todos los convidados que estaban con Adonías, y se fue cada uno por su camino. I Kings 1:50 Mas Adonías temiendo de la presencia de Salomón, levantóse, y fuése, y tomó los cuernos del altar. I Kings 1:51 Y fue hecho saber a Salomón, diciendo: He aquí que Adonías tiene miedo del rey Salomón: porque ha tomado los cuernos del altar, diciendo: Júreme hoy el rey Salomón, que no matará a cuchillo a su siervo. I Kings 1:52 Y Salomón dijo: Si él fuere virtuoso, ni uno de sus cabellos caerá en tierra: mas si se hallare mal en él, morirá. I Kings 1:53 Y así envió el rey Salomón, y trajéronle del altar: y él vino, e inclinóse al rey Salomón. Y Salomón le dijo: Vete a tu casa. I Kings 2:0 I Kings 2:1 Y llegáronse los días de David para morir, y mandó a Salomón su hijo, diciendo: I Kings 2:2 Yo voy el camino de toda la tierra; esfuérzate, y sé varón. I Kings 2:3 Guarda la observancia de Jehová tu Dios andando en sus caminos, y guardando sus estatutos y mandamientos, y sus derechos, y sus testimonios, de la manera que está escrito en la ley de Moisés, para que seas dichoso en todo lo que hicieres, y en todo aquello a que te tornares. I Kings 2:4 Para que confirme Jehová la palabra que me habló, diciendo: Si tus hijos guardaren su camino andando delante de mí con verdad, de todo su corazón, y de toda su alma, jamás, dice, faltará a ti varón del trono de Israel. I Kings 2:5 Y también tú sabes lo que me ha hecho Joab, hijo de Sarvia, lo que hizo a dos generales del ejército de Israel, es a saber a Abner, hijo de Ner, y a Amasa, hijo de Jeter, a los cuales el asesinó, derramando en paz la sangre de guerra, y poniendo la sangre de guerra en su talabarte que tenía sobre sus lomos, y en sus zapatos que tenía en sus pies. I Kings 2:6 Tú harás conforme a tu sabiduría; no harás descender sus canas al sepulcro en paz. I Kings 2:7 A los hijos de Berzellai Galaadita harás misericordia, que sean de los convidados de tu mesa: porque ellos vinieron así a mí, cuando iba huyendo de Absalom tu hermano. I Kings 2:8 También tienes contigo a Semeí, hijo de Gera, hijo de Jemini de Bajurim, el cual me maldijo de una maldición fuerte, el día que yo iba a Mahanaim. Mas él mismo descendió a recibirme al Jordán, y yo le juré por Jehová, diciendo: Yo no te mataré a cuchillo. I Kings 2:9 Mas ahora no le absolverás: que hombre sabio eres, y sabes como te has de haber con él; y harás descender sus canas con sangre a la sepultura. I Kings 2:10 Y David durmió con sus padres, y fue sepultado en la ciudad de David. I Kings 2:11 Los días que reinó David sobre Israel fueron cuarenta años: siete años reinó en Hebrón, y en Jerusalem reinó treinta y tres años. I Kings 2:12 Y Salomón se asentó en el trono de David su padre, y fue su reino firme en gran manera. I Kings 2:13 ¶ Entonces Adonías, hijo de Hagit, vino a Bersabée madre de Salomón: y ella dijo: ¿Tú venida es de paz? y él respondió: Sí, de paz. I Kings 2:14 Y él dijo: Una palabra tengo que decirte. Y ella dijo: Dí. Y él dijo: I Kings 2:15 Tú sabes que el reino era mío: y que todo Israel había puesto en mi su rostro, para que yo reinara: mas el reino fue traspasado, y vino a mi hermano: porque por Jehová era suyo. I Kings 2:16 Y ahora yo te pido una petición, no me hagas volver mi rostro. Y ella le dijo: Dí. I Kings 2:17 El entonces dijo: Yo te ruego que hables al rey Salomón, porque él no te hará volver tu rostro, para que me dé a Abisag Sunamita por mujer. I Kings 2:18 Y Bersabée dijo: Bien; yo hablaré por ti al rey. I Kings 2:19 Y vino Bersabée al rey Salomón para hablarle por Adonías: y el rey se levantó para recibirla, y se inclinó a ella, y se tornó a asentar en su trono: e hizo poner una silla a la madre del rey, la cual se sentó a su diestra. I Kings 2:20 Y ella dijo: Una pequeña petición te demando, no me hagas volver mi rostro. Y el rey le dijo: Pide, madre mía; que yo no te haré volver el rostro. I Kings 2:21 Y ella dijo: Dése Abisag Sunamita por mujer a tu hermano Adonías. I Kings 2:22 Y el rey Salomón respondió, y dijo a su madre: ¿Por qué pides a Abisag Sunamita para Adonías? Demanda también para él el reino; porque él es mi hermano mayor; y tiene también a Abiatar sacerdote, y a Joab hijo de Sarvia. I Kings 2:23 Y el rey Salomón juró por Jehová, diciendo: Así me haga Dios, y así me añada, que contra su vida ha hablado Adonías esta palabra. I Kings 2:24 Ahora pues vive Jehová, que me ha confirmado, y me ha puesto sobre el trono de David mi padre, y que me ha hecho casa, como había dicho, que Adonías morirá hoy. I Kings 2:25 Entonces el rey Salomón envió por mano de Banaías, hijo de Joiada, el cual le hirió, y murió. I Kings 2:26 ¶ Y a Abiatar el sacerdote dijo el rey: Vete a Anatot a tus heredades, que tú eres digno de muerte. Mas yo no te mataré hoy, por cuanto has llevado el arca del Señor Jehová delante de David mi padre: además de esto has sido trabajado en todas las cosas en que mi padre fue trabajado. I Kings 2:27 Y echó Salomón a Abiatar del sacerdocio de Jehová, para que se cumpliese la palabra de Jehová, que había dicho sobre la casa de Heli en Silo. I Kings 2:28 Y vino la fama hasta Joab, porque también Joab se había arrimado a Adonías, aunque no se había arrimado a Absalom, y huyó Joab al tabernáculo de Jehová, y tomó los cuernos del altar. I Kings 2:29 Y fue hecho saber a Salomón que Joab había huido al tabernáculo de Jehová, y que estaba junto al altar. Y Salomón envió a Banaías, hijo de Joiada, diciendo: Vé, y arremete a él. I Kings 2:30 Y entró Banaías al tabernáculo de Jehová, y díjole: El rey ha dicho que salgas. Y él dijo: No, sino aquí moriré. Y Banaías volvió con esta respuesta al rey, diciendo: Así habló Joab, y así me respondió. I Kings 2:31 Y el rey le dijo: Haz como él ha dicho, arremete a él y entiérrale: y quita de mí, y de la casa de mi padre, la sangre que Joab ha derramado sin culpa. I Kings 2:32 Y Jehová hará volver su sangre sobre su cabeza; que él ha asesinado dos varones más justos y mejores que él, a los cuales mató a cuchillo sin que mi padre David supiese nada, es a saber a Abner, hijo de Ner, general del ejército de Israel, y a Amasa, hijo de Jeter, general del ejército de Judá. I Kings 2:33 Mas la sangre de ellos volverá sobre la cabeza de Joab, y sobre la cabeza de su simiente perpetuamente. Y sobre David y sobre su simiente, y sobre su casa, y sobre su trono, habrá perpetuamente paz de parte de Jehová. I Kings 2:34 Entonces Banaías, hijo de Joiada subió, y arremetió a él, y le mató, y fue sepultado en su casa en el desierto. I Kings 2:35 Y el rey puso en su lugar a Banaías, hijo de Joiada, sobre el ejército: y a Sadoc puso el rey por sacerdote en lugar de Abiatar. I Kings 2:36 ¶ Y envió el rey, e hizo venir a Semeí, y díjole: Edifícate una casa en Jerusalem, y mora allí, y no salgas de allá a una parte ni a otra. I Kings 2:37 Porque sepas de cierto que el día que salieres, y pasares el arroyo de Cedrón, sin duda morirás, y tu sangre será sobre tu cabeza. I Kings 2:38 Y Semeí dijo al rey: La palabra es buena: como el rey mi señor ha dicho, así lo hará tu siervo. Y habitó Semeí en Jerusalem muchos días. I Kings 2:39 Y pasados tres años aconteció, que se le huyeron a Semeí dos siervos a Aquis, hijo de Maaca, rey de Get: y dieron aviso a Semeí, diciendo: He aquí que tus siervos están en Get. I Kings 2:40 Y levantóse Semeí, y enalbardó su asno, y vino en Get a Aquis a buscar sus siervos. Y fue Semeí, y volvió sus siervos de Get. I Kings 2:41 Y fue dicho a Salomón, como Semeí había ido de Jerusalem hasta Get, y que había vuelto. I Kings 2:42 Entonces el rey envió, e hizo venir a Semeí y díjole: ¿No te conjuré yo por Jehová, y te protesté, diciendo: El día que salieres, y fueres acá, o acullá, sepas de cierto que has de morir? Y tú me dijiste: La palabra que he oído es buena. I Kings 2:43 ¿Por qué pues no guardaste el juramento de Jehová, y el mandamiento que yo te mandé? I Kings 2:44 Y dijo más el rey a Semeí: Tú sabes todo el mal que tu corazón bien sabe, que cometiste contra mi padre David: mas Jehová ha tornado el mal sobre tu cabeza: I Kings 2:45 Y el rey Salomón será bendito, y el trono de David será firme perpetuamente delante de Jehová. I Kings 2:46 Entonces el rey mandó a Banaías, hijo de Joiada, el cual salió, y arremetió a él, y murió: y el reino fue confirmado en la mano de Salomón. I Kings 3:0 I Kings 3:1 Y Salomón hizo parentesco con Faraón rey de Egipto, porque tomó por mujer la hija de Faraón, y trájola en la ciudad de David, entre tanto que acababa de edificar su casa, y la casa de Jehová, y los muros de Jerusalem al derredor. I Kings 3:2 Hasta entonces el pueblo sacrificaba en los altos; porque aun no había casa edificada al nombre de Jehová hasta aquellos tiempos. I Kings 3:3 Mas Salomón amó a Jehová andando en la institución de su padre David, solamente sacrificaba, y quemaba olores en altos. I Kings 3:4 E iba el rey a Gabaón, porque aquel era el alto principal, y sacrificaba allí: mil holocaustos sacrificaba Salomón sobre aquel altar. I Kings 3:5 ¶ Y aparecióse Jehová a Salomón en Gabaón una noche en sueños, y dijo Dios: Pide lo que quisieres, que yo te dé. I Kings 3:6 Y Salomón dijo: Tú hiciste gran misericordia a tu siervo David mi padre, de la manera que él anduvo delante de ti con verdad, con justicia, y con rectitud de corazón para contigo: y tú le has guardado esta tu grande misericordia, que le diste un hijo que se asentase en su trono, como parece en este día. I Kings 3:7 Ahora pues, Jehová Dios mío, tú has puesto a mí tu siervo por rey en lugar de David mi padre: y yo soy mozo pequeño, que ni sé entrar, ni salir: I Kings 3:8 Y tu siervo está en medio de tu pueblo, al cual tú elegiste: un pueblo grande, que ni se puede contar, ni numerar por su multitud. I Kings 3:9 Da pues a tu siervo corazón dócil para juzgar a tu pueblo: para entender entre lo bueno y lo malo: porque ¿quién podrá gobernar este tu pueblo tan grande? I Kings 3:10 Y agradó delante de Adonaí, que Salomón pidiese esto. I Kings 3:11 Y díjole Dios: Porque has demandado esto, y no pediste para ti muchos días, ni pediste para ti riquezas, ni pediste la vida de tus enemigos, mas demandaste para ti inteligencia para oír juicio: I Kings 3:12 He aquí, yo lo he hecho conforme a tus palabras: he aquí que yo te he dado corazón sabio y entendido tanto, que no haya habido antes de ti otro como tú, ni después de ti se levante otro como tú. I Kings 3:13 Y aun también las cosas que no pediste, te he dado: riquezas y gloria, que entre los reyes ninguno haya como tú en todos tus días. I Kings 3:14 Y si anduvieres en mis caminos, guardando mis estatutos y mis mandamientos, como tu padre David anduvo, yo alargaré tus días. I Kings 3:15 Y como Salomón despertó, vio que era sueño: y vino a Jerusalem, y presentóse delante del arca del concierto de Jehová, y sacrificó holocaustos, e hizo pacíficos: e hizo banquete a todos sus siervos. I Kings 3:16 ¶ En aquella sazón vinieron dos mujeres rameras al rey, y presentáronse delante de él. I Kings 3:17 Y dijo la una mujer: ¡Ay! señor mío, yo y esta mujer morábamos en una misma casa: y yo parí en casa con ella. I Kings 3:18 Y aconteció, que al tercero día después que yo parí, esta parió también: y morábamos nosotras ambas, que ninguno de fuera estaba en casa, sino nosotras dos en una casa. I Kings 3:19 Y una noche el hijo de esta mujer murió, porque ella se acostó sobre él. I Kings 3:20 Y esta se levantó a media noche, y tomóme mi hijo de junto a mí, estando yo tu sierva durmiendo, y púsole a su lado, y púsome a mi lado su hijo muerto. I Kings 3:21 Y como yo me levanté por la mañana para dar el pecho a mi hijo, he aquí que estaba muerto. Y yo le miré por la mañana, y, he aquí que no era mi hijo, que yo había parido. I Kings 3:22 Entonces la otra mujer dijo: No: mi hijo es el que vive, y tu hijo es el muerto. Y la otra volvió a decir: No: tu hijo es el muerto, y mi hijo es el que vive. Y de esta manera hablaban delante del rey. I Kings 3:23 El rey entonces dijo: Esta dice: Mi hijo es el que vive, y tu hijo es el muerto. Y la otra dice: No, mas el tuyo es el muerto, y mi hijo es el que vive. I Kings 3:24 Entonces dijo el rey: Traédme una espada: y trajeron al rey una espada. I Kings 3:25 Y el rey dijo: Partíd por medio el niño vivo, y dad la mitad a la una, y la otra mitad a la otra. I Kings 3:26 Entonces aquella mujer cuyo era el hijo vivo, dijo al rey (porque sus entrañas se le encendieron por su hijo, y dijo): ¡Ay! señor mío, dad a esta el niño vivo, no le matéis. Y la otra dijo: Ni a mí, ni a ti, sino partídle. I Kings 3:27 Entonces el rey respondió, y dijo: Dad a esta el hijo vivo, y no le matéis: ella es su madre. I Kings 3:28 Y todo Israel oyó aquel juicio, que había juzgado el rey, y hubieron temor del rey, porque vieron que había en él sabiduría de Dios para juzgar. I Kings 4:0 I Kings 4:1 Así que el rey Salomón fue rey sobre todo Israel. I Kings 4:2 Y estos fueron los príncipes que tuvo: Azarías hijo de Sadoc sacerdote: I Kings 4:3 Elioref, y Ahías, hijos de Sisa, escribas: Josafat, hijo de Ahilud, canciller: I Kings 4:4 Banaías, hijo de Joiada, era sobre el ejército: y Sadoc y Abiatar eran los sacerdotes: I Kings 4:5 Azarías, hijo de Natán, era sobre los gobernadores: Zabud, hijo de Natán, el príncipe, compañero del rey: I Kings 4:6 Y Ahisar era mayordomo: y Adoniram, hijo de Abda, era sobre el tributo. I Kings 4:7 Y tenía Salomón doce gobernadores sobre todo Israel, los cuales mantenían al rey, y a su casa. Cada uno de ellos era obligado de mantener un mes en cada un año. I Kings 4:8 Y estos son los nombres de ellos: El hijo de Jur, en el monte de Efraím: I Kings 4:9 El hijo de Decar, en Macces, y en Salebim, y en Bet-sames, y en Elón, y en Bet-hanán: I Kings 4:10 El hijo de Hesed, en Arubot: este tenía también a Soco, y toda la tierra de Efer: I Kings 4:11 El hijo de Abinadab tenía todos los términos de Dor: este tenía por mujer a Tafat hija de Salomón: I Kings 4:12 Bana, hijo de Ahilud, tenía a Tanac y a Mageddo, y a toda Bet-sán, que es cerca de Zartán, abajo de Jezrael: de Bet-sán hasta Abel-mejula, y hasta de la otra parte de Jecmaén: I Kings 4:13 El hijo de Gaber en Ramot de Galaad: este tenía también las ciudades de Jair, hijo de Manasés, las cuales estaban en Galaad. Tenía también la provincia de Argob, que era en Basán, sesenta grandes ciudades cercadas de muro, y de cerraduras de metal: I Kings 4:14 Abinadab, hijo de Addo, era en Mahanaim: I Kings 4:15 Aquimaas, en Neftalí: este tomó también por mujer a Basemat hija de Salomón: I Kings 4:16 Baana, hijo de Husi, en Aser, y en Balot: I Kings 4:17 Josafat, hijo de Farue, en Isacar: I Kings 4:18 Semeí, hijo de Ela, en Ben-jamín: I Kings 4:19 Gaber, hijo de Uri, en la tierra de Galaad, y en la tierra de Sejón rey de los Amorreos, y de Og rey de Basán: un gobernador en la tierra. I Kings 4:20 Los de Judá y de Israel eran muchos, como la arena que está junto a la mar en multitud, comiendo y bebiendo y alegrándose. I Kings 4:21 ¶ Y Salomón señoreaba sobre todos los reinos desde el río de la tierra de los Filisteos, hasta el término de Egipto: y traían presentes, y servían a Salomón todos los días que vivió. I Kings 4:22 Y la despensa de Salomón era cada día treinta coros de flor de harina, y sesenta coros de harina, I Kings 4:23 Diez bueyes engordados, y veinte bueyes de pasto, y cien ovejas: sin los ciervos, cabras, búfalos, y aves engordadas. I Kings 4:24 Porque él señoreaba en toda la región que estaba de la otra parte del río, desde Tafsa hasta Gaza, sobre todos los reyes de la otra parte del río: y tuvo paz con todos sus lados al derredor. I Kings 4:25 Y Judá e Israel vivían confiadamente cada uno debajo de su vid, y debajo de su higuera, desde Dan hasta Beer-seba, todos los días de Salomón. I Kings 4:26 Tenía allende de esto Salomón cuarenta mil caballos en sus caballerizas para sus carros, y doce mil caballos de cabalgar. I Kings 4:27 Y los sobredichos gobernadores mantenían al rey Salomón, y a todos los que venían a la mesa del rey Salomón, cada uno su mes, y hacían que nada faltase. I Kings 4:28 Y traían también cebada y paja para los caballos, y para las bestias de carga al lugar donde él estaba, cada uno conforme al cargo que tenía. I Kings 4:29 Y dio Dios a Salomón sabiduría, y prudencia muy grande, y anchura de corazón, como la arena que está a la orilla de la mar: I Kings 4:30 Que fue mayor la sabiduría de Salomón, que la de todos los Orientales, y que toda la sabiduría de los Egipcios. I Kings 4:31 Y aun fue más sabio que todos los hombres; y más que Etán Ezrahita, y que Hemán, y Calcol, y Dorda los hijos de Mahol: y fue nombrado entre todas las naciones de al derredor. I Kings 4:32 Y propuso tres mil parábolas: y sus versos fueron cinco y mil. I Kings 4:33 De los árboles también disputó desde el cedro del Líbano hasta el hisopo que nace en la pared. Asimismo disputó de los animales, de las aves, de las serpientes, de los peces. I Kings 4:34 Y venían de todos los pueblos a oír la sabiduría de Salomón, y de todos los reyes de la tierra, donde había llegado la fama de su sabiduría. I Kings 5:0 I Kings 5:1 Hiram rey de Tiro envió también sus siervos a Salomón; desde que oyó que le habían ungido por rey en lugar de su padre; porque Hiram había siempre amado a David. I Kings 5:2 Entonces envió Salomón a Hiram, diciendo: I Kings 5:3 Tú sabes como mi padre David no pudo edificar casa al nombre de Jehová su Dios por las guerras que le cercaron, hasta que Jehová puso sus enemigos debajo de las plantas de sus pies. I Kings 5:4 Ahora Jehová mi Dios me ha dado reposo de todas partes; que ni hay adversario, ni mal encuentro. I Kings 5:5 Por tanto ahora yo he determinado de edificar casa al nombre de Jehová mi Dios, como Jehová lo dijo a David mi padre, diciendo: Tu hijo, que yo pondré en tu lugar, en tu trono, él edificará casa a mi nombre. I Kings 5:6 Manda pues ahora que me corten cedros del Líbano: y mis siervos estarán con los tuyos; y yo te daré por tus siervos el salario que tú dijeres: porque tú sabes bien que ninguno hay entre nosotros que sepa labrar la madera como los Sidonios. I Kings 5:7 Y como Hiram oyó las palabras de Salomón, holgóse en gran manera, y dijo: Bendito sea hoy Jehová, que dio hijo sabio a David sobre este pueblo tan grande. I Kings 5:8 Y envió Hiram a Salomón, diciendo: Yo he oído lo que me enviaste a decir: Yo haré todo lo que te pluguiere acerca de la madera de cedro, y la madera de haya. I Kings 5:9 Mis siervos la llevarán desde el Líbano a la mar; y yo la pondré en balsas por la mar hasta el lugar, que tú me señalares; y allí se desatará, y tú la tomaras, y tú también harás mi voluntad, dando de comer a mi familia. I Kings 5:10 Y dio Hiram a Salomón madera de cedro, y madera de haya, todo lo que quiso: I Kings 5:11 Y Salomón daba a Hiram veinte mil coros de trigo para el sustento de su familia, y veinte coros de aceite limpio. Esto daba Salomón a Hiram cada un año. I Kings 5:12 Dio pues Jehová a Salomón sabiduría, como le había dicho: y hubo paz entre Hiram y Salomón: e hicieron alianza entre ambos. I Kings 5:13 E impuso el rey Salomón tributo a todo Israel, y el tributo fue treinta mil hombres: I Kings 5:14 Los cuales enviaba al Líbano de diez mil en diez mil cada mes por sus veces: y como habían estado un mes en el Líbano, estábanse dos meses en sus casas: y Adoniram estaba sobre el tributo. I Kings 5:15 Tenía también Salomón setenta mil, que llevaban las cargas: y ochenta mil cortadores en el monte; I Kings 5:16 Sin los principales gobernadores de Salomón que estaban puestos sobre la obra, que eran tres mil y trescientos, los cuales tenían cargo del pueblo que hacía la obra. I Kings 5:17 Y mandó el rey que trajesen grandes piedras, piedras de precio para los cimientos de la casa, y piedras labradas: I Kings 5:18 Y los albañiles de Salomón, y los de Hiram, y los aparejadores cortaron y aparejaron la madera y la cantería para labrar la casa. I Kings 6:0 I Kings 6:1 Y fue en el año de cuatrocientos y ochenta, después que los hijos de Israel salieron de Egipto, en el cuarto año del principio del reino de Salomón sobre Israel, en el mes de Zif, que es el mes segundo, él comenzó a edificar la casa de Jehová. I Kings 6:2 La casa que el rey Salomón edificó a Jehová, tuvo sesenta codos de largo, y veinte de ancho, y treinta codos de alto. I Kings 6:3 Y el portal delante del templo de la casa, de veinte codos de largo, delante de la anchura de la casa: y su anchura era de diez codos, delante de la casa. I Kings 6:4 E hizo ventanas a la casa, anchas por de dentro, y estrechas por de fuera. I Kings 6:5 Y edificó también junto al muro de la casa un colgadizo al derredor, pegado a las paredes de la casa en derredor del templo y del oratorio, e hizo cámaras al derredor. I Kings 6:6 El colgadizo de abajo era de cinco codos de ancho: y el del medio, de seis codos de ancho: y el tercero, de siete codos de ancho: porque por de fuera había hecho diminuciones a la casa al derredor, para no trabar de las paredes de la casa. I Kings 6:7 Y la casa cuando se edificaba, la edificaban de piedras enteras como las traían: de tal manera que cuando la edificaban, ni martillos ni hachas fueron oídos en la casa, ni ningún otro instrumento de hierro. I Kings 6:8 La puerta del colgadizo del medio estaba al lado derecho de la casa: y subíase por un caracol al del medio, y del medio al tercero. I Kings 6:9 Y labró la casa, y la acabó, y cubrió la casa de tijeras y de maderos de cedro puestos por orden. I Kings 6:10 Y edificó también el colgadizo en derredor de toda la casa de altura de cinco codos: el cual trababa la casa con vigas de cedro. I Kings 6:11 Y fue palabra de Jehová a Salomón, diciendo: I Kings 6:12 Esta casa que tú edificas, si anduvieres en mis estatutos, e hicieres mis derechos, y guardares todos mis mandamientos, andando en ellos, yo tendré firme contigo mi palabra que hablé a David tu padre: I Kings 6:13 Y habitaré en medio de los hijos de Israel: y no dejaré a mi pueblo Israel. I Kings 6:14 Así que Salomón labró la casa, y la acabó. I Kings 6:15 Y edificó las paredes de la casa por de dentro de tablas de cedro, vistiéndola de madera por de dentro, desde el solado de la casa hasta las paredes de la techumbre: y el solado cubrió de dentro de madera de haya. I Kings 6:16 Edificó también al cabo de la casa veinte codos de tablas de cedro desde el solado hasta las paredes, y labróse en la casa un oratorio que es el lugar santísimo. I Kings 6:17 Y la casa tuvo cuarenta codos, a saber, el templo de dentro. I Kings 6:18 Y la casa era cubierta de cedro por de dentro, y tenía unas entalladuras de calabazas silvestres, y de botones de flores. Todo era cedro; ninguna piedra se veía. I Kings 6:19 Y adornó el oratorio por de dentro en medio de la casa, para poner allí el arca del concierto de Jehová. I Kings 6:20 Y el oratorio estaba en la parte de adentro, el cual tenía veinte codos de largo, y otros veinte de ancho, y otros veinte de altura; y vistiólo de oro purísimo: y el altar cubrió de cedro. I Kings 6:21 Así que vistió Salomón de puro oro la casa por de dentro: y la puerta del oratorio cerró con cadenas de oro, y vistiólo de oro. I Kings 6:22 Y toda la casa vistió de oro hasta el cabo: y asimismo vistió de oro todo el altar que estaba delante del oratorio. I Kings 6:23 Hizo también en el oratorio dos querubines de madera de oliva, cada uno de altura de diez codos. I Kings 6:24 La una ala del un querubín tenía cinco codos; y la otra ala del mismo querubín otros cinco codos: así que había diez codos desde la punta de la una ala hasta la punta de la otra. I Kings 6:25 Asimismo el otro querubín tenía diez codos; porque ambos querubines eran de un tamaño, y de una hechura. I Kings 6:26 La altura del uno era de diez codos, y asimismo el otro. I Kings 6:27 Estos querubines puso dentro de la casa de adentro: los cuales querubines extendían sus alas, que el ala del uno tocaba la pared, y el ala del otro querubín tocaba la otra pared; y las otras dos alas se tocaban la una a la otra en la mitad de la casa. I Kings 6:28 Y vistió de oro los querubines. I Kings 6:29 Y esculpió todas las paredes de la casa al derredor de diversas figuras, de querubines, de palmas, y de botones de flores, por de dentro y por de fuera. I Kings 6:30 Y el solado de la casa cubrió de oro, de dentro y de fuera. I Kings 6:31 Y a la puerta del oratorio hizo puertas de madera de oliva, y el umbral y los postes eran de cinco esquinas. I Kings 6:32 Las dos puertas eran de madera de oliva, y entalló en ellas figuras de querubines, y de palmas, y de botones de flores, y cubriólas de oro, y cubrió los querubines y las palmas de oro. I Kings 6:33 De la misma forma hizo a la puerta del templo postes de madera de oliva cuadrados. I Kings 6:34 Las dos puertas eran de madera de haya; y los dos lados de la una puerta eran redondos, y los otros dos lados de la otra puerta también redondos. I Kings 6:35 Y entalló en ellas querubines, y palmas, y botones de flores; y cubrió de oro ajustado las entalladuras. I Kings 6:36 Y labró el patio de adentro de tres ordenes de piedras labradas, y de un orden de vigas de cedro. I Kings 6:37 En el cuarto año, en el mes de Zif, se pusieron los cimientos de la casa de Jehová: I Kings 6:38 Y en el undécimo año, en el mes de Bul, que es el mes octavo, la casa fue acabada con todas sus pertenencias, y con todo lo necesario. Y edificóla en siete años. I Kings 7:0 I Kings 7:1 Mas su casa edificó Salomón en trece años, y la acabó toda. I Kings 7:2 Y asimismo edificó la casa del bosque del Líbano, la cual tenía cien codos de largura, y cincuenta codos de anchura, y treinta codos de altura, sobre cuatro ordenes de columnas de cedro, con vigas de cedro sobre las columnas. I Kings 7:3 Y estaba cubierta de planchas de cedro arriba sobre las vigas, que estaban puestas sobre cuarenta y cinco columnas, cada ringlera tenía quince columnas. I Kings 7:4 Las ventanas estaban por tres ordenes, una ventana contra la otra tres veces. I Kings 7:5 Y todas las puertas y postes eran cuadrados: y las unas ventanas estaban en frente de las otras tres veces. I Kings 7:6 E hizo un portal de columnas que tenía de largo cincuenta codos, y treinta codos de ancho, y aquel portal estaba delante de ellas, y sus columnas y vigas delante de ellas. I Kings 7:7 Hizo asimismo el pórtico del trono en que había de juzgar, que es el pórtico del juicio, y vistiólo de cedro de suelo a suelo. I Kings 7:8 Y en la casa en que él moraba, había otro patio, dentro del portal, de obra semejante a esta. Edificó también Salomón una casa para la hija de Faraón, que había tomado por mujer, de la misma obra de aquel portal. I Kings 7:9 Todas aquellas obras fueron de piedras de precio, cortadas y aserradas con sierra según las medidas, así por de dentro como por de fuera, desde el cimiento hasta las vigas, y asimismo por de fuera hasta el gran patio. I Kings 7:10 El cimiento era de piedras de precio, de piedras grandes, de piedras de diez codos, y de piedras de ocho codos. I Kings 7:11 Mas de allí arriba eran piedras de precio, labradas conforme a sus medidas, y de cedro. I Kings 7:12 Y en el gran patio al derredor había tres ordenes de piedras labradas, y un orden de vigas de cedro, y así el patio de la casa de Jehová, el de adentro, y el patio de la casa. I Kings 7:13 ¶ Y envió el rey Salomón, e hizo venir de Tiro a un Hiram, I Kings 7:14 El cual era hijo de una viuda de la tribu de Neftalí, y su padre había sido de Tiro, que labraba en metal, lleno de sabiduría, y de inteligencia y saber en toda obra de metal. Este vino al rey Salomón, e hizo toda su obra. I Kings 7:15 Este hizo dos columnas de metal: la altura de la una columna era de diez y ocho codos: y a la otra columna cercaba un hilo de doce codos. I Kings 7:16 Hizo también dos capiteles de fundición de metal, para que fuesen puestos sobre las cabezas de las columnas: la altura del un capitel era de cinco codos, y la altura del otro capitel era de otros cinco codos. I Kings 7:17 E hizo unas trenzas a manera de red, y unas cintas a manera de cadenas para los capiteles que habían de ser puestos sobre las cabezas de las columnas, siete para cada capitel. I Kings 7:18 Y cuando hubo hecho las columnas, hizo también dos ordenes de granadas al derredor en el un enredado, para cubrir los capiteles que estaban en las cabezas de las columnas con las granadas: y de la misma forma hizo en el otro capitel. I Kings 7:19 Los capiteles que estaban puestos sobre las columnas estaban labrados a manera de flores como los que se veían en el portal, por cuatro codos. I Kings 7:20 Los capiteles que estaban sobre las dos columnas tenían también doscientas granadas en dos ordenes al derredor en cada capitel encima del vientre del capitel, el cual vientre estaba delante del enredado. I Kings 7:21 Estas columnas puso enhiestas en el portal del templo. Y cuando hubo enhestado la columna de la mano derecha, púsole nombre de Jaquín: y enhestando la columna de la mano izquierda, púsole nombre de Boaz, I Kings 7:22 En las cabezas de las columnas había una obra de lirios: y así se acabó la obra de las columnas. I Kings 7:23 Hizo asimismo un mar de fundición de diez codos del un labio al otro, redondo al derredor: su altura era de cinco codos: y ceñíale todo al derredor un cordón de treinta codos. I Kings 7:24 Y cercaban aquel mar por debajo de su labio al derredor unas bolas como calabazas, diez en cada codo, que ceñían el mar todo al derredor en dos ordenes, las cuales habían sido fundidas en su fundición. I Kings 7:25 Y estaba asentado sobre doce bueyes: los tres miraban al norte: los tres miraban al poniente: los tres miraban al mediodía: y los tres miraban al oriente. Sobre estos estaba el mar encima, y las traseras de ellos estaban hacia la parte de adentro. I Kings 7:26 El grueso del mar era de un palmo, y su labio era labrado como el labio de un cáliz, o de flor de lis: y cabían en él dos mil batos. I Kings 7:27 Hizo también diez basas de metal: la largura de cada basa era de cuatro codos, y la anchura de cuatro codos, y la altura de tres codos. I Kings 7:28 La obra de las basas era esta: tenían unas cintas las cuales estaban entre molduras: I Kings 7:29 Y sobre aquellas cintas que estaban entre las molduras, figuras de leones, y de bueyes, y de querubines. Y sobre las molduras de la basa, así encima como debajo de los leones y de los bueyes, había unas añadiduras de obra extendida. I Kings 7:30 Cada basa tenía cuatro ruedas de metal, con mesas de metal: y en sus cuatro esquinas había unos hombrillos, los cuales nacían de fundición debajo de la fuente de cada una parte de las añadiduras. I Kings 7:31 Su boca entraba en el capitel un codo para arriba: y su boca era redonda, de la hechura de la basa, de codo y medio. Había también sobre la boca entalladuras con sus cintas, las cuales eran cuadradas, no redondas. I Kings 7:32 Las cuatro ruedas estaban debajo de las cintas, y los ejes de las ruedas nacían en la misma basa. La altura de cada rueda era de un codo y medio. I Kings 7:33 Y la hechura de las ruedas era como la hechura de las ruedas de carro; sus ejes, sus rayos, y sus mazas, y sus cinchos, todo era de fundición. I Kings 7:34 Asimismo los cuatro hombrillos a las cuatro esquinas de cada basa, y los hombrillos eran de la misma basa. I Kings 7:35 Y en lo alto de la basa había medio codo de altura redondo al derredor: y en la altura de la basa sus molduras y cintas, las cuales eran de ella misma. I Kings 7:36 E hizo en las tablas de las molduras y en las cintas entalladuras de querubines, y de leones, y de palmas, delante de las añadiduras de cada una al derredor. I Kings 7:37 De esta forma hizo diez basas fundidas de una misma manera, de una misma medida, y de una misma entalladura. I Kings 7:38 Hizo también diez fuentes de metal: cada fuente tenía cuarenta batos, y cada fuente era de cuatro codos, y cada fuente estaba sobre una basa; en todas diez basas. I Kings 7:39 Y las cinco basas asentó a la mano derecha de la casa: y las otras cinco a la mano izquierda de la casa: y el mar puso al lado derecho de la casa, al oriente hacia el mediodía: I Kings 7:40 Asimismo hizo Hiram fuentes, y muelles, y lebrillos, y acabó toda la obra que hizo a Salomón para la casa de Jehová. I Kings 7:41 Es a saber, dos columnas, y los vasos redondos de los capiteles que estaban en lo alto de las dos columnas, y dos redes que cubrían los dos vasos redondos de los capiteles que estaban sobre las cabezas de las columnas. I Kings 7:42 Ítem, cuatrocientas granadas sobre las dos redes, es a saber, dos ordenes de granadas en cada red, para cubrir los dos vasos redondos que estaban sobre las cabezas de las columnas. I Kings 7:43 Ítem, diez basas, y diez fuentes sobre las basas. I Kings 7:44 Un mar, y doce bueyes debajo del mar. I Kings 7:45 Ítem, bacías, y muelles, y lebrillos, y todos los otros vasos que Hiram hizo al rey Salomón, para la casa de Jehová, de metal acicalado. I Kings 7:46 Todo lo hizo fundir el rey, en la campaña del Jordán, en arcilla de la tierra, entre Socot y Sartán. I Kings 7:47 Y dejó Salomón todos los vasos sin inquirir el peso del metal, por la grande multitud. I Kings 7:48 E hizo Salomón todos los vasos que eran pertenecientes a la casa de Jehová: un altar de oro, y una mesa sobre la cual estaban los panes de la proposición, también de oro. I Kings 7:49 Ítem, cinco candeleros a la mano derecha, y otros cinco a la izquierda, de oro purísimo, delante del oratorio: y las flores, y las lámparas, y despabiladeras, de oro. I Kings 7:50 Asimismo los cántaros, vasos, lebrillos, cucharones, e incensarios de oro purísimo. Los quiciales de las puertas de la casa de adentro, es a saber, del lugar santísimo, y de las puertas del templo, de oro. I Kings 7:51 Y acabó toda la obra que hizo hacer el rey Salomón para la casa de Jehová; y metió Salomón lo que David su padre había dedicado, es a saber, plata y oro, y vasos, y púsolo todo en guarda en las tesorerías de la casa de Jehová. I Kings 8:0 I Kings 8:1 Entonces Salomón juntó los ancianos de Israel, y a todas las cabezas de las tribus, y a los príncipes de los padres de los hijos de Israel al rey Salomón en Jerusalem, para traer el arca del concierto de Jehová de la ciudad de David, que es Sión. I Kings 8:2 Y fueron juntados al rey Salomón todos los varones de Israel en el mes de Etamín, en día solemne, que es el mes séptimo. I Kings 8:3 Y vinieron todos los ancianos de Israel, y los sacerdotes tomaron el arca: I Kings 8:4 Y trajeron el arca de Jehová, y el tabernáculo del testimonio, y todos los vasos sagrados que estaban en el tabernáculo; y los cuales trajeron los sacerdotes y Levitas. I Kings 8:5 Y el rey Salomón, y toda la congregación de Israel que a él se había juntado, estaban con él delante del arca, sacrificando ovejas y vacas, que por la multitud no se podían contar ni numerar. I Kings 8:6 Y los sacerdotes metieron el arca del concierto de Jehová en su lugar, en el oratorio de la casa, en el lugar santísimo, debajo de las alas de los querubines. I Kings 8:7 Porque los querubines tenían extendidas las alas sobre el lugar del arca; y cubrían los querubines así el arca como sus barras por encima. I Kings 8:8 E hicieron salir las barras; y las cabezas de las barras se parecían desde el santuario, que estaba delante del oratorio, mas no se veían desde a fuera; y así se quedaron hasta hoy. I Kings 8:9 En el arca ninguna cosa había más de las dos tablas de piedra, que había puesto allí Moisés en Horeb, cuando Jehová hizo la alianza con los hijos de Israel, cuando salieron de la tierra de Egipto. I Kings 8:10 Y como los sacerdotes salieron del santuario, una nube hinchió la casa de Jehová. I Kings 8:11 Y los sacerdotes no pudieron estar para ministrar por causa de la nube; porque la gloria de Jehová había henchido la casa de Jehová. I Kings 8:12 Entonces dijo Salomón: Jehová ha dicho que él habitará en la oscuridad. I Kings 8:13 Yo he edificado casa por morada para ti, asiento en que tú habites para siempre. I Kings 8:14 ¶ Y volviendo el rey su rostro, bendijo a toda la congregación de Israel; y toda la congregación de Israel estaba en pie. I Kings 8:15 Y dijo: Bendito sea Jehová Dios de Israel, que habló de su boca a David mi padre, y con su mano lo ha cumplido, diciendo: I Kings 8:16 Desde el día que saqué mi pueblo Israel de Egipto, no he escogido ciudad de todas las tribus de Israel, para edificar casa en la cual estuviese mi nombre, aunque escogí a David para que presidiese en mi pueblo Israel. I Kings 8:17 Y David mi padre tuvo en voluntad de edificar casa al nombre de Jehová Dios de Israel. I Kings 8:18 Mas Jehová dijo a David mi padre: En cuanto a haber tú tenido en voluntad de edificar casa a mi nombre, bien has hecho de tener tal voluntad: I Kings 8:19 Empero tú no edificarás la casa, sino tu hijo, que saldrá de tus lomos: él edificará casa a mi nombre. I Kings 8:20 Y Jehová ha hecho firme su palabra que había dicho, que me he levantado yo en lugar de David mi padre, asentándome en el trono de Israel, como Jehová había dicho: y edifiqué la casa al nombre de Jehová Dios de Israel. I Kings 8:21 Y he puesto en ella lugar para el arca, en la cual está el concierto de Jehová, que él hizo con nuestros padres, cuando los sacó de la tierra de Egipto. I Kings 8:22 Y púsose Salomón delante del altar de Jehová, en presencia de toda la congregación de Israel, y extendiendo sus manos al cielo, I Kings 8:23 Dijo: Jehová, Dios de Israel, no hay Dios como tú, ni arriba en los cielos, ni abajo en la tierra, que guardas el concierto, y la misericordia a tus siervos, los que andan delante de ti en todo su corazón. I Kings 8:24 Que has guardado a tu siervo David mi padre lo que le dijiste: lo dijiste con tu boca, y con tu mano lo has cumplido, como lo muestra este día. I Kings 8:25 Ahora pues Jehová Dios de Israel, conserva a tu siervo David mi padre lo que le prometiste, diciendo: No faltará varón de ti delante de mí, que se asiente en el trono de Israel; con tal que tus hijos guarden su camino, que anden delante de mí, como tú has andado delante de mí. I Kings 8:26 Ahora pues, Dios de Israel, sea firme tu palabra, que dijiste a tu siervo David mi padre. I Kings 8:27 ¿Es verdad que Dios haya de morar sobre la tierra? He aquí que los cielos, los cielos de los cielos, no te comprenden, ¿cuánto menos esta casa que yo he edificado? I Kings 8:28 Mas tú mirarás a la oración de tu siervo, y a su rogativa, Jehová Dios mío, oyendo el clamor y la oración que tu siervo hace hoy delante de ti. I Kings 8:29 Que estén tus ojos abiertos sobre esta casa de noche y de día; sobre este lugar, del cual has dicho: Mi nombre será allí: y que oigas la oración que tu siervo hará en este lugar. I Kings 8:30 Oirás pues la oración de tu siervo, y de tu pueblo Israel; cuando oraren en este lugar, también tú lo oirás en el lugar de tu habitación, desde los cielos: qué oigas y perdones. I Kings 8:31 Cuando alguno hubiere pecado contra su prójimo, y le tomaren juramento, haciéndole jurar, y viniere el juramento delante de tu altar en esta casa; I Kings 8:32 Tú oirás desde el cielo, y harás, y juzgarás a tus siervos, condenando al impío, dando su camino sobre su cabeza, y justificando al justo, dándole conforme a su justicia. I Kings 8:33 Cuando tu pueblo Israel hubiere caído delante de sus enemigos, por haber pecado contra ti, y se volvieren a ti, y confesaren tu nombre, y oraren, y te rogaren y suplicaren en esta casa; I Kings 8:34 Tú los oirás en los cielos, y perdonarás el pecado de tu pueblo Israel, y volverlos has a la tierra que diste a sus padres. I Kings 8:35 Cuando el cielo se cerrare, que no haya lluvia, por haber pecado contra ti, y te rogaren en este lugar, y confesaren tu nombre, y se volvieren del pecado, cuando los hubieres afligido; I Kings 8:36 Tú oirás en los cielos, y perdonarás el pecado de tus siervos, y de tu pueblo Israel, enseñándoles el buen camino en que anden; y darás lluvias sobre tu tierra, la cual diste a tu pueblo por heredad. I Kings 8:37 Cuando en la tierra hubiere hambre o pestilencia; o hubiere tizoncillo, o niebla; o hubiere langosta, o pulgón; si sus enemigos los tuvieren cercados en la tierra de sus puertas; cualquiera plaga o enfermedad que sea; I Kings 8:38 Toda oración, y toda suplicación, que hiciere cualquier hombre, o todo tu pueblo Israel, cuando cualquiera sintiere la plaga de su corazón, y extendiere sus manos a esta casa; I Kings 8:39 Tú oirás en los cielos, en la habitación de tu morada, y perdonarás, y harás; y darás a cada uno conforme a todos sus caminos, cuyo corazón tú conoces; (porque tú solo conoces el corazón de todos los hijos de los hombres;) I Kings 8:40 Para que te teman todos los días que vivieren sobre la haz de la tierra, que tú diste a nuestros padres. I Kings 8:41 Asimismo al extranjero, que no es de tu pueblo Israel, que hubiere venido de lejas tierras a causa de tu nombre, I Kings 8:42 (Porque oirán tu grande nombre, y tu mano fuerte, y tu brazo extendido;) y viniere a orar a esta casa; I Kings 8:43 Tú oirás en los cielos, en la habitación de tu morada, y harás conforme a todo aquello por lo cual el extranjero hubiere clamado a ti: para que todos los pueblos de la tierra conozcan tu nombre, y te teman, como tu pueblo Israel, y sepan que tu nombre es llamado sobre esta casa, que yo edifiqué. I Kings 8:44 Si tu pueblo saliere en batalla contra sus enemigos, por el camino que tú los enviares, y oraren a Jehová hacia la ciudad que tú elegiste, y hacia la casa que yo edifiqué a tu nombre; I Kings 8:45 Tú oirás en los cielos su oración, y su suplicación, y les harás derecho. I Kings 8:46 Si hubieren pecado contra ti, (porque no hay hombre que no peque,) y tú estuvieres airado contra ellos, y los entregares delante del enemigo, para que los cautiven, y los lleven a tierra de sus enemigos, sea lejos, o cerca; I Kings 8:47 Y ellos volvieren en sí en la tierra donde fueren cautivos: si volvieren, y oraren a ti en la tierra de los que los cautivaron, y dijeren: Pecamos, habemos hecho lo malo, habemos hecho impiedad: I Kings 8:48 Y se convirtieren a ti de todo su corazón, y de toda su alma, en la tierra de sus enemigos, que los hubieren llevado cautivos, y oraren a ti hacia su tierra, que tú diste a sus padres, hacia la ciudad que tú elegiste, y hacia la casa que yo he edificado a tu nombre; I Kings 8:49 Tú oirás en los cielos, en la habitación de tu morada, su oración, y su suplicación, y les harás derecho, I Kings 8:50 Y perdonarás a tu pueblo, que había pecado contra ti, y a todas sus rebeliones con que se habrán rebelado contra ti: y harás que hayan de ellos misericordia, los que los hubieren cautivado. I Kings 8:51 Porque ellos son tu pueblo, y tu heredad, que tú sacaste de Egipto, de en medio del horno de hierro: I Kings 8:52 Que tus ojos estén abiertos a la oración de tu siervo, y a la suplicación de tu pueblo Israel, para oírlos en todo lo que te invocaren: I Kings 8:53 Pues que tú los apartaste para ti por tu heredad de todos los pueblos de la tierra, de la manera que lo dijiste por mano de Moisés tu siervo, cuando sacaste a nuestros padres de Egipto, Señor Jehová. I Kings 8:54 Y fue, como Salomón acabó de orar a Jehová toda esta oración y suplicación, levantóse de estar de rodillas, y de tener sus manos extendidas al cielo delante del altar de Jehová. I Kings 8:55 Y púsose en pie, y bendijo a toda la congregación de Israel, diciendo a alta voz: I Kings 8:56 Bendito sea Jehová, que ha dado reposo a su pueblo Israel, conforme a todo lo que él había dicho: ninguna palabra de todas sus buenas promesas, que dijo por Moisés su siervo, ha faltado. I Kings 8:57 Sea con nosotros Jehová nuestro Dios, como fue con nuestros padres, y no nos desampare, ni nos deje: I Kings 8:58 Haciendo inclinar nuestro corazón a sí, para que andemos en todos sus caminos, y guardemos sus mandamientos, y sus estatutos, y sus derechos, los cuales mandó a nuestros padres. I Kings 8:59 Y que estas mis palabras con que he orado delante de Jehová, estén junto de Jehová nuestro Dios de día y de noche: para que él haga el juicio de su siervo, y de su pueblo Israel, cada cosa en su tiempo. I Kings 8:60 Para que todos los pueblos de la tierra sepan que Jehová es Dios, y no hay otro. I Kings 8:61 Y sea perfecto vuestro corazón con Jehová nuestro Dios, andando en sus estatutos, y guardando sus mandamientos, como el día de hoy. I Kings 8:62 ¶ Entonces el rey, y todo Israel con él, sacrificaron sacrificios delante de Jehová. I Kings 8:63 Y sacrificó Salomón sacrificios pacíficos, los cuales sacrificó a Jehová, que fueron veinte y dos mil bueyes, y ciento y veinte mil ovejas: y dedicaron la casa de Jehová, el rey y todos los hijos de Israel. I Kings 8:64 Aquel mismo día santificó el rey el medio del patio que estaba delante de la casa de Jehová; porque hizo allí los holocaustos, y los presentes, y los sebos de los pacíficos, por cuanto el altar de metal, que estaba delante de Jehová, era pequeño, y no cupieran en él los holocaustos, y los presentes, y los sebos de los pacíficos. I Kings 8:65 En aquel tiempo Salomón hizo fiesta, y todo Israel con él, una grande congregación, desde como entran en Emat hasta el arroyo de Egipto, delante de Jehová nuestro Dios, por siete días y otros siete días, es a saber, por catorce días. I Kings 8:66 Y el octavo día despidió al pueblo: y ellos bendiciendo al rey, se fueron a sus estancias alegres y gozosos de corazón, por todos los beneficios que Jehová había hecho a David su siervo, y a su pueblo Israel. I Kings 9:0 I Kings 9:1 Y como Salomón hubo acabado la obra de la casa de Jehová, y la casa real, y todo lo que Salomón quiso hacer, I Kings 9:2 Jehová apareció a Salomón la segunda vez, como le había aparecido en Gabaón, I Kings 9:3 Y díjole Jehová: Yo he oído tu oración, y tu ruego, que has hecho en mi presencia. Yo he santificado esta casa que tú has edificado, para poner mi nombre en ella para siempre, y en ella estarán mis ojos y mi corazón todos los días. I Kings 9:4 Y tú, si anduvieres delante de mí, como anduvo David tu padre, en integridad de corazón, y en equidad, haciendo todas las cosas que yo te he mandado, y guardando mis estatutos y mis derechos; I Kings 9:5 Yo afirmaré el trono de tu reino sobre Israel para siempre, como hablé a David tu padre, diciendo: No faltará de ti varón en el trono de Israel. I Kings 9:6 Mas si apartando os apartareis de mí vosotros y vuestros hijos, y no guardareis mis mandamientos, y mis estatutos que yo he dado delante de vosotros, mas fuereis, y sirviereis a dioses ajenos, y los adorareis: I Kings 9:7 Yo cortaré a Israel de sobre la haz de la tierra, que yo les he entregado; y esta casa que he santificado a mi nombre yo la echaré de delante de mí, e Israel será por proverbio y fábula a todos los pueblos. I Kings 9:8 Y esta casa que estaba en estima, cualquiera que pasare por ella se pasmará, y silbará: y dirán: ¿Por qué ha hecho así Jehová a esta tierra, y a esta casa? I Kings 9:9 Y dirán: Por cuanto dejaron a Jehová su Dios, que había sacado a sus padres de tierra de Egipto, y echaron mano a los dioses ajenos, y los adoraron, y les sirvieron: por eso ha traído Jehová sobre ellos todo aqueste mal. I Kings 9:10 ¶ Y aconteció al cabo de veinte años que Salomón había edificado las dos casas; es a saber, la casa de Jehová, y la casa real, I Kings 9:11 (Para las cuales Hiram rey de Tiro había traído a Salomón madera de cedro y de haya, y oro, cuanto él quiso,) que el rey Salomón dio a Hiram veinte ciudades en tierra de Galilea. I Kings 9:12 E Hiram salió de Tiro para ver las ciudades que Salomón le había dado, y no le contentaron. I Kings 9:13 Y dijo: ¿Qué ciudades son estas que me has dado, hermano? Y púsoles por nombre, tierra de Cabul, hasta hoy. I Kings 9:14 E Hiram había enviado al rey ciento y veinte talentos de oro. I Kings 9:15 Y esta es la cuenta del tributo que el rey Salomón impuso para edificar la casa de Jehová, y su casa, y a Mello, y el muro de Jerusalem, y a Heser, y Mageddo, y Gazer. I Kings 9:16 ¶ Faraón el rey de Egipto había subido, y tomado a Gazer, y la había quemado, y había muerto los Cananeos que habitaban la ciudad, y la había dado en don a su hija, la mujer de Salomón. I Kings 9:17 Y Salomón restauró a Gazer, y a la baja Bet-orón. I Kings 9:18 Y a Baalat, y a Tadmor, en tierra del desierto. I Kings 9:19 Asimismo todas las ciudades donde Salomón tenía municiones, y las ciudades de los carros, y las ciudades de la gente de a caballo, y todo lo que Salomón deseó edificar en Jerusalem, en el Líbano, y en toda la tierra de su señorío. I Kings 9:20 A todos los pueblos que quedaron de los Amorreos, Jetteos, Ferezeos, Heveos, Jebuseos, que no fueron de los hijos de Israel, I Kings 9:21 A sus hijos, que quedaron en la tierra después de ellos, que los hijos de Israel no pudieron acabar, hizo Salomón que sirviesen con tributo hasta hoy. I Kings 9:22 Mas a ninguno de los hijos de Israel impuso Salomón servicio, sino eran, o hombres de guerra, o sus criados, o sus príncipes, o sus capitanes, o príncipes de sus carros, o su gente de a caballo. I Kings 9:23 Y eran los que Salomón había hecho príncipes, y prepósitos sobre las obras de Salomón, quinientos y cincuenta, los cuales estaban sobre el pueblo que trabajaba en aquella obra. I Kings 9:24 Y subió la hija de Faraón de la ciudad de David a su casa, que Salomón le había edificado: entonces él edificó a Mello. I Kings 9:25 Y ofrecía Salomón tres veces cada un año holocaustos y pacíficos sobre el altar que él edificó a Jehová: y quemaba perfumes sobre el que estaba delante de Jehová, después que la casa fue acabada. I Kings 9:26 ¶ Hizo también el rey Salomón navíos en Asión-gaber, que es junto a Elat a la ribera del mar Bermejo, en la tierra de Edom; I Kings 9:27 Y envió Hiram en ellos a sus siervos, marineros y diestros en la mar, con los siervos de Salomón: I Kings 9:28 Los cuales fueron a Ofir, y tomaron de allá oro, cuatrocientos y veinte talentos, y trajéronlo al rey Salomón. I Kings 10:0 I Kings 10:1 Y oyendo la reina de Sabá la fama de Salomón en el nombre de Jehová, vino a tentarle con preguntas. I Kings 10:2 Y vino a Jerusalem con muy grande ejército, con camellos cargados de especierías, y oro en grande abundancia, y piedras preciosas: y como vino a Salomón propúsole todo lo que tenía su corazón. I Kings 10:3 Y Salomón le declaró todas sus palabras: ninguna cosa se le escondió al rey que no le declarase. I Kings 10:4 Y como la reina de Sabá vio toda la sabiduría de Salomón, y la casa que había edificado, I Kings 10:5 Asimismo la comida de su mesa, el asiento de sus siervos, el estado y vestidos de los que le servían, sus maestresalas, y sus holocaustos que sacrificaba en la casa de Jehová, ella quedó fuera de sí. I Kings 10:6 Y dijo al rey: Verdad es lo que oí en mi tierra de tus cosas, y de tu sabiduría, I Kings 10:7 Mas yo no lo creía, hasta que he venido; y mis ojos han visto que ni aun la mitad era lo que me había sido dicho. Tu sabiduría y bien es mayor que la fama que yo había oído. I Kings 10:8 Bienaventurados tus varones, bienaventurados estos tus siervos, que están continuamente delante de ti, y oyen tu sabiduría. I Kings 10:9 Jehová tu Dios sea bendito, que se ha agradado de ti, para ponerte en el trono de Israel; porque Jehová ha amado siempre a Israel: y te ha puesto por rey para que hagas derecho y justicia. I Kings 10:10 Y dio la reina al rey ciento y veinte talentos de oro, y muy mucha especiería, y piedras preciosas: nunca vino después tan grande multitud de especiería, como la reina de Sabá dio al rey Salomón. I Kings 10:11 La flota de Hiram que había traído el oro de Ofir, traía también de Ofir muy mucha madera de almugim, y piedras preciosas. I Kings 10:12 E hizo el rey de la madera de almugim sustentáculos para la casa de Jehová, y para las casas reales, y arpas y salterios para los cantores: nunca vino tanta madera de almugim, ni se ha visto hasta hoy. I Kings 10:13 Y el rey Salomón dio a la reina de Sabá todo lo que quiso, y todo lo que pidió; además de lo que Salomón le dio como de mano del rey Salomón. Y ella se volvió, y se vino a su tierra con sus criados. I Kings 10:14 ¶ El peso del oro que Salomón tenía de renta cada un año, era seiscientos y sesenta y seis talentos de oro: I Kings 10:15 Sin lo de los mercaderes y de la contratación de las especierías; y de todos los reyes de Arabia, y de los príncipes de la tierra. I Kings 10:16 Hizo también el rey Salomón doscientos paveses de oro extendido: seiscientos ducados de oro gastó en cada pavés. I Kings 10:17 Asimismo trescientos escudos de oro extendido: en cada un escudo gastó tres libras de oro, y púsolos el rey en la casa del bosque del Líbano. I Kings 10:18 ¶ Hizo también el rey un gran trono de marfil, el cual cubrió de oro purísimo. I Kings 10:19 Seis gradas tenía hasta el trono: lo alto del trono era redondo por las espaldas; de la una parte y de la otra tenía arrimadizos cerca del asiento, junto a los cuales estaban dos leones. I Kings 10:20 Estaban también doce leones allí sobre las seis gradas de la una parte y de la otra; en todos los reinos no había hecho otro tal. I Kings 10:21 Y todos los vasos de beber del rey Salomón eran de oro, y asimismo toda la vajilla de la casa del bosque del Líbano, era de fino oro; no había plata: porque en tiempo de Salomón no era de estima. I Kings 10:22 Porque el rey tenía la flota de la mar en Társis con la flota de Hiram, una vez en cada tres años venía la flota de Társis, y traía oro, plata, marfil, simios, y pavos. I Kings 10:23 Y excedía el rey Salomón a todos los reyes de la tierra, así en riquezas, como en sabiduría. I Kings 10:24 Toda la tierra procuraba ver la cara de Salomón para oír su sabiduría, que Dios había puesto en su corazón. I Kings 10:25 Y cada uno le traía sus presentes, es a saber, vasos de oro, vasos de plata, vestidos, armas, especiería, caballos y acémilas: cada cosa de año en año. I Kings 10:26 Y juntó Salomón carros y gente de a caballo, y tenía mil y cuatrocientos carros, y doce mil caballeros, los cuales puso en las ciudades de los carros, y con el rey en Jerusalem. I Kings 10:27 Y puso el rey en Jerusalem plata, como piedras: y cedros como los cabrahígos que están por los campos en abundancia. I Kings 10:28 Y sacaban caballos y lienzos a Salomón de Egipto: porque la compañía de los mercaderes del rey compraban caballos y lienzos. I Kings 10:29 Y venía, y salía de Egipto el carro por seiscientas piezas de plata, y el caballo por ciento y cincuenta: y así los sacaban por sus manos todos los reyes de los Jetteos, y de Siria. I Kings 11:0 I Kings 11:1 Mas el rey Salomón amó muchas mujeres extranjeras, y a la hija de Faraón; a las de Moab, a las de Ammón, a las de Idumea, a las de Sidón, a las Jetteas: I Kings 11:2 De las gentes de las cuales Jehová había dicho a los hijos de Israel: No entraréis a ellas, ni ellas entrarán a vosotros: porque ciertamente ellas harán inclinar vuestros corazones tras sus dioses. A estas pues se juntó Salomón con amor. I Kings 11:3 Y tuvo setecientas mujeres reinas, y trescientas concubinas; y sus mujeres hicieron inclinar su corazón. I Kings 11:4 Y ya que Salomón era viejo, sus mujeres inclinaron su corazón tras dioses ajenos, y su corazón no era perfecto con Jehová su Dios, como el corazón de su padre David. I Kings 11:5 Porque Salomón siguió a Astarot, dios de los Sidonios: y a Melcom, abominación de los Ammonitas. I Kings 11:6 E hizo Salomón lo malo en ojos de Jehová, y no fue cumplidamente tras Jehová, como su padre David. I Kings 11:7 Entonces edificó Salomón un alto a Camos, abominación de Moab, en el monte que está enfrente de Jerusalem: y a Moloc, abominación de los hijos de Ammón. I Kings 11:8 Y así hizo a todas sus mujeres extranjeras, las cuales quemaban perfumes, y sacrificaban a sus dioses. I Kings 11:9 Y Jehová se enojó contra Salomón, por cuanto su corazón era desviado de Jehová Dios de Israel, que le había aparecido dos veces, I Kings 11:10 Y le había mandado acerca de esto, que no siguiese a dioses ajenos: y él no guardó lo que le mandó Jehová. I Kings 11:11 Y dijo Jehová a Salomón: Por cuanto ha habido esto en ti, y no has guardado mi concierto, y mis estatutos que yo te mandé, yo romperé el reino de ti, y le entregaré a tu siervo. I Kings 11:12 Empero no lo haré en tus días por amor de David tu padre: mas yo le romperé de la mano de tu hijo. I Kings 11:13 Empero no romperé todo el reino, mas una tribu daré a tu hijo por amor de David mi siervo, y por amor de Jerusalem que yo he elegido. I Kings 11:14 Y Jehová despertó un adversario a Salomón, a Adad, Idumeo, de la simiente real, el cual estaba en Edom. I Kings 11:15 Porque cuando David estaba en Edom, y subió Joab el general del ejército a enterrar los muertos, y mató a todos los varones de Edom, I Kings 11:16 (Porque seis meses habitó allí Joab, y todo Israel, hasta que hubo acabado a todo el sexo masculino en Edom,) I Kings 11:17 Entonces huyó Adad, y algunos varones Idumeos, de los siervos de su padre, con él, y vínose a Egipto; y Adad era entonces muchacho pequeño. I Kings 11:18 Y levantáronse de Madián, y vinieron a Parán, y tomando consigo varones de Farán, viniéronse a Egipto a Faraón rey de Egipto, el cual le dio casa, y le mandó dar ración, y también le dio tierra. I Kings 11:19 Y halló Adad grande gracia delante de Faraón, el cual le dio a la hermana de su mujer por mujer, hermana de la reina Tafnes. I Kings 11:20 Y la hermana de Tafnes le parió a su hijo Genubat, al cual Tafnes destetó dentro de la casa de Faraón, y así estaba Genubat en casa de Faraón, entre los hijos de Faraón. I Kings 11:21 Y oyendo Adad en Egipto que David había dormido con sus padres, y que Joab general del ejército era muerto, Adad dijo a Faraón: Déjame ir a mi tierra. I Kings 11:22 Y Faraón le respondió: ¿Por qué? ¿Qué te falta conmigo, que procuras de irte a tu tierra? Y él respondió: Nada: con todo eso ruégote que me dejes ir. I Kings 11:23 Despertóle también Dios por adversario a Razón, hijo de Eliada, el cual había huido de su amo Adadezer rey de Soba. I Kings 11:24 Y había juntado gente contra él, y habíase hecho capitán de una compañía, cuando David los mató, y se fueron a Damasco, y habitaron allí, y reinaron en Damasco. I Kings 11:25 Y fue adversario a Israel todos los días de Salomón, y fue otro mal con él de Adad, porque aborreció a Israel, y reinó sobre la Siria. I Kings 11:26 Asimismo Jeroboam, hijo de Nabat, Efrateo de Sareda, siervo de Salomón, (su madre se llamaba Serva, mujer viuda,) alzó su mano contra el rey. I Kings 11:27 ¶ Y la causa porque este alzó mano contra el rey fue esta: Salomón edificando a Mello, cerró el portillo de la ciudad de David su padre: I Kings 11:28 Y el varón Jeroboam era valiente y esforzado: y viendo Salomón al mancebo que era hombre de hecho, encomendóle todo el cargo de la casa de José. I Kings 11:29 Aconteció pues en aquel tiempo, que saliendo Jeroboam de Jerusalem, hallóle Ahías, Silonita, profeta, en el camino, y él estaba cubierto con una capa nueva: y estaban ellos ambos solos en el campo. I Kings 11:30 Y trabando Ahías de la capa nueva que tenía sobre sí, rompióla en doce pedazos; I Kings 11:31 Y dijo a Jeroboam: Tómate los diez pedazos: porque así dijo Jehová Dios de Israel: He aquí que yo rompo el reino de la mano de Salomón, y a ti daré diez tribus. I Kings 11:32 Y él tendrá la una tribu por amor de David mi siervo, y por amor de Jerusalem, la ciudad que yo he elegido de todas las tribus de Israel: I Kings 11:33 Por cuanto me han dejado, y han adorado a Astarot, diosa de los Sidonios, y a Camos, dios de Moab, y a Moloc, dios de los hijos de Ammón; y no han andado en mis caminos, para hacer lo que es recto delante de mis ojos, y mis estatutos, y mis derechos, como David su padre. I Kings 11:34 Empero no quitaré nada de su reino de sus manos, mas yo le pondré por capitán todos los días de su vida, por amor de David mi siervo, al cual yo elegí, y él guardó mis mandamientos y mis estatutos. I Kings 11:35 Mas yo quitaré el reino de la mano de su hijo, y dartelo he a ti, las diez tribus: I Kings 11:36 Y a su hijo daré una tribu, para que mi siervo David tenga lámpara todos los días delante de mi faz en Jerusalem, ciudad que yo me elegí para poner en ella mi nombre. I Kings 11:37 Yo te tomaré pues a ti, y tu reinarás en todas las cosas que deseare tu alma: y serás rey sobre Israel. I Kings 11:38 Y será que si oyendo oyeres todas las cosas que yo te mandare, y anduvieres en mis caminos, e hicieres lo que es recto delante de mis ojos, guardando mis estatutos, y mis mandamientos, como hizo David mi siervo, yo seré contigo, y te edificaré casa firme, como la edifiqué a David, y yo te entregaré a Israel. I Kings 11:39 Y yo afligiré la simiente de David a causa de esto, empero no para siempre. I Kings 11:40 Y procuró Salomón de matar a Jeroboam: mas levantándose Jeroboam huyó a Egipto a Sesac rey de Egipto: y estuvo en Egipto hasta la muerte de Salomón. I Kings 11:41 ¶ Lo demás de los hechos de Salomón, y todas las cosas que hizo, y su sabiduría, ¿no están escritas en el libro de los hechos de Salomón? I Kings 11:42 Y los días que Salomón reinó en Jerusalem sobre todo Israel, fueron cuarenta años. I Kings 11:43 Y durmió Salomón con sus padres, y fue sepultado en la ciudad de David su padre: y reinó en su lugar Roboam su hijo. I Kings 12:0 I Kings 12:1 Y vino Roboam a Siquem; porque todo Israel había venido en Siquem para hacerle rey. I Kings 12:2 Y aconteció, que como lo oyó Jeroboam, hijo de Nabat, que estaba en Egipto: (porque había huido de delante del rey Salomón, y habitaba en Egipto;) I Kings 12:3 Enviaron y llamáronle. Vino pues Jeroboam y toda la congregación de Israel, y hablaron a Roboam, diciendo: I Kings 12:4 Tu padre agravó nuestro yugo, mas ahora tú disminuye algo de la dura servidumbre de tu padre, y del yugo pesado que puso sobre nosotros, y servirte hemos. I Kings 12:5 Y él les dijo: Idos, y de aquí a tres días volvéd a mí. Y el pueblo se fue. I Kings 12:6 Entonces el rey Roboam tomó consejo con los ancianos que habían estado delante de Salomón su padre cuando vivía, y dijo: ¿Cómo aconsejáis vosotros que responda a este pueblo? I Kings 12:7 Y ellos le hablaron, diciendo: Si tú fueres hoy siervo de este pueblo y le sirvieres, y respondiéndole buenas palabras les hablares, ellos te servirán para siempre. I Kings 12:8 Mas él dejado el consejo de los viejos que le habían dado, tomó consejo con los mancebos, que se habían criado con él, y estaban delante de él. I Kings 12:9 Y díjoles: ¿Cómo aconsejáis vosotros que respondamos a este pueblo, que me han hablado, diciendo: Disminuye algo del yugo que tu padre puso sobre nosotros? I Kings 12:10 Entonces los mancebos que se habían criado con él, le respondieron, diciendo: Así hablarás a este pueblo que te ha dicho estas palabras: Tu padre agravó nuestro yugo: mas tú disminúyenos algo: así les hablarás: El menor dedo de los míos, es más grueso que los lomos de mi padre. I Kings 12:11 Ahora pues, mi padre os cargó de pesado yugo, mas yo añadiré a vuestro yugo. Mi padre os hirió con azotes, mas yo os heriré con escorpiones. I Kings 12:12 Y al tercero día vino Jeroboam y todo el pueblo a Roboam, como el rey lo había mandado, diciendo: Volvéd a mí al tercero día. I Kings 12:13 Y el rey respondió al pueblo duramente, dejado el consejo de los ancianos, que le habían dado. I Kings 12:14 Y hablóles conforme al consejo de los mancebos, diciendo: Mi padre agravó vuestro yugo, mas yo añadiré a vuestro yugo; mi padre os hirió con azotes, mas yo os heriré con escorpiones. I Kings 12:15 Y no oyó el rey al pueblo; porque era ordenación de Jehová para confirmar su palabra, que Jehová había hablado por mano de Ahías, Silonita, a Jeroboam, hijo de Nabat. I Kings 12:16 Y cuando todo el pueblo vio, que el rey no los había oído, respondióle estas palabras, diciendo: ¿Qué parte tenemos nosotros con David? No hay heredad en el hijo de Isaí. Israel, a tus estancias. Provee ahora en tu casa, David. Entonces Israel se fue a sus estancias. I Kings 12:17 Y reinó Roboam sobre los hijos de Israel, que moraban en las ciudades de Judá. I Kings 12:18 Y el rey Roboam envió a Aduram que estaba sobre los tributos; y todo Israel le apedreó a piedra, y murió. Entonces el rey Roboam se esforzó a subir en un carro, y huir a Jerusalem. I Kings 12:19 Así se separó Israel de la casa de David hasta hoy. I Kings 12:20 Y aconteció que oyendo todo Israel que Jeroboam era vuelto, enviaron y le llamaron a la congregación, e hiciéronle rey sobre todo Israel, sin quedar tribu alguna que siguiese la casa de David, sino solo la tribu de Judá. I Kings 12:21 ¶ Y como Roboam vino a Jerusalem, juntó toda la casa de Judá, y la tribu de Ben-jamín, ciento y ochenta mil hombres escogidos de guerra, para hacer guerra a la casa de Israel, y reducir el reino a Roboam, hijo de Salomón. I Kings 12:22 Mas fue palabra de Jehová a Semeías, varón de Dios, diciendo: I Kings 12:23 Habla a Roboam, hijo de Salomón, rey de Judá, y a toda la casa de Judá, y de Ben-jamín, y a los demás del pueblo, diciendo: I Kings 12:24 Así dijo Jehová: No vayáis, ni peleéis contra vuestros hermanos los hijos de Israel: volvéos cada uno a su casa; porque este negocio yo lo he hecho. Y ellos oyeron la palabra de Dios, y volviéronse, y fuéronse, conforme a la palabra de Jehová. I Kings 12:25 Y reedificó Jeroboam a Siquem en el monte de Efraím, y habitó en ella: y saliendo de allí reedificó a Fanuel. I Kings 12:26 ¶ Y dijo Jeroboam en su corazón: Ahora se volverá el reino a la casa de David, I Kings 12:27 Si este pueblo subiere a sacrificar a la casa de Jehová en Jerusalem; porque el corazón de este pueblo se convertirá a su señor Roboam, rey de Judá, y matarme han, y tornarse han a Roboam rey de Judá. I Kings 12:28 Y habido consejo, el rey hizo dos becerros de oro, y díjoles: Harto habéis subido a Jerusalem, he aquí tus dioses, oh Israel, que te hicieron subir de la tierra de Egipto. I Kings 12:29 Y puso el uno en Bet-el, y el otro puso en Dan. I Kings 12:30 Y esto fue ocasión de pecado: porque el pueblo iba delante del uno hasta Dan. I Kings 12:31 Hizo también casa de altos, e hizo sacerdotes parte del pueblo que no eran de los hijos de Leví. I Kings 12:32 E instituyó Jeroboam solemnidad en el mes octavo, a los quince del mes, conforme a la solemnidad que se celebraba en Judá: y sacrificó sobre altar, así hizo en Bet-el sacrificando a los becerros que hizo. Y ordenó en Bet-el sacerdotes de los altos que él había hecho. I Kings 12:33 Y sacrificó sobre el altar que él había hecho en Bet-el a los quince del mes octavo, el mes que él había inventado de su corazón; e hizo fiesta a los hijos de Israel, y subió al altar para quemar olores. I Kings 13:0 I Kings 13:1 Y he aquí que un varón de Dios, por palabra de Jehová, vino de Judá a Bet-el: y estando Jeroboam al altar para quemar perfumes. I Kings 13:2 El clamó contra el altar por palabra de Jehová, y dijo: Altar, altar, así dijo Jehová: He aquí que a la casa de David nacerá un hijo, llamado Josías, el cual sacrificará sobre ti a los sacerdotes de los altos que queman sobre ti perfumes; y sobre ti quemarán huesos de hombres. I Kings 13:3 Y aquel mismo día dio una señal diciendo: Esta es la señal que Jehová ha hablado: he aquí que el altar se quebrará, y la ceniza que sobre él está se derramará. I Kings 13:4 Y como el rey oyó la palabra del varón de Dios, que había clamado contra el altar en Bet-el, extendiendo su mano desde el altar, Jeroboam dijo: Prendédle: mas la mano, que había extendido contra él, se le secó, que no la pudo tornar a sí. I Kings 13:5 Y el altar se rompió, y la ceniza se derramó del altar, conforme a la señal que el varón de Dios había dado por palabra de Jehová. I Kings 13:6 Entonces respondiendo el rey, y dijo al varón de Dios: Yo te ruego que ruegues a la faz de Jehová tu Dios, y ora por mí, que mi mano me sea restituida. Y el varón de Dios oró a la faz de Jehová, y la mano del rey se volvió a él, y se tornó como antes. I Kings 13:7 Y el rey dijo al varón de Dios: Ven conmigo a casa, y comerás, y yo te daré don. I Kings 13:8 Mas el varón de Dios dijo al rey: Si me dieses la mitad de tu casa, no iría contigo, ni comería pan, ni bebería agua en este lugar: I Kings 13:9 Porque así me es mandado por palabra de Jehová, diciendo: No comas pan, ni bebas agua, ni vuelvas por el camino que fueres. I Kings 13:10 Y así se vino por otro camino, y no volvió por el camino por donde había venido a Bet-el. I Kings 13:11 ¶ Y moraba en Bet-el un viejo profeta, al cual vino su hijo, y contóle todo el hecho que el varón de Dios había hecho aquel día en Bet-el: y contaron a su padre las palabras que había hablado al rey. I Kings 13:12 Y su padre les dijo: ¿Por qué camino fue? Y sus hijos le mostraron el camino por donde se había tornado el varón de Dios, que había venido de Judá. I Kings 13:13 Y él dijo a sus hijos: Enalbardádme el asno. Y ellos le enalbardaron el asno, y subió en él. I Kings 13:14 Y yendo tras el varón de Dios, hallóle que estaba sentado debajo de un alcornoque: y díjole: ¿Eres tú el varón de Dios, que veniste de Judá? Y él dijo: Yo soy. I Kings 13:15 Y él le dijo: Ven conmigo a casa, y come del pan. I Kings 13:16 Y él respondió: No podré volver contigo, ni iré contigo: ni tampoco comeré pan, ni beberé agua contigo en este lugar; I Kings 13:17 Porque por palabra de Dios me ha sido dicho: No comas pan, ni bebas agua allá: ni vuelvas por el camino que fueres. I Kings 13:18 Y el otro le dijo: Yo también soy profeta como tú; y un ángel me ha hablado por palabra de Jehová, diciendo: Vuélvele contigo a tu casa, para que coma pan, y bebe agua. Mintióle. I Kings 13:19 Entonces volvió con él; y comió del pan en su casa, y bebió del agua. I Kings 13:20 Y aconteció que estando ellos a la mesa, fue palabra de Jehová al profeta que le había hecho volver: I Kings 13:21 Y clamó al varón de Dios, que había venido de Judá, diciendo: Así dijo Jehová: Por cuanto has sido rebelde al dicho de Jehová, y no guardaste el mandamiento que Jehová tu Dios te había mandado, I Kings 13:22 Antes volviste, y comiste del pan, y bebiste del agua en el lugar donde Jehová te había dicho, que ni comieses pan, ni bebieses agua, no entrará tu cuerpo en el sepulcro de tus padres. I Kings 13:23 Y como hubo comido del pan, y bebido, el profeta que le había hecho volver le enalbardó un asno: I Kings 13:24 Y yéndose, topóle un león en el camino, y le mató; y su cuerpo estaba echado en el camino, y el asno estaba junto a él, y el león también estaba junto al cuerpo. I Kings 13:25 Y, he aquí, unos que pasaban, y vieron el cuerpo que estaba echado en el camino, y el león que estaba junto al cuerpo; y vinieron, y lo dijeron en la ciudad donde el viejo profeta habitaba. I Kings 13:26 ¶ Y oyéndolo el profeta que le había vuelto del camino, dijo: Varón de Dios es, que fue rebelde al dicho de Jehová: por tanto Jehová le ha entregado al león, que le ha quebrantado y muerto, conforme a la palabra de Jehová, que él le dijo. I Kings 13:27 Y habló a sus hijos, y díjoles: Enalbardádme un asno. Y ellos se le enalbardaron. I Kings 13:28 Y él fue, y halló su cuerpo tendido en el camino, y el asno y el león estaban junto al cuerpo: el león no había comido el cuerpo, ni dañado al asno. I Kings 13:29 Y tomando el profeta el cuerpo del varón de Dios, púsole sobre el asno, y tornóle. Y el profeta viejo vino a la ciudad, para endecharle y enterrarle. I Kings 13:30 Y puso su cuerpo en su sepulcro: y endecháronle, diciendo: ¡Ay, hermano mío! I Kings 13:31 Y después que le hubieron enterrado habló a sus hijos, diciendo: Cuando yo muriere, enterrádme en el sepulcro en que está sepultado el varón de Dios: ponéd mis huesos junto a los suyos; I Kings 13:32 Porque sin duda vendrá lo que él dijo a voces por palabra de Jehová contra el altar que está en Bet-el, y contra todas las casas de los altos, que están en las ciudades de Samaria. I Kings 13:33 Después de esta palabra no se tornó Jeroboam de su camino malo; antes volvió, e hizo sacerdotes de los altos parte del pueblo, y quien quería se consagraba, y era de los sacerdotes de los altos. I Kings 13:34 Y esto fue causa de pecado a la casa de Jeroboam, por lo cual fue cortada y raída de sobre la haz de la tierra. I Kings 14:0 I Kings 14:1 En aquel tiempo Abías, hijo de Jeroboam, cayó enfermo. I Kings 14:2 Y dijo Jeroboam a su mujer: Levántate ahora, y disfrázate, porque no te conozcan que eres la mujer de Jeroboam; y vé a Silo, que allá está Ahías profeta, el que me dijo que yo había de ser rey sobre este pueblo. I Kings 14:3 Y toma en tu mano diez panes, y turrones, y una botija de miel, y vé a él: para que te declare lo que ha de ser de este mozo. I Kings 14:4 Y la mujer de Jeroboam hízolo así: y levantóse, y fue a Silo, y vino a casa de Ahías: y Ahías no podía ya ver, que sus ojos se habían oscurecido a causa de su vejez. I Kings 14:5 Mas Jehová había dicho a Ahías: He aquí que la mujer de Jeroboam vendrá a consultarte por su hijo que está enfermo. Tu, pues, responderle has así, y así: I Kings 14:6 Y será, que cuando ella vendrá, vendrá disimulada. Y como Ahías oyó el sonido de sus pies, que entraba por la puerta, dijo: Entra mujer de Jeroboam, ¿por qué te disimulas? empero yo soy enviado a ti con revelación dura. I Kings 14:7 Vé, y di a Jeroboam: Así dijo Jehová Dios de Israel: Por cuanto yo te levanté de en medio del pueblo, y te hice príncipe sobre mi pueblo Israel: I Kings 14:8 Y rompí el reino de la casa de David, y te lo entregué a ti: y tú no has sido como David mi siervo, que guardó mis mandamientos, y anduvo en pos de mí con todo su corazón, haciendo solamente lo que era derecho delante de mis ojos; I Kings 14:9 Antes hiciste lo malo sobre todos los que han sido antes de ti: que fuiste, y te hiciste otros dioses y fundiciones para enojarme, y a mí me echaste tras tus espaldas: I Kings 14:10 Por tanto he aquí que yo traigo mal sobre la casa de Jeroboam; y yo talaré de Jeroboam todo meante a la pared, así el guardado, como el desamparado en Israel: y yo barreré la posteridad de la casa de Jeroboam; como es barrido el estiércol, hasta que sea acabada. I Kings 14:11 El que muriere de los de Jeroboam en la ciudad, los perros le comerán: y el que muriere en el campo, comerle han las aves del cielo; porque Jehová lo ha dicho. I Kings 14:12 Y tú levántate y vete a tu casa, que en entrando tu pie en la ciudad, el mozo morirá; I Kings 14:13 Y todo Israel le endechará, y enterrarle han; porque aquel solo de los de Jeroboam entrará en sepultura; por cuanto se ha hallado en él alguna cosa buena de Jehová Dios de Israel, en la casa de Jeroboam. I Kings 14:14 Y Jehová se despartará rey sobre Israel, que talará la casa de Jeroboam en este día: ¿y qué, si ahora? I Kings 14:15 Y Jehová herirá a Israel, como la caña que se mueve en las aguas: y él arrancará a Israel de esta buena tierra, que él había dado a sus padres, y esparcirlos ha de la otra parte del río, por cuanto han hecho sus bosques, enojando a Jehová. I Kings 14:16 Y él entregará a Israel por los pecados de Jeroboam, el cual pecó, y ha hecho pecar a Israel. I Kings 14:17 Entonces la mujer de Jeroboam se levantó, y se fue, y vino a Tersa: y entrando ella por el umbral de la casa, el mozo murió. I Kings 14:18 Y le enterraron, y todo Israel le endechó, conforme a la palabra de Jehová, que él había hablado por mano de su siervo Ahías profeta. I Kings 14:19 ¶ Los otros hechos de Jeroboam, que guerras hizo, y como reinó, todo está escrito en el libro de las palabras de los días de los reyes de Israel. I Kings 14:20 El tiempo que reinó Jeroboam, fueron veinte y dos años: y habiendo dormido con sus padres, reinó en su lugar Nadab su hijo. I Kings 14:21 ¶ Y Roboam, hijo de Salomón, reinó en Judá. De cuarenta y un años era Roboam cuando comenzó a reinar; y diez y siete años reinó en Jerusalem, ciudad que Jehová eligió de todas las tribus de Israel para poner allí su nombre. El nombre de su madre fue Naama Ammonita. I Kings 14:22 Y Judá hizo lo malo en los ojos de Jehová, y enojáronle más que todo lo que sus padres habían hecho en sus pecados que pecaron. I Kings 14:23 Porque ellos también se edificaron altos, estatuas, y bosques en todo collado alto, y debajo de todo árbol sombrío. I Kings 14:24 Hubo también sodomitas en la tierra, e hicieron conforme a todas las abominaciones de las gentes, que Jehová había echado delante de los hijos de Israel. I Kings 14:25 Al quinto año del rey Roboam subió Sesac rey de Egipto contra Jerusalem. I Kings 14:26 Y tomó los tesoros de la casa de Jehová, y los tesoros de la casa real, y saqueólo todo. Y tomó todos los escudos de oro, que Salomón había hecho. I Kings 14:27 E hizo el rey Roboam en lugar de ellos escudos de metal, y dióles en mano de los capitanes de los de la guardia, que guardaban la puerta de la casa real. I Kings 14:28 Y cuando el rey entraba en la casa de Jehová, los de la guardia los llevaban: y después los ponían en la cámara de los de la guardia. I Kings 14:29 Lo demás de los hechos de Roboam, y todas las cosas que hizo, ¿no están escritas en las crónicas de los reyes de Judá? I Kings 14:30 Y hubo guerra entre Roboam y Jeroboam todos los días. I Kings 14:31 Y durmió Roboam con sus padres, y fue sepultado con sus padres en la ciudad de David. El nombre de su madre fue Naama Ammonita. Y reinó en su lugar Abiam su hijo. I Kings 15:0 I Kings 15:1 En el año diez y ocho del rey Jeroboam, hijo de Nabat, Abiam comenzó a reinar sobre Judá. I Kings 15:2 Reinó tres años en Jerusalem. El nombre de su madre fue Maaca, hija de Abesalón. I Kings 15:3 Y anduvo en todos los pecados de su padre, que hizo antes de él, y no fue su corazón perfecto con Jehová su Dios, como el corazón de David su padre. I Kings 15:4 Mas por causa de David, Jehová su Dios le dio lámpara en Jerusalem, despertándole su hijo después de él, y confirmando a Jerusalem: I Kings 15:5 Por cuanto David había hecho lo que era recto delante de los ojos de Jehová, y de ninguna cosa que le mandase se había apartado en todos los días de su vida, sino fue el negocio de Urías Jetteo. I Kings 15:6 Y hubo guerra entre Roboam y Jeroboam todos los días de su vida. I Kings 15:7 Lo demás de los hechos de Abiam, y todas las cosas que hizo, ¿no están escritas en el libro de las crónicas de los reyes de Judá? Y hubo guerra entre Abiam y Jeroboam. I Kings 15:8 Y durmió Abiam con sus padres, y sepultáronle en la ciudad de David: y reinó Asa su hijo en su lugar. I Kings 15:9 En el año veinte de Jeroboam rey de Israel, Asa comenzó a reinar sobre Judá. I Kings 15:10 Y reinó cuarenta y un años en Jerusalem: el nombre de su madre fue Maaca, hija de Abesalón. I Kings 15:11 Y Asa hizo lo que era recto delante de los ojos de Jehová, como David su padre; I Kings 15:12 Porque quitó los sodomitas de la tierra, y quitó todas las suciedades que sus padres habían hecho. I Kings 15:13 Y también privó a su madre Maaca de ser princesa, porque había hecho un ídolo en un bosque. Y Asa deshizo el ídolo de su madre, y le quemó junto al arroyo de Cedrón. I Kings 15:14 Mas los altos no se quitaron: empero el corazón de Asa fue perfecto con Jehová toda su vida. I Kings 15:15 También metió en la casa de Jehová lo que su padre había dedicado, y lo que él dedicó, oro, y plata, y vasos. I Kings 15:16 Y hubo guerra entre Asa y Baasa rey de Israel, todo el tiempo de ambos. I Kings 15:17 ¶ Y subió Baasa rey de Israel contra Judá, y edificó a Rama, para no dejar salir ni entrar a ninguno de Asa rey de Judá. I Kings 15:18 Y tomando Asa toda la plata y oro que había quedado en los tesoros de la casa de Jehová, y en los tesoros de la casa real, los entregó en las manos de sus siervos, y enviólos el rey Asa a Ben-adad, hijo de Tabrimón, hijo de Hezión, rey de Siria, el cual residia en Damasco, diciendo: I Kings 15:19 Alianza hay entre mí y ti, y entre mi padre y el tuyo: he aquí que yo te envío un presente de plata y oro: vé, y rompe tu alianza con Baasa rey de Israel para que se aparte de mí. I Kings 15:20 Y Ben-adad consintió con el rey Asa, y envió los príncipes de los ejércitos que tenía contra las ciudades de Israel: e hirió a Ahión, y a Dan, y a Abel Bet-maaca, y a toda Cenerot, con toda la tierra de Neftalí. I Kings 15:21 Y oyendo esto Baasa, dejó de edificar a Rama, y estúvose en Tersa. I Kings 15:22 Entonces el rey Asa juntó a todo Judá, sin quedar ninguno, y quitaron la piedra y la madera de Rama, con que Baasa edificaba, y edificó con ello el rey Asa a Gabaa de Ben-jamín, y a Maspa. I Kings 15:23 ¶ Lo demás de todos los hechos de Asa, y toda su fortaleza, y todas las cosas que hizo, y las ciudades que edificó, ¿no está todo escrito en el libro de las crónicas de los reyes de Judá? Con todo eso, en el tiempo de su vejez, enfermó de sus pies. I Kings 15:24 Y durmió Asa con sus padres, y fue sepultado con sus padres en la ciudad de David su padre: y reinó en su lugar Josafat su hijo. I Kings 15:25 ¶ Y Nadab, hijo de Jeroboam, comenzó a reinar sobre Israel en el segundo año de Asa rey de Judá; y reinó sobre Israel dos años. I Kings 15:26 E hizo lo malo delante de los ojos de Jehová, andando en el camino de su padre, y en sus pecados con que hizo pecar a Israel. I Kings 15:27 Y Baasa, hijo de Ahías, el cual era de la casa de Isacar, hizo conspiración contra él, y le hirió Baasa en Gebbetón, que era de los Filisteos; porque Nadab, y todo Israel tenían cercado a Gebbetón. I Kings 15:28 Y le mató Baasa en el tercero año de Asa rey de Judá, y reinó en su lugar. I Kings 15:29 Y como él vino al reino, hirió toda la casa de Jeroboam; sin dejar alma de los de Jeroboam hasta raerle, conforme a la palabra de Jehová, que él habló por su siervo Ahías, Silonita, I Kings 15:30 Por los pecados de Jeroboam que él hizo, y con los cuales hizo pecar a Israel; y por su provocación con que provocó a enojo a Jehová Dios de Israel. I Kings 15:31 Lo demás de los hechos de Nadab, y todas las cosas que hizo, ¿no está todo escrito en el libro de las crónicas de los reyes de Israel? I Kings 15:32 Y hubo guerra entre Asa y Baasa rey de Israel todo el tiempo de ambos. I Kings 15:33 En el tercero año de Asa rey de Judá, comenzó a reinar Baasa, hijo de Ahías, sobre todo Israel en Tersa, y reinó veinte y cuatro años. I Kings 15:34 E hizo lo malo delante de los ojos de Jehová, y anduvo en el camino de Jeroboam, y en su pecado con que hizo pecar a Israel. I Kings 16:0 I Kings 16:1 Y fue palabra de Jehová a Jehú, hijo de Hanani, contra Baasa, diciendo: I Kings 16:2 Por cuanto yo te levanté del polvo, y te puse por príncipe sobre mi pueblo Israel, mas tú has andado en el camino de Jeroboam, y has hecho pecar a mi pueblo Israel, provocándome a ira en sus pecados: I Kings 16:3 He aquí yo barro la posteridad de Baasa, y la posteridad de su casa; y pondré tu casa, como la casa de Jeroboam, hijo de Nabat. I Kings 16:4 El que de Baasa fuere muerto en la ciudad, los perros le comerán: y el que de él fuere muerto en el campo, comerle han las aves del cielo. I Kings 16:5 Lo demás de los hechos de Baasa, y las cosas que hizo, y su fortaleza, ¿no está todo escrito en el libro de las crónicas de los reyes de Israel? I Kings 16:6 Y durmió Baasa con sus padres, y fue sepultado en Tersa; y reinó en su lugar Ela su hijo. I Kings 16:7 Y asimismo había sido palabra de Jehová por Jehú, hijo de Hanani, profeta, sobre Baasa, y sobre su casa, y sobre todo lo malo que hizo delante de los ojos de Jehová, provocándole a ira con las obras de sus manos, que sería hecha como la casa de Jeroboam: y sobre que le había herido. I Kings 16:8 En el año veinte y seis de Asa rey de Judá, comenzó a reinar Ela, hijo de Baasa, sobre Israel en Tersa, dos años: I Kings 16:9 E hizo conjuración contra él su siervo Zambri, príncipe sobre la mitad de los carros: y estando él en Tersa bebiendo, y embriagado en casa de Arsa su mayordomo en Tersa, I Kings 16:10 Vino Zambri, y le hirió, y mató en el año veinte y siete de Asa rey de Judá, y reinó en su lugar. I Kings 16:11 Y reinando él, y estando asentado en su trono hirió toda la casa de Baasa sin dejar en ella meante a la pared, ni sus parientes ni amigos. I Kings 16:12 Y así rayó Zambri toda la casa de Baasa, conforme a la palabra de Jehová, que había hablado contra Baasa por Jehú profeta: I Kings 16:13 Por todos los pecados de Baasa, y los pecados de Ela su hijo, con que ellos pecaron, e hicieron pecar a Israel, provocando a enojo a Jehová Dios de Israel con sus vanidades. I Kings 16:14 Los demás hechos de Ela, y todas las cosas que hizo, ¿no está todo escrito en el libro de las crónicas de los reyes de Israel? I Kings 16:15 ¶ En el año veinte y siete de Asa rey de Judá, comenzó a reinar Zambri siete días en Tersa: y el pueblo había asentado campo sobre Gebbetón, ciudad de los Filisteos. I Kings 16:16 Y el pueblo que estaba en el campo oyendo decir: Zambri ha hecho conjuración, y ha muerto al rey, entonces todo Israel levantó por rey sobre Israel a Amrí, general del ejército, el mismo día en el campo. I Kings 16:17 Y subió Amrí y todo Israel con él de Gebbetón, y cercaron a Tersa. I Kings 16:18 Y viendo Zambri tomada la ciudad se metió en el palacio de la casa real, y pegó fuego a la casa consigo; y murió, I Kings 16:19 Por sus pecados con que él pecó, haciendo lo malo delante de los ojos de Jehová, y andando en los caminos de Jeroboam, y en sus pecados que hizo, haciendo pecar a Israel. I Kings 16:20 Los demás hechos de Zambri, y su conspiración, que conspiró, ¿no está todo escrito en el libro de las crónicas de los reyes de Israel? I Kings 16:21 Entonces el pueblo de Israel fue dividido en dos partes; la mitad del pueblo seguía a Tebni, hijo de Ginet, para hacerle rey: y la otra mitad seguía a Amrí. I Kings 16:22 Mas el pueblo que seguía a Amrí, pudo más que el que seguía a Tebni, hijo de Ginet: y Tebni murió, y Amrí fue rey. I Kings 16:23 En el año treinta y uno de Asa rey de Judá, Amrí reinó sobre Israel doce años: y en Tersa reinó seis años. I Kings 16:24 ¶ Este compró el monte de Samaria de Semer por dos talentos de plata: y edificó en el monte, y llamó el nombre de la ciudad que edificó, como el nombre de Semer, señor del monte de Samaria. I Kings 16:25 E hizo Amrí lo malo delante de los ojos de Jehová, e hizo peor que todos los que habían sido antes de él. I Kings 16:26 Porque anduvo en todos los caminos de Jeroboam, hijo de Nabat, y en su pecado con que hizo pecar a Israel, provocando a ira a Jehová Dios de Israel con sus vanidades. I Kings 16:27 Lo demás de los hechos de Amrí, y todas las cosas que hizo, y sus valentías que hizo, ¿no está todo escrito en el libro de las crónicas de los reyes de Israel? I Kings 16:28 Y Amrí durmió con sus padres, y fue sepultado en Samaria; y reinó en su lugar Acab su hijo. I Kings 16:29 Y comenzó a reinar Acab, hijo de Amrí, sobre Israel el año treinta y ocho de Asa rey de Judá. I Kings 16:30 Y reinó Acab, hijo de Amrí, sobre Israel en Samaria, veinte y dos años. Y Acab, hijo de Amrí, hizo lo malo delante de los ojos de Jehová sobre todos los que fueron antes de él. I Kings 16:31 Porque le fue ligera cosa andar en los pecados de Jeroboam, hijo de Nabat, y tomó por mujer a Jezabel, hija de Et-baal, rey de los Sidonios: y fue, y sirvió a Baal, y le adoró. I Kings 16:32 E hizo altar a Baal, en el templo de Baal que él edificó en Samaria. I Kings 16:33 Hizo también Acab bosque: y añadió Acab haciendo provocar a ira a Jehová Dios de Israel, más que todos los reyes de Israel, que fueron antes de él. I Kings 16:34 En su tiempo Hiel de Bet-el reedificó a Jericó. En Abiram su primogénito la fundó: y en Segub su hijo postrero puso sus puertas, conforme a la palabra de Jehová que había hablado por Josué, hijo de Nun. I Kings 17:0 I Kings 17:1 Entonces Elías Tesbita, que era de los moradores de Galaad, dijo a Acab: Vive Jehová Dios de Israel, delante del cual yo estoy, que no habrá lluvia, ni rocío en estos años, sino por mi palabra. I Kings 17:2 Y fue palabra de Jehová a el, diciendo: I Kings 17:3 Apártate de aquí, y vuélvete al oriente, y escóndete en el arroyo de Carit, que está antes del Jordán. I Kings 17:4 Y beberás del arroyo, y yo he mandado a los cuervos, que te den allí de comer. I Kings 17:5 Y él fue, e hizo conforme a la palabra de Jehová: y fuése y asentó junto al arroyo de Carit, que está antes del Jordán. I Kings 17:6 Y los cuervos le traían pan y carne por la mañana, y pan y carne a la tarde, y bebía del arroyo. I Kings 17:7 Pasados algunos días, el arroyo se secó; porque no había llovido sobre la tierra. I Kings 17:8 ¶ Y fue a él palabra de Jehová, diciendo: I Kings 17:9 Levántate, vete a Sarepta de Sidón, y allí morarás: he aquí que yo he mandado allí a una mujer viuda que te sustente. I Kings 17:10 Entonces él se levantó; y se fue a Sarepta. Y como llegó a la puerta de la ciudad, he aquí una mujer viuda que estaba allí cogiendo serojas: y él la llamó, y díjole: Ruégote que me traigas una poca de agua en un vaso, que beba. I Kings 17:11 Y yendo ella para traérsela, él la volvió a llamar, y díjole: Ruégote que me traigas también un bocado de pan en tu mano. I Kings 17:12 Y ella respondió: Vive Jehová Dios tuyo, que no tengo pan cocido: que solamente un puño de harina tengo en la tinaja, y un poco de aceite en una botija: y ahora cogía dos serojas, para entrarme y aparejarlo para mí y para mi hijo, y que lo comamos, y después nos muramos. I Kings 17:13 Y Elías le dijo: No hayas temor: vé, haz como has dicho; empero házme a mí primero de ahí una pequeña torta debajo de la ceniza y traémela: y después harás para ti y para tu hijo. I Kings 17:14 Porque Jehová Dios de Israel dijo así: La tinaja de la harina no faltará, ni la botija del aceite se disminuirá, hasta aquel día en que Jehová dará lluvia sobre la haz de la tierra. I Kings 17:15 Entonces ella fue, e hizo como le dijo Elías, y comió él, y ella, y su casa algunos días. I Kings 17:16 Y la tinaja de la harina nunca faltó, ni la botija del aceite menguó, conforme a la palabra de Jehová, que había dicho por Elías. I Kings 17:17 Después de estas cosas aconteció, que cayó enfermo el hijo de la señora de la casa, y la enfermedad fue tan grave, que no quedó en él resuello. I Kings 17:18 Y ella dijo a Elías: ¿Qué tengo yo contigo varón de Dios? ¿Has venido a mí para traer en memoria mis iniquidades, y para hacerme morir mi hijo? I Kings 17:19 Y él le dijo: Dáme acá tu hijo: entonces él le tomó de su regazo, y le llevó a la cámara donde él estaba, y púsole sobre su cama; I Kings 17:20 Y clamando a Jehová, dijo: ¿Jehová Dios mío, aun la viuda en cuya casa yo soy hospedado, has afligido, matándole su hijo? I Kings 17:21 Y midióse sobre el niño tres veces, y clamó a Jehová, y dijo: Jehová Dios mío, ruégote que vuelva el alma de este niño a sus entrañas. I Kings 17:22 Y Jehová oyó la voz de Elías, y el alma del niño volvió a sus entrañas, y revivió. I Kings 17:23 Y tomando Elías al niño, trájole de la cámara a la casa, y dióle a su madre, y díjole Elías: Mira, tu hijo vive. I Kings 17:24 Entonces la mujer dijo a Elías: Yo conozco ahora que tú eres varón de Dios: y que la palabra de Jehová es verdad en tu boca. I Kings 18:0 I Kings 18:1 Pasados muchos días, fue palabra de Jehová al tercer año a Elías, diciendo: Vé, muéstrate a Acab, y yo daré lluvia sobre la haz de la tierra. I Kings 18:2 Y Elías fue para mostrarse a Acab: y había grande hambre en Samaria. I Kings 18:3 Y Acab llamó a Abdías su mayordomo, el cual Abdías era en grande manera temeroso de Jehová. I Kings 18:4 Porque cuando Jezabel talaba los profetas de Jehová, Abdías tomó cien profetas, los cuales escondió de cincuenta en cincuenta por cuevas, y los sustentó a pan y agua. I Kings 18:5 Y dijo Acab a Abdías: Vé por la provincia a todas las fuentes de aguas, y a todos los arroyos, si a dicha hallaremos grama, con que conservemos la vida a los caballos y a las acémilas, para que no nos quedemos sin bestias. I Kings 18:6 Y partieron entre sí la provincia para andarla: Acab fue por sí por un camino, y Abdías fue por sí por otro. I Kings 18:7 Y yendo Abdías por el camino, topóse con Elías: y como le conoció, postróse sobre su rostro, y dijo: ¿No eres mi señor Elías? I Kings 18:8 Y él respondió: Yo soy. Vé; di a tu amo: He aquí Elías. I Kings 18:9 Y él dijo: ¿En qué he pecado, para que tú entregues tu siervo en mano de Acab, para que me mate? I Kings 18:10 Vive Jehová tu Dios, que ni ha habido nación, ni reino donde mi señor no haya enviado a buscarte: y respondiendo todos: No está aquí; él ha conjurado a reinos y a naciones, si te han hallado. I Kings 18:11 Y ahora tú dices: Vé; di a tu amo: Aquí está Elías. I Kings 18:12 Y acontecerá que desde que yo me haya partido de ti, el Espíritu de Jehová te llevará donde yo no sepa: y viniendo yo, y dando las nuevas a Acab, y no hallándote él, él me matará: y tu siervo teme a Jehová desde su mocedad. I Kings 18:13 ¿No ha sido dicho a mi señor lo que hice, cuando Jezabel mataba los profetas de Jehová; que escondí de los profetas de Jehová cien varones, de cincuenta en cincuenta en cuevas, y los mantuve a pan y agua? I Kings 18:14 ¿Y ahora dices tú: Vé; di a tu amo: Aquí está Elías, para que él me mate? I Kings 18:15 Y díjole Elías: Vive Jehová de los ejércitos, delante del cual estoy, que hoy me mostraré a él. I Kings 18:16 Entonces Abdías fue a encontrarse con Acab, y dióle el aviso: y Acab vino a encontrarse con Elías. I Kings 18:17 Y como Acab vio a Elías, díjole Acab: ¿Eres tú él que alborotas a Israel? I Kings 18:18 Y él respondió: Yo no he alborotado a Israel, sino tú, y la casa de tu padre, dejando los mandamientos de Jehová, y siguiendo a los Baales. I Kings 18:19 Envía pues ahora, y júntame a todo Israel en el monte de Carmelo, y los cuatrocientos y cincuenta profetas de Baal, y los cuatrocientos profetas de los bosques, que comen de la mesa de Jezabel. I Kings 18:20 Entonces Acab envió a todos los hijos de Israel, y juntó los profetas en el monte de Carmelo: I Kings 18:21 Y acercándose Elías a todo el pueblo, dijo: ¿Hasta cuándo cojearéis vosotros entre dos pensamientos? Si Jehová es Dios, seguídle: y si Baal, id en pos de él. Y el pueblo no respondió palabra. I Kings 18:22 Y Elías tornó a decir al pueblo: Solo yo he quedado profeta de Jehová; y de los profetas de Baal hay cuatrocientos y cincuenta varones. I Kings 18:23 Dénsenos pues dos bueyes, y escójanse ellos el uno, y córtenle en piezas, y pónganle sobre leña, mas no pongan fuego debajo; y yo aparejaré el otro buey, y le pondré sobre leña, y ningún fuego pondré debajo. I Kings 18:24 Y vosotros invocaréis en el nombre de vuestros dioses, y yo invocaré en el nombre de Jehová; y será, que el Dios que respondiere por fuego, sea el Dios. Y todo el pueblo respondió, diciendo: Es bien dicho. I Kings 18:25 Entonces Elías dijo a los profetas de Baal: Escojéos el un buey, y hacéd primero: porque vosotros sois los más: e invocád en el nombre de vuestros dioses: mas no pongáis fuego debajo. I Kings 18:26 Y ellos tomaron el buey que les fue dado, y aparejáronle, e invocaron en el nombre de Baal desde la mañana hasta el mediodía, diciendo: Baal respóndenos. Mas no había voz, ni quien respondiese: entre tanto ellos andaban saltando cerca del altar que habían hecho. I Kings 18:27 Y aconteció al mediodía, que Elías se burlaba de ellos, diciendo: Gritád a alta voz; que dios es, quizá tiene negocio, o va en seguimiento, o va algún camino, o duerme, y despertará. I Kings 18:28 Y ellos clamaban a grandes voces, y sajábanse con cuchillos y con lancetas conforme a su costumbre, hasta derramar sangre sobre sí: I Kings 18:29 Y como pasó el mediodía, y ellos aun profetizasen hasta el tiempo del sacrificio del presente, y no había voz, ni quien respondiese, ni escuchase; I Kings 18:30 Entonces Elías dijo a todo el pueblo: Acercáos a mí. Y todo el pueblo se llegó a él, y él reparó el altar de Jehová que estaba a ruinado. I Kings 18:31 Y tomando Elías doce piedras, conforme al número de las tribus de los hijos de Jacob, al cual había sido palabra de Jehová, diciendo: Israel será tu nombre; I Kings 18:32 Edificó con las piedras un altar en el nombre de Jehová: después hizo una regadera al rededor del altar, cuanto cupieran dos satos de simiente. I Kings 18:33 Después compuso la leña, y cortó el buey en piezas, y púsole sobre la leña. I Kings 18:34 Y dijo: Henchíd cuatro cántaros de agua, y derramádla sobre el holocausto, y sobre la leña. Y dijo: Hacédlo otra vez, e hiciéronlo otra vez: Y dijo: Hacédlo la tercera vez. E hiciéronlo la tercera vez, I Kings 18:35 De tal manera que las aguas corrían al rededor del altar, y había también henchido la reguera de agua. I Kings 18:36 Y como llegó la hora de ofrecerse el holocausto, llegóse el profeta Elías, y dijo: Jehová Dios de Abraham, de Isaac, y de Israel, sea hoy manifiesto, que tú eres Dios en Israel, y que yo soy tú siervo, y que por mandamiento tuyo he hecho todas estas cosas. I Kings 18:37 Respóndeme Jehová, respóndeme, para que conozca este pueblo, que tú, oh Jehová, eres el Dios, y que tú volviste atrás el corazón de ellos. I Kings 18:38 Entonces cayó fuego de Jehová, el cual consumió el holocausto, y la leña, y las piedras, y el polvo, y aun las aguas que estaban en la reguera lamió. I Kings 18:39 Y viéndolo todo el pueblo, cayeron sobre sus rostros, y dijeron: Jehová es el Dios, Jehová es el Dios. I Kings 18:40 Y díjoles Elías: Prendéd a los profetas de Baal, que no escape ninguno. Y ellos los prendieron: y llevólos Elías al arroyo de Cisón, y allí los degolló. I Kings 18:41 ¶ Entonces Elías dijo a Acab: Sube, come, y bebe, porque una grande lluvia suena. I Kings 18:42 Y Acab subió a comer y a beber, y Elías subió a la cumbre del Carmelo, y postrándose a tierra puso su rostro entre las rodillas, I Kings 18:43 Y dijo a su criado: Sube ahora, y mira hacia la mar. Y él subió, y miró, y dijo: No hay nada. Y él le volvió a decir: Vuelve siete veces. I Kings 18:44 Y a la séptima vez dijo: He aquí una pequeña nube, como la palma de la mano de un hombre, que sube de la mar. Y él dijo: Vé, y di a Acab: Unce el carro, y desciende, porque la lluvia no te ataje. I Kings 18:45 Y aconteció estando en esto, que los cielos se oscurecieron con nubes, y viento, e hizo una gran lluvia. Y subiendo Acab vino a Jezrael. I Kings 18:46 Y la mano de Jehová fue sobre Elías, el cual ciñó sus lomos, y vino corriendo delante de Acab hasta llegar a Jezrael. I Kings 19:0 I Kings 19:1 Y Acab dio la nueva a Jezabel de todo lo que Elías había hecho, y como había pasado a cuchillo todos los profetas. I Kings 19:2 Y envió Jezabel a Elías un mensajero, diciendo: Así me hagan los dioses, y así me añadan, si mañana a estas horas yo no haya puesto tu alma como la de uno de ellos. I Kings 19:3 Y él hubo temor, y levantóse, y fuése, por escapar su vida, y vino a Beer-seba, que es en Judá, y dejó allí su criado. I Kings 19:4 Y él se fue por el desierto un día de camino: y vino, y se sentó debajo de un Enebro, y deseando morirse, dijo: Baste ya, oh Jehová, quita mi alma; que no soy yo mejor que mis padres. I Kings 19:5 Y echándose debajo de un Enebro, se durmió; y he aquí luego un ángel, que le tocó, y le dijo: Levántate, come. I Kings 19:6 Entonces el miró, y he aquí a su cabecera una torta cocida sobre las ascuas, y un vaso de agua; y comió y bebió, y volvióse a dormir. I Kings 19:7 Y volviendo el ángel de Jehová la segunda vez, tocóle, diciendo: Levántate, come: porque gran camino te resta. I Kings 19:8 Y levantóse, y comió, y bebió, y caminó con la fortaleza de aquella comida cuarenta días, y cuarenta noches, hasta el monte de Dios, Horeb. I Kings 19:9 ¶ Y allí se metió en una cueva, donde tuvo la noche. Y fue a él palabra de Jehová, el cual le dijo: ¿Qué haces aquí, Elías? I Kings 19:10 Y él respondió: Celando he celado por Jehová Dios de los ejércitos; porque los hijos de Israel han dejado tu alianza, han derribado tus altares, y han pasado a cuchillo tus profetas, y yo solo he quedado: y buscan mi vida para quitármela. I Kings 19:11 Y él le dijo: Sal fuera, y pónte en el monte delante de Jehová. Y, he aquí Jehová que pasaba, y un grande y poderoso viento que rompía los montes, y quebraba las peñas delante de Jehová: mas Jehová no estaba en el viento. Y tras el viento, un temblor: mas Jehová no estaba en el temblor: I Kings 19:12 Y tras el temblor, un fuego: mas Jehová no estaba en el fuego. Y tras el fuego, un silbo quieto y delicado. I Kings 19:13 El cual como Elías oyó, cubrió su rostro con su manto: y salió, y paróse a la puerta de la cueva: Y, he aquí una voz a él, diciendo: ¿Qué haces aquí, Elías? I Kings 19:14 Y él respondió: He celado con zelo por Jehová Dios de los ejércitos: porque los hijos de Israel han dejado tu alianza, han derribado tus altares, y han pasado a cuchillo tus profetas, y yo solo he quedado: y buscan mi vida para quitármela. I Kings 19:15 Y díjole Jehová: Vé, vuélvete por tu camino, por el desierto de Damasco: y vendrás, y ungirás a Hazael por rey de Siria; I Kings 19:16 Y a Jehú, hijo de Namsí, ungirás por rey sobre Israel: y a Eliseo, hijo de Safat, de Abel-mejula ungirás para que sea profeta en lugar de ti. I Kings 19:17 Y será, que él que escapare de la espada de Hazael, Jehú le matará: y él que escapare de la espada de Jehú, Eliseo le matará. I Kings 19:18 Y yo haré que queden en Israel siete mil: todas rodillas que no se encorvaron a Baal, y todas bocas que no le besaron. I Kings 19:19 ¶ Y partiéndose él de allí, halló a Eliseo, hijo de Safat, que araba con doce yuntas delante de sí: y él era uno de los doce gañanes. Y pasando Elías por delante de él, echó su manto sobre él. I Kings 19:20 Entonces él dejando los bueyes, vino corriendo en pos de Elías, y dijo: Ruégote que me dejes besar mi padre y mi madre, y luego iré tras ti. y él le dijo: Vé, y vuelve, ¿qué te he yo hecho? I Kings 19:21 Y volvióse de en pos de él, y tomó un par de bueyes, y matólos, y con el arado de los bueyes coció la carne de ellos, y dióla al pueblo que comiesen: y después se levantó, y fue tras Elías, y le servía. I Kings 20:0 I Kings 20:1 Entonces Ben-adad rey de Siria juntó todo su ejército, y con él treinta y dos reyes con caballos y carros; y subió, y puso cerco a Samaria, y la combatia. I Kings 20:2 Y envió mensajeros a Acab rey de Israel a la ciudad, diciendo: I Kings 20:3 Así ha dicho Ben-adad: Tu plata y tu oro es mío, y tus mujeres, y tus hijos hermosos son míos. I Kings 20:4 Y el rey de Israel respondió, y dijo: Como tú lo dices rey señor mío, yo soy tuyo, y todo lo que tengo. I Kings 20:5 Y volviendo los mensajeros otra vez, dijeron: Así dijo Ben-adad: Envío yo a ti, diciendo: Tu plata y tu oro, y tus mujeres, y tus hijos me darás; y mañana a estas horas, I Kings 20:6 Yo enviaré a ti mis siervos, los cuales escudriñarán tu casa, y las casas de tus siervos, y tomarán con sus manos, y llevarán todo lo precioso que tuvieres. I Kings 20:7 Entonces el rey de Israel llamó a todos los ancianos de la tierra, y díjoles: Entendéd, y ved ahora, como este no busca sino mal; porque ha enviado a mi por mis mujeres y mis hijos, y por mi plata y por mi oro; y yo no se lo he negado. I Kings 20:8 Y todos los ancianos y todo el pueblo le respondieron: No le oigas, ni hagas lo que pide. I Kings 20:9 Entonces él respondió a los embajadores de Ben-adad: Decíd al rey mi señor: Todo lo que mandaste a tu siervo al principio, haré: mas esto, no lo puedo hacer. Y los embajadores fueron, y diéronle la respuesta. I Kings 20:10 Y Ben-adad tornó a enviar a él, diciendo: Así me hagan los dioses, y así me añadan, que el polvo de Samaria no bastará a los puños de todo el pueblo que me sigue. I Kings 20:11 Y el rey de Israel respondió, y dijo: Decídle, que no se alabe el que se ciñe, como el que ya se desciñe. I Kings 20:12 Y como el oyó esta palabra, estando bebiendo con los reyes en las tiendas, dijo a sus siervos: Ponéd. Y ellos pusieron contra la ciudad. I Kings 20:13 Y, he aquí, un profeta vino a Acab rey de Israel, y le dijo: Así ha dicho Jehová: ¿Has visto esta tan grande multitud? He aquí, yo te la entregaré hoy en tu mano, para que conozcas que yo soy Jehová. I Kings 20:14 Y respondió Acab: ¿Por mano de quién? Y él dijo: Así dijo Jehová: Por mano de los criados de los príncipes de las provincias. Y él tornó a decir: ¿Quién comenzará la batalla? Y él respondió: Tú. I Kings 20:15 Entonces él reconoció los criados de los príncipes de las provincias, los cuales fueron doscientos y treinta y dos. Luego reconoció todo el pueblo, todos los hijos de Israel, que fueron siete mil. I Kings 20:16 Y salieron a mediodía: y Ben-adad estaba bebiendo, borracho en las tiendas, él y los reyes: treinta y dos reyes, que habían venido en su ayuda. I Kings 20:17 Y los criados de los príncipes de las provincias salieron los primeros. Y Ben-adad había enviado quien le dio aviso, diciendo: Varones han salido de Samaria. I Kings 20:18 El entonces dijo: Si han salido por paz, tomádlos vivos: y si han salido para pelear tomádlos vivos. I Kings 20:19 Y los criados de los príncipes de las provincias salieron de la ciudad, y después de ellos el ejército. I Kings 20:20 E hirió cada uno al que venía contra sí; y los Siros huyeron, siguiéndolos los de Israel, Y el rey de Siria Ben-adad se escapó sobre un caballo, y la gente de a caballo. I Kings 20:21 Y salió el rey de Israel, e hirió la gente de a caballo y los carros: y deshizo los Siros con grande estrago. I Kings 20:22 ¶ Y llegándose el profeta al rey de Israel, díjole: Vé, esfuérzate: sabe y mira lo que has de hacer, porque pasado el año el rey de Siria ha de venir contra ti. I Kings 20:23 Y los siervos del rey de Siria le dijeron: Sus dioses son dioses de los montes, por eso nos han vencido: mas si peleáremos con ellos en campaña, verse ha si no los venciéremos. I Kings 20:24 Haz pues así: saca los reyes cada uno de su lugar, y pon capitanes en lugar de ellos. I Kings 20:25 Y tú hazte otro ejército cual fue el ejército que perdiste: caballos por caballos, y carros por carros; y pelearemos con ellos en campo raso, y veremos si no los vencemos. Y él los oyó, e hízolo así. I Kings 20:26 Pasado el año, Ben-adad reconoció los Siros, y vino en Afec a pelear contra Israel. I Kings 20:27 Y los hijos de Israel fueron también reconocidos, y tomando viandas fuéronles al encuentro, y asentaron campo los hijos de Israel delante de ellos, como dos rebañuelos de cabras: y los Siros henchían la tierra. I Kings 20:28 (Y llegándose el varón de Dios al rey de Israel hablóle, diciendo: Así dijo Jehová: Por cuanto los Siros han dicho: Jehová es Dios de los montes, no Dios de los valles, yo entregaré toda esta grande multitud en tu mano: para que conozcáis que yo soy Jehová.) I Kings 20:29 Siete días tuvieron asentado campo los unos delante de los otros, y al séptimo día se dio la batalla: y mataron los hijos de Israel de los Siros en un día cien mil hombres de a pie. I Kings 20:30 Los demás huyeron a Afec a la ciudad: y el muro cayó sobre veinte y siete mil hombres, que habían quedado: y Ben-adad vino huyendo a la ciudad, y escondíase de cámara en cámara. I Kings 20:31 Entonces sus siervos le dijeron: He aquí, hemos oído de los reyes de la casa de Israel, que son clementes reyes: pongamos pues ahora sacos en nuestros lomos, y sogas en nuestras cabezas, y salgamos al rey de Israel: por ventura te dará la vida. I Kings 20:32 Y ciñeron sus lomos de sacos, y sogas a sus cabezas, y vinieron al rey de Israel, y dijéronle: Tu siervo Ben-adad dice: Ruégote que me des la vida. Y él respondió: Si él aun vive, mi hermano es. I Kings 20:33 Esto tomaron aquellos varones por buen agüero, y tomaron presto esta palabra de su boca, y dijeron: Ben-adad tu hermano. Y él dijo: Id, y traédmele. Y Ben-adad salió a él, y él le hizo subir en un carro: I Kings 20:34 Y él le dijo: Las ciudades que mi padre tomo al tuyo, yo las restituiré; y haz plazas en Damasco para ti, como mi padre las hizo en Samaria: y yo me partiré de ti confederado. Y él hizo con él alianza, y envióle. I Kings 20:35 ¶ Entonces un varón de los hijos de los profetas dijo a su compañero por palabra de Dios: Hiéreme ahora. Y él otro varón no le quiso herir. I Kings 20:36 Y él le dijo: Por cuanto no has obedecido a la palabra de Jehová, he aquí, en apartándote de mí un león te herirá. Y como se apartó de él, topóle un león, y le hirió. I Kings 20:37 Y él topóse con otro varón, y díjole: Hiéreme ahora. Y el otro hombre le hirió, y dióle una cuchillada. I Kings 20:38 Y se fue el profeta, y púsose delante del rey en el camino, y disfrazóse poniéndose sobre los ojos un velo. I Kings 20:39 Y como el rey pasaba, él dio voces al rey, y dijo: Tu siervo salió entre el escuadrón, y, he aquí, apartándose uno, trájome a otro, diciendo: Guarda a este hombre; y si él faltare faltando, tu vida será por la suya, o pagarás un talento de plata. I Kings 20:40 Y como tu siervo, estaba ocupado a una parte y a otra, él desapareció. Entonces el rey de Israel le dijo: Esa será tu sentencia: tú la pronunciaste. I Kings 20:41 Entonces él quitó de presto el velo de sobre sus ojos, y el rey de Israel conoció que era de los profetas. I Kings 20:42 Y él le dijo: Así dijo Jehová: Por cuanto soltaste de la mano el varón de mi anatema, tu vida será por la suya, y tu pueblo por el suyo. I Kings 20:43 Y el rey de Israel se fue a su casa triste y enojado: y vino a Samaria. I Kings 21:0 I Kings 21:1 Pasados estos negocios, aconteció que Nabot de Jezrael tenía una viña en Jezrael, junto al palacio de Acab rey de Samaria. I Kings 21:2 Y Acab habló a Nabot, diciendo: Dáme tu viña para un huerto de legumbres, porque está cercana, cerca de mi casa, y yo te daré por ella otra viña mejor que esta: o si mejor te pareciere, pagártela he a su precio de dinero. I Kings 21:3 Y Nabot respondió a Acab: Guárdeme Jehová de que yo te dé a ti la heredad de mis padres. I Kings 21:4 Y vínose Acab a su casa triste y enojado por la palabra que Nabot de Jezrael le había respondido, diciendo: No te daré la heredad de mis padres. Y acostóse en su cama, y volvió su rostro, y no comió pan. I Kings 21:5 Y vino a él su mujer Jezabel y díjole: ¿Por qué está así triste tu espíritu? ¿y no comes pan? I Kings 21:6 Y él respondió: Porque hablé con Nabot de Jezrael, y díjele, que me diese su viña por dinero: o que, si más quería, le daría otra viña por ella: y él respondió: Yo no te daré mi viña. I Kings 21:7 Y su mujer Jezabel le dijo: ¿Eres tú ahora rey sobre Israel? Levántate, y come pan, y alégrate: yo te daré la viña de Nabot de Jezrael. I Kings 21:8 Entonces ella escribió cartas en nombre de Acab, y sellólas con su anillo, y enviólas a los ancianos, y a los principales, que moraban en su ciudad con Nabot. I Kings 21:9 Y las cartas que escribió decían así: Pregonád ayuno: y ponéd a Nabot en la cabecera del pueblo: I Kings 21:10 Y ponéd asimismo dos hombres, hijos de Belial, delante de él, que atestiguen contra él, y digan: Tú has blasfemado a Dios y al rey. Y entonces sacádle, y apedreádle, y muera. I Kings 21:11 Y los de su ciudad, los ancianos y los principales, que moraban en su ciudad, lo hicieron como Jezabel les mandó, conforme a como estaba escrito en las cartas que ella les había enviado. I Kings 21:12 Y pregonaron ayuno, y asentaron a Nabot en la cabecera del pueblo. I Kings 21:13 Y vinieron dos hombres, hijos de Belial, y sentáronse delante de él, y aquellos hombres, hijos de Belial, atestiguaron contra Nabot delante del pueblo, diciendo: Nabot ha blasfemado a Dios y al rey. Y sacáronle fuera de la ciudad, y apedreáronle con piedras, y murió. I Kings 21:14 Y enviaron luego a Jezabel, diciendo: Nabot es apedreado, y muerto. I Kings 21:15 Y como Jezabel oyó, que Nabot era apedreado y muerto, dijo a Acab: Levántate, y posee la viña de Nabot de Jezrael, que no te la quiso dar por dinero: porque Nabot no vive, mas es muerto. I Kings 21:16 ¶ Y oyendo Acab que Nabot era muerto, levántose para descender a la viña de Nabot de Jezrael, para tomar la posesión de ella. I Kings 21:17 Entonces fue palabra de Jehová a Elías Tesbita, diciendo: I Kings 21:18 Levántate, desciende a encontrarte con Acab rey de Israel, que está en Samaria: He aquí, el está en la viña de Nabot, a la cual ha descendido para tomar la posesión de ella. I Kings 21:19 Y hablarle has, diciendo: Así dijo Jehová: ¿No mataste, y también has poseido? Y tornarle has a hablar, diciendo: Así dijo Jehová: En el mismo lugar donde lamieron los perros la sangre de Nabot, los perros también lamerán tu sangre, la tuya misma. I Kings 21:20 Y Acab dijo a Elías: ¿Enemigo mío, me has ya hallado? Y él respondió: Te hallé, porque te has vendido a mal hacer delante de Jehová. I Kings 21:21 He aquí, yo traigo mal sobre ti, y barreré tu posteridad, y talaré de Acab todo meante a la pared, al guardado, y al desamparado en Israel. I Kings 21:22 Y yo pondré tu casa como la casa de Jeroboam, hijo de Nabat, y como la casa de Baasa, hijo de Ahías, por la provocación con que me provocaste a ira, y con que has hecho pecar a Israel. I Kings 21:23 De Jezabel también ha hablado Jehová, diciendo: Los perros comerán a Jezabel en la barbacana de Jezrael. I Kings 21:24 El que de Acab fuere muerto en la ciudad, perros lo comerán: y el que fuere muerto en el campo, comerle han las aves del cielo. I Kings 21:25 A la verdad ninguno fue como Acab, que así se vendiese a hacer lo malo delante de los ojos de Jehová: porque Jezabel su mujer le incitaba. I Kings 21:26 El fue en grande manera abominable, caminando en pos de los ídolos, conforme a todo lo que hicieron los Amorreos, a los cuales lanzó Jehová delante de los hijos de Israel. I Kings 21:27 Y fue, cuando Acab oyó estas palabras, rompió sus vestidos, y puso saco sobre su carne, y ayunó, y durmió en saco, y anduvo humillado. I Kings 21:28 Entonces fue palabra de Jehová a Elías Tesbita, diciendo: I Kings 21:29 ¿No has visto como Acab se ha humillado delante de mí? Pues por cuanto se ha humillado delante de mí, no traeré el mal en sus días, en los días de su hijo traeré el mal sobre su casa. I Kings 22:0 I Kings 22:1 Reposaron tres años sin guerra entre los Siros e Israel. I Kings 22:2 Al tercero año aconteció, que Josafat rey de Judá descendió al rey de Israel. I Kings 22:3 Y el rey de Israel dijo a sus siervos: ¿No sabéis que es nuestra Ramot de Galaad? Y nosotros cesamos de tomarla de mano del rey de Siria. I Kings 22:4 Y dijo a Josafat: ¿Quieres venir conmigo a pelear contra Ramot de Galaad? Y Josafat respondió al rey de Israel: Como yo, así tú: y como mi pueblo, así tu pueblo: y como mis caballos, tus caballos. I Kings 22:5 Y dijo Josafat al rey de Israel: Yo te ruego que consultes hoy la palabra de Jehová. I Kings 22:6 Entonces el rey de Israel juntó como cuatrocientos varones profetas, a los cuales dijo: ¿Iré a la guerra contra Ramot de Galaad, o dejarla he? Y ellos dijeron: Sube, porque el Señor la entregará en manos del rey. I Kings 22:7 Y dijo Josafat: ¿Hay aun aquí algún profeta de Jehová por el cual consultemos? I Kings 22:8 Y el rey de Israel respondió a Josafat: Aun hay un varón, por el cual podríamos consultar a Jehová, Miqueas, hijo de Jemla; mas yo le aborrezco, porque nunca me profetiza bien, sino solamente mal. Y Josafat dijo: No hable el rey así. I Kings 22:9 Entonces el rey de Israel llamó a un eunuco, y díjole: Trae presto a Miqueas, hijo de Jemla. I Kings 22:10 Y el rey de Israel, y Josafat rey de Judá, estaban sentados cada uno en su trono real, vestidos de sus ropas reales, en la plaza junto a la entrada de la puerta de Samaria, y todos los profetas profetizaban delante de ellos. I Kings 22:11 Y Sedequias, hijo de Canaana, se había hecho unos cuernos de hierro, y dijo: Así dijo Jehová: Con estos acornearás a los Siros hasta acabarlos. I Kings 22:12 Y todos los profetas profetizaban de la misma manera, diciendo: Sube a Ramot de Galaad, y serás prosperado, que Jehová la dará en mano del rey. I Kings 22:13 Y el mensajero que había ido a llamar a Miqueas, le habló, diciendo: He aquí, las palabras de los profetas a una boca anuncian al rey bien: sea ahora tu palabra conforme a la palabra de alguno de ellos, y habla bien. I Kings 22:14 Y Miqueas respondió: Vive Jehová, que lo que Jehová me hablare, eso diré. I Kings 22:15 Y vino al rey, y el rey le dijo: Miqueas, ¿iremos a pelear contra Ramot de Galaad, o dejarla hemos? Y él le respondió: Sube, que serás prosperado, y Jehová la entregará en mano del rey. I Kings 22:16 Y el rey le dijo: ¿Hasta cuántas veces te conjurare, que no me digas sino la verdad, en el nombre de Jehová? I Kings 22:17 Entonces él dijo: Yo ví a todo Israel esparcido por los montes como ovejas que no tienen pastor: y Jehová dijo: Estos no tienen señor, vuélvase cada uno a su casa en paz. I Kings 22:18 Y el rey de Israel dijo a Josafat: ¿No te lo había yo dicho? Este ninguna cosa buena profetizará sobre mí, sino solamente mal. I Kings 22:19 Entonces él dijo: Oye pues palabra de Jehová: Yo ví a Jehová sentado en su trono, y todo el ejército de los cielos estaba junto a él, a su diestra y a su siniestra. I Kings 22:20 Y Jehová dijo: ¿Quién inducirá a Acab, para que suba, y caiga en Ramot de Galaad? Y uno decía de una manera, y otro decía de otra. I Kings 22:21 Y salió un espíritu, y púsose delante de Jehová, y dijo: Yo le induciré. Y Jehová le dijo: ¿De qué manera? I Kings 22:22 Y él dijo: Yo saldré, y seré espíritu de mentira en boca de todos sus profetas. Y él dijo: Inducirle has, y aun saldrás con ello: sal pues, y házlo así. I Kings 22:23 Y ahora, he aquí, Jehová ha puesto espíritu de mentira en la boca de todos estos tus profetas, y Jehová ha decretado mal sobre ti. I Kings 22:24 Y llegándose Sedequias, hijo de Canaana, hirió a Miqueas en la mejilla, diciendo: ¿Por dónde se fue de mí el Espíritu de Jehová para hablarte a ti? I Kings 22:25 Y Miqueas respondió: He aquí, tú lo verás en el mismo día, cuando te irás metiendo de cámara en cámara por esconderte. I Kings 22:26 Entonces el rey de Israel dijo: Toma a Miqueas y vuélvele a Amón gobernador de la ciudad, y a Joas hijo del rey. I Kings 22:27 Y dirás: Así dijo el rey: Echád a este en la cárcel, y mantenédle con pan de angustia, y con agua de angustia, hasta que yo vuelva en paz. I Kings 22:28 Y dijo Miqueas: Si volviendo volvieres en paz, Jehová no ha hablado por mí. Y tornó a decir: Oíd todos los pueblos. I Kings 22:29 ¶ Así subió el rey de Israel, y Josafat rey de Judá a Ramot de Galaad. I Kings 22:30 Y el rey de Israel dijo a Josafat: Yo me disfrazaré, y así entraré en la batalla: y tú vístete tus vestidos. Y el rey de Israel se disfrazó, y entró en la batalla. I Kings 22:31 Y el rey de Siria había mandado a sus treinta y dos capitanes de los carros, diciendo: No peleéis vosotros con grande ni con chico, sino contra solo el rey de Israel. I Kings 22:32 Y como los capitanes de los carros vieron a Josafat, dijeron: Ciertamente este es el rey de Israel, y viniéronse a él para pelear con él: mas el rey Josafat dio voces. I Kings 22:33 Y viendo los capitanes de los carros que no era el rey de Israel, apartáronse de él. I Kings 22:34 Mas un varón flechando su arco cuanto pudo, hirió al rey de Israel por entre las junturas y las corazas. Y él dijo a su carretero, vuelve las riendas, y sácame del campo, que estoy herido. I Kings 22:35 La batalla se había encendido aquel día, y el rey estaba en su carro delante de los Siros: y a la tarde murió: y la sangre de la herida corría por el seno del carro. I Kings 22:36 Y a puesta del sol pasó un pregón por el campo, diciendo: Cada uno se vaya a su ciudad: y cada uno a su tierra. I Kings 22:37 Y el rey murió, y fue traído a Samaria; y sepultaron al rey en Samaria. I Kings 22:38 Y lavaron el carro en el estanque de Samaria, y los perros lamieron su sangre: y lavaron sus armas, conforme a la palabra de Jehová, que había hablado. I Kings 22:39 Lo demás de los hechos de Acab, y todas las cosas que hizo, y la casa de marfil que edificó, y todas las ciudades, que edificó, ¿no está escrito en el libro de las crónicas de los reyes de Israel? I Kings 22:40 Y durmió Acab con sus padres, y reinó en su lugar Ocozías su hijo. I Kings 22:41 ¶ Y Josafat, hijo de Asa, comenzó a reinar sobre Judá en el cuarto año de Acab rey de Israel. I Kings 22:42 Y era Josafat de treinta y cinco años, cuando comenzó a reinar, y reinó veinte y cinco años en Jerusalem. El nombre de su madre fue Azuba, hija de Salai. I Kings 22:43 Y anduvo en todo el camino de Asa su padre, sin declinar de él, haciendo lo que era recto en los ojos de Jehová. Con todo eso los altos no fueron quitados; que aun el pueblo sacrificaba, y quemaba olores en los altos. I Kings 22:44 Y Josafat hizo paz con el rey de Israel. I Kings 22:45 Lo demás de los hechos de Josafat, y sus valentías, que hizo, y las guerras que hizo, ¿no está escrito en el libro de las crónicas de los reyes de Judá? I Kings 22:46 Y el resto de los sodomíticos que habían quedado en el tiempo de su padre Asa, él los barrió de la tierra. I Kings 22:47 Entonces no había rey en Edom, presidente había en lugar de rey. I Kings 22:48 Josafat había hecho navíos en Társis, los cuales habían de ir a Ofir por oro: mas no fueron, porque se rompieron en Asión-gaber. I Kings 22:49 Entonces Ocozías, hijo de Acab, dijo a Josafat: Vayan mis siervos con los tuyos en los navíos: mas Josafat no quiso. I Kings 22:50 Y durmió Josafat con sus padres, y fue sepultado con sus padres en la ciudad de David su padre: y en su lugar reinó Joram su hijo. I Kings 22:51 Y Ocozías, hijo de Acab, comenzó a reinar sobre Israel, en Samaria, el año diez y siete de Josafat rey de Judá, y reinó dos años sobre Israel. I Kings 22:52 E hizo lo malo en los ojos de Jehová, y anduvo en el camino de su padre, y en el camino de su madre, y en el camino de Jeroboam, hijo de Nabat, que hizo pecar a Israel. I Kings 22:53 Porque sirvió a Baal, y le adoró: y provocó a ira a Jehová Dios de Israel, conforme a todas las cosas que su padre había hecho.
II Kings 0:0
II Kings 1:0 II Kings 1:1 Después de la muerte de Acab Moab se rebeló contra Israel: II Kings 1:2 Y Ocozías cayó por las rejas de una sala de la casa que tenía en Samaria: y estando enfermo envió mensajeros, y díjoles: Id, y consultád en Baal-zebub dios de Accarón, si tengo de sanar de esta mi enfermedad. II Kings 1:3 Entonces el ángel de Jehová habló a Elías Tesbita: Levántate, y sube a encontrarte con los mensajeros del rey de Samaria, y decirles has: ¿No hay Dios en Israel, que vosotros vais a consultar a Baal-zebub dios de Accarón: II Kings 1:4 Por tanto así dijo Jehová: Del lecho en que subiste no descenderás, antes muriendo morirás. Y Elías se fue. II Kings 1:5 ¶ Y como los mensajeros se volvieron al rey, él les dijo: ¿Por qué pues os habéis vuelto? II Kings 1:6 Y ellos le respondieron: Encontramos un varón que nos dijo: Id, y volvéos al rey que os envió, y decídle: Así dijo Jehová: ¿No hay Dios en Israel, que tú envías a consultar a Baal-zebub dios de Accarón? Por tanto del lecho en que subiste, no descenderás, antes muriendo morirás. II Kings 1:7 Entonces él les dijo: ¿Qué hábito era él de aquel varón que encontrasteis, y que os dijo tales palabras? II Kings 1:8 Y ellos le respondieron: Un varón velloso, y ceñía sus lomos con una cinta de cuero. Entonces él dijo: Elías Tesbita es. II Kings 1:9 Y envió a él un capitán de cincuenta hombres con sus cincuenta, el cual subió a él, y, he aquí que él estaba sentado en la cumbre del monte: y él le dijo: Varón de Dios, el rey ha dicho, que desciendas. II Kings 1:10 Y Elías respondió, y dijo al capitán de cincuenta: Si yo soy varón de Dios, descienda fuego del cielo, y consúmate con tus cincuenta. Y descendió fuego del cielo, que le consumió a él, y a sus cincuenta. II Kings 1:11 El rey volvió a enviar a él otro capitán de cincuenta hombres con sus cincuenta, y hablóle, y dijo: Varón de Dios, el rey ha dicho así: Desciende presto. II Kings 1:12 Y respondióle Elías, y dijo: Si yo soy varón de Dios, descienda fuego del cielo, y consúmate con tus cincuenta. Y descendió fuego del cielo, que le consumió a él y a sus cincuenta. II Kings 1:13 ¶ Y volvió a enviar el tercer capitán de cincuenta hombres con sus cincuenta: y subiendo aquel tercero capitán de cincuenta hincóse de rodillas delante de Elías, y rogóle, diciendo: Varón de Dios, ruégote que sea de valor delante de tus ojos mi vida, y la vida de estos tus cincuenta siervos. II Kings 1:14 He aquí, ha descendido fuego del cielo, y ha consumido a dos capitanes de cincuenta hombres los primeros con sus cincuenta: sea ahora mi vida de valor delante de tus ojos. II Kings 1:15 Entonces el ángel de Jehová habló a Elías, diciendo: Desciende con él, no hayas miedo de él. Y él se levantó, y descendió con él al rey: II Kings 1:16 Y díjole: Así dijo Jehová: ¿Por cuánto enviaste mensajeros a consultar a Baal-zebub dios de Accarón, no hay Dios en Israel, para consultar en su palabra? por tanto del lecho en que subiste, no descenderás, antes muriendo morirás. II Kings 1:17 Y murió conforme a la palabra de Jehová que había hablado Elías, y reinó en su lugar Joram el segundo año de Joram, hijo de Josafat, rey de Judá, porque no tuvo hijo. II Kings 1:18 Lo demás de los hechos de Ocozías, que hizo, ¿no está escrito en el libro de las crónicas de los reyes de Israel? II Kings 2:0 II Kings 2:1 Y aconteció que cuando quiso Jehová alzar a Elías en el torbellino al cielo, Elías venía con Eliseo de Gálgala. II Kings 2:2 Y dijo Elías a Eliseo: Quédate ahora aquí, porque Jehová me ha enviado a Bet-el. Y Eliseo dijo: Vive Jehová, y vive tu alma, que no te dejaré. Y descendieron a Bet-el. II Kings 2:3 Y saliendo los hijos de los profetas, que estaban en Bet-el, a Eliseo, dijéronle: ¿Sabes cómo Jehová quitará hoy a tu señor de tu cabeza? Y él dijo: Si, yo lo sé: callád. II Kings 2:4 Y Elías le volvió a decir: Eliseo, quédate aquí ahora, porque Jehová me ha enviado a Jericó. Y él dijo: Vive Jehová, y vive tu alma, que no te dejaré. Y vinieron a Jericó. II Kings 2:5 Y llegáronse los hijos de los profetas, que estaban en Jericó, a Eliseo, y dijéronle: ¿Sabes cómo Jehová quitará hoy a tu señor de tu cabeza? Y él respondió: Si, yo lo sé: callád. II Kings 2:6 Y Elías le dijo: Ruégote que te quedes aquí: porque Jehová me ha enviado al Jordán. Y él dijo: Vive Jehová, y vive tu alma, que no te dejaré. Y así fueron ellos ambos. II Kings 2:7 Y vinieron cincuenta varones de los hijos de los profetas, y paráronse delante desde lejos: y los dos pararon junto al Jordán. II Kings 2:8 Y tomando Elías su manto, doblóle, e hirió las aguas, las cuales se partieron a la una parte y a la otra: y pasaron ambos en seco. II Kings 2:9 Y como hubieron pasado, Elías dijo a Eliseo: Pide lo que quieres que haga por ti, antes que sea quitado de contigo. Y dijo Eliseo: Ruégote que las dos partes de tu espíritu sean sobre mí. II Kings 2:10 Y él le dijo: Cosa difícil has pedido. Si me vieres, cuando fuere quitado de ti, serte ha hecho así: mas si no, no. II Kings 2:11 Y aconteció, que yendo ellos hablando, he aquí que un carro de fuego con caballos de fuego apartó a los dos, y Elías subió al cielo en un torbellino. II Kings 2:12 Y viéndolo Eliseo, clamaba: Padre mío, padre mío, carro de Israel y su gente de a caballo. Y nunca más le vio: y trabando de sus vestidos, rompiólos en dos partes. II Kings 2:13 Y alzando el manto de Elías, que se le había caído, volvióse, y paróse a la orilla del Jordán. II Kings 2:14 ¶ Y tomando el manto de Elías, que se le había caído, hirió las aguas, y dijo: ¿Dónde está Jehová el Dios de Elías, también él? Y como hirió las aguas, fueron partidas de la una parte y de la otra, y Eliseo pasó. II Kings 2:15 Y viéndolo los hijos de los profetas, que estaban en Jericó, de la otra parte, dijeron: El espíritu de Elías reposó sobre Eliseo. Y viniéronle a recibir, e inclináronse a él en tierra, II Kings 2:16 Y dijéronle: He aquí, hay con tus siervos cincuenta varones fuertes, vayan ahora, y busquen a tu señor, quizá le ha levantado el Espíritu de Jehová, y le ha echado en algún monte, o en algún valle. Y él les dijo. No enviéis. II Kings 2:17 Mas ellos le importunaron hasta que avergonzándose dijo: Enviád. Entonces ellos enviaron cincuenta hombres, los cuales le buscaron tres días, mas no le hallaron. II Kings 2:18 Y como volvieron a él, que se había quedado en Jericó, él les dijo: ¿No os dije yo que no fueseis? II Kings 2:19 Y los varones de la ciudad dijeron a Eliseo: He aquí, la habitación de esta ciudad es buena, como mi señor ve, mas las aguas son malas, y la tierra enferma. II Kings 2:20 Entonces él dijo: Traédme una botija nueva, y ponéd en ella sal; y trajéronsela. II Kings 2:21 Y saliendo él a los manaderos de las aguas, echó dentro la sal, y dijo: Así dijo Jehová: Yo sané estas aguas: y no habrá más en ellas muerte, ni enfermedad. II Kings 2:22 Y fueron sanas las aguas hasta hoy, conforme a la palabra que habló Eliseo. II Kings 2:23 ¶ Después subió de allí a Bet-el: y subiendo por el camino, salieron los muchachos de la ciudad burlando de él, y diciéndole: Calvo, sube, calvo, sube. II Kings 2:24 Y él mirando atrás, viólos y maldíjolos en el nombre de Jehová: y salieron dos osas del monte, y despedazaron de ellos cuarenta y dos muchachos. II Kings 2:25 De allí fue al monte de Carmelo, y de allí volvió a Samaria. II Kings 3:0 II Kings 3:1 Y Joram, hijo de Acab, comenzó a reinar en Samaria sobre Israel el año diez y ocho de Josafat rey de Judá; y reinó doce años. II Kings 3:2 E hizo lo malo en los ojos de Jehová, aunque no como su padre y su madre; porque quitó las estatuas de Baal, que su padre había hecho. II Kings 3:3 Mas llegóse a los pecados de Jeroboam, hijo de Nabat, que hizo pecar a Israel; y no se apartó de ellos. II Kings 3:4 Entonces Mesa rey de Moab era pastor, y pagaba al rey de Israel cien mil corderos, y cien mil carneros con sus vellocinos. II Kings 3:5 Mas muerto Acab, el rey de Moab se rebeló contra el rey de Israel. II Kings 3:6 Y salió entonces de Samaria el rey Joram, y reconoció a todo Israel: II Kings 3:7 Y fue, y envió a Josafat rey de Judá, diciendo: El rey de Moab se ha rebelado contra mí: ¿irás tú conmigo a la guerra contra Moab? Y él respondió: Si iré, porque como yo, así tú: y como mi pueblo, así también tu pueblo: como mis caballos, así también tus caballos. II Kings 3:8 Y dijo: ¿Por qué camino iremos? Y él respondió: Por el camino del desierto de Idumea. II Kings 3:9 Y partióse el rey de Israel, y el rey de Judá, y el rey de Idumea: y como anduvieron rodeando por el desierto siete días de camino, faltóles el agua para el ejército, y para las bestias, que los seguían. II Kings 3:10 Entonces el rey de Israel dijo: ¡Ay! que ha llamado Jehová estos tres reyes para entregarlos en manos de los Moabitas. II Kings 3:11 Mas Josafat dijo: ¿No hay aquí profeta de Jehová, para que consultemos a Jehová por él? Y uno de los siervos del rey de Israel respondió, y dijo: Aquí está Eliseo, hijo de Safat, que daba agua a manos a Elías. II Kings 3:12 Y Josafat dijo: Este tendrá palabra de Jehová. Y descendieron a él el rey de Israel, y Josafat, y el rey de Idumea, II Kings 3:13 Entonces Eliseo dijo al rey de Israel: ¿Qué tengo yo contigo? Vé a los profetas de tu padre, y a los profetas de tu madre. Y el rey de Israel le respondió: No así: porque ha juntado Jehová estos tres reyes para entregarlos en manos de los Moabitas. II Kings 3:14 Y Eliseo dijo: Vive Jehová de los ejércitos en cuya presencia estoy, que sino tuviese respeto al rostro de Josafat rey de Judá, no mirara a ti, ni te viera. II Kings 3:15 Mas ahora traédme un tañedor. Y tañendo el tañedor, la mano de Jehová fue sobre él, II Kings 3:16 Y dijo: Así dijo Jehová: Hacéd en este valle muchas acequias; II Kings 3:17 Porque Jehová ha dicho así: No veréis viento, ni veréis lluvia, y este valle será lleno de agua, y beberéis vosotros, y vuestras bestias y vuestros ganados. II Kings 3:18 Y esto es cosa ligera en los ojos de Jehová: dará también a los Moabitas en vuestras manos. II Kings 3:19 Y heriréis a toda ciudad fortalecida, y a toda villa escogida, y todos buenos árboles talaréis, y todas las fuentes de aguas cegaréis, y toda tierra fértil destruiréis con piedras. II Kings 3:20 Y aconteció, que por la mañana cuando se ofrece el sacrificio, he aquí, vinieron aguas de camino de Idumea, y la tierra fue llena de aguas. II Kings 3:21 Y todos los de Moab, como oyeron que los reyes subían a pelear contra ellos, juntáronse desde todos los que ceñían talabarte arriba, y pusiéronse a los términos. II Kings 3:22 Y como se levantaron por la mañana, y el sol salió sobre las aguas, vieron los de Moab desde lejos las aguas bermejas como sangre. II Kings 3:23 Y dijeron: Sangre es esta de espada. Los reyes se han revuelto, y cada uno ha muerto a su compañero. Ahora pues, a la presa Moab. II Kings 3:24 Y como llegaron al campo de Israel, levantáronse los Israelitas, e hirieron a los de Moab, los cuales huyeron delante de ellos, e hiriéronlos: e hirieron a los de Moab. II Kings 3:25 Y asolaron las ciudades, y en todas las heredades fértiles echó cada uno su piedra, e hinchiéronlas, y taparon todas las fuentes de las aguas, y derribaron todos los buenos árboles, hasta que en Kir-jareset solamente dejaron sus piedras, porque los honderos la cercaron, y la hirieron. II Kings 3:26 Y cuando el rey de Moab vio que la batalla le vencía, tomó consigo setecientos varones, que sacaban espada, para romper contra el rey de Idumea, mas no pudieron. II Kings 3:27 Entonces arrebató a su primogénito, que había de reinar en su lugar, y sacrificóle en holocausto sobre el muro, y hubo grande enojo en Israel, y retiráronse de él, y volviéronse a su tierra. II Kings 4:0 II Kings 4:1 Una mujer de las mujeres de los hijos de los profetas clamó a Eliseo, diciendo: Tu siervo mi marido es muerto: y tú sabes que tu siervo era temeroso de Jehová: y ha venido el acreedor para tomarse dos hijos míos por siervos. II Kings 4:2 Y Eliseo le dijo: ¿Qué te haré yo? declárame que tienes en casa. Y ella dijo: Tu sierva ninguna cosa tiene en casa, sino una botija de aceite. II Kings 4:3 Y él le dijo: Vé, y demándate vasos emprestados de todos tus vecinos, vasos vacíos, no pocos. II Kings 4:4 Y entra y cierra la puerta tras ti, y tras tus hijos: y echa en todos los vasos, y en estando uno lleno, pónlo a parte. II Kings 4:5 Y partió la mujer de él, y cerró la puerta tras sí y tras sus hijos, y ellos le llegaban los vasos, y ella echaba del aceite. II Kings 4:6 Y como los vasos fueron llenos, dijo a su hijo: Llégame aun otro vaso. Y él dijo: No hay más vasos. Entonces el aceite cesó. II Kings 4:7 Y ella vino, y díjolo al varón de Dios; el cual le dijo: Vé, y vende este aceite, y paga a tus acreedores: y tú y tus hijos vivíd de lo que quedare. II Kings 4:8 ¶ Aconteció también, que un día Eliseo pasaba por Suna: y había allí una mujer principal, la cual le constriñó a que comiese del pan: y así cuando pasaba por allí, veníase a su casa a comer del pan. II Kings 4:9 Y ella dijo a su marido: He aquí, ahora yo entiendo que este, que siempre pasa por nuestra casa, es varón de Dios santo. II Kings 4:10 Yo te ruego que hagamos una pequeña cámara de paredes, y pongamos en ella cama, y mesa, y silla, y candelero, para que cuando viniere a nuestra casa, se recoja en ella. II Kings 4:11 Y aconteció, que un día él vino por allí, y recogióse en aquella cámara, y durmió en ella. II Kings 4:12 Entonces dijo a Giezi su criado: Llama a esta Sunamita. Y como él la llamó, ella pareció delante de él. II Kings 4:13 Y él le dijo: Díle: He aquí, tú has estado solícita por nosotros en todo este cuidado: ¿qué quieres que haga por ti? ¿Has menester que hable por ti al rey, o al general del ejército? Y ella respondió: Yo habito en medio de mi pueblo. II Kings 4:14 Y él dijo: ¿Qué pues haremos por ella? Y Giezi respondió: He aquí ella no tiene hijo, y su marido es viejo. II Kings 4:15 Y él dijo: Llámala: y él la llamó: y ella se paró a la puerta. II Kings 4:16 Y él le dijo: A este tiempo según el tiempo de la vida, abrazarás un hijo. Y ella dijo: No señor mío, varón de Dios, no hagas burla de tu sierva. II Kings 4:17 Y la mujer concibió, y parió un hijo a aquel mismo tiempo que Eliseo le había dicho, según el tiempo de la vida. II Kings 4:18 Y como el niño fue grande aconteció, que un día salió a su padre a los segadores. II Kings 4:19 Y dijo a su padre: Mi cabeza, mi cabeza. Y él dijo a un criado: Llévale a su madre. II Kings 4:20 Y como él le tomó, y le trajo a su madre, estuvo sentado sobre sus rodillas hasta mediodía, y murióse. II Kings 4:21 Ella entonces subió, y púsole sobre la cama del varón de Dios: y cerró la puerta sobre él, y salió: II Kings 4:22 Y llamando a su marido, díjole: Ruégote que envíes conmigo a alguno de los criados, y una de las asnas, para que yo vaya corriendo al varón de Dios, y vuelva. II Kings 4:23 Y él dijo: ¿Para qué has de ir a él hoy? no es nueva luna ni sábado. Y ella respondió: Paz. II Kings 4:24 E hizo enalbardar un asna, y dijo al mozo: Guia y anda, y no me hagas detener para que suba, sino cuando yo te lo dijere. II Kings 4:25 Y partiéndose vino al varón de Dios al monte del Carmelo, y cuando el varón de Dios la vio de lejos, dijo a su criado Giezi: He allí la Sunamita. II Kings 4:26 Yo te ruego que vayas ahora corriendo a recibirla, y díle: ¿Tienes paz, y tu marido, y tu hijo? Y ella dijo: Paz. II Kings 4:27 Y ella vino al varón de Dios en el monte, y asió de sus pies, y llegó Giezi para quitarla: mas el varón de Dios le dijo: Déjala; porque su alma está en amargura, y Jehová me lo ha encubierto, y no me lo ha revelado. II Kings 4:28 Y ella dijo: ¿Pedí yo hijo a mi señor? ¿No dije yo, que no burlases de mi? II Kings 4:29 Entonces él dijo a Giezi: Ciñe tus lomos, y toma mi bordón en tu mano, y vé, y si alguno te encontrare, no le saludes, y si alguno te saludare, no le respondas. Y pondrás mi bordón sobre el rostro del niño. II Kings 4:30 Entonces dijo la madre del niño: Vive Jehová, y vive tu alma, que no te dejaré. II Kings 4:31 Él entonces se levantó, y siguióla. Y Giezi había ido delante de ellos, y había puesto el bordón sobre el rostro del niño, mas ni tenía voz ni sentido, y así se había vuelto para encontrar a Eliseo, y declaróselo, diciendo: El mozo no despierta. II Kings 4:32 Y venido Eliseo a la casa, he aquí el niño que estaba tendido muerto sobre su cama. II Kings 4:33 Y entrando él, cerró la puerta sobre ambos, y oró a Jehová. II Kings 4:34 Y subió, y echóse sobre el niño, poniendo su boca sobre la boca de él, y sus ojos sobre los ojos de él, y sus manos sobre las manos de él: y así se tendió sobre él, y la carne del mozo se calentó. II Kings 4:35 Y volviendo paseóse por casa a una parte y a otra, y después subió, y tendióse sobre él, y el mozo estornudó siete veces, y abrió sus ojos. II Kings 4:36 Entonces él llamó a Giezi, y díjole: Llama a esta Sunamita. Y él la llamó: y entrando ella, él le dijo: Toma tu hijo. II Kings 4:37 Y ella entró, y echóse a sus pies, e inclinóse a tierra, y tomó su hijo, y se salió. II Kings 4:38 ¶ Y volvióse Eliseo a Gálgala. Y hubo grande hambre en la tierra. Entonces los hijos de los profetas estaban con él: y dijo a su criado: Pon una grande olla, y haz potaje para los hijos de los profetas. II Kings 4:39 Y salió uno al campo a coger yerbas: y halló una parra montés, y cogió de ella uvas monteses su ropa llena: y volvió, y cortólas en la olla del potaje: porque no sabían lo que era. II Kings 4:40 Y echó de comer a los varones: y fue que comiendo ellos de aquel guisado, dieron voces, diciendo: Varón de Dios, la muerte en la olla. Y no lo pudieron comer. II Kings 4:41 El entonces dijo: Traed harina. Y esparcióla en la olla, y dijo: Echa de comer al pueblo. Y no hubo más mal en la olla. II Kings 4:42 ¶ Ítem, un varón vino de Baal-salisa, el cual trajo al varón de Dios, panes de primicias, veinte panes de cebada, y espigas de trigo nuevo en su espiga. Y él dijo: Da al pueblo, y coman. II Kings 4:43 Y respondió el que le servía: ¿Cómo pondré esto delante de cien varones? Y él tornó a decir: Da al pueblo, y coman: porque Jehová dijo así: Comerán, y sobrará. II Kings 4:44 Entonces él lo puso delante de ellos: y comieron, y sobróles conforme a la palabra de Jehová. II Kings 5:0 II Kings 5:1 Naamán, general del ejército del rey de Siria, gran varón delante de su señor y honrado, porque Jehová había dado salud a Siria por él. Este era hombre valeroso de virtud, mas leproso. II Kings 5:2 Y de Siria habían salido escuadrones, y habían llevado cautiva de la tierra de Israel una muchacha, que servía a la mujer de Naamán. II Kings 5:3 Esta dijo a su señora: Si rogase mi señor al profeta, que está en Samaria, él le sanaría de su lepra. II Kings 5:4 Y entrando Naamán a su señor, declaróselo, diciendo: Así y así ha dicho una muchacha, que es de la tierra de Israel. II Kings 5:5 Y el rey de Siria le dijo: Anda, vé; y yo enviaré cartas al rey de Israel. Y él se partió llevando consigo diez talentos de plata, y seis mil ducados de oro, y diez mudas de vestidos. II Kings 5:6 Y tomó cartas para el rey de Israel, que decían así: Luego en llegando a ti estas cartas, sepas que yo envío a ti mi siervo Naamán, para que le sanes de su lepra. II Kings 5:7 Y como el rey de Israel leyó las cartas, rompió sus vestidos, y dijo: ¿Soy yo Dios, que mate y dé vida, para que este envíe a mí, que sane un hombre de su lepra? Considerád ahora y ved, como busca ocasión contra mí. II Kings 5:8 Y como Eliseo varón de Dios oyó que el rey de Israel había rasgado sus vestidos, envió a decir al rey: ¿Por qué has desgarrado tus vestidos? Venga ahora a mí, y sabrá, que hay profeta en Israel. II Kings 5:9 Y vino Naamán con su caballería, y con su carro, y paróse a las puertas de la casa de Eliseo. II Kings 5:10 Y envióle Eliseo un mensajero, diciendo: Vé, y lávate siete veces en el Jordán, y tu carne se te restaurará, y serás limpio. II Kings 5:11 Y Naamán se fue enojado, diciendo: He aquí, yo pensaba en mí: El saldrá luego, y estando en pie invocará el nombre de Jehová su Dios, y alzará su mano, y tocará el lugar, y sanará la lepra. II Kings 5:12 Los ríos de Damasco, Abana y Farfar, ¿no son mejores que todas las aguas de Israel? ¿Si me lavare en ellos, no seré también limpio? Y volvióse y fuése enojado. II Kings 5:13 Entonces sus criados se llegaron a él, y habláronle, diciendo: Padre mío, si el profeta te mandara alguna gran cosa, ¿no la hicieras? ¿cuánto más, diciéndote: Lávate, y serás limpio? II Kings 5:14 El entonces descendió, y zambullóse siete veces en el Jordán, conforme a la palabra del varón de Dios: y su carne se volvió como la carne de un niño, y fue limpio. II Kings 5:15 Y volvió al varón de Dios él y toda su compañía, y púsose delante de él, y dijo: He aquí, ahora conozco, que no hay Dios en toda la tierra, sino en Israel. Ruégote que recibas algún presente de tu siervo. II Kings 5:16 Mas él dijo: Vive Jehová delante del cual estoy, que no tomaré. E importunándole que tomase, él nunca quiso. II Kings 5:17 Entonces Naamán dijo: Ruégote, ¿no se dará a tu siervo una carga de un par de acémilas de aquesta tierra? porque de aquí adelante tu siervo no sacrificará holocausto ni sacrificio a otros dioses, sino a Jehová. II Kings 5:18 En esto perdone Jehová a tu siervo: que cuando mi señor entrare en el templo de Remmón, y para adorar en él se acostare sobre mi mano, si yo también me inclinare en el templo de Remmón, con mi inclinación en el templo de Remmón, en esto Jehová perdone a tu siervo. II Kings 5:19 ¶ Y él le dijo: Vé en paz. Y como se apartó de él como una milla de tierra, II Kings 5:20 Giezi el criado de Eliseo varón de Dios dijo entre sí: He aquí, mi señor estorbó a este Siro Naamán, no tomando de su mano las cosas que había traído. Vive Jehová, que yo corra tras él, y tome de él alguna cosa. II Kings 5:21 Y siguió Giezi a Naamán, y como Naamán le vio que venía corriendo tras él, descendió del carro para venirle a recibir, diciendo: ¿No hay paz? II Kings 5:22 Y él dijo: Paz. Mi señor me envía a decir: He aquí, vinieron a mí en esta hora dos mancebos del monte de Efraím, de los hijos de los profetas: ruégote que les des un talento de plata, y sendas mudas de vestidos. II Kings 5:23 Y Naamán dijo: Ruégote que tomes dos talentos. Y él le constriñó, y ató dos talentos de plata en dos sacos, y dos mudas de vestidos, y púsolo a cuestas a dos de sus criados que lo llevasen delante de él. II Kings 5:24 Y como vino a un lugar secreto, él lo tomó de mano de ellos, y lo guardó en casa, y envió los hombres, que se fuesen. II Kings 5:25 Y él entró, y púsose delante de su señor. Y Eliseo le dijo: ¿De dónde vienes Giezi? Y él dijo: Tu siervo no ha ido a ninguna parte. II Kings 5:26 El entonces le dijo: ¿No fue también mi corazón, cuando el hombre volvió de su carro a recibirte? ¿Es tiempo de tomar plata, y de tomar vestidos, olivares, viñas, ovejas y bueyes, siervos y siervas? II Kings 5:27 La lepra de Naamán se te pegará a ti, y a tu simiente para siempre. Y salió de delante de él leproso como la nieve. II Kings 6:0 II Kings 6:1 Los hijos de los profetas dijeron a Eliseo: He aquí, el lugar en que moramos contigo, nos es estrecho. II Kings 6:2 Vamos ahora al Jordán, y tomemos de allí cada uno una viga, y hagámosnos allí lugar en que moremos allí. Y él dijo: Andád. II Kings 6:3 Y dijo uno: Rogámoste que quieras venir con tus siervos. Y él respondió: Yo iré. II Kings 6:4 Y fuése con ellos: y como llegaron al Jordán, cortaron la madera. II Kings 6:5 Y aconteció, que derribando uno un árbol, cayósele la hacha en el agua: y dio voces, diciendo: ¡Ah señor mío! que era emprestada. II Kings 6:6 Y el varón de Dios dijo: ¿Dónde cayó? Y él le mostró el lugar. Entonces él cortó un palo, y echólo allí, e hizo nadar el hierro. II Kings 6:7 Y él le dijo: Tómalo. Y él tendió la mano, y tomólo, II Kings 6:8 ¶ El rey de Siria tenía guerra contra Israel, y consultando con sus siervos dijo: En tal y en tal lugar estará mi asiento. II Kings 6:9 Y el varón de Dios envió a decir al rey de Israel: Mira que no pases por tal lugar: porque los Siros van allí. II Kings 6:10 Entonces el rey de Israel envió a aquel lugar, que el varón de Dios había dicho y amonestádole, y guardóse de allí, no una vez ni dos. II Kings 6:11 Y el corazón del rey de Siria fue turbado de esto: y llamando sus siervos, díjoles: ¿No me declararéis vosotros, quién de los nuestros es del rey de Israel? II Kings 6:12 Entonces uno de sus siervos dijo: No, rey señor mío: sino que el profeta Eliseo está en Israel: el cual declara al rey de Israel las palabras que tú hablas en tu más secreta cámara. II Kings 6:13 Y él dijo: Id, y mirád adonde está, para que yo envíe a tomarle. Y fuéle dicho: He aquí, él está en Dotaim. II Kings 6:14 Entonces el rey envió allá gente de a caballo y carros, y un grande ejército, los cuales vinieron de noche, y cercaron la ciudad. II Kings 6:15 Y levantándose de mañana el que servía al varón de Dios, para salir, he aquí el ejército, que tenía cercada la ciudad con gente de a caballo y carros. Entonces su criado le dijo: ¡Ah señor mío! ¿qué haremos? II Kings 6:16 Y él le dijo: No hayas miedo, porque más son los que están con nosotros, que los que están con ellos. II Kings 6:17 Y oró Eliseo, y dijo: Ruégote oh Jehová, que abras sus ojos, para que vea. Entonces Jehová abrió los ojos del mozo, y miró: y, he aquí que el monte estaba lleno de gente de a caballo, y de carros de fuego al rededor de Eliseo. II Kings 6:18 Y como ellos descendieron a él, Eliseo oró a Jehová, y dijo: Ruégote que hieras a esta gente con ceguedad. E hiriólos con ceguedad, conforme al dicho de Eliseo. II Kings 6:19 Y Eliseo les dijo: No es este el camino, ni es esta la ciudad, seguídme, que yo os guiaré al hombre que buscáis. Y guiólos a Samaria. II Kings 6:20 Y como vinieron a Samaria, dijo Eliseo: Jehová, abre los ojos de estos, para que vean. Y Jehová abrió sus ojos, y miraron, y halláronse en medio de Samaria. II Kings 6:21 Y el rey de Israel dijo a Eliseo, cuando los vio: ¿Herirlos he, padre mío? II Kings 6:22 Y él le respondió: No los hieras: ¿Herirías a los que tomaste cautivos con tu espada y con tu arco? Pon delante de ellos pan y agua, para que coman, y beban, y se vuelvan a sus señores. II Kings 6:23 Entonces les fue aparejada grande comida, y como hubieron comido y bebido, enviólos, y ellos se volvieron a su señor: y nunca más vinieron escuadrones de Siria a la tierra de Israel. II Kings 6:24 ¶ Después de esto aconteció, que Ben-adad rey de Siria juntó todo su ejército: y subió, y puso cerco a Samaria. II Kings 6:25 Y hubo grande hambre en Samaria, teniendo ellos cerco sobre ella, tanto que la cabeza de un asno era por ochenta piezas de plata: y la cuarta de un cabo de estiércol de palomas, por cinco piezas de plata. II Kings 6:26 Y pasando el rey de Israel por el muro, una mujer le dio voces, y dijo: Salva, rey señor mío. II Kings 6:27 Y él dijo: No te salva Jehová: ¿de dónde te tengo de salvar yo? ¿del alfolí, o del lagar? II Kings 6:28 Y díjole el rey: ¿Qué has? Y ella respondió: Esta mujer me dijo: Daca tu hijo, y comámosle hoy, y mañana comeremos el mío. II Kings 6:29 Y cocimos mi hijo, y comímosle. Al día siguiente yo le dije: Daca tu hijo, y comámosle. Mas ella escondió su hijo. II Kings 6:30 Y como el rey oyó las palabras de aquella mujer, rompió sus vestidos, y pasó así por el muro: y el pueblo vio el saco que traía dentro sobre su carne. II Kings 6:31 Y él dijo: Así me haga Dios, y así me añada, si la cabeza de Eliseo, hijo de Safat, estuviere hoy sobre él. II Kings 6:32 Y Eliseo estaba sentado en su casa, y estaban sentados con él los ancianos: y el rey envió a él un varón. Y antes que el mensajero viniese a él, él dijo a los ancianos: ¿No habéis visto cómo este hijo del homicida me envía a quitar la cabeza? Mirád pues, y cuando viniere el mensajero, cerrád la puerta, y emprensádle con la puerta: ¿no viene tras de él el estruendo de los pies de su amo? II Kings 6:33 Aun él estaba hablando con ellos, y he aquí el mensajero que descendía a él; y dijo: Ciertamente este mal de Jehová viene. ¿Para qué tengo de esperar más a Jehová? II Kings 7:0 II Kings 7:1 Y dijo Eliseo: Oíd palabra de Jehová: Así dijo Jehová: Mañana a estas horas el modio de flor de harina, un siclo: y dos modios de cebada, un siclo a la puerta de Samaria. II Kings 7:2 Y un príncipe, sobre cuya mano el rey se recostaba, respondió al varón de Dios, y dijo: ¿Si Jehová hiciese ahora ventanas en el cielo, sería esto así? Y él dijo: He aquí, tú lo verás con tus ojos, mas no comerás de ello. II Kings 7:3 Y había cuatro hombres leprosos a la entrada de la puerta, los cuales dijeron el uno al otro: ¿Para qué nos estamos aquí hasta que muramos? II Kings 7:4 Si hablaremos de entrar en la ciudad, por la hambre que hay en la ciudad moriremos en ella: y si nos quedamos aquí también moriremos. Veníd pues ahora, y pasémosnos al ejército de los Siros: si ellos nos dieren la vida, viviremos, y si nos dieren la muerte, moriremos. II Kings 7:5 Y levantáronse en el principio de la noche, para irse al campo de los Siros; y llegando a las primeras estancias de los Siros, no había allí hombre. II Kings 7:6 Porque el Señor había hecho que en el campo de los Siros se oyese estruendo de carros, sonido de caballos, y estruendo de grande ejército: y dijeron los unos a los otros: He aquí, el rey de Israel ha pagado contra nosotros a los reyes de los Jetteos, y a los reyes de los Egipcios, para que vengan contra nosotros. II Kings 7:7 Y así se habían levantado, y habían huido al principio de la noche, dejando sus tiendas, sus caballos, sus asnos, y el campo como se estaba, y habían huido por salvar las vidas. II Kings 7:8 Y como los leprosos llegaron a las primeras estancias, entráronse en una tienda, y comieron y bebieron, y tomaron de allí plata y oro, y vestidos, y fueron, y escondiéronlo: y vueltos entraron en otra tienda, y de allí también tomaron, y fueron, y escondieron. II Kings 7:9 Y dijeron el uno al otro: No hacemos bien: hoy es día de dar buena nueva, y nosotros callamos: y si esperamos hasta la luz de la mañana, seremos tomados en la maldad. Veníd pues ahora, entremos, y demos la nueva en casa del rey. II Kings 7:10 Y vinieron, y dieron voces a las guardias de la puerta de la ciudad, y declaráronles, diciendo: Nosotros venímos al campo de los Siros, y, he aquí que no había allá hombre, ni voz de hombre, sino los caballos atados, y los asnos atados, y el campo como se estaba. II Kings 7:11 Y los porteros dieron voces, y declaráronlo dentro en el palacio del rey. II Kings 7:12 Y levantóse el rey de noche, y dijo a sus siervos: Yo os declararé lo que nos han hecho los Siros: ellos saben que tenemos hambre, y hánse salido de las tiendas, y escondídose en el campo, diciendo: Cuando hubieren salido de la ciudad, los tomaremos vivos, y entraremos en la ciudad. II Kings 7:13 Entonces respondió uno de sus siervos, y dijo: Tomen ahora cinco de los caballos que han quedado en la ciudad, porque ellos también han sido como toda la multitud de Israel, que ha quedado en ella: ellos también han sido como toda la multitud de Israel que ha perecido, y enviémoslos, y veremos. II Kings 7:14 Y tomaron dos caballos de un carro, y envió el rey tras el campo de los Siros, diciendo: Id, y ved. II Kings 7:15 Y ellos fueron, y siguiéronlos hasta el Jordán: y, he aquí, todo el camino estaba lleno de vestidos y de vasos, que los Siros habían echado con priesa. Y volvieron los mensajeros, e hiciéronlo saber al rey. II Kings 7:16 Entonces el pueblo salió, y saquearon el campo de los Siros; y fue un modio de flor de harina por un siclo, y dos modios de cebada por un siclo, conforme a la palabra de Jehová. II Kings 7:17 ¶ Y el rey puso a la puerta a aquel príncipe, sobre cuya mano él se había recostado, y el pueblo le atropelló a la entrada, y murió, conforme a lo que había dicho el varón de Dios, lo que habló cuando el rey descendió a él. II Kings 7:18 Y aconteció de la manera que el varón de Dios había dicho al rey, diciéndole: Dos modios de cebada por un siclo, y el modio de flor de harina por un siclo: será mañana a estas horas a la puerta de Samaria. II Kings 7:19 A lo cual aquel príncipe había respondido al varón de Dios, diciendo: ¿Si Jehová hiciese ventanas en el cielo, hacerse ha eso? Y él dijo: He aquí, tú lo verás con tus ojos, mas no comerás de ello. II Kings 7:20 Y acontecióle así: porque el pueblo le atropelló en la entrada, y murió. II Kings 8:0 II Kings 8:1 Y habló Eliseo a aquella mujer, cuyo hijo había hecho vivir, diciendo: Levántate, vete, tú y toda tu casa, a vivir donde pudieres; porque Jehová ha llamado hambre, la cual vendrá también sobre la tierra siete años. II Kings 8:2 Entonces la mujer se levantó, e hizo como el varón de Dios la dijo: y partióse ella y su casa, y vivió en tierra de los Filisteos siete años. II Kings 8:3 Y como fueron pasados los siete años, la mujer volvió de la tierra de los Filisteos: y salió para clamar al rey por su casa, y por sus tierras. II Kings 8:4 Y el rey había hablado con Giezi siervo del varón de Dios, diciéndole: Ruégote que me cuentes todas las maravillas que ha hecho Eliseo. II Kings 8:5 Y contando él al rey, como había hecho vivir un muerto, he aquí la mujer, cuyo hijo había hecho vivir, que clamaba al rey por su casa, y por sus tierras. Entonces dijo Giezi: Rey señor mío, esta es la mujer, y este es su hijo, al cual Eliseo hizo vivir. II Kings 8:6 Y preguntando el rey a la mujer, ella se lo contó. Y el rey le dio un eunuco, diciéndole: Házle volver todas las cosas que eran suyas, y todos los frutos de las tierras desde el día que dejó las tierras hasta ahora. II Kings 8:7 ¶ Eliseo se fue a Damasco, y Ben-adad rey de Siria estaba enfermo, al cual dieron aviso, diciendo: El varón de Dios es venido aquí. II Kings 8:8 Y el rey dijo a Hazael: Toma en tu mano un presente, y vé a recibir al varón de Dios, y consulta por él a Jehová, diciendo: ¿Tengo de sanar de esta enfermedad? II Kings 8:9 Y Hazael tomó en su mano un presente de todos los bienes de Damasco, cuarenta camellos cargados, y salióle a recibir: y llegó y púsose delante de él, y dijo: Tu hijo Ben-adad rey de Siria me ha enviado a ti, diciendo: ¿Tengo de sanar de esta enfermedad? II Kings 8:10 Y Eliseo le dijo: Vé, díle: Viviendo vivirás: empero Jehová me ha mostrado que muriendo ha de morir. II Kings 8:11 Y el varón de Dios le volvió el rostro afirmadamente, y estúvose así una gran pieza, y lloró el varón de Dios. II Kings 8:12 Entonces díjole Hazael: ¿Por qué llora mi señor? Y él respondió: Porque sé el mal que has de hacer a los hijos de Israel: sus fortalezas encenderás a fuego, y sus mancebos pasarás a cuchillo, y sus niños estrellarás, y sus preñadas abrirás. II Kings 8:13 Y Hazael dijo: ¿Por qué? ¿Es tu siervo perro, para hacer esta gran cosa? Y respondió Eliseo: Jehová me ha mostrado, que tú has de ser rey de Siria. II Kings 8:14 Y él se partió de Eliseo, y vino a su señor: y él le dijo: ¿Qué te dijo Eliseo? Y él respondió: Díjome, que viviendo vivirás. II Kings 8:15 El día siguiente tomó un paño basto y metióle en agua, y tendióle sobre su rostro: y murió, y reinó Hazael en su lugar. II Kings 8:16 ¶ En el quinto año de Joram, hijo de Acab, rey de Israel, y de Josafat rey de Judá, comenzó a reinar Joram, hijo de Josafat rey de Judá. II Kings 8:17 De treinta y dos años era, cuando comenzó a reinar, y ocho años reinó en Jerusalem. II Kings 8:18 Anduvo en el camino de los reyes de Israel, como hizo la casa de Acab: porque una hija de Acab fue su mujer, e hizo lo malo en ojos de Jehová. II Kings 8:19 Con todo eso Jehová no quiso cortar a Judá, por amor de David su siervo, como le había prometido de darle lámpara de sus hijos perpetuamente. II Kings 8:20 En su tiempo se rebeló Edom de debajo de la mano de Judá: y pusieron rey sobre sí. II Kings 8:21 Y Joram pasó en Seir, él y todos sus carros con él: y levantándose de noche hirió a los Idumeos, los cuales le habían encerrado, juntamente con los capitanes de los carros: y el pueblo huyó a sus estancias. II Kings 8:22 Y se rebeló Edom de debajo de la mano de Judá hasta hoy. Entonces se rebeló Lebna en el mismo tiempo. II Kings 8:23 Lo demás de los hechos de Joram, y todas las cosas que hizo, ¿no está escrito en el libro de las crónicas de los reyes de Judá? II Kings 8:24 Y durmió Joram con sus padres, y fue sepultado con sus padres en la ciudad de David: y reinó en su lugar Ocozías su hijo. II Kings 8:25 En el año doce de Joram, hijo de Acab, rey de Israel, comenzó a reinar Ocozías, hijo de Joram rey de Judá. II Kings 8:26 De veinte y dos años era Ocozías cuando comenzó a reinar: y reinó un año en Jerusalem: el nombre de su madre fue Atalía, hija de Amrí, rey de Israel. II Kings 8:27 Anduvo en el camino de la casa de Acab, e hizo lo malo en ojos de Jehová, como la casa de Acab; porque era yerno de la casa de Acab. II Kings 8:28 Y fue a la guerra con Joram, hijo de Acab, a Ramot de Galaad contra Hazael rey de Siria: y los Siros hirieron a Joram. II Kings 8:29 Y el rey Joram se volvió a Jezrael para curarse de las heridas que los Siros le dieron delante de Ramot, cuando peleó contra Hazael rey de Siria: y descendió Ocozías, hijo de Joram, rey de Judá, a visitar a Joram, hijo de Acab, en Jezrael, porque estaba enfermo. II Kings 9:0 II Kings 9:1 Entonces el profeta Eliseo llamó a uno de los hijos de los profetas, y díjole: Ciñe tus lomos, y toma esta alcuza de aceite en tu mano, y vé a Ramot de Galaad. II Kings 9:2 Y cuando llegares allá, verás allí a Jehú, hijo de Josafat, hijo de Namsí: y entrando haz que se levante de entre sus hermanos, y métele en la recámara. II Kings 9:3 Y toma la alcuza de aceite, y derrámala sobre su cabeza, y dí: Así dijo Jehová: Yo te he ungido por rey sobre Israel. Y abriendo la puerta echa a huir, y no esperes. II Kings 9:4 Y el mozo fue, el mozo del profeta, a Ramot de Galaad: II Kings 9:5 Y como él entró, he aquí los príncipes del ejército, que estaban sentados. Y él dijo: Príncipe, una palabra tengo que decirte. Y Jehú dijo: ¿A cuál de todos nosotros? Y él dijo: A ti, príncipe. II Kings 9:6 Y él se levantó, y entróse en casa: y el otro derramó el aceite sobre su cabeza, y díjole: Así dijo Jehová Dios de Israel: Yo te he ungido por rey sobre el pueblo de Jehová, sobre Israel. II Kings 9:7 Y herirás la casa de Acab tu señor, para que yo vengue las sangres de mis siervos los profetas, y las sangres de todos los siervos de Jehová, de la mano de Jezabel. II Kings 9:8 Y perecerá toda la casa de Acab, y talaré de Acab todo meante a la pared, así al guardado, como al desamparado en Israel. II Kings 9:9 Y yo pondré la casa de Acab, como la casa de Jeroboam, hijo de Nabat, y como la casa de Baasa, hijo de Ahías. II Kings 9:10 Y a Jezabel comerán perros en el campo de Jezrael, y no habrá quien la sepulte. Y abrió la puerta, y echó a huir. II Kings 9:11 Y salió Jehú a los siervos de su señor, y dijéronle: ¿Hay paz? ¿Para qué entró a ti aquel loco? Y él les dijo: Vosotros conocéis al hombre, y a sus palabras. II Kings 9:12 Y ellos dijeron: Mentira: decláranoslo ahora. Y él dijo: Así y así me habló, diciendo: Así dijo Jehová: Yo te he ungido por rey sobre Israel. II Kings 9:13 Y tomaron de presto cada uno su ropa, y púsola debajo de él en lo más alto de las gradas, y tocaron corneta, y dijeron: Jehú es rey. II Kings 9:14 Así conjuró Jehú, hijo de Josafat, hijo de Namsí, contra Joram, estando Joram guardando a Ramot de Galaad, con todo Israel, por causa de Hazael rey de Siria: II Kings 9:15 Habiéndose vuelto el rey Joram a Jezrael para curarse de las heridas que los Siros le habían dado, peleando contra Hazael rey de Siria. Y Jehú dijo: Si es vuestra voluntad, ninguno escape de la ciudad, que vaya y dé las nuevas en Jezrael. II Kings 9:16 Entonces Jehú cabalgó, y fuése a Jezrael, porque Joram estaba allá enfermo: y Ocozías rey de Judá había descendido allá a visitar a Joram. II Kings 9:17 Y el atalaya que estaba en la torre de Jezrael, vio la cuadrilla de Jehú, que venía, y dijo: Yo veo una cuadrilla. Y Joram dijo: Toma uno de a caballo, y envía a reconocerlos, y que les diga, ¿Hay paz? II Kings 9:18 Y el de a caballo fue a reconocerlos, y dijo: El rey dice así: ¿Hay paz? Y Jehú le dijo: ¿Qué tienes tú que ver con la paz? Vuélvete tras mí. El atalaya dio aviso, diciendo: El mensajero llegó hasta ellos, y no vuelve. II Kings 9:19 Y envió otro de a caballo, el cual llegando a ellos dijo: El rey dice así: ¿Hay paz? Y Jehú respondió: ¿Qué tienes tú que ver con la paz? Vuélvete tras mí. II Kings 9:20 El atalaya volvió a decir: También este llegó a ellos, y no vuelve: mas su paso es como el paso de Jehú, hijo de Namsí, porque viene con furia. II Kings 9:21 Entonces Joram dijo: Unce: y unció su carro, y salieron Joram rey de Israel, y Ocozías rey de Judá, cada uno en su carro, y salieron a encontrar a Jehú, al cual hallaron en la heredad de Nabot de Jezrael. II Kings 9:22 Y en viendo Joram a Jehú, dijo: ¿Jehú, hay paz? Y él respondió: ¿Qué paz, con las fornicaciones de Jezabel tu madre, y sus muchas hechicerías? II Kings 9:23 Entonces Joram volviendo la mano huyó, y dijo a Ocozías: Traición, Ocozías. II Kings 9:24 Mas Jehú hinchió la mano de su arco, e hirió a Joram entre las espaldas, y la saeta salió por su corazón, y cayó en su carro. II Kings 9:25 Y dijo a Badacer su capitán: Tómale, y échale a un cabo de la heredad de Nabot de Jezrael: acuérdate que cuando yo y tú ibamos juntos tras Acab su padre, Jehová pronunció esta sentencia sobre él, diciendo: II Kings 9:26 Que yo ví ayer las sangres de Nabot, y las sangres de sus hijos, dijo Jehová, y que te las tengo de volver en esta heredad, dijo Jehová. Tómale pues ahora, y échale en la heredad, conforme a la palabra de Jehová. II Kings 9:27 Y viendo esto Ocozías rey de Judá, huyó por el camino de la casa del huerto: y siguióle Jehú, diciendo: Heríd también a este en el carro a la subida de Gur, junto a Jeblaam. Y él huyó a Mageddo, y murió allá. II Kings 9:28 Y sus siervos le llevaron sobre un carro a Jerusalem, y allá le sepultaron con sus padres, en su sepulcro, en la ciudad de David. II Kings 9:29 En el undécimo año de Joram, hijo de Acab, comenzó a reinar Ocozías sobre Judá. II Kings 9:30 Y vino Jehú a Jezrael, y como Jezabel lo oyó, adornó sus ojos con alcohol, y atavió su cabeza, y asomóse por una ventana. II Kings 9:31 Y como Jehú entró por la puerta, ella dijo: ¿Sucedió bien a Zambrí, que mató a su señor? II Kings 9:32 Y alzando él su rostro hacia la ventana, dijo: ¿Quién es conmigo? ¿Quién? Y miraron hacia él dos, o tres eunucos. II Kings 9:33 Y él les dijo: Echádla abajo: y ellos la echaron, y parte de su sangre fue salpicada en la pared, y en los caballos, y él la atropelló. II Kings 9:34 Y entró, y comió, y bebió, y dijo: Id ahora a ver aquella maldita, y sepultádla, que al fin es hija de rey. II Kings 9:35 Y cuando fueron para sepultarla, no hallaron nada de ella más de la calavera, y los pies, y las palmas de las manos. II Kings 9:36 Y volvieron, y dijéronselo. Y él dijo: La palabra de Dios es esta, la cual él habló por mano de su siervo Elías Tesbita, diciendo: En la heredad de Jezrael comerán los perros las carnes de Jezabel. II Kings 9:37 Y el cuerpo de Jezabel fue como estiércol sobre la haz de la tierra, en la heredad de Jezrael: de tal manera que nadie pueda decir, Esta es Jezabel. II Kings 10:0 II Kings 10:1 Y tenía Acab en Samaria setenta hijos: y escribió cartas Jehú, y enviólas a Samaria a los principales de Jezrael, a los ancianos, y a los ayos de Acab, diciendo: II Kings 10:2 Luego en viniendo estas cartas a vosotros los que tenéis los hijos de vuestro señor, y los que tenéis carros y gente de a caballo, la ciudad pertrechada, y las armas; II Kings 10:3 Mirád cual es el mejor, y el más recto de los hijos de vuestro señor, y ponédle en el trono de su padre: y peleád por la casa de vuestro señor. II Kings 10:4 Y ellos hubieron gran temor, y dijeron: He aquí, dos reyes no pudieron resistirle, ¿cómo le resistiremos nosotros? II Kings 10:5 Y enviaron el mayordomo, y el presidente de la ciudad, y los ancianos, y los ayos, a Jehú, diciendo: Siervos tuyos somos; todo lo que nos mandares, haremos; y no elegiremos por rey a ninguno: mas tú harás lo que es bueno en tus ojos. II Kings 10:6 Él entonces les escribió la segunda vez, diciendo: Si sois míos, y queréis obedecerme, tomád las cabezas de los varones, de los hijos de vuestro señor, y veníd mañana a estas horas a mí a Jezrael. Y los hijos del rey, setenta varones, estaban con los principales de la ciudad, que los criaban. II Kings 10:7 Y como las cartas llegaron a ellos, tomaron a los hijos del rey, y degollaron setenta varones, y pusieron sus cabezas en canastillos, y enviáronselas a Jezrael. II Kings 10:8 Y vino un mensajero que le dio las nuevas, diciendo: Traído han las cabezas de los hijos del rey. Y él dijo: Ponédlas en dos montones a la entrada de la puerta hasta la mañana. II Kings 10:9 Venida la mañana él salió, y estando en pie dijo a todo el pueblo: Vosotros sois justos, y, he aquí, yo he conspirado contra mi señor, y le he muerto: mas, ¿quién muerto ha todos estos? II Kings 10:10 Sabéd ahora que de la palabra de Jehová, que habló sobre la casa de Acab, nada caerá en tierra: y que Jehová ha hecho lo que dijo por su siervo Elías. II Kings 10:11 Y mató Jehú a todos los que habían quedado de la casa de Acab en Jezrael, y a todos sus príncipes, y a todos sus familiares, y sus sacerdotes, que no le quedó ninguno. II Kings 10:12 Y levantóse de allí, y vino a Samaria: y llegando él a una casa de trasquiladura de pastores en el camino. II Kings 10:13 Halló allí a los hermanos de Ocozías, rey de Judá, y díjoles: ¿Quién sois vosotros? Y ellos dijeron: Somos hermanos de Ocozías, y habemos venido a saludar a los hijos del rey, y a los hijos de la reina. II Kings 10:14 Entonces él dijo: Prendédlos vivos. Y después que los tomaron vivos, los degollaron junto al pozo de la casa de la trasquiladura, cuarenta y dos varones, que ninguno de ellos dejó. II Kings 10:15 Y partiéndose de allí, topóse con Jonadab, hijo de Recab, y después que le hubo saludado, díjole: ¿Es recto tu corazón como el mío es recto con el tuyo? Y Jonadab dijo: Es, y es. Dáme pues la mano. Y él le dio su mano, e hízole subir consigo en el carro. II Kings 10:16 Y díjole: Ven conmigo, y verás mi zelo por Jehová. Y pusiéronle en su carro. II Kings 10:17 Y como vino a Samaria, mató a todos los que habían quedado de Acab en Samaria, hasta raerlos del todo, conforme a la palabra de Jehová, que había hablado por Elías. II Kings 10:18 ¶ Y juntó Jehú todo el pueblo, y díjoles: Acab poco sirvió a Baal: mas Jehú le servirá mucho. II Kings 10:19 Llamádme pues luego a todos los profetas de Baal, a todos sus siervos, y a todos sus sacerdotes, que no falte ninguno, porque tengo un grande sacrificio para Baal: cualquiera que faltare, no vivirá. Esto hacía Jehú con astucia, para destruir los que honraban a Baal. II Kings 10:20 Y dijo Jehú: Santificád un día solemne a Baal. Y ellos convocaron. II Kings 10:21 Y envió Jehú por todo Israel, y vinieron todos los siervos de Baal, que no faltó ninguno, que no viniese. Y entraron en el templo de Baal, y el templo de Baal se hinchió de cabo a cabo. II Kings 10:22 Entonces dijo al que tenía cargo de las vestiduras: Saca vestiduras para todos los siervos de Baal. Y él les sacó vestiduras. II Kings 10:23 Y entró Jehú con Jonadab, hijo de Recab, en el templo de Baal, y dijo a los siervos de Baal: Mirád, y ved que por dicha no haya aquí entre vosotros alguno de los siervos de Jehová, sino solos los siervos de Baal. II Kings 10:24 Y como ellos entraron para hacer sacrificios y holocaustos, Jehú puso fuera ochenta varones, y díjoles: Cualquiera que dejare vivo alguno de aquellos hombres, que yo he puesto en vuestras manos, su vida será por la del otro. II Kings 10:25 Y después que ellos acabaron de hacer el holocausto, Jehú dijo a los de su guardia, y a los capitanes: Entrád, y matádlos, que no escape ninguno. Y pasáronlos a cuchillo, y dejáronlos tendidos los de la guardia y los capitanes, y fueron hasta la ciudad del templo de Baal; II Kings 10:26 Y sacaron las estatuas de la casa de Baal, y las quemaron. II Kings 10:27 Y quebraron la estatua de Baal, y derribaron la casa de Baal, e hiciéronla necesarias hasta hoy. II Kings 10:28 Así rayó Jehú a Baal de Israel. II Kings 10:29 ¶ Con todo eso Jehú no se apartó de los pecados de Jeroboam, hijo de Nabat, el que hizo pecar a Israel, de en pos de los becerros de oro, que estaban en Bet-el, y en Dan. II Kings 10:30 Y Jehová dijo a Jehú: Por cuanto has hecho bien, haciendo lo que es recto delante de mis ojos, conforme a todo lo que estaba en mi corazón has hecho a la casa de Acab, tus hijos se asentarán sobre el trono de Israel hasta la cuarta generación. II Kings 10:31 Mas Jehú no guardó andando en la ley de Jehová Dios de Israel con todo su corazón, ni se apartó de los pecados de Jeroboam, el que había hecho pecar a Israel. II Kings 10:32 En aquellos días comenzó Jehová a talar en Israel: e hiriólos Hazael en todos los términos de Israel, II Kings 10:33 Desde el Jordán al nacimiento del sol, toda la tierra de Galaad, de Gad, de Rubén, y de Manasés: desde Aroer, que está junto al arroyo de Arnón, a Galaad, y a Basán. II Kings 10:34 Lo demás de los hechos de Jehú, y todas las cosas que hizo, y toda su valentía, ¿no está escrito en el libro de las crónicas de los reyes de Israel? II Kings 10:35 Y durmió Jehú con sus padres, y le sepultaron en Samaria, y reinó en su lugar Joacaz su hijo. II Kings 10:36 El tiempo que Jehú reinó sobre Israel en Samaria fue veinte y ocho años. II Kings 11:0 II Kings 11:1 Y Atalía madre de Ocozías viendo que su hijo era muerto, levantóse, y destruyó toda la simiente real. II Kings 11:2 Y tomando Josaba, hija del rey Joram, hermana de Ocozías, a Joas, hijo de Ocozías, hurtóle de entre los hijos del rey que se mataban, a él y a su ama, de delante de Atalía; y escondióle en la cámara de las camas, y así no le mataron. II Kings 11:3 Y estuvo con ella escondido en la casa de Jehová seis años: y Atalía fue reina sobre la tierra. II Kings 11:4 Y al séptimo año envió Joiada, y tomó centuriones, capitanes, y gente de guardia, y metiólos consigo en la casa de Jehová, e hizo con ellos liga juramentándolos en la casa de Jehová, y mostróles al hijo del rey. II Kings 11:5 Y mandóles, diciendo: Esto es lo que habéis de hacer, la tercera parte de vosotros que entrarán el sábado, tendrán la guardia de la casa del rey: II Kings 11:6 Y la otra tercera parte estará a la puerta del Sur. Y la otra tercera parte, a la puerta del postigo de los de la guardia, y tendréis la guardia de la casa de Messa. II Kings 11:7 Y las otras dos partes de vosotros, es a saber, todos los que salen el sábado, tendréis la guardia de la casa de Jehová junto al rey. II Kings 11:8 Y estaréis al rededor del rey de todas partes, teniendo cada uno sus armas en las manos: y cualquiera que entrare dentro de estos ordenes, sea muerto. Y estaréis con el rey cuando saliere, y cuando entrare. II Kings 11:9 Y los centuriones lo hicieron todo como el sacerdote Joiada les mandó, tomando cada uno los suyos, es a saber, los que habían de entrar el sábado, y los que habían salido el sábado, y viniéronse a Joiada el sacerdote. II Kings 11:10 Y el sacerdote dio a los centuriones las picas y los escudos que habían sido del rey David, que estaban en la casa de Jehová. II Kings 11:11 Y los de la guardia se pusieron en orden teniendo cada uno sus armas en sus manos, desde el lado derecho de la casa, hasta el lado izquierdo, junto al altar y el templo, cerca del rey al derredor. II Kings 11:12 Y sacando al hijo del rey, púsole la corona y el testimonio; e hiciéronle rey, ungiéndole; y batiendo las manos dijeron: Viva el rey. II Kings 11:13 Y oyendo Atalía el estruendo del pueblo que corría, entró al pueblo en el templo de Jehová. II Kings 11:14 Y como miró, he aquí el rey, que estaba junto a la columna, conforme a la costumbre, y los príncipes, y los trompetas junto al rey, y que todo el pueblo de la tierra hacía alegrías, y que tocaban las trompetas. Entonces Atalía rompiendo sus vestidos dio voces: Traición, traición. II Kings 11:15 Entonces el sacerdote Joiada mandó a los centuriones, que gobernaban el ejército, y díjoles: Sacádla fuera del cercado del templo, y al que la siguiere, matádle a cuchillo. (Porque el sacerdote dijo, que no la matasen en el templo de Jehová.) II Kings 11:16 Y diéronle lugar, y vino por el camino por donde entran los de a caballo a la casa del rey, y allí la mataron. II Kings 11:17 ¶ Entonces Joiada hizo alianza entre Jehová y el rey y el pueblo, que sería pueblo de Jehová, y asimismo entre el rey y el pueblo. II Kings 11:18 Y todo el pueblo de la tierra entró en el templo de Baal, y le derribaron; y quebraron bien sus altares, y sus imágenes. Asimismo mataron a Matán, sacerdote de Baal delante de los altares; y el sacerdote puso guarnición sobre la casa de Jehová. II Kings 11:19 Y después tomó los centuriones, y capitanes, y los de la guardia, y a todo el pueblo de la tierra, y llevaron al rey desde la casa de Jehová, y vinieron por el camino de la puerta de los de la guardia a la casa del rey, y sentóse sobre el trono de los reyes. II Kings 11:20 Y todo el pueblo de la tierra hizo alegrías, y la ciudad estuvo en reposo, muerta Atalía a cuchillo en la casa del rey. II Kings 11:21 Joas era de siete años, cuando comenzó a reinar. II Kings 12:0 II Kings 12:1 En el séptimo año de Jehú comenzó a reinar Joas, y reinó cuarenta años en Jerusalem. El nombre de su madre fue Sebia de Beer-seba. II Kings 12:2 E hizo Joas lo que era recto en ojos de Jehová todo el tiempo que le gobernó el sacerdote Joiada. II Kings 12:3 Con todo eso los altos no se quitaron, que aun el pueblo sacrificaba, y quemaba perfumes en los altos. II Kings 12:4 Y Joas dijo a los sacerdotes: Todo el dinero de las santificaciones, que se suele traer en la casa de Jehová, el dinero de los que pasan en cuenta, el dinero de las almas, cada uno según su precio, y todo dinero que cada uno mete de su libertad en la casa de Jehová: II Kings 12:5 Los sacerdotes lo reciban, cada uno de sus familiares, los cuales reparen los portillos del templo, donde quiera que se hallare abertura. II Kings 12:6 El año veinte y tres del rey Joas los sacerdotes no habían aun reparado las aberturas del templo. II Kings 12:7 Y llamando el rey Joas al pontífice Joiada, y a los sacerdotes, díjoles: ¿Porqué no reparáis las aberturas del templo? Ahora pues no toméis más el dinero de vuestros familiares, sino dádlo para las aberturas del templo. II Kings 12:8 Y los sacerdotes consintieron en no tomar más dinero del pueblo, ni tener cargo de reparar las aberturas del templo. II Kings 12:9 Entonces el pontífice Joiada tomó un arca, e hízole en la tapa un agujero, y púsola junto al altar, a la mano derecha, a la entrada del templo de Jehová: y los sacerdotes que guardaban la puerta, ponían allí todo el dinero, que se metía en la casa de Jehová. II Kings 12:10 Y cuando veían que había mucho dinero en el arca, venía el notario del rey, y el gran sacerdote, y contaban el dinero que hallaban en el templo de Jehová, y lo guardaban; II Kings 12:11 Y daban el dinero aparejado en la mano de los que hacían la obra, y de los que tenían el cargo de la casa de Jehová, y ellos lo expendían con los carpinteros y maestros, que reparaban la casa de Jehová: II Kings 12:12 Y con los albañiles y canteros; para comprar la madera, y piedra de cantería, para reparar las aberturas de la casa de Jehová, y en todo lo que se gastaba en la casa para repararla. II Kings 12:13 Mas de aquel dinero que se traía a la casa de Jehová, no se hacían tazas de plata, ni salterios, ni lebrillos, ni trompetas: ni ningún otro vaso de oro, ni de plata, se hacía para el templo de Jehová. II Kings 12:14 Porque lo daban a los que hacían la obra, y con él reparaban la casa de Jehová. II Kings 12:15 Ni se tomaba cuenta a los varones en cuyas manos el dinero era entregado, para que ellos lo diesen a los que hacían la obra: porque ellos lo hacían fielmente. II Kings 12:16 Mas el dinero por el delito, y el dinero por los pecados, no se metía en la casa de Jehová, porque era de los sacerdotes. II Kings 12:17 ¶ Entonces subió Hazael rey de Siria, y peleó contra Get, y la tomó: y puso Hazael su rostro para subir contra Jerusalem. II Kings 12:18 Y tomó Joas rey de Judá todas las ofrendas que había dedicado Josafat, y Joram, y Ocozías, sus padres, reyes de Judá, y las que él había dedicado, y todo el oro, que se halló en los tesoros de la casa de Jehová, y en la casa del rey, y enviólo a Hazael rey de Siria, y él se partió de Jerusalem. II Kings 12:19 Lo demás de los hechos de Joas, y todas las cosas que hizo, ¿no está escrito en el libro de las crónicas de los reyes de Judá? II Kings 12:20 ¶ Y levantáronse sus siervos, y conspiraron en conjuración, e hirieron a Joas en la casa de Mello, descendiendo él a Sella. II Kings 12:21 Porque Josacar, hijo de Semaat, y Jozabad, hijo de Somer, sus siervos, le hirieron, y murió, y le sepultaron con sus padres en la ciudad de David, y reinó en su lugar Amasías su hijo. II Kings 13:0 II Kings 13:1 En el año veinte y tres de Joas, hijo de Ocozías, rey de Judá, comenzó a reinar Joacaz, hijo de Jehú, sobre Israel en Samaria, y reinó diez y siete años. II Kings 13:2 E hizo lo malo en ojos de Jehová, y siguió los pecados de Jeroboam, hijo de Nabat, el que hizo pecar a Israel, y no se apartó de ellos. II Kings 13:3 Y encendióse el furor de Jehová contra Israel, y entrególos en mano de Hazael rey de Siria, y en mano de Ben-adad, hijo de Hazael, perpetuamente. II Kings 13:4 Mas Joacaz oró a la faz de Jehová, y Jehová le oyó: porque miró la aflicción de Israel, que el rey de Siria los afligía. II Kings 13:5 Y dio Jehová salvador a Israel, y salieron de debajo de la mano de Siria, y habitaron los hijos de Israel en sus estancias, como antes. II Kings 13:6 Con todo eso no se apartaron de los pecados de la casa de Jeroboam, el que hizo pecar a Israel: en ellos anduvieron, y también el bosque permaneció en Samaria. II Kings 13:7 Porque no le había quedado pueblo a Joacaz, sino cincuenta hombres de a caballo, y diez carros, y diez mil hombres de a pie; que el rey de Siria los había destruido, y los había puesto como polvo para trillar. II Kings 13:8 Lo demás de los hechos de Joacaz, y todo lo que hizo, y sus valentías, ¿no está escrito en el libro de las crónicas de los reyes de Israel? II Kings 13:9 Y durmió Joacaz con sus padres, y sepultáronle en Samaria: y reinó en su lugar Joas su hijo. II Kings 13:10 El año treinta y siete de Joas rey de Judá comenzó a reinar Joas, hijo de Joacaz, sobre Israel en Samaria, y reinó diez y seis años. II Kings 13:11 E hizo lo malo en ojos de Jehová: no se apartó de todos los pecados de Jeroboam, hijo de Nabat, el que hizo pecar a Israel: en ellos anduvo. II Kings 13:12 Lo demás de los hechos de Joas, y todas las cosas que hizo, y sus valentías con que trajo guerra contra Amasías rey de Judá, ¿no está escrito en el libro de las crónicas de los reyes de Israel? II Kings 13:13 Y durmió Joas con sus padres, y asentóse Jeroboam sobre su trono: y Joas fue sepultado en Samaria con los reyes de Israel. II Kings 13:14 ¶ Eliseo estaba enfermo de su enfermedad, de la cual murió. Y descendió a él Joas rey de Israel, y llorando delante de él, dijo: Padre mío, padre mío, carros de Israel, y su gente de a caballo. II Kings 13:15 Y díjole Eliseo: Toma el arco y las saetas. Entonces él tomóse el arco y las saetas. II Kings 13:16 Y dijo Eliseo al rey de Israel: Encabalga tu mano sobre el arco. Y él encabalgó su mano sobre el arco. Entonces Eliseo puso sus manos sobre las manos del rey. II Kings 13:17 Y dijo: Abre la ventana de hacia el oriente. Y como él la abrió, dijo Eliseo: Tira. Y tirando él, dijo Eliseo: Saeta de salud de Jehová, y saeta de salud contra Siria: porque herirás a los Siros en Afec hasta consumirlos. II Kings 13:18 Y tornóle a decir: Toma las saetas: y después que el rey de Israel las hubo tomado, díjole: Hiere la tierra. Y él hirió tres veces, y cesó. II Kings 13:19 Entonces el varón de Dios enojado con él, le dijo: A herir cinco o seis veces, herirías a Siria hasta no quedar ninguno; empero ahora tres veces herirás a Siria. II Kings 13:20 Y murió Eliseo, y sepultáronle. Entrado el año vinieron ejércitos de Moabitas en la tierra. II Kings 13:21 Y aconteció que queriendo unos sepultar un hombre, súbitamente vieron al ejército, y arrojaron al hombre en el sepulcro de Eliseo: y fue, y tocó el muerto los huesos de Eliseo, y revivió, y levantóse sobre sus pies. II Kings 13:22 ¶ Así que Hazael rey de Siria afligió a Israel todo el tiempo de Joacaz. II Kings 13:23 Mas Jehová tuvo misericordia de ellos, y compadecióse de ellos, y mirólos por amor de su concierto con Abraham, Isaac, y Jacob: y no quiso destruirlos, ni echarlos de delante de sí hasta ahora. II Kings 13:24 Y murió Hazael rey de Siria, y reinó en su lugar Ben-adad su hijo. II Kings 13:25 Y volvió Joas, hijo de Joacaz, y tomó de mano de Ben-adad, hijo de Hazael, las ciudades que él había tomado de mano de Joacaz su padre en guerra: porque tres veces le hirió Joas, y restituyó las ciudades a Israel. II Kings 14:0 II Kings 14:1 En el año segundo de Joas, hijo de Joacaz, rey de Israel, comenzó a reinar Amasías, hijo de Joas, rey de Judá. II Kings 14:2 Cuando comenzó a reinar era de veinte y cinco años, y veinte y nueve años reinó en Jerusalem, el nombre de su madre fue Joaddán de Jerusalem. II Kings 14:3 E hizo lo que era recto en ojos de Jehová, aunque no como David su padre. Hizo conforme a todas las cosas que había hecho Joas su padre. II Kings 14:4 Con todo eso los altos no fueron quitados, que aun el pueblo sacrificaba, y quemaba perfumes en los altos. II Kings 14:5 Y como el reino fue confirmado en su mano, hirió a sus siervos, los que habían muerto al rey su padre. II Kings 14:6 Mas a los hijos de los que le mataron, no mató, como está escrito en el libro de la ley de Moisés, donde Jehová mandó, diciendo: No matarán a los padres por los hijos, ni a los hijos por los padres; mas cada uno morirá por su pecado. II Kings 14:7 Este también hirió diez mil Idumeos en el valle de las salinas, y tomó la roca por guerra, y llamóla Jectel hasta hoy. II Kings 14:8 Entonces Amasías envió embajadores a Joas, hijo de Joacaz, hijo de Jehú, rey de Israel, diciendo: Ven, y veámosnos de rostro. II Kings 14:9 ¶ Y Joas rey de Israel envió a Amasías rey de Judá esta respuesta: El cardillo, que está en el Líbano, envió al cedro que está en el Líbano, diciendo: Da tu hija por mujer a mi hijo. Y pasaron las bestias fieras que están en el Líbano, y hollaron al cardillo. II Kings 14:10 Hiriendo has herido a Edom, y tu corazón te ha elevado: gloríate pues, mas estáte en tu casa: ¿o por qué te entremeterás en mal para que caigas tú, y Judá contigo? II Kings 14:11 Y Amasías no consintió, y subió Joas rey de Israel, y viéronse de rostro él y Amasías rey de Judá en Bet-sames, que es en Judá. II Kings 14:12 Mas Judá cayó delante de Israel, y huyeron cada uno a sus estancias. II Kings 14:13 Y también Joas rey de Israel tomó a Amasías rey de Judá, hijo de Joas, hijo de Ocozías, en Bet-sames; y vino a Jerusalem, y rompió el muro de Jerusalem, desde la puerta de Efraím hasta la puerta de la esquina, cuatrocientos codos. II Kings 14:14 Y tomó todo el oro, y la plata, y todos los vasos que fueron hallados en la casa de Jehová, y en los tesoros de la casa del rey, y los hijos en rehenes, y volvióse a Samaria. II Kings 14:15 Lo demás de los hechos de Joas, que hizo, y sus valentías, y como trajo guerra contra Amasías rey de Judá, ¿no está escrito en el libro de las crónicas de los reyes de Israel? II Kings 14:16 Y durmió Joas con sus padres, y fue sepultado en Samaria con los reyes de Israel, y reinó en su lugar Jeroboam su hijo. II Kings 14:17 ¶ Y vivió Amasías, hijo de Joas, rey de Judá, después de la muerte de Joas, hijo de Joacaz, rey de Israel, quince años. II Kings 14:18 Lo demás de los hechos de Amasías, ¿no está escrito en el libro de las crónicas de los reyes de Judá? II Kings 14:19 E hicieron conspiración contra él en Jerusalem, y huyendo él a Laquis, enviaron tras él a Laquis, y allá le mataron. II Kings 14:20 Y trajéronle sobre caballos, y le sepultaron en Jerusalem en la ciudad de David con sus padres. II Kings 14:21 Entonces todo el pueblo de Judá tomó a Azarías, que era de diez y seis años, e hiciéronle rey en lugar de Amasías su padre. II Kings 14:22 Este edificó a Elat, y la restituyó a Judá, después que el rey durmió con sus padres. II Kings 14:23 ¶ El año quince de Amasías, hijo de Joas, rey de Judá, comenzó a reinar Jeroboam, hijo de Joas, sobre Israel en Samaria cuarenta y un años. II Kings 14:24 E hizo lo malo en ojos de Jehová, y no se apartó de todos los pecados de Jeroboam, hijo de Nabat, el que hizo pecar a Israel. II Kings 14:25 Este restituyó los términos de Israel desde la entrada de Emat, hasta la mar de la llanura, conforme a la palabra de Jehová Dios de Israel, la cual él había hablado por su siervo Jonás, hijo de Amati, profeta, que fue de Get de Ofer. II Kings 14:26 Por cuanto Jehová miró la aflicción de Israel muy amarga, que ni había guardado ni desamparado, ni había quien diese ayuda a Israel. II Kings 14:27 Y Jehová no había aun determinado de raer el nombre de Israel debajo del cielo, por tanto los salvó por mano de Jeroboam, hijo de Joas. II Kings 14:28 Y lo demás de los hechos de Jeroboam, y todas las cosas que hizo, y su valentía, y todas las guerras que hizo, y como restituyó a Judá en Israel a Damasco, y a Emat, ¿no está escrito en el libro de las crónicas de los reyes de Israel? II Kings 14:29 Y durmió Jeroboam con sus padres los reyes de Israel, y reinó en su lugar Zacarías su hijo. II Kings 15:0 II Kings 15:1 En el año veinte y siete de Jeroboam rey de Israel comenzó a reinar Azarías, hijo de Amasías, rey de Judá. II Kings 15:2 Cuando comenzó a reinar era de diez y seis años, y cincuenta y dos años reinó en Jerusalem. El nombre de su madre fue Jequelia de Jerusalem. II Kings 15:3 Este hizo lo que era recto en ojos de Jehová, conforme a todas las cosas que su padre Amasías había hecho. II Kings 15:4 Con todo eso los altos no se quitaron, que aun el pueblo sacrificaba y quemaba perfumes en los altos. II Kings 15:5 Mas Jehová hirió al rey con lepra, y fue leproso hasta el día de su muerte, y habitó en casa libre, y Joatam, hijo del rey, tenía el cargo del palacio, gobernando al pueblo de la tierra. II Kings 15:6 Lo demás de los hechos de Azarías, y todas las cosas que hizo, ¿no está escrito en el libro de las crónicas de los reyes de Judá? II Kings 15:7 Y durmió Azarías con sus padres, y sepultáronle con sus padres en la ciudad de David: y reinó en su lugar Joatam su hijo. II Kings 15:8 ¶ En el año treinta y ocho de Azarías rey de Judá, reinó Zacarías, hijo de Jeroboam, sobre Israel en Samaria seis meses. II Kings 15:9 E hizo lo malo en ojos de Jehová, como habían hecho sus padres: no se apartó de los pecados de Jeroboam, hijo de Nabat, el que hizo pecar a Israel. II Kings 15:10 Contra este conjuró Sellum, hijo de Jabes, y le hirió en presencia del pueblo, y matóle, y reinó en su lugar. II Kings 15:11 Lo demás de los hechos de Zacarías, he aquí, está escrito en el libro de las crónicas de los reyes de Israel. II Kings 15:12 Y esta fue la palabra de Jehová que había hablado a Jehú, diciendo: Tus hijos hasta la cuarta generación se te asentarán sobre el trono de Israel. Y así fue. II Kings 15:13 Sellum, hijo de Jabes, comenzó a reinar en el año treinta y nueve de Ozías rey de Judá: y reinó el tiempo de un mes en Samaria. II Kings 15:14 Y subió Manajem, hijo de Gadi, de Tersa, y vino a Samaria, e hirió a Sellum, hijo de Jabes, en Samaria, y matóle, y reinó en su lugar. II Kings 15:15 Lo demás de los hechos de Sellum, y su conjuración con que conjuró, he aquí, está escrito en el libro de las crónicas de los reyes de Israel. II Kings 15:16 Entonces hirió Manajem a Tapsam, y a todos los que estaban en ella, y también sus términos desde Tersa: e hirióla, porque no le habían abierto, y a todas sus preñadas abrió. II Kings 15:17 En el año treinta y nueve de Azarías rey de Judá, reinó Manajem, hijo de Gadí, sobre Israel diez años en Samaria. II Kings 15:18 E hizo lo malo en ojos de Jehová: no se apartó de los pecados de Jeroboam, hijo de Nabat, el que hizo pecar a Israel, en todo su tiempo. II Kings 15:19 Y vino Ful rey de Asiria en la tierra, y dio Manajem a Ful mil talentos de plata porque le ayudase, para confirmarse en el reino. II Kings 15:20 E impuso Manajem este dinero sobre Israel, sobre todos los poderosos de virtud, de cada varón cincuenta siclos de plata, para dar al rey de Asiria. Y el rey de Asiria se volvió, y no se detuvo allí en la tierra. II Kings 15:21 Lo demás de los hechos de Manajem, y todas las cosas que hizo, ¿no está escrito en el libro de las crónicas de los reyes de Israel? II Kings 15:22 Y durmió Manajem con sus padres, y reinó en su lugar Faceia su hijo. II Kings 15:23 En el año cincuenta de Azarías rey de Judá, reinó Faceia, hijo de Manajem, sobre Israel en Samaria dos años. II Kings 15:24 E hizo lo malo en ojos de Jehová: no se apartó de los pecados de Jeroboam, hijo de Nabat, el que hizo pecar a Israel. II Kings 15:25 Y conjuró contra él Facee, hijo de Romelías, su capitán, e hirióle en Samaria en el palacio de la casa real en compañía de Argob y de Arif, y con otros cincuenta hombres de los hijos de los Galaaditas, y matóle, y reinó en su lugar. II Kings 15:26 Lo demás de los hechos de Faceia, y todas las cosas que hizo, he aquí, todo está escrito en el libro de las crónicas de los reyes de Israel. II Kings 15:27 En el año cincuenta y dos de Azarías rey de Judá, reinó Facee, hijo de Romelías, sobre Israel en Samaria veinte años. II Kings 15:28 E hizo lo malo en ojos de Jehová: no se apartó de los pecados de Jeroboam, hijo de Nabat, el que hizo pecar a Israel. II Kings 15:29 En los días de Facee rey de Israel, vino Teglat-palasar rey de los Asirios, y tomó a Aión, Abel, Bet-maaca, y Janoe, y Cedes, y Asor, y Galaad, y Galilea, y toda la tierra de Neftalí, y trasportólos a Asiria, II Kings 15:30 Y Osee, hijo de Ela, hizo conjuración contra Facee, hijo de Romelías, e hirióle, y matóle, y reinó en su lugar a los veinte años de Joatam, hijo de Ozías. II Kings 15:31 Lo demás de los hechos de Facee, y todas las cosas que hizo, he aquí, está escrito en el libro de las crónicas de los reyes de Israel. II Kings 15:32 ¶ En el segundo año de Facee, hijo de Romelías rey de Israel, comenzó a reinar Joatam, hijo de Ozías rey de Judá. II Kings 15:33 Cuando comenzó a reinar, era de veinte y cinco años, y reinó diez y seis años en Jerusalem. El nombre de su madre fue Jerusa, hija de Sadoc. II Kings 15:34 Este hizo lo que era recto en ojos de Jehová; conforme a todas las cosas que había hecho su padre Ozías, hizo. II Kings 15:35 Con todo eso los altos no fueron quitados, que aun el pueblo sacrificaba, y quemaba perfumes en los altos. Este también edificó la puerta más alta de la casa de Jehová. II Kings 15:36 Lo demás de los hechos de Joatam, y todas las cosas que hizo, ¿no está escrito en el libro de las crónicas de los reyes de Judá? II Kings 15:37 En aquel tiempo comenzó Jehová a enviar en Judá a Rasín rey de Siria, y a Facee, hijo de Romelías. II Kings 15:38 Y durmió Joatam con sus padres, y fue sepultado con sus padres en la ciudad de David su padre: y reinó en su lugar Acaz su hijo. II Kings 16:0 II Kings 16:1 En el año diez y siete de Facee, hijo de Romelías, comenzó a reinar Acaz, hijo de Joatam rey de Judá. II Kings 16:2 Cuando comenzó a reinar Acaz, era de veinte años, y reinó en Jerusalem diez y seis años: y no hizo lo que era recto en ojos de Jehová su Dios, como David su padre: II Kings 16:3 Antes anduvo en el camino de los reyes de Israel; que aun hizo pasar por el fuego a su hijo, según las abominaciones de las gentes, las cuales Jehová echó de delante de los hijos de Israel. II Kings 16:4 Asimismo sacrificó, y quemó perfumes en los altos, y sobre los collados, y debajo de todo árbol sombrío. II Kings 16:5 Entonces subió Rasín rey de Siria, y Facee, hijo de Romelías, rey de Israel, a Jerusalem para hacer guerra, y cercar a Acaz, mas no la pudieron tomar. II Kings 16:6 En aquel tiempo restituyó Rasín rey de Siria a Elat a Siria; y echó a los Judíos de Elat, y los Siros vinieron a Elat, y habitaron allí hasta hoy. II Kings 16:7 Entonces Acaz envió embajadores a Teglat-palasar rey de Asiria, diciendo: Yo soy tu siervo y tu hijo, sube, y defiéndeme de mano del rey de Siria, y de mano del rey de Israel, que se han levantado contra mí. II Kings 16:8 Y tomando Acaz la plata y el oro que se halló en la casa de Jehová, y en los tesoros de la casa real, envió al rey de Asiria un presente. II Kings 16:9 Y el rey de Asiria consintió con él: y subió el rey de Asiria contra Damasco, y tomóla, y trasportó los moradores en Kir, y mató a Rasín. II Kings 16:10 ¶ Y fue el rey Acaz a recibir a Teglat-palasar rey de Asiria a Damasco. Y viendo el rey Acaz el altar que estaba en Damasco, envió a Urías sacerdote el retrato y la descripción del altar, conforme a toda su hechura. II Kings 16:11 Y Urías el sacerdote edificó el altar: conforme a todo lo que el rey Acaz había enviado de Damasco, así lo hizo Urías el sacerdote, entre tanto que el rey Acaz venía de Damasco. II Kings 16:12 Y venido el rey de Damasco, vio el altar, y el rey se acercó al altar, y sacrificó en él. II Kings 16:13 Y encendió su holocausto, y su presente, y derramó sus libaciones, y esparció la sangre de sus pacíficos junto al altar. II Kings 16:14 Y el altar de metal, que estaba delante de Jehová, hízole acercar delante de la frontera de la casa entre el altar y el templo de Jehová, y púsole al lado del altar hacia el aquilón. II Kings 16:15 Y mandó el rey Acaz al sacerdote Urías, diciendo: En el grande altar encenderás el holocausto de la mañana, y el presente de la tarde, y el holocausto del rey, y su presente, y asimismo el holocausto de todo el pueblo de la tierra, y su presente, y sus libaciones; y toda sangre de holocausto, y toda sangre de sacrificio esparcirás sobre él: y el altar de metal será mío para preguntar. II Kings 16:16 Y el sacerdote Urías lo hizo conforme a todas las cosas que el rey Acaz le mandó. II Kings 16:17 Y cortó el rey Acaz las cintas de las basas, y quitóles las fuentes: y quitó el mar de sobre los bueyes de metal, que estaban debajo de él, y púsole sobre el solado de piedra. II Kings 16:18 Y la tienda del sábado, que habían edificado en la casa, y el pasadizo de afuera del rey mudó a las espaldas de la casa de Jehová, por causa del rey de Asiria. II Kings 16:19 Lo demás de los hechos de Acaz, que hizo, ¿no está todo escrito en el libro de las crónicas de los reyes de Judá? II Kings 16:20 Y durmió el rey Acaz con sus padres, y fue sepultado con sus padres en la ciudad de David: y reinó en su lugar Ezequías su hijo. II Kings 17:0 II Kings 17:1 A los doce años de Acaz rey de Judá, comenzó a reinar Oséas, hijo de Ela, en Samaria sobre Israel nueve años. II Kings 17:2 E hizo lo malo en ojos de Jehová, aunque no como los reyes de Israel, que fueron antes de él. II Kings 17:3 Contra este subió Salmanasar rey de los Asirios, y Oséas fue hecho su siervo, y pagábale presente. II Kings 17:4 Mas el rey de Asiria halló que Oséas hacía conjuración; porque había enviado embajadores a Sua rey de Egipto, y ya no pagaba presente al rey de Asiria como cada año: y el rey de Asiria le detuvo, y le aprisionó en la casa de la cárcel. II Kings 17:5 Y el rey de Asiria subió contra toda la tierra, y subió contra Samaria, y estuvo sobre ella tres años. II Kings 17:6 A los nueve años de Oséas tomó el rey de Asiria a Samaria, y trasportó a Israel en Asiria: y púsolos en Hala, y en Habor, junto al río de Gozán, y en las ciudades de los Medos. II Kings 17:7 Porque como los hijos de Israel pecasen contra Jehová su Dios, que los sacó de tierra de Egipto, de dabajo de la mano de Faraón rey de Egipto, y temiesen a dioses ajenos, II Kings 17:8 Y anduviesen en los estatutos de las gentes que Jehová había lanzado delante de los hijos de Israel, y de los reyes de Israel, que ellos hicieron; II Kings 17:9 Y como los hijos de Israel cubrieron cosas no rectas contra Jehová su Dios, edificándose altos en todas sus ciudades, desde las torres de las atalayas hasta las ciudades fuertes; II Kings 17:10 Y se levantasen estatuas y bosques en todo collado alto, y debajo de todo árbol sombrío, II Kings 17:11 Quemando allí perfumes en todos los altos a la manera de las gentes, las cuales Jehová había traspuesto delante de ellos, y haciendo cosas muy malas para provocar a ira a Jehová. II Kings 17:12 Sirviendo a los ídolos, de los cuales Jehová les había dicho: Vosotros no haréis esto; II Kings 17:13 Entonces Jehová protestaba contra Israel, y contra Judá, por la mano de todos los profetas, y de todos los videntes, diciendo: Volvéos de vuestros caminos malos, y guardád mis mandamientos y mis ordenanzas, conforme a todas las leyes que yo mandé a vuestros padres, y que os he enviado por mano de mis siervos los profetas. II Kings 17:14 Mas ellos no obedecieron, antes endurecieron su cerviz, como la cerviz de sus padres, los cuales no creyeron en Jehová su Dios. II Kings 17:15 Y desecharon sus estatutos, y su concierto, que él había concertado con sus padres, y sus testimonios, que él había protestado contra ellos: y siguieron la vanidad, y fueron hechos vanos: y en pos de las gentes, que estaban al rededor de ellos, de las cuales Jehová les había mandado, que no hiciesen a la manera de ellas. II Kings 17:16 Y dejaron todos los mandamientos de Jehová su Dios, e hiciéronse vaciadizos dos becerros, e hicieron bosques, y adoraron a todo el ejército del cielo, y sirvieron a Baal. II Kings 17:17 E hicieron pasar a sus hijos y a sus hijas por fuego, y adivinaron adivinaciones, y eran agoreros, y entregáronse a hacer lo malo en ojos de Jehová, provocándole a ira. II Kings 17:18 Y Jehová se airó en gran manera contra Israel, y quitólos de delante de su rostro, que no quedó, sino solo la tribu de Judá. II Kings 17:19 Mas ni aun Judá guardó los mandamientos de Jehová su Dios, antes anduvieron en los estatutos de Israel, los cuales hicieron. II Kings 17:20 Y desechó Jehová toda la simiente de Israel, y afligiólos, y entrególos en manos de saqueadores, hasta echarlos de su presencia. II Kings 17:21 Porque cortó a Israel de la casa de David, e hiciéronse rey a Jeroboam, hijo de Nabat, y Jeroboam rempujó a Israel de en pos de Jehová, e hízolos pecar gran pecado. II Kings 17:22 Y los hijos de Israel anduvieron en todos los pecados de Jeroboam, que él hizo; no se apartaron de ellos; II Kings 17:23 Hasta tanto que Jehová quitó a Israel de delante de su rostro, como él lo había dicho por mano de todos los profetas sus siervos, e Israel fue traspuesto de su tierra en Asiria hasta hoy. II Kings 17:24 ¶ Y trajo el rey de Asiria gente de Babilonia, y de Cuta, y de Ava, y de Emat, y de Sefarvaim, y púsolos en las ciudades de Samaria en lugar de los hijos de Israel; y poseyeron a Samaria, y habitaron en sus ciudades. II Kings 17:25 Y aconteció al principio, cuando comenzaron a habitar allí, que no temiendo ellos a Jehová, Jehová envió contra ellos leones que los mataban. II Kings 17:26 Entonces ellos dijeron al rey de Asiria: Las gentes que tú traspasaste, y pusiste en las ciudades de Samaria, no saben la costumbre del Dios de aquella tierra, y él ha echado leones en ellos, y, he aquí, los matan, porque no saben la costumbre del Dios de la tierra. II Kings 17:27 Y el rey de Asiria mandó, diciendo: Llevád allí a alguno de los sacerdotes que trajisteis de allá, y vayan, y habiten allá, y enséñenles la costumbre del Dios de la tierra. II Kings 17:28 Y vino uno de los sacerdotes que habían trasportado de Samaria, y habitó en Bet-el, y enseñóles como habían de temer a Jehová. II Kings 17:29 Mas cada nación se hizo sus dioses, y pusiéronlos en los templos de los altos que habían hecho los de Samaria; cada nación en su ciudad donde habitaba. II Kings 17:30 Los de Babilonia hicieron a Soccot-benot, y los de Cuta hicieron a Nergel, y los de Emat hicieron a Asima. II Kings 17:31 Los Heveos hicieron a Nebahaz, y a Tartac. Y los de Sefarvaim quemaban sus hijos con fuego a Adramelec y a Anamelec dioses de Sefarvaim. II Kings 17:32 Y temían a Jehová, e hicieron de ellos sacerdotes de los altos, que les sacrificaban en los templos de los altos. II Kings 17:33 Y temían a Jehová, y honraban también a sus dioses, según la costumbre de las gentes, que habían hecho traspasar de allí. II Kings 17:34 Hasta hoy hacen como primero, que ni temen a Jehová, ni guardan sus estatutos, ni sus ordenanzas, ni hacen según la ley y los mandamientos, que mandó Jehová a los hijos de Jacob, al cual puso por nombre Israel: II Kings 17:35 Con los cuales Jehová había hecho concierto, y les mandó, diciendo: No temeréis a otros dioses, ni los adoraréis, ni les serviréis, ni les sacrificaréis. II Kings 17:36 Mas a Jehová, que os sacó de tierra de Egipto con potencia grande, y brazo extendido, a este temeréis, a este adoraréis, a este sacrificaréis. II Kings 17:37 Los estatutos, y derechos, y ley, y mandamientos que os dio por escrito, guardaréis, haciéndolos todos los días, y no temeréis dioses ajenos. II Kings 17:38 Y no olvidaréis el concierto que hice con vosotros, ni temeréis dioses ajenos; II Kings 17:39 Sino a Jehová vuestros Dios teméd, y él os librará de mano de todos vuestros enemigos. II Kings 17:40 Mas ellos no oyeron: antes hicieron según su costumbre antigua. II Kings 17:41 Así temieron a Jehová aquellas gentes, y juntamente sirvieron a sus ídolos: y asimismo sus hijos y sus nietos, como hicieron sus padres, así hacen hasta hoy. II Kings 18:0 II Kings 18:1 En el tercero año de Oséas, hijo de Ela, rey de Israel, comenzó a reinar Ezequías, hijo de Acaz, rey de Judá. II Kings 18:2 Cuando comenzó a reinar era de veinte y cinco años, y reinó en Jerusalem veinte y nueve años, el nombre de su madre fue Abí, hija de Zacarías. II Kings 18:3 Este hizo lo que era recto en ojos de Jehová, conforme a todas las cosas que había hecho David su padre. II Kings 18:4 Este quitó los altos, y quebró las imágines, y taló los bosques, y quebró la serpiente de metal que había hecho Moisés; porque hasta entonces le quemaban perfumes los hijos de Israel, y llamóle por nombre Nehustán. II Kings 18:5 En Jehová Dios de Israel puso su esperanza: después ni antes de él, no hubo otro como él, en todos los reyes de Judá. II Kings 18:6 Porque se llegó a Jehová, y no se apartó de él; y guardó los mandamientos que mandó Jehová a Moisés. II Kings 18:7 Y Jehová fue con él, y en todas las cosas a que salía prosperaba. El se rebeló contra el rey de Asiria, y no le sirvió. II Kings 18:8 Hirió también a los Filisteos hasta Gaza y sus términos, desde las torres de las atalayas hasta la ciudad fortalecida. II Kings 18:9 En el cuarto año del rey Ezequías, que era el año séptimo de Oséas, hijo de Ela, rey de Israel, subió Salmanasar rey de los Asirios contra Samaria, y cercóla. II Kings 18:10 Y tomáronla al cabo de tres años, en el sexto año de Ezequías, el cual era el nono año de Oséas rey de Israel, y así fue tomada Samaria. II Kings 18:11 Y el rey de Asiria traspuso a Israel en Asiria, y púsolos en Hala, y en Habor, junto al río de Gozán, y en las ciudades de los Medos: II Kings 18:12 Por cuanto no habían oído la voz de Jehová su Dios, antes habían quebrantado su concierto; y todas las cosas que Moisés siervo de Jehová había mandado, ni las habían oído, ni hecho. II Kings 18:13 ¶ Y a los catorce años del rey Ezequías, subió Sennaquerib rey de Asiria contra todas las ciudades fuertes de Judá, y tomólas. II Kings 18:14 Entonces Ezequías rey de Judá envió al rey de Asiria en Laquis, diciendo: Yo he pecado; vuélvete de mí, y yo llevaré todo lo que me impusieres. Entonces el rey de Asiria impuso a Ezequías rey de Judá trescientos talentos de plata, y treinta talentos de oro. II Kings 18:15 Y Ezequías dio toda la plata que fue hallada en la casa de Jehová, y en los tesoros de la casa real. II Kings 18:16 Entonces rompió Ezequías las puertas del templo de Jehová, y los umbrales que el mismo rey Ezequías había cubierto de oro, y diólo al rey de Asiria. II Kings 18:17 Y el rey de Asiria envió a Tartán, y a Rabsaris, y a Rabsaces desde Laquis al rey Ezequías con un grande ejército contra Jerusalem. Y subieron, y vinieron a Jerusalem; y subieron y vinieron, y pararon junto al conduto del estanque de arriba, que es en el camino de la heredad del lavador. II Kings 18:18 Y llamaron al rey, y salió a ellos Eliacim, hijo de Helcías, que era mayordomo, y Sobna escriba, y Joa, hijo de Asaf, canciller. II Kings 18:19 Y díjoles Rabsaces: Decíd ahora a Ezequías: Así dice el gran rey, el rey de Asiria: II Kings 18:20 ¿Qué confianza es esta en que tú confías? Dices ciertamente: Palabras de labios, consejo, y esfuerzo para la guerra. ¿En qué pues confiás ahora, que te has rebelado contra mí? II Kings 18:21 He aquí, tu confías ahora sobre este bordón de caña quebrado Egipto, que el que en él se recostare, él le entrará por la mano, y se la pasará. Tal es Faraón rey de Egipto a todos los que en él confían. II Kings 18:22 Y sí me decís: Nosotros confiamos en Jehová nuestro Dios: ¿no es él aquel cuyos altos y altares ha quitado Ezequías, y ha dicho a Judá y a Jerusalem: Delante de este altar adoraréis en Jerusalem? II Kings 18:23 Por tanto ahora yo te ruego que des rehenes a mi señor el rey de Asiria, y yo te daré dos mil caballos, si tú pudieres dar caballeros para ellos. II Kings 18:24 ¿Cómo pues harás volver el rostro de un capitán el menor de los siervos de mi señor, aunque estés confiado en Egipto por sus carros y su gente de a caballo? II Kings 18:25 También, ¿ahora he yo venido sin Jehová a este lugar para destruirlo? Jehová me ha dicho: Sube a esta tierra, y destrúyela. II Kings 18:26 Entonces dijo Eliacim, hijo de Helcías, y Sobna, y Joa a Rabsaces: Ruégote que hables a tus siervos Siriaco, porque nosotros lo entendemos, y no hables con nosotros Judaico en los oídos del pueblo, que está sobre el muro. II Kings 18:27 Y Rabsaces les dijo: ¿Háme enviado mi señor a ti y a tu señor para decir estas palabras, y no antes a los hombres que están sobre el muro, para comer su estiércol, y beber el agua de sus pies con vosotros? II Kings 18:28 Y paróse Rabsaces, y clamó a gran voz en Judaico, y habló, diciendo: Oíd la palabra del gran rey, el rey de Asiria. II Kings 18:29 Así dijo el rey: No os engañe Ezequías, porque no os podrá librar de mi mano. II Kings 18:30 Y no os haga Ezequías confiar en Jehová, diciendo: Librando nos librará Jehová, y esta ciudad no será entregada en mano del rey de Asiria. II Kings 18:31 No oigáis a Ezequías, porque así dice el rey de Asiria: Dádme presente, y salíd a mí, y cada uno comerá de su vid, y de su higuera, y cada uno beberá las aguas de su pozo; II Kings 18:32 Hasta que yo venga, y os lleve a una tierra como la vuestra, tierra de grano y de vino, tierra de pan y de viñas, tierra de olivas, de aceite, y de miel, y viviréis y no moriréis. No oigáis a Ezequías, porque os engaña cuando dice: Jehová nos librará. II Kings 18:33 ¿Han librando librado los dioses de las gentes cada uno a su tierra de la mano del rey de Asiria? II Kings 18:34 ¿Dónde está el dios de Emat y de Arfad? ¿Dónde está el dios de Sefarvaim, de Ana, y de Hava? ¿Pudieron estos librar a Samaria de mi mano? II Kings 18:35 ¿Qué dios de todos los dioses de las provincias ha librado a su provincia de mi mano, para que libre Jehová de mi mano a Jerusalem? II Kings 18:36 Y el pueblo calló, que no le respondieron palabra: porque había mandamiento del rey, el cual había dicho: No le respondáis. II Kings 18:37 Entonces vinieron Eliacim, hijo de Helcías, que era mayordomo, y Sobna el escriba, y Joa, hijo de Asaf, canciller, a Ezequías rasgados sus vestidos, y recitáronle las palabras de Rabsaces. II Kings 19:0 II Kings 19:1 Y como el rey Ezequías lo oyó, rompió sus vestidos, y cubrióse de saco, y entróse en la casa de Jehová. II Kings 19:2 Y envió a Eliacim el mayordomo, y a Sobna escriba, y a los ancianos de los sacerdotes vestidos de sacos, a Isaías profeta, hijo de Amós, II Kings 19:3 Que le dijesen: Así dijo Ezequías: Este día es día de angustia, y de reprensión, y de blasfemia: porque los hijos han venido hasta la rotura, y la que pare no tiene fuerzas. II Kings 19:4 Quizá oirá Jehová tu Dios todas las palabras de Rabsaces, al cual el rey de los Asirios su señor ha enviado para injuriar al Dios vivo, y a reprender con palabras, las cuales Jehová tu Dios ha oído: por tanto alza oración por los restos que aun se hallan. II Kings 19:5 Y vinieron los siervos del rey Ezequías a Isaías. II Kings 19:6 E Isaías les respondió: Así diréis a vuestro señor: Así dijo Jehová: No temas por las palabras que has oído, con las cuales me han blasfemado los siervos del rey de Asiria. II Kings 19:7 He aquí, yo pongo en él un espíritu, y oirá rumor, y volverse ha a su tierra: y yo haré que en su tierra caiga a cuchillo. II Kings 19:8 Y volviendo Rabsaces halló al rey de Asiria combatiendo a Lebna: porque ya había oído que se había partido de Laquis. II Kings 19:9 Y oyó decir de Taraca rey de Etiopía: He aquí que es salido para hacerte guerra. Entonces él volvió, y envió embajadores a Ezequías, diciendo: II Kings 19:10 Así diréis a Ezequías rey de Judá: No te engañe tu Dios, en quien tú confías para decir: Jerusalem no será entregada en mano del rey de Asiria: II Kings 19:11 He aquí, has oído lo que han hecho los reyes de Asiria a todas las tierras, destruyéndolas, ¿y has de escapar tú? II Kings 19:12 ¿Libráronlas los dioses de las gentes, que mis padres destruyeron, es a saber, Gozán, y Harán, y Resef, y los hijos de Edén, que estaban en Talassar? II Kings 19:13 ¿Dónde está el rey de Emat, el rey de Arfad, el rey de la ciudad de Sefarvaim, de Ana, y de Ava? II Kings 19:14 Y tomó Ezequías las cartas de mano de los embajadores, y luego que las hubo leído, subió a la casa de Jehová, y extendiólas Ezequías delante de Jehová. II Kings 19:15 Y oró Ezequías delante de Jehová, diciendo: Jehová Dios de Israel, que habitas sobre los querubines, tú solo eres Dios a todos los reinos de la tierra: tú hiciste el cielo y la tierra. II Kings 19:16 Inclina, oh Jehová, tu oreja, y oye: abre, oh Jehová, tus ojos, y mira, y oye las palabras de Sennaquerib, que ha enviado a blasfemar al Dios vivo. II Kings 19:17 Es verdad, oh Jehová, que los reyes de Asiria han destruido las gentes y sus tierras; II Kings 19:18 Y que pusieron en el fuego a sus dioses, por cuanto ellos no eran dioses, sino obra de manos de hombres, madera, o piedra, y así los destruyeron. II Kings 19:19 Ahora pues, oh Jehová, Dios nuestro, sálvanos, te suplico, de su mano, para que sepan todos los reinos de la tierra que tú solo, Jehová, eres Dios. II Kings 19:20 Entonces Isaías, hijo de Amós, envió a Ezequías, diciendo: Así dijo Jehová Dios de Israel: Lo que me rogaste acerca de Sennaquerib, rey de Asiria, he oído. II Kings 19:21 Esta es la palabra que Jehová ha hablado contra él: ¿Háte menospreciado? ¿Háte escarnecido, oh virgen, hija de Sión? ¿Ha movido su cabeza detrás de ti, hija de Jerusalem? II Kings 19:22 ¿A quién has injuriado? ¿Y a quién has blasfemado? ¿Y contra quién has hablado alto, y has alzado en alto tus ojos? Contra el Santo de Israel. II Kings 19:23 Por mano de tus mensajeros has dicho injurias contra mi Señor, y has dicho: Con la multitud de mis carros he subido a las cumbres de los montes, a las cuestas del Líbano, y cortaré sus altos cedros, sus hayas escogidas: y entraré a la morada de su término, al monte de su Carmelo. II Kings 19:24 Yo he cavado, y bebido las aguas ajenas, y he secado con las plantas de mis pies todos los ríos de los pueblos, sobre los cuales yo he puesto cerco. II Kings 19:25 ¿Nunca has oído, que de luengo tiempo la hice yo, y de días antiguos la he formado? Y ahora la he hecho venir, y será para destrucción de ciudades fuertes en montones de asolamiento. II Kings 19:26 Y sus moradores cortos de manos, quebrantados, y confusos, serán yerba del campo, legumbre verde: heno de los tejados que antes que venga a madurez es seco. II Kings 19:27 Yo he sabido tu asentarte, tu salir, y tu entrar, y tu furor contra mí. II Kings 19:28 Por cuanto te has airado contra mí, y tu estruendo ha subido a mis oídos: por tanto yo pondré mi anzuelo en tus narices, y mi freno en tus labios, y yo te haré volver por el camino por donde viniste. II Kings 19:29 Y esto te será por señal: Este año comerás lo que nacerá de suyo: y el segundo año lo que tornará a nacer de suyo; y el tercer año haréis sementera, y segaréis, y plantaréis viñas, y comeréis el fruto de ellas. II Kings 19:30 Y lo que hubiere escapado, lo que habrá quedado de la casa de Judá tornará a echar raíz hacia abajo, y hará fruto hacia arriba. II Kings 19:31 Porque saldrán de Jerusalem residuos, y escapadura del monte de Sión: el celo de Jehová de los ejércitos hará esto. II Kings 19:32 Por tanto Jehová dice así del rey de Asiria: El no entrará en esta ciudad, ni echará saeta en ella: ni vendrá delante de ella escudo: ni será echado contra ella baluarte. II Kings 19:33 Por el camino que vino, se volverá, y no entrará en esta ciudad, dice Jehová. II Kings 19:34 Porque yo ampararé a esta ciudad para salvarla, por amor de mí, y por amor de David mi siervo. II Kings 19:35 ¶ Y aconteció que la misma noche salió el ángel de Jehová, e hirió en el campo de los Asirios ciento y ochenta y cinco mil hombres: y como se levantaron por la mañana, he aquí los cuerpos de los muertos. II Kings 19:36 Entonces Sennaquerib rey de Asiria se partió, y se fue y tornó, y estúvose en Nínive. II Kings 19:37 Y aconteció, que estando él adorando en el templo de Nesroc su dios, Adramelec y Sarasar sus hijos le hirieron a cuchillo: y huyéronse a tierra de Ararat, y reinó en su lugar Asaradón su hijo. II Kings 20:0 II Kings 20:1 En aquellos días Ezequías cayó enfermo a la muerte; y vino a él Isaías profeta, hijo de Amós, y díjole: Jehová dice así: Dispón de tu casa, porque has de morir, y no vivirás. II Kings 20:2 El entonces volvió su rostro a la pared, y oró a Jehová, y dijo: II Kings 20:3 Ruégote oh Jehová, ruégote que hayas memoria de que he andado delante de ti en verdad, y en corazón perfecto: y que he hecho las cosas que te agradan. Y lloró Ezequías con gran lloro. II Kings 20:4 Y antes que Isaías saliese hasta la mitad del patio, fue palabra de Jehová a Isaías, diciendo: II Kings 20:5 Vuelve, y di a Ezequías príncipe de mi pueblo: Así dice Jehová el Dios de David tu padre: Yo he oído tu oración, y he visto tus lágrimas: he aquí, yo te sano: al tercero día subirás a la casa de Jehová. II Kings 20:6 Y añadiré a tus días quince años, y te libraré a ti y a esta ciudad de mano del rey de Asiria; y ampararé esta ciudad por amor de mí, y por amor de David mi siervo. II Kings 20:7 Y dijo Isaías: Tomád masa de higos. Y tomándola, pusiéronla sobre la llaga, y sanó. II Kings 20:8 Y Ezequías dijo a Isaías: ¿Qué señal tendré, de que Jehová me sanará, y que al tercero día subiré a la casa de Jehová? II Kings 20:9 E Isaías respondió: Esta señal tendrás de Jehová, de que Jehová hará esto que ha dicho: ¿Pasará la sombra adelante diez grados, o volverá atrás diez grados? II Kings 20:10 Y Ezequías respondió: Fácil cosa es que la sombra decline diez grados: mas que la sombra vuelva atrás diez grados. II Kings 20:11 Entonces el profeta Isaías clamó a Jehová; e hizo volver la sombra por los grados que había descendido en el reloj de Acaz diez grados atrás. II Kings 20:12 ¶ En aquel tiempo envió Berodac-baladán, hijo de Baladán, rey de Babilonia, cartas y presentes a Ezequías, porque había oído que Ezequías había caído enfermo. II Kings 20:13 Y Ezequías los oyó, y mostróles toda la casa de las cosas preciosas, plata, oro y especiería, y preciosos ungüentos: y la casa de sus armas, y todo lo que había en sus tesoros: ninguna cosa quedó, que Ezequías no les mostrase, así en su casa como en todo su señorío. II Kings 20:14 Entonces el profeta Isaías vino al rey Ezequías, y díjole: ¿Qué dijeron aquellos varones, y de donde vinieron a ti? Y Ezequías le respondió: De lejas tierras han venido, de Babilonia. II Kings 20:15 Y él le volvió a decir: ¿Qué vieron en tu casa? Y Ezequías respondió: Vieron todo lo que había en mi casa; nada quedó en mis tesoros, que no les mostrase. II Kings 20:16 Entonces Isaías dijo a Ezequías: Oye palabra de Jehová: II Kings 20:17 He aquí, vienen días, en que todo lo que está en tu casa, y todo lo que tus padres han atesorado hasta hoy, será llevado a Babilonia, sin quedar nada, dijo Jehová. II Kings 20:18 Y de tus hijos, que saldrán de ti, y habrás engendrado, tomarán, y serán eunucos en el palacio del rey de Babilonia. II Kings 20:19 Entonces Ezequías dijo a Isaías: La palabra de Jehová, que has hablado, es buena. Y dijo: ¿Mas no habrá paz y verdad en mis días? II Kings 20:20 Lo demás de los hechos de Ezequías, y toda su valentía, y como hizo el estanque, y el conduto, y metió las aguas en la ciudad, ¿no está escrito en el libro de las crónicas de los reyes de Judá? II Kings 20:21 Y durmió Ezequías con sus padres, y reinó en su lugar Manasés su hijo. II Kings 21:0 II Kings 21:1 De doce años era Manasés cuando comenzó a reinar, y reinó en Jerusalem cincuenta y cinco años: el nombre de su madre fue Hapsiba. II Kings 21:2 E hizo lo malo en ojos de Jehová, según las abominaciones de las gentes que Jehová había echado delante de los hijos de Israel. II Kings 21:3 Porque él volvió a edificar los altos que Ezequías su padre había derribado: y levantó altares a Baal, e hizo bosque, como había hecho Acab rey de Israel; y adoró a todo el ejército del cielo, y sirvió a aquellas cosas. II Kings 21:4 Asimismo edificó altares en la casa de Jehová, de la cual Jehová había dicho: Yo pondré mi nombre en Jerusalem. II Kings 21:5 Y edificó altares para todo el ejército del cielo en los dos patios de la casa de Jehová. II Kings 21:6 Y pasó a su hijo por fuego, y miró en tiempos, y fue agorero, e instituyó pitones y adivinos, y multiplicó a hacer lo malo en ojos de Jehová, para provocarle a ira. II Kings 21:7 Y puso una entalladura del bosque que él había hecho, en la casa de la cual Jehová había dicho a David, y a Salomón su hijo: Yo pondré mi nombre perpetuamente en esta casa, y en Jerusalem, a la cual yo escogí de todas las tribus de Israel: II Kings 21:8 Y no volveré a hacer que el pie de Israel sea movido de la tierra, que di a sus padres, con tal que guarden, y hagan conforme a todas las cosas que yo les he mandado, y conforme a toda la ley que mi siervo Moisés les mandó. II Kings 21:9 Mas ellos no oyeron, y Manasés los hizo errar a que hiciesen más mal que las gentes, que Jehová rayó de delante de los hijos de Israel. II Kings 21:10 ¶ Y Jehová habló por mano de sus siervos los profetas, diciendo: II Kings 21:11 Por cuanto Manasés rey de Judá ha hecho estas abominaciones, y ha hecho más mal, que todo lo que hicieron los Amorreos, que fueron antes de él, y también ha hecho pecar a Judá en sus ídolos: II Kings 21:12 Por tanto así dijo Jehová el Dios de Israel: He aquí, yo traigo mal sobre Jerusalem, y sobre Judá, que el que lo oyere le retiñan ambas orejas. II Kings 21:13 Y extenderé sobre Jerusalem el cordel de Samaria, y el plomo de la casa de Acab: y yo limpiaré a Jerusalem, como quien limpia una escudilla, que después que la han limpiado, la vuelven sobre su haz. II Kings 21:14 Y desampararé los restos de mi heredad, y entregarlas he en manos de sus enemigos, y serán para saco, y para robo a todos sus adversarios: II Kings 21:15 Por cuanto han hecho lo malo en mis ojos, y me han provocado a ira, desde el día que sus padres salieron de Egipto hasta hoy. II Kings 21:16 Allende de esto derramó Manasés mucha sangre inocente en gran manera, hasta henchir a Jerusalem de cabo a cabo: además de su pecado con que hizo pecar a Judá para que hiciese lo malo en ojos de Jehová. II Kings 21:17 Lo demás de los hechos de Manasés, y todas las cosas que hizo, y su pecado que pecó, ¿no está todo escrito en el libro de las crónicas de los reyes de Judá? II Kings 21:18 ¶ Y durmió Manasés con sus padres, y fue sepultado en el huerto de su casa, en el huerto de Oza, y reinó en su lugar Amón su hijo. II Kings 21:19 De veinte y dos años era Amón cuando comenzó a reinar, y reinó dos años en Jerusalem. El nombre de su madre fue Messalemet, hija de Harus de Joreba. II Kings 21:20 E hizo lo malo en ojos de Jehová, como había hecho Manasés su padre. II Kings 21:21 Y anduvo en todos los caminos en que su padre anduvo: y sirvió a las inmundicias a las cuales había servido su padre, y a ellas adoró. II Kings 21:22 Y dejó a Jehová el Dios de sus padres, y no anduvo en el camino de Jehová. II Kings 21:23 Y conspiraron contra él los siervos de Amón, y mataron al rey en su casa. II Kings 21:24 Y el pueblo de la tierra hirió a todos los que habían conspirado contra el rey Amón, y puso el pueblo de la tierra por rey en su lugar a Josías su hijo. II Kings 21:25 Lo demás de los hechos de Amón, que hizo, ¿no está todo escrito en el libro de las crónicas de los reyes de Judá? II Kings 21:26 Y fue sepultado en su sepulcro en el huerto de Oza: y reinó en su lugar Josías su hijo. II Kings 22:0 II Kings 22:1 Cuando Josías comenzó a reinar era de ocho años, y reinó en Jerusalem treinta y un años. El nombre de su madre fue Idida, hija de Adaia de Besecat. II Kings 22:2 E hizo lo que era recto en ojos de Jehová, y anduvo en todo el camino de David su padre, sin apartarse ni a diestra ni a siniestra. II Kings 22:3 A los diez y ocho años del rey Josías, aconteció que envió el rey a Safán, hijo de Azalia, hijo de Mesulam, escriba, a la casa de Jehová, diciendo: II Kings 22:4 Vé a Helcías gran sacerdote: que cumpla el dinero que se ha metido en la casa de Jehová, que han cogido del pueblo las guardias de la puerta, II Kings 22:5 Y que lo pongan en manos de los que hacen la obra, que tienen cargo de la casa de Jehová, y que lo entreguen a los que hacen la obra en la casa de Jehová, para reparar las aberturas de la casa: II Kings 22:6 A los carpinteros, a los maestros y albañiles, para comprar madera y piedra de cantería, para reparar la casa. II Kings 22:7 Y que no se les cuente el dinero, que se les diere en poder, porque ellos hacen con fidelidad. II Kings 22:8 Y dijo Helcías gran sacerdote, a Safán escriba: El libro de la ley he hallado en la casa de Jehová. Y Helcías dio el libro a Safán, y leyólo. II Kings 22:9 Y viniendo Safán escriba al rey, dio al rey la respuesta, y dijo: Tus siervos han juntado el dinero que se halló en el templo, y lo han entregado en poder de los que hacen la obra, que tienen cargo de la casa de Jehová. II Kings 22:10 Asimismo declaró al rey Safán escriba, diciendo: Helcías el sacerdote me ha dado un libro. Y leyólo Safán delante del rey. II Kings 22:11 Y cuando el rey oyó las palabras del libro de la ley, rompió sus vestidos. II Kings 22:12 Y mandó el rey a Helcías el sacerdote, y a Ahicam, hijo de Safán, y a Acobor, hijo de Micaia, y a Safán escriba, y a Asaia siervo del rey, diciendo; II Kings 22:13 Id, y preguntád a Jehová por mí, y por el pueblo, por todo Judá, a cerca de las palabras de este libro, que se ha hallado: porque grande ira de Jehová es la que ha sido encendida contra nosotros; por cuanto nuestros padres no oyeron las palabras de este libro, para hacer conforme a todo lo que nos fue escrito. II Kings 22:14 Entonces fue Helcías el sacerdote, y Ahicam, y Acobor, y Safán, y Asaia, a Holda profetisa, mujer de Sellum, hijo de Tecua, hijo de Araas, guarda de las vestiduras, la cual moraba en Jerusalem en la casa de la doctrina, y hablaron con ella. II Kings 22:15 Y ella les dijo: Así dijo Jehová el Dios de Israel: Decíd al varón que os envió a mí: II Kings 22:16 Así dijo Jehová: He aquí, yo traigo mal sobre este lugar, y sobre los que en él moran, es a saber, todas las palabras del libro que ha leído el rey de Judá: II Kings 22:17 Por cuanto me dejaron a mí, y quemaron perfumes a dioses ajenos, provocándome a ira en toda obra de sus manos; y mi furor se ha encendido contra este lugar, y no se apagará. II Kings 22:18 Mas al rey de Judá, que os ha enviado para que preguntaseis a Jehová, diréis así: Así dijo Jehová el Dios de Israel: Por cuanto oíste las palabras del libro, II Kings 22:19 Y tu corazón se enterneció, y te humillaste delante de Jehová, cuando oíste lo que yo he pronunciado contra este lugar, y contra sus moradores, que serían asolados y malditos; y rompiste tus vestidos, y lloraste en mi presencia, también yo te he oído, dice Jehová. II Kings 22:20 Por tanto he aquí, yo te apañaré con tus padres, y tú serás apañado a tu sepulcro en paz: y no verán tus ojos todo el mal, que yo traigo sobre este lugar. Y ellos dieron al rey la respuesta. II Kings 23:0 II Kings 23:1 Entonces el rey envió, y se juntaron a él todos los ancianos de Judá y de Jerusalem. II Kings 23:2 Y subió el rey a la casa de Jehová con todos los varones de Judá, y con todos los moradores de Jerusalem, con los sacerdotes, y profetas, y con todo el pueblo, desde el más chico hasta el grande, y leyó, oyéndolo ellos, todas las palabras del libro del concierto que había sido hallado en la casa de Jehová. II Kings 23:3 Y poniéndose el rey en pie junto a la columna, hizo alianza delante de Jehová, que irían en pos de Jehová, y guardarían sus mandamientos, y sus testimonios, y sus estatutos con todo el corazón, y con toda el alma, y que cumplirían las palabras de la alianza que estaban escritas en aquel libro. Y todo el pueblo confirmó el concierto. II Kings 23:4 Entonces el rey mandó a Helcías gran sacerdote, y a los sacerdotes de la segunda orden, y a las guardias de la puerta, que sacasen del templo de Jehová todos los vasos, que habían sido hechos para Baal, y para el bosque, y para toda la corte del cielo, y quemólos fuera de Jerusalem en el campo de Cedrón; e hizo llevar los polvos de ellos a Bet-el. II Kings 23:5 Y quitó los Camoreos que habían puesto los reyes de Judá, para que quemasen perfumes en los altos en las ciudades de Judá, y en los al derredores de Jerusalem: y asimismo a los que quemaban perfumes a Baal, al sol y a la luna, y a los signos, y a todo el ejército del cielo. II Kings 23:6 Asimismo hizo sacar el bosque fuera de la casa de Jehová, y fuera de Jerusalem al arroyo de Cedrón, y quemólo al arroyo de Cedrón, y tornólo en polvo, y echó el polvo de él sobre los sepulcros de los hijos del pueblo. II Kings 23:7 Asimismo derribó las casas de los sodomíticos que estaban en la casa de Jehová, en las cuales las mujeres tejían pabellones para el bosque. II Kings 23:8 E hizo venir todos los sacerdotes de las ciudades de Judá, y profanó los altos donde los sacerdotes quemaban perfumes, desde Gabaa hasta Beer-seba. Y derribó los altares de las puertas, y los que estaban a la entrada de la puerta de Josué gobernador de la ciudad, y los que estaban a la mano izquierda a la puerta de la ciudad: II Kings 23:9 Empero los sacerdotes de los altos no subían al altar de Jehová en Jerusalem, mas comían panes sin levadura entre sus hermanos. II Kings 23:10 Asimismo profanó a Tofet, que era en el valle del hijo de Ennom; porque ninguno pasase su hijo o su hija por fuego a Moloc. II Kings 23:11 Asimismo quitó los caballos que los reyes de Judá habían puesto al sol a la entrada del templo de Jehová, en la cámara de Natan-melec eunuco, el cual tenía cargo de los ejidos: y quemó a fuego los carros del sol. II Kings 23:12 Asimismo derribó el rey los altares que estaban sobre la techumbre de la sala de Acaz, que los reyes de Judá habían hecho, y los altares que había hecho Manasés en los dos patios de la casa de Jehová: y de allí corrió, y echó el polvo en el arroyo de Cedrón. II Kings 23:13 Asimismo profanó el rey los altos, que estaban delante de Jerusalem a la mano derecha del monte de la destrucción, los cuales había edificado Salomón rey de Israel a Astarot abominación de los Sidonios, y a Camos abominación de Moab, y a Melcom, abominación de los hijos de Ammón. II Kings 23:14 Y quebró las estatuas, y taló los bosques, e hinchió el lugar de ellos de huesos de hombres. II Kings 23:15 Asimismo el altar que estaba en Bet-el, y el alto que había hecho Jeroboam, hijo de Nabat, el que hizo pecar a Israel, aquel altar, y el alto, destruyó, y quemó el alto, y el altar tornó en polvo, y puso fuego al bosque. II Kings 23:16 Y volvió Josías, y vio los sepulcros que estaban allí en el monte, y envió, y quitó los huesos de los sepulcros, y quemólos sobre el altar, para contaminarlo, conforme a la palabra de Jehová, la cual había profetizado el varón de Dios que había profetizado estos negocios. II Kings 23:17 Y dijo: ¿Qué título es este que veo? Y los de la ciudad le respondieron: Este es el sepulcro del varón de Dios, que vino de Judá, y profetizó estas cosas que tú has hecho sobre el altar de Bet-el. II Kings 23:18 Y él dijo: Dejádle, ninguno mueva sus huesos; y así fueron escapados sus huesos, y los huesos del profeta que había venido de Samaria. II Kings 23:19 Finalmente todas las casas de los altos, que estaban en las ciudades de Samaria, que habían hecho los reyes de Israel para provocar a ira, Josías las quitó, e hizo de ellas, como había hecho en Bet-el. II Kings 23:20 Y mató sobre los altares a todos los sacerdotes de los altos, que allí estaban, y quemó sobre ellos los huesos de los hombres, y volvióse a Jerusalem. II Kings 23:21 ¶ Y mandó el rey a todo el pueblo, diciendo: Hacéd la pascua a Jehová vuestro Dios, conforme a lo que esta escrito en el libro de esta alianza. II Kings 23:22 No fue hecha tal pascua desde los tiempos de los Jueces, que gobernaron a Israel, ni en todos los tiempos de los reyes de Israel, y de los reyes de Judá. II Kings 23:23 A los diez y ocho años del rey Josías fue hecha aquella pascua a Jehová en Jerusalem. II Kings 23:24 Asimismo barrió Josías los pitones, adivinos, y terafines, y todas las abominaciones que se veían en la tierra de Judá, y en Jerusalem, para cumplir las palabras de la ley, que estaban escritas en el libro que el sacerdote Helcías había hallado en la casa de Jehová. II Kings 23:25 No hubo tal rey antes de él, que así se convirtiese a Jehová de todo su corazón y de toda su alma, y de todas sus fuerzas, conforme a toda la ley de Moisés, ni después de él nació otro tal. II Kings 23:26 Con todo eso Jehová no se volvió de la ira de su gran furor, con que su ira se había encendido contra Judá, por todas las provocaciones con que Manasés le había provocado a ira, II Kings 23:27 Y dijo Jehová: También tengo de quitar de mi presencia a Judá, como quité a Israel: y tengo de abominar a esta ciudad, que había escogido, a Jerusalem, y a la casa de la cual yo había dicho: Mi nombre será allí. II Kings 23:28 Lo demás de los hechos de Josías, y todas las cosas que hizo, ¿no está todo escrito en el libro de las crónicas de los reyes de Judá? II Kings 23:29 ¶ En aquellos días subió Faraón Necao rey de Egipto, contra el rey de Asiria al río de Éufrates, y salió contra él el rey Josías, y él, luego que le vio, matóle en Mageddo. II Kings 23:30 Y sus siervos le pusieron en un carro, y trajéronle muerto de Mageddo a Jerusalem, y sepultáronle en su sepulcro. Entonces el pueblo de la tierra tomó a Joacaz, hijo de Josías, y ungiéronle: y pusiéronle por rey en lugar de su padre. II Kings 23:31 Joacaz era de veinte y tres años, cuando comenzó a reinar, y reinó tres meses en Jerusalem, el nombre de su madre fue Amital, hija de Jeremías de Lebna. II Kings 23:32 Este hizo lo malo en ojos de Jehová, conforme a todas las cosas que sus padres habían hecho. II Kings 23:33 Y echóle preso Faraon-necao en Rebla en la provincia de Emat, reinando él en Jerusalem: e impuso de pena sobre la tierra cien talentos de plata, y uno de oro. II Kings 23:34 Entonces Faraon-necao puso por rey a Eliacim, hijo de Josías, en lugar de Josías su padre, y mudóle el nombre, y llamóle Joacim: y tomó a Joacaz y llevóle a Egipto, y murió allá. II Kings 23:35 Y Joacim pagó a Faraón la plata y el oro: e hizo apreciar la tierra para dar este dinero conforme al mandamiento de Faraón, sacando de cada uno, según la estimación de su hacienda, la plata y oro de todo el pueblo de la tierra para dar a Faraon-necao. II Kings 23:36 De veinte y cinco años era Joacim cuando comenzó a reinar, y once años reinó en Jerusalem, el nombre de su madre fue Zebuda, hija de Padaia de Ruma. II Kings 23:37 Este hizo lo malo en ojos de Jehová, conforme a todas las cosas que sus padres habían hecho. II Kings 24:0 II Kings 24:1 En su tiempo subió Nabucodonosor rey de Babilonia, al cual Joacim sirvió tres años, y volvió, y se rebeló contra él. II Kings 24:2 Y Jehová envió contra él ejércitos de Caldeos, y ejércitos de Siros, y ejércitos de Moabitas, y ejércitos de Ammonitas: los cuales él envió contra Judá, para que la destruyesen, conforme a la palabra de Jehová, que había hablado por sus siervos los profetas. II Kings 24:3 Ciertamente esto fue contra Judá por dicho de Jehová, para quitarla de delante de su presencia, por los pecados de Manasés, conforme a todo lo que hizo. II Kings 24:4 Asimismo por la sangre inocente, que derramó, que hinchió a Jerusalem de sangre inocente; por tanto Jehová no quiso perdonar. II Kings 24:5 Lo demás de los hechos de Joacim, y todas las cosas que hizo, ¿no está escrito en el libro de las crónicas de los reyes de Judá? II Kings 24:6 Y durmió Joacim con sus padres, y reinó en su lugar Joaquín su hijo. II Kings 24:7 Y nunca más el rey de Egipto salió de su tierra: porque el rey de Babilonia le tomó todo lo que era suyo, desde el río de Egipto hasta el río Éufrates. II Kings 24:8 De diez y ocho años era Joaquín cuando comenzó a reinar, y reinó en Jerusalem tres meses. El nombre de su madre fue Nehusta, hija de Elnatán de Jerusalem. II Kings 24:9 E hizo lo malo en ojos de Jehová, conforme a todas las cosas que había hecho su padre. II Kings 24:10 ¶ En aquel tiempo subieron los siervos de Nabucodonosor rey de Babilonia contra Jerusalem, y la ciudad fue cercada. II Kings 24:11 Y vino también Nabucodonosor rey de Babilonia contra la ciudad, y sus siervos la tenían cercada. II Kings 24:12 Entonces salió Joaquín rey de Judá al rey de Babilonia, él y su madre, y sus siervos, y sus príncipes, y sus eunucos. Y el rey de Babilonia le tomó en el octavo año de su reino. II Kings 24:13 Y sacó de allá todos los tesoros de la casa de Jehová, y los tesoros de la casa real, y quebró en piezas todos los vasos de oro que había hecho Salomón rey de Israel en la casa de Jehová, como Jehová había dicho. II Kings 24:14 Y llevó cautivos a toda Jerusalem, a todos los príncipes, y a todos los hombres valientes, diez mil cautivos: asimismo a todos los oficiales, y cerrajeros, que no quedó nadie, sino fue la pobreza del pueblo de la tierra. II Kings 24:15 Asimismo trasportó a Joaquín a Babilonia, y a la madre del rey, y a las mujeres del rey, y a sus eunucos, y a los poderosos de la tierra, los llevó cautivos de Jerusalem en Babilonia. II Kings 24:16 A todos los hombres de guerra que fueron siete mil, y a los oficiales y cerrajeros que fueron mil, y a todos los valientes que hacían la guerra, llevó cautivos el rey de Babilonia. II Kings 24:17 Y el rey de Babilonia puso por rey a Matanías su tio en su lugar, y mudóle el nombre, y llamóle Sedecías. II Kings 24:18 De veinte y un año era Sedecías, cuando comenzó a reinar, y reinó en Jerusalem once años, el nombre de su madre fue Amital, hija de Jeremías de Lebna. II Kings 24:19 E hizo lo malo en ojos de Jehová, conforme a todo lo que había hecho Joacim. II Kings 24:20 Porque la ira de Jehová era contra Jerusalem y Judá; hasta que los echó de delante de su presencia. Y Sedecías se rebeló contra el rey de Babilonia. II Kings 25:0 II Kings 25:1 Y aconteció a los nueve años de su reino, en el mes décimo, a los diez del mes, que Nabucodonosor rey de Babilonia vino con todo su ejército contra Jerusalem: y cercóla, y levantaron contra ella ingenios al derredor. II Kings 25:2 Y estuvo la ciudad cercada hasta el onceno año del rey Sedecías. II Kings 25:3 A los nueve del mes la hambre prevaleció en la ciudad, que no hubo pan para el pueblo de la tierra. II Kings 25:4 Abierta ya la ciudad, huyeron de noche todos los hombres de guerra por el camino de la puerta que estaba entre los dos muros, junto a los huertos del rey, estando los Caldeos al rededor de la ciudad; y el rey se fue camino de la campaña. II Kings 25:5 Y el ejército de los Caldeos siguió al rey, y tomóle en las campañas de Jericó, habiéndose esparcido de él todo su ejército. II Kings 25:6 Y el rey tomado, trajéronle al rey de Babilonia a Rebla, y hablaron con él juicios. II Kings 25:7 Y degollaron a los hijos de Sedecías en su presencia, y a Sedecías quebraron los ojos, y atado con dos cadenas lleváronle a Babilonia. II Kings 25:8 ¶ En el mes quinto a los siete del mes que era el año de diez y nueve de Nabucodonosor rey de Babilonia, vino a Jerusalem Nabuzardán, capitán de los de la guardia, siervo del rey de Babilonia. II Kings 25:9 Y quemó la casa de Jehová, y la casa del rey, y todas las casas de Jerusalem: y todas las casas de los principales quemó a fuego. II Kings 25:10 Y todo el ejército de los Caldeos que estaba con el capitán de la guardia derribó los muros de Jerusalem al derredor. II Kings 25:11 Y a los del pueblo que habían quedado en la ciudad, y a los que se habían juntado al rey de Babilonia, y a los que habían quedado del vulgo, Nabuzardán capitán de los de la guardia los trasportó. II Kings 25:12 Mas de la pobreza de la tierra dejo Nabuzardán capitán de los de la guardia, para que labrasen las viñas y las tierras. II Kings 25:13 Y las columnas de metal, que estaban en la casa de Jehová, y las basas, y el mar de metal que estaba en la casa de Jehová quebraron los Caldeos, y el metal de ello llevaron a Babilonia. II Kings 25:14 Los calderos también, y los badiles, y los salterios, y los cucharones, y todos los vasos de metal con que servían, llevaron. II Kings 25:15 Y los incensarios, y los lebrillos; los que de oro, de oro; y los que de plata, de plata; todo lo llevó el capitán de los de la guardia: II Kings 25:16 Las dos columnas, un mar, y las basas, que Salomón había hecho para la casa de Jehová, no había peso de todos estos vasos. II Kings 25:17 La altura de la una columna era de diez y ocho codos, y tenía encima un capitel de metal, y la altura del capitel era de tres codos: y sobre el capitel había un enredado, y unas granadas al derredor, todo de metal, y semejante obra había en la otra columna con el enredado. II Kings 25:18 Asimismo tomó el capitán de los de la guardia a Saraías primer sacerdote, y a Sofonías segundo sacerdote, y tres guardas de la vajilla. II Kings 25:19 Y de la ciudad tomó un eunuco, el cual era maestre de campo, y cinco varones de los continuos del rey que se hallaron en la ciudad, y al escriba príncipe del ejército, que hacía la gente de la tierra, con sesenta varones del pueblo de la tierra que se hallaron en la ciudad. II Kings 25:20 Estos tomó Nabuzardán capitán de los de la guardia, y llevólos a Rebla al rey de Babilonia. II Kings 25:21 Y el rey de Babilonia los hirió, y mató en Rebla en tierra de Emat: y así pasó Judá de sobre su tierra. II Kings 25:22 ¶ Y al pueblo que Nabucodonosor rey de Babilonia dejó en tierra de Judá, puso por gobernador a Godolías, hijo de Ahicam, hijo de Safán. II Kings 25:23 Y oyendo todos los príncipes del ejército, ellos y los varones, que el rey de Babilonia había puesto por gobernador a Godolías, viniéronse a Godolías en Maspa, es a saber, Ismael, hijo de Natanías, y Johannán, hijo de Carée, y Saraías, hijo de Tanehumet Netofatita, y Jezonías, hijo de Maacati, ellos con los suyos. II Kings 25:24 Y Godolías les hizo juramento, a ellos y a los suyos, y díjoles: No hayáis temor de los siervos de los Caldeos: habitád en la tierra, y servíd al rey de Babilonia, y habréis bien. II Kings 25:25 Y en el mes séptimo vino Ismael, hijo de Natanías, hijo de Elisama de la simiente real, y diez varones con él, e hirieron a Godolías, y murió, y también a los Judíos y Caldeos que estaban con él en Maspa. II Kings 25:26 Entonces levantándose todo el pueblo, desde el menor hasta el mayor, con los capitanes del ejército, fuéronse a Egipto por temor de los Caldeos. II Kings 25:27 ¶ Y aconteció a los treinta y siete años de la transmigración de Joaquín rey de Judá, en el mes doceno, a los veinte y siete del mes, que Evil-merodac rey de Babilonia, en el primer año de su reino, levantó la cabeza de Joaquín rey de Judá, sacándole de la casa de la cárcel; II Kings 25:28 Y hablóle bien, y puso su asiento sobre el asiento de los reyes que con él estaban en Babilonia. II Kings 25:29 Y mudóle los vestidos de su prisión, y comió delante de él continuamente todos los días de su vida. II Kings 25:30 Y hacíale dar el rey su comida continuamente, cada cosa en su tiempo, todos los días de su vida.
I Chronicles 0:0
I Chronicles 1:0 I Chronicles 1:1 Adam, Set, Enós, I Chronicles 1:2 Cainán, Malaleel, Jared, I Chronicles 1:3 Jenoc, Matusalem, Lamec, I Chronicles 1:4 Noé, Sem, Cam, y Jafet. I Chronicles 1:5 Los hijos de Jafet fueron Gomer, Magog, Madai, Javán, Tubal, Mosoc, y Tiras. I Chronicles 1:6 Los hijos de Gomer fueron Ascenez, Rifat, y Togorma. I Chronicles 1:7 Los hijos de Javán: Elisa, Társis, Cetim, y Dodanim. I Chronicles 1:8 Los hijos de Cam: Cus, Mizraim, Fut, y Canaán. I Chronicles 1:9 Los hijos de Cus: Saba, Hevila, Sabata, Regma, y Sabataca. Y los hijos de Regma: Saba y Dadán. I Chronicles 1:10 Cus engendró a Nimrod: este comenzó a ser poderoso en la tierra. I Chronicles 1:11 Mizraim engendró a Ludim, Anamim, Laabim, Neftuim, I Chronicles 1:12 Fetrusim, y Casluim: de estos salieron los Filisteos, y los Caftoreos. I Chronicles 1:13 Canaán engendró a Sidón su primogénito; I Chronicles 1:14 Y al Jetteo, y al Jebuseo, y al Amorreo, y al Gergeseo; I Chronicles 1:15 Y al Heveo, y al Araceo, y al Sineo; I Chronicles 1:16 Al Aradeo, y al Samareo, y al Hamateo. I Chronicles 1:17 Los hijos de Sem fueron Elam, Assur, Arfajad, Lud, Aram, Hus, Hul, Geter, y Mosoc. I Chronicles 1:18 Arfajad engendró a Sale, y Sale engendró a Heber. I Chronicles 1:19 Y a Heber nacieron dos hijos: el nombre del uno fue Faleg, por cuanto en sus días fue dividida la tierra, y el nombre de su hermano fue Jectán. I Chronicles 1:20 Y Jectán engendró a Elmodad, Salef, Asarmot, Jare, I Chronicles 1:21 Adoram, Uzal, Decla, I Chronicles 1:22 Hebal, Abimael, Saba, I Chronicles 1:23 Ofir, Hevila, y Jobab: todos hijos de Jectán. I Chronicles 1:24 Sem, Arfajad, Sale, I Chronicles 1:25 Heber, Faleg, Ragau, I Chronicles 1:26 Serug, Nacor, Tare, I Chronicles 1:27 Y Abram, el cual es Abraham. I Chronicles 1:28 ¶ Los hijos de Abraham fueron Isaac e Ismael. I Chronicles 1:29 Y estas son sus descendencias: el primogénito de Ismael fue Nabajot: después de él Cedar, Adbeel, Mabsam, I Chronicles 1:30 Masma, Duma, Massa, Hadad, Tema, Jetur, Nafis, y Cedma. Estos son los hijos de Ismael. I Chronicles 1:31 Y Cetura concubina de Abraham parió a Zamram, Jecsán, Madán, Madián, Jesboc, y a Sue. I Chronicles 1:32 Los hijos de Jecsán fueron Sabá y Dadán. I Chronicles 1:33 Los hijos de Madián: Efa, Efer, Jenoc, Abida, y Eldaa. Todos estos fueron hijos de Cetura. I Chronicles 1:34 Y Abraham engendró a Isaac: y los hijos de Isaac fueron Esaú e Israel. I Chronicles 1:35 ¶ Los hijos de Esaú fueron Elifaz, Rahuel, Jehús, Jelom, y Coré. I Chronicles 1:36 Los hijos de Elifaz, Temán, Omar, Sefi, Gatam, Cenes, Temna, y Amalec. I Chronicles 1:37 Los hijos de Rahuel fueron Nahat, Zare, Samma, y Meza. I Chronicles 1:38 Los hijos de Seir fueron Lotán, Sobal, Sebeón, Ana, Disón, Eser, y Disán. I Chronicles 1:39 Los hijos de Lotán: Hori, y Homam. Y Temna, fue hermana de Lotán. I Chronicles 1:40 Los hijos de Sobal fueron Alván, Manahat, Ebal, Sefí y Onán. Los hijos de Sebeón, Aia y Ana. I Chronicles 1:41 Disón fue hijo de Ana. Los hijos de Disón fueron Hamram, Esebán, Jetrán, y Carán. I Chronicles 1:42 Los hijos de Ezer: Balaam, Zaván, y Acán. Los hijos de Disán: Hus y Aram. I Chronicles 1:43 Y estos son los reyes que reinaron en la tierra de Edom, antes que reinase rey sobre los hijos de Israel. Bela, hijo de Beor: y el nombre de su ciudad fue Denaba. I Chronicles 1:44 Y muerto Bela, reinó en su lugar Jobab, hijo de Zaré de Bosra. I Chronicles 1:45 Y muerto Jobab, reinó en su lugar Husam, de la tierra de los Temanos. I Chronicles 1:46 Muerto Husam, reinó en su lugar Adad, hijo de Badad: este hirió a Madián en la campaña de Moab: y el nombre de su ciudad fue Avit. I Chronicles 1:47 Muerto Adad, reinó en su lugar Semla de Maresca. I Chronicles 1:48 Muerto también Semla, reinó en su lugar Saul de Rohobot que está junto al río. I Chronicles 1:49 Y muerto Saul, reinó en su lugar Balanán, hijo de Acobor. I Chronicles 1:50 Y muerto Balanán, reinó en su lugar Adar, el nombre de su ciudad fue Fau: y el nombre de su mujer fue Meetabel, hija de Matred, e hija de Mezaab. I Chronicles 1:51 Muerto Adar, sucedieron los duques en Edom: el duque Tamna, el duque Alva, el duque Jetet; I Chronicles 1:52 El duque Oolibama, el duque Ela, el duque Finón; I Chronicles 1:53 El duque Cenez, el duque Temán, el duque Mabsar; I Chronicles 1:54 El duque Magdiel, el duque Hiram. Estos fueron los duques de Edom. I Chronicles 2:0 I Chronicles 2:1 Estos son los hijos de Israel: Rubén, Simeón, Leví, Judá, Isacar, Zabulón, I Chronicles 2:2 Dan, José, Ben-jamín, Neftalí, Gad, y Asser. I Chronicles 2:3 Los hijos de Judá fueron Er, Onán, y Sela. Estos tres le nacieron de la hija de Sue Cananea. Y Er primogénito de Judá, fue malo delante de Jehová, y le mató. I Chronicles 2:4 Y Tamar su nuera le parió a Fares, y a Zara; y así todos los hijos de Judá fueron cinco. I Chronicles 2:5 Los hijos de Fares fueron Jesrón, y Hamul. I Chronicles 2:6 Y los hijos de Zara fueron Zamrí, Etán, Hemán, Calcal, y Darda, todos cinco. I Chronicles 2:7 Acán fue hijo de Carmi: este alborotó a Israel, porque prevaricó en el anatema. I Chronicles 2:8 Azaría fue hijo de Etán. I Chronicles 2:9 Los hijos que nacieron a Jesrón fueron Jerameel, Ram, y Calubai. I Chronicles 2:10 Y Ram engendró a Aminadab: y Aminadab engendró a Nahasón príncipe de los hijos de Judá. I Chronicles 2:11 Y Nahasón engendró a Salma: y Salma engendró a Booz. I Chronicles 2:12 Y Booz engendró a Obed: y Obed engendró a Isaí. I Chronicles 2:13 Y Isaí engendró a Eliab su primogénito, y el segundo Abinadab, el tercero Samaa, I Chronicles 2:14 El cuarto Natanael, el quinto Radai, I Chronicles 2:15 El sexto Osem, el séptimo David: I Chronicles 2:16 De los cuales Sarvia y Abigail fueron hermanas. Los hijos de Sarvia fueron tres, Abisaí, Joab, y Asael. I Chronicles 2:17 Abigail engendró a Amasa, y su padre fue Jeter Ismaelita. I Chronicles 2:18 Caleb, hijo de Jesrón, engendró a Jeriot de su mujer Azuba. Y los hijos de ella fueron Jaser, Sobad, y Ardón. I Chronicles 2:19 Y muerta Azuba, Caleb, tomó por mujer a Efrata, la cual le parió a Jur. I Chronicles 2:20 Y Jur engendró a Urí: y Urí engendró a Beseleel. I Chronicles 2:21 Después Jesrón entró a la hija de Maquir padre de Galaad, la cual tomó siendo él de sesenta años: y ella le parió a Segub. I Chronicles 2:22 Y Segub engendró a Jair, este tuvo veinte y tres ciudades en la tierra de Galaad. I Chronicles 2:23 Y Gessur y Aram tomaron las ciudades de Jair de ellos, y a Cenat, y sus aldeas, que fueron sesenta lugares. Todos estos fueron los hijos de Maquir padre de Galaad. I Chronicles 2:24 Y muerto Jesrón en Caleb de Efrata, Abiá mujer de Jesrón le parió a Asur padre de Tecua. I Chronicles 2:25 Y los hijos de Jerameel primogénito de Jesrón fueron Ram, su primogénito, Buna, Arán, Asom, y Aquía. I Chronicles 2:26 Y tuvo Jerameel otra mujer llamada Atara, que fue madre de Onam. I Chronicles 2:27 Y los hijos de Ram primogénito de Jerameel fueron Moos, Jamín, y Acar. I Chronicles 2:28 Y los hijos de Onam fueron Semeí y Jada. Los hijos de Semeí: Nadab y Abisur. I Chronicles 2:29 Y el nombre de la mujer de Abisur fue Abijail, la cual le parió a Abán, y a Molid. I Chronicles 2:30 Y los hijos de Nadab fueron Saled y Afaim: y Saled murió sin hijos. I Chronicles 2:31 Y Jesi fue hijo de Afaim: y Sesán fue hijo de Jesi: y Alai fue hijo de Sesán. I Chronicles 2:32 Los hijos de Jada, hermano de Semeí, fueron Jeter, y Jonatán: y murió Jeter sin hijos. I Chronicles 2:33 Y los hijos de Jonatán fueron Falet, y Ziza. Estos fueron los hijos de Jerameel. I Chronicles 2:34 Y Sesán no tuvo hijos, sino hijas. I Chronicles 2:35 Y tuvo Sesán un siervo Egipcio llamado Jeraa, al cual dio Sesán a su hija por mujer: y ella le parió a Etei. I Chronicles 2:36 Y Etei engendró a Natán: y Natán engendró a Zabad. I Chronicles 2:37 Y Zabad engendró a Oflal: y Oflal engendró a Obed. I Chronicles 2:38 Y Obed engendró a Jehú: y Jehú engendró a Azarías. I Chronicles 2:39 Y Azarías engendró a Helles: y Helles engendró a Elasa. I Chronicles 2:40 Elasa engendró a Sisamai: y Sisamai engendró a Sellum. I Chronicles 2:41 Y Sellum engendró a Icamia; e Icamia engendró a Elisama. I Chronicles 2:42 Los hijos de Caleb hermano de Jerameel fueron, Mesa su primogénito; este es el padre de Zif; y de sus hijos Maresa, padre de Hebrón. I Chronicles 2:43 Y los hijos de Hebrón fueron Coré, y Tappua, y Recem, y Samma. I Chronicles 2:44 Y Samma engendró a Raham padre de Jercaam: y Recem engendró a Sammai. I Chronicles 2:45 Maón fue hijo de Sammai: y Maón padre de Bet-zur. I Chronicles 2:46 Y Efa concubina de Caleb le parió a Haram, y a Mosa, y a Gezez. Y Haram engendró a Gezez. I Chronicles 2:47 Y los hijos de Jahaddai fueron Regom, Joatam, Gesam, Falet, Efa, y Saaf. I Chronicles 2:48 Maaca concubina de Caleb le parió a Saber y a Tarana. I Chronicles 2:49 Y también le parió a Saaf padre de Madmena, y a Sue padre de Macbena, y padre de Gabaa. Y Aca fue hija de Caleb. I Chronicles 2:50 Estos fueron los hijos de Caleb, hijo de Jur, primogénito de Efrata: Sobal padre de Cariat-jarim, I Chronicles 2:51 Salma padre de Belén, Haref padre de Bet-gader. I Chronicles 2:52 Y los hijos de Sobal padre de Cariat-jarim, el cual veía la mitad de Hamenuot. I Chronicles 2:53 Y las familias de Cariat-jarim fueron los Jetreos, y los Futeos, y los Samateos, y los Masereos; de los cuales salieron los Saratitas, y los Estaolitas. I Chronicles 2:54 Los hijos de Salma: Belén y los Netofatitas, los cuales son las coronas de la casa de Joab, y de la mitad de los Manatitas, los Saraitas. I Chronicles 2:55 Y las familias de los escribas que moraban en Jabes, fueron los Tirateos, Simateos, Sucateos; los cuales son los Cineos, que vinieron de Hemat, padre de la casa de Recab. I Chronicles 3:0 I Chronicles 3:1 Estos son los hijos de David, que le nacieron en Hebrón: Ammón el primogénito, de Acinoam de Jezrael. El segundo, Daniel, de Abigail del Carmelo. I Chronicles 3:2 El tercero, Absalom, hijo de Maaca hija de Tolmai rey de Gessur: el cuatro, Adonías, hijo de Aggit: I Chronicles 3:3 El quinto, Safatias, de Abital: el sexto, Jetraham, de Egla su mujer. I Chronicles 3:4 Estos seis le nacieron en Hebrón, donde reinó siete años y seis meses: y en Jerusalem reinó treinta y tres años. I Chronicles 3:5 Estos cuatro le nacieron en Jerusalem: Simmaa, Sobab, Natán, y Salomón de Bet-sua, hija de Ammiel. I Chronicles 3:6 Y otros nueve; Jebaar, Elisama, I Chronicles 3:7 Elifalet, Nogé, Nefeg, Jafía, I Chronicles 3:8 Elisama, Eliada, y Elifalet. I Chronicles 3:9 Todos estos fueron los hijos de David, sin los hijos de las concubinas. Y Tamar fue hermana de ellos. I Chronicles 3:10 Hijo de Salomón fue Roboam, cuyo hijo fue Abiá, cuyo hijo fue Asa, cuyo hijo fue Josafat, I Chronicles 3:11 Cuyo hijo fue Joram, cuyo hijo fue Ocozías, cuyo hijo fue Joas, I Chronicles 3:12 Cuyo hijo fue Amasías, cuyo hijo fue Azarías, cuyo hijo fue Joatam, I Chronicles 3:13 Cuyo hijo fue Acaz, cuyo hijo fue Ezequías, cuyo hijo fue Manasés, I Chronicles 3:14 Cuyo hijo fue Amón, cuyo hijo fue Josías. I Chronicles 3:15 Y los hijos de Josías fueron Johanán su primogénito, el segundo Joacim, el tercero Sedecías, el cuarto Sellum. I Chronicles 3:16 Los hijos de Joacim fueron Jeconías su hijo, cuyo hijo fue Sedecías. I Chronicles 3:17 Y los hijos de Jeconías fueron Asir, cuyo hijo fue Salatiel, I Chronicles 3:18 Melquiram, Padaia, Senneser, y Jecemia, Hosama, y Nadabia. I Chronicles 3:19 Y los hijos de Padaia fueron Zorobabel, y Semeí. Y los hijos de Zorobabel fueron Mosollam, Jananías, y Salomit su hermana; I Chronicles 3:20 Y Hasaba, Ohol, Baraquías, Hasadias, y Josabhesed, todos cinco. I Chronicles 3:21 Los hijos de Jananías fueron Paltias, y Jesaías, hijo de Rafaias, hijo de Arnán, hijo de Abdías, hijo de Sequenías. I Chronicles 3:22 Hijo de Sequenías fue Semeías. Y los hijos de Semeías fueron Harus, Jegaal, Barias, Naarias, Safat, seis. Los hijos de Naarias fueron estos tres, Elioenai, Ezequías, y Ezricam. I Chronicles 3:23 Los hijos de Elioenai fueron estos siete, Oduias, Eliasub, Pelaías, Accub, Johanán, Dalaias, Anani. I Chronicles 4:0 I Chronicles 4:1 Los hijos de Judá fueron Fares, Jesrón, Carmi, Jur, y Sobal. I Chronicles 4:2 Y Raias, hijo de Sobal, engendró a Jahat; y Jahat engendró a Ahumai, y a Laad. Estas son las familias de los Saratitas. I Chronicles 4:3 Y estas son las del padre de Etam; Jezrael, Jesema, y Jedebos. Y el nombre de su hermana fue Asalefuni. I Chronicles 4:4 Y Fanuel fue padre de Gedor; y Ezer padre de Hosa. Estos fueron los hijos de Jur primogénito de Efrata padre de Belén. I Chronicles 4:5 Y Assur padre de Tecua tuvo dos mujeres, es a saber, Halaa, y Naraa. I Chronicles 4:6 Y Naraa le parió a Oozán, Hefer, Temani, y Ahastari. Estos fueron los hijos de Naara. I Chronicles 4:7 Y los hijos de Halaa fueron Seret, Sahar, y Etnán. I Chronicles 4:8 Ítem, Cos engendró a Anob y a Soboba, y la familia de Aharehel, hijo de Arum. I Chronicles 4:9 Y Jabes fue más ilustre que sus hermanos, al cual su madre llamó Jabes, diciendo: Por cuanto yo le parí en dolor. I Chronicles 4:10 E invocó Jabes al Dios de Israel, diciendo: Si me dieres bendición, y ensanchares mi término, y si tu mano fuere conmigo, y me librares de mal, que no me duela. E hizo Dios que le viniese lo que pidió. I Chronicles 4:11 Y Caleb hermano de Sua, engendró a Maquir, el cual fue padre de Estón. I Chronicles 4:12 Y Estón engendró a Bet-rafa, a Fese, y a Tehinna, padre de la ciudad de Naas: estos son los varones de Reca. I Chronicles 4:13 Los hijos de Cenes fueron Otoniel, y Saraías. Los hijos de Otoniel, Hatat, I Chronicles 4:14 Y Maonati, el cual engendró a Ofra: y Saraías engendró a Joab, padre de Genarassim, porque fueron artífices. I Chronicles 4:15 Los hijos de Caleb, hijo de Jefone, fueron Hir, Ela, y Naham: e hijo de Ela fue Cenez. I Chronicles 4:16 Los hijos de Jalaleel fueron Zif, Zifas, Tirias y Asrael. I Chronicles 4:17 Y los hijos de Ezra fueron Jeter, Mered, Efer, y Jalon; también engendró a María, y a Sammaí, y a Jesba padre de Estamo. I Chronicles 4:18 Y su mujer Judaia le parió a Jared padre de Gedor, y a Jeber padre de Soco, y a Jecutiel padre de Zaneo. Estos fueron los hijos de Betia, hija de Faraón, con la cual casó Mered. I Chronicles 4:19 Y los hijos de la mujer de Odías, hermana de Natán, padre de Ceila, fueron Garmi, Estamo el de Macati. I Chronicles 4:20 Ítem, los hijos de Simón fueron Amnón y Rinna, hijo de Hanán, y Tilón. Y los hijos de Jesi fueron Zohet y Ben-zohet. I Chronicles 4:21 Los hijos de Sela, hijo de Judá, fueron Er, padre de Leca, y Laada padre de Maresa, y de la familia de la casa del oficio del lino en la casa de Asbea. I Chronicles 4:22 Y Joacim, y los varones de Cozeba, y Joas, y Sarof, los cuales dominaron en Moab, y Jasubi-la-hem, que son palabras antiguas, I Chronicles 4:23 Estos fueron olleros, y moradores de sembrados, y de cercados, los cuales moraron allá con el rey en su obra. I Chronicles 4:24 ¶ Los hijos de Simeón fueron Namuel, Jamín, Jarib, Zara, Saul. I Chronicles 4:25 También Sellum fue su hijo, Mabsán su hijo, y Masma su hijo. I Chronicles 4:26 Los hijos de Masma fueron Hamuel su hijo, Zacur su hijo, y Semeí su hijo. I Chronicles 4:27 Los hijos de Semeí fueron diez y seis, y seis hijas; mas sus hermanos no tuvieron muchos hijos, ni multiplicaron toda su familia, como los hijos de Judá. I Chronicles 4:28 Y habitaron en Beer-seba, y en Molada, y en Hasar-subal, I Chronicles 4:29 Y en Bala, y en Hasón, y en Tolad, I Chronicles 4:30 Y en Batuel, y en Jorma, y en Siceleg, I Chronicles 4:31 Y en Bet-marcabot, y en Hasarusim, y en Bet-berai, y en Saraim. Estas fueron sus ciudades hasta el reino de David. I Chronicles 4:32 Y sus aldeas fueron Etam, Aén, Remmón, y Taocem, y Asán, cinco pueblos: I Chronicles 4:33 Y todos sus villajes que estaban al rededor de estas ciudades hasta Baal. Esta fue su habitación, y esta fue su descendencia. I Chronicles 4:34 Mosobab, y Jemlec, y Josías, hijo de Amasías, I Chronicles 4:35 Joel, y Jehú, hijo de Josabías, hijo de Saraías, hijo de Aziel, I Chronicles 4:36 Y Elioenai, Jacoba, Isuhaia, Asaías, Adiel, Ismiel, Banaías, I Chronicles 4:37 Y Ziza, hijo de Sefei, hijo de Allón, hijo de Idaías, hijo de Semrí, hijo de Samaías. I Chronicles 4:38 Estos por sus nombres son los principales que vinieron en sus familias, y que fueron multiplicados en multitud en las casas de sus padres. I Chronicles 4:39 Y llegaron hasta la entrada de Gador hasta el oriente del valle, buscando pastos para sus ganados. I Chronicles 4:40 Y hallaron gruesos y buenos pastos, y tierra ancha y espaciosa, y quieta y reposada, porque los hijos de Cam la habitaban de antes. I Chronicles 4:41 Y estos, que han sido escritos por nombres, vinieron en días de Ezequías rey de Judá, e hirieron sus tiendas y estancias que hallaron allí, y destruyéronlos hasta hoy; y habitaron allí en lugar de ellos, por cuanto había allí pastos para sus ganados. I Chronicles 4:42 Y asimismo quinientos hombres de ellos de los hijos de Simeón se fueron al monte de Seir, llevando por capitanes a Paltías, y a Naarías, y a Rafaias, y a Oziel, hijos de Jesi; I Chronicles 4:43 E hirieron a los restos que habían quedado de Amalec, y habitaron allí hasta hoy. I Chronicles 5:0 I Chronicles 5:1 Y los hijos de Rubén primogénito de Israel, (porque él era el primogénito, mas como contaminó el lecho de su padre, sus primogenituras fueron dadas a los hijos de José, hijo de Israel, y no fue contado por primogénito. I Chronicles 5:2 Porque Judá fue el mayorazgo sobre sus hermanos, y el príncipe de ellos: y la primogenitura fue de José.) I Chronicles 5:3 Los hijos de Rubén, primogénito de Israel, fueron Jenoc, Fallu, Jesrón, y Carmi. I Chronicles 5:4 Los hijos de Joel fueron Samaías su hijo, Gog su hijo, Semeí su hijo, I Chronicles 5:5 Mica su hijo, Reia su hijo, Baal su hijo, I Chronicles 5:6 Beera su hijo, el cual fue trasportado por Teglat-palasar rey de los Asirios. Este era principal de los Rubenitas. I Chronicles 5:7 Y sus hermanos por sus familias, cuando eran contados en sus descendencias, tenían por príncipes a Jehiel y a Zacarías. I Chronicles 5:8 Y Bala, hijo de Azaz, hijo de Samma, hijo de Joel, habitó en Aroer hasta Nebo y Beel-meón. I Chronicles 5:9 Habitó también desde el oriente hasta la entrada del desierto, desde el río de Éufrates; porque tenían muchos ganados en la tierra de Galaad. I Chronicles 5:10 Y en los días de Saul trajeron guerra contra los Agarenos; los cuales cayeron en su mano, y ellos habitaron en sus tiendas sobre toda la haz oriental de Galaad. I Chronicles 5:11 Y los hijos de Gad habitaron enfrente de ellos en la tierra de Basán hasta Selca. I Chronicles 5:12 Y el primogénito fue Joel, el segundo Safán: y Janai y Safat estuvieron en Basán. I Chronicles 5:13 Y sus hermanos según las familias de sus padres fueron Micael, Mosollam, Sebe, Jorai, Jacán, Zie, Jeber, todos siete. I Chronicles 5:14 Estos fueron los hijos de Abijail, hijo de Huri, hijo de Jara, hijo de Galaad, hijo de Micael, hijo de Jesí, hijo de Jeddo, hijo de Buz. I Chronicles 5:15 También Aqui hijo de Abdiel, hijo de Guni, fue principal en la casa de sus padres. I Chronicles 5:16 Los cuales habitaron en Galaad, en Basán, y en sus aldeas, y en todos los ejidos de Sarón hasta salir de ellos. I Chronicles 5:17 Todos ellos fueron contados en días de Joatam rey de Judá, y en días de Jeroboam rey de Israel. I Chronicles 5:18 Los hijos de Rubén, y de Gad, y la media tribu de Manasés fueron valientes hombres, hombres que traían escudo y espada, y que entesaban arco, diestros en guerra, cuarenta y cuatro mil y sietecientos y sesenta que salían en batalla. I Chronicles 5:19 Y tuvieron guerra con los Agarenos, y Jetur, y Nafis, y Nodab. I Chronicles 5:20 Y fueron ayudados contra ellos, y los Agarenos se dieron en sus manos, y todos los que eran con ellos, porque clamaron a Dios en la guerra, y fuéles favorable, porque esperaron en él. I Chronicles 5:21 Y tomaron sus ganados, cincuenta mil camellos, y doscientas y cincuenta mil ovejas, dos mil asnos, y cien mil personas. I Chronicles 5:22 Y cayeron muchos heridos, porque la guerra era de Dios, y habitaron en sus lugares hasta la transmigración. I Chronicles 5:23 Y los hijos de la media tribu de Manasés habitaron en la tierra desde Basán hasta Baal-hermón, y Sanir, y el monte de Hermón, multiplicados en gran manera. I Chronicles 5:24 Y estos fueron las cabezas de las casas de sus padres, Efer, Jesí, y Eliel, Ezriel, y Jeremías, y Odoías, y Jediel, hombres valientes, y de esfuerzo, varones de nombres, y cabezas de las casas de sus padres. I Chronicles 5:25 Mas se rebelaron contra el Dios de sus padres, y fornicaron siguendo los dioses de los pueblos de la tierra, a los cuales Jehová había quitado de delante de ellos. I Chronicles 5:26 Por lo cual el Dios de Israel despertó el espíritu de Ful rey de los Asirios, y el espíritu de Teglat-palasar rey de los Asirios, el cual trasportó a los Rubenitas y Gaditas, y a la media tribu de Manasés, y los llevó a Halah, y a Habor, y a Ara, y al río de Gozán hasta hoy. I Chronicles 6:0 I Chronicles 6:1 Los hijos de Leví fueron Gersón, Caat y Merari. I Chronicles 6:2 Los hijos de Caat fueron Amram, Isaar, Hebrón, y Oziel. I Chronicles 6:3 Los hijos de Amram fueron Aarón, Moisés, y María. Los hijos de Aarón fueron Nadab, Abiú, Eleazar, e Itamar. I Chronicles 6:4 Eleazar engendró a Finees, y Finees engendró a Abisué, I Chronicles 6:5 Y Abisué engendró a Bocci, y Bocci engendró a Ozi, I Chronicles 6:6 Y Ozi engendró a Zaraías, y Zaraías engendró a Meraiot, I Chronicles 6:7 Y Meraiot engendró a Amarías, y Amarías engendró a Aquitob, I Chronicles 6:8 Y Aquitob engendró a Sadoc, y Sadoc engendró a Aquimaas, I Chronicles 6:9 Y Aquimaas engendró a Azarías, y Azarías engendró a Johanán, I Chronicles 6:10 Y Johanán engendró a Azarías, el que tuvo el sacerdocio en la casa que Salomón edificó en Jerusalem, I Chronicles 6:11 Y Azarías engendró a Amarías, y Amarías engendró a Aquitob, I Chronicles 6:12 Y Aquitob engendró a Sadoc, y Sadoc engendró a Sellum, I Chronicles 6:13 Y Sellum engendró a Helcías, y Helcías engendró a Azarías, I Chronicles 6:14 Y Azarías engendró a Saraías, y Saraías engendró a Josedec, I Chronicles 6:15 Y Josedec fue cuando Jehová trasportó a Judá y a Jerusalem por mano de Nabucodonosor. I Chronicles 6:16 Así que los hijos de Leví fueron Gersón, Caat, y Merari. I Chronicles 6:17 Y estos son los nombres de los hijos de Gersón: Lebni, y Semeí. I Chronicles 6:18 Los hijos de Caat fueron Amram, Isaar, Hebrón y Oziel. I Chronicles 6:19 Los hijos de Merari fueron Moholi, y Musi. Estas son las familias de Leví según sus descendencias: I Chronicles 6:20 Gersón, Lebni su hijo, Jahat su hijo, Zamma su hijo, I Chronicles 6:21 Joah su hijo, Addo su hijo, Zara su hijo, Jetrai su hijo. I Chronicles 6:22 Los hijos de Caat fueron Aminadab su hijo, Coré su hijo, Asir su hijo, I Chronicles 6:23 Elcana su hijo, Abiasaf su hijo, Asir su hijo, I Chronicles 6:24 Tahat su hijo, Uriel su hijo, Ozía su hijo, y Saul su hijo. I Chronicles 6:25 Los hijos de Elcana fueron Amasai, Aquimot, y Elcana. I Chronicles 6:26 Los hijos de Elcana fueron Sofai su hijo, Nahat su hijo, I Chronicles 6:27 Eliab su hijo, Jeroham su hijo, Elcana su hijo, I Chronicles 6:28 Los hijos de Samuel, el primogénito Vasseni, y Abías. I Chronicles 6:29 Los hijos de Merari fueron Mocoli, Lebni su hijo, Semeí su hijo, Oza su hijo, I Chronicles 6:30 Samaa su hijo, Haggía su hijo, Asaía su hijo. I Chronicles 6:31 Y estos son a los que David dio cargo de las cosas de la música de la casa de Jehová, después que el arca tuvo reposo: I Chronicles 6:32 Los cuales servían delante de la tienda del tabernáculo del testimonio en cantares, hasta que Salomón edificó la casa de Jehová en Jerusalem: y estuvieron en su ministerio según su costumbre. I Chronicles 6:33 Y estos y sus hijos asistían: De los hijos de Caat, Hemán cantor, hijo de Joel, hijo de Samuel, I Chronicles 6:34 Hijo de Elcana, hijo de Jeroham, hijo de Eliel, hijo de Tolu, I Chronicles 6:35 Hijo de Suf, hijo de Elcana, hijo de Mahat, hijo de Amasai, I Chronicles 6:36 Hijo de Elcana, hijo de Joel, hijo de Azarías, hijo de Sofonías, I Chronicles 6:37 Hijo de Tahat, hijo de Asir, hijo de Abiasaf, hijo de Coré, I Chronicles 6:38 Hijo de Isaar, hijo de Caat, hijo de Leví, hijo de Israel. I Chronicles 6:39 Y su hermano Asaf, el cual estaba a su mano derecha. Asaf, hijo de Baraquías, hijo de Samaa, I Chronicles 6:40 Hijo de Micael, hijo de Baasías, hijo de Melquías, I Chronicles 6:41 Hijo de Atanai, hijo de Zara, hijo de Adaia, I Chronicles 6:42 Hijo de Etán, hijo de Zamma, hijo de Semeí, I Chronicles 6:43 Hijo de Get, hijo de Gersón, hijo de Leví. I Chronicles 6:44 Mas los hijos de Merari sus hermanos estaban a la mano siniestra, es a saber, Etán, hijo de Cusi, hijo de Abdi, hijo de Maloc, I Chronicles 6:45 Hijo de Hasabías, hijo de Amasías, hijo de Helcías, I Chronicles 6:46 Hijo de Amasai, hijo de Boni, hijo de Somer, I Chronicles 6:47 Hijo de Moholi, hijo de Musi, hijo de Merari, hijo de Leví. I Chronicles 6:48 Y sus hermanos los Levitas fueron puestos sobre todo el ministerio del tabernáculo de la casa de Dios. I Chronicles 6:49 Mas Aarón y sus hijos hacían perfume sobre el altar del holocausto, y sobre el altar del perfume, en toda la obra del lugar santísimo, y para hacer las expiaciones sobre Israel, conforme a todo lo que Moisés siervo de Dios había mandado. I Chronicles 6:50 Y los hijos de Aarón son estos: Eleazar su hijo, Finees su hijo, Abisué su hijo, I Chronicles 6:51 Bocci su hijo, Ozi su hijo, Zaraías su hijo, I Chronicles 6:52 Meraiot su hijo, Amarías su hijo, Aquitob su hijo, I Chronicles 6:53 Sadoc su hijo, Aquimaas su hijo. I Chronicles 6:54 Y estas son sus habitaciones por sus palacios y en sus términos, de los hijos de Aarón por las familias de los Caatitas: porque de ellos fue la suerte. I Chronicles 6:55 Que les dieron a Hebrón en tierra de Judá, y sus ejidos al rededor de ella: I Chronicles 6:56 Mas la tierra de la ciudad y sus aldeas dieron a Caleb, hijo de Jefone. I Chronicles 6:57 Y a los hijos de Aarón dieron las ciudades de Judá de acogimiento, es a saber, a Hebrón, y a Lebna con sus ejidos, I Chronicles 6:58 A Jeter y Estemo, con sus ejidos, y a Helón con sus ejidos, y a Dabir con sus ejidos, I Chronicles 6:59 A Asán con sus ejidos, y a Bet-sames con sus ejidos. I Chronicles 6:60 Y de la tribu de Ben-jamín, a Gabee con sus ejidos, y a Almat con sus ejidos, y a Anatot con sus ejidos. Todas sus ciudades fueron trece ciudades, por sus linajes. I Chronicles 6:61 A los hijos de Caat, que quedaron de su parentela, dieron diez ciudades de la media tribu de Manasés por suerte. I Chronicles 6:62 Y a los hijos de Gersón por sus linajes dieron de la tribu de Isacar, y de la tribu de Aser, y de la tribu de Neftalí, y de la tribu de Manasés en Basán trece ciudades. I Chronicles 6:63 Y a los hijos de Merari por sus linajes, de la tribu de Rubén, y de la tribu de Gad, y de la tribu de Zabulón por suerte doce ciudades. I Chronicles 6:64 Y dieron los hijos de Israel a los Levitas ciudades con sus ejidos. I Chronicles 6:65 Y dieron por suerte de la tribu de los hijos de Judá, y de la tribu de los hijos de Simeón, y de la tribu de los hijos de Ben-jamín las ciudades que nombraron por sus nombres. I Chronicles 6:66 Y a los linajes de los hijos de Caat dieron ciudades con sus términos de la tribu de Efraím. I Chronicles 6:67 Y diéronles las ciudades de acogimiento, a Siquem con sus ejidos en el monte de Efraím, y a Gazer con sus ejidos. I Chronicles 6:68 Y a Jecmaam con sus ejidos, y a Bet-orón con sus ejidos. I Chronicles 6:69 Y a Ajalón con sus ejidos, y a Get-remmon con sus ejidos. I Chronicles 6:70 De la media tribu de Manasés, a Aner con sus ejidos, a Balaam con sus ejidos, para los del linaje de los hijos de Caat, que habían quedado. I Chronicles 6:71 Y a los hijos de Gersón, de la familia de la media tribu de Manasés, a Gaulón en Basán con sus ejidos, y a Astarot con sus ejidos, I Chronicles 6:72 Y de la tribu de Isacar, a Cedes con sus ejidos, a Daberet con sus ejidos, I Chronicles 6:73 Y a Ramot con sus ejidos, y a Anem con sus ejidos. I Chronicles 6:74 Y de la tribu de Aser, a Masal con sus ejidos, y a Abdón con sus ejidos, I Chronicles 6:75 Y a Hacoc con sus ejidos, y a Rohob con sus ejidos. I Chronicles 6:76 Y de la tribu de Neftalí, a Cedes en Galilea con sus ejidos, a Hamón con sus ejidos, a Cariat-jarim con sus ejidos. I Chronicles 6:77 Y a los hijos de Merari, que habían quedado, dieron de la tribu de Zabulón a Remmono con sus ejidos, y a Tabor con sus ejidos. I Chronicles 6:78 Y de la otra parte del Jordán de Jericó, al oriente del Jordán, dieron de la tribu de Rubén a Bosor en el desierto con sus ejidos, y a Jassa con sus ejidos, I Chronicles 6:79 Y a Cademot con sus ejidos, y a Mefaat con sus ejidos. I Chronicles 6:80 Y de la tribu de Gad, a Ramot en Galaad con sus ejidos, y a Mahanaim con sus ejidos, I Chronicles 6:81 Y a Jesebón con sus ejidos, y a Jezer con sus ejidos. I Chronicles 7:0 I Chronicles 7:1 Los hijos de Isacar fueron Tola, Fua, Jasub, y Simerón, cuatro. I Chronicles 7:2 Los hijos de Tola: Ozi, Rafaias, Jeriel, Jemai, Jebsem, y Samuel, cabezas en las familias de sus padres. De Tola fueron contados por sus linajes en el tiempo de David, veinte y dos mil y seiscientos varones valerosos de esfuerzo. I Chronicles 7:3 Hijo de Ozi fue Izraías: y los hijos de Izraías fueron Micael, Abdías, Joel, y Jesías, todos cinco príncipes. I Chronicles 7:4 Y había con ellos en sus linajes por las familias de sus padres treinta y seis mil hombres de guerra: porque tuvieron muchas mujeres e hijos. I Chronicles 7:5 Y sus hermanos por todas las familias de Isacar eran contados, todos por sus genealogías, ochenta y siete mil hombres valientes de esfuerzo. I Chronicles 7:6 Los hijos de Ben-jamín fueron tres, Bela, Becor, y Jadiel. I Chronicles 7:7 Los hijos de Bela fueron Esbón, Ozi, Oziel, Jerimot, y Uraí, cinco cabezas de casas de linajes, hombres valientes de esfuerzo. Y de su linaje fueron contados veinte y dos mil y treinta y cuatro. I Chronicles 7:8 Los hijos de Becor fueron Zamira, Joas, Eliezer, Elioenai, Amri, Jerimot, Abías, Anatot, y Almat, todos estos fueron hijos de Becor. I Chronicles 7:9 Y cuando fueron contados por sus descendencias, por sus linajes, los que eran cabezas de sus familias, veinte mil y doscientos hombres valientes de esfuerzo. I Chronicles 7:10 Hijo de Jadiel fue Balán: y los hijos de Balán, Jehús, Ben-jamín, Aod, Canaana, Zetán, Társis, y Ahi-sahar. I Chronicles 7:11 Todos estos fueron hijos de Jadiel, cabezas de familias, varones valientes de esfuerzo, diez y siete mil y doscientos que salían a la guerra en batalla. I Chronicles 7:12 Y Suppim y Huppim, hijos de Hir: y Hasim, hijo de Aher. I Chronicles 7:13 Los hijos de Neftalí fueron Jasiel, Guni, Jezer, y Sellum, hijos de Bala. I Chronicles 7:14 Ítem, los hijos de Manasés fueron Esriel, el cual le parió su concubina la Sira, la cual también le parió a Maquir, padre de Galaad. I Chronicles 7:15 Y Maquir tomó mujeres a Huppim, y a Suppim, el cual tuvo una hermana llamada Maaca. Y el nombre del segundo fue Salfaad. Y Salfaad tuvo hijas. I Chronicles 7:16 Y Maaca mujer de Maquir le parió un hijo, y llamóle Fares. Y el nombre de su hermano fue Sares, cuyos hijos fueron Ulam, y Recem. I Chronicles 7:17 Hijo de Ulam fue Badán. Estos fueron los hijos de Galaad, hijo de Maquir, hijo de Manasés. I Chronicles 7:18 Y su hermana Molehed parió a Iscud, y a Abiezer, y a Mohola. I Chronicles 7:19 Y los hijos de Semida fueron Ahín, Sequem, Leci, y Aniam. I Chronicles 7:20 Los hijos de Efraím fueron Sutala, Bared su hijo, Tahat su hijo, Elada su hijo, Tahat su hijo, I Chronicles 7:21 Zabad su hijo, y Sutala su hijo, Ezer y Elad. Mas los hijos de Get, naturales de aquella tierra, los mataron, porque vinieron a tomarles sus ganados. I Chronicles 7:22 Y Efraím su padre puso luto por muchos días, y vinieron sus hermanos a consolarle. I Chronicles 7:23 Y entrando él a su mujer, ella concibió, y parió un hijo al cual puso nombre Beria; por cuanto había estado en dolor en su casa. I Chronicles 7:24 Y su hija fue Sara, la cual edificó a Bet-orón la baja y la alta, y a Ozen-sara. I Chronicles 7:25 Hijo de este fue Rafa, y Resef, y Tale su hijo, y Taán su hijo, I Chronicles 7:26 Ladaán su hijo, Ammiud su hijo, Elisama su hijo, I Chronicles 7:27 Nun su hijo, Josué su hijo. I Chronicles 7:28 Y su heredad y habitación fue Bet-el con sus aldeas; y hacia el oriente Norán; y a la parte del occidente Gazer y sus aldeas: asimismo Siquem con sus aldeas, hasta Asa y sus aldeas. I Chronicles 7:29 Y a la parte de los hijos de Manasés, Bet-sán con sus aldeas, Tanac con sus aldeas, Mageddo con sus aldeas, Dor con sus aldeas. En estas habitaron los hijos de José, hijo de Israel. I Chronicles 7:30 Los hijos de Aser fueron Jamna, Jesua, Jesui, Baria, y su hermana Sara. I Chronicles 7:31 Los hijos de Baria fueron Jeber, y Melquiel, el cual fue padre de Barsait. I Chronicles 7:32 Y Jeber engendró a Jeflat, Somer, Hotam, y Suaa hermana de ellos. I Chronicles 7:33 Los hijos de Jeflat: Fosec, Camaal, y Asot, estos fueron los hijos de Jeflat. I Chronicles 7:34 Y los hijos de Somer: Ahi, Roaga, Haba, y Aram. I Chronicles 7:35 Los hijos de Helem su hermano: Sufa, Jemna, Selles, y Amal. I Chronicles 7:36 Los hijos de Sufa: Sue, Harnafet, Sual, Beri, Jamra, I Chronicles 7:37 Bosor, Hod, Samma, Salusa, Jetrán, y Bera. I Chronicles 7:38 Los hijos de Jeter: Jefone, Fasfa y Ara. I Chronicles 7:39 Y los hijos de Ulla: Arree, Haniel, y Resia. I Chronicles 7:40 Todos estos fueron hijos de Aser, cabezas de familias de padres, escogidos, poderosos en fuerzas, cabezas de príncipes; y cuando fueron contados por sus linajes entre los hombres de guerra, el número de ellos fue veinte y seis mil varones. I Chronicles 8:0 I Chronicles 8:1 Ben-jamín engendró a Bale su primogénito, Asbel el segundo, Ahala el tercero, I Chronicles 8:2 Nohaa el cuarto, y Rafa el quinto. I Chronicles 8:3 Y los hijos de Bale fueron Addar, Gera, Abiud, I Chronicles 8:4 Abisué, Naamán, Ahoe, I Chronicles 8:5 Ítem, Gera, Sefufán, y Huram. I Chronicles 8:6 Y estos son los hijos de Ahod, y estos son las cabezas de padres que habitaron en Gabaa, y fueron trasportados a Manahat: I Chronicles 8:7 Es a saber, Nahamán, Aquías, y Gera: este los trasportó, y engendró a Oza, y Ahihud. I Chronicles 8:8 Y Saharaim engendró en la provincia de Moab, después que dejó a Husim y a Bara que eran sus mujeres. I Chronicles 8:9 Y engendró de Codes su mujer a Jobab, Sebias, Mosa, Molcom, I Chronicles 8:10 Jehús, Sequías, y Marma. Estos son sus hijos, cabezas de familias. I Chronicles 8:11 Mas de Husim engendró a Abitob, y a Elfaal. I Chronicles 8:12 Y los hijos de Elfaal fueron Jeber, Misaam, y Samad, el cual edificó a Ono, y a Lot con sus aldeas: I Chronicles 8:13 Y Barias y Sama; estos fueron las cabezas de las familias de los moradores de Ajalón. Estos echaron a los moradores de Get. I Chronicles 8:14 Ítem, Ahio, Sesac, Jerimot, I Chronicles 8:15 Zabadías, Arod, Heder, I Chronicles 8:16 Micael, Jespa, y Joa, hijos de Barias. I Chronicles 8:17 Y Zabadías, Mosollam, Hezeci, Jeber, I Chronicles 8:18 Jesamari, Jezlia, y Jobab, hijos de Elfaal. I Chronicles 8:19 Y Jacim, Zecri, Zabdi, I Chronicles 8:20 Elioenai, Seletai, Eliel, I Chronicles 8:21 Adaias, Baraias, y Samarat, hijos de Semeí. I Chronicles 8:22 Y Jefán, Jeber, Eliel, I Chronicles 8:23 Abdón, Zecri, Hanán, I Chronicles 8:24 Jananías, Helam, Anatotias, I Chronicles 8:25 Jefdaias, y Fanuel, hijos de Sesac. I Chronicles 8:26 Y Samsari, Jahorias, Otolias, I Chronicles 8:27 Jersias, Elijas, y Zecri, hijos de Jeroham. I Chronicles 8:28 Estos fueron príncipes de familias por sus linajes, capitanes, y habitaron en Jerusalem. I Chronicles 8:29 Y en Gabaón habitaron Abigabaón, la mujer del cual se llamó Maaca; I Chronicles 8:30 Y su hijo primogénito Abdón, y Sur, Cis, Baal, Nadab, I Chronicles 8:31 Gedor, Ahio, y Zaquer. I Chronicles 8:32 Y Macellot engendró a Samaa, los cuales también habitaron en frente de sus hermanos en Jerusalem con sus hermanos. I Chronicles 8:33 Y Ner engendró a Cis, y Cis engendró a Saul, y Saul engendró a Jonatán, Melqui-sua, Abinadab, y Esbaal. I Chronicles 8:34 Hijo de Jonatán fue Meri-baal, Meri-baal engendró a Mica. I Chronicles 8:35 Los hijos de Mica fueron Fitón, Melec, Taraa, y Ajaz. I Chronicles 8:36 Y Ajaz engendró a Joada, y Joada engendró a Alamat, y a Azmot, y a Zamrí: y Zamrí engendró a Mosa: I Chronicles 8:37 Y Mosa engendró a Banaa, hijo del cual fue Rafa, hijo del cual fue Elasa, cuyo hijo fue Asel. I Chronicles 8:38 Y los hijos de Asel fueron seis, cuyos nombres son Ezricam, Bocru, Ismael, Sarias, Abdías y Hanán: todos estos fueron hijos de Asel. I Chronicles 8:39 Y los hijos de Esec su hermano fueron Ulam su primogénito, Jehús el segundo, Elifalet el tercero. I Chronicles 8:40 Y fueron los hijos de Ulam varones valientes en fuerzas, flecheros diestros, los cuales tuvieron muchos hijos y nietos, ciento y cincuenta. Todos estos fueron de los hijos de Ben-jamín. I Chronicles 9:0 I Chronicles 9:1 Y contado todo Israel por el orden de los linajes, fueron escritos en el libro de los reyes de Israel y de Judá, y fueron trasportados a Babilonia por su rebelión. I Chronicles 9:2 Los primeros moradores que fueron puestos en sus posesiones en sus ciudades, así de Israel, como de los sacerdotes, Levitas, y Natineos, I Chronicles 9:3 Los cuales habitaron en Jerusalem, de los hijos de Judá, de los hijos de Ben-jamín, de los hijos de Efraím y Manasés: I Chronicles 9:4 Otei, hijo de Ammiud, hijo de Amrí, hijo de Omraí, hijo de Bonní, de los hijos de Fares, hijos de Judá. I Chronicles 9:5 Y de Siloni: Asaías el primogénito, y sus hijos. I Chronicles 9:6 Y de los hijos de Zara: Jehuel, y sus hermanos, seiscientos y noventa. I Chronicles 9:7 Ítem, de los hijos de Ben-jamín: Salo, hijo de Mosollam, hijo de Odvia, hijo de Asana; I Chronicles 9:8 Y Jobanías, hijo de Jeroham, y Ela, hijo de Ozi, hijo de Mocori, y Mosollam, hijo de Safatías, hijo de Rahuel, hijo de Jebanías: I Chronicles 9:9 Y sus hermanos por sus linajes fueron nuevecientos y cincuenta y seis. Todos estos varones fueron cabezas de padres por las familias de sus padres. I Chronicles 9:10 Y de los sacerdotes: Jedaia, Joiarib, Jaquín, I Chronicles 9:11 Y Azarías, hijo de Helcías, hijo de Mosollam, hijo de Sadoc, hijo de Maraiot, hijo de Aquitob, príncipe de la casa de Dios. I Chronicles 9:12 Ítem, Adaias, hijo de Jeroham, hijo de Fasur, hijo de Melquías, y Maasai, hijo de Adiel, hijo de Jezra, hijo de Mosollam, hijo de Mosollamit, hijo de Emmer: I Chronicles 9:13 Y sus hermanos cabezas de familias de sus padres, mil y sietecientos y sesenta hombres valientes de fuerzas en la obra del ministerio de la casa de Dios. I Chronicles 9:14 Y de los Levitas: Semeías, hijo de Hassub, hijo de Ezricam, hijo de Hasebias, de los hijos de Merari; I Chronicles 9:15 Y Bacbacar, Heres, Galal, y Matanías, hijo de Micas, hijo de Zecri, hijo de Asaf; I Chronicles 9:16 Y Abdías, hijo de Semeías, hijo de Galal, hijo Iditún; y Baraquías, hijo de Asa, hijo de Elcana, el cual habitó en las aldeas de Netofati. I Chronicles 9:17 Y porteros: Sellum, Accub, Telmón, Ahimán, y sus hermanos: Sellum era la cabeza. I Chronicles 9:18 Y hasta ahora han sido estos los porteros en la puerta del rey, que está al oriente, en las cuadrillas de los hijos de Leví. I Chronicles 9:19 Y Sellum, hijo de Coré, hijo de Abiasaf, hijo de Corá, y sus hermanos por la casa de su padre, los Coritas, tuvieron cargo de la obra del ministerio guardando las puertas del tabernáculo: y sus padres sobre el campo de Jehová fueron los guardias de la entrada. I Chronicles 9:20 Y Finees, hijo de Eleazar, fue capitán sobre ellos antes, siendo Jehová con él. I Chronicles 9:21 Y Zacarías, hijo de Mosollamia, era portero de la puerta del tabernáculo del testimonio. I Chronicles 9:22 Todos estos ilustres entre los porteros en las puertas fueron doscientos y doce, cuando fueron contados por el orden de sus linajes en sus aldeas: a los cuales constituyó en su oficio David, y Samuel el vidente. I Chronicles 9:23 Así ellos y sus hijos eran porteros por sus veces a las puertas de la casa de Jehová, y de la casa del tabernáculo. I Chronicles 9:24 Y estaban porteros a los cuatro vientos; al oriente, al occidente, al septentrión, y al mediodía. I Chronicles 9:25 Y sus hermanos, que estaban en sus aldeas, venían cada siete días por sus tiempos con ellos. I Chronicles 9:26 Porque estaban en el oficio cuatro de los más poderosos de los porteros, los cuales eran Levitas, que tenían cargo de las cámaras, y de los tesoros de la casa de Dios. I Chronicles 9:27 Estos moraban al rededor de la casa de Dios, porque tenían cargo de la guardia, y tenían cargo de abrir cada mañana. I Chronicles 9:28 Algunos de estos tenían cargo de los vasos del ministerio, los cuales se metían por cuenta, y se sacaban por cuenta. I Chronicles 9:29 Y algunos de ellos tenían cargo de la vajilla, y de todos los vasos del santuario, y de la harina, y del vino, y del aceite, y del incienso, y de las especierías. I Chronicles 9:30 Y algunos de los hijos de los sacerdotes hacían los ungüentos aromáticos. I Chronicles 9:31 Y Matatías, uno de los Levitas, primogénito de Sellum Corita, tenía cargo de las cosas que se hacían en la sartén. I Chronicles 9:32 Y algunos de los hijos de Caat, y de sus hermanos, tenían el cargo de los panes de la proposición, los cuales ponían por orden cada sábado. I Chronicles 9:33 Y de estos había cantores, príncipes de familias por los Levitas, los cuales estaban en sus cámaras, exentos; porque de día y de noche estaban en la obra. I Chronicles 9:34 Estos eran príncipes de familias, por los Levitas por sus linajes, príncipes, que habitaban en Jerusalem. I Chronicles 9:35 ¶ Y en Gabaón habitaban Abigabaón, Jehiel; y el nombre de su mujer era Maaca; I Chronicles 9:36 Y su hijo primogénito, Abdón, Sur, Cis, Baal, Ner, Nadab, I Chronicles 9:37 Gedor, Ahio, Zacarías, y Macellot. I Chronicles 9:38 Ítem, Macellot engendró a Samaán, y estos habitaban en Jerusalem también con sus hermanos enfrente de ellos. I Chronicles 9:39 Y Ner engendró a Cis, y Cis engendró a Saul, y Saul engendró a Jonatán, Melquisua, Abinadab, y Esbaal. I Chronicles 9:40 E hijo de Jonatán fue Merib-baal: y Merib-baal engendró a Mica. I Chronicles 9:41 Y los hijos de Mica fueron Fitón, Melec, Taraa, y Ajaz. I Chronicles 9:42 Ajaz engendró a Jara, y Jara engendró a Alamat, Azmot, y Zamrí: y Zamrí engendró a Mosa: I Chronicles 9:43 Y Mosa engendró a Banaa, cuyo hijo fue Rafaia, cuyo hijo fue Elasa, cuyo hijo fue Asel: I Chronicles 9:44 Y Asel tuvo seis hijos: los nombres de los cuales son Ezricam, Bocru, Ismael, Sarias, Abdías, Hanán: estos fueron los hijos de Asel. I Chronicles 10:0 I Chronicles 10:1 Los Filisteos pelearon con Israel, e Israel huyó delante de ellos, y cayeron heridos en el monte de Gelboé. I Chronicles 10:2 Y los Filisteos siguieron a Saul, y a sus hijos; y mataron los Filisteos a Jonatán, y a Abinadab, y a Melquisua, hijos de Saul. I Chronicles 10:3 Y la batalla se agravó sobre Saul, y alcanzáronle los flecheros, y fue herido de los flecheros. I Chronicles 10:4 Entonces Saul dijo a su escudero: Saca tu espada, y pásame con ella, porque no vengan estos incircuncisos, y escarnezcan de mí. Mas su escudero no quiso, porque tenía gran miedo. Entonces Saul tomó la espada, y echóse sobre ella. I Chronicles 10:5 Y como su escudero vio a Saul muerto, él también se echó sobre su espada y matóse. I Chronicles 10:6 Así murió Saul, y sus tres hijos, y toda su casa murió juntamente con él. I Chronicles 10:7 Y viendo todos los de Israel que habitaban en el valle, que habían huido, y que Saul y sus hijos eran muertos, dejaron sus ciudades, y huyeron: y vinieron los Filisteos y habitaron en ellas. I Chronicles 10:8 Y fue que viniendo el día siguiente los Filisteos a despojar los muertos, hallaron a Saul y a sus hijos tendidos en el monte de Gelboé. I Chronicles 10:9 Y después que le hubieron desnudado, tomaron su cabeza, y sus armas, y enviáronlo todo a la tierra de los Filisteos por todas partes, para que fuese denunciado a sus ídolos, y al pueblo. I Chronicles 10:10 Y pusieron sus armas en el templo de su dios: y colgaron la cabeza en el templo de Dagón. I Chronicles 10:11 Y oyendo todos los de Jabes de Galaad lo que los Filisteos habían hecho de Saul, I Chronicles 10:12 Levantáronse todos los valientes hombres, y tomaron el cuerpo de Saul, y los cuerpos de sus hijos, y trajéronlos a Jabes; y enterraron sus huesos debajo del alcornoque en Jabes, y ayunaron siete días. I Chronicles 10:13 Así murió Saul por su rebelión con que se rebeló contra Jehová, contra la palabra de Jehová, la cual no guardó; y porque consultó al pitón preguntando; I Chronicles 10:14 Y no consultó a Jehová; por esta causa le mató, y traspasó el reino a David, hijo de Isaí. I Chronicles 11:0 I Chronicles 11:1 Entonces todo Israel se juntó a David en Hebrón, diciendo: He aquí, nosotros somos tu hueso y tu carne: I Chronicles 11:2 Y demás de esto, ayer y anteayer, aun cuando Saul reinaba, tú sacabas y metías a Israel. También Jehová tu Dios te ha dicho: Tú apacentarás mi pueblo Israel, y tú serás príncipe sobre mi pueblo Israel. I Chronicles 11:3 Y vinieron todos los ancianos de Israel al rey en Hebrón; y David hizo con ellos alianza en Hebrón delante de Jehová; y ellos ungieron a David por rey sobre Israel, conforme a la palabra de Jehová por mano de Samuel. I Chronicles 11:4 Entonces David con todo Israel se fue a Jerusalem, la cual es Jebús, porque allí el Jebuseo era habitador de aquella tierra. I Chronicles 11:5 Y los de Jebús dijeron a David: No entrarás acá. Mas David tomó la fortaleza de Sión, que es la ciudad de David. I Chronicles 11:6 Y David dijo: El que primero hiriere al Jebuseo, será cabeza y príncipe. Entonces subió Joab, hijo de Sarvia, el primero, y fue hecho príncipe. I Chronicles 11:7 Y David habitó en la fortaleza, y por esto la llamaron la ciudad de David. I Chronicles 11:8 Y edificó la ciudad al derredor desde Melo hasta la cerca: y Joab reparó el resto de la ciudad. I Chronicles 11:9 Y David se aumentaba, yendo creciendo, y Jehová de los ejércitos era con él. I Chronicles 11:10 ¶ Estos son los capitanes de los valientes hombres que David tuvo, y los que le ayudaron en su reino, con todo Israel, para hacerle rey sobre Israel, conforme a la palabra de Jehová. I Chronicles 11:11 Y este es el número de los valientes que David tuvo: Jesbaán, hijo de Hacamoní, príncipe de los treinta, el cual blandió su lanza una vez contra trescientos, a los cuales mató. I Chronicles 11:12 Tras este fue Eleasar, hijo de Dodo, Ahohita, el cual era entre los tres valientes. I Chronicles 11:13 Este estaba con David en Fes-domim, estando allí juntos en batalla los Filisteos: y había allí una suerte de tierra llena de cebada, y huyendo el pueblo delante de los Filisteos, I Chronicles 11:14 Ellos se pusieron en medio de la haza, y la defendieron, y vencieron a los Filisteos; y salvó Jehová de gran salud. I Chronicles 11:15 Ítem, tres de los treinta principales, descendieron a la peña a David, a la cueva de Odollam, estando el campo de los Filisteos en el valle de Rafaim. I Chronicles 11:16 Y David estaba entonces en la fortaleza, y el alojamiento de los Filisteos estaba en Belén. I Chronicles 11:17 Entonces David deseó, y dijo: ¡Oh quién me diese a beber de las aguas del pozo de Belén, que está a la puerta! I Chronicles 11:18 Entonces aquellos tres rompieron por el campo de los Filisteos, y sacaron agua del pozo de Belén, que está a la puerta: y tomaron, y trajéronla a David: mas él no la quiso beber, mas derramóla a Jehová, y dijo: I Chronicles 11:19 Guárdeme mi Dios de hacer esto: ¿había yo de beber la sangre de estos varones con sus vidas, que con el peligro de sus vidas la han traído? Y no la quiso beber. Esto hicieron aquellos tres valientes. I Chronicles 11:20 Ítem, Abisaí, hermano de Joab, era cabeza de los tres, el cual blandió su lanza sobre trescientos, a los cuales hirió: y en los tres fue nombrado. I Chronicles 11:21 Y fue el más ilustre de los tres, en los segundos; y fue príncipe de ellos: mas no llegó a los tres primeros. I Chronicles 11:22 Banaías, hijo de Joiada, hijo de varón de esfuerzo, de grandes hechos, de Cabseel. Este venció los dos leones de Moab. El mismo descendió, e hirió un león en mitad de un foso en tiempo de nieve. I Chronicles 11:23 El mismo venció a un Egipcio, hombre de medida de cinco codos: y el Egipcio traía una lanza como un enjullo de tejedor: y él descendió a él con un bastón; y arrebató al Egipcio la lanza de la mano, y matóle con su misma lanza. I Chronicles 11:24 Esto hizo Banaías, hijo de Joiada, y fue nombrado entre los tres valientes, I Chronicles 11:25 Y fue el más honrado de los treinta, mas no llegó a los tres. A este puso David en su consejo. I Chronicles 11:26 Y los valientes de los ejércitos fueron Asael, hermano de Joab, y Elcanán, hijo de Dodo, de Belén, I Chronicles 11:27 Samot Arotita, Helles Falonita, I Chronicles 11:28 Ira, hijo de Acces Tecuita, Abiezer Anatotita, I Chronicles 11:29 Sobocai Husatita, Ilai Ahohita, I Chronicles 11:30 Maharai Netofatita, Heled, hijo de Baana Netofatita, I Chronicles 11:31 Etai, hijo de Ribai, de Gabaat, de los hijos de Ben-jamín, Banaías Paratonita, I Chronicles 11:32 Hurai del río de Gaas, Abiel Arbatita, I Chronicles 11:33 Azmot Bauramita, Eliaba Salabonita. I Chronicles 11:34 Los hijos de Assem Gezonita, Jonatán, hijo de Sage Ararita, I Chronicles 11:35 Ahiam, hijo de Sacar Ararita, Elifal, hijo de Ur, I Chronicles 11:36 Hefer Meceratita, Ahia Felonita, I Chronicles 11:37 Jesro Carmelita, Naharari, hijo de Azbai, I Chronicles 11:38 Joel hermano de Natán, Mibahar, hijo de Hagarai, I Chronicles 11:39 Selec Ammonita, Naharai Berotita, escudero de Joab, hijo de Sarvia, I Chronicles 11:40 Ira Jetreo, Gareb Jetreo, I Chronicles 11:41 Urías Jetteo, Zabad, hijo de Alai, I Chronicles 11:42 Adina, hijo de Siza Rubenita, príncipe de los Rubenitas, y con él treinta. I Chronicles 11:43 Hanán, hijo de Maaca, y Josafat Matanita, I Chronicles 11:44 Ozías Astarotita, Samma, y Jehiel, hijo de Hotán Arorita, I Chronicles 11:45 Jedihiel, hijo de Samrí, y Joha su hermano Tosaita, I Chronicles 11:46 Eliel Mahumita, Jeribai, y Josaia, hijo de Elnaam, y Jetma Moabita, I Chronicles 11:47 Eliel, y Obed, y Jasiel Mosobia. I Chronicles 12:0 I Chronicles 12:1 Estos son los que vinieron a David a Siceleg estando él aun encerrado por causa de Saul, hijo de Cis: y eran de los valientes, ayudadores de la guerra, I Chronicles 12:2 Armados de arcos, y usaban de ambas manos en tirar piedras con honda, y en tirar saetas con arco, de los hermanos de Saul, de Ben-jamín. I Chronicles 12:3 El principal era Ahiezer, y Joas, hijos de Samaa Gabaatita; y Jaziel, y Fallet, hijos de Azmot; y Baraca, y Jehú Anatotita. I Chronicles 12:4 Ítem, Ismaias Gabaonita, valiente entre los treinta, y más que los treinta. Y Jeremías, Jeheziel, Joanán, Jezabad Gaderotita, I Chronicles 12:5 Eluzai, y Jerimut, Baalias, Samarias y Safatias Harufita, I Chronicles 12:6 Elcana, y Jesias, y Azarael, Joezer, y Jesbaam de Carehim; I Chronicles 12:7 Ítem, Joela, y Zabadías, hijos de Jeroham de Gedor. I Chronicles 12:8 Y también de los de Gad se huyeron algunos a David en la fortaleza en el desierto, valientes de fuerzas, y hombres de guerra para pelear, puestos en orden con escudo y pavés: sus rostros como rostros de leones, y ligeros como las cabras monteses. I Chronicles 12:9 Eser era el capitán, Abdías el segundo, Eliab el tercero, I Chronicles 12:10 Masmana el cuatro, Jeremías el quinto, I Chronicles 12:11 Ethi el sexto, Eliel el séptimo, I Chronicles 12:12 Joanán el octavo, Elzebad el nono, I Chronicles 12:13 Jeremías el décimo, Macbaani el onceno. I Chronicles 12:14 Estos fueron los capitanes del ejército de los hijos de Gad. El menor de ellos tenía cargo de cien hombres de guerra, y el mayor de mil. I Chronicles 12:15 Estos pasaron el Jordán en el mes primero, cuando había salido sobre todas sus riberas; e hicieron huir a todos los de los valles al oriente y al poniente. I Chronicles 12:16 Asimismo algunos de los hijos de Ben-jamín y de Judá vinieron a David a la fortaleza. I Chronicles 12:17 Y David salió a ellos, y hablóles diciendo: Si habéis venido a mí para paz y para ayudarme, mi corazón me será unido con vosotros: mas si para engañarme por mis enemigos, siendo mis manos sin iniquidad, véalo el Dios de nuestros padres, y argúyalo. I Chronicles 12:18 Entonces el espíritu se envistió en Amasai, príncipe de treinta, y dijo: Por ti, oh David, y contigo, oh hijo de Isaí. Paz, paz contigo, y paz con tus ayudadores; pues que también tu Dios te ayuda. Y David los recibió, y púsolos entre los capitanes de la cuadrilla. I Chronicles 12:19 También se pasaron a David algunos de Manasés, cuando vino con los Filisteos a la batalla contra Saul, aunque no les ayudaron: porque los sátrapas de los Filisteos, habido consejo, le enviaron, diciendo: Con nuestras cabezas se pasará a su señor Saul. I Chronicles 12:20 Así que viniendo él a Siceleg se pasaron a él de los de Manasés, Ednas, Jozabad, Jedihiel, Micael, Jozabad, Eliud, y Salati, príncipes de millares de los de Manasés. I Chronicles 12:21 Estos ayudaron a David contra aquella compañía: porque todos ellos eran valientes hombres, y fueron capitanes en el ejército. I Chronicles 12:22 Porque entonces todos los días venía ayuda a David, hasta que se hizo un grande ejército, como ejército de Dios. I Chronicles 12:23 Y este es el número de los príncipes de los que estaban a punto de guerra, y vinieron a David en Hebrón, para traspasarle el reino de Saul, conforme a la palabra de Jehová. I Chronicles 12:24 De los hijos de Judá que traían escudo y lanza, seis mil y ochocientos, a punto de guerra. I Chronicles 12:25 De los hijos de Simeón valientes hombres de esfuerzo para la guerra, siete mil y ciento. I Chronicles 12:26 De los hijos de Leví, cuatro mil y seiscientos. I Chronicles 12:27 Ítem, Joiada príncipe de Aarón, y con él tres mil y siete cientos. I Chronicles 12:28 Y Sadoc, joven valiente de fuerzas, y de la familia de su padre, veinte y dos príncipes. I Chronicles 12:29 De los hijos de Ben-jamín hermanos de Saul, tres mil: porque aun en aquel tiempo muchos de ellos tenían la guarda de la casa de Saul. I Chronicles 12:30 Y de los hijos de Efraím, veinte mil y ochocientos valientes de esfuerzo, varones ilustres en las casas de sus padres. I Chronicles 12:31 De la media tribu de Manasés, diez y ocho mil, los cuales fueron tomados por lista, para venir a poner a David por rey. I Chronicles 12:32 Ítem, de los hijos de Isacar, doscientos príncipes entendidos en los tiempos, y sabios de lo que Israel había de hacer; cuyo dicho seguían todos sus hermanos. I Chronicles 12:33 Ítem, de Zabulón cincuenta mil, que salían en batalla a punto de guerra, con todas armas de guerra, aparejados a pelear sin doblez de corazón. I Chronicles 12:34 Ítem, de Neftalí mil príncipes, y con ellos treinta y siete mil con escudo y lanza. I Chronicles 12:35 De los de Dan, dispuestos a pelear, veinte y ocho mil y seiscientos. I Chronicles 12:36 Ítem, de Aser, a punto de guerra, y aparejados a pelear, cuarenta mil. I Chronicles 12:37 Ítem, de la otra parte del Jordán, de los de Rubén, y de los de Gad, y de la media tribu de Manasés, ciento y veinte mil, con toda suerte de armas de guerra. I Chronicles 12:38 Todos estos hombres de guerra a punto de guerra, vinieron con corazón perfecto a Hebrón, para poner a David por rey sobre todo Israel; y asimismo todos los demás de Israel tenían un corazón para poner a David por rey. I Chronicles 12:39 Y estuvieron allí con David tres días, comiendo y bebiendo; porque sus hermanos les habían aparejado. I Chronicles 12:40 Y asimismo los que les eran vecinos, hasta Isacar, y Zabulón, y Neftalí, trajeron pan en asnos, y camellos, y mulos, y bueyes; comida, y harina, masas de higos, y pasas, vino, y aceite, bueyes, y ovejas en abundancia: porque en Israel había alegría. I Chronicles 13:0 I Chronicles 13:1 Entonces David tomó consejo con los capitanes de los millares y de los cientos, y con todos los príncipes. I Chronicles 13:2 Y dijo David a toda la congregación de Israel: Si os parece bien, y de Jehová nuestro Dios, enviaremos a todas partes a nuestros hermanos que han quedado en todas las tierras de Israel, y con ellos a los sacerdotes y Levitas en sus ciudades y ejidos, que se junten con nosotros. I Chronicles 13:3 Y traigamos el arca de nuestro Dios a nosotros; porque desde el tiempo de Saul no la hemos buscado. I Chronicles 13:4 Y dijeron toda la congregación, que se hiciese así: porque la cosa parecía bien a todo el pueblo. I Chronicles 13:5 Entonces David juntó a todo Israel, desde Sihor de Egipto hasta entrar en Emat, para que trajesen el arca de Dios de Cariat-jarim. I Chronicles 13:6 Y subió David, y todo Israel a Baalata de Cariat-jarim, que es en Judá, para pasar de allí el arca de Jehová Dios que habita entre los querubines, sobre la cual su nombre es invocado. I Chronicles 13:7 Y llevaron el arca de Dios sobre un carro nuevo de la casa de Abinadab: y Oza y su hermano guiaban el carro. I Chronicles 13:8 Y David, y todo Israel hacían alegrías delante de Dios con todas sus fuerzas, con canciones, arpas, salterios, tamborinos, címbalos, y trompetas. I Chronicles 13:9 Y como llegaron a la era de Quidón, Oza extendió su mano al arca, para tenerla; porque los bueyes se apartaban. I Chronicles 13:10 Y el furor de Jehová se encendió contra Oza, e hirióle, porque había extendido su mano al arca: y murió allí delante de Dios. I Chronicles 13:11 Y David tuvo pesar, porque Jehová había hecho rotura en Oza: y llamó a aquel lugar Perez-oza hasta hoy. I Chronicles 13:12 Y David temió a Dios aquel día, y dijo: ¿Cómo meteré yo conmigo el arca de Dios? I Chronicles 13:13 Y no trajo David a su casa el arca en la ciudad de David, sino llevóla a casa de Obed-edom Geteo. I Chronicles 13:14 Y el arca de Dios estuvo en casa de Obed-edom, en su casa, tres meses: y bendijo Jehová la casa de Obed-edom, y todas las cosas que tenía. I Chronicles 14:0 I Chronicles 14:1 E Hiram rey de Tiro envió embajadores a David, y madera de cedro, y albañiles, y carpinteros, que le edificasen una casa. I Chronicles 14:2 Y entendiendo David que Jehová le había confirmado por rey sobre Israel, y que había ensalzado su reino sobre su pueblo Israel, I Chronicles 14:3 Tomó aun David mujeres en Jerusalem, y engendró David aun hijos e hijas. I Chronicles 14:4 Y estos son los nombres de los que le nacieron en Jerusalem: Samua, Sobad, Natán, Salomón, I Chronicles 14:5 Jebahar, Elisua, Elifalet, I Chronicles 14:6 Noga, Nafeg, Jafías, I Chronicles 14:7 Elisama, Baal-jada, y Elifalet. I Chronicles 14:8 ¶ Y oyendo los Filisteos, que David era ungido por rey sobre todo Israel, subieron todos los Filisteos en busca de David. Y como David lo oyó, salió contra ellos. I Chronicles 14:9 Y vinieron los Filisteos, y extendiéronse por el valle de Rafaim. I Chronicles 14:10 Y David consultó a Dios, diciendo: ¿Subiré contra los Filisteos? ¿Entregarlos has en mi mano? Y Jehová le dijo: Sube, que yo los entregaré en tus manos. I Chronicles 14:11 Entonces subieron en Baal-perazim, y allí los hirió David. Y David dijo: Dios rompió mis enemigos por mi mano como se rompen las aguas. Por esto llamaron el nombre de aquel lugar Baal-perazim. I Chronicles 14:12 Y dejaron allí sus dioses, y David dijo, que los quemasen a fuego. I Chronicles 14:13 Y volviendo los Filisteos a extenderse por el valle, I Chronicles 14:14 David volvió a consultar a Dios, y Dios le dijo: No subas tras ellos; sino rodéalos, para venir a ellos por delante de los morales. I Chronicles 14:15 Y como oyeres venir un estruendo por las copas de los morales, sal luego a la batalla: porque Dios saldrá delante de ti, y herirá el campo de los Filisteos. I Chronicles 14:16 Y David lo hizo como Dios le mandó; e hirieron el campo de los Filisteos, desde Gabaón hasta Gazera. I Chronicles 14:17 Y el nombre de David fue divulgado por todas aquellas tierras; y puso Jehová el temor de David sobre todas las gentes. I Chronicles 15:0 I Chronicles 15:1 Hizo también casas para sí en la ciudad de David, y labró un lugar para el arca de Dios, y tendióle una tienda. I Chronicles 15:2 Entonces dijo David: El arca de Dios no debe ser traída sino por los Levitas, porque a ellos ha elegido Jehová para que lleven el arca de Jehová y le sirvan perpetuamente. I Chronicles 15:3 Y juntó David a todo Israel en Jerusalem, para que pasasen el arca de Jehová a su lugar, que él le había aparejado. I Chronicles 15:4 Juntó también David a los hijos de Aarón, y a los Levitas: I Chronicles 15:5 De los hijos de Caat; Uriel el principal, y sus hermanos, ciento y veinte: I Chronicles 15:6 De los hijos de Merari; Asaías el principal, y sus hermanos, doscientos y veinte: I Chronicles 15:7 De los hijos de Gersón; Joel el principal, y sus hermanos, ciento y treinta: I Chronicles 15:8 De los hijos de Elisafán; Semeías el principal, y sus hermanos, doscientos: I Chronicles 15:9 De los hijos de Hebrón; Eliel el principal, y sus hermanos, ochenta: I Chronicles 15:10 De los hijos de Oziel; Aminadab el principal, y sus hermanos, ciento y doce. I Chronicles 15:11 Y llamó también David a Sadoc, y a Abiatar sacerdotes, y a los Levitas, Uriel, Asaías, Joel, Semeías, Eliel, y Aminadab, I Chronicles 15:12 Y díjoles: Vosotros que sois los príncipes de padres entre los Levitas, santificáos a vosotros, y a vuestros hermanos, y pasád el arca de Jehová Dios de Israel al lugar que le he aparejado. I Chronicles 15:13 Porque por no haberlo hecho así vosotros la primera vez, Jehová nuestro Dios hizo en nosotros rotura; por cuanto no le buscamos según la ordenanza. I Chronicles 15:14 Así los sacerdotes y los Levitas se santificaron para traer el arca de Jehová Dios de Israel. I Chronicles 15:15 Y los hijos de los Levitas trajeron el arca de Dios, como lo había mandado Moisés, conforme a la palabra de Jehová, puesta sobre sus hombros las barras. I Chronicles 15:16 Asimismo dijo David a los principales de los Levitas, que constituyesen de sus hermanos cantores, con instrumentos de música, con salterios, y arpas, y címbalos, que resonasen, y alzasen la voz en alegría. I Chronicles 15:17 Y los Levitas constituyeron a Hemán, hijo de Joel; y de sus hermanos, a Asaf, hijo de Baraquías; y de los hijos de Merari, y de sus hermanos, a Etán, hijo de Casaias: I Chronicles 15:18 Y con ellos a sus hermanos de la segunda orden, a Zacarías, Ben, y Jaziel: Semiramot, Jahiel, Ani, Eliab, Banaías, Maasias, y Matatías, Elifalu, Macenías, Obed-edom y Jehiel, los porteros. I Chronicles 15:19 Ítem, Emán, Asaf, y Etán eran cantores, los cuales alzaban su voz con címbalos de metal. I Chronicles 15:20 Y Zacarías, Oziel, Semiramot, Jahiel, Ani, Eliab, Maasias, y Banaías, con salterios sobre Alamot. I Chronicles 15:21 Ítem, Matatías, Elifalu, Macenías, Obed-edom, Jehiel, y Ozazías cantaban con arpas en la octava sobrepujando. I Chronicles 15:22 Y Conenías, príncipe de los Levitas, en la profecía, porque él presidía en la profecía, por cuanto era entendido. I Chronicles 15:23 Y Baraquías y Elcana eran los porteros del arca. I Chronicles 15:24 Ítem, Sebenías, Josafat, Natanael, Amasai, Zacarías, Banaías, y Eliezer, sacerdotes, tocaban las trompetas delante del arca de Dios: y Obed-edom, y Jahias eran porteros del arca. I Chronicles 15:25 Y David, y los ancianos de Israel, y los capitanes de los millares fueron a traer el arca del concierto de Jehová de casa de Obed-edom con alegrías. I Chronicles 15:26 Y ayudando Dios a los Levitas que llevaban el arca del concierto de Jehová, sacrificaban siete novillos y siete carneros. I Chronicles 15:27 Y David iba vestido de lino fino, y también todos los Levitas que llevaban el arca, y asimismo los cantores: y Conenías era príncipe de la profecía de los cantores. Y David llevaba sobre sí un efod de lino. I Chronicles 15:28 De esta manera todo Israel llevaban el arca del concierto de Jehová con júbilo, y sonido de bocinas, y de trompetas, y de címbalos, y salterios, y arpas, haciendo sonido. I Chronicles 15:29 Y como el arca del concierto de Jehová llegó a la ciudad de David, Micol, hija de Saul, mirando por una ventana vio al rey David que saltaba y bailaba, y menosprecióle en su corazón. I Chronicles 16:0 I Chronicles 16:1 Así trajeron el arca de Dios: y asentáronla en medio de la tienda, que David había tendido para ella; y ofrecieron holocaustos y pacíficos delante de Dios. I Chronicles 16:2 Y como David hubo acabado de ofrecer los holocaustos y los pacíficos, bendijo al pueblo en el nombre de Jehová. I Chronicles 16:3 Y repartió a todo Israel, así hombres como mujeres, a cada uno una torta de pan, y una pieza de carne, y un frasco de vino. I Chronicles 16:4 Y puso delante del arca de Jehová ministros de los Levitas que contasen, y glorificasen, y loasen a Jehová Dios de Israel. I Chronicles 16:5 Asaf era el primero: el segundo después de él Zacarías, Jeiel, Semiramot, Jahiel, Matatías, Eliab, Banaías, Obed-edom, y Jehiel, con sus instrumentos de salterios y arpas; y Asaf resonaba con címbalos; I Chronicles 16:6 Y Banaías y Jahiel, sacerdotes, continuamente con trompetas delante del arca del concierto de Dios. I Chronicles 16:7 ¶ Entonces en aquel día dio David principio a glorificar, con sus salmos, a Jehová por mano de Asaf, y de sus hermanos: I Chronicles 16:8 Alabád a Jehová, invocád su nombre, hacéd notorias en los pueblos sus obras. I Chronicles 16:9 Cantád a él, salmeád a él, hablád de todas sus maravillas. I Chronicles 16:10 Gloriáos en su santo nombre, alégrese el corazón de los que buscan a Jehová. I Chronicles 16:11 Buscád a Jehová y a su fortaleza: buscád su rostro continuamente. I Chronicles 16:12 Hacéd memoria de sus maravillas, que ha hecho, de sus prodigios, y de los juicios de su boca; I Chronicles 16:13 Simiente de Israel su siervo, hijos de Jacob sus escogidos. I Chronicles 16:14 Jehová, él es nuestro Dios; sus juicios en toda la tierra. I Chronicles 16:15 Hacéd memoria de su alianza perpetuamente, y de la palabra que él mandó en mil generaciones. I Chronicles 16:16 La cual él concertó con Abraham, y de su juramento a Isaac. I Chronicles 16:17 La cual él confirmó a Jacob por estatuto, y a Israel en concierto eterno, I Chronicles 16:18 Diciendo: A ti daré la tierra de Canaán, cuerda de vuestra herencia: I Chronicles 16:19 Siendo vosotros pocos hombres en número, y peregrinos en ella. I Chronicles 16:20 Y anduvieron de nación en nación, y de un reino a otro pueblo. I Chronicles 16:21 No permitió que nadie los oprimiese: antes por amor de ellos castigó los reyes. I Chronicles 16:22 No toquéis a mis ungidos, ni hagáis mal a mis profetas. I Chronicles 16:23 Cantád a Jehová toda la tierra: anunciád cada día su salud. I Chronicles 16:24 Contád entre las gentes su gloria, y en todos los pueblos sus maravillas. I Chronicles 16:25 Porque grande es Jehová, y digno de ser grandemente loado, y de ser temido sobre todos los dioses. I Chronicles 16:26 Porque todos los dioses de los pueblos son nada: mas Jehová hizo los cielos. I Chronicles 16:27 Potencia y hermosura están delante de él: fortaleza y alegría en su morada. I Chronicles 16:28 Atribuíd a Jehová, oh familias de pueblos, atribuíd a Jehová gloria y poderío. I Chronicles 16:29 Atribuíd a Jehová la gloria de su nombre: traéd presente, y veníd delante de él: prostráos delante de Jehová en la hermosura de su santidad. I Chronicles 16:30 Teméd delante de su presencia toda la tierra: que el mundo está afirmando para que no se mueva. I Chronicles 16:31 Los cielos se alegren, y la tierra se goce; y digan en las naciones extrañas: Jehová reina. I Chronicles 16:32 La mar truene, y todo lo que en ella está: alégrese el campo, y todo lo que contiene. I Chronicles 16:33 Entonces cantarán los árboles de los bosques delante de Jehová; porque viene a juzgar la tierra. I Chronicles 16:34 Confesád a Jehová, porque es bueno; porque su misericordia es eterna. I Chronicles 16:35 Y decíd: Sálvanos, Dios, salud nuestra: júntanos, y líbranos de las gentes, para que glorifiquemos tu santo nombre, y nos gloriemos en tu alabanza. I Chronicles 16:36 Bendito sea Jehová Dios de Israel de eternidad a eternidad: y digan todos los pueblos: Amén, y alabanza a Jehová. I Chronicles 16:37 Y dejó allí delante del arca del concierto de Jehová a Asaf y a sus hermanos, para que ministrasen continuamente delante del arca, cada cosa en su día. I Chronicles 16:38 Y a Obed-edom, y a sus hermanos sesenta y ocho; y a Obed-edom, hijo de Iditún, y a Oza, por porteros: I Chronicles 16:39 Y a Sadoc el sacerdote, y a sus hermanos los sacerdotes, delante del tabernáculo de Jehová, en el alto que estaba en Gabaón, I Chronicles 16:40 Para que sacrificasen holocaustos a Jehová en el altar del holocausto continuamente, mañana y tarde, conforme a todo lo que está escrito en la ley de Jehová, que el mandó a Israel. I Chronicles 16:41 Y con ellos a Hemán, y a Iditún, y los otros escogidos, declarados por sus nombres, para glorificar a Jehová: porque su misericordia es eterna. I Chronicles 16:42 Y con ellos a Hemán, y a Iditún con trompetas y címbalos para sonar, con otros instrumentos de música de Dios: y los hijos de Iditún por porteros. I Chronicles 16:43 Y todo el pueblo se fue cada uno a su casa: y David se volvió para bendecir su casa. I Chronicles 17:0 I Chronicles 17:1 Y aconteció que morando David en su casa, David dijo al profeta Natán: He aquí, yo habito en casa de cedro, y el arca del concierto de Jehová debajo de cortinas. I Chronicles 17:2 Y Natán dijo a David: Haz todo lo que está en tu corazón, porque Dios es contigo. I Chronicles 17:3 En aquella misma noche fue palabra de Dios a Natán, diciendo: I Chronicles 17:4 Vé y di a David mi siervo: Así dijo Jehová: no me edificarás casa en que habite; I Chronicles 17:5 Porque no he habitado en casa alguna desde el día que saqué a los hijos de Israel hasta hoy: antes estuve de tienda en tienda, y de tabernáculo en tabernáculo. I Chronicles 17:6 En todo cuanto anduve con todo Israel, ¿hablé una palabra a alguno de los jueces de Israel, a los cuales mandé que apacentasen mi pueblo, para decirles: Por qué no me edificáis una casa de cedro? I Chronicles 17:7 Por tanto ahora dirás a mi siervo David: Así dijo Jehová de los ejércitos: Yo te tomé de la majada de detrás del ganado, para que fueses príncipe sobre mi pueblo Israel: I Chronicles 17:8 Y he sido contigo en todo cuanto has andado: y he talado a todos tus enemigos de delante de ti, y héte hecho grande nombre, como el nombre de los grandes que son en la tierra. I Chronicles 17:9 Asimismo he puesto lugar a mi pueblo Israel, y le he plantado para que habite por sí, y que no sea más conmovido; ni los hijos de iniquidad le consumirán más, como antes. I Chronicles 17:10 Y desde el tiempo que puse los jueces sobre mi pueblo Israel, humillé a todos tus enemigos; y te hice anunciar: Jehová te ha de edificar casa. I Chronicles 17:11 Y será, que cuando tus días fueren cumplidos para irte con tus padres, despertaré tu simiente después de ti, la cual será de tus hijos: y afirmaré su reino. I Chronicles 17:12 Este me edificará casa, y yo confirmaré su trono eternalmente. I Chronicles 17:13 Yo le seré por padre, y él me será por hijo: y no quitaré de él mi misericordia, como la quité de aquel que fue antes de ti: I Chronicles 17:14 Mas yo le confirmaré en mi casa, y en mi reino eternalmente: y su trono será firme para siempre. I Chronicles 17:15 Conforme a todas estas palabras, y conforme a toda esta visión, así habló Natán a David. I Chronicles 17:16 ¶ Y entró el rey David, y estuvo delante de Jehová, y dijo: Jehová Dios, ¿quién soy yo, y cual es mi casa, que me has traído hasta este lugar? I Chronicles 17:17 Y aun esto, oh Dios, te ha parecido poco, sino que hayas hablado de la casa de tu siervo para más lejos, y me hayas mirado como a un hombre excelente, Jehová Dios. I Chronicles 17:18 ¿Qué más puede añadir David, pidiendo de ti para glorificar tu siervo? Mas tú conoces a tu siervo. I Chronicles 17:19 Oh Jehová, por amor de tu siervo, y según tu corazón has hecho toda esta grandeza, para hacer notorias todas tus grandezas. I Chronicles 17:20 Jehová, no hay semejante a ti, ni hay Dios sino tú, según todas las cosas que habemos oído con nuestros oídos. I Chronicles 17:21 ¿Y qué gente hay en la tierra como tu pueblo Israel, cuyo Dios fuese y se redimiese un pueblo, para hacerte nombre, grandezas, y maravillas, echando las gentes de delante de tu pueblo, que tú redimiste de Egipto? I Chronicles 17:22 Tú te has puesto a tu pueblo Israel, que sea tu pueblo para siempre, y que tú, Jehová, fueses su Dios. I Chronicles 17:23 Ahora pues, Jehová, la palabra que has hablado acerca de tu siervo y de su casa, sea firme para siempre, y haz como has dicho. I Chronicles 17:24 Y permanezca, y sea engrandecido tu nombre para siempre, para que se diga: Jehová de los ejércitos, Dios de Israel, es Dios de Israel, y la casa de tu siervo David sea firme delante de ti. I Chronicles 17:25 Porque tú, Dios mío, revelaste al oído a tu siervo que le has de edificar casa, por tanto tu siervo ha tomado atrevimiento de orar delante de ti. I Chronicles 17:26 Ahora pues, Jehová, tú eres el Dios que has hablado de tu siervo este bien. I Chronicles 17:27 Y ahora has querido bendecir la casa de tu siervo, para que permanezca perpetuamente delante de ti: porque tu Jehová la has bendecido, y será bendita para siempre. I Chronicles 18:0 I Chronicles 18:1 Después de estas cosas aconteció, que David hirió a los Filisteos, y los humilló; y tomó a Get, y a sus villas de mano de los Filisteos. I Chronicles 18:2 También hirió a Moab; y los Moabitas fueron siervos de David, trayéndole presente. I Chronicles 18:3 Asimismo hirió David a Adarezer rey de Soba en Hemat, yendo él a afirmar su término al río de Éufrates. I Chronicles 18:4 Y tomóles David mil carros, y siete mil de a caballo, y veinte mil hombres de a pie: y desjarretó David todos los carros; mas dejó cien carros. I Chronicles 18:5 Y viniendo Siria, la de Damasco, en ayuda de Adarezer rey de Soba, David hirió de los Siros veinte y dos mil varones. I Chronicles 18:6 Y puso David guarnición en Siria, la de Damasco, y los Siros fueron hechos siervos de David, trayéndole presente: porque Jehová salvaba a David donde quiera que iba. I Chronicles 18:7 Tomó también David los escudos de oro, que traían los siervos de Adarezer, y metiólos en Jerusalem. I Chronicles 18:8 Asimismo de Tebat, y de Cun, ciudades de Adarezer, tomó David muy mucho metal, de que Salomón hizo el mar de metal, las columnas, y vasos de metal. I Chronicles 18:9 Y oyendo Tou rey de Hemat, que David había deshecho a todo el ejército de Adarezer rey de Soba, I Chronicles 18:10 Envió a Adoram su hijo al rey David a saludarle, y a bendecirle por haber peleado con Adarezer, y haberle vencido: porque Tou tenía guerra con Adarezer. Y envióle todos los vasos de oro, de plata, y de metal; I Chronicles 18:11 Los cuales el rey David dedicó a Jehová, con la plata y oro que había tomado de todas las naciones, de Edom, de Moab, de los hijos de Ammón, de los Filisteos, y de Amalec. I Chronicles 18:12 Ítem, Abisaí, hijo de Sarvia, hirió a Edom en el valle de la sal diez y ocho mil hombres. I Chronicles 18:13 Y puso guarnición en Edom, y todos los Idumeos fueron siervos de David: porque Jehová guardaba a David donde quiera que iba. I Chronicles 18:14 Y reinó David sobre todo Israel, y hacía juicio y justicia a todo su pueblo. I Chronicles 18:15 Y Joab, hijo de Sarvia, era general del ejército, y Josafat, hijo de Ahilud, canciller. I Chronicles 18:16 Y Sadoc, hijo de Aquitob, y Abimelec, hijo de Abiatar, eran sacerdotes; y Susa el escriba. I Chronicles 18:17 Ítem, Banaías, hijo de Joiada, era sobre los Cereteos y Feleteos: y los hijos de David eran los príncipes a la mano del rey. I Chronicles 19:0 I Chronicles 19:1 Después de estas cosas aconteció que Naas rey de los hijos de Ammón murió, y reinó en su lugar Hanón su hijo. I Chronicles 19:2 Y dijo David: Yo haré misericordia con Hanón, hijo de Naas, porque también su padre hizo conmigo misericordia. Así David envió embajadores, que le consolasen de la muerte de su padre. Y venidos los siervos de David en la tierra de los hijos de Ammón a Hanón, para consolarle, I Chronicles 19:3 Los príncipes de los hijos de Ammón dijeron a Hanón: ¿Honra ahora David a tu padre a tu parecer, que te ha enviado consoladores? ¿No vienen antes sus siervos a ti para escudriñar, e inquirir, y reconocer la tierra? I Chronicles 19:4 Entonces Hanón tomó los siervos de David, y rapólos, y cortóles los vestidos por medio hasta las nalgas, y enviólos. I Chronicles 19:5 Y ellos se fueron, y fue dada la nueva a David de aquellos varones, y él envió a recebirlos, porque estaban muy afrentados. Y díjoles el rey: Estáos en Jericó hasta que os crezca la barba, y entonces volveréis. I Chronicles 19:6 Y viendo los hijos de Ammón que se habían hecho odiosos a David, envió Hanón y los hijos de Ammón mil talentos de plata, para tomar a sueldo de la Siria de los ríos, y de la Siria de Maaca, y de Soba, carros y gente de a caballo. I Chronicles 19:7 Y tomaron a sueldo treinta y dos mil carros, y al rey de Maaca y a su pueblo; los cuales vinieron, y asentaron su campo delante de Medaba. Y juntáronse también los hijos de Ammón de sus ciudades, y vinieron a la guerra. I Chronicles 19:8 David oyéndolo, envió a Joab, y a todo el ejército de los valientes hombres. I Chronicles 19:9 Y los hijos de Ammón salieron, y ordenaron su escuadrón a la entrada de la ciudad; y los reyes que habían venido estaban por sí en el campo. I Chronicles 19:10 Y viendo Joab que la haz de la batalla estaba contra él delante y a las espaldas, escogió de todos los más escogidos que había en Israel, y ordenó su escuadrón contra los Siros. I Chronicles 19:11 Y la resta del pueblo le puso en mano de Abisaí su hermano, ordenándoles en escuadrón contra los Ammonitas. I Chronicles 19:12 Y dijo: Si los Siros fueren más fuertes que yo, tú me salvarás; y si los Ammonitas fueren más fuertes que tú, yo te salvaré. I Chronicles 19:13 Esfuérzate, y esforcémosnos por nuestro pueblo, y por las ciudades de nuestro Dios; y haga Jehová lo que bien le pareciere. I Chronicles 19:14 Y acercóse Joab y el pueblo que tenía consigo para pelear con los Siros; mas ellos huyeron delante de él. I Chronicles 19:15 Entonces los hijos de Ammón viendo que los Siros habían huido, huyeron también ellos delante de Abisaí su hermano, y entráronse en la ciudad. Y Joab se volvió a Jerusalem. I Chronicles 19:16 Y viendo los Siros que habían caído delante de Israel, enviaron embajadores, y trajeron a los Siros, que estaban de la otra parte del río, cuyo capitán era Sofac, general del ejército de Adarezer. I Chronicles 19:17 Y como el aviso fue dado a David, juntó a todo Israel: y pasando el Jordán vino a ellos, y ordenó contra ellos su ejército. Y como David hubo ordenado su escuadrón contra ellos, ellos pelearon con él. I Chronicles 19:18 Mas el Siro huyó delante de Israel, y mató David de los Siros siete mil hombres de los que peleaban en carros, y cuarenta mil hombres de a pie: asimismo mató a Sofac general del ejército. I Chronicles 19:19 Y viendo los Siros de Adarezer, que habían caído delante de Israel, concertaron paz con David, y fueron sus siervos: y nunca más el Siro quiso ayudar a los hijos de Ammón. I Chronicles 20:0 I Chronicles 20:1 Y aconteció a la vuelta del año, en el tiempo que suelen los reyes salir a la guerra, que Joab sacó las fuerzas del ejército, y destruyó la tierra de los hijos de Ammón, y vino y cercó a Rabba. Y David estaba en Jerusalem: y Joab hirió a Rabba, y destruyóla. I Chronicles 20:2 Y David tomó la corona de su rey de encima de su cabeza, y hallóla de peso de un talento de oro, y había en ella piedras preciosas, y fue puesta sobre la cabeza de David. Y además de esto sacó de la ciudad un muy gran despojo. I Chronicles 20:3 Y sacó al pueblo, que estaba en ella, y aserrólos con sierras, y con trillos de hierro, y segures. Lo mismo hizo David a todas las ciudades de los hijos de Ammón: y David con todo el pueblo se volvió a Jerusalem. I Chronicles 20:4 ¶ Después de esto aconteció que se levantó guerra en Gazer con los Filisteos; e hirió Sobocai Husatita a Safai de los hijos de los gigantes, y fueron humillados. I Chronicles 20:5 Y volvió a levantarse guerra con los Filisteos, e hirió Elcanán, hijo de Jair, a Lahmi hermano de Goliat Jetteo, cuya asta de lanza era como un enjullo de tejedores. I Chronicles 20:6 Y volvió a haber guerra en Get, y hubo allí un varón de medida, el cual tenía seis dedos en cada pie, y seis dedos en cada mano, veinte y cuatro; y también era hijo de Rafa. I Chronicles 20:7 Este desafió a Israel, y Jonatán, hijo de Samaa, hermano de David, le hirió. I Chronicles 20:8 Estos fueron hijos de Rafa en Get, los cuales cayeron por la mano de David, y de sus siervos. I Chronicles 21:0 I Chronicles 21:1 Mas Satanás se levantó contra Israel, e incitó a David a que contase a Israel. I Chronicles 21:2 Y dijo David a Joab y a los príncipes del pueblo: Id, contád a Israel desde Beer-seba hasta Dan, y traédme el número de ellos, para que yo lo sepa. I Chronicles 21:3 Y dijo Joab: Añada Jehová a su pueblo cien veces otros tantos. Rey señor mío: ¿no son todos estos siervos de mi señor? ¿Para qué procura esto mi señor? ¿Para qué sea por pecado a Israel? I Chronicles 21:4 Mas el mandamiento del rey pudo más que Joab: y salió Joab, y fue por todo Israel; y volvió a Jerusalem, y dio Joab la cuenta del número del pueblo a David. I Chronicles 21:5 Y fue todo Israel que sacaban espada once veces cien mil: y de Judá cuatrocientos y setenta mil hombres que sacaban espada. I Chronicles 21:6 Entre estos no fueron contados los Levitas, ni los hijos de Ben-jamín, porque Joab abominaba el mandamiento del rey. I Chronicles 21:7 Este negocio desplugo en los ojos de Dios; e hirió a Israel. I Chronicles 21:8 Y dijo David a Dios: Yo he pecado gravemente en hacer esto, ruégote que hagas pasar la iniquidad de tu siervo; porque yo he obrado con grandísima insensatez. I Chronicles 21:9 Y habló Jehová a Gad, vidente de David, diciendo: I Chronicles 21:10 Vé, y habla a David, y díle: Así dijo Jehová: Tres cosas te propongo: de estas escoge una que yo haga contigo. I Chronicles 21:11 Y viniendo Gad a David díjole: Así dijo Jehová: I Chronicles 21:12 Tómate, o tres años de hambre; o que tres meses seas consumido delante de tus enemigos, y que la espada de tus adversarios te comprenda; o tres días la espada de Jehová, y pestilencia en la tierra, y que el ángel de Jehová destruya en todo el término de Israel: mira pues que responderé, al que me ha enviado. I Chronicles 21:13 Entonces David dijo a Gad: Yo estoy en grande angustia: ruego que yo caiga en la mano de Jehová, porque sus miseraciones son muchas en gran manera, y que yo no caiga en mano de hombres. I Chronicles 21:14 Así Jehová dio pestilencia en Israel, y cayeron de Israel setenta mil hombres. I Chronicles 21:15 ¶ Y envió Jehová el ángel en Jerusalem para destruirla: y destruyendo él, miró Jehová, y arrepintióse de aquel mal, y dijo al ángel que destruía: Basta ya: detén tu mano. Y el ángel de Jehová estaba junto a la era de Ornán Jebuseo. I Chronicles 21:16 Y alzando David sus ojos vio al ángel de Jehová, que estaba entre el cielo y la tierra, teniendo una espada desnuda en su mano, extendida contra Jerusalem. Entonces David y los ancianos se postraron sobre sus rostros cubiertos de sacos. I Chronicles 21:17 Y dijo David a Dios: ¿No soy yo el que hice contar el pueblo? Yo mismo soy el que pequé, y haciendo mal, hice mal: ¿estas ovejas que hicieron? Jehová Dios mío, sea ahora tu mano contra mí, y contra la casa de mi padre, y no haya plaga en tu pueblo. I Chronicles 21:18 Y dijo el ángel de Jehová a Gad, que dijese a David, que subiese, y compusiese un altar a Jehová en la era de Ornán Jebuseo. I Chronicles 21:19 Entonces David subió conforme a la palabra de Gad, que le había dicho en nombre de Jehová. I Chronicles 21:20 Y volviéndose Ornán vio al ángel, y estaban con él cuatro hijos suyos, los cuales se escondieron. Y Ornán trillaba el trigo. I Chronicles 21:21 Y viniendo David a Ornán, miró Ornán, y vio a David, y saliendo de la era postróse en tierra a David. I Chronicles 21:22 Y David dijo a Ornán: Dáme este lugar de la era en que edifique un altar a Jehová, y dámelo por dinero cumplido, para que cese la plaga del pueblo. I Chronicles 21:23 Y Ornán respondió a David: Tómatelo, y haga mi señor el rey lo que bien le pareciere: y aun los bueyes daré para el holocausto, y los trillos para leña, y trigo para el presente: yo lo doy todo. I Chronicles 21:24 Entonces el rey David dijo a Ornán: No, sino comprando lo compraré por dinero cumplido: porque no tomaré para Jehová lo que es tuyo, ni sacrificaré holocausto de gracia. I Chronicles 21:25 Y dio David a Ornán por el lugar seiscientos siclos de oro de peso. I Chronicles 21:26 Y edificó allí David un altar a Jehová, en el cual sacrificó holocaustos y sacrificios pacíficos, e invocó a Jehová, el cual le respondió por fuego de los cielos en el altar del holocausto. I Chronicles 21:27 Y como Jehová habló al ángel, él volvió su espada en su vaina. I Chronicles 21:28 Entonces viendo David que Jehová le había oído en la era de Ornán Jebuseo, sacrificó allí. I Chronicles 21:29 Y el tabernáculo de Jehová, que Moisés había hecho en el desierto, y el altar del holocausto, estaban entonces en el alto de Gabaón. I Chronicles 21:30 Y David no pudo ir allá a consultar a Dios; porque estaba espantado a causa de la espada del ángel de Jehová. I Chronicles 22:0 I Chronicles 22:1 Y dijo David: Esta será la casa de Jehová Dios, y este será el altar del holocausto para Israel. I Chronicles 22:2 Y mandó David que se juntasen los extranjeros que estaban en la tierra de Israel, e hizo de ellos canteros, que labrasen piedra para edificar la casa de Dios. I Chronicles 22:3 Asimismo aparejó David mucho hierro para la clavazón de las puertas, y para las junturas: y mucho metal sin peso, y madera de cedro sin cuenta. I Chronicles 22:4 Porque los Sidonios y Tirios habían traído a David madera de cedro innumerable. I Chronicles 22:5 Y dijo David: Mi hijo Salomón es aun muchacho y tierno, y la casa que se ha de edificar a Jehová ha de ser magnífica por excelencia, para nombre y honra en todas las tierras: ahora pues yo le aparejaré lo necesario. Y aparejó David antes de su muerte en grande abundancia. I Chronicles 22:6 Y llamó David a Salomón su hijo, y mandóle que edificase casa a Jehová Dios de Israel. I Chronicles 22:7 Y dijo David a Salomón: Hijo mío, en mi corazón tuve de edificar templo al nombre de Jehová mi Dios; I Chronicles 22:8 Mas háme sido hecha palabra de Jehová, diciendo: Tú has derramado mucha sangre, y has traído grandes guerras, no edificarás casa a mi nombre: porque has derramado mucha sangre en la tierra delante de mí. I Chronicles 22:9 He aquí, un hijo te nacerá, el cual será varón de reposo: porque yo le daré quietud de todos sus enemigos en derredor; por tanto su nombre será Salomón; y yo daré paz y reposo sobre Israel en sus días. I Chronicles 22:10 Este edificará casa a mi nombre, y él me será a mí por hijo, y yo seré a él por padre; y afirmaré el trono de su reino sobre Israel para siempre. I Chronicles 22:11 Por tanto ahora, hijo mío, sea contigo Jehová, y seas prosperado, y edifiques casa a Jehová tu Dios como él ha dicho de ti. I Chronicles 22:12 Y Jehová te dé entendimiento y prudencia, y él te démandamientos para Israel: y que guardes la ley de Jehová tu Dios. I Chronicles 22:13 Entonces serás prosperado, si guardares para hacer los estatutos y derechos que Jehová mandó a Moisés para Israel. Esfuérzate pues, y sé robusto; no tengas miedo, ni temor. I Chronicles 22:14 He aquí, yo conforme a mi pobreza, he aparejado para la casa de Jehová cien mil talentos de oro, y un millar de millares de talentos de plata: el metal y el hierro no tiene peso, porque es mucho. Asimismo he aparejado madera y piedra, a lo cual añadirás. I Chronicles 22:15 Tú tienes contigo muchos oficiales, canteros, albañiles, y carpinteros, y todo hombre experto en toda obra. I Chronicles 22:16 Del oro, de la plata, del metal, y del hierro, no hay número. Levántate y haz; que Jehová será contigo. I Chronicles 22:17 Asimismo mandó David a todos los principales de Israel, que diesen ayuda a Salomón su hijo, diciendo: I Chronicles 22:18 ¿No es con vosotros Jehová vuestro Dios, el cual os ha dado quietud de todas partes? porque él ha entregado en mi mano los moradores de la tierra, y la tierra ha sido sujetada delante de Jehová, y delante de su pueblo. I Chronicles 22:19 Ponéd pues ahora vuestros corazones y vuestros ánimos en buscar a Jehová vuestro Dios; y levantáos, y edificád el santuario del Dios Jehová, para traer el arca del concierto de Jehová, y los santos vasos de Dios a la casa edificada al nombre de Jehová. I Chronicles 23:0 I Chronicles 23:1 Siendo pues David ya viejo, y harto de días, hizo a Salomón su hijo rey sobre Israel. I Chronicles 23:2 Y juntando a todos los principales de Israel, y a los sacerdotes y Levitas, I Chronicles 23:3 Fueron contados los Levitas de treinta años y arriba; y fue el número de ellos por sus cabezas, contados uno a uno, treinta y ocho mil. I Chronicles 23:4 De estos los veinte y cuatro mil, para dar priesa a la obra de la casa de Jehová; y gobernadores y jueces seis mil: I Chronicles 23:5 Ítem, porteros cuatro mil: y cuatro mil para alabar a Jehová con los instrumentos que yo he hecho para alabar. I Chronicles 23:6 Y repartiólos David en partes, los hijos de Leví, y de Gersón, y de Caat, y de Merari. I Chronicles 23:7 Los hijos de Gersón fueron Leedán, y Semeí. I Chronicles 23:8 Los hijos de Leedán fueron Jahiel el primero, Zetán, y Joel, tres. I Chronicles 23:9 Los hijos de Semeí fueron Salomit, Hoziel, y Arán, ellos tres. Estos fueron los príncipes de las familias de Leedán. I Chronicles 23:10 Y los hijos de Semeí fueron Jehet, Ziva, Jaus, y Barias. Estos cuatro fueron los hijos de Semeí. I Chronicles 23:11 Jehet era el primero, Zina el segundo: mas Jaus y Barias no multiplicaron hijos, por lo cual fueron contados por una familia. I Chronicles 23:12 Los hijos de Caat fueron Amram, Isaar, Hebrón, y Oziel, ellos cuatro. I Chronicles 23:13 Los hijos de Amram fueron Aarón y Moisés: y Aarón fue apartado para ser santificado, santidad de santidades fue él y sus hijos para siempre, para que quemasen perfumes delante de Jehová, y le ministrasen, y bendijesen en su nombre para siempre. I Chronicles 23:14 Y los hijos de Moisés, varón de Dios, fueron llamados en la tribu de Leví. I Chronicles 23:15 Los hijos de Moisés fueron Gersón y Eliezer. I Chronicles 23:16 Hijo de Gersón fue Subuel, el primero. I Chronicles 23:17 E hijo de Eliezer fue Rohobia, el primero: y Eliezer no tuvo otros hijos. Mas los hijos de Rohobia fueron muchos. I Chronicles 23:18 Hijo de Isaar fue Salomit, el primero. I Chronicles 23:19 Los hijos de Hebrón fueron; Jeriau el primero, Amarías el segundo, Jahaziel el tercero, Jecmaán el cuatro. I Chronicles 23:20 Los hijos de Oziel fueron; Mica el primero, Jesía el segundo. I Chronicles 23:21 Los hijos de Merari fueron; Moholi y Musi. Los hijos de Moholi; Eleazar, y Cis. I Chronicles 23:22 Y murió Eleazar sin hijos, mas tuvo hijas. Y los hijos de Cis sus hermanos las tomaron por mujeres. I Chronicles 23:23 Los hijos de Musi fueron; Moholi, Eder, y Jerimot, ellos tres. I Chronicles 23:24 Estos son los hijos de Leví en las familias de sus padres, cabeceras de familias en sus cuentas, contados por sus nombres, por sus cabezas, los cuales hacían obra en el ministerio de la casa de Jehová, de veinte años y arriba. I Chronicles 23:25 Porque David dijo: Jehová Dios de Israel ha dado reposo a su pueblo Israel, y habitó en Jerusalem para siempre: I Chronicles 23:26 Y también los Levitas no llevarán el tabernáculo, y todos sus vasos para su ministerio. I Chronicles 23:27 Así que conforme a las postreras palabras de David, fue la cuenta de los hijos de Leví de veinte años y arriba: I Chronicles 23:28 Y estaban debajo de la mano de los hijos de Aarón para ministrar en la casa de Jehová, en los patios, y en las cámaras, y en la purificación de toda cosa santificada, y en la obra del ministerio de la casa de Dios. I Chronicles 23:29 Asimismo para los panes de la proposición, para la flor de la harina, para el sacrificio, para las hojuelas sin levadura, para la fruta de sartén, y para lo tostado, y para toda medida y cuenta; I Chronicles 23:30 Y para que asistiesen cada mañana, todos los días, a glorificar y alabar a Jehová, y asimismo a la tarde; I Chronicles 23:31 Y para ofrecer todos los holocaustos a Jehová los sábados, nuevas lunas, y solemnidades, por la cuenta y forma que tenían, continuamente delante de Jehová; I Chronicles 23:32 Y para que tuviesen la guarda del tabernáculo del testimonio, y la guarda del santuario, y la guarda de los hijos de Aarón sus hermanos, en el ministerio de la casa de Jehová. I Chronicles 24:0 I Chronicles 24:1 También los hijos de Aarón tuvieron sus repartimientos. Los hijos de Aarón fueron; Nadab, Abiú, Eleazar, Itamar, I Chronicles 24:2 Mas Nadab y Abiú murieron antes de su padre, y no tuvieron hijos: Eleazar e Itamar tuvieron el sacerdocio. I Chronicles 24:3 Y David los repartió: Sadoc era de los hijos de Eleazar, y Aquimelec de los hijos de Itamar, en su cuenta, en su ministerio. I Chronicles 24:4 Y los hijos de Eleazar fueron hallados muchos más, en cuanto a sus principales varones, que los hijos de Itamar; y repartiéronlos así: De los hijos de Eleazar diez y seis cabezas por las familias de sus padres: y de los hijos de Itamar por las familias de sus padres, ocho. I Chronicles 24:5 Y repartiéronlos por suerte los unos con los otros: porque de los hijos de Eleazar, y de los hijos de Itamar, hubo príncipes del santuario, y príncipes de Dios. I Chronicles 24:6 Y Semeías, hijo de Natanael, escriba de los Levitas, los escribió delante del rey, y de los príncipes, y delante de Sadoc el sacerdote, y de Aquimelec, hijo de Abiatar, y de los príncipes de las familias de los sacerdotes y Levitas: y a Eleazar atribuyeron una familia, y a Itamar fue atribuida otra. I Chronicles 24:7 Y la primera suerte salió por Joiarib, la segunda por Jedei, I Chronicles 24:8 La tercera por Harim, la cuarta por Seorim, I Chronicles 24:9 La quinta por Melquías, la sexta por Maimán, I Chronicles 24:10 La séptima por Accos, la octava por Abías, I Chronicles 24:11 La nona por Jesúa, la décima por Sequemias, I Chronicles 24:12 La undécima por Eliasib, la duodécima por Jacim, I Chronicles 24:13 La trecena por Hopfa, la catorcena por Isbaab, I Chronicles 24:14 La quincena por Belga, la dieziseisena por Emmer, I Chronicles 24:15 La decimaséptima por Hezir, la décimaoctava por Afses, I Chronicles 24:16 La décimanona por Feceia, la vigésima por Hezeciel, I Chronicles 24:17 La veinte y una por Joaquim, la veinte y dos por Gamul, I Chronicles 24:18 La veinte y tres por Dalaiau, la veinte y cuatro por Maaziau. I Chronicles 24:19 Estos fueron contados en su ministerio, para que entrasen en la casa de Jehová conforme a su costumbre, debajo de la mano de Aarón su padre, de la manera que le había mandado Jehová el Dios de Israel. I Chronicles 24:20 Y de los hijos de Leví que quedaron: De los hijos de Amram era Subael: y de los hijos de Subael, Jehedeias. I Chronicles 24:21 Y de los hijos de Rohobias, Jesías el principal. I Chronicles 24:22 De Isaari, Salemot: e hijo de Salemot fue Jahat. I Chronicles 24:23 Y su primer hijo fue Jeriau, el segundo Amarías, el tercero Jahaziel, el cuatro Jecmaam. I Chronicles 24:24 Hijo de Oziel fue Mica, e hijo de Mica fue Samir. I Chronicles 24:25 Hermano de Mica fue Jesía, e hijo de Jesía fue Zacarías. I Chronicles 24:26 Los hijos de Merari fueron Moholi, y Musi: hijo de Oziau fue Benno. I Chronicles 24:27 Los hijos de Merari de Oziau fueron Benno y Soam, Zacur y Hebri, I Chronicles 24:28 Y Eleazar de Moholi, el cual no tuvo hijos. I Chronicles 24:29 Hijo de Cis fue Jerameel. I Chronicles 24:30 Los hijos de Musi fueron Moholi, Eder, y Jerimot. Estos fueron los hijos de los Levitas conforme a las casas de sus familias. I Chronicles 24:31 Estos también echaron suertes contra sus hermanos los hijos de Aarón delante del rey David, y de Sadoc, y de Aquimelec, y de los príncipes de las familias de los sacerdotes, y de los Levitas, el principal de los padres contra su hermano menor. I Chronicles 25:0 I Chronicles 25:1 Asimismo David y los príncipes del ejército apartaron para el ministerio a los hijos de Asaf, y de Hemán, y de Iditún, los cuales profetizaban con arpas, salterios y címbalos: y fue el número de ellos, de los varones que obraban en su ministerio: I Chronicles 25:2 De los hijos de Asaf: Zacur, José, Natanías, y Asarela, hijos de Asaf, debajo de la mano de Asaf, el cual profetizaba al mandado del rey. I Chronicles 25:3 De Iditún: los hijos de Iditún; Godolías, Sori, Jesaías, Hasabías, y Matatías, seis debajo de la mano de su padre Iditún, el cual profetizaba con arpa para glorificar y alabar a Jehová. I Chronicles 25:4 De Hemán: los hijos de Hemán; Bocciau, Mataniau, Oziel, Subuel, Jerimot, Jananias, Janani, Eliata, Guedelti, Romenti-ezer, Jezba-casa, Melloti, Otir, y Mahaziot. I Chronicles 25:5 Todos estos fueron hijos de Hemán, vidente del rey en palabras de Dios, para ensalzar cuerno: y dio Dios a Hemán catorce hijos y tres hijas. I Chronicles 25:6 Y todos estos estaban debajo de la mano de su padre para cantar en la casa de Jehová con címbalos, salterios, y arpas, para el ministerio del templo de Dios debajo de la mano del rey, de Asaf, de Iditún, y de Hemán. I Chronicles 25:7 Y fue el número de ellos con sus hermanos sabios en cánticos de Jehová, todos los sabios, doscientos y ochenta y ocho. I Chronicles 25:8 Asimismo echaron suertes, guarda contra guarda, el chico con el grande, el sabio con el discípulo. I Chronicles 25:9 Y la primera suerte salió a Asaf por José. La segunda por Godolías, él con sus hermanos e hijos que eran doce. I Chronicles 25:10 La tercera por Zacur, y sus hijos y hermanos, doce. I Chronicles 25:11 La cuarta por Isarí, y sus hijos y sus hermanos, doce. I Chronicles 25:12 La quinta por Natanías, y sus hijos y sus hermanos, doce. I Chronicles 25:13 La sexta por Bocciau, y sus hijos y sus hermanos, doce. I Chronicles 25:14 La séptima por Isreela, y sus hijos y sus hermanos, doce. I Chronicles 25:15 La octava por Jesaías, y sus hijos y sus hermanos, doce. I Chronicles 25:16 La nona por Matanías, y sus hijos y sus hermanos, doce. I Chronicles 25:17 La décima por Semeí, y sus hijos y sus hermanos, doce. I Chronicles 25:18 La undécima por Azareel, y sus hijos y sus hermanos, doce. I Chronicles 25:19 La duodécima por Hasabías, y sus hijos y sus hermanos, doce. I Chronicles 25:20 La trecena por Subael, y sus hijos y sus hermanos, doce. I Chronicles 25:21 La catorcena por Matatías, y sus hijos y sus hermanos, doce. I Chronicles 25:22 La quincena por Jerimot, y sus hijos y sus hermanos, doce. I Chronicles 25:23 La dieziseisena por Jananías, y sus hijos y sus hermanos, doce. I Chronicles 25:24 La decimaséptima por Jesbacasa, y sus hijos y sus hermanos, doce. I Chronicles 25:25 La décimaoctava por Janani, y sus hijos y sus hermanos, doce. I Chronicles 25:26 La décimanona por Melloti, y sus hijos y sus hermanos, doce. I Chronicles 25:27 La vigésima por Eliata, y sus hijos y sus hermanos, doce. I Chronicles 25:28 La veinte y una por Otir, y sus hijos y sus hermanos, doce. I Chronicles 25:29 La veinte y dos por Gedelti, y sus hijos y sus hermanos, doce. I Chronicles 25:30 La veinte y tres por Mahaziot, y sus hijos y sus hermanos, doce. I Chronicles 25:31 La veinte y cuatro por Romenti-ezer, y sus hijos y sus hermanos, doce. I Chronicles 26:0 I Chronicles 26:1 Mas los repartimientos de los porteros fueron de los Coritas; Meselemia, hijo de Coré, de los hijos de Asaf. I Chronicles 26:2 Los hijos de Meselemia fueron, Zacarías el primogénito, Jadihel el segundo, Zabadías el tercero, Jatanael el cuarto, I Chronicles 26:3 Elam el quinto, Jonatán el sexto, Elioenai el séptimo. I Chronicles 26:4 Los hijos de Obed-edom fueron, Semeías el primogénito, Jozabad el segundo, Joaha el tercero, el cuarto Sacar, el quinto Natanael, I Chronicles 26:5 El sexto Ammiel, el séptimo Isacar, el octavo Follati: porque Dios le había bendecido. I Chronicles 26:6 También de Semeías su hijo nacieron hijos, que fueron señores sobre la casa de sus padres; porque fueron varones valerosos y de esfuerzo. I Chronicles 26:7 Los hijos de Semeías fueron Otni, Rafael, Obed, Elzabad, y sus hermanos, hombres esforzados; y Eliú, y Samaquías. I Chronicles 26:8 Todos estos de los hijos de Obed-edom, ellos, y sus hijos, y sus hermanos, fueron varones valientes y esforzados para el ministerio: sesenta y dos de Obed-edom. I Chronicles 26:9 Ítem, los hijos de Meselemia y sus hermanos fueron diez y ocho valientes hombres. I Chronicles 26:10 De Hosa, de los hijos de Merari, Samari el principal, aunque no era el primogénito, mas su padre le puso para que fuese cabeza. I Chronicles 26:11 El segundo Jelcías, el tercero Tabelias, el cuarto Zacarías: todos los hijos de Hosa y sus hermanos fueron trece. I Chronicles 26:12 De estos fueron hechas las particiones de los porteros, por los principales de los varones de la guarda, contra sus hermanos para ministrar en la casa de Jehová. I Chronicles 26:13 Y echaron suertes, el pequeño con el grande, por las casas de sus padres, para cada puerta. I Chronicles 26:14 Y cayó la suerte del oriente a Selemia: y a Zacarías su hijo, consejero entendido, metieron en las suertes; y salió su suerte al norte. I Chronicles 26:15 Y por Obed-edom, al mediodía; y por sus hijos, la casa de la consulta. I Chronicles 26:16 Por Sefim y Hosa, al occidente, con la puerta que va al camino de la subida, guarda contra guarda. I Chronicles 26:17 Al oriente, seis Levitas; al norte, cuatro de día; al mediodía, cuatro de día; y a la casa de la consulta, de dos en dos. I Chronicles 26:18 A la cámara de los vasos al occidente, cuatro al camino, y dos a la cámara. I Chronicles 26:19 Estos son los repartimientos de los porteros, hijos de los Coritas, y de los hijos de Merari. I Chronicles 26:20 ¶ Y de los Levitas, Aquias tenía cargo de los tesoros de la casa de Dios, y de los tesoros de las cosas santificadas. I Chronicles 26:21 Ítem, los hijos de Ledán, los hijos de Gersón: De Ledán, los príncipes de familias de Ledán fueron Gersón, y Jehieli. I Chronicles 26:22 Los hijos de Jehieli, Zatam, y Joel su hermano, tuvieron cargo de los tesoros de la casa de Jehová. I Chronicles 26:23 Ítem, de los Amramitas, de los Isaaritas, de los Hebronitas, y de los Ozielitas: I Chronicles 26:24 Y Subeel, hijo de Gersón, hijo de Moisés, era príncipe sobre los tesoros. I Chronicles 26:25 Y su hermano Eliezer, cuyo hijo era Rahabía, cuyo hijo era Jesaías, cuyo hijo era Joram, cuyo hijo era Zecri, cuyo hijo era Selomit. I Chronicles 26:26 Este Selomit y sus hermanos tenían cargo de todos los tesoros de todas las cosas santificadas, que había consagrado el rey David, y los príncipes de las familias, y los príncipes de los millares, y de los cientos, y los capitanes del ejército, I Chronicles 26:27 De lo que habían consagrado de las guerras, y de los despojos, para reparar la casa de Jehová. I Chronicles 26:28 Asimismo todas las cosas que había consagrado Samuel vidente, y Saul, hijo de Cis, y Abner, hijo de Ner, y Joab, hijo de Sarvia; y todo lo que cualquiera consagraba, estaba debajo de la mano de Selomit, y de sus hermanos. I Chronicles 26:29 De los Isaaritas, Coneias y sus hijos eran gobernadores y jueces sobre Israel, en las obras de fuera. I Chronicles 26:30 De los Hebronitas, Hasabias y sus hermanos, hombres de fuerza, que eran mil y siete cientos, presidían a Israel de la otra parte del Jordán al occidente, en toda la obra de Jehová, y en el servicio del rey. I Chronicles 26:31 De los Hebronitas, Jerías era el principal príncipe entre los Hebronitas en sus linajes por sus familias. En el año cuarenta del reino de David, se buscaron, y fueron hallados en ellos fuertes de fuerzas en Jazer de Galaad; I Chronicles 26:32 Y sus hermanos, valientes hombres, dos mil y siete cientos príncipes de familias, los cuales el rey David constituyó sobre los Rubenitas, Gaditas, y sobre la media tribu de Manasés, para todos los negocios de Dios, y los negocios del rey. I Chronicles 27:0 I Chronicles 27:1 Y los hijos de Israel según su número, que eran príncipes de familias, tribunos, centuriones y prepósitos de los que servían al rey, en todos los negocios de las cuadrillas, que entraban y salían cada mes, en todos los meses del año, cada cuadrilla era de veinte y cuatro mil hombres. I Chronicles 27:2 Sobre la primera cuadrilla del primer mes era Jesboam, hijo de Zabdiel: y había en su cuadrilla veinte y cuatro mil, I Chronicles 27:3 De los hijos de Fares, príncipe sobre todos los capitanes de las compañías del primer mes. I Chronicles 27:4 Sobre la cuadrilla del segundo mes, Dodai Ahohita; y en su cuadrilla estaba el príncipe Macellot: en la cual había veinte y cuatro mil. I Chronicles 27:5 El capitán de la tercera cuadrilla del tercero mes, Banaías, hijo de Joiada, sumo sacerdote: y en su cuadrilla veinte y cuatro mil. I Chronicles 27:6 Este Banaías era valiente entre los treinta, y sobre los treinta: y en su cuadrilla estaba Amisabad su hijo. I Chronicles 27:7 El cuarto del cuarto mes, Asael hermano de Joab, y Zabadías su hijo tras él: y en su cuadrilla veinte y cuatro mil. I Chronicles 27:8 El quinto del quinto mes, el príncipe Samaot Jezerita: y en su cuadrilla veinte y cuatro mil. I Chronicles 27:9 El sexto del sexto mes, Hira, hijo de Acces de Tecua: y en su cuadrilla veinte y cuatro mil. I Chronicles 27:10 El séptimo del séptimo mes, Helles Fallonita de los hijos de Efraím: y en su cuadrilla veinte y cuatro mil. I Chronicles 27:11 El octavo del octavo mes, Sobocai Husasita de Zarahí: y en su cuadrilla veinte y cuatro mil. I Chronicles 27:12 El noveno del noveno mes, Abiezer Anatotita de los Benjamitas: y en su cuadrilla veinte y cuatro mil. I Chronicles 27:13 El décimo del décimo mes, Marai Netofatita de Zarahí: y en su cuadrilla veinte y cuatro mil. I Chronicles 27:14 El onceno del onceno mes, Banaías Paratonita de los hijos de Efraím: y en su cuadrilla veinte y cuatro mil. I Chronicles 27:15 El doceno del doceno mes, Holdai Netofatita de Gotoniel: y en su cuadrilla veinte y cuatro mil. I Chronicles 27:16 ¶ Asimismo presidían sobre las tribus de Israel: sobre los Rubenitas, el príncipe Eliezer, hijo de Zecrí: sobre los Simeonitas, Safatías, hijo de Maaca. I Chronicles 27:17 Sobre los Levitas, Hasabias, hijo de Camuel. Sobre los Aaronitas, Sadoc. I Chronicles 27:18 Sobre Judá, Eliú de los hermanos de David. Sobre los de Isacar, Amrí, hijo de Micael. I Chronicles 27:19 Sobre los de Zabulón, Jesmaías, hijo de Abdías. Sobre los de Neftalí, Jerimot, hijo de Ezriel. I Chronicles 27:20 Sobre los hijos de Efraím, Oséas, hijo de Ozaziu. Sobre la media tribu de Manasés, Joel, hijo de Padaia. I Chronicles 27:21 Sobre la otra media tribu de Manasés en Galaad, Jaddo, hijo de Zacarías. Sobre los de Ben-jamín, Jaziel, hijo de Abner. I Chronicles 27:22 Y sobre Dan, Ezriel, hijo de Jeroham. Estos son los capitanes de las tribus de Israel. I Chronicles 27:23 Y no tomó David el número de los que eran de veinte años y abajo: por cuanto Jehová había dicho que él había de multiplicar a Israel, como las estrellas del cielo. I Chronicles 27:24 Joab, hijo de Sarvia, había comenzado a contar, mas no acabó: y por esto vino la ira sobre Israel, y así el número no fue puesto en el registro de las crónicas del rey David. I Chronicles 27:25 ¶ Y Azmot, hijo de Adiel, tenía cargo de los tesoros del rey: y de los tesoros de los campos, y de las ciudades, y de las aldeas y castillos, Jonatán, hijo de Ozías. I Chronicles 27:26 Y de los que trabajaban en la labranza de las tierras, Ezrí, hijo de Quelub. I Chronicles 27:27 Y de las viñas, Semeías Ramatita: y de las cosas que pertenecían a las viñas, y de las bodegas, Zabdias Safonita. I Chronicles 27:28 Y de los olivares e higuerales que estaban en las campañas, Balanán Gederita: y de los almacenes del aceite, Joas. I Chronicles 27:29 De las vacas que pastaban en Sarón, Setrai Saronita. Y de las vacas que estaban en los valles, Safat, hijo de Adli. I Chronicles 27:30 Y de los camellos, Ubil Ismaelita. Y de las asnas, Jadías Meronatita. I Chronicles 27:31 Y de las ovejas, Jaziz Agareno. Todos estos eran príncipes de la hacienda del rey David. I Chronicles 27:32 Y Jonatán tio de David era consejero, varón prudente, y escriba. Y Jahiel, hijo de Hacamoni, tenía a cargo los hijos del rey. I Chronicles 27:33 Aquitofel era consejero del rey: y Cusai Araquita era amigo del rey. I Chronicles 27:34 Después de Aquitofel era Joiada, hijo de Banaías, y Abiatar. Y Joab era el general del ejército del rey. I Chronicles 28:0 I Chronicles 28:1 Y juntó David a todos los principales de Israel, los príncipes de las tribus, y los príncipes de las cuadrillas que servían al rey: y los tribunos y centuriones, con los príncipes de toda la hacienda y posesión del rey, y sus hijos, con los eunucos, los poderosos, y todos los valientes hombres en Jerusalem. I Chronicles 28:2 Y levantándose en pie el rey David, dijo: Oídme, hermanos míos, y pueblo mío: Yo tenía en propósito de edificar una casa, para que en ella reposara el arca del concierto de Jehová, y para el estrado de los pies de nuestro Dios; y yo había ya aparejado todas las cosas para edificar: I Chronicles 28:3 Mas Dios me dijo: no edificarás casa a mi nombre; porque eres hombre de guerra, y has derramado sangres. I Chronicles 28:4 Mas eligióme Jehová el Dios de Israel de toda la casa de mi padre, para que perpetuamente fuese rey sobre Israel: porque de Judá escogió el capitán; y de la casa de Judá, la familia de mi padre: y de los hijos de mi padre, en mi tomó contentamiento para ponerme por rey sobre todo Israel. I Chronicles 28:5 Y de todos mis hijos, (porque Jehová me ha dado muchos hijos,) eligió a Salomón mi hijo, para que él se asiente en el trono del reino de Jehová sobre Israel. I Chronicles 28:6 Y díjome: Salomón tu hijo, él edificará mi casa y mis patios: porque a este me he escogido por hijo, y yo le seré a él por padre. I Chronicles 28:7 Y yo confirmaré su reino para siempre, si él fuere esforzado para hacer mis mandamientos y mis juicios, como aqueste día. I Chronicles 28:8 Ahora pues delante de los ojos de todo Israel, congregación de Jehová y en oídos de nuestro Dios, guardád y buscád todos los preceptos de Jehová vuestro Dios, para que poseáis la buena tierra, y la dejéis por heredad a vuestros hijos después de vosotros perpetuamente. I Chronicles 28:9 Y tú Salomón, hijo mío, conoce al Dios de tu padre, y sírvele de corazón perfecto, y de ánimo voluntario: porque Jehová escudriña los corazones de todos, y entiende toda imaginación de los pensamientos. Si tú le buscares, hallarle has: mas si le dejares, él te desechará para siempre. I Chronicles 28:10 Mira pues ahora que Jehová te ha elegido, para que edifiques casa para santuario: esfuérzate, y haz. I Chronicles 28:11 ¶ Y David dio a Salomón su hijo la traza del portal, y de sus casas, y de sus despensas, y de sus salas, y de sus recámaras de adentro, y de la casa del propiciatorio. I Chronicles 28:12 Asimismo la traza de todas las cosas que tenía en su voluntad, para los patios de la casa de Jehová, y para todas las cámaras en derredor; para los tesoros de la casa de Dios, y para los tesoros de las cosas santificadas: I Chronicles 28:13 Y para los ordenes de los sacerdotes, y de los Levitas, y para toda la obra del ministerio de la casa de Jehová; y para todos los vasos del ministerio de la casa de Jehová. I Chronicles 28:14 Y dio oro por peso para el oro, para todos los vasos de cada servicio; y plata por peso para todos los vasos, para todos los vasos de cada servicio. I Chronicles 28:15 Y oro por peso para los candeleros de oro, y para sus candilejas; por peso el oro para cada candelero y sus candilejas. Ítem, para los candeleros de plata, plata por peso para el candelero y sus candilejas, conforme al servicio de cada candelero. I Chronicles 28:16 Asimismo oro por peso para las mesas de la proposición, para cada mesa; asimismo plata para las mesas de plata. I Chronicles 28:17 Ítem, oro puro para los garfios, para los lebrillos, y para los incensarios, y para los tazones de oro, para cada tazón por peso: asimismo para los tazones de plata, por peso para cada tazón. I Chronicles 28:18 Ítem, para el altar del perfume, oro puro por peso: asimismo para la semejanza del carro de los querubines de oro, que con las alas extendidas cubrían el arca del concierto de Jehová. I Chronicles 28:19 Todas estas cosas por escrito de la mano de Jehová que fue sobre mí; y me hizo entender todas las obras de la traza. I Chronicles 28:20 Dijo más David a Salomón su hijo: Confórtate, y esfuérzate, y haz; no hayas temor, ni desmayes; porque el Dios Jehová mi Dios será contigo; él no te dejará, ni te desamparará, hasta que acabes toda la obra del servicio de la casa de Jehová. I Chronicles 28:21 He aquí, los ordenes de los sacerdotes y de los Levitas, en todo el ministerio de la casa de Dios serán contigo en toda la obra; todos voluntarios, con sabiduría en todo ministerio: asimismo los príncipes y todo el pueblo, en todos tus negocios. I Chronicles 29:0 I Chronicles 29:1 Dijo más el rey David a toda la congregación: A Salomón mi hijo solo ha elegido Dios: él es muchacho y tierno, y la obra es grande: porque aquella casa no es para hombre, mas para Jehová Dios. I Chronicles 29:2 Yo empero con todas mis fuerzas he aparejado para la casa de mi Dios, oro para las cosas de oro, y plata para las cosas de plata, y metal para las de metal, e hierro para las de hierro, y madera para las de madera, y piedras oniquinas, y piedras preciosas, y piedras negras, y piedras de diversos colores, y todas piedras preciosas, y piedras de mármol en abundancia. I Chronicles 29:3 Y además de esto, por cuanto tengo mi contentamiento en la casa de mi Dios, yo tengo en mi tesoro particular oro y plata, el cual he dado para la casa de mi Dios, además de todas las cosas, que he aparejado para la casa del santuario. I Chronicles 29:4 Tres mil talentos de oro, de oro de Ofir, y siete mil talentos de plata afinada, para cubrir las paredes de las casas. I Chronicles 29:5 Y oro para las cosas de oro, y plata para las de plata, y para toda la obra de manos de los oficiales. ¿Y quién quiere hoy consagrar a Jehová? I Chronicles 29:6 Entonces los príncipes de las familias, y los príncipes de las tribus de Israel, tribunos y centuriones, con los príncipes que tenían a cargo la obra del rey, ofrecieron de su voluntad, I Chronicles 29:7 Y dieron para el servicio de la casa de Dios cinco mil talentos de oro, y diez mil sueldos: y diez mil talentos de plata, y diez y ocho mil talentos de metal, y cien mil talentos de hierro. I Chronicles 29:8 Y dio cada uno las piedras preciosas con que se halló para el tesoro de la casa de Jehová, en mano de Jahiel Gersonita. I Chronicles 29:9 Y el pueblo se holgó de que hubiesen contribuido de su voluntad; porque con entero corazón ofrecieron voluntariamente a Jehová. I Chronicles 29:10 ¶ Asimismo el rey David se holgó mucho, y bendijo a Jehová delante de toda la congregación; y dijo David: Bendito seas tú, oh Jehová Dios de Israel nuestro padre, de siglo a siglo. I Chronicles 29:11 Tuya, oh Jehová, es la magnificencia, y la fuerza, y la gloria, la victoria, y el honor: porque todas las cosas que están en los cielos y en la tierra son tuyas. Tuyo, oh Jehová, es el reino, y la altura sobre todos los que son por cabezas. I Chronicles 29:12 Las riquezas y la gloria están delante de ti, y tú señoreas a todos: y en tu mano está la potencia y la fortaleza: y en tu mano es la grandeza y la fuerza de todas las cosas. I Chronicles 29:13 Ahora pues Dios nuestro, nosotros te glorificamos, y loamos el nombre de tu grandeza. I Chronicles 29:14 Porque ¿quién soy yo, y quién es mi pueblo, para que pudiésemos ofrecer de nuestra voluntad cosas semejantes? Porque todo es tuyo, y de tu mano te lo damos. I Chronicles 29:15 Porque nosotros extranjeros y advenedizos somos delante de ti, como todos nuestros padres; y nuestros días son como sombra sobre la tierra, y no hay otra esperanza. I Chronicles 29:16 Jehová Dios nuestro, toda esta abundancia que habemos aparejado para edificarte casa a tu santo nombre, de tu mano es, y todo es tuyo. I Chronicles 29:17 Yo sé, oh Dios mío, que tú escudriñas los corazones, y que la rectitud te agrada: y yo con la rectitud de mi corazón, voluntariamente te he ofrecido todo esto: y ahora he visto con alegría que tu pueblo, que ahora se ha hallado aquí, te ha dado liberalmente. I Chronicles 29:18 Jehová Dios de Abraham, de Isaac y de Israel, nuestros padres, conserva perpetuamente esta voluntad del corazón de tu pueblo, y encamina su corazón a ti. I Chronicles 29:19 Asimismo da a mi hijo Salomón corazón perfecto, para que guarde tus mandamientos, tus testimonios, y tus estatutos; y para que haga todas las cosas, y te edifique la casa para la cual yo he hecho el aparejo. I Chronicles 29:20 Después de esto David dijo a toda la congregación: Bendecíd ahora a Jehová vuestro Dios. Entonces toda la congregación bendijo a Jehová Dios de sus padres; e inclinándose adoraron delante de Jehová, y del rey. I Chronicles 29:21 Y sacrificaron víctimas a Jehová, y ofrecieron a Jehová holocaustos el día siguiente, mil becerros, mil carneros, mil ovejas, con sus derramaduras, y muchos sacrificios por todo Israel. I Chronicles 29:22 Y comieron y bebieron delante de Jehová aquel día con gran gozo. Y dieron la segunda vez la investidura del reino a Salomón, hijo de David, y ungiéronle a Jehová por príncipe; y a Sadoc por sacerdote. I Chronicles 29:23 Y Salomón se asentó en el trono de Jehová por rey en lugar de David su padre; y fue prosperado, y todo Israel le obedeció. I Chronicles 29:24 Y todos los príncipes y poderosos, y todos los hijos del rey David, dieron sus manos debajo del rey Salomón. I Chronicles 29:25 Y Jehová magnificó grandemente a Salomón en los ojos de todo Israel: y le dio gloria del reino, cual ningún rey la tuvo antes de él en Israel. I Chronicles 29:26 Así reinó David, hijo de Isaí, sobre todo Israel. I Chronicles 29:27 Y el tiempo que reinó sobre Israel fue cuarenta años: en Hebrón reinó siete años, y treinta y tres años reinó en Jerusalem. I Chronicles 29:28 Y murió en buena vejez, harto de días, de riquezas, y de gloria: y reinó en su lugar Salomón su hijo. I Chronicles 29:29 Y los hechos del rey David, primeros y postreros, están escritos en el libro de las crónicas de Samuel vidente, y en las crónicas del profeta Natán, y en las crónicas de Gad vidente; I Chronicles 29:30 Juntamente con todo su reino y su potencia, y con los tiempos que pasaron sobre él y sobre Israel, y sobre todos los reinos de las tierras.
II Chronicles 0:0
II Chronicles 1:0 II Chronicles 1:1 Y Salomón, hijo de David, fue confirmado en su reino, y Jehová su Dios fue con él, y le magnificó grandemente. II Chronicles 1:2 Y mandó Salomón a todo Israel, tribunos, centuriones, y jueces, y a todos los príncipes de todo Israel, cabezas de familias. II Chronicles 1:3 Y fue Salomón, y con él toda la congregación al alto que estaba en Gabaón; porque allí estaba el tabernáculo del testimonio de Dios, que había hecho Moisés siervo de Jehová en el desierto. II Chronicles 1:4 Y David había traído el arca de Dios de Cariat-jarim al lugar que él le había aparejado; porque él le había tendido una tienda en Jerusalem. II Chronicles 1:5 Asimismo el altar de metal que había hecho Beseleel, hijo de Urí, hijo de Jur, estaba allí delante del tabernáculo de Jehová, al cual Salomón y la congregación iban a consultar. II Chronicles 1:6 Y subió Salomón allá delante de Jehová al altar de metal, que estaba en el tabernáculo del testimonio, y sacrificó sobre él mil holocaustos. II Chronicles 1:7 Y aquella noche apareció Dios a Salomón, y díjole: Demanda lo que quisieres que yo te dé. II Chronicles 1:8 Y Salomón dijo a Dios: Tú has hecho con David mi padre grande misericordia, y a mí me has puesto por rey en lugar suyo. II Chronicles 1:9 Sea pues ahora firme, oh Jehová Dios, tu palabra con David mi padre: porque tú me has puesto por rey sobre mucho pueblo, como el polvo de la tierra. II Chronicles 1:10 Dáme pues ahora sabiduría y ciencia, para que pueda salir y entrar delante de este pueblo: porque ¿quién podrá juzgar este tu pueblo tan grande? II Chronicles 1:11 Y dijo Dios a Salomón: Por cuanto esto fue en tu corazón, que no pediste riquezas, hacienda, o gloria, ni la muerte de los que te quieren mal, ni pediste muchos días de vida; mas pediste para ti sabiduría y ciencia, para juzgar mi pueblo, sobre el cual te he puesto por rey: II Chronicles 1:12 Sabiduría y ciencia te es dada, y también te daré riquezas, hacienda, y gloria, cuanto nunca hubo en los reyes que han sido antes de ti, ni después de ti habrá tal. II Chronicles 1:13 Y volvió Salomón del alto que estaba en Gabaón de delante del tabernáculo del testimonio a Jerusalem: y reinó sobre Israel. II Chronicles 1:14 Y juntó Salomón carros y gente de a caballo, y tuvo mil y cuatrocientos carros, y doce mil caballeros, los cuales puso en las ciudades de los carros, y con el rey en Jerusalem. II Chronicles 1:15 Y puso el rey plata y oro en Jerusalem como piedras, y cedros como cabrahígos que nacen en los campos en abundancia. II Chronicles 1:16 Y sacaban caballos y lienzos finos de Egipto para Salomón: porque la compañía de los mercaderes del rey compraban caballos y lienzos. II Chronicles 1:17 Y subían, y sacaban de Egipto un carro por seiscientas piezas de plata, y un caballo por ciento y cincuenta: y así los sacaban todos los reyes de los Jetteos, y los reyes de Siria por mano de ellos. II Chronicles 2:0 II Chronicles 2:1 Determinó pues Salomón de edificar casa al nombre de Jehová, y otra casa para su reino. II Chronicles 2:2 Y contó Salomón setenta mil hombres que llevasen cargas, y ochenta mil hombres que cortasen en el monte, y tres mil y seiscientos que les gobernasen. II Chronicles 2:3 Y envió Salomón a Hiram rey de Tiro, diciendo: Como hiciste con David mi padre enviándole cedros, para que edificase para sí casa en que morase: II Chronicles 2:4 He aquí, yo tengo de edificar casa al nombre de Jehová mi Dios, para consagrársela, para quemar perfumes aromáticos delante de él, y para la disposición continua, y holocaustos a la mañana y a la tarde, para sábados, y nuevas lunas, y festividades de Jehová nuestro Dios, lo cual ha de ser perpetuo en Israel. II Chronicles 2:5 Y la casa que tengo de edificar, ha de ser grande: porque el Dios nuestro es grande sobre todos los dioses. II Chronicles 2:6 Mas ¿quién será tan poderoso, que le edifique casa? Los cielos, y los cielos de los cielos no le comprenden, ¿quién pues soy yo, para que le edifique casa más de para quemar perfumes delante de él? II Chronicles 2:7 Envíame pues ahora un hombre sabio, que sepa obrar en oro, y en plata, y en metal, y en hierro, en púrpura, y en grana, y en cárdeno: y que sepa esculpir figuras con los maestros, que están conmigo en Judá y en Jerusalem, que mi padre apercibió. II Chronicles 2:8 Envíame también madera de cedro, de haya, y almugim del Líbano: porque yo sé que tus siervos son maestros de cortar la madera en el Líbano; y he aquí, mis siervos irán con los tuyos, II Chronicles 2:9 Para que me aparejen mucha madera: porque la casa que tengo de edificar, ha de ser grande e insigne. II Chronicles 2:10 Y, he aquí, para los cortadores, los cortadores de la madera, tus siervos, he dado veinte mil coros de trigo en grano, y veinte mil coros de cebada, y veinte mil batos de vino, y veinte mil batos de aceite. II Chronicles 2:11 E Hiram el rey de Tiro respondió por cartas, las cuales envió a Salomón: Porque Jehová amó a su pueblo, te ha puesto por rey sobre ellos. II Chronicles 2:12 Y añadió Hiram, diciendo: Bendito sea Jehová el Dios de Israel, que hizo los cielos y la tierra, y que dio al rey David hijo sabio, entendido, cuerdo, y prudente, que edifique casa a Jehová, y casa para su reino. II Chronicles 2:13 Yo pues te he enviado un hombre sabio y entendido, que fue de Hiram mi padre, II Chronicles 2:14 Hijo de una mujer de las hijas de Dan, y su padre fue de Tiro, el cual sabe obrar en oro, y plata, y metal, e hierro, en piedra, y en madera, en púrpura, y cárdeno, en lino, y en carmesí: y para esculpir todas figuras, e inventar todas las invenciones que se le propusieren, con tus sabios, y con los sabios de mi señor David tu padre. II Chronicles 2:15 Enviará pues ahora mi señor a sus siervos el trigo, y cebada, y aceite, y vino que ha dicho, II Chronicles 2:16 Y nosotros cortaremos en el Líbano la madera que hubieres menester, y traértela hemos en balsas por la mar hasta Joppe, y tú la harás llevar a Jerusalem. II Chronicles 2:17 Y contó Salomón todos los varones extranjeros, que estaban en la tierra de Israel, después de haberlos ya contado David su padre, y fueron hallados ciento y cincuenta y tres mil y seiscientos. II Chronicles 2:18 E hizo de ellos setenta mil para llevar cargas, y ochenta mil que cortasen piedra en el monte, y tres mil y seiscientos que eran prefectos para hacer trabajar al pueblo. II Chronicles 3:0 II Chronicles 3:1 Y comenzó Salomón a edificar la casa de Jehová en Jerusalem en el monte Moria, que había sido mostrado a David su padre, en el lugar que David había aparejado en la era de Ornán Jebuseo. II Chronicles 3:2 Y comenzó a edificar en el mes segundo, a los dos del mes, en el cuarto año de su reino. II Chronicles 3:3 Estas son las medidas de que Salomón fundó el edificio de la casa de Dios. La primera medida fue la longitud de sesenta codos: y la anchura de veinte codos. II Chronicles 3:4 El portal que estaba en la delantera de la longitud era de veinte codos delante de la anchura de la casa: su altura era de ciento y veinte: y cubrióla de dentro de oro puro. II Chronicles 3:5 Mas la casa mayor cubrió de madera de haya, la cual cubrió de buen oro, y sobre ella hizo subir palmas y cadenas. II Chronicles 3:6 Y cubrió la casa de piedras preciosas por excelencia: y el oro era oro de Parvaim. II Chronicles 3:7 Así cubrió la casa, vigas, umbrales, sus paredes, y sus puertas de oro: y esculpió querubines por las paredes. II Chronicles 3:8 E hizo la casa del lugar santísimo, su longitud de veinte codos en la frontera de la anchura de la casa, y su anchura de veinte codos: y cubrióla de buen oro con seiscientos talentos. II Chronicles 3:9 Y el peso de los clavos tuvo cincuenta siclos de oro: asimismo cubrió de oro las salas. II Chronicles 3:10 E hizo dentro del lugar santísimo dos querubines de hechura de niños, los cuales cubrieron de oro. II Chronicles 3:11 La longitud de las alas de los querubines era de veinte codos; porque la una ala era de cinco codos, la cual llegaba hasta la pared de la casa; y la otra ala de cinco codos, la cual llegaba al ala del otro querubín. II Chronicles 3:12 De la misma manera la una ala del otro querubín era de cinco codos, la cual llegaba hasta la pared de la casa; y la otra ala era de cinco codos, que tocaba al ala del otro querubín. II Chronicles 3:13 Así las alas de estos querubines estaban extendidas por veinte codos: y ellos estaban en pie, los rostros hacia la casa. II Chronicles 3:14 Hizo también un velo de cárdeno, púrpura, carmesí, y lino, e hizo subir en él querubines. II Chronicles 3:15 Delante de la casa hizo dos columnas de longitud de treinta y cinco codos, y el capitel que estaba en la cabeza, de cinco codos. II Chronicles 3:16 Hizo también unas cadenas en el oratorio, y púsolas sobre los capiteles de las columnas: e hizo cien granadas, las cuales puso en las cadenas. II Chronicles 3:17 Y asentó las columnas delante del templo: la una a la mano derecha, y la otra a la izquierda; y a la de la mano derecha llamó Jaquín, y a la de la izquierda Boaz. II Chronicles 4:0 II Chronicles 4:1 E hizo un altar de metal de longitud de veinte codos, y de anchura de otros veinte codos, y de altura de diez codos. II Chronicles 4:2 Hizo también un mar de fundición, el cual tenía diez codos del un borde al otro, redondo al derredor: su altura era de cinco codos, y una línea de treinta codos le ceñía al derredor. II Chronicles 4:3 Y debajo de él había unas imágenes de bueyes que le cercaban al derredor, diez en cada codo: y había dos ordenes de bueyes fundidos en su fundición. II Chronicles 4:4 Y estaba asentado sobre doce bueyes, los tres miraban al septentrión, y los tres al occidente, y los tres al mediodía, y los tres al oriente: y el mar estaba puesto sobre ellos, y todas las traseras de ellos estaban a la parte de adentro. II Chronicles 4:5 Y tenía de grueso un palmo, y el borde era de la hechura de un borde de un cáliz, o de una flor de lis. Y hacía tres mil batos. II Chronicles 4:6 Hizo también diez fuentes, y puso las cinco a la mano derecha, y las cinco a la izquierda, para lavar y limpiar en ellas la obra del holocausto: mas el mar era para lavarse los sacerdotes en él. II Chronicles 4:7 Hizo también diez candeleros de oro según su manera, los cuales puso en el templo, cinco a la mano derecha, y cinco a la izquierda. II Chronicles 4:8 Ítem, hizo diez mesas, y púsolas en el templo, cinco a la mano derecha, y cinco a la izquierda. Hizo asimismo cien lebrillos de oro. II Chronicles 4:9 Hizo también el patio de los sacerdotes, y el gran patio, y las portadas del patio, y cubrió las puertas de ellas de metal. II Chronicles 4:10 Y asentó el mar al lado derecho hacia el oriente, enfrente del mediodía. II Chronicles 4:11 Hizo también Hiram calderos, y muelles, y lebrillos. Y acabó Hiram la obra que hizo al rey Salomón para la casa de Dios: II Chronicles 4:12 Dos columnas, y los cordones, los capiteles sobre las cabezas de las dos columnas, y dos redes para cubrir las dos bolas de los capiteles que estaban sobre las cabezas de las columnas; II Chronicles 4:13 Cuatrocientas granadas en las dos redecillas, dos ordenes de granadas en cada redecilla, para que cubriesen las dos bolas de los capiteles que estaban sobre las cabezas de las columnas. II Chronicles 4:14 Hizo también las basas sobre las cuales asentó las fuentes: II Chronicles 4:15 Un mar, y doce bueyes debajo de él: II Chronicles 4:16 Y calderos, y muelles, y garfios: y todos sus vasos hizo Hiram su padre al rey Salomón para la casa de Jehová de metal purísimo. II Chronicles 4:17 Y fundiólos el rey en los llanos del Jordán, en arcilla de la tierra, entre Socot y Saredata. II Chronicles 4:18 E hizo Salomón todos estos vasos en grande abundancia, porque no pudo ser hallado el peso del metal. II Chronicles 4:19 Así hizo Salomón todos los vasos para la casa de Dios, y el altar de oro, y las mesas, y sobre ellas los panes de la proposición: II Chronicles 4:20 Asimismo los candeleros y sus candilejas de oro puro, para que las encendiesen delante del oratorio conforme a la costumbre; II Chronicles 4:21 Y las flores, y las candilejas, y las despabiladeras de oro, de oro perfecto. II Chronicles 4:22 Y los salterios, y los lebrillos, y los cucharones, y los incensarios, de oro puro. Y la entrada de la casa, y sus puertas de adentro del lugar santísimo, y las puertas de la casa del templo, de oro. II Chronicles 5:0 II Chronicles 5:1 Y acabóse toda la obra que hizo Salomón para la casa de Jehová: y metió Salomón las cosas que David su padre había dedicado, y puso la plata, y el oro, y todos los vasos en los tesoros de la casa de Dios. II Chronicles 5:2 Entonces Salomón juntó los ancianos de Israel, y todos los príncipes de las tribus, las cabezas de las familias de los hijos de Israel en Jerusalem, para que trajesen el arca del concierto de Jehová de la ciudad de David, que es Sión, II Chronicles 5:3 Y juntáronse al rey todos los varones de Israel a la solemnidad del mes séptimo. II Chronicles 5:4 Y todos los ancianos de Israel vinieron, y los Levitas llevaron el arca. II Chronicles 5:5 Y llevaron el arca, y el tabernáculo del testimonio, y todos los vasos del santuario que estaban en el tabernáculo, y los llevaban los sacerdotes, y los Levitas. II Chronicles 5:6 Y el rey Salomón, y toda la congregación de Israel que se había congregado a él delante del arca, sacrificaron ovejas y bueyes, que por la multitud no se pudieron contar ni numerar. II Chronicles 5:7 Y los sacerdotes metieron el arca del concierto de Jehová en su lugar, al oratorio de la casa, en el lugar santísimo, debajo de las alas de los querubines. II Chronicles 5:8 Y los querubines extendían las dos alas sobre el asiento del arca, y cubrían los querubines por encima así el arca como sus barras. II Chronicles 5:9 E hicieron salir a fuera las barras, para que se viesen las cabezas de las barras del arca delante del oratorio, mas no se veían desde fuera: y allí estuvieron hasta hoy. II Chronicles 5:10 En el arca no había sino las dos tablas que Moisés había puesto en Horeb, con las cuales Jehová había hecho alianza con los hijos de Israel, cuando salieron de Egipto. II Chronicles 5:11 Y como los sacerdotes salieron del santuario, (porque todos los sacerdotes que se hallaron habían sido santificados,) no podían guardar sus veces. II Chronicles 5:12 Y los Levitas cantores todos, los de Asaf, los de Hemán, y los de Iditún, juntamente con sus hijos y sus hermanos, estaban vestidos de lino fino, con címbalos, y salterios, y arpas, al oriente del altar; y con ellos ciento y veinte sacerdotes que tocaban trompetas. II Chronicles 5:13 Y tocaban las trompetas, y cantaban con la voz todos a una como un varón, alabando y glorificando a Jehová, cuando alzaban la voz con trompetas, y címbalos, y órganos de música, cuando alababan a Jehová: Porque es bueno, porque su misericordia es para siempre. Y la casa fue llena de una nube, la casa de Jehová; II Chronicles 5:14 Y no podían los sacerdotes estar para ministrar por causa de la nube: porque la gloria de Jehová había henchido la casa de Dios. II Chronicles 6:0 II Chronicles 6:1 Entonces dijo Salomón: Jehová ha dicho, que él habitará en la oscuridad. II Chronicles 6:2 Yo pues he edificado una casa de morada para ti, y una habitación en que mores para siempre. II Chronicles 6:3 Y volviendo el rey su rostro bendijo a toda la congregación de Israel, y toda la congregación de Israel estaba en pie, y él dijo: II Chronicles 6:4 Bendito sea Jehová Dios de Israel, el cual dijo por su boca a David mi padre, y con su mano ha cumplido, diciendo: II Chronicles 6:5 Desde el día que saqué mi pueblo de la tierra de Egipto, ninguna ciudad he elegido de todas las tribus de Israel, para edificar casa donde estuviese mi nombre; ni he escogido varón, que fuese príncipe sobre mi pueblo Israel: II Chronicles 6:6 Mas a Jerusalem he elegido para que en ella esté mi nombre, y a David he elegido para que fuese sobre mi pueblo Israel. II Chronicles 6:7 Y David mi padre tuvo en corazón de edificar casa al nombre de Jehová Dios de Israel. II Chronicles 6:8 Mas Jehová dijo a David mi padre: De haber tenido en tu corazón de edificar casa a mi nombre, bien has hecho de haber tenido esto en tu corazón: II Chronicles 6:9 Empero tú no edificarás la casa; sino tu hijo que saldrá de tus lomos, él edificará casa a mi nombre. II Chronicles 6:10 Y Jehová ha cumplido su palabra, que dijo: y levantéme yo por David mi padre, y asentéme en el trono de Israel, como Jehová había dicho; y he edificado casa al nombre de Jehová Dios de Israel. II Chronicles 6:11 Y he puesto en ella el arca en la cual está el concierto de Jehová que concertó con los hijos de Israel. II Chronicles 6:12 Y púsose delante del altar de Jehová delante de toda la congregación de Israel, y extendió sus manos: II Chronicles 6:13 Porque Salomón había hecho un púlpito de metal, y le había puesto en medio del patio, de longitud de cinco codos, y de anchura de otros cinco, y de altura de tres codos, y púsose sobre él, e hincóse de rodillas delante de toda la congregación de Israel, y extendiendo sus manos al cielo, dijo: II Chronicles 6:14 Jehová Dios de Israel, no hay Dios semejante a ti en el cielo, ni en la tierra, que guardas el concierto, y la misericordia a tus siervos, que caminan delante de ti con todo su corazón: II Chronicles 6:15 Que has guardado a tu siervo David mi padre lo que le dijiste: tú lo dijiste de tu boca, mas con tu mano lo has cumplido, como parece este día. II Chronicles 6:16 Ahora pues Jehová Dios de Israel, guarda a tu siervo David mi padre lo que le has prometido, diciendo: No faltará de ti varón delante de mí que se asiente en el trono de Israel, a condición que tus hijos guarden su camino, andando en mi ley, como tú has andado delante de mí. II Chronicles 6:17 Ahora pues, oh Jehová Dios de Israel, sea firme tu palabra que dijiste a tu siervo David. II Chronicles 6:18 ¿Es verdad que Dios ha de habitar con el hombre en la tierra? He aquí, los cielos, y los cielos de los cielos no te comprenden, ¿cuánto menos esta casa que he edificado? II Chronicles 6:19 Mas tú mirarás a la oración de tu siervo, y a su ruego, oh Jehová Dios mío, para oír el clamor y la oración con que tu siervo ora delante de ti: II Chronicles 6:20 Que tus ojos estén abiertos sobre esta casa de día y de noche, sobre el lugar del cual dijiste: Mi nombre será allí: que oigas la oración con que tu siervo ora en este lugar. II Chronicles 6:21 Asimismo, que oigas el ruego de su siervo, y de tu pueblo Israel, cuando oraren en este lugar; que tú oirás desde los cielos, desde el lugar de tu habitación; que oigas, y perdones. II Chronicles 6:22 Si alguno pecare contra su prójimo, y él le pidiere juramento haciéndolo jurar, y el juramento viniere delante de tu altar en esta casa; II Chronicles 6:23 Tú oirás desde los cielos, y harás, y juzgarás a tus siervos, pagando al impío, dándole su camino en su cabeza, y justificando al justo, dándole conforme a su justicia. II Chronicles 6:24 Si tu pueblo Israel cayere delante de los enemigos por haber pecado contra ti, y si se convirtieren, y confesaren tu nombre, y rogaren delante de ti en esta casa; II Chronicles 6:25 Tú oirás desde los cielos, y perdonarás el pecado de tu pueblo Israel, y volverlos has a la tierra que diste a ellos y a sus padres. II Chronicles 6:26 Si los cielos se cerraren, que no haya lluvias por haber pecado contra ti, si oraren a ti en este lugar, y confesaren tu nombre, y se convirtieren de sus pecados cuando los afligieres; II Chronicles 6:27 Tú los oirás en los cielos, y perdonarás el pecado de tus siervos, y de tu pueblo Israel, y les enseñarás el buen camino para que anden en él, y darás lluvia sobre tu tierra, la cual diste por heredad a tu pueblo. II Chronicles 6:28 Y si hubiere hambre en la tierra, o si hubiere pestilencia, o si hubiere tizoncillo, o niebla, lagarta, langosta, o pulgón; o si los cercaren sus enemigos en la tierra de sus ciudades; o cualquiera llaga, o enfermedad: II Chronicles 6:29 Toda oración, y todo ruego que cualquier hombre hiciere, o todo tu pueblo Israel, o cualquiera que conociere su llaga, y su dolor en su corazón, si extendiere sus manos a esta casa; II Chronicles 6:30 Tú oirás desde los cielos, desde el lugar de tu habitación, y perdonarás, y darás a cada uno conforme a sus caminos, habiendo conocido su corazón; porque tú solo conoces el corazón de los hijos de los hombres: II Chronicles 6:31 Para que te teman, y anden en tus caminos todos los días que vivieren sobre la haz de la tierra que tú diste a nuestros padres. II Chronicles 6:32 Y también al extranjero, que no fuere de tu pueblo Israel, que hubiere venido de lejas tierras, por causa de tu grande nombre, y de tu mano fuerte, y de tu brazo extendido, si vinieren, y oraren en esta casa; II Chronicles 6:33 Tú oirás desde los cielos, desde la habitación de tu morada, y harás conforme a todas las cosas por las cuales el extranjero hubiere clamado a ti: para que todos los pueblos de la tierra conozcan tu nombre, y te teman como tu pueblo Israel; y sepan que tu nombre es invocado sobre esta casa que he edificado. II Chronicles 6:34 Si tu pueblo saliere a la guerra contra sus enemigos por el camino que tú los enviares, y oraren a ti hacia esta ciudad que tú elegiste, hacia la casa que he edificado a tu nombre; II Chronicles 6:35 Tú oirás desde los cielos su oración y su ruego, y defenderás su causa. II Chronicles 6:36 Si pecaren contra ti, pues que no hay hombre que no peque, y te airares contra ellos, y los entregares delante de sus enemigos, para que los que los tomaren, los lleven cautivos a tierra de enemigos lejos o cerca; II Chronicles 6:37 Y ellos volvieren en sí en la tierra donde fueren llevados cautivos, y si se convirtieren, y oraren a ti en la tierra de su cautividad, y dijeren: Pecamos, hemos hecho inicuamente, hemos hecho impíamente; II Chronicles 6:38 Y se convirtieren a ti de todo su corazón, y de toda su alma, en la tierra de su cautividad, donde los hubieren llevado cautivos, y oraren hacia su tierra, que tú diste a sus padres, hacia la ciudad que tú elegiste, y hacia la casa que he edificado a tu nombre; II Chronicles 6:39 Tú oirás desde los cielos, desde la morada de tu habitación, su oración y su ruego, y defenderás su causa, y perdonarás a tu pueblo que pecó contra ti. II Chronicles 6:40 Ahora pues, oh Dios mío, estén, yo te ruego, abiertos tus ojos, y atentas tus orejas a la oración en este lugar. II Chronicles 6:41 Oh Jehová Dios, levántate ahora para tu reposo, tú y el arca de tu fortaleza: oh Jehová Dios, tus sacerdotes sean vestidos de salud, y tus misericordiosos gocen de bien. II Chronicles 6:42 Jehová Dios, no hagas volver el rostro de tu ungido: acuérdate de las misericordias de David tu siervo. II Chronicles 7:0 II Chronicles 7:1 Y como Salomón acabó de orar, el fuego descendió de los cielos, y consumió el holocausto, y las víctimas; y la gloria de Jehová hinchió la casa. II Chronicles 7:2 Y no podían entrar los sacerdotes en la casa de Jehová, porque la gloria de Jehová había henchido la casa de Jehová. II Chronicles 7:3 Y como vieron todos los hijos de Israel descender el fuego, y la gloria de Jehová sobre la casa, cayeron en tierra en el solado sobre sus rostros, y adoraron glorificando a Jehová, diciendo: Que es bueno, que su misericordia es para siempre. II Chronicles 7:4 Y el rey y todo el pueblo sacrificaban sacrificios delante de Jehová. II Chronicles 7:5 Y sacrificó el rey Salomón en sacrificio veinte y dos mil bueyes, y ciento y veinte mil ovejas: y dedicaron la casa de Dios el rey y todo el pueblo. II Chronicles 7:6 Y los sacerdotes estaban en sus ordenes, y los Levitas con los instrumentos de música de Jehová, que había hecho el rey David para alabar a Jehová, diciendo: Que su misericordia es para siempre: cuando David alababa por mano de ellos. Y los sacerdotes tañían trompetas delante de ellos, y todo Israel estaba en pie. II Chronicles 7:7 También santificó Salomón el medio del patio que estaba delante de la casa de Jehová, por cuanto había hecho allí los holocaustos, y los sebos de los pacíficos; porque en el altar de metal, que Salomón había hecho, no podían caber los holocaustos, y el presente, y los sebos. II Chronicles 7:8 Entonces hizo Salomón fiesta siete días, y con él todo Israel, una grande congregación, desde la entrada de Emat hasta el arroyo de Egipto. II Chronicles 7:9 Al octavo día hicieron convocación, porque la dedicación del altar habían hecho en siete días, y habían celebrado la solemnidad por siete días. II Chronicles 7:10 Y a los veinte y tres del mes séptimo envió al pueblo a sus estancias alegres y gozosos de corazón por los beneficios que Jehová había hecho a David, y a Salomón, y a su pueblo Israel. II Chronicles 7:11 Y Salomón acabó la casa de Jehová, y la casa del rey: y todo lo que Salomón tuvo en voluntad de hacer en la casa de Jehová, y en su casa, fue prosperado. II Chronicles 7:12 Y Jehová apareció a Salomón de noche, y díjole: Yo he oído tu oración, y yo he elegido para mí este lugar, por una casa de sacrificio. II Chronicles 7:13 Si yo cerrare los cielos, que no haya lluvia, y si mandare a la langosta que consuma la tierra, o si enviare pestilencia en mi pueblo; II Chronicles 7:14 Y si se humillare mi pueblo sobre los cuales mi nombre es invocado, y oraren, y buscaren mi faz, y se convirtieren de sus caminos malos, entonces yo oiré desde los cielos, y perdonaré sus pecados, y sanaré su tierra. II Chronicles 7:15 Ahora mis ojos estarán abiertos, y mis orejas atentas a la oración en este lugar. II Chronicles 7:16 Así que ahora yo he elegido y santificado esta casa, para que esté en ella mi nombre para siempre, y mis ojos y mi corazón estarán allí para siempre. II Chronicles 7:17 Y tú, si anduvieres delante de mí, como anduvo David tu padre, e hicieres todas las cosas que yo te he mandado, y guardares mis estatutos y mis derechos, II Chronicles 7:18 Yo confirmaré el trono de tu reino, como concerté con David tu padre, diciendo: No faltará varón de ti, que domine en Israel. II Chronicles 7:19 Mas si vosotros os volviereis, y dejareis mis estatutos y mis preceptos, que yo os he propuesto, y fuereis y sirviereis a dioses ajenos, y los adorareis; II Chronicles 7:20 Yo los arrancaré de mi tierra que les he dado: y esta casa que he santificado a mi nombre, yo la echaré de delante de mí, y la pondré por proverbio y fábula en todos los pueblos. II Chronicles 7:21 Y esta casa que fue tan ilustre, será espanto a todo pasante; y dirá: ¿Por qué ha hecho así Jehová a esta tierra, y a esta casa? II Chronicles 7:22 Y serle ha respondido: Por cuanto dejaron a Jehová Dios de sus padres, el cual los sacó de la tierra de Egipto, y echaron mano de dioses ajenos, y los adoraron y sirvieron: por eso él ha traído sobre ellos todo este mal. II Chronicles 8:0 II Chronicles 8:1 Y aconteció que al cabo de veinte años, que Salomón hubo edificado la casa de Jehová, y su casa, II Chronicles 8:2 Edificó Salomón las ciudades que Hiram había dado a Salomón, y puso en ellas a los hijos de Israel. II Chronicles 8:3 Después vino Salomón a Emat Suba, y la tomó. II Chronicles 8:4 Y edificó a Tadmor en el desierto, y todas las ciudades de las municiones, que edificó en el desierto. II Chronicles 8:5 Asimismo reedificó a Bet-orón la de arriba, y a Bet-orón la de abajo, ciudades fortificadas de muros, puertas, y barras. II Chronicles 8:6 Ítem, a Balaat, y a todas las villas de munición, que tenía Salomón: también todas las ciudades de los carros, y las de la gente de a caballo: y todo lo que Salomón quiso edificar en Jerusalem, y en el Líbano, y en toda la tierra de su señorío, II Chronicles 8:7 Y a todo el pueblo, que había quedado de los Jetteos, Amorreos, Ferezeos, Heveos, Jebuseos, que no eran de Israel; II Chronicles 8:8 Los hijos de los que habían quedado en la tierra después de ellos, a los cuales los hijos de Israel no destruyeron del todo, hizo Salomón tributarios hasta hoy. II Chronicles 8:9 Y de los hijos de Israel no puso Salomón siervos en su obra; porque eran hombres de guerra, y sus príncipes, y sus capitanes, y príncipes de sus carros, y su gente de a caballo. II Chronicles 8:10 Y tenía Salomón doscientos y cincuenta príncipes de los gobernadores, los cuales presidían en el pueblo. II Chronicles 8:11 Y pasó Salomón a la hija de Faraón de la ciudad de David a la casa que él le había edificado; porque dijo entre sí: Mi mujer no morará en la casa de David rey de Israel, porque son cosas sagradas, por haber entrado en ellas el arca de Jehová. II Chronicles 8:12 Entonces ofreció Salomón holocaustos a Jehová sobre el altar de Jehová, que había edificado delante del portal; II Chronicles 8:13 Para que ofreciesen cada cosa en su día, conforme al mandamiento de Moisés, en los sábados, nuevas lunas, y fiestas, tres veces en el año; en la fiesta de los panes sin levadura, en la fiesta de las semanas, y en la fiesta de las cabañas. II Chronicles 8:14 ¶ Y constituyó los repartimientos de los sacerdotes en sus oficios, conforme a la ordenación de David su padre: los Levitas por sus ordenes, para que alabasen y ministrasen delante de los sacerdotes, cada cosa en su día: y los porteros por su orden a cada puerta: porque así lo había mandado David, varón de Dios. II Chronicles 8:15 Y no salieron del mandamiento del rey en cuanto a los sacerdotes, y Levitas, y los tesoros, y todo negocio. II Chronicles 8:16 Porque toda la obra de Salomón estaba aparejada, desde el día que la casa de Jehová fue fundada hasta que se acabó, que la casa de Jehová fue acabada del todo. II Chronicles 8:17 ¶ Entonces Salomón fue a Asión-gaber, y a Elat a la costa de la mar en la tierra de Edom. II Chronicles 8:18 Porque Hiram le había enviado navíos por mano de sus siervos, y marineros diestros por la mar, los cuales habían ido con los siervos de Salomón a Ofir, y habían tomado de allá cuatrocientos y cincuenta talentos de oro, y los habían traído al rey Salomón. II Chronicles 9:0 II Chronicles 9:1 Y la reina de Sabá oyendo la fama de Salomón, vino a Jerusalem para tentar a Salomón con preguntas oscuras, con un muy grande ejército, con camellos cargados de olores, y oro en abundancia, y piedras preciosas. Y luego que vino a Salomón, habló con él todo lo que tenía en su corazón. II Chronicles 9:2 Y Salomón le declaró todas sus palabras: ninguna cosa quedó que Salomón no le declarase. II Chronicles 9:3 Y viendo la reina de Sabá la sabiduría de Salomón, y la casa que había edificado, II Chronicles 9:4 Y las viandas de su mesa, y el asiento de sus siervos, y el estado de sus criados, y los vestidos de ellos, sus maestresalas y sus vestidos, y su subida por donde subía a la casa de Jehová, no quedó más espíritu en ella; II Chronicles 9:5 Y dijo al rey: Verdad es lo que he oído en mi tierra de tus cosas, y de tu sabiduría: II Chronicles 9:6 Mas yo no creía las palabras de ellos, hasta que he venido, y mis ojos han visto; y he aquí que ni aun la mitad de la multitud de tu sabiduría me había sido dicha: porque tú añades sobre la fama que yo había oído. II Chronicles 9:7 Bienaventurados tus varones, y bienaventurados estos tus siervos, que están siempre delante de ti, y oyen tu sabiduría. II Chronicles 9:8 Jehová tu Dios sea bendito, que se ha agradado en ti, para ponerte sobre su trono por rey de Jehová tu Dios: por cuanto tu Dios ha amado a Israel, para afirmarle perpetuamente, y te puso por rey sobre ellos para que hagas juicio y justicia. II Chronicles 9:9 Y dio al rey ciento y veinte talentos de oro, y gran copia de especiería, y piedras preciosas: nunca hubo tal especiería como la que dio la reina de Sabá al rey Salomón. II Chronicles 9:10 También los siervos de Hiram, y los siervos de Salomón, que habían traído el oro de Ofir, trajeron madera de almugim, y piedras preciosas. II Chronicles 9:11 E hizo el rey de la madera de almugim gradas en la casa de Jehová, y en las casas reales, y arpas y salterios para los cantores: nunca en tierra de Judá fue vista madera semejante. II Chronicles 9:12 Y el rey Salomón dio a la reina de Sabá todo lo que ella quiso y le pidió, más de lo que ella había traído al rey: y ella se volvió y se fue a su tierra con sus siervos. II Chronicles 9:13 Y el peso de oro que venía a Salomón cada un año era seiscientos y sesenta y seis talentos de oro, II Chronicles 9:14 Sin lo que traían los mercaderes y negociantes. Y también todos los reyes de Arabia, y los príncipes de la tierra, traían oro y plata a Salomón. II Chronicles 9:15 Hizo también el rey Salomón doscientos paveses de oro de martillo, que tenía cada pavés seiscientas piezas de oro de martillo. II Chronicles 9:16 Ítem, trescientos escudos de oro extendido, que tenía cada escudo trescientas piezas de oro. Y púsolos el rey en la casa del bosque del Líbano. II Chronicles 9:17 ¶ Hizo también el rey un gran trono de marfil, y cubrióle de oro puro: II Chronicles 9:18 Y al trono seis gradas, y un estrado de oro al trono, y arrimadizos de la una parte y de la otra al lugar del asiento, y dos leones, que estaban junto a los arrimadizos. II Chronicles 9:19 Había también allí doce leones sobre las seis gradas de la una parte y de la otra: en todos los reinos nunca fue hecho otro tal. II Chronicles 9:20 ¶ Toda la vajilla del rey Salomón era de oro, y toda la vajilla de la casa del bosque del Líbano de oro puro. En los días de Salomón la plata no era de estima. II Chronicles 9:21 Porque la flota del rey iba a Társis con los siervos de Hiram, y cada tres años solían venir las naves de Társis, y traían oro, plata, marfil, simios, y pavos. II Chronicles 9:22 Y excedió el rey Salomón a todos los reyes de la tierra en riqueza y en sabiduría. II Chronicles 9:23 Y todos los reyes de la tierra procuraban ver el rostro de Salomón, por oír su sabiduría, que Dios había dado en su corazón. II Chronicles 9:24 Y de estos cada uno traía su presente, vasos de plata, vasos de oro, vestidos, armas, especierías, caballos, y acémilas, todos los años. II Chronicles 9:25 Tuvo también Salomón cuatro mil caballerizas para los caballos y carros, y doce mil caballeros, los cuales puso en las ciudades de los carros, y con el rey en Jerusalem. II Chronicles 9:26 Y tuvo señorío sobre todos los reyes, desde el río hasta la tierra de los Filisteos, y hasta el término de Egipto. II Chronicles 9:27 Y puso el rey plata en Jerusalem como piedras, y cedros como los cabrahígos que nacen por las campañas en abundancia. II Chronicles 9:28 Sacaban también caballos para Salomón de Egipto, y de todas las provincias. II Chronicles 9:29 Lo demás de los hechos de Salomón primeros y postreros, ¿no está todo escrito en los libros de Natán profeta, y en la profecía de Ahías Silonita, y en las profecías de Addo vidente, contra Jeroboam, hijo de Nabat? II Chronicles 9:30 Y reinó Salomón en Jerusalem sobre todo Israel cuarenta años. II Chronicles 9:31 Y durmió Salomón con sus padres, y sepultáronle en la ciudad de David su padre: y reinó en su lugar Roboam su hijo. II Chronicles 10:0 II Chronicles 10:1 Y Roboam fue a Siquem, porque en Siquem se había juntado todo Israel para hacerle rey. II Chronicles 10:2 Y como Jeroboam, hijo de Nabat, el cual estaba en Egipto, donde había huido a causa del rey Salomón, lo oyó, volvió de Egipto. II Chronicles 10:3 Y enviaron y llamáronle. Y vino Jeroboam, y todo Israel, y hablaron a Roboam, diciendo: II Chronicles 10:4 Tu padre agravó nuestro yugo, afloja tú pues ahora algo de la dura servidumbre, y del grave yugo con que tu padre nos apremió, y servirte hemos. II Chronicles 10:5 Y él les dijo: Volvéd a mí de aquí a tres días. Y el pueblo se fue. II Chronicles 10:6 Entonces el rey Roboam tomó consejo con los viejos que habían estado delante de Salomón su padre, cuando vivía, y díjoles: ¿Cómo aconsejáis vosotros que responda a este pueblo? II Chronicles 10:7 Y ellos le hablaron, diciendo: Si te hubieres humanamente con este pueblo, y los agradares, y les hablares buenas palabras, ellos te servirán perpetuamente. II Chronicles 10:8 Mas él dejando el consejo de los viejos, que le dieron, tomó consejo con los jóvenes, que se habían criado con él, y que asistían delante de él. II Chronicles 10:9 Y díjoles: ¿Qué aconsejáis vosotros que respondamos a este pueblo que me ha hablado, diciendo: Alivia algo del yugo que tu padre puso sobre nosotros? II Chronicles 10:10 Entonces los jóvenes, que se habían criado con él, le hablaron, diciendo: Así dirás al pueblo que te ha hablado, diciendo: Tu padre agravó nuestro yugo, tú pues descárganos. Así les dirás: El menor dedo mío es más grueso que los lomos de mi padre. II Chronicles 10:11 Así que mi padre os cargó de grave yugo, y yo añadiré a vuestro yugo: mi padre os castigó con azotes, y yo con escorpiones. II Chronicles 10:12 Vino pues Jeroboam y todo el pueblo a Roboam al tercero día, como el rey les había mandado, diciendo: Volvéd a mí de aquí a tres días. II Chronicles 10:13 Y respondióles el rey ásperamente; y dejó el rey Roboam el consejo de los viejos, II Chronicles 10:14 Y hablóles conforme al consejo de los mancebos, diciendo: Mi padre agravó vuestro yugo, y yo añadiré a vuestro yugo: mi padre os castigó con azotes, y yo con escorpiones. II Chronicles 10:15 Y no escuchó el rey al pueblo: porque era la voluntad de Dios para cumplir Jehová su palabra que había hablado por Ahías Silonita a Jeroboam, hijo de Nabat. II Chronicles 10:16 Y viendo todo Israel que el rey no le había oído, respondió el pueblo al rey, diciendo: ¿Qué parte tenemos nosotros con David, ni herencia en el hijo de Isaí? Israel cada uno a sus estancias: David mira ahora por tu casa. Así se fue todo Israel a sus estancias. II Chronicles 10:17 Y reinó Roboam sobre los hijos de Israel, que habitaban en las ciudades de Judá. II Chronicles 10:18 Y envió el rey Roboam a Aduram, que tenía cargo de los tributos, y apedreáronle los hijos de Israel con piedras, y murió. Entonces el rey Roboam se hizo fuerte, y subiendo en un carro huyó a Jerusalem. II Chronicles 10:19 Así se rebeló Israel de la casa de David hasta hoy. II Chronicles 11:0 II Chronicles 11:1 Y como vino Roboam a Jerusalem, juntó la casa de Judá y de Ben-jamín, ciento y ochenta mil hombres escogidos de guerra para pelear contra Israel, y volver el reino a Roboam. II Chronicles 11:2 Y fue palabra de Jehová a Semeías varón de Dios, diciendo: II Chronicles 11:3 Habla a Roboam, hijo de Salomón rey de Judá, y a todos los Israelitas, que están en Judá y en Ben-jamín, diciéndoles: II Chronicles 11:4 Así ha dicho Jehová: No subáis, ni peleéis contra vuestros hermanos: vuélvase cada uno a su casa, porque yo he hecho este negocio. Y ellos oyeron la palabra de Jehová, y tornáronse, y no fueron contra Jeroboam. II Chronicles 11:5 ¶ Y habitó Roboam en Jerusalem, y edificó ciudades para fortificar a Judá. II Chronicles 11:6 Y edificó a Belén, y a Etán, y a Tecua, II Chronicles 11:7 Y a Bet-sur, y a Soco, y a Odollam, II Chronicles 11:8 Y a Get, y a Maresa, y a Zif, II Chronicles 11:9 Y a Aduram, y a Laquis, y a Azeca, II Chronicles 11:10 Y a Saraa, y a Ajalón, y a Hebrón, que eran en Judá, y en Ben-jamín, ciudades fuertes. II Chronicles 11:11 Fortificó también las guarniciones; y puso en ellas capitanes, y vituallas, vino y aceite. II Chronicles 11:12 Y en todas las ciudades escudos y lanzas: y fortificólas en gran manera, y Judá y Ben-jamín le eran sujetos. II Chronicles 11:13 Y los sacerdotes y Levitas que estaban en todo Israel, se juntaron a él de todos sus términos, II Chronicles 11:14 Porque los Levitas dejaban sus ejidos, y sus posesiones, y se venían a Judá, y a Jerusalem; que Jeroboam y sus hijos los echaban del ministerio de Jehová. II Chronicles 11:15 Y él se hizo sacerdotes para los altos, y para los demonios, y para los becerros que él había hecho. II Chronicles 11:16 Tras ellos vinieron también de todas las tribus de Israel, los que habían puesto su corazón en buscar a Jehová Dios de Israel: y viniéronse a Jerusalem para sacrificar a Jehová el Dios de sus padres. II Chronicles 11:17 Y fortificaron el reino de Judá, y confirmaron a Roboam, hijo de Salomón, tres años; porque tres años anduvieron en el camino de David, y de Salomón. II Chronicles 11:18 Y tomóse Roboam por mujer a Mahalat, hija de Jerimot, hijo de David: y a Abihail, hija de Eliab, hijo de Isaí. II Chronicles 11:19 La cual le parió hijos, a Jeus, Somoria, y Zoón. II Chronicles 11:20 Tras ella tomó a Maaca, hija de Absalom: la cual le parió a Abías, Etai, Ziza, y Salomit. II Chronicles 11:21 Mas Roboam amó a Maaca la hija de Absalom sobre todas sus mujeres y concubinas: porque tomó diez y ocho mujeres, y sesenta concubinas, y engendró veinte y ocho hijos, y sesenta hijas. II Chronicles 11:22 Y puso Roboam a Abías, hijo de Maaca, por cabeza y príncipe de sus hermanos, porque le quería hacer rey. II Chronicles 11:23 E hízole instruir, y esparció todos sus hijos por todas las tierras de Judá y de Ben-jamín, y por todas las ciudades fuertes, y dióles vituallas en abundancia, y pidió muchas mujeres. II Chronicles 12:0 II Chronicles 12:1 Y como Roboam hubo confirmado el reino, dejó la ley de Jehová, y con él todo Israel. II Chronicles 12:2 Y en el quinto año del rey Roboam subió Sesac rey de Egipto contra Jerusalem, por cuanto se habían rebelado contra Jehová, II Chronicles 12:3 Con mil y doscientos carros, y con sesenta mil hombres de a caballo: mas el pueblo que venía con él de Egipto no tenía número, de Libios, Trogloditas, y Etiopes. II Chronicles 12:4 Y tomó las ciudades fuertes de Judá, y llegó hasta Jerusalem. II Chronicles 12:5 ¶ Entonces vino Semeías profeta a Roboam, y a los príncipes de Judá que estaban congregados en Jerusalem por causa de Sesac, y díjoles: Así ha dicho Jehová: Vosotros me habéis dejado, y yo también os he dejado en mano de Sesac. II Chronicles 12:6 Y los príncipes de Israel, y el rey, se humillaron, y dijeron: Justo es Jehová. II Chronicles 12:7 Y como vio Jehová, que se habían humillado, fue palabra de Jehová a Semeías, diciendo: Hánse humillado: no los destruiré, antes en breve los salvaré; y no se derramará mi ira contra Jerusalem por mano de Sesac. II Chronicles 12:8 Empero serán sus siervos; para que sepan que es servirme a mí, o servir a los reinos de las naciones. II Chronicles 12:9 Y subió Sesac rey de Egipto a Jerusalem, y tomó los tesoros de la casa de Jehová, y los tesoros de la casa del rey, todo lo llevó: y tomó los paveses de oro que Salomón había hecho, II Chronicles 12:10 E hizo el rey Roboam en lugar de ellos paveses de metal, y entrególos en manos de los príncipes de la guardia, que guardaba la entrada de la casa del rey. II Chronicles 12:11 Y cuando el rey iba a la casa de Jehová, venían los de la guardia, y traíanlos, y después los volvían a la cámara de la guardia. II Chronicles 12:12 Y como él se humilló, la ira de Jehová se apartó de él, para no destruirle del todo: y también en Judá las cosas fueron bien. II Chronicles 12:13 Y fortificado Roboam, reinó en Jerusalem: y era Roboam de cuarenta y un años, cuando comenzó a reinar, y diez y siete años reinó en Jerusalem, ciudad que escogió Jehová, para poner en ella su nombre, de todas las tribus de Israel: y el nombre de su madre fue Naama, Ammonita. II Chronicles 12:14 E hizo lo malo, porque no apercibió su corazón para buscar a Jehová. II Chronicles 12:15 Y las cosas de Roboam primeras y postreras, ¿no están escritas en los libros de Semeías profeta, y de Addo vidente, en la cuenta de los linajes? Y hubo guerra perpetua entre Roboam y Jeroboam. II Chronicles 12:16 Y durmió Roboam con sus padres, y fue sepultado en la ciudad de David: y reinó en su lugar Abías su hijo. II Chronicles 13:0 II Chronicles 13:1 A los diez y ocho años del rey Jeroboam reinó Abías sobre Judá, II Chronicles 13:2 Y reinó tres años en Jerusalem. El nombre de su madre fue Micaia, hija de Uriel de Gabaa. Y hubo guerra entre Abías y Jeroboam. II Chronicles 13:3 Y Abías ordenó batalla con el ejército de los valerosos en la guerra, cuatrocientos mil hombres escogidos: y Jeroboam ordenó batalla contra él con ochocientos mil hombres escogidos, fuertes y valerosos. II Chronicles 13:4 Y levantóse Abías sobre el monte de Semerón, que es en los montes de Efraím, y dijo: Oídme Jeroboam, y todo Israel: II Chronicles 13:5 ¿No sabéis vosotros, que Jehová Dios de Israel dio el reino a David sobre Israel perpetuamente, a él y a sus hijos en alianza de sal? II Chronicles 13:6 ¿Y que Jeroboam, hijo de Nabat, siervo de Salomón, hijo de David, se levantó y se rebeló contra su señor: II Chronicles 13:7 Y que se allegaron a él hombres vanos, e hijos de Belial: y pudieron más que Roboam, hijo de Salomón; porque Roboam era mozo, y tierno de corazón, y no se esforzó delante de ellos? II Chronicles 13:8 Y ahora vosotros consultáis para fortificaros contra el reino de Jehová, que está en mano de los hijos de David; y sois muchos, y tenéis con vosotros los becerros de oro, que Jeroboam os hizo por dioses. II Chronicles 13:9 ¿No echasteis vosotros los sacerdotes de Jehová, los hijos de Aarón, y los Levitas, y os habéis hecho sacerdotes a la manera de los pueblos de las tierras, que cualquiera venga a consagrarse con un becerro, hijo de vaca, y siete carneros, y sea sacerdote de los que no son dioses? II Chronicles 13:10 Mas a nosotros, Jehová es nuestro Dios y no le dejamos: y los sacerdotes que ministran a Jehová son los hijos de Aarón, y los Levitas en la obra: II Chronicles 13:11 Los cuales queman a Jehová los holocaustos cada mañana y cada tarde, y los perfumes aromáticos, y ponen los panes sobre la mesa limpia, y el candelero de oro con sus candilejas para que ardan cada tarde; porque nosotros guardamos la observancia de Jehová nuestro Dios: mas vosotros le habéis dejado. II Chronicles 13:12 Y, he aquí, Dios está con nosotros por cabeza, y sus sacerdotes, y las trompetas del júbilo, para que suenen contra vosotros. Oh hijos de Israel, no peleéis contra Jehová el Dios de vuestros padres, porque no os sucederá bien. II Chronicles 13:13 Y Jeroboam hizo una emboscada al derredor, para venir a ellos por las espaldas: y la emboscada estaba a las espaldas de Judá, y ellos delante. II Chronicles 13:14 Entonces como miró Judá, he aquí que tenían batalla delante y a las espaldas. Y clamaron a Jehová, y los sacerdotes tocaron las trompetas. II Chronicles 13:15 Y los de Judá alzaron grita. Y como ellos alzaron grita, Dios venció a Jeroboam y a todo Israel delante de Abías y de Judá. II Chronicles 13:16 Y huyeron los hijos de Israel delante de Judá: y Dios los entregó en sus manos. II Chronicles 13:17 Y Abías y su pueblo hacían en ellos gran mortandad: y cayeron heridos de Israel quinientos mil hombres escogidos. II Chronicles 13:18 Así fueron humillados los hijos de Israel en aquel tiempo: y los hijos de Judá se fortificaron; porque estribaban en Jehová el Dios de sus padres. II Chronicles 13:19 Y siguió Abías a Jeroboam, y tomó sus ciudades, a Bet-el con sus aldeas, a Jesana con sus aldeas, a Efrón con sus aldeas. II Chronicles 13:20 ¶ Y nunca más Jeroboam tuvo fuerza en los días de Abías: y Jehová le hirió, y murió. II Chronicles 13:21 Mas Abías se fortificó: y tomóse catorce mujeres, y engendró veinte y dos hijos, y diez y seis hijas. II Chronicles 13:22 Lo demás de los hechos de Abías, sus caminos, y sus negocios, está escrito en la historia de Addo profeta. II Chronicles 14:0 II Chronicles 14:1 Y durmió Abías con sus padres, y fue sepultado en la ciudad de David: y reinó en su lugar Asa su hijo. En sus días reposó la tierra diez años. II Chronicles 14:2 E hizo Asa lo bueno y recto en los ojos de Jehová su Dios: II Chronicles 14:3 Porque quitó los altares del ajeno, y los altos: quebró las imágenes, y taló los bosques, II Chronicles 14:4 Y mandó a Judá que buscasen a Jehová el Dios de sus padres, e hiciesen la ley y los mandamientos. II Chronicles 14:5 Y quitó de todas las ciudades de Judá los altos y las imágenes: y estuvo el reino quieto delante de él. II Chronicles 14:6 Y edificó ciudades fuertes en Judá, por cuanto había paz en la tierra, y no había guerra contra él en aquellos tiempos; porque Jehová le había dado reposo. II Chronicles 14:7 Dijo pues a Judá: Edifiquemos estas ciudades, y cerquémoslas de muros, torres, puertas, y barras, pues que la tierra es nuestra, por cuanto hemos buscado a Jehová nuestro Dios: nosotros le hemos buscado, y él nos ha dado reposo de todas partes. Y edificaron, y fueron prosperados. II Chronicles 14:8 Tuvo también Asa ejército que traía escudos y lanzas, trescientos mil de Judá; y doscientos y ochenta mil de Ben-jamín, que traían escudos, y flechaban arcos: todos hombres diestros. II Chronicles 14:9 ¶ Y salió contra ellos Zara Etiope con ejército de mil millares, y trescientos carros; y vino hasta Maresa. II Chronicles 14:10 Mas Asa salió contra él, y ordenaron la batalla en el valle de Sefata junto a Maresa. II Chronicles 14:11 Y clamó Asa a Jehová su Dios, y dijo: Jehová, no tienes tú más con el grande, que con el que ninguna fuerza tiene, para dar ayuda. Ayúdanos, oh Jehová Dios nuestro, porque en ti estribamos, y en tu nombre venimos contra este ejército. Oh Jehová, tú eres nuestro Dios: no prevalezca contra ti el hombre. II Chronicles 14:12 Y Jehová deshizo los Etiopes delante de Asa, y delante de Judá; y huyeron los Etiopes. II Chronicles 14:13 Y Asa, y el pueblo que con él estaba, los siguió hasta Gerara: y cayeron los Etiopes hasta no quedar en ellos hombre a vida; porque fueron deshechos delante de Jehová y de su ejército: y tomaron un muy grande despojo. II Chronicles 14:14 E hirieron todas las ciudades al derredor de Gerara; porque el terror de Jehová era sobre ellos: y saquearon todas las ciudades; porque había en ellas gran despojo. II Chronicles 14:15 Asimismo dieron sobre las cabañas de los ganados, y trajeron muchas ovejas y camellos; y volviéronse a Jerusalem. II Chronicles 15:0 II Chronicles 15:1 Y fue el Espíritu de Dios sobre Azarías, hijo de Obed; II Chronicles 15:2 Y salió al encuentro a Asa, y díjole: Oídme Asa, y todo Judá y Ben-jamín. Jehová es con vosotros, si vosotros fuereis con él: y si le buscareis, será hallado de vosotros: mas si le dejareis, él también os dejará. II Chronicles 15:3 Muchos días ha estado Israel sin verdadero Dios, y sin sacerdote, y sin enseñador, y sin ley. II Chronicles 15:4 Mas cuando con su tribulación se convirtieron a Jehová Dios de Israel, y le buscaron, él fue hallado de ellos. II Chronicles 15:5 En aquellos tiempos no hubo paz, ni para el que entraba, ni para el que salía, sino muchas destrucciones sobre todos los habitadores de las tierras. II Chronicles 15:6 Y la una gente destruía a la otra: y la una ciudad a la otra: porque Dios los conturbó con todas calamidades. II Chronicles 15:7 Esforzáos pues vosotros, y no se descoyunten vuestras manos: que salario hay para vuestra obra. II Chronicles 15:8 Y como Asa oyó las palabras y profecía de Obed profeta, fue confortado, y quitó las abominaciones de toda la tierra de Judá y de Ben-jamín, y de las ciudades que él había tomado en el monte de Efraím: y reparó el altar de Jehová, que estaba delante del portal de Jehová. II Chronicles 15:9 E hizo juntar a todo Judá y Ben-jamín, y con ellos los extranjeros de Efraím, y de Manasés, y de Simeón: porque muchos de Israel se habían pasado a él, viendo que Jehová su Dios era con él. II Chronicles 15:10 Y fueron juntos en Jerusalem en el mes tercero, a los quince años del reino de Asa. II Chronicles 15:11 Y sacrificaron a Jehová aquel mismo día, de los despojos que habían traído, siete cientos bueyes, y siete mil ovejas. II Chronicles 15:12 Y entraron en concierto de que buscarían a Jehová el Dios de sus padres, de todo su corazón, y de toda su alma: II Chronicles 15:13 Y que cualquiera que no buscase a Jehová el Dios de Israel, muriese, grande o pequeño, hombre o mujer. II Chronicles 15:14 Y juraron a Jehová a gran voz y júbilo, a son de trompetas, y de bocinas: II Chronicles 15:15 Del cual juramento todos los de Judá se alegraron; porque de todo su corazón le juraban, y de toda su voluntad le buscaban, y fue hallado de ellos: y Jehová les dio reposo de todas partes. II Chronicles 15:16 Y aun a Maaca la madre del rey Asa, él la depuso que no fuese señora, porque había hecho ídolo en el bosque: y Asa deshizo su ídolo, y le desmenuzó, y quemó en el arroyo de Cedrón. II Chronicles 15:17 Mas con todo eso los altos no eran quitados de Israel, aunque el corazón de Asa fue perfecto mientras vivió. II Chronicles 15:18 Y metió en la casa de Dios lo que su padre había dedicado, y lo que él había consagrado, plata, y oro, y vasos. II Chronicles 15:19 Y no hubo guerra hasta los treinta y cinco años del reino de Asa. II Chronicles 16:0 II Chronicles 16:1 En el año treinta y seis del reino de Asa subió Baasa rey de Israel contra Judá: y edificó a Rama, para no dejar salir ni entrar a alguno al rey Asa rey de Judá. II Chronicles 16:2 Entonces sacó Asa la plata y el oro de los tesoros de la casa de Jehová y de la casa real, y envió a Ben-adad rey de Siria, que estaba en Damasco, diciendo: II Chronicles 16:3 Alianza hay entre mí y ti, y entre mi padre y tu padre: he aquí, yo te he enviado plata y oro, para que vengas, y deshagas tu alianza, que tienes con Baasa rey de Israel, para que se retire de mí. II Chronicles 16:4 Y consintió Ben-adad con el rey Asa, y envió los capitanes de los ejércitos que tenía, a las ciudades de Israel; e hirieron a Ahión, Dan, y Abel-maim, y las ciudades fuertes de Neftalí. II Chronicles 16:5 Y oyéndolo Baasa, cesó de edificar a Rama, y dejó su obra. II Chronicles 16:6 Entonces el rey Asa tomó a todo Judá, y llevaron de Rama la piedra y madera con que Baasa edificaba; y con ello edificó a Gabaa, y Maspa. II Chronicles 16:7 En aquel tiempo vino Janani vidente a Asa rey de Judá, y díjole: Por cuanto has estribado sobre el rey de Siria, y no estribaste en Jehová tu Dios, por eso el ejército del rey de Siria ha escapado de tus manos. II Chronicles 16:8 ¿Los Etiopes, y los Libios, no traían ejército en multitud con carros, y muy mucha gente de a caballo? mas, porque tú estribaste en Jehová, él los entregó en tus manos. II Chronicles 16:9 Porque los ojos de Jehová contemplan toda la tierra, para corroborar a los que tienen corazón perfecto para con él. Locamente has hecho en esto, porque de aquí adelante habrá guerra contra ti. II Chronicles 16:10 Y Asa enojado contra el vidente, echóle en la casa de la cárcel, porque fue grandemente conmovido de esto. Y mató Asa en aquel tiempo algunos del pueblo. II Chronicles 16:11 He aquí pues, los hechos de Asa, primeros y postreros, están escritos en el libro de los reyes de Judá y de Israel. II Chronicles 16:12 ¶ Y el año treinta y nueve de su reino enfermó Asa de los pies para arriba, y en su enfermedad no buscó a Jehová, sino a los médicos. II Chronicles 16:13 Y durmió Asa con sus padres, y murió el año cuarenta y uno de su reino, II Chronicles 16:14 Y sepultáronle en sus sepulcros que él había hecho para sí, en la ciudad de David. Y pusiéronle en una litera, la cual hinchieron de aromas, y olores hechos de obra de perfumadores: e hiciéronle una quema muy grande. II Chronicles 17:0 II Chronicles 17:1 Y reinó en su lugar Josafat su hijo, el cual prevaleció contra Israel. II Chronicles 17:2 Y puso ejército en todas las ciudades fuertes de Judá, y puso gente de guarnición en tierra de Judá, y asimismo en las ciudades de Efraím, que su padre Asa había tomado. II Chronicles 17:3 Y fue Jehová con Josafat, porque anduvo en los caminos de David su padre los primeros, y no buscó a los Baales; II Chronicles 17:4 Mas buscó al Dios de su padre, y anduvo en sus mandamientos, y no según las obras de Israel. II Chronicles 17:5 Y confirmó Jehová el reino en su mano, y todo Judá dio presentes a Josafat: y tuvo riquezas, y gloria en abundancia. II Chronicles 17:6 Y su corazón se enalteció en los caminos de Jehová; y él quitó los altos y los bosques de Judá. II Chronicles 17:7 Al tercero año de su reino envió sus príncipes Ben-hail, Abdías, Zacarías, Nataniel, y Miqueas, para que enseñasen en las ciudades de Judá: II Chronicles 17:8 Y con ellos a los Levitas, Semeías, Natanías, Zabadías, y Asael, y Semiramot, y Jonatán, y Adonías, y Tobías, y Tobadonias, Levitas; y con ellos a Elisama y a Joram, sacerdotes. II Chronicles 17:9 Y enseñaron en Judá, teniendo consigo el libro de la ley de Jehová, y rodearon por todas las ciudades de Judá, enseñando el pueblo. II Chronicles 17:10 Y cayó el pavor de Jehová sobre todos los reinos de las tierras que estaban al rededor de Judá, que no osaron hacer guerra contra Josafat. II Chronicles 17:11 Y traían de los Filisteos presente, y plata de tributo a Josafat: los Árabes también le trajeron ganados, siete mil y siete cientos carneros, y siete mil y siete cientos machos de cabrío. II Chronicles 17:12 Y Josafat iba creciendo altamente: y edificó en Judá fortalezas y ciudades de depósitos. II Chronicles 17:13 Y tuvo muchas obras en las ciudades de Judá, y tuvo hombres de guerra, valientes de fuerzas, en Jerusalem. II Chronicles 17:14 Y este es el número de ellos según las casas de sus padres: En Judá, príncipes de los millares eran, el príncipe Ednas, y con él había trescientos mil hombres valientes de fuerzas. II Chronicles 17:15 Tras él, Johanán príncipe, y con él doscientos y ochenta mil. II Chronicles 17:16 Tras este, Amasías, hijo de Zecri, el cual se había ofrecido voluntariamente a Jehová; y con él doscientos mil hombres valientes. II Chronicles 17:17 De Ben-jamín; Eliada, hombre poderoso de fuerzas, y con él doscientos mil armados de arco y escudo. II Chronicles 17:18 Tras este, Jozabad, y con él ciento y ochenta mil apercebidos para la guerra. II Chronicles 17:19 Estos eran siervos del rey, sin los que el rey había puesto en las ciudades de guarnición por toda Judea. II Chronicles 18:0 II Chronicles 18:1 Y tuvo Josafat riquezas y gloria en abundancia: y juntó parentesco con Acab. II Chronicles 18:2 Y después de algunos años, descendió a Acab a Samaria, y mató Acab muchas ovejas y bueyes para él, y para el pueblo que había venido con él; y persuadióle que fuese con él a Ramot de Galaad. II Chronicles 18:3 Y dijo Acab rey de Israel a Josafat rey de Judá: ¿Quieres venir conmigo a Ramot de Galaad? Y él le respondió: Como yo, así también tú: y como tu pueblo, así también mi pueblo: contigo a la guerra. II Chronicles 18:4 Y dijo más Josafat al rey de Israel: Ruégote que consultes hoy la palabra de Jehová. II Chronicles 18:5 Entonces el rey de Israel juntó cuatrocientos varones profetas, y díjoles: ¿Iremos a la guerra contra Ramot de Galaad, o reposarnos hemos? Y ellos dijeron: Sube; que Dios los entregará en mano del rey. II Chronicles 18:6 Y Josafat dijo: ¿Hay aun aquí algún profeta de Jehová, para que por él preguntemos? II Chronicles 18:7 Y el rey de Israel respondió a Josafat: Aun hay aquí un hombre por el cual podemos preguntar a Jehová: mas yo le aborrezco, porque nunca me profetiza cosa buena, sino toda su vida por mal: este es Miqueas, hijo de Jemla. Y respondió Josafat: No hable el rey así. II Chronicles 18:8 Entonces el rey de Israel llamó un eunuco, y díjole: Haz venir luego a Miqueas, hijo de Jemla. II Chronicles 18:9 Y el rey de Israel y Josafat rey de Judá estaban sentados, cada uno en su trono, vestidos de sus ropas, y estaban asentados en la era a la entrada de la puerta de Samaria, y todos los profetas profetizaban delante de ellos. II Chronicles 18:10 Empero Sedequías, hijo de Canaana, se había hecho unos cuernos de hierro, y decía: Jehová ha dicho así: Con estos acornearás a los Siros hasta destruirlos del todo. II Chronicles 18:11 De esta manera profetizaban también todos los profetas, diciendo: Sube a Ramot de Galaad, y sé prosperado: porque Jehová la entregará en mano del rey. II Chronicles 18:12 Y el mensajero que había ido a llamar a Miqueas le habló, diciendo: He aquí, las palabras de los profetas a una boca anuncian al rey bienes: yo te ruego ahora que tu palabra sea como la de uno de ellos, que hables bien. II Chronicles 18:13 Y dijo Miqueas: Vive Jehová, que lo que mi Dios me dijere, eso hablaré. Y vino al rey. II Chronicles 18:14 Y el rey le dijo: Miqueas, ¿iremos a pelear contra Ramot de Galaad, o dejarlo hemos? Y él respondió: Subíd; que seréis prosperados; que serán entregados en vuestras manos. II Chronicles 18:15 Y el rey le dijo: ¿Hasta cuántas veces te conjuraré por el nombre de Jehová, que no me hables sino la verdad? II Chronicles 18:16 Entonces él dijo: Yo he visto a todo Israel derramado por los montes, como ovejas sin pastor: y dijo Jehová: Estos no tienen señor: vuélvase cada uno en paz a su casa. II Chronicles 18:17 Y el rey de Israel dijo a Josafat: ¿No te había yo dicho, que este no me profetizará bien, sino mal? II Chronicles 18:18 Entonces él dijo: Oíd pues palabra de Jehová: Yo he visto a Jehová asentado en su trono, y todo el ejército de los cielos estaba a su mano derecha y a su mano izquierda. II Chronicles 18:19 Y Jehová dijo: ¿Quién inducirá a Acab rey de Israel, para que suba, y caiga en Ramot de Galaad? Y este decía así, y el otro decía así. II Chronicles 18:20 Mas salió un espíritu, que se puso delante de Jehová, y dijo: Yo le induciré. Y Jehová le dijo: ¿De qué manera? II Chronicles 18:21 Y él dijo: Saldré; y seré espíritu de mentira en la boca de todos sus profetas. Y Jehová dijo: Induce, y también prevalece: sal, y házlo así. II Chronicles 18:22 Y, he aquí, ahora Jehová ha puesto espíritu de mentira en la boca de estos tus profetas: mas Jehová ha hablado contra ti mal. II Chronicles 18:23 Entonces Sedequías, hijo de Canaana, se llegó a él, e hirió a Miqueas en la mejilla, y dijo: ¿Por qué camino se apartó de mí el Espíritu de Jehová, para hablarte a ti? II Chronicles 18:24 Y Miqueas respondió: He aquí, tú lo verás el mismo día cuando te entrarás de cámara en cámara para esconderte. II Chronicles 18:25 Entonces el rey de Israel dijo: Tomád a Miqueas, y volvédle a Amón el gobernador de la ciudad, y a Joas, hijo del rey; II Chronicles 18:26 Y diréis: El rey ha dicho así: Ponéd a este en la cárcel, hacédle comer pan de aflicción, y agua de angustia, hasta que yo vuelva en paz. II Chronicles 18:27 Y Miqueas dijo: Si volviendo volvieres en paz, Jehová no ha hablado por mí. Y dijo también: Oíd esto todos los pueblos. II Chronicles 18:28 Y el rey de Israel subió, y Josafat rey de Judá, a Ramot de Galaad. II Chronicles 18:29 Y dijo el rey de Israel a Josafat: Yo me disfrazaré para entrar en la batalla: mas tú vístete tus vestidos. Y disfrazóse el rey de Israel, y entró en la batalla. II Chronicles 18:30 El rey de Siria había mandado a los capitanes de los carros que tenía consigo, diciendo: No peleéis con chico ni con grande, sino con solo el rey de Israel. II Chronicles 18:31 Y como los capitanes de los carros vieron a Josafat, dijeron: Este es el rey de Israel. Y cercáronle para pelear: mas Josafat clamó, y ayudóle Jehová; y apartólos Dios de él. II Chronicles 18:32 Y viendo los capitanes de los carros que no era el rey de Israel, apartáronse de él. II Chronicles 18:33 Mas flechando uno el arco en su enterez, hirió al rey de Israel entre las junturas y el coselete. Entonces él dijo al carretero: Vuelve tu mano, y sácame del campo, porque estoy enfermo. II Chronicles 18:34 Y creció la batalla aquel día: mas el rey de Israel estuvo en pie en el carro enfrente de los Siros hasta la tarde: y murió a puesta del sol. II Chronicles 19:0 II Chronicles 19:1 Y Josafat rey de Judá se volvió a su casa a Jerusalem en paz. II Chronicles 19:2 Y salióle al encuentro Jehú, hijo de Janani vidente, y dijo al rey Josafat: ¿A un impío das ayuda, y amas a los que aborrecen a Jehová? Mas la ira de la presencia de Jehová será sobre ti por ello. II Chronicles 19:3 Empero hánse hallado en ti buenas cosas, porque cortaste de la tierra los bosques, y has aparejado tu corazón a buscar a Dios. II Chronicles 19:4 ¶ Y habitaba Josafat en Jerusalem: y volvía, y salía al pueblo desde Beer-seba hasta el monte de Efraím, y reducíalos a Jehová el Dios de sus padres. II Chronicles 19:5 Y puso en la tierra jueces en todas las ciudades fuertes de Judá, por todos los lugares. II Chronicles 19:6 Y dijo a los jueces: Mirád lo que hacéis: porque no juzgáis en lugar de hombre, sino en lugar de Jehová, el cual está con vosotros en el negocio del juicio. II Chronicles 19:7 Sea pues con vosotros el temor de Jehová: guardád, y hacéd. Porque acerca de Jehová nuestro Dios no hay iniquidad, ni respeto de personas, ni recibir cohecho. II Chronicles 19:8 Y puso también Josafat en Jerusalem a algunos de los Levitas, y sacerdotes, y de los padres de familias de Israel, para el juicio de Jehová, y para las causas; y volviéronse a Jerusalem. II Chronicles 19:9 Y mandóles, diciendo: Haréis así con temor de Jehová, con verdad, y con corazón perfecto, II Chronicles 19:10 En cualquier causa que viniere a vosotros de vuestros hermanos que habitan en sus ciudades; entre sangre y sangre, entre ley y precepto, estatutos, o derechos; amonestarlos heis que no pequen contra Jehová, porque no venga ira sobre vosotros, y sobre vuestros hermanos: haciendo así, no pecaréis. II Chronicles 19:11 He aquí también Amarías sacerdote, él será el jefe sobre vosotros en todo negocio de Jehová; y Zabadías, hijo de Ismael, príncipe de la casa de Judá, en todos los negocios del rey; y los Levitas que serán los maestros delante de vosotros. Esforzáos pues, y hacéd: que Jehová será con el bueno. II Chronicles 20:0 II Chronicles 20:1 Pasadas estas cosas aconteció que los hijos de Moab y de Ammón, y con ellos de los Ammonitas, vinieron contra Josafat a la guerra. II Chronicles 20:2 Y vinieron, y dieron aviso a Josafat, diciendo: Contra ti viene una grande multitud de la otra parte de la mar, y de Siria; y, he aquí, ellos están en Asason-tamar, que es Engadí. II Chronicles 20:3 Entonces él hubo temor: y puso Josafat su rostro, para consultar a Jehová, e hizo pregonar ayuno a todo Judá. II Chronicles 20:4 Y juntáronse los de Judá para buscar socorro de Jehová: y también de todas las ciudades de Judá vinieron para buscar socorro de Jehová. II Chronicles 20:5 Y púsose Josafat en pie en la congregación de Judá y de Jerusalem, en la casa de Jehová, delante del patio nuevo, II Chronicles 20:6 Y dijo: Jehová Dios de nuestros padres ¿no eres tú Dios en los cielos? ¿Y no te enseñoreas en todos los reinos de las gentes? ¿No está en tu mano la fuerza y el poder, que no hay quien te resista? II Chronicles 20:7 Dios nuestro, ¿no echaste tú los moradores de aquesta tierra delante de tu pueblo Israel, y la diste a la simiente de Abraham tu amigo para siempre? II Chronicles 20:8 Y ellos han habitado en ella, y te han edificado en ella santuario a tu nombre, diciendo: II Chronicles 20:9 Si mal viniere sobre nosotros, o espada de juicio, o pestilencia, o hambre, presentarnos hemos delante de esta casa, y delante de ti; porque tu nombre está en esta casa; y de nuestras tribulaciones clamarémos a ti, y tú nos oirás y salvarás. II Chronicles 20:10 Ahora pues, he aquí los hijos de Ammón y de Moab, y el monte de Seir, por los cuales no quisiste que pasase Israel, cuando venían de la tierra de Egipto, sino que se apartasen de ellos, y no los destruyesen; II Chronicles 20:11 He aquí, ellos nos dan el pago, que vienen a echarnos de tu posesión, que tú nos diste que poseyésemos. II Chronicles 20:12 Dios nuestro, ¿no los juzgarás tú? Porque en nosotros no hay fuerza contra tan grande multitud que viene contra nosotros: no sabemos lo que hemos de hacer; mas a ti son nuestros ojos. II Chronicles 20:13 Y todo Judá estaba en pie delante de Jehová, también sus niños, y sus mujeres, y sus hijos. II Chronicles 20:14 Y estaba allí Jahaziel, hijo de Zacarías, hijo de Banaías, hijo de Jehiel, hijo de Matanías, Levita de los hijos de Asaf, sobre el cual vino el Espíritu de Jehová, en medio de la congregación; II Chronicles 20:15 Y dijo: Oíd todo Judá, y moradores de Jerusalem, y rey Josafat: Jehová os dice así: No temáis, ni hayáis miedo delante de esta tan grande multitud; porque no es vuestra la guerra, sino de Dios. II Chronicles 20:16 Mañana descenderéis contra ellos: he aquí que ellos subirán por la cuesta de Sis; y hallarlos heis junto al arroyo, antes del desierto de Jeruel. II Chronicles 20:17 Y no habrá para que vosotros peleéis ahora: paráos, estád quedos, y ved la salud de Jehová con vosotros, Oh Judá y Jerusalem: no temáis ni desmayéis; salíd mañana contra ellos: que Jehová será con vosotros. II Chronicles 20:18 Entonces Josafat inclinó su rostro a tierra, y asimismo todo Judá y los moradores de Jerusalem se postraron delante de Jehová, y adoraron a Jehová. II Chronicles 20:19 Y levantáronse los Levitas de los hijos de Caat, y de los hijos de Coré, para alabar a Jehová el Dios de Israel a grande y alta voz. II Chronicles 20:20 Y como se levantaron por la mañana, salieron por el desierto de Tecua: y mientras ellos salían, Josafat estando en pie, dijo: Oídme Judá, y moradores de Jerusalem: Creéd a Jehová vuestro Dios, y seréis seguros: y creéd a sus profetas, y seréis prosperados. II Chronicles 20:21 Y habido consejo con el pueblo, puso a algunos que cantasen a Jehová; y alabasen en la hermosura de la santidad, mientras que salía la gente armada, y dijesen: Glorificád a Jehová, porque su misericordia es para siempre. II Chronicles 20:22 Y como comenzaron con clamor y con alabanza, puso Jehová asechanzas contra los hijos de Ammón, de Moab, y del monte de Seir, que venían contra Judá: y matáronse los unos a los otros. II Chronicles 20:23 Y los hijos de Ammón y Moab se levantaron contra los del monte de Seir, para matarlos y destruirlos: y como hubieron acabado a los del monte de Seir, cada cual ayudó a su compañero a matarse. II Chronicles 20:24 Y como vino Judá a la atalaya del desierto, miraron por la multitud, y, hélos aquí que estaban tendidos en tierra muertos, que ninguno había escapado. II Chronicles 20:25 Y viniendo Josafat y su pueblo a despojarlos, hallaron en ellos muchas riquezas, y cuerpos muertos, y vestidos, y vasos preciados; los cuales tomaron para sí, que no los podían llevar: tres días duró el despojo, porque era mucho. II Chronicles 20:26 Y al cuarto día juntáronse en el valle de la bendición, porque allí bendijeron a Jehová: y por esto llamaron al nombre de aquel lugar el valle de Beraca, hasta hoy. II Chronicles 20:27 Y todo Judá, y los de Jerusalem, y Josafat por su cabeza, volvieron para tornarse a Jerusalem con gozo, porque Jehová les había dado gozo de sus enemigos. II Chronicles 20:28 Y vinieron a Jerusalem con salterios, arpas, y bocinas a la casa de Jehová. II Chronicles 20:29 Y vino el pavor de Dios sobre todos los reinos de la tierra, cuando oyeron que Jehová había peleado contra los enemigos de Israel. II Chronicles 20:30 Y el reino de Josafat tuvo reposo, porque su Dios le dio reposo de todas partes. II Chronicles 20:31 Así reinó Josafat sobre Judá: de treinta y cinco años era cuando comenzó a reinar: y reinó veinte y cinco años en Jerusalem. El nombre de su madre fue Azuba, hija de Selaquí. II Chronicles 20:32 Y anduvo en el camino de Asa su padre, sin apartarse de él, haciendo lo que era recto en los ojos de Jehová. II Chronicles 20:33 Con todo eso los altos no eran quitados; que el pueblo aun no había aparejado su corazón al Dios de sus padres. II Chronicles 20:34 Lo demás de los hechos de Josafat, primeros y postreros, he aquí, están escritos en las palabras de Jehú, hijo de Janani, del cual es hecha mención en el libro de los reyes de Israel. II Chronicles 20:35 ¶ Pasadas estas cosas, Josafat rey de Judá hizo amistad con Ocozías rey de Israel, el cual fue dado a impiedad. II Chronicles 20:36 E hizo con él compañía para aparejar navíos, que fuesen a Társis. E hicieron navíos en Asión-gaber. II Chronicles 20:37 Entonces Eliezer, hijo de Dodava de Maresa, profetizó contra Josafat, diciendo: Por cuanto has hecho compañía con Ocozías, Jehová destruirá tus obras. Y los navíos se quebraron, y no pudieron ir a Társis. II Chronicles 21:0 II Chronicles 21:1 Y durmió Josafat con sus padres, y sepultáronle con sus padres en la ciudad de David: y reinó en su lugar Joram su hijo. II Chronicles 21:2 Este tuvo hermanos, hijos de Josafat, a Azarías, Jahiel, Zacarías, Azarías, Micael, y Safatías. Todos estos fueron hijos de Josafat rey de Israel. II Chronicles 21:3 A los cuales su padre había dado muchos dones de oro y de plata, y cosas preciosas, y ciudades fuertes en Judá: mas el reino había dado a Joram; porque él era el primogénito. II Chronicles 21:4 Y levantóse Joram contra el reino de su padre; e hízose fuerte, y pasó a cuchillo a todos sus hermanos, y asimismo a algunos de los príncipes de Israel. II Chronicles 21:5 Cuando comenzó a reinar era de treinta y dos años, y reinó ocho años en Jerusalem. II Chronicles 21:6 Anduvo en el camino de los reyes de Israel, como hizo la casa de Acab; porque tenía por mujer la hija de Acab: e hizo lo malo en ojos de Jehová. II Chronicles 21:7 Mas Jehová no quiso destruir la casa de David, por la alianza que con David había hecho, y porque le había dicho, que le había de dar lámpara a él, y a sus hijos perpetuamente. II Chronicles 21:8 En los días de este se rebeló Edom para no estar debajo de la mano de Judá, y pusieron rey sobre sí. II Chronicles 21:9 Y pasó Joram con sus príncipes, y llevó consigo todos sus carros, y levantóse de noche, e hirió a Edom que le había cercado, y a todos los príncipes de sus carros. II Chronicles 21:10 Con todo eso Edom se rebeló para no estar debajo de la mano de Judá hasta hoy. También se rebeló en el mismo tiempo Lebna para no estar debajo de su mano: por cuanto él había dejado a Jehová el Dios de sus padres. II Chronicles 21:11 Además de esto hizo altos en los montes de Judá: e hizo que los moradores de Jerusalem fornicasen, e impelió a Judá. II Chronicles 21:12 ¶ Y viniéronle cartas del profeta Elías, que decían así: Jehová el Dios de David tu padre ha dicho así: Por cuanto no has andado en los caminos de Josafat tu padre, ni en los caminos de Asa rey de Judá: II Chronicles 21:13 Antes, has andado en el camino de los reyes de Israel, y has hecho que fornicase Judá y los moradores de Jerusalem, como fornicó la casa de Acab: además de esto has muerto a tus hermanos, la casa de tu padre, los cuales eran mejores que tú: II Chronicles 21:14 He aquí, Jehová herirá tu pueblo de una grande plaga, y a tus hijos, y a tus mujeres, y a toda tu hacienda: II Chronicles 21:15 Y a ti con muchas enfermedades, con enfermedad de tus entrañas, hasta que las entrañas se te salgan a causa de la enfermedad de cada día. II Chronicles 21:16 ¶ Y despertó Jehová contra Joram el espíritu de los Filisteos, y de los Árabes, que estaban junto a los Etiopes: II Chronicles 21:17 Y subieron contra Judá, y corrieron la tierra, y saquearon toda la hacienda que hallaron en la casa del rey, y a sus hijos, y a sus mujeres; que no le quedó hijo, sino fue Joacas el menor de sus hijos. II Chronicles 21:18 Después de todo esto Jehová le hirió en las entrañas de una enfermedad incurable. II Chronicles 21:19 Y aconteció que pasando un día tras otro, al fin, al cabo de tiempo de dos años, las entrañas se le salieron con la enfermedad, y murió de mala enfermedad: y no le hicieron quema los de su pueblo, como las habían hecho a sus padres. II Chronicles 21:20 Cuando comenzó a reinar era de treinta y dos años, y reinó en Jerusalem ocho años: y fuése sin dejar de sí deseo. Y le sepultaron en la ciudad de David; mas no en los sepulcros de los reyes. II Chronicles 22:0 II Chronicles 22:1 Y los moradores de Jerusalem hicieron rey a Ocozías su hijo menor en su lugar: porque el ejército que había venido con los Árabes en el campo había muerto todos los mayores: por lo cual reinó Ocozías, hijo de Joram rey de Judá. II Chronicles 22:2 Cuando Ocozías comenzó a reinar era de cuarenta y dos años, y reinó un año en Jerusalem. El nombre de su madre fue Atalía, hija de Amrí. II Chronicles 22:3 Este también anduvo en los caminos de la casa de Acab; porque su madre le aconsejaba a hacer impíamente. II Chronicles 22:4 E hizo lo malo en ojos de Jehová, como la casa de Acab; porque después de la muerte de su padre ellos le aconsejaron para su perdición. II Chronicles 22:5 ¶ Y él anduvo en los consejos de ellos, y fue a la guerra con Joram, hijo de Acab, rey de Israel, contra Hazael rey de Siria, a Ramot de Galaad, donde los Siros hirieron a Joram. II Chronicles 22:6 Y volvió para curarse a Jezrael de las heridas que tenía, que le habían dado en Rama peleando con Hazael rey de Siria. Y descendió Azarías, hijo de Joram, rey de Judá, a visitar a Joram, hijo de Acab, en Jezrael, porque allí estaba enfermo. II Chronicles 22:7 Y esto empero venía de Dios, para que Ocozías fuese hollado viniendo a Joram: porque siendo venido, salió con Joram a encontrarse con Jehú, hijo de Namsí, al cual Jehová había ungido para que talase la casa de Acab. II Chronicles 22:8 Y fue, qué, haciendo juicio Jehú con la casa de Acab, halló a los príncipes de Judá, y a los hijos de los hermanos de Ocozías, que servían a Ocozías, y los mató. II Chronicles 22:9 Y buscando a Ocozías, el cual se había escondido en Samaria, le tomaron, y le trajeron a Jehú; y le mataron, y le sepultaron; porque dijeron: Es hijo de Josafat, el cual buscó a Jehová de todo su corazón. Y la casa de Ocozías no tenía fuerzas para poder retener el reino. II Chronicles 22:10 ¶ Entonces Atalía, madre de Ocozías, viendo que su hijo era muerto, levantóse, y destruyó toda la simiente real de la casa de Judá: II Chronicles 22:11 Y Josabet, hija del rey, tomó a Joas, hijo de Ocozías, y hurtóle de entre los hijos del rey que mataban, y guardóle a él y a su ama en la cámara de los lechos: y así le escondió Josabet, hija del rey Joram, (mujer de Joiada el sacerdote, porque ella era hermana de Ocozías,) de delante de Atalía, y no le mataron. II Chronicles 22:12 Y estuvo con ellos escondido en la casa de Dios seis años. Y Atalía reinaba en la tierra. II Chronicles 23:0 II Chronicles 23:1 Mas al séptimo año, Joiada se animó, y tomó consigo en alianza a los centuriones, a Azarías, hijo de Jeroham, y a Ismael, hijo de Johanán, y a Azarías, hijo de Obed, y Masías, hijo de Adaias, y Elisafat, hijo de Zecri: II Chronicles 23:2 Los cuales rodeando por Judá, juntaron los Levitas de todas las ciudades de Judá, y los príncipes de las familias de Israel, y vinieron a Jerusalem. II Chronicles 23:3 Y toda la multitud hizo alianza con el rey en la casa de Dios; y él les dijo: He aquí el hijo del rey, el cual reinará, como Jehová lo ha dicho de los hijos de David. II Chronicles 23:4 Lo que habéis de hacer, es que la tercera parte de vosotros, los que entran el sábado, estarán por porteros con los sacerdotes y los Levitas: II Chronicles 23:5 Y la otra tercera parte, a la casa del rey: y la otra tercera parte, a la puerta del cimiento: y todo el pueblo estará en los patios de la casa de Jehová. II Chronicles 23:6 Y ninguno entre en la casa de Jehová, sino los sacerdotes y los Levitas que sirven: estos entrarán, porque son santos: y todo el pueblo hará la guardia de Jehová. II Chronicles 23:7 Y los Levitas cercarán al rey de todas partes, y cada uno tendrá sus armas en la mano; y cualquiera que entrare en la casa, muera: y estaréis con el rey cuando entrare, y cuando saliere. II Chronicles 23:8 Y los Levitas y todo Judá lo hicieron todo como lo había mandado el sacerdote Joiada: y tomó cada uno los suyos, los que entraban el sábado, y los que salían el sábado: porque el sacerdote Joiada no dio licencia a las compañías. II Chronicles 23:9 Dio también el sacerdote Joiada a los centuriones las lanzas, paveses, y escudos, que habían sido del rey David, que estaban en la casa de Dios. II Chronicles 23:10 Y puso en orden a todo el pueblo, teniendo cada uno su espada en la mano, desde el rincón derecho del templo hasta el izquierdo, al altar y a la casa, en derredor del rey de todas partes. II Chronicles 23:11 Entonces sacaron al hijo del rey, y pusiéronle la corona y el testimonio, e hiciéronle rey. Y Joiada y sus hijos le ungieron, diciendo: Viva el rey. II Chronicles 23:12 Y como Atalía oyó el estruendo del pueblo que corría, y de los que bendecían al rey, vino al pueblo a la casa de Jehová; II Chronicles 23:13 Y mirando vio al rey que estaba junto a su columna a la entrada, y los príncipes y los trompetas junto al rey, y que todo el pueblo de la tierra hacía alegrías, y sonaban bocinas, y cantaban con instrumentos de música, los que sabían alabar: entonces Atalía rompió sus vestidos, y dijo: Conjuración, conjuración: II Chronicles 23:14 Y sacando el pontífice Joiada los centuriones y capitanes del ejército, díjoles: Sacádla de dentro del cercado: y el que la siguiere, muera a cuchillo: porque el sacerdote había mandado, que no la matasen en la casa de Jehová. II Chronicles 23:15 Y ellos pusieron las manos en ella, y ella se entró en la entrada de la puerta de los caballos de la casa del rey, y allí la mataron, II Chronicles 23:16 ¶ Y Joiada hizo alianza entre sí, y todo el pueblo, y el rey, que serían pueblo de Jehová. II Chronicles 23:17 Después de esto entró todo el pueblo en el templo de Baal, y le derribaron, y también sus altares: y quebraron sus imágenes. Y asimismo mataron delante de los altares a Matán sacerdote de Baal. II Chronicles 23:18 Después de esto Joiada ordenó los oficios en la casa de Jehová debajo de la mano de los sacerdotes y de los Levitas, como David los había distribuido en la casa de Jehová, para ofrecer los holocaustos a Jehová, como está escrito en la ley de Moisés, con gozo y cantares, conforme a la ordenación de David. II Chronicles 23:19 Puso también porteros a las puertas de la casa de Jehová, para que por ninguna vía entrase ningún inmundo. II Chronicles 23:20 Tomó después a los centuriones, y los principales, y los que gobernaban el pueblo, y a todo el pueblo de la tierra, y llevó al rey de la casa de Jehová: y viniendo hasta el medio de la puerta mayor de la casa del rey, asentaron al rey sobre el trono del reino. II Chronicles 23:21 Y todo el pueblo de la tierra hizo alegrías, y la ciudad estuvo quieta: y a Atalía mataron a cuchillo. II Chronicles 24:0 II Chronicles 24:1 De siete años era Joas, cuando comenzó a reinar, y cuarenta años reinó en Jerusalem. El nombre de su madre fue Sebia de Beer-seba. II Chronicles 24:2 E hizo Joas lo recto en los ojos de Jehová todos los días de Joiada el sacerdote. II Chronicles 24:3 Y tomóle Joiada dos mujeres, y engendró hijos e hijas. II Chronicles 24:4 Después de esto aconteció que Joas tuvo voluntad de reparar la casa de Jehová. II Chronicles 24:5 Y juntó los sacerdotes y los Levitas, y díjoles: Salíd por las ciudades de Judá, y juntád dinero de todo Israel, para que cada año sea reparada la casa de vuestro Dios, y vosotros ponéd diligencia en el negocio: mas los Levitas no pusieron diligencia. II Chronicles 24:6 Por lo cual el rey llamó a Joiada el principal, y díjole: ¿Por qué no has procurado que los Levitas traigan de Judá y de Jerusalem, al tabernáculo del testimonio, la ofrenda que constituyó Moisés siervo de Jehová, y de la congregación de Israel? II Chronicles 24:7 Porque la impía Atalía, y sus hijos habían destruido la casa de Dios; y además de esto todas las cosas que habían sido consagradas para la casa de Jehová habían gastado en los ídolos. II Chronicles 24:8 Y mandó el rey que hiciesen una arca, la cual pusieron fuera a la puerta de la casa de Jehová. II Chronicles 24:9 E hicieron pregonar en Judá y en Jerusalem, que trajesen a Jehová la ofrenda que Moisés siervo de Dios había constituido a Israel en el desierto. II Chronicles 24:10 Y todos los príncipes, y todo el pueblo, se holgaron, y trajeron, y echaron en el arca, hasta que la hinchieron. II Chronicles 24:11 Y como venía el tiempo para llevar el arca al magistrado del rey por mano de los Levitas, cuando veían que había mucho dinero, venía el escriba del rey, y el que estaba puesto por el sumo sacerdote, y llevaban el arca, y la vaciaban, y la volvían a su lugar: y así lo hacían de día en día, y cogían mucho dinero; II Chronicles 24:12 El cual daba el rey y Joiada a los que hacían la obra del servicio de la casa de Jehová: y cogieron canteros y oficiales que reparasen la casa de Jehová, y herreros y metalarios para reparar la casa de Jehová. II Chronicles 24:13 Y los oficiales hacían la obra, y por sus manos fue reparada la obra; y restituyeron la casa de Dios en su disposición, y la fortificaron. II Chronicles 24:14 Y como habían acabado, traían lo que quedaba del dinero al rey y a Joiada; y hacían de él vasos para la casa de Jehová, vasos de servicio, morteros, cucharones, vasos de oro y de plata: y sacrificaban holocaustos continuamente en la casa de Jehová todos los días de Joiada. II Chronicles 24:15 Mas Joiada envejeció, y murió harto de días: cuando murió, era de ciento y treinta años. II Chronicles 24:16 Y le sepultaron en la ciudad de David con los reyes; por cuanto había hecho bien con Israel, y con Dios, y con su casa. II Chronicles 24:17 ¶ Muerto Joiada vinieron los príncipes de Judá, y postráronse al rey, y el rey los oyó. II Chronicles 24:18 Y desampararon la casa de Jehová el Dios de sus padres, y sirvieron a los bosques, y a las imágenes esculpidas: y la ira vino sobre Judá y Jerusalem por este su pecado. II Chronicles 24:19 Y envióles profetas, que los redujesen a Jehová, los cuales les protestaron: mas ellos no los escucharon. II Chronicles 24:20 Y el Espíritu de Dios envistió a Zacarías, hijo de Joiada, sacerdote, el cual estando sobre el pueblo, les dijo: Así ha dicho Dios: ¿Por qué quebrantáis los mandamientos de Jehová? No os vendrá bien de ello: porque por haber dejado a Jehová, él también os dejará. II Chronicles 24:21 Mas ellos hicieron conspiración contra él, y cubriéronle de piedras por mandado del rey, en el patio de la casa de Jehová. II Chronicles 24:22 Y no tuvo memoria el rey Joas de la misericordia que su padre Joiada había hecho con él: mas matóle su hijo: el cual muriendo, dijo: Jehová lo vea, y lo requiera. II Chronicles 24:23 ¶ A la vuelta del año subió contra él el ejército de Siria; y vinieron en Judá y en Jerusalem, y destruyeron en el pueblo a todos los principales de él: y enviaron todos sus despojos al rey a Damasco. II Chronicles 24:24 Porque aunque el ejército de Siria había venido con poca gente, Jehová les entregó en sus manos un ejército en grande multitud, por cuanto habían dejado a Jehová el Dios de sus padres: y con Joas hicieron juicios. II Chronicles 24:25 Y yéndose de él los Siros, dejáronle en muchas enfermedades: y conspiraron contra él sus siervos a causa de las sangres de los hijos de Joiada el sacerdote; e hiriéronle en su cama, y murió: y sepultáronle en la ciudad de David; mas no le sepultaron en los sepulcros de los reyes. II Chronicles 24:26 Los que conspiraron contra él fueron, Zabad, hijo de Semaat Ammonita, y Jozabad, hijo de Semarit Moabita. II Chronicles 24:27 De sus hijos, y de la multiplicación que hizo de las rentas, y de la fundación de la casa de Dios, he aquí, está escrito en la historia del libro de los reyes. Y reinó en su lugar Amasías su hijo. II Chronicles 25:0 II Chronicles 25:1 De veinte y cinco años era Amasías cuando comenzó a reinar, y veinte y nueve años reinó en Jerusalem: el nombre de su madre fue Joiadam de Jerusalem. II Chronicles 25:2 Este hizo lo recto en los ojos de Jehová, aunque no de perfecto corazón. II Chronicles 25:3 Porque después que fue confirmado en el reino, mató a sus siervos, los que habían muerto al rey su padre. II Chronicles 25:4 Mas no mató a los hijos de ellos, según que está escrito en la ley en el libro de Moisés, donde Jehová mandó, diciendo: No morirán los padres por los hijos, ni los hijos por los padres: mas cada uno morirá por su pecado. II Chronicles 25:5 Y juntó Amasías a Judá, y púsolos por las familias, por los tribunos y centuriones por todo Judá y Ben-jamín; y tomólos por lista a todos los de veinte años y arriba: y fueron hallados en ellos trescientos mil escogidos para salir a la guerra, que tenían lanza y escudo. II Chronicles 25:6 Y de Israel tomó a sueldo cien mil hombres valientes, por cien talentos de plata. II Chronicles 25:7 Mas un varón de Dios vino a él, que le dijo: Oh rey, no vaya contigo el ejército de Israel: porque Jehová no es con Israel, ni con todos los hijos de Efraím. II Chronicles 25:8 Mas si tú vas, haces, y te esfuerzas para pelear, Dios te hará caer delante de los enemigos: porque en Dios está la fortaleza, o para ayudar, o para derribar. II Chronicles 25:9 Y Amasías dijo al varón de Dios: ¿Qué pues se hará de cien talentos que he dado al ejército de Israel? Y el varón de Dios respondió: De Jehová es darte mucho más que esto. II Chronicles 25:10 Entonces Amasías apartó el escuadrón de la gente que había venido a él de Efraím, para que se fuesen a sus casas: y ellos se enojaron grandemente contra Judá, y volviéronse a sus casas enojados. II Chronicles 25:11 Y esforzándose Amasías, sacó su pueblo, y vino al valle de la sal, e hirió de los hijos de Seir diez mil. II Chronicles 25:12 Y los hijos de Judá tomaron vivos otros diez mil; los cuales llevaron a la cumbre de un peñasco, y de allí los despeñaron, y todos se hicieron pedazos. II Chronicles 25:13 Y los del escuadrón que Amasías había enviado, porque no fuesen con él a la guerra, derramáronse sobre las ciudades de Judá, desde Samaria hasta Bet-orón: e hirieron de ellos tres mil, y saquearon un grande despojo. II Chronicles 25:14 ¶ Y como volvió Amasías de la matanza de los Idumeos, trajo también consigo los dioses de los hijos de Seir; y púsoselos para sí por dioses, y encorvóse delante de ellos, y quemóles perfumes. II Chronicles 25:15 Y el furor de Jehová se encendió contra Amasías, y envió a él un profeta, que le dijo: ¿Por qué has buscado los dioses de pueblo, que no libraron su pueblo de tus manos? II Chronicles 25:16 Y hablándole el profeta estas cosas, él le respondió: ¿Hánte puesto a ti por consejero del rey? Déjate de eso: ¿por qué quieres que te maten? Y cesando él profeta, dijo: Yo sé que Dios ha acordado de destruirte, porque has hecho esto, y no obedeciste a mi consejo. II Chronicles 25:17 ¶ Y Amasías rey de Judá, habido su consejo, envió a Joas, hijo de Joacaz hijo de Jehú rey de Israel, diciendo: Ven, y veámosnos cara a cara. II Chronicles 25:18 Entonces Joas rey de Israel envió a Amasías rey de Judá, diciendo: El cardo que estaba en él Líbano envió al cedro que estaba en el Líbano, diciendo: Da tu hija a mi hijo por mujer. Y, he aquí que las bestias fieras que estaban en el Líbano, pasaron, y hollaron el cardo. II Chronicles 25:19 Tú dices: He aquí, he herido a Edom, y con esto tu corazón se enaltece para gloriarte: ahora estáte en tu casa: ¿para qué te entremetes en mal, para caer tú, y Judá contigo? II Chronicles 25:20 Mas Amasías no lo quiso oír; porque estaba de Dios, que los quería entregar en manos de sus enemigos, por cuanto habían buscado los dioses de Edom. II Chronicles 25:21 Y subió Joas rey de Israel, y viéronse cara a cara, él y Amasías rey de Judá, en Bet-sames, la cual es en Judá. II Chronicles 25:22 Mas Judá cayó delante de Israel, y huyó cada uno a su estancia. II Chronicles 25:23 Y Joas rey de Israel prendió a Amasías rey de Judá, hijo de Joas, hijo de Joacaz en Bet-sames; y trájole en Jerusalem; y derribó el muro de Jerusalem, desde la puerta de Efraím hasta la puerta del rincón, cuatrocientos codos. II Chronicles 25:24 Asimismo tomó todo el oro y plata, y todos los vasos, que se hallaron en la casa de Dios en casa de Obed-edom, y los tesoros de la casa del rey, y los hijos de los príncipes, y volvióse a Samaria. II Chronicles 25:25 Y vivió Amasías, hijo de Joas, rey de Judá quince años después de la muerte de Joas, hijo de Joacaz, rey de Israel. II Chronicles 25:26 Lo demás de los hechos de Amasías primeros y postreros, ¿no está todo escrito en el libro de los reyes de Judá, y de Israel? II Chronicles 25:27 Desde aquel tiempo que Amasías se apartó de Jehová, conjuraron contra él conjuración en Jerusalem: y habiendo él huido a Laquis, enviaron tras él a Laquis, y allá le mataron. II Chronicles 25:28 Y trajéronle en caballos, y sepultáronle con sus padres en la ciudad de Judá. II Chronicles 26:0 II Chronicles 26:1 Y todo el pueblo de Judá tomó a Ozías, el cual era de diez y seis años, y pusiéronle por rey en lugar de su padre Amasías. II Chronicles 26:2 Este edificó a Elat, y la restituyó a Judá después que el rey durmió con sus padres. II Chronicles 26:3 De diez y seis años era Ozías, cuando comenzó a reinar, y cincuenta y dos años reinó en Jerusalem. El nombre de su madre fue Jequelía de Jerusalem. II Chronicles 26:4 E hizo lo recto en los ojos de Jehová, conforme a todas las cosas que su padre Amasías hizo. II Chronicles 26:5 Y estuvo en buscar a Dios en los días de Zacarías, entendido en visiones de Dios: y en estos días, que él buscó a Jehová, Dios le prosperó. II Chronicles 26:6 Porque salió, y peleó contra los Filisteos, y rompió el muro de Get, y el muro de Jabnia, y el muro de Azoto: y edificó en Azoto, y en Palestina, ciudades. II Chronicles 26:7 Y Dios le dio ayuda contra los Filisteos, y contra los Árabes que habitaban en Gur-baal, y contra los Ammonitas. II Chronicles 26:8 Y dieron los Ammonitas presente a Ozías: y su nombre fue divulgado hasta la entrada de Egipto; porque fue altamente poderoso. II Chronicles 26:9 Edificó también Ozías torres en Jerusalem, junto a la puerta del rincón, y junto a la puerta del valle, y junto a las esquinas, y las fortificó. II Chronicles 26:10 Y en el desierto edificó torres, y abrió muchas cisternas: porque tuvo muchos ganados, así en los valles como en las vegas, y viñas, y labranzas, así en los montes como en los llanos fértiles; porque era amigo de la agricultura. II Chronicles 26:11 Tuvo también Ozías escuadrones de guerra, los cuales salían a la guerra en ejército, según que estaban por lista, por mano de Jehiel escriba, y de Maasías gobernador, y por mano de Jananias, que eran de los príncipes del rey. II Chronicles 26:12 Todo el número de los príncipes de las familias, y de los valientes en fuerzas, era dos mil y seis cientos. II Chronicles 26:13 Y debajo de la mano de estos estaba el ejército de guerra de trescientos y siete mil y quinientos hombres de guerra, poderosos y fuertes, para ayudar al rey contra los enemigos. II Chronicles 26:14 Y aparejóles Ozías para todo el ejército escudos, lanzas, almetes, coseletes, arcos, y hondas de piedras. II Chronicles 26:15 E hizo en Jerusalem máquinas, e ingenios de ingenieros, que estuviesen en las torres, y en las esquinas, para tirar saetas y grandes piedras: y su fama se extendió lejos, porque hizo maravillas para ayudarse, hasta hacerse fuerte. II Chronicles 26:16 ¶ Mas cuando fue fortificado, su corazón se enalteció, hasta corromperse; porque se rebeló contra Jehová su Dios, entrando en el templo de Jehová para quemar sahumerios en el altar del perfume. II Chronicles 26:17 Y entró tras él el sacerdote Azarías, y con él ochenta sacerdotes de Jehová de los valientes. II Chronicles 26:18 Y pusiéronse contra el rey Ozías, y dijéronle: No pertenece a ti, oh Ozías, quemar perfume a Jehová, sino a los sacerdotes, hijos de Aarón, que son consagrados para quemarle: sal del santuario, porque te has rebelado: de lo cual no te alabarás delante del Dios Jehová. II Chronicles 26:19 Y airóse Ozías, que tenía el perfume en la mano para quemarle: y en esta su ira contra los sacerdotes la lepra le salió en la frente delante de los sacerdotes en la casa de Jehová junto al altar del perfume. II Chronicles 26:20 Y miróle Azarías el sumo sacerdote, y todos los sacerdotes, y, he aquí, la lepra estaba en su frente: e hiciéronle salir a priesa de aquel lugar: y él también se dio priesa a salir, porque Jehová le había herido. II Chronicles 26:21 Así el rey Ozías fue leproso hasta el día de su muerte: y habitó en una casa apartada leproso, porque era cortado de la casa de Jehová: y Joatam su hijo tuvo cargo de la casa real gobernando al pueblo de la tierra. II Chronicles 26:22 Lo demás de los hechos de Ozías, primeros y postreros, escribió Isaías, hijo de Amós, profeta. II Chronicles 26:23 Y durmió Ozías con sus padres, y sepultáronle con sus padres en el campo de los sepulcros reales, porque dijeron: Leproso es. Y reinó Joatam su hijo en su lugar. II Chronicles 27:0 II Chronicles 27:1 De veinte y cinco años era Joatam, cuando comenzó a reinar, y diez y seis años reinó en Jerusalem. El nombre de su madre fue Jerusa, hija de Sadoc. II Chronicles 27:2 Este hizo lo recto en ojos de Jehová conforme a todas las cosas que había hecho Ozías su padre, salvo que no entró en el templo de Jehová: que aun el pueblo corrompía. II Chronicles 27:3 Este edificó la puerta mayor de la casa de Jehová, y en el muro de la fortaleza edificó mucho. II Chronicles 27:4 También edificó ciudades en las montañas de Judá, y labró palacios y torres en los bosques. II Chronicles 27:5 También este tuvo guerra con el rey de los hijos de Ammón, a los cuales venció: y diéronle los hijos de Ammón en aquel año cien talentos de plata, y diez mil coros de trigo, y diez mil de cebada: esto le dieron los hijos de Ammón, y lo mismo en el segundo año, y en el tercero. II Chronicles 27:6 Así que Joatam fue fortificado, porque preparó sus caminos delante de Jehová su Dios. II Chronicles 27:7 Lo demás de los hechos de Joatam, y todas sus guerras, y sus caminos, he aquí, está escrito en el libro de los reyes de Israel y de Judá. II Chronicles 27:8 Cuando comenzó a reinar era de veinte y cinco años, y diez y seis años reinó en Jerusalem. II Chronicles 27:9 Y durmió Joatam con sus padres, y sepultáronle en la ciudad de David: y reinó en su lugar Acaz su hijo. II Chronicles 28:0 II Chronicles 28:1 De veinte años era Acaz cuando comenzó a reinar, y diez y seis años reinó en Jerusalem: mas no hizo lo recto en ojos de Jehová, como David su padre. II Chronicles 28:2 Antes anduvo en los caminos de los reyes de Israel: y además de eso hizo imágenes de fundición a los Baales. II Chronicles 28:3 Este también quemó perfume en el valle de los hijos de Hennón, y quemó sus hijos por fuego, conforme a las abominaciones de las gentes, que Jehová había echado delante de los hijos de Israel. II Chronicles 28:4 Ítem, sacrificó, y quemó perfumes en los altos, y en los collados, y debajo de todo árbol sombrío. II Chronicles 28:5 Por lo cual Jehová su Dios le entregó en manos del rey de los Asirios, los cuales le hirieron, y cautivaron de él una grande presa, que llevaron a Damasco. Fue también entregado en manos del rey de Israel, el cual le hirió de gran mortandad. II Chronicles 28:6 Porque Facee, hijo de Romelías, mató en Judá en un día ciento y veinte mil hombres, todos valientes; por cuanto habían dejado a Jehová el Dios de sus padres. II Chronicles 28:7 Asimismo Zecrí, hombre poderoso de Efraím, mató a Maasías, hijo del rey, y a Ezricam su mayordomo, y a Elcana segundo después del rey. II Chronicles 28:8 ¶ Tomaron también cautivos los hijos de Israel de sus hermanos doscientas mil, mujeres, y muchachos, y muchachas, además de haber saqueado de ellos un gran despojo, el cual trajeron a Samaria. II Chronicles 28:9 Entonces había allí un profeta de Jehová, que se llamaba Obed, el cual salió delante del ejército cuando entraba en Samaria, y díjoles: He aquí, Jehová el Dios de vuestros padres por el enojo contra Judá los ha entregado en vuestras manos, y vosotros los habéis muerto con ira: hasta el cielo ha llegado esto. II Chronicles 28:10 Y ahora habéis determinado de sujetar a vosotros a Judá y a Jerusalem por siervos y siervas: ¿no habéis vosotros pecado contra Jehová vuestro Dios? II Chronicles 28:11 Oídme pues ahora, y volvéd a enviar los cautivos que habéis tomado de vuestros hermanos: porque Jehová está airado contra vosotros. II Chronicles 28:12 Levantáronse entonces algunos varones de los principales de los hijos de Efraím, Azarías, hijo de Johanán, y Baraquías, hijo de Mosollamot, y Ezequías, hijo de Sellum, y Amasa, hijo de Hadali, contra los que venían de la guerra, II Chronicles 28:13 Y dijéronles: No metáis acá la cautividad: porque el pecado contra Jehová será sobre nosotros. Vosotros pensáis de añadir sobre nuestros pecados y sobre nuestras culpas, siendo asaz grande nuestro delito, y la ira del furor sobre Israel. II Chronicles 28:14 Entonces el ejército dejó los cautivos y la presa delante de los príncipes y de toda la multitud. II Chronicles 28:15 Y levantáronse los varones nombrados, y tomaron los cautivos, y vistieron del despojo a los que de ellos estaban desnudos: vistiéronlos, y calzáronlos, y diéronles de comer y de beber, y ungiéronlos, y llevaron en asnos a todos los flacos, y trajéronlos hasta Jericó, la ciudad de las palmas, cerca de sus hermanos: y ellos se volvieron a Samaria. II Chronicles 28:16 ¶ En aquel tiempo envió el rey Acaz a los reyes de Asiria que le ayudasen. II Chronicles 28:17 Porque además de esto los Idumeos habían venido, y habían herido a los de Judá, y habían llevado cautivos. II Chronicles 28:18 Asimismo los Filisteos se habían derramado por las ciudades de la campaña, y al mediodía de Judá, y habían tomado a Bet-sames, Ajalón, Gaderot, Soco con sus aldeas, Tamna con sus aldeas, y Ganzo con sus aldeas, y habitaban en ellas. II Chronicles 28:19 Porque Jehová había humillado a Judá por causa de Acaz rey de Israel; por cuanto él había desnudado a Judá, y se había rebelado gravemente contra Jehová. II Chronicles 28:20 Y vino contra él Teglat-palasar rey de los Asirios, y cercóle, y no le fortificó. II Chronicles 28:21 Aunque despojó Acaz la casa de Jehová, y la casa real, y las de los príncipes para dar al rey de los Asirios: con todo eso él no le ayudó. II Chronicles 28:22 Además de eso el rey Acaz en el tiempo que le afligía, añadió prevaricación contra Jehová. II Chronicles 28:23 Y sacrificó a los dioses de Damasco que le habían herido, y dijo: Pues que los dioses de los reyes de Siria les ayudan, yo también sacrificaré a ellos para que me ayuden, habiendo estos sido su ruina, y la de todo Israel. II Chronicles 28:24 Asimismo Acaz recogió los vasos de la casa de Dios, y quebrólos, y cerró las puertas de la casa de Jehová, e hízose altares en Jerusalem en todos los rincones. II Chronicles 28:25 E hizo también altos en todas las ciudades de Judá para quemar perfumes a los dioses ajenos, provocando a ira a Jehová el Dios de sus padres. II Chronicles 28:26 Lo demás de sus hechos, y todos sus caminos, primeros y postreros, he aquí, ello está escrito en el libro de los reyes de Judá y de Israel. II Chronicles 28:27 Y durmió Acaz con sus padres, y sepultáronle en la ciudad de Jerusalem: mas no le metieron en los sepulcros de los reyes de Israel: y reinó en su lugar Ezequías su hijo. II Chronicles 29:0 II Chronicles 29:1 Y Ezequías comenzó a reinar siendo de veinte y cinco años, y reinó veinte y nueve años en Jerusalem: el nombre de su madre fue Abía, hija de Zacarías. II Chronicles 29:2 E hizo lo recto en ojos de Jehová, conforme a todas las cosas que había hecho David su padre. II Chronicles 29:3 En el primer año de su reino, en el mes primero, abrió las puertas de la casa de Jehová, y las reparó. II Chronicles 29:4 E hizo venir los sacerdotes y los Levitas, y juntólos en la plaza oriental, II Chronicles 29:5 Y díjoles: Oídme Levitas, y santificáos ahora, y santificaréis la casa de Jehová el Dios de vuestros padres: y sacaréis del santuario la inmundicia, II Chronicles 29:6 Porque nuestros padres se han rebelado, y han hecho lo malo en ojos de Jehová nuestro Dios, que le dejaron, y apartaron sus ojos del tabernáculo de Jehová, y le volvieron las espaldas. II Chronicles 29:7 Y aun cerraron las puertas del portal, y apagaron las lámparas: no quemaron perfume, ni sacrificaron holocausto en el santuario al Dios de Israel. II Chronicles 29:8 Por tanto la ira de Jehová ha venido sobre Judá y Jerusalem, y los ha puesto en moviento de cabeza, y en abominación, y en silbo, como veis vosotros con vuestros ojos. II Chronicles 29:9 Y, he aquí, nuestros padres han caído a cuchillo; nuestros hijos, y nuestras hijas, y nuestras mujeres, han sido cautivas por esto. II Chronicles 29:10 Ahora pues, yo he determinado de hacer alianza con Jehová el Dios de Israel, para que aparte de nosotros la ira de su furor. II Chronicles 29:11 Hijos míos, no os engañéis ahora, porque Jehová os ha escogido a vosotros, para que estéis delante de él, y le sirváis, y seáis sus ministros, y le queméis perfume. II Chronicles 29:12 Entonces los Levitas se levantaron, Mahat, hijo de Amasai, y Joel, hijo de Azarías, de los hijos de Caat: y de los hijos de Merari, Cis, hijo de Abdi, y Azarías, hijo de Jalaleel: y de los hijos de Gersón, Joá, hijo de Zemma, y Edén, hijo de Joá: II Chronicles 29:13 Y de los hijos de Elisafán, Samrí, y Jahiel: y de los hijos de Asaf, Zacarías y Matanías: II Chronicles 29:14 Y de los hijos de Emán, Jahiel y Semeí: y de los hijos de Iditún, Semeías y Ozíel. II Chronicles 29:15 Estos juntaron a sus hermanos, y santificáronse, y entraron, conforme al mandamiento del rey, y las palabras de Jehová, para limpiar la casa de Jehová. II Chronicles 29:16 Y entrando los sacerdotes dentro de la casa de Jehová para limpiarla, sacaron toda la inmundicia que hallaron en el templo de Jehová, en el patio de la casa de Jehová, la cual tomaron los Levitas, para sacarla fuera al arroyo de Cedrón. II Chronicles 29:17 Y comenzaron a santificar al primero del mes primero, y a los ocho del mismo mes vinieron al portal de Jehová, y santificaron la casa de Jehová en ocho días; y a los diez y seis del mes primero acabaron. II Chronicles 29:18 Y entraron al rey Ezequías, y dijéronle: Ya hemos limpiado toda la casa de Jehová, el altar del holocausto, y todos sus instrumentos, y la mesa de la proposición, y todos sus instrumentos, II Chronicles 29:19 Y asimismo todos los vasos que el rey Acaz había menospreciado el tiempo que reinó, habiendo apostatado, habemos preparado y santificado: y, he aquí, están todos delante del altar de Jehová. II Chronicles 29:20 ¶ Y levantándose de mañana el rey Ezequías, congregó los principales de la ciudad, y subió a la casa de Jehová. II Chronicles 29:21 Y trajeron siete novillos, siete carneros, siete corderos, y siete machos de cabrío para expiación por el reino, por el santuario, y por Judá. Y dijo a los sacerdotes, hijos de Aarón, que ofreciesen sobre el altar de Jehová. II Chronicles 29:22 Y mataron los bueyes: y los sacerdotes tomaron la sangre, y esparciéronla sobre el altar: y asimismo mataron los carneros, y esparcieron la sangre sobre el altar: y mataron los corderos, y esparcieron la sangre sobre el altar. II Chronicles 29:23 E hicieron llegar los machos cabríos de la expiación delante del rey, y de la multitud; y pusieron sobre ellos sus manos: II Chronicles 29:24 Y los sacerdotes los mataron, y expiando esparcieron la sangre de ellos sobre el altar, para reconciliar a todo Israel: porque por todo Israel mandó el rey hacer el holocausto, y la expiación. II Chronicles 29:25 Puso también Levitas en la casa de Jehová con címbalos, y salterios, y arpas, conforme al mandamiento de David, y de Gad vidente del rey, y de Natán profeta: porque aquel mandamiento fue por mano de Jehová por medio de sus profetas. II Chronicles 29:26 Y los Levitas estaban con los instrumentos de David, y los sacerdotes con trompetas. II Chronicles 29:27 Y mandó Ezequías sacrificar el holocausto en el altar, y al tiempo que comenzó el holocausto comenzó también el cántico de Jehová, y las trompetas, y los instrumentos de David rey de Israel. II Chronicles 29:28 Y toda la multitud adoraba, y los cantores cantaban, y los trompetas sonaban las trompetas: todo hasta acabarse el holocausto. II Chronicles 29:29 Y como acabaron de ofrecer, el rey se inclinó, y todos los que estaban con él, y adoraron. II Chronicles 29:30 Entonces dijo el rey Ezequías y los príncipes a los Levitas, que alabasen a Jehová por las palabras de David, y de Asaf vidente: y ellos alabaron hasta excitar alegría: e inclinándose adoraron. II Chronicles 29:31 Y respondiendo Ezequías, dijo: Vosotros os habéis ahora consagrado a Jehová: llegáos pues, y traed sacrificios, y alabanzas en la casa de Jehová. Y la multitud trajo sacrificios, y alabanzas, y todo liberal de corazón, holocaustos. II Chronicles 29:32 Y fue el número de los holocaustos, que la congregación trajo, setenta bueyes, cien carneros, doscientos corderos, todo para el holocausto de Jehová. II Chronicles 29:33 Mas las santificaciones fueron seiscientos bueyes, y tres mil ovejas. II Chronicles 29:34 Mas los sacerdotes eran pocos, y no podían bastar a desollar los holocaustos: y así sus hermanos los Levitas les ayudaron hasta que acabaron la obra, y hasta que los sacerdotes se santificaron: porque los Levitas tuvieron mayor prontitud de corazón para santificarse, que los sacerdotes. II Chronicles 29:35 Así que hubo gran multitud de holocaustos, con sebos de pacíficos, y libaciones de holocausto: y así fue ordenado el servicio de la casa de Jehová. II Chronicles 29:36 Y alegróse Ezequías y todo el pueblo, por cuanto Dios había preparado el pueblo: porque la cosa fue prestamente hecha. II Chronicles 30:0 II Chronicles 30:1 Envió también Ezequías por todo Israel y Judá, y escribió cartas a Efraím y Manasés, que viniesen a Jerusalem a la casa de Jehová, para celebrar la pascua a Jehová Dios de Israel. II Chronicles 30:2 Y el rey tomó consejo con sus príncipes, y con toda la congregación en Jerusalem, para hacer la pascua en el mes segundo. II Chronicles 30:3 Porque entonces no la podían hacer, por cuanto no había hartos sacerdotes santificados, ni el pueblo estaba congregado en Jerusalem. II Chronicles 30:4 Esto agradó al rey, y a toda la multitud. II Chronicles 30:5 Y determinaron de hacer pasar pregón por todo Israel desde Beer-seba hasta Dan, para que viniesen a hacer la pascua a Jehová Dios de Israel en Jerusalem: porque en mucho tiempo no la habían hecho como estaba escrito. II Chronicles 30:6 Y fueron correos con cartas de la mano del rey y de sus príncipes por todo Israel y Judá, como el rey lo había mandado, y decían: Hijos de Israel, volvéos a Jehová el Dios de Abraham, de Isaac, y de Israel, y él se volverá a los restos que os han quedado de la mano de los reyes de Asiria. II Chronicles 30:7 No seáis como vuestros padres, y como vuestros hermanos, que se rebelaron contra Jehová el Dios de sus padres, y él los entregó en asolamiento, como vosotros veis. II Chronicles 30:8 Por tanto ahora no endurezcáis vuestra cerviz, como vuestros padres: dad la mano a Jehová; y veníd a su santuario, el cual él ha santificado para siempre: y servíd a Jehová vuestro Dios, y la ira de su furor se apartará de vosotros: II Chronicles 30:9 Porque si os volviereis a Jehová, vuestros hermanos y vuestros hijos hallarán misericordia delante de los que los tienen cautivos, y volverán a esta tierra: porque Jehová vuestro Dios es clemente, y misericordioso, y no volverá de vosotros su rostro, si vosotros os volviereis a él. II Chronicles 30:10 Y así pasaban los correos de ciudad en ciudad por la tierra de Efraím y Manasés hasta Zabulón: mas ellos se reían y burlaban de ellos. II Chronicles 30:11 Con todo eso algunos varones de Aser, de Manasés, y de Zabulón se humillaron, y vinieron a Jerusalem. II Chronicles 30:12 En Judá también fue la mano de Dios para darles un corazón para hacer el mandado del rey y de los príncipes, conforme a la palabra de Jehová. II Chronicles 30:13 Y juntáronse en Jerusalem un grande pueblo, para hacer la solemnidad de los panes sin levadura en el mes segundo, una grande congregación. II Chronicles 30:14 Y levantándose quitaron los altares, que estaban en Jerusalem: y todos los altares de perfumes quitaron, y echáronlos en el arroyo de Cedrón. II Chronicles 30:15 Y sacrificaron la pascua a los catorce del mes segundo, y los sacerdotes y los Levitas se avergonzaron, y se santificaron, y trajeron los holocaustos a la casa de Jehová. II Chronicles 30:16 Y pusiéronse en su orden conforme a su costumbre; conforme a la ley de Moisés varón de Dios, los sacerdotes esparcían la sangre de la mano de los Levitas. II Chronicles 30:17 Porque aun había muchos en la congregación que no estaban santificados, y los Levitas sacrificaban la pascua por todos los que no se habían limpiado para santificarse a Jehová. II Chronicles 30:18 Porque grande multitud del pueblo, de Efraím, y Manasés, e Isacar, y Zabulón, no se habían purificado, y comieron la pascua no conforme a lo que era escrito: mas Ezequías oró por ellos, diciendo: Jehová, que es bueno, sea propicio II Chronicles 30:19 A todo aquel que ha apercebido su corazón para buscar a Dios, a Jehová el Dios de sus padres, aunque no esté purificado según la purificación del santuario. II Chronicles 30:20 Y oyó Jehová a Ezequías, y sanó el pueblo. II Chronicles 30:21 Así hicieron los hijos de Israel, que fueron presentes en Jerusalem, la solemnidad de los panes sin levadura siete días con gran gozo: y alababan a Jehová todos los días los Levitas y los sacerdotes, con instrumentos de fortaleza a Jehová. II Chronicles 30:22 Y Ezequías habló al corazón de todos los Levitas que tenían buena inteligencia para Jehová: y comieron la solemnidad por siete días sacrificando sacrificios pacíficos, y haciendo gracias a Jehová el Dios de sus padres. II Chronicles 30:23 Y toda la multitud determinó que celebrasen otros siete días, y celebraron otros siete días con alegría. II Chronicles 30:24 Porque Ezequías rey de Judá había dado a la multitud mil novillos, y siete mil ovejas: y también los príncipes dieron al pueblo mil novillos y diez mil ovejas: y muchos sacerdotes se santificaron. II Chronicles 30:25 Y toda la congregación de Judá se alegró, y los sacerdotes, y Levitas, y asimismo toda la multitud que había venido de Israel: y también los extranjeros, que habían venido de la tierra de Israel, y los que habitaban en Judá. II Chronicles 30:26 E hiciéronse grandes alegrías en Jerusalem: porque desde los días de Salomón, hijo de David, rey de Israel, no hubo tal cosa en Jerusalem. II Chronicles 30:27 Y levantándose los sacerdotes y Levitas bendijeron al pueblo: y la voz de ellos fue oída, y su oración llegó a la habitación de su santuario, al cielo. II Chronicles 31:0 II Chronicles 31:1 Hechas todas estas cosas, salió todo Israel, los que se habían hallado por las ciudades de Judá, y quebraron las estatuas, y destruyeron los bosques, y derribaron los altos y los altares por todo Judá y Ben-jamín: y también en Efraím y Manasés hasta acabarlo todo: y volviéronse todos los hijos de Israel cada uno a su posesión, y a sus ciudades. II Chronicles 31:2 ¶ Y constituyó Ezequías los repartimientos de los sacerdotes y de los Levitas conforme a sus repartimientos, cada uno según su oficio: los sacerdotes y los Levitas para el holocausto y pacíficos, para que ministrasen, para que glorificasen y alabasen a las puertas de las tiendas de Jehová. II Chronicles 31:3 La contribución del rey de su hacienda, era holocaustos a mañana y tarde, ítem, holocaustos para los sábados, nuevas lunas, y solemnidades, como está escrito en la ley de Jehová. II Chronicles 31:4 Mandó también al pueblo, que habitaba en Jerusalem, que diesen la parte a los sacerdotes y Levitas, para que se esforzasen en la ley de Jehová. II Chronicles 31:5 Y como este edicto fue divulgado, los hijos de Israel dieron muchas primicias de grano, vino, aceite, miel, y de todos los frutos de la tierra: y trajeron asimismo los diezmos de todas las cosas en abundancia. II Chronicles 31:6 También los hijos de Israel y de Judá, que habitaban en las ciudades de Judá, dieron asimismo los diezmos de las vacas y de las ovejas: y trajeron los diezmos de lo santificado, de las cosas que habían prometido a Jehová su Dios, y lo pusieron por montones. II Chronicles 31:7 En el mes tercero comenzaron a fundar aquellos montones, y en el mes séptimo acabaron. II Chronicles 31:8 ¶ Y Ezequías y los príncipes vinieron a ver los montones, y bendijeron a Jehová, y a su pueblo Israel. II Chronicles 31:9 Y preguntó Ezequías a los sacerdotes y a los Levitas acerca de los montones: II Chronicles 31:10 Y respondióle Azarías sumo sacerdote, de la casa de Sadoc, y dijo: Desde que comenzaron a traer la ofrenda a la casa de Jehová, hemos comido, y hartádonos, y nos ha sobrado mucho: porque Jehová ha bendecido su pueblo, y ha quedado esta multitud. II Chronicles 31:11 Entonces mandó Ezequías que aparejasen cámaras en la casa de Jehová: y las aparejaron. II Chronicles 31:12 Y metieron las primicias y diezmos, y las cosas consagradas fielmente, y dieron cargo de ello a Conenías Levita el principal, y a Semeí su hermano el segundo. II Chronicles 31:13 Y Jehiel, Azarías, Nahat, Azael, Jerimot, Josabad, Eliel, Jesmaquías, Mahat, y Banaías, fueron los prepósitos debajo de la mano de Conenías, y de Semeí su hermano, por mandamiento del rey Ezequías, y de Azarías príncipe de la casa de Dios. II Chronicles 31:14 Y Coré, hijo de Jemna, Levita, portero al oriente tenía cargo de las limosnas de Dios, y de las ofrendas de Jehová que se daban, y de todo lo que se santificaba. II Chronicles 31:15 Y a su mano estaban Edén, Ben-jamín, Jesué, Semeías, Amarías, y Sequenías, en las ciudades de los sacerdotes, para dar con fidelidad a sus hermanos sus partes conforme a sus ordenes, así al mayor como al menor; II Chronicles 31:16 Sin lo que se contaba para los varones de edad de tres años y arriba, a todos los que entraban en la casa de Jehová, cada cosa en su día por su ministerio, por sus estancias, y por sus ordenes: II Chronicles 31:17 Y a los que eran contados entre los sacerdotes por las familias de sus padres, y a los Levitas de edad de veinte años y arriba por sus estancias y ordenes. II Chronicles 31:18 Asimismo a los de su generación con todos sus niños, y sus mujeres, y sus hijos, e hijas, para toda la congregación: porque por la fe de estos se repartían las ofrendas. II Chronicles 31:19 Asimismo a los hijos de Aarón los sacerdotes, que estaban en los ejidos de sus ciudades, por todas las ciudades, los varones nombrados tenían cargo de dar sus porciones a todos los varones de los sacerdotes, y a todo el linaje de los Levitas. II Chronicles 31:20 De esta manera hizo Ezequías en todo Judá, el cual hizo lo bueno, recto, y verdadero delante de Jehová su Dios. II Chronicles 31:21 En todo cuanto comenzó en el servicio de la casa de Dios, y en la ley y mandamientos, buscó a su Dios: e hizo de todo corazón, y fue prosperado. II Chronicles 32:0 II Chronicles 32:1 Después de estas cosas, y de esta fidelidad, vino Sennaquerib rey de los Asirios, y entró en Judá, y asentó campo contra las ciudades fuertes, y determinó de entrarlas. II Chronicles 32:2 Viendo pues Ezequías la venida de Sennaquerib, y que tenía el rostro puesto para hacer la guerra a Jerusalem, II Chronicles 32:3 Tuvo su consejo con sus príncipes, y con sus valerosos, que tapasen las fuentes de las aguas, que estaban fuera de la ciudad: y ellos le ayudaron. II Chronicles 32:4 Y juntóse mucho pueblo, y taparon todas las fuentes: y también el arroyo que va por medio de la tierra, diciendo: ¿Por qué han de hallar los reyes de Asiria muchas aguas cuando vinieren? II Chronicles 32:5 Confortóse pues Ezequías, y edificó todos los muros caídos, e hizo alzar las torres, y otro muro por de fuera: y fortificó a Mello en la ciudad de David, e hizo muchas espadas y paveses. II Chronicles 32:6 Y puso capitanes de guerra sobre el pueblo, e hízolos congregar a sí en la plaza de la puerta de la ciudad, y hablóles al corazón de ellos, diciendo: II Chronicles 32:7 Esforzáos y confortáos; no temáis, ni hayáis miedo del rey de Asiria, ni de toda su multitud que con él viene: porque más son con nosotros que con él. II Chronicles 32:8 Con él es el brazo de carne, mas con nosotros Jehová nuestro Dios para ayudarnos, y pelear nuestras peleas. Entonces el pueblo reposó sobre las palabras de Ezequías rey de Judá. II Chronicles 32:9 ¶ Después de esto envió Sennaquerib rey de los Asirios sus siervos a Jerusalem, estando él sobre Laquis, y con él toda su potencia, a Ezequías rey de Judá, y a todo Judá, que estaba en Jerusalem, diciendo: II Chronicles 32:10 Sennaquerib rey de los Asirios ha dicho así: ¿En qué confiáis vosotros para estar cercados en Jerusalem? II Chronicles 32:11 ¿No os engaña Ezequías para entregaros a muerte, a hambre, y a sed, diciendo: Jehová nuestro Dios nos librará de la mano del rey de Asiria? II Chronicles 32:12 ¿No es Ezequías el que ha quitado sus altos y sus altares, y dijo a Judá, y a Jerusalem: Delante de este solo altar adoraréis, y sobre él quemaréis perfume? II Chronicles 32:13 ¿No habéis sabido lo que yo y mis padres habemos hecho a todos los pueblos de las tierras? ¿Pudieron los dioses de las gentes de las tierras librar su tierra de mi mano? II Chronicles 32:14 ¿Qué dios hubo de todos los dioses de aquellas gentes que destruyeron mis padres, que puediese librar su pueblo de mis manos? ¿Por qué podrá vuestro Dios escaparos de mi mano? II Chronicles 32:15 Ahora pues no os engañe Ezequías, ni os persuada tal cosa, ni le creáis; que si ningún dios de todas aquellas naciones y reinos pudo librar su pueblo de mis manos, y de las manos de mis padres, ¿cuánto menos vuestros dioses os podrán librar de mi mano? II Chronicles 32:16 Y otras cosas hablaron sus siervos contra el Dios Jehová, y contra Ezequías su siervo. II Chronicles 32:17 Y además de esto escribió cartas en las cuales blasfemaba a Jehová el Dios de Israel, y hablaba contra él, diciendo: Como los dioses de las gentes de las provincias no pudieron librar su pueblo de mis manos, tampoco el Dios de Ezequías librará al suyo de mis manos. II Chronicles 32:18 Y clamaron a gran voz en Judaico contra el pueblo de Jerusalem que estaba en los muros, para espantarlos y ponerles temor, para tomar la ciudad. II Chronicles 32:19 Y hablaron contra el Dios de Jerusalem, como contra los dioses de los pueblos de la tierra, obra de manos de hombres. II Chronicles 32:20 Mas el rey Ezequías, y el profeta Isaías, hijo de Amós, oraron por esto, y clamaron al cielo: II Chronicles 32:21 Y Jehová envió un ángel, el cual hirió todo valiente en fuerzas, y los capitanes, y los príncipes, en el campo del rey de Asiria: y volvióse con vergüenza de rostro a su tierra: y entrando en el templo de su dios, allí le pasaron a cuchillo los que habían salido de sus entrañas. II Chronicles 32:22 Así salvó Jehová a Ezequías y a los moradores de Jerusalem de las manos de Sennaquerib rey de Asiria, y de las manos de todos: y les dio reposo de todas partes. II Chronicles 32:23 Y muchos trajeron presente a Jehová a Jerusalem, y a Ezequías rey de Judá ricos dones: y fue muy grande delante de todas las gentes después de esto. II Chronicles 32:24 ¶ En aquel tiempo Ezequías enfermó de muerte: y oró a Jehová: el cual le respondió, y le dio señal. II Chronicles 32:25 Mas Ezequías no pagó conforme al bien, que le había sido hecho: antes su corazón se enalteció, y fue la ira contra él, y contra Judá, y Jerusalem. II Chronicles 32:26 Empero Ezequías, después de haberse enaltecido su corazón, se humilló, él y los moradores de Jerusalem: y no vino sobre ellos la ira de Jehová en los días de Ezequías. II Chronicles 32:27 Y tuvo Ezequías riquezas y gloria mucha en gran manera: e hízose tesoros de plata y oro, de piedras preciosas, de especierías, de escudos, y de todos vasos de desear; II Chronicles 32:28 Asimismo depósitos para las rentas del grano, del vino, y aceite: establos para toda suerte de bestias, y majadas para los ganados. II Chronicles 32:29 Hízose también ciudades, y hatos de ovejas y de vacas en gran copia: porque Dios le había dado muy mucha hacienda. II Chronicles 32:30 Este Ezequías cerró los manaderos de las aguas de Gijón, la de arriba, y encaminólas abajo al occidente de la ciudad de David: y fue prosperado Ezequías en todo lo que hizo. II Chronicles 32:31 Empero a causa de los embajadores de los príncipes de Babilonia, que enviaron a él para saber del prodigio que había sido en aquella tierra, Dios le dejó, para tentarle, para saber todo lo que estaba en su corazón. II Chronicles 32:32 Lo demás de los hechos de Ezequías, y de sus misericordias, he aquí, todo está escrito en la profecía de Isaías, hijo de Amós profeta, y en el libro de los reyes de Judá y de Israel. II Chronicles 32:33 Y durmió Ezequías con sus padres, y sepultáronle en los más insignes sepulcros de los hijos de David, honrándole en su muerte todo Judá y los de Jerusalem: y reinó en su lugar Manasés su hijo. II Chronicles 33:0 II Chronicles 33:1 De doce años era Manasés, cuando comenzó a reinar, y cincuenta y cinco años reinó en Jerusalem. II Chronicles 33:2 E hizo lo malo en los ojos de Jehová, conforme a las abominaciones de las gentes que había echado Jehová delante de los hijos de Israel. II Chronicles 33:3 Porque él reedificó los altos que Ezequías su padre había derribado; y levantó altares a los Baales, e hizo bosques, y adoró a todo el ejército de los cielos, y a él sirvió. II Chronicles 33:4 Edificó también altares en la casa de Jehová, de la cual Jehová había dicho: En Jerusalem será mi nombre perpetuamente. II Chronicles 33:5 Edificó asimismo altares a todo el ejército de los cielos en los dos patios de la casa de Jehová. II Chronicles 33:6 Y pasó sus hijos por fuego en el valle de los hijos de Ennon: miraba en los tiempos, miraba en agüeros, y era dado a adivinaciones, consultaba pitones y encantadores: multiplicó en hacer lo malo en ojos de Jehová para irritarle. II Chronicles 33:7 Además de esto puso una imagen de fundición que hizo, en la casa de Dios, de la cual Dios había dicho a David, y a Salomón su hijo: En esta casa, y en Jerusalem, la cual yo elegí sobre todas las tribus de Israel, pondré mi nombre para siempre: II Chronicles 33:8 Y nunca más quitaré el pie de Israel de la tierra que yo entregué a vuestros padres, a condición que guarden y hagan todas las cosas que yo les he mandado, toda la ley, estatutos, y derechos por mano de Moisés. II Chronicles 33:9 Así que Manasés hizo descaminar a Judá y a los moradores de Jerusalem, para hacer más mal que las gentes que Jehová destruyó delante de los hijos de Israel. II Chronicles 33:10 Y Jehová hablo a Manasés y a su pueblo; mas ellos no escucharon: por lo cual Jehová trajo contra ellos los príncipes del ejército del rey de los Asirios, los cuales echaron en grillos a Manasés: y atado con dos cadenas le llevaron a Babilonia. II Chronicles 33:11 ¶ Mas después que fue puesto en angustias oró a la faz de Jehová su Dios, humillado grandemente en la presencia del Dios de sus padres. II Chronicles 33:12 Y como oró a él, fue oído: porque él oyó su oración, y le volvió a Jerusalem a su reino. Entonces conoció Manasés que Jehová era Dios. II Chronicles 33:13 Después de esto edificó el muro de a fuera de la ciudad de David, al occidente de Gijón en el valle, y a la entrada de la puerta del pescado, y cercó a Ofel, y alzólo muy alto: y puso capitanes de ejército en todas las ciudades fuertes por Judá. II Chronicles 33:14 Asimismo quitó los dioses ajenos, y el ídolo de la casa de Jehová, y todos los altares que había edificado en el monte de la casa de Jehová, y en Jerusalem, y echólo todo fuera de la ciudad. II Chronicles 33:15 Y reparó el altar de Jehová, y sacrificó sobre él sacrificios pacíficos, y de alabanza: y mandó a Judá que sirviesen a Jehová Dios de Israel. II Chronicles 33:16 Empero el pueblo aun sacrificaba en los altos, aunque a Jehová su Dios. II Chronicles 33:17 Lo demás de los hechos de Manasés, y su oración a su Dios, y las palabras de los videntes que le hablaron en nombre de Jehová el Dios de Israel, he aquí, todo está escrito en los hechos de los reyes de Israel. II Chronicles 33:18 Su oración también, y como fue oído, todos sus pecados, y su prevaricación, los lugares donde edificó altos y había puesto bosques e ídolos antes que se humillase, he aquí, estas cosas están escritas en las palabras de los videntes. II Chronicles 33:19 Y durmió Manasés con sus padres, y sepultáronle en su casa: y reinó en su lugar Amón su hijo. II Chronicles 33:20 De veinte y dos años era Amón, cuando comenzó a reinar, y dos años reinó en Jerusalem. II Chronicles 33:21 E hizo lo malo en ojos de Jehová, como había hecho Manasés su padre: porque a todos los ídolos que su padre Manasés había hecho, sacrificó y sirvió Amón. II Chronicles 33:22 Mas nunca se humilló delante de Jehová, como Manasés su padre se humilló, antes aumentó el pecado. II Chronicles 33:23 Y conspiraron contra él sus siervos, y matáronle en su casa. II Chronicles 33:24 Mas el pueblo de la tierra hirió a todos los que habían conspirado contra el rey Amón: y el pueblo de la tierra puso por rey en su lugar a Josías su hijo. II Chronicles 34:0 II Chronicles 34:1 De ocho años era Josías, cuando comenzó a reinar, y treinta y un años reinó en Jerusalem. II Chronicles 34:2 Este hizo lo recto en ojos de Jehová, y anduvo en los caminos de David su padre, sin apartarse ni a la diestra ni a la siniestra. II Chronicles 34:3 A los ocho años de su reino, siendo aun muchacho, comenzó a buscar al Dios de David su padre, y a los doce años comenzó a limpiar a Judá y a Jerusalem de los altos, bosques, esculturas, y fundiciones. II Chronicles 34:4 Y derribaron delante de él los altares de los Baales, y quebró en piezas las imágenes del sol que estaban puestas encima; y los bosques, y las esculturas, y fundiciones, quebró y desmenuzó, y esparció el polvo sobre los sepulcros de los que habían sacrificado a ellos. II Chronicles 34:5 Asimismo los huesos de los sacerdotes quemó sobre sus altares, y limpió a Judá y a Jerusalem. II Chronicles 34:6 Lo mismo hizo en las ciudades de Manasés, Efraím, y Simeón, hasta en Neftalí, con sus lugares asolados al derredor. II Chronicles 34:7 Y como hubo derribado los altares y los bosques, y quebrado y desmenuzado las esculturas, y destruido todos los ídolos del sol por toda la tierra de Israel, volvióse a Jerusalem. II Chronicles 34:8 A los diez y ocho años de su reino, después de haber limpiado la tierra, y la casa, envió a Safán, hijo de Eselías, y a Maasías gobernador de la ciudad, y a Johá, hijo de Joacas canciller, para que reparasen la casa de Jehová su Dios. II Chronicles 34:9 Los cuales vinieron a Helcías gran sacerdote, y dieron el dinero que había sido metido en la casa de Jehová, que los Levitas que guardaban la puerta habían cogido de mano de Manasés, y de Efraím, y de todos los restos de Israel, y de todo Judá y Ben-jamín; y se habían vuelto a Jerusalem. II Chronicles 34:10 Y diéronlo en mano de los que hacían la obra, que eran prepósitos en la casa de Jehová: los cuales lo dieron a los que hacían la obra, y trabajaban en la casa de Jehová, en reparar y en instaurar el templo. II Chronicles 34:11 Y dieron también a los oficiales y albañiles para que comprasen piedra de cantería, y madera para las comisuras, y para la trabazón de las casas, las cuales habían destruido los reyes de Judá. II Chronicles 34:12 Y estos varones trabajaban con fidelidad en la obra: y eran sus gobernadores Jahat, y Abdías, Levitas de los hijos de Merari: y Zacarías y Mosollam, de los hijos de Caat, que solicitasen la obra: y de los Levitas, todos los entendidos en instrumentos de música: II Chronicles 34:13 Y de los peones, tenían cargo los que solicitaban a todos los que hacían obra en todos los servicios: y de los Levitas, los escribas, gobernadores, y porteros. II Chronicles 34:14 ¶ Y como sacaron el dinero que había sido metido en la casa de Jehová, Helcías el sacerdote halló el libro de la ley de Jehová dada por mano de Moisés. II Chronicles 34:15 Y respondiendo Helcías, dijo a Safán escriba: Yo he hallado el libro de la ley en la casa de Jehová. Y dio Helcías el libro a Safán. II Chronicles 34:16 Y Safán lo llevó al rey, y le contó el negocio, diciendo: Tus siervos han cumplido todo lo que les fue dado a cargo. II Chronicles 34:17 Han tomado el dinero que se halló en la casa de Jehová, y lo han dado en mano de los señalados, y en mano de los que hacen la obra. II Chronicles 34:18 Además de esto declaró Safán escriba al rey, diciendo: El sacerdote Helcías me dio un libro. Y leyó Safán en él delante del rey. II Chronicles 34:19 Y como el rey oyó las palabras de la ley, rompió sus vestidos. II Chronicles 34:20 Y mandó a Helcías, y a Haicam, hijo de Safán, y a Abdón, hijo de Mica, y a Safán escriba, y a Asa siervo del rey, diciendo: II Chronicles 34:21 Andád, y consultád a Jehová de mí, y de los restos de Israel y de Judá, acerca de las palabras del libro que se ha hallado: porque grande es el furor de Jehová que ha caído sobre nosotros, por cuanto nuestros padres no guardaron la palabra de Jehová, para hacer conforme a todas las cosas que están escritas en este libro. II Chronicles 34:22 Entonces Helcías y los del rey fueron a Oldán profetisa, mujer de Sellum, hijo de Tecuat, hijo de Hasra, guarda de los vestimentos, la cual moraba en Jerusalem, en la casa de la doctrina: y dijéronle las palabras dichas. II Chronicles 34:23 Y ella respondió: Jehová el Dios de Israel ha dicho así: Decíd al varón que os ha enviado a mí, que así ha dicho Jehová: II Chronicles 34:24 He aquí, yo traigo mal sobre este lugar, y sobre los moradores de él, todas las maldiciones que están escritas en el libro que leyeron delante del rey de Judá: II Chronicles 34:25 Por cuanto me han dejado, y han sacrificado a dioses ajenos, provocándome a ira en todas las obras de sus manos: por tanto mi furor destilará sobre este lugar, y no se apagará. II Chronicles 34:26 Mas al rey de Judá, que os ha enviado a consultar a Jehová, así le diréis: Jehová el Dios de Israel ha dicho así: Por cuanto oíste las palabras del libro, II Chronicles 34:27 Y tu corazón se enterneció, y te humillaste delante de Dios oyendo sus palabras sobre este lugar, y sobre sus moradores: humillástete delante de mí, y rompiste tus vestidos, y lloraste en mi presencia, yo también te he oído, dice Jehová: II Chronicles 34:28 He aquí, yo te recogeré con tus padres, y serás recogido en tu sepulcro en paz: y tus ojos no verán todo el mal que yo traigo sobre este lugar, y sobre los moradores de él. Y ellos recitaron al rey la respuesta. II Chronicles 34:29 ¶ Entonces el rey envió, y juntó todos los ancianos de Judá y de Jerusalem. II Chronicles 34:30 Y subió el rey a la casa de Jehová, y con él todos los varones de Judá, y los moradores de Jerusalem, y los sacerdotes, y los Levitas, y todo el pueblo desde el mayor hasta el más pequeño: y leyó en los oídos de ellos todas las palabras del libro del concierto que había sido hallado en la casa de Jehová. II Chronicles 34:31 Y estando el rey en pie en su lugar, hizo alianza delante de Jehová, que andarían en pos de Jehová, y que guardarían sus mandamientos, sus testimonios, y sus estatutos, de todo su corazón, y de toda su alma; y que harían las palabras del concierto, que estaban escritas en aquel libro. II Chronicles 34:32 E hizo que consintiesen todos los que estaban en Jerusalem y en Ben-jamín: y así hicieron los moradores de Jerusalem conforme al concierto de Dios, del Dios de sus padres. II Chronicles 34:33 Y quitó Josías todas las abominaciones de todas las tierras de los hijos de Israel, e hizo a todos los que se hallaron en Israel que sirviesen a Jehová su Dios: no se apartaron de en pos de Jehová el Dios de sus padres todo el tiempo que él vivió. II Chronicles 35:0 II Chronicles 35:1 Y Josías hizo pascua a Jehová en Jerusalem, y sacrificaron la pascua a los catorce del mes primero. II Chronicles 35:2 Y puso los sacerdotes en sus estancias, y confirmólos en el ministerio de la casa de Jehová. II Chronicles 35:3 Y dijo a los Levitas que enseñaban a todo Israel, y que eran dedicados a Jehová: Ponéd el arca del santuario en la casa que edificó Salomón, hijo de David, rey de Israel, para que no la carguéis más sobre los hombros. Ahora serviréis a Jehová vuestro Dios, y a su pueblo Israel. II Chronicles 35:4 Apercebíos según las familias de vuestros padres por vuestros ordenes, conforme a la prescripción de David rey de Israel, y de Salomón su hijo. II Chronicles 35:5 Estád en el santuario por el repartimiento de las familias de vuestros hermanos, hijos del pueblo, y el repartimiento de la familia de los Levitas: II Chronicles 35:6 Y sacrificád la pascua, y santificáos, y apercebíd vuestros hermanos, que hagan conforme a la palabra de Jehová dada por mano de Moisés. II Chronicles 35:7 Y ofreció el rey Josías a los del pueblo, ovejas, corderos, y cabritos de las cabras, todo para la pascua, para todos los que se hallaron presentes, en cantidad de treinta mil, y bueyes tres mil. Esto de la hacienda del rey. II Chronicles 35:8 También sus príncipes ofrecieron con liberalidad al pueblo, y a los sacerdotes y Levitas: Helcías, Zacarías, y Jehiel, príncipes de la casa de Dios, dieron a los sacerdotes para hacer la pascua dos mil y seiscientas ovejas, y trescientos bueyes. II Chronicles 35:9 Asimismo Conenías, Semeías, y Natanael sus hermanos, y Hasabías, Jehiel y Josabad, príncipes de los Levitas, dieron a los Levitas para los sacrificios de la pascua cinco mil ovejas, y quinientos bueyes. II Chronicles 35:10 Aparejado así el servicio, los sacerdotes se pusieron en sus estancias, y asimismo los Levitas en sus ordenes, conforme al mandamiento del rey, II Chronicles 35:11 Y sacrificaron la pascua, y esparcieron los sacerdotes la sangre tomada de la mano de los Levitas, y los Levitas desollaban. II Chronicles 35:12 Y quitaron del holocausto para dar conforme a los repartimientos por las familias de los del pueblo, para que ofreciesen a Jehová, como está escrito en el libro de Moisés: y asimismo quitaron de los bueyes. II Chronicles 35:13 Y asaron la pascua en fuego, según la costumbre: mas lo que había sido santificado, cocieron en ollas, en calderos, y calderas, y repartiéronlo prestamente a todo el pueblo. II Chronicles 35:14 Y después aparejaron para sí, y para los sacerdotes: porque los sacerdotes, hijos de Aarón, estuvieron ocupados hasta la noche en el sacrificio de los holocaustos y de los sebos: y así los Levitas aparejaron para sí, y para los sacerdotes, hijos de Aarón. II Chronicles 35:15 Asimismo los cantores, hijos de Asaf, estaban en su estancia, conforme al mandamiento de David, de Asaf, y de Hemán, y de Iditún vidente del rey. Y los porteros estaban a cada puerta: y no era menester que se apartasen de su ministerio, porque sus hermanos los Levitas aparejaban para ellos. II Chronicles 35:16 Así fue aparejado todo el servicio de Jehová en aquel día, para hacer la pascua y sacrificar los holocaustos sobre el altar de Jehová, conforme al mandamiento del rey Josías. II Chronicles 35:17 E hicieron los hijos de Israel, que se hallaron presentes, la pascua en aquel tiempo, y la solemnidad de los panes sin levadura, por siete días. II Chronicles 35:18 Nunca tal pascua fue hecha en Israel desde los días de Samuel el profeta: ni ningún rey de Israel hizo tal pascua, como la que hizo el rey Josías y los sacerdotes y Levitas, y todo Judá e Israel, los que se hallaron presentes, juntamente con los moradores de Jerusalem. II Chronicles 35:19 Esta pascua fue celebrada en el año diez y ocho del rey Josías. II Chronicles 35:20 ¶ Después de todas estas cosas, luego que Josías hubo aparejado la casa, Necao rey de Egipto subió a hacer guerra en Carcamis junto a Éufrates: y salió Josías contra él. II Chronicles 35:21 Y él le envió embajadores, diciendo: ¿Qué tenemos yo y tu, rey de Judá? Yo no vengo contra ti hoy, sino contra la casa que me hace guerra: y Dios dijo que me apresurase. Déjate de tomarte con Dios, que es conmigo, no te destruya. II Chronicles 35:22 Mas Josías no volvió su rostro atrás de él, antes se disfrazó para darle batalla, y no oyó a las palabras de Necao, que eran de boca de Dios. Y vino a darle la batalla en el campo de Mageddo. II Chronicles 35:23 Y los arqueros tiraron al rey Josías flechas, y dijo el rey a sus siervos: Quitádme de aquí, porque estoy herido gravemente. II Chronicles 35:24 Entonces sus siervos le quitaron de aquel carro, y pusiéronle en otro segundo carro que tenía: y trajéronle a Jerusalem y murió: y sepultáronle en los sepulcros de sus padres. Y todo Judá y Jerusalem puso luto por Josías. II Chronicles 35:25 Y endechó Jeremías por Josías: y todos los cantores y cantoras recitan sus lamentaciones sobre Josías hasta hoy, y las han vuelto en ley en Israel, las cuales están escritas en las lamentaciones. II Chronicles 35:26 Lo demás de los hechos de Josías y sus misericordias, conforme a lo que está escrito en la ley de Jehová, II Chronicles 35:27 Y sus hechos, primeros y postreros, he aquí, está escrito en el libro de los reyes de Israel y de Judá. II Chronicles 36:0 II Chronicles 36:1 Entonces el pueblo de la tierra tomó a Joacaz, hijo de Josías, e hiciéronle rey en lugar de su padre en Jerusalem. II Chronicles 36:2 De veinte y tres años era Joacaz, cuando comenzó a reinar, y tres meses reinó en Jerusalem. II Chronicles 36:3 Y el rey de Egipto le quitó de Jerusalem, y condenó la tierra en cien talentos de plata, y uno de oro. II Chronicles 36:4 Y constituyó el rey de Egipto a su hermano Eliacim por rey sobre Judá y Jerusalem, y mudóle el nombre Joacim: y a Joacaz su hermano tomó Necao, y llevóle a Egipto. II Chronicles 36:5 Cuando comenzó a reinar Joacim, era de veinte y cinco años: y reinó en Jerusalem once años: e hizo lo malo en ojos de Jehová su Dios. II Chronicles 36:6 ¶ Y subió contra él Nabucodonosor rey de Babilonia, y atado con dos cadenas le trajo a Babilonia. II Chronicles 36:7 Y metió también en Babilonia Nabucodonosor parte de los vasos de la casa de Jehová, y púsolos en su templo en Babilonia. II Chronicles 36:8 Lo demás de los hechos de Joacim, y las abominaciones que hizo, y lo que en él se halló, he aquí, está escrito en el libro de los reyes de Israel y de Judá: y reinó en su lugar Joaquín su hijo. II Chronicles 36:9 De ocho años era Joaquín cuando comenzó a reinar, y reinó en Jerusalem tres meses y diez días: e hizo lo malo en ojos de Jehová. II Chronicles 36:10 A la vuelta del año el rey Nabucodonosor envió, e hízole llevar en Babilonia juntamente con los vasos preciosos de la casa de Jehová: y constituyó a Sedecías su hermano por rey sobre Judá y Jerusalem. II Chronicles 36:11 De veinte y un año era Sedecías cuando comenzó a reinar, y once años reinó en Jerusalem. II Chronicles 36:12 E hizo lo malo en ojos de Jehová su Dios, y no se humilló delante de Jeremías profeta que le hablaba de parte de Jehová. II Chronicles 36:13 ¶ Asimismo se rebeló contra Nabucodonosor, al cual había jurado por Dios, y endureció su cerviz, y obstinó su corazón, para no volverse a Jehová el Dios de Israel. II Chronicles 36:14 Y también todos los príncipes de los sacerdotes, y el pueblo, aumentaron la rebelión, rebelándose conforme a todas las abominaciones de las gentes, y contaminando la casa de Jehová, la cual él había santificado en Jerusalem. II Chronicles 36:15 Y Jehová el Dios de sus padres envió a ellos por mano de sus mensajeros, levantándose de mañana y enviando: porque él tenía misericordia de su pueblo, y de su habitación. II Chronicles 36:16 Mas ellos hacían escarnio de los mensajeros de Dios, y menospreciaban sus palabras, burlándose de sus profetas, hasta que subió el furor de Jehová contra su pueblo, y que no hubo medicina. II Chronicles 36:17 Por lo cual él trajo contra ellos al rey de los Caldeos que pasó a cuchillo sus mancebos en la casa de su santuario, sin perdonar mancebo, ni doncella, ni viejo, ni decrépito: todos los entregó en sus manos. II Chronicles 36:18 Asimismo todos los vasos de la casa de Dios, grandes y chicos, los tesoros de la casa de Jehová, y los tesoros del rey, y de sus príncipes, todo lo llevo a Babilonia. II Chronicles 36:19 Y quemaron la casa de Dios, y rompieron el muro de Jerusalem, y todos sus palacios quemaron a fuego, y destruyeron todos sus vasos deseables. II Chronicles 36:20 Los que quedaron de la espada, los pasaron a Babilonia, y fueron siervos de el y de sus hijos, hasta que vino el reino de los Persas; II Chronicles 36:21 Para que se cumpliese la palabra de Jehová por la boca de Jeremías, hasta que la tierra cumpliese sus sábados: porque todo el tiempo de su asolamiento reposó, hasta que los setenta años fueron cumplidos. II Chronicles 36:22 Mas al primer año de Ciro rey de los Persas, para que se cumpliese la palabra de Jehová dicha por la boca de Jeremías, Jehová despertó el espíritu de Ciro rey de los Persas, el cual hizo pasar pregón por todo su reino, y también por escrito, diciendo: II Chronicles 36:23 Así dice Ciro rey de los Persas: Jehová el Dios de los cielos me ha dado todos los reinos de la tierra, y él me ha encargado, que le edifique casa en Jerusalem, que es en Judá: ¿Quién de vosotros hay de todo su pueblo? Jehová su Dios sea con él, y suba.
Ezra 0:0
Ezra 1:0 Ezra 1:1 Y en el primer año de Ciro rey de Persia, para que se cumpliese la palabra de Jehová dicha por la boca de Jeremías, despertó Jehová el espíritu de Ciro rey de Persia, el cual hizo pasar pregón por todo su reino, y también por escrito, diciendo: Ezra 1:2 Así dijo Ciro rey de Persia: Jehová Dios de los cielos me ha dado todos los reinos de la tierra, y me ha mandado que le edifique casa en Jerusalem, que es en Judá. Ezra 1:3 ¿Quién hay entre vosotros de todo su pueblo? Sea Dios con él, y suba a Jerusalem, que es en Judá, y edifique la casa a Jehová Dios de Israel, el cual es Dios: la cual casa está en Jerusalem. Ezra 1:4 Y a cualquiera que hubiere quedado de todos los lugares donde fuere extranjero, los varones de su lugar le ayuden con plata, y oro, y hacienda, y con bestias: con dones voluntarios para la casa de Dios, la cual está en Jerusalem. Ezra 1:5 Entonces se levantaron las cabezas de las familias de Judá y de Ben-jamín, y los sacerdotes y Levitas, de todos aquellos cuyo espíritu despertó Dios, para subir a edificar la casa de Jehová, que está en Jerusalem. Ezra 1:6 Y todos los que estaban en sus al derredores confortaron las manos de ellos con vasos de plata, y de oro, con hacienda, y bestias, y con cosas preciosas, además de lo que se ofreció voluntariamente. Ezra 1:7 Y el rey Ciro sacó los vasos de la casa de Jehová, que Nabucodonosor había traspasado de Jerusalem, y puesto en la casa de sus dioses. Ezra 1:8 Y sacólos Ciro rey de Persia por mano de Mitridates tesorero, el cual los dio por cuenta a Sasabasar príncipe de Judá. Ezra 1:9 De los cuales esta es la cuenta: Tazones de oro treinta, tazones de plata mil, cuchillos veinte y nueve, Ezra 1:10 Lebrillos de oro treinta, lebrillos de plata segundos cuatrocientos y diez; otros vasos mil. Ezra 1:11 Todos los vasos de oro y de plata cinco mil y cuatrocientos. Todos los hizo traer Sasabasar con los que subieron del cautiverio de Babilonia a Jerusalem. Ezra 2:0 Ezra 2:1 Y estos son los hijos de la provincia que subieron de la cautividad, de la transmigración que hizo traspasar Nabucodonosor rey de Babilonia a Babilonia, los cuales volvieron a Jerusalem y a Judá, cada uno a su ciudad. Ezra 2:2 Los cuales vinieron con Zorobabel, Jesuá, Nehemías, Saraías, Rehelaías, Mardoqueo, Belsán, Mispar, Begai, Rehum, Baana. La cuenta de los varones del pueblo de Israel: Ezra 2:3 Los hijos de Faros, dos mil y ciento y setenta y dos. Ezra 2:4 Los hijos de Sefacias, trescientos y setenta y dos. Ezra 2:5 Los hijos de Aréas, siete cientos y setenta y cinco. Ezra 2:6 Los hijos de Pahat-moab de los hijos de Jesuá: de Joab dos mil y ochocientos y doce. Ezra 2:7 Los hijos de Elam, mil y doscientos y cincuenta y cuatro. Ezra 2:8 Los hijos de Zattu, novecientos y cuarenta y cinco. Ezra 2:9 Los hijos de Zacai, setecientos y sesenta. Ezra 2:10 Los hijos de Bani, seiscientos y cuarenta y dos. Ezra 2:11 Los hijos de Bebai, seiscientos y veinte y tres. Ezra 2:12 Los hijos de Azgad, mil y doscientos y veinte y dos. Ezra 2:13 Los hijos de Adonicam, seiscientos y sesenta y seis. Ezra 2:14 Los hijos de Beguai, dos mil y cincuenta y seis. Ezra 2:15 Los hijos de Adín, cuatrocientos y cincuenta y cuatro. Ezra 2:16 Los hijos de Ater de Ezequías, noventa y ocho. Ezra 2:17 Los hijos de Besai, trescientos y veinte y tres. Ezra 2:18 Los hijos de Jora, ciento y doce. Ezra 2:19 Los hijos de Hasum, doscientos y veinte y tres. Ezra 2:20 Los hijos de Gebbar, noventa y cinco. Ezra 2:21 Los hijos de Belén, ciento y veinte y tres. Ezra 2:22 Los varones de Netofa, cincuenta y seis. Ezra 2:23 Los varones de Anatot, ciento y veinte y ocho. Ezra 2:24 Los hijos de Azmavet, cuarenta y dos. Ezra 2:25 Los hijos de Cariat-jarim, Quefira, y Beerot, setecientos y cuarenta y tres. Ezra 2:26 Los hijos de Rama y Gabaa, seiscientos y veinte y uno. Ezra 2:27 Los varones de Macmas, ciento y veinte y dos. Ezra 2:28 Los varones de Bet-el y Hai, doscientos y veinte y tres. Ezra 2:29 Los hijos de Nebo, cincuenta y dos. Ezra 2:30 Los hijos de Magbis, ciento y cincuenta y seis. Ezra 2:31 Los hijos de la otra Elam, mil y doscientos y cincuenta y cuatro. Ezra 2:32 Los hijos de Harim, trescientos y veinte. Ezra 2:33 Los hijos de Lod, Hadid, y Ono, setecientos y veinte y cinco. Ezra 2:34 Los hijos de Jericó, trescientos y cuarenta y cinco. Ezra 2:35 Los hijos de Senaa, tres mil y seis cientos y treinta. Ezra 2:36 ¶ Los sacerdotes: Los hijos de Jedaia de la casa de Jesuá, novecientos y setenta y tres. Ezra 2:37 Los hijos de Emmer, mil y cincuenta y dos. Ezra 2:38 Los hijos de Fasur, mil y doscientos y cuarenta y siete. Ezra 2:39 Los hijos de Harim, mil y diez y siete. Ezra 2:40 Los Levitas: Los hijos de Jesuá y de Cadmiel, de los hijos de Odovías, setenta y cuatro. Ezra 2:41 Los cantores: Los hijos de Asaf, ciento y veinte ocho. Ezra 2:42 Los hijos de los porteros: Los hijos de Sellum, los hijos de Atar, los hijos de Telmón, los hijos de Accub, los hijos de Hatita, los hijos de Sobai, todos ciento y treinta y nueve. Ezra 2:43 Los Natineos: Los hijos de Siha, los hijos de Hasufa, los hijos de Tabaot, Ezra 2:44 Los hijos de Ceros, los hijos de Siaa, los hijos de Fadón, Ezra 2:45 Los hijos de Lebana, los hijos de Hagaba, los hijos de Accub, Ezra 2:46 Los hijos de Hagab, los hijos de Senlai, los hijos de Hanán, Ezra 2:47 Los hijos de Gaddel, los hijos de Gaher, los hijos de Reaia, Ezra 2:48 Los hijos de Rasín, los hijos de Necoda, los hijos de Gazam, Ezra 2:49 Los hijos de Asa, los hijos de Fasea, los hijos de Besec, Ezra 2:50 Los hijos de Asena, los hijos de Munim, los hijos de Nefusim, Ezra 2:51 Los hijos de Bacbuc, los hijos de Hacufa, los hijos de Harur, Ezra 2:52 Los hijos de Beslut, los hijos de Mahida, los hijos de Harsa, Ezra 2:53 Los hijos de Bercos, los hijos de Sisara, los hijos de Tema, Ezra 2:54 Los hijos de Nasía, los hijos de Hatifa. Ezra 2:55 Los hijos de los siervos de Salomón: Los hijos de Sotai, los hijos de Soforet, los hijos de Faruda, Ezra 2:56 Los hijos de Jala, los hijos de Dercón, los hijos de Geddel, Ezra 2:57 Los hijos de Safatías, los hijos de Hatil, los hijos de Poqueret de Hasbaim, los hijos de Ami. Ezra 2:58 Todos los Natineos, e hijos de los siervos de Salomón, trescientos y noventa y dos. Ezra 2:59 Y estos fueron los que subieron de Tel-mela, Tel-harsa, Querub, Addán, Immer, los cuales no pudieron mostrar la casa de sus padres, y su linaje, si fuesen de Israel: Ezra 2:60 Los hijos de Dalaia, los hijos de Tobías, los hijos de Necoda, seiscientos y cincuenta y dos. Ezra 2:61 Y de los hijos de los sacerdotes: Los hijos de Hobías, los hijos de Accos, los hijos de Berzellai, el cual tomó mujer de las hijas de Berzellai Galaadita, y fue llamado del nombre de ellas: Ezra 2:62 Estos buscaron su escritura de genealogías, y no fueron hallados, y fueron echados del sacerdocio. Ezra 2:63 Y el Tirsata les dijo, que no comiesen de la santidad de las santidades, hasta que hubiese sacerdote con Urim y Tumim. Ezra 2:64 Toda la congregación, como un varón, fueron cuarenta y dos mil y trescientos y sesenta; Ezra 2:65 Sin sus siervos y siervas, los cuales eran siete mil y trescientos y treinta y siete: y tenían cantores y cantoras, doscientos. Ezra 2:66 Sus caballos siete cientos y treinta y seis; sus mulos, doscientos y cuarenta y cinco; Ezra 2:67 Sus camellos cuatrocientos y treinta y cinco; asnos, seis mil y setecientos y veinte. Ezra 2:68 Y de las cabezas de los padres ofrecieron voluntariamente para la casa de Dios, cuando vinieron a la casa de Jehová la cual estaba en Jerusalem, para levantarla en su asiento: Ezra 2:69 Según sus fuerzas dieron al tesoro de la obra sesenta y un mil dracmas de oro, y cinco mil libras de plata, y cien túnicas sacerdotales. Ezra 2:70 Y habitaron los sacerdotes, y los Levitas, y los del pueblo, y los cantores, y los porteros, y los Natineos en sus ciudades, y todo Israel en sus ciudades. Ezra 3:0 Ezra 3:1 Y llegado el mes séptimo, y los hijos de Israel en las ciudades, juntóse el pueblo, como un varón, en Jerusalem. Ezra 3:2 Y levantóse Jesuá, hijo de Josedec, y sus hermanos los sacerdotes, y Zorobabel, hijo de Salatiel, y sus hermanos, y edificaron el altar del Dios de Israel, para ofrecer sobre él holocaustos, como está escrito en la ley de Moisés varón de Dios. Ezra 3:3 Y asentaron el altar sobre sus basas, porque tenían miedo de los pueblos de las tierras: y ofrecieron sobre él holocaustos a Jehová, holocaustos a la mañana y a la tarde. Ezra 3:4 E hicieron la solemnidad de las cabañas, como está escrito, y holocaustos cada día por cuenta, conforme al rito, cada cosa en su día. Ezra 3:5 Y además de esto el holocausto continuo, y las nuevas lunas, y todas las fiestas santificadas de Jehová, y todo sacrificio espontáneo de voluntad a Jehová. Ezra 3:6 Desde el primero día del mes séptimo comenzaron a ofrecer holocaustos a Jehová, mas el templo de Jehová no era aun fundado. Ezra 3:7 ¶ Y dieron dinero a los carpinteros y oficiales; comida, y bebida, y aceite a los Sidonios y Tirios, para que trajesen madera de cedro del Líbano a la mar de Joppe, conforme a la voluntad de Ciro rey de Persia acerca de esto. Ezra 3:8 Y en el año segundo de su venida a la casa de Dios en Jerusalem, en el mes segundo, comenzaron Zorobabel, hijo de Salatiel, y Jesuá, hijo de Josedec, y los otros sus hermanos, los sacerdotes y los Levitas, y todos los que habían venido de la cautividad a Jerusalem; y pusieron a los Levitas de veinte años y arriba para que tuviesen cargo de la obra de la casa de Jehová. Ezra 3:9 Y estuvo Jesuá, sus hijos, y sus hermanos, Cadmiel y sus hijos, hijos de Judá, como un varón, para dar priesa a los que hacían la obra en la casa de Dios: los hijos de Henadad, sus hijos, y sus hermanos, Levitas. Ezra 3:10 Y los albañiles del templo de Jehová echaron los cimientos, y pusieron a los sacerdotes vestidos con trompetas, y a los Levitas, hijos de Asaf, con címbalos, para que alabasen a Jehová por mano de David rey de Israel. Ezra 3:11 Y cantaban alabando, y glorificando a Jehová: Porque es bueno, porque para siempre es su misericordia sobre Israel. Y todo el pueblo jubilaba, con grande júbilo, alabando a Jehová porque la casa de Jehová era acimentada. Ezra 3:12 Y muchos de los sacerdotes, y de los Levitas, y de las cabezas de los padres, viejos, que habían visto la casa primera, viendo fundar esta casa lloraban a gran voz: y muchos otros daban grita de alegría a alta voz: Ezra 3:13 Y el pueblo no podía discernir la voz del júbilo de alegría, de la voz del lloro del pueblo: porque el pueblo jubilaba con gran júbilo, y la voz se oía hasta lejos. Ezra 4:0 Ezra 4:1 Y oyendo los enemigos de Judá y de Ben-jamín que los hijos de la cautividad edificaban el templo de Jehová Dios de Israel; Ezra 4:2 Llegáronse a Zorobabel, y a las cabezas de los padres, y dijéronles: Edificaremos con vosotros; porque como vosotros buscaremos a vuestro Dios, y a él sacrificamos desde los días de Asoraddán rey de Asiria que nos hizo subir aquí. Ezra 4:3 Y díjoles Zorobabel, y Jesuá, y los demás cabezas de los padres de Israel: No nos conviene edificar con vosotros casa a nuestro Dios: mas nosotros solos edificaremos a Jehová Dios de Israel, como nos mandó el rey Ciro rey de Persia. Ezra 4:4 Mas el pueblo de la tierra debilitaba las manos del pueblo de Judá, y los perturbaba de edificar. Ezra 4:5 Y alquilaron contra ellos consejeros para disipar su consejo todo el tiempo de Ciro rey de Persia, y hasta el reino de Darío rey de Persia. Ezra 4:6 Y en el reino de Asuero, en el principio de su reino, escribieron acusación contra los moradores de Judá y de Jerusalem. Ezra 4:7 Y en los días de Artaxerxes escribió en paz Mitridates, Tabeel, y los demás sus compañeros, a Artaxerxes rey de Persia: y la escritura de la carta era escrita en Siriaco, y declarada en Siriaco. Ezra 4:8 Rehum canciller, y Samsai escriba escribieron una carta contra Jerusalem al rey Artaxerxes como se sigue: Ezra 4:9 Entonces Rehum canciller, y Samsai escriba, y los demás sus compañeros, los Dineos, y los Afarsataqueos, Tefarleos, Afarseos, Ercueos, Babilonios, Susanceos, Dieveos, y Elamitas, Ezra 4:10 Y los demás pueblos que traspasó Asnafar el grande y glorioso, y los hizo habitar en las ciudades de Samaria, y los demás de la otra parte del río, y Cheenet. Ezra 4:11 Este es el traslado de la carta que enviaron al rey Artaxerxes: Tus siervos de la otra parte del río, y Cheenet. Ezra 4:12 Sea notorio al rey que los Judíos que subieron de ti a nosotros, vinieron a Jerusalem, y edifican la ciudad rebelde y mala, y han acimentado los muros, y puesto los fundamentos. Ezra 4:13 Ahora notorio sea al rey, que si aquella ciudad fuere edificada, y los muros fueren fundados, el tributo, pecho, y rentas no darán: y el tributo de los reyes será menoscabado. Ezra 4:14 Ahora por la sal de palacio de que estamos salados, no nos es justo ver el menosprecio del rey: por tanto enviamos, e hicimos notorio al rey, Ezra 4:15 Para que busque en el libro de las historias de nuestros padres, y hallarás en el libro de las historias, y sabrás que esta ciudad es ciudad rebelde, y perjudicial a los reyes y a las provincias: y que hacen rebelión en medio de ella de tiempo antiguo, y que por esto esta ciudad fue destruida. Ezra 4:16 Hacemos notorio al rey, que si esta ciudad fuere edificada, y los muros fundados, la parte de allá del río no será tuya. Ezra 4:17 El rey envió respuesta: A Rehum canciller, y a Samsai escriba, y a los demás sus compañeros que habitan en Samaria, y a los demás de la parte de allá del río: Paz, y a Cheenet. Ezra 4:18 La carta que nos enviasteis claramente fue leída delante de mí: Ezra 4:19 Y por mí fue dado mandamiento, y buscaron, y hallaron que aquella ciudad de tiempo antiguo se levanta contra los reyes, y se rebela, y rebelión se hace en ella: Ezra 4:20 Y que reyes fuertes hubo en Jerusalem, y señores en todo lo que está de la otra parte del río; y que tributo, y pecho, y rentas se les daba. Ezra 4:21 Ahora dad mandamiento que cesen aquellos varones: y aquella ciudad no sea edificada, hasta que por mí sea dado mandamiento. Ezra 4:22 Y mirád bien que no hagáis error en esto: ¿por qué crecerá el daño para perjuicio de los reyes? Ezra 4:23 Entonces, cuando el traslado de la carta del rey Artaxerxes fue leído delante de Rehum, y de Samsai escriba, y sus compañeros, fueron prestamente a Jerusalem a los Judíos, e hiciéronles cesar con brazo y fuerza. Ezra 4:24 Entonces cesó la obra de la casa de Dios, la cual estaba en Jerusalem: y cesó hasta el año segundo del reino de Darío rey de Persia. Ezra 5:0 Ezra 5:1 Y profetizó Aggeo profeta, y Zacarías, hijo de Addo, profetas, a los Judíos que estaban en Judea y en Jerusalem, en nombre del Dios de Israel, a ellos. Ezra 5:2 Entonces se levantaron Zorobabel, hijo de Salatiel, y Jesuá, hijo de Josedec, y comenzaron a edificar la casa de Dios, que estaba en Jerusalem: y con ellos los profetas de Dios, que les ayudaban. Ezra 5:3 En aquel tiempo vino a ellos Tatanai capitán de la otra parte del río, y Star-buzanai, y sus compañeros, y dijéronles así: ¿Quién os dio mandamiento para edificar esta casa, y fundar estos muros? Ezra 5:4 Entonces, como diremos, les dijimos: ¿Cuáles son los nombres de los varones que edifican este edificio? Ezra 5:5 Mas los ojos de su Dios fueron sobre los ancianos de los Judíos, y no les hicieron cesar hasta que la causa viniese a Darío: y entonces respondieron por carta sobre esto. Ezra 5:6 Traslado de la carta que envió Tatanai capitán de la otra parte del río, y Star-buzanai, y sus compañeros los Arfasaqueos, que estaban de la otra parte del río, al rey Darío: Ezra 5:7 Enviáronle respuesta, y de esta manera era escrito dentro de ella: Al rey Darío toda paz. Ezra 5:8 Sea notorio al rey que fuimos a la provincia de Judea a la casa del Dios grande, la cual se edifica de piedra de mármol, y los maderos son puestos en las paredes, y la obra se hace a priesa, y prospera en sus manos. Ezra 5:9 Entonces preguntámos a los ancianos, diciéndoles así: ¿Quién os dio mandamiento para edificar esta casa, y para fundar estos muros? Ezra 5:10 Y también les preguntámos sus nombres para hacértelo saber, para escribir los nombres de los varones que estaban por sus cabezas. Ezra 5:11 Y nos respondieron así, diciendo: Nosotros somos siervos del Dios del cielo y de la tierra, y reedificamos la casa que ha sido edificada antes muchos años ha, que el gran rey de Israel edificó y fundó. Ezra 5:12 Mas después que nuestros padres ensañaron al Dios de los cielos, él los entregó en mano de Nabucodonosor rey de Babilonia, Caldeo, el cual destruyó esta casa, e hizo traspasar el pueblo en Babilonia. Ezra 5:13 Empero el primer año de Ciro rey de Babilonia, el rey Ciro dio mandamiento para que esta casa de Dios fuese edificada. Ezra 5:14 Y también los vasos de oro y de plata de la casa de Dios, que Nabucodonosor había sacado del templo que estaba en Jerusalem, y los había metido en el templo de Babilonia, el rey Ciro los sacó del templo de Babilonia, y fueron entregados a Sasabasar, al cual había puesto por capitán. Ezra 5:15 Y le dijo: Toma estos vasos, vé, y pónlos en el templo que está en Jerusalem, y la casa de Dios sea edificada en su lugar. Ezra 5:16 Entonces este Sasabasar vino, y puso los fundamentos de la casa de Dios que estaba en Jerusalem, y desde entonces hasta ahora se edifica, y aun no es acabada. Ezra 5:17 Y ahora, si al rey parece bien, búsquese en la casa de los tesoros del rey que está allí en Babilonia, si es así que por el rey Ciro haya sido dado mandamiento para edificar esta casa de Dios que está en Jerusalem: y envíenos sobre esto la voluntad del rey. Ezra 6:0 Ezra 6:1 Entonces el rey Darío dio mandamiento, y buscaron en la casa de los libros donde guardaban los tesoros allí en Babilonia, Ezra 6:2 Y fue hallado en el cofre del palacio que está en la provincia de Media un libro, dentro del cual estaba escrito así: Memorial: Ezra 6:3 En el año primero del rey Ciro, el rey Ciro dio mandamiento de la casa de Dios que estaba en Jerusalem, que la casa fuese edificada para lugar en que sacrifiquen sacrificios; y sus paredes fuesen cubiertas: su altura de sesenta codos: su anchura de sesenta codos. Ezra 6:4 Las ordenes; tres de piedra de mármol, y una orden de madera nueva: y que el gasto sea dado de la casa del rey. Ezra 6:5 Y también los vasos de oro y de plata de la casa de Dios, que Nabucodonosor sacó del templo que estaba en Jerusalem, y los pasó en Babilonia, sean vueltos, y vayan al templo que está en Jerusalem, a su lugar, y sean puestos en la casa de Dios. Ezra 6:6 Ahora pues, Tatanai capitán de la otra parte del río, Star-buzanai, y sus compañeros los Afarsaqueos que estáis a la otra parte del río, apartáos de ahí. Ezra 6:7 Dejád la obra de la casa de este Dios al capitán de los Judíos, y a sus ancianos, que edifiquen la casa de este Dios en su lugar. Ezra 6:8 Y por mí es dado mandamiento de lo que habéis de hacer con los ancianos de estos Judíos para edificar la casa de este Dios: que de la hacienda del rey, que tiene del tributo de la otra parte del río, los gastos sean dados luego a aquellos varones, para que no cesen. Ezra 6:9 Y lo que fuere necesario, becerros, y carneros, y corderos para holocaustos al Dios del cielo: trigo, sal, vino, y aceite, conforme a lo que dijeren los sacerdotes que están en Jerusalem, les sea dado cada un día sin algún embargo: Ezra 6:10 Para que ofrezcan olores de holganza al Dios del cielo, y oren por la vida del rey, y por sus hijos. Ezra 6:11 Ítem, por mí es dado mandamiento, que cualquiera que mudare este decreto, sea derribado un madero de su casa, y enhiesto sea colgado en él: y su casa sea hecha muladar por esto. Ezra 6:12 Y el Dios que hizo habitar allí su nombre destruya todo rey y pueblo que pusiere su mano para mudar o destruir esta casa de Dios, la cual está en Jerusalem. Yo Darío puse el decreto: sea hecho prestamente. Ezra 6:13 Entonces Tatanai capitán de la otra parte del río, y Star-buzanai, y sus compañeros hicieron prestamente según el rey Darío había enviado. Ezra 6:14 Y los ancianos de los Judíos, edificaban y prosperaban, conforme a la profecía de Aggeo profeta, y de Zacarías, hijo de Addo: y edificaron, y acabaron por el mandamiento del Dios de Israel, y por el mandamiento de Ciro, y de Darío, y de Artaxerxes rey de Persia. Ezra 6:15 Y esta casa fue acabada al tercero día del mes de Adar, que era el sexto año del reino del rey Darío. Ezra 6:16 Y los hijos de Israel, los sacerdotes, y los Levitas, y los demás hijos de la transmigración hicieron la dedicación de esta casa de Dios con gozo. Ezra 6:17 Y ofrecieron en la dedicación de esta casa de Dios becerros ciento, carneros doscientos, corderos cuatrocientos, y machos de cabrío por expiación por todo Israel doce, conforme al número de las tribus de Israel. Ezra 6:18 ¶ Y pusieron los sacerdotes en sus repartimientos, y los Levitas en sus divisiones sobre la obra de Dios que estaba en Jerusalem, como está escrito en el libro de Moisés. Ezra 6:19 Y los hijos de la transmigración hicieron la pascua a los catorce del mes primero. Ezra 6:20 Porque los sacerdotes y los Levitas se habían purificado como un varón, todos fueron limpios: y sacrificaron la pascua por todos los hijos de la transmigración, y por sus hermanos los sacerdotes, y por sí mismos. Ezra 6:21 Y comieron los hijos de Israel, que habían vuelto de la transmigración, y todos los que se habían apartado de la inmundicia de las gentes de la tierra a ellos, para buscar a Jehová Dios de Israel. Ezra 6:22 E hicieron la solemnidad de los panes sin leudar siete días con alegría, por cuanto Jehová los había alegrado, y había convertido el corazón del rey de Asiria a ellos para esforzar sus manos en la obra de la casa de Dios, del Dios de Israel. Ezra 7:0 Ezra 7:1 Pasadas estas cosas, en el reino de Artaxerxes rey de Persia, Ésdras, hijo de Saraías, hijo de Azarías, hijo de Helcías, Ezra 7:2 Hijo de Sellum, hijo de Sadoc, hijo de Aquitob, Ezra 7:3 Hijo de Amarías, hijo de Azarías, hijo de Maraiot, Ezra 7:4 Hijo de Zaraías, hijo de Ozi, hijo de Bocci, Ezra 7:5 Hijo de Abisué, hijo de Finees, hijo de Eleazar, hijo de Aarón primer sacerdote: Ezra 7:6 Este Ésdras subió de Babilonia, el cual era escriba diligente en la ley de Moisés, que dio Jehová Dios de Israel: y concedióle el rey según la mano de Jehová su Dios sobre él, todo lo que pidió. Ezra 7:7 Y subieron con él de los hijos de Israel, y de los sacerdotes, y Levitas, y cantores, y porteros, y Natineos, en Jerusalem, en el séptimo año del rey Artaxerxes. Ezra 7:8 Y vino a Jerusalem en el mes quinto, el año séptimo del rey. Ezra 7:9 Porque al primero del mes primero fue el principio de la partida de Babilonia, y al primero del mes quinto llegó a Jerusalem, según que era buena la mano de su Dios sobre él. Ezra 7:10 Porque Ésdras preparó su corazón a buscar la ley de Jehová, y a hacer, y a enseñar a Israel mandamientos y juicios. Ezra 7:11 Y este es el traslado de la carta que dio el rey Artaxerxes a Ésdras sacerdote escriba, escriba de las palabras mandadas de Jehová, y de sus estatutos sobre Israel: Ezra 7:12 Artaxerxes, rey de los reyes, a Ésdras sacerdote, escriba perfecto de la ley del Dios del cielo, y a Cheenet. Ezra 7:13 Por mí es dado mandamiento, que cualquiera que quisiere en mi reino del pueblo de Israel, y de sus sacerdotes y Levitas, ir contigo a Jerusalem, vaya. Ezra 7:14 Porque de parte del rey y de sus siete consultores eres enviado para visitar a Judea y a Jerusalem, conforme a la ley de tu Dios que está en tu mano; Ezra 7:15 Y para llevar la plata y el oro que el rey, y sus consultores voluntariamente ofrecen al Dios de Israel, cuya morada está en Jerusalem; Ezra 7:16 Y toda la plata y el oro que hallares en toda la provincia de Babilonia, con las ofrendas voluntarias del pueblo, y de los sacerdotes, que de su voluntad ofrecieren para la casa de su Dios que está en Jerusalem. Ezra 7:17 Por tanto con diligencia comprarás de esta plata becerros, carneros, corderos, y sus presentes, y sus derramaduras, y ofrecerlos has sobre el altar de la casa de vuestro Dios que está en Jerusalem. Ezra 7:18 Y lo que a ti y a tus hermanos pluguiere hacer de la otra plata y oro, conforme a la voluntad de vuestro Dios, haréis. Ezra 7:19 Y los vasos que te son entregados para el servicio de la casa de tu Dios, restituirlos has delante de Dios en Jerusalem. Ezra 7:20 Y lo demás que fuere necesario para la casa de tu Dios, que te fuere menester dar, darlo has de la casa de los tesoros del rey. Ezra 7:21 Y por mí, el rey Artaxerxes, es dado mandamiento a todos los tesoreros que están de la otra parte del río, que todo lo que os demandare Ésdras sacerdote, escriba de la ley del Dios del cielo, sea hecho luego, Ezra 7:22 Hasta cien talentos de plata, y hasta cien coros de trigo, y hasta cien batos de vino, y hasta cien batos de aceite, y sal, cuanto no se escribe. Ezra 7:23 Todo lo que es mandado por el Dios del cielo, sea hecho prestamente para la casa del Dios del cielo: porque, ¿por qué será su ira contra el reino del rey y de sus hijos? Ezra 7:24 Y a vosotros os hacemos saber, que a todos los sacerdotes, y Levitas, cantores, porteros, Natineos, y ministros de la casa de este Dios, ninguno pueda echar sobre ellos tributo, o pecho, o renta. Ezra 7:25 Y tú Ésdras conforme a la sabiduría de tu Dios que tienes, pon por jueces y gobernadores que gobiernen todo el pueblo que está de la otra parte del río, a todos los que tienen noticia de las leyes de tu Dios, y al que no la tuviere, enseñarle heis. Ezra 7:26 Y cualquiera que no hiciere la ley de tu Dios, y la ley del rey, prestamente sea juzgado, o a muerte, o a desarraigamiento, o a pena de la hacienda, o a prisión. Ezra 7:27 Bendito sea Jehová Dios de nuestros padres, que puso tal cosa en el corazón del rey, para honrar la casa de Jehová que está en Jerusalem; Ezra 7:28 Y sobre mí inclinó misericordia delante del rey, y de sus consultores, y de todos los príncipes poderosos del rey. Y yo confortado según que la mano de mi Dios era sobre mí, junté los principales de Israel para que subiesen conmigo. Ezra 8:0 Ezra 8:1 Y estas son las cabezas de sus padres y sus genealogías, de los que subieron conmigo de Babilonia, reinando el rey Artaxerxes: Ezra 8:2 De los hijos de Finees; Gersom: de los hijos de Itamar; Daniel: de los hijos de David; Hattus: Ezra 8:3 De los hijos de Sequenías, y de los hijos de Faros; Zacarías, y con él genealogía de varones ciento y cincuenta. Ezra 8:4 De los hijos de Pahat-moab; Elioenai, hijo de Zaraías, y con él doscientos varones. Ezra 8:5 De los hijos de Sequenías; el hijo de Ezequiel, y con él trescientos varones. Ezra 8:6 De los hijos de Adín; Ebed, hijo de Jonatán, y con él cincuenta varones. Ezra 8:7 De los hijos de Elam; Esaías, hijo de Atalías, y con él setenta varones. Ezra 8:8 Y de los hijos de Safatías; Zebedías, hijo de Micael, y con él ochenta varones. Ezra 8:9 De los hijos de Joab; Abdías, hijo de Jahiel, y con él doscientos y diez y ocho varones. Ezra 8:10 Y de los hijos de Selomit; el hijo de Josfías, y con él ciento y sesenta varones. Ezra 8:11 Y de los hijos de Bebai; Zacarías, hijo de Bebai, y con él veinte y ocho varones. Ezra 8:12 Y de los hijos de Azgad; Johanán, hijo de Haccatán, y con él ciento y diez varones. Ezra 8:13 Y de los hijos de Adonicam, los postreros, cuyos nombres son estos, Elifelet, Jeiel, y Samaías, y con ellos sesenta varones. Ezra 8:14 Y de los hijos de Biguai; Hutay, y Zabud, y con él setenta varones. Ezra 8:15 Y juntélos al río que viene a Ahava, y reposámos allí tres días: y miré en el pueblo, y en los sacerdotes, y no hallé allí de los hijos de Leví. Ezra 8:16 Y envié a Eliezer, y a Ariel, y a Semeías, y a Elnatán, y a Jarib, y a Elnatanán, y a Natán, y a Zacarías, y a Mosollam, principales; y a Joiarib, y a Elnatán, sabios. Ezra 8:17 Y enviélos a Iddo capitán en el lugar de Caspia, y puse en la boca de ellos las palabras que habían de hablar a Iddo y a sus hermanos los Natineos en el lugar de Caspia, para que nos trajesen ministros para la casa de nuestro Dios. Ezra 8:18 Y trajéronnos, (según que era buena sobre nosotros la mano de nuestro Dios,) un varón entendido de los hijos de Moholí, hijo de Leví, hijo de Israel: y a Sarabías, y a sus hijos, y a sus hermanos, diez y ocho. Ezra 8:19 Y a Hasabías, y con él a Isaías de los hijos de Merari, a sus hermanos, y a sus hijos veinte. Ezra 8:20 Y de los Natineos que David puso, y príncipes de los Levitas para el ministerio, doscientos y veinte Natineos: todos los cuales fueron declarados por sus nombres. Ezra 8:21 ¶ Y publiqué allí ayuno junto al río de Ahava, para afligirnos delante de nuestro Dios, para buscar de él camino derecho para nosotros, y para nuestros niños, y para toda nuestra hacienda. Ezra 8:22 Porque tuve vergüenza de pedir al rey ejército y gente de a caballo, que nos defendiesen del enemigo en el camino: porque habíamos dicho al rey, diciendo: La mano de nuestro Dios es sobre todos los que le buscan para bien; mas su fortaleza y su furor sobre todos los que le dejan. Ezra 8:23 Y ayunamos, y buscamos a nuestro Dios sobre esto, y él nos fue propicio. Ezra 8:24 ¶ Y aparté de los principales de los sacerdotes doce, a Serebías, y a Hasabías, y con ellos diez de sus hermanos. Ezra 8:25 Y peséles la plata, y el oro, y los vasos, la ofrenda para la casa de nuestro Dios, que habían ofrecido el rey, y sus consultores, y sus príncipes, y todos los que se hallaron de Israel. Ezra 8:26 Y pesé en las manos de ellos seiscientos y cincuenta talentos de plata, y vasos de plata por cien talentos, y cien talentos de oro; Ezra 8:27 Y lebrillos de oro veinte por mil dracmas; y vasos de metal limpio bueno dos, preciados como el oro. Ezra 8:28 Y díjeles: Vosotros sois santidad a Jehová, y los vasos son santidad, y la plata y el oro ofrenda voluntaria a Jehová Dios de nuestros padres: Ezra 8:29 Velád, y guardád, hasta que peséis delante de los príncipes de los sacerdotes y de los Levitas, y de los príncipes de los padres de Israel en Jerusalem, en las cámaras de la casa de Jehová. Ezra 8:30 Y los sacerdotes y Levitas recibieron el peso de la plata, y del oro, y de los vasos, para traerlo a Jerusalem a la casa de nuestro Dios. Ezra 8:31 Y partimos del río de Ahava a los doce del mes primero, para ir a Jerusalem: y la mano de nuestro Dios fue sobre nosotros, el cual nos libró de mano de enemigo y de asechador en el camino. Ezra 8:32 Y llegamos a Jerusalem, y reposámos allí tres días. Ezra 8:33 Y al cuarto día fue pesada la plata, y el oro, y los vasos, en la casa de nuestro Dios por mano de Meremot, hijo de Urías, sacerdote; y con él Eleazar, hijo Finees; y con ellos Jozabad, hijo de Josué, y Noadías, hijo de Bennoi Levita; Ezra 8:34 Por cuenta y por peso por todo: y fue escrito todo aquel peso en aquel tiempo. Ezra 8:35 Los que habían venido de la cautividad, los hijos de la transmigración, ofrecieron holocaustos al Dios de Israel, becerros doce por todo Israel, carneros noventa y seis, corderos setenta y siete, machos de cabrío por expiación doce, todo en holocausto a Jehová. Ezra 8:36 Y dieron los privilegios del rey a sus gobernadores y capitanes de la otra parte del río, los cuales ensalzaron el pueblo y la casa de Dios. Ezra 9:0 Ezra 9:1 Y acabadas estas cosas, los príncipes se llegaron a mí, diciendo: No se han apartado el pueblo de Israel, y los sacerdotes y Levitas, de los pueblos de las tierras, de los Cananeos, Jetteos, Ferezeos, Jebuseos, Ammonitas, y Moabitas, Egipcios, y Amorreos, haciendo conforme a sus abominaciones. Ezra 9:2 Porque han tomado de sus hijas para sí, y para sus hijos: y la simiente santa es mezclada con los pueblos de las tierras: y la mano de los príncipes y de los gobernadores ha sido la primera en esta prevaricación. Ezra 9:3 Lo cual oyendo yo, rompí mi vestido y mi manto, y arranqué de los cabellos de mi cabeza, y mi barba, y sentéme atónito. Ezra 9:4 Y juntáronse a mí todos los temerosos de las palabras del Dios de Israel a causa de la prevaricación de los de la transmigración: mas yo estuve sentado atónito hasta el sacrificio de la tarde. Ezra 9:5 Y al sacrificio de la tarde levantéme de mi aflicción: y habiendo rompido mi vestido y mi manto, arrodilléme sobre mis rodillas, y extendí mis palmas a Jehová mi Dios, Ezra 9:6 Y dije: Dios mío, confuso y avergonzado estoy para levantar, Dios mío, mi rostro a ti: porque nuestras iniquidades se han multiplicado sobre la cabeza, y nuestros delitos han crecido hasta el cielo. Ezra 9:7 Desde los días de nuestros padres hasta este día hemos sido en delito grande; y por nuestras iniquidades habemos sido entregados nosotros, nuestros reyes, y nuestros sacerdotes en mano de los reyes de las tierras, a espada, a cautiverio, y a robo, y a confusión de rostros, como este día. Ezra 9:8 Y ahora como un pequeño momento fue la misericordia de Jehová nuestro Dios, para hacer que nos quedase escapada, y nos diese estaca en el lugar de su santuario, para alumbrar nuestros ojos nuestro Dios, y darnos una poca de vida en nuestra servidumbre: Ezra 9:9 Porque siervos éramos, mas en nuestra servidumbre no nos desamparó nuestro Dios: antes inclinó sobre nosotros misericordia delante de los reyes de Persia, para que nos diese vida para alzar la casa de nuestro Dios, y para hacer restaurar sus asolamientos, y para darnos vallado en Judá y en Jerusalem. Ezra 9:10 Mas ahora, ¿qué diremos, oh Dios nuestro, después de esto? Que hemos dejado tus mandamientos. Ezra 9:11 Que mandaste por la mano de tus siervos los profetas, diciendo: La tierra a la cual entráis para poseerla, tierra inmunda es a causa de la inmundicia de los pueblos de las tierras, por las abominaciones de que la han henchido de boca a boca con su inmundicia. Ezra 9:12 Por tanto ahora no daréis vuestras hijas a los hijos de ellos, ni sus hijas tomaréis para vuestros hijos: ni procuraréis su paz ni su bien para siempre: para que seáis corroborados, y comáis el bien de la tierra, y la dejéis por heredad a vuestros hijos para siempre. Ezra 9:13 Mas después de todo lo que nos ha avenido a causa de nuestras obras malas, y a causa de nuestro delito grande, (porque tú Dios nuestro estorbaste que no fuésemos oprimidos a causa de nuestras iniquidades, y nos diste esta semejante escapada;) Ezra 9:14 ¿Hemos de volver a disipar tus mandamientos, y a emparentar con los pueblos de estas abominaciones? ¿No te ensañarás contra nosotros hasta consumirnos, que no quede resto ni escapada? Ezra 9:15 Jehová Dios de Israel, tú eres justo: que hemos quedado escapada como este día: hénos aquí delante de ti en nuestros delitos: porque no hay estar delante de ti a causa de esto. Ezra 10:0 Ezra 10:1 Y orando Ésdras, y confesando, llorando, y echándose delante de la casa de Dios, juntáronse a él una muy grande congregación de Israel, varones, y mujeres, y niños, y lloraba el pueblo de gran lloro. Ezra 10:2 Y respondió Sequenías, hijo de Jehiel, de los hijos de Elam, y dijo a Ésdras: Nosotros nos hemos rebelado contra nuestro Dios, que tomamos mujeres extranjeras de los pueblos de la tierra: mas esperanza hay aun para Israel sobre esto. Ezra 10:3 Por tanto ahora hagamos alianza con nuestro Dios, que echaremos todas las mujeres, y los nacidos de ellas, por el consejo del señor y de los que temen el mandamiento de nuestro Dios: y hágase conforme a la ley. Ezra 10:4 Levántate, porque a ti toca el negocio, y nosotros seremos contigo: esfuérzate, y haz. Ezra 10:5 Entonces Ésdras se levantó, y juramentó a los príncipes de los sacerdotes y de los Levitas, y a todo Israel, para hacer conforme a esto: y juraron. Ezra 10:6 Y levantóse Ésdras de delante de la casa de Dios, y fuése a la cámara de Johanán, hijo de Eliasib, y fuése allá: no comió pan, ni bebió agua, porque se entristeció sobre la prevaricación de los de la transmigración. Ezra 10:7 E hicieron pasar pregón por Judá y por Jerusalem a todos los hijos de la transmigración, que se juntasen en Jerusalem. Ezra 10:8 Y que el que no viniese dentro de tres días conforme al acuerdo de los príncipes y de los ancianos, toda su hacienda pereciese, y él fuese apartado de la congregación de la transmigración. Ezra 10:9 Así fueron juntados todos los varones de Judá y de Ben-jamín en Jerusalem dentro de tres días, a los veinte del mes, el cual era el mes noveno: y sentóse todo el pueblo en la plaza de la casa de Dios temblando a causa de aquel negocio, y a causa de las lluvias. Ezra 10:10 Y levantóse Ésdras el sacerdote, y díjoles: Vosotros habéis prevaricado, por cuanto tomasteis mujeres extrañas, añadiendo sobre el pecado de Israel. Ezra 10:11 Por tanto ahora dad confesión a Jehová Dios de vuestros padres, y hacéd su voluntad, y apartáos de los pueblos de las tierras, y de las mujeres extranjeras. Ezra 10:12 Y respondió toda la congregación, y dijeron a gran voz: Así se haga conforme a tu palabra. Ezra 10:13 Mas el pueblo es mucho, y el tiempo pluvioso, y no hay fuerza para estar en la calle: ni la obra es de un día ni de dos: porque somos muchos los que habemos prevaricado en este negocio. Ezra 10:14 Estén ahora nuestros príncipes en toda la congregación, y cualquiera que en nuestras ciudades hubiere tomado mujeres extranjeras, venga a tiempos aplazados, y con ellos los ancianos de cada ciudad, y los jueces de ellas, hasta que apartemos de nosotros la ira del furor de nuestro Dios sobre esto. Ezra 10:15 Y Jonatán, hijo de Asahel, y Jaazias, hijo de Tecuas, fueron puestos sobre esto: y Mesullam y Sebetai Levitas les ayudaron. Ezra 10:16 E hicieron así los hijos de la transmigración: y fueron apartados Ésdras sacerdote, y los varones cabezas de los padres, en la casa de sus padres, y todos ellos por sus nombres: y sentáronse el primer día del mes décimo para inquirir el negocio. Ezra 10:17 Y acabaron con todos los varones que habían tomado mujeres extranjeras al primer día del mes primero. Ezra 10:18 Y fueron hallados de los hijos de los sacerdotes que habían tomado mujeres extranjeras: de los hijos de Jesuá, hijo de Josedec, y de sus hermanos, Maasías, y Eliezer, y Jarib, y Godolías. Ezra 10:19 Y dieron su mano de echar sus mujeres: y los culpados, un carnero de ovejas por su expiación. Ezra 10:20 Y de los hijos de Immer; Janani y Zebadías. Ezra 10:21 Y de los hijos de Harim; Maasías, y Elías, y Semeías, y Jehiel, y Ozías. Ezra 10:22 Y de los hijos de Fasur; Elioenai, Maasías, Ismael, Natanael, Jozabed, y Elaasa. Ezra 10:23 Y de los hijos de los Levitas; Jozabed, y Semeí, y Selaias, este es Calita, Fataias, Judá, y Eliezer, Ezra 10:24 Y de los cantores; Eliasib. Y de los porteros; Sellum, y Tellem, y Urí. Ezra 10:25 Y de Israel: de los hijos de Faros; Remeias, y Jezías, y Melquías, y Mijamín, y Eleazar, y Melquías, y Banea. Ezra 10:26 Y de los hijos de Elam; Matanías, Zacarías, y Jehiel, y Abdi, y Jerimot, y Elia. Ezra 10:27 Y de los hijos de Zattu; Elioenai, Eliasib, Matanías, y Jerimot, y Zabad, y Aziza. Ezra 10:28 Y de los hijos de Bebai; Johanán, Hananías, Zabbai, Atalaí. Ezra 10:29 Y de los hijos de Bani; Mesullam, Malluc, y Adaias, Jasub, y Seal, Jeramot. Ezra 10:30 Y de los hijos de Pahat-moab, Adna, y Quelal, Benaías, Maasías, Matanías, Beseleel, Benvi, y Manasés. Ezra 10:31 Y de los hijos de Harim; Eliezer, Jesué, Melquías, Semeías, Simeón, Ezra 10:32 Ben-jamín, Malluc, Samarías. Ezra 10:33 De los hijos de Hasum: Matanai, Matata, Zabad, Elifelec, Jermai, Manasés, Semeí. Ezra 10:34 De los hijos de Banni; Maadi, Amram, y Vel, Ezra 10:35 Banaías, Bedías, Quelú, Ezra 10:36 Vanías, Meremot, Eliasib, Ezra 10:37 Matanías, Matenai, y Jaasau, Ezra 10:38 Y Bani, y Binnui, Semeí, Ezra 10:39 Y Selemías, y Natán, y Adaías, Ezra 10:40 Macnadebai, Sasaí, Saraí, Ezra 10:41 Azarel, y Selemías, Samarías, Ezra 10:42 Sellum, Amarias, José. Ezra 10:43 Y de los hijos de Nebo; Jehiel, Matatías, Zabad, Zebina, Jadau, y Joel, Benaías. Ezra 10:44 Todos estos habían tomado mujeres extranjeras, y había mujeres de ellos, que habían parido hijos.
Nehemiah 0:0
Nehemiah 1:0 Nehemiah 1:1 Las palabras de Nehemías, hijo de Hequelías. Y fue en el mes de Casleu, en el año veinte, yo estaba en Susán, la cabecera del reino. Nehemiah 1:2 Y vino Janani, uno de mis hermanos, él y otros varones de Judá: y preguntéles por los Judíos escapados, que habían quedado de la cautividad, y por Jerusalem. Nehemiah 1:3 Y dijéronme: La resta, los que quedaron de la cautividad allí en la provincia, están en gran mal y vergüenza: y el muro de Jerusalem derribado, y sus puertas quemadas a fuego. Nehemiah 1:4 Y fue, que como yo oí estas palabras, sentéme, y lloré, y enlutéme por algunos días; y ayuné, y oré delante del Dios de los cielos, Nehemiah 1:5 Y dije: Ruego, oh Jehová, Dios de los cielos, fuerte, grande, y terrible, que guarda el concierto y la misericordia a los que le aman, y guardan sus mandamientos: Nehemiah 1:6 Sea ahora tu oído atento, y tus ojos abiertos, para oír la oración de tu siervo, que yo oro delante de ti hoy, día y noche, por los hijos de Israel tus siervos, y confieso los pecados de los hijos de Israel que pecamos contra ti: y yo, y la casa de mi padre hemos pecado: Nehemiah 1:7 Rebelando nos hemos rebelado, y apostatado de ti, y no hemos guardado los mandamientos, y estatutos, y juicios, que mandaste a Moisés tu siervo. Nehemiah 1:8 Acuérdate ahora de la palabra que mandaste a Moisés tu siervo, diciendo: Vosotros prevaricaréis, y yo os esparciré en los pueblos: Nehemiah 1:9 Y volveros heis a mí, y guardaréis mis mandamientos, y los haréis. Si fuere vuestro alanzamiento hasta el cabo de los cielos, de allí os juntaré: y traeros he al lugar que escogí para hacer habitar allí mi nombre. Nehemiah 1:10 Ellos pues son tus siervos y tu pueblo, los cuales redimiste con tu fortaleza grande, y con tu mano fuerte. Nehemiah 1:11 Ruego, oh Jehová, sea ahora tu oído atento a la oración de tu siervo, y a la oración de tus siervos, que desean temer tu nombre; y da ahora buen suceso hoy a tu siervo: y dále gracia delante de aquel varón. Porque era yo el copero del rey. Nehemiah 2:0 Nehemiah 2:1 Y fue en el mes de Nisán, en el año veinte del rey Artaxerxes, el vino estaba delante de él; y tomé el vino, y di al rey: y no había estado triste delante de él. Nehemiah 2:2 Y díjome el rey: ¿Por qué es triste tu rostro, pues no estás enfermo? No es esto sino mal de corazón. Entonces temí en gran manera, Nehemiah 2:3 Y dije al rey: El rey viva para siempre: ¿por qué no será triste mi rostro, pues que la ciduad, que es casa de los sepulcros de mis padres, es desierta, y sus puertas consumidas de fuego? Nehemiah 2:4 Y díjome el rey: ¿Por qué cosa demandas? Entonces oré al Dios de los cielos, Nehemiah 2:5 Y dije al rey: Si al rey place, y si agrada tu siervo delante de ti, demando que me envíes en Judá a la ciudad de los sepulcros de mis padres, y reedificarle he. Nehemiah 2:6 Entonces el rey me dijo, (y la reina estaba sentada junto a él:) ¿Hasta cuándo será tu viaje, y cuándo volverás? Y plugo al rey, y envióme, y yo le di tiempo. Nehemiah 2:7 Y dije al rey: Si place al rey, dénseme cartas para los capitanes del otro lado del río, que me hagan pasar hasta que venga a Judá: Nehemiah 2:8 Y carta para Asaf guarda del bosque del rey, que me dé madera para enmaderar los portales del palacio de la casa, y el muro de la ciudad, y la casa donde entraré. Y dióme el rey según que era buena la mano de Jehová sobre mí. Nehemiah 2:9 Y vine a los capitanes del otro lado del río, y díles las cartas del rey: y el rey envió conmigo príncipes del ejército, y gente de a caballo. Nehemiah 2:10 Y oyéndolo Sanaballat Horonita, y Tobías el siervo Ammonita, desplúgoles de grande desplacer, que viniese alguno para procurar el bien de los hijos de Israel. Nehemiah 2:11 Y vine a Jerusalem, y estuve allí tres días; Nehemiah 2:12 Y levantéme de noche yo, y pocos varones conmigo, y no declaré a hombre lo que Dios había puesto en mi corazón que hiciese en Jerusalem; ni había bestia conmigo, salvo la cabalgadura en que cabalgaba. Nehemiah 2:13 Y salí de noche por la puerta del valle hacia la fuente del dragón, y a la puerta del muladar: y consideré los muros de Jerusalem que estaban derribados, y sus puertas que eran consumidas del fuego. Nehemiah 2:14 Y pasé a la puerta de la fuente, y al estanque del rey: y no hubo lugar por donde pasase la bestia que estaba debajo de mí. Nehemiah 2:15 Y subí por el arroyo de noche, y consideré el muro, y volviendo entré por la puerta del valle, y volvíme. Nehemiah 2:16 Y los magistrados no supieron donde yo había ido, ni que había hecho; ni aun a los Judíos y sacerdotes, ni a los nobles y magistrados, ni a los demás que hacían la obra, hasta entonces lo había declarado. Nehemiah 2:17 Y díjeles: Vosotros veis el mal en que estamos, que Jerusalem está desierta, y sus puertas consumidas de fuego: veníd, y edifiquemos el muro de Jerusalem, y no seamos más en vergüenza. Nehemiah 2:18 Entonces les declaré la mano de mi Dios que era buena sobre mí; y asimismo las palabras del rey que me había dicho: y dijeron: Levantémosnos, y edifiquemos. Y confortaron sus manos para bien. Nehemiah 2:19 Y oyólo Sanaballat Horonita, y Tobías el siervo Ammonita, y Gessem Árabe, y escarnecieron de nosotros, y nos despreciaron, diciendo: ¿Qué es esto que hacéis vosotros? ¿Os rebeláis contra el rey? Nehemiah 2:20 Y volvíles respuesta, y díjeles: Dios de los cielos él nos prosperará, y nosotros sus siervos nos levantaremos y edificaremos: que vosotros no tenéis parte, ni justicia, ni memoria en Jerusalem. Nehemiah 3:0 Nehemiah 3:1 Y levantóse Eliasib el gran sacerdote, y sus hermanos los sacerdotes, y edificaron la puerta de las ovejas. Ellos aparejaron, y levantaron sus puertas hasta la torre de Meah, aparejáronla hasta la torre de Hananeel. Nehemiah 3:2 Y junto a ella edificaron los varones de Jericó: y luego edificó Zacur, hijo de Amrí. Nehemiah 3:3 Y la puerta de los peces edificaron los hijos de Hasenaa: ellos la enmaderaron, y levantaron sus puertas, y sus cerraduras, y sus cerrojos. Nehemiah 3:4 Y junto a ellos restauró Meremot, hijo de Urías, hijo de Accus: y junto a ellos restauró Mesullam, hijo de Baraquías, hijo de Mesezabel. Junto a ellos restauró Sadoc, hijo de Baana. Nehemiah 3:5 Junto a ellos restauraron los Tecuitas: mas sus grandes no metieron su cerviz a la obra de su Señor. Nehemiah 3:6 Y la puerta vieja instauraron Joiada, hijo de Pasea, y Mesullam, hijo de Besodías: ellos la enmaderaron, y levantaron sus puertas, y sus cerraduras, y sus cerrojos. Nehemiah 3:7 Junto a ellos restauró Meltiás Gabaonita, y Jadón Meronotita, varones de Gabaón y de Maspa, por la silla del capitán de la otra parte del río. Nehemiah 3:8 Y junto a ellos restauró Uziel, hijo de Harhaías, de los plateros: y junto a él instauró Jananías, hijo de Haracaim, e instauraron a Jerusalem hasta el muro ancho. Nehemiah 3:9 Y junto a ellos restauró Refaias, hijo de Jur, príncipe de la mitad de la región de Jerusalem. Nehemiah 3:10 Y junto a ellos restauró Jedaías, hijo de Haruma, y hacia su casa: y juntó a él instauró Hattus, hijo de Hasebonías. Nehemiah 3:11 La otra medida restauró Melquías, hijo de Harim, y Hasub, hijo de Pahat-moab, y la torre de los hornos. Nehemiah 3:12 Junto a él restauró Sellum, hijo de Halohes, príncipe de la mitad de la región de Jerusalem, él y sus hijas. Nehemiah 3:13 La puerta del valle restauró Hanum, y los moradores de Zanoé: ellos la reedificaron, y levantaron sus puertas, sus cerraduras, y sus cerrojos, y mil codos en el muro hasta la puerta del muladar. Nehemiah 3:14 Y la puerta del muladar reedificó Melquías, hijo de Recab, príncipe de la provincia de Betacarem: él la reedificó, y levantó sus puertas, sus cerraduras, y sus cerrojos. Nehemiah 3:15 Y la puerta de la fuente restauró Sellum, hijo de Col-hoza, príncipe de la región de Maspa: él la reedificó, y la enmaderó, y levantó sus puertas, sus cerraduras, y sus cerrojos: y el muro del estanque de Sela hacia la huerta del rey, hasta las gradas que descienden de la ciudad de David. Nehemiah 3:16 Después de él restauró Nehemías, hijo de Azbuc, príncipe de la mitad de la región de Bet-sur, hasta delante de los sepulcros de David, y hasta el estanque labrado, y hasta la casa de los valientes. Nehemiah 3:17 Tras él restauraron los Levitas, Rehum, hijo de Bani: junto a él restauró Hasabías, príncipe de la mitad de la región de Ceila, en su región. Nehemiah 3:18 Después de él restauraron sus hermanos, Banai, hijo de Henedad, príncipe de la mitad de la región de Ceila. Nehemiah 3:19 Y junto a él restauró Ezer, hijo de Jesuá, príncipe de Mispa, la otra medida delante de la subida de las armas de la esquina. Nehemiah 3:20 Después de él se encendió e instauró Baruc, hijo de Zacai, la otra medida, desde la esquina hasta la puerta de la casa de Eliasib gran sacerdote. Nehemiah 3:21 Tras él restauró Meremot, hijo de Urías, hijo de Haccus, la otra medida, desde la entrada de la casa de Eliasib hasta el cabo de la casa de Eliasib. Nehemiah 3:22 Después de él restauraron los sacerdotes, los varones de la campiña. Nehemiah 3:23 Después de él restauró Ben-jamín y Hasub, hacia su casa: y después de él instauró Azarías, hijo de Maasías, hijo de Ananías, cerca de su casa. Nehemiah 3:24 Después de él restauró Benuí, hijo de Henadad, la otra medida, desde la casa de Azarías hasta la esquina, y hasta el rincón, Nehemiah 3:25 Paal, hijo de Uzaí, delante de la esquina y la torre alta que sale de la casa del rey, que está en el patio de la cárcel: tras él Padaias, hijos de Faros. Nehemiah 3:26 Y los Natineos estuvieron en la fortaleza, hasta delante de la puerta de las aguas al oriente, y la torre que sale. Nehemiah 3:27 Después de él restauraron los Tecuitas la otra medida delante de la grande torre que sale, hasta el muro de la fortaleza. Nehemiah 3:28 Desde la puerta de los caballos restauraron los sacerdotes, cada uno delante de su casa. Nehemiah 3:29 Después de él restauró Sadoc, hijo de Immer delante de su casa: y después de él instauró Semaías, hijo de Sequenías, guarda de la puerta oriental. Nehemiah 3:30 Tras él restauró Jananías, hijo de Selemías, y Hanum el sexto hijo de Selef, la otra medida: después de él instauró Mesullam, hijo de Baraquías, delante de su cámara. Nehemiah 3:31 Después de él restauró Melquías, hijo del platero, hasta la casa de los Natineos; y los tratantes delante de la puerta del juicio, y hasta la sala de la esquina. Nehemiah 3:32 Y entre la sala de la esquina, hasta la puerta de las ovejas, restauraron los plateros y los tratantes. Nehemiah 4:0 Nehemiah 4:1 Y fue que como oyó Sanaballat que nosotros edificábamos el muro, encendiósele la ira, y se enojó en gran manera, e hizo escarnio de los Judíos: Nehemiah 4:2 Y habló delante de sus hermanos, y del ejército de Samaria, y dijo: ¿Qué hacen estos Judíos flacos? ¿Hánles de permitir? ¿Han de sacrificar? ¿Han de acabar en un día? ¿Han de resucitar de los montones del polvo las piedras que fueron quemadas? Nehemiah 4:3 Y Tobías Ammonita estaba junto a él, el cual dijo: Aun lo que ellos edifican, si subiere una zorra, derribará su muro de piedra. Nehemiah 4:4 Oye, oh Dios nuestro, que somos en menosprecio: y vuelve la vergüenza de ellos sobre su cabeza, y dálos en presa en la tierra de su cautiverio. Nehemiah 4:5 Y no cubras su iniquidad, ni su pecado sea raído de delante de tu faz: porque se airaron contra los que edificaban. Nehemiah 4:6 Mas edificámos el muro, y toda la muralla fue junta hasta su mitad: y el pueblo tuvo ánimo para obrar. Nehemiah 4:7 Y fue, que oyendo Sanaballat, y Tobías, y los Árabes, y los Ammonitas, y los de Azoto, que los muros de Jerusalem eran curados, porque ya los portillos comenzaban a cerrarse, encendióseles la ira mucho, Nehemiah 4:8 Y conspiraron todos a una para venir a combatir a Jerusalem, y hacerle daño. Nehemiah 4:9 Entonces orámos a nuestro Dios y pusimos guardia sobre ellos de día y de noche, por causa de ellos. Nehemiah 4:10 Y dijo Judá: Las fuerzas de los que llevan son enflaquecidas, y la tierra es mucha, y no podemos edificar el muro. Nehemiah 4:11 Y nuestros enemigos dijeron: No sepan, ni vean, hasta que entremos en medio de ellos, y los matemos, y hagamos cesar la obra. Nehemiah 4:12 Y fue que como vinieron los Judíos que habitaban entre ellos, nos dieron aviso diez veces de todos los lugares donde volvían a nosotros. Nehemiah 4:13 Entonces puse por los bajos del lugar detrás del muro, y en las alturas de los peñascos puse el pueblo por familias, con sus espadas, con sus lanzas, y con sus arcos. Nehemiah 4:14 ¶ Y miré, y levantéme, y dije a los principales, y a los magistrados, y al resto del pueblo: No temáis delante de ellos: del Señor grande y terrible os acordád; y peleád por vuestros hermanos, por vuestros hijos, y por vuestras hijas, por vuestras mujeres, y por vuestras casas. Nehemiah 4:15 Y fue que como oyeron nuestros enemigos que lo entendimos, Dios disipó su consejo, y nos volvimos todos al muro cada uno a su obra. Nehemiah 4:16 Mas fue, que desde aquel día la mitad de los mancebos hacían en la obra, y la otra mitad de ellos tenía lanzas, y escudos, y arcos, y corazas; y los príncipes estaban tras toda la casa de Judá. Nehemiah 4:17 Los que edificaban en el muro, y los que llevaban cargas, y los que cargaban, con la una mano hacían en la obra, y en la otra tenían la espada. Nehemiah 4:18 Porque los que edificaban, cada uno tenía su espada ceñida sobre sus lomos, y así edificaban: y el que tocaba la trompeta estaba junto a mí. Nehemiah 4:19 Y dije a los principales, y a los magistrados, y al resto del pueblo: La obra es grande y larga, y nosotros estamos apartados en el muro lejos los unos de los otros: Nehemiah 4:20 En el lugar donde oyereis la voz de la trompeta, allí os juntaréis a nosotros: nuestro Dios peleará por nosotros. Nehemiah 4:21 Y nosotros hacíamos en la obra; y la mitad de ellos tenía lanzas desde la subida del alba hasta salir las estrellas. Nehemiah 4:22 También entonces dije al pueblo: Cada uno con su criado se quede dentro de Jerusalem, y nos hagan de noche centinela, y de día a la obra. Nehemiah 4:23 Y ni yo, ni mis hermanos, ni mis mozos, ni la gente de guardia que me seguía, desnudamos nuestro vestido: cada uno se desnudaba solamente a las aguas. Nehemiah 5:0 Nehemiah 5:1 Entonces fue el clamor del pueblo y de sus mujeres grande contra los Judíos sus hermanos. Nehemiah 5:2 Y había quien decía: Nuestros hijos, y nuestras hijas, y nosotros, somos muchos: y hemos comprado grano para comer y vivir. Nehemiah 5:3 Y había otros que decían: Nuestras tierras, y nuestras viñas, y nuestras casas hemos empeñado, para comprar grano en la hambre. Nehemiah 5:4 Y había otros que decían: Hemos tomado emprestado dinero para el tributo del rey sobre nuestras tierras y nuestras viñas. Nehemiah 5:5 Y ahora como la carne de nuestros hermanos es nuestra carne, como sus hijos son también nuestros hijos: y, he aquí que nosotros sujetamos nuestros hijos y nuestras hijas en servidumbre, y hay algunas de nuestras hijas sujetas, y no hay facultad en nuestras manos para rescatarlas; y nuestras tierras y nuestras viñas son de otros. Nehemiah 5:6 Y enojéme en gran manera, cuando oí su clamor y estas palabras. Nehemiah 5:7 Y pensó mi corazón en mí, y reprendí a los principales, y a los magistrados, y díjeles: ¿Usura tomáis cada uno de vuestros hermanos? E hice contra ellos una grande junta, Nehemiah 5:8 Y díjeles: Nosotros rescatamos a nuestros hermanos Judíos, que eran vendidos a las gentes, conforme a la facultad que había en nosotros: ¿y vosotros aun vendéis a vuestros hermanos, y serán vendidos a nosotros? Y callaron, que no tuvieron que responder. Nehemiah 5:9 Y dije: No es bien lo que hacéis: ¿No andaréis en temor de nuestro Dios por la vergüenza de las gentes nuestras enemigas? Nehemiah 5:10 Y también yo, y mis hermanos, y mis criados les habemos prestado dinero y grano: soltémosles ahora esta usura. Nehemiah 5:11 Ruégoos que les volváis hoy sus tierras, sus viñas, sus olivares, y sus casas, y la centésima parte del dinero, y del grano, del vino, y del aceite que demandáis de ellos. Nehemiah 5:12 Y dijeron: Volveremos, y no les demandaremos: así haremos, como tú dices. Entonces convoqué los sacerdotes, y les juramenté que hiciesen conforme a esto. Nehemiah 5:13 Además de esto sacudí mi vestido, y dije: Así sacuda Dios de su casa y de su trabajo a todo varón que no cumpliere esto, y así sea sacudido y vacío. Y respondió toda la congregación: Amén: y alabaron a Jehová: e hizo el pueblo conforme a esto. Nehemiah 5:14 También desde el día que me mandó el rey que fuese capitán de ellos en la tierra de Judá, desde el año veinte del rey Artaxerxes hasta el año treinta y dos, doce años, ni yo ni mis hermanos comimos el pan del capitán. Nehemiah 5:15 Mas los primeros capitanes que fueron antes de mí, cargaron al pueblo, y tomaron de ellos por el pan y por el vino sobre cuarenta pesos de plata; además de esto, sus criados se enseñoreaban sobre el pueblo; mas yo no hice así a causa del temor de Dios. Nehemiah 5:16 Además de esto, en la obra de este muro instauré mi parte, ni compramos heredad: y todos mis criados juntos estaban allí a la obra. Nehemiah 5:17 Ítem, los Judíos y los magistrados, ciento y cincuenta varones, y los que venían a nosotros de las gentes que están en nuestros al derredores, estaban a mi mesa. Nehemiah 5:18 Y lo que se aderezaba para cada día era un buey, y seis ovejas escogidas; y aves también se aparejaban para mí: y cada diez días vino en toda abundancia: y con todo esto nunca busqué el pan del capitán, porque la servidumbre de este pueblo era grave. Nehemiah 5:19 Acuérdate de mí para bien, Dios mío, y de todo lo que hice a este pueblo. Nehemiah 6:0 Nehemiah 6:1 Y fue que como oyó Sanaballat, y Tobías, y Gessem el Árabe, y los demás nuestros enemigos, que había edificado el muro, y que no quedaba portillo en él, aunque hasta este tiempo no había puesto puertas en las portadas; Nehemiah 6:2 Envió Sanaballat y Gessem a mí, diciendo: Ven, y concertarnos hemos juntos en las aldeas en el campo de Ono. Mas ellos habían pensado hacerme mal. Nehemiah 6:3 Y enviéles mensajeros, diciendo: Yo hago una grande obra, y no puedo venir: porque cesará la obra dejándola yo para venir a vosotros. Nehemiah 6:4 Y enviaron a mí de esta misma manera por cuatro veces, y yo les respondí de la misma manera. Nehemiah 6:5 Y envió a mí Sanaballat de la misma manera la quinta vez su criado con la carta abierta en su mano, Nehemiah 6:6 En la cual era escrito: En las gentes se ha oído, y Gasmu dice, que tú y los Judíos pensáis rebelaros; y que por eso edificas tú el muro, y tú eres su rey según estas palabras: Nehemiah 6:7 Y que has puesto profetas que prediquen de ti en Jerusalem, diciendo: Rey en Judá. Y ahora serán oídas del rey las palabras semejantes: por tanto ven, y consultemos juntamente. Nehemiah 6:8 Entonces yo envié a él, diciendo: No hay tal cosa como dices; que de tu corazón lo inventas tú. Nehemiah 6:9 Porque todos ellos nos ponen miedo, diciendo: Debilitarse han las manos de ellos en la obra, y no será hecha. Esfuerza pues mis manos. Nehemiah 6:10 Y vine a casa de Semaías, hijo de Dalaías, hijo de Metabeel en secreto, porque él estaba encarcelado, el cual dijo: Juntémosnos en la casa de Dios, dentro el templo, y cerremos las puertas del templo; porque vienen para matarte, y esta noche vendrán para matarte. Nehemiah 6:11 Entonces dije: ¿Varón como yo ha de huir? ¿Y quién hay como yo que entre al templo y viva? No entraré. Nehemiah 6:12 Y entendí que Dios no le había enviado: mas que hablaba aquella profecía contra mí, y que Tobías o Sanaballat, le había alquilado por salario. Nehemiah 6:13 Porque alquilado fue para hacerme temer así, y que pecase, y fuése a ellos por mala nombradía, para que yo fuese avergonzado. Nehemiah 6:14 Acuérdate, Dios mío, de Tobías y de Sanaballat conforme a estas sus obras: y también de Noadías profetisa, y de los otros profetas que me ponían miedo. Nehemiah 6:15 Acabóse pues el muro a los veinte y cinco de Elul, en cincuenta y dos días. Nehemiah 6:16 Y como lo oyeron todos nuestros enemigos, temieron todas las gentes que estaban en nuestros al derredores, y cayeron mucho en sus ojos, y conocieron que por nuestro Dios había sido hecha esta obra. Nehemiah 6:17 Asimismo en aquellos días, de los principales de Judá iban muchas cartas a Tobías, y las de Tobías venían a ellos: Nehemiah 6:18 Porque muchos en Judá habían conjurado con él; porque era yerno de Sequenías, hijo de Area; y Johanán su hijo había tomado la hija de Mosollam, hijo de Baraquías. Nehemiah 6:19 También contaban delante de mí sus buenas obras, y a él recitaban mis palabras. Cartas envió Tobías para atemorizarme. Nehemiah 7:0 Nehemiah 7:1 Y fue, que como el muro fue edificado, y asenté las puertas, y fueron señalados porteros, y cantores, y Levitas, Nehemiah 7:2 Mandé a Janani mi hermano, y a Jananías príncipe del palacio en Jerusalem: porque este era, como varón de verdad y temeroso de Dios, sobre muchos: Nehemiah 7:3 Y díjeles: No se abran las puertas de Jerusalem hasta que el sol caliente: y aun ellos presentes, cierren las puertas, y atrancád. Y señalé guardias de los moradores de Jerusalem, cada uno en su guardia, y cada uno delante de su casa. Nehemiah 7:4 ¶ Y la ciudad era ancha de espacio y grande, y poco pueblo dentro de ella; que no había aun casas edificadas. Nehemiah 7:5 Mas puso Dios en mi corazón que juntase los principales, y los magistrados, y el pueblo, para que fuesen empadronados por el orden de los linajes; y hallé el libro de la genealogía de los que habían subido antes, y hallé escrito en él: Nehemiah 7:6 Estos son los hijos de la provincia, que subieron de la cautividad de la transmigración, que hizo pasar Nabucodonosor rey de Babilonia, los cuales volvieron a Jerusalem y a Judá, cada uno a su ciudad. Nehemiah 7:7 Los cuales vinieron con Zorobabel, Jesuá, Nehemías, Azarías, Raamías, Nahamani, Mardoqueo, Bilsán, Misperet, Biguai, Nehum, Baana. La cuenta de los varones del pueblo de Israel: Nehemiah 7:8 Los hijos de Faros, dos mil y ciento y setenta y dos. Nehemiah 7:9 Los hijos de Safatías, trescientos y setenta y dos. Nehemiah 7:10 Los hijos de Area, seiscientos y cincuenta y dos. Nehemiah 7:11 Los hijos de Pahat-moab, de los hijos de Jesuá, y de Joab, dos mil y ochocientos y diez y ocho. Nehemiah 7:12 Los hijos de Elam, mil y doscientos y cincuenta y cuatro. Nehemiah 7:13 Los hijos de Zattu, ochocientos y cuarenta y cinco. Nehemiah 7:14 Los hijos de Zecai, setecientos y sesenta. Nehemiah 7:15 Los hijos de Binui, seiscientos y cuarenta y ocho. Nehemiah 7:16 Los hijos de Bebai, seiscientos y veinte y ocho. Nehemiah 7:17 Los hijos de Azgad, dos mil y seiscientos y veinte y dos. Nehemiah 7:18 Los hijos de Adonicam, seiscientos y sesenta y siete. Nehemiah 7:19 Los hijos de Biguai, dos mil y sesenta y siete. Nehemiah 7:20 Los hijos de Addín, seiscientos y cincuenta y cinco. Nehemiah 7:21 Los hijos de Ater, de Ezequías, noventa y ocho. Nehemiah 7:22 Los hijos de Hasum, trescientos y veinte y ocho. Nehemiah 7:23 Los hijos de Besaí, trescientos y veinte y cuatro. Nehemiah 7:24 Los hijos de Harif, ciento y doce. Nehemiah 7:25 Los hijos de Gabaón, noventa y cinco. Nehemiah 7:26 Los varones de Belén y de Netofa, ciento y ochenta y ocho. Nehemiah 7:27 Los varones de Anatot, ciento y veinte y ocho. Nehemiah 7:28 Los varones de Bet-azmavet, cuarenta y dos. Nehemiah 7:29 Los varones de Cariat-jarim, Quefira y Beerot, setecientos y cuarenta y tres. Nehemiah 7:30 Los varones de Rama y de Gabaa, seiscientos y veinte y uno. Nehemiah 7:31 Los varones de Macmas, ciento y veinte y dos. Nehemiah 7:32 Los varones de Bet-el y de Ai, ciento y veinte y tres. Nehemiah 7:33 Los varones de la otra Nebo, cincuenta y dos. Nehemiah 7:34 Los hijos de la otra Elam, mil y doscientos y cincuenta y cuatro. Nehemiah 7:35 Los hijos de Harim, trescientos y veinte. Nehemiah 7:36 Los hijos de Jericó, trescientos y cuarenta y cinco. Nehemiah 7:37 Los hijos de Lod, Hadid, y de Ono, siete cientos y veinte y uno. Nehemiah 7:38 Los hijos de Senaa, tres mil y novecientos y treinta. Nehemiah 7:39 Sacerdotes: Los hijos de Jedaias de la casa de Jesuá, novecientos y setenta y tres. Nehemiah 7:40 Los hijos de Immer, mil y cincuenta y dos. Nehemiah 7:41 Los hijos de Fasur, mil y doscientos y cuarenta y siete. Nehemiah 7:42 Los hijos de Harim, mil y diez y siete. Nehemiah 7:43 Levitas: Los hijos de Jesuá, de Cadmiel, de los hijos de Odvia, setenta y cuatro. Nehemiah 7:44 Cantores: Los hijos de Asaf, ciento y cuarenta y ocho. Nehemiah 7:45 Porteros: Los hijos de Sellum, los hijos de Ater, los hijos de Talmón, los hijos de Accub, los hijos de Hatita, los hijos de Sobai, ciento y treinta y ocho. Nehemiah 7:46 Natineos: Los hijos de Siha, los hijos de Hasufa, los hijos de Tabaot, Nehemiah 7:47 Los hijos de Ceros, los hijos de Sea, los hijos de Padón, Nehemiah 7:48 Los hijos de Lebana, los hijos de Hagaba, los hijos de Salmai, Nehemiah 7:49 Los hijos de Hanán, los hijos de Giddel, los hijos de Gahar, Nehemiah 7:50 Los hijos de Reaia, los hijos de Resín, los hijos de Necoda, Nehemiah 7:51 Los hijos de Gazzam, los hijos de Uzza, los hijos de Fasea, Nehemiah 7:52 Los hijos de Besai, los hijos de Meunim, los hijos de Nefisesim, Nehemiah 7:53 Los hijos de Bacbuc, los hijos de Hacufa, los hijos de Harur, Nehemiah 7:54 Los hijos de Baslit, los hijos de Mehida, los hijos de Harsa, Nehemiah 7:55 Los hijos de Barcos, los hijos de Sísera, los hijos de Tama, Nehemiah 7:56 Los hijos de Nesia, los hijos de Hatifa. Nehemiah 7:57 Los hijos de los siervos de Salomón: los hijos de Sotai, los hijos de Soforet, los hijos de Perida, Nehemiah 7:58 Los hijos de Jaala, los hijos de Darcón, los hijos de Giddel, Nehemiah 7:59 Los hijos de Safatías, los hijos de Hatil, los hijos de Poqueret de Hasbaim, los hijos de Amón. Nehemiah 7:60 Todos los Natineos, e hijos de los siervos de Salomón, trescientos y noventa y dos. Nehemiah 7:61 Y estos son los que subieron de Tel-mela, Tel-harsa, Querub, Addón, e Immer, los cuales no pudieron mostrar la casa de sus padres, y su linaje, si eran de Israel: Nehemiah 7:62 Los hijos de Delaia, los hijos de Tobías, los hijos de Necoda, seiscientos y cuarenta y dos. Nehemiah 7:63 Y de los sacerdotes: los hijos de Hobaias, los hijos de Haccos, los hijos de Berzellai, que tomó mujer de las hijas de Berzellai Galaadita, y se llamó del nombre de ellas. Nehemiah 7:64 Estos buscaron su escritura de genealogías, y no fueron hallados, y fueron echados del sacerdocio. Nehemiah 7:65 Y díjoles el Tirsata, que no comiesen de la santidad de las santidades, hasta que hubiese sacerdote con Urim y Tumim. Nehemiah 7:66 Toda la congregación como un varón, fueron cuarenta y dos mil y trescientos y sesenta, Nehemiah 7:67 Sin sus siervos y siervas, los cuales eran siete mil y trescientos y treinta y siete: y entre ellos había cantores y cantoras, doscientos y cuarenta y cinco. Nehemiah 7:68 Sus caballos, siete cientos y treinta y seis: sus mulos, doscientos y cuarenta y cinco: Nehemiah 7:69 Camellos, cuatrocientos y treinta y cinco: asnos, seis mil y siete cientos y veinte. Nehemiah 7:70 Y algunos de los príncipes de las familias dieron para la obra: el Tirsata dio para el tesoro mil dracmas de oro; tazones cincuenta; vestimentos sacerdotales quinientos y treinta. Nehemiah 7:71 Y de los príncipes de las familias dieron para el tesoro de la obra veinte mil dracmas de oro, y dos mil y doscientas libras de plata. Nehemiah 7:72 Y lo que dio el resto del pueblo fue veinte mil dracmas de oro, y dos mil libras de plata, y vestiduras sacerdotales sesenta y siete. Nehemiah 7:73 Y habitaron los sacerdotes y los Levitas, y los porteros, y los cantores, y los del pueblo, y los Natineos, y todo Israel, en sus ciudades: y venido el mes séptimo, los hijos de Israel estaban en sus ciudades. Nehemiah 8:0 Nehemiah 8:1 Y juntóse todo el pueblo, como un varón, en la plaza que está delante de la puerta de las aguas, y dijeron a Ésdras el escriba, que trajese el libro de la ley de Moisés, la cual mandó Jehová a Israel. Nehemiah 8:2 Y Ésdras el sacerdote trajo la ley delante de la congregación así de varones como de mujeres, y de todo entendido para oír, el primer día del mes séptimo. Nehemiah 8:3 Y leyó en él delante de la plaza, que está delante de la puerta de las aguas, desde el alba hasta el mediodía, delante de varones, y mujeres, y entendidos; y los oídos de todo el pueblo eran al libro de la ley. Nehemiah 8:4 Y Ésdras el escriba estaba sobre un púlpito de madera que habían hecho para ello: y estaban junto a él Matatías, y Semeías, y Anías, y Urías, y Helcías, y Maasías, a su mano derecha: y a su mano izquierda Padaias, Misael, y Melquías, y Hasum, y Hasbadana, Zacarías, y Mosollam. Nehemiah 8:5 Y abrió Ésdras el libro a ojos de todo el pueblo; (porque estaba sobre todo el pueblo;) y como él le abrió, todo el pueblo estuvo atento. Nehemiah 8:6 Y bendijo Ésdras a Jehová Dios grande, y todo el pueblo respondió: Amén, Amén, alzando sus manos: y humilláronse, y adoraron a Jehová inclinados a tierra. Nehemiah 8:7 Y Jesuá, y Bani, y Sarabías, Jamín, Accub, Sebtai, Odías, Maasías, Celita, Azarías, Jozabed, Hanán, Palaías, Levitas, hacían entender al pueblo la ley: y el pueblo estaba en su lugar. Nehemiah 8:8 Y leyeron en el libro de la ley de Dios claramente, y pusieron entendimiento, y entendieron la escritura. Nehemiah 8:9 Y dijo Nehemías el Tirsata, y Ésdras sacerdote escriba, y los Levitas que hacían atento al pueblo, a todo el pueblo: día santo es a Jehová nuestro Dios, no os entristezcáis ni lloréis: porque todo el pueblo lloraba oyendo las palabras de la ley. Nehemiah 8:10 Y díjoles: Id, coméd grosuras, y bebéd dulzaras, y enviád partes a los que no tienen aparejado, porque santo día es a nuestro Señor: y no os entristezcáis; porque el gozo de Jehová es vuestra fortaleza. Nehemiah 8:11 Y los Levitas hacían callar a todo el pueblo, diciendo: Callád, que es día santo, y no os entristezcáis. Nehemiah 8:12 Y todo el pueblo se fue a comer y a beber, y a enviar partes, y a alegrarse de grande alegría: porque había entendido las palabras que les habían enseñado. Nehemiah 8:13 ¶ Y el día siguiente juntáronse los príncipes de las familias de todo el pueblo, sacerdotes y Levitas, a Ésdras escriba, para entender las palabras de la ley. Nehemiah 8:14 Y hallaron escrito en la ley, que Jehová había mandado por mano de Moisés, que habitasen los hijos de Israel en cabañas en la solemnidad del mes séptimo. Nehemiah 8:15 Y que hiciesen oír, y que hiciesen pasar pregón por todas sus ciudades, y por Jerusalem, diciendo: Salíd al monte, y traed ramos de oliva, y ramos de árbol de pino, y ramos de arrayan, y ramos de palmas, y ramos de todo árbol espeso, para hacer cabañas, como está escrito. Nehemiah 8:16 Y salió el pueblo, y trajeron, e hiciéronse cabañas, cada uno sobre su techumbre, y en sus patios, y en los patios de la casa de Dios, y en la plaza de la puerta de las aguas, y en la plaza de la puerta de Efraím. Nehemiah 8:17 Y toda la congregación que volvió de la cautividad hicieron cabañas, y habitaron en cabañas: porque desde los días de Josué, hijo de Nun, hasta aquel día no habían hecho así los hijos de Israel: y hubo alegría muy grande. Nehemiah 8:18 Y leyó en el libro de la ley de Dios cada día, desde el primer día hasta el postrero: e hicieron la solemnidad por siete días, y al octavo día congregación, según el rito. Nehemiah 9:0 Nehemiah 9:1 Y a los veinte y cuatro días de este mes, los hijos de Israel se juntaron en ayuno, y en cilicios, y tierra sobre sí. Nehemiah 9:2 Y habíase ya apartado la simiente de Israel de todos los extranjeros: y estando en pie confesaron sus pecados, y las iniquidades de sus padres. Nehemiah 9:3 Y levantáronse sobre su lugar, y leyeron en el libro de la ley de Jehová su Dios la cuarta parte del día, y la cuarta parte confesaron, y adoraron a Jehová su Dios. Nehemiah 9:4 ¶ Y levantáronse sobre la grada de los Levitas, Jesuá, y Bani, Cadmiel, Sabanías, Bunni, Serebías, Bani, y Canani, y clamaron a gran voz a Jehová su Dios. Nehemiah 9:5 Y dijeron los Levitas, Jesuá, y Cadmiel, Bani, Hasebnías, Serebías, Odaías, Sebnías, Petahías: Levantáos, bendecíd a Jehová vuestro Dios desde el siglo hasta el siglo: y bendigan el nombre de tu gloria, y alto sobre toda bendición y alabanza. Nehemiah 9:6 Tú, oh Jehová, eres solo, tú hiciste los cielos y los cielos de los cielos, y todo su ejército: la tierra, y todo lo que está en ella: las mares, y todo lo que está en ellas: y vivificas todas estas cosas: y los ejércitos de los cielos te adoran. Nehemiah 9:7 Tú eres, oh Jehová, el Dios que escogiste a Abraham, y le sacaste de Ur de los Caldeos, y pusiste su nombre Abraham. Nehemiah 9:8 Y hallaste fiel su corazón delante de ti, e hiciste con él alianza para darle la tierra del Cananeo, del Jetteo, y del Amorreo, y del Ferezeo, y del Jebuseo, y del Gergeseo, para darla a su simiente: y cumpliste tu palabra, porque eres justo: Nehemiah 9:9 Y miraste la aflicción de nuestros padres en Egipto, y oíste el clamor de ellos en el mar Bermejo. Nehemiah 9:10 Y diste señales y maravillas en Faraón, y en todos sus siervos, y en todo el pueblo de su tierra: porque sabías que habían hecho soberbiamente contra ellos, y te hiciste nombre grande, como parece este día. Nehemiah 9:11 Y partiste la mar delante de ellos; y pasaron por medio de ella en seco: y a sus perseguidores echaste en los profundos, como una piedra en grandes aguas. Nehemiah 9:12 Y con columna de nube los guiaste de día, y con columna de fuego de noche, para alumbrarles el camino por donde habían de ir. Nehemiah 9:13 Y sobre el monte de Sinaí descendiste, y hablaste con ellos desde el cielo, y les diste juicios rectos, y leyes verdaderas, y estatutos y mandamientos buenos. Nehemiah 9:14 Y les notificaste el sábado de tu santidad; y les mandaste por mano de Moisés tu siervo mandamientos, y estatutos, y ley. Nehemiah 9:15 Y les diste pan del cielo en su hambre, y en su sed les sacaste aguas de la piedra: y les dijiste que entrasen a poseer la tierra, por la cual alzaste tu mano que se la habías de dar. Nehemiah 9:16 Mas ellos y nuestros padres hicieron soberbiamente, y endurecieron su cerviz, y no oyeron tus mandamientos, Nehemiah 9:17 Y no quisieron oír, ni se acordaron de tus maravillas que habías hecho con ellos; mas endurecieron su cerviz, y pusieron cabeza para volverse a su servidumbre por su rebelión. Tú empero, Dios de perdones, clemente y piadoso, luengo de iras y de mucha misericordia, que no los dejaste. Nehemiah 9:18 Cuanto mas que hicieron para si becerro de fundición, y dijeron: Este es tu Dios que te hizo subir de Egipto: e hicieron abominaciones grandes. Nehemiah 9:19 Empero tú, por tus muchas misericordias, no los dejaste en el desierto: la columna de nube no se apartó de ellos de día, para guiarlos por el camino, y la columna de fuego de noche, para alumbrarles el camino, por el cual habían de ir. Nehemiah 9:20 Y diste tu Espíritu bueno para enseñarles: y no detuviste tu man de su boca: y agua les diste en su sed. Nehemiah 9:21 Y los sustentaste cuarenta años en el desierto: de ninguna cosa tuvieron necesidad; sus vestidos no se envejecieron, ni sus pies se hincharon. Nehemiah 9:22 Y dísteles reinos y pueblos, y repartísteles la tierra por suertes: y poseyeron la tierra de Sejón, y la tierra del rey de Jesebón, y la tierra de Og rey de Basán. Nehemiah 9:23 Y multiplicaste sus hijos como las estrellas del cielo, y los metiste en la tierra, de la cual habías dicho a sus padres, que habían de entrar en ella para heredarla: Nehemiah 9:24 Porque los hijos vinieron y heredaron la tierra: y humillaste delante de ellos a los moradores de la tierra, los Cananeos, los cuales entregaste en su mano, y a sus reyes, y a los pueblos de la tierra, para que hiciesen de ellos a su voluntad. Nehemiah 9:25 Y tomaron ciudades fortalecidas, y tierra gruesa: y heredaron casas llenas de todo bien, cisternas hechas, viñas, y olivares, y muchos árboles de comer: y comieron, y se hartaron, y se engrosaron, y se deleitaron en tu grande bondad. Nehemiah 9:26 Y te enojaron, y se rebelaron contra ti, y echaron tu ley tras sus espaldas, y mataron tus profetas que protestaban contra ellos para convertirlos a ti, e hicieron abominaciones grandes. Nehemiah 9:27 Y los entregaste en mano de sus enemigos, los cuales los afligieron: y en el tiempo de su tribulación clamaron a ti, y tú desde los cielos los oíste; y según tus muchas miseraciones, les dabas salvadores que los salvasen de mano de sus enemigos. Nehemiah 9:28 Mas en teniendo reposo, se volvían a hacer lo malo delante de ti: por lo cual los dejaste en mano de sus enemigos que se enseñorearon de ellos: mas convertidos clamaban otra vez a ti, y tú desde los cielos los oías, y según tus miseraciones los libraste muchos tiempos. Nehemiah 9:29 Y les protestaste que se volviesen a tu ley: mas ellos hicieron soberbiamente, y no oyeron tus mandamientos: y en tus juicios pecaron en ellos, los cuales si el hombre hiciere vivirá por ellos: y dieron hombro rehuidor, y endurecieron su cerviz, y no oyeron. Nehemiah 9:30 Y alargaste sobre ellos muchos años, y les protestaste con tu Espíritu por mano de tus profetas; mas no escucharon: por lo cual los entregaste en mano de los pueblos de las tierras. Nehemiah 9:31 Mas por tus muchas misericordias no los consumiste, ni los dejaste; porque eres Dios clemente y misericordioso. Nehemiah 9:32 ¶ Ahora pues, Dios nuestro, Dios grande, fuerte, terrible, que guardas el concierto y la misericordia, no sea disminuido delante de ti todo el trabajo que nos ha alcanzado, a nuestros reyes, a nuestros príncipes, a nuestros sacerdotes, y a nuestros profetas, y a nuestros padres, y a todo tu pueblo, desde los días de los reyes de Asiria hasta este día. Nehemiah 9:33 Tú empero eres justo en todo lo que ha venido sobre nosotros, porque verdad has hecho, y nosotros hemos hecho lo malo: Nehemiah 9:34 Y nuestros reyes, nuestros príncipes, nuestros sacerdotes, y nuestros padres no hicieron tu ley, ni escucharon a tus mandamientos, y a tus testimonios con que les protestabas. Nehemiah 9:35 Y ellos en su reino, y en tu mucho bien que les diste, y en la tierra ancha y gruesa que diste delante de ellos, no te sirvieron, ni se convirtieron de sus malas obras. Nehemiah 9:36 He aquí que hoy somos siervos: y en la tierra que diste a nuestros padres para que comiesen su fruto y su bien, he aquí somos siervos. Nehemiah 9:37 Y se multiplica su fruto para los reyes que has puesto sobre nosotros por nuestros pecados, que se enseñorean sobre nuestros cuerpos, y sobre nuestras bestias, conforme a su voluntad: y estamos en grande angustia. Nehemiah 9:38 Y con todo eso nosotros hacemos fiel alianza, y la escribimos signada de nuestros príncipes, de nuestros Levitas, y de nuestros sacerdotes. Nehemiah 10:0 Nehemiah 10:1 Y entre los signados fueron Nehemías el Tirsata, hijo de Haquela, y Sedecías, Nehemiah 10:2 Saraías, Azarías, Jeremías, Nehemiah 10:3 Fasur, Amarías, Melquías, Nehemiah 10:4 Hattus, Sebenías, Malluc, Nehemiah 10:5 Harim, Meremot, Abdías, Nehemiah 10:6 Daniel, Ginetón, Baruc, Nehemiah 10:7 Mesullam, Abías, Mijamín, Nehemiah 10:8 Maazías, Bilgai, Semeías: estos sacerdotes. Nehemiah 10:9 Y Levitas: Jesuá, hijo de Azanias, Binnui de los hijos de Henadad, Cadmiel; Nehemiah 10:10 Y sus hermanos, Sebanías, Odaia, Celita, Pelaías, Hanán, Nehemiah 10:11 Mica, Rehob, Hasabias, Nehemiah 10:12 Zacur, Serebías, Sebanías, Nehemiah 10:13 Odaia, Bani, Beninu. Nehemiah 10:14 Cabeceras del pueblo: Faros, Pahat-moab, Elam, Zattu, Bani, Nehemiah 10:15 Bunni, Azgad, Bebai, Nehemiah 10:16 Adonías, Biguai, Adín, Nehemiah 10:17 Ater, Hizcijas, Azur, Nehemiah 10:18 Odaia, Hasum, Besai, Nehemiah 10:19 Harif, Anatot, Nebai, Nehemiah 10:20 Magpias, Mesullam, Hezir, Nehemiah 10:21 Mesezabel, Sadoc, Jadúa, Nehemiah 10:22 Pelatías, Hanán, Anaías, Nehemiah 10:23 Hoseas, Jananías, Hasub, Nehemiah 10:24 Halohes, Pilha, Sobec, Nehemiah 10:25 Rehum, Hasabna, Maasías, Nehemiah 10:26 Y Ahijas, Hanán, Anán, Nehemiah 10:27 Malluc, Harim, Baana. Nehemiah 10:28 Y el resto del pueblo, sacerdotes, Levitas, y porteros, y cantores, Natineos, y todos los apartados de los pueblos de las tierras a la ley de Dios, sus mujeres, sus hijos, y sus hijas, y todo sabio y entendido; Nehemiah 10:29 ¶ Fortificados con sus hermanos, sus nobles, vinieron en la jura y en el juramento, que andarían en la ley de Dios que fue dada por mano de Moisés siervo de Dios, y que guardarían, y harían todos los mandamientos de Jehová nuestro Señor, y sus juicios, y sus estatutos; Nehemiah 10:30 Y que no daríamos nuestras hijas a los pueblos de la tierra, ni tomaríamos sus hijas para nuestros hijos: Nehemiah 10:31 Y que los pueblos de la tierra que trajesen a vender mercaderías, y cualquier grano en día de sábado, no lo tomaríamos de ellos en sábado, ni en día santo; y que dejaríamos el año séptimo, y deuda de toda mano. Nehemiah 10:32 Y pusimos sobre nosotros mandamientos, para imponer sobre nosotros la tercera parte de un siclo aquel año, para la obra de la casa de nuestro Dios; Nehemiah 10:33 Para el pan de la proposición, y para el presente continuo, y para el holocausto continuo, y de los sábados, y de las nuevas lunas, y de las festividades, y para las santificaciones, y para las expiaciones para expiar a Israel, y para toda la obra de la casa de nuestro Dios. Nehemiah 10:34 Y echamos las suertes acerca de la ofrenda de la leña, los sacerdotes, los Levitas, y el pueblo, para traerla a la casa de nuestro Dios, a la casa de nuestros padres, en los tiempos determinados cada un año, para quemar sobre el altar de Jehová nuestro Dios, como está escrito en la ley. Nehemiah 10:35 Y que traeríamos las primicias de nuestra tierra, y las primicias de todo fruto de todo árbol cada año a la casa de Jehová. Nehemiah 10:36 Asimismo los primogénitos de nuestros hijos, y de nuestras bestias, como está escrito en la ley, y los primogénitos de nuestras vacas, y de nuestras ovejas, traeríamos a la casa de nuestro Dios, a los sacerdotes que ministran en la casa de nuestro Dios. Nehemiah 10:37 Y las primicias de nuestras masas, y de nuestras ofrendas, y del fruto de todo árbol, del vino, y del aceite, traeríamos a los sacerdotes a las cámaras de la casa de nuestro Dios; y el diezmo de nuestra tierra a los Levitas: y que los Levitas recibirían las décimas de nuestros trabajos en todas las ciudades. Nehemiah 10:38 Y que estaría el sacerdote, hijo de Aarón, con los Levitas, cuando los Levitas recibirían el diezmo: y que los Levitas ofrecerían el diezmo del diezmo en la casa de nuestro Dios, en las cámaras, en la casa del tesoro. Nehemiah 10:39 Porque a las cámaras llevarán los hijos de Israel y los hijos de Leví la ofrenda del grano, del vino, y del aceite: y allí estarán los vasos del santuario, y los sacerdotes que ministran, y los porteros, y los cantores: y que no dejaríamos la casa de nuestro Dios. Nehemiah 11:0 Nehemiah 11:1 Y habitaron los príncipes del pueblo en Jerusalem, y el resto del pueblo echaron suertes para traer uno de diez que morase en Jerusalem ciudad santa, y las nueve partes en las ciudades. Nehemiah 11:2 Y bendijo el pueblo a todos los varones que voluntariamente se ofrecieron a morar en Jerusalem. Nehemiah 11:3 Y estos son las cabezas de la provincia que moraron en Jerusalem: y en las ciudades de Judá habitaron cada uno en su posesión en sus ciudades, de Israel, de los sacerdotes, y Levitas, y Natineos, y de los hijos de los siervos de Salomón. Nehemiah 11:4 Y en Jerusalem habitaron, de los hijos de Judá, y de los hijos de Ben-jamín. De los hijos de Judá: Ataias, hijo de Uzías, hijo de Zacarías, hijo de Amarías, hijo de Sefatías, hijo de Mahalaleel, de los hijos de Fares; Nehemiah 11:5 Y Maasías, hijo de Baruc, hijo de Col-hoza, hijo de Hazaias, hijo de Adaias, hijo de Joiarib, hijo de Zacarías, hijo de Hasiloni. Nehemiah 11:6 Todos los hijos de Fares que moraron en Jerusalem fueron cuatrocientos y sesenta y ocho varones fuertes. Nehemiah 11:7 Y estos son los hijos de Ben-jamín: Salú, hijo de Mesullam, hijo de Joed, hijo de Pedaías, hijo de Colaías, hijo de Maasías, hijo de Itiel, hijo de Jesaías. Nehemiah 11:8 Y tras él, Gabbai, Sallai, novecientos y veinte y ocho. Nehemiah 11:9 Y Joel, hijo de Zicri, prepósito sobre ellos, y Jehúdas, hijo de Senuas, sobre la ciudad segundo. Nehemiah 11:10 De los sacerdotes: Jedaias, hijo de Joiarib, Jaquín, Nehemiah 11:11 Seraias, hijo de Hilcías, hijo de Mesullam, hijo de Sadoc, hijo de Meraiot, hijo de Ahitub, príncipe de la casa de Dios. Nehemiah 11:12 Y sus hermanos los que hacían la obra de la casa, ochocientos y veinte y dos: y Adaias hijo de Jeroham, hijo de Pelalias, hijo de Amsí, hijo de Zacarías, hijo de Fasur, hijo de Melquías. Nehemiah 11:13 Y sus hermanos príncipes de familias, doscientos y cuarenta y dos: y Amasai, hijo de Azarel, hijo de Ahazai, hijo de Mesillemot, hijo de Jemmer. Nehemiah 11:14 Y sus hermanos valientes de fuerza ciento y veinte y ocho: capitán de los cuales era Zabdiel, hijo de Hagedolim. Nehemiah 11:15 Y de los Levitas: Semaías, hijo de Hasub, hijo de Azricán, hijo de Hasabias, hijo de Buni. Nehemiah 11:16 Y Sabetai y Jozabad sobre la obra de fuera de la casa de Dios, de los principales de los Levitas. Nehemiah 11:17 Y Matanías, hijo de Mica, hijo de Zabdi, hijo de Asaf, príncipe, el primero que comienza las alabanzas y acciones de gracias en la oración; Bacbucías el segundo de sus hermanos, y Abda, hijo de Samúa, hijo de Galal, hijo de Iditún. Nehemiah 11:18 Todos los Levitas en la santa ciudad fueron doscientos y ochenta y cuatro. Nehemiah 11:19 Y los porteros: Accub, Talmón, y sus hermanos, guardias en las puertas, ciento y setenta y dos. Nehemiah 11:20 Y el resto de Israel, de los sacerdotes, de los Levitas en todas las ciudades de Judá, cada uno en su herencia. Nehemiah 11:21 Y los Natineos habitaban en la fortaleza: y Siha y Gispa eran sobre los Natineos. Nehemiah 11:22 Y el prepósito de los Levitas en Jerusalem era Uzzi, hijo de Bani, hijo de Hasabias, hijo de Matanías, hijo de Micas, de los hijos de Asaf, cantores sobre la obra de la casa de Dios. Nehemiah 11:23 Porque había mandamiento del rey acerca de ellos, y determinación acerca de los cantores, para cada día. Nehemiah 11:24 Y Petahías, hijo de Mesezabel, de los hijos de Zera, hijo de Judá, era a la mano del rey en todo negocio del pueblo. Nehemiah 11:25 Y en las aldeas, en sus tierras, de los hijos de Judá habitaron en Cariat-arbe, y en sus aldeas, y en Dibón, y en sus aldeas, y en Jecabseel, y en sus aldeas, Nehemiah 11:26 Y en Jesuá, y Molada, y en Bet-pelet, Nehemiah 11:27 Y en Hasar-sual, y en Beer-seba, y en sus aldeas, Nehemiah 11:28 Y en Siceleg, y en Meconac, y en sus aldeas, Nehemiah 11:29 Y en En-rimmón, y en Sora, y en Jermut, Nehemiah 11:30 Zanoa, Adullam, y en sus aldeas, Laquis, y en sus tierras, Azeca y sus aldeas; y habitaron desde Beer-seba hasta Gehinnom. Nehemiah 11:31 Y los hijos de Ben-jamín, desde Giba, Macmas, y Aia, y Bet-el, y sus aldeas, Nehemiah 11:32 Anatot, Nob, Ananía, Nehemiah 11:33 Hasor, Rama, Gittaim, Nehemiah 11:34 Hadid, Seboim, Neballat, Nehemiah 11:35 Lod, y Ono, en el valle de los artífices. Nehemiah 11:36 Y algunos de los Levitas en los repartimientos de Judá y de Ben-jamín. Nehemiah 12:0 Nehemiah 12:1 Y estos son los sacerdotes y los Levitas que subieron con Zorobabel, hijo de Salatiel, y con Jesuá: Saraías, Jeremías, Ésdras, Nehemiah 12:2 Amarías, Malluc, Hattus, Nehemiah 12:3 Sequanías, Rehum, Meremot, Nehemiah 12:4 Iddo, Gineto, Abías, Nehemiah 12:5 Mijamín, Maadias, Bilga, Nehemiah 12:6 Samaías, y Joiarib, Jedaias, Nehemiah 12:7 Sellum, Amoc, Hilcías, Jedaias. Estos eran príncipes de los sacerdotes y sus hermanos en los días de Jesuá. Nehemiah 12:8 Y los Levitas fueron Jesuá, Binnui, Cadmiel, Serebías, Judá, Matanías, sobre los himnos, y sus hermanos. Nehemiah 12:9 Y Bacbucías, y Unni, sus hermanos, delante de ellos en las guardas. Nehemiah 12:10 Y Jesuá engendró a Joiacim, y Joiacim engendró a Eliasib, y Eliasib engendró a Joiada, Nehemiah 12:11 Y Joiada engendró a Jonatán, y Jonatán engendró a Jaddua. Nehemiah 12:12 Y en los días de Joiacim fueron los sacerdotes cabezas de familias: a Seraias, Meraias; a Jeremías, Jananias; Nehemiah 12:13 A Ésdras, Mesullam; a Amarías, Johanán; Nehemiah 12:14 A Melicú, Jonatán; a Sequanías, José; Nehemiah 12:15 A Harim, Adna; a Meraiot, Helcai; Nehemiah 12:16 A Iddo, Zacarías; a Ginnetón, Mesullam; Nehemiah 12:17 A Abiias, Ziqui; a Minjamín, Moadias, Piltai; Nehemiah 12:18 A Bilga, Sammua; a Semaías, Jonatán; Nehemiah 12:19 A Joiarib, Matenai; a Jedaias, Uzzi; Nehemiah 12:20 A Sellai, Callai; a Amoc, Eber; Nehemiah 12:21 A Hilcías, Hasabías; a Jedaias, Natanael. Nehemiah 12:22 Los Levitas en los días de Eliasib, de Joiada, y de Johanán, y de Jaddua fueron escritos cabezas de familias: y los sacerdotes, hasta el reinado de Darío el Persa. Nehemiah 12:23 Los hijos de Leví, que fueron escritos cabezas de familias en el libro de las crónicas hasta los días de Johanán, hijo de Eliasib: Nehemiah 12:24 Las cabezas de los Levitas fueron Hasabías, Serebías, y Jesuá, hijo de Cadmiel, y sus hermanos, delante de ellos, para alabar y para glorificar, conforme al estatuto de David varón de Dios, guarda contra guarda. Nehemiah 12:25 Matanías, y Bacbucías, Abdías, Mosollam, Talmón, Accub, guardas, porteros en la guarda en las entradas de las puertas. Nehemiah 12:26 Estos fueron en los días de Joiacim, hijo de Jesuá, hijo de Josedec, y en los días de Nehemías capitán, y de Ésdras sacerdote, escriba. Nehemiah 12:27 ¶ Y en la dedicación del muro de Jerusalem buscaron a los Levitas de todos sus lugares, para traerlos a Jerusalem, para hacer la dedicación y la alegría con alabanzas y con cantar, con címbalos, salterios, y cítaras. Nehemiah 12:28 Y fueron congregados los hijos de los cantores, así de la campiña al rededor de Jerusalem, como de las aldeas de Netofati, Nehemiah 12:29 Y de la casa de Gálgala, y de los campos de Geba, y de Azmavet: porque los cantores se habían edificado aldeas al derredor de Jerusalem. Nehemiah 12:30 Y fueron purificados los sacerdotes y los Levitas, y purificaron al pueblo, y las puertas, y el muro. Nehemiah 12:31 E hice subir a los príncipes de Judá sobre el muro, y puse dos coros grandes, y procesiones, la una iba a la mano derecha sobre el muro hacia la puerta del muladar. Nehemiah 12:32 E iba tras de ellos Osaías, y la mitad de los príncipes de Judá, Nehemiah 12:33 Y Azarías, Ésdras, y Mesullam, Nehemiah 12:34 Judá, y Ben-jamín, y Semaías, y Jeremías. Nehemiah 12:35 Y de los hijos de los sacerdotes con trompetas; Zacarías, hijo de Jonatán, hijo de Semaías, hijo de Matanías, hijo de Micaias, hijo de Zacur, hijo de Asaf, Nehemiah 12:36 Y sus hermanos Semaías, y Azarael, Milalai, Gilelai, Maai, Natanael, y Judá, Janani, con los instrumentos músicos de David varón de Dios; y Ésdras escriba delante de ellos. Nehemiah 12:37 Y a la puerta de la fuente, y delante de ellos, subieron por las gradas de la ciudad de David, por la subida del muro, desde la casa de David hasta la puerta de las aguas al oriente. Nehemiah 12:38 Y el segundo coro iba al contrario, y yo en pos de él, y la mitad del pueblo, sobre el muro, desde la torre de los hornos hasta el muro ancho; Nehemiah 12:39 Y desde la puerta de Efraím hasta la puerta vieja, y a la puerta de los peces, y la torre de Hananeel, y la torre de Emat hasta la puerta de las ovejas: y pararon en la puerta de la cárcel. Nehemiah 12:40 Y pararon los dos coros en la casa de Dios: y yo, y la mitad de los magistrados conmigo: Nehemiah 12:41 Y los sacerdotes Eliacim, Maasías, Minjamín, Micaias, Elioenai, Zacarías, Jananías, con trompetas; Nehemiah 12:42 Y Maasías, y Semeías, y Eleazar, y Uzzi, y Johanán, y Malquías, y Elam, y Ezer: e hicieron oír su voz los cantores, y Jezraia el prepósito. Nehemiah 12:43 Y sacrificaron aquel día grandes víctimas, e hicieron alegrías; porque Dios los había alegrado de grande alegría: y aun también las mujeres y los muchachos se alegraron, y la alegría de Jerusalem fue oída lejos. Nehemiah 12:44 ¶ Y fueron puestos en aquel día varones sobre las cámaras de los tesoros, de las ofrendas, de las primicias, y de las décimas, para juntar en ellas de los campos de las ciudades las porciones legales para los sacerdotes, y para los Levitas: porque la alegría de Judá era sobre los sacerdotes y Levitas que asistían. Nehemiah 12:45 Y guardaban la observancia de su Dios, y la observancia de la expiación, y los cantores, y los porteros, conforme al estatuto de David, y de Salomón su hijo. Nehemiah 12:46 Porque desde el tiempo de David y de Asaf, y de antes, había príncipes de cantores, y cántico, y alabanza, y acción de gracias a Dios. Nehemiah 12:47 Y todo Israel en los días de Zorobabel, y en días de Nehemías daba raciones a los cantores, y a los porteros, cada cosa en su día: y santificaban a los Levitas, y los Levitas santificaban a los hijos de Aarón. Nehemiah 13:0 Nehemiah 13:1 Aquel día se leyó en el libro de Moisés, oyéndolo el pueblo: y fue hallado escrito en él, que los Ammonitas y Moabitas no entren para siempre en la congregación de Dios: Nehemiah 13:2 Por cuanto no salieron a recibir a los hijos de Israel con pan y con agua; antes alquilaron contra él a Balaam para maldecirle: mas nuestro Dios volvió la maldición en bendición. Nehemiah 13:3 Y fue que como oyeron la ley, apartaron todo la mistura de Israel. Nehemiah 13:4 Y antes de esto Eliasib sacerdote había sido prepósito de la cámara de la casa de nuestro Dios, y era pariente de Tobías. Nehemiah 13:5 Y le había hecho una grande cámara en la cual antes guardaban el presente, el perfume, y los vasos, y el diezmo del grano, y del vino, y del aceite, que era mandado dar a los Levitas, y a los cantores, y a los porteros; y la ofrenda de los sacerdotes. Nehemiah 13:6 Mas a todo esto yo no estaba en Jerusalem: porque el año treinta y dos de Artaxerxes rey de Babilonia vine al rey: y al cabo de días fui enviado del rey. Nehemiah 13:7 Y venido a Jerusalem entendí el mal que había hecho Eliasib para Tobías, haciendo para él cámara en los patios de la casa de Dios. Nehemiah 13:8 Y pesóme en gran manera, y eché todas las alhajas de la casa de Tobías fuera de la cámara. Nehemiah 13:9 Y dije, que limpiasen las cámaras: y volví allí las alhajas de la casa de Dios, en presente, y el perfume. Nehemiah 13:10 ¶ Y entendí que las partes de los Levitas no habían sido dadas: y que cada uno se había huido a su heredad, los Levitas y los cantores que hacían la obra. Nehemiah 13:11 Y reprendí a los magistrados, y dije: ¿Por qué es desamparada la casa de Dios? Y los junté, y los puse en su lugar. Nehemiah 13:12 Y toda Judá trajo el diezmo del grano, del vino, y del aceite a los cilleros. Nehemiah 13:13 Y puse sobre los cilleros a Selemías sacerdote, y a Sadoc escriba, y a Padaias de los Levitas, y junto a su mano, a Hanán, hijo de Zacur, hijo de Matanías, que eran tenidos por fieles: y de ellos era el repartir a sus hermanos. Nehemiah 13:14 Acuérdate de mí, oh Dios, por esto: y no raigas mis misericordias que hice en la casa de mi Dios, y en sus guardas. Nehemiah 13:15 ¶ En aquellos días ví en Judá algunos que pisaban lagares en sábado, y que traían los montones, y que cargaban asnos de vino, y de uvas, y de higos, y de toda carga, y traían a Jerusalem en día de sábado: e hice testigos el día que vendían el mantenimiento. Nehemiah 13:16 También estaban en ella Tirios que traían pescado, y toda mercadería: y vendían en sábado a los hijos de Judá en Jerusalem. Nehemiah 13:17 Y reprendí a los señores de Judá, y díjeles: ¿Qué mala cosa es esta que vosotros hacéis, que profanáis el día del sábado? Nehemiah 13:18 ¿No hicieron así vuestros padres, y trajo nuestro Dios sobre nosotros todo este mal, y sobre esta ciudad? y vosotros añadís ira sobre Israel profanando el sábado. Nehemiah 13:19 Y fue que como la sombra llegó a las puertas de Jerusalem antes del sábado, dije que se cerrasen las puertas, y dije que no las abriesen hasta después del sábado: y puse a las puertas algunos de mis criados, para que no entrase carga en día de sábado. Nehemiah 13:20 Y se quedaron fuera de Jerusalem una y dos veces los negociantes, y los que vendían toda cosa: Nehemiah 13:21 Y les protesté, y les dije: ¿Por qué quedáis vosotros delante del muro? Si lo hacéis otra vez, meteré la mano en vosotros. Desde entonces no vinieron en sábado. Nehemiah 13:22 Y dije a los Levitas, que se purificasen, y viniesen a guardar las puertas, para santificar el día del sábado. También por esto acuérdate de mí, Dios mío, y perdóname según la multitud de tu misericordia. Nehemiah 13:23 ¶ También en aquellos días ví algunos Judíos que habían tomado mujeres de Azoto, Ammonitas, y Moabitas: Nehemiah 13:24 Y sus hijos la mitad hablaban Azoto, y conforme a la lengua de cada pueblo, que no sabían hablar Judaico. Nehemiah 13:25 Y reñí con ellos, y los maldije, y herí de ellos a algunos varones, y les arranqué los cabellos, y juramentélos: Que no daréis vuestras hijas a sus hijos, y que no tomaréis de sus hijas para vuestros hijos, o para vosotros. Nehemiah 13:26 ¿No pecó por esto Salomón rey de Israel? y en muchas gentes no hubo rey como él, que era amado de su Dios: y Dios le había puesto por rey sobre todo Israel: aun a él hicieron pecar las mujeres extranjeras. Nehemiah 13:27 ¿Y obedeceremos a vosotros para cometer todo este mal tan grande, prevaricando contra nuestro Dios, tomando mujeres extranjeras? Nehemiah 13:28 Y uno de los hijos de Joiada, hijo de Eliasib, gran sacerdote, era yerno de Sanaballat Horonita: y le ahuyenté de mí. Nehemiah 13:29 Acuérdate de ellos, Dios mío, contra los que contaminan el sacerdocio, y el pacto del sacerdocio, y de los Levitas. Nehemiah 13:30 Y los limpié de todo extranjero, y puse las observancias a los sacerdotes, y a los Levitas, a cada uno en su obra: Nehemiah 13:31 Y para la ofrenda de la leña en los tiempos señalados, y para las primicias. Acuérdate de mí, Dios mío, para bien.
Esther 0:0
Esther 1:0 Esther 1:1 Y aconteció en los días de Asuero, el Asuero que reinó desde la India hasta la Etiopía, sobre ciento y veinte y siete provincias: Esther 1:2 En aquellos días, como se asentó el rey Asuero sobre el trono de su reino, el cual era en Susán cabecera del reino, Esther 1:3 En el tercero año de su reino hizo banquete a todos sus príncipes y siervos, la fuerza de Persia y de Media, gobernadores, y príncipes de provincias delante de él, Esther 1:4 Para mostrar él las riquezas de la gloria de su reino, y la honra de la hermosura de su grandeza, por muchos días, ciento y ochenta días. Esther 1:5 Y cumplidos estos días, hizo el rey a todo el pueblo que se halló en Susán la cabecera del reino, desde el mayor hasta el menor, hizo banquete siete días, en el patio del huerto del palacio real. Esther 1:6 El pabellón era de blanco, verde, y cárdeno, tendido sobre cuerdas de lino y púrpura, en sortijas de plata, y columnas de mármol: los lechos de oro y de plata, sobre losado de pórfido, y de mármol, y de alabastro, y de cárdeno. Esther 1:7 Y daban a beber en vasos de oro, y vasos diferentes de otros, y mucho vino real, conforme a la facultad del rey. Esther 1:8 Y la bebida por ley: que nadie constriñiese: porque así lo había mandado el rey a todos los mayordomos de su casa: que se hiciese según la voluntad de cada uno. Esther 1:9 ¶ Asimismo la reina Vasti hizo banquete de mujeres en la casa real del rey Asuero. Esther 1:10 El séptimo día estando el corazón del rey bueno del vino, mandó a Meumán, y Bazata, y Harbona, y Bagata, y Abgata, y Zetar, y Carcas, siete eunucos, que servían delante del rey Asuero, Esther 1:11 Que trajesen a la reina Vasti delante del rey con la corona del reino, para mostrar a los pueblos y a los príncipes su hermosura; porque era hermosa de parecer. Esther 1:12 Y la reina Vasti no quiso venir al mandado del rey que le envió por mano de los eunucos: y enojóse el rey muy mucho, y encendióse su ira en él. Esther 1:13 Y preguntó el rey a los sabios que sabían los tiempos: porque así era la costumbre del rey para con todos los que sabían la ley y el derecho: Esther 1:14 Y estaban junto a él Carsena, y Setar, y Admata, y Társis, y Mares, y Marsana, y Memucán, siete príncipes de Persia y de Media, que veían la faz del rey, y se asentaban los primeros del reino: Esther 1:15 Según la ley qué se había de hacer con la reina Vasti, por cuanto no había hecho el mandamiento del rey Asuero enviado por mano de los eunucos. Esther 1:16 Y dijo Memucán delante del rey y de los príncipes: No solamente contra el rey ha pecado la reina Vasti, mas contra todos los príncipes: y contra todos los pueblos, que son en todas las provincias del rey Asuero. Esther 1:17 Porque esta palabra de la reina saldrá a todas las mujeres para hacer tener en poca estima a sus maridos, diciéndoles: El rey Asuero mandó traer delante de sí a la reina Vasti, y ella no vino. Esther 1:18 Y entonces dirán esto las señoras de Persia y de Media, que oyeren el hecho de la reina, a todos los príncipes del rey: y habrá asaz menosprecio y enojo. Esther 1:19 Si parece bien al rey, salga mandamiento real de delante de él, y escríbase entre las leyes de Persia y de Media, y no sea traspasado: Que no venga Vasti delante del rey Asuero: y dé el rey su reino a su compañera que sea mejor que ella. Esther 1:20 Y será oído el hecho que el rey hará en todo su reino, aunque es grande; y todas las mujeres darán honra a sus maridos, desde el mayor hasta el menor. Esther 1:21 Y plugo esta palabra en ojos del rey y de los príncipes: e hizo el rey conforme al dicho de Memucán. Esther 1:22 Y envió cartas a todas las provincias del rey, a cada provincia conforme a su escritura, y a cada pueblo conforme a su lenguaje: Que todo varón fuese señor en su casa: y hable según la lengua de su pueblo. Esther 2:0 Esther 2:1 Pasadas estas cosas, reposada ya la ira del rey Asuero, acordóse de Vasti, y de lo que hizo, y de lo que fue sentenciado sobre ella. Esther 2:2 Y dijeron los criados del rey, sus oficiales: Busquen al rey mozas vírgenes de buen parecer. Esther 2:3 Y ponga el rey personas en todas las provincias de su reino, que junten todas las mozas vírgenes de buen parecer en Susán la cabecera del reino, en la casa de las mujeres, en poder de Egeo eunuco del rey, guarda de las mujeres, dándoles sus atavíos. Esther 2:4 Y la moza que agradare a los ojos del rey, reine en lugar de Vasti. Y la cosa plugo en ojos del rey, e hízolo así. Esther 2:5 Había un varón Judío en Susán la cabecera del reino, cuyo nombre era Mardoqueo, hijo de Jair, hijo de Semeí, hijo de Cis, del linaje de Jemini, Esther 2:6 Que había sido traspasado de Jerusalem con los cautivos que fueron traspasados con Jeconías rey de Judá, que hizo traspasar Nabucodonosor rey de Babilonia. Esther 2:7 Y había criado a Edisa, que es Ester, hija de su tio, porque no tenía padre ni madre, y era moza hermosa de forma y de buen parecer: y como su padre y su madre murieron, Mardoqueo se la había tomado por hija. Esther 2:8 Y fue, que como se divulgó el mandamiento del rey y su ley, y siendo juntadas muchas mozas en Susán la cabecera del reino en poder de Egeo, fue tomada Ester para casa del rey, al cargo de Egeo guarda de las mujeres. Esther 2:9 Y aquella moza agradó en sus ojos, y hubo gracia delante de él, e hizo apresurar sus atavíos, y sus raciones para darle; y siete mozas convenientes de la casa del rey para darle: y pasóla con sus mozas a lo mejor de la casa de las mujeres. Esther 2:10 Ester no declaró su pueblo, ni su nacimiento, porque Mardoqueo le había mandado, que no lo declarase. Esther 2:11 Y cada día Mardoqueo se paseaba delante del patio de la casa de las mujeres, por saber cómo iba a Ester, y qué se hacía de ella. Esther 2:12 Y como venía el tiempo de cada una de las mozas para venir al rey Asuero, al cabo que tenía ya doce meses según la ley de las mujeres, porque así se cumplía el tiempo de sus atavíos, seis meses con óleo de mirra, y seis meses con cosas aromáticas y afeites de mujeres; Esther 2:13 Y con esto la moza venía al rey: todo lo que ella decía, se le daba, para venir con ello de la casa de las mujeres hasta la casa del rey. Esther 2:14 Ella venía a la tarde, y a la mañana se volvía a la casa segunda de las mujeres al cargo de Saasgaz eunuco del rey, guarda de las concubinas: no venía más al rey, salvo si el rey la quería: entonces era llamada por nombre. Esther 2:15 Y como se llegó el tiempo de Ester, hija de Abihail, tio de Mardoqueo, que él se había tomado por hija, para venir al rey, ninguna cosa procuró, sino lo que dijo Egeo eunuco del rey, guarda de las mujeres: y ganaba Ester la gracia de todos los que la veían. Esther 2:16 Y fue Ester llevada al rey Asuero a su casa real en el mes décimo, que es el mes de Tebet, en el año séptimo de su reino. Esther 2:17 Y el rey amó a Ester sobre todas las mujeres, y tuvo gracia y misericordia delante de él más que todas las vírgenes: y puso la corona del reino en su cabeza, e hízola reina en lugar de Vasti. Esther 2:18 E hizo el rey gran banquete a todos sus príncipes y siervos, el banquete de Ester: e hizo relajación a las provincias; e hizo y dio mercedes conforme a la facultad real. Esther 2:19 Y cuando eran juntadas las vírgenes la segunda vez, Mardoqueo estaba asentado a la puerta del rey. Esther 2:20 Y Ester nunca declaró su nación ni su pueblo, como Mardoqueo le mandó: porque Ester hacía lo que decía Mardoqueo, como cuando estaba en crianza con él. Esther 2:21 ¶ En aquellos días, estando Mardoqueo asentado a la puerta del rey, enojáronse Bagatán y Tares, dos eunucos del rey, de la guarda de la puerta, y procuraban poner mano en el rey Asuero. Esther 2:22 Y la cosa fue entendida de Mardoqueo, y él lo denunció a la reina Ester, y Ester lo dijo al rey en nombre de Mardoqueo. Esther 2:23 Y fue inquirida la cosa, y fue hallada; y ambos ellos fueron colgados en la horca: y fue escrito en el libro de las cosas de los tiempos delante del rey. Esther 3:0 Esther 3:1 Y después de estas cosas el rey Asuero engrandeció a Amán, hijo de Amadati Agageo, y ensalzóle, y puso su silla sobre todos los príncipes que estaban con él. Esther 3:2 Y todos los siervos del rey que estaban a la puerta del rey se arrodillaban, e inclinaban a Amán, porque así se lo había mandado el rey: mas Mardoqueo ni se arrodillaba ni se humillaba. Esther 3:3 Y los siervos del rey, que estaban a la puerta, dijeron a Mardoqueo: ¿Por qué traspasas el mandamiento del rey? Esther 3:4 Y aconteció, que hablándole cada día de esta manera, y no escuchándolos él, denunciáronle a Amán, por ver si las palabras de Mardoqueo estarían firmes, porque ya él les había declarado que era Judío. Esther 3:5 Y vio Amán que Mardoqueo ni se arrodillaba, ni se humillaba delante de él, y fue lleno de ira. Esther 3:6 Y tuvo en poco meter la mano en solo Mardoqueo, porque ya le habían declarado el pueblo de Mardoqueo, y procuró Amán destruir a todos los Judíos que había en el reino de Asuero, al pueblo de Mardoqueo. Esther 3:7 En el mes primero, que es el mes de Nisán, en el año doceno del rey Asuero, fue echada Pur, que es suerte, delante de Amán de día en día, y de mes en mes hasta el mes doceno, que es el mes de Adar. Esther 3:8 Y dijo Amán al rey Asuero: Hay un pueblo esparcido y dividido entre los pueblos en todas las provincias de tu reino, y sus leyes son diferentes de todo pueblo, y no hacen las leyes del rey: y al rey no viene provecho de dejarlos. Esther 3:9 Si place al rey, sea escrito que sean destruidos: y yo pesaré diez mil talentos de plata en manos de los que hacen la obra, para que sean traídos a los tesoros del rey. Esther 3:10 Entonces el rey quitó su anillo de su mano, y diólo a Amán, hijo de Amadati Agageo, enemigo de los Judíos, Esther 3:11 Y dijo a Amán: La plata dada sea para ti y el pueblo, para que hagas de él lo que bien te pareciere. Esther 3:12 Entonces fueron llamados los escribanos del rey en el mes primero, a los trece del mismo, y fue escrito conforme a todo lo que mandó Amán, a los príncipes del rey, y a los capitanes, que estaban sobre cada provincia, y a los príncipes de cada pueblo, a cada provincia según su escritura, y a cada pueblo según su lengua: en nombre del rey Asuero fue escrito, y signado con el anillo del rey. Esther 3:13 Y fueron enviadas cartas por mano de los correos a todas las provincias del rey, para destruir, y matar, y echar a perder a todos los Judíos, desde el niño hasta el viejo, niños y mujeres, en un día, a los trece días del mes doceno, que es el mes de Adar: y que los metiesen a saco. Esther 3:14 La copia de la escritura era que se diese ley en cada provincia, que fuese manifiesto a todos los pueblos que estuviesen apercibidos para aquel día. Esther 3:15 Y salieron los correos de priesa por el mandado del rey: y la ley fue dada en Susán la cabecera del reino: y el rey y Amán estaban sentados a beber; y la ciudad de Susán estaba alborotada. Esther 4:0 Esther 4:1 Como Mardoqueo supo todo lo que estaba hecho, rompió sus vestidos, y vistióse de saco y de ceniza, y fuése por medio de la ciudad, clamando a gran clamor y amargo; Esther 4:2 Y vino hasta delante de la puerta del rey: porque no era lícito venir a la puerta del rey con vestido de saco. Esther 4:3 Y en cada provincia y lugar donde el mandamiento del rey y su ley llegaba, los Judíos tenían grande luto, y ayuno, y lloro, y lamentación: saco y ceniza era la cama de muchos: Esther 4:4 Y vinieron las mozas de Ester, y sus eunucos, y se lo dijeron; y la reina tuvo gran dolor, y envió vestidos para hacer vestir a Mardoqueo, y hacerle quitar el saco de sobre él, mas él no lo recibió. Esther 4:5 Entonces Ester llamó a Atac, uno de los eunucos del rey, que él había hecho estar delante de ella, y mandóle acerca de Mardoqueo, para saber qué era aquello, y por qué. Esther 4:6 Y salió Atac a Mardoqueo a la plaza de la ciudad, que estaba delante de la puerta del rey. Esther 4:7 Y Mardoqueo le declaró todo lo que le había acontecido; y declaróle de la plata, que Amán había dicho que pesaría para los tesoros del rey por causa de los Judíos, para destruirlos: Esther 4:8 Y la copia de la escritura de la ley que había sido dada en Susán, para que fuesen destruidos, le dió, para que la mostrase a Ester, y se lo declarase, y le mandase que fuese al rey, para rogarle, y para que demandase de él por su pueblo. Esther 4:9 Y vino Atac, y contó a Ester las palabras de Mardoqueo. Esther 4:10 Entonces Ester dijo a Atac, y mandóle decir a Mardoqueo: Esther 4:11 Todos los siervos del rey, y el pueblo de las provincias del rey saben, que todo varón o mujer que entra al rey al patio de adentro sin ser llamado, una sola ley tiene de morir, salvo aquel a quien el rey extendiere la vara de oro, que vivirá: y yo no soy llamada para entrar al rey estos treinta días. Esther 4:12 Y dijeron a Mardoqueo las palabras de Ester. Esther 4:13 Entonces Mardoqueo dijo que respondiesen a Ester: No pienses en tu alma que escaparás en la casa del rey, más que todos los Judíos. Esther 4:14 Porque si callando callares en este tiempo, espacio y libertad tendrán los Judíos de otro lugar: mas tú y la casa de tu padre pereceréis. ¿Y quién sabe si para esta hora te han hecho llegar al reino? Esther 4:15 Y Ester dijo que respondiesen a Mardoqueo: Esther 4:16 Vé, y junta a todos los Judíos que se hallan en Susán, y ayunád por mí, y no comáis ni bebáis en tres días, noche ni día: yo también con mis mozas ayunaré así, y así entraré al rey, aunque no sea conforme a la ley, y piérdame cuando me perdiere. Esther 4:17 Entonces Mardoqueo se fue, e hizo conforme a todo lo que le mandó Ester. Esther 5:0 Esther 5:1 Y aconteció que al tercero día Ester se vistió vestido real, y púsose en el patio de adentro de la casa del rey en frente del aposento del rey: y el rey estaba asentado sobre su trono real en el aposento real, en frente de la puerta del aposento. Esther 5:2 Y fue, que como vio a la reina Ester que estaba en el patio, ella tuvo gracia en sus ojos, y el rey extendió a Ester la vara de oro que tenía en la mano: entonces Ester llegó, y tocó la punta de la vara. Esther 5:3 Y díjole el rey: ¿Qué tienes reina Ester? ¿Y qué es tu petición? Hasta la mitad del reino se te dará. Esther 5:4 Y Ester dijo: Si al rey place, venga el rey, y Amán hoy al banquete que he hecho. Esther 5:5 Y respondió el rey: Dáos priesa, id a Amán, que haga el mandamiento de Ester. Y vino el rey y Amán al banquete que Ester hizo. Esther 5:6 Y dijo el rey a Ester en el banquete de vino: ¿Qué es tu petición, y dársete ha? ¿Qué es tu demanda? Aunque sea la mitad del reino, se te hará. Esther 5:7 Entonces respondió Ester, y dijo: Mi petición, y mi demanda es; Esther 5:8 Si he hallado gracia en los ojos del rey, y si place al rey dar mi petición, y hacer mi demanda, vendrá el rey y Amán al banquete, que les haré: y mañana haré lo que el rey manda. Esther 5:9 ¶ Y salió Amán aquel día alegre y bueno de corazón: y como vio a Mardoqueo a la puerta del rey, que no se levantó ni se movió de su lugar, fue lleno de ira contra Mardoqueo. Esther 5:10 Mas refrenóse Amán, y vino a su casa, y envió e hizo venir sus amigos, y a Zares su mujer: Esther 5:11 Y recitóles Amán la gloria de sus riquezas, y la multitud de sus hijos, y todas las cosas con que el rey le había engrandecido, y con que le había ensalzado sobre los príncipes y siervos del rey. Esther 5:12 Y añadió Amán: También la reina Ester no hizo venir con el rey al banquete que hizo sino a mí: y aun para mañana soy convidado de ella con el rey. Esther 5:13 Y todo esto no me entra en provecho, cada vez que veo a Mardoqueo Judío sentado a la puerta del rey. Esther 5:14 Y díjole Zares su mujer y todos sus amigos: Hagan una horca alta de cincuenta codos, y mañana di al rey que cuelguen a Mardoqueo sobre ella: y entra con el rey al banquete alegre. Y plugo la cosa en los ojos de Amán, e hizo hacer la horca. Esther 6:0 Esther 6:1 Aquella noche el sueño se huyó del rey: y dijo que le trajesen el libro de las memorias de las cosas de los tiempos: y las leyeron delante del rey. Esther 6:2 Y hallóse escrito, lo que había denunciado Mardoqueo de Bagata y de Tares, dos eunucos del rey de la guarda de la puerta, que habían procurado de meter mano en el rey Asuero. Esther 6:3 Y dijo el rey: ¿Qué honra fue hecha y que grandeza a Mardoqueo por esto? Y respondieron los mozos del rey, sus oficiales: Ninguna cosa fue hecha con él. Esther 6:4 ¶ Y dijo el rey: ¿Quién está en el patio? Y Amán había venido al patio de afuera de la casa del rey, para decir al rey que hiciese colgar a Mardoqueo sobre la horca que él había hecho hacer para él. Esther 6:5 Y los mozos del rey le respondieron: He aquí, Amán está en el patio. Y el rey dijo: Entre. Esther 6:6 Entonces Amán entró, y el rey le dijo: ¿Qué se hará del hombre cuya honra desea el rey? Y dijo Amán en su corazón: ¿A quién deseará el rey hacer honra más que a mí? Esther 6:7 Y respondió Amán al rey: Al varón cuya honra desea el rey, Esther 6:8 Traigan vestido real de que el rey se viste, y el caballo sobre que cabalga el rey, y la corona real que está puesta en su cabeza: Esther 6:9 Y den el vestido y el caballo en mano de alguno de los príncipes más nobles del rey, y vistan a aquel varón cuya honra desea el rey, y llévenle en el caballo por la plaza de la ciudad, y pregonen delante de él: Así se hará al varón cuya honra desea el rey. Esther 6:10 Entonces el rey dijo a Amán: Dáte priesa, toma el vestido y el caballo, como has dicho, y házlo así con Mardoqueo Judío, que está asentado a la puerta del rey: no dejes nada de todo lo que has dicho. Esther 6:11 Y Amán tomó el vestido y el caballo, y vistió a Mardoqueo, y le llevó cabalgando por la plaza de la ciudad, e hizo pregonar delante de él: Así se hará al varón cuya honra desea el rey. Esther 6:12 Después de esto Mardoqueo se volvió a la puerta del rey: y Amán se fue corriendo a su casa enlutado, y cubierta su cabeza. Esther 6:13 Y contó Amán a Zares su mujer, y a todos sus amigos, todo lo que le había acontecido: y dijéronle sus sabios, y Zares su mujer: Si de la simiente de los Judíos es el Mardoqueo, delante de quien has comenzado a caer, no prevalecerás a él; antes caerás cayendo delante de él. Esther 6:14 Aun estaban ellos hablando con él, cuando los eunucos del rey llegaron apresurados, para hacer venir a Amán al banquete que había hecho Ester. Esther 7:0 Esther 7:1 Y vino el rey y Amán a beber con la reina Ester. Esther 7:2 Y dijo el rey a Ester también el segundo día en el convite del vino: ¿Qué es tu petición, reina Ester, y dársete ha? ¿Y que es tu demanda? Aunque sea la mitad del reino se hará. Esther 7:3 Entonces la reina Ester respondió y dijo: Oh rey, si he hallado gracia en tus ojos, y si place al rey, séame dada mi vida por mi petición, y mi pueblo por mi demanda. Esther 7:4 Porque vendidos estamos yo y mi pueblo, para ser destruidos, para ser muertos, y echados a perder: y si para siervos y siervas fuéramos vendidos, callárame, aunque el enemigo no recompensará el daño del rey. Esther 7:5 Y respondió el rey Asuero, y dijo a la reina Ester: ¿Quién es este, y donde está este, a quien ha henchido su corazón para hacer así? Esther 7:6 Entonces Ester dijo: El varón enemigo y adversario es este malo Amán. Entonces Amán se turbó delante del rey y de la reina. Esther 7:7 Y levantóse el rey del banquete del vino con su furor, al huerto del palacio; y quedóse Amán para procurar de la reina Ester por su vida; porque vio que se concluyó para él el mal de parte del rey. Esther 7:8 Y volvió el rey del huerto del palacio al aposento del banquete del vino, y Amán había caído sobre el lecho en que estaba Ester. Entonces dijo el rey: ¿También para forzar la reina conmigo en casa? Como esta palabra salió de la boca del rey, el rostro de Amán fue cubierto. Esther 7:9 Y dijo Harbona, uno de los eunucos, de delante del rey: He aquí también, la horca que hizo Amán para Mardoqueo, que había hablado bien por el rey, está en casa de Amán, de altura de cincuenta codos. Entonces el rey dijo: Colgádle en ella. Esther 7:10 Así colgaron a Amán en la horca que él había hecho aparejar para Mardoqueo: y la ira del rey se apaciguó. Esther 8:0 Esther 8:1 El mismo día dio el rey Asuero a la reina Ester la casa de Amán enemigo de los Judíos: y Mardoqueo vino delante del rey; porque Ester le declaró el parentesco que él tenía con ella. Esther 8:2 Y quitó el rey su anillo que había vuelto a tomar de Amán, y diólo a Mardoqueo: y Ester puso a Mardoqueo sobre la casa de Amán. Esther 8:3 Y volvió Ester, y habló delante del rey, y echóse a sus pies llorando, y rogándole que anulase la maldad de Amán Agageo, y su pensamiento que había pensado contra los Judíos. Esther 8:4 Y extendió el rey a Ester la vara de oro, y Ester se levantó, y se puso en pie delante del rey, Esther 8:5 Y dijo: Si place al rey, y si he hallado gracia delante de él, y si la cosa es recta delante del rey, y si yo soy buena en sus ojos, sea escrito para revocar las cartas del pensamiento de Amán, hijo de Amadata Agageo, que escribió para destruir a los Judíos, que están en todas las provincias del rey. Esther 8:6 Porque ¿cómo podré yo ver el mal que hallará a mi pueblo? ¿cómo podré yo ver la destrucción de mi nación? Esther 8:7 Y respondió el rey Asuero a la reina Ester, y a Mardoqueo Judío: He aquí, yo di a Ester la casa de Amán, y a él colgaron en la horca, por cuanto extendió su mano contra los Judíos. Esther 8:8 Escribíd pues vosotros a los Judíos como bien os pareciere, en nombre del rey, y selládlo con el anillo del rey: porque la escritura que se escribe en nombre del rey, y se sella con el anillo del rey, no es para revocarla. Esther 8:9 Entonces fueron llamados los escribanos del rey en el mes tercero que es Siván, a los veinte y tres del mismo, y fue escrito, conforme a todo lo que mandó Mardoqueo, a los Judíos, y a los sátrapas, y a los capitanes, y a los príncipes de las provincias, que son desde la India hasta la Etiopía, ciento y veinte y siete provincias, a cada provincia según su escritura, y a cada pueblo conforme a su lengua, y a los Judíos conforme a su escritura y lengua. Esther 8:10 Y escribió en nombre del rey Asuero, y selló con el anillo del rey, y envió las cartas por mano de correos de caballo, caballeros en mulos, en mulos hijos de yeguas: Esther 8:11 Que el rey daba a los Judíos que estaban en todas las ciudades, y en cada una de ellas, que se juntasen, y se pusiesen en defensa de su vida; que destruyesen, y matasen, y deshiciesen todo ejército de pueblo o provincia que viniese contra ellos, niños y mujeres, y que los saqueasen, Esther 8:12 En un mismo día en todas las provincias del rey Asuero: a los trece del mes doceno, que es el mes de Adar. Esther 8:13 La copia de la escritura era que se diese ley en cada provincia: Que fuese manifiesto a todos los pueblos, que los Judíos estuviesen apercebidos para aquel día, para vengarse de sus enemigos. Esther 8:14 Los correos cabalgando en mulos, en mulos salieron apresurados, y constreñidos por el mandamiento del rey: y la ley fue dada en Susán la cabecera del reino. Esther 8:15 Y salió Mardoqueo de delante del rey con vestido real de cárdeno y blanco, y una gran corona de oro, y un manto de lino y púrpura: y la ciudad de Susán se alegró y regocijó. Esther 8:16 Los Judíos tuvieron luz, y alegría, y gozo, y honra. Esther 8:17 Y en cada provincia, y en cada ciudad, donde llegó el mandamiento del rey, los Judíos tuvieron alegría y gozo, banquete y día de placer: y muchos de los pueblos de la tierra se hacían Judíos, porque el temor de los Judíos había caído sobre ellos. Esther 9:0 Esther 9:1 Y en el mes doceno, que es el mes de Adar, a los trece del mismo, donde llegó el mandamiento del rey, y su ley para que se hiciese, el mismo día en que esperaban los enemigos de los Judíos enseñorearse de ellos, fue lo contrario; porque los Judíos se enseñorearon de los que los aborrecían. Esther 9:2 Los Judíos se juntaron en sus ciudades en todas las provincias del rey Asuero, para meter mano sobre los que habían procurado su mal: y nadie se puso delante de ellos, porque el temor de ellos había caído sobre todos los pueblos. Esther 9:3 Y todos los príncipes de las provincias, y los virreyes, y capitanes, y oficiales del rey, ensalzaban a los Judíos; porque el temor de Mardoqueo había caído sobre ellos. Esther 9:4 Porque Mardoqueo era grande en la casa del rey, y su fama iba por todas las provincias: porque el varón Mardoqueo iba engrandeciéndose. Esther 9:5 E hirieron los Judíos a todos sus enemigos de plaga de espada, y de mortandad, y de perdición: e hicieron en sus enemigos a su voluntad. Esther 9:6 Y en Susán la cabecera del reino mataron los Judíos, y destruyeron quinientos hombres. Esther 9:7 Y a Parsandata, y a Delfón, y a Esfata, Esther 9:8 Y a Porata, y a Adalia, y a Adriata, Esther 9:9 Y a Permesta, y a Arisai, y a Aridai, y a Vaiezata, Esther 9:10 Diez hijos de Amán, hijo de Amadati, enemigo de los Judíos, mataron: mas en la presa no metieron mano. Esther 9:11 El mismo día vino la copia de los muertos en Susán la cabecera del reino, delante del rey. Esther 9:12 Y dijo el rey a la reina Ester: En Susán la cabecera del reino han muerto los Judíos y destruido quinientos hombres, y diez hijos de Amán: ¿En las otras provincias del rey qué habrán hecho? ¿Qué pues es tu petición, y dársete ha? ¿y qué es más tu demanda, y hacerse ha? Esther 9:13 Y respondió Ester: Si place al rey, concédase también mañana a los Judíos en Susán, que hagan conforme a la ley de hoy; y que cuelguen en la horca a los diez hijos de Amán. Esther 9:14 Y mandó el rey que se hiciese así: y fue dada ley en Susán: y colgaron a los diez hijos de Amán. Esther 9:15 Y juntáronse los Judíos que estaban en Susán también a los catorce del mes de Adar, y mataron en Susán a trescientos hombres; mas en la presa no metieron su mano. Esther 9:16 Y los otros Judíos que estaban en las provincias del rey se juntaron también, y se pusieron en defensa de su vida, y tuvieron reposo de sus enemigos, y mataron de sus enemigos setenta y cinco mil; mas en la presa no metieron su mano. Esther 9:17 A los trece días del mes de Adar; y reposaron a los catorce días del mismo, e hicieron aquel día día de banquete y de alegría. Esther 9:18 Mas los Judíos que estaban en Susán se juntaron a los trece del mismo, y a los catorce del mismo; y a los quince del mismo reposaron, e hicieron aquel día día de banquete y de alegría. Esther 9:19 Por tanto los Judíos aldeanos que habitan en las villas sin muro hacen a los catorce del mes de Adar el día de alegría y de banquete, y buen día, y de enviar partes cada uno a su vecino. Esther 9:20 ¶ Y escribió Mardoqueo estas cosas, y envió cartas a todos los Judíos que estaban en todas las provincias del rey Asuero, cercanos y de lejos, Esther 9:21 Constituyéndoles que hiciesen el día catorceno del mes de Adar, y el quinceno del mismo cada un año, Esther 9:22 Por aquellos días en que los Judíos tuvieron reposo de sus enemigos: y aquel mes que les fue tornado de tristeza en alegría, y de luto en día bueno; que los hiciesen días de banquete y de gozo, y de enviar partes cada uno a su vecino, y dádivas a los pobres. Esther 9:23 Y los Judíos aceptaron, y comenzaron a hacer lo que Mardoqueo les escribió. Esther 9:24 Porque Amán, hijo de Amaatí Agageo, enemigo de todos los Judíos, pensó contra los Judíos para destruirlos, y echó Pur, que quiere decir, suerte, para consumirlos, y echarlos a perder. Esther 9:25 Y como ella entró delante del rey, él dijo con carta: El mal pensamiento que pensó contra los Judíos sea vuelto sobre su cabeza; y cuélguenle a él, y a sus hijos, en la horca. Esther 9:26 Por esto llamaron a estos días Purim, del nombre Pur: por tanto por todas las palabras de esta carta, y por lo que ellos vieron sobre esto, y lo que llegó a su noticia, Esther 9:27 Establecieron y aceptaron los Judíos sobre sí, y sobre su simiente, y sobre todos los allegados a ellos, y no será traspasado, de hacer estos dos días según la escritura de ellos, y conforme a su tiempo cada un año. Esther 9:28 Y que estos días serían en memoria, y celebrados en todas las naciones, y familias, y provincias, y ciudades: estos días Purim no pasarán de entre los Judíos, y la memoria de ellos no cesará de su simiente. Esther 9:29 Y la reina Ester, hija de Abihail, y Mardoqueo Judío, escribieron con toda fuerza para confirmar esta segunda carta del Purim. Esther 9:30 Y envió cartas a todos los Judíos, a las ciento y veinte y siete provincias del rey Asuero, con palabras de paz y de verdad, Esther 9:31 Para confirmar estos días del Purim en sus tiempos, como les había constituido Mardoqueo Judío, y la reina Ester, y como habían aceptado sobre sí, y sobre su simiente, las palabras de los ayunos y de su clamor. Esther 9:32 Y el mandamiento de Ester confirmó estas palabras del Purim, y fue escrito en el libro. Esther 10:0 Esther 10:1 Y el rey Asuero impuso tributo sobre la tierra, y las islas de la mar. Esther 10:2 Y toda la obra de su fortaleza, y de su valor, y la declaración de la grandeza de Mardoqueo, con que el rey le engrandeció, ¿no está escrito en el libro de las palabras de los días de los reyes de Media y de Persia? Esther 10:3 Porque Mardoqueo Judío fue segundo después del rey Asuero, y grande entre los Judíos, y acepto a la multitud de sus hermanos, procurando el bien de su pueblo, y hablando paz, para toda su simiente.
Job 0:0
Job 1:0 Job 1:1 Hubo un varón en tierra de Hus, llamado Job: y era este hombre perfecto y recto, y temeroso de Dios, y apartado de mal. Job 1:2 Y naciéronle siete hijos y tres hijas. Job 1:3 Y su hacienda era siete mil ovejas, y tres mil camellos, y quinientas yuntas de bueyes, y quinientas asnas, y muy grande apero: y era aquel varón grande más que todos los Orientales. Job 1:4 E iban sus hijos, y hacían banquetes en sus casas cada uno en su día: y enviaban a llamar sus tres hermanas, para que comiesen y bebiesen con ellos. Job 1:5 Y acontecía que habiendo pasado en torno los días del convite, Job enviaba, y santificábalos, y levantábase de mañana, y ofrecía holocaustos al número de todos ellos. Porque decía Job: Quizá habrán pecado mis hijos, y habrán blasfemado de Dios en sus corazones. De esta manera hacía Job todos los días. Job 1:6 Y un día vinieron los hijos de Dios a presentarse delante de Jehová, entre los cuales vino también Satanás. Job 1:7 Y dijo Jehová a Satanás: ¿De dónde vienes? Y respondiendo Satanás a Jehová, dijo: De rodear la tierra, y de andar por ella. Job 1:8 Y Jehová dijo a Satanás: ¿No has considerado a mi siervo Job, que no hay otro como él en la tierra, varón perfecto y recto, temeroso de Dios, y apartado de mal? Job 1:9 Y respondiendo Satanás a Jehová, dijo: ¿Teme Job a Dios de balde? Job 1:10 ¿No le has tú cercado a él, y a su casa, y a todo lo que tiene en derredor? Al trabajo de sus manos has dado bendición: por tanto su hacienda ha crecido sobre la tierra. Job 1:11 Mas extiende ahora tu mano, y toca a todo lo que tiene, y verás si no te blasfema en tu rostro. Job 1:12 Y dijo Jehová a Satanás: He aquí, todo lo que tiene está en tu mano: solamente no pongas tu mano, sobre él. Y salióse Satanás de delante de Jehová. Job 1:13 ¶ Y un día aconteció que sus hijos e hijas comían, y bebían vino en casa de su hermano el primogénito. Job 1:14 Y vino un mensajero a Job, que le dijo: Estando arando los bueyes, y las asnas paciendo donde suelen, Job 1:15 Acometieron los Sabeos, y tomáronlos, e hirieron a los mozos a filo de espada: solamente escapé yo solo para traerte las nuevas. Job 1:16 Aun estaba este hablando, y vino otro que dijo: Fuego de Dios cayó del cielo, que quemó las ovejas, y los mozos, y los consumió: solamente escapé yo solo para traerte las nuevas. Job 1:17 Aun estaba este hablando, y vino otro que dijo: Los Caldeos hicieron tres escuadrones, y dieron sobre los camellos y tomáronlos, e hirieron a los mozos a filo de espada: y solamente escapé yo solo para traerte las nuevas. Job 1:18 Entre tanto que este hablaba, vino otro que dijo: Tus hijos y tus hijas estaban comiendo, y bebiendo vino en casa de su hermano el primogénito. Job 1:19 Y, he aquí un gran viento que vino detrás del desierto, e hirió las cuatro esquinas de la casa, y cayó sobre los mozos, y murieron: y solamente escapé yo solo para traerte las nuevas. Job 1:20 ¶ Entonces Job se levantó, y rompió su manto, y trasquiló su cabeza, y cayendo en tierra adoró, Job 1:21 Y dijo: Desnudo salí del vientre de mi madre, y desnudo tornaré allá: Jehová dió, y Jehová tomó; sea el nombre de Jehová bendito. Job 1:22 En todo esto no pecó Job, ni atribuyó locura a Dios. Job 2:0 Job 2:1 Y otro día aconteció que vinieron los hijos de Dios para presentarse delante de Jehová, y vino también entre ellos Satanás, pareciendo delante de Jehová. Job 2:2 Y dijo Jehová a Satanás: ¿De dónde vienes? Respondió Satanás a Jehová, y dijo: De rodear la tierra, y de andar por ella. Job 2:3 Y Jehová dijo a Satanás: ¿No has considerado a mi siervo Job, que no hay otro como él en la tierra, varón perfecto y recto, temeroso de Dios, y apartado de mal, y que aun retiene su perfección, habiéndome tú incitado contra él, para que le echase a perder sin causa? Job 2:4 Y respondiendo Satanás dijo a Jehová: Piel por piel, todo lo que el hombre tiene dará por su vida. Job 2:5 Mas extiende ahora tu mano, y toca a su hueso, y a su carne, y verás si no te blasfema en tu rostro. Job 2:6 Y Jehová dijo a Satanás: He aquí, él está en tu mano; mas guarda su vida. Job 2:7 ¶ Y salió Satanás de delante de Jehová, e hirió a Job de una mala sarna desde la planta de su pie, hasta la mollera de su cabeza. Job 2:8 Y tomaba una teja para rascarse con ella, y estaba sentado en medio de ceniza. Job 2:9 ¶ Y su mujer le decía: ¿Aun tú retienes tu simplicidad? Maldice a Dios, y muérete. Job 2:10 Y él le dijo: Como suele hablar cualquiera de las mujeres insensatas, hablas . Está bien: recibimos el bien de Dios, ¿y el mal no recibiremos? En todo esto no pecó Job con sus labios. Job 2:11 ¶ Y oyeron tres amigos de Job todo este mal que había venido sobre él: y vinieron cada uno de su lugar, Elifaz Temanita, y Baldad Suita, y Sofar Naamatita: porque habían concertado de venir juntos a condolecerse de él, y a consolarle. Job 2:12 Los cuales alzando los ojos desde lejos, no le conocieron, y lloraron a alta voz, y cada uno de ellos rompió su manto, y esparcieron polvo sobre sus cabezas hacia el cielo. Job 2:13 Y asentáronse con él en tierra siete días y siete noches, y ninguno le hablaba palabra, porque veían que el dolor era grande mucho. Job 3:0 Job 3:1 Después de esto abrió Job su boca, y maldijo su día. Job 3:2 Y exclamó Job, y dijo: Job 3:3 Perezca el día en que yo fui nacido, y la noche que dijo: Concebido es varón. Job 3:4 Aquel día fuera tinieblas, y Dios no curara de él desde arriba, ni claridad resplandeciera sobre él. Job 3:5 Ensuciáranle tinieblas y sombra de muerte; reposara sobre él nublado, que le hiciera horrible como día caluroso. Job 3:6 A aquella noche ocupara oscuridad, ni fuera contada entre los días del año, ni viniera en el número de los meses. Job 3:7 Oh si fuera aquella noche solitaria, que no viniera en ella canción; Job 3:8 Maldijéranla los que maldicen al día, los que se aparejan para levantar su llanto. Job 3:9 Las estrellas de su alba fueran oscurecidas; esperara la luz, y no viniera; ni viera los párpados de la mañana. Job 3:10 Porque no cerró las puertas del vientre donde yo estaba, ni escondió de mis ojos la miseria. Job 3:11 ¿Por qué no morí yo desde la matriz, y fui traspasado en saliendo del vientre? Job 3:12 ¿Por qué me previnieron las rodillas, y para qué los pechos que mamase? Job 3:13 Porque ahora yaciera y reposara; durmiera, y entonces tuviera reposo, Job 3:14 Con los reyes, y con los consejeros de la tierra, que edifican para sí los desiertos; Job 3:15 O con los príncipes que poseen el oro, que hinchen sus casas de plata. Job 3:16 O ¿por qué no fui escondido como abortivo, como los pequeñitos que nunca vieron luz? Job 3:17 ¶ Allí los impíos dejaron el miedo, y allí descansaron los de cansadas fuerzas. Job 3:18 Allí también reposaron los cautivos, no oyeron la voz del exactor. Job 3:19 Allí está el chico y el grande: allí es el siervo libre de su señor. Job 3:20 ¿Por qué dio luz al trabajado, y vida a los amargos de ánimo? Job 3:21 Que esperan la muerte, y no la hay: y la buscan más que tesoros. Job 3:22 Que se alegran de grande alegría, y se gozan cuando hallan el sepulcro. Job 3:23 Al hombre que no sabe por donde vaya, y que Dios le encerró. Job 3:24 Porque antes que mi pan, viene mi suspiro: y mis gemidos corren como aguas. Job 3:25 Porque el temor que me espantaba, me ha venido, y háme acontecido lo que temía. Job 3:26 Nunca tuve paz, nunca me sosegué, ni nunca me reposé; y vínome turbación. Job 4:0 Job 4:1 Y respondió Elifaz el Temanita, y dijo: Job 4:2 Si probaremos a hablarte, serte ha molesto: ¿mas quién podrá detener las palabras? Job 4:3 He aquí, tú enseñabas a muchos, y las manos flacas corroborabas. Job 4:4 Al que vacilaba, enderezaban tus palabras: y las rodillas de los que arrodillaban, esforzabas. Job 4:5 Mas ahora que a ti te ha venido esto, te es molesto: y cuando ha llegado hasta ti, te turbas. Job 4:6 ¿Es este tu temor, tu confianza, tu esperanza, y la perfección de tus caminos? Job 4:7 Acuérdate ahora, ¿quién haya sido inocente, que se perdiese? ¿y en dónde los rectos han sido cortados? Job 4:8 Como yo he visto, que los que aran iniquidad, y siembran injuria, la siegan. Job 4:9 Perecen por el aliento de Dios, y por el espíritu de su furor son consumidos. Job 4:10 El bramido del león, y la voz del león, y los dientes de los leoncillos son arrancados. Job 4:11 El león viejo perece por falta de presa, y los hijos del león son esparcidos. Job 4:12 ¶ El negocio también me era a mí oculto: mas mi oído ha entendido algo de ello. Job 4:13 En imaginaciones de visiones nocturnas, cuando el sueño cae sobre los hombres, Job 4:14 Un espanto, y un temblor me sobrevino, que espantó todos mis huesos. Job 4:15 Y un espíritu pasó por delante de mí, que el pelo de mi carne se erizó. Job 4:16 Paróse una fantasma delante de mis ojos, cuyo rostro yo no conocí; y callando, oí que decía: Job 4:17 ¿Si será el hombre más justo que Dios? ¿Si será el varón más limpio que el que le hizo? Job 4:18 He aquí que en sus siervos no confía; y en sus ángeles puso locura: Job 4:19 ¿Cuánto más en los que habitan en casas de lodo, cuyo fundamento está en el polvo, y que serán quebrantados de la polilla? Job 4:20 De la mañana a la tarde son quebrantados, y se pierden para siempre, sin que haya quien lo eche de ver. Job 4:21 ¿Su hermosura no se pierde con ellos mismos? muérense y no lo saben. Job 5:0 Job 5:1 Ahora pues da voces, si habrá quien te responda; y si habrá alguno de los santos a quien mires. Job 5:2 Es cierto que al insensato la ira le mata; y al codicioso consume la envidia. Job 5:3 Yo he visto al necio que echaba raíces, y en la misma hora maldije su habitación. Job 5:4 Sus hijos serán lejos de la salud, y en la puerta serán quebrantados, y no habrá quien los libre. Job 5:5 Hambrientos comerán su segada, y la sacarán de entre las espinas; y sedientos beberán su hacienda. Job 5:6 Porque la pena no sale del polvo, ni la molestia reverdece de la tierra. Job 5:7 Antes como las centellas se levantan para volar por el aire, así el hombre nace para la aflicción. Job 5:8 ¶ Ciertamente yo buscaría a Dios, y depositaría en él mis negocios; Job 5:9 El cual hace grandes cosas, que no hay quien las comprenda; y maravillas que no tienen cuento: Job 5:10 Que da la lluvia sobre la haz de la tierra, y envía las aguas sobre las haces de las plazas: Job 5:11 Que pone los humildes en altura, y los enlutados son levantados a salud: Job 5:12 Que frustra los pensamientos de los astutos, para que sus manos no hagan nada: Job 5:13 Que prende a los sabios en su astucia, y el consejo de los perversos es entontecido. Job 5:14 De día se topan con tinieblas, y en mitad del día andan a tiento, como en noche. Job 5:15 Y libra de la espada al pobre, de la boca de los impíos, y de la mano violenta. Job 5:16 Que es esperanza al menesteroso, y la iniquidad cerró su boca. Job 5:17 ¶ He aquí, que bienaventurado es el hombre a quien Dios castiga: por tanto no menosprecies la corrección del Todopoderoso. Job 5:18 Porque él es el que hace la llaga, y él que la ligará: el hiere, y sus manos curan. Job 5:19 En seis tribulaciones te librará, y en la séptima no te tocará el mal. Job 5:20 En la hambre te redimirá de la muerte, y en la guerra, de las manos de la espada. Job 5:21 Del azote de la lengua serás encubierto: ni temerás de la destrucción, cuando viniere. Job 5:22 De la destrucción y de la hambre te reirás, y no temerás de las bestias del campo. Job 5:23 Y aun con las piedras del campo tendrás tu concierto, y las bestias del campo te serán pacíficas. Job 5:24 Y sabrás que hay paz en tu tienda; y visitarás tu morada, y no pecarás. Job 5:25 Y entenderás que tu simiente es mucha; y tus pimpollos, como la yerba de la tierra. Job 5:26 Y vendrás en la vejez a la sepultura, como el montón de trigo que se coge a su tiempo. Job 5:27 He aquí lo que hemos inquirido, lo cual es así: óyelo, y tú sabe para ti. Job 6:0 Job 6:1 Y respondió Job, y dijo: Job 6:2 ¡Oh si se pesasen al justo mi queja y mi tormento, y fuesen alzadas igualmente en balanza! Job 6:3 Porque [mi tormento] pesaría más que la arena de la mar: y por tanto mis palabras son cortadas. Job 6:4 Porque las saetas del Todopoderoso están en mí, cuyo veneno bebe mi espíritu; y terrores de Dios me combaten. Job 6:5 ¿Por ventura gime el asno montés junto a la yerba? ¿O brama el buey junto a su pasto? Job 6:6 ¿Comerse ha lo desabrido sin sal? ¿o habrá gusto en la clara del huevo? Job 6:7 Las cosas que mi alma no quería tocar antes, ahora por los dolores son mi comida. Job 6:8 ¡Quién me diese que viniese mi petición, y que Dios me diese lo que espero! Job 6:9 ¡Y que Dios quisiese quebrantarme; y que soltase su mano, y me despedazase! Job 6:10 Y en esto crecería mi consolación, si me asase con dolor sin tener misericordia: no que haya contradicho las palabras del Santo. Job 6:11 ¿Qué es mi fortaleza, para esperar aun? ¿Y qué es mi fin, para dilatar mi vida? Job 6:12 ¿Mi fortaleza, es la de las piedras? ¿o mi carne, es de acero? Job 6:13 ¿No me ayudo cuánto puedo? ¿y con todo eso el poder me falta del todo? Job 6:14 ¶ El atribulado es consolado de su compañero: mas el temor del Omnipotente es dejado. Job 6:15 Mis hermanos me han mentido como arroyo; pasáronse como las riberas impetuosas, Job 6:16 Que están escondidas por la helada, y encubiertas con nieve, Job 6:17 Que al tiempo del calor son deshechas; y en calentándose, desaparecen de su lugar. Job 6:18 Apártanse de las sendas de su camino, suben en vano, y se pierden. Job 6:19 Miráronlas los caminantes de Temán, los caminantes de Sabá esperaron en ellas: Job 6:20 Mas fueron avergonzados por su esperanza; porque vinieron hasta ellas, y se hallaron confusos. Job 6:21 Ahora ciertamente vosotros sois como ellas: que habéis visto el tormento, y teméis. Job 6:22 ¿Héos dicho: Traédme, y de vuestro trabajo pagád por mí, Job 6:23 Y librádme de mano del angustiador, y redimídme del poder de los violentos? Job 6:24 Enseñádme, y yo callaré; y hacédme entender en que he errado. Job 6:25 ¡Cuán fuertes son las palabras de rectitud! ¿y qué reprende, el que reprende de vosotros? Job 6:26 ¿No estáis pensando las palabras para reprender; y echáis al viento palabras perdidas? Job 6:27 También os arrojáis sobre el huérfano; y hacéis hoyo delante de vuestro amigo. Job 6:28 Ahora pues, si queréis, mirád en mí: y ved si mentiré delante de vosotros. Job 6:29 Tornád ahora, y no haya iniquidad; y volvéd aun a mirar por mi justicia en esto: Job 6:30 Si hay iniquidad en mi lengua: o si mi paladar no entiende los tormentos. Job 7:0 Job 7:1 Ciertamente tiempo determinado tiene el hombre sobre la tierra; y sus días son como los días del jornalero. Job 7:2 Como el siervo desea la sombra, y como el jornalero espera su trabajo: Job 7:3 Así poseo yo los meses de vanidad, y las noches del trabajo me dieron por cuenta. Job 7:4 Cuando estoy acostado, digo: ¿Cuándo me levantaré? Y mide mi corazón la noche, y estoy harto de devaneos hasta el alba. Job 7:5 Mi carne está vestida de gusanos, y de terrones de polvo: mi piel rompida y abominable. Job 7:6 Mis días fueron más ligeros, que la lanzadera del tejedor; y fenecieron sin esperanza. Job 7:7 Acuérdate que mi vida es un viento; y que mis ojos no volverán para ver el bien. Job 7:8 Los ojos de los que [ahora] me ven, nunca más me verán: tus ojos serán sobre mí, y dejaré de ser. Job 7:9 La nube se acaba, y se va: así es el que desciende al sepulcro, que nunca más subirá. Job 7:10 No tornará más a su casa, ni su lugar le conocerá más. Job 7:11 Por tanto yo no detendré mi boca, mas hablaré con la angustia de mi espíritu, y quejarme he con la amargura de mi alma. Job 7:12 ¿Soy yo la mar, o alguna ballena que me pongas guardia? Job 7:13 Cuando digo: Mi cama me consolará, mi cama me quitará mis quejas: Job 7:14 Entonces me quebrantarás con sueños, y me turbarás con visiones. Job 7:15 Y mi alma tuvo por mejor el ahogamiento; y la muerte más que a mis huesos. Job 7:16 Abominé la vida, no quiero vivir para siempre: déjame, pues que mis días son vanidad. Job 7:17 ¿Qué es el hombre para que le engrandezcas, y que pongas sobre él tu corazón; Job 7:18 Y que le visites todas las mañanas, y todos los momentos le pruebes? Job 7:19 ¿Hasta cuándo no me dejarás, ni me soltarás hasta que trague mi saliva? Job 7:20 Pequé: ¿qué te haré, oh guardador de los hombres? ¿Por qué me has puesto contrario a ti, y qué a mí mismo sea pesadumbre? Job 7:21 ¿Y por qué no quitas mi rebelión, y perdonas mi iniquidad? porque ahora dormiré en el polvo; y buscarme has de mañana, y no seré hallado. Job 8:0 Job 8:1 Y respondió Baldad Sujita, y dijo: Job 8:2 ¿Hasta cuándo hablarás esto, y las palabras de tu boca serán como un viento fuerte? Job 8:3 ¿Si pervertirá Dios el derecho, y si el Todopoderoso pervertirá la justicia? Job 8:4 Si tus hijos pecaron contra él, él los echó en el lugar de su pecado. Job 8:5 Si tú de mañana buscares a Dios, y rogares al Todopoderoso: Job 8:6 Si fueres limpio y derecho, cierto luego se despertará sobre ti, y hará próspera la morada de tu justicia: Job 8:7 De tal manera que tu principio habrá sido pequeño en comparación del grande crecimiento de tu postrimería. Job 8:8 Porque pregunta ahora a la edad pasada, y dispónte para inquirir de sus padres de ellos; Job 8:9 Porque nosotros somos desde ayer, no sabemos, siendo nuestros días sobre la tierra como sombra. Job 8:10 ¿No te enseñarán ellos, te dirán, y de su corazón sacarán estas palabras? Job 8:11 ¿El junco crece sin cieno? ¿crece el prado sin agua? Job 8:12 ¿Aun él en su verdura no será cortado, y antes de toda yerba se secará? Job 8:13 Tales son los caminos de todos los que olvidan a Dios; y la esperanza del impío perecerá. Job 8:14 Porque su esperanza será cortada, y su confianza es casa de araña. Job 8:15 El estribará sobre su casa, mas no permanecerá en pie: recostarse ha sobre ella, mas no se afirmará. Job 8:16 Un árbol está verde delante del sol, y sus renuevos salen sobre su huerto: Job 8:17 Junto a una fuente sus raíces se van entretejiendo, y enlazándose hasta un lugar pedregoso. Job 8:18 Si le arrancaren de su lugar, y negare de él, diciendo: Nunca te vi: Job 8:19 Ciertamente este será el gozo de su camino; y de la tierra de donde se traspusiére retoñecerán otros. Job 8:20 He aquí, Dios no aborrece al perfecto, ni toma la mano de los malignos. Job 8:21 Aun henchirá tu boca de risa, y tus labios de jubilación. Job 8:22 Los que te aborrecen, serán vestidos de confusión; y la habitación de los impíos perecerá. Job 9:0 Job 9:1 Y respondió Job, y dijo: Job 9:2 Ciertamente yo conozco que es así: ¿y como se justificará el hombre con Dios? Job 9:3 Si quisiere contender con él, no le podrá responder a una cosa de mil. Job 9:4 El es sabio de corazón, y fuerte de fuerza: ¿quién fue duro contra él, y quedó en paz? Job 9:5 Que arranca los montes con su furor, y no conocen quien los trastornó. Job 9:6 Que remueve la tierra de su lugar, y hace temblar sus columnas. Job 9:7 Que manda al sol, y no sale; y a las estrellas sella. Job 9:8 El que solo extiende los cielos, y anda sobre las alturas de la mar. Job 9:9 El que hizo el Arcturo, y el Orión y las Pléyades, y los lugares secretos del mediodía. Job 9:10 El que hace grandes cosas, e incomprensibles, y maravillosas sin número. Job 9:11 He aquí, que él pasará delante de mí, y yo no le veré; pasará, y no le entenderé. Job 9:12 He aquí, arrebatará: ¿quién le hará restituir? ¿Quién le dirá: Qué haces? Job 9:13 Dios no tornará atrás su ira, y debajo de él se encorvan los que ayudan a la soberbia. Job 9:14 ¿Cuánto menos le responderé yo, y hablaré con él palabras estudiadas? Job 9:15 Que aunque yo sea justo, no responderé: antes habré de rogar a mi juez. Job 9:16 Que si yo le invocase, y él me respondiese, aun no creeré que haya escuchado mi voz. Job 9:17 Porque me ha quebrado con tempestad, y ha aumentado mis heridas sin causa. Job 9:18 Que aun no me ha concedido que tome mi aliento, mas háme hartado de amarguras. Job 9:19 Si habláremos de su poder, fuerte ciertamente es: si de su juicio, ¿quién me lo emplazará? Job 9:20 Si yo me justificare, mi boca me condenará: si me predicare perfecto, él me hará inicuo. Job 9:21 Si yo me predicare acabado, no conozco mi alma: condenaré mi vida. Job 9:22 Una cosa resta, es a saber, que yo diga: Al perfecto y al impío, él los consume. Job 9:23 Si es azote, mate de presto, él se rie de la tentación de los inocentes. Job 9:24 La tierra es entregada en manos de los impíos, y él cubre el rostro de sus jueces. Sino es él que lo hace, ¿dónde está? ¿quién es? Job 9:25 Mis días fueron más ligeros que un correo: huyeron, y nunca vieron bien. Job 9:26 Pasaron con los navíos de Ebeh: o como el águila que se abate a la comida. Job 9:27 Si digo: Olvidaré mi queja, dejaré mi saña, y esforzarme he: Job 9:28 Temo todos mis trabajos: sé que no me perdonarás. Job 9:29 Si yo soy impío, ¿para que trabajaré en vano? Job 9:30 Aunque me lave con aguas de nieve, y aunque limpie mis manos con la misma limpieza; Job 9:31 Aun me hundirás en la huesa: y mis propios vestidos me abominarán. Job 9:32 Porque no es hombre como yo, para que yo le responda, y vengamos juntamente a juicio. Job 9:33 No hay entre nosotros árbitro que ponga su mano sobre nosotros ambos. Job 9:34 Quite de sobre mí su verdugo, y su terror no me perturbe; Job 9:35 Y hablaré, y no le temeré: porque así no estoy conmigo. Job 10:0 Job 10:1 Mi alma es cortada en mi vida: por tanto yo soltaré mi queja sobre mí, y hablaré con amargura de mi alma. Job 10:2 Diré a Dios: No me condenes: házme entender por qué pleitéas conmigo. Job 10:3 ¿Parécete bien que oprimas, y que deseches la obra de tus manos, y que favorezcas el consejo de los impíos? Job 10:4 ¿Tienes tú ojos de carne? ¿ves tú como el hombre? Job 10:5 ¿Tus días son como los días del hombre? ¿tus años son como los tiempos humanos, Job 10:6 Que inquieras mi iniquidad, y busques mi pecado? Job 10:7 Sobre saber tú que yo no soy impío: y que no hay quien de tu mano libre. Job 10:8 Tus manos me formaron, y me hicieron todo al derredor: ¿y hásme de deshacer? Job 10:9 Acuérdate ahora que como a lodo me hiciste: ¿y hásme de tornar en polvo? Job 10:10 ¿No me fundiste como leche, y como un queso me cuajaste? Job 10:11 Vestísteme de piel y carne, y cubrísteme de huesos y nervios. Job 10:12 Vida y misericordia hiciste conmigo; y tu visitación guardó mi espíritu. Job 10:13 Y estas cosas tienes guardadas en tu corazón: yo sé que esto está cerca de ti. Job 10:14 Si yo pequé acecharme has tú, y no me limpiarás de mi iniquidad. Job 10:15 Si fuere malo; ¡ay de mí! y si fuere justo, no levantaré mi cabeza, harto de deshonra, y de verme afligido. Job 10:16 Y vas creciendo, cazándome como león: tornando, y haciendo en mí maravillas: Job 10:17 Renovando tus llagas contra mi, y aumentando conmigo tu furor, remudándose sobre mí ejércitos. Job 10:18 ¿Por qué me sacaste del vientre? Muriera yo, y no me vieran ojos. Job 10:19 Fuera, como si nunca hubiera sido, llevado desde el vientre a la sepultura. Job 10:20 ¿Mis días no son una poca cosa? cesa pues, y déjame, para que me esfuerce un poco, Job 10:21 Antes que vaya, para no volver, a la tierra de tinieblas y de sombra de muerte: Job 10:22 Tierra de oscuridad y tenebrosa sombra de muerte, donde no hay orden; y que resplandece como la misma oscuridad. Job 11:0 Job 11:1 Y respondió Sofar Naamatita, y dijo: Job 11:2 ¿Las muchas palabras, no han de tener respuesta? ¿Y el hombre parlero será justificado? Job 11:3 ¿Tus mentiras harán callar los hombres? ¿y harás escarnio, y no habrá quien te avergüence? Job 11:4 Tú dices: Mi manera de vivir es pura, y yo soy limpio delante de tus ojos. Job 11:5 Mas, ¡oh quién diera que Dios hablara, y abriera sus labios contigo! Job 11:6 Y que te declarara los secretos de la sabiduría: porque dos tantos mereces según la ley; y sabe que Dios te ha olvidado por tu iniquidad. Job 11:7 ¿Alcanzarás tú el rastro de Dios? ¿llegarás tú a la perfección del Todopoderoso? Job 11:8 Es más alto que los cielos, ¿qué harás? es más profundo que el infierno, ¿cómo le conocerás? Job 11:9 Su medida es más larga que la tierra, y más ancha que la mar. Job 11:10 Si cortare, o encerrare, o juntare, ¿quién le responderá? Job 11:11 Porque el conoce a los hombres vanos: y ve la iniquidad, ¿y no entenderá? Job 11:12 ¶ El hombre vano se hará entendido, aunque nazca como el pollino del asno montés. Job 11:13 Si tú preparares tu corazón, y extendieres a él tus manos: Job 11:14 Si alguna iniquidad está en tu mano, y la echares de ti, y no consintieres que en tus habitaciones more maldad: Job 11:15 Entonces levantarás tu rostro de mancha, y serás fuerte, y no temerás; Job 11:16 Y olvidarás tu trabajo, y te acordarás de él, como de aguas que pasaron. Job 11:17 Y en mitad de la siesta se levantará bonanza: resplandecerás, y serás como la mañana. Job 11:18 Y confiarás, que habrá esperanza; y cabarás, y dormirás seguro. Job 11:19 Y acostarte has, y no habrá quien te espante; y muchos te rogarán. Job 11:20 Mas los ojos de los malos se consumirán, y no tendrán refugio; y su esperanza será dolor de alma. Job 12:0 Job 12:1 Y respondió Job, y dijo: Job 12:2 Ciertamente que vosotros sois el pueblo, y con vosotros morirá la sabiduría. Job 12:3 También tengo yo seso como vosotros: no soy yo menos que vosotros; ¿y quién habrá que no pueda decir otro tanto? Job 12:4 El que invoca a Dios, y él le responde, es burlado de su amigo; y el justo y perfecto es escarnecido. Job 12:5 La antorcha es tenida en poco en el pensamiento del próspero: la cual se aparejó contra las caídas de los pies. Job 12:6 Las tiendas de los robadores están en paz; y los que provocan a Dios, y los que traen dioses en sus manos, viven seguros. Job 12:7 Mas ciertamente pregunta ahora a las bestias, que ellas te enseñarán; y a las aves de los cielos, que ellas te mostrarán: Job 12:8 O habla a la tierra, que ella te enseñará; y los peces de la mar te declararán. Job 12:9 ¿Qué cosa de todas estas no entiende que la mano de Jehová la hizo, Job 12:10 Y que en su mano está el alma de todo viviente, el espíritu de toda carne humana? Job 12:11 Ciertamente el oído prueba las palabras, y el paladar gusta las viandas. Job 12:12 En los viejos está la ciencia, y en longura de días la inteligencia. Job 12:13 Con el está la sabiduría y la fortaleza, suyo es el consejo y la inteligencia. Job 12:14 He aquí, el derribará, y no será edificado: encerrará al hombre, y no habrá quien le abra. Job 12:15 He aquí, él detendrá las aguas, y se secarán: él las enviará, y destruirán la tierra. Job 12:16 Con él está la fortaleza y la existencia: suyo es el que yerra, y el que hace errar. Job 12:17 El hace andar a los consejeros desnudos, y hace enloquecer a los jueces. Job 12:18 El suelta la atadura de los tiranos, y les ata la cinta en sus lomos. Job 12:19 El lleva despojados a los príncipes, y él trastorna a los valientes. Job 12:20 El quita la habla a los que dicen verdad, y el toma el consejo a los ancianos. Job 12:21 El derrama menosprecio sobre los príncipes, y enflaquece la fuerza de los esforzados. Job 12:22 El descubre las profundidades de las tinieblas, y saca a luz la sombra de muerte. Job 12:23 El multiplica las gentes, y él las pierde: él esparce las gentes, y las torna a recoger. Job 12:24 El quita el seso de las cabezas del pueblo de la tierra, y los hace que se pierdan vagueando sin camino: Job 12:25 Que palpen las tinieblas, y no la luz: y los hace errar como borrachos. Job 13:0 Job 13:1 He aquí que todas estas cosas han visto mis ojos, y oído y entendido para sí mis oídos. Job 13:2 Como vosotros lo sabéis, lo sé yo: no soy menos que vosotros. Job 13:3 Mas yo hablaría con el Todopoderoso, y querría disputar con Dios. Job 13:4 Que ciertamente vosotros sois componedores de mentira, todos vosotros sois médicos de nada. Job 13:5 Ojalá callando callarais del todo, porque os fuera en lugar de sabiduría. Job 13:6 Oíd pues ahora mi disputa, y estád atentos a los argumentos de mis labios. Job 13:7 ¿Habéis de hablar iniquidad por Dios? ¿habéis de hablar por él engaño? Job 13:8 ¿Habéis vosotros de hacerle honra? ¿habéis de pleitear vosotros por Dios? Job 13:9 ¿Sería bueno que él os escudriñase? ¿Burlaros heis con él, como quien se burla con algún hombre? Job 13:10 El arguyendo os argüirá duramente, si en lo secreto le hicieseis tal honra. Job 13:11 Ciertamente su alteza os había de espantar, y su pavor había de caer sobre vosotros. Job 13:12 Vuestras memorias serán comparadas a la ceniza, y vuestros cuerpos como cuerpos de lodo. Job 13:13 ¶ Escuchádme, y hablaré yo, y véngame después lo que viniere. Job 13:14 ¿Por qué quitaré yo mi carne con mis dientes, y pondré mi alma en mi palma? Job 13:15 Aun cuando me matare, en él esperaré: empero mis caminos defenderé delante de él. Job 13:16 Y él también me será salud, porque no entrará en su presencia el impío. Job 13:17 Oíd con atención mi razón, y mi denunciación con vuestros oídos. Job 13:18 He aquí ahora, que si yo me apercibiere a juicio, yo sé que seré justificado. Job 13:19 ¿Quién es el que pleiteará conmigo? porque si ahora callase, me moriría. Job 13:20 A lo menos dos cosas no hagas conmigo, y entonces no me esconderé de tu rostro. Job 13:21 Aparta de mí tu mano, y no me asombre tu terror: Job 13:22 Y llama, y yo responderé: o yo hablaré, y respóndeme tú: Job 13:23 ¿Cuántas iniquidades y pecados tengo yo? Házme entender mi prevaricación y mi pecado. Job 13:24 ¿Por qué escondes tu rostro, y me cuentas por tu enemigo? Job 13:25 ¿A la hoja arrebatada del aire has de quebrantar? ¿y a una arista seca has de perseguir? Job 13:26 ¿Por qué escribes contra mí amarguras, y me haces cargo de los pecados de mi mocedad; Job 13:27 Y pones mis pies en el cepo, y guardas todos mis caminos, imprimiéndolo a las raíces de mis pies? Job 13:28 Siendo el hombre como carcoma que se envejece: y como vestido que se come de polilla. Job 14:0 Job 14:1 El hombre nacido de mujer, corto de días, y harto de desabrimiento. Job 14:2 Que sale como una flor, y luego es cortado; y huye como la sombra, y no permanece. Job 14:3 ¿Y sobre este abres tus ojos, y me traes a juicio contigo? Job 14:4 ¿Quién hará limpio de inmundo? Nadie. Job 14:5 Ciertamente sus días están determinados, y el número de sus meses está cerca de ti: tú le pusiste términos, de los cuales no pasará. Job 14:6 Si tú le dejares, él dejará de ser: entre tanto deseará, como el jornalero, su día. Job 14:7 Porque si el árbol fuere cortado, aun queda de él esperanza: retoñecerá aun, y sus renuevos no faltarán. Job 14:8 Si se envejeciere en la tierra su raíz, y su tronco fuere muerto en el polvo: Job 14:9 Al olor del agua reverdecerá, y hará copa, como nueva planta. Job 14:10 Mas cuando el hombre morirá, y será cortado, y perecerá el hombre, ¿dónde estará él? Job 14:11 Las aguas de la mar se fueron, y el río se secó: secóse. Job 14:12 Así el hombre yace, y no se tornará a levantar: hasta que no haya cielo, no despertarán, ni recordarán de su sueño. Job 14:13 ¡Oh quién me diese que me escondieses en la sepultura, y que me encubrieses, hasta que tu ira reposase; que me pusieses plazo, y te acordases de mí! Job 14:14 Si el hombre se muriere, ¿volverá él a vivir? Todos los días de mi edad esperaría, hasta que viniese mi mutación. Job 14:15 Entonces aficionado a la obra de tus manos llamarme has, y yo te responderé. Job 14:16 Porque ahora me cuentas los pasos, y no das dilación a mi pecado. Job 14:17 Tienes sellada en manojo mi prevaricación, y añades a mi iniquidad. Job 14:18 Y ciertamente el monte que cae, desfallece; y las peñas son traspasadas de su lugar. Job 14:19 Las piedras son quebrantadas con el agua impetuosa, que se lleva el polvo de la tierra: así haces perder al hombre la esperanza. Job 14:20 Para siempre serás más fuerte que él, y él irá: demudarás su rostro, y le enviarás. Job 14:21 Sus hijos serán honrados, y él no lo sabrá; o serán afligidos, y no dará cata en ello. Job 14:22 Mas mientras su carne estuviere sobre él, se dolerá; y su alma se entristecerá en él. Job 15:0 Job 15:1 Y respondió Elifaz Temanita, y dijo: Job 15:2 ¿Si responderá el sabio sabiduría ventosa, y henchirá su vientre de viento solano? Job 15:3 ¿Disputará con palabras inútiles, y con razones sin provecho? Job 15:4 Tú también disipas el temor, y disminuyes la oración delante de Dios. Job 15:5 Porque tu boca declaró tu iniquidad, pues has escogido el lenguaje de los astutos. Job 15:6 Tu boca te condenará, y no yo; y tus labios testificarán contra ti. Job 15:7 ¿Naciste tú primero que Adam? ¿y fuiste creado antes de los collados? Job 15:8 ¿Oíste tú el secreto de Dios, que detienes en ti solo la sabiduría? Job 15:9 ¿Qué sabes tú que no lo sabemos? ¿qué entiendes que no se halle en nosotros? Job 15:10 Entre nosotros también hay cano, también hay viejo, mayor en días que tu padre. Job 15:11 ¿En tampoco tienes las consolaciones de Dios; y tienes alguna cosa oculta acerca de ti? Job 15:12 ¿Por qué te toma tu corazón, y por qué guiñan tus ojos, Job 15:13 Que respondas a Dios con tu espíritu, y saques tales palabras de tu boca? Job 15:14 ¿Qué cosa es el hombre para que sea limpio, y que se justifique el nacido de mujer? Job 15:15 He aquí, que en sus santos no confía, y ni los cielos son limpios delante de sus ojos: Job 15:16 ¿Cuánto más el hombre abominable y vil, que bebe como agua la iniquidad? Job 15:17 ¶ Escúchame: mostrarte he, y contarte he lo que he visto: Job 15:18 Lo que los sabios nos contaron de sus padres; y no lo encubrieron: Job 15:19 A los cuales solos fue dada la tierra; y no pasó extraño por medio de ellos. Job 15:20 Todos los días del impío, él es atormentado de dolor, y el número de años es escondido al violento. Job 15:21 Estruendos espantosos tiene en sus oídos, en la paz le vendrá quien le asuele. Job 15:22 Él no creerá que ha de volver de las tinieblas, y siempre está mirando la espada. Job 15:23 Desasosegado viene a comer siempre, porque sabe que le está aparejado día de tinieblas. Job 15:24 Tribulación y angustia le asombrará, y se esforzará contra él, como un rey aparejado para la batalla. Job 15:25 Porque él extendió su mano contra Dios, y contra el Todopoderoso se esforzó. Job 15:26 El le encontrará en la cerviz, en lo grueso de los hombros de sus escudos. Job 15:27 Porque cubrió su rostro con su gordura: e hizo arrugas sobre los ijares. Job 15:28 Y habitó las ciudades asoladas, las casas inhabitadas, que estaban puestas en montones. Job 15:29 No enriquecerá, ni será firme su potencia, ni extenderá por la tierra su hermosura. Job 15:30 No se escapará de las tinieblas: la llama secará su renuevo, y con el aliento de su boca perecerá. Job 15:31 No será afirmado: en vanidad yerra: por lo cual en vanidad será trocado. Job 15:32 Él será cortado antes de su tiempo, y sus renuevos no reverdecerán. Job 15:33 El perderá su agraz, como la vid; y como la oliva derramará su flor. Job 15:34 Porque la compañía del hipócrita será asolada: y fuego consumirá las tiendas de cohecho. Job 15:35 Concibieron dolor, y parieron iniquidad: y las entrañas de ellos meditan engaño. Job 16:0 Job 16:1 Y respondió Job, y dijo: Job 16:2 Muchas veces he oído cosas como estas: consoladores molestos sois todos vosotros. Job 16:3 ¿Han de tener fin las palabras ventosas? ¿o qué te animará a responder? Job 16:4 También yo hablaría como vosotros. Ojalá vuestra alma estuviera en lugar de la mía, que yo os tendría compañía en las palabras, y sobre vosotros movería mi cabeza. Job 16:5 Esforzaríaos con mi boca, y la consolación de mis labios detendría el dolor. Job 16:6 Mas si hablo, mi dolor no cesa; y si dejo de hablar, no se aparta de mí. Job 16:7 Empero ahora me ha fatigado: ha asolado toda mi compañía. Job 16:8 Háme arrugado: el testigo es mi magrez, que se levanta contra mí para testificar en mi rostro. Job 16:9 Su furor me arrebató, y me ha sido contrario: crujió sus dientes contra mí; contra mí aguzó sus ojos mi enemigo. Job 16:10 Abrieron contra mi su boca, hirieron mis mejillas con afrenta: contra mí se juntaron todos. Job 16:11 ¶ Háme entregado Dios al mentiroso, y en las manos de los impíos me hizo temblar. Job 16:12 Próspero estaba, y desmenuzóme; y arrebatóme por la cerviz, y despedazóme, y púsome a sí por hito. Job 16:13 Cercáronme sus flecheros, partió mis riñones, y no perdonó: mi hiel derramó por tierra. Job 16:14 Quebrantóme de quebrantamiento sobre quebrantamiento: corrió contra mí como un gigante. Job 16:15 Yo cosí saco sobre mi piel, y cargué mi cabeza de polvo. Job 16:16 Mi rostro está enlodado con lloro, y mis párpados entenebrecidos; Job 16:17 Sobre no haber iniquidad en mis manos, y haber sido limpia mi oración. Job 16:18 ¡Oh tierra no cubras mi sangre, y no haya lugar a mi clamor! Job 16:19 Por cierto aun ahora en los cielos está mi testigo, y mi testigo en las alturas. Job 16:20 Mis disputadores son mis amigos: mas mis ojos a Dios destilan. Job 16:21 ¡Ojalá pudiese disputar el hombre con Dios, como puede con su prójimo! Job 16:22 Mas los años contados vendrán: y yo andaré el camino por donde no volveré. Job 17:0 Job 17:1 Mi huelgo es corrompido, mis días son cortados, y el sepulcro me está aparejado. Job 17:2 Ya no hay conmigo sino escarnecedores, en cuyas amarguras se detienen mis ojos. Job 17:3 Pon ahora, y dáme fianzas contigo: ¿quién tocará ahora mi mano? Job 17:4 Porque el corazón de ellos has escondido de entendimiento: por tanto no los ensalzarás. Job 17:5 El que denuncia lisonjas a sus prójimos, los ojos de sus hijos desfallezcan. Job 17:6 El me ha puesto por parábola de pueblos, y delante de ellos he sido tamboril. Job 17:7 Y mis ojos se oscurecieron de desabrimiento, y todos mis pensamientos han sido como sombra. Job 17:8 Los rectos se maravillarán de esto, y el inocente se despertará contra el hipócrita. Job 17:9 Mas el justo retendrá su carrera; y el limpio de manos aumentará la fuerza. Job 17:10 ¶ Mas volvéd todos vosotros, y veníd ahora, y no hallaré entre vosotros sabio. Job 17:11 Mis días se pasaron, y mis pensamientos fueron arrancados, los pensamientos de mi corazón. Job 17:12 Pusiéronme la noche por día, y la luz cercana delante de las tinieblas. Job 17:13 Si yo espero, el sepulcro es mi casa: en las tinieblas hice mi cama. Job 17:14 A la huesa dije: Mi padre eres tú: a los gusanos: Mi madre, y mi hermano. Job 17:15 ¿Dónde pues estará ahora mi esperanza? y mi esperanza, ¿quién la verá? Job 17:16 A los rincones de la huesa descenderán; y juntamente descansarán en el polvo. Job 18:0 Job 18:1 Y respondió Baldad Sujita, y dijo: Job 18:2 ¿Cuándo pondréis fin a las palabras? Entendéd, y después hablemos. Job 18:3 ¿Por qué somos tenidos por bestias? ¿en vuestros ojos, somos viles? Job 18:4 Oh tú que despedazas tu alma con tu furor, ¿será dejada la tierra por tu causa, y serán traspasadas las peñas de su lugar? Job 18:5 Ciertamente la luz de los impíos será apagada, y la centella de su fuego no resplandecerá. Job 18:6 La luz se oscurecerá en su tienda, y su candil se apagará sobre él. Job 18:7 Los pasos de su potencia serán acortados, y su mismo consejo le echará a perder. Job 18:8 Porque red será echada en sus pies, y sobre red andará. Job 18:9 Lazo prenderá su calcañar: esforzará contra él a los sedientos. Job 18:10 Su cuerda está escondida en la tierra, y su orzuelo sobre la senda. Job 18:11 De todas partes le asombrarán temores; y con sus mismos pies le ahuyentarán. Job 18:12 Su fuerza será hambrienta, y a su costilla estará aparejado quebrantamiento. Job 18:13 Comerá los ramos de su cuero, y el primogénito de la muerte tragará sus miembros. Job 18:14 Su confianza será arrancada de su tienda, y le harán llevar al rey de los espantos. Job 18:15 En su misma tienda morará como si no fuese suya: piedrazufre será esparcida sobre su morada. Job 18:16 Abajo se secarán sus raíces, y arriba serán cortados sus ramos. Job 18:17 Su memoria perecerá de la tierra, y no tendrá nombre por las calles. Job 18:18 De la luz será lanzado a las tinieblas, y será echado del mundo. Job 18:19 No tendrá hijo ni nieto en su pueblo, ni sucesor en sus moradas. Job 18:20 Sobre su día se espantarán los por venir, y a los antiguos tomarán pavor. Job 18:21 Ciertamente tales son las moradas del impío, y este es el lugar del que no conoció a Dios. Job 19:0 Job 19:1 Y respondió Job, y dijo: Job 19:2 ¿Hasta cuándo angustiaréis mi alma: y me moleréis con palabras? Job 19:3 Ya me habéis avergonzado diez veces: no tenéis vergüenza de afrentarme. Job 19:4 Sea así, que de cierto yo haya errado: conmigo se quedará mi yerro. Job 19:5 Mas si vosotros os engrandeciereis contra mí, y redarguyereis contra mí mi oprobrio: Job 19:6 Sabéd ahora, que Dios, me trastornó, y trajo al derredor su red sobre mí. Job 19:7 He aquí, yo clamaré agravio, y no seré oído: daré voces, y no habrá juicio. Job 19:8 Cercó de vallado mi camino, y no pasaré; y sobre mis veredas puso tinieblas. Job 19:9 Quitóme mi honra, y quitó la corona de mi cabeza. Job 19:10 Arrancóme al derredor, y me fui; e hizo ir, como de un árbol, mi esperanza. Job 19:11 E hizo inflamar contra mí su furor; y contóme a sí entre sus enemigos. Job 19:12 Vinieron sus ejércitos a una, y trillaron sobre mí su camino; y asentaron campo en derredor de mi tienda. Job 19:13 Mis hermanos hizo alejar de mí, y mis conocidos ciertamente se extrañaron de mí. Job 19:14 Mis parientes se detuvieron; y mis conocidos se olvidaron de mí. Job 19:15 Los moradores de mi casa, y mis criadas, me tuvieron por extraño: extraño fui yo en sus ojos. Job 19:16 Llamé a mi siervo, y no respondió; de mi propia boca le rogaba. Job 19:17 Mi aliento fue hecho extraño a mi mujer, y por los hijos de mi vientre le rogaba. Job 19:18 Aun los muchachos me menospreciaron: en levantándome, luego hablaban contra mí. Job 19:19 Todos los varones de mi secreto me aborrecieron; y los que yo amaba, se tornaron contra mí. Job 19:20 Mi hueso se pegó a mi piel y a mi carne, y he escapado con el cuero de mis dientes. Job 19:21 ¡Oh vosotros mis amigos tenéd compasión de mí, tenéd compasión de mí! porque la mano de Dios me ha tocado. Job 19:22 ¿Por qué me perseguís como Dios, y no os hartáis de mis carnes? Job 19:23 ¿Quién diese ahora que mis palabras fuesen escritas? ¿Quién diese que se escribiesen en un libro? Job 19:24 ¿Qué con cincel de hierro y con plomo fuesen en piedra esculpidas para siempre? Job 19:25 Yo sé que mi Redentor vive, y que al fin se levantará sobre el polvo. Job 19:26 Y después, desde este mi roto cuero, y desde mi propia carne tengo de ver a Dios: Job 19:27 Al cual yo tengo de ver por mí, y mis ojos le han de ver, y no otro, [aunque] mis riñones se consuman dentro de mí. Job 19:28 ¿Por qué no decís: Por qué le perseguimos? pues que la raíz del negocio se halla en mí. Job 19:29 Teméd a vosotros delante de la espada; porque la ira de la espada de las maldades viene: porque sepáis que hay juicio. Job 20:0 Job 20:1 Y respondió Sofar Naamatita, y dijo: Job 20:2 Por cierto mis pensamientos me hacen responder, y por tanto me apresuro. Job 20:3 El castigo de mi vergüenza he oído, y el espíritu de mi inteligencia me hace responder. Job 20:4 ¿Esto no sabes que fue siempre, desde el tiempo que fue puesto el hombre sobre la tierra: Job 20:5 Que la alegría de los impíos es breve, y el gozo del hipócrita, por un momento? Job 20:6 Si subiere hasta el cielo su altura, y su cabeza tocare en las nubes, Job 20:7 Como su mismo estiércol perecerá para siempre: los que le vieren, dirán: ¿Qué es de él? Job 20:8 Como sueño volará, y no será hallado; e irse ha como una visión nocturna. Job 20:9 El ojo que le viere, nunca más le verá: ni su lugar le verá más. Job 20:10 Sus hijos pobres andarán rogando, y sus manos tornarán lo que él robó. Job 20:11 Sus huesos están llenos de sus mocedades: y con él serán sepultadas en el polvo. Job 20:12 Si el mal se endulzó en su boca, si lo ocultaba debajo de su lengua: Job 20:13 Si le parecía bien, y no lo dejaba; mas antes lo detenía entre su paladar: Job 20:14 Su comida se mudará en sus entrañas: hiel de áspides [se tornará] dentro de él. Job 20:15 Comió haciendas, mas vomitarlas ha: de su vientre las sacará Dios. Job 20:16 Veneno de áspides chupará: lengua de víbora le matará. Job 20:17 No verá los arroyos, las riberas de los ríos de miel y de manteca. Job 20:18 Restituirá el trabajo ajeno conforme a la hacienda que tomó: y no tragará, ni gozará. Job 20:19 Por cuanto molió, dejó pobres: robó casas, y no las edificó; Job 20:20 Por tanto él no sentirá sosiego en su vientre, ni escapará con su codicia. Job 20:21 No quedó nada que no comiese: por tanto su bien no será durable. Job 20:22 Cuando fuere lleno su bastimento, tendrá angustia, toda mano del trabajado le acometerá. Job 20:23 Cuando se pusiere a henchir su vientre, Dios enviará sobre él la ira de su furor; y lloverá sobre él y sobre su comida. Job 20:24 Huirá de las armas de hierro, y pasarle ha el arco de acero. Job 20:25 Desvainará, y sacará saeta de su aljaba, y saldrá resplandeciendo por su hiel: sobre él vendrán terrores. Job 20:26 Todas tinieblas están guardadas para sus secretos, fuego no soplado le devorará: su sucesor será quebrantado en su tienda. Job 20:27 Los cielos descubrirán su iniquidad: y la tierra estará contra él. Job 20:28 Los renuevos de su casa serán trasportados; y serán derramados en el día de su furor. Job 20:29 Esta es la parte que Dios apareja al hombre impío; y esta es la heredad que Dios le señala por su palabra. Job 21:0 Job 21:1 Y respondió Job, y dijo: Job 21:2 Oíd atentamente mi palabra, y sea esto por vuestros consuelos. Job 21:3 Soportádme, y yo hablaré; y después que hubiere hablado, escarnecéd. Job 21:4 ¿Hablo yo a algún hombre? y si es así, ¿por qué no se angustiará mi espíritu? Job 21:5 Mirádme, y espantáos, y ponéd la mano sobre la boca. Job 21:6 Que cuando yo me acuerdo, me asombro; y toma temblor mi carne. Job 21:7 ¿Por qué viven los impíos, y se envejecen, y aun crecen en riquezas? Job 21:8 Su simiente con ellos, compuesta delante de ellos; y sus renuevos delante de sus ojos. Job 21:9 Sus casas seguras de temor, ni hay sobre ellos azote de Dios. Job 21:10 Sus toros engendran y no yerran: paren sus vacas y no amueven. Job 21:11 Echan sus chiquitos como manada de ovejas, y sus hijos andan saltando. Job 21:12 A son de tamboril y de vihuela saltan; y se huelgan al son del órgano. Job 21:13 Gastan sus días en bien, y en un momento descienden a la sepultura. Job 21:14 Y dicen a Dios: Apártate de nosotros, que no queremos el conocimiento de tus caminos. Job 21:15 ¿Quién es el Todopoderoso para que le sirvamos? ¿y de qué nos aprovechará que oremos a él? Job 21:16 He aquí, que su bien no está en su mano: el consejo de los impíos lejos esté de mí. Job 21:17 ¶ ¡Oh cuántas veces la antorcha de los impíos es apagada; y viene sobre ellos su contrición; y con su ira Dios les reparte dolores! Job 21:18 Serán como la paja delante del viento, y como el tamo que arrebata el torbellino. Job 21:19 Dios guardará para sus hijos su violencia; y le dará su pago, para que conozca. Job 21:20 Verán sus ojos su quebranto; y beberá de la ira del Todopoderoso. Job 21:21 Porque ¿qué deleite tendrá él de su casa después de sí, siendo cortado el número de sus meses? Job 21:22 ¿Enseñará él a Dios sabiduría, juzgando él las alturas? Job 21:23 Este morirá en la fortaleza de su hermosura todo quieto y pacífico. Job 21:24 Sus pechos están llenos de leche, y sus huesos serán regados de tuétano. Job 21:25 Y estotro morirá con amargo ánimo, y no comerá con bien. Job 21:26 Juntamente yacerán sobre la tierra, y gusanos los cubrirán. Job 21:27 He aquí, que yo conozco vuestros pensamientos, y las imaginaciones que contra mí forjáis. Job 21:28 Porque decís: ¿Qué es de la casa del príncipe? ¿y qué es de la tienda de las moradas de los impíos? Job 21:29 ¿No habéis preguntado a los que pasan por los caminos, cuyas señas no negaréis? Job 21:30 Que el malo es guardado del día de la contrición, del día de las iras son llevados. Job 21:31 ¿Quién le denunciará en su cara su camino? ¿y de lo que él hizo, quién le dará el pago? Job 21:32 Porque él ya será llevado a los sepulcros, y en el montón permanecerá. Job 21:33 Los terrones del arroyo le serán ya dulces; y tras de él será llevado todo hombre, y antes de él no hay número. Job 21:34 ¿Cómo pues me consoláis en vano, pues vuestras respuestas quedan por mentira? Job 22:0 Job 22:1 Y respondió Elifaz Temanita, y dijo: Job 22:2 ¿Traerá el hombre provecho a Dios? porque el sabio a sí mismo aprovecha. Job 22:3 ¿Tiene su contentamiento el Omnipotente en que tú seas justificado? ¿o le viene algún provecho de que tú hagas perfectos tus caminos? Job 22:4 ¿Si porque te teme, te castigará, y vendrá contigo a juicio? Job 22:5 Por cierto tu malicia es grande: y tus maldades no tienen fin. Job 22:6 Porque prendaste a tus hermanos sin causa, e hiciste desnudar las ropas de los desnudos. Job 22:7 No diste de beber agua al cansado, y al hambriento detuviste el pan. Job 22:8 Empero el violento tuvo la tierra, y el honrado habitó en ella. Job 22:9 Las viudas enviaste vacías, y los brazos de los huérfanos fueron quebrados, Job 22:10 Por tanto hay lazos al derredor de ti, y te turba espanto repentino: Job 22:11 O tinieblas, porque no veas; y abundancia de agua te cubre. Job 22:12 ¿No está Dios en la altura de los cielos? Mira la altura de las estrellas como son altas. Job 22:13 ¿Dirás pues: Qué sabe Dios? ¿cómo juzgará por medio de la oscuridad? Job 22:14 Las nubes son su escondedero, y no ve: y por el cerco del cielo se pasea. Job 22:15 ¿Quieres tú guardar la senda antigua, que pisaron los varones perversos? Job 22:16 Los cuales fueron cortados antes de tiempo: cuyo fundamento fue como un río derramado: Job 22:17 Que decían a Dios: Apártate de nosotros: ¿y qué nos ha de hacer el Omnipotente? Job 22:18 Habiendo él henchido sus casas de bienes. Por tanto el consejo de ellos lejos sea de mí. Job 22:19 Verán los justos, y gozarse han, y el inocente los escarnecerá. Job 22:20 ¿Fue cortada nuestra substancia, habiendo consumido el fuego el resto de ellos? Job 22:21 ¶ Ahora pues conciértate con él, y tendrás paz, y por ello te vendrá bien. Job 22:22 Toma ahora la ley de su boca, y pon sus palabras en tu corazón. Job 22:23 Si te tornares hasta el Omnipotente, serás edificado: alejarás de tu tienda la iniquidad. Job 22:24 Y tendrás más oro que tierra, y como piedras de arroyos, oro de Ofir. Job 22:25 Y tu oro será el Todopoderoso; y tendrás plata a montones. Job 22:26 Porque entonces te deleitarás en el Omnipotente, y alzarás a Dios tu rostro. Job 22:27 Orarás a él, y él te oirá, y pagarás tus votos. Job 22:28 Y determinarás la cosa, y serte ha firme, y sobre tus caminos resplandecerá luz. Job 22:29 Cuando los otros fueren abatidos, dirás tú: Ensalzamiento: y al humilde de ojos salvará. Job 22:30 Un inocente escapará una isla: y en la limpieza de tus manos será guardada. Job 23:0 Job 23:1 Y respondió Job, y dijo: Job 23:2 Hoy también hablaré con amargura, y será más grave mi llaga que mi gemido. Job 23:3 ¡Quién diese que le conociese, y le hallase! yo iría hasta su trono. Job 23:4 Ordenaría juicio delante de él, y mi boca henchiría de argumentos. Job 23:5 Yo sabría lo que él me respondería, y entendería lo que me dijese. Job 23:6 ¿Pleitearía conmigo con multitud de fuerza? No: antes él la pondría en mí. Job 23:7 Allí el recto disputaría con él; y escaparía para siempre de él que me condena. Job 23:8 He aquí, yo iré al oriente, y no le hallaré, y al occidente, y no le entenderé. Job 23:9 Si al norte él obrare, yo no le veré: al mediodía se esconderá, y no le veré. Job 23:10 ¶ Mas él conoció mi camino: probóme, y salí como oro. Job 23:11 Mis pies tomaron su rastro: guardé su camino, y no me aparté. Job 23:12 Del mandamiento de sus labios nunca me quité: las palabras de su boca guardé más que mi comida. Job 23:13 Y si él se determina en una cosa, ¿quién le apartará? Su alma deseó, e hizo. Job 23:14 Por tanto él acabará lo que ha determinado de mí; y muchas cosas como estas hay en él. Job 23:15 Por lo cual yo me espantaré delante de su rostro: consideraré, y temerle he. Job 23:16 Dios ha enternecido mi corazón, y el Omnipotente me ha espantado. Job 23:17 ¿Por qué yo no fui cortado delante de las tinieblas, y cubrió con oscuridad mi rostro? Job 24:0 Job 24:1 ¿Por qué no son ocultos los tiempos al Todopoderoso, pues los que le conocen no ven sus días? Job 24:2 Toman los términos, roban los ganados, y los apacientan. Job 24:3 Llévanse el asno de los huérfanos, prendan el buey de la viuda. Job 24:4 Hacen apartar del camino a los pobres, y todos los pobres de la tierra se esconden. Job 24:5 He aquí, que como asnos monteses en el desierto salen a su obra madrugando para robar; el desierto es su mantenimiento, y de sus hijos. Job 24:6 En el campo siegan su pasto, y los impíos vendimian la viña. Job 24:7 Al desnudo hacen dormir sin ropa, y que en el frío no tenga cobertura. Job 24:8 De la inundación de los montes fueron humedecidos; y abrazaron las peñas sin tener en que cubrirse. Job 24:9 Al huérfano del pecho roban, y de sobre el pobre toman la prenda. Job 24:10 Al desnudo hacen andar sin vestido, y a los hambrientos quitan los manojos. Job 24:11 De dentro de sus paredes exprimen el aceite, pisan los lagares, y mueren de sed. Job 24:12 De la ciudad claman los hombres, y las almas de los muertos dan voces, y Dios no puso estorbo. Job 24:13 Ellos son los que son rebeldes a la luz: nunca conocieron sus caminos, ni estuvieron en sus veredas. Job 24:14 A la luz se levanta el matador: mata al pobre y al necesitado, y de noche es como ladrón. Job 24:15 El ojo del adúltero está aguardando la noche, diciendo: No me verá nadie, y esconderá su rostro. Job 24:16 En las tinieblas minan las casas, que de día se señalaron: no conocen la luz. Job 24:17 Porque a todos ellos la mañana les es como sombra de muerte: si son conocidos, terrores de sombra de muerte los toman. Job 24:18 Son livianos sobre las aguas: su porción es maldita en la tierra. Nunca vienen por el camino de las viñas. Job 24:19 La sequedad, y también el calor roban las aguas de la nieve; y el sepulcro a los pecadores. Job 24:20 El misericordioso se olvidará de ellos, los gusanos sentirán dulzura de ellos: nunca más habrá de ellos memoria; y como un árbol será quebrantada la iniquidad. Job 24:21 A la mujer estéril que no paría, afligió: y a la viuda nunca hizo bien. Job 24:22 Mas a los violentos adelantó con su poder: levantóse, y no fió a nadie en la vida. Job 24:23 Si algunos le dieron a crédito, y se afirmó en ellos; sus ojos tuvo puestos sobre los caminos de ellos. Job 24:24 Fueron enaltecidos por un poco, y desaparecieron, y son abatidos como cada cual: serán encerrados, y cortados como cabezas de espigas. Job 24:25 Y si no es así, ¿quién me desmentirá ahora, o tornará en nada mis palabras? Job 25:0 Job 25:1 Y respondió Baldad Sujita, y dijo: Job 25:2 El señorío y el temor están con él: él hace paz en sus alturas. Job 25:3 ¿Tienen sus ejércitos número? ¿y sobre quién no está su luz? Job 25:4 ¶ ¿Y cómo se justificará el hombre con Dios? ¿y cómo será limpio el que nace de mujer? Job 25:5 He aquí, que ni aun hasta la luna será resplandeciente: ni las estrellas son limpias delante de sus ojos. Job 25:6 ¿Cuánto más el gusano del hombre, e hijo de hombre gusano? Job 26:0 Job 26:1 Y respondió Job, y dijo: Job 26:2 ¿En qué ayudaste al que no tiene fuerza? ¿salvaste con brazo al que no tiene fortaleza? Job 26:3 ¿En qué aconsejaste al que no tiene ciencia? ¿y mostraste asaz [tu] sabiduría? Job 26:4 ¿A quién has anunciado palabras? ¿y cúyo es el espíritu que sale de ti? Job 26:5 Cosas inanimadas son formadas debajo de las aguas, y de sus moradas. Job 26:6 El sepulcro es descubierto delante de él, y el infierno no tiene cobertura. Job 26:7 Extiende al aquilón sobre vacío: cuelga la tierra sobre nada. Job 26:8 Las aguas ata en sus nubes, y las nubes no se rompen debajo de ellas. Job 26:9 El aprieta la faz de su trono, y extiende sobre él su nube. Job 26:10 El cercó con término la superficie de las aguas hasta que se acabe la luz y las tinieblas. Job 26:11 Las columnas del cielo tiemblan, y se espantan de su reprensión. Job 26:12 El rompe la mar con su potencia, y con su entendimiento hiere [su] hinchazón. Job 26:13 Su Espíritu adornó los cielos: su mano crió la serpiente rolliza. Job 26:14 He aquí, estas son partes de sus caminos: ¿y cuán poco es lo que habemos oído de él? porque el estruendo de sus fortalezas ¿quién lo entenderá? Job 27:0 Job 27:1 Y tornó Job a tomar su parábola, y dijo: Job 27:2 Vive el Dios que me quitó mi derecho; y el Omnipotente, que amargó mi alma: Job 27:3 Que todo el tiempo que mi alma estuviere en mí, y hubiere resuello de Dios en mis narices, Job 27:4 Mis labios no hablarán iniquidad: ni mi lengua pronunciará engaño. Job 27:5 Nunca tal me acontezca, que yo os justifique: hasta morir no quitaré mi integridad de mí. Job 27:6 Mi justicia tengo asida, y no la aflojaré, no se avergonzará mi corazón de mis días. Job 27:7 ¶ Sea como el impío mi enemigo, y como el inicuo mi adversario. Job 27:8 Porque ¿qué es la esperanza del hipócrita, si mucho hubiere robado, cuando Dios arrebatare su alma? Job 27:9 ¿Oirá Dios su clamor, cuando viniere sobre él la tribulación? Job 27:10 ¿Se deleitará en el Omnipotente? ¿llamará a Dios en todo tiempo? Job 27:11 Yo os enseñaré lo que está en la mano de Dios: no esconderé lo que está acerca del Omnipotente. Job 27:12 He aquí, que todos vosotros lo habéis visto: ¿por qué pues os desvanecéis con vanidad? Job 27:13 Esta es la suerte del hombre impío acerca de Dios, y la herencia que los violentos han de recibir del Omnipotente. Job 27:14 Si sus hijos fueren multiplicados, serán para la espada, y sus pequeños no se hartarán de pan. Job 27:15 Los que de ellos quedaren, en muerte serán sepultados, y sus viudas no llorarán. Job 27:16 Sí amontonare plata como polvo, y si aparejare ropa como lodo: Job 27:17 Aparejará, mas el justo se vestirá, y el inocente repartirá la plata. Job 27:18 Edificó su casa como la polilla, y como cabaña que hizo alguna guarda. Job 27:19 El rico dormirá, mas no será recogido: abrirá sus ojos, y no verá a nadie. Job 27:20 Asirán de él terrores como aguas: torbellino le arrebatará de noche. Job 27:21 Tomarle ha solano, e irse ha: y tempestad le arrebatará de su lugar. Job 27:22 Y echará sobre él, y no perdonará: huyendo huirá de su mano. Job 27:23 Batirá sus manos sobre él, y desde su lugar le silbará. Job 28:0 Job 28:1 Ciertamente la plata tiene su oculto nacimiento, y el oro lugar de donde lo sacan. Job 28:2 El hierro es tomado del polvo, y de la piedra es fundido el metal. Job 28:3 A las tinieblas puso término, y a toda obra perfecta que él hizo puso piedra de oscuridad y de sombra de muerte. Job 28:4 Sale el río junto al morador; y las aguas sin pie, más altas que el hombre, se fueron. Job 28:5 Tierra de la cual saldrá pan, y debajo de ella estará como convertida en fuego. Job 28:6 Lugar que sus piedras serán zafiros, y tendrá polvos de oro. Job 28:7 Senda que nunca la conoció ave, ni ojo de buitre la vio. Job 28:8 Nunca la pisaron animales fieros, ni pasó por ella león. Job 28:9 En el pedernal puso su mano, y trastornó los montes de raíz. Job 28:10 De los peñascos cortó ríos, y todo lo precioso vio su ojo. Job 28:11 Los ríos detuvo en su nacimiento, y lo escondido hizo salir a luz. Job 28:12 ¶ ¿Mas la sabiduría, donde se hallará? ¿y el lugar de la prudencia, donde está? Job 28:13 Nunca el hombre supo su valor, ni se halla en la tierra de los vivientes. Job 28:14 El abismo dice: No está en mí: y la mar dijo: Ni conmigo. Job 28:15 No se dará por oro, ni su precio será a peso de plata. Job 28:16 No es apreciada con oro de Ofir, ni con ónix precioso, ni con zafiro. Job 28:17 El oro no se le igualará, ni el diamante; ni se trocará por vaso de oro fino. Job 28:18 De coral, ni de gabis, no se hará mención: la sabiduría es mejor que piedras preciosas. Job 28:19 No se igualará con ella esmeralda de Etiopía: no se podrá apreciar con oro fino. Job 28:20 ¿De dónde, pues, vendrá la sabiduría? ¿y dónde está el lugar de la inteligencia? Job 28:21 Pues es encubierta a los ojos de todo viviente, y a toda ave del cielo es oculta. Job 28:22 La perdición y la muerte dijeron: Su fama hemos escuchado con nuestros oídos. Job 28:23 Dios entendió su camino, y él solo conoció su lugar. Job 28:24 Porque él mira hasta los fines de la tierra, y ve debajo de todo el cielo: Job 28:25 Haciendo peso al viento, y poniendo las aguas por medida. Job 28:26 Cuando él hizo ley a la lluvia, y camino al relámpago de los truenos: Job 28:27 Entonces la vio él, y la manifestó; la preparó, y también la inquirió. Job 28:28 Y dijo al hombre: He aquí, que el temor del Señor es la sabiduría; y la inteligencia el apartarse del mal. Job 29:0 Job 29:1 Y tornó Job a tomar su parábola, y dijo: Job 29:2 ¡Quién me tornase como en los meses pasados, como en los días cuando Dios me guardaba! Job 29:3 Cuando hacía resplandecer su candela sobre mi cabeza, a la luz de la cual yo caminaba en la oscuridad. Job 29:4 Como fui en los días de mi mocedad, cuando Dios era familiar en mi tienda; Job 29:5 Cuando aun el Omnipotente estaba conmigo, y mis mozos al derredor de mí; Job 29:6 Cuando yo lavaba mis caminos con manteca, y la piedra me derramaba ríos de aceite; Job 29:7 Cuando salía a la puerta a juicio, y en la plaza hacía aparejar mi silla: Job 29:8 Los mozos me veían, y se escondían, y los viejos se levantaban, y estaban en pie. Job 29:9 Los príncipes detenían sus palabras, y ponían la mano sobre su boca. Job 29:10 La voz de los principales se ocultaba, y su lengua se pegaba a su paladar. Job 29:11 Cuando los oídos que me oían, me llamaban bienaventurado, y los ojos que me veían, me daban testimonio; Job 29:12 Porque libraba al pobre que gritaba, y al huérfano que carecía de ayudador. Job 29:13 La bendición del que se iba a perder venía sobre mí, y al corazón de la viuda hacía cantar de alegría. Job 29:14 Vestíame de justicia, y ella me vestía como un manto, y mí toca era juicio. Job 29:15 Yo era ojos al ciego, y pies al cojo. Job 29:16 A los menesterosos era padre, y de la causa que no entendía, me informaba con diligencia. Job 29:17 Y quebraba los colmillos del inicuo; y de sus dientes hacía soltar la presa. Job 29:18 Y decía: En mi nido moriré, y como arena multiplicaré días. Job 29:19 Mi raíz está abierta junto a las aguas, y en mis ramas permanecerá rocío. Job 29:20 Mi honra se renueva conmigo, y mi arco se renueva en mi mano. Job 29:21 Oíanme y esperaban, y callaban a mi consejo. Job 29:22 Tras mi palabra no replicaban: mas mi razón destilaba sobre ellos. Job 29:23 Y esperábanme como a la lluvia, y abrían su boca como a la lluvia tardía. Job 29:24 Si me reía a ellos, no lo creían; ni derribaban la luz de mi rostro. Job 29:25 Aprobaba el camino de ellos, y sentábame en cabecera; y moraba como el rey en el ejército, como el que consuela llorosos. Job 30:0 Job 30:1 Mas ahora los más mozos de días que yo, se rien de mí, cuyos padres yo desdeñara de ponerlos con los perros de mi ganado, Job 30:2 Porque ¿para qué había yo menester la fuerza de sus manos, en los cuales pereció el tiempo? Job 30:3 Por causa de la pobreza y de la hambre solos: que huían a la soledad, al lugar tenebroso, asolado y desierto. Job 30:4 Que cogían malvas entre los árboles, y raíces de enebros para calentarse. Job 30:5 Eran echados de entre las gentes, y todos les daban grita como a ladrón. Job 30:6 Que habitaban en las barrancas de los arroyos, en las cavernas de la tierra, y en las piedras. Job 30:7 Que bramaban entre las matas, y se congregaban debajo de las espinas. Job 30:8 Hijos de viles, y hombres sin nombre: mas bajos que la misma tierra. Job 30:9 Y ahora yo soy su canción, y soy hecho a ellos refrán. Job 30:10 Abomínanme, aléjanse de mí; y aun de mi rostro no detuvieron su saliva. Job 30:11 Porque Dios desató mi cuerda, y me afligió; y quitaron el freno delante de mi rostro. Job 30:12 A la mano derecha se levantaron los muchachos; rempujaron mis pies, y pisaron sobre mí las sendas de su contrición. Job 30:13 Mi senda derribaron: aprovecháronse de mi quebrantamiento; contra los cuales no hubo ayudador. Job 30:14 Vinieron como por portillo ancho: revolviéronse por mi calamidad. Job 30:15 Turbaciones se convirtieron sobre mí: combatieron como un viento mi voluntad, y mi salud como nube que pasa. Job 30:16 Y ahora mi alma está derramada en mí: días de aflicción me han comprendido. Job 30:17 De noche taladra sobre mí mis huesos, y mis pulsos no reposan. Job 30:18 Con la grandeza de la fuerza del dolor mi vestidura es mudada; cíñeme como el collar de mi ropa. Job 30:19 Derribóme en el lodo, y soy semejante al polvo, y a la ceniza. Job 30:20 Clamo a ti, y no me oyes: me presento, y no me echas de ver. Job 30:21 Háste tornado cruel para mí: con la fortaleza de tu mano me amenazas. Job 30:22 Levantásteme, e hicísteme cabalgar sobre el viento, y derretiste en mí el ser. Job 30:23 Porque yo conozco que me tornas a la muerte, y a la casa determinada a todo viviente. Job 30:24 Mas él no extenderá la mano contra el sepulcro; ¿clamarán los sepultados cuando él los quebrantare? Job 30:25 ¿No lloré yo al afligido, y mi alma no se entristeció sobre el menesteroso? Job 30:26 Cuando esperaba el bien, entonces me vino el mal; y cuando esperaba la luz, vino la oscuridad. Job 30:27 Mis entrañas hierven, y no reposan: previniéronme días de aflicción. Job 30:28 Denegrido anduve, y no por el sol: levantéme en la congregación, y clamé. Job 30:29 Hermano fui de los dragones, y compañero de las hijas del avestruz. Job 30:30 Mi cuero está denegrido sobre mí, y mis huesos se secaron con sequedad. Job 30:31 Y mi arpa se tornó en luto, y mi órgano en voz de lamentantes. Job 31:0 Job 31:1 Hice concierto con mis ojos: porque ¿a qué propósito había yo de pensar de la virgen? Job 31:2 Porque, ¿qué galardón me daría de arriba Dios, y qué heredad el Omnipotente de las alturas? Job 31:3 ¿No hay quebrantamiento para el impío, y extrañamiento para los que obran iniquidad? Job 31:4 ¿No ve él mis caminos, y cuenta todos mis pasos? Job 31:5 Si anduve con mentira, y si mi pie se apresuró a engaño, Job 31:6 Péseme Dios en balanzas de justicia, y conocerá mi perfección. Job 31:7 Si mis pasos se apartaron del camino, y si mi corazón se fue tras mis ojos, y si algo se apegó a mis manos, Job 31:8 Siembre yo, y otro coma, y mis verduras sean arrancadas. Job 31:9 Si fue mi corazón engañado acerca de mujer, y si estuve asechando a la puerta de mi prójimo: Job 31:10 Muela para otro mi mujer, y sobre ella se encorven otros; Job 31:11 Porque es maldad, e iniquidad probada. Job 31:12 Porque es fuego que hasta el sepulcro devoraría, y toda mi hacienda desarraigaría. Job 31:13 Si hubiera tenido en poco el derecho de mi siervo y de mi sierva, cuando ellos pleiteasen conmigo; Job 31:14 ¿Qué haría yo cuando Dios se levantase? y cuando él visitase; ¿qué le respondería yo? Job 31:15 ¿El que en el vientre me hizo a mí, no le hizo a él? ¿y un mismo autor no nos dispuso en la matriz? Job 31:16 Si estorbé el contento de los pobres, e hice desfallecer los ojos de la viuda; Job 31:17 Y si comí mi bocado solo, y no comió de él el huérfano; Job 31:18 (Porque desde mi mocedad creció conmigo como con padre; y desde el vientre de mi madre fui guía de la viuda;) Job 31:19 Si ví al que pereciera sin vestido, y al menesteroso sin cobertura; Job 31:20 Si no me bendijeron sus lomos, y del vellocino de mis ovejas se calentaron; Job 31:21 Si alcé contra el huérfano mi mano, aunque viese que todos me ayudarían en la puerta: Job 31:22 Mi espalda se caiga de mi hombro, y mi brazo sea quebrado de mi canilla. Job 31:23 Porque temí el castigo de Dios, contra cuya alteza yo no tendría poder. Job 31:24 Si puse en oro mi esperanza, y dije al oro: Mi confianza eres tú; Job 31:25 Si me alegré de que mi hacienda se multiplicase, y de que mi mano hallase mucho; Job 31:26 Si ví al sol cuando resplandecía, y a la luna cuando iba hermosa, Job 31:27 Y mi corazón se engañó en secreto, y mi boca besó mi mano: Job 31:28 Esto también fuera maldad probada, porque negaría al Dios soberano. Job 31:29 Si me alegré en el quebrantamiento del que me aborrecía, y me regocijé, cuando le halló el mal. Job 31:30 Que ni aun entregué al pecado mi paladar, pidiendo maldición para su alma, Job 31:31 Cuando mis domésticos decían: ¿quién nos diese de su carne? nunca nos hartaríamos. Job 31:32 El extranjero no tenía fuera la noche: mis puertas abría al caminante. Job 31:33 Si encubrí como los hombres mis prevaricaciones, escondiendo en mi escondrijo mi iniquidad; Job 31:34 Porque quebrantaba a la gran multitud, y el menosprecio de las familias me atemorizó, y callé, y no salí de mi puerta; Job 31:35 Quién me diese: quién me oyese: ciertamente, mi señal es que el Omnipotente testificará por mí: aunque mi adversario me haga el proceso, Job 31:36 Ciertamente yo le llevaría sobre mi hombro, y me le ataría en lugar de coronas. Job 31:37 Yo le contaría el número de mis pasos; y como príncipe me allegaría a él. Job 31:38 Si mi tierra clamará contra mí, y llorarán todos sus surcos; Job 31:39 Si comí su fuerza sin dinero, o afligí el alma de sus dueños: Job 31:40 En lugar de trigo me nazcan espinas, y neguilla en lugar de cebada. Acábanse las palabras de Job. Job 32:0 Job 32:1 Y cesaron estos tres varones de responder a Job, por cuanto él era justo en sus ojos. Job 32:2 Y Eliú, hijo de Baraquel, Buzita, de la familia de Ram, se enojó con furor contra Job: enojóse con furor, por cuanto justificaba su vida más que a Dios. Job 32:3 Enojóse asimismo con furor contra sus tres amigos, por cuanto no hallaban que responder, habiendo condenado a Job. Job 32:4 Y Eliú había esperado a Job en la disputa; porque todos eran más viejos de días que él. Job 32:5 Y viendo Eliú que no había respuesta en la boca de aquellos tres varones, su furor se encendió. Job 32:6 Y respondió Eliú, hijo de Baraquel, Buzita, y dijo: Yo soy menor de días, y vosotros viejos; por tanto he tenido miedo, y he temido de declararos mi opinión. Job 32:7 Yo decía: Los días hablarán, y la muchedumbre de años declarará sabiduría. Job 32:8 Ciertamente espíritu hay en el hombre, e inspiración del Omnipotente los hace que entiendan. Job 32:9 No los grandes son los sabios: ni los viejos entienden el derecho. Job 32:10 Por tanto yo dije: Escuchádme, declararé mi sabiduría yo también. Job 32:11 He aquí, yo he esperado a vuestras razones, he escuchado vuestros argumentos entre tanto que buscáis palabras. Job 32:12 Y aun os he considerado, y he aquí, que no hay de vosotros quien redarguya a Job, y responda a sus razones. Job 32:13 Porque no digáis: Nosotros hemos hallado sabiduría: Dios le desechó, y no hombre. Job 32:14 Ni tampoco Job enderezó a mi sus palabras, ni yo le responderé con vuestras razones. Job 32:15 Espantáronse, no respondieron más, quitáronseles las hablas. Job 32:16 Y yo esperé, porque no hablaban: antes pararon, y no respondieron más. Job 32:17 Responderé pues también yo mi parte, declararé también yo mi opinión: Job 32:18 Porque estoy lleno de palabras: y el espíritu de mi vientre me constriñe. Job 32:19 De cierto mi vientre es como el vino que no tiene respiradero, y se rompe como odres nuevos. Job 32:20 Hablaré pues, y respiraré: abriré mis labios, y responderé. Job 32:21 No haré ahora acepción de personas, ni usaré con hombre de lisonjeros títulos. Job 32:22 Porque no sé hablar lisonjas: de otra manera en breve me consuma mi hacedor. Job 33:0 Job 33:1 Por tanto oye ahora, Job, mis razones, y escucha todas mis palabras. Job 33:2 He aquí, ahora yo abriré mi boca, y mi lengua hablará en mi garganta. Job 33:3 Mis razones declararán la rectitud de mi corazón, y mis labios hablarán pura sabiduría. Job 33:4 El Espíritu de Dios me hizo, y la inspiración del Omnipotente me dio vida. Job 33:5 Si pudieres, respóndeme: dispón, está delante de mí. Job 33:6 Heme aquí a mí en lugar de Dios, conforme a tu dicho: de lodo soy yo también formado. Job 33:7 He aquí que mi terror no te espantará, ni mi mano se agravará sobre ti. Job 33:8 De cierto tú dijiste a mis oídos, y yo oí la voz de tus palabras: Job 33:9 Yo soy limpio, y sin rebelión: yo soy inocente, y no hay maldad en mí; Job 33:10 He aquí que él buscó achaques contra mí, y me tiene por su enemigo; Job 33:11 Puso mis pies en el cepo, y guardó todas mis sendas. Job 33:12 He aquí en esto no has hablado justamente: responderte he, que mayor es Dios que el hombre. Job 33:13 ¿Por qué tomaste pleito contra él? porque él no dirá todas sus palabras. Job 33:14 Antes en una o en dos maneras hablará Dios al que no ve. Job 33:15 Por sueño de visión nocturna, cuando el sueño cae sobre los hombres, cuando se adormecen sobre el lecho; Job 33:16 Entonces revela al oído de los hombres; y les señala su castigo; Job 33:17 Para quitar al hombre de la mala obra, y apartar del varón la soberbia. Job 33:18 Así detendrá su alma de corrupción, y su vida de ser pasada a cuchillo. Job 33:19 También sobre su cama es castigado con dolor fuertemente, en todos sus huesos: Job 33:20 Que le hace que su vida aborrezca el pan, y su alma la comida suave. Job 33:21 Su carne desfallece sin verse; y sus huesos, que antes no se veían, serán levantados. Job 33:22 Y su alma se acercará del sepulcro, y su vida, de los matadores. Job 33:23 Si hubiere cerca de él algún elocuente anunciador muy escogido, que anuncie al hombre su justicia, Job 33:24 Que le diga: que Dios tuvo misericordia de él, que le libró de descender al sepulcro, que halló redención. Job 33:25 Su carne se enternecerá más que de un niño, y volverá a los días de su mocedad. Job 33:26 Orará a Dios, y amarle ha; y verá su faz con júbilo: y él dará al hombre el pago de su justicia. Job 33:27 Él mira sobre los hombres; y el que dijere: Pequé, y pervertí lo recto, y no me ha aprovechado: Job 33:28 Dios redimirá su alma, que no pase al sepulcro, y su vida se verá en luz. Job 33:29 He aquí, todas estas cosas hace Dios dos, tres veces con el hombre. Job 33:30 Para apartar su alma del sepulcro, y para ilustrarle con la luz de los vivientes. Job 33:31 Escucha, Job, y óyeme: calla, y yo hablaré: Job 33:32 Y si hubiere palabras, respóndeme: habla, porque yo te quiero justificar. Job 33:33 Y si no, óyeme tú a mí: calla, y enseñarte he sabiduría. Job 34:0 Job 34:1 Y respondió Eliú, y dijo: Job 34:2 Oíd sabios, mis palabras, y doctos escuchádme: Job 34:3 Porque el oído prueba las palabras, y el paladar gusta para comer. Job 34:4 Escojamos para vosotros el juicio, conozcamos entre nosotros cual sea lo bueno. Job 34:5 Porque Job ha dicho: Yo soy justo, y Dios me ha quitado mi derecho. Job 34:6 En mi juicio yo fui mentiroso, mi saeta es gravada sin haber yo prevaricado. Job 34:7 ¿Qué hombre hay como Job, que bebe el escarnio como agua? Job 34:8 Y va en compañía con los que obran iniquidad, y anda con los hombres maliciosos. Job 34:9 Porque dijo: De nada servirá al hombre, si conformare su voluntad con Dios. Job 34:10 Por tanto varones de seso, oídme: Lejos vaya de Dios la impiedad, y del Omnipotente la iniquidad. Job 34:11 Porque él pagará al hombre su obra, y él le hará hallar conforme a su camino, Job 34:12 Además de esto, cierto Dios no hará injusticia, y el Omnipotente no pervertirá el derecho. Job 34:13 ¿Quién visitó por él la tierra? ¿y quién puso en orden todo el mundo? Job 34:14 Si él pusiese sobre el hombre su corazón, y recogiese a sí su espíritu y su aliento, Job 34:15 Toda carne perecería juntamente, y el hombre se tornaría en polvo. Job 34:16 Y si hay en ti entendimiento, oye esto: escucha la voz de mis palabras. Job 34:17 ¿Enseñorearse ha el que aborrece juicio? ¿y condenarás al poderoso siendo justo? Job 34:18 ¿Decirse ha al rey: Perverso eres; y a los príncipes: Impíos sois? Job 34:19 ¿Cuánto menos a aquel que no hace acepción de personas de príncipes, ni el rico es de él más respetado que el pobre? porque todos son obras de sus manos. Job 34:20 En un momento mueren, y a media noche se alborotarán los pueblos, y pasarán, y sin mano será quitado el poderoso. Job 34:21 Porque sus ojos están sobre los caminos del hombre, y todos sus pasos ve. Job 34:22 No hay tinieblas, ni sombra de muerte, donde se encubran los que obran maldad. Job 34:23 Porque nunca más permitirá al hombre, que vaya con Dios a juicio. Job 34:24 Él quebrantará a los fuertes sin pesquisa: y hará estar otros en lugar de ellos. Job 34:25 Por tanto él hará notorias las obras de ellos; y volverá la noche, y serán quebrantados. Job 34:26 Como a malos los herirá en lugar donde sean vistos. Job 34:27 Por cuanto se apartaron de él así, y no consideraron todos sus caminos: Job 34:28 Haciendo venir delante de sí el clamor del pobre, y oyendo el clamor de los necesitados. Job 34:29 Y si él diere reposo, ¿quién inquietará? Si escondiere el rostro, ¿quién le mirará? Esto sobre una nación, y asimismo sobre un hombre: Job 34:30 Haciendo que reine el hombre hipócrita para escándalos del pueblo. Job 34:31 Porque de Dios es decir: Yo perdoné, no destruiré. Job 34:32 Enséñame tú lo que yo no veo: que si hice mal, no lo haré más. Job 34:33 ¿Ha de ser eso según tu mente? Él te recompensará, que no quieras tú, o quieras, y no yo: di lo que sabes. Job 34:34 Los hombres de seso dirán conmigo, y el hombre sabio me oirá. Job 34:35 Job no habla con sabiduría, y sus palabras no son con entendimiento. Job 34:36 Deseo que Job sea probado luengamente: para que haya respuestas contra los varones inicuos. Job 34:37 Por cuanto a su pecado añadió impiedad: bate las manos entre nosotros, y multiplica sus palabras contra Dios. Job 35:0 Job 35:1 Y procediendo Eliú en su razonamiento, dijo: Job 35:2 ¿Piensas haber sido conforme a derecho lo que dijiste: Más justo soy que Dios? Job 35:3 Porque dijiste: ¿Qué te aprovechará, que provecho tendré de mi pecado? Job 35:4 Yo te responderé algunas razones; y a tus compañeros contigo. Job 35:5 Mira a los cielos, y ve, y considera que los cielos son más altos que tú. Job 35:6 Si pecares, ¿qué habrás hecho contra él? y si tus rebeliones se multiplicaren, ¿qué le harás tú? Job 35:7 Si fueres justo, ¿qué le darás a él? ¿o qué recibirá de tu mano? Job 35:8 Al hombre como tú dañará tu impiedad; y al hijo del hombre aprovechará tu justicia. Job 35:9 ¶ A causa de la multitud de las violencias clamarán, y darán voces por la fuerza de los violentos: Job 35:10 Y ninguno dirá: ¿Dónde está Dios mi hacedor, que da canciones en la noche; Job 35:11 Que nos enseña más que las bestias de la tierra, y nos hace sabios más que las aves del cielo? Job 35:12 Allí clamarán, y él no oirá por la soberbia de los malos. Job 35:13 Ciertamente Dios no oirá la vanidad, ni el Omnipotente la mirará. Job 35:14 Aunque más digas: No le mirará: haz juicio delante de él, y espera en él. Job 35:15 Mas ahora, porque su ira no visita, ni conoce en gran manera, Job 35:16 Job abrió su boca vanamente, y multiplica palabras sin sabiduría. Job 36:0 Job 36:1 Y pasando a delante Eliú, dijo: Job 36:2 Espérame un poco, y enseñarte he: porque todavía hablo por Dios. Job 36:3 Tomaré mi sabiduría de lejos, y daré la justicia a mi Hacedor. Job 36:4 Porque de cierto no son mentira mis palabras, antes se trata contigo con perfecta sabiduría. Job 36:5 He aquí, que Dios es grande, y no aborrece, fuerte en virtud de corazón. Job 36:6 No dará vida al impío; y a los afligidos dará su derecho. Job 36:7 No quitará sus ojos del justo: mas con los reyes los pondrá también en trono para siempre, y serán ensalzados. Job 36:8 Y si estuvieren presos en grillos, y cautivos en las cuerdas de aflicción, Job 36:9 El les anunciará la obra de ellos, y que sus rebeliones prevalecieron. Job 36:10 Y despierta el oído de ellos para castigo, y dice que se conviertan de la iniquidad. Job 36:11 Si oyeren, y sirvieren, acabarán sus días en bien, y sus años en deleites. Job 36:12 Mas si no oyeren, serán pasados a cuchillo: y perecerán sin sabiduría. Job 36:13 Mas los hipócritas de corazón le irritarán más; y no clamarán, cuando él los atare. Job 36:14 El alma de ellos morirá en su mocedad, y su vida entre los sodomíticos. Job 36:15 Al pobre librará de su pobreza, y en la aflicción despertará su oreja. Job 36:16 ¶ Y aun te apartará de la boca de la angustia en anchura, debajo de la cual no haya estrechura, y te asentará mesa llena de grosura. Job 36:17 Mas tú has henchido el juicio del impío contra la justicia, y el juicio [que lo] sustenta todo. Job 36:18 Por lo cual es de temer, que no te quite con herida, la cual no evites con gran rescate. Job 36:19 ¿Estimará él tus riquezas, ni el oro, ni todas las fuerzas de poder? Job 36:20 No desees la noche, en la cual él corta los pueblos de su lugar. Job 36:21 Guárdate, no mires a la iniquidad, teniéndola por mejor que la pobreza. Job 36:22 He aquí, que Dios será ensalzado con su poder, ¿quién semejante a él, enseñador? Job 36:23 ¿Quién visitó sobre él su camino? ¿Y quién dijo: Iniquidad has hecho? Job 36:24 Acuérdate de engrandecer su obra, la cual contemplan los hombres. Job 36:25 La cual vieron todos los hombres, y el hombre la ve de lejos. Job 36:26 He aquí que Dios es grande, y nosotros no le conoceremos: ni se puede rastrear el número de sus años. Job 36:27 Porque él detiene las goteras de las aguas, cuando la lluvia se derrama de su vapor. Job 36:28 Cuando gotean de las nubes, gotean sobre los hombres en abundancia. Job 36:29 ¿Si entenderá también los extendimientos de las nubes, y los bramidos de su tabernáculo? Job 36:30 He aquí, que él extendió sobre ella su luz; y cubrió las raíces de la mar. Job 36:31 Con ellas castiga a los pueblos, y da comida a la multitud. Job 36:32 Con las nubes encubre la luz, y les manda que vayan contra ella. Job 36:33 La una da nuevas de la otra: la una adquiere ira contra la que viene. Job 37:0 Job 37:1 A esto también se espanta mi corazón y salta de su lugar. Job 37:2 Oíd oyendo su terrible voz, y la palabra que sale de su boca. Job 37:3 Debajo de todos los cielos lo enderezará, y su luz le extenderá hasta los fines de la tierra. Job 37:4 Tras de él bramará el sonido, tronará con su valiente voz, y aunque sea oída su voz, no los detiene. Job 37:5 Tronará Dios maravillosamente con su voz: él hace grandes cosas, y nosotros no lo entendemos. Job 37:6 Porque a la nieve dice: Sé en la tierra; y lluvia tras lluvia, y lluvia tras lluvia en su fortaleza. Job 37:7 Él pone un sello en la mano de todos los hombres, para que todos los hombres conozcan su obra. Job 37:8 La bestia se entrará en su escondrijo, y habitará en sus moradas. Job 37:9 Del mediodía viene el torbellino, y de los vientos del norte el frío. Job 37:10 Por el soplo de Dios se da el hielo, y las anchas aguas son constreñidas. Job 37:11 Además de esto, con la claridad fatiga las nubes, y las esparce con su luz. Job 37:12 Y ellas se revuelven al derredor por sus ingenios, para hacer sobre la haz del mundo en la tierra lo que él les mandó: Job 37:13 Unas veces por azote; otras, por causa de su tierra; otras, por misericordia las hará parecer. Job 37:14 Escucha esto Job, repósate, y considera las maravillas de Dios. Job 37:15 ¿Supiste cuando Dios las ponía en concierto, y hacía levantar la luz de su nube? Job 37:16 ¿Has tú conocido las diferencias de las nubes, las maravillas del perfecto de sabidurías? Job 37:17 ¿Y eran calientes tus vestidos cuando él daba el reposo a la tierra del mediodía? Job 37:18 ¿Extendiste con él los cielos firmes, como un espejo firme? Job 37:19 Muéstranos, que le hemos de decir, porque no ordenemos en tinieblas. Job 37:20 ¿Ha de serle contado cuando yo hablare? ¿Ha de serle dicho cuando alguno será damnificado? Job 37:21 También alguna vez no se ve la luz clara en los cielos; y pasa un viento y límpialos. Job 37:22 De la parte del norte vendrá la serenidad, por el Dios terrible de alabanza. Job 37:23 Él es Todopoderoso, al cual no alcanzamos: grande en poder, y en juicio, y en multitud de justicia; no aflige. Job 37:24 Por tanto los hombres le temerán, todos los sabios de corazón no le comprenderán. Job 38:0 Job 38:1 Y respondió Jehová a Job desde la oscuridad, y dijo: Job 38:2 ¿Quién es este que oscurece el consejo con palabras sin sabiduría? Job 38:3 Ahora ciñe como varón tus lomos: preguntarte he, y me harás saber. Job 38:4 ¿Dónde estabas , cuando yo fundaba la tierra? házmelo saber, si tienes inteligencia. Job 38:5 ¿Quién ordenó sus medidas, si lo sabes? ¿o quién extendió sobre ella cordel? Job 38:6 ¿Sobre qué están fundadas sus basas? ¿o quién puso su piedra esquinada, Job 38:7 Cuando todas las estrellas del alba alababan, y jubilaban todos los hijos de Dios? Job 38:8 ¿Quién encerró con puertas la mar, cuando rebentó del vientre saliendo? Job 38:9 ¿Cuándo puse nubes por su vestidura, y por su faja oscuridad? Job 38:10 Y determiné sobre ella mi decreto, y le puse puertas y cerrojo, Job 38:11 Y dije: Hasta aquí vendrás, y no pasarás adelante; y allí parará la hinchazón de tus ondas. Job 38:12 ¿Has tú mandado a la mañana en tus días? ¿has mostrado al alba su lugar, Job 38:13 Para que asga los fines de la tierra, y que sean sacudidos de ella los impíos? Job 38:14 Trasmudándose como lodo de sello; y parándose como vestidura: Job 38:15 Mas la luz de los impíos es quitada de ellos; y el brazo enaltecido es quebrantado. Job 38:16 ¿Has tú entrado hasta los profundos de la mar, y has andado escudriñando el abismo? Job 38:17 ¿Te han sido descubiertas las puertas de la muerte? ¿y has visto las puertas de la sombra de muerte? Job 38:18 ¿Has considerado hasta las anchuras de la tierra? Declara, si sabes todo esto. Job 38:19 ¿Por dónde va el camino a la habitación de la luz? ¿y el lugar de las tinieblas, donde es? Job 38:20 ¿Si la tomarás tú en sus términos? ¿y si entenderás las sendas de su casa? Job 38:21 ¿Si sabías cuándo habías de nacer? ¿y si el número de tus días había de ser grande? Job 38:22 ¿Has entrado en los tesoros de la nieve? ¿y has visto los tesoros del granizo, Job 38:23 Lo cual yo he guardado para el tiempo de la angustia, para el día de la guerra, y de la batalla? Job 38:24 ¿Cuál sea el camino por donde se reparte la luz; por donde se esparce el viento solano sobre la tierra? Job 38:25 ¿Quién repartió conducto al turbión; y camino a los relámpagos y truenos; Job 38:26 Haciendo llover sobre la tierra deshabitada; sobre el desierto, donde no hay hombre; Job 38:27 Para hartar la tierra desierta; e inculta; y para hacer producir verdura de renuevos? Job 38:28 ¿Tiene la lluvia padre? ¿o quién engendró las gotas del rocío? Job 38:29 ¿De vientre de quién salió el hielo? ¿y la helada del cielo, quién la engendró? Job 38:30 Las aguas se tornan a manera de piedra, y la haz del abismo se aprieta. Job 38:31 ¿Detendrás los deleites de las Pléyades? ¿o desatarás las ataduras del Orión? Job 38:32 ¿Sacarás a su tiempo los signos de los cielos? ¿o guiarás el Arcturo con sus hijos? Job 38:33 ¿Supiste las ordenanzas de los cielos? ¿Dispondrás tú de su potestad en la tierra? Job 38:34 ¿Alzarás a las nubes tu voz, para que te cubra multitud de aguas? Job 38:35 ¿Enviarás los relámpagos, para que ellos vayan? ¿y diránte ellos a ti: Hénos aquí? Job 38:36 ¿Quién puso la sabiduría en los riñones? ¿o quién dio al entendimiento la inteligencia? Job 38:37 ¿Quién puso por cuenta los cielos con sabiduría? ¿y los odres de los cielos, quién los hizo parar, Job 38:38 Cuando el polvo se ha endurecido con dureza, y los terrones se pegaron unos a otros? Job 38:39 ¿Cazarás tú la presa para el león? ¿y henchirás la hambre de los leoncillos, Job 38:40 Cuando están echados en las cuevas, y se están en sus cabañas para asechar? Job 38:41 ¿Quién preparó al cuervo su caza, cuando sus pollos dan voces a Dios, perdidos sin comida? Job 39:0 Job 39:1 ¿Sabes tú el tiempo en qué paren las cabras monteses? ¿o miraste tú las ciervas, cuando están pariendo? Job 39:2 ¿Contaste los meses de su preñez? ¿y sabes el tiempo cuando han de parir? Job 39:3 Como se encorvan, quebrantan sus hijos, pasan sus dolores: Job 39:4 Como después sanan los hijos, crecen con el grano: salen, y nunca más vuelven a ellas. Job 39:5 ¿Quién echó libre al asno montés? ¿y quién soltó sus ataduras? Job 39:6 Al cual yo puse casa en la soledad, y sus moradas en la tierra salada. Job 39:7 Ríese de la multitud de la ciudad: no oye las voces del pechero. Job 39:8 Lo oculto de los montes es su pasto, y anda buscando todo lo que está verde. Job 39:9 ¿Querrá el unicornio servirte a ti, ni quedar a tu pesebre? Job 39:10 ¿Atarás tú al unicornio con su coyunda para el surco? ¿labrará los valles en pos de ti? Job 39:11 ¿Confiarás en él, por ser grande su fortaleza, y fiarás de él tu labor? Job 39:12 ¿Fiarás de él que te tornará tu simiente, y que allegará en tu era? Job 39:13 ¿Hiciste las alas alegres del avestruz: los cañones y la pluma de la cigüeña? Job 39:14 La cual desampara en la tierra sus huevos, y sobre el polvo los calienta, Job 39:15 Y olvídase de que los pisará algún pie, y que los quebrará alguna bestia del campo. Job 39:16 Endurécese para con sus hijos, como si no fuesen suyos, no temiendo de que su trabajo haya sido en vano: Job 39:17 Porque Dios la hizo olvidar de sabiduría, y no le dio inteligencia. Job 39:18 A su tiempo se levanta en alto, y se burla del caballo, y del que sube en él. Job 39:19 ¿Diste al caballo la fortaleza? ¿vestiste tú su cerviz de relincho? Job 39:20 ¿Espantarle has como a alguna langosta, en cuya nariz hay fuerza para espantar? Job 39:21 Escarba la tierra, alégrase en su fuerza, sale al encuentro de las armas: Job 39:22 Hace burla del espanto, y no teme; ni vuelve el rostro delante de la espada. Job 39:23 Contra él suena la aljaba, el hierro de la lanza, y de la pica; Job 39:24 Y él con ímpetu y furor escarba la tierra, y no estima el sonido de la bocina. Job 39:25 Entre las bocinas dice: ¡Ea! y desde lejos huele la batalla, el estruendo de los príncipes, y el clamor. Job 39:26 ¿Vuela el gavilán por tu industria, y extiende sus alas hacia el mediodía? Job 39:27 ¿Enaltécese el águila por tu mandamiento, y pone en alto su nido: Job 39:28 Habita, y está en la piedra en la cumbre del peñasco, y de la roca? Job 39:29 Desde allí asecha la comida: sus ojos consideran muy lejos. Job 39:30 Y sus pollos tragan sangre; y adonde hubiere muertos, allí está. Job 40:0 Job 40:1 Y respondió Jehová a Job, y dijo: Job 40:2 ¿Es sabiduría contender con el Omnipotente? El que disputa con Dios, responda a esto. Job 40:3 ¶ Y respondió Job a Jehová, y dijo: Job 40:4 He aquí, que yo soy vil, ¿qué te responderé? Mi mano pongo sobre mi boca. Job 40:5 Una vez hablé, y no responderé; y dos veces; mas no tornaré a hablar. Job 40:6 Y respondió Jehová a Job desde la oscuridad, y dijo: Job 40:7 Cíñete ahora, como varón, tus lomos: yo te preguntaré, y házme saber. Job 40:8 ¿Invalidarás tú también mi juicio? ¿condenarme has a mi para justificarte a ti? Job 40:9 ¿Tienes brazo como Dios? ¿y tronarás tú con voz como él? Job 40:10 Ahora atavíate de magestad y de alteza, y vístete de honra y de hermosura. Job 40:11 Esparce furores de tu ira, y mira a todo soberbio, y abátele. Job 40:12 Mira a todo soberbio, y póstrale; y quebranta los impíos en su asiento. Job 40:13 Encúbrelos a todos en el polvo; y ata sus rostros en oscuridad; Job 40:14 Y yo también te confesaré, que tu diestra te salvará. Job 40:15 He aquí ahora Behemot, al cual yo hice contigo; yerba come como buey. Job 40:16 He aquí ahora que su fuerza está en sus lomos; y su fortaleza en el ombligo de su vientre: Job 40:17 Su cola mueve como un cedro; y los nervios de sus genitales son entretejidos: Job 40:18 Sus huesos son fuertes como acero, y sus miembros como barras de hierro: Job 40:19 Él es la cabeza de los caminos de Dios: el que le hizo le acercará de su espada. Job 40:20 Ciertamente los montes llevan renuevo para él; y toda bestia del campo retoza allá. Job 40:21 Debajo de las sombras se echará, en lo oculto de las cañas, y de los lugares húmedos. Job 40:22 Los árboles sombríos le cubren con su sombra; los sauces del arroyo le cercan. Job 40:23 He aquí que él robará el río que no corra; y confíase que el Jordán pasará por su boca. Job 40:24 El le tomará por sus ojos en los tropezaderos, y le horadará la nariz. Job 41:0 Job 41:1 ¿Sacarás tú al Leviatán con el anzuelo; y con la cuerda que le echares en su lengua? Job 41:2 ¿Pondrás garfio en sus narices; y horadarás tú con espina su quijada? Job 41:3 ¿Multiplicará él ruegos para contigo? ¿hablarte ha él a ti lisonjas? Job 41:4 ¿Hará concierto contigo para que le tomes por siervo perpetuo? Job 41:5 ¿Jugarás con él, como con pájaro? ¿y atarle has para tus niñas? Job 41:6 ¿Harán banquete por causa de él los compañeros? ¿partirle han entre los mercaderes? Job 41:7 ¿Cortarás tú con cuchillo su cuero, y con francado de pescadores su cabeza? Job 41:8 Pon tu mano sobre él: acordarte has de la batalla, y nunca más tornarás. Job 41:9 He aquí que tu esperanza será burlada; por que aun a su sola vista se desmayarán. Job 41:10 Nadie hay tan osado que le despierte: ¿quién pues podrá estar delante de mí? Job 41:11 ¿Quién me previno para que yo se lo agradezca? todo lo que está debajo del cielo es mío. Job 41:12 Y no callaré sus miembros, y la cosa de sus fuerzas, y la gracia de su disposición. Job 41:13 ¿Quién descubrirá la delantera de su vestidura? ¿quién se llegará a él con freno doble? Job 41:14 ¿Quién abrirá las puertas de su rostro? Los ordenes de sus dientes espantan. Job 41:15 La gloria de su vestido es escudos fuertes, cerrados entre sí estrechamente. Job 41:16 El uno se junta con el otro, que viento no entra entre ellos. Job 41:17 El uno está pegado con el otro, están trabados entre sí, que no se pueden apartar. Job 41:18 Con sus estornudos enciende lumbre; y sus ojos son como los párpados del alba. Job 41:19 De su boca salen hachas de fuego, y proceden centellas de fuego. Job 41:20 De sus narices sale humo, como de una olla, o caldero que hierve. Job 41:21 Su aliento enciende los carbones, y de su boca sale llama. Job 41:22 En su cerviz mora la fortaleza, y delante de él es deshecho el trabajo. Job 41:23 Las partes de su carne están pegadas entre sí: está firme su carne en él, y no se mueve. Job 41:24 Su corazón es firme como una piedra, y fuerte como la muela de debajo. Job 41:25 De su grandeza tienen temor los fuertes, y de sus desmayos se purgan. Job 41:26 Cuando alguno le alcanzare, ni espada, ni lanza, ni dardo, ni coselete, durará contra él. Job 41:27 El hierro estima por pajas, y el acero por leño podrido. Job 41:28 Saeta no le hace huir: las piedras de honda se le tornan armas. Job 41:29 Toda arma tiene por hojarascas, y del blandeamiento de la pica se burla, Job 41:30 Por debajo tiene agudas conchas: imprime su agudez en el suelo. Job 41:31 Hace hervir como una olla la profunda mar; y tórnala como una olla de ungüento. Job 41:32 En pos de sí hace resplandecer la senda, que parece que la mar es cana. Job 41:33 No hay sobre la tierra su semejante, hecho para nada temer. Job 41:34 Menosprecia toda cosa alta, es rey sobre todos los soberbios. Job 42:0 Job 42:1 Y respondió Job a Jehová, y dijo: Job 42:2 Yo conozco que todo lo puedes, y que no hay pensamiento que se esconda de ti. Job 42:3 ¿Quién es el que oscurece el consejo sin sabiduría? Por tanto yo denunciaba lo que no entendía; cosas que me eran ocultas, y que no las sabía. Job 42:4 Oye ahora, y hablaré: preguntarte he y harásme saber. Job 42:5 De oídas te había oído; mas ahora mis ojos te ven. Job 42:6 Por tanto yo me condeno a mí mismo, y me arrepiento en polvo y ceniza. Job 42:7 ¶ Y aconteció que después que habló Jehová estas palabras a Job, Jehová dijo a Elifaz Temanita: Mi ira se encendió contra ti y tus dos compañeros, porque no habéis hablado por mí lo recto, como mi siervo Job. Job 42:8 Ahora pues tomáos siete becerros, y siete carneros, y andád a mi siervo Job, y ofrecéd holocausto por vosotros: y mi siervo Job orará por vosotros; porque por su respeto solamente no os trataré afrentosamente, por cuanto no habéis hablado por mí rectamente, como mi siervo Job. Job 42:9 Y fueron Elifaz Temanita, y Baldad Sujita, y Sofar Naamatita, e hicieron como Jehová les dijo; y Jehová tuvo respeto a Job. Job 42:10 ¶ Y tornó Jehová la aflicción de Job orando él por sus amigos; y aumentó con él doble todas las cosas que habían sido de Job. Job 42:11 Y vinieron a él todos sus hermanos, y todas sus hermanas, y todos los que primero le habían conocido, y comieron con él pan en su casa, y condoleciéronse de él, y consoláronle de todo aquel mal que Jehová había traído sobre él; y cada uno de ellos le dio una oveja, y una joya de oro. Job 42:12 Y Jehová bendijo a la postrimería de Job, más que a su principio; porque tuvo catorce mil ovejas, y seis mil camellos, y mil yuntas de bueyes, y mil asnas. Job 42:13 Y tuvo siete hijos y tres hijas; Job 42:14 Y llamó el nombre de la una Jemima, y el nombre de la segunda Cesia, y el nombre de la tercera Keren-hapuc. Job 42:15 Y no se hallaron mujeres tan hermosas como las hijas de Job, en toda la tierra; y dióles su padre herencia entre sus hermanos. Job 42:16 Y después de esto vivió Job ciento y cuarenta años, y vio a sus hijos, y a los hijos de sus hijos, hasta la cuarta generación. Job 42:17 Y murió Job viejo, y harto de días.
Psalms 0:0
Psalms 1:0 Psalms 1:1 Bienaventurado el varón, que no anduvo en consejo de malos, ni estuvo en camino de pecadores, ni se asentó en silla de burladores. Psalms 1:2 Mas antes en la ley de Jehová es su voluntad: y en su ley meditará de día y de noche. Psalms 1:3 Y será como el árbol plantado junto a arroyos de aguas, que da su fruto en su tiempo: y su hoja no se marchita, y todo lo que hace, prosperará. Psalms 1:4 ¶ No así los malos: sino como el tamo, que lo lanza el viento. Psalms 1:5 Por tanto no se levantarán los malos en el juicio: ni los pecadores en la congregación de los justos. Psalms 1:6 Porque Jehová conoce el camino de los justos: y el camino de los malos se perderá. Psalms 2:0 Psalms 2:1 ¿Por qué se amotinan las gentes, y los pueblos piensan vanidad? Psalms 2:2 Estarán los reyes de la tierra, y príncipes consultarán en uno contra Jehová, y contra su ungido, diciendo: Psalms 2:3 Rompamos sus coyundas: y echemos de nosotros sus cuerdas. Psalms 2:4 El que mora en los cielos se reirá: el Señor se burlará de ellos. Psalms 2:5 Entonces hablará a ellos con su furor, y con su ira los conturbará. Psalms 2:6 Y yo te establecí mi rey sobre Sión, el monte de mi santidad. Psalms 2:7 Yo recitaré el decreto. Jehová me dijo: Mi hijo eres tú: yo te engendré hoy. Psalms 2:8 Demándame, y yo daré las gentes por tu heredad, y por tu posesión los cabos de la tierra. Psalms 2:9 Quebrantarlos has con vara de hierro: como vaso de ollero los desmenuzarás. Psalms 2:10 Y ahora reyes entendéd: admitid consejo jueces de la tierra. Psalms 2:11 Servíd a Jehová con temor: y alegráos con temblor. Psalms 2:12 Besád al hijo, porque no se enoje, y perezcáis en el camino: cuando se encendiere un poco su furor, bienaventurados todos los que confían en él. Psalms 3:0 Psalms 3:1 Jehová, ¡cuánto se han multiplicado mis enemigos! muchos se levantan contra mí. Psalms 3:2 Muchos dicen de mi alma: No hay para él salud en Dios. Selah. Psalms 3:3 Mas tú, Jehová, eres escudo por mí: mi gloria, y el que ensalza mi cabeza. Psalms 3:4 Con mi voz clamé a Jehová, y él me respondió desde el monte de su santidad. Selah. Psalms 3:5 Yo me acosté, y dormí, y desperté: porque Jehová me sustentaba. Psalms 3:6 No temeré de diez millares de pueblo, que pusieren cerco sobre mí. Psalms 3:7 Levántate, Jehová; sálvame, Dios mío: porque heriste a todos mis enemigos en la quijada: los dientes de los malos quebrantaste. Psalms 3:8 De Jehová es la salud: sobre tu pueblo será tu bendición. Selah. Psalms 4:0 Psalms 4:1 Cuando llamo, respóndeme, o! Dios de mi justicia: en la angustia me hiciste ensanchar: ten misericordia de mí, y oye mi oración. Psalms 4:2 ¶ Hijos de hombre, ¿hasta cuándo volveréis mi honra en infamia? ¿amaréis la vanidad? ¿buscaréis la mentira? Selah. Psalms 4:3 Sabéd, pues, que Jehová hizo apartar al piadoso para sí: Jehová oirá, cuando yo clamare a él. Psalms 4:4 Temblád, y no pequéis: hablád en vuestro corazón, sobre vuestra cama, y callád. Selah. Psalms 4:5 Sacrificád sacrificios de justicia, y confiád en Jehová. Psalms 4:6 ¶ Muchos dicen: ¿Quién nos mostrará el bien? Alza sobre nosotros, o! Jehová, la luz de tu rostro. Psalms 4:7 Tu diste alegría en mi corazón, al tiempo que el grano de ellos, y el mosto de ellos se multiplicó. Psalms 4:8 En paz me acostaré, y asimismo dormiré: porque tú, Jehová, solo me harás estar confiado. Psalms 5:0 Psalms 5:1 Escucha, o! Jehová, mis palabras: entiende mi meditación. Psalms 5:2 Está atento a la voz de mi clamor, Rey mío, y Dios mío, porque a ti oraré. Psalms 5:3 Jehová, de mañana oirás mi voz: de mañana me presentaré a ti, y esperaré. Psalms 5:4 Porque tú no eres Dios que quieres la maldad; el malo no habitará junto a ti. Psalms 5:5 No estarán los insensatos delante de tus ojos: a todos los que obran iniquidad, aborreciste. Psalms 5:6 Destruirás a los que hablan mentira: al varón de sangres y de engaño abominará Jehová. Psalms 5:7 Y yo en la multitud de tu misericordia entraré en tu casa: adoraré al santo templo tuyo con tu temor. Psalms 5:8 Jehová, guíame en tu justicia a causa de mis enemigos: endereza delante de mí tu camino. Psalms 5:9 Porque no hay en su boca rectitud: sus entrañas son pravedades: sepulcro abierto su garganta, con su lengua lisonjearán. Psalms 5:10 Asuélales, o! Dios, caigan de sus consejos: por la multitud de sus rebeliones échales, porque se rebelaron contra ti. Psalms 5:11 Y alegrarse han todos los que esperan en ti; para siempre se regocijarán, y cubrirles has, y alegrarse han en ti los que aman tu nombre. Psalms 5:12 Porque tú bendecirás al justo, o! Jehová; como de un pavés le cercarás de benevolencia. Psalms 6:0 Psalms 6:1 Jehová, no me reprendas con tu furor: ni me castigues con tu ira. Psalms 6:2 Ten misericordia de mí, o! Jehová, porque yo estoy debilitado: sáname, o! Jehová, porque mis huesos están conturbados. Psalms 6:3 Y mi alma está muy conturbada: y tú, Jehová, ¿hasta cuándo? Psalms 6:4 Vuelve, o! Jehová, escapa mi alma, sálvame por tu misericordia: Psalms 6:5 Porque en la muerte no hay memoria de ti: en el sepulcro ¿quién te loará? Psalms 6:6 Trabajado he con mi gemido: toda la noche hago nadar mi cama en mis lágrimas: deslío mi estrado. Psalms 6:7 Mis ojos están carcomidos de descontento: hánse envejecido a causa de todos mis angustiadores. Psalms 6:8 Apartáos de mí todos los obradores de iniquidad: porque Jehová ha oído la voz de mi lloro. Psalms 6:9 Jehová ha oído mi ruego: Jehová ha recibido mi oración. Psalms 6:10 Avergonzarse han, y turbarse han mucho todos mis enemigos: volverán, y avergonzarse han súbitamente. Psalms 7:0 Psalms 7:1 Jehová, Dios mío, en ti he confiado: sálvame de todos los que me persiguen, y líbrame; Psalms 7:2 Porque no arrebate mi alma: como el león, que despedaza, y no hay quien libre. Psalms 7:3 ¶ Jehová, Dios mío, si yo he hecho esto: si hay en mis manos iniquidad; Psalms 7:4 Si di mal pago a mi pacífico: si no salvé al que me perseguía sin motivo. Psalms 7:5 Persiga el enemigo a mi alma, y alcáncela, y pise en tierra mi vida: y a mi honra ponga en el polvo. Selah. Psalms 7:6 Levántate, o! Jehová, en tu furor, álzate a causa de las iras de mis angustiadores: y despierta para mí el juicio que mandaste, Psalms 7:7 Y rodearte ha congregación de pueblos: por causa pues de él vuélvete en alto. Psalms 7:8 Jehová juzgará los pueblos: júzgame, o! Jehová, conforme a mi justicia; y conforme a mi integridad venga sobre mí. Psalms 7:9 Consuma ahora mal a los malos, y enhiesta al justo: el Dios justo es el que prueba los corazones, y los riñones. Psalms 7:10 Mi escudo es en Dios, el que salva a los rectos de corazón. Psalms 7:11 Dios es el que juzga al justo: y Dios se aira todos los días. Psalms 7:12 Si no se volviere, él afilará su espada: su arco ha armado ya, y aparejádolo ha. Psalms 7:13 Y para él ha aparejado armas de muerte: ha labrado sus saetas para los que persiguen. Psalms 7:14 He aquí, ha tenido parto de iniquidad: y concibió trabajo, y parió mentira. Psalms 7:15 Pozo ha cavado, y ahondádolo ha: y en la fosa que él hizo caerá. Psalms 7:16 Su trabajo será vuelto sobre su cabeza: y su agravio descenderá sobre su mollera. Psalms 7:17 Alabaré a Jehová conforme a su justicia, y cantaré al nombre de Jehová el Altísimo. Psalms 8:0 Psalms 8:1 O! Jehová, Señor nuestro, ¡cuán grande es tu nombre en toda la tierra! que has puesto tu alabanza sobre los cielos. Psalms 8:2 De la boca de los chiquitos, y de los que maman, fundaste la fortaleza a causa de tus enemigos: para hacer cesar al enemigo, y al que se venga. Psalms 8:3 Cuando veo tus cielos, obra de tus dedos, la luna, y las estrellas que tú compusiste, Psalms 8:4 ¿Qué es el hombre, para que tengas de él memoria? ¿y el hijo del hombre, para que le visites? Psalms 8:5 Y le hiciste poco menor que los ángeles, y le coronaste de gloria y de hermosura. Psalms 8:6 Hicístele enseñorear de las obras de tus manos; todo lo pusiste debajo de sus pies. Psalms 8:7 Ovejas, y bueyes, todo ello: y asimismo las bestias del campo. Psalms 8:8 Las aves de los cielos, y los peces de la mar: lo que pasa por los caminos de la mar. Psalms 8:9 O! Jehová, Señor nuestro, ¡cuán grande es tu nombre en toda la tierra! Psalms 9:0 Psalms 9:1 Alabaré a Jehová con todo mi corazón: contaré todas tus maravillas. Psalms 9:2 Alegrarme he, y gozarme he en ti: cantaré a tu nombre, o! Altísimo. Psalms 9:3 Por haber sido mis enemigos vueltos atrás: caerán y perecerán delante de ti. Psalms 9:4 Porque has hecho mi juicio y mi causa: sentástete en trono juzgando justicia. Psalms 9:5 Reprendiste gentes, destruiste al malo, raíste el nombre de ellos para siempre y eternalmente. Psalms 9:6 O! enemigo, acabados son los asolamientos para siempre: y las ciudades que derribaste, su memoria pereció con ellas. Psalms 9:7 Y Jehová quedará para siempre, él ha aparejado para juicio su trono. Psalms 9:8 Y él juzgará al mundo con justicia, juzgará a los pueblos con rectitud. Psalms 9:9 Y será Jehová refugio al pobre, refugio en tiempos de la angustia. Psalms 9:10 Y confiarán en ti los que saben tu nombre, por cuanto no desamparaste a los que te buscaron, o! Jehová. Psalms 9:11 Cantád a Jehová, el que habita en Sión: notificád en los pueblos sus obras. Psalms 9:12 Porque, demandando las sangres se acordó de ellos: no se olvidó del clamor de los pobres. Psalms 9:13 ¶ Ten misericordia de mí, Jehová: mira la aflicción que sufro de los que me aborrecen, ensalzador mío de las puertas de la muerte. Psalms 9:14 Para que cuente yo todas tus alabanzas en las puertas de la hija de Sión: y me regocije en tu salud. Psalms 9:15 Hundiéronse las gentes en el foso que hicieron: en la red que escondieron fue tomado su pie. Psalms 9:16 Jehová fue conocido en el juicio que hizo: en la obra de sus manos fue enlazado el malo: Consideración. Selah. Psalms 9:17 Volverse han los malos al infierno: todas las gentes que se olvidan de Dios. Psalms 9:18 Porque no para siempre será olvidado el necesitado: ni la esperanza de los pobres perecerá para siempre. Psalms 9:19 Levántate, o! Jehová, no se fortalezca el hombre: sean juzgadas las naciones delante de ti. Psalms 9:20 Pon, o! Jehová, temor en ellos: conozcan las gentes que son hombres. Selah. Psalms 10:0 Psalms 10:1 ¿Por qué estás lejos, Jehová? ¿por qué te escondes en los tiempos de la angustia? Psalms 10:2 Con arrogancia el malo persigue al pobre; sean tomados en los pensamientos que pensaron. Psalms 10:3 Por cuanto se alabó el malo del deseo de su alma: y diciendo bien del robador, blasfema de Jehová. Psalms 10:4 El malo por la altivez de su rostro no busca a Dios: no hay Dios en todos sus pensamientos. Psalms 10:5 Sus caminos atormentan en todo tiempo: altura son tus juicios delante de él: en todos sus enemigos resopla. Psalms 10:6 Dice en su corazón: No seré movido de generación a generación, porque no fui en mal. Psalms 10:7 De maldición hinchió su boca, y de engaños y fraude: debajo de su lengua molestia y maldad. Psalms 10:8 Está en las asechanzas de las aldeas; en los escondrijos mata al inocente: sus ojos están mirando por el pobre. Psalms 10:9 Asecha de encubierto, como el león desde su cama: asecha para arrebatar al pobre: arrebata al pobre trayéndole en su red. Psalms 10:10 Encógese, abájase, y cae en sus fuerzas multitud de afligidos. Psalms 10:11 Dice en su corazón: Dios está olvidado, ha encubierto su rostro, nunca lo vio. Psalms 10:12 ¶ Levántate, o! Jehová Dios, alza tu mano: no te olvides de los pobres. Psalms 10:13 ¿Por qué ensaña el malo a Dios? dijo en su corazón: No inquirirás. Psalms 10:14 has visto: porque tú miras el trabajo, y el enojo, para dar en tus manos: a ti se remite el pobre; al huérfano tú fuiste ayudador. Psalms 10:15 Quebranta el brazo del depravado y del maligno: buscarás su maldad, y no la hallarás. Psalms 10:16 Jehová, Rey eterno y perpetuo; de su tierra fueron destruidas las gentes. Psalms 10:17 El deseo de los humildes oíste, o! Jehová: tú dispones su corazón, y haces atento tu oído: Psalms 10:18 Para juzgar al huérfano y al pobre; no volverá más a quebrantar el hombre de la tierra. Psalms 11:0 Psalms 11:1 En Jehová he confiado, ¿cómo decís a mi alma: Muévete a vuestro monte, como ave? Psalms 11:2 Porque, he aquí, los malos flecharon el arco: apercibieron sus saetas sobre la cuerda para asaetear en oculto a los rectos de corazón. Psalms 11:3 Porque los fundamentos serán derribados: ¿el justo qué ha hecho? Psalms 11:4 Jehová en el templo de su santidad: Jehová en el cielo su trono: sus ojos ven, sus párpados prueban a los hijos de los hombres. Psalms 11:5 Jehová prueba al justo, y al malo, y al que ama la rapiña aborrece su alma. Psalms 11:6 Lloverá sobre los malos lazos, fuego y azufre; y viento de torbellinos será la parte de su vaso. Psalms 11:7 Porque el justo Jehová amó las justicias: al recto mirará su rostro. Psalms 12:0 Psalms 12:1 Salva, o! Jehová, porque se acabaron los misericordiosos: porque se han acabado los fieles de entre los hijos de los hombres. Psalms 12:2 Mentira habla cada uno con su prójimo con labios lisonjeros: con doblez de corazón, hablan. Psalms 12:3 Tale Jehová todos los labios lisonjeros: la lengua que habla grandezas. Psalms 12:4 Que dijeron: Por nuestra lengua prevaleceremos: nuestros labios están con nosotros, ¿quién nos es Señor? Psalms 12:5 ¶ Por la opresión de los pobres, por el gemido de los menesterosos, ahora me levantaré, dice Jehová: yo pondré en salvo al que el enlaza. Psalms 12:6 Las palabras de Jehová, palabras limpias: plata refinada en horno de tierra: colada siete veces. Psalms 12:7 Tú, Jehová, los guardarás: guárdalos para siempre de aquesta generación. Psalms 12:8 Cercando andan los malos: entretanto las vilezas de los hijos de los hombres son exaltadas. Psalms 13:0 Psalms 13:1 ¿Hasta cuándo, Jehová, me olvidarás, para siempre? ¿Hasta cuándo esconderás tu rostro de mí? Psalms 13:2 ¿Hasta cuándo pondré consejos en mi alma? ¿ansia en mi corazón cada día? ¿Hasta cuándo será enaltecido mi enemigo sobre mí? Psalms 13:3 Mira, óyeme, Jehová, Dios mío: alumbra mis ojos, porque no duerma de muerte. Psalms 13:4 Porque no diga mi enemigo: Vencíle: mis enemigos se alegrarán, si yo resbalare. Psalms 13:5 Mas yo en tu misericordia he confiado: alegrarse ha mi corazón en tu salud. Cantaré a Jehová; porque me ha hecho bien. Psalms 14:0 Psalms 14:1 Dijo el insensato en su corazón: No hay Dios: Corrompiéronse, hicieron obras abominables: no hay quien haga bien. Psalms 14:2 Jehová miró desde los cielos sobre los hijos de los hombres, por ver si hay algún sabio, que busque a Dios. Psalms 14:3 Todos declinaron a una, dañáronse; no hay quien haga bien, no hay ni aun uno. Psalms 14:4 Ciertamente ¿no lo conocieron todos los que obran iniquidad, que comen mi pueblo, como si comiesen pan? a Jehová no invocaron. Psalms 14:5 Allí temblaron de espanto: porque Dios está con la nación de los justos. Psalms 14:6 El consejo del pobre avergonzasteis por cuanto Jehová es su esperanza. Psalms 14:7 ¡Quién diese de Sión la salud de Israel, tornando Jehová la cautividad de su pueblo! Gozárse ha Jacob, y alegrarse ha Israel. Psalms 15:0 Psalms 15:1 Jehová, ¿quién habitará en tu tabernáculo? ¿quién residirá en el monte de tu santidad? Psalms 15:2 El que anda en integridad, y obra justicia, y habla verdad en su corazón: Psalms 15:3 El que no revolvió con su lengua, ni hizo mal a su prójimo, ni levantó vergüenza contra su cercano. Psalms 15:4 En sus ojos es menospreciado el vil, y a los que temen a Jehová, honra: juró en daño suyo, y no mudó. Psalms 15:5 Su dinero no dio a usura, ni tomó cohecho contra el inocente. El que hace estas cosas, no resbalará jamás. Psalms 16:0 Psalms 16:1 Guárdame, o! Dios: porque en ti he confiado. Psalms 16:2 Dijiste, o! alma mía, a Jehová: Tú eres, Señor; mi bien no viene a ti: Psalms 16:3 A los santos que están en la tierra, y a los fuertes, toda mi voluntad en ellos. Psalms 16:4 Multiplicarán sus dolores de los que se apresuraren tras otro dios; no derramaré sus derramaduras de sangre, ni tomaré sus nombres en mis labios. Psalms 16:5 Jehová la porción de mi parte, y de mi vaso: tú sustentarás mi suerte. Psalms 16:6 Las cuerdas me cayeron en lugares deleitosos: asimismo la heredad se hermoseó sobre mí. Psalms 16:7 Bendeciré a Jehová, que me aconseja; aun en las noches me enseñan mis riñones. Psalms 16:8 A Jehová he puesto delante de mí siempre: porque estando él a mi diestra, no seré conmovido. Psalms 16:9 Por tanto se alegró mi corazón, y se gozó mi gloria: también mi carne reposará segura. Psalms 16:10 Porque no dejarás mi alma en el sepulcro: ni darás tu Santo para que vea corrupción. Psalms 16:11 Hacerme has saber la senda de la vida, hartura de alegrías hay con tu rostro: deleites en tu diestra para siempre. Psalms 17:0 Psalms 17:1 Oye, o! Jehová, la justicia; está atento a mi clamor: escucha mi oración, hecha sin labios de engaño. Psalms 17:2 De delante de tu rostro salga mi juicio: vean tus ojos la rectitud. Psalms 17:3 has probado mi corazón; me has visitado de noche; refinásteme, y no hallaste: lo que pensé no pasó mi boca. Psalms 17:4 Para las obras humanas, por la palabra de tus labios yo observé los caminos del violento. Psalms 17:5 Sustenta mis pasos en tus caminos, porque mis pies no resbalen. Psalms 17:6 Yo te he invocado, por cuanto me oyes, o! Dios; inclina a mí tu oreja, oye mi palabra. Psalms 17:7 Haz maravillosas tus misericordias, salvador de los que en ti confían, de los que se levantan contra tu diestra. Psalms 17:8 Guárdame como a lo negro de la niñeta del ojo, escóndeme con la sombra de tus alas. Psalms 17:9 De delante de los malos que me oprimieron: de mis enemigos que me cercan por la vida. Psalms 17:10 Cerrados con su grosura: con su boca hablan soberbiamente. Psalms 17:11 Nuestros pasos nos han cercado ahora: ponen sus ojos para tendernos a tierra; Psalms 17:12 Parecen al león que desea hacer presa: y al leoncillo que está escondido. Psalms 17:13 Levántate, o! Jehová; anticipa su rostro: póstrale: escapa mi alma del malo con tu espada; Psalms 17:14 De los varones con tu mano, o! Jehová: de los varones de mundo cuya parte es en esta vida: cuyo vientre hinches de tu tesoro: hartan sus hijos, y dejan la resta a sus chiquitos. Psalms 17:15 Yo en justicia veré tu rostro: hartarme he cuando despertare a tu semejanza. Psalms 18:0 Psalms 18:1 Amarte he, Jehová, fortaleza mía. Psalms 18:2 Jehová, roca mía, y castillo mío, y escapador mío; Dios mío, fuerte mío: confiarme he en él: escudo mío, y el cuerno de mi salud; refugio mío. Psalms 18:3 Al alabado Jehová invocaré, y seré salvo de mis enemigos. Psalms 18:4 Cercáronme dolores de muerte, y arroyos de perversidad me atemorizaron: Psalms 18:5 Dolores del sepulcro me rodearon; anticipáronme lazos de muerte: Psalms 18:6 En mi angustia llamé a Jehová, y clamé a mi Dios: él oyó desde su templo mi voz, y mi clamor entró delante de él, en sus orejas. Psalms 18:7 Y la tierra fue conmovida y tembló: y los fundamentos de los montes se estremecieron, y se removieron, porque él se enojó. Psalms 18:8 Subió humo en su nariz, y de su boca fuego quemante: carbones se encendieron de él. Psalms 18:9 Y abajó los cielos, y descendió; y oscuridad debajo de sus pies. Psalms 18:10 Y cabalgó sobre un querubín, y voló: y voló sobre las alas del viento. Psalms 18:11 Puso tinieblas por su escondedero: en sus en derredores de su tabernáculo, oscuridad de aguas, nubes de los cielos. Psalms 18:12 Por el resplandor de delante de él sus nubes pasaron: granizo y carbones de fuego. Psalms 18:13 Y tronó en los cielos Jehová, y el Altísimo dio su voz: granizo y carbones de fuego. Psalms 18:14 Y envió sus saetas y desbaratólos: y echó relámpagos, y los destruyó. Psalms 18:15 Y aparecieron las honduras de las aguas: y descubriéronse los cimientos del mundo por tu reprensión, o! Jehová, por el soplo del viento de tu nariz. Psalms 18:16 Envió desde lo alto, me tomó, me sacó de las muchas aguas. Psalms 18:17 Me escapó de mi fuerte enemigo, y de los que me aborrecieron: aunque ellos eran más fuertes que yo. Psalms 18:18 Anticipáronme en el día de mi quebrantamiento: mas Jehová me fue por bordón. Psalms 18:19 Y me sacó a anchura: me libró, porque se agradó de mí. Psalms 18:20 Jehová me pagará conforme a mi justicia: conforme a la limpieza de mis manos me volverá. Psalms 18:21 Por cuanto guardé los caminos de Jehová: y no me maleé con mi Dios. Psalms 18:22 Porque todos sus juicios estuvieron delante de mí: y no eché de mí sus estatutos. Psalms 18:23 Y fui perfecto con él: y me recaté de mi maldad. Psalms 18:24 Y pagóme Jehová conforme a mi justicia: conforme a la limpieza de mis manos delante de sus ojos. Psalms 18:25 Con el misericordioso serás misericordioso: y con el varón perfecto serás perfecto. Psalms 18:26 Con el limpio serás limpio, y con el perverso serás perverso. Psalms 18:27 Por tanto tú al pueblo humilde salvarás: y los ojos altivos humillarás. Psalms 18:28 Por tanto tú alumbrarás mi candela: Jehová, mi Dios, alumbrará mis tinieblas, Psalms 18:29 Porque contigo desharé ejércitos: y en mi Dios asaltaré muros. Psalms 18:30 Dios, perfecto su camino: la palabra de Jehová afinada: escudo es a todos los que esperan en él. Psalms 18:31 Porque ¿qué Dios hay fuera de Jehová? ¿y qué fuerte fuera de nuestro Dios? Psalms 18:32 Dios, que me ciñe de fuerza; e hizo perfecto mi camino: Psalms 18:33 Que pone mis pies como pies de ciervas: y me hizo estar sobre mis alturas: Psalms 18:34 Que enseña mis manos para la batalla; y el arco de acero será quebrado con mis brazos. Psalms 18:35 Y me diste el escudo de tu salud; y tu diestra me sustentará, y tu mansedumbre me multiplicará. Psalms 18:36 Ensancharás mi paso debajo de mí, y no titubearán mis rodillas. Psalms 18:37 Perseguiré mis enemigos, y alcanzarles he; y no volveré hasta acabarles. Psalms 18:38 Herírles he, y no podrán levantarse: caerán debajo de mis pies. Psalms 18:39 Y ceñísteme de fortaleza para la pelea: agobiaste mis enemigos debajo de mí. Psalms 18:40 Y dísteme la cerviz de mis enemigos: y a los que me aborrecían, destruí. Psalms 18:41 Clamaron, y no hubo quien salvase: a Jehová, mas no les oyó. Psalms 18:42 Y los molí como polvo delante del viento: como a lodo de las calles los esparcí. Psalms 18:43 Librásteme de contiendas de pueblo: pusísteme por cabecera de gentes; pueblo que no conocí, me sirvió. Psalms 18:44 A oída de oreja me obedeció: los hombres extraños me mintieron. Psalms 18:45 Los hombres extraños se cayeron: y tuvieron miedo desde sus encerramientos. Psalms 18:46 Viva Jehová, y bendito sea mi fuerte: y sea ensalzado el Dios de mi salud. Psalms 18:47 El Dios que me da las venganzas, y sujetó pueblos debajo de mí. Psalms 18:48 Mi librador de mis enemigos: también me hiciste superior de mis adversarios: de varón violento me libraste. Psalms 18:49 Por tanto yo te confesaré entre las gentes, o! Jehová, y cantaré a tu nombre. Psalms 18:50 Que engrandece las saludes de su rey, y que hace misericordia a su ungido David, y a su simiente para siempre. Psalms 19:0 Psalms 19:1 Los cielos cuentan la gloria de Dios; y el extendimiento denuncia la obra de sus manos. Psalms 19:2 El un día pronuncia palabra al otro día, y la una noche a la otra noche declara sabiduría. Psalms 19:3 No hay dicho, ni palabras, ni es oída su voz. Psalms 19:4 En toda la tierra salió su línea, y al cabo del mundo sus palabras: para el sol puso tabernáculo en ellos. Psalms 19:5 Y él como un novio que sale de su tálamo, alégrase, como un gigante, para correr el camino. Psalms 19:6 Del un cabo de los cielos es su salida, y rodea por sus cabos; y no hay quien se esconda de su calor. Psalms 19:7 ¶ La ley de Jehová perfecta, que vuelve el alma, el testimonio de Jehová fiel, que hace sabio al pequeño. Psalms 19:8 Los mandamientos de Jehová rectos, que alegran el corazón: el precepto de Jehová puro, que alumbra los ojos. Psalms 19:9 El temor de Jehová limpio que permanece para siempre, los derechos de Jehová, verdad, todos justos. Psalms 19:10 Deseables más que el oro, y más que mucho oro afinado: y dulces más que miel, y que licor de panales. Psalms 19:11 Tu siervo también es amonestado con ellos: en guardarlos, gran salario. Psalms 19:12 Los errores, ¿quién los entenderá? de los encubiertos líbrame. Psalms 19:13 Asimismo de las soberbias detén a tu siervo, que no se enseñoreen de mí: entonces seré perfecto, y seré limpio de gran rebelión. Psalms 19:14 Sean voluntarios los dichos de mi boca; y el pensamiento de mi corazón delante de ti, o! Jehová, roca mía, y mi redentor. Psalms 20:0 Psalms 20:1 Oígate, Jehová, en el día de la angustia: ensálcete el nombre del Dios de Jacob. Psalms 20:2 Envíete ayuda desde el santuario, y desde Sión te sustente. Psalms 20:3 Tenga memoria de todos tus presentes, y encenice tu holocausto. Selah. Psalms 20:4 Déte conforme a tu corazón, y cumpla todo tu consejo. Psalms 20:5 Alegrarnos hemos con tu salud, y en el nombre de nuestro Dios alzarémos pendón: cumpla Jehová todas tus peticiones. Psalms 20:6 Ahora he conocido que Jehová ha guardado a su ungido: oírle ha desde los cielos de su santidad con las valentías de la salud de su diestra. Psalms 20:7 Estos en carros, y aquellos en caballos confían: mas nosotros del nombre de Jehová nuestro Dios tendremos memoria. Psalms 20:8 Estos arrodillaron, y cayeron: mas nosotros nos levantamos, y nos enhestamos. Psalms 20:9 Jehová, salva: que el rey nos oiga el día que le invocáremos. Psalms 21:0 Psalms 21:1 Jehová, en tu fortaleza se alegrará el rey; y en tu salud se regocijará mucho. Psalms 21:2 El deseo de su corazón le diste; y no le negaste lo que sus labios pronunciaron. Selah. Psalms 21:3 Por tanto le adelantarás en bendiciones de bien: corona de oro fino has puesto sobre su cabeza. Psalms 21:4 Vida te demandó, se la diste: longura de días, por siglo y siglo. Psalms 21:5 Grande es su gloria en tu salud: honra y hermosura has puesto sobre él. Psalms 21:6 Porque le has bendecido para siempre: alegrástele de alegría con tu rostro. Psalms 21:7 Por cuanto el rey confía en Jehová: y en la misericordia del Altísimo no titubeará. Psalms 21:8 Alcanzará tu mano a todos tus enemigos: tu diestra alcanzará a los que te aborrecen. Psalms 21:9 Ponerlos has como horno de fuego en el tiempo de tu ira: Jehová los deshará en su furor, y fuego los consumirá. Psalms 21:10 Su fruto destruirás de la tierra: y su simiente de entre los hijos de los hombres. Psalms 21:11 Porque tendieron mal contra ti: maquinaron maquinación, mas no prevalecieron. Psalms 21:12 Por tanto ponerlos has a parte: con tus cuerdas apuntarás a sus rostros. Psalms 21:13 Ensálzate, o! Jehová, con tu fortaleza: cantaremos y alabaremos tu valentía. Psalms 22:0 Psalms 22:1 ¡Dios mío, Dios mío! ¿por qué me has dejado? ¿estás lejos de mi salud, de las palabras de mi gemido? Psalms 22:2 Dios mío, clamo de día, y no oyes; y de noche, y no hay para mí silencio. Psalms 22:3 Y tú, santo, habitante, alabanzas de Israel. Psalms 22:4 En ti esperaron nuestros padres: esperaron, y los salvaste. Psalms 22:5 Clamaron a ti, y fueron librados: esperaron en ti, y no se avergonzaron. Psalms 22:6 Y yo, gusano, y no varón: vergüenza de hombres y desecho del pueblo. Psalms 22:7 Todos los que me ven, escarnecen de mí: echan de los labios, menean la cabeza. Psalms 22:8 Remítese a Jehová, líbrele, que le quiere bien. Psalms 22:9 Empero tú eres el que me sacó del vientre: el que me haces esperar desde los pechos de mi madre. Psalms 22:10 Sobre ti estoy echado desde la matriz: desde el vientre de mi madre tú eres mi Dios. Psalms 22:11 No te alejes de mí, porque la angustia está cerca: porque no hay quien ayude. Psalms 22:12 Rodeáronme muchos toros: fuertes toros de Basán me cercaron. Psalms 22:13 Abrieron sobre mí su boca, como león que hace presa y que brama. Psalms 22:14 Como aguas me escurrí, y descoyuntáronse todos mis huesos: mi corazón fue como cera desliéndose en medio de mis entrañas. Psalms 22:15 Secóse como un tiesto mi vigor, y mi lengua se pegó a mis paladares: y en el polvo de la muerte me has puesto. Psalms 22:16 Porque me rodearon perros: cercáronme cuadrilla de malignos: horadaron mis manos y mis pies. Psalms 22:17 Contaría todos mis huesos: ellos miran, me consideran: Psalms 22:18 Partieron entre sí mis vestidos: y sobre mi ropa echaron suertes. Psalms 22:19 Mas tú, Jehová, no te alejes: fortaleza mía, apresúrate para mi socorro. Psalms 22:20 Escapa de la espada mi alma; de poder del perro mi única. Psalms 22:21 Sálvame de la boca del león: y de los cuernos de los unicornios óyeme. Psalms 22:22 ¶ Contaré tu nombre a mis hermanos: en medio de la congregación te alabaré. Psalms 22:23 Los que teméis a Jehová, alabádle; toda la simiente de Jacob, glorificádle; y teméd de él toda la simiente de Israel. Psalms 22:24 Porque no menospreció, ni abominó, la aflicción del pobre, ni escondió su rostro de él: y cuando clamó a él, le oyó. Psalms 22:25 De ti será mi alabanza en la grande congregación: mis votos pagaré delante de los que le temen. Psalms 22:26 Comerán los pobres, y hartarse han: alabarán a Jehová los que le buscan: vivirá vuestro corazón para siempre. Psalms 22:27 Acordarse han, y volverse han a Jehová todos los términos de la tierra; y humillarse han delante de ti todas las familias de las gentes. Psalms 22:28 Porque de Jehová es el reino: y él se enseñoreará de las naciones. Psalms 22:29 Comieron, y adoraron todos los gruesos de la tierra: delante de él se arrodillaron todos los que descienden al polvo: y sus almas no vivificaron. Psalms 22:30 La simiente le servirá: será contada a Jehová perpetuamente. Psalms 22:31 Vendrán, y anunciarán al pueblo que naciere, su justicia que él hizo. Psalms 23:0 Psalms 23:1 Jehová es mi pastor; no me faltará. Psalms 23:2 En lugares de yerba me hará yacer: junto a aguas de reposo me pastoreará. Psalms 23:3 Hará volver mi alma: guiarme ha por sendas de justicia por su nombre. Psalms 23:4 Aunque ande en valle de sombra de muerte, no temeré algún mal, porque tú estarás conmigo: tu vara, y tu cayado ellos me confortarán. Psalms 23:5 Adornarás mesa delante de mí en presencia de mis angustiadores: ungiste mi cabeza con aceite; mi copa está revertiendo. Psalms 23:6 Ciertamente el bien y la misericordia me seguirán todos los días de mi vida: y en la casa de Jehová reposaré por luengos días. Psalms 24:0 Psalms 24:1 De Jehová es la tierra y su plenitud: el mundo, y los que en él habitan. Psalms 24:2 Porque él la fundó sobre los mares: y sobre los ríos la afirmó. Psalms 24:3 ¿Quién subirá al monte de Jehová? ¿y quién estará en el lugar de su santidad? Psalms 24:4 El limpio de manos, y limpio de corazón: el que no tomó en vano mi alma, ni juró con engaño. Psalms 24:5 Recibirá bendición de Jehová: y justicia del Dios de salud. Psalms 24:6 Esta es la generación de los que le buscan: de los que buscan tu rostro, es a saber, Jacob. Selah. Psalms 24:7 ¶ Alzád, o! puertas, vuestras cabezas, y alzáos vosotras puertas eternas, y entrará el Rey de gloria. Psalms 24:8 ¿Quién es este Rey de gloria? Jehová el fuerte, valiente; Jehová el valiente en batalla. Psalms 24:9 Alzád, o! puertas, vuestras cabezas, y alzáos vosotras puertas eternas, y entrará el Rey de gloria. Psalms 24:10 ¿Quién es este Rey de gloria? Jehová de los ejércitos, él es el Rey de gloria. Selah. Psalms 25:0 Psalms 25:1 A ti, o! Jehová, levantaré mi alma. Psalms 25:2 Dios mío, en ti confié: no sea yo avergonzado, no se alegren de mí mis enemigos. Psalms 25:3 Ciertamente todos los que te esperan, no serán avergonzados: serán avergonzados los que se rebelan sin causa. Psalms 25:4 Tus caminos, o! Jehová, házme saber: enséñame tus sendas. Psalms 25:5 Encamíname en tu verdad, y enséñame: porque tú eres el Dios de mi salud: a ti he esperado todo el día. Psalms 25:6 Acuérdate de tus miseraciones, o! Jehová: y de tus misericordias, que son perpetuas. Psalms 25:7 De los pecados de mi mocedad, y de mis rebeliones no te acuerdes: conforme a tu misericordia acuérdate de mí, tú, por tu bondad, o! Jehová. Psalms 25:8 Bueno y recto es Jehová: por tanto él enseñará a los pecadores el camino. Psalms 25:9 Encaminará a los humildes por el juicio; y enseñará a los mansos su carrera. Psalms 25:10 Todas las sendas de Jehová son misericordia y verdad, a los que guardan su concierto, y sus testimonios. Psalms 25:11 Por tu nombre, o! Jehová, perdonarás también mi pecado; porque es grande. Psalms 25:12 ¿Quién es el varón que teme a Jehová? Enseñarle ha el camino que ha de escoger. Psalms 25:13 Su alma reposará en el bien: y su simiente herederá la tierra. Psalms 25:14 El secreto de Jehová, a los que le temen: y su concierto, para hacerles saber. Psalms 25:15 Mis ojos, siempre a Jehová; porque él sacará de la red mis pies. Psalms 25:16 Mírame, y ten misericordia de mí: porque yo soy solo, y pobre. Psalms 25:17 Las angustias de mi corazón se ensancharon: sácame de mis congojas. Psalms 25:18 Mira mi aflicción, y mi trabajo: y perdona todos mis pecados. Psalms 25:19 Mira mis enemigos, que se han multiplicado: y de odio injusto me han aborrecido. Psalms 25:20 Guarda mi alma, y líbrame: no sea yo avergonzado, porque en ti confié. Psalms 25:21 Integridad y rectitud me guardarán: porque a ti he esperado. Psalms 25:22 Redime, o! Dios, a Israel de todas sus angustias. Psalms 26:0 Psalms 26:1 Júzgame, o! Jehová, porque yo en mi integridad he andado, y en Jehová he confiado: no vacilaré. Psalms 26:2 Pruébame, o! Jehová, y tiéntame: funde mis riñones y mi corazón. Psalms 26:3 Porque tu misericordia está delante de mis ojos: y en tu verdad ando. Psalms 26:4 No me asenté con los varones de falsedad: ni entré con los que andan encubiertamente. Psalms 26:5 Aborrecí la congregación de los malignos: y con los impíos nunca me asenté. Psalms 26:6 Lavaré en inocencia mis manos: y andaré al derredor de tu altar, o! Jehová, Psalms 26:7 Para dar voz de alabanza, y para contar todas tus maravillas. Psalms 26:8 Jehová, la habitación de tu casa he amado: y el lugar del tabernáculo de tu gloria. Psalms 26:9 No juntes con los pecadores mi alma, ni con los varones de sangres mi vida. Psalms 26:10 En cuyas manos está el mal hecho, y su diestra está llena de cohechos. Psalms 26:11 Mas yo ando en mi integridad: redímeme, y ten misericordia de mí. Psalms 26:12 Mi pie ha estado en rectitud, y en las congregaciones bendeciré a Jehová. Psalms 27:0 Psalms 27:1 Jehová es mi luz y mi salud, ¿de quién temeré? Jehová es la fortaleza de mi vida, ¿de quién me espavoreceré? Psalms 27:2 Cuando se acercaron sobre mí los malignos para comer mis carnes: mis angustiadores y mis enemigos a mí, ellos tropezaron y cayeron. Psalms 27:3 Aunque se asiente campo sobre mí, no temerá mi corazón: aunque se levante guerra sobre mí, yo en esto confío. Psalms 27:4 Una cosa he demandado a Jehová, esta buscaré: Que esté yo en la casa de Jehová todos los días de mi vida, para ver la hermosura de Jehová, y para buscar en su templo. Psalms 27:5 Porque él me esconderá en su tabernáculo en el día del mal: esconderme ha en el escondrijo de su tienda: en roca me pondrá alto. Psalms 27:6 Y luego ensalzará mi cabeza sobre mis enemigos en mis al derredores: y sacrificaré en su tabernáculo sacrificios de jubilación: cantaré y salmearé a Jehová. Psalms 27:7 ¶ Oye, o! Jehová, mi voz con que llamo: y ten misericordia de mí, y respóndeme. Psalms 27:8 Mi corazón ha dicho de ti: Buscád mi rostro. Tu rostro, o! Jehová, buscaré. Psalms 27:9 No escondas tu rostro de mí, no apartes con ira tu siervo: mi ayuda has sido, no me dejes, y no me desampares Dios de mi salud. Psalms 27:10 Porque mi padre y mi madre me dejaron: y Jehová me recogerá. Psalms 27:11 Enséñame, o! Jehová, tu camino: y guíame por senda de rectitud a causa de mis enemigos. Psalms 27:12 No me entregues a la voluntad de mis enemigos: porque se han levantado contra mí testigos falsos, y quien habla calumnia. Psalms 27:13 Si no creyese que tengo de ver la bondad de Jehová en la tierra de los vivientes. Psalms 27:14 Espera a Jehová, esfuérzate, y esfuércese tu corazón: y espera a Jehová. Psalms 28:0 Psalms 28:1 A ti, o! Jehová, llamaré: fuerza mía, no me dejes: porque dejándome no sea semejante a los que descienden al sepulcro. Psalms 28:2 Oye la voz de mis ruegos, cuando clamo a ti: cuando alzo mis manos al templo de tu santidad. Psalms 28:3 No me tires con los malos, y con los que hacen iniquidad: que hablan paz con sus prójimos, y la maldad está en su corazón. Psalms 28:4 Dáles conforme a su obra, y conforme a la malicia de sus hechos: conforme a la obra de sus manos, dáles: págales su paga. Psalms 28:5 Porque no entendieron las obras de Jehová, y el hecho de sus manos, derribarlos ha, y no los edificará. Psalms 28:6 Bendito Jehová, que oyó la voz de mis ruegos. Psalms 28:7 Jehová es mi fortaleza, y mi escudo: en él esperó mi corazón, y yo fui ayudado: y gozóse mi corazón, y con mi canción le alabaré. Psalms 28:8 Jehová es la fortaleza de ellos: y el esfuerzo de las saludes de su ungido es él. Psalms 28:9 Salva a tu pueblo, y bendice a tu heredad: y pastoréalos, y ensálzalos para siempre. Psalms 29:0 Psalms 29:1 Dad a Jehová, o! hijos de fuertes, dad a Jehová la gloria y la fortaleza. Psalms 29:2 Dad a Jehová la gloria de su nombre: humilláos a Jehová en el glorioso santuario. Psalms 29:3 Voz de Jehová sobre las aguas: el Dios de gloria hizo tronar: Jehová, sobre las muchas aguas. Psalms 29:4 Voz de Jehová con potencia: voz de Jehová con gloria. Psalms 29:5 Voz de Jehová que quebranta los cedros; y quebrantó Jehová los cedros del Líbano. Psalms 29:6 E hízolos saltar como los becerros: al Líbano, y al Sirión como hijos de unicornios. Psalms 29:7 Voz de Jehová que corta llamas de fuego. Psalms 29:8 Voz de Jehová que hará temblar al desierto: hará temblar Jehová al desierto de Cádes. Psalms 29:9 Voz de Jehová que hará estar de parto a las ciervas, y desnudará a las breñas: y en su templo todos los suyos le dicen gloria. Psalms 29:10 Jehová estuvo en el diluvio, y asentóse Jehová por rey para siempre. Psalms 29:11 Jehová dará fortaleza a su pueblo: Jehová bendecirá a su pueblo en paz. Psalms 30:0 Psalms 30:1 Ensalzarte he, o! Jehová, porque me has ensalzado: y no hiciste alegrar a mis enemigos de mí. Psalms 30:2 Jehová, Dios mío, clamé a ti, y me sanaste. Psalms 30:3 Jehová, hiciste subir del sepulcro mi alma: dísteme vida de mi descendimiento a la sepultura. Psalms 30:4 Cantád a Jehová sus misericordiosos: y celebrad la memoria de su santidad. Psalms 30:5 Porque un momento hay en su furor, mas vida en su voluntad: a la tarde reposará el lloro, y a la mañana vendrá la alegría. Psalms 30:6 Y yo dije en mi quietud: No resbalaré jamás. Psalms 30:7 Porque , Jehová, por tu benevolencia asentaste mi monte con fortaleza: mas escondiste tu rostro, y yo fui conturbado. Psalms 30:8 A ti, o! Jehová, llamaré: y al Señor suplicaré. Psalms 30:9 ¿Qué provecho hay en mi muerte, cuando yo descendiere al hoyo? ¿Loarte ha el polvo? ¿anunciará tu verdad? Psalms 30:10 Oye, o! Jehová, y ten misericordia de mí: Jehová, sé mi ayudador. Psalms 30:11 tornaste mi endecha en baile: desataste mi saco, y ceñísteme de alegría. Psalms 30:12 Por tanto a ti canté gloria, y no callé: Jehová Dios mío, para siempre te alabaré. Psalms 31:0 Psalms 31:1 En ti, Jehová, he esperado; no sea yo avergonzado para siempre: líbrame en tu justicia. Psalms 31:2 Inclina a mí tu oído, escápame presto, séme por roca de fortaleza: por casa fuerte para salvarme. Psalms 31:3 Porque tú eres mi roca, y mi castillo: y por tu nombre me guiarás, y me encaminarás. Psalms 31:4 Sacarme has de la red, que han escondido para mí; porque tú eres mi fortaleza. Psalms 31:5 En tu mano encomendaré mi espíritu: redimísteme o! Jehová Dios de verdad. Psalms 31:6 Aborrecí los que esperan en las vanidades de vanidad: y yo en Jehová he esperado. Psalms 31:7 Gozarme he, y alegrarme he en tu misericordia; porque has visto mi aflicción: has conocido mi alma en las angustias. Psalms 31:8 Y no me encerraste en la mano del enemigo: antes hiciste estar mis pies en anchura. Psalms 31:9 Ten misericordia de mí, o! Jehová, que estoy en angustia: hánse carcomido con enojo mis ojos, mi alma, y mi vientre. Psalms 31:10 Porque se ha acabado con dolor mi vida, y mis años con suspiro; háse enflaquecido mi fuerza a causa de mi iniquidad; y mis huesos se han podrido. Psalms 31:11 De todos mis enemigos he sido oprobio, y de mis vecinos en gran manera, y horror a mis conocidos: los que me veían fuera, huían de mí. Psalms 31:12 He sido olvidado de corazón como muerto: he sido como un vaso perdido. Psalms 31:13 Porque he oído afrenta de muchos: miedo en derredor, cuando consultaban juntos contra mí, para prender mi alma pensaban. Psalms 31:14 Mas yo sobre ti confié, o! Jehová; dije: Mi Dios eres tú. Psalms 31:15 En tu mano están mis tiempos: líbrame de la mano de mis enemigos, y de mis perseguidores. Psalms 31:16 Haz resplandecer tu rostro sobre tu siervo: sálvame por tu misericordia. Psalms 31:17 Jehová, no sea yo confuso, porque te he invocado: sean confusos los impíos, sean cortados para el infierno. Psalms 31:18 Enmudezcan los labios mentirosos, que hablan contra el justo cosas duras con soberbia y menosprecio. Psalms 31:19 ¶ ¡Cuán grande es tu bien, que has guardado para los que te temen: que has obrado, para los que esperan en ti delante de los hijos de los hombres! Psalms 31:20 Esconderlos has en el escondedero de tu rostro de las arrogancias de cada cual: esconderlos has en el tabernáculo de cuestión de lenguas. Psalms 31:21 Bendito Jehová; porque ha hecho maravillosa su misericordia para conmigo en ciudad fuerte. Psalms 31:22 Y yo decía en mi priesa: Cortado soy de delante de tus ojos: mas ciertamente oías la voz de mis ruegos, cuando clamaba a ti. Psalms 31:23 Amád a Jehová todos sus misericordiosos: a los fieles guarda Jehová, y paga abundantemente al que hace con soberbia. Psalms 31:24 Esforzáos, y esfuércese vuestro corazón, todos los que esperáis en Jehová. Psalms 32:0 Psalms 32:1 Bienaventurado el perdonado de rebelión, el encubierto de pecado. Psalms 32:2 Bienaventurado el hombre a quien no contará Jehová la iniquidad, ni hubiere en su espíritu engaño. Psalms 32:3 Mientras callé, se envejecieron mis huesos en mi gemido todo el día. Psalms 32:4 Porque de día y de noche se agrava sobre mí tu mano, volvióse mi verdor en sequedades de verano. Selah. Psalms 32:5 Mi pecado te notifiqué: y no encubrí mi iniquidad. Dije: Yo confesaré contra mí mis rebeliones a Jehová; y tú perdonarás la maldad de mi pecado. Selah. Psalms 32:6 Por esto orará todo misericordioso a ti en el tiempo del hallar: ciertamente en la inundación de las muchas aguas, no llegarán a él. Psalms 32:7 Tú eres mi escondedero, de la angustia me guardarás: con clamores de libertad me rodearás. Selah. Psalms 32:8 Hacerte he entender, y enseñarte he el camino en que andarás: sobre ti afirmaré mis ojos. Psalms 32:9 No seáis como el caballo, como el mulo, sin entendimiento: con cabestro y con freno su boca ha de ser cerrada para que no lleguen a ti. Psalms 32:10 Muchos dolores para el impío: y el que espera en Jehová misericordia le cercará. Psalms 32:11 Alegráos en Jehová, y gozáos justos: y cantád todos los rectos de corazón. Psalms 33:0 Psalms 33:1 Cantád justos en Jehová: a los rectos es hermosa la alabanza. Psalms 33:2 Celebrád a Jehová con arpa: con salterio y decacordio cantád a él. Psalms 33:3 Cantád a él canción nueva: hacéd bien tañendo con júbilo. Psalms 33:4 Porque derecha es la palabra de Jehová: y toda su obra con verdad. Psalms 33:5 Él ama justicia y juicio: de la misericordia de Jehová está llena la tierra. Psalms 33:6 Con la palabra de Jehová fueron hechos los cielos: y con el espíritu de su boca todo el ejército de ellos. Psalms 33:7 El junta, como en un montón, las aguas de la mar: él pone por tesoros los abismos. Psalms 33:8 Teman a Jehová toda la tierra: teman de él todos los habitadores del mundo. Psalms 33:9 Porque él dijo, y fue; él mandó y estuvo. Psalms 33:10 Jehová hace anular el consejo de las gentes, y él hace anular las maquinaciones de los pueblos. Psalms 33:11 El consejo de Jehová permanecerá para siempre; los pensamientos de su corazón, por generación y generación. Psalms 33:12 Bienaventurada la gente a quien Jehová es su Dios: el pueblo a quien escogió por heredad para sí. Psalms 33:13 Desde los cielos miró Jehová; vio a todos los hijos de Adam. Psalms 33:14 Desde la morada de su asiento miró sobre todos los moradores de la tierra. Psalms 33:15 El formó el corazón de todos ellos; él entiende todas sus obras. Psalms 33:16 El rey no es salvo con la multitud del ejército; el valiente no escapa con la mucha fuerza. Psalms 33:17 Vanidad es el caballo para la salud; con la multitud de su fuerza no escapa. Psalms 33:18 He aquí, el ojo de Jehová sobre los que le temen; sobre los que esperan su misericordia; Psalms 33:19 Para librar de la muerte a sus almas; y para darles vida en la hambre. Psalms 33:20 Nuestra alma esperó a Jehová; nuestro ayudador y nuestro escudo es él. Psalms 33:21 Por tanto en él se alegrará nuestro corazón, porque en su santo nombre hemos confiado. Psalms 33:22 Sea tu misericordia, o! Jehová, sobre nosotros, como te hemos esperado. Psalms 34:0 Psalms 34:1 Bendeciré a Jehová en todo tiempo; siempre será su alabanza en mi boca. Psalms 34:2 En Jehová se alabará mi alma; oirán los mansos, y alegrarse han. Psalms 34:3 Engrandecéd a Jehová, conmigo; y ensalcemos su nombre a una. Psalms 34:4 Busqué a Jehová, y él me oyó; y de todos mis miedos me libró. Psalms 34:5 Miraron a él, y fueron alumbrados; y sus rostros no se avergonzaron. Psalms 34:6 Este pobre llamó, y Jehová le oyó, y de todas sus angustias le escapó. Psalms 34:7 El ángel de Jehová asienta campo en derredor de los que le temen, y los defiende. Psalms 34:8 Gustád, y ved que es bueno Jehová; dichoso el varón que confiará en él. Psalms 34:9 Teméd a Jehová sus santos; porque no hay falta para los que le temen. Psalms 34:10 Los leoncillos empobrecieron, y tuvieron hambre; y los que buscan a Jehová, no tendrán falta de ningún bien. Psalms 34:11 Veníd, hijos, oídme; temor de Jehová os enseñaré. Psalms 34:12 ¿Quién es el varón que desea vida, qué codicia días para ver bien? Psalms 34:13 Guarda tu lengua de mal, y tus labios de hablar engaño. Psalms 34:14 Apártate del mal, y haz el bien; inquiere la paz, y síguela. Psalms 34:15 Los ojos de Jehová están sobre los justos; y sus oídos al clamor de ellos. Psalms 34:16 La ira de Jehová contra los que mal hacen, para cortar de la tierra la memoria de ellos. Psalms 34:17 Clamaron, y Jehová los oyó: y de todas sus angustias los escapó. Psalms 34:18 Cercano está Jehová a los quebrantados de corazón: y a los molidos de espíritu salvará. Psalms 34:19 Muchos son los males del justo: y de todos ellos le escapará Jehová. Psalms 34:20 Guardando todos sus huesos; uno de ellos no será quebrantado. Psalms 34:21 Matará al malo la maldad; y los que aborrecen al justo serán asolados. Psalms 34:22 Redime Jehová la vida de sus siervos; y no serán asolados todos los que en él confían. Psalms 35:0 Psalms 35:1 Pleitea, o! Jehová, con mis pleiteantes; pelea con mis peleadores. Psalms 35:2 Echa mano al escudo y al pavés, y levántate en mi socorro. Psalms 35:3 Y saca la lanza, y cierra contra mis perseguidores; di a mi alma: Yo soy tu salud. Psalms 35:4 Y avergüéncense, y confúndanse los que buscan mi alma; vuelvan atrás, y sean avergonzados los que piensan mi mal. Psalms 35:5 Sean como el tamo delante del viento: y el ángel de Jehová el que rempuje. Psalms 35:6 Sea su camino oscuridad y resbaladeros: y el ángel de Jehová el que los persiga. Psalms 35:7 Porque sin causa escondieron para mí el hoyo de su red: sin causa hicieron hoyo a mi alma. Psalms 35:8 Véngale el quebrantamiento que no sepa: y su red que escondió, le prenda: con quebrantamiento caiga en ella. Psalms 35:9 Y regocíjese mi alma en Jehová: y alégrese en su salud. Psalms 35:10 Todos mis huesos dirán, Jehová, ¿quién como tú? Que escapas al afligido del más fuerte que él: y al pobre y menesteroso del que le roba. Psalms 35:11 ¶ Levantáronse testigos falsos: lo que no sabía, me demandaron. Psalms 35:12 Volviéronme mal por bien, orfandad a mi alma. Psalms 35:13 Y yo, cuando ellos enfermaron, me vestí de saco: afligí con ayuno a mi alma, y mi oración se revolvía en mi seno. Psalms 35:14 Como por mi compañero, como por mi hermano andaba; como el que trae luto por su madre, enlutado me humillaba. Psalms 35:15 Y en mi cojera se alegraron, y se juntaron: juntáronse sobre mí entristecidos, y yo no lo entendía: me despedazaban, y no cesaban; Psalms 35:16 Con los lisonjeros escarnecedores de escarnio crujiendo sobre mí sus dientes. Psalms 35:17 Señor, ¿hasta cuándo verás? Haz volver mi alma de sus quebrantamientos, mi única de los leones. Psalms 35:18 Confesarte he en grande congregación: en pueblo fuerte te alabaré. Psalms 35:19 No se alegren de mí mis enemigos sin porqué: ni los que me aborrecen sin causa, hagan del ojo. Psalms 35:20 Porque no hablan paz: y contra los mansos de la tierra piensan palabras engañosas. Psalms 35:21 Y ensancharon sobre mí su boca; dijeron: Hola, hola, nuestros ojos lo han visto. Psalms 35:22 Visto has, o! Jehová, no calles: Señor, no te alejes de mí. Psalms 35:23 Recuerda, y despierta para mi juicio, Dios mío, y Señor mío, para mi causa. Psalms 35:24 Júzgame conforme a tu justicia, Jehová, Dios mío, y no se alegren de mí. Psalms 35:25 No digan en su corazón: Hola, nuestra alma. No digan: Deshecho le hemos. Psalms 35:26 Avergüéncense, y sean confundidos a una, los que se alegran de mi mal: vístanse de vergüenza y de confusión, los que se engrandecen contra mí. Psalms 35:27 Canten, y alégrense los que se huelgan de mi justicia; y digan siempre: Sea ensalzado Jehová, el que ama la paz de su siervo. Psalms 35:28 Y mi lengua hablará de tu justicia; todo el día de tu loor. Psalms 36:0 Psalms 36:1 Dicho de la rebelión del impío en medio de mi corazón: No hay temor de Dios delante de sus ojos. Psalms 36:2 Por tanto se lisonjea en sus ojos para hallar su iniquidad, para aborrecerla. Psalms 36:3 Las palabras de su boca son iniquidad y fraude; no quiso entender para hacer bien. Psalms 36:4 Iniquidad piensa sobre su cama; está sobre camino no bueno, no aborrece el mal. Psalms 36:5 ¶ Jehová, hasta los cielos es tu misericordia; tu verdad hasta las nubes. Psalms 36:6 Tu justicia como los montes de Dios, tus juicios abismo grande; al hombre y al animal conservas, o! Jehová. Psalms 36:7 ¶ ¡Cuán ilustre es tu misericordia, o, Dios! y los hijos de Adam se abrigan en la sombra de tus alas. Psalms 36:8 Embriagarse han de la grosura de tu casa: y del arroyo de tus delicias los abrevarás. Psalms 36:9 Porque contigo está el manadero de la vida; en tu lumbre veremos lumbre. Psalms 36:10 Extiende tu misericordia a los que te conocen; y tu justicia a los rectos de corazón. Psalms 36:11 No venga contra mí pie de soberbia; y mano de impíos no me mueva. Psalms 36:12 Allí cayeron los obradores de iniquidad; fueron rempujados, y no pudieron levantarse. Psalms 37:0 Psalms 37:1 No te enojes con los malignos, ni tengas envidia de los que hacen iniquidad. Psalms 37:2 Porque como yerba serán presto cortados: y como verdura de renuevo caerán. Psalms 37:3 Espera en Jehová, y haz bien; vive en la tierra, y mantén verdad. Psalms 37:4 Y deléitate en Jehová: y él te dará las peticiones de tu corazón. Psalms 37:5 Vuelve hacia Jehová tu camino: y espera en él, y él hará. Psalms 37:6 Y sacará, como la lumbre, tu justicia: y tus derechos como el medio día. Psalms 37:7 Calla a Jehová, y espera en él: no te enojes con el que prospera en su camino, con el hombre que hace maldades. Psalms 37:8 Déjate de la ira, y deja el enojo: no te enojes en ninguna manera para hacerte malo. Psalms 37:9 Porque los malignos serán talados: y los que esperan a Jehová, ellos heredarán la tierra. Psalms 37:10 Y de aquí a poco no será el malo: y contemplarás sobre su lugar, y no parecerá. Psalms 37:11 Y los mansos heredarán la tierra; y deleitarse han con la multitud de la paz. Psalms 37:12 Piensa el impío contra el justo; y cruje sobre él sus dientes. Psalms 37:13 El Señor se reirá de él: porque ve que vendrá su día. Psalms 37:14 Los impíos desenvainaron espada, y entesaron su arco, para hacer arruinar al pobre y al menesteroso: para degollar a los que andan camino derecho. Psalms 37:15 La espada de ellos entrará en su mismo corazón; y su arco será quebrado. Psalms 37:16 Mejor es lo poco del justo, que las riquezas de muchos pecadores. Psalms 37:17 Porque los brazos de los impíos serán quebrados: y el que sustenta a los justos es Jehová. Psalms 37:18 Conoce Jehová los días de los perfectos: y su heredad será para siempre. Psalms 37:19 No serán avergonzados en el mal tiempo: y en los días de la hambre serán hartos. Psalms 37:20 Porque los impíos perecerán; y los enemigos de Jehová, como lo principal de los carneros, serán consumidos: como humo se consumirán. Psalms 37:21 El impío toma prestado, y no paga: y el justo tiene misericordia, y da. Psalms 37:22 Porque los benditos de él, heredarán la tierra: y los malditos de él, serán talados. Psalms 37:23 Por Jehová son ordenados los pasos del hombre piadoso, y él quiere su camino. Psalms 37:24 Cuando cayere, no será postrado: porque Jehová sustenta su mano. Psalms 37:25 Mozo fui, y he envejecido, y no he visto justo desamparado, ni su simiente que busque pan. Psalms 37:26 Todo el día tiene misericordia, y presta: y su simiente es para bendición. Psalms 37:27 Apártate del mal, y haz el bien: y vivirás para siempre. Psalms 37:28 Porque Jehová ama el derecho, y no desamparará a sus misericordiosos; para siempre serán guardados: y la simiente de los impíos será talada. Psalms 37:29 Los justos heredarán la tierra, y vivirán para siempre sobre ella. Psalms 37:30 La boca del justo hablará sabiduría, y su lengua hablará juicio. Psalms 37:31 La ley de su Dios está en su corazón, por tanto sus pies no titubearán. Psalms 37:32 Asecha el impío al justo, y procura matarle. Psalms 37:33 Jehová no le dejará en sus manos; ni le condenará cuando le juzgaren. Psalms 37:34 Espera a Jehová, y guarda su camino, y él te ensalzará para heredar la tierra: cuando los pecadores serán talados, verás. Psalms 37:35 Yo ví al impío robusto, y reverdeciendo como un laurel verde: Psalms 37:36 Y se pasó, y he aquí no parece: y le busqué, y no fue hallado. Psalms 37:37 Considera al perfecto, y mira por el recto, porque la postrimería de cada uno de ellos es paz. Psalms 37:38 Mas los rebelados fueron todos a una destruidos: la postrimería de los impíos fue talada. Psalms 37:39 Y la salud de los justos fue Jehová, y su fortaleza en el tiempo de la angustia: Psalms 37:40 Y Jehová los ayudó, y los escapa, y los escapará de los impíos: y los salvará, por cuanto esperaron en él. Psalms 38:0 Psalms 38:1 Jehová, no me reprendas con tu furor, ni me castigues con tu ira. Psalms 38:2 Porque tus saetas descendieron en mí; y sobre mí ha descendido tu mano. Psalms 38:3 No hay sanidad en mi carne a causa de tu ira: no hay paz en mis huesos a causa de mi pecado. Psalms 38:4 Porque mis iniquidades han pasado sobre mi cabeza: como carga pesada, se han agravado sobre mí. Psalms 38:5 Pudriéronse, y corrompiéronse mis llagas a causa de mi locura. Psalms 38:6 Estoy encorvado, estoy humillado en gran manera: todo el día ando enlutado. Psalms 38:7 Porque mis caderas están llenas de ardor: y no hay sanidad en mi carne. Psalms 38:8 Estoy debilitado y molido en gran manera: rugiendo estoy a causa del alboroto de mi corazón. Psalms 38:9 Señor, delante de ti están todos mis deseos: y mi suspiro no te es oculto. Psalms 38:10 Mi corazón está rodeado, me ha dejado mi vigor; y la luz de mis ojos, aun ellos no están conmigo. Psalms 38:11 Mis amigos, y mis compañeros, se quitaron de delante de mi plaga: y mis cercanos se pusieron lejos. Psalms 38:12 Y los que buscaban a mi alma armaron lazos: y los que buscaban mi mal, hablaban iniquidades: y todo el día meditaban fraudes. Psalms 38:13 Y yo, como sordo, no oía: y como un mudo, que no abre su boca. Psalms 38:14 Y fui como un hombre que no oye: y que no hay en su boca reprensiones. Psalms 38:15 Porque a ti Jehová esperaba: tú responderás Jehová Dios mío. Psalms 38:16 Porque decía: Que no se alegren de mí: cuando mi pie resbalaba se engrandecían sobre mí. Psalms 38:17 Porque yo aparejado estoy a cojear: y mi dolor está delante de mí continuamente. Psalms 38:18 Por tanto denunciaré mi maldad: congojarme he por mi pecado. Psalms 38:19 Porque mis enemigos son vivos y fuertes: y hánse aumentado los que me aborrecen sin causa: Psalms 38:20 Y pagando mal por bien me son contrarios, por seguir yo lo bueno. Psalms 38:21 No me desampares, o! Jehová; Dios mío, no te alejes de mí. Psalms 38:22 Apresúrate a ayudarme, Señor, que eres mi salud. Psalms 39:0 Psalms 39:1 Yo dije: Miraré por mis caminos, para no pecar con mi lengua: guardaré mi boca con freno, entre tanto que el impío fuere contra mí. Psalms 39:2 Enmudecí con silencio, me callé de lo bueno; y mi dolor se alborotó. Psalms 39:3 Calentóse mi corazón dentro de mí; en mi meditación se encendió fuego: hablé con mi lengua. Psalms 39:4 Notifícame, Jehová, mi fin, y la medida de mis días cuanta sea, sepa yo cuanto tengo de ser del mundo. Psalms 39:5 He aquí, como a palmos diste mis días, y mi edad es como nada delante de ti: ciertamente toda la vanidad es todo hombre que vive. Selah. Psalms 39:6 Ciertamente en tiniebla anda el hombre: ciertamente en vano se inquietan: allega, y no sabe quien lo cogerá. Psalms 39:7 Y ahora, Señor, ¿qué esperaré? Mi esperanza en ti está. Psalms 39:8 ¶ Escápame de todas mis rebeliones, no me pongas por afrenta de insensato. Psalms 39:9 Yo enmudecí, no abrí mi boca; porque tú lo hiciste. Psalms 39:10 Quita de sobre mí tu llaga; de la guerra de tu mano soy consumido. Psalms 39:11 Con castigos sobre el pecado corriges al hombre, y haces desleir, como de polilla, su grandeza: ciertamente vanidad es todo hombre. Selah. Psalms 39:12 Oye mi oración, o! Jehová escucha mi clamor; no calles a mis lágrimas; porque peregrino soy contigo; advenedizo, como todos mis padres. Psalms 39:13 Déjame, y tomaré fuerzas, antes que me vaya y perezca. Psalms 40:0 Psalms 40:1 Esperando esperé a Jehová, e inclinóse a mí, y oyó mi clamor. Psalms 40:2 E hízome sacar de un aljibe sonoro, de un lodo cenagoso; y puso mis pies sobre peña, enderezó mis pasos. Psalms 40:3 Y puso en mi boca canción nueva, alabanza a nuestro Dios. Verán muchos, y temerán, y esperarán en Jehová. Psalms 40:4 Bienaventurado el varón, que puso a Jehová por su confianza; y no miró a los soberbios, ni a los que declinan a la mentira. Psalms 40:5 ¶ Aumentado has tú, o! Jehová Dios mío, tus maravillas; y tus pensamientos para con nosotros, no te los podremos contar: si yo los anunciare, y hablare, no pueden ser enarrados. Psalms 40:6 Sacrificio y presente no te agrada: orejas me has labrado: Holocausto y expiación no has demandado. Psalms 40:7 Entonces dije: He aquí, vengo; en el envoltorio del libro está escrito de mí. Psalms 40:8 Para hacer tu voluntad, Dios mío, ha me agradado; y tu ley está dentro de mis entrañas. Psalms 40:9 Yo anuncié justicia en grande congregación: he aquí, no detuve mis labios, Jehová tú lo sabes. Psalms 40:10 No encubrí tu justicia en medio de mi corazón: tu verdad y tu salud dije: no negué tu misericordia y tu verdad en grande congregación. Psalms 40:11 Tú, Jehová, no detengas de mí tus misericordias: tu misericordia y tu verdad me guarden siempre. Psalms 40:12 Porque me han cercado males hasta no haber cuento: me han comprendido mis maldades, y no puedo ver: hánse aumentado más que los cabellos de mi cabeza, y mi corazón me falta. Psalms 40:13 Quieras, Jehová, librarme: Jehová apresúrate para ayudarme. Psalms 40:14 Sean avergonzados y confusos a una los que buscan mi vida para cortarla: vuelvan atrás y avergüéncense los que quieren mi mal. Psalms 40:15 Sean asolados en pago de su afrenta, los que me dicen: Hala, hala. Psalms 40:16 Regocíjense, y alégrense en ti todos los que te buscan; y digan siempre: Sea ensalzado Jehová, los que aman tu salud. Psalms 40:17 Y yo afligido y necesitado; y Jehová pensará de mí: mi ayudador y mi libertador eres tú; Dios mío, no te tardes. Psalms 41:0 Psalms 41:1 Bienaventurado el que entiende sobre el pobre; en el día malo le libre Jehová. Psalms 41:2 Jehová le guarde, y le dé vida; sea bienaventurado en la tierra, y no le entregues a la voluntad de sus enemigos. Psalms 41:3 Jehová le sustentará sobre la cama de dolor; toda su cama revolviste en su enfermedad. Psalms 41:4 Yo dije: Jehová, ten misericordia de mí; sana a mi alma, porque he pecado contra ti. Psalms 41:5 ¶ Mis enemigos dicen mal de mí: ¿Cuándo morirá, y perecerá su nombre? Psalms 41:6 Y si me venía a ver, hablaba mentira: su corazón le amontonaba iniquidad: salido fuera, hablaba. Psalms 41:7 Congregados murmuraban contra mí todos los que me aborrecían; contra mí pensaban mal para mí. Psalms 41:8 Cosa pestilencial, dicen, se ha pegado en él; y el que cayó en cama, no volverá a levantarse. Psalms 41:9 Aun el varón de mi paz, en quien confiaba; el que comía mi pan, engrandeció contra mí el calcañar. Psalms 41:10 Mas tú Jehová, ten misericordia de mí, y házme levantar; y pagárles he. Psalms 41:11 En esto conocí que te he agradado, porque mi enemigo no triunfará contra mí. Psalms 41:12 Y yo en mi integridad me has sustentado: y me has hecho estar delante de ti para siempre. Psalms 41:13 Bendito sea Jehová, el Dios de Israel, de siglo a siglo. Amén, y Amén. Psalms 42:0 Psalms 42:1 Como el ciervo brama por las corrientes de las aguas, así mi alma suspira por ti, o! Dios. Psalms 42:2 Mi alma tuvo sed de Dios, del Dios vivo: ¡cuándo vendré, y pareceré delante de Dios! Psalms 42:3 Fueron mis lágrimas mi pan de día y de noche cuando me decían todos los días: ¿Dónde está tu Dios? Psalms 42:4 De estas cosas me acordaré, y derramaré sobre mí mi alma. Cuando pasaré en el número, iré con ellos hasta la casa de Dios con voz de alegría y de alabanza, bailando la multitud. Psalms 42:5 ¿Por qué te abates, o! alma mía, y te enfureces contra mí? Espera a Dios; porque aun le tengo de alabar por las saludes de su presencia. Psalms 42:6 Dios mío, mi alma está abatida en mí: por tanto me acordaré de ti desde tierra del Jordán, y de los Hermonitas, desde el monte de Mizar. Psalms 42:7 Un abismo llama a otro a la voz de tus canales: todas tus ondas y tus olas han pasado sobre mí. Psalms 42:8 De día mandará Jehová su misericordia, y de noche su canción conmigo, y mi oración al Dios de mi vida. Psalms 42:9 Diré a Dios: Roca mía, ¿por qué te has olvidado de mí? ¿Por qué andaré enlutado por la opresión del enemigo? Psalms 42:10 Es me muerte en mis huesos, cuando mis enemigos me afrentan, diciéndome cada día: ¿Dónde está tu Dios? Psalms 42:11 ¿Por qué te abates, o! alma mía: y por qué te enfureces contra mí? Espera a Dios, porque aun le tengo de alabar, salud de mi presencia, y Dios mío. Psalms 43:0 Psalms 43:1 Júzgame, o! Dios, y pleitea mi pleito: de gente no misericordiosa, de varón de engaño y de iniquidad líbrame. Psalms 43:2 Porque tú eres el Dios de mi fortaleza: ¿por qué me has desechado? ¿por qué andaré enlutado por la opresión del enemigo? Psalms 43:3 Envía tu luz, y tu verdad: estas me guiarán, traerme han al monte de tu santidad, y a tus tabernáculos. Psalms 43:4 Y entraré al altar de Dios, al Dios, alegría de mi gozo: y alabarte he con arpa, o! Dios, Dios mío. Psalms 43:5 ¿Por qué te abates, o! alma mía, y por qué te enfureces contra mí? Espera a Dios, porque aun le tengo de alabar, salud de mi presencia, y Dios mío. Psalms 44:0 Psalms 44:1 Dios, con nuestros oídos hemos oído, nuestros padres nos han contado la obra que hiciste en sus tiempos, en los tiempos antiguos. Psalms 44:2 Tú con tu mano echaste a las naciones, y los plantaste a ellos: afligiste los pueblos, y los enviaste. Psalms 44:3 Porque no heredaron la tierra por su espada, ni su brazo les libró; si no tu diestra, y tu brazo, y la luz de tu rostro, por que los amaste. Psalms 44:4 Tú eres mi Rey o! Dios: manda saludes a Jacob. Psalms 44:5 Por ti acornearemos a nuestros enemigos: en tu nombre atropellaremos a nuestros adversarios. Psalms 44:6 Porque no confiaré en mi arco, ni mi espada me salvará. Psalms 44:7 Porque nos has guardado de nuestros enemigos: y a los que nos aborrecieron, has avergonzado. Psalms 44:8 En Dios nos alabamos todo el día; y para siempre loaremos tu nombre. Selah. Psalms 44:9 También nos has desechado, y nos has hecho avergonzar; y no sales en nuestros ejércitos. Psalms 44:10 Hicístenos volver atrás del enemigo: y los que nos aborrecieron, nos saquearon para sí. Psalms 44:11 Pusístenos como a ovejas para comer: y esparcístenos entre las naciones. Psalms 44:12 Has vendido a tu pueblo de balde; y no pujaste en sus precios. Psalms 44:13 Pusístenos por vergüenza a nuestros vecinos, por escarnio y por burla a nuestros al derredores. Psalms 44:14 Pusístenos por proverbio entre las naciones; por movimiento de cabeza en los pueblos. Psalms 44:15 Cada día mi vergüenza está delante de mí, y la confusión de mi rostro me cubre, Psalms 44:16 De la voz del que me avergüenza y deshonra; del enemigo, y del que se venga. Psalms 44:17 Todo esto nos ha venido, y no nos hemos olvidado de ti; y no hemos faltado a tu concierto. Psalms 44:18 No se ha vuelto atrás nuestro corazón; y no se han apartado nuestros pasos de tus caminos; Psalms 44:19 Cuando nos quebrantaste en el lugar de los dragones, y nos cubriste con sombra de muerte. Psalms 44:20 Si nos olvidásemos del nombre de nuestro Dios; y si alzásemos nuestras manos a dios ajeno; Psalms 44:21 ¿Dios no demandaría esto? porque él conoce los secretos del corazón. Psalms 44:22 Porque por tu causa nos matan cada día; somos tenidos como ovejas para el degolladero. Psalms 44:23 Despierta, ¿por qué duermes, Señor? Despierta, no te alejes para siempre. Psalms 44:24 ¿Por qué escondes tu rostro, y te olvidas de nuestra aflicción, y de nuestra opresión? Psalms 44:25 Porque nuestra alma se ha agobiado hasta el polvo: nuestro vientre está pegado con la tierra. Psalms 44:26 Levántate para ayudarnos; y redímenos por tu misericordia. Psalms 45:0 Psalms 45:1 Rebosa mi corazón palabra buena: yo digo en mis obras del rey: mi lengua será como una pluma de escribano que escribe apriesa. Psalms 45:2 Te hermoseaste más que los hijos de los hombres: la gracia se derramó en tus labios; por tanto te ha bendecido Dios para siempre. Psalms 45:3 Cíñete tu espada sobre el muslo, o! Valiente, con tu gloria y con tu hermosura. Psalms 45:4 Y con tu hermosura sé prosperado: cabalga sobre palabra de verdad, y de humildad, y de justicia: y tu diestra te enseñará terribilidades. Psalms 45:5 Tus saetas agudas, con que caerán pueblos debajo de ti; en el corazón de los enemigos del rey. Psalms 45:6 Tu trono, o! Dios, eterno y para siempre: vara de justicia la vara de tu reino. Psalms 45:7 Amaste la justicia, y aborreciste la maldad: por tanto te ungió Dios, tu Dios, con aceite de gozo más que a tus compañeros. Psalms 45:8 Almizcle, y sándalos, y ámbar son todos tus vestidos, desde los palacios de marfil, donde te alegraron. Psalms 45:9 ¶ Hijas de reyes entre tus ilustres: está la reina a tu diestra con corona de Ofir. Psalms 45:10 Oye, hija, y mira, e inclina tu oído: y olvida tu pueblo, y la casa de tu padre. Psalms 45:11 Y deseará el rey tu hermosura: porque él es tu Señor, e inclínate a él. Psalms 45:12 Y la hija de Tiro con presente suplicará tu favor: todos los ricos del pueblo. Psalms 45:13 Toda ilustre es la hija del rey de dentro: de engastes de oro es su vestido. Psalms 45:14 Con vestidos bordados será llevada al rey, vírgenes en pos de ella: sus compañeras serán traídas a ti. Psalms 45:15 Serán traídas con alegrías y gozo: entrarán en el palacio del rey. Psalms 45:16 En lugar de tus padres serán tus hijos: hacerles has príncipes en toda la tierra. Psalms 45:17 Haré memoria de tu nombre en toda generación y generación: por lo cual pueblos te alabarán eternalmente y para siempre. Psalms 46:0 Psalms 46:1 Dios es nuestro amparo y fortaleza: socorro en las angustias hallarémos en abundancia. Psalms 46:2 Por tanto no temeremos, aunque la tierra se mude, y aunque se traspasen los montes al corazón de la mar. Psalms 46:3 Bramarán, turbarse han sus aguas: temblarán los montes a causa de su bravura. Selah. Psalms 46:4 Del río sus conductos alegrarán la ciudad de Dios, el santuario de las tiendas del Altísimo. Psalms 46:5 Dios está en medio de ella, no será movida: Dios la ayudará en mirando la mañana. Psalms 46:6 Bramaron naciones, titubearon reinos: dio su voz, derritióse la tierra: Psalms 46:7 Jehová de los ejércitos es con nosotros: nuestro refugio es el Dios de Jacob. Selah. Psalms 46:8 Veníd, ved las obras de Jehová, que ha puesto asolamientos en la tierra. Psalms 46:9 Que hace cesar las guerras hasta los fines de la tierra; que quiebra el arco, y corta la lanza, y quema los carros en el fuego. Psalms 46:10 Cesád, y conocéd que yo soy Dios: ensalzarme he en las naciones, ensalzarme he en la tierra. Psalms 46:11 Jehová de los ejércitos es con nosotros: nuestro refugio es el Dios de Jacob. Selah. Psalms 47:0 Psalms 47:1 Todos los pueblos batid las manos: clamád a Dios con voz de alegría. Psalms 47:2 Porque Jehová es sublime y temeroso: Rey grande sobre toda la tierra. Psalms 47:3 Él someterá a los pueblos debajo de nosotros, y a las naciones debajo de nuestros pies. Psalms 47:4 El nos eligirá nuestras heredades; la hermosura de Jacob, al cual amó. Selah. Psalms 47:5 Subió Dios con júbilo, Jehová con voz de trompeta. Psalms 47:6 Cantád a Dios, cantád; cantád a nuestro Rey, cantád. Psalms 47:7 Porque el Rey de toda la tierra es Dios: cantád entendiendo. Psalms 47:8 Reinó Dios sobre las naciones: Dios se asentó sobre su santo trono. Psalms 47:9 Los príncipes de los pueblos se juntaron al pueblo del Dios de Abraham: porque de Dios son los escudos de la tierra; él es muy ensalzado. Psalms 48:0 Psalms 48:1 Grande es Jehová, y digno de ser en grande manera alabado en la ciudad de nuestro Dios, en el monte de su santuario. Psalms 48:2 De hermosa situación, el gozo de toda la tierra es el monte de Sión: los lados del aquilón, la ciudad del gran Rey. Psalms 48:3 Dios en sus palacios es conocido por refugio. Psalms 48:4 Porque, he aquí, los reyes de la tierra fueron congregados; pasaron todos. Psalms 48:5 Ellos vieron, maravilláronse grandemente, fueron asombrados: diéronse priesa. Psalms 48:6 Temblor los tomó allí; dolor, como a mujer que pare. Psalms 48:7 Con viento solano quiebras las naves de Társis. Psalms 48:8 Como lo oímos, así lo vimos en la ciudad de Jehová de los ejércitos, en la ciudad de nuestro Dios: Dios la afirmará para siempre. Selah. Psalms 48:9 Esperamos, o! Dios, tu misericordia en medio de tu templo. Psalms 48:10 Conforme a tu nombre, o! Dios, así es tu loor hasta los fines de la tierra: de justicia está llena tu diestra. Psalms 48:11 Alegrarse ha el monte de Sión: regocijarse han las hijas de Judá por tus juicios. Psalms 48:12 Rodeád a Sión, y cercádla: contád sus torres. Psalms 48:13 Ponéd vuestro corazón a su antemuro: mirád sus palacios, para que lo contéis a la generación que vendrá. Psalms 48:14 Porque este Dios es Dios nuestro eternalmente y para siempre: él nos capitaneará hasta la muerte. Psalms 49:0 Psalms 49:1 Oíd esto todos los pueblos: escuchád todos los habitadores del mundo: Psalms 49:2 Así los hijos de los hombres como los hijos de los varones: juntamente el rico y el pobre. Psalms 49:3 Mi boca hablará sabidurías: y el pensamiento de mi corazón inteligencias. Psalms 49:4 Acomodaré a ejemplos mi oído: declararé con la arpa mi enigma. Psalms 49:5 ¿Por qué temeré en los días de adversidad, cuando la iniquidad de mis calcañares me cercará? Psalms 49:6 Los que confían en sus haciendas, y en la multitud de sus riquezas se jactan; Psalms 49:7 Ninguno redimiendo redimirá al hermano: ni dará a Dios su rescate. Psalms 49:8 Porque la redención de su alma es de gran precio: y no se hará jamás, Psalms 49:9 Que viva adelante para siempre: y nunca vea la sepultura. Psalms 49:10 Porque se ve que los sabios mueren juntamente: el insensato y el ignorante perecen, y dejan a otros sus riquezas. Psalms 49:11 En su íntimo piensan que sus casas son eternas: sus habitaciones para generación y generación: llamaron sus tierras de sus nombres. Psalms 49:12 Mas el hombre no permanecerá en honra: es semejante a las bestias que mueren. Psalms 49:13 Este es su camino, su locura: y sus descendientes corren por el dicho de ellos. Selah. Psalms 49:14 Como ovejas son puestos en la sepultura, la muerte los pastorea; y los rectos se enseñorearon de ellos por la mañana: y su apariencia se envejece en la sepultura de su morada. Psalms 49:15 Ciertamente Dios redimirá mi vida del poder de la sepultura, cuando me tomará. Selah. Psalms 49:16 No temas cuando se enriquece alguno: cuando aumenta la gloria de su casa. Psalms 49:17 Porque en su muerte no tomará nada: ni su gloria descenderá en pos de él. Psalms 49:18 Porque mientras viviere, será su vida bendita: y tú serás loado cuando fueres bueno. Psalms 49:19 El entrará a la generación de sus padres: para siempre no verán luz. Psalms 49:20 El hombre en honra que no entiende, semejante es a las bestias que mueren. Psalms 50:0 Psalms 50:1 El Dios de dioses, Jehová, habló; y convocó la tierra desde el nacimiento del sol hasta donde se pone. Psalms 50:2 De Sión, perfección de hermosura, Dios resplandeció. Psalms 50:3 Vendrá nuestro Dios, y no callará: fuego consumirá de su presencia: y al rededor de él habrá grande tempestad. Psalms 50:4 Convocará a los cielos de arriba: y a la tierra para juzgar a su pueblo. Psalms 50:5 Juntádme mis misericordiosos: los que concertaron mi concierto sobre sacrificio. Psalms 50:6 Y denunciarán los cielos su justicia; porque Dios es juez. Selah. Psalms 50:7 Oye pueblo mío, y hablaré: Israel, y contestaré contra ti: Yo soy el Dios, el Dios tuyo. Psalms 50:8 No te reprenderé sobre tus sacrificios; porque tus holocaustos delante de mí están siempre. Psalms 50:9 No tomaré de tu casa becerros: ni machos de cabrío de tus apriscos. Psalms 50:10 Porque mía es toda bestia del monte: millares de animales en los montes. Psalms 50:11 Yo conozco a todas las aves de los montes; y las fieras del campo están conmigo. Psalms 50:12 Si tuviere hambre, no te lo diré a ti; porque mío es el mundo y su plenitud. Psalms 50:13 ¿Tengo de comer carne de gruesos toros, o, de beber sangre de machos de cabrío? Psalms 50:14 Sacrifica a Dios alabanza: y paga al Altísimo tus votos. Psalms 50:15 Y llámame en el día de la angustia; librarte he, y honrarme has. Psalms 50:16 ¶ Y al malo dijo Dios: ¿Qué tienes tú que enarrar mis leyes: y que tomes mi concierto por tu boca: Psalms 50:17 Aborreciendo tú el castigo, y echando detrás de ti mis palabras? Psalms 50:18 Si veías al ladrón, tu corrías con él: y con los adúlteros era tu parte. Psalms 50:19 Tu boca metías en mal: y tu lengua componía engaño. Psalms 50:20 Asentábaste, hablabas contra tu hermano: contra el hijo de tu madre ponías infamia. Psalms 50:21 Estas cosas hiciste, y yo callé: ¿pensabas por eso que de cierto sería yo como tú? argüirte he, y propondré delante de tus ojos. Psalms 50:22 ¶ Entendéd ahora esto, los que os olvidáis de Dios: porque no arrebate, y no haya quien os escape. Psalms 50:23 El que sacrifica alabanza me honrará: y el que ordenare el camino, yo le enseñaré la salud de Dios. Psalms 51:0 Psalms 51:1 Ten misericordia de mí, o! Dios, conforme a tu misericordia; conforme a la multitud de tus miseraciones rae mis rebeliones. Psalms 51:2 Aumenta el lavarme de mi maldad; y límpiame de mi pecado. Psalms 51:3 Porque yo conozco mis rebeliones: y mi pecado está siempre delante de mí. Psalms 51:4 A ti, a ti solo he pecado, y he hecho lo malo delante de tus ojos: porque te justifiques en tu palabra, y te purifiques en tu juicio. Psalms 51:5 He aquí, en maldad he sido formado: y en pecado me calentó mi madre. Psalms 51:6 He aquí, la verdad has amado en lo íntimo: y en lo secreto me hiciste saber sabiduría. Psalms 51:7 Purifícame con hisopo, y seré limpio: lávame, y seré emblanquecido más que la nieve. Psalms 51:8 Házme oír gozo y alegría: y harán alegrías los huesos que moliste. Psalms 51:9 Esconde tu rostro de mis pecados: y rae todas mis maldades. Psalms 51:10 Críame, o! Dios, un corazón limpio: y renueva un espíritu recto en medio de mí. Psalms 51:11 No me eches de delante de ti: y no quites de mí tu Santo Espíritu. Psalms 51:12 Vuélveme el gozo de tu salud: y el Espíritu voluntario me sustentará. Psalms 51:13 Enseñaré a los prevaricadores tus caminos: y los pecadores se convertirán a ti. Psalms 51:14 Escápame de homicidios, o! Dios, Dios de mi salud: cante mi lengua tu justicia. Psalms 51:15 Señor, abre mis labios, y denuncie mi boca tu alabanza. Psalms 51:16 ¶ Porque no quieres sacrificio, que, si no, yo lo daría: holocausto no quieres. Psalms 51:17 Los sacrificios de Dios es el espíritu quebrantado: el corazón contrito y molido, o! Dios, no menospreciarás. Psalms 51:18 Haz bien con tu buena voluntad a Sión: edifica los muros de Jerusalem. Psalms 51:19 Entonces te agradarán los sacrificios de justicia, el holocausto, y el quemado: entonces ofrecerán sobre tu altar becerros. Psalms 52:0 Psalms 52:1 ¿Por qué te alabas de maldad, o! valiente? la misericordia de Dios es cada día. Psalms 52:2 Agravios maquina tu lengua: como navaja afilada, hace engaño. Psalms 52:3 Amaste el mal más que el bien: la mentira, más que hablar justicia. Selah. Psalms 52:4 Amaste todas las palabras dañosas; lengua engañosa. Psalms 52:5 También Dios te derrocará para siempre: cortarte ha, y arrancarte ha de la tienda; y te desarraigará de la tierra de los vivientes. Selah. Psalms 52:6 Y verán los justos, y temerán: y reírse han de él. Psalms 52:7 He aquí un varón que no puso a Dios por su fortaleza, mas confió en la multitud de sus riquezas: esforzóse en su maldad. Psalms 52:8 ¶ Mas yo, como oliva verde, en la casa de Dios: confié en la misericordia de Dios siempre y eternalmente. Psalms 52:9 Yo te alabaré para siempre, porque hiciste: y esperaré tu nombre, porque es bueno, delante de tus misericordiosos. Psalms 53:0 Psalms 53:1 Dijo el insensato en su corazón: No hay Dios; corrompiéronse, e hicieron abominable maldad: no hay quien haga bien. Psalms 53:2 Dios desde los cielos miró sobre los hijos de Adam: por ver si hay algún entendido, que busque a Dios. Psalms 53:3 Cada uno se había vuelto atrás, a una se habían dañado: no hay quien haga bien, no hay ni aun uno. Psalms 53:4 No tienen conocimiento todos los que obran iniquidad, que comen a mi pueblo como si comiesen pan: a Dios no invocan, Psalms 53:5 Allí se despavorieron de pavor donde no había pavor: porque Dios esparció los huesos del que asentó campo contra ti: avergonzástelos, porque Dios los desechó. Psalms 53:6 ¿Quién diese de Sión saludes a Israel? En volviendo Dios la cautividad de su pueblo, regocijarse ha Jacob, y alegrarse ha Israel. Psalms 54:0 Psalms 54:1 O! Dios, sálvame en tu nombre, y con tu valentía me defiende. Psalms 54:2 O! Dios, oye mi oración, escucha las razones de mi boca. Psalms 54:3 Porque extraños se han levantado contra mí, y fuertes han buscado a mi alma: no han puesto a Dios delante de si. Selah. Psalms 54:4 He aquí, Dios es el que me ayuda; el Señor es con los que sustentan mi vida. Psalms 54:5 El volverá el mal a mis enemigos; córtalos por tu verdad. Psalms 54:6 Voluntariamente sacrificaré a ti; alabaré tu nombre, o! Jehová, porque es bueno. Psalms 54:7 Porque me ha escapado de toda angustia, y en mis enemigos vieron mis ojos la venganza. Psalms 55:0 Psalms 55:1 Escucha, o! Dios, mi oración; y no te escondas de mi suplicación. Psalms 55:2 Estáme atento, y respóndeme; que doy voces hablando, y estoy desasosegado, Psalms 55:3 Por la voz del enemigo, por el aprieto del impío; porque echaron sobre mí iniquidad, y con furor me han amenazado. Psalms 55:4 Mi corazón está doloroso dentro de mí: y terrores de muerte han caído sobre mí. Psalms 55:5 Temor y temblor vino sobre mí; y terror me ha cubierto. Psalms 55:6 Y dije: ¿Quién me diese alas como de paloma? volaría, y descansaría. Psalms 55:7 Ciertamente huiría lejos: moraría en el desierto. Selah. Psalms 55:8 Apresuraríame a escapar del viento tempestuoso, de la tempestad. Psalms 55:9 ¶ Deshace, o! Señor, divide la lengua de ellos: porque he visto violencia y rencilla en la ciudad. Psalms 55:10 Día y noche la cercaron sobre sus muros: e iniquidad y trabajo hay en medio de ella. Psalms 55:11 Agravios hay en medio de ella; y nunca se aparta de sus plazas fraude y engaño. Psalms 55:12 Porque no me afrentó enemigo, que entonces suportáralo: ni el que me aborrecía se engrandeció contra mí, que entonces escondiérame de él. Psalms 55:13 Mas tú, hombre según mi estimación, mi señor, y mi familiar. Psalms 55:14 Porque juntos comunicábamos suavemente los secretos: en la casa de Dios andábamos en compañía. Psalms 55:15 Condenados sean a muerte, desciendan al infierno vivos: porque hay maldades en su compañía, entre ellos. Psalms 55:16 ¶ Yo a Dios clamaré; y Jehová me salvará. Psalms 55:17 Tarde, y mañana, y a mediodía hablo y estoy gimiendo: y él oirá mi voz. Psalms 55:18 Redimió en paz mi alma de la guerra contra mí; porque muchos fueron contra mí. Psalms 55:19 Dios oirá, y los quebrantará, y el que permanece desde la antigüedad. Selah. Por cuanto no se mudan, ni temen a Dios. Psalms 55:20 Extendió sus manos contra sus pacíficos: violó su pacto. Psalms 55:21 Ablandan más que manteca las palabras de su boca, mas guerra en su corazón: enternecen sus palabras más que el aceite, mas ellas son espadas. Psalms 55:22 Echa sobre Jehová tu carga, y él te sustentará: no dará para siempre resbalo al justo. Psalms 55:23 Y tú, o! Dios, les harás descender al pozo de la sepultura; los varones de sangre, y engañadores no llegarán a la mitad de sus días: mas yo confiaré en ti. Psalms 56:0 Psalms 56:1 Ten misericordia de mí, o! Dios; porque me traga el hombre; cada día batallándome aprieta. Psalms 56:2 Tráganme mis enemigos cada día: porque muchos son los que pelean contra mí, o! Altísimo. Psalms 56:3 De día temo: mas yo en ti confío. Psalms 56:4 En Dios alabaré su palabra: en Dios he confiado, no temeré lo que la carne me hará. Psalms 56:5 Todos los días me contristan mis negocios: contra mí son todos sus pensamientos para mal. Psalms 56:6 Congréganse, escóndense, ellos miran atentamente mis pisadas esperando mi alma. Psalms 56:7 ¿Por la iniquidad escaparán ellos? o! Dios, derriba los pueblos con furor. Psalms 56:8 Mis huidas has contado tú; pon mis lágrimas en tu odre, ciertamente en tu libro. Psalms 56:9 Entonces serán vueltos atrás mis enemigos el día que yo clamare: en esto conozco que Dios es por mí. Psalms 56:10 En Dios alabaré su palabra; en Jehová alabaré su palabra. Psalms 56:11 En Dios he confiado, no temeré lo que el hombre me hará. Psalms 56:12 Sobre mí, o! Dios, están tus votos: alabanzas te pagaré. Psalms 56:13 Por cuanto has escapado mi vida de la muerte, ciertamente mis pies de caída: para que ande delante de Dios en la luz de los que viven. Psalms 57:0 Psalms 57:1 Ten misericordia de mí, o! Dios, ten misericordia de mí; porque en ti ha confiado mi alma, y en la sombra de tus alas me ampararé, hasta que pasen los quebrantamientos. Psalms 57:2 Clamaré al Dios Altísimo, al Dios que me galardona. Psalms 57:3 El enviará desde los cielos, y me salvará de la afrenta de él que me traga. Selah. Dios enviará su misericordia y su verdad. Psalms 57:4 Mi vida está entre leones: estoy echado entre hijos de hombres que echan llamas: sus dientes son lanza y saetas, y su lengua espada aguda. Psalms 57:5 Ensálzate sobre los cielos, o! Dios: sobre toda la tierra se ensalce tu gloria. Psalms 57:6 Red han compuesto a mis pasos, mi alma se ha abatido: hoyo han cavado delante de mí, caigan en medio de él. Selah. Psalms 57:7 Aparejado está mi corazón, o! Dios, aparejado está mi corazón: cantaré, y diré salmos. Psalms 57:8 Despierta, o! gloria mía, despierta salterio y arpa; levantarme he de mañana. Psalms 57:9 Alabarte he en los pueblos, o! Señor, cantaré de ti en las naciones: Psalms 57:10 Porque grande es hasta los cielos tu misericordia, y hasta las nubes tu verdad. Psalms 57:11 Ensálzate sobre los cielos, o! Dios; sobre toda la tierra se ensalce tu gloria. Psalms 58:0 Psalms 58:1 ¿Pronunciáis de verdad, o! congregación, justicia? ¿juzgáis rectamente hijos de Adam? Psalms 58:2 Antes de corazón obráis iniquidades en la tierra: violencia pesáis de vuestras manos. Psalms 58:3 Extrañáronse los impíos desde la matriz: erraron desde el vientre hablando mentira. Psalms 58:4 Veneno tienen semejante al veneno de la serpiente: como áspide sordo que cierra su oreja. Psalms 58:5 Que no oye la voz de los que encantan, del encantador sabio de encantamentos. Psalms 58:6 ¶ O! Dios, quiebra sus dientes en sus bocas: quiebra, o! Jehová, las muelas de los leoncillos. Psalms 58:7 Córranse como aguas que se van de suyo: armen sus saetas como si fuesen cortadas; Psalms 58:8 Como el caracol que se deslie, vayan: como el abortivo de mujer, no vean el sol. Psalms 58:9 Antes que vuestras ollas sientan el fuego de las espinas; así vivos, así airado los arrebate con tempestad. Psalms 58:10 ¶ Alegrarse ha el justo, cuando viere la venganza: sus pies lavará en la sangre del impío. Psalms 58:11 Entonces dirá el hombre: Ciertamente hay fruto para el justo: ciertamente hay Dios que juzga en la tierra. Psalms 59:0 Psalms 59:1 Escápame de mis enemigos, o! Dios mío: líbrame de los que se levantan contra mí. Psalms 59:2 Escápame de los que obran iniquidad, y sálvame de los varones de sangres: Psalms 59:3 Porque, he aquí, han asechado a mi vida: hánse juntado contra mí fuertes sin rebelión mía, y sin pecado mío, o! Jehová. Psalms 59:4 Sin mi delito corren, y se aperciben: despierta para encontrarme, y mira. Psalms 59:5 Y tú, Jehová Dios de los ejércitos, Dios de Israel, despierta a visitar todas las naciones: no hayas misericordia de todos los que se rebelan con iniquidad. Selah. Psalms 59:6 Volverse han a la tarde, ladrarán como perros, y rodearán la ciudad. Psalms 59:7 He aquí, hablarán con su boca: espadas están en sus labios, porque, ¿Quién lo oye? Psalms 59:8 Mas tú, Jehová, te reirás de ellos: harás burla de todas las gentes. Psalms 59:9 Para ti reservaré su fortaleza: porque Dios es mi defensa. Psalms 59:10 El Dios de mi misericordia me prevendrá: Dios me hará ver en mis enemigos venganza. Psalms 59:11 No los matarás, porque mi pueblo no se olvide; házlos vagabundos con tu fortaleza, y abatelos, o! Jehová, escudo nuestro. Psalms 59:12 Por el pecado de su boca, por la palabra de sus labios, y sean presos por su soberbia: y cuenten de maldición y de enflaquecimiento, Psalms 59:13 Acábalos con furor, acábalos y no sean: y sepan que Dios domina en Jacob hasta los fines de la tierra. Selah. Psalms 59:14 Y vuelvan a la tarde, y ladren como perros: y rodeen la ciudad. Psalms 59:15 Anden ellos vagabundos para hallar que comer: y si no se hartaren, murmuren. Psalms 59:16 Y yo cantaré tu fortaleza y loaré de mañana tu misericordia: porque has sido mi amparo, y refugio en el día de mi angustia. Psalms 59:17 Fortaleza mía, a ti cantaré: porque eres Dios de mi amparo, Dios de mi misericordia. Psalms 60:0 Psalms 60:1 Dios, desechástenos, disipástenos; airástete, vuélvete a nosotros. Psalms 60:2 Hiciste temblar la tierra, abrístela; sana sus quebraduras, porque titubea. Psalms 60:3 Hiciste ver a tu pueblo duras cosas: hicístenos beber vino de temblor. Psalms 60:4 Has dado a los que te temen una bandera que alcen por amor de la verdad. Selah. Psalms 60:5 Para que se escapen tus amados: salva con tu diestra, y óyeme. Psalms 60:6 Dios habló en su santidad: Yo me alegraré: partiré a Siquem, y mediré al valle de Socot. Psalms 60:7 Mío es Galaad, y mío es Manasés: y Efraím es la fortaleza de mi cabeza; Judá mi legislador; Psalms 60:8 Moab, la olla de mi lavatorio: sobre Edom echaré mi zapato; sobre mí triunfa, o! Palestina. Psalms 60:9 ¿Quién me llevará a la ciudad fortalecida? ¿quién me llevará hasta Idumea? Psalms 60:10 Ciertamente tú, o! Dios, que nos habías desechado; y no salías, o! Dios, con nuestros ejércitos. Psalms 60:11 Dános socorro contra el enemigo, que vana es la salud de los hombres. Psalms 60:12 En Dios haremos proezas; y él pisará nuestros enemigos. Psalms 61:0 Psalms 61:1 Oye, o! Dios, mi clamor; está atento a mi oración. Psalms 61:2 Desde el cabo de la tierra clamaré a ti, cuando desmayare mi corazón; a la peña más alta que yo, llévame. Psalms 61:3 Porque has sido mi refugio; torre de fortaleza delante del enemigo. Psalms 61:4 Yo habitaré en tu tabernáculo para siempre; estaré seguro en el escondedero de tus alas. Psalms 61:5 Porque tú, o! Dios, has oído mis votos; has dado heredad a los que temen tu nombre. Psalms 61:6 Días sobre días añadirás al rey: sus años serán como generación y generación. Psalms 61:7 El estará para siempre delante de Dios; misericordia y verdad apercibe que le conserven. Psalms 61:8 Así cantaré tu nombre para siempre, pagando mis votos cada día. Psalms 62:0 Psalms 62:1 En Dios solamente está callada mi alma; de él es mi salud. Psalms 62:2 El solamente es mi fuerte y mi salud: mi refugio, no resbalaré mucho. Psalms 62:3 ¿Hasta cuándo maquinaréis contra un hombre? seréis muertos todos vosotros; como pared acostada seréis, como vallado rempujado. Psalms 62:4 Solamente consultan para arrojarle de su grandeza: aman la mentira: con su boca bendicen, mas en sus entrañas maldicen. Selah. Psalms 62:5 En Dios solamente repósate, o! alma mía; porque de él es mi esperanza. Psalms 62:6 El solamente es mi fuerte y mi salud: mi refugio, no resbalaré. Psalms 62:7 Sobre Dios es mi salud y mi gloria: peña de mi fortaleza: mi refugio es en Dios. Psalms 62:8 ¶ Esperád en él en todo tiempo, o! pueblos: derramád delante de él vuestro corazón: Dios es nuestro amparo. Selah. Psalms 62:9 Solamente vanidad son los hijos de Adam, mentira los hijos del varón, pesándolos a todos juntos en balanzas, serán menos que la vanidad. Psalms 62:10 No confiéis en la violencia, y en la rapiña no os desvanezcáis: en la hacienda, si se aumentare, no pongáis el corazón. Psalms 62:11 Una vez habló Dios, dos veces he oído esto: Que de Dios es la fortaleza: Psalms 62:12 Y tuya, Señor, es la misericordia: porque tú pagas a cada uno conforme a su obra. Psalms 63:0 Psalms 63:1 Dios, Dios mío eres tú, a ti madrugaré: mi alma tuvo sed de ti, mi carne te desea en tierra de sequedad, y sequiosa sin aguas. Psalms 63:2 Así te miré en el santuario, para ver tu fortaleza y tu gloria. Psalms 63:3 Porque mejor es tu misericordia que la vida: mis labios te alabarán. Psalms 63:4 Así te bendeciré en mi vida: en tu nombre alzaré mis manos. Psalms 63:5 Como de meollo y de grosura será harta mi alma: y con labios de alegría te alabará mi boca, Psalms 63:6 Cuando me acordaré de ti en mis camas, cuando a las alboradas meditaré de ti; Psalms 63:7 Porque has sido mi socorro: y en la sombra de tus alas me regocijaré. Psalms 63:8 Mi alma se apegó a ti: tu diestra me ha sustentado. Psalms 63:9 Mas ellos para destrucción buscaron mi alma: descendieron en lo más bajo de la tierra. Psalms 63:10 Matarlos han a filo de espada: porción de zorras serán. Psalms 63:11 Y el rey se alegrará en Dios, será alabado cualquiera que jura por él: porque la boca de los que hablan mentira, será cerrada. Psalms 64:0 Psalms 64:1 Oye, o! Dios, mi voz en mi oración: guarda mi vida del miedo del enemigo: Psalms 64:2 Escóndeme del secreto consejo de los malignos: de la conspiración de los que obran iniquidad. Psalms 64:3 Que afilaron su lengua, como espada: armaron por su saeta palabra amarga: Psalms 64:4 Para asaetar a escondidas al perfecto: de presto le asaetean, y no temen. Psalms 64:5 Afírmanse asimismos sobre palabra mala: tratan de esconder los lazos: dicen: ¿Quién los ha de ver? Psalms 64:6 Inquieren iniquidades; perficionan la inquisición del inquiridor, y lo que inventó lo íntimo de cada uno, y el corazón inventivo. Psalms 64:7 Mas Dios los asaeteará con saeta, de repente serán sus plagas. Psalms 64:8 Y harán caer sobre sí sus mismas lenguas: espantarse han todos los que los vieren. Psalms 64:9 Y temerán todos los hombres, y anunciarán la obra de Dios, y entenderán su obra. Psalms 64:10 El justo se alegrará en Jehová, y asegurarse ha en él: y alabarse han todos los rectos de corazón. Psalms 65:0 Psalms 65:1 En ti reposa la alabanza, o! Dios, en Sión; y a ti se pagará el voto. Psalms 65:2 oyes la oración, a ti vendrá toda carne. Psalms 65:3 Palabras de iniquidades me sobrepujaron: mas nuestras rebeliones, tú las perdonarás. Psalms 65:4 Dichoso el que tú escogieres, e hicieres llegar para que habite en tus patios: seremos hartos del bien de tu casa, de tu santo templo. Psalms 65:5 Con terribilidades nos oirás en justicia, o! Dios de nuestra salud: esperanza de todos los fines de la tierra, y de las partes más lejanas de la mar. Psalms 65:6 El que afirma los montes con su fortaleza, ceñido de valentía. Psalms 65:7 El que amansa el estruendo de las mares, el estruendo de sus ondas: y el alboroto de las civiles sediciones. Psalms 65:8 Y los habitadores de los fines de la tierra temen de tus maravillas: que haces alegrar las salidas de la mañana y de la tarde. Psalms 65:9 Visitas la tierra, y después que la has hecho desear mucho, la enriqueces: el río de Dios lleno de aguas: aparejas el grano de ellos: porque así la ordenaste. Psalms 65:10 Embriagas sus surcos, haces descender el agua en sus regaderas: ablándasla con lluvias, bendices sus renuevos. Psalms 65:11 Coronas el año de tus bienes: y tus nubes destilan grosura. Psalms 65:12 Destilan sobre las habitaciones del desierto: y los collados se ciñen de alegría, Psalms 65:13 Vístense los llanos de ovejas, y los valles se cubren de grano: regocíjanse, y aun cantan. Psalms 66:0 Psalms 66:1 Dé alabanza a Dios toda la tierra. Psalms 66:2 Cantád la gloria de su nombre: ponéd gloria en su alabanza. Psalms 66:3 Decíd a Dios: ¡Cuán terrible eres en tus obras! por la multitud de tu fortaleza se te sujetarán fingidamente todos tus enemigos. Psalms 66:4 Toda la tierra te adorará, y cantarán a ti: cantarán a tu nombre. Selah. Psalms 66:5 Veníd, y ved las obras de Dios: terrible en hechos sobre los hijos de los hombres. Psalms 66:6 Volvió la mar en seco: por el río pasaron a pie; allí nos alegramos en él. Psalms 66:7 El se enseñorea con su fortaleza para siempre: sus ojos atalayan sobre las naciones: los rebeldes no serán ellos ensalzados. Selah. Psalms 66:8 Bendecíd pueblos a nuestro Dios: y hacéd oír la voz de su loor. Psalms 66:9 El que puso nuestra alma en vida: y no permitió que resbalasen nuestros pies. Psalms 66:10 Porque nos probaste, o! Dios: afinástenos, como se afina la plata. Psalms 66:11 Metístenos en la red: pusiste apretura en nuestros lomos. Psalms 66:12 Hiciste subir varón sobre nuestra cabeza: entrámos en fuego y en aguas; y sacástenos a hartura. Psalms 66:13 Entraré pues en tu casa con holocaustos: y pagarte he mis votos, Psalms 66:14 Que pronunciaron mis labios, y habló mi boca, cuando estaba angustiado. Psalms 66:15 Holocaustos de engordados te ofreceré, con perfume de carneros: sacrificaré bueyes y machos de cabrío. Selah. Psalms 66:16 Veníd, oíd todos los que teméis a Dios: y contaré lo que ha hecho a mi alma. Psalms 66:17 A él hablé en alta voz: y fue ensalzado con mi lengua. Psalms 66:18 Si yo viera iniquidad en mi corazón, no oyera el Señor. Psalms 66:19 Ciertamente oyó Dios: escuchó a la voz de mi oración. Psalms 66:20 Bendito Dios, que no apartó mi oración, y su misericordia de mí. Psalms 67:0 Psalms 67:1 Dios haya misericordia de nosotros, y nos bendiga: haga resplandecer su rostro sobre nosotros. Selah. Psalms 67:2 Para que conozcamos en la tierra tu camino, en todas las naciones tu salud. Psalms 67:3 Alábente los pueblos, o! Dios, alábente todos los pueblos. Psalms 67:4 Alégrense, y regocíjense las naciones, cuando juzgares los pueblos con equidad: y pastoreares las naciones en la tierra. Selah. Psalms 67:5 Alábente los pueblos, o! Dios, alábente todos los pueblos. Psalms 67:6 La tierra dará su fruto: bendecirnos ha el Dios, nuestro Dios. Psalms 67:7 Bendíganos Dios, y témanle todos los términos de la tierra. Psalms 68:0 Psalms 68:1 Levántese Dios, espárzanse sus enemigos: y huyan los que le aborrecen delante de él. Psalms 68:2 Como es lanzado el humo, los lanzarás: como se derrite la cera delante del fuego, así perecerán los impíos delante de Dios. Psalms 68:3 Mas los justos se alegrarán: regocijarse han delante de Dios, y saltarán de alegría. Psalms 68:4 Cantád a Dios, cantád salmos a su nombre: ensalzád al que cabalga sobre los cielos en Jah su nombre: y alegráos delante de él. Psalms 68:5 Padre de huérfanos, y defensor de viudas, Dios en la morada de su santuario. Psalms 68:6 El Dios que hace habitar los solos en casa: que saca los presos en grillos; mas los rebeldes habitan en sequedad. Psalms 68:7 O! Dios, cuando tú saliste delante de tu pueblo, cuando anduviste por el desierto, Selah, Psalms 68:8 La tierra tembló; también los cielos destilaron delante de Dios; aquel Sinaí tembló delante de Dios, del Dios de Israel. Psalms 68:9 Lluvia de voluntades esparciste, o! Dios, a tu heredad; y cuando se cansó, tú la recreaste. Psalms 68:10 Tu compañía estaba en ella; por tu bondad acomodabas al pobre, o! Dios. Psalms 68:11 El Señor daba palabra: de las evangelizantes había ejército grande. Psalms 68:12 Reyes de ejércitos huían, huían: y la moradora de la casa partía despojos. Psalms 68:13 Si fuereis echados entre las ollas, seréis como las alas de la paloma cubierta de plata, y sus plumas con amarillez de oro. Psalms 68:14 Cuando esparcía el Omnipotente los reyes en ella; ella se emblanquecía como la nieve en Salmón. Psalms 68:15 El monte de Dios, el monte de Basán: monte alto el monte de Basán. Psalms 68:16 ¿Por qué saltasteis, o! montes altos? Este monte amó Dios para su asiento: ciertamente Jehová habitará en él para siempre. Psalms 68:17 Los carros de Dios dos millares de miles de ángeles: el Señor entre ellos, como en Sinaí, así en el santuario. Psalms 68:18 Subiste a lo alto, cautivaste cautividad, tomaste dones para los hombres: y también los rebeldes para que habiten, o! Jah Dios. Psalms 68:19 Bendito el Señor, cada día nos colma de mercedes, Dios nuestra salud. Selah. Psalms 68:20 Dios, Dios nuestro para saludes; y el Señor Jehová tiene salidas para la muerte. Psalms 68:21 Ciertamente Dios herirá la cabeza de sus enemigos, la mollera cabelluda de el que camina en sus pecados. Psalms 68:22 El Señor dijo: De Basán haré volver, haré volver de los profundos de la mar; Psalms 68:23 Porque tu pie se embermejecerá de sangre de sus enemigos; y la lengua de tus perros de ella. Psalms 68:24 Vieron tus caminos, o! Dios: los caminos de mi Dios, de mi Rey en el santuario. Psalms 68:25 Los cantores iban delante, detrás, los tañedores: en medio las doncellas con adufes. Psalms 68:26 Bendecíd a Dios en congregaciones: al Señor, los de el manadero de Israel. Psalms 68:27 Allí estaba Ben-jamín pequeño señoreándolos; príncipes de Judá en su congregación, príncipes de Zabulón, príncipes de Neftalí. Psalms 68:28 Tu Dios ha ordenado tu fuerza: confirma, o! Dios, lo que has obrado en nosotros. Psalms 68:29 Desde tu templo en Jerusalem, a ti ofrecerán los reyes dones. Psalms 68:30 Destruye el escuadrón de lanza, el escuadrón de fuertes, con señores de pueblos, hollándolos con sus piezas de plata: destruye los pueblos que quieren guerras. Psalms 68:31 Vendrán príncipes de Egipto: Etiopía apresurará sus manos a Dios. Psalms 68:32 Reinos de la tierra cantád a Dios; cantád al Señor; Selah; Psalms 68:33 Al que cabalga sobre los cielos de los cielos de antigüedad: he aquí, él dará con su voz, voz de fortaleza. Psalms 68:34 Dad fortaleza a Dios: sobre Israel es su magnificencia, y su fortaleza en las nubes. Psalms 68:35 Terrible eres, o! Dios, desde tus santuarios; el Dios de Israel, él da fortaleza y fuerzas al pueblo: Bendito Dios. Psalms 69:0 Psalms 69:1 Sálvame, o! Dios, porque las aguas han entrado hasta el alma. Psalms 69:2 Estoy zabullido en cieno profundo, que no hay pie; soy venido en profundos de aguas, y la corriente me ha anegado. Psalms 69:3 He trabajado llamando; mi garganta se ha enronquecido; han desfallecido mis ojos de esperar a mi Dios. Psalms 69:4 Hánse aumentado más que los cabellos de mi cabeza los que me aborrecen sin causa; hánse fortalecido mis enemigos, los que me destruyen sin porqué: lo que no hurté, entonces lo volví. Psalms 69:5 Dios, tú sabes mi insensatez; y mis delitos no te son ocultos. Psalms 69:6 No sean avergonzados por mí, los que te esperan, Señor Jehová de los ejércitos; no sean confusos por mí los que te buscan, o! Dios de Israel. Psalms 69:7 Porque por ti he sufrido vergüenza; confusión ha cubierto mi rostro. Psalms 69:8 He sido extrañado de mis hermanos, y extraño a los hijos de mi madre. Psalms 69:9 Porque el zelo de tu casa me comió, y los denuestos de los que te denuestan, cayeron sobre mí. Psalms 69:10 Y lloré con ayuno de mi alma, y esto me ha sido por afrenta. Psalms 69:11 Y puse saco por mi vestido, y fui a ellos por proverbio. Psalms 69:12 Hablaban contra mí los que se sentaban a la puerta, y en las canciones de los bebedores de sidra. Psalms 69:13 Y yo enderazaba mi oración a ti, o! Jehová, al tiempo de la buena voluntad: o! Dios, por la multitud de tu misericordia óyeme, por la verdad de tu salud. Psalms 69:14 Escápame del lodo, y no sea yo anegado; y sea yo librado de los que me aborrecen, y de los profundos de las aguas. Psalms 69:15 No me anegue el ímpetu de las aguas, ni me suerba la hondura, ni el pozo cierre sobre mí su boca. Psalms 69:16 Oyeme, Jehová; porque benigna es tu misericordia: conforme a la multitud de tus miseraciones mira por mí. Psalms 69:17 Y no escondas tu rostro de tu siervo; porque estoy angustiado; apresúrate, óyeme. Psalms 69:18 Acércate a mi alma, redímela: por causa de mis enemigos líbrame. Psalms 69:19 Tú sabes mi afrenta, y mi confusión, y mi vergüenza; delante de ti están todos mis enemigos. Psalms 69:20 La afrenta ha quebrantado mi corazón; y he tenido dolor; y he esperado quien se compadeciese de mí, y no lo hubo, y consoladores, y no hallé. Psalms 69:21 Y pusieron en mi comida hiel; y en mi sed me dieron a beber vinagre. Psalms 69:22 Sea su mesa delante de ellos por lazo; y lo que es por paces, les sea por tropezón. Psalms 69:23 Sean oscurecidos sus ojos para ver; y haz siempre titubear sus lomos. Psalms 69:24 Derrama sobre ellos tu ira, y el furor de tu enojo les comprenda. Psalms 69:25 Sea su palacio asolado; en sus tiendas no haya morador. Psalms 69:26 Porque persiguieron al que tú heriste: y cuentan del dolor de los que tú mataste. Psalms 69:27 Pon maldad sobre su maldad, y no entren en tu justicia. Psalms 69:28 Sean raídos del libro de los vivientes: y no sean escritos con los justos. Psalms 69:29 Y yo afligido, y dolorido: tu salud, o! Dios, me defenderá. Psalms 69:30 Yo alabaré el nombre de Dios con canción; y magnificarle he con alabanza. Psalms 69:31 Y agradará a Jehová más que buey, y becerro, que echa cuernos y uñas. Psalms 69:32 Verán los humildes, y regocijarse han: buscád a Dios, y vivirá vuestro corazón. Psalms 69:33 Porque Jehová oye a los menesterosos, y no menosprecia a sus prisioneros. Psalms 69:34 Alábenle los cielos y la tierra, las mares y todo lo que se mueve en ellas. Psalms 69:35 Porque Dios guardará a Sión, y reedificará las ciudades de Judá, y habitarán allí, y heredarla han. Psalms 69:36 Y la simiente de sus siervos la heredará; y los que aman su nombre habitarán en ella. Psalms 70:0 Psalms 70:1 O! Dios, para librarme, o! Dios, para ayudarme, apresúrate. Psalms 70:2 Sean avergonzados y confusos los que buscan mi vida: sean vueltos atrás y avergonzados, los que quieren mi mal. Psalms 70:3 Sean vueltos atrás en pago de su vergüenza los que dicen: Hala, hala. Psalms 70:4 Regocíjense, y alégrense en ti todos los que te buscan; y digan siempre, los que aman tu salud: Sea engrandecido Dios. Psalms 70:5 Yo soy afligido y menesteroso: o! Dios, apresúrate a mí: ayudador mío, y mi librador eres tú, Jehová, no te detengas. Psalms 71:0 Psalms 71:1 En ti, Jehová, he esperado; no sea yo confundido para siempre. Psalms 71:2 Escápame, y líbrame en tu justicia: inclina a mí tu oído, y sálvame. Psalms 71:3 Séme por peña de fortaleza donde venga continuamente: mandado has que yo sea salvo, porque tú eres mi roca y mi castillo. Psalms 71:4 Dios mío, escápame de la mano del impío, de la mano del perverso y falsario. Psalms 71:5 Porque tú eres mi esperanza, Señor Jehová: seguridad mía desde mi mocedad. Psalms 71:6 Por ti he sido sustentado desde el vientre: de las entrañas de mi madre tú fuiste el que me sacaste: de ti ha sido siempre mi alabanza. Psalms 71:7 Como prodigio he sido a muchos; y tú mi refugio fuerte. Psalms 71:8 Sea llena mi boca de tu alabanza, todo el día de tu gloria. Psalms 71:9 No me deseches en el tiempo de la vejez: cuando mi fuerza se acabare, no me desampares. Psalms 71:10 Porque mis enemigos han dicho de mí; y los que asechan mi vida, consultaron juntamente, Psalms 71:11 Diciendo: Dios le ha dejado: perseguíd, y tomádle, porque no hay quien le libre. Psalms 71:12 O! Dios, no te alejes de mí: Dios mío, apresúrate para ayudarme. Psalms 71:13 Sean avergonzados, perezcan, los adversarios de mi alma: sean cubiertos de vergüenza y de confusión, los que buscan mi mal. Psalms 71:14 Y yo siempre esperaré: y añadiré sobre toda tu alabanza. Psalms 71:15 Mi boca recontará tu justicia: todo el día tu salud, aunque no sé el número. Psalms 71:16 Vendré a las valentías del Señor Jehová: haré memoria de la justicia de ti solo. Psalms 71:17 O! Dios, enseñásteme desde mi mocedad, y hasta ahora: manifestaré tus maravillas. Psalms 71:18 Y aun hasta la vejez y las canas: o! Dios, no me desampares: hasta que denuncie tu brazo a la posteridad: tus valentías a todos los que vendrán. Psalms 71:19 Y tu justicia, o! Dios, hasta lo alto: porque has hecho grandes cosas: o! Dios, ¿quién como tú? Psalms 71:20 Que me has hecho ver muchas angustias y males: volverás, y darme has vida: y de los abismos de la tierra volverás a levantarme. Psalms 71:21 Aumentarás mí magnificencia: y volverás a consolarme. Psalms 71:22 Asimismo yo te alabaré con instrumento de salterio: tu verdad, o! Dios mío, cantaré a ti en la arpa, o! Santo de Israel. Psalms 71:23 Mis labios cantarán cuando salmeare a ti: y mi alma, a la cual redimiste. Psalms 71:24 Asimismo mi lengua todo el día hablará de tu justicia: por cuanto fueron avergonzados, por cuanto fueron confusos, los que procuraban mi mal. Psalms 72:0 Psalms 72:1 O! Dios, da tus juicios al rey, y tu justicia al hijo del rey. Psalms 72:2 El juzgará a tu pueblo con justicia: y a tus afligidos con juicio. Psalms 72:3 Los montes llevarán paz al pueblo: y los collados justicia. Psalms 72:4 Juzgará a los afligidos del pueblo: Salvará a los hijos del menesteroso, y quebrantará al violento. Psalms 72:5 Temerte han con el sol, y antes de la luna: por generación de generaciones. Psalms 72:6 Descenderá como la lluvia sobre la yerba cortada: como el rocío que destila sobre la tierra. Psalms 72:7 Florecerá en sus días justicia, y multitud de paz, hasta que no haya luna. Psalms 72:8 Y dominará de mar a mar, y desde el río hasta los cabos de la tierra. Psalms 72:9 Delante de él se postrarán los Etiopes: y sus enemigos lamerán la tierra. Psalms 72:10 Los reyes de Társis, y de las islas traerán presentes: los reyes de Jeba y de Seba ofrecerán dones. Psalms 72:11 Y arrodillarse han a él todos los reyes; todas las naciones le servirán. Psalms 72:12 Porque él librará al menesteroso que clamare, y al afligido, que no tuviere quien le socorra. Psalms 72:13 Tendrá misericordia del pobre y del menesteroso, y las almas de los pobres salvará. Psalms 72:14 De engaño y de fraude redimirá sus almas; y la sangre de ellos será preciosa en sus ojos. Psalms 72:15 Y vivirá, y darle ha del oro de Jeba, y orará por él continuamente, todo el día le echará bendiciones. Psalms 72:16 Será echado un puño de grano en tierra, en los cabezos de los montes; hará estruendo, como el Líbano, su fruto; y verdeguearán desde la ciudad, como la yerba de la tierra. Psalms 72:17 Será su nombre para siempre, delante del sol será propagado su nombre; y bendecirse han en él todas las naciones; llamarle han bienaventurado. Psalms 72:18 Bendito Jehová Dios, el Dios de Israel, que solo hace maravillas: Psalms 72:19 Y bendito su nombre glorioso para siempre: y toda la tierra sea llena de su gloria. Amén, y Amén. Psalms 72:20 Acábanse las oraciones de David, hijo de Isaí. Psalms 73:0 Psalms 73:1 Ciertamente bueno es a Israel Dios, a los limpios de corazón. Psalms 73:2 Y yo, casi se apartaron mis pies; poco faltó, para que no resbalasen mis pasos. Psalms 73:3 Porque tuve envidia a los malvados, viendo la paz de los impíos. Psalms 73:4 Porque no hay ataduras para su muerte: antes su fortaleza está entera. Psalms 73:5 En el trabajo humano no están: ni son azotados con los hombres. Psalms 73:6 Por tanto soberbia los corona: cúbrense de vestido de violencia. Psalms 73:7 Sus ojos están salidos de gruesos: pasan los pensamientos de su corazón. Psalms 73:8 Soltáronse, y hablan con maldad de hacer violencia: hablan de lo alto. Psalms 73:9 Ponen en el cielo su boca: y su lengua pasea la tierra. Psalms 73:10 Por tanto su pueblo volverá aquí, que aguas en abundancia les son exprimidas. Psalms 73:11 Y dirán: ¿Cómo sabe Dios? ¿Y, si hay conocimiento en lo alto? Psalms 73:12 He aquí, estos impíos, y quietos del mundo alcanzaron riquezas: Psalms 73:13 Verdaderamente en vano he limpiado mi corazón: y he lavado mis manos en limpieza; Psalms 73:14 Y he sido azotado todo el día: y castigado por las mañanas. Psalms 73:15 Si decía: Contarlo he así: he aquí, habré negado la nación de tus hijos. Psalms 73:16 Pensaré pues para saber esto: es trabajo en mis ojos. Psalms 73:17 ¶ Hasta que venga al santuario de Dios; entonces entenderé la postrimería de ellos. Psalms 73:18 Ciertamente los has puesto en deslizaderos: hacerlos has caer en asolamientos. Psalms 73:19 ¡Cómo han sido asolados! ¡cuán en un punto! Acabáronse: fenecieron con turbaciones. Psalms 73:20 Como sueño de el que despierta. Señor, cuando despertares, menospreciarás sus apariencias. Psalms 73:21 Ciertamente mi corazón se acedó: y en mis riñones sentía punzadas. Psalms 73:22 Mas yo era ignorante, y no entendía; era una bestia acerca de ti. Psalms 73:23 Aunque yo siempre estaba contigo: y así echaste mano a mi mano derecha: Psalms 73:24 Guiásteme en tu consejo: y después me recibirás con gloria. Psalms 73:25 ¿A quién tengo yo en los cielos? Y contigo nada quiero en la tierra. Psalms 73:26 Desmáyase mi carne y mi corazón, ¡o roca de mi corazón! que mi porción es Dios para siempre. Psalms 73:27 Porque, he aquí, los que se alejan de ti, perecerán: cortas a todo aquel que rompe tu pacto. Psalms 73:28 Y yo, el acercarme a Dios, me es el bien: he puesto en el Señor Jehová mi esperanza, para contar todas tus obras. Psalms 74:0 Psalms 74:1 ¿Por qué o! Dios, nos has desechado para siempre? ¿por qué ha humeado tu furor contra las ovejas de tu dehesa? Psalms 74:2 Acuérdate de tu congregación, que adquiriste de tiempo antiguo: cuando redimiste la vara de tu heredad, este monte de Sión, donde has habitado. Psalms 74:3 Levanta tus pies a los asolamientos eternos: a todo enemigo que ha hecho mal en el santuario. Psalms 74:4 Tus enemigos han bramado en medio de tus sinagogas: han puesto en ellas sus señas, señas. Psalms 74:5 Nombrado era, como si lo llevara al cielo, el que metía las hachas en el monte de la madera para el edificio del santuario. Psalms 74:6 Y ahora con hachas y martillos han quebrado todas sus entalladuras. Psalms 74:7 Han puesto a fuego tus santuarios, el tabernáculo de tu nombre han ensuciado en tierra. Psalms 74:8 Dijeron en su corazón: Destruyámoslos de una vez: quemaron todas las sinagogas de Dios en la tierra. Psalms 74:9 No vemos ya nuestras señales: no hay más profeta, ni hay con nosotros quien sepa: ¿hasta cuándo? Psalms 74:10 ¿Hasta cuándo, o! Dios, nos afrentará el angustiador? ¿blasfemará el enemigo perpetuamente tu nombre? Psalms 74:11 ¿Por qué retráes tu mano, y tu diestra la escondes dentro de tu seno? Psalms 74:12 Y Dios ha sido mi rey de tiempo antiguo: el que obraba saludes en medio de la tierra. Psalms 74:13 Tú hendiste la mar con tu fortaleza: quebrantaste cabezas de ballenas en las aguas. Psalms 74:14 Tú magullaste las cabezas del leviatán: le diste por comida al pueblo de los desiertos. Psalms 74:15 Tú abriste fuente y río: tú secaste ríos impetuosos. Psalms 74:16 Tuyo es el día, tuya también es la noche: tú aparejaste la lumbre y el sol. Psalms 74:17 Tú estableciste todos los términos de la tierra: el verano y el invierno tú los formaste. Psalms 74:18 Acuérdate de esto, que el enemigo ha dicho afrentas a Jehová: y que el pueblo insensato ha blasfemado tu nombre. Psalms 74:19 No entregues a las bestias el alma de tu tórtola: y no olvides para siempre la compañía de tus afligidos. Psalms 74:20 Mira al concierto: porque las oscuridades de la tierra se han henchido de habitaciones de violencia. Psalms 74:21 No vuelva avergonzado el abatido: el afligido y el menesteroso alabarán tu nombre. Psalms 74:22 Levántate, o! Dios, pleitea tu pleito: acuérdate de tu injuria con que el insensato te injuria cada día. Psalms 74:23 No olvides las voces de tus enemigos: el tropel de los que se levantan contra ti sube continuamente. Psalms 75:0 Psalms 75:1 Alabarte hemos, o! Dios, alabarte hemos; que cercano está tu nombre: cuenten todos tus maravillas. Psalms 75:2 Cuando yo tuviere tiempo, yo juzgaré rectamente. Psalms 75:3 La tierra se arruinaba, y sus moradores: yo compuse sus columnas. Selah. Psalms 75:4 Dije a los malvados: No os enloquezcáis: y a los impíos: No alcéis el cuerno. Psalms 75:5 No levantéis en alto vuestro cuerno; no habléis con cerviz gruesa. Psalms 75:6 Porque ni de oriente, ni de occidente, ni del desierto viene el ensalzamiento. Psalms 75:7 Porque Dios, que es el juez; a este abate, y a aquel ensalza. Psalms 75:8 Que el cáliz está en la mano de Jehová, y lleno de vino bermejo de mistura, y él derrama de aquí: ciertamente sus heces chuparán, y beberán todos los impíos de la tierra. Psalms 75:9 Y yo anunciaré siempre: cantaré alabanzas al Dios de Jacob. Psalms 75:10 Y quebraré todos los cuernos de los pecadores: y los cuernos del justo serán ensalzados. Psalms 76:0 Psalms 76:1 Dios es conocido en Judá: Dios, en Israel es grande su nombre. Psalms 76:2 Y en Salem está su tabernáculo: y su habitación en Sión. Psalms 76:3 Allí quebró las saetas del arco: el escudo, y la espada, y la guerra. Selah. Psalms 76:4 Ilustre eres tú, y fuerte, más que los montes de caza. Psalms 76:5 Los fuertes de corazón fueron despojados; durmieron su sueño, y nada hallaron en sus manos todos los varones fuertes. Psalms 76:6 Por tu reprensión, o! Dios de Jacob, es adormecido el carro y el caballo. Psalms 76:7 Tú eres terrible, tú: ¿y quién parará delante de ti en comenzando tu ira? Psalms 76:8 Desde los cielos hiciste oír juicio: la tierra tuvo temor, y cesó, Psalms 76:9 Cuando, o! Dios, te levantaste al juicio, para salvar a todos los mansos de la tierra. Selah. Psalms 76:10 Ciertamente la ira del hombre te confesará: los restos de las iras constreñirás. Psalms 76:11 Prometéd, y pagád a Jehová, vuestro Dios, todos los que estáis al rededor de él: traigan presentes al terrible. Psalms 76:12 El que quita el espíritu a los príncipes: terrible a los reyes de la tierra. Psalms 77:0 Psalms 77:1 Mi voz a Dios, y clamé: mi voz a Dios, y él me escuchará. Psalms 77:2 En el día de mi angustia al Señor busqué: mi llaga se desangraba de noche, sin estancarse: mi alma no quería consuelo. Psalms 77:3 Acordábame de Dios, y me sobresaltaba: quejábame, y desmayaba mi espíritu. Selah. Psalms 77:4 Tenías los párpados de mis ojos: estaba quebrantado, y no hablaba. Psalms 77:5 Contaba los días desde el principio: los años de los siglos. Psalms 77:6 Acordábame de mis canciones de noche: meditaba con mi corazón, y mi espíritu escudriñaba. Psalms 77:7 ¿Desechará el Señor para siempre, y no volverá más a amar? Psalms 77:8 ¿Háse acabado para siempre su misericordia? ¿Háse acabado la palabra para generación y generación? Psalms 77:9 ¿Ha olvidado Dios el haber misericordia? ¿Ha encerrado con la ira sus misericordias? Selah. Psalms 77:10 Y dije: Enfermedad mía es. En los años de la diestra del Altísimo. Psalms 77:11 Acordábame de las obras de Jehová: por tanto me acordé de tus maravillas antiguas. Psalms 77:12 Y meditaba en todas tus obras, y hablaba de tus hechos. Psalms 77:13 O! Dios, en santidad es tu camino, ¿Quién es Dios grande, como el Dios nuestro? Psalms 77:14 Tú eres el Dios que hace maravillas, haciendo notoria en los pueblos tu fortaleza. Psalms 77:15 Redímiste con brazo tu pueblo, los hijos de Jacob y de José. Selah. Psalms 77:16 Viéronte las aguas, o! Dios, las aguas te vieron, temieron, también temblaron los abismos. Psalms 77:17 Las nubes echaron inundaciones de aguas: los cielos dieron voz; asimismo discurrieron tus rayos. Psalms 77:18 El sonido de tus truenos anduvo en cerco: los relámpagos alumbraron al mundo: la tierra se estremeció, y tembló. Psalms 77:19 En la mar estuvo tu camino: y tus sendas en las muchas aguas; y tus pisadas no fueron conocidas. Psalms 77:20 Llevaste, como ovejas, tu pueblo, por mano de Moisés, y de Aarón. Psalms 78:0 Psalms 78:1 Escucha, pueblo mío, mi ley: inclinád vuestro oído a las palabras de mi boca. Psalms 78:2 Abriré en parábola mi boca: hablaré enigmas del tiempo antiguo: Psalms 78:3 Los cuales hemos oído y entendido: que nuestros padres nos los contaron. Psalms 78:4 No los encubriremos a sus hijos, contando a la generación postrera las alabanzas de Jehová: y su fortaleza, y sus maravillas, que hizo. Psalms 78:5 Que levantó testimonio en Jacob, y puso ley en Israel: la cual mandó a nuestros padres, que la notificasen a sus hijos: Psalms 78:6 Para que sepa la generación postrera: y los hijos que nacerán, que se levantarán, cuenten a sus hijos: Psalms 78:7 Y pondrán en Dios su confianza, y no se olvidarán de las obras de Dios: y guardarán sus mandamientos. Psalms 78:8 Y no serán como sus padres, generación contumaz, y rebelde: generación que no compuso su corazón, ni su espíritu fue fiel con Dios. Psalms 78:9 Los hijos de Efraím armados, flecheros, volvieron las espaldas el día de la batalla. Psalms 78:10 No guardaron el concierto de Dios: ni quisieron andar en su ley, Psalms 78:11 Antes se olvidaron de sus obras, y de sus maravillas que les había mostrado. Psalms 78:12 Delante de sus padres hizo maravillas en la tierra de Egipto, en el campo de Soan. Psalms 78:13 Rompió la mar, e hízolos pasar: e hizo estar las aguas como en un montón. Psalms 78:14 Y llevólos con nube de día, y toda la noche con lumbre de fuego. Psalms 78:15 Hendió las peñas en el desierto: y dióles a beber de abismos grandes. Psalms 78:16 Y sacó de la peña corrientes, e hizo descender aguas, como ríos. Psalms 78:17 Y tornaron aun a pecar contra él, enojando al Altísimo en la soledad. Psalms 78:18 Y tentaron a Dios en su corazón, pidiendo comida para su alma. Psalms 78:19 Y hablaron contra Dios, diciendo: ¿Podrá Dios ponernos mesa en el desierto? Psalms 78:20 He aquí, ha herido la peña, y corrieron aguas, y arroyos salieron ondeando: ¿podrá también dar pan? ¿aparejará carne a su pueblo? Psalms 78:21 Por tanto oyó Jehová, y enojóse: y encendióse el fuego en Jacob, y el furor subió también en Israel. Psalms 78:22 Porque no habían creído a Dios, ni habían confiado de su salud. Psalms 78:23 Y mandó a las nubes de arriba: y abrió las puertas de los cielos. Psalms 78:24 E hizo llover sobre ellos maná para comer, y dióles trigo de los cielos. Psalms 78:25 Pan de nobles comió el hombre: envióles comida a hartura. Psalms 78:26 Movió al solano en el cielo; y trajo con su fortaleza al austro, Psalms 78:27 E hizo llover sobre ellos carne, como polvo: y aves de alas como arena de la mar. Psalms 78:28 E hízolas caer en medio de su campo, al rededor de sus tiendas. Psalms 78:29 Y comieron, y hartáronse mucho: y cumplióles su deseo. Psalms 78:30 No habían aun quitado de sí su deseo, aun su vianda estaba en su boca, Psalms 78:31 Cuando vino sobre ellos el furor de Dios, y mató en los gruesos de ellos, y derribó los escogidos de Israel. Psalms 78:32 Con todo esto pecaron aun; y no dieron crédito a sus maravillas. Psalms 78:33 Y consumió en muy poco sus días, y sus años apresuradamente. Psalms 78:34 Si los mataba, entonces le buscaban; y convertíanse, y buscaban a Dios de mañana. Psalms 78:35 Y acordábanse que Dios era su refugio: y el Dios Alto su redentor. Psalms 78:36 Y lisonjeábanle con su boca; y con su lengua le mentían: Psalms 78:37 Mas sus corazones no eran rectos con él: ni estuvieron firmes en su concierto. Psalms 78:38 Mas él, misericordioso perdonaba la maldad, y no los destruyó: y abundó su misericordia para apartar su ira, y no despertó toda su ira. Psalms 78:39 Y acordóse que eran carne: espíritu que va y no vuelve. Psalms 78:40 ¡Cuántas veces le ensañaron en el desierto, le enojaron en la soledad! Psalms 78:41 Y volvieron, y tentaron a Dios: y limitaron al Santo de Israel. Psalms 78:42 No se acordaron de su mano: del día que les redimió de angustia; Psalms 78:43 Que había puesto en Egipto sus señales: y sus maravillas en el campo de Soan: Psalms 78:44 Y había vuelto sus ríos en sangre: y sus corrientes porque no bebiesen: Psalms 78:45 Había enviado en ellos una mezcla de moscas que los había comido: asimismo ranas que los destruyeron. Psalms 78:46 Y había dado al pulgón sus frutos: y sus trabajos a la langosta. Psalms 78:47 Había destruido sus viñas con granizo, y sus higuerales con piedra. Psalms 78:48 Y entregó al pedrisco sus bestias, y sus ganados al fuego. Psalms 78:49 Había enviado en ellos el furor de su saña: ira y enojo, y angustia, y ángeles malos. Psalms 78:50 Enderezó el camino a su furor: no detuvo la vida de ellos de la muerte, antes entregó su vida a la mortandad: Psalms 78:51 E hirió a todo primogénito en Egipto; las primicias de las fuerzas en las tiendas de Cam. Psalms 78:52 E hizo partir, como hato de ovejas, su pueblo; y llevólos, como a un rebaño, por el desierto. Psalms 78:53 Y guiólos con seguridad, que no tuvieron miedo; y a sus enemigos cubrió la mar. Psalms 78:54 Metiólos en los términos de su tierra santa; en este monte, que ganó su mano derecha. Psalms 78:55 Y echó las naciones de delante de ellos, e hízolas caer en cordel de heredad: e hizo habitar en sus moradas a las tribus de Israel. Psalms 78:56 Y tentaron, y enojaron al Dios Altísimo; y no guardaron sus testimonios. Psalms 78:57 Y volviéronse, y rebeláronse como sus padres; volviéronse como arco engañoso. Psalms 78:58 Y enojáronle con sus altos; y provocáronle a zelo con sus esculturas. Psalms 78:59 Oyó Dios, y enojóse; y aborreció en grande manera a Israel. Psalms 78:60 Por esta causa dejó el tabernáculo de Silo, la tienda en que habitó entre los hombres. Psalms 78:61 Y dio en cautividad su fortaleza; y su gloria en mano del enemigo. Psalms 78:62 Y entregó a su pueblo a la espada; y airóse contra su heredad. Psalms 78:63 A sus mancebos tragó el fuego; y sus vírgenes no fueron loadas. Psalms 78:64 Sus sacerdotes cayeron a espada: y sus viudas no lamentaron. Psalms 78:65 Y despertóse el Señor, como un dormido: como un valiente, que da voces a causa del vino: Psalms 78:66 E hirió a sus enemigos detrás: dióles vergüenza perpetua. Psalms 78:67 Y aborreció la tienda de José; y no escogió a la tribu de Efraím: Psalms 78:68 Mas escogió a la tribu de Judá: al monte de Sión, al cual amó. Psalms 78:69 Y edificó, como alturas, su santuario: como la tierra, lo acimentó para siempre. Psalms 78:70 Y eligió a David su siervo: y tomóle de las majadas de las ovejas. Psalms 78:71 Detrás de las paridas le trajo: para que apacentase a Jacob su pueblo, y a Israel su heredad. Psalms 78:72 Y apacentólos con enterez de su corazón: y con las industrias de sus manos los pastoreó. Psalms 79:0 Psalms 79:1 O! Dios, vinieron las gentes a tu heredad: contaminaron el templo de tu santidad; pusieron a Jerusalem en montones: Psalms 79:2 Dieron los cuerpos de tus siervos por comida a las aves de los cielos: la carne de tus piadosos a las bestias de la tierra. Psalms 79:3 Derramaron su sangre, como agua, en los al rededores de Jerusalem: y no hubo quien los enterrase. Psalms 79:4 Somos afrentados de nuestros vecinos: escarnecidos y burlados de los que están en nuestros al rededores. Psalms 79:5 ¿Hasta cuándo, o! Jehová? ¿Airarte has para siempre? ¿Arderá, como fuego, tu zelo? Psalms 79:6 Derrama tu ira sobre las naciones que no te conocen: y sobre los reinos que no invocan tu nombre. Psalms 79:7 Porque han consumido a Jacob: y su morada han asolado. Psalms 79:8 No nos traigas en memoria las iniquidades antiguas: anticípennos presto tus misericordias, porque estamos muy consumidos. Psalms 79:9 Ayúdanos, o! Dios, salud nuestra, por la honra de tu nombre: y líbranos, y aplácate sobre nuestros pecados por causa de tu nombre. Psalms 79:10 Porque dirán las gentes: ¿Dónde está su Dios? Sea notoria en las naciones delante de nuestros ojos la venganza de la sangre de tus siervos que se ha derramado. Psalms 79:11 Entre delante de ti el gemido de los presos: conforme a la grandeza de tu brazo preserva a los sentenciados a muerte. Psalms 79:12 Y torna a nuestros vecinos en su seno siete tantos de su deshonra con que te han deshonrado, o! Jehová. Psalms 79:13 Y nosotros, pueblo tuyo, y ovejas de tu pasto, te alabaremos para siempre: por generación y generación contaremos tus alabanzas. Psalms 80:0 Psalms 80:1 O! Pastor de Israel, escucha: tú que pastoreas, como a ovejas, a José: tú que estás entre los querubines, resplandece. Psalms 80:2 Despierta tu valentía delante de Efraím, y de Ben-jamín, y de Manasés: y ven a salvarnos. Psalms 80:3 O! Dios, háznos tornar: y haz resplandecer tu rostro, y seremos salvos. Psalms 80:4 Jehová Dios de los ejércitos, ¿hasta cuándo te airarás contra la oración de tu pueblo? Psalms 80:5 Dísteles a comer pan de lágrimas: y dísteles a beber lágrimas con medida. Psalms 80:6 Pusístenos por contienda a nuestros vecinos: y nuestros enemigos se burlan de nosotros entre sí. Psalms 80:7 O! Dios de los ejércitos, háznos tornar: y haz resplandecer tu rostro, y seremos salvos. Psalms 80:8 Hiciste venir la vid de Egipto: echaste a los Gentiles, y la plantaste. Psalms 80:9 Limpiaste el lugar delante de ella: e hiciste arraigar sus raíces, e hinchió la tierra. Psalms 80:10 Los montes fueron cubiertos de su sombra: y sus ramas como cedros de Dios. Psalms 80:11 Enviaste o! Señor, sus ramas hasta la mar: y hasta el río sus mugrones. Psalms 80:12 ¿Por qué aportillaste sus vallados, y la cogieron todos los que pasaron por el camino? Psalms 80:13 Destruyóla el puerco montés, y la pació la bestia del campo. Psalms 80:14 O! Dios de los ejércitos, vuelve ahora: mira desde el cielo, y vé, y visita esta vid. Psalms 80:15 Y la planta que tu diestra plantó: y sobre el mugrón que corroboraste para ti. Psalms 80:16 Quemada a fuego está, y talada: perezcan por la reprensión de tu rostro. Psalms 80:17 Sea tu mano sobre el varón de tu diestra: sobre el hijo del hombre que corroboraste para ti. Psalms 80:18 Y no nos tornaremos de ti: darnos has vida, e invocaremos tu nombre. Psalms 80:19 O! Jehová, Dios de los ejércitos, háznos tornar, haz resplandecer tu rostro, y seremos salvos. Psalms 81:0 Psalms 81:1 Cantád a Dios nuestra fortaleza: cantád con júbilo al Dios de Jacob. Psalms 81:2 Tomád la canción, y dad al adufe: a la arpa de alegría, con el salterio. Psalms 81:3 Tocád la trompeta en la nueva luna, en el día señalado: en el día de nuestra solemnidad. Psalms 81:4 Porque estatuto es de Israel: juicio del Dios de Jacob. Psalms 81:5 Por testimonio en José le ha constituido, cuando salió sobre la tierra de Egipto: donde oí lenguaje que no entendía. Psalms 81:6 Quité entonces su hombro de debajo de la carga: sus manos se quitaron de las ollas. Psalms 81:7 En la angustia llamaste, y yo te libré; te respondí en el secreto del trueno; te probé sobre las aguas de Meriba. Selah. Psalms 81:8 Oye, pueblo mío, y protestarte he: Israel, si me oyeres; Psalms 81:9 No habrá en ti dios ajeno: ni te encorvarás a dios extraño. Psalms 81:10 Yo soy Jehová tu Dios, que te hice subir de la tierra de Egipto: ensancha tu boca, y henchirla he. Psalms 81:11 Mas mi pueblo no oyó mi voz: e Israel no me quiso a mí. Psalms 81:12 Y dejélos a la dureza de su corazón; caminaron en sus consejos. Psalms 81:13 ¡O si mi pueblo me oyera, si Israel anduviera en mis caminos! Psalms 81:14 En nada derribara yo a sus enemigos: y volviera mi mano sobre sus adversarios. Psalms 81:15 Los aborrecedores de Jehová le hubieran mentido: y el tiempo de ellos fuera para siempre. Psalms 81:16 Y Dios le hubiera mantenido de grosura de trigo: y de miel de la piedra te hubiera hartado. Psalms 82:0 Psalms 82:1 Dios está en la congregación de Dios; en medio de los dioses juzga. Psalms 82:2 ¿Hasta cuándo juzgaréis injustamente: y aceptaréis las personas de los impíos? Selah. Psalms 82:3 Hacéd derecho al pobre y al huérfano: justificád al afligido y al menesteroso. Psalms 82:4 Librád al afligido y al menesteroso: librádle de mano de los impíos. Psalms 82:5 No saben, no entienden: andan en tinieblas, vacilan todos los cimientos de la tierra. Psalms 82:6 Yo dije, dioses sois vosotros; y todos vosotros hijos del Altísimo. Psalms 82:7 Empero como hombres moriréis: y como cualquiera de los tiranos caeréis. Psalms 82:8 Levántate o! Dios, juzga la tierra: porque tú heredarás en todas las naciones. Psalms 83:0 Psalms 83:1 O! Dios, no tengas silencio, no calles, ni ceses, o! Dios. Psalms 83:2 Porque he aquí que tus enemigos han bramado: y tus aborrecedores han alzado cabeza. Psalms 83:3 Sobre tu pueblo han consultado astuta y secretamente: y han entrado en consejo contra tus escondidos. Psalms 83:4 Han dicho: Veníd, y cortémoslos de ser nación: y no haya más memoria del nombre de Israel. Psalms 83:5 Por esto han conspirado de corazón a una: contra ti han hecho liga. Psalms 83:6 Las tiendas de los Idumeos, y de los Ismaelitas: Moab, y los Agarenos; Psalms 83:7 Gebal, y Ammón, y Amalec: Palestina, con los habitadores de Tiro. Psalms 83:8 También el Assur se ha juntado con ellos: son por brazo a los hijos de Lot. Selah. Psalms 83:9 ¶ Házles como a Madián, como a Sisara: como a Jabín en el arroyo de Cisón: Psalms 83:10 Que perecieron en En-dor: fueron hechos muladar de la tierra. Psalms 83:11 Pon a ellos y a sus capitanes como a Oreb, y como a Zeb, y como a Zebee, y como a Salmana: a todos sus príncipes, Psalms 83:12 Que han dicho: Heredemos para nosotros las moradas de Dios. Psalms 83:13 Dios mío, pónlos como a torbellino: como a hojarascas delante del viento: Psalms 83:14 Como fuego que quema el monte: como llama que abrasa las breñas; Psalms 83:15 Así persíguelos con tu tempestad; y con tu torbellino asómbralos. Psalms 83:16 Hinche sus rostros de vergüenza; y busquen tu nombre, o! Jehová. Psalms 83:17 Sean afrentados, y turbados para siempre; y sean deshonrados, y perezcan. Psalms 83:18 Y conozcan que tu nombre es Jehová; solo Altísimo sobre toda la tierra. Psalms 84:0 Psalms 84:1 ¡Cuán amables son tus moradas, o! Jehová de los ejércitos! Psalms 84:2 Codicia, y aun ardientemente desea mi alma los patios de Jehová; mi corazón y mi carne cantan al Dios vivo. Psalms 84:3 Aun el gorrión halla casa, y la golondrina nido para sí, donde ponga sus pollos en tus altares, Jehová de los ejércitos, Rey mío, y Dios mío. Psalms 84:4 Bienaventurados los que habitan en tu casa; perpetuamente te alabarán. Selah. Psalms 84:5 Bienaventurado el hombre, que tiene su fortaleza en ti: caminos en sus corazones. Psalms 84:6 Pasando por el valle de los morales lo ponen a él por fuente: y también lo ponen por bendiciones, cuando los cubre la lluvia. Psalms 84:7 Irán de ejército en ejército; verán a Dios en Sión. Psalms 84:8 Jehová, Dios de los ejércitos, oye mi oración: escucha, o! Dios de Jacob. Selah. Psalms 84:9 Mira, o! Dios escudo nuestro: y pon los ojos en el rostro de tu ungido. Psalms 84:10 Porque mejor es un día en tus patios, que mil. Escogí antes estar a la puerta en la casa de mi Dios, que habitar en las moradas de maldad. Psalms 84:11 Porque sol y escudo nos es Jehová Dios: gracia y gloria dará Jehová: no quitará el bien a los que andan en integridad. Psalms 84:12 Jehová de los ejércitos, dichoso el hombre que confía en ti. Psalms 85:0 Psalms 85:1 Tomaste contentamiento en tu tierra, o! Jehová: volviste la cautividad de Jacob. Psalms 85:2 Perdonaste la iniquidad de tu pueblo: cubriste todos los pecados de ellos. Selah. Psalms 85:3 Quitaste toda tu saña: volvístete de la ira de tu furor. Psalms 85:4 Tórnanos, o! Dios, salud nuestra: y haz cesar tu ira de nosotros. Psalms 85:5 ¿Enojarte has para siempre contra nosotros? ¿Extenderás tu ira de generación en generación? Psalms 85:6 ¿No volverás tú a darnos vida, y tu pueblo se alegrará en ti? Psalms 85:7 Muéstranos, o! Jehová, tu misericordia: y dános tu salud. Psalms 85:8 Escucharé lo que hablará el Dios Jehová: porque hablará paz a su pueblo, y a sus piadosos: para que no se conviertan a la locura. Psalms 85:9 Ciertamente cercana está su salud a los que le temen; para que habite la gloria en nuestra tierra. Psalms 85:10 La misericordia y la verdad se encontraron; la justicia y la paz se besaron. Psalms 85:11 La verdad reverdecerá de la tierra: y la justicia mirará desde los cielos. Psalms 85:12 Jehová dará también el bien: y nuestra tierra dará su fruto. Psalms 85:13 La justicia irá delante de él: y pondrá sus pasos en camino. Psalms 86:0 Psalms 86:1 Inclina, o! Jehová, tu oído, y óyeme: porque soy afligido y menesteroso. Psalms 86:2 Guarda mi alma, porque soy piadoso; salva a tu siervo, tú, o! Dios mío, que en ti confía. Psalms 86:3 Ten misericordia de mí, o! Jehová: porque a ti clamo todo el día. Psalms 86:4 Alegra el alma de tu siervo: porque a ti, o! Señor, levanto mi alma. Psalms 86:5 Porque tú Señor eres bueno, y perdonador: y grande en misericordia a todos los que te invocan. Psalms 86:6 Escucha, o! Jehová, mi oración, y está atento a la voz de mis ruegos. Psalms 86:7 En el día de mi angustia te llamaré: porque me respondes. Psalms 86:8 O! Señor, no hay como tú entre los dioses: ni como tus obras. Psalms 86:9 Todas las gentes que hiciste, vendrán, y se humillarán delante de ti, Señor: y glorificarán tu nombre. Psalms 86:10 Porque tú eres grande, y hacedor de maravillas: tú solo eres Dios. Psalms 86:11 Enséñame, o! Jehová, tu camino: ande yo en tu verdad: aúna mi corazón, para que tema tu nombre. Psalms 86:12 Alabarte he, o! Jehová, Dios mío, con todo mi corazón: y glorificaré tu nombre para siempre. Psalms 86:13 Porque tu misericordia es grande sobre mí: y escapaste mi alma del hoyo profundo. Psalms 86:14 O! Dios, soberbios se levantaron contra mí: y conspiración de fuertes buscaron a mi alma; y no te pusieron delante de sí. Psalms 86:15 Mas tú Señor, Dios misericordioso, y clemente, luengo de iras, y grande en misericordia y verdad; Psalms 86:16 Mira en mí, y ten misericordia de mí: da tu fortaleza a tu siervo, y guarda al hijo de tu sierva. Psalms 86:17 Haz conmigo señal para bien, y veánla los que me aborrecen, y sean avergonzados: porque tú, Jehová, me ayudaste y me consolaste. Psalms 87:0 Psalms 87:1 Su cimiento es en montes de santidad. Psalms 87:2 Ama Jehová las puertas de Sión, más que todas las moradas de Jacob. Psalms 87:3 Cosas ilustres son dichas de ti, ciudad de Dios. Selah. Psalms 87:4 Yo me acordaré de Rahab y de Babilonia, entre los que me conocen: he aquí Palestina, y Tiro, con Etiopía: este nació allá. Psalms 87:5 Y de Sión se dirá: Este, y aquel es nacido en ella: y el mismo Altísimo la fortificará. Psalms 87:6 Jehová contará, cuando se escribieren los pueblos: Este nació allí. Selah. Psalms 87:7 Y cantores con músicos de flautas: todas mis fuentes estarán en ti. Psalms 88:0 Psalms 88:1 Jehová Dios de mi salud, día y noche clamo delante de ti. Psalms 88:2 Entre delante de ti mi oración: inclina tu oído a mi clamor. Psalms 88:3 Porque mi alma está harta de males: y mi vida ha llegado a la sepultura. Psalms 88:4 Soy contado con los que descienden al sepulcro: soy como hombre sin fuerza; Psalms 88:5 Librado entre los muertos. Como los matados que duermen en el sepulcro: que no te acuerdas más de ellos, y que son cortados de tu mano. Psalms 88:6 Hásme puesto en el hoyo profundo: en tinieblas, en honduras. Psalms 88:7 Sobre mí se ha acostado tu ira: y con todas tus ondas me has afligido. Selah. Psalms 88:8 Has alejado de mí mis conocidos: hásme puesto a ellos por abominaciones: estoy encerrado, y no saldré. Psalms 88:9 Mis ojos enfermaron a causa de mi aflicción: te he llamado, o! Jehová, cada día he extendido a ti mis manos. Psalms 88:10 ¿Harás milagro a los muertos? ¿Levantarse han los muertos para alabarte? Selah. Psalms 88:11 ¿Será contada en el sepulcro tu misericordia? ¿tu verdad en la perdición? Psalms 88:12 ¿Será conocida en las tinieblas tu maravilla? ¿y tu justicia en la tierra del olvido? Psalms 88:13 Y yo a ti, o! Jehová, he clamado: y de mañana te previno mi oración. Psalms 88:14 ¿Por qué, o! Jehová, desechas a mi alma? ¿por qué escondes tu rostro de mí? Psalms 88:15 Yo soy afligido y menesteroso: desde la mocedad he llevado tus temores, he estado medroso. Psalms 88:16 Sobre mí han pasado tus iras; tus espantos me han cortado. Psalms 88:17 Hánme rodeado como aguas de continuo: hánme cercado a una. Psalms 88:18 Has alejado de mí el amigo y el compañero; y mis conocidos en las tinieblas. Psalms 89:0 Psalms 89:1 Las misericordias de Jehová cantaré perpetuamente: en generación y generación haré notoria tu verdad con mi boca. Psalms 89:2 Porque dije: Para siempre será edificada misericordia en los cielos: en ellos afirmarás tu verdad. Psalms 89:3 Hice alianza con mi escogido: juré a David mi siervo; Psalms 89:4 Para siempre confirmaré tu simiente: y edificaré de generación en generación tu trono. Selah. Psalms 89:5 Y celebrarán los cielos tu maravilla, o! Jehová: tu verdad también en la congregación de los santos. Psalms 89:6 Porque ¿quién en los cielos se igualará con Jehová? ¿Quién será semejante a Jehová entre los hijos de los dioses? Psalms 89:7 Dios terrible en la grande congregación de los santos, y formidable sobre todos sus al rededores. Psalms 89:8 Jehová Dios de los ejércitos, ¿quién como tú, fuerte-Jehová; y tu verdad al rededor de ti? Psalms 89:9 Tú dominas sobre la soberbia de la mar: cuando se levantan sus ondas, tú las haces sosegar. Psalms 89:10 Tú quebrantaste como muerto a Egipto; con el brazo de tu fortaleza esparciste a tus enemigos. Psalms 89:11 Tuyos los cielos, tuya también la tierra: el mundo y su plenitud tú lo fundaste: Psalms 89:12 Al aquilón y al austro tú los creaste: Tabor y Hermón en tu nombre cantarán. Psalms 89:13 Tuyo es el brazo con la valentía: fuerte es tu mano, ensalzada tu diestra. Psalms 89:14 Justicia y juicio es la compostura de tu trono: misericordia y verdad van delante de tu rostro. Psalms 89:15 Bienaventurado el pueblo que sabe cantarte alegremente: Jehová, a la luz de tu rostro andarán: Psalms 89:16 En tu nombre se alegrarán todo el día: y en tu justicia se ensalzarán: Psalms 89:17 Porque tú eres la gloria de su fortaleza; y por tu buena voluntad ensalzarás nuestro cuerno. Psalms 89:18 Porque Jehová es nuestro escudo: y nuestro Rey es el Santo de Israel. Psalms 89:19 Entonces hablaste en visión a tu misericordioso, y dijiste: Yo he puesto el socorro sobre valiente: ensalcé a un escogido de mi pueblo. Psalms 89:20 Hallé a David mi siervo: ungíle con el aceite de mi santidad: Psalms 89:21 Porque mi mano será firme con él; mi brazo también le fortificará: Psalms 89:22 No le atribulará enemigo: ni hijo de iniquidad le quebrantará: Psalms 89:23 Mas yo quebrantaré delante de él a sus enemigos: y heriré a sus aborrecedores. Psalms 89:24 Y mi verdad y mi misericordia serán con él; y en mi nombre será ensalzado su cuerno. Psalms 89:25 Y pondré su mano en la mar, y en los ríos su diestra. Psalms 89:26 El me llamará: Mi padre eres tú, mi Dios, la roca de mi salud. Psalms 89:27 Yo también le pondré por primogénito; alto sobre los reyes de la tierra. Psalms 89:28 Para siempre le conservaré mi misericordia; y mi alianza será firme con él. Psalms 89:29 Y pondré su simiente para siempre; y su trono como los días de los cielos. Psalms 89:30 Si dejaren sus hijos mi ley; y no anduvieren en mis juicios: Psalms 89:31 Si profanaren mis estatutos; y no guardaren mis mandamientos: Psalms 89:32 Entonces visitaré con vara su rebelión, y con azotes sus iniquidades. Psalms 89:33 Mas mi misericordia no la quitaré de él: ni falsearé mi verdad. Psalms 89:34 No profanaré mi concierto, ni mudaré lo que ha salido de mis labios. Psalms 89:35 Una vez juré por mi santuario: No mentiré a David. Psalms 89:36 Su simiente será para siempre, y su trono como el sol delante de mí. Psalms 89:37 Como la luna será firme para siempre, la cual será testigo fiel en el cielo. Selah. Psalms 89:38 Y tú desechaste, y menospreciaste a tu ungido, y airástete con él. Psalms 89:39 Rompiste el concierto de tu siervo; profanaste a tierra su corona. Psalms 89:40 Aportillaste todos sus vallados; has quebrantado sus fortalezas. Psalms 89:41 Robáronle todos los que pasaron por el camino: es oprobio a sus vecinos. Psalms 89:42 Ensalzaste la diestra de sus enemigos; alegraste a todos sus adversarios. Psalms 89:43 Embotaste asimismo el filo de su espada; y no le levantaste en la batalla. Psalms 89:44 Hiciste cesar su claridad, y echaste por tierra su trono. Psalms 89:45 Acortaste los días de su juventud; cubrístele de vergüenza. Selah. Psalms 89:46 ¿Hasta cuándo, o! Jehová? ¿Esconderte has para siempre? ¿Arderá para siempre tu ira como el fuego? Psalms 89:47 Acuérdate cuanto sea mi tiempo: ¿por qué criaste sujetos a vanidad a todos los hijos del hombre? Psalms 89:48 ¿Qué hombre vivirá, y no verá muerte? ¿escapará su alma del poder del sepulcro? Selah. Psalms 89:49 Señor, ¿dónde están tus antiguas misericordias? Jurado has a David por tu verdad. Psalms 89:50 Señor, acuérdate del oprobio de tus siervos, que yo llevo de muchos pueblos en mi seno: Psalms 89:51 Porque tus enemigos, o! Jehová, han deshonrado, porque tus enemigos han deshonrado las pisadas de tu ungido. Psalms 89:52 Bendito Jehová para siempre. Amén y Amén. Psalms 90:0 Psalms 90:1 Señor, tú nos has sido refugio en generación y generación. Psalms 90:2 Antes que naciesen los montes, y formases la tierra y el mundo, y desde el siglo, y hasta el siglo, tú eres Dios. Psalms 90:3 Vuelves al hombre hasta ser quebrantado; y dices: Convertíos, hijos del hombre. Psalms 90:4 Porque mil años delante de tus ojos, son como el día de ayer, que pasó, y como la vela de la noche. Psalms 90:5 Háceslos pasar como avenida de aguas: son como sueño: a la mañana pasará como la yerba; Psalms 90:6 Que a la mañana florece, y crece: a la tarde es cortada, y se seca. Psalms 90:7 Porque con tu furor somos consumidos: y con tu ira somos conturbados. Psalms 90:8 Pusiste nuestras maldades delante de ti: nuestros yerros a la lumbre de tu rostro. Psalms 90:9 Porque todos nuestros días declinan a causa de tu ira: acabamos nuestros años, como la palabra. Psalms 90:10 Los días de nuestra edad son setenta años: y los de los más valientes, ochenta años: y su fortaleza es molestia, y trabajo: porque es cortado presto, y volamos. Psalms 90:11 ¿Quién conoce la fortaleza de tu ira? que tu ira es como tu temor. Psalms 90:12 Para contar nuestros días háznos saber así: y traeremos al corazón sabiduría. Psalms 90:13 Vuélvete a nosotros o! Jehová: ¿hasta cuándo? y aplácate para con tus siervos. Psalms 90:14 Hártanos de mañana de tu misericordia: y cantaremos, y alegrarnos hemos todos nuestros días. Psalms 90:15 Alégranos como en los días que nos afligiste: como en los años que vimos mal. Psalms 90:16 Parezca en tus siervos tu obra; y tu gloria sobre sus hijos. Psalms 90:17 Y sea la hermosura de Jehová nuestro Dios sobre nosotros: y haz permanecer sobre nosotros la obra de nuestras manos: la obra de nuestras manos confirma. Psalms 91:0 Psalms 91:1 El que habita en el escondedero del Altísimo, morará en la sombra del Omnipotente. Psalms 91:2 Diré a Jehová: Esperanza mía y castillo mío: Dios mío: asegurarme he en él. Psalms 91:3 Porque él te escapará del lazo del cazador: de la mortandad de destrucciones. Psalms 91:4 Con su ala te cubrirá, y debajo de sus alas estarás seguro: escudo y adarga, es su verdad. Psalms 91:5 No habrás temor de espanto nocturno, ni de saeta que vuele de día, Psalms 91:6 Ni de pestilencia que ande en oscuridad: ni de mortandad que destruya al mediodía. Psalms 91:7 Caerán a tu lado mil, y diez mil a tu diestra: a ti no llegará. Psalms 91:8 Ciertamente con tus ojos mirarás; y verás la recompensa de los impíos. Psalms 91:9 Porque tú, o! Jehová, eres mi esperanza: y al Altísimo has puesto por tu habitación. Psalms 91:10 No se ordenará para ti mal: ni plaga tocará a tu morada. Psalms 91:11 Porque a sus ángeles mandará cerca de ti, que te guarden en todos tus caminos. Psalms 91:12 En las manos te llevarán, porque tu pie no tropiece en piedra. Psalms 91:13 Sobre el león y el basilisco pisarás, hollarás al cachorro del león, y al dragón. Psalms 91:14 Por cuanto en mí ha puesto su voluntad, yo también le escaparé: ponerle he alto, por cuanto ha conocido mi nombre. Psalms 91:15 Llamarme ha, y yo le responderé: con él estaré yo en la angustia: escaparle he, y glorificarle he. Psalms 91:16 De longura de días le hartaré: y mostrarle he mi salud. Psalms 92:0 Psalms 92:1 Bueno es alabar a Jehová; y cantar salmos a tu nombre o! Altísimo: Psalms 92:2 Anunciar por la mañana tu misericordia: y tu verdad en las noches: Psalms 92:3 Sobre decacordio y sobre salterio: sobre arpa con meditación. Psalms 92:4 Por cuanto me has alegrado, o! Jehová, con tus obras, con las obras de tus manos me regocijaré. Psalms 92:5 ¡Cuán grandes son tus obras, o! Jehová! muy profundos son tus pensamientos. Psalms 92:6 El hombre necio no sabe, y el insensato no entiende esto: Psalms 92:7 Floreciendo los impíos como la yerba; y reverdeciendo todos los que obran iniquidad, para ser destruidos para siempre: Psalms 92:8 Mas tú, Jehová, para siempre eres Altísimo. Psalms 92:9 Porque, he aquí, tus enemigos, o! Jehová, porque, he aquí, tus enemigos perecerán: serán disipados todos los que obran maldad. Psalms 92:10 Y ensalzaste mi cuerno como de unicornio: yo fui ungido con aceite verde. Psalms 92:11 Y miraron mis ojos sobre mis enemigos: de los que se levantaron contra mí, de los malignos, oyeron mis orejas. Psalms 92:12 El justo florecerá como la palma: crecerá como cedro en el Líbano. Psalms 92:13 Plantados en la casa de Jehová, en los patios de nuestro Dios, florecerán. Psalms 92:14 Aun en la vejez fructificarán: serán vigorosos y verdes; Psalms 92:15 Para anunciar que Jehová mi fortaleza es recto: y que no hay injusticia en él. Psalms 93:0 Psalms 93:1 Jehová reinó, vistióse de magnificencia; vistióse Jehová de fortaleza: ciñóse: afirmó también el mundo, que no se moverá. Psalms 93:2 Firme es tu trono desde entonces: tú eres eternalmente. Psalms 93:3 Alzaron los ríos, o! Jehová, alzaron los ríos su sonido: alzaron los ríos sus ondas, Psalms 93:4 Más que sonidos de muchas aguas, de fuertes ondas de la mar. Fuerte es Jehová en lo alto. Psalms 93:5 Tus testimonios son muy firmes: tu casa, o! Jehová, tiene hermosa santidad para luengos días. Psalms 94:0 Psalms 94:1 Dios de venganzas Jehová, Dios de venganzas, muéstrate. Psalms 94:2 Ensálzate, o! Juez de la tierra: da el pago a los soberbios. Psalms 94:3 ¿Hasta cuándo los impíos, o! Jehová, hasta cuándo los impíos se regocijarán? Psalms 94:4 ¿Pronunciarán, hablarán cosas duras? ¿ensalzarse han todos los que obran iniquidad? Psalms 94:5 A tu pueblo, o! Jehová, quebrantan, y a tu heredad afligen. Psalms 94:6 A la viuda y al extranjero matan, y a los huérfanos quitan la vida. Psalms 94:7 Y dijeron: No verá Jehová: y, no entenderá el Dios de Jacob. Psalms 94:8 ¶ Entendéd necios en el pueblo: y vosotros insensatos, ¿cuándo seréis sabios? Psalms 94:9 ¿El que plantó la oreja, no oirá? ¿él que formó el ojo, no verá? Psalms 94:10 ¿El que castiga a las gentes, no reprenderá? ¿el que enseña al hombre la ciencia? Psalms 94:11 Jehová conoce los pensamientos de los hombres: que son vanidad. Psalms 94:12 ¶ Bienaventurado el varón a quien tú Jehová, castigares, y en tu ley le enseñares. Psalms 94:13 Para hacerle quieto en los días de aflicción, entre tanto que se cava el hoyo para el impío. Psalms 94:14 Porque no dejará Jehová a su pueblo, ni desamparará a su heredad. Psalms 94:15 Porque el juicio será vuelto hasta justicia, y en pos de ella irán todos los rectos de corazón. Psalms 94:16 ¿Quién se levanta por mí contra los malignos? ¿Quién está por mí contra los que obran iniquidad? Psalms 94:17 Si no me ayudara Jehová, presto morara mi alma con los muertos. Psalms 94:18 Mas si decía: Mi pie resbala, tu misericordia, o! Jehová, me sustentaba. Psalms 94:19 En la multitud de mis pensamientos dentro de mí, tus consolaciones alegraban mi alma. Psalms 94:20 ¿Juntarse ha contigo el trono de iniquidades, que cria agravio en el mandamiento? Psalms 94:21 Pónense en ejército contra la vida del justo: y condenan la sangre inocente. Psalms 94:22 Mas Jehová me ha sido por refugio: y mí Dios por peña de mi confianza. Psalms 94:23 El cual hizo volver contra ellos su iniquidad: y con su maldad los talará: talarlos ha Jehová nuestro Dios. Psalms 95:0 Psalms 95:1 Veníd, alegrémosnos en Jehová: cantemos con júbilo a la Roca de nuestra salud. Psalms 95:2 Anticipemos su rostro con alabanza: cantémosle alegres con salmos. Psalms 95:3 Porque Jehová es Dios grande; y Rey grande sobre todos los dioses. Psalms 95:4 Porque en su mano están las profundidades de la tierra: y las alturas de los montes son suyas. Psalms 95:5 Porque suya es la mar, y él la hizo: y sus manos formaron la seca. Psalms 95:6 ¶ Veníd, postrémosnos, y encorvémosnos, arrodillémonos delante de Jehová nuestro hacedor. Psalms 95:7 Porque él es nuestro Dios: y nosotros el pueblo de su pasto, y ovejas de su mano. Si hoy oyereis su voz, Psalms 95:8 No endurezcáis vuestro corazón como en Meriba: como el día de Masa en el desierto, Psalms 95:9 Donde me tentaron vuestros padres, probáronme, también vieron mi obra. Psalms 95:10 Cuarenta años combatí con la nación: y dije: Pueblo son que yerran de corazón, que no han conocido mis caminos: Psalms 95:11 Por tanto yo juré en mi furor: No entrarán en mi holganza. Psalms 96:0 Psalms 96:1 Cantád a Jehová canción nueva: cantád a Jehová toda la tierra. Psalms 96:2 Cantád a Jehová, bendecíd su nombre: anunciád de día en día su salud. Psalms 96:3 Contád en las naciones su gloria: en todos los pueblos sus maravillas. Psalms 96:4 Porque grande es Jehová, y muy alabado: terrible sobre todos los dioses. Psalms 96:5 Porque todos los dioses de los pueblos son ídolos: mas Jehová hizo los cielos. Psalms 96:6 Alabanza y gloria está delante de él: fortaleza y gloria está en su santuario. Psalms 96:7 Dad a Jehová, o! familias de los pueblos, dad a Jehová la gloria y la fortaleza. Psalms 96:8 Dad a Jehová la honra de su nombre: tomád presentes, y veníd a sus patios. Psalms 96:9 Encorváos a Jehová en la hermosura de su santuario: teméd delante de él toda la tierra. Psalms 96:10 Decíd en las naciones: Jehová reinó, también compuso el mundo, no se meneará: juzgará a los pueblos en justicia. Psalms 96:11 Alégrense los cielos, y regocíjese la tierra: brame la mar y su plenitud. Psalms 96:12 Regocíjese el campo y todo lo que en él está: entonces exultarán todos los árboles de la breña, Psalms 96:13 Delante de Jehová que vino: porque vino a juzgar la tierra. Juzgará al mundo con justicia, y a los pueblos con su verdad. Psalms 97:0 Psalms 97:1 Jehová reinó, regocíjese la tierra: alégrense las muchas islas. Psalms 97:2 Nube y oscuridad al rededor de él: justicia y juicio es el asiento de su trono. Psalms 97:3 Fuego irá delante de él: y abrasará al rededor a sus enemigos. Psalms 97:4 Sus relámpagos alumbraron el mundo: la tierra vio, y angustióse. Psalms 97:5 Los montes se derritieron como cera delante de Jehová: delante del Señor de toda la tierra. Psalms 97:6 Los cielos denunciaron su justicia: y todos los pueblos vieron su gloria. Psalms 97:7 Avergüéncense todos los que sirven a la escultura, los que se alaban de los ídolos: todos los dioses se encorven a él. Psalms 97:8 Oyó Sión, y alegróse: y las hijas de Judá se regocijaron por tus juicios, o! Jehová. Psalms 97:9 Porque tú, Jehová, eres alto sobre toda la tierra: eres muy ensalzado sobre todos los dioses. Psalms 97:10 Los que amáis a Jehová, aborreced el mal: él guarda las almas de sus piadosos: de mano de los impíos los escapa. Psalms 97:11 Luz está sembrada para el justo: y alegría para los rectos de corazón. Psalms 97:12 Alegráos justos en Jehová: y alabád la memoria de su santidad. Psalms 98:0 Psalms 98:1 Cantád a Jehová canción nueva: porque ha hecho maravillas. Su diestra le ha salvado, y el brazo de su santidad. Psalms 98:2 Jehová ha hecho notoria su salud: en ojos de las naciones ha descubierto su justicia. Psalms 98:3 Háse acordado de su misericordia y de su verdad para con la casa de Israel: todos los términos de la tierra han visto la salud de nuestro Dios. Psalms 98:4 Cantád alegres a Jehová toda la tierra; gritád, y cantád, y decíd salmos. Psalms 98:5 Decíd salmos a Jehová con arpa: con arpa y voz de salmodia. Psalms 98:6 Con trompetas, y sonido de bocina: cantád alegres delante del Rey Jehová. Psalms 98:7 Brame la mar y su plenitud: el mundo y los que habitan en él. Psalms 98:8 Los ríos batan las manos: juntamente hagan regocijo los montes, Psalms 98:9 Delante de Jehová; porque vino a juzgar la tierra: juzgará al mundo con justicia: y a los pueblos con rectitud. Psalms 99:0 Psalms 99:1 Jehová reinó, temblarán los pueblos: el que está sentado sobre los querubines reinó: conmoverse ha la tierra. Psalms 99:2 Jehová en Sión es grande: y ensalzado sobre todos los pueblos. Psalms 99:3 Alaben tu nombre, grande, y tremendo, y santo. Psalms 99:4 Y la fortaleza del rey, que ama el juicio: tú confirmas la rectitud: tú has hecho en Jacob juicio y justicia. Psalms 99:5 Ensalzád a Jehová nuestro Dios: y encorváos al estrado de sus pies; él es santo. Psalms 99:6 Moisés y Aarón están entre sus sacerdotes; y Samuel entre los que invocaron su nombre: llamaban a Jehová, y él les respondía. Psalms 99:7 En columna de nube hablaba con ellos: guardaban sus testimonios, y el derecho que les dió. Psalms 99:8 Jehová, Dios nuestro, tú les respondías: Dios, tú eras perdonador a ellos, y vengador por sus obras. Psalms 99:9 Ensalzád a Jehová nuestro Dios, y encorváos al monte de su santidad: porque Jehová nuestro Dios es santo. Psalms 100:0 Psalms 100:1 Cantád con júbilo a Dios los de toda la tierra. Psalms 100:2 Servíd a Jehová con alegría: entrád delante de él con regocijo. Psalms 100:3 Sabéd que Jehová, él es el Dios: él nos hizo, y no nosotros a nosotros: pueblo suyo somos, y ovejas de su pasto. Psalms 100:4 Entrád por sus puertas con confesión, por sus patios con alabanza: alabádle, bendecíd a su nombre. Psalms 100:5 Porque Jehová es bueno, para siempre es su misericordia: y hasta en generación y generación su verdad. Psalms 101:0 Psalms 101:1 Misericordia y juicio cantaré; a ti, Jehová, diré salmos. Psalms 101:2 Entenderé en el camino de la perfección, cuando vinieres a mí: en perfección de mi corazón andaré en medio de mi casa. Psalms 101:3 No pondré delante de mis ojos cosa injusta: hacer traiciones aborrecí: no se allegará a mí. Psalms 101:4 Corazón perverso se apartará de mí: mal no conoceré. Psalms 101:5 Al detractor de su prójimo a escondidas, a este cortaré: al altivo de ojos, y ancho de corazón, a este no puedo sufrir. Psalms 101:6 Mis ojos serán sobre los fieles de la tierra, para que se sienten conmigo: el que anduviere en el camino de la perfección, este me servirá. Psalms 101:7 No habitará en medio de mi casa el que hace engaño; el que habla mentiras no se afirmará delante de mis ojos. Psalms 101:8 Por las mañanas cortaré a todos los impíos de la tierra: para talar de la ciudad de Jehová a todos los que obraren iniquidad. Psalms 102:0 Psalms 102:1 Jehová, oye mi oración, y venga mi clamor a ti. Psalms 102:2 No escondas de mí tu rostro: en el día de mi angustia inclina a mí tu oreja; el día que te invocare, apresúrate a responderme. Psalms 102:3 Porque mis días se han consumido como humo; y mis huesos son quemados como en hogar. Psalms 102:4 Mi corazón fue herido, y se secó como la yerba; por lo cual me olvidé de comer mi pan. Psalms 102:5 Por la voz de mi gemido mis huesos se han pegado a mi carne. Psalms 102:6 Soy semejante al pelícano del desierto: soy como el búho de las soledades. Psalms 102:7 Velo, y soy como el pájaro solitario sobre el tejado. Psalms 102:8 Cada día me afrentan mis enemigos; los que se enfurecen contra mí, conspiran contra mí. Psalms 102:9 Por lo cual yo como la ceniza a manera de pan; y mi bebida mezclo con lloro, Psalms 102:10 A causa de tu enojo y de tu ira: porque me alzaste, y me arrojaste. Psalms 102:11 Mis días son como la sombra que se va: y yo como la yerba me he secado. Psalms 102:12 Mas tú, Jehová, para siempre permanecerás; y tu memoria para generación y generación. Psalms 102:13 Tú levantándote habrás misericordia de Sión, porque es tiempo de tener misericordia de ella: porque el plazo es llegado. Psalms 102:14 Porque tus siervos amaron sus piedras: y del polvo de ella tuvieron compasión. Psalms 102:15 Y temerán las naciones el nombre de Jehová: y todos los reyes de la tierra tu gloria. Psalms 102:16 Por cuanto Jehová habrá edificado a Sión; y será visto en su gloria. Psalms 102:17 Habrá mirado a la oración de los solitarios: y no habrá desechado el ruego de ellos. Psalms 102:18 Escribirse ha esto para la generación postrera: y el pueblo que se criará, alabará a Jehová. Psalms 102:19 Porque miró de lo alto de su santuario: Jehová miró desde los cielos a la tierra, Psalms 102:20 Para oír el gemido de los presos: para soltar a los sentenciados a muerte: Psalms 102:21 Porque publiquen en Sión el nombre de Jehová: y su alabanza en Jerusalem, Psalms 102:22 Cuando los pueblos se congregaren en uno, y los reinos para servir a Jehová. Psalms 102:23 El afligió mi fuerza en el camino, acortó mis días. Psalms 102:24 Dije: Dios mío, no me cortes en el medio de mis días; por generación de generaciones son tus años. Psalms 102:25 Tú fundaste la tierra antiguamente, y los cielos son obra de tus manos. Psalms 102:26 Ellos perecerán, y tú permanecerás; y todos ellos como un vestido se envejecerán, como una ropa de vestir los mudarás, y serán mudados: Psalms 102:27 Mas tú, el mismo, y tus años no se acabarán. Psalms 102:28 Los hijos de tus siervos habitarán, y su simiente será afirmada delante de ti. Psalms 103:0 Psalms 103:1 Bendice, alma mía, a Jehová, y todas mis entrañas a su nombre santo. Psalms 103:2 Bendice, alma mía, a Jehová, y no te olvides de todos sus beneficios. Psalms 103:3 El que perdona todas tus iniquidades, el que sana todas tus enfermedades. Psalms 103:4 El que rescata del hoyo tu vida, el que te corona de misericordia y miseraciones. Psalms 103:5 El que harta de bien tu boca; renovarse ha como el águila tu juventud. Psalms 103:6 Jehová, el que hace justicias, y juicios a todos los que padecen violencia. Psalms 103:7 Sus caminos notificó a Moisés, y a los hijos de Israel sus obras. Psalms 103:8 Misericordioso y clemente es Jehová, luengo de iras, y grande en misericordia. Psalms 103:9 No contenderá para siempre; ni para siempre guardará el enojo. Psalms 103:10 No ha hecho con nosotros conforme a nuestras iniquidades; ni nos ha pagado conforme a nuestros pecados. Psalms 103:11 Porque como la altura de los cielos sobre la tierra, engrandeció su misericordia sobre los que le temen. Psalms 103:12 Cuanto está lejos el oriente del occidente, hizo alejar de nosotros nuestras rebeliones. Psalms 103:13 Como el padre tiene misericordia de los hijos, tiene misericordia Jehová de los que le temen. Psalms 103:14 Porque él conoce nuestra hechura; acuérdase que somos polvo. Psalms 103:15 El varón, como la yerba son sus días; como la flor del campo así florece. Psalms 103:16 Que pasó el viento por ella, y pereció, y su lugar no la conoce más. Psalms 103:17 Mas la misericordia de Jehová, desde el siglo y hasta el siglo, sobre los que le temen, y su justicia sobre los hijos de los hijos: Psalms 103:18 Sobre los que guardan su concierto, y los que se acuerdan de sus mandamientos para hacerlos. Psalms 103:19 Jehová afirmó en los cielos su trono, y su reino domina sobre todos. Psalms 103:20 Bendecíd a Jehová sus ángeles valientes de fuerza, que ejecutan su palabra obedeciendo a la voz de su palabra. Psalms 103:21 Bendecíd a Jehová todos sus ejércitos, sus ministros, que hacen su voluntad. Psalms 103:22 Bendecíd a Jehová todas sus obras en todos los lugares de su señorío. Bendice alma mía a Jehová. Psalms 104:0 Psalms 104:1 Bendice, alma mía, a Jehová; Jehová Dios mío, mucho te has engrandecido, de gloria y de hermosura te has vestido. Psalms 104:2 Que se cubre de luz como de vestidura, que extiende los cielos como una cortina; Psalms 104:3 Que entabla con las aguas sus doblados, el que pone a las nubes por su carro, el que anda sobre las alas del viento. Psalms 104:4 El que hace a sus ángeles espíritus, sus ministros al fuego flameante. Psalms 104:5 ¶ El fundó la tierra sobre sus basas, no se moverá por ningún siglo. Psalms 104:6 Con el abismo, como con vestido, la cubriste: sobre los montes estaban las aguas. Psalms 104:7 De tu reprensión huyeron; por el sonido de tu trueno se apresuraron. Psalms 104:8 Subieron los montes, descendieron los valles a este lugar, que tú les fundaste. Psalms 104:9 Pusísteles término, el cual no traspasarán, ni volverán a cubrir la tierra. Psalms 104:10 El que envía las fuentes en los arroyos; entre los montes van. Psalms 104:11 Abrévanse todas las bestias del campo; los asnos salvajes quebrantan su sed. Psalms 104:12 Junto a ellos habitan las aves de los cielos; entre las hojas dan voces. Psalms 104:13 El que riega los montes desde sus doblados; del fruto de tus obras se harta la tierra. Psalms 104:14 El que hace producir el heno para las bestias; y la yerba para servicio del hombre, sacando el pan de la tierra, Psalms 104:15 Y el vino que alegra el corazón del hombre; haciendo relumbrar la faz con el aceite; y el pan sustenta el corazón del hombre. Psalms 104:16 Hártanse los árboles de Jehová; los cedros del Líbano que él plantó: Psalms 104:17 Para que aniden allí las aves; la cigüeña tenga su casa en las hayas. Psalms 104:18 Los montes altos para las cabras monteses, las peñas madrigueras para los conejos. Psalms 104:19 Hizo la luna para sazones: el sol conoció su occidente. Psalms 104:20 Pones las tinieblas, y la noche es; en ella corren todas las bestias del monte. Psalms 104:21 Los leoncillos braman a la presa, y para buscar de Dios su comida. Psalms 104:22 Sale el sol, recógense, y échanse en sus cuevas. Psalms 104:23 Sale el hombre a su hacienda, y a su labranza hasta la tarde. Psalms 104:24 ¡Cuán muchas son tus obras, o! Jehová! todas ellas hiciste con sabiduría: la tierra está llena de tu posesión. Psalms 104:25 ¶ Esta gran mar y ancha de términos; allí hay pescados sin número, bestias pequeñas y grandes. Psalms 104:26 Allí andan navíos, este leviatán que hiciste para que jugase en ella. Psalms 104:27 Todas ellas esperan a ti, para que les des su comida a su tiempo. Psalms 104:28 Dásles, recogen: abres tu mano, hártanse de bien. Psalms 104:29 Escondes tu rostro, túrbanse: les quitas el espíritu, dejan de ser, y tórnanse en su polvo. Psalms 104:30 Envías tu espíritu, críanse: y renuevas la haz de la tierra. Psalms 104:31 Sea la gloria a Jehová para siempre: alégrese Jehová en sus obras. Psalms 104:32 El que mira a la tierra, y tiembla: toca en los montes, y humean. Psalms 104:33 A Jehová cantaré en mi vida: a mi Dios diré salmos mientras viviere. Psalms 104:34 Serme ha suave hablar de él: yo me alegraré en Jehová. Psalms 104:35 Sean consumidos de la tierra los pecadores: y los impíos dejen de ser. Bendice alma mía a Jehová. Alelu-Jah. Psalms 105:0 Psalms 105:1 Alabád a Jehová, invocád su nombre: hacéd notorias sus obras en los pueblos. Psalms 105:2 Cantád a él, decíd salmos a él: hablád de todas sus maravillas. Psalms 105:3 Gloriáos en su nombre santo: alégrese el corazón de los que buscan a Jehová. Psalms 105:4 Buscád a Jehová, y a su fortaleza: buscád su rostro siempre. Psalms 105:5 Acordáos de sus maravillas, que hizo: de sus prodigios, y de los juicios de su boca, Psalms 105:6 Simiente de Abraham su siervo: hijos de Jacob sus escogidos. Psalms 105:7 El es Jehová nuestro Dios: en toda la tierra están sus juicios. Psalms 105:8 Acordóse para siempre de su alianza: de la palabra que mandó para mil generaciones: Psalms 105:9 La cual concertó con Abraham, y de su juramento a Isaac. Psalms 105:10 Y establecióla a Jacob por decreto, a Israel por concierto eterno, Psalms 105:11 Diciendo: A ti daré la tierra de Canaán, por cordel de vuestra heredad. Psalms 105:12 Siendo ellos pocos hombres en número, y extranjeros en ella. Psalms 105:13 Y anduvieron de gente en gente: de un reino a otro pueblo. Psalms 105:14 No consintió que hombre los agraviase: y por causa de ellos castigó a los reyes. Psalms 105:15 No toquéis en mis ungidos: ni hagáis mal a mis profetas. Psalms 105:16 Y llamó a la hambre sobre la tierra: y toda fuerza de pan quebrantó. Psalms 105:17 Envió un varón delante de ellos: por siervo fue vendido José. Psalms 105:18 Afligieron sus pies con grillos: en hierro entró su persona, Psalms 105:19 Hasta la hora que llegó su palabra: el dicho de Jehová le purificó. Psalms 105:20 Envió el rey, y soltóle: el señor de los pueblos, y le desató. Psalms 105:21 Púsole por señor de su casa: y por enseñoreador en toda su posesión. Psalms 105:22 Para echar presos sus príncipes, como él quisiese; y enseñó sabiduría a sus viejos. Psalms 105:23 Y entró Israel en Egipto: y Jacob fue extranjero en la tierra de Cam. Psalms 105:24 E hizo crecer su pueblo en gran manera: e hízole fuerte más que sus enemigos. Psalms 105:25 Volvió el corazón de ellos, para que aborreciesen a su pueblo: para que pensasen mal contra sus siervos. Psalms 105:26 Envió a su siervo Moisés: a Aarón, al cual escogió. Psalms 105:27 Pusieron en ellos las palabras de sus señales, y sus prodigios en la tierra de Cam. Psalms 105:28 Echó tinieblas, e hizo oscuridad, y no fueron rebeldes a su palabra. Psalms 105:29 Volvió sus aguas en sangre, y mató sus pescados. Psalms 105:30 Engendró ranas su tierra en las camas de sus reyes. Psalms 105:31 Dijo, y vino una mezcla de diversas moscas, piojos en todo su término. Psalms 105:32 Volvió sus lluvias en granizo: en fuego de llamas en su tierra. Psalms 105:33 E hirió sus viñas, y sus higueras; y quebró los árboles de su término. Psalms 105:34 Dijo, y vino langosta, y pulgón sin número; Psalms 105:35 Y comió toda la yerba de su tierra, y comió el fruto de su tierra. Psalms 105:36 E hirió a todos los primogénitos en su tierra, el principio de toda su fuerza. Psalms 105:37 Y sacólos con plata y oro; y no hubo en sus tribus enfermo. Psalms 105:38 Egipto se alegró en su salida; porque había caído sobre ellos el terror de ellos. Psalms 105:39 Extendió una nube por cubierta, y fuego para alumbrar la noche. Psalms 105:40 Pidieron, e hizo venir codornices; y de pan del cielo les hartó. Psalms 105:41 Abrió la peña, y corrieron aguas; fueron por las securas como un río. Psalms 105:42 Porque se acordó de su santa palabra con Abraham su siervo. Psalms 105:43 Y sacó a su pueblo con gozo; con júbilo a sus escogidos. Psalms 105:44 Y dióles las tierras de los Gentiles: y los trabajos de las naciones heredaron: Psalms 105:45 Para que guardasen sus estatutos; y conservasen sus leyes. Alelu-Jah. Psalms 106:0 Psalms 106:1 Alabád a Jehová, porque es bueno: porque para siempre es su misericordia. Psalms 106:2 ¿Quién dirá las valentías de Jehová? ¿quién contará sus alabanzas? Psalms 106:3 Dichosos los que guardan juicio, los que hacen justicia en todo tiempo. Psalms 106:4 Acuérdate de mí, o! Jehová, en la voluntad de tu pueblo: visítame con tu salud; Psalms 106:5 Para que yo vea el bien de tus escogidos: para que me alegre en la alegría de tu gente: y me gloríe con tu heredad. Psalms 106:6 Pecamos con nuestros padres, hicimos iniquidad, hicimos impiedad. Psalms 106:7 Nuestros padres en Egipto no entendieron tus maravillas: no se acordaron de la muchedumbre de tus misericordias: mas se rebelaron sobre la mar, en el mar Bermejo. Psalms 106:8 Y salvólos por su nombre: para hacer notoria su fortaleza. Psalms 106:9 Y reprendió al mar Bermejo, y secóse: e hízolos ir por el abismo, como por un desierto. Psalms 106:10 Y salvólos de mano del enemigo: y rescatólos de mano del adversario. Psalms 106:11 Y cubrieron las aguas a sus enemigos: uno de ellos no quedó. Psalms 106:12 Y creyeron a sus palabras: y cantaron su alabanza. Psalms 106:13 Apresuráronse, olvidáronse de sus obras: no esperaron en su consejo. Psalms 106:14 Y desearon mal deseo en el desierto: y tentaron a Dios en la soledad. Psalms 106:15 Y él les dio lo que pidieron: y envió flaqueza en sus almas. Psalms 106:16 Y tomaron zelo contra Moisés en el campo: contra Aarón santo de Jehová. Psalms 106:17 Abrióse la tierra, y tragó a Datán, y cubrió a la compañía de Abirom. Psalms 106:18 Y encendióse el fuego en su compañía: la llama quemó a los impíos. Psalms 106:19 Hicieron el becerro en Horeb: y encorváronse a un vaciadizo. Psalms 106:20 Y trocaron su gloria por la imagen de un buey, que come yerba. Psalms 106:21 Olvidaron al Dios de su salud: que había hecho grandezas en Egipto, Psalms 106:22 Maravillas en la tierra de Cam, temerosas cosas sobre el mar Bermejo. Psalms 106:23 Y trató de destruirlos, si Moisés su escogido no se pusiera al portillo delante de él: para apartar su ira para que no los destruyese. Psalms 106:24 Y aborrecieron la tierra deseable: no creyeron a su palabra. Psalms 106:25 Y murmuraron en sus tiendas; y no oyeron la voz de Jehová. Psalms 106:26 Y alzó su mano para ellos; para postrarlos en el desierto, Psalms 106:27 Y para postrar su simiente entre las naciones; y esparcirlos por las tierras. Psalms 106:28 Y allegáronse a Baal-pehor; y comieron los sacrificios de los muertos. Psalms 106:29 Y ensañáronle con sus obras; y aumentó en ellos la mortandad. Psalms 106:30 Y púsose Finees, y juzgó; y la mortandad cesó. Psalms 106:31 Y fuéle contado a justicia de generación a generación para siempre. Psalms 106:32 Y ensañáronle a las aguas de Meriba; e hizo mal a Moisés por causa de ellos. Psalms 106:33 Porque hicieron rebelar a su espíritu, y habló inconsideradamente con sus labios. Psalms 106:34 No destruyeron los pueblos, que Jehová les dijo: Psalms 106:35 Antes se envolvieron con los Gentiles; y aprendieron sus obras: Psalms 106:36 Y sirvieron a sus ídolos: los cuales les fueron por ruina. Psalms 106:37 Y sacrificaron sus hijos y sus hijas a los demonios. Psalms 106:38 Y derramaron la sangre inocente: la sangre de sus hijos y de sus hijas, que sacrificaron a los ídolos de Canaán; y la tierra fue contaminada con sangres. Psalms 106:39 Y contamináronse con sus obras, y fornicaron con sus hechos. Psalms 106:40 Y encendióse el furor de Jehová sobre su pueblo; y abominó su heredad. Psalms 106:41 Y entrególos en poder de los Gentiles; y enseñoreáronse de ellos los que les aborrecían. Psalms 106:42 Y sus enemigos les oprimieron, y fueron quebrantados debajo de su mano. Psalms 106:43 Muchas veces los escapó, y ellos se rebelaron a su consejo; y fueron humillados por su maldad. Psalms 106:44 Mas él miraba, cuando estaban en angustia, oyendo su clamor. Psalms 106:45 Y acordábase de su concierto con ellos, y arrepentíase conforme a la muchedumbre de sus miseraciones. Psalms 106:46 Y hacía que tuviesen de ellos misericordia todos los que los tenían cautivos. Psalms 106:47 Sálvanos Jehová Dios nuestro, y júntanos de entre las naciones, para que loemos tu santo nombre, para que nos gloriemos de tus alabanzas. Psalms 106:48 Bendito Jehová Dios de Israel desde el siglo y hasta el siglo; y diga todo el pueblo: Amén, Alelu-Jah. Psalms 107:0 Psalms 107:1 Alabád a Jehová, porque es bueno; porque para siempre es su misericordia. Psalms 107:2 Díganlo los redimidos de Jehová, los que ha redimido de poder del enemigo, Psalms 107:3 Y los ha congregado de las tierras, del oriente y del occidente, del aquilón y de la mar. Psalms 107:4 ¶ Anduvieron perdidos por el desierto, por la soledad sin camino: no hallando ciudad de población. Psalms 107:5 Hambrientos, y sedientos: su alma desfallecía en ellos. Psalms 107:6 Y clamaron a Jehová en su angustia; y escapólos de sus aflicciones. Psalms 107:7 Y encaminólos en camino derecho; para que viniesen a ciudad de población. Psalms 107:8 Alaben pues ellos la misericordia de Jehová, y sus maravillas con los hijos de los hombres. Psalms 107:9 Porque hartó al alma menesterosa; y al alma hambrienta hinchió de bien. Psalms 107:10 ¶ Los que moraban en tinieblas, y sombra de muerte, aprisionados en aflicción, y en hierros; Psalms 107:11 Por cuanto fueron rebeldes a las palabras de Jehová; y aborrecieron el consejo del Altísimo: Psalms 107:12 Y él quebrantó con trabajo sus corazones: cayeron, y no hubo quien les ayudase: Psalms 107:13 Y clamaron a Jehová en su angustia: escapólos de sus aflicciones. Psalms 107:14 Sacólos de las tinieblas, y de la sombra de muerte; y rompió sus prisiones. Psalms 107:15 Alaben pues ellos la misericordia de Jehová, y sus maravillas con los hijos de los hombres. Psalms 107:16 Porque quebrantó las puertas de acero; y desmenuzó los cerrojos de hierro. Psalms 107:17 ¶ Insensatos, a causa del camino de su rebelión; y a causa de sus maldades fueron afligidos. Psalms 107:18 Su alma abominó toda vianda; y llegaron hasta las puertas de la muerte. Psalms 107:19 Y clamaron a Jehová en su angustia; y salvólos de sus aflicciones. Psalms 107:20 Envió su palabra, y curólos; y escapólos de sus sepulturas. Psalms 107:21 Alaben pues ellos la misericordia de Jehová; y sus maravillas con los hijos de los hombres. Psalms 107:22 Y sacrifiquen sacrificios de alabanza; y enarren sus obras con jubilación. Psalms 107:23 ¶ Los que descendieron a la mar en navíos: y contratan en las muchas aguas; Psalms 107:24 Ellos han visto las obras de Jehová, y sus maravillas en el mar profundo. Psalms 107:25 El dijo, y salió el viento de la tempestad, que levanta sus ondas: Psalms 107:26 Suben a los cielos, descienden a los abismos: sus almas se derriten con el mal. Psalms 107:27 Tiemblan, y titubean como borrachos; y toda su ciencia es perdida. Psalms 107:28 Y claman a Jehová en su angustia; y escápalos de sus aflicciones. Psalms 107:29 Hace parar la tempestad en silencio; y callan sus ondas. Psalms 107:30 Y alégranse, porque se reposaron; y guíalos al puerto que quieren. Psalms 107:31 Alaben pues ellos la misericordia de Jehová, y sus maravillas con los hijos de los hombres. Psalms 107:32 Y ensálcenle en congregación de pueblo; y en consistorio de ancianos le loen. Psalms 107:33 ¶ Vuelve los ríos en desierto; y los manaderos de las aguas en sed: Psalms 107:34 La tierra fructífera en salados; por la maldad de los que la habitan. Psalms 107:35 Vuelve el desierto en estanques de aguas, y la tierra seca en manaderos de aguas: Psalms 107:36 Y aposenta allí hambrientos; y aderezan allí ciudad de población: Psalms 107:37 Y siembran campos, y plantan viñas; y hacen fruto de renta: Psalms 107:38 Y bendícelos, y se multiplican en gran manera: y no disminuye sus bestias. Psalms 107:39 Y después son menoscabados, y abatidos de tiranía, de males, y de congojas. Psalms 107:40 ¶ El derrama menosprecio sobre los príncipes: y les hace andar errantes, vagabundos, sin camino. Psalms 107:41 Y levanta al pobre de la pobreza; y vuelve las familias como ovejas. Psalms 107:42 Vean los rectos, y alégrense; y toda maldad cierre su boca. Psalms 107:43 ¿Quién es sabio, y guardará estas cosas; y entenderá las misericordias de Jehová? Psalms 108:0 Psalms 108:1 Mi corazón está aparejado, o! Dios, cantaré y diré salmos, también mi alma. Psalms 108:2 Despiértate salterio y arpa: yo despertaré al alba. Psalms 108:3 Alabarte he en pueblos, o! Jehová; cantaré salmos a ti entre las naciones. Psalms 108:4 Porque grande más que los cielos es tu misericordia, y hasta los cielos tu verdad. Psalms 108:5 Ensálzate sobre los cielos, o! Dios: sobre toda la tierra sea ensalzada tu gloria. Psalms 108:6 Para que sean librados tus amados: salva con tu diestra, y respóndeme. Psalms 108:7 Dios habló por su santuario: Yo me alegraré: repartiré a Siquem, y mediré el valle de Socot. Psalms 108:8 Mío será Galaad, mío será Manasés; y Efraím será la fortaleza de mi cabeza: Judá será mi legislador; Psalms 108:9 Moab, la olla de mi lavatorio: sobre Edom echaré mi zapato: sobre Palestina me regocijaré. Psalms 108:10 ¿Quién me guiará a la ciudad fortalecida? ¿quién me guiará hasta Idumea? Psalms 108:11 Ciertamente tú, o! Dios, que nos habías desechado; y no salías o! Dios, con nuestros ejércitos. Psalms 108:12 Dános socorro en la angustia; porque mentirosa es la salud del hombre. Psalms 108:13 En Dios haremos ejército; y él rehollará a nuestros enemigos. Psalms 109:0 Psalms 109:1 ¡O Dios de mi alabanza! no calles: Psalms 109:2 Porque boca de impío, y boca de engañador se han abierto sobre mí: han hablado de mí con lengua mentirosa. Psalms 109:3 Y con palabras de odio me rodearon; y pelearon contra mí sin causa. Psalms 109:4 En pago de mi amor me han sido adversarios; y yo, hacía oración. Psalms 109:5 Y pusieron contra mí mal por bien; y odio por mi amor. Psalms 109:6 Pon sobre él al impío, y Satanás esté a su diestra. Psalms 109:7 Cuando fuere juzgado, salga por impío, y su oración sea para pecado. Psalms 109:8 Sean sus días pocos: tome otro su oficio. Psalms 109:9 Sean sus hijos huérfanos; y su mujer viuda. Psalms 109:10 Y anden sus hijos vagabundos, y mendiguen; y procuren de sus desiertos. Psalms 109:11 Enrede el acreedor todo lo que tiene; y extraños saqueen su trabajo. Psalms 109:12 No tenga quien le haga misericordia; ni haya quien tenga compasión de sus huérfanos. Psalms 109:13 Su posteridad sea talada: en segunda generación sea raído su nombre. Psalms 109:14 Venga en memoria cerca de Jehová la maldad de sus padres; y el pecado de su madre no sea raído. Psalms 109:15 Estén delante de Jehová siempre; y él corte de la tierra su memoria. Psalms 109:16 Por cuanto no se acordó de hacer misericordia; y persiguió al varón afligido, y menesteroso, y quebrantado de corazón, para matarle. Psalms 109:17 Y amó la maldición, y vínole; y no quiso la bendición, y ella se alejó de él. Psalms 109:18 Y vistióse de maldición como de su vestido; y entró como agua en sus entrañas, y como aceite en sus huesos. Psalms 109:19 Séale como vestido con que se cubra; y en lugar de cinto con que siempre se ciña. Psalms 109:20 Este sea el salario, de parte de Jehová, de los que me calumnían; y los que hablan mal contra mi alma. Psalms 109:21 Y tú, Jehová Señor, haz conmigo por causa de tu nombre: escápame, porque tu misericordia es buena. Psalms 109:22 Porque yo soy afligido y necesitado; y mi corazón está herido dentro de mí. Psalms 109:23 Como la sombra cuando declina me voy; soy sacudido como langosta. Psalms 109:24 Mis rodillas están enflaquecidas a causa del ayuno; y mi carne está falta de gordura. Psalms 109:25 Yo he sido a ellos oprobio: mirábanme, y meneaban su cabeza. Psalms 109:26 Ayúdame, Jehová Dios mío: sálvame conforme a tu misericordia; Psalms 109:27 Y entiendan que esta es tu mano; que tú, Jehová, has hecho esto. Psalms 109:28 Maldigan ellos, y bendigas tú; levántense, mas sean avergonzados: y tu siervo sea alegrado. Psalms 109:29 Sean vestidos de vergüenza los que me calumnían; y sean cubiertos como de manto de su confusión. Psalms 109:30 Yo alabaré a Jehová en gran manera con mi boca; y en medio de muchos le loaré: Psalms 109:31 Porque él se pondrá a la diestra del pobre; para librar su alma de los que juzgan. Psalms 110:0 Psalms 110:1 Jehová dijo a mi Señor: Asiéntate a mi diestra, entre tanto que pongo a tus enemigos por estrado de tus pies. Psalms 110:2 ¶ La vara de tu fortaleza enviará Jehová desde Sión: domina en medio de tus enemigos. Psalms 110:3 Tu pueblo será voluntario en el día de tu ejército en hermosura de santidades: como el rocío que cae de la matriz del alba, así te nacerán los tuyos, Psalms 110:4 Juró Jehová, y no se arrepentirá: queserás sacerdote para siempre conforme al rito de Melquisedec. Psalms 110:5 ¶ El Señor está a tu diestra: herirá a los reyes en el día de su furor. Psalms 110:6 Juzgará en las naciones; henchirá de cuerpos muertos: herirá la cabeza sobre mucha tierra. Psalms 110:7 Del arroyo, beberá en el camino; por lo cual ensalzará la cabeza. Psalms 111:0 Psalms 111:1 Alabaré a Jehová con todo el corazón, en la compañía y congregación de los rectos. Psalms 111:2 Grandes son las obras de Jehová: buscadas de todos los que las quieren. Psalms 111:3 Honra y hermosura es su obra; y su justicia permanece para siempre. Psalms 111:4 Hizo memorables sus maravillas: clemente y misericordioso es Jehová. Psalms 111:5 Dio mantenimiento a los que le temen: para siempre se acordará de su concierto. Psalms 111:6 La fortaleza de sus obras anunció a su pueblo: dándoles la heredad de los Gentiles. Psalms 111:7 Las obras de sus manos son verdad y juicio: fieles son todos sus mandamientos; Psalms 111:8 Afirmados por siglo de siglo: hechos en verdad y en rectitud. Psalms 111:9 Redención ha enviado a su pueblo; ordenó para siempre su concierto: santo y terrible es su nombre. Psalms 111:10 El principio de la sabiduría es el temor de Jehová; entendimiento bueno es a todos los que guardan sus mandamientos: su loor permanece para siempre. Psalms 112:0 Psalms 112:1 Bienaventurado el varón que teme a Jehová: en sus mandamientos se deleita en gran manera: Psalms 112:2 Su simiente será valiente en la tierra: la generación de los rectos será bendita. Psalms 112:3 Hacienda y riquezas habrá en su casa; y su justicia permanece para siempre. Psalms 112:4 Resplandeció en las tinieblas luz a los rectos: clemente, y misericordioso, y justo. Psalms 112:5 El buen varón tiene misericordia, y presta: gobierna sus cosas con juicio. Psalms 112:6 Por lo cual para siempre no resbalará: en memoria eterna será el justo: Psalms 112:7 De mala fama no tendrá temor: su corazón está aparejado, confiado en Jehová. Psalms 112:8 Asentado está su corazón, no temerá, hasta que vea en sus enemigos la venganza. Psalms 112:9 Esparce, da a los pobres, su justicia permanece para siempre; su cuerno será ensalzado en gloria. Psalms 112:10 ¶ El impío verá, y airarse ha: sus dientes crujirá, y carcomerse ha: el deseo de los impíos perecerá. Psalms 113:0 Psalms 113:1 Alabád siervos de Jehová, alabád el nombre de Jehová. Psalms 113:2 Sea el nombre de Jehová bendito desde ahora y hasta siempre. Psalms 113:3 Desde el nacimiento del sol hasta donde se pone, sea alabado el nombre de Jehová. Psalms 113:4 Alto sobre todas las naciones es Jehová: sobre los cielos es su gloria. Psalms 113:5 ¿Quién como Jehová nuestro Dios, que ha enaltecido su habitación? Psalms 113:6 Que se abaja para ver en el cielo, y en la tierra: Psalms 113:7 Que levanta del polvo al pobre; y al menesteroso alza del estiércol: Psalms 113:8 Para hacerle sentar con los príncipes, con los príncipes de su pueblo. Psalms 113:9 Que hace habitar en familia a la estéril, tornándola madre de hijos alegre. Alelu-Jah. Psalms 114:0 Psalms 114:1 En saliendo Israel de Egipto, la casa de Jacob del pueblo bárbaro, Psalms 114:2 Judá fue por su santidad: Israel su señorío. Psalms 114:3 La mar vio, y huyó: el Jordán se volvió atrás. Psalms 114:4 Los montes saltaron como carneros; los collados, como hijos de ovejas. Psalms 114:5 ¿Qué tuviste mar, que huiste? ¿Jordán qué te volviste atrás? Psalms 114:6 ¿Los montes saltasteis como carneros, y los collados como hijos de ovejas? Psalms 114:7 A la presencia del Señor tiembla la tierra, a la presencia del Dios de Jacob. Psalms 114:8 El cual tornó la peña en estanque de aguas, y la roca en fuente de aguas. Psalms 115:0 Psalms 115:1 No a nosotros, o! Jehová, no a nosotros, mas a tu nombre da gloria; por tu misericordia, por tu verdad. Psalms 115:2 Porque dirán los Gentiles, ¿Dónde está ahora su Dios? Psalms 115:3 Y nuestro Dios está en los cielos: todo lo que quiso, hizo. Psalms 115:4 Sus ídolos son plata y oro: obra de manos de hombres. Psalms 115:5 Tienen boca, mas no hablarán: tienen ojos, mas no verán. Psalms 115:6 Tienen orejas, mas no oirán: tienen narices, mas no olerán. Psalms 115:7 Tienen manos, mas no palparán: tienen pies, mas no andarán: no hablarán con su garganta. Psalms 115:8 Como ellos sean los que los hacen: cualquiera que confía en ellos. Psalms 115:9 O! Israel, confía en Jehová: él es su ayudador, y su escudo. Psalms 115:10 Casa de Aarón, confiád en Jehová: él es su ayudador, y su escudo. Psalms 115:11 Los que teméis a Jehová, confiád en Jehová: él es su ayudador, y su escudo. Psalms 115:12 Jehová se acordó de nosotros: bendecirá, bendecirá a la casa de Israel: bendecirá a la casa de Aarón. Psalms 115:13 Bendecirá a los que temen a Jehová: a chicos y a grandes. Psalms 115:14 Añadirá Jehová sobre vosotros: sobre vosotros y sobre vuestros hijos. Psalms 115:15 Benditos vosotros de Jehová, que hizo los cielos y la tierra. Psalms 115:16 Los cielos, los cielos son de Jehová: y la tierra dio a los hijos de los hombres. Psalms 115:17 No los muertos alabarán a Jehová, ni todos los que descienden al silencio, Psalms 115:18 Mas nosotros bendeciremos, a Jehová, desde ahora hasta siempre. Alelu-Jah. Psalms 116:0 Psalms 116:1 Amé a Jehová, porque ha oído mi voz: mis ruegos. Psalms 116:2 Porque ha inclinado su oído a mí; y en mis días le llamaré, Psalms 116:3 Rodeáronme los dolores de la muerte, las angustias del sepulcro me hallaron: angustia y dolor había hallado: Psalms 116:4 Y llamé el nombre de Jehová: Escapa ahora mi alma, o! Jehová. Psalms 116:5 Clemente es Jehová y justo, y misericordioso nuestro Dios. Psalms 116:6 Guarda a los sencillos Jehová: yo estaba debilitado y salvóme. Psalms 116:7 Vuelve, o! alma mía, a tu reposo; porque Jehová te ha hecho bien. Psalms 116:8 Porque has librado mi alma de la muerte, mis ojos de las lágrimas, mis pies del rempujón. Psalms 116:9 Andaré delante de Jehová en las tierras de los vivos. Psalms 116:10 Creí, por tanto hablé: y fui afligido en gran manera. Psalms 116:11 Y dije en mi apresuramiento: Todo hombre es mentiroso. Psalms 116:12 ¶ ¿Qué pagaré a Jehová por todos sus beneficios sobre mí? Psalms 116:13 El vaso de saludes tomaré; e invocaré el nombre de Jehová. Psalms 116:14 Ahora pagaré mis votos a Jehová delante de todo su pueblo. Psalms 116:15 Estimada es en los ojos de Jehová la muerte de sus piadosos. Psalms 116:16 Así es, o! Jehová; porque yo soy tu siervo, yo soy tu siervo, hijo de tu sierva, rompiste mis prisiones. Psalms 116:17 A ti sacrificaré sacrificio de alabanza; y el nombre de Jehová invocaré. Psalms 116:18 Ahora pagaré mis votos a Jehová delante de todo su pueblo; Psalms 116:19 En los patios de la casa de Jehová; en medio de ti, o! Jerusalem. Alelu-Jah. Psalms 117:0 Psalms 117:1 Alabád a Jehová todas las naciones: alabádle todos los pueblos. Psalms 117:2 Porque ha engrandecido sobre nosotros su misericordia, y la verdad de Jehová es para siempre. Alelu-Jah. Psalms 118:0 Psalms 118:1 Alabád a Jehová, porque es bueno; porque para siempre es su misericordia. Psalms 118:2 Diga ahora Israel: Que para siempre es su misericordia. Psalms 118:3 Digan ahora la casa de Aarón: Que para siempre es su misericordia. Psalms 118:4 Digan ahora los que temen a Jehová: Que para siempre es su misericordia. Psalms 118:5 Desde la angustia llamé a Jehová; y Jehová me respondió con anchura. Psalms 118:6 Jehová es por mí: no temeré lo que me haga el hombre. Psalms 118:7 Jehová es por mí entre los que me ayudan: por tanto yo veré venganza en los que me aborrecen. Psalms 118:8 Mejor es esperar en Jehová, que esperar en hombre. Psalms 118:9 Mejor es esperar en Jehová, que esperar en príncipes. Psalms 118:10 Todas las gentes me cercaron: en nombre de Jehová, que yo los talaré. Psalms 118:11 Cercáronme, y tornáronme a cercar: en nombre de Jehová, que yo los talaré. Psalms 118:12 Cercáronme como abejas, fueron apagados como fuego de espinos: en nombre de Jehová, que yo los talaré. Psalms 118:13 Rempujando me rempujaste para que cayese: mas Jehová me ayudó. Psalms 118:14 Mi fortaleza y mi canción es Jehová; y él me ha sido por salud. Psalms 118:15 Voz de jubilación y de salud hay en las tiendas de los justos: la diestra de Jehová hace valentías. Psalms 118:16 La diestra de Jehová sublime: la diestra de Jehová hace valentías. Psalms 118:17 No moriré, mas viviré; y contaré las obras de Jehová. Psalms 118:18 Castigando me castigó Jehová: mas no me entregó a la muerte. Psalms 118:19 Abrídme las puertas de la justicia: entraré por ellas, alabaré a Jehová. Psalms 118:20 Esta puerta de Jehová, los justos entrarán por ella. Psalms 118:21 Alabarte he; porque me oíste; y me fuiste por salud. Psalms 118:22 ¶ La piedra que desecharon los edificadores, ha sido por cabeza de esquina. Psalms 118:23 De parte de Jehová es esto, y es maravilla en nuestros ojos. Psalms 118:24 Este es el día que hizo Jehová: gozarnos hemos y alegrarnos hemos en él. Psalms 118:25 Ruégote, o! Jehová, salva ahora: ruégote, o! Jehová, haz ahora prosperar. Psalms 118:26 Bendito el que viene en nombre de Jehová: os bendecimos desde la casa de Jehová. Psalms 118:27 Dios es Jehová, que nos ha resplandecido: atád víctimas con cuerdas a los cuernos del altar. Psalms 118:28 Dios mío eres tú, y a ti alabaré: Dios mío, a ti ensalzaré. Psalms 118:29 Alabád a Jehová, porque es bueno; porque para siempre es su misericordia. Psalms 119:0 Psalms 119:1 Bienaventurados los perfectos de camino: los que andan en la ley de Jehová. Psalms 119:2 Bienaventurados los que guardan sus testimonios; y con todo el corazón le buscan. Psalms 119:3 Ítem, los que no hacen iniquidad, andan en sus caminos. Psalms 119:4 Tú encargaste tus mandamientos, que sean muy guardados. Psalms 119:5 ¡Ojalá fuesen ordenados mis caminos a guardar tus estatutos! Psalms 119:6 Entonces no sería yo avergonzado, cuando mirase en todos tus mandamientos. Psalms 119:7 Alabarte he con rectitud de corazón, cuando aprendiere los juicios de tu justicia. Psalms 119:8 Tus estatutos guardaré: no me dejes enteramente. Psalms 119:9 ¿Con qué limpiará el mozo su camino? cuando guardare tu palabra. Psalms 119:10 Con todo mi corazón te he buscado: no me dejes errar de tus mandamientos. Psalms 119:11 En mi corazón he guardado tus dichos, para no pecar contra ti. Psalms 119:12 Bendito tú, o! Jehová, enséñame tus estatutos. Psalms 119:13 Con mis labios he contado todos los juicios de tu boca. Psalms 119:14 En el camino de tus testimonios me he regocijado, como sobre toda riqueza. Psalms 119:15 En tus mandamientos meditaré; y consideraré tus caminos. Psalms 119:16 En tus estatutos me recrearé: no me olvidaré de tus palabras. Psalms 119:17 Haz este bien a tu siervo; que viva, y guarde tu palabra. Psalms 119:18 Destapa mis ojos; y miraré las maravillas de tu ley. Psalms 119:19 Advenedizo soy yo en la tierra: no encubras de mi tus mandamientos. Psalms 119:20 Quebrantada está mi alma de desear tus juicios todo el tiempo. Psalms 119:21 Destruiste a los soberbios malditos, que yerran de tus mandamientos. Psalms 119:22 Aparta de mí oprobio y menosprecio; porque tus testimonios he guardado. Psalms 119:23 Príncipes también se asentaron, y hablaron contra mí: meditando tu siervo en tus estatutos. Psalms 119:24 También tus testimonios son mis delicias: los varones de mi consejo. Psalms 119:25 Apegóse con el polvo mi alma: vivifícame según tu palabra. Psalms 119:26 Mis caminos te conté, y respondísteme: enséñame tus estatutos. Psalms 119:27 El camino de tus mandamientos házme entender; y meditaré en tus maravillas. Psalms 119:28 Mi alma se destila de ansia: confírmame según tu palabra. Psalms 119:29 Camino de mentira aparta de mí: y de tu ley házme misericordia. Psalms 119:30 El camino de la verdad escogí: tus juicios he puesto delante de mí. Psalms 119:31 Allegádome he a tus testimonios, o! Jehová, no me avergüences. Psalms 119:32 Por el camino de tus mandamientos correré: cuando ensanchares mi corazón. Psalms 119:33 Enséñame, o! Jehová, el camino de tus estatutos; y guardarle he hasta el fin. Psalms 119:34 Dáme entendimiento, y guardaré tu ley; y guardarla he de todo corazón. Psalms 119:35 Guíame por la senda de tus mandamientos; porque en ella tengo mi verdad. Psalms 119:36 Inclina mi corazón a tus testimonios: y no a avaricia. Psalms 119:37 Aparta mis ojos, que no vean la vanidad: avívame en tu camino. Psalms 119:38 Confirma tu palabra a tu siervo, que te teme. Psalms 119:39 Quita de mí el oprobio que he temido; porque buenos son tus juicios. Psalms 119:40 He aquí yo he codiciado tus mandamientos: en tu justicia avívame. Psalms 119:41 Y véngame tu misericordia, o! Jehová: tu salud, conforme a tu dicho. Psalms 119:42 Y daré por respuesta a mi avergonzador, que en tu palabra he confiado. Psalms 119:43 Y no quites de mi boca palabra de verdad en ningún tiempo; porque a tu juicio espero. Psalms 119:44 Y guardaré tu ley siempre, por siglo y siglo. Psalms 119:45 Y andaré en anchura, porque busqué tus mandamientos. Psalms 119:46 Y hablaré de tus testimonios delante de los reyes; y no me avergonzaré. Psalms 119:47 Y deleitarme he en tus mandamientos, que amé. Psalms 119:48 Y alzaré mis manos a tus mandamientos, que amé; y meditaré en tus estatutos. Psalms 119:49 Acuérdate de la palabra dada a tu siervo: en la cual me has hecho esperar. Psalms 119:50 Esta es mi consolación en mi aflicción; porque tu dicho me vivificó. Psalms 119:51 Los soberbios se burlaron mucho de mí: de tu ley no me he apartado. Psalms 119:52 Acordéme, o! Jehová, de tus juicios antiguos, y me consolé. Psalms 119:53 Temblor me tomó a causa de los impíos, que dejan tu ley. Psalms 119:54 Canciones me son tus estatutos en la casa de mis peregrinaciones. Psalms 119:55 Acordéme en la noche de tu nombre, o! Jehová, y guardé tu ley. Psalms 119:56 Esto tuve, porque guardaba tus mandamientos. Psalms 119:57 Mi porción, o! Jehová, dije, será guardar tus palabras. Psalms 119:58 En tu presencia supliqué de todo corazón: ten misericordia de mí según tu dicho. Psalms 119:59 Consideré mis caminos, y torné mis pies a tus testimonios. Psalms 119:60 Apresuréme, y no me detuve, a guardar tus mandamientos. Psalms 119:61 Compañías de impíos me han saqueado: mas no me he olvidado de tu ley. Psalms 119:62 A media noche me levantaré a alabarte sobre los juicios de tu justicia. Psalms 119:63 Compañero soy yo a todos los que te temieren; y guardaren tus mandamientos. Psalms 119:64 De tu misericordia, o! Jehová, está llena la tierra: tus estatutos enséñame. Psalms 119:65 Bien has hecho con tu siervo, o! Jehová, conforme a tu palabra. Psalms 119:66 Bondad de sentido, y sabiduría enséñame, porque a tus mandamientos he creído. Psalms 119:67 Antes que fuera humillado, yo erraba: mas ahora tu palabra guardo. Psalms 119:68 Bueno eres tú, y bienhechor: enséñame tus estatutos. Psalms 119:69 Compusieron sobre mí mentira los soberbios: mas yo de todo corazón guardaré tus mandamientos. Psalms 119:70 Engrosóse su corazón como sebo: mas yo en tu ley me he deleitado. Psalms 119:71 Bueno me es haber sido humillado, para que aprenda tus estatutos. Psalms 119:72 Mejor me es la ley de tu boca, que millares de oro y de plata. Psalms 119:73 Tus manos me hicieron, y me compusieron: házme entender, y aprenderé tus mandamientos. Psalms 119:74 Los que te temen, me verán, y se alegrarán; porque a tu palabra he esperado. Psalms 119:75 Conozco, o! Jehová, que tus juicios son justicia, y que con verdad me afligiste. Psalms 119:76 Sea ahora tu misericordia para consolarme, conforme a lo que has dicho a tu siervo. Psalms 119:77 Vénganme tus misericordias, y viva; porque tu ley es mis delicias. Psalms 119:78 Sean avergonzados los soberbios, porque sin causa me han calumniado: yo empero meditaré en tus mandamientos. Psalms 119:79 Tórnense a mí los que te temen, y saben tus testimonios. Psalms 119:80 Sea mi corazón perfecto en tus estatutos; porque no sea avergonzado. Psalms 119:81 Desfalleció de deseo mi alma por tu salud, esperando a tu palabra. Psalms 119:82 Desfallecieron mis ojos por tu dicho, diciendo: ¿Cuándo me consolarás? Psalms 119:83 Porque estoy como el odre al humo: mas no he olvidado tus estatutos. Psalms 119:84 ¿Cuántos son los días de tu siervo? ¿cuándo harás juicio contra los que me persiguen? Psalms 119:85 Los soberbios me han cavado hoyos: mas no según tu ley. Psalms 119:86 Todos tus mandamientos son verdad, sin causa me persiguen, ayúdame. Psalms 119:87 Casi me han consumido por tierra: mas yo no he dejado tus mandamientos. Psalms 119:88 Conforme a tu misericordia vivifícame; y guardaré los testimonios de tu boca. Psalms 119:89 Para siempre, o! Jehová, permanece tu palabra en los cielos. Psalms 119:90 Por generación y generación es tu verdad: afirmaste la tierra, y persevera. Psalms 119:91 Por tu ordenación perseveran hasta hoy; porque todas ellas son tus siervos. Psalms 119:92 Si tu ley no hubiese sido mis delicias, ya hubiera perecido en mi aflicción. Psalms 119:93 Nunca jamás me olvidaré de tus mandamientos; porque con ellos me has vivificado. Psalms 119:94 Tuyo soy yo, guárdame; porque tus mandamientos he buscado. Psalms 119:95 Los impíos me han aguardado para destruirme: mas yo entenderé en tus testimonios. Psalms 119:96 A toda perfección he visto fin: ancho es tu mandamiento en gran manera. Psalms 119:97 ¡Cuánto he amado tu ley! todo el día ella es mi meditación. Psalms 119:98 Más que mis enemigos me has hecho sabio con tus mandamientos; porque me son eternos. Psalms 119:99 Más que todos mis enseñadores he entendido; porque tus testimonios han sido mi meditación. Psalms 119:100 Más que los viejos he entendido: porque he guardado tus mandamientos. Psalms 119:101 De todo mal camino detuve mis pies, para guardar tu palabra. Psalms 119:102 De tus juicios no me aparté; porque tú me enseñaste. Psalms 119:103 ¡Cuán dulces han sido a mi paladar tus palabras! más que la miel a mi boca. Psalms 119:104 De tus mandamientos, he adquirido entendimiento; por tanto he aborrecido todo camino de mentira. Psalms 119:105 Lámpara es a mis pies tu palabra, y lumbre a mi camino. Psalms 119:106 Juré, y afirmé, de guardar los juicios de tu justicia. Psalms 119:107 Afligido estoy en gran manera, o! Jehová: vivifícame conforme a tu palabra. Psalms 119:108 Los sacrificios voluntarios de mi boca, ruégote, o! Jehová, que te sean agradables; y enséñame tus juicios. Psalms 119:109 Mi alma está en mi palma de continuo: mas de tu ley no me he olvidado. Psalms 119:110 Los impíos me pusieron lazo: empero yo no me desvié de tus mandamientos. Psalms 119:111 Por heredad he tomado tus testimonios para siempre; porque son el gozo de mi corazón. Psalms 119:112 Mi corazón incliné a hacer tus estatutos de continuo hasta el fin. Psalms 119:113 Las cautelas aborrezco, y tu ley he amado. Psalms 119:114 Mi escondedero y mi escudo eres tú, a tu palabra he esperado. Psalms 119:115 Apartáos de mí los malignos, y guardaré los mandamientos de mi Dios. Psalms 119:116 Susténtame conforme a tu palabra, y viviré, y no me avergüences de mi esperanza. Psalms 119:117 Sosténme, y seré salvo; y deleitarme he en tus estatutos siempre. Psalms 119:118 atropellaste a todos los que yerran de tus estatutos; porque mentira es su engaño. Psalms 119:119 Como escorias hiciste deshacer a todos los impíos de la tierra: por tanto yo he amado tus testimonios. Psalms 119:120 Mi carne se ha erizado de temor de ti; y de tus juicios he tenido miedo. Psalms 119:121 Juicio y justicia he hecho: no me dejes a mis opresores. Psalms 119:122 Responde por tu siervo para bien: no me hagan violencia los soberbios. Psalms 119:123 Mis ojos desfallecieron por tu salud, y por el dicho de tu justicia. Psalms 119:124 Haz con tu siervo según tu misericordia; y enséñame tus estatutos. Psalms 119:125 Tu siervo soy yo; dáme entendimiento, para que sepa tus testimonios. Psalms 119:126 Tiempo es de hacer, o! Jehová: disipado han tu ley. Psalms 119:127 Por tanto yo he amado tus mandamientos más que el oro, y más que el oro muy puro. Psalms 119:128 Por tanto todos los mandamientos de todas las cosas estimé rectos: todo camino de mentira aborrecí. Psalms 119:129 Maravillosos son tus testimonios; por tanto los ha guardado mi alma. Psalms 119:130 El principio de tus palabras alumbra: hace entender a los simples. Psalms 119:131 Mi boca abrí y suspiré; porque deseaba tus mandamientos. Psalms 119:132 Mira a mí, y ten misericordia de mí: como acostumbras con los que aman tu nombre. Psalms 119:133 Ordena mis pasos con tu palabra; y ninguna iniquidad se enseñoree de mí. Psalms 119:134 Redímeme de la violencia de los hombres; y guardaré tus mandamientos. Psalms 119:135 Haz que tu rostro resplandezca sobre tu siervo; y enséñame tus estatutos. Psalms 119:136 Ríos de aguas descendieron de mis ojos; porque no guardaban tu ley. Psalms 119:137 Justo eres tú, o! Jehová, y rectos tus juicios. Psalms 119:138 Encargáste la justicia, es a saber, tus testimonios, y tu verdad. Psalms 119:139 Mi zelo me ha consumido; porque mis enemigos se olvidaron de tus palabras. Psalms 119:140 Afinada es tu palabra en gran manera; y tu siervo la ama. Psalms 119:141 Pequeño soy yo y desechado: mas no me he olvidado de tus mandamientos. Psalms 119:142 Tu justicia es justicia eterna; y tu ley verdad. Psalms 119:143 Aflicción y angustia me hallaron: mas tus mandamientos fueron mis delicias. Psalms 119:144 Justicia eterna son tus testimonios: dáme entendimiento, y viviré. Psalms 119:145 Clamé con todo mi corazón: respóndeme Jehová, y guardaré tus estatutos. Psalms 119:146 Clamé a ti; sálvame, y guardaré tus testimonios. Psalms 119:147 Previne al alba y clamé, esperé tu palabra. Psalms 119:148 Previnieron mis ojos las veladas, para meditar en tus palabras. Psalms 119:149 Oye mi voz conforme a tu misericordia, o! Jehová: vivifícame conforme a tu juicio. Psalms 119:150 Acercáronse los que me persiguen a la maldad: alejáronse de tu ley. Psalms 119:151 Cercano estás tú, Jehová, y todos tus mandamientos son verdad. Psalms 119:152 Ya ha mucho que he entendido de tus mandamientos, que para siempre los fundaste. Psalms 119:153 Mira mi aflicción, y escápame; porque de tu ley no me he olvidado, Psalms 119:154 Pleitea mi pleito, y redímeme: vivifícame con tu palabra. Psalms 119:155 Lejos está de los impíos la salud; porque no buscan tus estatutos. Psalms 119:156 Muchas son tus misericordias, o! Jehová: vivifícame conforme a tus juicios. Psalms 119:157 Muchos son mis persiguidores y mis enemigos; mas de tus testimonios no me he apartado. Psalms 119:158 Veía a los prevaricadores, y carcomíame; porque no guardaban tus palabras. Psalms 119:159 Mira, o! Jehová, que amo tus mandamientos: vivifícame conforme a tu misericordia. Psalms 119:160 El principio de tu palabra es verdad; y eterno todo juicio de tu justicia. Psalms 119:161 Príncipes me han perseguido sin causa: mas de tus palabras tuvo miedo mi corazón. Psalms 119:162 Regocíjome yo sobre tu palabra, como el que halla muchos despojos. Psalms 119:163 La mentira aborrezco, y abomino; tu ley amo. Psalms 119:164 Siete veces al día te alabo sobre los juicios de tu justicia. Psalms 119:165 Mucha paz tienen los que aman tu ley; y no hay para ellos tropezón. Psalms 119:166 Tu salud he esperado, o! Jehová; y tus mandamientos he practicado. Psalms 119:167 Mi alma ha guardado tus testimonios; y en gran manera los he amado. Psalms 119:168 Guardado he tus mandamientos, y tus testimonios; porque todos mis caminos están delante de ti. Psalms 119:169 Acérquese mi clamor delante de ti, o! Jehová: dáme entendimiento conforme a tu palabra. Psalms 119:170 Venga mi oración delante de ti: escápame conforme a tu dicho. Psalms 119:171 Mis labios rebosarán alabanza, cuando me enseñares tus estatutos. Psalms 119:172 Hablará mi lengua tus palabras; porque todos tus mandamientos son justicia. Psalms 119:173 Sea tu mano en mi socorro; porque tus mandamientos he escogido. Psalms 119:174 Deseado he tu salud, o! Jehová; y tu ley es mis delicias. Psalms 119:175 Viva mi alma, y alábete; y tus juicios me ayuden. Psalms 119:176 Yo me perdí, como oveja que se pierde: busca a tu siervo, porque no me he olvidado de tus mandamientos. Psalms 120:0 Psalms 120:1 A Jehová llamé estando en angustia; y él me respondió. Psalms 120:2 Jehová, escapa mi alma del labio mentiroso: de la lengua engañosa. Psalms 120:3 ¿Qué te dará a ti, o qué te añadirá la lengua engañosa? Psalms 120:4 Es como saetas de valiente agudas con brasas de enebros. Psalms 120:5 ¡Ay de mí que peregrino en Mesec: habito con las tiendas de Cedar! Psalms 120:6 Mucho se detiene mi alma con los que aborrecen la paz. Psalms 120:7 Yo soy pacífico; y cuando hablo, ellos guerrean. Psalms 121:0 Psalms 121:1 Alzaré mis ojos a los montes de donde vendrá mi socorro. Psalms 121:2 Mi socorro es de parte de Jehová; que hizo los cielos y la tierra. Psalms 121:3 No dará tu pie al resbaladero: ni se dormirá el que te guarda. Psalms 121:4 He aquí, no se adormecerá, ni dormirá el que guarda a Israel. Psalms 121:5 Jehová será tu guardador: Jehová será tu sombra sobre tu mano derecha. Psalms 121:6 De día el sol no te fatigará, ni la luna de noche. Psalms 121:7 Jehová te guardará de todo mal; él guardará a tu alma. Psalms 121:8 Jehová guardará tu salida, y tu entrada, desde ahora y hasta siempre. Psalms 122:0 Psalms 122:1 Yo me alegré con los que me decían: A la casa de Jehová iremos. Psalms 122:2 Nuestros pies estuvieron en tus puertas, o! Jerusalem. Psalms 122:3 Jerusalem, la que es edificada como una ciudad que está unida consigo a una. Psalms 122:4 Porque allá subieron las tribus, las tribus de Jehová, el testimonio a Israel, para alabar el nombre de Jehová. Psalms 122:5 Porque allá están las sillas del juicio: las sillas de la casa de David. Psalms 122:6 Demandád la paz de Jerusalem: sean pacificados los que te aman. Psalms 122:7 Haya paz en tu antemuro, descanso en tus palacios. Psalms 122:8 A causa de mis hermanos y mis compañeros hablaré ahora paz de ti. Psalms 122:9 A causa de la casa de Jehová nuestro Dios buscaré bien para ti. Psalms 123:0 Psalms 123:1 A ti alcé mis ojos, el que habitas en los cielos. Psalms 123:2 He aquí, como los ojos de los siervos miran a la mano de sus señores: como los ojos de la sierva a la mano de su señora, así nuestros ojos miran a Jehová nuestro Dios: hasta que haya misericordia de nosotros. Psalms 123:3 Ten misericordia de nosotros: o! Jehová, ten misericordia de nosotros; porque estamos muy hartos de menosprecio. Psalms 123:4 Muy harta está nuestra alma del escarnio de los sosegados: del menosprecio de los soberbios. Psalms 124:0 Psalms 124:1 A no haber estado Jehová por nosotros, dígalo ahora Israel: Psalms 124:2 A no haber estado Jehová por nosotros, cuando se levantaron contra nosotros los hombres; Psalms 124:3 Vivos nos tragaran entonces: cuando se encendió su furor en nosotros: Psalms 124:4 Entonces las aguas inundaran sobre nosotros: el arroyo pasara sobre nuestra alma. Psalms 124:5 Entonces pasaran sobre nuestra alma las aguas soberbias. Psalms 124:6 Bendito Jehová que no nos dio por presa a sus dientes. Psalms 124:7 Nuestra alma, como ave, escapó del lazo de los cazadores: el lazo se quebró, y nosotros escapamos. Psalms 124:8 Nuestro socorro fue en el nombre de Jehová, que hizo el cielo y la tierra. Psalms 125:0 Psalms 125:1 Los que confían en Jehová, son como el monte de Sión, que no deslizará: para siempre estará. Psalms 125:2 Jerusalem, montes al rededor de ella, y Jehová al rededor de su pueblo, desde ahora y para siempre. Psalms 125:3 Porque no reposará la vara de la impiedad sobre la suerte de los justos; porque no extiendan los justos sus manos a la iniquidad. Psalms 125:4 ¶ Haz bien, o! Jehová, a los buenos, y a los rectos en sus corazones. Psalms 125:5 Y a los que se apartan tras sus perversidades, Jehová les llevará con los que obran iniquidad; y paz será sobre Israel. Psalms 126:0 Psalms 126:1 Cuando Jehová hiciere tornar los cautivos de Sión, seremos como los que sueñan. Psalms 126:2 Entonces nuestra boca se henchirá de risa, y nuestra lengua de alabanza: entonces dirán entre los Gentiles: Grandes cosas ha hecho Jehová con estos. Psalms 126:3 Grandes cosas ha hecho Jehová con nosotros: seremos alegres. Psalms 126:4 Haz volver, o! Jehová, nuestros cautivos, como los arroyos en el austro. Psalms 126:5 Los que sembraron con lágrimas, con regocijos segarán. Psalms 126:6 Irá yendo y llorando el que lleva la preciosa simiente: mas viniendo, vendrá con regocijo trayendo sus gavillas. Psalms 127:0 Psalms 127:1 Si Jehová no edificare la casa, en vano trabajan los que la edifican: Si Jehová no guardare la ciudad, en vano vela la guarda. Psalms 127:2 Por demás os es el madrugar a levantaros, el veniros tarde a reposar, el comer pan de dolores: así dará a su amado el sueño. Psalms 127:3 ¶ He aquí, heredad de Jehová son los hijos: cosa de estima el fruto de vientre. Psalms 127:4 Como saetas en mano del valiente, así son los hijos de las juventudes. Psalms 127:5 Bienaventurado el varón que hinchió su aljaba de ellos: no será avergonzado, cuando hablare con los enemigos en la puerta. Psalms 128:0 Psalms 128:1 Bienaventurado todo aquel que teme a Jehová, que anda en sus caminos. Psalms 128:2 Cuando comieres el trabajo de tus manos, bienaventurado tú, y bien habrás. Psalms 128:3 Tú mujer será coma la parra, que lleva fruto a los lados de tu casa: tus hijos, como plantas de olivas, al rededor de tu mesa. Psalms 128:4 He aquí que así será bendito el varón que teme a Jehová. Psalms 128:5 Bendígate Jehová desde Sión; y veas el bien de Jerusalem todos los días de tu vida. Psalms 128:6 Y veas a los hijos de tus hijos, la paz sobre Israel. Psalms 129:0 Psalms 129:1 Mucho me han angustiado desde mi juventud, dígalo ahora Israel; Psalms 129:2 Mucho me han angustiado desde mi juventud: mas no prevalecieron contra mí. Psalms 129:3 Sobre mis espaldas araron gañanes: hicieron luengos surcos: Psalms 129:4 Mas Jehová justo, cortó las coyundas de los impíos. Psalms 129:5 Serán avergonzados, y vueltos atrás, todos los que aborrecen a Sión. Psalms 129:6 Serán como la yerba de los tejados: que antes que salga, se seca; Psalms 129:7 De la cual no hinchió su mano segador; ni su brazo el que hace gavillas. Psalms 129:8 Ni dijeron los que pasaron: Bendición de Jehová sea sobre vosotros: os bendecimos en nombre de Jehová. Psalms 130:0 Psalms 130:1 De los profundos te llamo, o! Jehová. Psalms 130:2 Señor, oye mi voz. Sean tus orejas atentas a la voz de mi oración. Psalms 130:3 Jehová, si mirares a los pecados, Señor ¿quién persistirá? Psalms 130:4 Por lo cual hay perdón acerca de ti: para que seas temido. Psalms 130:5 Yo esperé a Jehová, mi alma esperó: a su palabra he esperado. Psalms 130:6 Mi alma esperó a Jehová, más que las guardas esperan a la mañana: las guardas a la mañana. Psalms 130:7 Espere Israel a Jehová, porque con Jehová está la misericordia; y abundante redención cerca de él. Psalms 130:8 Y él redimirá a Israel de todos sus pecados. Psalms 131:0 Psalms 131:1 Jehová, no se ensoberbeció mi corazón, ni mis ojos se enaltecieron: ni anduve en grandezas, ni en cosas maravillosas más de lo que me pertenecía. Psalms 131:2 Si no puse, e hice callar mi alma, sea yo como el destetado de su madre, como el destetado de mi vida. Psalms 131:3 Espera, o! Israel, a Jehová desde ahora y hasta siempre. Psalms 132:0 Psalms 132:1 Acuérdate, o! Jehová, de David, de toda su aflicción: Psalms 132:2 Que juró a Jehová, prometió al fuerte de Jacob: Psalms 132:3 No entraré en la morada de mi casa: no subiré sobre el lecho de mi estrado: Psalms 132:4 No daré sueño a mis ojos, ni a mis párpados adormecimiento, Psalms 132:5 Hasta que halle lugar para Jehová, moradas para el fuerte de Jacob. Psalms 132:6 He aquí, en Efrata oímos de ella: hallámosla en los campos del bosque. Psalms 132:7 Entraremos en sus tiendas: encorvarnos hemos al estrado de sus pies. Psalms 132:8 Levántate, o! Jehová, a tu reposo, tú, y el arca de tu fortaleza. Psalms 132:9 Tus sacerdotes vistan justicia; y tus piadosos se regocijen. Psalms 132:10 Por amor de David tu siervo no vuelvas de tu ungido el rostro. Psalms 132:11 Juró Jehová verdad a David, no se apartará de ella: de fruto de tu vientre pondré sobre tu trono. Psalms 132:12 Si tus hijos guardaren mi alianza, y mi testimonio que yo les enseñaré: sus hijos también se asentarán sobre tu trono para siempre. Psalms 132:13 Porque Jehová ha elegido a Sión: la codició por habitación para sí. Psalms 132:14 Este será mi reposo para siempre: aquí habitaré, porque la he codiciado. Psalms 132:15 A su mantenimiento daré bendición: sus pobres hartaré de pan. Psalms 132:16 Y a sus sacerdotes vestiré de salud; y sus piadosos exultarán de gozo. Psalms 132:17 Allí haré reverdecer el cuerno de David: yo he aparejado lámpara a mi ungido. Psalms 132:18 A sus enemigos vestiré de confusión; y sobre él florecerá su corona. Psalms 133:0 Psalms 133:1 ¡Mirád, cuán bueno, y cuán suave es habitar los hermanos también en uno! Psalms 133:2 Como el buen óleo sobre la cabeza, que desciende sobre la barba, la barba de Aarón, que desciende sobre el borde de sus vestiduras: Psalms 133:3 Como el rocío de Hermón, que desciende sobre los montes de Sión. Porque allí envía Jehová bendición, y vida eterna. Psalms 134:0 Psalms 134:1 Mirád, bendecíd a Jehová todos los siervos de Jehová, los que estáis en la casa de Jehová, en las noches: Psalms 134:2 Alzád vuestras manos al santuario, y bendecíd a Jehová. Psalms 134:3 Bendígate Jehová desde Sión, el que hizo los cielos y la tierra. Psalms 135:0 Psalms 135:1 Alabád el nombre de Jehová, alabád siervos de Jehová. Psalms 135:2 Los que estáis en la casa de Jehová, en los patios de la casa de nuestros Dios. Psalms 135:3 Alabád a Jehová, porque es bueno Jehová: cantád salmos a su nombre, porque es suave. Psalms 135:4 Porque Jehová ha escogido a Jacob para sí, a Israel por su posesión. Psalms 135:5 Porque yo sé que Jehová es grande, y el Señor nuestro mayor que todos los dioses. Psalms 135:6 Todo lo que quiso Jehová, hizo en los cielos y en la tierra, en las mares, y en todos los abismos. Psalms 135:7 El que hace subir las nubes del cabo de la tierra: hizo los relámpagos para la lluvia; el que saca los vientos de sus tesoros. Psalms 135:8 El que hirió a los primogénitos de Egipto desde el hombre hasta la bestia. Psalms 135:9 Envió señales y prodigios en medio de ti, o! Egipto: en Faraón, y en todos sus siervos. Psalms 135:10 El que hirió a muchas naciones; y mató a reyes poderosos: Psalms 135:11 A Sejón rey Amorreo, y a Og rey de Basán, y a todos los reinos de Canaán. Psalms 135:12 Y dio la tierra de ellos en heredad: en heredad a Israel su pueblo. Psalms 135:13 Jehová, tu nombre es eterno: Jehová, tu memoria para generación y generación. Psalms 135:14 Porque Jehová juzgará a su pueblo; y sobre sus siervos se arrepentirá. Psalms 135:15 Los ídolos de los Gentiles son plata y oro: obra de manos de hombre. Psalms 135:16 Tienen boca, y no hablan: tienen ojos y no ven. Psalms 135:17 Tienen orejas y no escuchan; tampoco hay espíritu en sus bocas. Psalms 135:18 Como ellos sean los que los hacen; y todos los que en ellos confían. Psalms 135:19 Casa de Israel bendecíd a Jehová: Casa de Aarón bendecíd a Jehová: Psalms 135:20 Casa de Leví bendecíd a Jehová: los que teméis a Jehová, bendecíd a Jehová. Psalms 135:21 Bendito Jehová de Sión, el que mora en Jerusalem. Alelu-Jah. Psalms 136:0 Psalms 136:1 Alabád a Jehová, porque es bueno; porque para siempre es su misericordia. Psalms 136:2 Alabád al Dios de dioses; porque para siempre es su misericordia. Psalms 136:3 Alabád al Señor de señores; porque para siempre es su misericordia. Psalms 136:4 Al que solo hace grandes maravillas; porque para siempre es su misericordia. Psalms 136:5 Al que hizo los cielos con entendimiento; porque para siempre es su misericordia. Psalms 136:6 Al que tendió la tierra sobre las aguas; porque para siempre es su misericordia. Psalms 136:7 Al que hizo los grandes luminares; porque para siempre es su misericordia. Psalms 136:8 El sol para que dominase en el día; porque para siempre es su misericordia. Psalms 136:9 La luna y las estrellas para que dominasen en la noche; porque para siempre es su misericordia. Psalms 136:10 ¶ Al que hirió a Egipto con sus primogénitos; porque para siempre es su misericordia. Psalms 136:11 Al que sacó a Israel de en medio de ellos; porque para siempre es su misericordia. Psalms 136:12 Con mano fuerte, y brazo extendido; porque para siempre es su misericordia. Psalms 136:13 Al que partió al mar Bermejo en partes; porque para siempre es su misericordia. Psalms 136:14 E hizo pasar a Israel por medio de él; porque para siempre es su misericordia. Psalms 136:15 Y sacudió a Faraón y a su ejército en el mar Bermejo; porque para siempre es su misericordia. Psalms 136:16 Al que pastoreó a su pueblo por el desierto; porque para siempre es su misericordia. Psalms 136:17 Al que hirió a grandes reyes; porque para siempre es su misericordia. Psalms 136:18 Y mató a reyes poderosos; porque para siempre es su misericordia. Psalms 136:19 A Sejón rey Amorreo; porque para siempre es su misericordia. Psalms 136:20 Y a Og rey de Basán; porque para siempre es su misericordia. Psalms 136:21 Y dio la tierra de ellos en heredad; porque para siempre es su misericordia. Psalms 136:22 En heredad a Israel su siervo; porque para siempre es su misericordia. Psalms 136:23 ¶ El que en nuestro abatimiento se acordó de nosotros; porque para siempre es su misericordia. Psalms 136:24 Y nos rescató de nuestros enemigos; porque para siempre es su misericordia. Psalms 136:25 El que da mantenimiento a toda carne; porque para siempre es su misericordia. Psalms 136:26 Alabád al Dios de los cielos; porque para siempre es su misericordia. Psalms 137:0 Psalms 137:1 Junto a los ríos de Babilonia, allí nos sentámos: también llorámos acordándonos de Sión. Psalms 137:2 Sobre los sauces que están en medio de ella colgamos nuestras arpas. Psalms 137:3 Cuando nos pedían allí, los que nos cautivaron, las palabras de la canción, colgadas nuestras arpas de alegría: Cantádnos de las canciones de Sión. Psalms 137:4 ¿Cómo cantaremos canción de Jehová en tierra de extraños? Psalms 137:5 Si me olvidare de ti, o! Jerusalem, mi diestra sea olvidada. Psalms 137:6 Mi lengua se pegue a mi paladar, si no me acordare de ti: si no hiciere subir a Jerusalem en el principio de mi alegría. Psalms 137:7 Acuérdate, o! Jehová, de los hijos de Edom en el día de Jerusalem; que decían: Descubríd, descubríd en ella hasta los cimientos. Psalms 137:8 Hija de Babilonia destruida, bienaventurado el que te pagará tu pago, que nos pagaste a nosotros. Psalms 137:9 Bienaventurado el que tomará, y estrellará tus niños contra las piedras. Psalms 138:0 Psalms 138:1 Alabarte he con todo mi corazón: delante de los dioses te cantaré salmos. Psalms 138:2 Encorvarme he al templo de tu santidad, y alabaré tu nombre sobre tu misericordia y tu verdad; porque has hecho magnífico tu nombre, y tu palabra sobre todas las cosas. Psalms 138:3 El día que te llamé, me respondiste, esforzásteme, y diste en mi alma fortaleza. Psalms 138:4 Confesarte han, o! Jehová, todos los reyes de la tierra; porque oyeron las palabras de tu boca. Psalms 138:5 Y cantarán en los caminos de Jehová: que la gloria de Jehová es grande. Psalms 138:6 Porque el alto Jehová mira al humilde, y al altivo conoce de lejos. Psalms 138:7 Si anduviere por medio de la angustia, me vivificarás: contra la ira de mis enemigos extenderás tu mano, y tu diestra me salvará. Psalms 138:8 Jehová cumplirá por mí, Jehová, tu misericordia es para siempre; no dejarás la obra de tus manos. Psalms 139:0 Psalms 139:1 Jehová, me has examinado, y conocido. Psalms 139:2 Tú has conocido mi sentarme y mi levantarme, has entendido desde lejos mis pensamientos. Psalms 139:3 Mi senda, y mi acostarme has rodeado; y todos mis caminos has conocido. Psalms 139:4 Porque aun no está la palabra en mi lengua, y, he aquí, Jehová, tú la supiste toda. Psalms 139:5 Detrás y delante me formaste; y pusiste sobre mí tu mano. Psalms 139:6 Más maravillosa es la ciencia que mi capacidad: alta es, no puedo comprenderla. Psalms 139:7 ¿A dónde me iré de tu Espíritu? ¿y a dónde huiré de delante de ti? Psalms 139:8 Si subiere a los cielos, allí estás tú; y si hiciere mi estrado en el infierno, héte allí. Psalms 139:9 Si tomare las alas del alba, y habitare en el cabo de la mar, Psalms 139:10 Aun allí me guiará tu mano; y me trabará tu diestra. Psalms 139:11 Si dijere: Ciertamente las tinieblas me encubrirán: aun la noche resplandecerá por causa de mí. Psalms 139:12 Aun las tinieblas no encubren nada de ti; y la noche resplandece como el día: las tinieblas son como la luz. Psalms 139:13 Porque tú poseiste mis riñones; cubrísteme en el vientre de mi madre. Psalms 139:14 Confesarte he, porque terribles y maravillosas son tus obras: estoy maravillado, y mi alma lo conoce en gran manera. Psalms 139:15 No fue encubierto mi cuerpo de ti, aunque yo fui hecho en secreto: fue entretejido en los profundos de la tierra. Psalms 139:16 Mi imperfección vieron tus ojos; y en tu libro estaban todas aquellas cosas escritas, que fueron entonces formadas, sin faltar una de ellas. Psalms 139:17 Así que ¡cuán preciosos me son tus pensamientos, o! Dios! ¡Cuán multiplicadas son sus cuentas! Psalms 139:18 Si las cuento, multiplícanse más que la arena: despierto, y aun estoy contigo. Psalms 139:19 ¶ Si matases, o! Dios, al impío; y los varones de sangres se quitasen de mí; Psalms 139:20 Que te dicen blasfemias: ensoberbécense en vano tus enemigos. Psalms 139:21 ¿No tuve en odio, o! Jehová, a los que te aborrecieron? ¿y peleo contra tus enemigos? Psalms 139:22 De entero odio los aborrecí: túvelos por enemigos. Psalms 139:23 ¶ Examíname, o! Dios, y conoce mi corazón: pruébame, y conoce mis pensamientos. Psalms 139:24 Y ve si hay en mí camino de perversidad; y guíame en el camino del mundo. Psalms 140:0 Psalms 140:1 Escápame, o! Jehová, de hombre malo: de varón de iniquidades guárdame: Psalms 140:2 Que pensaron males en el corazón: cada día juntaron contiendas. Psalms 140:3 Aguzaron su lengua como la serpiente: veneno de áspid hay debajo de sus labios. Selah. Psalms 140:4 Guárdame, o! Jehová, de manos de impío, de varón de injurias guárdame: que han pensado de rempujar mis pasos. Psalms 140:5 Soberbios me han escondido lazo y cuerdas: han tendido red: en el lugar de la senda me han puesto lazos. Selah. Psalms 140:6 He dicho a Jehová: Dios mío eres tú: escucha, o! Jehová, la voz de mis ruegos. Psalms 140:7 Jehová, Señor, fortaleza de mi salud, cubre mi cabeza el día de las armas. Psalms 140:8 No des, o! Jehová, al impío sus deseos: no saques en efecto su pensamiento, y se ensoberbezcan. Selah. Psalms 140:9 La cabeza de los que me cercan, la perversidad de sus labios la cubra. Psalms 140:10 Caigan sobre ellos brasas: en el fuego les haga Dios caer: en profundos hoyos, de donde no salgan. Psalms 140:11 El varón de lengua no sea firme en la tierra: al varón de injuria cace el mal para rempujones. Psalms 140:12 Yo sé que hará Jehová el juicio del afligido, el juicio de los menesterosos. Psalms 140:13 Ciertamente los justos alabarán tu nombre: los rectos estarán en tu presencia. Psalms 141:0 Psalms 141:1 Jehová, a ti he llamado, apresúrate a mí: escucha mi voz, cuando te llamare. Psalms 141:2 Sea enderezada mi oración delante de ti como un perfume: el don de mis manos como un presente de la tarde. Psalms 141:3 Pon, o! Jehová, guarda a mi boca: guarda la puerta de mis labios. Psalms 141:4 No inclines mi corazón a cosa mala: a hacer obras con impiedad con los varones que obran iniquidad; y no coma yo de sus delicias. Psalms 141:5 Hiérame el justo con misericordia, y repréndame; y aceite de cabeza no unte mi cabeza: porque aun también mi oración será contra sus males. Psalms 141:6 Sean derribados en lugares peñascosos sus jueces; y oigan mis palabras que son suaves. Psalms 141:7 Como quien parte e hiende leños en tierra, son esparcidos nuestros huesos a la boca de la sepultura: Psalms 141:8 Por tanto a ti, o! Jehová, Señor, miran mis ojos, en ti he confiado: no tengas en poco a mi alma. Psalms 141:9 ¶ Guárdame de las manos del lazo que me han tendido; y de los lazos de los que obran iniquidad. Psalms 141:10 Caigan los impíos a una en sus redes, mientras yo pasaré para siempre. Psalms 142:0 Psalms 142:1 Con mi voz clamaré a Jehová: con mi voz pediré misericordia a Jehová. Psalms 142:2 Delante de él derramaré mi querella: delante de él denunciaré mi angustia. Psalms 142:3 Cuando mi espíritu se angustiaba dentro de mí, tu conociste mi senda: en el camino en que andaba, me escondieron lazo. Psalms 142:4 Consideraba hacia mi mano derecha y miraba, y no había quien me conociese: no tuve refugio, no había quien volviese por mi vida. Psalms 142:5 Clamé a ti, o! Jehová; dije: Tú eres mi esperanza, y mi porción en la tierra de los vivientes. Psalms 142:6 Escucha mi clamor, que estoy afligido mucho: escápame de los que me persiguen; porque son más fuertes que yo. Psalms 142:7 Saca mi alma de la cárcel, para que alabe tu nombre: conmigo se coronarán los justos, cuando me hubieres hecho bien. Psalms 143:0 Psalms 143:1 Jehová, oye mi oración, escucha mis ruegos por tu verdad: respóndeme por tu justicia. Psalms 143:2 Y no entres en juicio con tu siervo; porque no se justificará delante de ti ningún viviente. Psalms 143:3 Porque ha perseguido el enemigo mi alma: ha quebrantado a tierra mi vida: me ha hecho habitar en tinieblas como los ya muertos. Psalms 143:4 Y mi espíritu se angustió dentro de mí: mi corazón se pasmó. Psalms 143:5 Acordéme de los días antiguos: meditaba en todas tus obras: meditaba en las obras de tus manos. Psalms 143:6 Extendí mis manos a ti: mi alma, como la tierra sedienta, a ti. Selah. Psalms 143:7 Respóndeme presto, o! Jehová, que desmaya mi espíritu: no escondas de mí tu rostro, y sea semejante a los que descienden a la sepultura. Psalms 143:8 Házme oír por la mañana tu misericordia, porque en ti he confiado: házme saber el camino por donde ande, porque a ti he alzado mi alma. Psalms 143:9 Escápame de mis enemigos, o! Jehová: a ti me acojo. Psalms 143:10 Enséñame a hacer tu voluntad, porque tú eres mi Dios. Tu buen Espíritu me guie a tierra de rectitud. Psalms 143:11 Por tu nombre, o! Jehová, me vivificarás; por tu justicia sacarás mi alma de angustia. Psalms 143:12 Y por tu misericordia disiparás mis enemigos, y destruirás todos los adversarios de mi alma; porque yo soy tu siervo. Psalms 144:0 Psalms 144:1 Bendito Jehová mi roca, que enseña mis manos a la batalla, y mis dedos a la guerra. Psalms 144:2 Misericordia mía, y mi castillo: altura mía, y mi libertador: escudo mío en quien he confiado: el que allana mi pueblo delante de mí. Psalms 144:3 O! Jehová, ¿qué es el hombre, que te haces familiar a él? ¿el hijo del hombre, para que le estimes? Psalms 144:4 El hombre es semejante a la vanidad: sus días son como la sombra que pasa. Psalms 144:5 ¶ O! Jehová, inclina tus cielos y desciende: toca los montes, y humeen. Psalms 144:6 Relampaguea relámpagos, y disípalos; envía tus saetas, y contúrbalos. Psalms 144:7 Envía tu mano desde lo alto: redímeme, y escápame de las muchas aguas: de la mano de los hijos extraños. Psalms 144:8 Cuya boca habla vanidad; y su diestra es diestra de mentira. Psalms 144:9 O! Dios, a ti cantaré canción nueva: con salterio, con decacordio cantaré a ti. Psalms 144:10 El que da salud a los reyes: el que redime a David su siervo de perniciosa espada. Psalms 144:11 Redímeme, y escápame de mano de los hijos extraños: cuya boca habla vanidad, y su diestra es diestra de mentira. Psalms 144:12 ¶ Que nuestros hijos sean como plantas crecidas en su juventud: nuestras hijas como las esquinas labradas a manera del palacio: Psalms 144:13 Nuestros rincones llenos, proveidos de toda suerte de grano: nuestros ganados que paran a millares, y a diez millares en nuestras plazas. Psalms 144:14 Nuestros bueyes cargados de carnes, no haya portillo, ni quien salga, ni quien dé grita en nuestras calles. Psalms 144:15 Bienaventurado el pueblo que tiene esto: bienaventurado el pueblo, cuyo Dios es Jehová. Psalms 145:0 Psalms 145:1 Ensalzarte he, mi Dios y Rey; y bendeciré a tu nombre por el siglo y para siempre. Psalms 145:2 Cada día te bendeciré; y alabaré tu nombre por el siglo y para siempre. Psalms 145:3 Grande es Jehová, y digno de alabanza en gran manera; y su grandeza no puede ser comprendida. Psalms 145:4 Generación a generación enarrará tus obras; y anunciarán tus valentías. Psalms 145:5 La hermosura de la gloria de tu magnificencia, y tus hechos maravillosos hablaré. Psalms 145:6 Y la terribilidad de tus valentías dirán; y tu grandeza recontaré. Psalms 145:7 La memoria de la muchedumbre de tu bondad rebosarán; y tu justicia cantarán. Psalms 145:8 Clemente y misericordioso es Jehová: luengo de iras, y grande en misericordia. Psalms 145:9 Bueno es Jehová para con todos; y sus misericordias, sobre todas sus obras. Psalms 145:10 Alábente, o! Jehová, todas tus obras; y tus misericordiosos te bendigan. Psalms 145:11 La gloria de tu reino digan; y hablen de tu fortaleza: Psalms 145:12 Para notificar a los hijos de Adam sus valentías; y la gloria de la magnificencia de su reino. Psalms 145:13 Tu reino es reino de todos los siglos; y tu señorío en toda generación y generación. Psalms 145:14 Sostiene Jehová a todos los que caen; y levanta a todos los oprimidos. Psalms 145:15 Los ojos de todas las cosas esperan a ti; y tú les das su comida en su tiempo. Psalms 145:16 Abres tu mano, y hartas de voluntad a todo viviente. Psalms 145:17 Justo es Jehová en todos sus caminos, y misericordioso en todas sus obras. Psalms 145:18 Cercano está Jehová a todos los que le invocan: a todos los que le invocan con verdad. Psalms 145:19 La voluntad de los que le temen, hará; y su clamor oirá, y los salvará. Psalms 145:20 Jehová guarda a todos los que le aman; y a todos los impíos destruirá. Psalms 145:21 La alabanza de Jehová hablará mi boca; y bendiga toda carne su santo nombre, por el siglo y para siempre. Psalms 146:0 Psalms 146:1 Alaba, o! alma mía, a Jehová. Psalms 146:2 Alabaré a Jehová en mi vida: diré salmos a mi Dios mientras viviere. Psalms 146:3 No confiéis en los príncipes, ni en hijo de hombre; porque no hay en él salud. Psalms 146:4 Saldrá su espíritu, volverse ha el hombre en su tierra: en aquel día perecerán sus pensamientos. Psalms 146:5 ¶ Bienaventurado aquel cuyo ayudador es el Dios de Jacob: cuya esperanza es en Jehová su Dios. Psalms 146:6 El que hizo los cielos y la tierra: la mar, y todo lo que en ello está: el que guarda verdad para siempre: Psalms 146:7 El que hace derecho a los agraviados, el que da pan a los hambrientos: Jehová el que suelta a los aprisionados: Psalms 146:8 Jehová es el que abre los ojos a los ciegos: Jehová el que ama a los justos: Psalms 146:9 Jehová el que guarda a los extranjeros: al huérfano y a la viuda levanta; y el camino de los impíos trastorna. Psalms 146:10 Reinará Jehová para siempre: tu Dios, o! Sión, por generación y generación. Alelu-Jah. Psalms 147:0 Psalms 147:1 Alabád a Jehová; porque es bueno cantar salmos a nuestro Dios; porque suave y hermosa es la alabanza. Psalms 147:2 El que edifica a Jerusalem, Jehová: los echados de Israel recogerá. Psalms 147:3 El que sana a los quebrantados de corazón; y el que liga sus dolores. Psalms 147:4 El que cuenta el número de las estrellas, y a todas ellas llama por sus nombres. Psalms 147:5 Grande es el Señor nuestro, y de mucho poder; y de su entendimiento no hay número. Psalms 147:6 El que ensalza a los humildes, Jehová: el que humilla a los impíos hasta la tierra. Psalms 147:7 Cantád a Jehová con alabanza: cantád a nuestro Dios con arpa. Psalms 147:8 El que cubre los cielos de nubes; el que apareja la lluvia para la tierra: el que hace a los montes producir yerba. Psalms 147:9 El que da a la bestia su mantenimiento: a los hijos de los cuervos que claman a él. Psalms 147:10 No toma contentamiento en la fortaleza del caballo: ni se deleita con las piernas del varón. Psalms 147:11 Ama Jehová a los que le temen: a los que esperan en su misericordia. Psalms 147:12 Alaba, Jerusalem, a Jehová: alaba, Sión, a tu Dios. Psalms 147:13 Porque fortificó los cerrojos de tus puertas: bendijo a tus hijos dentro de ti. Psalms 147:14 El que pone por tu término la paz; y de grosura de trigo te hará hartar. Psalms 147:15 El que envía su palabra a la tierra; y muy presto corre su palabra. Psalms 147:16 El que da la nieve como lana: derrama la helada como ceniza. Psalms 147:17 El que echa su hielo como en pedazos; ¿delante de su frío quién estará? Psalms 147:18 Enviará su palabra, y desleirlos ha: soplará su viento, gotearán las aguas. Psalms 147:19 El que denuncia sus palabras a Jacob, sus estatutos y sus juicios a Israel. Psalms 147:20 No ha hecho esto con toda nación; y sus juicios no los conocieron. Alelu-Jah. Psalms 148:0 Psalms 148:1 Alabád a Jehová desde los cielos: alabádle en las alturas. Psalms 148:2 Alabádle todos sus ángeles: alabádle todos sus ejércitos. Psalms 148:3 Alabádle el sol y la luna: alabádle todas las estrellas de luz. Psalms 148:4 Alabádle los cielos de los cielos; y las aguas que están sobre los cielos. Psalms 148:5 Alaben el nombre de Jehová; porque él mandó, y fueron creadas. Psalms 148:6 Y las hizo ser para siempre, por el siglo: púsoles ley que no será quebrantada. Psalms 148:7 Alabád a Jehová, de la tierra, los dragones y todos los abismos. Psalms 148:8 El fuego, y el granizo; la nieve y el vapor: el viento de tempestad que hace su palabra: Psalms 148:9 Los montes, y todos los collados: el árbol de fruto, y todos los cedros: Psalms 148:10 La bestia, y todo animal: lo que va arrastrando, y el ave de alas. Psalms 148:11 Los reyes de la tierra, y todos los pueblos: los príncipes, y todos los jueces de la tierra. Psalms 148:12 Los mancebos, y también las doncellas: los viejos con los mozos. Psalms 148:13 Alaben el nombre de Jehová; porque su nombre de él solo es ensalzado: su gloria es sobre tierra y cielos. Psalms 148:14 El ensalzó el cuerno de su pueblo: alábenle todos sus misericordiosos: los hijos de Israel, el pueblo a él cercano. Alelu-Jah. Psalms 149:0 Psalms 149:1 Cantád a Jehová canción nueva: su alabanza sea en la congregación de los misericordiosos. Psalms 149:2 Alégrese Israel con su hacedor: los hijos de Sión se regocijen con su Rey. Psalms 149:3 Alaben su nombre con corro: con adufe y arpa canten a él. Psalms 149:4 Porque Jehová toma contentamiento con su pueblo: hermoseará a los humildes con salud. Psalms 149:5 Regocijarse han los piadosos con gloria: cantarán sobre sus camas. Psalms 149:6 Ensalzamientos de Dios estarán en sus gargantas; y espadas de dos filos en sus manos: Psalms 149:7 Para hacer venganza de los Gentiles: castigos en los pueblos. Psalms 149:8 Para aprisionar a sus reyes en grillos; y a sus nobles en cadenas de hierro. Psalms 149:9 Para hacer en ellos el juicio escrito: esta será la gloria de todos sus piadosos. Alelu-Jah. Psalms 150:0 Psalms 150:1 Alabád a Dios en su santuario: alabádle en el extendimiento de su fortaleza. Psalms 150:2 Alabádle en sus valentías: alabádle conforme a la muchedumbre de su grandeza. Psalms 150:3 Alabádle a son de bocina: alabádle con salterio y arpa. Psalms 150:4 Alabádle con adufe y flauta: alabádle con cuerdas y órgano. Psalms 150:5 Alabádle con címbalos resonantes: alabádle con címbalos de jubilación. Psalms 150:6 Todo espíritu alabe a Jehová. Alelu-Jah.
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Proverbs 1:0 Proverbs 1:1 Los proverbios de Salomón, hijo de David, rey de Israel: Proverbs 1:2 Para entender sabiduría y castigo: para entender las razones prudentes: Proverbs 1:3 Para recibir el castigo de prudencia, justicia, y juicio, y equidad: Proverbs 1:4 Para dar a los simples astucia, y a los mozos inteligencia y consejo. Proverbs 1:5 Oirá el sabio y aumentará la doctrina; y el entendido adquirirá consejo. Proverbs 1:6 Para entender parábola y declaración, palabras de sabios, y sus dichos oscuros. Proverbs 1:7 ¶ El principio de la sabiduría es el temor de Jehová: los insensatos despreciaron la sabiduría y la instrucción. Proverbs 1:8 Oye, hijo mío, el castigo de tu padre, y no deseches la ley de tu madre: Proverbs 1:9 Porque aumento de gracia serán a tu cabeza, y collares a tu cuello. Proverbs 1:10 Hijo mío, si los pecadores te quisieren engañar, no consientas. Proverbs 1:11 Si dijeren: Ven con nosotros, espiemos a la sangre: asechemos al inocente sin razón: Proverbs 1:12 Tragarlos hemos como el sepulcro, vivos; y enteros, como los que caen en sima: Proverbs 1:13 Hallaremos riquezas de todas suertes: henchiremos nuestras casas de despojos: Proverbs 1:14 Echa tu suerte entre nosotros: tengamos todos una bolsa: Proverbs 1:15 Hijo mío, no andes en camino con ellos: aparta tu pie de sus veredas: Proverbs 1:16 Porque sus pies correrán al mal; e irán presurosos a derramar sangre. Proverbs 1:17 Porque en vano se tenderá la red delante de los ojos de toda ave. Proverbs 1:18 Mas ellos a su sangre espían, y a sus almas asechan. Proverbs 1:19 Tales son las sendas de todo codicioso de codicia, la cual prenderá el alma de sus poseedores. Proverbs 1:20 ¶ La sabiduría clama de fuera: en las plazas da su voz: Proverbs 1:21 En las encrucijadas de los murmullos de gente clama: en las entradas de las puertas de la ciudad dice sus razones: Proverbs 1:22 ¿Hasta cuándo, o! simples, amaréis la simpleza, y los burladores desearán el burlar, y los insensatos aborrecerán la ciencia? Proverbs 1:23 Volvéos a mi reprensión: he aquí que yo os derramaré mi espíritu, y os haré saber mis palabras. Proverbs 1:24 ¶ Por cuanto llamé, y no quisisteis: extendí mi mano, y no hubo quien escuchase: Proverbs 1:25 Y desechasteis todo consejo mío, y no quisisteis mi reprensión: Proverbs 1:26 También yo me reiré en vuestra calamidad; y me burlaré cuando os viniere lo que teméis. Proverbs 1:27 Cuando viniere, como una destrucción, lo que teméis; y vuestra calamidad viniere como un torbellino: cuando viniere sobre vosotros tribulación y angustia: Proverbs 1:28 Entonces me llamarán, y no responderé: buscarme han de mañana, y no me hallarán: Proverbs 1:29 Por cuanto aborrecieron la sabiduría; y no escogieron el temor de Jehová: Proverbs 1:30 Ni quisieron mi consejo; y menospreciaron toda reprensión mía. Proverbs 1:31 Comerán pues del fruto de su camino; y de sus consejos se hartarán. Proverbs 1:32 Porque el reposo de los ignorantes los matará; y la prosperidad de los insensatos los echará a perder. Proverbs 1:33 Mas el que me oyere, habitará confiadamente; y vivirá reposado de temor de mal. Proverbs 2:0 Proverbs 2:1 Hijo mío, si tomares mis palabras, y guardares mis mandamientos dentro de ti, Proverbs 2:2 Haciendo estar atento tu oído a la sabiduría: si inclinares tu corazón a la prudencia: Proverbs 2:3 Si clamares a la inteligencia; y a la prudencia dieres tu voz: Proverbs 2:4 Si como a la plata, la buscares, y como a tesoros la escudriñares: Proverbs 2:5 Entonces entenderás el temor de Jehová; y hallarás el conocimiento de Dios. Proverbs 2:6 Porque Jehová da la sabiduría; y de su boca viene el conocimiento, y la inteligencia. Proverbs 2:7 El guarda el ser a los rectos: es escudo a los que caminan perfectamente, Proverbs 2:8 Guardando las veredas del juicio; y el camino de sus misericordiosos guardará. Proverbs 2:9 Entonces entenderás justicia, juicio, y equidad, y todo buen camino. Proverbs 2:10 ¶ Cuando la sabiduría entrare en tu corazón, y la ciencia fuere dulce a tu alma; Proverbs 2:11 Consejo te guardará, inteligencia te conservará. Proverbs 2:12 Para escaparte del mal camino, del hombre que habla perversidades: Proverbs 2:13 Que dejan las veredas derechas, por andar por caminos tenebrosos: Proverbs 2:14 Que se alegran haciendo mal: que se huelgan en malas perversidades: Proverbs 2:15 Cuyas veredas son torcidas, y ellos torcidos en sus caminos: Proverbs 2:16 Para escaparte de la mujer extraña, de la ajena que ablanda sus razones: Proverbs 2:17 Que desampara al príncipe de su mocedad; y se olvida del concierto de su Dios. Proverbs 2:18 Por lo cual su casa está inclinada a la muerte, y sus veredas van hacia los muertos. Proverbs 2:19 Todos los que a ella entraren, no volverán: ni tomarán las veredas de la vida. Proverbs 2:20 Para que andes por el camino de los buenos; y guardes las veredas de los justos. Proverbs 2:21 Porque los rectos habitarán la tierra, y los perfectos permanecerán en ella. Proverbs 2:22 Mas los impíos serán cortados de la tierra; y los prevaricadores serán de ella desarraigados. Proverbs 3:0 Proverbs 3:1 Hijo mío, no te olvides de mi ley; y tu corazón guarde mis mandamientos: Proverbs 3:2 Porque longura de días, y años de vida, y paz te aumentarán. Proverbs 3:3 Misericordia, y verdad no te desamparen: átalas a tu cuello, escríbelas en la tabla de tu corazón; Proverbs 3:4 Y hallarás gracia y buena opinión en los ojos de Dios, y de los hombres. Proverbs 3:5 Fíate de Jehová de todo tu corazón; y no estribes en tu prudencia. Proverbs 3:6 Reconócele en todos tus caminos; y él enderezará tus veredas. Proverbs 3:7 No seas sabio en tu opinión: teme a Jehová, y apártate del mal: Proverbs 3:8 Porque será medicina a tu ombligo, y tuétano a tus huesos. Proverbs 3:9 Honra a Jehová de tu sustancia; y de las primicias de todos tus frutos: Proverbs 3:10 Y serán llenos tus alfolíes de hartura; y tus lagares reventarán de mosto. Proverbs 3:11 ¶ No deseches, hijo mío, el castigo de Jehová: ni te fatigues de su corrección: Proverbs 3:12 Porque Jehová al que ama, y quiere, como el padre al hijo, a ese castiga. Proverbs 3:13 ¶ Bienaventurado el hombre que halló la sabiduría; y que saca a luz la inteligencia. Proverbs 3:14 Porque su mercadería es mejor que la mercadería de la plata; y sus frutos, más que el oro fino. Proverbs 3:15 Más preciosa es que las piedras preciosas; y todo lo que puedes desear, no se puede comparar a ella. Proverbs 3:16 Longura de días trae en su mano derecha: en su izquierda, riquezas y honra. Proverbs 3:17 Sus caminos son caminos deleitosos; y todas sus veredas, paz. Proverbs 3:18 Esta es el árbol de vida a los que asen de ella; y los que la sustentan, son bienaventurados. Proverbs 3:19 Jehová con sabiduría fundó la tierra: afirmó los cielos con inteligencia. Proverbs 3:20 Con su ciencia se partieron los abismos; y los cielos destilan el rocío. Proverbs 3:21 Hijo mío, no se aparten estas cosas de tus ojos: guarda la ley, y el consejo; Proverbs 3:22 Y serán vida a tu alma, y gracia a tu cuello. Proverbs 3:23 Entonces caminarás por tu camino confiadamente; y tu pie no tropezará. Proverbs 3:24 Cuando te acostares, no habrás temor; y acostarte has, y tu sueño será suave. Proverbs 3:25 No habrás temor del pavor repentino, ni de la ruina de los impíos, cuando viniere. Proverbs 3:26 Porque Jehová será tu confianza; y el guardará tu pie, porque no seas tomado. Proverbs 3:27 ¶ No detengas el bien de sus dueños, cuando tuvieres poder para hacerlo. Proverbs 3:28 No digas a tu prójimo: Vé, y vuelve, y mañana te daré, cuando tienes contigo. Proverbs 3:29 No pienses mal contra tu prójimo, estando él confiado de ti. Proverbs 3:30 No pleitées con alguno sin razón, si él no te ha malgalardonado. Proverbs 3:31 No tengas envidia al hombre injusto: ni escojas alguno de sus caminos: Proverbs 3:32 Porque el perverso es abominado de Jehová; y con los rectos es su secreto. Proverbs 3:33 Maldición de Jehová está en la casa del impío; mas a la morada de los justos bendecirá. Proverbs 3:34 Ciertamente él escarnecerá a los escarnecedores; y a los humildes dará gracia. Proverbs 3:35 Los sabios heredarán la honra; y los insensatos sostendrán deshonra. Proverbs 4:0 Proverbs 4:1 Oíd hijos la enseñanza del padre; y estád atentos, para que sepáis inteligencia. Proverbs 4:2 Porque os doy buen enseñamiento: no desamparéis mi ley. Proverbs 4:3 Porque yo fui hijo de mi padre, delicado y único delante de mi madre: Proverbs 4:4 Y enseñábame, y me decía: Sustente mis razones tu corazón: guarda mis mandamientos, y vivirás. Proverbs 4:5 Adquiere sabiduría, adquiere inteligencia: no te olvides, ni te apartes de las razones de mi boca. Proverbs 4:6 No la dejes, y ella te guardará; ámala, y conservarte ha. Proverbs 4:7 Primeramente sabiduría: adquiere sabiduría, y ante toda tu posesión adquiere inteligencia. Proverbs 4:8 Engrandécela, y ella te engrandecerá; ella te honrará, cuando tú la hubieres abrazado. Proverbs 4:9 Dará a tu cabeza aumento de gracia: corona de hermosura te entregará. Proverbs 4:10 Oye, hijo mío, y recibe mis razones; y multiplicársete han años de vida. Proverbs 4:11 Por el camino de la sabiduría te he encaminado; y por veredas derechas te he hecho andar. Proverbs 4:12 Cuando por ellas anduvieres, no se estrecharán tus pasos; y si corrieres, no tropezarás. Proverbs 4:13 Ten asida la instrucción, no la dejes: guárdala, porque ella es tu vida. Proverbs 4:14 ¶ No entres por la vereda de los impíos: ni vayas por el camino de los malos: Proverbs 4:15 Desampárala; no pases por ella: apártate de ella, y pasa. Proverbs 4:16 Porque no duermen, si no hicieren mal; y pierden su sueño, si no han hecho caer. Proverbs 4:17 Porque comen pan de maldad, y beben vino de robos. Proverbs 4:18 Mas la vereda de los justos es como la luz del lucero: auméntase, y alumbra hasta que el día es perfecto. Proverbs 4:19 El camino de los impíos es como la oscuridad: no saben en qué tropiezan. Proverbs 4:20 Hijo mío, está atento a mis palabras; y a mis razones inclina tu oreja: Proverbs 4:21 No se aparten de tus ojos: mas guárdalas en medio de tu corazón; Proverbs 4:22 Porque son vida a los que las hallan; y medicina a toda su carne. Proverbs 4:23 ¶ Sobre toda cosa guardada, guarda tu corazón; porque de él mana la vida. Proverbs 4:24 Aparta de ti la perversidad de la boca; y la iniquidad de labios aleja de ti. Proverbs 4:25 Tus ojos miren lo recto; y tus párpados enderecen tu camino delante de ti. Proverbs 4:26 Pesa la vereda de tus pies; y todos tus caminos sean ordenados. Proverbs 4:27 No te apartes a diestra, ni a siniestra: aparta tu pie del mal. Proverbs 5:0 Proverbs 5:1 Hijo mío está atento a mi sabiduría, y a mi inteligencia inclina tu oído: Proverbs 5:2 Para que guardes mis consejos; y tus labios conserven la ciencia. Proverbs 5:3 Porque los labios de la mujer extraña destilan panal de miel; y su paladar es más suave que el aceite: Proverbs 5:4 Mas su fin es amargo como el ajenjo; agudo como espada de dos filos. Proverbs 5:5 Sus pies descienden a la muerte: sus pasos sustentan el sepulcro. Proverbs 5:6 Si no pesares el camino de vida, sus caminos son instables: no los conocerás. Proverbs 5:7 Ahora pues, hijos, oídme, y no os apartéis de las razones de mi boca. Proverbs 5:8 Aleja de ella tu camino; y no te acerques a la puerta de su casa. Proverbs 5:9 Porque no des a los extraños tu honor; y tus años a cruel. Proverbs 5:10 Porque no se harten los extraños de tu fuerza; y tus trabajos estén en casa del extraño: Proverbs 5:11 Y gimas en tus postrimerías, cuando se consumiere tu carne y tu cuerpo, Proverbs 5:12 Y digas: ¿Cómo aborrecí el castigo; y mi corazón menospreció la reprensión, Proverbs 5:13 Y no oí la voz de los que me castigaban; y a los que me enseñaban no incliné mi oído? Proverbs 5:14 Poco se faltó para que no cayese en todo mal, en medio de la compañía y de la congregación. Proverbs 5:15 ¶ Bebe el agua de tu cisterna, y las corrientes de tu pozo. Proverbs 5:16 Derrámense por de fuera tus fuentes: en las plazas los ríos de tus aguas. Proverbs 5:17 Sean para ti solo, y no para los extraños contigo. Proverbs 5:18 Será bendito tu manadero; y alégrate de la mujer de tu mocedad. Proverbs 5:19 Cierva amada, y graciosa cabra; sus pechos te hartarán en todo tiempo; y de su amor andarás ciego de continuo. Proverbs 5:20 ¿Y por qué andarás ciego, hijo mío, con la ajena, y abrazarás el seno de la extraña? Proverbs 5:21 Pues que los caminos del hombre están delante de los ojos de Jehová, y él pesa todas sus veredas. Proverbs 5:22 Sus iniquidades prenderán al impío; y con las cuerdas de su pecado será detenido. Proverbs 5:23 Él morirá sin castigo; y por la multitud de su locura errará. Proverbs 6:0 Proverbs 6:1 Hijo, si salieres por fiador por tu amigo, si tocaste tu mano al extraño, Proverbs 6:2 Enlazado eres con las palabras de tu boca; y preso con las razones de tu boca. Proverbs 6:3 Haz esto ahora, hijo mío, y líbrate; porque has caído en la mano de tu prójimo: Vé, humíllate, y esfuerza tu prójimo. Proverbs 6:4 No des sueño a tus ojos, ni a tus párpados adormecimiento. Proverbs 6:5 Escápate como el corzo de la mano del cazador; y como el ave de la mano del parancero. Proverbs 6:6 ¶ Vé a la hormiga, o! perezoso, mira sus caminos, y sé sabio: Proverbs 6:7 La cual no tiene capitán, ni gobernador, ni señor, Proverbs 6:8 Y con todo eso apareja en el verano su comida: en el tiempo de la siega allega su mantenimiento. Proverbs 6:9 Perezoso; ¿hasta cuándo has de dormir? ¿Cuándo te levantarás de tu sueño? Proverbs 6:10 Tomando un poco de sueño, cabeceando otro poco, poniendo mano sobre mano otro poco para volver a dormir: Proverbs 6:11 Vendrá como caminante tu necesidad, y tu pobreza como hombre de escudo. Proverbs 6:12 ¶ El hombre perverso es varón inicuo: camina en perversidad de boca, Proverbs 6:13 Guiña con sus ojos, habla con sus pies: enseña con sus dedos; Proverbs 6:14 Perversidades están en su corazón: en todo tiempo anda pensando mal: enciende rencillas; Proverbs 6:15 Por tanto su calamidad vendrá de repente: súbitamente será quebrantado, y no habrá quien le sane. Proverbs 6:16 Seis cosas aborrece Jehová, y aun siete abomina su alma: Proverbs 6:17 Los ojos altivos, la lengua mentirosa, las manos derramadoras de la sangre inocente, Proverbs 6:18 El corazón que piensa pensamientos inicuos, los pies presurosos para correr al mal, Proverbs 6:19 El testigo mentiroso que habla mentiras; y el que enciende rencillas entre los hermanos. Proverbs 6:20 ¶ Guarda, hijo mío, el mandamiento de tu padre; y no dejes la ley de tu madre: Proverbs 6:21 Atala siempre en tu corazón: enlázala a tu cuello. Proverbs 6:22 Cuando anduvieres, te guie: cuando durmieres, te guarde: cuando despertares, hable contigo: Proverbs 6:23 Porque el mandamiento candela es, y la ley luz; y camino de vida las reprensiones de la enseñanza; Proverbs 6:24 Para que te guarden de la mala mujer; de la blandura de la lengua de la extraña. Proverbs 6:25 No codicies su hermosura en tu corazón: ni te prenda con sus ojos. Proverbs 6:26 Porque a causa de la mujer ramera viene el hombre a un bocado de pan; y la mujer caza la preciosa alma del varón. Proverbs 6:27 ¿Tomará el hombre fuego en su seno, y que sus vestidos no se quemen? Proverbs 6:28 ¿Andará el hombre sobre las brasas, y que sus pies no se abrasen? Proverbs 6:29 Así el que entrare a la mujer de su prójimo: no será sin culpa todo hombre que la tocare. Proverbs 6:30 No tienen en poco al ladrón, cuando hurtare para henchir su alma, teniendo hambre: Proverbs 6:31 Mas tomado, paga las setenas: o da toda la sustancia de su casa. Proverbs 6:32 Mas el que comete adulterio con la mujer, es falto de entendimiento: corrompe su alma el que tal hace. Proverbs 6:33 Plaga y vergüenza hallará; y su afrenta nunca será raída. Proverbs 6:34 Porque el zelo sañudo del varón no perdonará en el día de la venganza. Proverbs 6:35 No tendrá respeto a ninguna redención: ni querrá perdonar aunque le multipliques el cohecho. Proverbs 7:0 Proverbs 7:1 Hijo mío, guarda mis razones, y encierra contigo mis mandamientos. Proverbs 7:2 Guarda mis mandamientos, y vivirás; y mi ley como las niñas de tus ojos. Proverbs 7:3 Lígalos a tus dedos: escríbelos en la tabla de tu corazón. Proverbs 7:4 Di a la sabiduría: Tú eres mi hermana; y a la inteligencia llama parienta: Proverbs 7:5 Para que te guarden de la mujer ajena, y de la extraña, que ablanda sus palabras. Proverbs 7:6 ¶ Porque mirando yo por la ventana de mi casa, por mi ventana, Proverbs 7:7 Miré entre los simples, consideré entre los mancebos un mancebo falto de entendimiento, Proverbs 7:8 El cual pasaba por la calle, junto a su esquina; e iba camino de su casa, Proverbs 7:9 A la tarde del día, ya que oscurecía, en la oscuridad y tiniebla de la noche: Proverbs 7:10 Y veis aquí una mujer, que le sale al encuentro con atavío de ramera, astuta de corazón, Proverbs 7:11 Alborotadora y rencillosa: sus pies no pueden estar en casa: Proverbs 7:12 Ahora de fuera, ahora por las plazas: asechando por todas las encrucijadas. Proverbs 7:13 Y traba de él, y bésale; desvergonzó su rostro; y díjole: Proverbs 7:14 Sacrificios de paz he prometido, hoy he pagado mis votos: Proverbs 7:15 Por tanto he salido a encontrarte, buscando diligentemente tu faz; y héte hallado. Proverbs 7:16 Con paramentos he emparamentado mi cama, alzados con cuerdas de Egipto. Proverbs 7:17 He sahumado mi cámara con mirra, áloes, y canela. Proverbs 7:18 Ven, embriaguémosnos de amores hasta la mañana: alegrémosnos en amores. Proverbs 7:19 Porque el marido no está en su casa, ha ido a un viaje muy largo: Proverbs 7:20 El saco del dinero llevó en su mano, el día de la fiesta volverá a su casa. Proverbs 7:21 Derribóle con la multitud de la suavidad de sus palabras: con la blandura de sus labios le compelió. Proverbs 7:22 Váse en pos de ella luego, como va el buey al degolladero, y como el insensato a las prisiones para ser castigado: Proverbs 7:23 De tal manera que la saeta traspasó su hígado: como el ave que se apresura al lazo, y no sabe que es contra su vida. Proverbs 7:24 Ahora pues hijos, oídme, y estád atentos a las razones de mi boca. Proverbs 7:25 No se aparte a sus caminos tu corazón; y no yerres en sus veredas. Proverbs 7:26 Porque a muchos ha hecho caer muertos; y todos los fuertes han sido muertos por ella. Proverbs 7:27 Caminos del sepulcro son su casa, que descienden a las cámaras de la muerte. Proverbs 8:0 Proverbs 8:1 ¿No clama la sabiduría; y la inteligencia da su voz? Proverbs 8:2 En los altos cabezos, junto al camino, a las encrucijadas de las veredas se para: Proverbs 8:3 En el lugar de las puertas, a la entrada de la ciudad: a la entrada de las puertas da voces: Proverbs 8:4 O! hombres, a vosotros clamo; y mi voz es a los hijos de los hombres. Proverbs 8:5 Entendéd simples astucia; y vosotros insensatos, tomád entendimiento: Proverbs 8:6 Oíd, porque hablaré cosas excelentes, y abriré mis labios para cosas rectas. Proverbs 8:7 Porque mi paladar hablará verdad; y mis labios abominan la impiedad. Proverbs 8:8 En justicia son todas las razones de mi boca: no hay en ellas cosa perversa, ni torcida. Proverbs 8:9 Todas ellas son rectas al que entiende; y rectas a los que han hallado sabiduría. Proverbs 8:10 Recibíd mi castigo, y no la plata; y ciencia, mas que el oro escogido. Proverbs 8:11 Porque mejor es la sabiduría que las piedras preciosas; y todas las cosas que se pueden desear, no se pueden comparar a ella. Proverbs 8:12 Yo, la sabiduría, moré con la astucia; y yo invento la ciencia de los consejos. Proverbs 8:13 El temor de Jehová es aborrecer el mal; la soberbia, y la arrogancia, y el mal camino, y la boca perversa aborrezco. Proverbs 8:14 Conmigo está el consejo, y el ser: yo soy la inteligencia; mía es la fortaleza. Proverbs 8:15 Por mí reinan los reyes, y los príncipes determinan justicia. Proverbs 8:16 Por mí dominan los príncipes, y todos los gobernadores juzgan la tierra. Proverbs 8:17 Yo amo a los que me aman; y los que me buscan, me hallan. Proverbs 8:18 Las riquezas y la honra están conmigo, riqueza firme y justa. Proverbs 8:19 Mejor es mi fruto que el oro, y que el oro refinado; y mi renta, que la plata escogida. Proverbs 8:20 Por vereda de justicia guiaré, por medio de veredas de juicio. Proverbs 8:21 Para hacer heredar a mis amigos el ser, y que yo hincha sus tesoros. Proverbs 8:22 Jehová me poseyó en el principio de su camino, desde entonces, antes de sus obras. Proverbs 8:23 Eternalmente tuve el principado, desde el principio, antes de la tierra. Proverbs 8:24 Antes de los abismos fui engendrada; antes que fuesen las fuentes de las muchas aguas: Proverbs 8:25 Antes que los montes fuesen fundados: antes de los collados, yo era engendrada. Proverbs 8:26 No había aun hecho la tierra, ni las plazas, ni la cabeza de los polvos del mundo. Proverbs 8:27 Cuando componía los cielos, allí estaba yo; cuando señalaba por compás la sobrehaz del abismo: Proverbs 8:28 Cuando afirmaba los cielos arriba: cuando afirmaba las fuentes del abismo: Proverbs 8:29 Cuando ponía a la mar su estatuto; y a las aguas, que no pasasen su mandamiento: cuando señalaba los fundamentos de la tierra: Proverbs 8:30 Con él estaba yo por ama, y fui en delicias todos los días, teniendo solaz delante de él en todo tiempo. Proverbs 8:31 Tengo solaz en la redondez de su tierra; y mis solaces son con los hijos de los hombres. Proverbs 8:32 Ahora pues, hijos, oídme; y bienaventurados los que guardaren mis caminos. Proverbs 8:33 Obedecéd la instrucción, y sed sabios; y no la menospreciéis. Proverbs 8:34 Bienaventurado el hombre que me oye, trasnochando a mis puertas cada día: guardando los umbrales de mis entradas. Proverbs 8:35 Porque el que me hallare, hallará la vida; y alcanzará la voluntad de Jehová. Proverbs 8:36 Mas el que peca contra mí, defrauda a su alma: todos los que me aborrecen, aman la muerte. Proverbs 9:0 Proverbs 9:1 La sabiduría edificó su casa; labró sus siete columnas: Proverbs 9:2 Mató a su víctima, templó su vino, y puso su mesa. Proverbs 9:3 Envió sus criadas, clamó sobre lo más alto de la ciudad: Proverbs 9:4 Cualquiera simple, venga acá. A los faltos de entendimiento dijo: Proverbs 9:5 Veníd, coméd mi pan; y bebéd del vino que yo he templado. Proverbs 9:6 Dejád las simplezas, y vivíd; y andád por el camino de la inteligencia. Proverbs 9:7 El que castiga al burlador, afrenta toma para sí; y el que reprende al impío, su mancha. Proverbs 9:8 No castigues al burlador, porque no te aborrezca: castiga al sabio, y amarte ha. Proverbs 9:9 Da instrucción al sabio, y será más sabio: enseña al justo, y añadirá enseñamiento. Proverbs 9:10 El temor de Jehová es el principio de la sabiduría; y la ciencia de los santos es inteligencia. Proverbs 9:11 Porque por mí se aumentarán tus días; y años de vida se te añadirán. Proverbs 9:12 Si fueres sabio, para ti lo serás; mas si fueres burlador, tú solo pagarás. Proverbs 9:13 ¶ La mujer insensata es alborotadora, es simple, y no sabe nada: Proverbs 9:14 Asiéntase sobre una silla a la puerta de su casa, en lo alto de la ciudad; Proverbs 9:15 Para llamar a los que pasan por el camino: que van por sus caminos derechos: Proverbs 9:16 Cualquiera simple, venga acá. A los faltos de entendimiento, dijo: Proverbs 9:17 Las aguas hurtadas son dulces; y el pan encubierto es suave. Proverbs 9:18 Y no saben, que allí están los muertos; y sus convidados están en los profundos de la sepultura. Proverbs 10:0 Proverbs 10:1 El hijo sabio alegra al padre; y el hijo insensato es tristeza de su madre. Proverbs 10:2 Los tesoros de maldad no serán de provecho; mas la justicia libra de la muerte. Proverbs 10:3 Jehová no dejará tener hambre al alma del justo: mas la iniquidad lanzará a los impíos. Proverbs 10:4 La mano negligente hace pobre: mas la mano de los diligentes enriquece. Proverbs 10:5 El que recoge en el verano, es hombre entendido; el que duerme en el tiempo de la segada, hombre confuso. Proverbs 10:6 Bendita es la cabeza del justo: mas la boca de los impíos cubrirá iniquidad. Proverbs 10:7 La memoria del justo será bendita: mas el nombre de los impíos se pudrirá. Proverbs 10:8 El sabio de corazón recibirá los mandamientos: mas el insensato de labios caerá. Proverbs 10:9 El que camina en integridad, anda confiado: mas el que pervierte sus caminos, será quebrantado. Proverbs 10:10 El que guiña del ojo, dará tristeza; y el insensato de labios será castigado. Proverbs 10:11 Vena de vida es la boca del justo: mas la boca de los impíos cubrirá la iniquidad. Proverbs 10:12 El odio despierta las rencillas: mas la caridad cubrirá todas las maldades. Proverbs 10:13 En los labios del prudente se halla sabiduría, y es vara a las espaldas del falto de entendimiento. Proverbs 10:14 Los sabios guardan la sabiduría: mas la boca del insensato es calamidad cercana. Proverbs 10:15 Las riquezas del rico son su ciudad fuerte; y el desmayo de los pobres es su pobreza. Proverbs 10:16 La obra del justo es para vida: mas el fruto del impío es para pecado. Proverbs 10:17 Camino a la vida es guardar la corrección; y el que deja la reprensión yerra. Proverbs 10:18 El que encubre el odio tiene labios mentirosos; y el que echa mala fama es insensato. Proverbs 10:19 En las muchas palabras no falta rebelión: mas el que refrena sus labios es prudente. Proverbs 10:20 Plata escogida es la lengua del justo: mas el entendimiento de los impíos es como nada. Proverbs 10:21 Los labios del justo apacientan a muchos: mas los insensatos con falta de entendimiento mueren. Proverbs 10:22 La bendición de Jehová es la que enriquece, y no añade tristeza con ella. Proverbs 10:23 Es como risa al insensato hacer abominación: mas el hombre entendido sabe. Proverbs 10:24 Lo que el impío teme, eso le vendrá: mas Dios da a los justos lo que desean. Proverbs 10:25 Como pasa el torbellino, así el malo no es: mas el justo, fundado para siempre. Proverbs 10:26 Como el vinagre a los dientes, y como el humo a los ojos, así es el perezoso a los que le envían. Proverbs 10:27 El temor de Jehová aumentará los días: mas los años de los impíos serán acortados. Proverbs 10:28 La esperanza de los justos es alegría; mas la esperanza de los impíos perecerá. Proverbs 10:29 Fortaleza es al perfecto el camino de Jehová: mas espanto es a los que obran maldad. Proverbs 10:30 El justo eternalmente no será removido, mas los impíos no habitarán la tierra. Proverbs 10:31 La boca del justo producirá sabiduría: mas la lengua perversa será cortada. Proverbs 10:32 Los labios del justo conocerán lo que agrada: mas la boca de los impíos perversidades. Proverbs 11:0 Proverbs 11:1 El peso falso abominación es a Jehová: mas la pesa perfecta le agrada. Proverbs 11:2 Cuando vino la soberbia, vino también la deshonra: mas con los humildes es la sabiduría. Proverbs 11:3 La perfección de los rectos los encaminará: mas la perversidad de los pecadores los echará a perder. Proverbs 11:4 No aprovecharán las riquezas en el día de la ira: mas la justicia escapará de la muerte. Proverbs 11:5 La justicia del perfecto enderezará su camino; mas el impío por su impiedad caerá. Proverbs 11:6 La justicia de los rectos los escapará; mas los pecadores en su pecado serán presos. Proverbs 11:7 Cuando muere el hombre impío, perece su esperanza; y la esperanza de los malos perecerá. Proverbs 11:8 El justo es escapado de la tribulación: mas el impío viene en su lugar. Proverbs 11:9 El hipócrita con la boca daña a su prójimo; mas los justos con la sabiduría son escapados. Proverbs 11:10 En el bien de los justos la ciudad se alegra: mas cuando los impíos perecen hay fiestas. Proverbs 11:11 Por la bendición de los rectos la ciudad será engrandecida; mas por la boca de los impíos ella será trastornada. Proverbs 11:12 El que carece de entendimiento, menosprecia a su prójimo; mas el hombre prudente calla. Proverbs 11:13 El que anda en chismes, descubre el secreto; mas el de espíritu fiel encubre la cosa. Proverbs 11:14 Cuando faltaren las industrias, el pueblo caerá; mas en la multitud de consejeros está la salud. Proverbs 11:15 De aflicción será afligido el que fiare al extraño; mas el que aborreciere las fianzas vivirá confiado. Proverbs 11:16 La mujer graciosa tendrá honra; y los fuertes tendrán riquezas. Proverbs 11:17 A su alma hace bien el hombre misericordioso; mas el cruel atormenta su carne. Proverbs 11:18 El impío hace obra falsa; mas el que sembrare justicia, tendrá galardón firme. Proverbs 11:19 Como la justicia es para vida, así el que sigue el mal es para su muerte. Proverbs 11:20 Abominación son a Jehová los perversos de corazón: mas los perfectos de camino le son agradables. Proverbs 11:21 Aunque llegue la mano a la mano, el malo no quedará sin castigo; mas la simiente de los justos escapará. Proverbs 11:22 Zarcillo de oro en la nariz del puerco es la mujer hermosa, y apartada de razón. Proverbs 11:23 El deseo de los justos solamente es bueno; mas la esperanza de los impíos es enojo. Proverbs 11:24 Hay unos que reparten, y les es añadido más: hay otros que son escasos más de lo que es justo; mas vienen a pobreza. Proverbs 11:25 El alma liberal será engordada; y el que hartare, él también será harto. Proverbs 11:26 El que detiene el grano, el pueblo le maldecirá: mas bendición será sobre la cabeza del que vende. Proverbs 11:27 El que madruga al bien, hallará favor: mas el que busca el mal, venirle ha. Proverbs 11:28 El que confía en sus riquezas, caerá; mas los justos reverdecerán como ramos. Proverbs 11:29 El que turba su casa, heredará viento; y el insensato será siervo del sabio de corazón. Proverbs 11:30 El fruto del justo es árbol de vida, y el que caza almas, es sabio. Proverbs 11:31 Ciertamente el justo será pagado en la tierra: ¿cuánto más el impío y pecador? Proverbs 12:0 Proverbs 12:1 El que ama el castigo, ama la sabiduría: mas el que aborrece la reprensión, es ignorante. Proverbs 12:2 El bueno alcanzará favor de Jehová: mas él condenará al hombre de malos pensamientos. Proverbs 12:3 El hombre malo no permanecerá: mas la raíz de los justos no será movida, Proverbs 12:4 La mujer virtuosa corona es de su marido: mas la mala, como carcoma en sus huesos. Proverbs 12:5 Los pensamientos de los justos son juicio: mas las astucias de los impíos engaño. Proverbs 12:6 Las palabras de los impíos son asechar a la sangre: mas la boca de los rectos les librará. Proverbs 12:7 Dios trastornará a los impíos, y no serán más: mas la casa de los justos permanecerá. Proverbs 12:8 Según su sabiduría es alabado el hombre: mas el perverso de corazón será en menosprecio. Proverbs 12:9 Mejor es el que se menosprecia, y tiene siervos, que el que se precia, y carece de pan. Proverbs 12:10 El justo conoce el alma de su bestia: mas la piedad de los impíos es cruel. Proverbs 12:11 El que labra su tierra, se hartará de pan: mas el que sigue a los vagabundos es falto de entendimiento. Proverbs 12:12 Desea el impío la red de los malos: mas la raíz de los justos dará fruto. Proverbs 12:13 El impío es enredado en la prevaricación de sus labios: mas el justo saldrá de la tribulación. Proverbs 12:14 Del fruto de la boca el hombre será harto de bien; y la paga de las manos del hombre le será dada. Proverbs 12:15 El camino del insensato es derecho en su opinión: mas el que obedece al consejo es sabio. Proverbs 12:16 El insensato a la hora se conocerá su ira: mas el que disimula la injuria es cuerdo. Proverbs 12:17 El que habla verdad, declara justicia: mas el testigo mentiroso, engaño. Proverbs 12:18 Hay algunos que hablan como estocadas de espada: mas la lengua de los sabios es medicina. Proverbs 12:19 El labio de verdad permanecerá para siempre: mas la lengua de mentira, por un momento. Proverbs 12:20 Engaño hay en el corazón de los que piensan mal: mas alegría en el de los que piensan bien. Proverbs 12:21 Ninguna adversidad acontecerá al justo; mas los impíos serán llenos de mal. Proverbs 12:22 Los labios mentirosos son abominación a Jehová: mas los obradores de verdad, su contentamiento. Proverbs 12:23 El hombre cuerdo encubre la sabiduría: mas el corazón de los insensatos predica la fatuidad. Proverbs 12:24 La mano de los diligentes se enseñoreará: mas la negligente será tributaria. Proverbs 12:25 El cuidado congojoso en el corazón del hombre le abate: mas la buena palabra le alegra. Proverbs 12:26 El justo hace ventaja a su prójimo: mas el camino de los impíos les hace errar. Proverbs 12:27 El engaño no chamuscará su caza: mas el haber precioso del hombre es la diligencia. Proverbs 12:28 En la vereda de justicia está la vida; y el camino de su vereda no es muerte. Proverbs 13:0 Proverbs 13:1 El hijo sabio recibe la enseñanza del padre: mas el burlador no escucha la reprensión. Proverbs 13:2 Del fruto de la boca el hombre comerá bien: mas el alma de los prevaricadores, mal. Proverbs 13:3 El que guarda su boca, guarda su alma: mas el que abre sus labios tendrá calamidad. Proverbs 13:4 Desea, y nada alcanza el alma del perezoso: mas el alma de los diligentes será engordada. Proverbs 13:5 El justo aborrecerá la palabra de mentira; mas el impío se hace hediondo, y confuso. Proverbs 13:6 La justicia guarda al de perfecto camino; mas la impiedad trastornará al pecador. Proverbs 13:7 Hay algunos que se hacen ricos, y no tienen nada; y otros, que se hacen pobres, y tienen muchas riquezas. Proverbs 13:8 La redención de la vida del hombre son sus riquezas; y el pobre no escucha la reprensión. Proverbs 13:9 La luz de los justos se alegrará: mas la candela de los impíos se apagará. Proverbs 13:10 Ciertamente la soberbia parirá contienda: mas con los avisados es la sabiduría. Proverbs 13:11 Las riquezas de vanidad se disminuirán: mas el que allega con su mano, multiplicará. Proverbs 13:12 La esperanza que se alarga, es tormento del corazón: mas árbol de vida es el deseo cumplido. Proverbs 13:13 El que menosprecia la palabra, perecerá por ello: mas el que teme el mandamiento, será pagado. Proverbs 13:14 La ley al sabio es manadero de vida para apartarse de los lazos de la muerte. Proverbs 13:15 El buen entendimiento conciliará gracia: mas el camino de los prevaricadores es duro. Proverbs 13:16 Todo hombre cuerdo hace con sabiduría: mas el insensato manifestará fatuidad. Proverbs 13:17 El mal mensajero caerá en mal: mas el mensajero fiel es medicina. Proverbs 13:18 Pobreza y vergüenza tendrá el que menospreciare la enseñanza: mas el que guarda la corrección, será honrado. Proverbs 13:19 El deseo cumplido deleita al alma: mas apartarse del mal, es abominación a los insensatos. Proverbs 13:20 El que anda con los sabios, será sabio: mas el que se allega a los insensatos, será quebrantado. Proverbs 13:21 Mal perseguirá a los pecadores: mas a los justos bien será pagado. Proverbs 13:22 El bueno dejará herederos a los hijos de los hijos; y el haber del pecador para el justo está guardado. Proverbs 13:23 En el barbecho de los pobres hay mucho pan: mas piérdese por falta de juicio. Proverbs 13:24 El que detiene el castigo, a su hijo aborrece: mas el que le ama, madruga a castigarle. Proverbs 13:25 El justo come hasta que su alma se harta: mas el vientre de los impíos tendrá necesidad. Proverbs 14:0 Proverbs 14:1 La mujer sabia edifica su casa: mas la insensata con sus manos la derriba. Proverbs 14:2 El que camina en su rectitud, teme a Jehová: mas el pervertido en sus caminos, le menosprecia. Proverbs 14:3 En la boca del insensato está la vara de la soberbia: mas los labios de los sabios los guardarán. Proverbs 14:4 Sin bueyes, el alfolí está limpio: mas por la fuerza del buey hay abundancia de panes. Proverbs 14:5 El testigo verdadero, no mentirá: mas el testigo falso hablará mentiras. Proverbs 14:6 Buscó el burlador la sabiduría, y no la halló: mas la sabiduría al hombre entendido es fácil. Proverbs 14:7 Vete de delante del hombre insensato: pues no le conociste labios de ciencia. Proverbs 14:8 La ciencia del cuerdo es entender su camino: mas la insensatez de los fatuos es engaño. Proverbs 14:9 Los insensatos hablan pecado; mas entre los rectos hay amor. Proverbs 14:10 El corazón conoce la amargura de su alma; y extraño no se entremeterá en su alegría. Proverbs 14:11 La casa de los impíos será asolada: mas la tienda de los rectos florecerá. Proverbs 14:12 Hay camino que al hombre le parece derecho: mas su salida es caminos de muerte. Proverbs 14:13 Aun en la risa tendrá dolor el corazón; y la salida de la alegría es congoja. Proverbs 14:14 De sus caminos será harto el apartado de razón; y el hombre de bien se apartará de él. Proverbs 14:15 El simple cree a toda palabra: mas el entendido entiende sus pasos. Proverbs 14:16 El sabio teme, y apártase del mal: mas el insensato enójase, y confía. Proverbs 14:17 El que de presto se enoja, hará locura; y el hombre de malos pensamientos será aborrecido. Proverbs 14:18 Los simples heredarán la insensatez: mas los cuerdos se coronarán de sabiduría. Proverbs 14:19 Los malos se inclinaron delante de los buenos; y los impíos, a las puertas del justo. Proverbs 14:20 El pobre es odioso aun a su amigo: mas los que aman al rico, son muchos. Proverbs 14:21 El pecador menosprecia a su prójimo: mas el que tiene misericordia de los pobres, es bienaventurado. Proverbs 14:22 ¿No yerran, los que piensan mal? mas los que piensan bien tendrán misericordia, y verdad. Proverbs 14:23 En todo trabajo hay abundancia: mas la palabra de los labios solamente empobrece. Proverbs 14:24 La corona de los sabios es sus riquezas: mas la insensatez de los fatuos su fatuidad. Proverbs 14:25 El testigo verdadero libra las almas: mas el engañoso hablará mentiras. Proverbs 14:26 En el temor de Jehová está la fuerte confianza; y allí sus hijos tendrán esperanza. Proverbs 14:27 El temor de Jehová es manadero de vida, para ser apartado de los lazos de la muerte. Proverbs 14:28 En la multitud del pueblo está la gloria del rey; y en la falta del pueblo, la flaqueza del príncipe. Proverbs 14:29 El que tarde se aira, es grande de entendimiento: mas el corto de espíritu, engrandece la locura. Proverbs 14:30 El corazón blando es vida de las carnes: mas la envidia, pudrimiento de huesos. Proverbs 14:31 El que oprime al pobre, afrenta a su hacedor: mas el que tiene misericordia del pobre, le honra. Proverbs 14:32 Por su maldad será lanzado el impío: mas el justo, en su muerte tiene esperanza. Proverbs 14:33 En el corazón del cuerdo reposará la sabiduría; y en medio de los insensatos es conocida. Proverbs 14:34 La justicia engrandece la gente: mas el pecado es afrenta de las naciones. Proverbs 14:35 La benevolencia del rey es para con el siervo entendido: mas el que le avergüenza, es su enojo. Proverbs 15:0 Proverbs 15:1 La blanda respuesta quita la ira: mas la palabra de dolor hace subir el furor. Proverbs 15:2 La lengua de los sabios adornará a la sabiduría: mas la boca de los insensatos hablará fatuidad. Proverbs 15:3 Los ojos de Jehová en todo lugar están mirando los buenos y los malos. Proverbs 15:4 La lengua saludable es árbol de vida: mas la perversidad en ella es quebrantamiento de espíritu. Proverbs 15:5 El insensato menosprecia la enseñanza de su padre: mas el que guarda la corrección, saldrá cuerdo. Proverbs 15:6 En la casa del justo hay gran provisión: mas en los frutos del impío, turbación. Proverbs 15:7 Los labios de los sabios esparcen sabiduría: mas el corazón de los insensatos no así. Proverbs 15:8 El sacrificio de los impíos es abominación a Jehová: mas la oración de los rectos es su contentamiento. Proverbs 15:9 Abominación es a Jehová el camino del impío: mas él ama al que sigue justicia. Proverbs 15:10 El castigo es molesto al que deja el camino: mas el que aborreciere la corrección, morirá. Proverbs 15:11 El infierno y la perdición están delante de Jehová: ¿cuánto más los corazones de los hombres? Proverbs 15:12 El burlador no ama al que le castiga: ni se allega a los sabios. Proverbs 15:13 El corazón alegre hermosea el rostro: mas por el dolor del corazón el espíritu es triste. Proverbs 15:14 El corazón entendido busca la sabiduría: mas la boca de los insensatos pace fatuidad. Proverbs 15:15 Todos los días del afligido son trabajosos: mas el buen corazón, convite continuo. Proverbs 15:16 Mejor es lo poco con el temor de Jehová, que el gran tesoro donde hay turbación. Proverbs 15:17 Mejor es la comida de legumbres donde hay amor, que de buey engordado, donde hay odio. Proverbs 15:18 El hombre iracundo revolverá contiendas: mas el que tarde se enoja, amansará la rencilla. Proverbs 15:19 El camino del perezoso es como seto de espinos: mas la vereda de los rectos es solada. Proverbs 15:20 El hijo sabio alegra al padre: mas el hombre insensato menosprecia a su madre. Proverbs 15:21 La insensatez es alegría al falto de entendimiento: mas el hombre entendido enderezará el caminar. Proverbs 15:22 Los pensamientos son frustrados donde no hay consejo: mas en la multitud de consejeros se afirman. Proverbs 15:23 El hombre se alegra con la respuesta de su boca; y la palabra a su tiempo, ¡cuán buena es! Proverbs 15:24 El camino de la vida es hacia arriba al entendido; para apartarse de la sima de abajo. Proverbs 15:25 Jehová asolará la casa de los soberbios: mas él afirmará el término de la viuda. Proverbs 15:26 Abominación son a Jehová los pensamientos del malo: mas las hablas de los limpios son limpias. Proverbs 15:27 Alborota su casa el codicioso: mas el que aborrece los presentes, vivirá. Proverbs 15:28 El corazón del justo piensa para responder: mas la boca de los impíos derrama malas cosas. Proverbs 15:29 Lejos está Jehová de los impíos, mas él oye la oración de los justos. Proverbs 15:30 La luz de los ojos alegra el corazón: y la buena fama engorda los huesos. Proverbs 15:31 El oído que escucha la corrección de vida, entre los sabios morará. Proverbs 15:32 El que tiene en poco el castigo, menosprecia su alma: mas el que escucha la corrección tiene entendimiento. Proverbs 15:33 El temor de Jehová es enseñamiento de sabiduría; y delante de la honra la humildad. Proverbs 16:0 Proverbs 16:1 Del hombre son las preparaciones del corazón: mas de Jehová la respuesta de la lengua. Proverbs 16:2 Todos los caminos del hombre son limpios en su opinión: mas Jehová pesa los espíritus. Proverbs 16:3 Encomienda a Jehová tus obras; y tus pensamientos serán afirmados. Proverbs 16:4 Todas las cosas ha hecho Jehová por sí mismo; y aun al impío para el día malo. Proverbs 16:5 Abominación es a Jehová todo altivo de corazón: la mano junta a la mano, no será sin castigo. Proverbs 16:6 Con misericordia y verdad será reconciliado el pecado; y con el temor de Jehová se aparta del mal. Proverbs 16:7 Cuando los caminos del hombre serán agradables a Jehová, aun sus enemigos pacificará con él. Proverbs 16:8 Mejor es lo poco con justicia, que la muchedumbre de los frutos sin derecho. Proverbs 16:9 El corazón del hombre piensa su camino: mas Jehová endereza sus pasos. Proverbs 16:10 Adivinación está en los labios del rey: en juicio no prevaricará su boca. Proverbs 16:11 Peso y balanzas derechas son de Jehová: obra suya son todas las pesas de la bolsa. Proverbs 16:12 Abominación es a los reyes hacer impiedad; porque con justicia será confirmado su trono. Proverbs 16:13 Los labios justos son el contentamiento de los reyes; y al que habla lo recto aman. Proverbs 16:14 La ira del rey es mensajero de muerte: mas el hombre sabio la evitará. Proverbs 16:15 En la alegría del rostro del rey está la vida; y su benevolencia es como la nube tardía. Proverbs 16:16 Mejor es adquirir sabiduría que oro preciado; y adquirir inteligencia vale más que la plata. Proverbs 16:17 El camino de los rectos es apartarse del mal: su alma guarda, el que guarda su camino. Proverbs 16:18 Antes del quebrantamiento es la soberbia; y antes de la caída, la altivez de espíritu. Proverbs 16:19 Mejor es abajar el espíritu con los humildes, que partir despojos con los soberbios. Proverbs 16:20 El entendido en la palabra, hallará el bien; y el que confía en Jehová, bienaventurado él. Proverbs 16:21 El sabio de entendimiento es llamado entendido; y la dulzura de labios aumentará la doctrina. Proverbs 16:22 Manadero de vida es el entendimiento al que le posee: mas la erudición de los insensatos es locura. Proverbs 16:23 El corazón del sabio hace prudente su boca; y con sus labios aumenta la doctrina. Proverbs 16:24 Panal de miel son las hablas suaves, suavidad al alma, y medicina a los huesos. Proverbs 16:25 Hay camino que es derecho al parecer del hombre: mas su salida son caminos de muerte. Proverbs 16:26 El alma del que trabaja, trabaja para sí; porque su boca le constriñe. Proverbs 16:27 El hombre perverso cava en busca del mal; y en sus labios es como llama de fuego. Proverbs 16:28 El hombre perverso levanta contienda; y el chismoso aparta los príncipes. Proverbs 16:29 El hombre malo lisonjea a su prójimo; y le hace caminar por el camino no bueno: Proverbs 16:30 Cierra sus ojos para pensar perversidades: mueve sus labios, efectúa el mal. Proverbs 16:31 Corona de honra es la vejez: en el camino de justicia se hallará. Proverbs 16:32 Mejor es el que tarde se aira, que el fuerte; y el que se enseñorea de su espíritu, que el que toma una ciudad. Proverbs 16:33 La suerte se echa en el seno: mas de Jehová es todo su juicio. Proverbs 17:0 Proverbs 17:1 Mejor es un bocado de pan seco, y en paz, que la casa de cuestión llena de víctimas. Proverbs 17:2 El siervo prudente se enseñoreará del hijo deshonrador; y entre los hermanos partirá la herencia. Proverbs 17:3 Afinador a la plata, y fragua al oro: mas Jehová prueba los corazones. Proverbs 17:4 El malo está atento al labio inicuo; y el mentiroso escucha a la lengua maldiciente. Proverbs 17:5 El que escarnece al pobre, afrenta a su hacedor; y el que se alegra en la calamidad ajena no será sin castigo. Proverbs 17:6 Corona de los viejos son los hijos de los hijos; y la honra de los hijos, sus padres. Proverbs 17:7 No conviene al insensato el labio excelente: ¿cuánto menos al príncipe el labio mentiroso? Proverbs 17:8 Piedra preciosa es el presente en ojos de sus dueños: a donde quiera que se vuelve, da prosperidad. Proverbs 17:9 El que cubre la prevaricación, busca amistad: mas el que reitera la palabra, aparta al príncipe. Proverbs 17:10 Aprovecha la reprensión en el entendido, más que cien azotes en el insensato. Proverbs 17:11 El rebelde no busca sino mal; y mensajero cruel será enviado contra él. Proverbs 17:12 Encuentre con el hombre un oso, que le hayan quitado sus cachorros, y no un insensato en su locura. Proverbs 17:13 El que da mal por bien, no se apartará mal de su casa. Proverbs 17:14 Soltar las aguas es el principio de la contienda: pues antes que se revuelva el pleito, déjalo. Proverbs 17:15 El que justifica al impío, y el que condena al justo, ambos a dos son abominación a Jehová. Proverbs 17:16 ¿De qué sirve el precio en la mano del insensato para comprar sabiduría, no teniendo entendimiento? Proverbs 17:17 En todo tiempo ama el amigo: mas el hermano para la angustia es nacido. Proverbs 17:18 El hombre falto de entendimiento toca la mano, fiando a otro delante de su amigo. Proverbs 17:19 La prevaricación ama, el que ama pleito; y el que alza su portada, busca quebrantamiento. Proverbs 17:20 El perverso de corazón nunca hallará bien; y el que revuelve con su lengua, caerá en mal. Proverbs 17:21 El que engendra al insensato, para su tristeza le engendra; y el padre del insensato no se alegrará. Proverbs 17:22 El corazón alegre hará buena disposición: mas el espíritu triste seca los huesos. Proverbs 17:23 El impío toma presentes del seno, para pervertir las veredas del derecho. Proverbs 17:24 En el rostro del entendido se parece la sabiduría: mas los ojos del insensato, hasta el cabo de la tierra. Proverbs 17:25 El hijo insensato es enojo a su padre; y amargura a la que le engendró. Proverbs 17:26 Ciertamente condenar al justo, no es bueno: ni herir a los príncipes sobre el derecho. Proverbs 17:27 Detiene sus dichos el que sabe sabiduría; y de preciado espíritu es el hombre entendido. Proverbs 17:28 Aun el insensato cuando calla, es contado por sabio: el que cierra sus labios es entendido. Proverbs 18:0 Proverbs 18:1 Conforme al deseo busca el apartado: en toda doctrina se envolverá. Proverbs 18:2 No toma placer el insensato en la inteligencia: mas en lo que se descubre su corazón. Proverbs 18:3 Cuando viene el impío, viene también el menosprecio; y con el deshonrador, la vergüenza. Proverbs 18:4 Aguas profundas son las palabras de la boca del hombre; y arroyo revertiente la fuente de la sabiduría. Proverbs 18:5 Tener respeto a la persona del impío, para hacer caer al justo de su derecho, no es bueno. Proverbs 18:6 Los labios del insensato vienen con pleito; y su boca a cuestiones llama. Proverbs 18:7 La boca del insensato es quebrantamiento para sí; y sus labios son lazos para su alma. Proverbs 18:8 Las palabras del chismoso parecen blandas: mas ellas descienden hasta lo íntimo del vientre. Proverbs 18:9 También el que es negligente en su obra, es hermano del dueño disipador. Proverbs 18:10 Torre fuerte es el nombre de Jehová: a él correrá el justo, y será levantado. Proverbs 18:11 Las riquezas del rico son la ciudad de su fortaleza; y como un muro alto, en su imaginación. Proverbs 18:12 Antes del quebrantamiento se eleva el corazón del hombre; y antes de la honra, el abatimiento. Proverbs 18:13 El que responde palabra antes de oír, insensatez le es, y vergüenza. Proverbs 18:14 El ánimo del hombre suportará su enfermedad: mas al ánimo angustiado, ¿quién le suportará? Proverbs 18:15 El corazón del entendido adquiere sabiduría; y el oído de los sabios busca la ciencia. Proverbs 18:16 El presente del hombre le ensancha el camino; y le lleva delante de los grandes. Proverbs 18:17 El justo es primero en su pleito; y su adversario viene, y búscale. Proverbs 18:18 La suerte pone fin a los pleitos; y desparte los fuertes. Proverbs 18:19 El hermano ofendido es más contumaz que una ciudad fuerte; y las contiendas de los hermanos son como cerrojos de alcázar. Proverbs 18:20 Del fruto de la boca del hombre se hartará su vientre: de la renta de sus labios se hartará. Proverbs 18:21 La muerte y la vida están en poder de la lengua; y el que la ama, comerá de sus frutos. Proverbs 18:22 El que halló mujer, halló el bien; y alcanzó la benevolencia de Jehová. Proverbs 18:23 El pobre habla ruegos; mas el rico responde durezas. Proverbs 18:24 El hombre de amigos mantiénese en amistad; y a veces hay amigo más conjunto que el hermano. Proverbs 19:0 Proverbs 19:1 Mejor es el pobre que camina en su simplicidad, que el de perversos labios, e insensato. Proverbs 19:2 El alma sin ciencia no es buena; y el presuroso de pies, peca. Proverbs 19:3 La insensatez del hombre tuerce su camino; y contra Jehová se aira su corazón. Proverbs 19:4 Las riquezas allegan muchos amigos: mas el pobre, de su amigo es apartado. Proverbs 19:5 El testigo falso no será sin castigo; y el que habla mentiras, no escapará. Proverbs 19:6 Muchos rogarán al príncipe: mas cada uno es amigo del hombre que da. Proverbs 19:7 Todos los hermanos del pobre le aborrecen, ¿cuánto más sus amigos se alejarán de él? buscará la palabra, y no la hallará. Proverbs 19:8 El que posee entendimiento, ama su alma: guarda la inteligencia, para hallar el bien. Proverbs 19:9 El testigo falso no será sin castigo; y el que habla mentiras, perecerá. Proverbs 19:10 No conviene al insensato la delicia, ¿cuánto menos al siervo ser señor de los príncipes? Proverbs 19:11 El entendimiento del hombre detiene su furor; y su honra es disimular la prevaricación. Proverbs 19:12 Como el bramido del cachorro del león es la ira del rey; y como el rocío sobre la yerba su benevolencia. Proverbs 19:13 Dolor es para su padre el hijo insensato; y gotera continua las contiendas de la mujer. Proverbs 19:14 La casa y las riquezas herencia son de los padres: mas de Jehová la mujer prudente. Proverbs 19:15 La pereza hace caer sueño; y el alma negligente hambreará. Proverbs 19:16 El que guarda el mandamiento, guarda su alma: mas el que menospreciare sus caminos, morirá. Proverbs 19:17 A Jehová empresta el que da al pobre; y él le dará su paga. Proverbs 19:18 Castiga a tu hijo entre tanto que hay esperanza: mas para matarle no alces tu voluntad. Proverbs 19:19 El de grande ira, llevará la pena; porque aun si le librares, todavía tornarás. Proverbs 19:20 Escucha el consejo, y recibe la enseñanza, para que seas sabio en tu vejez. Proverbs 19:21 Muchos pensamientos están en el corazón del hombre: mas el consejo de Jehová permanecerá. Proverbs 19:22 Contentamiento es a los hombres hacer misericordia; y el pobre es mejor que el mentiroso. Proverbs 19:23 El temor de Jehová es para vida; y permanecerá harto: no será visitado de mal. Proverbs 19:24 El perezoso esconde su mano en el seno: aun a su boca no la llevará. Proverbs 19:25 Hiere al burlador, y el simple se hará avisado; y corrigiendo al entendido, entenderá ciencia. Proverbs 19:26 El que roba a su padre, y ahuyenta a su madre, hijo es avergonzador, y deshonrador. Proverbs 19:27 Cesa, hijo mío, de oír el enseñamiento, que te haga desviar de las razones de sabiduría. Proverbs 19:28 El testigo perverso se burlará del juicio; y la boca de los impíos encubrirá la iniquidad. Proverbs 19:29 Aparejados están juicios para los burladores; y azotes para los cuerpos de los insensatos. Proverbs 20:0 Proverbs 20:1 El vino hace burlador: la cerveza, alborotador; y cualquiera que en él errare, no será sabio. Proverbs 20:2 Bramido, como de cachorro de león, es el miedo del rey: el que le hace enojar, peca contra su alma. Proverbs 20:3 Honra es del hombre dejarse de pleito: mas todo insensato se envolverá en él. Proverbs 20:4 El perezoso no ara a causa del invierno: mas él pedirá en la segada, y no hallará. Proverbs 20:5 Aguas profundas es el consejo en el corazón del hombre: mas el hombre entendido le alcanzará. Proverbs 20:6 Muchos hombres pregonan cada cual el bien que han hecho: mas hombre de verdad ¿quién le hallará? Proverbs 20:7 El justo que camina en su integridad, bienaventurados serán sus hijos después de él. Proverbs 20:8 El rey que está en el trono de juicio, con su mirar disipa todo mal. Proverbs 20:9 ¿Quién podrá decir: Yo he limpiado mi corazón, limpio estoy de mi pecado? Proverbs 20:10 Doblada pesa, y doblada medida, abominación son a Jehová ambas cosas. Proverbs 20:11 El muchacho aun es conocido por sus obras, si su obra es limpia y recta. Proverbs 20:12 El oído oye, y el ojo ve: Jehová hizo aun ambas cosas. Proverbs 20:13 No ames el sueño, porque no te empobrezcas: abre tus ojos, hartarte has de pan. Proverbs 20:14 El que compra, dice: Malo es, malo es: mas en apartándose, él se alaba. Proverbs 20:15 Hay oro, y multitud de piedras preciosas: mas los labios sabios son vaso precioso. Proverbs 20:16 Quítale su ropa, porque fió al extraño; y préndale por la extraña. Proverbs 20:17 Sabroso es al hombre el pan de mentira: mas después, su boca será llena de cascajo. Proverbs 20:18 Los pensamientos con el consejo se ordenan; y con industria se hace la guerra. Proverbs 20:19 El que descubre el secreto, anda en chismes; y con el que lisonjea de sus labios, no te entremetas. Proverbs 20:20 El que maldice a su padre, o a su madre, su candela será apagada en oscuridad tenebrosa. Proverbs 20:21 La herencia adquirida de priesa en el principio, su postrimería aun no será bendita. Proverbs 20:22 No digas: Yo me vengaré: espera a Jehová, y él te salvará. Proverbs 20:23 Abominación son a Jehová las pesas dobladas; y el peso falso, no es bueno. Proverbs 20:24 De Jehová son los pasos del hombre: el hombre pues, ¿cómo entenderá su camino? Proverbs 20:25 Lazo es al hombre tragar santidad; y después de los votos andar preguntando. Proverbs 20:26 El rey sabio esparce los impíos; y sobre ellos hace tornar la rueda. Proverbs 20:27 Candela de Jehová es el alma del hombre, que escudriña lo secreto del vientre. Proverbs 20:28 Misericordia y verdad guardan al rey; y con clemencia sustenta su trono. Proverbs 20:29 La honra de los mancebos es su fortaleza; y la hermosura de los viejos, su vejez. Proverbs 20:30 Las señales de las heridas son medicina en el malo; y las plagas en lo secreto del vientre. Proverbs 21:0 Proverbs 21:1 Como los repartimientos de las aguas así está el corazón del rey en la mano de Jehová: a todo lo que quiere, le inclina. Proverbs 21:2 Todo camino del hombre es recto en su opinión: mas Jehová pesa los corazones. Proverbs 21:3 Hacer justicia y juicio es a Jehová más agradable que sacrificio. Proverbs 21:4 Altivez de ojos, y grandeza de corazón, y pensamiento de los impíos es pecado. Proverbs 21:5 Los pensamientos del solícito ciertamente van a abundancia: mas todo presuroso ciertamente a pobreza. Proverbs 21:6 Allegar tesoros con lengua de mentira, es vanidad, que será echada con los que buscan la muerte. Proverbs 21:7 La rapiña de los impíos los destruirá: porque no quisieron hacer juicio. Proverbs 21:8 El camino del hombre es torcido y extraño: mas la obra del limpio es recta. Proverbs 21:9 Mejor es vivir en un rincón de casa, que con la mujer rencillosa en casa espaciosa. Proverbs 21:10 El alma del impío desea mal: su prójimo no le parece bien. Proverbs 21:11 Cuando el burlador es castigado, el simple se hace sabio; y enseñando al sabio, toma sabiduría. Proverbs 21:12 Considera el justo la casa del impío: que los impíos son trastornados por el mal. Proverbs 21:13 El que cierra su oído al clamor del pobre, también él clamará y no será oído. Proverbs 21:14 El presente en secreto amansa el furor, y el don en el seno la fuerte ira. Proverbs 21:15 Alegría es al justo hacer juicio: mas quebrantamiento a los que hacen iniquidad. Proverbs 21:16 El hombre que yerra del camino de la sabiduría, en la compañía de los muertos reposará. Proverbs 21:17 Hombre necesitado será el que ama la alegría; y el que ama el vino y el ungüento no enriquecerá. Proverbs 21:18 El rescate del justo será el impío; y por los rectos será castigado el prevaricador. Proverbs 21:19 Mejor es morar en tierra del desierto, que con la mujer rencillosa, e iracunda. Proverbs 21:20 Tesoro de codicia, y aceite está en la casa del sabio: mas el hombre insensato lo disipará. Proverbs 21:21 El que sigue la justicia y la misericordia, hallará la vida, la justicia, y la honra. Proverbs 21:22 La ciudad de los fuertes tomó el sabio; y derribó la fuerza de su confianza. Proverbs 21:23 El que guarda su boca, y su lengua, su alma guarda de angustias. Proverbs 21:24 Soberbio, arrogante, burlador, es el nombre del que hace con saña de soberbia. Proverbs 21:25 El deseo del perezoso le mata; porque sus manos no quieren hacer. Proverbs 21:26 Todo el tiempo desea: mas el justo da; y no perdona. Proverbs 21:27 El sacrificio de los impíos es abominación, ¿cuánto más ofreciéndole con maldad? Proverbs 21:28 El testigo mentiroso perecerá: mas el hombre que oye, permanecerá en su dicho. Proverbs 21:29 El hombre impío asegura su rostro: mas el recto ordena sus caminos. Proverbs 21:30 No hay sabiduría, ni inteligencia, ni consejo contra Jehová. Proverbs 21:31 El caballo se apareja para el día de la batalla: mas de Jehová es el salvar. Proverbs 22:0 Proverbs 22:1 De más estima es la buena fama que las muchas riquezas; y la buena gracia, que la plata y que el oro. Proverbs 22:2 El rico y el pobre se encontraron: a todos ellos hizo Jehová. Proverbs 22:3 El avisado ve el mal, y escóndese: mas los simples pasan, y reciben el daño. Proverbs 22:4 El salario de la humildad y del temor de Jehová, son riquezas, y honra, y vida. Proverbs 22:5 Espinas y lazos hay en el camino del perverso: el que guarda su alma se alejará de ellos. Proverbs 22:6 Instruye al niño en su carrera: aun cuando fuere viejo no se apartará de ella. Proverbs 22:7 El rico se enseñoreará de los pobres; y el que toma emprestado es siervo del que empresta. Proverbs 22:8 El que sembrare iniquidad, iniquidad segará; y la vara de su ira se acabará. Proverbs 22:9 El ojo misericordioso será bendito; porque dio de su pan al menesteroso. Proverbs 22:10 Echa al burlador, y saldrá la contienda; y cesará el pleito, y la vergüenza. Proverbs 22:11 El que ama la limpieza de corazón, y la gracia de sus labios, su compañero será el rey. Proverbs 22:12 Los ojos de Jehová miran por la ciencia; y las cosas del prevaricador pervierte. Proverbs 22:13 Dice el perezoso: El león está fuera: en mitad de las calles seré muerto. Proverbs 22:14 Sima profunda es la boca de las mujeres extrañas: aquel contra el cual Jehová tuviere ira, caerá en ella. Proverbs 22:15 La insensatez está ligada en el corazón del muchacho: mas la vara de la corrección la hará alejar de él. Proverbs 22:16 El que oprime al pobre para aumentarse él, y el que da al rico, ciertamente será pobre. Proverbs 22:17 Inclina tu oído, y oye las palabras de los sabios, y pon tu corazón a mi sabiduría: Proverbs 22:18 Porque es cosa deleitable, si las guardares en tus entrañas; y que juntamente sean ordenadas en tus labios. Proverbs 22:19 Para que tu confianza esté en Jehová, te las he hecho saber hoy a ti también. Proverbs 22:20 ¿No te he escrito tres veces en consejos y ciencia; Proverbs 22:21 Para hacerte saber la certidumbre de las razones verdaderas; para que respondas razones de verdad a los que enviaren a ti? Proverbs 22:22 No robes al pobre, porque es pobre: ni quebrantes en la puerta al afligido: Proverbs 22:23 Porque Jehová juzgará la causa de ellos; y robará su alma a los que los robaren. Proverbs 22:24 No te entremetas con el iracundo: ni te acompañes con el hombre enojoso. Proverbs 22:25 Porque no aprendas sus veredas, y tomes lazo para tu alma. Proverbs 22:26 No estés entre los que tocan la mano: entre los que fian por deudas. Proverbs 22:27 Si no tuvieres para pagar: ¿por qué quitarán tu cama de debajo de ti? Proverbs 22:28 No traspases el término antiguo que hicieron tus padres. Proverbs 22:29 ¿Has visto hombre solícito en su obra? delante de los reyes estará: no estará delante de los de baja suerte. Proverbs 23:0 Proverbs 23:1 Cuando te asentares a comer con algún señor, considera bien lo que estuviere delante de ti: Proverbs 23:2 Y pon cuchillo a tu garganta, si tienes grande apetito. Proverbs 23:3 No codicies sus manjares delicados; porque es pan engañoso. Proverbs 23:4 No trabajes para ser rico: déjate de tu cuidado. Proverbs 23:5 ¿Has de poner tus ojos en las riquezas, siendo ningunas? porque hacerse han alas, como alas de águila; y volarán al cielo. Proverbs 23:6 No comas pan de hombre de mal ojo; ni codicies sus manjares. Proverbs 23:7 Porque cual es su pensamiento en su alma, tal es él. Decirte ha, come, y bebe: mas su corazón no está contigo. Proverbs 23:8 ¿Comiste tu parte? vomitarlo has; y perdiste tus suaves palabras. Proverbs 23:9 No hables en las orejas del insensato; porque menospreciará la prudencia de tus razones. Proverbs 23:10 No traspases el término antiguo, ni entres en la heredad de los huérfanos: Proverbs 23:11 Porque el defensor de ellos es el Fuerte: el cual juzgará la causa de ellos contra ti. Proverbs 23:12 Aplica al castigo tu corazón; y tus orejas a las hablas de sabiduría. Proverbs 23:13 No detengas el castigo del muchacho; porque si le hirieres con vara, no morirá. Proverbs 23:14 Tú le herirás con vara, y librarás su alma del infierno. Proverbs 23:15 Hijo mío, si sabio fuere tu corazón, también a mí se me alegrará el corazón. Proverbs 23:16 Mis entrañas también se alegrarán, cuando tus labios hablaren cosas rectas. Proverbs 23:17 No tenga envidia de los pecadores tu corazón: antes persevera en el temor de Jehová todo tiempo: Proverbs 23:18 Porque ciertamente hay fin; y tu esperanza no será cortada. Proverbs 23:19 Oye tú, hijo mío, y sé sabio, y endereza al camino tu corazón. Proverbs 23:20 No estés con los bebedores de vino, ni con los comedores de carne: Proverbs 23:21 Porque el bebedor y el comilón empobrecerán; y el sueño hará vestir vestidos rotos. Proverbs 23:22 Oye a tu padre, a aquel que te engendró; y cuando tu madre envejeciere, no la menosprecies. Proverbs 23:23 Compra la verdad, y no la vendas: la sabiduría, el enseñamiento, y la inteligencia. Proverbs 23:24 Alegrando se alegrará el padre del justo; y el que engendró sabio, se regocijará con él. Proverbs 23:25 Alégrese tu padre y tu madre, y regocíjese la que te engendró. Proverbs 23:26 Dáme, hijo mío, tu corazón, y miren tus ojos por mis caminos: Proverbs 23:27 Porque sima profunda es la ramera, y pozo angosto la extraña. Proverbs 23:28 También ella, como robador, asecha; y multiplica entre los hombres los prevaricadores. Proverbs 23:29 ¿Para quién será el ay? ¿para quién el ay? ¿para quién las rencillas? ¿para quién las quejas? ¿para quién las heridas de balde? ¿para quién los cardenales de los ojos? Proverbs 23:30 Para los que se detienen junto al vino; para los que van buscando la mistura. Proverbs 23:31 No mires al vino como es bermejo, como resplandezca su color en el vaso, como se entra suavemente. Proverbs 23:32 A su fin morderá como serpiente; y como basilisco dará dolor. Proverbs 23:33 Tus ojos mirarán las extrañas; y tu corazón hablará perversidades. Proverbs 23:34 Y serás como el que yace en medio de la mar; y como el que yace en cabo del mastelero. Proverbs 23:35 Y dirás hiriéronme, mas no me dolió: azotáronme, mas no lo sentí: cuando despertaré, aun lo tornaré a buscar. Proverbs 24:0 Proverbs 24:1 No tengas envidia de los hombres malos: ni desees estar con ellos. Proverbs 24:2 Porque su corazón piensa en robar; e iniquidad hablan sus labios. Proverbs 24:3 Con sabiduría se edificará la casa; y con prudencia se afirmará. Proverbs 24:4 Y con ciencia las cámaras se henchirán de todas riquezas preciosas y hermosas. Proverbs 24:5 El hombre sabio es fuerte; y el hombre entendido es valiente de fuerza. Proverbs 24:6 Porque con industrias harás la guerra; y la salud está en la multitud de los consejeros. Proverbs 24:7 Alta está para el insensato la sabiduría: en la puerta no abrirá su boca. Proverbs 24:8 Al que piensa mal hacer, al tal, hombre de malos pensamientos le llamarán. Proverbs 24:9 El mal pensamiento del insensato es pecado; y abominación a los hombres el burlador. Proverbs 24:10 Si fueres flojo en el día de trabajo, tu fuerza será angosta. Proverbs 24:11 ¿Detenerte has de escapar los que son tomados para la muerte, y los que son llevados al degolladero? Proverbs 24:12 Si dijeres: Ciertamente no lo supimos: ¿el que pesa los corazones no lo entenderá? El que mira por tu alma él lo conocerá, el cual dará al hombre según sus obras. Proverbs 24:13 Come, hijo mío, de la miel, porque es buena; y del panal dulce a tu paladar: Proverbs 24:14 Tal será el conocimiento de la sabiduría a tu alma, si la hallares; y al fin tu esperanza no será cortada. Proverbs 24:15 O! impío, no aseches a la tienda del justo: no saquees su acostadero: Proverbs 24:16 Porque siete veces cae el justo, y se torna a levantar: mas los impíos caerán en el mal. Proverbs 24:17 Cuando cayere tu enemigo, no te huelgues; y cuando tropezare, no se alegre tu corazón: Proverbs 24:18 Porque Jehová no lo mire, y le desagrade; y aparte de sobre él su enojo. Proverbs 24:19 No te entremetas con los malignos, ni tengas envidia de los impíos: Proverbs 24:20 Porque para el malo no habrá buen fin; y la candela de los impíos será apagada. Proverbs 24:21 Teme a Jehová, hijo mío, y al rey: no te entremetas con los inmutadores: Proverbs 24:22 Porque su quebrantamiento se levantará de repente: ¿y el quebrantamiento de ambos quién lo comprenderá? Proverbs 24:23 También estas cosas pertenecen a los sabios. Tener respeto a personas en el juicio, no es bueno. Proverbs 24:24 El que dijere al malo, justo eres: los pueblos le maldecirán, y las naciones le detestarán: Proverbs 24:25 Mas los que le reprenden, serán agradables; y sobre ellos vendrá bendición de bien. Proverbs 24:26 Los labios serán besados, del que responde palabras rectas. Proverbs 24:27 Apareja de fuera tu obra, y dispónela en tu heredad; y después edificarás tu casa. Proverbs 24:28 No seas testigo sin causa contra tu prójimo; y no lisonjees con tus labios. Proverbs 24:29 No digas: Como me hizo, así le haré: daré el pago al varón según su obra. Proverbs 24:30 Pasé junto a la heredad del hombre perezoso, y junto a la viña del hombre falto de entendimiento. Proverbs 24:31 Y he aquí que por toda ella habían ya crecido espinas, ortigas habían ya cubierto su superficie, y su cerca de piedra estaba ya destruida. Proverbs 24:32 Y yo miré, y púselo en mi corazón: lo ví, y recibí enseñanza. Proverbs 24:33 Tomando un poco de sueño, cabeceando otro poco, poniendo mano sobre mano otro poco para volver a dormir: Proverbs 24:34 Vendrá como caminante, tu necesidad; y tu pobreza como hombre de escudo. Proverbs 25:0 Proverbs 25:1 También estos son proverbios de Salomón, los cuales copiaron los varones de Ezequías rey de Judá. Proverbs 25:2 Honra de Dios es encubrir la palabra; y honra del rey es escudriñar la palabra. Proverbs 25:3 Para la altura de los cielos, y para la profundidad de la tierra, y para el corazón de los reyes, no hay investigación. Proverbs 25:4 Quita las escorias de la plata, y saldrá vaso al fundidor. Proverbs 25:5 Aparta al impío de la presencia del rey, y su trono se afirmará en justicia. Proverbs 25:6 No te alabes delante del rey; ni estés en el lugar de los grandes: Proverbs 25:7 Porque mejor es que se te diga: Sube acá: que no, que seas abajado delante del príncipe, que miraron tus ojos. Proverbs 25:8 No salgas a pleito presto; porque después al fin no sepas que hacer, avergonzado de tu prójimo. Proverbs 25:9 Trata tu causa con tu compañero; y no descubras el secreto a otro: Proverbs 25:10 Porque no te deshonre el que lo oyere, y tu infamia no pueda volver atrás. Proverbs 25:11 Manzanas de oro con figuras de plata es la palabra dicha como conviene. Proverbs 25:12 Zarcillo de oro, y joyel de oro fino es el que reprende al sabio, que tiene orejas que oyen. Proverbs 25:13 Como frío de nieve en tiempo de la segada, así es el mensajero fiel a los que le envían: que al alma de su señor da refrigerio. Proverbs 25:14 Como cuando hay nubes y vientos, y la lluvia no viene, así es el hombre que se jacta de vana liberalidad. Proverbs 25:15 Con luenga paciencia se aplaca el príncipe; y la lengua blanda quebranta los huesos. Proverbs 25:16 ¿Hallaste la miel? come lo que te basta; porque no te hartes de ella, y la revieses. Proverbs 25:17 Detén tu pie de la casa de tu prójimo; porque harto de ti, no te aborrezca. Proverbs 25:18 Martillo, y espada, y saeta aguda es el hombre que habla contra su prójimo falso testimonio. Proverbs 25:19 Diente quebrado, y pie resbalador es la confianza del prevaricador en el tiempo de la angustia. Proverbs 25:20 El que canta canciones al corazón afligido es como el que quita la ropa en tiempo de frío: o el que echa vinagre sobre jabón. Proverbs 25:21 Si el que te aborrece, tuviere hambre, dále de comer pan; y si tuviere sed, dále de beber agua: Proverbs 25:22 Porque ascuas allegas sobre su cabeza; y Jehová te lo pagará. Proverbs 25:23 El viento del norte ahuyenta la lluvia, y el rostro airado la lengua detractora. Proverbs 25:24 Mejor es estar en un rincón de casa, que con la mujer rencillosa en casa espaciosa. Proverbs 25:25 Como el agua fría al alma sedienta, así son las buenas nuevas de lejas tierras. Proverbs 25:26 Fuente turbia, y manadero corrupto es el justo, que resbala delante del impío. Proverbs 25:27 Comer mucha miel, no es bueno: ni inquirir de su gloria, es gloria. Proverbs 25:28 Ciudad derribada y sin muro es el hombre, cuyo ímpetu no tiene rienda. Proverbs 26:0 Proverbs 26:1 Como la nieve en el verano, y la lluvia en la segada, así conviene al insensato la honra. Proverbs 26:2 Como el gorrión andar vagabundo, y como la golondrina volar, así la maldición sin causa nunca vendrá. Proverbs 26:3 El azote para el caballo, y el cabestro para el asno, y la vara para el cuerpo del insensato. Proverbs 26:4 Nunca respondas al insensato conforme a su fatuidad, porque no seas como él también tú. Proverbs 26:5 Responde al insensato conforme a su fatuidad, porque no se estime sabio en su opinión. Proverbs 26:6 El que corta los pies, beberá el daño; y el que envía algo por la mano del insensato. Proverbs 26:7 Alzád las piernas del cojo: así es el proverbio en la boca del insensato. Proverbs 26:8 Como quien liga la piedra en la honda, así es el que da honra al insensato. Proverbs 26:9 Espinas hincadas en mano de embriagado: tal es el proverbio en la boca de los insensatos. Proverbs 26:10 El Grande cria todas las cosas; y al insensato da la paga, y a los transgresores da el salario. Proverbs 26:11 Como perro que vuelve a su vómito: así el insensato que segunda su fatuidad. Proverbs 26:12 ¿Has visto hombre sabio en su opinión? más esperanza hay del insensato que de él. Proverbs 26:13 Dice el perezoso: El león está en el camino: el león está en las calles. Proverbs 26:14 Las puertas se revuelven en su quicio, y el perezoso en su cama. Proverbs 26:15 Esconde el perezoso su mano en el seno: cánsase de tornarla a su boca. Proverbs 26:16 Más sabio es el perezoso en su opinión, que siete que le den consejo. Proverbs 26:17 El que pasando se enoja en el pleito ajeno, es como el que toma al perro por las orejas. Proverbs 26:18 Como el que enloquece, y echa llamas, y saetas, y muerte, Proverbs 26:19 Tal es el hombre que daña a su amigo, y dice: Cierto, burlaba. Proverbs 26:20 Sin leña, el fuego se apagará; y donde no hubiere chismoso, cesará la contienda. Proverbs 26:21 El carbón para brasas; y la leña para el fuego; y el hombre rencilloso para encender contienda. Proverbs 26:22 Las palabras del chismoso parecen blandas: mas ellas entran hasta lo secreto del vientre. Proverbs 26:23 Plata de escorias echada sobre tiesto son los labios encendidos, y el corazón malo. Proverbs 26:24 Otro parece en los labios el que aborrece: mas en su interior pone engaño: Proverbs 26:25 Cuando hablare amigablemente, no le creas; porque siete abominaciones están en su corazón. Proverbs 26:26 Encúbrese el odio en el desierto: mas su malicia será descubierta en la congregación. Proverbs 26:27 El que cavare sima, en ella caerá; y el que revuelve la piedra, a él volverá. Proverbs 26:28 La falsa lengua al que atormenta aborrece; y la boca lisonjera hace resbaladero. Proverbs 27:0 Proverbs 27:1 No te alabes del día de mañana; porque no sabes que parirá el día. Proverbs 27:2 Alábete el extraño, y no tu boca: el ajeno, y no tus labios. Proverbs 27:3 Pesada es la piedra, y la arena pesa: mas la ira del insensato es más pesada que ambas cosas. Proverbs 27:4 Cruel es la ira; e impetuoso el furor: ¿mas quién parará delante de la envidia? Proverbs 27:5 Mejor es la reprensión manifiesta, que el amor oculto. Proverbs 27:6 Fieles son las heridas del que ama; e importunos los besos del que aborrece. Proverbs 27:7 El alma harta huella el panal de miel: mas al alma hambrienta todo lo amargo es dulce. Proverbs 27:8 Cual es el ave que se va de su nido, tal es el hombre que se va de su lugar. Proverbs 27:9 El ungüento y el sahumerio alegran el corazón; y el amigo al hombre con el consejo dado de ánimo. Proverbs 27:10 No dejes a tu amigo, ni al amigo de tu padre: ni entres en casa de tu hermano el día de tu aflicción: mejor es el vecino cercano, que el hermano lejano. Proverbs 27:11 Sé sabio, o! hijo mío, y alegra mi corazón; y tendré que responder al que me deshonrare. Proverbs 27:12 El avisado ve el mal, y escóndese: mas los simples pasan, y llevan el daño. Proverbs 27:13 Quítale su ropa, porque fió al extraño; y por la extraña, préndale. Proverbs 27:14 El que bendice a su amigo a alta voz madrugando de mañana, por maldición se le contará. Proverbs 27:15 Gotera continua en tiempo de lluvia, y la mujer rencillosa son semejantes. Proverbs 27:16 El que la escondió, escondió el viento; porque el aceite en su mano derecha clama. Proverbs 27:17 Hierro con hierro se aguza; y el hombre aguza el rostro de su amigo. Proverbs 27:18 El que guarda la higuera, come su fruto: y el que guarda a su señor, será honrado. Proverbs 27:19 Como un agua se parece a otra, así el corazón del hombre al otro. Proverbs 27:20 El sepulcro y la perdición nunca se hartan: así los ojos de los hombres nunca se hartan. Proverbs 27:21 El crisol prueba la plata, y la fragua el oro; y al hombre la boca del que le alaba. Proverbs 27:22 Aunque majes al insensato en un mortero entre granos de trigo majados a pisón, no se quitará de él su fatuidad. Proverbs 27:23 Considera atentamente el rostro de tus ovejas: pon tu corazón al ganado. Proverbs 27:24 Porque las riquezas no son para siempre; ¿y la corona será para perpetuas generaciones? Proverbs 27:25 Saldrá la grama, aparecerá la yerba, y segarse han las yerbas de los montes. Proverbs 27:26 Los corderos para tus vestidos, y los cabritos para el precio del campo. Proverbs 27:27 Y abundancia de leche de las cabras para tu mantenimiento, y para mantenimiento de tu casa, y para sustento de tus criadas. Proverbs 28:0 Proverbs 28:1 Huye el impío sin que nadie le persiga: mas el justo está confiado como un leoncillo. Proverbs 28:2 Por la rebelión de la tierra sus príncipes son muchos: mas por el hombre entendido y sabio permanecerá sin mutación. Proverbs 28:3 El hombre pobre, y robador de los pobres es lluvia de avenida, y sin pan. Proverbs 28:4 Los que dejan la ley, alaban al impío: mas los que la guardan, contenderán con ellos. Proverbs 28:5 Los hombres malos no entienden el juicio: mas los que buscan a Jehová, entienden todas las cosas. Proverbs 28:6 Mejor es el pobre que camina en su perfección, que el de perversos caminos, y rico. Proverbs 28:7 El que guarda la ley, es hijo prudente: mas el que es compañero de glotones, avergüenza a su padre. Proverbs 28:8 El que aumenta sus riquezas con usura y recambio, para que se dé a los pobres lo allega. Proverbs 28:9 El que aparta su oído por no oír la ley, su oración también será abominable. Proverbs 28:10 El que hace errar a los rectos por el mal camino, él caerá en su misma sima: mas los perfectos heredarán el bien. Proverbs 28:11 El hombre rico es sabio en su opinión: mas el pobre entendido le examinará. Proverbs 28:12 Cuando los justos se alegran, grande es la gloria; y cuando los impíos son levantados, el hombre será buscado. Proverbs 28:13 El que encubre sus pecados, nunca prosperará: mas el que confiesa, y se aparta, alcanzará misericordia. Proverbs 28:14 Bienaventurado el hombre que siempre teme: mas el que endurece su corazón, caerá en mal. Proverbs 28:15 León bramador, y oso hambriento es el príncipe impío sobre el pueblo pobre. Proverbs 28:16 El príncipe falto de entendimiento multiplica los agravios: mas el que aborrece la avaricia, alargará los días. Proverbs 28:17 El hombre que hace violencia con sangre de persona, hasta el sepulcro huirá; y nadie le sustentará. Proverbs 28:18 El que camina en integridad, será salvo: mas el de perversos caminos, caerá en alguno. Proverbs 28:19 El que labra su tierra se hartará de pan: mas el que sigue a los ociosos, se hartará de pobreza. Proverbs 28:20 El hombre de verdad tendrá muchas bendiciones: mas el que se apresura a enriquecer, no será sin culpa. Proverbs 28:21 Tener respeto a personas en el juicio, no es bueno: aun por un bocado de pan prevaricará el hombre. Proverbs 28:22 Apresúrase a ser rico el hombre de mal ojo, y no conoce que le ha de venir pobreza. Proverbs 28:23 El que reprende al hombre que vuelve atrás, hallará gracia, más que el que lisonjea con la lengua. Proverbs 28:24 El que roba a su padre y a su madre, y dice que no es maldad, compañero es del hombre destruidor. Proverbs 28:25 El altivo de ánimo revuelve contiendas: mas el que confía en Jehová, engordará. Proverbs 28:26 El que confía en su corazón es insensato: mas el que camina en sabiduría, él escapará. Proverbs 28:27 El que da al pobre, nunca tendrá pobreza: mas el que del pobre aparta sus ojos, tendrá muchas maldiciones. Proverbs 28:28 Cuando los impíos son levantados, el hombre cuerdo se esconderá: mas cuando perecen, los justos se multiplican. Proverbs 29:0 Proverbs 29:1 El hombre que reprendido endurece la cerviz, de repente será quebrantado: ni habrá para él medicina. Proverbs 29:2 Cuando los justos dominan, el pueblo se alegra: mas cuando domina el impío, el pueblo gime. Proverbs 29:3 El hombre que ama la sabiduría, alegra a su padre: mas el que da de comer a rameras, perderá la hacienda. Proverbs 29:4 El rey con el juicio afirma la tierra: mas el hombre amigo de presentes, la destruirá. Proverbs 29:5 El hombre que lisonjea a su prójimo, red tiende delante de sus pasos. Proverbs 29:6 Por la prevaricación del hombre malo hay lazo: mas el justo cantará, y se alegrará. Proverbs 29:7 Conoce el justo el derecho de los pobres: mas el impío no entiende sabiduría. Proverbs 29:8 Los hombres burladores enlazan la ciudad: mas los sabios apartan el furor. Proverbs 29:9 Si el hombre sabio contendiere con el insensato, que se enoje, o que se ría, no tendrá reposo. Proverbs 29:10 Los hombres sangrientos aborrecen al perfecto: mas los rectos buscan su contentamiento. Proverbs 29:11 Todo su espíritu echa fuera el insensato: mas el sabio al fin le sosiega. Proverbs 29:12 Del señor que escucha la palabra mentirosa, todos sus criados son impíos. Proverbs 29:13 El pobre y el usurero se encontraron: Jehová alumbra los ojos de ambos. Proverbs 29:14 El rey que juzga con verdad a los pobres, su trono será firme para siempre. Proverbs 29:15 La vara y la corrección dan sabiduría: mas el muchacho suelto avergonzará a su madre. Proverbs 29:16 Cuando los impíos son muchos, mucha es la prevaricación: mas los justos verán su ruina. Proverbs 29:17 Corrige a tu hijo, y darte ha descanso; y dará delicias a tu alma. Proverbs 29:18 Sin profecía el pueblo será disipado: mas el que guarda la ley, bienaventurado él. Proverbs 29:19 El siervo no será castigado con palabras; porque entiende, y no responde. Proverbs 29:20 ¿Has visto hombre ligero en sus palabras? mas esperanza hay del insensato que de él. Proverbs 29:21 El que regala a su siervo desde su niñez, a la postre será su hijo. Proverbs 29:22 El hombre enojoso levanta contiendas; y el furioso muchas veces peca. Proverbs 29:23 La soberbia del hombre le abate; y al humilde de espíritu sustenta la honra. Proverbs 29:24 El compañero del ladrón aborrece su vida; oirá maldiciones, y no le denunciará. Proverbs 29:25 El temor del hombre pondrá lazo: mas el que confía en Jehová será levantado. Proverbs 29:26 Muchos buscan el favor del príncipe: mas el juicio de cada uno de Jehová es. Proverbs 29:27 Abominación es a los justos el hombre inicuo: mas abominación es al impío el de rectos caminos. Proverbs 30:0 Proverbs 30:1 Palabras de Agur hijo de Jace: La profecía que dijo el varón a Itiel, a Itiel, y Ucal: Proverbs 30:2 Yo ciertamente, más torpe de ingenio soy que ninguno, ni tengo entendimiento de hombre. Proverbs 30:3 Ni aprendí sabiduría: ni supe ciencia de santos. Proverbs 30:4 ¿Quién subió al cielo, y descendió? ¿Quién encerró los vientos en sus puños? ¿Quién ató las aguas en un paño? ¿Quién afirmó todos los límites de la tierra? ¿Cuál es su nombre, y el nombre de su hijo, si tú lo sabes? Proverbs 30:5 Toda habla de Dios es limpia, es escudo a los que en él esperan. Proverbs 30:6 No añadas sobre sus palabras, porque no te arguya, y seas hallado mentiroso. Proverbs 30:7 Dos cosas te he demandado, no me las niegues antes que muera: Proverbs 30:8 Vanidad y palabra mentirosa aparta de mí: no me des pobreza ni riquezas: mantiéneme del pan que he menester. Proverbs 30:9 Porque no me harte, y te niegue; y diga: ¿Quién es Jehová? y porque siendo pobre, hurte; y blasfeme el nombre de mi Dios. Proverbs 30:10 Nunca acuses al siervo cerca de su señor; porque no te maldiga, y peques. Proverbs 30:11 Hay generación que maldice a su padre, y a su madre no bendice. Proverbs 30:12 Hay generación limpia en su opinión, y nunca se ha limpiado su inmundicia. Proverbs 30:13 Hay generación cuyos ojos son altivos, y cuyos párpados son alzados. Proverbs 30:14 Hay generación cuyos dientes son espadas; y cuyas muelas son cuchillos, para tragar de la tierra a los pobres, y de entre los hombres a los menesterosos. Proverbs 30:15 La sanguijuela tiene dos hijas que se llaman Trae, trae. Tres cosas hay que nunca se hartan: la cuarta nunca dice: Basta. Proverbs 30:16 El sepulcro, y la matriz estéril, y la tierra no harta de aguas; y el fuego nunca dice: Basta. Proverbs 30:17 El ojo que escarnece a su padre, y menosprecia el enseñamiento de la madre, sáquenlo los cuervos del río, y tráguenlo los hijos del águila. Proverbs 30:18 Tres cosas me son ocultas, y la cuarta no sé: Proverbs 30:19 El rastro del águila en el aire: el rastro de la culebra sobre la peña: el rastro de la nave en medio de la mar; y el rastro del hombre en la moza. Proverbs 30:20 Tal es el rastro de la mujer adúltera: come, y limpia su boca, y dice: No he hecho maldad. Proverbs 30:21 Por tres cosas se alborota la tierra, y la cuarta no la puede sufrir: Proverbs 30:22 Por el siervo cuando reinare; y por el insensato cuando se hartare de pan: Proverbs 30:23 Por la mujer aborrecida, cuando se casare; y por la sierva, cuando heredare a su señora. Proverbs 30:24 Cuatro cosas son las más pequeñas de la tierra, y las mismas son más sabias que los sabios: Proverbs 30:25 Las hormigas, pueblo no fuerte; y en el verano apareja su comida: Proverbs 30:26 Los conejos, pueblo no fuerte; y ponen su casa en la piedra: Proverbs 30:27 La langosta no tiene rey; y sale junta toda ella: Proverbs 30:28 La araña, que ase con las manos, y está en palacios de rey. Proverbs 30:29 Tres cosas hay de hermoso andar, y la cuarta pasea muy bien: Proverbs 30:30 El león fuerte entre todos los animales, que no torna atrás por nadie: Proverbs 30:31 El lebrel ceñido de lomos; y el macho cabrío; y el rey, contra el cual ninguno se levanta. Proverbs 30:32 Si caíste, fue porque te enalteciste; y si mal pensaste, pon el dedo en la boca. Proverbs 30:33 Ciertamente el que exprime la leche, sacará manteca; y el que recio se suena las narices, sacará sangre; y el que exprime la ira, sacará contienda. Proverbs 31:0 Proverbs 31:1 Palabras de Lemuel rey: la profecía con que le enseñó su madre. Proverbs 31:2 ¿Qué, hijo mío? ¿Y qué, hijo de mi vientre? ¿y qué, hijo de mis deseos? Proverbs 31:3 No des a las mujeres tu fuerza, ni tus caminos, que es para destruir a los reyes. Proverbs 31:4 No es de los reyes, o! Lemuel, no es de los reyes beber vino, ni de los príncipes la cerveza: Proverbs 31:5 Porque no beban, y olviden la ley; y perviertan el derecho de todos los hijos afligidos. Proverbs 31:6 Dad la cerveza al que perece, y el vino a los de amargo ánimo. Proverbs 31:7 Beban, y olvídense de su necesidad, y de su miseria no se acuerden más. Proverbs 31:8 Abre tu boca por el mudo, en el juicio de todos los hijos de muerte. Proverbs 31:9 Abre tu boca, juzga justicia, y el derecho del pobre, y del menesteroso. Proverbs 31:10 ¶ ¿Mujer valiente quién la hallará? porque su valor luengamente pasa al de las piedras preciosas. Proverbs 31:11 El corazón de su marido está en ella confiado, y de despojo no tendrá necesidad. Proverbs 31:12 Dárle ha bien, y no mal, todos los días de su vida. Proverbs 31:13 Buscó lana y lino; y de voluntad trabajó con sus manos. Proverbs 31:14 Fue como navío de mercader, que trae su pan de lejos. Proverbs 31:15 Levantóse aun de noche; y dio comida a su familia; y ración a sus criadas. Proverbs 31:16 Consideró la heredad, y compróla; y plantó viña del fruto de sus manos. Proverbs 31:17 Ciñó sus lomos de fortaleza, y esforzó sus brazos. Proverbs 31:18 Gustó que era buena su granjería; su candela no se apagó de noche. Proverbs 31:19 Aplicó sus manos al huso; y sus manos trataron la rueca. Proverbs 31:20 Su mano extendió al pobre; y al menesteroso extendió sus manos. Proverbs 31:21 No tendrá temor de la nieve por su familia, porque toda su familia está vestida de ropas dobladas. Proverbs 31:22 Ella se hizo tapices: de lino fino y púrpura es su vestido. Proverbs 31:23 Conocido es su marido en las puertas, cuando se asienta con los ancianos de la tierra. Proverbs 31:24 Hizo telas, y vendió; y dio cintas al mercader. Proverbs 31:25 Fortaleza y hermosura es su vestido; y en el día postrero reirá. Proverbs 31:26 Abrió su boca con sabiduría; y la ley de clemencia está en su boca. Proverbs 31:27 Considera los caminos de su casa; y no comió el pan de balde. Proverbs 31:28 Levantáronse sus hijos, y llamáronla bienaventurada; y su marido también la alabó. Proverbs 31:29 Muchas mujeres hicieron riquezas, mas tú las sobrepujaste a todas. Proverbs 31:30 Engañosa es la gracia, y vana la hermosura: la mujer que teme a Jehová, esa será alabada. Proverbs 31:31 Dádla del fruto de sus manos; y alábenla en las puertas sus hechos.
Ecclesiastes 0:0
Ecclesiastes 1:0 Ecclesiastes 1:1 Palabras del Predicador, hijo de David, rey en Jerusalem. Ecclesiastes 1:2 Vanidad de vanidades, dijo el Predicador, vanidad de vanidades; todo vanidad. Ecclesiastes 1:3 ¿Qué tiene más el hombre de todo su trabajo, con que trabaja debajo del sol? Ecclesiastes 1:4 Generación va, y generación viene; y la tierra siempre permanece. Ecclesiastes 1:5 Y sale el sol, y pónese el sol; y como con deseo vuelve a su lugar, donde torna a nacer. Ecclesiastes 1:6 El viento va al mediodía, y rodea al norte: va rodeando rodeando, y por sus rodeos torna el viento. Ecclesiastes 1:7 Los ríos todos van a la mar, y la mar no se hinche: al lugar de donde los ríos vinieron, allí tornan para volver. Ecclesiastes 1:8 Todas las cosas andan en trabajo, más que el hombre pueda decir; ni los ojos viendo hartarse de ver, ni los oídos oyendo henchirse. Ecclesiastes 1:9 ¿Qué es lo que fue? Lo mismo que será. ¿Qué es lo que ha sido hecho? Lo mismo que se hará; y nada hay nuevo debajo del sol. Ecclesiastes 1:10 Hay algo de que se pueda decir: ¿Veis aquí, esto es nuevo? Ya fue en los siglos que nos han precedido. Ecclesiastes 1:11 No hay memoria de lo que precedió, ni tampoco de lo que sucederá habrá memoria en los que serán después. Ecclesiastes 1:12 Yo, el Predicador, fui rey sobre Israel en Jerusalem, Ecclesiastes 1:13 Y di mi corazón a inquirir y buscar con sabiduría sobre todo lo que se hace debajo del cielo: (esta mala ocupación dio Dios a los hijos de los hombres, en que se ocupen:) Ecclesiastes 1:14 Yo miré todas las obras que se hacen debajo del sol; y, he aquí, que todo ello es vanidad, y aflicción de espíritu. Ecclesiastes 1:15 Lo torcido no se puede enderezar; y lo falto no se puede contar. Ecclesiastes 1:16 Hablé yo con mi corazón, diciendo: He aquí, yo soy engrandecido, y he crecido en sabiduría sobre todos los que fueron antes de mí en Jerusalem; y mi corazón ha visto multitud de sabiduría y de ciencia. Ecclesiastes 1:17 Y di mi corazón a conocer la sabiduría, y la ciencia; y las locuras y desvaríos: conocí al cabo que aun esto era aflicción de espíritu. Ecclesiastes 1:18 Porque en la mucha sabiduría hay mucho enojo; y quien añade ciencia, añade dolor. Ecclesiastes 2:0 Ecclesiastes 2:1 Dije yo también en mi corazón: Ahora ven acá, yo tentaré en alegría. Mira en bien. Y esto también era vanidad. Ecclesiastes 2:2 A la risa dije: Enloqueces; y al placer: ¿De qué sirve esto? Ecclesiastes 2:3 Yo propuse en mi corazón de atraer al vino mi carne, y que mi corazón anduviese en sabiduría, y retuviese la insensatez, hasta ver cual fuese el bien de los hijos de los hombres, en el cual se ocupasen debajo del cielo todos los días de su vida. Ecclesiastes 2:4 Engrandecí mis obras, edifiquéme casas, plantéme viñas; Ecclesiastes 2:5 Híceme huertos, y jardines; y planté en ellos árboles de todos frutos. Ecclesiastes 2:6 Híceme estanques de aguas para regar de ellos el bosque donde crecían los árboles. Ecclesiastes 2:7 Poseí siervos y siervas, y tuve hijos de familia: también tuve posesión grande de vacas y ovejas sobre todos los que fueron antes de mí en Jerusalem. Ecclesiastes 2:8 Alleguéme también plata y oro, y tesoro preciado de reyes y de provincias. Híceme cantores, y cantoras; y todos los deleites de los hijos de los hombres, sinfonía y sinfonías. Ecclesiastes 2:9 Y fui magnificado, y aumentado más que todos los que fueron antes de mí en Jerusalem: además de esto mi sabiduría me perseveró. Ecclesiastes 2:10 No negué a mis ojos ninguna cosa que deseasen; ni aparté a mi corazón de toda alegría; porque mi corazón gozó de todo mi trabajo; y esta fue mi parte de todo mi trabajo. Ecclesiastes 2:11 Al cabo yo miré todas las obras que habían hecho mis manos, y el trabajo que tomé para hacerlas; y, he aquí, todo vanidad y aflicción de espíritu; y que no hay más debajo del sol. Ecclesiastes 2:12 ¶ Después yo torné a mirar para ver la sabiduría, y los desvaríos, y la insensatez: (porque, ¿qué hombre hay que pueda seguir al rey en lo que ya hicieron?) Ecclesiastes 2:13 Y yo ví que la sabiduría sobrepuja a la insensatez, como la luz a las tinieblas. Ecclesiastes 2:14 El sabio tiene sus ojos en su cabeza: mas el insensato anda en tinieblas. Y entendí también yo, que un mismo suceso sucederá al uno y al otro. Ecclesiastes 2:15 Y yo dije en mi corazón: Como sucederá al insensato, me sucederá también a mí: ¿para qué pues he trabajado hasta ahora por hacerme más sabio? Y dije en mi corazón, que también esto era vanidad. Ecclesiastes 2:16 Porque ni del sabio, ni del insensato, habrá memoria para siempre; porque en viniendo días ya todo será olvidado; y también morirá el sabio, como el insensato. Ecclesiastes 2:17 Y aborrecí la vida; porque toda obra que se hacía debajo del sol, me era fastidiosa; porque todo era vanidad y aflicción de espíritu. Ecclesiastes 2:18 Y yo aborrecí todo mi trabajo, en que trabajé debajo del sol: el cual dejaré a otro, que vendrá después de mí. Ecclesiastes 2:19 ¿Y quién sabe si será sabio, o insensato, el que se enseñoreará en todo mi trabajo, en que ya trabajé, y en que me hice sabio debajo del sol? Esto también es vanidad. Ecclesiastes 2:20 Y yo me torné para desesperar mi corazón, por todo el trabajo en que trabajé, y en que me hice sabio debajo del sol. Ecclesiastes 2:21 Que trabaje el hombre con sabiduría, y con ciencia, y con rectitud, y que haya de dar su hacienda a hombre que nunca trabajó en ello. También esto es vanidad, y gran trabajo. Ecclesiastes 2:22 Porque ¿qué tiene el hombre por todo su trabajo, y fatiga de su corazón, en que él trabajó debajo del sol? Ecclesiastes 2:23 Porque todos sus días no son si no dolores, y enojos sus ocupaciones; aun de noche no reposa su corazón. Esto también es vanidad. Ecclesiastes 2:24 ¶ No hay luego bien para el hombre si no que coma y beba, y que su alma vea el bien de su trabajo. También ví yo, que esto es de la mano de Dios. Ecclesiastes 2:25 Porque ¿quién comerá; y quién se curará mejor que yo? Ecclesiastes 2:26 Porque al hombre que es bueno delante de Dios, él le da sabiduría, y ciencia, y alegría: mas al pecador dio ocupación, que allegue, y amontone, para que dé al bueno delante de él. También esto es vanidad y aflicción de espíritu. Ecclesiastes 3:0 Ecclesiastes 3:1 Para todas las cosas hay sazón; y todo lo que quisiereis debajo del cielo, tiene su tiempo determinado. Ecclesiastes 3:2 Tiempo de nacer, y tiempo de morir: tiempo de plantar, y tiempo de arrancar lo plantado: Ecclesiastes 3:3 Tiempo de matar, y tiempo de curar: tiempo de destruir, y tiempo de edificar: Ecclesiastes 3:4 Tiempo de llorar, y tiempo de reír: tiempo de endechar, y tiempo de bailar: Ecclesiastes 3:5 Tiempo de esparcir las piedras, y tiempo de allegar las piedras: tiempo de abrazar, y tiempo de alejarse del abrazar: Ecclesiastes 3:6 Tiempo de buscar, y tiempo de perder: tiempo de guardar, y tiempo de echar: Ecclesiastes 3:7 Tiempo de romper, y tiempo de coser: tiempo de callar, y tiempo de hablar: Ecclesiastes 3:8 Tiempo de amar, y tiempo de aborrecer: tiempo de guerra, y tiempo de paz. Ecclesiastes 3:9 ¿Qué tiene más el que trabaja en lo que trabaja? Ecclesiastes 3:10 Yo he visto la ocupación que Dios dio a los hijos de los hombres, para que en ella se ocupasen. Ecclesiastes 3:11 Todo lo hizo hermoso en su tiempo, y aun el mundo dio a su corazón, de tal manera que no alcance el hombre esta obra de Dios desde el principio hasta el cabo. Ecclesiastes 3:12 Yo he conocido que no hay mejor para ellos, que alegrarse, y hacer bien en su vida. Ecclesiastes 3:13 Y también que es don de Dios, que todo hombre coma y beba, y goce de todo su trabajo. Ecclesiastes 3:14 He entendido, que todo lo que Dios hace eso será perpetuo: sobre aquello no se añadirá, ni de ello se disminuirá; porque Dios hace, para que teman los hombres delante de él. Ecclesiastes 3:15 Aquello que fue, ya es; y lo que ha de ser ya fue; y Dios restaura lo que pasó. Ecclesiastes 3:16 ¶ Ví más debajo del sol: en lugar del juicio, allí la impiedad; y en lugar de la justicia, allí la iniquidad. Ecclesiastes 3:17 Y yo dije en mi corazón: Al justo y al impío juzgará Dios, porque allí hay tiempo determinado a todo lo que quisiereis, y sobre todo lo que se hace. Ecclesiastes 3:18 ¶ Dije en mi corazón acerca de la condición de los hijos de los hombres, que Dios los hizo escogidos; y es para ver, que ellos sean bestias los unos a los otros. Ecclesiastes 3:19 Porque el suceso de los hijos de los hombres, y el suceso del animal, el mismo suceso es; como mueren los unos, así mueren los otros; y una misma respiración tienen todos; ni tiene más el hombre que la bestia; porque todo es vanidad. Ecclesiastes 3:20 Todo va a un lugar; todo es hecho del polvo; y todo se tornará en el mismo polvo. Ecclesiastes 3:21 ¿Quién sabe si el espíritu de los hijos de los hombres suba arriba, y el espíritu del animal descienda debajo de la tierra? Ecclesiastes 3:22 Así que he visto que no hay bien, mas que alegrarse el hombre con lo que hiciere; porque esta es su parte: porque ¿quién le llevará para que vea lo que ha de ser después de él? Ecclesiastes 4:0 Ecclesiastes 4:1 Y tornéme yo, y ví todas las violencias que se hacen debajo del sol: y, he aquí las lágrimas de los oprimidos, y que no tienen quien los consuele; y que la fuerza estaba en la mano de sus opresores, y para ellos no había consolador. Ecclesiastes 4:2 Y alabé yo los muertos, que ya murieron, más que los vivos, que son vivos hasta ahora. Ecclesiastes 4:3 Y tuve por mejor que ellos ambos al que aun no fue; porque no ha visto las malas obras que se hacen debajo del sol. Ecclesiastes 4:4 ¶ Ví también todo trabajo, y toda rectitud de obras, que no es sino envidia del hombre contra su prójimo. También esto es vanidad, y aflicción de espíritu. Ecclesiastes 4:5 El insensato pliega sus manos, y come su carne. Ecclesiastes 4:6 Mas vale el un puño lleno con descanso, que ambos puños llenos con trabajo, y aflicción de espíritu. Ecclesiastes 4:7 ¶ Yo me torné otra vez, y ví otra vanidad debajo del sol. Ecclesiastes 4:8 Es el hombre solo, sin sucesor; que ni tiene hijo ni hermano, y nunca cesa de trabajar, ni aun sus ojos se hartan de sus riquezas; ni piensa: ¿Para quién trabajo yo, y defraudo mi alma del bien? También esto es vanidad, y ocupación mala. Ecclesiastes 4:9 Mejores son dos que uno; porque tienen mejor paga de su trabajo. Ecclesiastes 4:10 Porque si cayeren, el uno levantará a su compañero: mas ¡ay del solo! que cuando cayere, no habrá segundo que le levante. Ecclesiastes 4:11 También si dos durmieren, calentarse han: mas el solo ¿cómo se calentará? Ecclesiastes 4:12 Y si alguno prevaleciere contra el uno, dos estarán contra él; porque cordón de tres dobleces no presto se rompe. Ecclesiastes 4:13 ¶ Mejor es el muchacho pobre y sabio, que el rey viejo e insensato, que no puede ser más avisado. Ecclesiastes 4:14 Porque como de la cárcel salió a reinar; porque en su reino nació pobre. Ecclesiastes 4:15 Ví mas todos los vivientes debajo del sol caminando con el muchacho sucesor, que estará en su lugar. Ecclesiastes 4:16 No tiene fin todo el pueblo, que fue antes de ellos: tampoco los que fueren después, se alegrarán en él. También esto es vanidad, y aflicción de espíritu. Ecclesiastes 5:0 Ecclesiastes 5:1 Cuando fueres a la casa de Dios, mira bien por tu pie; y acércate más para oír, que para dar el sacrificio de los insensatos; porque no saben que hacen mal. Ecclesiastes 5:2 No te des priesa con tu boca, ni tu corazón se apresure a pronunciar palabra delante de Dios; porque Dios está en el cielo, y tú sobre la tierra: por tanto tus palabras sean pocas. Ecclesiastes 5:3 Porque como de la mucha ocupación viene el sueño, así la voz del insensato, de la multitud de las palabras. Ecclesiastes 5:4 Cuando a Dios prometieres promesa no tardes de pagarla; porque no se agrada de los insensatos. Lo que prometieres, paga. Ecclesiastes 5:5 Mejor es que no prometas, que no que prometas, y no pagues. Ecclesiastes 5:6 No sueltes tu boca para hacer pecar a tu carne; ni digas delante del ángel, que fue ignorancia: ¿por qué harás tú que se aire Dios a causa de tu voz, y que destruya la obra de tus manos? Ecclesiastes 5:7 Porque los sueños son en multitud; y las vanidades y las palabras son muchas: mas teme a Dios. Ecclesiastes 5:8 ¶ Si violencias de pobres, y extorsión de derecho y de justicia vieres en la provincia, no te maravilles de esta licencia; porque alto está mirando sobre alto, y más altos están sobre ellos: Ecclesiastes 5:9 Y mayor altura hay en todas las cosas de la tierra: mas el que sirve al campo es rey. Ecclesiastes 5:10 ¶ El que ama el dinero, no se hartará de dinero; y el que ama el mucho tener, no tendrá fruto. También esto es vanidad. Ecclesiastes 5:11 Cuando los bienes se aumentan, también se aumentan sus comedores: ¿qué bien pues tendrá su dueño sino verlos de sus ojos? Ecclesiastes 5:12 Dulce es el sueño del trabajador, que coma mucho, que poco: mas al rico, la hartura no le deja dormir. Ecclesiastes 5:13 Hay otra trabajosa enfermedad que ví debajo del sol: las riquezas guardadas de sus dueños para su mal, Ecclesiastes 5:14 Las cuales se pierden en malas ocupaciones; y a los hijos que engendraron nada les quedó en la mano: Ecclesiastes 5:15 Como salió del vientre de su madre, desnudo, así se vuelve, tornando como vino, y nada tuvo de su trabajo para llevar en su mano. Ecclesiastes 5:16 Este también es un gran mal, que como vino, así se haya de volver. ¿Y de qué le aprovechó trabajar al viento? Ecclesiastes 5:17 Además de esto, todos los días de su vida comerá en tinieblas, y mucho enojo, y dolor, e ira. Ecclesiastes 5:18 ¶ He aquí pues el bien que yo he visto: Que lo bueno es comer, y beber, y gozar del bien de todo su trabajo, con que trabaja debajo del sol todos los días de su vida, que Dios le dio; porque esta es su parte. Ecclesiastes 5:19 Y también, que a todo hombre, a quien Dios dio riquezas, y hacienda, también le dio facultad para que coma de ellas, y tome su parte, y goce su trabajo: esto es don de Dios. Ecclesiastes 5:20 Porque no se acordará mucho de los días de su vida, porque Dios le responderá con alegría de su corazón. Ecclesiastes 6:0 Ecclesiastes 6:1 Hay otro mal que he visto debajo del cielo, y muy común entre los hombres: Ecclesiastes 6:2 Hombre, a quien Dios dio riquezas, y hacienda, y honra, y nada le falta de todo lo que su alma desea; y Dios no le dio facultad de comer de ello; antes los extraños se lo comen: esto vanidad es, y enfermedad trabajosa. Ecclesiastes 6:3 Si el hombre engendrare cien hijos, y viviere muchos años, y los días de su edad fueren asaz; si su alma no se hartó del bien, y también careció de sepultura; yo digo que el abortivo es mejor que él. Ecclesiastes 6:4 Porque en vano vino, y a tinieblas va, y con tinieblas será cubierto su nombre. Ecclesiastes 6:5 Aunque no haya visto el sol, ni conocido nada, más reposo tiene este, que aquel. Ecclesiastes 6:6 Porque si viviere mil años dos veces, y no gozó del bien; cierto todos van a un lugar. Ecclesiastes 6:7 Todo el trabajo del hombre es para su boca, y con todo eso, su deseo no se harta. Ecclesiastes 6:8 Porque ¿qué más tiene el sabio que el insensato? ¿Qué más tiene el pobre que supo caminar entre los vivos? Ecclesiastes 6:9 Mas vale vista de ojos, que deseo que pasa; y también esto es vanidad, y aflicción de espíritu. Ecclesiastes 6:10 ¶ El que es, ya su nombre ha sido nombrado, y se sabe, que es hombre; y que no podrá contender con el que es más fuerte que él. Ecclesiastes 6:11 Ciertamente las muchas palabras multiplican la vanidad. ¿Qué más tiene el hombre? Ecclesiastes 6:12 Porque ¿quién sabe cual es el bien del hombre en la vida todos los días de la vida de su vanidad, que los pasa como sombra? Porque ¿quién enseñará al hombre que será después de él debajo del sol? Ecclesiastes 7:0 Ecclesiastes 7:1 Mejor es la buena fama que el buen ungüento; y el día de la muerte, que el día del nacer mismo. Ecclesiastes 7:2 Mejor es ir a la casa del luto que a la casa del convite; porque es el fin de todos los hombres; y el que vive, lo pondrá en su corazón. Ecclesiastes 7:3 Mejor es el enojo que la risa; porque con la tristeza del rostro se enmendará el corazón. Ecclesiastes 7:4 El corazón de los sabios, en la casa del luto: mas el corazón de los insensatos, en la casa del placer. Ecclesiastes 7:5 Mejor es oír la reprensión del sabio, que la canción de los insensatos. Ecclesiastes 7:6 Porque la risa del insensato es como el estrépito de las espinas debajo de la olla; y también esto es vanidad. Ecclesiastes 7:7 Ciertamente el agravio hace enloquecer al sabio; y el presente corrompe el corazón. Ecclesiastes 7:8 Mejor es el fin del negocio, que su principio: mejor es el sufrido de espíritu, que el altivo de espíritu. Ecclesiastes 7:9 No te apresures en tu espíritu a enojarte; porque la ira en el seno de los insensatos reposa. Ecclesiastes 7:10 Nunca digas: ¿Qué es la causa que los tiempos pasados fueron mejores que estos? Porque nunca de esto preguntarás con sabiduría. Ecclesiastes 7:11 Buena es la ciencia con herencia; y más a los que ven el sol: Ecclesiastes 7:12 Porque en la sombra de la ciencia, y en la sombra del dinero reposa el hombre; mas la sabiduría excede, en que da vida a sus poseedores. Ecclesiastes 7:13 Mira la obra de Dios; porque ¿quién podrá enderezar el que él torció? Ecclesiastes 7:14 En el día del bien, está en el bien; y en el día del mal, vé. Dios también hizo esto delante de lo otro, porque el hombre no halle nada tras de él. Ecclesiastes 7:15 ¶ Todo lo ví en los días de mi vanidad. Justo hay, que perece por su justicia; e impío hay, que por su maldad alarga sus días. Ecclesiastes 7:16 No seas justo mucho, ni seas demasiadamente sabio: ¿por qué te destruirás? Ecclesiastes 7:17 No hagas mal mucho, ni seas insensato: ¿por qué morirás antes de tu tiempo? Ecclesiastes 7:18 Bueno es que tomes esto, y también de estotro no apartes tu mano; porque el que a Dios teme, saldrá con todo. Ecclesiastes 7:19 La sabiduría esfuerza al sabio, más que diez poderosos príncipes, que sean en la ciudad. Ecclesiastes 7:20 Ciertamente no hay hombre justo en la tierra, que haga bien, y nunca peque. Ecclesiastes 7:21 Tampoco apliques tu corazón a todas las palabras que se hablaren; porque alguna vez no oigas a tu siervo, que dice mal de ti. Ecclesiastes 7:22 Porque tu corazón sabe, que tú también dijiste mal de otros muchas veces. Ecclesiastes 7:23 ¶ Todas estas cosas probé con sabiduría, diciendo: Hacerme he sabio: mas ella se alejó de mí. Ecclesiastes 7:24 Lejos está lo que fue; y lo profundo profundo ¿quién lo hallará? Ecclesiastes 7:25 Yo he rodeado, y mi corazón, por saber, y examinar, e inquirir la sabiduría, y la razón; y por saber la maldad de la insensatez, y el desvarío del error, Ecclesiastes 7:26 Y yo he hallado más amarga que la muerte la mujer: la cual es redes, y lazos su corazón: sus manos, ligaduras. El bueno delante de Dios escapará de ella: mas el pecador será preso en ella. Ecclesiastes 7:27 Mira, esto he hallado, dice el Predicador, mirando las cosas una a una para hallar la razón: Ecclesiastes 7:28 Lo cual mucho buscó mi alma, y no lo hallé: un hombre entre mil he hallado: mas mujer de todas estas nunca hallé. Ecclesiastes 7:29 Solamente, he aquí, esto hallé: que Dios hizo al hombre recto: mas ellos buscaron muchas cuentas. Ecclesiastes 8:0 Ecclesiastes 8:1 ¿Quién como el sabio? ¿Y quién como el que sabe la declaración de la palabra? La sabiduría del hombre hará relucir su rostro, y la fuerza de su cara se mudará. Ecclesiastes 8:2 ¶ Yo te aviso que guardes el mandamiento del rey, y la palabra del juramento de Dios. Ecclesiastes 8:3 No te apresures a irte de delante de él: ni estés en cosa mala, porque él hará todo lo que quisiere. Ecclesiastes 8:4 Porque la palabra del rey es su potestad; y quién le dirá: ¿Qué haces? Ecclesiastes 8:5 ¶ El que guarda el mandamiento, no experimentará mal; y el tiempo, y el juicio, conoce el corazón del sabio. Ecclesiastes 8:6 Porque para todo lo que quisiereis hay tiempo, y juicio; porque el trabajo del hombre es grande sobre él. Ecclesiastes 8:7 Porque no sabe lo que ha de ser, y cuando haya de ser, ¿quién se lo enseñara? Ecclesiastes 8:8 No hay hombre que tenga potestad sobre su espíritu para detener el espíritu; ni hay potestad sobre el día de la muerte; ni hay armas en guerra; ni la impiedad escapará al que la posee. Ecclesiastes 8:9 ¶ Todo esto he visto, y he puesto mi corazón en todo lo que se hace debajo del sol, el tiempo en que el hombre se enseñorea del hombre para mal suyo. Ecclesiastes 8:10 Entonces ví también impíos, que después de sepultados, volvieron; y los que de lugar santo caminaron, fueron puestos en olvido en la ciudad donde obraron verdad: esto también vanidad es. Ecclesiastes 8:11 Porque luego no se ejecuta sentencia sobre la mala obra, el corazón de los hijos de los hombres está lleno en ellos para hacer mal. Ecclesiastes 8:12 Porque el que peca, haga mal cien veces, y le sea prolongado, aun yo también sé, que los que a Dios temen, tendrán bien, los que temieren delante de su presencia; Ecclesiastes 8:13 Y que el impío nunca tendrá bien, ni le serán prolongados los días, mas serán como sombra; porque no temió delante de la presencia de Dios. Ecclesiastes 8:14 Hay otra vanidad que se hace sobre la tierra: que hay justos, los cuales son pagados como si hicieran obras de impíos; y hay impíos, que son pagados como si hicieran obras de justos. Digo que esto también es vanidad. Ecclesiastes 8:15 ¶ Por tanto yo alabé la alegría: que no tiene el hombre bien debajo del sol, sino que coma, y beba, y se alegre; y que esto se le pegue de su trabajo los días de su vida, que Dios le dio debajo del sol. Ecclesiastes 8:16 Por lo cual yo di mi corazón a conocer sabiduría, y a ver la ocupación que se hace sobre la tierra: que ni de noche, ni de día, ve el hombre sueño en sus ojos. Ecclesiastes 8:17 Y ví acerca de todas las obras de Dios, que el hombre no puede alcanzar obra que se haga debajo del sol; por la cual trabaja el hombre buscándola, y no la hallará: aunque diga el sabio que sabe, no la hallará: aunque diga el sabio que sabe, no la podrá alcanzar. Ecclesiastes 9:0 Ecclesiastes 9:1 Ciertamente a todo esto di mi corazón, para declarar todo esto: Que los justos, y los sabios, y sus obras, están en la mano de Dios: y que no sabe el hombre ni el amor, ni el odio, por todo lo que pasa delante de él. Ecclesiastes 9:2 ¶ Todo acontece de la misma manera a todos: un mismo suceso tiene el justo y el impío; el bueno, y el limpio, y el no limpio; y el que sacrifica, y el que no sacrifica; como el bueno así el que peca: el que jura, como el que teme el juramento. Ecclesiastes 9:3 Este mal hay entre todo lo que se hace debajo del sol: que todos tengan un mismo suceso; y que también el corazón de los hijos de los hombres esté lleno de mal, y de enloquecimiento en su corazón en su vida, y después, a los muertos. Ecclesiastes 9:4 Porque para todo aquel que está aun entre los vivos, hay esperanza; porque mejor es perro vivo, que león muerto. Ecclesiastes 9:5 Porque los que viven, saben que han de morir: mas los muertos nada saben, ni más tienen paga; porque su memoria es puesta en olvido. Ecclesiastes 9:6 Aun su amor, su odio, y su envidia ya feneció; y no tienen ya más parte en el siglo, en todo lo que se hace debajo del sol. Ecclesiastes 9:7 Anda, y come tu pan con gozo, y bebe tu vino con alegre corazón; porque tus obras ya son agradables a Dios. Ecclesiastes 9:8 En todo tiempo sean blancos tus vestidos; y nunca falte ungüento sobre tu cabeza. Ecclesiastes 9:9 Goza de la vida con la mujer que amas, todos los días de la vida de tu vanidad, que te son dados debajo del sol, todos los días de tu vanidad; porque esta es tu parte en la vida, y en tu trabajo, en que trabajas debajo del sol. Ecclesiastes 9:10 Todo lo que te viniere a la mano para hacer, házlo según tus fuerzas; porque en el sepulcro, donde tú vas, no hay obra, ni industria, ni ciencia, ni sabiduría. Ecclesiastes 9:11 ¶ Tornéme, y ví debajo del sol, que ni es de los ligeros la carrera; ni la guerra, de los fuertes; ni aun de los sabios el pan; ni de los prudentes las riquezas; ni de los elocuentes la gracia: mas que tiempo, y ocasión acontece a todos. Ecclesiastes 9:12 Porque el hombre tampoco conoce su tiempo: como los peces, que son presos en la mala red, y como las aves, que se prenden en lazo; así son enlazados los hijos de los hombres en el tiempo malo, cuando cae de súbito sobre ellos. Ecclesiastes 9:13 ¶ También ví esta sabiduría debajo del sol; la cual me es grande: Ecclesiastes 9:14 Una pequeña ciudad, y pocos hombres en ella; y viene contra ella un gran rey, y cércala, y edifica contra ella grandes baluartes: Ecclesiastes 9:15 Y hállase en ella un hombre pobre, sabio, el cual escapa la ciudad con su sabiduría; y nadie se acordaba de aquel pobre hombre. Ecclesiastes 9:16 Entonces yo dije: Mejor es la sabiduría que la fortaleza, aunque la ciencia del pobre sea menospreciada, y sus palabras no sean escuchadas. Ecclesiastes 9:17 Las palabras del sabio con reposo son oídas, más que el clamor del señor entre los insensatos. Ecclesiastes 9:18 Mejor es la sabiduría que las armas de guerra: mas un pecador destruye mucho bien. Ecclesiastes 10:0 Ecclesiastes 10:1 Las moscas muertas hacen heder y dar mal olor el perfume del perfumador; y al estimado por sabiduría y honra una pequeña insensatez. Ecclesiastes 10:2 El corazón del sabio está a su mano derecha: mas el corazón del insensato, a su mano izquierda. Ecclesiastes 10:3 Y aun cuando el insensato va por el camino, su cordura falta; y dice a todos: insensato es. Ecclesiastes 10:4 Si espíritu de señor te acometiere, no dejes tu lugar; porque la flojedad hará reposar grandes pecados. Ecclesiastes 10:5 ¶ Hay otro mal que ví debajo del sol, como salido de delante del señor por yerro: Ecclesiastes 10:6 La insensatez está asentada en grandes alturas; y los ricos están sentados en bajeza. Ecclesiastes 10:7 Ví siervos encima de caballos, y príncipes que andaban, como siervos, a tierra. Ecclesiastes 10:8 ¶ El que hiciere el hoyo, caerá en él; y el que aportillare el vallado, morderle ha la serpiente. Ecclesiastes 10:9 El que mudare las piedras, tendrá trabajo en ellas: el que cortare la leña, peligrará en ella. Ecclesiastes 10:10 Si se embotare el hierro, y su filo no fuere aguzado, añadir más fuerza: mas la bondad de la sabiduría excede. Ecclesiastes 10:11 Si la serpiente mordiere no encantada, no es más el lenguaz. Ecclesiastes 10:12 Las palabras de la boca del sabio son gracia: mas los labios del insensato lo echan a perder. Ecclesiastes 10:13 El principio de las palabras de su boca es insensatez; y el fin de su habla, desvarío malo. Ecclesiastes 10:14 El insensato multiplica palabras, y dice: No sabe hombre lo que ha de ser: ¿y quién le hará saber, lo que será después de él? Ecclesiastes 10:15 El trabajo de los insensatos los fatiga; porque no saben por donde van a la ciudad. Ecclesiastes 10:16 ¶ ¡Ay de ti tierra, cuando tu rey fuere mozo, y tus príncipes comen de mañana! Ecclesiastes 10:17 ¡Bienaventurada tierra tú, cuando tu rey fuere hijo de nobles, y tus príncipes comen a su hora por la fuerza, y no por el beber! Ecclesiastes 10:18 ¶ Por la pereza se cae la techumbre; y por la flojedad de manos se llueve la casa. Ecclesiastes 10:19 Por el placer se hace el convite, y el vino alegra los vivos; y el dinero responde a todo. Ecclesiastes 10:20 Ni aun en tu pensamiento digas mal del rey; ni en los secretos de tu cámara digas mal del rico; porque las aves del cielo llevarán la voz; y las que tienen alas, harán saber la palabra. Ecclesiastes 11:0 Ecclesiastes 11:1 Echa tu pan sobre las aguas, que después de muchos días lo hallarás. Ecclesiastes 11:2 Reparte a siete, y aun a ocho; porque no sabes el mal que vendrá sobre la tierra. Ecclesiastes 11:3 Si las nubes fueren llenas de agua, sobre la tierra la derramarán; y si el árbol cayere al mediodía o al norte, al lugar que el árbol cayere, allí quedará. Ecclesiastes 11:4 El que al viento mira, nunca sembrará; y el que mira a las nubes, nunca segará. Ecclesiastes 11:5 Como tú no sabes cual es el camino del viento, o como se crían los huesos en el vientre de la mujer preñada, así ignoras la obra de Dios, el cual hace todas las cosas. Ecclesiastes 11:6 Por la mañana siembra tu simiente, y a la tarde no dejes reposar tu mano: porque tú no sabes cual es lo mejor, esto, o lo otro, o si ambas a dos cosas son buenas. Ecclesiastes 11:7 ¶ Suave ciertamente es la luz, y agradable es a los ojos ver el sol: Ecclesiastes 11:8 Mas si el hombre viviere muchos años, y en todos ellos hubiere tenido alegría: si después trajere a la memoria los días de las tinieblas, que serán muchos; todo lo que le habrá pasado, dirá haber sido vanidad. Ecclesiastes 11:9 Alégrate mancebo en tu mocedad, y tome placer tu corazón en los días de tu juventud; y camina en los caminos de tu corazón, y en la vista de tus ojos: mas sabe, que sobre todas estas cosas te traerá Dios en juicio. Ecclesiastes 11:10 Quita pues el enojo de tu corazón, y aparta de tu carne el mal; porque la mocedad y la juventud vanidad es. Ecclesiastes 12:0 Ecclesiastes 12:1 Y ten memoria de tu Criador en los días de tu juventud, antes que vengan los malos días, y lleguen los años, de los cuales digas: No tengo en ellos contentamiento. Ecclesiastes 12:2 Antes que se oscurezca el sol, y la luz, y la luna, y las estrellas; y las nubes se tornen tras la lluvia: Ecclesiastes 12:3 Cuando temblarán las guardas de la casa, y se encorvarán los hombres fuertes, y cesarán las muelas, y se disminuirán; y se oscurecerán los que miran por las ventanas; Ecclesiastes 12:4 Y las puertas de afuera se cerrarán por la bajeza de la voz de la muela; y se levantará a la voz del ave, y todas las hijas de canción serán humilladas: Ecclesiastes 12:5 Cuando también temerán de lo alto, y los tropezones en el camino; y florecerá el almendro, y cargarse ha la langosta, y perderse ha el apetito; porque el hombre va a la casa de su siglo, y los endechadores por la plaza andarán en derredor. Ecclesiastes 12:6 Antes que la cadena de plata se quiebre, y se rompa la lenteja de oro, y el cántaro se quiebre junto a la fuente, y la rueda sea rompida sobre el pozo; Ecclesiastes 12:7 Y el polvo se torne a la tierra, como era antes, y el espíritu se vuelva a Dios, que le dio. Ecclesiastes 12:8 ¶ Vanidad de vanidades, dijo el Predicador, todo vanidad. Ecclesiastes 12:9 Y cuanto más el Predicador fue sabio, tanto más enseñó sabiduría al pueblo, e hizo escuchar, e hizo escudriñar; y compuso muchos proverbios. Ecclesiastes 12:10 Procuró el Predicador hallar palabras agradables, y escritura recta, palabras de verdad. Ecclesiastes 12:11 Las palabras de los sabios son como aguijones, y como clavos hincados de los maestros de las congregaciones, puestas debajo de un pastor. Ecclesiastes 12:12 Y además de esto, hijo mío, sé avisado: no hay fin de hacer muchos libros; y el mucho estudio aflicción es de la carne. Ecclesiastes 12:13 El fin de todo el sermón es oído: teme a Dios, y guarda sus mandamientos, porque esto es el todo del hombre. Ecclesiastes 12:14 Porque Dios traerá toda obra en juicio, el cual se hará sobre toda cosa oculta, buena, o mala.
Song of Solomon 0:0
Song of Solomon 1:0 Song of Solomon 1:1 Canción de canciones de Salomón. Song of Solomon 1:2 ¡Oh si me besase de besos de su boca! porque mejores son tus amores que el vino. Song of Solomon 1:3 Por el olor de tus buenos ungüentos, ungüento derramado es tu nombre: por tanto las doncellas te amaron. Song of Solomon 1:4 Tírame en pos de ti, correremos. Metióme el rey en sus cámaras: gozarnos hemos, y alegrarnos hemos en ti: acordarnos hemos de tus amores, más que del vino. Los rectos te aman. Song of Solomon 1:5 Morena soy, o! hijas de Jerusalem, mas de codiciar, como las cabañas de Cedar, como las tiendas de Salomón. Song of Solomon 1:6 No miréis en que soy morena; porque el sol me miró: los hijos de mi madre se airaron contra mí: hiciéronme guarda de viñas, y mi viña, que era mía, no guardé. Song of Solomon 1:7 Házme saber o! , a quien mi alma ama, donde repastas, donde haces tener majada al mediodía: Porque ¿por qué seré, como la que se aparta hacia los rebaños de tus compañeros? Song of Solomon 1:8 Si tú no lo sabes, o! hermosa entre las mujeres, sálte por los rastros del rebaño, y apacienta tus cabritas junto a las cabañas de los pastores. Song of Solomon 1:9 A una de las yeguas de los carros de Faraón te he comparado, o! amor mío. Song of Solomon 1:10 Hermosas son tus mejillas entre los zarcillos, tu cuello entre los collares. Song of Solomon 1:11 Zarcillos de oro te haremos, con clavos de plata. Song of Solomon 1:12 Mientras que el rey estaba en su recostadero, mi espicanardi dio su olor. Song of Solomon 1:13 Mi amado es para mi un manojico de mirra: que reposará entre mis pechos. Song of Solomon 1:14 Racimo de cofer en las viñas de Engadí es para mí mi amado. Song of Solomon 1:15 He aquí, que tú eres hermosa, o! compañera mía, he aquí, que tú eres hermosa: tus ojos de paloma. Song of Solomon 1:16 He aquí, que tú eres hermoso, o! amado mío, también suave: también nuestro lecho florido. Song of Solomon 1:17 Las vigas de nuestras casas son de cedro: las tablazones, de hayas. Song of Solomon 2:0 Song of Solomon 2:1 Yo soy el lirio del campo, y la rosa de los valles. Song of Solomon 2:2 Como el lirio entre las espinas, así es mi compañera entre las hijas. Song of Solomon 2:3 Como el manzano entre los árboles monteses, así es mi amado entre los hijos: debajo de su sombra deseé sentarme, y me asenté, y su fruto ha sido dulce a mi paladar. Song of Solomon 2:4 Trájome a la cámara del vino; y su bandera de amor puso sobre mí. Song of Solomon 2:5 Sustentádme con frascos de vino, esforzádme con manzanas; porque estoy enferma de amor. Song of Solomon 2:6 Su izquierda esté debajo de mi cabeza, y su derecha me abrace. Song of Solomon 2:7 Yo os conjuro, o! hijas de Jerusalem, por las gamas, o por las ciervas del campo, que no despertéis, ni hagáis velar al amor, hasta que él quiera. Song of Solomon 2:8 ¡La voz de mi amado! He aquí que éste viene saltando sobre los montes, saltando sobre los collados. Song of Solomon 2:9 Mi amado es semejante al gamo, o al cabrito de los ciervos. Héle aquí, está detrás de nuestra pared, mirando por las ventanas, mostrándose por las rejas. Song of Solomon 2:10 Mi amado habló, y me dijo: Levántate, o! amor mío, hermosa mía, y vente: Song of Solomon 2:11 Porque, he aquí, ha pasado el invierno: la lluvia se ha mudado, y se fue; Song of Solomon 2:12 Las flores se han mostrado en la tierra; el tiempo de la canción es venido, y voz de tórtola se ha oído en nuestra región; Song of Solomon 2:13 La higuera ha metido sus higos, y las vides en cierne dieron olor: levántate, o! amor mío, hermosa mía, y vente. Song of Solomon 2:14 Paloma mía, en los agujeros de la peña, en lo escondido de la escalera: muéstrame tu vista: házme oír tu voz; porque tu voz es dulce, y tu vista hermosa. Song of Solomon 2:15 Tomádnos las zorras, las zorras pequeñas, que echan a perder las viñas, mientras nuestras viñas están en cierne. Song of Solomon 2:16 Mi amado es mío, y yo suya: él apacienta entre lirios. Song of Solomon 2:17 Hasta que apunte el día, y las sombras huyan, tórnate, o! amado mío: sé semejante al gamo, o al cabrito de los ciervos sobre los montes de Beter. Song of Solomon 3:0 Song of Solomon 3:1 Por las noches busqué en mi cama al que ama mi alma; le busqué, y no le hallé. Song of Solomon 3:2 Ahora pues levantarme he, y rodearé por la ciudad: por las calles, y por las plazas buscaré al que ama mi alma: le busqué, y no le hallé. Song of Solomon 3:3 Halláronme las guardas que rondan por la ciudad, y les pregunté, diciendo: ¿Habéis visto al que ama mi alma? Song of Solomon 3:4 Pasando de ellos un poco, luego hallé al que ama mi alma: trabé de él, y no le dejé, hasta que le metí en casa de mi madre, y a la cámara de la que me engendró. Song of Solomon 3:5 Yo os conjuro, o! hijas de Jerusalem, por las gamas, o por las ciervas del campo, que no despertéis, ni hagáis velar a mi amor, hasta que él quiera. Song of Solomon 3:6 ¿Quién es esta que sube del desierto como varas de humo, sahumada de mirra y de encienso, y de todos polvos aromáticos? Song of Solomon 3:7 He aquí que la cama de Salomón sesenta fuertes la cercan, de los fuertes de Israel. Song of Solomon 3:8 Todos ellos tienen espadas, diestros en la guerra: cada uno su espada sobre su muslo por los temores en las noches. Song of Solomon 3:9 El rey Salomón se hizo un tálamo de madera del Líbano. Song of Solomon 3:10 Sus columnas hizo de plata, su solado de oro, su cielo de grana, su interior solado de amor por las hijas de Jerusalem. Song of Solomon 3:11 Salíd, o! hijas de Sión, y ved al rey Salomón con la corona con que le coronó su madre el día de su desposorio, y el día del gozo de su corazón. Song of Solomon 4:0 Song of Solomon 4:1 He aquí que tú eres hermosa, o! amor mío, he aquí que tú eres hermosa: tus ojos, de paloma entre tus copetes; tu cabello, como manada de cabras que se muestran desde el monte de Galaad. Song of Solomon 4:2 Tus dientes como manada de ovejas trasquiladas, que suben del lavadero: que todas ellas paren mellizos, y estéril no hay entre ellas. Song of Solomon 4:3 Tus labios, como un hilo de grana, y tu habla hermosa: tus sienes, como pedazos de granada, dentro de tus copetes. Song of Solomon 4:4 Tu cuello, como la torre de David edificada para enseñamientos: mil escudos están colgados de ella, todos escudos de valientes. Song of Solomon 4:5 Tus dos pechos, como dos cabritos mellizos de gama, que son apacentados entre los lirios. Song of Solomon 4:6 Hasta que apunte el día, y huyan las sombras, iré al monte de la mirra, y al collado del incienso. Song of Solomon 4:7 Tú, toda eres hermosa, o! amor mío, y no hay mancha en ti. Song of Solomon 4:8 Conmigo del Líbano, o! esposa mía, conmigo vendrás del Líbano: mirarás desde la cumbre de Amaná, desde la cumbre de Senir, y de Hermón: desde las moradas de los leones, desde los montes de los tigres. Song of Solomon 4:9 Quitado me has mi corazón, hermana, esposa mía, quitado me has mi corazón, con uno de tus ojos, con un collar de tu cuello. Song of Solomon 4:10 ¡Cuán hermosos son tus amores, o! hermana, esposa mía! ¡cuánto son mejores que el vino tus amores! ¡y el olor de tus ungüentos, que todas las especias aromáticas! Song of Solomon 4:11 Panal de miel destilan tus labios, o! esposa mía: miel, y leche están debajo de tu lengua, y el olor de tus vestidos, como el olor del Líbano. Song of Solomon 4:12 Huerto cerrado, o! hermana, esposa mía, fuente cerrada, fuente sellada. Song of Solomon 4:13 Tus renuevos, como paraíso de granados con frutos suaves; alcanfores, y espicanardi. Song of Solomon 4:14 Espicanardi y azafrán, caña aromática, y canela, con todos los árboles de incienso: mirra y áloes, con todas las principales especias. Song of Solomon 4:15 Fuente de huertos, pozo de aguas vivas, que corren del Líbano. Song of Solomon 4:16 Levántate aquilón, y ven, austro, sopla mi huerto, caigan sus especias. Venga mi amado a su huerto, y coma de su dulce fruta. Song of Solomon 5:0 Song of Solomon 5:1 Yo vine a mi huerto, o! hermana, esposa mía; yo cogí mi mirra, y mis especias. Yo comí mi panal, y mi miel: yo bebí mi vino, y mi leche. Coméd amigos, bebéd amados, y embriagáos. Song of Solomon 5:2 Yo duermo, y mi corazón vela. La voz de mi amado, que toca a la puerta, diciendo: Ábreme, hermana mía, amor mío, paloma mía, mi sin mancilla, porque mi cabeza está llena de rocío, mis guedejas de las gotas de la noche. Song of Solomon 5:3 He desnudado mi ropa, ¿cómo la tengo de vestir? He lavado mis pies, ¿cómo los tengo de ensuciar? Song of Solomon 5:4 Mi amado metió su mano por el agujero de la puerta, y mis entrañas rugieron dentro de mí. Song of Solomon 5:5 Yo me levanté para abrir a mi amado, y mis manos gotearon mirra, y mis dedos mirra que pasaba sobre las aldabas del candado. Song of Solomon 5:6 Yo abrí a mi amado: mas mi amado era ya ido, ya había pasado; y mi alma salió tras su hablar, le busqué, y no le hallé: le llamé, y no me respondió. Song of Solomon 5:7 Halláronme las guardas, que rondan la ciudad: hiriéronme, llagáronme, quitáronme mi manto de encima, las guardas de los muros. Song of Solomon 5:8 Yo os conjuro, o! hijas de Jerusalem, que si hallareis a mi amado, que le hagáis saber, que de amor estoy enferma. Song of Solomon 5:9 ¿Qué es tu amado más que los otros amados, o! la más hermosa de todas las mujeres? ¿qué es tu amado más que los otros amados, que así nos has conjurado? Song of Solomon 5:10 Mi amado es blanco, rubio, mas señalado que diez mil. Song of Solomon 5:11 Su cabeza, oro fino; sus guedejas crespas, negras como el cuervo: Song of Solomon 5:12 Sus ojos, como de las palomas, que están junto a los arroyos de las aguas, que se lavan con leche, que están junto a la abundancia. Song of Solomon 5:13 Sus mejillas, como una era de especias aromáticas, como las flores de las especias: sus labios, lirios que gotean mirra que pasa. Song of Solomon 5:14 Sus manos, anillos de oro engastados de jacintos: su vientre, blanco marfil cubierto de zafiros. Song of Solomon 5:15 Sus piernas, columnas de mármol fundadas sobre basas de oro fino: su vista como el Líbano, escogido como los cedros. Song of Solomon 5:16 Su paladar, dulzuras, y todo él deseos. Tal es mi amado, tal es mi amigo, o! hijas de Jerusalem. Song of Solomon 6:0 Song of Solomon 6:1 ¿Dónde es ido tu amado, o! la más hermosa de todas las mujeres? ¿a dónde se apartó tu amado, y buscarle hemos contigo? Song of Solomon 6:2 Mi amado descendió a su huerto a las eras de la especia, para apacentar en los huertos, y para coger los lirios. Song of Solomon 6:3 Yo soy de mi amado, y mi amado es mío, el cual apacienta entre los lirios. Song of Solomon 6:4 Hermosa eres tú, o! amor mío, como Tirsa: de desear, como Jerusalem: espantosa, como banderas de ejércitos. Song of Solomon 6:5 Aparta tus ojos de delante de mí, porque ellos me vencieron. Tu cabello es como manada de cabras, que se muestran en Galaad. Song of Solomon 6:6 Tus dientes, como manada de ovejas, que suben del lavadero: que todas paren mellizos, y estéril no hay entre ellas. Song of Solomon 6:7 Como pedazos de granada son tus sienes entre tus copetes. Song of Solomon 6:8 Sesenta son las reinas, y ochenta las concubinas; y las doncellas sin cuento. Song of Solomon 6:9 Mas una es la paloma mía, la perfecta mía: única es a su madre, escogida a la que la engendró: viéronla las hijas, y llamáronla bienaventurada: las reinas y las concubinas la alabaron. Song of Solomon 6:10 ¿Quién es esta que se muestra como el alba, hermosa como la luna, ilustre como el sol, espantosa como banderas de ejércitos? Song of Solomon 6:11 A la huerta de los nogales descendí, para ver los frutos del valle, para ver si brotaban las vides, si florecían los granados. Song of Solomon 6:12 No sé, mi alma me ha tornado como los carros de Aminadab. Song of Solomon 6:13 Tórnate, tórnate, o! Sulamita: tórnate, tórnate, y mirarte hemos. ¿Qué veréis en la Sulamita? Como una compañía de reales. Song of Solomon 7:0 Song of Solomon 7:1 ¡Cuán hermosos son tus pies en los calzados, o! hija del príncipe! Los cercos de tus muslos son como ajorcas, obra de mano de excelente maestro. Song of Solomon 7:2 Tu ombligo, como una taza redonda, que no le falta bebida. Tu vientre, montón de trigo cercado de lirios. Song of Solomon 7:3 Tus dos pechos, como dos cabritos mellizos de gama. Song of Solomon 7:4 Tu cuello, como torre de marfil: tus ojos como las pesqueras de Jesebón junto a la puerta de Bat-rabem: tu nariz, como la torre del Líbano, que mira hacia Damasco. Song of Solomon 7:5 Tu cabeza encima de ti, como la grana; y el cabello de tu cabeza, como la púrpura del rey ligada en los corredores. Song of Solomon 7:6 ¡Qué hermosa eres, y cuán suave, o! amor deleitoso! Song of Solomon 7:7 Tu estatura es semejante a la palma; y tus pechos, a los racimos. Song of Solomon 7:8 Yo dije: Yo subiré a la palma, asiré sus ramos; y tus pechos serán ahora como racimos de vid; y el olor de tus narices, como de manzanas. Song of Solomon 7:9 Y tu paladar como el buen vino, que se entra a mi amado suavemente, y hace hablar los labios de los viejos. Song of Solomon 7:10 Yo soy de mi amado, y conmigo es su deseo. Song of Solomon 7:11 Ven, o! amado mío, salgamos al campo, moremos en las aldeas. Song of Solomon 7:12 Levantémosnos de mañana a las viñas: veamos si brotan las vides, si se abre el cierne, si han florecido los granados: allí te daré mis amores. Song of Solomon 7:13 Las mandrágoras han dado olor; y en nuestras puertas hay todas dulzuras, nuevas, y viejas. Amado mío, yo las he guardado para ti. Song of Solomon 8:0 Song of Solomon 8:1 ¡Oh quién te me diese, como hermano, que mamaste los pechos de mi madre! ¡Qué te hallase yo fuera, y te besase, y que no te menospreciasen! Song of Solomon 8:2 ¡Qué yo te llevase, que yo te metiese en casa de mi madre: que me enseñases, que te hiciese beber vino adobado, del mosto de mis granadas! Song of Solomon 8:3 Su izquierda esté debajo de mi cabeza, y su derecha me abrace. Song of Solomon 8:4 Yo os conjuro, o! hijas de Jerusalem, ¿por qué despertaréis, y por qué haréis velar al amor, hasta que él quiera? Song of Solomon 8:5 ¿Quién es esta, que sube del desierto recostada sobre su amado? Debajo de un manzano te desperté: allí tuvo dolores de ti tu madre; allí tuvo dolores la que te parió. Song of Solomon 8:6 Pónme, como un sello, sobre tu corazón, como un signo sobre tu brazo; porque fuerte es como la muerte el amor: duro como el sepulcro el celo: sus brasas, brasas de fuego, llama fuerte. Song of Solomon 8:7 Las muchas aguas no podrán apagar al amor: ni los ríos le cubrirán. Si diese hombre toda la hacienda de su casa por este amor, menospreciando la menospreciarán. Song of Solomon 8:8 Tenemos una pequeña hermana, que no tiene aun pechos: ¿qué haremos a nuestra hermana, cuando de ella se hablare? Song of Solomon 8:9 Si ella es muro, edificaremos sobre él un palacio de plata. Y si fuere puerta, guarnecerla hemos con tablas de cedro. Song of Solomon 8:10 Yo soy muro, y mis pechos son como torres desde que yo fui en sus ojos como la que halla paz. Song of Solomon 8:11 Salomón tuvo una viña en Baal-hamón, la cual entregó a guardas: cada uno de los cuales traerá mil piezas de plata por su fruto. Song of Solomon 8:12 Mi viña, que es mía delante de mí: las mil piezas serán tuyas, o! Salomón; y doscientas, de los que guardan su fruto. Song of Solomon 8:13 ¡Ah la que estás en los huertos! los compañeros escuchan tu voz: házme oír. Song of Solomon 8:14 Huye, o! amado mío, y sé semejante al gamo, o al cervatillo de los ciervos, a las montañas de las especias.
Isaiah 0:0
Isaiah 1:0 Isaiah 1:1 Visión de Isaías, hijo de Amós, la cual vio sobre Judá y Jerusalem, en días de Ozías, Joatam, Acaz, y Ezequías, reyes de Judá, Isaiah 1:2 Oíd, cielos, y escucha, tierra; porque habla Jehová. Crié hijos, y los levanté a grandes; y ellos se rebelaron contra mí. Isaiah 1:3 El buey conoció a su dueño, y el asno el pesebre de su señor: Israel no conoció, mi pueblo no entendió. Isaiah 1:4 ¡Oh gente pecadora, pueblo cargado de maldad, generación de malignos, hijos corrompedores! Dejaron a Jehová, provocaron a ira al santo de Israel, tornáronse atrás. Isaiah 1:5 ¿Para qué seréis castigados aun? todavía os rebelaréis. Toda cabeza enferma, y todo corazón doliente. Isaiah 1:6 Desde la planta del pie hasta la cabeza no hay en él cosa entera: herida, hinchazón, y llaga podrida: no son curadas, ni vendadas, ni ablandadas, con aceite. Isaiah 1:7 Vuestra tierra destruida, vuestras ciudades puestas a fuego, vuestra tierra delante de vosotros comida de extranjeros, y asolada como en asolamiento de extraños. Isaiah 1:8 Y quedará la hija de Sión como choza en viña, y como cabaña en melonar, como ciudad asolada. Isaiah 1:9 Si Jehová de los ejércitos no hubiera hecho que nos quedasen sobras muy pocas, como Sodoma fuéramos, y semejantes a Gomorra. Isaiah 1:10 ¶ Príncipes de Sodoma, oíd la palabra de Jehová: escuchád la ley de nuestro Dios, pueblo de Gomorra. Isaiah 1:11 ¿Para qué a mí la multitud de vuestros sacrificios? dice Jehová. Harto estoy de holocaustos de carneros, y de sebo de animales gruesos: no quiero sangre de bueyes, ni de ovejas, ni de machos de cabrío. Isaiah 1:12 ¿Quién demandó esto de vuestras manos, cuando vinieseis a ver mi rostro, a hollar mis patios? Isaiah 1:13 No me traigáis más presente vano: el perfume me es abominación. Luna nueva, y sábado, convocar convocación, no podré sufrir: iniquidad y solemnidad. Isaiah 1:14 Vuestras lunas nuevas, y vuestras solemnidades tiene aborrecidas mi alma: hánme sido carga: cansado estoy de llevarlas. Isaiah 1:15 Cuando extendiereis vuestras manos, yo esconderé de vosotros mis ojos; también cuando multiplicareis la oración, yo no oiré: llenas están de sangre vuestras manos. Isaiah 1:16 ¶ Lavád, limpiaos, quitád la iniquidad de vuestras obras de la presencia de mis ojos: dejád de hacer lo malo: Isaiah 1:17 Aprendéd a bien hacer, buscád juicio, restituíd al agraviado, oíd a derecho al huérfano, amparád la viuda. Isaiah 1:18 Veníd pues, dirá Jehová, y estemos a cuenta: si vuestros pecados fueren como la grana, como la nieve serán emblanquecidos: si fueren rojos como el carmesí, serán tornados como la lana. Isaiah 1:19 Si quisiereis, y oyereis, comeréis el bien de la tierra. Isaiah 1:20 Si no quisiereis, y fuereis rebeldes, seréis consumidos a cuchillo; porque la boca de Jehová lo ha dicho. Isaiah 1:21 ¶ ¡Cómo te has tornado ramera, o ciudad fiel! Llena estuvo de juicio, y equidad habitó en ella: mas ahora, homicidas. Isaiah 1:22 Tu plata se ha tornado escorias; y tu vino es mezclado con agua. Isaiah 1:23 Tus príncipes prevaricadores, y compañeros de ladrones: todos aman los presentes, y siguen los salarios: no oyen a juicio al huérfano, ni llega a ellos la causa de la viuda. Isaiah 1:24 Por tanto dice el Señor Jehová de los ejércitos, Fuerte de Israel: Ea, tomaré satisfacción de mis enemigos, vengarme he de mis adversarios. Isaiah 1:25 Y volveré mi mano sobre ti, y limpiaré hasta lo más puro tus escorias, y quitaré todo tu estaño. Isaiah 1:26 Y restituiré tus jueces como al principio, y tus consejeros como de primero: entonces te llamarán, ciudad de justicia, ciudad fiel. Isaiah 1:27 Sión con juicio será rescatada, y los que a ella volvieren, con justicia. Isaiah 1:28 Mas los rebeldes y pecadores a una serán quebrantados; y los que dejaron a Jehová serán consumidos. Isaiah 1:29 Entonces los olmos que amasteis os avergonzarán; y los bosques que escogisteis os afrentarán. Isaiah 1:30 Porque seréis como el olmo que se le cae la hoja, y como huerto que le faltaron las aguas. Isaiah 1:31 Y el fuerte será como estopa, y el que lo hizo, como centella; y ambos serán encendidos juntamente, y no habrá quien apague. Isaiah 2:0 Isaiah 2:1 Palabra que vio Isaías, hijo de Amós, tocante a Judá, y a Jerusalem. Isaiah 2:2 Y acontecerá en lo postrero de los tiempos, que será confirmado el monte de la casa de Jehová por cabeza de los montes, y será ensalzado sobre los collados; y correrán a él todas las naciones. Isaiah 2:3 Y vendrán muchos pueblos, y dirán: Veníd, y subamos al monte de Jehová, a la casa del Dios de Jacob, y enseñarnos ha en sus caminos, y caminaremos por sus sendas; porque de Sión saldrá la ley, y de Jerusalem la palabra de Jehová. Isaiah 2:4 Y juzgará entre las naciones, y reprenderá a muchos pueblos; y volverán sus espadas en azadones, y sus lanzas en hoces: no alzará espada nación contra nación, ni se ensayarán más para la guerra. Isaiah 2:5 Veníd, o! casa de Jacob, y caminemos a la luz de Jehová. Isaiah 2:6 ¶ Ciertamente tú has dejado tu pueblo, a la casa de Jacob; porque se han henchido de oriente, y de agoreros, como los Filisteos, y en hijos ajenos descansaron. Isaiah 2:7 Su tierra está llena de plata y oro, sus tesoros no tienen fin: también está llena su tierra de caballos, ni sus carros tienen número. Isaiah 2:8 También está llena su tierra de ídolos; y a la obra de sus manos se han arrodillado, a lo que fabricaron sus dedos. Isaiah 2:9 Y todo hombre se ha inclinado, y todo varón se ha humillado: por tanto no los perdonarás. Isaiah 2:10 ¶ Métete en la piedra, escóndete en el polvo de la presencia espantosa de Jehová, y del resplandor de su majestad. Isaiah 2:11 La altivez de los ojos del hombre será abatida, y la soberbia de los hombres será abajada; y Jehová solo será ensalzado en aquel día. Isaiah 2:12 Porque día de Jehová de los ejércitos vendrá sobre todo soberbio y altivo, y sobre todo ensalzado, y será abajado; Isaiah 2:13 Y sobre todos los cedros del Líbano, altos y sublimes; y sobre todos los alcornoques de Basán; Isaiah 2:14 Y sobre todos los montes altos, y sobre todos los collados levantados; Isaiah 2:15 Y sobre toda torre alta, y sobre todo muro fuerte; Isaiah 2:16 Y sobre todas las naves de Társis; y sobre todas pinturas preciadas. Isaiah 2:17 Y la altivez del hombre será abajada, y la soberbia de los hombres será abatida; y Jehová solo será ensalzado en aquel día. Isaiah 2:18 Y quitará totalmente los ídolos; Isaiah 2:19 Y meterse han en las cavernas de las peñas, y en las aberturas de la tierra de la presencia espantosa de Jehová, y del resplandor de su majestad, cuando él se levantará para herir la tierra. Isaiah 2:20 Aquel día el hombre arrojará en las cuevas, de los topos, y de los murciélagos, sus ídolos de plata, y sus ídolos de oro, que le hicieron para que adorase. Isaiah 2:21 Y meterse han en las hendeduras de las piedras, y en las cavernas de las peñas delante de la presencia temerosa de Jehová, y del resplandor de su majestad, cuando se levantará para herir la tierra. Isaiah 2:22 Dejáos, pues, del hombre, cuyo espíritu está en su nariz; porque, ¿de qué es estimado él? Isaiah 3:0 Isaiah 3:1 Porque he aquí que el Señor Jehová de los ejércitos quita de Jerusalem, y de Judá, el sustentador y la sustentadora, todo el vigor del pan, y todo el vigor del agua: Isaiah 3:2 Valiente y varón de guerra, juez y profeta, adivino, y anciano, Isaiah 3:3 Capitán de cincuenta, y hombre de respeto, consejero, y artífice excelente, y sabio de elocuencia. Isaiah 3:4 Y ponerles he mozos por príncipes, y muchachos serán sus señores. Isaiah 3:5 Y el pueblo hará violencia los unos a los otros, cada hombre contra su vecino: el mozo se levantará contra el viejo, y el plebeyo contra el noble. Isaiah 3:6 Cuando alguno trabare de su hermano de la familia de su padre, y le dijere: ¿Qué vestir tienes? Tú serás nuestro príncipe: sea en tu mano esta perdición. Isaiah 3:7 El jurará aquel día, diciendo: No tomaré ese cuidado; porque en mi casa ni hay pan, ni que vestir: no me hagáis príncipe del pueblo. Isaiah 3:8 Cierto arruinado se ha Jerusalem, y caído ha Judá; porque la lengua de ellos y sus obras han sido contra Jehová, para irritar los ojos de su majestad. Isaiah 3:9 ¶ La prueba del rostro de ellos los convencerá: que como Sodoma predicaron su pecado, no lo disimularon: ¡ay de su vida! porque allegaron mal para sí. Isaiah 3:10 Decíd: Al justo bien le irá; porque comerá de los frutos de sus manos. Isaiah 3:11 ¡Ay del impío! mal le irá; porque según las obras de sus manos le será pagado. Isaiah 3:12 ¶ Los exactores de mi pueblo son muchachos, y mujeres se enseñorearon de él. Pueblo mío, los que te guian se engañan, y tuercen la carrera de tus caminos. Isaiah 3:13 Jehová está en pie para litigar, y está para juzgar los pueblos. Isaiah 3:14 Jehová vendrá a juicio contra los ancianos de su pueblo, y contra sus príncipes; porque vosotros pacisteis la viña, y el despojo del pobre está en vuestras casas. Isaiah 3:15 ¿Qué tenéis vosotros, que majáis mi pueblo, y moléis las caras de los pobres? dice el Señor Jehová de los ejércitos. Isaiah 3:16 ¶ Dice también Jehová: Porque las hijas de Sión se ensoberbecen, y andan el cuello levantado, y los ojos descompuestos, y cuando andan van como danzando, y haciendo son con los pies: Isaiah 3:17 Por tanto herirá el Señor, con roña, la mollera de las hijas de Sión, y Jehová descubrirá sus vergüenzas. Isaiah 3:18 Aquel día quitará el Señor el atavío de los calzados, y las redecillas, y las lunetas, Isaiah 3:19 Las bujetas, las ajorcas, y las diademas, Isaiah 3:20 Las tiaras, los atavíos de las piernas, las vendas, las ampollas, y los zarcillos, Isaiah 3:21 Los anillos, y los joyeles de las narices, Isaiah 3:22 Las ropas de remuda, las manteletas, las escofias, y los alfileres, Isaiah 3:23 Los espejos, los pañizuelos, las tocas, y los tocados. Isaiah 3:24 Y será que en lugar de los perfumes aromáticos vendrá hediondez, y rompimiento en lugar de la cinta; y en lugar de la compostura de los cabellos peladura, y en lugar de la faja ceñimiento de saco, y quemadura en lugar de la hermosura. Isaiah 3:25 Tus varones caerán a cuchillo; y tu fuerza en guerra. Isaiah 3:26 Sus puertas se entristecerán y se enlutarán; y ella desamparada se asentará en tierra. Isaiah 4:0 Isaiah 4:1 Y echarán mano de un hombre siete mujeres en aquel tiempo, diciendo: Nosotras comeremos de nuestro pan, y nos vestiremos de nuestras ropas: solamente sea llamado tu nombre sobre nosotras: quita nuestra vergüenza. Isaiah 4:2 ¶ En aquel tiempo el renuevo de Jehová será para hermosura y gloria, y el fruto de la tierra para grandeza y honra en los librados de Israel. Isaiah 4:3 Y acontecerá que el que quedare en Sión, y el que fuere dejado en Jerusalem, se llame santo: todos los que quedaren en Jerusalem escritos entre los vivientes: Isaiah 4:4 Cuando el Señor lavare las inmundicias de las hijas de Sión, y limpiare las sangres de Jerusalem de en medio de ella, con espíritu de juicio, y con espíritu de abrasamiento. Isaiah 4:5 ¶ Y creará Jehová sobre toda la morada del monte de Sión, y sobre los lugares de sus convocaciones, nube y oscuridad de día, y de noche resplandor de fuego que eche llamas; porque sobre toda gloria habrá cobertura. Isaiah 4:6 Y habrá sombrajo para sombra contra el calor del día, para acogida y escondedero contra el turbión, y contra el aguacero. Isaiah 5:0 Isaiah 5:1 Ahora pues cantaré por mi amado el cantar de mi amado a su viña. Mi amado tenía una viña en un recuesto lugar fértil. Isaiah 5:2 Habíala cercado, y despedregádola, y plantádola de plantas escogidas: había edificado en medio de ella una torre, y también asentado en ella un lagar; y esperaba que llevase uvas, y llevó uvas montesinas. Isaiah 5:3 Ahora pues, vecinos de Jerusalem, y varones de Judá, juzgád ahora entre mí y mi viña. Isaiah 5:4 ¿Qué más se había de hacer a mi viña, que yo no hice en ella? ¿Cómo esperando yo que llevase uvas, llevó uvas montesinas? Isaiah 5:5 Ahora, pues, mostraros he lo que yo haré a mi viña: quitarle he su vallado, y será para ser pacida: aportillaré su cerca, y será para ser hollada. Isaiah 5:6 Haré que quede desierta: no será podada, ni cavada; y crecerá el cardo, y las espinas; y aun a las nubes mandaré que no lluevan sobre ella lluvia. Isaiah 5:7 Ciertamente la viña de Jehová de los ejércitos la casa de Israel es, y todo hombre de Judá planta suya deleitosa. Esperaba de ahí juicio, y he aquí, opresión: justicia, y he aquí, clamor. Isaiah 5:8 ¶ ¡Ay de los que juntan casa con casa, y allegan heredad a heredad, hasta acabar el término! ¿Habitaréis vosotros solos en medio de la tierra? Isaiah 5:9 Esto, a los oídos de Jehová de los ejércitos. Si las muchas casas no fueren asoladas, las grandes y hermosas sin morador. Isaiah 5:10 Y aun, si diez huebras de viña no dieren una arroba, y una hanega de simiente la décima parte. Isaiah 5:11 ¶ ¡Ay de los que se levantan de mañana para seguir la embriaguez, que se están hasta la noche, hasta que el vino los enciende! Isaiah 5:12 Y en sus banquetes hay arpas, vihuelas, tamboriles, flautas, y vino; y no miran la obra de Jehová, ni ven la obra de sus manos. Isaiah 5:13 Por tanto mi pueblo fue llevado cautivo, porque no tuvo ciencia; y su gloria pereció de hambre, y su multitud se secó de sed. Isaiah 5:14 Por tanto el infierno ensanchó su alma, y sin medida extendió su boca; y su gloria, y su multitud descendió allá; y su fausto, y el que se holgó en él. Isaiah 5:15 Y todo hombre será humillado, y todo varón será abatido, y los ojos de los altivos serán abajados. Isaiah 5:16 Mas Jehová de los ejércitos será ensalzado con juicio, y el Dios santo será santificado con justicia. Isaiah 5:17 Y los corderos serán apacentados según su costumbre, y extraños comerán las gruesas desamparadas. Isaiah 5:18 ¶ ¡Ay de los que traen tirando la iniquidad con sogas de vanidad, y el pecado como con látigos de carreta: Isaiah 5:19 De los que dicen: Venga ya: dése priesa su obra, y veamos: acérquese, y venga el consejo del santo de Israel, para que sepamos! Isaiah 5:20 ¶ ¡Ay de los que a lo malo dicen bueno, y a lo bueno malo: que hacen de la luz tinieblas, y de las tinieblas luz: que tornan de lo amargo dulce, y de lo dulce amargo! Isaiah 5:21 ¶ ¡Ay de los sabios en sus ojos, y de los que son prudentes delante de si mismos! Isaiah 5:22 ¶ ¡Ay de los que son valientes para beber vino, y varones fuertes para mezclar bebida: Isaiah 5:23 Los que dan por justo al impío por cohechos, y al justo quitan su justicia! Isaiah 5:24 Por tanto, como la lengua del fuego consume las aristas, y la paja es deshecha de la llama, así será su raíz como podrición, y su flor se desvanecerá como polvo; porque desecharon la ley de Jehová de los ejércitos, y abominaron la palabra del santo de Israel. Isaiah 5:25 ¶ Por esta causa se encendió el furor de Jehová contra su pueblo; y extendiendo sobre él su mano le hirió, y los montes se estremecieron, y el cuerpo de ellos cortado en piezas fue echado en medio de las calles; y con todo esto no ha cesado su furor, antes todavía su mano está extendida. Isaiah 5:26 ¶ Y alzará pendón a naciones de lejos, y silbará al que está en el cabo de la tierra, y, he aquí que vendrá ligero y liviano. Isaiah 5:27 No habrá entre ellos cansado, ni que tropiece: ninguno se dormirá, ni le tomará sueño: a ninguno se le desatará el cinto de los lomos, ni se le romperá la correa de sus zapatos. Isaiah 5:28 Sus saetas aguzadas, y todos sus arcos entesados: las uñas de sus caballos parecerán como de pedernal, y las ruedas de sus carros como torbellino. Isaiah 5:29 Su bramido como de león, bramará como leoncillos: batirá los dientes, y arrebatará la presa: apañará los despojos, y nadie se los quitará. Isaiah 5:30 Y bramará sobre él en aquel día como bramido de la mar: entonces mirará hacia la tierra, y he aquí tinieblas de tribulación, y en sus cielos se oscurecerá la luz. Isaiah 6:0 Isaiah 6:1 En el año que murió el rey Ozías, ví al Señor sentado sobre un trono alto y sublime, y sus extremidades henchían el templo. Isaiah 6:2 Y encima de él estaban serafines: cada uno tenía seis alas: con dos cubrían sus rostros, y con otras dos cubrían sus pies, y con las otras dos volaban. Isaiah 6:3 Y el uno al otro daba voces, diciendo: Santo, Santo, Santo, Jehová de los ejércitos: toda la tierra está llena de su gloria. Isaiah 6:4 Y los quiciales de las puertas se estremecieron con la voz del que clamaba, y la casa se hinchió de humo. Isaiah 6:5 Entonces yo dije: ¡Ay de mi! que soy muerto, que siendo hombre inmundo de labios, y habitando en medio de pueblo que tiene labios inmundos, han visto mis ojos al Rey, Jehová de los ejércitos. Isaiah 6:6 Entonces uno de los serafines voló hacia mí, teniendo en su mano un carbón encendido, tomado del altar con unas tenazas; Isaiah 6:7 Y tocando con él sobre mi boca, dijo: He aquí que esto tocó a tus labios, y quitará tu culpa, y tu pecado será limpiado. Isaiah 6:8 Después de esto oí una voz del Señor que decía: ¿A quién enviaré, y quién irá por nosotros? Entonces yo respondí: Heme aquí: envíame a mí. Isaiah 6:9 Entonces dijo: Anda, y di a este pueblo: Oyendo oíd, y no entendáis: viendo ved, y no sepáis. Isaiah 6:10 Engruesa el corazón de aqueste pueblo, y agrava sus oídos, y ciega sus ojos; para que no vea de sus ojos, ni oiga de sus oídos, ni su corazón entienda, ni se convierta, y haya para él sanidad. Isaiah 6:11 ¶ Y yo dije: ¿Hasta cuándo Señor? Y respondió: Hasta que las ciudades se asuelen, y no quede en ellas morador, ni hombre en las casas, y la tierra sea asolada de asolamiento. Isaiah 6:12 Hasta que quite Jehová lejos los hombres, y haya grande soledad en medio de la tierra. Isaiah 6:13 Y quedará en ella la décima parte, y volverá, y será asolada, como el olmo, y como el alcornoque, de los cuales en la tala queda el tronco: así en esta quedará su tronco, simiente santa. Isaiah 7:0 Isaiah 7:1 Aconteció en los días de Acaz, hijo de Joatam, hijo de Ozías, rey de Judá, que Rezín rey de Siria, y Face, hijo de Romelías, rey de Israel, subieron a Jerusalem para combatirla, mas no la pudieron tomar. Isaiah 7:2 Y vino la nueva a la casa de David, diciendo, como Siria se había confederado con Efraím; y estremeciósele el corazón, y el corazón de su pueblo, como se estremecen los árboles del monte a causa del viento. Isaiah 7:3 Entonces Jehová dijo a Isaías: Sal ahora al encuentro a Acaz, tú, y Searjasub tu hijo, al cabo del conducto de la pesquera de arriba, en el camino de la heredad del batanero. Isaiah 7:4 Y díle: Guarda, y repósate: no temas, ni se enternezca tu corazón a causa de estos dos cabos de tizones que humean, es a saber, por el furor de la ira de Rezín y del Siro, y del hijo de Romelías: Isaiah 7:5 Por haber acordado maligno consejo contra ti el Siro, con Efraím, y con el hijo de Romelías, diciendo: Isaiah 7:6 Vamos contra Judá, y despertarla hemos, y partirla hemos entre nosotros, y pondremos en medio de ella por rey al hijo de Tabeal. Isaiah 7:7 El Señor Jehová dice así: No permanecerá, y no será. Isaiah 7:8 Porque la cabeza de Siria será Damasco, y la cabeza de Damasco Rezín. Y dentro de sesenta y cinco años Efraím será quebrantado, y nunca más será pueblo: Isaiah 7:9 Entre tanto la cabeza de Efraím será Samaria, y la cabeza de Samaria el hijo de Romelías. Si no creyereis, cierto no permaneceréis. Isaiah 7:10 ¶ Y habló más Jehová a Acaz, diciendo: Isaiah 7:11 Pide para ti señal de Jehová tu Dios, demandando en el profundo, o arriba en lo alto. Isaiah 7:12 Y respondió Acaz: No pediré, y no tentaré a Jehová. Isaiah 7:13 Y dijo: Ahora oíd, casa de David: ¿No os basta ser molestos a los hombres, si no que también lo seáis a mi Dios? Isaiah 7:14 ¶ Por tanto el mismo Señor os dará señal. He aquí que la virgen concebirá, y parirá hijo, y llamará su nombre Emmanuel. Isaiah 7:15 Comerá manteca y miel, hasta que sepa desechar lo malo, y escoger lo bueno. Isaiah 7:16 Porque antes que el niño sepa desechar lo malo, y escoger lo bueno, la tierra que tu aborreces será dejada de sus dos reyes. Isaiah 7:17 ¶ Jehová hará venir sobre ti, y sobre tu pueblo, y sobre la casa de tu padre días, cuales nunca vinieron desde el día que Efraím se apartó de Judá, es a saber, al rey de Asiria. Isaiah 7:18 Y acontecerá que aquel día silbará Jehová a la mosca que está en el fin de los ríos de Egipto, y a la abeja que está en la tierra de Asiria; Isaiah 7:19 Y vendrán, y asentarse han todos en los valles desiertos, y en las cavernas de las piedras, y en todos los zarzales, y en todas las matas. Isaiah 7:20 En aquel día raerá el Señor con navaja alquilada, con los que habitan de la otra parte del río, es a saber, con el rey de Asiria, cabeza y pelos de los pies; y aun la barba también quitará. Isaiah 7:21 Y acontecerá en aquel tiempo, que crie un hombre una res vacuna, y dos ovejas: Isaiah 7:22 Y acontecerá, que a causa de la multitud de la leche que le darán, comerá manteca: cierto manteca y miel comerá el que quedare en medio de la tierra. Isaiah 7:23 Acontecerá también en aquel tiempo, acontecerá, que el lugar donde había mil vides que valían mil siclos de plata, será para los espinos y para los cardos. Isaiah 7:24 Con saetas y arco irán allá; porque toda la tierra será espinos, y cardos. Isaiah 7:25 Mas a todos los montes que se cavan con azada, no llegará allá el temor de los espinos y de los cardos: mas serán para pasto de vacas, y para ser hollados de ovejas. Isaiah 8:0 Isaiah 8:1 Y díjome Jehová: Tómate un gran volumen, y escribe en él en estilo vulgar: dáte priesa al despojo, apresúrate a la presa. Isaiah 8:2 Y junté conmigo por testigos fieles a Urías sacerdote, y a Zacarías, hijo de Jebaraquías. Isaiah 8:3 Y juntéme con la profetisa, la cual concibió, y parió un hijo. Y díjome Jehová: Pónle por nombre: dáte priesa al despojo, apresúrate a la presa. Isaiah 8:4 Porque antes que el niño sepa decir, padre mío, y madre mía, será quitada la fuerza de Damasco, y los despojos de Samaria serán en la presencia del rey de Asiria. Isaiah 8:5 ¶ Otra vez me tornó Jehová a hablar, diciendo: Isaiah 8:6 Porque desechó este pueblo las aguas de Siloé que corren mansamente, y con Rezín, y con el hijo de Romelías se holgó: Isaiah 8:7 Por tanto he aquí que el Señor hace subir sobre ellos aguas de río impetuosas y muchas, es a saber, al rey de Asiria, y a toda su gloria; el cual subirá sobre todos sus ríos, y pasará sobre todas sus riberas. Isaiah 8:8 Y pasando hasta Judá, pasará, y sobrepujará, y llegará hasta la garganta; y extendiendo sus alas henchirá la anchura de tu tierra, o! Emmanuel. Isaiah 8:9 Juntáos, pueblos, y seréis quebrantados: oíd todos los que sois de tierras lejanas, ponéos a punto, y seréis quebrantados: ponéos a punto, y seréis quebrantados. Isaiah 8:10 Acordád consejo, y deshacerse ha: hablád palabra, y no será firme; porque Dios con nosotros. Isaiah 8:11 ¶ Porque Jehová me dijo de esta manera, y apretándome la mano me enseñó, que no caminase por el camino de este pueblo, diciendo: Isaiah 8:12 No digáis: Conjuración, a todas las cosas a que este pueblo dice: Conjuración; ni temáis su temor, ni le tengáis miedo. Isaiah 8:13 A Jehová de los ejércitos, a él santificád; él sea vuestro temor, y él sea vuestro miedo. Isaiah 8:14 ¶ Entonces él será por santuario; y a las dos casas de Israel por piedra para tropezar, y por tropezadero para caer, por lazo, y por red al morador de Jerusalem. Isaiah 8:15 Y muchos tropezarán entre ellos, y caerán, y serán quebrantados, enredarse han, y serán presos. Isaiah 8:16 Ata el testimonio, sella la ley entre mis discípulos. Isaiah 8:17 Esperaré pues a Jehová, el cual escondió su rostro de la casa de Jacob, y a él esperaré. Isaiah 8:18 He aquí yo, y los hijos que me dio Jehová por señales y prodigios en Israel, por Jehová de los ejércitos, que mora en el monte de Sión. Isaiah 8:19 Y si os dijeren: Preguntád a los pitones, y a los adivinos que zonzorrean hablando. ¿No consultará el pueblo a su Dios? ¿por los vivos, a los muertos? Isaiah 8:20 A la ley, y al testimonio: si no dijeren conforme a esto, es porque no les ha amanecido. Isaiah 8:21 ¶ Entonces pasarán por esta tierra fatigados y hambrientos; y acontecerá que teniendo hambre, se enojarán, y maldecirán a su rey, y a su Dios. Y levantando el rostro en alto, Isaiah 8:22 Y mirando a la tierra, he aquí tribulación y tinieblas, oscuridad, y angustia; y a la oscuridad, empellón. Isaiah 9:0 Isaiah 9:1 Aunque no será esta oscuridad semejante a la aflicción que le vino en el tiempo que livianamente tocaron la primera vez a la tierra de Zabulón, y a la tierra de Neftalí: ni después cuando agravaron por la vía de la mar de esa parte del Jordán en Galilea de las naciones. Isaiah 9:2 Pueblo que andaba en tinieblas vio gran luz: los que moraban en tierra de sombra de muerte, luz resplandeció sobre ellos. Isaiah 9:3 Aumentando la nación, no aumentaste la alegría. Alegrarse han delante de ti, como se alegran en la segada, como se gozan cuando reparten despojos. Isaiah 9:4 Porque tú quebraste el yugo de su carga, y la vara de su hombro, y el cetro de su exactor, como en el día de Madián. Isaiah 9:5 Porque toda batalla de quien pelea es con estruendo, y con revolcamiento de vestidura en sangre: esta será con quema, y tragamiento de fuego. Isaiah 9:6 Porque niño nos es nacido, hijo nos es dado, y el principado es asentado sobre su hombro; y llamarse ha Admirable, Consejero, Dios, Fuerte, Padre eterno, Príncipe de paz: Isaiah 9:7 La multitud del señorío y la paz no tendrán término, sobre el trono de David, y sobre su reino, disponiéndole, y confirmándole en juicio y en justicia desde ahora para siempre. El zelo de Jehová de los ejércitos hará esto. Isaiah 9:8 ¶ El Señor envió palabra a Jacob, y cayó en Israel. Isaiah 9:9 Y sabrá el pueblo, todo él, Efraím y los moradores de Samaria, que con soberbia y con altivez de corazón, dicen: Isaiah 9:10 Ladrillos cayeron, mas de cantería edificaremos: cortaron cabrahígos, mas cedros pondremos en su lugar. Isaiah 9:11 Mas Jehová ensalzará los enemigos de Rezín contra él, y juntará sus enemigos: Isaiah 9:12 Por delante a Siria, y por las espaldas a los Filisteos; y con toda la boca se tragarán a Israel. Ni con todo eso cesará su furor, antes todavía su mano extendida. Isaiah 9:13 Mas el pueblo no se convirtió al que le hería, ni buscaron a Jehová de los ejércitos. Isaiah 9:14 Y Jehová cortará de Israel cabeza y cola, ramo y caña en un mismo día. Isaiah 9:15 El viejo y venerable de rostro es la cabeza: el profeta que enseña mentira, este es cola. Isaiah 9:16 Porque los gobernadores de este pueblo son engañadores; y sus gobernados, perdidos. Isaiah 9:17 Por tanto el Señor no tomará contentamiento en sus mancebos, ni de sus huérfanos y viudas tendrá misericordia; porque todos son falsos y malignos; y toda boca habla locura: con todo esto no cesará su furor, antes todavía su mano extendida. Isaiah 9:18 Porque la maldad se encendió como fuego, cardos y espinas tragará; y encendióse en lo espeso de la breña, y fueron alzados como humo. Isaiah 9:19 Por la ira de Jehová de los ejércitos la tierra se oscureció, y será el pueblo como tragamiento de fuego: hombre no tendrá piedad de su hermano. Isaiah 9:20 Cada uno hurtará a la mano derecha, y tendrá hambre; y comerá a la izquierda, y no se hartará: cada cual comerá la carne de su brazo: Isaiah 9:21 Manasés a Efraím, y Efraím a Manasés, y ambos ellos contra Judá. Ni con todo esto cesará su furor, antes todavía su mano extendida. Isaiah 10:0 Isaiah 10:1 ¡Ay de los que establecen leyes injustas, y determinando determinan tiranía: Isaiah 10:2 Por apartar del juicio a los pobres, y por quitar el derecho a los afligidos de mi pueblo: por despojar las viudas, y robar los huérfanos! Isaiah 10:3 ¿Y qué haréis en el día de la visitación? ¿y a quién os acogeréis que os ayude, cuando viniere de lejos el asolamiento? ¿y en dónde dejaréis vuestra gloria? Isaiah 10:4 Sin mí se inclinaron entre los presos; y cayeron entre los muertos. Ni con todo eso cesará su furor, antes todavía su mano extendida. Isaiah 10:5 O! Asur, vara de mi furor, y palo él mismo, mi enojo en la mano de ellos. Isaiah 10:6 Enviarle he contra nación fingida; y sobre pueblo de mi ira le enviaré, para que despoje despojos, y robe presa, y que lo ponga que sea hollado, como lodo de las calles. Isaiah 10:7 ¶ Aunque él no lo pensará así, ni su corazón lo imaginará de esta manera: mas su pensamiento será de desarraigar, y cortar naciones no pocas. Isaiah 10:8 Porque él dirá: ¿Mis príncipes no son todos reyes? Isaiah 10:9 ¿No es Calno como Carcamis; Armad como Arfad; y Samaria como Damasco? Isaiah 10:10 Como halló mi mano los reinos de los ídolos, siendo sus imágenes más que Jerusalem y Samaria: Isaiah 10:11 Como hice a Samaria y a sus ídolos, ¿no haré también así a Jerusalem y a sus ídolos? Isaiah 10:12 Mas acontecerá, que después que el Señor hubiere acabado toda su obra en el monte de Sión, y en Jerusalem, visitaré sobre el fruto de la soberbia del corazón del rey de Asiria, y sobre la gloria de la altivez de sus ojos: Isaiah 10:13 Porque dijo: Con fortaleza de mi mano lo he hecho, y con mi sabiduría, porque he sido prudente: que quité los términos de los pueblos, y sus tesoros saqueé; y derribé como valiente los que estaban sentados. Isaiah 10:14 Y halló mi mano las riquezas de los pueblos, como nido; y como se cojen los huevos dejados, así apañé yo toda la tierra; y no hubo quien moviese ala, o abriese boca y graznase. Isaiah 10:15 ¶ ¿Gloriarse ha la segur contra el que corta con ella? ¿ensoberbecerse ha la sierra contra el que la mueve? como si el bordón se levantase contra los que lo levantan; como si la vara se levantase: ¿no es leño? Isaiah 10:16 Por tanto el Señor Jehová de los ejércitos enviará flaqueza sobre sus gordos; y debajo de su gloria encenderá encendimiento, como encendimiento de fuego. Isaiah 10:17 Y la luz de Israel será por fuego, y su Santo por llama que abrase y consuma en un día sus cardos y sus espinas. Isaiah 10:18 La gloria de su breña, y de su campo fértil consumirá desde el alma hasta la carne; y será como deshecha de alférez. Isaiah 10:19 Y los árboles que quedaren en su breña, serán por cuenta, que un niño los pueda contar. Isaiah 10:20 Y acontecerá en aquel tiempo, que los que hubieren quedado de Israel, y los que hubieren quedado de la casa de Jacob, nunca más estriben sobre el que los hirió; porque estribarán sobre Jehová, Santo de Israel, con verdad. Isaiah 10:21 ¶ Los restos se convertirán, los restos de Jacob, al Dios fuerte. Isaiah 10:22 Porque si tu pueblo, o! Israel, fuere como las arenas de la mar, los restos se convertirán en él. La consumación fenecida inunda justicia. Isaiah 10:23 Por tanto el Señor Jehová de los ejércitos hará consumación, y fenecimiento en medio de toda la tierra. Isaiah 10:24 ¶ Por tanto el Señor Jehová de los ejércitos dice así: No temas, pueblo mío, morador de Sión, del Asur. Con vara te herirá, y contra ti alzará su palo por la vía de Egipto: Isaiah 10:25 Mas desde aun poco, un poquito, se acabará el furor, y mi enojo, para fenecimiento de ellos. Isaiah 10:26 Y levantará Jehová de los ejércitos azote contra él, como la matanza de Madián a la peña de Horeb; y alzará su vara sobre la mar, por la vía de Egipto. Isaiah 10:27 Y acaecerá en aquel tiempo, que su carga será quitada de tu hombro, y su yugo de tu cerviz; y el yugo se empodrecerá delante de la unción. Isaiah 10:28 ¶ Vino hasta Ajad, pasó hasta Migrón: en Micmas contará su ejército. Isaiah 10:29 Pasaron el vado: alojaron en Geba: Rama tembló: Gabaa de Saul huyó. Isaiah 10:30 Grita a alta voz hija de Gallim: Laisa, haz que te oiga la pobrecilla Anatot. Isaiah 10:31 Madmena se alborotó: los moradores de Gebim se juntarán. Isaiah 10:32 Aun vendrá día cuando reposará en Nob: alzará su mano al monte de la hija de Sión, al collado de Jerusalem. Isaiah 10:33 He aquí que el Señor Jehová de los ejércitos desgajará el ramo con fortaleza; y los de grande altura serán cortados, y los altos serán humillados. Isaiah 10:34 Y cortará con hierro la espesura de la breña; y el Líbano caerá con fortaleza. Isaiah 11:0 Isaiah 11:1 Y saldrá una vara del tronco de Isaí, y un renuevo retoñecerá de sus raíces. Isaiah 11:2 Y reposará sobre él el Espíritu de Jehová, espíritu de sabiduría y de inteligencia, espíritu de consejo y de fortaleza, espíritu de conocimiento y de temor de Jehová. Isaiah 11:3 Y harále entender diligente en el temor de Jehová. No juzgará según la vista de sus ojos, ni argüirá por lo que oyesen sus oídos. Isaiah 11:4 ¶ Mas juzgará con justicia a los pobres, y argüirá con equidad por los mansos de la tierra; y herirá la tierra con la vara de su boca, y con el espíritu de sus labios matará al impío. Isaiah 11:5 Y será la justicia cinta de sus lomos; y la fe cinta de sus riñones. Isaiah 11:6 ¶ Morará el lobo con el cordero, y el tigre con el cabrito se acostará: el becerro, y el león, y la bestia doméstica andarán juntos, y un niño los pastoreará. Isaiah 11:7 La vaca y la osa pacerán, sus crias se echarán juntas; y el león, como buey, comerá paja. Isaiah 11:8 Y jugará el niño sobre la cueva del áspid; y el recién destetado extenderá su mano sobre la caverna del basilisco. Isaiah 11:9 No harán mal, ni dañarán en todo mi santo monte; porque la tierra será llena de conocimiento de Jehová, como las aguas cubren la mar. Isaiah 11:10 ¶ Y acontecerá en aquel tiempo, que la raíz de Isaí, la cual estará puesta por pendón a los pueblos, será buscada de las naciones; y su holganza será gloria. Isaiah 11:11 ¶ Y acontecerá en aquel tiempo, que Jehová tornará a poner su mano otra vez, para poseer los restos de su pueblo, que fueron dejados de Asur, y de Egipto, y de Partia, y de Etiopía, y de Persia, y de Caldea, y de Hamat, y de las islas de la mar, Isaiah 11:12 Y levantará pendón a las naciones, y congregará los desterrados de Israel, y juntará los esparcidos de Judá de los cuatro cantones de la tierra. Isaiah 11:13 Y deshacerse ha la envidia de Efraím, y los enemigos de Judá serán talados. Efraím no tendrá envidia contra Judá, ni Judá afligirá a Efraím. Isaiah 11:14 Mas volarán sobre los hombros de los Filisteos al occidente: meterán también a saco a los de oriente: Edom y Moab les servirán, y los hijos de Ammón les darán obediencia. Isaiah 11:15 Y secará Jehová la lengua de la mar de Egipto; y levantará su mano con fortaleza de su espíritu sobre el río, y herirle ha en siete riberas, y hará que pasen por él con zapatos. Isaiah 11:16 Y habrá camino para los restos de su pueblo, los que quedaron de Asur, de la manera que lo hubo para Israel el día que subió de la tierra de Egipto. Isaiah 12:0 Isaiah 12:1 Y dirás en aquel día: Cantaré a ti, o! Jehová: que aunque te enojaste contra mí, tu furor se apartó, y me consolaste. Isaiah 12:2 He aquí, Dios, salud mía: asegurarme he, y no temeré; porque mi fortaleza y mi canción es Jah Jehová, el cual ha sido salud para mí. Isaiah 12:3 Sacaréis aguas en gozo de las fuentes de la salud. Isaiah 12:4 Y diréis en aquel día: Cantád a Jehová, invocád su nombre: hacéd célebres en los pueblos sus obras: hacéd memorable, como su nombre es engrandecido. Isaiah 12:5 Cantád salmos a Jehová, porque ha hecho cosas magníficas: sea sabido esto por toda la tierra. Isaiah 12:6 Jubila y canta, o! moradora de Sión: porque grande es en medio de ti el Santo de Israel. Isaiah 13:0 Isaiah 13:1 Carga de Babilonia, que vio Isaías, hijo de Amós. Isaiah 13:2 Levantád bandera sobre un alto monte; alzád la voz a ellos: alzád la mano para que entren por las puertas de los príncipes. Isaiah 13:3 Yo mandé a mis santificados, asimismo llamé a mis valientes para mi ira, que se alegran con mi gloria. Isaiah 13:4 Murmullo de multitud suena en los montes, como de mucho pueblo: murmullo de sonido de reinos, de naciones congregadas. Jehová de los ejércitos ordena las haces de la batalla. Isaiah 13:5 Vienen de tierra lejana, de lo postrero de los cielos, Jehová y los instrumentos de su furor, para destruir toda la tierra. Isaiah 13:6 Aullád, porque cerca está el día de Jehová: como asolamiento del Todopoderoso vendrá. Isaiah 13:7 Por tanto todas manos se descoyuntarán; y todo corazón de hombre se desleirá, Isaiah 13:8 Y henchirse han de terror: angustias y dolores los comprenderán: tendrán dolores como mujer de parto: cada uno se embelesará mirando a su compañero: sus rostros, rostros de llamas. Isaiah 13:9 He aquí que el día de Jehová viene cruel; y enojo, y ardor de ira, para tornar la tierra en soledad, y raer de ella sus pecadores. Isaiah 13:10 Por lo cual las estrellas de los cielos y sus luceros no derramarán su lumbre: el sol se oscurecerá en naciendo, y la luna no echará su resplandor. Isaiah 13:11 Y visitaré la maldad sobre el mundo, y sobre los impíos su iniquidad; y haré que cese la arrogancia de los soberbios, y la altivez de los fuertes abatiré. Isaiah 13:12 Haré más precioso que el oro fino al varón; y al hombre, más que el oro de Ofir. Isaiah 13:13 Porque haré estremecer los cielos, y la tierra se moverá de su lugar en la indignación de Jehová de los ejércitos, y en el día de la ira de su furor. Isaiah 13:14 Y será como corza amontada, y como oveja sin pastor: cada cual mirará hacia su pueblo, y cada cual huirá a su tierra. Isaiah 13:15 Cualquiera que fuere hallado, será traspasado; y cualquiera que a ellos se juntare, caerá a cuchillo. Isaiah 13:16 Sus niños serán estrellados delante de ellos: sus casas serán saqueadas, y forzadas sus mujeres. Isaiah 13:17 He aquí que yo despierto contra ellos a los Medos, que no cuidarán de la plata, ni codiciarán oro. Isaiah 13:18 Mas con arcos tirarán a los niños, y no tendrán misericordia de fruto de vientre, ni su ojo perdonará a hijos. Isaiah 13:19 Y Babilonia, hermosura de reinos, y ornamento de la grandeza de los Caldeos, será como Sodoma y Gomorra a quienes trastornó Dios. Isaiah 13:20 Nunca más se habitará, ni se morará de generación en generación: ni hincará allí tienda el Árabe, ni pastores tendrán allí majada. Isaiah 13:21 Mas bestias fieras dormirán allí; y sus casas se henchirán de hurones: allí habitarán hijas del búho, y allí saltarán faunos. Isaiah 13:22 Y en sus palacios gritarán gatos cervales, y dragones en sus casas de deleite; y cercano está para venir su tiempo, y sus días no se alargarán. Isaiah 14:0 Isaiah 14:1 Porque Jehová tendrá piedad de Jacob, y todavía escogerá a Israel; y hacerles ha que descansen sobre su tierra; y juntarse han a ellos extranjeros, y allegarse han a la familia de Jacob. Isaiah 14:2 Y tomarlos han pueblos, y traerlos han a su lugar; y la casa de Israel los poseerá por siervos y criadas en la tierra de Jehová; y cautivarán a los que los cautivaron, y señorearán a los que los oprimieron. Isaiah 14:3 ¶ Y será que en el día que Jehová te diere reposo de tu trabajo, y de tu temor, y de la dura servidumbre en que te hicieron servir, Isaiah 14:4 Entonces levantarás esta parábola sobre el rey de Babilonia, y dirás: ¿Cómo cesó el exactor, reposó la codiciosa del oro? Isaiah 14:5 Quebrantó Jehová el bastón de los impíos, el cetro de los señores. Isaiah 14:6 Que con ira hería los pueblos de llaga perpetua; que con furor se enseñoreaba de las naciones: al perseguido no defendió. Isaiah 14:7 Descansó, sosegó toda la tierra, cantaron alabanza. Isaiah 14:8 Aun las hayas se holgaron de ti, los cedros del Líbano, diciendo: Desde que moriste, no ha subido cortador contra nosotros. Isaiah 14:9 El infierno abajo se espantó de ti: despertóte muertos que en tu venida saliesen a recebirte: todos los príncipes de la tierra hizo levantar de sus tronos, a todos los reyes de las naciones. Isaiah 14:10 Todos ellos darán voces, y te dirán: ¿Tú también enfermaste como nosotros? ¿fuiste como nosotros? Isaiah 14:11 Descendió al sepulcro tu soberbia, y el sonido de tus vihuelas: gusanos serán tu cama, y gusanos te cubrirán. Isaiah 14:12 ¡Cómo caíste del cielo, o! Lucero, hijo de la mañana! ¡cortado fuiste por tierra, el que debilitabas las naciones! Isaiah 14:13 Tú que decías en tu corazón: Subiré al cielo: en lo alto junto a las estrellas de Dios ensalzaré mi trono; y en el monte del testimonio me asentaré, en los lados del aquilón. Isaiah 14:14 Sobre las alturas de las nubes subiré, y seré semejante al Altísimo. Isaiah 14:15 Mas tú derribado eres en el sepulcro, a los lados de la huesa. Isaiah 14:16 Inclinarse han hacia ti los que te vieren, y considerarte han, diciendo: ¿Es este aquel varón, que hacía temblar la tierra, que trastornaba los reinos, Isaiah 14:17 Que puso el mundo como un desierto, que asoló sus ciudades, que a sus presos nunca abrió la cárcel? Isaiah 14:18 Todos los reyes de las naciones, todos ellos yacen con honra cada uno en su casa. Isaiah 14:19 Mas tú echado eres de tu sepulcro, como tronco abominable: como vestido de muertos a estocadas de espada, que descendieron a los fundamentos de la sepultura: como cuerpo muerto hollado. Isaiah 14:20 No serás contado con ellos en la sepultura; porque tu destruiste tu tierra, mataste tu pueblo. No será para siempre la simiente de los malignos. Isaiah 14:21 Aparejád sus hijos para el matadero por la maldad de sus padres; no se levanten, y posean la tierra, e hinchan la haz del mundo de ciudades. Isaiah 14:22 ¶ Porque yo me levantaré sobre ellos, dice Jehová de los ejércitos, y raeré de Babilonia el nombre, y los residuos, hijo y nieto, dice Jehová. Isaiah 14:23 Y ponerla he en posesión de erizos, y en lagunas de aguas; y barrerla he con escoba de destrucción, dice Jehová de los ejércitos. Isaiah 14:24 Jehová de los ejércitos juró, diciendo: Si no se hiciere de la manera que lo he pensado; y si no será confirmado, como lo he determinado. Isaiah 14:25 Que quebrantaré al Asur en mi tierra, y en mis montes le hollaré; y su yugo será apartado de ellos, y su carga será quitada de su hombro. Isaiah 14:26 Este es aquel consejo, que está acordado sobre toda la tierra; y esta es aquella mano extendida sobre todas las naciones. Isaiah 14:27 Porque Jehová de los ejércitos lo ha determinado, ¿y quién lo invalidará? Y aquella su mano extendida, ¿quién la hará tornar? Isaiah 14:28 ¶ En el año que murió el rey Acaz fue esta carga: Isaiah 14:29 No te alegres tú, toda Filistea, por haberse quebrado la vara del que te hería; porque de la raíz de la culebra saldrá basilisco, y su fruto ceraste volador. Isaiah 14:30 Y los primogénitos de los pobres serán apacentados, y los menesterosos se acostarán seguramente; y haré morir de hambre tu raíz, y tus residuos matará él. Isaiah 14:31 Aulla, o! puerta, clama, o! ciudad, desleida, Filistea, toda tú; porque humo vendrá del aquilón: no quedará uno solo en sus congregaciones. Isaiah 14:32 ¿Y qué se responderá a los mensajeros de la gentilidad? Que Jehová fundó a Sión, y que en ella tendrán confianza los afligidos de su pueblo. Isaiah 15:0 Isaiah 15:1 Carga de Moab. Cierto de noche fue destruida Ar-Moab, fue puesta en silencio. Cierto de noche fue destruida Kir-Moab, fue puesta en silencio. Isaiah 15:2 Subió a Bait, y a Dibón, altares, a llorar: sobre Nebo, y sobre Medaba aullará Moab: toda cabeza de ella se mesará y toda barba será raída. Isaiah 15:3 Ceñirse han de sacos en sus plazas: en sus terrados, y en sus calles todos aullarán, descenderán a lloro. Isaiah 15:4 Jesebón y Eleale gritarán, hasta Jahaz se oirá su voz, porque los armados de Moab aullarán: el alma de cada uno se aullará a sí. Isaiah 15:5 Mi corazón dará gritos por Moab: sus fugitivos subirán con lloro por la subida de Luhit hasta Zoar, novilla de tres años: levantarán llanto de quebrantamiento por el camino de Oronaim. Isaiah 15:6 Las aguas de Nimrim se agotaron, la grama se secó, faltó la yerba, verdura no hubo. Isaiah 15:7 Por lo cual lo que cada uno guardó, y sus riquezas sobre el arroyo de los sauces serán llevadas. Isaiah 15:8 El llanto cercó los términos de Moab; hasta Eglaim llegó su alarido, y hasta Beerelim llegó su alarido. Isaiah 15:9 Porque las aguas de Dimón se henchirán de sangre; porque yo pondré sobre Dimón añadidura, leones a los que escaparen de Moab, y a los residuos de la tierra. Isaiah 16:0 Isaiah 16:1 Enviád cordero al enseñoreador de la tierra, desde la Piedra del desierto al monte de la hija de Sión. Isaiah 16:2 Y será como ave espantada, que se huye de su nido, así serán las hijas de Moab a los vados de Arnón. Isaiah 16:3 Toma consejo, haz juicio: pon tu sombra en el mediodía como la noche: esconde los desterrados, no descubras al huido. Isaiah 16:4 Moren en ti mis desterrados, o! Moab: séles escondedero de la presencia del destruidor; porque el chupador fenecerá, el destruidor tendrá fin, el hollador será consumido de sobre la tierra. Isaiah 16:5 Y componerse ha trono en misericordia; y asentarse ha sobre él en firmeza en el tabernáculo de David quien juzgue, y busque el juicio, y apresure la justicia. Isaiah 16:6 Oído hemos la soberbia de Moab, soberbio mucho: su soberbia, y su arrogancia, y su altivez: mas sus mentiras no serán firmes. Isaiah 16:7 Por tanto aullará Moab, todo él aullará: gemiréis por los fundamentos de Kir-jareset, empero heridos. Isaiah 16:8 Porque las vides de Jesebón fueron taladas, y las vides de Sibma: señores de naciones hollaron sus generosos sarmientos que habían llegado hasta Jazer: habían cundido hasta el desierto: sus nobles plantas se extendieron, pasaron la mar. Isaiah 16:9 Por lo cual lamentaré con lloro a Jazer de la viña de Sibma: embriagarte he de mis lágrimas, o! Jesebón, y Eleale; porque sobre tus cosechas, y sobre tu segada caerá la canción. Isaiah 16:10 Quitado es el gozo y la alegría del campo fértil: en las viñas no cantarán, ni jubilarán: no pisará vino en los lagares el pisador: la canción hice cesar. Isaiah 16:11 Por tanto mis entrañas sonarán como arpa sobre Moab; y mis intestinos sobre Kir-jareset. Isaiah 16:12 Y acaecerá que cuando Moab pareciere que está cansado sobre los altos, entonces vendrá a su santuario a orar, y no podrá. Isaiah 16:13 Esta es la palabra que pronunció Jehová sobre Moab desde aquel tiempo. Isaiah 16:14 Empero ahora habló Jehová, diciendo: Dentro de tres años, como años de mozo de soldada, será abatida la gloria de Moab con toda su multitud, aunque grande; y sus residuos serán pocos, pequeños, no fuertes. Isaiah 17:0 Isaiah 17:1 Carga de Damasco. He aquí que Damasco dejó de ser ciudad, y será montón de ruina. Isaiah 17:2 Las ciudades de Aroer desamparadas, en majadas se tornarán: dormirán allí, y no habrá quien los espante. Isaiah 17:3 Y cesará el socorro de Efraím, y el reino de Damasco; y lo que quedare de Siria, será como la gloria de los hijos de Israel, dice Jehová de los ejércitos. Isaiah 17:4 ¶ Y será que en aquel tiempo la gloria de Jacob se adelgazará, y la grosura de su carne se enflaquecerá. Isaiah 17:5 Y será como el segador que coge la mies, y con su brazo siega las espigas: será también como el que coge espigas en el valle de Refaim. Isaiah 17:6 Y quedarán en él rebuscos, como cuando sacuden el aceituno, que quedan allí dos o tres granos en la punta del ramo, cuatro o cinco en sus ramas fructíferas, dice Jehová Dios de Israel. Isaiah 17:7 En aquel día mirará el hombre a su Hacedor, y sus ojos contemplarán al Santo de Israel. Isaiah 17:8 Y no mirará a los altares que hicieron sus manos, ni mirará a lo que hicieron sus dedos, ni a los bosques, ni a las imágenes del sol. Isaiah 17:9 En aquel día las ciudades de su fortaleza serán como los frutos que quedan en los pimpollos, y en las ramas, como lo que dejaron ante la faz de los hijos de Israel; y será asolamiento. Isaiah 17:10 Porque te olvidaste del Dios de tu salud, y no te acordaste de la Roca de tu fortaleza. Por tanto plantarás plantas hermosas, y sembrarás sarmiento extraño. Isaiah 17:11 El día que las plantares, las harás crecer; y harás que tu simiente brote de mañana: mas en el día del coger huirá la cosecha, y será dolor desesperado. Isaiah 17:12 ¶ ¡Ay! multitud de muchos pueblos, que sonarán, como sonido de la mar; y murmullo de naciones hará alboroto, como murmullo de muchas aguas. Isaiah 17:13 Pueblos harán ruido a manera de ruido de grandes aguas: mas reprenderlo ha, y huirá lejos: será ahuyentado como el tamo de los montes delante del viento, y como el cardo delante del torbellino. Isaiah 17:14 Al tiempo de la tarde, he aquí, turbación: antes que la mañana venga, ella no será. Esta es la parte de los que nos huellan, y la suerte de los que nos saquean. Isaiah 18:0 Isaiah 18:1 ¡Ay de la tierra que hace sombra con las alas, que está tras los ríos de Etiopía! Isaiah 18:2 ¶ El que envía mensajeros por la mar, y en navíos de junco sobre las aguas: Andád ligeros mensajeros a la nación arrastrada, y repelada: al pueblo temeroso desde su principio, y después: nación harta de esperar, y hollada, cuya tierra destruyeron los ríos, Isaiah 18:3 Todos los moradores del mundo, y los vecinos de la tierra, cuando levantare bandera en los montes verla heis; y cuando tocare trompeta, oírla heis. Isaiah 18:4 Porque Jehová me dijo así: Reposarme he, y miraré desde mi morada: como sol claro después de la lluvia, y como nube cargada de rocío en el calor de la segada. Isaiah 18:5 ¶ Porque antes de la siega, cuando el fruto fuere perfecto, y pasada la flor, los frutos fueren maduros, entonces podará con podaderas los ramitos, y cortará, y quitará las ramas. Isaiah 18:6 Y serán dejados todos a las aves de los montes, y a las bestias de la tierra: sobre ellos tendrán el verano las aves, e invernarán todas las bestias de la tierra. Isaiah 18:7 ¶ En aquel tiempo será traído presente a Jehová de los ejércitos, el pueblo arrastrado, y repelado, el pueblo temeroso desde su principio, y después, gente harta de esperar, y hollada, cuya tierra destruyeron los ríos, al lugar del nombre de Jehová de los ejércitos, al monte de Sión. Isaiah 19:0 Isaiah 19:1 Carga de Egipto. He aquí que Jehová cabalga sobre una nube ligera, y vendrá en Egipto, y los ídolos de Egipto se moverán delante de él, y el corazón de Egipto se desleirá en medio de él. Isaiah 19:2 Y revolveré Egipcios con Egipcios, y cada uno peleará contra su hermano, cada uno contra su prójimo, ciudad contra ciudad, y reino contra reino. Isaiah 19:3 Y el espíritu de Egipto se desvanecerá en medio de él, y destruiré su consejo; y pregunten a sus imágenes, a sus mágicos, a sus pitones, y a sus adivinos. Isaiah 19:4 Y entregaré a Egipto en manos de señor duro; y rey violento se enseñoreará de ellos, dice el Señor Jehová de los ejércitos. Isaiah 19:5 Y las aguas de la mar faltarán; y el río se agotará, y se secará. Isaiah 19:6 Y los ríos se alejarán: agotarse han, y secarse han las corientes de los fosos: la caña y el carrizo serán cortados. Isaiah 19:7 Las verduras de junto al río, de junto a la ribera del río, y toda sementera del río se secará; perderse ha, y no será. Isaiah 19:8 Los pescadores también se entristecerán; y enlutarse han todos los que echan anzuelo en el río; y los que extienden red sobre las aguas desfallecerán. Isaiah 19:9 Avergonzarse han los que labran lino fino, y los que tejen redes. Isaiah 19:10 Porque todas sus redes serán rotas; y todos los que hacen estanques para criar peces se entristecerán. Isaiah 19:11 Ciertamente son insensatos los príncipes de Zoán: el consejo de los prudentes consejeros de Faraón se ha desvanecido: ¿Cómo diréis por Faraón: Yo soy hijo de los sabios, e hijo de los reyes antiguos? Isaiah 19:12 ¿Dónde están ahora aquellos tus prudentes? Dígante ahora, o hágante saber que es lo que Jehová de los ejércitos ha determinado sobre Egipto. Isaiah 19:13 Desvanecido se han los príncipes de Zoán: engañádose han los príncipes de Nof: engañaron a Egipto las esquinas de sus familias. Isaiah 19:14 Jehová mezcló espíritu de perversidades en medio de él; e hicieron errar a Egipto en toda su obra, como yerra el borracho en su vómito. Isaiah 19:15 Y no aprovechará a Egipto cosa que haga, cabeza o cola, ramo o junco. Isaiah 19:16 En aquel día será Egipto como mujeres; porque se asombrará, y temerá en la presencia de la mano alta de Jehová de los ejércitos, que él ha de levantar sobre él. Isaiah 19:17 Y la tierra de Judá será espantable a Egipto: todo hombre que de ella se acordare, se asombrará de ella, por causa del consejo que Jehová de los ejércitos acordó sobre él. Isaiah 19:18 ¶ En aquel tiempo habrá cinco ciudades en la tierra de Egipto, que hablen la lengua de Canaán, y que juren por Jehová de los ejércitos: la una se llamará ciudad Herez. Isaiah 19:19 En aquel tiempo habrá altar para Jehová en medio de la tierra de Egipto, y título a Jehová junto a su término. Isaiah 19:20 Y será por señal, y por testimonio a Jehová de los ejércitos en la tierra de Egipto; porque a Jehová clamarán por sus opresores, y él les enviará salvador y príncipe que los libre. Isaiah 19:21 Y Jehová será conocido de Egipto, y los de Egipto conocerán a Jehová en aquel día; y harán sacrificio, y oblación; y hará votos a Jehová, y pagarlos han. Isaiah 19:22 Y herirá Jehová a Egipto hiriendo, y sanando; y convertirse han a Jehová; y serles ha clemente, y sanarlos ha. Isaiah 19:23 En aquel tiempo habrá una calzada de Egipto en Asiria; y Asirios vendrán en Egipto, y Egipcios en Asiria; y los Egipcios servirán con los Asirios a Jehová. Isaiah 19:24 En aquel tiempo Israel será tercero con Egipto, y con Asiria, naciones benditas en medio de la tierra. Isaiah 19:25 Porque Jehová de los ejércitos los bendecirá, diciendo: Bendito el pueblo mío Egipto, y el Asirio obra de mis manos, y heredad mía Israel. Isaiah 20:0 Isaiah 20:1 En el año que vino Tartán en Azoto, cuando le envió Sargón, rey de Asiria, y peleó contra Azoto, y la tomó: Isaiah 20:2 En aquel tiempo habló Jehová por Isaías hijo de Amós, diciendo: Vé, y quita el saco de tus lomos, y descalza los zapatos de tus pies; e hízolo así, andando desnudo y descalzo. Isaiah 20:3 Y dijo Jehová: De la manera que anduvo mi siervo Isaías desnudo y descalzo tres años, señal y pronóstico sobre Egipto, y sobre Etiopía; Isaiah 20:4 Así llevará el rey de Asiria la cautividad de Egipto, y la transmigración de Etiopía, de mozos y de viejos, desnuda y descalza, y descubiertas las nalgas, para vergüenza de Egipto. Isaiah 20:5 Y quebrantarse han, y avergonzarse han de Etiopía su esperanza, y de Egipto su gloria. Isaiah 20:6 Y dirá en aquel día el morador de esta isla: Mirád que tal fue nuestra esperanza, donde nos acogimos por socorro, para ser libres de la presencia del rey de Asiria. ¿Y cómo escaparemos? Isaiah 21:0 Isaiah 21:1 Carga del desierto de la mar. Como los torbellinos que pasan por el desierto en la región del mediodía, que vienen de la tierra horrible. Isaiah 21:2 Visión dura me ha sido mostrada: para un prevaricador, otro prevaricador; y para un destruidor, otro destruidor. Sube, Persa: cerca, Medo. Todo su gemido hice cesar. Isaiah 21:3 Por tanto mis lomos se hinchieron de dolor: angustias me comprendieron, como angustias de mujer de parto: agobiéme oyendo, y espantéme viendo. Isaiah 21:4 Mi corazón se despavorió, asombróme el horror: la noche de mi deseo me tornó en espanto. Isaiah 21:5 Pon la mesa: mira de la atalaya: come, bebe, levantáos, príncipes, ungíd escudo. Isaiah 21:6 Porque el Señor me dijo así: Vé, pon centinela, que haga saber lo que viere. Isaiah 21:7 Y vio un carro de un par de caballeros, un carro de asno, y un carro de camello: luego miró muy más atentamente, Isaiah 21:8 Y dijo a voces: León sobre atalaya: Señor, yo estoy continuamente todo el día, y las noches enteras sobre mi guarda. Isaiah 21:9 Y, he aquí, este carro de hombres viene, un par de caballeros. Y habló, y dijo: Cayó, cayó Babilonia; y todos los ídolos de sus dioses quebrantó en tierra. Isaiah 21:10 Trilla mía, y paja de mi era: díchoos he lo que oí de Jehová de los ejércitos, Dios de Israel. Isaiah 21:11 ¶ Carga de Duma. Dánme voces de Seir: Guarda, ¿qué hay esta noche? Guarda, ¿qué hay esta noche? Isaiah 21:12 El que guarda respondió: La mañana viene, y después la noche. Si preguntareis, preguntád, volvéd, y veníd. Isaiah 21:13 ¶ Carga sobre Arabia. En el monte tendréis la noche en Arabia, o! caminantes de Dedanim. Isaiah 21:14 Salió al encuentro llevando aguas al sediento, o! moradores de tierra de Tema: socorréd con su pan al que huye. Isaiah 21:15 Porque de la presencia de las espadas huyen, de la presencia de la espada desnuda, de la presencia del arco entesado, de la presencia del peso de la batalla. Isaiah 21:16 Porque Jehová me ha dicho así: De aquí a un año, semejante a años de mozo de soldada, se deshará toda la gloria de Cedar. Isaiah 21:17 Y los restos del número de los valientes flecheros, hijos de Cedar, serán apocados; porque Jehová Dios de Israel lo ha dicho. Isaiah 22:0 Isaiah 22:1 Carga del valle de la visión: ¿Qué has ahora, que toda tú te has subido sobre los tejados? Isaiah 22:2 Llena de alborotos, ciudad turbulenta, ciudad alegre. Tus muertos, no muertos a cuchillo, ni muertos en guerra. Isaiah 22:3 Todos tus príncipes juntos huyeron del arco: fueron atados. Todos los que en ti se hallaron, fueron atados juntamente: lejos se habían huido. Isaiah 22:4 Por esto dije: Dejádme; lloraré amargamente: no os trabajéis por consolarme de la destrucción de la hija de mi pueblo. Isaiah 22:5 Porque día de alboroto, y de huella, y de fatiga por el Señor Jehová de los ejércitos es enviado en el valle de la visión, para derribar al muro, y dar grita al monte. Isaiah 22:6 También Elam tomó aljaba en carro de hombres, y de caballeros; y Cir descubrió escudo. Isaiah 22:7 Y acaeció que tus hermosos valles fueron llenos de carros; y soldados pusieron de hecho sus haces a la puerta. Isaiah 22:8 Y desnudó la cobertura de Judá, y miraste en aquel día hacia la casa de armas del bosque. Isaiah 22:9 Y visteis las roturas de la ciudad de David, que se multiplicaron; y juntasteis las aguas de la pesquera de abajo. Isaiah 22:10 Y contasteis las casas de Jerusalem; y derribasteis casas para fortalecer el muro. Isaiah 22:11 E hicisteis foso entre los dos muros con las aguas de la pesquera vieja; y no tuvisteis respeto al que la hizo, ni mirasteis de lejos al que la labró. Isaiah 22:12 Por tanto el Señor Jehová de los ejércitos llamó en este día a llanto y a endechas, a mesar y a vestir saco. Isaiah 22:13 Y veis aquí gozo y alegría, matando vacas, y degollando ovejas, comer carne, y beber vino: comer y beber, que mañana moriremos. Isaiah 22:14 Esto fue revelado a mis oídos de parte de Jehová de los ejércitos: Que este pecado no os será perdonado hasta que muráis, dice el Señor Jehová de los ejércitos. Isaiah 22:15 ¶ Jehová de los ejércitos dice así: Vé, entra a este tesorero, a Sobna el mayordomo: Isaiah 22:16 ¿Qué tienes tú aquí? ¿o a quién tienes tú aquí que labraste para ti aquí sepulcro, como el que labra en lugar alto su sepultura, o el que esculpe en peñasco morada para sí? Isaiah 22:17 He aquí que Jehová te trasporta de traspuesta de varón, y cubriendo te cubrirá. Isaiah 22:18 Arrojarte ha rodando, como a bola por tierra larga de términos: allá morirás, y allá fenecerán los carros de tu gloria, vergüenza de la casa de tu señor. Isaiah 22:19 Y alanzarte he de tu lugar, y de tu asiento te rempujaré. Isaiah 22:20 Y será, que en aquel día llamaré a mi siervo Eliacim, hijo de Elcías; Isaiah 22:21 Y vestirle he de tus vestiduras; y fortalecerle he con tu talabarte; y entregaré en sus manos tu potestad; y será padre al morador de Jerusalem, y a la casa de Judá. Isaiah 22:22 Y pondré la llave de la casa de David sobre su hombro; y abrirá, y nadie cerrará: cerrará, y nadie abrirá. Isaiah 22:23 E hincarle he como clavo en lugar firme; y será por asiento de honra a la casa de su padre. Isaiah 22:24 Y colgarán de él toda la honra de la casa de su padre, los hijos, y los nietos, todos los vasos menores desde los vasos de beber hasta todos los instrumentos de música. Isaiah 22:25 En aquel día, dice Jehová de los ejércitos, el clavo hincado en lugar firme será quitado, y será quebrado, y caerá; y la carga que sobre él se puso se echará a perder; porque Jehová habló. Isaiah 23:0 Isaiah 23:1 Carga de Tiro. Aullád, naves de Társis; porque destruida es, hasta no quedar casa ni entrada: de la tierra de Quitim es revelado a ellos. Isaiah 23:2 Callád moradores de la isla, mercader de Sidón: que pasando la mar te henchían. Isaiah 23:3 Su provisión solía ser de las sementeras que crecen con las muchas aguas del Nilo, de la mies del río. Fue también feria de naciones. Isaiah 23:4 Avergüénzate Sidón, porque la mar, la fortaleza de la mar, diciendo dijo: Nunca estuve de parto, ni parí, ni crié mancebos, ni levanté vírgenes. Isaiah 23:5 En llegando la fama a Egipto, tendrán dolor de las nuevas de Tiro. Isaiah 23:6 Pasáos a Társis: aullád moradores de la isla. Isaiah 23:7 ¿No es esta vuestra alegre? Su antigüedad de muchos días: sus pies la llevarán a peregrinar lejos, Isaiah 23:8 ¿Quién decretó esto sobre Tiro la coronada, cuyos negociantes eran príncipes, cuyos mercaderes los nobles de la tierra? Isaiah 23:9 Jehová de los ejércitos lo decretó, para envilecer la soberbia de toda gloria, y para abatir todos los ilustres de la tierra. Isaiah 23:10 Pásate, como río, de tu tierra a la hija de Társis; porque no tendrás ya más fortaleza. Isaiah 23:11 Extendió su mano sobre la mar: hizo temblar los reinos. Jehová mandó sobre Canaán, que sus fuerzas sean debilitadas. Isaiah 23:12 Y dijo: Nunca más te alegrarás, o! oprimida virgen hija de Sidón. Levántate para pasarte a Quitim; y aun allí no tendrás reposo. Isaiah 23:13 Mira la tierra de los Caldeos: este pueblo no era antes: Asur la fundó para las naves, levantando sus fortalezas: minaron sus casas, pusiéronla por tierra. Isaiah 23:14 Aullád naves de Társis, porque destruida es vuestra fortaleza. Isaiah 23:15 ¶ Y acontecerá en aquel día, que Tiro será puesta en olvido por setenta años, como días de un rey: después de los setenta años cantará Tiro canción como de ramera. Isaiah 23:16 Toma arpa, y rodea la ciudad, o! ramera olvidada: haz buena melodía, reitera la canción, para que tornes en memoria. Isaiah 23:17 Y acontecerá, que al fin de los setenta años visitará Jehová a Tiro; y tornarse ha a su ganancia; y otra vez fornicará con todos los reinos de la tierra sobre la haz de la tierra. Isaiah 23:18 Mas su negociación, y su ganancia, será santa a Jehová, no se guardará ni se atesorará; porque su negociación será para los que estuvieren delante de Jehová, para que coman hasta hartarse, y vistan honradamente. Isaiah 24:0 Isaiah 24:1 He aquí que Jehová vacía la tierra, y la desnuda, y trastorna su haz, y hace esparcir sus moradores. Isaiah 24:2 Y será, como el pueblo tal el sacerdote; como el siervo tal su señor; como la criada tal su señora; tal el que compra, como el que vende; tal el que da emprestado, como el que toma emprestado; tal el que da a logro, como el que lo recibe. Isaiah 24:3 Vaciando será vaciada la tierra, y de saco será saqueada; porque Jehová pronunció esta palabra. Isaiah 24:4 Destruyóse, cayó la tierra: enfermó, cayó el mundo: enfermaron los altos pueblos de la tierra. Isaiah 24:5 Y la tierra fue mentirosa debajo de sus moradores; porque traspasaron las leyes, falsearon el derecho, rompieron el pacto sempiterno. Isaiah 24:6 Por esta causa el quebrantamiento del juramento consumió a la tierra, y sus moradores fueron asolados, por esta causa fueron consumidos los moradores de la tierra, y los hombres se apocaron. Isaiah 24:7 Perdióse el vino, enfermó la vid: gimieron todos los que eran alegres de corazón. Isaiah 24:8 Cesó el regocijo de los panderos, acabóse el estruendo de los que se huelgan, reposó la alegría de la arpa. Isaiah 24:9 No beberán vino con cantar: la bebida será amarga a los que la bebieren. Isaiah 24:10 Quebrantada es la ciudad de la vanidad: toda casa se ha cerrado, porque no entre nadie. Isaiah 24:11 Voces sobre el vino en las plazas: todo gozo se oscureció, la alegría se desterró de la tierra. Isaiah 24:12 Quedó en la ciudad soledad, y con asolamiento fue herida la puerta. Isaiah 24:13 Porque así será en medio de la tierra, en medio de los pueblos como aceituno sacudido, como rebuscos, acabada la vendimia. Isaiah 24:14 ¶ Estos alzarán su voz, jubilarán en la grandeza de Jehová, relincharán desde la mar, Isaiah 24:15 Glorificád por esto a Jehová en los valles: en islas de la mar sea nombrado Jehová, Dios de Israel. Isaiah 24:16 De lo postrero de la tierra salmos oímos: Gloria al justo. Y yo dije: ¡Mi secreto a mí, mi secreto a mí, ay de mí! Prevaricadores han prevaricado; y con prevaricación de prevaricadores han prevaricado. Isaiah 24:17 Terror, y sima, y lazo sobre ti, o! morador de la tierra. Isaiah 24:18 Y acontecerá, que el que huirá de la voz del terror, caerá en la sima; y el que saliere de en medio de la sima, será preso del lazo; porque de lo alto se abrieron ventanas, y los fundamentos de la tierra temblarán. Isaiah 24:19 Con quebrantamiento es quebrantada la tierra, con desmenuzamiento es desmenuzada la tierra, con removimiento es removida la tierra. Isaiah 24:20 Con temblor temblará la tierra, como un borracho; y será traspasada, como una choza; y su pecado se agravará sobre ella; y caerá, y nunca más se levantará. Isaiah 24:21 Y acontecerá en aquel día, que Jehová visitará sobre el ejército sublime en lo alto; y sobre los reyes de la tierra sobre la tierra. Isaiah 24:22 Y serán amontonados de amontonamiento como encarcelados en mazmorra; y serán encerrados en cárcel; y serán visitados de multitud de días. Isaiah 24:23 La luna se avergonzará, y el sol se confundirá, cuando Jehová de los ejércitos reinare en el monte de Sión, y en Jerusalem, y delante de sus ancianos fuere glorioso. Isaiah 25:0 Isaiah 25:1 Jehová, Dios mío eres tú: ensalzarte he, y alabaré tu nombre; porque has hecho maravillas; los consejos antiguos, la verdad firme. Isaiah 25:2 Que tornaste la ciudad en montón, la ciudad fuerte en ruina: el alcázar de los extraños que no sea ciudad, ni nunca para siempre sea reedificada. Isaiah 25:3 Por esto te dará gloria el pueblo fuerte: la ciudad de naciones robustas te temerá. Isaiah 25:4 Porque fuiste fortaleza al pobre, fortaleza al menesteroso en su aflicción, amparo contra el turbión, sombra contra el calor, porque el ímpetu de los violentos, como turbión contra hastial. Isaiah 25:5 Como el calor en lugar seco, así humillarás el orgullo de los extraños; y como con calor que quema debajo de nube, harás marchitar el pimpollo de los robustos. Isaiah 25:6 ¶ Y Jehová de los ejércitos hará en este monte a todos los pueblos convite de engordados, convite de purificados, de gruesos tuétanos, de purificados líquidos. Isaiah 25:7 Y deshará en este monte la máscara de la cobertura con que están cubiertos todos los pueblos, y la cubierta que está extendida sobre todas las naciones. Isaiah 25:8 Destruirá a la muerte para siempre; y limpiará el Señor Jehová toda lágrima de todos los rostros; y quitará la vergüenza de su pueblo de toda la tierra; porque Jehová lo ha dicho. Isaiah 25:9 Y dirá en aquel día: He aquí, este es nuestro Dios, a quien esperamos, y salvarnos ha: este es Jehová a quien esperamos, gozarnos hemos y alegrarnos hemos en su salud. Isaiah 25:10 Porque la mano de Jehová reposará en este monte; y Moab será trillado debajo de él, como es trillada la paja en el muladar. Isaiah 25:11 Y extenderá su mano por medio de él, como la extiende el nadador para nadar; y abatirá su soberbia con los brazos de sus manos. Isaiah 25:12 Y allanará la fortaleza de tus muros altos: humillarla ha, derribarla ha a tierra, hasta el polvo. Isaiah 26:0 Isaiah 26:1 En aquel día cantarán este cantar en tierra de Judá: Fuerte ciudad tenemos: salud puso por muros y antemuro. Isaiah 26:2 Abríd las puertas, y entrará la nación justa, guardadora de verdades. Isaiah 26:3 Sentencia firme: Que guardarás paz, paz; porque en ti se han confiado, Isaiah 26:4 Confiád en Jehová perpetuamente; porque en Jah Jehová está la fortaleza de los siglos. Isaiah 26:5 ¶ Porque él derribó los que moraban en lugar sublime: humilló la ciudad ensalzada, humillóla hasta la tierra, la derribó hasta el polvo. Isaiah 26:6 Hollarla ha pie, pies de afligido, pasos de menesterosos. Isaiah 26:7 ¶ Camino derecho para el justo: , recto, pesas el camino del justo. Isaiah 26:8 Aun en el camino de tus juicios, o! Jehová, te esperamos: a tu nombre, y a tu memoria es el deseo del alma. Isaiah 26:9 Con mi alma te deseo en la noche; y entre tanto que me durare el espíritu en medio de mí, madrugaré a buscarte; porque desde que hay juicios tuyos en la tierra, los moradores del mundo aprenden justicia. Isaiah 26:10 ¶ Alcanzará piedad el impío, no aprendará justicia: en tierra de rectitud hará iniquidad, y no mirará a la majestad de Jehová. Isaiah 26:11 Jehová, por mucho que se levante tu mano, no verán: verán, y avergonzarse han con zelo del pueblo; y a tus enemigos fuego los consumirá. Isaiah 26:12 Jehová, aparejarnos has paz; porque también obraste en nosotros todas nuestras obras, Isaiah 26:13 Jehová Dios nuestro, señores se enseñorearon de nosotros sin ti; mas en ti solamente nos acordaremos de tu nombre. Isaiah 26:14 Muertos, no vivirán: privados de la vida no resucitarán; porque los visitaste, y destruiste, y deshiciste toda su memoria. Isaiah 26:15 Añadiste a la nación, o! Jehová, añadiste a la nación: hicístete glorioso: extendiste hasta todos los términos de la tierra. Isaiah 26:16 Jehová, en la tribulación te visitaron: derramaron oración cuando los castigaste. Isaiah 26:17 ¶ Como la preñada cuando se acerca al parto gime, y da gritos con sus dolores, así hemos sido delante de ti, o! Jehová. Isaiah 26:18 Concebimos, tuvimos dolores de parto, parimos como viento: saludes no se hicieron en la tierra, ni cayeron los moradores del mundo. Isaiah 26:19 ¶ Tus muertos vivirán, y junto con mi cuerpo resucitarán. Despertád, y cantád moradores del polvo, porque tu rocío, como rocío de hortalizas; y la tierra echará los muertos. Isaiah 26:20 Anda pues, pueblo mío, éntrate en tus cámaras, cierra tus puertas tras ti: escóndete un poquito, por un momento, entre tanto que pasa la ira. Isaiah 26:21 Porque he aquí que Jehová sale de su lugar, para visitar la maldad del morador de la tierra contra él; y la tierra descubrirá sus sangres, y más no encubrirá sus muertos. Isaiah 27:0 Isaiah 27:1 En aquel día Jehová visitará con su espada dura, grande, y fuerte, sobre el leviatán, serpiente rolliza, y sobre el leviatán, serpiente retuerta; y matará al dragón que está en la mar. Isaiah 27:2 En aquel día, la viña de Hemer, cantád de ella. Isaiah 27:3 Yo Jehová la guardo, cada momento la regaré: de noche y de día la guardaré, porque el enemigo no la visite. Isaiah 27:4 No hay en mi enojo: ¿quién me dará espinas y cardos? En pelea pasara por ella, la encendiera juntamente. Isaiah 27:5 ¿O quién forzará mi fortaleza para hacer conmigo paz, para hacer conmigo paz? Isaiah 27:6 ¶ Días vendrán, cuando Jacob echará raíces, florecerá y echará renuevos Israel, y la haz del mundo se henchirá de fruto. Isaiah 27:7 ¶ ¿Si ha sido herido, como quien le hirió? ¿Si ha sido muerto, como los que le mataron? Isaiah 27:8 Con medida la castigarás en sus metidas, aun cuando soplare con su viento recio en día de solano. Isaiah 27:9 Por tanto de esta manera será purgada la iniquidad de Jacob, y este será todo el fruto, apartamiento de su pecado, cuando tornare todas las piedras del altar, como piedras de cal desmenuzadas; porque no se levanten los bosques, ni las imágenes del sol. Isaiah 27:10 De otra manera la ciudad fortalecida será asolada: la morada será desamparada, y dejada como un desierto: allí se apacentará el becerro, allí tendrá su majada; y acabará sus ramas. Isaiah 27:11 Cuando sus ramas se secaren, y serán quebradas, mujeres vendrán a encenderla; porque aquel no es pueblo de entendimiento. Por tanto su hacedor no habrá misericordia de él: ni se compadecerá de él el que le formó. Isaiah 27:12 Y acontecerá en aquel día, que aventará Jehová desde la ribera del río hasta el río de Egipto, y vosotros, hijos de Israel, seréis congregados uno a uno. Isaiah 27:13 Acontecerá también en aquel día, que será tañido con gran voz de trompeta; y vendrán, los que habían sido esparcidos en la tierra de Asiria, y los que habían sido echados en tierra de Egipto, y adorarán a Jehová en el monte santo en Jerusalem. Isaiah 28:0 Isaiah 28:1 ¡Ay de la corona de soberbia, de los borrachos de Efraím, y de la flor caduca de la hermosura de su gloria, que está sobre la cabeza, del valle fértil, oprimidos del vino! Isaiah 28:2 He aquí que la valentía, y la fortaleza de Jehová viene como turbión de granizo, y como torbellino trastornador, como ímpetu de recias aguas que salen de madre, que con fuerza derriba a tierra. Isaiah 28:3 Con los pies será hollada la corona de soberbia de los borrachos de Efraím. Isaiah 28:4 Y será la flor caduca de la hermosura de su gloria, que está sobre la cabeza del valle fértil, como la breva temprana, que viene primero que los otros frutos del verano, la cual, en viéndola el que la ve, en teniéndola en la mano, se la traga. Isaiah 28:5 ¶ En aquel día Jehová de los ejércitos será por corona de gloria, y diadema de hermosura a los residuos de su pueblo: Isaiah 28:6 Y por espíritu de juicio al que se sentare sobre la silla del juicio; y por fortaleza a los que harán retraer la batalla hasta la puerta. Isaiah 28:7 Mas también estos erraron con el vino, y con la sidra se entontecieron. El sacerdote y el profeta, erraron con la sidra, fueron trastornados del vino, entonteciéronse con la sidra, erraron en la visión, tropezaron en el juicio. Isaiah 28:8 Porque todas las mesas están llenas de vómito y suciedad, hasta no haber lugar. Isaiah 28:9 ¿A quién se enseñará ciencia, o a quién se hará entender doctrina? ¿a los quitados de la leche? ¿a los arrancados de los pechos? Isaiah 28:10 Porque mandamiento tras mandamiento, mandamiento tras mandamiento: renglón tras renglón, renglón tras renglón: un poquito allí, otro poquito allí: Isaiah 28:11 Porque con labios tartamudos, y en lengua extraña hablará a este pueblo, Isaiah 28:12 A los cuales él dijo: Este es el reposo: dad reposo al cansado; y este es el refrigerio; y no quisieron oír. Isaiah 28:13 Serles ha pues la palabra de Jehová: Mandamiento tras mandamiento, mandamiento tras mandamiento: renglón tras renglón, renglón tras renglón: un poquito allí, otro poquito allí, que vayan, y caigan por las espaldas, y se desmenucen, y se enreden, y sean presos. Isaiah 28:14 Por tanto varones burladores, que estáis enseñoreados sobre este pueblo que está en Jerusalem, oíd la palabra de Jehová. Isaiah 28:15 Porque habéis dicho: Concierto tenemos hecho con la muerte, y con la sepultura: hicimos acuerdo, que cuando pasare el turbión del azote, no llegará a nosotros; porque pusimos nuestra acogida en mentira, y en falsedad nos esconderemos. Isaiah 28:16 Por tanto el Señor Jehová dice así: He aquí que yo fundo en Sión una piedra, piedra de fortaleza, de esquina, de precio, de cimiento cimentado: el que creyere, no se apresure. Isaiah 28:17 Y ajustaré el jucio a cordel, y a nivel la justicia; y granizo barrerá la acogida en mentira, y aguas arroyarán el escondrijo. Isaiah 28:18 Y anularse ha vuestro concierto con la muerte; y vuestro acuerdo con la sepultura no será firme: cuando pasare el turbión del azote seréis de él hollados. Isaiah 28:19 Luego que comenzare a pasar, él os arrebatará; porque de mañana de mañana pasará, de día y de noche; y será que el espanto solamente haga entender lo oído. Isaiah 28:20 Porque la cama es angosta, que no basta; y la cubierta estrecha para recoger. Isaiah 28:21 Porque Jehová se levantará, como en el monte Perazim, y como en el valle de Gabaón se enojará para hacer su obra, su extraña obra; y para hacer su operación, su extraña operación. Isaiah 28:22 Por tanto no os burléis ahora, porque no se arrecien vuestros castigos; porque consumación y acabamiento sobre toda la tierra he oído del Señor Jehová de los ejércitos. Isaiah 28:23 ¶ Estád atentos, y oíd mi voz: estád atentos, y oíd mi dicho. Isaiah 28:24 ¿Arará todo el día el que ara para sembrar? ¿romperá, y quebrará los terrones de la tierra? Isaiah 28:25 ¿Después que hubiere igualado su haz, no derramará el ajenuz, sembrará el comino, pondrá el trigo por su orden, y la cebada en su señal, y la avena en su término? Isaiah 28:26 Porque su Dios le enseña para saber juzgar, y le instruye, Isaiah 28:27 Que el ajenuz no se trillará con trillo, ni sobre el comino rodará rueda de carreta: mas con un palo se sacude el ajenuz, y el comino con una vara. Isaiah 28:28 El pan se trilla: mas no perpetuamente lo trillará, ni lo molerá con la rueda de su carreta, ni lo quebrantará con los dientes de su trillo. Isaiah 28:29 Aun hasta esto salió de Jehová de los ejércitos, para hacer maravilloso el consejo, y engrandecer la sabiduría. Isaiah 29:0 Isaiah 29:1 ¡Ay de Ariel, ciudad donde habitó David! Añadíd un año a otro: los corderos cesarán. Isaiah 29:2 Porque pondré a Ariel en apretura, y será desconsolada y triste; y será a mí como Ariel. Isaiah 29:3 Porque asentaré campo contra ti en derredor, y combatirte he con ingenios; y levantaré contra ti baluartes. Isaiah 29:4 Entonces serás humillada: hablarás desde la tierra, y tu habla saldrá del polvo; y será tu voz de la tierra, como voz de pitón, y tu habla murmurará del polvo. Isaiah 29:5 Más el estrépito de tus extranjeros será como polvo menudo, y la multitud de los fuertes como tamo que pasa; y será repentinamente, en un momento. Isaiah 29:6 De Jehová de los ejércitos serás visitada con truenos, y con terremotos, y con gran ruido, con torbellino, y tempestad, y llama de fuego consumidor. Isaiah 29:7 Y será como sueño de visión de noche la multitud de todas las naciones, que pelearán contra Ariel, y todos los que pelearán contra ella, y sus ingenios, y los que la pondrán en apretura. Isaiah 29:8 Será pues como el que sueña que tiene hambre, y parece que come: mas cuando se despierta, su alma está vacía; y como el que sueña que tiene sed, y parece que bebe: mas cuando se despierta, hállase cansado, y su alma todavía sedienta: así será la multitud de todas las naciones que pelearán contra el monte de Sión. Isaiah 29:9 Entontecéos, y entontecéd: cegáos, y cegád: emborracháos, y no de vino: titubeád, y no de sidra. Isaiah 29:10 Porque Jehová extendió sobre vosotros espíritu de sueño, y cerró vuestros ojos; cubrió de sueño vuestros profetas, y vuestros principales videntes. Isaiah 29:11 Y es a vosotros toda visión, como palabras de libro sellado, el cual si dieren al que sabe leer, y le dijeren: Leed ahora esto; dirá: No puedo, porque está sellado. Isaiah 29:12 Y si se diere el libro al que no sabe leer, y se le diga: Leed ahora esto; él dirá: No sé leer. Isaiah 29:13 ¶ Dice pues el Señor: Porque este pueblo de su boca se acercó, y de sus labios me honra, mas su corazón alejó de mí, y su temor para conmigo fue enseñado por mandamiento de hombres: Isaiah 29:14 Por tanto he aquí que yo volveré a hacer admirable este pueblo con milagro espantoso; porque la sabiduría de sus sabios se perderá, y la prudencia de sus prudentes se desvanecerá. Isaiah 29:15 ¶ ¡Ay de los que se esconden de Jehová, encubriendo el consejo! y son sus obras en tinieblas, y dicen: ¿Quién nos ve, o quién nos conoce? Isaiah 29:16 Vuestra subversión ciertamente será como el barro del ollero. ¿La obra dirá de su hacedor: No me hizo; y el vaso dirá del que le obró: No entendió? Isaiah 29:17 ¿No será tornado de aquí aun poquito, poquito el Líbano en Carmelo, y el Carmelo no será estimado por bosque? Isaiah 29:18 ¶ Y en aquel tiempo los sordos oirán las palabras del libro; y los ojos de los ciegos verán de la oscuridad, y de las tinieblas. Isaiah 29:19 Entonces los humildes crecerán en alegría en Jehová; y los pobres de los hombres se gozarán en el Santo de Israel. Isaiah 29:20 Porque el violento será acabado, y el escarnecedor será consumido; y serán talados todos los que madrugaban a la iniquidad; Isaiah 29:21 Los que hacían pecar al hombre en palabra; los que armaban lazo al que reprendía en la puerta, y torcieron lo justo en vanidad. Isaiah 29:22 Por tanto así dice Jehová a la casa de Jacob, el que redimió a Abraham: No será por ahora confuso Jacob ni sus faces se pararán amarillas: Isaiah 29:23 Porque verá sus hijos, obra de mis manos en medio de sí, que santificarán mi nombre; y santificarán al Santo de Jacob, y temerán al Dios de Israel: Isaiah 29:24 Y los errados de espíritu aprenderán inteligencia, y los murmuradores aprenderán doctrina. Isaiah 30:0 Isaiah 30:1 ¡Ay de los hijos que se apartan, dice Jehová, para hacer consejo, y no de mí: para cubrirse con cobertura, y no por mi Espíritu, añadiendo pecado a pecado! Isaiah 30:2 Pártense para descender a Egipto, y no han preguntado mi boca: para fortificarse con la fuerza de Faraón, y poner su esperanza en la sombra de Egipto. Isaiah 30:3 Mas la fortaleza de Faraón se os tornará en vergüenza, y el amparo en la sombra de Egipto en confusión. Isaiah 30:4 Porque fueron sus príncipes a Zoán, y sus embajadores vinieron a Hanes. Isaiah 30:5 Todos se avergonzarán con el pueblo que no les aprovechará, ni les ayudará, ni les traerá provecho: antes les será para vergüenza, y aun para confusión. Isaiah 30:6 Carga de las bestias del mediodía. Por tierra de aflicción y de angustia: leones y leonas en ella, basilisco y áspid volador: llevando sobre hombros de bestias sus riquezas, y sus tesoros sobre corcobas de camellos, a pueblo que no les aprovechará. Isaiah 30:7 Ciertamente Egipto en vano y por demás dará ayuda: por tanto yo le di voces; que se reposase en su fuerza. Isaiah 30:8 Vé pues ahora, y escribe esta visión en una tabla delante de ellos, y escúlpela en libro, para que quede hasta el postrero día para siempre, por todos los siglos: Isaiah 30:9 Que este pueblo es rebelde, hijos mentirosos, hijos que no quisieron oír la ley de Jehová: Isaiah 30:10 Que dicen a los que ven: No veais; y a los profetas: No nos profeticéis lo recto, decídnos halagos, profetizád errores: Isaiah 30:11 Dejád el camino, apartáos de la senda, hacéd apartar de nuestra presencia el Santo de Israel. Isaiah 30:12 Por tanto el Santo de Israel dice así: Porque desachasteis esta palabra, y confiasteis en violencia y en iniquidad, y sobre ella estribasteis: Isaiah 30:13 Por tanto este pecado os será como pared abierta que se va a caer, y como corcoba en muro alto, cuya caída viene súbita, y repentinamente. Isaiah 30:14 Y quebrarle ha como quebrantamiento de vaso de olleros, que sin misericordia le hacen pedazos: ni entre los pedazos se halla un tiesto para traer fuego del hogar, o para coger agua de una poza. Isaiah 30:15 Porque así dijo el Señor Jehová, el Santo de Israel: En descanso, y en reposo seréis salvos: en quietud, y en confianza, será vuestra fortaleza; y no quisisteis. Isaiah 30:16 Mas dijisteis: No; antes con caballos huiremos: por tanto vosotros huiréis. Sobre ligeros cabalgaremos: por tanto serán más ligeros vuestros perseguidores. Isaiah 30:17 Un millar huirá a la amenaza de uno: a la amenaza de cinco vosotros todos huiréis, hasta que quedéis como mástil en la cumbre del monte, y como bandera sobre cabezo. Isaiah 30:18 ¶ Por tanto Jehová os esperará para haber misericordia de vosotros; y por tanto será ensalzado, teniendo de vosotros piedad; porque Jehová es Dios de juicio: bienaventurados todos los que a él esperan. Isaiah 30:19 Ciertamente pueblo morará en Sión, y en Jerusalem: nunca más llorarás: el que tiene misericordia, tendrá misericordia de ti: a la voz de tu clamor, en oyendo te responderá. Isaiah 30:20 Mas daros ha el Señor pan de congoja, y agua de angustia: tus enseñadores nunca más te serán quitados, mas tus ojos verán tus enseñadores. Isaiah 30:21 Entonces tus oídos oirán a tus espaldas palabra que diga: Este es el camino, andád por él; porque no echéis a la mano derecha, y porque no echéis a la mano izquierda. Isaiah 30:22 Entonces profanarás la cobertura de tus esculturas de plata, y la vestidura de tu vaciadizo de oro; y apartarlas has como trapo manchado de menstruo; y decirles has: Sal fuera. Isaiah 30:23 Entonces dará lluvia a tu sementera, cuando sembrares la tierra; y pan del fruto de la tierra; y será fértil y grueso; y tus ganados en aquel tiempo serán apacentados en anchas dehesas. Isaiah 30:24 Tus bueyes, y tus asnos que labran la tierra, comerán limpio grano, el cual será aventado con pala y zaranda. Isaiah 30:25 Y habrá sobre todo monte alto, y sobre todo collado subido ríos, corrientes de aguas, el día de la gran matanza, cuando caerán las torres. Isaiah 30:26 Y la luz de la luna será como la luz del sol, y la luz del sol siete veces mayor, como luz de siete días, el día que soldará Jehová la quebradura de su pueblo, y curará la llaga de su herida. Isaiah 30:27 ¶ He aquí que el nombre de Jehová viene de lejos: su rostro encendido, y grave de sufrir: sus labios llenos de ira, y su lengua como fuego que consume; Isaiah 30:28 Y su espíritu, como arroyo que sale de madre: partirá hasta el cuello, para zarandar las naciones con zaranda de vanidad; y poner freno que haga errar en las mejillas de los pueblos. Isaiah 30:29 Vosotros tendréis canción, como en noche, en la cual se celebra pascua, y alegría de corazón, como el que va con flauta, para venir al monte de Jehová, al Fuerte de Israel. Isaiah 30:30 Y Jehová hará oír la potencia de su voz; y hará ver el descendimiento de su brazo con furor de rostro, y llama de fuego consumidor, con disipación, con avenida, y piedra de granizo. Isaiah 30:31 Porque Asur que hirió con palo, con la voz de Jehová será quebrantado. Isaiah 30:32 Y en todo mal paso habrá madero fundado, el cual Jehová hará hincar sobre él con tamboriles, y vihuelas, y con batallas de altura peleará contra ella. Isaiah 30:33 Porque Tofet está disputada desde ayer; para el rey también está aparejada: a la cual ahondó y ensanchó: su hoguera de fuego, y mucha leña: soplo de Jehová, como arroyo de azufre, que la encienda. Isaiah 31:0 Isaiah 31:1 ¡Ay de los que descienden a Egipto por ayuda; y confían en caballos, y en carros ponen su esperanza, porque son muchos, y en caballeros, porque son valientes; y no miraron al Santo de Israel, ni buscaron a Jehová! Isaiah 31:2 Mas él también es sabio para guiar el mal, ni hará mentirosas sus palabras. Levantarse ha pues contra la casa de los malignos, y contra el auxilio de los obradores de iniquidad. Isaiah 31:3 Y los Egipcios hombres son, no Dios; y sus caballos, carne, y no espíritu: de manera que en extendiendo Jehová su mano, caerá el ayudador, y caerá el ayudado, y todos ellos desfallecerán a una. Isaiah 31:4 ¶ Porque Jehová me dijo a mí de esta manera: Como el león, y el cachorro del león, brama sobre su presa, contra el cual si es allegada cuadrilla de pastores, por las voces de ellos no temerá, ni se acobardará por su tropel: así Jehová de los ejércitos descenderá a pelear por el monte de Sión, y por su collado. Isaiah 31:5 Como las aves que vuelan, así amparará Jehová de los ejércitos a Jerusalem, amparando, librando, pasando, y salvando. Isaiah 31:6 Convertíos al que habéis profundamente rebelado, o! hijos de Israel. Isaiah 31:7 Porque en aquel día arrojará el hombre los ídolos de su plata, y los ídolos de su oro, que os hicieron vuestras manos pecadoras. Isaiah 31:8 Entonces caerá el Asur por espada, no de varón; y espada, no de hombre, le consumirá; y huirá de la presencia de la espada, y sus mancebos serán tributarios. Isaiah 31:9 Y de miedo se pasará a su fortaleza; y sus príncipes tendrán pavor de la bandera, dice Jehová, cuyo fuego está en Sión, y su horno en Jerusalem. Isaiah 32:0 Isaiah 32:1 He aquí que para justicia reinará rey, y príncipes presidirán para juicio. Isaiah 32:2 Y será aquel varón como escondedero contra el viento, y como acogida contra el turbión, como riberas de aguas en tierra de sequedad, como sombra de gran peñasco en tierra calurosa. Isaiah 32:3 No se cegarán entonces los ojos de los que ven, y los oídos de los que oyen oirán. Isaiah 32:4 Y el corazón de los tontos entenderá para saber, y la lengua de los tartamudos será desenvuelta para hablar claramente. Isaiah 32:5 ¶ El mezquino nunca más será llamado liberal, ni será dicho largo el avariento. Isaiah 32:6 Porque el mezquino hablará mezquindades, y su corazón fabricará iniquidad para hacer la impiedad, y para hablar escarnio contra Jehová, dejando vacía el alma hambrienta, y quitando la bebida al sediento. Isaiah 32:7 Cierto el avaro malas medidas tiene: él maquina pensamientos para enredar a los simples con palabras cautelosas, y para hablar en juicio contra el pobre. Isaiah 32:8 Mas el liberal pensará liberalidades; y por liberalidades subirá. Isaiah 32:9 ¶ Mujeres reposadas, levantáos: oíd mi voz, confiadas, escuchád mi razón. Isaiah 32:10 Días y años tendréis espanto, o! confiadas; porque la vendimia faltará, y la cosecha no acudirá. Isaiah 32:11 Temblád, o! reposadas, turbáos, o! confiadas: despojáos, desnudáos, ceñíd los lomos. Isaiah 32:12 Sobre los pechos endecharán, sobre los campos deleitosos, sobre la vid fértil. Isaiah 32:13 Sobre la tierra de mi pueblo subirán espinas y cardos; y aun sobre todas las casas de placer en la ciudad de alegría. Isaiah 32:14 Porque los palacios serán desiertos, la multitud de la ciudad cesará: las torres y fortalezas se tornarán cuevas para siempre, donde huelguen asnos monteses, y ganados hagan majada: Isaiah 32:15 Hasta que sobre nosotros sea derramado espíritu de lo alto, y el desierto se torne campo labrado, y el campo labrado sea estimado por bosque. Isaiah 32:16 Y habitará el juicio en el desierto; y en el campo labrado asentará la justicia. Isaiah 32:17 Y el efecto de la justicia será paz, y la labor de justicia reposo, y seguridad para siempre. Isaiah 32:18 Y mi pueblo habitará en morada de paz, y en habitaciones de confianzas, y en refrigerios de reposo. Isaiah 32:19 Y el granizo, cuando descendiere, será en los montes; y la ciudad será asentada en lugar bajo. Isaiah 32:20 ¡O dichosos vosotros, los que sembráis sobre todas aguas, los que metéis pie de buey y de asno! Isaiah 33:0 Isaiah 33:1 ¡Ay de ti, el que saquéas, y nunca fuiste saqueado: el que haces deslealtad, y que nadie la hizo contra ti! Cuando acabares de saquear serás tu también saqueado; y cuando acabares de hacer deslealtad, se hará también contra ti. Isaiah 33:2 O! Jehová, ten misericordia de nosotros, a ti esperamos: tú que fuiste brazo de ellos en la mañana, sé también nuestra salud en tiempo de la tribulación. Isaiah 33:3 Pueblos huyeron de la voz del estruendo: naciones fueron esparcidas, cuando tú te levantabas contra ellas. Isaiah 33:4 Vuestra presa será cogida como cuando cogen pulgón: como cuando van a la langosta que anda en algún lugar. Isaiah 33:5 Jehová será ensalzado, el cual mora en las alturas; porque hinchió a Sión de juicio y de justicia. Isaiah 33:6 Y habrá firmeza de tus tiempos: fortaleza, saludes, sabiduría, y ciencia: el temor de Jehová será su tesoro. Isaiah 33:7 He aquí que sus embajadores darán voces afuera; los mensajeros de paz llorarán amargamente. Isaiah 33:8 Las calzadas serán deshechas, los caminantes cesarán: anuló la alianza, aborreció las ciudades, tuvo los hombres en nada. Isaiah 33:9 Enlutóse, enfermó la tierra: el Líbano se avergonzó, y fue cortado: Sarón fue tornado como desierto: Basán, y Carmelo fueron sacudidos. Isaiah 33:10 Ahora me levantaré, dice Jehová: ahora seré ensalzado, ahora seré engrandecido. Isaiah 33:11 Concebisteis hojarascas, pariréis aristas: el soplo de vuestro fuego os consumirá. Isaiah 33:12 Y los pueblos serán cal quemada: espinas cortadas, serán quemadas con fuego. Isaiah 33:13 Oíd los que estáis lejos, lo que he hecho: conocéd los cercanos mi potencia. Isaiah 33:14 Los pecadores se asombraron en Sión, espanto comprendió a los hipócritas. ¿Quién de nosotros morará con el fuego consumidor? ¿Quién de nosotros habitará con las llamas eternas? Isaiah 33:15 El que camina en justicias, el que habla rectitud, el que aborrece la ganancia de violencias, el que sacude sus manos de recibir cohecho, el que tapa su oreja por no oír sangres, el que cierra sus ojos por no ver cosa mala: Isaiah 33:16 Este habitará en las alturas: fortalezas de rocas serán su lugar de acogimiento: a este se dará su pan, y sus aguas serán ciertas. Isaiah 33:17 Tus ojos verán al rey en su hermosura: verán la tierra que está lejos. Isaiah 33:18 Tu corazón imaginará el espanto. ¿Qué es del escribano? ¿Qué es del pesador? ¿Qué es del que pone en lista las casas más insignes? Isaiah 33:19 No verás aquel pueblo espantable, pueblo de lengua oscura de entender, de lengua tartamuda que no le comprendas. Isaiah 33:20 Verás a Sión ciudad de nuestras solemnidades: tus ojos verán a Jerusalem morada de quietud, tienda que no será desarmada: ni sus estacas serán arrancadas, ni ninguna de sus cuerdas será rompida. Isaiah 33:21 Porque ciertamente allí será fuerte a nosotros Jehová, lugar de riberas, de arroyos muy anchos: por el cual no andará galera, y por el cual no pasará grande navío. Isaiah 33:22 Porque Jehová será nuestro juez, Jehová nuestro dador de leyes, Jehová será nuestro rey: el mismo nos salvará. Isaiah 33:23 Tus cuerdas se aflojaron: no afirmaron su mástil, ni entesaron la vela: repartióse presa de muchos despojos: hasta los cojos arrebataron presa. Isaiah 33:24 No dirá el morador: Estoy enfermo: el pueblo que morare en ella será absuelto de pecado. Isaiah 34:0 Isaiah 34:1 Naciones, allegáos a oír; y escuchád, pueblos. Oiga la tierra, y lo que la hinche: el mundo, y todo lo que produce. Isaiah 34:2 Porque Jehová está airado sobre todas las naciones, y enojado sobre todo el ejército de ellas: destruirlas ha, y entregarlas ha al matadero. Isaiah 34:3 Y los muertos de ellas serán echados por ahí, y de sus cuerpos muertos se levantará hedor; y los montes se desleirán por la multitud de su sangre. Isaiah 34:4 Y todo el ejército de los cielos se corromperá, y plegarse han los cielos como un libro; y todo su ejército caerá, como se cae la hoja de la parra, y como se cae la de la higuera. Isaiah 34:5 Porque en los cielos se embriagará mi espada: he aquí que descenderá sobre Edom en juicio, y sobre el pueblo de mi anatema. Isaiah 34:6 Llena está de sangre la espada de Jehová, engrasada está de grosura de sangre de corderos y de cabritos, de grosura de riñones de carneros; porque Jehová tiene sacrificio en Bosra, y grande matanza en tierra de Edom. Isaiah 34:7 Y con ellos descenderán unicornios, y toros con becerros; y su tierra se emborrachará de sangre, y su polvo se engrasará de grosura. Isaiah 34:8 Porque será día de venganza de Jehová: año de pagamientos en el pleito de Sión. Isaiah 34:9 Y sus arroyos se tornarán en pez, y su polvo en azufre, y su tierra en pez ardiente. Isaiah 34:10 No se apagará de noche ni de día, perpetuamente subirá su humo: de generación en generación será asolada, para siempre nadie pasará por ella. Isaiah 34:11 Y tomarla han en posesión el pelícano y el mochuelo, la lechuza y el cuervo morarán en ella; y extenderse ha sobre ella cordel de nada, y niveles de vanidad. Isaiah 34:12 Llamarán a sus príncipes, príncipes sin reino: y todos sus grandes serán nada. Isaiah 34:13 En sus alcázares crecerán espinas y hortigas, y cardos en sus fortalezas; y serán morada de dragones, y patio para los pollos de los avestruces. Isaiah 34:14 Y las bestias monteses se encontrarán con los gatos cervales, y el fauno gritará a su compañero: lamia también tendrá allí asiento, y hallará reposo para sí. Isaiah 34:15 Allí anidará el cuquillo, conservará sus huevos, y sacará sus pollos, y juntarlos ha debajo de sus alas. También se juntarán allí buitres, cada uno con su compañera. Isaiah 34:16 Preguntád de lo que está escrito en el libro de Jehová, y leed, si faltó alguno de ellos: ninguno faltó con su compañera; porque su boca mandó, y su mismo espíritu las congregó. Isaiah 34:17 Y él les echó las suertes, y su mano les repartió con cordel: por tanto para siempre la tendrán por heredad, de generación en generación morarán allí. Isaiah 35:0 Isaiah 35:1 Alegrarse han el desierto y la soledad: el yermo se gozará, y florecerá como lirio. Isaiah 35:2 Floreciendo florecerá, y también con gozo se alegrará, y cantará: honra del Líbano le será dada, hermosura de Carmelo, y de Sarón. Ellos verán la gloria de Jehová, la hermosura del Dios nuestro. Isaiah 35:3 Confortád a las manos cansadas: esforzád las rodillas que titubean. Isaiah 35:4 Decíd a los medrosos de corazón: Confortáos, no temáis: he aquí que vuestro Dios viene con venganza, con pago, el mismo Dios vendrá, y os salvará. Isaiah 35:5 Entonces los ojos de los ciegos serán abiertos, y los oídos de los sordos se abrirán. Isaiah 35:6 Entonces el cojo saltará como un ciervo, y la lengua del mudo cantará; porque aguas serán cavadas en el desierto, y arroyos en la soledad. Isaiah 35:7 El lugar seco será tornado en estanque, y el secadal en manaderos de aguas: en la habitación de dragones, en su cama, será lugar de cañas y de juncos. Isaiah 35:8 Y habrá allí calzada y camino, y llamarse ha, Camino de santidad: no pasará por él hombre inmundo; y habrá para ellos en él quien vaya camino, de tal manera que los insensatos no yerren. Isaiah 35:9 No habrá allí león, ni bestia fiera subirá por él, ni se hallará ahí: para que caminen los redimidos. Isaiah 35:10 Y los redimidos de Jehová volverán, y vendrán a Sión con alegría; y gozo perpetuo será sobre sus cabezas; y retendrán al gozo y a la alegría, y huirá tristeza y gemido. Isaiah 36:0 Isaiah 36:1 Aconteció en el año catorce del rey Ezequías, que Senaquerib, rey de Asiria, subió contra todas las ciudades fuertes de Judá y las tomó. Isaiah 36:2 Y el rey de Asiria envió a Rabsaces con grande ejército desde Laquis a Jerusalem al rey Ezequías. Y asentó el campo a los caños de la pesquera de arriba, en el camino de la heredad del batanero. Isaiah 36:3 Y salió a él Eliacim, hijo de Helcías, mayordomo, y Sobna escriba, y Joá, hijo de Asaf, canciller. Isaiah 36:4 A los cuales dijo Rabsaces: Ahora pues diréis a Ezequías: El gran rey, el rey de Asiria, dice así: ¿Qué confianza es esta en que confías? Isaiah 36:5 Yo dije ciertamente, palabras de labios, consejo, y fortaleza es menester para la guerra. Ahora pues, ¿en qué confías, que te rebelas contra mí? Isaiah 36:6 He aquí que confías sobre este bordón de caña frágil, sobre Egipto: sobre el cual si alguien se recostare, entrarsele ha por la mano, y horadársela ha. Tal es Faraón, rey de Egipto, para con todos los que en él confían. Isaiah 36:7 Y si me dijeres: En Jehová nuestro Dios confiamos: ¿No es este aquel cuyos excelsos y altares hizo quitar Ezequías; y dijo a Judá y a Jerusalem: Delante de este altar adoraréis? Isaiah 36:8 Ahora pues yo te ruego que des rehenes al rey de Asiria mi señor; y yo te daré dos mil caballos, si pudieres tú dar caballeros que cabalguen sobre ellos. Isaiah 36:9 ¿Cómo pues harás volver el rostro de un capitán de los más pequeños siervos de mi señor, aunque estés confiado en Egipto por sus carros y hombres de a caballo? Isaiah 36:10 ¿Y por ventura vine yo ahora a esta tierra para destruirla sin Jehová? Jehová me dijo: Sube a esta tierra para destruirla. Isaiah 36:11 Y dijo Eliacim, y Sobna, y Joá a Rabsaces: Rogámoste que hables a tus siervos en lengua de Siria, porque nosotros la entendemos; y no hables con nosotros en lengua Judaica, oyéndolo el pueblo que está sobre el muro. Isaiah 36:12 Y dijo Rabsaces: ¿Envióme mi señor a ti y a tu señor, a que dijese estas palabras, o a los hombres que están sobre el muro, para comer su estiércol, y beber su orina con vosotros? Isaiah 36:13 Y paróse Rabsaces, y gritó a grande voz en lengua Judaica, diciendo: Oíd las palabras del gran rey, el rey de Asiria. Isaiah 36:14 El rey dice así: No os engañe Ezequías; porque no os podrá librar. Isaiah 36:15 Ni os haga Ezequías confiar en Jehová, diciendo: Ciertamente Jehová nos librará: no será entregada esta ciudad en la mano del rey de Asiria. Isaiah 36:16 No escuchéis a Ezequías; porque el rey de Asiria dice así: Hacéd conmigo bendición, y salíd a mí, y coma cada uno de su viña, y cada uno de su higuera, y beba cada uno las aguas de su pozo; Isaiah 36:17 Hasta que yo venga, y traspasaros he a una tierra como la vuestra, tierra de grano y de vino, tierra de pan y de viñas. Isaiah 36:18 Mirád no os engañe Ezequías, diciendo: Jehová nos librará: ¿Libraron los dioses de las naciones de la mano del rey de Asiria cada uno a su tierra? Isaiah 36:19 ¿Dónde está el dios de Emat, y de Arfad? ¿Dónde está el dios de Sefarvaim? ¿Libraron a Samaria de mi mano? Isaiah 36:20 ¿Qué dios hay entre todos los dioses de estas tierras, que haya librado su tierra de mi mano, para que libre Jehová a Jerusalem de mi mano? Isaiah 36:21 Callaron, y no le respondieron palabra, porque el rey se lo había mandado así, diciendo: No le respondáis. Isaiah 36:22 Vinieron pues Eliacim, hijo de Helcías, mayordomo, y Sobna escriba, y Joá, hijo de Asaf, canciller, a Ezequías, rotos sus vestidos, y contáronle las palabras de Rabsaces. Isaiah 37:0 Isaiah 37:1 Aconteció pues que el rey Ezequías, oído esto, rompió sus vestidos, y cubierto de saco vino a la casa de Jehová. Isaiah 37:2 Y envió a Eliacim mayordomo, y a Sobna escriba, y a los ancianos de los sacerdotes cubiertos de sacos a Isaías profeta, hijo de Amós. Isaiah 37:3 Los cuales le dijeron: Ezequías dice así: día de angustia, de reprensión, y de blasfemia es este día; porque los hijos han llegado hasta la rotura, y no hay fuerza en la que pare. Isaiah 37:4 Quizá oirá Jehová tu Dios las palabras de Rabsaces, al cual envió el rey de Asiria su señor a blasfemar al Dios vivo, y a reprender con las palabras que oyó Jehová tu Dios: alza pues oración tú por los restos que han aun quedado. Isaiah 37:5 Vinieron pues los siervos de Ezequías a Isaías. Isaiah 37:6 Y díjoles Isaías: Diréis así a vuestro señor: Jehová dice así: No temas por las palabras que has oído, con las cuales me han blasfemado los siervos del rey de Asiria. Isaiah 37:7 He aquí que yo doy en él un espíritu, y oirá un rumor, y volverse ha a su tierra; y yo haré que en su tierra caiga a cuchillo. Isaiah 37:8 Vuelto pues Rabsaces halló al rey de Asiria, que batía a Lebna; porque ya había oído que se había apartado de Laquis. Isaiah 37:9 ¶ Mas oyendo decir de Taraca, rey de Etiopía: He aquí que ha salido para hacerte guerra: en oyéndolo, envió mensajeros a Ezequías, diciendo: Isaiah 37:10 Diréis así a Ezequías, rey de Judá: No te engañe tu Dios, en quien tú confías, diciendo: Jerusalem no será entregada en mano del rey de Asiria. Isaiah 37:11 He aquí que tu oíste lo que hicieron los reyes de Asiria a todas las tierras, como las destruyeron: ¿escaparte has tú? Isaiah 37:12 ¿Libraron los dioses de las naciones a los que destruyeron mis antepasados, a Gozán, y Harán, Rezef, y a los hijos de Edén, que moraban en Telasar? Isaiah 37:13 ¿Dónde está el rey de Hamat, y el rey de Arfad, el rey de la ciudad de Sefarvaim, de Ana, y de Hava? Isaiah 37:14 ¶ Y tomó Ezequías las cartas de las manos de los mensajeros, y leyólas, y subió a la casa de Jehová, y extendiólas delante de Jehová. Isaiah 37:15 Entonces Ezequías oró a Jehová, diciendo: Isaiah 37:16 Jehová de los ejércitos, Dios de Israel, que moras entre los querubines, tú eres Dios solo sobre todos los reinos de la tierra: tú hiciste los cielos, y la tierra. Isaiah 37:17 Inclina, o! Jehová, tu oído, y oye: abre, o! Jehová, tus ojos, y mira, y oye todas las palabras de Senaquerib, el cual envió a blasfemar al Dios viviente. Isaiah 37:18 Ciertamente, o! Jehová, los reyes de Asiria destruyeron todas las tierras, y sus comarcas; Isaiah 37:19 Y a los dioses de ellos pusieron en fuego; porque no eran dioses, mas obra de manos de hombre, madero y piedra; por eso los deshicieron. Isaiah 37:20 Ahora pues, Jehová Dios nuestro, líbranos de su mano, para que todos los reinos de la tierra conozcan, que tú, o! Jehová, eres solo. Isaiah 37:21 ¶ Entonces Isaías, hijo de Amós, envió a decir a Ezequías: Jehová Dios de Israel dice así: Acerca de lo que me rogaste de Senaquerib, rey de Asiria; Isaiah 37:22 Esto es lo que Jehová habló de él: ¿Háte menospreciado? ¿ha hecho escarnio de ti, o! virgen hija de Sión? ¿meneó su cabeza a tus espaldas, o! hija de Jerusalem? Isaiah 37:23 ¿A quién injuriaste, y a quién blasfemaste? ¿Contra quién alzaste tu voz, y alzaste tus ojos en alto? Contra el alto Santo de Israel. Isaiah 37:24 Por mano de tus siervos denostaste al Señor, y dijiste: Yo con la multitud de mis carros subiré a las alturas de los montes, a las cuestas del Líbano: cortaré sus altos cedros, sus hayas escogidas: después vendré a lo alto de su fin, al monte de su Carmelo. Isaiah 37:25 Yo cavé, y bebí las aguas: con las pisadas de mis pies secaré todos los ríos de munición. Isaiah 37:26 ¿No has oído decir, que yo la hice de luengo tiempo, que yo la formé de días antiguos? Ahora la he hecho venir, y será para destrucción de ciudades fuertes en montones de asolamiento. Isaiah 37:27 Y sus moradores, cortos de manos, quebrantados, y avergonzados: serán grama del campo, y hortaliza verde: yerba de los tejados, que antes de madura se seca. Isaiah 37:28 Tu estada, tu salida, y tu entrada, he entendido; y tu furor contra mí. Isaiah 37:29 Porque te airaste contra mí, y tu estruendo ha subido a mis oídos: pondré pues mi anzuelo en tu nariz, y mi freno en tus labios, y hacerte he tornar por el camino por donde veniste. Isaiah 37:30 Y esto te será por señal: Comerás este año lo que nace de suyo; y el año segundo también lo que nace de suyo; y el año tercero sembraréis, y segaréis, y plantaréis viñas, y comeréis el fruto de ellos. Isaiah 37:31 Y lo que hubiere escapado de la casa de Judá, tornará a echar raíz abajo, y hará fruto arriba. Isaiah 37:32 Porque de Jerusalem saldrán residuos, y del monte de Sión escapada. El zelo de Jehová de los ejércitos hará esto. Isaiah 37:33 Por tanto así dice Jehová acerca del rey de Asiria: No entrará en esta ciudad, ni echará saeta en ella: no vendrá delante de ella escudo, ni será echado sobre ella baluarte. Isaiah 37:34 Por el camino que vino, se tornará, y no entrará en esta ciudad, dice Jehová. Isaiah 37:35 Y yo ampararé a esta ciudad para salvarla por amor de mí, y por amor de David mi siervo. Isaiah 37:36 ¶ Y salió el ángel de Jehová, e hirió ciento y ochenta y cinco mil en el campo de los Asirios; y cuando se levantaron por la mañana, he aquí que todo era cuerpos de muertos. Isaiah 37:37 Entonces Senaquerib rey de Asiria partiéndose se fue, y se tornó; e hizo su morada en Nínive. Isaiah 37:38 Y acaeció, que estando orando en el templo de Nisroc su dios, Adramelec y Sarezer sus hijos le hirieron a cuchillo, y huyeron a la tierra de Armenia; y reinó en su lugar Asaradón su hijo. Isaiah 38:0 Isaiah 38:1 En aquellos días Ezequías cayó enfermo para morir, y vino a él Isaías profeta, hijo de Amós, y díjole: Jehová dice así: Ordena de tu casa, porque tú morirás, y no vivirás. Isaiah 38:2 Entonces Ezequías volvió su rostro a la pared, e hizo oración a Jehová. Isaiah 38:3 Y dijo: O! Jehová, ruégote que te acuerdes ahora que he andado delante de ti en verdad, y en corazón perfecto, y que he hecho lo que ha sido agradable delante de tus ojos. Y lloró Ezequías con gran lloro. Isaiah 38:4 Y fue palabra de Jehová a Isaías, diciendo: Isaiah 38:5 Vé, y di a Ezequías: Jehová Dios de David tu padre dice así: Tu oración he oído, y tus lágrimas he visto: he aquí que yo añado a tus días quince años. Isaiah 38:6 Y de mano del rey de Asiria te libraré, y a esta ciudad; y a esta ciudad ampararé. Isaiah 38:7 Y esto te será señal de parte de Jehová, que Jehová hará esto que ha dicho. Isaiah 38:8 He aquí que yo vuelvo atrás la sombra de los grados, que ha descendido en el reloj de Acaz por el sol, diez grados. Y el sol fue tornado diez grados atrás, por los cuales había ya descendido. Isaiah 38:9 ¶ Escritura de Ezequías, rey de Judá, de cuando enfermó, y sanó de su enfermedad: Isaiah 38:10 Yo dije en el cortamiento de mis días: iré a las puertas de la sepultura: privado soy del resto de mis años. Isaiah 38:11 Dije: No veré a Jehová, a Jehová en la tierra de los que viven: ya no veré más hombre con los moradores del mundo. Isaiah 38:12 Mi morada ha sido movida, y traspasada de mí, como tienda de pastor. Corté mi vida como el tejedor: cortarme ha con la enfermedad: entre el día y la noche me consumirás. Isaiah 38:13 Contaba hasta la mañana. Como un león molió todos mis huesos: de la mañana a la noche me acabarás. Isaiah 38:14 Como la grulla, y como la golondrina me quejaba: gemía como la paloma: alzaba en alto mis ojos: Jehová, violencia padezco, confórtame. Isaiah 38:15 ¿Qué diré? El que me lo dijo, él mismo lo hizo. Andaré temblando con amargura de mi alma todos los días de mi vida. Isaiah 38:16 Señor, aun a todos los que vivirán sobre ellos, anunciaré la vida de mi espíritu en ellos; y como me hiciste dormir, y después me has dado vida. Isaiah 38:17 He aquí, amargura amarga para mí en la paz: mas a ti plugo librar mi vida del hoyo de corrupción; porque echaste tras tus espaldas todos mis pecados. Isaiah 38:18 Porque el sepulcro no te glorificará, ni la muerte te alabará: ni los que descienden en el hoyo esperarán tu verdad. Isaiah 38:19 El que vive, el que vive, éste te glorificará, como yo hoy. El padre hará a los hijos notoria tu verdad. Isaiah 38:20 Jehová para salvarme: por tanto cantaremos nuestros salmos en la casa de Jehová todos los días de nuestra vida. Isaiah 38:21 Dijo pues Isaías: Tomen masa de higos, y pónganla en la llaga, y sanará. Isaiah 38:22 Y Ezequías había dicho: ¿Qué señal será que tengo de subir a la casa de Jehová? Isaiah 39:0 Isaiah 39:1 En aquel tiempo Merodac-baladán, hijo de Baladán, rey de Babilonia, envió cartas y presentes a Ezequías; porque había oído que había estado enfermo, y que había convalecido. Isaiah 39:2 Y holgóse con ellos Ezequías, y enseñóles la casa de su tesoro, plata, y oro, y especierías, y ungüentos preciosos, y toda su casa de armas, y todo lo que se pudo hallar en sus tesoros: no hubo cosa en su casa, y en todo su señorío, que Ezequías no les mostrase. Isaiah 39:3 ¶ Entonces Isaías profeta vino al rey Ezequías, y díjole: ¿Qué dicen estos hombres, y de dónde han venido a ti? Y Ezequías respondió: De tierra muy lejos han venido a mí, de Babilonia. Isaiah 39:4 Dijo entonces: ¿Qué han visto en tu casa? Y dijo Ezequías: Todo lo que hay en mi casa han visto, y ninguna cosa hay en mis tesoros que no les haya mostrado. Isaiah 39:5 Entonces Isaías dijo a Ezequías: Oye palabra de Jehová de los ejércitos: Isaiah 39:6 He aquí que vienen días en que todo lo que hay en tu casa será llevado a Babilonia, y todo lo que tus padres han guardado hasta hoy: ninguna cosa quedará, dice Jehová. Isaiah 39:7 De tus hijos, que hubieren salido de ti, y que engendraste, tomarán, y serán eunucos en el palacio del rey de Babilonia. Isaiah 39:8 Y dijo Ezequías a Isaías: La palabra de Jehová que hablaste es buena. Y dijo: A lo menos haya paz y verdad en mis días. Isaiah 40:0 Isaiah 40:1 Consolád, consolád a mi pueblo, dice vuestro Dios. Isaiah 40:2 Hablád según el corazón de Jerusalem: decídle a voces que su tiempo es ya cumplido: que su pecado es perdonado: que doble ha recibido de la mano de Jehová por todos sus pecados. Isaiah 40:3 Voz que clama en el desierto: Barréd camino a Jehová, enderezád calzada en la soledad a nuestro Dios. Isaiah 40:4 Todo valle sea alzado, y todo monte y collado se abaje, y lo torcido se enderece, y lo áspero se allane. Isaiah 40:5 Y la gloria de Jehová se manifestará; y toda carne juntamente verá; que la boca de Jehová habló. Isaiah 40:6 ¶ Voz que decía: Da voces. Y yo respondí: ¿Qué tengo de decir a voces? Toda carne yerba; y toda su gloria como flor del campo. Isaiah 40:7 La yerba se seca, y la flor se cae; porque el viento de Jehová sopló en ella. Ciertamente yerba es el pueblo. Isaiah 40:8 Sécase la yerba, cáese la flor: mas la palabra del Dios nuestro permanece para siempre. Isaiah 40:9 Súbete sobre un monte alto, anunciadora de Sión: levanta fuertemente tu voz, anunciadora de Jerusalem: levanta, no temas. Di a las ciudades de Judá: Ved aquí el Dios vuestro. Isaiah 40:10 He aquí que el Señor Jehová vendrá con fortaleza, y su brazo se enseñoreará. He aquí que su salario viene con él, y su obra delante de su rostro. Isaiah 40:11 Como pastor apacentará su rebaño: en su brazo cogerá los corderos, y en su sobaco los llevará: pastoreará suavemente las paridas. Isaiah 40:12 ¶ ¿Quién midió las aguas con su puño; y aderezó los cielos con su palmo; y con tres dedos apañó el polvo de la tierra; y pesó los montes con balanza; y los collados con peso? Isaiah 40:13 ¿Quién enseñó al Espíritu de Jehová, o le aconsejó enseñándole? Isaiah 40:14 ¿A quién demandó consejo para ser avisado? ¿Quién le enseñó el camino del juicio, o le enseñó ciencia, o le mostró la carrera de prudencia? Isaiah 40:15 He aquí que las naciones son estimadas como la gota de un acetre; y como el orín del peso: he aquí que hace desaparecer las islas como un polvo. Isaiah 40:16 Ni todo el Líbano bastará para el fuego, ni todos sus animales para sacrificio. Isaiah 40:17 Como nada son todas las naciones delante de él; y en su comparación serán estimadas en menos que nada, y que lo que no es. Isaiah 40:18 ¿A qué pues haréis semejante a Dios, o qué imagen le compondréis? Isaiah 40:19 El artífice apareja la imagen de talla: el platero la extiende el oro, y el platero le funde cadenas de plata. Isaiah 40:20 El pobre escoge para ofrecerle madera que no se corrompa: búscase un maestro sabio, que le haga una imagen de talla de manera que no se mueva. Isaiah 40:21 ¿No sabéis? ¿No habéis oído? ¿Nunca os lo han dicho desde el principio? ¿No habéis sido enseñados desde que la tierra se fundó? Isaiah 40:22 El está asentado sobre el globo de la tierra, cuyos moradores le son como langostas: él extiende los cielos como una cortina, tiéndelos como una tienda para morar. Isaiah 40:23 El torna en nada los poderosos; y a los que gobiernan la tierra, hace como que no hubieran sido. Isaiah 40:24 Como si nunca fueran plantados, como si nunca fueran sembrados, como si nunca su tronco hubiera tenido raíz en la tierra; y aun soplando en ellos se secan, y el torbellino los lleva como hojarascas. Isaiah 40:25 ¿Y a qué me haréis semejante para que sea semejante, dice el Santo? Isaiah 40:26 Levantád en alto vuestros ojos y mirád quien creó estas cosas: él saca por cuenta su ejército: a todas llama por sus nombres: ninguna faltará por la multitud de sus fuerzas, y por la fortaleza de la fuerza. Isaiah 40:27 ¿Por qué dices Jacob, y hablas Israel: Mi camino es escondido de Jehová, y de mi Dios pasó mi juicio? Isaiah 40:28 ¿No has sabido? ¿No has oído, que el Dios del siglo es Jehová, el cual creó los términos de la tierra? No se trabaja, ni se fatiga con cansancio; y su entendimiento no hay quien lo alcance. Isaiah 40:29 El da esfuerzo al cansado, y multiplica las fuerzas al que no tiene ningunas. Isaiah 40:30 Los mancebos se fatigan, y se cansan: los mozos cayendo caen: Isaiah 40:31 Mas los que esperan a Jehová tendrán nuevas fuerzas, levantarán las alas como águilas, correrán y no se cansarán, caminarán y no se fatigarán. Isaiah 41:0 Isaiah 41:1 Escuchádme islas, y esfuércense los pueblos: alléguense, y entonces hablen: estemos juntamente a juicio. Isaiah 41:2 ¿Quién despertó del oriente la justicia, y le llamó para que le siguiese? entregó delante de él naciones, e hízole enseñorear de reyes: como polvo los entregó a su espada, y como hojarascas arrebatadas a su arco. Isaiah 41:3 Siguiólos; pasó en paz por camino por donde sus pies nunca habían entrado. Isaiah 41:4 ¿Quién obró, e hizo? ¿Quién llama las generaciones desde el principio? Yo Jehová primero, y yo mismo con los postreros. Isaiah 41:5 Las islas vieron, y tuvieron temor: los términos de la tierra se espantaron: congregáronse, y vinieron. Isaiah 41:6 Cada cual ayudó a su cercano, y dijo a su hermano: Esfuérzate. Isaiah 41:7 El carpintero animó al platero, y el que alisa con martillo al que batía en el yunque, diciendo: Buena es la soldadura. Y afirmólo con clavos, porque no se moviese. Isaiah 41:8 Mas tú Israel, siervo mío, Jacob a quien yo escogí, simiente de Abraham mi amigo. Isaiah 41:9 Porque te eché mano de los extremos de la tierra, y de sus principales te llamé, y te dije: Mi siervo serás tú; te escogí, y no te deseché. Isaiah 41:10 No temas, que yo soy contigo: no desmayes, que yo soy tu Dios: que te esfuerzo: siempre te ayudaré, siempre te sustentaré con la diestra de mi justicia. Isaiah 41:11 He aquí que todos los que se enojan contra ti, se avergonzarán, y serán confusos: serán como nada: los que contigo contendieren, perecerán. Isaiah 41:12 Mirarás por ellos, y no los hallarás: los que tienen contienda contigo, serán como nada; y los que contigo tienen pendencia, como cosa que no es. Isaiah 41:13 Porque yo Jehová soy tu Dios, que te traba de tu mano derecha, y te dice: No temas, yo te ayudé. Isaiah 41:14 No temas gusano de Jacob, apocados de Israel; yo te socorrí, dice Jehová, y tu Redentor el Santo de Israel. Isaiah 41:15 He aquí que yo te he puesto por trillo, trillo nuevo, lleno de dientes: trillarás montes, y molerlos has; y collados tornarás en tamo. Isaiah 41:16 Aventarlos has, y el viento los llevará, y el torbellino los esparcirá. Tu, empero, exultarás en Jehová: en el Santo de Israel te glorificarás. Isaiah 41:17 Los afligidos y menesterosos buscan las aguas, que no hay: su lengua se secó de sed: yo Jehová los oiré: yo el Dios de Israel no los desampararé. Isaiah 41:18 En los cabezos altos abriré ríos, y fuentes en mitad de los llanos: tornaré el desierto en estanques de aguas; y la tierra seca en manederos de aguas. Isaiah 41:19 Daré en el desierto cedros, espinos, arrayanes, y olivas: pondré en la soledad hayas, olmos, y álamos juntamente: Isaiah 41:20 Porque vean, y conozcan, y adviertan, y entiendan todos, que la mano de Jehová hace esto; y que el Santo de Israel lo creó. Isaiah 41:21 Alegád por vuestra causa, dice Jehová: traed vuestros fundamentos, dice el Rey de Jacob. Isaiah 41:22 Traigan, y anúnciennos lo que ha de venir: dígannos lo que ha pasado desde el principio, y pondremos nuestro corazón: y sepamos su postrimería, y hacédnos entender lo que ha de venir. Isaiah 41:23 Dádnos nuevas de lo que ha de ser después, para que sepamos que vosotros sois dioses: o a lo menos hacéd bien o mal, para que tengamos que contar, y juntamente nos maravillemos. Isaiah 41:24 He aquí que vosotros sois de nada, y vuestras obras de vanidad: abominación os escogió. Isaiah 41:25 Del norte le desperté, y vendrá: del nacimiento del sol llamará en mi nombre; y vendrá sobre príncipes como sobre lodo, y como el ollero pisa el barro. Isaiah 41:26 ¿Quién dio nuevas desde el principio, para que sepamos; y de antes, y diremos: Justo es? Cierto no hay quien lo anuncie, cierto no hay quien lo enseñe, cierto no hay quien oiga vuestras palabras. Isaiah 41:27 Yo soy el primero que he enseñado estas cosas a Sión, y a Jerusalem di la nueva. Isaiah 41:28 Miré, y no había ninguno; y pregunté de estas cosas, y ningún consejero hubo: les pregunté, y no respondieron palabra. Isaiah 41:29 He aquí, todos son iniquidad; y las obras de ellos nada: viento y vanidad sus vaciadizos. Isaiah 42:0 Isaiah 42:1 He aquí mi siervo, reclinarme he sobre él: escogido mío en quien mi alma toma contentamiento: puse mi Espíritu sobre él, dará juicio a las naciones. Isaiah 42:2 No clamará, ni alzará, ni hará oír su voz en las plazas. Isaiah 42:3 No quebrará la caña cascada, ni apagará el pábilo que humeare: sacará el juicio a la verdad. Isaiah 42:4 No se cansará, ni desmayará, hasta que ponga en la tierra juicio; y las islas esperarán su ley. Isaiah 42:5 Así dice el Dios Jehová, Creador de los cielos, y el que los extiende: el que extiende la tierra y sus verduras: el que da resuello al pueblo que mora sobre ella, y espíritu a los que por ella andan: Isaiah 42:6 Yo Jehová te llamé en justicia, y por tu mano te tendré: guardarte he, y ponerte he por alianza de pueblo, por luz de naciones: Isaiah 42:7 Para que abras ojos de ciegos; para que saques presos de mazmorras, y de casas de prisión a asentados en tinieblas. Isaiah 42:8 Yo Jehová: este es mi nombre; y a otro no daré mi gloria, ni mi alabanza a esculturas. Isaiah 42:9 Las cosas primeras, he aquí, vinieron: y yo anuncio nuevas cosas: antes que salgan a luz, yo os las haré notorias. Isaiah 42:10 Cantád a Jehová cantar nuevo, su alabanza desde el fin de la tierra, los que descendéis a la mar, y lo que la hinche: islas, y los moradores de ellas. Isaiah 42:11 Alcen la voz el desierto y sus ciudades, las aldeas donde habita Cedar: canten los moradores de la piedra, y desde las cumbres de los montes jubilen. Isaiah 42:12 Den gloria a Jehová, y prediquen sus loores en las islas. Isaiah 42:13 Jehová saldrá como gigante, y como hombre de guerra despertará zelo: gritará, hará algazara, y esforzarse ha sobre sus enemigos. Isaiah 42:14 Desde el siglo he callado, he tenido silencio, y heme detenido: daré voces como la que está de parto: asolaré y tragaré juntamente. Isaiah 42:15 Tornaré en soledad montes y collados: haré secar toda su yerba: los ríos tornaré en islas, y secaré los estanques. Isaiah 42:16 Y guiaré los ciegos por camino que nunca supieron: hacerles he pisar por las sendas que nunca conocieron: delante de ellos tornaré las tinieblas en luz, y los rodeos en llanura. Estas cosas les haré, y no los desampararé. Isaiah 42:17 ¶ Serán tornados atrás, y serán avergonzados de vergüenza, los que confían en la escultura, y dicen al vaciadizo: Vosotros sois nuestros dioses. Isaiah 42:18 O! sordos, oíd; y ciegos, mirád para ver. Isaiah 42:19 ¿Quién ciego, si no mi siervo? ¿Quién tan sordo como mi mensajero, a quien envío? ¿Quién ciego como el perfecto, y ciego como el siervo de Jehová, Isaiah 42:20 Que ve muchas cosas, y no advierte: que abre las orejas, y no para oír? Isaiah 42:21 Jehová, zeloso por su justicia, magnificará la ley, y engrandecerla ha. Isaiah 42:22 Por tanto este pueblo saqueado, y hollado: todos ellos han de ser enlazados en cavernas, y escondidos en cárceles: serán puestos a saco, y no habrá quien los libre: serán hollados, y no habrá quien diga: Restituíd. Isaiah 42:23 ¿Quién de vosotros oirá esto, advertirá, y considerará al fin? Isaiah 42:24 ¿Quién dio a Jacob en presa, y entregó a Israel a saqueadores? ¿No fue Jehová? porque pecamos contra él, y no quisieron andar en sus caminos, ni oyeron su ley. Isaiah 42:25 Por tanto derramó sobre él el furor de su ira, y fortaleza de guerra: púsole fuego de todas partes, y no lo conoció: y encendió en él, y no echó de ver. Isaiah 43:0 Isaiah 43:1 Y ahora, así dice Jehová, Creador tuyo, o! Jacob, y formador tuyo, o! Israel: No temas, porque yo te redimí: yo te puse nombre, mío eres tú. Isaiah 43:2 Cuando pasares por las aguas, yo seré contigo; y en los ríos, no te anegarán. Cuando pasares por el mismo fuego, no te quemarás, ni la llama arderá en ti. Isaiah 43:3 Porque yo Jehová Dios tuyo, Santo de Israel, Guardador tuyo: A Egipto he dado por tu rescate; a Etiopía, y a Sabá por ti. Isaiah 43:4 Porque en mis ojos fuiste de grande estima: fuiste honorable, y yo te amé; y daré hombres por ti, y naciones por tu alma. Isaiah 43:5 No temas, porque yo soy contigo: del oriente traeré tu generación, y del occidente te recogeré. Isaiah 43:6 Diré al aquilón: Da acá; y al mediodía: No detengas: trae de luengas tierras mis hijos, y mis hijas de lo postrero de la tierra: Isaiah 43:7 Todos llamados de mi nombre; y para gloria mía los crié, los formé, y los hice: Isaiah 43:8 Sacando al pueblo ciego, que tiene ojos; y a los sordos, que tienen oídos. Isaiah 43:9 ¶ Congréguense juntamente todas las naciones, y júntense pueblos: ¿Quién de ellos hay que nos dé nuevas de esto, y que nos haga oír las cosas primeras? Presenten sus testigos, y serán sentenciados por justos: oigan, y digan verdad. Isaiah 43:10 Vosotros sois mis testigos, dice Jehová, y mi siervo, que yo escogí: para que me conozcáis, y creáis, y entendáis, que yo mismo soy: antes de mí no fue formado Dios, ni lo será después de mí. Isaiah 43:11 Yo, yo Jehová; y fuera de mí no hay quien salve. Isaiah 43:12 Yo anuncié, y salvé, e hice oír, y no hubo entre vosotros dios extraño. Vosotros pues sois mis testigos, dice Jehová, que yo soy Dios. Isaiah 43:13 Aun antes que hubiera día, yo era; y no hay quien de mi mano escape: si yo hiciere, ¿quién lo estorbará? Isaiah 43:14 Así dice Jehová, Redentor vuestro, Santo de Israel: Por vosotros envié a Babilonia, e hice descender fugitivos todos ellos, y clamor de Caldeos en las naves. Isaiah 43:15 Yo Jehová, Santo vuestro, Creador de Israel, Rey vuestro. Isaiah 43:16 Así dice Jehová, el que da camino en la mar, y senda en las aguas impetuosas. Isaiah 43:17 Cuando él saca carro, y caballo, ejército y fuerza caen juntamente, para no levantarse: quedan apagados, como pábilo quedan apagados. Isaiah 43:18 No os acordéis de las cosas pasadas, ni traigáis a memoria las cosas antiguas. Isaiah 43:19 He aquí que yo hago cosa nueva: presto saldrá a luz: ¿No la sabréis? Otra vez, pondré camino en el desierto, y ríos en la soledad. Isaiah 43:20 La bestia del campo me honrará, los dragones, y los pollos del avestruz; porque daré aguas en el desierto, ríos en la soledad, para que beba mi pueblo, mi escogido. Isaiah 43:21 Este pueblo crié para mí, mis alabanzas contará. Isaiah 43:22 Y no me invocaste a mí, o! Jacob: antes en mí te cansaste, o! Israel. Isaiah 43:23 No me trajiste a mí los animales de tus holocaustos, ni me honraste a mí con tus sacrificios; no te hice servir con presente, ni te hice fatigar con perfume. Isaiah 43:24 No compraste para mí caña aromática por dinero, ni me hartaste con la grosura de tus sacrificios: antes me hiciste servir en tus pecados, y en tus maldades me hiciste fatigar. Isaiah 43:25 Yo, yo soy el que raigo tus rebeliones por amor de mí; y no me acordaré de tus pecados. Isaiah 43:26 Házme acordar, entremos en juicio juntamente: cuenta tú para abonarte. Isaiah 43:27 Tu primer padre pecó, y tus enseñadores prevaricaron contra mí. Isaiah 43:28 Por tanto yo profané los príncipes del santuario, y puse por anatema a Jacob, y a Israel por vergüenza. Isaiah 44:0 Isaiah 44:1 Ahora pues oye, Jacob, siervo mío, Israel, a quien yo escogí. Isaiah 44:2 Así dice Jehová, Hacedor tuyo, y el que te formó desde el vientre: Ayudarte ha. No temas, siervo mío Jacob, el Recto a quien yo escogí: Isaiah 44:3 Porque yo derramaré aguas sobre el secadal, y ríos sobre la secura: derramaré mi Espíritu sobre tu generación, y mi bendición sobre tus renuevos; Isaiah 44:4 Y brotarán como entre yerba, como sauces junto a las riberas de las aguas. Isaiah 44:5 Este dirá: Yo soy de Jehová: el otro se llamará del nombre de Jacob. El otro escribirá con su mano: A Jehová: otro se pondrá por sobre nombre: De Israel. Isaiah 44:6 ¶ Así dice Jehová, Rey de Israel, y su Redentor, Jehová de los ejércitos: Yo el primero, y yo el postrero, y fuera de mi no hay Dios. Isaiah 44:7 ¿Y quién llamará como yo, y denunciará antes esto, y me ordenará lo otro, desde que hice el pueblo del mundo? Anúncienles lo que viene de cerca, y lo que está por venir. Isaiah 44:8 No temáis, ni os amedrentéis: ¿No te hice oír desde entonces, y te dije antes lo que estaba por venir? Luego vosotros sois mis testigos, que no haya Dios si no yo; y que no haya fuerte, que yo no conozca. Isaiah 44:9 Los formadores de la escultura, todos ellos son vanidad, y lo más precioso de ellos para nada es útil; y testigos de ellos ellos mismos, que ni ven, ni entienden: por tanto se avergonzarán. Isaiah 44:10 ¿Quién formó a Dios? ¿y quién fundió escultura que para nada es de provecho? Isaiah 44:11 He aquí que todos sus compañeros serán avergonzados; porque los mismos artífices son de los hombres. Todos ellos se juntarán, estarán, asombrarse han y avergonzarse han a una. Isaiah 44:12 El herrero tomará la tenaza, obrará en las ascuas, darle ha forma con los martillos, obrará en ella con el brazo de su fortaleza: aunque esté hambriento, y le falten las fuerzas, no beberá agua, aunque se desmaye. Isaiah 44:13 El carpintero tiende la regla, señálala con almagre, lábrala con los cepillos, dále figura con el compás, hácela a forma de varón, a semejanza de hombre hermoso, para estar en casa. Isaiah 44:14 Cortarse ha cedros, y tomará encina y alcornoque, y esforzarse ha contra los árboles del bosque: plantará pino, que se crie con la lluvia. Isaiah 44:15 El hombre después se servirá de él para quemar, y tomará de ellos para calentarse: encenderá también el horno, y cocerá panes: hará también un dios, y adorarle ha: fabricará un ídolo, y arrodillarse ha delante de él. Isaiah 44:16 Parte de él quemará en el fuego, con otra parte de él comerá carne, asará asado, y hartarse ha: después se calentará, y dirá: O! calentádome he, fuego he visto. Isaiah 44:17 Las sobras de él torna en dios, en su escultura: humíllase delante de él, le adora, y ruégale, diciendo: Líbrame, que mi dios eres tú. Isaiah 44:18 No supieron, ni entendieron; porque untó sus ojos, porque no vean, su corazón, porque no entiendan. Isaiah 44:19 No torna en sí, no tiene sentido, ni entendimiento para decir: Parte de ello quemé en el fuego, y sobre sus brasas cocí pan: asé carne, y comí: ¿lo que de él quedó tengo de tornar en abominación? ¿delante de un tronco de árbol me tengo de humillar? Isaiah 44:20 La ceniza apacienta: su corazón engañado le inclina para que no libre su alma, y diga: ¿No está la mentira a mi mano derecha? Isaiah 44:21 ¶ Acuérdate de estas cosas, o! Jacob, e Israel, que mi siervo eres: Yo te formé, mi siervo eres: Israel, no me olvides. Isaiah 44:22 Yo deshice, como nube, tus rebeliones, y tus pecados, como niebla: tórnate a mí, porque yo te redimí. Isaiah 44:23 Cantád loores, o! cielos, que Jehová hizo: jubilád, o! lugares bajos de la tierra: montes, rompéd en alabanza: bosque, y todo árbol que en él está; porque Jehová redimió a Jacob, y en Israel será glorificado. Isaiah 44:24 Así dice Jehová, Redentor tuyo, y formador tuyo desde el vientre: Yo Jehová, que lo hago todo, que extiendo solo los cielos, que extiendo la tierra por mi mismo: Isaiah 44:25 Que deshago las señales de los adivinos, que enloquezco los agoreros, que hago tornar atrás los sabios, y que desvanezco su sabiduría: Isaiah 44:26 Que despierta la palabra de su siervo, y que cumple el consejo de sus mensajeros: que dice a Jerusalem: Serás habitada; y a las ciudades de Judá: Serán reedificadas, y sus ruinas levantaré: Isaiah 44:27 Que digo al profundo: Sécate; y tus ríos haré secar: Isaiah 44:28 Que llamo a Ciro, mi pastor; y todo lo que yo quiero cumplirá; en diciendo a Jerusalem: Serás edificada; y al templo: Serás fundado. Isaiah 45:0 Isaiah 45:1 Así dice Jehová a su Mesías Ciro, al cual yo tomé por su mano derecha, para sujetar naciones delante de él, y desatar lomos de reyes: para abrir delante de él puertas; y puertas no se cerrarán. Isaiah 45:2 Yo iré delante de ti, y los rodeos enderezaré: quebrantaré puertas de metal; y cerrojos de hierro haré pedazos. Isaiah 45:3 Y darte he los tesoros escondidos, y los secretos muy guardados: para que sepas que yo soy Jehová, que te pongo nombre, el Dios de Israel. Isaiah 45:4 Por mi siervo Jacob, y por Israel mi escogido te llamé por tu nombre: púsete tu sobrenombre, aunque no me conociste. Isaiah 45:5 Yo Jehová y ninguno más de yo: no hay Dios más de yo. Yo te ceñiré, aunque tú no me conociste: Isaiah 45:6 Para que se sepa desde el nacimiento del sol, y desde donde se pone, que no hay más de yo. Yo Jehová, y ninguno más de yo: Isaiah 45:7 Que formo la luz, y que crío las tinieblas: que hago la paz, y que crío el mal: Yo Jehová, que hago todo esto. Isaiah 45:8 Rociád, cielos, de arriba, y las nubes goteen la justicia: ábrase la tierra, y frutifíquense la salud y la justicia: háganse producir juntamente. Yo Jehová lo crié. Isaiah 45:9 ¶ ¡Ay de él que pleitéa con su Hacedor! El tiesto contra los tiestos de la tierra. ¿Dirá el barro al que lo labra: Qué haces? ¿y tu obra no tiene manos? Isaiah 45:10 Ay! de el que dice al padre: ¿Por qué engendraste? y a la mujer: ¿Por qué pariste? Isaiah 45:11 Así dice Jehová el Santo de Israel, y su formador: Preguntádme de las cosas por venir: mandádme acerca de mis hijos, y a cerca de la obra de mis manos. Isaiah 45:12 Yo hice la tierra, y yo crié sobre ella el hombre. Yo, mis manos extendieron los cielos, y a todo su ejército mandé. Isaiah 45:13 Yo le desperté en justicia, y todos sus caminos enderezaré: él edificará mi ciudad, y soltará mis cautivos, no por precio, ni por dones, dice Jehová de los ejércitos. Isaiah 45:14 Así dijo Jehová: El trabajo de Egipto, las mercaderías de Etiopía, y los altos de Sabá se pasarán a ti, y serán tuyos: tras ti irán, pasarán con grillos: a ti harán reverencia, y a ti suplicarán. Cierto en ti está Dios; y no hay otro fuera de Dios. Isaiah 45:15 Verdaderamente tú eres Dios que te encubres, Dios de Israel, que salvas. Isaiah 45:16 Avergonzarse han, y todos ellos se afrentarán: irán con vergüenza todos los fabricadores de imágenes. Isaiah 45:17 Israel es salvo en Jehová, salud eterna: no os avergonzaréis, ni os afrentaréis por todos los siglos. Isaiah 45:18 Porque así dijo Jehová, que cria los cielos, él mismo, el Dios que forma la tierra, el que la hizo, y la compuso: No la creó para nada, para que fuese habitada la creó: Yo Jehová, y ninguno más de yo. Isaiah 45:19 No hablé en escondido, en lugar de tierra de tinieblas: no dije a la generación de Jacob: En vano me buscáis. Yo Jehová que hablo justicia, que anuncio rectitud. Isaiah 45:20 Congregáos y veníd, allegáos todos los escapados de las naciones: no saben los que levantan el madero de su escultura, y los que ruegan al dios que no salva. Isaiah 45:21 Publicád, y hacéd llegar, y entren todos en consulta: ¿Quién hizo oír esto desde el principio, y desde entonces lo tiene dicho, si no yo Jehová? y no hay más Dios que yo: Dios justo y salvador, no mas de yo. Isaiah 45:22 Mirád a mí, y sed salvos todos los términos de la tierra; porque yo soy Dios, y no hay más. Isaiah 45:23 Por mí hice juramento: de mi boca salió palabra en justicia, la cual no se tornará: Que a mí se doblará toda rodilla, y jurará toda lengua. Isaiah 45:24 Y a mí dirá: Cierto en Jehová está la justicia y la fuerza, hasta él vendrá; y todos los que se enojan contra él serán avergonzados. Isaiah 45:25 En Jehová serán justificados, y se gloriarán toda la generación de Israel. Isaiah 46:0 Isaiah 46:1 Postróse Bel, abatióse Nebo, sus imágenes fueron puestas sobre bestias, y sobre animales de carga, que os llevarán, cargadas de vosotros, carga de cansancio. Isaiah 46:2 Fueron encorvados, fueron abatidos juntamente; y no pudieron escaparse de la carga; y su alma hubo de ir en cautividad. Isaiah 46:3 ¶ Oídme, o! casa de Jacob, y todo el resto de la casa de Israel, los que sois traídos de vientre, los que sois llevados de matriz. Isaiah 46:4 Y hasta la vejez yo mismo, y hasta las canas yo suportaré: yo hice, yo llevaré, yo suportaré y guardaré. Isaiah 46:5 ¿A quién me hacéis semejante, y me igualáis, y me comparáis para ser semejante? Isaiah 46:6 Sacan oro de su talegón, y pesan plata con balanzas: alquilan un platero para hacer dios de él: humíllanse, y adoran. Isaiah 46:7 Echánsele sobre los hombros, llévanle, y asiéntanle en su lugar, y allí se está, y no se mueve de su lugar: dánle voces, y tampoco responde, ni libra de la tribulación. Isaiah 46:8 ¶ Acordáos de esto, y tenéd vergüenza: tornád en vosotros, prevaricadores. Isaiah 46:9 Acordáos de las cosas pasadas desde el siglo; porque yo soy Dios; y no hay más dios; y nada hay a mí semejante: Isaiah 46:10 Que anuncio lo por venir desde el principio; y desde antiguamente lo que aun no era hecho: que digo: Mi consejo permanecerá, y haré todo lo que quisiere: Isaiah 46:11 Que llamo desde el oriente al ave, y de tierra lejana al varón de mi consejo: yo hablé, por eso lo haré venir: lo pensé, hacerlo he también. Isaiah 46:12 Oídme, duros de corazón, que estáis lejos de la justicia. Isaiah 46:13 Haré a mí justicia que se acerque, y no se alejará; y mi salud no se detendrá. Y pondré salud en Sión; y mi gloria, en Israel. Isaiah 47:0 Isaiah 47:1 Desciende, y asiéntate en el polvo virgen hija de Babilonia: asiéntate en la tierra sin trono, hija de los Caldeos: que nunca más te llamarán tierna, y delicada. Isaiah 47:2 Toma el molino, y muele harina: descubre tus guedejas, descalza los pies, descubre las piernas, pasa los ríos. Isaiah 47:3 Será descubierta tu vergüenza, y tu deshonor será visto: tomaré venganza, y no encontraré como hombre. Isaiah 47:4 Nuestro Redentor, Jehová de los ejércitos es su nombre, Santo de Israel. Isaiah 47:5 Siéntate, calla, y entra en tinieblas, hija de los Caldeos; porque nunca más te llamarán Señora de reinos. Isaiah 47:6 Enojéme contra mi pueblo; profané mi heredad, y los entregué en tu mano: no les hiciste misericordias: sobre el viejo agravaste mucho tu yugo, Isaiah 47:7 Y dijiste: Para siempre seré señora. Hasta ahora no has pensado en esto, ni te acordaste de tu postrimería. Isaiah 47:8 Oye pues ahora esto, delicada, la que está sentada confiadamente, la que dice en su corazón: Yo soy, y fuera de mi no hay más: no quedaré viuda, ni conoceré orfandad. Isaiah 47:9 Estas dos cosas te vendrán de repente en un mismo día, orfandad, y viudez: en toda su perfección vendrán sobre ti, por la multitud de tus adivinanzas, y por la copia de tus muchos agüeros. Isaiah 47:10 Porque te confiaste en tu maldad, diciendo: Nadie me ve. Tu sabiduría, y tu misma ciencia te engañó, a que dijeses en tu corazón: Yo, y no más. Isaiah 47:11 Vendrá pues sobre ti mal, cuyo nacimiento no sabrás: caerá sobre ti quebrantamiento, el cual no podrás remediar; y vendrá sobre ti de repente destrucción, la cual tú no conocerás. Isaiah 47:12 Estáte ahora entre tus adivinanzas, y en la multitud de tus agüeros, en los cuales te fatigaste desde tu niñez: quizá podrás mejorarte, quizá te fortificarás. Isaiah 47:13 Háste fatigado en la multitud de tus consejos: parezcan ahora, y defiéndante los contempladores de los cielos, los especuladores de las estrellas, los que enseñan los cursos de la luna, de lo que vendrá sobre ti. Isaiah 47:14 He aquí que serán como tamo, fuego los quemará: no salvarán sus vidas de la mano de la llama: no quedará brasa para calentarse, ni lumbre a la cual se sienten. Isaiah 47:15 Así te serán aquellos con quienes te fatigaste, tus negociantes, desde tu niñez: cada uno echará por su camino, no habrá quien te escape. Isaiah 48:0 Isaiah 48:1 Oíd esto, casa de Jacob, que os llamáis del nombre de Israel: los que salieron de las aguas de Judá, los que juran en el nombre de Jehová, y hacen memoria del Dios de Israel, no en verdad, ni en justicia: Isaiah 48:2 Porque de la santa ciudad se nombran, y en el Dios de Israel confían: su nombre, Jehová de los ejércitos. Isaiah 48:3 Lo que pasó, ya días ha que lo dije, y de mi boca salió: lo publiqué; hícelo presto, y vino. Isaiah 48:4 Porque conozco que eres duro, y nervio de hierro tu cerviz, y tu frente de metal. Isaiah 48:5 Díjetelo ya días ha: antes que viniese te lo enseñé; porque no dijeses: Mi ídolo lo hizo, mi escultura y mi vaciadizo mandó estas cosas. Isaiah 48:6 Oístelo, vístelo todo: ¿vosotros pues no lo anunciaréis? Ahora pues, ya te hice oír nuevas y ocultas cosas, que tú no sabías. Isaiah 48:7 Ahora fueron criadas, no en días pasados, ni antes de este día las habías oído; porque no digas: He aquí que yo lo sabía. Isaiah 48:8 Cierto nunca lo habías oído, cierto nunca lo habías conocido, cierto nunca antes se abrió tu oído; porque sabía que desobedeciendo habías de desobedecer, por tanto te llamé rebelde desde el vientre. Isaiah 48:9 Por causa de mi nombre dilataré mi furor, y para alabanza mía te esperaré luengamente, para no talarte. Isaiah 48:10 He aquí, te he purificado, y no como a plata: héte escogido en horno de aflicción. Isaiah 48:11 Por mí, por mí, haré: de otra manera, ¿cómo sería profanado? y mi honra no la daré a otro. Isaiah 48:12 Oyeme, Jacob, e Israel, llamado mío: Yo mismo, yo el primero, también yo el postrero. Isaiah 48:13 Ciertamente mi mano fundó la tierra, y mi mano derecha midió los cielos con el palmo: en llamándolos yo, parecieron juntamente. Isaiah 48:14 Juntáos, todos vosotros, y oíd: ¿Quién hay entre ellos que anuncie estas cosas? Jehová le amó, el cual ejecutará su voluntad en Babilonia, y su brazo en los Caldeos. Isaiah 48:15 Yo, yo hablé, y le llamé, y le traje: por tanto será prosperado su camino. Isaiah 48:16 Allegáos a mí, oíd esto: Desde el principio no hablé en escondido: desde que la cosa se hizo, estuve allí; y ahora el Señor Jehová me ha enviado, y su Espíritu. Isaiah 48:17 Así dijo Jehová, Redentor tuyo, el Santo de Israel: yo Jehová Dios tuyo, que te enseña provechosamente, que te encamina por el camino en que andas. Isaiah 48:18 ¡Ojalá tú miraras a mis mandamientos! fuera entonces tu paz como un río, y tu justicia como las ondas de la mar: Isaiah 48:19 Fuera como la arena tu simiente, y los renuevos de tus entrañas como las pedrezuelas de ella: nunca su nombre fuera cortado, ni raído de mi presencia. Isaiah 48:20 ¶ Salíd de Babilonia, huid de entre los Caldeos: dad nuevas de esto con voz de alegría: publicádlo, llevádlo hasta lo postrero de la tierra: decíd: Redimió Jehová a su siervo Jacob. Isaiah 48:21 Y nunca tuvieron sed cuando los llevó por los desiertos: hízoles correr agua de la piedra: cortó la peña, y corrieron aguas. Isaiah 48:22 No hay paz para los malos, dijo Jehová. Isaiah 49:0 Isaiah 49:1 Oídme islas, y escuchád, pueblos lejanos. Jehová me llamó desde el vientre: desde las entrañas de mi madre hizo mención de mi nombre. Isaiah 49:2 Y puso mi boca como espada aguda: con la sombra de su mano me cubrió; y púsome por saeta limpia: guardóme en su aljaba. Isaiah 49:3 Y díjome: Mi siervo eres, o! Israel, que en ti me gloriaré. Isaiah 49:4 Yo empero dije: Por demás he trabajado, en vano y sin provecho he consumido mi fortaleza: mas mi juicio delante de Jehová está, mi obra, delante de mi Dios. Isaiah 49:5 Ahora pues, dice Jehová, el que me formó desde el vientre por su siervo, para que convierta a él a Jacob: Mas si Israel no se congregará, yo empero estimado seré en los ojos de Jehová, y el Dios mío será mi fortaleza. Isaiah 49:6 Y dijo: Poco es que tú me seas siervo, para despertar las tribus de Jacob, y para que restituyas los asolamientos de Israel: también te di por luz de las naciones, para que seas mi salud hasta lo postrero de la tierra. Isaiah 49:7 Así dijo Jehová, Redentor de Israel, Santo suyo, al menospreciado de alma, al abominado de las naciones, al siervo de los tiranos: Verán reyes, y levantarse han príncipes, y adorarán por Jehová: porque fiel es el Santo de Israel, el cual te escogió. Isaiah 49:8 Así dijo Jehová: En hora de contentamiento te oí, y en día de salud te ayudé; y guardarte he, y darte he por alianza de pueblo, para que despiertes la tierra, para que heredes heredades asoladas. Isaiah 49:9 Para que digas a los presos: Salíd; y a los que están en tinieblas: Manifestáos. Sobre los caminos serán apacentados, y en todas las cumbres serán sus pastos. Isaiah 49:10 Nunca tendrán hambre ni sed, ni el calor los afligirá, ni el sol; porque el que de ellos ha misericordia, los guiará, y a manaderos de aguas los pastoreará. Isaiah 49:11 Y todos mis montes tornaré camino; y mis calzadas serán levantadas. Isaiah 49:12 He aquí, estos vendrán de lejos; y he aquí, estotros del norte y del occidente; y estotros de la tierra del mediodía. Isaiah 49:13 Cantád alabanzas, o! cielos, y alégrate, tierra, y rompéd en alabanza, o! montes; porque Jehová ha consolado su pueblo, y de sus pobres tendrá misericordia. Isaiah 49:14 ¶ Mas Sión dijo: Dejóme Jehová, y el Señor se olvidó de mí. Isaiah 49:15 ¿Olvidarse ha la mujer de lo que parió, para dejar de compadecerse del hijo de su vientre? Aunque estas se olviden, yo no me olvidaré de ti. Isaiah 49:16 He aquí que en las palmas te tengo esculpida: delante de mí están siempre tus muros. Isaiah 49:17 Tus edificadores vendrán a priesa: tus destruidores, y tus asoladores saldrán de ti. Isaiah 49:18 Alza tus ojos al derredor, y mira: todos estos se han congregado, a ti han venido. Vivo yo, dice Jehová, que de todos, como de vestidura de honra, serás vestida; y de ellos serás ceñida como novia. Isaiah 49:19 Porque tus asolamientos, y tus destrucciones, y tu tierra desierta, ahora será angosta por la multitud de los moradores; y tus destruidores serán apartados lejos. Isaiah 49:20 Aun los hijos de tu orfandad dirán a tus oídos: Angosto es para mí este lugar, apártate por amor de mí a otra parte para que yo more. Isaiah 49:21 Y dirás en tu corazón: ¿Quién me engendró estos? porque yo deshijada, y sola, peregrina y desterrada era: ¿Quién pues crió estos? He aquí, yo dejada era sola, ¿estos de donde vinieron ellos aquí? Isaiah 49:22 Así dijo el Señor Jehová: He aquí que yo alzaré mi mano a las naciones, y a los pueblos levantaré mi bandera; y traerán en brazos tus hijos, y tus hijas serán traídas sobre hombros. Isaiah 49:23 Y reyes serán tus alimentadores, y sus reinas tus nodrizas: el rostro inclinado a tierra te adorarán, y el polvo de tus pies lamerán; y conocerás, que yo soy Jehová, que no se avergonzarán los que me esperan. Isaiah 49:24 ¿Quitarán la presa al valiente? ¿o la cautividad justa darse ha por libre? Isaiah 49:25 Así pues dice Jehová: Cierto la cautividad será quitada al valiente, y la presa del robusto será librada; y tu pleito yo lo pleitearé, y a tus hijos yo los salvaré. Isaiah 49:26 Y a los que te despojaron, haré comer sus carnes; y con su sangre serán embriagados, como con mosto; y toda carne conocerá, que yo soy Jehová, Salvador tuyo, y Redentor tuyo, el Fuerte de Jacob. Isaiah 50:0 Isaiah 50:1 Así dijo Jehová: ¿Qué es de esta carta de repudio de vuestra madre, a la cual yo repudié? ¿o quién son mis acreedores, a quien yo os he vendido? He aquí que por vuestras maldades sois vendidos; y por vuestras rebeliones fue repudiada vuestra madre. Isaiah 50:2 Porque vine, y nadie pareció: llamé, y nadie respondió. ¿Acortóse mi mano acortándose, para no redimir? ¿No hay en mí poder para librar? He aquí que con mi reprensión hago secar la mar: torno los ríos en desierto, hasta podrirse sus peces, y morirse de sed por falta de agua. Isaiah 50:3 Visto los cielos de oscuridad, y torno como saco su cobertura. Isaiah 50:4 ¶ El Señor Jehová me dio lengua de sabios, para saber dar en su sazón palabra al cansado: despertará de mañana, de mañana me despertará oído, para que oiga, como los sabios. Isaiah 50:5 El Señor Jehová me abrió el oído, y yo no fui rebelde; no me torné atrás. Isaiah 50:6 Di mi cuerpo a los heridores, y mis mejillas a los peladores: no escondí mi rostro de las injurias y escupidura. Isaiah 50:7 Porque el Señor Jehová me ayudará, por tanto no me avergoncé: por eso puse mi rostro como un pedernal; y sé que no seré avergonzado. Isaiah 50:8 Cercano está de mí el que me justifica, ¿quién contenderá conmigo? juntémonos. ¿Quién es el adversario de mi causa? acérquese a mí. Isaiah 50:9 He aquí que el Señor Jehová me ayudará, ¿quién hay que me condene? He aquí que todos ellos como ropa de vestir se envejecerán: polilla los comerá. Isaiah 50:10 ¿Quién hay entre vosotros que tema a Jehová? Oiga la voz de su siervo. El que anduvo en tinieblas, y el que careció de luz, confíe en el nombre de Jehová, y recuéstese sobre su Dios. Isaiah 50:11 He aquí que todos vosotros encendéis fuego, y estáis cercados de centellas. Andád a la lumbre de vuestro fuego; y a las centellas que encendisteis. De mi mano os vino esto: en dolor seréis sepultados. Isaiah 51:0 Isaiah 51:1 Oídme, los que seguís justicia, los que buscáis a Jehová: mirád a la piedra de donde fuisteis cortados, y a la caverna del hoyo de donde fuisteis arrancados. Isaiah 51:2 Mirád a Abraham vuestro padre, y a Sara la que os parió; porque solo le llamé, y le bendije, y le multipliqué. Isaiah 51:3 Ciertamente consolará Jehová a Sión, consolará todas sus soledades; y tornará su desierto como Paraíso, y su soledad como huerto de Jehová: hallarse ha en ella alegría y gozo, confesión y voz de cantar. Isaiah 51:4 Estád atentos a mí, pueblo mío, y oídme, nación mía; porque de mí saldrá la ley, y mi juicio descubriré para luz de pueblos. Isaiah 51:5 Cercana está mi justicia, salido ha mi salud, y mis brazos juzgarán a los pueblos. A mí esperarán las islas, y en mi brazo pondrán su esperanza. Isaiah 51:6 Alzád a los cielos vuestros ojos, y mirád abajo a la tierra; porque los cielos serán deshechos como humo, y la tierra se envejecerá como ropa de vestir; y de la misma manera perecerán sus moradores: mas mi salud será para siempre, y mi justicia no perecerá. Isaiah 51:7 Oídme, los que conocéis justicia, pueblo en cuyo corazón está mi ley: No temáis afrenta de hombre, ni desmayéis por sus denuestos: Isaiah 51:8 Porque como a vestidura los comerá polilla, como a lana los comerá gusano: mas mi justicia permanecerá perpetuamente, y mi salud para siglo de siglos. Isaiah 51:9 ¶ Despiértate, despiértate, vístete de fortaleza, o! brazo de Jehová: despiértate como en el tiempo antiguo, en los siglos pasados. ¿No eres tú el que cortó al soberbio, el que hirió al dragón? Isaiah 51:10 ¿No eres tú el que secó la mar, las aguas de la gran hondura: el que al profundo de la mar tornó en camino, para que pasasen los redimidos? Isaiah 51:11 ¶ Cierto los redimidos de Jehová tornarán: volverán a Sión cantando; y gozo perpetuo será sobre sus cabezas: poseerán gozo y alegría; y el dolor y el gemido huirán. Isaiah 51:12 Yo, yo soy vuestro consolador: ¿quién eres tú para que tengas temor del hombre que es mortal, y del hijo del hombre que por heno será contado? Isaiah 51:13 Y has te ya olvidado de Jehová tu Hacedor, que extendió los cielos, y fundó la tierra; y todo el día tuviste temor continuamente del furor del que aflige, cuando se dispone para destruir, ¿mas a dónde está el furor del que aflige? Isaiah 51:14 ¶ El preso se da priesa para ser suelto, por no morir en la mazmorra, y que le falte su pan. Isaiah 51:15 Y yo Jehová soy tu Dios que parto la mar, y suenan sus ondas: Jehová de los ejércitos es su nombre. Isaiah 51:16 Que puse en tu boca mis palabras, y con la sombra de mi mano te cubrí, para que plantases los cielos, y fundases la tierra, y que dijeses a Sión: Pueblo mío eres tú. Isaiah 51:17 ¶ Despiértate, despiértate, levanta, o! Jerusalem, que bebiste de la mano de Jehová el cáliz de su furor: las heces del cáliz de ponzoña bebiste, y chupaste. Isaiah 51:18 De todos los hijos que parió, no hay quien la gobierne: no hay quien la tome por su mano de todos los hijos que crió. Isaiah 51:19 Estas dos cosas te han acaecido, ¿quién se dolerá de ti? asolamiento y quebrantamiento, hambre y espada: ¿quién te consolará? Isaiah 51:20 Tus hijos desmayaron, estuvieron tendidos en las encrucijadas de todos los caminos, como buey montés en la red, llenos del furor de Jehová, de la ira del Dios tuyo. Isaiah 51:21 Oye pues ahora esto, miserable, borracha, y no de vino: Isaiah 51:22 Así dijo tu Señor Jehová, y tu Dios, el que pleitéa por su pueblo: He aquí, he quitado de tu mano el cáliz de la ponzoña, la hez del cáliz de mi furor: nunca más lo beberás. Isaiah 51:23 Y ponerlo he en la mano de tus angustiadores, que dijeron a tu alma: Abájate, y pasaremos; y tú pusiste tu cuerpo como tierra, y como camino a los que pasan. Isaiah 52:0 Isaiah 52:1 Despiértate, despiértate: vístete tu fortaleza, o! Sión: vístete tus ropas de hermosura, o! Jerusalem, ciudad santa; porque nunca más acontecerá que venga en ti incircunciso, ni inmundo. Isaiah 52:2 Sacúdete del polvo, levántate, asiéntate Jerusalem: suéltate de las ataduras de tu cuello, cautiva hija de Sión. Isaiah 52:3 Porque así dice Jehová: De balde fuisteis vendidos, por tanto sin dinero seréis rescatados. Isaiah 52:4 Porque así dijo el Señor Jehová: Mi pueblo descendió en Egipto en tiempo pasado, para peregrinar allá; y el Asur le cautivó sin razón. Isaiah 52:5 Y ahora, ¿Qué a mí aquí, dice Jehová, que mi pueblo sea tomado sin porqué; y los que en él se enseñorean, le hagan aullar, dice Jehová; y continuamente mi nombre sea blasfemado todo el día? Isaiah 52:6 Por tanto mi pueblo sabrá mi nombre por esta causa en aquel día; porque yo mismo que hablo, he aquí, estaré presente. Isaiah 52:7 ¡Cuán hermosos son sobre los montes los pies del que trae alegres nuevas, del que publica la paz, del que trae nuevas del bien, del que publica salud, del que dice a Sión: Tu Dios reina! Isaiah 52:8 Voz de tus atalayas: alzarán la voz, juntamente jubilarán; porque ojo a ojo verán, como torna Jehová a traer a Sión. Isaiah 52:9 Cantád alabanzas, alegráos juntamente, las soledades de Jerusalem: porque Jehová ha consolado su pueblo, ha redimido a Jerusalem. Isaiah 52:10 Jehová desnudó el brazo de su santidad delante de los ojos de todas las naciones; y todos los términos de la tierra verán la salud del Dios nuestro. Isaiah 52:11 ¶ Apartáos, apartáos, salíd de ahí; no toquéis cosa inmunda: salíd de en medio de ella: sed limpios los que lleváis los vasos de Jehová. Isaiah 52:12 Porque no saldréis apresurados, ni iréis huyendo; porque Jehová irá delante de vosotros, y el Dios de Israel os congregará, Isaiah 52:13 He aquí que mi siervo será prosperado, será engrandecido, y será ensalzado, y será muy sublimado. Isaiah 52:14 ¶ Como te abominaron muchos, en tanta manera fue desfigurado de los hombres su parecer; y su hermosura, de los hijos de los hombres: Isaiah 52:15 Así salpicará muchas naciones: los reyes cerrarán sobre él sus bocas: porque verán lo que nunca les fue contado; y entenderán lo que nunca oyeron. Isaiah 53:0 Isaiah 53:1 ¿Quién creyó a nuestro dicho? ¿Y el brazo de Jehová, sobre quien se ha manifestado? Isaiah 53:2 Y subirá, como renuevo delante de él, y como raíz de tierra seca. No hay parecer en él, ni hermosura: le veremos, y sin parecer, tanto que le deseemos. Isaiah 53:3 Despreciado, y desechado entre los hombres, varón de dolores, experimentado en flaqueza; y como que escondimos de él el rostro: menospreciado, y no le estimamos. Isaiah 53:4 ¶ Ciertamente nuestras enfermedades él las llevó, y él sufrió nuestros dolores; y nosotros le tuvimos a él por azotado, herido, y abatido de Dios. Isaiah 53:5 Mas él herido fue por nuestras rebeliones, molido por nuestros pecados: el castigo de nuestra paz sobre él; y por su llaga hubo cura para nosotros. Isaiah 53:6 Todos nosotros nos perdimos como ovejas, cada cual se apartó por su camino: mas Jehová traspuso en él el pecado de todos nosotros. Isaiah 53:7 ¶ Angustiado él, y afligido, no abrió su boca: como cordero fue llevado al matadero; y como oveja delante de sus trasquiladores, enmudeció, y no abrió su boca. Isaiah 53:8 De la cárcel, y del juicio fue quitado; y su generación, ¿quién la contará? Porque fue cortado de la tierra de los vivientes: por la rebelión de mi pueblo plaga a él. Isaiah 53:9 Y puso con los impíos su sepultura, y su muerte con los ricos: aunque nunca él hizo maldad, ni hubo engaño en su boca. Isaiah 53:10 Con todo eso, Jehová le quiso moler, sujetándole a enfermedad. Cuando hubiere puesto su vida por expiación, verá linaje, vivirá por largos días, y la voluntad de Jehová será prosperada en su mano. Isaiah 53:11 Del trabajo de su alma verá, y se hartará. Y con su conocimiento justificará mi siervo justo a muchos; y él llevará las iniquidades de ellos. Isaiah 53:12 Por tanto yo le daré parte con los grandes, y a los fuertes repartirá despojos; por cuanto derramó su vida a la muerte, y fue contado con los transgresores habiendo él llevado el pecado de muchos, y orado por los transgresores. Isaiah 54:0 Isaiah 54:1 Alégrate, o! estéril, la que no paría: levanta canción, y jubila, la que nunca estuvo de parto; porque más serán los hijos de la dejada, que los de la casada, dijo Jehová. Isaiah 54:2 Ensancha el sitio de tu cabaña, y las cortinas de tus tiendas sean extendidas, no seas escasa; alarga tus cuerdas, y fortifica tus estacas. Isaiah 54:3 Porque a la mano derecha, y a la mano izquierda has de crecer; y tu simiente heredará naciones, y habitarán las ciudades asoladas. Isaiah 54:4 No temas, que no serás avergonzada; y no te avergüences, que no serás afrentada: antes te olvidarás de la vergüenza de tu mocedad, y de la afrenta de tu viudez no tendrás más memoria. Isaiah 54:5 Porque tu marido será tu Hacedor, Jehová de los ejércitos es su nombre; y tu Redentor, el Santo de Israel, Dios de toda la tierra será llamado. Isaiah 54:6 Porque como a mujer dejada, y triste de espíritu te llamó Jehová; y como a mujer moza que es repudiada, dijo el Dios tuyo, Isaiah 54:7 Por un momento pequeño te dejé: mas con grandes misericordias te recogeré. Isaiah 54:8 Con un poco de ira escondí mi rostro de ti por un momento: mas con misericordia eterna habré misericordia de ti, dijo tu Redentor Jehová. Isaiah 54:9 Porque esto me será como las aguas de Noé: que juré que nunca más las aguas de Noé pasarían sobre la tierra: así también juré que no me enojaré más contra ti, ni te reñiré. Isaiah 54:10 Porque los montes se moverán, y los collados temblarán: mas mi misericordia no se apartará de ti, ni el concierto de mi paz vacilará, dijo Jehová, el que ha misericordia de ti. Isaiah 54:11 Pobrecica, fatigada con tempestad, sin consuelo, he aquí que yo acimentaré tus piedras sobre carbúnculo; y sobre zafiros te fundaré. Isaiah 54:12 Tus ventanas pondré de piedras preciosas, y tus puertas de piedras de carbúnculo, y todo tu término de piedras de codicia. Isaiah 54:13 Y todos tus hijos serán enseñados de Jehová, y multiplicará la paz de tus hijos. Isaiah 54:14 Con justicia serás adornada: estarás lejos de opresión, porque no la temerás; y de temor, porque no se acercará de ti. Isaiah 54:15 Si alguno conspirare contra ti, será sin mí: el que contra ti conspirare, delante de ti caerá. Isaiah 54:16 He aquí que yo crié al herrero que sopla las ascuas en el fuego, y que saca la herramienta para su obra; y yo crié al destruidor para destruir. Isaiah 54:17 Toda herramienta que fuere fabricada contra ti, no prosperará; y a toda lengua que se levantaré contra ti en juicio, condenarás. Esta es la heredad de los siervos de Jehová, y su justicia de por mí, dijo Jehová. Isaiah 55:0 Isaiah 55:1 O, todos los sedientos, veníd a las aguas; y los que no tienen dinero, veníd, comprád, y coméd: veníd, comprád, sin dinero y sin precio, vino y leche. Isaiah 55:2 ¿Por qué gastáis el dinero no en pan, y vuestro trabajo en no por hartura? Oídme oyendo, y coméd del bien, y deleitarse ha vuestra alma con grosura. Isaiah 55:3 Abajád vuestras orejas, y veníd a mí: oíd, y vivirá vuestra alma. Y haré con vosotros concierto eterno, las misericordias firmes a David. Isaiah 55:4 He aquí que yo le di por testigo a pueblos, por capitán, y por maestro a pueblos. Isaiah 55:5 He aquí que a nación que no conociste, llamarás; y naciones que no te conocieron, correrán a ti, por causa de Jehová tu Dios, y del Santo de Israel que te ha honrado. Isaiah 55:6 Buscád a Jehová, mientras se halla: llamádle, entre tanto que está cercano. Isaiah 55:7 ¶ Deje el impío su camino, y el varón inicuo sus pensamientos, y vuélvase a Jehová, el cual tendrá de él misericordia, y al Dios nuestro, el cual será grande para perdonar. Isaiah 55:8 Porque mis pensamientos no son como vuestros pensamientos, ni vuestros caminos como mis caminos, dijo Jehová. Isaiah 55:9 Como son más altos los cielos que la tierra, así son más altos mis caminos que vuestros caminos, y mis pensamientos más que vuestros pensamientos. Isaiah 55:10 Porque como desciende de los cielos la lluvia, y la nieve, y no vuelve allá, mas harta la tierra, y la hace engendrar, y producir, y da simiente al que siembra, y pan al que come: Isaiah 55:11 Así será mi palabra que sale de mi boca: no volverá a mi vacía, mas hará lo que yo quiero, y será prosperada en aquello para que la envié. Isaiah 55:12 Porque con alegría saldréis, y con paz seréis vueltos: los montes y los collados levantarán canción delante de vosotros, y todos los árboles del campo os aplaudirán con las manos. Isaiah 55:13 En lugar de la zarza crecerá haya; y en lugar de la ortiga crecerá arrayan; y será a Jehová por nombre, por señal eterna, que nunca será raída. Isaiah 56:0 Isaiah 56:1 Así dijo Jehová: Guardád derecho, y hacéd justicia; porque cercana está mi salud para venir, y mi justicia para manifestarse. Isaiah 56:2 Bienaventurado el hombre que esto hiciere, y el hijo del hombre que tomare esto: Que guarda el sábado de contaminarle, y que guarda su mano de hacer todo mal. Isaiah 56:3 Y no diga el hijo del extranjero allegado a Jehová, diciendo: Apartando me apartará Jehová de su pueblo; ni diga el castrado: He aquí, yo soy árbol seco. Isaiah 56:4 Porque así dijo Jehová a los castrados, que guardaren mis sábados, y escogieren lo que yo quiero, y tomaren mi concierto: Isaiah 56:5 Yo les daré lugar en mi casa, y dentro de mis muros: y nombre mejor que a los hijos y a las hijas: nombre perpetuo les daré que nunca perecerá. Isaiah 56:6 Y a los hijos de los extranjeros que se llegaren a Jehová para ministrarle, y que amaren el nombre de Jehová para ser sus siervos: todos los que guardaren el sábado de contaminarle, y tomaren mi concierto: Isaiah 56:7 Yo los llevaré al monte de mi santidad, y festejarlos he en la casa de mi oración: sus holocaustos y sus sacrificios serán aceptos sobre mi altar; porque mi casa, casa de oración será llamada de todos los pueblos. Isaiah 56:8 Dice el Señor Jehová, el que junta los echados de Israel: Aun juntaré sobre él sus congregados. Isaiah 56:9 ¶ Todas las bestias del campo, veníd a tragar, todas las bestias del monte. Isaiah 56:10 Sus atalayas, ciegos: todos ellos ignorantes, todos ellos perros mudos: no pueden ladrar, dormidos, echados, aman el dormir. Isaiah 56:11 Y aquellos perros animosos no conocen hartura; y los mismos pastores no supieron entender: todos ellos miran a sus caminos, cada uno a su provecho, cada uno por su cabo. Isaiah 56:12 Veníd, tomaré vino, embriaguémosnos de sidra; y será el día de mañana como este, mucho más excelente. Isaiah 57:0 Isaiah 57:1 Perece el justo, y no hay quien eche de ver; y los varones piadosos son recogidos, y no hay quien entienda que delante de la aflicción es recogido el justo. Isaiah 57:2 Vendrá la paz, descansarán sobre sus camas todos los que andan delante de él. Isaiah 57:3 Y vosotros, llegáos acá, hijos de la agorera: generación de adúltero y de fornicaria. Isaiah 57:4 ¿De quién escarnecisteis? ¿Contra quién ensanchasteis la boca, y alongasteis la lengua? ¿Vosotros no sois hijos rebeldes, simiente mentirosa? Isaiah 57:5 ¿Qué os calentáis con los alcornoques debajo de todo árbol sombrío? ¿qué sacrificáis los hijos en los valles debajo de los peñascos? Isaiah 57:6 En las polidas peñas del valle es tu parte: estas, estas son tu suerte. A estas también derramaste derramadura, ofreciste presente. ¿No me tengo de vengar de estas cosas? Isaiah 57:7 Sobre el monte alto y enhiesto pusiste tu cama: allí también subiste a sacrificar sacrificio. Isaiah 57:8 Y tras la puerta y el lumbral pusiste tu memorial; porque a otro que a mí te descubriste; y subiste, y ensanchaste tu cama, e hiciste con ellos alianza: amaste su cama donde quiera que veías. Isaiah 57:9 Y fuiste al rey con óleo, y multiplicaste tus olores: y enviaste tus embajadores lejos, y abatístete hasta el profundo. Isaiah 57:10 En la multitud de tus caminos te cansaste, y no dijiste: No hay remedio: hallaste lo que buscabas; por tanto no te arrepentiste. Isaiah 57:11 ¿Y a quién reverenciaste y temiste? ¿Por qué mientes? que no te has acordado de mí, ni te vino al pensamiento. ¿No he yo disimulado, y nunca me has temido? Isaiah 57:12 Yo publicaré tu justicia y tus obras, que no te aprovecharán. Isaiah 57:13 Cuando clamares, líbrente tus allegados: que a todos ellos llevará el viento, tomará la vanidad: mas el que en mí espera, tendrá la tierra por heredad, y poseerá el monte de mi santidad; Isaiah 57:14 ¶ Y dirá: Allanád, allanád: barréd el camino, quitád los tropiezos del camino de mi pueblo. Isaiah 57:15 Porque así dijo el Alto y sublime, el que habita en eternidad, y cuyo nombre es el Santo: Que tengo por morada la altura y la santidad; y con el quebrantado y abatido de espíritu habito, para hacer vivir el espíritu de los abatidos, y para hacer vivir el corazón de los quebrantados. Isaiah 57:16 Porque no tengo de contender para siempre, ni para siempre me tengo de enojar; porque el espíritu por mí fue vestido, y yo hice las almas. Isaiah 57:17 Por la iniquidad de su codicia me enojé, y le herí: escondí mí rostro, y me ensañé; y fue el rebelde por el camino de su corazón. Isaiah 57:18 Sus caminos vi, y sanarle he; y pastorearle he, y darle he consolaciones a él y a sus enlutados. Isaiah 57:19 Crío fruto de labios, paz, paz al lejano y cercano, dijo Jehová, y le sano. Isaiah 57:20 Mas los impíos, como la mar en tempestad, que no se puede reposar; y sus aguas arrojan cieno y lodo. Isaiah 57:21 No hay paz, dijo mi Dios, para los impíos. Isaiah 58:0 Isaiah 58:1 Clama a alta voz, no detengas: alza tu voz como trompeta, y anuncia a mi pueblo su rebelión, y a la casa de Jacob su pecado. Isaiah 58:2 Que me buscan cada día, y quieren saber mis caminos, como nación que hubiese obrado justicia, y que no hubiese dejado el derecho de su Dios: pregúntanme derechos de justicia, y quieren acercarse de Dios. Isaiah 58:3 ¿Por qué ayunamos, y no hiciste caso: humillamos nuestras almas, y no lo supiste? He aquí que en el día de vuestro ayuno halláis lo que queréis, y todos pedís vuestras haciendas. Isaiah 58:4 He aquí que para contiendas y debates ayunáis; y para herir del puño malamente. No ayunéis como hasta aquí, para que sea oída en lo alto vuestra voz. Isaiah 58:5 ¿Es tal el ayuno que yo escogí, que de día aflija el hombre su alma, que encorve su cabeza como junco, y haga cama de saco y ceniza? ¿Esto llamaréis ayuno, y día agradable a Jehová? Isaiah 58:6 ¿No es antes el ayuno que yo escogí, desatar los líos de impiedad, deshacer los haces de opresión, y soltar libres a los quebrantados, y que rompáis todo yugo? Isaiah 58:7 ¿Que partas tu pan con el hambriento, y a los pobres vagabundos metas en casa: cuando vieres al desnudo, le cubras; y que no te escondas de tu carne? Isaiah 58:8 Entonces nacerá tu luz como el alba; y tu sanidad reverdecerá presto; e irá tu justicia delante de ti, y la gloria de Jehová te recogerá. Isaiah 58:9 Entonces invocarás, y oírte ha Jehová: clamarás, y dirá: Heme aquí. Si quitares de en medio de ti el yugo, el extender el dedo, y hablar vanidad; Isaiah 58:10 Y si derramares tu alma al hambriento, y hartares el alma afligida: en las tinieblas nacerá tu luz; y tu oscuridad será como el mediodía. Isaiah 58:11 Y pastorearte ha Jehová siempre, y en las sequedades hartará tu alma, y engordará tus huesos; y serás como huerta de riego, y como manadero de aguas, cuyas aguas nunca faltan. Isaiah 58:12 Y edificarán de ti los desiertos antiguos: los cimientos caídos de generación y generación levantarás; y serás llamado, reparador de portillos, restaurador de calzadas para habitar. Isaiah 58:13 Si retrajeres del sábado tu pie, de hacer tu voluntad en mi día santo, y al sábado llamares delicias, santo, glorioso de Jehová; y le venerares, no haciendo tus caminos, ni buscando tu voluntad, ni hablando palabra: Isaiah 58:14 Entonces te deleitarás en Jehová; y hacerte he subir sobre las alturas de la tierra, y hacerte he comer la heredad de Jacob tu padre; porque la boca de Jehová ha hablado. Isaiah 59:0 Isaiah 59:1 He aquí, que no es acortada la mano de Jehová para salvar; ni es agravado su oído para oír: Isaiah 59:2 Mas vuestras iniquidades han hecho división entre vosotros y vuestro Dios; y vuestros pecados han hecho cubrir su rostro de vosotros, para no os oír. Isaiah 59:3 Porque vuestras manos están contaminadas de sangre, y vuestros dedos de iniquidad: vuestros labios pronuncian mentira, y vuestra lengua habla maldad. Isaiah 59:4 No hay quien clame por la justicia, ni quien juzgue por la verdad: confían en vanidad, y hablan vanidades: conciben trabajo, y paren iniquidad. Isaiah 59:5 Ponen huevos de áspides, y tejen telas de arañas: el que comiere de sus huevos, morirá; y si lo apretaren, saldrá un basilisco. Isaiah 59:6 Sus telas no servirán para vestir, ni de sus obras serán cubiertos: sus obras son obras de iniquidad, y obra de rapiña está en sus manos. Isaiah 59:7 Sus pies corren al mal, y se apresuran para derramar la sangre inocente: sus pensamientos, pensamientos de iniquidad: destrucción y quebrantamiento en sus caminos. Isaiah 59:8 Nunca conocieron camino de paz, ni hay derecho en sus caminos: sus veredas torcieron a sabiendas: cualquiera que por ellas fuere, no conocerá paz. Isaiah 59:9 Por esto se alejó de nosotros el juicio, y justicia nunca nos alcanzó: esperamos luz, y he aquí tinieblas; resplandores, y andamos en oscuridad. Isaiah 59:10 Atentamos como ciegos la pared, y como sin ojos andamos a tiento: tropezamos en el medio día como de noche: sepultados como muertos. Isaiah 59:11 Aullamos como osos todos nosotros, y como palomas gemimos gimiendo: esperamos juicio, y no parece: salud, y se alejó de nosotros. Isaiah 59:12 Porque nuestras rebeliones se han multiplicado delante de ti, y nuestros pecados nos han respondido; porque nuestras iniquidades están con nosotros, y conocemos nuestros pecados. Isaiah 59:13 Rebelar, y mentir contra Jehová, y tornar de en pos de nuestro Dios: hablar calumnia, y rebelión, concebir, y hablar de corazón palabras de mentira. Isaiah 59:14 Y el derecho se retiró, y la justicia se puso lejos; porque la verdad tropezó en la plaza, y la equidad no pudo venir. Isaiah 59:15 Y la verdad fue detenida; y el que se apartó del mal fue puesto en presa. Y lo vio Jehová, y desagradó en sus ojos; porque pereció el derecho. Isaiah 59:16 ¶ Y vio que no había hombre, y se maravilló que no hubiese quien entreviniese; y salvóle su brazo, y su misma justicia le afirmó. Isaiah 59:17 Y vistióse de justicia, como de loriga, y capacete de salud en su cabeza; y vistióse de vestido de venganza por vestido, y cubrióse de zelo como de manto. Isaiah 59:18 Como para dar pagos, como para tomar venganza de sus enemigos, dar el pago a sus adversarios: a las islas dará el pago. Isaiah 59:19 Y temerán desde el occidente el nombre de Jehová, y desde el nacimiento del sol, su gloria; porque vendrá el enemigo como río, mas el Espíritu de Jehová levantará bandera contra él. Isaiah 59:20 ¶ Y vendrá Redentor a Sión, y a los que se volvieren de la iniquidad en Jacob, dijo Jehová. Isaiah 59:21 Y este será mi concierto con ellos, dijo Jehová: El Espíritu mío que está sobre ti, y mis palabras que puse en tu boca, no faltarán de tu boca, y de la boca de tu simiente, y de la boca de la simiente de tu simiente, dijo Jehová, desde ahora y para siempre. Isaiah 60:0 Isaiah 60:1 Levántate, resplandece: que viene tu lumbre, y la gloria de Jehová ha nacido sobre ti. Isaiah 60:2 Que he aquí que tinieblas cubrirán la tierra, y oscuridad los pueblos; y sobre ti nacerá Jehová, y sobre ti será vista su gloria. Isaiah 60:3 Y andarán las naciones a tu lumbre, y los reyes al resplandor de tu sol. Isaiah 60:4 Alza tus ojos en derredor, y mira, todos estos se han juntado, vinieron a ti: tus hijos vendrán de lejos, y tus hijas sobre el lado serán criadas. Isaiah 60:5 Entonces verás, y resplandecerás; y maravillarse ha, y ensancharse ha tu corazón, que se haya vuelto a ti la multitud de la mar, que la fortaleza de las naciones haya venido a ti. Isaiah 60:6 Multitud de camellos te cubrirá, pollinos de Madián, y de Efa: todos los de Sabá vendrán: oro e incienso traerán, y publicarán alabanzas de Jehová. Isaiah 60:7 Todo el ganado de Cedar será juntado para ti: carneros de Nabaiot te serán servidos: serán ofrecidos con gracia sobre mi altar; y la casa de mi gloria glorificaré. Isaiah 60:8 ¿Quiénes son estos que vuelan como nubes, y como palomas a sus ventanas? Isaiah 60:9 Porque a mi esperarán las islas, y las naves de Társis desde el principio: para traer tus hijos de lejos, su plata, y su oro con ellos, al nombre de Jehová tu Dios, y al Santo de Israel, que te ha glorificado. Isaiah 60:10 Y los hijos de los extranjeros edificarán tus muros, y sus reyes te servirán; porque en mi ira te herí, mas en mi buena voluntad habré de ti misericordia. Isaiah 60:11 Tus puertas estarán de continuo abiertas, no se cerrarán de día ni de noche: para que fortaleza de naciones sea traída a ti, y sus reyes guiando. Isaiah 60:12 Porque la nación, o el reino que no te sirviere, perecerá; y asolando serán asoladas. Isaiah 60:13 La gloria del Líbano vendrá a ti, hayas, pinos, y bojes juntamente, para honrar el lugar de mi santuario, y honraré el lugar de mis pies. Isaiah 60:14 Y vendrán a ti humillados los hijos de los que te afligieron, y a las pisadas de tus pies se encorvarán todos los que te escarnecían; y llamarte han: Ciudad de Jehová, Sión del Santo de Israel. Isaiah 60:15 En lugar de que has sido desechada y aborrecida, y que no había quien pasase por ti, ponerte he en gloria perpetua, en gozo de generación y generación. Isaiah 60:16 Y mamarás la leche de las naciones, el pecho de los reyes mamarás; y conocerás que yo soy Jehová el Salvador tuyo, y Redentor tuyo, el Fuerte de Jacob. Isaiah 60:17 Por el metal traeré oro, y por el hierro plata, y por la madera metal, y por las piedras hierro; y pondré paz por tu tributo, y justicia por tus exactores. Isaiah 60:18 Nunca más se oirá en tu tierra violencia, destrucción y quebrantamiento en tus términos: mas a tus muros llamarás salud; y a tus puertas alabanza. Isaiah 60:19 El sol nunca más te servirá de luz para el día, ni el resplandor de la luna te alumbrará: mas serte ha Jehová por luz perpetua, y por tu gloria, el Dios tuyo. Isaiah 60:20 No se pondrá jamás tu sol, ni tu luna menguará; porque te será Jehová por perpetua luz, y los días de tu luto serán acabados. Isaiah 60:21 Y tu pueblo, todos ellos, serán justos; para siempre heredarán la tierra: serán renuevos de mi plantación, obra de mis manos, para glorificarme. Isaiah 60:22 El pequeño será por mil, el menor, por nación fuerte. Yo Jehová a su tiempo haré que esto sea presto. Isaiah 61:0 Isaiah 61:1 El Espíritu del Señor Jehová es sobre mí; porque me ungió Jehová: envióme a predicar a los abatidos: a atar las llagas de los quebrantados de corazón, a publicar libertad a los cautivos, y a los presos abertura de la cárcel: Isaiah 61:2 A publicar año de la buena voluntad de Jehová, y día de venganza del Dios nuestro: a consolar a todos los enlutados: Isaiah 61:3 A ordenar a Sión a los enlutados, para darles gloria en lugar de la ceniza, óleo de gozo en lugar del luto, manto de alegría en lugar del espíritu angustiado; y serán llamados árboles de justicia, plantación de Jehová, para glorificarme. Isaiah 61:4 ¶ Y edificarán los desiertos antiguos, y levantarán los asolamientos primeros; y restaurarán las ciudades asoladas, los asolamientos de muchas generaciones. Isaiah 61:5 Y estarán extranjeros, y apacentarán vuestras ovejas; y los extraños serán vuestros labradores, y vuestros viñeros. Isaiah 61:6 Y vosotros seréis llamados sacerdotes de Jehová; ministros del Dios nuestro seréis dichos: comeréis la fuerza de las naciones, y con su gloria seréis sublimes. Isaiah 61:7 En lugar de vuestra vergüenza doble; y de vuestra deshonra, os alabarán en sus heredades: por lo cual en sus tierras poseerán doblado, y habrán gozo perpetuo. Isaiah 61:8 Porque yo Jehová soy amador del derecho, aborrecedor del latrocinio para holocausto: que confirmaré en verdad su obra, y haré con ellos concierto perpetuo. Isaiah 61:9 Y la simiente de ellos será conocida entre las naciones, y sus renuevos en medio de los pueblos: todos los que los vieren, los conocerán, que son simiente bendita de Jehová. Isaiah 61:10 Gozando me gozaré en Jehová, mi alma se alegrará en mi Dios; porque me vistió de vestidos de salud, me cercó de manto de justicia: como a novio me atavió, y como a novia compuesta de sus joyas. Isaiah 61:11 Porque como la tierra produce su renuevo, y como el huerto hace brotar su simiente; así el Señor Jehová hará brotar justicia y alabanza, delante de todas las naciones. Isaiah 62:0 Isaiah 62:1 Por causa de Sión no callaré, y por causa de Jerusalem no reposaré, hasta que salga como resplandor su justicia, y su salud se encienda como una hacha. Isaiah 62:2 Y verán las naciones tu justicia, y todos los reyes tu gloria; y serte ha puesto un nombre nuevo que la boca de Jehová nombrará. Isaiah 62:3 Y serás corona de gloria en la mano de Jehová, y diadema de reino en la mano del Dios tuyo. Isaiah 62:4 Nunca más te llamarán desamparada, ni tu tierra se dirá más asolamiento: mas serás llamada Hapsiba, Mi voluntad en ella; y tu tierra Beula, Casada; porque el querer de Jehová será en ti, y tu tierra será casada. Isaiah 62:5 Porque como el mancebo se casa con la virgen, se casarán contigo tus hijos; y como el gozo del esposo con la esposa, así se gozará contigo el Dios tuyo. Isaiah 62:6 Sobre tus muros, o! Jerusalem, he puesto guardas; todo el día y toda la noche continuamente no callarán. Los que os acordáis de Jehová, no ceséis. Isaiah 62:7 Ni a él le deis vagar hasta que confirme, y hasta que ponga a Jerusalem en alabanza en la tierra. Isaiah 62:8 Juró Jehová por su mano derecha, y por el brazo de su fortaleza: Que jamás daré tu trigo por comida a tus enemigos, ni beberán los extraños el vino que tu trabajaste. Isaiah 62:9 Mas los que lo allegaron, lo comerán, y alabarán a Jehová; y los que lo cogieron lo beberán en los patios de mi santuario. Isaiah 62:10 Pasád, pasád por las puertas: barréd el camino al pueblo: allanád, allanád la calzada, quitád las piedras, alzád pendón a los pueblos. Isaiah 62:11 He aquí que Jehová hizo oír hasta lo último de la tierra: Decíd a la hija de Sión: He aquí viene tu Salvador: he aquí que su salario trae, y su obra delante de él. Isaiah 62:12 Y llamarles han: Pueblo santo, redimidos de Jehová; y a ti te llamarán: Ciudad buscada, no desamparada. Isaiah 63:0 Isaiah 63:1 ¿Quién es este que viene de Edom: de Bosra, con vestidos bermejos? ¿Este, hermoso en su vestido, que va con la grandeza de su poder? Yo, el que hablo en justicia, grande para salvar. Isaiah 63:2 ¿Por qué es bermejo tu vestido? ¿y tus ropas como de el que ha pisado en lagar? Isaiah 63:3 Solo pisé el lagar, y de los pueblos nadie fue conmigo. Pisélos con mi ira, y los hollé con mi furor; y su sangre salpicó mis vestidos, y ensucié todas mis ropas. Isaiah 63:4 Porque el día de la venganza está en mi corazón; y el año de mis redimidos es venido. Isaiah 63:5 Miré pues, y no había quien ayudase; y abominé, que no hubiese quien me sustentase: y salvóme mi brazo, y me sustentó mi ira. Isaiah 63:6 Y hollé los pueblos con mi ira, y los embriagué de mi furor, y derribé a tierra su fortaleza. Isaiah 63:7 ¶ De las misericordias de Jehová haré memoria, de las alabanzas de Jehová, como sobre todo lo que Jehová nos ha dado; y de la grandeza de su beneficencia a la casa de Israel, que les ha hecho según sus misericordias, y según la multitud de sus miseraciones. Isaiah 63:8 Y dijo: Ciertamente mi pueblo son, hijos que no mienten; y fue su Salvador. Isaiah 63:9 En toda angustia de ellos él fue angustiado, y el ángel de su faz los salvó: con su amor, y con su clemencia los redimió, y los trajo a cuestas, y los levantó todos los días del siglo. Isaiah 63:10 Mas ellos fueron rebeldes, e hicieron enojar su Espíritu Santo: por lo cual se les volvió enemigo, y él mismo peleó contra ellos. Isaiah 63:11 Empero acordóse de los días antiguos, de Moisés, y de su pueblo: ¿Dónde está el que los hizo subir de la mar con el pastor de su rebaño? ¿Dónde está el que puso en medio de él su Espíritu Santo? Isaiah 63:12 ¿El que los guió por la diestra de Moisés con el brazo de su gloria? ¿El que rompió las aguas, haciéndose a sí nombre perpetuo? Isaiah 63:13 El que los hizo ir por los abismos como un caballo por el desierto, nunca tropezaron. Isaiah 63:14 El Espíritu de Jehová los pastoreó, como a una bestia que desciende al valle: así pastoreaste tu pueblo, para hacerte nombre glorioso. Isaiah 63:15 ¶ Mira desde el cielo, desde la morada de tu santidad, y de tu gloria. ¿Dónde está tu zelo, y tu fortaleza, la multitud de tus entrañas, y de tus miseraciones para conmigo? ¿Hánse estrechado? Isaiah 63:16 Porque tú eres nuestro padre, que Abraham nos ignora, e Israel no nos conoce: Tú, Jehová, eres nuestro padre, nuestro Redentor perpetuo es tu nombre. Isaiah 63:17 ¿Por qué, o! Jehová, nos has hecho errar de tus caminos? ¿Endureciste nuestro corazón a tu temor? Vuélvete por tus siervos, por las tribus de tu heredad. Isaiah 63:18 Por poco tiempo poseyó la tierra prometida, el pueblo de tu santidad: nuestros enemigos han hollado tu santuario. Isaiah 63:19 Habemos sido como aquellos de quienes nunca te enseñoreaste, sobre los cuales nunca fue llamado tu nombre. Isaiah 64:0 Isaiah 64:1 ¡O si rompieses los cielos, y descendieses, y a tu presencia se escurriesen los montes, Isaiah 64:2 Como fuego, que abrasando derrite, fuego que hace hervir el agua, para que hicieses notorio tu nombre a tus enemigos, y las naciones temblasen a tu presencia! Isaiah 64:3 Como descendiste, cuando hiciste terribilidades, cuales nunca esperamos, que los montes se escurrieron delante de ti. Isaiah 64:4 Ni nunca oyeron, ni oídos percibieron, ni ojo vio Dios fuera de ti, que hiciese otro tanto por el que en él espera. Isaiah 64:5 Saliste al encuento al que con alegría obró justicia: en tus caminos se acordaban de ti: he aquí, tú te enojaste porque pecamos: ellos serán eternos, y nosotros seremos salvos. Isaiah 64:6 Que todos nosotros éramos como suciedad, y todas nuestras justicias como trapo de inmundicia; y caímos como la hoja del árbol, todos nosotros, y nuestras maldades nos llevaron como viento. Isaiah 64:7 Y nadie hay que invoque tu nombre, ni que se despierte para tenerte: por lo cual escondiste de nosotros tu rostro, y nos dejaste marchitar en poder de nuestras maldades. Isaiah 64:8 Ahora pues, Jehová, tú eres nuestro padre: nosotros lodo, y tú el que nos obraste; así que obra de tus manos somos todos nosotros. Isaiah 64:9 No te aires, o! Jehová, sobre manera, ni tengas perpetua memoria de la iniquidad: he aquí, mira ahora, pueblo tuyo somos todos nosotros. Isaiah 64:10 Tus santas ciudades son desiertas: Sión desierto es, y Jerusalem soledad. Isaiah 64:11 La casa de nuestro santuario y de nuestra gloria, en la cual te alabaron nuestros padres, fue quemada de fuego, y todas nuestras cosas preciosas fueron destruidas. Isaiah 64:12 ¿Detenerte has, o! Jehová, sobre estas cosas? ¿Callarás, y afligirnos has sobre manera? Isaiah 65:0 Isaiah 65:1 Fui buscado de los que no preguntaban por mí, y fui hallado de los que no me buscaban. Dije a nación que no invocaba mi nombre: Heme aquí, heme aquí. Isaiah 65:2 Extendí mis manos todo el día a pueblo rebelde, que camina por camino no bueno, en pos de sus pensamientos: Isaiah 65:3 Pueblo que en mi cara me provoca siempre a ira, sacrificando en huertos, y haciendo perfume sobre ladrillos: Isaiah 65:4 Que se quedan a dormir en los sepulcros, y en los desiertos tienen la noche: que comen carne de puerco, y en sus ollas hay caldo de cosas inmundas: Isaiah 65:5 Que dicen: Estáte en tu lugar, no te llegues a mí, que soy más santo que tú. Estos son humo en mi furor, fuego que arde todo el día. Isaiah 65:6 He aquí, que escrito está delante de mí: No callaré, antes daré; y pagaré en su seno, Isaiah 65:7 Vuestras iniquidades, y las iniquidades de vuestros padres juntamente, dice Jehová, que hicieron perfume sobre los montes, y sobre los collados me afrentaron: por tanto yo les mediré su obra antigua en su seno. Isaiah 65:8 ¶ Jehová dijo así: Como si alguno hallase mosto en un racimo, y dijese: No lo eches a mal, que bendición hay en él; así haré yo por mis siervos, que no lo echaré a perder todo. Isaiah 65:9 Mas sacaré simiente de Jacob, y de Judá heredero de mis montes, y mis escogidos la poseerán por heredad, y mis siervos habitarán allí. Isaiah 65:10 Y será Sarón para habitación de ovejas, y el valle de Acor para majada de vacas a mi pueblo, que me buscó. Isaiah 65:11 Mas vosotros que dejáis a Jehová, que olvidáis el monte de mi santidad, que ponéis mesa a la fortuna, y cumplís el número de la derramadura; Isaiah 65:12 Yo también os contaré al cuchillo, y todos vosotros os arrodillaréis al degolladero; porque llamé, y no respondisteis; hablé, y no oísteis; e hicisteis lo malo delante de mis ojos, y escogisteis lo que a mí desagrada. Isaiah 65:13 ¶ Por tanto así dijo el Señor Jehová: He aquí que mis siervos comerán, y vosotros tendréis hambre: he aquí que mis siervos beberán, y vosotros tendréis sed: he aquí que mis siervos se alegrarán, y vosotros seréis avergonzados: Isaiah 65:14 He aquí que mis siervos jubilarán por la alegría del corazón, y vosotros clamaréis por el dolor del corazón; y por el quebrantamiento de espíritu aullaréis. Isaiah 65:15 Y dejaréis vuestro nombre por maldición a mis escogidos; y el Señor Jehová te matará, y a sus siervos llamará por otro nombre. Isaiah 65:16 El que se echare bendición en la tierra, en el Dios de verdad se bendecirá; y el que jurare en la tierra, por el Dios de verdad jurará; porque las angustias primeras serán olvidadas, y serán cubiertas de mis ojos. Isaiah 65:17 Porque he aquí que yo crearé nuevos cielos y nueva tierra: de lo primero no habrá memoria, ni más vendrán al pensamiento: Isaiah 65:18 Mas gozaros heis, y alegraros heis por siglo de siglo en las cosas que yo crearé; porque he aquí que yo crío a Jerusalem alegría, y a su pueblo gozo, Isaiah 65:19 Y alegrarme he con Jerusalem, y gozarme he con mi pueblo; y nunca más se oirá en ella voz de lloro, ni voz de clamor. Isaiah 65:20 No habrá más allí mozo de días, ni viejo que no cumpla sus días; porque el mozo morirá de cien años; y el que de cien años pecare, será maldito. Isaiah 65:21 Y edificarán casas, y morarán: plantarán viñas, y comerán el fruto de ellas. Isaiah 65:22 No edificarán, y otro morará: no plantarán, y otro comerá; porque según los días de los árboles serán los días de mi pueblo, y mis escogidos perpetuarán las obras de sus manos. Isaiah 65:23 No trabajarán en vano, ni parirán con miedo; porque sus partos serán simiente de los benditos de Jehová, y sus descendencias estarán con ellos. Isaiah 65:24 Y será que antes que clamen, yo oiré: aun hablando ellos, yo oiré. Isaiah 65:25 El lobo y el cordero serán apacentados juntos, y el león comerá paja como el buey, y a la serpiente el polvo será su comida: no afligirán, ni harán mal en todo mi santo monte, dijo Jehová. Isaiah 66:0 Isaiah 66:1 Jehová dijo así: El cielo es mi trono, y la tierra estrado de mis pies: ¿Dónde quedará esta casa que me habéis edificado; y dónde quedará este lugar de mi reposo? Isaiah 66:2 Mi mano hizo todas estas cosas, y por ella todos estas cosas fueron, dijo Jehová: a aquel pues miraré que es pobre y abatido de espíritu, y que tiembla a mi palabra. Isaiah 66:3 El que sacrifica buey, como si matase un hombre: el que sacrifica oveja, como si degollase un perro: el que ofrece presente, como si ofreciese sangre de puerco: el que ofrece perfume, como si bendijese la iniquidad. Y pues escogieron sus caminos, y su alma amó sus abominaciones: Isaiah 66:4 También yo escogeré sus escarnios, y traeré sobre ellos lo que temieron; porque llamé, y nadie respondió: hablé, y no oyeron; e hicieron lo malo delante de mis ojos, y escogieron lo que a mí desagrada. Isaiah 66:5 Oíd palabra de Jehová los que tembláis a su palabra. Vuestros hermanos, los que os aborrecen, y os niegan por causa de mi nombre, dijeron: Glorifíquese Jehová. Mas él se mostrará con vuestra alegría, y ellos serán confusos. Isaiah 66:6 Voz de alboroto se oye de la ciudad, voz del templo, voz de Jehová que da el pago a sus enemigos. Isaiah 66:7 ¶ Antes que estuviese de parto, parió: antes que le viniesen dolores, parió hijo. Isaiah 66:8 ¿Quién oyó cosa semejante? ¿Quién vio cosa semejante? ¿La tierra parirse ha en un día? ¿Nacerá toda una nación de una vez? Que Sión estuvo de parto, y parió juntamente sus hijos. Isaiah 66:9 ¿Yo que hago parir, no pariré? dijo Jehová. ¿Yo que hago engendrar, seré detenido? dice el Dios tuyo. Isaiah 66:10 Alegráos con Jerusalem, y gozáos con ella, todos los que la amáis: gozáos con ella de gozo, todos los que os enlutasteis por ella: Isaiah 66:11 Para que maméis y os hartéis de las tetas de sus consolaciones: para que ordeñéis, y os deleitéis con el resplandor de su gloria. Isaiah 66:12 Porque así dice Jehová: He aquí que yo extiendo sobre ella paz, como un río; y la gloria de las naciones, como un arroyo que sale de madre; y mamaréis, y sobre el lado seréis traídos, y sobre las rodillas seréis regalados. Isaiah 66:13 Como el varón a quien consuela su madre, así os consolaré yo a vosotros, y sobre Jerusalem tomaréis consuelo. Isaiah 66:14 Y veréis, y alegrarse ha vuestro corazón, y vuestros huesos, como la yerba reverdecerán; y la mano de Jehová para con sus siervos será conocida, y contra sus enemigos se airará. Isaiah 66:15 Porque he aquí que Jehová vendrá con fuego, y sus carros, como torbellino, para tornar su ira en furor; y su reprensión en llama de fuego. Isaiah 66:16 Porque Jehová juzgará con fuego y con su espada a toda carne; y los muertos de Jehová serán multiplicados. Isaiah 66:17 Los que se santifican, y los que se purifican en los huertos, unos tras otros: los que comen carne de puerco, y abominación, y ratón, juntamente serán talados, dice Jehová. Isaiah 66:18 Porque yo entiendo sus obras y sus pensamientos: tiempo vendrá para juntar todas las naciones y las lenguas; y vendrán, y verán mi gloria. Isaiah 66:19 Y pondré entre ellos seña; y enviaré de los escapados de ellos a las naciones, a Társis, a Pul, y Lud, que tiran arco, a Tubal, y a Javán, a las islas apartadas, que no oyeron de mí, ni vieron mi gloria, y publicarán mi gloria entre las naciones. Isaiah 66:20 Y traerán a todos vuestros hermanos de entre todas las naciones por presente a Jehová, en caballos, en carros, en literas, y en mulos, y en camellos, a mi santo monte de Jerusalem, dice Jehová, de la manera que los hijos de Israel suelen traer el presente en vasos limpios a la casa de Jehová. Isaiah 66:21 Y tomaré también de ellos para sacerdotes y Levitas, dice Jehová. Isaiah 66:22 Porque como los cielos nuevos, y la tierra nueva que yo hago, permanecen delante de mí, dice Jehová, así permanecerá vuestra simiente y vuestro nombre. Isaiah 66:23 Y será que de mes en mes, y de sábado en sábado vendrá toda carne a adorar delante de mí, dijo Jehová. Isaiah 66:24 Y saldrán, y verán los cuerpos de los muertos de los varones que se rebelaron contra mí; porque su gusano nunca morirá, ni su fuego se apagará; y serán abominables a toda carne.
Jeremiah 0:0
Jeremiah 1:0 Jeremiah 1:1 Las palabras de Jeremías, hijo de Helcías, de los sacerdotes que estuvieron en Anatot, en tierra de Ben-jamín. Jeremiah 1:2 La palabra de Jehová que fue a él en los días de Josías, hijo de Amón, rey de Judá, a los trece años de su reino. Jeremiah 1:3 Asimismo fue en días de Joacim, hijo de Josías, rey de Judá, hasta el fin del onceno año de Sedequías, hijo de Josías, rey de Judá, hasta la cautividad de Jerusalem en el mes quinto. Jeremiah 1:4 Fue pues palabra de Jehová a mí, diciendo: Jeremiah 1:5 Antes que te formase en el vientre, te conocí; y antes que salieses de la matriz, te santifiqué: a las naciones te di por profeta. Jeremiah 1:6 Y yo dije: ¡Ha, ha, Señor Jehová! ¡He aquí, no sé hablar, porque soy mozo! Jeremiah 1:7 Y díjome Jehová: No digas: Soy mozo; porque a todo lo que te enviaré irás, y todo lo que te mandaré, dirás. Jeremiah 1:8 No temas delante de ellos; porque contigo soy para librarte, dijo Jehová. Jeremiah 1:9 Y extendió Jehová su mano, y tocó sobre mi boca; y díjome Jehová: He aquí, he puesto mis palabras en tu boca: Jeremiah 1:10 Mira que te he puesto en este día sobre naciones y sobre reinos para arrancar, y para destruir, y para echar a perder, y para derribar, y para edificar, y para plantar. Jeremiah 1:11 ¶ Y la palabra de Jehová fue a mí, diciendo: ¿Qué ves tú, Jeremías? Y dije: Yo veo una vara presurosa. Jeremiah 1:12 Y díjome Jehová: Bien has visto; porque yo apresuro mi palabra para hacerla. Jeremiah 1:13 Y fue a mi palabra de Jehová segunda vez, diciendo: ¿Qué ves tú? Y dije: Yo veo una olla que hierve. Y su haz está de la parte del aquilón. Jeremiah 1:14 Y díjome Jehová: Del aquilón se soltará el mal sobre todos los moradores de la tierra. Jeremiah 1:15 Porque he aquí que yo convoco todas las familias de los reinos del aquilón, dijo Jehová, y vendrán; y pondrá cada uno su asiento a la entrada de las puertas de Jerusalem, y junto a todos sus muros en derredor, y junto a todas las ciudades de Judá. Jeremiah 1:16 Y hablaré con ellos mis juicios a causa de toda su malicia, que me dejaron, e incensaron a dioses extraños, y a hechuras de sus manos se encorvaron. Jeremiah 1:17 ¶ Y tú ceñirás tus lomos, y levantarte has, y hablarles has todo lo que yo te mandaré: no temas delante de ellos, porque no te haga quebrantar delante de ellos. Jeremiah 1:18 Porque he aquí que yo te he puesto en este día como ciudad fortalecida, y como columna de hierro, y como muro de metal, sobre toda la tierra, a los reyes de Judá, a sus príncipes, a sus sacerdotes, y al pueblo de la tierra. Jeremiah 1:19 Y pelearán contra ti, mas no te vencerán; porque yo soy contigo, dice Jehová, para librarte. Jeremiah 2:0 Jeremiah 2:1 Y fue a mí palabra de Jehová, diciendo: Jeremiah 2:2 Vé, y clama en los oídos de Jerusalem, diciendo: Jehová dice así: Heme acordado de ti, de la misericordia de tu mocedad, del amor de tu desposorio, cuando andabas tras mí en el desierto, en tierra no sembrada. Jeremiah 2:3 Santidad era entonces Israel a Jehová, primicias de sus nuevos frutos: todos los que le comen, pecarán: mal vendrá sobre ellos, dice Jehová. Jeremiah 2:4 Oíd palabra de Jehová, casa de Jacob, y todas las familias de la casa de Israel. Jeremiah 2:5 Jehová dijo así: ¿Qué maldad hallaron en mí vuestros padres, que se alejaron de mí, y se fueron tras la vanidad, y tornáronse vanos? Jeremiah 2:6 Y no dijeron: ¿Dónde está Jehová: el que nos hizo subir de tierra de Egipto: el que nos hizo andar por el desierto; por una tierra desierta y despoblada, por una tierra seca y de sombra de muerte, por una tierra por la cual no pasó varón, ni hombre habitó allí? Jeremiah 2:7 Y os metí en tierra del Carmelo, para que comieseis su fruto y su bien; y entrasteis, y contaminasteis mi tierra, y mi heredad hicisteis abominable. Jeremiah 2:8 Los sacerdotes no dijeron: ¿Dónde está Jehová? Y los que tenían la ley no me conocieron, y los pastores se rebelaron contra mí, y los profetas profetizaron en Baal, y caminaron tras lo que no aprovecha. Jeremiah 2:9 Por tanto entraré aun en juicio con vosotros, dijo Jehová, y con los hijos de vuestros hijos pleitearé. Jeremiah 2:10 Porque pasád a las islas de Quitim, y mirád, y enviád a Cedar, y considerád con diligencia; y mirád si se ha hecho cosa semejante a esta. Jeremiah 2:11 ¿Si alguna nación ha mudado dioses? aunque ellos no son dioses; y mi pueblo ha trocado su gloria por lo que no aprovecha. Jeremiah 2:12 Asoláos, cielos, sobre esto, y alborotáos: Asoláos en gran manera, dijo Jehová. Jeremiah 2:13 Porque dos males ha hecho mi pueblo: dejáronme a mí, fuente de agua viva, por cavar para sí cisternas, cisternas rotas, que no detienen aguas. Jeremiah 2:14 ¿Es Israel siervo? ¿es esclavo? ¿por qué ha sido dado en presa? Jeremiah 2:15 Los cachorros de los leones bramaron sobre él, dieron su voz; y pusieron su tierra en soledad, desiertas sus ciudades sin morador. Jeremiah 2:16 Aun los hijos de Nof y de Tafnes te quebrantarán la mollera. Jeremiah 2:17 ¿No te hará esto tu dejar a Jehová tu Dios, cuando te hacía andar por camino? Jeremiah 2:18 Ahora pues, ¿qué tienes tú en el camino de Egipto, para que bebas agua del Nilo? ¿y qué tienes tú en el camino de Asiria, para que bebas agua del río? Jeremiah 2:19 Tu maldad te castigará, y tu apartamiento te acusará. Sabe pues, y ve cuán malo y amargo es tu dejar a Jehová tu Dios, y faltar mi temor en ti, dijo el Señor Jehová de los ejércitos. Jeremiah 2:20 Porque desde muy atrás he quebrado tu yugo, rompido tus ataduras; y dijiste: No serviré. Con todo eso, sobre todo collado alto, y debajo de todo árbol sombrío tú corrías, o! ramera. Jeremiah 2:21 Yo pues te planté de buen vidueño, toda ella simiente de verdad, ¿cómo pues te me has tornado sarmientos de vid extraña? Jeremiah 2:22 Aunque te laves con salitre, y amontones jabón sobre ti, tu pecado está sellado delante de mí, dijo el Señor Jehová. Jeremiah 2:23 ¿Cómo dices: No soy inmunda, nunca anduve tras los Baales? Mira tu camino en el valle: conoce lo que has hecho, dromedaria ligera que frecuenta sus carreras: Jeremiah 2:24 Asna montés acostumbrada al desierto, que respira como quiere: ¿de su ocasión quién la detendrá? todos los que la buscaren no se cansarán: hallarla han en su mes. Jeremiah 2:25 Defiende tus pies de andar descalzos, y tu garganta de la sed; y dijiste: Háse perdido la esperanza: en ninguna manera; porque he amado extraños, y tras ellos tengo de ir. Jeremiah 2:26 Como se avergüenza el ladrón cuando es tomado, así se avergonzaron la casa de Israel; ellos, sus reyes, sus príncipes, sus sacerdotes, y sus profetas, Jeremiah 2:27 Diciendo al leño: Mi padre eres tú; y a la piedra: Tú me has engendrado. Que me volvieron la cerviz; y no el rostro; y en el tiempo de su trabajo, dicen: Levántate, y líbranos. Jeremiah 2:28 ¿Y dónde están tus dioses, que hiciste para ti? Levántense, a ver si te podrán librar en el tiempo de tu aflicción; porque al número de tus ciudades, o! Judá, fueron tus dioses. Jeremiah 2:29 ¿Por qué altercáis conmigo? Todos vosotros os rebelasteis contra mí, dijo Jehová. Jeremiah 2:30 Por demás he azotado vuestros hijos, no han recibido castigo: espada tragó vuestros profetas como león destrozador. Jeremiah 2:31 O! generación, ved vosotros la palabra de Jehová: ¿He sido yo soledad a Israel, o tierra de tinieblas, que han dicho mi pueblo: Señores somos; ni nunca más vendremos a ti? Jeremiah 2:32 ¿Olvídase la virgen de su atavío, o la desposada de sus sartales? y mi pueblo se han olvidado de mí por días que no tienen número. Jeremiah 2:33 ¿Para qué abonas tu camino para hallar amor? pues aun a las maldades enseñaste tus caminos. Jeremiah 2:34 Aun en tus faldas se hallaron las sangres de las almas de los pobres, de los inocentes. No los hallaste minando casas, mas por todas estas cosas. Jeremiah 2:35 Y dices: Porque soy inocente, cierto su ira se apartó de mí. He aquí, yo entraré en juicio contigo, porque dijiste: No pequé. Jeremiah 2:36 ¿Para qué discurres tanto, mudando tus caminos? También serás avergonzada de Egipto, como fuiste avergonzada de Asiria. Jeremiah 2:37 También de este saldrás con tus manos sobre tu cabeza; porque Jehová desechó tus confianzas, ni en ellas tendrás buen suceso. Jeremiah 3:0 Jeremiah 3:1 Dicen: Si alguno dejare su mujer, y yéndose de él se juntare a otro varón, ¿volverá a ella más? ¿No es ella tierra inmunda de inmundicia? Tú pues has fornicado con muchos amigos: mas vuélvete a mí, dijo Jehová. Jeremiah 3:2 Alza tus ojos a los altos, y ve en que lugar no te hayas publicado: para ellos te sentabas en los caminos, como Árabe en el desierto; y con tus fornicaciones, y con tu malicia has contaminado la tierra. Jeremiah 3:3 Por esta causa las aguas han sido detenidas, y la lluvia de la tarde faltó; y has tenido frente de mala mujer, ni quisiste tener vergüenza. Jeremiah 3:4 A lo menos, ¿desde ahora no clamarás a mí: Padre mío, guiador de mi juventud? Jeremiah 3:5 ¿Guardará su enojo para siempre? ¿guardarle ha eternalmente? He aquí que hablaste, e hiciste maldades, y pudiste. Jeremiah 3:6 ¶ Y díjome Jehová en días del rey Josías: ¿Has visto lo que ha hecho la rebelde Israel? Váse ella sobre todo monte alto, y debajo de todo árbol sombrío, y allí fornica. Jeremiah 3:7 Y dije después que hizo todo esto: Vuélvete a mí; y no se volvió. Y vio la rebelde su hermana Judá, Jeremiah 3:8 Que yo lo había visto, que por todas estas causas en las cuales fornicó la rebelde Israel yo la envié, y le di la carta de su repudio; y no hubo temor la rebelde Judá su hermana: mas fue también ella, y fornicó. Jeremiah 3:9 Y aconteció que por la facilidad de su fornicación la tierra fue contaminada, y adulteró con la piedra, y con el leño. Jeremiah 3:10 Y con todo esto nunca se tornó a mí la rebelde su hermana Judá de todo su corazón, mas mentirosamente, dijo Jehová. Jeremiah 3:11 Y díjome Jehová: Justificado ha su alma la rebelde Israel, en comparación de la desleal Judá. Jeremiah 3:12 Vé, y clama estas palabras hacia el aquilón, y dí: Vuélvete, o! rebelde Israel, dijo Jehová: no haré caer mi ira sobre vosotros; porque misericordioso soy, dijo Jehová; ni guardaré el enojo para siempre. Jeremiah 3:13 Conoce empero tu maldad, porque contra Jehová tu Dios te has rebelado; y tus caminos has derramado a los extraños debajo de todo árbol sombrío, y no oístes mi voz, dice Jehová. Jeremiah 3:14 Convertíos, o! hijos rebeldes, dijo Jehová, porque yo soy vuestro Señor; y yo os tomaré uno de una ciudad, y dos de una familia, y meteros he en Sión. Jeremiah 3:15 Y daros he pastores según mi corazón, que os apacienten de ciencia, y de inteligencia. Jeremiah 3:16 Y acontecerá que cuando os multiplicareis y creciereis en la tierra, en aquellos días, dijo Jehová, no se dirá más: Arca del concierto de Jehová; ni vendrá en el pensamiento, ni se acordarán de ella, ni visitarán, ni se hará más. Jeremiah 3:17 En aquel tiempo llamarán a Jerusalem, trono de Jehová; y todas las naciones se congregarán a ella en el nombre de Jehová en Jerusalem; ni más irán tras la dureza de su corazón malvado. Jeremiah 3:18 En aquellos tiempos irán de la casa de Judá a la casa de Israel; y vendrán también de tierra del aquilón a la tierra que hice heredar a vuestros padres. Jeremiah 3:19 Yo empero dije: ¿Cómo te pondré por hijos, y te daré la tierra deseable, la heredad de codicia de los ejércitos de las naciones? Y dije: Padre mío, me llamarás; y de en pos de mí, no te apartarás. Jeremiah 3:20 ¶ Mas como la mujer quiebra la fe, de su compañero, así prevaricasteis contra mí, o! casa de Israel, dijo Jehová. Jeremiah 3:21 Voz sobre las alturas fue oída, llanto de los ruegos de los hijos de Israel; porque han torcido su camino, de Jehová su Dios se han olvidado. Jeremiah 3:22 Convertíos, hijos rebeldes; sanaré vuestras rebeliones. He aquí, nosotros venimos a ti; porque tú eres Jehová nuestro Dios. Jeremiah 3:23 Ciertamente vanidad son los collados, la multitud de los montes: ciertamente en Jehová nuestro Dios está la salud de Israel. Jeremiah 3:24 Confusión consumió el trabajo de nuestros padres desde nuestra mocedad; sus ovejas, sus vacas, sus hijos, y sus hijas. Jeremiah 3:25 Echados estamos en nuestra confusión, y nuestra vergüenza nos cubre; porque pecamos a Jehová nuestro Dios, nosotros y nuestros padres, desde nuestra juventud y hasta este día; y no oímos la voz de Jehová nuestro Dios. Jeremiah 4:0 Jeremiah 4:1 Si te volvieres a mí, o! Israel, dijo Jehová, tendrás reposo; y si quitares de delante de mí tus abominaciones, no andarás de acá para allá. Jeremiah 4:2 Y jurarás: Vive Jehová, con verdad, con juicio, y con justicia; y bendecirse han en él las naciones, y en él se gloriarán. Jeremiah 4:3 Porque así dijo Jehová a todo varón de Judá y de Jerusalem: Barbechád barbecho para vosotros, y no sembréis sobre espinas. Jeremiah 4:4 Circuncidáos a Jehová, y quitád los prepucios de vuestro corazón, varones de Judá, y moradores de Jerusalem; porque mi ira no salga como fuego, y se encienda, y no haya quien apague, por la malicia de vuestras obras. Jeremiah 4:5 Denunciád en Judá, y hacéd oír en Jerusalem, y decíd: Sonád trompeta en la tierra, pregonád: juntád, y decíd: Juntáos, y entrémosnos en las cuidades fuertes: Jeremiah 4:6 Alzád bandera en Sión: juntáos, no os detengáis; porque yo hago venir mal de la parte del aquilón, y quebrantamiento grande. Jeremiah 4:7 El león sube de su enramada, y el destruidor de naciones es partido: salió de su asiento para poner tu tierra en soledad: tus ciudades serán asoladas sin morador. Jeremiah 4:8 Por esto vestíos de sacos, endechád, y aullád; porque la ira de Jehová no se ha apartado de nosotros. Jeremiah 4:9 Y será que en aquel día, dice Jehová, el corazón del rey desfallecerá, y el corazón de los príncipes; y los sacerdotes estarán atónitos, y los profetas se maravillarán. Jeremiah 4:10 (Y dije: ¡Ay, ay, Jehová Dios! verdaderamente engañando has engañado a este pueblo, y a Jerusalem, diciendo: Paz tendréis; y la espada ha venido hasta el alma,) Jeremiah 4:11 En aquel tiempo se dirá de este pueblo, y de Jerusalem: Viento seco de las alturas del desierto vino a la hija de mi pueblo, no para aventar, ni para limpiar. Jeremiah 4:12 Viento más vehemente que estos me vendrá a mí; porque ahora yo hablaré juicios con ellos. Jeremiah 4:13 He aquí que subirá como nube, y su carro, como torbellino: más ligeros son sus caballos que las águilas. ¡Ay de nosotros! porque dados somos a saco. Jeremiah 4:14 Lava de la malicia tu corazón, o! Jerusalem, para que seas salva: ¿Hasta cuándo dejarás estar en medio de ti los pensamientos de tu iniquidad? Jeremiah 4:15 Porque la voz del que trae las nuevas desde Dan, y del que hace oír la calamidad desde el monte de Efraím. Jeremiah 4:16 Decíd de las naciones, he aquí, hacéd oír de Jerusalem: Guardas vienen de tierra lejana, y darán su voz sobre las ciudades de Judá. Jeremiah 4:17 Como las guardas de las heredades, estuvieron sobre ella en derredor; porque se rebeló contra mí, dijo Jehová. Jeremiah 4:18 Tu camino y tus obras te hicieron esto, esta tu maldad: por lo cual amargura penetrará hasta tu corazón. Jeremiah 4:19 Mis entrañas, mis entrañas, me duelen las telas de mi corazón: mi corazón ruge dentro de mí: no callaré, porque voz de trompeta has oído, o! alma mía, pregón de guerra. Jeremiah 4:20 Quebrantamiento sobre quebrantamiento es llamado, porque toda la tierra es destruida: en un punto son destruidas mis tiendas, en un momento mis cortinas. Jeremiah 4:21 ¿Hasta cuándo tengo de ver bandera, tengo de oír voz de trompeta? Jeremiah 4:22 Porque mi pueblo insensato, a mí no conocieron los hijos ignorantes, y los no entendidos: sabios para mal hacer, y para bien hacer no supieron. Jeremiah 4:23 Vi la tierra, y he aquí que estaba asolada y vacía; y los cielos, y no había en ellos luz. Jeremiah 4:24 Miré los montes, y he aquí que temblaban, y todos los collados fueron destruidos. Jeremiah 4:25 Miré, y no parecía hombre, y todas las aves del cielo se habían ido. Jeremiah 4:26 Miré, y he aquí el Carmelo desierto, y todas sus ciudades eran asoladas a la presencia de Jehová, a la presencia de la ira de su furor. Jeremiah 4:27 Porque Jehová dijo así: Toda la tierra se asolará; empero no haré consumación. Jeremiah 4:28 Por esto la tierra será asolada, y los cielos arriba se oscurecerán; porque hablé, pensé, y no me arrepentí, ni me tornaré de ello. Jeremiah 4:29 Del estruendo de la gente de a caballo y de los flecheros huyó toda ciudad: entráronse en las espesuras de los bosques, y subiéronse en peñascos: toda ciudad fue desamparada, y no quedó en ellas morador alguno. Jeremiah 4:30 ¿Y tú, destruida, qué harás? Que te vistes de grana, que te adornas con atavíos de oro, que alcoholas con alcohol tus ojos, por demás te engalanas: los amadores te menospreciaron, tu alma buscarán. Jeremiah 4:31 Porque voz oí como de mujer que está de parto, angustia como de la que pare primogénito: voz de la hija de Sión que lamenta, extiende sus manos: ¡Ay ahora de mi! que mi alma desmaya a causa de los matadores. Jeremiah 5:0 Jeremiah 5:1 Discurríd por las plazas de Jerusalem, y mirád ahora, y sabéd, y buscád en sus plazas si hallareis varón, si haya alguno que haga juicio, que busque verdad; y yo la perdonaré. Jeremiah 5:2 Y si dijeren: Vive Jehová: por tanto jurarán mentira. Jeremiah 5:3 O! Jehová, ¿no miran tus ojos a la verdad? Azotástelos, y no les dolió: consumístelos, no quisieron recibir castigo: endurecieron sus rostros más que la piedra, no quisieron tornarse. Jeremiah 5:4 Yo empero dije: Por cierto ellos son pobres: enloquecido han; pues no conocen el camino de Jehová, el juicio de su Dios. Jeremiah 5:5 Irme he a los grandes, y hablarles he, porque ellos conocen el camino de Jehová, el juicio de su Dios. Ciertamente ellos también quebrantaron el yugo, rompieron las coyundas. Jeremiah 5:6 Por tanto león del monte los herirá, lobo del desierto los destruirá, tigre asechará sobre sus ciudades: cualquiera que de ellas saliere, será arrebatado; porque sus rebeliones se han multiplicado, multiplicádose han sus deslealtades. Jeremiah 5:7 ¿Cómo por esto te perdonaré? tus hijos me dejaron, y juraron por lo que no es Dios. Hartélos, y adulteraron, y en casa de ramera se juntaron en compañías. Jeremiah 5:8 Caballos bien hartos fueron a la mañana: cada cual relinchaba a la mujer de su prójimo. Jeremiah 5:9 ¿No había de hacer visitación sobre esto? dijo Jehová. ¿De una nación como esta, no se había de vengar mi alma? Jeremiah 5:10 Escalád sus muros, y destruíd: mas no hagáis consumación. Quitád las almenas de sus muros; porque no son de Jehová. Jeremiah 5:11 Porque rebelando se rebelaron contra mí la casa de Israel y la casa de Judá, dice Jehová. Jeremiah 5:12 Negaron a Jehová, y dijeron: Él no; y no vendrá sobre nosotros mal; ni veremos espada, ni hambre; Jeremiah 5:13 Mas los profetas serán como viento, y palabra no será en ellos: así les será hecho. Jeremiah 5:14 Por tanto, así dijo Jehová Dios de los ejércitos: Porque hablasteis esta palabra, he aquí, yo pongo en tu boca mis palabras por fuego, y a este pueblo por leños, y consumirlos ha. Jeremiah 5:15 He aquí, yo traigo sobre vosotros nación de lejos, o! casa de Israel, dice Jehová, nación robusta, nación antigua, nación cuya lengua ignorarás, y no entenderás lo que hablare. Jeremiah 5:16 Su aljaba como sepulcro abierto, todos valientes. Jeremiah 5:17 Y comerá tu mies y tu pan: comerá tus hijos y tus hijas: comerá tus ovejas y tus vacas: comerá tus viñas y tus higueras; y tus ciudades fuertes en que tú confías, tornará en nada a cuchillo. Jeremiah 5:18 También en aquellos días, dijo Jehová, no os acabaré del todo. Jeremiah 5:19 Y será que cuando dijereis: ¿Por qué hizo Jehová el Dios nuestro con nosotros todas estas cosas? entonces decirles has: De la manera que me dejasteis a mí, y servisteis a dioses ajenos en vuestra tierra, así serviréis a extraños en tierra ajena. Jeremiah 5:20 Denunciád esto en la casa de Jacob, y hacéd que esto se oiga en Judá, diciendo: Jeremiah 5:21 Oíd ahora esto, pueblo insensato, y sin corazón; que tienen ojos y no ven; que tienen oídos y no oyen. Jeremiah 5:22 ¿A mí no temeréis, dice Jehová? ¿delante de mi presencia no os amedrentaréis? que puse arena por término a la mar por ordenación eterna, la cual no quebrantará: Levantarse han tempestades, mas no prevalecerán: bramarán sus ondas, mas no lo pasarán. Jeremiah 5:23 Empero este pueblo tiene corazón falso, y rebelde: tornáronse, y se fueron. Jeremiah 5:24 Y no dijeron en su corazón: Temamos ahora a Jehová Dios nuestro, que da lluvia temprana y tardía en su tiempo: los tiempos establecidos de la segada nos guardará. Jeremiah 5:25 Vuestras iniquidades han estorbado estas cosas; y vuestros pecados impidieron de vosotros el bien: Jeremiah 5:26 Porque fueron hallados en mi pueblo impíos: asechaban como quien pone lazos: asentaron la perdición para tomar hombres. Jeremiah 5:27 Como jaula llena de pájaros, así están sus casas llenas de engaño: así se hicieron grandes y ricos, Jeremiah 5:28 Engordáronse, e hicieron tez resplandeciente; y aun sobrepujaron hecho de malo: no juzgaron la causa, la causa del huérfano; e hiciéronse prósperos, y la causa de los pobres no juzgaron. Jeremiah 5:29 ¿Sobre esto no tengo de visitar? dice Jehová; ¿y de tal nación no se vengará mi alma? Jeremiah 5:30 Cosa espantosa y fea es hecha en la tierra: Jeremiah 5:31 Los profetas profetizaron mentira, y los sacerdotes tomaban por sus manos; y mi pueblo lo quiso así. ¿Qué pues haréis a su fin? Jeremiah 6:0 Jeremiah 6:1 Huid, hijos de Ben-jamín, de en medio de Jerusalem, y tocád bocina en Tecua, y alzád humo sobre Bet-hacarem; porque de la parte del aquilón se ha visto mal, y quebrantamiento grande. Jeremiah 6:2 A una mujer hermosa y delicada comparé a la hija de Sión. Jeremiah 6:3 A ella vendrán pastores y sus rebaños: junto a ella en derredor pondrán sus tiendas: cada uno apacentará a su parte. Jeremiah 6:4 Denunciád guerra contra ella: levantáos, y subamos hacia el mediodía: ¡ay de nosotros! que va cayendo ya el día, que las sombras de la tarde se han extendido. Jeremiah 6:5 Levantáos, y subamos de noche, y destruyamos sus palacios. Jeremiah 6:6 Porque así dijo Jehová de los ejércitos: Cortád árboles, y extendéd baluarte junto a Jerusalem: esta es la ciudad que toda ella ha de ser visitada: violencia hay en medio de ella. Jeremiah 6:7 Como la fuente nunca cesa de manar sus aguas, así nunca cesa de manar su malicia: injusticia, y robo se oye en ella: continuamente en mi presencia, enfermedad, y herida. Jeremiah 6:8 Castígate, Jerusalem, porque no se aparte mi alma de ti, porque no te torne desierta, tierra no habitada. Jeremiah 6:9 Jehová de los ejércitos dijo así: Rebuscando rebuscarán, como a vid, el resto de Israel: torna tu mano como vendimiador a los cestos. Jeremiah 6:10 ¿A quién tengo de hablar, y amonestar para que oigan? He aquí que sus orejas son incircuncisas, y no pueden escuchar: he aquí que la palabra de Jehová les es cosa vergonzosa: no la aman. Jeremiah 6:11 Por tanto estoy lleno de saña de Jehová; trabajado he por contenerme de derramarla sobre los niños en la calle, y sobre el concurso de los mancebos juntos; porque el marido también será preso con la mujer, el viejo con el lleno de días. Jeremiah 6:12 Y sus casas serán traspasadas a otros, sus heredades y sus mujeres también; porque extenderé mi mano sobre los moradores de la tierra, dice Jehová. Jeremiah 6:13 Porque desde el más chico de ellos hasta el más grande de ellos, cada uno sigue la avaricia; y desde el profeta hasta el sacerdote todos son engañadores. Jeremiah 6:14 Y curan el quebrantamiento de la hija de mi pueblo con liviandad, diciendo: Paz, paz; y no hay paz. Jeremiah 6:15 ¿Hánse avergonzado de haber hecho abominación? cierto no se han avergonzado de vergüenza; ni aun saben tener vergüenza. Por tanto caerán entre los que caerán: caerán cuando los visitaré, dice Jehová. Jeremiah 6:16 Así dijo Jehová: Paráos a los caminos, y mirád, y preguntád por las sendas antiguas, cual sea el buen camino, y andád por él; y hallaréis descanso para vuestra alma. Y dijeron: No andaremos. Jeremiah 6:17 Y desperté sobre vosotros atalayas: escuchád a la voz de la trompeta; y dijeron: No escucharémos. Jeremiah 6:18 Por tanto oíd, naciones; y conoce, o! compañía de ellas. Jeremiah 6:19 Oye, tierra: He aquí, yo traigo mal sobre este pueblo, el fruto de sus pensamientos; porque no escucharon a mis palabras, y mi ley aborrecieron. Jeremiah 6:20 ¿Para qué viene para mí este incienso de Sabá, y la buena caña olorosa de tierra lejana? vuestros holocaustos no son a mi voluntad, ni vuestros sacrificios me dan gusto. Jeremiah 6:21 Por tanto Jehová dice esto: He aquí, yo pongo a este pueblo tropiezos, y caerán en ellos los padres y los hijos juntamente, el vecino y su cercano perecerán. Jeremiah 6:22 Así dijo Jehová: He aquí que pueblo viene de tierra del aquilón, y nación grande se levantará de los cantones de la tierra. Jeremiah 6:23 Arco y escudo arrebatarán, crueles son que no tendrán misericordia: la voz de ellos sonará como la mar; y cabalgarán a caballo como varones dispuestos para la guerra, contra ti, o! hija de Sión. Jeremiah 6:24 Su fama oímos, y nuestras manos se descoyuntaron: angustia nos tomó, dolor como de mujer que pare. Jeremiah 6:25 No salgas al campo, ni andes por camino; porque espada de enemigo temeroso está en derredor. Jeremiah 6:26 Hija de mi pueblo, cíñete de saco, y revuélcate en ceniza; hazte luto de hijo único, llanto de amarguras; porque presto vendrá sobre nosotros el destruidor. Jeremiah 6:27 Por fortaleza te he puesto en mi pueblo, por guarnición: conocerás pues, y examinarás el camino de ellos. Jeremiah 6:28 Todos ellos príncipes rebeladores, andan con engaño: acero y hierro, todos ellos son corruptores. Jeremiah 6:29 El fuelle es quemado del fuego, gastádose ha el plomo: por demás fundió el fundidor, pues los malos no son arrancados. Jeremiah 6:30 Plata desechada los llamaron; porque Jehová los desechó. Jeremiah 7:0 Jeremiah 7:1 Palabra que fue de Jehová a Jeremías, diciendo: Jeremiah 7:2 Pónte a la puerta de la casa de Jehová, y pregonarás allí esta palabra, y dirás: Oíd palabra de Jehová, todo Judá, los que entráis por estas puertas para adorar a Jehová. Jeremiah 7:3 Así dijo Jehová de los ejércitos, Dios de Israel: Mejorád vuestros caminos y vuestras obras, y os haré morar en este lugar. Jeremiah 7:4 No os fieis en palabras de mentira, diciendo: Templo de Jehová, templo de Jehová, templo de Jehová, a ellos. Jeremiah 7:5 Mas si mejorando mejorareis vuestros caminos y vuestras obras, y si haciendo hiciereis derecho entre el hombre y su prójimo: Jeremiah 7:6 Ni al peregrino, al huérfano, y a la viuda oprimiereis, ni en este lugar derramareis la sangre inocente, ni caminareis en pos de dioses ajenos para mal vuestro: Jeremiah 7:7 Haréos que moréis en este lugar, en la tierra que di a vuestros padres para siempre. Jeremiah 7:8 He aquí, vosotros os confíais en palabras de mentira, que no aprovechan: Jeremiah 7:9 Hurtando, matando, y adulterando, y jurando falso, e incensando a Baal, y andando tras dioses extraños que no conocisteis. Jeremiah 7:10 Vendreis, y os pondréis delante de mí en esta casa sobre la cual es llamado mi nombre, y diréis: Libres somos, para hacer todas estas abominaciones. Jeremiah 7:11 ¿Es cueva de ladrones delante de vuestros ojos esta casa, sobre la cual es llamado mi nombre? He aquí que también yo veo, dijo Jehová. Jeremiah 7:12 Andád pues ahora a mi lugar que fue en Silo, donde hice que morase mi nombre al principio; y ved lo que le hice por la maldad de mi pueblo Israel. Jeremiah 7:13 Ahora pues porque hicisteis vosotros todas estas obras, dijo Jehová, y hablé a vosotros, madrugando para hablar, y no oísteis; y os llamé y no respondisteis: Jeremiah 7:14 Haré también a esta casa sobre la cual es llamado mi nombre, en la cual vosotros confíais, y a este lugar que di a vosotros y a vuestros padres, como hice a Silo. Jeremiah 7:15 Que os echaré de mi presencia como eché a todos vuestros hermanos, toda la generación de Efraím. Jeremiah 7:16 ¶ Tú, pues, no ores por este pueblo, ni levantes por ellos clamor y oración, ni me rueges; porque no te oiré. Jeremiah 7:17 ¿No ves lo que estos hacen en las ciudades de Judá, y en las calles de Jerusalem? Jeremiah 7:18 Los hijos cogen la leña, y los padres encienden el fuego, y las mujeres amasan la masa para hacer tortas a la reina del cielo, y para hacer ofrendas a dioses ajenos, por provocarme a ira. Jeremiah 7:19 ¿Provocarme han ellos a ira, dijo Jehová, y no antes ellos mismos para confusión de sus rostros? Jeremiah 7:20 Por tanto así dijo el Señor Jehová: He aquí que mi furor y mi ira se derrama sobre este lugar, sobre los hombres, sobre los animales, y sobre los árboles del campo, y sobre los frutos de la tierra, y encenderse ha, y no se apagará. Jeremiah 7:21 Así dijo Jehová de los ejércitos, Dios de Israel: Añadíd vuestros holocaustos sobre vuestros sacrificios, y coméd carne: Jeremiah 7:22 Porque nunca hablé con vuestros padres, ni nunca les mandé de holocaustos ni de víctimas, el día que los saqué de la tierra de Egipto. Jeremiah 7:23 Mas esto les mandé, diciendo: Oíd a mi voz, y seré a vosotros por Dios, y vosotros me seréis por pueblo; y en todo camino que os mandare andaréis, para que hayáis bien. Jeremiah 7:24 Y no oyeron, ni abajaron su oído; antes caminaron en sus consejos, en la dureza de su corazón malvado; y fueron hacia atrás, y no hacia adelante, Jeremiah 7:25 Desde el día que vuestros padres salieron de la tierra de Egipto hasta hoy; y os envié a todos los profetas mis siervos, cada día madrugando y enviando: Jeremiah 7:26 Y no me oyeron, ni abajaron su oído: antes endurecieron su cerviz, hicieron peor que sus padres. Jeremiah 7:27 Y decirles has todas estas palabras y no te oirán; y llamarlos has, y no te responderán. Jeremiah 7:28 Y decirles has: Esta es la nación que no escuchó la voz de Jehová su Dios, ni tomó castigo: perdióse la fe, y de la boca de ellos fue cortada. Jeremiah 7:29 Trasquila tu cabello, y arrójale, y sobre las alturas levanta llanto; porque Jehová aborreció, y dejó, la nación de su furor. Jeremiah 7:30 Porque los hijos de Judá hicieron lo malo delante de mis ojos, dijo Jehová: pusieron sus abominaciones en la casa sobre la cual mi nombre fue llamado, contaminándola. Jeremiah 7:31 Y edificaron los altos de Tofet, que es en el valle de Ben-hinnón, para quemar en fuego sus hijos y sus hijas: cosa que yo no les mandé, ni subió en mi corazón. Jeremiah 7:32 Por tanto, he aquí, vendrán días, dijo Jehová, que no se diga más Tofet, y valle de Ben-hinnón, si no valle de la matanza: y serán enterrados en Tofet, por no haber lugar. Jeremiah 7:33 Y serán los cuerpos muertos de este pueblo para comida de las aves del cielo, y de las bestias de la tierra; y no habrá quien las espante. Jeremiah 7:34 Y haré cesar de las ciudades de Judá, y de las calles de Jerusalem voz de gozo, y voz de alegría, voz de esposo, y voz de esposa; porque la tierra será en desierto. Jeremiah 8:0 Jeremiah 8:1 En aquel tiempo, dijo Jehová, sacarán los huesos de los reyes de Judá, y los huesos de sus príncipes, y los huesos de los sacerdotes, y los huesos de los profetas, y los huesos de los moradores de Jerusalem, fuera de sus sepulcros. Jeremiah 8:2 Y derramarlos han al sol, y a la luna, y a todo el ejército del cielo a quien amaron, y a quien sirvieron, y en pos de quien caminaron, y a quien preguntaron, y a quien se encorvaron. No serán cogidos, ni enterrados: serán por muladar sobre la haz de la tierra. Jeremiah 8:3 Y escogerse ha la muerte más bien que las vidas, por todo el resto que quedare de esta mala generación, en todos los lugares a donde yo los arrojaré, a los que quedaren, dijo Jehová de los ejércitos. Jeremiah 8:4 Decirles has pues: Así dijo Jehová: ¿El que cae, nunca se levanta? ¿El que se aparta, nunca torna? Jeremiah 8:5 ¿Por qué es rebelde este pueblo de Jerusalem de rebeldía perpetua? Tomaron el engaño, no quisieron volverse. Jeremiah 8:6 Escuché, y oí: no hablan derecho, no hay hombre que se arrepienta de su mal, diciendo: ¿Qué he hecho? Cada cual se volvió a su carrera, como caballo que arremete con ímpetu a la batalla. Jeremiah 8:7 Aun la cigüeña en el cielo conoció su tiempo, y la tórtola, y la grulla, y la golondrina guardan el tiempo de su venida; y mi pueblo no conoció el juicio de Jehová. Jeremiah 8:8 ¿Cómo decís: Nosotros somos sabios, y la ley de Jehová tenemos con nosotros? Cierto he aquí que por demás se cortó la pluma, por demás fueron los escribanos. Jeremiah 8:9 Los sabios se avergonzaron, espantáronse, y fueron presos: he aquí que aborrecieron la palabra de Jehová; ¿y qué sabiduría tienen? Jeremiah 8:10 Por tanto daré a otros sus mujeres, y sus heredades a quien las posea; porque desde el chico hasta el grande cada uno sigue la avaricia, desde el profeta hasta el sacerdote todos hacen engaño. Jeremiah 8:11 Y curaron el quebrantamiento de la hija de mi pueblo con liviandad, diciendo: Paz, paz; y no hay paz. Jeremiah 8:12 ¿Hánse avergonzado de haber hecho abominación? Cierto no se han avergonzado de vergüenza, ni supieron avergonzarse: por tanto caerán entre los que cayeren, cuando los visitaré. Caerán, dice Jehová. Jeremiah 8:13 Cortando los cortaré, dijo Jehová: No hay uvas en la vid, ni higos en la higuera, y la hoja se caerá; y lo que les he dado pasará de ellos. Jeremiah 8:14 ¿Sobre qué nos aseguramos? Juntáos y entrémosnos en las ciudades fuertes, y allí callaremos; porque Jehová nuestro Dios nos hizo callar, y nos dio a beber bebida de hiel, porque pecamos a Jehová. Jeremiah 8:15 Esperar paz, y no bien: día de cura, y he aquí turbación. Jeremiah 8:16 Desde Dan se oyó el ronquido de sus caballos: del sonido de los relinchos de sus fuertes tembló toda la tierra; y vinieron, y comieron la tierra y su abundancia, ciudad y moradores de ella. Jeremiah 8:17 Porque he aquí que yo envío sobre vosotros serpientes basiliscos, contra los cuales no hay encantamento; y morderos han, dijo Jehová. Jeremiah 8:18 A causa de mi fuerte dolor, mi corazón desfallece en mí. Jeremiah 8:19 He aquí voz del clamor de la hija de mi pueblo, que viene de tierra lejana. ¿No está Jehová en Sión? ¿No está en ella su rey? ¿Por qué me hicieron airar con sus imágenes de talla, con vanidades de dios ajeno? Jeremiah 8:20 Pasóse la segada, acabóse el verano, y nosotros no hemos sido salvos. Jeremiah 8:21 Quebrantado estoy por el quebrantamiento de la hija de mi pueblo: entenebrecido estoy: espanto me ha arrebatado. Jeremiah 8:22 ¿No hay triaca en Galaad? ¿no hay allí médico? ¿Por qué pues no hubo medicina para la hija de mi pueblo? Jeremiah 9:0 Jeremiah 9:1 ¡O si mi cabeza se tornase aguas, y mis ojos fuentes de lágrimas, para que llore día y noche los muertos de la hija de mi pueblo! Jeremiah 9:2 ¡O quién me diese en el desierto un mesón de caminantes, para que dejase mi pueblo, y me apartase de ellos! porque todos ellos son adúlteros, congregación de rebeladores. Jeremiah 9:3 E hicieron que su lengua, su arco, tirase mentira; y no se fortalecieron en la tierra por verdad; porque de mal en mal salieron, y a mí no conocieron, dijo Jehová. Jeremiah 9:4 Cada uno se guarde de su compañero, ni en ningún hermano tenga confianza; porque todo hermano engaña con engaño, y todo compañero anda con falsedad. Jeremiah 9:5 Y cada uno engaña a su compañero, y no hablan verdad: enseñaron su lengua a hablar mentira, trabajan de hacer perversamente. Jeremiah 9:6 Tu morada es en medio de engañadores: por engaño no quisieron conocerme, dijo Jehová. Jeremiah 9:7 Por tanto así dijo Jehová de los ejércitos: He aquí que yo los fundiré, y los ensayaré; porque ¿cómo haré yo por la hija de mi pueblo? Jeremiah 9:8 Saeta afilada es la lengua de ellos, habla engaño: con su boca habla paz con su amigo, y de dentro de sí pone sus asechanzas. Jeremiah 9:9 ¿Sobre estas cosas no los tengo de visitar, dijo Jehová? De tal nación no se vengará mi alma? Jeremiah 9:10 Sobre los montes levantaré lloro y lamentación, y llanto sobre las moradas del desierto; porque fueron desiertos hasta no quedar quien pase, ni oyeron bramido de ganado: desde las aves del cielo y hasta las bestias de la tierra se trasportaron, y se fueron. Jeremiah 9:11 Y pondré a Jerusalem en montones, en morada de culebras; y pondré las ciudades de Judá en asolamiento, que no quede morador. Jeremiah 9:12 ¿Quién es varón sabio, que entienda esto? ¿y a quién habló la boca de Jehová, y recontarlo ha por qué causa la tierra ha perecido, ha sido asolada, como desierto que no hay quien pase? Jeremiah 9:13 Y dijo Jehová: Porque dejaron mi ley la cual di delante de ellos, y no obedecieron a mi voz, ni caminaron por ella; Jeremiah 9:14 Antes se fueron tras la imaginación de su corazón, y tras los Baales que les enseñaron sus padres: Jeremiah 9:15 Por tanto así dijo Jehová de los ejércitos, Dios de Israel: He aquí que yo les daré a comer, a este pueblo, ajenjos, y les daré a beber aguas de hiel. Jeremiah 9:16 Y esparcirlos he entre naciones que no conocieron ellos ni sus padres; y enviaré espada en pos de ellos, hasta que yo los acabe. Jeremiah 9:17 Así dijo Jehová de los ejércitos: Considerád, y llámad endechaderas que vengan; y enviád por las sabias que vengan; Jeremiah 9:18 Y dénse priesa, y levanten llanto sobre nosotros; y córranse nuestros ojos en lágrimas, y nuestros párpados se destilen en aguas: Jeremiah 9:19 Porque voz de endecha fue oída de Sión: ¡Cómo hemos sido destruidos! ¡en gran manera hemos sido avergonzados! ¿Por qué dejamos la tierra? ¿Por qué nos han echado de sí nuestras moradas? Jeremiah 9:20 Oíd pues, o! mujeres, palabra de Jehová, y vuestro oído reciba la palabra de su boca; y enseñád endechas a vuestras hijas, y cada una a su amiga lamentación. Jeremiah 9:21 Porque la muerte ha subido por nuestras ventanas, ha entrado en nuestros palacios para talar los niños de las calles, los mancebos de las plazas. Jeremiah 9:22 Habla: Así dijo Jehová: Los cuerpos de los hombres muertos caerán sobre la haz del campo, como estiércol, y como el manojo tras el segador, que no hay quien lo coja. Jeremiah 9:23 ¶ Así dijo Jehová: No se alabe el sabio en su sabiduría, ni se alabe el valiente en su valentía, ni se alabe el rico en sus riquezas: Jeremiah 9:24 Mas alábese en esto el que se hubiere de alabar, en entenderme y conocerme, que yo soy Jehová, que hago misericordia, juicio, y justicia en la tierra; porque estas cosas quiero, dijo Jehová. Jeremiah 9:25 He aquí que vienen días, dijo Jehová, y visitaré sobre todo circuncidado, y sobre todo incircunciso: Jeremiah 9:26 A Egipto, y a Judá, y a Edom, y a los hijos de Ammón y de Moab, y a todos los arrinconados en el postrer rincón, que moran en el desierto; porque todas las naciones tienen prepucio, y toda la casa de Israel tiene prepucio en el corazón. Jeremiah 10:0 Jeremiah 10:1 Oíd la palabra que Jehová ha hablado sobre vosotros, o! casa de Israel. Jeremiah 10:2 Jehová dijo así: No aprendáis el camino de las naciones; ni de las señales del cielo tengáis temor, aunque las naciones las teman. Jeremiah 10:3 Porque las leyes de los pueblos vanidad son; porque leño del monte cortaron, obra de manos de artífice con cepillo. Jeremiah 10:4 Con plata y oro lo engalanan, con clavos y martillos lo afirman, porque no se salga. Jeremiah 10:5 Como una palma lo igualan, y no hablan: son llevados, porque no pueden andar: no tengáis temor de ellos; porque ni pueden hacer mal, ni para hacer bien tienen poder. Jeremiah 10:6 No hay semejante a ti, o! Jehová, grande tú, y grande tu nombre en fortaleza. Jeremiah 10:7 ¿Quién no te temerá, o! rey de las naciones? porque a ti compete; porque entre todos los sabios de las naciones, y en todos sus reinos no hay semejante a ti. Jeremiah 10:8 Y todos se enloquecerán, y se entontecerán: enseñamiento de vanidades es el mismo leño. Jeremiah 10:9 Traerán plata extendida de Társis, y oro de Ufaz: obrará el artífice, y las manos del fundidor: vestirlos han de cárdeno y de púrpura: obra de sabios es todo. Jeremiah 10:10 Mas Jehová Dios es la verdad, él mismo es Dios vivo, y Rey eterno: de su ira tiembla la tierra, y las naciones no pueden sufrir su saña. Jeremiah 10:11 Decirles heis así: Dioses que no hicieron el cielo ni la tierra, perezcan de la tierra, y de debajo de estos cielos. Jeremiah 10:12 El que hace la tierra con su potencia, el que pone en orden el mundo con su saber, y extiende los cielos con su prudencia: Jeremiah 10:13 A su voz se da multitud de aguas en el cielo, y hace subir las nubes de lo postrero de la tierra: hace los relámpagos con la lluvia, y hace salir al viento de sus escondederos. Jeremiah 10:14 Todo hombre se embrutece a esta ciencia: avergüéncese de su vaciadizo todo fundidor; porque mentira es su obra de fundición, ni hay espíritu en ellos. Jeremiah 10:15 Vanidad son, obra digna de escarnios: en el tiempo de su visitación perecerán. Jeremiah 10:16 No es como ellos la suerte de Jacob; porque él es el Hacedor de todo; e Israel es la vara de su herencia, Jehová de los ejércitos es su nombre. Jeremiah 10:17 ¶ Recoge de las tierras tus mercaderías, la que moras en lugar fuerte: Jeremiah 10:18 Porque así dijo Jehová: He aquí que arrojaré con honda esta vez los moradores de la tierra, y afligirlos he, para que hallen. Jeremiah 10:19 ¡Ay de mí! sobre mi quebrantamiento, mi llaga es llena de dolor. Yo empero dije: Ciertamente enfermedad mía es ésta, y de sufrirla he. Jeremiah 10:20 Mi tienda es destruida, y todas mis cuerdas rotas: mis hijos fueron sacados de mí, y perecieron: no hay ya más quien extienda mi tienda, ni quien levante mis cortinas. Jeremiah 10:21 Porque los pastores se embrutecieron, y no buscaron a Jehová: por tanto no prosperaron, y todo su ganado se esparció. Jeremiah 10:22 He aquí que voz de fama viene, alboroto grande de la tierra del aquilón, para tornar en soledad todas las ciudades de Judá, en morada de culebras. Jeremiah 10:23 Conozco, o! Jehová, que el hombre no es señor de su camino, ni del hombre que camina es ordenar sus pasos: Jeremiah 10:24 Castígame, o! Jehová, mas con juicio, no con tu furor, porque no me aniquiles. Jeremiah 10:25 Derrama tu enojo sobre las naciones que no te conocen, y sobre las naciones que no invocan tu nombre; porque se comieron a Jacob, y se lo tragaron, y le consumieron, y su morada destruyeron. Jeremiah 11:0 Jeremiah 11:1 Palabra que fue de Jehová a Jeremías, diciendo: Jeremiah 11:2 Oíd las palabras de este concierto, y hablád a todo varón de Judá, y a todo morador de Jerusalem; Jeremiah 11:3 Y decirles has: Así dijo Jehová Dios de Israel: Maldito el varón que no obedeciere a las palabras de este concierto; Jeremiah 11:4 El cual mandé a vuestros padres el día que los saqué de la tierra de Egipto, del horno de hierro, diciéndoles: Oíd mi voz, y hacédla, conforme a todo lo que os mandaré; y serme heis por pueblo, y yo seré a vosotros por Dios: Jeremiah 11:5 Para que confirme el juramento que juré a vuestros padres, que les daría la tierra que corre leche y miel, como este día. Y respondí, y dije: Amén, o! Jehová. Jeremiah 11:6 Y Jehová me dijo: Pregona todas estas palabras en las ciudades de Judá, y en las calles de Jerusalem, diciendo: Oíd las palabras de este concierto, y hacédlas. Jeremiah 11:7 Porque protestando protesté a vuestros padres el día que los hice subir de la tierra de Egipto, hasta el día de hoy, madrugando y protestando, diciendo: Oíd mi voz: Jeremiah 11:8 Y no oyeron, ni abajaron su oído, antes se fueron cada uno tras la imaginación de su corazón malvado: por tanto traeré sobre ellos todas las palabras de este concierto, el cual mandé que hiciesen, y no lo hicieron. Jeremiah 11:9 Y díjome Jehová: Conjuración se ha hallado en los varones de Judá, y en los moradores de Jerusalem. Jeremiah 11:10 Vuéltose han a las maldades de sus primeros padres, los cuales no quisieron oír a mis palabras, antes se fueron tras dioses ajenos para servirles; invalidaron mi concierto la casa de Israel y la casa de Judá, el cual yo había concertado con sus padres. Jeremiah 11:11 Por lo cual Jehová dijo así: He aquí que yo traigo sobre ellos mal, del cual no podrán salir; y clamarán a mí, y no los oiré. Jeremiah 11:12 Irán pues las ciudades de Judá y los moradores de Jerusalem, y clamarán a los dioses a quienes ellos queman enciensos, los cuales no los podrán salvar en el tiempo de su mal. Jeremiah 11:13 Porque al número de tus ciudades fueron tus dioses, o! Judá; y al número de tus calles, o! Jerusalem, pusistes los altares de confusión, altares para ofrecer sahumerios a Baal. Jeremiah 11:14 ¶ Tú, pues, no ores por este pueblo, ni levantes por ellos clamor ni oración; porque yo no oiré el día que clamaren a mí por su aflicción. Jeremiah 11:15 ¿Qué tiene mi amado en mi casa, habiendo hecho abominaciones muchas? Y las carnes santas pasarán de sobre ti, porque te gloriaste en tu maldad. Jeremiah 11:16 Oliva verde, hermosa en fruto y en parecer, llamó Jehová tu nombre: a voz de gran palabra hizo encender fuego sobre ella, y quebraron sus ramas. Jeremiah 11:17 Y Jehová de los ejércitos, el que te planta, pronunció mal contra ti, a causa de la maldad de la casa de Israel y de la casa de Judá que hicieron a sí mismos, provocándome a ira, incensando a Baal. Jeremiah 11:18 ¶ Y Jehová me hizo saber, y conocí: entonces me hiciste ver sus obras. Jeremiah 11:19 Y yo como cordero, o buey que llevan a degollar, que no entendía que pensaban contra mí pensamientos, diciendo: Destruyamos el árbol con su fruto; y cortémoslo de la tierra de los vivos, y no haya más memoria de su nombre. Jeremiah 11:20 Mas, o! Jehová de los ejércitos, que juzgas justicia, que sondas los riñones y el corazón, vea yo tu venganza de ellos; porque a ti he descubierto mi causa. Jeremiah 11:21 Por tanto Jehová dijo así de los varones de Anatot, que buscan tu alma, diciendo: No profetices en nombre de Jehová, y no morirás a nuestras manos. Jeremiah 11:22 Por tanto así dijo Jehová de los ejércitos: He aquí que yo los visito: los mancebos morirán a cuchillo: sus hijos y sus hijas morirán de hambre; Jeremiah 11:23 Y no quedará resta de ellos, porque yo traeré mal sobre los varones de Anatot, año de su visitación. Jeremiah 12:0 Jeremiah 12:1 Justo eres tú, o! Jehová, aunque yo dispute contigo: hablaré empero juicios contigo. ¿Por qué es prosperado el camino de los impíos? tienen paz todos los que rebelan de rebelión. Jeremiah 12:2 Plantástelos, echaron raíces también: aprovecharon, e hicieron fruto: estando cercano tú en sus bocas, mas lejos de sus riñones. Jeremiah 12:3 Y tú, o! Jehová, me conoces, me viste, y probaste mi corazón para contigo: arráncalos como a ovejas para el degolladero, y señálalos para el día de la matanza. Jeremiah 12:4 ¿Hasta cuándo estará la tierra desierta, y la yerba de todo el campo estará seca por la maldad de los que en ella moran? Faltaron los ganados, y las aves, porque dijeron: No verá nuestras postrimerías. Jeremiah 12:5 ¶ Si corriste con los de a pie, y te cansaron, ¿cómo contenderás con los caballos? Y en la tierra de paz estabas quieto, ¿cómo harás en la hinchazón del Jordán? Jeremiah 12:6 Porque aun tus hermanos y la casa de tu padre, aun ellos se levantaron contra ti: aun ellos dieron voces en pos de ti: Congregación. No les creas cuando bien te hablaren. Jeremiah 12:7 Dejé mi casa, desamparé mi heredad, entregué lo que amaba mi alma en la mano de sus enemigos. Jeremiah 12:8 Fue para mí mi heredad como león en breña: dio contra mí su voz: por tanto la aborrecí. Jeremiah 12:9 ¿Esme mi heredad ave de muchos colores? ¿no están contra ella aves en derredor? Veníd, juntáos todas las bestias del campo, veníd a tragarla. Jeremiah 12:10 ¶ Muchos pastores destruyeron mi viña, hollaron mi heredad, tornaron en desierto y soledad mi heredad preciosa. Jeremiah 12:11 Tornóla en asolamiento, lloró contra mí asolada: fue asolada toda la tierra, porque no hubo hombre que mirase. Jeremiah 12:12 Sobre todos los lugares altos del desierto vinieron disipadores; porque la espada de Jehová traga desde el un extremo de la tierra hasta el otro extremo: no hay paz para ninguna carne. Jeremiah 12:13 Sembraron trigo, y segarán espinas: tuvieron la heredad, mas no aprovecharon nada: avergonzarse han a causa de vuestros frutos por la ira de Jehová. Jeremiah 12:14 ¶ Así dijo Jehová contra todos mis malos vecinos, que tocan la heredad que hice poseer a mi pueblo Israel: He aquí que yo los arrancaré de su tierra; y la casa de Judá arrancaré de en medio de ellos. Jeremiah 12:15 Y será que después que los hubiere arrancado, tornaré, y habré misericordia de ellos; y hacerlos he tornar cada uno a su heredad, y cada uno a su tierra. Jeremiah 12:16 Y será que si aprendiendo aprendieren los caminos de mi pueblo, para jurar en mi nombre: Vive Jehová; como enseñaron a mi pueblo a jurar por Baal; ellos serán prosperados en medio de mi pueblo. Jeremiah 12:17 Mas si no oyeren, arrancaré a la tal nación, arrancando y perdiendo, dice Jehová. Jeremiah 13:0 Jeremiah 13:1 Jehová me dijo así: Vé, y cómprate un cinto de lino, y ceñirle has sobre tus lomos, y no le meterás en agua. Jeremiah 13:2 Y compré el cinto conforme a la palabra de Jehová, y púselo sobre mis lomos. Jeremiah 13:3 Y fue palabra de Jehová a mí segunda vez, diciendo; Jeremiah 13:4 Toma el cinto que compraste, que está sobre tus lomos, y levántate, y vé al Éufrates, y escóndele allá en una caverna de una peña. Jeremiah 13:5 Y fui, y le escondí en Éufrates, como Jehová me mandó. Jeremiah 13:6 Y fue, que a cabo de muchos días me dijo Jehová: Levántate, y vé al Éufrates, y toma de allí el cinto que te mandé que escondieses allá. Jeremiah 13:7 Y fui al Éufrates, y cavé, y tomé el cinto del lugar donde lo había escondido; y he aquí que el cinto se había podrido: para ninguna cosa era bueno. Jeremiah 13:8 Y fue palabra de Jehová a mí, diciendo: Jeremiah 13:9 Así dijo Jehová: Así haré podrir la soberbia de Judá, y la mucha soberbia de Jerusalem; Jeremiah 13:10 A este pueblo malo, que no quieren oír mis palabras, que caminan por las imaginaciones de su corazón, y se fueron en pos de dioses ajenos para servirles, y para encorvarse a ellos; y será como este cinto, que para ninguna cosa es bueno. Jeremiah 13:11 Porque como el cinto se junta a los lomos del hombre, así hice juntar a mí toda la casa de Israel, y toda la casa de Judá, dijo Jehová, para que me fuesen por pueblo, y por fama, y por alabanza, y por honra; y no oyeron. Jeremiah 13:12 ¶ Decirles has pues esta palabra: Así dijo Jehová, Dios de Israel: Todo odre se henchirá de vino. Y ellos te dirán: ¿No sabemos que todo odre se henchirá de vino? Jeremiah 13:13 Y decirles has: Así dijo Jehová: He aquí que yo hincho de embriaguez todos los moradores de esta tierra, y los reyes que están sentados por David sobre su trono, y los sacerdotes, y los profetas, y todos los moradores de Jerusalem; Jeremiah 13:14 Y quebrantarlos he el uno con el otro, los padres con los hijos juntamente, dice Jehová: no perdonaré ni habré piedad, ni misericordia para no destruirlos. Jeremiah 13:15 Escuchád, y oíd: No os elevéis, porque Jehová habló. Jeremiah 13:16 Dad gloria a Jehová Dios vuestro, antes que haga venir tinieblas, y antes que vuestros pies tropiecen en montes de oscuridad, y esperéis luz, y os la torne sombra de muerte y tinieblas. Jeremiah 13:17 Y si no oyereis esto, en secreto llorará mi alma a causa de la soberbia; y derramando derramará lágrimas, y mis ojos se resolverán en lágrimas; porque el rebaño de Jehová fue cautivo. Jeremiah 13:18 ¶ Di al rey y a la reina: Humilláos, asentáos; porque la corona de vuestra gloria descendió de vuestras cabezas. Jeremiah 13:19 Las ciudades del mediodía fueron cerradas, y no hubo quien las abriese: toda Judá fue traspasada, toda ella fue traspasada. Jeremiah 13:20 Alzád vuestros ojos, y ved los que vienen de la parte del aquilón: ¿Dónde está el rebaño que te fue dado, el ganado de tu hermosura? Jeremiah 13:21 ¿Qué dirás cuando te visitará? porque tú los enseñaste a ser príncipes y cabeza sobre ti. ¿No te tomarán dolores, como a mujer que pare? Jeremiah 13:22 Cuando dijeres en tu corazón; ¿Por qué me ha sobrevenido esto? Por la multitud de tu maldad fueron descubiertas tus faldas, fueron descubiertos tus calcañares. Jeremiah 13:23 ¶ ¿Mudará el negro su pellejo, y el tigre sus manchas? vosotros también podréis bien hacer, enseñados a mal hacer. Jeremiah 13:24 Por tanto yo los esparciré, como tamo que pasa al viento del desierto. Jeremiah 13:25 Esta será tu suerte, la porción de tus medidas por mí, dijo Jehová: que te olvidaste de mí, y esperaste en mentira. Jeremiah 13:26 Y yo también descubrí tus faldas delante de tu cara, y tu vergüenza se manifestó. Jeremiah 13:27 Tus adulterios, y tus relinchos, la maldad de tu fornicación sobre los collados: en el mismo campo ví tus abominaciones. ¡Ay de ti, Jerusalem! ¿No serás limpia al fin? ¿hasta cuándo pues? Jeremiah 14:0 Jeremiah 14:1 Palabra de Jehová, que fue a Jeremías sobre los negocios de las prohibiciones. Jeremiah 14:2 Enlutóse Judá, y sus puertas se despoblaron: oscureciéronse en tierra, y el clamor de Jerusalem subió. Jeremiah 14:3 Y los amos de ellos enviaron sus criados al agua: vinieron a las lagunas, no hallaron agua: volviéronse con sus vasos vacíos: avergonzáronse, confundiéronse, y cubrieron sus cabezas. Jeremiah 14:4 Porque la tierra se rompió, porque no llovió en la tierra: los labradores se avergonzaron, cubrieron sus cabezas. Jeremiah 14:5 Y aun las ciervas parían en los campos, y dejaban, porque no había yerba. Jeremiah 14:6 Y los asnos monteses se ponían en los altos, atraían el viento como los dragones: sus ojos se cegaron, porque no había yerba. Jeremiah 14:7 Si nuestras iniquidades testificaren contra nosotros, Jehová, haz por tu nombre; porque nuestras rebeliones se han multiplicado, a ti pecamos. Jeremiah 14:8 Esperanza de Israel, Guardador suyo en el tiempo de la aflicción, ¿por qué has de ser como peregrino en la tierra, y como caminante, que se aparta para tener la noche? Jeremiah 14:9 ¿Por qué has de ser como hombre atónito, y como valiente que no puede librar? Y tú estás entre nosotros, o! Jehová, y tu nombre es llamado sobre nosotros: no nos desampares. Jeremiah 14:10 ¶ Así dijo Jehová a este pueblo: Así amaron moverse, ni detuvieron sus pies: por tanto Jehová no los tiene en voluntad: ahora se acordará de la maldad de ellos, y visitará sus pecados. Jeremiah 14:11 Y díjome Jehová. No ruegues por este pueblo para bien. Jeremiah 14:12 Cuando ayunaren, yo no oiré su clamor; y cuando ofrecieren holocausto y presente, no lo recibiré: antes los consumiré con espada, y con hambre, y con pestilencia. Jeremiah 14:13 Y yo dije: ¡Ah! ¡ah! Señor Jehová: he aquí que los profetas les dicen: No veréis espada, ni habrá, hambre en vosotros: mas en este lugar os daré paz firme. Jeremiah 14:14 Y Jehová me dijo, falso profetizan los profetas en mi nombre: no los envié, ni les mandé, ni les hablé: visión mentirosa, y adivinación, y vanidad, y engaño de su corazón os profetizan. Jeremiah 14:15 Por tanto así dijo Jehová sobre los profetas que profetizan en mi nombre, los cuales yo no envié, y que dicen: Espada, ni hambre no habrá en esta tierra: Con espada y con hambre serán consumidos los tales profetas. Jeremiah 14:16 Y el pueblo a quien profetizan, serán echados en las calles de Jerusalem por hambre, y por espada, y no habrá quien los entierre, ellos, y sus mujeres, y sus hijos, y sus hijas; y derramaré sobre ellos su maldad. Jeremiah 14:17 Decirles has pues esta palabra: Córranse mis ojos en lágrimas noche y día, y no cesen; porque de gran quebrantamiento es quebrantada la virgen hija de mi pueblo; de plaga muy recia. Jeremiah 14:18 Si saliere al campo, he aquí muertos a espada; y si me entrare en la ciudad, he aquí enfermos de hambre; porque también el profeta como el sacerdote anduvieron al rededor en la tierra, y no conocieron. Jeremiah 14:19 ¶ ¿Has desechando desechado a Judá? ¿Ha aborrecido tu alma a Sión? ¿Por qué nos hiciste herir sin que nos quede cura? Esperamos paz, y no hubo bien: tiempo de cura, y he aquí turbación. Jeremiah 14:20 Conocemos, o! Jehová, nuestra impiedad, la iniquidad de nuestros padres; porque pecamos a ti. Jeremiah 14:21 No nos deseches, por tu nombre, ni trastornes el trono de tu gloria. Acuérdate: no invalides tu concierto con nosotros. Jeremiah 14:22 ¿Hay en las vanidades de las naciones quien haga llover? ¿y darán los cielos lluvias? ¿No eres tú Jehová nuestro Dios? A ti pues esperamos; porque tú hiciste todas estas cosas. Jeremiah 15:0 Jeremiah 15:1 Y díjome Jehová: Si Moisés y Samuel se pusiesen delante de mí, mi voluntad no será con este pueblo: échalos de delante de mí, y salgan. Jeremiah 15:2 Y será, que si te preguntaren: ¿A dónde saldremos? Responderles has: Así dijo Jehová: El que a muerte, a muerte; y el que a cuchillo, a cuchillo; y el que a hambre, a hambre; y el que a cautividad a cautividad. Jeremiah 15:3 Y visitaré sobre ellos cuatro géneros de males, dijo Jehová: Espada para matar, y perros para despedazar, y aves del cielo, y bestias de la tierra para tragar, y para disipar. Jeremiah 15:4 Y entregarlos he para ser zarandados por todos los reinos de la tierra, a causa de Manasés, hijo de Ezequías, rey de Judá, por lo que hizo en Jerusalem. Jeremiah 15:5 Porque ¿quién habrá compasión de ti, o! Jerusalem? ¿o quién se entristecerá por tu causa? ¿o quién vendrá a preguntar por tu paz? Jeremiah 15:6 Tú me dejaste, dice Jehová, tornástete atrás: por tanto yo extendí sobre ti mi mano, y te eché a perder; y estoy cansado de arrepentirme. Jeremiah 15:7 Y los aventé con aventador hasta las puertas de la tierra: desahijé, desperdicié a mi pueblo, no se tornaron de sus caminos. Jeremiah 15:8 Sus viudas se me multiplicaron sobre la arena de la mar: traje contra ellos destruidor a mediodía sobre compañía de mancebos: hice caer sobre ella de repente ciudad y terrores. Jeremiah 15:9 Enflaquecióse la que parió siete, su alma se hinchió de dolor: púsosele su sol siendo aun de día: avergonzóse, e hinchióse de confusión; y lo que de ella quedare, entregaré a espada delante de sus enemigos, dijo Jehová. Jeremiah 15:10 ¶ ¡Ay de mí, madre mía! porque me engendraste hombre de cuestión, y hombre de discordia a toda la tierra: nunca les di a logro, ni lo tomé de ellos: todos me maldicen. Jeremiah 15:11 Dijo Jehová: Si tus residuos no fueren en bien: si no hiciere al enemigo que te salga a recibir en el tiempo trabajoso, y en el tiempo de la angustia. Jeremiah 15:12 ¶ ¿Quebrará el hierro al hierro de la parte de aquilón, y al metal? Jeremiah 15:13 Tus riquezas y tus tesoros daré a saco sin ningún precio, por todos tus pecados, y en todos tus términos: Jeremiah 15:14 Y hacerte he pasar a tus enemigos en tierra que no conoces; porque fuego es encendido en mi furor, y sobre vosotros arderá. Jeremiah 15:15 ¶ Tú, o! Jehová, lo sabes, acuérdate de mí, y visítame, y véngame de mis enemigos: no me tomes a tu cargo en la paciencia de tu enojo: sepas que sufro vergüenza a causa de ti. Jeremiah 15:16 Halláronse tus palabras, y yo las comí; y tu palabra me fue por gozo, y por alegría de mí corazón; porque tu nombre se llamó sobre mí, o! Jehová Dios de los ejércitos. Jeremiah 15:17 Nunca me asenté en compañía de burladores, ni me engreí a causa de tu profecía: solo me asenté, porque me henchiste de desabrimiento. Jeremiah 15:18 ¿Por qué fue perpetuo mi dolor, y mi herida desahuciada, no admitió cura? Eres conmigo como mentiroso, aguas que no son fieles. Jeremiah 15:19 Por tanto así dijo Jehová: Si te convirtieres, convertirte he, y delante de mí estarás; y si sacares lo precioso de lo vil, serás como mi boca. Conviértanse ellos a ti, y tú no te conviertas a ellos. Jeremiah 15:20 Y darte he a este pueblo por muro de bronce fuerte; y pelearán contra ti, y no te sobrepujarán; porque yo estoy contigo para guardarte y para defenderte, dijo Jehová. Jeremiah 15:21 Y librarte he de la mano de los malos, y redimirte he de la mano de los fuertes. Jeremiah 16:0 Jeremiah 16:1 Y fue a mí palabra de Jehová, diciendo. Jeremiah 16:2 No tomarás para ti mujer, ni tendrás hijos ni hijas en este lugar. Jeremiah 16:3 Porque así dijo Jehová de los hijos y de las hijas que nacieren en este lugar, y de sus madres que los parieren, y de los padres que los engendraren en esta tierra: Jeremiah 16:4 Muertos de enfermedades morirán, no serán endechados ni enterrados: serán por muladar sobre la haz de la tierra; y con espada, y con hambre serán consumidos; y sus cuerpos serán para comida de las aves del cielo, y de las bestias de la tierra. Jeremiah 16:5 Porque así dijo Jehová: No entres en casa de luto, ni vayas a lamentar, ni los consueles; porque yo quité mi paz de este pueblo, dijo Jehová, mi misericordia y miseraciones. Jeremiah 16:6 Y morirán en esta tierra, grandes y chicos: no se enterrarán, ni los endecharán, ni se arañarán, ni se mesarán por ellos. Jeremiah 16:7 Y no partirán pan por luto por ellos, para consolarlos de su muerte; ni les darán a beber vaso de consolaciones por su padre o por su madre. Jeremiah 16:8 Y no entres en casa de convite, para sentarte con ellos a comer o a beber. Jeremiah 16:9 Porque así dijo Jehová de los ejércitos, Dios de Israel: He aquí que yo haré cesar en este lugar delante de vuestros ojos, y en vuestros días, toda voz de gozo, y toda voz de alegría, toda voz de esposo, y toda voz de esposa. Jeremiah 16:10 Y acontecerá que cuando denunciares a este pueblo todas estas cosas, ellos te dirán: ¿Por qué habló Jehová sobre nosotros todo este mal tan grande? ¿y qué maldad es la nuestra, o qué pecado es el nuestro que pecamos a Jehová nuestro Dios? Jeremiah 16:11 Entonces les dirás: Porque vuestros padres me dejaron, dice Jehová, y anduvieron en pos de dioses ajenos, y los sirvieron, y se encorvaron a ellos; y a mí me dejaron, y mi ley no guardaron: Jeremiah 16:12 Y vosotros hicisteis peor que vuestros padres; porque he aquí que vosotros camináis cada uno tras la imaginación de su malvado corazón, no oyéndome a mí: Jeremiah 16:13 Por tanto yo os haré echar de esta tierra a tierra que ni vosotros ni vuestros padres conocisteis; y allá, serviréis a dioses ajenos de día y de noche, porque no os daré misericordia. Jeremiah 16:14 Por tanto he aquí que vienen días, dijo Jehová, que no se dirá más: Vive Jehová, que hizo subir a los hijos de Israel de tierra de Egipto: Jeremiah 16:15 Mas: Vive Jehová, que hizo subir los hijos de Israel de la tierra del aquilón, y de todas las tierras donde los había arrojado; y tornarlos he a su tierra, la cual di a sus padres. Jeremiah 16:16 He aquí que yo envío muchos pescadores, dijo Jehová, y pescarlos han; y después enviaré muchos cazadores, y cazarlos han de todo monte, y de todo collado, y de las cavernas de los peñascos. Jeremiah 16:17 Porque mis ojos están puestos sobre todos sus caminos, los cuales no se me escondieron; ni su maldad se esconde de la presencia de mis ojos. Jeremiah 16:18 Mas primero pagaré al doble su iniquidad y su pecado; porque contaminaron mi tierra con los cuerpos muertos de sus abominaciones, y de sus abominaciones hinchieron mi heredad. Jeremiah 16:19 O! Jehová, fortaleza mía, y fuerza mía, y refugio mío en el tiempo de la aflicción: a ti vendrán naciones desde los extremos de la tierra, y dirán: Ciertamente mentira poseyeron nuestros padres, vanidad, y no hay en ellos provecho. Jeremiah 16:20 ¿Hará el hombre dioses para sí? Mas ellos no serán dioses. Jeremiah 16:21 Por tanto, he aquí, les enseñaré de esta vez, enseñarles he mi mano y mi fortaleza; y sabrán que mi nombre es Jehová. Jeremiah 17:0 Jeremiah 17:1 El pecado de Judá escrito está con cincel de hierro, y con punta de diamante, esculpido en la tabla de su corazón, y en los lados de vuestros altares; Jeremiah 17:2 Para que sus hijos se acuerden de sus altares, y de sus bosques junto a los árboles verdes, y en los collados altos. Jeremiah 17:3 Mi montañés, en el campo son tus riquezas: todos tus tesoros daré a saco, por el pecado de tus altos, en todos tus términos. Jeremiah 17:4 Y habrá remisión en ti de tu heredad, la cual yo te dí; y hacerte he servir a tus enemigos en tierra que no conociste; porque fuego encendisteis en mi furor, para siempre arderá. Jeremiah 17:5 ¶ Así dijo Jehová: Maldito el varón que confía en el hombre, y pone carne por su brazo, y su corazón se aparta de Jehová. Jeremiah 17:6 Y será como la retama en el desierto; y no verá cuando viniere el bien: mas morará en las securas en el desierto, en tierra despoblada y deshabitada. Jeremiah 17:7 Bendito el varón que se fía de Jehová, y que Jehová es su confianza. Jeremiah 17:8 Porque él será como el árbol plantado junto a las aguas, que junto a la corriente echará sus raíces; y no verá cuando viniere el calor, y su hoja será verde; y en el año de prohibición no se fatigará, ni dejará de hacer fruto. Jeremiah 17:9 Engañoso es el corazón más que todas las cosas, y perverso: ¿quién le conocerá? Jeremiah 17:10 Yo Jehová que escudriño el corazón, que pruebo los riñones, para dar a cada uno según su camino, según el fruto de sus obras. Jeremiah 17:11 La perdiz que hurta lo que no parió, tal es el que allega riquezas y no con juicio: en medio de sus días las dejará, y en su postrimería será insipiente. Jeremiah 17:12 Solio de gloria, alteza desde el principio es el lugar de nuestro santuario. Jeremiah 17:13 ¶ ¡O esperanza de Israel, Jehová! todos los que te dejan, serán avergonzados; y los que de mí se apartan, serán escritos en el polvo; porque dejaron la vena de aguas vivas, a Jehová. Jeremiah 17:14 Sáname, o! Jehová, y seré sano: sálvame, y seré salvo; porque tú eres mi alabanza. Jeremiah 17:15 He aquí que ellos me dicen: ¿Dónde está la palabra de Jehová? Ahora venga. Jeremiah 17:16 Mas yo no me entremetí a ser pastor en pos de ti, ni deseé día de calamidad: tú lo sabes. Lo que de mi boca ha salido, en tu presencia ha sido. Jeremiah 17:17 No me seas tú por espanto: esperanza mía eres tú en el día malo. Jeremiah 17:18 Avergüéncense los que me persiguen, y no me avergüence yo: asómbrense ellos, y no me asombre yo: trae sobre ellos día malo, y quebrántalos con doblado quebrantamiento. Jeremiah 17:19 ¶ Así me dijo Jehová: Vé, y pónte a la puerta de los hijos del pueblo, por la cual entran y salen los reyes de Judá; y a todas las puertas de Jerusalem. Jeremiah 17:20 Y decirles has: Oíd palabra de Jehová, reyes de Judá, y todo Judá, y todos los moradores de Jerusalem, que entráis por estas puertas. Jeremiah 17:21 Así dijo Jehová: Guardád por vuestras vidas, y no traigáis carga en el día del sábado, para meter por las puertas de Jerusalem: Jeremiah 17:22 Ni saquéis carga de vuestras casas en el día del sábado, ni hagáis obra alguna: mas santificád el día del sábado, como mandé a vuestros padres: Jeremiah 17:23 Los cuales no oyeron, ni abajaron su oído; antes endurecieron su cerviz por no oír, ni recibir corrección. Jeremiah 17:24 Porque será, que si oyendo me oyereis, dijo Jehová, que no metáis carga por las puertas de esta ciudad en el día del sábado, mas santificaréis el día del sábado, no haciendo en el ninguna obra: Jeremiah 17:25 Entrarán por las puertas de esta ciudad los reyes y los príncipes, que se asientan sobre el trono de David, en carros y en caballos, ellos y sus príncipes, los varones de Judá, y los moradores de Jerusalem: y esta ciudad será habitada para siempre. Jeremiah 17:26 Y vendrán de las ciudades de Judá, y de los al derredores de Jerusalem, y de tierra de Ben-jamín, y de los campos, y del monte, y del austro, trayendo holocausto, y sacrificio, y presente, e incienso, y trayendo ofrendas de alabanza a la casa de Jehová. Jeremiah 17:27 Mas si no me oyereis, para santificar el día del sábado, y para no traer carga, ni meterla por las puertas de Jerusalem en día de sábado, yo haré encender fuego en sus puertas, y consumirá los palacios de Jerusalem, y no se apagará. Jeremiah 18:0 Jeremiah 18:1 La palabra que fue a Jeremías de Jehová, diciendo: Jeremiah 18:2 Levántate, y vete a casa del ollero, y allí te haré que oigas mis palabras. Jeremiah 18:3 Y descendí en casa del ollero, y he aquí que él hacía obra sobre una rueda. Jeremiah 18:4 Y el vaso que él hacía de barro se quebró en la mano del ollero; y tornó, e hízolo otro vaso según que al ollero pareció mejor hacerlo. Jeremiah 18:5 Y fue a mí palabra de Jehová, diciendo: Jeremiah 18:6 ¿No podré yo hacer de vosotros como este ollero, o! casa de Israel, dice Jehová? He aquí que como el barro en la mano del ollero, así sois vosotros en mi mano, o! casa de Israel. Jeremiah 18:7 En un instante hablaré contra naciones, y contra reinos, para arrancar, y disipar, y perder: Jeremiah 18:8 Empero si esas naciones se convirtieren de su maldad, contra el cual mal yo hablé, yo me arrepentiré del mal que había pensado de les hacer. Jeremiah 18:9 Y en un instante hablaré de la nación, y del reino, para edificar y para plantar: Jeremiah 18:10 Y si hiciere lo malo delante de mis ojos, no oyendo mi voz, arrepentirme he del bien que había determinado de le hacer. Jeremiah 18:11 Ahora pues, habla ahora a todo hombre de Judá, y a los moradores de Jerusalem, diciendo: Así dijo Jehová: He aquí que yo compongo mal contra vosotros, y pienso contra vosotros pensamientos: conviértase ahora cada uno de su mal camino, y mejorád vuestros caminos, y vuestras obras. Jeremiah 18:12 Y dijeron: Es por demás, porque en pos de nuestras imaginaciones hemos de ir; y cada uno el pensamiento de su malvado corazón hemos de hacer. Jeremiah 18:13 Por tanto así dijo Jehová: Ahora preguntád a las naciones: ¿Quién oyó tal? Gran fealdad hizo la virgen de Israel. Jeremiah 18:14 ¿Dejará alguno la nieve de la piedra del campo que corre del Líbano? dejarán las aguas extrañas, frías y corrientes? Jeremiah 18:15 Porque mi pueblo me olvidaron, incensando a la vanidad; y hácenlos tropezar en sus caminos, en las sendas antiguas, para que caminen por sendas, por camino no hollado: Jeremiah 18:16 Para poner su tierra en admiración, y en silbos perpetuos: todo aquel que pasare por ella se maravillará, y meneará su cabeza. Jeremiah 18:17 Como viento solano los esparciré delante del enemigo: la cerviz, y no el rostro, les mostraré en el día de su perdición. Jeremiah 18:18 ¶ Y dijeron: Veníd, y maquinemos maquinaciones contra Jeremías; porque la ley no faltará del sacerdote, ni consejo del sabio, ni palabra del profeta. Veníd, e hirámosle de lengua, y no miremos a todas sus palabras. Jeremiah 18:19 Jehová mira por mí, y oye la voz de los que contienden conmigo. Jeremiah 18:20 ¿Dáse mal por bien, que cavaron hoyo a mi alma? Acuérdate que me puse delante de ti, para hablar bien por ellos, para apartar de ellos tu ira. Jeremiah 18:21 Por tanto entrega sus hijos a hambre, y házlos escurrir por manos de espada; y sus mujeres queden sin hijos, y viudas; y sus maridos muertos de muerte; y sus mancebos sean heridos a espada en la guerra. Jeremiah 18:22 De sus casas se oiga clamor, cuando trajeres sobre ellos ejército de repente; porque cavaron hoyo para tomarme, y escondieron lazos a mis pies. Jeremiah 18:23 Mas tú, o! Jehová, conoces todo su consejo contra mí que es para muerte: no perdones su maldad, ni raigas su pecado de delante de tu rostro; y tropiecen delante de ti: haz con ellos en el tiempo de tu furor. Jeremiah 19:0 Jeremiah 19:1 Así dijo Jehová: Vé, y compra un barril de barro del ollero, y lleva contigo alguno de los ancianos del pueblo, y de los ancianos de los sacerdotes: Jeremiah 19:2 Y saldrás al valle de Ben-hinnón que está a la entrada de la puerta oriental, y pregonarás allí las palabras que yo te hablaré. Jeremiah 19:3 Dirás pues: Oíd palabra de Jehová, o! reyes de Judá, y moradores de Jerusalem: Así dice Jehová de los ejércitos, Dios de Israel: He aquí que yo traigo mal sobre este lugar, tal que quien lo oyere, le retiñan los oídos: Jeremiah 19:4 Porque me dejaron, y enajenaron este lugar, y ofrecieron perfumes en él a dioses ajenos, los cuales ellos no habían conocido, ni sus padres, ni los reyes de Judá; e hinchieron este lugar de sangre de inocentes. Jeremiah 19:5 Y edificaron altos a Baal, para quemar con fuego sus hijos en holocaustos, al mismo Baal: cosa que no les mandé, ni hablé, ni me vino al pensamiento. Jeremiah 19:6 Por tanto he aquí que vienen días, dijo Jehová, que este lugar no se llamará más Tofet, y valle de Ben-hinnón, mas valle de la matanza. Jeremiah 19:7 Y desvaneceré el consejo de Judá y de Jerusalem en este lugar, y hacerles he que caigan a cuchillo delante de sus enemigos, y en las manos de los que buscan sus almas; y daré sus cuerpos para comida de las aves del cielo, y de las bestias de la tierra. Jeremiah 19:8 Y pondré a esta ciudad por espanto y silbo: todo aquel que pasare por ella se maravillará, y silbará sobre todas sus plagas. Jeremiah 19:9 Y hacerles he comer la carne de sus hijos, y la carne de sus hijas; y cada uno comerá la carne de su amigo en el cerco y en la angostura con que los estrecharán sus enemigos, y los que buscan sus almas. Jeremiah 19:10 Y quebrarás el barril delante de los ojos de los varones que van contigo; Jeremiah 19:11 Y decirles has: Así dijo Jehová de los ejércitos: Así quebrantaré a este pueblo, y a esta ciudad, como quien quiebra un vaso de barro, que no se puede más restaurar; y en Tofet se enterrarán, porque no habrá otro lugar para enterrar. Jeremiah 19:12 Así haré a este lugar, dice Jehová, y a sus moradores, poniendo esta ciudad como Tofet. Jeremiah 19:13 Y las casas de Jerusalem, y las casas de los reyes de Judá serán como el lugar de Tofet, inmundas, por todas las casas sobre cuyos tejados ofrecieron perfumes a todo el ejército del cielo, y vertieron derramaduras a dioses ajenos. Jeremiah 19:14 Y volvió Jeremías de Tofet, donde le envió Jehová a profetizar; y paróse en el patio de la casa de Jehová, y dijo a todo el pueblo: Jeremiah 19:15 Así dijo Jehová de los ejércitos, Dios de Israel: He aquí que yo traigo sobre esta ciudad, y sobre todas sus ciudades todo el mal que hablé contra ella; porque endurecieron su cerviz, para no oír mis palabras. Jeremiah 20:0 Jeremiah 20:1 Y Fasur, sacerdote, hijo de Immer, que presidía por príncipe en la casa de Jehová, oyó a Jeremías que profetizaba estas palabras. Jeremiah 20:2 E hirió Fasur a Jeremías profeta, y púsole en el calabozo, que estaba a la puerta de Ben-jamín en lo alto, la cual está en la casa de Jehová. Jeremiah 20:3 Y el día siguiente Fasur sacó a Jeremías del calabozo; y díjole Jeremías: No ha llamado Jehová tu nombre Fasur, mas Magor-missabid. Jeremiah 20:4 Porque así dijo Jehová: He aquí que yo te pondré en espanto, a ti y a todos los que bien te quieren, y caerán por la espada de sus enemigos, y tus ojos lo verán; y a todo Judá entregaré en mano del rey de Babilonia, y transportarlos ha en Babilonia, y herirlos ha a cuchillo. Jeremiah 20:5 Y daré toda la sustancia de esta ciudad, y todo su trabajo, y todas sus cosas preciosas, y todos los tesoros de los reyes de Judá daré en mano de sus enemigos, y saquearlos han; y tomarlos han, y traerlos han en Babilonia. Jeremiah 20:6 Y tú, Fasur, y todos los moradores de tu casa iréis cautivos, y en Babilonia entrarás, y allá morirás, y allá serás enterrado, tú y todos los que bien te quieren, a los cuales has profetizado con mentira. Jeremiah 20:7 ¶ Engañásteme, o! Jehová, y engañado soy: más fuerte has sido que yo, y me venciste: cada día he sido escarnecido, cada uno burla de mí: Jeremiah 20:8 Porque desde que hablo, doy voces, grito violencia y destrucción: porque la palabra de Jehová me ha sido para afrenta y escarnio cada día. Jeremiah 20:9 Y dije: No me acordaré más de él, ni más hablaré en su nombre. Y fue en mi corazón como un fuego ardiente metido en mis huesos: trabajé por sufrirle, y no pude: Jeremiah 20:10 Porque oí la murmuración de muchos, temor de todas partes: Denunciád, y denunciarémos. Todos mis amigos miraban, si cojearía: Quizá se engañará, y prevaleceremos contra él, y tomaremos de él nuestra venganza. Jeremiah 20:11 ¶ Mas Jehová está conmigo como poderoso gigante; por tanto los que me persiguen tropezarán, y no prevalecerán: serán avergonzados en gran manera, porque no prosperarán: tendrán perpetua vergüenza, que nunca se olvidará. Jeremiah 20:12 O! Jehová de los ejércitos, que sondas lo justo, que ves los riñones y el corazón, vea yo tu venganza de ellos, porque a ti descubrí mi causa. Jeremiah 20:13 Cantád a Jehová: load a Jehová; porque escapó el alma del pobre de mano de los malignos. Jeremiah 20:14 ¶ Maldito sea el día en que nací: el día que mi madre me parió no sea bendito. Jeremiah 20:15 Maldito sea el hombre que dio nuevas a mi padre, diciendo: Nacídote ha hijo varón: alegrando le hizo alegrar. Jeremiah 20:16 Y sea el tal hombre como las ciudades que asoló Jehová, y no se arrepintió; y oiga gritos de mañana, y voces a mediodía. Jeremiah 20:17 ¿Por qué no me mató en el vientre, y mi madre me hubiera sido mi sepulcro, y su vientre concebimiento perpetuo? Jeremiah 20:18 ¿Para qué salí del vientre? ¿para ver trabajo y dolor, y que mis días se gastasen en vergüenza? Jeremiah 21:0 Jeremiah 21:1 Palabra que fue a Jeremías de Jehová cuando el rey Sedecías envió a él a Fasur, hijo de Melquías, y a Sofonías, sacerdote, hijo de Maasías, que le dijesen: Jeremiah 21:2 Pregunta ahora por nosotros a Jehová, porque Nabucodonosor, rey de Babilonia, hace guerra contra nosotros: quizá Jehová hará con nosotros según todas sus maravillas, y se irá de sobre nosotros. Jeremiah 21:3 Y Jeremías les dijo: Diréis así a Sedecías: Jeremiah 21:4 Así dijo Jehová, Dios de Israel: He aquí que yo vuelvo las armas de guerra que están en vuestras manos, y con que vosotros peleáis con el rey de Babilonia; y los Caldeos que os tienen cercados fuera de la muralla, yo los juntaré en medio de esta ciudad. Jeremiah 21:5 Y pelearé contra vosotros con mano alzada, y con brazo fuerte, y con furor, y enojo, e ira grande. Jeremiah 21:6 Y heriré los moradores de esta ciudad; y los hombres, y las bestias de grande pestilencia morirán. Jeremiah 21:7 Y después, así dijo Jehová: Entregaré a Sedecías, rey de Judá, y a sus criados, y al pueblo, y los que quedaren, en la ciudad de la pestilencia, y de la espada, y del hambre, en mano de Nabucodonosor, rey de Babilonia, y en mano de sus enemigos, y en mano de los que buscan sus almas, y herirlos ha a filo de espada: no los perdonará, ni los recibirá a merced, ni habrá de ellos misericordia. Jeremiah 21:8 Y a este pueblo dirás: Así dijo Jehová: He aquí que yo pongo delante de vosotros camino de vida, y camino de muerte. Jeremiah 21:9 El que se quedare en esta ciudad, morirá a cuchillo, o de hambre, o de pestilencia: mas el que saliere, y se pasare a los Caldeos que os tienen cercados, vivirá, y su vida le será por despojo. Jeremiah 21:10 Porque mi rostro he puesto contra esta ciudad para mal, y no para bien, dice Jehová: en mano del rey de Babilonia será entregada, y quemarla ha a fuego. Jeremiah 21:11 Y a la casa del rey de Judá dirás: Oíd palabra de Jehová: Jeremiah 21:12 Casa de David, así dijo Jehová: Juzgád de mañana juicio, y librád el oprimido de mano del opresor; porque mi ira no salga como fuego, y se encienda, y no haya quien apague, por la maldad de vuestras obras. Jeremiah 21:13 He aquí, yo a ti, moradora del valle de la piedra de la llanura, dice Jehová: los que decís: ¿Quién subirá contra nosotros? y ¿quién entrará en nuestras moradas? Jeremiah 21:14 Y visitaros he conforme al fruto de vuestras obras, dijo Jehová; y haré encender fuego en su breña, y consumirá todo lo que está al derredor de ella. Jeremiah 22:0 Jeremiah 22:1 Así dijo Jehová: Desciende a la casa del rey de Judá, y habla allí esta palabra, Jeremiah 22:2 Y dí: Oye palabra de Jehová, o! rey de Judá, que estas asentado sobre el trono de David: tú, y tus criados, y tu pueblo, que entran por estas puertas. Jeremiah 22:3 Así dijo Jehová: Hacéd juicio y justicia, y librád al oprimido de mano del opresor, y no engañéis ni robéis al extranjero, ni al huérfano, ni a la viuda, ni derraméis sangre inocente en este lugar. Jeremiah 22:4 Porque si haciendo hiciereis esta palabra, entrarán por las puertas de esta casa los reyes sentados por David sobre su trono, cabalgando en carro y en caballos, él, y sus criados, y su pueblo. Jeremiah 22:5 Y si no oyereis estas palabras, por mí juré, dijo Jehová, que esta casa será desierta. Jeremiah 22:6 Porque así dijo Jehová sobre la casa del rey de Judá: Galaad, tú a mí, o! cabeza del Líbano, si yo no te pusiere en soledad, y ciudades inhabitables. Jeremiah 22:7 Y señalaré contra ti disipadores, cada uno con sus armas, y cortarán tus cedros escogidos, y echarlos han en el fuego. Jeremiah 22:8 Y muchas naciones pasarán junto a esta ciudad, y dirán cada uno a su compañero: ¿Por qué lo hizo así Jehová con esta grande ciudad? Jeremiah 22:9 Y dirán: Porque dejaron el concierto de Jehová su Dios, y adoraron dioses ajenos, y les sirvieron. Jeremiah 22:10 No lloréis al muerto, ni hayáis compasión de él, llorando llorád por el que va, por que no volverá jamás; ni verá la tierra donde nació. Jeremiah 22:11 Porque así dijo Jehová de Sellum, hijo de Josías, rey de Judá, que reina por Josías, su padre: El que saliere de este lugar, no volverá acá más: Jeremiah 22:12 Antes en el lugar adonde le trasportaren, morirá, y no verá más esta tierra. Jeremiah 22:13 ¡Ay del que edifica su casa, y no en justicia; y sus salas, y no en juicio; sirviéndose de su prójimo de balde, y no dándole el salario de su trabajo! Jeremiah 22:14 Que dice: Edificaré para mí casa espaciosa, y airosas salas; y le abre ventanas, y la cubre de cedro, y la pinta de bermellón. Jeremiah 22:15 ¿Reinarás, porque te cercas de cedro? ¿Tu padre no comió y bebió, e hizo juicio y justicia, y entonces le fue bien? Jeremiah 22:16 Juzgó la causa del afligido y del menesteroso, y entonces estuvo bien: ¿no es esto conocerme a mí, dijo Jehová? Jeremiah 22:17 Mas tus ojos y tu corazón no son sino a tu avaricia, y a derramar la sangre inocente, y a opresión, y a hacer agravio. Jeremiah 22:18 Por tanto así dijo Jehová de Joacim, hijo de Josías, rey de Judá: No le llorarán: ¡Ay hermano mío! ¡y ay hermana! no le llorarán: ¡Ay Señor! ¡ay de su grandeza! Jeremiah 22:19 En sepultura de asno será enterrado, arrastrándole y echándole fuera de las puertas de Jerusalem. Jeremiah 22:20 Sube al Líbano, y clama, y en Basán da tu voz, y grita hacia todas partes; porque todos tus enamorados son quebrantados. Jeremiah 22:21 Hablé a ti en tus prosperidades: dijiste: No oiré. Este fue tu camino desde tu juventud, que nunca oíste mi voz. Jeremiah 22:22 A todos tus pastores pacerá el viento, y tus enamorados irán en cautividad. Entonces te avergonzarás, y te confundirás a causa de toda tu malicia. Jeremiah 22:23 Habitaste en el Líbano: hiciste tu nido en los cedros: ¡cuán amada serás cuando te vinieren dolores, dolor como de mujer que está de parto! Jeremiah 22:24 Vivo yo, dijo Jehová, que si Conías, hijo de Joacim, rey de Judá, fuera anillo en mi mano diestra, que de allí te arrancaré. Jeremiah 22:25 Y te entregaré en mano de los que buscan tu alma, y en mano de aquellos cuya vista temes: y en mano de Nabucodonosor, rey de Babilonia, y en mano de los Caldeos. Jeremiah 22:26 Y hacerte he trasportar, a ti y a tu madre que te parió, a tierra ajena en la cual no nacisteis, y allá moriréis. Jeremiah 22:27 Y a la tierra a la cual ellos levantan su alma para tornar allá, no volverán allá. Jeremiah 22:28 ¿Es este hombre Conías un ídolo vil, quebrado? ¿vaso con que nadie se deleita? ¿Por qué fueron arrojados él y su generación? ¿fueron echados a tierra que no conocieron? Jeremiah 22:29 ¡O tierra, tierra, tierra! oye palabra de Jehová. Jeremiah 22:30 Así dijo Jehová: Escribíd este varón privado de generación: hombre a quien nada sucederá prósperamente en todos los días de su vida; porque ningún hombre de su simiente que se asentare sobre el trono de David, y que se enseñoreare sobre Judá, jamás será dichoso. Jeremiah 23:0 Jeremiah 23:1 ¡Ay de los pastores que desperdician y derraman las ovejas de mi majada! dijo Jehová. Jeremiah 23:2 Por tanto, así dijo Jehová Dios de Israel a los pastores que apacientan mi pueblo: Vosotros derramasteis mis ovejas, y las amontasteis, y no las visitasteis: he aquí que yo visito sobre vosotros la maldad de vuestras obras, dijo Jehová. Jeremiah 23:3 Y yo recogeré el resto de mis ovejas de todas las tierras donde las eché, y hacerlas he volver a sus moradas; y crecerán, y multiplicarse han. Jeremiah 23:4 Y pondré sobre ellas pastores que las apacienten; y no temerán más, ni tendrán miedo, ni serán menoscabadas, dijo Jehová. Jeremiah 23:5 He aquí que vienen días, dijo Jehová, y despertaré a David renuevo justo, y reinará rey, el cual será dichoso, y hará juicio y justicia en la tierra. Jeremiah 23:6 En sus días será salvo Judá, e Israel habitará confiado; y este será su nombre que le llamarán, Jehová justicia nuestra. Jeremiah 23:7 Por tanto, he aquí que vienen días, dijo Jehová, y no dirán más: Vive Jehová que hizo subir los hijos de Israel de la tierra de Egipto: Jeremiah 23:8 Mas: Vive Jehová que hizo subir, y trajo la simiente de la casa de Israel de tierra del aquilón, y de todas las tierras a donde los eché; y habitarán en su tierra. Jeremiah 23:9 A causa de los profetas mi corazón es quebrantado en medio de mí, todos mis huesos tiemblan: estuve como hombre borracho, y como hombre a quien enseñoreó el vino, delante de Jehová, y delante de las palabras de su santidad. Jeremiah 23:10 Porque la tierra es llena de adúlteros, porque a causa del juramento la tierra es desierta: las cabañas del desierto se secaron; y la carrera de ellos fue mala, su fortaleza no derecha. Jeremiah 23:11 Porque así el profeta como el sacerdote son fingidos: aun en mi casa hallé su maldad, dijo Jehová. Jeremiah 23:12 Por tanto su camino les será como resbaladeros en oscuridad: serán rempujados, y caerán en él; porque yo traeré sobre ellos mal, año de su visitación, dice Jehová. Jeremiah 23:13 Y en los profetas de Samaria ví bobería: profetizaban en Baal, e hicieron errar a mi pueblo Israel. Jeremiah 23:14 Y en los profetas de Jerusalem ví torpezas: cometían adulterios, y caminaban por mentira, y esforzaban las manos de los malos, porque ninguno se convertiese de su malicia: tornáronseme todos ellos como los moradores de Sodoma, y sus moradores como Gomorra. Jeremiah 23:15 Por tanto así dijo Jehová de los ejércitos contra aquellos profetas: He aquí que yo les hago comer ajenjo, y les haré beber aguas de hiel; porque de los profetas de Jerusalem salió la hipocresía sobre toda la tierra. Jeremiah 23:16 Así dijo Jehová de los ejércitos: No escuchéis las palabras de los profetas que os profetizan: os hacen desvanecer, hablan visión de su corazón, no de la boca de Jehová. Jeremiah 23:17 Dicen atrevidamente a los que me airán: Jehová dijo: Paz tendréis. Y a cualquiera que camina tras la imaginación de su corazón, dijeron: No vendrá mal sobre vosotros. Jeremiah 23:18 Porque ¿quién estuvo en el secreto de Jehová, y vio, y oyó su palabra? ¿quién estuvo atento a su palabra, y oyó? Jeremiah 23:19 He aquí que la tempestad de Jehová saldrá con furor; y la tempestad que está aparejada, sobre la cabeza de los malos caerá. Jeremiah 23:20 No se apartará el furor de Jehová, hasta tanto que haya hecho, y hasta tanto que haya confirmado los pensamientos de su corazón: en lo postrero de los días la entenderéis con entendimiento. Jeremiah 23:21 No envié yo aquellos profetas, y ellos corrían: yo no les hablé, y ellos profetizaban. Jeremiah 23:22 Y si ellos hubieran estado en mi secreto, también hubieran hecho oír mis palabras a mi pueblo, y los hubieran hecho volver de su mal camino, y de la maldad de sus obras. Jeremiah 23:23 ¿Soy yo Dios de cerca, dijo Jehová, y no Dios de lejos? Jeremiah 23:24 ¿Esconderse ha alguno en escondederos que yo no le vea, dijo Jehová? ¿no hincho yo el cielo y la tierra, dijo Jehová? Jeremiah 23:25 Yo oí lo que aquellos profetas dijeron profetizando mentira en mi nombre, diciendo: Soñé, soñé. Jeremiah 23:26 ¿Hasta cuándo será esto en el corazón de los profetas que profetizan mentira, y que profetizan el engaño de su corazón? Jeremiah 23:27 No piensan como hacen olvidar mi pueblo de mi nombre con sus sueños que cada uno cuenta a su compañero, como sus padres se olvidaron de mi nombre por Baal. Jeremiah 23:28 El profeta con quien fuere sueño, cuente sueño; y con el que fuere mi palabra, cuente mi palabra verdadera. ¿Qué tiene la paja con el trigo, dijo Jehová? Jeremiah 23:29 ¿Mi palabra no es como el fuego, dice Jehová, y como martillo que quebranta la piedra? Jeremiah 23:30 Por tanto, he aquí, yo contra los profetas, dice Jehová, que hurtan mis palabras, cada uno de su más cercano. Jeremiah 23:31 He aquí, yo contra los profetas, dice Jehová, que endulzan sus lenguas, y dicen: Dijo. Jeremiah 23:32 He aquí, yo contra los que profetizan sueños mentirosos, dice Jehová, y los contaron, e hicieron errar mi pueblo con sus mentiras y con sus lisonjas; y yo no los envié, ni les mandé; y ningún provecho hicieron a este pueblo, dijo Jehová. Jeremiah 23:33 Y cuando te preguntare este pueblo, o el profeta, o el sacerdote, diciendo: ¿Qué es la carga de Jehová? decirles has: ¿Qué carga? Dejaros he, dijo Jehová. Jeremiah 23:34 Y el profeta, y el sacerdote, y el pueblo que dijere: Carga de Jehová: yo visitaré sobre el tal hombre, y sobre su casa. Jeremiah 23:35 Así diréis cada cual a su compañero, y cada cual a su hermano; ¿Qué respondió Jehová? ¿y qué habló Jehová? Jeremiah 23:36 Y nunca más os vendrá a la memoria carga de Jehová; porque la palabra de cada uno le será por carga; pues pervertisteis las palabras del Dios viviente, Jehová de los ejércitos, Dios nuestro. Jeremiah 23:37 Así dirás al profeta: ¿Qué te respondió Jehová, y que habló Jehová? Jeremiah 23:38 Y si dijereis: Carga de Jehová: Por tanto así dijo Jehová: Porque dijisteis esta palabra, carga de Jehová, habiendo enviado a vosotros, diciendo: No digáis, Carga de Jehová. Jeremiah 23:39 Por tanto, he aquí, que yo os olvidaré olvidando; y os arrancaré de mi presencia, y a la ciudad que os di a vosotros y a vuestros padres. Jeremiah 23:40 Y daré sobre vosotros vergüenza perpetua, y confusiones eternas, que nunca las raiga olvido. Jeremiah 24:0 Jeremiah 24:1 Mostróme Jehová, y he aquí dos cestas de higos puestas delante del templo de Jehová, después de haber trasportado Nabucodonosor, rey de Babilonia, a Jeconías, hijo de Joacim, rey de Judá, y a los príncipes de Judá, y a los oficiales y cerrajeros de Jerusalem, y haberlos llevado a Babilonia. Jeremiah 24:2 La una cesta tenía higos muy buenos, como brevas; y la otra cesta tenía higos muy malos, que no se podían comer de malos. Jeremiah 24:3 Y díjome Jehová: ¿Qué ves tú, Jeremías? Y dije: Higos, higos buenos; muy buenos; y malos, muy malos, que de malos no se pueden comer. Jeremiah 24:4 Y fue a mí palabra de Jehová, diciendo: Jeremiah 24:5 Así dijo Jehová Dios de Israel: Como a estos buenos higos, así conoceré el trasportamiento de Judá, al cual eché de este lugar a tierra de Caldeos, para bien. Jeremiah 24:6 Porque pondré mis ojos sobre ellos para bien; y volverlos he a esta tierra, y edificarlos he, y no los destruiré: plantarlos he, y no los arrancaré. Jeremiah 24:7 Y darles he corazón para que me conozcan, que yo soy Jehová; y serme han por pueblo, y yo les seré a ellos por Dios; porque se volverán a mí de todo su corazón. Jeremiah 24:8 Y como los malos higos, que de malos no se pueden comer, así dijo Jehová, daré a Sedecías, rey de Judá, y a sus príncipes, y al resto de Jerusalem que quedaron en esta tierra, y que moran en la tierra de Egipto. Jeremiah 24:9 Y darlos he por escarnio, por mal a todos los reinos de la tierra: por infamia, y por ejemplo, y por refrán, y por maldición a todos los lugares donde yo los arrojaré. Jeremiah 24:10 Y enviaré en ellos espada, hambre, y pestilencia, hasta que sean acabados de sobre la tierra que les di a ellos y a sus padres. Jeremiah 25:0 Jeremiah 25:1 Palabra que fue a Jeremías de todo el pueblo de Judá, en el año cuarto de Joacim, hijo de Josías, rey de Judá, el cual es el año primero de Nabucodonosor, rey de Babilonia. Jeremiah 25:2 Lo que habló Jeremías profeta a todo el pueblo de Judá, y a todos los moradores de Jerusalem, diciendo: Jeremiah 25:3 Desde el año trece de Josías, hijo de Amón, rey de Judá, hasta este día, que son veinte y tres años, fue a mi palabra de Jehová, la cual hablé a vosotros, madrugando y hablando, y no oísteis. Jeremiah 25:4 Y envió Jehová a vosotros todos sus siervos profetas, madrugando y enviando, y no oísteis, ni abajasteis vuestro oído para oír; Jeremiah 25:5 Diciendo: Volvéos ahora de vuestro mal camino, y de la maldad de vuestras obras, y morád sobre la tierra que os dio Jehová, a vosotros y a vuestros padres para siempre; Jeremiah 25:6 Y no caminéis en pos de dioses ajenos, sirviéndoles y encorvándoos a ellos; ni me provoquéis a ira con la obra de vuestras manos, y no os haré mal. Jeremiah 25:7 Y no me oísteis, dijo Jehová, para provocarme a ira con la obra de vuestras manos, para mal vuestro. Jeremiah 25:8 Por tanto así dijo Jehová de los ejércitos: Porque no oísteis mis palabras. Jeremiah 25:9 He aquí que yo enviaré, y tomaré todos los linajes del aquilón, dice Jehová, y a Nabucodonosor, rey de Babilonia, mi siervo, y traerlos he contra esta tierra, y contra sus moradores, y contra todas estas naciones al derredor; y matarlos he, y ponerlos he por escarnio, y por silbo, y en soledades perpetuas. Jeremiah 25:10 Y haré perder de entre ellos voz de gozo, y voz de alegría, voz de desposado, y voz de desposada, voz de muelas, y luz de antorcha. Jeremiah 25:11 Y toda esta tierra será puesta en soledad, en espanto; y servirán estas naciones al rey de Babilonia setenta años: Jeremiah 25:12 Y será que cuando fueren cumplidos los setenta años, visitaré sobre el rey de Babilonia, y sobre aquella nación su maldad, dijo Jehová, y sobre la tierra de los Caldeos; y yo la pondré en desiertos para siempre. Jeremiah 25:13 Y traeré sobre aquella tierra todas mis palabras que he hablado contra ella, con todo lo que está escrito en este libro, profetizado por Jeremías, contra todas las naciones. Jeremiah 25:14 ¶ Porque se servirán también de ellos muchas naciones, y reyes grandes; y yo les pagaré conforme a su obra, y conforme a la obra de sus manos. Jeremiah 25:15 Porque así me dijo Jehová Dios de Israel: Toma de mi mano el vaso del vino de este furor, y da de beber de él a todas las naciones a las cuales yo te envío. Jeremiah 25:16 Y beberán, y temblarán, y enloquecerán delante de la espada que yo envío entre ellos. Jeremiah 25:17 Y tomé el vaso de la mano de Jehová, y di de beber a todas las naciones a las cuales me envió Jehová: Jeremiah 25:18 A Jerusalem, y a las ciudades de Judá, y a sus reyes, y sus príncipes, para que yo las pusiese en soledad, en escarnio, y en silbo y en maldición, como este día: Jeremiah 25:19 A Faraón, rey de Egipto, y a sus siervos, y a sus príncipes, y a todo su pueblo: Jeremiah 25:20 Y a toda la mistura; y a todos los reyes de tierra de Hus; y a todos los reyes de tierra de Palestina, y a Ascalón, y Gaza, y Accarón, y a la resta de Azoto: Jeremiah 25:21 A Edom, y Moab, y a los hijos de Ammón: Jeremiah 25:22 Y a todos los reyes de Tiro, y a todos los reyes de Sidón, y a los reyes de las islas que están de ese cabo de la mar: Jeremiah 25:23 Y a Dedán, y Tema, y Buz, y a todos los que están al cabo del mundo: Jeremiah 25:24 Y a todos los reyes de Arabia, y a todos los reyes de la Arabia que habita en el desierto: Jeremiah 25:25 Y a todos los reyes de Zambrí, y a todos los reyes de Elam, y a todos los reyes de Media: Jeremiah 25:26 Y a todos los reyes del aquilón, los de cerca y los de lejos, los unos de los otros; y a todos los reinos de la tierra que están sobre la haz de la tierra, y el rey de Sesac beberá después de ellos. Jeremiah 25:27 Decirles has pues: Así dijo Jehová de los ejércitos, Dios de Israel: Bebéd, y emborracháos, y vomitád, y caéd, y no os levantéis delante de la espada que yo envío entre vosotros. Jeremiah 25:28 Y será que si no quisieren tomar el vaso de tu mano para beber, decirles has: Así dijo Jehová de los ejércitos: Bebiendo bebéd. Jeremiah 25:29 Porque he aquí que a la ciudad sobre la cual es llamado mi nombre yo comienzo a hacer mal, ¿y vosotros solos seréis absueltos? No seréis absueltos; porque espada traigo sobre todo los moradores de la tierra, dijo Jehová de los ejércitos. Jeremiah 25:30 Tú pues profetizarás a ellos todas estas palabras, y decirles has: Jehová bramará como león de lo alto, y de la morada de su santidad dará su voz: bramando bramará sobre su morada, canción de lagareros cantará a todos los moradores de la tierra. Jeremiah 25:31 Llegó el estruendo hasta el cabo de la tierra; porque juicio de Jehová con las naciones: él es el Juez de toda carne: los impíos entregará a la espada, dijo Jehová. Jeremiah 25:32 Así dijo Jehová de los ejércitos: He aquí que el mal sale de nación en nación, y grande tempestad se levantará de los fines de la tierra. Jeremiah 25:33 Y serán muertos de Jehová en aquel día desde el un cabo de la tierra hasta el otro cabo: no se endecharán, ni se cogerán, ni se enterrarán: como estiércol serán sobre la haz de la tierra. Jeremiah 25:34 Aullád, pastores, y clamád, y revolcaos en el polvo, los mayorales del hato; porque vuestros días son cumplidos para ser degollados, y esparcidos vosotros; y caeréis como vaso de codicia. Jeremiah 25:35 Y la huida se perderá de los pastores; y el escapamiento, de los mayorales del hato. Jeremiah 25:36 Voz de la grita de los pastores, y aullido de los mayorales del hato se oirá; porque Jehová asoló sus majadas. Jeremiah 25:37 Y las majadas pacíficas serán taladas, por la ira del furor de Jehová. Jeremiah 25:38 Desamparó como leoncillo su morada; porque la tierra de ellos fue asolada por la ira del opresor, y por el enojo de su furor. Jeremiah 26:0 Jeremiah 26:1 En el principio del reino de Joacim, hijo de Josías, rey de Judá, fue esta palabra de Jehová, diciendo: Jeremiah 26:2 Así dijo Jehová: Pónte en el patio de la casa de Jehová, y habla a todas las ciudades de Judá, que vienen para adorar en la casa de Jehová, todas las palabras que yo te mandé que les hablases: no detengas palabra. Jeremiah 26:3 Quizás oirán, y se tornarán cada uno de su mal camino; y arrepentirme he yo del mal que pienso hacerles, por la maldad de sus obras. Jeremiah 26:4 Decirles has: Así dijo Jehová: Si no me oyereis para andar en mi ley, la cual di delante de vosotros, Jeremiah 26:5 Para oír a las palabras de mis siervos los profetas que yo os envío, madrugando y enviando, a los cuales no habéis oído: Jeremiah 26:6 Yo pondré esta casa como Silo, y daré esta ciudad en maldición a todas las naciones de la tierra. Jeremiah 26:7 Y oyeron los sacerdotes, y los profetas, y todo el pueblo, a Jeremías hablar estas palabras en la casa de Jehová. Jeremiah 26:8 Y fue que acabando de hablar Jeremías todo lo que Jehová le había mandado que hablase a todo el pueblo, los sacerdotes, y los profetas, y todo el pueblo le echaron mano, diciendo: Muerte morirás. Jeremiah 26:9 ¿Por qué profetizaste en nombre de Jehová, diciendo: Esta casa será como Silo; y esta ciudad será asolada hasta no quedar morador? Y todo el pueblo se juntó contra Jeremías en la casa de Jehová. Jeremiah 26:10 Y los príncipes de Judá oyeron estas cosas, y subieron de casa del rey a la casa de Jehová, y asentáronse en la entrada de la puerta nueva de Jehová. Jeremiah 26:11 Y hablaron los sacerdotes y los profetas a los príncipes, y a todo el pueblo, diciendo: En pena de muerte ha incurrido este hombre, porque profetizó contra esta ciudad, como vosotros habéis oído con vuestros oídos. Jeremiah 26:12 Y habló Jeremías a todos los príncipes, y a todo el pueblo, diciendo: Jehová me envió que profetizase contra esta casa, y contra esta ciudad, todas las palabras que habéis oído. Jeremiah 26:13 Y ahora mejorád vuestros caminos, y vuestras obras, y oíd la voz de Jehová vuestro Dios; y arrepentirse ha Jehová del mal que ha hablado contra vosotros. Jeremiah 26:14 En lo que a mí toca, he aquí, estoy en vuestras manos, hacéd de mí como mejor y más recto os pareciere: Jeremiah 26:15 Mas sabéd de cierto, que si me matareis, sangre inocente echaréis sobre vosotros, y sobre esta ciudad, y sobre sus moradores; porque, en verdad, Jehová me envió a vosotros, para que dijese todas estas palabras en vuestros oídos. Jeremiah 26:16 Y dijeron los príncipes y todo el pueblo a los sacerdotes y profetas: No ha incurrido este hombre en pena de muerte, porque en nombre de Jehová nuestro Dios ha hablado a nosotros. Jeremiah 26:17 Y levantáronse algunos de los ancianos de la tierra, y hablaron a toda la congregación del pueblo, diciendo: Jeremiah 26:18 Miquéas de Morasti profetizó en tiempo de Ezequías, rey de Judá, y habló a todo el pueblo de Judá, diciendo: Así dijo Jehová de los ejércitos: Sión será arada como campo, y Jerusalem será montones, y el monte del templo en cumbres de bosque. Jeremiah 26:19 ¿Matáronle luego Ezequías, rey de Judá, y todo Judá? ¿No temió a Jehová, y oró a la faz de Jehová, y Jehová se arrepintió del mal que había hablado contra ellos? ¿Y nosotros haremos tan grande mal contra nuestras almas? Jeremiah 26:20 ¶ Hubo también un hombre que profetizaba en nombre de Jehová, Urías, hijo de Semeí, de Cariat-jarim, el cual profetizó contra esta ciudad, y contra esta tierra conforme a todas las palabras de Jeremías. Jeremiah 26:21 Y oyó el rey Joacim, y todos sus valientes, y todos sus príncipes sus palabras, y el rey procuró de matarle: lo cual entendiendo Urías, tuvo temor, y huyó, y se metió en Egipto. Jeremiah 26:22 Y el rey Joacim envió hombres en Egipto, a Elnatán, hijo de Acor, y otros hombres con él a Egipto, Jeremiah 26:23 Los cuales sacaron a Urías de Egipto, y le trajeron al rey Joacim, e hirióle a cuchillo, y echó su cuerpo en los sepulcros del vulgo. Jeremiah 26:24 La mano empero de Ahicam, hijo de Safán, era con Jeremías, porque no le entregasen en las manos del pueblo para matarle. Jeremiah 27:0 Jeremiah 27:1 En el principio del reino de Joacim, hijo de Josías, rey de Judá, fue de Jehová esta palabra a Jeremías, diciendo: Jeremiah 27:2 Jehová me dijo así: Hazte unas coyundas y yugos, y pónlos sobre tu cuello. Jeremiah 27:3 Y enviarlos has al rey de Edom, y al rey de Moab, y al rey de los hijos de Ammón, y al rey de Tiro, y al rey de Sidón por mano de los embajadores que vienen a Jerusalem a Sedecías, rey de Judá. Jeremiah 27:4 Y mandarles has que digan a sus señores: Así dijo Jehová de los ejércitos, Dios de Israel: Así diréis a vuestros señores: Jeremiah 27:5 Yo hice la tierra, el hombre y las bestias que están sobre la haz de la tierra, con mi grande potencia, y con mi brazo extendido; y la di a quien me plugo. Jeremiah 27:6 Y ahora yo he dado todas estas tierras en mano de Nabucodonosor, rey de Babilonia, mi siervo, y aun las bestias del campo le he dado para que le sirvan. Jeremiah 27:7 Y servirle han todas las naciones, a él, y a su hijo, y al hijo de su hijo, hasta que venga también el tiempo de su misma tierra; y servirle han muchas naciones, y reyes grandes. Jeremiah 27:8 Y será que la nación y el reino que no le sirviere, es a saber, a Nabucodonosor, rey de Babilonia, y que no pusiere su cuello debajo del yugo del rey de Babilonia, con espada, y con hambre, y con pestilencia visitaré a la tal nación, dice Jehová, hasta que yo los acabe por su mano. Jeremiah 27:9 Y vosotros no oigáis a vuestros profetas, ni a vuestros adivinos, ni a vuestros sueños, ni a vuestros agoreros, ni a vuestros encantadores, que os hablan, diciendo: No serviréis al rey de Babilonia. Jeremiah 27:10 Porque ellos os profetizan mentira, por haceros alejar de vuestra tierra, y para que yo os arroje, y perezcáis. Jeremiah 27:11 Mas la nación que metiere su cuello al yugo del rey de Babilonia, y le sirviere, hacerla he dejar en su tierra, dijo Jehová, y labrarla ha, y morará en ella, Jeremiah 27:12 ¶ Y hablé también a Sedecías, rey de Judá, conforme a todas estas palabras, diciendo: Metéd vuestros cuellos al yugo del rey de Babilonia, y servídle a él y a su pueblo, y vivíd. Jeremiah 27:13 ¿Por qué moriréis, tú y tu pueblo a espada, hambre, y pestilencia, de la manera que ha dicho Jehová a la nación que no sirviere al rey de Babilonia? Jeremiah 27:14 No oigáis las palabras de los profetas que os hablan, diciendo: No serviréis al rey de Babilonia, porque os profetizan mentira. Jeremiah 27:15 Porque yo no los envié, dice Jehová, y ellos profetizan en mi nombre falsamente para que yo os arroje, y perezcáis, vosotros y los profetas que os profetizan. Jeremiah 27:16 A los sacerdotes también hablé, y a todo este pueblo, diciendo: Así dijo Jehová: No oigáis las palabras de vuestros profetas que os profetizan, diciendo: He aquí que los vasos de la casa de Jehová volverán de Babilonia ahora presto; porque os profetizan mentira. Jeremiah 27:17 No los oigáis: servíd al rey de Babilonia, y vivíd; ¿por qué será desierta esta ciudad? Jeremiah 27:18 Y si ellos son profetas, y si es con ellos palabra de Jehová, oren ahora a Jehová de los ejércitos, que los vasos que han quedado en la casa de Jehová, y en la casa del rey de Judá, y en Jerusalem, no vengan a Babilonia. Jeremiah 27:19 Porque así dijo Jehová de los ejércitos, de aquellas columnas, y del mar, y de las basas, y del resto de los vasos que quedan en esta ciudad, Jeremiah 27:20 Que Nabucodonosor, rey de Babilonia, no quitó, cuando trasportó de Jerusalem en Babilonia a Jeconías, hijo de Joacim, rey de Judá, y a todos los nobles de Judá, y de Jerusalem: Jeremiah 27:21 Así pues dijo Jehová de los ejércitos, Dios de Israel, de los vasos que quedaron en la casa de Jehová, y en la casa del rey de Judá, y de Jerusalem. Jeremiah 27:22 A Babilonia serán trasportados, y allí estarán hasta el día en que yo los visitaré, dijo Jehová; y después los haré subir, y tornarlos he a este lugar. Jeremiah 28:0 Jeremiah 28:1 Y aconteció en el mismo año, en el principio del reino de Sedecías, rey de Judá, en el año cuarto, en el quinto mes, que me habló Jananías, hijo de Azur, profeta, que era en Gabaón, en la casa de Jehová, delante de los sacerdotes, y de todo el pueblo, diciendo: Jeremiah 28:2 Así habló Jehová de los ejércitos, Dios de Israel, diciendo: Quebranté el yugo del rey de Babilonia. Jeremiah 28:3 Dentro de dos años de días tornaré a este lugar todos los vasos de la casa de Jehová, que llevó de este lugar Nabucodonosor, rey de Babilonia, para meterlos en Babilonia. Jeremiah 28:4 Y yo tornaré a este lugar a Jeconías, hijo de Joacim, rey de Judá, y a todos los trasportados de Judá que entraron en Babilonia, dice Jehová; porque yo quebranté el yugo del rey de Babilonia. Jeremiah 28:5 Y dijo Jeremías profeta a Jananías profeta, delante de los sacerdotes, y delante de todo el pueblo que estaba en la casa de Jehová: Jeremiah 28:6 Dijo pues Jeremías profeta: Amén, así lo haga Jehová: confirme Jehová tus palabras con las cuales profetizaste, que los vasos de la casa de Jehová, y todos los trasportados, han de ser tornados de Babilonia a este lugar. Jeremiah 28:7 Con todo eso oye ahora esta palabra que yo hablo en tus oídos, y en los oídos de todo el pueblo. Jeremiah 28:8 Los profetas que fueron antes de mí, y antes de ti, en tiempos pasados profetizaron sobre muchas tierras y grandes reinos, de guerra, y de aflicción, y de pestilencia. Jeremiah 28:9 El profeta que profetizó de paz, cuando viniere la palabra del profeta, será conocido el profeta que Jehová le envió con verdad. Jeremiah 28:10 Y Jananías profeta quitó el yugo del cuello de Jeremías profeta, y lo quebró. Jeremiah 28:11 Y habló Jananías en presencia de todo el pueblo, diciendo: Así dijo Jehová: De esta manera quebraré el yugo de Nabucodonosor, rey de Babilonia, del cuello de todas las naciones dentro de dos años de días. Y fuése Jeremías su camino. Jeremiah 28:12 ¶ Y después que Jananías profeta quebró el yugo del cuello de Jeremías profeta, fue palabra de Jehová a Jeremías, diciendo: Jeremiah 28:13 Vé, y habla a Jananías, diciendo: Así dijo Jehová: Yugos de madera quebraste, mas por ellos harás yugos de hierro. Jeremiah 28:14 Porque así dijo Jehová de los ejércitos, Dios de Israel: Yugo de hierro puse sobre el cuello de todas estas naciones, para que sirvan a Nabucodonosor, rey de Babilonia, y servirle han; y aun también le he dado las bestias del campo. Jeremiah 28:15 Entonces dijo Jeremías profeta a Jananías profeta: Ahora oye Jananías: Jehová no te envió, y tú hiciste a este pueblo confiar en mentira. Jeremiah 28:16 Por tanto así dijo Jehová: He aquí que yo te envió de sobre la haz de la tierra, y en este año morirás; porque hablaste rebelión contra Jehová. Jeremiah 28:17 Y en el mismo año murió Jananías en el mes séptimo. Jeremiah 29:0 Jeremiah 29:1 Y estas son las palabras de la carta que Jeremías profeta envió de Jerusalem a los ancianos que habían quedado de los trasportados, y a los sacerdotes, y profetas, y a todo el pueblo que Nabucodonosor llevó cautivo de Jerusalem a Babilonia: Jeremiah 29:2 Después que salió el rey Jeconías, y la reina, y los de palacio, y los príncipes de Judá y de Jerusalem, y los artífices, y los ingenieros de Jerusalem: Jeremiah 29:3 Por mano de Elasa, hijo de Safa, y de Gamarías, hijo de Elcías, los cuales envió Sedecías, rey de Judá, en Babilonia a Nabucodonosor, rey de Babilonia, diciendo: Jeremiah 29:4 Así dijo Jehová de los ejércitos, Dios de Israel, a todos los de la cautividad que hice trasportar de Jerusalem en Babilonia: Jeremiah 29:5 Edificád casas, y morád; y plantád huertos, y coméd del fruto de ellos. Jeremiah 29:6 Casáos, y engendrád hijos e hijas, dad mujeres a vuestros hijos, y dad maridos a vuestras hijas para que paran hijos e hijas; y multiplicáos allá, y no os hagáis pocos. Jeremiah 29:7 Y procurád la paz de la ciudad a la cual os hice traspasar, y rogád por ella a Jehová, porque en su paz tendréis también vosotros paz. Jeremiah 29:8 Porque así dijo Jehová de los ejércitos, Dios de Israel: No os engañen vuestros profetas que están entre vosotros, ni vuestros adivinos, ni miréis a vuestros sueños que soñáis. Jeremiah 29:9 Porque falsamente os profetizan ellos en mi nombre: no los envié, dijo Jehová. Jeremiah 29:10 Porque así dijo Jehová: Cuando en Babilonia se cumplieren los setenta años, yo os visitaré, y despertaré sobre vosotros mi palabra buena, para tornaros a este lugar. Jeremiah 29:11 Porque yo sé los pensamientos que yo pienso de vosotros, dijo Jehová, pensamientos de paz, y no de mal, para daros el fin que esperáis. Jeremiah 29:12 Entonces me invocaréis, y andaréis: oraréis a mí, y yo os oiré. Jeremiah 29:13 Y buscarme heis, y hallaréis; porque me buscaréis de todo vuestro corazón. Jeremiah 29:14 Y seré hallado de vosotros, dijo Jehová, y tornaré vuestra cautividad; y juntaros he de todas las naciones, y de todos los lugares donde os arrojé, dijo Jehová, y haceros he volver al lugar de donde os hice traspasar: Jeremiah 29:15 Porque dijisteis: Jehová nos despertó profetas en Babilonia. Jeremiah 29:16 Porque así dijo Jehová del rey que está asentado sobre el trono de David, y de todo el pueblo que mora en esta ciudad, vuestros hermanos, que no salieron con vosotros en la cautividad. Jeremiah 29:17 Así dijo Jehová de los ejércitos: He aquí que yo envío contra ellos espada, hambre, y pestilencia; y ponerlos he como los malos higos, que de malos no se pueden comer. Jeremiah 29:18 Y perseguirlos he con espada, con hambre y con pestilencia; y darlos he por escarnio a todos los reinos de la tierra, por maldición, y por espanto, y por silbo, y por afrenta a todas las naciones a las cuales los arrojé. Jeremiah 29:19 Porque no oyeron mis palabras, dijo Jehová, que les envié por mis siervos los profetas, madrugando y enviando; y no oísteis, dijo Jehová. Jeremiah 29:20 Oíd pues vosotros palabra de Jehová, todos los trasportados que eché de Jerusalem en Babilonia: Jeremiah 29:21 Así dijo Jehová de los ejércitos, Dios de Israel, de Acab, hijo de Colías, y de Sedecías, hijo de Maasías, que os profetizan en mi nombre falsamente: He aquí que yo los entrego en mano de Nabucodonosor, rey de Babilonia, y él los herirá delante de vuestros ojos. Jeremiah 29:22 Y todos los trasportados de Judá que están en Babilonia, tomarán de ellos maldición, diciendo: Póngate, Jehová, como a Sedecías, y como a Acab, los cuales quemó en fuego el rey de Babilonia. Jeremiah 29:23 Porque hicieron maldad en Israel, y cometieron adulterio con las mujeres de sus prójimos, y hablaron palabra falsamente en mi nombre, que no les mandé: lo cual yo sé, y soy testigo, dijo Jehová. Jeremiah 29:24 ¶ Y a Semeías de Nehelam hablarás, diciendo: Jeremiah 29:25 Así habló Jehová de los ejércitos, Dios de Israel, diciendo: Porque enviaste cartas en tu nombre a todo el pueblo que está en Jerusalem, y a Sofonías sacerdote, hijo de Maasías, y a todos los sacerdotes, diciendo: Jeremiah 29:26 Jehová te puso por sacerdote en lugar de Joiada sacerdote, para que presidáis en la casa de Jehová sobre todo hombre furioso y profetante, poniéndole en el calabozo, y en el brete. Jeremiah 29:27 ¿Y ahora por qué no reprendiste a Jeremías de Anatot, que os profetiza falsamente? Jeremiah 29:28 Porque por eso envió a nosotros en Babilonia, diciendo: Largo es el cautiverio: edificád casas, y morád: plantád huertos, y coméd el fruto de ellos. Jeremiah 29:29 Y Sofonías sacerdote había leído esta carta a oídos de Jeremías profeta. Jeremiah 29:30 Y fue palabra de Jehová a Jeremías, diciendo: Jeremiah 29:31 Envía a toda la transmigración a decir: Así dijo Jehová de Semeías de Nehelam: Porque os profetizó Semeías, y yo no le envié, y os hizo confiar sobre mentira: Jeremiah 29:32 Por tanto así dijo Jehová: He aquí que yo visito sobre Semeías de Nehelam, y sobre su generación: no tendrá varón que more entre este pueblo, ni verá aquel bien que yo hago a mi pueblo, dijo Jehová, porque rebelión ha hablado contra Jehová. Jeremiah 30:0 Jeremiah 30:1 Palabra que fue a Jeremías de Jehová, diciendo: Así habló Jehová Dios de Israel, diciendo: Jeremiah 30:2 Escríbete en un libro todas las palabras que te he hablado. Jeremiah 30:3 Porque he aquí que vienen días, dijo Jehová, en que tornaré la cautividad de mi pueblo Israel y Judá, dijo Jehová; y hacerlos he volver a la tierra que di a sus padres, y poseerla han. Jeremiah 30:4 Estas pues son las palabras que habló Jehová acerca de Israel y de Judá: Jeremiah 30:5 Porque así dijo Jehová: Hemos oído voz de temblor: espanto, y no paz. Jeremiah 30:6 Preguntád ahora, y mirád si pare el varón; porque ví que todo hombre tenía las manos sobre sus lomos, como mujer de parto, y todos rostros se tornaron amarillos. Jeremiah 30:7 ¡Ay! porque grande es aquel día, tanto que no haya otro semejante a él; y tiempo de angustia para Jacob, mas de ella será librado. Jeremiah 30:8 Y será en aquel día, dice Jehová de los ejércitos, que yo quebraré su yugo de tu cuello, y romperé tus coyundas, y extraños no le volverán más a poner en servidumbre: Jeremiah 30:9 Mas servirán a Jehová su Dios, y a David su rey, el cual los levantaré. Jeremiah 30:10 Tú pues, siervo mío Jacob, no temas, dice Jehová, ni te atemorices, Israel, porque he aquí que yo soy el que te salvo de lejos, y a tu simiente de la tierra de su cautividad; y Jacob tornará, y descansará, y sosegará, y no habrá quien espante: Jeremiah 30:11 Porque yo seré contigo, dice Jehová, para salvarte, y haré consumación en todas las naciones en las cuales te esparcí: en ti empero no haré consumación, mas castigarte he con juicio, ni te talaré del todo. Jeremiah 30:12 Porque así dijo Jehová: Desahuciado es tu quebrantamiento, y dificultosa tu llaga. Jeremiah 30:13 No hay quien te ponga salud: no hay para ti cura ni medicinas. Jeremiah 30:14 Todos tus enamorados te olvidaron, no te buscan; porque de herida de enemigo te herí, de azote de cruel, a causa de la multitud de tu maldad, y de la multitud de tus pecados. Jeremiah 30:15 ¿Por qué gritas a causa de tu quebrantamiento? desahuciado es tu dolor; porque por la multitud de tu iniquidad, y de tus muchos pecados te he hecho esto. Jeremiah 30:16 Por tanto todos los que te consumen, serán consumidos, y todos tus afligidores, todos irán en cautividad, y los que te pisaron, serán pisados, y a todos los que hicieron presa de ti, daré en presa. Jeremiah 30:17 Porque yo haré venir sanidad para ti, y de tus heridas te sanaré, dijo Jehová; porque Arrojada te llamaron: Esta es Sión, no hay quien la busque. Jeremiah 30:18 Así dijo Jehová: He aquí que yo hago tornar la cautividad de las tiendas de Jacob, y de sus tiendas habré misericordia; y la ciudad se edificará sobre su collado; y el palacio será asentado conforme a su costumbre. Jeremiah 30:19 Y saldrá de ellos alabanza, y voz de gente que está en regocijo; y multiplicarlos he, y no serán disminuidos: multiplicarlos he, y no serán disminuidos. Jeremiah 30:20 Y serán sus hijos como de primero, y su congregación delante de mí será confirmada; y visitaré a todos sus opresores. Jeremiah 30:21 Y será su Fuerte de él, y su Enseñoreador de en medio de él saldrá, y hacerle he allegar cerca, y acercarse ha a mí; porque ¿quién es aquel que ablandó su corazón para llegarse a mí, dijo Jehová? Jeremiah 30:22 Y serme heis por pueblo, y yo seré a vosotros por Dios. Jeremiah 30:23 He aquí que la tempestad de Jehová sale con furor; la tempestad que se apareja, sobre la cabeza de los impíos reposará. Jeremiah 30:24 No se volverá la ira del enojo de Jehová, hasta que haya hecho, y haya cumplido los pensamientos de su corazón. En el fin de los días entenderéis esto. Jeremiah 31:0 Jeremiah 31:1 En aquel tiempo, dijo Jehová, yo seré por Dios a todos los linajes de Israel, y ellos me serán a mí por pueblo. Jeremiah 31:2 Así dijo Jehová: Halló gracia en el desierto el pueblo, los que escaparon de la espada: anduvo por hacer hallar reposo a Israel. Jeremiah 31:3 Jehová se manifestó a mí ya mucho tiempo ha, diciendo: Con amor eterno te amé: por tanto te suporté con misericordia. Jeremiah 31:4 Aun te edificaré, y serás edificada, virgen de Israel: aun serás adornada con tus panderos, y saldrás en corro de danzantes. Jeremiah 31:5 Aun plantarás viñas en los montes de Samaria: plantarán los plantadores, y profanarán. Jeremiah 31:6 Porque habrá día en que clamarán los guardas en el monte de Efraím: Levantáos y subamos en Sión a Jehová nuestro Dios. Jeremiah 31:7 Porque así dijo Jehová: Alegráos en Jacob con alegría, y jubilád en la cabeza de las naciones, hacéd oír, alabád, y decíd: Salva, o! Jehová, tu pueblo, el resto de Israel. Jeremiah 31:8 He aquí que yo los torno de tierra del aquilón, y los juntaré de los fines de la tierra: habrá entre ellos ciegos y cojos, y mujeres preñadas y paridas juntamente: en grande compañía tornarán acá. Jeremiah 31:9 Irán con lloro, mas con misericordias los haré volver, y hacerlos he andar junto a arroyos de aguas, por camino derecho en el cual no tropezarán; porque seré a Israel por padre, y Efraím será mi primogénito. Jeremiah 31:10 Oíd palabra de Jehová, o! naciones, y hacédlo saber en las islas que están lejos, y decíd: El que esparció a Israel, le juntará, y le guardará, como pastor a su ganado. Jeremiah 31:11 Porque Jehová redimió a Jacob, redimióle de mano del más fuerte que él. Jeremiah 31:12 Y vendrán, y harán alabanzas en lo alto de Sión, y correrán al bien de Jehová, al pan, y al vino, y al aceite, al ganado de las ovejas y de las vacas; y su alma será como huerto de riego, ni nunca más tendrán dolor. Jeremiah 31:13 Entonces la virgen se holgará en la danza, los mozos y los viejos juntamente; y su lloro tornaré en gozo, y consolarlos he, y alegrarlos he de su dolor. Jeremiah 31:14 Y el alma del sacerdote embriagaré de grosura, y mi pueblo será harto de mi bien, dijo Jehová. Jeremiah 31:15 Así dijo Jehová: Voz fue oída en lo alto, llanto, y lloro de amarguras: Raquel que lamenta por sus hijos, no quiso ser consolada de sus hijos, porque perecieron. Jeremiah 31:16 Así dijo Jehová: Reprime tu voz del llanto, y tus ojos de las lágrimas; porque salario hay para tu obra, dice Jehová; y volverán de la tierra del enemigo. Jeremiah 31:17 Esperanza también hay para tu fin, dice Jehová, y los hijos volverán a su término. Jeremiah 31:18 Oyendo oí a Efraím que se lamentaba: Azotásteme, y fui azotado como novillo no domado: tórname, y seré tornado; porque tú eres Jehová mi Dios. Jeremiah 31:19 Porque después que me convertí, tuve arrepentimiento; y después que me conocí, herí el muslo: confundíme y tuve vergüenza; porque llevé la vergüenza de mis mocedades. Jeremiah 31:20 ¿No es Efraím hijo precioso para mí? ¿no es para mí niño de placer? Con todo eso desde que hablé de él, acordándome me acordaré todavía: por tanto mis entrañas se comovieron sobre él, compadeciendo me compadeceré de él, dice Jehová. Jeremiah 31:21 Establécete señales, pónte majanos altos, nota atentamente la calzada, el camino por donde veniste: vuélvete, virgen de Israel, vuélvete a estas tus ciudades. Jeremiah 31:22 ¿Hasta cuándo andarás vagabunda, o! hija contumaz? Porque Jehová creará una cosa nueva sobre la tierra: Una hembra rodeará al Varón. Jeremiah 31:23 Así dijo Jehová de los ejércitos, Dios de Israel: Aun dirán esta palabra en la tierra de Judá, y en sus ciudades, cuando yo convertiré su cautividad: Jehová te bendiga, o! morada de justicia, o! monte santo. Jeremiah 31:24 Y morarán en ella Judá, y todas sus ciudades, también labradores, y los que van con rebaño. Jeremiah 31:25 Porque embriagué el alma cansada, y toda alma entristecida henchí. Jeremiah 31:26 Por esto me desperté, y ví, y mi sueño me fue sabroso. Jeremiah 31:27 He aquí que vienen días, dijo Jehová, y sembraré la casa de Israel, y la casa de Judá de simiente de hombre, y de simiente de animal. Jeremiah 31:28 Y será que como tuve cuidado de ellos para arrancar, y derribar, y trastornar, y perder, y afligir; así tendré cuidado de ellos para edificar, y plantar, dijo Jehová. Jeremiah 31:29 En aquellos días no dirán más: Los padres comieron las uvas acedas, y los dientes de los hijos tienen la dentera. Jeremiah 31:30 Mas cada cual morirá por su maldad: los dientes de todo hombre que comiere las uvas acedas tendrán la dentera. Jeremiah 31:31 He aquí que vienen días, dijo Jehová, en los cuales haré nuevo concierto con la casa de Jacob, y con la casa de Judá: Jeremiah 31:32 No como el concierto que hice con sus padres el día que tomé su mano para sacarlos de tierra de Egipto; porque ellos invalidaron mi concierto, y yo me enseñoreé de ellos, dijo Jehová. Jeremiah 31:33 Mas este es el concierto que haré con la casa de Israel después de aquellos días, dijo Jehová: Daré mi ley dentro de ellos, y escribirla he en su corazón; y seré yo a ellos por Dios, y ellos me serán a por pueblo. Jeremiah 31:34 Y no enseñará más ninguno a su prójimo, ni ninguno a su hermano, diciendo: Conocéd a Jehová; porque todos me conocerán desde el más chiquito de ellos hasta el más grande, dijo Jehová; porque perdonaré su maldad, y no me acordaré más de su pecado. Jeremiah 31:35 Así dijo Jehová, que da el sol para luz del día, las leyes de la luna y de las estrellas para luz de la noche; que parte la mar, y sus ondas braman; Jehová de los ejércitos es su nombre. Jeremiah 31:36 Si estas leyes faltaren delante de mí, dijo Jehová, también la simiente de Israel faltará para no ser nación delante de mí todos los días. Jeremiah 31:37 Así dijo Jehová: Si los cielos arriba se pueden medir, y abajo buscarse los fundamentos de la tierra, también yo desecharé toda la simiente de Israel por todo lo que hicieron, dijo Jehová. Jeremiah 31:38 He aquí que vienen días, dijo Jehová y la ciudad será edificada a Jehová, desde la torre de Jananeel hasta la puerta del rincón. Jeremiah 31:39 Y saldrá más adelante el cordel de la medida delante de él sobre el collado de Gareb, y cercará a Goata: Jeremiah 31:40 Y a todo el valle de los cuerpos muertos, y de la ceniza, y todas las llanuras hasta el arroyo de Cedrón, hasta la esquina de la puerta de los caballos al oriente, santo a Jehová: no será arrancado, ni destruido más para siempre. Jeremiah 32:0 Jeremiah 32:1 Palabra que fue a Jeremías de Jehová el décimo año de Sedecías, rey de Judá, el mismo es el décimo octavo año de Nabucodonosor. Jeremiah 32:2 Y entonces el ejército del rey de Babilonia tenía cercada a Jerusalem; y el profeta Jeremías estaba preso en el patio de la guarda que estaba en la casa del rey de Judá. Jeremiah 32:3 Que Sedecías, rey de Judá le había echado preso, diciendo: ¿Por qué profetizas tú, diciendo: Así dijo Jehová: He aquí que yo entrego esta ciudad en mano del rey de Babilonia, y tomarla ha? Jeremiah 32:4 Y Sedecías, rey de Judá no escapará de la mano de los Caldeos: mas de cierto será entregado en mano del rey de Babilonia, y su boca hablará con su boca, y sus ojos verán sus ojos. Jeremiah 32:5 Y hará venir en Babilonia a Sedecías, y allá estará hasta que yo le visite, dijo Jehová. Si peleareis con los Caldeos, no os sucederá bien. Jeremiah 32:6 Y dijo Jeremías: Palabra de Jehová fue a mí, diciendo: Jeremiah 32:7 He aquí que Janameel, hijo de Sellum tu tio, viene a ti, diciendo: Cómprame mi heredad que está en Anatot, porque tú tienes derecho a ella para comprarla. Jeremiah 32:8 Y vino a mí Janameel, hijo de mi tio, conforme a la palabra de Jehová, al patio de la guarda, y díjome: Compra ahora mi heredad que está en Anatot, en tierra de Ben-jamín; porque tuyo es el derecho de la herencia, y a ti compete la redención: cómprala para ti. Entonces conocí que era palabra de Jehová. Jeremiah 32:9 Y compré la heredad de Janameel, hijo de mi tio, la cual estaba en Anatot; y peséle el dinero, siete siclos y diez monedas de plata. Jeremiah 32:10 Y escribí la carta, y selléla, e hice atestiguar a testigos, y pesé el dinero con balanza; Jeremiah 32:11 Y tomé la carta de la venta sellada, según el derecho y costumbres, y el traslado abierto. Jeremiah 32:12 Y di la carta de venta a Baruc, hijo de Neri, hijo de Maasías, delante de Janameel, el hijo de mi tio, y delante de los testigos que estaban escritos en la carta de venta, delante de todos los Judíos que estaban en el patio de la guarda. Jeremiah 32:13 Y mandé a Baruc delante de ellos, diciendo: Jeremiah 32:14 Así dijo Jehová de los ejércitos, Dios de Israel: Toma estas cartas, esta carta de venta, la sellada, y esta que es la carta abierta, y pónlas en un vaso de barro, para que se guarden muchos días. Jeremiah 32:15 Porque así dijo Jehová de los ejércitos, Dios de Israel: Aun se comprarán y venderán casas, y heredades, y viñas, en esta tierra. Jeremiah 32:16 Y después que di la carta de venta a Baruc, hijo de Nerí, oré a Jehová, diciendo: Jeremiah 32:17 ¡Ah, Señor Jehová! he aquí que tu hiciste el cielo y la tierra con tu gran poder, y con tu brazo extendido, ni hay nada que se te esconda: Jeremiah 32:18 Que haces misericordia en millares, y vuelves la maldad de los padres en el seno de sus hijos después de ellos: Dios Grande, Poderoso, Jehová de los ejércitos es su nombre. Jeremiah 32:19 Grande en consejo, y magnífico en hechos; porque tus ojos están abiertos sobre todos los caminos de los hijos de los hombres, para dar a cada uno según sus caminos, y según el fruto de sus obras: Jeremiah 32:20 Que pusiste señales y portentos en tierra de Egipto hasta este día, y en Israel, y en el hombre; e hiciste para ti nombre cual es este día: Jeremiah 32:21 Y sacaste tu pueblo Israel de tierra de Egipto con señales y portentos, y con mano fuerte, y brazo extendido, y con espanto grande: Jeremiah 32:22 Y les diste esta tierra, de la cual juraste a sus padres que se la darías, tierra que corre leche y miel. Jeremiah 32:23 Y entraron, y poseyéronla; y no oyeron tu voz, ni anduvieron en tu ley; nada de lo que les mandaste que hiciesen, hicieron: por tanto hiciste venir sobre ellos todo este mal. Jeremiah 32:24 He aquí que con trabucos han entrado la ciudad para tomarla; y la ciudad es entregada en mano de los Caldeos que pelean contra ella delante de la espada, y de la hambre, y de la pestilencia; y lo que tú dijiste fue, y he aquí que tú los ves. Jeremiah 32:25 Y tú, Señor Jehová, me dijiste a mí: Cómprate la heredad por dinero, y haz testigos; y la ciudad es entregada en mano de Caldeos. Jeremiah 32:26 Y fue palabra de Jehová a Jeremías, diciendo: Jeremiah 32:27 He aquí que yo soy Jehová, Dios de toda carne: ¿encubrírseme ha a mí alguna cosa? Jeremiah 32:28 Por tanto así dijo Jehová: He aquí que yo entrego esta ciudad en mano de Caldeos, y en mano de Nabucodonosor, rey de Babilonia, y tomarla ha: Jeremiah 32:29 Y vendrán los Caldeos que combaten esta ciudad, y encenderán esta ciudad a fuego, y quemarla han, y las casas sobre cuyas azoteas ofrecieron sahumerios a Baal, y derramaron derramaduras a dioses ajenos para provocarme a ira. Jeremiah 32:30 Porque los hijos de Israel, y los hijos de Judá solamente hicieron lo malo delante de mis ojos desde su juventud; porque los hijos de Israel solamente me provocaron a ira con la obra de sus manos, dijo Jehová. Jeremiah 32:31 Porque para enojo mío, y para ira mía me ha sido esta ciudad, desde el día que la edificaron hasta hoy; para que la haga quitar de mi presencia: Jeremiah 32:32 Por toda la maldad de los hijos de Israel, y de los hijos de Judá, que han hecho para enojarme, ellos, sus reyes, sus príncipes, sus sacerdotes, y sus profetas, y los varones de Judá, y los moradores de Jerusalem. Jeremiah 32:33 Y volviéronme la cerviz, y no el rostro; y cuando los enseñaba, madrugando y enseñando, no oyeron para recibir castigo. Jeremiah 32:34 Antes asentaron sus abominaciones en la casa sobre la cual es llamado mi nombre, contaminándola. Jeremiah 32:35 Y edificaron altares a Baal los cuales están en el valle de Ben-hinnón, para hacer pasar sus hijos y sus hijas a Moloc: lo cual no les mandé, ni me vino al pensamiento que hiciesen esta abominación, para hacer pecar a Judá. Jeremiah 32:36 Y por tanto ahora, así dice Jehová Dios de Israel a esta ciudad, de la cual vosotros decís: Será entregada en mano del rey de Babilonia a espada, a hambre, y a pestilencia: Jeremiah 32:37 He aquí que yo los junto de todas las tierras a las cuales los eché con mi furor, y con mi enojo, y saña grande; y hacerlos he tornar a este lugar, y hacerlos he habitar seguramente. Jeremiah 32:38 ¶ Y serme han ellos a mí por pueblo, y yo a ellos seré por Dios. Jeremiah 32:39 Y darles he un corazón y un camino, para que me teman perpetuamente, para que hayan bien, ellos, y sus hijos después de ellos. Jeremiah 32:40 Y haré con ellos concierto eterno, que no tornaré atrás de les hacer bien; y daré mi temor en su corazón, para que no se aparten de mí. Jeremiah 32:41 Y alegrarme he con ellos haciéndoles bien, y plantarlos he en esta tierra con verdad, de todo mi corazón, y de toda mi alma. Jeremiah 32:42 Porque así dijo Jehová: Como traje sobre este pueblo todo este grande mal, así traeré sobre ellos todo el bien que hablo sobre ellos. Jeremiah 32:43 Y poseerán heredad en esta tierra de la cual vosotros decís: Está desierta, sin hombres, y sin animales: es entregada en mano de Caldeos. Jeremiah 32:44 Heredades comprarán por dinero, y harán carta, y sellarla han, y harán testigos en tierra de Ben-jamín, y en los al derredores de Jerusalem, y en las ciudades de Judá, y en las ciudades de las montañas, y en las ciudades de los campos, y en las ciudades que están al mediodía; porque yo haré tornar su cautividad, dice Jehová. Jeremiah 33:0 Jeremiah 33:1 Y fue palabra de Jehová a Jeremías la segunda vez, estando él aun preso en el patio de la guarda, diciendo: Jeremiah 33:2 Así dijo Jehová que la hace, Jehová que la forma para afirmarla, Jehová es su nombre: Jeremiah 33:3 Clama a mí, y responderte he, y enseñarte he cosas grandes y dificultosas que tú no sabes. Jeremiah 33:4 Porque así dijo Jehová Dios de Israel de las casas de esta ciudad, y de las casas de los reyes de Judá, derribadas con trabucos y con espada: Jeremiah 33:5 Porque vinieron para pelear con los Caldeos, para henchirlas de cuerpos de hombres muertos, a los cuales yo herí con mi furor, y con mi ira; y porque escondí mi rostro de esta ciudad a causa de toda su malicia: Jeremiah 33:6 He aquí que yo le hago subir sanidad y medicina; y curarlos he, y revelarles he multitud de paz y de verdad. Jeremiah 33:7 Y haré volver la cautividad de Judá, y la cautividad de Israel, y edificarlos he como al principio. Jeremiah 33:8 Y limpiarlos he de toda su maldad con que pecaron contra mí, y perdonaré todos sus pecados con que pecaron contra mí, y con que rebelaron contra mí. Jeremiah 33:9 Y me será a mí por nombre de gozo, de alabanza, y de gloria entre todas las naciones de la tierra, que oyeron todo el bien que yo les hago; y temerán, y temblarán de todo el bien, y de toda la paz, que yo les haré. Jeremiah 33:10 Así dijo Jehová: Aun en este lugar, del cual decís que está desierto, sin hombres, y sin animales, se oirá en las ciudades de Judá, y en las calles de Jerusalem, que están asoladas sin hombre, y sin morador, y sin animal, Jeremiah 33:11 Voz de gozo, y voz de alegría, voz de desposado, y voz de desposada, voz de los que digan: Confesád a Jehová de los ejércitos, porque es bueno Jehová, porque para siempre es su misericordia: de los que traigan alabanza a la casa de Jehová; porque tornaré a traer la cautividad de la tierra como al principio, dijo Jehová. Jeremiah 33:12 Así dijo Jehová de los ejércitos: Aun en este lugar desierto, sin hombre, y sin animal, y en todas sus ciudades, habrá cabaña de pastores que hagan tener majada a ganados. Jeremiah 33:13 En las ciudades de las montañas, en las ciudades de los campos, y en las ciudades que están al mediodía, y en tierra de Ben-jamín, y al rededor de Jerusalem, y en las ciudades de Judá aun pasarán ganados por las manos de los contadores, dijo Jehová. Jeremiah 33:14 He aquí que vienen días, dijo Jehová, en que yo confirmaré la palabra buena que he hablado a la casa de Israel, y a la casa de Judá. Jeremiah 33:15 En aquellos días, y en aquel tiempo haré producir a David Pimpollo de justicia, y hará juicio y justicia en la tierra. Jeremiah 33:16 En aquellos días Judá será salvo, y Jerusalem habitará seguramente, y esto será lo que la llamará: Jehová justicia nuestra. Jeremiah 33:17 Porque así dijo Jehová: No faltará a David varón que se asiente sobre el trono de la casa de Israel. Jeremiah 33:18 Y de los sacerdotes y Levitas: No faltará varón que delante de mi presencia ofrezca holocausto, y encienda presente, y que haga sacrificio todos los días. Jeremiah 33:19 Y fue palabra de Jehová a Jeremías, diciendo: Jeremiah 33:20 Así dijo Jehová: Si pudiereis invalidar mi concierto con el día, y mi concierto con la noche, para que no haya día ni noche a su tiempo: Jeremiah 33:21 Así se podrá invalidar mi concierto con mi siervo David, para que deje de tener hijo que reine sobre su trono, y con los Levitas y sacerdotes mis ministros. Jeremiah 33:22 Como no puede ser contado el ejército del cielo, ni la arena de la mar se puede medir, así multiplicaré la simiente de David mi siervo, y los Levitas que ministran a mí. Jeremiah 33:23 Y fue palabra de Jehová a Jeremías, diciendo: Jeremiah 33:24 ¿No has visto lo que habla este pueblo, diciendo: Dos familias que Jehová escogió ha desechado; y han tenido en poco mi pueblo hasta no tenerlos más por nación? Jeremiah 33:25 Así dijo Jehová: Si mi concierto no permaneciere con el día y la noche, y si yo no he puesto las leyes del cielo y de la tierra; Jeremiah 33:26 También desecharé la simiente de Jacob, y de David mi siervo, para no tomar de su simiente quien sea señor sobre la simiente de Abraham, de Isaac, y de Jacob; porque haré volver su cautividad, y habré de ellos misericordia. Jeremiah 34:0 Jeremiah 34:1 Palabra que fue a Jeremías de Jehová, (cuando Nabucodonosor, rey de Babilonia, y todo su ejército, y todos los reinos de la tierra del señorío de su mano, y todos los pueblos, peleaban contra Jerusalem, y contra todas sus ciudades,) diciendo. Jeremiah 34:2 Así dijo Jehová Dios de Israel: Vé, y habla, a Sedecías, rey de Judá, y díle: Así dijo Jehová: He aquí que yo entrego esta ciudad en mano del rey de Babilonia, y encenderla ha a fuego. Jeremiah 34:3 Y tú no escaparás de su mano, mas de cierto serás preso, y en su mano serás entregado, y tus ojos verán los ojos del rey de Babilonia, y su boca hablará a tu boca, y en Babilonia entrarás. Jeremiah 34:4 Con todo eso oye palabra de Jehová, Sedecías, rey de Judá: Así dijo Jehová de ti: No morirás a cuchillo: Jeremiah 34:5 En paz morirás, y conforme las quemas de tus padres, los reyes primeros, que fueron antes de ti, así quemarán por ti, y ¡Ay Señor! te endecharán; porque yo hablé palabra, dijo Jehová. Jeremiah 34:6 Y habló Jeremías profeta a Sedecías, rey de Judá, todas estas palabras en Jerusalem. Jeremiah 34:7 Y el ejército del rey de Babilonia peleaba contra Jerusalem, y contra todas las ciudades de Judá que habían quedado, contra Laquis, y contra Azeca; porque de las ciudades fuertes de Judá estas habían quedado. Jeremiah 34:8 ¶ Palabra que fue a Jeremías de Jehová, después que Sedecías hizo concierto con todo el pueblo en Jerusalem, para denunciarles libertad: Jeremiah 34:9 Que cada uno dejase su siervo, y cada uno su sierva, Hebreo y Hebrea, libres, que ninguno usase de los Judíos sus hermanos como de siervos. Jeremiah 34:10 Y oyeron todos los príncipes, y todo el pueblo, que habían venido en el concierto, para dejar cada uno su siervo, y cada uno su sierva libres, que ninguno usase más de ellos como de siervos: oyeron, y dejáronlos. Jeremiah 34:11 Mas después se arrepintieron, y tornaron los siervos y las siervas que habían dejado libres, y sujetáronlos por siervos y por siervas. Jeremiah 34:12 Y fue palabra de Jehová a Jeremías de por Jehová, diciendo: Jeremiah 34:13 Así dice Jehová Dios de Israel: Yo hice concierto con vuestros padres el día que los saqué de tierra de Egipto, de casa de siervos, diciendo: Jeremiah 34:14 Al cabo de siete años dejaréis cada uno su hermano Hebreo, que te fuere vendido; y servirte ha seis años, y enviarle has de ti libre; y vuestros padres no me oyeron, ni abajaron su oreja. Jeremiah 34:15 Y os habíais convertido hoy, y habíais hecho lo recto delante de mis ojos, pregonando cada uno libertad a su prójimo, y habíais hecho concierto en mi presencia, en la casa sobre la cual es llamado mi nombre. Jeremiah 34:16 Y os tornasteis, y contaminasteis mi nombre, y tornasteis a tomar cada uno su siervo, y cada uno su sierva, que habíais dejado libres a su voluntad; y los sujetasteis para que os sean siervos, y siervas. Jeremiah 34:17 Por tanto así dijo Jehová: Vosotros no me oísteis a mí, para que pregonaseis libertad cada uno a su hermano, y cada uno a su compañero: he aquí que yo os pregono libertad, dijo Jehová, a espada, y a pestilencia, y a hambre; y poneros he por espanto a todos los reinos de la tierra. Jeremiah 34:18 Y entregaré a los hombres que traspasaron mi concierto, que no hicieron firmes las palabras del concierto que celebraron en mi presencia, con el becerro que partieron en dos partes, y pasaron por medio de sus partes; Jeremiah 34:19 A los príncipes de Judá, y a los príncipes de Jerusalem, a los de palacio, y a los sacerdotes, y a todo el pueblo de la tierra, que pasaron entre las partes del becerro: Jeremiah 34:20 Entregarlos he en mano de sus enemigos, y en mano de los que buscan su alma; y sus cuerpos muertos serán para comida de las aves del cielo, y de las bestias de la tierra. Jeremiah 34:21 Y a Sedecías, rey de Judá, y a sus príncipes, entregaré en mano de sus enemigos, y en mano de los que buscan su alma, y en mano del ejército del rey de Babilonia, que se fueron de vosotros. Jeremiah 34:22 He aquí que yo mando, dijo Jehová, y hacerlos he volver a esta ciudad, y pelearán contra ella, y tomarla han, y encenderla han a fuego; y daré las ciudades de Judá en soledad, hasta no quedar morador. Jeremiah 35:0 Jeremiah 35:1 Palabra que fue a Jeremías de Jehová en días de Joacim, hijo de Josías, rey de Judá, diciendo: Jeremiah 35:2 Vé a casa de los Recabitas, y habla con ellos, y mételos en la casa de Jehová, en una de las cámaras, y darles has a beber vino. Jeremiah 35:3 Y tomé a Jezonías, hijo de Jeremías, hijo de Habsanías, y a sus hermanos, y a todos sus hijos, y a toda la familia de los Recabitas: Jeremiah 35:4 Y metílos en la casa de Jehová, en la cámara de los hijos de Hanán, hijo de Igdalías, varón de Dios, la cual estaba junto a la cámara de los príncipes, que estaba sobre la cámara de Maasías, hijo de Sellum, guarda de los vasos. Jeremiah 35:5 Y puse delante de los hijos de la familia de los Recabitas tazas, y copas llenas de vino, y díjeles: Bebéd vino: Jeremiah 35:6 Y ellos dijeron: No beberemos vino, porque Jonadab, hijo de Recab, nuestro padre, nos mandó, diciendo: No beberéis vino, vosotros, ni vuestros hijos perpetuamente: Jeremiah 35:7 Ni edificaréis casa, ni sembraréis sementera, ni plantaréis viña, ni la tendréis: mas moraréis en tiendas todos vuestros días, para que viváis muchos días sobre la haz de la tierra, donde vosotros peregrináis. Jeremiah 35:8 Y nosotros obedecimos a la voz de Jonadab nuestro padre, hijo de Recab, en todas las cosas que nos mandó, para no beber vino en todos nuestros días, nosotros, ni nuestras mujeres, ni nuestros hijos, ni nuestras hijas: Jeremiah 35:9 Y para no edificar casas para nuestra morada, y para no tener viña, ni heredad, ni sementera: Jeremiah 35:10 Mas moramos en tiendas, y obedecimos, e hicimos conforme a todas las cosas que nos mandó Jonadab nuestro padre. Jeremiah 35:11 Y aconteció que cuando subió Nabucodonosor, rey de Babilonia, a la tierra, dijimos: Veníd, y entrémosnos en Jerusalem delante del ejército de los Caldeos, y delante del ejército de los de Siria; y nos quedamos en Jerusalem. Jeremiah 35:12 Y fue palabra de Jehová a Jeremías, diciendo: Jeremiah 35:13 Así dijo Jehová de los ejércitos, Dios de Israel: Vé, y di a los varones de Judá, y a los moradores de Jerusalem: ¿Nunca recibiréis castigo, obedeciendo a mis palabras, dijo Jehová? Jeremiah 35:14 Fue firme la palabra de Jonadab, hijo de Recab, el cual mandó a sus hijos que no bebiesen vino, y no lo han bebido hasta hoy, por obedecer al mandamiento de su padre; y yo os he hablado a vosotros, madrugando y hablando, y no me habéis oído. Jeremiah 35:15 Y envié a vosotros a todos mis siervos los profetas, madrugando y enviando, diciendo: Tornáos ahora, cada uno de su mal camino, y enmendád vuestras obras, y no vayáis tras dioses ajenos para servirles, y vivíd en la tierra que di a vosotros, y a vuestros padres; y nunca abajasteis vuestro oído, ni me oísteis. Jeremiah 35:16 Ciertamente los hijos de Jonadab, hijo de Recab, tuvieron por firme el mandamiento que su padre les mandó, y este pueblo no me obedeció a mí. Jeremiah 35:17 Por tanto así dijo Jehová Dios de los ejércitos, Dios de Israel: He aquí que yo traigo sobre Judá, y sobre todos los moradores de Jerusalem, todo el mal que hablé sobre ellos; porque les hablé, y no oyeron: los llamé, y no respondieron. Jeremiah 35:18 Y dijo Jeremías a la familia de los Recabitas: Así dijo Jehová de los ejércitos, Dios de Israel: Porque obedecisteis al mandamiento de Jonadab vuestro padre, y guardasteis todos sus mandamientos, e hicisteis conforme a todas las cosas que os mandó: Jeremiah 35:19 Por tanto así dijo Jehová de los ejércitos, Dios de Israel: No faltará varón de Jonadab, hijo de Recab, que esté en mi presencia todos los días. Jeremiah 36:0 Jeremiah 36:1 Y aconteció en el cuarto año de Joacim, hijo de Josías, rey de Judá, que fue esta palabra a Jeremías de Jehová, diciendo: Jeremiah 36:2 Tómate un envoltorio de libro, y escribe en él todas las palabras que te he hablado contra Israel y contra Judá, y contra todas las naciones, desde el día que comencé a hablarte, desde los días de Josías hasta hoy: Jeremiah 36:3 Quizá oirá la casa de Judá todo el mal que yo pienso hacerles, para que se torne cada uno de su mal camino, y yo les perdone su maldad y su pecado. Jeremiah 36:4 Y llamó Jeremías a Baruc, hijo de Nerías, y escribió Baruc de la boca de Jeremías en un envoltorio de libro todas las palabras que Jehová le había hablado. Jeremiah 36:5 Y mandó Jeremías a Baruc, diciendo: Yo estoy preso: no puedo entrar a la casa de Jehová. Jeremiah 36:6 Entra tú pues, y lee de este envoltorio, que escribiste de mi boca, las palabras de Jehová, en oídos del pueblo, en la casa de Jehová el día del ayuno; y también en oídos de todo Judá, que vienen de sus ciudades, leerlas has. Jeremiah 36:7 Quizá caerá oración de ellos en la presencia de Jehová, y se tornarán cada uno de su mal camino; porque grande es el furor, y la ira que ha hablado Jehová contra este pueblo. Jeremiah 36:8 Y Baruc, hijo de Nerías, hizo conforme a todas las cosas que le mandó Jeremías profeta, leyendo en el libro las palabras de Jehová en la casa de Jehová. Jeremiah 36:9 Y aconteció en el año quinto de Joacim, hijo de Josías, rey de Judá, en el mes noveno, que pregonaron ayuno en la presencia de Jehová a todo el pueblo de Jerusalem, y a todo el pueblo que venía de las ciudades de Judá a Jerusalem. Jeremiah 36:10 Y Baruc leyó en el libro las palabras de Jeremías en la casa de Jehová en la cámara de Gamarías, hijo de Safán, escriba, en el patio de arriba, a la entrada de la puerta nueva de la casa de Jehová, en oídos de todo el pueblo. Jeremiah 36:11 Y oyendo Miqueas, hijo de Gamarías, hijo de Safán, todas las palabras de Jehová del libro, Jeremiah 36:12 Descendió a la casa del rey a la cámara del escriba, y he aquí que todos los príncipes estaban allí sentados, Elisama escriba, y Dalaías, hijo de Semeías, y Elnatán, hijo de Acobor, y Gamarías, hijo de Safán, y Sedecías, hijo de Jananías, y todos los príncipes. Jeremiah 36:13 Y contóles Miqueas todas las palabras que había oído, leyendo Baruc en el libro en oídos del pueblo. Jeremiah 36:14 Y todos los príncipes enviaron a Jehudi, hijo de Natanías, hijo de Selemías, hijo de Cusi, para que dijese a Baruc: Toma el envoltorio en que leíste a oídos del pueblo, y ven acá. Y Baruc, hijo de Nerías, tomó el envoltorio en su mano, y vino a ellos. Jeremiah 36:15 Y dijéronle: Siéntate ahora, y léelo en nuestros oídos. Y leyó Baruc en sus oídos. Jeremiah 36:16 Y fue que como oyeron todas aquellas palabras, cada uno se volvió espantado a su compañero, y dijeron a Baruc: sin duda contaremos al rey todas estas palabras. Jeremiah 36:17 Y preguntaron al mismo Baruc, diciendo: Cuéntanos ahora como escribiste de su boca todas estas palabras. Jeremiah 36:18 Y Baruc les dijo: El me dictaba de su boca todas estas palabras, y yo escribía con tinta en el libro. Jeremiah 36:19 Y los príncipes dijeron a Baruc: Vé, y escóndete tú, y Jeremías, y nadie sepa donde estáis. Jeremiah 36:20 Y entraron al rey al patio habiendo depositado el envoltorio en la cámara de Elisama escriba, y contaron en los oídos del rey todas estas palabras. Jeremiah 36:21 Y el rey envió a Jehudi que tomase el envoltorio, el cual lo tomó de la cámara de Elisama escriba, y leyó en él Jehudi en oídos del rey, y en oídos de todos los príncipes que estaban junto al rey. Jeremiah 36:22 Y el rey estaba en la casa del invierno en el mes noveno, y había un brasero ardiendo delante de él. Jeremiah 36:23 Y fue que como Jehudi hubo leído tres versos o cuatro, lo rompió con un cuchillo de escribanía, y echólo en el fuego que estaba en el brasero, hasta que todo este envoltorio se consumió sobre el fuego que estaba en el brasero. Jeremiah 36:24 Y no hubieron temor, ni rompieron sus vestidos, el rey y todos sus siervos que oyeron todas estas palabras. Jeremiah 36:25 Y aun Elnatán, y Dalaías, y Gamarías rogaron al rey que no quemase aquel envoltorio, y no los quiso oír. Jeremiah 36:26 Antes mandó el rey a Jeremeel, hijo de Amelec, y a Saraías, hijo de Ezriel, y a Selemías, hijo de Abdeel, que prendiesen a Baruc el escribano, y a Jeremías profeta: mas Jehová los escondió. Jeremiah 36:27 Y fue palabra de Jehová a Jeremías después que el rey quemó el envoltorio, las palabras que Baruc había escrito de la boca de Jeremías, diciendo: Jeremiah 36:28 Vuelve, tómate otro envoltorio, y escribe en él todas las palabras primeras, que estaban en el primer envoltorio, que quemó Joacim, rey de Judá. Jeremiah 36:29 Y a Joacim, rey de Judá, dirás: Así dijo Jehová: Tú quemaste este envoltorio, diciendo: ¿Por qué escribiste en él, diciendo: De cierto vendrá el rey de Babilonia, y destruirá esta tierra, y hará que no queden en ella hombres ni animales? Jeremiah 36:30 Por tanto así dijo Jehová a Joacim, rey de Judá: No tendrá quien se asiente sobre el trono de David; y su cuerpo será echado al calor del día, y al hielo de la noche. Jeremiah 36:31 Y visitaré sobre él, y sobre su simiente, y sobre sus siervos, su maldad; y traeré sobre ellos, y sobre los moradores de Jerusalem, y sobre los varones de Judá, todo el mal que les he dicho; y no oyeron. Jeremiah 36:32 Y Jeremías tomó otro envoltorio, y diólo a Baruc, hijo de Nerías, escribano, y escribió en él de la boca de Jeremías todas las palabras del libro que quemó en el fuego Joacim, rey de Judá; y aun fueron añadidas sobre ellas muchas otras palabras semejantes. Jeremiah 37:0 Jeremiah 37:1 Y reinó el rey Sedecías, hijo de Josías, en lugar de Conías, hijo de Joacim, al cual Nabucodonosor, rey de Babilonia, había constituido por rey en la tierra de Judá. Jeremiah 37:2 Y no obedeció él, ni sus siervos, ni el pueblo de la tierra a las palabras de Jehová, que dijo por el profeta Jeremías. Jeremiah 37:3 Envió pues el rey Sedecías a Jucal, hijo de Selemías, y a Sofonías, hijo de Maasías sacerdote, a Jeremías profeta, para que le dijesen: Ruega ahora por nosotros a Jehová nuestro Dios. Jeremiah 37:4 (Y Jeremías entraba y salía en medio del pueblo, porque no le habían puesto en la casa de la cárcel. Jeremiah 37:5 Y como el ejército de Faraón hubo salido de Egipto, y vino la fama de ellos a oídos de los Caldeos, que tenían cercada a Jerusalem, se partieron de Jerusalem.) Jeremiah 37:6 Entonces fue palabra de Jehová a Jeremías profeta, diciendo: Jeremiah 37:7 Así dijo Jehová Dios de Israel: Diréis así al rey de Judá que os envió a mí, para que me preguntaseis: He aquí que el ejército de Faraón, que había salido en vuestro socorro, se volvió a su tierra en Egipto. Jeremiah 37:8 Y tornarán los Caldeos, y combatirán esta ciudad, y tomarla han, y meterla han a fuego. Jeremiah 37:9 Así dijo Jehová: No engañéis vuestras almas diciendo: Sin duda los Caldeos se han ido de nosotros; porque no se irán. Jeremiah 37:10 Porque aunque vosotros hirieseis todo el ejército de los Caldeos que pelean con vosotros, y quedasen de ellos hombres alanceados, cada uno se levantará de su tienda, y pondrán a fuego esta ciudad. Jeremiah 37:11 Y aconteció que como el ejército de los Caldeos se fue de Jerusalem a causa del ejército de Faraón, Jeremiah 37:12 Jeremías se salió de Jerusalem para irse a tierra de Ben-jamín, para escabullirse de allí, de en medio del pueblo. Jeremiah 37:13 Y cuando fue a la puerta de Ben-jamín, estaba allí un prepósito que se llamaba Jerías, hijo de Selemías, hijo de Jananías: este prendió a Jeremías profeta, diciendo: Tú te acuestas a los Caldeos. Jeremiah 37:14 Y Jeremías dijo: Es falso, no me acuesto a los Caldeos. Más él no le escuchó, antes prendió Jerías a Jeremías, y trájole delante de los príncipes. Jeremiah 37:15 Y los príncipes se airaron contra Jeremías, y azotáronle, y pusiéronle en la casa de la cárcel, en casa de Jonatán escriba; porque aquella habían hecho casa de cárcel. Jeremiah 37:16 Siendo pues entrado Jeremías en la casa de la mazmorra, y en las camarillas de la prisión, y habiendo estado allá Jeremías por muchos días, Jeremiah 37:17 ¶ El rey Sedecías envió, y le sacó; y preguntóle el rey escondidamente en su casa, y dijo: ¿Es palabra de Jehová? y Jeremías dijo: Es. Y dijo más: En mano del rey de Babilonia serás entregado. Jeremiah 37:18 Y dijo Jeremías al rey Sedecías: ¿En qué pequé contra ti, y contra tus siervos, y contra este pueblo, porque me pusieseis en la casa de la cárcel? Jeremiah 37:19 Y ¿adónde están vuestros profetas, que os profetizaban, diciendo: No vendrá el rey de Babilonia contra vosotros, ni contra esta tierra? Jeremiah 37:20 Ahora pues oye, ruego, mi señor el rey: Caiga ahora mi ruego delante de ti, y no me hagas volver en casa de Jonatán escriba, porque no me muera allí. Jeremiah 37:21 Y mandó el rey Sedecías, y depositaron a Jeremías en el patio de la guarda, haciéndole dar una torta de pan al día, de la plaza de los panaderos, hasta que todo el pan de la ciudad se gastase. Y quedó Jeremías en el patio de la guarda. Jeremiah 38:0 Jeremiah 38:1 Y oyó Safacías, hijo de Matán, y Gedelías, hijo de Fasur, y Jucal hijo de Selemías, y Fasur, hijo de Melquías, las palabras que Jeremías hablaba a todo el pueblo, diciendo: Jeremiah 38:2 Así dijo Jehová: El que se quedare en esta ciudad morirá a cuchillo, a hambre, y a pestilencia: mas el que se saliere a los Caldeos vivirá, y su vida le será por despojo, y vivirá. Jeremiah 38:3 Así dijo Jehová: Entregando será entregada esta ciudad en mano del ejército del rey de Babilonia, y tomarla ha. Jeremiah 38:4 Y dijeron los príncipes al rey: Muera ahora este hombre; porque de esta manera desmaya las manos de los varones de guerra, que han quedado en esta ciudad, y las manos de todo el pueblo, hablándoles tales palabras; porque este hombre no busca la paz de este pueblo, mas el mal. Jeremiah 38:5 Y dijo el rey Sedecías: Héle ahí: en vuestras manos está: que el rey no podrá contra vosotros nada. Jeremiah 38:6 Y ellos tomaron a Jeremías, e hiciéronle echar en la mazmorra de Melquías, hijo de Amelec, que estaba en el patio de la guarda; y metieron a Jeremías con sogas. Y en la mazmorra no había agua, si no cieno; y hundióse Jeremías en el cieno. Jeremiah 38:7 ¶ Y oyendo Ebed-melec Etiope, hombre eunuco que estaba en casa del rey, que habían puesto a Jeremías en la mazmorra, y estando sentado el rey a la puerta de Ben-jamín, Jeremiah 38:8 Ebed-melec salió de casa del rey, y habló al rey, diciendo: Jeremiah 38:9 Mi señor el rey, mal hicieron estos varones en todo lo que han hecho con Jeremías profeta, al cual hicieron echar en la mazmorra; porque allí se morirá de hambre; porque no hay más pan en la ciudad. Jeremiah 38:10 Y mandó el rey al mismo Ebed-melec Etiope, diciendo: Toma en tu poder treinta hombres de aquí, y haz sacar a Jeremías profeta de la mazmorra antes que muera. Jeremiah 38:11 Y tomó Ebed-melec en su poder hombres, y entró a la casa del rey al lugar debajo de la tesorería, y tomó de allí trapos viejos, traídos, y viejos, rotos, y echólos a Jeremías con sogas en la mazmorra. Jeremiah 38:12 Y dijo Ebed-melec Etiope a Jeremías: Pon ahora esos trapos viejos, traídos, y rotos, debajo de los sobacos de tus brazos debajo de las sogas. E hízolo así Jeremías. Jeremiah 38:13 Y sacaron a Jeremías con sogas, y subiéronle de la mazmorra; y quedó Jeremías en el patio de la guarda. Jeremiah 38:14 ¶ Y envió el rey Sedecías, e hizo traer a sí a Jeremías profeta a la tercera entrada que estaba en la casa de Jehová; y dijo el rey a Jeremías: Pregúntote una palabra: no me encubras ninguna cosa. Jeremiah 38:15 Y Jeremías dijo a Sedecías: ¿Si te lo denunciare, matando no me matarás? y si te diere consejo, no me escucharás. Jeremiah 38:16 Y juró el rey Sedecías en secreto a Jeremías, diciendo: Vive Jehová que nos hizo esta alma, que no te mataré, ni te entregaré en mano de estos varones que buscan tu alma. Jeremiah 38:17 Y dijo Jeremías a Sedecías: Así dijo Jehová Dios de los ejércitos, Dios de Israel: Si saliendo salieres a los príncipes del rey de Babilonia, tu alma vivirá, y esta ciudad no será metida a fuego, y vivirás tú, y tu casa: Jeremiah 38:18 Mas si no salieres a los príncipes del rey de Babilonia, esta ciudad será entregada en mano de los Caldeos, y meterla han a fuego, y tú no escaparás de sus manos, Jeremiah 38:19 Y dijo el rey Sedecías a Jeremías: Témome a causa de los Judíos que se acostaron a los Caldeos, que no me entreguen en sus manos, y me escarnezcan. Jeremiah 38:20 Y dijo Jeremías: No te entregarán. Oye ahora la voz de Jehová que yo te hablo, y habrás bien, y vivirá tu alma. Jeremiah 38:21 Y si no quisieres salir, esta es la palabra que me ha mostrado Jehová: Jeremiah 38:22 Y he aquí que todas las mujeres que han quedado en casa del rey de Judá, son sacadas a los príncipes del rey de Babilonia; y ellas mismas dirán: Engañáronte, y pudieron más que tú tus amigos: atollaron en el cieno tus pies, volviéronse atrás. Jeremiah 38:23 Y a todas tus mujeres y tus hijos sacarán a los Caldeos, y tú también no escaparas de sus manos: mas por mano del rey de Babilonia serás preso, y a esta ciudad quemarás a fuego. Jeremiah 38:24 Y dijo Sedecías a Jeremías: Nadie sepa estas palabras, y no morirás. Jeremiah 38:25 Y si los príncipes oyeren, que yo he hablado contigo, y vinieren a ti, y te dijeren: Decláranos ahora qué hablaste con el rey: no nos lo encubras, y no te mataremos; y qué te dijo el rey: Jeremiah 38:26 Decirles has: Supliqué al rey que no me hiciese tornar en casa de Jonatán, porque no me muriese allí. Jeremiah 38:27 Y vinieron todos los príncipes a Jeremías, y preguntáronle; y él les respondió conforme a todo lo que el rey le había mandado; y dejáronse de él, porque no fue oído el negocio. Jeremiah 38:28 Y Jeremías quedó en el patio de la guarda hasta el día que fue tomada Jerusalem; y allí estaba cuando fue tomada Jerusalem. Jeremiah 39:0 Jeremiah 39:1 En el noveno año de Sedecías, rey de Judá, en el mes décimo, vino Nabucodonosor, rey de Babilonia, con todo su ejército contra Jerusalem, y cercáronla. Jeremiah 39:2 Y en el undécimo año de Sedecías, en el mes cuarto, a los nueve del mes, fue rota la ciudad: Jeremiah 39:3 Y entraron todos los príncipes del rey de Babilonia, y asentaron a la puerta del medio, Nergal-sarezer, Samgar-nebo, Sarsequim, Rabsares, Nergal-sarezer, Rabmag, y todos los demás príncipes del rey de Babilonia. Jeremiah 39:4 Y fue, que viéndolos Sedecías, rey de Judá, y todos los varones de guerra, huyeron; y saliéronse de noche de la ciudad por el camino de la huerta del rey, por la puerta de entre los dos muros; y salió por el camino del desierto. Jeremiah 39:5 Mas el ejército de los Caldeos los siguió, y alcanzaron a Sedecías en los llanos de Jericó; y tomáronle, e hiciéronle subir a Nabucodonosor, rey de Babilonia, en Reblata, en tierra de Emat, y le sentenció. Jeremiah 39:6 Y degolló el rey de Babilonia los hijos de Sedecías en su presencia en Reblata, y a todos los nobles de Judá degolló el rey de Babilonia. Jeremiah 39:7 Y sacó los ojos al rey Sedecías, y aprisionóle en grillos para llevarle a Babilonia. Jeremiah 39:8 Y los Caldeos pusieron a fuego la casa del rey, y las casas del pueblo, y derribaron los muros de Jerusalem. Jeremiah 39:9 Y la resta del pueblo que había quedado en la ciudad, y los que se habían acostado a él, y todo el resto del pueblo que había quedado, traspasó Nabuzardán, capitán de la guarda, en Babilonia. Jeremiah 39:10 Y del vulgo de los pobres que no tenían nada, hizo quedar Nabuzardán, capitán de la guarda, en tierra de Judá; y dióles entonces viñas y heredades. Jeremiah 39:11 ¶ Y Nabucodonosor había mandado acerca de Jeremías por Nabuzardán, capitán de la guarda, diciendo: Jeremiah 39:12 Tómale, y pon sobre él tus ojos, y no le hagas mal ninguno, antes harás con él como él te dijere. Jeremiah 39:13 Y envió Nabuzardán, capitán de la guarda, y Nabusezbaz, Rabsares, y Neregel, y Sereser, y Rabmag, y todos los príncipes del rey de Babilonia. Jeremiah 39:14 Y enviaron, y tomaron a Jeremías del patio de la guarda, y entregáronle a Godolías, hijo de Ahicam, hijo de Safán, para que le sacase a casa; y vivió entre el pueblo. Jeremiah 39:15 ¶ Y había sido palabra de Jehová a Jeremías, estando preso en el patio de la guarda, diciendo: Jeremiah 39:16 Vé, y habla a Ebed-melec Etiope, diciendo: Así dijo Jehová de los ejércitos, Dios de Israel: He aquí que yo traigo mis palabras sobre esta ciudad para mal, y no para bien; y serán en tu presencia aquel día. Jeremiah 39:17 Y en aquel día yo te libraré, dijo Jehová, y no serás entregado en mano de aquellos de quien tú tienes temor; porque escapando te escaparé, y no caerás a espada, y tu vida te será por despojo, porque tuviste confianza en mí, dijo Jehová. Jeremiah 40:0 Jeremiah 40:1 Palabra que fue a Jeremías de Jehová después que Nabuzardán, capitán de la guarda, le envió desde Rama, cuando le tomó que estaba preso con esposas entre toda la transmigración de Jerusalem, y de Judá, que iban cautivos a Babilonia. Jeremiah 40:2 Y el capitán de la guarda tomó a Jeremías, y díjole: Jehová tu Dios habló este mal contra este lugar; Jeremiah 40:3 Y trájolo, e hizo Jehová según que había dicho; porque pecasteis contra Jehová, y no oísteis su voz, por tanto os ha venido esto. Jeremiah 40:4 Y ahora yo te he soltado hoy de las esposas que tenías en tus manos: si te está bien venir conmigo a Babilonia, ven, y yo pondré mis ojos sobre ti. Y si no te está bien venir conmigo a Babilonia, déjalo. Mira, toda la tierra está delante de ti; a lo que mejor y más cómodo te pareciere ir, vé. Jeremiah 40:5 Y aun él no había respondido que se volvería, cuando él le dijo: Vuélvete a Godolías, hijo de Ahicam, hijo de Safán, al cual el rey de Babilonia ha puesto sobre todas las ciudades de Judá, y vive con él en medio del pueblo, o adonde te pareciere más cómodo de ir, vé. Y dióle el capitán de la guarda presentes y dones, y le envió. Jeremiah 40:6 Y vino Jeremías a Godolías, hijo de Ahicam, a Maspat, y moró con él en medio del pueblo que había quedado en la tierra. Jeremiah 40:7 Y todos los príncipes del ejército que estaban por el campo, ellos y sus hombres, oyeron como el rey de Babilonia había puesto a Godolías, hijo de Ahicam, sobre la tierra, y que le había encomendado los hombres, y las mujeres, y los niños, y los pobres de la tierra, los que no fueron traspasados en Babilonia. Jeremiah 40:8 Y vinieron a Godolías en Maspat, es a saber, Ismael, hijo de Natanías, y Johanán, y Jonatán, hijos de Carée, y Sareas, hijo de Taneumet, y los hijos de Ofi, Netofatita, y Jezonías, hijo de Maacati, ellos y sus hombres. Jeremiah 40:9 Y juróles Godolías, hijo de Ahicam, hijo de Safán, a ellos y a sus hombres, diciendo: No tengáis temor de servir a los Caldeos: habitád en la tierra, y servíd al rey de Babilonia, y habréis bien. Jeremiah 40:10 Y veis aquí que yo habito en Maspat para estar delante de los Caldeos que vendrán a nosotros; y vosotros cogéd el vino, y el pan, y el aceite, y ponédlo en vuestros almacenes, y quedáos en vuestras ciudades que habéis tomado. Jeremiah 40:11 Y asimismo todos los Judíos que estaban en Moab, y entre los hijos de Ammón, y en Edom, y los que estaban en todas las tierras, oyeron decir como el rey de Babilonia había concedido resto de Judá, que había puesto sobre ellos a Godolías, hijo de Ahicam, hijo de Safán. Jeremiah 40:12 Y tornáronse todos los Judíos de todas las partes adonde habían sido echados, y vinieron en tierra de Judá a Godolías en Maspat, y cogieron vino y muy mucho pan. Jeremiah 40:13 Y Johanán, hijo de Carée, y todos los príncipes de los ejércitos que estaban en el campo, vinieron a Godolías en Maspat. Jeremiah 40:14 ¶ Y dijéronle: ¿No sabes de cierto como Baalis, rey de los hijos de Ammón, ha enviado a Ismael, hijo de Natanías para matarte? Mas Godolías, hijo de Ahicam, no los creyó. Jeremiah 40:15 Y Johanán hijo de Carée, habló a Godolías en secreto en Maspat, diciendo: Yo iré ahora, y heriré a Ismael, hijo de Natanías, y hombre no lo sabrá; ¿por qué te ha de matar, y todos los Judíos que se han recogido a ti se derramarán, y perecerá la resta de Judá? Jeremiah 40:16 Y Godolías, hijo de Ahicam, dijo a Johanán, hijo de Carée: No hagas esto; porque falso es lo que tú dices de Ismael. Jeremiah 41:0 Jeremiah 41:1 Y aconteció en el mes séptimo que vino Ismael, hijo de Natanías, hijo de Elisama, de la simiente real, y algunos príncipes del rey, y diez hombres con él, a Godolías, hijo de Ahicam, en Maspat, y comieron allí pan juntos en Maspat. Jeremiah 41:2 Y levantóse Ismael, hijo de Natanías, y los diez hombres que estaban con él, e hirieron a cuchillo a Godolías, hijo de Ahicam, hijo de Safán, al cual había puesto el rey de Babilonia sobre la tierra, y le mató. Jeremiah 41:3 Asimismo, hirió Ismael a todos los Judíos que estaban con él, con Godolías, en Maspat, y a los soldados Caldeos que se hallaron allí. Jeremiah 41:4 Y fue que un día después que mató a Godolías, y no lo supo hombre, Jeremiah 41:5 Vinieron hombres de Siquem, y de Silo, y de Samaria, ochenta hombres, raída la barba, y rotas las ropas, y arañados; y traían en sus manos presente y perfume para llevar en la casa de Jehová. Jeremiah 41:6 Y salióles al encuentro de Maspat Ismael, hijo de Natanías, yendo andando y llorando; y aconteció que como los encontró, les dijo: Veníd a Godolías, hijo de Ahicam, Jeremiah 41:7 Y fue que cuando vinieron en medio de la ciudad, Ismael, hijo de Natanías, los degolló, y los echó en medio de un algibe, él y los varones que estaban con él. Jeremiah 41:8 Y fueron hallados diez hombres entre ellos que dijeron a Ismael: No nos mates, porque tenemos en el campo tesoros de trigos, y cebadas, y aceite, y miel; y los dejó, y no los mató entre sus hermanos. Jeremiah 41:9 Y el algibe en que echó Ismael todos los cuerpos de los varones que hirió por causa de Godolías, era el mismo que había hecho el rey Asa por causa de Baasa, rey de Israel: este hinchió de muertos Ismael, hijo de Natanías. Jeremiah 41:10 Y llevó cautivo Ismael a todo el resto del pueblo que estaba en Maspat, las hijas del rey, y a todo el pueblo que había quedado en Maspat, que Nabuzardán, capitán de la guarda, había encargado a Godolías, hijo de Ahicam, y llevólos cautivos Ismael, hijo de Natanías, y fuése para pasarse a los hijos de Ammón. Jeremiah 41:11 ¶ Y oyó Johanán, hijo de Carée, y todos los príncipes de los ejércitos que estaban con él, todo el mal que hizo Ismael, hijo de Natanías. Jeremiah 41:12 Y tomaron todos los varones, y fueron para pelear con Ismael, hijo de Natanías, y halláronle junto a aguas muchas que es en Gabaón. Jeremiah 41:13 Y aconteció que como todo el pueblo que estaba con Ismael oyó a Johanán, hijo de Carée, y a todos los príncipes de los ejércitos que venían con él, se alegraron. Jeremiah 41:14 Y todo el pueblo que Ismael había traído cautivo de Maspat, tornáronse, y volvieron, y fuéronse a Johanán, hijo de Carée. Jeremiah 41:15 Mas Ismael, hijo de Natanías, se escapó delante de Johanán con ocho varones, y fuése a los hijos de Ammón. Jeremiah 41:16 Y Johanán, hijo de Carée, y todos los príncipes de los ejércitos que con él estaban, tomaron todo el resto del pueblo que habían tornado de Ismael, hijo de Natanías, de Maspat, después que hirió a Godolías, hijo de Ahicam, hombres de guerra, y mujeres, y niños, y los eunucos que él había tornado de Gabaón. Jeremiah 41:17 Y fueron, y habitaron, en Gerut-quimjam, que es cerca de Belén, para partirse, y meterse en Egipto, Jeremiah 41:18 Por causa de los Caldeos; porque temían a causa de ellos, por haber herido Ismael, hijo de Natanías, a Godolías, hijo de Ahicam, al cual el rey de Babilonia había puesto sobre la tierra. Jeremiah 42:0 Jeremiah 42:1 Y vinieron todos los príncipes de los ejércitos, y Johanán, hijo de Carée, y Jezonías, hijo de Osaías, y todo el pueblo desde el menor hasta el mayor. Jeremiah 42:2 Y dijeron a Jeremías profeta: Caiga ahora nuestro ruego delante de ti, y ruega por nosotros a Jehová tu Dios por todo este resto; porque habemos quedado unos pocos de muchos, como tus ojos nos ven: Jeremiah 42:3 Para que Jehová tu Dios nos enseñe camino por donde vamos, y lo que hemos de hacer. Jeremiah 42:4 Y Jeremías profeta les dijo: Ya he oído: he aquí oro a Jehová vuestro Dios como habéis dicho; y será que todo lo que Jehová os respondiere; os enseñaré: no os dejaré palabra. Jeremiah 42:5 Y ellos dijeron a Jeremías: Jehová sea entre nosotros testigo de la verdad y de la lealtad, si no hiciéremos conforme a todo aquello para lo cual Jehová tu Dios te enviare a nosotros. Jeremiah 42:6 Ora sea bueno, ora malo, a la voz de Jehová nuestro Dios, al cual te enviamos, obedeceremos; porque obedeciendo a la voz de Jehová nuestro Dios, hayamos bien. Jeremiah 42:7 Y aconteció que a cabo de diez días fue palabra de Jehová a Jeremías. Jeremiah 42:8 Y llamó a Johanán, hijo de Carée, y a todos los príncipes de los ejércitos que estaban con él, y a todo el pueblo desde el menor hasta el mayor, Jeremiah 42:9 Y díjoles: Así dijo Jehová Dios de Israel al cual me enviasteis para que hiciese caer vuestros ruegos en su presencia: Jeremiah 42:10 Si quedando os quedareis en esta tierra, edificaros he, y no os destruiré: plantaros he, y no arrancaré; porque arrepentido estoy del mal que os he hecho. Jeremiah 42:11 No temáis de la presencia del rey de Babilonia, de cuya presencia tenéis temor: no temáis de su presencia, dijo Jehová, porque con vosotros estoy yo para salvaros, y libraros de su mano. Jeremiah 42:12 Y daros he misericordias, y habrá misericordia de vosotros, y haceros ha morar en vuestra tierra. Jeremiah 42:13 Y si dijereis: No moraremos en esta tierra, no obedeciendo a la voz de Jehová vuestro Dios, Jeremiah 42:14 Diciendo: No: antes nos entraremos en tierra de Egipto, en la cual no veremos guerra, ni oiremos sonido de trompeta, ni tendremos hambre de pan; y allá moraremos: Jeremiah 42:15 Ahora, pues, por tanto oíd palabra de Jehová, residuos de Judá: Así dijo Jehová de los ejércitos, Dios de Israel; Si vosotros volviereis vuestros rostros para entrar en Egipto, y entrareis para peregrinar allá: Jeremiah 42:16 Será que la espada que teméis, allá en tierra de Egipto os comprenderá; y la hambre de que tenéis temor, allá en Egipto se os pegará; y allá moriréis. Jeremiah 42:17 Y será que todos los varones que tornaren sus rostros para entrarse en Egipto para peregrinar allá, morirán a espada, a hambre, y a pestilencia: ni habrá de ellos quien quede vivo, ni quien escape delante del mal que yo traigo sobre ellos. Jeremiah 42:18 Porque así dijo Jehová de los ejércitos, Dios de Israel: Como se derramó mi enojo y mi ira sobre los moradores de Jerusalem, así se derramará mi ira sobre vosotros, cuando entrareis en Egipto; y seréis por juramento, y por espanto, y por maldición, y por afrenta, y no veréis más este lugar. Jeremiah 42:19 Jehová habló sobre vosotros, o! residuos de Judá: No entréis en Egipto: sabiendo sabéd que os aviso hoy. Jeremiah 42:20 ¿Por qué hicisteis errar vuestras almas? Porque vosotros me enviasteis a Jehová vuestro Dios, diciendo: Ora por nosotros a Jehová nuestro Dios, y conforme a todas las cosas que Jehová nuestro Dios dijere, así nos lo haz saber, y hacerlo hemos. Jeremiah 42:21 Y héoslo denunciado hoy, y no obedecisteis a la voz de Jehová vuestro Dios, ni a todas las cosas por las cuales me envió a vosotros. Jeremiah 42:22 Ahora pues, sabiendo sabéd que a espada, y a hambre, y a pestilencia moriréis en el lugar donde deseasteis entrar para peregrinar allá. Jeremiah 43:0 Jeremiah 43:1 Y aconteció que como Jeremías acabó de hablar a todo el pueblo todas las palabras de Jehová Dios de ellos, por las cuales Jehová Dios de ellos le había enviado a ellos, es a saber, todas estas palabras: Jeremiah 43:2 Dijo Azarías, hijo de Osaías, y Johanán, hijo de Carée, y todos los varones soberbios, dijeron a Jeremías: Mentira dices: No te envió Jehová nuestro Dios para decir: No entréis en Egipto para peregrinar allá. Jeremiah 43:3 Mas Baruc, hijo de Nerías, te incita contra nosotros, para entregarnos en mano de los Caldeos, para matarnos, y para hacernos traspasar en Babilonia. Jeremiah 43:4 Y no oyó Johanán, hijo de Carée, y todos los príncipes de los ejércitos, y todo el pueblo, a la voz de Jehová para quedarse en tierra de Judá. Jeremiah 43:5 Y tomó Johanán, hijo de Carée, y todos los príncipes de los ejércitos, a todo el resto de Judá, que habían vuelto de todas las naciones adonde habían sido echados para morar en tierra de Judá; Jeremiah 43:6 Hombres, y mujeres, y niños, y las hijas del rey, y toda alma que había dejado Nabuzardán, capitán de la guarda, con Godolías, hijo de Ahicam, hijo de Safán, y a Jeremías profeta, y a Baruc, hijo de Nerías. Jeremiah 43:7 Y vinieron a tierra de Egipto; porque no oyeron la voz de Jehová, y vinieron hasta Tafnes. Jeremiah 43:8 ¶ Y fue palabra de Jehová a Jeremías en Tafnes, diciendo: Jeremiah 43:9 Toma con tu mano piedras grandes, y cúbrelas de barro en un horno de ladrillos que está a la puerta de la casa de Faraón en Tafnes, a vista de hombres Judíos; Jeremiah 43:10 Y díles: Así dijo Jehová de los ejércitos, Dios de Israel: He aquí que yo envió, y tomaré a Nabucodonosor, rey de Babilonia, mi siervo, y pondré su trono sobre estas piedras que escondí; y tenderá su tienda rica sobre ellas. Jeremiah 43:11 Y vendrá, y herirá la tierra de Egipto, los que a muerte a muerte, y los que a cautiverio a cautiverio, y los que a cuchillo a cuchillo. Jeremiah 43:12 Y pondré fuego a las casas de los dioses de Egipto, y quemarlas ha, y a ellos llevará cautivos; y él se vestirá la tierra de Egipto, como el pastor se viste su capa, y saldrá de allá en paz. Jeremiah 43:13 Y quebrará las estatuas de Bet-semes, que es en tierra de Egipto, y las casas de los dioses de Egipto quemará a fuego. Jeremiah 44:0 Jeremiah 44:1 Palabra que fue a Jeremías acerca de todos los Judíos que moraban en la tierra de Egipto, que moraban en Magdad, y en Tafnes, y en Nof, y en tierra de Fatures, diciendo: Jeremiah 44:2 Así dijo Jehová de los ejércitos, Dios de Israel: Vosotros, habéis visto todo el mal que traje sobre Jerusalem, y sobre todas las ciudades de Judá; y he aquí que ellas están el día de hoy asoladas, ni hay en ellas morador, Jeremiah 44:3 A causa de la maldad de ellos que hicieron, para hacerme enojar, yendo a ofrecer sahumerios, honrando dioses ajenos, que ellos no conocieron, vosotros ni vuestros padres. Jeremiah 44:4 Y envié a vosotros a todos mis siervos profetas, madrugando y enviando, y diciendo: No hagáis ahora esta cosa abominable que yo aborrezco. Jeremiah 44:5 Y no oyeron, ni abajaron su oído para convertirse de su maldad, para no ofrecer sahumerios a dioses ajenos. Jeremiah 44:6 Y derramóse mi saña y mi furor, y encendióse en las ciudades de Judá, y en las calles de Jerusalem, y tornáronse en soledad, y en destrucción, como parece hoy. Jeremiah 44:7 Ahora pues, así dijo Jehová de los ejércitos, Dios de Israel: ¿Por qué hacéis tan grande mal contra vuestras almas para ser talados, varón y mujer, niño y mamante de en medio de Judá, para que no os dejéis residuos; Jeremiah 44:8 Para hacerme enojar por las obras de vuestras manos, ofreciendo sahumerios a dioses ajenos en la tierra de Egipto, a donde habéis entrado para morar, para que os acabéis, y seáis por maldición, y por vergüenza a todas las naciones de la tierra? Jeremiah 44:9 ¿Habéis os olvidado de las maldades de vuestros padres, y de las maldades de los reyes de Judá, y de las maldades de sus mujeres, y de vuestras maldades, y de las maldades de vuestras mujeres que hicieron en tierra de Judá, y en las calles de Jerusalem? Jeremiah 44:10 No se han quebrantado hasta el día de hoy, ni han tenido temor, ni han caminado en mi ley, ni en mis derechos que di delante de vosotros, y delante de vuestros padres. Jeremiah 44:11 Por tanto así dijo Jehová de los ejércitos, Dios de Israel: He aquí que yo pongo mi rostro en vosotros para mal, y para acabar a todo Judá. Jeremiah 44:12 Y tomaré al resto de Judá que pusieron sus rostros para entrar en tierra de Egipto para morar allá, y todos serán consumidos en tierra de Egipto: caerán a cuchillo, serán consumidos de hambre, desde el más pequeño hasta el mayor: a cuchillo y a hambre morirán, y serán por juramento, y por espanto, y por maldición, y por afrenta. Jeremiah 44:13 Y visitaré a los que moran en tierra de Egipto, como visité a Jerusalem, con espada, y con hambre, y con pestilencia. Jeremiah 44:14 Y no habrá quien escape, ni quien quede vivo del resto de Judá, que entraron en tierra de Egipto para morar allá, para volver a la tierra de Judá, por la cual ellos suspiran por volver para habitar allá; porque no volverán, si no los que escaparen. Jeremiah 44:15 ¶ Y respondieron al mismo Jeremías todos los que sabían que sus mujeres habían ofrecido sahumerios a dioses ajenos, y todas las mujeres que estaban presentes, una grande compañía, y todo el pueblo que habitaba en tierra de Egipto en Patures, diciendo: Jeremiah 44:16 La palabra que nos has hablado en nombre de Jehová, no oímos de ti: Jeremiah 44:17 Antes haremos de hecho toda palabra que ha salido de nuestra boca para ofrecer sahumerios a la reina del cielo, y derramándole derramaduras como habemos hecho nosotros, y nuestros padres, nuestros reyes, y nuestros príncipes, en las ciudades de Judá, y en las plazas de Jerusalem, y fuimos hartos de pan, y fuimos alegres, y nunca vimos mal. Jeremiah 44:18 Mas desde que cesamos de ofrecer sahumerios a la reina del cielo, y de derramarle derramaduras, nos falta todo, y a cuchillo, y a hambre somos consumidos. Jeremiah 44:19 Y cuando nosotros ofrecimos sahumerios a la reina del cielo, y le derramamos derramaduras, ¿hicímosle sin nuestros maridos tortas para alegrarla, y derramámosle derramaduras? Jeremiah 44:20 Y habló Jeremías a todo el pueblo a los hombres, y a las mujeres, y a toda la plebe que le habían respondido esto, diciendo: Jeremiah 44:21 ¿No se ha acordado Jehová, y no ha venido a su memoria el sahumerio que ofrecisteis en las ciudades de Judá, y en las plazas de Jerusalem, vosotros, y vuestros padres, vuestros reyes, y vuestros príncipes, y el pueblo de la tierra? Jeremiah 44:22 Y no pudo sufrir más Jehová a causa de la maldad de vuestras obras, a causa de las abominaciones que habíais hecho: por tanto vuestra tierra fue en asolamiento, y en espanto, y en maldición, hasta no quedar morador, como parece hoy. Jeremiah 44:23 Porque ofrecisteis sahumerios, y pecasteis contra Jehová, y no oísteis la voz de Jehová, ni anduvisteis en su ley, ni en sus derechos, ni en sus testimonios: por tanto ha venido sobre vosotros este mal, como parece hoy. Jeremiah 44:24 Y dijo Jeremías a todo el pueblo, y a todas las mujeres: Oíd palabra de Jehová, todo Judá, los que estáis en tierra de Egipto. Jeremiah 44:25 Así habló Jehová Dios de los ejércitos, Dios de Israel, diciendo: Vosotros, y vuestras mujeres hablasteis con vuestra boca, y cumplísteislo con vuestras manos, diciendo: Haremos de hecho nuestros votos que votamos de ofrecer sahumerios a la reina del cielo, y de derramarle derramaduras: confirmando confirmáis vuestros votos, y haciendo hacéis vuestros votos. Jeremiah 44:26 Por tanto oíd palabra de Jehová, todo Judá los que habitáis en tierra de Egipto: He aquí que yo juré por mi grande nombre, dijo Jehová, que mi nombre no será más invocado en la boca de ningún varón Judío, que diga, Vive el Señor Jehová, en toda la tierra de Egipto. Jeremiah 44:27 He aquí que yo velo sobre ellos para mal, y no para bien; y todos los varones de Judá que están en tierra de Egipto, serán consumidos a cuchillo, y a hambre, hasta que sean consumidos. Jeremiah 44:28 Y los que escaparen del cuchillo, volverán de tierra de Egipto a tierra de Judá, pocos hombres, para que sepan todos los residuos de Judá, que han entrado en Egipto para morar allí, la palabra de quien ha de permanecer, la mía, o la suya. Jeremiah 44:29 Y esto tendréis por señal, dice Jehová, de que os visito en este lugar, para que sepáis que permaneciendo permanecerán mis palabras para mal sobre vosotros. Jeremiah 44:30 Así dijo Jehová: He aquí que yo entrego a Faraon-hofra, rey de Egipto, en mano de sus enemigos, y en mano de los que buscan su alma; como entregué a Sedecías, rey de Judá, en mano de Nabucodonosor, rey de Babilonia, su enemigo, y que buscaba su alma. Jeremiah 45:0 Jeremiah 45:1 Palabra que habló Jeremías profeta a Baruc, hijo de Nerías, cuando escribía en el libro estas palabras de la boca de Jeremías, el año cuarto de Joacim, hijo de Josías, rey de Judá, diciendo: Jeremiah 45:2 Así dijo Jehová Dios de Israel a ti, Baruc: Jeremiah 45:3 Dijiste: ¡Ay de mi ahora! porque me ha añadido Jehová tristeza sobre mi dolor: trabajé con mi gemido, y no he hallado descanso. Jeremiah 45:4 Decirle has así: Así dijo Jehová: He aquí que yo destruyo los que edifiqué, y arranco los que planté, y toda esta tierra. Jeremiah 45:5 ¿Y tú buscas para ti grandezas? No busques; porque he aquí que yo traigo mal sobre toda carne, dijo Jehová, y a ti darte he tu vida por despojo en todos los lugares donde fueres. Jeremiah 46:0 Jeremiah 46:1 Palabra que fue a Jeremías profeta de Jehová contra las gentes. Jeremiah 46:2 A Egipto: contra el ejército de Faraon-necao, rey de Egipto, que estaba cerca del río Éufrates en Carcamis, al cual hirió Nabucodonosor, rey de Babilonia, el año cuarto de Joacim, hijo de Josías, rey de Judá. Jeremiah 46:3 Aparejád escudo y pavés, y veníd a la guerra. Jeremiah 46:4 Uncíd caballos, y subíd los caballeros, y ponéos con capacetes: limpiád las lanzas, vestíos de lorigas. Jeremiah 46:5 ¿Por qué los ví medrosos, tornando atrás? y sus valientes fueron deshechos, y huyeron a más huir sin volver a mirar atrás: miedo de todas partes, dijo Jehová. Jeremiah 46:6 No huya el ligero, ni escape el valiente: al aquilón junto a la ribera del Éufrates tropezaron, y cayeron. Jeremiah 46:7 ¿Quién es este, que como río sube, y cuyas aguas se mueven como ríos? Jeremiah 46:8 Egipto como río se hincha, y las aguas se mueven como ríos, y dijo: Subiré cubriré la tierra, destruiré la ciudad, y los que en ella moran. Jeremiah 46:9 Subíd caballos, y alboratáos carros, y salgan los valientes: los Etiopes, y los de Libia que toman escudo, y los de Lidia que toman y entesan arco. Jeremiah 46:10 Mas ese día será a Jehová Dios de los ejércitos día de venganza, para vengarse, de sus enemigos; y la espada tragará, y se hartará, y se embriagará de la sangre de ellos; porque matanza será a Jehová Dios de los ejércitos en tierra del aquilón al río Éufrates. Jeremiah 46:11 Sube a Galaad, y toma bálsamo, virgen hija de Egipto: por demás multiplicarás medicinas: no hay cura para ti. Jeremiah 46:12 Las naciones oyeron tu vergüenza, y tu clamor hinchió la tierra; porque fuerte se encontró con fuerte, y cayeron ambos juntos. Jeremiah 46:13 ¶ Palabra que habló Jehová a Jeremías profeta acerca de la venida de Nabucodonosor, rey de Babilonia, para herir la tierra de Egipto. Jeremiah 46:14 Denunciád en Egipto, y hacéd saber en Magdalo: hacéd saber también en Mémfis, y en Tafnes, decíd: Está quedo, y aparéjate; porque espada ha de tragar tu comarca. Jeremiah 46:15 ¿Por qué ha sido derribado tu fuerte? no se pudo tener, porque Jehová le rempujó. Jeremiah 46:16 Multiplicó los caídos: cada uno también cayó sobre su compañero, y dijeron: Levántate, y volvámonos a nuestro pueblo, y a la tierra de nuestro nacimiento, de delante de la espada vencedora. Jeremiah 46:17 Clamaron allí, Faraón, rey de Egipto, rey de revuelta: dejó pasar el tiempo señalado. Jeremiah 46:18 Vivo yo, dice el Rey, Jehová de los ejércitos es su nombre, que como Tabor entre los montes, y como Carmelo en la mar, así vendrá. Jeremiah 46:19 Hazte vasos de transmigración, moradora hija de Egipto; porque Mémfis será por yermo, y será asolada hasta no quedar morador. Jeremiah 46:20 Becerra hermosa Egipto: destrucción del aquilón viene, viene. Jeremiah 46:21 Sus soldados también en medio de ella como becerros engordados: que también ellos se volvieron, huyeron todos sin pararse; porque el día de su quebrantamiento vino sobre ellos, el tiempo de su visitación. Jeremiah 46:22 Su voz irá como de serpiente; porque con ejército vendrán, y con hachas vienen a ella como cortadores de leña. Jeremiah 46:23 Cortaron su monte, dice Jehová, porque no podrán ser contados; porque serán más que langostas, ni tendrán número. Jeremiah 46:24 Avergonzóse la hija de Egipto: será entregada en mano del pueblo del aquilón. Jeremiah 46:25 Dijo Jehová de los ejércitos, Dios de Israel: He aquí que yo visito al pueblo de Alejandría, y a Faraón, y a Egipto, y a sus dioses, y a sus reyes; y a Faraón, y a los que en él confían. Jeremiah 46:26 Y entregarlos he en mano de los que buscan su alma, y en mano de Nabucodonosor, rey de Babilonia, y en mano de sus siervos; y después será habitada como en los días pasados, dijo Jehová. Jeremiah 46:27 ¶ Y tú no temas, siervo mío Jacob, y no desmayes Israel; porque he aquí que yo te salvo de lejos, y a tu simiente de la tierra de su cautividad. Y volverá Jacob, y descansará, y será prosperado, y no habrá quien le espante. Jeremiah 46:28 Tú, mi siervo Jacob, no temas, dice Jehová, porque contigo soy yo; porque haré consumación en todas las naciones a las cuales te echaré: mas en ti no haré consumación: mas castigarte he con juicio, y talando no te talaré. Jeremiah 47:0 Jeremiah 47:1 Palabra de Jehová que fue a Jeremías profeta acerca de los Palestinos, antes que Faraón hiriese a Gaza. Jeremiah 47:2 Así dijo Jehová: He aquí que suben aguas de la parte del aquilón, y tornarse han en arroyo, y alagarán la tierra, y su plenitud, ciudades y moradores de ellas; y los hombres clamarán, y todo morador de la tierra aullará, Jeremiah 47:3 Por el sonido de las uñas de sus fuertes caballos, por el alboroto de sus carros, por el estruendo de sus ruedas: los padres no miraron a los hijos por la flaqueza de las manos: Jeremiah 47:4 Por el día que viene para destrucción de todos los Palestinos, para talar a Tiro, y a Sidón, a todo ayudador que quedó vivo; porque Jehová destruye a los Palestinos, al resto de la isla de Capadocia. Jeremiah 47:5 Sobre Gaza vino mesadura, Ascalón fue cortada, y el resto de su valle: ¿hasta cuándo te arañarás? Jeremiah 47:6 O! cuchillo de Jehová, ¿hasta cuándo no reposarás? Métete en tu vaina, reposa, y calla. Jeremiah 47:7 ¿Cómo reposarás? porque Jehová le ha enviado en Ascalón, y a la ribera de la mar, allí le puso. Jeremiah 48:0 Jeremiah 48:1 De Moab: Así dijo Jehová de los ejércitos, Dios de Israel: ¡Ay de Nebo! que fue destruida, fue avergonzada: Cariataim fue tomada: fue confusa Misgab, y desmayó. Jeremiah 48:2 No se alabará ya más Moab: de Jesebón pensaron mal: Veníd, y quitémosla de entre las naciones. También tú, Madmén, serás cortada, espada irá tras ti. Jeremiah 48:3 Voz de clamor de Oronaim: destrucción, y gran quebrantamiento. Jeremiah 48:4 Moab fue quebrantada: hicieron que se oyese el clamor de sus pequeños. Jeremiah 48:5 Porque a la subida de Luit con lloro subirá el que llora; porque a la descendida de Oronaim los enemigos oyeron clamor de quebranto: Jeremiah 48:6 Huid, escapád vuestra vida, y sean como retama en el desierto. Jeremiah 48:7 Porque por cuanto confiaste en tus haciendas, y en tus tesoros, tú también serás tomada; y Camos saldrá en cautiverio, los sacerdotes, y sus príncipes juntamente. Jeremiah 48:8 Y vendrá destruidor a cada una de las ciudades, y ninguna ciudad escapará; y perderse ha el valle, y destruirse ha la campiña, como dijo Jehová. Jeremiah 48:9 Dad alas a Moab, para que volando vuele; y sus ciudades serán desiertas hasta no quedar en ellas morador. Jeremiah 48:10 Maldito el que hiciere engañosamente la obra de Jehová; y maldito el que detuviere su espada de la sangre. Jeremiah 48:11 Quieto estuvo Moab desde su mocedad, y él ha estado reposado sobre sus heces, ni fue trasegado de vaso en vaso, ni nunca fue en cautividad: por tanto quedó su sabor en él, y su olor no se ha trocado. Jeremiah 48:12 Por tanto, he aquí que vienen días, dijo Jehová, en que yo le enviaré trasportadores que le harán trasportar; y vaciarán sus vasos, y romperán sus odres. Jeremiah 48:13 Y Moab se avergonzará de Camos, de la manera que la casa de Israel se avergonzó de Bet-el su confianza. Jeremiah 48:14 ¿Cómo diréis: Valientes somos, y robustos hombres para la guerra? Jeremiah 48:15 Destruido fue Moab, y sus ciudades asoló; y sus escogidos mancebos descendieron al degolladero, dijo el rey, Jehová de los ejércitos es su nombre. Jeremiah 48:16 Cercano está el quebrantamiento de Moab para venir; y su mal se apresura mucho. Jeremiah 48:17 Compadecéos de él todos los que estáis al derredor de él: y todos los que sabéis su nombre, decíd: ¡Cómo se quebró la vara de fortaleza, el báculo de hermosura! Jeremiah 48:18 Desciende de la gloria, siéntate en seco, moradora hija de Dibón; porque el destruidor de Moab subió contra ti, disipó tus fortalezas. Jeremiah 48:19 Párate en el camino, y mira, o! moradora de Aroer: pregunta a la que va huyendo, y a la que escapó; Díle: ¿Qué ha acontecido? Jeremiah 48:20 Avergonzóse Moab, porque fue quebrantado: aullád, y clamád: denunciád en Arnón que Moab es destruido, Jeremiah 48:21 Y que vino juicio sobre la tierra de la campiña; sobre Jelón, y sobre Jasa, y sobre Mefaat, Jeremiah 48:22 Y sobre Dibón, y sobre Nebo, y sobre Bet-diblataim, Jeremiah 48:23 Y sobre Cariataim, y sobre Bet-gamul, y sobre Bet-maón, Jeremiah 48:24 Y sobre Cariot, y sobre Bosra, y sobre todas las ciudades de tierra de Moab, las de lejos, y las de cerca. Jeremiah 48:25 Cortado es el cuerno de Moab, y su brazo quebrantado, dijo Jehová. Jeremiah 48:26 Embriagádle, porque contra Jehová se engrandeció; y revuélquese Moab sobre su vómito, y sea por escarnio también él. Jeremiah 48:27 ¿Y no te fue a ti Israel por escarnio, como si le tomaran entre ladrones? porque desde que hablaste de él te has movido. Jeremiah 48:28 Desamparád las ciudades, y habitád en peñascos, o! moradores de Moab; y sed como la paloma que hace nido detrás de la boca de la caverna. Jeremiah 48:29 Oído hemos la soberbia de Moab, que es muy soberbio: su hinchazón, y su soberbia, y su altivez, la altura de su corazón. Jeremiah 48:30 Yo conozco, dice Jehová, su ira, y sin verdad, sus mentiras, no harán así. Jeremiah 48:31 Por tanto yo aullaré sobre Moab, y sobre todo Moab haré clamor, y sobre los varones de Cireres gemiré. Jeremiah 48:32 Con lloro de Jazer lloraré por ti, o! vid de Sabama: tus ramos pasaron la mar, hasta la mar de Jazer llegaron: sobre tu agosto, y sobre tu vendimia vino destruidor. Jeremiah 48:33 Y será cortada la alegría, y el regocijo de los campos labrados, y de la tierra de Moab; y haré cesar el vino de los lagares, no pisarán con canción: la canción, no será canción. Jeremiah 48:34 El clamor, desde Jesebón hasta Eleale: hasta Jasa dieron su voz: desde Segor hasta Oronaim, becerra de tres años; porque también las aguas de Nimrim serán destruidas. Jeremiah 48:35 Y haré cesar de Moab, dice Jehová, quién sacrifique en altar, y quien ofrezca sahumerio a sus dioses. Jeremiah 48:36 Por tanto mi corazón, por causa de Moab, resonará como flautas; y mi corazón, por causa de los varones de Cireres, resonará como flautas; porque las riquezas que hizo, perecieron. Jeremiah 48:37 Porque en toda cabeza habrá calva, y toda barba será menoscabada; y sobre todas manos rasguños, y sacos sobre todos lomos. Jeremiah 48:38 Sobre todas las techumbres de Moab, y en sus calles, todo él será llanto; porque yo quebranté a Moab como a vaso que no agrada, dijo Jehová. Jeremiah 48:39 ¡Cómo ha sido quebrantado! aullád: ¡cómo volvió la cerviz Moab, y fue avergonzado! Y fue Moab en escarnio, y en espanto a todos los que están en sus al derredores. Jeremiah 48:40 Porque así dijo Jehová: He aquí que como águila volará, y extenderá sus alas a Moab. Jeremiah 48:41 Tomadas son las ciudades, y tomadas son las fortalezas; y será aquel día el corazón de los valientes de Moab como el corazón de mujer en angustias. Jeremiah 48:42 Y Moab será destruido para más no ser pueblo; porque se engrandeció contra Jehová. Jeremiah 48:43 Miedo, y hoyo, y lazo sobre ti, o! morador de Moab, dijo Jehová. Jeremiah 48:44 El que huyere del miedo, caerá en el hoyo; y el que saliere del hoyo, será preso del lazo; porque yo traeré sobre él, sobre Moab, el año de su visitación, dijo Jehová. Jeremiah 48:45 A la sombra de Jesebón se pararon los que huían de la fuerza; porque salió fuego de Jesebón, y llama de en medio de Sejón, y quemó el rincón de Moab, y la mollera de los hijos revoltosos. Jeremiah 48:46 ¡Ay de ti, Moab! pereció el pueblo de Camos; porque tus hijos fueron presos en cautividad, y tus hijas en cautiverio. Jeremiah 48:47 Y haré tornar el cautiverio de Moab en lo postrero de los tiempos, dijo Jehová. Hasta aquí es el juicio de Moab. Jeremiah 49:0 Jeremiah 49:1 De los hijos de Ammón: Así dijo Jehová: ¿No tiene hijos Israel? ¿No tiene heredero? ¿Por qué tomó como por heredad el rey de ellos a Gad, y su pueblo habitó en sus ciudades? Jeremiah 49:2 Por tanto he aquí, vienen días, dijo Jehová, en que haré oír en Rabbat de los hijos de Ammón clamor de guerra; y será puesta en montón de asolamiento, y sus ciudades serán puestas a fuego, e Israel tomará por heredad a los que los tomaron a ellos, dijo Jehová. Jeremiah 49:3 Aulla, o! Jesebón, porque destruida es Hai: clamád, hijas de Rabbat, vestíos de sacos, endechád, y rodeád por los vallados; porque el rey de ellos fue en cautividad, sus sacerdotes, y sus príncipes juntamente. Jeremiah 49:4 ¿Por qué te glorías de los valles? tu valle se escurrió, o! hija contumaz, la que confía en sus tesoros, la que dice: ¿Quién vendrá contra mi? Jeremiah 49:5 He aquí, yo traigo sobre ti espanto, dice el Señor Jehová de los ejércitos, de todos tus al derredores, y seréis lanzados cada uno delante de su rostro, y no habrá quien recoja al vagabundo. Jeremiah 49:6 Y después de esto haré tornar la cautividad de los hijos de Ammón, dijo Jehová. Jeremiah 49:7 ¶ De Edom: Así dijo Jehová de los ejércitos: ¿No hay más sabiduría en Temán? ¿Ha perecido el consejo en los sabios? ¿corrompióse su sabiduría? Jeremiah 49:8 Huid, volvéos, escondéos en simas para estar, o! moradores de Dedán; porque el quebrantamiento de Esaú traeré sobre él, al tiempo que le tengo de visitar. Jeremiah 49:9 Si vendimiadores vinieran contra ti, ¿no dejarán rebuscos? Si ladrones de noche, tomarán lo que hubieran menester. Jeremiah 49:10 Mas yo desnudaré a Esaú, descubriré sus escondrijos, no se podrá esconder: será destruida su simiente, y sus hermanos, y sus vecinos; y no será. Jeremiah 49:11 Deja tus huérfanos, yo los criaré; y tus viudas sobre mí se confiarán. Jeremiah 49:12 Porque así dijo Jehová: He aquí que los que no estaban condenados a beber del cáliz, bebiendo beberán, ¿y tú, absolviendo serás absuelto? no serás absuelto: mas, bebiendo beberás. Jeremiah 49:13 Porque por mí juré, dijo Jehová, que en asolamiento, en vergüenza, en soledad, y en maldición será Bosra; y todas sus ciudades serán en asolamientos perpetuos. Jeremiah 49:14 La fama oí, que de parte de Jehová había sido enviado mensajero a las gentes, diciendo: Juntáos, y veníd contra ella, y levantáos a la batalla. Jeremiah 49:15 Porque he aquí que pequeño te he puesto entre las gentes, menospreciado entre los hombres. Jeremiah 49:16 Tu arrogancia te engañó, y la soberbia de tu corazón: que habitas en cavernas de peñas, que tienes la altura del monte: aunque alces, como águila tu nido, de allí te haré descender, dijo Jehová. Jeremiah 49:17 Y será Edom en asolamiento: todo aquel que pasare por ella se espantará, y silbará sobre todas sus plagas. Jeremiah 49:18 Como en el trastornamiento de Sodoma, y de Gomorra, y de sus ciudades vecinas, será, dijo Jehová: no morará allí nadie, ni la habitará hijo de hombre. Jeremiah 49:19 He aquí que como león subirá de la hinchazón del Jordán a la morada fuerte; porque haré reposo, y hacerle he correr de sobre ella; y al que fuere escogido la encargaré; porque, ¿quién es semejante a mí? ¿o quién me emplazará? ¿o quién será aquel pastor que me osará resistir? Jeremiah 49:20 Por tanto oíd el consejo de Jehová, que ha acordado sobre Edom; y sus pensamientos que ha pensado sobre los moradores de Temán: Ciertamente los más pequeños del hato los arrastrarán, y destruirán sus moradas con ellos. Jeremiah 49:21 Del estruendo de la caída de ellos la tierra tembló, y el grito de su voz se oyó en el mar Bermejo. Jeremiah 49:22 He aquí que como águila subirá, y volará; y extenderá sus alas sobre Bosra; y el corazón de los valientes de Edom será en aquel día como el corazón de mujer en angustias. Jeremiah 49:23 ¶ De Damasco: Avergonzóse Emat, y Arfad, porque oyeron malas nuevas: derritiéronse en aguas de desmayo, no pueden asosegarse. Jeremiah 49:24 Desmayóse Damasco, volvióse para huir, y le tomó temblor; angustia y dolores le tomaron, como de mujer que está de parto. Jeremiah 49:25 ¡Cómo no dejaron a la ciudad de alabanza, ciudad de mi gozo! Jeremiah 49:26 Por tanto sus mancebos caerán en sus plazas, y todos los hombres de guerra morirán en aquel día, dijo Jehová de los ejércitos. Jeremiah 49:27 Y haré encender fuego en el muro de Damasco, y consumirá las casas de Benadad. Jeremiah 49:28 ¶ De Cedar, y de los reinos de Asor, los cuales hirió Nabucodonosor, rey de Babilonia: Así dijo Jehová: Levantáos, subíd contra Cedar, y destruíd los hijos de Cedem. Jeremiah 49:29 Sus tiendas y sus ganados tomarán, sus cortinas, y todos sus vasos, y sus camellos tomarán para sí; y llamarán contra ellos miedo al derredor. Jeremiah 49:30 Huid, alejáos muy lejos, metéos en simas para estar, o! moradores de Asor, dijo Jehová; porque tomó consejo contra vosotros Nabucodonosor, rey de Babilonia, y pensó contra vosotros pensamiento. Jeremiah 49:31 Levantáos, subíd a nación pacífica que vive seguramente, dice Jehová, que ni tienen puertas, ni cerrojos; que viven solos. Jeremiah 49:32 Y serán sus camellos por presa, y la multitud de sus ganados por despojo; y esparcirlos he por todos vientos, echados hasta el postrer rincón; y de todos sus lados les traeré su ruina, dijo Jehová. Jeremiah 49:33 Y Asor será morada de dragones, soledad para siempre: ninguno morará allí, ni hijo de hombre la habitará. Jeremiah 49:34 ¶ Palabra de Jehová que fue a Jeremías profeta a cerca de Elam, en el principio del reino de Sedecías, rey de Judá, diciendo: Jeremiah 49:35 Así dijo Jehová de los ejércitos: He aquí que yo quiebro el arco de Elam, principio de su fortaleza. Jeremiah 49:36 Y traeré sobre Elam los cuatro vientos de los cuatro cantones del cielo, y aventarlos he a todos estos vientos, ni habrá nación adonde no vengan extranjeros de Elam. Jeremiah 49:37 Y haré que Elam haya temor delante de sus enemigos, y delante de los que buscan su alma, y traeré sobre ellos mal, y el furor de mi enojo, dijo Jehová; y enviaré en pos de ellos espada hasta que los acabe. Jeremiah 49:38 Y pondré mi trono en Elam, y destruiré de allí rey y príncipes, dijo Jehová. Jeremiah 49:39 Mas acontecerá en lo postrero de los días, que haré tornar la cautividad de Elam, dijo Jehová. Jeremiah 50:0 Jeremiah 50:1 Palabra que habló Jehová contra Babilonia, contra la tierra de los Caldeos, por mano de Jeremías profeta. Jeremiah 50:2 Denunciád en las naciones, y hacéd saber: levantád también bandera: hacéd saber, y no encubráis: decíd: Tomada es Babilonia, avergonzado es Bel, deshecho es Merodac, avergonzadas son sus esculturas, quebrados son sus ídolos. Jeremiah 50:3 Porque subió contra ella nación de la parte del aquilón, la cual pondrá su tierra en asolamiento; y no habrá quien en ella more: ni hombre ni animal: se movieron, se fueron. Jeremiah 50:4 ¶ En aquellos días, y en aquel tiempo, dice Jehová, vendrán los hijos de Israel, ellos, y los hijos de Judá juntamente, irán andando y llorando, y buscarán a Jehová su Dios. Jeremiah 50:5 Por el camino de Sión preguntarán, allí enderezarán sus rostros: Veníd, y juntáos a Jehová con concierto eterno, que jamás se ponga en el olvido. Jeremiah 50:6 Ovejas perdidas fueron mi pueblo, sus pastores las hicieron errar, por los montes las descarriaron: anduvieron de monte en collado, olvidáronse de sus majadas, Jeremiah 50:7 Todos los que los hallaban, los comían; y sus enemigos decían: No pecaremos; porque ellos pecaron a Jehová, morada de justicia, y esperanza de sus padres Jehová. Jeremiah 50:8 Huid de en medio de Babilonia, y salíd de tierra de Caldeos; y sed como los mansos delante del ganado: Jeremiah 50:9 ¶ Porque he aquí que yo despierto, y hago subir contra Babilonia congregación de grandes naciones de la tierra del aquilón; y desde allí se aparejarán contra ella, y será tomada: sus flechas, como de valiente diestro, no se tornará en vano. Jeremiah 50:10 Y la tierra de los Caldeos será por presa: todos los que la saquearen, saldrán hartos, dijo Jehová. Jeremiah 50:11 Porque os alegrasteis, porque os gozasteis destruyendo mi heredad; porque os henchisteis como becerra de renuevos, y relinchasteis como caballos: Jeremiah 50:12 Vuestra madre se avergonzó mucho, afrentóse la que os engendró. Veis aquí las postrimerías de las naciones, desierto, sequedad, y páramo. Jeremiah 50:13 Por la ira de Jehová no se habitará, mas será asolada toda ella: todo hombre que pasare por Babilonia se asombrará, y silbará sobre todas sus plagas. Jeremiah 50:14 Apercibíos contra Babilonia al derredor: todos los que entesáis arcos tirád contra ella: no os duelan las saetas, porque pecó contra Jehová. Jeremiah 50:15 Gritád contra ella en derredor: Dio su mano, caído han sus fundamentos, derribados son sus muros; porque venganza es de Jehová. Tomád venganza de ella: hacéd con ella como ella hizo. Jeremiah 50:16 Talád de Babilonia sembrador, y el que tiene hoz en tiempo de la siega: delante de la espada forzadora cada uno volverá el rostro hacia su pueblo, cada uno huirá hacia su tierra. Jeremiah 50:17 Ganado descarriado ha sido Israel, leones le amontaron: el rey de Asiria lo tragó el primero, este Nabucodonosor, rey de Babilonia, lo desosó el postrero. Jeremiah 50:18 Por tanto así dijo Jehová de los ejércitos, Dios de Israel: He aquí que yo visito al rey de Babilonia, y a su tierra, como visité al rey de Asiria. Jeremiah 50:19 Y tornaré a traer a Israel a su morada, y pacerá al Carmelo, y a Basán; y en el monte de Efraím, y de Galaad se hartará su alma. Jeremiah 50:20 En aquellos días, y en aquel tiempo, dijo Jehová, la maldad de Israel será buscada, y no parecerá; y los pecados de Judá, y no se hallarán; porque perdonaré a los que yo hubiere dejado. Jeremiah 50:21 Sube contra la tierra de contumaces, contra ella, y contra los moradores de la visitación. Destruye, y mata en pos de ellos, dijo Jehová; y haz conforme a todo lo que yo te he mandado. Jeremiah 50:22 Estruendo de guerra en la tierra, y quebrantamiento grande. Jeremiah 50:23 ¿Cómo fue cortado y quebrado el martillo de toda la tierra? ¿Cómo se tornó Babilonia en desierto entre las naciones? Jeremiah 50:24 Púsete lazos, y aun fuiste tomada, o! Babilonia, y tú no lo supiste: fuiste hallada, y aun presa, porque provocaste a Jehová. Jeremiah 50:25 Abrió Jehová su tesoro, y sacó los vasos de su furor; porque esta es obra de Jehová Dios de los ejércitos en la tierra de Caldeos. Jeremiah 50:26 Veníd contra ella desde el cabo de la tierra: abríd sus alfolíes: holládla como a parva, y destruídla: no le queden residuos. Jeremiah 50:27 Matád a todos sus novillos, vayan al matadero: ¡ay de ellos! que venido es su día, el tiempo de su visitación. Jeremiah 50:28 Voz de los que huyen y escapan de la tierra de Babilonia se oye, para que den las nuevas en Sión de la venganza de Jehová nuestro Dios, de la venganza de su templo. Jeremiah 50:29 Hacéd juntar sobre Babilonia flecheros, a todos los que entesan arco: asentád campo sobre ella al derredor, no escape de ella ninguno: pagádle según su obra; conforme a todo lo que ella hizo hacéd con ella; porque contra Jehová se ensoberbeció, contra el Santo de Israel. Jeremiah 50:30 Por tanto sus mancebos caerán en sus plazas, y todos sus hombres de guerra serán talados en aquel día, dijo Jehová. Jeremiah 50:31 He aquí yo contra ti, o! soberbio, dijo el Señor Jehová de los ejércitos, porque tu día es venido, el tiempo en que te visitaré. Jeremiah 50:32 Y el soberbio tropezará, y caerá, y no tendrá quien le levante; y encenderé fuego en sus ciudades, y quemará todos sus al derredores. Jeremiah 50:33 Así dijo Jehová de los ejércitos: Oprimidos fueron los hijos de Israel, y los hijos de Judá juntamente; y todos los que los tomaron cautivos, se los retuvieron: no los quisieron soltar. Jeremiah 50:34 El Redentor de ellos es el fuerte, Jehová de los ejércitos es su nombre: pleiteando pleiteará su pleito para hacer quietar la tierra, y turbar los moradores de Babilonia. Jeremiah 50:35 Espada sobre los Caldeos, dijo Jehová, y sobre los moradores de Babilonia, y sobre sus príncipes, y sobre sus sabios. Jeremiah 50:36 Espada sobre los adivinos, y enloquecerán: espada sobre sus valientes, y serán quebrantados. Jeremiah 50:37 Espada sobre sus caballos, y sobre sus carros, y sobre todo el vulgo que está en medio de ella; y serán como mujeres: espada sobre sus tesoros, y serán saqueados. Jeremiah 50:38 Sequedad sobre sus aguas, y secarse han; porque tierra es de esculturas, y en ídolos enloquecen. Jeremiah 50:39 Por tanto morarán bestias monteses con gatos: morarán también en ella pollos de avestruz, ni más será poblada para siempre, ni se habitará de generación en generación. Jeremiah 50:40 Como en el trastornamiento de Dios a Sodoma, y a Gomorra, y a sus ciudades vecinas, dijo Jehová, no morará allí hombre, ni hijo de hombre la habitará. Jeremiah 50:41 He aquí que un pueblo viene de la parte del aquilón, y una gran nación, y muchos reyes se levantarán de los lados de la tierra: Jeremiah 50:42 Arco y lanza tomarán, serán crueles, y no tendrán piedad: su tropel sonará como la mar, y cabalgarán sobre caballos: apercebirse han como hombre a la pelea contra ti, o! hija de Babilonia. Jeremiah 50:43 Oyó su fama el rey de Babilonia, y sus manos se descoyuntaron, angustia le tomó, dolor como de mujer de parto. Jeremiah 50:44 He aquí que como león subirá de la hinchazón del Jordán a la morada fuerte; porque haré reposo, y hacerle he correr de sobre ella; y al que fuere escogido la encargaré; porque ¿quién es semejante a mí? ¿o quién me emplazará? ¿o quién será aquel pastor que me osará resistir? Jeremiah 50:45 Por tanto oíd el consejo de Jehová, que ha acordado sobre Babilonia, y sus pensamientos que ha pensado sobre la tierra de los Caldeos. Ciertamente los más pequeños del hato los arrastrarán, y destruirán sus moradas con ellos. Jeremiah 50:46 Del grito de la toma de Babilonia la tierra tembló; y el clamor se oyó entre las naciones. Jeremiah 51:0 Jeremiah 51:1 Así dijo Jehová: He aquí que yo levanto sobre Babilonia, y sobre sus moradores, que de corazón se levantan contra mí, un viento destruidor. Jeremiah 51:2 Y enviaré en Babilonia aventadores que la aventen, y vaciarán su tierra; porque serán contra ella de todas partes en el día del mal. Jeremiah 51:3 Diré al flechero que entesa su arco, y al que se pone orgulloso con su loriga: No perdonéis a sus mancebos; destruíd todo su ejército. Jeremiah 51:4 Y caerán muertos en la tierra de los Caldeos, y alanceados en sus calles. Jeremiah 51:5 Porque no ha enviudado Israel y Judá de su Dios, Jehová de los ejércitos, aunque su tierra fue llena de pecado al Santo de Israel. Jeremiah 51:6 Huid de en medio de Babilonia, y escapád cada uno su alma, porque no perezcáis a causa de su maldad; porque el tiempo es de venganza de Jehová: darle ha su pago. Jeremiah 51:7 Vaso de oro fue Babilonia en la mano de Jehová, que embriaga toda la tierra: de su vino bebieron las naciones, por tanto enloquecerán las naciones. Jeremiah 51:8 En un momento cayó Babilonia, y se quebrantó: aullád sobre ella: tomád bálsamo para su dolor: quizá sanará. Jeremiah 51:9 Curamos a Babilonia, y no sanó: dejádla, y vámonos cada uno a su tierra; porque llegado ha hasta el cielo su juicio; y alzádose ha hasta las nubes. Jeremiah 51:10 Jehová sacó a luz nuestras justicias: veníd, y contemos en Sión la obra de Jehová nuestro Dios. Jeremiah 51:11 Limpiád las saetas, embrazád los escudos: despertado ha Jehová el espíritu de los reyes de Media, porque contra Babilonia es su pensamiento para destruirla; porque venganza es de Jehová, venganza es de su templo. Jeremiah 51:12 Levantád bandera sobre los muros de Babilonia: fortificád la guarda, ponéd guardas: aparejád celadas; porque aun pensó Jehová, y aun puso en efecto lo que dijo sobre los moradores de Babilonia. Jeremiah 51:13 La que moras entre muchas aguas, rica de tesoros, venido ha tu fin, la medida de tu codicia. Jeremiah 51:14 Jehová de los ejércitos juró por sí mismo: Si no te hinchiere de hombres como de langostas, y cantarán sobre ti canción de lagareros. Jeremiah 51:15 El que hace la tierra con su fortaleza, el que afirma el mundo con su sabiduría, y extiende los cielos con su prudencia. Jeremiah 51:16 El que da con voz multitud de aguas del cielo: después él hace subir las nubes de lo postrero de la tierra: hace relámpagos con la lluvia, y saca el viento de sus tesoros. Jeremiah 51:17 Todo hombre se enloquece a esta sabiduría: todo platero se avergüenza de la escultura, porque mentira es su vaciadizo, que no tienen espíritu. Jeremiah 51:18 Vanidad son, y obra de escarnios, en el tiempo de su visitación perecerán. Jeremiah 51:19 No es como ellos la parte de Jacob; porque él es el formador de todo: e Israel es la vara de su heredad: Jehová de los ejércitos es su nombre. Jeremiah 51:20 Martillo me sois, o! armas de guerra, y por ti quebrantaré naciones; y por ti desharé reinos; Jeremiah 51:21 Y por ti quebrantaré caballos y sus caballeros; y por ti quebrantaré carros y los que en ellos suben; Jeremiah 51:22 Y por ti quebrantaré varones y mujeres; y por ti quebrantaré viejos y mozos; y por ti quebrantaré mancebos y vírgenes; Jeremiah 51:23 Y por ti quebrantaré al pastor y a su manada; por ti quebrantaré labradores y sus yuntas; y por ti quebrantaré duques y príncipes. Jeremiah 51:24 Y pagaré a Babilonia, y a todos los moradores de Caldea, todo el mal de ellos, que hicieron en Sión delante de vuestros ojos, dijo Jehová. Jeremiah 51:25 He aquí yo contra ti, o! monte destruidor, dijo Jehová, que destruiste toda la tierra; y extenderé mi mano sobre ti, y hacerte he rodar de las peñas, y tornarte he monte quemado. Jeremiah 51:26 Y nadie tomará de ti piedra para esquina, ni piedra para cimiento; porque en perpetuos asolamientos serás, dijo Jehová. Jeremiah 51:27 Alzád bandera en la tierra, tocád trompeta en las naciones, apercebíd naciones contra ella, juntád contra ella los reinos de Ararat, de Minni, y de Ascenes: señalád contra ella capitán, hacéd subir caballos como langostas erizadas. Jeremiah 51:28 Apercebíd contra ella naciones: a reyes de Media, a sus capitanes, y a todos sus príncipes, y a toda la tierra de su señorío. Jeremiah 51:29 Y temblará la tierra, y afligirse ha; porque confirmado es contra Babilonia todo el pensamiento de Jehová, para poner la tierra de Babilonia en soledad, y que no haya morador. Jeremiah 51:30 Los valientes de Babilonia dejaron de pelear, estuviéronse en los fuertes: faltóles su fortaleza: tornáronse como mujeres: encendieron los enemigos sus casas, quebraron sus cerrojos. Jeremiah 51:31 Correo se encontrará con correo, y mensajero se encontrará con mensajero, para dar las nuevas al rey de Babilonia, que su ciudad es tomada por todas partes: Jeremiah 51:32 Y los vados fueron tomados, y los carrizos fueron quemados a fuego, y los hombres de guerra se asombraron. Jeremiah 51:33 Porque así dijo Jehová de los ejércitos, Dios de Israel: la hija de Babilonia es como parva, tiempo es ya de trillarla: de aquí a un poco le vendrá el tiempo de la siega. Jeremiah 51:34 Comióme, y desmenuzóme Nabucodonosor, rey de Babilonia: paróme como vaso vacío: tragóme como dragón: hinchió su vientre de mis delicadezas, y me echó. Jeremiah 51:35 Mi robo y mi carne está en Babilonia, dirá la moradora de Sión; y mi sangre en los moradores de Caldea, dirá Jerusalem. Jeremiah 51:36 Por tanto así dijo Jehová: He aquí que yo juzgo tu causa, y vengaré tu venganza; y secaré su mar, y haré que quede seca su corriente. Jeremiah 51:37 Y será Babilonia en majanos morada de dragones, espanto, y silbo, sin morador. Jeremiah 51:38 A una bramarán como leones: bramarán como cachorros de leones. Jeremiah 51:39 En su calor les pondré sus banquetes; y haréles que se embriaguen para que se alegren, y duerman eterno sueño, y no despierten, dijo Jehová. Jeremiah 51:40 Hacerlos he traer como corderos al matadero, como carneros con machos de cabrío. Jeremiah 51:41 ¿Cómo fue presa Sesac, y fue tomada la que era alabada por toda la tierra? ¿Cómo fue por espanto Babilonia entre las naciones? Jeremiah 51:42 Subió la mar sobre Babilonia, de la multitud de sus ondas fue cubierta. Jeremiah 51:43 Sus ciudades fueron asoladas, la tierra seca y desierta, tierra que no morará en ella nadie, ni pasará por ella hijo de hombre, Jeremiah 51:44 Y visitaré a Bel en Babilonia, y sacaré de su boca lo que ha tragado; y naciones no vendrán más a él; y el muro de Babilonia caerá. Jeremiah 51:45 Salíd de en medio de ella, pueblo mío, y escapád cada uno su vida de la ira del furor de Jehová. Jeremiah 51:46 Y porque no se enternezca vuestro corazón, y temáis, a causa de la fama que se oirá por la tierra: en un año vendrá la fama, y después en otro año el rumor, y luego vendrá la violencia en la tierra, y el enseñoreador sobre el que enseñorea. Jeremiah 51:47 Por tanto he aquí que vienen días que yo visitaré las esculturas de Babilonia, y toda su tierra se avergonzará, y todos sus muertos caerán en medio de ella. Jeremiah 51:48 Y los cielos, y la tierra, y todo lo que en ellos está, dirán alabanzas sobre Babilonia; porque de la parte del aquilón vendrán sobre ella destruidores, dijo Jehová. Jeremiah 51:49 Pues que Babilonia fue causa que cayesen muertos de Israel, también por causa de Babilonia cayeron muertos de toda la tierra. Jeremiah 51:50 Los que escapasteis de la espada, andád, no os detengáis: acordáos por muchos días de Jehová, y acordáos de Jerusalem. Jeremiah 51:51 Estamos avergonzados, porque oímos la afrenta: cubrió vergüenza nuestros rostros, porque vinieron extranjeros contra los santuarios de la casa de Jehová. Jeremiah 51:52 Por tanto, he aquí, vienen días, dijo Jehová, que yo visitaré sus esculturas, y en toda su tierra gemirá herido de muerte. Jeremiah 51:53 Si se subiese Babilonia al cielo, y si fortaleciere en lo alto su fuerza, de mí vendrán a ella destruidores, dijo Jehová. Jeremiah 51:54 Sonido de grito de Babilonia, y quebrantamiento grande de la tierra de los Caldeos. Jeremiah 51:55 Porque Jehová destruye a Babilonia, y quitará de ella el mucho estruendo; y bramarán sus ondas: como muchas aguas será el sonido de la voz de ellos: Jeremiah 51:56 Porque vino contra ella, contra Babilonia, destruidor, y sus valientes fueron presos, el arco de ellos fue quebrado; porque el Dios de pagas Jehová pagará pagando. Jeremiah 51:57 Y embriagaré sus príncipes, y sus sabios, sus capitanes, y sus nobles, y sus fuertes; y dormirán sueño eterno, y no despertarán, dice el Rey, Jehová de los ejércitos es su nombre. Jeremiah 51:58 Así dijo Jehová de los ejércitos: El muro ancho de Babilonia derribando será derribado, y sus altas puertas serán quemadas a fuego; y trabajarán pueblos y naciones en vano en el fuego, y cansarse han. Jeremiah 51:59 ¶ Palabra que envió Jeremías profeta a Saraías, hijo de Nerías, hijo de Maasías, cuando iba con Sedecías, rey de Judá, a Babilonia, el cuarto año de su reino; y era Saraías el principal camarero. Jeremiah 51:60 Y escribió Jeremías en un libro todo el mal que había de venir sobre Babilonia: todas las palabras que están escritas contra Babilonia. Jeremiah 51:61 Y dijo Jeremías a Saraías: Cuando llegares a Babilonia, y vieres, y leyeres todas estas cosas, Jeremiah 51:62 Dirás: Jehová, tú dijiste contra este lugar que lo habías de talar, hasta no quedar en él morador, ni hombre, ni animal, mas que para siempre ha de ser asolado. Jeremiah 51:63 Y será que cuando acabares de leer este libro, atarle has una piedra, y echarlo has en medio del Éufrates; Jeremiah 51:64 Y dirás: Así será anegada Babilonia, y no se levantará del mal que yo traigo sobre ella: y cansarse han. Hasta aquí son las palabras de Jeremías. Jeremiah 52:0 Jeremiah 52:1 Era Sedecías de edad de veinte y un años cuando comenzó a reinar; y reinó once años en Jerusalem. Su madre se llamaba Amital, hija de Jeremías de Lebna. Jeremiah 52:2 E hizo lo malo en los ojos de Jehová, conforme a todo lo que hizo Joacim. Jeremiah 52:3 Porque a causa de la ira que tuvo Jehová contra Jerusalem, y Judá, hasta echarlos de su presencia, Sedecías rebeló contra el rey de Babilonia. Jeremiah 52:4 Aconteció pues a los nueve años de su reino, en el mes décimo, a los diez días del mes, que vino Nabucodonosor, rey de Babilonia, él y todo su ejército contra Jerusalem, y asentaron sobre ella campo, y edificaron sobre ella bastiones de todas partes. Jeremiah 52:5 Y estuvo cercada la ciudad hasta el undécimo año del rey Sedecías. Jeremiah 52:6 En el mes cuarto, a los nueve del mes, prevaleció la hambre en la ciudad hasta no haber pan para el pueblo de la tierra. Jeremiah 52:7 Y fue entrada la ciudad, y todos los hombres de guerra huyeron, y saliéronse de la ciudad de noche por el camino del postigo que está entre los dos muros, que estaban cerca del jardín del rey, y fuéronse por el camino del desierto, estando aun los Caldeos junto a la ciudad al derredor. Jeremiah 52:8 Y el ejército de los Caldeos siguió al rey, y alcanzaron a Sedecías en los llanos de Jericó, y todo su ejército se esparció de él. Jeremiah 52:9 Prendieron pues al rey, e hiciéronle venir al rey de Babilonia en Reblata en tierra de Emat; y pronunció contra él sentencia. Jeremiah 52:10 Y degolló el rey de Babilonia a los hijos de Sedecías delante de sus ojos, y también degolló a todos los príncipes de Judá en Reblata. Jeremiah 52:11 A Sedecías empero sacó los ojos, y púsole en grillos, e hízole el rey de Babilonia traer a Babilonia; y púsole en la casa de la cárcel hasta el día que murió. Jeremiah 52:12 Y en el mes quinto a los diez del mes, que era este año el año diez y nueve del reino de Nabucodonosor, rey de Babilonia, vino a Jerusalem Nabuzardán, capitán de la guarda, que solía estar delante del rey de Babilonia. Jeremiah 52:13 Y encendió a fuego la casa de Jehová, y la casa del rey, y todas las casas de Jerusalem; y toda grande casa quemó a fuego. Jeremiah 52:14 Y todo el ejército de los Caldeos, que venía con el capitán de la guarda, destruyó todos los muros de Jerusalem en derredor. Jeremiah 52:15 E hizo traspasar Nabuzardán, capitán de la guarda, los pobres del pueblo, y toda la otra gente vulgar que habían quedado en la ciudad, y los fugitivos, que se habían huido al rey de Babilonia, y todo el resto de la multitud vulgar. Jeremiah 52:16 Mas de los pobres de la tierra dejó Nabuzardán, capitán de la guarda, para viñeros y labradores. Jeremiah 52:17 Y los Caldeos quebraron las columnas de metal que estaban en la casa de Jehová, y las basas, y el mar de metal, que estaba en la casa de Jehová; y llevaron todo el metal a Babilonia. Jeremiah 52:18 Llevaron también los calderos, y los badiles, y los salterios, y las tazas, y los cucharones, y todos los vasos de metal con que se servían; Jeremiah 52:19 Y las copas, e incensarios, y lebrillos, y ollas, y candeleros, y escudillas, y tazas: lo que de oro de oro, y lo que de plata de plata, llevó el capitán de la guarda: Jeremiah 52:20 Dos columnas, un mar, y doce bueyes de metal que estaban debajo de las basas, que hizo el rey Salomón en la casa de Jehová: no se podía pesar el metal de todos estos vasos. Jeremiah 52:21 Cuanto a las columnas, la altura de la una columna era diez y ocho codos, y una cuerda de doce codos la cercaba de cuatro dedos de grueso de vaciadizo. Jeremiah 52:22 Y el capitel de metal que estaba sobre ella era de altura de cinco codos, y había una red, y granadas en el capitel al derredor, todo de metal; y otro tanto era lo de la segunda columna con sus granadas. Jeremiah 52:23 Había noventa y seis granadas en cada orden: todas ellas eran ciento sobre la red al derredor. Jeremiah 52:24 Tomó también el capitán de la guarda a Saraías sacerdote principal, y a Sofonías segundo sacerdote, y tres guardas de la puerta: Jeremiah 52:25 Y de la ciudad tomó un eunuco que era capitán sobre los hombres de guerra, y siete hombres de los que veían la cara del rey, que se hallaron en la ciudad, y el principal escribano de la guerra que cogía al pueblo de la tierra para la guerra, y sesenta varones del vulgo de la tierra, que se hallaron dentro de la ciudad: Jeremiah 52:26 Tomólos Nabuzardán, capitán de la guarda, y trájolos al rey de Babilonia a Reblata. Jeremiah 52:27 Y el rey de Babilonia los hirió, y los mató en Reblata en tierra de Emat; y Judá fue trasportado de su tierra. Jeremiah 52:28 Este es el pueblo que Nabucodonosor hizo traspasar en el año séptimo, tres mil y veinte y tres Judíos. Jeremiah 52:29 En el año diez y ocho Nabucodonosor hizo traspasar de Jerusalem ochocientas y treinta y dos personas. Jeremiah 52:30 El año veinte y tres de Nabucodonosor, traspasó Nabuzardán, capitán de la guarda, setecientas y cuarenta y cinco personas de los Judíos: todas las personas son cuatro mil y seiscientas. Jeremiah 52:31 Y acaeció que en el año treinta y siete de la cautividad de Joacín, rey de Judá, en el mes doceno a los veinte y cinco del mes, Evil-merodac, rey de Babilonia, en el año primero de su reino, alzó la cabeza de Joacín, rey de Judá, y le sacó de la casa de la cárcel. Jeremiah 52:32 Y habló con él amigablemente, e hizo poner su trono sobre los tronos de los reyes que estaban con él en Babilonia. Jeremiah 52:33 E hízole mudar las ropas de su cárcel, y comía pan delante de él siempre todos los días de su vida. Jeremiah 52:34 Y continuamente se le daba ración por el rey de Babilonia, cada cosa en su día, todos los días de su vida, hasta el día que murió.
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Lamentations 1:0 Lamentations 1:1 ¡Cómo está asentada sola la ciudad antes populosa! la grande entre las naciones es vuelta como viuda: la señora de provincias es hecha tributaria. Lamentations 1:2 Llorando llorará en la noche, y sus lágrimas en sus mejillas: no tiene quien la consuele de todos sus amadores: todos sus amigos le faltaron, volviéronsele enemigos. Lamentations 1:3 Judá pasó en cautividad a causa de la aflicción, y de la grandeza de servidumbre: ella moró entre las gentes, y no halló descanso: todos sus perseguidores la alcanzaron entre estrechuras. Lamentations 1:4 Las calzadas de Sión tienen luto, porque no hay quien venga a las solemnidades: todas sus puertas son asoladas: sus sacerdotes gimen, sus vírgenes afligidas, y ella tiene amargura. Lamentations 1:5 Sus enemigos son hechos cabeza, sus aborrecedores fueron prosperados; porque Jehová la afligió por la multitud de sus rebeliones: sus niños fueron en cautividad delante del enemigo. Lamentations 1:6 Fuése de la hija de Sión toda su hermosura: sus príncipes fueron como ciervos que no hallaron pasto; y anduvieron sin fortaleza delante del perseguidor. Lamentations 1:7 Jerusalem, cuando su pueblo cayó en la mano del enemigo, y no hubo quien le ayudase, entonces se acordó de los días de su aflicción, y de sus rebeliones, y de todas sus cosas deseables que tuvo desde los tiempos antiguos: miráronla los enemigos, y escarnecieron de sus sábados. Lamentations 1:8 Pecado pecó Jerusalem, por lo cual ella ha sido removida: todos los que antes la honraban, la menospreciaron, porque vieron su vergüenza: ella también suspira, y es vuelta atrás. Lamentations 1:9 Sus inmundicias trajo en sus faldas, no se acordó de su postrimería: por tanto ella ha descendido maravillosamente, no tiene consolador. Mira, o! Jehová, mi aflicción, porque el enemigo se ha engrandecido. Lamentations 1:10 Extendió su mano el enemigo a todas sus cosas preciosas; y ella vio a las gentes entrar en su santuario, de las cuales mandaste que no entrasen en tu congregación. Lamentations 1:11 Todo su pueblo buscó su pan suspirando, dieron por la comida todas sus cosas preciosas para refocilar el alma. Mira, o! Jehová, y ve, que soy tornada vil. Lamentations 1:12 No os sea molesto todos los que pasáis por el camino, mirád, y ved, si hay dolor como mi dolor, que me ha venido; porque Jehová me ha angustiado en el día de la ira de su furor. Lamentations 1:13 Desde lo alto envió fuego en mis huesos, el cual se enseñoreó: extendió red a mis pies, tornóme atrás, púsome asolada, y entristecida todo el día. Lamentations 1:14 El yugo de mis rebeliones está ligado en su mano, entretejidas han subido sobre mi cerviz: ha hecho caer mis fuerzas: háme entregado el Señor en manos de donde no podré levantarme. Lamentations 1:15 El Señor ha hollado todos mis fuertes en medio de mí: llamó contra mí compañía para quebrantar mis mancebos: lagar ha pisado el Señor a la virgen hija de Judá. Lamentations 1:16 Por esta causa yo lloro: mis ojos, mis ojos fluyen aguas; porque se alejó de mí consolador que dé reposo a mi alma: mis hijos son destruidos, porque el enemigo prevaleció. Lamentations 1:17 Sión extendió sus manos, no tiene consolador: Jehová dio mandamiento contra Jacob, que sus enemigos le cercasen: Jerusalem fue en abominación entre ellos. Lamentations 1:18 Jehová es justo, que yo contra su boca rebelé. Oíd ahora todos los pueblos, y ved mi dolor: mis vírgenes y mis mancebos fueron en cautividad. Lamentations 1:19 Di voces a mis amadores, mas ellos me han engañado: mis sacerdotes y mis ancianos, en la ciudad perecieron, buscando comida para sí con que entretener su vida. Lamentations 1:20 Mira, o! Jehová, que estoy atribulada, mis entrañas rugen, mi corazón está trastornado en medio de mí; porque rebelé rebelando: de fuera me deshijó la espada, de dentro parece una muerte: Lamentations 1:21 Oyeron que gemía, y no hay consolador para mí: todos mis enemigos, oído mi mal, se holgaron, porque tú lo hiciste: trajiste el día que señalaste: mas serán como yo. Lamentations 1:22 Entre delante de ti toda su maldad, y haz con ellos como hiciste conmigo por todas mis rebeliones; porque muchos son mis suspiros, y mi corazón está doloroso. Lamentations 2:0 Lamentations 2:1 ¡Cómo oscureció el Señor en su furor a la hija de Sión! derribó del cielo a la tierra la hermosura de Israel, y no se acordó del estrado de sus pies en el día de su furor. Lamentations 2:2 Destruyó el Señor, y no perdonó: destruyó en su furor todas las tiendas de Jacob: echó por tierra las fortalezas de la hija de Judá, contaminó el reino, y sus príncipes. Lamentations 2:3 Cortó con la ira de su furor todo el cuerno de Israel: hizo volver atrás su diestra delante del enemigo; y encendióse en Jacob como llama de fuego, ardió en derredor. Lamentations 2:4 Entesó su arco como enemigo, afirmó su mano derecha como adversario, y mató toda cosa hermosa a la vista en la tienda de la hija de Sión: derramó como fuego su enojo. Lamentations 2:5 Fue el Señor como enemigo: destruyó a Israel, destruyó todos sus palacios: disipó sus fortalezas, y multiplicó en la hija de Judá la tristeza y lamentación. Lamentations 2:6 Y traspasó como de huerto su cabaña, destruyó su congregación: hizo olvidar Jehová en Sión solemnidades y sábados; y desechó en la ira de su furor rey y sacerdote. Lamentations 2:7 Desechó el Señor su altar, menospreció su santuario: entregó en la mano del enemigo los muros de sus palacios: dieron grita en la casa de Jehová como en día de fiesta. Lamentations 2:8 Jehová determinó de destruir el muro de la hija de Sión, extendió el cordel: no retrajo su mano de destruir: enlutóse el antemuro y el muro, fueron destruidos juntamente. Lamentations 2:9 Sus puertas fueron echadas por tierra: destruyó y quebrantó sus cerrojos: su rey, y sus príncipes son llevados entre las gentes: no hay ley: sus profetas tampoco hallaron visión de Jehová. Lamentations 2:10 Asentáronse en tierra, callaron los ancianos de la hija de Sión: echaron polvo sobre sus cabezas, ciñéronse de sacos: las hijas de Jerusalem abajaron sus cabezas a tierra. Lamentations 2:11 Mis ojos se cegaron de lágrimas, rugieron mis entrañas, mi hígado se derramó por tierra por el quebrantamiento de la hija de mi pueblo, desfalleciendo el niño, y el que mamaba en las plazas de la ciudad. Lamentations 2:12 Decían a sus madres: ¿Dónde está el trigo, y el vino? desfalleciendo como muertos en las calles de la ciudad, derramando sus almas en el regazo de sus madres. Lamentations 2:13 ¿Qué testigo te traeré, o a quién te haré semejante, o! hija de Jerusalem? ¿A quién te compararé para consolarte, o! virgen hija de Sión? porque grande es tu quebrantamiento como la mar: ¿quién te medicinará? Lamentations 2:14 Tus profetas te predicaron vanidad e insensatez, y no descubrieron tu pecado para estorbar tu cautiverio: predicáronte profecías vanas, y digresiones. Lamentations 2:15 Todos los que pasaban por el camino, batieron las manos sobre ti: silbaron, y movieron sus cabezas sobre la hija de Jerusalem: ¿Es esta la ciudad que decían de perfecta hermosura, el gozo de toda la tierra? Lamentations 2:16 Todos tus enemigos abrieron sobre ti su boca, y silbaron, y batieron los dientes, y dijeron: Traguemos: que cierto este es el día que esperábamos: hallamoslo, vímoslo. Lamentations 2:17 Jehová hizo lo que determinó: cumplió su palabra que él había mandado desde tiempo antiguo: destruyó, y no perdonó, y alegró sobre ti al enemigo; y enalteció el cuerno de tus adversarios. Lamentations 2:18 El corazón de ellos daba voces al Señor: O! muro de la hija de Sión, echa lágrimas como un arroyo día y noche: no descanses; ni cesen las niñas de tus ojos. Lamentations 2:19 Levántate, da voces en la noche, en el principio de las velas: derrama como agua tu corazón delante de la presencia del Señor: alza tus manos a él por la vida de tus pequeñitos que desfallecen de hambre en los principios de todas las calles. Lamentations 2:20 Mira, o! Jehová, y considera a quien has vendimiado así. ¿Comen las mujeres su fruto, los pequeñitos de sus crias? ¿Mátase en el santuario del Señor el sacerdote, y el profeta? Lamentations 2:21 Niños y viejos yacían por tierra por las calles: mis vírgenes y mis mancebos cayeron a cuchillo: mataste en el día de tu furor, degollaste, no perdonaste. Lamentations 2:22 Llamaste, como a día de solemnidad, mis temores de al derredor: ni hubo en el día del furor de Jehová quien escapase, ni quedase vivo: los que crié y mantuve, mi enemigo los acabó. Lamentations 3:0 Lamentations 3:1 Yo soy un hombre que vio aflicción en la vara de su enojo. Lamentations 3:2 Guióme, y me llevó en tinieblas, mas no en luz. Lamentations 3:3 Ciertamente contra mí volvió, y revolvió su mano todo el día. Lamentations 3:4 Hizo envejecer mi carne y mi piel: quebrantó mis huesos. Lamentations 3:5 Edificó contra mí, y cercóme de tóxico, y de trabajo. Lamentations 3:6 Asentóme en oscuridades como los muertos para siempre. Lamentations 3:7 Cercóme de seto, y no saldré: agravó mis grillos. Lamentations 3:8 Aun cuando clamé, y di voces, cerró mi oración. Lamentations 3:9 Cercó de seto mis caminos a piedra tajada: torció mis senderos. Lamentations 3:10 Oso que asecha fue para mí, león en escondrijos. Lamentations 3:11 Torció mis caminos, y despedazóme: tornóme asolado. Lamentations 3:12 Su arco entesó, y púsome como blanco a la saeta. Lamentations 3:13 Hizo entrar en mis riñones la saetas de su aljaba. Lamentations 3:14 Fui escarnio a todo mi pueblo, canción de ellos todos los días. Lamentations 3:15 Hartóme de amarguras, embriagóme de ajenjos. Lamentations 3:16 Quebróme los dientes con cascajo, cubrióme de ceniza. Lamentations 3:17 Y mi alma se alejó de la paz, olvidéme del bien. Lamentations 3:18 Y dije: Pereció mi fortaleza, y mi esperanza de Jehová. Lamentations 3:19 ¶ Acuérdate de mi aflicción, y de mi abatimiento, del ajenjo, y de la hiel. Lamentations 3:20 Acordándose se acordará, porque mi alma es humillada en mí. Lamentations 3:21 Esto reduciré a mi corazón; por tanto esperaré. Lamentations 3:22 Misericordias de Jehová son, que no somos consumidos; porque sus misericordias nunca desfallecieron. Lamentations 3:23 Nuevas cada mañana: grande es tu fe. Lamentations 3:24 ¶ Mi parte es Jehová, dijo mi alma: por tanto a él esperaré. Lamentations 3:25 Bueno es Jehová a los que en él esperan, al alma que le buscare. Lamentations 3:26 Bueno es esperar callando en la salud de Jehová. Lamentations 3:27 Bueno es al varón, si llevare el yugo desde su mocedad. Lamentations 3:28 Asentarse ha solo, y callará; porque llevó sobre sí. Lamentations 3:29 Pondrá su boca en el polvo, si quizá habrá esperanza. Lamentations 3:30 Dará la mejilla al que le hiriere: hartarse ha de afrenta. Lamentations 3:31 ¶ Porque el Señor no desechará para siempre. Lamentations 3:32 Antes si afligiere, también se compadecerá según la multitud de sus misericordias. Lamentations 3:33 Porque no aflige, ni congoja de su corazón a los hijos de los hombres. Lamentations 3:34 Para desmenuzar debajo de sus pies todos los encarcelados de la tierra; Lamentations 3:35 Para hacer apartar el derecho del hombre delante de la presencia del Altísimo; Lamentations 3:36 Para trastornar al hombre en su causa, el Señor no lo sabe. Lamentations 3:37 ¶ ¿Quién será pues aquel que diga, que vino algo que el Señor no mandó? Lamentations 3:38 ¿De la boca del Altísimo no saldrá malo ni bueno? Lamentations 3:39 ¿Por qué pues tiene dolor el hombre viviente, el hombre en su pecado? Lamentations 3:40 Escudriñemos nuestros caminos, y busquemos, y volvámonos a Jehová. Lamentations 3:41 Levantemos nuestros corazones con las manos a Dios en los cielos. Lamentations 3:42 Nosotros habemos rebelado, y fuimos desleales: por tanto tú no perdonaste. Lamentations 3:43 Tendiste la ira, y perseguístenos; mataste, no perdonaste. Lamentations 3:44 Cubrístete de nube, porque no pasase la oración. Lamentations 3:45 Raedura y abominación nos tornaste en medio de los pueblos. Lamentations 3:46 Todos nuestros enemigos abrieron sobre nosotros su boca. Lamentations 3:47 Temor, y lazo fue a nosotros, asolamiento, y quebrantamiento. Lamentations 3:48 Ríos de aguas echan mis ojos por el quebrantamiento de la hija de mi pueblo. Lamentations 3:49 Mis ojos destilan, y no cesan; porque no hay relajación, Lamentations 3:50 Hasta que Jehová mire, y vea desde los cielos. Lamentations 3:51 Mis ojos contristaron a mi alma por todas las hijas de mi ciudad. Lamentations 3:52 Cazando me cazarón mis enemigos como a ave, sin porqué. Lamentations 3:53 Ataron mi vida en mazmorra, y pusieron piedra sobre mí. Lamentations 3:54 Aguas vinieron de avenida sobre mi cabeza: yo dije: Muerto soy. Lamentations 3:55 Invoqué tu nombre, o! Jehová, desde la cárcel profunda. Lamentations 3:56 Oíste mi voz: no escondas tu oído a mi clamor, para que yo respire. Lamentations 3:57 Acercástete el día que te invoqué: dijiste: No temas. Lamentations 3:58 Pleiteaste, Señor, la causa de mi alma, redimiste mi vida. Lamentations 3:59 Tú has visto, o! Jehová, mi sin razón: pleitea mi causa. Lamentations 3:60 Tú has visto, toda su venganza, todos sus pensamientos contra mí. Lamentations 3:61 Tu has oído la afrenta de ellos, o! Jehová, todos sus pensamientos contra mí: Lamentations 3:62 Los dichos de los que se levantaron contra mí, y su pensamiento contra mí siempre. Lamentations 3:63 Su sentarse, y su levantarse mira: yo soy su canción. Lamentations 3:64 Págales paga, o! Jehová, según la obra de sus manos. Lamentations 3:65 Dáles ansia de corazón, dáles tu maldición. Lamentations 3:66 Persíguelos en furor, y quebrántalos de debajo de los cielos, o! Jehová. Lamentations 4:0 Lamentations 4:1 ¡Cómo se ha oscurecido el oro, el buen oro se ha trocado! las piedras del santuario son esparcidas por las encrucijadas de todas las calles. Lamentations 4:2 Los hijos de Sión preciados, y estimados más que el oro puro, ¡cómo son tenidos por vasos de barro, obra de manos del ollero! Lamentations 4:3 Aun las serpientes sacan la teta, dan de mamar a sus chiquitos: la hija de mi pueblo cruel, como los avestruces en el desierto. Lamentations 4:4 La lengua del niño de teta de sed se pegó a su paladar: los chiquitos pidieron pan, no hubo quien se lo partiese. Lamentations 4:5 Los que comían delicadamente fueron asolados en las calles: los que se criaron en carmesí abrazaron los estiércoles. Lamentations 4:6 Y aumentóse la iniquidad de la hija de mi pueblo más que el pecado de Sodoma, que fue trastornada en un momento, y no asentaron sobre ella compañías. Lamentations 4:7 Sus Nazareos fueron blancos más que la nieve, más resplandecientes que la leche: su compostura más encendida que las piedras preciosas cortadas del zafiro. Lamentations 4:8 Oscura más que la negrura es la forma de ellos: no los conocen por las calles: su cuero está pegado a sus huesos, seco como un palo. Lamentations 4:9 Más dichosos fueron los muertos a espada, que los muertos de la hambre; porque estos murieron poco a poco por falta de los frutos de la tierra. Lamentations 4:10 Las manos de las mujeres piadosas cocieron a sus hijos: fuéronles comida en el quebrantamiento de la hija de mi pueblo. Lamentations 4:11 Cumplió Jehová su enojo: derramó el calor de su ira; y encendió fuego en Sión, que consumió sus fundamentos. Lamentations 4:12 Nunca los reyes de la tierra, ni todos los que habitan el mundo creyeron, que el enemigo, y el adversario entrara por las puertas de Jerusalem. Lamentations 4:13 Por los pecados de sus profetas, por las maldades de sus sacerdotes, derramaron en medio de ella la sangre de los justos. Lamentations 4:14 Titubearon ciegos en las calles: fueron contaminados en sangre, que no pudiesen tocar a sus vestiduras. Lamentations 4:15 Dábanles voces: Apartáos, es inmundo, apartáos, apartáos, no toquéis; porque eran contaminados; y desde que fueron traspasados, dijeron entre las naciones: Nunca más morarán. Lamentations 4:16 La ira de Jehová los apartó: nunca más los mirará; porque no reverenciaron la presencia de los sacerdotes, de los viejos no tuvieron compasión. Lamentations 4:17 Aun nos han desfallecido nuestros ojos tras nuestro vano socorro: con nuestra esperanza esperamos nación que no puede salvar. Lamentations 4:18 Cazáronnos nuestros pasos, que no anduviésemos por nuestras calles: acercóse nuestro fin, cumpliéronse nuestros días; porque nuestro fin vino. Lamentations 4:19 Ligeros fueron nuestros perseguidores, más que las águilas del cielo: sobre los montes nos persiguieron, en el desierto nos espiaron. Lamentations 4:20 El resuello de nuestras narices, el ungido de Jehová fue preso en sus hoyos, de quien habíamos dicho: En su sombra tendremos vida entre las gentes. Lamentations 4:21 ¶ Gózate, y alégrate, hija de Edom, la que habitas en tierra de Hus: aun hasta ti pasará el cáliz: embriagarte has, y vomitarás. Lamentations 4:22 Cumplido es tu castigo, o! hija de Sión: nunca más te hará trasportar: visitará tu iniquidad, o! hija de Edom: descubrirá tus pecados. Lamentations 5:0 Lamentations 5:1 Acuérdate, o! Jehová, de lo que nos ha venido: vé, y mira nuestra vergüenza. Lamentations 5:2 Nuestra heredad se ha vuelto a extraños, nuestras casas a forasteros. Lamentations 5:3 Huérfanos somos sin padre: nuestras madres como viudas. Lamentations 5:4 Nuestra agua bebemos por dinero, nuestra leña compramos por precio. Lamentations 5:5 Sobre nuestra cerviz padecemos persecución; cansámosnos, y no hay para nosotros descanso. Lamentations 5:6 A Egipto dimos la mano, y al Asirio, para hartarnos de pan. Lamentations 5:7 Nuestros padres pecaron, y son muertos; y nosotros llevamos sus castigos. Lamentations 5:8 Siervos se enseñorearon de nosotros: no hubo quien nos librase de su mano. Lamentations 5:9 Con el peligro de nuestras vidas traíamos nuestro pan delante de la espada del desierto. Lamentations 5:10 Nuestros cueros se ennegrecieron como un horno a causa del ardor de la hambre. Lamentations 5:11 Afligieron a las mujeres en Sión, a las vírgenes en las ciudades de Judá. Lamentations 5:12 A los príncipes colgaron con su mano: no reverenciaron los rostros de los viejos. Lamentations 5:13 Llevaron los mozos a moler, y los muchachos desfallecieron en la leña. Lamentations 5:14 Los ancianos cesaron de la puerta, los mancebos de sus canciones. Lamentations 5:15 Cesó el gozo de nuestro corazón, nuestro corro se tornó en luto. Lamentations 5:16 Cayó la corona de nuestra cabeza: ¡ay ahora de nosotros! porque pecamos. Lamentations 5:17 Por esto fue entristecido nuestro corazón, por esto se entenebrecieron nuestros ojos. Lamentations 5:18 Por el monte de Sión que es asolado, zorras andan en él. Lamentations 5:19 Mas tú, Jehová, para siempre permanecerás: tu trono de generación en generación. Lamentations 5:20 ¿Por qué te olvidarás para siempre de nosotros? ¿dejarnos has por luengos días? Lamentations 5:21 Vuélvenos, o! Jehová, a ti, y volvernos hemos: renueva nuestros días como al principio. Lamentations 5:22 Porque desechando nos has desechado: háste airado contra nosotros en gran manera.
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Ezekiel 1:0 Ezekiel 1:1 Y fue que a los treinta años, en el mes cuarto, a los cinco del mes, estando yo en medio de los trasportados junto al río de Cobar, los cielos se abrieron, y ví visiones de Dios. Ezekiel 1:2 A los cinco del mes, que fue en el quinto año de la transmigración del rey Joacín, Ezekiel 1:3 Fue palabra de Jehová a Ezequiel sacerdote, hijo de Buzi, en la tierra de los Caldeos, junto al río de Cobar; y fue allí sobre él la mano de Jehová. Ezekiel 1:4 Y miré, y, he aquí, un viento tempestuoso venía de la parte del aquilón, y una gran nube, y un fuego, que venía revolviéndose, y tenía al derredor de sí un resplandor, y en medio del fuego una cosa que parecía como de ámbar. Ezekiel 1:5 Y en medio de ella venía una figura de cuatro animales; y este era su parecer: había en ellos una figura de hombre. Ezekiel 1:6 Y cada una tenía cuatro rostros, y cuatro alas. Ezekiel 1:7 Y los pies de ellos eran derechos, y la planta de sus pies como la planta de pie de becerro; y centelleaban que parecían metal acicalado. Ezekiel 1:8 Y tenían manos de hombre debajo de sus alas todos cuatro; y sus rostros, y sus alas en todos cuatro. Ezekiel 1:9 Con las alas se juntaban el uno al otro: no se volvían cuando andaban, cada uno caminaba en derecho de su rostro. Ezekiel 1:10 Y la figura de sus rostros era rostros de hombre, y rostros de león a la parte derecha en todos cuatro; y rostros de buey a la izquierda en todos cuatro; y rostros de águila en todos cuatro. Ezekiel 1:11 Tales pues eran sus rostros: mas sus alas tenían extendidas por encima cada uno dos, las cuales se juntaban; y las otras dos cubrían sus cuerpos. Ezekiel 1:12 Y cada uno caminaba en derecho de su rostro: hacia donde el espíritu era que anduviesen, andaban: no se volvían, cuando andaban. Ezekiel 1:13 Y la semejanza de los animales, su parecer, era como de carbones de fuego encendidos, como parecer de hachas encendidas: el fuego discurría entre los animales, y el resplandor del fuego: y del fuego salían relámpagos. Ezekiel 1:14 Y los animales corrían, y tornaban que parecían relámpagos. Ezekiel 1:15 Y estando yo mirando los animales, he aquí una rueda en la tierra, con sus cuatro caras junto a los animales. Ezekiel 1:16 Y el parecer de las ruedas, y su hechura, parecía de Társis. Y todas cuatro tenían una misma semejanza: su parecer, y su hechura, como es una rueda en medio de otra rueda. Ezekiel 1:17 Cuando andaban, andaban sobre sus cuatro costados: no se volvían cuando andaban. Ezekiel 1:18 Y sus costillas eran altas, y temerosas, y llenas de ojos al derredor, en todas cuatro. Ezekiel 1:19 Y cuando los animales andaban, las ruedas andaban junto a ellos; y cuando los animales se levantaban de la tierra, las ruedas se levantaban. Ezekiel 1:20 Hacia donde el espíritu era que anduviesen, andaban: hacia donde era el espíritu que anduviesen, las ruedas también se levantaban tras ellos; porque el espíritu de los animales estaba en las ruedas. Ezekiel 1:21 Cuando ellos andaban, andaban ellas; y cuando ellos se paraban, se paraban ellas; y cuando se levantaban de la tierra, las ruedas se levantaban tras ellos; porque el espíritu de los animales estaba en las ruedas. Ezekiel 1:22 Y sobre las cabezas de cada animal parecía un extendimiento a manera de cristal, maravilloso, extendido encima sobre sus cabezas. Ezekiel 1:23 Y debajo del extendimiento estaban las alas de ellos derechas la una a la otra, a cada uno dos; y otras dos con que se cubrían sus cuerpos. Ezekiel 1:24 Y oí el sonido de sus alas, como sonido de muchas aguas, como la voz del Omnipotente: cuando andaban, la voz de la palabra, como la voz de un ejército: cuando se paraban, aflojaban sus alas; Ezekiel 1:25 Y oíase voz de arriba del extendimiento, que estaba sobre sus cabezas: cuando se paraban, aflojaban sus alas. Ezekiel 1:26 Y sobre el extendimiento que estaba sobre sus cabezas había una figura de un trono que parecía de piedra de zafiro; y sobre la figura del trono había una semejanza que parecía de hombre sobre él encima. Ezekiel 1:27 Y ví una cosa que parecía como de ámbar, que parecía que había fuego dentro de ella, la cual se veía desde sus lomos para arriba; y desde sus lomos para abajo, ví que parecía como fuego, y que tenía resplandor al derredor. Ezekiel 1:28 Que parecía al arco del cielo que está en las nubes el día que llueve, así era el parecer del resplandor al derredor. Esta era la visión de la semejanza de la gloria de Jehová; y yo ví, y caí sobre mi rostro, y oí voz que hablaba. Ezekiel 2:0 Ezekiel 2:1 Y díjome: Hijo del hombre, está sobre tus pies, y hablaré contigo. Ezekiel 2:2 Y entró espíritu en mí después que me habló; y me afirmó sobre mis pies, y oí al que me hablaba. Ezekiel 2:3 Y díjome: Hijo del hombre, yo te envió a los hijos de Israel, a gentes rebeldes, que se rebelaron contra mí: ellos y sus padres se rebelaron contra mí, hasta este mismo día. Ezekiel 2:4 Y a hijos duros de rostros, y fuertes de corazón yo te envío; y decirles has: Así dijo el Señor Jehová. Ezekiel 2:5 Y ellos no oirán, ni cesarán, porque son casa rebelde: mas conocerán que hubo profeta entre ellos. Ezekiel 2:6 Y tú, o! hijo del hombre, no temas de ellos, ni hayas miedo de sus palabras, porque son rebeldes; y espinos viven contigo, y tu moras con abrojos: no hayas miedo de sus palabras, ni temas delante de ellos, porque son casa rebelde. Ezekiel 2:7 Hablarles has mis palabras, mas no oirán, ni cesarán, porque son rebeldes. Ezekiel 2:8 Mas tú, hijo del hombre, oye lo que yo te hablo: No seas rebelde como la casa rebelde: abre tu boca, y come lo que yo te doy. Ezekiel 2:9 Y miré, y, he aquí, una mano me fue enviada, y en ella había un libro envuelto. Ezekiel 2:10 Y extendióle delante de mí, y estaba escrito delante y detrás; y estaban en él escritas endechas, y lamentación, y ayes. Ezekiel 3:0 Ezekiel 3:1 Y díjome: Hijo del hombre, come lo que hallares: come este envoltorio; y vé, y habla a la casa de Israel. Ezekiel 3:2 Y abrí mi boca, e hízome comer aquel envoltorio. Ezekiel 3:3 Y díjome: Hijo del hombre, haz a tu vientre que coma, e hinche tus entrañas de este envoltorio que yo te doy. Y lo comí, y fue en mi boca dulce como miel. Ezekiel 3:4 Y díjome: Hijo del hombre, vé, y entra a la casa de Israel, y habla a ellos con mis palabras. Ezekiel 3:5 Porque no eres enviado a pueblo de profunda habla, ni de lengua difícil, sino a la casa de Israel: Ezekiel 3:6 No a muchos pueblos, de profunda habla, ni de lengua difícil, cuyas palabras no entiendas; y si a ellos te enviara, ellos te oyeran. Ezekiel 3:7 Mas los de la casa de Israel, no te querrán oír, porque no me quieren oír a mí; porque toda la casa de Israel son fuertes de frente, y duros de corazón. Ezekiel 3:8 He aquí que yo he hecho tu rostro fuerte contra los rostros de ellos, y tu frente fuerte contra su frente. Ezekiel 3:9 Como diamante, más fuerte que pedernal he hecho tu frente: no los temas, ni hayas miedo delante de ellos, porque casa rebelde es. Ezekiel 3:10 Y díjome: Hijo del hombre, todas mis palabras que yo te hablaré, toma en tu corazón, y oye con tus oídos. Ezekiel 3:11 Y vé, y entra a los trasportados, a los hombres de tu pueblo; y hablarles has, y decirles has: Así dijo el Señor Jehová: no oirán, ni cesarán. Ezekiel 3:12 Y el espíritu me levantó, y oí detrás de mí una voz de grande estruendo de la bendita gloria de Jehová, que se iba de su lugar; Ezekiel 3:13 Y el sonido de las alas de los animales que se juntaban la una con la otra, y el sonido de las ruedas delante de ellos, y sonido de grande estruendo. Ezekiel 3:14 Y el espíritu me levantó, y me tomó; y me fue amargo con el descontento de mi espíritu, porque la mano de Jehová era fuerte sobre mí. Ezekiel 3:15 ¶ Y vine a los trasportados en Telabib, que moraban junto al río de Cobar; y asenté donde ellos estaban asentados: allí asenté siete días atónito entre ellos. Ezekiel 3:16 Y aconteció que al cabo de los siete días fue a mí palabra de Jehová, diciendo: Ezekiel 3:17 Hijo del hombre, yo te he puesto por atalaya a la casa de Israel: oirás, pues, tú la palabra de mi boca, y amonestarlos has de mi parte. Ezekiel 3:18 Cuando yo dijere al impío: Muerte morirás; y tú no le amonestares, ni le hablares, para que el impío sea amonestado de su mal camino, para que viva, el impío morirá por su maldad: mas su sangre demandaré de tu mano. Ezekiel 3:19 Y si tú amonestares al impío, y él no se convertiere de su impiedad, y de su mal camino, él morirá por su maldad; y tú escapaste tu alma. Ezekiel 3:20 Y cuando el justo se apartare de su justicia, e hiciere maldad, y yo pusiere tropiezo delante de él, él morirá, porque tú no le amonestaste: en su pecado morirá, ni sus justicias que hizo vendrán en memoria: mas su sangre demandaré de tu mano. Ezekiel 3:21 Y si al justo amonestares, para que el justo no peque, y no pecare, viviendo vivirá, porque fue amonestado; y tú escapaste tu alma. Ezekiel 3:22 ¶ Y fue allí la mano de Jehová sobre mí, y díjome: Levántate, y sal al campo; y allí hablaré contigo. Ezekiel 3:23 Y levantéme, y salí al campo; y he aquí que allí estaba la gloria de Jehová, como la gloria que había visto junto al río de Cobar; y caí sobre mi rostro. Ezekiel 3:24 Entonces entró espíritu en mí, y me afirmó sobre mis pies, y me habló, y díjome: Entra, y enciérrate dentro de tu casa. Ezekiel 3:25 Y tú, o! hijo del hombre, he aquí que pondrán sobre ti cuerdas, y con ellas te ligarán: no salgas pues entre ellos. Ezekiel 3:26 Y haré apegar tu lengua a tu paladar, y serás mudo, porque no los reprendas; porque son casa rebelde. Ezekiel 3:27 Mas cuando yo te hubiere hablado, yo abriré tu boca, y decirles has: Así dijo el Señor Jehová: el que oye, oiga; y el que cesa, cese; porque casa rebelde son. Ezekiel 4:0 Ezekiel 4:1 Y tú, o! hijo del hombre, tómate un adobe, y pónlo delante de ti, y pinta sobre él la ciudad de Jerusalem: Ezekiel 4:2 Y pondrás contra ella cerco, y edificarás contra ella fortaleza, y sacarás contra ella baluarte, y asentarás delante de ella campo, y pondrás contra ella batidores al derredor. Ezekiel 4:3 Y tú, tómate una sartén de hierro, y ponerla has en lugar de muro de hierro entre ti y la ciudad; y afirmarás tu rostro contra ella, y será en lugar de cerco, y cercarla has. Es señal a la casa de Israel. Ezekiel 4:4 ¶ Y tú dormirás sobre tu lado izquierdo y pondrás sobre él la maldad de la casa de Israel: el número de los días que dormirás sobre él, llevarás sobre ti la maldad de ellos. Ezekiel 4:5 Yo te he dado los años de su maldad por el número de los días, trescientos y noventa días; y llevarás sobre ti la maldad de la casa de Israel. Ezekiel 4:6 Y cumplidos estos, dormirás sobre tu lado derecho segunda vez; y llevarás sobre ti la maldad de la casa de Judá cuarenta días, día por año, día por año te lo he dado. Ezekiel 4:7 ¶ Y al cerco de Jerusalem afirmarás tu rostro, y descubierto tu brazo, profetizarás contra ella. Ezekiel 4:8 Y he aquí que yo puse sobre ti cuerdas, y no te tornarás del un tu lado al otro lado, hasta que hayas cumplido los días de tu cerco. Ezekiel 4:9 Y tú tómate trigo, y cebada, y habas, y lentejas, y mijo, y avena, y pónlo en un vaso, y hazte pan de ello el número de los días que durmieres sobre tu lado: trescientos y noventa días comerás de él. Ezekiel 4:10 Y la comida que has de comer será por peso de veinte siclos al día: de tiempo a tiempo lo comerás. Ezekiel 4:11 Y beberás el agua por medida, la sexta parte de un hin: de tiempo a tiempo beberás. Ezekiel 4:12 Y comerás pan de cebada cocido debajo de la ceniza; y cocerlo has con los estiércoles que salen del hombre, delante de los ojos de ellos. Ezekiel 4:13 Y dijo Jehová: Así comerán los hijos de Israel su pan inmundo entre las gentes, a las cuales yo los lanzaré allá. Ezekiel 4:14 Y dije: ¡Ay, Señor Jehová! he aquí que mi alma no es inmunda, ni nunca desde mi mocedad hasta este tiempo comí cosa mortecina, ni despedazada, ni nunca en mi boca entró carne inmunda. Ezekiel 4:15 Y respondióme: He aquí, te doy estiércoles de bueyes en lugar de los estiércoles de hombre; y harás tu pan con ellos. Ezekiel 4:16 Y díjome: Hijo del hombre, he aquí que yo quebranto la fuerza del pan en Jerusalem; y comerán el pan por peso, y con angustia; y beberán el agua por medida, y con espanto: Ezekiel 4:17 Porque les faltará el pan y el agua, y espantarse han los unos con los otros; y desmayarse han por su maldad. Ezekiel 5:0 Ezekiel 5:1 Y tú o! hijo del hombre, tómate un cuchillo agudo, una navaja de barbero: esta te toma, y házla pasar sobre tu cabeza y tu barba; y tómate un peso de balanzas, y repártelos. Ezekiel 5:2 La tercera parte quemarás con fuego en medio de la ciudad, cuando se cumplieren los días del cerco; y tomarás la otra tercera parte, y herirás con cuchillo al derredor de ella; y la otra tercera parte esparcirás al viento; y yo desvainaré espada en pos de ellos. Ezekiel 5:3 Y tomarás de allí unos pocos por cuenta, y atarlos has en el canto de tu ropa. Ezekiel 5:4 Y tomarás otra vez de ellos, y echarlos has en mitad del fuego, y quemarlos has en el fuego: de allí saldrá el fuego en toda la casa de Israel. Ezekiel 5:5 Así dijo el Señor Jehová: Esta es Jerusalem: yo la he puesto en medio de las naciones, y las tierras al derredor de ella. Ezekiel 5:6 Y ella mudó mis juicios y mis ordenanzas en impiedad más que las naciones, y más que las tierras que están al derredor de ella; porque desecharon mis juicios, y mis mandamientos, y no anduvieron en ellos. Ezekiel 5:7 Por tanto así dijo el Señor Jehová: Por haberos yo multiplicado más que a las naciones que están al derredor de vosotros, no habéis andado en mis mandamientos, ni habéis hecho según mis leyes, ni aun según las leyes de las naciones que están al rededor de vosotros habéis hecho: Ezekiel 5:8 Por tanto así dijo el Señor Jehová: He aquí, yo contra ti: sí, yo; y haré juicios en medio de ti delante de los ojos de las naciones. Ezekiel 5:9 Y haré en ti lo que nunca hice, ni jamás haré cosa semejante, a causa de todas tus abominaciones. Ezekiel 5:10 Por tanto los padres comerán a los hijos en medio de ti, y los hijos comerán a sus padres; y haré en ti juicios; y aventaré toda tu resta hacia todas partes. Ezekiel 5:11 Por tanto vivo yo, dijo el Señor Jehová, si por haber violado mi santuario con todas tus contaminaciones, y con todas tus abominaciones, no te quebrantaré yo también: ni mi ojo perdonará, ni aun yo habré misericordia. Ezekiel 5:12 La tercera parte de ti morirá de pestilencia, y será consumida de hambre en medio de ti; y la tercera parte caerá a espada al rededor de ti; y a la tercera parte esparciré en todos los vientos, y tras de ellos desvainaré espada. Ezekiel 5:13 Y acabarse ha mi furor, y haré que cese en ellos mi enojo, y tomaré consuelo; y sabrán que yo Jehová habré hablado en mi zelo, cuando habré cumplido en ellos mi enojo. Ezekiel 5:14 Y tornarte he en desierto, y en vergüenza entre las naciones que están al rededor de ti, delante de los ojos de todo pasante. Ezekiel 5:15 Y serás vergüenza, y deshonra, y castigo, y espanto a las naciones que están al derredor de ti, cuando yo hiciere en ti juicios en furor e ira, y en reprensiones de ira. Yo Jehová he hablado. Ezekiel 5:16 Cuando yo echaré las malas saetas de la hambre en ellos, que serán para destrucción, las cuales yo enviaré para destruiros, y aumentaré la hambre sobre vosotros, y quebrantaré entre vosotros, la fuerza del pan; Ezekiel 5:17 Y enviaré sobre vosotros hambre, y malas bestias que te destruirán; y pestilencia, y sangre pasará por ti, y meteré sobre ti espada: Yo Jehová he hablado. Ezekiel 6:0 Ezekiel 6:1 Y fue palabra de Jehová a mí, diciendo: Ezekiel 6:2 Hijo del hombre, pon tu rostro hacia los montes de Israel, y profetiza contra ellos; Ezekiel 6:3 Y dirás: Montes de Israel, oíd palabra del Señor Jehová: Así dijo el Señor Jehová a los montes y a los collados, a los arroyos y a los valles: He aquí que yo, yo, hago venir sobre vosotros espada, y destruiré vuestros altos. Ezekiel 6:4 Y vuestros altares serán asolados, y vuestras imágenes del sol serán quebradas; y haré que caigan vuestros muertos delante de vuestros ídolos. Ezekiel 6:5 Y pondré los cuerpos muertos de los hijos de Israel delante de sus ídolos, y vuestros huesos esparciré en derredor de vuestros altares. Ezekiel 6:6 En todas vuestras habitaciones las ciudades serán desiertas, y los altos serán asolados, para que sean asolados y se hagan desiertos vuestros altares; y vuestros ídolos serán quebrados, y cesarán; y vuestras imágenes del sol serán destruidas, y serán deshechas vuestras obras. Ezekiel 6:7 Y muertos caerán en medio de vosotros, y sabréis que soy Jehová. Ezekiel 6:8 Y dejaré que haya de vosotros quien escape de la espada entre las naciones, cuando fuereis esparcidos por las tierras. Ezekiel 6:9 Y acordarse han de mí, los que de vosotros escaparen entre las naciones, entre las cuales serán cautivos; porque yo me quebranté a causa de su corazón fornicario, que se apartó de mí, y a causa de sus ojos, que fornicaron tras sus ídolos; y serán confusos en su misma presencia, a causa de los males que hicieron en todas sus abominaciones. Ezekiel 6:10 Y sabrán que yo soy Jehová, y que no en vano dije que les había de hacer este mal. Ezekiel 6:11 Así dijo el Señor Jehová: Hiere con tu mano, y patea con tu pie, y dí: ¡Ay, por todas las abominaciones de los males de la casa de Israel! porque con espada, y con hambre, y con pestilencia caerán. Ezekiel 6:12 El que estuviere lejos, morirá de pestilencia; y el que estuviere cerca, caerá con espada; y el que quedare, y el cercado, morirá de hambre; y cumpliré en ellos mi enojo. Ezekiel 6:13 Y sabréis que yo soy Jehová, cuando sus muertos estarán en medio de sus ídolos, en derredor de sus altares, en todo collado alto, y en todas las cumbres de los montes, y debajo de todo árbol sombrío, y debajo de toda encina espesa, y en todo lugar donde dieron olor suave a todos sus ídolos. Ezekiel 6:14 Y extenderé mi mano sobre ellos, y tornaré la tierra asolada, y espantosa, desde el desierto de Deblata hasta todas sus habitaciones; y sabrán que yo soy Jehová. Ezekiel 7:0 Ezekiel 7:1 Y fue palabra de Jehová a mí, diciendo: Ezekiel 7:2 Y tú, o! hijo del hombre, así dijo el Señor Jehová a la tierra de Israel: El fin, el fin viene sobre los cuatro cantones de la tierra. Ezekiel 7:3 Ahora será el fin sobre ti; y enviaré sobre ti mi furor, y juzgarte he según tus caminos, y pondré sobre ti todas tus abominaciones. Ezekiel 7:4 Y mi ojo no te perdonará, ni tendré misericordia: mas tus caminos pondré sobre ti, y tus abominaciones estarán en medio de ti; y sabréis que yo soy Jehová. Ezekiel 7:5 Así dijo el Señor Jehová: Un mal, he aquí que viene un mal. Ezekiel 7:6 El fin viene, el fin viene: despertádose ha contra ti: he aquí que viene. Ezekiel 7:7 La mañana viene para ti, o! morador de la tierra: el tiempo viene, cercano es el día del alboroto, y no será eco de los montes. Ezekiel 7:8 Ahora presto derramaré mi ira sobre ti, y cumpliré en ti mi furor; y juzgarte he según tus caminos, y pondré sobre ti todas tus abominaciones. Ezekiel 7:9 Y mi ojo no perdonará, ni habré misericordia: según tus caminos, pondré sobre ti, y tus abominaciones serán en medio de ti; y sabréis que yo soy Jehová que hiero. Ezekiel 7:10 He aquí el día, he aquí que viene, la mañana ha salido: florecido ha el báculo: reverdecido ha la soberbia. Ezekiel 7:11 La violencia se ha levantado en vara de impiedad: ni de ellos, ni de sus riquezas, ni de lo de ellos quedará nada, ni aun habrá lamentación por ellos. Ezekiel 7:12 El tiempo es venido, allegóse el día. El que compra, no se huelgue; y el que vende, no llore; porque la ira está sobre toda su multitud. Ezekiel 7:13 Porque el que vende no tornará a la venta, aunque queden vivos; porque la visión es dada sobre toda su multitud, no se cancelará; y ninguno en su iniquidad de su vida se esforzará. Ezekiel 7:14 Tocarán trompeta, y aparejarán todas las cosas, y no habrá quien vaya a la batalla; porque mi ira está sobre toda su multitud. Ezekiel 7:15 De fuera espada, de dentro pestilencia y hambre. El que estuviere en el campo, morirá a cuchillo; y al que estuviere en la ciudad, hambre y pestilencia le consumirá. Ezekiel 7:16 Y los que escaparen de ellos, estarán sobre los montes como palomas de los valles, gimiendo todos, cada uno por su iniquidad. Ezekiel 7:17 Todas manos serán descoyuntadas, y todas rodillas se escurrirán en aguas. Ezekiel 7:18 Y ceñirse han de sacos, y cubrirlos ha temblor; y en todo rostro habrá vergüenza, y en todas sus cabezas peladura. Ezekiel 7:19 Arrojarán su plata por las calles, y su oro lejos: su plata, ni su oro, no los podrá librar en el día del furor de Jehová: no hartarán su alma, ni henchirán sus entrañas; porque será caída por su maldad. Ezekiel 7:20 Porque la gloria de su ornamento pusieron en soberbia; e hicieron en ella imágenes de sus abominaciones, de sus estatuas: por tanto se la torné a ellos en alejamiento; Ezekiel 7:21 Y en mano de extraños la entregué para ser saqueada, y en despojos a los impíos de la tierra, y contaminarla han. Ezekiel 7:22 Y apartaré de ellos mi rostro, y violarán mi secreto, y entrarán en él destruidores, y contaminarlo han. Ezekiel 7:23 Haz una cadena; porque la tierra es llena de juicio de sangres, y la ciudad es llena de violencia. Ezekiel 7:24 Yo pues traeré los más malos de todas las gentes, los cuales poseerán sus casas; y haré cesar la soberbia de los poderosos, y sus santuarios serán profanados. Ezekiel 7:25 Destrucción viene, y buscarán la paz, y no se hallará. Ezekiel 7:26 Quebrantamiento sobre quebrantamiento vendrá, y oído sobre oído; y buscarán visión del profeta, y la ley perecerá del sacerdote, y el consejo de los ancianos. Ezekiel 7:27 El rey se enlutará, y el príncipe se vestirá de asolamiento, y las manos del pueblo de la tierra serán conturbadas. Según su camino haré con ellos, y con los juicios de ellos los juzgaré; y sabrán que yo soy Jehová. Ezekiel 8:0 Ezekiel 8:1 Y aconteció en el sexto año, en el mes sexto, a los cinco del mes, que yo estaba sentado en mi casa, y los ancianos de Judá estaban sentados delante de mí, y allí cayó sobre mí la mano del Señor Jehová. Ezekiel 8:2 Y miré, y he aquí una semejanza que parecía de fuego: desde donde parecían sus lomos para abajo, era fuego; y desde sus lomos arriba parecía como un resplandor, como la vista de un ámbar. Ezekiel 8:3 Y aquella semejanza extendió la mano, y tomóme por las guedejas de mi cabeza; y el espíritu me alzó entre el cielo y la tierra, y llevóme a Jerusalem en visiones de Dios, a la entrada de la puerta de adentro que mira hacia el aquilón, donde estaba la habitación de la imagen del zelo, la que hacía zelar. Ezekiel 8:4 Y he aquí que allí estaba la gloria del Dios de Israel, como la visión que yo había visto en el campo. Ezekiel 8:5 Y díjome: Hijo del hombre, alza ahora tus ojos camino del aquilón. Y alcé mis ojos camino del aquilón, y he aquí al aquilón, junto a la puerta del altar, la imagen del zelo en la entrada. Ezekiel 8:6 Y díjome: Hijo del hombre, ¿no ves lo que estos hacen: las grandes abominaciones que la casa de Israel hace aquí para alejarme de mi santuario? mas vuélvete aun, y verás abominaciones mayores. Ezekiel 8:7 Y llevóme a la entrada del patio, y miré, y he aquí un agujero que estaba en la pared. Ezekiel 8:8 Y díjome: Hijo del hombre, cava ahora en la pared. Y cavé en la pared, y he aquí una puerta. Ezekiel 8:9 Y díjome: Entra, y ve las malas abominaciones que estos hacen allí. Ezekiel 8:10 Y entré, y miré, y he aquí imágenes de todas serpientes y animales: la abominación, y todos los ídolos de la casa de Israel, que estaban pintados en la pared al derredor. Ezekiel 8:11 Y setenta varones de los ancianos de la casa de Israel, y Jezonías, hijo de Safán, estaba en medio de ellos, los cuales estaban delante de ellos, cada uno con su incensario en su mano; y espesura de niebla del sahumerio que subía. Ezekiel 8:12 Y díjome: Hijo del hombre, ¿has visto las cosas que los ancianos de la casa de Israel hacen en tinieblas, cada uno en las cámaras de su pintura? Porque dicen: No nos ve Jehová: Jehová ha dejado la tierra. Ezekiel 8:13 Y díjome: Vuélvete aun, verás abominaciones mayores, que hacen estos. Ezekiel 8:14 Y llevóme a la entrada de la puerta de la casa de Jehová, que está al aquilón; y he aquí mujeres que estaban allí sentadas endechando a Tammuz. Ezekiel 8:15 Y díjome: ¿No ves, hijo del hombre? Vuélvete aun, verás abominaciones mayores que estas. Ezekiel 8:16 Y metióme en el patio de adentro de la casa de Jehová; y he aquí junto a la entrada del templo de Jehová, entre la entrada y el altar, como veinte y cinco varones, sus traseras vueltas al templo de Jehová, y sus rostros al oriente, y se encorvaban al nacimiento del sol. Ezekiel 8:17 Y díjome: ¿No has visto, hijo del hombre? ¿Es cosa liviana para la casa de Judá hacer las abominaciones que hacen aquí? después que han henchido la tierra de maldad, y se tornaron a irritarme, he aquí que ponen hedor a sus narices. Ezekiel 8:18 Pues también yo haré en mi furor, no perdonará mi ojo, ni tendré misericordia; y gritarán a mis oídos con gran voz, y no los oiré. Ezekiel 9:0 Ezekiel 9:1 Y clamó en mis oídos con gran voz, diciendo: Las visitaciones de la ciudad han llegado, y cada uno trae en su mano su instrumento para destruir. Ezekiel 9:2 Y he aquí que seis varones venían de camino de la puerta de arriba que está vuelta al aquilón, y cada uno traía en su mano su instrumento para destruir; y entre ellos había un varón vestido de lienzos, el cual traía a su cinta una escribanía de escribano; y entrados, paráronse junto al altar de metal. Ezekiel 9:3 Y la gloria del Dios de Israel se alzó de sobre el querubín, sobre el cual había estado, al umbral de la casa; y llamó al varón vestido de lienzos, que tenía a su cinta la escribanía de escribano. Ezekiel 9:4 Y díjole Jehová: Pasa por medio de la ciudad, por medio de Jerusalem, y señala con una señal en las frentes a los varones que gimen, y que claman a causa de todas las abominaciones que se hacen en medio de ella. Ezekiel 9:5 Y dijo a los otros a mis oídos: Pasád por la ciudad en pos de él, y heríd: no perdone vuestro ojo, ni tengáis misericordia. Ezekiel 9:6 Viejos, mozos, y vírgenes, niños, y mujeres matád, hasta que no quede ninguno: mas a todo hombre sobre el cual hubiere señal, no llegaréis; y comenzaréis desde mi santuario. Y comenzaron desde los varones ancianos que estaban delante del templo. Ezekiel 9:7 Y díjoles: Contaminád la casa, y henchíd los patios de muertos: salíd. Y salieron, e hirieron en la ciudad. Ezekiel 9:8 Y aconteció, que habiéndolos herido, yo quedé, y postréme sobre mi rostro, y clamé, y dije: Ah, Señor Jehová, ¿has de destruir todo el resto de Israel, derramando tu furor sobre Jerusalem? Ezekiel 9:9 Y díjome: La maldad de la casa de Israel y de Judá es grande a maravilla; porque la tierra es llena de sangres, y la ciudad es llena de perversidad; porque han dicho: Dejado ha Jehová la tierra, y Jehová no ve. Ezekiel 9:10 Y yo también, no perdonará mi ojo, ni tendré misericordia: el camino de ellos tornaré sobre su cabeza. Ezekiel 9:11 Y he aquí que el varón vestido de lienzos, que tenía la escribanía a su cinta, respondió una palabra, diciendo: Hecho he conforme a todo lo que me mandaste. Ezekiel 10:0 Ezekiel 10:1 Y miré, y he aquí sobre el extendimiento que estaba sobre la cabeza de los querubines, como una piedra de zafiro, que parecía como semejanza de un trono, que se mostró sobre ellos. Ezekiel 10:2 Y dijo al varón vestido de lienzos: díjole: Entra en medio de las ruedas debajo de los querubines, e hinche tus manos de carbones encendidos de entre los querubines, y derrama sobre la ciudad. Y entró delante de mis ojos. Ezekiel 10:3 Y los querubines estaban a la mano derecha de la casa cuando este varón entró; y una nube henchía el patio de a dentro. Ezekiel 10:4 Y la gloria de Jehová se había alzado del querubín al umbral de la puerta; y la casa fue llena de la nube, y el patio se hinchió del resplandor de la gloria de Jehová. Ezekiel 10:5 Y el estruendo de las alas de los querubines se oyó hasta el patio de afuera, como la voz del Dios Omnipotente cuando habla. Ezekiel 10:6 Y aconteció, que como mandó al varón vestido de lienzos, diciendo: Toma fuego de entre las ruedas, de entre los querubines: él entró y se paró entre las ruedas. Ezekiel 10:7 Y un querubín extendió su mano de entre los querubines al fuego que estaba entre los querubines; y tomó, y puso en las palmas del que estaba vestido de lienzos, el cual lo tomó, y salióse. Ezekiel 10:8 Y apareció en los querubines la figura de una mano humana debajo de sus alas. Ezekiel 10:9 Y miré, y he aquí cuatro ruedas junto a los querubines: junto a cada querubín había una rueda, y el parecer de las ruedas era como parecer de piedra de Társis. Ezekiel 10:10 Y el parecer de ellas, todas cuatro eran de una manera, como si fuera una en medio de otra. Ezekiel 10:11 Cuando andaban, sobre sus cuatro costados andaban, no se tornaban cuando andaban: mas al lugar donde se volvía el primero, en pos de él iban, ni se tornaban cuando andaban. Ezekiel 10:12 Y toda su carne, y sus costillas, y sus manos, y sus alas, y las ruedas, estaba lleno de ojos al derredor en sus cuatro ruedas. Ezekiel 10:13 A las ruedas, a ellas, fue clamado en mis oídos: Rueda. Ezekiel 10:14 Y cada uno tenía cuatro rostros: el primer rostro era de querubín: el segundo rostro era de hombre: el tercer rostro, de león: el cuarto rostro, de águila. Ezekiel 10:15 Y levantáronse los querubines: estos son los animales que ví en el río de Cobar. Ezekiel 10:16 Y cuando los querubines andaban, andaban las ruedas junto con ellos; y cuando los querubines alzaban sus alas, para alzarse de la tierra, las ruedas también no se volvían de junto a ellos. Ezekiel 10:17 Cuando se paraban ellos, se paraban; y cuando se alzaban ellos, se alzaban con ellos, porque el espíritu de los animales estaba en ellas. Ezekiel 10:18 Y la gloria de Jehová se salió de sobre el umbral de la casa, y paró sobre los querubines. Ezekiel 10:19 Y alzando los querubines sus alas, alzáronse de la tierra delante de mis ojos: cuando ellos salían, también las ruedas estaban delante de ellos; y paráronse a la entrada de la puerta oriental de la casa de Jehová, y la gloria del Dios de Israel encima de sobre ellos. Ezekiel 10:20 Estos eran los animales que ví debajo del Dios de Israel en el río de Cobar; y conocí que eran querubines. Ezekiel 10:21 Cada uno tenía cuatro rostros, y cada uno cuatro alas, y figura de manos humanas debajo de sus alas. Ezekiel 10:22 Y la figura de sus rostros, eran los rostros que ví junto al río de Cobar, su parecer; y su ser: cada uno caminaba en derecho de su rostro. Ezekiel 11:0 Ezekiel 11:1 Y el espíritu me levantó, y me metió por la puerta oriental de la casa de Jehová, la cual mira hacia el oriente; y he aquí en la entrada de la puerta veinte y cinco varones, entre los cuales ví a Jezonías, hijo de Azur, y a Pelcías, hijo de Banaías, príncipes del pueblo. Ezekiel 11:2 Y díjome: Hijo del hombre, estos son los hombres que piensan perversidad, y aconsejan mal consejo en esta ciudad. Ezekiel 11:3 Los que dicen: No será tan presto: edifiquemos casas: esta será la caldera, y nosotros la carne. Ezekiel 11:4 Por tanto profetiza contra ellos: profetiza, hijo del hombre. Ezekiel 11:5 Y cayó sobre mí el Espíritu de Jehová, y díjome: Dí: Así dijo Jehová: Así habéis hablado, o! casa de Israel, y las cosas que suben a vuestro espíritu yo las he entendido. Ezekiel 11:6 Habéis multiplicado vuestros muertos en esta ciudad, y habéis henchido de muertos sus calles. Ezekiel 11:7 Por tanto así dijo el Señor Jehová: Vuestros muertos que habéis puesto en medio de ella, esos son la carne, y ella es la caldera: mas a vostros yo os sacaré de en medio de ella. Ezekiel 11:8 Espada habéis temido, y espada traeré sobre vosotros, dijo el Señor Jehová. Ezekiel 11:9 Y yo os sacaré de en medio de ella, y os entregaré en mano de extraños, y yo haré juicios en vosotros. Ezekiel 11:10 A espada caeréis: en el término de Israel os juzgaré, y sabréis que yo soy Jehová. Ezekiel 11:11 Esta no os será por caldera, ni vosotros seréis en medio de ella por la carne: en el término de Israel os tengo de juzgar. Ezekiel 11:12 Y sabréis que yo soy Jehová, porque no habéis andado en mis ordenanzas, ni habéis hecho según mis juicios: mas según los juicios de las gentes que están en vuestros al derredores habéis hecho. Ezekiel 11:13 Y aconteció que estando yo profetizando, Pelcías, hijo de Banaías, murió. Y caí sobre mi rostro, y clamé con grande voz, y dijo: ¡Ah, Señor Jehová! ¿haces tú consumación del resto de Israel? Ezekiel 11:14 Y fue palabra de Jehová a mí, diciendo: Ezekiel 11:15 Hijo del hombre, tus hermanos, tus hermanos, los hombres de tu parentesco, y toda la casa de Israel, toda ella: a quien dijeron los moradores de Jerusalem: Alejáos de Jehová: a nosotros es dada la tierra en posesión, Ezekiel 11:16 ¶ Por tanto dí: Así dijo el Señor Jehová: Aunque los he echado lejos entre las gentes, y los he esparcido por las tierras, con todo eso les seré por un pequeño santuario en las tierras donde vinieren. Ezekiel 11:17 Por tanto dí: Así dijo el Señor Jehová: Yo os congregaré de los pueblos, y os apañaré de las tierras en las cuales estáis esparcidos, y os daré la tierra de Israel. Ezekiel 11:18 Y vendrán allá, y quitarán de ella todas sus contaminaciones, y todas sus abominaciones. Ezekiel 11:19 Y darles he un corazón, y espíritu nuevo daré en sus entrañas; y quitaré el corazón de piedra de su carne, y darles he corazón de carne; Ezekiel 11:20 Para que anden en mis ordenanzas, y guarden mis juicios, y los hagan; y me sean a por pueblo, y yo les sea a ellos por Dios. Ezekiel 11:21 Y aquellos cuyo corazón anda al corazón de sus contaminaciones, y de sus abominaciones, yo daré su camino sobre su cabeza, dijo el Señor Jehová. Ezekiel 11:22 ¶ Y los querubines alzaron sus alas, y las ruedas en pos de ellos; y la gloria del Dios de Israel sobre ellos encima. Ezekiel 11:23 Y la gloria de Jehová se fue de en medio de la ciudad, y paró sobre el monte que está al oriente de la ciudad. Ezekiel 11:24 Y el espíritu me levantó, y me tornó a traer en la tierra de los Caldeos a los trasportados, en visión del Espíritu de Dios; y partióse de mí la visión que había visto. Ezekiel 11:25 Y hablé a los trasportados todas las palabras de Jehová, que él me había mostrado. Ezekiel 12:0 Ezekiel 12:1 Y fue palabra de Jehová a mí, diciendo: Ezekiel 12:2 Hijo del hombre, tú habitas en medio de casa rebelde, los cuales tienen ojos para ver, y no ven: tienen oídos para oír, y no oyen; porque son casa rebelde. Ezekiel 12:3 Por tanto tú, o! hijo del hombre, hazte aparejos de partida, y pártete de día delante de sus ojos; y pasarte has de tu lugar a otro lugar delante de sus ojos: quizá verán, porque son casa rebelde. Ezekiel 12:4 Y sacarás tus aparejos, como aparejos de partida, de día delante de sus ojos: mas tú saldrás a la tarde delante de sus ojos, como quien sale para partirse. Ezekiel 12:5 Delante de sus ojos horadarás la pared, y saldrás por ella. Ezekiel 12:6 Delante de sus ojos llevarás sobre tus hombros, sacarás de noche: cubrirás tu rostro, y no mirarás la tierra; porque en señal te he dado a la casa de Israel. Ezekiel 12:7 Y yo lo hice así de la manera que me fue mandado: saqué mis aparatos de día, como aparatos de partida, y a la tarde horadé la pared a mano: salí de noche: llevé sobre los hombros delante de sus ojos. Ezekiel 12:8 Y fue palabra de Jehová a mí por la mañana, diciendo: Ezekiel 12:9 Hijo del hombre, ¿nunca te dijeron los de la casa de Israel, aquella casa rebelde: Qué haces? Ezekiel 12:10 Díles pues: Así dijo el Señor Jehová: Al príncipe que está en Jerusalem es esta profecía grave, y a toda la casa de Israel que está en medio de ellos. Ezekiel 12:11 Díles: Yo soy vuestra señal: como yo hice, así les harán a ellos: en traspuesta, en cautividad irán: Ezekiel 12:12 Y el príncipe que está en medio de ellos llevará a cuestas de noche, y saldrá: horadarán la pared para sacarle por ella: cubrirá su rostro por no ver con sus ojos la tierra. Ezekiel 12:13 Mas yo extenderé mi red sobre él, y será preso de mi red, y traerle hé a Babilonia, a tierra de Caldeos: mas no la verá, y allá morirá. Ezekiel 12:14 Y a todos los que estuvieren al rededor de él para su ayuda, y a todas sus compañías esparciré a todo viento, y desvainaré espada en pos de ellos. Ezekiel 12:15 Y sabrán que yo soy Jehová, cuando los esparciere entre las naciones; y yo los esparciré por la tierra. Ezekiel 12:16 Y haré que queden de ellos pocos en número de la espada, y de la hambre, y de la pestilencia, para que cuenten todas sus abominaciones entre las gentes adonde llegaren; y sabrán que yo soy Jehová. Ezekiel 12:17 ¶ Y fue palabra de Jehová a mí, diciendo: Ezekiel 12:18 Hijo del hombre, come tu pan con temblor, y bebe tus aguas con estremecimiento, y con angustia. Ezekiel 12:19 Y dirás al pueblo de la tierra: Así dijo el Señor Jehová sobre los moradores de Jerusalem, sobre la tierra de Israel: Su pan comerán con temor, y con espanto beberán sus aguas; porque su tierra será asolada de su multitud, por la maldad de todos los que en ella moran. Ezekiel 12:20 Y las ciudades habitadas serán asoladas, y la tierra será desierta; y sabréis que yo soy Jehová. Ezekiel 12:21 ¶ Y fue palabra de Jehová a mí, diciendo: Ezekiel 12:22 Hijo del hombre, ¿qué refrán es este que tenéis vosotros en la tierra de Israel, diciendo: Alargarse han los días, y perecerá toda visión? Ezekiel 12:23 Por tanto díles: Así dijo el Señor Jehová: Yo hice cesar este refrán, ni refranearán más este refrán, en Israel: mas decirles has: Acercádose han aquellos días, y la cosa de toda visión. Ezekiel 12:24 Porque no habrá más alguna visión vana, ni habrá adivinación de lisonjero en medio de la casa de Israel. Ezekiel 12:25 Porque yo Jehová hablaré: la palabra que yo hablare, se hará: no se dilatará más; antes en vuestros días, casa rebelde, hablaré palabra, y la cumpliré, dijo el Señor Jehová. Ezekiel 12:26 Y fue palabra de Jehová a mí, diciendo: Ezekiel 12:27 Hijo del hombre, he aquí que los de la casa de Israel, dicen: La visión que este ve es para muchos días, y para luengos tiempos profetiza este. Ezekiel 12:28 Por tanto díles: Así dijo el Señor Jehová: No se dilatarán más todas mis palabras: la palabra que hablare, se hará, dijo el Señor Jehová. Ezekiel 13:0 Ezekiel 13:1 Y fue palabra de Jehová a mí, diciendo: Ezekiel 13:2 Hijo del hombre, profetiza contra los profetas de Israel que profetizan; y di a los que profetizan de su corazón: Oíd palabra de Jehová. Ezekiel 13:3 Así dijo el Señor Jehová: ¡Ay de los profetas ignorantes, que andan en pos de su espíritu, y nada vieron! Ezekiel 13:4 Como zorras en los desiertos fueron tus profetas, o! Israel. Ezekiel 13:5 Nunca subisteis a los portillos, ni echasteis vallado sobre la casa de Israel, estando en la batalla en el día de Jehová. Ezekiel 13:6 Vieron vanidad, y adivinación de mentira. Dicen: Dijo Jehová: y nunca Jehová los envió; y hacen esperar para confirmar la palabra. Ezekiel 13:7 ¿No habéis visto visión vana? ¿y no habéis dicho adivinación de mentira? ¿y decís: Dijo Jehová: no habiendo yo hablado? Ezekiel 13:8 Por tanto así dijo el Señor Jehová: Por cuanto vosotros habéis hablado vanidad, y habéis visto mentira: por tanto he aquí que yo a vosotros, dijo el Señor Jehová. Ezekiel 13:9 Y será mi mano contra los profetas que ven vanidad, y adivinan mentira: no serán en la congregación de mi pueblo, ni serán escritos en el libro de la casa de Israel, ni volverán a la tierra de Israel; y sabréis que yo soy el Señor Jehová. Ezekiel 13:10 Por tanto, y por cuanto engañaron mi pueblo, diciendo: Paz, no habiendo paz; y el uno edificaba la pared, y he aquí que los otros la embarraban con lodo suelto. Ezekiel 13:11 Di a los embarradores con lodo suelto, que caerá: vendrá lluvia en avenida, y daré piedras de granizo que la hagan caer, y viento tempestuoso la romperá. Ezekiel 13:12 Y he aquí que la pared cayó. No os dirán entonces: ¿Dónde está la embarradura con que embarrasteis? Ezekiel 13:13 Por tanto así dijo el Señor Jehová: Y yo haré que la rompa viento tempestuoso con mi ira, y lluvia en avenida venga con mi furor, y piedras de granizo con mi enojo para consumir. Ezekiel 13:14 Y derribaré la pared que vosotros embarrasteis con lodo suelto, y hacerla he llegar a tierra, y será descubierto su cimiento, y caerá, y seréis consumidos en medio de ella; y sabréis que yo soy Jehová. Ezekiel 13:15 Y cumpliré mi furor en la pared, y en los que la embarraron con lodo suelto, y deciros he: No parece la pared, ni parecen los que la embarraron: Ezekiel 13:16 Los profetas de Israel que profetizan a Jerusalem, y ven para ella visión de paz, no habiendo paz, dijo el Señor Jehová. Ezekiel 13:17 Y tú, o! hijo del hombre, pon tu rostro a las hijas de tu pueblo, que profetizan de su corazón, y profetiza contra ellas, Ezekiel 13:18 Y dí: Así dijo el Señor Jehová: ¡Ay de aquellas que cosen cojinetes a todos codos de manos, y hacen veletas sobre la cabeza de toda edad, para cazar las almas! ¿Habéis de cazar las almas de mi pueblo? ¿y habéis de dar vida a las almas para vosotros? Ezekiel 13:19 ¿Y habéisme de contaminar en mi pueblo por puños de cebada, y por pedazos de pan, matando las almas que no mueren, y dando vida a las almas que no vivirán, mintiendo a mi pueblo que oye mentira? Ezekiel 13:20 Por tanto así dijo el Señor Jehová: He aquí que yo a vuestros cojinetes, con que cazáis allí las almas volando: yo los arrancaré de vuestros brazos, y enviaré las almas que cazáis, las almas volando. Ezekiel 13:21 Y romperé vuestras veletas, y libraré mi pueblo de vuestra mano, y no estarán más en vuestra mano para caza; y sabréis que yo soy Jehová. Ezekiel 13:22 Por cuanto entristecisteis el corazón del justo con mentira, al cual yo no entristecí; y esforzasteis las manos del impío, para que no se apartase de su mal camino dándole vida: Ezekiel 13:23 Por tanto no veréis vanidad, ni más adivinaréis adivinación; y libraré mi pueblo de vuestra mano; y sabréis que yo soy Jehová. Ezekiel 14:0 Ezekiel 14:1 Y vinieron a mí algunos de los ancianos de Israel, y sentáronse delante de mí. Ezekiel 14:2 Y fue palabra de Jehová a mí, diciendo: Ezekiel 14:3 Hijo del hombre, estos hombres han levantado sus ídolos sobre su corazón; y el tropezadero de su maldad han puesto delante de su rostro: ¿cuándo me preguntaren, téngoles de responder? Ezekiel 14:4 Por tanto háblales, y decirles has: Así dijo el Señor Jehová: Cualquiera hombre de la casa de Israel, que hubiere levantado sus ídolos sobre su corazón, y hubiere puesto el tropezadero de su maldad delante de su rostro, y viniere al profeta, yo Jehová responderé al que así viniere en la multitud de sus ídolos: Ezekiel 14:5 Para tomar a la casa de Israel en su corazón, que se han apartado de mí todos ellos en sus ídolos. Ezekiel 14:6 Por tanto di a la casa de Israel: Así dijo el Señor Jehová: Convertíos, y hacéd que se conviertan de vuestros ídolos; y de todas vuestras abominaciones apartád vuestros rostros. Ezekiel 14:7 Porque cualquiera hombre de la casa de Israel, y de los extranjeros que moran en Israel, que se hubiere apartado de andar en pos de mí, y hubiere levantado sus ídolos en su corazón, y hubiere puesto delante de su rostro el tropezadero de su maldad, y viniere al profeta para preguntarle por mí, yo Jehová le responderé por mí. Ezekiel 14:8 Y yo pondré mi rostro contra aquel varón, y le pondré por señal, y por refranes, y yo le cortaré de entre mi pueblo; y sabréis que yo soy Jehová. Ezekiel 14:9 Y el profeta cuando fuere engañado, y hablare palabra, yo Jehová engañé el tal profeta; y yo extenderé mi mano sobre él, y le raeré de en medio de mi pueblo de Israel. Ezekiel 14:10 Y llevarán su maldad: como la maldad del que pregunta, así será la maldad del profeta: Ezekiel 14:11 Porque no yerren más los de la casa de Israel de en pos de mí, ni más se contaminen en todas sus rebeliones; y me sean a por pueblo, y yo les sea a ellos por Dios, dijo el Señor Jehová. Ezekiel 14:12 ¶ Y fue palabra de Jehová a mí, diciendo: Ezekiel 14:13 Hijo del hombre, la tierra, cuando pecare contra mí rebelando de rebelión, y extendiere yo mi mano sobre ella, y le quebrantare la fuerza del pan, y enviare en ella hambre, y talare de ella hombres y bestias; Ezekiel 14:14 Si estuvieren en medio de ella estos tres varones, Noé, Daniel, y Job, ellos por su justicia librarán su vida, dijo el Señor Jehová. Ezekiel 14:15 Y si hiciere pasar mala bestia por la tierra, y la asolare, y fuere asolada que no haya quien pase a causa de la bestia, Ezekiel 14:16 Y estos tres varones estuvieren en medio de ella, vivo yo, dijo el Señor Jehová, ni a sus hijos, ni a sus hijas librarán: ellos solos serán libres, y la tierra será asolada. Ezekiel 14:17 O si yo trajere espada sobre la tierra, y dijere: Espada, pasa por la tierra; e hiciere talar de ella hombres y bestias, Ezekiel 14:18 Y estos tres varones estuvieren en medio de ella, vivo yo, dijo el Señor Jehová, no librarán sus hijos, ni sus hijas: ellos solos serán libres. Ezekiel 14:19 O si pestilencia enviare sobre esa tierra, y derramare mi ira sobre ella en sangre para talar de ella hombres y bestias. Ezekiel 14:20 Y estuvieren en medio de ella Noé, y Daniel, y Job, vivo yo, dijo el Señor Jehová, no librarán a su hijo, ni a su hija: ellos por su justicia librarán su vida. Ezekiel 14:21 Por lo cual así dijo el Señor Jehová: ¿Cuánto más, si mis cuatro malos juicios, espada, y hambre, y mala bestia, y pestilencia, enviare contra Jerusalem, para talar de ella hombres y bestias? Ezekiel 14:22 Y he aquí que quedará en ella alguna resta de los cuales serán llevados cautivos sus hijos y sus hijas: he aquí que ellos entrarán a vosotros, y veréis su camino, y sus hechos; y tomaréis consolación del mal que hice venir sobre Jerusalem, de todas las cosas que yo traje sobre ella. Ezekiel 14:23 Y consolaros han cuando viereis su camino y sus hechos: y conoceréis que no sin causa habré hecho todo lo que habré hecho en ella, dijo el Señor Jehová. Ezekiel 15:0 Ezekiel 15:1 Y fue palabra de Jehová a mí, diciendo: Ezekiel 15:2 Hijo del hombre, ¿qué es el palo de la vid más que todo palo? ¿el sarmiento, qué es entre los maderos del monte? Ezekiel 15:3 ¿Tomarán de él madera para hacer alguna obra? ¿Tomarán de él una estaca para colgar de ella algún vaso? Ezekiel 15:4 He aquí que es puesto en el fuego para ser consumido, sus dos cabos consumió el fuego, y la parte del medio se quemó: ¿aprovechará para alguna obra? Ezekiel 15:5 He aquí que cuando estaba entero, no era para alguna obra, ¿cuánto menos después que el fuego lo hubiere consumido, y fuere quemado? ¿será más para alguna obra? Ezekiel 15:6 Por tanto así dijo el Señor Jehová: Como el palo de la vid entre los maderos del monte, el cual yo entregué al fuego, para que lo consuma, así he entregado a los moradores de Jerusalem. Ezekiel 15:7 Y pondré mi rostro contra ellos; de un fuego salieron, y otro fuego los consumirá; y sabréis que yo soy Jehová, cuando yo pusiere mi rostro contra ellos. Ezekiel 15:8 Y tornaré la tierra en asolación, por cuanto rebelaron con rebelión, dijo el Señor Jehová. Ezekiel 16:0 Ezekiel 16:1 Y fue palabra de Jehová a mí, diciendo: Ezekiel 16:2 Hijo del hombre, notifica a Jerusalem sus abominaciones; Ezekiel 16:3 Y dirás: Así dijo el Señor Jehová sobre Jerusalem: Tu habitación, y tu raza, fue de la tierra de Canaán: tu padre, Amorreo; y tu madre, Jetea. Ezekiel 16:4 Y tu nacimiento: el día que naciste, no fue cortado tu ombligo, ni fuiste lavada con aguas, para ablandarte, ni salada con sal, ni fuiste envuelta con fajas. Ezekiel 16:5 No hubo ojo que se compadeciese de ti, para hacerte algo de esto, habiendo de ti misericordia: mas fuiste echada sobre la haz del campo, con menosprecio de tu vida, en el día que naciste. Ezekiel 16:6 Y yo pasé junto a ti, y te ví revolcada en tus sangres; y te dije: En tus sangres vivirás: díjete: En tus sangres vivirás. Ezekiel 16:7 En millares, como la yerba del campo, te hice multiplicar, y fuiste aumentada, y engrandecida; y veniste a ser adornada grandemente: los pechos crecieron, y tu pelo reverdeció; y tú estabas desnuda y descubierta. Ezekiel 16:8 Y yo pasé junto a ti, y te miré, y he aquí que tu tiempo era tiempo de amores; y extendí mi manto sobre ti, y cubrí tu desnudez: y te di juras, y entré en concierto contigo, dijo el Señor Jehová, y fuiste mía. Ezekiel 16:9 Y lavéte con aguas, y lavé tus sangres de encima de ti, y ungíte con óleo. Ezekiel 16:10 Y vestíte de bordadura, y calcéte de tejón, y ceñíte de lino, y te vestí de seda. Ezekiel 16:11 Y adornéte de ornamentos, y puse ajorcas en tus brazos, y collar a tu cuello. Ezekiel 16:12 Y puse cerquillos sobre tus narices, y zarcillos en tus orejas, y diadema de hermosura en tu cabeza. Ezekiel 16:13 Y fuiste adornada de oro y de plata, y tu vestido fue lino, y seda, y bordadura; comiste flor de harina de trigo, y miel, y aceite; y fuiste hermoseada en gran manera, en gran manera; y has prosperado hasta reinar. Ezekiel 16:14 Y te salió nombradía entre las gentes a causa de tu hermosura, porque era perfecta, a causa de mi hermosura que yo puse sobre ti, dijo el Señor Jehová. Ezekiel 16:15 Mas confiaste en tu hermosura, y fornicaste a causa de tu nombradía, y derramaste tus fornicaciones a cuantos pasaron: suya eras. Ezekiel 16:16 Y tomaste de tus vestidos, e hicístete altares de diversos colores, y fornicaste en ellos: no vendrá, ni será cosa semejante. Ezekiel 16:17 Y tomaste los vasos de tu hermosura de mi oro y de mi plata, que yo te había dado, e hicístete imágenes de hombre, y fornicaste con ellos. Ezekiel 16:18 Y tomaste tus vestidos de diversos colores, y cubrístelas; y mi aceite, y mi perfume pusiste delante de ellas. Ezekiel 16:19 Y mi pan, que yo te había dado, la flor de la harina, y el aceite, y la miel, con que te mantuve, pusiste delante de ellas para olor suave; y fue así, dijo el Señor Jehová. Ezekiel 16:20 Demás de esto, tomaste tus hijos y tus hijas, que me habías engendrado; y los sacrificaste a ellas para consumación. ¿Es poco, esto de tus fornicaciones? Ezekiel 16:21 Y sacrificaste mis hijos, y dístelos para que los hiciesen pasar a ellas. Ezekiel 16:22 Y con todas tus abominaciones y tus fornicaciones no te has acordado de los días de tu mocedad, cuando estabas desnuda y descubierta: envuelta en tus sangres estabas. Ezekiel 16:23 Y fue que después de toda tu maldad, (¡ay, ay de ti! dijo el Señor Jehová,) Ezekiel 16:24 Edificástete alto, e hicístete altar en todas las plazas. Ezekiel 16:25 En toda cabeza de camino edificaste tu altar, y tornaste abominable tu hermosura, y abriste tus pies a cuantos pasaban, y multiplicaste tus fornicaciones. Ezekiel 16:26 Y fornicaste con los hijos de Egipto tus vecinos, de grandes carnes; y aumentaste tus fornicaciones para enojarme. Ezekiel 16:27 Por tanto he aquí que yo extendí mi mano sobre ti, y disminuí tu libertad; y te entregué a la voluntad de las hijas de los Filisteos que te aborrecen, las cuales se avergüenzan de tu camino tan deshonesto. Ezekiel 16:28 Fornicaste también con los hijos de Asur por no haberte hartado; y fornicaste con ellos, y tampoco te hartaste. Ezekiel 16:29 Más multiplicaste tu fornicación en la tierra de Canaán, y de los Caldeos: ni tampoco con esto te hartaste. Ezekiel 16:30 ¡Cuán inconstante es tu corazón, dijo el Señor Jehová, habiendo hecho todas estas cosas, obras de una poderosa ramera! Ezekiel 16:31 Edificando tus altares en cabeza de todo camino, y haciendo tus altares en todas las plazas; y no fuiste semejante a ramera, menospreciando el salario: Ezekiel 16:32 Mas como mujer adúltera, que en lugar de su marido recibe a ajenos. Ezekiel 16:33 A todas las rameras dan dones: mas tú diste tus dones a todos tus enamorados; y les diste presentes, porque entrasen a ti de todas partes por tus fornicaciones. Ezekiel 16:34 Y ha sido en ti al contrario de las mujeres en tus fornicaciones, ni nunca después de ti será así fornicado; porque en dar tú dones, y no ser dados dones a ti, ha sido al contrario. Ezekiel 16:35 Por tanto, ramera, oye palabra de Jehová. Ezekiel 16:36 Así dijo el Señor Jehová: Por cuanto han sido descubiertas tus vergüenzas, y tu confusión ha sido manifestada a tus enamorados en tus fornicaciones, y a los ídolos de tus abominaciones, y en la sangre de tus hijos, los cuales les diste: Ezekiel 16:37 Por tanto he aquí que yo junto todos tus enamorados con los cuales tomaste placer, y todos los que amaste, con todos los que aborreciste; y juntarlos he contra ti al derredor, y descubrirles he tu vergüenza, y verán toda tu vergüenza. Ezekiel 16:38 Y yo te juzgaré por las leyes de las adúlteras, y de las que derraman sangre; y te daré en sangre de ira y de zelo. Ezekiel 16:39 Y darte he en la mano de ellos, y destruirán tu alto, y derribarán tus altares, y hacerte han desnudar de tus ropas, y llevarán los vasos de tu gloria, y dejarte han desnuda y descubierta. Ezekiel 16:40 Y harán subir contra ti la compañía, y apedrearte han a piedra, y travesarte han con sus espadas. Ezekiel 16:41 Y quemarán tus casas a fuego, y harán en ti juicios a ojos de muchas mujeres; y hacerte he cesar de ser ramera, ni tampoco darás más don. Ezekiel 16:42 Y haré reposar mi ira sobre ti; y mi zelo se apartará de ti, y descansaré de más enojarme. Ezekiel 16:43 Por cuanto no te acordaste de los días de tu mocedad, y me provocaste a ira en todo esto: yo pues, también, he aquí que he tornado tu camino sobre tu cabeza, dijo el Señor Jehová, y nunca has pensado sobre todas tus abominaciones. Ezekiel 16:44 He aquí que todo proverbiador hará de ti proverbio, diciendo: Como la madre, tal su hija. Ezekiel 16:45 Hija de tu madre eres tú, que desechó a su marido, y a sus hijos; y hermana de tus hermanas eres tú, que desecharon a sus maridos, y a sus hijos. Vuestra madre, Jetea, y vuestro padre, Amorreo. Ezekiel 16:46 Y tu hermana mayor es Samaria y sus hijas, la cual habita a tu mano izquierda; y tu hermana la menor que tú es Sodoma y sus hijas, la cual habita a tu mano derecha. Ezekiel 16:47 Y aun no anduviste en sus caminos, ni hiciste según sus abominaciones, como que esto fuera poco y muy poco; antes te corrompiste más que ellas en todos tus caminos. Ezekiel 16:48 Vivo yo, dijo el Señor Jehová, nunca Sodoma, tu hermana y sus hijas, hizo como hiciste tú y tus hijas. Ezekiel 16:49 He aquí que esta fue la maldad de Sodoma tu hermana: soberbia, hartura de pan, y abundancia de ociosidad tuvo ella y sus hijas; y la mano del afligido y del menesteroso nunca esforzó. Ezekiel 16:50 Y ensoberbeciéronse, e hicieron abominación delante de mí, y las quité como lo ví. Ezekiel 16:51 Y Samaria nunca pecó tanto como la mitad de tus pecados; porque tú multiplicaste tus abominaciones más que ellas, y justificaste a tus hermanas con todas tus abominaciones que hiciste. Ezekiel 16:52 Tú también pues lleva tu vergüenza, que juzgaste a tus hermanas en tus pecados que hiciste más abominables que ellas: más justas son que tú: avergüénzate pues tú también, y lleva tu confusión: pues que has justificado a tus hermanas. Ezekiel 16:53 Yo pues haré tornar sus cautivos, los cautivos de Sodoma y de sus hijas, y los cautivos de Samaria y de sus hijas, y los cautivos de tus cautiverios entre ellas: Ezekiel 16:54 Para que tú lleves tu confusión, y te avergüences de todo lo que has hecho, dándoles tu consuelo. Ezekiel 16:55 Y tus hermanas, Sodoma y sus hijas, y Samaria y sus hijas, volverán a sus primerías: tú también y tus hijas volveréis a vuestras primerías. Ezekiel 16:56 Sodoma tu hermana no fue nombrada en tu boca en el tiempo de tus soberbias, Ezekiel 16:57 Antes que tu maldad se descubriese, como en el tiempo de la vergüenza de las hijas de Siria, y de todas las hijas de los Filisteos al derredor, que te menosprecían en derredor. Ezekiel 16:58 Tú has llevado tu enormidad y tus abominaciones, dijo Jehová. Ezekiel 16:59 ¶ Porque así dijo el Señor Jehová: ¿Haré yo contigo como tú hiciste, que menospreciaste el juramento, para invalidar el concierto? Ezekiel 16:60 Antes yo tendré memoria de mi concierto, que concerté contigo en los días de tu mocedad; y yo te confirmaré un concierto sempiterno. Ezekiel 16:61 Y acordarte has de tus caminos, y avergonzarte has, cuando recibirás a tus hermanas las mayores que tú, con las menores que tú, las cuales yo te daré por hijas: mas no por tu concierto. Ezekiel 16:62 Y confirmaré mi concierto contigo, y sabrás que yo soy Jehová: Ezekiel 16:63 Para que te acuerdes, y te avergüences, y que nunca más abras la boca a causa de tu vergüenza, cuando me aplacare para contigo de todo lo que hiciste, dijo el Señor Jehová. Ezekiel 17:0 Ezekiel 17:1 Y fue palabra de Jehová a mí, diciendo: Ezekiel 17:2 Hijo del hombre, propón una figura, y compón una parábola a la casa de Israel; Ezekiel 17:3 Y dirás: Así dijo el Señor Jehová: Una grande águila, de grandes alas, y de luengos miembros, llena de pluma de diversos colores vino al Líbano, y tomó el cogollo del cedro. Ezekiel 17:4 Arrancó el principal de sus renuevos, y trájolo a la tierra de mercaderes, y púsolo en la ciudad de los negociantes. Ezekiel 17:5 Y tomó de la simiente de la tierra, y púsola en un campo bueno para sembrar, plantóla junto a grandes aguas, púsola como un sauce. Ezekiel 17:6 Y reverdeció, e hízose una vid de mucha rama, baja de estatura, que sus ramas la miraban, y sus raíces estaban debajo de ella: así que se hizo una vid, e hizo sarmientos, y echó mugrones. Ezekiel 17:7 Y fue otra grande águila, de grandes alas, y de muchas plumas; y he aquí que esta vid juntó cerca de ella sus raíces, y extendió hacia ella sus ramos, para ser regada de ella por los surcos de su plantación. Ezekiel 17:8 En un buen campo junto a muchas aguas fue plantada, para que hiciese ramos, y llevase fruto, y para que fuese vid fuerte. Ezekiel 17:9 Dí: Así dijo el Señor Jehová: ¿Será prosperada? ¿No arrancará sus raíces, y destruirá su fruto, y secarse ha? Todas las hojas de su verdura secará, y, no con gran brazo, ni con mucha gente, arrancándola de sus raíces. Ezekiel 17:10 Y he aquí que ella está plantada: ¿será prosperada? ¿Cuándo el viento solano la tocare, no se secará del todo? En los surcos de su verdura se secará. Ezekiel 17:11 Y fue palabra de Jehová a mí, diciendo: Ezekiel 17:12 Di ahora a la casa rebelde: ¿No habéis entendido que significan estas cosas? Dí: He aquí que el rey de Babilonia vino a Jerusalem, y tomó tu rey y sus príncipes, y trájolos consigo en Babilonia. Ezekiel 17:13 Y tomó de la simiente del reino, e hizo con él alianza, y trájole el juramento; y tomó los fuertes de la tierra, Ezekiel 17:14 Para que el reino fuese abajado, y no se levantase: mas que guardase su alianza, y estuviese en ella. Ezekiel 17:15 Y rebeló contra él enviando sus embajadores en Egipto, para que le diese caballos, y mucha gente. ¿El que estas cosas hizo, será prosperado? ¿escapará? ¿Y él que rompió la alianza, podrá huir? Ezekiel 17:16 Vivo yo, dijo el Señor Jehová, que en medio de Babilonia morirá: en el lugar del rey, que le hizo reinar, cuyo juramento menospreció, y cuya alianza con él hecha rompió. Ezekiel 17:17 Y no con grande ejército, ni con mucha compañía hará con él Faraón en la batalla, fundando baluarte, y edificando bastiones, para cortar muchas vidas. Ezekiel 17:18 Y menospreció el juramento para invalidar el concierto, y he aquí que dio su mano, e hizo todas estas cosas: no escapará. Ezekiel 17:19 Por tanto así dijo el Señor Jehová: Vivo yo, que el juramento mío que menospreció, y mi concierto que invalidó, tornaré sobre su cabeza. Ezekiel 17:20 Y extenderé sobre él mi red, y será preso en mi red; y hacerle he venir en Babilonia, y allí estaré a juicio con él, por su rebelión, con que rebeló contra mí. Ezekiel 17:21 Y todos sus fugitivos, con todos sus ejércitos, caerán a cuchillo; y los que quedaren, serán esparcidos a todo viento; y sabréis que yo Jehová he hablado. Ezekiel 17:22 Así dijo el Señor Jehová: Y tomaré yo del cogollo de aquel cedro alto, y ponerlo he: del principal de sus renuevos cortaré un tallo, y plantarlo he yo sobre el monte alto y sublime. Ezekiel 17:23 En el monte alto de Israel lo plantaré, y alzará ramos, y hará fruto; y hacerse ha cedro magnífico, y habitaran debajo de él todas las aves, toda cosa que vuela habitará a la sombra de sus ramos. Ezekiel 17:24 Y sabrán todos los árboles del campo, que yo Jehová abajé el árbol sublime, levanté el árbol bajo, hice secar el árbol verde, e hice reverdecer el árbol seco. Yo Jehová hablé, e hice. Ezekiel 18:0 Ezekiel 18:1 Y fue palabra de Jehová a mí, diciendo: Ezekiel 18:2 ¿Qué habéis vosotros, vosotros que refranéais este refrán sobre la tierra de Israel, diciendo: Los padres comieron el agraz, y los dientes de los hijos tienen la dentera? Ezekiel 18:3 Vivo yo, dijo el Señor Jehová, que nunca más tendréis porque refranear este refrán en Israel. Ezekiel 18:4 He aquí que todas las almas son mías: como el alma del padre, así el alma del hijo, mías son: el alma que pecare, esa morirá. Ezekiel 18:5 Y el hombre que fuere justo, e hiciere juicio y justicia: Ezekiel 18:6 Que no comiere sobre los montes, ni alzare sus ojos a los ídolos de la casa de Israel, ni violare la mujer de su prójimo, ni llegare a la mujer en su mes, Ezekiel 18:7 Ni oprimiere a ninguno: al deudor tornare su prenda, no robare robo, diere de su pan al hambriento, y cubriere al desnudo con vestido: Ezekiel 18:8 No diere a logro, ni recibiere más de lo que hubiere dado: de la maldad retrajere su mano: juicio de verdad hiciere entre hombre y hombre: Ezekiel 18:9 En mis ordenanzas caminare, y guardare mis derechos para hacer según verdad: este es justo: este vivirá, dijo el Señor Jehová. Ezekiel 18:10 Y si engendrare hijo ladrón, derramador de sangre, o que haga alguna cosa de estas, Ezekiel 18:11 Y que no haga todas las demás; antes comiere sobre los montes, o violare la mujer de su prójimo, Ezekiel 18:12 Al pobre, y menesteroso oprimiere, robare robos, o no tornare la prenda, o alzare sus ojos a los ídolos, o hiciere abominación, Ezekiel 18:13 Diere a usura, y recibiere más de lo que dio, ¿este vivirá? No vivirá. ¿Todas estas abominaciones hizo? muerte morirá: su sangre será sobre él. Ezekiel 18:14 Y si engendrare hijo, el cual viere todos los pecados que su padre hizo, y viéndolos, no hiciere como ellos: Ezekiel 18:15 No comiere sobre los montes, ni alzare sus ojos a los ídolos de la casa de Israel: la mujer de su prójimo no violare, Ezekiel 18:16 Ni oprimiere a nadie: la prenda no empeñare, ni robare robos: al hambriento diere de su pan, y cubriere de vestido al desnudo: Ezekiel 18:17 Apartare su mano del pobre: usura, ni más de lo que dio, no recibiere, hiciere según mis derechos, anduviere en mis ordenanzas: este no morirá por la maldad de su padre: viviendo vivirá. Ezekiel 18:18 Su padre, por cuanto hizo agravio, robó robo del hermano, e hizo en medio de su pueblo lo que no es bueno, he aquí que él morirá por su maldad. Ezekiel 18:19 Y si dijereis: ¿Por qué el hijo no llevará por el pecado de su padre? Porque el hijo hizo juicio y justicia, guardó todas mis ordenanzas, e hizo según ellas: viviendo vivirá. Ezekiel 18:20 El alma que pecare, esa morirá: el hijo no llevará por el pecado del padre, ni el padre llevará por el pecado del hijo: la justicia del justo será sobre él, y la impiedad del impío será sobre él. Ezekiel 18:21 Mas el impío, si se apartare de todos sus pecados que hizo, y guardare todas mis ordenanzas, e hiciere juicio y justicia, viviendo vivirá: no morirá. Ezekiel 18:22 Todas sus rebeliones que cometió, no le vendrán en memoria: por su justicia que hizo vivirá. Ezekiel 18:23 ¿Quiero yo la muerte del impío? dijo el Señor Jehová. ¿No vivirá, si se apartare de sus caminos? Ezekiel 18:24 Mas si el justo se apartare de su justicia, e hiciere maldad, e hiciere conforme a todas las abominaciones, que el impío hizo, ¿vivirá él? Todas las justicias que hizo no vendrán en memoria: por su rebelión con que rebeló, y por su pecado que pecó, por ellos morirá. Ezekiel 18:25 Y si dijereis: No es derecho el camino del Señor. Oíd ahora casa de Israel: ¿No es derecho mi camino? ¿No son antes torcidos vuestros caminos? Ezekiel 18:26 Apartándose el justo de su justicia, y haciendo iniquidad, él morirá por ello: por su iniquidad que hizo, morirá. Ezekiel 18:27 Y apartándose el impío de su impiedad que hizo, y haciendo juicio y justicia, hará vivir su alma. Ezekiel 18:28 Porque miró, y apartóse de todas sus rebeliones que hizo, viviendo vivirá, no morirá. Ezekiel 18:29 Y si dijeren los de la casa de Israel: No es derecho el camino del Señor. ¿No son derechos mis caminos, casa de Israel? Cierto vuestros caminos no son derechos. Ezekiel 18:30 Por tanto yo os juzgaré a cada uno según sus caminos, o! casa de Israel, dijo el Señor Jehová. Convertíos, y hacéd convertir de todas vuestras iniquidades; y no os será la iniquidad causa de ruina. Ezekiel 18:31 Echád de vosotros todas vuestras iniquidades con que habéis rebelado, y hacéos corazón nuevo, y espíritu nuevo. ¿Y por qué moriréis, casa de Israel? Ezekiel 18:32 Que no quiero la muerte del que muere, dijo el Señor Jehová: hacéd pues convertir, y viviréis. Ezekiel 19:0 Ezekiel 19:1 Y tú levanta esta endecha sobre los príncipes de Israel, Ezekiel 19:2 Y dirás: ¿Cómo se echó entre los leones tu madre la leona: entre los leoncillos crió sus cachorros? Ezekiel 19:3 E hizo subir uno de sus cachorros: vino a ser leoncillo, y aprendió a prender presa, y a comer hombres. Ezekiel 19:4 Y las naciones oyeron de él: fue tomado con el lazo de ellas, y trajéronle con grillos a la tierra de Egipto. Ezekiel 19:5 Y viendo que había esperado mucho tiempo, y que se perdía su esperanza, tomó otro de sus cachorros, y púsole por leoncillo. Ezekiel 19:6 Y él andaba entre los leones, hízose leoncillo, aprendió a prender presa, comió hombres. Ezekiel 19:7 Y conoció sus viudas, y asoló sus ciudades; y la tierra, y su abundancia fue asolada de la voz de su bramido. Ezekiel 19:8 Y dieron sobre él las gentes de las provincias de al derredor; y extendieron sobre él su red: fue preso en su hoyo. Ezekiel 19:9 Y pusiéronle en cárcel con cadenas, y trajéronle al rey de Babilonia: metiéronle en fortalezas, que su voz no se oyese más sobre los montes de Israel. Ezekiel 19:10 Tu madre fue como una vid en tu sangre, plantada junto a aguas, haciendo fruto, y echando ramas a causa de las muchas aguas. Ezekiel 19:11 Y ella tuvo varas fuertes para cetros de señores, y su estatura se levantó encima entre las ramas; y fue vista con su altura, y con la multitud de sus ramos. Ezekiel 19:12 Y fue arrancada con ira, derribada en tierra, y viento solano secó su fruto: fueron quebradas sus ramas, y secáronse: la vara de su fuerza consumió fuego. Ezekiel 19:13 Y ahora es plantada en el desierto, en tierra de sequedad y de sequera. Ezekiel 19:14 Y salió fuego de la vara de sus ramos que consumió su fruto, y no quedó en ella vara fuerte, cetro para enseñorear. Endecha es, y de endecha servirá. Ezekiel 20:0 Ezekiel 20:1 Y aconteció en el año séptimo, en el mes quinto, a los diez del mes, que vinieron algunos de los ancianos de Israel a consultar a Jehová, y asentáronse delante de mí. Ezekiel 20:2 Y fue palabra de Jehová a mí, diciendo: Ezekiel 20:3 Hijo del hombre, habla a los ancianos de Israel, y díles: Así dijo el Señor Jehová: ¿A consultarme venís vosotros? Vivo yo, que yo no os responderé, dijo el Señor Jehová. Ezekiel 20:4 ¿Quiéreslos juzgar tú, quiéreslos juzgar, hijo del hombre? notifícales las abominaciones de sus padres: Ezekiel 20:5 Y díles: Así dijo el Señor Jehová; El día que escogí a Israel, y que alcé mi mano por la simiente de la casa de Jacob, y que fue conocido de ellos en la tierra de Egipto, que alcé mi mano a ellos, diciendo: Yo soy Jehová vuestro Dios: Ezekiel 20:6 Aquel día que les alcé mi mano, que los sacaría de la tierra de Egipto, a la tierra que les había proveido, que corre leche y miel, que es la más hermosa de todas las tierras: Ezekiel 20:7 Entonces les dije: Cada uno eche de sí las abominaciones de sus ojos, y no os contaminéis en los ídolos de Egipto, yo soy Jehová vuestro Dios. Ezekiel 20:8 Y ellos se rebelaron contra mí, y no quisieron obedecerme: no echó de sí cada uno las abominaciones de sus ojos, ni dejaron los ídolos de Egipto; y dije que derramaría mi ira sobre ellos para cumplir mi enojo en ellos en medio de la tierra de Egipto. Ezekiel 20:9 Mas hice a causa de mi nombre, porque no se infamase en los ojos de las gentes, en medio de las cuales estaban, en cuyos ojos fue conocido de ellos, para sacarlos de tierra de Egipto. Ezekiel 20:10 Y saquélos de la tierra de Egipto, y trájelos al desierto; Ezekiel 20:11 Y díles mis ordenanzas, y declaréles mis derechos, los cuales el hombre que los hiciere, vivirá por ellos. Ezekiel 20:12 Y díles también mis sábados que fuesen por señal entre mí y ellos, porque supiesen que yo soy Jehová que los santifico. Ezekiel 20:13 Y rebelaron contra mí la casa de Israel en el desierto, no anduvieron en mis ordenanzas, y desecharon mis derechos, los cuales el hombre que los hiciere, vivirá por ellos; y mis sábados profanaron en gran manera; y dije que había de derramar sobre ellos mi ira en el desierto, para consumirlos. Ezekiel 20:14 Mas hice a causa de mi nombre, porque no se infamase delante de los ojos de las gentes, delante de cuyos ojos los saqué. Ezekiel 20:15 Y también yo les alcé mi mano en el desierto, que no los metería en la tierra que les dí, que corre leche y miel, que es la más hermosa de todas las tierras: Ezekiel 20:16 Porque desecharon mis derechos, y no anduvieron en mis ordenanzas, y mis sábados profanaron; porque tras sus ídolos iba su corazón. Ezekiel 20:17 Y perdonólos mi ojo, no los matando, ni los consumí en el desierto. Ezekiel 20:18 Mas dije en el desierto a sus hijos: No andéis en las ordenanzas de vuestros padres, ni guardéis sus leyes, ni os contaminéis en sus ídolos. Ezekiel 20:19 Yo soy Jehová vuestro Dios: andád en mis ordenanzas, y guardád mis derechos, y hacédlos; Ezekiel 20:20 Y santificád mis sábados, y sean por señal entre mí y vosotros; para que sepáis que yo soy Jehová vuestro Dios. Ezekiel 20:21 Y los hijos se rebelaron contra mí: no anduvieron en mis ordenanzas, ni guardaron mis derechos para hacerlos, los cuales el hombre que los hiciere, vivirá por ellos: profanaron mis sábados. Y dije, que derramaría mi ira sobre ellos, para cumplir mi enojo en ellos en el desierto. Ezekiel 20:22 Mas retraje mi mano, e hice por causa de mi nombre, porque no se infamase en los ojos de las gentes, delante de cuyos ojos los saqué. Ezekiel 20:23 Y también, yo les alcé mi mano en el desierto, que los esparciría entre las gentes, y que los aventaría por las tierras: Ezekiel 20:24 Porque no hicieron mis derechos, y desecharon mis ordenanzas, y profanaron mis sábados, y tras los ídolos de sus padres se les fueron sus ojos. Ezekiel 20:25 Y también yo les di ordenanzas no buenas, y derechos por los cuales no vivirán. Ezekiel 20:26 Y contaminélos en sus ofrendas, haciendo pasar todo primogénito, para hacerle asolar, porque supiesen que yo soy Jehová. Ezekiel 20:27 ¶ Por tanto, hijo del hombre, habla a la casa de Israel, y díles: Así dijo el Señor Jehová: Aun en esto me afrentaron vuestros padres cuando rebelaron contra mí rebelión: Ezekiel 20:28 Porque yo los metí en la tierra, sobre la cual yo había alzado mi mano que les había de dar; y miraron a todo collado alto, y a todo árbol espeso; y allí sacrificaron sus sacrificios, y allí dieron la ira de sus ofrendas, y allí pusieron el olor de su suavidad, y allí derramaron sus derramaduras. Ezekiel 20:29 Y yo les dije: ¿Qué es este alto, que vosotros venís allí? Y fue llamado su nombre Bama, hasta el día de hoy. Ezekiel 20:30 Por tanto di a la casa de Israel: Así dijo el Señor Jehová: ¿No os contamináis vosotros a la manera de vuestros padres, y fornicáis tras sus abominaciones? Ezekiel 20:31 Porque ofreciendo vuestras ofrendas, haciendo pasar vuestros hijos por el fuego, os habéis contaminado con todos vuestros ídolos hasta hoy: ¿y responderos he yo, casa de Israel? Vivo yo, dijo el Señor Jehová, que no os responderé. Ezekiel 20:32 Y lo que pensasteis, no será; porque decís: Seamos como las gentes, como las familias de las naciones, sirviendo a la madera, y a la piedra. Ezekiel 20:33 Vivo yo, dijo el Señor Jehová, que con mano fuerte, y brazo extendido, y enojo derramado tengo de reinar sobre vosotros. Ezekiel 20:34 Y os sacaré de entre los pueblos, y os juntaré de las tierras en que estáis esparcidos, con mano fuerte, y brazo extendido, y enojo derramado. Ezekiel 20:35 Y traeros he al desierto de pueblos, y allí litigaré con vosotros cara a cara. Ezekiel 20:36 Como litigué con vuestros padres en el desierto de la tierra de Egipto, así litigaré con vosotros, dijo el Señor Jehová. Ezekiel 20:37 Y haceros he pasar debajo de vara, y traeros he en vínculo de concierto. Ezekiel 20:38 Y apartaré de entre vosotros los rebeldes, y los que se rebelaron contra mí: de la tierra de sus destierros los sacaré, y a la tierra de Israel no vendrán; y sabréis que yo soy Jehová. Ezekiel 20:39 ¶ Y vosotros, o! casa de Israel, así dijo el Señor Jehová: Andád cada uno tras sus ídolos, y servídles, pues que a mí no me obedecéis; y no profanéis más mi santo nombre con vuestras ofrendas, y con vuestros ídolos. Ezekiel 20:40 Porque en el monte de mi santidad, en el alto monte de Israel, dijo el Señor Jehová, allí me servirá a mí toda la casa de Israel, toda ella, en la tierra: allí los querré, y allí demandaré vuestras ofrendas, y las primicias de vuestros dones, con todas vuestras santificaciones. Ezekiel 20:41 Con olor de suavidad os querré, cuando os hubiere sacado de entre los pueblos, y os hubiere juntado de las tierras en que estáis esparcidos; y seré santificado en vosotros en los ojos de las gentes. Ezekiel 20:42 Y sabréis que yo soy Jehová, cuando os hubiere metido en la tierra de Israel, en la tierra por la cual alcé mi mano, que la daría a vuestros padres. Ezekiel 20:43 Y allí os acordaréis de vuestros caminos, y de todos vuestros hechos en que os contaminasteis; y seréis confusos en vuestra misma presencia, por todos vuestros males que hicisteis. Ezekiel 20:44 Y sabréis que yo soy Jehová, cuando hiciere con vosotros por causa de mi nombre, no según vuestros caminos malos, ni según vuestras obras corruptas, o! casa de Israel, dijo el Señor Jehová. Ezekiel 20:45 ¶ Y fue palabra de Jehová a mí, diciendo: Ezekiel 20:46 Hijo del hombre, pon tu rostro hacia el mediodía, y gotéa al mediodía, y profetiza contra el bosque de la campiña del mediodía. Ezekiel 20:47 Y dirás al bosque del mediodía: Oye palabra de Jehová: Así dijo el Señor Jehová: He aquí que yo enciendo en ti fuego, el cual consumirá en ti todo árbol verde, y todo árbol seco: no se apagará la llama del fuego, y serán quemados en ella todos rostros, desde el mediodía hasta el aquilón. Ezekiel 20:48 Y verá toda carne que yo Jehová lo encendí: no se apagará. Ezekiel 20:49 Y dije: ¡Ah, Señor Jehová! ellos me dicen: ¿No refranéa este refranes? Ezekiel 21:0 Ezekiel 21:1 Y fue palabra de Jehová a mí, diciendo: Ezekiel 21:2 Hijo del hombre, pon tu rostro contra Jerusalem, y gotéa sobre los santuarios, y profetiza sobre la tierra de Israel. Ezekiel 21:3 Y dirás a la tierra de Israel: Así dijo Jehová: He aquí que yo contra ti: y yo sacaré mi espada de su vaina, y talaré de ti al justo, y al impío: Ezekiel 21:4 Y por cuanto talaré de ti al justo y al impío, por tanto mi espada saldrá de su vaina contra toda carne, desde el mediodía hasta el aquilón: Ezekiel 21:5 Y sabrá toda carne que yo Jehová saqué mi espada de su vaina: no volverá más. Ezekiel 21:6 Y tú, hijo del hombre, gime con quebrantamiento de tus lomos, y con amargura: gime delante de los ojos de ellos. Ezekiel 21:7 Y será, que cuando te dijeren: ¿por qué gimes tú? dirás: Por la fama que viene; y todo corazón se desleirá, y todas manos se enflaquecerán, y todo espíritu se angustiará, y todas rodillas se irán en aguas: he aquí que viene, y hacerse ha, dijo el Señor Jehová. Ezekiel 21:8 Y fue palabra de Jehová a mí, diciendo: Ezekiel 21:9 Hijo del hombre, profetiza, y dí: Así dijo el Señor Jehová: Dí: La espada, la espada está aguzada; y aun está acicalada: Ezekiel 21:10 Para degollar víctimas está aguzada, para que relumbre está acicalada. ¿Alegrarnos hemos? a la vara de mi hijo menospreciando todo árbol. Ezekiel 21:11 Y dióla a acicalar para tener en la mano: la espada está aguzada, y ella está acicalada para entregarla en mano del matador. Ezekiel 21:12 Clama, y aulla, o! hijo del hombre, porque esta será sobre mi pueblo, esta será sobre todos los príncipes de Israel: temores de espada serán a mi pueblo: por tanto hiere el muslo: Ezekiel 21:13 Por que ella será prueba. ¿Y qué sería, si no menospreciase la vara? dijo el Señor Jehová. Ezekiel 21:14 Tú pues, hijo del hombre, profetiza, y bate una mano con otra, y dóblese la espada la tercera vez, la espada de muertos: esta es espada de gran matanza que los penetrará, Ezekiel 21:15 Para que el corazón se deslía, y los tropezones se multipliquen. En todas las puertas de ellos he dado espanto de espada: ¡ay! que es hecha para que relumbre, y es aderezada para degollar. Ezekiel 21:16 Ponte a una parte, ponte a la diestra, o ponte a la siniestra, hacia donde tu rostro se determinare. Ezekiel 21:17 Y yo también batiré mi mano con mi mano, y haré descansar mi ira. Yo Jehová he hablado. Ezekiel 21:18 ¶ Y fue palabra de Jehová a mí, diciendo: Ezekiel 21:19 Y tú, hijo del hombre, señálate dos caminos por donde venga la espada del rey de Babilonia: de una misma tierra salgan ambos; y haz un ejército: en el principio del camino de la ciudad lo harás. Ezekiel 21:20 El camino señalarás por donde venga la espada a Rabbat de los hijos de Ammón, y a Judá en Jerusalem la fuerte. Ezekiel 21:21 Porque el rey de Babilonia se paró en una encrucijada, al principio de dos caminos, para adivinar adivinación acicaló saetas: consultó en ídolos, miró el hígado. Ezekiel 21:22 La adivinación fue a su mano derecha, sobre Jerusalem, para poner capitanes, para abrir la boca a la matanza, para levantar la voz en grito, para poner ingenios contra las puertas, para fundar baluarte, y edificar fuerte. Ezekiel 21:23 Y serles ha como quien adivina mentira en sus ojos, por estar juramentados con juramentos a ellos: mas él trae a la memoria la maldad, para prenderlos. Ezekiel 21:24 Por tanto así dijo el Señor Jehová: Por cuanto habéis hecho venir en memoria vuestras maldades, manifestando vuestras traiciones, y descubriendo vuestros pecados en todas vuestras obras: por cuanto habéis venido en memoria, seréis tomados a mano. Ezekiel 21:25 ¶ Y tú, profano e impío príncipe de Israel, cuyo día vino en el tiempo de la consumación de la maldad. Ezekiel 21:26 Así dijo el Señor Jehová: Quita la mitra, quita la corona: esta no será siempre esta: al bajo alzaré, y al alto abajaré. Ezekiel 21:27 Del revés, del revés, del revés la tornaré: y no será esta más, hasta que venga aquel cuyo es el derecho, y yo la entregaré. Ezekiel 21:28 ¶ Y tú hijo del hombre profetiza, y dirás: Así dijo el Señor Jehová sobre los hijos de Ammón, y su vergüenza: dirás pues: La espada, la espada está desvainada para degollar, acicalada para consumir con resplandor. Ezekiel 21:29 Profetízante vanidad, adivínante mentira, para entregarte con los cuellos de los malos sentenciados a muerte, cuyo día vino en tiempo de la consumación de la maldad. Ezekiel 21:30 ¿Tornarla he a su vaina? En el lugar donde te criaste, en la tierra donde has vivido te tengo de juzgar. Ezekiel 21:31 Y derramaré sobre ti mi ira: el fuego de mi enojo haré encender sobre ti, y yo te entregaré en mano de hombres temerarios, artífices de destrucción. Ezekiel 21:32 Del fuego serás para ser consumida: tu sangre será en medio de la tierra: no habrá más memoria de ti; porque yo Jehová he hablado. Ezekiel 22:0 Ezekiel 22:1 Y fue palabra de Jehová a mí, diciendo: Ezekiel 22:2 Y tú, o! hijo del hombre, ¿no juzgarás tú, no juzgarás tú a la ciudad derramadora de la sangre? y le mostrarás todas sus abominaciones. Ezekiel 22:3 Y dirás: Así dijo el Señor Jehová: Ciudad derramadora de sangre en medio de sí, para que venga su hora; y que hizo ídolos contra sí misma, para contaminarse. Ezekiel 22:4 En tu sangre que derramaste, pecaste; y en tus ídolos que hiciste, te contaminaste; y has hecho acercar tus días, y has llegado a tus años: por tanto te he dado en vergüenza a las gentes, y en escarnio a todas las tierras. Ezekiel 22:5 Las que están cerca, y las que están lejos de ti, se reirán de ti: sucia te llamarán de nombre, y grande en quebrantamiento. Ezekiel 22:6 He aquí que los príncipes de Israel, cada uno según su poder, fueron en ti para derramar sangre. Ezekiel 22:7 Al padre y a la madre despreciaron en ti: con el extranjero trataron con calumnia en medio de ti: al huérfano y a la viuda despojaron en ti. Ezekiel 22:8 Mis santuarios menospreciaste, y mis sábados ensuciaste. Ezekiel 22:9 Malsines hubo en ti para derramar sangre; y sobre los montes comieron en ti: hicieron suciedades en medio de ti. Ezekiel 22:10 La desnudez del padre descubrieron en ti: la inmunda de menstruo forzaron en ti. Ezekiel 22:11 Y cada uno hizo abominación con la mujer de su prójimo; y cada uno contaminó su nuera torpemente; y cada uno forzó en ti a su hermana, hija de su padre. Ezekiel 22:12 Precio recibieron en ti para derramar sangre: usura y logro tomaste; y a tus prójimos defraudaste con violencia: olvidástete de mí, dijo el Señor Jehová. Ezekiel 22:13 Y he aquí que herí mi mano a causa de tu avaricia que cometiste, y a causa de tus sangres que fueron en medio de ti. Ezekiel 22:14 ¿Estará firme tu corazón? ¿tus manos serán fuertes en los días que yo haré contigo? Yo Jehová hablé, y haré. Ezekiel 22:15 Y yo te esparciré por las gentes, y te aventaré por las tierras, y haré fenecer de ti tu inmundicia. Ezekiel 22:16 Y tomarás heredad en ti en los ojos de las gentes, y sabrás que yo soy Jehová. Ezekiel 22:17 Y fue palabra de Jehová a mí, diciendo: Ezekiel 22:18 Hijo del hombre, la casa de Israel se me han tornado en escoria; todos ellos como metal, y estaño, e hierro, plomo en medio del horno, escorias de plata se tornaron. Ezekiel 22:19 Por tanto así dijo el Señor Jehová: Por cuanto todos vosotros os habéis tornado en escorias, por tanto, he aquí que yo os junto en medio de Jerusalem. Ezekiel 22:20 Como quien junta plata, y metal, e hierro, y plomo, y estaño en medio del horno, para encender fuego en él para fundir: así os juntaré en mi furor, y en mi ira; y haré reposar, y fundiros he. Ezekiel 22:21 Yo os juntaré, y soplaré sobre vosotros en el fuego de mi furor; y seréis fundidos en medio de él. Ezekiel 22:22 Como se funde la plata en medio del horno, así seréis fundidos en medio de él; y sabréis que yo Jehová habré derramado mi enojo sobre vosotros. Ezekiel 22:23 Y fue palabra de Jehová a mí, diciendo: Ezekiel 22:24 Hijo del hombre, di a ella: Tú, tierra, eres no limpia, ni rociada con lluvia en el día del furor. Ezekiel 22:25 La conjuración de sus profetas en medio de ella, como león bramando que arrebata presa: tragaron almas, tomaron haciendas y honra, aumentaron sus viudas en medio de ella. Ezekiel 22:26 Sus sacerdotes hurtaron mi ley, y contaminaron mis santuarios: entre santo y profano no hicieron diferencia, ni entre inmundo y limpio hicieron diferencia, y de mis sábados escondieron sus ojos, y yo era profanado en medio de ellos. Ezekiel 22:27 Sus príncipes en medio de ella, como lobos que arrebatan presa, derramando sangre, para destruir las almas, para seguir la avaricia. Ezekiel 22:28 Y sus profetas los embarraban con lodo suelto, profetizándoles vanidad, y adivinándoles mentira, diciendo: Así dijo el Señor Jehová: y Jehová no había hablado. Ezekiel 22:29 El pueblo de la tierra oprimía de opresión, y robaba robo; y al afligido y menesteroso hacían violencia, y al extranjero oprimían sin derecho. Ezekiel 22:30 Y busqué de ellos hombre que hiciese vallado, y que se pusiese al portillo delante de mí por la tierra, para que yo no la destruyese, y no lo hallé. Ezekiel 22:31 Por tanto derramé sobre ellos mi ira, con el fuego de mi ira los consumí; y di el camino de ellos sobre su cabeza, dijo el Señor Jehová. Ezekiel 23:0 Ezekiel 23:1 Y fue palabra de Jehová a mí, diciendo: Ezekiel 23:2 Hijo del hombre, hubo dos mujeres hijas de una madre, Ezekiel 23:3 Las cuales fornicaron en Egipto: en sus mocedades fornicaron. Allí fueron apretados sus pechos, y allí fueron estrujados los pechos de su virginidad. Ezekiel 23:4 Y llamábanse, Aholá la mayor, y Aholibá su hermana, las cuales fueron mías, y parieron hijos e hijas; y llamábanse, Samaria, Aholá, y Jerusalem, Aholibá. Ezekiel 23:5 Y Aholá cometió fornicación en mi poder; y enamoróse de sus enamorados, los Asirios sus vecinos. Ezekiel 23:6 Vestidos de cárdeno, capitanes, y príncipes, mancebos para codiciar todos, caballeros que andaban a caballo. Ezekiel 23:7 Y puso sus fornicaciones con ellos, con todos los más escogidos de los hijos de los Asirios, y con todos aquellos de quien se enamoró: con todos los ídolos de ellos se contaminó. Ezekiel 23:8 Y no dejó sus fornicaciones de Egipto; porque con ella se echaron en su mocedad, y ellos apretaron los pechos de su virginidad, y derramaron sobre ella su fornicación. Ezekiel 23:9 Por lo cual la entregué en mano de sus enamorados, en mano de los hijos de los Asirios, de quien se enamoró. Ezekiel 23:10 Ellos descubrieron sus vergüenzas, tomaron sus hijos, y sus hijas, y a ella mataron a cuchillo; y fue nombre a las mujeres; e hicieron en ella juicios. Ezekiel 23:11 Y viólo su hermana Aholibá, y corrompió su amor más que ella; y sus fornicaciones, más que las fornicaciones de su hermana. Ezekiel 23:12 De los hijos de los Asirios sus vecinos se enamoró, capitanes, y príncipes, vestidos en perfección, caballeros que andan a caballo, todos ellos mancebos de codiciar. Ezekiel 23:13 Y ví que se había contaminado, y que un camino era él de ambas. Ezekiel 23:14 Y aumentó sus fornicaciones, y cuando vio unos hombres pintados en la pared, imágenes de los Caldeos, pintadas de bermellón, Ezekiel 23:15 Ceñidos de talabartes por sus lomos, y mitras pintadas en sus cabezas: todos ellos tenían parecer de capitanes, a la manera de los hombres de Babilonia, nacidos en tierra de Caldeos: Ezekiel 23:16 Enamoróse de ellos en viéndolos, y envióles mensajeros en la tierra de los Caldeos. Ezekiel 23:17 Y entraron a ella los hombres de Babilonia a la cama de los amores, y contamináronla con su fornicación; y ella también se contaminó con ellos, y su deseo se hartó de ellos. Ezekiel 23:18 Y desnudó sus fornicaciones, y descubrió sus vergüenzas: por lo cual mi alma se hartó de ella, como se había ya hartado mi alma de su hermana. Ezekiel 23:19 Y multiplicó sus fornicaciones trayendo en memoria los días de su mocedad, en los cuales había fornicado en la tierra de Egipto. Ezekiel 23:20 Y enamoróse de sus rufianes, cuya carne es como carne de asnos, y cuyo flujo, como flujo de caballos. Ezekiel 23:21 Y tornaste a la memoria la suciedad de tu mocedad, cuando estrujaron tus pechos en Egipto, por pechos de tu mocedad. Ezekiel 23:22 Por tanto, Aholibá, así dijo el Señor Jehová: He aquí que yo despierto tus enamorados contra ti, de los cuales se hartó tu deseo; y yo les haré que vengan contra ti en derredor: Ezekiel 23:23 Los de Babilonia, y todos los Caldeos, mayordomos, y príncipes, y capitanes, todos los de Asiria con ellos, mancebos de codiciar, capitanes, y príncipes, todos ellos, nobles, y principales, que cabalgan a caballo, todos ellos: Ezekiel 23:24 Y vendrán sobre ti carros, carretas, y ruedas, y multitud de pueblos: escudos, y paveses, y capacetes pondrá contra ti en derredor; y yo daré el juicio delante de ellos, y por sus leyes te juzgarán. Ezekiel 23:25 Y pondré mi zelo contra ti, y harán contigo con furor: quitarte han tu nariz, y tus orejas; y lo que te quedare, caerá a cuchillo: ellos tomarán tus hijos y tus hijas; y lo que te quedare consumirá el fuego. Ezekiel 23:26 Y desnudarte han de tus vestidos, y tomarán los vasos de tu gloria. Ezekiel 23:27 Y haré cesar de ti tu suciedad, y tu fornicación de la tierra de Egipto: ni más levantarás a ellos tus ojos, ni nunca más te acordarás de Egipto. Ezekiel 23:28 Porque así dijo el Señor Jehová: He aquí que yo te entrego en mano de aquellos que tú aborreciste, en mano de aquellos de los cuales se hartó tu deseo. Ezekiel 23:29 Los cuales harán contigo con odio, y tomarán todo lo que tú trabajaste, y dejarte han desnuda y descubierta; y descubrirse ha la torpeza de tus fornicaciones, y tu suciedad, y tus fornicaciones. Ezekiel 23:30 Estas cosas se harán contigo, porque fornicaste en pos de las gentes, con las cuales te contaminaste en sus ídolos. Ezekiel 23:31 En el camino de tu hermana anduviste: yo pues pondré su cáliz en tu mano. Ezekiel 23:32 Así dijo el Señor Jehová: El cáliz de tu hermana beberás, hondo y ancho: será que las gentes te mofarán, y te escarnecerán: grande será el cáliz en que quepa mucho. Ezekiel 23:33 Serás llena de embriaguez, y de dolor: cáliz de soledad y de asolamiento, cáliz al fin de tu hermana Samaria. Ezekiel 23:34 Beberlo has pues, y agotarlo has, y quebrarás sus tiestos, y tus pechos arrancarás; porque yo he hablado, dijo el Señor Jehová. Ezekiel 23:35 Por tanto así dijo el Señor Jehová: Por cuanto te has olvidado de mí, y me has echado tras tus espaldas, lleva pues tú también tu suciedad, y tus fornicaciones. Ezekiel 23:36 Y díjome Jehová: Hijo del hombre, ¿no juzgarás tú a Aholá, y a Aholibá, y les denunciarás sus abominaciones? Ezekiel 23:37 Porque han adulterado, y hay sangre en sus manos, y han fornicado con sus ídolos; y aun sus hijos que me habían engendrado, hicieron pasar a ellos, quemándolos. Ezekiel 23:38 Aun esto más me hicieron: contaminaron mi santuario en aquel día, y profanaron mis sábados. Ezekiel 23:39 Y habiendo sacrificado sus hijos a sus ídolos, entrábanse en mi santuario el mismo día para contaminarlo; y he aquí que así hicieron en medio de mi casa. Ezekiel 23:40 Y cuanto más, que enviaron por los hombres que vienen de lejos, a los cuales había sido enviado mensajero; y he aquí que vinieron; y por amor de ellos te lavaste, y alcoholaste tus ojos, y te ataviaste de atavíos; Ezekiel 23:41 Y te sentaste sobre lecho honroso, y fue adornada mesa delante de él, y pusiste sobre ella mi perfume y mi óleo. Ezekiel 23:42 Y oyóse en ella voz de compañía pacífica; y con los varones fueron traídos los sabeos del desierto para multiplicar los hombres; y pusieron manillas sobre sus manos, y corona de gloria sobre sus cabezas. Ezekiel 23:43 Y dije a la envejecida en adulterios: Ahora fenecerán sus fornicaciones, y ella. Ezekiel 23:44 Porque vinieron a ella como quien viene a mujer ramera: así vinieron a las sucias mujeres Aholá y Aholibá. Ezekiel 23:45 Y hombres justos las juzgarán por la ley de las adúlteras, y por la ley de las que derraman sangre; porque son adúlteras, y hay sangres en sus manos. Ezekiel 23:46 Porque así dijo el Señor Jehová: Yo haré subir contra ellas compañías, y yo las entregaré en alboroto, y en rapiña. Ezekiel 23:47 Y la compañía las apedreará a piedra, y acuchillarlas han con sus espadas: matarán a sus hijos y a sus hijas, y sus casas quemarán a fuego. Ezekiel 23:48 Y haré fenecer la suciedad de la tierra, y todas las mujeres escarmentarán, y no harán según vuestra suciedad. Ezekiel 23:49 Y pondrán sobre vosotras vuestra suciedad, y llevaréis los pecados de vuestros ídolos: y sabréis que yo soy el Señor Jehová. Ezekiel 24:0 Ezekiel 24:1 Y fue palabra de Jehová a mí en el noveno año, en el mes décimo, a los diez del mes, diciendo: Ezekiel 24:2 Hijo del hombre, escríbete el nombre de este día, de este mismo día; porque el rey de Babilonia se fortificó sobre Jerusalem este mismo día. Ezekiel 24:3 Y habla a la casa de rebelión por parábola, y díles: Así dijo el Señor Jehová: Pon una olla: pónla, y echa también en ella agua. Ezekiel 24:4 Junta sus piezas de carne en ella, todas buenas piezas, pierna y espalda: hínchela de huesos escogidos. Ezekiel 24:5 Toma una oveja escogida, y también enciende los huesos debajo de ella: haz que hierva sus hervores, cocéd también sus huesos dentro de ella. Ezekiel 24:6 Por tanto así dijo el Señor Jehová: ¡Ay de la ciudad de sangres, de la olla no espumada, y que su espuma no salió de ella! Por sus piezas, por sus piezas la saca: no caiga sobre ella suerte. Ezekiel 24:7 Porque su sangre fue en medio de ella: sobre la cima de la piedra la puso: no la derramó sobre la tierra, para que fuese cubierta con polvo. Ezekiel 24:8 Para hacer subir la ira, para hacer venganza, yo puse su sangre sobre el lugar alto de la piedra, porque no sea cubierta. Ezekiel 24:9 Por tanto así dijo el Señor Jehová: ¡Ay de la ciudad de sangres! También yo pues haré gran hoguera: Ezekiel 24:10 Multiplicando la leña, encendiendo el fuego, consumiendo la carne, y haciendo la salsa; y los huesos serán quemados. Ezekiel 24:11 Y asentándola vacía sobre sus brasas, para que se caliente, y se queme su hondón, y se funda en ella su suciedad, y se consuma su espuma. Ezekiel 24:12 En fraudes se cansó, ni nunca salió de ella su mucha espuma: en fuego será consumida su espuma. Ezekiel 24:13 En tu suciedad mala fenecerás; porque te limpié, y no te limpiaste tú de tu suciedad: nunca más te limpiarás, hasta que yo haga descansar mi ira sobre ti. Ezekiel 24:14 Yo Jehová hablé: vino, e hice: no me tornaré atrás, ni habré misericordia, ni me arrepentiré: según tus caminos y tus obras te juzgarán, dijo el Señor Jehová. Ezekiel 24:15 Y fue palabra de Jehová a mí, diciendo: Ezekiel 24:16 Hijo del hombre, he aquí que yo te quito por muerte el deseo de tus ojos: no endeches, ni llores, ni te venga lágrima. Ezekiel 24:17 Repósate de gemir, ni hagas luto de mortuorios: ata tu bonete sobre ti, y pon tus zapatos en tus pies; y no te cubras con rebozo, ni comas pan de hombres. Ezekiel 24:18 Y hablé al pueblo por la mañana, y a la tarde murió mi mujer; y a la mañana hice como me fue mandado. Ezekiel 24:19 Y el pueblo me dijo: ¿No nos enseñarás qué nos significan estas cosas, que tú haces? Ezekiel 24:20 Y yo les dije: Palabra de Jehová fue a mí, diciendo: Ezekiel 24:21 Di a la casa de Israel: Así dijo el Señor Dios: He aquí que yo contamino mi santuario, la soberbia de vuestra fortaleza, el deseo de vuestros ojos, y el regalo de vuestra alma: vuestros hijos, y vuestras hijas que dejasteis, caerán a cuchillo. Ezekiel 24:22 Y haréis de la manera que yo hice: no os cubriréis con rebozo, ni comeréis pan de hombres. Ezekiel 24:23 Y vuestros bonetes estarán sobre vuestras cabezas, y vuestros zapatos en vuestros pies: no endecharéis ni lloraréis: mas consumiros heis a causa de vuestras maldades, y gemiréis unos con otros. Ezekiel 24:24 Y seros ha Ezequiel en portento: según todas las cosas que él hizo, haréis: en viniendo esto, entonces sabréis que yo soy el Señor Jehová. Ezekiel 24:25 Y tú, hijo del hombre, el día que yo quitaré de ellos su fortaleza, el gozo de su gloria, el deseo de sus ojos, y el cuidado de sus almas, sus hijos y sus hijas; Ezekiel 24:26 Ese día vendrá a ti un escapado, para traer las nuevas. Ezekiel 24:27 En aquel día se abrirá tu boca con el escapado; y hablarás, y no estarás más mudo; y serles has en portento; y sabrán que yo soy Jehová. Ezekiel 25:0 Ezekiel 25:1 Y fue palabra de Jehová a mí, diciendo: Ezekiel 25:2 Hijo del hombre, pon tu rostro hacia los hijos de Ammón, y profetiza sobre ellos. Ezekiel 25:3 Y dirás a los hijos de Ammón: Oíd palabra del Señor Jehová: Así dijo el Señor Jehová: Por cuanto dijiste: Hala, sobre mi santuario, que fue profanado; y sobre la tierra de Israel, que fue asolada; y sobre la casa de Judá, porque anduvieron a cautividad: Ezekiel 25:4 Por tanto he aquí que yo te entrego a los orientales por heredad; y pondrán sus palacios en ti, y pondrán en ti sus tiendas: ellos comerán tus sementeras, y beberán tu leche. Ezekiel 25:5 Y pondré, a Rabbat por habitación de camellos, y a los hijos de Ammón por majada de ovejas; y sabréis que yo soy Jehová. Ezekiel 25:6 Porque así dijo el Señor Jehová: Por cuanto tú batiste tus manos, y pateaste, y te gozaste de ánimo en todo tu menosprecio sobre la tierra de Israel: Ezekiel 25:7 Por tanto he aquí que yo extendí mi mano sobre ti, y yo te entregaré a las gentes para ser saqueada; y yo te cortaré de entre los pueblos, y te destruiré de entre las tierras: yo te raeré, y sabrás que yo soy Jehová. Ezekiel 25:8 Así dijo el Señor Jehová: Por cuanto dijo Moab y Seir: He aquí, la casa de Judá es como todas las gentes. Ezekiel 25:9 Por tanto he aquí que yo abro el lado de Moab desde las ciudades, desde sus ciudades que están en su fin, las tierras deseables de Bet-jesimot, y Baal-meón, y Cariataim, Ezekiel 25:10 Los hijos del oriente contra los hijos de Ammón; y yo la entregaré por heredad, para que no haya más memoria de los hijos de Ammón entre las naciones. Ezekiel 25:11 También en Moab haré juicios; y sabrán que yo soy Jehová. Ezekiel 25:12 Así dijo el Señor Jehová: Por lo que hizo Edom cuando hizo venganza contra la casa de Judá, que pecaron pecando, y se vengaron de ellos: Ezekiel 25:13 Por tanto así dijo el Señor Jehová: Yo también extenderé mi mano sobre Edom, y talaré de ella hombres y bestias, y la asolaré: desde Temán y Dedán caerán a cuchillo. Ezekiel 25:14 Y pondré mi venganza en Edom por la mano de mi pueblo Israel; y harán en Edom según mi enojo, y según mi ira; y conocerán mi venganza, dijo el Señor Jehová. Ezekiel 25:15 Así dijo el Señor Jehová: Por lo que hicieron los Palestinos con venganza cuando hicieron venganza con menosprecio de ánimo, hasta destrucción de enemistades perpetuas: Ezekiel 25:16 Por tanto así dijo el Señor Jehová: He aquí que yo extiendo mi mano sobre los Palestinos, y talaré los Cereteos, y destruiré el resto de la ribera de la mar. Ezekiel 25:17 Y haré en ellos grandes venganzas con reprensiones de ira; y sabrán que yo soy Jehová, cuando diere mi venganza en ellos. Ezekiel 26:0 Ezekiel 26:1 Y aconteció en el undécimo año, en el primero del mes, que fue palabra de Jehová a mí, diciendo: Ezekiel 26:2 Hijo del hombre, por cuanto Tiro dijo sobre Jerusalem: Hala, quebrantada es la que era puerta de los pueblos: a mí se convirtió: seré llena, ella desierta: Ezekiel 26:3 Por tanto así dijo el Señor Jehová: He aquí que yo contra ti, o! Tiro; y haré subir contra ti muchas naciones, como la mar hace subir sus ondas. Ezekiel 26:4 Y disiparán los muros de Tiro, y destruirán sus torres, y sacaré de ella su polvo, y ponerla he en la altura de la piedra. Ezekiel 26:5 Tendedero de redes será en medio de la mar; porque yo he hablado, dijo el Señor Jehová; y será saqueada de las naciones. Ezekiel 26:6 Y sus hijas que están en el campo, serán muertas a cuchillo; y sabrán que yo soy Jehová. Ezekiel 26:7 Porque así dijo el Señor Jehová: He aquí que yo traigo contra Tiro a Nabucodonosor, rey de Babilonia, de la parte del aquilón, rey de reyes, con caballos, y carros, y caballeros, y compañías, y mucho pueblo. Ezekiel 26:8 Tus hijas que están en el campo, matará a cuchillo, y pondrá contra ti ingenios, y fundará contra ti baluarte, y afirmará contra ti escudo. Ezekiel 26:9 Y pondrá contra ella trabucos, contra tus muros, y tus torres destruirá con sus martillos. Ezekiel 26:10 Con la multitud de sus caballos te cubrirá el polvo de ellos: con el estruendo de los caballeros, y de las ruedas, y de los carros temblarán tus muros, cuando entrare por tus puertas como por portillos de ciudad destruida. Ezekiel 26:11 Con las uñas de sus caballos hollará todas tus calles; a tu pueblo pasará a cuchillo; y las estatuas de tu fortaleza descenderán a tierra. Ezekiel 26:12 Y robarán tus riquezas, y saquearán tus mercaderías, y destruirán tus muros; y tus casas preciosas destruirán; y tus piedras, y tu madera, y tu polvo pondrán en medio de las aguas. Ezekiel 26:13 Y haré cesar el estruendo de tus canciones, y el son de tus vihuelas no se oirá más. Ezekiel 26:14 Y te pondré como altura de piedra: tendedero de redes serás, ni nunca más serás edificada; porque yo Jehová he hablado, dijo el Señor Jehová. Ezekiel 26:15 Así dijo el Señor Jehová a Tiro: Ciertamente del estruendo de tu caída, cuando gritarán los heridos, cuando la matanza será hecha en medio de ti, las islas temblarán. Ezekiel 26:16 Y todos los príncipes de la mar descenderán de sus tronos, y quitarán sus mantos, y desnudarán sus ropas bordadas; vestirse han de espantos, sentarse han sobre la tierra, y espavorecerse han a cada momento, y estarán atónitos sobre ti. Ezekiel 26:17 Y levantarán sobre ti endechas, y dirán sobre ti: ¿Cómo pereciste, poblada en las mares, ciudad que fue alabada, que fue fuerte en la mar, ella y sus moradores que ponían su espanto a todos sus moradores? Ezekiel 26:18 Ahora se espavorecerán las islas el día de tu caída; y espantarse han de tu salida las islas que están en la mar. Ezekiel 26:19 Porque así dijo el Señor Jehová: Yo te tornaré ciudad asolada, como las ciudades que no se habitan: yo haré subir sobre ti el abismo, y las muchas aguas te cubrirán. Ezekiel 26:20 Y te haré descender con los que descienden al sepulcro, con el pueblo del siglo; y te pondré en lo más bajo de la tierra, como los desiertos antiguos, con los que descienden al sepulcro, porque nunca más seas poblada; y yo daré gloria en la tierra de los vivientes. Ezekiel 26:21 Yo te tornaré en nada, y no serás; y no serás buscada, y nunca más serás hallada, dijo el Señor Jehová. Ezekiel 27:0 Ezekiel 27:1 Y fue palabra de Jehová a mí, diciendo: Ezekiel 27:2 Y tú, hijo del hombre, levanta endechas sobre Tiro. Ezekiel 27:3 Y dirás a Tiro, la que habita a los puertos de la mar, la mercadera de los pueblos, de muchas islas: Así dijo el Señor Jehová: Tiro, tú has dicho: Yo soy de perfecta hermosura: Ezekiel 27:4 En el corazón de las mares están tus términos: los que te edificaron, acabaron tu hermosura. Ezekiel 27:5 De hayas del monte Senir te fabricaron todas las tillas: tomaron cedros del Líbano para hacerte el mástil: Ezekiel 27:6 De castaños del Basán hicieron tus remos: compañía de Asirios hizo tus bancos de marfil de las islas de Quitim: Ezekiel 27:7 De fino lino bordado de Egipto fue tu cortina, para que te sirviese de vela: de cárdeno y grana de las islas de Elisa fue tu toldo. Ezekiel 27:8 Los moradores de Sidón y de Aruad fueron tus remeros: tus sabios, o! Tiro, estaban en ti, ellos fueron tus pilotos. Ezekiel 27:9 Los ancianos de Gebal y sus sabios repararon tus hendeduras: todas las galeras de la mar, y los remeros de ellas fueron en ti para negociar tus negocios. Ezekiel 27:10 Persas, y Lidos, y Africanos, fueron en tu ejército tus hombres de guerra: escudos y capacetes colgaron en ti: ellos te dieron tu honra. Ezekiel 27:11 Los hijos de Aruad con tu ejército estuvieron sobre tus muros al rededor, y los Pigmeos en tus torres: colgaron sus escudos sobre tus muros al derredor: ellos acabaron tu hermosura. Ezekiel 27:12 Társis tu mercadera, a causa de la multitud de todas riquezas en plata, hierro, estaño, y plomo, dio en tus ferias. Ezekiel 27:13 Grecia, Tubal, y Mesec, tus mercaderes, con hombres, y con vasos de metal dieron en tus ferias. Ezekiel 27:14 De la casa de Togorma, caballos, y caballeros, y mulos, dieron en tu mercado. Ezekiel 27:15 Los hijos de Dedán tus negociantes: muchas islas mercadería de tu mano: cuernos de marfil, y pavos te dieron en presente. Ezekiel 27:16 Siria tu mercadera por la multitud de tus hechuras con carbúnculos, granas, y vestidos bordados, y linos finos, y corales, y perlas, dio en tus ferias. Ezekiel 27:17 Judá, y la tierra de Israel, tus mercaderes con trigos, Minit, Pannag, y miel, y aceite, y triaca dieron en tu mercado. Ezekiel 27:18 Damasco tu mercadera por la multitud de tus hechuras, por la abundancia de todas riquezas, con vino de Holbón, y lana blanca. Ezekiel 27:19 Y Dan, y Grecia, y Mozel, dieron en tus ferias: hierro limpio, cañafístula, y caña aromática fue en tu mercado. Ezekiel 27:20 Dedán tu mercadera con paños preciosos para carros. Ezekiel 27:21 Arabia y todos los príncipes de Cedar mercaderes de tu mano en corderos, y carneros, y machos de cabrío, en estas cosas fueron tus mercaderes. Ezekiel 27:22 Los mercaderes de Sabá y de Reema fueron tus mercaderes con lo principal de toda especiería, y toda piedra preciosa, y oro, dieron en tus ferias. Ezekiel 27:23 Harán, y Canneh, y Edén: los mercaderes de Sabá, y Asiria, y Quelma, fueron en tu mercadería. Ezekiel 27:24 Estos fueron tus mercaderes en todas suertes de cosas: en mantos de cárdeno, y bordados, y en cajas de ropas preciosas, juntas con cordones, y en collares en tu negociación. Ezekiel 27:25 Las naos de Társis, tus cuadrillos fueron en tu negociación, y fuiste llena, y fuiste multiplicada en gran manera en medio de las mares. Ezekiel 27:26 En muchas aguas te trájeron tus remeros: viento solano te quebrantó en medio de las mares. Ezekiel 27:27 Tus riquezas, y tus mercaderías, y tu negociación, tus remeros, y tus pilotos, los reparadores de tus hendeduras, y los negociantes de tus negocios, y todos tus hombres de guerra que fueron en ti, y toda tu compañía que está en medio de ti, caerán en medio de las mares el día de tu caída. Ezekiel 27:28 Al estruendo de las voces de tus marineros temblarán los ejidos. Ezekiel 27:29 Y descenderán de sus naves todos los que toman remo: remeros, y todos los pilotos de la mar se pararán sobre la tierra: Ezekiel 27:30 Y harán oír su voz sobre ti, y gritarán amargamente, y echarán polvo sobre sus cabezas, y revolcarse han en la ceniza. Ezekiel 27:31 Y harán por ti calva, y ceñirse han de sacos, y endecharán por ti endechas amargas con amargura de alma. Ezekiel 27:32 Y levantarán sobre ti endechas en sus lamentaciones, y endecharán sobre ti: ¿Quién como Tiro, cortada en medio de la mar? Ezekiel 27:33 Cuando tus mercaderías salían de las mares, hartabas muchos pueblos: los reyes de la tierra enriqueciste con la multitud de tus riquezas, y de tus contrataciones. Ezekiel 27:34 En el tiempo que serás quebrantada de las mares, en los profundos de las aguas, tu contratación y toda tu compañía caerán en medio de ti. Ezekiel 27:35 Todos los moradores de las islas se maravillarán sobre ti, y sus reyes temblarán de temblor: turbarse han en sus rostros. Ezekiel 27:36 Los mercaderes en los pueblos silbarán sobre ti: conturbada fuiste, mas nunca más serás para siempre. Ezekiel 28:0 Ezekiel 28:1 Y fue palabra de Jehová a mí, diciendo: Ezekiel 28:2 Hijo del hombre, di al príncipe de Tiro: Así dijo el Señor Jehová: Por cuanto se enalteció tu corazón, y dijiste: Yo soy Dios, en el asiento de Dios estoy sentado en medio de las mares, siendo tú hombre, y no Dios; y pusiste tu corazón como corazón de Dios: Ezekiel 28:3 He aquí que tú eres más sabio que Daniel: nada hay oculto que a ti sea oculto: Ezekiel 28:4 Con tu sabiduría, y con tu prudencia te has juntado riquezas, y has adquirido oro y plata en tus tesoros; Ezekiel 28:5 Con la multitud de sabiduría en tu contratación has multiplicado tus riquezas; y a causa de tus riquezas se ha enaltecido tu corazón. Ezekiel 28:6 Por tanto así dijo el Señor Jehová: Por cuanto pusiste tu corazón como corazón de Dios: Ezekiel 28:7 Por tanto he aquí que yo traigo sobre ti extraños, los fuertes de las naciones, que desvainarán sus espadas contra la hermosura de tu sabiduría, y ensuciarán tu resplandor. Ezekiel 28:8 En la sepultura te harán descender, y morirás de las muertes de los que mueren en medio de las mares. Ezekiel 28:9 ¿Hablarás delante de tu matador, diciendo: Yo soy Dios? Tú hombre serás, y no Dios, en la mano de tu matador. Ezekiel 28:10 De muertes de incircuncisos morirás por mano de extraños; porque yo he hablado, dijo el Señor Jehová. Ezekiel 28:11 ¶ Y fue palabra de Jehová a mí, diciendo: Ezekiel 28:12 Hijo del hombre, levanta endechas sobre el rey de Tiro, y decirle has: así dijo el Señor Jehová: Tú sellas la suma, lleno de sabiduría, y acabado de hermosura. Ezekiel 28:13 En Edén, en el huerto de Dios, estuviste: toda piedra preciosa fue tu vestidura: sardio, topacio, diamante, turquesa, ónix, y berilo, zafiro, carbúnculo, y esmeralda, y oro: las obras de tus atambores y de tus pífanos estuvieron apercibidas en ti el día que fuiste creado. Ezekiel 28:14 Tú, querubín grande, que cubre, y yo te puse: en el santo monte de Dios estuviste: en medio de piedras de fuego anduviste. Ezekiel 28:15 Acabado eras en todos tus caminos desde el día que fuiste creado, hasta que se halló maldad en ti. Ezekiel 28:16 A causa de la multitud de tu contratación fuiste lleno de iniquidad, y pecaste; y yo te eché del monte de Dios, y te eché a mal de entre las piedras de fuego, o! querubín que cubre. Ezekiel 28:17 Enaltecióse tu corazón a causa de tu hermosura, corrompiste tu sabiduría a causa de tu resplandor: yo te arrojaré por tierra: delante de los reyes te pondré para que miren en ti. Ezekiel 28:18 Con la multitud de tus maldades, y con la iniquidad de tu contratación ensuciaste tu santuario: yo pues saqué fuego de en medio de ti, el cual te consumió; y te puse en ceniza sobre la tierra en los ojos de todos los que te miran. Ezekiel 28:19 Todos los que te conocieron en los pueblos, se maravillarán sobre ti: conturbado fuiste, y nunca más serás para siempre. Ezekiel 28:20 ¶ Y fue palabra de Jehová a mí, diciendo: Ezekiel 28:21 Hijo del hombre, pon tu rostro sobre Sidón, y profetiza contra ella; Ezekiel 28:22 Y dirás: Así dijo el Señor Jehová: He aquí, yo contra ti, o! Sidón, y seré glorificado en medio de ti; y sabrán que yo soy Jehová, cuando hiciere en ella juicios, y me santificare en ella. Ezekiel 28:23 Y enviaré en ella pestilencia y sangre en sus plazas, y caerán muertos en medio de ella con espada contra ella al derredor: y sabrán que yo soy Jehová. Ezekiel 28:24 Y nunca más será a la casa de Israel espino que le punce, ni espino que le dé dolor, en todos los al derredores de los que los menosprecían; y sabrán que yo soy Jehová. Ezekiel 28:25 ¶ Así dijo el Señor Jehová: Cuando juntaré la casa de Israel de los pueblos entre los cuales están esparcidos, y en ellos me santificaré en los ojos de las gentes, habitarán sobre su tierra, la cual di a mi siervo Jacob. Ezekiel 28:26 Y habitarán sobre ella seguros; y edificarán casas, y plantarán viñas, y habitarán confiadamente, cuando yo haré juicios en todos los que los saquean en sus al derredores; y sabrán que yo soy Jehová su Dios. Ezekiel 29:0 Ezekiel 29:1 En el año décimo, en el mes décimo, a los doce del mes, fue palabra de Jehová a mí, diciendo: Ezekiel 29:2 Hijo del hombre, pon tu rostro contra Faraón rey de Egipto; y profetiza contra él, y contra todo Egipto. Ezekiel 29:3 Habla, y dí: Así dijo el Señor Jehová, He aquí, yo contra ti, Faraón, rey de Egipto, el gran dragón que duerme en medio de sus ríos, que dijo: mío es mi río, y yo me lo hice. Ezekiel 29:4 Yo pues pondré anzuelos en tus mejillas, y pegaré los peces de tus ríos a tus escamas, y yo te sacaré de en medio de tus ríos, y todos los peces de tus ríos saldrán pegados a tus escamas. Ezekiel 29:5 Y dejarte he en el desierto, a ti y a todos los peces de tus ríos: sobre la haz del campo caerás; no serás recogido, ni serás juntado: a las bestias de la tierra, y a las aves del cielo te he dado por comida. Ezekiel 29:6 Y sabrán todos los moradores de Egipto que yo soy Jehová: por cuanto fueron bordón de caña a la casa de Israel. Ezekiel 29:7 Cuando te tomaren con la mano, te quebrarás, y les romperás todo el hombro; y cuando se recostaren sobre ti, te quebrarás, y hacerles has parar todos los riñones. Ezekiel 29:8 Por tanto así dijo el Señor Jehová: He aquí que yo traigo contra ti espada, y talaré de ti hombres, y bestias. Ezekiel 29:9 Y la tierra de Egipto será asolada y desierta; y sabrán que yo soy Jehová; porque dijo: Mi río, y yo lo hice. Ezekiel 29:10 Por tanto he aquí yo contra ti, y a tus ríos; y pondré la tierra de Egipto en asolamientos de la soledad del desierto: desde la torre de Sevené, hasta el término de Etiopía. Ezekiel 29:11 No pasará por ella pie de hombre, ni pie de bestia pasará por ella, ni será habitada por cuarenta años. Ezekiel 29:12 Y pondré a la tierra de Egipto en soledad entre las tierras asoladas, y sus ciudades entre las ciudades destruidas serán asoladas por cuarenta años; y esparciré a Egipto entre las naciones, y aventarlos he por las tierras. Ezekiel 29:13 Porque así dijo el Señor Jehová: Al fin de cuarenta años juntaré a Egipto de los pueblos entre los cuales fueren esparcidos. Ezekiel 29:14 Y tornaré a traer los cautivos de Egipto: yo los tornaré a la tierra de Patures, a la tierra de su habitación; y allí serán reino bajo. Ezekiel 29:15 En comparación de los otros reinos será humilde, ni más se alzará sobre las naciones; porque yo los disminuiré para que no se enseñoreen en las naciones. Ezekiel 29:16 Y no será más a la casa de Israel por confianza, que haga acordar el pecado, mirando en pos de ellos; y sabrán que yo soy el Señor Jehová. Ezekiel 29:17 ¶ Y aconteció en el año veinte y siete, en el mes primero, al primero del mes, que fue palabra de Jehová a mí, diciendo: Ezekiel 29:18 Hijo del hombre, Nabucodonosor, rey de Babilonia, hizo servir a su ejército grande servidumbre contra Tiro: toda cabeza se descabelló, y todo hombro se peló; y ni para él ni para su ejército hubo paga de Tiro, por la servidumbre que sirvió contra ella. Ezekiel 29:19 Por tanto así dijo el Señor Jehová: He aquí que yo doy a Nabucodonosor, rey de Babilonia, la tierra de Egipto; y él tomará su multitud, y despojará sus despojos, y robará su presa, y habrá paga para su ejército. Ezekiel 29:20 Por su trabajo con que sirvió en ella yo le he dado la tierra de Egipto; porque hicieron por mí, dijo el Señor Jehová. Ezekiel 29:21 En aquel tiempo haré reverdecer el cuerno a la casa de Israel, y yo te daré abertura de boca en medio de ellos; y sabrán que yo soy Jehová. Ezekiel 30:0 Ezekiel 30:1 Y fue palabra de Jehová a mí, diciendo: Ezekiel 30:2 Hijo del hombre, profetiza, y dí: Así dijo el Señor Jehová: Aullád, ¡ay del día! Ezekiel 30:3 Porque cerca está el día, que cerca está el día del Señor; día de nublado: día de las gentes será. Ezekiel 30:4 Y vendrá espada en Egipto, y habrá miedo en Etiopía, cuando caerán heridos en Egipto, y tomarán su multitud, y serán destruidos sus fundamentos. Ezekiel 30:5 Etiopía, y Libia, y Lidia, y todo el vulgo, y Cub, y los hijos de la tierra de la liga caerán con ellos a cuchillo. Ezekiel 30:6 Así dijo Jehová: También caerán los que sustentan a Egipto; y la altivez de su fortaleza caerá: desde la torre de Sevené caerán en él a cuchillo, dijo el Señor Jehová. Ezekiel 30:7 Y serán asolados entre las tierras asoladas; y sus ciudades serán entre las ciudades desiertas. Ezekiel 30:8 Y sabrán que yo soy Jehová, cuando yo pusiere fuego a Egipto, y fueren quebrantados todos sus ayudadores. Ezekiel 30:9 En aquel tiempo saldrán mensajeros de delante de mí en navíos a espantar a Etiopía la confiada; y tendrán espanto como en el día de Egipto; porque he aquí que viene. Ezekiel 30:10 Así dijo el Señor Jehová: Haré cesar la multitud de Egipto por mano de Nabucodonosor, rey de Babilonia: Ezekiel 30:11 El, y su pueblo con él, los más fuertes de las naciones serán traídos a destruir la tierra; y desvainarán sus espadas sobre Egipto; y henchirán la tierra de muertos. Ezekiel 30:12 Y secaré los ríos, y entregaré la tierra en mano de malos, y destruiré la tierra y su plentitud por mano de extranjeros: yo Jehová he hablado. Ezekiel 30:13 Así dijo el Señor Jehová: Y destruiré las imágenes, y haré cesar los ídolos de Mémfis, y no habrá más capitán de la tierra de Egipto, y pondré temor en la tierra de Egipto. Ezekiel 30:14 Y asolaré a Patures, y pondré fuego a Tafnes, y haré juicios en No. Ezekiel 30:15 Y derramaré mi ira sobre Pelusio, la fuerza de Egipto, y talaré la multitud de No. Ezekiel 30:16 Y pondré fuego a Egipto: Pelusio tendrá gran dolor, y No será rota, y Mémfis tendrá continas angustias. Ezekiel 30:17 Los mancebos de Heliópolis y de Pubasti caerán a cuchillo, y ellas irán en cautividad. Ezekiel 30:18 Y en Tafnes será prohibido el día, quebrantando yo allí las barras de Egipto; y allí cesará la soberbia de su fortaleza: nublado la cubrirá, y los moradores de sus aldeas irán en cautividad. Ezekiel 30:19 Y haré juicios en Egipto; y sabrán que yo soy Jehová. Ezekiel 30:20 ¶ Y aconteció en el año undécimo, en el mes primero, a los siete del mes, que fue palabra de Jehová a mí, diciendo: Ezekiel 30:21 Hijo del hombre, yo he quebrantado el brazo de Faraón, rey de Egipto; y he aquí que no ha sido vendado, para que se le pongan medicinas, para que se lo ponga venda para ligarle, para esforzarle a que pueda tener espada. Ezekiel 30:22 Por tanto así dijo el Señor Jehová: He aquí que yo vengo a Faraón, rey de Egipto, y quebraré sus brazos fuertes; y quebrado es; y haré que la espada se le caiga de la mano. Ezekiel 30:23 Y esparciré entre las naciones a Egipto, y aventarlos he por las tierras. Ezekiel 30:24 Y fortificaré los brazos del rey de Babilonia, y daré mi espada en su mano; y quebraré los brazos de Faraón, y delante de él gemirá con gemidos de herido de muerte. Ezekiel 30:25 Y fortificaré los brazos del rey de Babilonia, y los brazos de Faraón caerán; y sabrán que yo soy Jehová, cuando yo diere mi espada en la mano del rey de Babilonia, y él la extendiere sobre la tierra de Egipto. Ezekiel 30:26 Y esparciré a Egipto entre las naciones, y aventarlos he por las tierras; y sabrán que yo soy Jehová. Ezekiel 31:0 Ezekiel 31:1 Y aconteció en el año onceno, en el mes tercero, al primero del mes, que fue palabra de Jehová a mí, diciendo: Ezekiel 31:2 Hijo del hombre, di a Faraón, rey de Egipto, y a su pueblo: ¿A quién te comparaste en tu grandeza? Ezekiel 31:3 He aquí el Asur, cedro en el Líbano, hermoso en ramas, y sombrío con sus ramos, y alto en grandeza, y su copa fue entre la espesura. Ezekiel 31:4 Las aguas le hicieron crecer, el abismo le encumbró: sus ríos iban al derredor de su pie, y a todos los árboles del campo enviaba sus corrientes. Ezekiel 31:5 Por tanto se encumbró su altura sobre todos los árboles del campo, y sus ramos se multiplicaron, y sus ramas se alongaron a causa de sus muchas aguas que enviaba. Ezekiel 31:6 En sus ramas hacían nido todas las aves del cielo, y debajo de sus ramas parían todas las bestias del campo, y a su sombra habitaban muchas naciones. Ezekiel 31:7 Hízose hermoso en su grandeza con la longura de sus ramas; porque su raíz estaba junto a las muchas aguas. Ezekiel 31:8 Los cedros no lo cubrieron en el huerto de Dios: hayas no fueron semejantes a sus ramas, ni castaños fueron semejantes a sus ramos: ningún árbol en el huerto de Dios fue semejante a él en su hermosura. Ezekiel 31:9 Yo le hice hermoso con la multitud de sus ramas; y todos los árboles de Edén, que estaban en el huerto de Dios, tuvieron envidia de él. Ezekiel 31:10 Por tanto así dijo el Señor Jehová: Por cuanto te encumbraste en altura, y puso su cumbre entre la espesura, y su corazón se elevó con su altura, Ezekiel 31:11 Yo le entregué en mano del fuerte de las gentes, él le tratará: por su impiedad le derribé. Ezekiel 31:12 Y extraños le cortarán, los fuertes de las naciones, y dejarlo han: sus ramas caerán sobre los montes, y por todos los valles, y por todos los arroyos de la tierra serán quebrados sus ramos; e irse han de su sombra todos los pueblos de la tierra, y dejarle han. Ezekiel 31:13 Sobre su ruina habitarán todas las aves del cielo, y sobre sus ramas estarán todas las bestias del campo. Ezekiel 31:14 Porque no se eleven en su altura todos los árboles de las aguas, ni pongan su cumbre entre las espesuras, ni en sus ramas se paren en su altura todos los que beben aguas; porque todos serán entregados a muerte, a la tierra baja, en medio de los hijos de los hombres, con los que descienden a la sepultura. Ezekiel 31:15 Así dijo el Señor Jehová: El día que descendió al infierno, hice hacer luto, hice cubrir por él el abismo, y detuve sus ríos; y las muchas aguas fueron detenidas; y al Líbano cubrí de tinieblas por él, y todos los árboles del campo se desmayaron. Ezekiel 31:16 Del estruendo de su caída hice temblar las naciones, cuando le hice descender al infierno con los que descienden a la sepultura; y todos los árboles de Edén escogidos, y los mejores del Líbano, todos los que beben aguas, tomaron consolación en la tierra baja. Ezekiel 31:17 También ellos descendieron con él al infierno con los muertos a cuchillo, los que fueron su brazo, los que estuvieron a su sombra en medio de las gentes. Ezekiel 31:18 ¿A quién pues te has comparado así en gloria y en grandeza entre los árboles de Edén? Serás pues derribado con los árboles de Edén en la tierra baja: entre los incircuncisos yacerás con los muertos a cuchillo. Este es Faraón y todo su pueblo, dijo el Señor Jehová. Ezekiel 32:0 Ezekiel 32:1 Y aconteció en el año duodécimo, en el mes duodécimo, al primero del mes, que fue palabra de Jehová a mí, diciendo: Ezekiel 32:2 Hijo del hombre, levanta endechas sobre Faraón, rey de Egipto, y díle: A leoncillo de naciones eres semejante, y eres como la ballena en las mares: que sacabas tus ríos, y enturbiabas las aguas con tus pies, y hollabas sus riberas. Ezekiel 32:3 Así dijo el Señor Jehová: Yo extenderé sobre ti mi red con congregación de muchos pueblos, y hacerte han subir con mi red. Ezekiel 32:4 Y te dejaré en tierra: yo te echaré sobre la haz del campo, y haré que se asienten sobre ti todas las aves del cielo, y hartaré de ti las bestias de toda la tierra. Ezekiel 32:5 Y pondré tus carnes sobre los montes, y henchiré los valles de tu altura. Ezekiel 32:6 Y regaré la tierra donde tu nadas de tu sangre, hasta los montes, y los arroyos se henchirán de ti. Ezekiel 32:7 Y cuando te mataré cubriré los cielos; y haré entenebrecer sus estrellas: el sol cubriré con nublado, y la luna no hará resplandecer su luz. Ezekiel 32:8 Todas las lumbreras de luz haré entenebrecer en el cielo por ti, y pondré tinieblas sobre tu tierra, dijo el Señor Jehová. Ezekiel 32:9 Y entristeceré el corazón de muchos pueblos, cuando llevaré en las naciones tu quebrantamiento, por las tierras que no conociste. Ezekiel 32:10 Y haré atónitos sobre ti muchos pueblos; y sus reyes sobre ti tendrán horror grande, cuando haré resplandecer mi espada delante de sus rostros, y todos se despavorirán en sus ánimos a cada momento en el día de tu caída. Ezekiel 32:11 Porque así dijo el Señor Jehová: La espada del rey de Babilonia te vendrá. Ezekiel 32:12 A espadas de fuertes haré caer tu pueblo, todos ellos serán los fuertes de las naciones; y destruirán la soberbia de Egipto, y toda su multitud será deshecha. Ezekiel 32:13 Todas sus bestias destruiré de sobre las muchas aguas; ni más las enturbiará pie de hombre, ni uñas de bestias las enturbiarán. Ezekiel 32:14 Entonces haré hundir sus aguas, y haré ir sus ríos como aceite, dijo el Señor Jehová. Ezekiel 32:15 Cuando asolaré la tierra de Egipto, y la tierra fuere asolada de su plenitud, cuando heriré a todos los que en ella moran, sabrán que yo soy Jehová. Ezekiel 32:16 Esta es la endecha, y cantarla han: las hijas de las naciones la cantarán: endecharán sobre Egipto, y sobre toda su multitud, dijo el Señor Jehová. Ezekiel 32:17 ¶ Y aconteció en el año duodécimo, a los quince del mes, que fue palabra de Jehová a mí, diciendo: Ezekiel 32:18 Hijo del hombre, endecha sobre la multitud de Egipto; y despéñale a él, y a las villas de las naciones fuertes, en la tierra de los profundos, con los que descienden a la sepultura. Ezekiel 32:19 Porque eres tan hermoso, desciende, y yace con los incircuncisos. Ezekiel 32:20 Entre los muertos a espada caerán: a la espada es entregado: traédle a él, y a todos sus pueblos. Ezekiel 32:21 Hablarán a él los fuertes de los fuertes de en medio del infierno, con los que le ayudaron, que descendieron, y yacieron con los incircuncisos muertos a cuchillo. Ezekiel 32:22 Allí el Assur con toda su multitud: sus sepulcros estarán en sus al derredores, todos ellos muertos a cuchillo. Ezekiel 32:23 Sus sepulcros fueron puestos a los lados del sepulcro, y su multitud está por los al derredores de su sepulcro: todos ellos cayeron muertos a cuchillo los cuales pusieron miedo en la tierra de los vivientes. Ezekiel 32:24 Allí Elam y toda su multitud por los al derredores de su sepulcro: todos ellos cayeron muertos a cuchillo, los cuales descendieron incircuncisos a la tierra de los profundos, que pusieron su temor en la tierra de los vivientes, y llevaron su vergüenza con los que descienden al sepulcro. Ezekiel 32:25 En medio de los muertos le pusieron cama con toda su multitud, por sus al derredores sus sepulcros: todos ellos incircuncisos muertos a cuchillo, porque fue puesto su espanto en la tierra de los vivientes, y llevaron su vergüenza con los que descienden al sepulcro: en medio de los muertos fue puesto. Ezekiel 32:26 Allí Mesec y Tubal, y toda su multitud, sus sepulcros en sus al derredores: todos ellos incircuncisos muertos a cuchillo, porque dieron su temor en la tierra de los vivientes. Ezekiel 32:27 Y no yacerán con los fuertes que cayeron de los incircuncisos, los cuales descendieron al infierno con sus armas de guerra, y pusieron sus espadas debajo de sus cabezas: mas sus pecados estarán sobre sus huesos; porque fueron terror de fuertes en la tierra de los vivientes. Ezekiel 32:28 Mas tú entre los incircuncisos serás quebrantado, y yacerás con los muertos a cuchillo. Ezekiel 32:29 Allí Idumea, sus reyes, y todos sus príncipes, los cuales con su fortaleza fueron puestos con los muertos a cuchillo; ellos yacerán con los incircuncisos, y con los que descienden al sepulcro. Ezekiel 32:30 Allí los príncipes del aquilón, todos ellos, y todos los de Sidón, que con su terror descendieron con los muertos, avergonzados de su fortaleza, también yacieron incircuncisos con los muertos a cuchillo; y llevaron su vergüenza con los que descienden al sepulcro. Ezekiel 32:31 A estos verá Faraón, y consolarse ha sobre toda su multitud: muerto a cuchillo Faraón, y todo su ejército, dijo el Señor Jehová. Ezekiel 32:32 Porque yo puse mi terror en la tierra de los vivientes, también yacerá entre los incircuncisos con los muertos a cuchillo, Faraón y toda su multitud, dijo el Señor Jehová. Ezekiel 33:0 Ezekiel 33:1 Y fue palabra de Jehová a mí, diciendo: Ezekiel 33:2 Hijo del hombre, habla a los hijos de tu pueblo, y díles: Cuando yo trajere espada sobre la tierra, y el pueblo de la tierra tomaré un hombre de sus términos, y se le pusiere por atalaya; Ezekiel 33:3 Y él viere venir la espada sobre la tierra, y tocare corneta, y avisare al pueblo: Ezekiel 33:4 Cualquiera que oyere el son de la corneta, y no se apercibiere, y viniere la espada, y le tomare, su sangre será sobre su cabeza. Ezekiel 33:5 ¿El son de la corneta oyó, y no se apercibió? su sangre será sobre él: mas el que se apercibiere, su vida escapó, Ezekiel 33:6 Mas si el atalaya viere venir la espada, y no tocare la corneta, y el pueblo no se apercibiere, y viniere la espada, y tomare de él alguno, él por causa de su pecado fue tomado: mas su sangre yo la demandaré de la mano del atalaya. Ezekiel 33:7 Tú pues, hijo del hombre, yo te he puesto por atalaya a la casa de Israel, y oirás la palabra de mi boca, y apercebirlos has de mi parte. Ezekiel 33:8 Diciendo yo al impío: Impío, muerte morirás; y tú no hablares para que se guarde el impío de su camino, el impío morirá por su pecado, mas su sangre yo la demandaré de tu mano, Ezekiel 33:9 Y si tú avisares al impío de su camino, para que se aparte de él, y él no se apartare de su camino, él morirá por su pecado, y tú escapaste tu alma. Ezekiel 33:10 Tú pues, hijo del hombre, di a la casa de Israel: Vosotros habéis hablado así, diciendo: Nuestras rebeliones y nuestros pecados están sobre nosotros, y a causa de ellos somos consumidos; ¿Cómo pues viviremos? Ezekiel 33:11 Díles: Vivo yo, dijo el Señor Jehová, que no quiero la muerte del impío, si no que se torne el impío de su camino, y que viva. Volvéos, volvéos de vuestros malos caminos: ¿y por qué moriréis, o! casa de Israel? Ezekiel 33:12 ¶ Y tú, o! hijo del hombre, di a los hijos de tu pueblo: La justicia del justo no le escapará el día que se rebelare; y la impiedad del impío no le será estorbo el día que se volviere de su impiedad; y el justo no podrá vivir por su justicia el día que pecare. Ezekiel 33:13 Diciendo yo al justo: Viviendo vivirá; y él, confiado en su justicia, hiciere iniquidad, todas sus justicias no vendrán en memoria: mas por su iniquidad que hizo, morirá. Ezekiel 33:14 Y diciendo yo al impío: Muriendo morirás; y él se volviere de su pecado, e hiciere juicio y justicia; Ezekiel 33:15 Si el impío restituyere la prenda, volviere lo que hubiere robado, en las ordenanzas de vida caminare, no haciendo iniquidad: viviendo vivirá, y no morirá. Ezekiel 33:16 Todos sus pecados que pecó no le vendrán en memoria: ¿hizo juicio y justicia? viviendo vivirá. Ezekiel 33:17 Y dirán los hijos de tu pueblo: No es recta la vía del Señor: la vía de ellos es la que no es recta. Ezekiel 33:18 Cuando el justo se apartare de su justicia e hiciere iniquidad, morirá por ello. Ezekiel 33:19 Y cuando el impío se apartare de su impiedad e hiciere juicio y justicia, vivirá por ello. Ezekiel 33:20 Y dijisteis: No es recta la vía del Señor. Yo os juzgaré, o! casa de Israel, a cada uno conforme a sus caminos. Ezekiel 33:21 ¶ Y aconteció en el año duodécimo de nuestro cautiverio, en el mes décimo, a los cinco del mes, que vino a mí un escapado de Jerusalem, diciendo: la ciudad ha sido herida. Ezekiel 33:22 Y la mano de Jehová había sido sobre mí la tarde antes que el escapado viniese, y había abierto mi boca, hasta que vino a mí por la mañana; y abrió mi boca, y nunca más callé. Ezekiel 33:23 ¶ Y fue palabra de Jehová a mí, diciendo: Ezekiel 33:24 Hijo del hombre, los que habitan estos desiertos en la tierra de Israel, hablando dicen: Abraham era uno, y poseyó la tierra; pues nosotros muchos, a nosotros es dada la tierra en posesión. Ezekiel 33:25 Por tanto díles: Así dijo el Señor Jehová: Con sangre comeréis, y a vuestros ídolos alzaréis vuestros ojos, y sangre derramaréis: ¿y poseeréis esta tierra? Ezekiel 33:26 Estuvisteis sobre vuestras espadas, hicisteis abominación, y cada uno contaminasteis la mujer de su prójimo: ¿y poseeréis esta tierra? Ezekiel 33:27 Les dirás así: Así dijo el Señor Jehová: Vivo yo que los que están en los desiertos, caerán a cuchillo; y al que estuviere sobre la haz del campo entregaré a las bestias, que lo traguen; y los que estuvieren en las fortalezas y en las cuevas, de pestilencia morirán. Ezekiel 33:28 Y pondré la tierra en desierto y en soledad, y cesará la soberbia de su fortaleza; y los montes de Israel serán asolados, que no haya quien pase. Ezekiel 33:29 Y sabrán que yo soy Jehová, cuando pusiere la tierra en soledad y desierto, por todas sus abominaciones que han hecho. Ezekiel 33:30 Y tú, o! hijo del hombre, los hijos de tu pueblo se mofan de ti junto a las paredes, y a las puertas de las casas, y habla el uno con el otro, cada uno con su hermano, diciendo: Veníd ahora, y oíd qué palabra que sale de Jehová. Ezekiel 33:31 Y vendrán a ti como venida de pueblo, y asentarse han delante de ti mi pueblo, y oirán tus palabras, y no las harán: antes hacen escarnios con sus bocas, y el corazón de ellos anda en pos de su avaricia. Ezekiel 33:32 Y he aquí que tú eres a ellos como canción de amores, gracioso de voz y que canta bien: y oirán tus palabras, mas no las harán. Ezekiel 33:33 Mas cuando ello viniere, he aquí que viene, sabrán que hubo profeta entre ellos. Ezekiel 34:0 Ezekiel 34:1 Y fue palabra de Jehová a mí, diciendo: Ezekiel 34:2 Hijo del hombre, profetiza contra los pastores de Israel: profetiza, y díles a los pastores: Así dijo el Señor Jehová: ¡Ay de los pastores de Israel, que apacientan a sí mismos! Los pastores no apacientan las ovejas. Ezekiel 34:3 Coméis la leche, y os vestís de la lana, la gruesa degolláis, no apacentáis las ovejas. Ezekiel 34:4 No esforzasteis las flacas, ni curasteis la enferma: no ligasteis la perniquebrada, no tornasteis la amontada, ni buscasteis la perdida: mas os enseñoreasteis de ellas con dureza, y con violencia. Ezekiel 34:5 Y están derramadas por falta de pastor; y fueron para ser comidas de toda bestia del campo, y fueron esparcidas. Ezekiel 34:6 Y anduvieron perdidas mis ovejas por todos los montes, y en todo collado alto; y en toda la haz de la tierra fueron derramadas mis ovejas, y no hubo quien buscase, ni quien requiriese. Ezekiel 34:7 Por tanto, pastores, oíd palabra de Jehová: Ezekiel 34:8 Vivo yo, dijo el Señor Jehová, si no por cuanto mi rebaño fue para ser robado, y mis ovejas fueron para ser comidas de toda bestia del campo, sin pastor; ni mis pastores buscaron mis ovejas, mas los pastores se apacentaron a sí mismos, y no apacentaron mis ovejas: Ezekiel 34:9 Por tanto, o! pastores, oíd palabra de Jehová: Ezekiel 34:10 Así dijo el Señor Jehová: He aquí que yo a los pastores; y requeriré mis ovejas de su mano, y yo los haré dejar de apacentar las ovejas, ni más los pastores se apacentarán a sí mismos; y yo escaparé mis ovejas de sus bocas, ni más les serán por comida. Ezekiel 34:11 Porque así dijo el Señor Jehová: He aquí que yo, yo, requeriré mis ovejas, y las reconoceré. Ezekiel 34:12 Como reconoce su rebaño el pastor el día que está en medio de sus ovejas esparcidas; así reconoceré mis ovejas, y las escaparé de todos los lugares en que fueron esparcidas el día del nublado y de la oscuridad. Ezekiel 34:13 Y yo las sacaré de los pueblos, y las juntaré de las tierras; y las meteré en su tierra, y las apacentaré en los montes de Israel, por las riberas, y en todas las habitaciones de la tierra. Ezekiel 34:14 En buenos pastos las apacentaré, y en los altos montes de Israel será su majada: allí dormirán en buena majada, y en pastos gruesos serán apacentadas en los montes de Israel. Ezekiel 34:15 Yo apacentaré mis ovejas, y yo les haré tener majada, dijo el Señor Jehová. Ezekiel 34:16 Yo buscaré la perdida, y tornaré la amontada, y ligaré la perniquebrada, y esforzaré la enferma: mas a la gruesa, y a la fuerte destruiré: yo las apacentaré en juicio. Ezekiel 34:17 Mas vosotras ovejas mías, así dijo el Señor Jehová: He aquí que yo juzgo entre oveja y oveja, los carneros y los machos de cabrío. Ezekiel 34:18 ¿Poco os es que comáis los buenos pastos, sino que también holléis con vuestros pies lo que queda de vuestros pastos, y que bebáis las profundas aguas, sino que también las que quedan holléis con vuestros pies? Ezekiel 34:19 Y mis ovejas coman la reholladura de vuestros pies, y la reholladura de vuestros pies beban. Ezekiel 34:20 Por tanto el Señor Jehová dijo así a ellos: He aquí que yo, yo, juzgaré entre la oveja gruesa y la oveja flaca: Ezekiel 34:21 Por cuanto rempujasteis con el lado y con el hombro, y acorneasteis con vuestros cuernos a todas las flacas, hasta que las esparcisteis fuera. Ezekiel 34:22 Yo salvaré a mis ovejas, y nunca más serán en rapiña; y juzgaré entre oveja y oveja. Ezekiel 34:23 Y despertaré sobre ellas un pastor, y él las apacentará, a mi siervo David: él las apacentará, y él les será por pastor. Ezekiel 34:24 Y yo Jehová les seré por Dios, y mi siervo David príncipe en medio de ellos. Yo Jehová he hablado. Ezekiel 34:25 Y concertaré con ellos concierto de paz; y haré cesar de la tierra las malas bestias; y habitarán en el desierto seguramente, y dormirán en los bosques. Ezekiel 34:26 Y daré a ellas, y a los al derredores de mi collado bendición; y haré descender la lluvia en su tiempo: lluvias de bendición serán. Ezekiel 34:27 Y el árbol del campo dará su fruto, y la tierra dará su fruto, y estarán sobre su tierra seguramente; y sabrán que yo soy Jehová, cuando yo quebraré las coyundas de su yugo, y los libraré de mano de los que se sirven de ellos. Ezekiel 34:28 Y no serán más presa de las gentes, y las bestias de la tierra nunca más las comerán: y habitarán seguramente, y no habrá quien espante. Ezekiel 34:29 Y despertarles he una planta por nombre, ni más serán consumidos de hambre en la tierra, y no serán más avergonzados de las gentes. Ezekiel 34:30 Y sabrán que yo su Dios Jehová soy con ellos, y ellos son mi pueblo, la casa de Israel, dijo el Señor Jehová. Ezekiel 34:31 Y vosotras ovejas mías, ovejas de mi pasto, vosotros sois hombres: yo vuestro Dios, dijo el Señor Jehová. Ezekiel 35:0 Ezekiel 35:1 Y fue palabra de Jehová a mí, diciendo: Ezekiel 35:2 Hijo del hombre, pon tu rostro hacia el monte de Seir; y profetiza contra él, Ezekiel 35:3 Y díle: Así dijo el Señor Jehová: He aquí que yo contra ti, o! monte de Seir; y extenderé mi mano contra ti, y te pondré en asolamiento, y en soledad. Ezekiel 35:4 A tus ciudades asolaré, y tú serás asolado; y sabrás que yo soy Jehová. Ezekiel 35:5 Por cuanto tuviste enemistades perpetuas, y esparciste los hijos de Israel a poder de espada en el tiempo de su aflicción, en el tiempo extremamente malo: Ezekiel 35:6 Por tanto vivo yo, dijo el Señor Jehová, que para sangre te disputaré, y sangre te perseguirá; y si no aborrecieres la sangre, sangre te perseguirá. Ezekiel 35:7 Y pondré al monte de Seir en asolamiento, y en soledad, y cortaré de él pasante y volviente. Ezekiel 35:8 Y henchiré sus montes de sus muertos en tus collados, y en tus valles, y en todos tus arroyos: muertos a cuchillo caerán en ellos. Ezekiel 35:9 Yo te pondré en asolamientos perpetuos, y tus ciudades nunca más se restaurarán; y sabréis que yo soy Jehová. Ezekiel 35:10 Por cuanto dijiste: Las dos naciones, y las dos tierras serán mías, y poseerlas hemos, estando allí Jehová: Ezekiel 35:11 Por tanto vivo yo, dijo el Señor Jehová: Yo haré conforme a tu ira, y conforme a tu zelo con que hiciste, a causa de tus enemistades con ellos: y seré conocido en ellos cuando te juzgaré. Ezekiel 35:12 Y sabrás que yo Jehová he oído todas tus injurias que dijiste contra los montes de Israel, diciendo: Destruidos son; a nosotros son entregados para comer. Ezekiel 35:13 Y os engrandecisteis contra mí con vuestra boca, y multiplicasteis sobre mí vuestras palabras: Yo lo oí. Ezekiel 35:14 Así dijo el Señor Jehová: Así se alegrará toda la tierra, cuando yo te haré soledad. Ezekiel 35:15 Como te alegraste sobre la heredad de la casa de Israel, porque fue asolada; así te haré a ti: asolado será el monte de Seir, y toda Idumea, toda ella; y sabrán que yo soy Jehová. Ezekiel 36:0 Ezekiel 36:1 Y tú, o! hijo del hombre, profetiza sobre los montes de Israel, y dí: Montes de Israel, oíd palabra de Jehová. Ezekiel 36:2 Así dijo el Señor Jehová: Por cuanto el enemigo dijo sobre vosotros: Hala; también las alturas perpetuas nos han sido por heredad: Ezekiel 36:3 Por tanto profetiza, y dí: Así dijo el Señor Jehová: Por cuanto, por cuanto asolándoos y tragándoos de todas partes, para que fueseis heredad a las otras gentes, habéis subido en bocas de lenguas, e infamia del pueblo: Ezekiel 36:4 Por tanto, montes de Israel, oíd palabra del Señor Jehová: Así dijo el Señor Jehová a los montes, y a los collados, a los arroyos, y a los valles, a las ruinas y asolamientos, y a las ciudades desamparadas que fueron puestas a saco, y en escarnio a las otras gentes al derredor: Ezekiel 36:5 Por tanto así dijo el Señor Jehová: Si no he hablado en el fuego de mi zelo contra las demás gentes, y contra toda Idumea, que se pusieron mi tierra por heredad con alegría de todo corazón, con menosprecio de ánimo echándola a saco: Ezekiel 36:6 Por tanto profetiza sobre la tierra de Israel, y di a los montes y a los collados, a los arroyos y a los valles: Así dijo el Señor Jehová: He aquí que en mi zelo, y en mi furor he hablado, por cuanto habéis llevado la injuria de las gentes: Ezekiel 36:7 Por tanto así dijo el Señor Jehová: Yo he alzado mi mano, que las gentes que os están al derredor llevarán su vergüenza. Ezekiel 36:8 Y vosotros, o! montes de Israel, daréis vuestros ramos, y llevaréis vuestro fruto a mi pueblo Israel; porque cerca están para venir. Ezekiel 36:9 Porque he aquí que yo a vosotros; y me volveré a vosotros, y seréis labrados y sembrados. Ezekiel 36:10 Y haré multiplicar sobre vosotros hombres a toda la casa de Israel, toda; y habitarse han las ciudades, y las ruinas serán edificadas. Ezekiel 36:11 Y multiplicaré sobre vosotros hombres y bestias, y serán multiplicados, y crecerán; y haceros he que moréis como solíais antiguamente, y haceros he más bien que en vuestros principios; y sabréis que yo soy Jehová. Ezekiel 36:12 Y haré andar hombres sobre vosotros, a mi pueblo Israel, y poseerte han, y serles has por heredad; y nunca más les matarás los hijos. Ezekiel 36:13 Así dijo el Señor Jehová: Por cuanto dicen de vosotros: Comedora de hombres, y matadora de los hijos de tus gentes has sido: Ezekiel 36:14 Por tanto no comerás más hombres, y nunca más matarás los hijos a tus gentes, dijo el Señor Jehová. Ezekiel 36:15 Y nunca más te haré oír injuria de las gentes, ni más llevarás denuestos de pueblos, ni más matarás los hijos a tus gentes, dijo el Señor Jehová. Ezekiel 36:16 Y fue palabra de Jehová a mí, diciendo: Ezekiel 36:17 Hijo del hombre, la casa de Israel que moran en su tierra, la han contaminado con sus caminos y con sus obras: como inmundicia de menstruosa fue su camino delante de mí. Ezekiel 36:18 Y derramé mi ira sobre ellos por las sangres que ellos derramaron sobre la tierra; y con sus ídolos la contaminaron. Ezekiel 36:19 Y yo los esparcí por las gentes, y fueron aventados por las tierras: conforme a sus caminos, y conforme a sus obras los juzgué. Ezekiel 36:20 Y entrados a las gentes donde vinieron, contaminaron mi santo nombre, diciéndose de ellos: Pueblo de Jehová son estos; y de su tierra: De él salieron. Ezekiel 36:21 Y tuve mancilla de mi santo nombre, al cual contaminaron la casa de Israel en las gentes adonde vinieron. Ezekiel 36:22 Por tanto di a la casa de Israel: Así dijo el Señor Jehová: No lo hago por vosotros, o! casa de Israel, mas por causa de mi santo nombre, el cual vosotros contaminasteis en las gentes adonde venisteis. Ezekiel 36:23 Y santificaré mi grande nombre contaminado en las gentes, el cual vosotros contaminasteis entre ellas; y sabrán las gentes que yo soy Jehová, dijo el Señor Jehová, cuando fuere santificado en vosotros delante de vuestros ojos. Ezekiel 36:24 Y yo os tomaré de las gentes, y os juntaré de todas las tierras, y os traeré a vuestra tierra. Ezekiel 36:25 Y esparciré sobre vosotros agua limpia, y seréis limpiados de todas vuestras inmundicias, y de todos vuestros ídolos os limpiaré. Ezekiel 36:26 Y os daré corazón nuevo, y pondré espíritu nuevo dentro de vosotros; y quitaré de vuestra carne el corazón de piedra, y daros he corazón de carne. Ezekiel 36:27 Y pondré dentro de vosotros mi Espíritu, y haré que andéis en mis mandamientos, y guardéis mis derechos, y los hagáis. Ezekiel 36:28 Y habitaréis en la tierra que di a vuestros padres; y vosotros me seréis por pueblo, y yo seré a vosotros por Dios. Ezekiel 36:29 Y os guardaré de todas vuestras inmundicias; y llamaré al trigo, y lo multiplicaré, y no os daré hambre. Ezekiel 36:30 Y multiplicaré el fruto de los árboles, y el fruto de los campos, porque nunca más recibáis oprobrio de hambre en las gentes. Ezekiel 36:31 Y acordaros heis de vuestros malos caminos, y de vuestras obras que no fueron buenas, y seréis confusos en vuestra misma presencia por vuestras iniquidades, y por vuestras abominaciones. Ezekiel 36:32 No lo hago yo por vosotros, dijo el Señor Jehová, séaos notorio: avergonzáos, y confundíos de vuestras iniquidades, casa de Israel. Ezekiel 36:33 Así dijo el Señor Jehová: El día que os limpiaré de todas vuestras iniquidades, haré también habitar las ciudades, y las asoladas serán edificadas. Ezekiel 36:34 Y la tierra asolada será labrada en lugar de haber sido asolada en ojos de todos los que pasaron: Ezekiel 36:35 Los cuales dijeron: Esta tierra asolada, fue como huerto de Edén; y estas ciudades desiertas, y asoladas, y arruinadas, fortalecidas estuvieron. Ezekiel 36:36 Y las gentes que fueron dejadas en vuestros al derredores sabrán que yo Jehová edifiqué las derribadas, y planté las asoladas: yo Jehová hablé, y hice. Ezekiel 36:37 Así dijo el Señor Jehová: Aun en esto seré requerido de la casa de Israel para hacer a ellos: yo los multiplicaré de hombres como de ovejas. Ezekiel 36:38 Como las ovejas santas, como las ovejas de Jerusalem en sus solemnidades, así las ciudades desiertas serán llenas de rebaños de hombres; y sabrán que yo soy Jehová. Ezekiel 37:0 Ezekiel 37:1 Y la mano de Jehová fue sobre mí, y sacóme en Espíritu de Jehová, y púsome en medio de un campo, que estaba lleno de huesos. Ezekiel 37:2 E hízome pasar cerca de ellos al derredor al derredor; y he aquí que eran muy muchos sobre la haz del campo, y cierto secos en gran manera. Ezekiel 37:3 Y díjome: Hijo del hombre, ¿vivirán estos huesos? y dije: Señor Jehová tú lo sabes. Ezekiel 37:4 Y díjome: Profetiza sobre estos huesos, y díles: Huesos secos, oíd palabra de Jehová. Ezekiel 37:5 Así dijo el Señor Jehová a estos huesos: He aquí que yo hago entrar espíritu en vosotros, y viviréis. Ezekiel 37:6 Y pondré nervios sobre vosotros, y haré subir sobre vosotros carne, y haré encorar sobre vosotros cuero, y pondré espíritu en vosotros, y viviréis; y sabréis que yo soy Jehová. Ezekiel 37:7 Y profeticé como me fue mandado; y hubo un estruendo en profetizando yo; y he aquí un temblor, y los huesos se llegaron cada hueso a su hueso. Ezekiel 37:8 Y miré, y he aquí nervios sobre ellos, y la carne subió, y encoró cuero por cima de ellos: mas no había en ellos espíritu. Ezekiel 37:9 Y díjome: Profetiza al espíritu, profetiza, hijo del hombre, y di al espíritu: Así dijo el Señor Jehová: Espíritu, ven de los cuatro vientos, y sopla sobre estos muertos, y vivirán. Ezekiel 37:10 Y profeticé como me mandó; y entró espíritu en ellos, y vivieron: y estuvieron sobre sus pies, un grande ejército muy mucho. Ezekiel 37:11 Y díjome: Hijo del hombre, todos estos huesos son la casa de Israel: he aquí que ellos dicen: Nuestros huesos se secaron, y pereció nuestra esperanza, y en nosotros mismos somos talados. Ezekiel 37:12 Por tanto profetiza, y díles: Así dijo el Señor Jehová: He aquí que yo abro vuestros sepulcros, y os haré subir de vuestras sepulturas, pueblo mío, y os traeré a la tierra de Israel. Ezekiel 37:13 Y sabréis que yo soy Jehová, cuando abriere vuestros sepulcros, y os sacare de vuestras sepulturas, pueblo mío. Ezekiel 37:14 Y pondré mi Espíritu en vosotros, y viviréis, y yo os haré reposar sobre vuestra tierra; y sabréis que yo Jehová hablé e hice: dijo Jehová. Ezekiel 37:15 Y fue palabra de Jehová a mí, diciendo: Ezekiel 37:16 Tú pues, hijo del hombre, tómate un palo, y escribe en él a Judá, y a los hijos de Israel sus compañeros. Toma después otro palo, y escribe en él a José palo de Efraím, y a toda la casa de Israel sus compañeros. Ezekiel 37:17 Y júntalos el uno con el otro, que sean en uno; y serán uno en tu mano. Ezekiel 37:18 Y cuando te hablaren los hijos de tu pueblo, diciendo: ¿No nos enseñarás que te significan estas cosas? Ezekiel 37:19 Háblales: Así dijo el Señor Jehová: He aquí que yo tomo el palo de José que está en la mano de Efraím, y a las tribus de Israel sus compañeros, y yo los pondré con él, es a saber, con el palo de Judá; y los haré un palo, y serán uno en mi mano. Ezekiel 37:20 Y los palos sobre que escribieres, estarán en tu mano delante de sus ojos; Ezekiel 37:21 Y decirles has: Así dijo el Señor Jehová: He aquí que yo tomo a los hijos de Israel de entre las gentes a las cuales fueron, y los juntaré de todas partes, y los traeré a su tierra. Ezekiel 37:22 Y los haré una nación en la tierra, en los montes de Israel; y un rey será a todos ellos por rey: ni nunca más serán dos naciones, ni nunca más serán más partidos en dos reinos. Ezekiel 37:23 Ni más se contaminarán con sus ídolos, y con sus abominaciones, y con todas sus rebeliones; y los salvaré de todas sus habitaciones en las cuales pecaron; y yo los limpiaré, y a mí serán por pueblo, y yo a ellos por Dios. Ezekiel 37:24 Y mi siervo David será rey sobre ellos, y a todos ellos será un pastor; y andarán en mis derechos, y mis ordenanzas guardarán, y hacerlas han. Ezekiel 37:25 Y habitarán sobre la tierra que di a mi siervo Jacob, en la cual habitaron vuestros padres: sobre ella habitarán ellos, y sus hijos, y los hijos de sus hijos para siempre; y mi siervo David les será príncipe para siempre. Ezekiel 37:26 Y concertaré con ellos concierto de paz, concierto perpetuo será con ellos; y yo los pondré, y los multiplicaré, y pondré mi santuario entre ellos para siempre. Ezekiel 37:27 Y estará en ellos mi tabernáculo; y seré a ellos por Dios, y ellos me serán a por pueblo. Ezekiel 37:28 Y sabrán las gentes que yo Jehová santifico a Israel, estando mi santuario entre ellos para siempre. Ezekiel 38:0 Ezekiel 38:1 Y fue palabra de Jehová a mí, diciendo: Ezekiel 38:2 Hijo del hombre, pon tu rostro contra Gog en tierra de Magog, príncipe de la cabecera de Mesec, y Tubal, y profetiza sobre él, Ezekiel 38:3 Y dí: Así dijo el Señor Jehová: He aquí que yo a ti, Gog, príncipe de la cabecera de Mesec, y Tubal. Ezekiel 38:4 Y yo te quebrantaré, y pondré anzuelos en tus quijadas, y sacarte he, a ti, y a todo tu ejército, tus caballos y tus caballeros vestidos de todo, todos ellos: grande multitud con paveses y escudos, teniendo espadas todos ellos. Ezekiel 38:5 Persia, y Etiopía, y Libia con ellos, todos ellos con escudos y almetes. Ezekiel 38:6 Gomer, y todas sus compañías, la casa de Togorma, que habitan a los lados del norte, y todas sus compañías, pueblos muchos contigo. Ezekiel 38:7 Aparéjate, y apercíbete tú, y toda tu multitud, que se han juntado a ti, y séles por guarda. Ezekiel 38:8 De aquí a muchos días tú serás visitado: a cabo de años vendrás a la tierra quebrantada por espada, juntada de muchos pueblos, a los montes de Israel, que siempre fueron para asolamiento; y ella de pueblos fue sacada, y todos ellos morarán confiadamente. Ezekiel 38:9 Y tú subirás: vendrás como tempestad, como nublado para cubrir la tierra: serás tú, y todas tus compañías, y muchos pueblos contigo. Ezekiel 38:10 Así dijo el Señor Jehová: Y será en aquel día, que subirán palabras en tu corazón, y pensarás pensamiento malo, Ezekiel 38:11 Y dirás: Subiré contra tierra de aldeas, vendré contra reposadas, y que habitan confiadamente: todos estos habitan sin muro, no tienen cerraduras ni puertas: Ezekiel 38:12 Para despojar despojos, y para tomar presa, para tornar tu mano sobre las tierras desiertas ya pobladas, y sobre el pueblo recogido de las naciones, que ya hace ganados y posesiones, y que moran en el ombligo de la tierra. Ezekiel 38:13 Sabá y Dedán, y los mercaderes de Társis, y todos sus leoncillos te dirán: ¿Has venido a despojar despojos? ¿has juntado tu multitud para tomar presa, para quitar plata y oro, para tomar ganados y posesiones, para despojar grandes despojos? Ezekiel 38:14 Por tanto profetiza, hijo del hombre, y di a Gog: Así dijo el Señor Jehová: En aquel tiempo, cuando mi pueblo Israel habitará seguramente, ¿no lo sabrás tú? Ezekiel 38:15 Y vendrás de tu lugar, de las partes del norte, tú, y muchos pueblos contigo, todos ellos a caballo, grande compañía, y mucho ejército: Ezekiel 38:16 Y subirás contra mi pueblo Israel, como nublado para cubrir la tierra: será esto al cabo de los días; y yo te traeré sobre mi tierra, para que las gentes me conozcan, cuando fuere santificado en ti delante de sus ojos, o! Gog. Ezekiel 38:17 Así dijo el Señor Jehová: ¿No eres tú aquel de quien yo hablé en los días antiguos por mis siervos los profetas de Israel, que profetizaron en aquellos tiempos, que yo te había de traer sobre ellos? Ezekiel 38:18 Y será en aquel tiempo, cuando vendrá Gog contra la tierra de Israel, dijo el Señor Jehová, que mi ira subirá por mi enojo. Ezekiel 38:19 Porque he hablado en mi zelo, y en el fuego de mi ira, que en aquel tiempo habrá gran temblor sobre la tierra de Israel: Ezekiel 38:20 Que los peces de la mar, y las aves del cielo, y las bestias del campo, y toda serpiente que anda arrastrando sobre la tierra, y todos los hombres que están sobre la haz de la tierra, temblarán delante de mi presencia; y los montes se arruinarán, y los escalones caerán, y todo muro caerá a tierra. Ezekiel 38:21 Y en todos mis montes llamaré espada contra él, dijo el Señor Jehová: la espada de cada cual será contra su hermano. Ezekiel 38:22 Y yo litigaré con él con pestilencia, y con sangre; y haré llover turbión de lluvia, y piedras de granizo, fuego y azufre sobre él, y sobre sus compañías, y sobre los muchos pueblos que serán con él. Ezekiel 38:23 Y seré engrandecido y santificado, y seré conocido en ojos de muchas naciones y sabrán que yo soy Jehová. Ezekiel 39:0 Ezekiel 39:1 Y tú, o! hijo del hombre, profetiza contra Gog, y dí: Así dijo el Señor Jehová: He aquí que yo a ti, o! Gog, príncipe de la cabecera de Mesec, y Tubal. Ezekiel 39:2 Y yo te quebrantaré, y te sextaré, y te haré subir de las partes del norte, y te traeré sobre los montes de Israel. Ezekiel 39:3 Y sacaré tu arco de tu mano izquierda, y derribaré tus saetas de tu mano derecha. Ezekiel 39:4 Sobre los montes de Israel caerás tú, y todas tus compañías, y los pueblos que fueren contigo: a toda ave y a toda cosa que vuela, y a las bestias del campo, te he dado por comida. Ezekiel 39:5 Sobre la haz del campo caerás; porque yo hablé, dijo el Señor Jehová. Ezekiel 39:6 Y enviaré fuego en Magog, y en los que moran seguramente en las islas; y sabrán que yo soy Jehová. Ezekiel 39:7 Y haré notorio mi santo nombre en medio de mi pueblo Israel, y nunca más contaminaré mi santo nombre; y las gentes sabrán que yo soy Jehová, Santo en Israel. Ezekiel 39:8 He aquí que vino, y fue, dijo el Señor Jehová: este es el día del cual yo hablé. Ezekiel 39:9 Y los moradores de las ciudades de Israel saldrán, y encenderán, y quemarán armas, y escudos, y paveses, arcos, y saetas, y bastones de mano, y lanzas; y quemarlas han en fuego por siete años. Ezekiel 39:10 Y no traerán leña del campo, ni cortarán de los bosques: mas las armas quemarán en el fuego; y despojarán a sus despojadores, y robarán a sus robadores, dijo el Señor Jehová. Ezekiel 39:11 Y será en aquel tiempo, que yo daré a Gog lugar para sepulcro allí en Israel, el valle de los que pasan al oriente de la mar: él hará tapar las narices a los que pasaren; y allí enterrarán a Gog, y a toda su multitud; y llamarle han, el valle de Hamon-gog. Ezekiel 39:12 Y la casa de Israel los enterrarán por siete meses para limpiar la tierra. Ezekiel 39:13 Enterrarlos han todo el pueblo de la tierra; y será a ellos en nombre el día que yo fuere glorificado, dijo el Señor Jehová. Ezekiel 39:14 Y cogerán hombres de jornal, que pasen por la tierra enterrando con los que pasaren, a los que quedaron sobre la haz de la tierra, para limpiarla: al cabo de siete meses buscarán. Ezekiel 39:15 Y pasarán los que irán por la tierra, y el que viere los huesos de algún hombre, edificará junto a ellos un mojón, hasta que los entierren los enterradores de Gog en el valle de Hamon-gog. Ezekiel 39:16 Y también el nombre de la ciudad será Hamona, y limpiarán la tierra. Ezekiel 39:17 Y tú, hijo del hombre, así dijo el Señor Jehová: Di a las aves, a todo volátil, y a toda bestia del campo: Juntáos, y veníd: recogéos de todas partes a mí sacrificio que os sacrifico, un sacrificio grande, sobre los montes de Israel; y comeréis carne, y beberéis sangre. Ezekiel 39:18 Carne de fuertes comeréis, y beberéis sangre de príncipes de la tierra: de carneros, de corderos, de machos de cabrío, de bueyes, de toros, todos engordados en Basán. Ezekiel 39:19 Y comeréis sebo a hartura, y beberéis sangre a embriaguez, de mi sacrificio que yo os sacrifiqué. Ezekiel 39:20 Y hartaros heis sobre mi mesa, de caballos, y de carros fuertes, y de todos hombres de guerra, dijo el Señor Jehová. Ezekiel 39:21 Y pondré mi gloria en las gentes, y todas las gentes verán mi juicio que hice, y mi mano que puse en ellos. Ezekiel 39:22 Y sabrá la casa de Israel, desde aquel día en adelante, que yo soy Jehová su Dios. Ezekiel 39:23 Y sabrán las gentes que la casa de Israel fue llevada cautiva por su pecado, por cuanto se rebelaron contra mí, y yo escondí de ellos mi rostro, y los entregué en mano de sus enemigos y cayeron todos a cuchillo. Ezekiel 39:24 Conforme a su inmundicia, y conforme a sus rebeliones hice con ellos, y escondí de ellos mi rostro. Ezekiel 39:25 Por tanto así dijo el Señor Jehová: Ahora volveré la cautividad de Jacob, y habré misericordia de toda la casa de Israel; y zelaré por mi santo nombre. Ezekiel 39:26 Y ellos llevarán su vergüenza, y toda su rebelión con que rebelaron contra mí, cuando habitaban en su tierra seguramente, y no había quien los espantase: Ezekiel 39:27 Cuando los volveré de los pueblos, y los juntaré de las tierras de sus enemigos, y fuere santificado en ellos en ojos de muchas naciones. Ezekiel 39:28 Y sabrán que yo soy Jehová su Dios, cuando los hubiere hecho pasar en las gentes, y los juntare sobre su tierra, ni de ellos dejaré más allá. Ezekiel 39:29 Ni más esconderé de ellos mi rostro, porque mi Espíritu derramé sobre la casa de Israel, dijo el Señor Jehová. Ezekiel 40:0 Ezekiel 40:1 En el año veinte y cinco de nuestro cautiverio, al principio del año, a los diez del mes, a los catorce años después que la ciudad fue herida, en aquel mismo día, fue sobre mí la mano de Jehová, y llevóme allá. Ezekiel 40:2 En visiones de Dios me llevó a la tierra de Israel, y púsome sobre un monte muy alto, sobre el cual estaba como edificio de una ciudad al mediodía. Ezekiel 40:3 Y llevóme allí, y he aquí un varón cuyo aspecto era como aspecto de metal, y tenía un cordel de lino en su mano, y una caña de medir; el cual estaba a la puerta. Ezekiel 40:4 Y aquel varón me habló: Hijo del hombre, mira de tus ojos, y oye de tus oídos, y pon tu corazón a todas las cosas que te muestro; porque para que yo te mostrase eres traído aquí: cuenta todo lo que ves a la casa de Israel. Ezekiel 40:5 ¶ Y he aquí un muro fuera de la casa al derredor; y la caña de medir que aquel varón tenía en la mano era de seis codos, de a codo y palmo; y midió la anchura del edificio de una caña, y la altura de otra caña. Ezekiel 40:6 Y vino a la puerta, la haz de la cual era hacia el oriente, y subió por sus gradas, y midió el un poste de la puerta de una caña en anchura, y el otro poste de otra caña en anchura. Ezekiel 40:7 Y cada cámara, de una caña en longitud, y de otra caña en anchura; y entre las cámaras dejó cinco codos en anchura; y cada poste de la puerta junto a la entrada de la puerta por de dentro, una caña. Ezekiel 40:8 Y midió la entrada de la puerta por de dentro, de una caña. Ezekiel 40:9 Y midió la entrada del portal de ocho codos, y sus postes de dos codos, y la entrada del portal por de dentro. Ezekiel 40:10 Y la puerta de hacia el oriente tenía tres cámaras de cada parte, todas tres de una medida; y los portales de cada parte de una medida. Ezekiel 40:11 Y midió la anchura de la entrada del portal de la puerta de diez codos: la longitud del portal de trece codos. Ezekiel 40:12 Y el espacio de delante de las cámaras, de un codo de la una parte, y de otro codo de la otra; y cada cámara tenía seis codos de una parte, y seis codos de otra. Ezekiel 40:13 Y midió la puerta desde la techumbre de la una cámara hasta su techumbre, de anchura de veinte y cinco codos puerta contra puerta. Ezekiel 40:14 E hizo los portales de sesenta codos, cada portal del patio, y del portal todo al derredor. Ezekiel 40:15 Y desde la delantera de la puerta de la entrada hasta la delantera de la entrada de la puerta de dentro, cincuenta codos. Ezekiel 40:16 Y había ventanas estrechas en las cámaras, y en sus portales por de dentro de la puerta al derredor, y asimismo en los arcos; y las ventanas estaban al derredor por de dentro, y en cada poste estaban esculpidas palmas. Ezekiel 40:17 ¶ Y llevóme al patio de afuera, y he aquí cámaras, y solado hecho al patio todo en derredor; treinta cámaras había en aquel patio. Ezekiel 40:18 Y estaba solado al lado de las puertas delante de la longitud de los portales solado abajo. Ezekiel 40:19 Y midió la anchura desde la delantera de la puerta de abajo, hasta la delantera del patio de dentro por de fuera, de cien codos hacia el oriente y el norte. Ezekiel 40:20 Y de la puerta que estaba hacia el norte en el patio de afuera, midió su longitud y su anchura. Ezekiel 40:21 Y sus cámaras, tres de una parte, y tres de otra, y sus postes, y sus arcos eran como la medida de la puerta primera, cincuenta codos su longitud, y su anchura de veinte y cinco codos. Ezekiel 40:22 Y sus ventanas, y sus arcos, y sus palmas eran conforme a la medida de la puerta que estaba hacia el oriente; y subían a ella por siete gradas, y sus arcos delante de ellas. Ezekiel 40:23 Y la una puerta del patio de adentro estaba en frente de la otra puerta al norte, y al oriente; y midió de puerta a puerta cien codos. Ezekiel 40:24 Y llevóme hacia el mediodía, y he aquí una puerta hacia el mediodía; y midió sus portales y sus arcos conforme a estas medidas dichas. Ezekiel 40:25 Y tenía sus ventanas, y sus arcos al derredor, como las ventanas ya dichas: la longitud era de cincuenta codos, y la anchura de veinte y cinco codos. Ezekiel 40:26 Y sus gradas eran siete gradas, y sus arcos delante de ellas; y tenía palmas, una de una parte, y otra en sus postes. Ezekiel 40:27 Y tal era la puerta de hacia el mediodía, del patio de dentro; y midió de puerta a puerta hacia el mediodía cien codos. Ezekiel 40:28 ¶ Y metióme en el patio de más adentro a la puerta del mediodía; y midió la puerta del mediodía conforme a estas medidas dichas: Ezekiel 40:29 Y sus cámaras, y sus postes, y sus arcos eran conforme a estas medidas dichas; y tenía sus ventanas, y sus arcos al derredor: la longitud era de cincuenta codos, y la anchura de veinte y cinco codos. Ezekiel 40:30 Y tenía arcos al derredor de longitud de veinte y cinco codos, y la anchura de cinco codos. Ezekiel 40:31 Y sus arcos afuera al patio, y palmas a cada uno de sus postes; y sus gradas eran ocho gradas. Ezekiel 40:32 Y llevóme al patio adentro hacia el oriente, y midió la puerta conforme a estas medidas dichas. Ezekiel 40:33 Y sus cámaras, y sus postes, y sus arcos conforme a estas medidas dichas; y tenía sus ventanas, y sus arcos al derredor: la longitud de cincuenta codos, y la anchura de veinte y cinco codos. Ezekiel 40:34 Y sus arcos afuera al patio, y palmas a cada uno de sus postes de una parte y de otra; y sus gradas eran ocho gradas. Ezekiel 40:35 Y llevóme a la puerta del norte, y midió conforme a estas medidas dichas. Ezekiel 40:36 Sus cámaras, y sus postes, y sus arcos, y sus ventanas al derredor: la longitud de cincuenta codos, y la anchura de veinte y cinco codos. Ezekiel 40:37 Y sus postes afuera al patio, y palmas a cada uno de sus postes de una parte y de otra; y sus gradas eran ocho gradas. Ezekiel 40:38 Y había allí una cámara, y su puerta con postes de portales: allí lavarán el holocausto. Ezekiel 40:39 Y en la entrada de la puerta había dos mesas de la una parte, y otras dos de la otra, para degollar sobre ellas el holocausto, y la expiación, y el pecado. Ezekiel 40:40 Y al lado por de fuera de las gradas, a la entrada de la puerta del norte había dos mesas; y al otro lado que estaba a la entrada de la puerta otras dos mesas: Ezekiel 40:41 Cuatro mesas de la una parte, y otras cuatro mesas de la otra parte: había a cada lado de esta puerta ocho mesas, sobre las cuales degollarán. Ezekiel 40:42 Y las cuatro de estas mesas para el holocausto eran de piedras labradas, de longitud de un codo y medio, y de anchura de otro codo y medio, y de altura de un codo: sobre estas pondrán las herramientas con que degollarán el holocausto y el sacrificio. Ezekiel 40:43 Y había ganchos de un palmo aparejados de dentro todo al derredor; y sobre las mesas la carne de la ofrenda. Ezekiel 40:44 Y de fuera de la puerta de la parte de adentro, en el patio de adentro a la parte que estaba al lado de la puerta del norte, estaban las cámaras de los cantores, las cuales miraban hacia el mediodía: una estaba al lado de la puerta del oriente que miraba hacia el norte. Ezekiel 40:45 Y díjome: Esta cámara que mira hacia el mediodía será de los sacerdotes que tienen la guarda del templo. Ezekiel 40:46 Y la cámara que mira hacia el norte será de los sacerdotes que tienen la guarda del altar: estos son los hijos de Sadoc, los cuales son llamados de los hijos de Leví al Señor, para ministrarle. Ezekiel 40:47 Y midió el patio, la longitud de cien codos, y la anchura de otros cien codos, cuadrado: y había un altar delante del templo. Ezekiel 40:48 ¶ Y llevóme a la entrada del templo, y midió cada poste de la entrada, cinco codos de una parte, y cinco codos de otra; y la anchura de la puerta tres codos de una parte, y tres codos de otra. Ezekiel 40:49 La longitud de la portada veinte codos, y la anchura once codos, a la cual subían por gradas; y había columnas junto a los postes, una de una parte, y otra de otra. Ezekiel 41:0 Ezekiel 41:1 Y metióme en el templo, y midió los postes, la anchura era de seis codos de una parte, y seis codos de otra, la anchura del arco. Ezekiel 41:2 Y la anchura de cada puerta era de diez codos; y los lados de la puerta de cinco codos de una parte, y cinco de otra. Y midió su longitud de cuarenta codos, y la anchura de veinte codos. Ezekiel 41:3 Y entró dentro, y midió cada poste de la puerta de dos codos, y la puerta de seis codos, y la anchura de la entrada de siete codos. Ezekiel 41:4 Y midió su longitud de veinte codos, y la anchura de veinte codos, delante del templo: y díjome: Este es el lugar santísimo. Ezekiel 41:5 Y midió el muro de la casa de seis codos, y la anchura de las cámaras de cuatro codos en torno de la casa al derredor. Ezekiel 41:6 Y las cámaras eran cámara sobre cámara, treinta y tres por orden; y entraban canes en la pared de la casa al derredor sobre que las cámaras estribasen, y no estribasen en la pared de la casa. Ezekiel 41:7 Y había mayor anchura y vuelta en las cámaras a lo más alto; y el caracol de la casa subía muy alto al derredor por de dentro de la casa, por tanto la casa tenía más anchura arriba; y de la cámara baja se subía a la más alta por la del medio. Ezekiel 41:8 Y miré la altura de la casa al derredor; y los cimientos de las cámaras eran una caña entera de seis codos de grandor. Ezekiel 41:9 Y la anchura de la pared de afuera de las cámaras era de cinco codos, y el espacio que quedaba de las cámaras de la casa por de dentro. Ezekiel 41:10 Y dentro de las cámaras había anchura de veinte codos al derredor de la casa, por todos lados. Ezekiel 41:11 Y la puerta de cada cámara salía al espacio que quedaba: otra puerta hacia el norte, y otra puerta hacia el mediodía; y la anchura del espacio que quedaba era de cinco codos por todo al derredor. Ezekiel 41:12 Y el edificio que estaba delante del apartamiento al lado de hacia el occidente era de setenta codos; y la pared del edificio de cinco codos de anchura al derredor, y la longitud de noventa codos. Ezekiel 41:13 Y midió la casa, la longitud de cien codos, y el apartamiento, y el edificio, y sus paredes de longitud de cien codos. Ezekiel 41:14 Y la anchura de la delantera de la casa, y del apartamiento al oriente, de cien codos. Ezekiel 41:15 Y midió la longitud del edificio que estaba delante del apartamiento que estaba detrás de él, y las cámaras de una parte y otra, cien codos, y el templo de dentro, y los portales del patio. Ezekiel 41:16 Los umbrales, y las ventanas estrechas, y las cámaras, tres en derredor a la parte delantera, todo era cubierto de madera al derredor desde la tierra hasta las ventanas, y las ventanas también cubiertas. Ezekiel 41:17 Encima de sobre la puerta, y hasta la casa de dentro y de fuera, y toda la pared en derredor, por de dentro y por de fuera midió. Ezekiel 41:18 Y la pared era hecha de querubines, y de palmas, entre querubín y querubín una palma; y cada querubín tenía dos rostros: Ezekiel 41:19 El un rostro de hombre hacia la palma de la una parte, y el otro rostro de león hacia la otra palma de la otra parte, por toda la casa al derredor. Ezekiel 41:20 Desde la tierra hasta encima de la puerta estaba hecho de querubines y de palmas, y por la pared del templo. Ezekiel 41:21 Cada poste del templo era cuadrado, y la delantera del santuario era como la otra delantera. Ezekiel 41:22 La altura del altar de madera era de tres codos, y su longitud de dos codos, y sus esquinas, y su longitud, y sus paredes eran de madera. Y díjome: Esta es la mesa que está delante de Jehová. Ezekiel 41:23 Y el templo y el santuario tenían dos portadas. Ezekiel 41:24 Y en cada portada había dos puertas, dos puertas que se volvían: dos puertas en la una portada, y otras dos en la otra. Ezekiel 41:25 Y estaban hechos en las puertas del templo querubines y palmas, como estaban hechos en las paredes; y había una viga de madera sobre la delantera de la entrada por de fuera. Ezekiel 41:26 Y había ventanas estrechas, y palmas de una parte y de otra por los lados de la entrada, y de la casa, y por las vigas. Ezekiel 42:0 Ezekiel 42:1 Y sacóme al patio de afuera hacia el norte, y trájome a la cámara que estaba delante del espacio que quedaba delante del edificio de hacia el norte. Ezekiel 42:2 Por delante de la puerta del norte la longitud era de cien codos, y la anchura de cincuenta codos, Ezekiel 42:3 Contra los veinte codos que estaban en el patio de adentro, y contra el solada que estaba en el patio de afuera, donde estaban las cámaras, las unas en frente de las otras, de tres en tres. Ezekiel 42:4 Y delante de las cámaras el paseadero de diez codos de anchura, a la parte adentro, hacia el un codo; y sus puertas hacia el norte. Ezekiel 42:5 Y las cámaras más altas eran más estrechas; porque las cámaras más altas quitaban de las otras, de las bajas y de las de en medio del edificio. Ezekiel 42:6 Porque eran de tres en tres; y no tenían columnas como las columnas de los patios: por tanto eran más estrechas que las de abajo, y las del medio desde la tierra. Ezekiel 42:7 Y el muro que estaba afuera delante de las cámaras, hacia el patio afuera delante de las cámaras, era de longitud de cincuenta codos. Ezekiel 42:8 Porque la longitud de las cámaras del patio de afuera era de cincuenta codos; y delante de la delantera del templo había cien codos. Ezekiel 42:9 Y abajo de las cámaras estaba la entrada del templo del oriente, entrando en él del patio de afuera. Ezekiel 42:10 A la larga del muro del patio hacia el oriente delante de la lonja, y delante del edificio estaban las cámaras. Ezekiel 42:11 Y el paseadero que estaba delante de ellas era semejante al de las cámaras que estaban hacia el norte: conforme a su longitud asimismo su anchura, y todas sus salidas, conforme a sus puertas, y conforme a sus entradas. Ezekiel 42:12 Y conforme a las puertas de las cámaras que estaban hacia el mediodía a la puerta que salía al principio del camino, del camino delante del muro hermoso, que estaba hacia el oriente a los que entran. Ezekiel 42:13 Y díjome: Las cámaras del norte, y las del mediodía, que están delante de la lonja, son cámaras santas, en las cuales los sacerdotes que se acercan a Jehová comerán las santas ofrendas: allí pondrán las santas ofrendas, y el presente, y la expiación, y el sacrificio por el pecado; porque el lugar es santo. Ezekiel 42:14 Cuando los sacerdotes entraren, no saldrán del lugar santo al patio de afuera: mas allí dejarán sus vestimentos con que ministrarán, porque son santos; y vestirse han otros vestidos, y así se allegarán a lo que es del pueblo. Ezekiel 42:15 Y acabó las medidas de la casa de adentro, y sacóme por el camino de la puerta que miraba hacia el oriente, y lo midió todo en derredor. Ezekiel 42:16 Midió el lado oriental con la caña de medir, quinientas cañas de la caña de medir al derredor. Ezekiel 42:17 Midió el lado del norte, quinientas cañas de la caña de medir al derredor. Ezekiel 42:18 Midió el lado del mediodía, quinientas cañas de la caña de medir. Ezekiel 42:19 Rodeó al lado del occidente, y midió quinientas cañas de la caña de medir. Ezekiel 42:20 A los cuatro lados lo midió: tuvo el muro todo al derredor quinientas cañas de longitud, y quinientas cañas de anchura, para hacer apartamiento entre el santuario, y el lugar profano. Ezekiel 43:0 Ezekiel 43:1 Y llevóme a la puerta, a la puerta que mira hacia el oriente, Ezekiel 43:2 Y he aquí la gloria del Dios de Israel, que venía de hacia el oriente; y su sonido era como el sonido de muchas aguas, y la tierra resplandecía a causa de su gloria. Ezekiel 43:3 Y la visión que ví era como la visión, como aquella visión que ví, cuando vine para destruir la ciudad; y las visiones eran como la visión que ví junto al río de Cobar; y caí sobre mi rostro. Ezekiel 43:4 Y la gloria de Jehová entró en la casa por la vía de la puerta que tenía la haz camino del oriente. Ezekiel 43:5 Y alzóme el espíritu, y metióme en el patio de adentro; y he aquí que la gloria de Jehová hinchió la casa. Ezekiel 43:6 Y oí uno que me hablaba desde la casa; y un varón estaba junto a mí, Ezekiel 43:7 Y díjome: Hijo del hombre, este es el lugar de mi asiento, y el lugar de las plantas de mis pies, en el cual habitaré entre los hijos de Israel para siempre; y nunca más la casa de Israel contaminará mi santo nombre, ellos y sus reyes, con sus fornicaciones, y con los cuerpos muertos de sus reyes, en sus altares. Ezekiel 43:8 Poniendo ellos su umbral junto a mi umbral, y su poste junto a mi poste, y una pared entre mí y ellos, contaminaron mi santo nombre con sus abominaciones que hicieron, y yo los consumí en mi furor. Ezekiel 43:9 Ahora echarán lejos de mí su fornicación, y los cuerpos muertos de sus reyes, y habitaré en medio de ellos para siempre. Ezekiel 43:10 Tú pues, hijo del hombre, anuncia a la casa de Israel esta casa, y avergüéncense de sus pecados, y midan la traza. Ezekiel 43:11 Y si se avergonzaren de todo lo que han hecho, házles entender la figura de la casa, y su traza, y sus salidas, y sus entradas, y todas sus figuras, y todas sus descripciones, y todas sus pinturas, y todas sus leyes; y descríbelo delante de sus ojos, y guarden toda su forma, y todas sus leyes, y háganlas. Ezekiel 43:12 Esta es la ley de la casa: Sobre la cumbre del monte será edificada: todo su término al derredor será santísimo: he aquí que esta es la ley de la casa. Ezekiel 43:13 ¶ Y estas son las medidas del altar en codos: el codo de a codo y palmo. El medio de un codo, y de un codo la anchura; y su término, que estaba sobre su borde al derredor, de un palmo; y esta es la altura del altar. Ezekiel 43:14 Y desde el medio de la tierra hasta el lugar de abajo había dos codos, y la anchura de un codo; y desde el lugar menor hasta el lugar mayor había cuatro codos, y la anchura de un codo. Ezekiel 43:15 Y el altar era de cuatro codos, y encima del altar había cuatro cuernos. Ezekiel 43:16 Y el altar tenía doce codos en longitud, y doce en anchura, cuadrado a sus cuatro lados. Ezekiel 43:17 Y el patio era de catorce codos de longitud, y catorce de anchura en sus cuatro lados; y el término que tenía al derredor era de medio codo, el medio que tenía era de un codo al derredor, y sus gradas estaban al oriente. Ezekiel 43:18 Y díjome: Hijo del hombre, así dijo el Señor Jehová: Estas son las leyes del altar el día que él será hecho, para ofrecer sobre él holocausto, y para esparcir sobre él sangre. Ezekiel 43:19 Darás a los sacerdotes Levitas, que son del linaje de Sadoc, que son allegados a mí, dijo el Señor Jehová, para ministrarme, un becerro hijo de vaca para expiación. Ezekiel 43:20 Y tomarás de su sangre, y pondrás en sus cuatro cuernos, y en las cuatro esquinas del patio, y en el término al derredor, y limpiarlo has, y expiarlo has. Ezekiel 43:21 Y tomarás el becerro de la expiación, y quemarle ha conforme a la ley de la casa, fuera del santuario. Ezekiel 43:22 Y al segundo día ofrecerás un macho de cabrío sin tacha para expiación; y expiarán el altar como lo expiaron con el becerro. Ezekiel 43:23 Cuando acabares de expiar, ofrecerás un becerro hijo de vaca entero, y un carnero entero de la manada. Ezekiel 43:24 Y ofrecerlos has delante de Jehová; y los sacerdotes echarán sobre ellos sal, y ofrecerlos han en holocausto a Jehová. Ezekiel 43:25 Siete días sacrificarás el macho cabrío de la expiación cada día; y el becerro hijo de vaca, y el carnero de la manada enteros sacrificará. Ezekiel 43:26 Siete días expiarán el altar, y lo limpiarán, y henchirán sus manos. Ezekiel 43:27 Y acabados estos días, el octavo día, y desde en adelante, sacrificarán los sacerdotes sobre el altar vuestros holocaustos, y vuestros pacíficos; y serme heis aceptos, dijo el Señor Jehová. Ezekiel 44:0 Ezekiel 44:1 Y tornóme hacia la puerta del santuario de afuera, la cual mira hacia el oriente, la cual estaba cerrada. Ezekiel 44:2 Y díjome Jehová: Esta puerta será cerrada: no se abrirá, ni entrará por ella hombre; porque Jehová Dios de Israel entró por ella, y será cerrada. Ezekiel 44:3 El príncipe, el príncipe, él se asentará en ella para comer pan delante de Jehová: por el camino de la entrada de la puerta entrará, y por el camino de ella saldrá. Ezekiel 44:4 Y llevóme hacia la puerta del norte por delante de la casa, y miré y he aquí que la gloria de Jehová había henchido la casa de Jehová; y caí sobre mi rostro. Ezekiel 44:5 Y díjome Jehová: Hijo del hombre, pon tu corazón, y mira con tus ojos, y oye con tus oídos todo lo que yo hablo contigo de todas las ordenanzas de la casa de Jehová, y de todas sus leyes; y pon tu corazón a las entradas de la casa, y a todas las salidas del santuario. Ezekiel 44:6 ¶ Y dirás a la rebelde, a la casa de Israel: Así dijo el Señor Jehová: Os basten todas vuestras abominaciones, o! casa de Israel: Ezekiel 44:7 De haber vosotros traído extranjeros, incircuncisos de corazón, e incircuncisos de carne, para estar en mi santuario, para contaminar mi casa: de haber ofrecido mi pan, el sebo, y la sangre; e invalidaron mi concierto por todas vuestras abominaciones. Ezekiel 44:8 Y no guardasteis la observancia de mis santificaciones, mas vosotros os pusisteis guardas de mi observancia en mi santuario. Ezekiel 44:9 Así dijo el Señor Jehová: Ningún hijo de extranjero incircunciso de corazón, e incircunciso de carne, entrará en mi santuario, de todos los hijos de extranjeros que están entre los hijos de Israel. Ezekiel 44:10 Y los Levitas que se apartaron lejos de mí cuando Israel erró, el cual erró apartándose de mí en pos de sus ídolos, llevarán su iniquidad. Ezekiel 44:11 Y serán ministros en mi santuario, porteros a las puertas de la casa, y sirvientes en la casa: ellos matarán el holocausto y la víctima al pueblo, y ellos estarán delante de ellos para servirles: Ezekiel 44:12 Por cuanto les sirvieron delante de sus ídolos, y fueron a la casa de Israel por tropezadero de maldad: por tanto yo alcé mi mano acerca de ellos, dijo el Señor Jehová, que llevarán su iniquidad. Ezekiel 44:13 No serán allegados a mí para serme sacerdotes, ni se allegarán a ninguna de mis santificaciones, a las santidades de santidades: mas llevarán su vergüenza, y sus abominaciones que hicieron. Ezekiel 44:14 Y yo los pondré por guardas de la guarda de la casa, y en todo su servicio, y en todas las cosas que en ella se hicieren. Ezekiel 44:15 Mas los sacerdotes Levitas, hijos de Sadoc, que guardaron la observancia de mi santuario; cuando los hijos de Israel erraron apartándose de mí, ellos serán allegados a mí para ministrarme, y estarán delante de mí, para ofrecerme el sebo y la sangre, dijo el Señor Jehová. Ezekiel 44:16 Ellos entrarán en mi santuario, y ellos se allegarán a mi mesa para ministrarme, y guardarán mi observancia. Ezekiel 44:17 ¶ Y será, que cuando entraren por las puertas del patio de adentro, se vestirán de vestimentos de lino: no subirá sobre ellos lana cuando ministraren en las puertas del patio de adentro, y adentro. Ezekiel 44:18 Mitras de lino tendrán en sus cabezas, y pañetes de lino en sus lomos: no se ceñirán por los sudaderos. Ezekiel 44:19 Y cuando salieren al patio de afuera, al patio de afuera al pueblo, desnudarse han de sus vestimentos con que ministraron, y dejarlos han en las cámaras del santuario; y vestirse han de otros vestidos, y no santificarán el pueblo con sus vestimentos. Ezekiel 44:20 Y no raparán su cabeza, ni dejarán crecer el cabello, mas trasquilando trasquilarán sus cabezas. Ezekiel 44:21 Y ninguno de los sacerdotes beberá vino cuando hubieren de entrar en el patio de adentro. Ezekiel 44:22 Ni viuda, ni repudiada se tomarán por mujeres: mas tomarán vírgenes del linaje de la casa de Israel; o viuda, que fuere viuda de sacerdote. Ezekiel 44:23 Y enseñarán a mi pueblo a hacer diferencia entre lo santo y lo profano; y entre lo limpio y lo no limpio les enseñarán a discernir. Ezekiel 44:24 Y en el pleito ellos estarán para juzgar: por mis derechos lo juzgarán; y mis leyes y mis decretos guardarán en todas mis solemnidades, y mis sábados santificarán. Ezekiel 44:25 Y a hombre muerto no entrará el sacerdote para contaminarse: mas sobre padre, o madre, o hijo, o hija, hermano, o hermana, que no haya tenido marido, se contaminará. Ezekiel 44:26 Y después de su expiación, contarle han aun siete días. Ezekiel 44:27 Y el día que entrare al santuario, al patio de adentro, para ministrar en el santuario, ofrecerá su expiación, dijo el Señor Jehová. Ezekiel 44:28 Y esto será a ellos por heredad: yo seré su heredad; y no les daréis posesión en Israel: yo soy su posesión. Ezekiel 44:29 El presente, y el sacrificio por la expiación, y por el pecado comerán; y toda cosa dedicada a Dios en Israel, será de ellos. Ezekiel 44:30 Y las primicias de todos primeros frutos de todo, y toda ofrenda de todo lo que se ofreciere de todas vuestras ofrendas será de los sacerdotes; y las primicias de todas vuestras masas daréis al sacerdote, para que haga reposar la bendición en vuestras casas. Ezekiel 44:31 Ninguna cosa mortecina, ni arrebatada, así de aves como de animales, comerán los sacerdotes. Ezekiel 45:0 Ezekiel 45:1 Y cuando partiereis por suertes la tierra en heredad, apartaréis una suerte para Jehová que le consagréis en la tierra, de longitud de veinte y cinco mil cañas de medir, y de anchura de diez mil: esto será santificado en todo su término al derredor. Ezekiel 45:2 De esto serán para el santuario las quinientas y quinientas cañas en cuadro al derredor: el cual tendrá su ejido de cincuenta codos al derredor. Ezekiel 45:3 Y de esta medida medirás en longitud veinte y cinco mil cañas, y en anchura diez mil: en lo cual estará el santuario, el santuario de santuarios. Ezekiel 45:4 Lo consagrado de esta tierra será para los sacerdotes ministros del santuario, que son allegados para ministrar a Jehová; y serles ha lugar para hacer casas, y el santuario para santuario. Ezekiel 45:5 Y otras veinte y cinco mil de longitud, y diez mil de anchura, lo cual será para los Levitas ministros de la casa, en posesión de veinte cámaras. Ezekiel 45:6 Y para la posesión de la ciudad daréis cinco mil de anchura, y veinte y cinco mil de longitud delante de lo que se apartó para el santuario: esto será para toda la casa de Israel. Ezekiel 45:7 Y la parte del príncipe será junto al apartamiento del santuario de la una parte y de la otra, y junto a la posesión de la ciudad, delante del apartamiento del santuario, y delante de la posesión de la ciudad, desde el rincón occidental que está hacia el occidente, hasta el rincón del oriental que está hacia el oriente; y la longitud será de la una parte a la otra, desde el rincón del occidente hasta el rincón del oriente. Ezekiel 45:8 Esta tierra tendrá en posesión en Israel, y nunca más mis príncipes oprimirán mi pueblo: mas darán la tierra a la casa de Israel por sus tribus. Ezekiel 45:9 Así dijo el Señor Jehová: Básteos ya, o! príncipes de Israel: quitád la violencia y la rapiña: hacéd juicio y justicia: quitád vuestras imposiciones de sobre mi pueblo, dijo el Señor Jehová. Ezekiel 45:10 ¶ Peso de justicia, y efa de justicia, y bato de justicia, tendréis. Ezekiel 45:11 El efa y el bato serán de una misma medida, que el bato tenga la décima parte del homer, y la décima parte del homer el efa: el homer tendrá también su igualdad. Ezekiel 45:12 Y el siclo será de veinte geras: veinte siclos, y veinte y cinco siclos, y quince siclos os será una mina. Ezekiel 45:13 Esta será la ofrenda que ofreceréis: la sexta parte de un efa de homer del trigo, y la sexta parte de un efa de homer de la cebada. Ezekiel 45:14 ¶ Y la ordenanza del aceite será que ofreceréis un bato de aceite, que es la décima parte de un coro: diez batos harán un homer; porque diez batos son un homer. Ezekiel 45:15 Y una cordera de la manada de doscientas, de las gruesas de Israel, para sacrificio, y para holocausto, y para pacíficos, para ser expiados, dijo el Señor Jehová. Ezekiel 45:16 Todo el pueblo de la tierra será obligado a esta ofrenda para el príncipe de Israel. Ezekiel 45:17 Mas del príncipe será la obligación de dar el holocausto, y el sacrificio, y la derramadura en las solemnidades, y en las lunas nuevas, y en los sábados, y en todas las fiestas de la casa de Israel: el hará la expiación, y el presente, y el holocausto, y los pacíficos, para expiar la casa de Israel. Ezekiel 45:18 Así dijo el Señor Jehová: El mes primero, al primero del mes, tomarás un becerro hijo de vaca entero, y expiarás el santuario. Ezekiel 45:19 Y el sacerdote tomará de la sangre del becerro de la expiación, y pondrá sobre los postes de la casa, y sobre los cuatro rincones del patio del altar, y sobre los postes de las puertas del patio de adentro. Ezekiel 45:20 Así harás hasta el séptimo día del mes por los errados y engañados; y expiarás la casa. Ezekiel 45:21 El mes primero, a los catorce días del mes, tendréis la pascua, que será fiesta de siete días: comerse ha pan sin levadura. Ezekiel 45:22 Y aquel día el príncipe sacrificará por sí, y por todo el pueblo de la tierra, un becerro por el pecado. Ezekiel 45:23 Y en todos los siete días de la solemnidad hará holocausto a Jehová de siete becerros y siete carneros enteros, cada día en siete días; y por el pecado un macho de cabrío cada día. Ezekiel 45:24 Y con cada becerro, presente de un efa de flor de harina, y con cada carnero otro efa; y por cada efa un hin de aceite. Ezekiel 45:25 En el mes séptimo, a los quince del mes, en la fiesta hará otro tanto como en estos siete días, cuanto a la expiación, y cuanto al holocausto, y cuanto al presente, y cuanto al aceite. Ezekiel 46:0 Ezekiel 46:1 Así dijo el Señor Jehová: la puerta del patio de adentro, que mira al oriente, será cerrada los seis días de trabajo; y el día del sábado se abrirá, y asimismo se abrirá el día de la nueva luna. Ezekiel 46:2 Y el príncipe entrará de afuera por el camino del portal de la puerta, y estará al umbral de la puerta, (y los sacerdotes harán su holocausto y sus pacíficos;) e inclinarse ha a la entrada de la puerta, y saldrá: mas la puerta no se cerrará hasta la tarde. Ezekiel 46:3 Y el pueblo de la tierra se inclinará delante de Jehová a la entrada de la puerta en los sábados, y en las nuevas lunas. Ezekiel 46:4 Y el holocausto que el príncipe ofrecerá a Jehová el día del sábado, será seis corderos enteros, y un carnero entero; Ezekiel 46:5 Y presente, un efa de flor de harina con cada carnero; y con cada cordero, presente don de su mano; y un hin de aceite con el efa. Ezekiel 46:6 Mas el día de la nueva luna ofrecerá un becerro hijo de vaca entero, y seis corderos, y un carnero: serán enteros. Ezekiel 46:7 Y hará presente de un efa de flor de harina con el becerro; y otro efa con cada carnero: mas con los corderos, conforme a su facultad; y un hin de aceite con cada efa. Ezekiel 46:8 Y cuando el príncipe entrare, entrará por el camino del portal de la puerta, y por el mismo camino saldrá. Ezekiel 46:9 Mas cuando el pueblo de la tierra entrare delante de Jehová en la fiestas, el que entrare por la puerta del norte, saldrá por la puerta del mediodía; y el que entrare por la puerta del mediodía, saldrá por la puerta del norte: no volverá por la puerta por donde entró, mas saldrá por la de en frente de ella. Ezekiel 46:10 Y el príncipe, cuando ellos entraren, él entrará en medio de ellos: mas cuando ellos hubieren salido, él saldrá. Ezekiel 46:11 Y en las fiestas, y en las solemnidades, será el presente un efa de flor de harina con cada becerro, y otro efa con cada carnero; y con los corderos, lo que le parciere; y un hin de aceite con cada efa. Ezekiel 46:12 Mas cuando el príncipe libremente hiciere holocausto, o pacíficos a Jehová, abrirle han la puerta, que mira al oriente, y hará su holocausto, y sus pacíficos, como hace en el día del sábado: después saldrá, y cerrarán la puerta después que saliere. Ezekiel 46:13 Y sacrificarás a Jehová cada día en holocausto un cordero de un año entero: cada mañana lo sacrificarás. Ezekiel 46:14 Y harás con el presente todas las mañanas, la sexta parte de un efa de flor de harina, y la tercera parte de un hin de aceite para mezclar con la flor de harina: esto será presente para Jehová continuamente por estatuto perpetuo. Ezekiel 46:15 Y sacrificarán el cordero, y el presente, y el aceite todas las mañanas en holocausto continuo. Ezekiel 46:16 Así dijo el Señor Jehová: Si el príncipe diere algún don de su heredad a alguno de sus hijos, será de ellos: posesión de ellos será por herencia. Ezekiel 46:17 Mas si de su heredad diere don a alguno de sus siervos, será de él hasta el año de libertad, y volverá al príncipe: mas su herencia de sus hijos será. Ezekiel 46:18 Y el príncipe no tomará nada de la herencia del pueblo, por no defraudarlos de su posesión. De lo que él posee, dará herencia a sus hijos; porque mi pueblo no sea echado cada uno de su posesión. Ezekiel 46:19 ¶ Y metióme por la entrada que estaba hacia la puerta a las cámaras santas de los sacerdotes, las cuales miraban al norte; y había allí un lugar a los lados del occidente. Ezekiel 46:20 Y díjome: Este es el lugar donde los sacerdotes cocerán el sacrificio por el pecado, y por la expiación; allí cocerán el presente por no sacarlo al patio de afuera, para santificar el pueblo. Ezekiel 46:21 Luego me sacó al patio de afuera, y trájome por los cuatro rincones del patio; y en cada rincón había un patio. Ezekiel 46:22 En los cuatro rincones del patio había patios juntos de cuarenta codos de longitud, y de treinta de anchura: tenían una misma medida todos cuatro a los rincones. Ezekiel 46:23 Y había una pared al derredor de ellos, al derredor de todos cuatro; y había chimeneas hechas abajo de las paredes al derredor. Ezekiel 46:24 Y díjome: Estas son las casas de los cocineros, donde los servidores de la casa cocerán el sacrificio del pueblo. Ezekiel 47:0 Ezekiel 47:1 E hízome tornar a la entrada de la casa; y he aquí aguas que salían de debajo del umbral de la casa hacia el oriente; porque la haz de la casa estaba al oriente; y las aguas descendían de debajo, hacia el lado derecho de la casa, al mediodía del altar. Ezekiel 47:2 Y sacóme por el camino de la puerta del norte, e hízome rodear por el camino fuera de la puerta por de fuera al camino de la que mira al oriente; y he aquí las aguas que salían al lado derecho. Ezekiel 47:3 Y saliendo el varón hacia el oriente tenía un cordel en su mano; y midió mil codos, e hízome pasar por las aguas hasta los tobillos. Ezekiel 47:4 Y midió otros mil, e hízome pasar por las aguas hasta las rodillas. Y midió otros mil, e hízome pasar por las aguas hasta los lomos. Ezekiel 47:5 Y midió otros mil, e iba ya el arroyo que yo no podía pasar; porque las aguas se habían alzado, y el arroyo no se podía pasar si no a nado. Ezekiel 47:6 Y díjome: ¿Hijo del hombre, has visto? Y trájome, e hízome tornar por la ribera del arroyo. Ezekiel 47:7 Y tornando yo, he aquí en la ribera del arroyo que había árboles muy muchos de la una parte, y de la otra. Ezekiel 47:8 Y díjome: Estas aguas salen a la región del oriente, y descenderán a la campaña, y entrarán en la mar, en la mar de las aguas apartadas; y las aguas recibirán sanidad. Ezekiel 47:9 Y será que toda alma viviente que nadare por donde quiera que entraren estos dos arroyos vivirá; y habrá muchos peces en gran manera por haber entrado estas aguas allá, y recibirán sanidad, y vivirá todo lo que entrare en este arroyo. Ezekiel 47:10 Y será que junto a él estarán pescadores, y desde Engadí hasta Engalim será tendedero de redes: en su manera será su pescado como el pescado de la gran mar, mucho en gran manera. Ezekiel 47:11 Sus charcos y sus lagunas no se sanarán: quedarán para salinas. Ezekiel 47:12 Y junto al arroyo en su ribera de una parte y de otra crecerá todo árbol de fruto de comer: su hoja nunca caerá, ni su fruto faltará: a sus meses madurará, porque sus aguas salen del santuario; y su fruto será para comer, y su hoja para medicina. Ezekiel 47:13 ¶ Y dijo el Señor Jehová: Este es el término en que partiréis la tierra en heredad entre las doce tribus de Israel: José dos partes. Ezekiel 47:14 Y heredarla heis así los unos como los otros; pues por ella alcé mi mano que la había de dar a vuestros padres: por tanto esta tierra os caerá en heredad. Ezekiel 47:15 Y este es el término de la tierra hacia la parte del norte: Desde la gran mar camino de Hetalón viniendo en Sedada, Ezekiel 47:16 Emat, Berota, Sabarim, que son entre el término de Damasco, y el término de Emat: Haseraticon, que es en el término de Hauran. Ezekiel 47:17 Y será el término del norte desde la mar de Hazar-enán al término de Damasco al norte; y al término de Emat al lado del norte. Ezekiel 47:18 Al lado del oriente, por medio de Hauran, y de Damasco, y de Galaad, y de la tierra de Israel, al Jordán: esto mediréis de término hasta la mar del oriente. Ezekiel 47:19 Y al lado del mediodía, hacia el mediodía, desde Tamar hasta las aguas de las rencillas: desde Cádes y el arroyo hasta la gran mar; y esto será al lado del mediodía, al mediodía. Ezekiel 47:20 Y al lado del occidente, la gran mar el un término, hasta en derecho para venir en Emat. Este será el lado del occidente. Ezekiel 47:21 Y partiréis esta tierra entre vosotros por las tribus de Israel. Ezekiel 47:22 Y será que echaréis sobre ella suertes por herencia para vosotros, y para los extranjeros que peregrinan entre vosotros, que entre vosotros han engendrado hijos; y tenerlos heis como naturales entre los hijos de Israel: echarán suertes con vosotros, para heredarse entre las tribus de Israel. Ezekiel 47:23 Y será que en la tribu en que peregrinare el extranjero, allí le daréis su heredad, dijo el Señor Jehová. Ezekiel 48:0 Ezekiel 48:1 Y estos son los nombres de las tribus: Desde la parte del norte por la vía de Hetalón viniendo a Emat, Hazar-enán, al término de Damasco, al norte, al término de Emat: tendrá Dan una parte desde la parte del oriente hasta la mar. Ezekiel 48:2 Y junto al término de Dan, desde la parte del oriente hasta la parte de la mar, tendrá Aser una parte. Ezekiel 48:3 Y junto al término de Aser, desde la parte del oriente hasta la parte de la mar, tendrá Neftalí otra. Ezekiel 48:4 Y junto al término de Neftalí, desde la parte del oriente hasta la parte de la mar, Manasés otra. Ezekiel 48:5 Y junto al término de Manasés, desde la parte del oriente hasta la parte de la mar, Efraím otra. Ezekiel 48:6 Y junto al término de Efraím, desde la parte del oriente hasta la parte de la mar, Rubén otra. Ezekiel 48:7 Y junto al término de Rubén, desde la parte del oriente hasta la parte de la mar, Judá otra. Ezekiel 48:8 Y junto al término de Judá, desde la parte del oriente hasta la parte de la mar, será la suerte que apartaréis de veinte y cinco mil cañas de anchura y de longitud, como cualquiera de las otras partes, es a saber, desde la parte del oriente hasta la parte de la mar; y el santuario estará en medio de ella. Ezekiel 48:9 La suerte que apartaréis para Jehová será de longitud de veinte y cinco mil cañas, y de anchura de diez mil. Ezekiel 48:10 Y allí será la suerte santa de los sacerdotes de veinte y cinco mil cañas al norte, y de diez mil de anchura al occidente, y al oriente, de diez mil de anchura, y al mediodía de longitud de veinte y cinco mil; y el santuario de Jehová estará en medio de ella. Ezekiel 48:11 Los sacerdotes santificados de los hijos de Sadoc, que guardaron mi observancia, que no erraron, cuando erraron los hijos de Israel, como erraron los Levitas: Ezekiel 48:12 Ellos tendrán por suerte apartada en la partición de la tierra la parte santísima, junto al término de los Levitas. Ezekiel 48:13 Y la de los Levitas será delante del término de los sacerdotes, de veinte y cinco mil cañas de longitud, y de diez mil de anchura: toda la longitud de veinte y cinco mil, y la anchura de diez mil. Ezekiel 48:14 No venderán de ello, ni trocarán, ni traspasarán las primicias de la tierra, porque es consagrado a Jehová. Ezekiel 48:15 Y las cinco mil cañas de anchura que quedan delante de las veinte y cinco mil, serán profanas para la ciudad, para habitación, y para ejido; y la ciudad estará en medio. Ezekiel 48:16 Y estas serán sus medidas: A la parte del norte cuatro mil y quinientas cañas; y a la parte del mediodía cuatro mil y quinientas; y a la parte del oriente cuatro mil y quinientas; y a la parte del occidente cuatro mil y quinientas. Ezekiel 48:17 Y el ejido de la ciudad estará al norte de doscientas y cincuenta cañas, y al mediodía de doscientas y cincuenta, y al oriente de doscientas y cincuenta, y al occidente de doscientas y cincuenta. Ezekiel 48:18 Y lo que quedare de longitud delante de la suerte santa, que son diez mil cañas al oriente, y diez mil al occidente, que será lo que quedare delante de la suerte santa, será para sembrar pan para los que sirven a la ciudad. Ezekiel 48:19 Y los que servirán a la ciudad, serán de todas las tribus de Israel. Ezekiel 48:20 Toda la apartadura de veinte y cinco mil cañas, y otras veinte y cinco mil en cuadro apartaréis por suerte para el santuario, y para la posesión de la ciudad. Ezekiel 48:21 Y del príncipe será lo que quedare de la una parte y de la otra de la suerte santa, y de la posesión de la ciudad, es a saber, delante de las veinte y cinco mil cañas de la suerte santa hasta el término oriental; y al occidente delante de las veinte y cinco mil hasta el término occidental, delante de las partes dichas será del príncipe; y será suerte santa, y el santuario de la casa estará en medio de ella. Ezekiel 48:22 Y desde la posesión de los Levitas, y desde la posesión de la ciudad, en medio estará lo que pertenecerá al príncipe: entre el término de Judá, y el término de Ben-jamín estará la suerte del príncipe. Ezekiel 48:23 Y la resta de las tribus, desde la parte del oriente hasta la parte de la mar, Ben-jamín tendrá una parte. Ezekiel 48:24 Y junto al término de Ben-jamín, desde la parte del oriente hasta la parte de la mar, Simeón otra. Ezekiel 48:25 Y junto al término de Simeón, desde la parte del oriente hasta la parte de la mar, Isacar otra. Ezekiel 48:26 Y junto al término de Isacar, desde la parte del oriente hasta la parte de la mar, Zabulón otra. Ezekiel 48:27 Y junto al término de Zabulón, desde la parte del oriente hasta la parte de la mar, Gad otra. Ezekiel 48:28 Y junto al término de Gad a la parte del mediodía, al mediodía, será el término desde Tamar hasta las aguas de las rencillas, y desde Cádes y el arroyo hasta la gran mar. Ezekiel 48:29 Esta es la tierra que partiréis por suertes en heredad a las tribus de Israel; y estas son sus partes, dijo el Señor Jehová. Ezekiel 48:30 Y estas son las salidas de la ciudad a la parte del norte, cuatro mil y quinientas cañas por medida. Ezekiel 48:31 Y las puertas de la ciudad serán según los nombres de las tribus de Israel: las tres puertas al norte, la puerta de Rubén una, la puerta de Judá otra, la puerta de Leví otra. Ezekiel 48:32 Y a la parte del oriente, cuatro mil y quinientas cañas, y tres puertas: la puerta de José una, la puerta de Ben-jamín otra, la puerta de Dan otra. Ezekiel 48:33 Y a la parte del mediodía, cuatro mil y quinientas cañas por medida, y tres puertas: la puerta de Simeón una, la puerta de Isacar otra, la puerta de Zabulón otra. Ezekiel 48:34 Y a la parte del occidente, cuatro mil y quinientas cañas, y sus tres puertas: la puerta de Gad una, la puerta de Aser otra, la puerta de Neftalí otra. Ezekiel 48:35 En derredor diez y ocho mil cañas: y el nombre de la ciudad desde aquel día será Jehová Allí.
Daniel 0:0
Daniel 1:0 Daniel 1:1 En el año tercero del reino de Joacim, rey de Judá, vino Nabucodonosor, rey de Babilonia, a Jerusalem, y cercóla. Daniel 1:2 Y el Señor entregó en sus manos a Joacim, rey de Judá, y parte de los vasos de la casa de Dios, y trájolos a tierra de Sennaar a la casa de su dios; y metió los vasos en la casa del tesoro de su dios. Daniel 1:3 Y dijo el rey a Aspenez príncipe de sus eunucos, que trajese de los hijos de Israel, del linaje real, y de los príncipes; Daniel 1:4 Muchachos en quien no hubiese alguna mácula, y de buen parecer, y enseñados en toda sabiduría, y sabios en ciencia, y de buen entendimiento, y que tuviesen fuerzas para estar en el palacio del rey, y que les enseñase las letras y la lengua de los Caldeos. Daniel 1:5 Y señalóles el rey ración para cada día, de la ración de la comida del rey, y del vino de su beber; que los criase tres años, para que al fin de ellos estuviesen delante del rey. Daniel 1:6 Y fueron entre ellos de los hijos de Judá, Daniel, Ananías, Misael, y Azarías: Daniel 1:7 A los cuales el príncipe de los eunucos puso nombres. Y puso a Daniel, Baltasar; y a Ananías, Sidrac; y a Misael, Misac; y a Azarías, Abdenago. Daniel 1:8 Y Daniel propuso en su corazón de no contaminarse en la ración de la comida del rey, y en el vino de su beber; y pidió al príncipe de los eunucos de no se contaminar. Daniel 1:9 (Y puso Dios a Daniel en gracia, y en buena voluntad con el príncipe de los eunucos.) Daniel 1:10 Y dijo el príncipe de los eunucos a Daniel: Tengo temor de mi señor el rey, que señaló vuestra comida, y vuestra bebida: el cual porque verá vuestros rostros más tristes que los de los muchachos que son semejantes a vosotros, condenaréis para con el rey mi cabeza. Daniel 1:11 Y Daniel dijo a Malasar, que era señalado por el príncipe de los eunucos sobre Daniel, Ananías, Misael, y Azarías: Daniel 1:12 Prueba, yo te ruego, tus siervos diez días, y dénnos de las legumbres a comer, y agua a beber: Daniel 1:13 Y parezcan delante de ti nuestros rostros, y los rostros de los muchachos que comen de la ración de la comida del rey, y según que vieres, harás con tus siervos. Daniel 1:14 Consintió pues con ellos en esto, y probó con ellos diez días. Daniel 1:15 Y al cabo de los diez días pareció el rostro de ellos mejor, y más gordo de carne que los otros muchachos, que comían de la ración de la comida del rey. Daniel 1:16 Y fue, que Malasar tomaba la ración de la comida de ellos, y el vino de su beber, y dábales legumbres. Daniel 1:17 Y a estos cuatro muchachos dióles Dios conocimiento, e inteligencia en todas letras y ciencia: mas Daniel tuvo entendimiento en toda visión y sueños. Daniel 1:18 Pasados pues los días al fin de los cuales dijo el rey que los trajesen, el príncipe de los eunucos los trajo delante de Nabucodonosor. Daniel 1:19 Y el rey habló con ellos, y no fue hallado entre todos ellos otro como Daniel, Ananías, Misael, y Azarías; y estuvieron delante del rey. Daniel 1:20 Y en todo negocio de sabiduría e inteligencia que el rey les demandó, los halló diez veces sobre todos los magos y astrólogos que había en todo su reino. Daniel 1:21 Y fue Daniel hasta el año primero del rey Ciro. Daniel 2:0 Daniel 2:1 Y en el segundo año del reino de Nabucodonosor, soñó Nabucodonosor sueños, y su espíritu se quebrantó, y su sueño se huyó de él. Daniel 2:2 Y mandó el rey llamar magos, astrólogos, y encantadores, y Caldeos, para que enseñasen al rey sus sueños: los cuales vinieron, y se presentaron delante del rey. Daniel 2:3 Y el rey les dijo: He soñado un sueño, y mi espíritu se ha quebrantado por saber el sueño. Daniel 2:4 Y los Caldeos hablaron al rey en Siriaco: Rey, para siempre vive: Di el sueño a tus siervos, y mostraremos la declaración. Daniel 2:5 El rey respondió, y dijo a los Caldeos: El negocio se me fue de la memoria: si no me mostráis el sueño y su declaración, seréis hechos cuartos, y vuestras casas serán puestas por muladares. Daniel 2:6 Y si mostrareis el sueño y su declaración, recibiréis de mí dones, y mercedes, y grande honra: por tanto mostrádme el sueño, y su declaración. Daniel 2:7 Respondieron la segunda vez, y dijeron: Diga el rey el sueño a sus siervos, y mostraremos su declaración. Daniel 2:8 El rey respondió, y dijo: Yo conozco ciertamente que vosotros ponéis dilaciones, porque veis que el negocio se me ha ido de la memoria. Daniel 2:9 Si no me mostráis el sueño, una sola sentencia será de vosotros. Ciertamente respuesta mentirosa y perversa que decir delante de mí aparejáis vosotros, entre tanto que se muda el tiempo: por tanto decídme el sueño, para que yo entienda que me podéis mostrar su declaración. Daniel 2:10 Los Caldeos respondieron delante del rey, y dijeron: No hay hombre sobre la tierra que pueda declarar el negocio del rey: además de esto, ningún rey, príncipe, ni señor preguntó cosa semejante a ningún mago, ni astrólogo, ni Caldeo. Daniel 2:11 Finalmente el negocio que el rey demanda es singular, ni hay quien lo pueda declarar delante del rey, salvo los dioses, cuya morada no es con la carne. Daniel 2:12 Por esto el rey con ira y con grande enojo mandó que matasen a todos los sabios de Babilonia. Daniel 2:13 Y el mandamiento se publicó, y los sabios eran llevados a la muerte; y buscaron a Daniel, y a sus compañeros para matarlos. Daniel 2:14 Entonces Daniel habló avisada y prudentemente a Arioc, capitán de los de la guarda del rey, que había salido para matar los sabios de Babilonia. Daniel 2:15 Habló, y dijo a Arioc, capitán del rey: ¿Qué es la causa que este mandamiento se publica de parte del rey tan apresuradamente? Entonces Arioc declaró el negocio a Daniel. Daniel 2:16 Y Daniel entró, y pidió al rey que le diese tiempo, y que él mostraría al rey la declaración. Daniel 2:17 Entonces Daniel se fue a su casa; y declaró el negocio a Ananías, Misael, y Azarías sus compañeros; Daniel 2:18 Para demandar misericordias del Dios del cielo sobre este misterio, y que Daniel y sus compañeros no pereciesen con los otros sabios de Babilonia. Daniel 2:19 Entonces el misterio fue revelado a Daniel en visión de noche: por lo cual Daniel bendijo al Dios del cielo; Daniel 2:20 Y Daniel habló, y dijo: Sea bendito el nombre de Dios de siglo hasta siglo; porque suya es la sabiduría y la fortaleza. Daniel 2:21 Y él es el que muda los tiempos, y las oportunidades: quita reyes, y pone reyes: da la sabiduría a los sabios, y la ciencia a los entendidos: Daniel 2:22 El revela lo profundo y lo escondido: conoce lo que está en tinieblas, y la luz mora con él. Daniel 2:23 A ti, o! Dios de mis padres, te doy las gracias, y te alabo, que me diste sabiduría y fortaleza; y ahora me enseñaste lo que te pedimos, porque nos enseñaste el negocio del rey. Daniel 2:24 Después de esto Daniel entró a Arioc, al cual el rey había puesto para matar a los sabios de Babilonia: fue y díjole así: No mates los sabios de Babilonia: méteme delante del rey, que yo mostraré al rey la declaración. Daniel 2:25 Entonces Arioc metió prestamente a Daniel delante del rey, y díjole así: Un varón de los trasportados de Judá he hallado, el cual declarará al rey la interpretación. Daniel 2:26 Respondió el rey, y dijo a Daniel, (al cual llamaban Baltasar:) ¿Podrás tú hacerme entender el sueño que ví, y su declaración? Daniel 2:27 Daniel respondió delante del rey, y dijo: El misterio que el rey demanda, ni sabios, ni astrólogos, ni magos, ni adivinos lo pueden enseñar al rey. Daniel 2:28 Mas hay un Dios en los cielos el cual revela los misterios; y él ha hecho saber al rey Nabucodonosor lo que ha de acontecer a cabo de días. Tu sueño, y las visiones de tu cabeza sobre tu cama, es esto: Daniel 2:29 Tú, o! rey, en tu cama, tus pensamientos subieron por saber lo que había de ser en lo porvenir; y el que revela los misterios, te mostró lo que ha de ser. Daniel 2:30 Y a mí, no por la sabiduría que en mí hay más que en todos los vivientes, ha sido revelado este misterio, mas para que yo notifique al rey la declaración, y que entendieses los pensamientos de tu corazón. Daniel 2:31 Tú, o! rey, veías, y he aquí una grande imagen. Esta imagen, que era muy grande, y cuya gloria era muy sublime, estaba en pie delante de ti, y su vista era terrible. Daniel 2:32 La cabeza de esta imagen era de fino oro: sus pechos y sus brazos de plata: su vientre y sus muslos de metal: Daniel 2:33 Sus piernas de hierro: sus pies en parte de hierro, y en parte de barro cocido. Daniel 2:34 Estabas mirando, hasta que una piedra fue cortada, no con manos, la cual hirió a la imagen en sus pies de hierro y de barro cocido, y los desmenuzó. Daniel 2:35 Entonces fue también desmenuzado el hierro, el barro cocido, el metal, la plata, y el oro, y se tornaron como tamo de las eras del verano; y levantólos el viento, y nunca más se les halló lugar. Mas la piedra que hirió a la imagen, fue hecha un gran monte, que hinchió toda la tierra. Daniel 2:36 ¶ Este es el sueño: la declaración de él diremos también en la presencia del rey. Daniel 2:37 Tú, o! rey, eres rey de reyes; porque el Dios del cielo te ha dado el reino, la potencia, y la fortaleza, y la majestad. Daniel 2:38 Y todo lo que habitan hijos de hombres, bestias del campo, y aves del cielo, ha entregado en tu mano; y te ha hecho enseñorear sobre todo ello: tú eres aquella cabeza de oro. Daniel 2:39 Y después de ti se levantará otro reino menor que tú; y otro tercero reino de metal, el cual se enseñoreará de toda la tierra. Daniel 2:40 Y el reino cuarto será fuerte como hierro; y como el hierro desmenuza, y doma todas las cosas, y como el hierro que quebranta todas estas cosas, desmenuzará y quebrantará. Daniel 2:41 Y lo que viste los pies y los dedos en parte de barro cocido de ollero, y en parte de hierro, el reino será diviso, y habrá en él algo de fortaleza de hierro, de la manera que viste el hierro mezclado con el tiesto de barro. Daniel 2:42 Y los dedos de los pies en parte de hierro, y en parte de barro cocido, en parte el reino será fuerte, y en parte será frágil. Daniel 2:43 Cuanto a lo que viste el hierro mezclado con tiesto de barro, mezclarse han con simiente humana: mas no se pegarán el uno con el otro, como el hierro no se mezcla con el tiesto. Daniel 2:44 Mas en los días de estos reyes el Dios del cielo levantará un reino que eternalmente no se corromperá; y este reino no será dejado a otro pueblo: el cual desmenuzará, y consumirá todos estos reinos, y él permanecerá para siempre. Daniel 2:45 De la manera que viste que del monte fue cortada una piedra, que no con manos, desmenuzó al hierro, al metal, al tiesto, a la plata, y al oro, el Dios grande mostró al rey lo que ha de acontecer en lo porvenir. Y el sueño es verdadero, y fiel su declaración. Daniel 2:46 Entonces el rey Nabucodonosor cayó sobre su rostro, y humillóse a Daniel, y mandó que le sacrificasen presentes y perfumes. Daniel 2:47 El rey habló a Daniel, y dijo: Ciertamente que el Dios vuestro es Dios de dioses, y el Señor de los reyes, y el descubridor de los misterios, pues pudiste revelar este misterio. Daniel 2:48 Entonces el rey magnificó a Daniel, y le dio muchos y grandes dones, y púsole por gobernador de toda la provincia de Babilonia, y por príncipe de los gobernadores sobre todos los sabios de Babilonia. Daniel 2:49 Y Daniel demandó del rey, y él puso sobre los negocios de la provincia de Babilonia a Sidrac, Misac, y Abdenago: y Daniel a la puerta del rey. Daniel 3:0 Daniel 3:1 El rey Nabucodonosor hizo una estatua de oro, la altura de la cual era de sesenta codos, su anchura de seis codos: levantóla en el campo de Dura, en la provincia de Babilonia. Daniel 3:2 Y envió el rey Nabucodonosor a juntar los grandes, los asistentes y capitanes: oidores, receptores, los del consejo, presidentes, y a todos los gobernadores de las provincias, para que viniesen a la dedicación de la estatua, que el rey Nabucodonosor había levantado. Daniel 3:3 Y fueron congregados los grandes, los asistentes, y capitanes, los oidores, receptores, los del consejo, los presidentes, y todos los gobernadores de las provincias, a la dedicación de la estatua que el rey Nabucodonosor había levantado; y estaban en pie delante de la estatua que había levantado el rey Nabucodonosor. Daniel 3:4 Y el pregonero pregonaba a alta voz: Mándase a vosotros, pueblos, naciones, y lenguajes: Daniel 3:5 En oyendo el son de la bocina, del pífano, del atambor, de la arpa, del salterio, de la sinfonía, y de todo instrumento músico, os postraréis, y adoraréis la estatua de oro que el rey Nabucodonosor ha levantado. Daniel 3:6 Y cualquiera que no se prostrare, y la adorare, en la misma hora será echado dentro del horno de fuego ardiendo. Daniel 3:7 Por lo cual en oyendo todos los pueblos el son de la bocina, del pífano, del atambor, de la arpa, del salterio, de la sinfonía, y de todo instrumento músico, todos los pueblos, naciones, y lenguajes se postraron, y adoraron la estatua de oro que el rey Nabucodonosor había levantado. Daniel 3:8 Por esto en el mismo tiempo algunos varones Caldeos se llegaron, y denunciaron de los Judíos: Daniel 3:9 Hablando, y diciendo al rey Nabucodonosor: Rey, para siempre vive. Daniel 3:10 Tú, o! rey, pusiste ley, que todo hombre en oyendo el son de la bocina, del pífano, del atambor, de la arpa, del salterio, de la sinfonía, y de todo instrumento músico, se postrase y adorase la estatua de oro: Daniel 3:11 Y el que no se postrase, y la adorase, fuese echado dentro del horno de fuego ardiendo. Daniel 3:12 Hay unos varones Judíos, los cuales pusiste sobre los negocios de la provincia de Babilonia, Sidrac, Misac, y Abdenago: estos varones, o! rey, no han hecho cuenta de ti: no adoran tus dioses, no adoran la estatua de oro, que tú levantaste. Daniel 3:13 Entonces Nabucodonosor dijo con ira y con enojo, que trajesen a Sidrac, Misac, y Abdenago: luego estos varones fueron traídos delante del rey. Daniel 3:14 Habló Nabucodonosor, y díjoles: ¿Es verdad, Sidrac, Misac, y Abdenago, que vosotros no honráis a mi dios, ni adoráis la estatua de oro que yo levanté? Daniel 3:15 Ahora pues, ¿estáis prestos para que en oyendo el son de la bocina, del pífano, del atambor, de la arpa, del salterio, de la sinfonía, y de todo instrumento músico, os postréis, y adoréis la estatua que yo hice? Porque si no la adorareis, en la misma hora seréis echados en medio del horno de fuego ardiendo: ¿Y qué dios será aquel que os libre de mis manos? Daniel 3:16 Sidrac, Misac, y Abdenago respondieron, y dijeron al rey Nabucodonosor: No curamos de responderte sobre este negocio. Daniel 3:17 He aquí nuestro Dios, a quien honramos, puede librarnos del horno de fuego ardiendo; y de tu mano, o! rey, nos librará. Daniel 3:18 Y si no: sepas, o! rey, que tu dios no adoraremos, y la estatua que levantaste no honraremos. Daniel 3:19 Entonces Nabucodonosor fue lleno de ira, y la figura de su rostro se demudó sobre Sidrac, Misac, y Abdenago: habló, y mandó que el horno se encendiese siete veces tanto de lo que cada vez solía. Daniel 3:20 Y mandó a hombres valientes en fuerza que estaban en su ejército, que atasen a Sidrac, Misac, y Abdenago, para echarlos en el horno de fuego ardiendo. Daniel 3:21 Entonces estos varones fueron atados con sus mantos, y sus calzas, y sus turbantes, y sus vestidos, y fueron echados dentro del horno de fuego ardiendo. Daniel 3:22 Porque la palabra del rey daba priesa, y había procurado que se encendiese mucho. La llama del fuego mató a aquellos hombres que habían alzado a Sidrac, Misac, y Abdenago. Daniel 3:23 Y estos tres varones Sidrac, Misac, y Abdenago cayeron atados dentro del horno de fuego ardiendo. Daniel 3:24 ¶ Entonces el rey Nabucodonosor se espantó, y se levantó apriesa, y habló, y dijo a los de su consejo: ¿No echamos tres varones atados dentro del fuego? Ellos respondieron, y dijeron al rey: Es verdad, o! rey. Daniel 3:25 Respondió, y dijo: He aquí que yo veo cuatro varones sueltos, que se pasean en medio del fuego; y ningún daño hay en ellos; y el parecer del cuarto es semejante a hijo de Dios. Daniel 3:26 Entonces allegóse Nabucodonosor a la puerta del horno de fuego ardiendo, y habló, y dijo: Sidrac, Misac, y Abdenago, siervos del Alto Dios, salíd, y veníd. Entonces Sidrac, Misac, y Abdenago salieron de en medio del fuego. Daniel 3:27 Y juntáronse los grandes, los gobernadores, y los capitanes, y los del consejo del rey para mirar estos varones, como el fuego no se enseñoreó de sus cuerpos: ni cabello de sus cabezas fue quemado, ni sus ropas se mudaron, ni olor de fuego pasó por ellos. Daniel 3:28 Nabucodonosor habló, y dijo: Bendito el Dios de ellos, de Sidrac, Misac, y Abdenago, que envió su ángel, y libró sus siervos que esperaron en él, y el mandamiento del rey mudaron, y entregaron sus cuerpos antes que sirviesen ni adorasen otro dios que su Dios. Daniel 3:29 Por mí pues se pone decreto, que todo pueblo, nación, o lenguaje que dijere blasfemia contra el Dios de Sidrac, Misac, y Abdenago, sea descuartizado, y su casa sea puesta por muladar; por cuanto no hay Dios que pueda librar como este. Daniel 3:30 Entonces el rey ennobleció a Sidrac, Misac, y Abdenago en la provincia de Babilonia. Daniel 4:0 Daniel 4:1 Nabucodonosor rey a todos los pueblos, naciones, y lenguajes que moran en toda la tierra, paz os sea multiplicada. Daniel 4:2 Las señales y milagros que el Alto Dios ha hecho conmigo, conviene que yo las publique. Daniel 4:3 ¿Cuán grandes son sus señales, y cuán fuertes sus maravillas? Su reino, reino sempiterno, y su señorío hasta generación y generación. Daniel 4:4 Yo Nabucodonosor estaba quieto en mi casa, y florido en mi palacio. Daniel 4:5 Ví un sueño que me espantó; y las imaginaciones y visiones de mi cabeza me turbaron en mi cama. Daniel 4:6 Por lo cual yo puse mandamiento para hacer venir delante de mí todos los sabios de Babilonia, que me mostrasen la declaración del sueño. Daniel 4:7 Y vinieron magos, astrólogos, Caldeos, y adivinos, y dije el sueño delante de ellos: mas nunca me mostraron su declaración: Daniel 4:8 Hasta tanto que entró delante de mí Daniel, cuyo nombre es Baltasar, como el nombre de mi Dios, y en el cual hay espíritu de los dioses santos; y dije el sueño delante de él, diciendo: Daniel 4:9 Baltasar, príncipe de los magos, yo he entendido que hay en ti espíritu de los dioses santos, y que ningún misterio se te esconde; díme las visiones de mi sueño que he visto, y su declaración. Daniel 4:10 Las visiones de mi cabeza en mi cama, eran: Parecíame que veía un árbol en medio de la tierra cuya altura era grande. Daniel 4:11 Crecía este árbol, y hacíase fuerte, y su altura llegaba hasta el cielo; y su vista hasta el cabo de toda la tierra. Daniel 4:12 Su copa era hermosa, y su fruto en abundancia, y para todos había en él mantenimiento. Debajo de él se ponían a la sombra las bestias del campo, y en sus ramas hacían morada las aves del cielo, y toda carne se mantenía de él. Daniel 4:13 Veía en las visiones de mi cabeza en mi cama, y he aquí que un velador y santo descendía del cielo; Daniel 4:14 Y clamaba fuertemente, y decía así: Cortád el árbol, y desmochád sus ramas: derribád su copa, y derramád su fruto: váyanse las bestias que están debajo de él, y las aves de sus ramas: Daniel 4:15 Mas el tronco de sus raíces dejaréis en la tierra, y con atadura de hierro y de metal quede atado en la yerba del campo, y sea mojado con el rocío del cielo, y su vivienda sea con las bestias en la yerba de la tierra: Daniel 4:16 Su corazón sea mudado de corazón de hombre, y séale dado corazón de bestia; y pasen sobre él siete tiempos. Daniel 4:17 Por sentencia de los veladores se acuerda el negocio, y por dicho de santos la demanda; para que conozcan los vivientes que el Altísimo se enseñorea del reino de los hombres, y a quien él quiere lo da, y constituye sobre él al más bajo de los hombres. Daniel 4:18 Este sueño ví yo el rey Nabucodonosor: mas tú, Baltasar, dirás la declaración de él; porque todos los sabios de mi reino nunca pudieron mostrarme su interpretación: mas tú puedes, porque hay en ti espíritu de los dioses santos. Daniel 4:19 Entonces Daniel, cuyo nombre era Baltasar, estuvo callando casi una hora, y sus pensamientos le espantaban. El rey entonces habló, y dijo: Baltasar, el sueño ni su declaración no te espanten. Respondió Baltasar, y dijo: Señor mío, el sueño sea para tus enemigos, y su declaración para los que mal te quieren. Daniel 4:20 El árbol que viste, que crecía y se hacía fuerte, y que su altura llegaba hasta el cielo, y su vista por toda la tierra; Daniel 4:21 Y su copa era hermosa, y su fruto en abundancia, y que para todos había mantenimiento en él: debajo de él moraban las bestias del campo, y en sus ramas habitaban las aves del cielo: Daniel 4:22 Tú mismo eres, o! rey, que creciste, y te hiciste fuerte; y tu grandeza creció, y ha llegado hasta el cielo, y tu señorío hasta el cabo de la tierra. Daniel 4:23 Y cuanto a lo que el rey vio, un velador y santo que descendía del cielo, y decía: Cortád el árbol, destruídlo: mas el tronco de sus raíces dejaréis en la tierra, y con atadura de hierro y de metal quede atado en la yerba del campo, y sea mojado con el rocío del cielo, y su vivienda sea con las bestias del campo, hasta que pasen sobre él siete tiempos: Daniel 4:24 Esta es la declaración, o! rey, y la sentencia del Altísimo, que ha venido sobre el rey mi Señor. Daniel 4:25 Que te echarán de entre los hombres, y con las bestias del campo será tu morada, y con yerba del campo te apacentarán como a los bueyes, y con rocío del cielo serás teñido; y siete tiempos pasarán sobre ti, hasta que entiendas que el Altísimo se enseñorea del reino de los hombres, y que a quien él quisiere, lo dará. Daniel 4:26 Y lo que dijeron, que dejasen en la tierra el tronco de las raíces del mismo árbol: tu reino se te quedará firme, para que entiendas que el señorío es en los cielos. Daniel 4:27 Por tanto, o! rey, aprueba mi consejo, y redime tus pecados con justicia, y tus iniquidades con misericordias de los pobres: he aquí la medicina de tu pecado. Daniel 4:28 Todo vino sobre el rey Nabucodonosor. Daniel 4:29 Al cabo de doce meses andándose paseando sobre el palacio del reino de Babilonia, Daniel 4:30 Habló el rey, y dijo: ¿No es esta la gran Babilonia, que yo edifiqué para casa del reino, con la fuerza de mi fortaleza, y para gloria de mi grandeza? Daniel 4:31 Aun estaba la palabra en la boca del rey, cuando cae una voz del cielo: A ti dicen, rey Nabucodonosor: El reino es traspasado de ti: Daniel 4:32 Y de entre los hombres te echan, y con las bestias del campo será tu morada, y como a los bueyes te apacentarán; y siete tiempos pasaran sobre ti, hasta que conozcas que el Altísimo se enseñorea en el reino de los hombres, y a quien él quisiere lo dará. Daniel 4:33 En la misma hora se cumplió la palabra sobre Nabucodonosor, y fue echado de entre los hombres, y comía yerba como los bueyes, y su cuerpo se teñía con el rocío del cielo, hasta que su pelo creció como de águila, y sus uñas como de aves. Daniel 4:34 Mas al fin del tiempo, yo Nabucodonosor, alcé mis ojos al cielo, y mi sentido me fue vuelto, y bendije al Altísimo, y alabé, y glorifiqué al que vive para siempre; porque su señorío es sempiterno, y su reino por todas las edades: Daniel 4:35 Y todos los moradores de la tierra por nada son contados; y en el ejército del cielo, y en los moradores de la tierra hace según su voluntad, ni hay quien lo estorbe con su mano, y le diga: ¿Qué haces? Daniel 4:36 En el mismo tiempo mi sentido me fue vuelto, y torné a la majestad de mi reino: mi hermosura y mi grandeza volvió sobre mí; y mis gobernadores y mis grandes me buscaron, y fui restituido en mi reino, y mayor grandeza me fue añadida. Daniel 4:37 Ahora yo Nabucodonosor alabo, engrandezco, y glorifico al Rey del cielo, porque todas sus obras son verdad, y sus caminos juicio; y a los que andan con soberbia puede humillar. Daniel 5:0 Daniel 5:1 El rey Balsasar hizo un grande banquete a mil de sus príncipes, y contra todos mil bebía vino. Daniel 5:2 Balsasar mandó con el gusto del vino, que trajesen los vasos de oro y de plata que Nabucodonosor su padre trajo del templo de Jerusalem, para que bebiesen con ellos el rey, y sus príncipes, sus mujeres, y sus concubinas. Daniel 5:3 Entonces fueron traídos los vasos de oro que habían traído del templo, de la casa de Dios que estaba en Jerusalem, y bebieron con ellos el rey, y sus príncipes, sus mujeres, y sus concubinas. Daniel 5:4 Bebieron vino, y alabaron a los dioses de oro, y de plata, de metal, de hierro, de madera, y de piedra. Daniel 5:5 En aquella misma hora salieron unos dedos de mano de hombre, y escribían delante del candelero, sobre lo encalado de la pared del palacio real; y el rey veía la palma de la mano que escribía. Daniel 5:6 Entonces el rey se demudó de su color, y sus pensamientos le turbaron, y las coyunturas de sus lomos se descoyuntaron, y sus rodillas se batían la una con la otra. Daniel 5:7 El rey clamó a alta voz que hiciesen venir magos, Caldeos, y adivinos. Habló el rey, y dijo a los sabios de Babilonia: Cualquiera que leyere esta escritura, y me mostrare su declaración, será vestido de púrpura, y tendrá collar de oro a su cuello, y en el reino se enseñoreará el tercero. Daniel 5:8 Entonces fueron metidos todos los sabios del rey, y no pudieron leer la escritura, ni mostrar al rey su declaración. Daniel 5:9 Entonces el rey Balsasar fue muy turbado, y sus colores se le mudaron, y sus príncipes se alteraron. Daniel 5:10 La reina, por las palabras del rey y de sus príncipes, entró a la sala del banquete: habló la reina, y dijo: Rey, para siempre vive: no te asombren tus pensamientos, ni tus colores se demuden. Daniel 5:11 En tu reino hay un varón en el cual mora el espíritu de los dioses santos, y en los días de tu padre se halló en él lumbre, e inteligencia, y sabiduría, como ciencia de los dioses: al cual el rey Nabucodonosor tu padre constituyó príncipe sobre todos los magos, astrólogos, Caldeos, y adivinos: el rey tu padre. Daniel 5:12 Por cuanto fue hallado en él mayor espíritu, y ciencia, y entendimiento, declarando sueños, y desatando preguntas, y soltando dudas, es a saber, en Daniel, al cual el rey puso nombre Baltasar: llámese pues ahora Daniel, y él mostrará la declaración. Daniel 5:13 Entonces Daniel fue traído delante del rey. Y habló el rey, y dijo a Daniel: ¿Eres tú aquel Daniel de los hijos de la cautividad de Judá, que mi padre trajo de Judá? Daniel 5:14 Yo he oído de ti, que el espíritu de los dioses santos está en ti, y que en ti se halló lumbre, y entendimiento, y mayor sabiduría. Daniel 5:15 Y ahora fueron traídos delante de mí sabios, astrólogos, que leyesen esta escritura, y me mostrasen su declaración; y no han podido mostrar la declaración del negocio. Daniel 5:16 Y yo he oído de ti, que puedes declarar las dudas, y desatar dificultades. Si ahora pudieres leer esta escritura, y mostrarme su declaración, serás vestido de púrpura, y collar de oro será puesto en tu cuello, y en el reino serás el tercer señor. Daniel 5:17 Entonces Daniel respondió, y dijo delante del rey: Tus dones séanse para ti, y tus presentes dálos a otro. La escritura yo la leeré al rey, y le mostraré la declaración. Daniel 5:18 El Altísimo Dios, o! rey, dio a Nabucodonosor tu padre el reino, y la grandeza, y la gloria, y la hermosura. Daniel 5:19 Y por la grandeza que le dio, todos los pueblos, naciones, y lenguajes temblaban y temían delante de él. Los que él quería, mataba; y a los que quería, daba vida: los que quería, engrandecía; y los que quería, abajaba. Daniel 5:20 Mas cuando su corazón se ensoberbeció, y su espíritu se endureció en altivez, fue depuesto del trono de su reino, y traspasaron de él la gloria. Daniel 5:21 Y fue echado de entre los hijos de los hombres; y su corazón fue puesto con las bestias, y con los asnos monteses fue su morada: yerba como a buey le hicieron comer, y su cuerpo fue teñido con el rocío del cielo; hasta que conoció que el Altísimo Dios se enseñorea del reino de los hombres, y al que quisiere, pondrá sobre él. Daniel 5:22 Y tú su hijo, Balsasar, no humillaste tu corazón, sabiendo todo esto; Daniel 5:23 Y contra el Señor del cielo te has ensoberbecido; e hiciste traer delante de ti los vasos de su casa, y tú, y tus príncipes, tus mujeres, y tus concubinas, bebisteis vino en ellos: además de esto, a dioses de plata, y de oro, de metal, de hierro, de madera, y de piedra, que ni ven, ni oyen, ni saben, diste alabanza; y al Dios, en cuya mano está tu vida, y son todos tus caminos, nunca honraste. Daniel 5:24 Entonces de su presencia fue enviada la palma de la mano, que esculpió esta escritura. Daniel 5:25 Y la escritura que esculpió es Mene, Mene, Tekel, Ufarsin. Daniel 5:26 La declaración del negocio es: Mene: Contó Dios tu reino, y hále acabado. Daniel 5:27 Tekel: Pesado has sido en balanza, y fuiste hallado falto. Daniel 5:28 Peres: Tu reino fue rompido, y es dado a Medos y Persas. Daniel 5:29 Entonces, mandándolo Balsasar, vistieron a Daniel de púrpura, y en su cuello fue puesto un collar de oro, y pregonaron de él, que fuese el tercer señor en el reino. Daniel 5:30 La misma noche fue muerto Balsasar, rey de los Caldeos. Daniel 5:31 Y Darío de Media tomó el reino, siendo de sesenta y dos años. Daniel 6:0 Daniel 6:1 Pareció bien a Darío de constituir sobre el reino ciento y veinte gobernadores, que estuviesen en todo el reino. Daniel 6:2 Y sobre ellos tres presidentes, de los cuales Daniel era el uno, a los cuales estos gobernadores diesen cuenta, porque el rey no recibiese daño. Daniel 6:3 Entonces el mismo Daniel era superior a estos gobernadores y presidentes, por que había en él más abundancia de espíritu; y el rey pensaba de ponerle sobre todo el reino. Daniel 6:4 Entonces los presidentes, y gobernadores buscaban ocasiones contra Daniel por parte del reino: mas no podían hallar alguna ocasión o falta, porque él era fiel, y ningún vicio ni falta fue hallado en él. Daniel 6:5 Entonces estos varones dijeron: Nunca hallaremos contra este Daniel alguna ocasión, si no la hallamos contra él en la ley de su Dios. Daniel 6:6 Entonces estos gobernadores y presidentes se juntaron delante del rey, y le dijeron así: Rey Darío, para siempre vive. Daniel 6:7 Todos los presidentes del reino, magistrados, gobernadores, grandes, y capitanes, han acordado por consejo de promulgar un edicto real, y confirmarle: Que cualquiera que demandare petición de cualquier dios o hombre por espacio de treinta días, si no de ti, o! rey, sea echado en el foso de los leones. Daniel 6:8 Ahora, o! rey, confirma el edicto, y firma la escritura, para que no se pueda mudar, conforme a la ley de Media y de Persia, que no se quebranta. Daniel 6:9 Por esta causa el rey Darío firmó la escritura y el edicto. Daniel 6:10 Y Daniel cuando supo que la escritura estaba firmada, entróse en su casa, y abiertas las ventanas de su cenadero, que estaban hacia Jerusalem, hincábase de rodillas tres veces al día; y oraba, y daba gracias delante de su Dios, como lo solía hacer antes. Daniel 6:11 Entonces aquellos varones se juntaron, y hallaron a Daniel orando y rogando delante de su Dios. Daniel 6:12 Entonces llegáronse, y hablaron delante del rey del edicto real, diciendo: ¿No confirmaste edicto, que cualquiera que pidiere a cualquier dios o hombre por espacio de treinta días, si no a ti, o! rey, fuese echado en el foso de los leones? Respondió el rey, y dijo: Verdad es, conforme a la ley de Media y de Persia, que no se quebranta. Daniel 6:13 Entonces respondieron, y dijeron delante del rey: Daniel que es de los hijos de la cautividad de los Judíos, no ha hecho cuenta de ti, o! rey, ni del edicto que confirmaste; antes tres veces al día pide su petición. Daniel 6:14 El rey entonces, oyendo el negocio, pesóle en grande manera, y sobre Daniel puso cuidado para escaparle; y hasta que el sol fue puesto trabajó por escaparle. Daniel 6:15 Entonces aquellos varones se juntaron cerca del rey, y dijeron al rey: Sepas, o! rey, que es ley de Media y de Persia, que ningún decreto o ordenanza que el rey confirmare pueda ser mudada. Daniel 6:16 Entonces el rey mandó, y trajeron a Daniel, y echáronle en el foso de los leones. Y hablando el rey, dijo a Daniel: El Dios tuyo, a quien tú continuamente sirves, él te libre. Daniel 6:17 Y fue traída una piedra, y fue puesta sobre la puerta del foso, la cual el rey selló con su anillo, y con el anillo de sus príncipes, porque la voluntad no se mudase para con Daniel. Daniel 6:18 Entonces el rey se fue a su palacio, y acostóse ayuno, ni instrumentos de música fueron traídos delante de él; y su sueño se huyó de él. Daniel 6:19 El rey entonces se levantó de mañana en amaneciendo, y vino apriesa al foso de los leones. Daniel 6:20 Y llegándose cerca del foso llamó a voces a Daniel con voz triste; y hablando el rey, dijo a Daniel: Daniel, siervo del Dios viviente, el Dios tuyo, a quien tú continuamente sirves, ¿háte podido librar de los leones? Daniel 6:21 Entonces Daniel habló con el rey, y dijo: Rey, para siempre vive: Daniel 6:22 El Dios mío envió su ángel, el cual cerró la boca de los leones, porque no me hiciesen mal; porque delante de él se halló justicia en mí; y aun delante de ti, o! rey, yo no he hecho lo que no debiese. Daniel 6:23 Entonces el rey fue en grande manera alegre con él; y mandó sacar a Daniel del foso; y Daniel fue sacado del foso, y ninguna lesión se halló en él, porque creyó en su Dios. Daniel 6:24 Y mandándolo el rey, fueron traídos aquellos varones que habían acusado a Daniel, y fueron echados en el foso de los leones, ellos, sus hijos, y sus mujeres; y aun no habían llegado al suelo del foso, cuando los leones se apoderaron de ellos, y quebrantaron todos sus huesos. Daniel 6:25 ¶ Entonces el rey Darío escribió: A todos los pueblos, naciones, y lenguajes, que habitan en toda la tierra, paz os sea multiplicada. Daniel 6:26 De parte mía es puesta ordenanza, que en todo el señorío de mi reino todos teman y tiemblen de la presencia del Dios de Daniel; porque él es Dios viviente, y permaneciente por todos los siglos; y su reino que no se deshará, y su señorío hasta la fin: Daniel 6:27 Que escapa, y libra, y hace señales y maravillas en el cielo, y en la tierra: el cual libró a Daniel del poder de los leones. Daniel 6:28 Y este Daniel fue prosperado durante el reino de Darío, y durante el reino de Ciro, Persa. Daniel 7:0 Daniel 7:1 En el primer año de Balsasar, rey de Babilonia, Daniel vio un sueño, y visiones de su cabeza en su cama: luego escribió el sueño, y notó la suma de los negocios. Daniel 7:2 Habló Daniel, y dijo: Yo veía en mi visión siendo de noche, y he aquí que los cuatro vientos del cielo combatían la gran mar. Daniel 7:3 Y cuatro bestias grandes, diferentes la una de la otra, subían de la mar. Daniel 7:4 La primera era como león, y tenía alas de águila. Yo estaba mirando hasta tanto que sus alas fueron arrancadas, y fue quitada de la tierra; y púsose enhiesta sobre los pies a manera de hombre, y fuéle dado corazón de hombre. Daniel 7:5 Y he aquí otra segunda bestia, semejante a un oso, la cual se puso al un lado; y tenía en su boca tres costillas entre sus dientes, y fuéle dicho así: Levántate, traga carne mucha. Daniel 7:6 Después de esto yo miraba, y he aquí otra semejante a un tigre; y tenía cuatro alas de ave en sus espaldas: tenía también esta bestia cuatro cabezas, y fuéle dada potestad. Daniel 7:7 Después de esto yo miraba en las visiones de la noche; y he aquí la cuarta bestia espantable, y temerosa, y en grande manera fuerte: la cual tenía unos dientes grandes de hierro. Tragaba y desmenuzaba, y las sobras hollaba con sus pies; y era muy diferente de todas las bestias que habían sido antes de ella, y tenía diez cuernos. Daniel 7:8 Estando yo contemplando los cuernos, he aquí que otro cuerno pequeño subía entre ellos, y delante de él fueron arrancados tres cuernos de los primeros; y he aquí que en este cuerno había ojos, como ojos de hombre, y una boca que hablaba grandezas. Daniel 7:9 Estuve mirando, hasta que fueron traídos tronos, y el Anciano de días se asentó: su vestido era blanco como la nieve, y el pelo de su cabeza como lana limpia: su trono de llama de fuego, sus ruedas fuego ardiente. Daniel 7:10 Un río de fuego procedía, y salía de delante de él; millares de millares le servían, y millones de millones asistían delante de él: el Juez se asentó, y los libros se abrieron. Daniel 7:11 Yo entonces miraba a causa de la voz de las grandes palabras que hablaba el cuerno: miraba, hasta tanto que mataron la bestia, y su cuerpo fue deshecho, y entregado para ser quemado en el fuego. Daniel 7:12 Habían también quitado a las otras bestias su señorío, porque les había sido dado longura de vida hasta cierto tiempo. Daniel 7:13 Veía en la visión de la noche, he aquí en las nubes del cielo, como un Hijo de hombre que venía; y llegó hasta el Anciano de días, e hiciéronle llegar delante de él. Daniel 7:14 Y fuéle dado señorío, y gloria, y reino; y todos los pueblos, naciones, y lenguajes le sirvieron: su señorío, señorío eterno, que no será transitorio; y su reino, que no se corromperá. Daniel 7:15 Mi espíritu fue turbado, yo Daniel, en medio de mi cuerpo, y las visiones de mi cabeza me asombraron. Daniel 7:16 Lleguéme a uno de los que asistían, y preguntéle la verdad acerca de todo esto. Y hablóme, y declaróme la interpretación de los negocios. Daniel 7:17 Estas grandes bestias, las cuales son cuatro, cuatro reyes son, que se levantarán en la tierra. Daniel 7:18 Y tomarán el reino de los santos altos, y poseerán el reino hasta el siglo, y hasta el siglo de los siglos. Daniel 7:19 Entonces tuve deseo de saber la verdad acerca de la cuarta bestia, que tan diferente era de todas las otras, espantable en gran manera, que tenía dientes de hierro, y sus uñas eran de metal: que tragaba y desmenuzaba, y las sobras hollaba con sus pies: Daniel 7:20 También de los diez cuernos, que estaban en su cabeza; y del otro que había subido, de delante del cual habían caído tres; y este mismo cuerno tenía ojos, y boca que hablaba grandezas, y su parecer era mayor que de ninguno de sus compañeros. Daniel 7:21 Y veía que este cuerno hacía guerra contra los santos, y los vencía, Daniel 7:22 Hasta tanto que vino el Anciano de días, y que se dio el juicio a los santos del Altísimo; y vino el tiempo, y los santos poseyeron el reino. Daniel 7:23 Dijo así: La cuarta bestia será un cuarto rey en la tierra, el cual será más grande que todos los otros reinos; y a toda la tierra tragará, y trillarla ha, y desmenuzarla ha. Daniel 7:24 Y los diez cuernos, que de aquel reino se levantarán, diez reyes, y tras ellos se levantará otro, el cual será mayor que los primeros; y a tres reyes derribará. Daniel 7:25 Y hablará palabras contra el Altísimo, y los santos del Altísimo quebrantará, y pensará de mudar los tiempos, y la ley; y serán entregados en su mano hasta tiempo, y tiempos, y el medio de un tiempo. Daniel 7:26 Y asentarse ha el juez, y traspasarán su señorío, para destruir, y para echar a perder hasta el fin; Daniel 7:27 Y que el reino, y el señorío, y la majestad de los reinos, debajo de todo el cielo sea dado al santo pueblo del Altísimo: su reino, reino será eterno, y todos los señoríos le servirán, y le obedecerán. Daniel 7:28 Hasta aquí fue el fin de la plática. Yo Daniel, mucho me turbaron mis pensamientos, y mi rostro se me mudó: mas el negocio, guardélo en mi corazón. Daniel 8:0 Daniel 8:1 En el año tercero del reino del rey Balsasar, me apareció una visión, a mí Daniel, después de aquella que me apareció antes. Daniel 8:2 Ví en visión, y aconteció cuando ví, que yo estaba en Susán, que es cabecera del reino, en la provincia de Persia: así que ví en aquella visión, estando junto al río Ulai. Daniel 8:3 Y alcé mis ojos, y miré, y he aquí un carnero que estaba delante del río, el cual tenía dos cuernos, y aunque eran altos, el uno era más alto que el otro; y el que era más alto subía a la postre. Daniel 8:4 Ví que el carnero hería con los cuernos al poniente, al norte, y al mediodía, y que ninguna bestia podía parar delante de él, ni había quien escapase de su mano; y hacía conforme a su voluntad, y cada día se hacía más grande. Daniel 8:5 Y estando yo considerando, he aquí, un macho de cabrío venía de la parte del poniente sobre la haz de toda la tierra, el cual no tocaba la tierra; y tenía aquel macho cabrío un cuerno de ver entre sus ojos. Daniel 8:6 Y venía hasta el carnero que tenía los dos cuernos, al cual yo había visto que estaba delante del río; y corrió contra él con la ira de su fortaleza. Daniel 8:7 Y le ví que llegaba junto al carnero, y levantóse contra él, e hirióle, y quebró sus dos cuernos; porque en el carnero no había fuerzas para parar delante de él; y derribóle en tierra, y hollóle, ni hubo quien librase al carnero de su mano. Daniel 8:8 Y el macho de cabrío se engrandeció en gran manera; y estando en su mayor fuerza, aquel gran cuerno fue quebrado; y subieron en su lugar otros cuatro maravillosos hacia los cuatro vientos del cielo. Daniel 8:9 Y del uno de ellos salió un cuerno pequeño, el cual creció mucho al mediodía, y al oriente, hacia la tierra deseable. Daniel 8:10 Y engrandecíase hasta el ejército del cielo, y parte del ejército y de las estrellas echó por tierra, y las holló. Daniel 8:11 Y hasta el emperador del ejército se engrandeció; y por él fue quitado el continuo sacrificio, y el lugar de su santuario fue echado por tierra. Daniel 8:12 Y el ejército fue entregado a causa del continuo sacrificio, a causa de la prevaricación; y echó por tierra la verdad; e hizo todo lo que quiso, y sucedióle prósperamente. Daniel 8:13 Y oí un santo que hablaba, y otro de los santos dijo a un otro que hablaba: ¿Hasta cuándo durará la visión del continuo sacrificio, y la prevaricación asoladora, que pone el santuario y el ejército para ser hollado? Daniel 8:14 Y él me dijo: Hasta tarde y mañana dos mil y trescientos; y el santuario será justificado. Daniel 8:15 Y acaeció que estando yo Daniel considerando la visión, y buscando su entendimiento, he aquí que como una semejanza de hombre se puso delante de mí. Daniel 8:16 Y oí una voz de hombre entre Ulai, que alzó la voz, y dijo: Gabriel, enseña la visión a este. Daniel 8:17 Y vino cerca de donde yo estaba; y con su venida me asombré, y caí sobre mi rostro; y él me dijo: Entiende, hijo del hombre, porque al tiempo la visión se cumplirá. Daniel 8:18 Y estando él hablando conmigo, caí dormido en tierra sobre mi rostro; y él me tocó, e hízome estar en pie. Daniel 8:19 Y dijo: He aquí que yo te enseñaré lo que ha de venir en el fin de la ira; porque al tiempo se cumplirá. Daniel 8:20 Aquel carnero que viste, que tenía cuernos, son los reyes de Media y de Persia; Daniel 8:21 Y el macho cabrío, el macho cabrío, el rey de Grecia; y el cuerno grande que tenía entre sus ojos, es el rey primero: Daniel 8:22 Y que fue quebrado, y sucedieron cuatro en su lugar, significa que cuatro reinos sucederán de la misma nación, mas no en la fortaleza de él. Daniel 8:23 Mas al cabo del imperio de estos, cuando los prevaricadores se cumplirán, levantarse ha un rey fuerte de cara, y entendido en dudas. Daniel 8:24 Y su fortaleza se fortalecerá, mas no con fuerza suya; y destruirá maravillosamente, y sucederle ha prósperamente; y hará a su voluntad, y destruirá fuertes, y al pueblo de los santos. Daniel 8:25 Y con su entendimiento hará prosperar el engaño en su mano; y en su corazón se engrandecerá, y con paz destruirá a muchos; y contra el príncipe de los príncipes se levantará; y sin mano será quebrantado. Daniel 8:26 Y la visión de la tarde y de la mañana que está dicha, es verdadera; y tú, guarda la visión, porque es para muchos días. Daniel 8:27 Y yo Daniel fui quebrantado, y estuve enfermo algunos días; y cuando convalecí, hice el negocio del rey; y estaba espantado acerca de la visión, y no había quien la entendiese. Daniel 9:0 Daniel 9:1 En el año primero de Darío, hijo de Asuero, de la nación de los Medos, el cual fue puesto por rey sobre el reino de los Caldeos: Daniel 9:2 En el año primero de su reino, yo Daniel miré atentamente en los libros el número de los años del cual habló Jehová al profeta Jeremías, que había de fenecer la asolación de Jerusalem en setenta años. Daniel 9:3 Y volví mi rostro al Señor Dios, buscándole en oración, y ruego, en ayuno, y cilicio, y ceniza. Daniel 9:4 Y oré a Jehová mi Dios, y confesé, y dije: Ahora, Señor, Dios grande, digno de ser temido, que guardas el concierto y la misericordia con los que te aman, y guardan tus mandamientos. Daniel 9:5 Hemos pecado, hemos hecho iniquidad, hemos hecho impíamente, y hemos sido rebeldes, y nos hemos apartado de tus mandamientos, y de tus juicios. Daniel 9:6 No hemos obedecido a tus siervos los profetas que en tu nombre hablaron a nuestros reyes, y a nuestros príncipes, a nuestros padres, y a todo el pueblo de la tierra. Daniel 9:7 Tuya es, Señor, la justicia, y nuestra la confusión de rostro, como el día de hoy es a todo hombre de Judá, y a los moradores de Jerusalem, y a todo Israel, a los de cerca, y a los de lejos, en todas las tierras donde los has echado, a causa de su rebelión con que rebelaron contra ti. Daniel 9:8 O! Jehová, nuestra es la confusión de rostro: de nuestros reyes, de nuestros príncipes, y de nuestros padres, porque pecamos a ti. Daniel 9:9 De Jehová nuestro Dios es el tener misericordia, y el perdonar, aunque nosotros nos rebelamos contra él. Daniel 9:10 Y no obedecimos a la voz de Jehová nuestro Dios para andar por sus leyes, las cuales él dio delante de nosotros por mano de sus siervos los profetas. Daniel 9:11 Y todo Israel traspasó tu ley, apartándose por no oír tu voz: por lo cual la maldición y la jura que está escrita en la ley de Moisés, siervo de Dios, ha destilado sobre nosotros, porque pecamos contra él. Daniel 9:12 Y él afirmó su palabra que habló sobre nosotros, y sobre nuestros jueces, que nos gobernaron, trayendo sobre nosotros tan grande mal: que nunca fue hecho debajo del cielo, cual el que fue hecho en Jerusalem. Daniel 9:13 Como está escrito en la ley de Moisés, todo aquel mal vino sobre nosotros: y nunca rogamos a la faz de Jehová nuestro Dios, para convertirnos de nuestras maldades, y entender tu verdad. Daniel 9:14 Y apresuróse Jehová sobre el castigo, y trájolo sobre nosotros; porque es justo Jehová nuestro Dios en todas sus obras que hizo, porque no obedecimos a su voz. Daniel 9:15 Ahora pues Señor Dios nuestro, que sacaste tu pueblo de la tierra de Egipto con mano poderosa, y ganaste para ti nombre como este día, pecamos, impíamente hemos hecho. Daniel 9:16 O! Señor, según todas tus justicias, apártese ahora tu ira y tu furor de sobre tu ciudad Jerusalem, tu santo monte; porque a causa de nuestros pecados, y por la maldad de nuestros padres, Jerusalem y tu pueblo es dado en vergüenza a todos nuestros al derredores. Daniel 9:17 Ahora pues Dios nuestro, oye la oración de tu siervo, y sus ruegos; y haz que tu rostro resplandezca sobre tu santuario asolado, por el Señor. Daniel 9:18 Inclina, o! Dios mío, tu oído, y oye: abre tus ojos, y mira nuestros asolamientos, y la ciudad, sobre la cual es llamado tu nombre; porque no confiados en nuestras justicias derramamos nuestros ruegos delante de tu presencia, mas en tus muchas misericordias. Daniel 9:19 Oye, Señor: Perdona, Señor: Está atento, Señor, y haz: no pongas dilación por ti mismo, Dios mío; porque tu nombre es llamado sobre tu ciudad, y sobre tu pueblo. Daniel 9:20 ¶ Aun estaba hablando, y orando, y confesaba mi pecado, y el pecado de mi pueblo Israel, y derramaba mi ruego delante de Jehová mi Dios, por el monte santo de mi Dios: Daniel 9:21 Aun estaba hablando en oración, y aquel varón Gabriel, al cual había visto en visión al principio, volando con vuelo me tocó, como a la hora del sacrificio de la tarde. Daniel 9:22 E hízome entender, y habló conmigo, y dijo: Daniel, ahora he salido, para hacerte entender la declaración. Daniel 9:23 Al principio de tus ruegos salió la palabra, y yo he venido para enseñártela, porque tú eres varón de deseos. Entiende pues la palabra, y entiende la visión. Daniel 9:24 Setenta semanas están determinadas sobre tu pueblo, y sobre tu santa ciudad, para fenecer la prevaricación, y concluir el pecado, y expiar la iniquidad, y para traer la justicia de los siglos, y para sellar la visión y la profecía, y ungir la santidad de santidades. Daniel 9:25 Sepas pues, y entiendas, que desde la salida de la palabra para hacer volver el pueblo, y edificar a Jerusalem, hasta el Mesías Príncipe habrá siete semanas, sesenta y dos semanas; entre tanto se tornará a edificar la plaza, y el muro en tiempos angustiosos. Daniel 9:26 Y después de las sesenta y dos semanas el Mesías será muerto, y no por sí; y el pueblo príncipe viniendo destruirá la ciudad, y el santuario, cuyo fin será como con avenida de aguas: hasta que al fin de la guerra sea talada con asolamiento. Daniel 9:27 Y en otra semana confirmará el concierto a muchos: a la mitad de la semana hará cesar el sacrificio, y el presente; y a causa del ala de las abominaciones vendrá asolamiento, hasta que perfecto acabamiento se derrame sobre el pueblo asolado. Daniel 10:0 Daniel 10:1 En el tercer año de Ciro, rey de Persia, fue revelada palabra a Daniel cuyo nombre era Baltasar; y la palabra era verdadera, y el plazo grande: la cual palabra él entendió, y tuvo inteligencia en la visión. Daniel 10:2 En aquellos días yo Daniel me contristé tres semanas de tiempo. Daniel 10:3 No comí pan delicado, ni carne ni vino entró en mi boca, ni me unté con ungüento, hasta que se cumplieron tres semanas de días. Daniel 10:4 Y a los veinte y cuatro días del mes primero, yo estaba a la orilla del gran río Jidekel: Daniel 10:5 Y alzando mis ojos miré, y he aquí un varón vestido de lienzos, y ceñidos sus lomos de oro muy fino: Daniel 10:6 Y su cuerpo era como Társis, y su rostro parecía un relámpago, y sus ojos como antorchas de fuego, y sus brazos y sus pies como de color de metal resplandeciente; y la voz de sus palabras, como voz de algún ejército. Daniel 10:7 Y yo Daniel solo vi aquella visión; y los varones que estaban conmigo no la vieron: mas cayó sobre ellos un gran temor, y huyeron, y escondiéronse. Daniel 10:8 Y quedé yo solo, y ví esta gran visión, y no quedó en mi esfuerzo, antes mi fuerza se me trocó en desmayo, sin retener alguna fuerza. Daniel 10:9 Y oí la voz de sus palabras; y como oí la voz de sus palabras, yo fui adormecido sobre mi rostro, y mi rostro en tierra. Daniel 10:10 Y he aquí que una mano me tocó, e hizo que me moviese sobre mis rodillas, y sobre las palmas de mis manos. Daniel 10:11 Y díjome: Daniel, varón de deseos, está atento a las palabras que yo te hablaré, y levántate sobre tus pies; porque yo soy enviado ahora a ti: Y estando hablando conmigo esto, yo estaba temblando. Daniel 10:12 Y díjome: Daniel, no temas; porque desde el primer día que diste tu corazón a entender, y a afligirte en la presencia de tu Dios, son oídas tus palabras; y yo soy venido a causa de tus palabras. Daniel 10:13 Mas el príncipe del reino de Persia se puso contra mí veinte y un días; y he aquí que Micael uno de los principales príncipes vino para ayudarme, y yo quedé allí con los reyes de Persia. Daniel 10:14 Y soy venido para hacerte saber lo que ha de venir a tu pueblo en los postreros días; porque aun habrá visión por algunos días. Daniel 10:15 Y estando hablando conmigo semejantes palabras, puse mis ojos en tierra, y enmudecí. Daniel 10:16 Y he aquí como una semejanza de hombre, que tocó mis labios; y abrí mi boca, y hablé, y dije a aquel que estaba delante de mí: Señor mío, con la visión se trastornaron mis dolores sobre mí, y no me quedó fuerza. Daniel 10:17 ¿Cómo pues podrá el siervo de este mi Señor hablar con este mi Señor? porque en este instante me faltó la fuerza, y no me quedó aliento. Daniel 10:18 Y aquella como semejanza de hombre me tocó otra vez, y me confortó. Daniel 10:19 Y me dijo: Varón de deseos, no temas: paz a ti: ten buen ánimo, y esfuérzate. Y hablando él conmigo yo me esforcé, y dije: Hable mi Señor, porque esforzádome has. Daniel 10:20 Y dijo: ¿Sabes por qué he venido a ti? porque luego tengo de volver para pelear con el príncipe de los Persas; y en saliendo yo, luego viene el príncipe de Grecia. Daniel 10:21 Empero yo te declararé lo que está escrito en la escritura de verdad; y ninguno hay que se esfuerce conmigo en estos negocios, si no Micael vuestro príncipe. Daniel 11:0 Daniel 11:1 Y en el año primero de Darío, el de Media, yo estuve para animarle, y fortalecerle. Daniel 11:2 Y ahora yo te mostraré la verdad: He aquí que aun tres reyes estarán en Persia; y el cuarto se enriquecerá de grandes riquezas, más que todos; y fortificándose con sus riquezas, despertará a todos contra el reino de Grecia. Daniel 11:3 Y levantarse ha un rey valiente, el cual se enseñoreará sobre gran señorío, y hará a su voluntad. Daniel 11:4 Y cuando se hubiere enseñoreado, su reino será quebrantado, y será partido en los cuatro vientos del cielo, y no a su descendiente, ni según el señorío con que él se enseñoreó; porque su reino será arrancado, y para otros fuera de estos. Daniel 11:5 Y hacerse ha fuerte el rey del mediodía y de sus principados, y sobrepujarle ha, y apoderarse ha, y su señorío será grande señorío. Daniel 11:6 Mas al cabo de algunos años se concertarán, y la hija del rey del mediodía vendrá al rey del norte, para hacer los conciertos: Mas no tendrá fuerza de brazo, ni permanecerá él, ni su brazo. Porque ella será entregada, y los que la hubieron traído, y su padre, y los que estaban de su parte en aquellos días. Daniel 11:7 Mas del renuevo de sus raíces se levantará sobre su silla, y vendrá al ejército, y entrará en la fortaleza del rey del norte, y hará en ellos a su voluntad, y corroborarse ha. Daniel 11:8 Y aun los dioses de ellos, con sus príncipes, con sus vasos preciosos de plata y de oro, llevará cautivos a Egipto. Y por algunos años él se mantendrá contra el rey del norte. Daniel 11:9 Y vendrá en el reino el rey del mediodía, y volverá a su tierra. Daniel 11:10 Mas sus hijos se airarán, y juntarán multitud de muchos ejércitos, y vendrá a gran priesa, e inundará, y pasará, y tornará, y llegará con ira hasta su fortaleza. Daniel 11:11 Por lo cual el rey del mediodía se enojará, y saldrá, y peleará con el mismo rey del norte; y pondrá en campo gran multitud, y toda aquella multitud será entregada en su mano. Daniel 11:12 Por lo cual la multitud se ensoberbecerá, elevarse ha su corazón, y derribará muchos millares, y no prevalecerá. Daniel 11:13 Y volverá el rey del norte, y pondrá en campo mayor multitud que primero; y al cabo del tiempo de algunos años vendrá a gran priesa con grande ejército, y con muchas riquezas. Daniel 11:14 Mas en aquellos tiempos muchos se levantarán contra el rey del mediodía; e hijos de disipadores de tu pueblo se levantarán para confirmar la profecía, y caerán. Daniel 11:15 Y vendrá el rey del norte, y fundará baluartes, y tomará la ciudad fuerte, y los brazos del mediodía no podrán permanecer, ni su pueblo escogido, ni habrá fortaleza que pueda resistir. Daniel 11:16 Y el que vendrá contra él, hará a su voluntad, ni habrá quien se le pueda parar delante; y estará en la tierra deseable, la cual será consumida en su poder. Daniel 11:17 Y pondrá su rostro para venir con la potencia de todo su reino, y hará con él cosas rectas, y darle ha una hija de sus mujeres para trastornarla: mas no estará, ni será por él. Daniel 11:18 Volverá después su rostro a las islas, y tomará muchas; y un príncipe le hará parar su vergüenza, y aun volverá sobre él su vergüenza. Daniel 11:19 De aquí volverá su rostro a las fortalezas de su tierra; y tropezará, y caerá, y no parecerá más. Daniel 11:20 Mas sucedará en su silla quien quitará las exacciones, el cual será gloria del reino: mas en pocos días será quebrantado, no en enojo, ni en batalla. Daniel 11:21 Y sucederá en su lugar un vil, al cual no darán la honra del reino: mas vendrá con paz, y tomará el reino con halagos. Daniel 11:22 Y los brazos serán inundados de inundación delante de él; y serán quebrantados, y aun también el capitán del concierto. Daniel 11:23 Y después de los conciertos con él, él hará engañó; y subirá, y saldrá vencedor con poca gente. Daniel 11:24 Estando la provincia en paz, y en abundancia, entrará, y hará lo que nunca hicieron sus padres, ni los padres de sus padres: presa, y despojos, y riqueza repartirá a sus soldados; y contra las fortalezas pensará con sus pensamientos; y esto por tiempo. Daniel 11:25 Y despertará sus fuerzas y su corazón contra el rey del mediodía con grande ejército; y el rey del mediodía será provocado a la guerra con grande ejército y muy fuerte: mas no prevalecerá, porque le harán traición. Daniel 11:26 Y los que comerán su pan, le quebrantarán; y su ejército será destruido, y caerán muchos muertos. Daniel 11:27 Y el corazón de estos dos reyes será para hacerse mal; y en una misma mesa tratarán mentira: mas no servirá de nada; porque el plazo aun no es llegado. Daniel 11:28 Y volverse ha a su tierra con grande riqueza; y su corazón será contra el santo concierto; y hará, y volverse ha a su tierra. Daniel 11:29 Al tiempo señalado tornará al mediodía: mas no será la postrera venida como la primera. Daniel 11:30 Porque vendrán contra él naves de Quitim; y él se contristará, y tornarse ha, y enojarse ha contra el santo concierto, y hará; y volverse ha, y pensará contra los que habrán desamparado el santo concierto. Daniel 11:31 Y serán puestos brazos de su parte, y contaminarán el santuario de fortaleza; y quitarán el continuo sacrificio, y pondrán la abominación espantosa. Daniel 11:32 Y con lisonjas hará pecar a los violadores del concierto: mas el pueblo que conoce a su Dios se esforzará, y hará. Daniel 11:33 Y los sabios del pueblo darán sabiduría a muchos; y morirán a cuchillo, a fuego, y cautividad, y saco, por algunos días. Daniel 11:34 Y en su caer serán ayudados de pequeño socorro; y muchos se juntarán con ellos con lisonjas. Daniel 11:35 Mas de los sabios caerán, para ser purgados, y limpiados, y emblanquecidos, hasta el tiempo determinado; porque aun para esto hay plazo. Daniel 11:36 Y el rey hará a su voluntad; y ensoberbecerse ha, y engrandecerse ha sobre todo dios; y contra el Dios de los dioses hablará maravillas, y será prosperado, hasta que la ira sea acabada; porque hecha está determinación. Daniel 11:37 ¶ Y del Dios de sus padres no hará caso, ni del amor de las mujeres: ni se cuidará de Dios alguno; porque sobre todo se engrandecerá. Daniel 11:38 Mas al dios Mauzim honrará en su lugar, dios que sus padres no conocieron: honrarle ha con oro, y plata, y piedras preciosas, y con cosas de gran precio. Daniel 11:39 Y con el dios ajeno que conocerá, hará castillos fuertes, ensanchará su gloria, y hacerlos ha señores sobre muchos, y repartirá la tierra por precio. Daniel 11:40 ¶ Mas al cabo del tiempo el rey del mediodía se acorneará con él, y el rey del norte levantará contra él tempestad, con carros, y gente de a caballo, y muchos navíos; y entrará por las tierras, e inundará, y pasará. Daniel 11:41 Y vendrá en la tierra deseable, y muchas provincias caerán: mas estas escaparán de su mano, Edom, y Moab, y lo primero de los hijos de Ammón. Daniel 11:42 Y extendará su mano a las tierras; y la tierra de Egipto no escapará. Daniel 11:43 Y apoderarse ha de los tesoros de oro y plata, y de todas las cosas preciosas de Egipto, de Libia, y Etiopía por donde pasará. Daniel 11:44 Mas nuevas de oriente y del norte le espantarán; y saldrá con grande ira para destruir y matar muchos. Daniel 11:45 Y plantará las tiendas de su palacio entre los mares, en el monte deseable del santuario; y vendrá hasta su fin, y no tendrá quien le ayude. Daniel 12:0 Daniel 12:1 Mas en aquel tiempo Micael el gran príncipe, que está por los hijos de tu pueblo, se levantará; y será tiempo de angustia, cual nunca fue después que hubo gente hasta entonces: mas en aquel tiempo tu pueblo escapará, es a saber, todos los que se hallaren escritos en el libro. Daniel 12:2 Y muchos de los que duermen en el polvo de la tierra serán despertados, unos para vida eterna, y otros para vergüenza, y confusión perpetua. Daniel 12:3 Y los entendidos resplandecerán, como el resplandor del firmamento; y los que enseñan a justicia la multitud, como las estrellas a perpetua eternidad. Daniel 12:4 Tú pues, Daniel, cierra las palabras, y sella el libro hasta el tiempo del fin: pasarán muchos, y multiplicarse ha la ciencia. Daniel 12:5 Y yo Daniel miré, y he aquí otros dos que estaban, el uno de esta parte a la orilla del río, y el otro de la otra parte, a la orilla del río. Daniel 12:6 Y uno dijo al varón vestido de lienzos, que estaba sobre las aguas del río: ¿Cuándo será el fin de las maravillas? Daniel 12:7 Y oí al varón vestido de lienzos que estaba sobre las aguas del río, el cual alzó su diestra y su siniestra al cielo, y juró por el viviente en los siglos: Que por tiempo, tiempos, y la mitad; y cuando se acabare el esparcimiento del escuadrón del pueblo santo, todas estas cosas serán cumplidas. Daniel 12:8 ¶ Y yo oí, mas no entendí; y dije: Señor mío, ¿qué es el cumplimiento de estas cosas? Daniel 12:9 Y dijo: Anda, Daniel, que estas palabras serán cerradas y selladas hasta el tiempo del cumplimiento. Daniel 12:10 Muchos serán limpios, y emblanquecidos, y purgados; e impíos se empeorarán, y ninguno de los impíos entenderá: mas entenderán los entendidos. Daniel 12:11 Mas desde el tiempo que fuere quitado el continuo sacrificio, hasta la abominación espantosa, habrá mil y doscientos y noventa días. Daniel 12:12 Bienaventurado el que esperare, y llegare hasta mil y trescientos y treinta y cinco días. Daniel 12:13 Y tú irás a el fin, y reposarás, y levantarte has en tu suerte al fin de los días.
Hosea 0:0
Hosea 1:0 Hosea 1:1 Palabra de Jehová que fue a Oséas, hijo de Beerí, en días de Ozías, Joatán, Acaz, Ezequías, reyes de Judá; y en días de Jeroboam, hijo de Joas, rey de Israel. Hosea 1:2 El principio de la palabra de Jehová con Oséas. Y dijo Jehová a Oséas: Vé, tómate una mujer fornicaria, e hijos de fornicaciones; porque la tierra fornicará fornicando de en pos de Jehová. Hosea 1:3 Y fue, y tomó a Gomer, hija de Diblaim, la cual concibió, y le parió un hijo. Hosea 1:4 Y díjole Jehová: Pónle por nombre Jezrael; porque de aquí a poco yo visitaré las sangres de Jezrael sobre la casa de Jehú, y haré cesar el reino de la casa de Israel. Hosea 1:5 Y acaecerá que en aquel día yo quebraré el arco de Israel en el valle de Jezrael. Hosea 1:6 Y concibió aun, y parió una hija; y díjole: Pónle por nombre Lo-ruhama; porque nunca más tendré misericordia de la casa de Israel, mas del todo los quitaré. Hosea 1:7 Y de la casa de Judá tendré misericordia, y salvarlos he en Jehová su Dios; y no los salvaré con arco, ni con espada, ni con batalla, ni con caballos, ni caballeros. Hosea 1:8 Y después de haber destetado a Lo-ruhama, concibió, y parió un hijo. Hosea 1:9 Y dijo: Pónle por nombre Lo-ammi; porque vosotros no sois mi pueblo, ni yo seré vuestro. Hosea 1:10 ¶ Y será el número de los hijos de Israel como la arena de la mar, que ni se puede medir ni contar. Y será que donde se les decía: Vosotros no sois mi pueblo; les sea dicho: Hijos del Dios viviente. Hosea 1:11 Y los hijos de Judá y de Israel serán congregados en uno, y levantarán para sí una cabeza, y subirán de la tierra; porque el día de Jezrael es grande. Hosea 2:0 Hosea 2:1 Decíd a vuestros hermanos: Ammi; y a vuestras hermanas: Ruhama. Hosea 2:2 Pleitéad con vuestra madre, pleitéad; porque ella no es mi mujer, ni yo su marido; y quite sus fornicaciones de su rostro, y sus adulterios de entre sus pechos: Hosea 2:3 Porque yo no la despoje desnuda, y la haga tornar como el día en que nació, y la ponga como un desierto, y la ponga como tierra seca, y la mate de sed. Hosea 2:4 Ni tendré misericordia de sus hijos; porque son hijos de fornicaciones. Hosea 2:5 Porque su madre fornicó: avergonzóse la que los engendró, porque dijo: Iré tras mis enamorados, que me dan mi pan y mi agua, mi lana y mi lino, mi aceite y mi bebida. Hosea 2:6 Por tanto he aquí que yo cerco tu camino con espinas, y cercaré con seto, y no hallará sus caminos. Hosea 2:7 Y seguirá sus enamorados, y no los alcanzará: buscarlos ha, y no los hallará: entonces dirá: Iré, y volverme he a mi primer marido; porque mejor me iba entonces que ahora. Hosea 2:8 Y ella no sabía que yo le daba el trigo, y el vino, y el aceite; y les multipliqué la plata y el oro con que hicieron a Baal. Hosea 2:9 Por tanto yo tornaré, y tomaré mi trigo a su tiempo, y mi vino a su sazón, y quitaré mi lana y mi lino, que había dado para cubrir su desnudez. Hosea 2:10 Y ahora yo descubriré su vileza delante de los ojos de sus enamorados, y nadie la escapará de mi mano. Hosea 2:11 Y haré cesar todo su gozo, su fiesta, su nueva luna, y su sábado, y todas sus festividades. Hosea 2:12 Y haré talar su vid y su higuera, de que ha dicho: Mi salario me son, que me han dado mis enamorados. Y ponerlas he por monte, y comerlas han las bestias del campo. Hosea 2:13 Y visitaré sobre ella los tiempos de los Baales, a los cuales incensaba, y adornábase de sus zarcillos y de sus joyeles, y se iba tras sus enamorados, olvidada de mí, dice Jehová. Hosea 2:14 ¶ Por tanto he aquí que yo la induciré, y la llevaré al desierto, y hablaré a su corazón. Hosea 2:15 Y darle he sus viñas desde allí, y el valle de Acor en puerta de esperanza; y allí cantará como en los tiempos de su juventud, y como en el día de su subida de la tierra de Egipto. Hosea 2:16 Y será que en aquel tiempo, dice Jehová, me llamarás: Marido mío; y nunca más me llamarás: Baalí. Hosea 2:17 Porque quitaré de su boca los nombres de los Baales, y nunca más serán mentados por su nombre. Hosea 2:18 Y haré por ellos concierto en aquel tiempo con las bestias del campo, y con las aves del cielo, y con las serpientes de la tierra; y quebraré arco, y espada, y batalla de la tierra, y hacerlos he dormir seguros. Hosea 2:19 Y desposarte he conmigo para siempre; desposarte he conmigo en justicia, y juicio, y misericordia, y miseraciones. Hosea 2:20 Y desposarte he conmigo en fe, y conocerás a Jehová. Hosea 2:21 Y será que en aquel tiempo yo responderé, dice Jehová, yo responderé a los cielos, y ellos responderán a la tierra. Hosea 2:22 Y la tierra responderá al trigo, y al vino, y al aceite; y ellos responderán a Jezrael. Hosea 2:23 Y sembrarla he para mí en la tierra, y habré misericordia de Lo-ruhama; y diré a Lo-ammi: Pueblo mío tú; y él dirá: Dios mío. Hosea 3:0 Hosea 3:1 Y díjome Jehová: Vé aun otra vez, y ama una mujer amada de su compañero, y adúltera, como el amor de Jehová con los hijos de Israel, los cuales miran a dioses ajenos, y aman frascos de vino. Hosea 3:2 Y la compré para mí por quince dineros de plata, y un homer y medio de cebada. Hosea 3:3 Y díjele: Tú estarás por mía muchos días: no fornicarás, ni tomarás otro varón; ni tampoco yo vendré a ti. Hosea 3:4 Porque muchos días estarán los hijos de Israel sin rey, y sin señor, y sin sacrificio, y sin estatua, y sin efod, y sin terafim. Hosea 3:5 ¶ Después volverán los hijos de Israel, y buscarán a Jehová su Dios, y a David su rey; y temerán a Jehová, y a su bondad en el fin de los días. Hosea 4:0 Hosea 4:1 Oíd palabra de Jehová, hijos de Israel; porque Jehová pleitea con los moradores de la tierra; porque no hay verdad, ni misericordia, ni conocimiento de Dios en la tierra. Hosea 4:2 Perjurar, y mentir, y matar, y hurtar, y adulterar prevalecieron, y sangres se tocaron contra sangres. Hosea 4:3 Por lo cual la tierra se enlutará, y será talado todo morador de ella, con las bestias del campo, y las aves del cielo; y aun los peces de la mar serán cogidos. Hosea 4:4 Ciertamente hombre no contienda ni reprenda a hombre; porque tu pueblo es como los que resisten al sacerdote. Hosea 4:5 Caerás pues en este día, y caerá también contigo el profeta de noche; y a tu madre talaré. Hosea 4:6 Mi pueblo fue talado, porque le faltó sabiduría. Porque tú desechaste la sabiduría, yo te echaré del sacerdocio; y pues que olvidaste la ley de tu Dios, también yo me olvidaré de tus hijos. Hosea 4:7 Conforme a su grandeza así pecaron contra mí: yo pues también trocaré su honra en vergüenza. Hosea 4:8 Comen del pecado de mi pueblo, y en su maldad levantan su alma. Hosea 4:9 Y tal será el pueblo como el sacerdote; y visitaré sobre él sus caminos, y pagarle he conforme a sus obras. Hosea 4:10 Y comerán, mas no se hartarán: fornicarán, mas no se aumentarán, porque dejaron de guardar a Jehová. Hosea 4:11 Fornicación, y vino, y mosto quitan el corazón. Hosea 4:12 Mi pueblo en su madera pregunta, y su palo le responde; porque espíritu de fornicaciones le engañó, y fornicaron debajo de sus dioses. Hosea 4:13 Sobre los cabezos de los montes sacrificaron, y sobre los collados incensaron: debajo de encinas, y álamos, y olmos que tuviesen buena sombra: por tanto vuestras hijas fornicarán, y vuestras nueras adulterarán. Hosea 4:14 No visitaré sobre vuestras hijas cuando fornicaren, ni sobre vuestras nueras cuando adulteraren; porque ellos ofrecen con las rameras, y con las malas mujeres sacrifican: por tanto el pueblo sin entendimiento caerá. Hosea 4:15 Si fornicares , Israel, a lo menos no peque Judá; y no entréis en Gálgala, ni subáis a Bet-aven, ni juréis: Vive Jehová. Hosea 4:16 Porque como becerra cerrera revacó Israel: apaciéntalos ahora Jehová, como a carneros en anchura. Hosea 4:17 Efraím es dado a ídolos, déjale. Hosea 4:18 Su bebida se corrompió, fornicando fornicaron, amaron los dones: lo cual es afrenta de sus príncipes. Hosea 4:19 Atóla el viento en sus alas, y de sus sacrificios serán avergonzados. Hosea 5:0 Hosea 5:1 Sacerdotes, oíd esto, y estád atentos, casa de Israel, y casa del rey, escuchád; porque a vosotros es el juicio; porque habéis sido lazo en Maspad, y red extendida sobre Tabor. Hosea 5:2 Y matando sacrificios han bajado hasta el profundo, y yo la corrección de todos ellos. Hosea 5:3 ¶ Yo conozco a Efraím, e Israel no me es ignorado; porque ahora has fornicado, o! Efraím, y se ha contaminado Israel. Hosea 5:4 No pondrán sus pensamientos en volverse a su Dios, porque espíritu de fornicación está en medio de ellos, y no conocen a Jehová. Hosea 5:5 Y la soberbia de Israel le desmentirá en su cara; e Israel y Efraím tropezarán en su pecado, tropezará también con ellos Judá. Hosea 5:6 Con sus ovejas, y con sus vacas andarán buscando a Jehová, y no le hallarán: apartóse de ellos. Hosea 5:7 Contra Jehová se rebelaron, porque engendraron hijos extraños: ahora los devorará mes con sus heredades. Hosea 5:8 Tocád bocina en Gabaa, trompeta en Rama: sonád atambor en Bet-aven, tras ti, o! Ben-jamín. Hosea 5:9 Efraím será asolado el día del castigo: en las tribus de Israel hice conocer mi verdad. Hosea 5:10 Los príncipes de Judá fueron como los que traspasan mojones: derramaré pues sobre ellos, como agua, mi ira. Hosea 5:11 Calumniado Efraím, quebrantado en juicio, porque quiso andar tras mandamientos. Hosea 5:12 Y yo seré como polilla a Efraím, y como carcoma a la casa de Judá. Hosea 5:13 Y verá Efraím su enfermedad, y Judá su llaga; e irá Efraím al Asur, y enviará al rey de Jareb: mas él no os podrá sanar, ni os curará la llaga. Hosea 5:14 Porque yo seré como león a Efraím, y como cachorro de león a la casa de Judá: yo, yo arrebataré, y andaré: tomaré, y no habrá quien escape. Hosea 5:15 Andaré, y tornaré a mi lugar, hasta que conozcan su pecado, y busquen mi faz: en su angustia madruguen a mí. Hosea 6:0 Hosea 6:1 Veníd, y tornémosnos a Jehová, que él arrebató, y curarnos ha: hirió, y vendarnos ha. Hosea 6:2 Darnos ha vida después de dos días: al tercero día nos resucitará, y viviremos delante de él. Hosea 6:3 Y conoceremos: proseguiremos en conocer a Jehová: como el alba, está aparejada su salida, y vendrán a nosotros como la lluvia: como la lluvia tardía y temprana a la tierra. Hosea 6:4 ¿Qué haré a ti, Efraím? ¿Qué haré a ti, Judá? Vuestra misericordia, como la nube de la mañana, y como el rocío que viene a la madrugada. Hosea 6:5 Por esta causa corté con los profetas, con las palabras de mi boca los maté; porque tus juicios fuesen como luz que sale. Hosea 6:6 Porque misericordia quise, y no sacrificio; y conocimiento de Dios, mas que holocaustos. Hosea 6:7 ¶ Y ellos transpasaron el concierto como de hombre: allí se rebelaron contra mí. Hosea 6:8 Galaad, ciudad de obradores de iniquidad, ensuciada de sangre. Hosea 6:9 Y como ladrones que esperan a algún varón, cuadrilla de sacerdotes de común acuerdo mata en el camino; porque ponen en efecto la abominación. Hosea 6:10 En la casa de Israel ví suciedad: allí fornicó Efraím, se contaminó Israel. Hosea 6:11 También Judá puso en ti una planta, habiendo yo vuelto la cautividad de mi pueblo. Hosea 7:0 Hosea 7:1 Estando yo curando a Israel, descubrióse la iniquidad de Efraím, y las maldades de Samaria; porque obraron engaño; y el ladrón viene: despoja el salteador de fuera. Hosea 7:2 Y no dicen en su corazón, que tengo en la memoria toda su maldad: ahora pues los rodearán sus obras: delante de mi presencia están. Hosea 7:3 Con su maldad alegran al rey, y a los príncipes con sus mentiras. Hosea 7:4 Todos ellos adúlteros, como horno encendido por el hornero: el cual cesará de despertar después que esté hecha la masa, hasta que esté leuda. Hosea 7:5 El día de nuestro rey los príncipes le hicieron enfermar con cuero de vino: extendió su mano con los burladores. Hosea 7:6 Porque aplicaron, como horno, su corazón asechando: toda la noche duerme su hornero: a la mañana está su horno encendido como llama de fuego. Hosea 7:7 Todos ellos hierven como un horno; y comieron a sus jueces: cayeron todos sus reyes: no hay entre ellos quien clame a mí. Hosea 7:8 Efraím se envolvió con los pueblos: Efraím fue torta no vuelta. Hosea 7:9 Comieron extraños su sustancia, y él no lo supo; y aun vejez se ha esparcido por él, y él no lo entendió. Hosea 7:10 Y la soberbia de Israel testificará contra él en su cara; y no se tornaron a Jehová su Dios, ni le buscaron con todo esto. Hosea 7:11 Y fue Efraím como paloma, engañada sin entendimiento: llamarán a Egipto, irán al Asur. Hosea 7:12 Cuando fueren, extenderé sobre ellos mi red, hacerlos he caer como aves del cielo: castigarlos he conforme a lo que se ha oído en sus congregaciones. Hosea 7:13 ¡Ay de ellos! porque se apartaron de mí: destrucción sobre ellos; porque se rebelaron contra mí: yo los redemí, y ellos hablaron contra mí mentiras. Hosea 7:14 Y no clamaron a mí con su corazón, cuando aullaron sobre sus camas: para el trigo y el mosto se congregaron: se rebelaron contra mí. Hosea 7:15 Y yo los ceñí, esforcé sus brazos, y contra mí pensaron mal. Hosea 7:16 Tornáronse, mas no al Altísimo: fueron como arco engañoso: cayeron sus príncipes a cuchillo por la soberbia de su lengua: este será su escarnio en la tierra de Egipto. Hosea 8:0 Hosea 8:1 Pon a tu boca trompeta, como águila, contra la casa de Jehová, porque traspasaron mi concierto, y contra mi ley se rebelaron. Hosea 8:2 A mí clamarán Israel: Dios mío, te conocimos. Hosea 8:3 Desamparó Israel el bien: enemigo le perseguirá. Hosea 8:4 ¶ Ellos hicieron reinar, mas no por mí: constituyeron príncipe, mas yo no lo supe: de su plata, y de su oro hicieron ídolos para sí, para ser talados. Hosea 8:5 Tu becerro, o! Samaria, te hizo alejar: mi enojo se encendió contra ellos, hasta que no pudieron alcanzar inocencia. Hosea 8:6 Porque de Israel es, y artífice lo hizo, que no es Dios; porque en pedazos será deshecho el becerro de Samaria. Hosea 8:7 Porque sembraron viento, y torbellino segarán: no tendrán mies, ni el fruto hará harina: si la hiciere, extraños la tragarán. Hosea 8:8 Será tragado Israel: presto serán tenidos entre las gentes como vaso en que no hay contentamiento. Hosea 8:9 Porque ellos subieron a Asur, asno montés para sí solo: Efraím con salario alquiló armadores. Hosea 8:10 Aunque alquilen a las naciones, ahora las juntaré; y serán un poco afligidos por la carga del rey, y de los príncipes. Hosea 8:11 Porque multiplicó Efraím altares para pecar, tuvo altares para pecar. Hosea 8:12 Escribíle las grandezas de mi ley, fueron tenidas por cosas ajenas. Hosea 8:13 Los sacrificios de mis dones, sacrificaron carne, y comieron, Jehová no los quiso: ahora se acordará de su iniquidad, y visitará su pecado: ellos tornarán a Egipto. Hosea 8:14 Olvidó pues Israel a su Hacedor, y edificó templos, y Judá multiplicó ciudades fuertes: y yo meteré fuego en sus ciudades, el cual devorará sus palacios. Hosea 9:0 Hosea 9:1 No te alegres, o! Israel, hasta saltar de gozo como los pueblos; pues has fornicado de tu Dios: amaste salario de ramera por todas las eras de trigo. Hosea 9:2 La era, y el lagar no los mantendrá: el mosto les mentirá. Hosea 9:3 No quedarán en la tierra de Jehová: mas volverá Efraím a Egipto, y a Asiria, donde comerán vianda inmunda. Hosea 9:4 No derramarán vino a Jehová, ni él tomará contento en sus sacrificios: como pan de enlutados les serán a ellos; todos los que comieren de él, serán inmundos; porque su pan por su alma no entrará en la casa de Jehová. Hosea 9:5 ¿Qué haréis el día de la solemnidad, y el día de la fiesta de Jehová? Hosea 9:6 Porque he aquí que ellos se fueron después de su destrucción: Egipto los cogerá, Mémfis los enterrará, espino poseerá por heredad lo deseable de su plata, hortiga crecerá en sus moradas. Hosea 9:7 Vinieron los días de la visitación, vinieron los días de la paga: conocerá Israel: insensato el profeta, furioso el varón de espíritu, a causa de la multitud de tu maldad, y grande odio. Hosea 9:8 El atalaya de Efraím para con mi Dios, es a saber, el profeta, es lazo de cazador en todos sus caminos, odio en la casa de su Dios. Hosea 9:9 Llegaron al profundo, corrompiéronse, como en los días de Gabaa: ahora se acordará de su iniquidad, visitará su pecado. Hosea 9:10 Como uvas en el desierto hallé a Israel: como la fruta temprana de la higuera en su principio ví a vuestros padres; y ellos entraron a Baal-pehor, y se apartaron para vergüenza, e hiciéronse abominables como su amor. Hosea 9:11 Efraím, volará, como ave, su gloria desde el nacimiento, o, desde el vientre, o desde el concebimiento. Hosea 9:12 Y sí llegaren a grandes a sus hijos, yo los quitaré de entre los hombres; porque también, ¡ay de ellos, cuando de ellos me apartare! Hosea 9:13 Efraím, según veo, es semejante a Tiro asentada en lugar deleitoso: mas Efraím sacará sus hijos al matador. Hosea 9:14 Dáles, o! Jehová, lo que les has de dar: dáles matriz amovedera, y secos pechos. Hosea 9:15 Toda la maldad de ellos fue en Gálgala; porque allí tomé con ellos odio por la malicia de sus obras: echarlos he de mi casa: nunca más los amaré, todos sus príncipes son desleales. Hosea 9:16 Efraím fue herido, su cepa se secó: no hará más fruto: aunque engendren, yo mataré lo deseable de su vientre. Hosea 9:17 Mi Dios los desechará, porque ellos no le oyeron; y serán vagabundos entre las naciones. Hosea 10:0 Hosea 10:1 La vid vacía a Israel, haciendo fruto para él: conforme a la multiplicación de su fruto, multiplicó altares: conforme a la bondad de su tierra, mejoraron sus estatuas. Hosea 10:2 Apartóse su corazón. Ahora serán convencidos: el quebrantará sus altares, asolará sus estatuas. Hosea 10:3 Porque ahora dirán: No tenemos rey, porque no temimos a Jehová; y el rey, ¿qué nos hará? Hosea 10:4 Hablaron palabras jurando en vano, haciendo alianza; y el juicio florecerá en los surcos del campo como ajenjo. Hosea 10:5 Por las becerras de Bet-aven serán atemorizados los moradores de Samaria; porque su pueblo lamentará por su causa; y sus sacerdotes se alegrarán a causa del, por su gloria que será perdida. Hosea 10:6 Y aun también será él llevado en Asiria en presente al rey de Jareb: Efraím será avergonzado, Israel será confuso de su consejo. Hosea 10:7 De Samaria fue cortado su rey, como la espuma sobre las haces de las aguas. Hosea 10:8 Y los altares de Avén serán destruidos, el pecado de Israel: crecerá sobre sus altares espino y cardo, y dirán a los montes: Cubrídnos; y a los collados: Caéd sobre nosotros. Hosea 10:9 Desde los días de Gabaa has pecado, o! Israel: allí estuvieron: no los tomó la batalla en Gabaa contra los inicuos. Hosea 10:10 Yo los castigaré como deseo; y pueblos se juntarán sobre ellos cuando serán atados en sus dos surcos. Hosea 10:11 Efraím, becerra domada amadora del trillar: mas yo pasaré sobre la hermosura de su pescuezo: yo haré llevar yugo a Efraím, arará Judá, quebrará sus terrones Jacob. Hosea 10:12 Sembrád para vosotros a justicia, segád para vosotros a misericordia, arád para vosotros arada; porque el tiempo es de buscar a Jehová hasta que venga, y os enseñe justicia. Hosea 10:13 Habéis arado impiedad, segasteis iniquidad, comeréis fruto de mentira; porque confiaste en tu camino, en la multitud de tus fuertes. Hosea 10:14 Por tanto en tus pueblos se levantará alboroto, y todas tus fortalezas serán destruidas, como en la deshecha de Salmana en Bet-arbel el día de la batalla: la madre fue arrojada sobre los hijos. Hosea 10:15 Así hará a vosotros Bet-el por la maldad de vuestra maldad: en la mañana cortando será cortado el rey de Israel. Hosea 11:0 Hosea 11:1 Cuando Israel era muchacho, yo le amé, y de Egipto llamé a mi hijo. Hosea 11:2 Clamaban a ellos, así ellos se iban de su presencia: a los Baales sacrificaban, y a las esculturas ofrecían sahumerios. Hosea 11:3 Yo con todo eso guiaba en pies al mismo Efraím: levantóles en sus brazos, y no conocieron que yo los procuraba. Hosea 11:4 Con cuerdas humanas los traje, con cuerdas de amor; y fui para ellos como los que alzan el yugo sobre sus mejillas, y llegué hacia él la comida. Hosea 11:5 No tornará a tierra de Egipto, mas el mismo Asur será su rey, porque no se quisieron convertir. Hosea 11:6 Y caerá espada sobre sus ciudades, y consumirá sus aldeas: consumirlas ha a causa de sus consejos. Hosea 11:7 Mas mi pueblo está colgado de la rebelión contra mí; y aunque le llaman al Altísimo, de ninguno de todos es ensalzado. Hosea 11:8 ¿Cómo te dejaré, Efraím? ¿cómo te entregaré, Israel? ¿cómo te pondré como Adama, y te tornaré como Seboim? Mi corazón se revuelve dentro de mí, todos mis arrepentimientos son encendidos. Hosea 11:9 No ejecutaré la ira de mi furor: no me volveré para destruir a Efraím; porque Dios soy, y no hombre: Santo en medio de ti, y no entraré en ciudad. Hosea 11:10 En pos de Jehová caminarán: él bramará como león, él cierto bramará, y los hijos del occidente temblarán. Hosea 11:11 Temblarán como ave los de Egipto, y como paloma los de la tierra de Asiria; y ponerlos he en sus casas, dijo Jehová. Hosea 11:12 Cercóme con mentira Efraím, y con engaño la casa de Israel. Judá aun domina con Dios, y con los santos es fiel. Hosea 12:0 Hosea 12:1 Efraím es apacentado del viento, y sigue al solano; mentira y destrucción aumenta continuamente; porque hicieron alianza con los Asirios, y aceite se lleva a Egipto. Hosea 12:2 Pleito tiene Jehová con Judá, para visitar a Jacob conforme a sus caminos: pagarle ha conforme a sus obras. Hosea 12:3 En el vientre tomó por el calcañar a su hermano; y con su fortaleza venció al ángel: Hosea 12:4 Y venció al ángel, y prevaleció: lloró, y rogóle: en Bet-el le halló, y allí habló con nosotros. Hosea 12:5 Mas Jehová es Dios de los ejércitos, Jehová es su memorial. Hosea 12:6 Tú pues a tu Dios te convierte, guarda misericordia y juicio, y en tu Dios espera siempre. Hosea 12:7 Mercader que tiene en su mano peso falso, amador de opresión. Hosea 12:8 Y dijo Efraím: Ciertamente yo he enriquecido: hallado he riquezas para mí: nadie hallará en mí iniquidad, ni pecado en todos mis trabajos. Hosea 12:9 Yo pues soy Jehová tu Dios desde la tierra de Egipto, aun te haré morar en tiendas, como en los días de la fiesta. Hosea 12:10 Y hablé a los profetas, y yo aumenté la profecía; y por mano de los profetas puse semejanzas. Hosea 12:11 ¿Galaad no es iniquidad? Ciertamente vanidad han sido: en Galaad sacrificaron bueyes; y aun sus altares como montones en los surcos del campo. Hosea 12:12 Y Jacob huyó en la tierra de Aram, y sirvió Israel por su mujer, y por su mujer fue pastor. Hosea 12:13 Y por profeta hizo subir Jehová a Israel de Egipto, y por profeta fue guardado. Hosea 12:14 Enojó Efraím a Dios con amarguras: por tanto sus sangres se derramarán sobre él, y su Señor le pagará su vergüenza. Hosea 13:0 Hosea 13:1 Cuando Efraím hablaba, todos tenían temor: fue ensalzado en Israel: mas pecó en Baal, y murió. Hosea 13:2 Y ahora añadieron a su pecado, e hicieron para sí vaciadizo de su plata según su entendimiento: ídolos, obra de artífices todo ello, de los cuales ellos mandan a los hombres que sacrifican, que besen los becerros. Hosea 13:3 Por tanto serán como la niebla de la mañana, y como el rocío de la madrugada que se pasa: como el tamo que la tempestad lanza de la era, y como el humo que sale por la ventana. Hosea 13:4 Mas yo soy Jehová tu Dios desde la tierra de Egipto: por tanto no conocerás otro Dios fuera de mí, no otro salvador si no a mí. Hosea 13:5 Yo te conocí en el desierto, en tierra de sequedades. Hosea 13:6 En sus pastos se hartaron, hartáronse, y ensoberbecióse su corazón, por esta causa se olvidaron de mí. Hosea 13:7 Por tanto yo seré para ellos como león, como tigre que asecha cerca del camino. Hosea 13:8 Como oso que ha perdido los hijos los encontraré, y les romperé las telas de su corazón; y allí los tragaré como león: bestia del campo los despedazará. Hosea 13:9 Echóte a perder, o! Israel, tu idolatría: mas en mí está tu ayuda. Hosea 13:10 ¿En dónde está tu rey, para que te guarde con todas tus ciudades? ¿y tus jueces, de los cuales dijiste: Dáme rey, y príncipes? Hosea 13:11 Díte rey en mi furor, y le quité en mi ira. Hosea 13:12 Atada está la maldad de Efraím: su pecado está guardado. Hosea 13:13 Dolores de mujer de parto le vendrán: es un hijo ignorante, que de otra manera no estuviera tanto tiempo en el rompimiento de los hijos. Hosea 13:14 ¶ De la mano del sepulcro los redimiré, de la muerte los libraré. ¡O muerte! yo seré tu mortandad; y seré tu destrucción, ¡o sepulcro! Arrepentimiento será escondido de mis ojos. Hosea 13:15 Porque él fructificará entre los hermanos: vendrá el solano, viento de Jehová, subiendo de la parte del desierto, y secarse ha su vena, y secarse ha su manadero: él saqueará el tesoro de todas las alhajas de codicia. Hosea 13:16 Samaria será asolada porque se rebeló contra su Dios: caerán a cuchillo: sus niños serán estrellados, y sus preñadas serán abiertas. Hosea 14:0 Hosea 14:1 ¶ Conviértete, ¡O! Israel, a Jehová tu Dios; porque por tu pecado has caído. Hosea 14:2 Tomád con vosotros palabras, y convertíos a Jehová, y decídle: Quita toda iniquidad, y recibe el bien; y pagaremos becerros de nuestros labios. Hosea 14:3 No nos librará Assur, no subiremos sobre caballo, ni nunca más diremos a la obra de nuestras manos: Dioses nuestros; porque por ti el huérfano alcanzará misericordia. Hosea 14:4 ¶ Yo medicinaré su rebelión, amarlos he de voluntad; porque mi furor se quitó de ellos. Hosea 14:5 Yo seré a Israel como rocío: el florecerá, como lirio, y extenderá sus raíces, como el Líbano. Hosea 14:6 Extenderse han sus ramos, y será su gloria como la de la oliva, y olerá como el Líbano. Hosea 14:7 Volverán los que se sentaren debajo de su sombra: serán vivificados como trigo, y florecerán como la vid: su olor, como de vino del Líbano. Hosea 14:8 Efraím entonces dirá: ¿Qué más tendré ya con los ídolos? Yo le oiré, y miraré: yo seré a él como la haya verde: tu fruto es hallado de mí. Hosea 14:9 ¿Quién es sabio para que entienda esto; y prudente para que lo sepa? Porque los caminos de Jehová son derechos, y los justos andarán por ellos: mas los rebeldes caerán en ellos.
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Joel 1:0 Joel 1:1 Palabra de Jehová que fue a Joel, hijo de Fatuel. Joel 1:2 Oíd esto, viejos, y escuchád, todos los moradores de la tierra. ¿Ha acontecido esto en vuestros días, o en los días de vuestros padres? Joel 1:3 De esto contaréis a vuestros hijos, y vuestros hijos a sus hijos; y sus hijos a la otra generación. Joel 1:4 Lo que quedó de la oruga gusano comió la langosta, y lo que quedó de la langosta comió el pulgón, y lo que quedó del pulgón comió el revoltón. Joel 1:5 Despertád, borrachos, y llorád: aullád, todos los que bebéis vino, a causa del mosto; porque os es quitado de vuestra boca. Joel 1:6 Porque gente subió a mi tierra, fuerte, y sin número: sus dientes, dientes de león; y sus muelas, de león. Joel 1:7 Asoló mi vid, y descortezó mi higuera: desnudando la desnudó, y derribó: sus ramas quedaron blancas. Joel 1:8 Llora tú como mujer moza vestida de saco por el marido de su juventud. Joel 1:9 Pereció el presente y la derramadura de la casa de Jehová: los sacerdotes ministros de Jehová pusieron luto. Joel 1:10 El campo fue destruido, la tierra se enlutó; porque el trigo fue destruido, el mosto se secó, el aceite pereció. Joel 1:11 Avergonzáos, labradores, aullád, viñeros, por el trigo y la cebada; porque la mies del campo se perdió. Joel 1:12 Secóse la vid, y la higuera pereció, el granado también, la palma, y el manzano: todos los árboles del campo se secaron: por lo cual el gozo se secó de los hijos de los hombres. Joel 1:13 Ceñíos, y lamentád, sacerdotes: aullád, ministros del altar: veníd, dormíd en sacos, ministros de mi Dios; porque quitado es de la casa de vuestro Dios el presente y la derramadura. Joel 1:14 Pregonád ayuno, llamád a congregación, congregád los ancianos, y todos los moradores de la tierra en la casa de Jehová vuestro Dios, y clamád a Jehová. Joel 1:15 ¡Ay al día! porque cercano está el día de Jehová: y vendrá como destrucción hecha por Todopoderoso. Joel 1:16 ¿El mantenimiento, no es quitado de delante de nuestros ojos: la alegría, y el placer de la casa de nuestro Dios? Joel 1:17 El grano se pudrió debajo de sus terrones, los bastimentos fueron asolados, los alfolíes destruidos; porque el trigo se secó. Joel 1:18 ¡Cuánto gimieron las bestias! ¡cuán atajados anduvieron los hatos de los bueyes, porque no tuvieron pastos! también los rebaños de las ovejas fueron asolados. Joel 1:19 A ti, o! Jehová, clamaré; porque fuego consumió las cabañas del desierto, y llama abrasó todos los árboles del campo. Joel 1:20 Las bestias del campo también bramarán a ti; porque se secaron los arroyos de las aguas, y las cabañas del desierto consumió fuego. Joel 2:0 Joel 2:1 Tocád trompeta en Sión, y pregonád en mi santo monte: tiemblen todos los moradores de la tierra; porque viene el día de Jehová, porque cercano está. Joel 2:2 Día de tinieblas y de oscuridad: día de nube y de sombra: como el alba que se derrama sobre los montes, un pueblo grande y fuerte, nunca desde el principio del siglo fue su semejante, ni después de él será jamás en años de generación y generación. Joel 2:3 Delante de él consumirá fuego, detrás de él abrasará llama: como el huerto de Edén será la tierra delante de él, y detrás de él, como desierto asolado: ni tampoco habrá quien de él escape. Joel 2:4 Su parecer, como parecer de caballos, y como gente de a caballo correrán. Joel 2:5 Como estruendo de carros saltarán sobre las cumbres de los montes: como sonido de llama de fuego que consume rastrojos, como algún fuerte pueblo aparejado para la batalla. Joel 2:6 Delante de él temerán los pueblos: todas las caras se pararán negras. Joel 2:7 Como valientes correrán: como hombres de guerra subirán la muralla; y cada cual irá en sus caminos, y no torcerán sus sendas. Joel 2:8 Ninguno apretará a su compañero, cada uno irá por su carrera; y sobre la misma espada se arrojarán, y no se herirán. Joel 2:9 Irán por la ciudad, correrán por el muro, subirán por las casas, entrarán por las ventanas a manera de ladrones. Joel 2:10 Delante de él temblará la tierra, los cielos se estremecerán: el sol y la luna se oscurecerán, y las estrellas retraerán su resplandor. Joel 2:11 Y Jehová dará su voz delante de su ejército, porque muchos son sus reales, y fuertes, que ponen en efecto su palabra; porque grande es el día de Jehová, y muy terrible, ¿y quién lo podrá sufrir? Joel 2:12 Y también ahora, dijo Jehová: Convertíos a mí con todo vuestro corazón, con ayuno, y lloro, y llanto. Joel 2:13 Y rompéd vuestro corazón, y no vuestros vestidos, y convertíos a Jehová vuestro Dios, porque misericordioso es y clemente, luengo de iras y grande en misericordia, y que se arrepiente del castigo. Joel 2:14 ¿Quién sabe si se convertirá, y se arrepentirá, y dejará bendición tras de él, presente y derramadura para Jehová vuestro Dios? Joel 2:15 Tocád trompeta en Sión, pregonád ayuno, llamád a congregación. Joel 2:16 Congregád el pueblo, pregonád congregación, juntád los viejos, congregád los niños, y los que maman: salga de su cámara el novio, y la novia de su tálamo. Joel 2:17 Entre la entrada y el altar lloren los sacerdotes, ministros de Jehová, y digan: Perdona, o! Jehová, a tu pueblo, y no pongas en vergüenza tu heredad, para que las gentes se enseñoreen de ella: ¿por qué han de decir entre los pueblos: Donde está su Dios? Joel 2:18 ¶ Y Jehová zelará su tierra, y perdonará a su pueblo. Joel 2:19 Y responderá Jehová, y dirá a su pueblo: He aquí que yo os envío pan, y mosto, y aceite; y seréis hartos de ellos, y nunca más os pondré en vergüenza entre las gentes. Joel 2:20 Y haré alejar de vosotros al aquilonar, y echarlo he en la tierra seca y desierta: su haz será hacia el mar oriental, y su fin al mar occidental; y subirá su hedor, y subirá su podrición, porque hizo grandes cosas. Joel 2:21 Tierra, no temas: alégrate, y gózate; porque Jehová hizo grandes cosas. Joel 2:22 Animales del campo, no temáis; porque los pastos del desierto reverdecerán, porque los árboles llevarán su fruto, la higuera y la vid darán sus frutos. Joel 2:23 Vosotros también hijos de Sión, alegráos y regocijáos en Jehová vuestro Dios; porque os dará enseñador de justicia; y hará descender sobre vosotros lluvia temprana y tardía como al principio. Joel 2:24 Y las eras se henchirán de trigo; y los lagares rebosarán de vino y aceite. Joel 2:25 Y restituiros he los años que comió la oruga, la langosta, el pulgón, el revoltón, mi grande ejército que envié contra vosotros. Joel 2:26 Y comeréis hasta hartaros; y alabaréis él nombre de Jehová vuestro Dios, el cual hizo maravillas con vosotros; y mi pueblo no será para siempre avergonzado. Joel 2:27 Y conoceréis que en medio de Israel estoy yo, y que yo soy Jehová vuestro Dios, y no hay otro; y mi pueblo no será para siempre avergonzado. Joel 2:28 ¶ Y será que después de esto, derramaré mi Espíritu sobre toda carne, y profetizarán vuestros hijos y vuestras hijas, vuestros viejos soñarán sueños, y vuestros mancebos verán visiones. Joel 2:29 Y aun también sobre los siervos, y sobre las siervas derramaré mi Espíritu en aquellos días. Joel 2:30 ¶ Y daré prodigios en el cielo y en la tierra, sangre, y fuego, y columnas de humo. Joel 2:31 El sol se tornará en tinieblas, y la luna en sangre, antes que venga el día grande y espantoso de Jehová. Joel 2:32 Y será que cualquiera que invocare el nombre de Jehová, escapará; porque en el monte de Sión, y en Jerusalem, habrá salvación, como Jehová ha dicho, y en los que habrán quedado, a los cuales Jehová habrá llamado. Joel 3:0 Joel 3:1 Porque he aquí que en aquellos días, y en aquel tiempo en que haré tornar la cautividad de Judá y de Jerusalem, Joel 3:2 Juntaré todas las naciones, y las haré descender en el valle de Josafat, y allí entraré en juicio con ellos a causa de mi pueblo, y de Israel mi heredad, a los cuales esparcieron entre las naciones, y partieron mi tierra; Joel 3:3 Y echaron suertes sobre mi pueblo, y a los niños dieron por rameras, y las niñas vendieron por vino para beber. Joel 3:4 Y también, ¿qué tengo yo que ver con vosotras, Tiro y Sidón, y todos los términos de Palestina? ¿Me pagáis? Y si me pagáis, presto, en breve os volveré la paga sobre vuestra cabeza. Joel 3:5 Porque habéis llevado mi plata y mi oro, y mis cosas preciosas y hermosas metisteis en vuestros templos. Joel 3:6 Y los hijos de Judá, y los hijos de Jerusalem vendisteis a los hijos de los Griegos por alejarlos de sus términos. Joel 3:7 He aquí que yo los despertaré del lugar donde los vendisteis; y volveré vuestra paga sobre vuestra cabeza. Joel 3:8 Y venderé vuestros hijos y vuestras hijas en la mano de los hijos de Judá; y ellos los venderán a los Sabeos, nación apartada; porque Jehová ha hablado. Joel 3:9 Pregonád esto entre las gentes, divulgád guerra, despertád a los valientes, lléguense, vengan todos los hombres de guerra: Joel 3:10 Hacéd espadas de vuestros azadones, y lanzas de vuestras hoces: diga el flaco: Fuerte soy. Joel 3:11 Juntáos, y veníd todas las gentes de al derredor, y congregáos: haz venir allí, o! Jehová, tus fuertes. Joel 3:12 Las gentes se despierten, y suban al valle de Josafat; porque allí me asentaré para juzgar todas las gentes de al derredor. Joel 3:13 Echád la hoz, porque la mies está ya madura. Veníd, descendéd; porque ya el lagar esta lleno, ya rebosan las premideras; porque mucha es ya su maldad. Joel 3:14 Muchos pueblos se juntarán en el valle del cortamiento; porque cercano está el día de Jehová en el valle del cortamiento. Joel 3:15 El sol y la luna se oscurecerán, y las estrellas retraerán su resplandor. Joel 3:16 Y Jehová bramará desde Sión, y desde Jerusalem dará su voz; y los cielos y la tierra temblarán; mas Jehová será la esperanza de su pueblo, y la fortaleza de los hijos de Israel. Joel 3:17 Y conoceréis que yo soy Jehová vuestro Dios, que habito en Sión, monte de mi santidad; y será Jerusalem santa, y extraños no pasarán más por ella. Joel 3:18 ¶ Y será en aquel tiempo, que los montes destilarán mosto, y los collados correrán leche, y todos los arroyos de Judá correrán aguas; y saldrá una fuente de la casa de Jehová, y regará el valle de Sitim. Joel 3:19 Egipto será destruido, y Edom será vuelto en desierto de soledad, por la injuria de los hijos de Judá; porque derramaron en su tierra la sangre inocente. Joel 3:20 Mas Judá para siempre será habitada, y Jerusalem en generación y generación. Joel 3:21 Y limpiaré la sangre de los que no limpié, y Jehová mora en Sión.
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Amos 1:0 Amos 1:1 Las palabras de Amós, que fue entre los pastores de Tecua, las cuales vio sobre Israel en días de Osías, rey de Judá, y en días de Jeroboam, hijo de Joas, rey de Israel, dos años antes del terremoto. Amos 1:2 Y dijo: Jehová bramará desde Sión, y desde Jerusalem dará su voz, y las habitaciones de los pastores pondrán luto, y la cumbre del Carmelo se secará. Amos 1:3 Así dijo Jehová: Por tres pecados de Damasco, y por el cuarto, no la convertiré; porque trillaron con trillos de hierro a Galaad. Amos 1:4 Y meteré fuego en la casa de Hazael, y consumirá los palacios de Ben-adad. Amos 1:5 Y quebraré la barra de Damasco, y talaré los moradores de Bicat-aven, y los gobernadores de Bet-eden; y el pueblo de Siria será traspasado en Kir, dijo Jehová. Amos 1:6 ¶ Así dijo Jehová: Por tres pecados de Gaza, y por el cuarto, no la convertiré; porque llevó cautiva una cautividad entera para entregarlos a Edom. Amos 1:7 Y meteré fuego en el muro de Gaza, y quemará sus palacios. Amos 1:8 Y talaré los moradores de Azoto, y los gobernadores de Ascalón; y tornaré mi mano sobre Accarón, y los residuos de los Palestinos perecerán, dijo el Señor Jehová. Amos 1:9 ¶ Así dijo Jehová: Por tres pecados de Tiro, y por el cuarto, no la convertiré; porque entregaron la cautividad entera a Edom, y no se acordaron del concierto de hermano. Amos 1:10 Y meteré fuego en el muro de Tiro, y consumirá sus palacios. Amos 1:11 ¶ Así dijo Jehová: Por tres pecados de Edom, y por el cuarto, no la convertiré; porque persiguió a cuchillo a su hermano, y rompió sus misericordias; y con su furor le ha robado siempre, y ha guardado el enojo perpetuamente. Amos 1:12 Y meteré fuego en Temán, y consumirá los palacios de Bosra. Amos 1:13 ¶ Así dijo Jehová: Por tres pecados de los hijos de Amón, y por el cuarto, no los convertiré; porque rompieron los montes de Galaad, para ensanchar su término. Amos 1:14 Y encenderé fuego en el muro de Rabba, y consumirá sus palacios como con estruendo en día de batalla, como con tempestad en día tempestuoso. Amos 1:15 Y su rey irá en cautividad, él y sus príncipes todos, dijo Jehová. Amos 2:0 Amos 2:1 Así dijo Jehová: Por tres pecados de Moab, y por el cuarto, no le convertiré; porque quemó los huesos del rey de Idumea hasta tornarlos en cal. Amos 2:2 Y meteré fuego en Moab, y consumirá los palacios de Cariot, y morirá Moab, en alboroto, en estrépito, y sonido de trompeta. Amos 2:3 Y quitaré el juez de en medio de él, y a todos sus príncipes mataré con él, dijo Jehová. Amos 2:4 ¶ Así dijo Jehová: Por tres pecados de Judá, y por el cuarto, no la convertiré; porque menospreciaron la ley de Jehová, y no guardaron sus ordenanzas; y sus mentiras los hicieron errar, en pos de las cuales anduvieron sus padres. Amos 2:5 Y meteré fuego en Judá, el cual consumirá los palacios de Jerusalem. Amos 2:6 Así dijo Jehová: Por tres pecados de Israel, y por el cuarto, no le convertiré; porque vendieron por dinero al justo, y al pobre por un par de zapatos: Amos 2:7 Que anhelan porque haya un polvo de tierra sobre la cabeza de los pobres, y tuercen la carrera de los humildes; y el hombre y su padre entraron a una moza, profanando mi santo nombre. Amos 2:8 Y sobre las ropas empeñadas se acuestan junto a cualquier altar; y el vino de los penados beben en la casa de sus dioses. Amos 2:9 Y yo destruí al Amorreo delante de ellos, cuya altura era como la altura de los cedros, y fuerte como un alcornoque; y destruí su fruto arriba, y sus raíces abajo. Amos 2:10 Y yo os hice a vosotros subir de la tierra de Egipto, y trájeos por el desierto cuarenta años, para que poseyeseis la tierra del Amorreo. Amos 2:11 Y levanté de vuestros hijos para profetas, y de vuestros mancebos para que fuesen Nazareos: ¿No es esto así, hijos de Israel? dijo Jehová. Amos 2:12 Y vosotros distes de beber vino a los Nazareos, y a los profetas mandasteis, diciendo: No profeticéis. Amos 2:13 Pues he aquí que yo os apretaré en vuestro lugar, como se aprieta el carro lleno de haces. Amos 2:14 Y la huida perecerá del ligero, y el fuerte no esforzará a su fuerza, ni el valiente escapará su vida. Amos 2:15 Y el que toma el arco no estará en pie, ni el ligero de pies escapará, ni el que cabalga en caballo escapará su vida. Amos 2:16 El esforzado entre esforzados, aquel día huirá desnudo, dijo Jehová. Amos 3:0 Amos 3:1 Oíd esta palabra que ha hablado Jehová contra vosotros, hijos de Israel: contra toda la familia que hice subir de la tierra de Egipto. Dice así: Amos 3:2 A vosotros solamente he conocido de todas las familias de la tierra, por tanto visitaré contra vosotros todas vuestras maldades. Amos 3:3 ¿Andarán dos juntos, si no estuvieren de concierto? Amos 3:4 ¿Bramará en el monte el león, sin hacer presa? ¿el leoncillo dará su bramido desde su morada, si no prendiere? Amos 3:5 ¿Caerá el ave en el lazo de la tierra, sin haber armador? ¿Alzarse ha el lazo de la tierra, si no se ha prendido algo? Amos 3:6 ¿Tocarse ha la trompeta en la ciudad, y el pueblo no se alborotará? ¿Habrá algún mal en la ciudad, el cual Jehová no haya hecho? Amos 3:7 Porque no hará nada el Señor Jehová, sin que revele su secreto a sus siervos los profetas. Amos 3:8 Bramando el león, ¿quién no temerá? hablando el Señor Jehová, ¿quién no profetizará? Amos 3:9 Hacéd pregonar sobre los palacios de Azoto, y sobre los palacios de tierra de Egipto, y decíd: Congregáos sobre los montes de Samaria, y ved muchas opresiones en medio de ella, y muchas violencias en medio de ella. Amos 3:10 Y no saben hacer lo recto, dijo Jehová, atesorando rapiñas y despojos en sus palacios. Amos 3:11 Por tanto el Señor Jehová dijo así: Enemigo vendrá que cercará la tierra; y derribará de ti tu fortaleza, y tus palacios serán saqueados. Amos 3:12 Así dijo Jehová: De la manera que el pastor escapa de la boca del león dos piernas, o la punta de una oreja, así escaparán los hijos de Israel, que moran en Samaria, al rincón de la cama, y al canto del lecho. Amos 3:13 Oíd, y protestád en la casa de Jacob, dijo Jehová, Dios de los ejércitos: Amos 3:14 Que el día que visitaré las rebeliones de Israel sobre él, visitaré también sobre los altares de Bet-el; y serán cortados los cuernos del altar, y caerán a tierra. Amos 3:15 Y heriré la casa del invierno con la casa del verano, y las casas de marfil perecerán; y muchas casas serán taladas, dijo Jehová. Amos 4:0 Amos 4:1 Oíd esta palabra, vacas de Basán, que estáis en el monte de Samaria, que oprimís los pobres: que quebrantáis los menesterosos: que decís a sus señores: Traed y beberemos. Amos 4:2 El Señor Jehová juró por su santidad, que he aquí vienen días sobre vosotros en que os llevará en anzuelos, y a vuestros descendientes en barquillos de pescador. Amos 4:3 Y saldrán por los portillos la una en pos de la otra, y seréis echadas del palacio, dijo Jehová. Amos 4:4 Id a Bet-el, y rebelád en Gálgala: aumentád la rebelión, y traed de mañana vuestros sacrificios, y vuestros diezmos cada tres años. Amos 4:5 Y ofrecéd sacrificio de acción de gracias con pan leudo, y pregonád sacrificios voluntarios, pregonád: pues que así queréis, hijos de Israel, dijo el Señor Jehová. Amos 4:6 ¶ Yo también os di limpieza de dientes en todas vuestras ciudades, y falta de pan en todos vuestros pueblos: y no os tornasteis a mí, dijo Jehová. Amos 4:7 Y también yo os detuve la lluvia tres meses antes de la segada; e hice llover sobre una ciudad, y sobre otra ciudad no hice llover: sobre una parte llovió, y la parte sobre la cual no llovió, se secó. Amos 4:8 Y venían dos, tres ciudades a una ciudad para beber agua, y no se hartaban; y no os tornasteis a mí, dijo Jehová. Amos 4:9 Heríos con viento solano, y oruga, vuestros muchos huertos, y vuestras viñas, y vuestros higuerales; y vuestros olivares comió la langosta; y nunca os tornasteis a mí, dijo Jehová. Amos 4:10 Envié en vosotros mortandad en el camino de Egipto: maté a cuchillo vuestros mancebos, con cautiverio de vuestros caballos; e hice subir el hedor de vuestros reales hasta vuestras narices; y nunca os tornasteis a mí, dijo Jehová. Amos 4:11 Trastornéos, como cuando Dios trastornó a Sodoma y a Gomorra, y fuisteis como tizón escapado del fuego; y nunca os tornasteis a mí, dijo Jehová. Amos 4:12 Por tanto de esta manera haré a ti, o! Israel; y porque te he de hacer esto, aparéjate para venir al encuentro a tu Dios, o! Israel. Amos 4:13 Porque he aquí, el que forma los montes, y cria el viento, y denuncia al hombre su pensamiento; el que hace a las tinieblas mañana, y pasa sobre las alturas de la tierra, Jehová Dios de los ejércitos es su nombre. Amos 5:0 Amos 5:1 Oíd esta palabra, porque yo levanto endecha sobre vosotros, casa de Israel. Amos 5:2 Cayó, nunca más se levantará la virgen de Israel: fue dejada sobre su tierra, no hay quien la levante. Amos 5:3 Porque así dijo el Señor Jehová: la ciudad que sacaba mil, quedará con ciento; y la que sacaba ciento, quedará con diez en la casa de Israel. Amos 5:4 Porque así dijo Jehová a la casa de Israel: Buscádme, y vivíd. Amos 5:5 Y no busquéis a Bet-el, ni entréis en Gálgala, ni paséis a Beer-seba; porque Gálgala será llevada en cautividad, y Bet-el será deshecha. Amos 5:6 Buscád a Jehová, y vivíd; porque no hienda, como fuego, a la casa de José, y la consuma, y no haya en Bet-el quien lo apague. Amos 5:7 Que convierten en ajenjo el juicio, y dejan en tierra la justicia. Amos 5:8 El que hace el Arcturo y el Orión, y las tinieblas vuelve en mañana, y hace oscurecer el día en noche: el que llama a las aguas de la mar, y las derrama sobre la haz de la tierra, Jehová es su nombre. Amos 5:9 El que da esfuerzo al robador sobre el fuerte, y que el robador venga contra la fortaleza. Amos 5:10 Aborrecieron en la puerta al reprensor, y al que hablaba lo recto abominaron. Amos 5:11 Por tanto por vuestro molestar al pobre, y recibís de él carga de trigo, edificasteis casas de sillares, mas no las habitaréis: plantasteis hermosas viñas, mas no beberéis el vino de ellas. Amos 5:12 Porque sabido he vuestras muchas rebeliones, y vuestros gruesos pecados: que afligen al justo, y reciben cohecho, y a los pobres en la puerta hacen perder su causa. Amos 5:13 Por lo cual el prudente en tal tiempo calla, porque el tiempo es malo. Amos 5:14 Buscád lo bueno, y no lo malo, para que viváis: porque así será con vosotros Jehová Dios de los ejércitos, como decís. Amos 5:15 Aborrecéd el mal, y amád el bien, y ponéd juicio en la puerta: quizá Jehová Dios de los ejércitos habrá piedad de la resta de José. Amos 5:16 Por tanto así dijo Jehová Dios de los ejércitos, el Señor: En todas las plazas habrá llanto, y en todas las calles dirán; ¡Ay, ay! y al labrador llamarán a lloro, y a endecha, a los que supieren endechar. Amos 5:17 Y en todas las viñas habrá llanto, porque pasaré por medio de ti, dijo Jehová. Amos 5:18 ¡Ay de los que desean el día de Jehová! ¿para qué queréis este día de Jehová? Tinieblas, y no luz. Amos 5:19 Como el que huye de delante del león, y se topa con el oso; o, si entrare en casa, y arrime su mano a la pared, y le muerda la culebra. Amos 5:20 ¿El día de Jehová, no es tinieblas, y no luz: oscuridad, que no tiene resplandor? Amos 5:21 Aborrecí, abominé vuestras solemnidades, y no me darán buen olor vuestras congregaciones. Amos 5:22 Y si me ofreciereis holocaustos y vuestros presentes, no los recibiré: ni miraré a los sacrificios pacíficos de vuestros engordados. Amos 5:23 Quita de mí la multitud de tus cantares; y las salmodias de tus instrumentos no oiré. Amos 5:24 Y corra como las aguas el juicio, y la justicia como arroyo impetuoso. Amos 5:25 ¿Habéisme ofrecido sacrificios y presente en el desierto en cuarenta años, casa de Israel? Amos 5:26 Y ofrecisteis a Sicut, vuestro rey, y a Quión, vuestros ídolos, estrella de vuestros dioses que os hicisteis. Amos 5:27 Haréos pues trasportar de ese cabo de Damasco, dijo Jehová, Dios de los ejércitos es su nombre. Amos 6:0 Amos 6:1 ¡Ay de los reposados en Sión, y de los confiados en el monte de Samaria, nombrados entre las mismas naciones principales, las cuales vendrán sobre ellos, o! casa de Israel! Amos 6:2 Pasád a Calanna, y mirád; y de allí id a la gran Emat; y descendéd a Get de los Palestinos, ¿si son aquellos reinos mejores que estos reinos? ¿si su término es mayor que vuestro término? Amos 6:3 Los que dilatáis el día malo, y acercáis la silla de iniquidad: Amos 6:4 Los que duermen en camas de marfil, y se extienden sobre sus lechos, y comen los corderos del rebaño, y los becerros de en medio del engordadero: Amos 6:5 Los que hacen de garganta al son de la flauta, e inventan instrumentos músicos, como David: Amos 6:6 Los que beben vino en tazones, y se ungen con los ungüentos más preciosos, ni se afligen por el quebrantamiento de José. Amos 6:7 Por tanto ahora pasarán en el principio de los que pasaren; y se acercará el lloro de los extendidos. Amos 6:8 El Señor Jehová juró por su alma, Jehová Dios de los ejércitos dijo: Tengo en abominación la grandeza de Jacob, y sus palacios aborrezco; y la ciudad, y su plenitud entregaré al enemigo. Amos 6:9 Y acontecerá que si diez hombres quedaren en una casa, morirán. Amos 6:10 Y su tio tomará a cada uno, y le quemará, para sacar los huesos de casa; y dirá al que estará en los rincones de la casa: ¿Hay aun alguno contigo? y dirá: No. Y dirá: Calla, que no conviene hacer memoria del nombre de Jehová. Amos 6:11 Porque he aquí que Jehová mandará, y herirá de hendeduras la casa mayor; y la casa menor de aberturas. Amos 6:12 ¿Correrán los caballos por las piedras? ¿ararán con vacas? ¿por qué habéis vosotros tornado el juicio en veneno, y el fruto de justicia en ajenjo? Amos 6:13 Los que os alegráis en nada: los que decís: ¿Nosotros no nos tomamos cuernos con nuestra fortaleza? Amos 6:14 Porque he aquí que yo levantaré sobre vosotros, o! casa de Israel, dijo Jehová Dios de los ejércitos, nación, que os apretará desde la entrada de Emat, hasta el arroyo del desierto. Amos 7:0 Amos 7:1 El Señor Jehová me mostró así; y he aquí que él criaba langostas al principio que comenzaba a crecer el heno tardío. Y he aquí que el heno tardío creció después de las segadas del rey. Amos 7:2 Y acaeció que como acabó de comer la yerba de la tierra, yo dije: Señor Jehová, perdona ahora: ¿quién levantará a Jacob? porque es pequeño. Amos 7:3 Arrepintióse Jehová de esto: no será, dijo Jehová. Amos 7:4 El Señor Jehová después me mostró así; y he aquí que llamaba para juzgar por fuego el Señor Jehová: y consumió un gran abismo, y consumió la parte. Amos 7:5 Y dije: Señor Jehová, cesa ahora: ¿quién levantará a Jacob? porque es pequeño. Amos 7:6 Arrepintióse Jehová de esto: Tampoco esto no será, dijo el Señor Jehová. Amos 7:7 Enseñóme también así: He aquí que el Señor estaba sobre un muro edificado a plomo de albañil; y tenía en su mano un plomo de albañil. Amos 7:8 Jehová entonces me dijo: ¿Qué ves Amós? Y dije: Un plomo de albañil. Y el Señor dijo: He aquí que yo pongo plomo de albañil en medio de mi pueblo Israel: nunca más le pasaré. Amos 7:9 Y los altares de Isaac serán destruidos, y los santuarios de Israel serán asolados, y levantarme he con espada sobre la casa de Jeroboam. Amos 7:10 ¶ Entonces Amasías sacerdote de Bet-el envió a decir a Jeroboam, rey de Israel: Amós ha conjurado contra ti en medio de la casa de Israel: la tierra no puede ya sufrir todas sus palabras. Amos 7:11 Porque así ha dicho Amós: Jeroboam morirá a cuchillo; e Israel pasará de su tierra en cautividad. Amos 7:12 Y Amasías dijo a Amós: Vidente, vete, y huye a tierra de Judá, y come allá tu pan, y profetiza allá. Amos 7:13 Y no profetices más en Bet-el; porque es santuario del rey, y cabecera del reino. Amos 7:14 Y Amós respondió, y dijo a Amasías: No soy profeta, ni soy hijo de profeta: mas soy boyero, y cogedor de cabrahígos. Amos 7:15 Y Jehová me tomó de tras el ganado; y díjome Jehová: Vé, y profetiza a mi pueblo Israel. Amos 7:16 Ahora pues, oye palabra de Jehová: Tú dices: No profetices contra Israel, ni hables contra la casa de Isaac. Amos 7:17 Por tanto así dijo Jehová: Tu mujer fornicará en la ciudad, y tus hijos y tus hijas caerán a cuchillo, y tu tierra será partida por suertes; y tu morirás en tierra inmunda; e Israel será traspasado de su tierra. Amos 8:0 Amos 8:1 Jehová me enseñó así; y he aquí un canastillo de fruta de verano. Amos 8:2 Y dijo: ¿Qué ves Amós? Y dije: Un canastillo de fruta de verano. Y Jehová me dijo: Venido ha el fin sobre mi pueblo Israel: nunca más le pasaré. Amos 8:3 Y los cantores del templo aullarán en aquel día, dijo el Señor Jehová: los cuerpos muertos serán aumentados en todo lugar, echados en silencio. Amos 8:4 Oíd esto los que tragáis los menesterosos, y taláis los pobres de la tierra, Amos 8:5 Diciendo: Cuando pasare el mes, venderemos el trigo; y pasada la semana, abriremos el pan; y achicaremos la medida, y engrandeceremos el precio, y falsearemos el peso engañoso. Amos 8:6 Y compraremos los pobres por dinero, y los necesitados por un par de zapatos; y venderemos las ahechaduras del trigo. Amos 8:7 Jehová juró por la gloria de Jacob: Que no me olvidaré para siempre de todas sus obras. Amos 8:8 ¶ ¿No se ha de estremecer la tierra sobre esto? ¿y todo habitador de ella, no llorará? y toda subirá como un río, y será arrojada, y será hundida como el río de Egipto. Amos 8:9 Y acaecerá en aquel día, dijo el Señor Jehová, que haré que se ponga el sol al mediodía, y la tierra cubriré de tinieblas en el día claro. Amos 8:10 Y tornaré vuestras fiestas en lloro, y todos vuestros cantares en endechas, y haré poner saco sobre todos lomos, y peladura sobre toda cabeza; y tornarla he como en llanto de unigénito, su postrimería como día amargo. Amos 8:11 He aquí que vienen días, dijo el Señor Jehová, en los cuales enviaré hambre en la tierra: no hambre de pan, ni sed de agua, mas de oír palabra de Jehová. Amos 8:12 E irán vagabundos desde la una mar hasta la otra mar: desde el norte hasta el oriente discurrirán buscando palabra de Jehová, y no la hallarán. Amos 8:13 En aquel tiempo las doncellas hermosas, y los mancebos desmayarán de sed. Amos 8:14 Los que juran por el pecado de Samaria, y dicen: Vive tú, Dios de Dan; y: Vive el camino de Beer-seba: caerán, y nunca más se levantarán. Amos 9:0 Amos 9:1 Ví al Señor que estaba sobre el altar, y dijo: Hiere el umbral, y estremézcanse las puertas; y córtalos en piezas la cabeza de todos; y el postrero de ellos mataré a cuchillo: no habrá de ellos quien huya, ni quien escape. Amos 9:2 Si cavaren hasta el infierno, de allá los tomará mi mano; y si subieren hasta el cielo, de allá los haré descender: Amos 9:3 Y si se escondieren en la cumbre del Carmelo, allí los buscaré, y los tomaré; y si se escondieren de delante de mis ojos en el profundo de la mar, allí mandaré a la culebra, y morderlos ha: Amos 9:4 Y si fueren en cautiverio delante de sus enemigos, allí mandaré a la espada, y matarlos ha; y pondré sobre ellos mis ojos para mal, y no para bien. Amos 9:5 El Señor Jehová de los ejércitos, que toca la tierra, y se derretirá, y llorarán todos los que en ella moran; y subirá toda como un río, y será hundida como el río de Egipto. Amos 9:6 El edificó en el cielo sus grados, y su conjunto fundó sobre la tierra: él llama las aguas de la mar, y las derrama sobre la haz de la tierra: Jehová es su nombre. Amos 9:7 Hijos de Israel, ¿no me sois vosotros como hijos de Etiopes? dijo Jehová: ¿No hice yo subir a Israel de la tierra de Egipto, y a los Palestinos de Caftor, y a los Siros de Kir? Amos 9:8 He aquí que los ojos del Señor Jehová están contra el reino pecador; y yo le asolaré de la haz de la tierra: mas no destruiré del todo la casa de Jacob, dijo Jehová. Amos 9:9 Porque he aquí que yo mandaré, y haré que la casa de Israel sea zarandada en todas las naciones, como se zaranda el grano en un harnero, y no cae una chinica en la tierra. Amos 9:10 A espada morirán todos los pecadores de mi pueblo, que dicen: No se acercará, ni se anticipará el mal por causa nuestra. Amos 9:11 En aquel día yo levantaré la cabaña de David caída, y cerraré sus portillos, y levantaré sus ruinas, y edificarle he como en el tiempo pasado: Amos 9:12 Para que aquellos sobre los cuales es llamado mi nombre, posean la resta de Idumea, y a todas las naciones, dijo Jehová que hace esto. Amos 9:13 ¶ He aquí que vienen días, dijo Jehová, en que el que ara se llegará al segador, y el pisador de las uvas al que lleva la simiente; y los montes destilarán mosto, y todos los collados se derretirán. Amos 9:14 Y tornaré el cautiverio de mi pueblo Israel; y edificarán las ciudades asoladas, y habitarlas han; y plantarán viñas, y beberán el vino de ellas; y harán huertos, y comerán el fruto de ellos. Amos 9:15 Y plantarlos he sobre su tierra, y nunca más serán arrancados de su tierra, la cual yo les dí, dijo Jehová Dios tuyo.
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Obadiah 1:0 Obadiah 1:1 Visión de Abdías. El Señor Jehová dijo así a Edom: Oído habemos el pregón de Jehová, y mensajero es enviado en las gentes: Levantáos, y levantémosnos contra ella en batalla. Obadiah 1:2 He aquí que pequeño te he hecho entre las gentes, abatido serás tú en gran manera. Obadiah 1:3 La soberbia de tu corazón te ha engañado, que moras en las hendeduras de las peñas, en tu altísima morada: que dices en tu corazón: ¿Quién me derribará a tierra? Obadiah 1:4 Si te encaramares como águila, y si entre las estrellas pusieres tu nido, de allí te derribaré, dijo Jehová. Obadiah 1:5 ¿Entraron ladrones a ti, o robadores de noche? ¿Cómo has sido destruido? ¿No hurtaran lo que les bastaba? Pues si entraran a ti vendimiadores, aun dejaran cencerrones. Obadiah 1:6 ¡Cómo fueron escudriñadas las cosas de Esaú! sus cosas muy escondidas fueron muy buscadas. Obadiah 1:7 Hasta el punto te llegaron: todos tus aliados te han engañado: tus pacíficos prevalecieron contra ti: los que comían tu pan, pusieron la llaga debajo de ti: no hay en él entendimiento. Obadiah 1:8 ¿No haré que perezcan en aquel día, dijo Jehová, los sabios de Edom, y la prudencia del monte de Esaú? Obadiah 1:9 Y tus valientes, o! Temán, serán quebrantados; por que todo hombre será talado del monte de Esaú por el estrago. Obadiah 1:10 Por la injuria de tu hermano Jacob, te cubrirá vergüenza, y serás talado para siempre. Obadiah 1:11 El día que estando tú delante, llevaban extraños cautivos su ejército, y los extraños entraban por sus puertas, y echaban suertes sobre Jerusalem, tú también eras como uno de ellos. Obadiah 1:12 No habías tú de ver el día de tu hermano, el día en que fue enajenado: ni te habías de alegrar de los hijos de Judá el día que se perdieron: ni habías de ensanchar tu boca el día de la angustia: Obadiah 1:13 Ni habías de entrar por la puerta de mi pueblo el día de su quebrantamiento: ni habías tú tampoco de ver su mal el día de su quebrantamiento: ni se habían de meter tus manos en sus bienes el día de su quebrantamiento: Obadiah 1:14 Ni habías de pararte a las encrucijadas para matar los que de ellos escaparan: ni habías de entregar tú los que quedaban en el día de la angustia. Obadiah 1:15 Porque el día de Jehová está cercano sobre todas las gentes: como tú hiciste, se hará contigo: tu galardón volverá sobre tu cabeza. Obadiah 1:16 De la manera que vosotros bebisteis en mi santo monte, beberán todas las gentes continuamente: beberán, y engullirán, y serán como si no hubieran sido. Obadiah 1:17 Mas en el monte de Sión habrá salvamento, y será santidad; y la casa de Jacob poseerá sus posesiones. Obadiah 1:18 Y la casa de Jacob será fuego, y la casa de José será llama, y la casa de Esaú estopa, y quemarlos han, y consumirlos han: ni quedará residuo en la casa de Esaú; porque Jehová habló. Obadiah 1:19 Y los del mediodía poseerán el monte de Esaú, y los llanos de los Palestinos, poseerán también los campos de Efraím, y los campos de Samaria; y Ben-jamín a Galaad. Obadiah 1:20 Y los cautivos de aqueste ejército de los hijos de Israel, que estarán entre los Cananeos hasta Sarepta, y los cautivos de Jerusalem que estarán en Sefarad poseerán las ciudades del mediodía. Obadiah 1:21 Y vendrán salvadores al monte de Sión para juzgar al monte de Esaú, y el reino será de Jehová.
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Jonah 1:0 Jonah 1:1 Y fue palabra de Jehová a Jonás, hijo de Amati, diciendo: Jonah 1:2 Levántate, y vé a Nínive, ciudad grande, y pregona contra ella; porque su maldad ha subido delante de mí. Jonah 1:3 Y Jonás se levantó para huir de la presencia de Jehová a Társis, y descendió a Joppe; y halló un navío que se partía para Társis, y pagándole su pasaje entró en él para irse con ellos a Társis, de delante de Jehová. Jonah 1:4 Mas Jehová hizo levantar un gran viento en la mar, e hízose una gran tempestad en la mar, que la nao pensó ser quebrada. Jonah 1:5 Y los marineros tuvieron temor, y cada uno llamaba a su dios; y echaron a la mar el cargamento que llevaban en la nao, para descargarla de ello. Jonás empero se había descendido a los costados de la nao, y se había echado a dormir. Jonah 1:6 Y el maestre de la nao se llegó a él, y le dijo: ¿Qué tienes dormilón? Levántate, y clama a tu dios, quizá él habrá compasión de nosotros, y no pereceremos. Jonah 1:7 Y dijeron cada uno a su compañero: Veníd, y echemos suertes, para saber por quien nos ha venido este mal. Y echaron suertes, y la suerte cayó sobre Jonás. Jonah 1:8 Y ellos le dijeron: Decláranos ahora, ¿por qué nos ha venido este mal? ¿Qué oficio tienes, y de donde vienes, cual es tu tierra, y de qué pueblo eres? Jonah 1:9 Y él les respondió: Hebreo soy, y a Jehová Dios de los cielos temo, que hizo la mar y la tierra. Jonah 1:10 Y aquellos hombres temieron de gran temor, y le dijeron: ¿Por qué hiciste esto? Porque ellos entendieron que huía de delante de Jehová; porque él se lo había declarado. Jonah 1:11 Y dijéronle: ¿Qué te haremos, para que la mar se nos quiete? porque la mar iba, y se embravecía. Jonah 1:12 El les respondió: Tomádme, y echádme a la mar, y la mar se os quietará; porque yo sé que por mí ha venido sobre vosotros esta grande tempestad. Jonah 1:13 Y aquellos hombres trabajaron por tornar la nao a tierra, mas no pudieron; porque la mar iba y se embravecía sobre ellos. Jonah 1:14 Y clamaron a Jehová, y dijeron: Rogámoste ahora, Jehová, que no perezcamos nosotros por la vida de aqueste hombre, ni pongas sobre nosotros sangre inocente; porque tú, Jehová, has hecho como has querido. Jonah 1:15 Y tomaron a Jonás, y echáronle a la mar; y la mar se quietó de su ira. Jonah 1:16 Y temieron aquellos hombres a Jehová con gran temor; y ofrecieron sacrificio a Jehová, y prometieron votos. Jonah 1:17 Mas Jehová había aparejado un gran pez, que tragase a Jonás; y estuvo Jonás en el vientre del pez tres días y tres noches. Jonah 2:0 Jonah 2:1 Y oró Jonás desde el vientre del pez a Jehová su Dios, Jonah 2:2 Y dijo: Clamé de mi tribulación a Jehová, y él me oyó: del vientre del infierno clamé, y oíste mi voz. Jonah 2:3 Echásteme en el profundo, en medio de las mares, y la corriente me rodeó: todas tus ondas y tus olas pasaron sobre mí. Jonah 2:4 Y yo dije: Echado soy de delante de tus ojos, mas aun veré el templo santo tuyo. Jonah 2:5 Las aguas me rodearon hasta el alma, el abismo me rodeó, el junco se enguedejó a mi cabeza. Jonah 2:6 Descendí a las raíces de los montes: la tierra echó sus cerraduras sobre mí para siempre: mas tú sacaste mi vida de la sepultura, o! Jehová Dios mío. Jonah 2:7 Cuando mi alma desfallecía en mí, me acordé de Jehová; y mi oración entró hasta ti en tu santo templo. Jonah 2:8 Los que guardan las vanidades vanas, su misericordia desamparan. Jonah 2:9 Yo empero con voz de alabanza te sacrificaré: pagaré lo que prometí: a Jehová sea el salvamento. Jonah 2:10 Y mandó Jehová al pez, y vomitó a Jonás en tierra. Jonah 3:0 Jonah 3:1 Y fue palabra de Jehová segunda vez a Jonás, diciendo: Jonah 3:2 Levántate, y vé a Nínive aquella gran ciudad, y pregona en ella el pregón que yo te diré. Jonah 3:3 Y levantóse Jonás, y fue a Nínive, conforme a la palabra de Jehová. Y Nínive era ciudad grande en gran manera, de tres días de camino. Jonah 3:4 Y comenzó Jonás a entrar por la ciudad camino de un día, y pregonaba, diciendo: De aquí a cuarenta días Nínive será destruida. Jonah 3:5 Y los varones de Nínive creyeron a Dios; y pregonaron ayuno, y vistiéronse de sacos, desde el mayor de ellos hasta el menor de ellos. Jonah 3:6 Y llegó el negocio hasta el rey de Nínive, y levantóse de su trono, y echó de sí su vestido, y cubrióse de saco, y asentóse sobre ceniza. Jonah 3:7 E hizo pregonar, y decir: En Nínive, por mandado del rey, y de sus grandes, diciendo: Hombres y animales, bueyes y ovejas, no gusten cosa, ni se les dé pasto, ni beban agua. Jonah 3:8 Y los hombres, y los animales se cubran de sacos, y clamen a Dios fuertemente; y cada uno se convierta de su mal camino, de la rapiña que está en sus manos. Jonah 3:9 ¿Quién sabe si se convertirá, y se arrepentirá Dios; y se convertirá del furor de su ira, y no pereceremos? Jonah 3:10 Y vio Dios lo que hicieron, porque se convirtieron de su mal camino; y arrepintióse del mal que había dicho que les había de hacer, y no lo hizo. Jonah 4:0 Jonah 4:1 Y a Jonás le pesó de gran pesar, y se enojó. Jonah 4:2 Y oró a Jehová, y dijo: Ahora, Jehová, ¿no es esto lo que yo decía estando en mi tierra, por lo cual previne huyéndome a Társis? Porque yo sabía que tú eres Dios clemente y piadoso, tardo a enojarte, y de grande misericordia, y que te arrepientes del mal. Jonah 4:3 Ahora pues, Jehová, ruégote que me mates; porque mejor me es la muerte que la vida. Jonah 4:4 Y Jehová le dijo: ¿Haces tú bien de enojarte tanto? Jonah 4:5 Y salióse Jonás de la ciudad, y asentó hacia el oriente de la ciudad; e hízose allí una choza, y asentóse debajo de ella a la sombra, hasta ver que sería de la ciudad. Jonah 4:6 Y preparó Jehová Dios una calabacera, la cual creció sobre Jonás, para que hiciese sombra sobre su cabeza, y le defendiese de su mal; y Jonás se alegró grandemente por la calabacera. Jonah 4:7 Y el mismo Dios preparó un gusano en viniendo la mañana del día siguiente, el cual hirió a la calabacera, y se secó. Jonah 4:8 Y acaeció que en saliendo el sol preparó Dios un viento solano grande; y el sol hirió a Jonás en la cabeza, y desmayábase; y pedía a su alma la muerte, diciendo: Mejor sería para mí la muerte que mi vida. Jonah 4:9 Entonces dijo Dios a Jonás: ¿Tanto te enojas por la calabacera? Y él respondió: Mucho me enojo, hasta desear la muerte. Jonah 4:10 Y dijo Jehová: ¿Tuviste tú piedad de la calabacera en la cual no trabajaste, ni tú la hiciste crecer, que en espacio de una noche nació, y en espacio de otra noche pereció: Jonah 4:11 Y no tendré yo piedad de Nínive aquella grande ciudad, donde hay más de ciento y veinte mil hombres, que no conocen su mano derecha ni su mano izquierda, y muchos animales?
Micah 0:0
Micah 1:0 Micah 1:1 Palabra de Jehová que fue a Miquéas de Morasti en días de Joatán, Acaz, y Ezequías, reyes de Judá: lo que vio sobre Samaria, y Jerusalem. Micah 1:2 Oíd todos los pueblos: tierra, y todo lo que en ella hay, está atenta; y el Señor Jehová, el Señor desde su santo templo sea testigo contra vosotros. Micah 1:3 Porque he aquí que Jehová sale de su lugar, y descenderá, y hollará sobre las alturas de la tierra. Micah 1:4 Y debajo de él se derretirán los montes, y los valles se henderán, como la cera delante del fuego, y como las aguas que corren cuesta abajo. Micah 1:5 Todo esto por la rebelión de Jacob, y por los pecados de la casa de Israel. ¿Qué es la rebelión de Jacob? ¿No es Samaria? ¿Y cuales son los excelsos de Judá? ¿No es Jerusalem? Micah 1:6 Pondré pues a Samaria en majanos de heredad, en tierras de viñas; y derramaré sus piedras por el valle, y descubriré sus fundamentos. Micah 1:7 Y todas sus esculturas serán quebradas, y todos sus dones serán quemados en fuego; y asolaré todos sus ídolos; porque de dones de rameras se juntó, y a dones de rameras volverán. Micah 1:8 Por tanto lamentaré, y aullaré: andaré despojado, y desnudo; y haré llanto como de dragones, y lamentación como de los hijos del avestruz. Micah 1:9 Porque su llaga es dolorosa, que llegó hasta Judá: llegó hasta la puerta de mi pueblo, hasta Jerusalem. Micah 1:10 No lo digáis en Get, ni lloréis mucho: revuélcate en el polvo por Betafra. Micah 1:11 Pásate desnuda con vergüenza, o! moradora de Safir: la moradora de Saanán no salió al llanto de Bet-haesel: tomará de vosotros su tardanza. Micah 1:12 Porque la moradora de Marot tuvo dolor por el bien; porque el mal descendió de Jehová hasta la puerta de Jerusalem. Micah 1:13 Unce al carro dromedarios, o! moradora de Laquis, que fuiste principio de pecado a la hija de Sión; porque en ti se inventaron las rebeliones de Israel. Micah 1:14 Por tanto tú darás dones a Mareset en Get: las casas de Aczib serán en mentira a los reyes de Israel. Micah 1:15 Aun te traeré heredero, o! moradora de Maresa: la gloria de Israel vendrá hasta Odollam. Micah 1:16 Mésate, y trasquílate por los hijos de tus delicias: ensancha tu calva como águila; porque fueron trasportados de ti. Micah 2:0 Micah 2:1 ¡Ay de los que piensan iniquidad, y de los que fabrican el mal en sus camas! y cuando viene la mañana lo ponen en obra, porque tienen en su mano el poder. Micah 2:2 Y codiciaron las heredades, y las robaron: y casas, y las tomaron: oprimieron al hombre y a su casa, al hombre y a su heredad. Micah 2:3 Por tanto así dijo Jehová: He aquí que yo pienso mal sobre esta familia, del cual no sacaréis vuestros cuellos, ni andaréis enhiestos, porque el tiempo será malo. Micah 2:4 En aquel tiempo se levantará sobre vosotros refrán, y se endechará endecha de lamentación, diciendo: Del todo fuimos destruidos: trocó la parte de mi pueblo: ¡cómo nos quitó nuestros campos! dio, los repartió a otros. Micah 2:5 Por tanto no tendrás quien eche cordel para suerte en la congregación de Jehová. Micah 2:6 No profeticéis, los que profetizáis, no les profeticen que los ha de comprender vergüenza. Micah 2:7 La que te dices, casa de Jacob: ¿Háse acortado el Espíritu de Jehová? ¿son estas sus obras? ¿Mis palabras no hacen bien al que camina derechamente? Micah 2:8 El que ayer era mi pueblo se ha levantado como enemigo tras la vestidura: quitasteis las capas atrevidamente a los que pasaban, como los que vuelven de la guerra. Micah 2:9 A las mujeres de mi pueblo echasteis fuera de las casas de sus deleites: a sus niños quitasteis mi perpetua alabanza. Micah 2:10 Levantáos, y andád: que no es esta la holganza; porque está contaminada, corrompióse, y de grande corrupción. Micah 2:11 Si hubiere alguno que ande con el viento, y mienta mentiras, diciendo: Yo te profetizaré, por vino, y por sidra: este tal será profeta a este pueblo. Micah 2:12 ¶ Juntando te juntaré todo, o! Jacob: recogiendo recogeré la resta de Israel: ponerle he junto como ovejas de Bosra, como rebaño en mitad de su majada: harán estruendo por la multitud de los hombres. Micah 2:13 Subirá rompedor delante de ellos: romperán, y pasarán la puerta, y saldrán por ella; y su rey pasará delante de ellos, Jehová por su cabeza. Micah 3:0 Micah 3:1 Y dije: Oíd ahora, príncipes de Jacob, y cabezas de la casa de Israel: ¿No pertenecía a vosotros saber el derecho? Micah 3:2 Que aborrecen lo bueno, y aman lo malo: que les roban su cuero, y su carne de sobre sus huesos. Micah 3:3 Y que comen la carne de mi pueblo, y les desuellan su cuero de sobre ellos, y les quebrantan sus huesos, y los rompen como para echar en caldero, y como carnes en olla. Micah 3:4 Entonces clamarán a Jehová, y no les responderá: antes esconderá de ellos su rostro en aquel tiempo, como ellos hicieron malas obras. Micah 3:5 Así dijo Jehová de los profetas, que hacen errar mi pueblo, que muerden con sus dientes, y claman paz; y al que no les diere que coman, aplazan contra él batalla. Micah 3:6 Por tanto de la profecía se os hará noche, y oscuridad del adivinar; y sobre estos profetas se pondrá el sol, y el día se entenebrecerá sobre ellos. Micah 3:7 Y avergonzarse han los profetas, y confundirse han los adivinos, y ellos todos cubrirán su labio; porque no tendrán respuesta de Dios. Micah 3:8 Yo empero soy lleno de fuerza del Espíritu de Jehová, y de juicio, y de fortaleza; para denunciar a Jacob su rebelión, y a Israel su pecado. Micah 3:9 Oíd ahora esto, cabezas de la casa de Jacob, y capitanes de la casa de Israel, que abomináis el juicio, y pervertís todo el derecho: Micah 3:10 Que edificáis a Sión con sangre, y a Jerusalem con injusticia: Micah 3:11 Sus cabezas juzgan por cohecho, y sus sacerdotes enseñan por precio, y sus profetas adivinan por dinero; y arrímanse a Jehová, diciendo: ¿No está Jehová entre nosotros? No vendrá mal sobre nosotros. Micah 3:12 Por tanto a causa de vosotros Sión será arada como campo, y Jerusalem será majanos, y el monte de la casa como cumbres de breña. Micah 4:0 Micah 4:1 Y acontecerá en los postreros tiempos, que el monte de la casa de Jehová será constituido por cabecera de montes, y más alto que todos los collados, y correrán a él pueblos. Micah 4:2 Y vendrán muchas naciones, y dirán: Veníd, y subamos al monte de Jehová, y a la casa del Dios de Jacob; y enseñarnos ha en sus caminos, y andaremos por sus veredas, porque de Sión saldrá la ley, y de Jerusalem la palabra de Jehová. Micah 4:3 Y juzgará entre muchos pueblos, y corregirá a fuertes naciones hasta muy lejos; y martillarán sus espadas para azadones, y sus lanzas para hoces: no alzará espada nación contra nación, ni más se ensayarán para la guerra. Micah 4:4 Y cada uno se sentará debajo de su vid, y debajo de su higuera, y no habrá quien amedrente; porque la boca de Jehová de los ejércitos habló. Micah 4:5 Porque todos los pueblos andarán cada uno en el nombre de sus dioses: mas nosotros andaremos en el nombre de Jehová nuestro Dios para siempre y eternalmente. Micah 4:6 En aquel día, dijo Jehová, juntaré la coja, y recogeré la amontada, y a la que maltraté. Micah 4:7 Y pondré a la coja para sucesión, y a la descarriada para nación robusta; y Jehová reinará sobre ellos en el monte de Sión desde ahora para siempre. Micah 4:8 Y tú, o! torre del rebaño, la fortaleza de la hija de Sión vendrá hasta ti; y vendrá el señorío primero, el reino a la hija de Jerusalem. Micah 4:9 ¶ ¿Ahora por qué gritas tanto? ¿No hay rey en ti? ¿Pereció tu consejero, que te ha tomado dolor como de mujer de parto? Micah 4:10 Duélete, y gime, hija de Sión, como mujer de parto, porque ahora saldrás de la ciudad, y morarás en el campo, y vendrás hasta Babilonia: allí serás librada, allí te redimirá Jehová de la mano de tus enemigos. Micah 4:11 Ahora empero se han juntado muchas naciones sobre ti, y dicen: Pecará, y nuestros ojos verán a Sión. Micah 4:12 Mas ellos no conocieron los pensamientos de Jehová, ni entendieron su consejo: por lo cual los juntó como gavillas en la era. Micah 4:13 Levántate, y trilla, hija de Sión, porque tu cuerno tornaré de hierro, y tus uñas de metal; y desmenuzarás muchos pueblos, y consagraré a Jehová sus robos, y sus riquezas al Señor de toda la tierra. Micah 5:0 Micah 5:1 Ahora serás cercada de ejércitos, hija de ejércitos: se pondrá cerco sobre nosotros: herirán con vara sobre la quijada al juez de Israel. Micah 5:2 Mas tú, Belén Efrata, pequeña para ser en los millares de Judá, de ti me saldrá el que será Señor en Israel; y sus salidas son desde el principio, desde los días de la eternidad. Micah 5:3 Por tanto entregarlos ha hasta el tiempo que para la que está de parto; y la resta de de sus hermanos se tornorán con los hijos de Israel. Micah 5:4 Y estará, y apacentará con fortaleza de Jehová, con grandeza del nombre de Jehová su Dios, y asentarán; porque ahora será engrandecido hasta los fines de la tierra. Micah 5:5 Y éste será paz: Asur cuando viniere en nuestra tierra, y cuando pisare nuestros palacios, entonces levantarnos hemos contra él siete pastores, y ocho hombres principales. Micah 5:6 Que pazcan la tierra de Asur a cuchillo, y la tierra de Nimrod con sus espadas; y librará del Asur cuando viniere contra nuestra tierra, y hollare nuestros términos. Micah 5:7 Y será la resta de Jacob en medio de muchos pueblos, como el rocío de Jehová, como las lluvias sobre la yerba, las cuales no esperaba ya varón, ni esperaban hijos de hombres. Micah 5:8 Y será la resta de Jacob entre las gentes, en medio de muchos pueblos, como el león entre las bestias de la montaña, como el cachorro del león entre las manadas de las ovejas; el cual si pasare, y hollare, y arrebatare, no hay quien escape. Micah 5:9 Tu mano se ensalzará sobre tus enemigos, y todos tus adversarios serán talados. Micah 5:10 Y acontecerá en aquel día, dijo Jehová, que haré matar tus caballos de en medio de ti, y tus carros haré destruir. Micah 5:11 Y haré destruir las ciudades de tu tierra, y haré destruir todas tus fortalezas. Micah 5:12 Y haré destruir de tu mano las hechicerías; y agoreros no se hallarán en ti. Micah 5:13 Y haré destruir tus esculturas, y tus imágenes de en medio de ti; y nunca más te inclinarás a la obra de tus manos. Micah 5:14 Y arrancaré tus bosques de en medio de ti, y destruiré tus ciudades. Micah 5:15 Y con ira y con furor haré venganza de las gentes que no oyeron. Micah 6:0 Micah 6:1 Oíd ahora lo que dice Jehová: Levántate, pleitéa con los montes, y oigan los collados tu voz. Micah 6:2 Oíd montes el pleito de Jehová, y fuertes fundamentos de la tierra; porque Jehová tiene pleito con su pueblo, y con Israel altercará. Micah 6:3 Pueblo mío, ¿qué te he hecho, o en qué te he molestado? Responde contra mí. Micah 6:4 Porque te hice subir de la tierra de Egipto, y de la casa de siervos te redimí; y envié delante de ti a Moisés, y a Aarón, y a María. Micah 6:5 Pueblo mío, acuérdate ahora qué aconsejó Balac, rey de Moab, y qué le respondió Balaam, hijo de Beor, desde Setim hasta Gálgala; para que conozcas las justicias de Jehová. Micah 6:6 ¿Con qué prevendré a Jehová, y adoraré al Dios Alto? ¿Prevenirle he con holocaustos, con becerros de un año? Micah 6:7 ¿Agradarse ha Jehová de millares de carneros? ¿De diez mil arroyos de aceite? ¿Daré mi primogénito por mi rebelión? ¿el fruto de mi vientre por el pecado de mi alma? Micah 6:8 O! hombre, declarado te ha qué sea lo bueno, y qué pida de ti Jehová: Solamente hacer juicio, y amar misericordia, y humillarte para andar con tu Dios. Micah 6:9 La voz de Jehová clama a la ciudad, y la sabiduría verá tu nombre. Oíd la vara, y a quien la establece. Micah 6:10 ¶ ¿Hay aun en casa del impío tesoros de impiedad, y medida pequeña detestable? Micah 6:11 ¿Seré limpio con peso falso, y con bolsa de pesas engañosas? Micah 6:12 Con que sus ricos se hinchieron de rapiña, y sus moradores hablaron mentira, y su lengua engañosa en su boca. Micah 6:13 Así yo también te enflaquecí hiriéndote, asolándote por tus pecados. Micah 6:14 Tú comerás, y no te hartarás, y tu abatimiento será en medio de ti; y engendrarás, y no parirás; y lo que parirás a la espada daré. Micah 6:15 Tú sembrarás, mas no segarás: pisarás olivas, mas no te untarás con el aceite; y mosto, mas no beberás el vino. Micah 6:16 Porque los mandamientos de Amrí se guardaron, y toda obra de la casa de Acab; y en los consejos de ellos anduvisteis, para que yo te diese en asolamiento, y tus moradores para ser silbados: y llevaréis el oprobio de mi pueblo. Micah 7:0 Micah 7:1 ¡Ay de mí! que he sido como cuando han cogido los frutos del verano, como cuando han rebuscado después de la vendimia, que no queda racimo para comer: mi alma deseó primeros frutos. Micah 7:2 Faltó el misericordioso de la tierra: recto no hay entre los hombres: todos asechan a la sangre: cada cual arma red a su hermano. Micah 7:3 Para perficionar la maldad con sus manos, el príncipe demanda, y el juez juzga por la paga; y el grande habla el quebranto de su alma, y la fortalecen. Micah 7:4 El mejor de ellos es como el cambrón: el más recto, como zarzal: el día de tus atalayas, tu visitación, viene: ahora será su confusión. Micah 7:5 No creáis en amigo, ni confíeis en príncipe: de la que duerme a tu lado guarda no abras tu boca. Micah 7:6 Porque el hijo deshonra al padre, la hija se levanta contra la madre, la nuera contra su suegra, y los enemigos del hombre son los de su casa. Micah 7:7 Yo empero a Jehová esperaré, esperaré al Dios de mi salud, el Dios mío me oirá. Micah 7:8 ¶ Tú, mi enemiga, no te huelgues de mí; porque si caí, levantarme he: si morare en tinieblas, Jehová es mi luz. Micah 7:9 La ira de Jehová suportaré, porque pequé a él: hasta que juzgue mi causa, y haga mi juicio: él me sacará a luz, veré su justicia. Micah 7:10 Y mi enemiga verá, y cubrirla ha vergüenza: la que me decía: ¿Dónde está Jehová tu Dios? Mis ojos la verán: ahora será hollada como lodo de las calles. Micah 7:11 El día en que se edificarán tus cercas, aquel día será alejado el mandamiento. Micah 7:12 En ese día vendrá hasta ti desde Asiria, y las ciudades fuertes; y desde las ciudades fuertes hasta el río; y de mar a mar, y de monte a monte. Micah 7:13 Y la tierra con sus moradores será asolada por el fruto de sus obras. Micah 7:14 ¶ Apacienta tu pueblo con tu cayado: el rebaño de tu heredad, que mora solo en la montaña, en medio del Carmelo: pazcan a Basán y a Galaad como en el tiempo pasado. Micah 7:15 Yo le mostraré maravillas como el día que saliste de Egipto. Micah 7:16 Las naciones verán, y avergonzarse han de todas sus valentías: pondrán la mano sobre su boca, sus oídos se ensordecerán. Micah 7:17 Lamerán el polvo como la culebra, como las serpientes de la tierra: temblarán en sus encerramientos: de Jehová nuestro Dios se despavorirán, y temerán de ti. Micah 7:18 ¿Qué Dios como tú, que perdonas la maldad, y que pasas por la rebelión con el resto de su heredad? No retuvo para siempre su enojo, porque es amador de misericordia. Micah 7:19 El tornará, él tendrá misericordia de nosotros, él sujetará nuestras iniquidades, y echará en los profundos de la mar todos nuestros pecados. Micah 7:20 Darás la verdad a Jacob, y a Abraham la misericordia, que juraste a nuestros padres desde tiempos antiguos.
Nahum 0:0
Nahum 1:0 Nahum 1:1 Carga de Nínive. Libro de la visión de Nahum de Elcesía. Nahum 1:2 Dios celoso, y vengador Jehová, vengador Jehová, y Señor de ira. Jehová que se venga de sus adversarios, y que guarda su enojo a sus enemigos. Nahum 1:3 Jehová luengo de iras, y grande en poder, y absolviendo no absolverá. Jehová, cuyo camino es en tempestad y turbión, y las nubes son el polvo de sus pies. Nahum 1:4 Que amenaza a la mar, y la hace secar, y hace secar todos los ríos: Basán fue destruido, y el Carmelo, y la flor del Líbano fue destruida. Nahum 1:5 Los montes tiemblan de él, y los collados se deslien: y la tierra se abrasa delante de su presencia, y el mundo, y todos los que en él habitan. Nahum 1:6 ¿Quién permanecerá delante de su ira? ¿y quién quedará en pie en el furor de su enojo? su ira se derrama como fuego, y las peñas se rompen por él. Nahum 1:7 Bueno es Jehová para fortaleza en el día de la angustia; y que conoce a los que en él confían. Nahum 1:8 Y con inundación pasante hará consumación de su lugar; y tinieblas perseguirán sus enemigos. Nahum 1:9 ¿Qué pensáis contra Jehová? El hace consumación: no se levantará dos veces la tribulación. Nahum 1:10 Porque como espinas entretejidas, cuando los borrachos se emborracharán, serán consumidos del fuego, como las estopas llenas de sequedad. Nahum 1:11 De ti salió el que pensó mal contra Jehová, consultor impío. Nahum 1:12 Así dijo Jehová: Aunque reposo tengan, y así muchos como son así serán talados, y pasará; y si te afligí, no te afligiré más. Nahum 1:13 Porque ahora quebraré su yugo de sobre ti, romperé tus coyundas. Nahum 1:14 Y mandará Jehová acerca de ti, que nunca más sea sembrado alguno de tu nombre: de la casa de tu dios talaré escultura, y vaciadizo: allí pondré tu sepulcro, porque fuiste vil. Nahum 1:15 He aquí que sobre los montes están ya los pies del que trae las albricias, del que pregona la paz: celebra, o! Judá, tus fiestas, cumple tus votos; porque nunca más pasará por ti el impío: todo él fue talado. Nahum 2:0 Nahum 2:1 Subió destruidor contra ti: guarda la fortaleza, mira el camino, fortifica los lomos, fortalece mucho la fuerza. Nahum 2:2 Porque Jehová tornará así la gloria de Jacob como la gloria de Israel; porque los vaciaron vaciadores, e hirieron sus mugrones. Nahum 2:3 El escudo de sus valientes será bermejo, los varones de su ejército vestidos de grana: el carro como fuego de hachas: el día que se aparejará, las hayas temblarán. Nahum 2:4 Los carros harán locuras en las plazas, discurrirán por las calles sus rostros como hachas: correrán como relámpagos. Nahum 2:5 El se acordará de sus valientes, andando tropezarán cuando se apresuraren a su muro, y la cubierta se aparejare. Nahum 2:6 Las puertas de los ríos se abrirán, y el palacio será destruido. Nahum 2:7 Y la reina fue cautiva, mandarle han que suba; y sus criadas la llevarán, gimiendo como palomas, batiendo sus pechos. Nahum 2:8 Y fue Nínive de tiempo antiguo como estanque de aguas: mas ellos ahora huyen: Parád, parád; y ninguno mira. Nahum 2:9 Saqueád plata, saqueád oro: no hay fin de las riquezas: honra, más que todo ajuar de codicia. Nahum 2:10 Vacía, y agotada, y despedazada quedará, y el corazón derretido: batimiento de rodillas, y dolor en todos riñones; y las haces de todos ellos tomarán negrura. Nahum 2:11 ¿Qué es de la morada de los leones, y de la majada de los cachorros de leones, donde se recogía el león y la leona, y los cachorros del león; y no había quien les pusiese miedo? Nahum 2:12 El león arrebataba asaz para sus cachorros, y ahogaba para sus leonas; y henchía de presa sus cavernas, y de robo sus moradas. Nahum 2:13 He aquí yo hablo a ti, dijo Jehová de los ejércitos, que encenderé con humo tus carros, y a tus leoncillos tragará espada; y raeré de la tierra tu robo, y nunca más se oirá voz de tus embajadores. Nahum 3:0 Nahum 3:1 ¡Ay de la ciudad de sangres! toda llena de mentira y de rapiña, no se aparta de ella robo. Nahum 3:2 Sonido de azote, y estruendo de movimiento de ruedas, y caballo atropellador, y carro saltador se oirá en ti. Nahum 3:3 Caballero enhiesto, y resplandor de espada, y resplandor de lanza; y multitud de muertos, y multitud de cuerpos; y en sus cuerpos no habrá fin, y en sus cuerpos tropezarán. Nahum 3:4 Por la multitud de las fornicaciones de la ramera de hermosa gracia, maestra de hechizos, que vende las naciones con sus fornicaciones, y los pueblos con sus hechizos. Nahum 3:5 He aquí yo a ti, dijo Jehová de los ejércitos, que yo descubriré tus faldas en tu haz, y mostraré a las naciones tu desnudez, y a los reinos tu vergüenza. Nahum 3:6 Y echaré sobre ti suciedades, y avergonzarte he; y ponerte he como estiércol. Nahum 3:7 Y será que todos los que te vieren, se apartarán de ti, y dirán: Nínive es asolada, ¿quién se compadecerá de ella? ¿Dónde te buscaré consoladores? Nahum 3:8 ¿Eres tú mejor que No la populosa, que está asentada entre ríos, cercada de aguas, su baluarte es la mar: de mar es su muralla? Nahum 3:9 Etiopía su fortaleza, y Egipto sin término: Africa y Libia fueron en tu ayuda. Nahum 3:10 También ella fue en cautividad, en cautividad: también sus chiquitos fueron estrellados por las encrucijadas de todas las calles; y sobre sus honrados echaron suertes, y todos sus nobles fueron aprisionados con grillos. Nahum 3:11 Tú también serás emborrachada, serás encerrada: tú también buscarás fortaleza a causa del enemigo. Nahum 3:12 Todas tus fortalezas son como higos y brevas: que si las remecen, caen en la boca del que las ha de comer. Nahum 3:13 He aquí que tu pueblo será como mujeres en medio de ti: las puertas de tu tierra abriendo se abrirán a tus enemigos, fuego consumirá tus barras. Nahum 3:14 Provéete de agua para el cerco, fortifica tus fortalezas, entra en el lodo, pisa el barro, fortifica el horno. Nahum 3:15 Allí te consumirá el fuego, te talará la espada, tragará como pulgón: multiplícate como pulgón, multiplícate como langosta. Nahum 3:16 Multiplicaste tus mercaderes más que las estrellas del cielo: el pulgón hizo presa, y voló. Nahum 3:17 Tus príncipes serán como langostas, y tus grandes como langostas de langostas que se asientan en vallados en día de frío: salido el sol se mudan, y no se conoce el lugar donde estuvieron. Nahum 3:18 Durmieron tus pastores, o! rey de Asiria reposaron tus valientes: tu pueblo se derramó por los montes, y no hay quien le junte. Nahum 3:19 No hay cura para tu quebradura: tu herida se encrudeció: todos los que oyeren tu fama, batirán las manos sobre ti; porque, ¿sobre quién no pasó continuamente tu malicia?
Habakkuk 0:0
Habakkuk 1:0 Habakkuk 1:1 La carga que vio Habacuc profeta. Habakkuk 1:2 ¿Hasta cuándo, o! Jehová, clamaré, y no oirás? ¿daré voces a ti a causa de la violencia, y no salvarás? Habakkuk 1:3 ¿Por qué me haces ver iniquidad, y haces que mire molestia, y que saco y violencia esté delante de mí, y haya quien levante pleito y contienda? Habakkuk 1:4 Por lo cual la ley es debilitada, y el juicio no sale perpetuo; porque el impío calumnia al justo: a esta causa el juicio sale torcido. Habakkuk 1:5 Mirád en las gentes, y ved, y maravilláos, maravilláos; porque obra será hecha en vuestros días, que cuando se os contare, no la creeréis. Habakkuk 1:6 Porque he aquí que yo levanto los Caldeos, nación amarga y presurosa, que camina por la anchura de la tierra para poseer las habitaciones ajenas. Habakkuk 1:7 Espantosa y terrible, de ella misma saldrá su derecho y su grandeza. Habakkuk 1:8 Y serán sus caballos más ligeros que tigres, y más agudos que lobos de tarde; y sus caballeros se multiplicarán: vendrán de lejos sus caballeros, y volarán como águilas que se apresuran a la comida. Habakkuk 1:9 Toda ella vendrá a la presa: delante de sus caras viento solano; y ayuntará cautivos como arena. Habakkuk 1:10 Y él escarnecerá de los reyes, y de los príncipes hará burla: él se reirá de toda fortaleza, y amontanará polvo, y la tomará. Habakkuk 1:11 Entonces él mudará espíritu, y traspasará, y pecará atribuyendo esta su potencia a su dios. Habakkuk 1:12 ¿No eres tú desde el principio, o! Jehová, Dios mío, santo mío? no moriremos, o! Jehová: para juicio le pusiste, y fuerte le fundaste para castigar. Habakkuk 1:13 Limpio de ojos para no ver el mal: ni podrás ver la molestia: ¿por qué ves los menospreciadores, y callas, cuando destruye el impío al más justo que él? Habakkuk 1:14 ¿Y haces que los hombres sean como los peces de la mar, y como reptiles que no tienen señor? Habakkuk 1:15 Sacará a todos con su anzuelo, apañarlos ha con su aljanaya, y juntarlos ha con su red: por lo cual él se holgará, y hará alegrías. Habakkuk 1:16 Por esto sacrificará a su aljanaya, y a su red ofrecerá sahumerios; porque con ellas engordó su porción, y engrasó su comida. Habakkuk 1:17 ¿Vaciará por eso su red, o tendrá piedad de matar naciones continuamente? Habakkuk 2:0 Habakkuk 2:1 Sobre mi guarda estaré, y sobre la fortaleza afirmaré el pie, y atalayaré para ver qué hablará en mí, y qué tengo de responder a mi pregunta. Habakkuk 2:2 Y Jehová me respondió, y dijo: Escribe la visión, y declárala en tablas, para que corra el que leyere en ella. Habakkuk 2:3 Porque la visión aun tardará por tiempo: mas al fin hablará, y no mentirá. Si se tardare, espéralo: que sin duda vendrá, no tardará. Habakkuk 2:4 He aquí que se enorgullece aquel cuya alma no es derecha en él: mas el justo en su fe vivirá. Habakkuk 2:5 Cuanto mas que el dado al vino, traspasador, hombre soberbio, no permanecerá: que ensanchó como un osario su alma, y es como la muerte que no se hartará: mas congregó a sí todas las naciones, y amontonó a sí todos los pueblos. Habakkuk 2:6 ¿No han de levantar todos estos sobre él parábola, y adivinanzas de él? y dirán: ¡Ay del que multiplicó de lo que no era suyo! ¿Y hasta cuándo había de amontonar sobre sí espeso lodo? Habakkuk 2:7 ¿No se levantarán de repente los que te han de morder, y se despertarán los que te han de quitar de tu lugar, y serás a ellos por rapiña? Habakkuk 2:8 Porque tú despojaste muchas naciones, todos los otros pueblos te despojarán, a causa de las sangres humanas, y robos de la tierra, de las ciudades, y de todos los que moraban en ellas. Habakkuk 2:9 ¡Ay del que codicia la mala codicia para su casa, por poner en alto su nido, por escaparse del poder del mal! Habakkuk 2:10 Tomaste consejo vergonzoso para tu casa, asolaste muchos pueblos, y pecaste contra tu vida. Habakkuk 2:11 Porque la piedra del muro clamará, y la tabla del maderado le responderá. Habakkuk 2:12 ¡Ay del que edifica la ciudad con sangres, y del que funda la villa con iniquidad! Habakkuk 2:13 ¿Esto, no es de Jehová de los ejércitos? por tanto pueblos trabajarán en el fuego, y gentes se fatigarán en vano. Habakkuk 2:14 Porque la tierra será llena de conocimiento de la gloria de Jehová, como las aguas cubren la mar. Habakkuk 2:15 ¡Ay del que da de beber a su compañero, del que allegas cerca tu odre, y emborrachas para mirar después sus desnudeces! Habakkuk 2:16 Háste hartado de deshonra más que de honra: bebe tú también; y serás descubierto: el cáliz de la mano derecha de Jehová volverá sobre ti, y vómito de afrenta caerá sobre tu gloria. Habakkuk 2:17 Porque la rapiña del Líbano caerá sobre ti, y la destrucción de las fieras lo quebrantará, a causa de las sangres humanas, y del robo de la tierra, de las ciudades, y de todos los que moraban en ellas. Habakkuk 2:18 ¿De qué sirve la escultura que esculpió el que la hizo; y el vaciadizo que enseña mentira, que confíe el hacedor en su obra haciendo imágenes mudas? Habakkuk 2:19 ¡Ay del que dice al palo: Despiértate; y a la piedra muda: Recuerda! ¿El ha de enseñar? He aquí que él está cubierto de oro y plata, y no hay espíritu dentro de él. Habakkuk 2:20 Mas Jehová en su santo templo, calle delante de él toda la tierra. Habakkuk 3:0 Habakkuk 3:1 Oración de Habacuc profeta por las ignorancias. Habakkuk 3:2 O! Jehová, oído he tu palabra, y temí: o! Jehová, aviva tu obra en medio de los tiempos, en medio de los tiempos házla conocer: en la ira acuérdate de la misericordia. Habakkuk 3:3 Dios vendrá de Temán, y el santo del monte de Farán. Selah. Su gloria cubrió los cielos, y la tierra se hinchió de su alabanza. Habakkuk 3:4 Y el resplandor fue como la luz, cuernos le salían de la mano, y allí estaba escondida su fortaleza. Habakkuk 3:5 Delante de su rostro iba mortandad, y de sus pies salía carbúnculo. Habakkuk 3:6 Paróse, y midió la tierra: miró, e hizo salir las naciones; y los montes antiguos fueron desmenuzados, los collados antiguos, los caminos del mundo se humillaron a él. Habakkuk 3:7 Por nada ví las tiendas de Cusán, las tiendas de la tierra de Madián temblaron. Habakkuk 3:8 ¿Airóse Jehová contra los ríos? ¿contra los ríos fue tu enojo? ¿Tu ira fue contra la mar, cuando subiste sobre tus caballos, y sobre tus carros de salud? Habakkuk 3:9 Descubriéndose se descubrió tu arco, y los juramentos de las tribus, palabra eterna: cuando partiste la tierra con ríos. Habakkuk 3:10 Viéronte, y hubieron temor los montes: la inundación de las aguas pasó: el abismo dio su voz, la hondura alzó sus manos. Habakkuk 3:11 El sol, y la luna se pararon en su estancia: a la luz de tus saetas anduvieron, y al resplandor de tu resplandeciente lanza. Habakkuk 3:12 Con ira hollaste la tierra, con furor trillaste las gentes. Habakkuk 3:13 Saliste para salvar tu pueblo, para salvar con tu ungido. Traspasaste la cabeza de la casa del impío, desnudando el cimiento hasta el cuello. Selah. Habakkuk 3:14 Horadaste con sus báculos las cabezas de sus villas, que como tempestad acometieron para derramarme: su orgullo era como para tragar pobre encubiertamente. Habakkuk 3:15 Hiciste camino en la mar a tus caballos, por montón de grandes aguas. Habakkuk 3:16 ¶ Oí, y tembló mi vientre: a la voz se batieron mis labios: podrición se entró en mis huesos, y en mi asiento me estremecí, para reposar en el día de la angustia, cuando vinieren al pueblo para destruirle. Habakkuk 3:17 Porque la higuera no florecerá, ni en las vides habrá fruto: la obra de la oliva mentirá, y los labrados no harán mantenimiento: las ovejas serán taladas de la majada, y en los corrales no habrá vacas: Habakkuk 3:18 Yo empero en Jehová me alegraré, y en el Dios de mi salud me gozaré. Habakkuk 3:19 Jehová el Señor es mi fortaleza, el cual pondrá mis pies como de ciervas; y sobre mis alturas me hará andar victorioso en mis instrumentos de música.
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Zephaniah 1:0 Zephaniah 1:1 Palabra de Jehová que fue a Sofonías, hijo de Cusí, hijo de Godolías, hijo de Amarías, hijo de Ezequías, en días de Josías, hijo de Ammón, rey de Judá. Zephaniah 1:2 Destruyendo destruiré todas las cosas de sobre la haz de la tierra, dijo Jehová: Zephaniah 1:3 Destruiré los hombres, y las bestias: destruiré las aves del cielo, y los peces de la mar; y los impíos tropezarán; y talaré los hombres de sobre la haz de la tierra, dijo Jehová. Zephaniah 1:4 Y extenderé mi mano sobre Judá, y sobre todos los moradores de Jerusalem; y talaré de este lugar la resta de Baal, y el nombre de sus camorreos, con sus sacerdotes; Zephaniah 1:5 Y a los que se inclinan sobre los tejados al ejército del cielo, y a los que se inclinan, jurando por Jehová, y jurando por su rey. Zephaniah 1:6 Y los que tornan atrás de en pos de Jehová, y los que no buscaron a Jehová, ni preguntaron por él. Zephaniah 1:7 Calla delante de la presencia del Señor Jehová, porque el día de Jehová está cercano; porque Jehová ha aparejado sacrificio, prevenido ha sus convidados. Zephaniah 1:8 Y será que en el día del sacrificio de Jehová, haré visitación sobre los príncipes, y sobre los hijos del rey, y sobre todos los que visten vestido extraño. Zephaniah 1:9 Y en aquel día haré visitación sobre todos los que saltan la puerta, los que hinchen de robo y de engaño las casas de sus señores. Zephaniah 1:10 Y habrá en aquel día, dice Jehová, voz de clamor desde la puerta del pescado, y aullido desde la escuela, y grande quebrantamiento desde los collados. Zephaniah 1:11 Aullád moradores de Mactes, porque todo el pueblo que mercaba, es talado: talados son todos los que os traían plata. Zephaniah 1:12 Y será en aquel tiempo, que yo escudriñaré a Jerusalem con antorchas; y haré visitación sobre los hombres que están sentados sobre sus heces, los cuales dicen en su corazón: Jehová ni hará bien ni mal. Zephaniah 1:13 Y será saqueada su hacienda, y sus casas asoladas; y edificarán casas, mas no las morarán; y plantarán viñas, mas no beberán el vino de ellas. Zephaniah 1:14 Cercano está el día grande de Jehová, cercano, y muy presuroso: voz amarga del día de Jehová: gritará allí el valiente. Zephaniah 1:15 Día de ira aquel día, día de angustia y de aprieto: día de alboroto y de asolamiento, día de tinieblas y de oscuridad, día de nublado y de entenebrecimiento: Zephaniah 1:16 Día de trompeta y de algazara sobre las ciudades fuertes, y sobre las torres altas. Zephaniah 1:17 Y atribularé los hombres, y andarán como ciegos, porque pecaron a Jehová; y su sangre será derramada como polvo, y su carne como estiércol. Zephaniah 1:18 Ni su plata, ni su oro los podrá librar en el día de la ira de Jehová; porque toda la tierra será consumida con el fuego de su zelo; porque ciertamente consumación apresurada hará con todos los moradores de la tierra. Zephaniah 2:0 Zephaniah 2:1 Escudriñáos, y escudriñád, nación no amable. Zephaniah 2:2 Antes que el decreto para, y que seáis como el tamo que pasa en un día, antes que venga sobre vosotros la ira del furor de Jehová, antes que venga sobre vosotros el día de la ira de Jehová, Zephaniah 2:3 Buscád a Jehová todos los humildes de la tierra, que pusisteis en obra su juicio: buscád justicia, buscád humildad: quizá seréis guardados el día del enojo de Jehová. Zephaniah 2:4 Porque Gaza será desamparada, y Ascalón será asolada: a Azoto en el medio día saquearán, y Accarón será desarraigada. Zephaniah 2:5 ¡Ay de los que moran a la parte de la mar, de la nación de Queretim! la palabra de Jehová es contra vosotros, Canaán, tierra de Palestinos, que te haré destruir hasta no quedar morador. Zephaniah 2:6 Y será la parte de la mar por moradas de cabañas de pastores, y corrales de ovejas. Zephaniah 2:7 Y será la parte para el resto de la casa de Judá, en ellos apacentarán: en las casas de Ascalón dormirán a la noche; porque Jehová su Dios, los visitará, y tornará sus cautivos. Zephaniah 2:8 Yo oí las afrentas de Moab, y los denuestos de los hijos de Ammón con que deshonraron a mi pueblo, y se engrandecieron sobre su término. Zephaniah 2:9 Por tanto, vivo yo, dijo Jehová de los ejércitos, Dios de Israel, que Moab será como Sodoma, y los hijos de Ammón como Gomorra, campo de hortigas, y mina de sal, y asolamiento perpetuo: el resto de mi pueblo los saqueará, y el resto de mi gente los heredará. Zephaniah 2:10 Esto les vendrá por su soberbia, porque afrentaron, y se engrandecieron contra el pueblo de Jehová de los ejércitos. Zephaniah 2:11 Terrible será Jehová contra ellos, porque enflaqueció a todos los dioses de la tierra; y cada uno desde su lugar se inclinará a él, todas las islas de las gentes. Zephaniah 2:12 Vosotros también, los de Etiopía, seréis muertos con mi espada. Zephaniah 2:13 Y extenderá su mano sobre el aquilón, y destruirá al Asur, y pondrá a Nínive en asolamiento, y en secadal como un desierto. Zephaniah 2:14 Y rebaños de ganado harán en ella majada, todas las bestias de las naciones: onocrótalo también, y erizo también dormirán en sus umbrales: voz cantará en las ventanas, y asolación será en las puertas, porque su maderación de cedro será descubierta. Zephaniah 2:15 Esta es la ciudad alegre, que estaba confiada: la que decía en su corazón: Yo soy, y no hay más. ¡Cómo fue tornada en asolamiento, en cama de bestias! cualquiera que pasare junto a ella, silbará, meneará su mano. Zephaniah 3:0 Zephaniah 3:1 ¡Ay de la ciudad ensuciada, y contaminada, oprimidora! Zephaniah 3:2 No oyó voz, ni recibió el castigo: no se confió de Jehová, no se acercó a su Dios. Zephaniah 3:3 Sus príncipes en medio de ella son leones bramadores: sus jueces, lobos de tarde que no dejan hueso para la mañana. Zephaniah 3:4 Sus profetas, livianos, varones prevaricadores: sus sacerdotes contaminaron el santuario, falsaron la ley. Zephaniah 3:5 Jehová, justo en medio de ella, no hará iniquidad: de mañana de mañana sacará a luz su juicio, nunca falta: ni por eso el perverso tiene vergüenza. Zephaniah 3:6 Hice talar naciones, sus castillos son asolados: hice desiertas sus calles, hasta no quedar quien pase: sus ciudades son asoladas hasta no quedar hombre, hasta no quedar morador, Zephaniah 3:7 Diciendo: Ciertamente ahora me temerás: recibirás castigo, y no será derribada su habitación: todo lo cual yo envié sobre ella: mas ellos se levantaron de mañana, y corrompieron todas sus obras. Zephaniah 3:8 Por tanto esperádme, dijo Jehová, al día que me levantaré al despojo; porque mi determinación es de congregar naciones, de juntar reinos, de derramar sobre ellos mi enojo, toda la ira de mi furor; porque del fuego de mi zelo será consumida toda la tierra. Zephaniah 3:9 ¶ Porque entonces yo volveré a los pueblos el labio limpio, para que todos invoquen el nombre de Jehová, para que le sirvan de un consentimiento. Zephaniah 3:10 De esa parte de los ríos de Etiopía, suplicarán a mí: la compañía de mis esparcidos me traerá presente. Zephaniah 3:11 En aquel día no te avergonzarás de ninguna de tus obras con las cuales rebelaste contra mí; porque entonces quitaré de en medio de ti los que se alegran en tu soberbia: ni nunca más te ensoberbecerás del monte de mi santidad. Zephaniah 3:12 Y dejaré en medio de ti un pueblo humilde y pobre, los cuales esperarán en el nombre de Jehová. Zephaniah 3:13 El resto de Israel no hará iniquidad ni dirá mentira, ni en boca de ellos se hallará lengua engañosa; porque ellos serán apacentados, y dormirán, y no habrá quien los espante. Zephaniah 3:14 Canta, o! hija de Sión: jubilád, o! Israel: gózate, y regocíjate de todo corazón, o! hija de Jerusalem. Zephaniah 3:15 Jehová alejó tus juicios, echó fuera tu enemigo: Jehová es rey de Israel en medio de ti, nunca más verás mal. Zephaniah 3:16 En aquel tiempo se dirá a Jerusalem: No temas: a Sión: No se enflaquezcan tus manos. Zephaniah 3:17 Jehová está en medio de ti poderoso, él salvará: alegrarse ha sobre ti con alegría: callará de amor: regocijarse ha sobre ti con cantar. Zephaniah 3:18 Los fastidiados por causa del tiempo juntaré: tuyos fueron: carga de confusión vino sobre ella. Zephaniah 3:19 He aquí que yo apremiaré todos tus afligidores en aquel tiempo; y salvaré la coja, y recogeré la descarriada; y ponerlos he por alabanza, y por renombre en toda la tierra de su confusión. Zephaniah 3:20 En aquel tiempo yo os traeré, en aquel tiempo yo os congregaré; porque yo os daré por renombre, y por alabanza entre todos los pueblos de la tierra, cuando tornaré vuestros cautivos delante de vuestros ojos, dijo Jehová.
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Haggai 1:0 Haggai 1:1 En el año segundo del rey Darío, en el mes sexto, en el primer día del mes, fue palabra de Jehová por mano del profeta Aggeo, a Zorobabel, hijo de Salatiel, gobernador de Judá; y a Josué, hijo de Josedec, gran sacerdote, diciendo: Haggai 1:2 Jehová de los ejércitos habla así, diciendo: Este pueblo dice: No es aun venido el tiempo, el tiempo de la casa de Jehová para edificarse. Haggai 1:3 Fue pues palabra de Jehová por mano del profeta Aggeo, diciendo: Haggai 1:4 ¿Tenéis vosotros tiempo, vosotros, para morar en vuestras casas dobladas, y esta casa será desierta? Haggai 1:5 Pues así dijo Jehová de los ejércitos: Pensád bien sobre vuestros caminos: Haggai 1:6 Sembráis mucho, y encerráis poco: coméis, y no os hartáis: bebéis, y no os embriagáis: os vestís, y no os calentáis; y el que anda a jornal, recibe su jornal en trapo horadado. Haggai 1:7 Así dijo Jehová de los ejércitos: Pensád bien sobre vuestros caminos. Haggai 1:8 Subíd al monte, y traed madera, y edificád la casa; y pondré en ella mi voluntad, y honrarme he con ella, dijo Jehová. Haggai 1:9 Miraréis a mucho, y hallaréis poco; y encerraréis en casa, y yo lo soplaré. ¿Por qué? dijo Jehová de los ejércitos. Por cuanto mi casa está desierta, y cada uno de vosotros corre a su casa. Haggai 1:10 Por esto se detuvo la lluvia de los cielos sobre vosotros, y la tierra detuvo sus frutos. Haggai 1:11 Y llamé a la sequedad sobre esta tierra, y sobre los montes, y sobre el trigo, y sobre el vino, y sobre el aceite, y sobre todo lo que la tierra produce; y sobre los hombres, y sobre las bestias, y sobre todo trabajo de manos. Haggai 1:12 ¶ Y oyó Zorobabel, hijo de Salatiel, y Josué, hijo de Josedec, gran sacerdote, y todo el demás pueblo la voz de Jehová su Dios, y las palabras del profeta Aggeo, como le había enviado Jehová el Dios de ellos; y temió el pueblo delante de Jehová. Haggai 1:13 Y habló Aggeo embajador de Jehová en la embajada de Jehová al pueblo, diciendo: Yo con vosotros, dijo Jehová. Haggai 1:14 Y despertó Jehová el espíritu de Zorobabel, hijo de Salatiel, gobernador de Judá, y el espíritu de Josué, hijo de Josedec, gran sacerdote, y el espíritu de todo el resto del pueblo, y vinieron, e hicieron obra en la casa de Jehová de los ejércitos su Dios, Haggai 1:15 En el día veinte y cuatro del mes sexto, en el segundo año del rey Darío. Haggai 2:0 Haggai 2:1 En el mes séptimo, a los veinte y uno, fue palabra de Jehová por mano del profeta Aggeo, diciendo: Haggai 2:2 Habla ahora a Zorobabel, hijo de Salatiel, gobernador de Judá, y a Josué, hijo de Josedec, gran sacerdote, y al resto del pueblo, diciendo: Haggai 2:3 ¿Quién ha quedado entre vosotros que haya visto esta casa en su primera gloria, y cual ahora la veis? ¿Ella no es como nada delante de vuestros ojos? Haggai 2:4 Ahora pues, esfuérzate, Zorobabel, dijo Jehová: esfuérzate también, Josué, hijo de Josedec, gran sacerdote; y esfuérzate todo el pueblo de esta tierra, dijo Jehová, y obrád; porque yo soy con vosotros, dijo Jehová de los ejércitos. Haggai 2:5 La palabra que concerté con vosotros en vuestra salida de Egipto, y mi Espíritu está en medio de vosotros: no temáis. Haggai 2:6 Porque así dijo Jehová de los ejércitos: De aquí a poco yo haré temblar los cielos, y la tierra, y la mar, y la seca. Haggai 2:7 Y haré temblar a todas naciones, y vendrá el Deseado de todas las naciones; y henchiré esta casa de gloria, dijo Jehová de los ejércitos. Haggai 2:8 Mía es la plata, y mío es el oro, dijo Jehová de los ejércitos. Haggai 2:9 La gloria de aquesta casa postrera será mayor que la de la primera, dijo Jehová de los ejércitos; y daré paz en este lugar, dijo Jehová de los ejércitos. Haggai 2:10 ¶ En veinte y cuatro del noveno mes, en el segundo año de Darío, fue palabra de Jehová por mano del profeta Aggeo, diciendo: Haggai 2:11 Así dijo Jehová de los ejércitos: Ahora pregunta a los sacerdotes acerca de la ley, diciendo: Haggai 2:12 ¿Si llevare alguno las carnes sagradas en el canto de su ropa, y con el canto de su capa tocare el pan, o la vianda, o el vino, o el aceite, o otra cualquiera comida, será santificado? Y respondieron los sacerdotes, y dijeron: No. Haggai 2:13 Y dijo Aggeo: ¿Si algún inmundo a causa de cuerpo muerto tocare alguna cosa de estas, será inmunda? Y respondieron los sacerdotes, y dijeron: Inmunda será. Haggai 2:14 Y respondió Aggeo, y dijo: Así este pueblo, y esta nación es delante de mí, dijo Jehová; y asimismo toda obra de sus manos, y todo lo que aquí ofrecen, es inmundo. Haggai 2:15 Ahora pues ponéd vuestro corazón desde este día en adelante. Antes que pusiesen piedra sobre piedra en el templo de Jehová: Haggai 2:16 Antes que fuesen, venían al montón de veinte fanegas, y había diez: venían al lagar para sacar cincuenta cántaros del lagar, y había veinte. Haggai 2:17 Heríos con viento solano, y con tizoncillo, y con granizo, a vosotros, y a toda obra de vuestras manos, como si no fuerais míos, dijo Jehová: Haggai 2:18 Ponéd pues ahora vuestro corazón desde este día en adelante, es a saber, desde el día veinte y cuatro del noveno mes, que es desde el día que se echó el cimiento al templo de Jehová, ponéd vuestro corazón. Haggai 2:19 ¿La simiente no está aun en el granero? ni aun la vid, ni la higuera, ni el granado, ni el árbol de la oliva ha metido: mas desde aqueste día daré bendición. Haggai 2:20 ¶ Y fue palabra de Jehová la segunda vez a Aggeo a los veinte y cuatro del mismo mes, diciendo: Haggai 2:21 Habla a Zorobabel, gobernador de Judá, diciendo: Yo hago temblar los cielos y la tierra; Haggai 2:22 Y trastornaré el trono de los reinos, y destruiré la fuerza del reino de las gentes; y trastornaré el carro y los que en él suben, y descenderán los caballos y los que en ellos suben, cada cual con la espada de su hermano. Haggai 2:23 En aquel día, dice Jehová de los ejércitos, te tomaré, o! Zorobabel, hijo de Salatiel, siervo mío, dijo Jehová, y ponerte he como anillo de sellar; porque yo te escogí, dice Jehová de los ejércitos.
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Zechariah 1:0 Zechariah 1:1 En el mes octavo, en el año segundo de Darío, fue palabra de Jehová a Zacarías profeta, hijo de Baraquías, hijo de Addo, diciendo: Zechariah 1:2 Airóse Jehová con ira contra vuestros padres. Zechariah 1:3 Decirles has pues: Así dijo Jehová de los ejércitos: Volvéos a mí, dijo Jehová de los ejércitos, y yo me volveré a vosotros, dijo Jehová de los ejércitos. Zechariah 1:4 No seáis como vuestros padres, a los cuales dieron voces aquellos profetas primeros, diciendo: Así dijo Jehová de los ejércitos: Volvéos ahora de vuestros malos caminos, y de vuestras malas obras; y nunca oyeron, ni me escucharon, dijo Jehová. Zechariah 1:5 ¿Vuestros padres, dónde están? ¿y los profetas, han de vivir para siempre? Zechariah 1:6 Con todo esto, mis palabras, y mis ordenanzas que mandé a mis siervos los profetas, ¿no comprendieron a vuestros padres? los cuales se volvieron, y dijeron: Como Jehová de los ejércitos pensó tratarnos conforme a nuestros caminos, y conforme a nuestras obras, así lo hizo con nosotros. Zechariah 1:7 ¶ A los veinte y cuatro del mes onceno, que es el mes de Sebat, en el año segundo de Darío, fue palabra de Jehová a Zacarías profeta, hijo de Baraquías, hijo de Addo, diciendo: Zechariah 1:8 Ví una noche, y he aquí un varón que cabalgaba sobre un caballo bermejo, el cual estaba entre los arrayanes que están en la hondura; y detrás de él estaban caballos bermejos, overos, y blancos. Zechariah 1:9 Y yo dije: ¿Quién son estos, Señor mío? y díjome el ángel que hablaba conmigo: Yo te enseñaré quién son estos. Zechariah 1:10 Y aquel varón que estaba entre los arrayanes respondió, y dijo: Estos son los que Jehová ha enviado, para que anden la tierra. Zechariah 1:11 Y ellos hablaron a aquel ángel de Jehová, que estaba entre los arrayanes, y dijeron: Hemos andado la tierra, y he aquí que toda la tierra está reposada y quieta. Zechariah 1:12 Y respondió el ángel de Jehová, y dijo: O! Jehová de los ejércitos, ¿hasta cuándo no habrás piedad de Jerusalem, y de las ciudades de Judá, con las cuales has estado airado ya ha setenta años? Zechariah 1:13 Y Jehová respondió buenas palabras, palabras consolatorias a aquel ángel que hablaba conmigo. Zechariah 1:14 Y díjome el ángel que hablaba conmigo: Clama, diciendo: Así dijo Jehová de los ejércitos: Zelé a Jerusalem, y a Sión con gran zelo; Zechariah 1:15 Y con grande enojo estoy airado contra las gentes que están reposadas; porque yo estaba enojado un poco, y ellos ayudaron para el mal. Zechariah 1:16 Por tanto así dijo Jehová: Yo me he tornado a Jerusalem con miseraciones: mi casa será edificada en ella, dice Jehová de los ejércitos, y cordel de albañil será tendido sobre Jerusalem. Zechariah 1:17 Clama aun, diciendo: Así dice Jehová de los ejércitos: Aun serán mis ciudades esparcidas por la abundancia del bien; y aun consolará Jehová a Sión, y escogerá aun a Jerusalem. Zechariah 1:18 Y alcé mis ojos, y miré, y he aquí cuatro cuernos. Zechariah 1:19 Y dije al ángel que hablaba conmigo: ¿Qué son estos? y respondióme: Estos son los cuernos que aventaron a Judá, a Israel, y a Jerusalem. Zechariah 1:20 Y mostróme Jehová cuatro carpinteros. Zechariah 1:21 Y yo dije: ¿Qué vienen estos a hacer? Y respondióme, diciendo: Estos son los cuernos que aventaron a Judá, tanto que ninguno alzó su cabeza; y estos han venido para hacerlos temblar, y para derribar los cuernos de las gentes, que alzaron el cuerno sobre la tierra de Judá para aventarla. Zechariah 2:0 Zechariah 2:1 Y alcé mis ojos, y miré, y he aquí un varón que tenía en su mano un cordel de medir. Zechariah 2:2 Y díjele: ¿Dónde vas? Y él me respondió: A medir a Jerusalem, para ver cuanta es su anchura, y cuanta es su longitud. Zechariah 2:3 Y he aquí que salía aquel ángel que hablaba conmigo, y otro ángel le salía al encuentro, Zechariah 2:4 Y díjole: Corre, habla a este mozo, diciendo: Sin muros será habitada Jerusalem a causa de la multitud de los hombres, y de las bestias, que estarán en medio de ella. Zechariah 2:5 Yo seré a ella, dijo Jehová, muro de fuego en derredor, y seré por gloria en medio de ella. Zechariah 2:6 ¡Oh, oh! Huid de la tierra del aquilón dice Jehová; porque por los cuatro vientos de los cielos os esparcí, dijo Jehová. Zechariah 2:7 O! Sión, la que moras con la hija de Babilonia, escápate. Zechariah 2:8 Porque así dijo Jehová de los ejércitos: Después de la gloria él me enviará a las naciones, que os despojaron; porque el que os toca, toca a la niña de su ojo. Zechariah 2:9 Porque he aquí que yo alzo mi mano sobre ellos, y serán despojo a sus siervos; y sabréis que Jehová de los ejércitos me envió. Zechariah 2:10 Canta, y alégrate, hija de Sión; porque he aquí que vengo; y moraré en medio de ti, dijo Jehová. Zechariah 2:11 Y allegarse han muchas naciones a Jehová en aquel día, y serme han por pueblo, y moraré en medio de ti; y entonces conocerás que Jehová de los ejércitos me ha enviado a ti: Zechariah 2:12 Y Jehová poseerá a Judá su heredad en la tierra santa, y escogerá aun a Jerusalem. Zechariah 2:13 Calle toda carne delante de Jehová; porque él se ha despertado de su santa morada. Zechariah 3:0 Zechariah 3:1 Y mostróme a Josué el gran sacerdote, el cual estaba delante del ángel de Jehová; y Satán estaba a su mano derecha para serle adversario. Zechariah 3:2 Y dijo Jehová a Satán: Jehová te castigue, o! Satán: Jehová, que ha escogido a Jerusalem te castigue: ¿No es este tizón escapado del incendio? Zechariah 3:3 Y Josué estaba vestido de vestimentos viles, y estaba delante del ángel. Zechariah 3:4 Y habló, y dijo a los que estaban delante de sí, diciendo: Quitádle esos vestimentos viles. Y a él dijo: Mira que he hecho pasar tu pecado de ti, y te he hecho vestir de ropas nuevas. Zechariah 3:5 Y dije: Pongan mitra limpia sobre su cabeza. Y pusieron una mitra limpia sobre su cabeza, y vistiéronle de ropas. Y el ángel de Jehová estaba en pie. Zechariah 3:6 Y el ángel de Jehová protestó al mismo Josué, diciendo: Zechariah 3:7 Así dice Jehová de los ejércitos: Si anduvieres por mis caminos, y si guardares mi observancia, también tú gobernarás mi casa, también tú guardarás mis patios; y entre estos que aquí están te daré plaza. Zechariah 3:8 ¶ Escucha pues ahora Josué, gran sacerdote, tú y tus amigos que se sientan delante de ti, porque son varones prodigiosos: He aquí que yo traigo, a mi siervo RENUEVO. Zechariah 3:9 Porque he aquí aquella piedra que puse delante de Josué, sobre la cual una piedra hay siete ojos: he aquí que yo esculpiré su escultura, dice Jehová de los ejércitos, y quitaré el pecado de la tierra en un día. Zechariah 3:10 En aquel día, dice Jehová de los ejércitos, cada uno de vosotros llamará a su compañero debajo de su vid, y debajo de su higuera. Zechariah 4:0 Zechariah 4:1 Y volvió el ángel que hablaba conmigo, y despertóme, como un hombre que es despertado de su sueño, Zechariah 4:2 Y díjome: ¿Qué ves? Y respondí: Ví, y he aquí un candelero todo de oro, y su bacía, sobre su cabeza, y sus siete lámparas sobre él, siete; y las lámparas que están sobre su cabeza, tienen siete vasos. Zechariah 4:3 Y dos olivas están sobre él, la una a la mano derecha de la bacía, y la otra a su mano izquierda. Zechariah 4:4 Y hablé, y dije a aquel ángel que hablaba conmigo, diciendo: ¿Qué es esto, señor mío? Zechariah 4:5 Y aquel ángel que hablaba conmigo, respondió, y díjome: ¿No sabes que es esto? Y dije: No, señor mío. Zechariah 4:6 Entonces respondió, y me habló, diciendo: Esta es palabra de Jehová a Zorobabel en que se dice: No con ejército, ni con fuerza: mas con mi Espíritu, dijo Jehová de los ejércitos. Zechariah 4:7 ¿Quién eres tú, o! gran monte, delante de Zorobabel? en llanura. El sacará la primera piedra con algazaras: Gracia, gracia a ella. Zechariah 4:8 Y fue palabra de Jehová a mí, diciendo: Zechariah 4:9 Las manos de Zorobabel echarán el fundamento a esta casa, y sus manos la acabarán; y conocerás que Jehová de los ejércitos me envió a vosotros. Zechariah 4:10 Porque los que menospreciaron el día de los pequeños principios, se alegrarán, y verán la piedra de estaño en la mano de Zorobabel. Aquellas siete son los ojos de Jehová extendidos por toda la tierra. Zechariah 4:11 Hablé más, y díjele: ¿Qué significan estas dos olivas a la mano derecha del candelero, y a su mano izquierda? Zechariah 4:12 Y hablé la segunda vez, y le dije: ¿Qué significan las dos ramas de olivas que están en los vasos de oro, que revierten de sí oro? Zechariah 4:13 Y respondióme, diciendo: ¿No sabes qué es esto? Y dije: Señor mío, no. Zechariah 4:14 Y él dijo: Estos dos hijos de aceite son los que están delante del Señor de toda la tierra. Zechariah 5:0 Zechariah 5:1 Y tornéme, y alcé mis ojos, y miré, y he aquí un volumen que volaba. Zechariah 5:2 Y díjome. ¿Qué ves? Y respondí: Veo un volumen volante de veinte codos de largo, y diez codos en ancho. Zechariah 5:3 Y díjome: Esta es la maldición que sale sobre la haz de toda la tierra; porque todo aquel que hurta, (como está de la una parte del volumen) será destruido; y todo aquel que jura, (como está de la otra parte del volumen) será destruido. Zechariah 5:4 Yo la sacaré, dijo Jehová de los ejércitos, y vendrá a la casa del ladrón, y a la casa del que jura en mi nombre falsamente; y permanecerá en medio de su casa, y consumirla ha, con sus maderas, y sus piedras. Zechariah 5:5 Y salió aquel ángel que hablaba conmigo, y díjome: Alza ahora tus ojos, y mira que es esto que sale. Zechariah 5:6 Y dije: ¿Qué es? Y él dijo: Esta es la medida que sale. Y dijo: Este es el ojo que los mira en toda la tierra. Zechariah 5:7 Y he aquí que traían un talento de plomo, y una mujer estaba asentada en medio de aquella medida. Zechariah 5:8 Y dijo: Esta es la maldad, y la echó dentro de la medida, y echó la piedra de plomo en su boca. Zechariah 5:9 Y alcé mis ojos, y miré, y he aquí dos mujeres que salían, y traían viento en sus alas, y tenían alas como de cigüeña; y alzaron la medida entre la tierra y los cielos. Zechariah 5:10 Y dije a aquel ángel que hablaba conmigo: ¿Dónde llevan estas la medida? Zechariah 5:11 Y él me respondió: Para que le sea edificada casa en tierra de Sennaar, y será asentada, y puesta allí sobre su asiento. Zechariah 6:0 Zechariah 6:1 Y tornéme, y alcé mis ojos, y miré, y he aquí cuatro carros que salían de entre dos montes; y aquellos montes eran de metal. Zechariah 6:2 En el primer carro había caballos bermejos, y en el segundo carro caballos negros, Zechariah 6:3 Y en el tercer carro, caballos blancos, y en el cuarto carro caballos overos, rucios rodados. Zechariah 6:4 Y respondí, y dije al ángel que hablaba conmigo: Señor mío, ¿qué es esto? Zechariah 6:5 Y el ángel me respondió, y díjome: Estos son los cuatro vientos de los cielos, que salen de donde están delante del Señor de toda la tierra. Zechariah 6:6 En el que estaban los caballos negros, salieron hacia la tierra del aquilón; y los blancos salieron tras ellos; y los overos salieron hacia la tierra del mediodía. Zechariah 6:7 Y los rucios salieron, y procuraron de ir a andar la tierra. Y dijo: Id, andád la tierra; y anduvieron la tierra. Zechariah 6:8 Y me llamó, y hablóme, diciendo: Mira, los que salieron hacia la tierra del aquilón, hicieron reposar mi espíritu en la tierra del aquilón. Zechariah 6:9 ¶ Y fue palabra de Jehová a mí, diciendo: Zechariah 6:10 Toma de los que tornaron del cautiverio, es a saber, de los del linaje de Holdai, y de Tobías, y de Idaía, y vendrás tú en aquel día, y entrarás en casa de Josías, hijo de Sofonías, los cuales volvieron de Babilonia: Zechariah 6:11 Y tomarás plata y oro, y harás coronas, y ponerlas has en la cabeza de Josué, hijo de Josedec, el gran sacerdote. Zechariah 6:12 Y hablarle has, diciendo: Así habló Jehová de los ejércitos, diciendo: He aquí el varón cuyo nombre es RENUEVO, el cual retoñecerá de debajo de sí, y edificará el templo de Jehová. Zechariah 6:13 El edificará el templo de Jehová, y él llevará gloria, y se asentará, y dominará en su trono; y será sacerdote en su trono; y consejo de paz será entre ambos a dos. Zechariah 6:14 Y Helen, y Tobías, e Idaía, y Henel, hijo de Sofonías, tendrán coronas por memorial en el templo de Jehová. Zechariah 6:15 Y los que están lejos vendrán, y edificarán en el templo de Jehová; y conoceréis que Jehová de los ejércitos me ha enviado a vosotros; y será, si oyendo oyereis la voz de Jehová vuestro Dios. Zechariah 7:0 Zechariah 7:1 Y aconteció que en el año cuarto del rey Darío fue palabra de Jehová a Zacarías, a los cuatro del mes noveno, que es Casleu: Zechariah 7:2 Cuando fue enviado a la casa de Dios Sarasar, y Rogommelec, con sus varones, a orar a la faz de Jehová: Zechariah 7:3 Y a decir a los sacerdotes que estaban en la casa de Jehová de los ejércitos, y a los profetas, diciendo: ¿Lloraremos en el mes quinto? ¿haremos abstinencia como habemos hecho ya algunos años? Zechariah 7:4 Y fue palabra de Jehová de los ejércitos a mí, diciendo: Zechariah 7:5 Habla a todo el pueblo de esta comarca, y a los sacerdotes, diciendo: Cuando ayunasteis y llorasteis en el quinto, y en el séptimo mes estos setenta años, ¿habéis ayunado ayuno para mí? Zechariah 7:6 Y cuando coméis, y bebéis, ¿no coméis y bebéis para vosotros? Zechariah 7:7 ¿No son estas las palabras, que pregonó Jehová por mano de los profetas primeros, cuando Jerusalem estaba habitada y quieta, y cuando sus ciudades en sus al derredores, y el mediodía, y la campiña, se habitaban? Zechariah 7:8 Y fue palabra de Jehová a Zacarías, diciendo: Zechariah 7:9 Así habló Jehová de los ejércitos, diciendo: Juzgád juicio verdadero, y hacéd misericordia y piedad cada cual con su hermano: Zechariah 7:10 No agraviéis la viuda, ni al huérfano, ni al extranjero, ni al pobre: ni ninguno piense mal en su corazón contra su hermano. Zechariah 7:11 Y no quisieron escuchar, antes dieron hombro rebelador, y agravaron sus oídos para no oír. Zechariah 7:12 Y pusieron su corazón como diamante para no oír la ley, ni las palabras que Jehová de los ejércitos enviaba por su Espíritu, por mano de los profetas primeros; y fue hecho grande castigo por Jehová de los ejércitos. Zechariah 7:13 Y aconteció, que como él clamó, y no oyeron, así ellos clamaron, y yo no oí, dijo Jehová de los ejércitos. Zechariah 7:14 Y esparcílos con torbellino por todas las naciones que ellos no conocieron; y la tierra fue asolada detrás de ellos de yentes y vinientes; y la tierra deseable tornaron en asolamiento. Zechariah 8:0 Zechariah 8:1 Y fue palabra de Jehová de los ejércitos, diciendo: Zechariah 8:2 Así dijo Jehová de los ejércitos: Yo zelé a Sión de gran zelo, y con grande ira la zelé. Zechariah 8:3 Así dijo Jehová: Yo torné a Sión, y moraré en medio de Jerusalem; y Jerusalem se llamará ciudad de verdad, y el monte de Jehová de los ejércitos, monte de santidad. Zechariah 8:4 Así dijo Jehová de los ejércitos: Aun han de morar viejos y viejas en las plazas de Jerusalem; y cada cual tendrá bordón en su mano por la multitud de los días. Zechariah 8:5 Y las calles de la ciudad serán llenas de muchachos y muchachas, que jugarán en sus calles. Zechariah 8:6 Así dice Jehová de los ejércitos: Si esto parecerá dificultoso delante de los ojos del resto de este pueblo en aquellos días, también será dificultoso delante de mis ojos, dijo Jehová de los ejércitos. Zechariah 8:7 Así dijo Jehová de los ejércitos: He aquí que yo salvo mi pueblo de la tierra del oriente, y de la tierra donde se pone el sol. Zechariah 8:8 Y traerlos he, y habitarán en medio de Jerusalem, y serme han por pueblo, y yo seré a ellos por Dios con verdad y con justicia. Zechariah 8:9 Así dijo Jehová de los ejércitos: Esfuércense vuestras manos de vosotros, los que oís en estos días estas palabras de la boca de los profetas, desde el día que se echó el cimiento a la casa de Jehová de los ejércitos, para edificar el templo. Zechariah 8:10 Porque antes de estos días no ha habido paga de hombre, ni paga de bestia, ni hubo paz alguna para entrante ni para saliente, a causa de la angustia; porque yo incité todos los hombres, cada cual contra su compañero. Zechariah 8:11 Mas ahora no haré con el resto de este pueblo como en aquellos días pasados, dijo Jehová de los ejércitos. Zechariah 8:12 Porque la simiente de la paz quedará: la vid dará su fruto, y la tierra dará su fruto, y los cielos darán su rocío; y haré que el resto de este pueblo posea todo esto. Zechariah 8:13 Y será que como fuisteis maldición entre las gentes, o! casa de Judá, y casa de Israel, así os salvaré, para que seáis bendición. No temáis, mas esfuércense vuestras manos. Zechariah 8:14 Porque así dijo Jehová de los ejércitos: Como pensé haceros mal, cuando vuestros padres me provocaron a ira, dijo Jehová de los ejércitos, y no me arrepentí; Zechariah 8:15 Así tornando he pensado de hacer bien a Jerusalem, y a la casa de Judá en estos días: no temáis. Zechariah 8:16 ¶ Estas son las cosas que haréis: Hablád verdad cada cual con su prójimo; juzgád en vuestras puertas verdad y juicio de paz: Zechariah 8:17 Y ninguno de vosotros piense mal en su corazón contra su prójimo; ni améis juramento falso; porque todas estas cosas son las que yo aborrezco, dijo Jehová, Zechariah 8:18 Y fue palabra de Jehová de los ejércitos a mí, diciendo: Zechariah 8:19 Así dijo Jehová de los ejércitos: El ayuno del cuarto mes, y el ayuno del quinto, y el ayuno del séptimo, y el ayuno del décimo se tornará a la casa de Judá en gozo, y en alegría, y en solemnidades festivas. Amád pues verdad, y paz. Zechariah 8:20 Así dijo Jehová de los ejércitos: Aun vendrán pueblos, y moradores de muchas ciudades. Zechariah 8:21 Y vendrán los moradores de la una a la otra, y dirán: Vamos para orar a la faz de Jehová, y busquemos a Jehová de los ejércitos. Yo también iré. Zechariah 8:22 Y vendrán muchos pueblos, y fuertes naciones a buscar a Jehová de los ejércitos en Jerusalem, y a orar a la faz de Jehová. Zechariah 8:23 Así dijo Jehová de los ejércitos: En aquellos días acontecerá que diez varones de todas las lenguas de las naciones trabarán de la halda del varón Judío, diciendo: Vamos con vosotros, porque hemos oído, que Dios es con vosotros. Zechariah 9:0 Zechariah 9:1 Carga de la palabra de Jehová contra tierra de Hadrac, y de Damasco su reposo; porque a Jehová están vueltos los ojos de los hombres, y de todas las tribus de Israel. Zechariah 9:2 Y también Emat tendrá término en ella; Tiro, y Sidón, aunque muy sabia sea: Zechariah 9:3 Porque Tiro se edificó fortaleza: amontonó plata como polvo, y oro como lodo de las calles. Zechariah 9:4 He aquí que el Señor la empobrecerá, y herirá en la mar su fortaleza, y ella será consumida de fuego. Zechariah 9:5 Ascalón verá, y temerá: Gaza también dolerse ha en gran manera, también Accarón; porque su esperanza será avergonzada; y de Gaza se perderá el rey, y Ascalón no se habitará. Zechariah 9:6 Y habitará en Azoto extranjero, y yo talaré la soberbia de los Palestinos. Zechariah 9:7 Y yo quitaré sus sangres de su boca, y sus abominaciones de sus dientes; y quedarán ellos también para nuestro Dios, y serán como capitanes en Judá, y Accarón como el Jebuseo. Zechariah 9:8 Y seré como real de ejército a mi casa, del que va y del que viene, ni más pasará sobre ellos angustiador; porque ahora miré con mis ojos. Zechariah 9:9 ¶ Alégrate mucho, hija de Sión, jubila, hija de Jerusalem. He aquí que tu Rey vendrá a ti, Justo y Salvador, pobre y cabalgando sobre un asno, y sobre un pollino hijo de asna. Zechariah 9:10 Y de Efraím talaré los carros, y los caballos de Jerusalem; y los arcos de guerra serán quebrados; y hablará paz a las gentes; y su señorío será de mar a mar, y desde el río hasta los fines de la tierra. Zechariah 9:11 ¶ Y tú también por la sangre de tu concierto serás salva, yo he sacado tus presos del aljibe en que no hay agua. Zechariah 9:12 Tornáos a la fortaleza, o! presos de esperanza: hoy también os anuncio que os daré doblado. Zechariah 9:13 Porque yo entesé para mí a Judá como arco: henchí a Efraím, y despertaré tus hijos, o! Sión, contra tus hijos, o! Grecia; y ponerte he como espada de valiente. Zechariah 9:14 Y Jehová será visto sobre ellos, y su dardo saldrá como relámpago; y el Señor Jehová tocará trompeta, e irá como torbellinos del austro. Zechariah 9:15 Jehová de los ejércitos los amparará, y tragarán, y sujetarlos han a las piedras de la honda; y beberán, y harán bramidos como tomados del vino, y henchirse han como un cuenco, o como los lados del altar. Zechariah 9:16 Y salvarlos ha en aquel día el Dios de ellos Jehová como a rebaño de su pueblo; porque serán engrandecidos en su tierra como piedras preciosas de corona. Zechariah 9:17 Porque ¿cuánta es su bondad, y cuánta su hermosura? El trigo alegrará a los mancebos, y el vino a las doncellas. Zechariah 10:0 Zechariah 10:1 Demandád a Jehová lluvia en la sazón tardía, y Jehová hará relámpagos, y daros ha lluvia de agua, y yerba en el campo a cada uno. Zechariah 10:2 Porque las imágenes han hablado vanidad, y los adivinos han visto mentira, y han hablado sueños vanos, en vano consuelan: por lo cual ellos se fueron como ovejas, fueron humillados porque no tuvieron pastor. Zechariah 10:3 Contra los pastores se ha encendido mi enojo, y yo visitaré los machos cabríos; porque Jehová de los ejércitos visitará su rebaño, la casa de Judá, y tornarlos ha como su caballo de honor en la guerra. Zechariah 10:4 De él hará rincón, de él estaca, de él arco de guerra, de él saldrá también todo angustiador. Zechariah 10:5 Y serán como valientes, que pisan el lodo de las calles, en la batalla; y pelearán, porque Jehová será con ellos; y los que cabalgan en caballos serán avergonzados. Zechariah 10:6 Porque yo fortificaré la casa de Judá, y guardaré la casa de José, y tornarlos he, porque tuve piedad de ellos; y serán, como si no los hubiera desechado; porque yo soy Jehová su Dios que los oiré. Zechariah 10:7 Y será Efraím como valiente, y alegrarse ha su corazón como de vino: sus hijos también verán, y se alegrarán: su corazón se gozará en Jehová. Zechariah 10:8 Yo les silbaré, y los juntaré, porque yo los he redimido; y serán multiplicados, como fueron multiplicados. Zechariah 10:9 Y sembrarlos he entre los pueblos, y en las regiones remotas se hará mención de mí; y vivirán con sus hijos, y tornarán. Zechariah 10:10 Porque yo los tornaré de la tierra de Egipto, y de la Asiria los congregaré; y traerlos he a la tierra de Galaad y del Líbano, ni aun les bastará. Zechariah 10:11 Y la tribulación se pasará a la mar, y en la mar herirá a las ondas, y todas las honduras del río se secarán; y la soberbia del Asur será derribada, y el cetro de Egipto se perderá. Zechariah 10:12 Y fortificarlos he en Jehová, y en su nombre caminarán, dice Jehová. Zechariah 11:0 Zechariah 11:1 ¡O Líbano! abre tus puertas, y queme fuego tus cedros. Zechariah 11:2 Aulla, o! haya, porque el cedro cayó, porque los magníficos son talados. Aullád, alcornoques de Basán, porque el fuerte monte es derribado. Zechariah 11:3 Voz de aullido de pastores se oyó; porque su magnificencia es asolada: estruendo de bramido de cachorros de leones, porque la soberbia del Jordán es asolada. Zechariah 11:4 Así dijo Jehová mi Dios: Apacienta las ovejas de la matanza; Zechariah 11:5 Las cuales mataban sus compradores, y no se culpaban; y el que las vendía, decía: Bendito sea Jehová, que he enriquecido: ni sus pastores tenían de ellas piedad. Zechariah 11:6 Por tanto no tendré piedad más de los moradores de la tierra, dice Jehová; porque he aquí que yo entregaré los hombres, cada cual en mano de su compañero, y en mano de su rey; y quebrantarán la tierra, y yo no libraré de sus manos. Zechariah 11:7 Y apacentaré las ovejas de la matanza, es a saber, los pobres del rebaño. Y porque me tomé dos cayados, al uno puse por nombre Noam Suavidad, y al otro Hobelim Ataduras; y apacenté las ovejas. Zechariah 11:8 E hice matar tres pastores en un mes, y mi alma se angustió por ellos, también el alma de ellos me aborreció a mí. Zechariah 11:9 Y dije: No os apacentaré más: la que muriere, muera; y la que se perdiere, se pierda; y las que quedaren, que cada una coma la carne de su compañera. Zechariah 11:10 Y tomé mi cayado Noam Suavidad, y lo quebré, para deshacer mi concierto que concerté con todos los pueblos. Zechariah 11:11 Y fue deshecho en ese día, y así conocieron los pobres del rebaño que miran a mí, que era palabra de Jehová. Zechariah 11:12 ¶ Y díjeles: Si os parece bien, dádme mi salario; y si no, dejádlo. Y apreciaron mi salario en treinta piezas de plata. Zechariah 11:13 Y díjome Jehová: Échalo al tesorero, hermoso precio con que me han apreciado. Y tomé las treinta piezas de plata, y echélas en la casa de Jehová al tesorero. Zechariah 11:14 Y quebré el otro mi cayado Hobelim Ataduras, para romper la hermandad entre Judá e Israel. Zechariah 11:15 ¶ Y díjome Jehová: Tómate aun hato de pastor insensato. Zechariah 11:16 Porque he aquí que yo levanto pastor en la tierra, que no visitará las perdidas, no buscará la pequeña, no curará la perniquebrada, ni llevará a cuestas la cansada: mas comerse ha la carne de la gruesa, y romperá sus uñas. Zechariah 11:17 Mal haya el pastor de nada, que deja el ganado: espada sobre su brazo, y sobre su ojo derecho: secándose se secará su brazo, y su ojo derecho oscureciéndose será oscurecido. Zechariah 12:0 Zechariah 12:1 Carga de la palabra de Jehová sobre Israel. Dijo Jehová, el que extiende los cielos, y funda la tierra, y forma el espíritu del hombre dentro de él: Zechariah 12:2 He aquí que yo pongo a Jerusalem por vaso de veneno a todos los pueblos al derredor, y también a Judá la cual será en el cerco contra Jerusalem. Zechariah 12:3 Y será en aquel día, que yo pondré a Jerusalem por piedra pesada a todos los pueblos: todos los que se la cargaren, despedazando serán despedazados; y todas las naciones de la tierra se juntarán contra ella. Zechariah 12:4 En aquel día, dijo Jehová, heriré con aturdimiento a todo caballo, y con locura al que sube en él: mas sobre la casa de Judá abriré mis ojos, y a todo caballo de los pueblos heriré con ceguera. Zechariah 12:5 Y los capitanes de Judá dirán en su corazón: Mi fuerza son los moradores de Jerusalem en Jehová de los ejércitos su Dios. Zechariah 12:6 En aquel día pondré los capitanes de Judá como un brasero de fuego en leña, y como una hacha de fuego en gavillas; y consumirá a diestro y a siniestro todos los pueblos al derredor, y Jerusalem será habitada otra vez en su lugar, en Jerusalem. Zechariah 12:7 Y guardará Jehová las tiendas de Judá como en el principio, porque la gloria de la casa de David, y del morador de Jerusalem no se engrandecerá sobre Judá. Zechariah 12:8 En aquel día Jehová defenderá al morador de Jerusalem; y el que entre ellos fuere flaco en aquel tiempo, será como David; y la casa de David, como Dios, como el ángel de Jehová delante de ellos. Zechariah 12:9 Y será, que en aquel día yo procuraré quebrantar todas las naciones que vinieren contra Jerusalem. Zechariah 12:10 ¶ Y derramaré sobre la casa de David, y sobre los moradores de Jerusalem, espíritu de gracia y de oración: mirarán en mí, a quien traspasaron; y harán llanto sobre él, como llanto que se hace sobre unigénito, afligiéndose sobre él como quien se aflige sobre primogénito. Zechariah 12:11 En aquel día habrá gran llanto en Jerusalem, como el llanto de Adadremón en el valle de Mageddón. Zechariah 12:12 Y la tierra lamentará: cada linaje de por sí: el linaje de la casa de David por sí, y sus mujeres por sí: el linaje de la casa de Natán por sí, y sus mujeres por sí: Zechariah 12:13 El linaje de la casa de Leví por sí, y sus mujeres por sí: el linaje de Semeí por sí, y sus mujeres por sí: Zechariah 12:14 Todos los otros linajes, los linajes por sí, y sus mujeres por sí. Zechariah 13:0 Zechariah 13:1 En aquel tiempo habrá manadero abierto para la casa de David, y para los moradores de Jerusalem, contra el pecado, y contra el menstruo. Zechariah 13:2 Y será en aquel día, dijo Jehová de los ejércitos, que talaré de la tierra los nombres de las imágenes, y nunca más vendrán en memoria; y también haré talar de la tierra los profetas, y espíritu de inmundicia. Zechariah 13:3 Y será que cuando alguno más profetizare, decirle han su padre y su madre, que le engendraron: No vivirás, porque hablaste mentira en el nombre de Jehová; y su padre y su madre que le engendraron, le alancearán cuando profetizare. Zechariah 13:4 Y será en aquel tiempo, que todos los profetas se avergonzarán de su visión, cuando profetizaren: ni nunca más se vestirán de manto velloso para mentir. Zechariah 13:5 Y dirá: No soy profeta: labrador soy de la tierra; porque esto aprendí del hombre desde mi juventud. Zechariah 13:6 Y preguntarle han: ¿Qué heridas son estas que tienes en tus manos? Y él responderá: Con estas fui herido en casa de mis amigos. Zechariah 13:7 ¶ ¡O espada! despiértate sobre el pastor, y sobre el hombre que fuere mi compañero, dijo Jehová de los ejércitos: hiere al pastor, y derramarse han las ovejas; y tornaré mi mano sobre los chiquitos. Zechariah 13:8 Y acontecerá en toda la tierra, dijo Jehová, que las dos partes serán taladas en ella, y se perderán; y la tercera quedará en ella. Zechariah 13:9 Y meteré en el fuego la tercera parte, y fundirlos he como se funde la plata, y probarlos he como se prueba el oro: El invocará mi nombre, y yo lo oiré, y diré: Mi pueblo es; y él dirá: Jehová es mi Dios. Zechariah 14:0 Zechariah 14:1 He aquí que el día de Jehová viene, y tus despojos serán repartidos en medio de ti. Zechariah 14:2 Porque yo reuniré todas las naciones en batalla contra Jerusalem; y la ciudad será tomada, y las casas serán saqueadas, y las mujeres serán forzadas; y la mitad de la ciudad irá en cautividad: mas el resto del pueblo no será talado de la ciudad. Zechariah 14:3 Y saldrá Jehová, y peleará con aquellas naciones, como peleó el día de la batalla. Zechariah 14:4 Y afirmarse han sus pies en aquel día sobre el monte de las Olivas, que está en frente de Jerusalem a la parte del oriente; y el monte de las Olivas se partirá por medio de sí hacia el oriente y hacia el occidente, un muy grande valle; y la mitad del monte se apartará hacia el norte, y la otra mitad hacia el mediodía. Zechariah 14:5 Y huiréis al valle de los montes, porque el valle de los montes llegará hasta Hasal. Y huiréis de la manera que huisteis por causa del terremoto en los días de Ozías, rey de Judá; y vendrá Jehová mi Dios, y todos sus santos con él. Zechariah 14:6 Y acontecerá que en ese día no habrá luz clara, ni oscura. Zechariah 14:7 Y será un día, el cual es conocido de Jehová, que ni será día, ni noche: mas acontecerá que al tiempo de la tarde habrá luz. Zechariah 14:8 ¶ Acontecerá también en aquel día, que saldrán de Jerusalem aguas vivas: la mitad de ellas hacia la mar oriental, y la otra mitad hacia la mar occidental, en verano y en invierno. Zechariah 14:9 Y Jehová será Rey sobre toda la tierra. En aquel día Jehová será uno, y su nombre uno. Zechariah 14:10 Y toda la tierra será tornada como llanura desde Gabaa hasta Remmón al mediodía de Jerusalem; y será enaltecida, y habitarse ha en su lugar desde la puerta de Ben-jamín hasta el lugar de la puerta primera, hasta la puerta de los rincones: y desde la torre de Jananeel hasta los lagares del rey. Zechariah 14:11 Y morarán en ella, y nunca más habrá destrucción; y Jerusalem estará confiada. Zechariah 14:12 Y esta será la plaga con que Jehová herirá todos los pueblos que pelearon contra Jerusalem: La carne de ellos se derretirá, y estando ellos sobre sus pies se derretirán sus ojos en sus agujeros, y su lengua se les derretirá en su boca. Zechariah 14:13 Y acontecerá en aquel día que habrá en ellos gran quebrantamiento de parte de Jehová; porque trabará hombre de la mano de su compañero, y será cortada su mano sobre la mano de su compañero. Zechariah 14:14 Y Judá también peleará contra Jerusalem; y serán reunidas las riquezas de todas las gentes de al derredor, oro, y plata, y ropas de vestir en grande abundancia. Zechariah 14:15 Y tal como esta será la plaga de los caballos, de los mulos, de los camellos, y de los asnos, y de todas las bestias que estuvieron en los ejércitos. Zechariah 14:16 Y todos los que quedaren de las naciones que vinieron contra Jerusalem, subirán de año en año a adorar al Rey, Jehová de los ejércitos, y a celebrar la fiesta de las cabañas. Zechariah 14:17 Y acontecerá que los de las familias de la tierra que no subieren a Jerusalem, a adorar al Rey, Jehová de los ejércitos, no vendrá sobre ellos lluvia. Zechariah 14:18 Y si la familia de Egipto no subiere, y no viniere, no vendrá sobre ellos la lluvia; antes vendrá sobre ellos la plaga con que Jehová herirá las gentes que no subieren a celebrar la fiesta de las cabañas. Zechariah 14:19 Esta será la pena del pecado de Egipto, y del pecado de todas las naciones, que no subieren a celebrar la fiesta de las cabañas. Zechariah 14:20 ¶ En aquel tiempo estará esculpido sobre las campanillas de los caballos: SANTIDAD A JEHOVÁ. Y las ollas en la casa de Jehová serán como las copas que están delante del altar. Zechariah 14:21 Y será toda olla en Jerusalem y en Judá santidad a Jehová de los ejércitos; y todos los que sacrificaren, vendrán, y tomarán de ellas, y cocerán en ellas; y no habrá más mercader en la casa de Jehová de los ejércitos en aquel tiempo.
Malachi 0:0
Malachi 1:0 Malachi 1:1 Carga de la palabra de Jehová contra Israel por mano de Malaquías. Malachi 1:2 Yo os amé, dijo Jehová; y dijisteis: ¿En qué nos amaste? ¿Esaú no era hermano de Jacob, dijo Jehová, y amé a Jacob, Malachi 1:3 Y a Esaú aborrecí, y torné sus montes en asolamiento, y su posesión para los dragones del desierto? Malachi 1:4 Cuando dijere Edom: Empobrecido nos hemos: tornemos, y edifiquemos lo arruinado; así dijo Jehová de los ejércitos: Ellos edificarán, y yo destruiré; y llamarles han: Provincia de impiedad, y pueblo contra quien Jehová se airó para siempre. Malachi 1:5 Y vuestros ojos lo verán, y diréis: Sea Jehová engrandecido sobre la provincia de Israel. Malachi 1:6 El hijo honró al padre, y el siervo a su señor; y si yo soy padre, ¿qué es de mi honra? Y si soy señor, ¿qué es de mi temor? Jehová de los ejércitos dijo a vosotros los sacerdotes, que menospreciáis mi nombre: mas diréis: ¿En qué habemos menospreciado tu nombre? Malachi 1:7 ¶ Que ofrecéis sobre mi altar pan inmundo, y dijisteis: ¿En qué te habemos ensuciado? En que decís: La mesa de Jehová es vil. Malachi 1:8 Y cuando ofrecéis el animal ciego para sacrificar, ¿no es malo? y cuando ofreceréis el cojo o enfermo, ¿no es malo? Preséntale pues a tu príncipe, a ver si le harás placer, o si le serás acepto, dijo Jehová de los ejércitos. Malachi 1:9 Ahora pues orád a la faz de Dios, y el habrá piedad de nosotros: esto de vuestra mano vino. ¿Habéis de serle agradables? dijo Jehová de los ejércitos. Malachi 1:10 ¿Quién también hay de vosotros que cierre las puertas, o alumbre mi altar de balde? Yo no recibo contentamiento en vosotros, dijo Jehová de los ejércitos, ni de vuestra mano me será agradable la ofrenda. Malachi 1:11 Porque desde donde el sol nace hasta donde se pone, mi nombre será grande entre las gentes; y en todo lugar se ofrecerá a mi nombre perfume y ofrenda pura; porque grande será mi nombre entre las gentes, dice Jehová de los ejércitos. Malachi 1:12 Y vosotros le amenguáis cuando decís: Inmunda es la mesa de Jehová; y cuando hablan: Vil es su alimento. Malachi 1:13 Y decís: ¡O qué trabajo! y lo desechasteis, dijo Jehová de los ejércitos; y trajisteis hurtado, o cojo, o enfermo, y ofrecisteis ofrenda: ¿Ha de serme acepto de vuestra mano? dijo Jehová. Malachi 1:14 Maldito el engañoso, que tiene macho en su rebaño, y promete, y sacrifica corrompido a Jehová; porque yo soy gran Rey, dijo Jehová de los ejércitos, y mi nombre es espantoso entre las gentes. Malachi 2:0 Malachi 2:1 Ahora pues, o! sacerdotes, a vosotros es este mandamiento. Malachi 2:2 Si no oyereis, y si no acordareis de dar gloria a mi nombre, dijo Jehová de los ejércitos, enviaré maldición sobre vosotros; y maldeciré vuestras bendiciones, y aun las he maldecido; porque no ponéis esto en vuestro corazón. Malachi 2:3 He aquí que yo os corrompo la sementera, y esparciré el estiércol sobre vuestras haces, el estiércol de vuestras solemnidades, y él os traerá a sí. Malachi 2:4 Y sabréis que yo os envié este mandamiento, haciendo mi concierto con Leví, dijo Jehová de los ejércitos. Malachi 2:5 Mi concierto fue con él de vida y de paz, las cuales cosas yo le di por el temor; porque me temió, y delante de mi nombre estuvo humillado. Malachi 2:6 La ley de verdad estuvo en su boca, e iniquidad nunca fue hallada en sus labios: en paz, y en justicia anduvo conmigo, y de la iniquidad hizo apartar a muchos. Malachi 2:7 Porque los labios del sacerdote guardarán la sabiduría, y de su boca buscarán la ley; porque mensajero es de Jehová de los ejércitos. Malachi 2:8 Mas vosotros os habéis apartado del camino, habéis hecho tropezar a muchos en la ley: habéis corrompido el concierto de Leví, dijo Jehová de los ejércitos. Malachi 2:9 Y yo también os torné viles y bajos a todo el pueblo, como vosotros no guardasteis mis caminos, y en la ley tenéis acepción de personas. Malachi 2:10 ¶ ¿No tenemos todos un mismo padre? ¿No nos crió un mismo Dios? ¿Por qué menospreciaremos cada uno a su hermano, quebrantando el concierto de nuestros padres? Malachi 2:11 ¶ Prevaricó Judá, y en Israel, y en Jerusalem ha sido cometida abominación; porque Judá contaminó la santidad de Jehová, amando y casándose con hija de dios extraño. Malachi 2:12 Jehová talará de las tiendas de Jacob al hombre que hiciere esto, al que vela, y al que responde, y al que ofrece presente a Jehová de los ejércitos. Malachi 2:13 Y esta otra vez haréis cubrir el altar de Jehová de lágrimas, de llanto, y de clamor; porque yo no miraré más a presente, para tomar ofrenda voluntaria de vuestra mano. Malachi 2:14 Y diréis: ¿Por qué? Porque Jehová ha contestado entre ti y la mujer de tu mocedad, contra la cual tú has sido desleal, siendo ella tu compañera, y la mujer de tu concierto. Malachi 2:15 ¿No hizo él uno, habiendo en él abundancia de espíritu? ¿Y por qué uno? Procurando simiente de Dios. Guardáos pues en vuestros espíritus, y contra la mujer de vuestra mocedad no seáis desleales. Malachi 2:16 Porque Jehová Dios de Israel ha dicho que él aborrece que sea enviada; y cubra la iniquidad con su vestido, dijo Jehová de los ejércitos. Guardáos pues en vuestros espíritus, y no seáis desleales. Malachi 2:17 ¶ Habéis hecho cansar a Jehová con vuestras palabras. Y diréis: ¿En qué le hemos cansado? Cuándo decís: Cualquiera que mal hace, agrada a Jehová, y en los tales toma contentamiento: de otra manera, ¿dónde está el Dios de juicio? Malachi 3:0 Malachi 3:1 He aquí que yo envío mi mensajero, el cual barrerá el camino delante de mí; y luego vendrá a su templo el Señor a quien vosotros buscáis; y el mensajero del concierto a quien vosotros deseáis: He aquí que viene, dijo Jehová de los ejércitos. Malachi 3:2 ¿Y quién podrá sufrir el tiempo de su venida? ¿o, quién podrá estar cuando él se mostrará? Porque él será como fuego purgante, y como jabón de lavadores. Malachi 3:3 Y asentarse ha para afinar y limpiar la plata; porque limpiará los hijos de Leví: afinarlos ha como a oro, y como a plata, y ofrecerán a Jehová presente con justicia. Malachi 3:4 Y será suave a Jehová el presente de Judá y de Jerusalem como en los días pasados, y como en los años antiguos. Malachi 3:5 Y llegarme he a vosotros a juicio, y seré testigo apresurado contra los hechiceros, y adúlteros; y contra los que juran mentira y los que detienen el salario del jornalero, de la viuda, y del huérfano; y los que hacen agravio al extranjero, no teniendo temor de mí, dijo Jehová de los ejércitos. Malachi 3:6 Porque yo soy Jehová, no me he mudado; y vosotros, hijos de Jacob, no habéis sido consumidos. Malachi 3:7 ¶ Desde los días de vuestros padres os habéis apartado de mis leyes, y nunca las guardasteis: Tornáos a mí, y yo me tornaré a vosotros, dijo Jehová de los ejércitos. Y dijisteis: ¿En qué hemos de tornar? Malachi 3:8 ¿Robará el hombre a Dios? Porque vosotros me habéis robado. Y dijisteis: ¿En qué te hemos robado? En los diezmos y las ofrendas. Malachi 3:9 Malditos sois de maldición, que vosotros me habéis robado: toda la nación. Malachi 3:10 Traed todos los diezmos al alfolí, y haya alimento en mi casa; y probádme ahora en esto, dijo Jehová de los ejércitos, y veréis si yo no os abriré las ventanas de los cielos, y vaciaré sobre vosotros bendición, hasta que no os quepa. Malachi 3:11 Y amenazaré por vosotros al tragador, y no os corromperá el fruto de la tierra: ni la vid en el campo os abortará, dijo Jehová de los ejércitos. Malachi 3:12 Y todas las naciones os dirán: Bienaventurados; porque seréis tierra deseable, dijo Jehová de los ejércitos. Malachi 3:13 ¶ Vuestras palabras han prevalecido contra mí, dijo Jehová. Y dijisteis: ¿Qué hemos hablado contra ti? Malachi 3:14 Habéis dicho: Por demás es servir a Dios: ¿y qué aprovecha, que guardemos su ley, y que andemos tristes delante de Jehová de los ejércitos? Malachi 3:15 Decimos pues ahora, que bienaventurados los soberbios; y aun, que los que hacen impiedad son los prosperados; y más, los que tentaron a Dios escaparon. Malachi 3:16 Entonces los que temen a Jehová hablaron cada uno a su compañero. Y Jehová escuchó, y oyó, y fue escrito libro de memoria delante de él para los que temen a Jehová, y para los que piensan en su nombre. Malachi 3:17 Y serán míos, dijo Jehová de los ejércitos, en el día que yo tengo de hacer tesoro, y perdonarles he, como el hombre que perdona a su hijo que le sirve. Malachi 3:18 Y convertiros heis, y haréis diferencia entre el justo y el malo, entre el que sirve a Dios, y el que no le sirvió. Malachi 4:0 Malachi 4:1 Porque he aquí que viene el día ardiente como un horno, y todos los soberbios, y todos los que hacen maldad serán estopa; y aquel día que vendrá, los abrasará, dijo Jehová de los ejércitos, el cual no les dejará ni raíz ni rama. Malachi 4:2 ¶ Mas a vosotros los que teméis mi nombre, nacerá el sol de justicia, y en sus alas traerá salud; y saldréis, y creceréis como becerros de cebadero. Malachi 4:3 Y hollaréis a los malos, los cuales serán ceniza debajo de las plantas de vuestros pies en el día que yo hago, dijo Jehová de los ejércitos. Malachi 4:4 ¶ Acordáos de la ley de Moisés mi siervo, al cual encargué en Horeb ordenanzas y derechos sobre todo Israel. Malachi 4:5 ¶ He aquí que yo os envío a Elías el profeta, antes que venga el día de Jehová grande y terrible. Malachi 4:6 Él convertirá el corazón de los padres a los hijos, y el corazón de los hijos a los padres; porque yo no venga, y hiera la tierra con destrucción.
[ Testament 2 Heading ] Matthew 0:0
Matthew 1:0 Matthew 1:1 Libro de la generación de Jesu Cristo, hijo de David, hijo de Abraham. Matthew 1:2 Abraham engendró a Isaac; e Isaac engendró a Jacob; y Jacob engendró a Júdas, y a sus hermanos; Matthew 1:3 Y Júdas engendró de Tamar a Fares y a Zara; y Fares engendró a Esrom; y Esrom engendró a Aram; Matthew 1:4 Y Aram engendró a Aminadab; y Aminadab engendró a Naasón; y Naasón engendró a Salmón; Matthew 1:5 Y Salmón engendró de Raab a Booz; y Booz engendró de Rut a Obed; y Obed engendró a Jessé; Matthew 1:6 Y Jessé engendró al rey David; y el rey David engendró a Salomón de la que fue mujer de Urías; Matthew 1:7 Y Salomón engendró a Roboam; y Roboam engendró a Abia; y Abia engendró a Asa; Matthew 1:8 Y Asa engendró a Josafat; y Josafat engendró a Joram; y Joram engendró a Ozías; Matthew 1:9 Y Ozías engendró a Joatam; y Joatam engendró a Acaz; y Acaz engendró a Ezequías; Matthew 1:10 Y Ezequías engendró a Manasés; y Manasés engendró a Amón; y Amón engendró a Josías; Matthew 1:11 Y Josías engendró [a Joacim; y Joacim engendró] a Jeconías y a sus hermanos, en la transmigración de Babilonia; Matthew 1:12 Y después de la transmigración de Babilonia, Jeconías engendró a Salatiel; y Salatiel engendró a Zorobabel; Matthew 1:13 Y Zorobabel engendró a Abiud; y Abiud engendró a Eliacim; y Eliacim engendró a Azor; Matthew 1:14 Y Azor engendró a Sadoc; y Sadoc engendró a Akim; y Akim engendró a Eliud; Matthew 1:15 Y Eliud engendró a Eleazar; y Eleazar engendró a Matan; y Matan engendró a Jacob; Matthew 1:16 Y Jacob engendró a José marido de María, de la cual nació Jesús, el cual es llamado el Cristo. Matthew 1:17 De manera que todas las generaciones desde Abraham hasta David, son catorce generaciones; y desde David hasta la transmigración de Babilonia, catorce generaciones; y desde la transmigración de Babilonia hasta Cristo, catorce generaciones. Matthew 1:18 ¶ Y el nacimiento de Jesu Cristo fue así: Que estando María su madre desposada con José, antes que hubiesen estado juntos, se halló haber concebido del Espíritu Santo. Matthew 1:19 Y José su marido, como era justo, y no quisiese exponerla a la infamia, quiso dejarla secretamente. Matthew 1:20 Y pensando él en esto, he aquí, que el ángel del Señor le aparece en sueños, diciendo: José, hijo de David, no temas de recibir a María tu mujer; porque lo que en ella es engendrado, del Espíritu Santo es. Matthew 1:21 Y parirá un hijo, y llamarás su nombre Jesús: porque él salvará a su pueblo de sus pecados. Matthew 1:22 Todo esto aconteció para que se cumpliese lo que había hablado el Señor por el profeta, que dijo: Matthew 1:23 He aquí, una virgen concebirá, y parirá un hijo, y llamarán su nombre Emmanuel, que interpretado quiere decir: Dios con nosotros. Matthew 1:24 Y despertado José del sueño; hizo como el ángel del Señor le había mandado, y recibió a su mujer. Matthew 1:25 Y no la conoció hasta que parió a su Hijo primogénito; y llamó su nombre Jesús. Matthew 2:0 Matthew 2:1 Y como fue nacido Jesús en Belén de Judea en días del rey Heródes, he aquí, que Magos vinieron del oriente a Jerusalem, Matthew 2:2 Diciendo: ¿Dónde está el rey de los Judíos, que ha nacido? Porque su estrella hemos visto en el oriente, y venimos a adorarle. Matthew 2:3 Y oyendo esto el rey Heródes se turbó, y toda Jerusalem con él. Matthew 2:4 Y convocados todos los príncipes de los sacerdotes, y los escribas del pueblo, les preguntó donde había de nacer el Cristo. Matthew 2:5 Y ellos le dijeron: En Belén de Judea; porque así está escrito por el profeta: Matthew 2:6 Y tú, Belén, tierra de Judá, no eres muy pequeña entre los príncipes de Judá; porque de ti saldrá el Caudillo, que apacentará a mi pueblo Israel. Matthew 2:7 Entonces Heródes, llamados los Magos en secreto, entendió de ellos diligentemente el tiempo del aparecimiento de la estrella. Matthew 2:8 Y enviándoles a Belén, dijo: Andád allá, y preguntád con diligencia por el niño; y después que le hallareis, hacédmelo saber, para que yo venga y le adore. Matthew 2:9 Y ellos, habiendo oído al rey, se fueron; y he aquí, que la estrella, que habían visto en el oriente, iba delante de ellos, hasta que llegando, se puso sobre donde estaba el niño. Matthew 2:10 Y vista la estrella, se regocijaron mucho de gran gozo. Matthew 2:11 Y entrando en la casa, hallaron al niño con su madre María, y postrándose, le adoraron, y abriendo sus tesoros, le ofrecieron dones, oro, e incienso, y mirra. Matthew 2:12 ¶ Y siendo avisados por revelación en sueños, que no volviesen a Heródes, se volvieron a su tierra por otro camino. Matthew 2:13 Y partidos ellos, he aquí, el ángel del Señor aparece en sueños a José, diciendo: Levántate, y toma al niño, y a su madre, y huye a Egipto, y estáte allá, hasta que yo te lo diga; porque ha de acontecer que Heródes buscará al niño para matarle. Matthew 2:14 Y levantándose él, tomó al niño y a su madre de noche, y se fue a Egipto; Matthew 2:15 Y estuvo allá hasta la muerte de Heródes, para que se cumpliese lo que había hablado el Señor por el profeta, que dijo: De Egipto llamé a mi Hijo. Matthew 2:16 ¶ Heródes entonces, como se vio burlado de los Magos, se enojó mucho; y envió, y mató todos los niños que había en Belén, y en todos sus términos, de edad de dos años abajo, conforme al tiempo que había entendido de los Magos. Matthew 2:17 Entonces se cumplió lo que fue dicho por el profeta Jeremías, que dijo: Matthew 2:18 Voz fue oída en Rama, lamentación, y lloro, y gemido grande: Raquel que llora sus hijos, y no quiso ser consolada, porque perecieron. Matthew 2:19 ¶ Mas muerto Heródes, he aquí, el ángel del Señor aparece en sueños a José en Egipto, Matthew 2:20 Diciendo: Levántate, y toma al niño, y a su madre, y vete a tierra de Israel; que muertos son los que procuraban la muerte del niño. Matthew 2:21 Entonces él se levantó, y tomó al niño, y a su madre, y vínose a tierra de Israel. Matthew 2:22 Y oyendo que Arquelao reinaba en Judea por Heródes su padre, tuvo temor de ir allá; mas amonestado por revelación en sueños, se fue a las partes de Galilea. Matthew 2:23 Y vino, y habitó en la ciudad que se llama Nazaret; para que se cumpliese lo que fue dicho por los profetas, que había de ser llamado Nazareno. Matthew 3:0 Matthew 3:1 Y en aquellos días vino Juan el Bautista, predicando en el desierto de Judea, Matthew 3:2 Y diciendo: Arrepentíos; que el reino de los cielos se acerca. Matthew 3:3 Porque éste es aquel del cual fue dicho por el profeta Isaías, que dijo: Voz del que clama en el desierto: Aparejád el camino del Señor: enderezád sus veredas. Matthew 3:4 Y tenía Juan su vestido de pelos de camellos, y una cinta de cuero al rededor de sus lomos; y su comida era langostas, y miel montés. Matthew 3:5 Entonces salía a él Jerusalem, y toda Judea, y toda la provincia de al derredor del Jordán, Matthew 3:6 Y eran bautizados por él en el Jordán, confesando sus pecados. Matthew 3:7 Y viendo él muchos de los Fariseos y de los Saduceos, que venían a su bautismo, les decía: Generación de víboras, ¿quién os ha enseñado a huir de la ira que vendrá? Matthew 3:8 Hacéd pues frutos dignos de arrepentimiento. Matthew 3:9 Y no penséis en deciros: A Abraham tenemos por padre; porque yo os digo, que puede Dios despertar hijos a Abraham aun de estas piedras. Matthew 3:10 Ahora, ya también la hacha está puesta a la raíz de los árboles; y todo árbol que no hace buen fruto, es cortado, y echado en el fuego. Matthew 3:11 Yo a la verdad os bautizo en agua para arrepentimiento; mas el que viene en pos de mí, más poderoso es que yo; los zapatos del cual yo no soy digno de llevar; él os bautizará con Espíritu Santo y fuego. Matthew 3:12 Su aventador está en su mano, y aventará su era, y allegará su trigo en el alfolí, y quemará la paja en fuego que nunca se apagará. Matthew 3:13 ¶ Entonces Jesús vino de Galilea a Juan al Jordán, para ser bautizado por él. Matthew 3:14 Mas Juan le resistía mucho, diciendo: Yo he menester de ser bautizado por ti, ¿y tú vienes a mí? Matthew 3:15 Empero respondiendo Jesús le dijo: Deja ahora; porque así nos conviene cumplir toda justicia. Entonces le dejó. Matthew 3:16 Y Jesús después que fue bautizado, subió luego del agua, y, he aquí, los cielos le fueron abiertos, y vio al Espíritu de Dios que descendía como paloma, y venía sobre él; Matthew 3:17 Y, he aquí, una voz de los cielos que decía: Este es mi hijo amado, en el cual tengo contentamiento. Matthew 4:0 Matthew 4:1 Entonces Jesús fue llevado por el Espíritu al desierto, para ser tentado del diablo. Matthew 4:2 Y habiendo ayunado cuarenta días y cuarenta noches, después tuvo hambre. Matthew 4:3 Y llegándose a él el tentador, dijo: Si eres Hijo de Dios, di que estas piedras se hagan pan. Matthew 4:4 Mas él respondiendo, dijo: Escrito está: No con solo el pan vivirá el hombre; mas con toda palabra que sale por la boca de Dios. Matthew 4:5 Entonces el diablo le pasa a la santa ciudad; y le puso sobre las almenas del templo, Matthew 4:6 Y le dijo: Si eres Hijo de Dios, échate de aquí abajo: que escrito está: Que a sus ángeles te encomendará; y te alzarán en sus manos, para que nunca hieras tu pie en piedra. Matthew 4:7 Jesús le dijo: También está escrito: No tentarás al Señor tu Dios. Matthew 4:8 Otra vez le pasa el diablo a un monte muy alto, y le muestra todos los reinos del mundo, y su gloria, Matthew 4:9 Y le dice: Todo esto te daré, si postrado me adorares. Matthew 4:10 Entonces Jesús le dice: Vete, Satanás; que escrito está: Al Señor tu Dios adorarás, y a él solo servirás. Matthew 4:11 El diablo entonces le dejó: y, he aquí, los ángeles llegaron, y le servían. Matthew 4:12 ¶ Mas oyendo Jesús que Juan estaba preso, se volvió a Galilea; Matthew 4:13 Y dejando a Nazaret, vino, y habitó en Capernaum, ciudad marítima, en los confines de Zabulón y de Neftalím; Matthew 4:14 Para que se cumpliese lo que fue dicho por el profeta Isaías, que dijo: Matthew 4:15 La tierra de Zabulón, y la tierra de Neftalím, camino de la mar, de la otra parte del Jordán, Galilea de los Gentiles, Matthew 4:16 Pueblo asentado en tinieblas, vio gran luz, y a los asentados en región y sombra de muerte, luz les esclareció. Matthew 4:17 Desde entonces comenzó Jesús a predicar, y a decir: Arrepentíos; que el reino de los cielos se ha acercado. Matthew 4:18 ¶ Y andando Jesús junto a la mar de Galilea vio a dos hermanos, Simón, que es llamado Pedro, y Andrés su hermano, que echaban la red en la mar; porque eran pescadores. Matthew 4:19 Y díceles: Veníd en pos de mí, y haceros he pescadores de hombres. Matthew 4:20 Ellos entonces, dejando luego las redes, le siguieron. Matthew 4:21 Y pasando de allí, vio otros dos hermanos, Santiago, hijo de Zebedeo, y Juan su hermano, en la nave con Zebedeo su padre, que remendaban sus redes; y los llamó. Matthew 4:22 Y ellos luego, dejando la nave, y a su padre, le siguieron. Matthew 4:23 Y rodeó Jesús a toda Galilea enseñando en las sinagogas de ellos, y predicando el evangelio del reino, y sanando toda enfermedad, y toda dolencia en el pueblo. Matthew 4:24 Y corría su fama por toda la Siria; y traían a él todos los que tenían mal, los tomados de diversas enfermedades y tormentos, y los endemoniados, y lunáticos, y paralíticos; y los sanaba. Matthew 4:25 Y le seguían grandes multitudes de pueblo de Galilea, y de Decápolis, y de Jerusalem, y de Judea, y de la otra parte del Jordán. Matthew 5:0 Matthew 5:1 Y viendo Jesús las multitudes, subió a un monte; y sentándose él, se llegaron a él sus discípulos. Matthew 5:2 Y abriendo él su boca, les enseñaba, diciendo: Matthew 5:3 Bienaventurados los pobres en espíritu; porque de ellos es el reino de los cielos. Matthew 5:4 Bienaventurados los tristes; porque ellos recibirán consolación. Matthew 5:5 Bienaventurados los mansos; porque ellos recibirán la tierra por heredad. Matthew 5:6 Bienaventurados los que tienen hambre y sed de justicia; porque ellos serán hartos. Matthew 5:7 Bienaventurados los misericordiosos; porque ellos alcanzarán misericordia. Matthew 5:8 Bienaventurados los de limpio corazón; porque ellos verán a Dios. Matthew 5:9 Bienaventurados los pacificadores; porque ellos serán llamados hijos de Dios. Matthew 5:10 Bienaventurados los que padecen persecución por causa de la justicia; porque de ellos es el reino de los cielos. Matthew 5:11 Bienaventurados sois, cuando os maldijeren, y os persiguieren, y dijeren de vosotros todo mal por mi causa, mintiendo. Matthew 5:12 Regocijáos y alegráos; porque vuestro galardón es grande en los cielos; que así persiguieron a los profetas que fueron antes de vosotros. Matthew 5:13 ¶ Vosotros sois la sal de la tierra; y si la sal perdiere su sabor, ¿con qué será salada? no vale más para nada; sino que sea echada fuera, y sea hollada de los hombres. Matthew 5:14 Vosotros sois la luz del mundo. La ciudad asentada sobre el monte no se puede esconder. Matthew 5:15 Ni se enciende la luz, y se pone debajo de un almud, sino en el candelero, y alumbra a todos los que están en casa. Matthew 5:16 Así pues alumbre vuestra luz delante de los hombres, para que vean vuestras obras buenas, y glorifiquen a vuestro Padre que está en los cielos. Matthew 5:17 ¶ No penséis que he venido para invalidar la ley, o los profetas: no he venido para invalidarlos, sino para cumplirlos. Matthew 5:18 Porque de cierto os digo, que hasta que perezca el cielo y la tierra, ni una jota, ni un tilde perecerá de la ley, sin que todas las cosas sean cumplidas. Matthew 5:19 De manera que cualquiera que quebrantare uno de estos mandamientos muy pequeños, y así enseñare a los hombres, muy pequeño será llamado en el reino de los cielos; mas cualquiera que los hiciere, y enseñare, éste será llamado grande en el reino de los cielos. Matthew 5:20 Porque yo os digo, que si vuestra justicia no fuere mayor que la de los escribas y de los Fariseos, no entraréis en el reino de los cielos. Matthew 5:21 ¶ Oísteis que fue dicho a los antiguos: No matarás; mas cualquiera que matare, estará expuesto a juicio. Matthew 5:22 Yo pues os digo, que cualquiera que se enojare sin razón con su hermano, estará expuesto a juicio; y cualquiera que dijere a su hermano: Raca, estará expuesto al concilio; y cualquiera que a su hermano dijere: Insensato, estará expuesto al fuego del infierno. Matthew 5:23 Por tanto si trajeres tu presente al altar, y allí te acordares, que tu hermano tiene algo contra ti, Matthew 5:24 Deja allí tu presente delante del altar, y vé: vuelve primero en amistad con tu hermano, y entonces vé, y ofrece tu presente. Matthew 5:25 Pónte de acuerdo con tu adversario presto, entre tanto que estás con él en el camino; porque no acontezca que el adversario te entregue al juez, y el juez te entregue al ministro; y seas echado en prisión. Matthew 5:26 De cierto te digo, que no saldrás de allí, hasta que pagues el postrer cornado. Matthew 5:27 ¶ Oísteis que fue dicho a los antiguos: No cometerás adulterio: Matthew 5:28 Yo pues os digo, que cualquiera que mira a una mujer para codiciarla, ya adulteró con ella en su corazón. Matthew 5:29 Por tanto si tu ojo derecho te fuere ocasión de caer, sácale, y échale de ti; que mejor te es, que se pierda uno de tus miembros, que no que todo tu cuerpo sea echado al infierno. Matthew 5:30 Y si tu mano derecha te fuere ocasión de caer, córtala, y échala de ti: que mejor te es, que se pierda uno de tus miembros, que no que todo tu cuerpo sea echado al infierno. Matthew 5:31 ¶ También fue dicho: Cualquiera que despidiere a su mujer, déle carta de divorcio. Matthew 5:32 Mas yo os digo, que el que despidiere a su mujer, a no ser por causa de fornicación, hace que ella adultere; y el que se casare con la despedida, comete adulterio. Matthew 5:33 ¶ También oísteis que fue dicho a los antiguos: No te perjurarás; mas cumplirás al Señor tus juramentos. Matthew 5:34 Yo pues os digo: No juréis en ninguna manera; ni por el cielo, porque es el trono de Dios; Matthew 5:35 Ni por la tierra, porque es el estrado de sus pies; ni por Jerusalem, porque es la ciudad del gran Rey. Matthew 5:36 Ni por tu cabeza jurarás; porque no puedes hacer un cabello blanco o negro. Matthew 5:37 Mas sea vuestro hablar, Sí, sí: No, no; porque lo que es más de esto, de mal procede. Matthew 5:38 ¶ Oísteis que fue dicho a los antiguos: Ojo por ojo; y diente por diente: Matthew 5:39 Mas yo os digo: que no resistáis al mal: antes a cualquiera que te hiriere en tu mejilla derecha, vuélvele también la otra. Matthew 5:40 Y al que quisiere ponerte a pleito, y tomarte tu ropa, déjale también la capa. Matthew 5:41 Y a cualquiera que te forzare a ir una milla, ve con él dos. Matthew 5:42 Al que te pidiere, dále; y al que quisiere tomar de ti prestado, no le rehúses. Matthew 5:43 ¶ Oísteis que fue dicho: Amarás a tu prójimo; y aborrecerás a tu enemigo. Matthew 5:44 Yo pues os digo: Amád a vuestros enemigos: bendecíd a los que os maldicen: hacéd bien a los que os aborrecen, y orád por los que os calumnian y os persiguen; Matthew 5:45 Para que seáis hijos de vuestro Padre que está en los cielos: que hace que su sol salga sobre malos y buenos; y llueve sobre justos e injustos. Matthew 5:46 Porque si amareis a los que os aman, ¿qué galardón tendréis? ¿No hacen también lo mismo los publicanos? Matthew 5:47 Y si saludareis a vuestros hermanos solamente, ¿qué hacéis de más? ¿No hacen también así los publicanos? Matthew 5:48 Sed pues vosotros perfectos, como vuestro Padre que está en los cielos es perfecto. Matthew 6:0 Matthew 6:1 Mirád que no hagáis vuestra limosna delante de los hombres, para que seáis mirados de ellos: de otra manera no tenéis galardón de vuestro Padre que está en los cielos. Matthew 6:2 Pues cuando haces limosna, no hagas tocar trompeta delante de ti, como hacen los hipócritas en las sinagogas, y en las plazas, para ser estimados de los hombres: de cierto os digo que ya tienen su galardón. Matthew 6:3 Mas cuando tú haces limosna, no sepa tu izquierda lo que hace tu derecha. Matthew 6:4 Que sea tu limosna en secreto; y tu Padre, que ve en lo secreto, él te recompensará en lo público. Matthew 6:5 ¶ Y cuando orares, no seas como los hipócritas; porque ellos aman el orar en las sinagogas, y en las esquinas de las calles en pie; para que sean vistos. De cierto que ya tienen su galardón. Matthew 6:6 Mas tú, cuando orares, entra en tu cámara, y cerrada tu puerta, ora a tu Padre que está en lo escondido; y tu Padre, que ve en lo escondido, te recompensará en lo público. Matthew 6:7 Y orando, no habléis inútilmente, como los paganos, que piensan que por su parlería serán oídos. Matthew 6:8 No os hagáis pues semejantes a ellos; porque vuestro Padre sabe de que cosas tenéis necesidad, antes que vosotros le pidáis. Matthew 6:9 Vosotros, pues, oraréis así: Padre nuestro, que estás en los cielos: sea santificado tu nombre. Matthew 6:10 Venga tu reino: sea hecha tu voluntad, como en el cielo, así también en la tierra. Matthew 6:11 Dános hoy nuestro pan cotidiano. Matthew 6:12 Y perdónanos nuestras deudas, como también nosotros perdonamos a nuestros deudores. Matthew 6:13 Y no nos metas en tentación, mas líbranos de mal; porque tuyo es el reino, y el poder, y la gloria, por todos los siglos. Amén. Matthew 6:14 Porque si perdonareis a los hombres sus ofensas, os perdonará también a vosotros vuestro Padre celestial. Matthew 6:15 Mas si no perdonareis a los hombres sus ofensas, tampoco vuestro Padre os perdonará vuestras ofensas. Matthew 6:16 ¶ Y cuando ayunáis, no seáis como los hipócritas, austeros: que demudan sus rostros para parecer a los hombres que ayunan. De cierto os digo, que ya tienen su galardón. Matthew 6:17 Mas tú, cuando ayunas, unge tu cabeza, y lava tu rostro, Matthew 6:18 Para no parecer a los hombres que ayunas, sino a tu Padre que está en lo escondido; y tu Padre que ve en lo escondido, te recompensará en lo público. Matthew 6:19 ¶ No hagáis tesoros en la tierra, donde la polilla y el orín corrompe, y donde ladrones minan, y hurtan; Matthew 6:20 Mas hacéos tesoros en el cielo, donde ni polilla ni orín corrompe, y donde ladrones no minan, ni hurtan. Matthew 6:21 Porque donde estuviere vuestro tesoro, allí estará vuestro corazón. Matthew 6:22 La luz del cuerpo es el ojo: así que si tu ojo fuere sincero, todo tu cuerpo será luminoso. Matthew 6:23 Mas si tu ojo fuere malo, todo tu cuerpo será tenebroso. Así que si la luz que en ti hay, son tinieblas, ¿cuántas serán las mismas tinieblas? Matthew 6:24 Ninguno puede servir a dos señores; porque o aborrecerá al uno, y amará al otro; o se llegará al uno, y menospreciará al otro. No podéis servir a Dios, y a las riquezas. Matthew 6:25 Por tanto os digo: No os congojéis por vuestra vida, qué habéis de comer, o qué habéis de beber; ni por vuestro cuerpo, qué habéis de vestir. ¿La vida no es más que el alimento, y el cuerpo que el vestido? Matthew 6:26 Mirád a las aves del cielo, que no siembran, ni siegan, ni allegan en alfolíes; y vuestro Padre celestial las alimenta. ¿No sois vosotros mucho mejores que ellas? Matthew 6:27 ¿Mas quién de vosotros, por mucho que se congoje, podrá añadir a su estatura un codo? Matthew 6:28 Y por el vestido, ¿por qué os congojáis? Aprendéd de los lirios del campo, como crecen: no trabajan, ni hilan: Matthew 6:29 Mas os digo, que ni aun Salomón con toda su gloria fue vestido así como uno de ellos. Matthew 6:30 Y si la yerba del campo, que hoy es, y mañana es echada en el horno, Dios la viste así, ¿no hará mucho más a vosotros, hombres de poca fe? Matthew 6:31 No os congojéis, pues, diciendo: ¿Qué comeremos, o qué beberemos, o con qué nos cubriremos? Matthew 6:32 (Porque los Gentiles buscan todas estas cosas;) porque vuestro Padre celestial sabe que de todas estas cosas tenéis necesidad. Matthew 6:33 Mas buscád primeramente el reino de Dios, y su justicia; y todas estas cosas os serán añadidas. Matthew 6:34 Así que, no os congojéis por lo de mañana; que el mañana traerá su congoja: basta al día su aflicción. Matthew 7:0 Matthew 7:1 No juzguéis; porque también no seáis juzgados. Matthew 7:2 Porque con el juicio con que juzgáis, seréis juzgados; y con la medida que medís, con ella os volverán a medir. Matthew 7:3 Y ¿por qué miras la arista que está en el ojo de tu hermano; y no echas de ver la viga que está en tu ojo? Matthew 7:4 O ¿cómo dirás a tu hermano: Deja, echaré de tu ojo la arista; y, he aquí, una viga en tu ojo? Matthew 7:5 ¡Hipócrita! echa primero la viga de tu ojo; y entonces verás claramente para echar la arista del ojo de tu hermano. Matthew 7:6 No deis lo santo a los perros; ni echéis vuestras perlas delante de los puercos; porque no las rehuellen con sus pies, y vuelvan, y os despedacen. Matthew 7:7 ¶ Pedíd, y se os dará: buscád, y hallaréis; llamád, y se os abrirá. Matthew 7:8 Porque cualquiera que pide, recibe; y el que busca, halla; y al que llama, se le abrirá. Matthew 7:9 ¿Qué hombre hay de vosotros, a quien si su hijo pidiere pan, le dará una piedra? Matthew 7:10 ¿O si le pidiere un pez, le dará una serpiente? Matthew 7:11 Pues, si vosotros, siendo malos, sabéis dar buenas dádivas a vuestros hijos, vuestro Padre que está en los cielos, ¿cuánto más dará buenas cosas a los que le piden? Matthew 7:12 ¶ Así que, todas las cosas que querríais que los hombres hiciesen con vosotros, así también hacéd vosotros con ellos; porque esta es la ley, y los profetas. Matthew 7:13 ¶ Entrád por la puerta estrecha; porque ancha es la puerta, y espacioso el camino que lleva a perdición; y los que van por él, son muchos. Matthew 7:14 Porque la puerta es estrecha, y angosto el camino que lleva a la vida; y pocos son los que lo hallan. Matthew 7:15 ¶ Guardáos de los falsos profetas, que vienen a vosotros con vestidos de ovejas; mas interiormente son lobos robadores. Matthew 7:16 Por sus frutos los conoceréis. ¿Cógense uvas de los espinos, o higos de las cambroneras? Matthew 7:17 De esta manera, todo buen árbol lleva buenos frutos; mas el árbol carcomido lleva malos frutos. Matthew 7:18 No puede el buen árbol llevar malos frutos; ni el árbol carcomido llevar buenos frutos. Matthew 7:19 Todo árbol que no lleva buen fruto, córtase, y échase en el fuego. Matthew 7:20 Así que por sus frutos los conoceréis. Matthew 7:21 No cualquiera que me dice: Señor, Señor, entrará en el reino de los cielos; mas el que hiciere la voluntad de mi Padre que está en los cielos. Matthew 7:22 Muchos me dirán en aquel día: Señor, Señor, ¿no profetizamos en tu nombre, y en tu nombre echamos demonios, y en tu nombre hicimos muchas grandezas? Matthew 7:23 Y entonces les confesaré: Nunca os conocí: apartáos de mí, obradores de maldad. Matthew 7:24 ¶ Pues, cualquiera que me oye estas palabras, y las hace, compararle he al varón prudente que edificó su casa sobre roca: Matthew 7:25 Y descendió lluvia, y vinieron ríos, y soplaron vientos, y combatieron aquella casa, y no cayó; porque estaba fundada sobre roca. Matthew 7:26 Y cualquiera que me oye estas palabras, y no las hace, compararle he al varón insensato, que edificó su casa sobre arena: Matthew 7:27 Y descendió lluvia, y vinieron ríos, y soplaron vientos, e hicieron ímpetu en aquella casa, y cayó; y fue su ruina grande. Matthew 7:28 Y fue que como Jesús acabó estas palabras, las gentes se espantaban de su doctrina: Matthew 7:29 Porque los enseñaba como quien tiene autoridad, y no como los escribas. Matthew 8:0 Matthew 8:1 Y como descendió Jesús del monte, seguíanle grandes multitudes. Matthew 8:2 Y, he aquí, un leproso vino, y le adoró, diciendo: Señor, si quisieres, puedes limpiarme. Matthew 8:3 Y extendiendo Jesús su mano, le tocó, diciendo: Quiero: sé limpio. Y luego su lepra fue limpiada. Matthew 8:4 Entonces Jesús le dijo: Mira, no lo digas a nadie; mas vé, muéstrate al sacerdote, y ofrece el presente que mandó Moisés, para que les conste. Matthew 8:5 ¶ Y entrando Jesús en Capernaum, vino a él un centurión, rogándole, Matthew 8:6 Y diciendo: Señor, mi criado está echado en casa paralítico, gravemente atormentado. Matthew 8:7 Y Jesús le dijo: Yo vendré, y le sanaré. Matthew 8:8 Y respondió el centurión, y dijo: Señor, no soy digno que entres debajo de mi techumbre; mas solamente di con la palabra, y mi criado sanará. Matthew 8:9 Porque también yo soy hombre debajo de potestad; y tengo debajo de mi potestad soldados; y digo a éste: Vé, y va; y al otro: Ven, y viene; y a mi siervo: Haz esto, y lo hace. Matthew 8:10 Y oyéndolo Jesús, se maravilló; y dijo a los que le seguían: De cierto os digo, que ni aun en Israel he hallado tanta fe. Matthew 8:11 Y yo os digo, que vendrán muchos del oriente, y del occidente, y se asentarán con Abraham, e Isaac, y Jacob, en el reino de los cielos; Matthew 8:12 Mas los hijos del reino serán echados en las tinieblas de afuera: allí será el llanto, y el crujir de dientes. Matthew 8:13 Entonces Jesús dijo al centurión: Vé, y como creíste, así sea hecho contigo. Y su criado fue sano en el mismo momento. Matthew 8:14 ¶ Y vino Jesús a casa de Pedro, y vio a su suegra echada en la cama, y con fiebre. Matthew 8:15 Y tocó su mano, y la fiebre la dejó; y ella se levantó, y les servía. Matthew 8:16 Y como fue ya tarde, trajeron a él muchos endemoniados, y echó de ellos los demonios con su palabra, y sanó todos los enfermos; Matthew 8:17 Para que se cumpliese lo que fue dicho por el profeta Isaías, que dijo: El tomó nuestras enfermedades, y llevó nuestras dolencias. Matthew 8:18 ¶ Y viendo Jesús grandes multitudes al rededor de sí, mandó que se fuesen a la otra parte del lago. Matthew 8:19 Y llegóse un escriba, y díjole: Maestro, seguirte he donde quiera que fueres. Matthew 8:20 Y Jesús le dijo: Las zorras tienen cavernas, y las aves del cielo nidos; mas el Hijo del hombre no tiene donde recostar su cabeza. Matthew 8:21 Y otro de sus discípulos le dijo: Señor, dáme licencia que vaya primero, y entierre a mi padre. Matthew 8:22 Y Jesús le dijo: Sígueme, y deja que los muertos entierren a sus muertos. Matthew 8:23 ¶ Y entrando él en una nave, sus discípulos le siguieron. Matthew 8:24 Y, he aquí, fue hecho en la mar un gran movimiento, de manera que la nave se cubría de las ondas; y él dormía. Matthew 8:25 Y llegándose sus discípulos le despertaron, diciendo: Señor, sálvanos, perecemos. Matthew 8:26 Y él les dice: ¿Por qué teméis, hombres de poca fe? Entonces levantado reprendió a los vientos y a la mar; y fue grande bonanza. Matthew 8:27 Y los hombres se maravillaron, diciendo: ¿Qué hombre es éste, que aun los vientos y la mar le obedecen? Matthew 8:28 ¶ Y como él llegó a la otra parte en el territorio de los Gergesenos; le vinieron al encuentro dos endemoniados que salían de los sepulcros, fieros en gran manera, así que nadie podía pasar por aquel camino. Matthew 8:29 Y, he aquí, clamaron, diciendo: ¿Qué tenemos contigo, Jesús, Hijo de Dios? ¿Has venido ya acá a molestarnos antes de tiempo? Matthew 8:30 Y estaba lejos de ellos un hato de muchos puercos paciendo. Matthew 8:31 Y los demonios le rogaron, diciendo: Si nos echas, permítenos que vayamos en aquel hato de puercos. Matthew 8:32 Y él les dijo: Id. Y ellos salidos, se fueron al hato de los puercos; y, he aquí, todo el hato de los puercos se precipitó de un despeñadero en la mar; y murieron en las aguas. Matthew 8:33 Y los porqueros huyeron, y viniendo a la ciudad, contaron todas las cosas, y lo que había pasado con los endemoniados. Matthew 8:34 Y, he aquí, toda la ciudad salió a encontrar a Jesús; y cuando le vieron, le rogaban que se fuese de sus términos. Matthew 9:0 Matthew 9:1 Entonces entrando en una nave, pasó a la otra parte, y vino a su ciudad. Matthew 9:2 Y, he aquí, le trajeron un paralítico echado en una cama; y viendo Jesús la fe de ellos, dijo al paralítico: Confía, hijo; tus pecados te son perdonados. Matthew 9:3 Y, he aquí, algunos de los escribas decían dentro de sí: Este blasfema. Matthew 9:4 Y viendo Jesús sus pensamientos, dijo: ¿Por qué pensáis mal en vuestros corazones? Matthew 9:5 ¿Cuál es más fácil, decir: Los pecados te son perdonados; o decir: Levántate, y anda? Matthew 9:6 Pues para que sepáis que el Hijo del hombre tiene potestad en la tierra de perdonar pecados, (dice entonces al paralítico:) Levántate, toma tu cama, y vete a tu casa. Matthew 9:7 Entonces él se levantó, y se fue a su casa. Matthew 9:8 Y las gentes viéndolo, se maravillaron, y glorificaron a Dios, que hubiese dado tal potestad a hombres. Matthew 9:9 ¶ Y pasando Jesús de allí, vio a un hombre, que estaba sentado al banco de los tributos, el cual se llamaba Mateo, y dícele: Sígueme. Y se levantó, y le siguió. Matthew 9:10 Y aconteció que estando él sentado a comer en la casa, he aquí, que muchos publicanos y pecadores, que habían venido, se sentaron juntamente a la mesa con Jesús y sus discípulos. Matthew 9:11 Y viendo esto los Fariseos, dijeron a sus discípulos: ¿Por qué come vuestro Maestro con los publicanos y pecadores? Matthew 9:12 Y oyéndolo Jesús, les dijo: Los que están sanos, no tienen necesidad de médico; sino los enfermos. Matthew 9:13 Andád, antes aprendéd que cosa es: Misericordia quiero, y no sacrificio: Porque no he venido a llamar los justos, sino los pecadores a arrepentimiento. Matthew 9:14 ¶ Entonces los discípulos de Juan vienen a él, diciendo: ¿Por qué nosotros y los Fariseos ayunamos muchas veces, y tus discípulos no ayunan? Matthew 9:15 Y les dijo Jesús: ¿Pueden los que están de bodas tener luto entre tanto que el esposo está con ellos? Mas vendrán días, cuando el esposo será quitado de ellos, y entonces ayunarán. Matthew 9:16 Nadie echa remiendo de paño nuevo en vestido viejo; porque el tal remiendo tira del vestido, y se hace peor rotura. Matthew 9:17 Ni echan vino nuevo en cueros viejos; de otra manera los cueros se rompen, y el vino se derrama, y se pierden los cueros; mas echan el vino nuevo en cueros nuevos; y lo uno y lo otro se conserva juntamente. Matthew 9:18 ¶ Hablando él estas cosas a ellos, he aquí, cierto principal vino, y le adoró, diciendo: Mi hija es muerta poco ha; mas ven, y pon tu mano sobre ella, y vivirá. Matthew 9:19 Y se levantó Jesús, y le siguió, y sus discípulos. Matthew 9:20 Y, he aquí, una mujer enferma de flujo de sangre doce años había, llegándose por detrás, tocó la fimbria de su vestido; Matthew 9:21 Porque decía entre sí: Si tocare solamente su vestido, seré sana. Matthew 9:22 Mas Jesús volviéndose, y mirándola, dijo: Confía, hija, tu fe te ha sanado. Y la mujer fue sana desde aquella hora. Matthew 9:23 Y venido Jesús a casa del principal, viendo los tañedores de flautas, y el gentío que hacía bullicio, Matthew 9:24 Díceles: Apartáos, que la joven no es muerta; sino que duerme. Y se burlaban de él. Matthew 9:25 Y como la gente fue echada fuera, entró, y la tomó de la mano; y la joven se levantó. Matthew 9:26 Y salió esta fama por toda aquella tierra. Matthew 9:27 Y pasando Jesús de allí, le siguieron dos ciegos dando voces, y diciendo: Ten misericordia de nosotros, Hijo de David. Matthew 9:28 Y venido a casa, vinieron a él los ciegos; y Jesús les dice: ¿Creeis que puedo hacer esto? Ellos dicen: Sí, Señor. Matthew 9:29 Entonces tocó los ojos de ellos, diciendo: Conforme a vuestra fe os sea hecho. Matthew 9:30 Y los ojos de ellos fueron abiertos; y Jesús les encargó rigurosamente, diciendo: Mirád, que nadie lo sepa. Matthew 9:31 Mas ellos salidos, divulgaron su fama por toda aquella tierra. Matthew 9:32 ¶ Y saliendo ellos, he aquí, le trajeron un hombre mudo, endemoniado. Matthew 9:33 Y echado fuera el demonio, el mudo habló. Y las gentes se maravillaron, diciendo: Nunca ha sido vista cosa semejante en Israel. Matthew 9:34 Mas los Fariseos decían: Por el príncipe de los demonios echa fuera los demonios. Matthew 9:35 Y rodeaba Jesús por todas las ciudades y aldeas, enseñando en las sinagogas de ellos, y predicando el evangelio del reino, y sanando toda enfermedad, y toda dolencia en el pueblo. Matthew 9:36 Y viendo las multitudes, tuvo misericordia de ellas; que eran derramadas y esparcidas, como ovejas que no tienen pastor. Matthew 9:37 Entonces dice a sus discípulos: A la verdad la mies es mucha; mas los obreros, pocos. Matthew 9:38 Rogád pues al Señor de la mies, que envíe obreros a su mies. Matthew 10:0 Matthew 10:1 Entonces llamando a sus doce discípulos, les dio potestad contra los espíritus inmundos, para que los echasen fuera, y sanasen toda enfermedad, y toda dolencia. Matthew 10:2 Y los nombres de los doce Apóstoles son estos: El primero, Simón, que es llamado Pedro, y Andrés, su hermano: Santiago, hijo de Zebedeo, y Juan su hermano: Matthew 10:3 Felipe, y Bartolomé: Tomás, y Mateo el publicano: Santiago, hijo de Alfeo, y Lebeo, que tenía el sobrenombre de Tadeo: Matthew 10:4 Simón de Cana, y Júdas Iscariote, que también le entregó. Matthew 10:5 Estos doce envió Jesús, a los cuales dio mandamiento, diciendo: Por el camino de los Gentiles no iréis, y en ciudad de Samaritanos no entréis: Matthew 10:6 Mas íd antes a las ovejas perdidas de la casa de Israel. Matthew 10:7 Y yendo, predicád, diciendo: El reino de los cielos ha llegado. Matthew 10:8 Sanád enfermos, limpiád leprosos, resucitád muertos, echád fuera demonios: de gracia recibisteis, dad de gracia. Matthew 10:9 No proveáis oro, ni plata, ni dinero en vuestras bolsas, Matthew 10:10 Ni alforja para el camino, ni dos ropas de vestir, ni zapatos, ni bordón; porque el obrero digno es de su alimento. Matthew 10:11 Mas en cualquiera ciudad o aldea, donde entraréis, buscád con diligencia quien sea en ella digno, y morád allí hasta que salgáis. Matthew 10:12 Y entrando en la casa, saludádla. Matthew 10:13 Y si la casa fuere digna, que vuestra paz venga sobre ella; mas si no fuere digna, que vuestra paz vuelva sobre vosotros. Matthew 10:14 Y cualquiera que no os recibiere, ni oyere vuestras palabras, salíd de aquella casa o ciudad, y sacudíd el polvo de vuestros pies. Matthew 10:15 De cierto os digo: Que el castigo será más tolerable a la tierra de Sodoma, y de Gomorra en el día del juicio, que a aquella ciudad. Matthew 10:16 He aquí, yo os envió, como a ovejas en medio de lobos: sed pues prudentes como serpientes, y sencillos como palomas. Matthew 10:17 Y guardáos de los hombres; porque os entregarán a los concilios, y en sus sinagogas os azotarán. Matthew 10:18 Y aun ante gobernadores, y reyes seréis llevados por causa de mí, para testimonio contra ellos, y los Gentiles. Matthew 10:19 Mas cuando os entregaren, no os congojéis cómo, o qué habéis de hablar; porque en aquella hora os será dado que habléis. Matthew 10:20 Porque no sois vosotros los que habláis, sino el Espíritu de vuestro Padre, que habla en vosotros. Matthew 10:21 El hermano entregará al hermano a la muerte, y el padre al hijo; y los hijos se levantarán contra los padres, y los harán morir. Matthew 10:22 Y seréis aborrecidos de todos por causa de mi nombre; mas el que lo soportare hasta el fin, éste será salvo. Matthew 10:23 Mas cuando os persiguieren en esta ciudad, huid a la otra; porque de cierto os digo, que no acabaréis de andar todas las ciudades de Israel, que no venga el Hijo del hombre. Matthew 10:24 El discípulo no es más que su Maestro, ni el siervo más que su Señor. Matthew 10:25 Bástele al discípulo ser como su Maestro, y al siervo como su Señor: si al mismo padre de familias llamaron Belzebú, ¿cuánto más a los de su casa? Matthew 10:26 Así que no los temáis; porque nada hay encubierto, que no haya de ser manifestado; y nada oculto que no haya de saberse. Matthew 10:27 Lo que os digo en tinieblas, decídlo en luz; y lo que oís al oído, predicádlo desde los tejados. Matthew 10:28 Y no tengáis miedo de los que matan el cuerpo, mas al alma no pueden matar: teméd antes a aquel que puede destruir el alma y el cuerpo en el infierno. Matthew 10:29 ¿No se venden dos pajarillos por una blanca? Y uno de ellos no caerá a tierra sin vuestro Padre. Matthew 10:30 Y vuestros cabellos también, todos están contados. Matthew 10:31 No temáis pues: más valéis vosotros que muchos pajarillos. Matthew 10:32 Pues cualquiera que me confesare delante de los hombres, le confesaré yo también delante de mi Padre, que está en los cielos. Matthew 10:33 Y cualquiera que me negare delante de los hombres, le negaré yo también delante de mi Padre, que está en los cielos. Matthew 10:34 No penséis que he venido para meter paz en la tierra: no he venido para meter paz, sino espada. Matthew 10:35 Porque he venido para poner en disensión al hombre contra su padre, y a la hija contra su madre, y a la nuera contra su suegra. Matthew 10:36 Y los enemigos del hombre serán los de su casa. Matthew 10:37 El que ama a padre o a madre más que a mí, no es digno de mí; y el que ama a hijo o a hija más que a mí, no es digno de mí. Matthew 10:38 Y el que no toma su cruz y sigue en pos de mí, no es digno de mí. Matthew 10:39 El que hallare su vida, la perderá; y el que perdiere su vida por causa de mí, la hallará. Matthew 10:40 El que os recibe a vosotros, a mí recibe; y el que a mí recibe, recibe al que me envió. Matthew 10:41 El que recibe a un profeta en nombre de profeta, galardón de profeta recibirá; y el que recibe a un justo en nombre de justo, galardón de justo recibirá. Matthew 10:42 Y cualquiera que diere a uno de estos pequeñitos un jarro de agua fría solamente, en nombre de discípulo, de cierto os digo, que no perderá su galardón. Matthew 11:0 Matthew 11:1 Y aconteció, que acabando Jesús de dar mandamientos a sus doce discípulos, se fue de allí a enseñar y a predicar en las ciudades de ellos. Matthew 11:2 Y oyendo Juan en la prisión los hechos de Cristo, envióle dos de sus discípulos, Matthew 11:3 Diciendo: ¿Eres tú aquel que había de venir, o esperaremos a otro? Matthew 11:4 Y respondiendo Jesús, les dijo: Id, hacéd saber a Juan las cosas que oís y veis. Matthew 11:5 Los ciegos ven, y los cojos andan: los leprosos son limpiados, y los sordos oyen: los muertos son resucitados, y a los pobres es anunciado el evangelio. Matthew 11:6 Y bienaventurado es el que no fuere escandalizado en mí. Matthew 11:7 ¶ E idos ellos, comenzó Jesús a decir de Juan a las multitudes: ¿Qué salisteis a ver al desierto? ¿una caña que es meneada del viento? Matthew 11:8 O ¿qué salisteis a ver? ¿un hombre vestido de ropas delicadas? He aquí, los que traen ropas delicadas, en las casas de los reyes están. Matthew 11:9 O ¿qué salisteis a ver? ¿profeta? Ciertamente os digo, y más que profeta. Matthew 11:10 Porque éste es de quien está escrito: He aquí, yo envío mi mensajero delante de tu faz, que aparejará tu camino delante de ti. Matthew 11:11 De cierto os digo, que no se levantó entre los que nacen de mujeres otro mayor que Juan el Bautista: mas el que es muy pequeño en el reino de los cielos, mayor es que él. Matthew 11:12 Y desde los días de Juan el Bautista hasta ahora al reino de los cielos se hace fuerza; y los valientes lo arrebatan. Matthew 11:13 Porque todos los profetas, y la ley, hasta Juan profetizaron. Matthew 11:14 Y si queréis recibirlo, él es aquel Elías que había de venir. Matthew 11:15 El que tiene oídos para oír, oiga. Matthew 11:16 ¶ Mas ¿a quién compararé esta generación? Es semejante a los muchachos que se sientan en las plazas, y dan voces a sus compañeros, Matthew 11:17 Y dicen: Os tañimos flauta, y no bailasteis: os endechamos, y no lamentasteis. Matthew 11:18 Porque vino Juan que ni comía ni bebía, y dicen: Demonio tiene. Matthew 11:19 Vino el Hijo del hombre, que come y bebe, y dicen: He aquí un hombre comilón, y bebedor de vino, amigo de publicanos y de pecadores. Mas la sabiduría es justificada de sus hijos. Matthew 11:20 Entonces comenzó a zaherir a las ciudades en las cuales habían sido hechas muy muchas de sus maravillas, porque no se habían arrepentido, diciendo: Matthew 11:21 ¡Ay de ti, Corazín! ¡Ay de ti, Betsaida! porque si en Tiro y en Sidón se hubieran hecho las maravillas que han sido hechas en vosotras, ya mucho ha que se hubieran arrepentido en saco y en ceniza. Matthew 11:22 Por tanto yo os digo, que a Tiro y a Sidón será más tolerable el castigo en el día del juicio, que a vosotras. Matthew 11:23 Y tú, Capernaum, que eres levantada hasta el cielo, hasta los infiernos serás abajada; porque si en Sodoma se hubiesen hecho las maravillas que han sido hechas en ti, hubieran permanecido hasta el día de hoy. Matthew 11:24 Por tanto yo os digo, que a la tierra de Sodoma será más tolerable el castigo en el día del juicio, que a ti. Matthew 11:25 ¶ En aquel tiempo respondiendo Jesús, dijo: Gracias te doy, Padre, Señor del cielo y de la tierra, porque escondiste estas cosas a los sabios y entendidos, y las has revelado a los niños. Matthew 11:26 Así, Padre, pues que así agradó a tus ojos. Matthew 11:27 Todas las cosas me son entregadas por mi Padre; y nadie conoció al Hijo, sino el Padre: ni al Padre conoció alguno, sino el Hijo, y aquel a quien el Hijo le quisiere revelar. Matthew 11:28 Veníd a mí, todos los que estáis trabajados, y cargados, que yo os haré descansar. Matthew 11:29 Llevád mi yugo sobre vosotros, y aprendéd de mí, que soy manso y humilde de corazón; y hallaréis descanso para vuestras almas. Matthew 11:30 Porque mi yugo es suave, y ligera mi carga. Matthew 12:0 Matthew 12:1 En aquel tiempo iba Jesús por entre los panes en sábado; y sus discípulos tenían hambre, y comenzaron a coger espigas, y a comer. Matthew 12:2 Y viéndolo los Fariseos, le dijeron: He aquí, tus discípulos hacen lo que no es lícito hacer en sábado. Matthew 12:3 Y él les dijo: ¿No habéis leído, qué hizo David, teniendo hambre él, y los que estaban con él? Matthew 12:4 ¿Cómo entró en la casa de Dios, y comió los panes de la proposición, que no le era lícito comer de ellos, ni a los que estaban con él, sino a solos los sacerdotes? Matthew 12:5 O ¿no habéis leído en la ley, que los sábados en el templo los sacerdotes profanan el sábado, y son sin culpa? Matthew 12:6 Pues yo os digo, que uno mayor que el templo está aquí. Matthew 12:7 Mas si supieseis qué es: Misericordia quiero, y no sacrificio, no condenaríais a los inocentes. Matthew 12:8 Porque Señor es aun del sábado el Hijo del hombre. Matthew 12:9 ¶ Y partiéndose de allí, vino a la sinagoga de ellos. Matthew 12:10 Y, he aquí, había allí uno que tenía una mano seca; y le preguntaron, diciendo: ¿Es lícito curar en sábado? por acusarle. Matthew 12:11 Y él les dijo: ¿Qué hombre habrá de vosotros, que tenga una oveja, y si cayere esta en una fosa en sábado, no le eche mano, y la levante? Matthew 12:12 ¿Pues cuánto más vale un hombre que una oveja? Así que lícito es en los sábados hacer bien. Matthew 12:13 Entonces dijo a aquel hombre: Extiende tu mano. Y él la extendió, y le fue restituida sana como la otra. Matthew 12:14 Y salidos los Fariseos consultaron contra él para destruirle. Matthew 12:15 Mas sabiéndolo Jesús, se apartó de allí; y le siguieron grandes multitudes, y sanaba a todos. Matthew 12:16 Y él les mandó rigurosamente, que no le descubriesen; Matthew 12:17 Para que se cumpliese lo que estaba dicho por el profeta Isaías, que dijo: Matthew 12:18 He aquí mi siervo, al cual he escogido; mi amado, en el cual se agrada mi alma: pondré mi Espíritu sobre él, y a los Gentiles anunciará juicio. Matthew 12:19 No contenderá, ni voceará; ni nadie oirá en las calles su voz: Matthew 12:20 La caña cascada no quebrará; y el pábilo que humea no apagará, hasta que saque a victoria el juicio; Matthew 12:21 Y en su nombre esperarán los Gentiles. Matthew 12:22 ¶ Entonces fue traído a él un endemoniado, ciego y mudo; y le sanó, de tal manera que el ciego y mudo hablaba y veía. Matthew 12:23 Y todo el pueblo estaba fuera de sí, y decía: ¿Es éste aquel Hijo de David? Matthew 12:24 Mas los Fariseos, oyéndolo, decían: Este no echa fuera los demonios, sino por Belzebú, príncipe de los demonios. Matthew 12:25 Y Jesús, como sabía los pensamientos de ellos, les dijo: Todo reino dividido contra sí mismo es desolado; y toda ciudad o casa, dividida contra sí misma, no permanecerá. Matthew 12:26 Y si Satanás echa fuera a Satanás, contra sí mismo está dividido: ¿cómo, pues, permanecerá su reino? Matthew 12:27 Y si yo por Belzebú echo fuera los demonios, ¿vuestros hijos, por quién los echan? Por tanto ellos serán vuestros jueces. Matthew 12:28 Y si por el Espíritu de Dios yo echo fuera los demonios, ciertamente ha llegado a vosotros el reino de Dios. Matthew 12:29 Porque ¿cómo puede alguno entrar en la casa del valiente, y saquear sus alhajas, si primero no prendiere al valiente? y entonces saqueará su casa. Matthew 12:30 El que no es conmigo, contra mí es; y el que conmigo no coge, derrama. Matthew 12:31 Por tanto os digo: Todo pecado y blasfemia será perdonado a los hombres; mas la blasfemia del Espíritu no será perdonada a los hombres. Matthew 12:32 Y cualquiera que hablare contra el Hijo del hombre, le será perdonado; mas cualquiera que hablare contra el Espíritu Santo, no le será perdonado, ni en este siglo, ni en el venidero. Matthew 12:33 O hacéd el árbol bueno, y su fruto bueno; o hacéd el árbol carcomido, y su fruto podrido; porque por su fruto es conocido el árbol. Matthew 12:34 ¡O generación de víboras! ¿cómo podéis hablar bien, siendo malos? porque de la abundancia del corazón habla la boca. Matthew 12:35 El buen hombre del buen tesoro del corazón saca buenas cosas; y el mal hombre del mal tesoro saca malas cosas. Matthew 12:36 Mas yo os digo, que toda palabra ociosa que hablaren los hombres, de ella darán cuenta en el día del juicio. Matthew 12:37 Porque por tus palabras serás justificado, y por tus palabras serás condenado. Matthew 12:38 ¶ Entonces respondieron unos de los escribas y de los Fariseos, diciendo: Maestro, deseamos ver de ti señal. Matthew 12:39 Y él respondió, y les dijo: La generación mala y adulterina demanda señal; mas señal no le será dada, sino la señal de Jonás el profeta. Matthew 12:40 Porque como estuvo Jonás en el vientre de la ballena tres días y tres noches, así estará el Hijo del hombre en el corazón de la tierra tres días y tres noches. Matthew 12:41 Los de Nínive se levantarán en juicio con esta generación, y la condenarán; porque ellos se arrepintieron a la predicación de Jonás; y, he aquí, uno mayor que Jonás en este lugar. Matthew 12:42 La reina del austro se levantará en juicio con esta generación, y la condenará; porque vino de los fines de la tierra para oír la sabiduría de Salomón; y, he aquí, uno mayor que Salomón en este lugar. Matthew 12:43 Cuando el espíritu inmundo ha salido del hombre, anda por lugares secos, buscando reposo; y no hallándole, Matthew 12:44 Entonces dice: Me volveré a mi casa, de donde salí. Y cuando viene, la halla desocupada, barrida, y adornada. Matthew 12:45 Entonces va, y toma consigo otros siete espíritus peores que él, y entrados moran allí; y son peores las postrimerías del tal hombre, que sus primerías. Así también acontecerá a esta generación mala. Matthew 12:46 ¶ Y estando él aun hablando al pueblo, he aquí, su madre y sus hermanos estaban fuera, que le querían hablar. Matthew 12:47 Y le dijo uno: He aquí, tu madre y tus hermanos están fuera, que te quieren hablar. Matthew 12:48 Y respondiendo él al que le decía esto, dijo: ¿Quién es mi madre, y quiénes son mis hermanos? Matthew 12:49 Y extendiendo su mano hacia sus discípulos, dijo: He aquí mi madre, y mis hermanos. Matthew 12:50 Porque todo aquel que hiciere la voluntad de mi Padre, que está en los cielos, ese es mi hermano, y hermana, y madre. Matthew 13:0 Matthew 13:1 Y aquel día, saliendo Jesús de casa, se sentó junto a la mar. Matthew 13:2 Y se allegaron a él grandes multitudes; y entrándose él en una nave, se sentó, y toda la multitud estaba en la ribera. Matthew 13:3 Y les habló muchas cosas por parábolas, diciendo: He aquí, el que sembraba salió a sembrar. Matthew 13:4 Y sembrando, parte de la simiente cayó junto al camino, y vinieron las aves, y la comieron. Matthew 13:5 Y parte cayó en pedregales, donde no tenía mucha tierra; y nació luego, porque no tenía tierra profunda: Matthew 13:6 Mas en saliendo el sol, se quemó, y se secó, porque no tenía raíz. Matthew 13:7 Y parte cayó entre espinas, y las espinas crecieron, y la ahogaron. Matthew 13:8 Y parte cayó en buena tierra, y dio fruto; uno de a ciento, y otro de a sesenta, y otro de a treinta. Matthew 13:9 Quien tiene oídos para oír, oiga. Matthew 13:10 Entonces llegándose los discípulos, le dijeron: ¿Por qué les hablas por parábolas? Matthew 13:11 Y él respondiendo, les dijo: Porque a vosotros es concedido saber los misterios del reino de los cielos, mas a ellos no es concedido. Matthew 13:12 Porque a cualquiera que tiene, se le dará, y tendrá más; mas al que no tiene, aun lo que tiene le será quitado. Matthew 13:13 Por eso les hablo por parábolas; porque viendo no ven, y oyendo no oyen, ni entienden. Matthew 13:14 De manera que se cumple en ellos la profecía de Isaías, que dice: De oído oiréis, y no entenderéis; y viendo veréis, y no percibiréis. Matthew 13:15 Porque el corazón de este pueblo está engrosado, y de los oídos oyen pesadamente, y de sus ojos guiñan; para que no vean de los ojos, y oigan de los oídos, y del corazón entiendan, y se conviertan, y yo los sane. Matthew 13:16 Mas bienaventurados vuestros ojos, porque ven; y vuestros oídos, porque oyen. Matthew 13:17 Porque de cierto os digo, que muchos profetas y justos desearon ver lo que vosotros veis, y no lo vieron; y oír lo que vosotros oís, y no lo oyeron. Matthew 13:18 Oíd pues vosotros la parábola del que siembra. Matthew 13:19 Oyendo cualquiera la palabra del reino, y no entendiéndola, viene el Malo, y arrebata lo que fue sembrado en su corazón. Este es el que fue sembrado junto al camino. Matthew 13:20 Y el que fue sembrado en pedregales, éste es el que oye la palabra, y luego la recibe con gozo. Matthew 13:21 Mas no tiene raíz en sí, antes es temporal; porque venida la aflicción o la persecución por la palabra, luego se ofende. Matthew 13:22 Y el que fue sembrado en espinas, éste es el que oye la palabra; mas la congoja de este siglo y el engaño de las riquezas ahogan la palabra, y viene a quedar sin fruto. Matthew 13:23 Mas el que fue sembrado en buena tierra, éste es el que oye y entiende la palabra, el que también da el fruto; y lleva uno a ciento, y otro a sesenta, y otro a treinta. Matthew 13:24 ¶ Otra parábola les propuso, diciendo: El reino de los cielos es semejante a un hombre que siembra buena simiente en su campo. Matthew 13:25 Mas durmiendo los hombres, vino su enemigo, y sembró cizaña entre el trigo, y se fue. Matthew 13:26 Y como la yerba salió, e hizo fruto, entonces la cizaña apareció también. Matthew 13:27 Y llegándose los siervos del padre de familias, le dijeron: Señor, ¿no sembraste buena simiente en tu campo? ¿Pues de donde tiene cizaña? Matthew 13:28 Y él les dijo: Algún enemigo ha hecho esto. Y los siervos le dijeron: ¿Pues quieres que vayamos, y la cojamos? Matthew 13:29 Y él dijo: No; porque cogiendo la cizaña, no arranquéis también con ella el trigo. Matthew 13:30 Dejád crecer juntamente lo uno y lo otro hasta la siega; y al tiempo de la siega yo diré a los segadores: Cogéd primero la cizaña, y atádla en manojos para quemarla; mas el trigo allegádlo en mi alfolí. Matthew 13:31 ¶ Otra parábola les propuso, diciendo: El reino de los cielos es semejante al grano de mostaza, que tomándolo alguno lo sembró en su campo: Matthew 13:32 El cual a la verdad es el más pequeño de todas las simientes; mas cuando ha crecido, es el mayor de todas las hortalizas; y se hace árbol, que vienen las aves del cielo, y hacen nidos en sus ramas. Matthew 13:33 ¶ Otra parábola les dijo: El reino de los cielos es semejante a la levadura, que tomándola una mujer, la esconde en tres medidas de harina, hasta que todo se leude. Matthew 13:34 Todo esto habló Jesús por parábolas a la multitud; y nada les habló sin parábolas; Matthew 13:35 Para que se cumpliese lo que fue dicho por el profeta, que dijo: Abriré en parábolas mi boca: rebosaré cosas escondidas desde la fundación del mundo. Matthew 13:36 ¶ Entonces, enviadas las multitudes, Jesús se vino a casa; y llegándose a él sus discípulos, le dijeron: Decláranos la parábola de la cizaña del campo. Matthew 13:37 Y respondiendo él, les dijo: El que siembra la buena simiente es el Hijo del hombre. Matthew 13:38 El campo es el mundo; la buena simiente son los hijos del reino; y la cizaña son los hijos del Malo; Matthew 13:39 El enemigo que la sembró, es el diablo; la siega es el fin del mundo; y los segadores son los ángeles. Matthew 13:40 De manera que como es cogida la cizaña, y quemada a fuego, así será en el fin de este siglo. Matthew 13:41 Enviará el Hijo del hombre sus ángeles, y cogerán de su reino todos los estorbos, y los que hacen iniquidad; Matthew 13:42 Y los echarán en el horno de fuego: allí será el lloro, y el crujir de dientes. Matthew 13:43 Entonces los justos resplandecerán, como el sol, en el reino de su Padre. El que tiene oídos para oír, oiga. Matthew 13:44 ¶ También el reino de los cielos es semejante al tesoro escondido en un campo, el cual hallado, el hombre lo encubre; y de gozo de él, va, y vende todo lo que tiene, y compra aquel campo. Matthew 13:45 Asimismo el reino de los cielos es semejante a un hombre tratante, que busca buenas perlas: Matthew 13:46 Que hallando una preciosa perla, fue, y vendió todo lo que tenía, y la compró. Matthew 13:47 ¶ También el reino de los cielos es semejante a una red, que echada en la mar, coge de todas suertes: Matthew 13:48 La cual siendo llena, la sacaron a la orilla; y sentados cogieron lo bueno en vasijas, y lo malo echaron fuera. Matthew 13:49 Así será en el fin del siglo: saldrán los ángeles, y apartarán a los malos de entre los justos, Matthew 13:50 Y los echarán en el horno del fuego: allí será el lloro, y el crujir de dientes. Matthew 13:51 Díceles Jesús: ¿Habéis entendido todas estas cosas? Ellos responden: Si, Señor. Matthew 13:52 Y él les dijo: Por eso todo escriba docto en el reino de los cielos es semejante a un padre de familia, que saca de su tesoro cosas nuevas y cosas viejas. Matthew 13:53 ¶ Y aconteció que acabando Jesús estas parábolas, pasó de allí. Matthew 13:54 Y venido a su tierra, les enseñó en la sinagoga de ellos, de tal manera que ellos estaban fuera de sí, y decían: ¿De dónde tiene éste esta sabiduría, y estas maravillas? Matthew 13:55 ¿No es éste el hijo del carpintero? ¿No se llama su madre María; y sus hermanos, Santiago, y Joses, y Simón, y Júdas? Matthew 13:56 ¿Y no están todas sus hermanas con nosotros? ¿De dónde pues tiene éste todo esto? Matthew 13:57 Y se escandalizaban en él; mas Jesús les dijo: No hay profeta sin honra, sino en su tierra, y en su casa. Matthew 13:58 Y no hizo allí muchas maravillas, a causa de la incredulidad de ellos. Matthew 14:0 Matthew 14:1 En aquel tiempo Heródes el Tetrarca oyó la fama de Jesús; Matthew 14:2 Y dijo a sus criados: Este es Juan el Bautista: él ha resucitado de entre los muertos, y por eso virtudes obran en él. Matthew 14:3 Porque Heródes había prendido a Juan, y le había aprisionado, y puesto en la cárcel, por causa de Herodías, mujer de Felipe su hermano. Matthew 14:4 Porque Juan le decía: No te es lícito tenerla. Matthew 14:5 Y quería matarle, mas tenía miedo de la multitud; porque le tenían como a profeta. Matthew 14:6 Y celebrándose el día del nacimiento de Heródes, la hija de Herodías danzó en medio, y agradó a Heródes. Matthew 14:7 Y prometió con juramento de darle todo lo que pidiese. Matthew 14:8 Y ella, instruida primero de su madre, dijo: Dáme aquí en un plato la cabeza de Juan el Bautista. Matthew 14:9 Entonces el rey se entristeció: mas por el juramento, y por los que estaban juntamente a la mesa, mandó que se le diese. Matthew 14:10 Y enviando, degolló a Juan en la cárcel. Matthew 14:11 Y fue traída su cabeza en un plato, y dada a la moza; y ella la presentó a su madre. Matthew 14:12 Entonces sus discípulos llegaron, y tomaron el cuerpo, y le enterraron; y fueron, y dieron las nuevas a Jesús. Matthew 14:13 Y oyéndolo Jesús, se retiró de allí en una nave a un lugar desierto apartado; y cuando el pueblo lo oyó, le siguió a pie de las ciudades. Matthew 14:14 ¶ Y saliendo Jesús, vio una gran multitud; y tuvo misericordia de ellos, y sanó los que de ellos había enfermos. Matthew 14:15 Y cuando fue la tarde del día, se llegaron a él sus discípulos, diciendo: El lugar es desierto, y el tiempo es ya pasado: envía las multitudes, que se vayan por las aldeas, y compren para sí de comer. Matthew 14:16 Y Jesús les dijo: No tienen necesidad de irse: dádles vosotros de comer. Matthew 14:17 Y ellos dijeron: No tenemos aquí sino cinco panes y dos peces. Matthew 14:18 Y él les dijo: Traédmelos acá. Matthew 14:19 Y mandando a las multitudes recostarse sobre la yerba, y tomando los cinco panes y los dos peces, alzando los ojos al cielo, bendijo; y rompiendo los panes, los dio a los discípulos, y los discípulos a las multitudes. Matthew 14:20 Y comieron todos, y se hartaron; y alzaron lo que sobró, los pedazos, doce esportones llenos. Matthew 14:21 Y los que comieron fueron varones como cinco mil, sin las mujeres y muchachos. Matthew 14:22 ¶ Y luego Jesús hizo a sus discípulos entrar en la nave, e ir delante de él a la otra parte del lago, entre tanto que él despedía las multitudes. Matthew 14:23 Y despedidas las multitudes, subió en un monte apartado a orar. Y como fue la tarde del día, estaba allí solo. Matthew 14:24 Y ya la nave estaba en medio de la mar, atormentada de las ondas; porque el viento era contrario. Matthew 14:25 Mas a la cuarta vela de la noche Jesús fue a ellos andando sobre la mar. Matthew 14:26 Y los discípulos, viéndole andar sobre la mar, se turbaron, diciendo: Fantasma es; y dieron voces de miedo. Matthew 14:27 Mas luego Jesús les habló, diciendo: Aseguráos: yo soy, no tengáis miedo. Matthew 14:28 Entonces le respondió Pedro, y dijo: Señor, si tú eres, manda que yo venga a ti sobre las aguas. Matthew 14:29 Y él dijo: Ven. Y descendiendo Pedro de la nave, anduvo sobre las aguas para venir a Jesús. Matthew 14:30 Mas viendo el viento fuerte, tuvo miedo; y comenzándose a hundir, dio voces, diciendo: Señor, sálvame. Matthew 14:31 Y luego Jesús extendiendo la mano, trabó de él, y le dice: Hombre de poca fe, ¿por qué dudaste? Matthew 14:32 Y como ellos entraron en la nave, el viento reposó. Matthew 14:33 Entonces los que estaban en la nave, vinieron, y le adoraron, diciendo: Verdaderamente eres tú el Hijo de Dios. Matthew 14:34 Y llegando a la otra parte, vinieron a la tierra de Genesaret. Matthew 14:35 Y como le conocieron los varones de aquel lugar, enviaron por toda aquella tierra al derredor, y trajeron a él todos los enfermos. Matthew 14:36 Y le rogaban que solamente tocasen el borde de su manto; y todos los que lo tocaron, fueron salvos. Matthew 15:0 Matthew 15:1 Entonces llegaron a Jesús ciertos escribas y Fariseos de Jerusalem, diciendo: Matthew 15:2 ¿Por qué tus discípulos traspasan la tradición de los ancianos? porque no lavan sus manos cuando comen pan. Matthew 15:3 Y él respondiendo, les dijo: ¿Por qué también vosotros traspasáis el mandamiento de Dios por vuestra tradición? Matthew 15:4 Porque Dios mandó, diciendo: Honra a tu padre y a tu madre; y: El que maldijere a padre o a madre, muera de muerte. Matthew 15:5 Mas vosotros decís: Cualquiera que dijere a su padre o a su madre: Toda ofrenda mía a ti aprovechará; Matthew 15:6 Y no honrare a su padre o a su madre, será libre. Así habéis invalidado el mandamiento de Dios por vuestra tradición. Matthew 15:7 Hipócritas, bien profetizó de vosotros Isaías, diciendo: Matthew 15:8 Este pueblo con su boca se acerca a mí, y con sus labios me honra; mas su corazón lejos está de mí. Matthew 15:9 Mas en vano me honran enseñando como doctrinas, mandamientos de hombres. Matthew 15:10 Y llamando a sí a la multitud, les dijo: Oíd, y entendéd. Matthew 15:11 No lo que entra en la boca contamina al hombre; mas lo que sale de la boca, esto contamina al hombre. Matthew 15:12 Entonces llegándose sus discípulos, le dijeron: ¿Sabes que los Fariseos oyendo esta palabra se ofendieron? Matthew 15:13 Mas respondiendo él, dijo: Toda planta que no plantó mi Padre celestial será desarraigada. Matthew 15:14 Dejádlos: guias son ciegos de ciegos; y si el ciego guiare al ciego, ambos caerán en el hoyo. Matthew 15:15 Y respondiendo Pedro, le dijo: Decláranos esta parábola. Matthew 15:16 Y Jesús dijo: ¿Aun también vosotros sois sin entendimiento? Matthew 15:17 ¿No entendéis aun, que todo lo que entra en la boca, va al vientre, y es echado en la necesaria? Matthew 15:18 Mas lo que sale de la boca, del mismo corazón sale, y esto contamina al hombre. Matthew 15:19 Porque del corazón salen los malos pensamientos, muertes, adulterios, fornicaciones, hurtos, falsos testimonios, blasfemias. Matthew 15:20 Estas cosas son las que contaminan al hombre; que comer con las manos por lavar no contamina al hombre. Matthew 15:21 ¶ Y saliendo Jesús de allí, se fue a las partes de Tiro y de Sidón. Matthew 15:22 Y, he aquí, una mujer Cananea, que había salido de aquellos términos, clamaba, diciéndole: Señor, Hijo de David, ten misericordia de mí: mi hija es malamente atormentada del demonio. Matthew 15:23 Mas él no le respondió palabra. Entonces llegándose sus discípulos, le rogaron, diciendo: Envíala, que da voces tras nosotros. Matthew 15:24 Y él respondiendo, dijo: No soy enviado sino a las ovejas perdidas de la casa de Israel. Matthew 15:25 Entonces ella vino, y le adoró, diciendo: Señor, socórreme. Matthew 15:26 Y respondiendo él, dijo: No es bien tomar el pan de los hijos, y echarlo a los perrillos. Matthew 15:27 Y ella dijo: Así es Señor; pero los perros comen de las migajas que caen de la mesa de sus señores. Matthew 15:28 Entonces respondiendo Jesús, dijo: ¡O mujer! grande es tu fe: sea hecho contigo como quieres. Y fue sana su hija desde aquella hora. Matthew 15:29 ¶ Y partido Jesús de allí, vino junto al mar de Galilea; y subiendo en un monte, se sentó allí. Matthew 15:30 Y llegaron a él grandes multitudes, que tenían consigo cojos, ciegos, mudos, mancos, y otros muchos enfermos, y los echaron a los pies de Jesús, y los sanó: Matthew 15:31 De tal manera, que las multitudes se maravillaron, viendo hablar los mudos, los mancos sanos, andar los cojos, ver los ciegos; y glorificaron al Dios de Israel. Matthew 15:32 Y Jesús llamando a sus discípulos, dijo: Tengo misericordia de la multitud, que ya hace tres días que perseveran conmigo, y no tienen que comer; y enviarlos ayunos no quiero; porque no desmayen en el camino. Matthew 15:33 Entonces sus discípulos le dicen: ¿Dónde tenemos nosotros tantos panes en el desierto, que hartemos tan gran multitud? Matthew 15:34 Y Jesús les dice: ¿Cuántos panes tenéis? Y ellos dijeron: Siete, y unos pocos pececillos. Matthew 15:35 Y mandó a las multitudes que se recostasen en tierra. Matthew 15:36 Y tomando los siete panes y los peces, dando gracias, los rompió, y dio a sus discípulos, y los discípulos a la multitud. Matthew 15:37 Y comieron todos, y se hartaron; y alzaron lo que sobró de los pedazos, siete espuertas llenas. Matthew 15:38 Y eran los que habían comido cuatro mil varones, sin las mujeres y los niños. Matthew 15:39 Entonces despedidas las multitudes, subió en una nave, y vino a los términos de Magdala. Matthew 16:0 Matthew 16:1 Y llegándose los Fariseos y los Saduceos, tentando, le pedían que les mostrase señal del cielo. Matthew 16:2 Mas él respondiendo, les dijo: Cuando es la tarde del día, decís: Buen tiempo hará; porque el cielo tiene arreboles. Matthew 16:3 Y a la mañana: Hoy habrá tempestad; porque tiene arreboles el cielo triste. Hipócritas, que sabéis hacer diferencia en la faz del cielo; ¿y en las señales de los tiempos no podéis? Matthew 16:4 La generación mala y adulterina demanda señal; mas señal no le será dada, sino la señal de Jonás el profeta. Y dejándoles se fue. Matthew 16:5 ¶ Y venidos sus discípulos a la otra parte del lago, se habían olvidado de tomar pan. Matthew 16:6 Y Jesús les dijo: Mirád, y guardáos de la levadura de los Fariseos, y de los Saduceos. Matthew 16:7 Y ellos pensaban dentro de sí, diciendo: Esto es porque no tomamos pan. Matthew 16:8 Y entendiéndolo Jesús, les dijo: ¿Qué pensáis dentro de vosotros, hombres de poca fe, que no tomasteis pan? Matthew 16:9 ¿No entendéis aun, ni os acordáis de los cinco panes entre cinco mil varones, y cuántos esportones tomasteis? Matthew 16:10 ¿Ni de los siete panes entre cuatro mil, y cuántas espuertas tomasteis? Matthew 16:11 ¿Cómo? ¿No entendéis que no por el pan os dije, que os guardaséis de la levadura de los Fariseos, y de los Saduceos? Matthew 16:12 Entonces entendieron que no les había dicho que se guardasen de levadura de pan, sino de la doctrina de los Fariseos, y de los Saduceos. Matthew 16:13 ¶ Y viniendo Jesús a las partes de Cesarea de Filipo, preguntó a sus discípulos, diciendo: ¿Quién dicen los hombres que es el Hijo del hombre? Matthew 16:14 Y ellos dijeron: Unos: Juan el Bautista; y otros: Elías; y otros: Jeremías, o alguno de los profetas. Matthew 16:15 Díceles él: ¿Y vosotros, quién decís que soy? Matthew 16:16 Y respondiendo Simón Pedro, dijo: Tú eres el Cristo, el Hijo del Dios viviente. Matthew 16:17 Entonces respondiendo Jesús, le dijo: Bienaventurado eres, Simón, hijo de Jonás; porque no te lo reveló carne ni sangre, sino mi Padre que está en los cielos. Matthew 16:18 Y yo también te digo, que tú eres Pedro; y sobre esta roca edificaré mi iglesia; y las puertas del infierno no prevalecerán contra ella. Matthew 16:19 Y a ti daré las llaves del reino de los cielos; que todo lo que ligares en la tierra, será ligado en los cielos; y todo lo que desatares en la tierra, será desatado en los cielos. Matthew 16:20 Entonces mandó a sus discípulos que a nadie dijesen que él era Jesús el Cristo. Matthew 16:21 ¶ Desde aquel tiempo comenzó Jesús a declarar a sus discípulos, que convenía ir él a Jerusalem, y padecer muchas cosas de los ancianos, y de los príncipes de los sacerdotes, y de los escribas, y ser muerto, y resucitar al tercero día. Matthew 16:22 Y Pedro, tomándole aparte, comenzó a reprenderle, diciendo: Señor, ten compasión de ti: en ninguna manera esto te acontezca. Matthew 16:23 Entonces él volviéndose, dijo a Pedro: Quítate de delante de mí, Satanás: escándalo me eres; porque no entiendes lo que es de Dios, sino lo que es de los hombres. Matthew 16:24 Entonces Jesús dijo a sus discípulos: Si alguno quiere venir en pos de mí, niéguese a sí mismo, y tome su cruz, y sígame. Matthew 16:25 Porque cualquiera que quisiere salvar su vida, la perderá; y cualquiera que perdiere su vida por causa de mí, la hallará. Matthew 16:26 Porque, ¿de qué aprovecha al hombre, si granjeare todo el mundo, y perdiere su alma? ¿O, qué recompensa dará el hombre por su alma? Matthew 16:27 Porque el Hijo del hombre vendrá en la gloria de su Padre con sus ángeles; y entonces pagará a cada uno conforme a sus obras. Matthew 16:28 De cierto os digo, que hay algunos de los que están aquí, que no gustarán la muerte, hasta que hayan visto al Hijo del hombre viniendo en su reino. Matthew 17:0 Matthew 17:1 Y después de seis días Jesús toma a Pedro, y a Santiago, y a Juan su hermano, y los saca aparte a un monte alto. Matthew 17:2 Y se transfiguró delante de ellos; y resplandeció su rostro como el sol; y sus vestidos brillantes como la luz. Matthew 17:3 Y, he aquí, les aparecieron Moisés y Elías, hablando con él. Matthew 17:4 Y respondiendo Pedro, dijo a Jesús: Señor, bien es que nos quedemos aquí: si quieres, hagamos aquí tres cabañas; para ti una, y para Moisés otra, y para Elías otra. Matthew 17:5 Estando aun hablando él, he aquí, una nube de luz que los cubrió; y, he aquí, una voz de la nube, que dijo: Este es mi Hijo amado, en el cual tomo contentamiento; a él oíd. Matthew 17:6 Y oyendo esto los discípulos, cayeron sobre sus rostros, y temieron en gran manera. Matthew 17:7 Entonces Jesús llegando, les tocó, y dijo: Levantáos, y no temáis. Matthew 17:8 Y alzando ellos sus ojos, a nadie vieron, sino a solo Jesús. Matthew 17:9 Y como descendieron del monte, les mandó Jesús, diciendo: No digáis a nadie la visión, hasta que el Hijo del hombre resucite de los muertos. Matthew 17:10 Entonces sus discípulos le preguntaron, diciendo: ¿Por qué pues dicen los escribas, que es menester que Elías venga primero? Matthew 17:11 Y respondiendo Jesús, les dijo: A la verdad Elías vendrá primero, y restituirá todas las cosas. Matthew 17:12 Mas os digo, que ya vino Elías, y no le conocieron: antes hicieron en él todo lo que quisieron. Así también el Hijo del hombre padecerá de ellos. Matthew 17:13 Los discípulos entonces entendieron que les hablaba de Juan el Bautista. Matthew 17:14 ¶ Y como ellos llegaron a la multitud, vino a él un hombre hincándosele de rodillas, Matthew 17:15 Y diciendo: Señor, ten misericordia de mi hijo, que es lunático, y padece malamente; porque muchas veces cae en el fuego, y muchas en el agua. Matthew 17:16 Y le he presentado a tus discípulos, y no le han podido sanar. Matthew 17:17 Y respondiendo Jesús, dijo: ¡O generación infiel y perversa! ¿hasta cuándo tengo de estar con vosotros? ¿hasta cuándo os tengo de sufrir? Traédmele acá. Matthew 17:18 Y reprendió Jesús al demonio, y salió de él; y el mozo fue sano desde aquella hora. Matthew 17:19 Entonces llegándose los discípulos a Jesús aparte, dijeron: ¿Por qué nosotros no le pudimos echar fuera? Matthew 17:20 Y Jesús les dijo: Por vuestra infidelidad; porque de cierto os digo, que si tuviereis fe como un grano de mostaza, diréis a este monte: Pásate de aquí allá, y se pasará; y nada os será imposible. Matthew 17:21 Mas este género de demonios no sale sino por oración y ayuno. Matthew 17:22 ¶ Y estando ellos en Galilea, les dijo Jesús: El Hijo del hombre será entregado en manos de hombres; Matthew 17:23 Y le matarán; mas al tercero día resucitará. Y ellos se entristecieron en gran manera. Matthew 17:24 Y como llegaron a Capernaum, vinieron a Pedro los que cobraban las dos dracmas, y dijeron: ¿Vuestro maestro no paga las dos dracmas? Matthew 17:25 Y él dice: Sí. Y entrado él en casa, Jesús le habló antes, diciendo: ¿Qué te parece, Simón? ¿Los reyes de la tierra, de quién cobran los tributos, o el censo? ¿de sus hijos, o de los extraños? Matthew 17:26 Pedro le dice: De los extraños. Dícele entonces Jesús: Luego francos son los hijos. Matthew 17:27 Mas porque no los ofendamos, vé a la mar, y echa el anzuelo, y el primer pez que viniere, tómale, y abierta su boca hallarás un estatero, dásele por mí, y por ti. Matthew 18:0 Matthew 18:1 En aquel tiempo se llegaron los discípulos a Jesús, diciendo: ¿Quién es el mayor en el reino de los cielos? Matthew 18:2 Y llamando Jesús a un niño, le puso en medio de ellos, Matthew 18:3 Y dijo: De cierto os digo, que sino os convirtiereis, y os hiciereis como niños, no entraréis en el reino de los cielos. Matthew 18:4 Así que cualquiera que se humillare, como este niño, éste es el mayor en el reino de los cielos. Matthew 18:5 Y cualquiera que recibiere a un tal niño en mi nombre, a mí recibe. Matthew 18:6 ¶ Y cualquiera que ofendiere a alguno de estos pequeños, que creen en mí, mejor le sería que le fuera colgada del cuello una piedra de molino de asno, y que fuese anegado en el profundo de la mar. Matthew 18:7 ¡Ay del mundo por los escándalos! porque necesario es que vengan escándalos; mas ¡ay de aquel hombre, por el cual viene el escándalo! Matthew 18:8 Por tanto, si tu mano o tu pie te fuere ocasión de caer, córtalos y échalos de ti: mejor te es entrar cojo o manco a la vida, que teniendo dos manos o dos pies ser echado al fuego eterno. Matthew 18:9 Y si tu ojo te es ocasión de caer, sácale, y échale de ti; que mejor te es entrar con un ojo en la vida, que teniendo dos ojos ser echado al fuego del infierno. Matthew 18:10 Mirád no tengáis en poco a alguno de estos pequeños; porque yo os digo que sus ángeles en los cielos ven siempre el rostro de mi Padre, que está en los cielos. Matthew 18:11 Porque el Hijo del hombre es venido para salvar lo que se había perdido. Matthew 18:12 ¿Qué os parece? Si tuviese algún hombre cien ovejas, y se perdiese una de ellas, ¿no iría por los montes, dejadas las noventa y nueve, a buscar la que se había perdido? Matthew 18:13 Y si aconteciese hallarla, de cierto os digo, que más se goza de aquella, que de las noventa y nueve que no se perdieron. Matthew 18:14 Así no es la voluntad de vuestro Padre, que está en los cielos, que se pierda uno de estos pequeños. Matthew 18:15 ¶ Por tanto si tu hermano pecare contra ti, vé, y redargúyele entre ti y él solo: si te oyere, ganado has a tu hermano. Matthew 18:16 Mas, si no te oyere, toma aun contigo uno o dos, para que en boca de dos o de tres testigos conste toda palabra. Matthew 18:17 Y si no oyere a ellos, dílo a la iglesia; y si no oyere a la iglesia ténle por un gentil, y un publicano. Matthew 18:18 De cierto os digo, que todo lo que ligareis en la tierra, será ligado en el cielo; y todo lo que desatareis en la tierra, será desatado en el cielo. Matthew 18:19 Dígoos además, que si dos de vosotros convinieren sobre la tierra, tocante a cualquiera cosa que pidieren, les será hecho por mi Padre, que está en los cielos. Matthew 18:20 Porque donde están dos o tres congregados en mi nombre, allí estoy yo en medio de ellos. Matthew 18:21 ¶ Entonces Pedro llegándose a él, dijo: Señor, ¿cuántas veces perdonaré a mi hermano que pecare contra mí? ¿hasta siete? Matthew 18:22 Jesús le dice: No te digo hasta siete, mas aun hasta setenta veces siete. Matthew 18:23 Por lo cual el reino de los cielos es semejante a un hombre rey, que quiso hacer cuentas con sus siervos. Matthew 18:24 Y comenzando a hacer cuentas, le fue presentado uno que le debía diez mil talentos. Matthew 18:25 Mas a éste, no pudiendo pagar, mandó su señor vender a él, y a su mujer, e hijos, con todo lo que tenía, y pagar. Matthew 18:26 Entonces aquel siervo postrado le rogaba, diciendo: Señor, deten la ira para conmigo, y todo te lo pagaré. Matthew 18:27 El señor de aquel siervo movido a misericordia, le soltó, y le perdonó la deuda. Matthew 18:28 Y saliendo aquel siervo, halló a uno de sus compañeros, que le debía cien denarios; y trabando de él, le ahogaba, diciendo: Paga lo que debes. Matthew 18:29 Entonces su compañero, postrándose a sus pies, le rogaba, diciendo: Deten la ira para conmigo, y todo te lo pagaré. Matthew 18:30 Mas él no quiso, sino fue, y le echó en la cárcel hasta que pagase la deuda. Matthew 18:31 Y viendo sus compañeros lo que pasaba, se entristecieron mucho, y viniendo declararon a su señor todo lo que había pasado. Matthew 18:32 Entonces llamándole su señor, le dice: Mal siervo, toda aquella deuda te perdoné, porque me rogaste: Matthew 18:33 ¿No te convenía también a ti tener misericordia de tu compañero, como también yo tuve misericordia de ti? Matthew 18:34 Entonces su señor enojado le entregó a los verdugos, hasta que pagase todo lo que le debía. Matthew 18:35 Así también hará con vosotros mi Padre celestial, si no perdonareis de vuestros corazones cada uno a su hermano sus ofensas. Matthew 19:0 Matthew 19:1 Y aconteció, que acabando Jesús estas palabras, se retiró de Galilea, y vino a los términos de Judea, pasado el Jordán. Matthew 19:2 Y le siguieron grandes multitudes, y los sanó allí. Matthew 19:3 Entonces se llegaron a él los Fariseos, tentándole, y diciéndole: ¿Es lícito al hombre despedir a su mujer por cualquiera causa? Matthew 19:4 Y él respondiendo, les dijo: ¿No habéis leído que el que los hizo al principio, macho y hembra los hizo, Matthew 19:5 Y dijo: Por tanto el hombre dejará padre y madre, y se unirá a su mujer, y serán dos en una carne? Matthew 19:6 Así que no son ya más dos, sino una carne. Por tanto lo que Dios juntó, no lo aparte el hombre. Matthew 19:7 Dícenle: ¿Por qué pues Moisés mandó dar carta de divorcio, y despedirla? Matthew 19:8 Díjoles: Por la dureza de vuestro corazón Moisés os permitió despedir vuestras mujeres; mas al principio no fue así. Matthew 19:9 Y yo os digo, que cualquiera que despidiere a su mujer, sino fuere por fornicación, y se casare con otra, adultera; y el que se casare con la despedida, adultera. Matthew 19:10 Dícenle sus discípulos: Si así es la condición del hombre con su mujer, no conviene casarse. Matthew 19:11 Entonces él les dijo: No todos son capaces de recibir este dicho: sino aquellos a quien es dado. Matthew 19:12 Porque hay eunucos, que nacieron así del vientre de su madre; y hay eunucos, que han sido hechos eunucos por los hombres; y hay eunucos, que se han hecho eunucos a sí mismos por causa del reino de los cielos. El que puede recibirlo, recíbalo. Matthew 19:13 ¶ Entonces le fueron presentados unos niños, para que pusiese las manos sobre ellos, y orase; y los discípulos les riñeron. Matthew 19:14 Mas Jesús dijo: Dejád a los niños, y no les impidáis de venir a mí; porque de los tales es el reino de los cielos. Matthew 19:15 Y habiendo puesto sobre ellos las manos, se partió de allí. Matthew 19:16 ¶ Y, he aquí, uno llegándose, le dijo: Maestro bueno, ¿qué bien haré, para tener la vida eterna? Matthew 19:17 Y él le dijo: ¿Por qué me dices bueno? Ninguno es bueno sino uno, es a saber, Dios. Mas si quieres entrar en la vida, guarda los mandamientos. Matthew 19:18 Dícele: ¿Cuáles? Y Jesús dijo: No matarás: No adulterarás: No hurtarás: No dirás falso testimonio: Matthew 19:19 Honra a tu padre y a tu madre: Y, amarás a tu prójimo, como a ti mismo. Matthew 19:20 Dícele el mancebo: Todo esto guardé desde mi mocedad: ¿Qué más me falta? Matthew 19:21 Dícele Jesús: Si quieres ser perfecto, anda, vende lo que tienes, y dalo a los pobres; y tendrás tesoro en el cielo; y ven, y sígueme. Matthew 19:22 Y oyendo el mancebo esta palabra, se fue triste; porque tenía muchas posesiones. Matthew 19:23 Entonces Jesús dijo a sus discípulos: De cierto os digo, que el rico dificilmente entrará en el reino de los cielos. Matthew 19:24 Y además os digo, que más fácil es pasar un camello por el ojo de una aguja, que el rico entrar en el reino de Dios. Matthew 19:25 Sus discípulos oyendo estas cosas se espantaron en gran manera, diciendo: ¿Quién pues podrá ser salvo? Matthew 19:26 Y mirándolos Jesús, les dijo: Acerca de los hombres imposible es esto: mas acerca de Dios todo es posible. Matthew 19:27 Entonces respondiendo Pedro, le dijo: He aquí, nosotros hemos dejado todo, y te hemos seguido, ¿qué pues tendremos? Matthew 19:28 Y Jesús les dijo: De cierto os digo, que vosotros que me habéis seguido, cuando en la regeneración se asentará el Hijo del hombre en el trono de su gloria, vosotros también os sentaréis sobre doce tronos, para juzgar a las doce tribus de Israel. Matthew 19:29 Y cualquiera que dejare casas, o hermanos, o hermanas, o padre, o madre, o mujer, o hijos, o tierras, por mi nombre, recibirá cien veces tanto, y la vida eterna tendrá por herencia. Matthew 19:30 Mas muchos que son primeros serán postreros; y los postreros, primeros. Matthew 20:0 Matthew 20:1 Porque el reino de los cielos es semejante a un hombre, padre de familias, que salió por la mañana a coger peones para su viña. Matthew 20:2 Y concertado con los peones por un denario al día, los envió a su viña. Matthew 20:3 Y saliendo cerca de la hora de las tres, vio otros que estaban en la plaza ociosos, Matthew 20:4 Y les dijo: Id también vosotros a mi viña, y os daré lo que fuere justo. Y ellos fueron. Matthew 20:5 Salió otra vez cerca de las seis y de las nueve horas, e hizo lo mismo. Matthew 20:6 Y saliendo cerca de las once horas, halló otros que estaban ociosos, y les dijo: ¿Por qué estáis aquí todo el día ociosos? Matthew 20:7 Dícenle ellos: Porque nadie nos ha cogido. Díceles: Id también vosotros a la viña, y recibiréis lo que fuere justo. Matthew 20:8 Y cuando fue la tarde del día, el señor de la viña dijo a su administrador: Llama los peones, y págales el jornal, comenzando desde los postreros hasta los primeros. Matthew 20:9 Y viniendo los que habían venido cerca de las once horas, recibieron cada uno un denario. Matthew 20:10 Y viniendo también los primeros, pensaron que habían de recibir más; pero también ellos recibieron cada uno un denario. Matthew 20:11 Y tomándolo, murmuraban contra el padre de la familia, Matthew 20:12 Diciendo: Estos postreros solo han trabajado una hora, y los has hecho iguales a nosotros, que hemos llevado la carga, y el calor del día. Matthew 20:13 Y él respondiendo dijo a uno de ellos: Amigo, no te hago agravio. ¿No te concertaste conmigo por un denario? Matthew 20:14 Toma lo que es tuyo, y vete: yo quiero dar a este postrero como a ti. Matthew 20:15 ¿No me es lícito a mí hacer lo que quiero en mis cosas? ¿O es malo tu ojo, porque yo soy bueno? Matthew 20:16 Así los primeros serán postreros; y los postreros primeros; porque muchos son llamados, mas pocos escogidos. Matthew 20:17 ¶ Y subiendo Jesús a Jerusalem, tomó sus doce discípulos aparte en el camino, y les dijo: Matthew 20:18 He aquí, subimos a Jerusalem, y el Hijo del hombre será entregado a los príncipes de los sacerdotes, y a los escribas, y le condenarán a muerte. Matthew 20:19 Y le entregarán a los Gentiles, para que le escarnezcan, y azoten, y crucifiquen; mas al tercero día resucitará. Matthew 20:20 Entonces se llegó a él la madre de los hijos de Zebedeo con sus hijos, adorando, y pidiéndole algo. Matthew 20:21 Y él le dijo: ¿Qué quieres? Ella le dijo: Di que se asienten estos dos hijos míos, el uno a tu mano derecha, y el otro a tu izquierda, en tu reino. Matthew 20:22 Entonces Jesús respondiendo, dijo: No sabéis lo que pedís. ¿Podéis beber de la copa de que yo tengo que beber; y ser bautizados del bautismo de que yo soy bautizado? Dicen ellos: Podemos. Matthew 20:23 El les dice: A la verdad de mi copa beberéis; y del bautismo de que yo soy bautizado, seréis bautizados; mas sentaros a mi mano derecha, y a mi izquierda, no es mío darlo, sino a los que está aparejado por mi Padre. Matthew 20:24 ¶ Y como los diez oyeron esto, se enojaron de los dos hermanos. Matthew 20:25 Entonces Jesús llamándolos, dijo: Ya sabéis que los príncipes de los Gentiles se enseñorean sobre ellos; y los que son grandes ejercen sobre ellos potestad. Matthew 20:26 Mas entre vosotros no será así; sino el que entre vosotros quisiere hacerse grande, será vuestro servidor; Matthew 20:27 Y el que entre vosotros quisiere ser el primero, será vuestro siervo: Matthew 20:28 Así como el Hijo del hombre no vino para ser servido, sino para servir, y para dar su vida en rescate por muchos. Matthew 20:29 ¶ Entonces saliendo ellos de Jericó, le seguía una gran multitud. Matthew 20:30 Y, he aquí, dos ciegos sentados junto al camino, como oyeron que Jesús pasaba, clamaron, diciendo: Señor, Hijo de David, ten misericordia de nosotros. Matthew 20:31 Y la multitud les reñía para que callasen; mas ellos clamaban más, diciendo: Señor, Hijo de David, ten misericordia de nosotros. Matthew 20:32 Y parándose Jesús, los llamó, y dijo: ¿Qué queréis que haga por vosotros? Matthew 20:33 Dícenle ellos: Señor, que sean abiertos nuestros ojos. Matthew 20:34 Entonces Jesús teniéndoles misericordia, tocó los ojos de ellos, y luego sus ojos recibieron la vista, y le siguieron. Matthew 21:0 Matthew 21:1 Y como se acercaron a Jerusalem, y vinieron a Betfage, al monte de las Olivas, entonces Jesús envió dos discípulos, Matthew 21:2 Diciéndoles: Id a la aldea que está delante de vosotros, y luego hallaréis una asna atada, y un pollino con ella: desatádla, y traédmelos. Matthew 21:3 Y si alguno os dijere algo, decíd: El Señor los ha menester; y luego los dejará. Matthew 21:4 Y todo esto fue hecho, para que se cumpliese lo que fue dicho por el profeta, que dijo: Matthew 21:5 Decíd a la hija de Sión: He aquí, tu Rey te viene, manso, y sentado sobre una asna y un pollino, hijo de animal de yugo. Matthew 21:6 Y los discípulos fueron, e hicieron como Jesús les mandó. Matthew 21:7 Y trajeron el asna y el pollino, y pusieron sobre ellos sus mantos, y se sentó sobre ellos. Matthew 21:8 Y muy mucha gente tendían sus mantos en el camino; y otros cortaban ramos de los árboles, y los tendían por el camino. Matthew 21:9 Y las multitudes que iban delante, y las que iban detrás aclamaban, diciendo: Hosanna al Hijo de David: Bendito el que viene en el nombre del Señor: Hosanna en las alturas. Matthew 21:10 Y entrando él en Jerusalem, toda la ciudad se alborotó, diciendo: ¿Quién es éste? Matthew 21:11 Y las multitudes decían: Este es Jesús, el profeta, de Nazaret de Galilea. Matthew 21:12 ¶ Y entró Jesús en el templo de Dios, y echó fuera todos los que vendían y compraban en el templo, y trastornó las mesas de los cambiadores, y las sillas de los que vendían palomas. Matthew 21:13 Y les dice: Escrito está: Mi casa, casa de oración será llamada; mas vosotros cueva de ladrones la habéis hecho. Matthew 21:14 Entonces vinieron a él ciegos y cojos en el templo, y los sanó. Matthew 21:15 ¶ Mas los príncipes de los sacerdotes y los escribas, viendo las maravillas que hacía, y los muchachos aclamando en el templo, y diciendo: Hosanna al Hijo de David: se enojaron, Matthew 21:16 Y le dijeron: ¿Oyes lo que estos dicen? Y Jesús les dice: Si: ¿Nunca leísteis: De la boca de los niños, y de los que maman perfeccionaste la alabanza? Matthew 21:17 Y dejándolos, se salió fuera de la ciudad a Betania; y posó allí. Matthew 21:18 ¶ Y por la mañana volviendo a la ciudad, tuvo hambre. Matthew 21:19 Y viendo una higuera cerca del camino, vino a ella, y no halló nada en ella, sino hojas solamente; y le dijo: Nunca más nazca de ti fruto para siempre. Y luego la higuera se secó. Matthew 21:20 Entonces viendo esto los discípulos, maravillados decían: ¡Cómo se secó luego la higuera! Matthew 21:21 Y respondiendo Jesús, les dijo: De cierto os digo, que si tuviereis fe, y no dudareis, no solo haréis esto de la higuera, mas si a este monte dijereis: Quítate, y échate en la mar, será hecho. Matthew 21:22 Y todo lo que pidiereis con oración creyendo, lo recibiréis. Matthew 21:23 ¶ Y como vino al templo, los príncipes de los sacerdotes, y los ancianos del pueblo llegaron a él, cuando estaba enseñando, diciendo: ¿Con qué autoridad haces esto? ¿y quién te dio esta autoridad? Matthew 21:24 Y respondiendo Jesús, les dijo: Yo también os preguntaré una palabra; la cual si me dijereis, también yo os diré con qué autoridad hago esto. Matthew 21:25 El bautismo de Juan, ¿de dónde era? ¿del cielo, o de los hombres? Ellos entonces pensaron entre sí, diciendo: Si dijéremos: Del cielo; nos dirá: ¿Por qué pues no le creísteis? Matthew 21:26 Y si dijéremos: De los hombres; tememos al pueblo; porque todos tienen a Juan por profeta. Matthew 21:27 Y respondiendo a Jesús, dijeron: No sabemos. Y él también les dijo: Ni yo os diré con qué autoridad hago esto. Matthew 21:28 ¶ Mas, ¿qué os parece? Un hombre tenía dos hijos, y llegando al primero, le dijo: Hijo, vé hoy a trabajar en mi viña. Matthew 21:29 Y respondiendo él, dijo: No quiero: mas después arrepentido, fue. Matthew 21:30 Y llegando al otro, le dijo de la misma manera; y respondiendo él, dijo: Yo, Señor, voy; y no fue. Matthew 21:31 ¿Cuál de los dos hizo la voluntad del padre? Dicen ellos: El primero. Díceles Jesús: De cierto os digo, que los publicanos, y las rameras os van delante al reino de Dios. Matthew 21:32 Porque vino a vosotros Juan por vía de justicia, y no le creísteis; y los publicanos, y las rameras le creyeron; y vosotros viendo esto nunca os arrepentisteis para creerle. Matthew 21:33 ¶ Oíd otra parábola: Fue un hombre, padre de familias, el cual plantó una viña, y la cercó de vallado, y fundó en ella lagar, y edificó torre, y la dio a renta a labradores, y se partió lejos. Matthew 21:34 Y cuando se acercó el tiempo de los frutos, envió sus siervos a los labradores, para que recibiesen sus frutos. Matthew 21:35 Mas los labradores, tomando los siervos, al uno hirieron, y al otro mataron, y al otro apedrearon. Matthew 21:36 Envió otra vez otros siervos más que los primeros; e hicieron con ellos de la misma manera. Matthew 21:37 Y a la postre les envió su hijo, diciendo: Tendrán respeto a mi hijo. Matthew 21:38 Mas los labradores, viendo al hijo, dijeron entre sí: Este es el heredero: veníd, matémosle, y tomemos su herencia. Matthew 21:39 Y tomado, le echaron fuera de la viña, y le mataron. Matthew 21:40 Pues cuando viniere el señor de la viña, ¿qué hará a aquellos labradores? Matthew 21:41 Dícenle ellos: A los malos destruirá malamente; y su viña dará a renta a otros labradores, que le paguen el fruto a sus tiempos. Matthew 21:42 Díceles Jesús: ¿Nunca leísteis en las Escrituras: La piedra que desecharon los que edificaban, esta fue hecha por cabeza de la esquina: por el Señor es hecho esto, y es cosa maravillosa en nuestros ojos? Matthew 21:43 Por tanto os digo, que el reino de Dios será quitado de vosotros, y será dado a gente que haga el fruto de él. Matthew 21:44 Y el que cayere sobre esta piedra, será quebrantado; y sobre quien ella cayere, desmenuzarle ha. Matthew 21:45 Y oyendo los príncipes de los sacerdotes y los Fariseos sus parábolas, entendieron que hablaba de ellos. Matthew 21:46 Y buscando como echarle mano, temieron al pueblo; porque le tenían por profeta. Matthew 22:0 Matthew 22:1 Y respondiendo Jesús, les volvió a hablar en parábolas, diciendo: Matthew 22:2 El reino de los cielos es semejante a un hombre rey, que hizo bodas a su hijo. Matthew 22:3 Y envió sus siervos para que llamasen a los convidados a las bodas; mas no quisieron venir. Matthew 22:4 Volvió a enviar otros siervos, diciendo: Decíd a los convidados: He aquí, mi comida he aparejado, mis toros y animales engordados son muertos, y todo está aparejado: veníd a las bodas. Matthew 22:5 Mas ellos no hicieron caso, y se fueron, uno a su labranza, y otro a sus negocios; Matthew 22:6 Y otros, tomando sus siervos, afrentáronlos, y matáronlos. Matthew 22:7 Y el rey, oyendo esto, se enojó; y enviando sus ejércitos, destruyó a aquellos homicidas, y puso a fuego su ciudad. Matthew 22:8 Entonces dice a sus siervos: Las bodas a la verdad están aparejadas; mas los que eran llamados, no eran dignos. Matthew 22:9 Id pues a las salidas de los caminos, y llamád a las bodas a cuantos hallareis. Matthew 22:10 Y saliendo los siervos por los caminos, juntaron todos los que hallaron, juntamente malos y buenos; y las bodas fueron llenas de convidados. Matthew 22:11 Y entró el rey para ver los convidados, y vio allí un hombre no vestido de vestido de boda. Matthew 22:12 Y le díjo: Amigo, ¿cómo entraste acá no teniendo vestido de boda? Y a él se le cerró la boca. Matthew 22:13 Entonces el rey dijo a los que servían: Atado de pies y de manos, tomádle, y echádle en las tinieblas de afuera: allí será el lloro, y el crujir de dientes. Matthew 22:14 Porque muchos son llamados; mas pocos escogidos. Matthew 22:15 ¶ Entonces idos los Fariseos, consultaron como le tomarían en alguna palabra. Matthew 22:16 Y envían a él sus discípulos, con los de Heródes, diciendo: Maestro, sabemos que eres amador de verdad, y que enseñas con verdad el camino de Dios; y que no te cuidas de nadie; porque no tienes acepción de persona de hombres: Matthew 22:17 Dinos pues, ¿qué te parece? ¿Es lícito dar tributo a César, o no? Matthew 22:18 Mas Jesús, entendida su malicia, les dice: ¿Por qué me tentáis, hipócritas? Matthew 22:19 Mostrádme la moneda del tributo. Y ellos le presentaron un denario. Matthew 22:20 Entonces les dice: ¿Cúya es esta figura, y lo que está encima escrito? Matthew 22:21 Ellos le dicen: De César. Y les dice: Pagád, pues, a César lo que es de César, y a Dios, lo que es de Dios. Matthew 22:22 Y oyendo esto se maravillaron, y dejáronle, y se fueron. Matthew 22:23 ¶ Aquel día llegaron a él los Saduceos, que dicen no haber resurrección, y le preguntaron, Matthew 22:24 Diciendo: Maestro, Moisés dijo: Si alguno muriere sin hijos, su hermano se case con su mujer, y despertará simiente a su hermano. Matthew 22:25 Fueron, pues, entre nosotros siete hermanos; y el primero tomó mujer, y murió; y no teniendo generación, dejó su mujer a su hermano. Matthew 22:26 De la misma manera también el segundo, y el tercero, hasta los siete. Matthew 22:27 Y después de todos murió también la mujer. Matthew 22:28 En la resurrección, pues, ¿cúya de los siete será la mujer? porque todos la tuvieron. Matthew 22:29 Entonces respondiendo Jesús, les dijo: Erráis, ignorando las escrituras, y el poder de Dios. Matthew 22:30 Porque en la resurrección, ni se casan, ni se dan en matrimonio; mas son como los ángeles de Dios en el cielo. Matthew 22:31 Y de la resurrección de los muertos, ¿no habéis leído lo que es dicho por Dios a vosotros, que dice: Matthew 22:32 Yo soy el Dios de Abraham, y el Dios de Isaac, y el Dios de Jacob? Dios no es Dios de los muertos, sino de los que viven. Matthew 22:33 Y oyendo esto las multitudes estaban fuera de sí de su doctrina. Matthew 22:34 ¶ Entonces los Fariseos, oyendo que había cerrado la boca a los Saduceos, se juntaron a una; Matthew 22:35 Y preguntó uno de ellos, intérprete de la ley, tentándole, y diciendo: Matthew 22:36 Maestro, ¿cuál es el mandamiento grande en la ley? Matthew 22:37 Y Jesús le dijo: Amarás al Señor tu Dios de todo tu corazón, y de toda tu alma, y de toda tu mente. Matthew 22:38 Este es el primero y el grande mandamiento. Matthew 22:39 Y el segundo es semejante a éste: Amarás a tu prójimo como a ti mismo. Matthew 22:40 De estos dos mandamientos depende toda la ley, y los profetas. Matthew 22:41 Y estando juntos los Fariseos, Jesús les preguntó, Matthew 22:42 Diciendo: ¿Qué os parece del Cristo? ¿Cúyo hijo es? Dícenle ellos: De David. Matthew 22:43 El les dice: Pues, ¿cómo David en Espíritu le llama Señor, diciendo: Matthew 22:44 Dijo el Señor a mi Señor: Asiéntate a mi diestra, entre tanto que pongo tus enemigos por estrado de tus pies? Matthew 22:45 Pues si David le llama Señor, ¿cómo es su hijo? Matthew 22:46 Y nadie le podía responder palabra: ni osó alguno desde aquel día preguntarle más. Matthew 23:0 Matthew 23:1 Entonces Jesús habló a la multitud, y a sus discípulos, Matthew 23:2 Diciendo: Sobre la cátedra de Moisés se asientan los escribas y los Fariseos: Matthew 23:3 Así que todo lo que os dijeren que guardéis, guardádlo, y hacédlo; mas no hagáis conforme a sus obras; porque dicen y no hacen. Matthew 23:4 Porque atan cargas pesadas, y difíciles de llevar, y las ponen sobre los hombros de los hombres; mas ni aun con su dedo las quieren mover. Matthew 23:5 Antes todas sus obras hacen para ser mirados de los hombres; porque ensanchan sus filacterias, y extienden los flecos de sus mantos, Matthew 23:6 Y aman los primeros asientos en las cenas, y las primeras sillas en las sinagogas, Matthew 23:7 Y las salutaciones en las plazas, y ser llamados de los hombres, Rabbi, Rabbi. Matthew 23:8 Mas vosotros, no queráis ser llamados Rabbies; porque uno es vuestro Maestro, el Cristo, y todos vosotros sois hermanos. Matthew 23:9 Y vuestro Padre no llaméis a nadie en la tierra; porque uno es vuestro Padre, el cual está en los cielos. Matthew 23:10 Ni os llaméis doctores; porque uno es vuestro Doctor, el Cristo. Matthew 23:11 Mas el que es el mayor de vosotros, sea vuestro siervo. Matthew 23:12 Porque el que se enalteciere será humillado; y el que se humillare será enaltecido. Matthew 23:13 Mas ¡ay de vosotros, escribas y Fariseos, hipócritas! porque cerráis el reino de los cielos delante de los hombres; que ni vosotros entráis, ni a los que entran dejáis entrar. Matthew 23:14 ¡Ay de vosotros, escribas y Fariseos, hipócritas! porque devoráis las casas de las viudas con color de larga oración; por esto llevaréis más grave juicio. Matthew 23:15 ¡Ay de vosotros, escribas y Fariseos, hipócritas! porque rodeáis la mar y la tierra por hacer un prosélito; y cuando fuere hecho, le hacéis hijo del infierno dos veces más que vosotros. Matthew 23:16 ¡Ay de vosotros, guias ciegos! que decís: Cualquiera que jurare por el templo, es nada; mas cualquiera que jurare por el oro del templo, deudor es. Matthew 23:17 ¡Insensatos y ciegos! porque, ¿cuál es mayor, el oro, o el templo que santifica al oro? Matthew 23:18 Y, cualquiera que jurare por el altar, es nada; mas cualquiera que jurare por el presente que está sobre él, deudor es. Matthew 23:19 ¡Insensatos y ciegos! porque, ¿cuál es mayor, el presente, o el altar que santifica al presente? Matthew 23:20 Pues el que jurare por el altar, jura por él, y por todo lo que está sobre él. Matthew 23:21 Y el que jurare por el templo, jura por él, y por el que habita en él. Matthew 23:22 Y el que jurare por el cielo, jura por el trono de Dios, y por el que está sentado sobre él. Matthew 23:23 ¡Ay de vosotros, escribas y Fariseos, hipócritas! porque diezmáis la menta, y el eneldo, y el comino, y dejasteis lo que es lo más grave de la ley, es a saber, el juicio, y la misericordia, y la fe. Esto era menester hacer, y no dejar lo otro. Matthew 23:24 ¡Guias ciegos! que coláis el mosquito, mas tragáis el camello. Matthew 23:25 ¡Ay de vosotros, escribas y Fariseos, hipócritas! porque limpiáis lo que está de fuera del vaso, o del plato; mas de dentro está todo lleno de robo y de injusticia. Matthew 23:26 ¡Fariseo ciego! limpia primero lo que está dentro del vaso y del plato, para que también lo que está de fuera se haga limpio. Matthew 23:27 ¡Ay de vosotros, escribas y Fariseos, hipócritas! porque sois semejantes a sepulcros blanqueados, que de fuera, a la verdad, se muestran hermosos; mas de dentro están llenos de huesos de muertos, y de toda suciedad. Matthew 23:28 Así también vosotros, de fuera, a la verdad, os mostráis justos a los hombres; mas de dentro, llenos estáis de hipocresía e iniquidad. Matthew 23:29 ¡Ay de vosotros, escribas y Fariseos, hipócritas! porque edificáis los sepulcros de los profetas, y adornáis los monumentos de los justos, Matthew 23:30 Y decís: Si fuéramos en los días de nuestros padres, no hubiéramos sido sus compañeros en la sangre de los profetas. Matthew 23:31 Así que testimonio dais a vosotros mismos que sois hijos de aquellos que mataron a los profetas. Matthew 23:32 Vosotros también henchíd la medida de vuestros padres. Matthew 23:33 ¡Serpientes, generación de víboras! ¿cómo evitaréis el juicio del infierno? Matthew 23:34 Por tanto, he aquí, yo envío a vosotros profetas, y sabios, y escribas; y de ellos unos mataréis y crucificaréis; y otros de ellos azotaréis en vuestras sinagogas, y perseguiréis de ciudad en ciudad; Matthew 23:35 Para que venga sobre vosotros toda la sangre justa que se ha derramado sobre la tierra, desde la sangre de Abel el justo, hasta la sangre de Zacarías, hijo de Baraquías, al cual matasteis entre el templo y el altar. Matthew 23:36 De cierto os digo, que todo esto vendrá sobre esta generación. Matthew 23:37 ¡Jerusalem! ¡Jerusalem! que matas los profetas, y apedreas a los que son enviados a ti, cuántas veces quise juntar tus hijos, como la gallina junta sus pollos debajo de las alas, y no quisiste. Matthew 23:38 He aquí, vuestra casa os es dejada desierta. Matthew 23:39 Porque yo os digo, que desde ahora no me veréis, hasta que digáis: Bendito el que viene en el nombre del Señor. Matthew 24:0 Matthew 24:1 Y salido Jesús del templo, íbase; y se llegaron sus discípulos, para mostrarle los edificios del templo. Matthew 24:2 Y respondiendo él, les dijo: ¿Veis todo esto? De cierto os digo, que no será dejada aquí piedra sobre piedra que no sea derribada. Matthew 24:3 ¶ Y sentándose él en el monte de las Olivas, se llegaron a él los discípulos aparte, diciendo: Dinos cuando serán estas cosas, y qué señal habrá de tu venida, y del fin del siglo. Matthew 24:4 Y respondiendo Jesús, les dijo: Mirád que nadie os engañe. Matthew 24:5 Porque vendrán muchos en mi nombre, diciendo: Yo soy el Cristo; y a muchos engañarán. Matthew 24:6 Y oiréis guerras y rumores de guerras: mirád que no os turbéis; porque es menester que todo esto acontezca; mas aun no es el fin. Matthew 24:7 Porque se levantará nación contra nación, y reino contra reino; y serán pestilencias, y hambres, y terremotos por los lugares. Matthew 24:8 Y todas estas cosas, principio de dolores. Matthew 24:9 Entonces os entregarán para ser afligidos; y os matarán; y seréis aborrecidos de todas naciones, por causa de mi nombre. Matthew 24:10 Y muchos entonces serán escandalizados; y se entregarán unos a otros; y unos a otros se aborrecerán. Matthew 24:11 Y muchos falsos profetas se levantarán, y engañarán a muchos. Matthew 24:12 Y por haberse multiplicado la maldad, el amor de muchos se resfriará. Matthew 24:13 Mas el que perseverare hasta el fin, éste será salvo. Matthew 24:14 Y será predicado este evangelio del reino en todo el mundo, por testimonio a todas las naciones, y entonces vendrá el fin. Matthew 24:15 ¶ Por tanto cuando viereis la abominación de asolamiento, que fue dicha por Daniel el profeta, que estará en el lugar santo, el que lee, entienda. Matthew 24:16 Entonces los que estuvieren en Judea, huyan a los montes; Matthew 24:17 Y el que sobre la techumbre, no descienda a tomar algo de su casa; Matthew 24:18 Y el que en el campo, no vuelva atrás a tomar sus ropas. Matthew 24:19 Mas ¡ay de las preñadas, y de las que crían en aquellos días! Matthew 24:20 Orád pues que vuestra huida no sea en invierno, ni en día de sábado. Matthew 24:21 Porque habrá entonces grande aflicción, cual no fue desde el principio del mundo hasta ahora, ni será. Matthew 24:22 Y si aquellos días no fuesen acortados, ninguna carne sería salva; mas por causa de los escogidos, aquellos días serán acortados. Matthew 24:23 ¶ Entonces si alguien os dijere: He aquí, está el Cristo, o allí; no creáis. Matthew 24:24 Porque se levantarán falsos Cristos, y falsos profetas; y darán señales grandes y prodigios, de tal manera que engañarán, si es posible, aun a los escogidos. Matthew 24:25 He aquí, os lo he dicho antes. Matthew 24:26 Así que si os dijeren: He aquí, en el desierto está; no salgáis. He aquí, en las cámaras; no creáis. Matthew 24:27 Porque como relámpago que sale del oriente, y se muestra hasta el occidente, así será también la venida del Hijo del hombre. Matthew 24:28 Porque donde quiera que estuviere el cuerpo muerto, allí se juntarán también las águilas. Matthew 24:29 ¶ Y luego después de la aflicción de aquellos días, el sol se oscurecerá; y la luna no dará su lumbre; y las estrellas caerán del cielo; y las virtudes de los cielos serán conmovidas. Matthew 24:30 Y entonces se mostrará la señal del Hijo del hombre en el cielo, y entonces lamentarán todas las tribus de la tierra; y verán al Hijo del hombre que vendrá sobre las nubes del cielo, con poder y grande gloria. Matthew 24:31 Y enviará sus ángeles con trompeta y gran voz; y juntarán sus escogidos de los cuatro vientos, del un cabo del cielo hasta el otro. Matthew 24:32 De la higuera aprendéd la comparación: Cuando ya su rama se enternece, y las hojas brotan, sabéis que el verano está cerca. Matthew 24:33 Así también vosotros, cuando viereis todas estas cosas, sabéd que está cercano, a las puertas. Matthew 24:34 De cierto os digo, que no pasará esta generación que todas estas cosas no acontezcan. Matthew 24:35 El cielo y la tierra perecerán, mas mis palabras no perecerán. Matthew 24:36 ¶ Mas del día o hora, nadie lo sabe, ni aun los ángeles de los cielos, sino mi Padre solo. Matthew 24:37 Mas como los días de Noé, así será la venida del Hijo del hombre. Matthew 24:38 Porque como en los días antes del diluvio estaban comiendo y bebiendo, tomando mujeres, y dándolas en matrimonio, hasta el día que Noé entró en el arca, Matthew 24:39 Y no conocieron hasta que vino el diluvio, y los llevó a todos; así será también la venida del Hijo del hombre. Matthew 24:40 Entonces estarán dos en el campo; uno será tomado, y otro será dejado: Matthew 24:41 Dos mujeres moliendo a un molinillo; la una será tomada, y la otra será dejada. Matthew 24:42 ¶ Velád pues, porque no sabéis a que hora ha de venir vuestro Señor. Matthew 24:43 Esto empero sabéd, que si el padre de familias supiese a cual vela el ladrón había de venir, velaría, y no dejaría minar su casa. Matthew 24:44 Por tanto también vosotros estád apercibidos; porque el Hijo del hombre ha de venir a la hora que no pensáis. Matthew 24:45 ¿Quién pues es el siervo fiel y prudente, al cual su Señor puso sobre su familia, para que les dé alimento a tiempo? Matthew 24:46 Bienaventurado aquel siervo, al cual, cuando su Señor viniere, le hallare haciendo así. Matthew 24:47 De cierto os digo, que sobre todos sus bienes le pondrá. Matthew 24:48 Mas si aquel siervo malo dijere en su corazón: Mi señor se tarda de venir; Matthew 24:49 Y comenzare a herir sus compañeros, y aun a comer y beber con los borrachos: Matthew 24:50 Vendrá el Señor de aquel siervo el día que él no espera, y a la hora que él no sabe, Matthew 24:51 Y le apartará, y pondrá su parte con los hipócritas: allí será el lloro, y el crujir de dientes. Matthew 25:0 Matthew 25:1 Entonces el reino de los cielos será semejante a diez vírgenes, que tomando sus lámparas, salieron a recibir al esposo. Matthew 25:2 Y las cinco de ellas eran prudentes, y las cinco insensatas. Matthew 25:3 Las que eran insensatas, tomando sus lámparas, no tomaron aceite consigo. Matthew 25:4 Mas las prudentes tomaron aceite en sus vasos, juntamente con sus lámparas. Matthew 25:5 Y tardándose el esposo, cabecearon todas, y se durmieron. Matthew 25:6 Y a la media noche fue oído un clamor, que decía: He aquí, el esposo viene, salíd a recibirle. Matthew 25:7 Entonces todas aquellas vírgenes se levantaron, y aderezaron sus lámparas. Matthew 25:8 Y las insensatas dijeron a las prudentes: Dádnos de vuestro aceite, porque nuestras lámparas se apagan. Matthew 25:9 Mas las prudentes respondieron, diciendo: Porque no nos falte a nosotras y a vosotras, id antes a los que venden, y comprád para vosotras. Matthew 25:10 E idas ellas a comprar, vino el esposo; y las que estaban apercibidas, entraron con él a las bodas; y se cerró la puerta. Matthew 25:11 Y después vinieron también las otras vírgenes, diciendo: Señor, señor, ábrenos. Matthew 25:12 Mas respondiendo él, dijo: De cierto os digo, que no os conozco. Matthew 25:13 Velád pues, porque no sabéis el día ni la hora, en la cual el Hijo del hombre ha de venir. Matthew 25:14 ¶ Porque el reino de los cielos es como un hombre que partiéndose lejos, llamó a sus siervos, y les entregó sus bienes. Matthew 25:15 Y a éste dio cinco talentos, y al otro dos, y al otro uno; a cada uno conforme a su facultad, y se partió luego lejos. Matthew 25:16 Y partido él, el que había recibido cinco talentos, granjeó con ellos, e hizo otros cinco talentos. Matthew 25:17 Semejantemente también el que había recibido dos, ganó también él otros dos. Matthew 25:18 Mas el que había recibido uno, fue, y cavó en la tierra, y escondió el dinero de su señor. Matthew 25:19 Y después de mucho tiempo vino el señor de aquellos siervos, e hizo cuentas con ellos. Matthew 25:20 Y llegando el que había recibido cinco talentos, trajo otros cinco talentos, diciendo: Señor, cinco talentos me entregaste; he aquí, otros cinco talentos he ganado con ellos. Matthew 25:21 Y su señor le dijo: Bien está, buen siervo y fiel: sobre poco has sido fiel, sobre mucho te pondré: entra en el gozo de tu señor. Matthew 25:22 Y llegando también el que había recibido dos talentos, dijo: Señor, dos talentos me entregaste; he aquí, otros dos talentos he ganado sobre ellos. Matthew 25:23 Su señor le dijo: Bien está, buen siervo y fiel: sobre poco has sido fiel, sobre mucho te pondré: entra en el gozo de tu señor. Matthew 25:24 Y llegando también el que había recibido un talento, dijo: Señor, yo te conocía que eres hombre duro, que siegas donde no sembraste, y coges donde no derramaste: Matthew 25:25 Por tanto tuve miedo, y fui, y escondí tu talento en la tierra: he aquí, tienes lo que es tuyo. Matthew 25:26 Y respondiendo su señor, le dijo: Mal siervo y negligente, sabías que siego donde no sembré, y que cojo donde no derramé. Matthew 25:27 Por tanto te convenía dar mi dinero a los banqueros, y viniendo yo, recibiera lo que es mío con usura. Matthew 25:28 Quitádle pues el talento, y dádlo al que tiene diez talentos. Matthew 25:29 Porque a cualquiera que tuviere le será dado, y tendrá más; pero al que no tuviere, aun lo que tiene le será quitado. Matthew 25:30 Y al siervo inútil echádle en las tinieblas de afuera: allí será el llorar, y el crujir de dientes. Matthew 25:31 ¶ Cuando el Hijo del hombre vendrá en su gloria, y todos los santos ángeles con él, entonces se sentará sobre el trono de su gloria. Matthew 25:32 Y serán juntadas delante de él todas las naciones, y los apartará los unos de los otros, como aparta el pastor las ovejas de los cabritos; Matthew 25:33 Y pondrá las ovejas a su derecha, y los cabritos a la izquierda. Matthew 25:34 Entonces el Rey dirá a los que estarán a su derecha: Veníd, benditos de mi Padre, poseéd el reino aparejado para vosotros desde la fundación del mundo; Matthew 25:35 Porque tuve hambre, y me disteis de comer: tuve sed, y me disteis de beber: fui extranjero, y me recogisteis: Matthew 25:36 Desnudo, y me cubristeis: enfermo, y me visitasteis: estuve en la cárcel, y vinisteis a mí. Matthew 25:37 Entonces los justos le responderán, diciendo: Señor, ¿cuándo te vimos hambriento, y te sustentámos? ¿o sediento, y te dimos de beber? Matthew 25:38 ¿Cuando te vimos extranjero, y te recogimos? ¿o desnudo, y te cubrímos? Matthew 25:39 ¿O cuándo te vimos enfermo, o en la cárcel, y vinimos a ti? Matthew 25:40 Y respondiendo el Rey, les dirá: De cierto os digo, que en cuanto lo hicisteis a uno de estos mis hermanos pequeñitos, a mí lo hicisteis. Matthew 25:41 ¶ Entonces dirá también a los que estarán a la izquierda: Idos de mí, malditos, al fuego eterno, que está aparejado para el diablo y sus ángeles; Matthew 25:42 Porque tuve hambre, y no me disteis de comer: tuve sed, y no me disteis de beber: Matthew 25:43 Fui extranjero, y no me recogisteis: desnudo, y no me cubristeis: enfermo, y en la cárcel estuve, y no me visitasteis. Matthew 25:44 Entonces también ellos le responderán, diciendo: Señor, ¿cuándo te vimos hambriento, o sediento, o extranjero, o desnudo, o enfermo, o en la cárcel, y no te servimos? Matthew 25:45 Entonces les responderá, diciendo: De cierto os digo, que en cuanto no lo hicisteis a uno de estos pequeñitos, ni a mí lo hicisteis. Matthew 25:46 E irán estos al suplicio eterno, y los justos a la vida eterna. Matthew 26:0 Matthew 26:1 Y aconteció que como hubo acabado Jesús todas estas palabras, dijo a sus discípulos: Matthew 26:2 Sabéis que dentro de dos días se hace la pascua; y el Hijo del hombre es entregado para ser crucificado. Matthew 26:3 Entonces los príncipes de los sacerdotes, y los escribas, y los ancianos del pueblo se juntaron en el palacio del sumo sacerdote, el cual se llamaba Caifás. Matthew 26:4 Y tuvieron consejo para prender por engaño a Jesús, y matarle. Matthew 26:5 Y decían: No en el día de la fiesta, porque no se haga alboroto en el pueblo. Matthew 26:6 ¶ Y estando Jesús en Betania, en casa de Simón el leproso, Matthew 26:7 Vino a él una mujer, con un vaso de alabastro de ungüento de gran precio, y lo derramó sobre la cabeza de él, estando sentado a la mesa: Matthew 26:8 Lo cual viendo sus discípulos, se enojaron, diciendo: ¿Por qué se pierde esto? Matthew 26:9 Porque este ungüento se podía vender por gran precio, y darse a los pobres. Matthew 26:10 Y entendiéndolo Jesús, les dijo: ¿Por qué dais pena a esta mujer? porque ha hecho buena obra para conmigo. Matthew 26:11 Porque siempre tenéis pobres con vosotros; mas a mí no siempre me tenéis. Matthew 26:12 Porque echando este ungüento sobre mi cuerpo, para sepultarme lo ha hecho. Matthew 26:13 De cierto os digo, que donde quiera que este evangelio fuere predicado en todo el mundo, también será dicho para memoria de ella lo que esta ha hecho. Matthew 26:14 ¶ Entonces uno de los doce, que se llamaba Júdas Iscariote, fue a los príncipes de los sacerdotes, Matthew 26:15 Y les dijo: ¿Qué me queréis dar, y yo os le entregaré? Y ellos le señalaron treinta piezas de plata. Matthew 26:16 Y desde entonces buscaba oportunidad para entregarle. Matthew 26:17 ¶ Y el primer día de la fiesta de los panes sin levadura, vinieron los discípulos a Jesús, diciéndole: ¿Dónde quieres que te aderecemos para comer la pascua? Matthew 26:18 Y él dijo: Id a la ciudad a casa de tal hombre, y decídle: El Maestro dice: Mi tiempo está cerca: en tu casa haré la pascua con mis discípulos. Matthew 26:19 Y los discípulos hicieron como Jesús les mandó, y aderezaron la pascua. Matthew 26:20 Y como fue la tarde del día, se sentó a la mesa con los doce. Matthew 26:21 Y comiendo ellos, dijo: De cierto os digo, que uno de vosotros me ha de entregar. Matthew 26:22 Y ellos entristecidos en gran manera, comenzó cada uno de ellos a decirle: ¿Soy yo, Señor? Matthew 26:23 Entonces él respondiendo, dijo: El que mete la mano conmigo en el plato, éste me ha de entregar. Matthew 26:24 A la verdad el Hijo del hombre va, como está escrito de él; mas ¡ay de aquel hombre por quien el Hijo del hombre es entregado! bueno le fuera al tal hombre no haber nacido. Matthew 26:25 Entonces respondiendo Júdas, que le entregaba, dijo: ¿Soy yo quizá Maestro? Dícele: Tú lo has dicho. Matthew 26:26 Y comiendo ellos, tomó Jesús el pan, y habiendo dado gracias lo rompió, y dio a sus discípulos, y dijo: Tomád, coméd: éste es mi cuerpo. Matthew 26:27 Y tomando la copa, y hechas gracias, dióles, diciendo: Bebéd de ella todos. Matthew 26:28 Porque esta es mi sangre del nuevo testamento, la cual es derramada por muchos para remisión de los pecados. Matthew 26:29 Y os digo, que desde ahora no beberé más de este fruto de la vid, hasta aquel día, cuando lo tengo de beber nuevo con vosotros en el reino de mi Padre. Matthew 26:30 Y cuando hubieron cantado un himno, salieron al monte de las Olivas. Matthew 26:31 ¶ Entonces Jesús les dice: Todos vosotros seréis escandalizados en mí esta noche; porque escrito está: Heriré al pastor, y se descarriarán las ovejas de la manada. Matthew 26:32 Mas después que haya resucitado, iré delante de vosotros a Galilea. Matthew 26:33 Y respondiendo Pedro, le dijo: Aunque todos sean escandalizados en ti, yo nunca seré escandalizado. Matthew 26:34 Jesús le dice: De cierto te digo, que esta noche, antes que el gallo cante, me negarás tres veces. Matthew 26:35 Dícele Pedro: Aunque me sea menester morir contigo, no te negaré. Y todos los discípulos dijeron lo mismo. Matthew 26:36 ¶ Entonces llegó Jesús con ellos al huerto, que se llama Getsemaní, y dice a sus discípulos: Sentáos aquí, hasta que vaya allí, y ore. Matthew 26:37 Y tomando a Pedro, y a los dos hijos de Zebedeo, comenzó a entristecerse, y a angustiarse en gran manera. Matthew 26:38 Entonces Jesús les dice: Mi alma está muy triste hasta la muerte: quedáos aquí, y velád conmigo. Matthew 26:39 Y yéndose un poco más adelante, se postró sobre su rostro, orando, y diciendo: Padre mío, si es posible, pase de mí esta copa: empero no como yo quiero, mas como tú. Matthew 26:40 Y vino a sus discípulos, y los halló durmiendo; y dijo a Pedro: ¡Qué! ¿No habéis podido velar conmigo una hora? Matthew 26:41 Velád y orád, para que no entréis en tentación: el espíritu a la verdad está presto, mas la carne enferma. Matthew 26:42 Otra vez, fue segunda vez, y oró, diciendo: Padre mío, si no puede esta copa pasar de mí sin que yo la beba, hágase tu voluntad. Matthew 26:43 Y vino, y los halló otra vez durmiendo; porque los ojos de ellos eran agravados. Matthew 26:44 Y dejándolos, fue otra vez, y oró tercera vez, diciendo las mismas palabras. Matthew 26:45 Entonces vino a sus discípulos, y les dice: Dormíd ya, y descansád: he aquí, ha llegado la hora, y el Hijo del hombre es entregado en manos de pecadores. Matthew 26:46 Levantáos, vamos: he aquí, ha llegado el que me entrega. Matthew 26:47 ¶ Y hablando aun él, he aquí, Júdas, uno de los doce, vino, y con él una grande multitud, con espadas y palos, de parte de los príncipes de los sacerdotes, y de los ancianos del pueblo. Matthew 26:48 Y el que le entregaba les había dado señal, diciendo: Al que yo besare, aquel es: tenédle bien. Matthew 26:49 Y luego que llegó a Jesús, dijo: Tengas gozo, Maestro. Y le besó. Matthew 26:50 Y Jesús le dijo: ¿Amigo, a qué vienes? Entonces llegaron, y echaron mano a Jesús, y le prendieron. Matthew 26:51 Y, he aquí, uno de los que estaban con Jesús, extendiendo la mano, sacó su espada, e hiriendo a un siervo del sumo sacerdote, le quitó una oreja. Matthew 26:52 Entonces Jesús le dice: Vuelve tu espada a su lugar; porque todos los que tomaren espada, a espada perecerán. Matthew 26:53 O ¿piensas que no puedo ahora orar a mi Padre, y él me daría más de doce legiones de ángeles? Matthew 26:54 Mas ¿cómo se cumplirían entonces las Escrituras, de que así es menester que sea hecho? Matthew 26:55 En aquella hora dijo Jesús a la multitud: Como a ladrón habéis salido con espadas y con palos a prenderme: cada día me sentaba con vosotros enseñando en el templo, y no me prendisteis. Matthew 26:56 Mas todo esto se hace, para que se cumplan las Escrituras de los profetas. Entonces todos los discípulos huyeron, dejándole. Matthew 26:57 Y ellos, prendido Jesús, le trajeron a Caifás sumo sacerdote, donde los escribas y los ancianos estaban juntos. Matthew 26:58 Mas Pedro le seguía de lejos hasta el patio del sumo sacerdote; y entrado dentro, se estaba sentado con los criados, para ver el fin. Matthew 26:59 Y los príncipes de los sacerdotes, y los ancianos, y todo el concilio buscaban algún falso testimonio contra Jesús, para entregarle a la muerte; Matthew 26:60 Y no hallaban: y aunque muchos testigos falsos se llegaban, no lo hallaron. Mas a la postre vinieron dos testigos falsos, Matthew 26:61 Que dijeron: Este dijo: Puedo derribar el templo de Dios, y reedificarle en tres días. Matthew 26:62 Y levantándose el sumo sacerdote, le dijo: ¿No respondes nada? ¿Qué testifican estos contra ti? Matthew 26:63 Mas Jesús callaba. Y respondiendo el sumo sacerdote, le dijo: Te conjuro por el Dios viviente, que nos digas, si eres tú el Cristo, Hijo de Dios. Matthew 26:64 Jesús le dice: Tú lo has dicho. Y aun os digo, que de aquí a poco habéis de ver al Hijo del hombre asentado a la diestra del poder de Dios, y viniendo sobre las nubes del cielo. Matthew 26:65 Entonces el sumo sacerdote rasgó sus vestiduras, diciendo: Blasfemado ha: ¿qué más necesidad tenemos de testigos? He aquí, ahora habéis oído su blasfemia. Matthew 26:66 ¿Qué os parece? Y respondiendo ellos dijeron: Culpado es de muerte. Matthew 26:67 Entonces le escupieron en su rostro, y le dieron de bofetadas, y otros le herían a puñadas, Matthew 26:68 Diciendo: Profetízanos, oh Cristo, quién es el que te ha herido. Matthew 26:69 ¶ Y Pedro estaba sentado fuera en el patio; y se llegó a él una criada, diciendo: Y tú con Jesús el Galileo estabas. Matthew 26:70 Mas él negó delante de todos, diciendo: No sé lo que dices. Matthew 26:71 Y saliendo a la puerta, le vio otra, y dijo a los que estaban allí: También éste estaba con Jesús Nazareno. Matthew 26:72 Y negó otra vez con juramento, diciendo: No conozco a ese hombre. Matthew 26:73 Y después de un poco se allegaron los que por allí estaban, y dijeron a Pedro: Verdaderamente también tú eres uno de ellos; porque aun tu habla te hace manifiesto. Matthew 26:74 Entonces comenzó a echarse maldiciones, y a jurar, diciendo: No conozco a ese hombre. Y el gallo cantó luego. Matthew 26:75 Y se acordó Pedro de las palabras de Jesús, que le dijo: Antes que cante el gallo, me negarás tres veces. Y saliéndose fuera, lloró amargamente. Matthew 27:0 Matthew 27:1 Y venida la mañana, entraron en consejo todos los príncipes de los sacerdotes, y los ancianos del pueblo, contra Jesús, para entregarle a muerte. Matthew 27:2 Y le llevaron atado, y le entregaron a Poncio Pilato presidente. Matthew 27:3 Entonces Júdas, el que le había entregado, viendo que era condenado, volvió arrepentido las treinta piezas de plata a los príncipes de los sacerdotes, y a los ancianos, Matthew 27:4 Diciendo: Yo he pecado entregando la sangre inocente. Mas ellos dijeron: ¿Qué se nos da a nosotros? Viéraslo tú. Matthew 27:5 Y arrojando las piezas de plata al templo, se partió, y fue, y se ahorcó. Matthew 27:6 Y los príncipes de los sacerdotes, tomando las piezas de plata, dijeron: No es lícito echarlas en el tesoro, porque es precio de sangre. Matthew 27:7 Mas habido consejo, compraron con ellas el campo del Ollero, por sepultura para los extranjeros. Matthew 27:8 Por lo cual fue llamado aquel campo: Campo de sangre, hasta el día de hoy. Matthew 27:9 Entonces se cumplió lo que fue dicho por el profeta Jeremías, que dijo: Y tomaron las treinta piezas de plata, precio del apreciado, que fue apreciado por los hijos de Israel; Matthew 27:10 Y las dieron para comprar el campo del Ollero, como me ordenó el Señor. Matthew 27:11 ¶ Y Jesús estuvo delante del presidente, y el presidente le preguntó, diciendo: ¿Eres tú el rey de los Judíos? Y Jesús le dijo: Tú lo dices. Matthew 27:12 Y siendo acusado por los príncipes de los sacerdotes, y por los ancianos, nada respondió. Matthew 27:13 Pilato entonces le dice: ¿No oyes cuántas cosas testifican contra ti? Matthew 27:14 Y no le respondió ni una palabra, de tal manera que el presidente se maravillaba mucho. Matthew 27:15 ¶ Y en el día de la fiesta acostumbraba el presidente soltar al pueblo un preso cual quisiesen. Matthew 27:16 Y tenían entonces un preso famoso, que se llamaba Barrabás. Matthew 27:17 Y juntos ellos, les dijo Pilato: ¿Cuál queréis que os suelte? ¿a Barrabás, o a Jesús, que es llamado el Cristo? Matthew 27:18 Porque sabía que por envidia le habían entregado. Matthew 27:19 Y estando él sentado en el tribunal, su mujer envió a él, diciendo: No tengas que ver con aquel justo; porque hoy he padecido muchas cosas en sueños por causa de él. Matthew 27:20 Mas los príncipes de los sacerdotes, y los ancianos, persuadieron al pueblo, que pidiese a Barrabás, y a Jesús matase. Matthew 27:21 Y respondiendo el presidente, les dijo: ¿Cuál de los dos queréis que os suelte? Y ellos dijeron: A Barrabás. Matthew 27:22 Pilato les dijo: ¿Qué pues haré de Jesús que es llamado el Cristo? Dícenle todos: Sea crucificado. Matthew 27:23 Y el presidente les dijo: Pues ¿qué mal ha hecho? Mas ellos alzaban más el grito, diciendo: Sea crucificado. Matthew 27:24 Y viendo Pilato que nada aprovechaba, antes se hacía más alboroto, tomando agua lavó sus manos delante del pueblo, diciendo: Inocente soy yo de la sangre de este justo: védlo vosotros. Matthew 27:25 Y respondiendo todo el pueblo, dijo: Su sangre sea sobre nosotros, y sobre nuestros hijos. Matthew 27:26 Entonces les soltó a Barrabás; y habiendo azotado a Jesús, le entregó para ser crucificado. Matthew 27:27 ¶ Entonces los soldados del presidente llevando a Jesús al pretorio, juntaron a él toda la cuadrilla. Matthew 27:28 Y desnudándole, echáronle encima un manto de grana. Matthew 27:29 Y pusieron sobre su cabeza una corona tejida de espinas, y una caña en su mano derecha; e hincando la rodilla delante de él, burlaban de él, diciendo: Tengas gozo, rey de los Judíos. Matthew 27:30 Y escupiendo en él, tomaron la caña, y le herían en la cabeza. Matthew 27:31 Y después que le hubieron escarnecido, le desnudaron el manto, y le vistieron de sus vestidos, y le llevaron para crucificarle. Matthew 27:32 Y saliendo, hallaron a un Cireneo que se llamaba Simón: a éste cargaron para que llevase su cruz. Matthew 27:33 Y como llegaron al lugar que se llama Gólgota, que quiere decir, el lugar de la Calavera, Matthew 27:34 Le dieron a beber vinagre mezclado con hiel; y gustando, no quiso beberlo. Matthew 27:35 Y después que le hubieron crucificado, repartieron sus vestidos, echando suertes; para que se cumpliese lo que fue dicho por el profeta: Se repartieron mis vestidos, y sobre mi ropa echaron suertes. Matthew 27:36 Y le guardaban, sentados allí. Matthew 27:37 Y pusieron sobre su cabeza su causa escrita: ESTE ES JESUS, EL REY DE LOS JUDÍOS. Matthew 27:38 Entonces crucificaron con él dos ladrones: uno a la derecha, y otro a la izquierda. Matthew 27:39 Y los que pasaban, le decían injurias, meneando sus cabezas, Matthew 27:40 Y diciendo: Tú, el que derribas el templo, y en tres días lo reedificas, sálvate a ti mismo. Si eres Hijo de Dios, desciende de la cruz. Matthew 27:41 De esta manera también los príncipes de los sacerdotes escarneciendo, con los escribas, y los Fariseos, y los ancianos, decían: Matthew 27:42 A otros salvó, a sí no se puede salvar. Si es el rey de Israel, descienda ahora de la cruz, y creeremos en él. Matthew 27:43 Confió en Dios: líbrele ahora, si le quiere; porque ha dicho: Soy Hijo de Dios. Matthew 27:44 Lo mismo también le zaherían los ladrones que estaban crucificados con él. Matthew 27:45 ¶ Y desde la hora de sexta fueron tinieblas sobre toda la tierra, hasta la hora de nona. Matthew 27:46 Y cerca de la hora de nona Jesús exclamó con gran voz, diciendo: Eli, Eli, ¿lamma sabachthani? esto es: Dios mío, Dios mío, ¿por qué me has desamparado? Matthew 27:47 Y algunos de los que estaban allí, oyéndolo, decían: A Elías llama éste. Matthew 27:48 Y luego corriendo uno de ellos tomó una esponja, y la hinchió de vinagre, y poniéndola en una caña, le daba para que bebiese. Matthew 27:49 Y los otros decían: Deja, veamos si vendrá Elías a librarle. Matthew 27:50 Mas Jesús habiendo otra vez exclamado con grande voz, dio el espíritu. Matthew 27:51 Y, he aquí, el velo del templo se rompió en dos, de alto a bajo; y la tierra se movió, y las piedras se hendieron; Matthew 27:52 Y los sepulcros se abrieron; y muchos cuerpos de santos, que habían dormido, se levantaron. Matthew 27:53 Y salidos de los sepulcros, después de su resurrección, vinieron a la santa ciudad, y aparecieron a muchos. Matthew 27:54 Y el centurión, y los que estaban con él guardando a Jesús, visto el terremoto, y las cosas que habían sido hechas, temieron en gran manera, diciendo: Verdaderamente Hijo de Dios era éste. Matthew 27:55 Y estaban allí muchas mujeres mirando de lejos, las cuales habían seguido de Galilea a Jesús, sirviéndole: Matthew 27:56 Entre las cuales era María Magdalena, y María madre de Santiago y de Joses, y la madre de los hijos de Zebedeo. Matthew 27:57 ¶ Y como fue la tarde del día, vino un hombre rico de Arimatea, llamado José, el cual también era discípulo de Jesús. Matthew 27:58 Este llegó a Pilato, y pidió el cuerpo de Jesús. Entonces Pilato mandó que el cuerpo se le diese. Matthew 27:59 Y tomando José el cuerpo, lo envolvió en una sábana limpia, Matthew 27:60 Y lo puso en un sepulcro suyo nuevo, que había labrado en la roca; y revuelta una grande piedra a la puerta del sepulcro, se fue. Matthew 27:61 Y estaban allí María Magdalena, y la otra María, sentadas delante del sepulcro. Matthew 27:62 Y el siguiente día, que era el día después de la preparación, se juntaron los príncipes de los sacerdotes y los Fariseos a Pilato, Matthew 27:63 Diciendo: Señor, nos acordamos que aquel engañador dijo, viviendo aun: Después del tercero día resucitaré. Matthew 27:64 Manda, pues, asegurar el sepulcro hasta el día tercero; porque no vengan sus discípulos de noche, y le hurten, y digan al pueblo: Resucitó de los muertos; y será el postrer error peor que el primero. Matthew 27:65 Díceles Pilato: La guardia tenéis: id, asegurádlo como sabéis. Matthew 27:66 Y yendo ellos, aseguraron el sepulcro con la guardia, sellando la piedra. Matthew 28:0 Matthew 28:1 En el fin del sábado, así como iba amaneciendo el primer día de la semana, vino María Magdalena, y la otra María, a ver el sepulcro. Matthew 28:2 Y, he aquí, fue hecho un gran terremoto; porque el ángel del Señor descendiendo del cielo y llegando, había revuelto la piedra de la puerta del sepulcro, y estaba sentado sobre ella. Matthew 28:3 Y su aspecto era como un relámpago; y su vestido blanco como la nieve. Matthew 28:4 Y del miedo de él los guardas temblaron, y fueron vueltos como muertos. Matthew 28:5 Y respondiendo el ángel, dijo a las mujeres: No temáis vosotras; porque yo sé que buscáis a Jesús, el que fue crucificado. Matthew 28:6 No está aquí; porque ha resucitado, como dijo. Veníd, ved el lugar donde fue puesto el Señor; Matthew 28:7 Y presto id, decíd a sus discípulos, que ha resucitado de los muertos; y, he aquí, os espera en Galilea: allí le veréis: he aquí, os lo he dicho. Matthew 28:8 Entonces ellas saliendo del sepulcro con temor y gran gozo, fueron corriendo a dar las nuevas a sus discípulos. Y yendo a dar las nuevas a sus discípulos, Matthew 28:9 He aquí, Jesús les sale al encuentro, diciendo: Tengáis gozo. Y ellas se llegaron, y trabaron de sus pies, y le adoraron. Matthew 28:10 Entonces Jesús les dice: No temáis, id, dad las nuevas a mis hermanos, para que vayan a Galilea; y allá me verán. Matthew 28:11 ¶ Y yendo ellas, he aquí, unos de la guardia vinieron a la ciudad, y dieron aviso a los príncipes de los sacerdotes de todas las cosas que habían acontecido. Matthew 28:12 Y juntados con los ancianos, habido consejo, dieron mucho dinero a los soldados, Matthew 28:13 Diciendo: Decíd: Sus discípulos vinieron de noche, y le hurtaron, durmiendo nosotros. Matthew 28:14 Y si esto fuere oído del presidente, nosotros le persuadiremos, y os haremos seguros. Matthew 28:15 Y ellos, tomado el dinero, hicieron como estaban instruidos; y este dicho ha sido divulgado entre los Judíos hasta el día de hoy. Matthew 28:16 ¶ Mas los once discípulos se fueron a Galilea, al monte, donde Jesús les había ordenado. Matthew 28:17 Y como le vieron, le adoraron; mas algunos dudaban. Matthew 28:18 Y llegando Jesús, les habló, diciendo: Toda potestad me es dada en el cielo y en la tierra. Matthew 28:19 Por tanto id, enseñád a todas las naciones, bautizándoles en el nombre del Padre, y del Hijo, y del Espíritu Santo: Matthew 28:20 Enseñándoles que guarden todas las cosas que os he mandado; y, he aquí, yo estoy con vosotros todos los días, hasta el fin del siglo. Amén.
Mark 0:0
Mark 1:0 Mark 1:1 Principio del evangelio de Jesu Cristo, Hijo de Dios. Mark 1:2 Como está escrito en los profetas: He aquí, yo envío a mi mensajero delante de tu faz, que apareje tu camino delante de ti. Mark 1:3 Voz del que clama en el desierto: Aparejád el camino del Señor: hacéd derechas sus veredas. Mark 1:4 Bautizaba Juan en el desierto, y predicaba el bautismo de arrepentimiento para remisión de pecados. Mark 1:5 Y salía a él todo el país de Judea, y los de Jerusalem; y eran todos bautizados por él en el río del Jordán, confesando sus pecados. Mark 1:6 Y Juan andaba vestido de pelos de camello, y con un cinto de cuero al rededor de sus lomos; y comía langostas, y miel montés. Mark 1:7 Y predicaba, diciendo: Viene en pos de mí el que es más poderoso que yo, al cual no soy digno de desatar encorvado la correa de sus zapatos. Mark 1:8 Yo a la verdad os he bautizado con agua; mas él os bautizará con el Espíritu Santo. Mark 1:9 ¶ Y aconteció en aquellos días, que Jesús vino de Nazaret de Galilea, y fue bautizado por Juan en el Jordán. Mark 1:10 Y luego, subiendo del agua, vio abrirse los cielos, y al Espíritu, como paloma, que descendía sobre él. Mark 1:11 Y vino una voz de los cielos, que decía: Tú eres mi Hijo amado: en ti tomo contentamiento. Mark 1:12 Y luego el Espíritu le impele al desierto. Mark 1:13 Y estuvo allí en el desierto cuarenta días; y era tentado de Satanás; y estaba con las fieras; y los ángeles le servían. Mark 1:14 ¶ Mas después que Juan fue entregado, Jesús vino a Galilea, predicando el evangelio del reino de Dios, Mark 1:15 Y diciendo: El tiempo es cumplido; y el reino de Dios está cerca: Arrepentíos, y creéd al evangelio. Mark 1:16 Y andando junto a la mar de Galilea, vio a Simón, y a Andrés su hermano, que echaban la red en la mar, porque eran pescadores. Mark 1:17 Y les dijo Jesús: Veníd en pos de mí, y haré que seáis pescadores de hombres. Mark 1:18 Y luego, dejadas sus redes, le siguieron. Mark 1:19 Y pasando de allí un poco más adelante, vio a Santiago, hijo de Zebedeo, y a Juan su hermano, también ellos en la nave, que aderezaban las redes. Mark 1:20 Y luego los llamó; y dejando a su padre Zebedeo en la nave con los jornaleros, fueron en pos de él. Mark 1:21 ¶ Y entraron en Capernaum; y luego los sábados entrando en la sinagoga enseñaba. Mark 1:22 Y se pasmaban de su doctrina; porque los enseñaba como quien tiene autoridad, y no como los escribas. Mark 1:23 Y había en la sinagoga de ellos un hombre con espíritu inmundo, el cual dio voces, Mark 1:24 Diciendo: ¡Ah! ¿Qué tenemos nosotros que ver contigo, Jesús Nazareno? ¿Has venido a destruirnos? Te conozco quien eres, eres el Santo de Dios. Mark 1:25 Y riñóle Jesús, diciendo: Enmudece, y sal de él. Mark 1:26 Y haciéndole pedazos el espíritu inmundo, y clamando a gran voz, salió de él. Mark 1:27 Y todos se maravillaron, de tal manera que inquirían entre sí, diciendo: ¿Qué es esto? ¿Qué nueva doctrina es esta, que con autoridad aun a los espíritus inmundos manda, y le obedecen? Mark 1:28 Y luego se divulgó su fama por todo el país al derredor de la Galilea. Mark 1:29 Y luego salidos de la sinagoga, vinieron a casa de Simón y de Andrés, con Santiago y Juan. Mark 1:30 Y la suegra de Simón estaba acostada con calentura; y le dijeron luego de ella. Mark 1:31 Entonces llegando él, la tomó de su mano, y la levantó; y luego la dejó la calentura, y les servía. Mark 1:32 Y cuando fue la tarde, como el sol se puso, traían a él todos los que tenían mal, y endemoniados. Mark 1:33 Y toda la ciudad se juntó a la puerta. Mark 1:34 Y sanó a muchos que estaban enfermos de diversas enfermedades; y echó fuera muchos demonios; y no dejaba hablar a los demonios porque le conocían. Mark 1:35 Y levantándose muy de mañana, aun muy oscuro, salió, y se fue a un lugar desierto, y allí oraba. Mark 1:36 Y le siguió Simón, y los que estaban con él. Mark 1:37 Y hallándole, le dicen: Todos te buscan. Mark 1:38 Y les dice: Vamos a las aldeas vecinas, para que predique también allí; porque para esto he venido. Mark 1:39 Y predicaba en las sinagogas de ellos en toda la Galilea, y echaba fuera los demonios. Mark 1:40 Y un leproso vino a él, rogándole; e hincada la rodilla, le dice: Si quieres, puedes limpiarme. Mark 1:41 Y Jesús teniendo misericordia de él, extendió su mano, y le tocó, y le dice: Quiero, sé limpio. Mark 1:42 Y habiendo él dicho esto, luego la lepra se fue de él, y fue limpio. Mark 1:43 Y le encargó estrechamente, y luego le echó, Mark 1:44 Y le dice: Mira que no digas a nadie nada; sino vé, muéstrate al sacerdote, y ofrece por tu limpieza lo que Moisés mandó para que les conste. Mark 1:45 Y él salido, comenzó a publicar, y a divulgar grandemente el negocio, de manera que ya Jesús no podía entrar manifiestamente en la ciudad; mas estaba fuera en los lugares desiertos, y venían a él de todas partes. Mark 2:0 Mark 2:1 Y entró otra vez en Capernaum después de algunos días; y se oyó que estaba en casa. Mark 2:2 Y luego se juntaron a él muchos, que ya no cabían ni aun al contorno de la puerta; y les predicaba la palabra. Mark 2:3 Entonces vinieron a él unos trayendo un paralítico, que era traído de cuatro. Mark 2:4 Y como no podían llegar a él a causa de la multitud, descubrieron la techumbre donde estaba, y habiéndola destechado, bajaron el lecho en que el paralítico estaba echado. Mark 2:5 Y viendo Jesús la fe de ellos, dice al paralítico: Hijo, tus pecados te son perdonados. Mark 2:6 Y estaban allí sentados algunos de los escribas, los cuales pensando en sus corazones, Mark 2:7 Decían: ¿Por qué habla éste blasfemias? ¿Quién puede perdonar pecados, sino solo Dios? Mark 2:8 Y conociendo luego Jesús en su espíritu que pensaban esto dentro de sí, les dijo: ¿Por qué pensáis estas cosas en vuestros corazones? Mark 2:9 ¿Cuál es más fácil: Decir al paralítico: Tus pecados te son perdonados; o decirle: Levántate, y toma tu lecho, y anda? Mark 2:10 Pues porque sepáis que el Hijo del hombre tiene potestad en la tierra de perdonar los pecados, (dice al paralítico:) Mark 2:11 A ti digo: Levántate, y toma tu lecho, y vete a tu casa. Mark 2:12 Entonces él se levantó luego; y tomando su lecho, se salió delante de todos, de manera que todos quedaron atónitos, y glorificaron a Dios, diciendo: Nunca tal hemos visto. Mark 2:13 ¶ Y volvió a salir a la mar, y toda la multitud venía a él, y les enseñaba. Mark 2:14 Y pasando vio a Leví, hijo de Alfeo, sentado al banco de los tributos, y le dice: Sígueme. Y levantándose, le siguió. Mark 2:15 Y aconteció, que estando Jesús a la mesa en casa de él, muchos publicanos y pecadores se sentaban también juntamente con Jesús, y con sus discípulos; porque había muchos, y le seguían. Mark 2:16 Y los escribas y los Fariseos, viéndole comer con publicanos, y con pecadores, dijeron a sus discípulos: ¿Qué es esto, que vuestro Maestro come y bebe con publicanos, y con pecadores? Mark 2:17 Y oyéndolo Jesús, les dice: Los sanos no tienen necesidad de médico, sino los que tienen mal. No he venido a llamar a los justos, mas los pecadores a arrepentimiento. Mark 2:18 ¶ Y los discípulos de Juan, y los de los Fariseos ayunaban; y vienen, y le dicen: ¿Por qué los discípulos de Juan, y los de los Fariseos ayunan; y tus discípulos no ayunan? Mark 2:19 Y Jesús les dice: No pueden ayunar los que son de bodas, cuando el esposo está con ellos: entre tanto que tienen consigo al esposo no pueden ayunar. Mark 2:20 Mas vendrán días, cuando el esposo será quitado de ellos; y entonces en aquellos días ayunarán. Mark 2:21 Nadie echa remiendo de paño nuevo en vestido viejo; de otra manera el mismo remiendo nuevo tira del viejo, y se hace peor rotura. Mark 2:22 Ni nadie echa vino nuevo en odres viejos; de otra manera el vino nuevo rompe los odres, y se derrama el vino, y los odres se pierden; mas el vino nuevo en odres nuevos se ha de echar. Mark 2:23 ¶ Y aconteció, que pasando él por los sembrados en sábado, sus discípulos andando comenzaron a arrancar espigas. Mark 2:24 Entonces los Fariseos le dijeron: He aquí, ¿por qué hacen en sábado lo que no es lícito? Mark 2:25 Y él les dijo: ¿Nunca leísteis qué hizo David cuando tuvo necesidad, y tuvo hambre, él y los que estaban con él? Mark 2:26 ¿Cómo entró en la casa de Dios, siendo Abiatar sumo sacerdote, y comió los panes de la proposición, de los cuales no es lícito comer, sino a los sacerdotes, y aun dio a los que estaban con él? Mark 2:27 Díjoles también: El sábado por causa del hombre fue hecho: no el hombre por causa del sábado. Mark 2:28 Así que el Hijo del hombre Señor es también del sábado. Mark 3:0 Mark 3:1 Y otra vez entró en la sinagoga; y había allí un hombre que tenía una mano seca. Mark 3:2 Y le acechaban, si en sábado le sanaría, para acusarle. Mark 3:3 Entonces dijo al hombre que tenía la mano seca: Levántate en medio. Mark 3:4 Y les dice: ¿Es lícito hacer bien en sábados, o hacer mal? ¿salvar la vida, o matar? Mas ellos callaban. Mark 3:5 Y mirándolos en derredor con enojo, condoleciéndose de la dureza de su corazón, dice al hombre: Extiende tu mano. Y la extendió, y su mano fue restituida sana como la otra. Mark 3:6 Entonces saliendo los Fariseos tomaron consejo con los Herodianos contra él, para matarle. Mark 3:7 ¶ Mas Jesús se apartó a la mar con sus discípulos; y le siguió una gran multitud de Galilea, y de Judea, Mark 3:8 Y de Jerusalem, y de Idumea, y de la otra parte del Jordán; y de los que moraban al rededor de Tiro y de Sidón, grande multitud, oyendo cuán grandes cosas hacía, vinieron a él. Mark 3:9 Y dijo a sus discípulos que una navecilla le estuviese siempre apercibida, por causa de la multitud, para que no le oprimiesen. Mark 3:10 Porque había sanado a muchos, de tal manera que caían sobre él, cuantos tenían plagas, por tocarle. Mark 3:11 Y los espíritus inmundos, en viéndole, se postraban delante de él, y daban voces, diciendo: Tú eres el Hijo de Dios. Mark 3:12 Mas él les reñía mucho que no le manifestasen. Mark 3:13 Y subió al monte, y llamó a los que él quiso; y vinieron a él. Mark 3:14 ¶ Y ordenó a doce para que estuviesen con él, y para enviarlos a predicar; Mark 3:15 Y que tuviesen potestad de sanar enfermedades, y de echar fuera demonios: Mark 3:16 A Simón, al cual puso por sobrenombre Pedro; Mark 3:17 Y a Santiago, hijo de Zebedeo, y a Juan hermano de Santiago, y les puso por sobrenombre Boanerges, que es, Hijos de trueno; Mark 3:18 Y a Andrés, y a Felipe, y a Bartolomé, y a Mateo, y a Tomás, y a Santiago, hijo de Alfeo, y a Tadeo, y a Simón el Cananeo, Mark 3:19 Y a Júdas Iscariote, el que le entregó; y vinieron a casa. Mark 3:20 ¶ Y otra vez se juntó la multitud, de tal manera que ellos ni aun podían comer pan. Mark 3:21 Y como lo oyeron los suyos, vinieron para prenderle; porque decían: Está fuera de sí. Mark 3:22 ¶ Y los escribas que habían venido de Jerusalem, decían que tenía a Belzebú, y que por el príncipe de los demonios echaba fuera los demonios. Mark 3:23 Y llamándoles, les dijo por parábolas: ¿Cómo puede Satanás echar fuera a Satanás? Mark 3:24 Y si un reino contra sí mismo fuere dividido, no puede permanecer el tal reino. Mark 3:25 Y si una casa fuere dividida contra sí misma, no puede permanecer la tal casa. Mark 3:26 Y si Satanás se levantare contra sí mismo, y fuere dividido, no puede permanecer; mas tiene fin. Mark 3:27 Nadie puede saquear las alhajas del valiente entrando en su casa, si antes no atare al valiente; y entonces saqueará su casa. Mark 3:28 De cierto os digo, que todos los pecados serán perdonados a los hijos de los hombres, y las blasfemias cualesquiera con que blasfemaren: Mark 3:29 Mas cualquiera que blasfemare contra el Espíritu Santo, no tiene perdón para siempre; mas está expuesto a juicio eterno. Mark 3:30 Porque decían: Tiene espíritu inmundo. Mark 3:31 ¶ Vienen pues sus hermanos y su madre, y estando de fuera, enviaron a él llamándole. Mark 3:32 Y la multitud estaba asentada al rededor de él, y le dijeron: He aquí, tu madre y tus hermanos te buscan fuera. Mark 3:33 Y él les respondió, diciendo: ¿Quién es mi madre, y mis hermanos? Mark 3:34 Y mirando al derredor a los que estaban sentados en derredor de él, dijo: He aquí mi madre, y mis hermanos. Mark 3:35 Porque cualquiera que hiciere la voluntad de Dios, éste es mi hermano, y mi hermana, y mi madre. Mark 4:0 Mark 4:1 Y otra vez comenzó a enseñar junto a la mar, y se juntó a él una gran multitud, tanto que entrándose él en un barco, se sentó en la mar, y toda la multitud estaba en tierra junto a la mar. Mark 4:2 Y les enseñaba por parábolas muchas cosas, y les decía en su doctrina: Mark 4:3 Oíd: He aquí, el que sembraba salió a sembrar. Mark 4:4 Y aconteció sembrando, que una parte cayó junto al camino; y vinieron las aves del cielo, y la tragaron. Mark 4:5 Y otra parte cayó en pedregales, donde no tenía mucha tierra; y luego nació, porque no tenía la tierra profunda. Mark 4:6 Mas, salido el sol, se quemó; y por cuanto no tenía raíz se secó. Mark 4:7 Y otra parte cayó en espinas; y crecieron las espinas, y la ahogaron, y no dio fruto. Mark 4:8 Y otra parte cayó en buena tierra, y dio fruto, que subió y creció; y llevó uno a treinta, y otro a sesenta, y otro a ciento. Mark 4:9 Entonces les dijo: El que tiene oídos para oír, oiga. Mark 4:10 Y cuando estuvo solo le preguntaron, los que estaban al rededor de él con los doce, de la parábola. Mark 4:11 Y les dijo: A vosotros es dado saber el misterio del reino de Dios; mas a los que están fuera, por parábolas se les hace todo; Mark 4:12 Para que viendo, vean y no vean; y oyendo, oigan y no entiendan; porque no se conviertan, y les sean perdonados sus pecados. Mark 4:13 Y les dijo: ¿No sabéis esta parábola? ¿Cómo pues entenderéis todas las parábolas? Mark 4:14 El que siembra siembra la palabra. Mark 4:15 Y estos son los de junto al camino, en los que la palabra es sembrada; mas después que la oyeron, luego viene Satanás, y quita la palabra que fue sembrada en sus corazones. Mark 4:16 Y asimismo estos son los que son sembrados en pedregales; los que cuando han oído la palabra, luego la reciben con gozo; Mark 4:17 Mas no tienen raíz en sí, antes son temporales; que en levantándose la tribulación, o la persecución por causa de la palabra, luego se escandalizan. Mark 4:18 Y estos son los que son sembrados entre espinas; los que oyen la palabra; Mark 4:19 Mas las congojas de este siglo, y el engaño de las riquezas, y las codicias que hay en las otras cosas, entrando ahogan la palabra, y viene a quedar sin fruto. Mark 4:20 Y estos son los que fueron sembrados en buena tierra; los que oyen la palabra, y la reciben, y hacen fruto, uno a treinta, otro a sesenta, otro a ciento. Mark 4:21 Díjoles también: ¿Viene la luz para ser puesta debajo de un almud, o debajo de la cama? ¿No viene para ser puesta en el candelero? Mark 4:22 Porque no hay nada oculto que no haya de ser manifestado; ni secreto, que no haya de venir en descubierto. Mark 4:23 Si alguno tiene oídos para oír, oiga. Mark 4:24 Díjoles también: Mirád lo que oís: Con la medida que medís, os medirán otros; y será añadido a vosotros los que oís. Mark 4:25 Porque al que tiene, le será dado; y al que no tiene, aun lo que tiene le será quitado. Mark 4:26 Decía mas: Así es el reino de Dios, como si un hombre echase simiente en la tierra; Mark 4:27 Y durmiese y se levantase de noche y de día, y la simiente brotase y creciese como él no sabe. Mark 4:28 Porque la tierra de suyo frutifica, primero yerba, luego espiga, después grano lleno en la espiga. Mark 4:29 Y cuando el fruto fuere producido, luego se mete la hoz, porque la siega es llegada. Mark 4:30 También decía: ¿A qué haremos semejante el reino de Dios? ¿o con qué parábola le compararémos? Mark 4:31 Es como el grano de la mostaza, que cuando es sembrado en tierra es el más pequeño de todas las simientes que hay en la tierra; Mark 4:32 Mas cuando fuere sembrado, sube, y se hace la mayor de todas las legumbres; y hace grandes ramas, de tal manera que las aves del cielo puedan hacer nidos debajo de su sombra. Mark 4:33 Y con muchas tales parábolas les hablaba la palabra, conforme a lo que podían oír. Mark 4:34 Y sin parábola no les hablaba; mas a sus discípulos en particular declaraba todo. Mark 4:35 Y les dijo aquel día, cuando fue tarde: Pasemos a la otra parte. Mark 4:36 Y enviada la multitud, le tomaron así como estaba en la nave, y había también con él otros barquichuelos. Mark 4:37 Y se levantó una grande tempestad de viento, y echaba las ondas en la nave, de tal manera que ya se llenaba. Mark 4:38 Y él estaba en la popa durmiendo sobre un cabezal; y le despertaron, y le dicen: ¿Maestro, no te importa nada que perezcamos? Mark 4:39 Y levantándose él, riñó al viento, y dijo a la mar: Calla, enmudece. Y cesó el viento; y fue hecha grande bonanza. Mark 4:40 Y a ellos dijo: ¿Por qué estáis tan medrosos? ¿Cómo es que no tenéis fe? Mark 4:41 Y temieron con gran temor, y decían el uno al otro: ¿Quién es éste, que aun el viento y la mar le obedecen? Mark 5:0 Mark 5:1 Y vinieron a la otra parte de la mar a la provincia de los Gadarenos. Mark 5:2 Y salido él de la nave, luego le salió al encuentro un hombre de los sepulcros con un espíritu inmundo, Mark 5:3 Que tenía su morada en los sepulcros, y ni aun con cadenas le podía alguien atar; Mark 5:4 Porque muchas veces había sido atado con grillos y cadenas, mas las cadenas habían sido hechas pedazos por él, y los grillos desmenuzados; y nadie le podía domar. Mark 5:5 Y siempre de día y de noche andaba dando voces en los montes y en los sepulcros, e hiriéndose con piedras. Mark 5:6 Y como vio a Jesús de lejos, corrió, y le adoró; Mark 5:7 Y clamando a gran voz, dijo: ¿Qué tengo yo que ver contigo, Jesús, Hijo del Dios Altísimo? Te conjuro por Dios que no me atormentes. Mark 5:8 Porque le decía: Sal de este hombre, espíritu inmundo. Mark 5:9 Y le preguntó: ¿Cómo te llamas? Y respondió, diciendo: Legión me llamo; porque somos muchos. Mark 5:10 Y le rogaba mucho que no los echase fuera de aquel país. Mark 5:11 Y estaba allí cerca de los montes una grande manada de puercos paciendo. Mark 5:12 Y le rogaron todos aquellos demonios, diciendo: Envíanos a los puercos para que entremos en ellos. Mark 5:13 Y les permitió luego Jesús; y saliendo aquellos espíritus inmundos, entraron en los puercos; y la manada se precipitó con impetuosidad por un despeñadero en la mar, y eran como dos mil, y se ahogaron en la mar. Mark 5:14 Y los que apacentaban los puercos huyeron, y dieron aviso en la ciudad y en los campos. Y salieron para ver que era aquello que había acontecido. Mark 5:15 Y vienen a Jesús, y ven al que había sido atormentado del demonio, sentado, y vestido, y en seso el que había tenido la legión; y tuvieron temor. Mark 5:16 Y les contaron los que lo habían visto, como había acontecido al que había tenido el demonio, y lo de los puercos. Mark 5:17 Y comenzaron a rogarle que se fuese de los términos de ellos. Mark 5:18 Y entrando él en la nave, le rogaba el que había sido fatigado del demonio, para estar con él. Mark 5:19 Mas Jesús no le permitió, sino le dijo: Vete a tu casa a los tuyos, y cuéntales cuán grandes cosas el Señor ha hecho contigo, y como ha tenido misericordia de ti. Mark 5:20 Y se fue, y comenzó a publicar en Decápolis cuán grandes cosas Jesús había hecho con él; y todos se maravillaban. Mark 5:21 ¶ Y pasando otra vez Jesús en una nave a la otra parte, se juntó a él una gran multitud; y estaba junto a la mar. Mark 5:22 Y vino uno de los príncipes de la sinagoga llamado Jairo; y como le vio, se postró a sus pies, Mark 5:23 Y le rogaba mucho, diciendo: Mi hija está a la muerte: Ven y pon las manos sobre ella, para que sea sana, y vivirá. Mark 5:24 Y fue con él, y le seguía mucha gente, y le apretaban. Mark 5:25 Y una mujer que estaba con flujo de sangre doce años hacía, Mark 5:26 Y había sufrido mucho de muchos médicos, y había gastado todo lo que tenía, y nada había aprovechado, antes le iba peor, Mark 5:27 Como oyó hablar de Jesús, vino entre el gentío por detrás, y tocó su vestido. Mark 5:28 Porque decía: Si yo tocare tan solamente su vestido, quedaré sana. Mark 5:29 Y luego la fuente de su sangre se secó, y sintió en su cuerpo que estaba sana de aquel azote. Mark 5:30 Y Jesús luego conociendo en sí mismo la virtud que había salido de él, volviéndose hacia el gentío, dijo: ¿Quién ha tocado mis vestidos? Mark 5:31 Y le dijeron sus discípulos: Ves que la multitud te aprieta, y dices: ¿Quién me ha tocado? Mark 5:32 Y él miraba al rededor por ver a la que había hecho esto. Mark 5:33 Entonces la mujer temiendo y temblando, sabiendo lo que en sí había sido hecho, vino, y se postró delante de él, y le dijo toda la verdad. Mark 5:34 Y él le dijo: Hija, tu fe te ha hecho sana; vé en paz, y queda sana de tu azote. Mark 5:35 ¶ Hablando aun él, vinieron de casa del príncipe de la sinagoga, diciendo: Tu hija es muerta: ¿para qué fatigas más al Maestro? Mark 5:36 Mas Jesús luego, en oyendo esta razón que se decía, dijo al príncipe de la sinagoga: No temas: cree solamente. Mark 5:37 Y no permitió que alguno viniese tras él, sino Pedro, y Santiago, y Juan hermano de Santiago. Mark 5:38 Y vino a casa del príncipe de la sinagoga, y vio el alboroto, y los que lloraban y gemían mucho. Mark 5:39 Y entrado, les dice: ¿Por qué os alborotáis, y lloráis: La joven no es muerta, sino que duerme. Mark 5:40 Y hacían burla de él; mas él, echados fuera todos, toma al padre y a la madre de la joven, y a los que estaban con él, y entra donde estaba la joven echada. Mark 5:41 Y tomando la mano de la joven, le dice: Talitha cumi; que quiere decir: Joven, a ti digo, levántate. Mark 5:42 Y luego la joven se levantó, y andaba; porque era de doce años: y se espantaron de grande espanto. Mark 5:43 Mas él les encargó estrechamente que nadie lo supiese; y dijo que diesen de comer a la joven. Mark 6:0 Mark 6:1 Y salió de allí, y vino a su tierra; y le siguieron sus discípulos. Mark 6:2 Y llegado el sábado, comenzó a enseñar en la sinagoga; y muchos oyéndole estaban atónitos, diciendo: ¿De dónde tiene éste estas cosas? ¿Y qué sabiduría es esta que le es dada, que tales maravillas son hechas por sus manos? Mark 6:3 ¿No es éste el carpintero, hijo de María, hermano de Santiago, y de Joses, y de Júdas, y de Simón? ¿No están también aquí con nosotros sus hermanas? Y se escandalizaban en él. Mark 6:4 Mas Jesús les decía: No hay profeta deshonrado sino en su tierra, y entre sus parientes, y en su casa. Mark 6:5 Y no pudo allí hacer alguna maravilla: solamente que sanó unos pocos enfermos, poniendo sobre ellos las manos. Mark 6:6 Y estaba maravillado de la incredulidad de ellos; y rodeaba las aldeas de al derredor enseñando. Mark 6:7 ¶ Y llamó a los doce, y comenzó a enviarlos de dos en dos, y les dio potestad sobre los espíritus inmundos; Mark 6:8 Y les mandó que no llevasen nada para el camino, sino solamente un bordón; ni alforja, ni pan, ni dinero en la bolsa; Mark 6:9 Mas que calzasen sandalias; y no vistiesen dos ropas. Mark 6:10 Y les decía: En cualquier casa que entrareis, posád allí hasta que salgáis de aquel lugar. Mark 6:11 Y todos aquellos que no os recibieren, ni os oyeren, saliendo de allí, sacudíd el polvo que está debajo de vuestros pies en testimonio contra ellos. De cierto os digo, que más tolerable será el castigo de Sodoma, o de Gomorra en el día del juicio, que él de aquella ciudad. Mark 6:12 Y saliendo predicaban, que se arrepintiesen los hombres. Mark 6:13 Y echaban fuera muchos demonios, y ungían con aceite a muchos enfermos, y sanaban. Mark 6:14 ¶ Y oyó el rey Heródes la fama de Jesús, porque su nombre era hecho notorio, y dijo: Juan el Bautista ha resucitado de los muertos; y por tanto virtudes obran en él. Mark 6:15 Otros decían: Elías es. Y otros decían: Profeta es; o alguno de los profetas. Mark 6:16 Y oyéndolo Heródes, dijo: Este es Juan el que yo degollé: él ha resucitado de los muertos. Mark 6:17 Porque el mismo Heródes había enviado y prendido a Juan, y le había aprisionado en la cárcel a causa de Herodías, mujer de Felipe su hermano; porque la había tomado por mujer. Mark 6:18 Porque Juan decía a Heródes: No te es lícito tener la mujer de tu hermano. Mark 6:19 Por tanto Herodías le tenía ojeriza, y deseaba matarle; mas no podía; Mark 6:20 Porque Heródes temía a Juan, conociéndole por varón justo y santo; y le tenía respeto, y obedeciéndole hacía muchas cosas; y le oía de buena gana. Mark 6:21 Y viniendo un día oportuno, en que Heródes, en la fiesta de su nacimiento, hacía cena a sus príncipes y tribunos, y a los principales de Galilea, Mark 6:22 Y entrando la hija de Herodías, y danzando, y agradando a Heródes, y a los que estaban con él a la mesa, el rey dijo a la moza: Pídeme lo que quisieres, que yo te lo daré. Mark 6:23 Y le juró: Todo lo que me pidieres te daré hasta la mitad de mi reino. Mark 6:24 Y saliendo ella, dijo a su madre: ¿Qué pediré? Y ella dijo: La cabeza de Juan el Bautista. Mark 6:25 Entonces ella entró prestamente al rey, y pidió, diciendo: Quiero que ahora luego me des en un plato la cabeza de Juan el Bautista. Mark 6:26 Y el rey se entristeció mucho; mas a causa del juramento, y de los que estaban con él a la mesa, no quiso negárselo. Mark 6:27 Y luego el rey, enviando uno de la guardia, mandó que fuese traída su cabeza. El cual fue, y le degolló en la cárcel. Mark 6:28 Y trajo su cabeza en un plato, y la dio a la moza, y la moza la dio a su madre. Mark 6:29 Y oyéndolo sus discípulos, vinieron, y tomaron su cuerpo, y le pusieron en un sepulcro. Mark 6:30 ¶ Y los apóstoles se juntaron a Jesús, y le contaron todo lo que habían hecho, y lo que habían enseñado. Mark 6:31 Y él les dijo: Veníd vosotros aparte a un lugar desierto, y reposád un poco; porque eran muchos los que iban y venían, que ni aun tenían lugar de comer. Mark 6:32 Y se fueron en una nave a un lugar desierto aparte. Mark 6:33 Y los vieron ir muchos, y lo conocieron; y concurrieron allá muchos a pie de las ciudades, y vinieron antes que ellos, y se juntaron a él. Mark 6:34 Y saliendo Jesús vio una grande multitud, y tuvo misericordia de ellos, porque eran como ovejas sin pastor; y les comenzó a enseñar muchas cosas. Mark 6:35 Y como ya fue el día muy entrado, sus discípulos llegaron a él, diciendo: El lugar es desierto, y el día es ya muy entrado, Mark 6:36 Envíalos para que vayan a los cortijos y aldeas de al derredor, y compren para sí pan, porque no tienen que comer. Mark 6:37 Y respondiendo él, les dijo: Dádles de comer vosotros; y le dijeron: ¿Qué? ¿iremos a comprar pan por doscientos denarios, para darles de comer? Mark 6:38 Y él les dice: ¿Cuántos panes tenéis? Id, y védlo. Y sabiéndolo ellos, dijeron: Cinco, y dos peces. Mark 6:39 Y les mandó que hiciesen recostar a todos por ranchos sobre la yerba verde. Mark 6:40 Y se recostaron por partes, por ranchos, de ciento en ciento, y de cincuenta en cincuenta. Mark 6:41 Y tomados los cinco panes y los dos peces, mirando al cielo, bendijo, y rompió los panes, y dio a sus discípulos para que les pusiesen delante. Y los dos peces repartió entre todos. Mark 6:42 Y comieron todos, y se hartaron. Mark 6:43 Y alzaron de los pedazos doce esportones llenos, y de los peces. Mark 6:44 Y eran los que comieron de los panes cinco mil varones. Mark 6:45 ¶ Y luego dio priesa a sus discípulos a subir en la nave, e ir delante de él a la otra parte a Betsaida, entre tanto que él despedía la multitud. Mark 6:46 Y después que los hubo despedido, se fue al monte a orar. Mark 6:47 Y como fue la tarde, la nave estaba en medio de la mar, y él solo en tierra. Mark 6:48 Y los vio que se trabajaban navegando, porque el viento les era contrario; y cerca de la cuarta vela de la noche vino a ellos andando sobre la mar, y quería pasarlos. Mark 6:49 Y viéndole ellos, que andaba sobre la mar, pensaron que era fantasma, y dieron voces; Mark 6:50 Porque todos le veían, y se turbaron. Mas luego habló con ellos, y les dijo: Aseguráos, yo soy: no tengáis miedo. Mark 6:51 Y subió a ellos en la nave, y el viento reposó, y ellos en gran manera estaban fuera de sí, y se maravillaban; Mark 6:52 Porque aun no entendían el milagro de los panes; porque sus corazones estaban endurecidos. Mark 6:53 ¶ Y cuando fueron a la otra parte, vinieron a tierra de Genesaret, y tomaron puerto. Mark 6:54 Y saliendo ellos de la nave, luego le conocieron. Mark 6:55 Y corriendo por toda la tierra de al derredor, comenzaron a traer de todas partes enfermos en lechos, como oyeron que estaba allí. Mark 6:56 Y donde quiera que entraba, en aldeas, o ciudades, o heredades, ponían en las calles los que estaban enfermos, y le rogaban que tocasen siquiera el borde de su vestido, y todos los que le tocaban quedaron sanos. Mark 7:0 Mark 7:1 Y se juntaron a él los Fariseos, y algunos de los escribas que habían venido de Jerusalem. Mark 7:2 Los cuales viendo a algunos de sus discípulos comer pan con manos comunes, es a saber, por lavar, los condenaban. Mark 7:3 Porque los Fariseos, y todos los Judíos, teniendo la tradición de los ancianos, si muchas veces no se lavan las manos, no comen; Mark 7:4 Y volviendo de la plaza, si no se lavaren, no comen; y otras muchas cosas hay que han recibido para guardar, como el lavar de las copas, y de los jarros, y de los vasos de metal, y de los lechos. Mark 7:5 Y le preguntaron los Fariseos y los escribas: ¿Por qué tus discípulos no andan conforme a la tradición de los ancianos, mas comen pan con las manos por lavar? Mark 7:6 Y respondiendo él, les dijo: Hipócritas, bien profetizó de vosotros Isaías, como está escrito: Este pueblo con los labios me honra, mas su corazón lejos está de mí. Mark 7:7 Mas en vano me honran, enseñando como doctrinas, mandamientos de hombres. Mark 7:8 Porque dejando el mandamiento de Dios, tenéis la tradición de los hombres: como el lavar de los jarros, y de las copas; y hacéis muchas otras cosas semejantes a estas. Mark 7:9 Les decía también: Bien invalidáis el mandamiento de Dios para guardar vuestra tradición. Mark 7:10 Porque Moisés dijo: Honra a tu padre y a tu madre; y: El que maldijere al padre o a la madre muera de muerte. Mark 7:11 Y vosotros decís: Si el hombre dijere a su padre o a su madre: El Corbán (que quiere decir, don mío) a ti aprovechará; quedará libre. Mark 7:12 Y no le dejáis más hacer nada por su padre, o por su madre; Mark 7:13 Invalidando la palabra de Dios con vuestra tradición que disteis; y muchas cosas hacéis semejantes a estas. Mark 7:14 ¶ Y llamando a toda la multitud, les dijo: Oídme todos, y entendéd. Mark 7:15 Nada hay fuera del hombre que entrando en él, le pueda contaminar; mas lo que sale de él, aquello es lo que contamina al hombre. Mark 7:16 Si alguno tiene oídos para oír, oiga. Mark 7:17 Y entrándose, dejada la multitud, en casa, le preguntaron sus discípulos de la parábola. Mark 7:18 Y les dice: ¿Así también vosotros sois sin entendimiento? ¿No entendéis que todo lo de fuera que entra en el hombre, no le puede contaminar? Mark 7:19 Porque no entra en su corazón, sino en el vientre; y sale a la secreta, purgando todas las viandas. Mark 7:20 Y decía: Lo que del hombre sale, aquello contamina al hombre. Mark 7:21 Porque de dentro, del corazón de los hombres, salen los malos pensamientos, los adulterios, las fornicaciones, los homicidios, Mark 7:22 Los hurtos, las avaricias, las maldades, el engaño, la lujuria, el ojo maligno, la blasfemia, la soberbia, la insensatez. Mark 7:23 Todas estas maldades de dentro salen, y contaminan al hombre. Mark 7:24 ¶ Y levantándose de allí, se fue a los términos de Tiro y de Sidón, y entrando en casa quiso que nadie lo supiese; mas no pudo esconderse. Mark 7:25 Porque una mujer, cuya hija tenía un espíritu inmundo, luego que oyó de él vino, y se echó a sus pies. Mark 7:26 Y la mujer era Griega, Sirofenisa de nación, y le rogaba que echase fuera de su hija al demonio. Mark 7:27 Mas Jesús le dijo: Deja primero hartarse los hijos; porque no es bien tomar el pan de los hijos, y echarlo a los perros. Mark 7:28 Y respondió ella, y le dijo: Si, Señor, pero los perros debajo de la mesa comen de las migajas de los hijos. Mark 7:29 Entonces le dice: Por esta palabra, vé: el demonio ha salido de tu hija. Mark 7:30 Y como fue a su casa, halló que el demonio había salido, y a la hija echada sobre la cama. Mark 7:31 ¶ Y volviendo a salir de los términos de Tiro y de Sidón, vino a la mar de Galilea por en medio de los términos de Decápolis. Mark 7:32 Y le traen un sordo y tartamudo, y le ruegan que le ponga la mano encima. Mark 7:33 Y tomándole de la multitud aparte, metió sus dedos en las orejas de él, y escupiendo tocó su lengua. Mark 7:34 Y mirando al cielo gimió, y dijo: Ephphatha; es decir: Sé abierto. Mark 7:35 Y luego fueron abiertos sus oídos; y fue desatada la ligadura de su lengua, y hablaba bien. Mark 7:36 Y les mandó que no lo dijesen a nadie; mas cuanto más les mandaba, tanto más y más lo divulgaban; Mark 7:37 Y en grande manera se espantaban, diciendo: Bien lo ha hecho todo: hace a los sordos oír, y a los mudos hablar. Mark 8:0 Mark 8:1 En aquellos días, como hubo una muy grande multitud de gente, y no tenían que comer, Jesús llamó a sus discípulos, y les dijo: Mark 8:2 Tengo misericordia de la multitud, porque ya hace tres días que están conmigo; y no tienen que comer. Mark 8:3 Y si los envío en ayunas a sus casas, desmayarán en el camino; porque algunos de ellos han venido de lejos. Mark 8:4 Y sus discípulos le respondieron: ¿De dónde podrá alguien hartar a estos de pan aquí en el desierto? Mark 8:5 Y les preguntó: ¿Cuántos panes tenéis? Y ellos dijeron: Siete. Mark 8:6 Entonces mandó a la multitud que se recostasen sobre la tierra; y tomando los siete panes, habiendo dado gracias, los rompió, y dio a sus discípulos para que los pusiesen delante; y los pusieron delante a la multitud. Mark 8:7 Tenían también unos pocos pececillos, y habiendo bendecido, dijo que también se los pusiesen delante. Mark 8:8 Y comieron, y se hartaron, y levantaron de los pedazos que habían sobrado, siete espuertas. Mark 8:9 Y eran los que comieron, como cuatro mil; y los despidió. Mark 8:10 ¶ Y luego entrando en la nave con sus discípulos, vino a las partes de Dalmanuta. Mark 8:11 Y vinieron los Fariseos, y comenzaron a altercar con él, demandándole señal del cielo, tentándole. Mark 8:12 Y gimiendo profundamente en su espíritu, dice: ¿Por qué pide señal esta generación? De cierto os digo, que no se dará señal a esta generación. Mark 8:13 Y dejándoles, volvió a entrar en la nave, y se fue a la otra parte. Mark 8:14 ¶ Y los discípulos se habían olvidado de tomar pan, y no tenían sino un pan consigo en la nave. Mark 8:15 Y les mandó, diciendo: Mirád, guardáos de la levadura de los Fariseos, y de la levadura de Heródes. Mark 8:16 Y discurrían entre sí, diciendo: Es porque no tenemos pan. Mark 8:17 Y como Jesús lo entendió, les dice: ¿Qué discurrís, porque no tenéis pan? ¿No consideráis, ni entendéis? ¿Aun tenéis endurecido vuestro corazón? Mark 8:18 ¿Teniendo ojos no veis, y teniendo oídos no oís? ¿Y no os acordáis? Mark 8:19 Cuando rompí los cinco panes entre cinco mil, ¿cuántas espuertas llenas de los pedazos alzasteis? Y ellos dijeron: Doce. Mark 8:20 Y cuando los siete panes entre cuatro mil, ¿cuántas espuertas llenas de los pedazos alzasteis? Y ellos dijeron: Siete. Mark 8:21 Y les dijo: ¿Cómo aun no entendéis? Mark 8:22 ¶ Y vino a Betsaida, y le traen un ciego, y le ruegan que le tocase. Mark 8:23 Entonces tomando al ciego de la mano, le sacó fuera de la aldea, y escupiendo en sus ojos, y poniéndole las manos encima, le preguntó, si veía algo. Mark 8:24 Y él mirando, dijo: Veo los hombres como árboles que andan. Mark 8:25 Luego le puso otra vez las manos sobre sus ojos, y le hizo que mirase; y quedó restituido, y vio de lejos y claramente a todos. Mark 8:26 Y le envió a su casa, diciendo: No entres en la aldea, ni lo digas a nadie en la aldea. Mark 8:27 ¶ Y salió Jesús y sus discípulos por las aldeas de Cesarea de Filipo. Y en el camino preguntó a sus discípulos, diciéndoles: ¿Quién dicen los hombres que soy yo? Mark 8:28 Y ellos respondieron: Juan el Bautista; y otros: Elías; y otros: Alguno de los profetas. Mark 8:29 Entonces él les dice: ¿Y vosotros, quién decís que soy yo? Y respondiendo Pedro le dice: Tú eres el Cristo. Mark 8:30 Y mandóles con rigor que a ninguno dijesen esto de él. Mark 8:31 Y comenzó a enseñarles, que era menester que el Hijo del hombre padeciese mucho, y ser reprobado de los ancianos, y de los príncipes de los sacerdotes, y de los escribas, y ser muerto, y resucitar después de tres días. Mark 8:32 Y claramente decía esta palabra. Entonces Pedro le tomó, y le comenzó a reñir. Mark 8:33 Y él, volviéndose, y mirando a sus discípulos, riñó a Pedro, diciendo: Apártate de mí, Satanás; porque no sabes las cosas que son de Dios, sino las que son de los hombres. Mark 8:34 Y llamando a la multitud con sus discípulos, les dijo: Cualquiera que quisiere venir en pos de mí, niéguese a sí mismo, y tome su cruz, y sígame. Mark 8:35 Porque el que quisiere salvar su vida, la perderá; y el que perdiere su vida por causa de mí y del evangelio, éste la salvará. Mark 8:36 Porque ¿qué aprovechará al hombre si granjeare todo el mundo, y pierde su alma? Mark 8:37 ¿O qué recompensa dará el hombre por su alma? Mark 8:38 Porque el que se avergonzare de mí y de mis palabras en esta generación adulterina y pecadora, el Hijo del hombre se avergonzará de él, cuando vendrá en la gloria de su Padre con los santos ángeles. Mark 9:0 Mark 9:1 Díjoles también: De cierto os digo, que hay algunos de los que están aquí que no gustarán la muerte, hasta que hayan visto el reino de Dios que viene con poder. Mark 9:2 Y seis días después tomó Jesús a Pedro, y a Santiago, y a Juan, y los sacó aparte solos a un monte alto, y fue transfigurado delante de ellos. Mark 9:3 Y sus vestidos fueron vueltos resplandecientes, muy blancos como la nieve, cuales lavador no los puede blanquear en la tierra. Mark 9:4 Y les apareció Elías con Moisés, que hablaban con Jesús. Mark 9:5 Entonces respondiendo Pedro, dice a Jesús: Maestro, bien será que nos quedemos aquí, y hagamos tres cabañas: para ti una, y para Moisés otra, y para Elías otra; Mark 9:6 Porque no sabía lo que hablaba, que estaban fuera de sí. Mark 9:7 Y vino una nube que los asombró, y una voz de la nube que decía: Este es mi hijo amado, a él oíd. Mark 9:8 Y luego, como miraron, no vieron más a nadie consigo, sino a solo Jesús. Mark 9:9 Y descendiendo ellos del monte, les mandó que a nadie dijesen lo que habían visto, sino cuando el Hijo del hombre hubiese resucitado de los muertos. Mark 9:10 Y ellos retuvieron el caso en sí altercando que sería aquello: Resucitar de los muertos. Mark 9:11 Y le preguntaron, diciendo: ¿Qué es lo que los escribas dicen, que es menester que Elías venga antes? Mark 9:12 Y respondiendo él, les dijo: Elías a la verdad, cuando viniere antes, restituirá todas las cosas; y como está escrito del Hijo del hombre; que padezca mucho, y sea tenido en nada. Mark 9:13 Empero os digo que Elías ya vino, y le hicieron todo lo que quisieron, como está escrito de él. Mark 9:14 ¶ Y como vino a los discípulos, vio una grande multitud al derredor de ellos, y los escribas que disputaban con ellos. Mark 9:15 Y luego toda la multitud, viéndole, se espantó, y corriendo a él, le saludaron. Mark 9:16 Y preguntó a los escribas: ¿Qué disputáis con ellos? Mark 9:17 Y respondiendo uno de la multitud, dijo: Maestro, traje mi hijo a ti, que tiene un espíritu mudo, Mark 9:18 El cual donde quiera que le toma, le despedaza, y echa espumarajos, y cruje los dientes, y se va secando; y dije a tus discípulos que le echasen fuera, y no pudieron. Mark 9:19 Y respondiendo él, le dijo: ¡Oh generación infiel! ¿hasta cuándo estaré con vosotros? ¿hasta cuándo os tengo de sufrir? Traédmele. Mark 9:20 Y se le trajeron; y como él le vio, luego el espíritu le comenzó a despedazar; y cayendo en tierra se revolcaba, echando espumarajos. Mark 9:21 Y preguntó a su padre: ¿Cuánto tiempo ha que le aconteció esto? Y él dijo: Desde niño: Mark 9:22 Y muchas veces le echa en el fuego, y en aguas, para matarle; mas, si puedes algo, ayúdanos, teniendo misericordia de nosotros. Mark 9:23 Y Jesús le dijo: Si puedes creer esto, al que cree todo es posible. Mark 9:24 Y luego el padre del muchacho dijo, clamando con lágrimas: Creo, Señor: ayuda mi incredulidad. Mark 9:25 Y como Jesús vio que la multitud concurría, riñó al espíritu inmundo, diciéndole: Espíritu mudo y sordo, yo te mando, sal de él, y no entres más en él. Mark 9:26 Entonces el espíritu clamando, y despedazándole mucho, salió; y él quedó como muerto, de manera que muchos decían, que era muerto. Mark 9:27 Mas Jesús tomándole de la mano, le enhestó, y se levantó. Mark 9:28 Y como él se entró en casa, sus discípulos le preguntaron aparte: ¿Por qué nosotros no pudimos echarle fuera? Mark 9:29 Y les dijo: Este género de demonios con nada puede salir, sino con oración y ayuno. Mark 9:30 ¶ Y salidos de allí, caminaron juntos por Galilea; y no quería que nadie lo supiese. Mark 9:31 Porque enseñaba a sus discípulos, y les decía: El Hijo del hombre será entregado en manos de hombres, y le matarán; mas muerto él, resucitará al tercero día. Mark 9:32 Mas ellos no entendían esta palabra, y tenían miedo de preguntarle. Mark 9:33 ¶ Y vino a Capernaum; y como vino a casa, les preguntó: ¿Qué disputabais entre vosotros en el camino? Mark 9:34 Mas ellos callaron; porque los unos con los otros habían disputado en el camino, quién de ellos había de ser el mayor. Mark 9:35 Entonces sentándose, llamó a los doce, y les dice: El que quisiere ser el primero, será el postrero de todos, y el servidor de todos. Mark 9:36 Y tomando a un niño, le puso en medio de ellos; y tomándole en sus brazos, les dice: Mark 9:37 El que recibiere en mi nombre a uno de los tales niños, a mí recibe; y el que a mí recibe, no me recibe a mí, sino al que me envió. Mark 9:38 Y le respondió Juan, diciendo: Maestro, hemos visto a uno, que en tu nombre echaba fuera los demonios, el cual no nos sigue; y se lo vedamos, porque no nos sigue. Mark 9:39 Y Jesús le dijo: No se lo vedéis; porque ninguno hay que haga milagro en mi nombre que luego pueda decir mal de mí. Mark 9:40 Porque el que no es contra nosotros, por nosotros es. Mark 9:41 Porque cualquiera que os diere un jarro de agua en mi nombre, porque sois de Cristo, de cierto os digo, que no perderá su recompensa. Mark 9:42 Y cualquiera que ofendiere a uno de estos pequeñitos que creen en mí, mejor le sería que le fuera puesta al cuello una piedra de molino, y que fuese echado en la mar. Mark 9:43 Mas si tu mano te fuere ocasión de caer, córtala: mejor te es entrar en la vida manco, que teniendo dos manos ir al infierno, al fuego que no puede ser apagado: Mark 9:44 Donde su gusano no muere, y su fuego nunca se apaga. Mark 9:45 Y si tu pie te fuere ocasión de caer, córtale: mejor te es entrar en la vida cojo, que teniendo dos pies ser echado en el infierno, al fuego que no puede ser apagado. Mark 9:46 Donde su gusano no muere, y su fuego nunca se apaga. Mark 9:47 Y si tu ojo te fuere ocasión de caer, sácale: mejor te es entrar en el reino de Dios con un ojo, que teniendo dos ojos ser echado al fuego del infierno: Mark 9:48 Donde su gusano no muere, y el fuego nunca se apaga. Mark 9:49 Porque todo hombre será salado con fuego, y todo sacrificio será salado con sal. Mark 9:50 Buena es la sal; mas si la sal perdiere su sabor, ¿con qué la sazonaréis? Tenéd en vosotros mismos sal; y tenéd paz los unos con los otros. Mark 10:0 Mark 10:1 Y levantándose de allí, vino a los términos de Judea por la otra parte del Jordán; y volvió la multitud a juntarse a él; y volviólos a enseñar, como acostumbraba. Mark 10:2 Y llegándose los Fariseos, le preguntaron: ¿Es lícito al marido despedir a su mujer? tentándole. Mark 10:3 Mas él respondiendo, les dijo: ¿Qué os mandó Moisés? Mark 10:4 Y ellos dijeron: Moisés permitió escribir carta de divorcio, y despedirla. Mark 10:5 Y respondiendo Jesús, les dijo: Por la dureza de vuestro corazón os escribió este mandamiento. Mark 10:6 Que al principio de la creación, macho y hembra los hizo Dios. Mark 10:7 Por esto dejará el hombre a su padre y a la madre, y se juntará a su mujer. Mark 10:8 Y los que eran dos, serán hechos una carne: así que no son más dos, sino una carne. Mark 10:9 Pues lo que Dios juntó, no lo aparte el hombre. Mark 10:10 Y en casa volvieron los discípulos a preguntarle de lo mismo. Mark 10:11 Y les dice: Cualquiera que despidiere a su mujer, y se casare con otra, comete adulterio contra ella. Mark 10:12 Y si la mujer despidiere a su marido, y se casare con otro, adultera. Mark 10:13 ¶ Y le presentaban niños para que les tocase; y los discípulos reñían a los que los presentaban. Mark 10:14 Y viéndolo Jesús, se enojó, y les dijo: Dejád los niños venir, y no se lo vedéis; porque de los tales es el reino de Dios. Mark 10:15 De cierto os digo, que el que no recibiere el reino de Dios como un niño, no entrará en él. Mark 10:16 Y tomándolos en los brazos, poniendo las manos sobre ellos, los bendecía. Mark 10:17 ¶ Y saliendo él para ir su camino, llegóse uno corriendo, e hincando la rodilla delante de él, le preguntó: Maestro bueno, ¿qué haré para poseer la vida eterna? Mark 10:18 Y Jesús le dijo: ¿Por qué me dices bueno? Ninguno hay bueno, sino uno, Dios. Mark 10:19 Sabes los mandamientos: No adulteres: No mates: No hurtes: No digas falso testimonio: No defraudes: Honra a tu padre, y a tu madre. Mark 10:20 El entonces respondiendo, le dijo: Maestro, todo esto he guardado desde mi mocedad. Mark 10:21 Entonces Jesús mirándole, le amó, y le dijo: Una cosa te falta: vé, todo lo que tienes vende, y da a los pobres, y tendrás tesoro en el cielo; y ven, toma tu cruz, y sígueme. Mark 10:22 Mas él, entristecido por esta palabra, se fue triste, porque tenía muchas posesiones. Mark 10:23 Entonces Jesús mirando al derredor, dice a sus discípulos: ¡Cuán dificilmente entrarán en el reino de Dios los que tienen riquezas! Mark 10:24 Y los discípulos se espantaron de sus palabras: mas Jesús respondiendo, les volvió a decir: ¡Hijos, cuán difícil es entrar en el reino de Dios, los que confían en las riquezas! Mark 10:25 Más fácil es pasar un camello por el ojo de una aguja, que el rico entrar en el reino de Dios. Mark 10:26 Y ellos se espantaban más y más, diciendo dentro de sí: ¿Y quién podrá salvarse? Mark 10:27 Entonces Jesús mirándolos, dice: Acerca de los hombres, es imposible; mas acerca de Dios, no; porque todas cosas son posibles acerca de Dios. Mark 10:28 ¶ Entonces Pedro comenzó a decirle: He aquí, nosotros hemos dejado todas las cosas, y te hemos seguido. Mark 10:29 Y respondiendo Jesús, dijo: De cierto os digo, que ninguno hay que haya dejado casa, o hermanos, o hermanas, o padre, o madre, o mujer, o hijos, o heredades por causa de mí y del evangelio, Mark 10:30 Que no reciba cien tantos, ahora en este tiempo, casa, y hermanos, y hermanas, y madres, e hijos, y heredades, con persecuciones; y en el siglo venidero, vida eterna. Mark 10:31 Empero muchos primeros serán postreros, y postreros primeros. Mark 10:32 ¶ Y estaban en el camino subiendo a Jerusalem; y Jesús iba delante de ellos, y se espantaban, y le seguían con miedo: entonces volviendo a tomar a los doce aparte les comenzó a decir las cosas que le habían de acontecer: Mark 10:33 He aquí, subimos a Jerusalem, y el Hijo del hombre será entregado a los príncipes de los sacerdotes, y a los escribas, y le condenarán a muerte, y le entregarán a los Gentiles; Mark 10:34 Los cuales le escarnecerán, y le azotarán, y escupirán en él, y le matarán; mas al tercero día resucitará. Mark 10:35 ¶ Entonces Santiago y Juan, hijos de Zebedeo, se llegaron a él, diciendo: Maestro, querríamos que nos hagas lo que pidiéremos. Mark 10:36 Y él les dijo: ¿Qué queréis que os haga? Mark 10:37 Y ellos le dijeron: Dános que en tu gloria nos sentemos el uno a tu diestra, y el otro a tu siniestra. Mark 10:38 Entonces Jesús les dijo: No sabéis lo que pedís: ¿Podéis beber la copa que yo bebo, y ser bautizados del bautismo de que yo soy bautizado? Mark 10:39 Y ellos le dijeron: Podemos. Y Jesús les dijo: A la verdad la copa que yo bebo, beberéis; y del bautismo de que yo soy bautizado, seréis bautizados; Mark 10:40 Mas que os sentéis a mi diestra, y a mi siniestra, no es mío darlo, sino a los que está aparejado por mi Padre. Mark 10:41 Y como lo oyeron los diez, comenzaron a enojarse de Santiago y de Juan. Mark 10:42 Mas Jesús llamándolos, les dice: Sabéis que los que se ven ser príncipes en las naciones, se enseñorean de ellas; y los que entre ellas son grandes, tienen sobre ellas potestad. Mark 10:43 Mas no será así entre vosotros, antes cualquiera que quisiere hacerse grande entre vosotros, será vuestro servidor. Mark 10:44 Y cualquiera de vosotros que quisiere hacerse el primero, será siervo de todos. Mark 10:45 Porque el Hijo del hombre tampoco vino para ser servido, sino para servir, y dar su vida en rescate por muchos. Mark 10:46 ¶ Entonces vienen a Jericó; y saliendo él de Jericó con sus discípulos y una gran multitud, Bartimeo el ciego, hijo de Timeo, estaba sentado junto al camino mendigando. Mark 10:47 Y oyendo que era Jesús el Nazareno, comenzó a dar voces, y decir: Jesús, Hijo de David, ten misericordia de mí. Mark 10:48 Y muchos le reñían, para que callase; mas él daba mayores voces: Hijo de David, ten misericordia de mí. Mark 10:49 Entonces Jesús parándose, mandó llamarle; y llaman al ciego, diciéndole: Ten confianza: levántate, que te llama. Mark 10:50 El entonces echando a un lado su capa, se levantó, y vino a Jesús. Mark 10:51 Y respondiendo Jesús, le dice: ¿Qué quieres que te haga? El ciego le dice: Señor, que vea yo. Mark 10:52 Y Jesús le dijo: Vé: tu fe te ha sanado. Y luego vio, y seguía a Jesús en el camino. Mark 11:0 Mark 11:1 Y como llegaron cerca de Jerusalem, de Betfage, y de Betania, al monte de las Olivas, envía dos de sus discípulos, Mark 11:2 Y les dice: Id al lugar que está delante de vosotros, y luego entrados en él, hallaréis un pollino atado, sobre el cual ningún hombre ha subido: desatádle, y traédle. Mark 11:3 Y si alguien os dijere: ¿Por qué hacéis eso? Decíd que el Señor lo ha menester; y luego le enviará acá. Mark 11:4 Y fueron, y hallaron el pollino atado a la puerta fuera, entre dos caminos; y le desatan. Mark 11:5 Y unos de los que estaban allí, les dijeron: ¿Qué hacéis desatando el pollino? Mark 11:6 Ellos entonces les dijeron como Jesús había mandado; y los dejaron. Mark 11:7 Y trajeron el pollino a Jesús, y echaron sobre él sus vestidos, y él se sentó sobre él. Mark 11:8 Y muchos tendían sus vestidos por el camino, y otros cortaban ramas de los árboles, y las tendían por el camino. Mark 11:9 Y los que iban delante, y los que iban detrás aclamaban, diciendo: ¡Hosanna! ¡Bendito el que viene en el nombre del Señor! Mark 11:10 Bendito sea el reino de nuestro padre David, que viene en el nombre del Señor: ¡Hosanna en las alturas! Mark 11:11 Y entró Jesús en Jerusalem, y en el templo; y habiendo mirado al derredor todas las cosas, y siendo ya tarde, se salió a Betania con los doce. Mark 11:12 ¶ Y el día siguiente, como salieron de Betania, tuvo hambre. Mark 11:13 Y viendo de lejos una higuera, que tenía hojas, vino a ver si quizá hallaría en ella algo, y como vino a ella, nada halló sino hojas; porque aun no era tiempo de higos. Mark 11:14 Entonces Jesús respondiendo, dijo a la higuera: Nunca más nadie coma de ti fruto para siempre. Y esto lo oyeron sus discípulos. Mark 11:15 Vienen pues a Jerusalem; y entrando Jesús en el templo, comenzó a echar fuera a los que vendían y compraban en el templo; y trastornó las mesas de los cambiadores, y las sillas de los que vendían palomas. Mark 11:16 Y no consentía que alguien llevase vaso por el templo. Mark 11:17 Y les enseñaba, diciendo: ¿No está escrito, que mi casa, casa de oración será llamada de todas las naciones? mas vosotros la habéis hecho cueva de ladrones. Mark 11:18 Y oyéronlo los escribas y los príncipes de los sacerdotes, y procuraban como le matarían; porque le tenían miedo, por cuanto toda la multitud estaba fuera de sí por su doctrina. Mark 11:19 Mas como fue tarde, Jesús salió de la ciudad. Mark 11:20 Y pasando por la mañana, vieron que la higuera se había secado desde las raíces. Mark 11:21 Entonces Pedro acordándose, le dice: Maestro, he aquí, la higuera que maldijiste se ha secado. Mark 11:22 Y respondiendo Jesús, les dice: Tenéd fe de Dios. Mark 11:23 Porque de cierto os digo, que cualquiera que dijere a este monte: Quítate, y échate en la mar; y no dudare en su corazón, mas creyere que será hecho lo que dice, lo que dijere le será hecho. Mark 11:24 Por tanto os digo, que todo lo que orando pidiereis, creéd que lo recibiréis, y os vendrá. Mark 11:25 Y cuando estuviereis orando, perdonád, si tenéis algo contra alguno, para que vuestro Padre que está en los cielos, os perdone a vosotros vuestras ofensas. Mark 11:26 Porque si vosotros no perdonareis, tampoco vuestro Padre que está en los cielos, os perdonará vuestras ofensas. Mark 11:27 ¶ Y volvieron a Jerusalem; y andando él por el templo, vienen a él los príncipes de los sacerdotes, y los escribas, y los ancianos, Mark 11:28 Y le dicen: ¿Con qué facultad haces estas cosas, y quién te ha dado esta facultad para hacer estas cosas? Mark 11:29 Y Jesús entonces respondiendo, les dice: Preguntaros he también yo una palabra, y respondédme, y os diré con que facultad hago estas cosas. Mark 11:30 ¿El bautismo de Juan, era del cielo, o de los hombres? Respondédme. Mark 11:31 Entonces ellos pensaron dentro de sí, diciendo: Si dijéremos: Del cielo, dirá: ¿Por qué pues no le creísteis? Mark 11:32 Y si dijéremos: De los hombres, tememos al pueblo; porque todos tenían de Juan, que verdaderamente era profeta. Mark 11:33 Y respondiendo, dicen a Jesús: No sabemos. Entonces respondiendo Jesús, les dice: Tampoco yo os diré con que facultad hago estas cosas. Mark 12:0 Mark 12:1 Y comenzó a hablarles por parábolas: Plantó un hombre una viña, y la cercó con seto, y le hizo un foso, y edificó una torre, y la arrendó a labradores, y se partió lejos. Mark 12:2 Y envió un siervo a los labradores, al tiempo, para que tomase de los labradores del fruto de la viña: Mark 12:3 Mas ellos tomándole le hirieron, y le enviaron vacío. Mark 12:4 Y volvió a enviarles otro siervo; mas ellos apedreándole, le hirieron en la cabeza, y volvieron a enviarle afrentado. Mark 12:5 Y volvió a enviar otro, y a aquel mataron; y a otros muchos, hiriendo a unos y matando a otros. Mark 12:6 Teniendo, pues, aun un hijo suyo muy amado, le envió también a ellos el postrero, diciendo: Porque tendrán en reverencia a mi hijo. Mark 12:7 Mas aquellos labradores dijeron entre sí: éste es el heredero, veníd, matémosle, y la heredad será nuestra. Mark 12:8 Y prendiéndole, le mataron, y echaron fuera de la viña. Mark 12:9 ¿Qué, pues, hará el señor de la viña? Vendrá, y destruirá a estos labradores, y dará su viña a otros. Mark 12:10 ¿Ni aun esta Escritura habéis leído: La piedra que desecharon los que edificaban, esta es puesta por cabeza de la esquina: Mark 12:11 Por el Señor es hecho esto, y es cosa maravillosa en nuestros ojos? Mark 12:12 Y procuraban prenderle; mas temían a la multitud, porque entendían que decía contra ellos aquella parábola; y dejándole se fueron. Mark 12:13 ¶ Y envían a él algunos de los Fariseos y de los Herodianos, para que le tomasen en alguna palabra. Mark 12:14 Y viniendo ellos, le dicen: Maestro, ya sabemos que eres hombre de verdad; y no te cuidas de nadie; porque no miras a la apariencia de hombres, antes con verdad enseñas el camino de Dios. ¿Es lícito dar tributo a César, o no? Mark 12:15 ¿Daremos, o no daremos? Entonces él como entendía la hipocresía de ellos, les dijo: ¿Por qué me tentáis? Traédme un denario para que lo vea. Mark 12:16 Y ellos se lo trajeron; y les dice: ¿Cúya es esta imagen, y esta inscripción? Y ellos le dijeron: De César. Mark 12:17 Y respondiendo Jesús, les dijo: Pagád lo que es de César, a César; y lo que es de Dios, a Dios. Y se maravillaron de ello. Mark 12:18 ¶ Entonces vienen a él los Saduceos, que dicen que no hay resurrección, y le preguntaron, diciendo: Mark 12:19 Maestro, Moisés nos escribió, que si el hermano de alguno muriese, y dejase mujer, y no dejase hijos, que su hermano tome su mujer, y despierte simiente a su hermano. Mark 12:20 Fueron, pues, siete hermanos; y el primero tomó mujer; y muriendo, no dejó simiente. Mark 12:21 Y la tomó el segundo, y murió; y ni aquel tampoco dejó simiente; y el tercero, de la misma manera. Mark 12:22 Y la tomaron los siete; y tampoco dejaron simiente: a la postre murió también la mujer. Mark 12:23 En la resurrección, pues, cuando resucitaren, ¿mujer de cuál de ellos será? porque los siete la tuvieron por mujer. Mark 12:24 Entonces respondiendo Jesús, les dice: ¿No erráis por eso, porque no sabéis las Escrituras, ni el poder de Dios? Mark 12:25 Porque cuando resucitarán de los muertos, no se casan, ni se dan en matrimonio; mas son como los ángeles que están en los cielos. Mark 12:26 Y de los muertos que hayan de resucitar, ¿no habéis leído en el libro de Moisés, como le habló Dios en el zarzal, diciendo: Yo soy el Dios de Abraham, y el Dios de Isaac, y el Dios de Jacob? Mark 12:27 No es Dios de muertos, sino Dios de vivos: así que vosotros erráis mucho. Mark 12:28 ¶ Y llegándose uno de los escribas, que los había oído disputar, y sabía que les había respondido bien, le preguntó: ¿Cuál es el más principal mandamiento de todos? Mark 12:29 Y Jesús le respondió: El más principal mandamiento de todos es: Oye, Israel, el Señor nuestro Dios, el Señor, uno es. Mark 12:30 Amarás pues al Señor tu Dios de todo tu corazón, y de toda tu alma, y de todo tu entendimiento, y de todas tus fuerzas: éste es el más principal mandamiento. Mark 12:31 Y el segundo es semejante a él: Amarás a tu prójimo, como a ti mismo. No hay otro mandamiento mayor que estos. Mark 12:32 Entonces el escriba le dijo: Bien, Maestro, verdad has dicho, porque uno es Dios, y no hay otro fuera de él; Mark 12:33 Y amarle de todo corazón, y de todo entendimiento, y de toda el alma, y de todas las fuerzas, y amar al prójimo como a sí mismo, más es que todos los holocaustos y sacrificios. Mark 12:34 Jesús entonces viendo que había respondido sabiamente, le dijo: No estás lejos del reino de Dios. Y ninguno le osaba ya preguntar. Mark 12:35 ¶ Y respondiendo Jesús decía, enseñando en el templo: ¿Cómo dicen los escribas que el Cristo es hijo de David? Mark 12:36 Porque el mismo David dijo por el Espíritu Santo: Dijo el Señor a mi Señor: Asiéntate a mi diestra, hasta que ponga tus enemigos por estrado de tus pies. Mark 12:37 Luego llamándole el mismo David Señor, ¿de dónde pues es su hijo? Y la grande multitud le oía de buena gana. Mark 12:38 ¶ Y les decía en su doctrina: Guardáos de los escribas, que quieren andar con ropas largas, y aman las salutaciones en las plazas, Mark 12:39 Y las primeras sillas en las sinagogas, y los primeros asientos en las cenas: Mark 12:40 Que devoran las casas de las viudas, y ponen delante que hacen largas oraciones. Estos recibirán mayor condenación. Mark 12:41 ¶ Y estando sentado Jesús delante del arca de las ofrendas, miraba como el pueblo echaba dinero en el arca; y muchos ricos echaban mucho. Mark 12:42 Y vino una viuda pobre, y echó dos blancas que es un maravedí. Mark 12:43 Entonces llamando a sus discípulos, les dice: De cierto os digo, que esta viuda pobre echó más que todos los que han echado en el arca; Mark 12:44 Porque todos ellos han echado de lo que les sobra; mas esta de su pobreza echó todo lo que tenía, todo su sustento. Mark 13:0 Mark 13:1 Y saliendo del templo le dice uno de sus discípulos: Maestro, mira qué piedras, y qué edificios. Mark 13:2 Y Jesús respondiendo, le dijo: ¿Ves estos grandes edificios? no quedará piedra sobre piedra que no sea derribada. Mark 13:3 Y sentándose en el monte de las Olivas delante del templo, le preguntaron aparte Pedro, y Santiago, y Juan, y Andrés: Mark 13:4 Dinos, ¿cuándo serán estas cosas? ¿y qué señal habrá cuando todas las cosas han de ser acabadas? Mark 13:5 Y Jesús respondiéndoles, comenzó a decir: Mirád que nadie os engañe: Mark 13:6 Porque vendrán muchos en mi nombre, diciendo: Yo soy el Cristo; y engañarán a muchos. Mark 13:7 Mas cuando oyereis de guerras, y de rumores de guerras, no os turbéis; porque es menester que suceda así, mas aun no será el fin. Mark 13:8 Porque nación se levantará contra nación, y reino contra reino; y habrá terremotos por los lugares, y habrá hambres, y alborotos: principios de dolores serán estos. Mark 13:9 Mas vosotros mirád por vosotros; porque os entregarán a los concilios; y en las sinagogas seréis azotados; y delante de presidentes y de reyes seréis llamados por causa de mí, por testimonio contra ellos. Mark 13:10 Y en todas las naciones es menester que el evangelio sea predicado antes. Mark 13:11 Y cuando os llevaren entregándoos, no premeditéis que habéis de decir, ni lo penséis; mas lo que os fuere dado en aquella hora, eso hablád; porque no sois vosotros los que habláis, sino el Espíritu Santo. Mark 13:12 Y entregará a la muerte el hermano al hermano, y el padre al hijo; y se levantarán los hijos contra los padres, y los harán morir. Mark 13:13 Y seréis aborrecidos de todos por mi nombre; mas el que perseverare hasta el fin, éste será salvo. Mark 13:14 Empero cuando viereis la abominación de asolamiento, de que habló el profeta Daniel, que estará donde no debe, (el que lee, entienda,) entonces los que estuvieren en Judea huyan a los montes; Mark 13:15 Y el que estuviere sobre la casa, no descienda a la casa, ni entre para tomar algo de su casa; Mark 13:16 Y el que estuviere en el campo, no torne atrás, ni aun a tomar su capa. Mark 13:17 Mas ¡ay de las preñadas, y de las que criaren en aquellos días! Mark 13:18 Orád pues que no acontezca vuestra huida en invierno. Mark 13:19 Porque en aquellos días habrá aflicción, cual nunca fue desde el principio de la creación de las cosas que creó Dios, hasta este tiempo, ni habrá jamás. Mark 13:20 Y si el Señor no hubiese acortado aquellos días, ninguna carne se salvaría; mas por causa de los escogidos, que él escogió, acortó aquellos días. Mark 13:21 Y entonces si alguno os dijere: He aquí, aquí está el Cristo; o he aquí, allí está, no le creáis; Mark 13:22 Porque se levantarán falsos Cristos y falsos profetas; y darán señales y prodigios para engañar, si se pudiese hacer, aun a los escogidos. Mark 13:23 Mas vosotros mirád: he aquí, os lo he dicho antes todo. Mark 13:24 Empero en aquellos días, después de aquella aflicción, el sol se oscurecerá, y la luna no dará su resplandor. Mark 13:25 Y las estrellas caerán del cielo, y las virtudes que están en los cielos serán conmovidas. Mark 13:26 Y entonces verán al Hijo del hombre, que vendrá en las nubes con grande poder y gloria. Mark 13:27 Y entonces enviará sus ángeles, y juntará sus escogidos de los cuatro vientos, desde el un cabo de la tierra hasta el cabo del cielo. Mark 13:28 De la higuera aprendéd la semejanza: Cuando su rama ya se hace tierna, y brota hojas, conocéis que el verano está cerca. Mark 13:29 Así también vosotros cuando viereis hacerse estas cosas, conocéd que está cerca a las puertas. Mark 13:30 De cierto os digo, que no pasará esta generación sin que todas estas cosas sean hechas. Mark 13:31 El cielo y la tierra pasarán, mas mis palabras nunca pasarán. Mark 13:32 Empero de aquel día, y de la hora, nadie sabe, ni aun los ángeles que están en el cielo, ni el mismo Hijo, sino el Padre. Mark 13:33 Mirád, velád, y orád; porque no sabéis cuando será el tiempo. Mark 13:34 Porque el Hijo del hombre es como el hombre que partiéndose lejos, dejó su casa, y dio a sus siervos su hacienda, y a cada uno cargo, y al portero mandó que velase. Mark 13:35 Velád pues, porque no sabéis cuando el señor de la casa vendrá; a la tarde, o a la media noche, o al canto del gallo, o a la mañana: Mark 13:36 Porque cuando viniere de repente, no os halle durmiendo. Mark 13:37 Y las cosas que a vosotros digo, a todos las digo: Velád. Mark 14:0 Mark 14:1 Y era la pascua, y los días de los panes sin levadura dos días después; y procuraban los príncipes de los sacerdotes y los escribas como le prenderían por engaño, y le matarían. Mark 14:2 Mas decían: No en el día de la fiesta porque no se haga alboroto del pueblo. Mark 14:3 Y estando él en Betania en casa de Simón el leproso, y sentado a la mesa, vino una mujer teniendo un vaso de alabastro de ungüento de nardo puro de mucho precio, y quebrando el alabastro, se lo derramó sobre su cabeza. Mark 14:4 Y hubo algunos que se enojaron dentro de sí, y dijeron: ¿Para qué se ha hecho este desperdicio de ungüento? Mark 14:5 Porque podía esto ser vendido por más de trescientos denarios, y darse a los pobres. Y bramaban contra ella. Mark 14:6 Mas Jesús dijo: Dejádla: ¿por qué la molestais? buena obra me ha hecho. Mark 14:7 Porque siempre tenéis los pobres con vosotros, y cuando quisiereis, les podéis hacer bien; mas a mí no siempre me tenéis. Mark 14:8 Esta, lo que pudo, hizo: se ha anticipado a ungir mi cuerpo para la sepultura. Mark 14:9 De cierto os digo, que donde quiera que fuere predicado este evangelio en todo el mundo, también esto que ha hecho ésta, será dicho para memoria de ella. Mark 14:10 Entonces Júdas Iscariote, uno de los doce, fue a los príncipes de los sacerdotes, para entregársele. Mark 14:11 Y ellos oyéndolo se holgaron, y prometieron que le darían dineros. Y buscaba oportunidad como le entregaría. Mark 14:12 ¶ Y el primer día de la fiesta de los panes sin levadura, cuando sacrificaban la pascua, sus discípulos le dicen: ¿Dónde quieres que vayamos a prepararte, para que comas la pascua? Mark 14:13 Y envía dos de sus discípulos, y les dice: Id a la ciudad, y os encontrará un hombre que lleva un cántaro de agua, seguídle; Mark 14:14 Y donde entrare, decíd al señor de la casa: El Maestro dice: ¿Dónde está el aposento donde tengo de comer la pascua con mis discípulos? Mark 14:15 Y él os mostrará un gran cenadero aparejado, aderezad para nosotros allí. Mark 14:16 Y fueron sus discípulos, y vinieron a la ciudad, y hallaron como les había dicho, y aderezaron la pascua. Mark 14:17 Y llegada la tarde, vino con los doce. Mark 14:18 Y como se sentaron a la mesa, y comiesen, dice Jesús: De cierto os digo, que uno de vosotros, que come conmigo, me ha de entregar. Mark 14:19 Entonces ellos comenzaron a entristecerse, y a decirle cada uno por sí: ¿Seré yo? y el otro: ¿Seré yo? Mark 14:20 Y él respondiendo, les dijo: Es uno de los doce, que moja conmigo en el plato. Mark 14:21 A la verdad el Hijo del hombre va, como está de él escrito; mas ¡ay de aquel hombre por quien el Hijo del hombre es entregado! Bueno le fuera, si no hubiera nacido el tal hombre. Mark 14:22 Y estando ellos comiendo, tomó Jesús pan, y bendiciendo lo rompió, y les dio, y dijo: Tomád, coméd, éste es mi cuerpo. Mark 14:23 Y tomando la copa, habiendo dado gracias, les dio; y bebieron de ella todos. Mark 14:24 Y les dice: Esta es mi sangre del nuevo testamento, que por muchos es derramada. Mark 14:25 De cierto os digo, que no beberé más del fruto de la vid hasta aquel día, cuando lo beberé nuevo en el reino de Dios. Mark 14:26 ¶ Y como hubieron cantado un himno, se salieron al monte de las Olivas. Mark 14:27 Jesús entonces les dice: Todos seréis escandalizados en mí esta noche, porque escrito está: Heriré al pastor, y serán dispersas las ovejas. Mark 14:28 Mas después que haya resucitado, iré delante de vosotros a Galilea. Mark 14:29 Entonces Pedro le dijo: Aunque todos sean escandalizados, mas no yo. Mark 14:30 Y le dice Jesús: De cierto te digo, que tú, hoy, en esta misma noche, antes que el gallo haya cantado dos veces, me negarás tres veces. Mark 14:31 Mas él con más vehemencia decía: Si me fuere menester morir contigo, no te negaré. También todos decían lo mismo. Mark 14:32 Y vienen al lugar que se llama Getsemaní, y dice a sus discípulos: Sentáos aquí, entre tanto que oro. Mark 14:33 Y toma consigo a Pedro, y a Santiago, y a Juan, y comenzó a atemorizarse, y a angustiarse en gran manera. Mark 14:34 Y les dice: Del todo está triste mi alma hasta la muerte: esperád aquí, y velád. Mark 14:35 Y yéndose un poco adelante, se postró en tierra, y oró, que si fuese posible, pasase de él aquella hora; Mark 14:36 Y dijo: Abba, Padre, todas las cosas son a ti posibles; aparta de mi esta copa; empero no lo que yo quiero, sino lo que tú. Mark 14:37 Y vino, y los halló durmiendo; y dice a Pedro: ¿Simón, duermes? ¿No has podido velar una hora? Mark 14:38 Velád, y orád, para que no entréis en tentación: el espíritu a la verdad está presto, mas la carne enferma. Mark 14:39 Y volviéndose a ir, oró, y dijo las mismas palabras. Mark 14:40 Y vuelto, los halló otra vez durmiendo; porque los ojos de ellos estaban cargados, y no sabían que responderle. Mark 14:41 Y vino la tercera vez, y les dice: Dormíd ya, y descansád. Basta: la hora es venida: he aquí, el Hijo del hombre es entregado en manos de pecadores. Mark 14:42 Levantáos, vamos: he aquí, el que me entrega está cerca. Mark 14:43 Y luego, aun hablando él, vino Júdas, que era uno de los doce, y con él mucha gente con espadas y palos, de parte de los príncipes de los sacerdotes, y de los escribas, y de los ancianos. Mark 14:44 Y el que le entregaba les había dado una señal, diciendo: Al que yo besare, aquel es: prendédle, y llevádle seguramente. Mark 14:45 Y como vino, se llegó luego a él, y le dice: Maestro, Maestro, y le besó. Mark 14:46 Entonces ellos echaron en él sus manos, y le prendieron. Mark 14:47 Y uno de los que estaban allí, sacando la espada, hirió al siervo del sumo sacerdote, y le cortó la oreja. Mark 14:48 Y respondiendo Jesús, les dijo: ¿Cómo a ladrón, habéis salido con espadas y con palos a tomarme? Mark 14:49 Cada día estaba con vosotros enseñando en el templo, y no me tomasteis. Mas es así para que se cumplan las Escrituras. Mark 14:50 Entonces dejándole todos sus discípulos huyeron. Mark 14:51 Empero un mancebo le seguía cubierto de una sábana sobre el cuerpo desnudo; y los mancebos le prendieron. Mark 14:52 Mas él, dejando la sábana, se huyó de ellos desnudo. Mark 14:53 ¶ Y trajeron a Jesús al sumo sacerdote; y se juntaron a él todos los príncipes de los sacerdotes, y los ancianos, y los escribas. Mark 14:54 Pedro empero le siguió de lejos hasta dentro del palacio del sumo sacerdote; y estaba sentado con los criados, y calentándose al fuego. Mark 14:55 Y los príncipes de los sacerdotes, y todo el concilio, buscaban testimonio contra Jesús, para entregarle a la muerte; mas no hallaban. Mark 14:56 Porque muchos decían falso testimonio contra él; mas sus testimonios no concertaban. Mark 14:57 Entonces levantándose unos, dieron falso testimonio contra él, diciendo: Mark 14:58 Nosotros le hemos oído decir: Yo derribaré este templo, que es hecho de manos, y en tres días edificaré otro hecho sin manos. Mark 14:59 Mas ni aun así se concertaba el testimonio de ellos. Mark 14:60 El sumo sacerdote entonces, levantándose en medio, preguntó a Jesús, diciendo: ¿No respondes algo? ¿Qué atestiguan estos contra ti? Mark 14:61 Mas él callaba, y nada respondió. El sumo sacerdote le volvió a preguntar, y le dice: ¿Eres tú el Cristo, el Hijo del Bendito? Mark 14:62 Y Jesús le dijo: Yo soy; y veréis al Hijo del hombre asentado a la diestra del poder de Dios, y que viene en las nubes del cielo. Mark 14:63 Entonces el sumo sacerdote, rompiendo sus vestidos, dijo: ¿Qué más tenemos necesidad de testigos? Mark 14:64 Oído habéis la blasfemia: ¿Qué os parece? Y ellos todos le condenaron ser culpado de muerte. Mark 14:65 Y algunos comenzaron a escupir en él, y a cubrir su rostro, y a darle bofetadas, y decirle: Profetiza. Y los criados le herían de bofetadas. Mark 14:66 ¶ Y estando Pedro en el palacio abajo, vino una de las criadas del sumo sacerdote; Mark 14:67 Y como vio a Pedro que se calentaba, mirándole, dice: Y tú con Jesús el Nazareno estabas. Mark 14:68 Mas él negó, diciendo: No le conozco, ni sé lo que te dices. Y se salió fuera a la entrada, y cantó el gallo. Mark 14:69 Y la criada viéndole otra vez, comenzó a decir a los que estaban allí: Este es uno de ellos. Mark 14:70 Mas él negó otra vez. Y poco después otra vez los que estaban allí, dijeron a Pedro: Verdaderamente eres de ellos; porque eres Galileo, y tu habla es semejante. Mark 14:71 Y él comenzó a echarse maldiciones y a jurar, diciendo: No conozco a ese hombre de que habláis. Mark 14:72 Y el gallo cantó la segunda vez; y Pedro se acordó de las palabras que Jesús le había dicho: Antes que el gallo cante dos veces, me negarás tres veces; y comenzó a llorar. Mark 15:0 Mark 15:1 Y luego por la mañana, hecho consejo, los sumos sacerdotes con los ancianos, y con los escribas, y con todo el concilio, trajeron a Jesús atado, y le entregaron a Pilato. Mark 15:2 Y le preguntó Pilato: ¿Eres tú el Rey de los Judíos? Y respondiendo él, le dijo: Tú lo dices. Mark 15:3 Y le acusaban los príncipes de los sacerdotes de muchas cosas: mas él no respondió nada. Mark 15:4 Y le preguntó otra vez Pilato, diciendo: ¿No respondes algo? Mira cuán muchas cosas atestiguan contra ti. Mark 15:5 Mas Jesús ni aun con eso respondió, de manera que Pilato se maravillaba. Mark 15:6 Empero en el día de la fiesta les soltaba un preso, cualquiera que pidiesen. Mark 15:7 Y había uno que se llamaba Barrabás, preso con sus compañeros de la revuelta, que en una revuelta habían hecho una muerte. Mark 15:8 Y la multitud, dando voces, comenzó a pedir que les hiciese como siempre les había hecho. Mark 15:9 Y Pilato les respondió, diciendo: ¿Queréis que os suelte al Rey de los Judíos? Mark 15:10 Porque conocía que por envidia le habían entregado los príncipes de los sacerdotes. Mark 15:11 Mas los príncipes de los sacerdotes incitaron a la multitud, que les soltase antes a Barrabás. Mark 15:12 Y respondiendo Pilato, les dice otra vez: ¿Qué pues queréis que haga de él que llamáis Rey de los Judíos? Mark 15:13 Y ellos volvieron a dar voces: Crucifícale. Mark 15:14 Mas Pilato les decía: ¿Pues, qué mal ha hecho? Y ellos daban mayores voces: Crucifícale. Mark 15:15 Y Pilato, queriendo satisfacer al pueblo, les soltó a Barrabás, y entregó a Jesús, azotado, para que fuese crucificado. Mark 15:16 Entonces los soldados le llevaron dentro de la sala, es a saber, a la audiencia; y convocan toda la cuadrilla, Mark 15:17 Y le visten de púrpura, y le ponen una corona tejida de espinas; Mark 15:18 Y comenzaron a saludarle, y decir: Tengas gozo, Rey de los Judíos. Mark 15:19 Y le herían su cabeza con una caña, y escupían en él, y le hacían reverencia hincadas las rodillas. Mark 15:20 Y después que le hubieron escarnecido, le desnudaron de la púrpura, y le vistieron sus propios vestidos; y le sacan para crucificarle. Mark 15:21 Y cargaron a uno que pasaba, (Simón Cireneo padre de Alejandro y de Rufo, que venía del campo,) para que llevase su cruz. Mark 15:22 Y le llevan al lugar de Gólgota, que interpretado quiere decir, lugar de la Calavera. Mark 15:23 Y le dieron a beber vino mezclado con mirra; mas él no lo tomó. Mark 15:24 Y cuando le hubieron crucificado, repartieron sus vestidos, echando suertes sobre ellos, qué llevaría cada uno. Mark 15:25 Y era la hora de tercia cuando le crucificaron. Mark 15:26 Y el título escrito de su causa era, EL REY DE LOS JUDÍOS. Mark 15:27 Y crucificaron con él dos ladrones, uno a su mano derecha, y otro a su mano izquierda. Mark 15:28 Y se cumplió la Escritura que dice: Y con los inicuos fue contado. Mark 15:29 Y los que pasaban le denostaban, meneando la cabeza, y diciendo: ¡Ah! que derribas el templo de Dios, y en tres días lo edificas: Mark 15:30 Sálvate a ti mismo, y desciende de la cruz. Mark 15:31 Y de esta manera también los príncipes de los sacerdotes escarneciendo, decían unos a otros, con los escribas: A otros salvó, a sí mismo no puede salvar. Mark 15:32 El Cristo, Rey de Israel, descienda ahora de la cruz para que veamos y creamos. También los que estaban crucificados con él, le denostaban. Mark 15:33 Y cuando vino la hora de sexta, fueron hechas tinieblas sobre toda la tierra, hasta la hora de nona. Mark 15:34 Y a la hora de nona exclamó Jesús a gran voz, diciendo: ¿Eloí, Eloí, lamma sabachthani? que interpretado, quiere decir: Dios mío, Dios mío, ¿por qué me has desamparado? Mark 15:35 Y oyéndolo unos de los que estaban allí, decían: He aquí, a Elías llama. Mark 15:36 Y corrió uno, e hinchiendo de vinagre una esponja, y poniéndola en una caña, le dio de beber, diciendo: Dejád, veamos si vendrá Elías a quitarle. Mark 15:37 Mas Jesús, dando una grande voz, espiró. Mark 15:38 Entonces el velo del templo se partió en dos de alto a bajo. Mark 15:39 Y el centurión, que estaba delante de él, viendo que había espirado así clamando, dijo: Verdaderamente este hombre era el Hijo de Dios. Mark 15:40 Y también estaban algunas mujeres mirando de lejos: entre las cuales era María Magdalena, y María madre de Santiago el menor y de Joses, y Salomé; Mark 15:41 Las cuales, estando aun él en Galilea le seguían, y le servían; y otras muchas que juntamente con él habían subido a Jerusalem. Mark 15:42 ¶ Y cuando fue la tarde, porque era la preparación, esto es, la víspera del sábado, Mark 15:43 José de Arimatea, senador noble, que también él esperaba el reino de Dios, vino, y osadamente entró a Pilato, y pidió el cuerpo de Jesús. Mark 15:44 Y Pilato se maravilló, si ya fuese muerto; y haciendo venir al centurión, le preguntó, si era ya muerto. Mark 15:45 Y como lo entendió del centurión, dio el cuerpo a José. Mark 15:46 El cual compró una sábana, y quitándole, le envolvió en la sábana, y le puso en un sepulcro labrado en una roca; y revolvió una piedra a la puerta del sepulcro. Mark 15:47 Y María Magdalena, y María madre de Joses, miraban donde le ponían. Mark 16:0 Mark 16:1 Y como pasó el sábado, María Magdalena, y María madre de Santiago, y Salomé, compraron drogas aromáticas, para venir a ungirle. Mark 16:2 Y muy de mañana, el primer día de la semana, vienen al sepulcro, ya salido el sol. Mark 16:3 Y decían entre sí: ¿Quién nos revolverá la piedra de la puerta del sepulcro? Mark 16:4 Y como miraron, ven la piedra revuelta; porque era grande. Mark 16:5 Y entradas en el sepulcro, vieron un mancebo sentado a la mano derecha cubierto de una ropa larga y blanca; y se espantaron. Mark 16:6 Mas él les dice: No tengáis miedo: buscáis a Jesús Nazareno, que fue crucificado: resucitado ha, no está aquí: he aquí el lugar donde le pusieron. Mark 16:7 Mas id, decíd a sus discípulos y a Pedro, que él va antes que vosotros a Galilea: allí le veréis, como os dijo. Mark 16:8 Y ellas se fueron huyendo prestamente del sepulcro; porque las había tomado temblor y espanto; ni decían nada a nadie; porque tenían miedo. Mark 16:9 Mas como Jesús resucitó por la mañana, el primer día de la semana, apareció primeramente a María Magdalena, de la cual había echado siete demonios. Mark 16:10 Y yendo ella, lo hizo saber a los que habían estado con él, que estaban tristes y llorando. Mark 16:11 Y ellos como oyeron que vivía, y que había sido visto de ella, no lo creyeron. Mark 16:12 Mas después apareció en otra forma a dos de ellos que iban caminando, yendo al campo. Mark 16:13 Y ellos fueron, y lo hicieron saber a los otros; mas ni aun a ellos creyeron. Mark 16:14 ¶ Posteriormente se apareció a los once, estando sentados a la mesa; y les zahirió su incredulidad y la dureza de corazón, que no hubiesen creído a los que le habían visto resucitado. Mark 16:15 Y les dijo: Id por todo el mundo, y predicád el evangelio a toda criatura. Mark 16:16 El que creyere, y fuere bautizado, será salvo; mas el que no creyere, será condenado. Mark 16:17 Y estas señales seguirán a los que creyeren: En mi nombre echarán fuera demonios: hablarán nuevas lenguas: Mark 16:18 Alzarán serpientes; y si bebieren cosa mortífera, no les dañará: sobre los enfermos pondrán las manos, y sanarán. Mark 16:19 Y el Señor, después que les habló, fue recibido arriba en el cielo, y se asentó a la diestra de Dios. Mark 16:20 Y ellos, saliendo, predicaron en todas partes, obrando con ellos el Señor, y confirmando la palabra con las señales que se seguían. Amén.
Luke 0:0
Luke 1:0 Luke 1:1 Habiendo muchos tentado a poner en orden la historia de las cosas que entre nosotros han sido del todo certificadas, Luke 1:2 Como nos las enseñaron los que desde el principio fueron testigos de vista, y ministros de la palabra: Luke 1:3 Háme parecido bueno también a mí, después de haber entendido todas las cosas desde el principio con diligencia, escribírtelas por orden, oh muy buen Téofilo, Luke 1:4 Para que conozcas la verdad de las cosas, en las cuales has sido enseñado. Luke 1:5 ¶ Hubo en los días de Heródes rey de Judea, un sacerdote llamado Zacarías, de la clase de Abías; y su mujer era de las hijas de Aarón, llamada Elisabet. Luke 1:6 Y eran ambos justos delante de Dios, andando en todos los mandamientos y estatutos del Señor sin reprensión. Luke 1:7 Y no tenían hijo; porque Elisabet era estéril, y ambos eran ya avanzados en sus días. Luke 1:8 Y aconteció, que administrando Zacarías el sacerdocio delante de Dios en el orden de su clase, Luke 1:9 Conforme a la costumbre del sacerdocio, salió en suerte a quemar incienso, entrando en el templo del Señor. Luke 1:10 Y toda la multitud del pueblo estaba fuera orando a la hora del incienso. Luke 1:11 Y le apareció el ángel del Señor que estaba a la mano derecha del altar del incienso. Luke 1:12 Y se turbó Zacarías viéndole, y cayó temor sobre él. Luke 1:13 Mas el ángel le dijo: Zacarías, no temas; porque tu oración ha sido oída; y tu mujer Elisabet te parirá un hijo, y llamarás su nombre Juan; Luke 1:14 Y tendrás gozo y alegría, y muchos se gozarán de su nacimiento; Luke 1:15 Porque será grande delante de Dios; y no beberá vino ni sidra; y será lleno del Espíritu Santo aun desde el vientre de su madre. Luke 1:16 Y a muchos de los hijos de Israel convertirá al Señor Dios de ellos; Luke 1:17 Porque él irá delante de él con el espíritu y virtud de Elías, para convertir los corazones de los padres a los hijos, y los rebeldes a la prudencia de los justos, para aparejar al Señor pueblo perfecto. Luke 1:18 Y dijo Zacarías al ángel: ¿En qué conoceré esto? porque yo soy viejo, y mi mujer avanzada en días. Luke 1:19 Y respondiendo el ángel, le dijo: Yo soy Gabriel, que estoy delante de Dios; y soy enviado a hablarte, y a darte estas buenas nuevas. Luke 1:20 Y he aquí, serás mudo, y no podrás hablar, hasta el día que esto sea hecho; por cuanto no creíste a mis palabras, las cuales se cumplirán a su tiempo. Luke 1:21 Y el pueblo estaba esperando a Zacarías, y se maravillaban que él se tardase tanto en el templo. Luke 1:22 Y saliendo, no les podía hablar; y entendieron que había visto visión en el templo; y él les hablaba por señas; y quedó mudo. Luke 1:23 Y fue, que cumplidos los días de su ministerio, se vino a su casa. Luke 1:24 Y después de aquellos días concibió su mujer Elisabet, y se escondió por cinco meses, diciendo: Luke 1:25 Porque el Señor me hizo esto en los días en que miró para quitar mi afrenta entre los hombres. Luke 1:26 ¶ Y al sexto mes el ángel Gabriel fue enviado de Dios a una ciudad de Galilea, que se llama Nazaret, Luke 1:27 A una virgen desposada con un varón que se llamaba José de la casa de David; y el nombre de la virgen era María. Luke 1:28 Y entrando el ángel a donde estaba ella, dijo: Tengas gozo, altamente favorecida, el Señor es contigo: bendita tú entre las mujeres. Luke 1:29 Mas ella, como le vio, se turbó de su hablar; y pensaba que salutación fuese esta. Luke 1:30 Entonces el ángel le dijo: María, no temas, porque has hallado gracia delante de Dios. Luke 1:31 Y he aquí, que concibirás en el vientre, y parirás un hijo, y llamarás su nombre Jesús. Luke 1:32 Este será grande, e Hijo del Altísimo será llamado, y le dará el Señor Dios el trono de David su padre; Luke 1:33 Y reinará en la casa de Jacob eternamente, y de su reino no habrá cabo. Luke 1:34 Entonces María dijo al ángel: ¿Cómo será esto? porque no conozco varón. Luke 1:35 Y respondiendo el ángel, le dijo: El Espíritu Santo vendrá sobre ti, y la virtud del Altísimo te hará sombra; por lo cual también lo Santo que de ti nacerá, será llamado Hijo de Dios. Luke 1:36 Y, he aquí, Elisabet tu parienta, también ella ha concebido un hijo en su vejez; y éste es el sexto mes a ella que era llamada la estéril; Luke 1:37 Porque ninguna cosa es imposible para Dios. Luke 1:38 Entonces María dijo: He aquí la sierva del Señor, hágase en mí conforme a tu palabra. Y el ángel se partió de ella. Luke 1:39 ¶ En aquellos días levantándose María, fue a la serranía con priesa a una ciudad de Judá. Luke 1:40 Y entró en casa de Zacarías, y saludó a Elisabet. Luke 1:41 Y aconteció, que como oyó Elisabet la salutación de María, la criatura saltó en su vientre; y Elisabet fue llena de Espíritu Santo, Luke 1:42 Y exclamó a gran voz, y dijo: Bendita tú entre las mujeres, y bendito el fruto de tu vientre. Luke 1:43 ¿Y de dónde esto a mí, que venga la madre de mi Señor a mí? Luke 1:44 Porque he aquí, que como llegó la voz de tu salutación a mis oídos, la criatura saltó de alegría en mi vientre. Luke 1:45 Y bienaventurada la que creyó, porque se cumplirán las cosas que le fueron dichas de parte del Señor. Luke 1:46 ¶ Entonces María dijo: Engrandece mi alma al Señor: Luke 1:47 ¶ Y mi espíritu se alegró en Dios mi Salvador. Luke 1:48 Porque miró a la bajeza de su sierva; porque, he aquí, desde ahora me llamarán bienaventurada todas las generaciones. Luke 1:49 Porque me ha hecho grandes cosas el poderoso; y santo es su nombre, Luke 1:50 Y su misericordia es de generación a generación a los que le temen. Luke 1:51 Hizo valentía con su brazo: esparció los soberbios en el pensamiento de su corazón. Luke 1:52 Quitó los poderosos de los tronos, y levantó a los humildes. Luke 1:53 A los hambrientos hinchió de bienes; y a los ricos envió vacíos. Luke 1:54 Socorrió a Israel su siervo, acordándose de su misericordia, Luke 1:55 Como habló a nuestros Padres, a Abraham y a su simiente para siempre. Luke 1:56 Y se quedó María con ella como tres meses; y se volvió a su casa. Luke 1:57 ¶ Y a Elisabet se le cumplió el tiempo de parir, y parió un hijo. Luke 1:58 Y oyeron los vecinos y los parientes que Dios había hecho grande misericordia con ella, y se alegraron con ella. Luke 1:59 Y aconteció, que al octavo día vinieron para circuncidar al niño, y le llamaban del nombre de su padre, Zacarías. Luke 1:60 Y respondiendo su madre, dijo: No; sino Juan será llamado. Luke 1:61 Y le dijeron: ¿Por qué? nadie hay en tu parentela que se llame por este nombre. Luke 1:62 Y hablaron por señas a su padre, como le quería llamar. Luke 1:63 Y demandando la tablilla, escribió, diciendo: Juan es su nombre. Y todos se maravillaron. Luke 1:64 ¶ Y luego fue abierta su boca, y suelta su lengua, y habló bendiciendo a Dios. Luke 1:65 Y vino un temor sobre todos los vecinos de ellos; y en toda la serranía de Judea fueron divulgadas todas estas cosas. Luke 1:66 Y todos los que las oían, las guardaban en su corazón, diciendo: ¿Quién será este niño? Y la mano del Señor era con él. Luke 1:67 Y Zacarías su padre fue lleno de Espíritu Santo, y profetizó, diciendo: Luke 1:68 Bendito el Señor Dios de Israel, que visitó, e hizo redención a su pueblo. Luke 1:69 Y nos enhestó el cuerno de salud en la casa de David su siervo. Luke 1:70 Como habló por boca de sus santos profetas, que fueron desde el principio: Luke 1:71 Salvación de nuestros enemigos, y de mano de todos los que nos aborrecieron: Luke 1:72 Para hacer misericordia con nuestros padres, y acordarse de su santo concierto: Luke 1:73 Del juramento que juró a Abraham nuestro padre, Luke 1:74 Que nos daría él: que libertados de las manos de nuestros enemigos, le serviríamos sin temor, Luke 1:75 En santidad y justicia delante de él, todos los días de nuestra vida. Luke 1:76 Tú, empero, o! niño, profeta del Altísimo serás llamado; porque irás delante de la faz del Señor, para aparejar sus caminos: Luke 1:77 Dando ciencia de salvación a su pueblo para remisión de sus pecados: Luke 1:78 Por las entrañas de misericordia de nuestro Dios, con que nos visitó de lo alto el oriente, Luke 1:79 Para dar luz a los que habitan en tinieblas y en sombra de muerte; para encaminar nuestros pies por camino de paz. Luke 1:80 Y el niño crecía, y era confortado en espíritu, y estuvo en los desiertos hasta el día que se mostró a Israel. Luke 2:0 Luke 2:1 Y aconteció en aquellos días, que salió un edicto de parte de Augusto César, para que toda la tierra fuese empadronada. Luke 2:2 Este empadronamiento primero fue hecho, siendo presidente de la Siria Cirenio, Luke 2:3 E iban todos para ser empadronados cada uno a su ciudad. Luke 2:4 Y subió José de Galilea, de la ciudad de Nazaret, a Judea, a la ciudad de David, que se llama Belén, por cuanto era de la casa y familia de David; Luke 2:5 Para ser empadronado, con María su mujer desposada con él, la cual estaba preñada. Luke 2:6 Y aconteció, que estando ellos allí, los días en que ella había de parir se cumplieron. Luke 2:7 Y parió a su hijo primogénito, y le envolvió en pañales, y le acostó en el pesebre; porque no había lugar para ellos en el mesón. Luke 2:8 Y había pastores en la misma tierra, que velaban, y guardaban las velas de la noche sobre su ganado. Luke 2:9 Y, he aquí, el ángel del Señor vino sobre ellos; y la claridad de Dios los cercó de resplandor de todas partes, y tuvieron gran temor. Luke 2:10 Mas el ángel les dijo: No temáis, porque, he aquí, os doy nuevas de gran gozo, que será a todo el pueblo: Luke 2:11 Que os es nacido hoy Salvador, que es el Señor, el Cristo, en la ciudad de David. Luke 2:12 Y esto os será por señal: hallaréis al niño envuelto en pañales, echado en el pesebre. Luke 2:13 Y repentinamente apareció con el ángel multitud de ejércitos celestiales, que alababan a Dios, y decían: Luke 2:14 Gloria en las alturas a Dios, y en la tierra paz, y a los hombres buena voluntad. Luke 2:15 Y aconteció, que como los ángeles se fueron de ellos al cielo, los pastores dijeron los unos a los otros: Pasemos, pues, hasta Belén, y veamos este negocio que ha hecho Dios, y nos ha mostrado. Luke 2:16 Y vinieron a priesa, y hallaron a María, y a José, y al niño acostado en el pesebre. Luke 2:17 Y viéndolo, hicieron notorio lo que les había sido dicho del niño. Luke 2:18 Y todos los que lo oyeron, se maravillaron de lo que los pastores les decían. Luke 2:19 Mas María guardaba todas estas cosas confiriéndolas en su corazón. Luke 2:20 Y se volvieron los pastores glorificando y alabando a Dios por todas las cosas que habían oído y visto, como les había sido dicho. Luke 2:21 ¶ Y pasados los ocho días para circuncidar al niño, llamaron su nombre Jesús, el cual fue así llamado por el ángel antes que él fuese concebido en el vientre. Luke 2:22 ¶ Y como se cumplieron los días de la purificación de María conforme a la ley de Moisés, le trajeron a Jerusalem para presentarle al Señor, Luke 2:23 (Como está escrito en la ley del Señor: Todo varón que abriere la matriz, será llamado santo al Señor;) Luke 2:24 Y para dar la ofrenda, conforme a lo que está dicho en la ley del Señor, un par de tórtolas, o dos palominos. Luke 2:25 Y, he aquí, había un hombre en Jerusalem llamado Simeón, y este hombre, justo y piadoso, esperaba la consolación de Israel; y el Espíritu Santo era sobre él. Luke 2:26 Y había recibido respuesta del Espíritu Santo, que no vería la muerte antes que viese al Cristo del Señor. Luke 2:27 Y vino por el Espíritu al templo. Y como metieron al niño Jesús sus padres en el templo, para hacer por él conforme a la costumbre de la ley, Luke 2:28 Entonces él le tomó en sus brazos, y bendijo a Dios, y dijo: Luke 2:29 Ahora despides, Señor, a tu siervo, conforme a tu palabra, en paz: Luke 2:30 Porque han visto mis ojos tu salud, Luke 2:31 La cual has aparejado en presencia de todos los pueblos: Luke 2:32 Luz para ser revelada a los Gentiles, y la gloria de tu pueblo Israel. Luke 2:33 Y José y su madre estaban maravillados de las cosas que se decían de él. Luke 2:34 Y los bendijo Simeón, y dijo a su madre María: He aquí, que este niño es puesto para caída y para levantamiento de muchos en Israel, y para blanco de contradicción; Luke 2:35 (Y a tu alma de ti misma traspasará espada,) para que de muchos corazones sean manifestados los pensamientos. Luke 2:36 Estaba también allí Ana, profetisa, hija de Fanuel, de la tribu de Aser, la cual era ya de grande edad, y había vivido con su marido siete años desde su virginidad. Luke 2:37 Y era viuda de hasta ochenta y cuatro años, que no se apartaba del templo, en ayunos y oraciones sirviendo a Dios de noche y de día. Luke 2:38 Y esta sobreviniendo en la misma hora, juntamente daba alabanzas al Señor, y hablaba de él a todos los que esperaban la redención en Jerusalem. Luke 2:39 Mas como cumplieron todas las cosas según la ley del Señor, se volvieron a Galilea, a su ciudad de Nazaret. Luke 2:40 Y el niño crecía, y era confortado en espíritu, y henchíase de sabiduría; y la gracia de Dios era sobre él. Luke 2:41 E iban sus padres todos los años a Jerusalem en la fiesta de la pascua. Luke 2:42 ¶ Y como fue de doce años, ellos subieron a Jerusalem conforme a la costumbre de la fiesta. Luke 2:43 Y acabados los días, volviendo ellos, se quedó el niño Jesús en Jerusalem, sin saberlo José y su madre. Luke 2:44 Y pensando que estaba en la compañía, anduvieron camino de un día; y le buscaban entre los parientes, y entre los conocidos. Luke 2:45 Y como no le hallasen, volvieron a Jerusalem, buscándole. Luke 2:46 Y aconteció, que tres días después le hallaron en el templo, sentado en medio de los doctores, oyéndoles, y preguntándoles. Luke 2:47 Y todos los que le oían, estaban fuera de sí por su entendimiento y respuestas. Luke 2:48 Y como le vieron, se espantaron; y le dijo su madre: Hijo, ¿por qué nos has hecho así? He aquí, tu padre y yo te hemos buscado con dolor. Luke 2:49 Entonces él les dice: ¿Qué hay? ¿por qué me buscabais? ¿No sabíais que en los negocios que son de mi Padre me conviene estar? Luke 2:50 Mas ellos no entendieron las palabras que les habló. Luke 2:51 ¶ Y descendió con ellos, y vino a Nazaret, y estaba sujeto a ellos. Y su madre guardaba todas estas cosas en su corazón. Luke 2:52 Y Jesús crecía en sabiduría, y en estatura, y en favor acerca de Dios y de los hombres. Luke 3:0 Luke 3:1 Y en el año quince del imperio de Tiberio César, siendo presidente de Judea Poncio Pilato, y Heródes tetrarca de Galilea, y su hermano Felipe tetrarca de Iturea y de la provincia de Traconite, y Lisania tetrarca de Abilina; Luke 3:2 Siendo sumos sacerdotes Annás y Caifás, fue la palabra del Señor a Juan, hijo de Zacarías, en el desierto. Luke 3:3 Y él vino en toda la tierra al derredor del Jordán, predicando el bautismo de arrepentimiento para remisión de pecados; Luke 3:4 Como está escrito en el libro de las palabras del profeta Isaías, que dice: Voz del que clama en el desierto: Aparejád el camino del Señor, hacéd derechas sus sendas. Luke 3:5 Todo valle se henchirá, y todo monte y collado se abajará; y lo torcido será enderezado, y los caminos ásperos allanados; Luke 3:6 Y verá toda carne la salvación de Dios. Luke 3:7 Y decía a las multitudes que salían para ser bautizadas por él: Generación de víboras, ¿quién os enseñó a huir de la ira que vendrá? Luke 3:8 Hacéd, pues, frutos dignos de arrepentimiento, y no comencéis a decir en vosotros mismos: Por padre tenemos a Abraham; porque os digo, que puede Dios, aun de estas piedras, levantar hijos a Abraham. Luke 3:9 Y ya también la hacha está puesta a la raíz de los árboles: todo árbol pues que no hace buen fruto, es talado, y echado en el fuego. Luke 3:10 Y las multitudes le preguntaban, diciendo: ¿Pues, qué haremos? Luke 3:11 Y respondiendo, les dijo: El que tiene dos ropas, dé al que no tiene; y el que tiene alimentos, haga lo mismo. Luke 3:12 Y vinieron también publicanos para ser bautizados, y le dijeron: ¿Maestro, qué haremos nosotros? Luke 3:13 Y él les dijo: No demandéis más de lo que os está ordenado. Luke 3:14 Y le preguntaron también los soldados, diciendo: Y nosotros, ¿qué haremos? Y les dice: No maltratéis a nadie, ni oprimáis; y sed contentos con vuestros salarios. Luke 3:15 ¶ Y estando el pueblo esperando, y pensando todos de Juan en sus corazones, si él fuese el Cristo, Luke 3:16 Respondió Juan, diciendo a todos: Yo, a la verdad, os bautizo con agua; mas viene uno que es más poderoso que yo, de quien no soy digno de desatar la correa de sus zapatos: él os bautizará con el Espíritu Santo y con fuego. Luke 3:17 Cuyo aventador está en su mano; y limpiará su era, y juntará el trigo en su alfolí: mas quemará la paja en fuego que nunca se apagará. Luke 3:18 Así que amonestando otras muchas cosas también, anunciaba el evangelio al pueblo. Luke 3:19 Entonces Heródes el tetrarca, siendo reprendido por él a causa de Herodías, mujer de Felipe su hermano, y de todas las maldades que había hecho Heródes, Luke 3:20 Añadió también esto sobre todo, que encerró a Juan en la cárcel. Luke 3:21 ¶ Y aconteció, que como todo el pueblo fue bautizado, y Jesús también fuese bautizado, y orase, el cielo se abrió, Luke 3:22 Y descendió el Espíritu Santo en forma corporal, como paloma, sobre él, y vino una voz del cielo que decía: Tú eres mi Hijo amado, en ti es mi placer. Luke 3:23 ¶ Y el mismo Jesús comenzaba a ser como de treinta años, siendo (como se creía,) hijo de José, que fue hijo de Helí, Luke 3:24 Que fue de Mattat, que fue de Leví, que fue de Melqui, que fue de Janne, que fue de José, Luke 3:25 Que fue de Mattatías, que fue de Amos, que fue de Naum, que fue de Esli, que fue de Nagge, Luke 3:26 Que fue de Maat, que fue de Mattatías, que fue de Semeí, que fue de José, que fue de Judá, Luke 3:27 Que fue de Joanna, que fue de Resa, que fue de Zorobabel, que fue de Salatiel, que fue de Neri, Luke 3:28 Que fue de Melqui, que fue de Addi, que fue de Cosam, que fue de Elmodam, que fue de Er, Luke 3:29 Que fue de José, que fue de Eliezer, que fue de Jorim, que fue de Mattat, que fue de Leví, Luke 3:30 Que fue de Simeón, que fue de Judá, que fue de José, que fue de Jonan, que fue de Eliacim, Luke 3:31 Que fue de Melea, que fue de Menan, que fue de Mattata, que fue de Natán, que fue de David, Luke 3:32 Que fue de Jessé, que fue de Obed, que fue de Booz, que fue de Salmón, que fue de Naasón, Luke 3:33 Que fue de Aminadab, que fue de Aram, que fue de Esrom, que fue de Fares, que fue de Judá, Luke 3:34 Que fue de Jacob, que fue de Isaac, que fue de Abraham, que fue de Tara, que fue de Nacor, Luke 3:35 Que fue de Saruc, que fue de Ragau, que fue de Faleg, que fue de Jeber, que fue de Sala, Luke 3:36 Que fue de Cainán, que fue de Arfajad, que fue de Sem, que fue de Noé, que fue de Lamec, Luke 3:37 Que fue de Matusalén, que fue de Jenoc, que fue de Jared, que fue de Malaleel, que fue de Cainán, Luke 3:38 Que fue de Henós, que fue de Set, que fue de Adam, que fue de Dios. Luke 4:0 Luke 4:1 Y Jesús, lleno del Espíritu Santo, volvió del Jordán, y fue llevado por el Espíritu al desierto, Luke 4:2 Por cuarenta días, y era tentado del diablo. Y no comió cosa alguna en aquellos días: los cuales pasados, después tuvo hambre. Luke 4:3 Entonces el diablo le dijo: Si eres Hijo de Dios, di a esta piedra que se haga pan. Luke 4:4 Y Jesús respondiéndole, dijo: Escrito está: Que no con pan solo vivirá el hombre, mas con toda palabra de Dios. Luke 4:5 Y le llevó el diablo a un alto monte, y le mostró todos los reinos de la tierra habitada en un momento de tiempo. Luke 4:6 Y le dijo el diablo: A ti te daré esta potestad toda, y la gloria de ellos; porque a mí es entregada, y a quien quiero la doy. Luke 4:7 Tú, pues, si adorares delante de mí, serán todos tuyos. Luke 4:8 Y respondiendo Jesús, le dijo: Quítate de delante de mí, Satanás; porque escrito está: Al Señor Dios tuyo adorarás, y a él solo servirás. Luke 4:9 Y le llevó a Jerusalem, y le puso sobre las almenas del templo, y le dijo: Si eres Hijo de Dios, échate de aquí abajo. Luke 4:10 Porque escrito está: Que a sus ángeles te encomendará, para que te guarden; Luke 4:11 Y que en sus manos te llevarán, porque nunca hieras tu pie en piedra. Luke 4:12 Y respondiendo Jesús, le dijo: Dicho está: No tentarás al Señor tu Dios. Luke 4:13 Y acabada toda la tentación, el diablo se separó de él por algún tiempo. Luke 4:14 ¶ Y Jesús volvió en virtud del Espíritu a Galilea, y salió la fama de él por toda la tierra de al derredor. Luke 4:15 Y él enseñaba en las sinagogas de ellos, y era glorificado de todos. Luke 4:16 ¶ Y vino a Nazaret, donde había sido criado, y entró, conforme a su costumbre, el día del sábado en la sinagoga, y se levantó a leer. Luke 4:17 Y le fue dado el libro del profeta Isaías; y como desarrolló el libro, halló el lugar donde estaba escrito: Luke 4:18 El Espíritu del Señor es sobre mí, por cuanto me ha ungido; para dar buenas nuevas a los pobres me ha enviado; para sanar a los quebrantados de corazón; para publicar a los cautivos redención, y a los ciegos vista; para poner en libertad a los oprimidos; Luke 4:19 Para predicar el año agradable del Señor. Luke 4:20 Y arrollando el libro, como le dio al ministro, se sentó; y los ojos de todos en la sinagoga se clavaron en él. Luke 4:21 Y comenzó a decirles: Hoy se ha cumplido esta Escritura en vuestros oídos. Luke 4:22 Y todos le daban testimonio, y estaban maravillados de las palabras de gracia que salían de su boca, y decían: ¿No es éste el hijo de José? Luke 4:23 Y les dijo: Sin duda me diréis este refrán: Médico, cúrate a ti mismo: de tantas cosas que hemos oído haber sido hechas en Capernaum, haz también aquí en tu tierra. Luke 4:24 Y dijo: De cierto os digo, que ningún profeta es acepto en su tierra. Luke 4:25 En verdad os digo, que muchas viudas había en Israel en los días de Elías, cuando el cielo fue cerrado por tres años y seis meses, que hubo grande hambre en toda la tierra: Luke 4:26 Mas a ninguna de ellas fue enviado Elías, sino a Sarepta de Sidón, a una mujer viuda. Luke 4:27 Y muchos leprosos había en Israel en tiempo del profeta Eliseo; mas ninguno de ellos fue limpio, sino Naamán el Siro. Luke 4:28 Entonces todos en la sinagoga fueron llenos de ira, oyendo estas cosas. Luke 4:29 Y levantándose, le echaron fuera de la ciudad, y le llevaron hasta la cumbre del monte, sobre el cual la ciudad de ellos estaba edificada, para despeñarle. Luke 4:30 Mas él, pasando por medio de ellos, se fue. Luke 4:31 ¶ Y descendió a Capernaum, ciudad de Galilea, y allí los enseñaba en los sábados. Luke 4:32 Y estaban fuera de sí de su doctrina; porque su palabra era con potestad. Luke 4:33 Y estaba en la sinagoga un hombre que tenía un espíritu de un demonio inmundo, el cual exclamó a gran voz, Luke 4:34 Diciendo: Déjanos, ¿qué tenemos nosotros que ver contigo, Jesús Nazareno? ¿Has venido a destruirnos? Yo te conozco quién eres, eres el Santo de Dios. Luke 4:35 Y Jesús le riñó, diciendo: Enmudece, y sal de él. Entonces el demonio, derribándole en medio, salió de él; y no le hizo daño alguno. Luke 4:36 Y cayó espanto sobre todos, y hablaban unos a otros, diciendo: ¿Qué palabra es esta, que con autoridad y poder manda a los espíritus inmundos, y salen? Luke 4:37 Y la fama de él se divulgaba de todas partes por todos los lugares de la comarca. Luke 4:38 ¶ Y levantándose Jesús de la sinagoga, se entró en casa de Simón; y la suegra de Simón estaba con una grande fiebre; y le rogaron por ella. Luke 4:39 Y volviéndose hacia ella, riñó a la fiebre, y la fiebre la dejó; y ella levantándose luego, les sirvió. Luke 4:40 Y poniéndose el sol, todos los que tenían enfermos de diversas enfermedades, los traían a él; y él, poniendo las manos sobre cada uno de ellos, los sanaba. Luke 4:41 Y salían también demonios de muchos, dando voces, y diciendo: Tú eres el Cristo, el Hijo de Dios; mas él riñéndoles no los dejaba hablar, porque sabían que él era el Cristo. Luke 4:42 Y siendo ya de día salió, y se fue a un lugar desierto; y las gentes le buscaban, y vinieron hasta él; y le detenían para que no se apartase de ellos. Luke 4:43 Y él les dijo: También a otras ciudades es menester que yo anuncie el evangelio del reino de Dios; porque para esto soy enviado. Luke 4:44 Y predicaba en las sinagogas de Galilea. Luke 5:0 Luke 5:1 Y aconteció, que estando él junto al lago de Genesaret, la multitud se derribaba sobre él por oír la palabra de Dios. Luke 5:2 Y vio dos naves que estaban cerca de la orilla del lago; y los pescadores, habiendo descendido de ellas, lavaban sus redes. Luke 5:3 Y entrado en una de estas naves, la cual era de Simón, le rogó que la desviase de tierra un poco; y sentándose, enseñaba desde la nave al pueblo. Luke 5:4 ¶ Y como cesó de hablar, dijo a Simón: Entra en alta mar, y echád vuestras redes para pescar. Luke 5:5 Y respondiendo Simón, le dijo: Maestro, habiendo trabajado toda la noche, nada hemos tomado; mas en tu palabra echaré la red. Luke 5:6 Y habiéndolo hecho, encerraron tan gran multitud de peces, que su red se rompía. Luke 5:7 E hicieron señas a los compañeros que estaban en la otra nave, que viniesen a ayudarles; y vinieron, y llenaron ambas naves de tal manera que se anegaban. Luke 5:8 Lo cual viendo Simón Pedro, se derribó a las rodillas de Jesús, diciendo: Sálte de conmigo, Señor, porque soy hombre pecador. Luke 5:9 Porque temor le había rodeado, y a todos los que estaban con él, a causa de la presa de los peces que habían tomado: Luke 5:10 Y asimismo a Santiago y a Juan, hijos de Zebedeo, que eran compañeros de Simón. Y Jesús dijo a Simón: No temas: desde ahora tomarás hombres. Luke 5:11 Y como llegaron a tierra las naves, dejándolo todo, le siguieron. Luke 5:12 ¶ Y aconteció que estando en una ciudad, he aquí, un hombre lleno de lepra, el cual viendo a Jesús, postrándose sobre el rostro le rogó, diciendo: Señor, si quisieres, puedes limpiarme. Luke 5:13 Entonces extendiendo la mano le tocó, diciendo: Quiero: sé limpio. Y luego la lepra se fue de él. Luke 5:14 Y él le mandó que no lo dijese a nadie: Mas vé (le dice,) muéstrate al sacerdote, y ofrece por tu limpieza, como mandó Moisés, por testimonio a ellos. Luke 5:15 Empero el hablar de él andaba tanto más; y se juntaban grandes multitudes a oír, y ser sanados por él de sus enfermedades. Luke 5:16 Mas él se apartaba a los desiertos, y oraba. Luke 5:17 ¶ Y aconteció un día, que él estaba enseñando, y Fariseos y doctores de la ley estaban sentados, los cuales habían venido de todas las aldeas de Galilea, y de Judea, y de Jerusalem; y la virtud del Señor estaba allí para sanarlos. Luke 5:18 Y, he aquí, unos hombres, que traían en una cama un hombre que estaba paralítico; y buscaban por donde meterle, y ponerle delante de él. Luke 5:19 Y no hallando por donde meterle a causa de la multitud, subieron encima de la casa, y por el tejado le bajaron con la cama en medio, delante de Jesús. Luke 5:20 El cual, viendo la fe de ellos, le dice: Hombre, tus pecados te son perdonados. Luke 5:21 Entonces los escribas y los Fariseos comenzaron a pensar, diciendo: ¿Quién es éste que habla blasfemias? ¿Quién puede perdonar pecados, sino solo Dios? Luke 5:22 Jesús entonces, conociendo los pensamientos de ellos, respondiendo les dijo: ¿Qué pensáis en vuestros corazones? Luke 5:23 ¿Cuál es más fácil; decir: Tus pecados te son perdonados; o decir: Levántate, y anda? Luke 5:24 Pues porque sepáis que el Hijo del hombre tiene potestad en la tierra de perdonar pecados, (dice al paralítico:) A ti digo: Levántate, toma tu cama; y vete a tu casa. Luke 5:25 Y luego, él, levantándose en presencia de ellos, y tomando aquello en que estaba echado, se fue a su casa glorificando a Dios. Luke 5:26 Y tomó espanto a todos, y glorificaban a Dios; y fueron llenos de temor, diciendo: Hemos visto maravillas hoy. Luke 5:27 ¶ Y después de estas cosas salió; y vio a un publicano llamado Leví, sentado al banco de los tributos, y le dijo: Sígueme. Luke 5:28 Y dejadas todas cosas, levantándose, le siguió. Luke 5:29 E hizo Leví un gran banquete en su casa, y había mucha compañía de publicanos, y de otros, los cuales estaban a la mesa con ellos. Luke 5:30 Y los escribas y los Fariseos murmuraban contra sus discípulos, diciendo: ¿Por qué coméis y bebéis con los publicanos y pecadores? Luke 5:31 Y respondiendo Jesús, les dijo: Los que están sanos no han menester médico, sino los que están enfermos. Luke 5:32 No he venido a llamar a los justos, sino a los pecadores a arrepentimiento. Luke 5:33 ¶ Entonces ellos le dijeron: ¿Por qué los discípulos de Juan ayunan muchas veces, y hacen oraciones, y asimismo los de los Fariseos; mas tus discípulos comen y beben? Luke 5:34 Y él les dijo: ¿Podéis hacer que los que están de bodas ayunen, entre tanto que el esposo está con ellos? Luke 5:35 Empero vendrán días cuando el esposo les será quitado; entonces ayunarán en aquellos días. Luke 5:36 ¶ Y les decía también una parábola: Nadie pone remiendo de paño nuevo en vestido viejo: de otra manera el nuevo rompe, y al viejo no conviene remiendo nuevo. Luke 5:37 Y nadie echa vino nuevo en cueros viejos: de otra manera el vino nuevo romperá los cueros, y el vino se derramará, y los cueros se perderán. Luke 5:38 Mas el vino nuevo en cueros nuevos se ha de echar; y lo uno y lo otro se conserva. Luke 5:39 Y ninguno que bebiere el viejo, quiere luego el nuevo; porque dice: El viejo es mejor. Luke 6:0 Luke 6:1 Y aconteció que pasando él por entre los panes el segundo sábado después del primero, sus discípulos arrancaban espigas, y comían, estregándolas entre las manos. Luke 6:2 Y algunos de los Fariseos les dijeron: ¿Por qué hacéis lo que no es lícito hacer en los sábados? Luke 6:3 Y respondiendo Jesús, les dijo: ¿Ni aun esto habéis leído, lo que hizo David cuando tuvo hambre, él, y los que con él estaban? Luke 6:4 ¿Cómo entró en la casa de Dios, y tomó los panes de la proposición, y comió, y dio también a los que estaban con él; los cuales no era lícito comer, sino a solos los sacerdotes? Luke 6:5 Y les decía: El Hijo del hombre es Señor aun del sábado. Luke 6:6 ¶ Y aconteció también en otro sábado, que él entró en la sinagoga y enseñó; y estaba allí un hombre que tenía la mano derecha seca. Luke 6:7 Y le acechaban los escribas y los Fariseos, si sanaría en sábado, por hallar de qué le acusasen. Luke 6:8 Mas él sabía los pensamientos de ellos; y dijo al hombre que tenía la mano seca: Levántate, y pónte en medio. Y él levantándose, se puso en pie. Luke 6:9 Entonces Jesús les dice: Preguntaros he una cosa: ¿Es lícito en sábados hacer bien, o hacer mal? ¿salvar la vida, o matar? Luke 6:10 Y mirándolos a todos en derredor, dice al hombre: Extiende tu mano; y él lo hizo así, y su mano fue restituida sana como la otra. Luke 6:11 Y ellos fueron llenos de rabia, y hablaban los unos a los otros qué harían a Jesús. Luke 6:12 ¶ Y aconteció en aquellos días, que fue a orar en un monte, y pasó la noche orando a Dios. Luke 6:13 Y como fue de día, llamó a sus discípulos; y escogió doce de ellos, los cuales también llamó Apóstoles: Luke 6:14 A Simón, al cual también llamó Pedro, y a Andrés su hermano, Santiago y Juan, Felipe y Bartolomé, Luke 6:15 Mateo y Tomás, y Santiago, hijo de Alfeo, y Simón, el que se llama Zelador, Luke 6:16 Júdas hermano de Santiago, y Júdas Iscariote, que también fue el traidor. Luke 6:17 ¶ Y descendió con ellos, y se paró en un lugar llano; y la compañía de sus discípulos, y una grande multitud de pueblo de toda Judea, y de Jerusalem, y de la costa de Tiro y de Sidón, que habían venido a oírle, y para ser sanados de sus enfermedades; Luke 6:18 Y otros que habían sido atormentados de espíritus inmundos; y eran sanos. Luke 6:19 Y toda la multitud procuraba de tocarle; porque salía de él virtud, y sanaba a todos. Luke 6:20 Y alzando él los ojos sobre sus discípulos, decía: Bienaventurados los pobres; porque vuestro es el reino de Dios. Luke 6:21 Bienaventurados los que ahora tenéis hambre; porque seréis hartos. Bienaventurados los que ahora lloráis; porque reiréis. Luke 6:22 Bienaventurados sois cuando los hombres os aborrecieren, y cuando os apartaren de sí, y os denostaren, y desecharen vuestro nombre como malo, por causa del Hijo del hombre. Luke 6:23 Gozáos en aquel día, y alegráos; porque, he aquí, vuestro galardón es grande en los cielos; porque así hacían sus padres a los profetas. Luke 6:24 Mas ¡ay de vosotros ricos! porque tenéis vuestro consuelo. Luke 6:25 ¡Ay de vosotros, los que estáis hartos! porque tendréis hambre. ¡Ay de vosotros, los que ahora reís! porque lamentaréis y lloraréis. Luke 6:26 ¡Ay de vosotros, cuando todos los hombres dijeren bien de vosotros! porque así hacían sus padres a los falsos profetas. Luke 6:27 ¶ Mas a vosotros los que oís, digo: Amád a vuestros enemigos: hacéd bien a los que os aborrecen. Luke 6:28 Bendecíd a los que os maldicen; y orád por los que os calumnian. Luke 6:29 Y al que te hiriere en una mejilla, dále también la otra; y del que te quitare la capa, no le impidas llevar el sayo también. Luke 6:30 Y a cualquiera que te pidiere, da, y al que tomare lo que es tuyo, no se lo vuelvas a pedir. Luke 6:31 Y como queréis que os hagan los hombres, hacédles también vosotros así. Luke 6:32 Porque si amáis a los que os aman, ¿qué gracias tendréis? porque también los pecadores aman a los que los aman. Luke 6:33 Y si hiciereis bien a los que os hacen bien, ¿qué gracias tendréis? porque también los pecadores hacen lo mismo. Luke 6:34 Y si prestareis a aquellos de quienes esperáis recibir, ¿qué gracias tendréis? porque también los pecadores prestan a los pecadores, para recibir otro tanto. Luke 6:35 Amád pues a vuestros enemigos; y hacéd bien, y emprestád, no esperando de ello nada; y será vuestro galardón grande, y seréis hijos del Altísimo; porque él es benigno aun para con los ingratos y los malos. Luke 6:36 Sed pues misericordiosos, como también vuestro Padre es misericordioso. Luke 6:37 No juzguéis, y no seréis juzgados: no condenéis, y no seréis condenados: perdonád, y seréis perdonados: Luke 6:38 Dad, y se os dará: medida buena, apretada, remecida, y rebosando darán en vuestro regazo; porque con la misma medida que midiereis, os será vuelto a medir. Luke 6:39 Y les decía una parábola: ¿Puede el ciego guiar al ciego? ¿no caerán ambos en el hoyo? Luke 6:40 El discípulo no es sobre su maestro; mas cualquiera que fuere como su maestro, será perfecto. Luke 6:41 ¿Y por qué miras la arista que está en el ojo de tu hermano, y la viga que está en tu propio ojo no consideras? Luke 6:42 ¿O cómo puedes decir a tu hermano: Hermano, deja, echaré fuera la arista que está en tu ojo, no mirando tú la viga que está en tu ojo? Hipócrita, echa fuera primero de tu ojo la viga; y entonces mirarás de echar fuera la arista que está en el ojo de tu hermano. Luke 6:43 Porque no es buen árbol el que hace malos frutos; ni árbol malo el que hace buen fruto. Luke 6:44 Porque cada árbol por su fruto es conocido: que no cogen higos de las espinas, ni vendimian uvas de las zarzas. Luke 6:45 El buen hombre del buen tesoro de su corazón saca lo bueno; y el mal hombre del mal tesoro de su corazón saca lo malo; porque de la abundancia del corazón habla la boca. Luke 6:46 ¿Por qué me llamáis, Señor, Señor, y no hacéis lo que digo? Luke 6:47 ¶ Todo aquel que viene a mí, y oye mis palabras, y las hace, yo os enseñaré a quien es semejante. Luke 6:48 Semejante es a un hombre que edificó una casa, que cavó y ahondó, y puso el fundamento sobre roca; y habiendo avenida, el río dio con ímpetu en aquella casa, mas no la pudo menear; porque estaba fundada sobre roca. Luke 6:49 Mas el que oye, y no hace, semejante es a un hombre que edificó su casa sobre tierra sin fundamento, en la cual el río dio con ímpetu, y luego cayó; y fue grande la ruina de aquella casa. Luke 7:0 Luke 7:1 Y como acabó todas sus palabras en oídos del pueblo, entró en Capernaum. Luke 7:2 Y el siervo de un centurión estaba enfermo y se iba muriendo, al cual él tenía en estima. Luke 7:3 Y como oyó de Jesús, envió a él los ancianos de los Judíos, rogándole que viniese y librase a su siervo. Luke 7:4 Y viniendo ellos a Jesús, rogáronle con diligencia, diciéndole: Porque es digno de concederle esto: Luke 7:5 Que ama nuestra nación, y él nos edificó una sinagoga. Luke 7:6 Y Jesús fue con ellos: mas como ya no estuviesen lejos de su casa, envió el centurión amigos a él, diciéndole: Señor, no tomes trabajo, que no soy digno de que entres debajo de mi tejado: Luke 7:7 Por lo cual ni aun me tuve por digno de venir a ti; mas di tan solo una palabra, y mi criado será sano. Luke 7:8 Porque también yo soy hombre puesto en autoridad, que tengo debajo de mí soldados; y digo a éste: Vé, y va; y al otro: Ven, y viene; y a mi siervo: Haz esto, y lo hace. Luke 7:9 Lo cual oyendo Jesús, se maravilló de él, y vuelto, dijo a las multitudes que le seguían: Os digo, que ni aun en Israel, he hallado tanta fe. Luke 7:10 Y vueltos a casa los que habían sido enviados, hallaron sano al siervo que había estado enfermo. Luke 7:11 ¶ Y aconteció después, que él iba a la ciudad que se llama Naín, e iban con él muchos de sus discípulos, y gran compañía. Luke 7:12 Y como llegó cerca de la puerta de la ciudad, he aquí, que sacaban un difunto, unigénito de su madre, la cual también era viuda; y había con ella mucha gente de la ciudad. Luke 7:13 Y como el Señor la vio, fue movido a misericordia de ella, y le dice: No llores. Luke 7:14 Y acercándose, tocó las andas; y los que le llevaban, pararon. Y dijo: Mancebo, a ti digo, levántate. Luke 7:15 Entonces, volvióse a sentar el que había sido muerto, y comenzó a hablar; y le dio a su madre. Luke 7:16 Y tomó a todos temor, y glorificaban a Dios, diciendo: Que profeta grande se ha levantado entre nosotros; y, que Dios ha visitado a su pueblo. Luke 7:17 Y salió esta fama de él por toda Judea, y por toda la tierra del al derredor. Luke 7:18 ¶ Y dieron las nuevas a Juan de todas estas cosas sus discípulos. Luke 7:19 Y llamó Juan unos dos de sus discípulos, y les envió a Jesús, diciendo: ¿Eres tú aquel que había de venir, o esperaremos a otro? Luke 7:20 Y como los varones vinieron a él, dijeron: Juan el Bautista nos ha enviado a ti, diciendo: ¿Eres tú aquel que había de venir, o esperaremos a otro? Luke 7:21 Y en la misma hora sanó a muchos de enfermedades, y de plagas, y de espíritus malos; y a muchos ciegos dio la vista. Luke 7:22 Y respondiendo Jesús, les dijo: Id, dad las nuevas a Juan de lo que habéis visto y oído: Que los ciegos ven, los cojos andan, los leprosos son limpiados, los sordos oyen, los muertos resucitan, a los pobres es anunciado el evangelio. Luke 7:23 Y bienaventurado es el que no fuere escandalizado en mí. Luke 7:24 ¶ Y como se fueron los mensajeros de Juan, comenzó a hablar de Juan a las gentes: ¿Qué salisteis a ver en el desierto? ¿una caña que es agitada del viento? Luke 7:25 Mas, ¿qué salisteis a ver? ¿un hombre cubierto de vestidos delicados? He aquí, que los que están en vestido precioso, y en delicias, en los palacios de los reyes están. Luke 7:26 Mas, ¿qué salisteis a ver? ¿un profeta? De cierto os digo, y aun más que profeta. Luke 7:27 Este es de quien está escrito: He aquí, envío mi ángel delante de tu faz, el cual aparejará tu camino delante de ti. Luke 7:28 Porque yo os digo que entre los nacidos de mujeres, no hay mayor profeta que Juan el Bautista; empero el más pequeño en el reino de los cielos es mayor que él. Luke 7:29 Y todo el pueblo oyéndole, y los publicanos, justificaron a Dios, siendo bautizados con el bautismo de Juan. Luke 7:30 Mas los Fariseos, y los sabios de la ley, desecharon el consejo de Dios contra sí mismos, no siendo bautizados por él. Luke 7:31 Y dijo el Señor: ¿A quién pues compararé los hombres de esta generación, y a qué son semejantes? Luke 7:32 Semejantes son a los muchachos sentados en la plaza, y que dan voces los unos a los otros, y dicen: Os tañimos con flautas, y no bailasteis; os endechamos, y no llorasteis. Luke 7:33 Porque vino Juan el Bautista que ni comía pan, ni bebía vino, y decís: Demonio tiene. Luke 7:34 Vino el Hijo del hombre, que come y bebe, y decís: He aquí, un hombre comilón, y bebedor de vino, amigo de publicanos y de pecadores. Luke 7:35 Mas la sabiduría es justificada de todos sus hijos. Luke 7:36 ¶ Y le rogó uno de los Fariseos, que comiese con él. Y entrado en casa del Fariseo, se sentó a la mesa. Luke 7:37 Y, he aquí, una mujer en la ciudad, que era pecadora, como entendió que estaba a la mesa en casa de aquel Fariseo, trajo un vaso de alabastro de ungüento; Luke 7:38 Y estando detrás a sus pies, comenzó llorando a regar con lágrimas sus pies, y los limpiaba con los cabellos de su cabeza; y besaba sus pies, y los ungía con el ungüento. Luke 7:39 Y como vio esto el Fariseo que le había llamado, pensó en sí, diciendo: Este, si fuera profeta, conocería quién y cuál es la mujer que le toca; que es pecadora. Luke 7:40 Entonces respondiendo Jesús, le dijo: Simón, una cosa tengo que decirte. Y él le dice: Dí, Maestro. Luke 7:41 Y dice Jesús: Cierto acreedor tenía dos deudores: el uno le debía quinientos denarios, y el otro cincuenta. Luke 7:42 Y no teniendo ellos de qué pagar, soltó la deuda a ambos. Dí, pues, ¿cuál de estos le amará más? Luke 7:43 Y respondiendo Simón, dijo: Pienso que aquel al cual soltó más. Y él le dijo: Rectamente has juzgado. Luke 7:44 Y vuelto a la mujer, dijo a Simón: ¿Ves esta mujer? Entré en tu casa, no diste agua para mis pies; mas ésta ha regado mis pies con lágrimas, y limpiádolos con los cabellos de su cabeza. Luke 7:45 No me diste beso; mas esta desde que entré, no ha cesado de besar mis pies. Luke 7:46 No ungiste mi cabeza con aceite; mas esta ha ungido con ungüento mis pies. Luke 7:47 Por lo cual te digo, que sus muchos pecados son perdonados, porque amó mucho; mas al que se perdona poco, poco ama. Luke 7:48 Y a ella dijo: Los pecados te son perdonados. Luke 7:49 Y los que estaban juntamente sentados a la mesa, comenzaron a decir entre sí: ¿Quién es éste, que también perdona pecados? Luke 7:50 Y dijo a la mujer: Tu fe te ha salvado, vé en paz. Luke 8:0 Luke 8:1 Y aconteció después, que él caminaba por todas las ciudades y aldeas predicando, y anunciando el evangelio del reino de Dios; y los doce iban con él, Luke 8:2 Y algunas mujeres que habían sido curadas por él de malos espíritus, y de enfermedades: María, que se llamaba Magdalena, de la cual habían salido siete demonios; Luke 8:3 Y Juana mujer de Chuza, mayordomo de Heródes; y Susana, y otras muchas que le servían de sus haberes. Luke 8:4 Y como se juntó una grande multitud, y los que estaban en cada ciudad vinieron a él, dijo por una parábola: Luke 8:5 Un sembrador salió a sembrar su simiente; y sembrando, una parte cayó junto al camino, y fue hollada, y las aves del cielo la comieron. Luke 8:6 Y otra parte cayó sobre piedra; y nacida, se secó, porque no tenía humedad. Luke 8:7 Y otra parte cayó entre espinas; y naciendo las espinas juntamente, la ahogaron. Luke 8:8 Y otra parte cayó en buena tierra; y cuando fue nacida, llevó fruto a ciento por uno. Diciendo estas cosas clamaba: el que tiene oídos para oír, oiga. Luke 8:9 Y sus discípulos le preguntaron, qué era esta parábola. Luke 8:10 Y él dijo: A vosotros es dado conocer los misterios del reino de Dios; mas a los otros por parábolas, para que viendo no vean, y oyendo no entiendan. Luke 8:11 Es pues esta la parábola: La simiente es la palabra de Dios. Luke 8:12 Y los de junto al camino, estos son los que oyen; y luego viene el diablo, y quita la palabra de su corazón, porque no se salven creyendo. Luke 8:13 Y los de sobre piedra, son los que habiendo oído, reciben la palabra con gozo; mas estos no tienen raíces; que por un tiempo creen, y en el tiempo de la tentación se apartan. Luke 8:14 Y lo que cayó en espinas, estos son los que oyeron; mas idos son ahogados de los cuidados, y de las riquezas, y de los pasatiempos de la vida, y no llevan fruto. Luke 8:15 Y lo que en buena tierra, estos son los que con corazón bueno y recto retienen la palabra oída, y llevan fruto en paciencia. Luke 8:16 Ninguno empero que enciende una candela, la cubre con una vasija, o la pone debajo de la cama; mas la pone en un candelero, para que los que entran, vean la luz. Luke 8:17 Porque no hay cosa oculta, que no haya de ser manifestada; ni cosa escondida que no haya de ser entendida, y de venir en manifiesto. Luke 8:18 Mirád pues como oís; porque a cualquiera que tuviere, le será dado; y a cualquiera que no tuviere, aun lo que parece tener le será quitado. Luke 8:19 ¶ Entonces vinieron a él su madre y hermanos, y no podían llegar a él por causa de la multitud. Luke 8:20 Y le fue dado aviso, diciendo: Tu madre, y tus hermanos están fuera, que quieren verte. Luke 8:21 El entonces respondiendo, les dijo: Mi madre y mis hermanos son los que oyen la palabra de Dios, y la hacen. Luke 8:22 ¶ Y aconteció un día que él entró en una nave con sus discípulos, y les dijo: Pasemos a la otra parte del lago; y se partieron. Luke 8:23 Y navegando ellos, se durmió. Y descendió una tempestad de viento en el lago; y se llenaban de agua, y peligraban. Luke 8:24 Y llegándose a él, le despertaron, diciendo: Maestro, maestro, que perecemos. Y despertado él, riñó al viento y a la tempestad del agua, y cesaron; y fue hecha grande bonanza. Luke 8:25 Y les dijo: ¿Dónde está vuestra fe? Y ellos temiendo, quedaron maravillados, diciendo los unos a los otros: ¿Quién es éste, que aun a los vientos y al agua manda, y le obedecen? Luke 8:26 ¶ Y navegaron a la tierra de los Gadarenos, que está delante de Galilea. Luke 8:27 Y saliendo él a tierra, le salió al encuentro de la ciudad un hombre que tenía demonios ya de mucho tiempo; y no llevaba vestido, ni moraba en casa, sino en los sepulcros. Luke 8:28 El cual como vio a Jesús, exclamó, y prostróse delante de él, y dijo a gran voz: ¿Qué tengo yo que ver contigo, Jesús, Hijo del Dios Altísimo? Ruégote que no me atormentes. Luke 8:29 (Porque mandaba al espíritu inmundo que saliese del hombre; porque ya de muchos tiempos le arrebataba; y le guardaban preso con cadenas y grillos; mas rompiendo las prisiones era impelido del demonio por los desiertos.) Luke 8:30 Y le preguntó Jesús, diciendo: ¿Qué nombre tienes? Y él dijo: Legión; porque muchos demonios habían entrado en él. Luke 8:31 Y le rogaban que no les mandase que fuesen al abismo. Luke 8:32 Y había allí un hato de muchos puercos que pacían en el monte, y le rogaron que los dejase entrar en ellos; y los dejó. Luke 8:33 Y salidos los demonios del hombre, entraron en los puercos; y el hato de ellos se arrojó con impetuosidad por un despeñadero en el lago, y se ahogó. Luke 8:34 Y los pastores, como vieron lo que había acontecido, huyeron; y yendo, dieron aviso en la ciudad y por las heredades. Luke 8:35 Y salieron a ver lo que había acontecido, y vinieron a Jesús; y hallaron sentado al hombre, del cual habían salido los demonios, vestido, y en seso, a los pies de Jesús; y tuvieron temor. Luke 8:36 Y les contaron los que lo habían visto, como había sido sanado aquel endemoniado. Luke 8:37 Entonces toda la multitud de la tierra de los Gadarenos al derredor le rogaron, que se retirase de ellos; porque tenían gran temor. Y él subiendo en la nave se volvió. Luke 8:38 Y aquel hombre, del cual habían salido los demonios, le rogó para estar con él; mas Jesús le despidió, diciendo: Luke 8:39 Vuélvete a tu casa, y cuenta cuán grandes cosas ha hecho Dios contigo. Y él se fue, publicando por toda la ciudad cuán grandes cosas había Jesús hecho con él. Luke 8:40 ¶ Y aconteció que volviendo Jesús, la multitud le recibió con gozo; porque todos le esperaban. Luke 8:41 Y, he aquí, un varón llamado Jairo, el cual también era príncipe de la sinagoga, vino, y cayendo a los pies de Jesús, le rogaba que entrase en su casa; Luke 8:42 Porque una hija única que tenía, como de doce años, se estaba muriendo. Y yendo, le apretaba la gente. Luke 8:43 Y una mujer que tenía flujo de sangre ya hacía doce años, la cual había gastado en médicos toda su hacienda, y de ninguno había podido ser curada, Luke 8:44 Llegándose por detrás tocó el borde de su vestido; y luego se estancó el flujo de su sangre. Luke 8:45 Entonces Jesús dijo: ¿Quién es el que me ha tocado? Y negando todos, dijo Pedro y los que estaban con él: Maestro, la multitud te aprieta y oprime, y dices: ¿Quién es el que me ha tocado? Luke 8:46 Y Jesús dijo: Me ha tocado alguien; porque yo he conocido que ha salido virtud de mí. Luke 8:47 Entonces como la mujer vio que no se escondía, vino temblando, y postrándose delante de él, le declaró delante de todo el pueblo la causa porque le había tocado, y como luego había sido sana. Luke 8:48 Y él le dijo: Confía, hija, tu fe te ha sanado: vé en paz. Luke 8:49 Estando aun él hablando, vino uno de casa del príncipe de la sinagoga a decirle: Tu hija es muerta: no des trabajo al Maestro. Luke 8:50 Y oyéndolo Jesús, le respondió, diciendo: No temas: cree solamente, y será sana. Luke 8:51 Y entrado en casa, no dejó entrar a nadie, sino a Pedro, y a Santiago, y a Juan, y al padre y a la madre de la joven. Luke 8:52 Y lloraban todos, y la plañían. Y él dijo: No lloréis: no es muerta, mas duerme. Luke 8:53 Y hacían burla de él, sabiendo que estaba muerta. Luke 8:54 Y él, echados todos fuera, y trabándola de la mano, clamó, diciendo: Joven, levántate. Luke 8:55 Entonces su espíritu volvió, y se levantó luego; y él mandó que le diesen de comer. Luke 8:56 Y sus padres estaban fuera de sí: a los cuales él mandó, que a nadie dijesen lo que había sido hecho. Luke 9:0 Luke 9:1 Y juntando sus doce discípulos, les dio virtud y potestad sobre todos los demonios, y que sanasen enfermedades. Luke 9:2 Y los envió a que predicasen el reino de Dios, y que sanasen los enfermos. Luke 9:3 Y les dijo: No toméis nada para el camino, ni bordones, ni alforja, ni pan, ni dinero, ni tengáis dos vestidos. Luke 9:4 Y en cualquiera casa que entrareis, quedád allí, y salíd de allí. Luke 9:5 Y todos los que no os recibieren, saliéndoos de aquella ciudad, aun el polvo sacudíd de vuestros pies en testimonio contra ellos. Luke 9:6 Y saliendo ellos, rodeaban por todas las aldeas anunciando el evangelio, y sanando por todas partes. Luke 9:7 ¶ Y oyó Heródes el tetrarca todas las cosas que hacía, y estaba en duda, porque decían algunos: Que Juan había resucitado de los muertos; Luke 9:8 Y otros: Que Elías había aparecido; y otros: Que algún profeta de los antiguos había resucitado. Luke 9:9 Y dijo Heródes: A Juan yo le degollé: ¿quién pues será éste, de quien yo oigo tales cosas? Y procuraba verle. Luke 9:10 ¶ Y vueltos los apóstoles, le contaron todas las cosas que habían hecho. Y tomándolos, se apartó aparte a un lugar desierto de la ciudad que se llama Betsaida. Luke 9:11 Lo cual como las gentes entendieron, le siguieron; y él les recibió, y les hablaba del reino de Dios; y sanó a los que tenían necesidad de cura. Luke 9:12 Y el día había comenzado a declinar; y llegándose los doce, le dijeron: Despide la multitud, para que yendo a las aldeas y heredades de al derredor, se alberguen y hallen viandas; porque aquí estamos en lugar desierto. Luke 9:13 Y les dice: Dádles vosotros de comer. Y dijeron ellos: No tenemos más de cinco panes y dos peces, si no vamos nosotros a comprar viandas para toda esta gente. Luke 9:14 Y eran como cinco mil hombres. Entonces dijo a sus discípulos: Hacédlos recostar por ranchos de cincuenta en cincuenta. Luke 9:15 Y así lo hicieron; y recostáronse todos. Luke 9:16 Y tomando los cinco panes y los dos peces, mirando al cielo los bendijo; y rompió, y dio a sus discípulos para que pusiesen delante de la multitud. Luke 9:17 Y comieron todos, y se hartaron; y alzaron lo que les sobró, los pedazos, doce esportones. Luke 9:18 ¶ Y aconteció, que estando él solo orando, estaban con él los discípulos, y les preguntó, diciendo: ¿Quién dicen las gentes que soy yo? Luke 9:19 Y ellos respondieron, y dijeron: Juan el Bautista; y otros: Elías; y otros, que algún profeta de los antiguos ha resucitado. Luke 9:20 Y él les dijo: ¿Mas vosotros, quién decís que soy? Entonces respondiendo Simón Pedro, dijo: El Cristo de Dios. Luke 9:21 Entonces él encomendándoles estrechamente, les mandó que a nadie dijesen esto, Luke 9:22 Diciendo: Es menester que el Hijo del hombre padezca muchas cosas, y ser desechado de los ancianos, y de los príncipes de los sacerdotes, y de los escribas, y ser muerto, y resucitar al tercero día. Luke 9:23 Y decía a todos: Si alguno quiere venir en pos de mí, niéguese a sí mismo, y tome su cruz cada día, y sígame. Luke 9:24 Porque cualquiera que quisiere salvar su vida, la perderá; y cualquiera que perdiere su vida por causa de mí, éste la salvará. Luke 9:25 Porque ¿qué aprovecha al hombre, si granjeare todo el mundo, y se pierda él a sí mismo, o corra peligro de sí? Luke 9:26 Porque el que se avergonzare de mí y de mis palabras, de este tal el Hijo del hombre se avergonzará, cuando vendrá en su gloria, y del Padre, y de los santos ángeles. Luke 9:27 Y os digo de verdad, que hay algunos de los que están aquí, que no gustarán la muerte, hasta que vean el reino de Dios. Luke 9:28 ¶ Y aconteció que después de estas palabras, como ocho días, tomó a Pedro, y a Juan, y a Santiago, y subió a un monte a orar. Luke 9:29 Y entre tanto que oraba, la apariencia de su rostro se hizo otra; y su vestido blanco y resplandeciente. Luke 9:30 Y, he aquí, dos varones que hablaban con él, los cuales eran Moisés, y Elías, Luke 9:31 Que aparecieron en gloria, y hablaban de su salida, la cual había de cumplir en Jerusalem. Luke 9:32 Y Pedro, y los que estaban con él, estaban cargados de sueño; y como despertaron, vieron su gloria, y a los dos varones que estaban con él. Luke 9:33 Y aconteció, que apartándose ellos de él, Pedro dice a Jesús: Maestro, bien es que nos quedemos aquí; y hagamos tres cabañas, una para ti, y una para Moisés, y una para Elías; no sabiendo lo que se decía. Luke 9:34 Y estando él hablando esto, vino una nube que los hizo sombra; y tuvieron temor entrando ellos en la nube. Luke 9:35 Y vino una voz de la nube, que decía: Este es mi Hijo amado, a él oíd. Luke 9:36 Y pasada aquella voz, Jesús fue hallado solo, y ellos callaron, y por aquellos días no dijeron nada a nadie de lo que habían visto. Luke 9:37 ¶ Y aconteció el día siguiente, que bajando ellos del monte, un gran gentío le salió al encuentro; Luke 9:38 Y, he aquí, que un hombre de la multitud clamó, diciendo: Maestro, ruégote que veas a mi hijo el único que tengo. Luke 9:39 Y, he aquí, un espíritu le toma, y de repente da voces; y le despedaza de modo que echa espuma, y apenas se aparta de él, quebrantándole. Luke 9:40 Y rogué a tus discípulos que le echasen fuera, y no pudieron. Luke 9:41 Y respondiendo Jesús, dijo: ¡Oh generación infiel y perversa! ¿hasta cuándo tengo de estar con vosotros, y os sufriré? Trae tu hijo acá. Luke 9:42 Y como aun se acercaba, el demonio le derribó, y le despedazó; mas Jesús riñó al espíritu inmundo, y sanó al muchacho, y le volvió a su padre. Luke 9:43 Y todos estaban fuera de sí de la grandeza de Dios. Y maravillándose todos de todas las cosas que hacía, dijo a sus discípulos: Luke 9:44 ¶ Ponéd vosotros en vuestros oídos estas palabras; porque ha de acontecer que el Hijo del hombre será entregado en manos de hombres. Luke 9:45 Mas ellos no entendían esta palabra; y les era encubierta para que no la entendiesen, y temían de preguntarle de esta palabra. Luke 9:46 ¶ Entonces entraron en disputa, cual de ellos sería el mayor. Luke 9:47 Mas Jesús, viendo los pensamientos del corazón de ellos, tomó un niño, y le puso junto a sí, Luke 9:48 Y les dice: Cualquiera que recibiere este niño en mi nombre, a mí recibe; y cualquiera que me recibiere a mí, recibe al que me envió; porque el que fuere el menor entre todos vosotros, éste será el grande. Luke 9:49 Entonces respondiendo Juan, dijo: Maestro, hemos visto a uno que echaba fuera demonios en tu nombre, y se lo vedamos, porque no te sigue con nosotros. Luke 9:50 Jesús le dijo: No se lo vedéis, porque el que no es contra nosotros, por nosotros es. Luke 9:51 ¶ Y aconteció que como se cumplió el tiempo en que había de ser recibido arriba, él afirmó su rostro para ir a Jerusalem. Luke 9:52 Y envió mensajeros delante de sí, los cuales fueron, y entraron en una ciudad de los Samaritanos, para aderezarle allí. Luke 9:53 Mas no le recibieron, porque su rostro era de hombre que iba a Jerusalem. Luke 9:54 Y viendo esto sus discípulos, Santiago y Juan dijeron: Señor, ¿quiéres que mandemos que descienda fuego del cielo, y los consuma, como también hizo Elías? Luke 9:55 Entonces volviendo él, les riñó, diciendo: Vosotros no sabéis de que espíritu sois: Luke 9:56 Porque el Hijo del hombre no ha venido para perder las vidas de los hombres, sino para salvarlas. Y se fueron a otra aldea. Luke 9:57 ¶ Y aconteció que yendo ellos, uno le dijo en el camino: Señor, yo te seguiré donde quiera que fueres. Luke 9:58 Y le dijo Jesús: Las zorras tienen cuevas, y las aves de los cielos nidos; mas el Hijo del hombre no tiene donde recline su cabeza. Luke 9:59 Y dijo a otro: Sígueme. Y él dijo: Señor, déjame que primero vaya, y entierre a mi padre. Luke 9:60 Y Jesús le dijo: Deja los muertos que entierren a sus muertos; mas tú vé, y anuncia el reino de Dios. Luke 9:61 Entonces también dijo otro: Seguirte he, Señor: mas déjame que me despida primero de los que están en mi casa. Luke 9:62 Y Jesús le dijo: Ninguno que poniendo su mano al arado mirare atrás, es apto para el reino de Dios. Luke 10:0 Luke 10:1 Y después de estas cosas, señaló el Señor aun otros setenta, a los cuales envió de dos en dos, delante de su faz a toda ciudad y lugar a donde él había de venir. Luke 10:2 Y les decía: La mies a la verdad es mucha, mas los obreros pocos; por tanto rogád al Señor de la mies que envíe obreros a su mies. Luke 10:3 Andád, he aquí, yo os envío como a corderos en medio de lobos. Luke 10:4 No llevéis bolsa, ni alforja, ni zapatos; y a nadie saludéis en el camino. Luke 10:5 En cualquier casa donde entrareis, primeramente decíd: Paz sea a esta casa. Luke 10:6 Y si hubiere allí algún hijo de paz, vuestra paz reposará sobre él; y si no, se volverá a vosotros. Luke 10:7 Y posád en aquella misma casa comiendo y bebiendo lo que os dieren; porque el obrero digno es de su salario. No os paséis de casa en casa. Luke 10:8 Y en cualquier ciudad donde entrareis, y os recibieren, coméd lo que os pusieren delante; Luke 10:9 Y sanád los enfermos que en ella hubiere, y decídles: Se ha allegado a vosotros el reino de Dios. Luke 10:10 Mas en cualquier ciudad donde entrareis, y no os recibieren, saliendo por sus calles, decíd: Luke 10:11 Aun el polvo que se nos ha pegado de vuestra ciudad sacudimos contra vosotros: esto empero sabéd que el reino de los cielos se ha allegado a vosotros. Luke 10:12 Y os digo, que Sodoma tendrá más remisión aquel día, que aquella ciudad. Luke 10:13 ¡Ay de ti, Corazín! ¡Ay de ti, Betsaida! que si en Tiro, y en Sidón se hubieran hecho las maravillas que han sido hechas en vosotras, ya días ha, que sentados en cilicio y ceniza, se hubieran arrepentido: Luke 10:14 Por tanto Tiro y Sidón tendrán más remisión que vosotras en el juicio. Luke 10:15 Y tú, Capernaum, que hasta los cielos estás levantada, hasta los infiernos serás abajada. Luke 10:16 El que a vosotros oye, a mí oye; y el que a vosotros desecha, a mí desecha; y el que a mí desecha, desecha al que me envió. Luke 10:17 Y volvieron los setenta con gozo, diciendo: Señor, aun los demonios se nos sujetan por tu nombre. Luke 10:18 Y les dijo: Yo veía a Satanás, como un rayo, que caía del cielo. Luke 10:19 He aquí, yo os doy potestad de hollar sobre las serpientes, y sobre los escorpiones, y sobre toda fuerza del enemigo; y nada os dañará: Luke 10:20 Empero no os regocijéis de esto, de que los espíritus se os sujeten; mas antes regocijáos de que vuestros nombres están escritos en los cielos. Luke 10:21 ¶ En aquella misma hora Jesús se alegró en espíritu, y dijo: Alábote, oh Padre, Señor del cielo y de la tierra, que escondiste estas cosas a los sabios y entendidos, y las has revelado a los pequeños: así Padre, porque así te agradó. Luke 10:22 Todas las cosas me son entregadas de mi Padre; y nadie sabe quien sea el Hijo, sino el Padre; ni quien sea el Padre, sino el Hijo, y aquel a quien el Hijo le quisiere revelar. Luke 10:23 Y vuelto particularmente a sus discípulos, dijo: Bienaventurados los ojos que ven lo que vosotros veis; Luke 10:24 Porque os digo, que muchos profetas y reyes desearon ver lo que vosotros veis, y no lo vieron; y oír lo que oís, y no lo oyeron. Luke 10:25 ¶ Y he aquí, que un doctor de la ley se levantó tentándole, y diciendo: Maestro, ¿haciendo qué cosa poseeré la vida eterna? Luke 10:26 Y él le dijo: ¿Qué está escrito en la ley? ¿Cómo lees? Luke 10:27 Y él respondiendo, dijo: Amarás al Señor tu Dios de todo tu corazón, y de toda tu alma, y de todas tus fuerzas, y de todo tu entendimiento; y a tu prójimo, como a ti mismo. Luke 10:28 Y le dijo: Bien has respondido: haz esto, y vivirás. Luke 10:29 Mas él, queriéndose justificar a sí mismo, dijo a Jesús: ¿Y quién es mi prójimo? Luke 10:30 Y respondiendo Jesús, dijo: Un hombre descendía de Jerusalem a Jericó, y cayó entre ladrones; los cuales le despojaron, e hiriéndole, se fueron, dejándole medio muerto. Luke 10:31 Y aconteció, que descendió un sacerdote por el mismo camino; y viéndole, se pasó del un lado. Luke 10:32 Y asimismo un Levita, llegando cerca de aquel lugar, y mirándole, se pasó del un lado. Luke 10:33 Y un Samaritano, que iba su camino, viniendo cerca de él, y viéndole, fue movido a misericordia; Luke 10:34 Y llegándose, le vendó las heridas, echándole en ellas aceite y vino; y poniéndole sobre su cabalgadura, le llevó al mesón, y cuidó de él. Luke 10:35 Y al otro día partiéndose, sacó dos denarios y los dio al mesonero, y le dijo: Cuida de él; y todo lo que de más gastares, yo cuando vuelva, te lo pagaré. Luke 10:36 ¿Quién, pues, de estos tres te parece que fue el prójimo de aquel que cayó entre ladrones? Luke 10:37 Y él dijo: El que usó de misericordia con él. Entonces Jesús le dijo: Vé, y haz tú lo mismo. Luke 10:38 ¶ Y aconteció, que yendo, entró él en una aldea; y una mujer llamada Marta le recibió en su casa. Luke 10:39 Y esta tenía una hermana, que se llamaba María, la cual sentándose a los pies de Jesús oía su palabra. Luke 10:40 Marta empero se distraía en muchos servicios; y sobreviniendo, dijo: Señor, ¿no tienes cuidado que mi hermana me deja servir sola? Díle, pues, que me ayude. Luke 10:41 Respondiendo Jesús entonces, le dijo: Marta, Marta, cuidadosa estás, y con las muchas cosas estás turbada: Luke 10:42 Empero una cosa es necesaria; y María ha escogido la buena parte, la cual no le será quitada. Luke 11:0 Luke 11:1 Y aconteció que estando él orando en cierto lugar, como acabó, uno de sus discípulos le dijo: Señor, enséñanos a orar, como también Juan enseñó a sus discípulos. Luke 11:2 Y les dijo: Cuando orareis, decíd: Padre nuestro, que estás en los cielos, sea tu nombre santificado. Venga tu reino: sea hecha tu voluntad como en el cielo así también en la tierra. Luke 11:3 El pan nuestro de cada día dánosle hoy. Luke 11:4 Y perdónanos nuestros pecados, porque también nosotros perdonamos a todos los que nos deben. Y no nos metas en tentación; mas líbranos de mal. Luke 11:5 Les dijo también: ¿Quién de vosotros tendrá un amigo, e irá a él a media noche, y le dirá: Amigo préstame tres panes, Luke 11:6 Porque un mi amigo ha venido a mí de camino, y no tengo que ponerle delante; Luke 11:7 Y él dentro respondiendo, diga: No me seas molesto: la puerta está ya cerrada, y mis niños están conmigo en la cama: no puedo levantarme, y darte. Luke 11:8 Dígoos, que aunque no se levante a darle por ser su amigo, cierto por su importunidad se levantará, y le dará todo lo que habrá menester. Luke 11:9 Y yo os digo: Pedíd, y se os dará: buscád, y hallaréis: tocád, y os será abierto. Luke 11:10 Porque todo aquel que pide, recibe; y el que busca, halla; y al que toca, es abierto. Luke 11:11 ¿Y cuál padre de vosotros, si su hijo le pidiere pan, le dará una piedra? ¿o, si un pescado, en lugar de pescado le dará una serpiente? Luke 11:12 ¿O, si le pidiere un huevo, le dará un escorpión? Luke 11:13 Pues, si vosotros, siendo malos, sabéis dar buenas dádivas a vuestros hijos, ¿cuánto más vuestro Padre celestial dará el Espíritu Santo a los que le pidieren de él? Luke 11:14 ¶ También echó fuera un demonio, el cual era mudo: y aconteció, que salido fuera el demonio, el mudo habló, y las gentes se maravillaron. Luke 11:15 Y algunos de ellos decían: Por Belzebú, príncipe de los demonios, echa fuera los demonios. Luke 11:16 Y otros, tentándole, pedían de él una señal del cielo. Luke 11:17 Mas él, conociendo los pensamientos de ellos, les dijo: Todo reino dividido contra sí mismo es asolado; y casa dividida cae sobre casa. Luke 11:18 Y si también Satanás está dividido contra sí, ¿cómo estará en pie su reino? porque decís, que por Belzebú echo yo fuera los demonios. Luke 11:19 Pues si yo echo fuera los demonios por Belzebú, ¿vuestros hijos, por quién los echan fuera? por tanto ellos serán vuestros jueces. Luke 11:20 Mas si con el dedo de Dios yo echo fuera los demonios, cierto el reino de Dios ha llegado a vosotros. Luke 11:21 Cuando un hombre fuerte armado guarda su palacio, en paz está lo que posee. Luke 11:22 Mas si otro más fuerte que él sobreviniendo le venciere, le toma todas sus armas en que confiaba, y reparte sus despojos: Luke 11:23 El que no es conmigo, contra mí es; y el que conmigo no coge, derrama. Luke 11:24 Cuando el espíritu inmundo saliere del hombre, anda por lugares secos buscando reposo, y no hallándolo, dice: Me volveré a mi casa, de dónde salí. Luke 11:25 Y viniendo, la halla barrida y adornada. Luke 11:26 Entonces va, y toma otros siete espíritus peores que él, y entrados habitan allí; y son las postrimerías del tal hombre peores que las primerías. Luke 11:27 ¶ Y aconteció, que diciendo él estas cosas, una mujer de la multitud levantando la voz, le dijo: Bienaventurado el vientre que te trajo, y los pechos que mamaste. Luke 11:28 Y él dijo: Antes bienaventurados los que oyen la palabra de Dios, y la guardan. Luke 11:29 ¶ Y juntándose las multitudes a él, comenzó a decir: Esta generación mala es: señal busca, mas señal no le será dada, sino la señal de Jonás profeta. Luke 11:30 Porque como Jonás fue señal a los Ninivitas, así también será el Hijo del hombre a esta generación. Luke 11:31 La reina del austro se levantará en juicio con los hombres de esta generación, y los condenará; porque vino de los fines de la tierra a oír la sabiduría de Salomón; y, he aquí, uno mayor que Salomón en este lugar. Luke 11:32 Los hombres de Nínive se levantarán en juicio con esta generación, y la condenarán; porque a la predicación de Jonás se arrepintieron; y, he aquí, uno mayor que Jonás en este lugar. Luke 11:33 ¶ Nadie pone en oculto una candela encendida, ni debajo de un almud; sino en el candelero, para que los que entran, vean la luz. Luke 11:34 La luz del cuerpo es el ojo: si pues tu ojo fuere sencillo, también todo tu cuerpo será resplandeciente; mas si fuere malo, también tu cuerpo será tenebroso. Luke 11:35 Mira pues, que la luz que en ti hay, no sea tinieblas. Luke 11:36 Así que siendo todo tu cuerpo resplandeciente, no teniendo alguna parte de tiniebla, será todo luciente como cuando una luz de resplandor te alumbra. Luke 11:37 ¶ Y después que hubo hablado, le rogó un Fariseo que comiese con él; y entrado Jesús, se sentó a la mesa. Luke 11:38 Y el Fariseo como lo vio, se maravilló de que no se lavó antes de comer. Luke 11:39 Y el Señor le dijo: Ahora vosotros los Fariseos lo de fuera del vaso y del plato limpiáis; mas lo que está dentro de vosotros, está lleno de rapiña y de maldad. Luke 11:40 ¡Insensatos! ¿el que hizo lo de fuera, no hizo también lo de dentro? Luke 11:41 Empero de lo que tenéis, dad limosna; y, he aquí, todo os será limpio. Luke 11:42 Mas ¡ay de vosotros Fariseos! que diezmáis la menta, y la ruda, y toda hortaliza; mas el juicio y el amor de Dios pasáis de largo. Empero estas cosas era menester hacer, y no dejar las otras. Luke 11:43 ¡Ay de vosotros Fariseos! que amáis las primeras sillas en las sinagogas, y las salutaciones en las plazas. Luke 11:44 ¡Ay de vosotros, escribas y Fariseos, hipócritas! que sois como sepulturas que no parecen, y los hombres que andan encima no lo saben. Luke 11:45 Y respondiendo uno de los doctores de la ley, le dice: Maestro, cuando dices esto, también nos afrentas a nosotros. Luke 11:46 Y él dijo: ¡Ay de vosotros también, doctores de la ley! que cargáis los hombres con cargas que no pueden llevar; mas vosotros, ni aun con un dedo tocáis las cargas. Luke 11:47 ¡Ay de vosotros! que edificáis los sepulcros de los profetas, y los mataron vuestros padres. Luke 11:48 Cierto dais testimonio que consentís en los hechos de vuestros padres; porque a la verdad ellos los mataron, mas vosotros edificáis sus sepulcros. Luke 11:49 Por tanto la sabiduría de Dios también dijo: Enviaré a ellos profetas y apóstoles, y de ellos a unos matarán, y a otros perseguirán. Luke 11:50 Para que de esta generación sea demandada la sangre de todos los profetas, que ha sido derramada desde la fundación del mundo: Luke 11:51 Desde la sangre de Abel, hasta la sangre de Zacarías que murió entre el altar y el templo: En verdad os digo, será demandada de esta generación. Luke 11:52 ¡Ay de vosotros, doctores de la ley! que os alzasteis con la llave de la ciencia: vosotros no entrasteis, y a los que entraban impedisteis. Luke 11:53 Y diciéndoles estas cosas, los escribas y los Fariseos comenzaron a apretarle en gran manera, y a provocarle a que hablase de muchas cosas, Luke 11:54 Asechándole, y procurando de cazar algo de su boca para acusarle. Luke 12:0 Luke 12:1 En esto habiéndose juntado millares de gentes, de modo que unos a otros se hollaban, comenzó a decir a sus discípulos: Primeramente guardáos de la levadura de los Fariseos, que es hipocresía. Luke 12:2 Porque nada hay encubierto, que no haya de ser descubierto; ni oculto, que no haya de ser sabido. Luke 12:3 Por tanto las cosas que dijisteis en tinieblas, en luz serán oídas; y lo que hablasteis al oído en las cámaras, será pregonado desde los tejados. Luke 12:4 Mas os digo, amigos míos: No tengáis temor de los que matan el cuerpo, y después no tienen más que hagan; Luke 12:5 Mas yo os enseñaré a quien temáis: Teméd a aquel que después que hubiere muerto, tiene potestad de echar en el infierno: de cierto os digo: A éste teméd. Luke 12:6 ¿No se venden cinco pajarillos por dos blancas, y ni uno de ellos está olvidado delante de Dios? Luke 12:7 Y aun los cabellos de vuestra cabeza, todos están contados. No temáis pues: de más estima sois vosotros que muchos pajarillos. Luke 12:8 Pero os digo que todo aquel que me confesare delante de los hombres, también el Hijo del hombre le confesará delante de los ángeles de Dios. Luke 12:9 Mas el que me negare delante de los hombres, será negado delante de los ángeles de Dios. Luke 12:10 Y todo aquel que dice palabra contra el Hijo del hombre, le será perdonado; mas al que blasfemare contra el Espíritu Santo, no le será perdonado. Luke 12:11 Y cuando os trajeren a las sinagogas, y a los magistrados y potestades, no estéis solícitos como, o qué hayáis de responder, o qué hayáis de decir. Luke 12:12 Porque el Espíritu Santo os enseñará en la misma hora lo que será menester decir. Luke 12:13 ¶ Y le dijo uno de la compañía: Maestro, di a mi hermano que parta conmigo la herencia. Luke 12:14 Mas él le dijo: Hombre, ¿quién me puso por juez, o partidor sobre vosotros? Luke 12:15 Y les dijo: Mirád, y guardáos de avaricia; porque la vida del hombre no consiste en la abundancia de los bienes que posee. Luke 12:16 Y les dijo una parábola, diciendo: La heredad de un hombre rico había llevado muchos frutos; Luke 12:17 Y él pensaba dentro de sí, diciendo: ¿Qué haré, que no tengo donde junte mis frutos? Luke 12:18 Y dijo: Esto haré: derribaré mis alfolíes, y los edificaré mayores; y allí juntaré todos mis frutos y mis bienes; Luke 12:19 Y diré a mi alma: Alma, muchos bienes tienes en depósito para muchos años: repósate, come, bebe, huélgate. Luke 12:20 Y díjole Dios: ¡Insensato! esta noche vuelven a pedir tu alma; ¿y lo que has aparejado, cuyo será? Luke 12:21 Así es el que hace para sí tesoro, y no es rico para con Dios. Luke 12:22 Y dijo a sus discípulos: Por tanto os digo: No estéis solícitos de vuestra vida, qué comeréis; ni del cuerpo, qué vestiréis. Luke 12:23 La vida más es que la comida; y el cuerpo, que el vestido. Luke 12:24 Considerád los cuervos, que ni siembran, ni siegan: que ni tienen almacén, ni alfolí; y Dios los alimenta. ¿Cuánto de más estima sois vosotros que las aves? Luke 12:25 ¿Quién de vosotros podrá con su solicitud añadir a su estatura un codo? Luke 12:26 Pues si no podéis aun lo que es menos, ¿para qué estaréis solícitos de lo de más? Luke 12:27 Considerád los lirios, como crecen: no labran, ni hilan; y os digo, que ni Salomón con toda su gloria se vistió como uno de ellos. Luke 12:28 Y si así viste Dios a la yerba, que hoy está en el campo, y mañana es echada en el horno, ¿cuánto más a vosotros, hombres de poca fe? Luke 12:29 Vosotros, pues, no procuréis qué hayáis de comer, o qué hayáis de beber, y no seáis de ánimo dudoso; Luke 12:30 Porque todas estas cosas las gentes del mundo las buscan; que vuestro Padre sabe que habéis menester estas cosas. Luke 12:31 Mas procurád el reino de Dios, y todas estas cosas os serán añadidas. Luke 12:32 No temáis, oh manada pequeña, porque al Padre ha placido daros el reino. Luke 12:33 Vendéd lo que poseéis, y dad limosna: hacéos bolsas que no se envejecen, tesoro en los cielos que nunca falte: donde ladrón no llega, ni polilla corrompe. Luke 12:34 Porque donde está vuestro tesoro, allí también estará vuestro corazón. Luke 12:35 ¶ Estén ceñidos vuestros lomos, y vuestras luces encendidas; Luke 12:36 Y vosotros, semejantes a hombres que esperan cuando su señor ha de volver de las bodas; para que cuando viniere y tocare, luego le abran. Luke 12:37 Bienaventurados aquellos siervos, los cuales, cuando el señor viniere, hallare velando: de cierto os digo, que él se ceñirá, y hará que se sienten a la mesa, y saliendo les servirá. Luke 12:38 Y aunque venga a la segunda vela, y aunque venga a la tercera vela, y los hallare así, bienaventurados son los tales siervos. Luke 12:39 Esto empero sabéd, que si supiese el padre de familias a qué hora había de venir el ladrón, velaría ciertamente, y no dejaría minar su casa. Luke 12:40 Vosotros, pues, también estád apercibidos; porque a la hora que no pensáis, el Hijo del hombre vendrá. Luke 12:41 Entonces Pedro le dijo: Señor, ¿dices esta parábola a nosotros, o también a todos? Luke 12:42 Y dijo el Señor: ¿Quién es el mayordomo fiel y prudente, al cual el señor pondrá sobre su familia, para que en tiempo lessu ración? Luke 12:43 Bienaventurado aquel siervo, al cual, cuando el señor viniere, hallare haciendo así. Luke 12:44 En verdad os digo, que él le pondrá sobre todos sus bienes. Luke 12:45 Mas si el tal siervo dijere en su corazón: Mi señor se tarda de venir, y comenzare a herir los siervos y las criadas, y a comer, y a beber, y a borrachear, Luke 12:46 Vendrá el señor de aquel siervo el día que él no espera, y a la hora que él no sabe; y le apartará, y pondrá su suerte con los infieles. Luke 12:47 Porque el siervo que entendió la voluntad de su señor, y no se apercibió, ni hizo conforme a su voluntad, será azotado mucho. Luke 12:48 Mas el que no entendió, e hizo por qué ser azotado, será azotado poco, porque a cualquiera que fue dado mucho, mucho será vuelto a demandar de él; y al que encomendaron mucho, más será de él pedido. Luke 12:49 ¶ Fuego vine a meter en la tierra, ¿y qué quiero, si ya está encendido? Luke 12:50 Empero, de bautismo me es necesario ser bautizado, ¡y cómo me angustio hasta que sea cumplido! Luke 12:51 ¿Pensáis que he venido a la tierra a dar paz? No, os digo; mas disensión. Luke 12:52 Porque estarán de aquí adelante cinco en una casa divididos, tres contra dos, y dos contra tres. Luke 12:53 El padre estará dividido contra el hijo, y el hijo contra el padre: la madre contra la hija, y la hija contra la madre: la suegra contra su nuera, y la nuera contra su suegra. Luke 12:54 Y decía también al pueblo: Cuando veis la nube que sale del poniente, luego decís: Agua viene; y es así. Luke 12:55 Y cuando sopla el austro, decís: Habrá calor; y lo hay. Luke 12:56 ¡Hipócritas! Sabéis examinar la faz del cielo y de la tierra, ¿y este tiempo, como no lo examináis? Luke 12:57 ¿Mas por qué aun de vosotros mismos no juzgáis lo que es justo? Luke 12:58 Pues cuando vas al magistrado con tu adversario, procura en el camino de librarte de él, porque no te traiga al juez, y el juez te entregue al alguacil, y el alguacil te meta en la cárcel. Luke 12:59 Te digo que no saldrás de allá hasta que hayas pagado hasta el postrer cornado. Luke 13:0 Luke 13:1 Y en este mismo tiempo estaban allí unos que le contaban de los Galileos, cuya sangre Pilato había mezclado con sus sacrificios. Luke 13:2 Y respondiendo Jesús, les dijo: ¿Pensáis que estos Galileos, porque han padecido tales cosas, hayan sido más pecadores que todos los Galileos? Luke 13:3 Yo os digo, que no: antes si no os arrepintiereis, todos pereceréis así. Luke 13:4 O aquellos diez y ocho, sobre los cuales cayó la torre en Siloé, y los mató, ¿pensáis que ellos fueron más deudores que todos los hombres que habitan en Jerusalem? Luke 13:5 Yo os digo, que no: antes si no os arrepintiereis, todos pereceréis así. Luke 13:6 Y decía esta parábola: Tenía uno una higuera plantada en su viña; y vino a buscar fruto en ella, y no halló. Luke 13:7 Y dijo al viñero: He aquí, tres años ha que vengo a buscar fruto en esta higuera, y no lo hallo: córtala, ¿por qué hará inútil aun la tierra? Luke 13:8 Él entonces respondiendo, le dijo: Señor, déjala aun este año, hasta que yo la escave, y la estercole. Luke 13:9 Y si hiciere fruto, bien; y si no, la cortarás después. Luke 13:10 ¶ Y enseñaba en una sinagoga en sábados. Luke 13:11 Y, he aquí, una mujer que tenía espíritu de enfermedad diez y ocho años había, y andaba agobiada, así que en ninguna manera podía enhestarse. Luke 13:12 Y como Jesús la vio, la llamó, y le dijo: Mujer, libre eres de tu enfermedad. Luke 13:13 Y púsole las manos encima, y luego se enderezó, y glorificaba a Dios. Luke 13:14 Y respondiendo un príncipe de la sinagoga, enojado de que Jesús hubiese curado en sábado, dijo al pueblo: Seis días hay en que es menester obrar: en estos pues veníd, y sed curados; y no en día de sábado. Luke 13:15 Entonces el Señor le respondió, y dijo: Hipócrita, ¿cada uno de vosotros no desata en sábado su buey, o su asno del pesebre, y le lleva a beber? Luke 13:16 Y a esta hija de Abraham, que he aquí, que Satanás la había ligado diez y ocho años, ¿no convino desatarla de esta ligadura en día de sábado? Luke 13:17 Y diciendo él estas cosas, se avergonzaban todos sus adversarios; y todo el pueblo se regocijaba de todas las cosas que gloriosamente eran por él hechas. Luke 13:18 ¶ Y decía: ¿A qué es semejante el reino de Dios, y a qué le compararé? Luke 13:19 Semejante es al grano de la mostaza, que tomándole un hombre le metió en su huerto; y creció, y fue hecho árbol grande, y las aves del cielo hicieron nidos en sus ramas. Luke 13:20 Y otra vez dijo: ¿A qué compararé al reino de Dios? Luke 13:21 Semejante es a la levadura, que tomándola una mujer, la esconde en tres medidas de harina hasta que todo sea leudado. Luke 13:22 ¶ Y pasaba por todas las ciudades y aldeas enseñando, y caminando a Jerusalem. Luke 13:23 Y le dijo uno: ¿Señor, son pocos los que se salvan? Y él les dijo: Luke 13:24 Porfiád a entrar por la puerta angosta; porque yo os digo, que muchos procurarán de entrar, y no podrán; Luke 13:25 Después que el padre de familias se levantare, y cerrare la puerta, y comenzaréis a estar fuera, y tocar a la puerta, diciendo: Señor, Señor, ábrenos; y respondiendo él, os dirá: No os conozco de donde seáis. Luke 13:26 Entonces comenzaréis a decir: Delante de ti hemos comido y bebido, y en nuestras plazas enseñaste. Luke 13:27 Y os dirá: Dígoos, que no os conozco de donde seáis: apartáos de mí todos los obreros de iniquidad. Luke 13:28 Allí será el lloro y el crujir de dientes, cuando viereis a Abraham, y a Isaac, y a Jacob, y a todos los profetas en el reino de Dios, y vosotros ser echados fuera. Luke 13:29 Y vendrán del oriente, y del occidente, y del norte, y del mediodía, y se sentarán en el reino de Dios. Luke 13:30 Y, he aquí, hay postreros, que serán primeros; y hay primeros, que serán postreros. Luke 13:31 ¶ Aquel mismo día llegaron unos de los Fariseos, diciéndole: Sal, y vete de aquí; porque Heródes te quiere matar. Luke 13:32 Y les dijo: Id, y decíd a aquella zorra: He aquí, echo fuera demonios y acabo sanidades hoy y mañana, y trasmañana soy consumado. Luke 13:33 Empero es menester que hoy, y mañana, y trasmañana camine; porque no es posible que un profeta muera fuera de Jerusalem. Luke 13:34 ¡Jerusalem, Jerusalem! que matas los profetas, y apedreas los que son enviados a ti, ¡cuántas veces quise juntar tus hijos, como la gallina recoge su nidada debajo de sus alas, y no quisiste! Luke 13:35 He aquí, os es dejada vuestra casa desierta; y os digo, que no me veréis, hasta que venga tiempo cuando digáis: Bendito el que viene en nombre del Señor. Luke 14:0 Luke 14:1 Y aconteció que entrando en casa de un príncipe de los Fariseos un sábado a comer pan, ellos le acechaban. Luke 14:2 Y, he aquí, un hombre hidrópico estaba delante de él. Luke 14:3 Y respondiendo Jesús, habló a los doctores de la ley, y a los Fariseos, diciendo: ¿Es lícito sanar en sábado? Luke 14:4 Y ellos callaron. Entonces él tomándole, le sanó, y le envió. Luke 14:5 Y respondiendo a ellos, dijo: ¿El asno o el buey de cual de vosotros caerá en un pozo, y él no le sacará luego en día de sábado? Luke 14:6 Y no le podían replicar a estas cosas. Luke 14:7 ¶ Y propuso una parábola a los convidados, atento como escogían los primeros asientos a la mesa, diciéndoles: Luke 14:8 Cuando fueres convidado de alguno a bodas, no te asientes en el primer lugar; porque podrá ser que otro mas honrado que tú sea convidado de él; Luke 14:9 Y viniendo el que te llamó a ti y a él, te diga: Da lugar a éste; y entonces comiences con vergüenza a tener el postrer lugar. Luke 14:10 Mas cuando fueres llamado, vé, y asiéntate en el postrer lugar; porque cuando viniere el que te llamó, te diga: Amigo, sube más arriba: entonces tendrás gloria delante de los que juntamente se asientan a la mesa. Luke 14:11 Porque cualquiera que se ensalza, será humillado, y el que se humilla, será ensalzado. Luke 14:12 Y decía también al que le había convidado: Cuando haces comida o cena, no llames a tus amigos, ni a tus hermanos, ni a tus parientes, ni a tus vecinos ricos; porque también ellos no te vuelvan a convidar, y te sea hecha paga. Luke 14:13 Mas cuando haces banquete, llama a los pobres, los mancos, los cojos, los ciegos; Luke 14:14 Y serás bienaventurado; porque ellos no te pueden pagar; mas te será pagado en la resurrección de los justos. Luke 14:15 ¶ Y oyendo esto uno de los que juntamente estaban sentados a la mesa, le dijo: Bienaventurado el que comerá pan en el reino de los cielos. Luke 14:16 ¶ El entonces le dijo: Un hombre hizo una grande cena, y llamó a muchos. Luke 14:17 Y a la hora de la cena envió a su siervo a decir a los convidados: Veníd, que ya todo está aparejado. Luke 14:18 Y comenzaron todos a una a escusarse. El primero le dijo: He comprado un cortijo, y he menester de salir, y verle: te ruego que me tengas por escusado. Luke 14:19 Y el otro dijo: He comprado cinco yuntas de bueyes, y voy a probarlos: ruégote que me tengas por escusado. Luke 14:20 Y el otro dijo: Me he casado; y por tanto no puedo venir. Luke 14:21 Y vuelto el siervo, hizo saber estas cosas a su señor. Entonces el padre de familias, enojado dijo a su siervo: Vé presto por las plazas, y por las calles de la ciudad, y mete acá los pobres, los mancos, y cojos, y ciegos. Luke 14:22 Y dijo el siervo: Señor, hecho es como mandaste, y aun hay lugar. Luke 14:23 Y dijo el señor al siervo: Vé por los caminos, y por los vallados, y fuérzalos a entrar, para que se llene mi casa. Luke 14:24 Porque yo os digo, que ninguno de aquellos varones que fueron llamados, gustará mi cena. Luke 14:25 ¶ Y grandes multitudes iban con él; y volviéndose les dijo: Luke 14:26 Si alguno viene a mí, y no aborrece a su padre, y madre, y mujer, e hijos, y hermanos, y hermanas, y aun también su vida, no puede ser mi discípulo. Luke 14:27 Y cualquiera que no trae su cruz, y viene en pos de mí, no puede ser mi discípulo. Luke 14:28 Porque ¿cuál de vosotros, queriendo edificar una torre, no cuenta primero sentado los gastos, si tiene lo que ha menester para acabarla? Luke 14:29 Porque después que haya puesto el fundamento, y no pueda acabarla, todos los que lo vieren, no comiencen a hacer burla de él, Luke 14:30 Diciendo: Este hombre comenzó a edificar, y no pudo acabar. Luke 14:31 ¿O cuál rey, habiendo de ir a hacer guerra contra otro rey, sentándose primero no consulta si puede salir al encuentro con diez mil al que viene contra él con veinte mil? Luke 14:32 De otra manera, cuando el otro está aun lejos, le ruega por la paz, enviándole embajada. Luke 14:33 Así pues cualquiera de vosotros que no renuncia a todas las cosas que posee, no puede ser mi discípulo. Luke 14:34 Buena es la sal; mas si la sal perdiere su sabor, ¿con qué será salada? Luke 14:35 Ni para la tierra, ni aun para el muladar es buena: fuera la echan. Quien tiene oídos para oír, oiga. Luke 15:0 Luke 15:1 Y se llegaban a él todos los publicanos, y pecadores a oírle. Luke 15:2 Y murmuraban los Fariseos y los escribas, diciendo: Este a los pecadores recibe, y con ellos come. Luke 15:3 Y él les propuso esta parábola, diciendo: Luke 15:4 ¿Qué hombre de vosotros, teniendo cien ovejas, si perdiere una de ellas, no deja las noventa y nueve en el desierto, y va a buscar la que se perdió, hasta que la halle? Luke 15:5 Y hallada, la pone sobre sus hombros gozoso; Luke 15:6 Y viniendo a casa, junta a sus amigos, y a sus vecinos, diciéndoles: Dádme el parabién; porque he hallado mi oveja que se había perdido. Luke 15:7 Os digo, que así habrá más gozo en el cielo sobre un pecador que se arrepiente, que sobre noventa y nueve justos, que no han menester arrepentirse. Luke 15:8 ¶ ¿O qué mujer que tiene diez dracmas, si perdiere la una dracma, no enciende luz, y barre la casa, y busca con diligencia, hasta hallarla? Luke 15:9 Y cuando la hubiere hallado, junta sus amigas, y sus vecinas, diciendo: Dádme el parabién; porque he hallado la dracma que había perdido. Luke 15:10 Así os digo, que hay gozo delante de los ángeles de Dios por un pecador que se arrepiente. Luke 15:11 ¶ También dijo: Un hombre tenía dos hijos; Luke 15:12 Y el más mozo de ellos dijo a su padre: Padre, dame la parte de la hacienda que me pertenece. Y él les repartió su hacienda. Luke 15:13 Y después de no muchos días, juntándolo todo el hijo más mozo, se partió lejos, a una tierra apartada; y allí desperdició su hacienda viviendo perdidamente. Luke 15:14 Y después que lo hubo todo gastado, vino una grande hambre en aquella tierra; y comenzóle a faltar. Luke 15:15 Y fue, y se llegó a uno de los ciudadanos de aquella tierra, el cual le envió a sus campos, para que apacentase los puercos. Luke 15:16 Y deseaba henchir su vientre de las algarrobas que comían los puercos; mas nadie se las daba. Luke 15:17 Y volviendo en sí, dijo: ¡Cuántos jornaleros en casa de mi padre tienen abundancia de pan, y yo aquí perezco de hambre! Luke 15:18 Me levantaré, e iré a mi padre, y le diré: Padre, pecado he contra el cielo, y contra ti: Luke 15:19 Ya no soy digno de ser llamado tu hijo: hazme como a uno de tus jornaleros. Luke 15:20 Y levantándose, vino a su padre. Y como aun estuviese lejos, le vio su padre, y fue movido a misericordia; y corriendo a él, se derribó sobre su cuello, y le besó. Luke 15:21 Y el hijo le dijo: Padre, pecado he contra el cielo, y contra ti: ya no soy digno de ser llamado tu hijo. Luke 15:22 Mas el padre dijo a sus siervos: Sacád el principal vestido, y vestídle; y ponéd anillo en su mano, y zapatos en sus pies; Luke 15:23 Y traéd el becerro grueso, y matádle; y comamos, y hagamos banquete; Luke 15:24 Porque éste mi hijo muerto era, y ha revivido: se había perdido, y es hallado. Y comenzaron a hacer banquete. Luke 15:25 Y su hijo el más viejo estaba en el campo, el cual como vino, y llegó cerca de casa, oyó la sinfonía y las danzas; Luke 15:26 Y llamando a uno de los siervos, le preguntó qué era aquello. Luke 15:27 Y él le dijo: Tu hermano es venido; y tu padre ha muerto el becerro grueso, por haberle recibido salvo. Luke 15:28 Entonces él se enojó, y no quería entrar. El padre entonces saliendo, le rogaba que entrase. Luke 15:29 Mas él respondiendo, dijo a su padre: He aquí, tantos años ha que te sirvo, que nunca he traspasado tu mandamiento, y nunca me has dado un cabrito para que haga banquete con mis amigos; Luke 15:30 Mas después que vino éste tu hijo, que ha engullido tu hacienda con rameras, le has matado el becerro grueso. Luke 15:31 El entonces le dijo: Hijo, tú siempre estás conmigo, y todas mis cosas son tuyas; Luke 15:32 Mas hacer banquete y holgarnos era menester; porque éste tu hermano muerto era, y revivió: se había perdido, y es hallado. Luke 16:0 Luke 16:1 Y decía también a sus discípulos: Había un hombre rico, el cual tenía un mayordomo; y éste fue acusado delante de él, como disipador de sus bienes. Luke 16:2 Y le llamó, y le dijo: ¿Qué es esto que oigo de ti? da cuenta de tu mayordomía; porque ya no podrás más ser mayordomo. Luke 16:3 Entonces el mayordomo dijo dentro de sí: ¿Qué haré? que mi señor me quita la mayordomía. Cavar, no puedo: mendigar, tengo vergüenza. Luke 16:4 Yo sé lo que haré, para que cuando fuere quitado de la mayordomía, me reciban en sus casas. Luke 16:5 Y llamando a cada uno de los deudores de su señor, dijo al primero: ¿Cuánto debes a mi señor? Luke 16:6 Y él dijo: Cien batos de aceite. Y le dijo: Toma tu obligación, y siéntate presto, y escribe cincuenta. Luke 16:7 Después dijo a otro: ¿Y tú, cuánto debes? Y él dijo: Cien coros de trigo. Y él le dijo: Toma tu obligación, y escribe ochenta. Luke 16:8 Y alabó el señor al mayordomo malo, por haber hecho prudentemente; porque los hijos de este siglo más prudentes son en su generación que los hijos de luz. Luke 16:9 Y yo os digo: Hacéos amigos de las riquezas de maldad, para que cuando faltareis, os reciban en las moradas eternas. Luke 16:10 El que es fiel en lo muy poco, también en lo más es fiel; y el que en lo muy poco es injusto, también en lo más es injusto. Luke 16:11 Pues si en las malas riquezas no fuisteis fieles, ¿lo que es verdadero, quién os lo confiará? Luke 16:12 Y si en lo ajeno no fuisteis fieles, ¿lo que es vuestro, quién os lo dará? Luke 16:13 Ningún siervo puede servir a dos señores; porque, o aborrecerá al uno, y amará al otro, o se allegará al uno, y menospreciará al otro. No podéis servir a Dios, y a las riquezas. Luke 16:14 Y oían también los Fariseos todas estas cosas, los cuales eran avaros; y burlaban de él. Luke 16:15 Y les dijo: Vosotros sois los que os justificais a vosotros mismos delante de los hombres; mas Dios conoce vuestros corazones; porque lo que los hombres tienen en alto aprecio, delante de Dios es abominación. Luke 16:16 La ley y los profetas fueron hasta Juan: desde entonces el reino de Dios es anunciado, y todos hacen fuerza contra él. Luke 16:17 Empero más fácil cosa es pasar el cielo y la tierra, que caer una tilde de la ley. Luke 16:18 Cualquiera que despide a su mujer, y se casa con otra, adultera; y el que se casa con la despedida del marido, adultera. Luke 16:19 ¶ Y había un hombre rico, que se vestía de púrpura y de lino fino, y hacía cada día banquete espléndidamente. Luke 16:20 Había también un mendigo llamado Lázaro, el cual estaba echado a la puerta de él, lleno de llagas, Luke 16:21 Y deseando hartarse de las migajas que caían de la mesa del rico; y aun los perros venían, y le lamían las llagas. Luke 16:22 Y aconteció, que murió el mendigo, y fue llevado por los ángeles al seno de Abraham; y murió también el rico, y fue sepultado. Luke 16:23 Y en el infierno, alzando sus ojos, estando en tormentos, vio a Abraham lejos, y a Lázaro en su seno. Luke 16:24 Entonces él, dando voces, dijo: Padre Abraham, ten misericordia de mí, y envía a Lázaro que moje la punta de su dedo en agua, y refresque mi lengua; porque soy atormentado en esta llama. Luke 16:25 Y le dijo Abraham: Hijo, acuérdate que recibiste tus bienes en tu vida, y Lázaro también males; mas ahora éste es consolado, y tú atormentado. Luke 16:26 Y además de todo esto, una grande sima está confirmada entre nosotros y vosotros, así que los que quisieren pasar de aquí a vosotros, no pueden, ni de allá pasar acá. Luke 16:27 Entonces dijo: Ruégote, pues, padre, que le envíes a la casa de mi padre; Luke 16:28 Porque tengo cinco hermanos, para que les proteste; porque no vengan ellos también a este lugar de tormento. Luke 16:29 Y Abraham le dice: A Moisés, y a los profetas tienen, oíganlos. Luke 16:30 Él entonces dijo: No, padre Abraham; mas si alguno fuere a ellos de los muertos se arrepentirán. Luke 16:31 Mas Abraham le dijo: Si no oyen a Moisés, y a los profetas, tampoco se persuadirán, aunque alguno se levantare de entre los muertos. Luke 17:0 Luke 17:1 Dijo después a los discípulos: Imposible es que no vengan escándalos; mas ¡ay de aquel por quien vienen! Luke 17:2 Mejor le sería, si una piedra de molino de asno le fuera puesta al cuello, y fuese echado en la mar, que escandalizar a uno de estos pequeñitos. Luke 17:3 Mirád por vosotros. Si pecare contra ti tu hermano, repréndele; y si se arrepintiere, perdónale. Luke 17:4 Y si siete veces al día pecare contra ti, y siete veces al día se volviere a ti, diciendo: Pésame: perdónale. Luke 17:5 ¶ Y dijeron los apóstoles al Señor: Auméntanos la fe. Luke 17:6 Y el Señor dijo: Si tuvieseis fe como un grano de mostaza, diríais a este sicómoro: Desarráigate, y plántate en la mar, y os obedecería. Luke 17:7 ¿Mas cuál de vosotros tiene un siervo que ara, o apacienta ganado, que vuelto del campo le diga luego: Pasa, siéntate a la mesa? Luke 17:8 ¿No le dice antes: Adereza que cene yo, y cíñete, y sírveme hasta que haya comido y bebido; y después de esto come tú y bebe? Luke 17:9 ¿Hace gracias al siervo porque hizo lo que le había sido mandado? Pienso que no. Luke 17:10 Así también vosotros, cuando hubiereis hecho todo lo que os es mandado, decíd: Siervos inútiles somos; porque lo que debíamos de hacer, hicimos. Luke 17:11 ¶ Y aconteció que yendo él a Jerusalem, pasaba por medio de Samaria, y de Galilea. Luke 17:12 Y entrando en una aldea, viniéronle al encuentro diez hombres leprosos, los cuales se pararon de lejos; Luke 17:13 Y alzaron la voz, diciendo: Jesús, Maestro, ten misericordia de nosotros. Luke 17:14 Y como él los vio, les dijo: Id, mostráos a los sacerdotes. Y aconteció, que yendo ellos, fueron limpios. Luke 17:15 Y el uno de ellos, como se vio que era limpio, volvió, glorificando a Dios a gran voz. Luke 17:16 Y se derribó sobre su rostro a sus pies, haciéndole gracias; y éste era Samaritano. Luke 17:17 Y respondiendo Jesús, dijo: ¿No son diez los que fueron limpios? ¿Y los nueve, dónde están? Luke 17:18 ¿No fue hallado quien volviese, y diese gloria a Dios, sino este extranjero? Luke 17:19 Y le dijo: Levántate, vete: tu fe te ha sanado. Luke 17:20 ¶ Y preguntado de los Fariseos, cuando había de venir el reino de Dios, les respondió, y dijo: El reino de Dios no vendrá manifiesto; Luke 17:21 Ni dirán: Héle aquí, o héle allí; porque, he aquí, el reino de Dios dentro de vosotros está. Luke 17:22 Y dijo a sus discípulos: Tiempo vendrá, cuando desearéis ver uno de los días del Hijo del hombre, y no lo veréis. Luke 17:23 Y os dirán: Héle aquí, o héle allí. No vayáis tras ellos, ni los sigáis. Luke 17:24 Porque como el relámpago relampagueando desde una parte que está debajo del cielo, resplandece hasta la otra que está debajo del cielo, así también será el Hijo del hombre en su día. Luke 17:25 Mas primero es menester que padezca mucho, y sea reprobado de esta generación. Luke 17:26 Y como fue en los días de Noé, así también será en los días del Hijo del hombre: Luke 17:27 Comían, bebían, se casaban y se daban en casamiento, hasta el día que entró Noé en el arca; y vino el diluvio, y destruyó a todos. Luke 17:28 Asimismo también como fue en los días de Lot: comían, bebían, compraban, vendían, plantaban, edificaban; Luke 17:29 Mas el día que Lot salió de Sodoma, llovió del cielo fuego y azufre, y destruyó a todos: Luke 17:30 Como esto será el día que el Hijo del hombre se manifestará. Luke 17:31 En aquel día, el que estuviere en el tejado, y sus alhajas en casa, no descienda a tomarlas; y el que en el campo, asimismo no vuelva atrás. Luke 17:32 Acordáos de la mujer de Lot. Luke 17:33 Cualquiera que procurare salvar su vida, la perderá; y cualquiera que la perdiere, la vivificará. Luke 17:34 Os digo, que en aquella noche estarán dos hombres en una cama: el uno será tomado, y el otro será dejado. Luke 17:35 Dos mujeres estarán moliendo juntas: la una será tomada, y la otra será dejada. Luke 17:36 Dos hombres estarán en el campo: el uno será tomado, y el otro será dejado. Luke 17:37 Y respondiéndole, le dicen: ¿Dónde, Señor? Y él les dijo: Donde estuviere el cuerpo, allá se juntarán también las águilas. Luke 18:0 Luke 18:1 Y les propuso también una parábola, para enseñar que es menester orar siempre, y no desalentarse, Luke 18:2 Diciendo: Había un juez en una ciudad, el cual ni temía a Dios, ni respetaba a hombre alguno. Luke 18:3 Había también en aquella ciudad una viuda, la cual venía a él, diciendo: Házme justicia de mi adversario. Luke 18:4 Mas él no quiso por algún tiempo: empero después de esto, dijo dentro de sí: Aunque ni temo a Dios, ni tengo respeto a hombre; Luke 18:5 Todavía, porque esta viuda me es molesta, le haré justicia; porque no venga siempre y al fin me muela. Luke 18:6 Y dijo el Señor: Oíd lo que dice el juez injusto. Luke 18:7 ¿Y Dios no defenderá a sus escogidos que claman a él día y noche, aunque sea longánimo acerca de ellos? Luke 18:8 Os digo que los defenderá presto. Empero el Hijo del hombre, cuando viniere, ¿hallará fe en la tierra? Luke 18:9 ¶ Y dijo también a unos, que confiaban de sí como justos, y menospreciaban a los otros, esta parábola: Luke 18:10 Dos hombres subieron al templo a orar, el uno Fariseo, y el otro publicano. Luke 18:11 El Fariseo puesto en pie oraba consigo de esta manera: Dios, te hago gracias, que no soy como los otros hombres, ladrones, injustos, adúlteros; ni aun como este publicano. Luke 18:12 Ayuno dos veces en la semana: doy diezmos de todo lo que poseo. Luke 18:13 Mas el publicano estando lejos, no quería, ni aun alzar los ojos al cielo; mas hería su pecho, diciendo: Dios, ten misericordia de mí, pecador. Luke 18:14 Os digo que éste descendió a su casa justificado más bien que el otro; porque cualquiera que se ensalza, será humillado; y el que se humilla, será ensalzado. Luke 18:15 ¶ Y traían también a él niños para que les tocase, lo cual viéndolo sus discípulos, les reñían. Luke 18:16 Mas Jesús llamándolos, dijo: Dejád los niños venir a mí, y no los impidáis; porque de tales es el reino de Dios. Luke 18:17 De cierto os digo, que cualquiera que no recibiere el reino de Dios como un niño, no entrará en él. Luke 18:18 ¶ Y le preguntó un príncipe, diciendo: ¿Maestro bueno, qué haré para poseer la vida eterna? Luke 18:19 Y Jesús le dijo: ¿Por qué me dices, bueno? ninguno hay bueno, sino uno solo, Dios. Luke 18:20 Los mandamientos sabes: No matarás: No adulterarás: No hurtarás: No dirás falso testimonio: Honra a tu padre, y a tu madre. Luke 18:21 Y él dijo: Todas estas cosas he guardado desde mi juventud. Luke 18:22 Y Jesús oído esto, le dijo: Aun una cosa te falta: todo lo que tienes, véndelo, y dalo a los pobres, y tendrás tesoro en el cielo; y ven, sígueme. Luke 18:23 Entonces él, oídas estas cosas, se entristeció sobre manera, porque era muy rico. Luke 18:24 Y viendo Jesús que se había entristecido mucho, dijo: ¡Cuán dificultosamente entrarán en el reino de Dios, los que tienen riquezas! Luke 18:25 Porque más fácil cosa es entrar un camello por un ojo de una aguja, que un rico entrar en el reino de Dios. Luke 18:26 Y los que lo oían, dijeron: ¿Y quién podrá ser salvo? Luke 18:27 Y él les dijo: Lo que es imposible acerca de los hombres, posible es acerca de Dios. Luke 18:28 Entonces Pedro dijo: He aquí, nosotros hemos dejado todas las cosas, y te hemos seguido. Luke 18:29 Y él les dijo: De cierto os digo, que nadie hay que haya dejado casa, o padres, o hermanos, o mujer, o hijos, por el reino de Dios, Luke 18:30 Que no haya de recibir mucho más en este tiempo, y en el siglo venidero la vida eterna. Luke 18:31 ¶ Y Jesús tomando aparte los doce, les dijo: He aquí, subimos a Jerusalem, y serán cumplidas todas las cosas que fueron escritas por los profetas del Hijo del hombre. Luke 18:32 Porque será entregado a los Gentiles, y será escarnecido, e injuriado, y escupido; Luke 18:33 Y después que le hubieren azotado, le matarán; mas al tercero día resucitará. Luke 18:34 Mas ellos nada de estas cosas entendían, y esta palabra les era encubierta; y no entendían lo que se decía. Luke 18:35 ¶ Y aconteció, que acercándose él de Jericó, un ciego estaba sentado junto al camino mendigando, Luke 18:36 El cual como oyó la multitud que pasaba, preguntaba qué era aquello. Luke 18:37 Y le dijeron: que Jesús Nazareno pasaba. Luke 18:38 Entonces dio voces, diciendo: Jesús, Hijo de David, ten misericordia de mí. Luke 18:39 Y los que iban delante, le reñían para que callase; empero él clamaba mucho más: Hijo de David, ten misericordia de mí. Luke 18:40 Jesús entonces parándose, mandó traerle a sí. Y como él llegó, le preguntó, Luke 18:41 Diciendo: ¿Qué quieres que te haga? Y él dijo: Señor, que vea yo. Luke 18:42 Y Jesús le dijo: Ve: tu fe te ha hecho salvo. Luke 18:43 Y luego vio, y le seguía, glorificando a Dios; y todo el pueblo como vio esto, dio alabanza a Dios. Luke 19:0 Luke 19:1 Y habiendo entrado Jesús, pasaba por Jericó. Luke 19:2 Y, he aquí, un varón llamado Zaqueo el cual era príncipe de los publicanos, y era rico. Luke 19:3 Y procuraba ver a Jesús quién fuese; mas no podía a causa de la multitud, porque era pequeño de estatura. Luke 19:4 Y corriendo delante, se subió en un árbol sicomoro, para verle; porque había de pasar por allí. Luke 19:5 Y como vino a aquel lugar Jesús, mirando le vio, y le dijo: Zaqueo, dáte priesa, desciende; porque hoy es menester que pose en tu casa. Luke 19:6 Entonces él descendió apriesa, y le recibió gozoso. Luke 19:7 Y viendo esto todos, murmuraban, diciendo, que había entrado a posar con un hombre pecador. Luke 19:8 Entonces Zaqueo, puesto en pie, dijo al Señor: He aquí, Señor, la mitad de mis bienes doy a los pobres; y si en algo he defraudado a alguno, se lo vuelvo con los cuatro tantos. Luke 19:9 Y Jesús le dijo: Hoy ha venido la salvación a esta casa; por cuanto también él es hijo de Abraham. Luke 19:10 Porque el Hijo del hombre vino a buscar, y a salvar lo que se había perdido. Luke 19:11 ¶ Y oyendo ellos estas cosas, prosiguiendo él, dijo una parábola, por cuanto estaba cerca de Jerusalem; y porque pensaban que luego había de ser manifestado el reino de Dios. Luke 19:12 Dijo pues: Un hombre noble se partió a una tierra lejos, a tomar para sí un reino, y volver. Luke 19:13 Y llamados diez siervos suyos, les dio diez minas, y les dijo: Negociád entre tanto que vengo. Luke 19:14 Empero sus ciudadanos le aborrecían; y enviaron tras de él una embajada, diciendo: No queremos que éste reine sobre nosotros. Luke 19:15 Y aconteció, que vuelto él, habiendo tomado el reino, mandó llamar a sí a aquellos siervos, a los cuales había dado el dinero, para saber lo que había negociado cada uno. Luke 19:16 Y vino el primero, diciendo: Señor, tu mina ha ganado diez minas. Luke 19:17 Y él le dice: Está bien, buen siervo: pues que en lo poco has sido fiel, ten autoridad sobre diez ciudades. Luke 19:18 Y vino el segundo, diciendo: Señor, tu mina ha hecho cinco minas. Luke 19:19 Y asimismo a éste dijo: Tú también sé sobre cinco ciudades. Luke 19:20 Y vino otro, diciendo: Señor, he aquí tu mina, la cual he tenido guardada en un pañizuelo. Luke 19:21 Porque tuve miedo de ti, pues que eres hombre severo: tomas lo que no pusiste, y siegas lo que no sembraste. Luke 19:22 Entonces él le dijo: Mal siervo, por tu boca te juzgo: sabías que yo era hombre severo, que tomo lo que no puse, y que siego lo que no sembré; Luke 19:23 ¿Por qué pues no diste mi dinero al banco; y yo viniendo lo demandara con el logro? Luke 19:24 Y dijo a los que estaban presentes: Quitádle la mina, y dádla al que tiene las diez minas. Luke 19:25 (Y ellos le dijeron: Señor, tiene diez minas.) Luke 19:26 Porque yo os digo que a cualquiera que tuviere, le será dado; mas al que no tuviere, aun lo que tiene le será quitado. Luke 19:27 Mas a aquellos mis enemigos, que no querían que yo reinase sobre ellos, traédlos acá, y degolládlos delante de mí. Luke 19:28 ¶ Y dicho esto, iba delante subiendo a Jerusalem. Luke 19:29 Y aconteció, que llegando cerca de Betfage, y de Betania, al monte que se llama de las Olivas, envió dos de sus discípulos, Luke 19:30 Diciendo: Id a la aldea que está delante, en la cual como entraréis, hallaréis un pollino atado en el cual ningún hombre jamás se ha sentado: desatádle, y traédle acá. Luke 19:31 Y si alguien os preguntare: ¿Por qué le desatáis? le diréis así: Porque el Señor le ha menester. Luke 19:32 Y fueron los que habían sido enviados, y hallaron, como él les dijo. Luke 19:33 Y desatando ellos el pollino, sus dueños les dijeron: ¿Por qué desatáis el pollino? Luke 19:34 Y ellos dijeron: Porque el Señor le ha menester. Luke 19:35 Y le trajeron a Jesús; y echando ellos sus ropas sobre el pollino, pusieron encima a Jesús. Luke 19:36 Y yendo él, tendían sus vestidos por el camino. Luke 19:37 Y como llegasen ya cerca de la descendida del monte de las Olivas, toda la multitud de los discípulos, regocijándose, comenzaron a alabar a Dios a gran voz por todas las maravillas que habían visto, Luke 19:38 Diciendo: Bendito el rey que viene en nombre del Señor: paz en el cielo, y gloria en las alturas. Luke 19:39 Entonces algunos de los Fariseos de entre la multitud le dijeron: Maestro, reprende a tus discípulos. Luke 19:40 Y él respondiendo, les dijo: Os digo que si estos callaren, las piedras clamarán. Luke 19:41 Y como llegó cerca, viendo la ciudad, lloró sobre ella, Luke 19:42 Diciendo: ¡Ah, si tú conocieses, a lo menos en este tu día, lo que toca a tu paz! mas ahora está encubierto a tus ojos. Luke 19:43 Porque vendrán días sobre ti, que tus enemigos te cercarán con trinchera; y te pondrán cerco, y de todas partes te pondrán en estrecho; Luke 19:44 Y te derribarán a tierra; y a tus hijos, los que están dentro de ti; y no dejarán en ti piedra sobre piedra; por cuanto no conociste el tiempo de tu visitación. Luke 19:45 Y entrando en el templo, comenzó a echar fuera a todos los que vendían y compraban en él, Luke 19:46 Diciéndoles: Escrito está: Mi casa, casa de oración es; mas vosotros la habéis hecho cueva de ladrones. Luke 19:47 Y enseñaba cada día en el templo; mas los príncipes de los sacerdotes, y los escribas, y los príncipes del pueblo procuraban matarle. Luke 19:48 Y no hallaban que hacerle, porque todo el pueblo estaba suspenso oyéndole. Luke 20:0 Luke 20:1 Y aconteció un día, que enseñando él al pueblo en el templo, y anunciando el evangelio, sobrevinieron los príncipes de los sacerdotes, y los escribas, con los ancianos, Luke 20:2 Y le hablaron, diciendo: Dinos ¿con qué autoridad haces estas cosas: o quién es el que te ha dado esta autoridad? Luke 20:3 Respondiendo entonces Jesús, les dijo: Preguntaros he yo también una palabra; respondédme: Luke 20:4 ¿El bautismo de Juan, era del cielo, o de los hombres? Luke 20:5 Mas ellos pensaban dentro de sí, diciendo: Si dijéremos: Del cielo; dirá: ¿Por qué pues no le creísteis? Luke 20:6 Y si dijéremos: De los hombres, todo el pueblo nos apedreará; porque están ciertos que Juan era un profeta. Luke 20:7 Y respondieron, que no sabían de donde había sido. Luke 20:8 Entonces Jesús les dijo: Ni yo os digo tampoco con qué autoridad hago yo estas cosas. Luke 20:9 ¶ Y comenzó a decir al pueblo esta parábola: Un hombre plantó una viña, y la arrendó a unos labradores, y se ausentó por mucho tiempo. Luke 20:10 Y al tiempo oportuno envió un siervo a los labradores, para que le diesen del fruto de la viña; mas los labradores hiriéndole, le enviaron vacío. Luke 20:11 Y volvió a enviar otro siervo; y ellos a éste también, herido y afrentado, le enviaron vacío. Luke 20:12 Y volvió a enviar al tercer siervo; y también a éste echaron herido. Luke 20:13 Entonces el señor de la viña dijo: ¿Qué haré? enviaré mi Hijo amado: quizá cuando a éste vieren, le tendrán respeto. Luke 20:14 Mas los labradores viéndole pensaron entre sí, diciendo: Este es el heredero: veníd, matémosle, para que la herencia sea nuestra. Luke 20:15 Y echándole fuera de la viña, le mataron: ¿Qué pues les hará el señor de la viña? Luke 20:16 Vendrá, y destruirá a estos labradores; y dará su viña a otros. Y como ellos lo oyeron, dijeron: Guarda. Luke 20:17 Mas él mirándolos, dice: ¿Qué pues es lo que está escrito: La piedra que desecharon los edificadores, esta vino a ser cabeza de la esquina? Luke 20:18 Cualquiera que cayere sobre aquella piedra será quebrantado; mas sobre el que la piedra cayere, le desmenuzará. Luke 20:19 Y procuraban los príncipes de los sacerdotes y los escribas echarle mano en aquella hora, mas tuvieron miedo del pueblo; porque entendieron que contra ellos había dicho esta parábola. Luke 20:20 ¶ Y acechándole, enviaron espiones que se simulasen justos, para tomarle en sus palabras, para que así le entregasen a la jurisdicción y a la potestad del presidente: Luke 20:21 Los cuales le preguntaron, diciendo: Maestro, sabemos que dices y enseñas bien; y que no tienes respeto a la persona de nadie, antes enseñas el camino de Dios con verdad. Luke 20:22 ¿Nos es lícito dar tributo a César, o no? Luke 20:23 Mas él, entendida la astucia de ellos, les dijo: ¿Por qué me tentáis? Luke 20:24 Mostrádme una moneda. ¿De quién tiene la imagen, y la inscripción? Y respondiendo, dijeron: De César. Luke 20:25 Entonces les dijo: Pues dad a César lo que es de César; y lo que es de Dios, a Dios. Luke 20:26 Y no pudieron reprender sus palabras delante del pueblo: antes maravillados de su respuesta, callaron. Luke 20:27 ¶ Y llegándose unos de los Saduceos, los cuales niegan haber resurrección, le preguntaron, Luke 20:28 Diciendo: Maestro, Moisés nos escribió: Si el hermano de alguno muriere teniendo mujer, y muriere sin hijos, que su hermano tome la mujer, y levante simiente a su hermano. Luke 20:29 Fueron pues siete hermanos; y el primero tomó mujer, y murió sin hijos. Luke 20:30 Y la tomó el segundo, el cual también murió sin hijos. Luke 20:31 Y la tomó el tercero: asimismo también todos siete; y no dejaron simiente, y murieron. Luke 20:32 Y a la postre de todos murió también la mujer. Luke 20:33 En la resurrección, pues, ¿mujer de cuál de ellos será? porque los siete la tuvieron por mujer. Luke 20:34 Entonces respondiendo Jesús, les dijo: Los hijos de este siglo se casan, y se dan en casamiento; Luke 20:35 Mas los que fueron tenidos por dignos de aquel siglo, y de la resurrección de los muertos, ni se casan, ni se dan en casamiento. Luke 20:36 Porque no pueden ya más morir; porque son iguales a los ángeles, y son hijos de Dios, siendo hijos de la resurrección. Luke 20:37 Y que los muertos hayan de resucitar, Moisés aun lo enseñó junto al zarzal, cuando dice al Señor: Dios de Abraham, y Dios de Isaac, y Dios de Jacob. Luke 20:38 Porque Dios, no es Dios de muertos, sino de vivos; porque todos viven en cuanto a él. Luke 20:39 Y respondiéndole unos de los escribas, dijeron: Maestro, bien has dicho. Luke 20:40 Y no osaron más preguntarle algo. Luke 20:41 ¶ Y él les dijo: ¿Cómo dicen que el Cristo es hijo de David? Luke 20:42 Y el mismo David dice en el libro de los Salmos: Dijo el Señor a mi Señor: Asiéntate a mi diestra, Luke 20:43 Entre tanto que pongo tus enemigos por estrado de tus pies. Luke 20:44 Así que David le llama Señor, ¿cómo pues es su hijo? Luke 20:45 Y oyéndolo todo el pueblo, dijo a sus discípulos: Luke 20:46 Guardáos de los escribas, que quieren andar con ropas largas, y aman las salutaciones en las plazas; y las primeras sillas en las sinagogas; y los primeros asientos en las cenas: Luke 20:47 Que devoran las casas de las viudas, simulando larga oración: estos recibirán mayor condenación. Luke 21:0 Luke 21:1 Y mirando, vio a los ricos que echaban sus ofrendas en el arca del tesoro. Luke 21:2 Y vio también a una viuda pobre, que echaba allí dos blancas. Luke 21:3 Y dijo: De verdad os digo, que esta viuda pobre echó más que todos. Luke 21:4 Porque todos estos, de lo que les sobra echaron para las ofrendas de Dios; mas esta de su pobreza echó todo su sustento que tenía. Luke 21:5 ¶ Y a unos que decían del templo, que estaba adornado de hermosas piedras y dones, dijo: Luke 21:6 De estas cosas que veis, días vendrán, en que no quedará piedra sobre piedra que no sea derribada. Luke 21:7 Y le preguntaron, diciendo: Maestro, ¿cuándo será esto? ¿Y qué señal habrá cuándo estas cosas hayan de comenzar a ser hechas? Luke 21:8 El entonces dijo: Mirád, no seáis engañados; porque vendrán muchos en mi nombre, diciendo: Yo soy el Cristo; y el tiempo está cerca: por tanto no vayáis en pos de ellos. Luke 21:9 Empero cuando oyereis de guerras y sediciones, no os espantéis; porque es menester que estas cosas acontezcan primero; mas no luego será el fin. Luke 21:10 Entonces les dijo: Se levantará nación contra nación, y reino contra reino; Luke 21:11 Y habrá grandes terremotos en cada lugar, y hambres, y pestilencias; y habrá prodigios, y grandes señales del cielo. Luke 21:12 Mas antes de todas estas cosas os echarán mano, y perseguirán, entregándoos a las sinagogas, y a las cárceles, trayéndoos ante los reyes, y a los presidentes, por causa de mi nombre. Luke 21:13 Y os será esto para testimonio. Luke 21:14 Ponéd pues en vuestros corazones de no pensar antes como hayáis de responder. Luke 21:15 Porque yo os daré boca y sabiduría, a la cual no podrán resistir, ni contradecir todos los que se os opondrán. Luke 21:16 Mas seréis entregados aun por vuestros padres, y hermanos, y parientes, y amigos; y matarán a algunos de vosotros. Luke 21:17 Y seréis aborrecidos de todos, por causa de mi nombre. Luke 21:18 Mas un pelo de vuestra cabeza no perecerá. Luke 21:19 En vuestra paciencia poseéd vuestras almas. Luke 21:20 Y cuando viereis a Jerusalem cercada de ejércitos, sabéd entonces que su destrucción ha llegado. Luke 21:21 Entonces los que estuvieren en Judea, huyan a los montes; y los que estuvieren en medio de ella, váyanse; y los que en las otras regiones, no entren en ella. Luke 21:22 Porque estos son días de venganza, para que se cumplan todas las cosas que están escritas. Luke 21:23 Mas, ¡ay de las preñadas, y de las que crían en aquellos días! porque habrá apretura grande sobre la tierra, e ira sobre este pueblo. Luke 21:24 Y caerán a filo de espada, y serán llevados cautivos por todas las naciones; y Jerusalem será hollada de los Gentiles, hasta que los tiempos de los Gentiles sean cumplidos. Luke 21:25 Entonces habrá señales en el sol, y en la luna, y en las estrellas; y en la tierra apretura de naciones, con perplejidad; bramando la mar y las ondas; Luke 21:26 Secándose los hombres a causa del temor, y esperando las cosas que sobrevendrán a la redondez de la tierra; porque las virtudes de los cielos serán conmovidas. Luke 21:27 Y entonces verán al Hijo del hombre, que vendrá en una nube con poder y grande gloria. Luke 21:28 Y cuando estas cosas comenzaren a hacerse, mirád, y levantád vuestras cabezas; porque vuestra redención está cerca. Luke 21:29 Y les dijo también una parábola: Mirád la higuera, y todos los árboles: Luke 21:30 Cuando ya brotan, viéndolos, de vosotros mismos entendéis que el verano está ya cerca: Luke 21:31 Así también vosotros, cuando viereis hacerse estas cosas, entendéd que está cerca el reino de Dios. Luke 21:32 De cierto os digo, que no pasará esta generación, hasta que todo sea hecho. Luke 21:33 El cielo y la tierra pasarán, mas mis palabras no pasarán. Luke 21:34 ¶ Y mirád por vosotros, que vuestros corazones no sean cargados de glotonería y embriaguez, y de los cuidados de esta vida, y venga de improviso sobre vosotros aquel día. Luke 21:35 Porque como un lazo vendrá sobre todos los que habitan sobre la haz de toda la tierra. Luke 21:36 Velád, pues, orando a todo tiempo, que seáis habidos dignos de evitar todas estas cosas que han de venir, y de estar en pie delante del Hijo del hombre. Luke 21:37 Y enseñaba entre día en el templo; y de noche saliendo, estábase en el monte que se llama de las Olivas. Luke 21:38 Y todo el pueblo venía a él por la mañana, para oírle en el templo. Luke 22:0 Luke 22:1 Y estaba cerca el día de la fiesta de los panes sin levadura, que se llama la pascua. Luke 22:2 Y los príncipes de los sacerdotes, y los escribas procuraban como le matarían; mas tenían miedo del pueblo. Luke 22:3 Y entró Satanás en Júdas, que tenía por sobrenombre Iscariote, el cual era uno del número de los doce. Luke 22:4 Y fue, y habló con los príncipes de los sacerdotes, y con los magistrados, de como se le entregaría. Luke 22:5 Los cuales se holgaron, y concertaron de darle dinero. Luke 22:6 Y prometió; y buscaba oportunidad para entregarle a ellos sin estar presente la multitud. Luke 22:7 ¶ Y vino el día de los panes sin levadura, en el cual era menester matar la pascua. Luke 22:8 Y envió a Pedro, y a Juan, diciendo: Id, aparejádnos la pascua, para que comamos. Luke 22:9 Y ellos le dijeron: ¿Dónde quieres que la aparejemos? Luke 22:10 Y él les dijo: He aquí, como entraréis en la ciudad, os encontrará un hombre que lleva un cántaro de agua: seguídle hasta la casa donde entrare; Luke 22:11 Y decíd al padre de la familia de la casa: El Maestro te dice: ¿Dónde está el aposento donde tengo de comer la pascua con mis discípulos? Luke 22:12 Entonces él os mostrará un gran cenadero aderezado, aparejádla allí. Luke 22:13 Y yendo ellos halláronlo todo como les había dicho; y aparejaron la pascua. Luke 22:14 Y como fue hora, se sentó a la mesa; y con él los doce apóstoles. Luke 22:15 Y les dijo: Con deseo he deseado comer con vosotros esta pascua antes que padezca. Luke 22:16 Porque os digo, que no comeré más de ella, hasta que sea cumplido en el reino de Dios. Luke 22:17 Y tomando la copa, habiendo hecho gracias, dijo: Tomád esto, y distribuídlo entre vosotros. Luke 22:18 Porque os digo, que no beberé del fruto de la vid, hasta que el reino de Dios venga. Luke 22:19 Y tomando pan, habiendo hecho gracias, lo rompió, y les dio, diciendo: éste es mi cuerpo, que por vosotros es dado; hacéd esto en memoria de mí. Luke 22:20 Asimismo también la copa, después que hubo cenado, diciendo: Esta copa es el nuevo testamento en mi sangre, que por vosotros se derrama. Luke 22:21 Con todo eso, he aquí, la mano del que me entrega está conmigo en la mesa. Luke 22:22 Y a la verdad el Hijo del hombre va según lo que está determinado; empero ¡ay de aquel hombre por el cual es entregado! Luke 22:23 Ellos entonces comenzaron a preguntar entre sí, cual de ellos sería el que había de hacer esto. Luke 22:24 ¶ Y hubo también entre ellos una contienda, quién de ellos parecía ser el mayor. Luke 22:25 Entonces él les dijo: Los reyes de las naciones se enseñorean de ellas; y los que sobre ellas tienen potestad, son llamados bienhechores: Luke 22:26 Mas vosotros, no así: antes el que es mayor entre vosotros, sea como el más mozo; y el que precede, como el que sirve. Luke 22:27 Porque ¿cuál es mayor, el que se asienta a la mesa, o el que sirve? ¿No es el que se asienta a la mesa? mas yo soy entre vosotros como el que sirve. Luke 22:28 Empero vosotros sois los que habéis permanecido conmigo en mis tentaciones: Luke 22:29 Yo pues os ordeno un reino, como mi Padre me lo ordenó a mí; Luke 22:30 Para que comáis y bebáis en mi mesa en mi reino; y os asentéis sobre tronos juzgando a las doce tribus de Israel. Luke 22:31 ¶ Dijo también el Señor: Simón, Simón, he aquí, que Satanás os ha pedido para zarandearos como a trigo; Luke 22:32 Mas yo he rogado por ti que tu fe no falte; y tú cuando te conviertas, confirma a tus hermanos. Luke 22:33 Y él le dijo: Señor, dispuesto estoy a ir contigo, tanto a la cárcel, como a la muerte. Luke 22:34 Y él dijo: Pedro, te digo que el gallo no cantará hoy, antes que tú niegues tres veces que me conoces. Luke 22:35 Y a ellos dijo: Cuando os envié sin bolsa, y sin alforja, y sin zapatos, ¿os faltó algo? Y ellos dijeron: Nada. Luke 22:36 Entonces les dijo: Pues ahora el que tiene bolsa, tómela; y también su alforja; y el que no tiene espada, venda su capa y cómprela. Luke 22:37 Porque os digo, que aun es menester que se cumpla en mí aquello que está escrito: Y con los malos fue contado; porque lo que está escrito de mí, su cumplimiento tiene. Luke 22:38 Entonces ellos dijeron: Señor, he aquí, dos espadas hay aquí. Y él les dijo: Basta. Luke 22:39 ¶ Y saliendo, se fue, según su costumbre, al monte de las Olivas; y sus discípulos también le siguieron. Luke 22:40 Y como llegó a aquel lugar, les dijo: Orád para que no entréis en tentación. Luke 22:41 Y él se apartó de ellos como un tiro de piedra; y puesto de rodillas, oró, Luke 22:42 Diciendo: Padre, si quieres, pasa esta copa de mí, empero no se haga mi voluntad, mas la tuya. Luke 22:43 Y le apareció un ángel del cielo esforzándole. Luke 22:44 Y estando en agonía, oraba más intensamente; y fue su sudor como gotas grandes de sangre, que descendían hasta la tierra. Luke 22:45 Y como se levantó de la oración, y vino a sus discípulos, los halló durmiendo de tristeza. Luke 22:46 Y les dijo: ¿Qué, dormís? Levantáos, y orád que no entréis en tentación. Luke 22:47 ¶ Estando aun hablando él, he aquí, una multitud de gente, y el que se llamaba Júdas, uno de los doce, iba delante de ellos; y se llegó a Jesús, para besarle. Luke 22:48 Entonces Jesús le dijo: ¿Júdas, con un beso entregas al Hijo del hombre? Luke 22:49 Y viendo los que estaban junto a él lo que había de ser, le dijeron: Señor, ¿heriremos con espada? Luke 22:50 Y uno de ellos hirió al criado del sumo sacerdote, y le quitó la oreja derecha. Luke 22:51 Y respondiendo Jesús, dijo: Dejád hasta aquí. Y tocando su oreja, le sanó. Luke 22:52 Dijo después Jesús a los príncipes de los sacerdotes, y a los capitanes del templo, y a los ancianos que habían venido contra él: ¿Cómo a ladrón habéis salido con espadas y con palos? Luke 22:53 Habiendo estado con vosotros cada día en el templo, no extendisteis las manos contra mí; mas ésta es vuestra hora, y la potestad de las tinieblas. Luke 22:54 ¶ Y prendiéndole, le trajeron, y metiéronle en casa del príncipe de los sacerdotes. Y Pedro le seguía de lejos. Luke 22:55 Y habiendo encendido fuego en medio del atrio, y sentándose todos al derredor, se sentó también Pedro entre ellos. Luke 22:56 Y como una criada le vio que estaba sentado al fuego, puestos los ojos en él, dijo: Y éste con él era. Luke 22:57 Entonces él lo negó, diciendo: Mujer, no le conozco. Luke 22:58 Y un poco después viéndole otro, dijo: Y tú de ellos eras. Y Pedro dijo: Hombre, no soy. Luke 22:59 Y como una hora pasada, otro afirmaba, diciendo: Verdaderamente también éste estaba con él; porque es Galileo. Luke 22:60 Y Pedro dijo: Hombre, no sé lo que dices. Y luego, estando aun él hablando, el gallo cantó. Luke 22:61 Entonces, vuelto el Señor, miró a Pedro; y Pedro se acordó de la palabra del Señor, como le había dicho. Antes que el gallo dé voz me negarás tres veces. Luke 22:62 Y saliendo fuera Pedro, lloró amargamente. Luke 22:63 Y los hombres que tenían a Jesús, burlaban de él, hiriéndole. Luke 22:64 Y cubriéndole herían su rostro, y preguntábanle, diciendo: Profetiza, ¿quién es el que te hirió? Luke 22:65 Y decían otras muchas cosas injuriándole. Luke 22:66 Y como fue de día, se juntaron los ancianos del pueblo, y los príncipes de los sacerdotes, y los escribas, y le trajeron a su concilio, Luke 22:67 Diciendo: ¿Eres tú el Cristo? dínoslo. Y les dijo: Si os lo dijere, no creereis; Luke 22:68 Y también si os preguntare, no me responderéis, ni me soltaréis; Luke 22:69 Mas desde ahora el Hijo del hombre se asentará a la diestra del poder de Dios. Luke 22:70 Y dijeron todos: ¿Luego tú eres el Hijo de Dios? Y él les dijo: Vosotros lo decís, que yo soy. Luke 22:71 Entonces ellos dijeron: ¿Qué más testimonio deseamos? porque nosotros lo hemos oído de su boca. Luke 23:0 Luke 23:1 Y levantándose toda la multitud de ellos, lleváronle a Pilato. Luke 23:2 Y comenzaron a acusarle, diciendo: A éste hemos hallado que pervierte nuestra nación, y que veda dar tributo a César, diciendo que él es el Cristo el Rey. Luke 23:3 Entonces Pilato le preguntó, diciendo: ¿Eres tú el rey de los Judíos? Y respondiéndole él, dijo: Tú lo dices. Luke 23:4 Y Pilato dijo a los príncipes de los sacerdotes, y al pueblo: Ninguna culpa hallo en este hombre. Luke 23:5 Mas ellos porfiaban, diciendo: Alborota al pueblo, enseñando por toda Judea, comenzando desde Galilea hasta aquí. Luke 23:6 Entonces Pilato, oyendo de Galilea, preguntó si el hombre era Galileo. Luke 23:7 Y como entendió que era de la jurisdicción de Heródes, le remitió a Heródes, el cual también estaba en Jerusalem en aquellos días. Luke 23:8 Y Heródes, viendo a Jesús, se holgó mucho; porque había mucho que le deseaba ver; porque había oído de él muchas cosas; y tenía esperanza que le vería hacer algún milagro. Luke 23:9 Y le preguntaba con muchas palabras; mas él nada le respondió. Luke 23:10 Y estaban los príncipes de los sacerdotes, y los escribas acusándole con gran porfía. Luke 23:11 Mas Heródes con sus soldados le menospreció, y escarneció, vistiéndole de una ropa espléndida; y le volvió a enviar a Pilato. Luke 23:12 Y fueron hechos amigos entre sí Pilato y Heródes en el mismo día; porque antes eran enemigos entre sí. Luke 23:13 Entonces Pilato, convocando los príncipes de los sacerdotes, y los magistrados, y el pueblo, Luke 23:14 Les dijo: Me habéis presentado a éste por hombre que pervierte al pueblo; y, he aquí, yo preguntando delante de vosotros, no he hallado alguna culpa en este hombre de aquellas de que le acusáis. Luke 23:15 Y ni aun Heródes; porque os remití a él; y he aquí, que ninguna cosa digna de muerte se le ha hecho. Luke 23:16 Le soltaré pues castigado. Luke 23:17 Y tenía necesidad de soltarles uno en la fiesta. Luke 23:18 Y toda la multitud dio voces a una, diciendo: Afuera con éste, y suéltanos a Barrabás: Luke 23:19 (El cual había sido echado en la cárcel por una sedición hecha en la ciudad, y una muerte.) Luke 23:20 Y les habló otra vez Pilato, queriendo soltar a Jesús. Luke 23:21 Mas ellos volvían a dar voces, diciendo: Crucifícale, Crucifícale. Luke 23:22 Y él les dijo la tercera vez: ¿Por qué? ¿Qué mal ha hecho éste? ninguna culpa de muerte he hallado en él: le castigaré pues, y le soltaré. Luke 23:23 Mas ellos instaban a grandes voces, pidiendo que fuese crucificado; y las voces de ellos, y de los príncipes de los sacerdotes prevalecieron. Luke 23:24 Entonces Pilato juzgó que se hiciese lo que ellos pedían. Luke 23:25 Y les soltó a aquel que había sido echado en la cárcel por sedición y una muerte, al cual habían pedido; mas entregó a Jesús a la voluntad de ellos. Luke 23:26 ¶ Y llevándole, tomaron a un Simón, Cireneo, que venía del campo, y le pusieron encima la cruz para que la llevase en pos de Jesús. Luke 23:27 Y le seguía grande multitud de pueblo, y de mujeres, las cuales le lloraban, y lamentaban. Luke 23:28 Mas Jesús, vuelto a ellas, les dijo: Hijas de Jerusalem, no me lloréis a mí; mas lloráos a vosotras mismas, y a vuestros hijos. Luke 23:29 Porque, he aquí, que vendrán días, en que dirán: Bienaventuradas las estériles, y los vientres que no parieron, y los pechos que no criaron. Luke 23:30 Entonces comenzarán a decir a los montes: Caéd sobre nosotros; y a los collados: Cubrídnos. Luke 23:31 Porque si en el árbol verde hacen estas cosas, ¿en el seco qué se hará? Luke 23:32 Y llevaban también con él otros dos, malhechores, a matar con él. Luke 23:33 ¶ Y como vinieron al lugar que se llama Calvario, le crucificaron allí; y a los malhechores, uno a la derecha, y otro a la izquierda. Luke 23:34 Mas Jesús decía: Padre, perdónalos; porque no saben lo que hacen. Y partiendo sus vestidos, echaron suertes. Luke 23:35 Y el pueblo estaba mirando; y burlaban de él los príncipes con ellos, diciendo: A otros salvó: sálvese a sí mismo, si éste es el Mesías, el escogido de Dios. Luke 23:36 Escarnecían de él también los soldados, llegándose, y presentándole vinagre, Luke 23:37 Y diciendo: Si tú eres el Rey de los Judíos, sálvate a ti mismo. Luke 23:38 Y había también un título escrito sobre él con letras Griegas, y Latinas, y Hebráicas: ESTE ES EL REY DE LOS JUDÍOS. Luke 23:39 ¶ Y uno de los malhechores que estaban colgados, le injuriaba, diciendo: Si tú eres el Cristo, sálvate a ti mismo, y a nosotros. Luke 23:40 Y respondiendo el otro, le riñó, diciendo: ¿Ni aun tú temes a Dios, estando en la misma condenación? Luke 23:41 Y nosotros a la verdad, justamente, porque recibimos lo que merecieron nuestros hechos; mas éste ningún mal hizo. Luke 23:42 Y dijo a Jesús: Señor, acuérdate de mí cuando vinieres en tu reino. Luke 23:43 Entonces Jesús le dijo: De cierto te digo, que hoy estarás conmigo en el paraíso. Luke 23:44 ¶ Y era como la hora de sexta, y fueron hechas tinieblas sobre toda la tierra hasta la hora de nona. Luke 23:45 Y el sol se oscureció, y el velo del templo se rompió por medio. Luke 23:46 Entonces Jesús, clamando a gran voz, dijo: Padre, en tus manos encomiendo mi espíritu. Y habiendo dicho esto, espiró. Luke 23:47 Y como el centurión vio lo que había acontecido, dio gloria a Dios, diciendo: Verdaderamente este hombre era justo. Luke 23:48 Y toda la multitud de los que estaban presentes a este espectáculo, viendo lo que había acontecido, se volvían hiriendo sus pechos. Luke 23:49 Mas todos sus conocidos estaban de lejos, y las mujeres que le habían seguido desde Galilea, mirando estas cosas. Luke 23:50 ¶ Y, he aquí, un varón llamado José, el cual era senador, varón bueno, y justo: Luke 23:51 El cual no había consentido en el consejo ni en los hechos de ellos, varón de Arimatea, ciudad de los Judíos: el cual también esperaba el reino de Dios. Luke 23:52 Este llegó a Pilato, y pidió el cuerpo de Jesús. Luke 23:53 Y quitado de la cruz, le envolvió en una sábana, y le puso en un sepulcro que era labrado en roca, en el cual aun ninguno había sido puesto. Luke 23:54 Y era día de la preparación de la pascua; y el sábado esclarecía. Luke 23:55 Y viniendo también las mujeres que le habían seguido de Galilea, vieron el sepulcro, y como fue puesto su cuerpo. Luke 23:56 Y vueltas, aparejaron drogas aromáticas, y ungüentos; y reposaron el sábado, conforme al mandamiento. Luke 24:0 Luke 24:1 Mas el primer día de la semana, muy de mañana vinieron al sepulcro, trayendo las drogas aromáticas que habían aparejado; y algunas otras mujeres con ellas. Luke 24:2 Y hallaron la piedra revuelta de la puerta del sepulcro. Luke 24:3 Y entrando no hallaron el cuerpo del Señor Jesús. Luke 24:4 Y aconteció, que estando ellas espantadas de esto, he aquí, dos varones que se pararon junto a ellas, vestidos de vestiduras resplandecientes. Luke 24:5 Y teniendo ellas miedo, y bajando el rostro a tierra, les dijeron: ¿Por qué buscáis entre los muertos al que vive? Luke 24:6 No está aquí, sino que ha resucitado: acordáos de como os habló, cuando aun estaba en Galilea, Luke 24:7 Diciendo: Es menester que el Hijo del hombre sea entregado en manos de hombres pecadores, y ser crucificado, y resucitar al tercero día. Luke 24:8 Entonces ellas se acordaron de sus palabras. Luke 24:9 Y volviendo del sepulcro, dieron nuevas de todas estas cosas a los once, y a todos los demás. Luke 24:10 Y eran María Magdalena, y Juana, y María, madre de Santiago, y otras que estaban con ellas, las que decían estas cosas a los apóstoles. Luke 24:11 Mas a ellos les parecían como locura las palabras de ellas; y no las creyeron. Luke 24:12 Y levantándose Pedro, corrió al sepulcro; y como miró dentro, vio solos los lienzos allí echados, y se fue maravillado entre sí de este hecho. Luke 24:13 ¶ Y, he aquí, dos de ellos iban el mismo día a una aldea que estaba de Jerusalem sesenta estadios, llamada Emmáus: Luke 24:14 E iban hablando entre sí de todas aquellas cosas que habían acaecido. Luke 24:15 Y aconteció, que yendo hablando entre sí, y preguntándose el uno al otro, el mismo Jesús se llegó, e iba con ellos juntamente. Luke 24:16 Mas los ojos de ellos eran detenidos, para que no le conociesen. Luke 24:17 Y les dijo: ¿Qué pláticas son estas que tratáis entre vosotros andando, y estáis tristes? Luke 24:18 Y respondiendo el uno, que se llamaba Cleófas, le dijo: ¿Tú solo forastero eres en Jerusalem, que no has sabido las cosas que en ella han acontecido estos días? Luke 24:19 Entonces él les dijo: ¿Qué? Y ellos le dijeron: De Jesús Nazareno, el cual fue varón profeta poderoso en obra y en palabra, delante de Dios y de todo el pueblo: Luke 24:20 Y como le entregaron los príncipes de los sacerdotes, y nuestros magistrados, a condenación de muerte, y le crucificaron. Luke 24:21 Mas nosotros esperábamos que él era el que había de redimir a Israel; y ahora sobre todo esto, hoy es el tercero día desde que esto ha acontecido. Luke 24:22 Aunque también unas mujeres de los nuestros nos han espantado, las cuales antes del día fueron al sepulcro; Luke 24:23 Y no hallando su cuerpo, vinieron, diciendo que también habían visto visión de ángeles, los cuales dijeron que él vive. Luke 24:24 Y fueron algunos de los nuestros al sepulcro, y hallaron ser así como las mujeres habían dicho; mas a él no le vieron. Luke 24:25 Entonces él les dijo: ¡Oh insensatos, y tardos de corazón para creer a todo lo que los profetas han dicho! Luke 24:26 ¿No era menester que Cristo padeciera estas cosas, y que entrara así en su gloria? Luke 24:27 Y comenzando desde Moisés, y de todos los profetas, les declaraba en todas las Escrituras las cosas tocantes a él. Luke 24:28 Y llegaron a la aldea a donde iban; y él hizo como que iba más lejos. Luke 24:29 Mas ellos le detuvieron por fuerza, diciendo: Quédate con nosotros, porque se hace tarde, y está ya declinando el día. Y entró para quedarse con ellos. Luke 24:30 Y aconteció, que estando sentado a la mesa con ellos, tomando el pan, bendijo, y lo rompió, y les dio. Luke 24:31 Entonces fueron abiertos los ojos de ellos, y le conocieron; mas él se desapareció de los ojos de ellos. Luke 24:32 Y decían el uno al otro: ¿No ardía nuestro corazón en nosotros, mientras nos hablaba en el camino, y cuando nos abría las Escrituras? Luke 24:33 Y levantándose en la misma hora, tornáronse a Jerusalem; y hallaron a los once congregados, y a los que estaban con ellos, Luke 24:34 Que decían: Resucitado ha el Señor verdaderamente, y ha aparecido a Simón. Luke 24:35 Entonces ellos contaban las cosas que les habían acontecido en el camino; y como había sido conocido de ellos en el romper del pan. Luke 24:36 ¶ Y entre tanto que ellos hablaban estas cosas, Jesús se puso en medio de ellos, y les dijo: Paz a vosotros. Luke 24:37 Entonces ellos espantados y asombrados, pensaban que veían algún espíritu. Luke 24:38 Mas él les dijo: ¿Por qué estáis turbados, y suben pensamientos a vuestros corazones? Luke 24:39 Mirád mis manos y mis píes, que yo mismo soy. Palpád, y ved; que el espíritu ni tiene carne ni huesos, como veis que yo tengo. Luke 24:40 Y en diciendo esto, les mostró sus manos y sus pies. Luke 24:41 Y no creyéndolo aun ellos de gozo, y maravillados, les dijo: ¿Tenéis aquí algo de comer? Luke 24:42 Entonces ellos le presentaron parte de un pez asado, y un panal de miel. Luke 24:43 Lo cual él tomó, y comió delante de ellos: Luke 24:44 Y les dijo: Estas son las palabras que os hablé estando aun con vosotros: Que era necesario que se cumpliesen todas las cosas que están escritas en la ley de Moisés, y en los profetas, y en los Salmos de mí. Luke 24:45 Entonces les abrió el entendimiento, para que entendiesen las Escrituras. Luke 24:46 Y les dijo: Así está escrito, y así fue menester que el Cristo padeciese, y resucitase de los muertos al tercero día; Luke 24:47 Y que se predicase en su nombre arrepentimiento, y remisión de pecados, en todas las naciones, comenzando de Jerusalem. Luke 24:48 Y vosotros sois testigos de estas cosas. Luke 24:49 Y, he aquí, yo enviaré al prometido de mi Padre sobre vosotros; mas vosotros quedáos en la ciudad de Jerusalem, hasta que seáis investidos de lo alto de poder. Luke 24:50 ¶ Y los sacó fuera hasta Betania, y alzando sus manos los bendijo. Luke 24:51 Y aconteció, que bendiciéndoles, se fue de ellos, y era llevado arriba al cielo. Luke 24:52 Y ellos después de haberle adorado, se volvieron a Jerusalem con gran gozo. Luke 24:53 Y estaban siempre en el templo, alabando y bendiciendo a Dios. Amén.
John 0:0
John 1:0 John 1:1 En el principio ya era el Verbo; y el Verbo era con Dios, y Dios era el Verbo. John 1:2 Éste era en el principio con Dios. John 1:3 Todas las cosas por éste fueron hechas; y sin él nada de lo que es hecho, fue hecho. John 1:4 En él estaba la vida, y la vida era la luz de los hombres. John 1:5 Y la luz en las tinieblas resplandece; y las tinieblas no la comprendieron. John 1:6 ¶ Fue un hombre enviado de Dios, el cual se llamaba Juan. John 1:7 Este vino por testimonio, para que diese testimonio de la Luz, para que por él todos creyesen. John 1:8 El no era la Luz; mas fue enviado para que diese testimonio de la Luz. John 1:9 Aquella Palabra era la Luz verdadera, que alumbra a todo hombre, que viene en este mundo. John 1:10 En el mundo estaba, y el mundo fue hecho por él, y el mundo no le conoció. John 1:11 A lo suyo vino; y los suyos no le recibieron. John 1:12 Mas a todos los que le recibieron, dióles poder de ser hechos hijos de Dios, esto es, a los que creen en su nombre: John 1:13 Los cuales no son engendrados de sangres, ni de voluntad de la carne, ni de voluntad de hombre, sino de Dios. John 1:14 Y el Verbo fue hecho carne, y habitó entre nosotros; y vimos su gloria, gloria como del unigénito del Padre, lleno de gracia y de verdad. John 1:15 ¶ Juan dio testimonio de él, y clamó, diciendo: Este es del que yo decía: El que viene en pos de mí, es mayor que yo; porque es primero que yo. John 1:16 Y de su plenitud tomamos todos, y gracia por gracia. John 1:17 ¶ Porque la ley por Moisés fue dada; mas la gracia y la verdad por Jesu Cristo vinieron. John 1:18 A Dios nadie le vio jamás: el unigénito hijo que está en el seno del Padre, él nos le declaró. John 1:19 ¶ Y éste es el testimonio de Juan, cuando los Judíos enviaron de Jerusalem sacerdotes y Levitas, que le preguntasen: ¿Tú, quién eres? John 1:20 Y confesó, y no negó; mas confesó: Yo no soy el Cristo. John 1:21 Y le preguntaron: ¿Qué pues? ¿Eres tú Elías? Dijo: No soy. ¿Eres tú el profeta? Y respondió: No. John 1:22 Dijéronle pues: ¿Quién eres? para que demos respuesta a los que nos enviaron. ¿Qué dices de ti mismo? John 1:23 Dijo: Yo soy la voz del que clama en el desierto: Enderezád el camino del Señor, como dijo Isaías profeta. John 1:24 Y los que habían sido enviados eran de los Fariseos. John 1:25 Y preguntáronle, y le dijeron: ¿Por qué pues bautizas, si tú no eres el Cristo, ni Elías, ni el profeta? John 1:26 Y Juan les respondió, diciendo: Yo bautizo con agua; mas en medio de vosotros está uno, a quien vosotros no conocéis: John 1:27 Este es el que ha de venir en pos de mí, el cual es mayor que yo, del cual yo no soy digno de desatar la correa del zapato. John 1:28 Estas cosas fueron hechas en Betabara de la otra parte del Jordán, donde Juan bautizaba. John 1:29 ¶ El siguiente día ve Juan a Jesús que venía a él, y dice: He aquí el Cordero de Dios, que quita el pecado del mundo. John 1:30 Este es del que dije: Tras mí viene un varón, el cual es mayor que yo; porque era primero que yo. John 1:31 Y yo no le conocía; mas para que fuese manifestado a Israel, por eso vine yo bautizando con agua. John 1:32 Y Juan dio testimonio, diciendo: Ví al Espíritu que descendía del cielo como paloma, y reposó sobre él. John 1:33 Y yo no le conocía; mas el que me envió a bautizar con agua, aquel me dijo: Sobre aquel que vieres descender el Espíritu, y que reposa sobre él, éste es el que bautiza con el Espíritu Santo. John 1:34 Y yo ví, y he dado testimonio, que éste es el Hijo de Dios. John 1:35 ¶ El siguiente día otra vez estaba Juan, y dos de sus discípulos. John 1:36 Y mirando a Jesús que andaba por allí, dijo: He aquí el Cordero de Dios. John 1:37 Y oyéronle los dos discípulos hablar, y siguieron a Jesús. John 1:38 Y volviéndose Jesús, y viéndoles seguirle, díceles: ¿Qué buscáis? Y ellos le dijeron: Rabbi, (que interpretado, quiere decir, Maestro,) ¿dónde moras? John 1:39 Díceles: Veníd, y ved. Vinieron, y vieron donde moraba; y quedáronse con él aquel día; porque era como la hora décima. John 1:40 Era Andrés, el hermano de Simón Pedro, uno de los dos que habían oído hablar a Juan, y le habían seguido. John 1:41 Este halló primero a su hermano Simón, y le dijo: Hemos hallado al Mesías, que interpretado es, el Cristo. John 1:42 Y le trajo a Jesús. Y mirándole Jesús, dijo: Tú eres Simón, hijo de Jonás: tú serás llamado Céfas, que quiere decir, Piedra. John 1:43 El día siguiente quiso Jesús ir a Galilea, y halla a Felipe; y le dice: Sígueme. John 1:44 Y era Felipe de Betsaida, la ciudad de Andrés y de Pedro. John 1:45 Felipe halló a Natanael, y le dice: Hemos hallado a aquel de quien escribió Moisés en la ley, y los profetas: Jesús de Nazaret, el hijo de José. John 1:46 Y le dijo Natanael: ¿De Nazaret puede haber algo de bueno? Dícele Felipe: Ven, y ve. John 1:47 Jesús vio venir a sí a Natanael, y dijo de él: He aquí un verdaderamente Israelita, en el cual no hay engaño. John 1:48 Dícele Natanael: ¿De dónde me conoces? Respondióle Jesús, y le dijo: Antes que Felipe te llamara, cuando estabas debajo de la higuera, te ví. John 1:49 Respondió Natanael, y le dijo: Rabbi, tú eres el Hijo de Dios; tú eres el Rey de Israel. John 1:50 Respondió Jesús, y le dijo: ¿Porque te dije: Víte debajo de la higuera, crees? cosas mayores que estas verás. John 1:51 Y le dice: De cierto, de cierto os digo: De aquí adelante veréis el cielo abierto, y los ángeles de Dios que suben y descienden sobre el Hijo del hombre. John 2:0 John 2:1 Y al tercero día hiciéronse unas bodas en Cana de Galilea; y estaba allí la madre de Jesús. John 2:2 Y fue también llamado Jesús, y sus discípulos a las bodas. John 2:3 Y faltando el vino, la madre de Jesús le dijo: No tienen vino. John 2:4 Y le dice Jesús: ¿Qué tengo yo que ver contigo, mujer? aun no ha venido mi hora. John 2:5 Su madre dice a los que servían: Hacéd todo lo que él os dijere. John 2:6 Y estaban allí seis tinajuelas de piedra, conforme a la purificación de los Judíos, que cabía en cada una dos o tres cántaros. John 2:7 Díceles Jesús: Llenád estas tinajuelas de agua. Y las llenaron hasta arriba. John 2:8 Y díceles: Sacád ahora, y presentád al maestresala. Y presentáronle. John 2:9 Y como el maestresala gustó el agua hecha vino, y no sabía de donde era; (mas los que servían, lo sabían, que habían sacado el agua:) el maestresala llama al esposo, John 2:10 Y le dice: Todo hombre pone primero el buen vino; y cuando ya están hartos, entonces lo que es peor; mas tú has guardado el buen vino hasta ahora. John 2:11 Este principio de milagros hizo Jesús en Cana de Galilea, y manifestó su gloria; y sus discípulos creyeron en él. John 2:12 ¶ Después de esto descendió a Capernaum, él, y su madre, y sus hermanos, y sus discípulos; y estuvieron allí no muchos días. John 2:13 Y estaba cerca la pascua de los Judíos, y subió Jesús a Jerusalem. John 2:14 Y halló en el templo los que vendían bueyes, y ovejas, y palomas, y los cambiadores sentados. John 2:15 Y hecho un azote de cuerdas, echólos a todos del templo, y las ovejas, y los bueyes, y derramó los dineros de los cambiadores, y trastornó las mesas. John 2:16 Y a los que vendían las palomas dijo: Quitád de aquí estas cosas, y no hagáis la casa de mi Padre casa de mercadería. John 2:17 Entonces se acordaron sus discípulos que estaba escrito: El zelo de tu casa me comió. John 2:18 ¶ Y los Judíos respondieron, y le dijeron: ¿Qué señal nos muestras, siendo así que tú haces estas cosas? John 2:19 Respondió Jesús, y les dijo: Destruíd este templo, y en tres días yo lo levantaré. John 2:20 Dijeron luego los Judíos: ¿En cuarenta y seis años fue este templo edificado, y tú en tres días lo levantarás? John 2:21 Mas él hablaba del templo de su cuerpo. John 2:22 Por tanto cuando resucitó de los muertos, sus discípulos se acordaron que les había dicho esto, y creyeron a la Escritura, y a la palabra que Jesús había dicho. John 2:23 Y estando él en Jerusalem en la pascua, en el día de la fiesta, muchos creyeron en su nombre, viendo los milagros que hacía. John 2:24 Mas el mismo Jesús no se confiaba a sí mismo de ellos, porque él conocía a todos, John 2:25 Y no tenía necesidad que alguien le diese testimonio del hombre; porque él sabía lo que había en el hombre. John 3:0 John 3:1 Y había un hombre de los Fariseos que se llamaba Nicodemo, príncipe de los Judíos. John 3:2 Este vino a Jesús de noche, y le dijo: Rabbi, sabemos que eres un maestro venido de Dios; porque nadie puede hacer estos milagros que tú haces, si no fuere Dios con él. John 3:3 Respondió Jesús, y le dijo: De cierto, de cierto te digo, que el que no naciere otra vez, no puede ver el reino de Dios. John 3:4 Dícele Nicodemo: ¿Cómo puede el hombre nacer, siendo viejo? ¿puede entrar segunda vez en el vientre de su madre, y nacer? John 3:5 Respondió Jesús: De cierto, de cierto te digo, que el que no renaciere de agua y del Espíritu, no puede entrar en el reino de Dios. John 3:6 Lo que es nacido de la carne, carne es; y lo que es nacido del Espíritu, espíritu es. John 3:7 No te maravilles de que te dije: Necesario os es nacer otra vez. John 3:8 El viento de donde quiere sopla; y oyes su sonido, mas ni sabes de donde viene, ni donde vaya: así es todo aquel que es nacido del Espíritu. John 3:9 Respondió Nicodemo, y le dijo: ¿Cómo puede ser esto? John 3:10 Respondió Jesús, y le dijo: ¿Tú eres un maestro de Israel, y no sabes esto? John 3:11 De cierto, de cierto te digo, que lo que sabemos hablamos; y lo que hemos visto, testificamos, y no recibís nuestro testimonio. John 3:12 Si os he dicho cosas terrenales, y no creéis: ¿cómo creeréis, si os dijere cosas celestiales? John 3:13 Y nadie subió al cielo, sino el que descendió del cielo, es a saber, el Hijo del hombre, que está en el cielo. John 3:14 ¶ Y como Moisés levantó la serpiente en el desierto, así es necesario que el Hijo del hombre sea levantado: John 3:15 Para que todo aquel que en él creyere, no se pierda, mas tenga vida eterna. John 3:16 Porque de tal manera amó Dios al mundo, que haya dado a su Hijo unigénito; para que todo aquel que en él creyere, no se pierda, mas tenga vida eterna. John 3:17 Porque no envió Dios a su Hijo al mundo, para que condene al mundo; sino para que el mundo sea salvo por él. John 3:18 El que en él cree, no es condenado; mas el que no cree, ya es condenado; porque no creyó en el nombre del unigénito Hijo de Dios. John 3:19 Y ésta es la condenación, que la luz vino al mundo, y los hombres amaron más las tinieblas que la luz; porque sus obras eran malas. John 3:20 Porque todo aquel que hace lo malo, aborrece la luz, y no viene a la luz, porque sus obras no sean redargüidas. John 3:21 Mas el que obra verdad, viene a la luz, para que sus obras sean hechas manifiestas, porque son hechas en Dios. John 3:22 ¶ Pasado esto, vino Jesús y sus discípulos a una tierra de Judea; y estaba allí con ellos, y bautizaba. John 3:23 Y bautizaba también Juan en Enón junto a Salim, porque había allí muchas aguas; y venían, y eran bautizados. John 3:24 Porque aun Juan no había sido puesto en la cárcel. John 3:25 Y hubo una cuestión entre algunos de los discípulos de Juan y los Judíos acerca de la purificación. John 3:26 Y vinieron a Juan, y le dijeron: Rabbi, el que estaba contigo de la otra parte del Jordán, del cual tú diste testimonio, he aquí, bautiza, y todos vienen a él. John 3:27 ¶ Respondió Juan, y dijo: No puede el hombre recibir algo si no le fuere dado del cielo. John 3:28 Vosotros mismos me sois testigos que dije: Yo no soy el Cristo; mas soy enviado delante de él. John 3:29 El que tiene la esposa, es el esposo; mas el amigo del esposo, que está en pie y le oye, se goza grandemente de la voz del esposo. Así, pues, éste mi gozo es cumplido. John 3:30 A él conviene crecer; mas a mí descrecer. John 3:31 El que de arriba viene, sobre todos es: el que es de la tierra, terreno es, y cosas terrenas habla: el que viene del cielo, sobre todos es. John 3:32 Y lo que vio y oyó, esto testifica; y nadie recibe su testimonio. John 3:33 El que recibe su testimonio, éste selló, que Dios es verdadero; John 3:34 Porque el que Dios envió, las palabras de Dios habla; porque no le da Dios el Espíritu por medida. John 3:35 El Padre ama al Hijo, y todas las cosas dio en su mano. John 3:36 El que cree en el Hijo, tiene vida eterna; mas el que al Hijo es incrédulo, no verá la vida; sino que la ira de Dios queda sobre él. John 4:0 John 4:1 Como, pues, el Señor entendió que los Fariseos habían oído que Jesús hacía discípulos, y bautizaba más que Juan, John 4:2 (Aunque Jesús no bautizaba, sino sus discípulos,) John 4:3 Dejó a Judea, y se fue otra vez a Galilea. John 4:4 Y era menester que pasase por Samaria. John 4:5 Vino pues a una ciudad de Samaria que se llama Sicar, junto a la heredad que Jacob dio a José su hijo. John 4:6 Y estaba allí el pozo de Jacob. Jesús, pues, cansado del camino, se sentó así sobre el pozo. Era como la hora de sexta. John 4:7 Viene una mujer de Samaria a sacar agua; y Jesús le dice: Dáme de beber. John 4:8 (Porque sus discípulos habían ido a la ciudad a comprar de comer.) John 4:9 Y la mujer Samaritana le dice: ¿Cómo tú, siendo Judío, me demandas a mí de beber, que soy mujer Samaritana? Porque los Judíos no se tratan con los Samaritanos. John 4:10 Respondió Jesús, y le dijo: Si conocieses el don de Dios, y quien es el que te dice: Dáme de beber: tú pedirías de él, y él te daría agua viva. John 4:11 La mujer le dice: Señor, no tienes con que sacarla, y el pozo es hondo: ¿de dónde, pues, tienes el agua viva? John 4:12 ¿Eres tú mayor que nuestro padre Jacob, que nos dio este pozo, del cual él bebió, y sus hijos, y sus ganados? John 4:13 Respondió Jesús, y le dijo: Cualquiera que bebiere de esta agua, volverá a tener sed; John 4:14 Mas el que bebiere del agua que yo le daré, para siempre no tendrá sed; mas el agua que yo le daré, será en él pozo de agua, que salte para vida eterna. John 4:15 La mujer le dice: Señor, dáme esta agua, para que yo no tenga sed, ni venga acá a sacarla. John 4:16 Jesús le dice: Vé, llama a tu marido, y ven acá. John 4:17 Respondió la mujer, y le dijo: No tengo marido. Dícele Jesús: Bien has dicho: No tengo marido; John 4:18 Porque cinco maridos has tenido; y el que ahora tienes, no es tu marido: esto has dicho con verdad. John 4:19 Dícele la mujer: Señor, paréceme que tú eres profeta. John 4:20 Nuestros padres adoraron en este monte, y vosotros decís, que en Jerusalem es el lugar donde es menester adorar. John 4:21 Dícele Jesús: Mujer, créeme, que la hora viene, cuando ni en este monte, ni en Jerusalem adoraréis al Padre. John 4:22 Vosotros adoráis lo que no sabéis: nosotros adoramos lo que sabemos; porque la salvación de los Judíos es. John 4:23 Mas la hora viene, y ahora es, cuando los verdaderos adoradores adorarán al Padre en espíritu y en verdad; porque también el Padre tales busca que le adoren. John 4:24 Dios es Espíritu, y los que le adoran, en espíritu y en verdad es menester que le adoren. John 4:25 Dícele la mujer: Yo sé que el Mesías ha de venir, el cual es llamado, el Cristo: cuando él viniere, nos declarará todas las cosas. John 4:26 Dícele Jesús: Yo soy, que hablo contigo. John 4:27 ¶ Y en esto vinieron sus discípulos, y se maravillaron de que hablaba con la mujer; mas ninguno le dijo: ¿Qué preguntas, o, qué hablas con ella? John 4:28 Entonces la mujer dejó su cántaro, y fue a la ciudad, y dijo a los hombres: John 4:29 Veníd, ved un hombre que me ha dicho todo cuanto he hecho: ¿si es quizá el Cristo? John 4:30 Entonces salieron de la ciudad, y vinieron a él. John 4:31 Entre tanto los discípulos le rogaban, diciendo: Rabbi, come. John 4:32 Y él les dijo: Yo tengo una comida que comer, que vosotros no sabéis. John 4:33 Entonces los discípulos decían el uno al otro: ¿Le ha traído alguien de comer? John 4:34 Díceles Jesús: Mi comida es, que yo haga la voluntad del que me envió, y que acabe su obra. John 4:35 ¿No decís vosotros, que aun hay cuatro meses hasta la siega? He aquí, yo os digo: Alzád vuestros ojos, y mirád las regiones; porque ya están blancas para la siega. John 4:36 Y el que siega recibe salario, y allega fruto para vida eterna; para que el que siembra también goce, y el que siega. John 4:37 Porque en esto es el dicho verdadero: Que uno es el que siembra, y otro es el que siega. John 4:38 Yo os he enviado a segar lo que vosotros no labrasteis: otros labraron, y vosotros habéis entrado en sus labores. John 4:39 Y muchos de los Samaritanos de aquella ciudad creyeron en él por la palabra de la mujer, que daba testimonio, diciendo: Me dijo todo cuanto he hecho. John 4:40 Mas viniendo los Samaritanos a él, le rogaron que se quedase allí; y se quedó allí dos días. John 4:41 Y creyeron muchos más por la palabra de él. John 4:42 Y decían a la mujer: Ya no creemos por tu dicho; porque nosotros mismos le hemos oído; y sabemos, que verdaderamente éste es el Cristo, el Salvador del mundo. John 4:43 ¶ Y dos días después salió de allí, y se fue a Galilea. John 4:44 Porque el mismo Jesús dio testimonio: Que el profeta en su tierra no tiene honra. John 4:45 Y como vino a Galilea, los Galileos le recibieron, vistas todas las cosas que había hecho en Jerusalem en la fiesta; porque también ellos habían ido a la fiesta. John 4:46 Vino pues Jesús otra vez a Cana de Galilea, donde había hecho el vino del agua. Y había un cierto cortesano, cuyo hijo estaba enfermo en Capernaum. John 4:47 Este, como oyó que Jesús venía de Judea a Galilea, fue a él, y le rogaba que descendiese, y sanase su hijo; porque se comenzaba a morir. John 4:48 Entonces Jesús le dijo: Si no viereis señales y maravillas, no creeréis. John 4:49 El cortesano le dijo: Señor, desciende antes que mi hijo muera. John 4:50 Dícele Jesús: Vé, tu hijo vive. Creyó el hombre a la palabra que Jesús le dijo, y se fue. John 4:51 Y como él iba ya descendiendo, sus criados le salieron a recibir, y le dieron nuevas, diciendo: Tu hijo vive. John 4:52 Entonces él les preguntó a qué hora comenzó a estar mejor; y le dijeron: Ayer a la sétima hora le dejó la fiebre. John 4:53 El padre entonces entendió, que aquella hora era cuando Jesús le dijo: Tu hijo vive; y creyó él, y toda su casa. John 4:54 Este segundo milagro volvió Jesús a hacer cuando vino de Judea a Galilea. John 5:0 John 5:1 Después de estas cosas, había una fiesta de los Judíos, y subió Jesús a Jerusalem. John 5:2 Y hay en Jerusalem junto a la puerta del ganado un estanque, que en lengua Hebrea es llamado Betesda, el cual tiene cinco pórticos. John 5:3 En estos estaba echada una grande multitud de enfermos, ciegos, cojos, secos, que estaban esperando el movimiento del agua; John 5:4 Porque un ángel descendía a cierto tiempo al estanque, y revolvía el agua; y el que primero entraba en el estanque, después del movimiento del agua, quedaba sano de cualquier enfermedad que tuviese. John 5:5 ¶ Y estaba allí un hombre, que había treinta y ocho años que estaba enfermo. John 5:6 Como Jesús le vio echado, y entendió que ya había mucho tiempo que estaba enfermo, dícele: ¿Quiéres ser sano? John 5:7 Y el enfermo le respondió: Señor, no tengo hombre, que cuando el agua fuere revuelta, me meta en el estanque; porque entre tanto que yo voy, otro antes de mí ha descendido. John 5:8 Dícele Jesús: Levántate, toma tu lecho, y anda. John 5:9 Y luego aquel hombre fue sano, y tomó su lecho, e íbase; y era sábado aquel día. John 5:10 Entonces los Judíos decían a aquel que había sido sanado: Sábado es, no te es lícito llevar tu lecho. John 5:11 Respondióles: El que me sanó, el mismo me dijo: Toma tu lecho, y anda. John 5:12 Y le preguntaron entonces: ¿Quién es el que te dijo: Toma tu lecho, y anda? John 5:13 Y el que había sido sanado, no sabía quien fuese; porque Jesús se había apartado de la multitud que estaba en aquel lugar. John 5:14 Después le halló Jesús en el templo, y le dijo: He aquí, ya estás sano: no peques más, porque no te venga alguna cosa peor. John 5:15 El hombre se fue entonces, y dio aviso a los Judíos, que Jesús era el que le había sanado. John 5:16 ¶ Y por esta causa los Judíos perseguían a Jesús, y procuraban matarle, porque hacía estas cosas en sábado. John 5:17 Y Jesús les respondió: Mi Padre hasta ahora obra, y yo obro. John 5:18 Entonces por tanto más procuraban los Judíos matarle; porque no solo quebrantaba el sábado, mas aun también decía que era Dios su Padre, haciéndose igual a Dios. John 5:19 Respondió pues Jesús, y les dijo: De cierto, de cierto os digo: Que no puede el Hijo hacer algo de sí mismo, sino lo que viere hacer al Padre; porque todo lo que él hace, esto también hace el Hijo juntamente. John 5:20 Porque el Padre ama al Hijo, y le muestra todas las cosas que él hace; y mayores obras que estas le mostrará, de modo que vosotros os maravilléis. John 5:21 Porque como el Padre levanta los muertos, y les da vida, así también el Hijo a los que quiere da vida. John 5:22 Porque el Padre a nadie juzga, mas todo el juicio dio al Hijo; John 5:23 Para que todos honren al Hijo, como honran al Padre: el que no honra al Hijo, no honra al Padre que le envió. John 5:24 De cierto, de cierto os digo: Que el que oye mi palabra, y cree al que me envió, tiene vida eterna; y no vendrá en condenación, mas pasó de muerte a vida. John 5:25 De cierto, de cierto os digo: Que vendrá hora, y ahora es, cuando los muertos oirán la voz del Hijo de Dios; y los que oyeren, vivirán. John 5:26 Porque como el Padre tiene vida en sí mismo, así dio también al Hijo que tuviese vida en sí mismo. John 5:27 Y también le dio poder de hacer juicio, porque es el Hijo del hombre. John 5:28 No os maravilléis de esto; porque vendrá hora, cuando todos los que están en los sepulcros oirán su voz; John 5:29 Y los que hicieron bien, saldrán a resurrección de vida; y los que hicieron mal, a resurrección de condenación. John 5:30 No puedo yo de mí mismo hacer algo: como oigo, juzgo; y mi juicio es justo, porque no busco mi voluntad, mas la voluntad del Padre que me envió. John 5:31 ¶ Si yo doy testimonio de mí mismo, mi testimonio no es verdadero. John 5:32 Otro es el que da testimonio de mí; y yo sé que el testimonio que él da de mí, es verdadero. John 5:33 Vosotros enviasteis a Juan, y él dio testimonio a la verdad. John 5:34 Empero yo no tomo el testimonio de hombre: mas digo estas cosas, para que vosotros seáis salvos. John 5:35 El era antorcha que ardía, y alumbraba; y vosotros quisisteis regocijaros por un poco en su luz. John 5:36 Mas yo tengo mayor testimonio que el de Juan; porque las obras que el Padre me dio que cumpliese, es a saber, las mismas obras que yo hago, dan testimonio de mí, que el Padre me haya enviado. John 5:37 Y el Padre mismo que me envió, él dio testimonio de mí. Vosotros nunca habéis oído su voz, ni habéis visto su parecer. John 5:38 Ni tenéis su palabra permanente en vosotros; porque al que él envió, a éste vosotros no creéis. John 5:39 Escudriñád las Escrituras; porque a vosotros os parece, que en ellas tenéis la vida eterna; y ellas son las que dan testimonio de mí; John 5:40 Y no queréis venir a mí, para que tengáis vida. John 5:41 Gloria de los hombres no recibo. John 5:42 Mas yo os conozco, que no tenéis el amor de Dios en vosotros. John 5:43 Yo he venido en nombre de mi Padre, y no me recibís: si otro viniere en su proprio nombre, a aquel recibiréis. John 5:44 ¿Cómo podéis vosotros creer, los que tomáis gloria los unos de los otros? y no buscáis la gloria que de solo Dios viene. John 5:45 No pensáis que yo os tengo de acusar delante del Padre: hay quien os acusa, es a saber, Moisés, en quien vosotros esperáis. John 5:46 Porque si vosotros creyeseis a Moisés, creeríais a mí; porque de mí escribió él. John 5:47 Y si a sus escritos no creeis, ¿cómo creeréis a mis palabras? John 6:0 John 6:1 Pasadas estas cosas, se fue Jesús a la otra parte de la mar de Galilea, que es la mar de Tiberias. John 6:2 Y seguíale grande multitud, porque veían sus milagros que hacía en los enfermos. John 6:3 Subió pues Jesús a un monte, y se sentó allí con sus discípulos. John 6:4 Y estaba cerca la pascua, la fiesta de los Judíos. John 6:5 Y como alzó Jesús los ojos, y vio que había venido a él una grande multitud, dice a Felipe: ¿De dónde compraremos pan para que coman éstos? John 6:6 Mas esto decía tentándole; porque él sabía lo que había de hacer. John 6:7 Respondióle Felipe: Doscientos denarios de pan no les bastarán, para que cada uno de ellos tome un poco. John 6:8 Dícele uno de sus discípulos, Andrés, hermano de Simón Pedro: John 6:9 Un muchacho está aquí que tiene cinco panes de cebada y dos pececillos; ¿mas qué es esto entre tantos? John 6:10 Entonces Jesús dijo: Hacéd recostar los hombres. Y había mucha yerba en aquel lugar; y recostáronse como en número de cinco mil varones. John 6:11 Y tomó Jesús aquellos panes, y habiendo hecho gracias, repartió a los discípulos, y los discípulos a los que estaban recostados; y asimismo de los peces cuanto querían. John 6:12 Y como fueron hartos, dijo a sus discípulos: Cogéd los pedazos que han quedado, porque no se pierda nada. John 6:13 Recogiéronlos pues, y llenaron doce esportones de pedazos de los cinco panes de cebada, que sobraron a los que habían comido. John 6:14 Aquellos hombres entonces, como vieron el milagro que Jesús había hecho, decían: Este verdaderamente es el profeta, que había de venir al mundo. John 6:15 ¶ Entendiendo entonces Jesús, que habían de venir para tomarle por fuerza, y hacerle rey, volvió a huirse a un monte él solo. John 6:16 Y como se hizo tarde, descendieron sus discípulos a la mar, John 6:17 Y entrando en una nave, iban atravesando el mar hacia Capernaum. Y era ya oscuro, y Jesús no había venido a ellos. John 6:18 Y la mar se comenzó a levantar con un gran viento, que soplaba. John 6:19 Y cuando hubieron navegado como veinte y cinco, o treinta estadios, ven a Jesús que andaba sobre la mar, y se acercaba a la nave; y tuvieron miedo. John 6:20 Mas él les dijo: Yo soy: no tengáis miedo. John 6:21 Entonces ellos le recibieron de buena gana en la nave, y luego la nave llegó a la tierra donde iban. John 6:22 ¶ El día siguiente la gente que estaba de la otra parte de la mar, como vio que no había allí otra navecilla sino una, en la cual se habían entrado sus discípulos, y que Jesús no había entrado con sus discípulos en la nave, sino que sus discípulos solos se habían ido; John 6:23 Y que otras navecillas habían arribado de Tiberias, junto al lugar donde habían comido el pan, después de haber el Señor hecho gracias; John 6:24 Como vio pues la gente que Jesús no estaba allí, ni sus discípulos, entraron ellos también en las navecillas, y vinieron a Capernaum buscando a Jesús. John 6:25 Y hallándole de la otra parte de la mar, dijéronle: ¿Rabbi, cuándo llegaste acá? John 6:26 Respondióles Jesús, y dijo: De cierto, de cierto os digo, que me buscáis, no porque habéis visto los milagros, mas porque comisteis del pan, y os hartasteis. John 6:27 Trabajád, no por la comida que perece, mas por la comida que a vida eterna permanece, la cual el Hijo del hombre os dará; porque a éste selló el Padre, es a saber, Dios. John 6:28 Entonces le dijeron: ¿Qué haremos para que obremos las obras de Dios? John 6:29 Respondió Jesús, y les dijo: Esta es la obra de Dios, que creáis en el que él envió. John 6:30 Dijéronle entonces: ¿Qué señal pues haces tú, para que veamos, y te creamos? ¿Qué obras tú? John 6:31 Nuestros padres comieron el maná en el desierto, como está escrito: Pan del cielo les dio a comer. John 6:32 Y Jesús les dijo: De cierto, de cierto os digo, que no os dio Moisés el pan del cielo, mas mi Padre os da el verdadero pan del cielo. John 6:33 Porque el pan de Dios es aquel que descendió del cielo, y da vida al mundo. John 6:34 Entonces le dijeron: Señor, dános siempre este pan. John 6:35 Y Jesús les dijo: Yo soy el pan de vida: el que a mí viene, nunca tendrá hambre; y el que en mí cree, no tendrá sed jamás. John 6:36 Mas ya os he dicho, que también me habéis visto, y no me creéis. John 6:37 Todo lo que el Padre me da, vendrá a mí; y al que a mí viene, no le echo fuera. John 6:38 Porque he descendido del cielo, no para hacer mi voluntad, sino la voluntad de aquel que me envió. John 6:39 Y esta es la voluntad del Padre que me envió: Que de todo lo que me dio, no pierda yo nada de ello, sino que lo resucite en el día postrero. John 6:40 Y esta es la voluntad de aquel que me envió: Que todo aquel que ve al Hijo, y cree en él, tenga vida eterna; y yo le resucitaré en el día postrero. John 6:41 ¶ Murmuraban entonces de él los Judíos, porque había dicho: Yo soy el pan que descendí del cielo. John 6:42 Y decían: ¿No es éste Jesús, el hijo de José, cuyo padre y madre nosotros conocemos? ¿Cómo pues dice éste: Yo he descendido del cielo? John 6:43 Y Jesús respondió, y les dijo: No murmuréis entre vosotros. John 6:44 Ninguno puede venir a mí, si el Padre que me envió no le trajere; y yo le resucitaré en el día postrero. John 6:45 Escrito está en los profetas: Y serán todos enseñados de Dios: así que todo aquel que oyó del Padre, y aprendió, viene a mí. John 6:46 No que alguno haya visto al Padre, sino aquel que es de Dios, éste ha visto al Padre. John 6:47 De cierto, de cierto os digo: El que cree en mí, tiene vida eterna. John 6:48 Yo soy el pan de vida. John 6:49 Vuestros padres comieron el maná en el desierto, y han muerto. John 6:50 Este es el pan que desciende del cielo, para que el que de él comiere, no muera. John 6:51 Yo soy el pan vivo que ha descendido del cielo: si alguno comiere de este pan, vivirá para siempre; y el pan que yo daré es mi carne, la cual yo daré por la vida del mundo. John 6:52 ¶ Entonces los Judíos altercaban entre sí, diciendo: ¿Cómo puede este hombre darnos su carne a comer? John 6:53 Jesús les dijo entonces: De cierto, de cierto os digo: Si no coméis la carne del Hijo del hombre, y bebéis su sangre, no tenéis vida en vosotros. John 6:54 El que come mi carne, y bebe mi sangre, tiene vida eterna; y yo le resucitaré en el día postrero. John 6:55 Porque mi carne verdaderamente es comida, y mi sangre verdaderamente es bebida. John 6:56 El que come mi carne, y bebe mi sangre, en mí mora, y yo en él. John 6:57 Como me envió el Padre viviente, y yo vivo por el Padre, así también el que me come, él también vivirá por mí. John 6:58 Este es el pan que descendió del cielo: no como vuestros padres que comieron el maná, y son muertos: el que come de este pan, vivirá eternamente. John 6:59 ¶ Estas cosas dijo en la sinagoga, enseñando en Capernaum. John 6:60 Entonces muchos de sus discípulos oyendo esto, dijeron: Dura es esta palabra, ¿quién la puede oír? John 6:61 Y sabiendo Jesús en sí mismo que sus discípulos murmuraban de esto, les dijo: ¿Esto os escandaliza? John 6:62 ¿Pues qué si viereis al Hijo del hombre subir donde estaba primero? John 6:63 El espíritu es el que da vida: la carne de nada aprovecha: las palabras que yo os hablo, espíritu son, y vida son. John 6:64 Mas hay algunos de vosotros que no creen. Porque Jesús desde el principio sabía quiénes eran los que no habían de creer, y quien le había de entregar. John 6:65 Y decía: Por eso os he dicho: Que ninguno puede venir a mí, si no le fuere dado de mi Padre. John 6:66 Desde entonces muchos de sus discípulos volvieron atrás, y ya no andaban más con él. John 6:67 Dijo, pues, Jesús a los doce: ¿Queréis vosotros iros también? John 6:68 Respondióle entonces Simón Pedro: ¿Señor, a quién iremos? tú tienes las palabras de vida eterna. John 6:69 Y nosotros creemos y conocemos, que tú eres el Cristo, el Hijo de Dios viviente. John 6:70 Jesús les respondió: ¿No os he yo escogido doce, y el uno de vosotros es diablo? John 6:71 Y hablaba de Júdas Iscariote, hijo de Simón; porque éste era el que le había de entregar, el cual era uno de los doce. John 7:0 John 7:1 Y pasadas estas cosas, andaba Jesús en Galilea; que no quería andar en Judea, porque los Judíos procuraban de matarle. John 7:2 Y estaba cerca la fiesta de los Judíos, llamada, de las cabañas. John 7:3 Dijéronle pues sus hermanos: Pásate de aquí, y vete a Judea, para que también tus discípulos vean las obras que haces; John 7:4 Porque ninguno que procura ser insigne, hace algo en oculto. Si estas cosas haces, manifiéstate al mundo. John 7:5 Porque ni aun sus hermanos creían en él. John 7:6 Díceles entonces Jesús: Mi tiempo aun no es venido; mas vuestro tiempo siempre es presto. John 7:7 No puede el mundo aborreceros a vosotros; mas a mí me aborrece, porque yo doy testimonio de él, que sus obras son malas. John 7:8 Vosotros subíd a esta fiesta: yo no subo aun a esta fiesta; porque mi tiempo no es aun cumplido. John 7:9 Y habiéndoles dicho esto, se quedó en Galilea. John 7:10 Mas como sus hermanos hubieron subido, entonces él también subió a la fiesta, no manifiestamente, mas como en secreto. John 7:11 Entonces los Judíos le buscaban en la fiesta, y decían: ¿Dónde está aquel? John 7:12 Y había grande murmullo acerca de él entre el pueblo; porque unos decían: Buen hombre es; y otros decían: No, antes engaña al pueblo. John 7:13 Mas ninguno hablaba abiertamente de él, por miedo de los Judíos, John 7:14 Y al medio de la fiesta, subió Jesús al templo, y enseñaba. John 7:15 Y maravillábanse los Judíos, diciendo: ¿Cómo sabe este hombre letras, no habiendo aprendido? John 7:16 Respondióles Jesús, y dijo: Mi doctrina no es mía, sino de el que me envió. John 7:17 El que quisiere hacer su voluntad, conocerá de la doctrina si es de Dios, o si yo hablo de mí mismo. John 7:18 El que habla de sí mismo, gloria propia busca; mas el que busca la gloria del que le envió, éste es verdadero, y no hay en él injusticia. John 7:19 ¶ ¿No os dio Moisés la ley; y sin embargo ninguno de vosotros guarda la ley? ¿Por qué me procuráis matar? John 7:20 Respondió el pueblo, y dijo: Demonio tienes: ¿quién te procura matar? John 7:21 Jesús respondió, y les dijo: Una obra hice, y vosotros todos os maravilláis. John 7:22 Cierto que Moisés os dio la circuncisión, (no porque sea de Moisés, sino de los padres,) y en sábado circuncidáis al hombre. John 7:23 Si recibe el hombre la circuncisión en sábado, para que la ley de Moisés no sea quebrantada, ¿os enojáis conmigo porque en sábado hice sano todo un hombre? John 7:24 No juzguéis según lo que parece, mas juzgád justo juicio. John 7:25 ¶ Decían entonces unos de los de Jerusalem: ¿No es éste al que buscan para matarle? John 7:26 Y, he aquí, habla públicamente, y no le dicen nada: ¿Han entendido ciertamente los príncipes, que éste es verdaderamente el Cristo? John 7:27 Mas éste, nosotros sabemos de donde es; empero cuando viniere el Cristo, nadie sabrá de donde sea. John 7:28 Entonces clamaba Jesús en el templo enseñando, y diciendo: Y a mí me conocéis, y sabéis de donde soy; y no he venido de mí mismo; mas el que me envió es verdadero, al cual vosotros ignoráis. John 7:29 Empero yo le conozco; porque de él soy, y él me envió. John 7:30 Entonces procuraban prenderle; mas ninguno metió sobre él la mano, porque aun no había venido su hora. John 7:31 Y del pueblo, muchos creyeron en él, y decían: ¿El Cristo cuándo viniere, hará más milagros que los que éste ha hecho? John 7:32 ¶ Los Fariseos oyeron al pueblo que murmuraba de él estas cosas; y los príncipes de los sacerdotes, y los Fariseos enviaron esbirros que le prendiesen. John 7:33 Y Jesús les dijo: Aun un poco de tiempo estoy con vosotros, y luego voy al que me envió. John 7:34 Me buscaréis, y no me hallaréis; y donde yo estoy, vosotros no podéis venir. John 7:35 Entonces los Judíos dijeron entre sí: ¿Dónde se ha de ir éste que no le hallarémos? ¿Irá a los dispersos entre los Gentiles, y enseñará a los Gentiles? John 7:36 ¿Qué dicho es éste que dijo: Me buscaréis, y no me hallaréis; y donde yo estoy, vosotros no podéis venir? John 7:37 En el postrer día, día grande de la fiesta, Jesús se ponía en pie, y clamaba, diciendo: Si alguno tiene sed, venga a mí, y beba. John 7:38 El que cree en mí, como dice la Escritura, de su vientre correrán ríos de agua viva. John 7:39 Y esto dijo del Espíritu, que habían de recibir los que creyesen en él; porque aun no había sido dado el Espíritu Santo, porque Jesús aun no había sido glorificado. John 7:40 Entonces muchos del pueblo oyendo este dicho, decían: Verdaderamente éste es el Profeta. John 7:41 Otros decían: Este es el Cristo. Algunos empero decían: ¿De Galilea ha de venir el Cristo? John 7:42 ¿No dice la Escritura: Que de la simiente de David, y de la aldea de Belén, de donde era David, vendrá el Cristo? John 7:43 Así que había disensión entre el pueblo a causa de él. John 7:44 Y algunos de ellos le querían prender; mas ninguno metió sobre él las manos. John 7:45 Y los esbirros vinieron a los príncipes de los sacerdotes, y a los Fariseos; y ellos les dijeron: ¿Por qué no le trajisteis? John 7:46 Los esbirros respondieron: Nunca así ha hablado hombre, como este hombre habla. John 7:47 Entonces los Fariseos les respondieron: ¿Sois también vosotros engañados? John 7:48 ¿Ha creído en él alguno de los príncipes, o de los Fariseos? John 7:49 Mas esta gente que no sabe la ley, malditos son. John 7:50 Díceles Nicodemo, el que vino a Jesús de noche, el cual era uno de ellos: John 7:51 ¿Juzga nuestra ley a hombre alguno, si primero no oyere de él, y entendiere lo que ha hecho? John 7:52 Respondieron, y dijéronle: ¿Eres tú también Galileo? Escudriña, y ve, que de Galilea nunca se levantó profeta. John 7:53 Y volviéronse cada uno a su casa. John 8:0 John 8:1 Y Jesús se fue al monte de las Olivas. John 8:2 Y por la mañana volvió al templo, y todo el pueblo vino a él; y sentado él los enseñaba. John 8:3 Entonces los escribas y los Fariseos traen a él una mujer tomada en adulterio; y poniéndola en medio, John 8:4 Dícenle: Maestro, esta mujer ha sido tomada en el mismo hecho adulterando. John 8:5 Y en la ley Moisés nos mandó apedrear a las tales: ¿Tú, pues, qué dices? John 8:6 Mas esto decían tentándole, para poderle acusar; empero Jesús bajado hacia abajo escribía en tierra con el dedo. John 8:7 Y como perseverasen preguntándole, enderezóse, y les dijo: El que de vosotros es sin pecado, arroje contra ella la piedra el primero. John 8:8 Y volviéndose a bajar hacia abajo, escribía en tierra. John 8:9 Oyendo pues ellos esto, redargüidos de la conciencia, salíanse uno a uno, comenzando desde los más viejos, hasta los postreros, y quedó solo Jesús, y la mujer que estaba en medio. John 8:10 Y enderezándose Jesús, y no viendo a nadie más que a la mujer, le dijo: ¿Mujer, dónde están los que te acusaban? ¿ninguno te ha condenado? John 8:11 Y ella dijo: Señor, ninguno. Entonces Jesús le dijo: Ni yo te condeno: vete, y no peques más. John 8:12 ¶ Y hablóles Jesús otra vez, diciendo: Yo soy la luz del mundo: el que me sigue, no andará en tinieblas; mas tendrá la luz de vida. John 8:13 Entonces los Fariseos le dijeron: Tú de ti mismo das testimonio: tu testimonio no es verdadero. John 8:14 Respondió Jesús, y les dijo: Aunque yo doy testimonio de mí mismo, mi testimonio es verdadero; porque sé de donde he venido, y a donde voy; mas vosotros no sabéis de donde vengo, y a donde voy. John 8:15 Vosotros según la carne juzgáis; mas yo no juzgo a nadie. John 8:16 Mas si yo juzgo, mi juicio es verdadero; porque no soy solo, sino yo, y el Padre que me envió. John 8:17 Y en vuestra ley está escrito, que el testimonio de dos hombres es verdadero. John 8:18 Yo soy el que doy testimonio de mí mismo; y da testimonio de mí el Padre que me envió. John 8:19 Entonces le decían: ¿Dónde está tu Padre? Respondió Jesús: Ni a mí me conocéis, ni a mi Padre. Si a mí me conocieseis, a mi Padre también conoceríais. John 8:20 Estas palabras habló Jesús en el tesoro, enseñando en el templo; y nadie le prendió, porque aun no había venido su hora. John 8:21 ¶ Y díjoles otra vez Jesús: Yo voy, y me buscaréis, y en vuestro pecado moriréis: a donde yo voy, vosotros no podéis venir. John 8:22 Decían entonces los Judíos: ¿Se ha de matar a sí mismo? porque dice: A donde yo voy, vosotros no podéis venir. John 8:23 Y les decía: Vosotros sois de abajo, yo soy de arriba: vosotros sois de este mundo, yo no soy de este mundo. John 8:24 Por eso os dije, que moriríais en vuestros pecados; porque si no creyereis que yo soy, en vuestros pecados moriréis. John 8:25 Y decíanle: ¿Tú, quién eres? Entonces Jesús les dijo: El que al principio también os he dicho. John 8:26 Muchas cosas tengo que decir, y que juzgar de vosotros; mas el que me envió, es verdadero; y yo lo que he oído de él, esto hablo en el mundo. John 8:27 Mas no entendieron que él les hablaba del Padre. John 8:28 Díjoles pues Jesús: Cuando levantareis al Hijo del hombre, entonces entenderéis que yo soy, y que nada hago de mí mismo; mas como el Padre me enseñó, esto hablo. John 8:29 Y el que me envió, conmigo está: no me ha dejado solo el Padre; porque yo, lo que a él agrada, hago siempre. John 8:30 Hablando él estas cosas, muchos creyeron en él. John 8:31 ¶ Entonces decía Jesús a los Judíos que le habían creído: Si vosotros permaneciereis en mi palabra, seréis verdaderamente mis discípulos; John 8:32 Y conoceréis la verdad, y la verdad os hará libres. John 8:33 Y respondiéronle: Simiente de Abraham somos, y jamás servimos a nadie: ¿cómo dices tú: Seréis hechos libres? John 8:34 Jesús les respondió: De cierto, de cierto os digo, que todo aquel que hace pecado, es siervo del pecado. John 8:35 Y el siervo no queda en casa para siempre; mas el Hijo queda para siempre. John 8:36 Así que, si el Hijo os libertare, seréis verdaderamente libres. John 8:37 Yo sé que sois simiente de Abraham; mas procuráis matarme, porque mi palabra no cabe en vosotros. John 8:38 Yo, lo que he visto con mi Padre, hablo; y vosotros lo que habéis visto con vuestro padre, hacéis. John 8:39 Respondieron, y dijéronle: Nuestro padre es Abraham. Díceles Jesús: Si fuerais hijos de Abraham, las obras de Abraham, haríais. John 8:40 Empero ahora procuráis de matarme, hombre que os he hablado la verdad, la cual he oído de Dios: no hizo esto Abraham. John 8:41 Vosotros hacéis las obras de vuestro padre. Dijéronle pues: Nosotros no somos nacidos de fornicación: un solo Padre tenemos, que es Dios. John 8:42 Jesús entonces les dijo: Si vuestro Padre fuera Dios, ciertamente me amaríais a ; porque yo de Dios he salido, y he venido; que no he venido de mí mismo, mas él me envió. John 8:43 ¿Por qué no entendéis mi lenguaje? es porque no podéis oír mi palabra. John 8:44 Vosotros de vuestro padre el diablo sois, y los deseos de vuestro padre queréis cumplir: él homicida ha sido desde el principio; y no permaneció en la verdad; porque no hay verdad en él. Cuando habla mentira, de suyo habla; porque es mentiroso, y padre de mentira. John 8:45 Y porque yo os digo la verdad, no me creéis. John 8:46 ¿Quién de vosotros me redarguye de pecado? Y si digo la verdad, ¿por qué vosotros no me creéis? John 8:47 El que es de Dios, las palabras de Dios oye: las cuales por tanto no oís vosotros, porque no sois de Dios. John 8:48 Respondieron entonces los Judíos, y dijéronle: ¿No decimos bien nosotros, que tú eres Samaritano, y que tienes demonio? John 8:49 Respondió Jesús: Yo no tengo demonio; antes honro a mi Padre, y vosotros me habéis deshonrado. John 8:50 Y yo no busco mi gloria: hay quien la busque, y juzgue. John 8:51 De cierto, de cierto os digo, que el que guardare mi palabra, no verá muerte para siempre. John 8:52 Entonces los Judíos le dijeron: Ahora conocemos que tienes demonio: Abraham murió, y los profetas; y tú dices: El que guardare mi palabra, no gustará muerte para siempre. John 8:53 ¿Eres tú mayor que nuestro padre Abraham, el cual murió? y los profetas murieron: ¿quién te haces a ti mismo? John 8:54 Respondió Jesús: Si yo me glorifico a mí mismo, mi gloria es nada: mi Padre es el que me glorifica: el que vosotros decís, que es vuestro Dios. John 8:55 Mas no le conocéis: yo empero le conozco; y si dijere que no le conozco, seré como vosotros, mentiroso; mas le conozco, y guardo su palabra. John 8:56 Abraham vuestro padre se regocijó por ver mi día; y lo vio, y se regocijó. John 8:57 Dijéronle entonces los Judíos: Aun no tienes cincuenta años; ¿y has visto a Abraham? John 8:58 Díjoles Jesús: De cierto, de cierto os digo, antes que Abraham fuese, yo soy. John 8:59 Tomaron entonces piedras para arrojarle; mas Jesús se encubrió, y se salió del templo, pasando por medio de ellos, y así pasó. John 9:0 John 9:1 Y pasando Jesús, vio a un hombre ciego desde su nacimiento. John 9:2 Y preguntáronle sus discípulos, diciendo: ¿Rabbi, quién pecó, éste o sus padres, para que naciese ciego? John 9:3 Respondió Jesús: Ni éste pecó, ni sus padres: sino para que las obras de Dios se manifiesten en él. John 9:4 A mí me conviene obrar las obras de aquel que me envió, entre tanto que el día es: la noche viene, cuando nadie puede obrar. John 9:5 Entre tanto que estuviere en el mundo, la luz soy del mundo. John 9:6 Esto dicho, escupió en tierra; e hizo lodo de la saliva, y untó con el lodo sobre los ojos del ciego, John 9:7 Y le dijo: Vé, lávate en el estanque de Siloé, que interpretado, significa Enviado. Se fue pues, y se lavó, y volvió viendo. John 9:8 ¶ Entonces los vecinos, y los que antes le habían visto que era ciego, decían: ¿No es éste el que se sentaba, y mendigaba? John 9:9 Otros decían: Este es; y otros: Se le parece; mas él decía: Yo soy. John 9:10 Por esto le decían: ¿Cómo te fueron abiertos los ojos? John 9:11 Respondió él, y dijo: Aquel hombre que se llama Jesús, hizo lodo, y me untó los ojos, y me dijo: Vé al estanque de Siloé, y lávate; y yo fui, y me lavé, y recibí la vista. John 9:12 Entonces le dijeron: ¿Dónde está aquel? Dice él: No sé. John 9:13 Llévanle a los Fariseos, al que antes había sido ciego. John 9:14 Y era sábado cuando Jesús había hecho el lodo, y le había abierto los ojos. John 9:15 Y volviéronle a preguntar también los Fariseos, de qué manera había recibido la vista. El les dijo: Púsome lodo sobre los ojos, y me lavé, y veo. John 9:16 Entonces unos de los Fariseos le decían: Este hombre no es de Dios, porque no guarda el sábado. Y otros decían: ¿Cómo puede un hombre pecador hacer tales milagros? Y había disensión entre ellos. John 9:17 Vuelven a decir al ciego: ¿Tú, qué dices de el que te abrió los ojos? Y él dijo: Que es un profeta. John 9:18 Mas los Judíos no creían de él, que había sido él ciego, y hubiese recibido la vista, hasta que llamaron a los padres de el que había recibido la vista. John 9:19 Y preguntáronles, diciendo: ¿Es éste vuestro hijo, el que vosotros decís, que nació ciego? ¿Cómo, pues, ve ahora? John 9:20 Respondiéronles sus padres, y dijeron: Sabemos que éste es nuestro hijo, y que nació ciego: John 9:21 Mas como vea ahora, no lo sabemos; o quien le haya abierto los ojos, nosotros no lo sabemos: él tiene edád, preguntádle a él, él hablará por sí mismo. John 9:22 Esto dijeron sus padres, porque tenían miedo de los Judíos; porque ya los Judíos habían concluido que si alguno confesase ser él el Mesías, que fuese echado fuera de la sinagoga. John 9:23 Por eso dijeron sus padres: Edad tiene, preguntádle a él. John 9:24 Así que volvieron a llamar al hombre que había sido ciego, y le dijeron: Da gloria a Dios: nosotros sabemos que este hombre es pecador. John 9:25 Entonces él respondió, y dijo: Si es pecador o no, yo no lo sé: una cosa sé, que habiendo yo sido ciego, ahora veo. John 9:26 Y volviéronle a decir: ¿Qué te hizo? ¿Cómo te abrió los ojos? John 9:27 Respondióles: Ya os lo he dicho, y no lo habéis escuchado: ¿por qué lo queréis otra vez oír? ¿Queréis también vosotros haceros sus discípulos? John 9:28 Entonces le vilipendiaron, y dijeron: Tú eres su discípulo; mas nosotros discípulos de Moisés somos. John 9:29 Nosotros sabemos que a Moisés habló Dios; mas éste no sabemos de donde es. John 9:30 Respondióles el hombre, y les dijo: Cierto maravillosa cosa es esta, que vosotros no sabéis de donde sea, y con todo a mí me abrió los ojos. John 9:31 Y sabemos que Dios no oye a los pecadores; mas si alguno es adorador de Dios, y hace su voluntad, a éste oye. John 9:32 Desde el principio del mundo no fue oído, que abriese alguno los ojos de uno que nació ciego. John 9:33 Si este hombre no fuera de Dios, no pudiera hacer nada. John 9:34 Respondieron y le dijeron: En pecados eres nacido todo; ¿y tú nos enseñas? Y echáronle fuera. John 9:35 Oyó Jesús que le habían echado fuera; y hallándole, le dijo: ¿Tú crees en el Hijo de Dios? John 9:36 Respondió él, y dijo: ¿Quién es, Señor, para que crea en él? John 9:37 Y díjole Jesús: Ya le has visto, y el que habla contigo, él es. John 9:38 Y él dijo: Creo, Señor. Y le adoró. John 9:39 ¶ Y dijo Jesús: Yo, para juicio he venido a este mundo, para que los que no ven, vean; y para que los que ven, sean cegados. John 9:40 Y oyeron esto algunos de los Fariseos que estaban con él, y le dijeron: ¿Somos nosotros también ciegos? John 9:41 Díjoles Jesús: Si fuerais ciegos, no tuvierais pecado; mas ahora decís: Vemos; por tanto vuestro pecado permanece. John 10:0 John 10:1 De cierto, de cierto os digo, que el que no entra por la puerta en el aprisco de las ovejas, mas sube por otra parte, el tal ladrón es y robador. John 10:2 Mas el que entra por la puerta, el pastor de las ovejas es. John 10:3 A éste abre el portero, y las ovejas oyen su voz; y a sus ovejas llama por nombre, y las saca. John 10:4 Y como ha sacado fuera sus ovejas, va delante de ellas; y las ovejas le siguen; porque conocen su voz. John 10:5 Mas al extraño no seguirán, antes huirán de él; porque no conocen la voz de los extraños. John 10:6 Esta parábola les dijo Jesús; mas ellos no entendieron qué era lo que les decía. John 10:7 Volvióles pues Jesús a decir: De cierto, de cierto os digo, que yo soy la puerta de las ovejas. John 10:8 Todos los que antes de mí vinieron, ladrones son y robadores, mas no los oyeron las ovejas. John 10:9 Yo soy la puerta: el que por mí entrare, será salvo; y entrará, y saldrá, y hallará pastos. John 10:10 El ladrón no viene sino para hurtar, y matar, y destruir: yo he venido para que tengan vida, y para que la tengan en grande abundancia. John 10:11 Yo soy el buen pastor: el buen pastor su alma da por las ovejas. John 10:12 Mas el asalariado, y que no es el pastor, cuyas no son proprias las ovejas, ve al lobo que viene, y deja las ovejas, y huye; y el lobo arrebata, y dispersa las ovejas. John 10:13 Así que el asalariado huye, porque es asalariado, y no tiene cuidado de las ovejas. John 10:14 Yo soy el buen pastor; y conozco mis ovejas, y las mías me conocen, John 10:15 Como el Padre me conoce a , y yo conozco al Padre; y pongo mi vida por las ovejas. John 10:16 También tengo otras ovejas que no son de este redil: aquellas también he de traer, y oirán mi voz; y habrá un rebaño, y un pastor. John 10:17 Por eso me ama el Padre, porque yo pongo mi vida, para volverla a tomar. John 10:18 Nadie la quita de mí, mas yo la pongo de mí mismo; porque tengo poder para ponerla, y tengo poder para volverla a tomar. Este mandamiento recibí de mi Padre. John 10:19 Y volvió a haber disensión entre los Judíos por estas palabras. John 10:20 Y muchos de ellos decían: Demonio tiene, y está loco: ¿para qué le oís? John 10:21 Decían otros: Estas palabras no son de endemoniado: ¿puede el demonio abrir los ojos de los ciegos? John 10:22 Y hacíase la fiesta de la dedicación en Jerusalem, y era invierno. John 10:23 Y Jesús andaba en el templo por el pórtico de Salomón. John 10:24 Y rodeáronle los Judíos, y le dijeron: ¿Hasta cuándo traes suspensa nuestra alma? Si tú eres el Cristo, dínoslo abiertamente. John 10:25 Respondióles Jesús: Os lo he dicho, y no lo creísteis: las obras que yo hago en nombre de mi Padre, estas dan testimonio de mí. John 10:26 Mas vosotros no creéis, porque no sois de mis ovejas, como os he dicho. John 10:27 Mis ovejas oyen mi voz, y yo las conozco, y ellas me siguen; John 10:28 Y yo les doy vida eterna, y para siempre no perecerán, y nadie las arrebatará de mi mano. John 10:29 Mi Padre que me las dio, mayor que todos es; y nadie las puede arrebatar de la mano de mi Padre. John 10:30 Yo y mi Padre somos uno. John 10:31 ¶ Entonces volvieron a tomar piedras los Judíos, para apedrearle. John 10:32 Respondióles Jesús: Muchas buenas obras os he mostrado de mi Padre, ¿por cuál obra de ellas me apedreáis? John 10:33 Respondiéronle los Judíos, diciendo: Por la buena obra no te apedreamos, sino por la blasfemia; y porque tú, siendo hombre, te haces Dios. John 10:34 Respondióles Jesús: ¿No está escrito en vuestra ley: Yo dije: Dioses sois? John 10:35 Si llamó dioses a aquellos, a los cuales vino la palabra de Dios, y la Escritura no puede ser quebrantada, John 10:36 ¿A mí que el Padre santificó, y envió al mundo, vosotros decís: Tú blasfemas; porque dije: Soy el Hijo de Dios? John 10:37 Si no hago obras de mi Padre, no me creáis. John 10:38 Mas si las hago, aunque a mí no creáis, creéd a las obras, para que conozcáis y creáis, que el Padre es en mí, y yo en él. John 10:39 Y procuraban otra vez prenderle; mas él se salió de sus manos, John 10:40 Y volvióse tras el Jordán, a aquel lugar donde primero había estado bautizando Juan, y se estuvo allí. John 10:41 Y muchos venían a él, y decían: Juan a la verdad ningún milagro hizo; mas todo lo que Juan dijo de éste, era verdad. John 10:42 Y muchos creyeron allí en él. John 11:0 John 11:1 Estaba entonces enfermo un hombre llamado Lázaro, de Betania, la aldea de María y de Marta su hermana. John 11:2 (Era María la que ungió al Señor con ungüento, y limpió sus pies con sus cabellos, cuyo hermano Lázaro estaba enfermo.) John 11:3 Enviaron pues sus hermanas a él, diciendo: Señor, he aquí, el que amas está enfermo. John 11:4 Y oyéndolo Jesús, dijo: Esta enfermedad no es para muerte, sino por gloria de Dios, para que el Hijo de Dios sea glorificado por ella. John 11:5 Y amaba Jesús a Marta, y a su hermana, y a Lázaro. John 11:6 Como oyó, pues, que estaba enfermo, entonces a la verdad se quedó dos días en aquel lugar donde estaba. John 11:7 Luego después de esto dijo a sus discípulos: Vamos a Judea otra vez. John 11:8 Dícenle sus discípulos: Rabbi, ahora poco procuraban los Judíos apedrearte, ¿y vas otra vez allá? John 11:9 Respondió Jesús: ¿No tiene el día doce horas? El que anduviere de día, no tropieza, porque ve la luz de este mundo. John 11:10 Mas el que anduviere de noche, tropieza, porque no hay luz en él. John 11:11 Dicho esto, díceles después: Lázaro nuestro amigo duerme; mas voy a despertarle del sueño. John 11:12 Dijéronle entonces sus discípulos: Señor, si duerme, bueno estará. John 11:13 Mas esto decía Jesús de la muerte de él; y ellos pensaron que hablaba de dormir de sueño. John 11:14 Entonces pues Jesús les dijo claramente: Lázaro es muerto; John 11:15 Y huélgome por vosotros, que yo no haya estado allí, porque creáis; mas vamos a él. John 11:16 Dijo entonces Tomás, el que se llama Dídimo, a sus condiscípulos: Vamos también nosotros, para que muramos con él. John 11:17 Vino pues Jesús, y hallólo, que había cuatro días que estaba en el sepulcro. John 11:18 Betania estaba cerca de Jerusalem como quince estadios. John 11:19 Y muchos de los Judíos habían venido a Marta y a María, para consolarlas de su hermano. John 11:20 Entonces Marta, como oyó que Jesús venía, le salió a recibir; mas María estaba sentada en casa. John 11:21 Entonces Marta dijo a Jesús: Señor, si hubieras estado aquí, mi hermano no hubiera muerto. John 11:22 Mas sé que también ahora, todo lo que pidieres a Dios, te lo dará Dios. John 11:23 Dícele Jesús: Resucitará tu hermano. John 11:24 Marta le dice: Yo sé que resucitará en la resurrección en el día postrero. John 11:25 Dícele Jesús: Yo soy la resurrección, y la vida: el que cree en mí, aunque esté muerto, vivirá; John 11:26 Y todo aquel que vive, y cree en mí no morirá eternamente. ¿Crees esto? John 11:27 Ella le dice: Sí, Señor, yo he creído que tú eres el Cristo, el Hijo de Dios, que había de venir al mundo. John 11:28 Y esto dicho, se fue, y llamó en secreto a María su hermana, diciendo: El Maestro está aquí, y te llama. John 11:29 Ella, como lo oyó, se levanta prestamente, y viene a él. John 11:30 (Porque aun no había llegado Jesús a la aldea, mas estaba en aquel lugar donde Marta le había salido a recibir.) John 11:31 Entonces los Judíos que estaban en casa con ella, y la consolaban, como vieron que María se había levantado prestamente, y había salido, la siguieron, diciendo: Va al sepulcro a llorar allí. John 11:32 Mas María, como vino donde estaba Jesús, viéndole, derribóse a sus pies, diciéndole: Señor, si hubieras estado aquí, no hubiera muerto mi hermano. John 11:33 Jesús entonces como la vio llorando, y a los Judíos que habían venido juntamente con ella llorando, gimió en espíritu, y se turbó, John 11:34 Y dijo: ¿Dónde le pusisteis? Dícenle: Señor, ven, y lo verás. John 11:35 Jesús lloraba. John 11:36 Dijeron entonces los Judíos: ¡He aquí cómo le amaba! John 11:37 Y algunos de ellos dijeron: ¿No podía éste, que abrió los ojos del ciego, hacer que éste no muriera? John 11:38 Y Jesús, gimiendo otra vez en sí mismo, vino al sepulcro, que era una cueva, la cual tenía una piedra puesta encima. John 11:39 Dice Jesús: Quitád la piedra. Marta, la hermana del que había sido muerto, le dice: Señor, hiede ya; que es muerto de cuatro días. John 11:40 Jesús le dice: ¿No te he dicho que si creyeres, verás la gloria de Dios? John 11:41 Entonces quitaron la piedra de donde el muerto había sido puesto; y Jesús, alzando los ojos arriba, dijo: Padre, gracias te doy porque me has oído. John 11:42 Y yo sabía que siempre me oyes; mas por causa del pueblo que está al rededor lo dije, para que crean que tú me has enviado. John 11:43 Y habiendo dicho estas cosas, clamó a gran voz: Lázaro, ven fuera. John 11:44 Entonces el que había sido muerto, salió, atadas las manos y los pies con vendas; y su rostro estaba envuelto en un sudario. Díceles Jesús: Desatádle, y dejádle ir. John 11:45 ¶ Entonces muchos de los Judíos que habían venido a María, y habían visto lo que había hecho Jesús, creyeron en él. John 11:46 Mas algunos de ellos fueron a los Fariseos, y les dijeron lo que Jesús había hecho. John 11:47 Entonces los príncipes de los sacerdotes, y los Fariseos juntaron concilio, y decían: ¿Qué hacemos? porque este hombre hace muchos milagros. John 11:48 Si le dejamos así, todos creerán en él; y vendrán los Romanos, y quitarán nuestro lugar y la nación. John 11:49 Entonces Caifás, uno de ellos, sumo sacerdote de aquel año, les dijo: Vosotros no sabéis nada, John 11:50 Ni consideráis que nos conviene que un hombre muera por el pueblo, y no que toda la nación se pierda. John 11:51 Mas esto no lo dijo de sí mismo; sino que, como era el sumo sacerdote de aquel año, profetizó que Jesús había de morir por la nación; John 11:52 Y no solamente por aquella nación, mas también para que juntase en uno a los hijos de Dios que estaban dispersos. John 11:53 Así que desde aquel día consultaban juntos para matarle. John 11:54 De manera que Jesús ya no andaba manifiestamente entre los Judíos; mas se fue de allí a la tierra que está junto al desierto, a una ciudad que se llama Efraím; y estábase allí con sus discípulos. John 11:55 Y la pascua de los Judíos estaba cerca; y muchos de la tierra subieron a Jerusalem antes de la pascua para purificarse. John 11:56 Y buscaban a Jesús, y hablaban los unos con los otros estando en el templo: ¿Qué os parece, que no vendrá a la fiesta? John 11:57 Mas los príncipes de los sacerdotes y los Fariseos habían dado mandamiento, que si alguno supiese donde estuviera, que lo manifestase, para que le prendiesen. John 12:0 John 12:1 Jesús pues seis días antes de la pascua vino a Betania, donde estaba Lázaro el que había muerto, al cual Jesús había resucitado de entre los muertos. John 12:2 E hiciéronle allí una cena, y Marta servía; mas Lázaro era uno de los que estaban sentados a la mesa juntamente con él. John 12:3 Entonces María tomó una libra de ungüento de nardo puro de mucho precio, y ungió los pies de Jesús, y limpió sus pies con sus cabellos; y la casa se llenó del olor del ungüento. John 12:4 Entonces dijo uno de sus discípulos, Júdas Iscariote, hijo de Simón, el que le había de entregar; John 12:5 ¿Por qué no se ha vendido este ungüento por trescientos denarios, y se dio a los pobres? John 12:6 Esto dijo, no por el cuidado que él tenía de los pobres; mas porque era ladrón; y tenía la bolsa, y traía lo que se echaba en ella. John 12:7 Entonces Jesús dijo: Déjala: para el día de mi sepultura ha guardado esto. John 12:8 Porque a los pobres siempre los tenéis con vosotros, mas a mí no siempre me tenéis. John 12:9 Entonces una gran multitud de los Judíos entendió que él estaba allí; y vinieron no solamente por causa de Jesús, sino también por ver a Lázaro al cual había resucitado de entre los muertos. John 12:10 Empero consultaron los príncipes de los sacerdotes, para matar también a Lázaro; John 12:11 Porque muchos de los Judíos iban y creían en Jesús por causa de él. John 12:12 ¶ El siguiente día una gran multitud de gente que había venido a la fiesta, como oyeron que Jesús venía a Jerusalem, John 12:13 Tomaron ramos de palmas, y saliéronle a recibir, y clamaban: Hosanna: Bendito el que viene en el nombre del Señor, el Rey de Israel. John 12:14 Y halló Jesús un asnillo, y se sentó sobre él, como está escrito: John 12:15 No temas, oh hija de Sión, he aquí, tu Rey viene asentado sobre un pollino de una asna. John 12:16 Mas estas cosas no las entendieron sus discípulos al principio: empero cuando Jesús fue glorificado, entonces se acordaron que estas cosas estaban escritas de él, y que le hicieron estas cosas. John 12:17 La gente, pues, que estaba con él, cuando llamó a Lázaro del sepulcro, y le resucitó de entre los muertos, daba testimonio. John 12:18 Por lo cual también había venido la gente a recibirle; porque habían oído que él había hecho este milagro. John 12:19 Mas los Fariseos dijeron entre sí: ¿Veis que nada aprovecháis? he aquí, que el mundo se va en pos de él. John 12:20 ¶ Y había ciertos Griegos de los que habían subido a adorar en la fiesta. John 12:21 Estos, pues, se llegaron a Felipe, que era de Betsaida de Galilea, y le rogaron, diciendo: Señor, querríamos ver a Jesús. John 12:22 Vino Felipe, y lo dijo a Andrés: Y otra vez Andrés, y Felipe, lo dicen a Jesús. John 12:23 Y Jesús les respondió, diciendo: La hora viene en que el Hijo del hombre ha de ser glorificado. John 12:24 De cierto, de cierto os digo, que si el grano de trigo que cae en la tierra, no muriere, él solo queda; mas si muriere, mucho fruto lleva. John 12:25 El que ama su vida, la perderá; y el que aborrece su vida en este mundo, para vida eterna la guardará. John 12:26 Si alguno me sirve, sígame; y donde yo estuviere, allí también estará mi servidor. Si alguno me sirviere, mi Padre le honrará. John 12:27 Ahora es turbada mi alma; ¿y qué diré? Padre, sálvame de esta hora; mas por esto he venido a esta hora. John 12:28 Padre, glorifica tu nombre. Entonces vino una voz del cielo, diciendo: Ya lo he glorificado, y lo glorificaré otra vez. John 12:29 El pueblo, pues, que estaba presente, y la había oído, decía que había sido un trueno: otros decían: Un ángel le ha hablado. John 12:30 Respondió Jesús, y dijo: No ha venido esta voz por mi causa, sino por causa de vosotros. John 12:31 Ahora es el juicio de este mundo: ahora el príncipe de este mundo será echado fuera. John 12:32 Y yo, si fuere levantado de la tierra, a todos atraeré a mí mismo. John 12:33 Y esto decía dando a entender de qué muerte había de morir. John 12:34 Respondióle la gente: Nosotros hemos oído de la ley, que el Cristo permanece para siempre: ¿cómo pues dices tú: El Hijo del hombre ha de ser levantado? ¿Quién es este Hijo del hombre? John 12:35 Entonces Jesús les dijo: Aun por un poco estará la luz entre vosotros: andád entre tanto que tenéis la luz, no sea que os alcancen las tinieblas; porque el que anda en tinieblas, no sabe donde va. John 12:36 Entre tanto que tenéis luz, creéd en la luz, para que seáis hijos de luz. Estas cosas habló Jesús, y se fue, y se escondió de ellos. John 12:37 ¶ Empero aunque había hecho delante de ellos tantos milagros, no creían en él; John 12:38 Para que se cumpliese el dicho que dijo el profeta Isaías: ¿Señor, quién ha creído a nuestro dicho? ¿y el brazo del Señor, a quién ha sido revelado? John 12:39 Por esto no podían creer, porque otra vez dijo Isaías: John 12:40 Cegó los ojos de ellos, y endureció su corazón; porque no vean de los ojos, ni entiendan de corazón, y se conviertan, y yo los sane. John 12:41 Estas cosas dijo Isaías, cuando vio su gloria, y habló de él. John 12:42 Con todo eso aun de los príncipes muchos creyeron en él; mas por causa de los Fariseos no le confesaban, por no ser echados de la sinagoga. John 12:43 Porque amaban más la gloria de los hombres que la gloria de Dios. John 12:44 ¶ Mas Jesús clamó, y dijo: El que cree en mí, no cree en mí, sino en aquel que me envió. John 12:45 Y el que me ve, ve al que me envió. John 12:46 Yo la luz he venido al mundo, para que todo aquel que cree en mí, no permanezca en tinieblas. John 12:47 Y el que oyere mis palabras, y no creyere, yo no le juzgo; porque no he venido a juzgar al mundo, mas a salvar al mundo. John 12:48 El que me desecha, y no recibe mis palabras, tiene quien le juzgue: la palabra que he hablado, ella le juzgará en el día postrero. John 12:49 Porque yo no he hablado de mí mismo; mas el Padre que me envió, él me dio mandamiento de lo que tengo de decir, y de lo que tengo de hablar. John 12:50 Y sé que su mandamiento es vida eterna: así que lo que yo hablo, como el Padre me lo ha dicho, así hablo. John 13:0 John 13:1 Y antes de la fiesta de la pascua, sabiendo Jesús que su hora era venida para que pasase de este mundo al Padre, como había amado a los suyos que estaban en el mundo, los amó hasta el fin. John 13:2 Y la cena acabada, como el diablo ya había metido en el corazón de Júdas Iscariote, hijo de Simón, que le entregase: John 13:3 Sabiendo Jesús que el Padre le había dado todas las cosas en sus manos, y que había venido de Dios, y a Dios iba: John 13:4 Levántase de la cena, y se quita su ropa, y tomando una toalla, se ciñó. John 13:5 Luego puso agua en el lebrillo, y comenzó a lavar los pies de los discípulos, y a limpiarlos con la toalla con que estaba ceñido. John 13:6 Viene pues a Simón Pedro; y éste le dice: ¿Señor, tú me lavas a mí los pies? John 13:7 Respondió Jesús, y le dijo: Lo que yo hago, tú no lo sabes ahora; mas lo sabrás después. John 13:8 Dícele Pedro: No me lavarás los pies jamás. Respondióle Jesús: Si no te lavare, no tendrás parte conmigo. John 13:9 Dícele Simón Pedro: Señor, no solo mis pies, mas aun mis manos, y mi cabeza. John 13:10 Dícele Jesús: El que está lavado, no ha menester sino que lave sus pies, pues está todo limpio. Y vosotros limpios estáis, aunque no todos. John 13:11 Porque sabía quien era el que le entregaba; por eso dijo: No estáis limpios todos. John 13:12 ¶ Así que, después que les hubo lavado los pies, y tomado su ropa, volviéndose a asentar otra vez, les dijo: ¿Sabéis lo que os he hecho? John 13:13 Vosotros me llamáis Maestro y Señor; y decís bien; porque lo soy: John 13:14 Pues si yo, vuestro Señor y Maestro, he lavado vuestros pies, vosotros también debéis lavar los pies los unos a los otros. John 13:15 Porque ejemplo os he dado, para que como yo os he hecho, vosotros también hagáis. John 13:16 De cierto, de cierto os digo: El siervo no es mayor que su Señor: ni el enviado es mayor que el que le envió. John 13:17 Si sabéis estas cosas, bienaventurados sois, si las hiciereis. John 13:18 No hablo de todos vosotros: yo sé los que he elegido; mas para que se cumpla la Escritura: El que come pan conmigo, levantó contra mí su calcañar. John 13:19 Desde ahora os lo digo, antes que suceda, para que cuando sucediere, creáis que yo soy. John 13:20 De cierto, de cierto os digo, que el que recibe al que yo enviare, a mí recibe; y el que a mí recibe, recibe al que me envió. John 13:21 ¶ Como hubo Jesús dicho esto, fue conmovido en espíritu, y protestó, y dijo: De cierto, de cierto os digo, que uno de vosotros me ha de entregar. John 13:22 Entonces los discípulos mirábanse los unos a los otros, dudando de quien hablaba. John 13:23 Y uno de sus discípulos, al cual Jesús amaba, estaba recostado en el seno de Jesús. John 13:24 A éste pues hizo señas Simón Pedro, para que preguntase quien era aquel de quien hablaba. John 13:25 El entonces recostado sobre el pecho de Jesús, le dice: ¿Señor, quién es? John 13:26 Respondió Jesús: Aquel es, a quien yo diere el pan mojado. Y mojando el pan, diólo a Júdas Iscariote, el hijo de Simón. John 13:27 Y tras el bocado Satanás entró en él. Entonces Jesús le dice: Lo que haces, házlo más presto. John 13:28 Empero esto ninguno de los que estaban a la mesa entendió a qué propósito se lo dijo. John 13:29 Porque algunos de ellos pensaban, porque Júdas tenía la bolsa, que Jesús le decía: Compra las cosas que nos son necesarias para la fiesta: o que diese algo a los pobres. John 13:30 Como él pues hubo tomado el bocado, luego salió; y era ya noche. John 13:31 ¶ Entonces como él salió, dijo Jesús: Ahora es glorificado el Hijo del hombre, y Dios es glorificado en él. John 13:32 Si Dios es glorificado en él, Dios también le glorificará en sí mismo; y luego le glorificará. John 13:33 Hijitos, aun un poco estoy con vosotros. Me buscaréis; y así como dije a los Judíos: Donde yo voy, vosotros no podéis venir; así ahora a vosotros lo digo. John 13:34 Un mandamiento nuevo os doy: Que os améis los unos a los otros: como os amé yo, que también os améis los unos a los otros. John 13:35 En esto conocerán todos que sois mis discípulos, si tuviereis amor los unos hacia los otros. John 13:36 Le dijo Simón Pedro: ¿Señor, a dónde vas? Respondióle Jesús: Donde yo voy, no me puedes ahora seguir; mas me seguirás después. John 13:37 Dícele Pedro: ¿Señor, por qué no te puedo seguir ahora? mi vida pondré por ti. John 13:38 Repondióle Jesús: ¿Tu vida pondrás por mí? De cierto, de cierto te digo: No cantará el gallo, sin que me hayas negado tres veces. John 14:0 John 14:1 No se turbe vuestro corazón: creeis en Dios, creéd también en mí. John 14:2 En la casa de mi Padre muchas moradas hay: si así no fuera, os lo hubiera yo dicho. Yo voy a aparejaros el lugar. John 14:3 Y si me fuere, y os aparejare el lugar, vendré otra vez, y os tomaré a mí mismo, para que donde yo estoy, vosotros también estéis. John 14:4 Y sabéis donde yo voy, y el camino sabéis. John 14:5 Dícele Tomás: Señor, no sabemos donde vas: ¿cómo pues podemos saber el camino? John 14:6 Jesús le dice: Yo soy el camino, y la verdad, y la vida; nadie viene al Padre, sino por mí. John 14:7 Si me conocieseis, también a mi Padre conoceríais; y desde ahora le conocéis, y le habéis visto. John 14:8 Dícele Felipe: Señor, muéstranos el Padre, y nos basta. John 14:9 Jesús le dice: ¿Tanto tiempo ha que estoy con vosotros, y no me has conocido aun, Felipe? El que me ha visto, ha visto al Padre. ¿Cómo pues dices tú: Muéstranos el Padre? John 14:10 ¿No crees que yo soy en el Padre, y el Padre en mí? Las palabras que yo os hablo, no las hablo de mí mismo; mas el Padre que está en mí, él hace las obras. John 14:11 Creédme que yo soy en el Padre, y el Padre en mí: o si no, creédme por las mismas obras. John 14:12 De cierto, de cierto os digo: El que en mí cree, las obras que yo hago también él las hará, y mayores que estas hará; porque yo voy a mi Padre. John 14:13 Y todo lo que pidiereis en mi nombre, esto haré; para que el Padre sea glorificado en el Hijo. John 14:14 Si algo pidiereis en mi nombre, yo lo haré. John 14:15 Si me amáis, guardád mis mandamientos. John 14:16 Y yo rogaré al Padre, el cual os dará otro Consolador para que esté con vosotros para siempre; John 14:17 Es a saber, al Espíritu de verdad, al cual el mundo no puede recibir; porque no le ve, ni le conoce; mas vosotros le conocéis, porque está con vosotros, y será en vosotros. John 14:18 No os dejaré huérfanos: yo vendré a vosotros. John 14:19 Aun un poquito, y el mundo no me verá más; empero vosotros me veréis: por cuanto yo vivo, vosotros también viviréis. John 14:20 Aquel día vosotros conoceréis que yo soy en mi Padre, y vosotros en mí, y yo en vosotros. John 14:21 El que tiene mis mandamientos, y los guarda, aquel es el que me ama; y el que me ama, será amado de mi Padre; y yo le amaré a él, y me manifestaré a él. John 14:22 Dícele Júdas, no el Iscariote: ¿Señor, qué hay porque te has de manifestar a nosotros, y no al mundo? John 14:23 Respondió Jesús, y le dijo: Si alguno me ama, mi palabra guardará; y mi Padre le amará, y vendremos a él, y haremos con él morada. John 14:24 El que no me ama, no guarda mis palabras; y la palabra que habéis oído, no es mía, sino del Padre que me envió. John 14:25 Estas cosas os he hablado estando aun con vosotros. John 14:26 Mas aquel Consolador, el Espíritu Santo, al cual el Padre enviará en mi nombre, él os enseñará todas las cosas, y os recordará todo lo que os he dicho. John 14:27 La paz os dejo: mi paz os doy: no como el mundo la da, yo os la doy: no se turbe vuestro corazón, ni tenga miedo. John 14:28 Habéis oído como yo os he dicho: Voy, y vengo otra vez a vosotros. Si me amaseis, ciertamente os regocijaríais, porque he dicho que voy al Padre; porque el Padre mayor es que yo. John 14:29 Y ahora os lo he dicho antes que se haga, para que cuando se hiciere, creáis. John 14:30 Ya no hablaré mucho con vosotros; porque viene el príncipe de este mundo, mas no tiene nada en mí. John 14:31 Empero para que conozca el mundo que amo al Padre, y como el Padre me dio mandamiento, así hago. Levantáos, vamos de aquí. John 15:0 John 15:1 Yo soy la vid verdadera, y mi Padre es el labrador. John 15:2 Todo pámpano en mí que no lleva fruto, le quita; y todo aquel que lleva fruto, le limpia, para que lleve más fruto. John 15:3 Ya vosotros sois limpios por la palabra que os he hablado. John 15:4 Permanecéd en mí, y yo en vosotros. Como el pámpano no puede llevar fruto de sí mismo, si no permaneciere en la vid, así ni vosotros, si no permaneciereis en mí. John 15:5 Yo soy la vid, vosotros los pámpanos: el que permanece en mí, y yo en él, éste lleva mucho fruto (porque sin mí nada podéis hacer.) John 15:6 Si alguno no permaneciere en mí, será echado fuera como mal pámpano, y se secará; y los cogen, y échanlos en el fuego, y arden. John 15:7 Si permaneciereis en mí, y mis palabras permanecieren en vosotros, todo lo que quisiereis pediréis, y os será hecho. John 15:8 En esto es glorificado mi Padre, en que llevéis mucho fruto; así seréis mis discípulos. John 15:9 Como el Padre me amó, también yo os he amado: sed constantes en mi amor. John 15:10 Si guardareis mis mandamientos, permaneceréis en mi amor: como yo también he guardado los mandamientos de mi Padre, y permanezco en su amor. John 15:11 Estas cosas os he hablado, para que mi gozo permanezca en vosotros, y vuestro gozo sea cumplido. John 15:12 Este es mi mandamiento: Que os améis los unos a los otros, como yo os amé. John 15:13 Nadie tiene mayor amor que éste, que ponga alguno su vida por sus amigos. John 15:14 Vosotros sois mis amigos, si hiciereis las cosas que yo os mando. John 15:15 Ya no os llamaré siervos, porque el siervo no sabe lo que hace su Señor; mas os he llamado amigos, porque todas las cosas que oí de mi Padre, os he hecho conocer. John 15:16 No me elegisteis vosotros a mí; mas yo os elegí a vosotros, y os he puesto para que vayáis, y llevéis fruto; y vuestro fruto permanezca; para que todo lo que pidiereis al Padre en mi nombre, él os lo dé. John 15:17 Esto os mando: Que os améis los unos a los otros. John 15:18 Si el mundo os aborrece, sabéd que a mí me aborrecía, antes que a vosotros. John 15:19 Si fuerais del mundo, el mundo amaría lo que es suyo; mas porque no sois del mundo, sino que yo os elegí del mundo, por eso os aborrece el mundo. John 15:20 Acordáos de la palabra que yo os he dicho: No es el siervo mayor que su señor: si a mí me han perseguido, también a vosotros perseguirán: si han guardado mi palabra, también guardarán la vuestra. John 15:21 Mas todo esto os harán por causa de mi nombre; porque no conocen al que me ha enviado. John 15:22 Si yo no hubiera venido, ni les hubiera hablado, no tuvieran pecado; mas ahora no tienen excusa de su pecado. John 15:23 El que me aborrece, también a mi Padre aborrece. John 15:24 Si yo no hubiese hecho entre ellos obras cuales ningún otro ha hecho, no tendrían pecado; mas ahora, ellos las han visto, y aborrecen a mí, y a mi Padre. John 15:25 Mas esto sucede, para que se cumpla la palabra que está escrita en su ley: Sin causa me aborrecieron. John 15:26 Empero cuando viniere el Consolador, el cual yo os enviaré del Padre, es a saber, el Espíritu de verdad, el cual procede del Padre, él dará testimonio de mí. John 15:27 Y vosotros también daréis testimonio, porque estáis conmigo desde el principio. John 16:0 John 16:1 Estas cosas os he hablado, para que no seáis ofendidos. John 16:2 Os echarán de las sinagogas: aun más, la hora viene, cuando cualquiera que os matare, pensará que hace servicio a Dios. John 16:3 Y estas cosas os harán, porque no conocen al Padre, ni a mí. John 16:4 Mas os he dicho esto, para que cuando aquella hora viniere, os acordéis de ello, que yo os lo había dicho: esto empero no os lo dije al principio, porque yo estaba con vosotros. John 16:5 Mas ahora voy al que me envió; y ninguno de vosotros me pregunta: ¿Dónde vas? John 16:6 Mas, porque os he hablado estas cosas, tristeza ha henchido vuestro corazón. John 16:7 Empero yo os digo la verdad, que os es necesario que yo vaya; porque si yo no fuese, el Consolador no vendría a vosotros; mas si yo fuere, os le enviaré. John 16:8 Y cuando él viniere, redargüirá al mundo de pecado, y de justicia, y de juicio. John 16:9 De pecado, por cuanto no creen en mí: John 16:10 De justicia, por cuanto voy al Padre, y no me veréis más: John 16:11 De juicio, por cuanto el príncipe de este mundo ya es juzgado. John 16:12 Aun tengo muchas cosas que deciros, mas ahora no las podéis llevar. John 16:13 Empero cuando viniere aquel, el Espíritu de verdad, él os guiará a toda verdad; porque no hablará de sí mismo, mas todo lo que oyere hablará; y las cosas que han de venir os hará saber. John 16:14 El me glorificará, porque tomará de lo mío, y os lo hará saber. John 16:15 Todo lo que tiene el Padre, mío es: por eso dije que tomará de lo mío, y os lo hará saber. John 16:16 Un poco, y no me veréis; y otra vez un poco, y me veréis; porque yo voy al Padre. John 16:17 Entonces dijeron algunos de sus discípulos unos a otros: ¿Qué es esto que nos dice: Un poco, y no me veréis; y otra vez, un poco, y me veréis; y, porque yo voy al Padre? John 16:18 Así que decían: ¿Qué es esto que dice: Un poco? No sabemos lo que dice. John 16:19 Y conocía Jesús que le querían preguntar, y les dijo: ¿Preguntáis entre vosotros de esto que dije: Un poco, y no me veréis; y otra vez, un poco, y me veréis? John 16:20 De cierto, de cierto os digo: Vosotros lloraréis y lamentaréis, el mundo empero se alegrará: y vosotros seréis tristes, mas vuestra tristeza será vuelta en gozo. John 16:21 La mujer cuando pare, tiene dolor, porque es venida su hora; mas después que ha parido un niño, ya no se acuerda de la apretura por el gozo de que haya nacido un hombre en el mundo. John 16:22 Vosotros pues también ahora a la verdad tenéis tristeza; mas otra vez os veré, y se gozará vuestro corazón, y nadie quitará de vosotros vuestro gozo. John 16:23 Y en aquel día no me preguntaréis nada. De cierto, de cierto os digo: Todo cuanto pidiereis al Padre en mi nombre, os lo dará. John 16:24 Hasta ahora nada habéis pedido en mi nombre: pedíd, y recibiréis, para que vuestro gozo sea cumplido. John 16:25 Estas cosas os he hablado en proverbios; mas la hora viene cuando ya no os hablaré en proverbios, sino que claramente os anunciaré de mi Padre. John 16:26 Aquel día pediréis en mi nombre, y no os digo que yo rogaré al Padre por vosotros; John 16:27 Porque el mismo Padre os ama, por cuanto vosotros me amasteis, y habéis creído que yo salí de Dios. John 16:28 Salí del Padre, y he venido al mundo: otra vez dejo el mundo, y voy al Padre. John 16:29 Dícenle sus discípulos: He aquí, ahora hablas claramente, y ningún proverbio dices. John 16:30 Ahora entendemos que sabes todas las cosas, y no has menester que nadie te pregunte: en esto creemos que has salido de Dios. John 16:31 Respondióles Jesús: ¿Ahora creéis? John 16:32 He aquí la hora viene, y ya es venida, en que seréis esparcidos cada uno a los suyos, y me dejaréis solo; mas no estoy solo, porque el Padre está conmigo. John 16:33 Estas cosas os he hablado para que en mí tengáis paz: en el mundo tendréis apretura; mas confiád, yo he vencido al mundo. John 17:0 John 17:1 Estas cosas habló Jesús, y levantados los ojos al cielo, dijo: Padre, la hora ha venido, glorifica a tu Hijo, para que también tu Hijo te glorifique a ti: John 17:2 Como le has dado poder sobre toda carne, para que a todos los que le diste, les dé vida eterna. John 17:3 Y esta es la vida eterna, que te conozcan a ti, solo Dios verdadero, y a Jesu Cristo a quien tú enviaste. John 17:4 Yo te he glorificado en la tierra, he acabado la obra que me diste que hiciese. John 17:5 Ahora pues, Padre, glorifícame tú en ti mismo con aquella gloria que tuve contigo antes que el mundo fuese. John 17:6 He manifestado tu nombre a los hombres que del mundo me diste: tuyos eran, y me los diste a mí, y guardaron tu palabra. John 17:7 Ahora han ya conocido que todas las cosas que me diste, son de ti. John 17:8 Porque las palabras que me diste, les he dado; y ellos las recibieron, y han conocido verdaderamente que salí de ti, y han creído que tú me enviaste. John 17:9 Yo ruego por ellos: no ruego por el mundo, sino por los que me diste, porque tuyos son. John 17:10 Y todas mis cosas son tus cosas, y tus cosas son mis cosas; y he sido glorificado en ellas. John 17:11 Y ya no estoy en el mundo; mas estos están en el mundo, que yo a ti vengo. Padre santo, guárdalos por tu nombre; a los cuales me has dado, para que sean uno, así como nosotros lo somos. John 17:12 Cuando yo estaba con ellos en el mundo, yo los guardaba por tu nombre, a los cuales me diste: yo los guardé, y ninguno de ellos se perdió sino el hijo de perdición, para que la Escritura se cumpliese. John 17:13 Mas ahora vengo a ti, y hablo estas cosas en el mundo, para que ellos tengan mi gozo cumplido en sí mismos. John 17:14 Yo les di tu palabra, y el mundo los ha aborrecido; porque ellos no son del mundo, como tampoco yo soy del mundo. John 17:15 No ruego que los quites del mundo, sino que los guardes del malo. John 17:16 Ellos no son del mundo, como tampoco yo soy del mundo. John 17:17 Santifícalos por tu verdad: tu palabra es la verdad. John 17:18 Como tú me enviaste al mundo, también yo los he enviado al mundo. John 17:19 Y por ellos yo me santifico a mí mismo; para que también ellos sean santificados por la verdad. John 17:20 Mas no ruego solamente por ellos; sino también por los que han de creer en mí por la palabra de ellos. John 17:21 Para que todos ellos sean uno: así como tú, oh Padre, eres en mí, y yo en ti; que también ellos en nosotros sean uno; para que el mundo crea que tú me enviaste. John 17:22 Y yo la gloria que me diste, les he dado a ellos; para que sean uno, como también nosotros somos uno. John 17:23 Yo en ellos, y tú en mí, para que sean consumados en uno, y para que el mundo conozca que tú me enviaste, y que los has amado a ellos, como también a mí me has amado. John 17:24 Padre, aquellos que me has dado, quiero que donde yo estoy, ellos estén también conmigo; para que vean mi gloria que me has dado, porque me has amado desde antes de la constitución del mundo. John 17:25 Padre justo, el mundo no te ha conocido; mas yo te he conocido; y estos han conocido que tú me enviaste. John 17:26 Y yo les hice conocer tu nombre, y lo haré conocer; para que el amor, con que me has amado, esté en ellos, y yo en ellos. John 18:0 John 18:1 Como Jesús hubo dicho estas cosas, salióse con sus discípulos a la otra parte del arroyo de Cedrón, donde había un huerto, en el cual entró él, y sus discípulos. John 18:2 Y también Júdas, el que le entregaba, conocía aquel lugar, porque muchas veces Jesús se juntaba allí con sus discípulos. John 18:3 Júdas pues tomando una compañía de soldados, y ministros de los sumos sacerdotes y de los Fariseos, vino allí con linternas y antorchas, y con armas. John 18:4 Empero Jesús, sabiendo todas las cosas que habían de venir sobre él, salió delante, y les dijo. ¿A quién buscáis? John 18:5 Respondiéronle: A Jesús Nazareno. Díceles Jesús: Yo soy. (Y estaba también con ellos Júdas el que le entregaba.) John 18:6 Y como les dijo: Yo soy: volvieron atrás, y cayeron en tierra. John 18:7 Volvióles pues a preguntar: ¿A quién buscáis? Y ellos dijeron: A Jesús Nazareno. John 18:8 Respondió Jesús: Ya os he dicho que yo soy: pues si a mí buscáis, dejád ir a estos: John 18:9 Para que se cumpliese la palabra que había dicho: De los que me diste, ninguno de ellos perdí. John 18:10 Entonces Simón Pedro, que tenía una espada, la sacó, e hirió a un siervo del sumo sacerdote, y le cortó la oreja derecha; y el siervo se llamaba Malco. John 18:11 Jesús entonces dijo a Pedro: Mete tu espada en la vaina: ¿la copa que mi Padre me ha dado, no la tengo de beber? John 18:12 Entonces la compañía de los soldados, y el tribuno, y los ministros de los Judíos prendieron a Jesús, y le ataron. John 18:13 ¶ Y le trajeron primeramente a Annás, porque era suegro de Caifás, el cual era sumo sacerdote de aquel año. John 18:14 Y era Caifás el que había dado el consejo a los Judíos, que era necesario que un hombre muriese por el pueblo. John 18:15 Y seguía a Jesús Simón Pedro, y otro discípulo; y aquel discípulo era conocido del sumo sacerdote, y entró con Jesús en el palacio del sumo sacerdote. John 18:16 Mas Pedro estaba fuera a la puerta. Entonces salió aquel discípulo que era conocido del sumo sacerdote, y habló a la portera, y metió dentro a Pedro. John 18:17 Entonces la criada portera dijo a Pedro: ¿No eres tú también uno de los discípulos de este hombre? Dice él: No soy. John 18:18 Y estaban en pie los criados y los ministros que habían hecho fuego de carbón, porque hacía frío, y se calentaban; y estaba con ellos Pedro en pie calentándose. John 18:19 Y el sumo sacerdote preguntó a Jesús de sus discípulos, y de su doctrina. John 18:20 Jesús le respondió: Yo manifiestamente he hablado al mundo: yo siempre he enseñado en la sinagoga, y en el templo, donde siempre se juntan todos los Judíos; y nada he hablado en oculto. John 18:21 ¿Por qué me preguntas a mí? Pregunta a los que han oído, qué les haya yo hablado: he aquí, estos saben lo que yo he dicho. John 18:22 Y como él hubo dicho esto, uno de los ministros que estaba allí, dio una bofetada a Jesús, diciendo: ¿Así respondes al sumo sacerdote? John 18:23 Respondióle Jesús: Si he hablado mal, da testimonio del mal; mas si bien, ¿por qué me hieres? John 18:24 Habíale enviado Annás atado a Caifás sumo sacerdote. John 18:25 Estaba pues Pedro en pie calentándose: y le dijeron: ¿No eres tú también uno de sus discípulos? El lo negó, y dijo: No soy. John 18:26 Uno de los criados del sumo sacerdote, pariente de aquel a quien Pedro había cortado la oreja, le dice: ¿No te ví yo en el huerto con él? John 18:27 Y negó Pedro otra vez; y luego el gallo cantó. John 18:28 ¶ Y llevan a Jesús de Caifás al pretorio; y era de mañana; y ellos no entraron en el pretorio por no ser contaminados, sino poder comer la pascua. John 18:29 Entonces salió Pilato a ellos fuera, y dijo: ¿Qué acusación traeis contra este hombre? John 18:30 Respondieron, y le dijeron: Si éste no fuera malhechor, no te le hubiéramos entregado. John 18:31 Díceles entonces Pilato: Tomádle vosotros, y juzgádle según vuestra ley. Y los Judíos le dijeron: A nosotros no nos es lícito matar a nadie. John 18:32 Para que se cumpliese el dicho de Jesús que había dicho, dando a entender de qué muerte había de morir. John 18:33 Entonces Pilato volvióse a entrar en el pretorio, y llamó a Jesús, y le dijo: ¿Eres tú el Rey de los Judíos? John 18:34 Respondióle Jesús: ¿Dices tú esto de ti mismo, o te lo han dicho otros de mí? John 18:35 Pilato respondió: ¿Soy yo Judío? Tu misma nación, y los sumos sacerdotes, te han entregado a mí: ¿qué has hecho? John 18:36 Respondió Jesús: Mi reino no es de este mundo: si de este mundo fuera mi reino, mis servidores pelearían para que yo no fuera entregado a los Judíos, ahora pues mi reino no es de aquí. John 18:37 Díjole entonces Pilato: ¿Luego rey eres tú? Respondió Jesús: Tú dices que yo soy rey. Yo para esto he nacido, y para esto he venido al mundo, es a saber, para dar testimonio a la verdad. Todo aquel que es de la verdad, oye mi voz. John 18:38 Dícele Pilato: ¿Qué cosa es verdad? Y como hubo dicho esto, volvió a los Judíos, y les dice: Yo no hallo en él crímen alguno. John 18:39 Empero vosotros tenéis costumbre, que yo os suelte uno en la pascua: ¿queréis pues que os suelte al Rey de los Judíos? John 18:40 Entonces todos dieron voces otra vez, diciendo: No a éste, sino a Barrabás. Y Barrabás era un ladrón. John 19:0 John 19:1 Así que entonces tomó Pilato a Jesús, y le azotó. John 19:2 Y los soldados entretejieron de espinas una corona, y la pusieron sobre su cabeza, y le vistieron de una ropa de grana, John 19:3 Y decían: Dios te guarde, Rey de los Judíos; y le daban de bofetadas. John 19:4 Entonces Pilato salió otra vez fuera, y les dijo: He aquí, os le traigo fuera, para que entendáis que ningún crímen hallo en él. John 19:5 Entonces salió Jesús fuera llevando la corona de espinas, y la ropa de grana. Y díceles Pilato: ¡He aquí el hombre! John 19:6 Y como le vieron los príncipes de los sacerdotes, y los ministros, dieron voces, diciendo: Crucifícale, crucifícale. Díceles Pilato: Tomádle vosotros, y crucificádle; porque yo no hallo en él crímen. John 19:7 Respondiéronle los Judíos: Nosotros tenemos una ley, y según nuestra ley debe morir, porque se hizo el Hijo de Dios. John 19:8 Pilato pues como oyó esta palabra, tuvo más miedo. John 19:9 Y entró otra vez en el pretorio, y dijo a Jesús: ¿De dónde eres tú? Mas Jesús no le dio respuesta. John 19:10 Entonces dícele Pilato: ¿A mí no me hablas? ¿no sabes que tengo potestad para crucificarte, y que tengo potestad para soltarte? John 19:11 Respondió Jesús: Ninguna potestad tendrías contra mí, si no te fuese dada de arriba; por tanto el que a ti me ha entregado, mayor pecado tiene. John 19:12 Desde entonces procuraba Pilato de soltarle; mas los Judíos daban voces, diciendo: Si a éste sueltas, no eres amigo de César: cualquiera que se hace rey, habla contra César. John 19:13 Entonces Pilato oyendo este dicho, llevó fuera a Jesús, y se sentó en el tribunal, en el lugar que se llama el Pavimento, y en el Hebreo Gabbatha. John 19:14 Y era la preparación de la pascua, y como la hora de sexta: entonces dijo a los Judíos: ¡He aquí vuestro Rey! John 19:15 Mas ellos dieron voces: Quítale, quítale, crucifícale. Díceles Pilato: ¿A vuestro Rey tengo de crucificar? Respondieron los sumos sacerdotes: No tenemos rey, sino a César. John 19:16 Entonces pues se le entregó para que fuese crucificado. Y tomaron a Jesús, y le llevaron. John 19:17 Y él llevando su cruz, salió al lugar que se llama el lugar de la Calavera, y en Hebreo Gólgota: John 19:18 Donde le crucificaron, y con él otros dos, de una parte y de otra, y Jesús en medio. John 19:19 Y escribió Pilato un título, el cual puso encima de la cruz; y el escrito era: JESUS NAZARENO, REY DE LOS JUDÍOS. John 19:20 Y muchos de los Judíos leyeron este título; porque el lugar donde fue crucificado Jesús, estaba cerca de la ciudad; y era escrito en Hebreo, y en Griego, y en Latín. John 19:21 Y decían a Pilato los sumos sacerdotes de los Judíos: No escribas: Rey de los Judíos; sino que él dijo: Rey soy de los Judíos. John 19:22 Respondió Pilato: Lo que he escrito, he escrito. John 19:23 Y como los soldados hubieron crucificado a Jesús, tomaron sus vestidos, e hicieron cuatro partes (a cada soldado una parte,) y también la túnica, mas la túnica era sin costura, toda tejida desde arriba. John 19:24 Dijeron pues entre sí: No la partamos, sino echemos suertes sobre ella cuya será; para que se cumpliese la Escritura que dice: Partieron para sí mis vestidos, y sobre mi vestidura echaron suertes. Estas cosas pues los soldados hicieron. John 19:25 ¶ Y estaban junto a la cruz de Jesús su madre, y la hermana de su madre, María mujer de Cléofas, y María Magdalena. John 19:26 Y como vio Jesús a su madre, y al discípulo que él amaba, que estaba presente, dice a su madre: Mujer, he ahí tu hijo. John 19:27 Y luego dice al discípulo: He ahí tu madre. Y desde aquella hora el discípulo la recibió en su propia casa. John 19:28 ¶ Después de esto, sabiendo Jesús que todas las cosas estaban ya cumplidas, para que la Escritura se cumpliese, dijo: Tengo sed. John 19:29 Y había allí puesta una vasija llena de vinagre. Entonces ellos hinchieron una esponja de vinagre, y puesta sobre un hisopo se la llegaron a la boca. John 19:30 Y como Jesús tomó el vinagre, dijo: Consumado está. Y abajando la cabeza, dio el espíritu. John 19:31 ¶ Entonces los Judíos, por cuanto era el día de la preparación, para que los cuerpos no quedasen en la cruz en el sábado, porque era gran día aquel sábado, rogaron a Pilato que se les quebrasen las piernas, y que fuesen quitados. John 19:32 Vinieron pues los soldados, y a la verdad quebraron las piernas al primero, y al otro que había sido crucificado con él: John 19:33 Mas cuando vinieron a Jesús, como le vieron ya muerto, no le quebraron las piernas. John 19:34 Empero uno de los soldados le abrió el costado con una lanza, y luego salió sangre y agua. John 19:35 Y el que lo vio da testimonio, y su testimonio es verdadero; y él sabe que dice verdad, para que vosotros también creáis. John 19:36 Porque estas cosas fueron hechas, para que se cumpliese la Escritura: Hueso no será quebrantado de él. John 19:37 Y también otra Escritura dice: Mirarán a aquel al cual traspasaron. John 19:38 ¶ Pasadas estas cosas, rogó a Pilato José de Arimatea, el cual era discípulo de Jesús, mas secreto, por miedo de los Judíos, que él quítase el cuerpo de Jesús: lo cual permitió Pilato. Entonces él vino, y quitó el cuerpo de Jesús. John 19:39 Y vino también Nicodemo, el que antes había venido a Jesús de noche, trayendo una mistura de mirra y de áloes, como cien libras. John 19:40 Y tomaron el cuerpo de Jesús, y le envolvieron en lienzos con especias, como es costumbre de los Judíos sepultar. John 19:41 Y en aquel lugar, donde había sido crucificado, había un huerto, y en el huerto un sepulcro nuevo, en el cual aun no había sido puesto alguno. John 19:42 Allí pues pusieron a Jesús, por causa del día de la preparación de los Judíos, porque aquel sepulcro estaba cerca. John 20:0 John 20:1 Y el primer día de la semana, María Magdalena vino de mañana, siendo aun oscuro, al sepulcro, y vio la piedra quitada del sepulcro. John 20:2 Entonces corrió, y vino a Simón Pedro, y al otro discípulo, al cual amaba Jesús, y les dice: Han llevado al Señor del sepulcro, y no sabemos donde le han puesto. John 20:3 Salió pues Pedro, y el otro discípulo, y vinieron al sepulcro. John 20:4 Y corrían los dos juntos; mas el otro discípulo corrió más presto que Pedro, y vino primero al sepulcro. John 20:5 Y abajándose a mirar, vio los lienzos puestos; mas no entró. John 20:6 Vino pues Simón Pedro siguiéndole, y entró en el sepulcro, y vio los lienzos puestos, John 20:7 Y el sudario que había estado sobre su cabeza, no puesto con los lienzos, sino a parte en un lugar envuelto. John 20:8 Entonces entró también aquel otro discípulo, que había venido primero al sepulcro; y vio, y creyó. John 20:9 Porque aun no sabían la Escritura, que era menester que él resucitase de entre los muertos. John 20:10 Así que volvieron los discípulos a los suyos. John 20:11 ¶ Empero María estaba fuera llorando junto al sepulcro; y estando llorando abajóse a mirar en el sepulcro. John 20:12 Y vio dos ángeles en ropas blancas que estaban sentados, el uno a la cabecera, y el otro a los pies, donde el cuerpo de Jesús había sido puesto. John 20:13 Y le dijeron: ¿Mujer, por qué lloras? Ella les dice: Porque han llevado a mi Señor, y no sé donde le han puesto. John 20:14 Y como hubo dicho esto, volvió atrás, y vio a Jesús que estaba en pie; mas no sabía que era Jesús. John 20:15 Dícele Jesús: ¿Mujer, por qué lloras? ¿a quién buscas? Ella, pensando que era el hortelano, le dice: Señor, si tú le has llevado, díme dónde le has puesto, y yo le llevaré. John 20:16 Dícele Jesús: María. Volviéndose ella, dícele: Rabboni, que quiere decir, Maestro. John 20:17 Dícele Jesús: No me toques; porque aun no he subido a mi Padre; mas vé a mis hermanos, y díles: Subo a mi Padre, y a vuestro Padre, a mi Dios, y a vuestro Dios. John 20:18 Vino María Magdalena dando las nuevas a los discípulos: Que había visto al Señor, y que le dijo estas cosas. John 20:19 ¶ Y como fue tarde aquel mismo día, el primero de la semana, y las puertas estaban cerradas, donde los discípulos estaban juntos por miedo de los Judíos, vino Jesús; y púsose en medio, y les dijo: Paz a vosotros. John 20:20 Y como hubo dicho esto, mostróles las manos y el costado: entonces los discípulos se regocijaron, viendo al Señor. John 20:21 Entonces díceles otra vez: Paz a vosotros: como me envió mi Padre, así también yo os envío. John 20:22 Y como hubo dicho esto, sopló sobre ellos, y les dijo: Recibíd el Espíritu Santo. John 20:23 A los que perdonareis los pecados, les son perdonados; y a los que los retuviereis, les son retenidos. John 20:24 ¶ Empero Tomás uno de los doce, que se llamaba Dídimo, no estaba con ellos cuando Jesús vino. John 20:25 Dijéronle pues los otros discípulos: Al Señor hemos visto. Y él les dijo: Si no viere en sus manos la señal de los clavos, y metiere mi dedo en el lugar de los clavos, y metiere mi mano en su costado, no creeré. John 20:26 Y ocho días después estaban otra vez sus discípulos dentro, y con ellos Tomás: entonces vino Jesús cerradas las puertas, y púsose en medio, y dijo: Paz a vosotros. John 20:27 Luego dice a Tomás: Mete tu dedo aquí, y ve mis manos; y da acá tu mano, y métela en mi costado, y no seas incrédulo, sino fiel. John 20:28 Entonces Tomás respondió, y le dijo: Señor mío, y Dios mío. John 20:29 Dícele Jesús: Porque me has visto, oh Tomás, creíste: bienaventurados los que no vieron, y sin embargo creyeron. John 20:30 Y también muchas otras señales por cierto hizo Jesús en presencia de sus discípulos, que no están escritas en este libro. John 20:31 Estas empero están escritas, para que creáis que Jesús es el Cristo, el Hijo de Dios; y para que creyendo, tengáis vida en su nombre. John 21:0 John 21:1 Después se manifestó Jesús otra vez a sus discípulos junto a la mar de Tiberias; y se manifestó de esta manera: John 21:2 Estaban juntos Simón Pedro, y Tomás, que se llamaba Dídimo, y Natanael, de Cana de Galilea, y los hijos de Zebedeo, y otros dos de sus discípulos. John 21:3 Díceles Simón: A pescar voy: Dícenle: Vamos nosotros también contigo. Fueron, y subieron luego en una nave; y aquella noche no tomaron nada. John 21:4 Empero venida la mañana, Jesús se puso en la ribera; mas los discípulos no sabían que era Jesús. John 21:5 Entonces les dice Jesús: ¿Hijos, tenéis algo de comer? Respondiéronle: No. John 21:6 Y él les dice: Echád la red a la derecha de la nave, y hallaréis. Echáronla pues, y ya no la podían en ninguna manera sacar, por la multitud de los peces. John 21:7 Dijo entonces aquel discípulo al cual amaba Jesús, a Pedro: El Señor es. Entonces Simón Pedro, como oyó que era el Señor, ciñóse de pescador, porque estaba desnudo, y echóse a la mar. John 21:8 Y los otros discípulos vinieron con la nave (porque no estaban lejos de tierra, sino como doscientos codos), trayendo la red con los peces. John 21:9 Y como llegaron a tierra, vieron ascuas puestas, y un pez encima de ellas, y pan. John 21:10 Díceles Jesús: Traéd de los peces que tomasteis ahora. John 21:11 Subió Simón Pedro, y trajo la red a tierra, llena de grandes peces, ciento y cincuenta y tres; y aun siendo tantos, la red no se rompió. John 21:12 Díceles Jesús: Veníd, y coméd. Y ninguno de los discípulos le osaba preguntar: ¿Tú, quién eres? sabiendo que era el Señor. John 21:13 Entonces viene Jesús, y toma el pan, y dáles, y asimismo del pez. John 21:14 Esta era ya la tercera vez que Jesús se manifestó a sus discípulos, habiendo resucitado de entre los muertos. John 21:15 ¶ Pues como hubieron comido, Jesús dijo a Simón Pedro: ¿Simón, hijo de Jonás, me amas más que estos? Dícele: Sí, Señor: tú sabes que te amo. Dícele: Apacienta mis corderos. John 21:16 Vuélvele a decir la segunda vez: ¿Simón, hijo de Jonás, me amas? Respóndele: Sí, Señor: tú sabes que te amo. Dícele: Apacienta mis ovejas. John 21:17 Dícele la tercera vez: ¿Simón, hijo de Jonás, me amas? Entristecióse Pedro de que le dijese la tercera vez. ¿Me amas? Y le dice: Señor, tú sabes todas las cosas: tú sabes que te amo. Dícele Jesús: Apacienta mis ovejas. John 21:18 De cierto, de cierto te digo, que cuando eras más mozo, te ceñías, e ibas donde querías; mas cuando ya fueres viejo, extenderás tus manos, y ceñirte ha otro, y te llevará donde no querrías. John 21:19 Y esto dijo, dando a entender con que muerte había de glorificar a Dios. Y dicho esto, dícele: Sígueme. John 21:20 Entonces volviéndose Pedro, ve a aquel discípulo al cual amaba Jesús que seguía, el que también se había recostado sobre su pecho en la cena, y le había dicho: ¿Señor, quién es el que te ha de entregar? John 21:21 Así que, como Pedro vio a éste, dice a Jesús: ¿Señor, y qué será de éste? John 21:22 Dícele Jesús: Si quiero que él quede hasta que yo venga, ¿qué se te da a ti? Sígueme tú. John 21:23 Salió pues este dicho entre los hermanos, que aquel discípulo no había de morir; mas Jesús no le dijo: No morirá; sino: Si quiero que él quede hasta que yo venga, ¿qué se te da a ti? John 21:24 Este es el discípulo que da testimonio de estas cosas, y escribió estas cosas; y sabemos que su testimonio es verdadero. John 21:25 Y hay también otras muchas cosas que hizo Jesús, que si se escribiesen cada una por sí, ni aun en el mundo pienso que cabrían los libros que se habrían de escribir. Amén.
Acts 0:0
Acts 1:0 Acts 1:1 Hemos hablado primero, oh Téofilo, de todas las cosas que Jesús comenzó a hacer, y a enseñar, Acts 1:2 Hasta el día en que, después de haber dado mandamientos por el Espíritu Santo a los apóstoles que escogió, fue recibido arriba: Acts 1:3 A los cuales, después de haber padecido, se mostró también vivo con muchas pruebas infalibles, apareciéndoseles por cuarenta días, y hablándoles del reino de Dios. Acts 1:4 Y juntándolos, les mandó, que no se fuesen de Jerusalem, mas que esperasen la promesa del Padre, que oísteis, dice, de mí. Acts 1:5 Porque Juan a la verdad bautizó con agua, mas vosotros seréis bautizados con el Espíritu Santo no muchos días después de estos. Acts 1:6 Entonces los que se habían juntado le preguntaron, diciendo: ¿Señor, restituirás el reino a Israel en este tiempo? Acts 1:7 Y les dijo: No es vuestro saber los tiempos, o las sazones que el Padre puso en su sola potestad; Acts 1:8 Mas recibiréis la virtud del Espíritu Santo que vendrá sobre vosotros, y me seréis testigos en Jerusalem, y en toda Judea, y Samaria, y hasta lo último de la tierra. Acts 1:9 Y habiendo dicho estas cosas, mirándole ellos, fue alzado, y una nube le recibió, y le quitó de sus ojos. Acts 1:10 Y estando ellos con los ojos puestos en el cielo entre tanto que él iba, he aquí, dos varones se pusieron junto a ellos en vestidos blancos; Acts 1:11 Los cuales también les dijeron: Varones Galileos, ¿qué estáis mirando al cielo? este mismo Jesús que ha sido tomado arriba de vosotros al cielo, así vendrá, como le habéis visto ir al cielo. Acts 1:12 Entonces se volvieron a Jerusalem del monte que se llama el Olivar, el cual está cerca de Jerusalem, camino de un sábado. Acts 1:13 Y entrados, subieron al cenadero, donde estaban Pedro y Santiago, y Juan y Andrés, Felipe y Tomás, Bartolomé y Mateo, Santiago, hijo de Alfeo, y Simón el Zelador, y Júdas, hermano de Santiago. Acts 1:14 Todos éstos perseveraban unánimes en oración y ruego con las mujeres, y con María la madre de Jesús, y con sus hermanos. Acts 1:15 ¶ Y en aquellos días Pedro, levantándose en medio de los discípulos, dijo: (el número de nombres de los que estaban juntos era como de ciento y veinte:) Acts 1:16 Varones y hermanos, era menester que se cumpliese esta Escritura, la cual dijo antes el Espíritu Santo por la boca de David, de Júdas, que fue el guía de los que prendieron a Jesús, Acts 1:17 El cual era contado con nosotros, y tenía parte de este ministerio. Acts 1:18 Este pues adquirió un campo con el salario de su iniquidad, y colgándose reventó por medio, y todas sus entrañas se derramaron. Acts 1:19 Y esto fue notorio a todos los moradores de Jerusalem, de tal manera que aquel campo sea llamado en su propia lengua Aceldama, esto es: Campo de sangre. Acts 1:20 Porque está escrito en el libro de los Salmos: Sea hecha desierta su habitación, y no haya quien more en ella: y, Tome otro su obispado. Acts 1:21 Conviene, pues, que de estos varones, que han estado juntos con nosotros todo el tiempo que el Señor Jesús entró y salió entre nosotros, Acts 1:22 Comenzando desde el bautismo de Juan, hasta el día que fue tomado arriba de entre nosotros, uno sea hecho testigo con nosotros de su resurrección. Acts 1:23 Y señalaron a dos, a José, que se llama Barsabás, que tenía por sobrenombre Justo, y a Matías. Acts 1:24 Y orando, dijeron: Tú, Señor, que conoces los corazones de todos, muestra cual has escogido de estos dos, Acts 1:25 Para que tome parte de este ministerio, y apostolado, del cual cayó por prevaricación Júdas, para irse a su propio lugar. Acts 1:26 Y les echaron las suertes; y cayó la suerte sobre Matías; y fue contado con los once apóstoles. Acts 2:0 Acts 2:1 Y cuando hubo venido cumplidamente el día de Pentecostés, estaban todos unánimes en un mismo lugar. Acts 2:2 Y de repente vino un estruendo del cielo como de un viento vehemente que venía con ímpetu, el cual hinchió toda la casa donde estaban sentados. Acts 2:3 Y les aparecieron lenguas repartidas como de fuego, y se asentó sobre cada uno de ellos. Acts 2:4 Y fueron todos llenos del Espíritu Santo, y comenzaron a hablar en otras lenguas, como el Espíritu les daba que hablasen. Acts 2:5 (Moraban entonces en Jerusalem Judíos, varones religiosos de todas las naciones que están debajo del cielo.) Acts 2:6 Y hecho este estruendo, se juntó la multitud; y estaban confusos, porque cada uno les oía hablar su propia lengua. Acts 2:7 Y estaban todos atónitos y maravillados, diciendo los unos a los otros: He aquí, ¿no son Galileos todos estos que hablan? Acts 2:8 ¿Cómo, pues, los oímos nosotros hablar cada uno en su lengua en que somos nacidos? Acts 2:9 Partos, y Medos, y Elamitas, y los que habitamos en Mesopotamia, en Judea, y en Capadocia, en el Ponto, y en Asia, Acts 2:10 En Frigia, y en Pamfilia, en Egipto, y en las partes de Libia que están de la otra parte de Cirene, y extranjeros de Roma, Judíos, y prosélitos, Acts 2:11 Cretenses, y Árabes: los oímos hablar en nuestras lenguas las maravillas de Dios. Acts 2:12 Y estaban todos atónitos y en duda, diciendo los unos a los otros: ¿Qué quiere ser esto? Acts 2:13 Mas otros burlándose, decían: Estos están llenos de mosto. Acts 2:14 ¶ Entonces Pedro poniéndose en pie con los once, alzó su voz, y les habló, diciendo: Varones de Judea, y todos los que habitáis en Jerusalem, esto os sea notorio, y prestád oídos a mis palabras; Acts 2:15 Porque estos no están borrachos, como vosotros pensáis, siendo solamente la hora de tercia del día. Acts 2:16 Mas esto es lo que fue dicho por el profeta Joel: Acts 2:17 Y será en los postreros días, (dice Dios,) que derramaré de mi Espíritu sobre toda carne; y vuestros hijos, y vuestras hijas profetizarán, y vuestros jóvenes verán visiones, y vuestros viejos soñarán sueños. Acts 2:18 Y de cierto sobre mis siervos, y sobre mis criadas en aquellos días derramaré de mi Espíritu; y profetizarán. Acts 2:19 Y daré prodigios arriba en el cielo, y señales abajo en la tierra, sangre, y fuego, y vapor de humo. Acts 2:20 El sol se volverá en tinieblas, y la luna en sangre, antes que venga el día del Señor grande e ilustre. Acts 2:21 Y acontecerá, que todo aquel que invocare el nombre del Señor, será salvo. Acts 2:22 Varones Israelitas, oíd estas palabras: Jesús el Nazareno, varón aprobado de Dios entre vosotros en maravillas, y prodigios, y señales que Dios hizo por él en medio de vosotros, como también vosotros sabéis: Acts 2:23 A éste, entregado por determinado consejo y providencia de Dios, tomándole vosotros, le matasteis por manos inicuas, crucificándole. Acts 2:24 Al cual Dios levantó, sueltos los dolores de la muerte; por cuanto era imposible ser detenido de ella. Acts 2:25 Porque David dice de él: Yo veía al Señor siempre delante de mí; porque le tengo a mi diestra, no seré movido: Acts 2:26 Por lo cual mi corazón se alegró, y mi lengua se regocijó, y aun mi carne descansará en esperanza: Acts 2:27 Que no dejarás mi alma en el infierno, ni permitirás que tu Santo vea corrupción. Acts 2:28 Me hiciste conocer los caminos de la vida: henchirme has de gozo con tu presencia. Acts 2:29 Varones y hermanos, se os puede libremente decir del patriarca David, que murió, y fue sepultado, y su sepulcro está con nosotros hasta el día de hoy. Acts 2:30 Así que siendo profeta, y sabiendo que con juramento le había Dios jurado, que del fruto de sus lomos en cuanto a la carne, le levantaría el Cristo, que se asentase sobre su trono: Acts 2:31 Viendo esto antes, habló de la resurrección del Cristo, que su alma no haya sido dejada en el infierno, ni su carne haya visto corrupción. Acts 2:32 A este Jesús resucitó Dios, de lo cual todos nosotros somos testigos. Acts 2:33 Así que ensalzado por la diestra de Dios, y recibiendo del Padre la promesa del Espíritu Santo, ha derramado esto que vosotros ahora veis y oís. Acts 2:34 Porque David no ha subido a los cielos; empero él dice: Dijo el Señor a mi Señor, asiéntate a mi diestra, Acts 2:35 Hasta que ponga tus enemigos por estrado de tus pies. Acts 2:36 Sepa pues certísimamente toda la casa de Israel, que a éste ha hecho Dios Señor y Cristo, a este Jesús que vosotros crucificasteis. Acts 2:37 ¶ Y oídas estas cosas, fueron compungidos de corazón, y dijeron a Pedro, y a los otros apóstoles: Varones y hermanos, ¿qué haremos? Acts 2:38 Entonces Pedro les dijo: Arrepentíos, y sed bautizados cada uno de vosotros en el nombre de Jesu Cristo para remisión de los pecados; y recibiréis el don del Espíritu Santo. Acts 2:39 Porque a vosotros es hecha la promesa, y a vuestros hijos, y a todos los que están lejos: a cualesquiera que el Señor nuestro Dios llamare. Acts 2:40 Y con otras muchas palabras testificaba, y los exhortaba, diciendo: Salváos de esta perversa generación. Acts 2:41 Entonces los que recibieron con gusto su palabra fueron bautizados; y fueron añadidas a la iglesia aquel día como tres mil almas. Acts 2:42 ¶ Y perseveraban en la doctrina de los apóstoles, y en la comunión, y en el rompimiento del pan, y en las oraciones. Acts 2:43 Y toda alma tenía temor; y muchas maravillas y señales eran hechas por los apóstoles. Acts 2:44 Y todos los que creían estaban juntos; y tenían todas las cosas comunes. Acts 2:45 Y vendían las posesiones y las haciendas, y las repartían a todos, como cada uno había menester. Acts 2:46 Y perseverando unánimes cada día en el templo, y rompiendo el pan en las casas, comían juntos con alegría y con sencillez de corazón, Acts 2:47 Alabando a Dios, y teniendo favor cerca de todo el pueblo. Y el Señor añadía cada día a la iglesia los que habían de ser salvos. Acts 3:0 Acts 3:1 Pedro y Juan subían juntos al templo a la hora de la oración, es decir, la de nona. Acts 3:2 Y un hombre, cojo desde el vientre de su madre, era traído; al cual ponían cada día a la puerta del templo, que se dice la Hermosa, para que pidiese limosna de los que entraban en el templo. Acts 3:3 Este como vio a Pedro y a Juan que comenzaban a entrar en el templo, les pedía una limosna. Acts 3:4 Pedro pues con Juan poniendo los ojos en él, dijo: Mira a nosotros. Acts 3:5 Entonces él estuvo atento a ellos, esperando recibir de ellos algo. Acts 3:6 Y Pedro dijo: Ni tengo plata ni oro; mas lo que tengo, eso te doy: en el nombre de Jesu Cristo, el Nazareno, levántate, y anda. Acts 3:7 Y tomándole por la mano derecha, le levantó; y luego fueron afirmados sus pies y tobillos. Acts 3:8 Y saltando, se puso en pie, y anduvo, y entró con ellos en el templo, andando y saltando, y alabando a Dios. Acts 3:9 Y todo el pueblo le vio andando, y alabando a Dios. Acts 3:10 Y le conocían, que él era el que se sentaba a pedir la limosna a la puerta del templo, la Hermosa; y fueron llenos de miedo y de espanto de lo que le había acontecido. Acts 3:11 ¶ Y teniendo a Pedro y a Juan el cojo que había sido sanado, todo el pueblo concurrió a ellos al pórtico que se llama de Salomón atónitos. Acts 3:12 Lo cual viendo Pedro, respondió al pueblo: Varones Israelitas, ¿por qué os maravilláis de esto? ¿o por qué ponéis los ojos en nosotros como si por nuestro poder o piedad hubiésemos hecho andar a éste? Acts 3:13 El Dios de Abraham, y de Isaac, y de Jacob, el Dios de nuestros padres, ha glorificado a su Hijo Jesús, al cual vosotros entregasteis, y negasteis delante de Pilato, juzgando él que había de ser suelto. Acts 3:14 Mas vosotros al Santo y al Justo negasteis, y pedisteis que se os diese un hombre homicida; Acts 3:15 Y matasteis al Autor de la vida, al cual Dios ha resucitado de los muertos, de lo cual nosotros somos testigos. Acts 3:16 Y su nombre, por la fe en su nombre ha confirmado a éste que vosotros veis y conocéis; y la fe que por él es, ha dado a éste esta perfecta sanidad en presencia de todos vosotros. Acts 3:17 Mas ahora, hermanos, yo sé que por ignorancia habéis hecho aquello, como también vuestros príncipes. Acts 3:18 Empero Dios lo que había antes anunciado por boca de todos sus profetas, que su Cristo había de padecer, así lo ha cumplido. Acts 3:19 Arrepentíos, pues, y convertíos, para que vuestros pecados sean raídos, cuando los tiempos del refrigerio vinieren de la presencia del Señor; Acts 3:20 Y enviará a Jesu Cristo, que os ha sido antes anunciado. Acts 3:21 Al cual cierto es menester que el cielo reciba hasta los tiempos de la restauración de todas las cosas: de que habló Dios por boca de todos sus santos profetas que han sido desde el principio de los siglos. Acts 3:22 Porque Moisés a la verdad dijo a los padres: El Señor vuestro Dios os levantará un profeta de vuestros hermanos, como yo: a él oiréis en todas las cosas que os hablare. Acts 3:23 Y acontecerá, que toda alma que no oyere a aquel profeta, será exterminada de entre el pueblo. Acts 3:24 Y todos los profetas desde Samuel, y en adelante, todos los que han hablado, han prenunciado estos días. Acts 3:25 Vosotros sois los hijos de los profetas, y del concierto que Dios concertó con nuestros padres, diciendo a Abraham: Y en tu simiente serán benditas todas las familias de la tierra. Acts 3:26 A vosotros primeramente, Dios, habiendo levantado a su Hijo Jesús, le envió para que os bendijese, convirtiéndoos cada uno de su maldad. Acts 4:0 Acts 4:1 Y hablando ellos al pueblo, sobrevinieron los sacerdotes, y el magistrado del templo, y los Saduceos, Acts 4:2 Pesándoles de que enseñasen al pueblo, y anunciasen en el nombre de Jesús la resurrección de los muertos. Acts 4:3 Y les echaron mano, y los pusieron en la cárcel hasta el día siguiente; porque era ya tarde. Acts 4:4 Mas muchos de los que habían oído la palabra creyeron; y fue hecho el número de los hombres, como cinco mil. Acts 4:5 Y aconteció el día siguiente, que los príncipes de ellos se juntaron, y los ancianos, y los escribas, en Jerusalem, Acts 4:6 Y Annás, sumo sacerdote, y Caifás, y Juan, y Alejandro, y todos los que eran de la parentela del sumo sacerdote. Acts 4:7 Y haciéndolos presentar en medio, les preguntaron: ¿Con qué poder, o en qué nombre habéis hecho vosotros esto? Acts 4:8 ¶ Entonces Pedro, lleno del Espíritu Santo, les dijo: Príncipes del pueblo, y ancianos de Israel: Acts 4:9 Pues que somos hoy demandados acerca del beneficio hecho a un hombre enfermo, es a saber, de qué manera éste haya sido sanado; Acts 4:10 Sea notorio a todos vosotros, y a todo el pueblo de Israel, que en el nombre de Jesu Cristo, el Nazareno, el que vosotros crucificasteis, el que Dios resucitó de los muertos, aun por él éste está en vuestra presencia sano. Acts 4:11 Este es la piedra reprobada de vosotros los edificadores, la cual es puesta por cabeza de la esquina. Acts 4:12 Y en ningún otro hay salud; porque no hay otro nombre debajo del cielo, dado a los hombres, en que nos sea necesario ser salvos. Acts 4:13 ¶ Entonces viendo la constancia de Pedro y de Juan, sabido que eran hombres sin letras e idiotas, se maravillaban; y los conocían que habían estado con Jesús. Acts 4:14 Y viendo al hombre que había sido sanado, que estaba con ellos, no podían decir nada en contra. Acts 4:15 Mas mandándoles que se saliesen fuera del concilio, conferían entre sí, Acts 4:16 Diciendo: ¿Qué hemos de hacer con estos hombres? porque cierto un milagro manifiesto ha sido hecho por ellos, notorio a todos los que moran en Jerusalem, y no lo podemos negar. Acts 4:17 Todavía, porque no se divulgue más por el pueblo, amenacémosles que no hablen de aquí adelante a hombre alguno en este nombre. Acts 4:18 Y llamándolos les mandaron que en ninguna manera hablasen, ni enseñasen en el nombre de Jesús. Acts 4:19 Entonces Pedro y Juan respondiendo, les dijeron: Juzgád, si es justo delante de Dios obedecer antes a vosotros que a Dios. Acts 4:20 Porque no podemos dejar de hablar lo que hemos visto y oído. Acts 4:21 Ellos entonces no hallando en qué castigarlos, los enviaron amenazándoles, por causa del pueblo; porque todos glorificaban a Dios de lo que había sido hecho. Acts 4:22 Porque el hombre en quien había sido hecho este milagro de sanidad, era de más de cuarenta años. Acts 4:23 ¶ Y sueltos ellos, vinieron a los suyos, y contaron lo que los príncipes de los sacerdotes, y los ancianos les habían dicho. Acts 4:24 Los cuales habiéndolo oído, alzaron unánimes la voz a Dios, y dijeron: Señor, tú eres Dios, que hiciste el cielo y la tierra, la mar, y todas las cosas que en ellos están: Acts 4:25 Que por la boca de David tu siervo dijiste: ¿Por qué han bramado los paganos, y los pueblos han pensado cosas vanas? Acts 4:26 Se levantaron los reyes de la tierra, y los príncipes se juntaron a una contra el Señor, y contra su Cristo. Acts 4:27 Porque verdaderamente se juntaron contra tu Santo Hijo Jesús, al cual ungiste, Heródes, y Poncio Pilato, con los Gentiles, y el pueblo de Israel, Acts 4:28 Para hacer lo que tu mano y tu consejo antes habían determinado que había de ser hecho. Acts 4:29 Y ahora, Señor, pon los ojos en sus amenazas, y da a tus siervos que con toda confianza hablen tu palabra. Acts 4:30 Extendiendo tu mano para que sanidades, y milagros, y prodigios sean hechos por el nombre de tu Santo Hijo Jesús. Acts 4:31 Y como hubieron orado, el lugar en que estaban congregados se conmovió; y todos fueron llenos del Espíritu Santo, y hablaron animosamente la palabra de Dios. Acts 4:32 ¶ Y de la multitud de los que habían creído era un corazón y una alma; y ninguno decía ser suyo algo de lo que poseían, mas todas las cosas les eran comunes. Acts 4:33 Y los apóstoles daban testimonio de la resurrección del Señor Jesús con grande poder; y gran gracia estaba sobre todos ellos. Acts 4:34 Ni había entre ellos ningún necesitado; porque los que poseían heredades o casas, vendiéndolas, traían el precio de lo vendido, Acts 4:35 Y lo depositaban a los pies de los apóstoles, y era repartido a cada uno como tenía la necesidad. Acts 4:36 Entonces Joses, que fue llamado de los apóstoles por sobrenombre Barnabás, que es, interpretado, hijo de consolación, Levita, y natural de Chipre, Acts 4:37 Como tuviese una heredad, la vendió, y trajo el precio, y lo depositó a los pies de los apóstoles. Acts 5:0 Acts 5:1 Mas un varón llamado Ananías, con Safira su mujer, vendió una posesión, Acts 5:2 Y defraudó parte del precio, sabiéndolo también su mujer; y trayendo una parte, la depositó a los pies de los apóstoles. Acts 5:3 Y dijo Pedro: Ananías, ¿por qué hinchió Satanás tu corazón a que mintieses al Espíritu Santo, y defraudases parte del precio de la heredad? Acts 5:4 Quedándose, ¿no se te quedaba a ti? y vendida, ¿no estaba en tu poder? ¿Por qué has concebido esta cosa en tu corazón? No has mentido a los hombres, sino a Dios. Acts 5:5 Entonces Ananías, oyendo estas palabras, cayó, y espiró. Y vino un gran temor sobre todos los que lo oyeron. Acts 5:6 Y levantándose los mancebos, le tomaron; y sacándole, le sepultaron. Acts 5:7 Y pasado el espacio como de tres horas, también su mujer entró, no sabiendo lo que había acontecido. Acts 5:8 Entonces Pedro le dijo: Díme. ¿Vendisteis en tanto la heredad? Y ella dijo: Si, en tanto. Acts 5:9 Y Pedro le dijo: ¿Por qué os concertasteis para tentar al Espíritu del Señor? He aquí a la puerta los pies de los que han sepultado a tu marido; y sacarte han a ti. Acts 5:10 Y luego cayó a los pies de él, y espiró; y entrados los mancebos, la hallaron muerta; y la sacaron, y la sepultaron junto a su marido. Acts 5:11 Y vino un gran temor sobre toda la iglesia, y sobre todos los que oyeron estas cosas. Acts 5:12 ¶ Y por las manos de los apóstoles eran hechos muchos milagros y prodigios en el pueblo; (y estaban todos unánimes en el pórtico de Salomón. Acts 5:13 Y de los otros, ninguno se osaba juntar con ellos; mas el pueblo los alababa grandemente. Acts 5:14 Y los que creían en el Señor se aumentaban más, así de varones como de mujeres.) Acts 5:15 Tanto, que echaban los enfermos por las calles, y los ponían en camas y en lechos, para que viniendo Pedro, a lo menos su sombra cayese sobre alguno de ellos. Acts 5:16 Y aun de las ciudades vecinas concurría una multitud a Jerusalem, trayendo enfermos, y atormentados de espíritus inmundos: los cuales todos eran curados. Acts 5:17 ¶ Entonces levantándose el sumo sacerdote, y todos los que estaban con él, (que es la secta de los Saduceos,) fueron llenos de ira, Acts 5:18 Y echaron mano a los apóstoles, y los pusieron en la cárcel pública. Acts 5:19 Mas el ángel del Señor, abriendo de noche las puertas de la cárcel, y sacándolos, dijo: Acts 5:20 Id, y estando en el templo, hablád al pueblo todas las palabras de esta vida. Acts 5:21 Ellos entonces, como oyeron esto, entraron por la mañana en el templo, y enseñaban. Viniendo pues el sumo sacerdote, y los que estaban con él, convocaron el concilio, y a todos los ancianos de los hijos de Israel; y enviaron a la cárcel, para que fuesen traídos. Acts 5:22 Y como vinieron los ministros, no los hallaron en la cárcel, y vueltos, dieron aviso, Acts 5:23 Diciendo: Cierto la cárcel hallamos cerrada con toda diligencia, y los guardas que estaban afuera delante de las puertas; mas cuando abrímos, a nadie hallamos dentro. Acts 5:24 Entonces como oyeron estas palabras el sumo sacerdote, y el magistrado del templo, y los príncipes de los sacerdotes, dudaban en qué vendría a parar aquello. Acts 5:25 Y viniendo uno, les avisó, diciendo: He aquí, los varones que echasteis en la cárcel, están en el templo, y enseñan al pueblo. Acts 5:26 Entonces el magistrado fue con los ministros, y los trajo sin violencia, porque tenían miedo del pueblo, de ser apedreados. Acts 5:27 Y como los trajeron, los presentaron en el concilio. Entonces el sumo sacerdote les preguntó, Acts 5:28 Diciendo: ¿No os mandamos estrechamente, que no enseñaseis en este nombre? y, he aquí, habéis henchido a Jerusalem de vuestra doctrina, ¿y queréis echar sobre nosotros la sangre de este hombre? Acts 5:29 Y respondiendo Pedro y los otros apóstoles, dijeron: Es menester obedecer a Dios antes que a los hombres. Acts 5:30 El Dios de nuestros padres levantó a Jesús, al cual vosotros matasteis colgándole en un madero. Acts 5:31 A éste enalteció Dios con su diestra por Príncipe y Salvador, para dar a Israel arrepentimiento y remisión de pecados. Acts 5:32 Y nosotros le somos testigos de estas cosas, y lo es también el Espíritu Santo, el cual ha dado Dios a los que le obedecen. Acts 5:33 ¶ Ellos en oyendo esto fueron heridos hasta el corazón, y consultaban de matarlos. Acts 5:34 Entonces levantándose en el concilio un Fariseo, llamado Gamaliel, doctor de la ley, venerado de todo el pueblo, mandó que sacasen fuera un poco a los apóstoles, Acts 5:35 Y les dijo: Varones Israelitas, mirád por vosotros acerca de estos hombres en lo que habéis de hacer. Acts 5:36 Porque antes de estos días se levantó Teudas, diciendo que era alguien; al cual se allegaron un número de varones, como de cuatrocientos, el cual fue muerto; y todos los que le creyeron, fueron disipados, y vueltos en nada. Acts 5:37 Después de éste se levantó Júdas el Galileo en los días del empadronamiento; y llevó mucho pueblo tras sí. Pereció también éste, y todos los que consintieron con él fueron dispersos. Acts 5:38 Y ahora os digo, dejáos de estos hombres, y dejádlos; porque si este consejo, o esta obra, es de los hombres, se desvanecerá; Acts 5:39 Mas si es de Dios, no la podréis deshacer; porque no parezca que queréis pelear contra Dios. Acts 5:40 Y consintieron con él; y llamando a los apóstoles, habiéndolos azotado, les mandaron que no hablasen en el nombre de Jesús, y los soltaron. Acts 5:41 Mas ellos iban gozosos de delante del concilio, de que fuesen tenidos por dignos de padecer afrenta por el nombre de Jesús. Acts 5:42 Y todos los días no cesaban en el templo, y por las casas, de enseñar, y de predicar a Jesu Cristo. Acts 6:0 Acts 6:1 En aquellos días creciendo el número de los discípulos hubo murmuración de los Helenistas contra los Hebreos, de que sus viudas eran menospreciadas en el ministerio cuotidiano. Acts 6:2 Así que los doce, convocada la multitud de los discípulos, dijeron: No es justo que nosotros dejemos la palabra de Dios, y sirvamos a las mesas. Acts 6:3 Considerád pues, hermanos, sobre siete varones de entre vosotros de buena reputación, llenos del Espíritu Santo y de sabiduría, los cuales pongamos sobre este negocio. Acts 6:4 Mas nosotros nos ocuparemos con diligencia en la oración, y en el ministerio de la palabra. Acts 6:5 Y plugo este parecer a toda la multitud; y eligieron a Esteban, varón lleno de fe y del Espíritu Santo, y a Felipe, y a Procoro, y a Nicanor, y a Timón, y a Parmenas, y a Nicolás prosélito de Antioquía. Acts 6:6 A estos presentaron en presencia de los apóstoles: los cuales orando les pusieron las manos encima. Acts 6:7 Y la palabra del Señor crecía; y el número de los discípulos se multiplicaba mucho en Jerusalem; y una gran multitud de los sacerdotes también obedecía a la fe. Acts 6:8 ¶ Empero Esteban, lleno de fe y de poder, hacía prodigios y milagros grandes entre el pueblo. Acts 6:9 Levantáronse entonces unos de la sinagoga que se llama de los Libertinos, y Cireneos, y Alejandrinos, y de los que eran de Cilicia, y de Asia, disputando con Esteban. Acts 6:10 Mas no podían resistir a la sabiduría, y al Espíritu con que él hablaba. Acts 6:11 Entonces sobornaron a unos que dijesen que le habían oído hablar palabras de blasfemia contra Moisés, y contra Dios. Acts 6:12 Y conmovieron al pueblo, y a los ancianos, y a los escribas; y arremetiendo, le arrebataron, y le trajeron al concilio. Acts 6:13 Y pusieron testigos falsos que dijesen: Este hombre no cesa de hablar palabras de blasfemia contra este lugar santo, y contra la ley; Acts 6:14 Porque le hemos oído decir: Que este Jesús Nazareno destruirá este lugar, y mudará las costumbres que nos dio Moisés. Acts 6:15 Entonces todos los que estaban sentados en el concilio, puestos los ojos en él, vieron su rostro como el rostro de un ángel. Acts 7:0 Acts 7:1 El sumo sacerdote dijo entonces: ¿Es esto así? Acts 7:2 Y él dijo: Varones, hermanos, y padres, escuchád. El Dios de gloria apareció a nuestro padre Abraham estando él en Mesopotamia, antes que morase en Carran. Acts 7:3 Y le dijo: Sal de tu tierra, y de tu parentela, y ven a la tierra que te mostraré. Acts 7:4 Entonces salió él de la tierra de los Caldeos, y habitó en Carran; y de allí, muerto su padre, le traspasó a esta tierra, en la cual vosotros habitáis ahora. Acts 7:5 Y no le dio posesión en ella, ni aun una pisada de un pie; mas le prometió que se la daría en posesión a él, y a su simiente después de él, no teniendo aun hijo. Acts 7:6 Y le habló Dios así: Que su simiente sería extranjera en tierra ajena, y que los sujetarían a servidumbre, y que los maltratarían, por cuatrocientos años: Acts 7:7 Mas a la nación a quien serán siervos, yo la juzgaré, dijo Dios; y después de esto saldrán, y me servirán a mí en este lugar. Acts 7:8 Y le dio el concierto de la circuncisión; y así engendró Abraham a Isaac, y le circuncidó al octavo día; e Isaac engendró a Jacob, y Jacob a los doce patriarcas. Acts 7:9 Y los patriarcas, movidos de envidia, vendieron a José para Egipto; mas Dios era con él, Acts 7:10 Y le libró de todas sus tribulaciones, y le dio favor y sabiduría en la presencia de Faraón, rey de Egipto, el cual le puso por gobernador sobre Egipto, y sobre toda su casa. Acts 7:11 Vino entonces hambre en toda la tierra de Egipto y de Canaán, y grande tribulación; y nuestros padres no hallaban alimentos. Acts 7:12 Y como oyese Jacob que había trigo en Egipto, envió a nuestros padres la primera vez. Acts 7:13 Y en la segunda, José fue conocido de sus hermanos, y fue sabido de Faraón el linaje de José. Acts 7:14 Y enviando José, hizo venir a su padre Jacob, y a toda su parentela, a setenta y cinco almas. Acts 7:15 Así descendió Jacob a Egipto, donde murió él, y nuestros padres, Acts 7:16 Los cuales fueron traspasados a Siquem, y fueron puestos en el sepulcro que compró Abraham a precio de plata de los hijos de Hemor, padre de Siquem. Acts 7:17 Mas como se acercó el tiempo de la promesa, la cual Dios había jurado a Abraham, creció el pueblo, y se multiplicó en Egipto, Acts 7:18 Hasta que se levantó otro rey, que no conocía a José. Acts 7:19 Este, usando de astucia con nuestro linaje, maltrató a nuestros padres, de manera que expusiesen a sus niños, para que cesase la generación. Acts 7:20 En aquel mismo tiempo nació Moisés, y fue hermoso en gran manera; y fue criado tres meses en casa de su padre. Acts 7:21 Mas siendo expuesto, la hija de Faraón le tomó, y le crió para sí por hijo. Acts 7:22 Y fue enseñado Moisés en toda la sabiduría de los Egipcios; y era poderoso en sus dichos y hechos. Acts 7:23 Y como se le cumplió el tiempo de cuarenta años, le vino en su corazón de visitar a sus hermanos los hijos de Israel. Acts 7:24 Y como vio a uno de ellos que era injuriado, le defendió, e hiriendo al Egipcio, vengó al injuriado. Acts 7:25 Pero él pensaba que sus hermanos entendiesen, que Dios les había de dar salud por su mano; mas ellos no lo habían entendido. Acts 7:26 Y el día siguiente riñendo ellos, se les mostró, y los metía en paz, diciendo: Varones, hermanos sois, ¿por qué os injuriáis los unos a los otros? Acts 7:27 Entonces el que injuriaba a su prójimo, le rempujó, diciendo: ¿Quién te ha puesto a ti por príncipe y juez sobre nosotros? Acts 7:28 ¿Quieres tú matarme, como mataste ayer al Egipcio? Acts 7:29 A esta palabra Moisés huyó; y se hizo extranjero en tierra de Madián, donde engendró dos hijos. Acts 7:30 Y cumplidos cuarenta años, el ángel del Señor le apareció en el desierto del monte de Sinaí en fuego de llama en un zarzal. Acts 7:31 Entonces Moisés mirando, fue maravillado de la visión; y llegándose para considerar, vino a él la voz del Señor, Acts 7:32 Diciendo: Yo soy el Dios de tus padres, el Dios de Abraham, y el Dios de Isaac, y el Dios de Jacob; mas Moisés temeroso, no osaba mirar. Acts 7:33 Y le dijo el Señor: Desata los zapatos de tus pies, porque el lugar en que estás, tierra santa es. Acts 7:34 He visto, he visto la aflicción de mi pueblo que está en Egipto, y el gemido de ellos he oído, y he descendido para librarlos: ahora pues ven, te enviaré a Egipto. Acts 7:35 A este Moisés, al cual ellos habían negado, diciendo: ¿Quién te ha puesto por príncipe y juez? a éste envió Dios por príncipe y libertador por la mano del ángel que le apareció en el zarzal. Acts 7:36 Este los sacó, haciendo prodigios y milagros en la tierra de Egipto, y en el mar Bermejo, y en el desierto por cuarenta años. Acts 7:37 Este es aquel Moisés, que dijo a los hijos de Israel: Profeta os levantará el Señor Dios vuestro, de vuestros hermanos, como yo; a él oiréis. Acts 7:38 Este es el que estuvo en la iglesia en el desierto con el ángel que le hablaba en el monte de Sinaí; y con nuestros padres: que recibió los oráculos vivos de vida para darnos. Acts 7:39 Al cual nuestros padres no quisieron obedecer: antes le desecharon; y se volvieron aun de corazón a Egipto, Acts 7:40 Diciendo a Aarón: Háznos dioses que vayan delante de nosotros; porque a este Moisés, que nos sacó de la tierra de Egipto, no sabemos que le ha acontecido. Acts 7:41 Y en aquellos días hicieron un becerro, y ofrecieron sacrificio al ídolo, y en las obras de sus manos se holgaron. Acts 7:42 Entonces Dios se apartó, y los entregó que sirviesen al ejército del cielo, como está escrito en el libro de los profetas: ¿Me ofrecisteis víctimas y sacrificios en el desierto por el espacio de cuarenta años, casa de Israel? Acts 7:43 Antes trajisteis el tabernáculo de Moloc, y la estrella de vuestro dios Remfan, figuras que os hicisteis para adorarlas; y yo os trasportaré más allá de Babilonia. Acts 7:44 Tuvieron nuestros padres el tabernáculo del testimonio en el desierto, como les ordenó Dios, hablando a Moisés, que lo hiciese según la forma que había visto. Acts 7:45 El cual recibido, metieron también nuestros padres con Jesús en la posesión de los Gentiles, que Dios echó de la presencia de nuestros padres, hasta los días de David. Acts 7:46 El cual halló favor delante de Dios, y pidió de hallar tabernáculo para el Dios de Jacob. Acts 7:47 Mas Salomón le edificó casa. Acts 7:48 Sin embargo el Altísimo no habita en templos hechos de manos, como el profeta dice: Acts 7:49 El cielo es mi trono; y la tierra el estrado de mis pies. ¿Qué casa me edificaréis? dice el Señor: ¿o cuál es el lugar de mi reposo? Acts 7:50 ¿No hizo mi mano todas estas cosas? Acts 7:51 Duros de cerviz, e incircuncisos de corazón y de oídos: vosotros resistís siempre al Espíritu Santo; como vuestros padres hicieron, así también hacéis vosotros. Acts 7:52 ¿A cuál de los profetas no persiguieron vuestros padres? y mataron a los que antes anunciaron la venida del Justo, del cual vosotros ahora habéis sido entregadores y matadores: Acts 7:53 Que recibisteis la ley por disposición de ángeles, y no la guardasteis. Acts 7:54 ¶ En oyendo estas cosas fueron heridos hasta el corazón, y crujían los dientes contra él. Acts 7:55 Mas él estando lleno del Espíritu Santo, puestos los ojos en el cielo, vio la gloria de Dios, y a Jesús que estaba a la diestra de Dios, Acts 7:56 Y dijo: He aquí, veo los cielos abiertos, y al Hijo del hombre que está a la diestra de Dios. Acts 7:57 Entonces ellos dando grandes voces, taparon sus orejas; y arremetieron unánimes contra él. Acts 7:58 Y echándole fuera de la ciudad le apedreaban; y los testigos pusieron sus vestidos a los pies de un mancebo que se llamaba Saulo. Acts 7:59 Y apedrearon a Esteban, invocando él al Señor, y diciendo: Señor Jesús, recibe mi espíritu. Acts 7:60 Y puesto de rodillas, clamó a gran voz: Señor, no les pongas en cuenta este pecado. Y habiendo dicho esto, durmió. Acts 8:0 Acts 8:1 Y Saulo consentía en su muerte. Y en aquel día fue hecha una grande persecución contra la iglesia que estaba en Jerusalem; y todos fueron esparcidos por las tierras de Judea y de Samaria, salvo los apóstoles. Acts 8:2 Y cuidaron de la sepultura de Esteban algunos varones piadosos, e hicieron gran llanto sobre él. Acts 8:3 Empero Saulo asolaba la iglesia, entrando por las casas; y trayendo varones y mujeres, los entregaba en la cárcel. Acts 8:4 Mas los que eran esparcidos, pasaban por todas partes evangelizando la palabra. Acts 8:5 ¶ Entonces Felipe descendiendo a la ciudad de Samaria, les predicaba a Cristo. Acts 8:6 Y las multitudes escuchaban atentamente unánimes las cosas que decía Felipe, oyendo y viendo los milagros que hacía. Acts 8:7 Porque muchos espíritus inmundos salían de los que los tenían, dando grandes voces; y muchos paralíticos, y cojos eran sanados. Acts 8:8 Así que había gran gozo en aquella ciudad. Acts 8:9 Mas había allí un varón llamado Simón, el cual había sido antes mágico en aquella ciudad, y había engañado a la gente de Samaria, diciéndose ser algún grande. Acts 8:10 Al cual oían todos atentamente desde el más pequeño hasta el más grande, diciendo: Este hombre es la virtud grande de Dios. Acts 8:11 Y le estaban atentos, porque con sus artes mágicas los había entontecido mucho tiempo. Acts 8:12 Mas como creyeron a Felipe que les predicaba las cosas pertenecientes al reino de Dios, y el nombre de Jesu Cristo, fueron bautizados, varones y mujeres. Acts 8:13 Simón entonces, creyó él también; y bautizado, se llegó a Felipe; y viendo las maravillas y grandes milagros que se hacían, estaba atónito. Acts 8:14 Oyendo pues los apóstoles, que estaban en Jerusalem, que Samaria había recibido la palabra de Dios, les enviaron a Pedro y a Juan. Acts 8:15 Los cuales venidos, oraron por ellos para que recibiesen el Espíritu Santo: Acts 8:16 (Porque aun no había descendido sobre alguno de ellos, mas solamente eran bautizados en el nombre de Jesús.) Acts 8:17 Entonces les pusieron las manos encima, y recibieron el Espíritu Santo. Acts 8:18 ¶ Y como vio Simón que por la imposición de las manos de los apóstoles se daba el Espíritu Santo, ofrecióles dinero, Acts 8:19 Diciendo: Dádme también a mí esta potestad: que a cualquiera que pusiere las manos encima, reciba el Espíritu Santo. Acts 8:20 Entonces Pedro le dijo: Tu dinero perezca contigo, porque piensas que el don de Dios se gane por dinero. Acts 8:21 No tienes tú parte ni suerte en este negocio; porque tu corazón no es recto delante de Dios. Acts 8:22 Arrepiéntete, pues, de esta tu maldad, y ruega a Dios, si quizás te será perdonado este pensamiento de tu corazón; Acts 8:23 Porque en hiel de amargura, y en prisión de iniquidad veo que estás. Acts 8:24 Respondiendo entonces Simón, dijo: Rogád vosotros por mí al Señor, que ninguna cosa de estas, que habéis dicho, venga sobre mí. Acts 8:25 ¶ Y ellos habiendo testificado y hablado la palabra de Dios, se volvieron a Jerusalem, y en muchas tierras de los Samaritanos anunciaban el evangelio. Acts 8:26 Empero el ángel del Señor habló a Felipe, diciendo: Levántate, y ve hacia el mediodía, al camino que desciende de Jerusalem a Gaza: la cual es desierta. Acts 8:27 El entonces se levantó, y fue; y he aquí un Etiope, eunuco, valido de Candaces, reina de los Etiopes, el cual tenía a su cargo todos los tesoros de ella, y había venido a adorar en Jerusalem, Acts 8:28 Se volvía, y, sentado en su carro, leía al profeta Isaías. Acts 8:29 Y el Espíritu dijo a Felipe: Llégate, y júntate a este carro. Acts 8:30 Y acudiendo Felipe, le oyó que leía al profeta Isaías, y dijo: ¿Mas entiendes lo que lees? Acts 8:31 Y él dijo: ¿Y cómo podré, si alguno no me enseñare? Y rogó a Felipe que subiese, y se sentase con él. Acts 8:32 Y el lugar de la Escritura que leía, era éste: Como oveja a la muerte fue llevado; y como cordero mudo delante del que le trasquila, así no abrió su boca. Acts 8:33 En su humillación su juicio fue quitado; mas su generación, ¿quién la contará? porque es quitada de la tierra su vida. Acts 8:34 Y respondiendo el eunuco a Felipe, dijo: Ruégote, ¿de quién el profeta dice esto? ¿de sí, o de otro alguno? Acts 8:35 Entonces Felipe abriendo su boca, y comenzando de esta Escritura, le evangelizó a Jesús. Acts 8:36 Y yendo por el camino, vinieron a una agua; y le dijo el eunuco: He aquí agua, ¿qué impide que yo no sea bautizado? Acts 8:37 Y Felipe dijo: Si crees de todo corazón, bien puedes. Y respondiendo él, dijo: Creo que Jesu Cristo es el Hijo de Dios. Acts 8:38 Y mandó parar el carro; y descendieron ambos al agua, Felipe y el eunuco; y le bautizó. Acts 8:39 Y como subieron del agua, el Espíritu del Señor arrebató a Felipe, y no le vio más el eunuco; y se fue su camino gozoso. Acts 8:40 Felipe empero se halló en Azoto; y pasando anunciaba el evangelio en todas las ciudades hasta que vino a Cesarea. Acts 9:0 Acts 9:1 Y Saulo aun resoplando amenazas y muerte contra los discípulos del Señor, vino al sumo sacerdote, Acts 9:2 Y demandó de él cartas para Damasco a las sinagogas, para que si hallase algunos de este camino, varones o mujeres, los trajese presos a Jerusalem. Acts 9:3 Y yendo por el camino, aconteció que llegó cerca de Damasco, y súbitamente le cercó un resplandor de luz del cielo. Acts 9:4 Y cayendo en tierra, oyó una voz que le decía: Saulo, Saulo, ¿por qué me persigues? Acts 9:5 Y él dijo: ¿Quién eres, Señor? Y el Señor dijo: Yo soy Jesús a quien tú persigues: dura cosa te es dar coces contra el aguijón. Acts 9:6 Y él temblando y asombrado, dijo: Señor, ¿qué quieres que yo haga? Y el Señor le dijo: Levántate, y entra en la ciudad; y te se dirá lo que debes hacer. Acts 9:7 Y los varones que iban con él, se pararon atónitos, oyendo a la verdad la voz, mas no viendo a nadie. Acts 9:8 Entonces Saulo se levantó de tierra, y abriendo los ojos no veía a nadie; mas llevándole por la mano, le metieron en Damasco. Acts 9:9 Y estuvo tres días sin ver; y no comió, ni bebió. Acts 9:10 ¶ Y había un discípulo en Damasco, llamado Ananías, al cual el Señor dijo en visión: Ananías. Y él respondió: He aquí estoy, Señor. Acts 9:11 Y el Señor le dijo: Levántate, y vé a la calle, que se llama la Derecha, y busca en casa de Júdas a Saulo, llamado el de Tarso; porque, he aquí, él ora: Acts 9:12 Y ha visto en visión a un varón llamado Ananías, que entra, y le pone la mano encima para que reciba la vista. Acts 9:13 Entonces Ananías respondió: Señor, he oído decir a muchos de este varón, cuantos males ha hecho a tus santos en Jerusalem; Acts 9:14 Y aun aquí tiene facultad de los príncipes de los sacerdotes para atar a todos los que invocan tu nombre. Acts 9:15 Y le dijo el Señor: Vé; porque vaso escogido me es éste, para que lleve mi nombre en presencia de los Gentiles, y de reyes, y de los hijos de Israel. Acts 9:16 Porque yo le mostraré cuán grandes cosas le es menester que padezca por mi nombre. Acts 9:17 Ananías entonces fue, y entró en la casa; y poniéndole las manos encima, dijo: Saulo, hermano, el Señor, a saber, Jesús, que te apareció en el camino por donde venías, me ha enviado para que recibas la vista, y seas lleno del Espíritu Santo. Acts 9:18 Y al instante le cayeron de los ojos como escamas, y recibió luego la vista; y levantándose fue bautizado. Acts 9:19 Y cuando hubo comido, fue confortado. Y estuvo Saulo con los discípulos que estaban en Damasco, por algunos días. Acts 9:20 ¶ Y luego en las sinagogas predicaba a Cristo, que éste es el Hijo de Dios. Acts 9:21 Mas todos los que le oían estaban atónitos, y decían: ¿No es éste el que asolaba en Jerusalem a los que invocaban este nombre; y a eso vino acá para llevarlos atados a los príncipes de los sacerdotes? Acts 9:22 Empero Saulo mucho más se esforzaba, y confundía a los Judíos que moraban en Damasco demostrando que éste es el Cristo. Acts 9:23 ¶ Y pasados muchos días, acordaron juntos los Judíos de matarle. Acts 9:24 Mas las asechanzas de ellos fueron entendidas de Saulo: y ellos guardaban las puertas de día y de noche, para matarle. Acts 9:25 Entonces los discípulos, tomándole de noche, le bajaron por el muro metido en una espuerta. Acts 9:26 Y como Saulo vino a Jerusalem, tentaba de juntarse con los discípulos; mas todos tenían miedo de él, no creyendo que era discípulo. Acts 9:27 Entonces Barnabás, tomándole, le trajo a los apóstoles; y les contó, como había visto al Señor en el camino, y que él le había hablado, y como en Damasco había hablado animosamente en el nombre de Jesús. Acts 9:28 Y estaba con ellos, entrando y saliendo en Jerusalem. Acts 9:29 Y hablaba animosamente en el nombre del Señor Jesús, y disputaba con los Griegos; mas ellos procuraban de matarle. Acts 9:30 Lo cual como los hermanos entendieron, le acompañaron hasta Cesarea, y le enviaron a Tarso. Acts 9:31 Las iglesias entonces por toda Judea, y Galilea, y Samaria, tenían paz, y eran edificadas; y andando en el temor del Señor, y en el consuelo del Espíritu Santo eran multiplicadas. Acts 9:32 ¶ Y aconteció, que Pedro andando por todas partes, vino también a los santos que habitaban en Lidda. Acts 9:33 Y halló allí a uno que se llamaba Enéas, que había ya ocho años que estaba en cama, que era paralítico. Acts 9:34 Y le dijo Pedro: Enéas, Jesu Cristo te sana: levántate, y hazte tu cama. Y luego se levantó. Acts 9:35 Y viéronle todos los que habitaban en Lidda y en Sarona, los cuales se convirtieron al Señor. Acts 9:36 ¶ Y había en Joppe una discípula llamada Tabita, que interpretado, quiere decir Dórcas. Esta era llena de buenas obras, y de limosnas que hacía. Acts 9:37 Y aconteció en aquellos días, que enfermando, murió; la cual después de lavada, la pusieron en un cenadero. Acts 9:38 Y como Lidda estaba cerca de Joppe, los discípulos, oyendo que Pedro estaba allí, le enviaron dos varones, rogándole: No te detengas de venir a nosotros. Acts 9:39 Pedro entonces levantándose, vino con ellos. Y como llegó, le llevaron al cenadero, y se le presentaron todas las viudas, llorando y mostrándole las túnicas y los vestidos que Dórcas hacía, cuando estaba con ellas. Acts 9:40 Entonces echados fuera todos, Pedro puesto de rodillas, oró; y vuelto al cuerpo, dijo: Tabita, levántate. Y ella abrió los ojos; y viendo a Pedro, se sentó. Acts 9:41 Y dándole él la mano, la levantó: entonces llamando a los santos y a las viudas, la presentó viva. Acts 9:42 Esto fue conocido por toda Joppe; y creyeron muchos en el Señor. Acts 9:43 Y aconteció que se quedó muchos días en Joppe, en casa de un cierto Simón curtidor. Acts 10:0 Acts 10:1 Y había un varón en Cesarea llamado Cornelio, centurión de la compañía que se llamaba la Italiana, Acts 10:2 Piadoso, y temeroso de Dios con toda su casa, y que hacía muchas limosnas al pueblo, y que oraba a Dios siempre. Acts 10:3 Este vio en visión manifiestamente, como a la hora de nona del día, a un ángel de Dios que entraba a él, y le decía: Cornelio. Acts 10:4 Y él, puestos en él los ojos, espantado, dijo: ¿Qué es esto, Señor? Y le dijo: Tus oraciones y tus limosnas han subido en memoria a la presencia de Dios. Acts 10:5 Envía pues ahora varones a Joppe, y haz venir a un tal Simón, que tiene por sobrenombre Pedro. Acts 10:6 Este posa en casa de un cierto Simón, curtidor, que tiene su casa junto a la mar: él te dirá lo que debes hacer. Acts 10:7 E ido el ángel que hablaba con Cornelio, llamó a dos de sus criados, y a un soldado temeroso del Señor, de los que estaban siempre con él. Acts 10:8 A los cuales, después de habérselo contado todo, los envió a Joppe. Acts 10:9 ¶ Y un día después, yendo ellos de camino, y llegando cerca de la ciudad, Pedro subió sobre la casa a orar, cerca de la hora de sexta. Acts 10:10 Y aconteció que le vino una grande hambre, y quiso comer, y aparejándoselo ellos, cayó en un éxtasis. Acts 10:11 Y vio el cielo abierto, y que descendía a él un vaso, como un gran lienzo, que atado de los cuatro cantos fue abajado del cielo a la tierra: Acts 10:12 En el cual había de todos los animales cuadrúpedos de la tierra, y fieras, y reptiles, y aves del cielo. Acts 10:13 Y le vino una voz, diciendo: Levántate, Pedro, mata, y come. Acts 10:14 Entonces Pedro dijo: Señor, no; porque ninguna cosa común, ni inmunda, he comido jamás. Acts 10:15 Y volvió la voz a decirle la segunda vez: Lo que Dios limpió, no lo llames tú común. Acts 10:16 Y esto fue hecho por tres veces; y el vaso volvió a ser recogido en el cielo. Acts 10:17 Y estando Pedro dudando dentro de sí, que sería la visión que había visto, he aquí, los varones que habían sido enviados por Cornelio, que preguntando por la casa de Simón, llegaron a la puerta. Acts 10:18 Y llamando, preguntaron, si Simón, que tenía por sobrenombre Pedro, posaba allí. Acts 10:19 Y estando Pedro pensando en la visión, le dijo el Espíritu: He aquí, tres varones te buscan. Acts 10:20 Levántate pues, y desciende, y no dudes de ir con ellos, porque yo los he enviado. Acts 10:21 Entonces Pedro descendiendo a los varones que le eran enviados por Cornelio, dijo: He aquí, yo soy el que buscáis: ¿qué es la causa por qué habéis venido? Acts 10:22 Y ellos dijeron: Cornelio, el centurión, varón justo, y temeroso de Dios, y de buen testimonio entre toda la nación de los Judíos, ha sido amonestado de Dios por un santo ángel, que te hiciese venir a su casa, y oyese de ti algunas palabras. Acts 10:23 Pedro entonces metiéndolos dentro, los hospedó: y al día siguiente se fue con ellos; y le acompañaron algunos de los hermanos de Joppe. Acts 10:24 Y al otro día después entraron en Cesarea. Y Cornelio los estaba esperando, habiendo llamado a sus parientes, y a los amigos más familiares. Acts 10:25 Y como Pedro entró, Cornelio le salió a recibir; y derribándose a sus pies, le adoró. Acts 10:26 Mas Pedro le levantó, diciendo: Álzate, que yo mismo también soy hombre. Acts 10:27 Y hablando con él, entró; y halló a muchos que se habían juntado. Acts 10:28 Y les dijo: Vosotros sabéis, que no es lícito a un hombre Judío juntarse, o llegarse a uno de otra nación; mas me ha mostrado Dios, que a ningún hombre llame común o inmundo. Acts 10:29 Por lo cual llamado, he venido sin vacilar. Así que pregunto, ¿por qué causa me habéis hecho venir? Acts 10:30 Entonces Cornelio dijo: Cuatro días ha que a esta hora yo estaba ayunando; y a la hora de nona estando orando en mi casa, he aquí, un varón se puso delante de mí en vestido resplandeciente, Acts 10:31 Y dijo: Cornelio, tu oración es oída, y tus limosnas han venido en memoria a la presencia de Dios. Acts 10:32 Envía pues a Joppe, y haz venir a Simón, que tiene por sobrenombre Pedro: éste posa en casa de Simón, curtidor, junto a la mar, el cual venido, te hablará. Acts 10:33 Así que, envié luego a ti; y tú has hecho bien viniendo. Ahora, pues, todos nosotros estamos aquí en la presencia de Dios para oír todo lo que Dios te ha mandado. Acts 10:34 Entonces Pedro, abriendo su boca, dijo: Hallo por verdad, que Dios no hace acepción de personas: Acts 10:35 Sino que de cualquiera nación, el que le teme y obra justicia, es de su agrado. Acts 10:36 La palabra que Dios envió a los hijos de Israel, anunciando la paz por Jesu Cristo: (este es el Señor de todos:) Acts 10:37 Vosotros sabéis, es decir, la cosa que ha sido hecha por toda Judea, comenzando desde Galilea, después del bautismo que Juan predicó: Acts 10:38 A Jesús de Nazaret, como le ungió Dios del Espíritu Santo, y de poder, el cual pasó haciendo bienes, y sanando a todos los oprimidos del diablo; porque Dios era con él. Acts 10:39 Y nosotros somos testigos de todas las cosas que hizo en la tierra de Judea, y en Jerusalem, al cual mataron colgándole en un madero. Acts 10:40 A éste Dios le levantó al tercero día, e hizo que apareciese manifiestamente: Acts 10:41 No a todo el pueblo, sino a los testigos que Dios antes había ordenado, es a saber, a nosotros, que comimos, y bebimos juntamente con él, después que resucitó de entre los muertos. Acts 10:42 Y nos mandó que predicásemos al pueblo, y testificásemos que él es el que Dios ha puesto por Juez de vivos y muertos. Acts 10:43 A éste dan testimonio todos los profetas, de que todos los que en él creyeren, recibirán perdón de pecados en su nombre. Acts 10:44 Estando aun hablando Pedro estas palabras, el Espíritu Santo cayó sobre todos los que oían la palabra. Acts 10:45 Y se espantaron los creyentes que eran de la circuncisión, que habían venido con Pedro, de que también sobre los Gentiles se derramase el don del Espíritu Santo. Acts 10:46 Porque los oían que hablaban en lenguas extrañas, y que magnificaban a Dios. Entonces Pedro respondió: Acts 10:47 ¿Puede alguien impedir el agua, que no sean bautizados estos, que han recibido el Espíritu Santo también como nosotros? Acts 10:48 Y los mandó bautizar en el nombre del Señor. Y le rogaron que se quedase con ellos por algunos días. Acts 11:0 Acts 11:1 Y oyeron los apóstoles, y los hermanos que estaban en Judea, que también los Gentiles habían recibido la palabra de Dios. Acts 11:2 Y como Pedro subió a Jerusalem, contendían contra él los que eran de la circuncisión, Acts 11:3 Diciendo: ¿Por qué has entrado a varones incircuncisos, y has comido con ellos? Acts 11:4 Entonces comenzando Pedro, les declaró por orden lo pasado, diciendo: Acts 11:5 Estando yo en la ciudad de Joppe orando, ví, en éxtasis, una visión: un vaso, como un gran lienzo, que descendía, que por los cuatro cantos fue bajado del cielo, y venía hasta mí. Acts 11:6 En el cual como puse los ojos, consideré, y ví animales terrestres cuadrúpedos, y fieras, y reptiles, y aves del cielo. Acts 11:7 Y oí también una voz que me decía: Levántate, Pedro, mata, y come. Acts 11:8 Y dije: Señor, no; porque ninguna cosa común ni inmunda entró jamás en mi boca. Acts 11:9 Entonces la voz me respondió del cielo la segunda vez: Lo que Dios limpió, no lo ensucies tú. Acts 11:10 Y esto fue hecho por tres veces; y volvió todo a ser tomado arriba en el cielo. Acts 11:11 Y he aquí que luego tres varones sobrevinieron en la casa donde yo estaba, enviados a mí de Cesarea. Acts 11:12 Y el Espíritu me dijo, que me fuese con ellos sin dudar. Y vinieron también conmigo estos seis hermanos, y entrámos en la casa del varón, Acts 11:13 El cual nos contó como había visto a un ángel en su casa, que se paró, y le dijo: Envía hombres a Joppe, y haz venir a Simón, que tiene por sobrenombre Pedro, Acts 11:14 El cual te hablará palabras por las cuales serás salvo tú, y toda tu casa. Acts 11:15 Y como comencé a hablar, cayó el Espíritu Santo sobre ellos, como sobre nosotros al principio. Acts 11:16 Entonces me acordé del dicho del Señor, como dijo: Juan ciertamente bautizó con agua; mas vosotros seréis bautizados con el Espíritu Santo. Acts 11:17 Así que, si Dios les dio el mismo don a ellos también como a nosotros que hemos creído en el Señor Jesu Cristo, ¿quién era yo que pudiese estorbar a Dios? Acts 11:18 Entonces, oídas estas cosas, callaron, y glorificaron a Dios, diciendo: De manera que también a los Gentiles ha dado Dios arrepentimiento para vida. Acts 11:19 ¶ Y los que habían sido esparcidos por la persecución que fue hecha a causa de Esteban, anduvieron hasta Fenicia, y Chipre, y Antioquía, no hablando a nadie la palabra, sino a solos los Judíos. Acts 11:20 Y algunos de ellos eran varones de Chipre, y de Cirene, los cuales como entraron en Antioquía, hablaron a los Griegos, anunciándoles al Señor Jesús. Acts 11:21 Y la mano del Señor era con ellos; y un gran número creyendo se convirtió al Señor. Acts 11:22 Y llegó la fama de estas cosas a oídos de la iglesia que estaba en Jerusalem; y enviaron a Barnabás que fuese hasta Antioquía: Acts 11:23 El cual como llegó, y vio la gracia de Dios, se gozó; y exhortó a todos que con propósito de corazón permaneciesen en el Señor. Acts 11:24 Porque era varón bueno, y lleno del Espíritu Santo, y de fe; y mucha gente fue allegada al Señor. Acts 11:25 Y se partió Barnabás a Tarso para buscar a Saulo: Acts 11:26 Y hallándole, le trajo a Antioquía. Y sucedió que todo un año se reunieron allí con la iglesia; y enseñaron mucha gente: y los discípulos fueron llamados Cristianos primeramente en Antioquía. Acts 11:27 Y en aquellos días descendieron de Jerusalem profetas a Antioquía. Acts 11:28 Y levantándose uno de ellos, llamado Agabo, daba a entender por el Espíritu, que había de haber una grande hambre en todo el mundo, la cual también vino en tiempo de Claudio César. Acts 11:29 Entonces los discípulos, cada uno conforme a lo que tenía, determinaron de enviar subsidio a los hermanos que habitaban en Judea. Acts 11:30 Lo cual asimismo hicieron, enviándolo a los ancianos por mano de Barnabás y de Saulo. Acts 12:0 Acts 12:1 Y en el mismo tiempo el rey Heródes tendió las manos para maltratar a algunos de la iglesia. Acts 12:2 Y mató a Santiago el hermano de Juan a espada. Acts 12:3 Y viendo que había agradado a los Judíos, pasó adelante para prender también a Pedro. (Eran entonces los días de los panes sin levadura.) Acts 12:4 El cual prendido, le echó en la cárcel, entregándole a cuatro cuaterniones de soldados que le guardasen: queriendo sacarle al pueblo después de la pascua. Acts 12:5 Así que, Pedro era guardado en la cárcel; mas la iglesia hacía oración a Dios sin cesar por él. Acts 12:6 Y cuando Heródes le había de sacar, aquella misma noche, estaba Pedro durmiendo entre dos soldados, preso con dos cadenas, y los guardas delante de la puerta que guardaban la cárcel. Acts 12:7 Y, he aquí, el ángel del Señor sobrevino, y una luz resplandeció en la cárcel: e hiriendo a Pedro en el lado, le despertó, diciendo: Levántate prestamente. Y las cadenas se le cayeron de las manos. Acts 12:8 Y le dijo el ángel: Cíñete, y átate tus sandalias. Y lo hizo así. Y le dijo: Rodéate tu ropa, y sígueme. Acts 12:9 Y saliendo, le seguía; y no sabía que era verdad lo que hacía el ángel: mas pensaba que veía una visión. Acts 12:10 Y como pasaron la primera y la segunda guarda, vinieron a la puerta de hierro, que va a la ciudad, la cual se les abrió de suyo; y salidos, pasaron adelante por una calle; y luego el ángel se apartó de él. Acts 12:11 Entonces Pedro, volviendo en sí, dijo: Ahora entiendo verdaderamente, que el Señor ha enviado su ángel, y me ha librado de la mano de Heródes, y de toda la expectación del pueblo de los Judíos. Acts 12:12 Y habiendo considerado, llegó a casa de María la madre de Juan, el que tenía por sobrenombre Márcos, donde muchos estaban congregados, y orando. Acts 12:13 Y tocando Pedro a la puerta del portal, salió una muchacha, para escuchar, que se llamaba Rode. Acts 12:14 La cual como conoció la voz de Pedro, de gozo no abrió la puerta, sino corriendo dentro, dio la nueva, que Pedro estaba ante la puerta. Acts 12:15 Y ellos le dijeron: Estás loca: mas ella afirmaba que era así. Entonces ellos decían: Su ángel es. Acts 12:16 Empero Pedro perseveraba en llamar; y como le abrieron la puerta, le vieron, y se espantaron. Acts 12:17 Mas él, haciéndoles señal con la mano que callasen, les contó como el Señor le había sacado de la cárcel; y dijo: Hacéd saber esto a Santiago y a los hermanos. Y salido, se partió a otro lugar. Acts 12:18 Siendo pues de día, había no poco alboroto entre los soldados, sobre qué se había hecho de Pedro. Acts 12:19 Mas Heródes, como le buscó, y no le halló, hecha inquisición de los guardas, los mandó llevar a la muerte. Y descendiendo de Judea a Cesarea, se quedó allí. Acts 12:20 ¶ Y Heródes estaba enojado contra los de Tiro, y los de Sidón; mas ellos vinieron de acuerdo a él; y habiendo sobornado a Blasto, que era el camarero del rey, pedían paz; porque las tierras de ellos eran mantenidas por las del rey. Acts 12:21 Y en un día señalado, Heródes vestido de ropa real, se sentó en su trono, y les arengaba. Acts 12:22 Y el pueblo aclamaba, diciendo: Esta es la voz de un dios, y no de un hombre. Acts 12:23 Y luego el ángel del Señor le hirió, por cuanto no dio la gloria a Dios; y comido de gusanos espiró. Acts 12:24 Mas la palabra del Señor crecía, y se multiplicaba. Acts 12:25 Y Barnabás y Saulo volvieron de Jerusalem, cumplido su ministerio, tomando consigo a Juan, el que tenía por sobrenombre Márcos. Acts 13:0 Acts 13:1 Había entonces en la iglesia, que estaba en Antioquía, profetas y doctores, como Barnabás, y Simón el que se llamaba Níger, y Lucio Cireneo, y Manaén, hermano de leche de Heródes el tetrarca, y Saulo. Acts 13:2 Ministrando pues estos al Señor, y ayunando, dijo el Espíritu Santo: Apartádme a Barnabás y a Saulo para la obra para la cual los he llamado. Acts 13:3 Entonces ayunando y orando, y poniéndoles las manos encima, los enviaron. Acts 13:4 Así que ellos, enviados por el Espíritu Santo, descendieron a Seleucia; y de allí navegaron a Chipre. Acts 13:5 Y llegados a Salamina, anunciaban la palabra de Dios en las sinagogas de los Judíos; y tenían también a Juan por asistente. Acts 13:6 Y habiendo atravesado la isla hasta Pafo, hallaron a cierto hechicero, falso profeta, Judío, llamado Bar-jesús: Acts 13:7 El cual estaba con el procónsul Sergio Paulo, varón prudente. Este, llamando a Barnabás y a Saulo, deseaba oír la palabra de Dios. Acts 13:8 Mas les resistía Elimás el hechicero, (que así se interpreta su nombre,) procurando de apartar de la fe al procónsul. Acts 13:9 Entonces Saulo, que también se llama Pablo, lleno del Espíritu Santo, poniendo en él los ojos, Acts 13:10 Dijo: Oh, lleno de todo engaño y de toda maldad, hijo del diablo, enemigo de toda justicia, ¿no cesarás de trastornar los caminos rectos del Señor? Acts 13:11 Ahora, pues, he aquí, la mano del Señor es sobre ti, y serás ciego, que no veas el sol por un tiempo. Y luego cayó en él oscuridad y tinieblas; y andando al derredor buscaba quien le condujese por la mano. Acts 13:12 Entonces el procónsul, viendo lo que había sido hecho, creyó, maravillado de la doctrina del Señor. Acts 13:13 ¶ Y partidos de Pafo, Pablo, y los que estaban con él, vinieron a Perges de Pamfilia: entonces Juan, apartándose de ellos, se volvió a Jerusalem. Acts 13:14 Y ellos pasando de Perges, vinieron a Antioquía de Pisidia; y entrando en la sinagoga un día de sábado, se asentaron. Acts 13:15 Y después de la lectura de la ley y de los profetas, los príncipes de la sinagoga enviaron a ellos, diciendo: Varones y hermanos, si hay en vosotros alguna palabra de exhortación para el pueblo, hablád. Acts 13:16 Entonces Pablo, levantándose, hecha señal de silencio con la mano, dijo: Varones Israelitas, y los que teméis a Dios, escuchád. Acts 13:17 El Dios de este pueblo de Israel escogió a nuestros padres, y ensalzó el pueblo, siendo ellos extranjeros en la tierra de Egipto, y con brazo levantado los sacó de ella. Acts 13:18 Y por espacio como de cuarenta años soportó sus costumbres en el desierto. Acts 13:19 Y destruyendo las siete naciones en la tierra de Canaán, les repartió por suerte la tierra de ellas. Acts 13:20 Y después de esto les dio jueces como por cuatrocientos y cincuenta años, hasta el profeta Samuel. Acts 13:21 Y entonces demandaron rey; y les dio Dios a Saul, hijo de Cis, varón de la tribu de Benjamín, por cuarenta años. Acts 13:22 Y quitado aquel, les levantó a David por rey, al cual dio testimonio, diciendo: He hallado a David, hijo de Jessé, varón conforme a mi corazón, el cual hará todas mis voluntades. Acts 13:23 De la simiente de éste, Dios, conforme a su promesa, ha levantado para Israel un Salvador, Jesús; Acts 13:24 Predicando Juan antes de su venida el bautismo de arrepentimiento a todo el pueblo de Israel. Acts 13:25 Mas como Juan cumpliese su carrera, dijo: ¿Quién pensáis que soy yo? Yo no soy él; mas, he aquí, viene en pos de mí uno, cuyos zapatos de los pies no soy yo digno de desatar. Acts 13:26 Varones y hermanos, hijos del linaje de Abraham, y los que de entre vosotros temen a Dios, a vosotros es enviada la palabra de esta salvación. Acts 13:27 Porque los que habitaban en Jerusalem, y sus príncipes, no conociendo a éste, ni a las voces de los profetas que se leen todos los sábados, condenándole las cumplieron. Acts 13:28 Y sin hallar en él causa de muerte, pidieron a Pilato que fuese muerto. Acts 13:29 Y habiendo cumplido todas las cosas que de él eran escritas, quitándole del madero, le pusieron en un sepulcro. Acts 13:30 Mas Dios le levantó de entre los muertos. Acts 13:31 El cual fue visto por muchos días de los que habían subido juntamente con él de Galilea a Jerusalem, los cuales son sus testigos ante el pueblo. Acts 13:32 Y nosotros os anunciamos la buena nueva de aquella promesa que fue hecha a los padres, Acts 13:33 La cual Dios ha cumplido a nosotros, los hijos de ellos, resucitando a Jesús: como también en el Salmo segundo está escrito: Mi hijo eres tú, yo te he engendrado hoy. Acts 13:34 Y que le levantó de los muertos para nunca más volver a corrupción, dijo así: Os daré las misericordias fieles prometidas a David. Acts 13:35 Por tanto en otro Salmo dice también: No permitirás que tu Santo vea corrupción. Acts 13:36 Porque a la verdad David, habiendo servido en su edad a la voluntad de Dios, durmió, y fue juntado con sus padres, y vio corrupción. Acts 13:37 Mas aquel que Dios levantó, no vio corrupción. Acts 13:38 Séaos pues notorio, varones y hermanos, que por éste os es anunciada remisión de pecados; Acts 13:39 Y de todo lo que por la ley de Moisés no pudisteis ser justificados, en éste es justificado todo aquel que creyere. Acts 13:40 Mirád pues que no venga sobre vosotros lo que está dicho en los profetas: Acts 13:41 Mirád, menospreciadores, y maravilláos, y desvanecéos; porque yo obro obra en vuestros días, obra que no la creeréis aunque alguien os la contare. Acts 13:42 ¶ Y salidos los Judíos de la sinagoga, los Gentiles les rogaron, que el sábado siguiente se les hablasen estas palabras. Acts 13:43 Y despedida la congregación, muchos de los Judíos, y de los prosélitos religiosos siguieron a Pablo y a Barnabás: los cuales hablándoles, les persuadían que permaneciesen en la gracia de Dios. Acts 13:44 Y el sábado siguiente se juntó casi toda la ciudad a oír la palabra de Dios. Acts 13:45 Entonces los Judíos, vistas las multitudes, fueron llenos de envidia, y contradecían a lo que Pablo decía, contradiciendo y blasfemando. Acts 13:46 Entonces Pablo y Barnabás, usando de libertad, dijeron, A vosotros a la verdad era menester que se os hablase primero la palabra de Dios; mas, pues que la desecháis, y os juzgáis indignos de la vida eterna, he aquí, nos volvemos a los Gentiles. Acts 13:47 Porque así nos lo mandó el Señor, diciendo: Te he puesto por luz de los Gentiles, para que seas por salvación hasta lo postrero de la tierra. Acts 13:48 Y los Gentiles oyendo esto, fueron gozosos, y glorificaban la palabra del Señor; y creyeron cuantos estaban ordenados para vida eterna. Acts 13:49 Y la palabra del Señor fue sembrada por toda aquella región. Acts 13:50 Mas los Judíos concitaron a las mujeres devotas y nobles, y a los principales de la ciudad, y levantaron persecución contra Pablo y Barnabás, a los cuales echaron de sus términos. Acts 13:51 Ellos entonces sacudiendo contra ellos el polvo de sus pies, se vinieron a Iconio. Acts 13:52 Y los discípulos fueron llenos de gozo, y del Espíritu Santo. Acts 14:0 Acts 14:1 Y aconteció en Iconio, que entrados ambos en la sinagoga de los Judíos, hablaron de tal manera que creyó una grande multitud de Judíos, y asimismo de Griegos. Acts 14:2 Mas los Judíos que fueron incrédulos, incitaron a los Gentiles, y corrompieron los ánimos de ellos contra los hermanos. Acts 14:3 Con todo eso se detuvieron allí mucho tiempo, hablando animosamente en el Señor, el cual daba testimonio a la palabra de su gracia, dando que señales y milagros fuesen hechos por las manos de ellos. Acts 14:4 Y la multitud de la ciudad fue dividida; y unos eran con los Judíos, y otros con los apóstoles. Acts 14:5 Mas haciendo ímpetu los Judíos y los Gentiles, juntamente con sus príncipes, para afrentarlos y apedrearlos, Acts 14:6 Entendiéndolo ellos se huyeron a Listra y Derbe, ciudades de Licaonia, y por toda la tierra al derredor. Acts 14:7 Y allí predicaban el evangelio. Acts 14:8 ¶ Y un varón de Listra, impotente de los pies, estaba sentado, cojo desde el vientre de su madre, que jamás había andado. Acts 14:9 Este oyó hablar a Pablo: el cual, como puso los ojos en él, y vio que tenía fe para ser sano, Acts 14:10 Dijo a gran voz: Levántate derecho sobre tus pies. Y él saltó, y anduvo. Acts 14:11 Y las gentes, visto lo que Pablo había hecho, alzaron la voz, diciendo en lengua Licaonia: Dioses en semejanza de hombres han descendido a nosotros. Acts 14:12 Y a Barnabás llamaban Júpiter; y a Pablo, Mercurio, porque éste era el que llevaba la palabra. Acts 14:13 Entonces el sacerdote de Júpiter que estaba delante de la ciudad de ellos, trayendo toros y guirnaldas delante de las puertas, quería con el pueblo ofrecerles sacrificio. Acts 14:14 Lo cual como oyeron los apóstoles Barnabás y Pablo, rompiendo sus ropas, saltaron en medio de la multitud, dando voces, Acts 14:15 Y diciendo: Varones, ¿por qué hacéis esto? Nosotros también somos hombres semejantes a vosotros, que os anunciamos que de estas vanidades os convirtáis al Dios vivo, que hizo el cielo, y la tierra, y la mar, y todo lo que está en ellos. Acts 14:16 El cual en las edades pasadas ha dejado a todas las naciones andar en sus propios caminos: Acts 14:17 Aunque no se dejó a sí mismo sin testimonio, bien haciendo, dándonos lluvias del cielo, y tiempos fructíferos, llenando de mantenimiento, y de alegría nuestros corazones. Acts 14:18 Y diciendo estas cosas, apenas contuvieron las multitudes a que no les sacrificasen. Acts 14:19 ¶ Entonces sobrevinieron unos Judíos de Antioquía y de Iconio, que persuadieron a la multitud; y habiendo apedreado a Pablo, le sacaron arrastrando fuera de la ciudad, pensando que ya estaba muerto. Acts 14:20 Mas rodéandole los discípulos, se levantó, y se entró en la ciudad; y un día después se partió con Barnabás a Derbe. Acts 14:21 Y como hubieron anunciado el evangelio a aquella ciudad, y enseñado a muchos, volviéronse a Listra, y a Iconio, y a Antioquía, Acts 14:22 Confirmando los ánimos de los discípulos, exhortándolos que permaneciesen en la fe; y enseñándoles que es menester que por muchas tribulaciones entremos en el reino de Dios. Acts 14:23 Y habiéndoles ordenado ancianos en cada una de las iglesias, y habiendo orado con ayunos, los encomendaron al Señor en el cual habían creído. Acts 14:24 Y pasando por Pisidia vinieron a Pamfilia. Acts 14:25 Y habiendo predicado la palabra en Perges, descendieron a Attalia. Acts 14:26 Y de allí navegaron a Antioquía, de donde habían sido encomendados a la gracia de Dios para la obra que ya habían acabado. Acts 14:27 Y como vinieron, y juntaron la iglesia, relataron cuán grandes cosas había hecho Dios por medio de ellos; y como había abierto a los Gentiles la puerta de la fe. Acts 14:28 Y se quedaron allí mucho tiempo con los discípulos. Acts 15:0 Acts 15:1 Entonces algunos que venían de Judea enseñaban a los hermanos, y decían: Si no os circuncidáis, conforme al rito de Moisés, no podéis ser salvos. Acts 15:2 Así que hecha una disensión y contienda no pequeña por Pablo y Barnabás contra ellos, determinaron que subiesen Pablo y Barnabás, y algunos otros de ellos a los apóstoles y a los ancianos a Jerusalem sobre esta cuestión. Acts 15:3 Ellos pues, acompañados algún trecho por la iglesia, pasaron por Fenicia y Samaria, contando la conversión de los Gentiles; y causaron grande gozo a todos los hermanos. Acts 15:4 Y venidos a Jerusalem, fueron recibidos de la iglesia, y de los apóstoles, y de los ancianos; y les hicieron saber todas las cosas que Dios había hecho por medio de ellos. Acts 15:5 Mas algunos de la secta de los Fariseos, que habían creído, se levantaron, diciendo: Que es menester circuncidarlos, y mandarles que guarden la ley de Moisés. Acts 15:6 ¶ Y se juntaron los apóstoles y los ancianos para conocer de este negocio. Acts 15:7 Y habiendo habido grande contienda, levantándose Pedro, les dijo: Varones y hermanos, vosotros sabéis como ya há algún tiempo que Dios escogió de entre nosotros, que los Gentiles oyesen por mi boca la palabra del evangelio, y creyesen. Acts 15:8 Y Dios, que conoce los corazones, les dio testimonio, dándoles el Espíritu Santo a ellos también como a nosotros: Acts 15:9 Y ninguna diferencia hizo entre nosotros y ellos, purificando por la fe sus corazones. Acts 15:10 Ahora pues, ¿por qué tentáis a Dios poniendo un yugo sobre la cerviz de los discípulos, que ni nuestros padres ni nosotros hemos podido llevar? Acts 15:11 Antes por la gracia del Señor Jesu Cristo creemos que seremos salvos, como también ellos. Acts 15:12 Entonces toda la multitud calló, y escucharon a Barnabás y a Pablo que contaban cuantos milagros y maravillas Dios había hecho por medio de ellos entre los Gentiles. Acts 15:13 Y después que hubieron callado, Santiago respondió, diciendo: Varones y hermanos, escuchádme. Acts 15:14 Simón ha contado como primero Dios visitó los Gentiles, para tomar de entre ellos un pueblo para su nombre. Acts 15:15 Y con esto concuerdan las palabras de los profetas, como está escrito: Acts 15:16 Después de esto volveré, y restauraré el tabernáculo de David que estaba caído; y reedificaré sus ruinas, y le volveré a levantar; Acts 15:17 Para que el resto de los hombres busque al Señor, y todos los Gentiles sobre los cuales es llamado mi nombre, dice el Señor, que hace todas estas cosas. Acts 15:18 Notorias a Dios son todas sus obras desde la eternidad. Acts 15:19 Por lo cual yo juzgo, que los que de los Gentiles se convierten a Dios, no han de ser inquietados: Acts 15:20 Sino escribirles que se aparten de las contaminaciones de los ídolos, y de fornicación, y de lo estrangulado, y de sangre. Acts 15:21 Porque Moisés desde los tiempos antiguos tiene en cada ciudad quien le predique en las sinagogas, donde es leído cada sábado. Acts 15:22 Entonces pareció bien a los apóstoles, y a los ancianos con toda la iglesia, elegir ciertos varones de ellos, y enviarlos a Antioquía con Pablo y Barnabás, es a saber, a Júdas que tenía por sobrenombre Barsabás, y a Silas, varones principales entre los hermanos; Acts 15:23 Y escribir por mano de ellos así: Los apóstoles, y los ancianos, y los hermanos, a los hermanos de los Gentiles que están en Antioquía, y en Siria, y en Cilicia, salud: Acts 15:24 Por cuanto hemos oído que algunos, que han salido de nosotros, os han inquietado con palabras, trastornando vuestras almas, mandando circuncidaros y guardar la ley, a los cuales no dimos tal comisión: Acts 15:25 Nos ha parecido bien, congregados en uno, elegir varones, y enviarlos a vosotros con nuestros amados Barnabás y Pablo, Acts 15:26 Hombres que han arriesgado sus vidas por el nombre de nuestro Señor Jesu Cristo. Acts 15:27 Así que, enviamos a Júdas, y a Silas, los cuales también por palabra os harán saber lo mismo. Acts 15:28 Porque ha parecido bien al Espíritu Santo, y a nosotros, de no imponeros otra carga además de estas cosas necesarias: Acts 15:29 Que os apartéis de las cosas sacrificadas a ídolos, y de sangre, y de lo estrangulado, y de fornicación: de las cuales cosas si os guardareis, haréis bien. Bien tengáis. Acts 15:30 Ellos entonces enviados descendieron a Antioquía, y juntando la multitud, dieron la carta. Acts 15:31 La cual como leyeron, fueron gozosos de la consolación. Acts 15:32 Y Júdas y Silas, como ellos también eran profetas, exhortaron y confirmaron a los hermanos con abundancia de palabra. Acts 15:33 Y pasando allí algún tiempo fueron enviados de los hermanos a los apóstoles en paz. Acts 15:34 Mas a Silas pareció bien de quedarse allí aun. Acts 15:35 También Pablo y Barnabás se estaban en Antioquía, enseñando y predicando, con otros muchos también, la palabra del Señor. Acts 15:36 ¶ Y después de algunos días Pablo dijo a Barnabás: Volvamos a visitar los hermanos por todas las ciudades en las cuales hemos predicado la palabra del Señor, a ver como están. Acts 15:37 Y Barnabás quería que tomasen consigo a Juan, el que tenía por sobrenombre Márcos: Acts 15:38 Mas a Pablo, le parecía que no había de ser tomado el que se había apartado de ellos desde Pamfilia, y no había ido con ellos a la obra. Acts 15:39 Y hubo tal contención entre ellos, que se apartaron el uno del otro; y Barnabás tomando a Márcos navegó a Chipre. Acts 15:40 Y Pablo escogiendo a Silas, se partió, encomendado por los hermanos a la gracia de Dios. Acts 15:41 Y anduvo la Siria y la Cilicia confirmando las iglesias. Acts 16:0 Acts 16:1 Y vino hasta Derbe, y Listra; y, he aquí, estaba allí cierto discípulo, llamado Timoteo, hijo de una mujer Judía creyente, mas su padre era Griego. Acts 16:2 De éste daban buen testimonio los hermanos que estaban en Listra y en Iconio. Acts 16:3 Este quiso Pablo que fuese con él; y tomándole, le circuncidó, por causa de los Judíos que estaban en aquellos lugares; porque todos sabían que su padre era Griego. Acts 16:4 Y como pasaban por las ciudades, les daban para que guardasen los decretos, que habían sido determinados por los apóstoles y los ancianos que estaban en Jerusalem. Acts 16:5 Así que las iglesias eran confirmadas en fe, y eran aumentadas en número cada día. Acts 16:6 ¶ Y pasando a Frigia, y a la provincia de Galacia, les fue vedado por el Espíritu Santo predicar la palabra en Asia. Acts 16:7 Y como vinieron a Misia, tentaron de ir a Bitinia, mas no se lo permitió el Espíritu. Acts 16:8 Y pasando por Misia, bajaron a Troas. Acts 16:9 Y se le apareció a Pablo de noche una visión: Un varón Macedonio estaba en pie, rogándole, y diciendo: Pasa a Macedonia, y ayúdanos. Acts 16:10 Y como vio la visión, luego procuramos partir a Macedonia, certificados que Dios nos llamaba para que les predicásemos el evangelio. Acts 16:11 Y partidos de Troas, vinimos camino derecho a Samotracia, y el día siguiente a Neapolis. Acts 16:12 Y de allí a Filipos, que es la primera ciudad de aquella parte de Macedonia, y es una colonia; y estuvimos en aquella ciudad algunos días. Acts 16:13 ¶ Y en el día de sábado salimos de la ciudad al río, donde solía hacerse la oración; y sentándonos hablamos a las mujeres que se habían juntado. Acts 16:14 Entonces una mujer, llamada Lidia, que vendía púrpura, de la ciudad de Tiatira, temerosa de Dios, oyó: el corazón de la cual abrió el Señor, para que estuviese atenta a lo que Pablo decía. Acts 16:15 Y como fue bautizada, con su casa, nos rogó, diciendo: Si habéis juzgado que yo sea fiel al Señor, entrád en mi casa, y posád; y nos constriñó. Acts 16:16 ¶ Y aconteció, que yendo nosotros a la oración, una muchacha que tenía espíritu Pitónico, nos salió delante; la cual daba grande ganancia a sus amos adivinando. Acts 16:17 Esta, siguiendo a Pablo, y a nosotros, daba voces, diciendo: Estos hombres son siervos del Dios Altísimo, los cuales nos enseñan el camino de salvación. Acts 16:18 Y esto hacía por muchos días, mas desagradado Pablo, se volvió, y dijo al espíritu: Te mando en el nombre de Jesu Cristo, que salgas de ella. Y salió en la misma hora. Acts 16:19 Y viendo sus amos que había salido la esperanza de su ganancia, prendieron a Pablo y a Silas; y los trajeron a la plaza, a las autoridades. Acts 16:20 Y presentándolos a los magistrados, dijeron: Estos hombres alborotan nuestra ciudad, siendo Judíos. Acts 16:21 Y enseñan costumbres, las cuales no nos es lícito recibir ni guardar, pues somos Romanos. Acts 16:22 Y concurrió la multitud contra ellos; y los magistrados rompiéndoles sus ropas los mandaron azotar con varas. Acts 16:23 Y después que los hubieron herido de muchos azotes, los echaron en la cárcel, mandando al carcelero que los guardase con diligencia. Acts 16:24 El cual, recibido este mandamiento, los metió en la cárcel de más a dentro, y les apretó los pies en el cepo. Acts 16:25 Mas a media noche orando Pablo y Silas, cantaban himnos a Dios; y los que estaban presos los oían. Acts 16:26 Entonces fue hecho de repente un gran terremoto, de tal manera que los cimientos de la cárcel se movían; y luego todas las puertas se abrieron; y las prisiones de todos se soltaron. Acts 16:27 Y despertado el carcelero, como vio abiertas las puertas de la cárcel, sacando la espada se quería matar, pensando que los presos se habían huido. Acts 16:28 Mas Pablo clamó a gran voz, diciendo: No te hagas ningún mal: que todos estamos aquí. Acts 16:29 El entonces pidiendo una luz, entró dentro, y temblando se derribó a los pies de Pablo y de Silas. Acts 16:30 Y sacándolos fuera, les dijo: Señores, ¿Qué debo yo hacer para ser salvo? Acts 16:31 Y ellos le dijeron: Cree en el Señor Jesu Cristo, y serás salvo tú, y tu casa. Acts 16:32 Y le hablaron la palabra del Señor, y a todos los que estaban en su casa. Acts 16:33 Y tomándolos él en aquella misma hora de la noche, les lavó los cardenales; y fue bautizado luego él, y todos los suyos. Acts 16:34 Y llevándolos a su casa, les puso la mesa; y se regocijó, creyendo en Dios con toda su casa. Acts 16:35 ¶ Y como fue de día, los magistrados enviaron los alguaciles al carcelero, diciendo: Suelta a aquellos hombres. Acts 16:36 Y el carcelero hizo saber estas palabras a Pablo, diciendo: Los magistrados han enviado que seáis sueltos: así que ahora salíd, e idos en paz. Acts 16:37 Entonces Pablo les dijo: Azotados públicamente sin habernos oído, nos echaron en la cárcel, siendo hombres Romanos; ¿y ahora nos echan encubiertamente? No, por cierto; sino vengan ellos mismos, y nos saquen. Acts 16:38 Y los alguaciles volvieron a decir a los magistrados estas palabras; y tuvieron miedo, oído que eran Romanos. Acts 16:39 Y viniendo les suplicaron, y sacándolos, les rogaron que se saliesen de la ciudad. Acts 16:40 Entonces salidos de la cárcel, entraron en casa de Lidia, y vistos los hermanos, los consolaron, y se fueron. Acts 17:0 Acts 17:1 Y pasando por Amfipolis, y por Apolonia, vinieron a Tesalónica, donde había sinagoga de Judíos. Acts 17:2 Y Pablo, como acostumbraba, entró a ellos, y por tres sábados razonó con ellos de las Escrituras, Acts 17:3 Declarando y proponiendo, que era menester que el Cristo padeciese, y resucitase de los muertos; y que este Jesús, el cual yo os anuncio, es el Cristo. Acts 17:4 Y algunos de ellos creyeron, y se juntaron con Pablo y con Silas; y de los Griegos religiosos una grande multitud; y mujeres nobles no pocas. Acts 17:5 Entonces los Judíos que eran incrédulos, movidos de envidia, tomando a algunos vagabundos, malos hombres, y juntando compañía, alborotaron la ciudad; y acometiendo la casa de Jasón, procuraban sacarlos al pueblo. Acts 17:6 Y no hallándolos, trajeron a Jasón y a algunos hermanos a las autoridades de la ciudad, dando voces, diciendo: Estos son los que trastornan el mundo, y han venido acá también; Acts 17:7 A los cuales Jasón ha recibido, y todos estos hacen contra los decretos de César, diciendo que hay otro rey, un tal Jesús. Acts 17:8 Y alborotaron el pueblo y a las autoridades de la ciudad, oyendo estas cosas. Acts 17:9 Mas recibida fianza de Jasón, y de los demás, los soltaron. Acts 17:10 ¶ Entonces los hermanos luego de noche enviaron a Pablo y a Silas a Berea, los cuales como llegaron, entraron en la sinagoga de los Judíos. Acts 17:11 Y fueron estos más nobles que los de Tesalónica, en que recibieron la palabra con toda codicia, escudriñando cada día las Escrituras, para ver si estas cosas eran así. Acts 17:12 Así que creyeron muchos de ellos, también de mujeres Griegas nobles, y de varones no pocos. Acts 17:13 Mas como entendieron los Judíos de Tesalónica que en Berea era predicada por Pablo la palabra de Dios, vinieron también allá alborotando el pueblo. Acts 17:14 Empero luego los hermanos enviaron a Pablo que fuese hasta la mar; mas Silas y Timoteo se quedaron aun allí. Acts 17:15 Y los que habían tomado a cargo a Pablo, le llevaron hasta Aténas; y tomando mandato de él para Silas y Timoteo, que viniesen a él lo más presto que pudiesen, se partieron. Acts 17:16 ¶ Y esperándolos Pablo en Aténas, su espíritu se deshacía en él, viendo la ciudad dada a la idolatría. Acts 17:17 Por lo cual disputaba en la sinagoga con los Judíos y los hombres religiosos, y en la plaza cada día con los que le ocurrían. Acts 17:18 Y algunos filósofos de los Epicúreos y de los Estóicos disputaban con él; y unos decían: ¿Qué quiere decir este palabrero? Y otros: Parece que es predicador de nuevos dioses; porque les predicaba a Jesús, y la resurrección. Acts 17:19 ¶ Y tomándole, le trajeron al Areopago, diciendo: ¿Podremos saber qué sea esta nueva doctrina que tú anuncias? Acts 17:20 Porque haces llegar a nuestros oídos ciertas cosas extrañas: queremos pues saber qué quiere ser esto. Acts 17:21 (Porque todos los Atenienses, y los extranjeros que allí moraban, en ninguna otra cosa entendían sino, o en decir, o en oír alguna cosa nueva.) Acts 17:22 Entonces Pablo puesto en pie en medio del Areopago, dijo: Varones Atenienses, en todo veo que sois demasiadamente religiosos; Acts 17:23 Porque pasando, y mirando vuestros santuarios, hallé un altar en el cual estaba esta inscripción: AL DIOS NO CONOCIDO. Aquel, pues, que vosotros adoráis sin conocerle, a éste os anuncio yo. Acts 17:24 El Dios que hizo el mundo, y todas las cosas que hay en él, éste como es Señor del cielo y de la tierra, no habita en templos hechos de manos; Acts 17:25 Ni es servido por manos de hombres, como si necesitase de algo; pues él da a todos vida, y aliento, y todas las cosas. Acts 17:26 El cual hizo de una misma sangre a todas las naciones de los hombres, para que habitasen sobre toda la haz de la tierra, determinando el orden de los tiempos, y los términos de la habitación de ellos; Acts 17:27 Para que buscasen a Dios, si en alguna manera palpando le hallasen: aunque por cierto no está lejos de cada uno de nosotros. Acts 17:28 Porque en él vivimos, y nos movemos, y tenemos nuestro ser; como también algunos de vuestros poetas dijeron: Porque somos también su linaje. Acts 17:29 Siendo pues linaje de Dios, no hemos de pensar que la Divinidad sea semejante o a oro, o a plata, o a piedra, o a escultura de artificio, o de imaginación de hombres. Acts 17:30 Y disimulaba Dios los tiempos de aquella ignorancia; mas ahora manda a todos los hombres, en todas partes, que se arrepientan: Acts 17:31 Por cuanto ha establecido un día, en el cual ha de juzgar con justicia a todo el mundo por aquel varón que él ha señalado; de lo cual ha dado testimonio a todos, levantándole de los muertos. Acts 17:32 ¶ Y como oyeron la resurrección de los muertos, unos se burlaban; y otros decían: Te oiremos acerca de esto otra vez. Acts 17:33 Y así Pablo salió de en medio de ellos. Acts 17:34 Mas algunos creyeron, juntándose con él: entre los cuales fue Dionisio el del Areopago, y una mujer llamada Damaris, y otros con ellos. Acts 18:0 Acts 18:1 Pasadas estas cosas Pablo se partió de Aténas, y vino a Corinto. Acts 18:2 Y hallando a un Judío llamado Aquila, natural del Ponto, que hacía poco que había venido de Italia, y a Priscila su mujer, (porque Claudio había mandado que todos los Judíos saliesen de Roma,) se vino a ellos: Acts 18:3 Y porque era de su oficio, posó con ellos, y trabajaba; porque el oficio de ellos era hacer tiendas. Acts 18:4 Y razonaba en la sinagoga todos los sábados, y persuadía a Judíos, y a Griegos. Acts 18:5 Y como Silas y Timoteo vinieron de Macedonia, Pablo era constreñido en espíritu, testificando a los Judíos que Jesús es el Cristo. Acts 18:6 Mas contradiciendo y blasfemando ellos, les dijo, sacudiendo sus vestidos: Vuestra sangre sea sobre vuestra cabeza: yo estoy limpio: desde ahora me iré a los Gentiles. Acts 18:7 Y partiendo de allí, entró en casa de uno llamado Justo, temeroso de Dios, la casa del cual estaba junto a la sinagoga. Acts 18:8 Y Crispo, el príncipe de la sinagoga, creyó en el Señor con toda su casa; y muchos de los Corintios oyendo, creían, y fueron bautizados. Acts 18:9 Entonces el Señor dijo de noche en visión a Pablo: No temas, sino habla, y no calles; Acts 18:10 Porque yo estoy contigo, y ninguno te acometerá para hacerte mal; porque yo tengo mucho pueblo en esta ciudad. Acts 18:11 Y se quedó allí un año y seis meses, enseñándoles la palabra de Dios. Acts 18:12 ¶ Y siendo Galión procónsul de Acaya, los Judíos se levantaron unánimes contra Pablo, y le trajeron al tribunal, Acts 18:13 Diciendo: Este persuade a los hombres a adorar a Dios contra la ley. Acts 18:14 Y como Pablo iba a abrir la boca, Galión dijo a los Judíos: Si fuera algún agravio, o algún crímen enorme, oh Judíos, conforme a derecho yo os tolerara; Acts 18:15 Mas si son cuestiones de palabras, y de nombres, y de vuestra ley, védlo vosotros; porque yo no quiero ser juez de esas cosas. Acts 18:16 Y los echó del tribunal. Acts 18:17 Entonces todos los Griegos tomando a Sóstenes, príncipe de la sinagoga, le herían delante del tribunal; y a Galión nada se le daba de ello. Acts 18:18 ¶ Mas Pablo habiendo permanecido aun allí muchos días, despidiéndose de los hermanos, navegó a Siria, y con él Priscila y Aquila, habiendo raído su cabeza en Cencreas, porque tenía voto. Acts 18:19 Y llegó a Efeso, y los dejó allí; mas él entrando en la sinagoga, razonó con los Judíos. Acts 18:20 Los cuales rogándole que se quedase con ellos por más tiempo, no se lo concedió. Acts 18:21 Antes se despidió de ellos, diciendo: Es menester que en todo caso yo guarde la fiesta que viene en Jerusalem; mas otra vez volveré a vosotros, si Dios quiere. Y se partió de Efeso. Acts 18:22 Y descendido a Cesarea, subió a Jerusalem, y saludó a la iglesia, y descendió a Antioquía. Acts 18:23 Y habiendo estado allí algún tiempo, se partió, andando por orden la provincia de Galacia, y la Frigia, esforzando a todos los discípulos. Acts 18:24 ¶ Llegó entonces a Efeso un Judío llamado Apólos, natural de Alejandría, varón elocuente, poderoso en las Escrituras. Acts 18:25 Este era instruido en el camino del Señor; y siendo fervoroso de espíritu, hablaba y enseñaba diligentemente las cosas del Señor, entendiendo solamente el bautismo de Juan. Acts 18:26 Y comenzó a hablar denodadamente en la sinagoga, al cual como oyeron Priscila y Aquila, le tomaron, y le declararon más particularmente el camino de Dios. Acts 18:27 Y queriendo él pasar a Acaya, los hermanos exhortándole, escribieron a los discípulos que le recibiesen; y venido él, aprovechó mucho a los que por la gracia habían creído. Acts 18:28 Porque con gran vehemencia convencía públicamente a los Judíos, demostrando por las Escrituras que Jesús es el Cristo. Acts 19:0 Acts 19:1 Y aconteció, que entre tanto que Apólos estaba en Corinto, Pablo, andadas las regiones superiores, vino a Efeso, donde hallando ciertos discípulos, Acts 19:2 Díjoles: ¿Habéis recibido al Espíritu Santo desde que creísteis? Y ellos le dijeron: Antes ni aun hemos oído si hay Espíritu Santo. Acts 19:3 Entonces les dijo: ¿En qué pues habéis sido bautizados? Y ellos dijeron: En el bautismo de Juan. Acts 19:4 Y dijo Pablo: Juan en verdad bautizó con bautismo de arrepentimiento, diciendo al pueblo, que creyesen en el que había de venir después de él, es a saber, en Jesu Cristo. Acts 19:5 Oídas estas cosas fueron bautizados en el nombre del Señor Jesús. Acts 19:6 Y como Pablo les puso las manos encima, vino sobre ellos el Espíritu Santo, y hablaban en lenguas extrañas, y profetizaban. Acts 19:7 Y eran los varones todos como doce. Acts 19:8 Y entrando él dentro de la sinagoga, hablaba libremente por espacio de tres meses, disputando y persuadiendo del reino de Dios. Acts 19:9 Mas cuando algunos se endurecieron, y no querían creer, antes dijeron mal del camino del Señor delante de la multitud, se apartó Pablo de ellos, y separó los discípulos, razonando cada día en la escuela de un cierto Tiranno. Acts 19:10 Y esto fue hecho por espacio de dos años, de tal manera que todos los que habitaban en Asia, así Judíos como Griegos, oyeron la palabra del Señor Jesús. Acts 19:11 Y hacía Dios milagros no cualesquiera por las manos de Pablo. Acts 19:12 De tal manera que aun llevasen a los enfermos paños y pañuelos de sobre su cuerpo; y las enfermedades se iban de ellos, y los malos espíritus salían de ellos. Acts 19:13 Y algunos de los Judíos exorcistas vagabundos tentaron a invocar el nombre del Señor Jesús sobre los que tenían espíritus malos, diciendo: Os conjuramos por Jesús, el que Pablo predica. Acts 19:14 Y había siete hijos de un tal Sceva, Judío, príncipe de los sacerdotes, que hacían esto. Acts 19:15 Y respondiendo el espíritu malo, dijo: A Jesús conozco, y Pablo, sé quien es; mas, vosotros, ¿quién sois? Acts 19:16 Y el hombre en quien estaba el espíritu malo, saltando sobre ellos, y enseñoreándose de ellos, pudo más que ellos, de tal manera que huyeron de aquella casa desnudos y heridos. Acts 19:17 Y esto fue notorio a todos los que habitaban en Efeso, así Judíos como Griegos; y cayó temor sobre todos ellos, y era ensalzado el nombre del Señor Jesús. Acts 19:18 ¶ Y muchos de los que habían creído, venían confesando, y dando cuenta de sus hechos. Acts 19:19 Asimismo muchos de los que habían seguido artes curiosas, trajeron los libros, y quemáronlos delante de todos; y echada cuenta del precio de ellos, hallaron que montaban cincuenta mil piezas de plata. Acts 19:20 Así crecía poderosamente la palabra del Señor, y prevalecía. Acts 19:21 Y acabadas estas cosas, propuso Pablo en su espíritu (andada Macedonia y Acaya) de partirse a Jerusalem, diciendo: Después que hubiere estado allá, me será menester ver también a Roma. Acts 19:22 Y enviando a Macedonia a dos de los que le ministraban, es a saber, Timoteo y Erasto, él se estuvo por algún tiempo en Asia. Acts 19:23 Entonces hubo un alboroto no pequeño acerca del camino del Señor. Acts 19:24 Porque un cierto platero, llamado Demetrio, el cual hacía de plata templos de Diana, daba a los artífices no poca ganancia. Acts 19:25 A los cuales juntados con los oficiales de semejante oficio, dijo: Varones, ya sabéis que de este oficio tenemos ganancia; Acts 19:26 Y veis, y oís que este Pablo, no solamente en Efeso, mas por casi toda la Asia aparta con persuasión a muchísima gente, diciendo: Que no son dioses los que se hacen con las manos. Acts 19:27 Y no solamente hay peligro de que éste nuestro oficio se nos vuelva en reproche, mas aun también que el templo de la grande diosa Diana sea estimado en nada, y comience a ser destruida la majestad de aquella, a la cual honra toda la Asia, y el mundo. Acts 19:28 Oídas estas cosas, hinchiéronse de ira, y dieron alarido, diciendo: Grande es Diana de los Efesios. Acts 19:29 Y toda la ciudad se llenó de confusión, y unánimes arremetieron al teatro, arrebatando a Gayo y a Aristarco Macedonios, compañeros de Pablo. Acts 19:30 Y queriendo Pablo salir al pueblo, los discípulos no le dejaron. Acts 19:31 También algunos de los principales de Asia, que eran sus amigos, enviaron a él rogándole que no se presentase en el teatro. Acts 19:32 Y unos gritaban una cosa, y otros gritaban otra; porque la asamblea era confusa, y los más no sabían por qué se habían juntado. Acts 19:33 Y sacaron de entre la multitud a Alejandro, rempujándole los Judíos. Entonces Alejandro, pedido silencio con la mano, quería dar razón al pueblo. Acts 19:34 Al cual como conocieron que era Judío, todos gritaron a una voz, como por espacio de dos horas: Grande es Diana de los Efesios. Acts 19:35 Y cuando el escribano hubo apaciguado la multitud, dijo: Varones Efesios, ¿quién hay de los hombres que no sepa que la ciudad de los Efesios es adoradora de la grande diosa Diana, y de la imagen que descendió de Júpiter? Acts 19:36 Así que, pues que esto no puede ser contradicho, conviene que os apacigüéis, y que nada hagáis temerariamente. Acts 19:37 Porque habéis traído a estos hombres, que ni son sacrílegos, ni blasfemadores de vuestra diosa. Acts 19:38 Por lo cual si Demetrio, y los oficiales que están con él, tienen queja contra alguno, audiencias se hacen, y procónsules hay, acúsense los unos a los otros. Acts 19:39 Y si demandáis alguna otra cosa, en legítimo ayuntamiento se puede despachar; Acts 19:40 Que peligro hay de que seamos argüidos de sedición por esto de hoy: no habiendo ninguna causa por la cual podamos dar razón de este concurso. Acts 19:41 Y habiendo dicho esto, despidió la asamblea. Acts 20:0 Acts 20:1 Y después que cesó el alboroto, llamando Pablo a los discípulos, habiéndolos abrazado, se partió para ir a Macedonia. Acts 20:2 Y cuando hubo andado por aquellas partes, y les hubo exhortado con abundancia de palabra, vino a Grecia. Acts 20:3 Y habiendo estado tres meses allí, y estando para navegar a Siria, fuéronle puestas asechanzas por los Judíos; y tomó consejo de volverse por Macedonia. Acts 20:4 Y le acompañaron hasta Asia Sopater de Berea; y de los Tesalonicenses, Aristarco y Segundo; y Gayo de Derbe; y Timoteo; y de Asia, Tíquico y Trófimo. Acts 20:5 Estos yendo delante, nos esperaron en Troas. Acts 20:6 Y nosotros, pasados los días de los panes sin levadura, navegamos desde Filipos, y vinimos a ellos a Troas en cinco días, donde estuvimos siete días. Acts 20:7 Y el primer día de la semana, juntados los discípulos para romper el pan, Pablo les predicaba, habiendo de partir al día siguiente; y alargó su sermón hasta la media noche. Acts 20:8 Y había muchas lámparas en el cenadero donde estaban congregados. Acts 20:9 Y un mancebo llamado Eutico, que estaba sentado en una ventana, tomado de un sueño profundo, como Pablo razonaba luengamente, derribado del sueño, cayó desde el tercer piso abajo; y fue alzado muerto. Acts 20:10 Mas descendiendo Pablo, derribóse sobre él, y abrazándole, dijo: No os alborotéis, que su vida está en él. Acts 20:11 Y subiendo, y rompiendo el pan, y comiendo, habló largamente hasta el alba, y así se partió. Acts 20:12 Y trajeron al mancebo vivo, y fueron consolados no poco. Acts 20:13 ¶ Y nosotros subiendo en la nave navegamos a Asos, para recibir de allí a Pablo; porque así lo había determinado, queriendo él mismo ir a pie. Acts 20:14 Y como se juntó con nosotros en Asos, tomándole vinimos a Mitilene. Acts 20:15 Y navegando de allí, al día siguiente vinimos delante de Chio, y al otro día tomamos puerto en Samo; y habiendo reposado en Trogilio, el día siguiente vinimos a Mileto. Acts 20:16 Porque Pablo había propuesto de pasar adelante de Efeso, por no detenerse en Asia; porque se apresuraba por estar el día de Pentecostés, si le fuese posible, en Jerusalem. Acts 20:17 Y enviando desde Mileto a Efeso, hizo llamar a los ancianos de la iglesia. Acts 20:18 Los cuales como vinieron a él, les dijo: Vosotros sabéis desde el primer día que entré en Asia, como he sido con vosotros por todo el tiempo, Acts 20:19 Sirviendo al Señor con toda humildad de ánimo, y con muchas lágrimas y tentaciones que me han venido por las asechanzas de los Judíos. Acts 20:20 Como nada que os fuese útil, me he retraido de anunciaros, enseñando públicamente, y de casa en casa, Acts 20:21 Testificando a los Judíos, y también a los Griegos el arrepentimiento hacia Dios, y la fe hacia nuestro Señor Jesu Cristo. Acts 20:22 Y ahora he aquí, que yo, constreñido del Espíritu, voy a Jerusalem sin saber lo que allá me ha de acontecer: Acts 20:23 Solo que el Espíritu Santo por todas las ciudades me da testimonio, diciendo: Que prisiones y tribulaciones me esperan. Acts 20:24 Mas de ninguna de estas cosas hago caso, ni tengo mi vida por cosa preciosa a mí mismo, con tal que acabe mi carrera con gozo, y el ministerio que recibí del Señor Jesús, para dar testimonio del evangelio de la gracia de Dios. Acts 20:25 Y ahora he aquí, yo sé que ninguno de todos vosotros por entre quienes he pasado predicando el reino de Dios, verá más mi rostro. Acts 20:26 Por tanto yo os protesto el día de hoy, que yo estoy limpio de la sangre de todos. Acts 20:27 Porque no me he retraido de anunciaros todo el consejo de Dios. Acts 20:28 Por tanto mirád por vosotros, y por todo el rebaño sobre el que el Espíritu Santo os ha puesto por sobreveedores, para apacentar la iglesia de Dios, la cual él ganó con su propia sangre. Acts 20:29 Porque yo sé, que después de mi partida entrarán entre vosotros graves lobos, que no perdonarán al rebaño; Acts 20:30 Y que de entre vosotros mismos se levantarán también hombres, que hablen cosas perversas, para llevar discípulos en pos de sí. Acts 20:31 Por tanto velád, acordándoos que por tres años, de noche y de día, no he cesado de amonestar con lágrimas a cada uno de vosotros. Acts 20:32 Y ahora, hermanos, os encomiendo a Dios, y a la palabra de su gracia, la cual es poderosa para edificaros, y daros herencia con todos los que son santificados. Acts 20:33 La plata, o el oro, o el vestido de nadie he codiciado. Acts 20:34 Antes vosotros sabéis, que para lo que me ha sido necesario, y a los que estaban conmigo, estas manos me han servido. Acts 20:35 En todo os he enseñado, que trabajando así, debéis sobrellevar a los enfermos, y acordaros del dicho del Señor Jesús, el cual dijo: Más bienaventurado es dar, que recibir. Acts 20:36 ¶ Y como hubo dicho estas cosas, puesto de rodillas oró con todos ellos. Acts 20:37 Entonces hubo un gran llanto de todos; y derribándose sobre el cuello de Pablo, le besaban, Acts 20:38 Doliéndose sobre todo por la palabra que dijo, que no habían de ver más su rostro. Y le acompañaron hasta la nave. Acts 21:0 Acts 21:1 Y fue que como navegamos habiéndonos arrancado de ellos, vinimos camino derecho a Coos, y el día siguiente a Rodas, y de allí a Patara. Acts 21:2 Y hallando una nave que pasaba a Fenicia, nos embarcamos, y partimos. Acts 21:3 Y como comenzó a mostrársenos Chipre, dejándola a mano izquierda, navegamos a Siria, y vinimos a Tiro; porque la nave había de descargar allí su carga. Acts 21:4 Y nos quedamos allí siete días, habiendo hallado discípulos, los cuales decían a Pablo por el Espíritu, que no subiese a Jerusalem. Acts 21:5 Y cumplidos aquellos días, nos partimos, acompañándonos todos con sus mujeres e hijos hasta fuera de la ciudad; y puestos de rodillas en la ribera, oramos. Acts 21:6 Y abrazándonos los unos a los otros, subimos en la nave, y ellos se volvieron a sus casas. Acts 21:7 Y nosotros, cumplida la navegación, vinimos de Tiro a Tolemaida, y habiendo saludado a los hermanos, nos quedamos con ellos un día. Acts 21:8 Y al otro día, partidos Pablo y los que con él estábamos, vinimos a Cesarea; y entrando en casa de Felipe el evangelista, el cual era uno de los siete, posamos con él. Acts 21:9 Y éste tenía cuatro hijas vírgenes que profetizaban. Acts 21:10 Y quedándonos allí por muchos días, descendió de Judea un profeta llamado Agabo. Acts 21:11 El cual como vino a nosotros, tomó el ceñidor de Pablo, y atándose los pies y las manos, dijo: Esto dice el Espíritu Santo: Al varón, cuyo es este ceñidor, así le atarán los Judíos en Jerusalem, y le entregarán en manos de los Gentiles. Acts 21:12 Lo cual como oímos, le rogamos nosotros, y los de aquel lugar, que no subiese a Jerusalem. Acts 21:13 Entonces Pablo respondió: ¿Qué hacéis llorando, y quebrantándome el corazón? porque yo estoy presto no solo a ser atado, mas aun a morir en Jerusalem por el nombre del Señor Jesús. Acts 21:14 Y como no le pudimos persuadir, cesamos de instarle, diciendo: Hágase la voluntad del Señor. Acts 21:15 ¶ Y después de estos días, apercibidos, subimos a Jerusalem. Acts 21:16 Y vinieron también con nosotros de Cesarea algunos de los discípulos, trayendo consigo a un Mnasón de Chipre, discípulo antiguo con el cual posásemos. Acts 21:17 Y como llegamos a Jerusalem, los hermanos nos recibieron de buena voluntad. Acts 21:18 Y el día siguiente Pablo entró con nosotros a Santiago, y todos los ancianos se juntaron. Acts 21:19 Y habiéndolos saludado, les contó por menudo lo que Dios había hecho entre los Gentiles por su ministerio. Acts 21:20 Y ellos como lo oyeron, glorificaron al Señor; y le dijeron: Ya ves, hermano, cuantos millares de Judíos hay que han creído; y todos son celadores de la ley: Acts 21:21 Y han oído decir de ti, que enseñas a apartarse de Moisés a todos los Judíos que están entre los Gentiles, diciendo, que no han de circuncidar a sus hijos, ni andar según las costumbres. Acts 21:22 ¿Qué, pues, se ha de hacer? En todo caso la multitud ha de juntarse; porque oirán que has venido. Acts 21:23 Haz, pues, esto que te decimos: Tenemos cuatro varones que tienen voto sobre sí: Acts 21:24 Tomando a estos, santifícate con ellos, y gasta con ellos para que raigan sus cabezas; y que entiendan todos que no hay nada de lo que de ti han oído decir; sino que tú mismo andas también según orden, y guardas la ley. Acts 21:25 Empero en cuanto a los que de los Gentiles han creído, nosotros hemos escrito; y determinamos, que no guarden nada de esto: solamente que se abstengan de lo que fuere sacrificado a los ídolos, y de sangre, y de estrangulado, y de fornicación. Acts 21:26 ¶ Entonces Pablo, tomó a aquellos varones, y el día siguiente santificado con ellos, entró en el templo, anunciando ser cumplidos los días de la santificación, hasta ser ofrecida ofrenda por cada uno de ellos. Acts 21:27 Y como se acababan los siete días, unos Judíos de Asia, como le vieron en el templo, alborotaron todo el pueblo, y le echaron mano, Acts 21:28 Dando voces, y diciendo: Varones Israelitas ayudád: éste es el hombre que por todas partes enseña a todos contra el pueblo, y contra la ley, y contra este lugar; y aun además de esto ha metido los Gentiles en el templo, y ha contaminado este santo lugar. Acts 21:29 (Porque habían visto antes a Trófimo Efesio en la ciudad con él, el cual pensaban que Pablo había metido en el templo.) Acts 21:30 Así que toda la ciudad se alborotó, y se hizo un concurso de pueblo; y tomando a Pablo le llevaban arrastrando fuera del templo, y luego las puertas fueron cerradas. Acts 21:31 Y procurando ellos de matarle, fue dado aviso al tribuno de la compañía, que toda Jerusalem estaba alborotada. Acts 21:32 El cual luego tomando soldados y centuriones, corrió a ellos. Y ellos como vieron al tribuno y a los soldados, cesaron de golpear a Pablo. Acts 21:33 Entonces llegando el tribuno, le prendió, y le mandó atar con dos cadenas; y le preguntó quién era, y que había hecho. Acts 21:34 Y unos gritaban una cosa, y otros, otra, de entre la multitud; y como no podía entender nada de cierto a causa del alboroto, le mandó llevar a la fortaleza. Acts 21:35 Y cuando llegó a las gradas, aconteció que fue llevado acuestas por los soldados a causa de la violencia del pueblo. Acts 21:36 Porque la multitud de pueblo venía detrás gritando: Afuera con él. Acts 21:37 Y como iban a meter a Pablo en la fortaleza, dijo al tribuno: ¿Me será lícito hablar contigo? Y él dijo: ¿Sabes tú Griego? Acts 21:38 ¿No eres tú aquel Egipcio que levantaste una sedición antes de estos días, y sacaste al desierto cuatro mil hombres salteadores? Acts 21:39 Entonces Pablo le dijo: Yo de cierto soy hombre Judío, ciudadano de Tarso, ciudad no oscura de Cilicia: empero ruégote que me permitas que hable al pueblo. Acts 21:40 Y como él se lo permitió, Pablo estando en pie en las gradas, hizo señal con la mano al pueblo; y hecho grande silencio, les habló en lengua Hebrea, diciendo: Acts 22:0 Acts 22:1 Varones hermanos, y padres, oíd mi defensa que hago ahora ante vosotros. Acts 22:2 (Y como oyeron que les hablaba en lengua Hebrea, le dieron más silencio;) y dijo: Acts 22:3 Yo de cierto soy hombre Judío, nacido en Tarso de Cilicia, mas criado en esta ciudad a los pies de Gamaliel, enseñado conforme a la verdad de la ley de los padres, y siendo zeloso de la ley de Dios, como todos vosotros sois hoy. Acts 22:4 Que he perseguido este camino hasta la muerte, atando y entregando en cárceles varones y mujeres, Acts 22:5 Como también el sumo sacerdote me es testigo, y toda la asamblea de los ancianos: de los cuales también tomando cartas para los hermanos, iba a Damasco, a fin de traer atados a Jerusalem a los que estuviesen allí, para que fuesen castigados. Acts 22:6 Mas aconteció, que yendo yo, y llegando cerca de Damasco, como a medio día, de repente me rodeó mucha luz del cielo; Acts 22:7 Y caí en el suelo, y oí una voz que me decía: Saulo, Saulo, ¿por qué me persigues? Acts 22:8 Yo entonces respondí: ¿Quién eres, Señor? Y díjome: Yo soy Jesús el Nazareno, a quien tú persigues. Acts 22:9 Y los que estaban conmigo, vieron a la verdad la luz, y se espantaron; mas no oyeron la voz del que hablaba conmigo. Acts 22:10 Y dije: ¿Qué haré, Señor? Y el Señor me dijo: Levántate, y vé a Damasco, y allí te será dicho de todo lo que te está determinado que hagas. Acts 22:11 Y como yo no veía por causa de la gloria de aquella luz, llevado de la mano por los que estaban conmigo, vine a Damasco. Acts 22:12 Entonces un cierto Ananías, varón piadoso conforme a la ley, que tenía buen testimonio de todos los Judíos que allí moraban, Acts 22:13 Viniendo a mí, y presentándose, me dijo: Saulo hermano, recibe la vista. Y yo en aquella misma hora le miré. Acts 22:14 Y él dijo: El Dios de nuestros Padres te ha escogido, para que conocieses su voluntad, y vieses a aquel Justo, y oyeses la voz de su boca; Acts 22:15 Porque has de ser testigo suyo a todos los hombres de lo que has visto y oído. Acts 22:16 Ahora pues, ¿por qué te detienes? Levántate, y sé bautizado, y lava tus pecados, invocando su nombre. Acts 22:17 Y me aconteció, vuelto a Jerusalem, que orando en el templo, fui arrebatado fuera de mí, Acts 22:18 Y le ví que me decía: Dáte priesa, y sal prestamente fuera de Jerusalem; porque no recibirán tu testimonio de mí. Acts 22:19 Y yo dije: Señor, ellos saben que yo encerraba en cárcel, y azotaba por las sinagogas a los que creían en ti; Acts 22:20 Y cuando se derramaba la sangre de Esteban tu mártir, yo también estaba presente, y consentía a su muerte, y guardaba las ropas de los que le mataban. Acts 22:21 Y me dijo: Vé, porque yo te tengo que enviar lejos a los Gentiles. Acts 22:22 Y le oyeron hasta esta palabra; y entonces alzaron la voz, diciendo: Quita de la tierra a un tal hombre; porque no conviene que viva. Acts 22:23 Y dando ellos voces, y arrojando sus ropas, y echando polvo al aire, Acts 22:24 Mandó el tribuno que le llevasen a la fortaleza; y ordenó que fuese examinado con azotes, para saber por qué causa clamaban así contra él. Acts 22:25 Y como le ataban con correas, Pablo dijo al centurión que estaba presente: ¿Os es lícito azotar a un hombre Romano, sin ser condenado? Acts 22:26 Y como el centurión oyó esto, fue al tribuno, y le dio aviso, diciendo: Mira lo que vas a hacer; porque este hombre es Romano. Acts 22:27 Y viniendo el tribuno le dijo: Díme, ¿eres tú Romano? Y él dijo: Sí. Acts 22:28 Y respondió el tribuno: Yo con mucha suma de dinero alcancé esta ciudadanía. Entonces Pablo dijo: Mas yo aun soy nacido ciudadano. Acts 22:29 Así que, luego se apartaron de él los que le habían de examinar; y aun el tribuno también tuvo temor, entendido que era Romano, por haberle atado. Acts 22:30 Y el día siguiente queriendo saber de cierto la causa por qué era acusado de los Judíos, le soltó de las prisiones, y mandó venir a los príncipes de los sacerdotes, y a todo su concilio; y sacando a Pablo, le presentó delante de ellos. Acts 23:0 Acts 23:1 Entonces Pablo, poniendo los ojos en el concilio, dijo: Varones y hermanos: yo con toda buena conciencia he vivido delante de Dios hasta el día de hoy. Acts 23:2 Y el sumo sacerdote, Ananías, mandó a los que estaban cerca de él que le hiriesen en la boca. Acts 23:3 Entonces Pablo le dijo: Herirte ha Dios a ti, pared blanqueada; porque tú estas sentado para juzgarme conforme a la ley: ¿Y contra la ley me mandas herir? Acts 23:4 Y los que estaban presentes dijeron: ¿Al sumo sacerdote de Dios vilipendias? Acts 23:5 Y Pablo dijo: No sabía yo, hermanos, que era el sumo sacerdote; porque escrito está: No hablarás mal del gobernador de tu pueblo. Acts 23:6 Entonces Pablo, viendo que la una parte era de Saduceos, y la otra de Fariseos, clamó en el concilio: Varones y hermanos, yo Fariseo soy, hijo de Fariseo, de la esperanza y de la resurrección de los muertos soy yo juzgado. Acts 23:7 Y como hubo dicho esto, fue hecha disensión entre los Fariseos y los Saduceos; y la multitud fue dividida. Acts 23:8 (Porque los Saduceos dicen que no hay resurrección, ni ángel, ni espíritu; mas los Fariseos confiesan ambas cosas.) Acts 23:9 Hubo, pues, un gran clamor; y levantándose los escribas que estaban de la parte de los Fariseos, contendían, diciendo: Ningún mal hallamos en este hombre: que si algún espíritu le ha hablado, o un ángel, no peleemos contra a Dios. Acts 23:10 Y habiendo grande disensión, el tribuno temiendo que Pablo no fuese despedazado por ellos, mandó venir soldados y arrebatarle de en medio de ellos, y llevarle a la fortaleza. Acts 23:11 Y la noche siguiente, presentándosele el Señor, le dijo: Confía Pablo: que como has testificado de mí en Jerusalem, así has de testificar también en Roma. Acts 23:12 ¶ Y venido el día, algunos de los Judíos se juntaron, y prometieron debajo de maldición, diciendo, que ni comerían ni beberían hasta que hubiesen muerto a Pablo. Acts 23:13 Y eran más de cuarenta los que habían hecho esta conjuración: Acts 23:14 Los cuales se fueron a los príncipes de los sacerdotes, y a los ancianos, y dijeron: Nosotros hemos hecho voto debajo de maldición, que no hemos de gustar nada hasta que hayamos muerto a Pablo. Acts 23:15 Ahora pues vosotros con el concilio hacéd saber al tribuno, que le saque mañana a vosotros, como que queréis entender de él alguna cosa más cierta; y nosotros, antes que él llegue, estamos aparejados para matarle. Acts 23:16 Entonces el hijo de la hermana de Pablo, oyendo de las asechanzas, vino, y entró en la fortaleza, y dio aviso a Pablo. Acts 23:17 Y Pablo llamando a uno de los centuriones, dijo: Lleva a este mancebo al tribuno, porque tiene cierto aviso que darle. Acts 23:18 El entonces tomándole, le llevó al tribuno, y dijo: El preso Pablo llamándome, me rogó que trajese a ti este mancebo, que tiene algo que hablarte. Acts 23:19 Y el tribuno tomándole de la mano, y apartándose aparte con él, le preguntó: ¿Qué es lo que tienes de que darme aviso? Acts 23:20 Y él dijo: Los Judíos han concertado rogarte que mañana saques a Pablo al concilio, como que han de inquirir de él alguna cosa más cierta. Acts 23:21 Mas tú no confíes de ellos; porque más de cuarenta varones de ellos le asechan, los cuales han hecho voto, debajo de maldición, de no comer ni beber hasta que le hayan muerto; y ahora están apercibidos esperando tu promesa. Acts 23:22 Entonces el tribuno despidió al mancebo, mandándole que a nadie dijese que le había dado aviso de esto. Acts 23:23 Y llamados dos centuriones, les mandó que apercibiesen doscientos soldados, que fuesen hasta Cesarea, y setenta de a caballo, con doscientos lanceros para la tercera hora de la noche; Acts 23:24 Y que aparejasen cabalgaduras para en que poniendo a Pablo, le llevasen en salvo a Félix el gobernador; Acts 23:25 Escribiendo una carta que en suma contenía esto: Acts 23:26 Claudio Lisias a Félix gobernador excelente, salud. Acts 23:27 A este varón, tomado por los Judíos, y que le comenzaban a matar, libré yo, sobreviniendo con una compañía de soldados, entendiendo que era Romano. Acts 23:28 Y queriendo saber la causa por qué le acusaban, le llevé al concilio de ellos. Acts 23:29 Y hallé que le acusaban de algunas cuestiones de la ley de ellos, mas que ningún crímen tenía digno de muerte, o de prisión. Acts 23:30 Mas siéndome dado aviso de asechanzas que le habían aparejado los Judíos, en la misma hora le envié a ti: mandando también a los acusadores que traten delante de ti lo que tienen contra él. Bien hayas. Acts 23:31 Entonces los soldados tomaron a Pablo, como les era mandado, y le trajeron de noche a Antipatris. Acts 23:32 Y el día siguiente, dejando a los de a caballo que fuesen con él, se volvieron a la fortaleza. Acts 23:33 Y como llegaron a Cesarea, y dieron la carta al gobernador, presentaron también a Pablo delante de él. Acts 23:34 Y el gobernador, leída la carta, preguntó de qué provincia era; y entendiendo que era de Cilicia: Acts 23:35 Te oiré, dijo, cuando vinieren también tus acusadores. Y mandó que le guardasen en la audiencia de Heródes. Acts 24:0 Acts 24:1 Y cinco días después descendió el sumo sacerdote Ananías, con los ancianos, y con un cierto orador llamado Tértulo; los cuales comparecieron delante del gobernador contra Pablo. Acts 24:2 Y habiéndole citado, Tértulo comenzó a acusarle, diciendo: Como sea así que por causa tuya vivamos en grande paz, y habiéndose dado buenos reglamentos a esta nación por tu prudencia, Acts 24:3 Siempre y en todo lugar lo recibimos con todo hacimiento de gracias, oh excelente Félix. Acts 24:4 Empero por no detenerte más largamente, ruégote que nos oigas brevemente conforme a tu equidad. Acts 24:5 Porque hemos hallado que este hombre es pestilencial, y levantador de sediciones entre todos los Judíos por todo el mundo; y jefe de la sediciosa secta de los Nazarenos. Acts 24:6 El cual también tentó a violar al templo; y prendiéndole le quisimos juzgar conforme a nuestra ley. Acts 24:7 Mas sobreviniendo el tribuno Lisias, con grande violencia le quitó de nuestras manos, Acts 24:8 Mandando a sus acusadores que viniesen a ti: del cual tú mismo examinando, podrás entender de todas estas cosas de que le acusamos. Acts 24:9 Y añadieron también los Judíos, diciendo estas cosas ser así. Acts 24:10 ¶ Entonces Pablo, habiéndole hecho señal el gobernador de que hablase, respondió: Porque sé que ha muchos años que eres Juez de esta nación, con mayor ánimo me defenderé. Acts 24:11 Que tú puedes entender que no ha más de doce días que subí a adorar a Jerusalem. Acts 24:12 Y ni me hallaron en el templo disputando con alguno, ni haciendo concurso de la multitud, ni en las sinagogas, ni en la ciudad: Acts 24:13 Ni te pueden probar las cosas de que ahora me acusan. Acts 24:14 Esto empero te confieso, que conforme a aquel camino que llaman ellos herejía, así sirvo al Dios de mis padres, creyendo todas las cosas que en la ley, y en los profetas están escritas: Acts 24:15 Teniendo esperanza en Dios, como ellos mismos también la tienen, de que ha de haber resurrección de los muertos, así de los justos, como de los injustos. Acts 24:16 Y por esto yo procuro tener siempre conciencia sin ofensa acerca de Dios, y acerca de los hombres. Acts 24:17 Mas pasados muchos años, vine a hacer limosnas a mi nación y ofrendas, Acts 24:18 Cuando me hallaron santificado en el templo, (no con multitud, ni con alboroto,) unos Judíos de Asia: Acts 24:19 Los cuales convenía que fueran presentes delante de ti, y acusar, si contra mí tenían algo: Acts 24:20 O si no, que estos mismos digan aquí, si hallaron en mí alguna cosa mal hecha cuando yo estuve delante del concilio; Acts 24:21 Sino que sea por esta sola voz que clamé estando entre ellos: Que de la resurrección de los muertos soy hoy juzgado por vosotros. Acts 24:22 ¶ Entonces oídas estas cosas, teniendo Félix mejor conocimiento de aquel camino, les puso dilación, diciendo: Cuando descendiere el tribuno Lisias, acabaré de conocer de vuestro negocio. Acts 24:23 Y mandó al centurión, que Pablo fuese guardado, y que fuese relajado, y que no vedase a ninguno de los suyos de servirle, o venir a él. Acts 24:24 ¶ Y algunos días después, viniendo Félix con Drusila su mujer, la cual era Judía, llamó a Pablo, y oyó de él sobre la fe que es en Cristo. Acts 24:25 Y razonando él de la justicia, y de la continencia, y del juicio venidero, espantado Félix, respondió: Por ahora vete; que teniendo lugar oportuno te llamaré: Acts 24:26 Esperaba también, que de parte de Pablo le sería dado dinero, porque le soltase; por lo cual haciéndole venir muchas veces, hablaba con él. Acts 24:27 Mas cumplidos dos años, Félix tuvo por sucesor a Porcio Festo; y queriendo Félix ganar la gracia de los Judíos, dejó preso a Pablo. Acts 25:0 Acts 25:1 Festo pues, entrado en la provincia, tres días después subió de Cesarea a Jerusalem. Acts 25:2 Y comparecieron delante de él el sumo sacerdote, y los principales de los Judíos contra Pablo, y le rogaron, Acts 25:3 Pidiendo favor contra él, que le hiciese traer a Jerusalem, poniéndole asechanzas para matarle en el camino. Acts 25:4 Mas Festo respondió que Pablo estuviese guardado en Cesarea, y que él se partiría presto. Acts 25:5 Los que de vosotros pueden, dijo, desciendan conmigo, y si hay algún crímen en este varón, acúsenle. Acts 25:6 Y deteniéndose entre ellos no más de diez días, venido a Cesarea, el siguiente día se asentó en el tribunal, y mandó que Pablo fuese traído. Acts 25:7 El cual venido, le rodearon los Judíos que habían venido de Jerusalem, alegando contra Pablo muchas y graves acusaciones, las cuales no podían probar, Acts 25:8 Contestando Pablo por sí: Que ni contra la ley de los Judíos, ni contra el templo, ni contra César he pecado en algo. Acts 25:9 ¶ Mas Festo, queriendo congraciarse con los Judíos, respondiendo a Pablo, dijo: ¿Quieres subir a Jerusalem, y ser juzgado allá de estas cosas delante de mí? Acts 25:10 Y Pablo dijo: Ante el tribunal de César estoy, donde debo ser juzgado. A los Judíos no he hecho agravio alguno, como tú sabes muy bien. Acts 25:11 Porque si alguna injuria, o cosa alguna digna de muerte he hecho, no rehúso de morir; mas si nada hay de las cosas de que estos me acusan, nadie me puede entregar a ellos: a César apelo. Acts 25:12 Entonces Festo, habiendo hablado con el consejo, respondió: ¿A César has apelado? a César irás. Acts 25:13 ¶ Y pasados algunos días, el rey Agripa y Berenice vinieron a Cesarea a saludar a Festo. Acts 25:14 Y como estuvieron allí muchos días, Festo declaró al rey la causa de Pablo, diciendo: Un varón ha sido dejado preso por Félix, Acts 25:15 Por el cual, cuando vine a Jerusalem, comparecieron ante mí los príncipes de los sacerdotes y los ancianos de los Judíos pidiendo condenación contra él. Acts 25:16 A los cuales respondí, no ser costumbre de los Romanos entregar a hombre alguno a la muerte, antes que el que es acusado tenga presentes sus acusadores, y haya lugar de defenderse de la acusación. Acts 25:17 Así que habiendo venido juntos acá, sin ninguna dilación el día siguiente sentado en el tribunal, mandé traer al hombre. Acts 25:18 Mas estando presentes sus acusadores, ningún crímen le opusieron de los que yo sospechaba. Acts 25:19 Sino que tenían contra él ciertas cuestiones acerca de su superstición, y de un cierto Jesús difunto, el cual Pablo afirmaba vivir. Acts 25:20 Y yo dudando en cuestión semejante, le dije, si quería ir a Jerusalem, y allá ser juzgado de estas cosas. Acts 25:21 Mas apelando Pablo a ser guardado para el juicio de Augusto, mandé que le guardasen, hasta que le envíe a César. Acts 25:22 Entonces Agripa dijo a Festo: Yo también querría oír a ese hombre. Y él dijo: Mañana le oirás. Acts 25:23 Y al otro día viniendo Agripa y Berenice con mucho aparato, y entrado en el auditorio con los tribunos, y los varones más principales de la ciudad, mandándolo Festo, fue traído Pablo. Acts 25:24 Entonces Festo dijo: Rey Agripa, y todos los varones que estáis aquí juntos con nosotros, veis a este hombre, por el cual toda la multitud de los Judíos me ha demandado en Jerusalem, y aquí también, gritando que no conviene que viva más. Acts 25:25 Mas hallando yo que ninguna cosa digna de muerte ha hecho, y apelando él mismo a Augusto, he determinado de enviarle. Acts 25:26 Del cual no tengo cosa cierta que escriba a mi Señor, por lo cual le he sacado ante vosotros, y mayormente ante ti, oh rey Agripa, para que habido examen, tenga que escribir. Acts 25:27 Porque fuera de razón me parece enviar un preso, y no informar de los crímenes alegados contra él. Acts 26:0 Acts 26:1 Entonces Agripa dijo a Pablo: Se te permite hablar por ti. Pablo entonces extendiendo la mano, comenzó a dar razón de sí, diciendo: Acts 26:2 Acerca de todas las cosas de que soy acusado por los Judíos, oh rey Agripa, téngome por dichoso, de que delante de ti me haya hoy de defender. Acts 26:3 Mayormente porque yo sé que tú entiendes de todas las costumbres y cuestiones que hay entre los Judíos; por lo cual te ruego que me oigas con paciencia. Acts 26:4 Mi manera de vivir desde mi mocedad, la cual desde el principio fue entre los de mi nación en Jerusalem, todos los Judíos la saben: Acts 26:5 Los cuales tienen ya conocido, si quieren testificarlo, que yo desde el principio, conforme a la secta más estricta de nuestra religión he vivido Fariseo. Acts 26:6 Y ahora por la esperanza de la promesa que hizo Dios a nuestros padres estoy llamado a juicio. Acts 26:7 A la cual promesa nuestras doce tribus, sirviendo a Dios perennemente de día y de noche, esperan que han de venir; por la cual esperanza, oh rey Agripa, soy acusado de los Judíos. Acts 26:8 ¿Cómo se juzga cosa increible entre vosotros que Dios resucite los muertos? Acts 26:9 Yo ciertamente había pensado conmigo que debía de hacer muchas cosas contra el nombre de Jesús el Nazareno. Acts 26:10 Lo cual también hice en Jerusalem, y yo encerré en cárceles a muchos de los santos, habiendo recibido poderes de los príncipes de los sacerdotes; y cuando les hacían morir, yo di mi voto contra ellos. Acts 26:11 Y muchas veces castigándolos por las sinagogas, los forcé a blasfemar; y enfurecido sobre manera contra ellos, les perseguí hasta en las ciudades extrañas. Acts 26:12 En cuyo tiempo yendo yo a Damasco con poderes y comisión de los príncipes de los sacerdotes, Acts 26:13 En mitad del día, oh rey, ví en el camino una luz que sobrepujaba el resplandor del sol, la cual me rodeó, y a los que iban conmigo. Acts 26:14 Y habiendo caído todos nosotros en tierra, oí una voz que me hablaba, y decía en lengua Hebraica: Saulo, Saulo, ¿por qué me persigues? Dura cosa te es dar coces contra los aguijones. Acts 26:15 Yo entonces dije: ¿Quién eres, Señor? Y él dijo: Yo soy Jesús, a quién tú persigues. Acts 26:16 Mas levántate, y pónte sobre tus pies; porque por esto te he aparecido, para ponerte por ministro y testigo de las cosas que has visto, y de las en que te apareceré; Acts 26:17 Librándote de este pueblo, y de los Gentiles, a los cuales ahora te envío, Acts 26:18 Para abrir sus ojos, para que se conviertan de las tinieblas a la luz, y de la potestad de Satanás a Dios, para que reciban por la fe que es en mí, remisión de pecados, y suerte entre los que son santificados. Acts 26:19 Por lo cual, oh rey Agripa, no fui rebelde a la visión celestial: Acts 26:20 Antes, primeramente a los de Damasco, y en Jerusalem, y por toda la tierra de Judea, y a los Gentiles, anunciaba que se arrepintiesen y se convirtiesen a Dios, haciendo obras dignas de arrepentimiento. Acts 26:21 Por causa de esto los Judíos tomándome en el templo, tentaron de matarme. Acts 26:22 Mas ayudado de la ayuda de Dios persevero hasta el día de hoy, dando testimonio a chicos y a grandes, no diciendo nada fuera de las cosas que los profetas y Moisés dijeron que habían de venir, a saber: Acts 26:23 Que el Cristo había de padecer, que había de ser el primero de la resurrección de los muertos, y que había de anunciar luz a este pueblo, y a los Gentiles. Acts 26:24 ¶ Y diciendo él estas cosas en su defensa, Festo a gran voz dijo: Estás loco, Pablo: las muchas letras te vuelven loco. Acts 26:25 Mas él dijo: No estoy loco, excelente Festo, sino que hablo palabra de verdad, y de templanza. Acts 26:26 Porque el rey sabe estas cosas, delante del cual también hablo con libertad, porque estoy seguro que él no ignora nada de estas cosas, que esto no ha sido hecho en algún rincón. Acts 26:27 ¿Crees, rey Agripa, a los profetas? Yo sé que crees. Acts 26:28 Entonces Agripa dijo a Pablo: Por poco me persuades que me haga Cristiano. Acts 26:29 Y Pablo dijo: Pluguiese a Dios, que por poco y por mucho, no solamente tú, mas también todos los que hoy me oyen, fueseis hechos tales cual yo soy, salvo estas prisiones. Acts 26:30 ¶ Y como hubo dicho esto, se levantó el rey, y el gobernador, y Berenice, y los que estaban asentados con ellos. Acts 26:31 Y como se retiraron aparte, hablaban los unos a los otros, diciendo: Ninguna cosa digna ni de muerte, ni de prisión, hace este hombre. Acts 26:32 Y Agripa dijo a Festo: Podía este hombre ser suelto, si no hubiera apelado al César. Acts 27:0 Acts 27:1 Mas cuando fue determinado que habíamos de navegar para Italia, entregaron a Pablo, y a algunos otros presos a un centurión llamado Julio, de la compañía Augusta. Acts 27:2 Así que embarcándonos en una nave Adramittena, nos partimos para navegar por las costas de Asia, estando con nosotros un tal Aristarco, Macedonio, de Tesalónica. Acts 27:3 Y al día siguiente llegamos a Sidón, y Julio tratando a Pablo humanamente, le permitió, que fuese a sus amigos para ser de ellos bien tratado. Acts 27:4 Y alzando velas de allí, navegamos bajo de Chipre; porque los vientos eran contrarios. Acts 27:5 Y habiendo pasado la mar que está junto a Cilicia y Pamfilia, vinimos a Mira, que es ciudad de Licia. Acts 27:6 Y hallando allí el centurión una nave Alejandrina, que iba a Italia, nos puso en ella. Acts 27:7 Y navegando muchos días despacio, y habiendo apenas llegado delante de Gnido, no dejándonos el viento, navegamos bajo de Creta junto a Salmón. Acts 27:8 Y doblándola apenas, vinimos a un lugar que llaman Bellos Puertos, cerca del cual estaba la ciudad de Lasea. Acts 27:9 Y pasado mucho tiempo, y siendo ya peligrosa la navegación, porque ya era pasado el ayuno, Pablo los amonestaba, Acts 27:10 Diciendo: Varones, veo que con perjuicio y mucho daño, no solo del cargamento y de la nave, mas aun de nuestras vidas, habrá de ser la navegación. Acts 27:11 Mas el centurión creía más al maestre y al piloto, que a lo que Pablo decía. Acts 27:12 Y no habiendo puerto cómodo para invernar, los más acordaron de pasar aun de allí, por ver si de algún modo pudiesen llegar a Fenice, e invernar allí, que es un puerto de Creta, que mira al sudoeste, y al norueste. Acts 27:13 Y soplando blandamente el austro, pareciéndoles que ya tenían lo que deseaban, alzando velas iban costeando la Creta. Acts 27:14 Mas no mucho después dio contra la nave un viento tempestuoso que se llama Euroclydón. Acts 27:15 Y siendo arrebatada por él la nave, que no podía resistir al viento, la dejamos, y éramos llevados. Acts 27:16 Y corriendo debajo de una pequeña isla que se llama Clauda, apenas pudimos ganar el esquife: Acts 27:17 El cual tomado, usaban de remedios ciñendo la nave; y teniendo temor que no diesen en la Sirte, abajadas las velas, eran así llevados. Acts 27:18 Y habiendo sido atormentados de una vehemente tempestad, el siguiente día alijaron el buque. Acts 27:19 Y al tercero día nosotros con nuestras manos echamos los aparejos de la nave. Acts 27:20 Y no pareciendo sol ni estrellas por muchos días, y viniendo una tempestad no pequeña sobre nosotros, ya era perdida toda la esperanza de salvarnos. Acts 27:21 ¶ Y habiendo ya mucho que no comíamos, Pablo puesto en pie en medio de ellos, dijo: Fuera de cierto conveniente, oh varones, haberme escuchado a mí, y no haber partido de Creta, para ganar este perjuicio y daño. Acts 27:22 Mas ahora os amonesto que tengáis buen ánimo; porque ninguna pérdida habrá de persona entre vosotros, sino solamente de la nave. Acts 27:23 Porque esta noche ha estado conmigo el ángel de Dios, de quien soy, y a quien sirvo, Acts 27:24 Diciendo: Pablo, no tengas temor: es menester que seas presentado delante de César; y, he aquí, Dios te ha dado a todos los que navegan contigo. Acts 27:25 Por tanto, oh varones, tenéd buen ánimo; porque yo confío en Dios que será así como me ha sido dicho. Acts 27:26 Mas es menester que demos en una isla. Acts 27:27 ¶ Empero venida la catorcena noche, y siendo llevados de una a otra parte por el mar Adriático, los marineros a la media noche sospecharon que estaban cerca de alguna tierra. Acts 27:28 Y echando la sonda, hallaron veinte brazas; y pasando un poco más adelante, volviendo a echar la sonda, hallaron quince brazas. Acts 27:29 Y teniendo temor de dar en escollos, echando cuatro anclas de la popa, deseaban que se hiciese de día. Acts 27:30 Mas procurando los marineros de huirse de la nave, echando el esquife a la mar, con parecer como que querían largar las anclas de proa, Acts 27:31 Pablo dijo al centurión, y a los soldados: Si éstos no quedan en la nave, vosotros no podéis salvaros. Acts 27:32 Entonces los soldados cortaron las amarras del esquife, y dejáronle caer. Acts 27:33 Y como se comenzó a hacer de día, Pablo exhortaba a todos que comiesen, diciendo: Este es el catorceno día que esperáis y permanecéis ayunos, no comiendo nada. Acts 27:34 Por tanto os ruego que comáis, porque esto es para vuestra salud: que ni aun un cabello de la cabeza de ninguno de vosotros perecerá. Acts 27:35 Y habiendo dicho esto, tomando el pan, dio gracias a Dios en presencia de todos; y rompiéndolo, comenzó a comer. Acts 27:36 Entonces todos teniendo ya mejor ánimo, comieron ellos también. Acts 27:37 Y éramos todas las personas en la nave doscientas y setenta y seis. Acts 27:38 Y hartados de comer, aliviaban la nave, echando el grano a la mar. Acts 27:39 Y como se hizo de día, no conocían la tierra; mas veían una ensenada, que tenía playa, a la cual acordaban de echar, si pudiesen, la nave. Acts 27:40 Y alzando las anclas, se dejaron a la mar, largando también las ataduras de los gobernalles; y alzada la vela mayor al viento, íbanse a la playa. Acts 27:41 Mas dando en un lugar de dos mares, la nave dio al través; y la proa hincada estaba sin moverse, mas la popa se abría con la fuerza de las olas. Acts 27:42 Entonces el acuerdo de los soldados era que matasen a los presos; porque ninguno huyese escapándose nadando. Acts 27:43 Mas el centurión, queriendo salvar a Pablo estorbó este acuerdo; y mandó que los que pudiesen nadar, se echasen al agua los primeros, y saliesen a tierra: Acts 27:44 Y los demás, parte en tablas, parte en cosas de la nave: y así aconteció que todos se salvaron a tierra. Acts 28:0 Acts 28:1 Y como escaparon, entonces conocieron la isla, que se llamaba Melita. Acts 28:2 Y los bárbaros nos trataban con no poca humanidad; porque encendiendo un gran fuego, nos recibieron a todos, a causa de la lluvia que nos estaba encima, y a causa del frío. Acts 28:3 Entonces habiendo Pablo allegado algunos sarmientos, y puéstolos en el fuego, una víbora huyendo del calor, le acometió a la mano. Acts 28:4 Y como los bárbaros vieron la bestia venenosa colgando de su mano, decían los unos a los otros: Ciertamente este hombre es homicida: a quien, aunque escapado de la mar, la venganza sin embargo no le deja vivir. Acts 28:5 Mas él, sacudiendo la bestia en el fuego, ningún mal padeció. Acts 28:6 Empero ellos estaban esperando, cuando se había de hinchar, o de caer muerto de repente; mas habiendo esperado mucho, y viendo que ningún mal le venía, mudados de parecer, decían que era un dios. Acts 28:7 ¶ En aquellos lugares había unas heredades del hombre principal de la isla, llamado Publio, el cual nos recibió, y nos hospedó tres días humanamente. Acts 28:8 Y aconteció, que el padre de Publio estaba en cama enfermo de fiebres y de disentería: al cual Pablo entró, y después de haber orado, le puso las manos encima, y le sanó. Acts 28:9 Y esto hecho, también los otros que en la isla tenían enfermedades, llegaban, y fueron sanados: Acts 28:10 Los cuales también nos honraron de muchas honras; y habiendo de navegar, nos cargaron de las cosas necesarias. Acts 28:11 ¶ Así que pasados tres meses, navegamos en una nave Alejandrina, que había invernado en la isla, la cual tenía por enseña a Cástor y Pollux. Acts 28:12 Y venidos a Siracusa, estuvimos allí tres días. Acts 28:13 De donde costeando al derredor, vinimos a Regio; y un día después ventando del austro, vinimos al segundo día a Puteoli: Acts 28:14 Donde hallando hermanos, nos rogaron que quedásemos con ellos siete días; y así vinimos hacia Roma: Acts 28:15 De donde oyendo de nosotros los hermanos, nos salieron a recibir hasta el Foro de Appio, y las Tres Tabernas: a los cuales como Pablo vio, dando gracias a Dios, tomó confianza. Acts 28:16 Y como llegamos a Roma, el centurión entregó los presos al prefecto de la guardia; mas a Pablo fue permitido de estar por sí, con un soldado que le guardase. Acts 28:17 ¶ Y aconteció, que tres días después, Pablo convocó los principales de los Judíos: a los cuales como fueron juntos, les dijo: Yo, varones y hermanos, no habiendo hecho nada contra el pueblo, ni contra las costumbres de los padres, he sido sin embargo entregado preso desde Jerusalem en manos de los Romanos: Acts 28:18 Los cuales habiéndome examinado, me querían soltar, por no haber en mí ninguna causa de muerte. Acts 28:19 Mas oponiéndose los Judíos, me fue forzoso de apelar a César: no como que tenga de qué acusar a mi nación. Acts 28:20 Así que por esta causa os he llamado para veros y hablaros; porque por la esperanza de Israel estoy atado con esta cadena. Acts 28:21 Entonces ellos le dijeron: Nosotros ni hemos recibido cartas en cuanto a ti de Judea, ni viniendo alguno de los hermanos nos ha noticiado ni hablado algún mal de ti. Acts 28:22 Mas querríamos oír de ti lo que piensas; porque de esta secta notorio nos es que en todos lugares es contradicha. Acts 28:23 Y habiéndole señalado un día, vinieron a él muchos a su alojamiento, a los cuales exponía y testificaba el reino de Dios, procurando persuadirles las cosas que son de Jesús por la ley de Moisés, y por los profetas, desde la mañana hasta la tarde. Acts 28:24 Y algunos asentían a lo que se decía, mas algunos no creían. Acts 28:25 Y como fueron entre sí discordes, se fueron, después de haberles dicho Pablo una palabra: Bien ha hablado el Espíritu Santo por el profeta Isaías a nuestros padres, Acts 28:26 Diciendo: Vé a este pueblo, y díles: Oyendo oiréis, y no entenderéis; y viendo veréis, y no percibiréis. Acts 28:27 Porque el corazón de este pueblo se ha engrosado, y de los oídos oyen pesadamente, y de sus ojos guiñaron; porque no vean de los ojos, y oigan de los oídos, y entiendan de corazón, y se conviertan, y yo los sane. Acts 28:28 Séaos pues notorio, que a los Gentiles es enviada esta salvación de Dios; y que ellos la oirán. Acts 28:29 Y habiendo dicho esto, los Judíos se salieron, y tenían entre sí gran contienda. Acts 28:30 Pablo empero quedó dos años enteros en su casa que tenía alquilada; y recibía a todos los que entraban a él, Acts 28:31 Predicando el reino de Dios, y enseñando las cosas que son del Señor Jesu Cristo, con toda libertad, y sin impedimento.
Romans 0:0
Romans 1:0 Romans 1:1 Pablo, siervo de Jesu Cristo, llamado a ser apóstol, apartado para el evangelio de Dios, Romans 1:2 Que él había antes prometido, por sus profetas en las Santas Escrituras, Romans 1:3 De su Hijo Jesu Cristo, Señor nuestro, (el cual fue hecho de la simiente de David según la carne, Romans 1:4 Y fue declarado ser el Hijo de Dios con poder, según el Espíritu de santidad, por la resurrección de los muertos;) Romans 1:5 Por el cual recibimos la gracia y el apostolado, para hacer que se obedezca a la fe en todas las naciones, en su nombre: Romans 1:6 (Entre las cuales sois también vosotros los llamados de Jesu Cristo:) Romans 1:7 A todos los que estáis en Roma, amados de Dios, llamados a ser santos: Gracia a vosotros y paz de Dios nuestro Padre, y del Señor Jesu Cristo. Romans 1:8 Primeramente, doy gracias a mi Dios por Jesu Cristo acerca de todos vosotros, de que se habla de vuestra fe por todo el mundo. Romans 1:9 Porque testigo me es Dios, al cual sirvo en mi espíritu en el evangelio de su Hijo, que sin cesar me acuerdo de vosotros siempre en mis oraciones; Romans 1:10 Rogando, si de algún modo ahora al fin haya de tener por la voluntad de Dios próspero viaje para venir a vosotros. Romans 1:11 Porque deseo en gran manera veros, para repartir con vosotros algún don espiritual, a fin de que seáis confirmados; Romans 1:12 Es a saber, para ser juntamente consolado con vosotros por la mutua fe, la vuestra y juntamente la mía. Romans 1:13 Mas no quiero, hermanos, que ignoréis, que muchas veces me he propuesto de venir a vosotros, (empero hasta ahora he sido estorbado,) para tener también entre vosotros algún fruto, como entre los otros Gentiles. Romans 1:14 A Griegos y a bárbaros, a sabios y a ignorantes soy deudor. Romans 1:15 Así que, en cuanto está en mí, pronto estoy a anunciar el evangelio también a los que estáis en Roma. Romans 1:16 Porque no me avergüenzo del evangelio de Cristo; porque es poder de Dios para salvación a todo aquel que cree: al Judío primeramente, y también al Griego. Romans 1:17 Porque en él la justicia de Dios se descubre de fe en fe, como está escrito: El justo vivirá por la fe. Romans 1:18 ¶ Porque se manifiesta la ira de Dios desde el cielo contra toda impiedad e injusticia de los hombres, que detienen la verdad con injusticia: Romans 1:19 Porque lo que de Dios se puede conocer, en ellos es manifiesto; porque Dios se lo ha manifestado. Romans 1:20 Porque las cosas invisibles de él, entendidas son desde la creación del mundo, por medio de las cosas que son hechas, se ven claramente, es a saber, su eterno poder y divinidad, para que queden sin excusa. Romans 1:21 Porque habiendo conocido a Dios, no le glorificaron como a Dios, ni le dieron gracias: antes se desvanecieron en sus discursos, y el tonto corazón de ellos fue entenebrecido: Romans 1:22 Que diciéndose ser sabios, fueron hechos insensatos; Romans 1:23 Y trocaron la gloria del Dios incorruptible en semejanza de imagen de hombre corruptible, y de aves, y de animales de cuatro pies, y de reptiles. Romans 1:24 Por lo cual Dios también los entregó a la inmundicia, según las concupiscencias de sus corazones, para que deshonrasen sus cuerpos entre sí: Romans 1:25 Que mudaron la verdad de Dios en mentira, y honraron y sirvieron a la criatura antes que al Creador, el cual es bendito por los siglos. Amén. Romans 1:26 Por lo cual Dios los entregó a afectos vergonzosos; porque aun sus mujeres mudaron el natural uso, en el uso que es contra naturaleza. Romans 1:27 Y asimismo, los varones, dejado el uso natural de la mujer, se encendieron en sus concupiscencias los unos con los otros, cometiendo torpezas varones con varones, y recibiendo en sí mismos la recompensa de su error que convino. Romans 1:28 Y como a ellos no les pareció bien tener a Dios en su conocimiento, Dios también los entregó a un perverso entendimiento, para que hiciesen lo que no conviene; Romans 1:29 Atestados de toda iniquidad, de fornicación, de malicia, de avaricia, de maldad: llenos de envidia, de homicidios, de contiendas, de engaños, de malignidades: Romans 1:30 Murmuradores, detractores, aborrecedores de Dios, injuriosos, soberbios, altivos, inventores de males, desobedientes a sus padres, Romans 1:31 Insensatos, desleales, sin afecto natural, implacables, sin misericordia: Romans 1:32 Los cuales, entendiendo la justicia de Dios, a saber, que los que hacen tales cosas son dignos de muerte; no solamente las hacen, mas aun se complacen con los que las hacen. Romans 2:0 Romans 2:1 Por lo cual eres inexcusable, oh hombre, cualquiera que juzgas; porque en lo mismo que juzgas al otro, te condenas a ti mismo; porque lo mismo haces tú que juzgas a los otros. Romans 2:2 Porque sabemos que el juicio de Dios es según verdad contra los que hacen tales cosas. Romans 2:3 ¿Y piensas esto, oh hombre, que juzgas a los que hacen tales cosas, haciendo las mismas, que tú escaparás el juicio de Dios? Romans 2:4 ¿O menosprecias las riquezas de su benignidad, y paciencia, y longanimidad: ignorando que la benignidad de Dios te guia a arrepentimiento? Romans 2:5 Antes, según tu dureza, y tu corazón impenitente, atesoras para ti mismo ira para el día de la ira, y de la manifestación del justo juicio de Dios; Romans 2:6 El cual pagará a cada uno conforme a sus obras: Romans 2:7 A los que perseverando en bien hacer, buscan gloria, y honra, e inmortalidad, dará la vida eterna; Romans 2:8 Mas a los que son contenciosos, y que no obedecen a la verdad, antes obedecen a la injusticia, enojo, e ira. Romans 2:9 Tribulación y angustia sobre toda alma de hombre que obra lo malo, del Judío primeramente, y también del Griego; Romans 2:10 Mas gloria, y honra, y paz a todo aquel que obra el bien, al Judío primeramente, y también al Griego: Romans 2:11 Porque no hay acepción de personas para con Dios. Romans 2:12 Porque todos los que sin ley pecaron, sin ley también perecerán; y todos los que en la ley pecaron, por la ley serán juzgados. Romans 2:13 Porque no los que oyen la ley son justos delante de Dios, mas los hacedores de la ley serán justificados. Romans 2:14 Porque cuando los Gentiles que no tienen la ley, hacen naturalmente las cosas de la ley, los tales aunque no tengan la ley, a sí mismos son ley: Romans 2:15 Mostrando la obra de la ley escrita en sus corazones, dando testimonio juntamente sus conciencias; y acusándose mientras tanto, o también excusándose sus pensamientos, unos con otros, Romans 2:16 En el día que juzgará el Señor los secretos de los hombres conforme a mi evangelio, por Jesu Cristo. Romans 2:17 He aquí, tú te llamas por sobrenombre Judío, y estás reposado en la ley, y te glorías en Dios, Romans 2:18 Y sabes su voluntad, y apruebas lo mejor, siendo instruido por la ley; Romans 2:19 Y te jactas de que tú mismo eres guía de los ciegos, luz de los que están en tinieblas, Romans 2:20 Enseñador de los que no saben, maestro de niños, que tienes la forma de la ciencia y de la verdad en la ley. Romans 2:21 Tú, pues, que enseñas a otro, ¿no te enseñas a ti mismo? Tú que predicas que no se ha de hurtar, ¿hurtas? Romans 2:22 Tú que dices que no se ha de adulterar, ¿adulteras? Tú que abominas los ídolos, ¿haces sacrilegio? Romans 2:23 Tú que te jactas de la ley, ¿por transgresión de la ley deshonras a Dios? Romans 2:24 Porque el nombre de Dios es blasfemado por causa de vosotros entre los Gentiles, como está escrito. Romans 2:25 ¶ Porque la circuncisión a la verdad aprovecha, si guardares la ley; mas si eres rebelde a la ley, tu circuncisión es hecha incircuncisión. Romans 2:26 De manera que si el incircunciso guardare las justicias de la ley, ¿no será tenida su incircuncisión por circuncisión? Romans 2:27 Y lo que de su natural es incircunciso, si guardare la ley, ¿no te juzgará a ti, que por la letra y por la circuncisión eres rebelde a la ley? Romans 2:28 Porque no es Judío el que lo es por de fuera, ni es la circuncisión la que es por de fuera, en la carne; Romans 2:29 Mas el que lo es por de dentro Judío es; y la circuncisión es la del corazón, en el espíritu, no en la letra: la alabanza del cual no es de los hombres, sino de Dios. Romans 3:0 Romans 3:1 ¿Qué, pues, tiene más el Judío? ¿o cuál es el provecho de la circuncisión? Romans 3:2 Mucho en todas maneras. Lo primero ciertamente, porque los oráculos de Dios les han sido confiados. Romans 3:3 ¿Porque qué hay, si algunos de ellos han sido incrédulos? ¿La incredulidad de ellos habrá por eso hecho vana la fe de Dios? Romans 3:4 En ninguna manera; antes, sea Dios veraz, y todo hombre mentiroso, como está escrito: Para que seas justificado en tus dichos, y venzas cuando fueres juzgado. Romans 3:5 Mas si nuestra iniquidad encarece la justicia de Dios, ¿qué diremos? ¿Será por eso injusto Dios que da castigo? (hablo como hombre.) Romans 3:6 En ninguna manera: de otro modo, ¿cómo juzgaría Dios el mundo? Romans 3:7 Porque si la verdad de Dios con mi mentira creció a gloria suya, ¿por qué aun también soy yo juzgado como pecador? Romans 3:8 Y no, (como somos infamados, y como algunos aseguran, que nosotros decimos,) ¿Hagamos males para que vengan bienes? la condenación de los cuales es justa. Romans 3:9 ¶ ¿Pues qué? ¿Somos nosotros mejores que ellos? En ninguna manera; porque ya hemos acusado a Judíos y a Gentiles, que todos están debajo de pecado, Romans 3:10 Como está escrito: No hay justo, ni aun solo uno: Romans 3:11 No hay quien entienda, no hay quien busque a Dios. Romans 3:12 Todos se apartaron del camino de la justicia, a una se han hecho inútiles: no hay quien haga lo bueno, no hay ni aun uno solo. Romans 3:13 Sepulcro abierto es su garganta: con sus lenguas tratan engañosamente: veneno de áspides está debajo de sus labios: Romans 3:14 Cuya boca está llena de maledicencia, y de amargura: Romans 3:15 Sus pies son ligeros para derramar sangre: Romans 3:16 Quebrantamiento y desventura hay en sus caminos: Romans 3:17 Y el camino de paz no conocieron: Romans 3:18 No hay temor de Dios delante de sus ojos. Romans 3:19 ¶ Empero ya sabemos, que todo lo que la ley dice, a los que están bajo la ley lo dice; para que toda boca se tape, y que todo el mundo se tenga por reo delante de Dios: Romans 3:20 Por tanto, por las obras de la ley ninguna carne se justificará delante de él; porque por la ley es el conocimiento del pecado. Romans 3:21 ¶ Empero ahora, la justicia de Dios sin la ley se ha manifestado, testificada por la ley, y por los profetas: Romans 3:22 La justicia, digo, de Dios, que es por la fe de Jesu Cristo, para todos, y sobre todos los que creen en él; porque no hay diferencia; Romans 3:23 Por cuanto todos pecaron, y están destituidos de la gloria de Dios. Romans 3:24 Siendo justificados gratuitamente por su gracia, por la redención que es en Jesu Cristo. Romans 3:25 Al cual Dios ha propuesto por aplacamiento por la fe en su sangre, para manifestación de su justicia por la remisión de los pecados pasados, en la paciencia de Dios; Romans 3:26 Para manifestación de su justicia en este tiempo; para que él sea justo, y justificador del que cree en Jesús. Romans 3:27 ¿Dónde, pues, está la jactancia? Es echada fuera. ¿Por cuál ley? ¿De las obras? No: sino por la ley de la fe. Romans 3:28 Así que, concluimos ser el hombre justificado por fe sin las obras de la ley. Romans 3:29 ¿Es Dios solamente Dios de los Judíos? ¿No es también Dios de los Gentiles? Cierto, él es también Dios de los Gentiles. Romans 3:30 Porque un Dios es de todos, el cual justificará de la fe la circuncisión, y por la fe a la incircuncisión. Romans 3:31 ¿Luego deshacemos la ley por la fe? En ninguna manera: antes establecemos la ley. Romans 4:0 Romans 4:1 ¿Qué, pues, diremos que halló Abraham nuestro padre según la carne? Romans 4:2 Porque si Abraham fue justificado por las obras, tiene de que gloriarse; mas no delante de Dios. Romans 4:3 Porque, ¿qué dice la Escritura? Y creyó Abraham a Dios, y le fue imputado a justicia. Romans 4:4 Empero al que obra, no se le cuenta la recompensa por gracia, sino por deuda. Romans 4:5 Mas al que no obra, sino cree en aquel que justifica al impío, su fe le es contada por justicia. Romans 4:6 Como también David describe la bienaventuranza del hombre, al cual Dios imputa justicia sin las obras, Romans 4:7 Diciendo: Bienaventurados aquellos, cuyas iniquidades son perdonadas, y cuyos pecados son cubiertos. Romans 4:8 Bienaventurado el varón al cual el Señor no imputará pecado. Romans 4:9 ¿Esta bienaventuranza pues viene solamente sobre la circuncisión, o también sobre la incircuncisión? porque decimos que a Abraham fue contada la fe por justicia. Romans 4:10 ¿Cómo pues le fue contada? ¿estando él en la circuncisión o en la incircuncisión? no en la circuncisión, sino en la incircuncisión. Romans 4:11 ¶ Y recibió el signo de la circuncisión, por sello de la justicia de la fe que tuvo siendo aun incircunciso; para que fuese padre de todos los creyentes, aunque no sean circuncidados; para que también a ellos les sea contado por justicia: Romans 4:12 Y padre de la circuncisión, a los que no solamente son de la circuncisión, mas también siguen las pisadas de la fe de nuestro padre Abraham, que tenía antes de ser circuncidado. Romans 4:13 Porque no por la ley fue dada la promesa a Abraham, o a su simiente, que sería heredero del mundo, sino por la justicia de la fe. Romans 4:14 Porque si los de la ley, son los herederos, hecha vana es la fe; y anulada es la promesa. Romans 4:15 Por cuanto la ley obra ira; porque donde no hay ley, allí tampoco hay transgresión. Romans 4:16 ¶ Por tanto es por la fe, para que sea por gracia; a fin de que la promesa sea firme a toda la simiente, es a saber, no solamente al que es de la ley, mas también al que es de la fe de Abraham: el cual es padre de todos nosotros, Romans 4:17 (Como está escrito: Por padre de muchas naciones te he puesto, delante de Dios, a quien creyó: el cual da vida a los muertos, y llama las cosas que no son, como si fuesen.) Romans 4:18 El cual creyó en esperanza contra esperanza, para ser hecho padre de muchas naciones, conforme a lo que le había sido dicho: Así será tu simiente. Romans 4:19 Y no siendo débil en fe, no consideró su cuerpo ya muerto, (siendo ya de casi cien años,) ni la matriz muerta de Sara. Romans 4:20 Tampoco en la promesa de Dios dudó con desconfianza: antes fue esforzado en fe, dando gloria a Dios: Romans 4:21 Enteramente persuadido que todo lo que había prometido, era también poderoso para hacerlo. Romans 4:22 Y por tanto le fue imputado a justicia. Romans 4:23 Y no está escrito esto solamente por causa de él, que le haya sido así contado; Romans 4:24 Sino también por nosotros, a quienes será así contado, a los que creemos en el que levantó de los muertos a Jesús, Señor nuestro: Romans 4:25 El cual fue entregado por nuestros delitos, y resucitado para nuestra justificación. Romans 5:0 Romans 5:1 Justificados pues por la fe, tenemos paz para con Dios por nuestro Señor Jesu Cristo: Romans 5:2 Por el cual también tenemos entrada por la fe en esta gracia, en la cual estamos firmes, y nos gloriamos en la esperanza de la gloria de Dios. Romans 5:3 Y no solo esto, mas aun nos gloriamos en las tribulaciones, sabiendo que la tribulación obra paciencia; Romans 5:4 Y la paciencia, experiencia; y la experiencia, esperanza; Romans 5:5 Y la esperanza no nos avergüenza; porque el amor de Dios está derramado en nuestros corazones por el Espíritu Santo, que nos es dado. Romans 5:6 Porque Cristo, cuando éramos aun sin fuerza, a su tiempo murió por los impíos. Romans 5:7 Porque apenas morirá alguno por un justo; aunque quizá por uno bueno podrá ser que alguno aun osare morir. Romans 5:8 Mas Dios encarece su amor para con nosotros, en que siendo aun pecadores, Cristo murió por nosotros. Romans 5:9 Luego mucho más, ahora justificados en su sangre, por él seremos salvos de la ira. Romans 5:10 Porque si siendo enemigos, fuimos reconciliados con Dios por la muerte de su Hijo, mucho más, ya reconciliados, seremos salvos por su vida. Romans 5:11 Y no solo esto, mas aun nos gloriamos en Dios por nuestro Señor Jesu Cristo, por el cual hemos ahora recibido la reconciliación. Romans 5:12 ¶ Por tanto, de la manera que el pecado entró en el mundo por un hombre, y por el pecado la muerte; y la muerte así pasó a todos los hombres porque todos pecaron; Romans 5:13 (Porque hasta la ley el pecado estaba en el mundo; mas el pecado no es imputado, no habiendo ley. Romans 5:14 Mas reinó la muerte desde Adam hasta Moisés, aun sobre los que no pecaron a la manera de la rebelión de Adam, el cual es figura del que había de venir. Romans 5:15 Mas no como el delito, así también fue el don gratuito; porque si por el delito de uno murieron muchos, mucho más la gracia de Dios, y el don por la gracia que es de un solo hombre, Jesu Cristo, abundó para muchos. Romans 5:16 Ni tampoco de la manera que fue por uno que pecó, así también el don; porque el juicio a la verdad fue de un pecado para condenación, mas el don gratuito es de muchos delitos para justificación. Romans 5:17 Porque si por el delito de uno reinó la muerte por causa de uno, mucho más los que reciben la abundancia de la gracia, y del don de la justicia reinarán en vida por uno solo, Jesu Cristo.) Romans 5:18 Así que, de la manera que por el delito de uno vino la culpa a todos los hombres para condenación, así por la justicia de uno vino la gracia a todos los hombres para justificación de vida. Romans 5:19 Porque como por la desobediencia de un hombre muchos fueron hechos pecadores, así por la obediencia de uno muchos serán hechos justos. Romans 5:20 La ley empero entró para que el pecado abundase; mas cuando el pecado abundó, sobreabundó la gracia; Romans 5:21 Para que de la manera que el pecado reinó para muerte, así también la gracia reine por la justicia para vida eterna, por Jesu Cristo Señor nuestro. Romans 6:0 Romans 6:1 ¿Pues qué diremos? ¿Perseveraremos en el pecado, para que la gracia abunde? Romans 6:2 En ninguna manera. Porque los que somos muertos al pecado, ¿cómo viviremos aun en él? Romans 6:3 ¿O no sabéis que todos los que somos bautizados en Cristo Jesús, somos bautizados en su muerte? Romans 6:4 Porque somos sepultados juntamente con él en la muerte por el bautismo, para que como Cristo resucitó de los muertos por la gloria del Padre, así también nosotros andemos en novedad de vida. Romans 6:5 Porque si fuimos plantados juntamente con él en la semejanza de su muerte, también lo seremos juntamente en la semejanza de su resurrección: Romans 6:6 Sabiendo esto, que nuestro viejo hombre fue crucificado juntamente con él, para que el cuerpo del pecado sea deshecho, a fin de que no sirvamos más al pecado. Romans 6:7 Porque el que está muerto, justificado es del pecado. Romans 6:8 Y si morimos con Cristo, creemos que también viviremos con él: Romans 6:9 Ciertos que Cristo habiendo resucitado de los muertos, ya no muere: la muerte no se enseñoreará más de él. Romans 6:10 Porque, en cuanto al morir, al pecado murió una vez; mas en cuanto al vivir, para Dios vive. Romans 6:11 Así también vosotros, juzgád que vosotros de cierto estáis muertos al pecado; mas que vivís para Dios en Cristo Jesús Señor nuestro. Romans 6:12 No reine pues el pecado en vuestro cuerpo mortal, para que le obedezcáis en sus concupiscencias. Romans 6:13 Ni tampoco presentéis vuestros miembros al pecado como instrumentos de iniquidad: antes presentáos a Dios como vivientes de entre los muertos; y vuestros miembros a Dios como instrumentos de justicia. Romans 6:14 Porque el pecado no se enseñoreará de vosotros; porque no estáis debajo de la ley, sino debajo de la gracia. Romans 6:15 ¶ ¿Pues qué? ¿Pecaremos, porque no estamos debajo de la ley, sino debajo de la gracia? En ninguna manera. Romans 6:16 ¿O no sabéis, que a quien os presentasteis vosotros mismos por siervos para obedecerle, sois siervos de aquel a quien obedecéis, o del pecado para muerte, o de la obediencia para justicia? Romans 6:17 Gracias a Dios, que fuisteis siervos del pecado; mas habéis obedecido de corazón a la forma de doctrina a la cual habéis sido entregados: Romans 6:18 Y libertados del pecado, sois hechos siervos de la justicia. Romans 6:19 Hablo humanamente a causa de la flaqueza de vuestra carne: que como presentasteis vuestros miembros por siervos de la inmundicia y de la iniquidad para iniquidad; así ahora presentéis vuestros miembros por siervos de la justicia para santidad. Romans 6:20 Porque cuando fuisteis siervos del pecado, libres eráis de la justicia. Romans 6:21 ¿Qué fruto teníais entonces de aquellas cosas, de las cuales ahora os avergonzáis? porque el fin de ellas es la muerte. Romans 6:22 Mas ahora librados del pecado, y hechos siervos de Dios, tenéis por vuestro fruto la santidad, y por fin la vida eterna. Romans 6:23 Porque el salario del pecado es la muerte: mas el don gratuito de Dios es la vida eterna en Cristo Jesús Señor nuestro. Romans 7:0 Romans 7:1 ¿O ignoráis, hermanos, (pues hablo con los que saben la ley,) que la ley solamente se enseñorea del hombre entre tanto que vive? Romans 7:2 Porque la mujer que está sujeta a marido, mientras él vive, está ligada a su marido por la ley; mas muerto el marido, ella está libre de la ley del marido. Romans 7:3 Así que viviendo el marido se llamará adúltera, si fuere de otro varón; mas si su marido hubiese muerto, está libre de la ley, de tal manera que no será adúltera, si fuere de otro marido. Romans 7:4 Así también vosotros, hermanos míos, estáis muertos a la ley por el cuerpo de Cristo, para que seáis de otro esposo, es a saber, del que resucitó de los muertos, para que llevemos fruto a Dios. Romans 7:5 Porque mientras estábamos en la carne, los afectos del pecado que eran por la ley, obraban en nuestros miembros para llevar fruto a la muerte: Romans 7:6 Mas ahora estamos libres de la ley, habiendo muerto a aquello en que nos detenía presos, para que sirvamos en novedad de espíritu, y no en vejez de la letra. Romans 7:7 ¶ ¿Qué pues diremos? ¿La ley es pecado? En ninguna manera. Antes yo no conociera al pecado, sino por la ley; porque no conociera la concupiscencia, si la ley no dijera: No codiciarás. Romans 7:8 Empero el pecado, tomando ocasión por el mandamiento, obró en mí toda suerte de concupiscencia; porque sin la ley el pecado estaba muerto. Romans 7:9 Así que, yo sin la ley vivía en algún tiempo; mas venido el mandamiento, el pecado revivió, y yo morí. Romans 7:10 Y hallé que el mandamiento, que de suyo era para vida, a mí era para muerte. Romans 7:11 Porque el pecado, tomando ocasión por el mandamiento, me engañó, y por él me mató. Romans 7:12 De manera que la ley a la verdad es santa, y el mandamiento santo, y justo, y bueno. Romans 7:13 ¿Luego lo que es bueno, para mí me es hecho muerte? No, sino que el pecado, para mostrarse pecado, por lo bueno me obró la muerte; para que, por el mandamiento, el pecado se hiciese sobre manera pecaminoso. Romans 7:14 Porque ya sabemos que la ley es espiritual; mas yo soy carnal, vendido debajo del pecado. Romans 7:15 Porque lo que hago, no lo apruebo, pues el bien que quiero, no hago; antes lo que aborrezco, aquello hago. Romans 7:16 Y si lo que no quiero, esto hago, consiento que la ley es buena. Romans 7:17 De manera que ya no obro yo aquello, sino el pecado que mora en mí. Romans 7:18 Porque yo sé que en mí, es a saber, en mi carne, no mora cosa buena; porque tengo el querer; mas obrar lo bueno, no lo alcanzo. Romans 7:19 Porque no hago el bien que quiero; mas el mal que no quiero, esto hago. Romans 7:20 Y si hago lo que no quiero, ya no lo obro yo, sino el pecado que mora en mí. Romans 7:21 Así que, en queriendo yo hacer el bien, hallo esta ley; que el mal habita conmigo. Romans 7:22 Porque según el hombre interior me deleito en la ley de Dios; Romans 7:23 Mas veo otra ley en mis miembros rebelándose contra la ley de mi espíritu, y llevándome cautivo a la ley del pecado que está en mis miembros. Romans 7:24 ¡Miserable hombre de mí! ¿quién me librará del cuerpo de esta muerte? Romans 7:25 Gracias doy a Dios por Jesu Cristo Señor nuestro. Así que, yo mismo con el espíritu sirvo a la ley de Dios, mas con la carne a la ley del pecado. Romans 8:0 Romans 8:1 Así que ahora, ninguna condenación hay para los que están en Cristo Jesús, los que no andan conforme a la carne, sino conforme al Espíritu. Romans 8:2 Porque la ley del Espíritu de vida en Cristo Jesús me ha librado de la ley del pecado y de la muerte. Romans 8:3 Porque lo que era imposible a la ley, en cuanto era débil por la carne, Dios enviando a su Hijo en semejanza de la carne del pecado, y por pecado, condenó al pecado en la carne; Romans 8:4 Para que la justicia de la ley fuese cumplida en nosotros, que no andamos conforme a la carne, sino conforme al Espíritu. Romans 8:5 Porque los que son según la carne, piensan en las cosas que son de la carne; mas los que son según el Espíritu, en las cosas que son del Espíritu. Romans 8:6 Porque el ánimo carnal es muerte; mas el ánimo espiritual, vida y paz; Romans 8:7 Por cuanto el ánimo carnal es enemistad contra Dios; porque no se sujeta a la ley de Dios, ni tan tampoco puede. Romans 8:8 Así que, los que son según la carne, no pueden agradar a Dios. Romans 8:9 Mas vosotros no sois según la carne, sino según el Espíritu: si es que el Espíritu de Dios mora en vosotros. Y si alguno no tiene el Espíritu de Cristo, el tal no es de él. Romans 8:10 Empero si Cristo es en vosotros, el cuerpo a la verdad está muerto a causa del pecado; mas el Espíritu vive a causa de la justicia. Romans 8:11 Y si el Espíritu de aquel que levantó de los muertos a Jesús, mora en vosotros, el que levantó a Cristo de los muertos, vivificará también vuestros cuerpos mortales por su Espíritu que mora en vosotros. Romans 8:12 Así que, hermanos, deudores somos, no a la carne para que vivamos conforme a la carne. Romans 8:13 Porque si viviereis conforme a la carne, moriréis; mas si por el Espíritu mortificareis las obras de la carne, viviréis. Romans 8:14 Porque todos los que son guiados por el Espíritu de Dios, los tales son hijos de Dios. Romans 8:15 Porque no habéis recibido el espíritu de servidumbre para estar otra vez en temor; mas habéis recibido el Espíritu de adopción, por el cual clamamos: Abba, Padre. Romans 8:16 Porque el mismo Espíritu da testimonio a nuestro espíritu que somos hijos de Dios. Romans 8:17 Y si hijos, también herederos: herederos de Dios, y coherederos con Cristo: si empero padecemos juntamente con él, para que juntamente con él seamos también glorificados. Romans 8:18 Porque yo juzgo, que lo que en este tiempo se padece, no es digno de compararse con la gloria venidera que en nosotros ha de ser manifestada. Romans 8:19 ¶ Porque el continuo atalayar de la criatura espera la manifestación de los hijos de Dios; Romans 8:20 Porque la criatura fue sujetada a vanidad, no de su voluntad, sino por causa de aquel que la sujetó con esperanza. Romans 8:21 De que también la misma criatura será librada de la servidumbre de corrupción, en la libertad gloriosa de los hijos de Dios. Romans 8:22 Porque ya sabemos, que toda la creación gime a una, y a una está en dolores de parto hasta ahora. Romans 8:23 Y no solo ella, mas también nosotros mismos que tenemos las primicias del Espíritu, nosotros también gemimos dentro de nosotros mismos, esperando la adopción, es a saber, la redención de nuestro cuerpo. Romans 8:24 Porque en esperanza somos salvos: empero la esperanza que se ve, no es esperanza; porque lo que alguno ve, ¿cómo aun lo espera? Romans 8:25 Mas si lo que no vemos esperamos, por paciencia lo esperamos. Romans 8:26 Y asimismo también el Espíritu a una ayuda nuestra flaqueza; porque no sabemos lo que hemos de pedir como conviene; mas el mismo Espíritu intercede por nosotros con gemidos indecibles. Romans 8:27 Mas el que escudriña los corazones, sabe cual es el deseo del Espíritu, porque conforme a la voluntad de Dios intercede por los santos. Romans 8:28 Y sabemos, que todas las cosas obran juntamente para el bien de los que a Dios aman, es a saber, a los que conforme a su propósito son llamados. Romans 8:29 Porque a los que antes conoció, también predestinó para que fuesen hechos conformes a la imagen de su Hijo, para que él sea el primogénito entre muchos hermanos. Romans 8:30 Y a los que predestinó, a estos también llamó; y a los que llamó, a estos también justificó; y a los que justificó, a estos también glorificó. Romans 8:31 ¿Qué, pues, diremos a estas cosas? Si Dios es por nosotros, ¿quién será contra nosotros? Romans 8:32 El que aun a su propio Hijo no perdonó, antes le entregó por todos nosotros, ¿cómo no nos ha de dar también con él gratuitamente todas las cosas? Romans 8:33 ¿Quién acusará contra los escogidos de Dios? Dios es el que los justifica. Romans 8:34 ¿Quién es el que los condena? Cristo es el que murió: antes el que también resucitó, el que también está a la diestra de Dios, el que también demanda por nosotros. Romans 8:35 ¿Quién nos apartará del amor de Cristo? ¿Tribulación? ¿o angustia? ¿o persecución? ¿o hambre? ¿o desnudez? ¿o peligro? ¿o espada? Romans 8:36 (Como está escrito: Por causa de ti somos muertos todos los días: somos estimados como ovejas para el matadero:) Romans 8:37 Antes en todas estas cosas vencemos, y aun más, por aquel que nos amó. Romans 8:38 Por que estoy cierto que ni la muerte, ni la vida, ni ángeles, ni principados, ni potestades, ni lo presente, ni lo por venir, Romans 8:39 Ni lo alto, ni lo bajo, ni ninguna otra criatura nos podrá apartar del amor de Dios, que es en Cristo Jesús, Señor nuestro. Romans 9:0 Romans 9:1 Verdad digo en Cristo, no miento, dándome testimonio mi conciencia en el Espíritu Santo: Romans 9:2 Que tengo gran tristeza, y continuo dolor en mi corazón. Romans 9:3 Porque deseara yo mismo ser anatema de Cristo por causa de mis hermanos, los que son mis parientes según la carne: Romans 9:4 Que son Israelitas, de los cuales es la adopción, y la gloria, y los conciertos, y la ley dada, y el culto, y las promesas; Romans 9:5 Cuyos son los padres, y de los cuales vino Cristo según la carne, el cual es Dios sobre todas las cosas, bendito por los siglos. Amén. Romans 9:6 No empero que la palabra de Dios haya faltado; porque no todos los que son de Israel son Israelitas: Romans 9:7 Ni por ser simiente de Abraham luego son todos hijos; mas: En Isaac te será llamada simiente. Romans 9:8 Quiere decir: No los que son hijos de la carne, estos son los hijos de Dios; mas los que son hijos de la promesa, estos son contados en la generación. Romans 9:9 Porque la palabra de la promesa es esta: Como en este tiempo vendré; y tendrá Sara un hijo. Romans 9:10 Y no solo esta, mas también Rebeca concibiendo de una vez, a saber, de Isaac nuestro padre; Romans 9:11 (Porque no siendo aun nacidos, ni habiendo hecho aun ni bien ni mal, para que permaneciese el propósito de Dios conforme a la elección, no por las obras, sino por el que llama;) Romans 9:12 Le fue dicho, que el mayor serviría al menor: Romans 9:13 Como está escrito: A Jacob amé, mas a Esaú aborrecí. Romans 9:14 ¿Qué diremos pues? ¿Qué hay injusticia acerca de Dios? En ninguna manera. Romans 9:15 Porque a Moisés dice: Tendré misericordia del que tendré misericordia; y me compadeceré del que me compadeceré. Romans 9:16 Así que no es del que quiere, ni del que corre; sino de Dios, que tiene misericordia. Romans 9:17 Porque la Escritura dice de Faraón: Para esto mismo te he levantado, para mostrar en ti mi poder, y que mi nombre sea anunciado por toda la tierra. Romans 9:18 De manera que del que quiere tiene misericordia; y al que quiere, endurece. Romans 9:19 ¶ Me dirás pues: ¿Por qué pues se enoja? ¿porque quién ha resistido a su voluntad? Romans 9:20 Mas antes, oh hombre, ¿tú, quién eres, para que alterques con Dios? ¿o dirá el vaso de barro al que le labró: Por qué me has hecho así? Romans 9:21 ¿O no tiene potestad el ollero, para hacer de la misma masa un vaso para honra, y otro para vergüenza? Romans 9:22 ¿Y qué, si Dios queriendo mostrar su ira, y hacer notorio su poder, soportó con mucha mansedumbre los vasos de ira, preparados para destrucción; Romans 9:23 Y haciendo notorias las riquezas de su gloria para con los vasos de misericordia, que él ha antes preparado para gloria; Romans 9:24 A los cuales también llamó, es a saber, a nosotros, no solo de los Judíos, mas también de los Gentiles? Romans 9:25 Como también en Oséas dice: Llamaré al que no era mi pueblo, pueblo mío; y amada, a la que no era amada. Romans 9:26 Y será que en el lugar donde antes les era dicho: Vosotros no sois pueblo mío; allí serán llamados hijos del Dios viviente. Romans 9:27 Isaías también clama tocante a Israel: Aunque fuere el número de los hijos de Israel como la arena de la mar, un residuo será salvo. Romans 9:28 Porque él consumará la obra, y la abreviará en justicia; porque obra abreviada hará el Señor sobre la tierra. Romans 9:29 Y como antes dijo Isaías: Si el Señor de los ejércitos no nos hubiera dejado simiente, como Sodoma fuéramos hechos, y como Gomorra fuéramos semejantes. Romans 9:30 ¶ ¿Qué diremos pues? Que los Gentiles que no seguían justicia han alcanzado la justicia: es a saber, la justicia que es por la fe; Romans 9:31 E Israel que seguía la ley de justicia, no ha alcanzado a la ley de la justicia. Romans 9:32 ¿Por qué? Porque no la buscaron por fe; mas como por las obras de la ley. Por lo cual tropezaron en la piedra de tropiezo; Romans 9:33 Como está escrito: He aquí, pongo en Sión piedra de tropiezo, y roca de caída; y todo aquel que creyere en él, no será avergonzado. Romans 10:0 Romans 10:1 Hermanos, el deseo vehemente de mi corazón, y mi oración a Dios por Israel, es para su salvación. Romans 10:2 Porque yo les doy testimonio, que a la verdad tienen zelo de Dios, mas no conforme a ciencia. Romans 10:3 Porque ignorando la justicia de Dios, y procurando de establecer la suya propia, no se han sujetado a la justicia de Dios. Romans 10:4 Porque el fin de la ley es Cristo, para dar justicia a todo aquel que cree. Romans 10:5 Porque Moisés describe así la justicia que es por la ley: Que el hombre que aquellas cosas hiciere, vivirá por ellas. Romans 10:6 Mas de la justicia que es por la fe, dice así: No digas en tu corazón: ¿Quién subirá al cielo? (esto es, para traer de lo alto a Cristo.) Romans 10:7 ¿O, quién descenderá al abismo? (esto es, para volver a traer a Cristo de los muertos.) Romans 10:8 Mas ¿qué dice? Cercana te está la palabra, es a saber, en tu boca, y en tu corazón. Esta es la palabra de fe la cual predicamos: Romans 10:9 Que si confesares con tu boca al Señor Jesús, y creyeres en tu corazón que Dios le levantó de los muertos, serás salvo. Romans 10:10 Porque con el corazón se cree para alcanzar justicia; y con la boca se hace confesión para salud. Romans 10:11 Porque la Escritura dice: Todo aquel que en él creyere, no será avergonzado. Romans 10:12 Porque no hay diferencia entre el Judío y el Griego; porque uno mismo es el Señor de todos, rico para con todos los que le invocan. Romans 10:13 Porque todo aquel que invocare el nombre del Señor, será salvo. Romans 10:14 ¿Cómo pues invocarán a aquel en el cual no han creído? ¿Y cómo creerán en aquel de quien no han oído? ¿Y cómo oirán si no hay quien les predique? Romans 10:15 ¿Y cómo predicarán si no fueren enviados? como está escrito: ¡Cuán hermosos son los pies de los que anuncian el evangelio de la paz, de los que traen la buena nueva de los bienes! Romans 10:16 Mas no todos obedecieron al evangelio; porque Isaías dice: Señor, ¿quién creyó nuestro dicho? Romans 10:17 Luego la fe es por el oír, y el oír por la palabra de Dios. Romans 10:18 Mas digo yo: ¿Qué no han oído? Antes cierto por toda la tierra ha salido el sonido de ellos, y hasta los cabos de la redondez de la tierra las palabras de ellos. Romans 10:19 Mas digo yo: ¿No lo ha conocido Israel? Primeramente Moisés dice: Yo os provocaré a zelos por un pueblo que no es mi pueblo, y con una nación insensata os provocaré a ira. Romans 10:20 Mas, Isaías habla claro, y dice: Fui hallado de los que no me buscaban; manifestéme a los que no preguntaban por mí. Romans 10:21 Mas contra Israel dice: Todo el día extendí mis manos a un pueblo rebelde y altercador. Romans 11:0 Romans 11:1 Digo pues: ¿Ha desechado Dios a su pueblo? En ninguna manera. Porque también yo soy Israelita, de la simiente de Abraham, de la tribu de Benjamín. Romans 11:2 No ha desechado Dios a su pueblo, al cual antes conoció. ¿O no sabéis lo que dice en Elías la Escritura? cómo se queja a Dios contra Israel, diciendo: Romans 11:3 Señor, a tus profetas han muerto, y a tus altares han minado, y yo he quedado solo, y procuran quitarme mi vida. Romans 11:4 Mas ¿qué le dice la divina respuesta? Yo me he reservado siete mil varones que no han doblado la rodilla delante de la imagen de Baal. Romans 11:5 Así también, pues, en este tiempo ha quedado un residuo según la elección de la gracia. Romans 11:6 Y si por gracia, luego no es por obras: de otro modo la gracia ya no es gracia. Mas si por obras, ya no es gracia: de otra manera la obra ya no es obra. Romans 11:7 ¶ ¿Pues qué? Lo que buscaba Israel, aquello no ha alcanzado; mas la elección lo ha alcanzado; y los demás fueron endurecidos. Romans 11:8 (Como está escrito: Dióles Dios espíritu de adormecimiento, ojos con que no vean, y oídos con que no oigan;) hasta el día de hoy. Romans 11:9 Y David dice: Séales hecha su mesa un lazo, y una red, y un tropezadero, y una retribución; Romans 11:10 Sus ojos sean oscurecidos para que no vean; y agóbiales siempre el espinazo. Romans 11:11 ¶ Digo pues: ¿Tropezaron luego de tal manera que cayesen del todo? En ninguna manera; antes mas bien por la caída de ellos vino la salud a los Gentiles, para que por ellos fuesen provocados a zelos. Romans 11:12 Y si la caída de ellos es la riqueza del mundo, y el menoscabo de ellos la riqueza de los Gentiles, ¿cuánto más la plenitud de ellos? Romans 11:13 Porque, a vosotros hablo, Gentiles, en cuanto a la verdad yo soy apóstol de los Gentiles, mi ministerio ensalzo, Romans 11:14 Si en alguna manera provocase a emulación a los de mi carne, e hiciese salvos a algunos de ellos. Romans 11:15 Porque si el desechamiento de ellos es la reconciliación del mundo, ¿qué será el recibimiento de ellos, sino vida de los muertos? Romans 11:16 Porque si el primer fruto es santo, también lo es la masa; y si la raíz es santa, también lo son los ramos. Romans 11:17 Y si algunos de los ramos fueron quebrados, y tú siendo acebuche has sido injerido en lugar de ellos, y has sido hecho participante de la raíz, y de la grosura de la oliva; Romans 11:18 No te jactes contra los ramos; mas si te jactas, sabe que no sustentas tú a la raíz, sino la raíz a ti. Romans 11:19 Dirás pues: Los ramos fueron quebrados para que yo fuese injerido. Romans 11:20 Bien: por su incredulidad fueron quebrados, mas tú por la fe estás en pie. No te ensoberbezcas, antes teme; Romans 11:21 Porque si Dios no perdonó a los ramos naturales, teme que a ti tampoco te perdone. Romans 11:22 Mira pues la bondad, y la severidad de Dios: la severidad ciertamente para con los que cayeron; mas la bondad para contigo, si permanecieres en su bondad; de otra manera tú también serás cortado. Romans 11:23 Y aun ellos, si no permanecieren en incredulidad, serán injeridos; que poderoso es Dios para volverlos a injerir. Romans 11:24 Porque si tú fuiste cortado del natural acebuche, y contra natura fuiste injerido en la buena oliva, ¿cuánto más estos, que son los ramos naturales, serán injeridos en su oliva? Romans 11:25 Porque no quiero, hermanos, que ignoréis este misterio, para que no seáis acerca de vosotros mismos arrogantes; y es, que el endurecimiento en parte ha acontecido a Israel, hasta tanto que entrase la plenitud de los Gentiles. Romans 11:26 Y así todo Israel será salvo; como está escrito: Vendrá de Sión el Libertador, y apartará de Jacob la impiedad. Romans 11:27 Y éste es mi concierto con ellos, cuando quitaré sus pecados. Romans 11:28 Así que, en cuanto al evangelio, son enemigos por causa de vosotros; mas en cuanto a la elección, son muy amados por causa de los padres. Romans 11:29 Porque sin arrepentimiento son las mercedes y la vocación de Dios. Romans 11:30 Porque como también vosotros en algún tiempo no creísteis a Dios, mas ahora habéis alcanzado misericordia por ocasión de la incredulidad de ellos; Romans 11:31 Así también estos ahora no han creído, para que en vuestra misericordia, ellos también alcancen misericordia. Romans 11:32 Porque Dios encerró a todos en incredulidad, para tener misericordia de todos. Romans 11:33 ¶ ¡Oh profundidad de las riquezas de la sabiduría, y de la ciencia de Dios! ¡Cuán incomprensibles son sus juicios, e investigables sus caminos! Romans 11:34 Porque ¿quién entendió la mente del Señor? ¿o quién fue su consejero? Romans 11:35 ¿O quién le dio a él primero, para que le sea pagado? Romans 11:36 Porque de él, y por él, y en él son todas las cosas. A él sea gloria por los siglos. Amén. Romans 12:0 Romans 12:1 Así que, hermanos, os ruego por las misericordias de Dios que presentéis vuestros cuerpos en sacrificio vivo, santo, agradable a Dios, que es vuestro culto racional. Romans 12:2 Y no os conforméis a este siglo; mas transformáos por la renovación de vuestro entendimiento, para que experimentéis cual sea la voluntad de Dios, la buena, agradable y perfecta. Romans 12:3 Digo pues, por la gracia que me es dada, a cada uno de los que están entre vosotros, que no piense de si mismo más elevadamente de lo que debe pensar; sino que piense discretamente, cada uno conforme a la medida de fe que Dios le repartió. Romans 12:4 Porque de la manera que en un cuerpo tenemos muchos miembros, empero todos los miembros no tienen el mismo oficio: Romans 12:5 Así nosotros siendo muchos, somos un mismo cuerpo en Cristo, y cada uno, miembros los unos de los otros. Romans 12:6 De manera que teniendo diferentes dones según la gracia que nos es dada, si de profecía, sea conforme a la medida de la fe; Romans 12:7 O si de ministerio, en servir; o el que enseña, en enseñar; Romans 12:8 O el que exhorta, en exhortar; el que reparte, hágalo en simplicidad; el que preside, en solicitud; el que hace misericordia, en alegría. Romans 12:9 El amor sea sin fingimiento: aborreciendo lo malo, llegándoos a lo bueno. Romans 12:10 Amándoos los unos a los otros con amor de hermanos; en la honra prefiriéndoos los unos a los otros. Romans 12:11 En los quehaceres no perezosos: ardientes en espíritu: sirviendo al Señor: Romans 12:12 Gozosos en la esperanza: sufridos en la tribulación: constantes en la oración: Romans 12:13 Comunicando a las necesidades de los santos: siguiendo la hospitalidad. Romans 12:14 Bendecíd a los que os persiguen: bendecíd, y no maldigáis. Romans 12:15 Regocijáos con los que se regocijan; y llorád con los que lloran. Romans 12:16 Sed entre vosotros de un mismo ánimo: no altivos, mas acomodándoos a los humildes: no seáis sabios acerca de vosotros mismos. Romans 12:17 No paguéis a nadie mal por mal: aplicándoos a hacer lo bueno delante de todos los hombres. Romans 12:18 Si se puede hacer, en cuanto es en vosotros, tenéd paz con todos los hombres. Romans 12:19 No os venguéis a vosotros mismos, amados; antes, mas bien, dad lugar a la ira; porque escrito está: Mía es la venganza: yo pagaré, dice el Señor. Romans 12:20 Así que si tu enemigo tuviere hambre, dále de comer: si tuviere sed, dále de beber: que en haciendo esto, ascuas de fuego amontonarás sobre su cabeza. Romans 12:21 No seas vencido de lo malo; antes vence con bien el mal. Romans 13:0 Romans 13:1 Toda alma sea sujeta a las potestades superiores; porque no hay potestad sino de Dios: las potestades que son, de Dios son ordenadas. Romans 13:2 Así que el que se opone a la potestad, al orden de Dios resiste; y los que resisten, ellos mismos recibirán condenación para sí. Romans 13:3 Porque los magistrados no son para temor de las buenas obras, sino de las malas. ¿Quieres pues no temer la potestad? Haz lo bueno, y tendrás alabanza de ella; Romans 13:4 Porque te es el ministro de Dios para bien. Mas si hicieres lo malo, teme; porque no sin causa trae la espada, porque es el ministro de Dios, vengador para ejecutar su ira al que hace lo malo. Romans 13:5 Por lo cual es necesario que le seáis sujetos: no solamente por motivo de la ira, mas aun por la conciencia. Romans 13:6 Porque por esto les pagáis también los tributos; porque son ministros de Dios que sirven a esto mismo. Romans 13:7 Pagád pues a todos lo que debéis: al que tributo, tributo: al que impuesto, impuesto: al que temor, temor: al que honra, honra. Romans 13:8 ¶ No debáis a nadie nada, sino que os améis unos a otros; porque el que ama al prójimo, cumplió la ley. Romans 13:9 Porque esto: No adulterarás: no matarás: no hurtarás: no dirás falso testimonio: no codiciarás; y si hay algún otro mandamiento, en esta palabra se comprende sumariamente: Amarás a tu prójimo, como a ti mismo. Romans 13:10 El amor no hace mal al prójimo, así que el amor es el cumplimiento de la ley. Romans 13:11 Y esto, conociendo el tiempo, que es ya hora de levantarnos del sueño; porque ahora nos esta más cerca nuestra salvación, que cuando creíamos. Romans 13:12 La noche ya pasa, y el día va llegando: desechemos pues las obras de las tinieblas, y vistámonos las armas de luz. Romans 13:13 Andemos honestamente, como de día: no en glotonerías y borracheras, no en lechos y disoluciones, no en pendencias y envidia: Romans 13:14 Mas vestíos del Señor Jesu Cristo; y no penséis en la carne para cumplir sus deseos. Romans 14:0 Romans 14:1 Al enfermo en la fe recibídle, sin andar en contiendas de opiniones. Romans 14:2 Porque uno cree que se ha de comer de todas cosas: otro enfermo come legumbres. Romans 14:3 El que come, no menosprecie al que no come; y el que no come, no juzgue al que come; porque Dios le ha recibido. Romans 14:4 ¿Tú, quién eres, que juzgas el siervo ajeno? Para su señor está en pie, o cae; mas, se afirmará: que poderoso es Dios para afirmarle. Romans 14:5 Uno juzga que hay diferencia entre día y día: otro juzga iguales todos los días. Cada uno esté asegurado en su mismo ánimo. Romans 14:6 El que hace caso del día, lo hace para el Señor; y el que no hace caso del día, para el Señor no lo hace. El que come, para el Señor come; porque da gracias a Dios; y el que no come, para el Señor no come, y da gracias a Dios. Romans 14:7 Porque ninguno de nosotros vive para sí; y ninguno muere para sí. Romans 14:8 Que si vivimos, para el Señor vivimos; y si morimos, para el Señor morimos. Así que, o que vivamos, o que muramos, del Señor somos. Romans 14:9 Porque Cristo para esto murió, y resucitó, y volvió a vivir, para enseñorearse así de los muertos como de los que viven. Romans 14:10 Mas tú ¿por qué juzgas a tu hermano? O tú también ¿por qué menosprecias a tu hermano? porque todos hemos de comparecer delante del tribunal de Cristo. Romans 14:11 Pues escrito está: Vivo yo, dice el Señor, que a mí se doblará toda rodilla; y toda lengua confesará a Dios. Romans 14:12 De manera que cada uno de nosotros dará a Dios razón de sí. Romans 14:13 Así que, no juzguemos más los unos a los otros; mas antes juzgád esto, que nadie ponga tropiezo al hermano, o ocasión de caer. Romans 14:14 Yo sé, y estoy persuadido en el Señor Jesús, que nada hay de suyo inmundo; mas a aquel que piensa ser inmunda alguna cosa, a aquel le es inmunda. Romans 14:15 Empero si por causa de tu comida tu hermano es contristado, ya no andas conforme a la caridad. No eches a perder con tu comida a aquel por el cual Cristo murió. Romans 14:16 Que no se hable mal, pues, de vuestro bien: Romans 14:17 Porque el reino de Dios no es comida ni bebida; sino justicia, y paz, y gozo en el Espíritu Santo. Romans 14:18 Porque el que en esto sirve a Cristo, agrada a Dios, y es acepto a los hombres. Romans 14:19 Sigamos pues lo que hace a la paz, y a la edificación de los unos a los otros. Romans 14:20 No destruyas la obra de Dios por causa de la comida. Todas las cosas a la verdad son limpias; mas malo es para el hombre que come con ofensa. Romans 14:21 Bueno es no comer carne, ni beber vino, ni nada en que tu hermano tropiece, o se ofenda, o se enflaquezca. Romans 14:22 ¿Tú, tienes fe? Ténla contigo delante de Dios. Bienaventurado el que no se condena a sí mismo con lo que aprueba. Romans 14:23 Mas el que duda, si comiere, es condenado, porque no comió con fe; y todo lo que no es de fe, es pecado. Romans 15:0 Romans 15:1 Así que los que somos fuertes debemos sobrellevar las flaquezas de los flacos, y no agradarnos a nosotros mismos. Romans 15:2 Cada uno de nosotros agrade a su prójimo para su bien, a fin de edificarle. Romans 15:3 Porque aun Cristo no se agradó a sí mismo; antes, como está escrito: Los vituperios de los que te vituperaban, cayeron sobre mí. Romans 15:4 Porque las cosas que antes fueron escritas, para nuestro enseñamiento fueron escritas; para que por la paciencia, y consolación de las Escrituras, tengamos esperanza. Romans 15:5 Mas el Dios de la paciencia y de la consolación, os dé que entre vosotros seáis unánimes según Cristo Jesús: Romans 15:6 Para que de un solo corazón y de una misma boca glorifiquéis al Dios y Padre de nuestro Señor Jesu Cristo. Romans 15:7 Por tanto recibíos los unos a los otros, como también Cristo nos ha recibido para gloria de Dios. Romans 15:8 ¶ Digo pues, que Cristo Jesús fue ministro de la circuncisión, por la verdad de Dios, para confirmar las promesas hechas a los padres; Romans 15:9 Y para que los Gentiles glorifiquen a Dios por su misericordia, como está escrito: Por tanto yo te confesaré a ti entre los Gentiles, y cantaré a tu nombre. Romans 15:10 Y otra vez dice: Regocijáos, vosotros los Gentiles, con su pueblo. Romans 15:11 Y otra vez: Alabád al Señor todos los Gentiles, y magnificádle todos los pueblos. Romans 15:12 Y otra vez dice Isaías: Saldrá raíz de Jessé, y el que se levantará para regir los Gentiles, los Gentiles esperarán en él. Romans 15:13 Y el Dios de esperanza os hincha de todo gozo y paz en el creer, para que abundéis en esperanza por la virtud del Espíritu Santo. Romans 15:14 ¶ Empero aun yo mismo estoy persuadido de vosotros, hermanos míos, que vosotros también estáis llenos de bondad, hartos de todo conocimiento, de tal manera que podáis amonestaros los unos a los otros. Romans 15:15 Mas os he escrito, hermanos, en alguna parte osadamente, como recordándoos por la gracia que de Dios me es dada, Romans 15:16 Para que fuese yo ministro de Jesu Cristo a los Gentiles, ministrando el evangelio de Dios, para que la ofrenda de los Gentiles le sea acepta, siendo santificada por el Espíritu Santo. Romans 15:17 Así que tengo de que gloriarme en Cristo para con Dios. Romans 15:18 Porque no osaría hablar de alguna cosa que Cristo no haya hecho por mí para hacer obedientes a los Gentiles, por palabra y obra: Romans 15:19 Con poder de milagros y prodigios, en virtud del Espíritu de Dios; de tal manera que desde Jerusalem, y al derredor hasta Ilirico, lo haya henchido todo del evangelio de Cristo. Romans 15:20 Y de esta manera me esforcé a predicar este evangelio; no donde Cristo fuese ya nombrado, por no edificar sobre ajeno fundamento; Romans 15:21 Antes, como está escrito: A los que no fue anunciado de él, estos verán; y los que no oyeron, entenderán. Romans 15:22 Por lo cual también he sido impedido muchas veces de venir a vosotros. Romans 15:23 Mas ahora no teniendo ya más lugar en estas partes, y deseando venir a vosotros muchos años ha: Romans 15:24 Cuando me partiere para España, vendré a vosotros; porque espero que pasando os veré, y que seré encaminado por vosotros hacia allá: cuando primero me hubiere en parte saciado de vuestra compañía. Romans 15:25 Mas ahora parto para Jerusalem a ministrar a los santos. Romans 15:26 Porque Macedonia y Acaya tuvieron por bien de hacer una colecta para los pobres de entre los santos que están en Jerusalem. Romans 15:27 Porque les pareció bueno, y cierto, que son deudores a ellos; porque si los Gentiles han sido hechos participantes de sus bienes espirituales, deben también ellos servirles en los carnales. Romans 15:28 Así que, cuando yo hubiere concluido esto, y les hubiere consignado este fruto, pasaré por vosotros a España. Romans 15:29 Y ya sé que cuando viniere a vosotros, vendré en la plenitud de la bendición del evangelio de Cristo. Romans 15:30 Ruégoos empero, hermanos, por el Señor nuestro Jesu Cristo, y por el amor del Espíritu, que os esforcéis conmigo en vuestras oraciones por mí a Dios; Romans 15:31 Que yo sea librado de los incrédulos que están en Judea, y que éste mi servicio para los de Jerusalem sea acepto a los santos; Romans 15:32 Para que con gozo venga a vosotros por la voluntad de Dios, y que sea recreado juntamente con vosotros. Romans 15:33 Y el Dios de paz sea con todos vosotros. Amén. Romans 16:0 Romans 16:1 Encomiéndoos a Febe nuestra hermana, la cual está en el servicio de la iglesia que está en Cencreas: Romans 16:2 Que la recibáis en el Señor como es propio de santos; y que le ayudéis en cualquiera cosa en que os hubiere menester; porque ella ha ayudado a muchos, y a mí mismo también. Romans 16:3 Saludád a Priscila y a Aquila, mis coadjutores en Cristo Jesús: Romans 16:4 (Que pusieron sus cuellos al degolladero por mi vida, a los cuales no doy gracias yo solo, mas aun todas las iglesias de los Gentiles:) Romans 16:5 Asimismo a la iglesia que está en su casa. Saludád a Epeneto, amado mío, que es las primicias de Acaya para Cristo. Romans 16:6 Saludád a María, la cual ha trabajado mucho por nosotros. Romans 16:7 Saludád a Andrónico y a Junia, mis parientes, y mis compañeros en prisiones, los cuales son insignes entre los apóstoles; los cuales fueron en Cristo antes que yo. Romans 16:8 Saludád a Amplias, amado mío en el Señor. Romans 16:9 Saludád a Urbano, nuestro ayudador en Cristo Jesús, y a Staquis, amado mío. Romans 16:10 Saludád a Apéles, aprobado en Cristo. Saludád a los que son de Aristóbulo. Romans 16:11 Saludád a Herodión, mi pariente. Saludád a los que son de Narciso, los que son en el Señor. Romans 16:12 Saludád a Trifena, y a Trifosa, las cuales trabajan en el Señor. Saludád a la amada Perside, la cual ha trabajado mucho en el Señor. Romans 16:13 Saludád a Rufo, escogido en el Señor; y a su madre y mía. Romans 16:14 Saludád a Asincrito, a Flegonte, a Hérmas, a Patrobas, a Hérmes, y a los hermanos que están con ellos. Romans 16:15 Saludád a Filologo, y a Julia, a Nereo, y a su hermana, y a Olímpas, y a todos los santos que están con ellos. Romans 16:16 Saludáos los unos a los otros con santo beso. Os saludan las iglesias de Cristo. Romans 16:17 Y os ruego, hermanos, que miréis por los que causan disensiones y escándalos contrarios a la doctrina que vosotros habéis aprendido; y apartáos de ellos. Romans 16:18 Porque los tales no sirven al Señor nuestro Jesu Cristo, sino a sus vientres; y con suaves palabras y buenas razones engañan los corazones de los sencillos. Romans 16:19 Porque vuestra obediencia divulgada es por todos lugares; así que, me regocijo por causa de vosotros; mas quiero que seáis sabios en el bien, y simples en el mal. Romans 16:20 Y el Dios de paz quebrantará presto a Satanás debajo de vuestros pies. La gracia del Señor nuestro Jesu Cristo sea con vosotros. Amén. Romans 16:21 Os saludan Timoteo, mi coadjutor, y Lucio, y Jasón, y Sosipáter mis parientes. Romans 16:22 Yo Tercio, que escribí esta epístola, os saludo en el Señor. Romans 16:23 Salúdaos Gayo, mi huésped, y de toda la iglesia. Salúdaos Erasto, tesorero de la ciudad, y el hermano Cuarto. Romans 16:24 La gracia de nuestro Señor Jesu Cristo sea con todos vosotros. Amén. Romans 16:25 Y al que puede confirmaros según mi evangelio, y la predicación de Jesu Cristo, según la revelación del misterio encubierto desde tiempos eternos, Romans 16:26 Mas manifestado ahora, y por las Escrituras de los profetas según el mandamiento del Dios eterno, declarado a todas las naciones para que obedezcan a la fe: Romans 16:27 A el solo Dios sabio, sea gloria por Jesu Cristo para siempre. Amén.
¶ Fue escrita de Corinto a los Romanos, y enviada con Febe servidora de la iglesia de Cencreas.
I Corinthians 0:0
I Corinthians 1:0 I Corinthians 1:1 Pablo, llamado a ser apóstol de Jesu Cristo por la voluntad de Dios, y el hermano Sóstenes, I Corinthians 1:2 A la iglesia de Dios que está en Corinto, a los santificados en Cristo Jesús, llamados a ser santos, con todos los que en cualquier lugar invocan el nombre de nuestro Señor Jesu Cristo, así de ellos como el nuestro: I Corinthians 1:3 Gracia a vosotros, y paz de Dios nuestro Padre, y del Señor Jesu Cristo. I Corinthians 1:4 Doy gracias a mi Dios siempre por vosotros, por la gracia de Dios que os es dada en Cristo Jesús; I Corinthians 1:5 Que en todas las cosas sois enriquecidos en él, en toda palabra y en toda ciencia; I Corinthians 1:6 Según que el testimonio de Cristo ha sido confirmado en vosotros: I Corinthians 1:7 De tal manera que nada os falte en ningún don, esperando la manifestación de nuestro Señor Jesu Cristo; I Corinthians 1:8 El cual también os confirmará hasta el fin, para que seáis inculpables en el día de nuestro Señor Jesu Cristo. I Corinthians 1:9 Fiel es Dios por el cual fuisteis llamados a la participación de su Hijo Jesu Cristo nuestro Señor. I Corinthians 1:10 Os ruego, pues, hermanos, por el nombre de nuestro Señor Jesu Cristo, que habléis todos una misma cosa; y que no haya entre vosotros disensiones; antes seáis perfectamente unidos en un mismo entendimiento, y en un mismo parecer. I Corinthians 1:11 Porque me ha sido declarado de vosotros, hermanos míos, por los que son de la familia de Cloé, que hay entre vosotros contiendas. I Corinthians 1:12 Quiero decir, que cada uno de vosotros dice: Yo cierto soy de Pablo; mas yo de Apólos; mas yo de Céfas; mas yo de Cristo. I Corinthians 1:13 ¿Es dividido Cristo? ¿Fue crucificado Pablo por vosotros? ¿o habéis sido bautizados en el nombre de Pablo? I Corinthians 1:14 Doy gracias a mi Dios, que a ninguno de vosotros he bautizado, mas que a Crispo y a Gayo; I Corinthians 1:15 Para que ninguno diga que yo le bauticé en mi nombre. I Corinthians 1:16 Y también bauticé la casa de Estéfanas; mas no sé si haya bautizado a algún otro. I Corinthians 1:17 Porque no me envió Cristo a bautizar, sino a predicar el evangelio: no en sabiduría de palabra, porque no sea hecha vana la cruz de Cristo. I Corinthians 1:18 Porque la predicación de la cruz a la verdad, insensatez es para los que se pierden; mas para los que se salvan, es a saber, para nosotros, poder de Dios es. I Corinthians 1:19 Porque está escrito: Destruiré la sabiduría de los sabios, y la inteligencia de los entendidos haré venir a la nada. I Corinthians 1:20 ¿En dónde está el sabio? ¿En dónde el escriba? ¿En dónde el disputador de este siglo? ¿No ha enloquecido Dios la sabiduría de este mundo? I Corinthians 1:21 Porque por no haber el mundo conocido, en la sabiduría de Dios, a Dios por sabiduría, agradó a Dios salvar los creyentes por la insensatez de la predicación. I Corinthians 1:22 Porque los Judíos piden señales, y los Griegos buscan sabiduría; I Corinthians 1:23 Mas nosotros predicamos a Cristo crucificado, que es a los Judíos ciertamente tropezadero, y a los Griegos insensatez: I Corinthians 1:24 Empero a los llamados, así Judíos como Griegos, Cristo poder de Dios, y sabiduría de Dios. I Corinthians 1:25 Porque la insensatez de Dios es más sabia que los hombres; y lo flaco de Dios es más fuerte que los hombres. I Corinthians 1:26 Porque mirád, hermanos, vuestra vocación, que no sois muchos sabios según la carne, no muchos poderosos, no muchos nobles: I Corinthians 1:27 Antes las cosas fatuas del mundo escogió Dios para avergonzar a los sabios; y las cosas flacas del mundo escogió Dios para avergonzar a las que son fuertes; I Corinthians 1:28 Y las cosas viles del mundo, y las menospreciadas escogió Dios; y hasta las que no son, para deshacer las que son: I Corinthians 1:29 Para que ninguna carne se jacte en su presencia. I Corinthians 1:30 De él empero sois vosotros en Cristo Jesús, el cual es hecho para nosotros de Dios sabiduría, y justicia, y santificación, y redención; I Corinthians 1:31 Para que, como está escrito: El que se gloría, gloríese en el Señor. I Corinthians 2:0 I Corinthians 2:1 Así que, hermanos, cuando yo vine a vosotros, no vine con excelencia de palabra o de sabiduría, para anunciaros el testimonio de Cristo. I Corinthians 2:2 Porque había determinado no saber cosa alguna entre vosotros, sino a Jesu Cristo, y a éste crucificado. I Corinthians 2:3 Y estuve yo entre vosotros con flaqueza, y con temor, y mucho temblor; I Corinthians 2:4 Y ni mi palabra ni mi predicación fue con palabras persuasivas de humana sabiduría, sino con demonstración del Espíritu y con poder; I Corinthians 2:5 Para que vuestra fe no sea en sabiduría de hombres, mas en poder de Dios. I Corinthians 2:6 Empero hablamos sabiduría entre los que son perfectos; y sabiduría, no de este siglo, ni de los príncipes de este siglo, que vienen a nada; I Corinthians 2:7 Mas hablamos la sabiduría misteriosa de Dios, es a saber, la sabiduría ocultada: la que Dios predestinó antes de los siglos para nuestra gloria, I Corinthians 2:8 La que ninguno de los príncipes de este siglo conoció; porque si la conocieran, nunca crucificaran al Señor de gloria; I Corinthians 2:9 Antes, como está escrito: Ni ojo vio, ni oído oyó, ni en corazón de hombre subió lo que Dios preparó para los que le aman. I Corinthians 2:10 Empero Dios nos lo reveló a nosotros por su Espíritu; porque el Espíritu todo lo comprende, aun las profundidades de Dios. I Corinthians 2:11 Porque ¿quién de los hombres sabe las cosas que son del hombre, sino el espíritu del mismo hombre que está en él? así tampoco nadie conoció las cosas que son de Dios, sino el Espíritu de Dios. I Corinthians 2:12 Y nosotros hemos recibido no el espíritu del mundo, sino el Espíritu que es de Dios; para que conozcamos lo que Dios nos ha dado. I Corinthians 2:13 Lo cual también hablamos no con palabras que enseña la humana sabiduría, sino en las que enseña el Espíritu Santo, acomodando lo espiritual a lo espiritual. I Corinthians 2:14 Mas el hombre natural no percibe las cosas que son del Espíritu de Dios; porque le son insensatez; ni las puede conocer, porque son espiritualmente examinadas. I Corinthians 2:15 Empero el espiritual examina (ciertamente) todas las cosas; mas él de nadie es examinado. I Corinthians 2:16 Porque ¿quién conoció la mente del Señor, para que le instruyese? Mas nosotros tenemos entendida la mente de Cristo. I Corinthians 3:0 I Corinthians 3:1 De manera que yo, hermanos, no pude hablaros como a espirituales; mas os hablé como a carnales, es a saber, como a niños en Cristo: I Corinthians 3:2 Os di a beber leche, no os di vianda; porque aun no podíais, y ni aun ahora podéis digerirla; I Corinthians 3:3 Porque aun sois carnales; porque mientras que hay entre vosotros celos, y contiendas, y disensiones, ¿no sois carnales, y andáis como hombres? I Corinthians 3:4 Porque diciendo el uno: Yo cierto soy de Pablo; y el otro: Yo de Apólos, ¿no sois carnales? I Corinthians 3:5 ¿Quién pues es Pablo, y quién es Apólos, sino ministros por los cuales habéis creído; y cada uno conforme a lo que el Señor le dio? I Corinthians 3:6 Yo planté, Apólos regó; mas Dios ha dado el crecimiento. I Corinthians 3:7 Así que ni el que planta es algo, ni el que riega, sino Dios que da el crecimiento. I Corinthians 3:8 Empero el que planta y el que riega son una misma cosa; aunque cada uno recibirá su propio galardón conforme a su labor. I Corinthians 3:9 Porque nosotros colaboradores somos con Dios: vosotros labranza de Dios sois, edificio de Dios sois. I Corinthians 3:10 Conforme a la gracia de Dios que me ha sido dada, yo como sabio maestro de obra, puse el fundamento; mas otro prosigue el edificio: empero cada uno vea como edifica sobre él. I Corinthians 3:11 Porque nadie puede poner otro fundamento del que está puesto, el cual es Jesu Cristo. I Corinthians 3:12 Y si alguno edificare sobre este fundamento oro, plata, piedras preciosas, madera, heno, hojarasca: I Corinthians 3:13 La obra de cada uno será hecha manifiesta; porque el día la declarará; porque por el fuego será revelada, y la obra de cada uno cuál sea, el fuego hará la prueba. I Corinthians 3:14 Si la obra de alguno que prosiguió el edificio permaneciere, recibirá el galardón. I Corinthians 3:15 Mas si la obra de alguno fuere quemada, sufrirá pérdida: él empero será salvo, mas así como por fuego. I Corinthians 3:16 ¶ ¿No sabéis que sois templo de Dios, y que el Espíritu de Dios mora en vosotros? I Corinthians 3:17 Si alguno violare el templo de Dios, Dios destruirá al tal; porque el templo de Dios, el cual sois vosotros, santo es. I Corinthians 3:18 ¶ Nadie se engañe: si alguno entre vosotros parece ser sabio en este siglo, hágase necio para ser de veras sabio. I Corinthians 3:19 Porque la sabiduría de este mundo insensatez es para con Dios; porque escrito está: Él prende a los sabios en la astucia de ellos. I Corinthians 3:20 Y otra vez: El Señor conoce los pensamientos de los sabios, que son vanos. I Corinthians 3:21 Así que ninguno se gloríe en los hombres; porque vuestras son todas las cosas, I Corinthians 3:22 Sea Pablo, sea Apólos, sea Céfas, sea el mundo, sea la vida, sea la muerte, sea lo presente, sea lo porvenir: todo es vuestro; I Corinthians 3:23 Y vosotros de Cristo, y Cristo de Dios. I Corinthians 4:0 I Corinthians 4:1 Así nos tenga el hombre, como a ministros de Cristo, y dispensadores de los misterios de Dios. I Corinthians 4:2 Empero se requiere en los dispensadores, que el hombre sea hallado fiel. I Corinthians 4:3 Yo en muy poco tengo el ser juzgado de vosotros, o de humano día; antes ni aun yo a mí mismo me juzgo. I Corinthians 4:4 Porque de nada tengo mala conciencia, empero no por eso soy justificado; mas el que me juzga es el Señor. I Corinthians 4:5 Así que no juzguéis nada antes de tiempo, hasta que venga el Señor, el cual también sacará a luz las cosas ocultas de las tinieblas, y manifestará los intentos de los corazones; y entonces cada cual tendrá de Dios su premio. I Corinthians 4:6 Esto empero, hermanos, he pasado por ejemplo a mí y a Apólos por amor de vosotros; para que en nosotros aprendáis a no pensar fuera de lo que está escrito, hinchándoos por causa de otro el uno contra el otro. I Corinthians 4:7 Porque ¿quién hace que te diferencies de otro? ¿o qué tienes que no hayas recibido? y si también tú lo recibiste, ¿por qué te jactas como si no lo hubieras recibido? I Corinthians 4:8 Ya estáis hartos, ya estáis ricos; sin nosotros habéis reinado como reyes; y ojalá reinaseis, para que nosotros reinásemos también juntamente con vosotros. I Corinthians 4:9 ¶ Porque a lo que pienso, Dios nos ha puesto a nosotros, los apóstoles, por los postreros, como a sentenciados a muerte; porque somos hechos espectáculo al mundo, y a los ángeles, y a los hombres. I Corinthians 4:10 Nosotros somos insensatos por amor de Cristo, mas vosotros sois sabios en Cristo: nosotros flacos, y vosotros fuertes: vosotros nobles, y nosotros viles. I Corinthians 4:11 Hasta esta hora hambreamos, y tenemos sed, y estamos desnudos, y somos heridos de pescozones, y andamos vagabundos, I Corinthians 4:12 Y trabajamos, obrando con nuestras propias manos: siendo maldecidos, bendecimos: padeciendo persecución, la sufrimos: I Corinthians 4:13 Siendo difamados, rogamos: somos hechos como la basura del mundo, como las inmundicias de todas las cosas, hasta ahora. I Corinthians 4:14 No escribo esto para avergonzaros; mas os amonesto como a mis hijos amados. I Corinthians 4:15 Porque aunque tengáis diez mil ayos en Cristo, sin embargo no tendréis muchos padres; porque en Cristo Jesús yo os engendré por el evangelio. I Corinthians 4:16 Por tanto os ruego que seáis imitadores de mí. I Corinthians 4:17 Por lo cual os envié a Timoteo, que es mi hijo amado, y fiel en el Señor, el cual os recordará de mis caminos, cuales sean en Cristo, como yo enseño en todas partes, en todas las iglesias. I Corinthians 4:18 ¶ Mas como si nunca hubiese yo de venir a vosotros, así están hinchados algunos. I Corinthians 4:19 Empero vendré presto a vosotros, si el Señor quisiere; y entenderé no las palabras de estos que así están hinchados, sino el poder. I Corinthians 4:20 Porque el reino de Dios no consiste en palabras, sino en poder. I Corinthians 4:21 ¿Qué queréis? ¿He de venir a vosotros con vara, o en amor, y en espíritu de mansedumbre? I Corinthians 5:0 I Corinthians 5:1 Se oye por todas partes que hay entre vosotros fornicación, y tal fornicación cual ni aun se nombra entre los Gentiles, tanto que alguno tenga la mujer de su padre. I Corinthians 5:2 Y vosotros estáis hinchados, y no tuvisteis antes luto, para que fuese quitado de en medio de vosotros el que hizo tal obra. I Corinthians 5:3 Porque yo ciertamente como ausente en cuerpo, mas presente en espíritu, ya he juzgado como presente a aquel, que esto así ha cometido: I Corinthians 5:4 En el nombre de nuestro Señor Jesu Cristo, congregados vosotros y mi espíritu, con la facultad de nuestro Señor Jesu Cristo, I Corinthians 5:5 El tal sea entregado a Satanás para muerte de la carne, a fin de que el espíritu sea salvo en el día del Señor Jesús. I Corinthians 5:6 No es buena vuestra jactancia. ¿No sabéis que con un poco de levadura toda la masa se leuda? I Corinthians 5:7 Limpiád pues la vieja levadura para que seáis nueva masa, como sois sin levadura; porque Cristo nuestra pascua ha sido sacrificado por nosotros. I Corinthians 5:8 Así que hagamos la fiesta no en la vieja levadura, ni en la levadura de malicia y de maldad, sino en panes por leudar de sinceridad y de verdad. I Corinthians 5:9 Os he escrito por carta, que no os acompañéis con los fornicarios: I Corinthians 5:10 Mas no del todo con los fornicarios de este mundo, o con los avaros, o con los ladrones, o idólatras; de otra suerte os sería menester salir del mundo. I Corinthians 5:11 Mas ahora os he escrito, que no os acompañéis, si alguno llamándose hermano fuere fornicario, o avaro, o idólatra, o maldiciente, o borracho, o ladrón, con el tal ni aun comáis. I Corinthians 5:12 Porque ¿qué me va a mí en juzgar también de los que están fuera? ¿no juzgáis vosotros de los que están dentro? I Corinthians 5:13 Mas de los que están fuera, Dios juzga. Quitád pues de entre vosotros al malvado. I Corinthians 6:0 I Corinthians 6:1 ¿Osa alguno de vosotros, teniendo pleito con otro, ir a juicio delante de los injustos, y no delante de los santos? I Corinthians 6:2 ¿O no sabéis que los santos han de juzgar al mundo? Y si el mundo ha de ser juzgado por vosotros, ¿seréis acaso indignos de juzgar en cosas muy pequeñas? I Corinthians 6:3 ¿O no sabéis que hemos de juzgar los ángeles? ¿cuánto más las cosas de este siglo? I Corinthians 6:4 Por tanto si hubiereis de tener juicios de cosas de este siglo, los más bajos que están en la iglesia, a los tales ponéd por jueces. I Corinthians 6:5 Para avergonzaros lo digo. ¿Será así, que no hay entre vosotros algún sabio, ni uno solo, que pueda juzgar entre sus hermanos; I Corinthians 6:6 Sino que el hermano con el hermano pleitea en juicio, y esto delante de los infieles? I Corinthians 6:7 Luego de todas maneras hay culpa entre vosotros, porque tenéis juicios los unos con los otros. ¿Por qué no sufrís antes el agravio? ¿por qué no aguantáis antes ser defraudados? I Corinthians 6:8 Mas vosotros hacéis el agravio, y defraudáis; y esto a vuestros hermanos. I Corinthians 6:9 ¶ ¿No sabéis que los injustos no poseerán el reino de Dios? No os engañéis, que ni los fornicarios, ni los idólatras, ni los adúlteros, ni los afeminados, ni los sodomitas, I Corinthians 6:10 Ni los ladrones, ni los avaros, ni los borrachos, ni los maldicientes, ni los robadores, no heredarán el reino de Dios. I Corinthians 6:11 Y esto eráis algunos de vosotros; mas sois lavados, mas sois santificados, mas sois justificados en el nombre del Señor Jesús, y por el Espíritu de nuestro Dios. I Corinthians 6:12 Todas las cosas me son lícitas, mas no todas las cosas me convienen: todas las cosas me son lícitas, mas yo no me meteré debajo de potestad de ninguna. I Corinthians 6:13 Las viandas para el vientre, y el vientre para las viandas; empero y a él y a ellas deshará Dios. Mas el cuerpo no es para la fornicación, sino para el Señor; y el Señor para el cuerpo. I Corinthians 6:14 Empero Dios levantó al Señor, y también a nosotros nos levantará con su propio poder. I Corinthians 6:15 ¿Ignoráis, acaso, que vuestros cuerpos son miembros de Cristo? ¿Tomaré pues los miembros de Cristo, y los haré miembros de una ramera? Lejos sea. I Corinthians 6:16 ¿O no sabéis que el que se junta con una ramera, es hecho con ella un cuerpo? porque los dos, dice, serán una misma carne. I Corinthians 6:17 Empero el que se junta con el Señor, un mismo espíritu es. I Corinthians 6:18 Huid la fornicación: cualquier otro pecado que el hombre hiciere, fuera del cuerpo es; mas el que fornica, contra su propio cuerpo peca. I Corinthians 6:19 ¿O ignoráis que vuestro cuerpo es templo del Espíritu Santo el cual está en vosotros, el cual tenéis de Dios, y que no sois vuestros? I Corinthians 6:20 Porque comprados sois por precio: glorificád pues a Dios en vuestro cuerpo y en vuestro espíritu, los cuales son de Dios. I Corinthians 7:0 I Corinthians 7:1 En cuanto a las cosas de que me escribisteis: bueno sería al hombre no tocar mujer. I Corinthians 7:2 Mas por evitar las fornicaciones, cada varón tenga su mujer, y cada mujer tenga su marido. I Corinthians 7:3 El marido pague a la mujer la debida benevolencia; y asimismo la mujer al marido. I Corinthians 7:4 La mujer no tiene la potestad de su propio cuerpo, sino el marido; y por el semejante tampoco el marido tiene la potestad de su propio cuerpo, sino la mujer. I Corinthians 7:5 No os defraudéis el uno al otro, sino fuere algo por tiempo, de consentimiento de ambos, por ocuparos en ayuno y en oración; y volvéd a juntaros en uno, porque no os tiente Satanás a causa de vuestra incontinencia. I Corinthians 7:6 Mas esto digo por permisión, no por mandamiento. I Corinthians 7:7 Porque querría que todos los hombres fuesen como yo; empero cada uno tiene su propio don de Dios: uno de una manera, y otro de otra. I Corinthians 7:8 ¶ Digo, pues, a los solteros y a las viudas, que bueno les es si se quedaren como yo. I Corinthians 7:9 Empero si no se pueden contener, cásense; que mejor es casarse, que quemarse. I Corinthians 7:10 Mas a los casados mando, y no yo, sino el Señor: Que la mujer no se aparte del marido. I Corinthians 7:11 Y si se apartare, quédese por casar, o reconcíliese con su marido; y que el marido no despida a su mujer. I Corinthians 7:12 Y a los demás yo digo, no el Señor: Si algún hermano tiene mujer no creyente, y ella consiente para habitar con él, no la despida. I Corinthians 7:13 Y la mujer que tiene marido no creyente, y él consiente para habitar con ella, no le deje. I Corinthians 7:14 Porque el marido no creyente es santificado por la mujer; y la mujer no creyente es santificada por el marido; de otra manera vuestros hijos serían inmundos, empero ahora son santos. I Corinthians 7:15 Mas si el no creyente se aparta, apártese; que el hermano, o la hermana, no está sujeto a servidumbre en semejantes casos: antes a paz nos llamó Dios. I Corinthians 7:16 Porque ¿de dónde sabes, oh mujer, si quizá salvarás a tu marido? ¿o de dónde sabes, oh marido, si quizá salvarás a tu mujer? I Corinthians 7:17 Empero como el Señor repartió a cada uno, y como el Señor llamó a cada uno, así ande; y así yo lo ordeno en todas las iglesias. I Corinthians 7:18 ¿Es llamado alguno circuncidado? no se haga incircunciso: ¿es llamado alguno en incircuncisión? no se circuncide. I Corinthians 7:19 La circuncisión nada es, y la incircuncisión nada es, sino la observancia de los mandamientos de Dios. I Corinthians 7:20 Cada uno en la vocación en que fue llamado en ella se quede. I Corinthians 7:21 ¿Eres llamado siendo siervo? no se te dé nada; mas también si puedes hacerte libre, usa antes de ello. I Corinthians 7:22 Porque el que en el Señor es llamado siendo siervo, horro es del Señor: asimismo también el que es llamado siendo libre, siervo es de Cristo. I Corinthians 7:23 Por precio sois comprados, no os hagáis siervos de los hombres. I Corinthians 7:24 Cada uno, hermanos, en lo que es llamado en esto se quede para con Dios. I Corinthians 7:25 ¶ Empero de las vírgenes no tengo mandamiento del Señor; mas doy mi parecer, como quien ha alcanzado misericordia del Señor para ser fiel. I Corinthians 7:26 Tengo, pues, esto por bueno a causa de la aflicción actual; digo, que bueno es al hombre estarse así. I Corinthians 7:27 ¿Estás atado a mujer? no procures soltarte. ¿Estás suelto de mujer? no busques mujer. I Corinthians 7:28 Mas también si te casares, no pecaste; y si la virgen se casare, no pecó; pero aflicción en la carne tendrán los tales; mas yo os perdono. I Corinthians 7:29 Esto empero digo, hermanos, que el tiempo es corto: lo que resta es, que los que tienen mujeres sean como si no las tuviesen; I Corinthians 7:30 Y los que lloran, como si no llorasen; y los que se regocijan, como si no se regocijasen; y los que compran, como si no poseyesen; I Corinthians 7:31 Y los que usan de este mundo, como no abusando de él; porque la apariencia de este mundo se pasa. I Corinthians 7:32 Mas querría que estuvieseis sin cuidado. El soltero tiene cuidado de las cosas que pertenecen al Señor, como ha de agradar al Señor. I Corinthians 7:33 Empero el casado tiene cuidado de las cosas que son del mundo, como ha de agradar a su mujer. I Corinthians 7:34 Diferencia hay también entre la mujer casada y la virgen. La mujer por casar, tiene cuidado de las cosas del Señor, para ser santa así en cuerpo como en espíritu; mas la casada, tiene cuidado de las cosas del mundo, como ha de agradar a su marido. I Corinthians 7:35 Esto empero digo para vuestro propio provecho: no para echaros un lazo, sino para lo que es decente, y para que sin distracción sirváis al Señor. I Corinthians 7:36 Mas si a alguno parece cosa fea en su virgen, que pase ya de edad, y así conviene que se haga, haga lo que quisiere; no peca, que se casen. I Corinthians 7:37 Empero el que está firme en su corazón, y no tiene necesidad, mas tiene poder sobre su voluntad, y determinó en su corazón esto, de guardar su virgen, hace bien. I Corinthians 7:38 Así que el que da su virgen en casamiento, hace bien; mas el que no la da, hace mejor. I Corinthians 7:39 ¶ La mujer casada está atada por la ley, mientras vive su marido; mas si su marido muriere, libre es para ser casada con quien quisiere; solamente en el Señor. I Corinthians 7:40 Empero más feliz es, según mi parecer, si se queda así; y pienso que también yo tengo el Espíritu de Dios. I Corinthians 8:0 I Corinthians 8:1 Empero en cuanto a lo que a los ídolos es sacrificado, sabemos que todos tenemos ciencia. La ciencia hincha, mas la caridad edifica. I Corinthians 8:2 Y si alguno se piensa que sabe algo, aun no sabe cosa alguna como le conviene saber. I Corinthians 8:3 Mas el que ama a Dios, el tal es conocido de Dios. I Corinthians 8:4 Así que de las viandas que son sacrificadas a los ídolos, sabemos que el ídolo nada es en el mundo, y que no hay otro Dios, sino solo uno. I Corinthians 8:5 Porque aunque haya algunos que se llamen dioses, o en el cielo, o en la tierra, (como hay muchos dioses, y muchos señores,) I Corinthians 8:6 Para nosotros empero hay un solo Dios, el Padre, del cual son todas las cosas, y nosotros en él; y un Señor, Jesu Cristo, por el cual son todas las cosas, y nosotros por él. I Corinthians 8:7 Mas no en todos hay esta ciencia; porque algunos con conciencia del ídolo hasta ahora, lo comen como sacrificado a ídolos; y su conciencia, siendo flaca, es contaminada. I Corinthians 8:8 Empero la vianda no nos hace mas aceptos a Dios; porque ni que comamos, seremos más ricos: ni que no comamos, seremos más pobres. I Corinthians 8:9 Mas mirád que esta vuestra libertad no sea de algún modo tropezadero para los que son flacos. I Corinthians 8:10 Porque si te ve alguno, a ti que tienes esta ciencia, que estás sentado a la mesa en el lugar de los ídolos, ¿la conciencia de aquel que es flaco, no será edificada para comer de lo sacrificado a los ídolos? I Corinthians 8:11 ¿Y por tu ciencia se perderá el hermano flaco, por el cual Cristo murió? I Corinthians 8:12 De esta manera, pues, pecando contra los hermanos, e hiriendo su flaca conciencia, contra Cristo pecáis. I Corinthians 8:13 Por lo cual si la comida es para mi hermano ocasión de caer, no comeré carne jamás por no hacer caer a mi hermano. I Corinthians 9:0 I Corinthians 9:1 ¿No soy yo apóstol? ¿no soy libre? ¿no he visto a Jesu Cristo el Señor nuestro? ¿no sois vosotros mi obra en el Señor? I Corinthians 9:2 Si para los otros no soy apóstol, sin embargo para vosotros ciertamente lo soy; porque el sello de mi apostolado vosotros sois en el Señor. I Corinthians 9:3 Mi respuesta para con los que me preguntan, es esta: I Corinthians 9:4 ¿No tenemos potestad de comer y de beber? I Corinthians 9:5 ¿No tenemos potestad de traer con nosotros aquí y allá una hermana, mujer, como también los otros apóstoles, y los hermanos del Señor, y Céfas? I Corinthians 9:6 ¿O será que solo yo y Barnabás no tenemos potestad de no trabajar? I Corinthians 9:7 ¿Quién jamás salió a la guerra a sus propias expensas? ¿Quién planta viña, y no come de su fruto? ¿o quién apacienta el rebaño, y no come de la leche del rebaño? I Corinthians 9:8 ¿Digo yo esto como hombre? ¿No dice lo mismo también la ley? I Corinthians 9:9 Porque en la ley de Moisés está escrito: No embozalarás la boca al buey que trilla. ¿Tiene Dios cuidado tan solo de los bueyes? I Corinthians 9:10 ¿O dícelo particularmente por causa de nosotros? Por causa de nosotros sin duda está escrito: que con esperanza debe arar el que ara; y el que trilla, con esperanza de participar de su esperanza. I Corinthians 9:11 Si nosotros os sembramos las cosas espirituales, ¿será gran cosa si segáremos vuestras cosas carnales? I Corinthians 9:12 Si otros son partícipes de esta potestad sobre vosotros, ¿por qué no más bien nosotros? Mas no usamos de esta potestad, antes lo sufrimos todo por no dar alguna interrupción al evangelio de Cristo. I Corinthians 9:13 ¿No sabéis que los que ministran en las cosas santas, comen de las cosas del templo? ¿y los que sirven al altar, con el altar participan? I Corinthians 9:14 Así también ha ordenado el Señor a los que anuncian el evangelio, que vivan del evangelio. I Corinthians 9:15 Mas yo de nada de esto me he aprovechado; ni tampoco he escrito esto para que se haga así conmigo; porque es mejor para mí morir, antes que nadie haga vana mi glorificación. I Corinthians 9:16 Porque aunque anuncie el evangelio, no tengo por qué gloriarme; porque me está impuesta necesidad; y ¡ay de mí, si no anunciare el evangelio! I Corinthians 9:17 Por lo cual si hago esto de voluntad, premio tendré; mas si por fuerza, la dispensación del evangelio me ha sido encargada. I Corinthians 9:18 ¿Qué premio pues tendré? Cierto, que predicando el evangelio, ponga el evangelio de Cristo de balde, por no usar mal de mi potestad en el evangelio. I Corinthians 9:19 Por lo cual siendo libre para con todos, me he hecho siervo de todos, por ganar a más. I Corinthians 9:20 Me he hecho para los Judíos como Judío, por ganar a los Judíos; para los que están sujetos a la ley, como sujeto a la ley, por ganar a los que están sujetos a la ley. I Corinthians 9:21 Para los que están sin ley, como sin ley, (no estando yo sin ley para con Dios, mas bajo la ley para con Cristo,) por ganar a los que estaban sin ley. I Corinthians 9:22 Me he hecho para los flacos como flaco, por ganar a los flacos. Me he hecho todo para todos, para que todo punto salve a algunos. I Corinthians 9:23 Y esto hago por causa del evangelio, para ser hecho con vosotros partícipe de él. I Corinthians 9:24 ¿No sabéis que los que corren en el estadio, todos corren, mas uno solo lleva el premio? Corréd pues de tal manera que le alcancéis. I Corinthians 9:25 Y todo aquel que se ejercita en la lucha, es sobrio en todo; y aquellos lo hacen para recibir una corona corruptible; mas nosotros, incorruptible. I Corinthians 9:26 Así que yo de esta manera corro, no como a cosa incierta: de esta manera peleo, no como quien hiere al aire. I Corinthians 9:27 Antes hiero mi cuerpo, y le pongo en servidumbre; para que predicando a los otros, no sea yo mismo reprobado. I Corinthians 10:0 I Corinthians 10:1 Mas no quiero, hermanos, que ignoréis, que nuestros Padres todos estuvieron debajo de la nube, y todos pasaron por la mar; I Corinthians 10:2 Y todos en Moisés fueron bautizados en la nube y en la mar; I Corinthians 10:3 Y todos comieron la misma vianda espiritual; I Corinthians 10:4 Y todos bebieron la misma bebida espiritual; porque bebían de la Roca espiritual que los seguía, la cual Roca era Cristo: I Corinthians 10:5 Mas de muchos de ellos no se agradó Dios; porque fueron derribados en el desierto. I Corinthians 10:6 Empero estas cosas fueron tipos para nosotros; a fin de que no codiciemos cosas malas, como ellos codiciaron: I Corinthians 10:7 Ni seáis adoradores de ídolos como eran algunos de ellos, como está escrito: Sentose el pueblo a comer y a beber, y se levantaron a jugar: I Corinthians 10:8 Ni forniquemos, como algunos de ellos fornicaron, y cayeron en un día veinte y tres mil: I Corinthians 10:9 Ni tentemos a Cristo, como algunos de ellos le tentaron, y perecieron por las serpientes: I Corinthians 10:10 Ni murmuréis, como algunos de ellos murmuraron, y perecieron por el destruidor. I Corinthians 10:11 Mas todas estas cosas les acontecieron por tipos, y son escritas para nuestra amonestación, sobre quien los fines de los siglos han llegado. I Corinthians 10:12 Así que el que se piensa estar firme, mire no caiga. I Corinthians 10:13 No os ha tomado alguna tentación, fuera de las que son comunes a los hombres; mas fiel es Dios, que no os dejará ser tentados más de lo que podéis; antes dará también salida con la tentación, para que la podáis llevar. I Corinthians 10:14 ¶ Por lo cual, amados míos, huid de la idolatría. I Corinthians 10:15 Como a sabios hablo, juzgád vosotros lo que digo. I Corinthians 10:16 La copa de bendición la cual bendecimos, ¿no es la comunión de la sangre de Cristo? el pan que rompemos, ¿no es la comunión del cuerpo de Cristo? I Corinthians 10:17 Porque siendo muchos, somos un solo pan, y un solo cuerpo; porque todos participamos de aquel mismo pan. I Corinthians 10:18 Mirád a Israel según la carne. Los que comen los sacrificios, ¿no son participantes del altar? I Corinthians 10:19 ¿Pues qué digo? ¿Qué el ídolo es algo? ¿o que lo que es sacrificado a los ídolos es algo? I Corinthians 10:20 Antes, digo que lo que los Gentiles sacrifican, a los demonios lo sacrifican, y no a Dios; y no querría que vosotros fueseis partícipes con los demonios. I Corinthians 10:21 No podéis beber la copa del Señor, y la copa de los demonios: no podéis ser partícipes de la mesa del Señor, y de la mesa de los demonios. I Corinthians 10:22 ¿Provocamos a zelos al Señor? ¿Somos acaso más fuertes que él? I Corinthians 10:23 ¶ Todo me es lícito, mas no todo me conviene: todo me es lícito, mas no todo edifica. I Corinthians 10:24 Ninguno busque lo que es suyo propio; mas cada uno lo que es del otro. I Corinthians 10:25 De todo lo que se vende en la carnicería, coméd sin preguntar nada por causa de la conciencia. I Corinthians 10:26 Porque del Señor es la tierra, y la plenitud de ella. I Corinthians 10:27 Si alguno de los que no creen os convida, y queréis ir, de todo lo que se os pone delante, coméd, sin preguntar nada por causa de la conciencia. I Corinthians 10:28 Mas si alguien os dijere: Esto fue sacrificado a los ídolos: no lo comáis por causa de aquel que os lo declaró, y por causa de la conciencia; porque del Señor es la tierra, y la plenitud de ella. I Corinthians 10:29 Conciencia digo, no la tuya, sino la del otro. ¿Pues por qué ha de ser juzgada mi libertad por conciencia de otro? I Corinthians 10:30 Y si yo por gracia participo, ¿por qué se ha de hablar mal de mí por lo que doy gracias? I Corinthians 10:31 Si pues coméis, o si bebéis, o hacéis otra cosa, hacédlo todo a gloria de Dios. I Corinthians 10:32 Sed sin ofensa a Judíos, y a Griegos, y a la iglesia de Dios: I Corinthians 10:33 Como también yo en todas las cosas agrado a todos: no buscando mi mismo provecho, sino el de muchos, para que ellos sean salvos. I Corinthians 11:0 I Corinthians 11:1 Sed imitadores de mí, como yo también lo soy de Cristo. I Corinthians 11:2 Aláboos pues, hermanos, que en todo os acordáis de mí; y retenéis los preceptos, de la manera que os los entregué. I Corinthians 11:3 Mas quiero que sepáis, que Cristo es la cabeza de todo varón; y el varón es la cabeza de la mujer; y Dios la cabeza de Cristo. I Corinthians 11:4 Todo varón que ora, o profetiza cubierta la cabeza, afrenta su cabeza. I Corinthians 11:5 Mas toda mujer que ora, o profetiza no cubierta su cabeza, afrenta su cabeza; porque lo mismo es que si se rayese. I Corinthians 11:6 Porque si la mujer no se cubre, raígase también; y si es vergüenza para la mujer raerse o raparse, cúbrase. I Corinthians 11:7 Porque el varón no ha de cubrir la cabeza; porque él es imagen y gloria de Dios; mas la mujer es gloria del varón. I Corinthians 11:8 Porque el varón no es de la mujer, sino la mujer del varón. I Corinthians 11:9 Porque tampoco el varón era criado por causa de la mujer, sino la mujer por causa del varón. I Corinthians 11:10 Por lo cual la mujer debe tener la señal de potestad sobre su cabeza por causa de los ángeles. I Corinthians 11:11 Mas ni el varón es sin la mujer, ni la mujer sin el varón, en el Señor. I Corinthians 11:12 Porque como la mujer es del varón, así también el varón es por la mujer; empero todas las cosas de Dios. I Corinthians 11:13 Juzgád en vosotros mismos: ¿es honesto orar la mujer a Dios no cubierta? I Corinthians 11:14 ¿No os enseña aun la misma naturaleza que al hombre sea deshonesto criar cabello? I Corinthians 11:15 Por el contrario a la mujer criar el cabello le es honroso; porque en lugar de velo le es dado el cabello. I Corinthians 11:16 Con todo eso si alguno parece ser contencioso, nosotros no tenemos tal costumbre, ni las iglesias de Dios. I Corinthians 11:17 ¶ Esto empero os anuncio, que no os alabo, que no por mejor, sino por peor os juntáis. I Corinthians 11:18 Porque lo primero, cuando os juntáis en la iglesia, oigo que hay entre vosotros disensiones, y en parte lo creo. I Corinthians 11:19 Porque es menester que también haya entre vosotros herejías, para que los que son probados se manifiesten entre vosotros. I Corinthians 11:20 De manera que cuando os juntáis en uno, esto no es comer la cena del Señor: I Corinthians 11:21 Porque cada uno se anticipa al otro para comer su propia cena; y el uno tiene hambre, y el otro está embriagado. I Corinthians 11:22 ¡Qué! ¿no tenéis casas en que comáis y bebáis? ¿O menospreciáis la iglesia de Dios, y avergonzáis a los que no tienen? ¿Qué os diré? ¿Os alabaré en esto? No os alabo. I Corinthians 11:23 Porque yo recibí del Señor lo que también os he entregado: Que el Señor Jesús la misma noche que fue entregado, tomó pan: I Corinthians 11:24 Y habiendo dado gracias lo rompió, y dijo: Tomád, coméd: éste es mi cuerpo que por vosotros es rompido: hacéd esto en memoria de mí. I Corinthians 11:25 Asimismo tomó también la copa, después de haber cenado, diciendo: Esta copa es el nuevo testamento en mi sangre: hacéd esto todas las veces que la bebiéreis, en memoria de mí. I Corinthians 11:26 Porque todas las veces que comiereis este pan, y bebiéreis esta copa, la muerte del Señor anunciais hasta que venga. I Corinthians 11:27 ¶ De manera que cualquiera que comiere este pan, o bebiere esta copa del Señor indignamente, será culpado del cuerpo y de la sangre del Señor. I Corinthians 11:28 Por tanto examínese cada uno a sí mismo, y así coma de aquel pan, y beba de aquella copa. I Corinthians 11:29 Porque el que come y bebe indignamente, condenación come y bebe para sí, no discerniendo el cuerpo del Señor. I Corinthians 11:30 Por lo cual hay muchos enfermos y debilitados entre vosotros, y muchos duermen. I Corinthians 11:31 Que si nos juzgásemos a nosotros mismos, no seríamos juzgados. I Corinthians 11:32 Mas siendo juzgados, somos castigados del Señor, para que no seamos condenados con el mundo. I Corinthians 11:33 Así que, hermanos míos, cuando os juntáis a comer, esperáos unos a otros. I Corinthians 11:34 Y si alguno tuviere hambre, coma en su casa; porque no os juntéis para juicio. Las demás cosas las pondré en orden cuando viniere. I Corinthians 12:0 I Corinthians 12:1 Y en cuanto a los dones espirituales, no quiero, hermanos, seáis ignorantes. I Corinthians 12:2 Sabéis que eráis Gentiles, yendo, como eráis llevados, a los ídolos mudos. I Corinthians 12:3 Por tanto os hago saber, que nadie que hable por el Espíritu de Dios, llama anatema a Jesús; y que nadie puede llamar a Jesús Señor, sino por el Espíritu Santo. I Corinthians 12:4 Empero hay diferencias de dones; mas el mismo Espíritu. I Corinthians 12:5 Y hay diferencias de ministerios; mas el mismo Señor. I Corinthians 12:6 Y hay diferencias de operaciones; mas el mismo Dios es, el que obra todas las cosas en todos. I Corinthians 12:7 Empero a cada uno le es dada la manifestación del Espíritu para provecho. I Corinthians 12:8 Porque a éste es dada por el Espíritu palabra de sabiduría: al otro, palabra de ciencia por el mismo Espíritu: I Corinthians 12:9 A otro, fe por el mismo Espíritu; y a otro, dones de sanidades por el mismo Espíritu: I Corinthians 12:10 A otro, operaciones de milagros; y a otro, profecía; y a otro, discernimiento de espíritus; y a otro, diversos géneros de lenguas; y a otro, interpretación de lenguas. I Corinthians 12:11 Mas todas estas cosas obra uno y el mismo Espíritu, repartiendo particularmente a cada uno como él quiere. I Corinthians 12:12 Porque de la manera que es uno el cuerpo, y tiene muchos miembros, empero todos los miembros de este un cuerpo, siendo muchos, son un mismo cuerpo, así también es Cristo. I Corinthians 12:13 Porque por un mismo Espíritu somos todos bautizados en un mismo cuerpo, Judíos o Griegos, siervos o libres; y a todos se nos ha hecho beber en un mismo Espíritu. I Corinthians 12:14 Porque el cuerpo no es un solo miembro, sino muchos. I Corinthians 12:15 Si dijere el pie: Porque no soy mano, no soy del cuerpo: ¿por eso no será del cuerpo? I Corinthians 12:16 Y si dijere la oreja: Porque no soy ojo, no soy del cuerpo: ¿por eso no será del cuerpo? I Corinthians 12:17 Si todo el cuerpo fuese ojo, ¿dónde estaría el oído? si todo fuese oído, ¿dónde estaría el olfato? I Corinthians 12:18 Mas ahora Dios ha colocado los miembros cada uno de ellos por sí en el cuerpo, como él quiso. I Corinthians 12:19 Que si todos fueran un mismo miembro, ¿dónde estuviera el cuerpo? I Corinthians 12:20 Mas ahora muchos miembros son, empero sin embargo un solo cuerpo. I Corinthians 12:21 No puede el ojo decir a la mano: No te he menester: ni tampoco la cabeza a los pies: No tengo necesidad de vosotros. I Corinthians 12:22 Antes, los miembros del cuerpo que parecen más flacos, son mucho más necesarios; I Corinthians 12:23 Y los miembros del cuerpo que estimamos menos dignos, a estos ceñimos más honrosamente; y los que en nosotros son menos decentes, tienen más decoro. I Corinthians 12:24 Porque los que en nosotros son más decorosos, no tienen necesidad de nada; mas Dios templó a una el cuerpo, dando más abundante honor al que le faltaba; I Corinthians 12:25 Para que no haya disensión en el cuerpo, sino que los miembros tengan el mismo cuidado los unos por los otros. I Corinthians 12:26 De tal manera que si el un miembro padece, todos los miembros a una se duelen: o si el un miembro es honrado, todos los miembros a una se regocijan. I Corinthians 12:27 Vosotros, pues, sois el cuerpo de Cristo, y miembros en particular. I Corinthians 12:28 Y a unos puso Dios en la iglesia, primeramente apóstoles, luego profetas, lo tercero enseñadores, luego milagros, luego dones de sanidades, auxilios, gobernaciones, géneros de lenguas. I Corinthians 12:29 ¿Son todos apóstoles? ¿son todos profetas? ¿son todos enseñadores? ¿son todos hacedores de milagros? I Corinthians 12:30 ¿Tienen todos dones de sanidades? ¿hablan todos lenguas? ¿interpretan todos? I Corinthians 12:31 Empero deseád con vehemencia los mejores dones; y aun yo os enseño un camino más excelente. I Corinthians 13:0 I Corinthians 13:1 Si yo hablase en lenguas de hombres y de ángeles, y no tuviese caridad, soy hecho como metal que resuena, o platillo que retiñe. I Corinthians 13:2 Y si tuviese el don de profecía, y entendiese todos los misterios, y toda ciencia; y si tuviese toda la fe, de manera que pudiese traspasar las montañas, y no tuviera caridad, nada soy. I Corinthians 13:3 Y si repartiese toda mi hacienda para dar de comer a pobres; y si entregase mi cuerpo para ser quemado, y no tuviere caridad, de nada me sirve. I Corinthians 13:4 La caridad es sufrida, es benigna: la caridad no tiene envidia: la caridad no es jactanciosa, no es hinchada, I Corinthians 13:5 No se comporta indecorosamente, no busca lo que es suyo, no se irrita, no piensa mal, I Corinthians 13:6 No se huelga en la injusticia, mas huélgase en la verdad: I Corinthians 13:7 Todo lo sufre, todo lo cree, todo lo espera, todo lo soporta. I Corinthians 13:8 La caridad nunca se acaba: aunque las profecías se han de acabar, y cesar las lenguas, y desaparecer la ciencia. I Corinthians 13:9 Porque en parte conocemos, y en parte profetizamos. I Corinthians 13:10 Mas después que venga lo que es lo perfecto, entonces lo que es en parte será abolido. I Corinthians 13:11 Cuando yo era niño, hablaba como niño, pensaba como niño, sabía como niño; mas cuando ya fui hombre hecho, puse a un lado las cosas de niño. I Corinthians 13:12 Porque ahora vemos por espejo oscuramente; mas entonces, cara a cara. Ahora conozco en parte; mas entonces conoceré como soy conocido. I Corinthians 13:13 Y ahora permanece la fe, la esperanza, y la caridad, estas tres; empero la mayor de ellas es la caridad. I Corinthians 14:0 I Corinthians 14:1 Seguíd la caridad: codiciád los dones espirituales; mas sobre todo que profeticéis. I Corinthians 14:2 Porque el que habla en lenguas desconocidas, no habla a los hombres, sino a Dios; porque nadie le entiende, aunque en espíritu hable misterios. I Corinthians 14:3 Mas el que profetiza, habla a los hombres para edificación, y exhortación, y consolación. I Corinthians 14:4 El que habla una lengua desconocida, a sí mismo edifica; mas el que profetiza, edifica a la iglesia. I Corinthians 14:5 Así que querría que todos vosotros habláseis lenguas, más bien empero que profetizáseis; porque mayor es el que profetiza que el que habla en lenguas extrañas, si también no interpretare, para que la iglesia reciba edificación. I Corinthians 14:6 Ahora pues, hermanos, si yo viniere a vosotros hablando en lenguas extrañas, ¿qué os aprovecharé, si no os hablare, o por revelación, o por ciencia, o por profecía, o por doctrina? I Corinthians 14:7 Y aun las cosas inanimadas que dan sonido, (sea flauta o arpa,) si no dieren distinción de sonidos, ¿cómo se sabrá lo que se tañe con la flauta o con la arpa? I Corinthians 14:8 Y si la trompeta diere sonido incierto, ¿quién se apercebirá a la batalla? I Corinthians 14:9 Así también vosotros, si por la lengua no diéreis palabras bien inteligibles, ¿cómo se entenderá lo que se dice? porque hablaréis al aire. I Corinthians 14:10 Tantos géneros de voces, (por ejemplo,) hay en el mundo; y ninguna de ellas es sin significado; I Corinthians 14:11 Mas si yo ignorare el valor de la voz, seré bárbaro para aquel que habla; y el que habla, será bárbaro para mí. I Corinthians 14:12 Así también vosotros: puesto que sois codiciosos de dones espirituales, procurád de sobresalir en ellos para la edificación de la iglesia. I Corinthians 14:13 Por lo cual el que habla en lengua extraña, ore que interprete. I Corinthians 14:14 Porque si yo orare en lengua desconocida, mi espíritu ora; mas mi entendimiento es sin fruto. I Corinthians 14:15 ¿Qué hay pues? Oraré con el espíritu, y oraré también con el entendimiento: cantaré con el espíritu, y cantaré también con el entendimiento. I Corinthians 14:16 Porque si tú bendijeres solamente con el espíritu, el que ocupa el lugar del pueblo sencillo, ¿cómo dirá, Amén, sobre tu acción de gracias? porque no sabe lo que dices. I Corinthians 14:17 Porque tú a la verdad das bien gracias; mas el otro no es edificado. I Corinthians 14:18 Doy gracias a mi Dios que hablo en lenguas extrañas más que todos vosotros. I Corinthians 14:19 Empero en la iglesia quiero más bien hablar cinco palabras con mi entendimiento, para que enseñe también a los otros, que diez mil palabras en una lengua desconocida. I Corinthians 14:20 Hermanos, no seáis niños en el sentido; mas sed niños en la malicia, empero en el sentido sed hombres. I Corinthians 14:21 En la ley está escrito: Con otras lenguas, y con otros labios hablaré a este pueblo; y ni aun así me oirán, dice el Señor. I Corinthians 14:22 Así que las lenguas por señal son, no a los que creen, sino a los incrédulos; mas la profecía sirve, no para los que no creen, sino a los creyentes. I Corinthians 14:23 De manera que si toda la iglesia se juntare en un mismo lugar, y todos hablaren en lenguas extrañas, y entraren gentes sencillas, o incrédulos, ¿no dirán que estáis locos? I Corinthians 14:24 Mas si todos profetizaren, y entrare algún incrédulo o ignorante, de todos es convencido, de todos es juzgado: I Corinthians 14:25 Y así lo oculto de su corazón se hace manifiesto; y así postrándose sobre su rostro adorará a Dios, declarando que verdaderamente Dios está en vosotros. I Corinthians 14:26 ¿Qué hay, pues, hermanos? Cuando os juntáis, cada uno de vosotros tiene salmo, tiene doctrina, tiene lengua, tiene revelación, tiene interpretación: Háganse todas las cosas para edificación. I Corinthians 14:27 Si hablare alguno en lengua desconocida, sea por dos, o a lo más por tres, y esto a su turno; y uno interprete. I Corinthians 14:28 Mas si no hubiere intérprete, calle en la iglesia; y hable a sí mismo, y a Dios. I Corinthians 14:29 Empero los profetas, hablen dos o tres; y los demás juzguen. I Corinthians 14:30 Y si a otro que estuviere sentado, fuere revelada alguna cosa, calle el primero. I Corinthians 14:31 Porque podéis todos profetizar uno por uno; para que todos aprendan, y todos sean exhortados. I Corinthians 14:32 (Y los espíritus de los profetas están sujetos a los profetas;) I Corinthians 14:33 Porque Dios no es autor de disensión, sino de paz, como en todas las iglesias de los santos. I Corinthians 14:34 Vuestras mujeres callen en las iglesias; porque no les es permitido hablar, sino que estén sujetas como también lo dice la ley. I Corinthians 14:35 Y si quieren aprender alguna cosa, pregunten en casa a sus maridos; porque deshonesta cosa es hablar las mujeres en la iglesia. I Corinthians 14:36 ¡Qué! ¿Ha salido de vosotros la palabra de Dios? ¿o a vosotros solos ha llegado? I Corinthians 14:37 Si alguno, a su parecer, es profeta, o espiritual, reconozca que las cosas que yo os escribo son mandamientos del Señor. I Corinthians 14:38 Mas si alguno quiere ser ignorante, sea ignorante. I Corinthians 14:39 Así que, hermanos, codiciád el profetizar; y no impidáis el hablar en lenguas extrañas. I Corinthians 14:40 Empero háganse todas las cosas decentemente, y con orden. I Corinthians 15:0 I Corinthians 15:1 Empero os declaro, hermanos, el evangelio que os he predicado, el cual también recibisteis, y en el cual estáis firmes; I Corinthians 15:2 Por el cual asimismo sois salvos, si retenéis en la memoria lo que os he predicado, si no es que habéis creído en vano. I Corinthians 15:3 Porque primeramente os he enseñado lo que asimismo yo recibí, es a saber: que Cristo fue muerto por nuestros pecados, conforme a las Escrituras; I Corinthians 15:4 Y que fue sepultado, y que resucitó al tercero día, conforme a las Escrituras; I Corinthians 15:5 Y que fue visto por Céfas; y después por los doce: I Corinthians 15:6 Que después fue visto de más de quinientos hermanos a la vez: de los cuales los más viven aun, empero algunos han dormido. I Corinthians 15:7 Que después fue visto por Santiago, después por todos los apóstoles. I Corinthians 15:8 Y a la postre de todos, fue visto por mí también, como por uno nacido fuera de debido tiempo. I Corinthians 15:9 Porque yo soy el menor de los apóstoles, que no soy digno de ser llamado apóstol, porque perseguía a la iglesia de Dios. I Corinthians 15:10 Empero por la gracia de Dios soy lo que soy; y su gracia no ha sido en vano para conmigo; antes he trabajado más que todos ellos: pero no yo, sino la gracia de Dios que fue conmigo. I Corinthians 15:11 Por tanto, sea yo, o sean ellos, así predicamos, y así habéis creído. I Corinthians 15:12 ¶ Mas si se predica a Cristo, que resucitó de los muertos, ¿cómo dicen algunos entre vosotros, que no hay resurrección de los muertos? I Corinthians 15:13 Porque si no hay resurrección de los muertos, Cristo tampoco resucitó. I Corinthians 15:14 Y si Cristo no resucitó, luego vana es nuestra predicación, y vana es también vuestra fe. I Corinthians 15:15 Y también somos hallados falsos testigos de Dios; porque hemos testificado de Dios, que él haya levantado a Cristo: al cual empero no levantó, si es así que los muertos no resucitan. I Corinthians 15:16 Porque si los muertos no resucitan, tampoco Cristo resucitó. I Corinthians 15:17 Y si Cristo no resucitó, vuestra fe es vana; aun os estáis en vuestros pecados. I Corinthians 15:18 Luego también los que durmieron en Cristo, son perdidos. I Corinthians 15:19 Si en esta vida solamente tenemos esperanza en Cristo, los más desdichados somos de todos los hombres. I Corinthians 15:20 Mas ahora, Cristo ha resucitado de los muertos: y él es hecho primicias de los que durmieron. I Corinthians 15:21 Porque por cuanto la muerte vino por hombre, también por hombre vino la resurrección de los muertos. I Corinthians 15:22 Porque a la manera que todos en Adam mueren, así también todos en Cristo serán vivificados. I Corinthians 15:23 Mas cada uno en su orden: Cristo las primicias; luego los que son de Cristo en su venida. I Corinthians 15:24 Luego viene el fin: cuando entregará el reino a Dios y al Padre; cuando hubiere abatido todo imperio, y toda potencia, y potestad. I Corinthians 15:25 Porque es menester que él reine, hasta que sujete a todos sus enemigos debajo de sus pies. I Corinthians 15:26 Y el postrer enemigo que será destruido, es la muerte. I Corinthians 15:27 Porque todas las cosas sujetó debajo de sus pies. Mas cuando dice: Todas las cosas son sujetadas a él, claro es que está exceptuado el mismo que sujetó a él todas las cosas. I Corinthians 15:28 Mas después que todas las cosas le fueren sujetas, entonces también el mismo Hijo se sujetará al que le sujetó a él todas las cosas, para que Dios sea todo en todos. I Corinthians 15:29 De otro modo, ¿qué harán, los que son bautizados por los muertos, si en ninguna manera los muertos resucitan? ¿Por qué, pues, son bautizados por los muertos? I Corinthians 15:30 ¿Y por qué nosotros peligramos a toda hora? I Corinthians 15:31 Cada día muero; lo protesto por vuestra gloria, la cual tengo en Cristo Jesús Señor nuestro. I Corinthians 15:32 Si como hombre batallé en Efeso contra las bestias, ¿qué me aprovecha si los muertos no resucitan? Comamos y bebamos, que mañana moriremos: I Corinthians 15:33 No os engañéis. Las malas conversaciones corrompen las buenas costumbres. I Corinthians 15:34 Despertád, como es justo, y no pequéis; porque algunos no conocen a Dios, para vergüenza vuestra lo digo. I Corinthians 15:35 ¶ Mas alguno dirá: ¿Cómo resucitan los muertos? ¿Con qué cuerpo salen? I Corinthians 15:36 ¡Insensato! lo que tú siembras, no revive, si antes no muriere: I Corinthians 15:37 Y lo que siembras, no siembras el cuerpo que ha de ser, sino el grano desnudo, puede ser de trigo, o de alguno de los otros granos: I Corinthians 15:38 Mas Dios le da el cuerpo como él ha querido, y a cada simiente su propio cuerpo. I Corinthians 15:39 Toda carne no es la misma carne, mas una carne es la de los hombres, y otra carne es la de los animales, y otra la de los peces, y otra la de las aves. I Corinthians 15:40 Hay también cuerpos celestes, y cuerpos terrestres; mas una es la gloria de los celestes, y otra la de los terrestres. I Corinthians 15:41 Una es la gloria del sol, y otra la gloria de la luna, y otra la gloria de las estrellas; porque una estrella se diferencia de otra estrella en gloria. I Corinthians 15:42 Así también es la resurrección de los muertos. Se siembra en corrupción; se levantará en incorrupción: I Corinthians 15:43 Se siembra en vergüenza; se levantará en gloria: se siembra en flaqueza; se levantará en poder: I Corinthians 15:44 Se siembra cuerpo animal; resucitará cuerpo espiritual. Hay cuerpo animal, y hay cuerpo espiritual. I Corinthians 15:45 Y así está escrito: Fue hecho el primer hombre Adam en alma viviente; el postrer Adam fue hecho en espíritu vivificante. I Corinthians 15:46 Mas lo que es espiritual no es primero, sino lo que es animal; y después lo que es espiritual. I Corinthians 15:47 El primer hombre es de la tierra, terreno: el segundo hombre, que es el Señor, es del cielo. I Corinthians 15:48 Cual el terreno, tales también los terrenos; y cual el celestial, tales también los celestiales. I Corinthians 15:49 Y así como hemos llevado la imagen del terreno, llevaremos también la imagen del celestial. I Corinthians 15:50 Esto empero digo, hermanos: Que la carne y la sangre no pueden heredar el reino de Dios: ni la corrupción hereda la incorrupción. I Corinthians 15:51 ¶ He aquí, un misterio, os digo: Todos ciertamente no dormiremos; mas todos seremos transformados. I Corinthians 15:52 En un momento, en un abrir de ojo, a sonido de la final trompeta; porque será tocada la trompeta, y los muertos serán levantados incorruptibles, y nosotros seremos transformados. I Corinthians 15:53 Porque es menester que esto corruptible sea vestido de incorrupción, y esto mortal sea vestido de inmortalidad. I Corinthians 15:54 Y cuando esto corruptible fuere vestido de incorrupción, y esto mortal fuere vestido de inmortalidad, entonces será cumplida la palabra que está escrita: Sorbida es la muerte en la victoria. I Corinthians 15:55 ¿Dónde está, oh muerte, tu aguijón? ¿Dónde está, oh sepulcro, tu victoria? I Corinthians 15:56 El aguijón de la muerte es el pecado; y la fuerza del pecado, la ley. I Corinthians 15:57 Mas a Dios gracias, que nos dio la victoria por el Señor nuestro Jesu Cristo. I Corinthians 15:58 Así que, hermanos míos amados, estád firmes y constantes, abundando siempre en la obra del Señor, sabiendo que vuestro trabajo en el Señor no es vano. I Corinthians 16:0 I Corinthians 16:1 En cuanto a la colecta que se hace para los santos, hacéd vosotros también de la manera que yo ordené en las iglesias de Galacia. I Corinthians 16:2 El primer día de la semana cada uno de vosotros ponga aparte algo, atesorándolo, según Dios le hubiere prosperado; para que cuando yo viniere, no se hagan entonces las colectas. I Corinthians 16:3 Y cuando yo estuviere presente, los que aprobaréis por cartas, a estos enviaré que lleven vuestra gracia a Jerusalem. I Corinthians 16:4 Y si fuere digno el negocio de que yo también vaya, irán conmigo. I Corinthians 16:5 Empero a vosotros vendré, cuando pasare por Macedonia; porque por Macedonia tengo de pasar. I Corinthians 16:6 Y podrá ser que me quedaré con vosotros, o invernaré también; para que vosotros me llevéis donde hubiere de ir. I Corinthians 16:7 Porque no quiero ahora veros de paso; mas espero estar con vosotros algún tiempo, si el Señor lo permite. I Corinthians 16:8 Empero estaré en Efeso hasta la Pentecostés. I Corinthians 16:9 Porque se me ha abierto una puerta grande y eficaz; y muchos adversarios hay. I Corinthians 16:10 Y si viniere Timoteo, mirád que esté con vosotros sin temor; porque la obra del Señor hace, como yo también. I Corinthians 16:11 Por tanto nadie le tenga en poco; antes llevádle en paz, para que venga a mí; porque le espero con los hermanos. I Corinthians 16:12 Cuanto al hermano Apólos, mucho le he rogado que fuese a vosotros con los hermanos; mas en ninguna manera tuvo voluntad de ir por ahora; mas irá cuando tuviere oportunidad. I Corinthians 16:13 Velád, estád firmes en la fe: portáos varonilmente, y esforzáos. I Corinthians 16:14 Todas vuestras cosas sean hechas con caridad. I Corinthians 16:15 Ruégoos empero, hermanos, (ya sabéis la casa de Estéfanas que es las primicias de Acaya, y que se han dedicado al ministerio de los santos,) I Corinthians 16:16 Que vosotros os sujeteis a los tales, y a todos los que nos ayudan, y trabajan. I Corinthians 16:17 De la venida de Estéfanas y de Fortunato, y de Acaico, me huelgo; porque estos suplieron lo que faltaba de vuestra parte. I Corinthians 16:18 Porque recrearon mi espíritu y el vuestro. Reconocéd pues a los tales. I Corinthians 16:19 Las iglesias de Asia os saludan. Os saludan mucho en el Señor Aquila y Priscila, con la iglesia que está en su casa. I Corinthians 16:20 Os saludan todos los hermanos. Saludáos los unos a los otros con santo beso. I Corinthians 16:21 La salutación de mi propia mano, de Pablo. I Corinthians 16:22 Si alguno no amare al Señor Jesu Cristo sea Anatema Maranatha. I Corinthians 16:23 La gracia de nuestro Señor Jesu Cristo sea con vosotros. I Corinthians 16:24 Mi amor en Cristo Jesús sea con todos vosotros. Amén.
¶ La primera epístola a los Corintios fue escrita de Filipos por Estéfanas, y Fortunato, y Acaico, y Timoteo.
II Corinthians 0:0
II Corinthians 1:0 II Corinthians 1:1 Pablo, apóstol de Jesu Cristo por la voluntad de Dios, y el hermano Timoteo, a la iglesia de Dios que está en Corinto, con todos los santos que están por toda la Acaya. II Corinthians 1:2 Gracia a vosotros, y paz de Dios nuestro Padre, y del Señor Jesu Cristo. II Corinthians 1:3 Bendito sea el Dios y Padre de nuestro Señor Jesu Cristo, el Padre de misericordias, y el Dios de toda consolación. II Corinthians 1:4 El que nos consuela en todas nuestras tribulaciones; para que podamos nosotros consolar a los que están en cualquiera angustia, con la consolación con que nosotros mismos somos consolados de Dios. II Corinthians 1:5 Porque de la manera que abundan en nosotros las aflicciones de Cristo, así abunda también por Cristo nuestra consolación. II Corinthians 1:6 Y si somos atribulados, es por vuestra consolación y salvación, la cual es eficiente en el sufrir las mismas aflicciones que nosotros también padecemos; o si somos consolados, es por vuestra consolación y salvación. II Corinthians 1:7 Y nuestra esperanza de vosotros es firme, estando ciertos que como sois participantes de las aflicciones, así también lo seréis de la consolación. II Corinthians 1:8 Porque, hermanos, no queremos que ignoréis acerca de nuestra tribulación que nos fue hecha en Asia, que sobre manera fuimos cargados sobre nuestras fuerzas, de tal manera que aun dudábamos de la vida. II Corinthians 1:9 Mas nosotros tuvimos en nosotros mismos sentencia de muerte, para que no confiásemos en nosotros mismos, sino en Dios, que levanta los muertos: II Corinthians 1:10 El cual nos libró de tamaña muerte, y nos libra: en el cual esperamos que aun nos librará; II Corinthians 1:11 Ayudándonos también vosotros con oración por nosotros, para que por el don alcanzado para nosotros por medio de muchas personas, por muchas también sean dadas gracias por nosotros. II Corinthians 1:12 Porque nuestra gloria es esta, es a saber, el testimonio de nuestra conciencia, que en simplicidad y sinceridad de Dios, no en sabiduría carnal, mas en la gracia de Dios, hemos conversado en el mundo, y más con vosotros. II Corinthians 1:13 Porque no os escribimos otras cosas de las que leéis, o también reconocéis; y espero que aun hasta el fin las reconoceréis: II Corinthians 1:14 Como también en parte nos habéis reconocido que somos vuestra gloria, como también vosotros sois la nuestra, en el día del Señor Jesús. II Corinthians 1:15 ¶ Y en esta confianza quise primero venir a vosotros, porque tuvieseis otro segundo beneficio: II Corinthians 1:16 Y pasar por vosotros a Macedonia; y de Macedonia venir otra vez a vosotros, y ser llevado por vosotros a Judea. II Corinthians 1:17 Así que pretendiendo esto, ¿usé quizá de liviandad? ¿o lo que pienso hacer, piénsolo según la carne, para que haya en mí sí, sí, y no, no? II Corinthians 1:18 ¶ Antes como Dios es fiel, nuestra palabra para con vosotros no ha sido sí y no. II Corinthians 1:19 Porque el Hijo de Dios, Jesu Cristo, que por nosotros ha sido entre vosotros predicado por mí, y Silvano, y Timoteo, no ha sido sí y no; mas en él ha sido sí. II Corinthians 1:20 Porque todas las promesas de Dios son en él sí, y en él Amén para gloria de Dios por nosotros. II Corinthians 1:21 Y el que nos confirma con vosotros en Cristo, y el que nos ungió, es Dios: II Corinthians 1:22 El cual también nos selló, y nos dio las arras del Espíritu en nuestros corazones. II Corinthians 1:23 Mas yo llamo a Dios por testigo sobre mi alma, de que por perdonaros, no he venido hasta ahora a Corinto: II Corinthians 1:24 No que nos enseñoreamos de vuestra fe; antes somos ayudadores de vuestro gozo, porque por la fe estáis en pie. II Corinthians 2:0 II Corinthians 2:1 Empero esto he determinado entre mí, de no venir otra vez a vosotros con tristeza. II Corinthians 2:2 Porque si yo os contristo, ¿quién será pues el que me alegrará, sino el mismo a quien yo contristare? II Corinthians 2:3 Y esto mismo os escribí, porque cuando viniere no tuviese tristeza sobre tristeza de lo que había de haber gozo: confiando en vosotros todos que mi gozo es el de todos vosotros. II Corinthians 2:4 Porque de en medio de mucha tribulación y angustia de corazón, os escribí con muchas lágrimas: no para que fueseis contristados, mas para que conocieseis cuán abundante amor tengo para con vosotros. II Corinthians 2:5 Que si alguno ha causado tristeza, no me contristó a mí sino en parte, por no cargar la culpa sobre todos vosotros. II Corinthians 2:6 Bástale al tal esta reprensión que fue hecha por muchos: II Corinthians 2:7 De manera que ahora al contrario vosotros debéis más bien perdonarle, y consolarle, porque no sea el tal absorbido de demasiada tristeza. II Corinthians 2:8 Por lo cual os ruego que confirméis vuestro amor para con él. II Corinthians 2:9 Porque también por este fin os escribí a vosotros, para conocer la prueba de vosotros, si sois obedientes en todo. II Corinthians 2:10 Al que vosotros perdonareis algo, también yo; porque también yo si algo he perdonado, a quien lo he perdonado, por vuestra causa lo he hecho en la persona de Cristo; II Corinthians 2:11 Para que Satanás no nos gane alguna ventaja; porque no ignoramos sus maquinaciones. II Corinthians 2:12 ¶ Mas cuando yo vine a Troas por predicar el evangelio de Cristo, y me fue abierta puerta en el Señor, II Corinthians 2:13 No tuve reposo en mi espíritu, por no haber hallado a Tito mi hermano; y así despidiéndome de ellos, me partí desde allí para Macedonia. II Corinthians 2:14 Mas gracias a Dios, el cual hace que siempre triunfemos en Cristo Jesús; y manifiesta el olor de su conocimiento por nosotros en todo lugar; II Corinthians 2:15 Porque somos para Dios suave olor de Cristo en los que son salvos, y en los que se pierden: II Corinthians 2:16 A estos olor de muerte para muerte; y a aquellos olor de vida para vida. Y para estas cosas ¿quién es suficiente? II Corinthians 2:17 Porque no somos, como muchos, adulteradores de la palabra de Dios; antes como de sinceridad, antes como de Dios, delante de Dios, en Cristo hablamos. II Corinthians 3:0 II Corinthians 3:1 ¿Comenzamos otra vez a alabarnos a nosotros mismos? ¿O tenemos necesidad, como algunos, de cartas de recomendación para vosotros, o de recomendación de vosotros para otros? II Corinthians 3:2 Nuestra carta sois vosotros mismos, escrita en nuestros corazones, sabida y leída de todos los hombres; II Corinthians 3:3 Por cuanto es manifiesto que vosotros sois la carta de Cristo ministrada por nosotros, y escrita no con tinta, sino con el Espíritu de Dios vivo: no en tablas de piedra, sino en las tablas de carne del corazón. II Corinthians 3:4 Y la tal confianza tenemos por Cristo para con Dios. II Corinthians 3:5 No que seamos suficientes de nosotros mismos para pensar algo como de nosotros mismos; sino que nuestra suficiencia es de Dios: II Corinthians 3:6 El cual aun nos hizo ministros suficientes del nuevo testamento: no de la letra, sino del espíritu; porque la letra mata, mas el espíritu vivifica. II Corinthians 3:7 Empero si el ministerio de muerte escrito y grabado en piedras, fue para gloria, tanto que los hijos de Israel no pudiesen fijar los ojos en la cara de Moisés, a causa de la gloria de su rostro, la cual se había de acabar: II Corinthians 3:8 ¿Cuánto más no será para gloria el ministerio del espíritu? II Corinthians 3:9 Porque si el ministerio de condenación fue gloria, mucho más abundará en gloria el ministerio de justicia. II Corinthians 3:10 Porque lo que fue hecho tan glorioso, ni aun fue glorioso en esta parte, en comparación de la gloria que sobresale. II Corinthians 3:11 Porque si lo que se acaba fue para gloria, mucho más será para gloria lo que permanece. II Corinthians 3:12 Así que teniendo tal esperanza, hablamos con mucha confianza. II Corinthians 3:13 Y no como Moisés, que ponía un velo sobre su rostro, para que los hijos de Israel no pudiesen fijar los ojos en el fin de aquello que se había de acabar: II Corinthians 3:14 Mas los entendimientos de ellos se embotaron; porque hasta el día de hoy les queda el mismo velo no descorrido en la lectura del viejo testamento, cuyo velo en Cristo es quitado: II Corinthians 3:15 Antes hasta el día de hoy, cuando Moisés es leído, el velo está sobre el corazón de ellos. II Corinthians 3:16 Empero cuando se convirtieren al Señor, el velo se quitará. II Corinthians 3:17 Y el Señor es el Espíritu; y donde está el Espíritu del Señor, allí hay libertad. II Corinthians 3:18 Empero nosotros todos, con cara descubierta, mirando como en un espejo en la gloria del Señor, somos transformados en la misma semejanza de gloria en gloria, como por el Espíritu del Señor. II Corinthians 4:0 II Corinthians 4:1 Por lo cual teniendo nosotros este ministerio, según hemos alcanzado la misericordia, no desmayamos; II Corinthians 4:2 Antes hemos renunciado las cosas encubiertas de vergüenza, no andando con astucia, ni adulterando la palabra de Dios; mas por manifestación de la verdad encomendándonos a nosotros mismos a la conciencia de todo hombre delante de Dios. II Corinthians 4:3 Que si nuestro evangelio es encubierto, para los que se pierden es encubierto: II Corinthians 4:4 En los cuales el dios de este siglo cegó los entendimientos de los incrédulos, para que no les resplandezca la luz del evangelio de la gloria de Cristo, que es la imagen de Dios. II Corinthians 4:5 Porque no nos predicamos a nosotros mismos, sino a Jesu Cristo, el Señor; y nosotros siervos vuestros por amor de Jesús. II Corinthians 4:6 Porque Dios, que dijo que de las tinieblas resplandeciese la luz, es el que resplandeció en nuestros corazones, para dar la iluminación de la ciencia de la gloria de Dios en el rostro de Jesu Cristo. II Corinthians 4:7 Tenemos empero este tesoro en vasijas de barro, a fin que la excelencia del poder sea de Dios, y no de nosotros. II Corinthians 4:8 Por todo lado somos atribulados, mas no estrechados: perplejos, mas no desesperados; II Corinthians 4:9 Perseguidos, mas no desamparados: abatidos, mas no destruidos: II Corinthians 4:10 Llevando siempre por todas partes en el cuerpo la muerte del Señor Jesús, para que también la vida de Jesús sea manifestada en nuestro cuerpo. II Corinthians 4:11 Porque siempre nosotros que vivimos, somos entregados a la muerte a causa de Jesús, para que también la vida de Jesús sea manifestada en nuestra carne mortal. II Corinthians 4:12 De manera que la muerte obra en nosotros, mas en vosotros la vida. II Corinthians 4:13 Teniendo, pues, el mismo espíritu de fe, conforme a lo que está escrito: Creí, y por lo tanto hablé: nosotros también creemos, y por lo tanto hablamos: II Corinthians 4:14 Estando ciertos que el que levantó al Señor Jesús, a nosotros también nos levantará por Jesús; y nos presentará con vosotros. II Corinthians 4:15 Porque todas las cosas son por vuestra causa, para que la abundante gracia por la acción de gracias de muchos, redunde a gloria de Dios. II Corinthians 4:16 Por tanto no desmayamos; antes aunque este nuestro hombre exterior se destruya, el interior empero se renueva de día en día. II Corinthians 4:17 Porque nuestra leve tribulación, que no es sino por un momento, obra por nosotros un peso de gloria inconmensurablemente grande y eterno: II Corinthians 4:18 No mirando nosotros a lo que se ve, sino a lo que no se ve; porque lo que se ve, es temporal; mas lo que no se ve, es eterno. II Corinthians 5:0 II Corinthians 5:1 Porque sabemos, que si la casa terrestre de éste nuestro tabernáculo se deshiciere, tenemos de Dios edificio, casa no hecha de manos, eterna en los cielos. II Corinthians 5:2 Y por esto también gemimos, deseando vehementemente ser sobrevestidos de aquella nuestra habitación que es del cielo: II Corinthians 5:3 Si es que fuéremos hallados vestidos, y no desnudos. II Corinthians 5:4 Porque los que estamos en este tabernáculo, gemimos estando sobre cargados; porque no querríamos ser desnudados, antes sobrevestidos, para que lo que es mortal sea absorbido por la vida. II Corinthians 5:5 Mas el que nos hizo para esto mismo es Dios, el cual asimismo nos ha dado las arras del espíritu. II Corinthians 5:6 Así que vivimos confiados siempre, sabiendo, que entre tanto que estamos en el cuerpo, ausentes estamos del Señor: II Corinthians 5:7 (Porque por fe andamos, no por vista:) II Corinthians 5:8 Estamos confiados, digo, y querríamos más bien peregrinar del cuerpo, y estar presentes con el Señor. II Corinthians 5:9 Y por tanto procuramos, que o ausentes, o presentes, le seamos aceptos. II Corinthians 5:10 Porque es menester que todos nosotros comparezcamos delante del tribunal de Cristo; para que cada uno reciba las cosas hechas en su cuerpo, según lo que hubiere hecho, sea bueno, o sea malo. II Corinthians 5:11 Así que conociendo el terror del Señor, persuadimos a los hombres, mas a Dios somos hechos manifiestos; y espero que también en vuestras conciencias somos hechos manifiestos. II Corinthians 5:12 No nos encomendamos otra vez a vosotros; antes os damos ocasión de gloriaros de nosotros, para que tengáis que responder a los que se glorían en las apariencias, y no en el corazón. II Corinthians 5:13 Porque si loqueamos, es para Dios, y si estamos en seso, es por vuestra causa. II Corinthians 5:14 Porque el amor de Cristo nos constriñe: juzgando esto: Que si uno murió por todos, luego todos estaban muertos: II Corinthians 5:15 Y que murió por todos, para que los que viven, ya no vivan para sí, sino para aquel que por ellos murió y resucitó. II Corinthians 5:16 De manera que nosotros de aquí adelante a nadie conocemos según la carne; y si aun a Cristo conocimos según la carne, ahora empero ya no le conocemos más. II Corinthians 5:17 De manera que si alguno es en Cristo, nueva criatura es. Lo viejo se pasó ya: he aquí todo es hecho nuevo. II Corinthians 5:18 ¶ Y todas las cosas son de Dios, el cual nos reconcilió consigo por Jesu Cristo, y nos ha dado el ministerio de la reconciliación. II Corinthians 5:19 Es a saber, que Dios estaba en Cristo reconciliando el mundo consigo, no imputándoles sus pecados, y ha entregado a nosotros la palabra de la reconciliación. II Corinthians 5:20 Así que embajadores somos de Cristo, como si Dios os rogase por nosotros: os suplicamos de parte de Cristo, que os reconcilieis con Dios. II Corinthians 5:21 Porque a él que no conoció pecado, hizo pecado por nosotros, para que nosotros fuésemos hechos justicia de Dios en él. II Corinthians 6:0 II Corinthians 6:1 Por lo cual nosotros, como colaboradores juntamente con él, os exhortamos también que no hayáis recibido en vano la gracia de Dios; II Corinthians 6:2 (Porque dice: En tiempo acepto te he oído, y en día de salud te he socorrido: he aquí, ahora el tiempo acepto, he aquí, ahora el día de la salud:) II Corinthians 6:3 No dando a nadie motivo de ofensa, porque el ministerio no sea vituperado: II Corinthians 6:4 Antes habiéndonos en todas cosas como ministros de Dios, en mucha paciencia, en tribulaciones, en necesidades, en angustias, II Corinthians 6:5 En azotes, en cárceles, en alborotos, en trabajos, en vigilias, en ayunos, II Corinthians 6:6 En pureza, en ciencia, en longanimidad, en bondad, en el Espíritu Santo, en amor no fingido, II Corinthians 6:7 En palabra de verdad, en potencia de Dios, en armas de justicia a diestro y a siniestro: II Corinthians 6:8 Por honra y por deshonra: por infamia, y por buena fama: como engañadores, y sin embargo veraces: II Corinthians 6:9 Como desconocidos, y sin embargo bien conocidos: como muriendo, y, he aquí, vivimos: como castigados, mas no muertos: II Corinthians 6:10 Como dolorosos, mas siempre gozosos: como pobres, mas que enriquecen a muchos: como los que no tienen nada, y sin embargo lo poseen todo. II Corinthians 6:11 ¶ Nuestra boca está abierta para vosotros, oh Corintios, nuestro corazón es ensanchado. II Corinthians 6:12 No estáis estrechados en nosotros; mas estáis estrechados en vuestras propias entrañas: II Corinthians 6:13 Pues por recompensa de lo mismo, (como a mis hijos hablo,) ensancháos también vosotros. II Corinthians 6:14 No os juntéis desigualmente en yugo con los que no creen; porque ¿qué compañía tiene la justicia con la injusticia? ¿y qué comunión la luz con las tinieblas? II Corinthians 6:15 ¿Y qué concordia Cristo con Belial? ¿o qué parte el que cree con el incrédulo? II Corinthians 6:16 ¿Y qué avenencia el templo de Dios con ídolos? porque vosotros sois el templo del Dios viviente, como Dios ha dicho: Yo habitaré en ellos, y andaré en ellos; y yo seré el Dios de ellos, y ellos serán mi pueblo. II Corinthians 6:17 Por lo cual salíd de en medio de ellos, y apartáos, dice el Señor; y no toquéis cosa inmunda, y yo os recibiré. II Corinthians 6:18 Y seré a vosotros Padre, y vosotros me seréis a mis hijos e hijas: dice el Señor Todopoderoso. II Corinthians 7:0 II Corinthians 7:1 Así que, amados míos, pues que tenemos tales promesas, limpiémonos de toda inmundicia de la carne y del espíritu, perfeccionando la santidad en el temor de Dios. II Corinthians 7:2 Admitídnos: a nadie hemos injuriado, a nadie hemos corrompido, a nadie hemos defraudado. II Corinthians 7:3 No para condenaros lo digo; que ya he dicho antes, que estáis en nuestros corazones para morir, y para vivir con vosotros. II Corinthians 7:4 Mucho atrevimiento tengo para con vosotros, mucha gloria tengo de vosotros: lleno estoy de consolación: sobreabundo de gozo en todas nuestras tribulaciones. II Corinthians 7:5 Porque cuando vinimos a Macedonia, ningún reposo tuvo nuestra carne; antes en todo fuimos atribulados: de fuera había contiendas, de dentro temores. II Corinthians 7:6 Mas Dios que consuela a los que están abatidos, nos consoló con la venida de Tito. II Corinthians 7:7 Y no solo con su venida, mas también con la consolación con que él fue consolado de vosotros, haciéndonos saber vuestro deseo grande, vuestro lloro, vuestro zelo por mí, así que me regocijé tanto más. II Corinthians 7:8 Porque aunque os contristé por la carta, no me arrepiento: aunque me arrepentí, porque veo que aquella carta, aunque por poco tiempo, os contristó. II Corinthians 7:9 Ahora me huelgo: no porque hayáis sido contristados, mas porque hayáis sido contristados para arrepentimiento; porque habéis sido contristados según Dios, de manera que ninguna pérdida hayáis padecido por nosotros. II Corinthians 7:10 Porque la pesadumbre que es según Dios, obra arrepentimiento para la salud, de la cual nadie se arrepiente; mas la pesadumbre del mundo obra la muerte. II Corinthians 7:11 Porque he aquí esto mismo, que según Dios fuisteis contristados, ¡qué solicitud ha obrado en vosotros! y aun, ¡qué cuidado en purificaros! y aun, ¡qué indignación! y aun, ¡qué temor! y aun, ¡qué vehemente deseo! y aun, ¡qué zelo! y aun, ¡qué venganza! En todo os habéis mostrado limpios en este negocio. II Corinthians 7:12 Así que aunque os escribí, no fue tan solo por causa del que hizo la injuria, ni por causa del que la padeció, sino también para que os fuese manifiesta nuestra solicitud que tenemos por vosotros delante de Dios. II Corinthians 7:13 Por tanto tomamos consolación de vuestra consolación: empero mucho más nos gozamos por el gozo de Tito, porque fue recreado su espíritu por todos vosotros. II Corinthians 7:14 Que si en algo me he gloriado con él de vosotros, no he sido avergonzado; antes como todo lo que habíamos dicho a vosotros era con verdad, así también nuestra gloria con Tito fue hallada ser verdad. II Corinthians 7:15 Y su entrañable afecto es más abundante para con vosotros, cuando se acuerda de la obediencia de todos vosotros; y de como le recibisteis con temor y temblor. II Corinthians 7:16 Así que me regocijo de que en todo tengo confianza de vosotros. II Corinthians 8:0 II Corinthians 8:1 Asimismo, hermanos, os hacemos saber la gracia de Dios, que ha sido dada a las iglesias de Macedonia: II Corinthians 8:2 Que en grande prueba de tribulación, la abundancia de su gozo y su profunda pobreza abundaron para las riquezas de su simplicidad. II Corinthians 8:3 Porque conforme a sus fuerzas, (yo soy testigo,) y aun sobre sus fuerzas han sido voluntarios; II Corinthians 8:4 Rogándonos con muchos ruegos, que recibiésemos el don, y nos encargásemos de la comunicación del servicio que se hace para los santos. II Corinthians 8:5 Y esto hicieron, no como lo esperábamos, mas a sí mismos dieron primeramente al Señor, y a nosotros por la voluntad de Dios. II Corinthians 8:6 De tal manera que exhortamos a Tito, que como había comenzado ya, así también acabase en vosotros la misma gracia también. II Corinthians 8:7 Por tanto como en todo abundáis, en fe, y en palabra, y en ciencia, y en toda diligencia, y en vuestro amor con nosotros, mirád que abundéis en esta gracia también. II Corinthians 8:8 No hablo como quien manda; sino por motivo de la prontitud de los otros, y para probar la sinceridad de vuestro amor. II Corinthians 8:9 Porque ya sabéis la gracia del Señor nuestro Jesu Cristo, que por amor de vosotros se hizo pobre, siendo rico; para que vosotros por su pobreza fueseis ricos. II Corinthians 8:10 Y en esto doy mi consejo; porque esto os conviene a vosotros, que comenzasteis antes no solo a hacerlo, sino también a quererlo hacer el año pasado: II Corinthians 8:11 Ahora pues acabád de hacerlo; para que como fue pronto el ánimo en el querer, así también lo sea en el cumplirlo de lo que tenéis. II Corinthians 8:12 Porque si primero hay voluntad pronta, será acepta según lo que alguno tiene, y no según lo que no tiene. II Corinthians 8:13 No en verdad que para otros haya relajación, y para vosotros apretura: II Corinthians 8:14 Sino a la iguala, para que ahora en este tiempo, vuestra abundancia supla la falta de los otros; para que también la abundancia de ellos supla vuestra falta, de manera que haya igualdad: II Corinthians 8:15 Como está escrito: El que recogió mucho, no tuvo más; y el que poco, no tuvo menos. II Corinthians 8:16 Empero gracias a Dios que puso la misma solicitud por vosotros en el corazón de Tito. II Corinthians 8:17 Porque en verdad admitió la exhortación; mas estando él muy solícito, de su propia voluntad se partió para vosotros. II Corinthians 8:18 Y enviamos con él al hermano, cuya alabanza en el evangelio es notoria en todas las iglesias. II Corinthians 8:19 Y no solo esto, sino que también fue escogido por las iglesias para acompañarnos en nuestro viaje con este beneficio, que es administrado por nosotros para gloria del mismo Señor, y declaración de vuestro ánimo pronto: II Corinthians 8:20 Evitando esto, que nadie nos vitupere en esta abundancia que ministramos: II Corinthians 8:21 Cuidando de las cosas honestas, no solo delante del Señor, sino también delante de los hombres. II Corinthians 8:22 Y enviamos con ellos a nuestro hermano, al cual muchas veces hemos experimentado ser diligente en muchas cosas; mas ahora mucho más diligente con la mucha confianza que tenemos en vosotros. II Corinthians 8:23 Tocante a Tito, si alguno preguntare, él es mi compañero y coadjutor para con vosotros; o en cuanto a nuestros hermanos, son los mensajeros de las iglesias, y la gloria de Cristo. II Corinthians 8:24 Mostrád pues para con ellos, y a la faz de las iglesias, la prueba de vuestro amor, y de nuestra gloria de vosotros. II Corinthians 9:0 II Corinthians 9:1 Porque en cuanto al servicio que se hace para los santos, por demás me es escribiros. II Corinthians 9:2 Porque conozco la prontitud de vuestro ánimo, por cuyo motivo me jacto de vosotros entre los de Macedonia, que Acaya está apercibida desde el año pasado; y vuestro zelo ha provocado a muchos. II Corinthians 9:3 Sin embargo he enviado a los hermanos, porque nuestra jactancia de vosotros no sea vana en esta parte; para que, como lo he dicho, estéis apercibidos; II Corinthians 9:4 Porque no sea que si vinieren conmigo los Macedonios, os hallen desapercibidos, y nos avergoncemos nosotros, (por no decir vosotros,) de este atrevimiento de jactancia. II Corinthians 9:5 Por tanto tuve por cosa necesaria exhortar a los hermanos que viniesen primero a vosotros, y aparejasen primero vuestra bendición antes prometida, para que esté aparejada como cosa de bendición, y no como de avaricia. II Corinthians 9:6 Esto empero digo: El que siembra con escasez, con escasez también segará; y el que siembra con abundancia, con abundancia también segará. II Corinthians 9:7 Cada uno como propuso en su corazón, así dé, no con tristeza, o por necesidad; porque Dios ama el dador alegre. II Corinthians 9:8 Y poderoso es Dios para hacer que abunde en vosotros toda gracia, para que teniendo siempre en todo, todo lo que habéis menester, abundéis para toda obra buena: II Corinthians 9:9 Como está escrito: Derramó; dio a los pobres; su justicia permanece para siempre. II Corinthians 9:10 Y el que da la simiente al que siembra, también dará pan para comer; y multiplicará vuestra sementera, y aumentará los frutos de vuestra justicia; II Corinthians 9:11 Para que enriquecidos en todo, abundéis en toda liberalidad, la cual obra por medio de nosotros acción de gracias a Dios. II Corinthians 9:12 Porque la administración de este servicio no solamente suple lo que a los santos falta, mas también abunda en muchas acciones de gracias a Dios; II Corinthians 9:13 Mientras ellos, por la experiencia de esta administración, glorifican a Dios por vuestra sujeción que profesáis al evangelio de Cristo, y por la liberalidad de vuestra repartición para con ellos, y para con todos; II Corinthians 9:14 Y por la oración de ellos por vosotros, los cuales os aman de corazón a causa de la eminente gracia de Dios en vosotros, II Corinthians 9:15 Gracias a Dios por su inenarrable don. II Corinthians 10:0 II Corinthians 10:1 Ruégoos, empero, yo Pablo, por la mansedumbre y dulzura de Cristo, (yo que en presencia soy despreciable entre vosotros, pero que estando ausente soy osado para con vosotros,) II Corinthians 10:2 Ruégoos, pues, que cuando estuviere presente, no tenga que ser atrevido con la confianza con que pienso ser osado contra algunos, que nos tienen como si anduviésemos según la carne: II Corinthians 10:3 Porque aunque andamos en la carne, no militamos según la carne: II Corinthians 10:4 (Porque las armas de nuestra milicia no son carnales, sino poderosas de parte de Dios para destrucción de fortalezas;) II Corinthians 10:5 Derribando conceptos, y toda cosa alta que se levanta contra la ciencia de Dios; y cautivando todo entendimiento a la obediencia de Cristo, II Corinthians 10:6 Y estando prestos para castigar a toda desobediencia, desde que vuestra obediencia fuere cumplida. II Corinthians 10:7 ¿Miráis las cosas según la apariencia exterior? Si alguno está confiado en sí mismo que es de Cristo, esto también piense por sí mismo, que como él es de Cristo, así también nosotros somos de Cristo. II Corinthians 10:8 Porque aunque yo me jacte algún tanto más de nuestra potestad, (la cual el Señor nos dio para edificación, y no para vuestra destrucción,) no me avergonzaré. II Corinthians 10:9 A fin de que no parezca como que os quiero espantar por cartas. II Corinthians 10:10 Porque a la verdad, dice él, las cartas suyas son graves y fuertes; mas su presencia corporal endeble, y la palabra de menospreciar. II Corinthians 10:11 Esto piense el tal, que cuales somos en la palabra por cartas estando ausentes, tales seremos también de obra estando presentes. II Corinthians 10:12 Porque no osamos ni a contarnos, ni a compararnos con algunos que se alaban a sí mismos; mas ellos midiéndose a sí mismos por sí mismos, y comparándose a sí mismos consigo mismos, no entienden. II Corinthians 10:13 Nosotros empero no nos jactaremos de cosas fuera de nuestra medida; sino conforme a la medida de la regla que Dios nos repartió, medida que llega también hasta vosotros, II Corinthians 10:14 Porque no nos extendemos más allá de nuestra medida, como si no llegásemos hasta vosotros; porque también hasta vosotros hemos llegado en el evangelio de Cristo: II Corinthians 10:15 No jactándonos de cosas fuera de nuestra medida, es a saber, de trabajos ajenos; mas teniendo esperanza de que en creciendo vuestra fe, seremos bastantemente engrandecidos entre vosotros conforme a nuestra regla; II Corinthians 10:16 Para predicar el evangelio en las partes que están más allá de vosotros, no entrando en la medida de otro, para gloriarnos de lo que ya estaba aparejado. II Corinthians 10:17 Mas el que se gloría, gloríese en el Señor. II Corinthians 10:18 Porque no el que se alaba a sí mismo, el tal luego es aprobado; mas aquel a quien Dios alaba. II Corinthians 11:0 II Corinthians 11:1 ¡Ojalá toleraseis un poco mi insensatez! Mas, sí, tolerádme. II Corinthians 11:2 Porque os zelo con zelo de Dios; porque os he desposado con un marido, para presentaros como una virgen pura a Cristo. II Corinthians 11:3 Mas tengo miedo de que, en alguna manera, como la serpiente engañó a Eva con su astucia, así no sean corrompidos vuestros ánimos, apartándose de la simplicidad que es en Cristo: II Corinthians 11:4 Porque si alguno viniere que predicare otro Cristo que el que hemos predicado; o si recibiereis otro espíritu del que habéis recibido; u otro evangelio del que habéis abrazado, le sufriríais bien. II Corinthians 11:5 Empero yo pienso, que en nada he sido inferior a los más eminentes apóstoles. II Corinthians 11:6 Porque aunque soy tosco en la palabra, no empero en la ciencia; mas en todas las cosas somos ya del todo manifiestos a vosotros. II Corinthians 11:7 ¿Pequé yo humillándome a mí mismo, para que vosotros fueseis ensalzados, porque os he predicado el evangelio de Dios de balde? II Corinthians 11:8 He despojado las otras iglesias, recibiendo salario de ellos para servir a vosotros. II Corinthians 11:9 Y estando con vosotros, y teniendo necesidad, a ninguno fui carga; porque lo que me faltaba, lo suplieron los hermanos que vinieron de Macedonia; y en todas cosas me guardé de seros gravoso, y me guardaré. II Corinthians 11:10 Como la verdad de Cristo es en mí, nadie me atajará esta jactancia en las partes de Acaya. II Corinthians 11:11 ¿Por qué? ¿por qué no os amo? Dios lo sabe. II Corinthians 11:12 Mas lo que hago, haré aun; para quitar ocasión de los que querrían ocasión por ser hallados, en aquello de que se glorían, semejantes a nosotros. II Corinthians 11:13 Porque los tales son falsos apóstoles, obreros fraudulentos que se transfiguran en apóstoles de Cristo. II Corinthians 11:14 Y no es maravilla; porque el mismo Satanás se transfigura en ángel de luz. II Corinthians 11:15 Así que no es mucho, si sus ministros se transfiguren como ministros de justicia, cuyo fin será conforme a sus obras. II Corinthians 11:16 Otra vez digo: Nadie me tenga por insensato; de otra manera, recibídme aun como a insensato, para que me jacte yo un poco. II Corinthians 11:17 Lo que hablo, no lo hablo según el Señor, sino como con insensatez, en este atrevimiento de jactancia. II Corinthians 11:18 Puesto que muchos se glorían según la carne: también yo me gloriaré. II Corinthians 11:19 Porque de buena gana toleráis a los insensatos, siendo vosotros sabios; II Corinthians 11:20 Porque toleráis si alguien os pone en servidumbre, si alguien os devora, si alguien toma lo vuestro, si alguien se ensalza, si alguien os hiere en la cara. II Corinthians 11:21 Hablo en cuanto a la afrenta; como si nosotros hubiésemos sido débiles; mas en lo que otro tuviere osadía (hablo con insensatez) también yo tengo osadía. II Corinthians 11:22 ¿Son ellos Hebreos? yo también soy. ¿Son Israelitas? yo también. ¿Son simiente de Abraham? también yo. II Corinthians 11:23 ¿Son ministros de Cristo? (sin cordura hablo) yo soy más: en trabajos más abundante, en azotes sobre medida, en cárceles más frecuentemente, en muertes, muchas veces. II Corinthians 11:24 De los Judíos he recibido cinco cuarentenas de azotes, menos uno. II Corinthians 11:25 Tres veces he sido azotado con varas, una vez apedreado, tres veces he padecido naufragio, noche y día he estado en lo profundo de la mar. II Corinthians 11:26 En viajes muchas veces: en peligros de ríos, en peligros de ladrones, en peligros de los de mi nación, en peligros entre los Gentiles, en peligros en la ciudad, en peligros en el desierto, en peligros en la mar, en peligros entre falsos hermanos: II Corinthians 11:27 En trabajo y fatiga, en muchas vigilias, en hambre y sed, en muchos ayunos, en frío y en desnudez: II Corinthians 11:28 Sin las cosas de fuera, lo que me sobreviene cada día, es a saber, el cuidado de todas las iglesias. II Corinthians 11:29 ¿Quién desfallece, y yo no desfallezco? ¿Quién se ofende, y yo no me abraso? II Corinthians 11:30 Si es menester gloriarme, me gloriaré yo de las cosas que son de mis flaquezas. II Corinthians 11:31 El Dios y Padre de nuestro Señor Jesu Cristo, que es bendito por los siglos, sabe que no miento. II Corinthians 11:32 En Damasco, el gobernador por el rey Aretas guardaba la ciudad de los Damascenos queriendo prenderme; II Corinthians 11:33 Y fui abajado del muro por una ventana, y me escapé de sus manos. II Corinthians 12:0 II Corinthians 12:1 Cierto que no me es conveniente gloriarme; mas vendré a las visiones y a las revelaciones del Señor. II Corinthians 12:2 Conozco a un hombre en Cristo, que hace catorce años (si en el cuerpo, no lo sé; si fuera del cuerpo, no lo sé: Dios lo sabe) fue arrebatado hasta el tercer cielo. II Corinthians 12:3 Y conozco al tal hombre, (si en el cuerpo, o fuera del cuerpo, no lo sé: Dios lo sabe.) II Corinthians 12:4 Que fue arrebatado al paraíso, donde oyó palabras inefables que al hombre no le es lícito decir. II Corinthians 12:5 De este tal me gloriaré; mas de mí mismo no me gloriaré, sino en mis flaquezas. II Corinthians 12:6 Por lo cual si quisiere gloriarme, no seré insensato, porque diré verdad: empero ahora lo dejo, porque nadie piense de mí más de lo que en mí ve, u oye de mí. II Corinthians 12:7 ¶ Y porque no me ensalzase desmedidamente a causa de la grandeza de las revelaciones, me fue dada una espina en mi carne, el mensajero de Satanás, que me apescozonase. II Corinthians 12:8 Por lo cual tres veces rogué al Señor que se quitase de mí. II Corinthians 12:9 Y él me dijo: Bástate mi gracia; porque mi poder en la flaqueza se perfecciona. Por tanto de buena gana me gloriaré de mis flaquezas, porque habite en mí el poder de Cristo. II Corinthians 12:10 Por lo cual tomo contentamiento en las flaquezas, en las afrentas, en las necesidades, en las persecuciones, en las angustias por amor de Cristo; porque cuando soy flaco, entonces soy fuerte. II Corinthians 12:11 Me he hecho insensato en gloriarme; vosotros me constreñisteis; que yo había de ser alabado de vosotros; porque en nada soy menos que los más eminentes apóstoles, aunque soy nada. II Corinthians 12:12 ¶ Verdaderamente las señales de mi apostolado han sido hechas en medio de vosotros, en toda paciencia, en señales, en prodigios, y en maravillas. II Corinthians 12:13 Porque ¿qué hay en que hayáis sido menos que las otras iglesias, sino en que yo mismo no os he sido carga? perdonádme este agravio. II Corinthians 12:14 He aquí, estoy preparado para ir a vosotros la tercera vez, y no os seré gravoso, porque no busco a lo vuestro, sino a vosotros; porque no han de atesorar los hijos para los padres, sino los padres para los hijos. II Corinthians 12:15 Yo empero de bonísima gana gastaré y seré gastado por vuestras almas; aunque amándoos más, sea amado menos. II Corinthians 12:16 Mas sea así, yo no os he agravado; sino que, como soy astuto, os he tomado con engaño. II Corinthians 12:17 ¿Os he defraudado quizá por alguno de los que he enviado a vosotros? II Corinthians 12:18 Rogué a Tito, y envié con él al otro hermano. ¿Os defraudó Tito? ¿no andamos en un mismo Espíritu? ¿no andamos en las mismas pisadas? II Corinthians 12:19 ¶ ¿O pensáis aun que nos escusamos con vosotros? Delante de Dios, en Cristo hablamos; mas lo hacemos todo, o amadísimos, por vuestra edificación. II Corinthians 12:20 Porque tengo miedo que cuando viniere, no os halle en alguna manera como no querría; y que vosotros me halléis cual no querríais; porque no haya entre vosotros contiendas, envidias, iras, disensiones, detracciones, murmuraciones, engreimientos, sediciones; II Corinthians 12:21 A fin de que cuando volviere, no me humille Dios en medio de vosotros, y haya yo de llorar por muchos de los que han pecado ya, y no se han arrepentido de la inmundicia, y fornicación, y deshonestidad que han cometido. II Corinthians 13:0 II Corinthians 13:1 Esta es la tercera vez que vengo a vosotros: en la boca de dos o de tres testigos constará toda palabra. II Corinthians 13:2 Ya he dicho antes, y ahora digo otra vez como si estuviera ya presente; y ahora estando ausente lo escribo a los que pecaron antes, y a todos los demás, que si vengo otra vez, no perdonaré; II Corinthians 13:3 Pues que buscáis la experiencia de Cristo que habla en mí, el cual no es flaco para con vosotros, antes es poderoso en vosotros. II Corinthians 13:4 Porque aunque fue crucificado por flaqueza, vive empero por poder de Dios; porque también nosotros aunque somos flacos en él, empero viviremos con él por el poder de Dios hacia vosotros. II Corinthians 13:5 Examináos a vosotros mismos si sois en la fe; probáos a vosotros mismos. ¿No sabéis vosotros mismos, como que Jesu Cristo es en vosotros, si no sois reprobados? II Corinthians 13:6 Mas espero que conoceréis que nosotros no somos reprobados. II Corinthians 13:7 Oramos empero a Dios que ninguna cosa mala hagáis: no para que nosotros seamos hallados aprobados, mas para que vosotros hagáis lo que es bueno, aunque nosotros seamos como reprobados. II Corinthians 13:8 Porque ninguna cosa podemos contra la verdad, sino por la verdad. II Corinthians 13:9 Por lo cual nos gozamos de que seamos nosotros flacos, y que vosotros seáis fuertes; y aun deseamos esto, a saber, vuestra consumación. II Corinthians 13:10 Por tanto os escribo esto estando ausente, por no usar, estando presente, de dureza, conforme al poder que el Señor me ha dado para edificación, y no para destrucción. II Corinthians 13:11 En fin, hermanos, hayáis gozo, seáis perfectos, consoláos, sintáis una misma cosa, vivíd en paz, y el Dios de paz y de caridad será con vosotros. II Corinthians 13:12 Saludáos los unos a los otros con beso santo. II Corinthians 13:13 Todos los santos os saludan. II Corinthians 13:14 La gracia del Señor Jesu Cristo, y el amor de Dios, y la comunión del Espíritu Santo sea con vosotros todos. Amén.
¶ La segunda epístola a los Corintios fue escrita de Filipos, ciudad de Macedonia, por Tito, y Lúcas.
Galatians 0:0
Galatians 1:0 Galatians 1:1 Pablo apóstol, no de los hombres, ni por hombre, sino por Jesu Cristo, y por Dios el Padre, que le levantó de entre los muertos, Galatians 1:2 Y todos los hermanos que están conmigo, a las iglesias de Galacia: Galatians 1:3 Gracia a vosotros, y paz de Dios el Padre, y de nuestro Señor Jesu Cristo, Galatians 1:4 El cual se dio a sí mismo por nuestros pecados para librarnos de este presente siglo malo, conforme a la voluntad de Dios y Padre nuestro: Galatians 1:5 Al cual sea gloria por siglos de siglos. Amén. Galatians 1:6 Estoy maravillado de que tan presto os hayáis pasado de aquel que os llamó a la gracia de Cristo, a otro evangelio: Galatians 1:7 El cual no es otro, sino que hay algunos que os inquietan, y quieren pervertir el evangelio de Cristo. Galatians 1:8 Mas si nosotros, o un ángel del cielo os anunciare otro evangelio del que os hemos anunciado, sea maldito. Galatians 1:9 Como antes hemos dicho, así ahora tornamos a decir otra vez: Si alguien os anunciare otro evangelio del que habéis recibido, sea maldito. Galatians 1:10 Porque ¿persuado yo ahora a hombres, o a Dios? ¿o procuro de agradar a hombres? Porque si aun agradara a los hombres, no sería siervo de Cristo. Galatians 1:11 ¶ Empero os hago saber, hermanos, que el evangelio que os ha sido anunciado por mí, no es según hombre; Galatians 1:12 Porque ni le recibí de hombre, ni tampoco me fue enseñado, sino por revelación de Jesu Cristo. Galatians 1:13 Porque ya habéis oído cual fue mi conversación en otro tiempo en el Judaismo, como sobre manera perseguía la iglesia de Dios, y la asolaba; Galatians 1:14 Y que aprovechaba en el Judaismo sobre muchos de mis iguales en mi nación, siendo más vehementemente zeloso de las tradiciones de mis padres. Galatians 1:15 Mas cuando plugo a Dios, que me apartó desde el vientre de mi madre, y me llamó por su gracia, Galatians 1:16 Revelar a su Hijo en mí, para que le predicase entre los Gentiles, desde luego no consulté con carne y sangre; Galatians 1:17 Ni vine a Jerusalem a los que eran apóstoles antes que yo; sino que me fui a Arabia; y volví de nuevo a Damasco. Galatians 1:18 Después, pasados tres años, vine a Jerusalem a ver a Pedro, y estuve con él quince días. Galatians 1:19 Mas a ningún otro de los apóstoles ví, sino a Santiago el hermano del Señor. Galatians 1:20 Y en esto, que os escribo, he aquí, delante de Dios, que no miento. Galatians 1:21 Después vine a las partes de Siria y de Cilicia. Galatians 1:22 Y no era conocido de vista a las iglesias de Judea, que eran en Cristo: Galatians 1:23 Mas solamente tenían fama de mí: Que el que en otro tiempo nos perseguía, ahora anuncia la fe que en un tiempo destruía: Galatians 1:24 Y glorificaban a Dios en mí. Galatians 2:0 Galatians 2:1 Después, pasados catorce años, vine otra vez a Jerusalem con Barnabás, tomando también conmigo a Tito. Galatians 2:2 Vine empero por revelación, y comuniqué con ellos el evangelio que predico entre los Gentiles; mas, particularmente con los que parecían ser algo, por no correr, o haber corrido en vano. Galatians 2:3 Mas ni aun Tito, que estaba conmigo, siendo Griego, fue compelido a circuncidarse: Galatians 2:4 Y esto por causa de los entremetidos a escondidas, falsos hermanos, que se entraban secretamente para espiar nuestra libertad que tenemos en Cristo Jesús, para reducirnos a servidumbre; Galatians 2:5 A los cuales ni aun por una hora cedimos en sujeción, para que la verdad del evangelio permaneciese con vosotros. Galatians 2:6 Empero de aquellos que parecían ser algo, (cuales hayan sido, no tengo que ver; Dios no acepta apariencia de hombre,) a mí los que parecían ser algo, nada me comunicaron. Galatians 2:7 Antes por el contrario, como vieron que el evangelio de la incircuncisión me había sido dado, como a Pedro el de la circuncisión, Galatians 2:8 (Porque el que obró eficazmente en Pedro para el apostolado de la circuncisión, obró también en mí para con los Gentiles,) Galatians 2:9 Y como Santiago, y Céfas, y Juan, que parecían ser las columnas, vieron la gracia que me era dada, nos dieron las diestras de compañía a mí y a Barnabás, para que nosotros predicásemos a los Gentiles, y ellos a la circuncisión. Galatians 2:10 Solamente querían que nos acordásemos de los pobres; lo cual también yo hacía con solicitud. Galatians 2:11 ¶ Empero viniendo Pedro a Antioquía, le resistí en su cara, porque era de condenar. Galatians 2:12 Porque antes que viniesen unos de parte de Santiago, comía con los Gentiles; mas como vinieron, se retrajo, y se apartó de ellos, teniendo miedo de los que eran de la circuncisión. Galatians 2:13 Y los otros Judíos disimulaban asimismo con él, de tal manera que aun Barnabás fue llevado con ellos por aquella su simulación. Galatians 2:14 Mas como yo ví que no andaban derechamente conforme a la verdad del evangelio, dije a Pedro delante de todos: Si tú, siendo Judío, vives como Gentil, y no como Judío, ¿por qué constriñes los Gentiles a judaizar? Galatians 2:15 ¶ Nosotros que somos Judíos por naturaleza, y no pecadores de los Gentiles, Galatians 2:16 Sabiendo que el hombre no es justificado por las obras de la ley, sino por la fe de Jesu Cristo, nosotros también hemos creído en Jesu Cristo, para que fuésemos justificados por la fe de Cristo, y no por las obras de la ley; por cuanto por las obras de la ley ninguna carne será justificada. Galatians 2:17 Y si buscando nosotros de ser justificados en Cristo, también nosotros mismos somos hallados pecadores, ¿es por eso Cristo ministro de pecado? En ninguna manera. Galatians 2:18 Porque si las cosas que destruí, las mismas vuelvo a edificar, transgresor me hago. Galatians 2:19 Porque yo por la ley estoy muerto a la ley, a fin de que viva para Dios. Galatians 2:20 Estoy crucificado con Cristo; mas vivo, no ya yo, sino que Cristo vive en mí; y la vida que ahora vivo en la carne, la vivo por la fe del Hijo de Dios, el cual me amó, y se entregó a sí mismo por mí. Galatians 2:21 No desecho la gracia de Dios; por que si por la ley es la justicia, entonces Cristo por demás murió. Galatians 3:0 Galatians 3:1 ¡Oh Gálatas sin seso! ¿quién os hechizó para no obedecer a la verdad; vosotros, delante de cuyos ojos Jesu Cristo fue ya claramente representado, crucificado entre vosotros? Galatians 3:2 Esto solo quiero saber de vosotros: ¿Recibisteis el Espíritu por las obras de la ley, o por el oír de la fe? Galatians 3:3 ¿Tan insensatos sois, que habiendo comenzado por el Espíritu, ahora os perfeccionais por la carne? Galatians 3:4 ¿Tantas cosas habéis padecido en vano? si empero en vano. Galatians 3:5 El, pues, que os suministra el Espíritu, y obra milagros entre vosotros, ¿lo hace por las obras de la ley, o por el oír de la fe? Galatians 3:6 Así como Abraham creyó a Dios, y le fue contado a justicia. Galatians 3:7 Sabéd, pues, que los que son de la fe, los tales son hijos de Abraham. Galatians 3:8 Y viendo antes la Escritura, que Dios por la fe había de justificar a los Gentiles, anunció antes el evangelio a Abraham, diciendo: Todas las naciones serán bendecidas en ti. Galatians 3:9 Luego los que son de la fe, son benditos con el creyente Abraham. Galatians 3:10 Porque todos los que son de las obras de la ley, debajo de maldición están; porque escrito está: Maldito todo aquel que no permaneciere en todas las cosas que están escritas en el libro de la ley, para hacerlas. Galatians 3:11 Mas que por la ley ninguno se justifica delante de Dios, es manifiesto; porque: El justo por la fe vivirá. Galatians 3:12 Y la ley no es de la fe; antes dice: El hombre que las hiciere, vivirá en ellas. Galatians 3:13 Cristo nos redimió de la maldición de la ley, hecho por nosotros maldición; (porque escrito está: Maldito todo aquel que es colgado en madero:) Galatians 3:14 A fin de que la bendición de Abraham viniese sobre los Gentiles por Cristo Jesús; para que por la fe recibamos la promesa del Espíritu. Galatians 3:15 Hermanos, (hablo como hombre,) aunque no sea sino concierto humano, sin embargo si fuere confirmado, nadie le abroga, ni le añade. Galatians 3:16 Ahora bien, a Abraham, pues, fueron hechas las promesas, y a su simiente. No dice: Y a las simientes, como de muchos; sino como de uno: Y a tu simiente, la cual es Cristo. Galatians 3:17 Por lo que esto digo: Que el concierto confirmado antes por Dios acerca de Cristo, la ley que fue dada cuatrocientos y treinta años después, no le puede abrogar, para invalidar la promesa. Galatians 3:18 Porque si la herencia es por la ley, ya no será por la promesa: Dios empero por promesa le hizo la donación a Abraham. Galatians 3:19 ¶ ¿De qué, pues, sirve la ley? Fue impuesta por causa de las transgresiones (hasta que viniese la simiente a quien fue hecha la promesa,) ordenada por ángeles, en mano de un mediador. Galatians 3:20 Y un mediador no es de uno; mas Dios es uno. Galatians 3:21 Luego ¿la ley es contra las promesas de Dios? En ninguna manera; porque si se hubiese dado una ley que pudiera vivificar, la justicia verdaderamente habría sido por la ley. Galatians 3:22 Mas encerró la Escritura todo debajo de pecado, para que la promesa, por la fe de Jesu Cristo, fuese dada a los creyentes. Galatians 3:23 Empero antes que viniese la fe estábamos guardados debajo de la ley, encerrados para aquella fe, que había de ser revelada. Galatians 3:24 De manera que la ley fue nuestro ayo para llevarnos a Cristo, para que fuésemos justificados por la fe. Galatians 3:25 Mas venida la fe, ya no estamos debajo de la mano del ayo. Galatians 3:26 Porque vosotros todos sois hijos de Dios por la fe en Cristo Jesús. Galatians 3:27 Porque todos los que habéis sido bautizados en Cristo, de Cristo estáis revestidos. Galatians 3:28 No hay aquí Judío, ni Griego; no hay siervo, ni libre; no hay macho, ni hembra; porque todos vosotros sois uno en Cristo Jesús. Galatians 3:29 Y si vosotros sois de Cristo, entonces la simiente de Abraham sois, y herederos conforme a la promesa. Galatians 4:0 Galatians 4:1 Mas digo: Entre tanto que el heredero es niño, en nada difiere del siervo, aunque es señor de todo. Galatians 4:2 Antes está debajo de la mano de tutores y curadores hasta el tiempo señalado por el padre. Galatians 4:3 Así también nosotros, cuando éramos niños, estábamos sujetos a servidumbre debajo de los elementos del mundo. Galatians 4:4 Mas venido el cumplimiento del tiempo, Dios envió a su Hijo, hecho de mujer, hecho debajo de la ley; Galatians 4:5 Para que redimiese los que estaban debajo de la ley, a fin de que recibiésemos la adopción de hijos. Galatians 4:6 Y por cuanto sois hijos, envió Dios el Espíritu de su Hijo en vuestros corazones, el cual clama: Abba. Padre. Galatians 4:7 Así que ya no eres más siervo, sino hijo; y si hijo, también heredero de Dios por Cristo. Galatians 4:8 ¶ Empero entonces, cuando no conocíais a Dios, servíais a los que por naturaleza no son dioses; Galatians 4:9 Mas ahora habiendo conocido a Dios, o más bien siendo conocidos de Dios, ¿cómo es que os volvéis de nuevo a los flacos y necesitados rudimentos, a los cuales queréis volver a servir? Galatians 4:10 Guardáis días, y meses, y tiempos, y años. Galatians 4:11 Miedo tengo de vosotros, de que no haya yo trabajado en vano en vosotros. Galatians 4:12 ¶ Os ruego, hermanos, que seáis como yo; porque yo soy como vosotros: ningún agravio me habéis hecho. Galatians 4:13 Vosotros sabéis, que en flaqueza de la carne os anuncié el evangelio al principio. Galatians 4:14 Empero mi tentación que fue en mi carne no desechasteis ni menospreciasteis; antes me recibisteis como a un ángel de Dios, como al mismo Cristo Jesús. Galatians 4:15 ¿Dónde está, pues, vuestra bienaventuranza? porque yo os doy testimonio, que si hubiera sido posible, vuestros mismos ojos hubierais sacado para dármelos. Galatians 4:16 ¿Me he hecho pues vuestro enemigo, diciéndoos la verdad? Galatians 4:17 Ellos tienen zelo por vosotros, mas no bien; antes os quieren separar de nosotros para que vosotros tengáis zelo por ellos. Galatians 4:18 Bueno es ser zelosos, mas en bien siempre; y no solamente cuando estoy presente con vosotros. Galatians 4:19 Hijitos míos, por quienes vuelvo otra vez a estar en dolores de parto, hasta que Cristo sea formado en vosotros: Galatians 4:20 Querría estar presente con vosotros ahora, y mudar mi voz; porque estoy perplejo acerca de vosotros. Galatians 4:21 ¶ Decídme, los que queréis estar debajo de la ley, ¿no oís a la ley? Galatians 4:22 Porque escrito está: Que Abraham tuvo dos hijos: uno de la sierva, y uno de la libre. Galatians 4:23 Mas el que era de la sierva, nació según la carne; el que era de la libre, nació por la promesa: Galatians 4:24 Las cuales cosas son una alegoría; porque estos son los dos conciertos. El uno del monte de Sina, que engendra para servidumbre, el cual es Agar. Galatians 4:25 Porque Agar es Sina, monte de Arabia, el cual corresponde a la Jerusalem que ahora es, la cual está en servidumbre con sus hijos. Galatians 4:26 Mas aquella Jerusalem que está arriba, libre es; la cual es la madre de todos nosotros. Galatians 4:27 Porque está escrito: Alégrate estéril, que no pares; rompe en alabanzas y clama, tú que no estás de parto; porque más son los hijos de la desamparada, que de la que tiene marido. Galatians 4:28 Así que, hermanos, nosotros, como Isaac, somos hijos de la promesa. Galatians 4:29 Empero como entonces el que nació según la carne, perseguía al que nació según el Espíritu; así también ahora. Galatians 4:30 Mas ¿qué dice la Escritura? Echa fuera a la sierva y a su hijo; porque no será heredero el hijo de la sierva con el hijo de la libre. Galatians 4:31 De manera que, hermanos, no somos hijos de la sierva, sino de la libre. Galatians 5:0 Galatians 5:1 Estád, pues, firmes en la libertad con que Cristo nos libertó; y no volváis otra vez a sujetaros bajo el yugo de servidumbre. Galatians 5:2 He aquí, yo Pablo os digo: Que si os circuncidareis, Cristo no os aprovechará nada. Galatians 5:3 Y otra vez vuelvo a protestar a todo hombre que se circuncidare, que está obligado a hacer toda la ley. Galatians 5:4 Cristo se ha hecho para vosotros inútil, los que pretendéis ser justificados por la ley; de la gracia habéis caído. Galatians 5:5 Mas nosotros, por el Espíritu, aguardamos la esperanza de justicia por la fe. Galatians 5:6 Porque en Cristo Jesús ni la circuncisión vale algo, ni la incircuncisión; sino la fe que obra por el amor. Galatians 5:7 Corríais bien: ¿quién os impidió para no obedecer a la verdad? Galatians 5:8 Esta persuasión no es de aquel que os llama. Galatians 5:9 Un poco de levadura leuda toda la masa. Galatians 5:10 Yo confío de vosotros en el Señor, que ninguna otra cosa pensaréis; mas el que os inquieta, llevará el juicio, quienquiera que él sea. Galatians 5:11 Mas yo, hermanos, si aun predico la circuncisión, ¿por qué, pues, padezco persecución? Luego cesado ha la ofensa de la cruz. Galatians 5:12 Ojalá fuesen aun cortados los que os alborotan. Galatians 5:13 Porque vosotros, hermanos, habéis sido llamados a libertad; solamente que no pongáis la libertad por ocasión a la carne, sino que os sirváis por amor los unos a los otros. Galatians 5:14 Porque toda la ley en una palabra se cumple, a saber, en esta: Amarás a tu prójimo, como a ti mismo. Galatians 5:15 Mas si los unos a los otros os mordéis, y os coméis, mirád que no seáis consumidos los unos por los otros. Galatians 5:16 Digo, pues: Andád en el Espíritu; y no cumpliréis los deseos de la carne. Galatians 5:17 Porque el deseo de la carne es contrario al deseo del Espíritu, y el deseo del Espíritu es contrario al deseo de la carne; y estas cosas se oponen la una a la otra, de manera que no podáis hacer lo que quisiereis. Galatians 5:18 Mas si sois guiados del Espíritu, no estáis debajo de la ley. Galatians 5:19 Manifiestas son empero las obras de la carne, que son estas: Adulterio, fornicación, inmundicia, disolución, Galatians 5:20 Idolatría, hechicerías, enemistades, pleitos, zelos, iras, contiendas, disensiones, herejías, Galatians 5:21 Envidias, homicidios, embriagueces, banqueterías, y cosas semejantes a estas: de las cuales os denuncio, como también os he denunciado ya, que los que hacen tales cosas, no heredarán el reino de Dios. Galatians 5:22 Mas el fruto del Espíritu es: Amor, gozo, paz, longanimidad, benignidad, bondad, fe, Galatians 5:23 Mansedumbre, templanza: contra tales cosas, no hay ley. Galatians 5:24 Y los que son de Cristo, ya crucificaron la carne con sus afectos y concupiscencias. Galatians 5:25 Si vivimos por el Espíritu, andemos también por el Espíritu. Galatians 5:26 No seamos codiciosos de vana gloria, irritando los unos a los otros, envidiosos los unos de los otros. Galatians 6:0 Galatians 6:1 Hermanos, si algún hombre fuere sorprendido en alguna culpa, vosotros los espirituales, restaurádle al tal en espíritu de mansedumbre, considerándote a ti mismo, porque tú no seas también tentado. Galatians 6:2 Llevád los unos las cargas de los otros; y cumplíd así la ley de Cristo. Galatians 6:3 Porque el que piensa de sí que es algo, no siendo nada, a sí mismo se engaña. Galatians 6:4 Así que cada uno examine su propia obra, y entonces en sí mismo solamente tendrá de qué gloriarse, y no en otro. Galatians 6:5 Porque cada cual llevará su propia carga. Galatians 6:6 Y el que es instituido en la palabra haga partícipe en todos los bienes al que le instituye. Galatians 6:7 ¶ No os engañéis: Dios no puede ser burlado; porque lo que el hombre sembrare eso también segará. Galatians 6:8 Porque el que siembra para su carne, de la carne segará corrupción; mas el que siembra para el Espíritu, del Espíritu segará vida eterna. Galatians 6:9 Mas no nos cansemos de hacer bien, que a su tiempo segaremos, si no nos desmayamos. Galatians 6:10 Así pues, según que tenemos oportunidad, hagamos bien a todos; mayormente a los que son de la familia de la fe. Galatians 6:11 Mirád que larga carta os he escrito con mi misma mano. Galatians 6:12 Todos los que quieren agradar en la carne, estos os constriñen a circuncidaros; solamente por no padecer la persecución por la cruz de Cristo. Galatians 6:13 Porque ni aun los mismos que se circuncidan, guardan la ley; mas quieren que os circuncideis vosotros, por gloriarse en vuestra carne. Galatians 6:14 Mas lejos esté de mí el gloriarme, sino en la cruz del Señor nuestro Jesu Cristo, por el cual el mundo me es crucificado a mí, y yo al mundo. Galatians 6:15 Porque en Cristo Jesús, ni la circuncisión vale nada, ni la incircuncisión, sino la nueva criatura. Galatians 6:16 Y todos los que anduvieren conforme a esta regla, paz sea sobre ellos, y misericordia, y sobre el Israel de Dios. Galatians 6:17 De aquí adelante nadie me moleste; porque yo traigo en mi cuerpo las marcas del Señor Jesús. Galatians 6:18 La gracia de nuestro Señor Jesu Cristo sea, hermanos, con vuestro espíritu. Amén.
¶ Escrita de Roma a los Gálatas.
Ephesians 0:0
Ephesians 1:0 Ephesians 1:1 Pablo, apóstol de Jesu Cristo por la voluntad de Dios, a los santos que están en Efeso, y fieles en Cristo Jesús: Ephesians 1:2 Gracia a vosotros, y paz de Dios Padre nuestro, y del Señor Jesu Cristo. Ephesians 1:3 Bendito sea el Dios y Padre de nuestro Señor Jesu Cristo, el cual nos ha bendecido con toda bendición espiritual en bienes celestiales en Cristo. Ephesians 1:4 Según que nos escogió en él antes de la fundación del mundo, para que fuésemos santos, y sin mancha delante de él en amor. Ephesians 1:5 Habiéndonos predestinado para ser adoptados en hijos por medio de Jesu Cristo en sí mismo, conforme al buen querer de su voluntad. Ephesians 1:6 Para alabanza de la gloria de su gracia, por la cual nos ha hecho aceptos así en el amado. Ephesians 1:7 En el cual tenemos redención por su sangre, remisión de pecados por las riquezas de su gracia, Ephesians 1:8 Que sobreabundó para con nosotros en toda sabiduría e inteligencia; Ephesians 1:9 Habiéndonos descubierto el misterio de su voluntad, según su buen querer, que él se había propuesto en sí mismo, Ephesians 1:10 Que en la dispensación del cumplimiento de los tiempos, juntaría en uno todas las cosas en Cristo, así las que están en los cielos, como las que están en la tierra; en él digo: Ephesians 1:11 En el cual alcanzamos también herencia, siendo predestinados conforme al propósito de aquel que obra todas las cosas según el arbitrio de su voluntad; Ephesians 1:12 Para que fuésemos para alabanza de su gloria nosotros, que antes esperamos en Cristo: Ephesians 1:13 En el cual esperasteis también vosotros en oyendo la palabra de verdad, el evangelio de vuestra salud: en el cual también desde que creísteis, fuisteis sellados con el Espíritu Santo de la promesa, Ephesians 1:14 Que es las arras de nuestra herencia, hasta la redención de la posesión adquirida, para alabanza de su gloria. Ephesians 1:15 Por lo cual también yo, oyendo de vuestra fe que es en el Señor Jesús, y de vuestro amor para con todos los santos, Ephesians 1:16 No ceso de dar gracias por vosotros, haciendo memoria de vosotros en mis oraciones: Ephesians 1:17 Que el Dios de nuestro Señor Jesu Cristo, el Padre de gloria, os dé el espíritu de sabiduría y de revelación en el conocimiento de él: Ephesians 1:18 Iluminados los ojos de vuestro entendimiento, para que sepáis cual sea la esperanza de su vocación, y cuales las riquezas de la gloria de su herencia en los santos; Ephesians 1:19 Y cual la grandeza sobreexcelente de su poder para con nosotros, los que creemos, por la operación de la potencia de su fortaleza, Ephesians 1:20 La cual obró en Cristo, levantándole de entre los muertos, y colocándole a su diestra en los cielos, Ephesians 1:21 Sobre todo principado, y potestad, y potencia, y señorío, y todo nombre que se nombra, no solo en este siglo, mas aun en el venidero; Ephesians 1:22 Y sujetándole todas las cosas debajo de sus pies, y poniéndole por cabeza sobre todas las cosas para la iglesia, Ephesians 1:23 La cual es su cuerpo, la plenitud de aquel, que lo llena todo en todo. Ephesians 2:0 Ephesians 2:1 Y a vosotros os dio vida, estando muertos en vuestros delitos y pecados, Ephesians 2:2 En que en otro tiempo anduvisteis, conforme a la condición de este mundo, conforme a la voluntad del príncipe de la potestad del aire, del espíritu que ahora obra en los hijos de la desobediencia: Ephesians 2:3 Entre los cuales todos nosotros también conversamos en otro tiempo en los deseos de nuestra carne, haciendo las voluntades de la carne y de los pensamientos, y éramos por naturaleza hijos de ira, también como los demás. Ephesians 2:4 Empero Dios, que es rico en misericordia, por su mucho amor con que nos amó, Ephesians 2:5 Aun estando nosotros muertos en pecados, nos dio vida juntamente con Cristo, (por gracia sois salvos;) Ephesians 2:6 Y nos resucitó juntamente con él, y asimismo nos ha hecho asentar en los cielos con Cristo Jesús; Ephesians 2:7 Para mostrar en los siglos venideros las abundantes riquezas de su gracia, en su bondad para con nosotros en Cristo Jesús. Ephesians 2:8 Porque por gracia sois salvos por medio de la fe, y esto no de vosotros, es el don de Dios: Ephesians 2:9 No por obras, para que nadie se gloríe. Ephesians 2:10 Porque hechura suya somos, creados en Cristo Jesús para buenas obras, las cuales Dios ordenó antes para que anduviésemos en ellas. Ephesians 2:11 Por tanto tenéd memoria que vosotros que en otro tiempo eráis Gentiles en la carne, que eráis llamados Incircuncisión por la que se llama Circuncisión en la carne, la cual se hace por mano; Ephesians 2:12 Que eráis en aquel tiempo sin Cristo alejados de la república de Israel, y extranjeros a los conciertos de la promesa, sin esperanza, y sin Dios en el mundo; Ephesians 2:13 Mas ahora en Cristo Jesús, vosotros que en otro tiempo estabais lejos, habéis sido hechos cercanos por la sangre de Cristo. Ephesians 2:14 Porque él es nuestra paz, el que de ambos pueblos ha hecho uno solo, y ha derribado el muro de división que mediaba entre ellos: Ephesians 2:15 Deshaciendo en su carne la enemistad, es a saber, la ley de los mandamientos que consistían en ritos; para formar en sí mismo los dos en un nuevo hombre, haciendo así la paz: Ephesians 2:16 Y para reconciliar con Dios a ambos en un mismo cuerpo por la cruz, habiendo matado por ella la enemistad. Ephesians 2:17 Y vino, y anunció la paz a vosotros que estabais lejos, y a los que estaban cerca: Ephesians 2:18 Que por él los unos y los otros tenemos entrada por un mismo Espíritu al Padre. Ephesians 2:19 Así que ya no sois forasteros y extranjeros, sino conciudadanos de los santos, y familiares de Dios: Ephesians 2:20 Edificados sobre el fundamento de los apóstoles y de los profetas, siendo el mismo Jesu Cristo la principal piedra angular: Ephesians 2:21 En el cual todo el edificio, bien ajustado consigo mismo, crece para ser templo santo en el Señor: Ephesians 2:22 En el cual vosotros también sois juntamente edificados, para morada de Dios por el Espíritu. Ephesians 3:0 Ephesians 3:1 Por esta causa yo Pablo, el prisionero de Cristo Jesús por amor de vosotros los Gentiles, Ephesians 3:2 Visto que habéis oído de la dispensación de la gracia de Dios que me ha sido dada para con vosotros: Ephesians 3:3 Es a saber, que por revelación me fue declarado el misterio, (como antes he escrito en breve: Ephesians 3:4 Lo cual leyendo podéis entender cual sea mi inteligencia en el misterio de Cristo:) Ephesians 3:5 El cual misterio en otras edades no fue entendido de los hijos de los hombres, como ahora es revelado a sus santos apóstoles y profetas por el Espíritu: Ephesians 3:6 Que los Gentiles habían de ser coherederos, e incorporados, y participantes de su promesa en Cristo por el evangelio: Ephesians 3:7 Del cual yo soy hecho ministro, por el don de la gracia de Dios que me ha sido dado, según la operación de su poder. Ephesians 3:8 A mí, digo, el menor de todos los santos, es dada esta gracia de anunciar entre los Gentiles el evangelio de las riquezas inescrutables de Cristo; Ephesians 3:9 Y de enseñar con claridad a todos cual sea la dispensación del misterio escondido desde los siglos en Dios, que creó todas las cosas por Jesu Cristo: Ephesians 3:10 Para que a los principados y potestades en los cielos sea ahora hecha notoria por la iglesia la multiforme sabiduría de Dios, Ephesians 3:11 Conforme al propósito de los siglos, que hizo en Cristo Jesús Señor nuestro: Ephesians 3:12 En el cual tenemos libertad y entrada con confianza por la fe de él. Ephesians 3:13 ¶ Por tanto os ruego, que no desmayéis por causa de mis tribulaciones por vosotros, lo cual es vuestra gloria. Ephesians 3:14 Por causa de esto hinco mis rodillas al Padre de nuestro Señor Jesu Cristo: Ephesians 3:15 (De quien toma nombre toda la familia en los cielos y en la tierra:) Ephesians 3:16 Que os dé conforme a las riquezas de su gloria, que seáis corroborados con poder en el hombre interior por su Espíritu: Ephesians 3:17 Que habite Cristo por la fe en vuestros corazones; para que arraigados y afirmados en amor, Ephesians 3:18 Podáis comprender con todos los santos cual sea la anchura, y la longitud, y la profundidad, y la altura; Ephesians 3:19 Y conocer el amor de Cristo, que sobrepuja a todo entendimiento; para que seáis llenos de toda la plenitud de Dios. Ephesians 3:20 A aquel, pues, que es poderoso para hacer todas las cosas mucho más abundantemente de lo que pedimos, o entendemos, conforme al poder que obra en nosotros, Ephesians 3:21 A él, digo, sea gloria en la iglesia por Cristo Jesús, por todas las edades del siglo de los siglos. Amén. Ephesians 4:0 Ephesians 4:1 Ruégoos pues, yo preso en el Señor, que andéis como es digno de la vocación con que sois llamados, es a saber, Ephesians 4:2 Con toda humildad y mansedumbre, con paciencia soportando los unos a los otros en amor, Ephesians 4:3 Solícitos a guardar la unidad del Espíritu en el vínculo de la paz. Ephesians 4:4 Hay un cuerpo, y un Espíritu; así como sois también llamados en una misma esperanza de vuestra vocación. Ephesians 4:5 Un Señor, una fe, un bautismo, Ephesians 4:6 Un Dios y Padre de todos, el cual es sobre todas las cosas, y por en medio de todas las cosas, y en todos vosotros. Ephesians 4:7 ¶ Empero a cada uno de nosotros es dada gracia conforme a la medida del don de Cristo. Ephesians 4:8 Por lo cual dice: Subiendo a lo alto llevó cautiva la cautividad; y dio dones a los hombres. Ephesians 4:9 Y el que subió, ¿qué es, sino que también había descendido primero a las partes inferiores de la tierra? Ephesians 4:10 El que descendió, el mismo es el que también subió sobre todos los cielos, para llenar todas las cosas. Ephesians 4:11 Y él mismo dio unos, por apóstoles; y otros, por profetas; y otros, por evangelistas; y otros, por pastores, y doctores, Ephesians 4:12 Para el perfeccionamiento de los santos, para la obra del ministerio, para la edificación del cuerpo de Cristo: Ephesians 4:13 Hasta que todos lleguemos en la unidad de la fe, y del conocimiento del Hijo de Dios, al estado de un varón perfecto, a la medida de la estatura de la plenitud de Cristo: Ephesians 4:14 Que ya no seamos niños, inconstantes y llevados en derredor por todo viento de doctrina, con artificio de los hombres, que engañan con astucia de error. Ephesians 4:15 Antes siguiendo la verdad con amor, crezcamos en todo en el que es la cabeza, a saber, Cristo, Ephesians 4:16 Del cual todo el cuerpo bien compacto y ligado por lo que cada coyuntura suple, conforme a la operación eficaz en la medida de cada miembro, hace el aumento del cuerpo para la edificación del mismo en amor. Ephesians 4:17 ¶ Así que esto digo, y requiero por el Señor, que no andéis más como los otros Gentiles, que andan en la vanidad de su mente, Ephesians 4:18 Teniendo el entendimiento entenebrecido, ajenos de vida de Dios por la ignorancia que en ellos hay, por la dureza de su corazón: Ephesians 4:19 Los cuales perdido ya todo sentimiento justo, se han entregado a la desvergüenza para cometer toda inmundicia, con ansia. Ephesians 4:20 Mas vosotros no habéis aprendido así a Cristo. Ephesians 4:21 Si empero le habéis oído, y habéis sido por él enseñados, como la verdad es en Jesús, Ephesians 4:22 A despojaros del hombre viejo, en cuanto a la pasada manera de vivir, el cual es corrompido conforme a los deseos engañosos; Ephesians 4:23 Y a renovaros en el espíritu de vuestro entendimiento, Ephesians 4:24 Y vestiros del hombre nuevo, que es creado conforme a Dios en justicia, y en santidad verdadera. Ephesians 4:25 Por lo cual, dejando la mentira, hablád verdad cada uno con su prójimo; porque somos miembros los unos de los otros. Ephesians 4:26 Airáos, y no pequéis: no se ponga el sol sobre vuestro enojo; Ephesians 4:27 Ni deis lugar al diablo. Ephesians 4:28 El que hurtaba, no hurte más; antes trabaje, obrando con sus manos lo que es bueno, para que tenga de qué dar al que padeciere necesidad. Ephesians 4:29 Ninguna palabra podrida salga de vuestra boca; sino antes la que es buena, para edificación, para que dé gracia a los oyentes. Ephesians 4:30 Y no contristéis al Espíritu Santo de Dios, por el cual estáis sellados para el día de la redención. Ephesians 4:31 Toda amargura, y enojo, e ira, y gritería, y maledicencia sea quitada de entre vosotros, y toda malicia. Ephesians 4:32 Mas sed los unos con los otros benignos, compasivos, perdonándoos los unos a los otros, como también Dios os perdonó en Cristo. Ephesians 5:0 Ephesians 5:1 Así pues sed imitadores de Dios, como hijos amados; Ephesians 5:2 Y andád en amor, como también Cristo nos amó, y se entregó a sí mismo por nosotros por ofrenda y sacrificio a Dios de olor suave. Ephesians 5:3 Mas la fornicación y toda inmundicia, o avaricia, ni aun se miente entre vosotros, como conviene a santos: Ephesians 5:4 Ni palabras torpes, ni insensatas, ni truhanerías, que no convienen; sino antes hacimientos de gracias. Ephesians 5:5 Porque ya habéis entendido esto, que ningún fornicario, o inmundo, o avaro, que es un idólatra, tiene herencia en el reino de Cristo, y de Dios. Ephesians 5:6 Nadie os engañe con palabras vanas; porque a causa de estas cosas viene la ira de Dios sobre los hijos de desobediencia. Ephesians 5:7 No seáis pues participantes con ellos. Ephesians 5:8 Porque en otro tiempo eráis tinieblas, mas ahora sois luz en el Señor: andád como hijos de luz; Ephesians 5:9 (Porque el fruto del Espíritu es en toda bondad, y justicia, y verdad:) Ephesians 5:10 Aprobando lo que es agradable al Señor. Ephesians 5:11 Y no tengáis parte en las obras infrutuosas de las tinieblas; mas antes reprobadlas. Ephesians 5:12 Porque lo que estos hacen en oculto, torpe cosa es aun decirlo. Ephesians 5:13 Mas todas las cosas que son reprobadas, son hechas manifiestas por la luz; porque lo que manifiesta todo, la luz es. Ephesians 5:14 Por lo cual dice: Despiértate tú que duermes, y levántate de entre los muertos, y te alumbrará Cristo. Ephesians 5:15 Mirád, pues, que andéis avisadamente: no como necios, mas como sabios, Ephesians 5:16 Redimiendo el tiempo, porque los días son malos. Ephesians 5:17 Por tanto no seáis imprudentes, sino entendidos de cual sea la voluntad del Señor. Ephesians 5:18 Y no os emborrachéis con vino, en el cual hay disolución; antes sed llenos del Espíritu; Ephesians 5:19 Hablando entre vosotros con salmos, y con himnos, y canciones espirituales, cantando y salmeando al Señor en vuestros corazones; Ephesians 5:20 Dando gracias siempre por todas las cosas a Dios y al Padre en el nombre del Señor nuestro Jesu Cristo. Ephesians 5:21 Sujetándoos los unos a los otros en el temor de Dios. Ephesians 5:22 ¶ Las casadas sean sujetas a sus propios maridos, como al Señor. Ephesians 5:23 Porque el marido es cabeza de la mujer, así como Cristo es cabeza de la iglesia; y él es el Salvador del cuerpo. Ephesians 5:24 Como pues la iglesia es sujeta a Cristo, así también las casadas lo sean a sus propios maridos en todo. Ephesians 5:25 Maridos, amád a vuestras mujeres, así como Cristo amó a la iglesia, y se entregó a sí mismo por ella, Ephesians 5:26 Para santificarla, limpiándola en el lavamiento del agua por la palabra, Ephesians 5:27 Para que la presentase a sí mismo, iglesia gloriosa, que no tuviese mancha, ni arruga, ni cosa semejante; sino que fuese santa y sin mancha. Ephesians 5:28 Así han también los maridos de amar a sus mujeres, como a sus mismos cuerpos: el que ama a su mujer, a sí mismo ama. Ephesians 5:29 Porque ninguno aborreció jamás su propia carne; antes la sustenta y regala, como también el Señor a la iglesia. Ephesians 5:30 Porque somos miembros de su cuerpo, de su carne, y de sus huesos. Ephesians 5:31 Por causa de esto dejará el hombre a su padre y a su madre, y apegarse ha a su mujer; y los dos serán una misma carne. Ephesians 5:32 Este misterio grande es; mas yo hablo en cuanto a Cristo y a la iglesia. Ephesians 5:33 Empero vosotros también, cada uno en particular, ame tanto a su propia mujer como a sí mismo; y la mujer, mire que tenga en reverencia a su marido. Ephesians 6:0 Ephesians 6:1 Hijos, obedecéd a vuestros padres en el Señor; que esto es justo. Ephesians 6:2 Honra a tu padre y a tu madre, (que es el primer mandamiento con promesa,) Ephesians 6:3 Para que te vaya bien, y seas de larga vida sobre la tierra. Ephesians 6:4 Y vosotros, padres, no provoquéis a ira a vuestros hijos; sino criádlos en la disciplina y amonestación del Señor. Ephesians 6:5 Siervos, obedecéd a los que son vuestros señores según la carne con temor y temblor, en la integridad de vuestro corazón, como a Cristo: Ephesians 6:6 No sirviendo al ojo, como los que agradan a los hombres; sino como siervos de Cristo, haciendo de ánimo la voluntad de Dios: Ephesians 6:7 Sirviendo con buena voluntad, como quien sirve al Señor, y no solo a los hombres: Ephesians 6:8 Sabiendo que el bien que cada uno hiciere, eso mismo recibirá del Señor, ya sea siervo, o ya sea libre. Ephesians 6:9 Y vosotros, señores, hacédles a ellos lo mismo, dejando las amenazas: sabiendo que el Señor de ellos y el vuestro está en los cielos; y no hay respeto de personas para con él. Ephesians 6:10 ¶ En fin, hermanos míos, sed fuertes en el Señor, y en el poder de su fortaleza. Ephesians 6:11 Vestíos de toda la armadura de Dios, para que podáis estar firmes contra las asechanzas del diablo. Ephesians 6:12 Porque no solamente tenemos lucha con sangre y carne; sino con principados, con potestades, con los gobernadores de las tinieblas de este siglo, con malicias espirituales en lugares altos. Ephesians 6:13 Por tanto tomád toda la armadura de Dios, para que podáis resistir en el día malo, y superado todo, estar en pie. Ephesians 6:14 Estád pues firmes, ceñidos los lomos de verdad; y vestidos de coraza de justicia; Ephesians 6:15 Y calzados los pies con la preparación del evangelio de paz: Ephesians 6:16 Sobre todo, tomando el escudo de la fe, con el cual podréis apagar todos los dardos encendidos del maligno. Ephesians 6:17 Y el yelmo de salud tomád, y la espada del Espíritu, que es la palabra de Dios: Ephesians 6:18 Orando en todo tiempo con toda oración y ruego en el Espíritu, y velando para ello con toda instancia y suplicación por todos los santos; Ephesians 6:19 Y por mí, que me sea dada palabra con abrimiento de mi boca con confianza, para hacer notorio el misterio del evangelio: Ephesians 6:20 Por el cual soy embajador en cadenas: para que en ellas hable osadamente, como debo hablar. Ephesians 6:21 ¶ Mas porque también vosotros sepáis mis negocios, y lo que yo hago, todo os lo hará saber Tíquico, hermano amado, y fiel ministro en el Señor: Ephesians 6:22 El cual os he enviado para esto mismo, para que entendáis lo que pasa entre nosotros, y para que consuele vuestros corazones. Ephesians 6:23 Paz sea a los hermanos, y amor con fe de Dios Padre, y del Señor Jesu Cristo. Ephesians 6:24 Gracia sea con todos los que aman a nuestro Señor Jesu Cristo en incorrupción. Amén.
¶ Escrita de Roma a los Efesios por Tíquico.
Philippians 0:0
Philippians 1:0 Philippians 1:1 Pablo y Timoteo, siervos de Jesu Cristo, a todos los santos en Cristo Jesús, que están en Filipos, con los obispos, y diáconos: Philippians 1:2 Gracia a vosotros, y paz de Dios nuestro Padre, y del Señor Jesu Cristo. Philippians 1:3 Doy gracias a mi Dios, toda vez que me acuerdo de vosotros, Philippians 1:4 Siempre en todas mis oraciones haciendo oración por todos vosotros con gozo, Philippians 1:5 De vuestra participación en el evangelio, desde el primer día hasta ahora: Philippians 1:6 Confiando de esto mismo, es a saber, que el que comenzó en vosotros la buena obra, la perfeccionará hasta el día de Jesu Cristo: Philippians 1:7 Así como es justo que yo piense esto de todos vosotros, por cuanto os tengo en el corazón; puesto que así en mis prisiones, como en la defensa y confirmación del evangelio, todos vosotros sois partícipes de mi gracia. Philippians 1:8 Porque testigo me es Dios de como os amo a todos vosotros en las entrañas de Jesu Cristo. Philippians 1:9 Y esto pido a Dios: Que vuestro amor abunde aun más y más en ciencia y en todo conocimiento: Philippians 1:10 Para que aprobéis lo mejor, a fin de que seáis sinceros y sin ofensa para el día de Cristo: Philippians 1:11 Llenos de los frutos de justicia que son por Jesu Cristo, para gloria y loor de Dios. Philippians 1:12 Mas quiero, hermanos, que sepáis, que las cosas concernientes a mí han contribuido más bien al adelantamiento del evangelio; Philippians 1:13 De tal manera, que mis prisiones en Cristo se han hecho bien conocidas en todo el palacio, y en todos los demás lugares; Philippians 1:14 Y los más de los hermanos en el Señor, tomando ánimo con mis prisiones, osan más atrevidamente hablar la palabra sin temor. Philippians 1:15 Algunos, a la verdad, aun por envidia y porfía predican a Cristo; mas otros también de buena voluntad: Philippians 1:16 Aquellos por contención anuncian a Cristo, no sinceramente, pensando añadir mayor apretura a mis prisiones: Philippians 1:17 Mas estos por amor, sabiendo que yo he sido puesto por defensa del evangelio. Philippians 1:18 ¿Qué hay pues? Esto no obstante, de todas maneras, o por pretexto o por verdad, Cristo es anunciado; y en esto me huelgo, y aun me holgaré. Philippians 1:19 Porque sé que esto se me tornará a salud por vuestra oración, y por el suplimiento del Espíritu de Jesu Cristo. Philippians 1:20 Conforme a mi deseo y esperanza, que en nada seré confundido; antes que con toda confianza, como siempre, así ahora también será engrandecido Cristo en mi cuerpo, o por vida, o por muerte. Philippians 1:21 Porque para mí el vivir es Cristo, y el morir es ganancia. Philippians 1:22 Mas, si viviere en la carne, esto me da fruto de trabajo; sin embargo lo que escogeré, yo no lo sé; Philippians 1:23 Porque por ambas partes estoy puesto en estrecho, teniendo deseo de partir, y estar con Cristo, que es mucho mejor: Philippians 1:24 Mas el quedar en la carne, es más necesario por causa de vosotros. Philippians 1:25 Y confiando en esto, sé que quedaré, y permaneceré con todos vosotros, para vuestro provecho, y gozo en la fe. Philippians 1:26 Para que abunde más en Jesu Cristo el motivo de vuestra gloria en mí, por mi venida otra vez a vosotros. Philippians 1:27 Solamente que vuestro proceder sea digno del evangelio de Cristo; para que, o sea que venga y os vea, o que esté ausente, oiga de vosotros, que estáis firmes en un mismo espíritu, con un mismo ánimo combatiendo juntamente por la fe del evangelio; Philippians 1:28 Y en nada espantados de los que se oponen, lo cual para ellos ciertamente es indicio de perdición, mas para vosotros de salud, y esto de Dios. Philippians 1:29 Porque a vosotros os es concedido en nombre de Cristo no solo que creáis en él, sino también que padezcáis por él. Philippians 1:30 Teniendo en vosotros la misma lucha que habéis visto en mí, y ahora oís estar en mí. Philippians 2:0 Philippians 2:1 Por tanto, si hay en vosotros alguna consolación en Cristo, si algún refrigerio de amor, si alguna comunión del Espíritu, si algunas entrañas y conmiseraciones, Philippians 2:2 Cumplíd mi gozo en que penséis lo mismo, teniendo un mismo amor, siendo unánimes, sintiendo una misma cosa. Philippians 2:3 Nada hagáis por contienda, o por vana gloria; antes en humildad de espíritu, estimándoos inferiores los unos a los otros, Philippians 2:4 No mirando cada uno a lo que es suyo, mas también a lo que es de los otros. Philippians 2:5 Haya en vosotros los mismos sentimientos que hubo también en Cristo Jesús: Philippians 2:6 El cual siendo en forma de Dios, no tuvo por rapiña ser igual a Dios; Philippians 2:7 Mas se despojó a sí mismo, tomando forma de siervo, hecho a semejanza de los hombres; Philippians 2:8 Y hallado en su condición como hombre, se humilló a sí mismo, haciéndose obediente hasta la muerte, y muerte de cruz. Philippians 2:9 Y por lo cual Dios también le ensalzó soberanamente, y le dio nombre que es sobre todo nombre; Philippians 2:10 Para que al nombre de Jesús toda rodilla de lo celestial, de lo terrenal, y de lo infernal se doble; Philippians 2:11 Y que toda lengua confiese, que Jesu Cristo es Señor para la gloria de Dios el Padre. Philippians 2:12 Por tanto, amados míos, como siempre habéis obedecido, no como en mi presencia solamente, mas aun mucho más ahora en mi ausencia, obrád vuestra propia salud con temor y temblor. Philippians 2:13 Porque Dios es el que en vosotros obra, así el querer como el hacer, según su buena voluntad. Philippians 2:14 Hacéd todo sin murmuraciones, y sin disputas; Philippians 2:15 Para que seáis irreprensibles, y sencillos, hijos de Dios, sin culpa, en medio de una raza torcida y perversa, entre los cuales resplandecéis como luminares en el mundo, Philippians 2:16 Reteniendo la palabra de vida; para que yo pueda gloriarme en el día de Cristo, de que no he corrido en vano, ni trabajado en vano. Philippians 2:17 Y aunque yo sea sacrificado sobre el sacrificio y servicio de vuestra fe, me huelgo y me regocijo con todos vosotros. Philippians 2:18 Y por esto mismo holgáos también vosotros, y regocijáos conmigo. Philippians 2:19 Mas espero en el Señor Jesús, que os enviaré presto a Timoteo, para que yo también esté de buen ánimo, conociendo vuestro estado. Philippians 2:20 Porque a ninguno tengo tan del mismo ánimo conmigo, que esté sinceramente solícito por vosotros; Philippians 2:21 Porque todos buscan lo que es suyo propio, no lo que es de Cristo Jesús. Philippians 2:22 Mas vosotros sabéis la prueba que se ha hecho de él, y es, que como hijo con su padre, él ha servido conmigo en el evangelio. Philippians 2:23 Así que a éste espero enviaros, luego que viere como van mis negocios. Philippians 2:24 Mas confío en el Señor que yo mismo también vendré prestamente a vosotros: Philippians 2:25 Sin embargo tuve por cosa necesaria enviaros a Epafrodito, mi hermano, y compañero, y consiervo mío, mas vuestro mensajero, y el que ministraba a mis necesidades. Philippians 2:26 Porque tenía deseo vehemente de ver a todos vosotros; y estaba lleno de pesadumbre de que hubieseis oído que había enfermado. Philippians 2:27 Y cierto que enfermó hasta la muerte; mas Dios tuvo misericordia de él; y no solamente de él mas de mí también, para que yo no tuviese tristeza sobre tristeza. Philippians 2:28 Así que le envío más presto, para que viéndole otra vez, os regocijéis, y que yo esté con menos tristeza. Philippians 2:29 Recibídle, pues, en el Señor, con todo regocijo; y tenéd en estima a los tales; Philippians 2:30 Porque por la obra de Cristo llegó hasta la muerte, exponiendo su vida para suplir vuestra falta en mi servicio. Philippians 3:0 Philippians 3:1 Resta, hermanos, que os regocijéis en el Señor. Escribiros las mismas cosas, a mí ciertamente no me es gravoso, mas para vosotros es seguro. Philippians 3:2 Guardáos de los perros, guardáos de los malos obreros, guardáos de la concisión. Philippians 3:3 Porque nosotros somos la circuncisión, los que servimos en espíritu a Dios, y nos gloriamos en Cristo Jesús, no teniendo confianza en la carne. Philippians 3:4 Aunque yo tengo también de qué confiar en la carne. Si a alguno le parece que tiene de qué confiar en la carne, yo más que nadie: Philippians 3:5 Circuncidado al octavo día, del linaje de Israel, de la tribu de Benjamín, Hebreo de Hebreos; en cuanto a la ley, Fariseo; Philippians 3:6 En cuanto a zelo, perseguidor de la iglesia; en cuanto a la justicia que es en la ley, de vida irreprensible. Philippians 3:7 Mas aquellas cosas que me eran por ganancia, las tuve por pérdida por amor de Cristo. Philippians 3:8 Y aun más, que ciertamente todas las cosas tengo por pérdida por la excelencia del conocimiento de Cristo Jesús Señor mío; por amor del cual lo he perdido todo, y lo tengo por estiércol por ganar a Cristo, Philippians 3:9 Y ser hallado en él, no teniendo mi propia justicia, que es de la ley, sino la que es por medio de la fe de Cristo, la justicia de Dios por fe: Philippians 3:10 Por conocerle a él, y a la virtud de su resurrección, y la comunión de sus padecimientos, siendo configurado a su muerte: Philippians 3:11 Si en alguna manera llegase a la resurrección de los muertos. Philippians 3:12 No que ya haya alcanzado, ni que ya sea perfecto; mas sigo adelante por si pueda echar mano de aquello, por lo cual Cristo también echó mano de mí. Philippians 3:13 Hermanos no pienso que yo mismo lo haya alcanzado; empero una cosa hago, y es, que olvidando ciertamente lo que queda atrás, mas extendiéndome a lo que está delante, Philippians 3:14 Me apresuro hacia el blanco, por el premio de la vocación celestial de Dios en Cristo Jesús. Philippians 3:15 Así que todos los que somos perfectos, tengamos estos mismos sentimientos; y si en alguna cosa los tenéis diferentes, esto también os revelará Dios. Philippians 3:16 Empero a lo que hemos ya llegado, vamos por la misma regla, y sintamos una misma cosa. Philippians 3:17 ¶ Hermanos, sed juntamente imitadores de mí, y mirád los que anduvieren así, como nos tenéis a nosotros por dechado. Philippians 3:18 (Porque muchos andan, de los cuales os he dicho muchas veces, y ahora también lo digo, aun llorando, que enemigos son de la cruz de Cristo: Philippians 3:19 Cuyo fin es la perdición: cuyo dios es el vientre, y su gloria es en la confusión de ellos, que piensan solo en lo terreno.) Philippians 3:20 ¶ Mas nuestra vivienda es en los cielos, de donde también esperamos el Salvador, al Señor Jesu Cristo; Philippians 3:21 El cual transformará el cuerpo de nuestra bajeza, para que sea hecho semejante a su cuerpo glorificado, según el poder eficiente por el cual puede también sujetar a sí todas las cosas. Philippians 4:0 Philippians 4:1 Por lo cual, hermanos míos, amados y deseados, mi gozo y mi corona, estád así firmes en el Señor, amados míos. Philippians 4:2 A Euodias ruego, y ruego a Sintique, que tengan unos mismos sentimientos en el Señor. Philippians 4:3 Asimismo te ruego también a ti, fiel compañero de yugo, ayuda a aquellas mujeres que combatieron juntamente conmigo por el evangelio, con Clemente también, y los demás mis ayudadores, cuyos nombres están en el libro de la vida: Philippians 4:4 Regocijáos en el Señor siempre: otra vez digo, que os regocijéis. Philippians 4:5 Vuestra modestia sea conocida de todos los hombres. El Señor está cerca. Philippians 4:6 De nada estéis solícitos; sino que en todo dénse a conocer vuestras peticiones delante de Dios por la oración, y el ruego, con hacimiento de gracias. Philippians 4:7 Y la paz de Dios, que sobrepuja todo entendimiento, guardará vuestros corazones y vuestros entendimientos en Cristo Jesús. Philippians 4:8 En fin, hermanos, que todo lo que es verdadero, todo lo honesto, todo lo justo, todo lo santo, todo lo amable, todo lo que es de buen nombre: si hay alguna virtud, y si hay alguna alabanza, pensád en las tales cosas. Philippians 4:9 Lo que aprendisteis, y recibisteis, y oísteis, y visteis en mí, esto hacéd; y el Dios de paz será con vosotros. Philippians 4:10 ¶ Empero en gran manera me regocijé en el Señor, de que al fin ya reverdecisteis en tener cuidado de mí, de lo cual en verdad estabais solícitos; mas os faltaba la oportunidad. Philippians 4:11 No es que hablo en cuanto a necesidad; porque yo he aprendido a contentarme con lo que tuviere. Philippians 4:12 Sé tan bien estar humillado, como sé tener abundancia; donde quiera y en todas cosas soy instruido así para estar harto como para sufrir hambre, lo mismo para tener abundancia como para padecer necesidad: Philippians 4:13 Todo lo puedo en Cristo que me fortalece. Philippians 4:14 Todavía, hicisteis bien en que comunicasteis conmigo en mi tribulación. Philippians 4:15 Ya sabéis también vosotros, oh Filipenses, que al principio del evangelio, cuando me partí de Macedonia, ninguna iglesia comunicó conmigo en materia de dar y de recibir, sino vosotros solos; Philippians 4:16 Porque aun estando yo en Tesalónica, me enviasteis lo necesario una y dos veces. Philippians 4:17 No que yo solicite dádivas, mas solicito fruto que abunde para vuestra cuenta. Philippians 4:18 Empero todo lo tengo, y aun más de lo suficiente: estoy lleno, habiendo recibido de Epafrodito lo que enviasteis, olor de suavidad, sacrificio acepto y agradable a Dios. Philippians 4:19 Y mi Dios suplirá todo lo que os falta, conforme a sus riquezas, en gloria por Cristo Jesús. Philippians 4:20 Al Dios, pues, y Padre nuestro sea gloria por siglos de siglos. Amén. Philippians 4:21 Saludád a todos los santos en Cristo Jesús: os saludan los hermanos que están conmigo. Philippians 4:22 Os saludan todos los santos; y mayormente los que son de casa de César. Philippians 4:23 La gracia del Señor nuestro Jesu Cristo sea con todos vosotros. Amén.
¶ Escrita de Roma a los Filipenses por Epafrodito.
Colossians 0:0
Colossians 1:0 Colossians 1:1 Pablo, apóstol de Jesu Cristo por la voluntad de Dios, y el hermano Timoteo, Colossians 1:2 A los santos y hermanos fieles en Cristo que están en Colosas: Gracia a vosotros y paz de Dios Padre nuestro, y del Señor Jesu Cristo. Colossians 1:3 Damos gracias al Dios y Padre de nuestro Señor Jesu Cristo, orando siempre por vosotros: Colossians 1:4 Habiendo oído de vuestra fe en Cristo Jesús, y del amor que tenéis para con todos los santos, Colossians 1:5 A causa de la esperanza que os es guardada en los cielos: de la cual habéis oído ya por la palabra verdadera del evangelio: Colossians 1:6 El cual ha llegado hasta vosotros, como también ha pasado por todo el mundo; y fructifica, y crece, como también en vosotros, desde el día en que oísteis, y conocisteis la gracia de Dios en verdad: Colossians 1:7 Como también habéis aprendido de Epafras, consiervo amado nuestro, el cual es por vosotros fiel ministro de Cristo; Colossians 1:8 El cual también nos ha declarado vuestro amor en el Espíritu. Colossians 1:9 Por lo cual también nosotros, desde el día que lo oímos, no cesamos de orar por vosotros, y de pedir que seáis llenos del conocimiento de su voluntad, en toda sabiduría y entendimiento espiritual; Colossians 1:10 Para que andéis como es digno del Señor, agradándole en todo, fructificando en toda buena obra, y creciendo en el conocimiento de Dios: Colossians 1:11 Corroborados de toda fortaleza, conforme a la potencia de su gloria, para toda paciencia y longanimidad con gozo: Colossians 1:12 Dando gracias al Padre que nos hizo idóneos para participar en la herencia de los santos en luz: Colossians 1:13 El cual nos libró de la potestad de las tinieblas, y nos traspasó al reino del Hijo de su amor, Colossians 1:14 En quien tenemos redención por su sangre, remisión de pecados: Colossians 1:15 El cual es imagen del Dios invisible, el primogénito de toda la creación. Colossians 1:16 Porque en él fueron creadas todas las cosas que están en los cielos, y que están en la tierra, visibles e invisibles, sean tronos, sean señoríos, sean principados, sean potestades: todo fue creado por él, y para él. Colossians 1:17 Y él es antes de todas las cosas; y todas las cosas subsisten en él; Colossians 1:18 Y él es la cabeza del cuerpo, a saber, de la iglesia: el cual es principio y primogénito de entre los muertos, para que en todo tenga él el primado. Colossians 1:19 Por cuanto agradó al Padre que en él habitase toda plenitud; Colossians 1:20 Y que por él reconciliase todas las cosas a sí, habiendo hecho la paz por la sangre de su cruz, por él, digo, así las que están en la tierra, como las que están en los cielos. Colossians 1:21 Y a vosotros también, que eráis en otro tiempo extraños, y enemigos de sentido por las malas obras, ahora empero os ha reconciliado Colossians 1:22 En el cuerpo de su carne por medio de la muerte, para presentaros santos, y sin mancha, e irreprensibles delante de él: Colossians 1:23 Si empero permanecéis fundados, y afirmados en la fe, y sin moveros de la esperanza del evangelio que habéis oído, el cual es predicado a toda criatura que está debajo del cielo: del cual yo Pablo soy hecho ministro. Colossians 1:24 Que ahora me regocijo en lo que padezco por vosotros, y cumplo en mi carne lo que falta de las aflicciones de Cristo por amor de su cuerpo, que es la iglesia: Colossians 1:25 De la cual soy hecho ministro según la dispensación de Dios, la cual me es dada por vosotros, para que cumpla la palabra de Dios: Colossians 1:26 Es a saber, el misterio escondido desde los siglos y edades; mas que ahora ha sido manifestado a sus santos, Colossians 1:27 A los cuales quiso Dios hacer notorias las riquezas de la gloria de este misterio entre los Gentiles, que es Cristo en vosotros, esperanza de gloria. Colossians 1:28 A quien nosotros predicamos, amonestando a todo hombre, y enseñando a todo hombre con toda sabiduría, para que presentemos a todo hombre perfecto en Cristo Jesús: Colossians 1:29 A cuyo fin también yo trabajo, luchando según la energía de él, la cual obra en mí poderosamente. Colossians 2:0 Colossians 2:1 Porque quiero que sepáis cuán gran combate yo sufro por vosotros, y por los que están en Laodicea, y por todos los que nunca vieron mi rostro en la carne; Colossians 2:2 Para que se consuelen sus corazones, estando juntamente aunados en amor, y para alcanzar todas las riquezas de plenitud de entendimiento, a fin de conocer el misterio de Dios, y del Padre, y de Cristo: Colossians 2:3 En el cual están escondidos todos los tesoros de sabiduría, y de conocimiento. Colossians 2:4 Y esto digo para que nadie os engañe con palabras seductoras. Colossians 2:5 Porque aunque esté ausente en el cuerpo, en el espíritu sin embargo estoy presente con vosotros, gozándome, y mirando vuestro buen orden, y la firmeza de vuestra fe en Cristo. Colossians 2:6 Por tanto de la manera que habéis recibido al Señor Jesu Cristo, así andád en él, Colossians 2:7 Arraigados, y sobreedificados en él, y afirmados en la fe, así como os ha sido enseñado, abundando en ella con hacimiento de gracias. Colossians 2:8 ¶ Guardáos de que nadie os arrebate como despojo por medio de filosofía y vano engaño, según las tradiciones de los hombres, según los elementos del mundo, y no según Cristo: Colossians 2:9 Porque en él habita toda la plenitud de la divinidad corporalmente; Colossians 2:10 Y en él estáis completos, el cual es cabeza de todo principado y potestad. Colossians 2:11 En el cual también estáis circuncidados de circuncisión no hecha por manos, en el despojamiento del cuerpo de los pecados de la carne, por la circuncisión de Cristo: Colossians 2:12 Sepultados juntamente con él en el bautismo, en el cual también resucitasteis con él por la fe de la operación de Dios, que le levantó de entre los muertos: Colossians 2:13 Y a vosotros, estando muertos en los pecados y en la incircuncisión de vuestra carne, os dio vida juntamente con él, perdonándoos todos los pecados: Colossians 2:14 Rayendo de en contra de nosotros la escritura de las ordenanzas que nos era contraria, quitándola de en medio, y enclavándola en la cruz; Colossians 2:15 Y habiendo despojado a los principados y a las potestades, sacóles a la vergüenza en público, triunfando sobre ellos en ella. Colossians 2:16 Por tanto nadie os juzgue en comida, o en bebida, o en parte de día de fiesta, o de nueva luna, o de sábados; Colossians 2:17 Las cuales cosas son la sombra de lo que estaba por venir; mas el cuerpo es de Cristo. Colossians 2:18 Nadie os defraude de vuestro premio, complaciéndose en afectada humildad, y culto de ángeles, metiéndose en cosas que nunca vio, hinchado vanamente de su ánimo carnal, Colossians 2:19 Y no teniéndose de la Cabeza, de la cual todo el cuerpo alimentado y enlazado por medio de sus ligaduras y coyunturas, crece con el aumento de Dios. Colossians 2:20 Si, pues, sois muertos juntamente con Cristo cuanto a los rudimentos del mundo, ¿por qué aun, como que vivieseis en el mundo, os sujetáis a ordenanzas: Colossians 2:21 (No comas, No gustes, No toques; Colossians 2:22 Cosas todas que han de perecer en el mismo uso de ellas;) según los mandamientos y doctrinas de hombres? Colossians 2:23 Las cuales cosas tienen a la verdad alguna apariencia de sabiduría en culto voluntario, y en cierta humildad de espíritu, y en maltratamiento del cuerpo, empero no en honor alguno para hartura de la carne. Colossians 3:0 Colossians 3:1 Mas si habéis resucitado con Cristo, buscád lo que es de arriba, donde está Cristo sentado a la diestra de Dios. Colossians 3:2 Ponéd vuestro corazón en las cosas de arriba, no en las de la tierra. Colossians 3:3 Porque muertos estáis, y vuestra vida está guardada con Cristo en Dios. Colossians 3:4 Cuando se manifestare Cristo, que es nuestra vida, entonces vosotros también seréis manifestados con él en gloria. Colossians 3:5 Hacéd morir, pues, vuestros miembros que están sobre la tierra, es a saber, la fornicación, la inmundicia, la molicie, la mala concupiscencia, y la avaricia, la cual es idolatría: Colossians 3:6 Por las cuales cosas la ira de Dios viene sobre los hijos de rebelión: Colossians 3:7 En las cuales vosotros también andabais en otro tiempo, cuando vivíais en ellas. Colossians 3:8 Mas ahora dejáos también vosotros de todas estas cosas; ira, enojo, malicia, maledicencia, torpes palabras de vuestra boca: Colossians 3:9 No mintáis los unos a los otros, habiéndoos despojado del hombre viejo con sus hechos, Colossians 3:10 Y habiéndoos vestido del nuevo, el cual es renovado en el conocimiento, conforme a la imagen del que le creó: Colossians 3:11 Donde no hay Griego ni Judío, circuncisión ni incircuncisión, bárbaro ni Escita, siervo ni libre; mas Cristo es todo y en todo. Colossians 3:12 Vestíos, pues, (como los escogidos de Dios, santos, y amados) de entrañas de misericordia, de benignidad, de humildad de espíritu, de mansedumbre, de longanimidad: Colossians 3:13 Soportándoos los unos a los otros, y perdonándoos los unos a los otros, si alguno tuviere queja contra otro: a la manera que Cristo os perdonó, así también perdonád vosotros. Colossians 3:14 Y sobre todas estas cosas vestíos de amor, el cual es el vínculo de la perfección. Colossians 3:15 Y la paz de Dios reine en vuestros corazones: a la cual asimismo sois llamados en un mismo cuerpo; y sed agradecidos. Colossians 3:16 La palabra de Cristo habite en vosotros abundantemente en toda sabiduría; enseñándoos, y exhortándoos los unos a los otros con salmos, e himnos, y canciones espirituales, con gracia cantando en vuestros corazones al Señor. Colossians 3:17 Y todo lo que hiciereis, en palabra, o en obra, hacédlo todo en el nombre del Señor Jesús, dando gracias a Dios y al Padre por medio de él. Colossians 3:18 ¶ Casadas, estád sujetas a vuestros propios maridos, como conviene en el Señor. Colossians 3:19 Maridos, amád a vuestras mujeres, y no les seáis desabridos. Colossians 3:20 Hijos, obedecéd a vuestros padres en todo; porque esto agrada al Señor. Colossians 3:21 Padres, no exasperéis a vuestros hijos, porque no se desalienten. Colossians 3:22 Siervos, obedecéd en todo a vuestros señores según la carne, no sirviendo al ojo, como los que agradan a los hombres, sino con sencillez de corazón, temiendo a Dios. Colossians 3:23 Y todo lo que hiciereis hacédlo de corazón, como mirando al Señor, y no a los hombres: Colossians 3:24 Estando ciertos que del Señor recibiréis el premio de la herencia; porque al Señor Cristo servís. Colossians 3:25 Mas el que hace injusticia, recibirá la injusticia que hiciere; que no hay respeto de personas. Colossians 4:0 Colossians 4:1 Señores, hacéd lo que es justo y derecho con vuestros siervos, estando ciertos que también vosotros tenéis un Señor en los cielos. Colossians 4:2 Perseverád en la oración, velando en ella con hacimiento de gracias: Colossians 4:3 Orando juntamente también por nosotros, que Dios nos abra la puerta de la palabra para que hablemos el misterio de Cristo, (por el cual aun estoy preso;) Colossians 4:4 A fin de que le manifieste, como me conviene hablar. Colossians 4:5 Andád en sabiduría para con los de afuera, rescatando el tiempo. Colossians 4:6 Vuestra palabra sea siempre con gracia, sazonada con sal, que sepáis como os conviene responder a cada uno. Colossians 4:7 Mis negocios todos os hará saber Tíquico, hermano mío amado, y fiel ministro, y consiervo en el Señor: Colossians 4:8 Al cual os he enviado para esto mismo, a saber, que entienda vuestros negocios, y consuele vuestros corazones; Colossians 4:9 Con Onésimo, amado y fiel hermano, el cual es de vosotros. Todo lo que acá pasa estos os harán saber. Colossians 4:10 Os saluda Aristarco, mi compañero en prisiones, y Márcos, el sobrino de Barnabás, (acerca del cual habéis recibido mandamientos: si viniere a vosotros, le recibiréis;) Colossians 4:11 Y Jesús, el que es llamado Justo: los cuales son de la circuncisión: estos solos son los que me ayudan en el reino de Dios: los cuales han me sido consuelo. Colossians 4:12 Epafras, el cual es de vosotros, siervo de Cristo, os saluda; esforzándose siempre por vosotros en oraciones, que estéis firmes, perfectos y cumplidos en toda la voluntad de Dios. Colossians 4:13 Que yo le doy testimonio, que tiene gran zelo por vosotros, y por los que están en Laodicea, y por los que están en Hierápolis. Colossians 4:14 Os saluda Lúcas, el médico amado, y Démas. Colossians 4:15 Saludád a los hermanos que están en Laodicea, y a Nímfas, y a la iglesia que está en su casa. Colossians 4:16 Y cuando esta carta fuere leída entre vosotros, hacéd que también sea leída en la iglesia de los Laodicenses; y la de Laodicea que la leéis también vosotros. Colossians 4:17 Y decíd a Arquipo: Mira que cumplas el ministerio que has recibido del Señor. Colossians 4:18 La salutación de mi mano, de Pablo. Acordáos de mis prisiones. La gracia sea con vosotros. Amén.
¶ Escrita de Roma a los Colosenses con Tíquico y Onésimo.
I Thessalonians 0:0
I Thessalonians 1:0 I Thessalonians 1:1 Pablo, y Silvano, y Timoteo, a la iglesia de los Tesalonicenses, que es en Dios el Padre, y en el Señor Jesu Cristo. Gracia a vosotros, y paz de Dios Padre nuestro, y del Señor Jesu Cristo. I Thessalonians 1:2 Damos siempre gracias a Dios por todos vosotros, haciendo memoria de vosotros en nuestras oraciones: I Thessalonians 1:3 Sin cesar acordándonos de vuestra obra de fe, y trabajo de amor, y paciencia de esperanza en el Señor nuestro Jesu Cristo, delante del Dios y Padre nuestro: I Thessalonians 1:4 Sabiendo, hermanos, amados de Dios, vuestra elección; I Thessalonians 1:5 Por cuanto nuestro evangelio no vino a vosotros en palabra solamente, mas también en potencia, y en el Espíritu Santo, y en muy cierta persuasión: como sabéis cuales fuimos entre vosotros por amor de vosotros. I Thessalonians 1:6 Y vosotros fuisteis hechos imitadores de nosotros, y del Señor, recibiendo la palabra en mucha tribulación, con gozo del Espíritu Santo: I Thessalonians 1:7 En tal manera que hayáis sido ejemplo a todos los que han creído en Macedonia, y en Acaya. I Thessalonians 1:8 Porque por vosotros ha resonado la palabra del Señor, no solo en Macedonia, y en Acaya, mas aun en todo lugar vuestra fe, que es en Dios, se ha extendido de tal manera que no tengamos necesidad de hablar nada. I Thessalonians 1:9 Porque ellos cuentan de nosotros cual entrada tuvimos a vosotros; y de qué manera fuisteis convertidos de los ídolos a Dios, para servir al Dios vivo y verdadero; I Thessalonians 1:10 Y para esperar a su hijo de los cielos, al cual él levantó de los muertos, es a saber, Jesús, el cual nos libró de la ira que ha de venir. I Thessalonians 2:0 I Thessalonians 2:1 Porque, hermanos, vosotros sabéis que nuestra entrada a vosotros no fue vana: I Thessalonians 2:2 Mas aun, habiendo padecido antes, y sido afrentados en Filipos, como vosotros sabéis, tuvimos confianza en el Dios nuestro para anunciaros el evangelio de Dios en medio de grande combate. I Thessalonians 2:3 Porque nuestra exhortación no fue de error, ni de inmundicia, ni con engaño; I Thessalonians 2:4 Sino que como hemos sido aprobados de Dios, para que se nos encargase el evangelio; así también hablamos, no como los que agradan a los hombres, sino a Dios, el cual prueba nuestros corazones. I Thessalonians 2:5 Porque nunca nos servimos de palabras lisonjeras, como vosotros sabéis, ni de pretexto de avaricia: Dios es testigo: I Thessalonians 2:6 Ni de los hombres buscamos gloria, ni de vosotros, ni de otros; aunque podíamos seros de carga como apóstoles de Cristo. I Thessalonians 2:7 Antes fuimos blandos entre vosotros como nodriza, que acaricia a sus propios hijos: I Thessalonians 2:8 De manera que, teniéndoos grande afecto, quisiéramos entregaros no solo el evangelio de Dios, mas aun nuestras propias almas; por cuanto nos eráis muy caros. I Thessalonians 2:9 Porque os acordáis, hermanos, de nuestro trabajo y fatiga, que trabajando de noche y de día, por no ser gravosos a ninguno de vosotros, predicamos entre vosotros el evangelio de Dios. I Thessalonians 2:10 Vosotros sois testigos, y Dios también, de cuán santa, y justa, y irreprensiblemente nos portábamos entre vosotros que creísteis: I Thessalonians 2:11 Como también sabéis, de qué manera exhortábamos y confortábamos y protestábamos a cada uno de vosotros, como un padre a sus propios hijos. I Thessalonians 2:12 Que anduvieseis como es digno de Dios, que os llamó a su reino y gloria. I Thessalonians 2:13 Por lo cual también nosotros damos gracias a Dios sin cesar, de que en recibiendo de nosotros la palabra de Dios, la que oísteis de nosotros, la recibisteis no como palabra de hombres, mas (como a la verdad lo es) como palabra de Dios, que también obra eficazmente en vosotros los que creéis. I Thessalonians 2:14 Porque vosotros, hermanos, habéis sido imitadores en Cristo Jesús de las iglesias de Dios que están en Judea: que habéis padecido también vosotros las mismas cosas de los de vuestra propia nación, como también ellos de los Judíos: I Thessalonians 2:15 Los cuales mataron así al Señor Jesús como a sus mismos profetas, y a nosotros nos han perseguido; y no son agradables a Dios, y a todos los hombres son enemigos: I Thessalonians 2:16 Impidiéndonos para que no hablemos a los Gentiles a fin de que sean salvos; para henchir la medida de sus pecados siempre; porque la ira los ha alcanzado hasta el cabo. I Thessalonians 2:17 Mas, hermanos, nosotros privados de vosotros por un poco de tiempo, de la vista, no empero del corazón, hicimos mayor diligencia, con mucho deseo, para ver vuestro rostro. I Thessalonians 2:18 Por lo cual quisimos venir a vosotros, yo Pablo a la verdad, una vez y dos; mas nos estorbó Satanás. I Thessalonians 2:19 Porque ¿cuál es nuestra esperanza, o gozo, o corona de que me gloríe? ¿no lo sois pues vosotros delante del Señor nuestro Jesu Cristo en su venida? I Thessalonians 2:20 Que vosotros sois en verdad nuestra gloria y gozo. I Thessalonians 3:0 I Thessalonians 3:1 Por lo cual no lo pudiendo ya más sufrir, acordamos de quedarnos solos en Aténas; I Thessalonians 3:2 Y enviamos a Timoteo, nuestro hermano, y ministro de Dios, y ayudador nuestro en el evangelio de Cristo, a confirmaros y a exhortaros en cuanto a vuestra fe; I Thessalonians 3:3 Para que nadie se conmueva en estas tribulaciones; porque vosotros sabéis que nosotros somos puestos para esto. I Thessalonians 3:4 Que aun estando con vosotros os predecíamos que habíamos de pasar tribulaciones, como ha acontecido, y lo sabéis. I Thessalonians 3:5 Por lo cual también yo no lo pudiendo ya más aguantar, envié a reconocer vuestra fe, temiendo que no os haya tentado de algún modo el tentador, y que nuestro trabajo haya sido en vano. I Thessalonians 3:6 Empero volviendo ahora de vosotros a nosotros Timoteo, y trayéndonos las buenas nuevas de vuestra fe y caridad; y que siempre tenéis buena memoria de nosotros, deseando ardientemente vernos, como también nosotros a vosotros: I Thessalonians 3:7 En ello, hermanos, recibimos consolación de vosotros en toda nuestra aflicción y aprieto, por causa de vuestra fe; I Thessalonians 3:8 Porque ahora vivimos nosotros, si vosotros estáis firmes en el Señor. I Thessalonians 3:9 Por lo cual ¿qué hacimiento de gracias podremos dar a Dios otra vez por vosotros, por todo el gozo con que nos gozamos a causa de vosotros delante de nuestro Dios; I Thessalonians 3:10 Orando de noche y de día con grande instancia, que veamos vuestro rostro, y que cumplamos lo que falta a vuestra fe? I Thessalonians 3:11 Mas el mismo Dios y Padre nuestro, y el Señor nuestro Jesu Cristo encamine nuestro viaje a vosotros. I Thessalonians 3:12 Y el Señor os haga crecer y abundar en amor los unos para con los otros, y para con todos, así como también nosotros para con vosotros. I Thessalonians 3:13 Para que sean confirmados vuestros corazones en la santidad irreprensibles delante del Dios y Padre nuestro, en la venida del Señor nuestro Jesu Cristo con todos sus santos. I Thessalonians 4:0 I Thessalonians 4:1 Resta, pues, hermanos, que os roguemos y exhortemos en el Señor Jesús, que de la manera que recibisteis de nosotros de como debéis andar, y agradar a Dios, así abundéis más y más. I Thessalonians 4:2 Porque ya sabéis qué mandamientos os dimos por el Señor Jesús. I Thessalonians 4:3 Porque la voluntad de Dios es esta, a saber, vuestra santificación; que os apartéis de fornicación. I Thessalonians 4:4 Que cada uno de vosotros sepa tener su propio vaso en santificación y honor; I Thessalonians 4:5 No con afecto de concupiscencia, como los Gentiles que no conocen a Dios: I Thessalonians 4:6 Que ninguno agravie, ni defraude en nada a su hermano; porque el Señor es vengador de todo esto, como ya os habemos dicho y protestado. I Thessalonians 4:7 Pues no nos ha llamado Dios para vivir en inmundicia, sino en santidad. I Thessalonians 4:8 Así que el que nos menosprecia, no menosprecia a hombre, sino a Dios, el cual también nos dio su Espíritu Santo. I Thessalonians 4:9 ¶ Empero, acerca del amor fraternal no habéis menester que os escriba; porque vosotros habéis aprendido de Dios que os améis los unos a los otros. I Thessalonians 4:10 Y a la verdad lo hacéis así con todos los hermanos que están por toda la Macedonia. Os rogamos, empero, hermanos, que vayáis creciendo más y más; I Thessalonians 4:11 Y que procuréis estar quietos, y hacer vuestros propios negocios; y que obréis con vuestras manos de la manera que os habemos mandado; I Thessalonians 4:12 Y que andéis honestamente para con los de afuera; y que nada de ninguno hayáis menester. I Thessalonians 4:13 ¶ Tampoco, hermanos, queremos que estéis en ignorancia acerca de los que duermen, para que no os entristezcáis como los otros que no tienen esperanza. I Thessalonians 4:14 Pues si creemos que Jesús murió y resucitó, así también traerá Dios con él a los que durmieron en Jesús. I Thessalonians 4:15 Porque os decimos esto en palabra del Señor, que nosotros que vivimos, que habemos quedado hasta la venida del Señor, no seremos delanteros a los que durmieron ya. I Thessalonians 4:16 Porque el mismo Señor con algazara, con voz de arcángel, y con trompeta de Dios, descenderá del cielo, y los muertos en Cristo resucitarán los primeros. I Thessalonians 4:17 Luego nosotros, los que vivimos, los que quedamos, juntamente con ellos seremos arrebatados en las nubes a recibir al Señor en el aire; y así estaremos siempre con el Señor. I Thessalonians 4:18 Por tanto consoláos los unos a los otros en estas palabras. I Thessalonians 5:0 I Thessalonians 5:1 Empero acerca de los tiempos y de los momentos, no tenéis, hermanos, necesidad de que yo os escriba: I Thessalonians 5:2 Porque vosotros sabéis perfectamente, que el día del Señor, como ladrón en la noche, así vendrá. I Thessalonians 5:3 Que cuando dirán: Paz y seguridad: entonces vendrá sobre ellos destrucción de repente, como los dolores del parto sobre la mujer preñada; y no escaparán. I Thessalonians 5:4 Mas vosotros, hermanos, no estáis en tinieblas, para que aquel día os agarre como ladrón. I Thessalonians 5:5 Porque todos vosotros sois hijos de la luz, e hijos del día: no somos hijos de la noche, ni hijos de las tinieblas. I Thessalonians 5:6 Así, pues, no durmamos como los demás; antes velemos y seamos sobrios. I Thessalonians 5:7 Porque los que duermen, de noche duermen; y los que están borrachos, de noche están borrachos. I Thessalonians 5:8 Mas nosotros, que somos hijos del día, seamos sobrios, vistiéndonos de la coraza de fe, y de amor, y por almete de la esperanza de salud. I Thessalonians 5:9 Porque no nos ha puesto Dios para ira, sino para alcanzar salud por medio de nuestro Señor Jesu Cristo: I Thessalonians 5:10 El cual murió por nosotros; para que, o que velemos, o que durmamos, vivamos juntamente con él. I Thessalonians 5:11 Por lo cual consoláos los unos a los otros, y edificáos uno a otro, así como lo hacéis. I Thessalonians 5:12 ¶ Y, os rogamos, hermanos, que reconozcáis a los que trabajan entre vosotros, y os presiden en el Señor, y os amonestan; I Thessalonians 5:13 Y que los tengáis en la mayor estima, amándolos a causa de su obra: tenéd paz entre vosotros mismos. I Thessalonians 5:14 ¶ Os exhortamos, pues, hermanos, que amonestéis a los que andan desordenadamente, que consoléis a los de poco ánimo, que soportéis a los flacos, que seáis sufridos para con todos. I Thessalonians 5:15 Mirád que ninguno dé a otro mal por mal; antes seguíd siempre lo bueno los unos para con los otros, y para con todos. I Thessalonians 5:16 Estád siempre gozosos. I Thessalonians 5:17 Orád sin cesar. I Thessalonians 5:18 En todo dad gracias; porque esta es la voluntad de Dios en Cristo Jesús acerca de vosotros. I Thessalonians 5:19 No apaguéis el Espíritu. I Thessalonians 5:20 No menospreciéis las profecías. I Thessalonians 5:21 Examinádlo todo: retenéd lo que fuere bueno. I Thessalonians 5:22 Apartáos de toda apariencia de mal. I Thessalonians 5:23 Y el mismo Dios de paz os santifique cabalmente; y que todo vuestro espíritu, y alma y cuerpo sean guardados irreprensibles para la venida del Señor nuestro Jesu Cristo. I Thessalonians 5:24 Fiel es el que os ha llamado, el cual también lo hará. I Thessalonians 5:25 Hermanos, orád por nosotros. I Thessalonians 5:26 Saludád a todos los hermanos con beso santo. I Thessalonians 5:27 Conjúroos por el Señor, que esta carta sea leída a todos los santos hermanos. I Thessalonians 5:28 La gracia de nuestro Señor Jesu Cristo sea con vosotros. Amén.
¶ La primera carta a los Tesalonicenses fue escrita de Aténas.
II Thessalonians 0:0
II Thessalonians 1:0 II Thessalonians 1:1 Pablo, y Silvano, y Timoteo, a la iglesia de los Tesalonicenses que es en Dios el Padre nuestro, y en el Señor Jesu Cristo. II Thessalonians 1:2 Gracia a vosotros y paz de Dios nuestro Padre, y del Señor Jesu Cristo. II Thessalonians 1:3 Debemos siempre dar gracias a Dios por vosotros, hermanos, como es digno, de que vuestra fe va en grande crecimiento, y el amor de cada uno de todos vosotros abunda más y más entre vosotros: II Thessalonians 1:4 Tanto, que nosotros mismos nos gloriamos de vosotros en las iglesias de Dios, de vuestra paciencia y fe en todas vuestras persecuciones y tribulaciones que sufrís, II Thessalonians 1:5 En testimonio del justo juicio de Dios, para que seáis tenidos por dignos del reino de Dios, por el cual asimismo padecéis; II Thessalonians 1:6 Como es justo para con Dios, pagar con tribulación a los que os atribulan; II Thessalonians 1:7 Y a vosotros, que sois atribulados, daros reposo juntamente con nosotros, cuando se manifestará el Señor Jesús desde el cielo con los ángeles de su poder, II Thessalonians 1:8 En fuego de llama, para dar el pago a los que no conocieron a Dios, ni obedecen al evangelio del Señor nuestro Jesu Cristo: II Thessalonians 1:9 Los cuales serán castigados con eterna perdición procedente de la presencia del Señor, y de la gloria de su poder; II Thessalonians 1:10 Cuando viniere para ser glorificado en sus santos, y a hacerse de admirar, en aquel día, en todos los que creyeron: por cuanto nuestro testimonio ha sido creído entre vosotros. II Thessalonians 1:11 Por lo cual asimismo oramos siempre por vosotros, que nuestro Dios os repute dignos de su vocación, y cumpla toda la buena complacencia de su bondad, y la obra de fe con poder; II Thessalonians 1:12 Para que el nombre de nuestro Señor Jesu Cristo sea glorificado en vosotros, y vosotros en él, por la gracia de nuestro Dios, y del Señor Jesu Cristo. II Thessalonians 2:0 II Thessalonians 2:1 Os rogamos, pues, hermanos, por la venida de nuestro Señor Jesu Cristo, y por nuestro allegamiento a él, II Thessalonians 2:2 Que no seáis conmovidos prestamente de vuestra firmeza de ánimo, ni seáis alborotados ni por espíritu, ni por palabra, ni por carta como de nuestra parte, como que el día de Cristo esté cerca. II Thessalonians 2:3 No os engañe nadie en manera alguna; porque no vendrá aquel día, sin que venga antes la apostasía, y se manifieste el hombre de pecado, el hijo de perdición; II Thessalonians 2:4 El que se opone, y se levanta sobre todo lo que se llama Dios, o es adorado; tanto que, como Dios, se asiente en el templo de Dios, haciéndose parecer Dios. II Thessalonians 2:5 ¿No os acordáis que, cuando estaba con vosotros, os decía esto? II Thessalonians 2:6 Y vosotros sabéis qué es lo que le impida ahora, para que a su tiempo se manifieste. II Thessalonians 2:7 Porque ya se obra el misterio de iniquidad: solamente que el que ahora impide, impedirá hasta que sea quitado de en medio. II Thessalonians 2:8 Y entonces será manifestado aquel inicuo, al cual el Señor matará con el espíritu de su boca, y destruirá con la claridad de su venida: II Thessalonians 2:9 A aquel cuya venida será según la operación de Satanás, con toda potencia, y señales, y milagros mentirosos, II Thessalonians 2:10 Y con todo engaño de iniquidad obrando en los que perecen: por cuanto no recibieron el amor de la verdad para ser salvos. II Thessalonians 2:11 Por tanto, pues, enviará Dios en ellos eficacia de engaño, para que crean a la mentira: II Thessalonians 2:12 Para que sean condenados todos los que no creyeron a la verdad, antes se complacieron en la iniquidad. II Thessalonians 2:13 Mas nosotros debemos siempre dar gracias a Dios por vosotros, hermanos, amados del Señor, de que Dios os haya escogido, desde el principio, para salud, por medio de la santificación del Espíritu, y la fe de la verdad: II Thessalonians 2:14 A lo cual os llamó por nuestro evangelio para alcanzar la gloria de nuestro Señor Jesu Cristo. II Thessalonians 2:15 Así que, hermanos, estád firmes, y retenéd las tradiciones que habéis aprendido, sea por palabra, o por carta nuestra. II Thessalonians 2:16 Y el mismo Señor nuestro Jesu Cristo, y Dios y Padre nuestro, el cual nos amó, y nos dio consolación eterna, y buena esperanza por la gracia, II Thessalonians 2:17 Consuele vuestros corazones, y os confirme en toda buena palabra y obra. II Thessalonians 3:0 II Thessalonians 3:1 En fin, hermanos, orád por nosotros, que la palabra del Señor corra libremente, y sea glorificada, así como lo es entre vosotros: II Thessalonians 3:2 Y que seamos librados de hombres perversos y malos; porque no todos tienen fe. II Thessalonians 3:3 Mas fiel es el Señor que os confirmará, y os guardará de mal. II Thessalonians 3:4 Y tenemos confianza de vosotros en el Señor, que hacéis y haréis lo que os hemos mandado. II Thessalonians 3:5 El Señor enderece vuestros corazones en el amor de Dios, y en la paciencia de Cristo. II Thessalonians 3:6 ¶ Os denunciamos empero, hermanos, en el nombre de nuestro Señor Jesu Cristo, que os apartéis de todo hermano que anduviere fuera de orden, y no conforme a la tradición que recibió de nosotros; II Thessalonians 3:7 Porque vosotros sabéis de qué manera es menester imitarnos; porque no nos hubimos desordenadamente entre vosotros: II Thessalonians 3:8 Ni comimos de balde el pan de nadie; antes trabajamos con trabajo y fatiga de noche y de día, por no ser gravosos a ninguno de vosotros. II Thessalonians 3:9 No porque no tuviésemos potestad, mas por darnos a vosotros por dechado, para que nos imitaseis. II Thessalonians 3:10 Porque aun estando con vosotros os denunciábamos esto: Que si alguno no quisiere trabajar, tampoco coma. II Thessalonians 3:11 Porque oímos que andan algunos entre vosotros fuera de orden, no ocupándose en cosa alguna, sino en indagar lo que no les importa. II Thessalonians 3:12 Y a los que son tales, mandámosles y rogámosles por nuestro Señor Jesu Cristo, que trabajando con silencio coman su propio pan. II Thessalonians 3:13 Mas vosotros, hermanos, no desfallezcáis en bien hacer. II Thessalonians 3:14 Y si alguno no obedeciere a nuestra palabra por esta epístola, notád al tal, y no le tratéis para que se avergüence. II Thessalonians 3:15 Empero no le tengáis como a enemigo, sino amonestádle como a hermano. II Thessalonians 3:16 Y el mismo Señor de paz os dé siempre paz de toda manera. El Señor sea con todos vosotros. II Thessalonians 3:17 La salutación de mi propia mano, de Pablo, que es mi signo en todas mis cartas. Así yo escribo. II Thessalonians 3:18 La gracia del Señor nuestro Jesu Cristo sea con todos vosotros. Amén.
¶ La segunda carta a los Tesalonicenses fue escrita de Aténas.
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I Timothy 1:0 I Timothy 1:1 Pablo, apóstol de Jesu Cristo por la ordenación de Dios Salvador nuestro, y del Señor Jesu Cristo, esperanza nuestra; I Timothy 1:2 A Timoteo, verdadero hijo mío en la fe: Gracia, misericordia, y paz de Dios nuestro Padre, y de Cristo Jesús nuestro Señor. I Timothy 1:3 Como te rogué, que te quedases en Efeso, cuando me partí para Macedonia, para que denunciases a algunos que no enseñen diversa doctrina: I Timothy 1:4 Ni escuchen a fábulas y genealogías interminables, que dan cuestiones más bien que edificación de Dios, que es en la fe: así házlo. I Timothy 1:5 Pues el fin del mandamiento es el amor nacido de corazón limpio, y de buena conciencia, y de fe no fingida: I Timothy 1:6 De lo cual apartándose algunos, se han desviado, dándose a discursos vanos: I Timothy 1:7 Queriendo ser doctores de la ley, y no entendiendo ni lo que hablan, ni lo que afirman. I Timothy 1:8 Mas sabemos que la ley es buena, si se usa de ella legítimamente: I Timothy 1:9 Sabiendo que la ley no es puesta para el justo, sino para los injustos, y para los desobedientes, para los impíos y pecadores, para los malos y contaminados, para los matadores de padres y de madres, para los homicidas, I Timothy 1:10 Para los fornicarios, para los que se contaminan con varones, para los ladrones de hombres, para los mentirosos y perjuros; y si hay alguna otra cosa contraria a la sana doctrina, I Timothy 1:11 Conforme al evangelio glorioso del Dios bienaventurado, el cual a mí me ha sido encargado. I Timothy 1:12 ¶ Gracias doy al que me fortificó, a Cristo Jesús Señor nuestro, de que me tuvo por fiel, poniéndome en el ministerio: I Timothy 1:13 Habiendo yo sido antes blasfemo, y perseguidor, e injuriador; mas fui recibido a misericordia, porque lo hice con ignorancia en incredulidad. I Timothy 1:14 Mas la gracia del Señor nuestro superabundó con la fe y amor que es en Cristo Jesús. I Timothy 1:15 Palabra fiel es esta, y digna de ser recibida de todos: que Cristo Jesús vino al mundo para salvar los pecadores, de los cuales yo soy el primero. I Timothy 1:16 Mas por esto fui recibido a misericordia, es a saber, para que Jesu Cristo mostrase en mí el primero toda su clemencia, para ejemplo de los que habían de creer en él para vida eterna. I Timothy 1:17 Al Rey de siglos, inmortal, invisible, al solo sabio Dios, sea honor y gloria por siglos de los siglos. Amén. I Timothy 1:18 ¶ Este mandamiento, hijo Timoteo, te encargo, para que conforme a las profecías pasadas de ti, milites por ellas buena milicia: I Timothy 1:19 Reteniendo la fe y una buena conciencia, la cual echando de sí algunos hicieron naufragio en la fe. I Timothy 1:20 De los cuales son Himeneo y Alejandro, que yo entregué a Satanás para que aprendan a no blasfemar. I Timothy 2:0 I Timothy 2:1 Amonesto, pues, ante todas cosas, que se hagan rogativas, oraciones, peticiones y acciones de gracias, por todos los hombres: I Timothy 2:2 Por los reyes, y por todos los que están en autoridad; que vivamos quieta y reposadamente en toda piedad y honestidad. I Timothy 2:3 Porque esto es bueno y agradable delante de Dios Salvador nuestro: I Timothy 2:4 El cual quiere que todos los hombres sean salvos, y que vengan al conocimiento de la verdad. I Timothy 2:5 Porque hay un Dios, y asimismo un solo mediador entre Dios y los hombres, el hombre Cristo Jesús; I Timothy 2:6 El cual se dio a sí mismo en precio del rescate por todos, para testimonio en su propio tiempo. I Timothy 2:7 Para lo que yo soy puesto por predicador y apóstol, (digo verdad en Cristo, no miento,) instruidor de las naciones en fe y verdad. I Timothy 2:8 Quiero, pues, que los varones oren en todo lugar, levantando manos limpias, sin ira ni contienda. I Timothy 2:9 ¶ Asimismo también oren las mujeres en hábito honesto, ataviándose de vergüenza y modestia; no con cabellos encrespados, o oro, o perlas, o vestidos costosos; I Timothy 2:10 Mas de buenas obras, como conviene a mujeres que profesan la piedad. I Timothy 2:11 ¶ La mujer aprenda en silencio con toda sujeción. I Timothy 2:12 Porque no permito a la mujer enseñar, ni tomarse autoridad sobre el varón, sino estar en silencio. I Timothy 2:13 Porque Adam fue formado el primero: luego Eva. I Timothy 2:14 Y Adam no fue engañado; mas la mujer siendo engañada incurrió en la prevaricación. I Timothy 2:15 Empero será salva engendrando hijos, si permaneciere en la fe y caridad, y en santificación y modestia. I Timothy 3:0 I Timothy 3:1 Palabra verdadera es esta: Si alguno apetece obispado, obra excelente desea. I Timothy 3:2 Es necesario, pues, que el obispo sea irreprensible, marido de una sola mujer, vigilante, templado, de buenas costumbres, hospedador, apto para enseñar, I Timothy 3:3 No amador del vino, no heridor, no codicioso de ganancias torpes, mas moderado, no pendenciero, ajeno de avaricia: I Timothy 3:4 Que gobierne bien su casa, que tenga sus hijos en sujeción con toda honestidad; I Timothy 3:5 Porque el que no sabe gobernar su casa, ¿cómo cuidará de la iglesia de Dios? I Timothy 3:6 No neófito, porque hinchándose de orgullo, no caiga en condenación del diablo. I Timothy 3:7 Y conviene que tenga también testimonio de los de afuera; porque no caiga en vituperio, y en lazo del diablo. I Timothy 3:8 ¶ Los diáconos asimismo sean honestos, no de dos lenguas, no dados a mucho vino, no amadores de torpes ganancias: I Timothy 3:9 Que tengan el misterio de la fe con limpia conciencia. I Timothy 3:10 Y estos también sean antes probados; y así ministren, si fueren hallados irreprensibles. I Timothy 3:11 Asimismo sus mujeres sean honestas, no detractoras, templadas, fieles en todo. I Timothy 3:12 Los diáconos sean maridos de una sola mujer, que gobiernen bien sus hijos, y sus casas. I Timothy 3:13 Porque los que ejercieren bien el oficio de diácono, ganan para sí un buen grado, y mucha confianza en la fe que es en Cristo Jesús. I Timothy 3:14 ¶ Esto te escribo, con esperanza de que vendré presto a ti: I Timothy 3:15 Y si no viniere tan presto, para que sepas como te convenga conversar en la casa de Dios, que es la iglesia del Dios vivo, columna y apoyo de la verdad. I Timothy 3:16 Y sin controversia grande es el misterio de la piedad: Dios ha sido manifestado en la carne; ha sido justificado en el Espíritu; ha sido visto de los ángeles; ha sido predicado entre las naciones; ha sido creído en el mundo; ha sido recibido en la gloria. I Timothy 4:0 I Timothy 4:1 Empero el Espíritu dice expresamente, que en los postreros tiempos algunos apostatarán de la fe, escuchando a espíritus engañadores, y a doctrinas de demonios, I Timothy 4:2 Que con hipocresía hablarán mentira, teniendo cauterizada la conciencia: I Timothy 4:3 Que prohibirán casarse, y obligarán a abstenerse los hombres de las viandas que Dios creó para que con hacimiento de gracias participasen de ellas los que creen, y conocen la verdad. I Timothy 4:4 Porque todo lo que Dios creó, es bueno, y nada hay que desechar, tomándose con hacimiento de gracias; I Timothy 4:5 Porque por la palabra de Dios, y por la oración es santificado. I Timothy 4:6 Si esto propusieres a los hermanos, serás buen ministro de Jesu Cristo, criado en las palabras de la fe, y de la buena doctrina, la cual has alcanzado. I Timothy 4:7 Mas las fábulas profanas y de viejas desecha, y ejercítate para la piedad. I Timothy 4:8 Porque el ejercicio corporal para poco es provechoso; mas la piedad a todo aprovecha; porque tiene la promesa de esta vida presente, y de la venidera. I Timothy 4:9 Palabra fiel es esta, y digna de ser recibida de todos. I Timothy 4:10 Que por esto aun trabajamos y somos maldichos, porque esperamos en el Dios viviente, el cual es Salvador de todos los hombres, y mayormente de los que creen. I Timothy 4:11 Esto manda, y enseña. I Timothy 4:12 Ninguno tenga en poco tu juventud; mas sé ejemplo de los fieles en palabra, en conversación, en caridad, en espíritu, en fe, en pureza. I Timothy 4:13 Entre tanto que vengo, ocúpate en leer, en exhortar, en enseñar. I Timothy 4:14 No menosprecies el don que está en ti, que te es dado para profetizar, con la imposición de las manos de los presbíteros. I Timothy 4:15 Medita estas cosas; ocúpate cabalmente en ellas; de manera que tu aprovechamiento sea manifiesto a todos. I Timothy 4:16 Ten cuidado de ti mismo y de la doctrina: persiste en esto; porque si así lo hicieres, a ti mismo salvarás, y a los que te oyen. I Timothy 5:0 I Timothy 5:1 Al anciano no reprendas con dureza, mas exhórtale como a padre; a los jóvenes, como a hermanos; I Timothy 5:2 A las ancianas, como a madres; a las jóvenes, como a hermanas, con toda pureza: I Timothy 5:3 A las viudas honra, a las que de verdad son viudas: I Timothy 5:4 Empero si alguna viuda tuviere hijos, o nietos, aprendan primero a manifestar la piedad en casa, y a recompensar a sus padres; porque esto es honesto y acepto delante de Dios. I Timothy 5:5 Y la que de verdad es viuda y solitaria, espera en Dios, y persiste en suplicaciones y oraciones noche y día. I Timothy 5:6 Porque la que vive en delicias, viviendo está muerta. I Timothy 5:7 Denuncia pues estas cosas, para que sean irreprensibles. I Timothy 5:8 Mas si alguno no tiene cuidado de los suyos, y mayormente de los de su casa, ha negado la fe, y es peor que el infiel. I Timothy 5:9 La viuda sea puesta en oficio siendo no menos que de sesenta años, la cual haya sido mujer de un varón: I Timothy 5:10 Que tenga testimonio en buenas obras; si ha criado hijos; si ha hospedado; si ha lavado los pies de los santos; si ha socorrido a los que han padecido aflicción; si ha seguido toda buena obra. I Timothy 5:11 Mas a las viudas más mozas no admitas: que desde que han vivido disolutamente contra Cristo, quieren casarse: I Timothy 5:12 Condenadas ya, por haber abandonado la primera fe. I Timothy 5:13 Y asimismo también son ociosas, enseñadas a andar de casa en casa; y no solamente ociosas, empero aun parleras y curiosas, parlando lo que no conviene. I Timothy 5:14 Quiero, pues, que las mozas se casen, paran hijos, gobiernen la casa, y que ninguna ocasión den al adversario para decir mal. I Timothy 5:15 Porque ya algunas han vuelto atrás en pos de Satanás. I Timothy 5:16 Y si alguno, o alguna de los creyentes tiene viudas, manténgalas, y no sea cargada la iglesia; para que pueda socorrer a las que de verdad son viudas. I Timothy 5:17 ¶ Los ancianos que gobiernan bien, sean tenidos por dignos de doblada honra; y mayormente los que trabajan en la palabra y doctrina. I Timothy 5:18 Que la Escritura dice: No embozalarás al buey que trilla. Y: Digno es el obrero de su jornal. I Timothy 5:19 Contra el anciano no recibas acusación, sino ante dos o tres testigos. I Timothy 5:20 A los que pecaren repréndelos delante de todos, para que los otros también teman. I Timothy 5:21 Te requiero delante de Dios, y del Señor Jesu Cristo, y de sus ángeles escogidos, que guardes estas cosas sin preocupación, que nada hagas por parcialidad. I Timothy 5:22 No impongas ligeramente las manos sobre alguno, ni seas participante en pecados ajenos: consérvate puro a ti mismo. I Timothy 5:23 No bebas de aquí adelante agua, sino usa de un poco de vino por causa del estómago, y de tus continuas enfermedades. I Timothy 5:24 Los pecados de algunos hombres son manifiestos ya, yendo delante de ellos a juicio: a otros les vienen después. I Timothy 5:25 Asimismo también las buenas obras de algunos son manifiestas de antemano; y las que son de otra manera, no se pueden esconder. I Timothy 6:0 I Timothy 6:1 Todos los que están debajo de yugo de servidumbre, tengan a sus señores por dignos de toda honra, porque no sea blasfemado el nombre del Señor y su doctrina. I Timothy 6:2 Y los que tienen señores creyentes, no los tengan en menos, por ser sus hermanos; antes los sirvan mejor, por cuanto son fieles y amados, y partícipes del beneficio. Estas cosas enseña, y exhorta. I Timothy 6:3 ¶ Si alguno enseña de otra manera, y no se atiene a las sanas palabras de nuestro Señor Jesu Cristo, y a la doctrina que es conforme a la piedad, I Timothy 6:4 Hinchado es, nada sabe, sino que enloquece acerca de cuestiones y contiendas de palabras, de las cuales nacen envidias, pleitos, maledicencias, malas sospechas, I Timothy 6:5 Disputas perversas de hombres de corrompido entendimiento, y privados de la verdad, y que tienen la piedad por granjería: apártate de los que son tales. I Timothy 6:6 Grande granjería empero es la piedad, con el contentamiento de lo que basta. I Timothy 6:7 Porque nada trajimos al mundo, y sin duda nada podremos sacar. I Timothy 6:8 Así que teniendo sustento, y con que cubrirnos, seamos contentos con esto. I Timothy 6:9 Porque los que quieren ser ricos, caen en tentación y en lazo, y en muchas codicias insensatas y dañosas, que anegan a los hombres en perdición y muerte. I Timothy 6:10 Porque el amor del dinero es raíz de todos los males; el cual codiciando algunos erraron de la fe, y a sí mismos se traspasaron de muchos dolores. I Timothy 6:11 ¶ Mas tú, oh hombre de Dios, huye de estas cosas; y sigue la justicia, la piedad, la fe, el amor, la paciencia, la mansedumbre. I Timothy 6:12 Pelea la buena pelea de fe: echa mano de la vida eterna, a la cual asimismo eres llamado, habiendo hecho buena profesión delante de muchos testigos. I Timothy 6:13 ¶ Te mando delante de Dios, que da vida a todas las cosas, y de Jesu Cristo, que testificó una buena profesión delante de Poncio Pilato, I Timothy 6:14 Que guardes este mandamiento sin mácula, ni reprensión, hasta que aparezca el Señor nuestro Jesu Cristo: I Timothy 6:15 Al cual a su tiempo mostrará el bienaventurado y solo poderoso, Rey de reyes, y Señor de señores: I Timothy 6:16 Que solo tiene inmortalidad, que habita en luz a donde no se puede llegar: a quien ninguno de los hombres vio jamás, ni puede ver: al cual sea la honra, y el imperio sempiterno. Amén. I Timothy 6:17 ¶ A los ricos en este siglo manda que no sean altivos, ni pongan la esperanza en la incertidumbre de las riquezas; sino en el Dios vivo, que nos da todas las cosas en abundancia para que las gocemos. I Timothy 6:18 Que hagan bien, que sean ricos en buenas obras, prontos para repartir, comunicativos. I Timothy 6:19 Atesorando para sí buen fundamento para en lo porvenir, para que echen mano a la vida eterna. I Timothy 6:20 ¶ Oh Timoteo, guarda lo que se te ha encomendado, apartándote de las disputas profanas y vacías, y de las objeciones de la ciencia falsamente llamada así: I Timothy 6:21 La cual muchos profesando, han errado acerca de la fe. La gracia sea contigo. Amén.
¶ La primera a Timoteo fue escrita de Laodicea, que es metrópoli de la Frigia Pacatiana.
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II Timothy 1:0 II Timothy 1:1 Pablo, apóstol de Jesu Cristo, por la voluntad de Dios según la promesa de la vida, que es por Cristo Jesús, II Timothy 1:2 A Timoteo, mi amado hijo: Gracia, misericordia, y paz de Dios el Padre, y de Jesu Cristo Señor nuestro. II Timothy 1:3 Doy gracias a Dios, a quien sirvo desde mis mayores con limpia conciencia, de que sin cesar tengo memoria de ti en mis oraciones noche y día; II Timothy 1:4 Deseando mucho verte, acordándome de tus lágrimas, para que me llene de gozo; II Timothy 1:5 Trayendo a la memoria la fe no fingida que está en ti, que también habitó primero en tu abuela Loida, y en tu madre Eunice; y estoy cierto que habita en ti también. II Timothy 1:6 Por lo cual te amonesto, que despiertes el don de Dios que está en ti por la imposición de mis manos. II Timothy 1:7 Porque no nos ha dado Dios el espíritu de temor, sino el de fortaleza, y de amor, y de cordura. II Timothy 1:8 Por tanto no te avergüences del testimonio de nuestro Señor, ni de mí que soy su prisionero; antes sé partícipe de los trabajos del evangelio según la virtud de Dios, II Timothy 1:9 El cual nos ha salvado, y nos ha llamado con santa vocación, no según nuestras obras, mas según su propio propósito, y gracia, la cual nos fue dada en Cristo Jesús, antes de los tiempos de los siglos; II Timothy 1:10 Mas ahora es manifestada por la manifestación de nuestro Salvador Jesu Cristo, el cual verdaderamente acabó con la muerte, y sacó a luz la vida y la inmortalidad por medio del evangelio: II Timothy 1:11 Del cual yo soy constituido predicador, y apóstol, y maestro de los Gentiles. II Timothy 1:12 Por cuya causa asimismo padezco estas cosas; mas no me avergüenzo; porque yo sé a quien he creído, y estoy cierto que es poderoso para guardar mi depósito para aquel día. II Timothy 1:13 Retén firmemente la forma de las sanas palabras que de mí oíste, en fe y amor que es en Cristo Jesús. II Timothy 1:14 Guarda, pues, el buen depósito por el Espíritu Santo que habita en nosotros. II Timothy 1:15 Ya sabes esto, que se me han vuelto en contrarios todos los que están en Asia; de los cuales son Figello, y Hermógenes. II Timothy 1:16 Dé el Señor misericordia a la casa de Onesiforo, que muchas veces me refrigeró, y no se avergonzó de mi cadena: II Timothy 1:17 Antes estando él en Roma, me buscó solícitamente, y me halló. II Timothy 1:18 Déle el Señor que halle misericordia cerca del Señor en aquel día. Y cuanto nos ayudó en Efeso, tú lo sabes muy bien. II Timothy 2:0 II Timothy 2:1 Tú, pues, hijo mío, esfuérzate en la gracia que es en Cristo Jesús. II Timothy 2:2 Y lo que has oído de mí entre muchos testigos, esto encarga a hombres fieles que serán idóneos para enseñar también a otros. II Timothy 2:3 Tú, pues, sufre trabajos como fiel soldado de Jesu Cristo. II Timothy 2:4 Ninguno que milita, se envuelve en los negocios de esta vida por agradar a aquel que le escogió por soldado. II Timothy 2:5 Y aun también el que pelea en la palestra, no es coronado si no hubiere peleado legítimamente. II Timothy 2:6 El labrador, para recibir los frutos, es menester que trabaje primero. II Timothy 2:7 Entiende lo que digo: déte, pues, el Señor entendimiento en todo. II Timothy 2:8 Acuérdate que Jesu Cristo, de la simiente de David, resucitó de los muertos, conforme a mi evangelio: II Timothy 2:9 Por el cual sufro trabajos, como malhechor, hasta verme entre prisiones; mas la palabra de Dios no está presa. II Timothy 2:10 Por tanto todo lo sufro por amor de los escogidos, para que ellos también consigan la salud que es en Cristo Jesús, con gloria eterna. II Timothy 2:11 ¶ Palabra fiel: Que si morimos con él, también viviremos con él: II Timothy 2:12 Si sufrimos, también reinaremos con él: si le negamos, él también nos negará: II Timothy 2:13 Si no creemos, él empero se queda fiel: no se puede negar a sí mismo. II Timothy 2:14 Recuérdales estas cosas, protestando delante del Señor, que no tengan contiendas en palabras, que para nada aprovechan, sino para trastornar a los oyentes. II Timothy 2:15 Procura con diligencia presentarte a Dios aprobado, obrero que no tiene de qué avergonzarse, que distribuye bien la palabra de verdad. II Timothy 2:16 Mas aléjate de los promovedores de disputas profanas y vanas, porque mucho aprovecharán en la impiedad. II Timothy 2:17 Y la palabra de ellos corroerá como gangrena; de los cuales es Himeneo, y Fileto, II Timothy 2:18 Que se han descaminado de la verdad, diciendo que la resurrección ha ya pasado, y trastornan la fe de algunos. II Timothy 2:19 ¶ Mas el fundamento de Dios está firme, el cual tiene este sello: Conoce el Señor los que son suyos; y: Apártese de iniquidad todo aquel que nombra el nombre de Cristo. II Timothy 2:20 Empero en una casa grande, no solamente hay vasos de oro y de plata, sino también de madera y de barro; y asimismo unos para honra, y otros para deshonra. II Timothy 2:21 Así que el que se purificare de estas cosas, será vaso para honra santificado y útil para los usos del Señor, y aparejado para toda buena obra. II Timothy 2:22 También, huye de los deseos juveniles; mas sigue la justicia, la fe, la caridad, la paz, con los que invocan al Señor de limpio corazón. II Timothy 2:23 ¶ Empero las cuestiones insensatas e insulsas desecha, sabiendo que engendran contiendas. II Timothy 2:24 Y el siervo del Señor no debe ser contencioso, sino manso para con todos, apto para enseñar, sufrido; II Timothy 2:25 Que con mansedumbre instruya a los que resisten; por si quizá Dios les dé que se arrepientan, y conozcan la verdad; II Timothy 2:26 Y que se despierten y se desenreden del lazo del diablo, los que son tomados vivos por él según su voluntad. II Timothy 3:0 II Timothy 3:1 Esto empero sabe, que en los postreros días, vendrán tiempos trabajosos. II Timothy 3:2 Porque habrá hombres amadores de sí mismos, avaros, jactanciosos, soberbios, blasfemos, desobedientes a sus padres, ingratos, impuros, II Timothy 3:3 Sin afecto natural, desleales, calumniadores, incontinentes, crueles, aborrecedores de lo bueno, II Timothy 3:4 Traidores, temerarios, hinchados, amadores de placeres, más bien que amadores de Dios; II Timothy 3:5 Teniendo la apariencia de piedad, mas negando la eficacia de ella; a los tales también evita. II Timothy 3:6 Porque de estos son los que se entran por las casas, y llevan cautivas a mujercillas, cargadas de pecados, llevadas de diversas concupiscencias; II Timothy 3:7 Que siempre aprenden, y nunca pueden acabar de llegar al conocimiento de la verdad. II Timothy 3:8 Y de la manera que Jannes y Jambres resistieron a Moisés, así también estos resisten a la verdad: hombres corrompidos de entendimiento, réprobos acerca de la fe: II Timothy 3:9 Mas no irán muy adelante; porque su locura será manifiesta a todos, como también lo fue la de aquellos. II Timothy 3:10 ¶ Tú empero has entendido cumplidamente mi doctrina, manera de vivir, intento, fe, largueza de ánimo, amor, paciencia, II Timothy 3:11 Persecuciones, aflicciones, las cuales me sobrevinieron en Antioquía, Iconio, Listra: cuales persecuciones he sufrido; mas de todas ellas me ha librado el Señor. II Timothy 3:12 Y aun todos los que quieren vivir píamente en Cristo, padecerán persecución. II Timothy 3:13 Mas los malos hombres, y los engañadores, aprovecharán de mal en peor, engañando, y siendo engañados. II Timothy 3:14 Así que tú está firme en lo que has aprendido, y de que has sido persuadido, sabiendo de quien has aprendido; II Timothy 3:15 Y que desde la niñez has sabido las sagradas Escrituras, las cuales te pueden hacer sabio para la salud por medio de la fe que es en Cristo Jesús. II Timothy 3:16 Toda la Escritura es inspirada divinamente, y es útil para enseñar, para reprender, para corregir, para instituir en justicia, II Timothy 3:17 Para que el hombre de Dios sea perfecto, perfectamente instruido para toda buena obra. II Timothy 4:0 II Timothy 4:1 Requiérote, pues, yo delante de Dios, y del Señor Jesu Cristo, que ha de juzgar a los vivos y a los muertos en su manifestación, y en su reino; II Timothy 4:2 Que prediques la palabra; que instes a tiempo y fuera de tiempo; redarguye, reprende, exhorta con toda blandura y doctrina: II Timothy 4:3 Porque vendrá tiempo cuando no sufrirán la sana doctrina, antes teniendo comezón en las orejas, se amontonarán maestros que les hablen conforme a sus mismas concupiscencias. II Timothy 4:4 Y así apartarán de la verdad el oído, y se volverán a las fábulas. II Timothy 4:5 Tú por tanto vela en todo, sufre trabajos, haz obra de evangelista, cumple bien tu ministerio: II Timothy 4:6 Porque yo ya presto soy sacrificado, y el tiempo de mi desatamiento está cercano. II Timothy 4:7 Buena milicia he militado, acabado he la carrera, he guardado la fe. II Timothy 4:8 Por lo demás, me está guardada la corona de justicia, la cual me dará el Señor, el juez justo, en aquel día; y no solo a mí, sino también a todos los que aman su venida. II Timothy 4:9 ¶ Procura de venir presto a mí; II Timothy 4:10 Porque Démas me ha desamparado, amando este mundo presente, y es ido a Tesalónica; Crescente a Galacia; Tito a Dalmacia. II Timothy 4:11 Lúcas solo está conmigo. Toma a Márcos, y tráele contigo; porque me es útil para el ministerio. II Timothy 4:12 A Tíquico envié a Efeso. II Timothy 4:13 La capa que dejé en Troas en casa de Carpo, traéla contigo cuando vinieres, y los libros, mayormente los pergaminos. II Timothy 4:14 Alejandro el metalero me ha diseñado muchos males: Dios le pague conforme a sus hechos: II Timothy 4:15 Del cual tú también te guarda: que en grande manera ha resistido a nuestras palabras. II Timothy 4:16 En mi primera defensa ninguno estuvo conmigo; antes me desampararon todos: ruego a Dios no les sea imputado. II Timothy 4:17 Mas el Señor estuvo a mi lado, y me esforzó para que por mí fuese cumplida la predicación, y todos los Gentiles la oyesen; y fui librado de la boca del león. II Timothy 4:18 Y el Señor me librará de toda obra mala, y me preservará para su reino celestial: al cual sea gloria por siglos de siglos. Amén. II Timothy 4:19 Saluda a Prisca y a Aquila, y a la casa de Onesiforo. II Timothy 4:20 Erasto se quedó en Corinto; y a Trófimo le dejé en Mileto enfermo. II Timothy 4:21 Apresúrate a venir antes del invierno. Eubulo te saluda, y Pudente, y Lino, y Claudia, y todos los hermanos. II Timothy 4:22 El Señor Jesu Cristo sea con tu espíritu. La gracia sea con vosotros. Amén.
¶ La segunda a Timoteo, fue escrita de Roma: el cual fue el primer obispo, que fue ordenado en Efeso, cuando Pablo fue presentado la segunda vez a César Nerón.
Titus 0:0
Titus 1:0 Titus 1:1 Pablo, siervo de Dios, y apóstol de Jesu Cristo según la fe de los escogidos de Dios, y el conocimiento de la verdad, que es según la piedad; Titus 1:2 Para la esperanza de la vida eterna, la cual prometió Dios que no sabe mentir, antes de los tiempos de los siglos; Titus 1:3 Y manifestó a sus tiempos su palabra por la predicación, que me es a mí encomendada por mandamiento de Dios nuestro Salvador: Titus 1:4 A Tito, mi verdadero hijo en la común fe: Gracia, misericordia, y paz de Dios Padre, y del Señor Jesu Cristo Salvador nuestro. Titus 1:5 Por esta causa te dejé en Creta, es a saber, para que corrigieses lo que falta, y pusieses ancianos en cada ciudad, así como yo te mandé: Titus 1:6 El que fuere sin crímen, marido de una mujer, que tenga hijos fieles, que no puedan ser acusados de disolución, o que sean contumaces. Titus 1:7 Porque es menester que el obispo sea sin crímen, como el dispensador de Dios; no soberbio, no iracundo, no amador del vino, no heridor, no codicioso de torpe ganancia: Titus 1:8 Mas hospedador, amador de los hombres buenos, prudente, justo, santo, templado; Titus 1:9 Reteniendo firmemente la fiel palabra que es conforme a la doctrina; para que pueda exhortar con sana doctrina, y también convencer a los que contradijeren. Titus 1:10 Porque hay muchos contumaces, y habladores de vanidades, y engañadores de las almas, mayormente los que son de la circuncisión: Titus 1:11 A los cuales conviene tapar la boca: que trastornan casas enteras, enseñando lo que no conviene por torpe ganancia. Titus 1:12 Dijo uno de ellos, propio profeta de ellos: Los Cretenses, siempre son mentirosos, malas bestias, vientres perezosos. Titus 1:13 Este testimonio es verdadero; por tanto repréndelos duramente, para que sean sanos en la fe; Titus 1:14 No escuchando a fábulas Judáicas, y a mandamientos de hombres, que desvían de la verdad. Titus 1:15 Para los puros ciertamente todas las cosas son puras; mas para los contaminados e incrédulos nada es puro; antes su mismo entendimiento y también su conciencia son contaminados. Titus 1:16 Profésanse conocer a Dios, mas con los hechos le niegan; siendo abominables y rebeldes, y reprobados para toda buena obra. Titus 2:0 Titus 2:1 Tú empero habla las cosas que convienen a la sana doctrina: Titus 2:2 Los ancianos, que sean sobrios, graves, prudentes, sanos en la fe, en la caridad, en la paciencia. Titus 2:3 Las ancianas, asimismo, que se comporten santamente, que no sean calumniadoras, ni dadas a mucho vino, sino maestras de honestidad: Titus 2:4 Que a las mujeres jóvenes enseñen a ser prudentes, a que amen a sus maridos, a que amen a sus hijos, Titus 2:5 A que sean prudentes, castas, que tengan cuidado de la casa, buenas, sujetas a sus maridos; porque la palabra de Dios no sea blasfemada. Titus 2:6 Exhorta asimismo a los jóvenes que sean cuerdos. Titus 2:7 Dándote a ti mismo en todo por ejemplo de buenas obras: mostrando en la enseñanza, integridad, gravedad, Titus 2:8 Palabra sana, e irreprensible: que el adversario se avergüence, no teniendo mal alguno que decir de vosotros. Titus 2:9 Exhorta a los siervos, que sean sujetos a sus señores, que les agraden en todo, no respondones; Titus 2:10 En nada defraudando, antes mostrando toda buena lealtad; para que adornen en todo la doctrina de nuestro Salvador Dios. Titus 2:11 Porque la gracia de Dios que trae salud se ha manifestado a todos los hombres, Titus 2:12 Enseñándonos, que, renunciando a la impiedad, y a los deseos mundanales, vivamos en este siglo templada, y justa, y piadosamente; Titus 2:13 Esperando aquella esperanza bienaventurada, y la venida gloriosa del gran Dios y Salvador nuestro Jesu Cristo; Titus 2:14 Que se dio a sí mismo por nosotros, para redimirnos de toda iniquidad, y limpiar para sí un pueblo propio, seguidor de buenas obras: Titus 2:15 Esto habla, y exhorta, y reprende con toda autoridad: nadie te tenga en poco. Titus 3:0 Titus 3:1 Amonéstales que se sujeten a los principados y potestades, que obedezcan, que estén aparejados a toda buena obra: Titus 3:2 Que no digan mal de nadie, que no sean pendencieros, mas modestos, mostrando toda mansedumbre para con todos los hombres. Titus 3:3 Porque también éramos nosotros insensatos en otro tiempo, rebeldes, errados, sirviendo a concupiscencias y deleites diversos, viviendo en malicia y en envidia, aborrecibles, aborreciendo los unos a los otros: Titus 3:4 Mas cuando se manifestó la bondad del Salvador nuestro Dios, y su amor para con los hombres, Titus 3:5 No por las obras de justicia que nosotros habíamos hecho, mas por su misericordia, nos salvó por el lavamiento de la regeneración, y de la renovación del Espíritu Santo; Titus 3:6 El cual derramó en nosotros ricamente por Jesu Cristo Salvador nuestro: Titus 3:7 Para que justificados por su gracia, seamos hechos herederos según la esperanza de la vida eterna. Titus 3:8 Palabra fiel, y estas cosas quiero que afirmes constantemente: que los que creen a Dios, procuren sobresalir en buenas obras. Esto es lo bueno y lo útil para los hombres. Titus 3:9 ¶ Mas evita las cuestiones insensatas, y las genealogías, y las contenciones, y disputas sobre la ley; porque son sin provecho y vanas. Titus 3:10 ¶ Al hombre hereje, después de una y otra amonestación, deséchale: Titus 3:11 Estando cierto que el tal es trastornado, y peca, siendo condenado de su propio juicio. Titus 3:12 Cuando enviare a ti a Artemas, o a Tíquico, dáte priesa en venir a mí a Nicópolis; porque allí he determinado de invernar. Titus 3:13 A Zénas doctor de la ley, y a Apolo envía delante, procurando que nada les falte. Titus 3:14 Aprendan asimismo los nuestros a sobresalir en buenas obras para los usos necesarios, porque no sean inútiles. Titus 3:15 Todos los que están conmigo te saludan. Saluda a los que nos aman en la fe. La gracia sea con todos vosotros. Amén.
¶ A Tito, el cual fue el primer obispo ordenado para la iglesia de los Cretenses, escrita de Nicópolis de Macedonia.
Philemon 0:0
Philemon 1:0 Philemon 1:1 Pablo, preso por causa de Jesu Cristo, y el hermano Timoteo, a Filemón amado, y coadjutor nuestro; Philemon 1:2 Y a nuestra amada Apfia, y a Arquipo, compañero de nuestra milicia, y a la iglesia que está en tu casa: Philemon 1:3 Gracia y paz hayáis de Dios nuestro Padre, y del Señor Jesu Cristo. Philemon 1:4 Doy gracias a mi Dios haciendo siempre memoria de ti en mis oraciones, Philemon 1:5 Oyendo de tu amor, y de la fe que tienes en el Señor Jesús, y para con todos los santos: Philemon 1:6 Que la comunicación de tu fe sea eficaz en el reconocimiento de todo el bien que está en vosotros por Cristo Jesús: Philemon 1:7 Porque tenemos gran gozo y consolación de tu amor, por que por ti, hermano, han sido recreadas las entrañas de los santos. Philemon 1:8 Por lo cual, aunque tengo mucho atrevimiento en Cristo para mandarte lo que conviene, Philemon 1:9 Ruégote antes, por amor, siendo como soy, Pablo el anciano, y aun ahora preso por amor de Jesu Cristo. Philemon 1:10 Te ruego por mi hijo Onésimo, que he engendrado en mis prisiones; Philemon 1:11 El cual en otro tiempo te fue inútil, mas ahora asaz útil para ti, y para mí. Philemon 1:12 A quien he vuelto a enviar: recíbele tú, pues, como a mis mismas entrañas. Philemon 1:13 Yo había querido detenerle conmigo, para que en lugar de ti me sirviese en las prisiones del evangelio. Philemon 1:14 Mas nada quise hacer sin tu consejo, porque tu beneficio no fuese como de necesidad, sino voluntario. Philemon 1:15 Porque quizá se ha apartado de ti por algún tiempo, para que le volvieses a tener para siempre: Philemon 1:16 Ya no como siervo, antes más que siervo, a saber, como hermano amado, mayormente de mí; y ¿cuánto más de ti, en la carne, y en el Señor? Philemon 1:17 Así que, si me tienes por compañero, recíbele como a mí. Philemon 1:18 Y si en algo te dañó, o te debe, pónlo a mi cuenta. Philemon 1:19 Yo Pablo lo escribí con mi misma mano: yo lo repagaré; por no decirte que aun a ti mismo te me debes de más. Philemon 1:20 Así hermano, góceme yo de ti en el Señor, que recrees mis entrañas en el Señor. Philemon 1:21 Te he escrito confiando en tu obediencia, sabiendo que aun harás más de lo que digo. Philemon 1:22 Y asimismo también apareja de hospedarme; porque espero que por vuestras oraciones os tengo de ser concedido. Philemon 1:23 Te saludan Epafras, mi compañero en la prisión por Cristo Jesús. Philemon 1:24 Márcos, Aristarco, Démas, Lúcas, mis colaboradores. Philemon 1:25 La gracia de nuestro Señor Jesu Cristo sea con vuestro espíritu. Amén.
¶ A Filemón, fue escrita de Roma por Onésimo siervo.
Hebrews 0:0
Hebrews 1:0 Hebrews 1:1 Dios, que habló muchas veces, y en muchas maneras en otro tiempo a los padres por los profetas, Hebrews 1:2 Nos ha hablado en estos postreros días por su Hijo, a quien constituyó heredero de todas las cosas, por quien asimismo hizo los siglos; Hebrews 1:3 El cual siendo el resplandor de su gloria, y la imagen expresa de su sustancia, y sustentando todas las cosas con la palabra de su poder, habiendo hecho la purgación de nuestros pecados por sí mismo, se asentó a la diestra de la majestad en las alturas; Hebrews 1:4 Siendo hecho tanto más excelente que los ángeles, cuanto alcanzó por herencia más excelente nombre que ellos. Hebrews 1:5 ¿Porque a cuál de los ángeles dijo Dios jamás: Mi Hijo eres tú, yo te he engendrado hoy? Y otra vez: Yo seré a él Padre, y él me será a mí Hijo? Hebrews 1:6 Y otra vez, cuando introduce al primogénito en la redondez de la tierra, dice: Y adórenle todos los ángeles de Dios. Hebrews 1:7 Y ciertamente con respecto a los ángeles dice: El que hace sus ángeles espíritus, y a sus ministros, llama de fuego. Hebrews 1:8 Mas al Hijo: Tu trono, oh Dios, por los siglos de los siglos: cetro de rectitud el cetro de tu reino. Hebrews 1:9 Amaste la justicia, y aborreciste la maldad; por esto Dios, tu Dios, te ungió, con el aceite de alegría más que a tus compañeros. Hebrews 1:10 Y: Tú, Señor, en el principio fundaste la tierra; y los cielos son obras de tus manos: Hebrews 1:11 Ellos perecerán, mas tú eres permanente; y todos ellos envejecerse han como vestidura; Hebrews 1:12 Y como un manto los envolverás, y serán mudados: tú empero eres el mismo, y tus años nunca se acabarán. Hebrews 1:13 Además, ¿a cuál de los ángeles dijo él jamás: Asiéntate a mi diestra, hasta que ponga a tus enemigos por estrado de tus pies? Hebrews 1:14 ¿No son todos espíritus ministradores, enviados para ministrar por aquellos, que serán herederos de salud? Hebrews 2:0 Hebrews 2:1 Por lo cual es menester que tanto con más diligencia estemos atentos a las cosas que hemos oído, porque no nos escurramos. Hebrews 2:2 Porque si la palabra dicha por el ministerio de los ángeles fue firme, y toda transgresión y desobediencia recibió justa paga de su galardón, Hebrews 2:3 ¿Cómo escaparemos nosotros, si tuviéremos en poco una salud tan grande? la cual habiendo primero comenzado a ser publicada por el Señor, ha sido confirmada hasta nosotros por los que le oyeron a él mismo: Hebrews 2:4 Testificando juntamente con ellos Dios con señales, y maravillas, y con diversos milagros, y dones del Espíritu Santo, repartiéndolos según su voluntad. Hebrews 2:5 ¶ Porque no sujetó a los ángeles el mundo venidero, del cual hablamos. Hebrews 2:6 Testificó empero uno en cierto lugar, diciendo: ¿Qué es el hombre que te acuerdas de él, o el hijo del hombre que le visitas? Hebrews 2:7 Hicístele un poco menor que los ángeles, coronástele de gloria y de honra, y pusístele sobre las obras de tus manos. Hebrews 2:8 Todas las cosas sujetaste debajo de sus pies. Porque en cuanto le sujetó todas las cosas, nada dejó que no sea sujeto a él. Mas ahora no vemos todavía que todas las cosas le sean sujetas. Hebrews 2:9 Empero vemos a aquel mismo Jesús, que fue hecho un poco menor que los ángeles por pasión de muerte, coronado de gloria y de honra, para que por la gracia de Dios gustase la muerte por todos. Hebrews 2:10 Porque convenía, que aquel por cuya causa son todas las cosas, y por el cual son todas las cosas, habiendo de llevar muchos hijos a la gloria, hiciese consumado al príncipe de la salud de ellos por medio de padecimientos. Hebrews 2:11 Porque el que santifica y los que son santificados de uno son todos; por cuya causa no se avergüenza de llamarlos hermanos, Hebrews 2:12 Diciendo: Anunciaré tu nombre a mis hermanos, en medio de la iglesia salmearte he. Hebrews 2:13 Y otra vez: Yo confiaré en él. Y otra vez: He aquí yo, y los hijos que me dio Dios. Hebrews 2:14 Así que por cuanto los hijos participan de la carne y de la sangre, también él de la misma manera participó de las mismas cosas; para que por medio de la muerte redujese a la impotencia al que tenía la potencia de la muerte, es a saber, al diablo; Hebrews 2:15 Y librar a los que por el temor de la muerte estaban por toda la vida sujetos a servidumbre. Hebrews 2:16 Que ciertamente no toma a los ángeles, mas toma a la simiente de Abraham. Hebrews 2:17 Por lo cual fue necesario que en todo semejase a sus hermanos, para que fuese un sumo sacerdote misericordioso y fiel en lo perteneciente a Dios, a fin de expiar los pecados del pueblo. Hebrews 2:18 Porque en cuanto él mismo padeció, siendo tentado, es poderoso para también socorrer a los que son tentados. Hebrews 3:0 Hebrews 3:1 Por lo cual hermanos, santos, participantes de la vocación celestial, considerád el apóstol y sumo sacerdote de nuestra profesión Cristo Jesús, Hebrews 3:2 El cual fue fiel al que le constituyó, como también lo fue Moisés en toda su casa. Hebrews 3:3 Porque de tanto mayor gloria que Moisés éste es estimado digno, cuanto tiene mayor dignidad que la casa el que la fabricó. Hebrews 3:4 Porque toda casa es edificada por alguno; mas el que creó todas las cosas, es Dios. Hebrews 3:5 Y Moisés a la verdad fue fiel en toda su casa, como criado; empero para testificar aquellas cosas que después se habían de denunciar; Hebrews 3:6 Mas Cristo, como hijo sobre su propia casa, la cual casa somos nosotros, si hasta el cabo retenemos firme la confianza y la alegría de la esperanza. Hebrews 3:7 Por lo cual, como dice el Espíritu Santo: Si oyereis hoy su voz; Hebrews 3:8 No endurezcáis vuestros corazones como en la provocación, en el día de la tentación en el desierto, Hebrews 3:9 Donde me tentaron vuestros padres: me probaron, y vieron mis obras cuarenta años. Hebrews 3:10 A causa de lo cual me indigné con aquella generación, y dije: Perpetuamente yerran de corazón, y ni ellos han conocido mis caminos; Hebrews 3:11 Así que juré en mi ira, Si entrarán en mi reposo. Hebrews 3:12 Estád alerta, hermanos, que en ninguno de vosotros haya corazón maleado de incredulidad para apartarse del Dios vivo; Hebrews 3:13 Antes exhortáos los unos a los otros cada día, entre tanto que se dice Hoy; porque ninguno de vosotros se endurezca por el engaño del pecado. Hebrews 3:14 Porque participantes de Cristo somos hechos, si empero retenemos firme hasta el cabo el principio de la confianza. Hebrews 3:15 Entre tanto que se dice: Si oyereis hoy su voz, no endurezcáis vuestros corazones, como en la provocación. Hebrews 3:16 Porque algunos, habiendo oído, provocaron; aunque no todos los que salieron de Egipto por medio de Moisés. Hebrews 3:17 Mas, ¿con quiénes estuvo indignado cuarenta años? ¿no fue con aquellos que pecaron, cuyos miembros cayeron en el desierto? Hebrews 3:18 ¿Y a quiénes juró que no entrarían en su reposo, sino a aquellos que no creyeron? Hebrews 3:19 Así vemos que no pudieron entrar a causa de la incredulidad. Hebrews 4:0 Hebrews 4:1 Temamos, pues, no sea que, habiéndonos sido dejada una promesa de entrada en su reposo, parezca a alguno de nosotros quedar frustrado de ella. Hebrews 4:2 Porque también a nosotros nos ha sido anunciada la buena nueva como a ellos; mas la palabra oída no les aprovechó a ellos, no siendo mezclada con fe en aquellos que la oyeron. Hebrews 4:3 Entramos empero en el reposo los que hemos creído, de la manera que dijo: Así que juré en mi ira, si entrarán en mi reposo: aun acabadas las obras desde el principio del mundo. Hebrews 4:4 Porque en un cierto lugar dijo así del séptimo día: Y reposó Dios de todas sus obras en el séptimo día. Hebrews 4:5 Y otra vez aquí, Si entrarán en mi reposo. Hebrews 4:6 Así que pues que resta que algunos han de entrar en él, y que aquellos a quiénes primero fue anunciado el evangelio, no entraron por causa de la incredulidad, Hebrews 4:7 Determina otra vez un cierto día, diciendo por David: Hoy, tanto tiempo después; como está dicho: Si oyereis hoy su voz, no endurezcáis vuestros corazones. Hebrews 4:8 Porque si Josué les hubiera dado el reposo, nunca habría él hablado, después de esto, de otro día. Hebrews 4:9 Así que queda el sabatismo para el pueblo de Dios. Hebrews 4:10 Porque el que ha entrado en el reposo de él, ha reposado también él mismo de sus propias obras, como Dios reposó de las suyas. Hebrews 4:11 ¶ Esforcémosnos, pues, a entrar en aquel reposo, a fin de que ninguno caiga en el mismo ejemplo de incredulidad. Hebrews 4:12 ¶ Porque la palabra de Dios es viva y eficaz, y más penetrante que toda espada de dos filos; y que alcanza hasta partir el alma, y aun el espíritu, y las coyunturas, y tuétanos; y que discierne los pensamientos, y las intenciones del corazón. Hebrews 4:13 Y no hay criatura alguna que no sea manifiesta en su presencia: antes todas las cosas están desnudas y abiertas a los ojos de aquel a quien tenemos que dar cuenta. Hebrews 4:14 Teniendo pues un gran sumo sacerdote, que penetró los cielos, Jesús el Hijo de Dios, retengamos firme nuestra profesión. Hebrews 4:15 Que no tenemos un sumo sacerdote que no se pueda resentir de nuestras flaquezas; mas tentado en todo según nuestra semejanza, sacado el pecado. Hebrews 4:16 Lleguémosnos, pues, confiadamente al trono de su gracia, a fin de alcanzar misericordia, y hallar gracia para el auxilio oportuno. Hebrews 5:0 Hebrews 5:1 Porque todo sumo sacerdote tomado de entre los hombres, es constituido en favor de los hombres en lo que a Dios toca, para que ofrezca presentes, y también sacrificios por los pecados: Hebrews 5:2 Que se pueda compadecer de los ignorantes y de los errados, porque él también está rodeado de flaqueza: Hebrews 5:3 Por causa de la cual deba, como por el pueblo así también por sí mismo, ofrecer sacrificios por los pecados. Hebrews 5:4 ¶ Ni nadie toma para sí mismo esta honra, sino el que es llamado de Dios, como lo fue Aarón. Hebrews 5:5 Así también Cristo no se glorificó a sí mismo, para ser hecho sumo sacerdote, sino el que le dijo: Tú eres mi Hijo, yo te he engendrado hoy. Hebrews 5:6 Como también dice en otro lugar: Tú eres sacerdote eternamente, según el orden de Melquisedec. Hebrews 5:7 El cual en los días de su carne, habiendo ofrecido ruegos y también suplicaciones con gran clamor y lágrimas a aquel que le podía librar de la muerte, fue oído y librado de su miedo. Hebrews 5:8 Y aunque era Hijo, sin embargo por lo que padeció aprendió la obediencia; Hebrews 5:9 Y consumado, fue hecho causa de eterna salud para todos los que le obedecen: Hebrews 5:10 Nombrado de Dios sumo sacerdote según el orden de Melquisedec. Hebrews 5:11 ¶ Del cual tenemos mucho que decir, y dificultoso de declarar, por cuanto sois perezosos para oír. Hebrews 5:12 Porque debiendo de ser ya maestros, a causa del tiempo, tenéis necesidad de volver a ser enseñados, de cuáles sean los elementos del principio de los oráculos de Dios, y sois hechos tales que tengáis necesidad de leche, y no de mantenimiento firme. Hebrews 5:13 Que cualquiera que usa de leche, no tiene aun experiencia de la palabra de justicia, porque es niño. Hebrews 5:14 Mas de los ya hombres perfectos es la vianda firme, es a saber, de los que por la costumbre tienen ya los sentidos ejercitados a la discreción del bien y del mal. Hebrews 6:0 Hebrews 6:1 Por lo cual dejando ya la palabra del comienzo en la institución de Cristo, vayamos adelante a la perfección, no echando otra vez el fundamento del arrepentimiento de las obras muertas, y de la fe a Dios, Hebrews 6:2 De la doctrina de los bautismos, y de la imposición de manos, y de la resurrección de los muertos, y del juicio eterno; Hebrews 6:3 Y esto haremos, a la verdad, si Dios lo permitiere. Hebrews 6:4 Porque es imposible que los que una vez recibieron la luz, y que gustaron el don celestial, y que fueron hechos partícipes del Espíritu Santo, Hebrews 6:5 Y que asimismo gustaron la buena palabra de Dios, y las virtudes del siglo venidero, Hebrews 6:6 Y han caído en apostasía, ser renovados de nuevo por arrepentimiento, crucificando otra vez para sí mismos al Hijo de Dios, y exponiéndole a vituperio. Hebrews 6:7 Porque la tierra que embebe la lluvia que muchas veces viene sobre ella, y que engendra yerba oportuna a aquellos por los cuales es labrada, recibe bendición de Dios. Hebrews 6:8 Mas la que produce espinas y abrojos, es reprobada, y cercana de maldición, y cuyo fin es ser quemada. Hebrews 6:9 Pero de vosotros, oh amados, confiamos mejores cosas, y más cercanas a salud, aunque hablamos así. Hebrews 6:10 Porque Dios no es injusto que se olvide de vuestra obra, y del trabajo de amor que habéis mostrado por respeto a su nombre, habiendo ministrado a los santos, y ministrándolos aun. Hebrews 6:11 Empero deseamos que cada uno de vosotros muestre la misma solicitud hasta el cabo para completa seguridad de su esperanza. Hebrews 6:12 Que no os hagáis perezosos, mas imitadores de aquellos que por medio de la fe y de la paciencia están heredando las promesas. Hebrews 6:13 Porque cuando Dios hizo la promesa a Abraham, ya que no podía jurar por otro mayor, juró por sí mismo, Hebrews 6:14 Diciendo: Ciertamente te bendeciré bendiciendo; y multiplicando, te multiplicaré. Hebrews 6:15 Y así habiendo esperado con largura de ánimo, alcanzó la promesa. Hebrews 6:16 Porque los hombres ciertamente por el mayor que ellos juran; y el juramento, para confirmación, es para ellos el término de toda contención. Hebrews 6:17 En lo cual queriendo Dios mostrar más abundantemente a los herederos de la promesa la inmutabilidad de su consejo, intervino con juramento; Hebrews 6:18 Para que por dos cosas inmutables, en las cuales era imposible que Dios mintiese, tuviéramos un fortísimo consuelo, los que nos hemos refugiado a trabarnos de la esperanza propuesta; Hebrews 6:19 La cual tenemos como áncora del alma, tan segura como firme, y que entra hasta del velo adentro: Hebrews 6:20 Donde entró por nosotros nuestro precursor Jesús, hecho sumo sacerdote por siempre según el orden de Melquisedec. Hebrews 7:0 Hebrews 7:1 Porque este Melquisedec, rey de Salem, sacerdote del Dios Altísimo, el cual salió al encuentro a Abraham que volvía de la matanza de los reyes, y le bendijo: Hebrews 7:2 A quien asimismo dio Abraham la décima parte de todo: primeramente el cual ciertamente se interpreta, Rey de justicia; y luego también, Rey de Salem, que es, Rey de paz; Hebrews 7:3 Sin padre, sin madre, sin genealogía; que ni tiene principio de días, ni fin de vida; mas hecho semejante al Hijo de Dios, se queda sacerdote continuamente. Hebrews 7:4 Considerád pues cuán grande fue éste, a quien aun Abraham el patriarca dio la décima de los despojos. Hebrews 7:5 Que ciertamente los que de los hijos de Leví reciben el sacerdocio, tienen mandamiento de tomar diezmos del pueblo según la ley, es a saber, de sus hermanos, aunque también ellos hayan salido de los lomos de Abraham. Hebrews 7:6 Mas aquel, cuya genealogía no es contada entre ellos, tomó diezmos de Abraham, y bendijo al que tenía las promesas. Hebrews 7:7 Y sin contradicción alguna lo que es menos es bendito de lo que es mejor. Hebrews 7:8 Y aquí ciertamente los hombres mortales toman los diezmos; mas allí, aquel del cual está dado testimonio, que vive. Hebrews 7:9 Y (por decirlo así) en Abraham fue diezmado también el mismo Leví que recibe los diezmos; Hebrews 7:10 Porque aun Leví estaba en los lomos de su padre, cuando Melquisedec salió al encuentro a Abraham. Hebrews 7:11 Si pues la perfección era por el sacerdocio Levítico, (porque debajo de él recibió el pueblo la ley,) ¿qué necesidad había aun de que se levantase otro sacerdote según el orden de Melquisedec, y que no se dijese según el orden de Aarón? Hebrews 7:12 Luego traspasado el sacerdocio, necesario es que se haga también traspasamiento de la ley. Hebrews 7:13 Porque aquel de quien estas cosas se dicen, de otra tribu es, de la cual nadie asistió al altar. Hebrews 7:14 Porque es evidente que nuestro Señor nació de Judá, de cuya tribu nada habló Moisés, tocante al sacerdocio. Hebrews 7:15 Y aun mucho más evidente es; que, según la semejanza de Melquisedec, se levanta otro sacerdote: Hebrews 7:16 El cual no es hecho conforme a la ley del mandamiento carnal, sino según el poder de una vida indisoluble. Hebrews 7:17 Porque él testifica, diciendo: Tú eres sacerdote para siempre según el orden de Melquisedec. Hebrews 7:18 El mandamiento precedente cierto se abroga por su flaqueza e inutilidad. Hebrews 7:19 Porque nada perfeccionó la ley, sino la introducción de mejor esperanza, por la cual nos acercamos de Dios, Hebrews 7:20 Y tanto más en cuanto no sin juramento fue él hecho sacerdote; Hebrews 7:21 (Porque los otros cierto sin juramento fueron hechos sacerdotes; mas éste, con juramento por aquel que le dijo: Juró el Señor, y no se arrepentirá: Tú eres sacerdote eternamente según el orden de Melquisedec:) Hebrews 7:22 Tanto de mejor concierto fue hecho prometedor Jesús. Hebrews 7:23 Y los otros cierto fueron muchos sacerdotes, porque la muerte les impedía que continuasen; Hebrews 7:24 Mas éste, porque permanece eternamente, tiene el sacerdocio inmutable. Hebrews 7:25 Por lo cual puede también salvar perpetuamente a los que por él se allegan a Dios, viviendo siempre para interceder por ellos; Hebrews 7:26 Porque tal sumo sacerdote nos convenía, que fuese santo, inocente, libre de mancha, apartado de los pecadores, y hecho más sublime que los cielos. Hebrews 7:27 Que no tuviese necesidad cada día, como los otros sumos sacerdotes, de ofrecer sacrificios, primero por sus propios pecados, y luego por los del pueblo; porque esto lo hizo una vez ofreciéndose a sí mismo. Hebrews 7:28 Porque la ley constituye sumos sacerdotes a hombres que tienen flaqueza; mas la palabra del juramento, que fue después de la ley, constituye al Hijo, que es perfecto eternamente. Hebrews 8:0 Hebrews 8:1 Así que la suma de las cosas que habemos dicho es esta: Que tenemos tal sumo sacerdote que se asentó a la diestra del trono de la Majestad en los cielos: Hebrews 8:2 Ministro del santuario, y del verdadero tabernáculo que el Señor asentó, y no hombre. Hebrews 8:3 Porque todo sumo sacerdote es constituido para ofrecer dones y también sacrificios: por lo cual fue necesario que éste también tuviese algo que ofrecer. Hebrews 8:4 Porque si él estuviese sobre la tierra, ni aun sería sacerdote, habiendo aun los otros sacerdotes que ofrecen los dones según la ley. Hebrews 8:5 (Los cuales sirven por bosquejo y sombra de las cosas celestiales, como fue respondido a Moisés cuando había de comenzar a construir el tabernáculo: Mira, pues, dice, haz todas las cosas conforme al dechado que te ha sido mostrado en el monte.) Hebrews 8:6 Mas ahora él ha alcanzado un ministerio tanto más excelente, cuanto que también él es el mediador de un mejor concierto, el cual ha sido establecido sobre mejores promesas. Hebrews 8:7 Porque si en aquel primer concierto no hubiera falta, no se hubiera procurado lugar para un segundo. Hebrews 8:8 Porque reprendiendo los dice: He aquí, vienen días, dice el Señor, y consumaré para con la casa de Israel, y para con la casa de Judá, un nuevo concierto: Hebrews 8:9 No según el concierto que hice con vuestros padres en el día que los tomé por la mano para sacarlos de la tierra de Egipto; porque ellos no permanecieron en mi concierto, y yo no me cuidé de ellos, dice el Señor. Hebrews 8:10 Porque éste es el concierto que haré con la casa de Israel después de aquellos días, dice el Señor: Daré mis leyes en la mente de ellos, y sobre el corazón de ellos las escribiré; y yo seré su Dios, y ellos serán mi pueblo: Hebrews 8:11 Y no enseñará cada uno a su conciudadano, ni cada uno a su hermano, diciendo: Conoce al Señor; porque todos me conocerán desde el menor de ellos hasta el mayor. Hebrews 8:12 Porque seré propicio a sus injusticias, y a sus pecados; y de sus iniquidades no me acordaré más. Hebrews 8:13 Diciendo un nuevo concierto, dio por viejo al primero; y lo que es dado por viejo y se envejece, cerca está de desvanecerse. Hebrews 9:0 Hebrews 9:1 Tenía empero por cierto también el primer concierto ordenanzas de culto, y santuario mundano. Hebrews 9:2 Porque el tabernáculo fue hecho; el primero, en que estaban el candelero, y también la mesa, y los panes de la proposición, el cual es llamado el lugar santo. Hebrews 9:3 Y detrás del segundo velo estaba el tabernáculo llamado el lugar santísimo, Hebrews 9:4 Que tenía el incensario de oro, y el arca del concierto cubierta de todas partes al rededor de oro: en que estaba una urna de oro que tenía el maná, y la vara de Aarón que reverdeció, y las tablas del concierto; Hebrews 9:5 Y sobre ella los querubines de gloria haciendo sombra al propiciatorio: de las cuales cosas no podemos ahora hablar en particular. Hebrews 9:6 Y estas cosas así ordenadas, en el primer tabernáculo siempre entraban los sacerdotes para cumplir las funciones del culto divino; Hebrews 9:7 Mas en el segundo, solo el sumo sacerdote entraba una sola vez en el año, no sin sangre, la cual ofrece por sus propios pecados de ignorancia, y por los del pueblo: Hebrews 9:8 Dando a entender el Espíritu Santo esto, que todavía no estaba patente el camino para el lugar santísimo, entre tanto que el primer tabernáculo estuviese aun en pie. Hebrews 9:9 Lo cual era figura para aquel tiempo presente, en el cual se ofrecían dones y también sacrificios, que no podían hacer perfecto al que daba culto, en cuanto a la conciencia; Hebrews 9:10 Que solamente consistía en viandas, y en bebidas, y en diversos lavamientos, y justicias de la carne, impuestas hasta el tiempo de la corrección. Hebrews 9:11 Mas estando ya presente Cristo, sumo sacerdote de los bienes que han de venir, por medio del mayor y más perfecto tabernáculo, no hecho de manos, es a saber, no de esta creación; Hebrews 9:12 Ni por la sangre de machos de cabrío, ni de becerros, mas por su propia sangre entró una vez en el santuario, habiendo obtenido redención eterna para nosotros. Hebrews 9:13 Porque si la sangre de los toros y de los machos de cabrío, y la ceniza de una becerra, rociada sobre los impuros, los santifica para limpiamiento de la carne, Hebrews 9:14 ¿Cuánto más la sangre de Cristo, el cual por el Espíritu eterno se ofreció a sí mismo sin mancha a Dios, purgará vuestras conciencias de las obras muertas para que deis culto al Dios vivo? Hebrews 9:15 Y por esta razón él es el mediador del nuevo testamento, para que entreviniendo muerte para la redención de las transgresiones que había debajo del primer testamento, los que son llamados reciban la promesa de la herencia eterna. Hebrews 9:16 Porque donde hay testamento, necesario es que intervenga la muerte del testador. Hebrews 9:17 Porque el testamento es firme después de muertos: de otra manera no es válido entre tanto que el testador vive. Hebrews 9:18 Así que ni aun el primero fue consagrado sin sangre. Hebrews 9:19 Porque habiendo leído Moisés todos los mandamientos de la ley a todo el pueblo, tomando la sangre de los becerros y de los machos de cabrío, con agua, y lana de grana, e hisopo, asperjó a todo el pueblo, y juntamente al mismo libro, Hebrews 9:20 Diciendo: Esta es la sangre del testamento que Dios os ha mandado. Hebrews 9:21 Y allende de esto, el tabernáculo también, y todos los vasos del ministerio asperjó con la sangre. Hebrews 9:22 Y casi todas las cosas según la ley son purificadas con sangre; y sin derramamiento de sangre no hay remisión. Hebrews 9:23 Así que necesario fue que los dechados de las cosas celestiales fuesen purificados con estas cosas; empero las mismas cosas celestiales, con mejores sacrificios que estos. Hebrews 9:24 Porque no entró Cristo en el santuario hecho de mano, que es la figura del verdadero, mas en el mismo cielo, para presentarse ahora por nosotros en la presencia de Dios: Hebrews 9:25 No empero para ofrecerse muchas veces a sí mismo; (como entra el sumo sacerdote en el santuario cada un año con sangre ajena;) Hebrews 9:26 De otra manera fuera necesario que hubiera padecido muchas veces desde el principio del mundo: mas ahora una vez en la consumación de los siglos, para deshacimiento del pecado se presentó por el sacrificio de sí mismo. Hebrews 9:27 Y de la manera que está establecido a los hombres que mueran una sola vez; y después de esto, el juicio: Hebrews 9:28 Así también Cristo habiendo sido ofrecido una sola vez para cargar con los pecados de muchos; la segunda vez aparecerá sin pecado a los que le aguardan para salud. Hebrews 10:0 Hebrews 10:1 Porque la ley teniendo solo la sombra de los bienes venideros, y no la imagen misma de las cosas, nunca puede, por los mismos sacrificios que ofrecen continuamente cada un año, hacer perfectos a los que se allegan. Hebrews 10:2 De otra manera habrían cesado de ser ofrecidos; porque los que dan culto, purificados una vez, no tendrían más conciencia de pecado. Hebrews 10:3 Empero en estos sacrificios cada año se hace el mismo recordamiento de los pecados. Hebrews 10:4 Porque es imposible que la sangre de los toros y de los machos de cabrío quite los pecados. Hebrews 10:5 Por lo cual entrando en el mundo, dice: Sacrificio y ofrenda no quisiste, mas a mí me apropriaste un cuerpo: Hebrews 10:6 Holocaustos y expiaciones por el pecado no te agradaron. Hebrews 10:7 Entonces dije: Héme aquí, (en la cabecera del libro está escrito de mí,) para que haga, oh Dios, tu voluntad. Hebrews 10:8 Diciendo arriba: Sacrificio y ofrenda, y holocaustos, y expiaciones por el pecado, no quisiste, ni te agradaron, las cuales cosas se ofrecen según la ley: Hebrews 10:9 Entonces dijo: Héme aquí para que haga, oh Dios, tu voluntad. Quita lo primero, para establecer lo segundo. Hebrews 10:10 Por la cual voluntad somos los santificados, por medio de la ofrenda del cuerpo de Jesu Cristo hecha una sola vez para siempre. Hebrews 10:11 Y ciertamente todo sacerdote está en pie cada día ministrando y ofreciendo muchas veces los mismos sacrificios, que nunca pueden quitar los pecados; Hebrews 10:12 Pero éste, habiendo ofrecido por los pecados un solo sacrificio, está asentado para siempre a la diestra de Dios, Hebrews 10:13 Esperando lo que resta, es a saber, hasta que sus enemigos sean puestos por escabelo de sus pies; Hebrews 10:14 Porque con una sola ofrenda hizo consumados para siempre a los santificados. Hebrews 10:15 Y el Espíritu Santo también nos lo testifica: que después que dijo: Hebrews 10:16 Este es el concierto que yo haré con ellos después de aquellos días, dice el Señor: Pondré mis leyes en sus corazones y en sus mentes las escribiré; Hebrews 10:17 Y nunca más ya me acordaré de sus pecados e iniquidades. Hebrews 10:18 Pues en donde hay remisión de estos, no hay ya más ofrenda por pecado. Hebrews 10:19 ¶ Así que, hermanos, teniendo libertad para entrar en el lugar santísimo por la sangre de Jesu Cristo, Hebrews 10:20 Por un nuevo camino, y vivo, que él mismo consagró para nosotros, por medio del velo, es a saber, por su carne; Hebrews 10:21 Y teniendo un gran sacerdote sobre la casa de Dios; Hebrews 10:22 Acerquémosnos a él con corazón verdadero, en cumplida certidumbre de fe, asperjados los corazones, y limpios de mala conciencia, y lavados los cuerpos con agua pura, Hebrews 10:23 Retengamos firme la confesión de nuestra esperanza, inmoble; (que fiel es el que ha prometido;) Hebrews 10:24 Y considerémosnos los unos a los otros para provocarnos a amor, y a buenas obras: Hebrews 10:25 No dejando nuestra congregación, como algunos tienen por costumbre, mas exhortándonos; y tanto más, cuanto veis que aquel día se acerca. Hebrews 10:26 Porque si pecamos voluntariamente después de haber recibido el conocimiento de la verdad, ya no queda sacrificio por los pecados; Hebrews 10:27 Sino una horrenda expectación de juicio, y hervor de fuego que ha de devorar a los adversarios. Hebrews 10:28 El que menospreciare la ley de Moisés, por el testimonio de dos o de tres testigos muere sin ninguna misericordia: Hebrews 10:29 ¿Cuánto pensáis que será más digno de mayor castigo, el que hollare al Hijo de Dios, y tuviere por inmunda la sangre del concierto con la cual fue santificado, y ultrajare al Espíritu de gracia? Hebrews 10:30 Porque sabemos quién es el que dijo: Mía es la venganza, yo daré el pago, dice el Señor. Y otra vez: El Señor juzgará su pueblo. Hebrews 10:31 Horrenda cosa es caer en las manos del Dios vivo. Hebrews 10:32 Traéd empero a la memoria los días primeros, en los cuales después de haber sido iluminados, sufristeis gran combate de aflicciones: Hebrews 10:33 De una parte, ciertamente, mientras fuisteis hechos el hazmereír tanto por oprobios como por tribulaciones; y de otra parte ínterin fuisteis hechos compañeros de los que de aquel modo eran tratados. Hebrews 10:34 Porque os compadecisteis también de mí en mis cadenas, y aceptasteis con gozo la rapiña de vuestros bienes, conociendo que tenéis para vosotros mismos una mejor sustancia en los cielos, y que permanece. Hebrews 10:35 No perdáis pues esta vuestra confianza, que tiene grande remuneración de galardón; Hebrews 10:36 Porque la paciencia os es necesaria, para que, habiendo hecho la voluntad de Dios, recibáis la promesa. Hebrews 10:37 Porque aun un poquito de tiempo, y el que ha de venir vendrá, y no tardará. Hebrews 10:38 Mas el justo vivirá por fe; empero si se retirare, no se complacerá mi alma en él. Hebrews 10:39 Mas nosotros no somos de los de retiramiento para perdición, mas de fe para ganancia del alma. Hebrews 11:0 Hebrews 11:1 Es pues la fe la sustancia de las cosas que se esperan, la demostración de las cosas que no se ven. Hebrews 11:2 Porque por esta alcanzaron buen testimonio los antiguos. Hebrews 11:3 Por fe entendemos haber sido compuestos los siglos por la palabra de Dios, de tal manera que las cosas que se ven no fueron hechas de cosas que aparecen. Hebrews 11:4 Por fe Abel ofreció a Dios más excelente sacrificio que Caín, por la cual alcanzó testimonio de que era justo, dando Dios testimonio a sus dones; y por ella, aunque difunto, aun habla. Hebrews 11:5 Por fe Enoc fue trasladado para que no viese muerte; y no fue hallado, porque le había trasladado Dios; porque antes de su traslación tuvo testimonio de haber agradado a Dios. Hebrews 11:6 Empero sin fe es imposible agradar a Dios; porque menester es que el que a Dios se allega, crea que le hay; y que es galardonador de los que le buscan. Hebrews 11:7 Por fe Noé, habiendo recibido revelación de cosas que aun no se veían, movido de temor, aparejó el arca en que su casa se salvase; por la cual arca condenó al mundo, y fue hecho heredero de la justicia que es por la fe. Hebrews 11:8 Por fe, Abraham, siendo llamado, obedeció para salir al lugar que había de recibir por herencia; y salió sin saber donde iba. Hebrews 11:9 Por fe habitó en la tierra de la promesa, como en tierra ajena, morando en cabañas con Isaac, y Jacob, coherederos de la misma promesa; Hebrews 11:10 Porque esperaba ciudad con firmes fundamentos, el artífice y hacedor de la cual es Dios. Hebrews 11:11 Por fe también la misma Sara recibió fuerza para la concepción de simiente; y parió aun fuera del tiempo de la edad, porque creyó ser fiel él que lo había prometido. Hebrews 11:12 Por lo cual también de uno, y ese ya muerto como muerto, salieron como las estrellas del cielo en multitud los descendientes, y como la arena innumerable que está a la orilla de la mar. Hebrews 11:13 ¶ Conforme a la fe murieron todos estos sin haber recibido las promesas; sino mirándolas de lejos, y creyéndolas, y saludándolas, y confesando que eran peregrinos y advenedizos sobre la tierra. Hebrews 11:14 Porque los que tales cosas dicen, claramente dan a entender que buscan la patria. Hebrews 11:15 Que a la verdad, si se acordaran de aquella de donde salieron, oportunidad tenían para volverse: Hebrews 11:16 Empero ahora anhelan la mejor, es a saber, la celestial: por lo cual Dios no se avergüenza de llamarse Dios de ellos; porque les había aparejado ciudad. Hebrews 11:17 Por fe ofreció Abraham a Isaac, cuando fue tentado; y ofrecía al unigénito en el cual había recibido las promesas: Hebrews 11:18 (Habiéndole sido dicho: En Isaac te será llamada simiente:) Hebrews 11:19 Pensando dentro de sí que aun de entre los muertos es Dios poderoso para levantarlo: por lo cual también le volvió a recibir por figura. Hebrews 11:20 Por fe, bendijo Isaac a Jacob y a Esaú acerca de las cosas que habían de venir. Hebrews 11:21 Por fe, Jacob muriéndose bendijo a cada uno de los hijos de José; y adoró, estribando sobre la punta de su bordón. Hebrews 11:22 Por fe, José muriéndose se acordó de la partida de los hijos de Israel; y dio mandamiento acerca de sus huesos. Hebrews 11:23 Por fe, Moisés nacido, fue escondido de sus padres por tres meses, porque le vieron hermoso niño; y no temieron el mandamiento del rey. Hebrews 11:24 Por fe, Moisés hecho ya grande, rehusó de ser llamado hijo de la hija de Faraón, Hebrews 11:25 Escogiendo antes ser afligido con el pueblo de Dios, que gozar de comodidades temporales de pecado: Hebrews 11:26 Teniendo por mayores riquezas el vituperio de Cristo que los tesoros de los Egipcios; porque miraba a la remuneración. Hebrews 11:27 Por fe dejó a Egipto no temiendo la ira del rey; porque como aquel que veía al invisible, se esforzó. Hebrews 11:28 Por fe celebró la pascua, y el derramamiento de la sangre, para que el que mataba los primogénitos no los tocase. Hebrews 11:29 Por fe pasaron el mar Bermejo como por la tierra seca, lo cual probando a hacer los Egipcios fueron consumidos. Hebrews 11:30 Por fe cayeron los muros de Jericó con rodearlos siete días. Hebrews 11:31 Por fe Raab la ramera no pereció con los incrédulos, habiendo recibido las espías con paz. Hebrews 11:32 ¿Y qué más diré? porque el tiempo me faltará, contando de Gedeón, y de Barac, y de Samsón, y de Jepté; de David también, y de Samuel, y de los profetas: Hebrews 11:33 Los cuales por fe sojuzgaron reinos, obraron justicia, alcanzaron el fruto de las promesas, taparon las bocas a leones, Hebrews 11:34 Mataron el ímpetu del fuego, evitaron filo de cuchillo, convalecieron de enfermedades, fueron hechos fuertes en batallas, trastornaron campos de enemigos extraños. Hebrews 11:35 Las mujeres recibieron sus muertos por resurrección: unos fueron tormentados, no recibiendo redención por conseguir mejor resurrección. Hebrews 11:36 Otros sufrieron escarnios y azotes; y allende de esto, cadenas y cárceles. Hebrews 11:37 Otros fueron apedreados, otros cortados en piezas, otros tentados, otros muertos a cuchillo: otros anduvieron de acá para allá, cubiertos de pieles de ovejas y de cabras, menesterosos, angustiados, maltratados: Hebrews 11:38 De los cuales el mundo no era digno: perdidos por los desiertos, por los montes, por las cuevas, y por las cavernas de la tierra. Hebrews 11:39 Y todos estos, habiendo obtenido un buen testimonio por medio de la fe, no recibieron con todo eso la promesa: Hebrews 11:40 Habiendo Dios proveido alguna cosa mejor para nosotros, que no fuesen perfeccionados sin nosotros. Hebrews 12:0 Hebrews 12:1 Por tanto nosotros también teniendo puesta sobre nosotros una tan grande nube de testigos, desechando todo peso, y el pecado que tan cómodamente nos cerca, corramos con paciencia la carrera que nos es propuesta, Hebrews 12:2 Puestos los ojos en el capitán y consumador de la fe, Jesús; el cual habiéndole sido propuesto gozo, sufrió la cruz, menospreciando la vergüenza, y se asentó a la diestra del trono de Dios. Hebrews 12:3 Reducíd pues a vuestro pensamiento a aquel que sufrió tal contradicción de pecadores contra sí mismo, porque no os fatiguéis en vuestros ánimos desmayando: Hebrews 12:4 Que aun no habéis resistido hasta la sangre, combatiendo contra el pecado. Hebrews 12:5 Y estáis ya olvidados de la exhortación que como con hijos habla con vosotros, diciendo: Hijo mío, no menosprecies el castigo del Señor, ni desmayes cuando eres de él reprendido; Hebrews 12:6 Porque el Señor al que ama castiga, y azota a cualquiera que recibe por hijo. Hebrews 12:7 Si sufrís el castigo, Dios se os presenta como a hijos; porque ¿qué hijo es aquel a quien el Padre no castiga? Hebrews 12:8 Empero si estáis fuera del castigo, del cual todos los hijos han sido hechos participantes, luego adulterinos sois que no hijos: Hebrews 12:9 También tuvimos a la verdad por castigadores a los padres de nuestra carne, y los reverenciábamos, ¿por qué no obedeceremos mucho mejor al Padre de los espíritus, y viviremos? Hebrews 12:10 Porque aquellos a la verdad por pocos días nos castigaban como a ellos les parecía; mas éste para lo que nos es provechoso, a fin de que participemos de su santidad. Hebrews 12:11 Es verdad que ningún castigo al presente parece ser causa de gozo, sino de tristeza; empero después fruto quietísimo de justicia da a los que por él son ejercitados. Hebrews 12:12 Por lo cual enhestád las manos cansadas, y las rodillas descoyuntadas; Hebrews 12:13 Y hacéd derechos pasos a vuestros pies, porque lo que es cojo no salga fuera de camino; sino antes bien sea sanado. Hebrews 12:14 Seguíd la paz con todos; y la santidad, sin la cual nadie verá al Señor. Hebrews 12:15 Mirando bien que ninguno se aparte de la gracia de Dios, que ninguna raíz de amargura brotando os perturbe, y por ella muchos sean contaminados. Hebrews 12:16 Que ninguno sea fornicario, o profano, como Esaú, que por una vianda vendió su primogenitura. Hebrews 12:17 Porque ya sabéis que aun después deseando heredar la bendición, fue reprobado, que no halló lugar de arrepentimiento, aunque la procuró con lágrimas. Hebrews 12:18 Porque no os habéis llegado al monte palpable y que ardía con fuego, y al turbión, y a la oscuridad, y a la tempestad, Hebrews 12:19 Y al sonido de la trompeta, y a la voz de las palabras, la cual los que la oyeron rogaron que no se les hablase más; Hebrews 12:20 (Porque no podían tolerar lo que se mandaba: Que si aun una bestia tocare al monte, será apedreada, o pasada con dardo: Hebrews 12:21 Y tan terrible cosa era lo que se veía, que Moisés dijo: Estoy asombrado, y temblando.) Hebrews 12:22 Mas os habéis llegado al monte de Sión, y a la ciudad del Dios vivo, Jerusalem la celestial, y a la compañía de muchos millares de ángeles, Hebrews 12:23 A la congregación general e iglesia de los primogénitos que están tomados por lista en los cielos, y al Juez de todos, Dios, y a los espíritus de los justos ya perfectos; Hebrews 12:24 Y a Jesús el mediador del nuevo concierto; y a la sangre del esparcimiento que habla cosas mejores que la de Abel. Hebrews 12:25 Mirád que no recuséis al que habla. Porque si aquellos no escaparon que recusaron al que hablaba en la tierra, mucho menos escaparemos nosotros, si desechamos al que nos habla desde los cielos: Hebrews 12:26 La voz del cual entonces conmovió la tierra; mas ahora ha prometido, diciendo: Aun una vez, y yo conmoveré no solamente la tierra, mas aun el cielo. Hebrews 12:27 Y en esto que dice: Aun una vez, declara el quitamiento de las cosas movibles, como de cosas hechizas, para que queden las que son firmes. Hebrews 12:28 Así que tomando el reino inmóvil, retengamos la gracia por la cual sirvamos a Dios, agradándole con reverencia y religioso temor. Hebrews 12:29 Porque nuestro Dios es fuego consumidor. Hebrews 13:0 Hebrews 13:1 El amor de la hermandad permanezca entre vosotros. Hebrews 13:2 De la hospitalidad no os olvidéis; porque por esta algunos hospedaron ángeles sin saberlo. Hebrews 13:3 Acordáos de los que están en cadenas, como si estuvieseis con ellos encadenados; y de los trabajados, como siendo también vosotros mismos en el cuerpo. Hebrews 13:4 Honorable es en todos el matrimonio, y la cama sin mancha; mas a los fornicarios, y a los adúlteros juzgará Dios. Hebrews 13:5 Sean las costumbres vuestras sin avaricia, contentos de lo presente; porque él mismo ha dicho: No te dejaré, ni tampoco te desampararé: Hebrews 13:6 De tal manera que digamos confiadamente: El Señor es mi ayudador: no temeré lo que me pueda hacer hombre. Hebrews 13:7 Acordáos de vuestros pastores, que os han hablado la palabra de Dios: la fe de los cuales imitád, considerando cual haya sido la salida de su conversación. Hebrews 13:8 Jesu Cristo el mismo ayer, y hoy, y por los siglos. Hebrews 13:9 No seáis llevados de acá para allá por doctrinas diversas y extrañas; porque buena cosa es que el corazón sea afirmado por la gracia, no por viandas, que nunca aprovecharon a los que anduvieron en ellas. Hebrews 13:10 Tenemos un altar del cual no tienen facultad de comer los que sirven al tabernáculo. Hebrews 13:11 Porque de los animales, la sangre de los cuales es metida por el pecado en el santuario por el sumo sacerdote, los cuerpos son quemados fuera del real. Hebrews 13:12 Por lo cual Jesús también, para santificar al pueblo por su propia sangre, padeció fuera de la puerta. Hebrews 13:13 Salgamos pues a él fuera del real, llevando su baldón. Hebrews 13:14 Porque no tenemos aquí ciudad permaneciente, mas buscamos la por venir. Hebrews 13:15 Así que ofrezcamos por medio de él a Dios siempre sacrificio de alabanza, es a saber, fruto de labios que confiesan a su nombre. Hebrews 13:16 Empero del bien hacer, y de la comunicación no os olvidéis; porque de tales sacrificios se agrada Dios. Hebrews 13:17 Obedecéd a vuestros pastores, y sujetáos a ellos; porque ellos velan por vuestras almas, como aquellos que han de dar la cuenta; para que lo hagan con alegría, y no gimiendo; porque esto no os es útil. Hebrews 13:18 Orád por nosotros; porque confiamos que tenemos buena conciencia, deseando de comportarnos bien en todo. Hebrews 13:19 Y más os ruego que lo hagáis así; para que yo os sea más presto restituido. Hebrews 13:20 Y el Dios de paz, que retrajo de entre los muertos a nuestro Señor Jesu Cristo, al gran Pastor de las ovejas, por la sangre del concierto eterno, Hebrews 13:21 Os haga aptos en toda obra buena para que hagáis su voluntad, haciendo él en vosotros lo que es agradable delante de él por Jesu Cristo: al cual es gloria por siglos de siglos. Amén. Hebrews 13:22 Ruégoos empero, hermanos, que suportéis esta palabra de exhortación, porque os he escrito brevemente. Hebrews 13:23 Sabéd que nuestro hermano Timoteo es suelto, con el cual, si viniere más presto, he de veros. Hebrews 13:24 Saludád a todos vuestros pastores, y a todos los santos. Los de Italia os saludan. Hebrews 13:25 La gracia sea con todos vosotros. Amén.
¶ Fue escrita a los Hebreos desde Italia por Timoteo.
James 0:0
James 1:0 James 1:1 Santiago siervo de Dios y del Señor Jesu Cristo, a las doce tribus que están en la dispersión, salud. James 1:2 Hermanos míos, tenéd por todo gozo cuando cayereis en diversas tribulaciones: James 1:3 Sabiendo que la prueba de vuestra fe obra paciencia. James 1:4 Mas tenga la paciencia su obra perfecta, para que seáis perfectos y cabales, sin faltar en alguna cosa. James 1:5 Y si alguno de vosotros tiene falta de sabiduría, demándela a Dios, (el cual da a todos dadivosamente, y no zahiere,) y serle ha dada. James 1:6 Empero demande en fe, no dudando nada; porque el que duda, es semejante a la onda de la mar, que es movida del viento, y es echada de una parte a otra. James 1:7 No piense pues el tal hombre que recibirá cosa alguna del Señor. James 1:8 El hombre de doblado ánimo, es inconstante en todos sus caminos. James 1:9 Además, el hermano que es de humilde condición, gloríese en su ensalzamiento; James 1:10 Mas el que es rico, en su humillación; porque él se pasará como la flor de la yerba: James 1:11 Que salido el sol con ardor, la yerba se secó, y su flor se cayó, y su hermosa apariencia pereció: así también se marchitará el rico en sus caminos. James 1:12 Bienaventurado el varón que sufre tentación; porque después que fuere probado, recibirá la corona de vida, que Dios ha prometido a los que le aman. James 1:13 Cuando alguno es tentado, no diga, que Dios me tienta; porque Dios no puede ser tentado por el mal, ni él tienta a alguno: James 1:14 Sino que cada uno es tentado, cuando de su propia concupiscencia es atraído, y cebado. James 1:15 Y la concupiscencia después que ha concebido, pare al pecado: y el pecado, siendo cumplido, engendra muerte. James 1:16 Hermanos míos muy amados, no erréis. James 1:17 Toda buena dádiva, y todo don perfecto es de lo alto, que desciende del Padre de las lumbres, en el cual no hay mudanza, ni sombra de variación. James 1:18 El de su propia voluntad nos ha engendrado por la palabra de verdad, para que seamos como primicias de sus criaturas. James 1:19 Así que, hermanos míos muy amados, todo hombre sea pronto para oír, tardío para hablar, tardío para airarse; James 1:20 Porque la ira del hombre no obra la justicia de Dios. James 1:21 Por lo cual dejando toda inmundicia, y superfluidad de malicia, recibíd con mansedumbre la palabra injerida en vosotros, la cual puede hacer salvas vuestras almas. James 1:22 Mas sed hacedores de la palabra, y no tan solamente oidores, engañándoos a vosotros mismos. James 1:23 Porque si alguno oye la palabra, y no la pone por obra, este tal es semejante al hombre que considera en un espejo su rostro natural: James 1:24 Porque él se consideró a sí mismo, y se fue; y luego se olvidó qué tal era. James 1:25 Mas el que hubiere mirado atentamente en la ley perfecta que es la de la libertad, y hubiere perseverado en ella, no siendo oidor olvidadizo, sino hacedor de la obra, este tal será bienaventurado en su hecho. James 1:26 Si alguno de entre vosotros piensa ser religioso, y no refrena su lengua, sino que engaña su propio corazón, la religión del tal es vana. James 1:27 La religión pura y sin mácula delante de Dios y Padre es esta: Visitar los huérfanos y las viudas en sus tribulaciones, y guardarse sin mancha del mundo. James 2:0 James 2:1 Hermanos míos, no tengáis la fe de nuestro Señor Jesu Cristo glorioso en acepción de personas. James 2:2 Porque si en vuestra congregación entra algún varón, que trae anillo de oro, vestido de preciosa ropa, y también entra un pobre vestido de vestidura vil, James 2:3 Y pusiereis los ojos en el que trae la vestidura preciosa, y le dijereis: Tú asiéntate aquí honoríficamente; y dijereis al pobre: Estáte tú allí en pie; o, siéntate aquí debajo del estrado de mis pies: James 2:4 ¿Vosotros, no hacéis ciertamente distinción dentro de vosotros mismos, y sois hechos jueces de pensamientos malos? James 2:5 Hermanos míos amados, oíd: ¿No ha elegido Dios los pobres de este mundo, que sean ricos en fe, y herederos del reino que ha prometido a los que le aman? James 2:6 Mas vosotros habéis afrentado al pobre. ¿Los ricos no os oprimen con tiranía, y ellos mismos os arrastran a los juzgados? James 2:7 ¿No blasfeman ellos el buen nombre que es invocado sobre vosotros? James 2:8 Si ciertamente vosotros cumplís la ley real conforme a la Escritura, es a saber: Amarás a tu prójimo como a ti mismo; bien hacéis; James 2:9 Mas si hacéis acepción de personas, cometéis pecado, y sois acusados de la ley como transgresores. James 2:10 Porque cualquiera que hubiere guardado toda la ley, y sin embargo se deslizare en un punto, es hecho culpado de todos. James 2:11 Porque el que dijo: No cometas adulterio, también ha dicho: No mates. Y si no hubieres cometido adulterio, empero hubieres matado, ya eres hecho transgresor de la ley. James 2:12 Así hablád, y así obrád como los que habéis de ser juzgados por la ley de libertad. James 2:13 Porque juicio sin misericordia será hecho a aquel que no hiciere misericordia; y la misericordia se gloría contra el juicio. James 2:14 Hermanos míos, ¿qué aprovechará si alguno dice que tiene fe, y no tiene obras? ¿Podrá la fe salvarle? James 2:15 Porque si el hermano, o la hermana estuvieren desnudos, o necesitados del mantenimiento de cada día, James 2:16 Y alguno de vosotros les dijere: Id en paz, calentáos, y hartáos, empero no les diéreis las cosas que son necesarias para el cuerpo, ¿qué les aprovechará? James 2:17 Así también la fe, si no tuviere obras, es muerta por sí misma. James 2:18 Mas alguno dirá: Tú tienes fe, y yo tengo obras; muéstrame tu fe sin tus obras; y yo te mostraré mi fe por mis obras. James 2:19 Tú crees que Dios es uno: haces bien: también los demonios lo creen, y tiemblan. James 2:20 ¿Mas, oh hombre vano, quieres saber, que la fe sin las obras es muerta? James 2:21 Abraham, nuestro padre, ¿no fue justificado por las obras, cuando ofreció a su hijo Isaac sobre el altar? James 2:22 ¿No ves que la fe obró con sus obras, y que por las obras la fe fue perfecta? James 2:23 Y la Escritura fue cumplida, que dice: Abraham creyó a Dios, y le fue imputado a justicia, y fue llamado el amigo de Dios. James 2:24 Vosotros, pues, veis, que por las obras es justificado el hombre, y no solamente por la fe. James 2:25 Semejantemente también Raab la ramera, ¿no fue justificada por obras, cuando recibió los mensajeros, y los echó fuera por otro camino? James 2:26 Porque como el cuerpo sin espíritu está muerto, así también la fe sin obras es muerta. James 3:0 James 3:1 Hermanos míos, no os hagáis muchos de vosotros maestros, sabiendo que recibiremos mayor condenación. James 3:2 Porque todos ofendemos en muchas cosas. Si alguno no ofende en palabra, éste es varón perfecto, que también puede con freno gobernar todo el cuerpo. James 3:3 He aquí, nosotros ponemos a los caballos frenos en las bocas para que nos obedezcan, y gobernamos todo su cuerpo. James 3:4 He aquí también las naos, siendo tan grandes, y siendo llevadas de impetuosos vientos, son sin embargo gobernadas con un muy pequeño gobernalle por donde quiera que quisiere la gana del que las gobierna. James 3:5 Semejantemente también la lengua es un pequeñito miembro, mas se gloría de grandes cosas. He aquí, un pequeño fuego, ¡cuán grande bosque enciende! James 3:6 Y la lengua es un fuego, digo, un mundo de maldad. Así la lengua está puesta entre nuestros miembros, la cual contamina todo el cuerpo, e inflama la rueda natural; y es inflamada del gehena. James 3:7 Porque toda naturaleza de bestias fieras, y de aves, y de serpientes, y de los de la mar, se doma, y es domada por la naturaleza humana; James 3:8 Pero ningún hombre puede domar la lengua: es un mal que no puede ser refrenado, y está llena de veneno mortal. James 3:9 Con ella bendecimos a Dios, y al Padre, y con ella maldecimos a los hombres, los cuales son hechos a la semejanza de Dios. James 3:10 De una misma boca procede bendición y maldición. Hermanos míos, no conviene que estas cosas sean así hechas. James 3:11 ¿Echa alguna fuente por un mismo manantial agua dulce y amarga? James 3:12 Hermanos míos, ¿puede la higuera producir aceitunas; o la vid, higos? Así ninguna fuente puede dar agua salada y dulce. James 3:13 ¿Quién es sabio, y entendido entre vosotros? muestre por buena conversación sus obras en mansedumbre de sabiduría. James 3:14 Empero si tenéis envidia amarga, y contención en vuestros corazones, no os glorieis, ni seáis mentirosos contra la verdad; James 3:15 Porque esta sabiduría no es la que desciende de lo alto, sino que es terrena, animal, y demoniaca. James 3:16 Porque donde hay envidia y contención, allí hay tumulto, y toda obra perversa. James 3:17 Empero la sabiduría que es de lo alto, primeramente es pura, después pacífica, modesta, fácil de persuadir, llena de misericordia y de buenos frutos, no juzgadora, no fingida. James 3:18 Y el fruto de justicia se siembra en paz para aquellos que hacen paz. James 4:0 James 4:1 ¿De dónde vienen las guerras, y los pleitos entre vosotros? De aquí, es a saber, de vuestras concupiscencias, las cuales batallan en vuestros miembros. James 4:2 Codiciáis, y no tenéis: tenéis envidia y odio, y no podéis alcanzar: combatís y guerreáis, empero no tenéis lo que deseáis, porque no pedís. James 4:3 Pedís, y no recibís; porque pedís malamente, para gastar en vuestros deleites. James 4:4 Adúlteros y adúlteras, ¿no sabéis que la amistad del mundo es enemistad con Dios? Cualquiera, pues, que quisiere ser amigo del mundo, se constituye enemigo de Dios. James 4:5 ¿Pensáis que la Escritura dice sin causa: El espíritu que mora en nosotros, codicia envidiosamente? James 4:6 Mas él da mayor gracia. Porque él dice: Dios resiste a los soberbios, empero da gracia a los humildes. James 4:7 Sed pues sujetos a Dios: resistíd al diablo, y huirá de vosotros. James 4:8 Allegáos a Dios, y él se allegará a vosotros. Pecadores, limpiád las manos; y vosotros de doblado ánimo, purificád los corazones. James 4:9 Afligíos, y lamentád, y llorád. Vuestra risa conviértase en lloro, y vuestro gozo en tristeza. James 4:10 Humilláos delante de la presencia del Señor, y él os ensalzará. James 4:11 Hermanos, no digáis mal los unos de los otros: el que dice mal de su hermano, y juzga a su hermano, este tal dice mal de la ley, y juzga a la ley; mas si tú juzgas a la ley, no eres guardador de la ley, sino juez. James 4:12 Solo uno es el dador de la ley, que puede salvar, y perder: ¿Quién eres tú que juzgas a otro? James 4:13 Ea ahora, vosotros los que decís: Vamos hoy y mañana a tal ciudad, y estaremos allá un año, y compraremos mercadería, y ganarémos: James 4:14 Vosotros que no sabéis lo que será mañana. Porque, ¿qué es vuestra vida? Ciertamente es un vapor que se aparece por un poco de tiempo, y después se desvanece. James 4:15 En lugar de lo cual deberíais decir: Si el Señor quisiere, y si viviéremos, haremos esto o aquello. James 4:16 Mas ahora triunfáis en vuestras soberbias. Toda gloria semejante es mala. James 4:17 El pecado, pues, está en aquel que sabe hacer lo bueno, y no lo hace. James 5:0 James 5:1 Ea ya ahora, ricos, llorád aullando por causa de las miserias que os han de sobrevenir. James 5:2 Vuestras riquezas están podridas; y vuestras ropas están roidas de la polilla. James 5:3 Vuestro oro y vuestra plata están orinecidos, y el orín de ellos será testimonio contra vosotros, y comerá del todo vuestras carnes como fuego: habéis allegado tesoro para en los postreros días. James 5:4 He aquí, el jornal de los obreros que han segado vuestras tierras, (el cual por engaño no les ha sido pagado de vosotros,) clama; y los clamores de los que habían segado han entrado en el oído del Señor de los ejércitos. James 5:5 Habéis vivido en deleites sobre la tierra, y sido disolutos, y habéis cebado vuestros corazones como en un día de matanza. James 5:6 Habéis condenado y muerto al justo, y él no os resiste. James 5:7 Por tanto, hermanos, sed pacientes hasta la venida del Señor. He aquí, el labrador espera el precioso fruto de la tierra, esperando pacientemente, hasta que reciba la lluvia temprana y tardía. James 5:8 Sed pues también vosotros pacientes, y fortificád vuestros corazones; porque la venida del Señor se acerca. James 5:9 Hermanos, no gimáis unos contra otros, porque no seáis condenados: He aquí, el juez está delante de la puerta. James 5:10 Hermanos míos, tomád por ejemplo de sufrir el mal, y de paciencia, a los profetas que hablaron en el nombre del Señor. James 5:11 He aquí, tenemos por bienaventurados a los que sufren. Vosotros habéis oído de la paciencia de Job, y habéis visto el fin del Señor, que el Señor es muy misericordioso y piadoso. James 5:12 Empero, hermanos míos, ante todas cosas no juréis, ni por el cielo, ni por la tierra, ni por otro cualquier juramento; mas vuestro Sí, sea Sí; y vuestro No, No; porque no caigáis en condenación. James 5:13 ¿Está alguno entre vosotros afligido? haga oración. ¿Está alguno alegre entre vosotros? salmodie. James 5:14 ¿Está alguno enfermo entre vosotros? llame a los ancianos de la iglesia, y oren sobre él, ungiéndole con aceite en el nombre del Señor; James 5:15 Y la oración de fe hará salvo al enfermo, y el Señor le aliviará; y si estuviere en pecados, le serán perdonados. James 5:16 Confesáos vuestras faltas unos a otros, y rogád los unos por los otros, para que seáis sanos. La oración eficaz del justo puede mucho. James 5:17 Elías era hombre sujeto a semejantes pasiones que nosotros, y rogó con oración que no lloviese, y no llovió sobre la tierra por tres años, y seis meses. James 5:18 Y otra vez oró, y el cielo dio lluvia, y la tierra produjo su fruto. James 5:19 Hermanos, si alguno de entre vosotros errare de la verdad, y alguno le convirtiere, James 5:20 Sepa este tal que el que hubiere hecho convertir al pecador del error de su camino, salvará un alma de muerte, y cubrirá multitud de pecados.
I Peter 0:0
I Peter 1:0 I Peter 1:1 Pedro, apóstol de Jesu Cristo, a los extranjeros que están esparcidos en Ponto, en Galacia, en Capadocia, en Asia, y en Bitinia: I Peter 1:2 Elegidos según la presciencia de Dios el Padre, en santificación del Espíritu, para obedecer, y ser rociados con la sangre de Jesu Cristo: Gracia y paz os sea multiplicada. I Peter 1:3 Alabado sea el Dios y Padre de nuestro Señor Jesu Cristo, el cual según su grande misericordia nos ha reengendrado en esperanza viva, por la resurrección de Jesu Cristo de entre los muertos; I Peter 1:4 Para la herencia incorruptible, y que no puede contaminarse, ni marchitarse, conservada en los cielos para vosotros, I Peter 1:5 Que sois guardados en la virtud de Dios por medio de la fe, para alcanzar la salvación que está aparejada para ser manifestada en el postrimero tiempo. I Peter 1:6 En lo cual vosotros os regocijáis grandemente, estando al presente un poco de tiempo, si es necesario, afligidos en diversas tentaciones. I Peter 1:7 Para que la prueba de vuestra fe, muy más preciosa que el oro, (el cual perece, mas empero es probado con fuego,) sea hallada en alabanza, y gloria, y honra, cuando Jesu Cristo fuere manifestado: I Peter 1:8 Al cual no habiendo visto, le amáis: en el cual creyendo, aunque al presente no le veais, os alegráis con gozo inefable y lleno de gloria; I Peter 1:9 Recibiendo el fin de vuestra fe, que es, la salud de vuestras almas. I Peter 1:10 De la cual salud los profetas (que profetizaron de la gracia que había de venir en vosotros) han inquirido, y diligentemente buscado: I Peter 1:11 Escudriñando cuándo, y en qué punto de tiempo significaba el Espíritu de Cristo que estaba en ellos: el cual antes anunciaba las aflicciones que habían de venir a Cristo, y las glorias después de ellas: I Peter 1:12 A los cuales fue revelado, que no para sí mismos, sino para nosotros administraban las cosas, que ahora os son anunciadas de los que os han predicado el evangelio, por el Espíritu Santo enviado del cielo: en las cuales cosas desean mirar los ángeles. I Peter 1:13 Por lo cual teniendo los lomos de vuestro entendimiento ceñidos, y sobrios, esperád perfectamente en la gracia que se os ha de traer en la manifestación de Jesu Cristo: I Peter 1:14 Como hijos obedientes, no conformándoos con las concupiscencias que antes teníais estando en vuestra ignorancia; I Peter 1:15 Mas como aquel que os ha llamado es santo, semejantemente también vosotros sed santos en todo proceder; I Peter 1:16 Porque escrito está: Sed santos, porque yo soy santo. I Peter 1:17 Y si invocáis por Padre a aquel que sin acepción de personas juzga según la obra de cada uno, conversád en temor todo el tiempo de vuestra peregrinación: I Peter 1:18 Sabiendo que habéis sido rescatados de vuestra vana conversación, (la cual recibisteis de vuestros padres,) no con cosas corruptibles, como oro o plata; I Peter 1:19 Mas con la sangre preciosa de Cristo, como de un cordero sin mancha, y sin contaminación: I Peter 1:20 Ya preordinado ciertamente de antes de la fundación del mundo, pero manifestado en los postrimeros tiempos por amor de vosotros, I Peter 1:21 Que por medio de él creeis en Dios, el cual le resucitó de entre los muertos, y le ha dado gloria, para que vuestra fe y esperanza sea en Dios: I Peter 1:22 Habiendo purificado vuestras almas en la obediencia de la verdad, por medio del Espíritu, para un amor hermanable, sin fingimiento amáos unos a otros entrañablemente de corazón puro: I Peter 1:23 Siendo renacidos, no de simiente corruptible, sino de incorruptible, por la palabra del Dios viviente, y que permanece para siempre. I Peter 1:24 Porque toda carne es como yerba, y toda la gloria del hombre como la flor de la yerba: la yerba se secó, y la flor se cayó; I Peter 1:25 Mas la palabra del Señor permanece perpetuamente: y esta es la palabra que por el evangelio os ha sido evangelizada. I Peter 2:0 I Peter 2:1 Por lo que desechando toda malicia, y todo engaño, y fingimientos, y envidias, y toda habla mala, I Peter 2:2 Como niños recién nacidos, deseád ardientemente la leche no adulterada de la palabra, para que por ella crezcáis: I Peter 2:3 Si empero habéis gustado que el Señor es benigno. I Peter 2:4 Al cual allegándoos, como a la piedra viva, reprobada cierto de los hombres, empero elegida de Dios, y preciosa, I Peter 2:5 Vosotros también, como piedras vivas, sed edificados para ser una casa espiritual, un sacerdocio santo, para ofrecer sacrificios espirituales, agradables a Dios por medio de Jesu Cristo. I Peter 2:6 Por lo cual también contiene la Escritura: He aquí, yo pongo en Sión la principal piedra del ángulo, escogida, preciosa; y el que creyere en él no será confundido. I Peter 2:7 Para vosotros pues que creeis él es precioso; mas para los desobedientes, la piedra que los edificadores reprobaron, esta fue hecha la cabeza del ángulo, I Peter 2:8 Y piedra de tropiezo, y roca de escándalo, a aquellos que tropiezan en la palabra, siendo desobedientes; a lo que también fueron destinados. I Peter 2:9 Mas vosotros sois el linaje elegido, el real sacerdocio, nación santa, pueblo ganado, para que anuncieis las virtudes de aquel que os ha llamado de las tinieblas a su luz admirable: I Peter 2:10 Vosotros, que en el tiempo pasado eráis no pueblo, mas ahora sois pueblo de Dios, que en el tiempo pasado no habíais alcanzado misericordia, mas ahora habéis ya alcanzado misericordia. I Peter 2:11 Amados, yo os ruego, como a extranjeros y caminantes, os abstengáis de los deseos carnales, que batallan contra el alma, I Peter 2:12 Y tengáis vuestra conversación honesta entre los Gentiles; para que en lo que ellos murmuran de vosotros como de malhechores, glorifiquen a Dios en el día de la visitación, estimándoos por las buenas obras. I Peter 2:13 Sed pues sujetos a toda ordenación humana por causa del Señor: ahora sea a rey, como a superior: I Peter 2:14 Ahora a los gobernadores, como enviados por él, para venganza de los malhechores, y para loor de los que hacen bien. I Peter 2:15 Porque esta es la voluntad de Dios, que haciendo bien, embozaléis la ignorancia de los hombres vanos: I Peter 2:16 Como estando en libertad, y no como teniendo la libertad por cobertura de malicia, sino como siervos de Dios. I Peter 2:17 Honrád a todos. Amád la fraternidad. Teméd a Dios. Honrád al rey. I Peter 2:18 Vosotros, siervos, sed sujetos con todo temor a vuestros señores; no solamente a los buenos y humanos, mas aun también a los rigurosos. I Peter 2:19 Porque esto es agradable, si alguno a causa de la conciencia, que tiene delante de Dios, sufre molestias, padeciendo injustamente. I Peter 2:20 Porque ¿qué gloria es, si pecando vosotros sois abofeteados, y lo sufrís? empero si haciendo bien, sois afligidos, y lo sufrís, esto es cierto agradable delante de Dios. I Peter 2:21 Porque para esto fuisteis llamados, pues que también Cristo padeció por nosotros, dejándonos un modelo, para que vosotros sigáis sus pisadas. I Peter 2:22 El cual no hizo pecado, ni fue hallado engaño en su boca: I Peter 2:23 El cual maldiciéndole, no tornaba a maldecir; y cuando padecía, no amenazaba; sino que remitía su causa al que juzga justamente. I Peter 2:24 El mismo que llevó nuestros pecados en su cuerpo sobre el madero, para que nosotros siendo muertos a los pecados, viviésemos a la justicia. Por las heridas del cual habéis sido sanados. I Peter 2:25 Porque vosotros eráis como ovejas descarriadas; mas ahora sois ya convertidos al Pastor, y Obispo de vuestras almas. I Peter 3:0 I Peter 3:1 Semejantemente vosotras mujeres, sed sujetas a vuestros maridos; para que si también algunos no creen a la palabra, sean ganados sin palabra por la conversación de las mujeres: I Peter 3:2 Considerando vuestra casta conversación, que es con reverencia. I Peter 3:3 La compostura de las cuales, no sea exterior con encrespamiento de cabellos, y atavío de oro, ni en composición de ropas; I Peter 3:4 Mas el hombre del corazón que está encubierto sea sin toda corrupción, y de espíritu agradable, y pacífico, lo cual es de grande estima delante de Dios. I Peter 3:5 Porque así también se ataviaban en el tiempo antiguo aquellas santas mujeres que esperaban en Dios, estando sujetas a sus propios maridos: I Peter 3:6 Al modo que Sara obedecía a Abraham, llamándole señor: de la cual vosotras sois hechas hijas, haciendo bien, y no siendo amedrentadas de ningún pavor. I Peter 3:7 Vosotros maridos semejantemente cohabitád con ellas según ciencia, dando honor a la mujer, como a vaso más frágil, y como a herederas juntamente de la gracia de vida; para que vuestras oraciones no sean impedidas. I Peter 3:8 Y finalmente sed todos de un consentimiento, de una afección, amándoos hermanablemente, misericordiosos, amigables, I Peter 3:9 No volviendo mal por mal, ni maldición por maldición, sino antes por el contrario, bendiciendo: sabiendo que para esto vosotros fuisteis llamados, para que poseáis en herencia bendición. I Peter 3:10 Porque el que quiere amar la vida, y ver los días buenos, refrene su lengua de mal, y sus labios no hablen engaño. I Peter 3:11 Apártese del mal, y haga bien: busque la paz, y sígala. I Peter 3:12 Porque los ojos del Señor están sobre los justos, y sus oídos atentos a sus oraciones: el rostro del Señor está sobre aquellos que hacen mal. I Peter 3:13 ¿Y quién es aquel que os podrá empecer, si fueseis imitadores del bueno? I Peter 3:14 Mas también si alguna cosa padecéis por amor a la justicia, sois bienaventurados. Por tanto no temáis por el temor de aquellos, y no seáis turbados; I Peter 3:15 Mas santificád al Señor Dios en vuestros corazones; y estád siempre aparejados para responder a cada uno que os demanda razón de la esperanza que está en vosotros; y esto con mansedumbre y reverencia; I Peter 3:16 Teniendo buena conciencia, para que en lo que dicen mal de vosotros como de malhechores, sean confundidos los que calumnian vuestro buen proceder en Cristo. I Peter 3:17 Porque mejor es que padezcáis haciendo bien, (si la voluntad de Dios así lo quiere,) que no haciendo mal. I Peter 3:18 Porque también Cristo padeció una vez por los pecados, el justo por los injustos, para llevarnos a Dios, mortificado a la verdad en la carne, pero vivificado por el Espíritu. I Peter 3:19 En el cual también fue, y predicó a los espíritus que estaban en cárcel: I Peter 3:20 Los cuales en el tiempo pasado fueron desobedientes, cuando una vez se esperaba la paciencia de Dios, en los días de Noé, cuando se aparejaba el arca, en la cual pocas, es a saber, ocho personas, fueron salvas por agua. I Peter 3:21 A la figura de la cual el bautismo, que ahora corresponde, nos salva a nosotros también, (no quitando las inmundicias de la carne, mas dando testimonio de buena conciencia delante de Dios,) por medio de la resurrección de Jesu Cristo: I Peter 3:22 El cual, siendo subido al cielo, está a la diestra de Dios: a quien están sujetos los ángeles, y las potestades, y virtudes. I Peter 4:0 I Peter 4:1 Pues que Cristo ha padecido por nosotros en la carne, vosotros también estád armados del mismo pensamiento: que el que ha padecido en la carne, cesó de pecado; I Peter 4:2 Para que ya el tiempo que queda en carne, viva, no a las concupiscencias de los hombres, sino a la voluntad de Dios. I Peter 4:3 Porque nos debe bastar que el tiempo pasado de nuestra vida hayamos hecho la voluntad de los Gentiles, cuando conversábamos en lujurias, en concupiscencias, en embriagueces, en glotonerías, en beberes, y en abominables idolatrías. I Peter 4:4 En lo cual les parece cosa extraña de que vosotros no corráis juntamente con ellos en el mismo desenfrenamiento de disolución, ultrajándoos: I Peter 4:5 Los cuales darán cuenta al que está aparejado para juzgar los vivos y los muertos. I Peter 4:6 Porque por esto ha sido predicado también el evangelio a los muertos; para que sean juzgados según los hombres en la carne, mas vivan según Dios en el espíritu. I Peter 4:7 Mas el fin de todas las cosas se acerca. Sed pues templados, y velád en oración. I Peter 4:8 Y sobre todo tenéd entre vosotros ferviente caridad; porque la caridad cubrirá la multitud de pecados. I Peter 4:9 Hospedáos amorosamente los unos a los otros sin murmuraciones. I Peter 4:10 Cada uno según el don que ha recibido, adminístrelo a los otros, como buenos dispensadores de las diferentes gracias de Dios. I Peter 4:11 Si alguno habla, hable conforme a los oráculos de Dios: si alguno ministra, ministre conforme a la virtud que Dios da: para que en todas cosas sea Dios glorificado por medio de Jesu Cristo, al cual es gloria, e imperio para siempre jamás. Amén. I Peter 4:12 Carísimos, no os maravilléis cuando sois examinados por fuego, (lo cual se hace para vuestra prueba,) como si alguna cosa peregrina os aconteciese; I Peter 4:13 Mas antes, en que sois participantes de las aflicciones de Cristo, regocijáos; para que también en la revelación de su gloria os regocijéis saltando de gozo. I Peter 4:14 Si sois vituperados por el nombre de Cristo, sois bienaventurados; porque el Espíritu de gloria, y de Dios reposa sobre vosotros. Cierto según ellos él es blasfemado, mas según vosotros es glorificado. I Peter 4:15 Así que no sea ninguno de vosotros afligido como homicida, o ladrón, o malhechor, o explorador de lo ajeno. I Peter 4:16 Pero si alguno es afligido como Cristiano, no se avergüence, antes glorifique a Dios en esta parte. I Peter 4:17 Porque ya es tiempo que el juicio comience por la casa de Dios; y si primero comienza por nosotros, ¿qué fin será el de aquellos que no obedecen al evangelio de Dios? I Peter 4:18 Y si el justo es dificultosamente salvo, ¿adónde parecerá el infiel, y el pecador? I Peter 4:19 Por lo que, aun los que son afligidos según la voluntad de Dios, encomiéndenle sus almas, haciendo bien, como a su fiel Creador. I Peter 5:0 I Peter 5:1 Yo ruego a los ancianos que están entre vosotros, (yo anciano también con ellos, y testigo de las aflicciones de Cristo, que soy también participante de la gloria que ha de ser revelada:) I Peter 5:2 Apacentád el rebaño de Dios que está entre vosotros, teniendo cuidado de él, no por fuerza, mas voluntariamente: no por ganancia deshonesta, sino de un ánimo pronto; I Peter 5:3 Y no como teniendo señorío sobre las herencias de Dios, sino de tal manera que seáis dechados de la grey. I Peter 5:4 Y cuando apareciere el Príncipe de los pastores, vosotros recibiréis la corona inmarcesible de gloria. I Peter 5:5 Semejantemente vosotros los jóvenes, sed sujetos a los ancianos, de tal manera que seáis todos sujetos uno a otro. Vestíos de humildad de ánimo; porque Dios resiste a los soberbios, y da gracia a los humildes. I Peter 5:6 Humilláos pues debajo de la poderosa mano de Dios, para que él os ensalce cuando fuere tiempo: I Peter 5:7 Echando toda vuestra solicitud en él; porque él tiene cuidado de vosotros. I Peter 5:8 Sed templados, y velád; porque vuestro adversario el diablo anda como león bramando en derredor de vosotros, buscando alguno que trague: I Peter 5:9 Al cual resistíd firmes en la fe, sabiendo que las mismas aflicciones han de ser cumplidas en la compañía de vuestros hermanos que están en el mundo. I Peter 5:10 Mas el Dios de toda gracia, que nos ha llamado a su gloria eterna por Jesu Cristo, después que hubiereis un poco de tiempo padecido, el mismo os perfeccione, confirme, corrobore, y establezca: I Peter 5:11 A él la gloria, y el imperio para siempre. Amén. I Peter 5:12 Por Silvano que os es (según yo pienso) hermano fiel, os he escrito brevemente, amonestándoos, y testificándoos, que ésta es la verdadera gracia de Dios, en la cual estáis. I Peter 5:13 La iglesia que está en Babilonia, juntamente elegida con vosotros, se os encomienda, y Márcos mi hijo. I Peter 5:14 Saludáos unos a otros con beso de amor. Paz a vosotros todos, los que estáis en Cristo Jesús. Amén.
II Peter 0:0
II Peter 1:0 II Peter 1:1 Simón Pedro, siervo y apóstol de Jesu Cristo, a los que han alcanzado fe igualmente preciosa con nosotros en la justicia de nuestro Dios y Salvador Jesu Cristo. II Peter 1:2 Gracia y paz os sean multiplicadas en el conocimiento de Dios, y de Jesús nuestro Señor: II Peter 1:3 Como todas las cosas que pertenecen a la vida y a la piedad, nos sean dadas de su divina potencia, por medio del conocimiento de aquel que nos ha llamado por su gloria y virtud, II Peter 1:4 Por las cuales nos son dadas preciosas y grandísimas promesas; para que por ellas fueseis hechos participantes de la naturaleza divina, habiendo huido de la corrupción que está en el mundo por concupiscencia. II Peter 1:5 Vosotros también, poniendo toda diligencia en esto mismo, mostrád en vuestra fe virtud; y en la virtud ciencia; II Peter 1:6 Y en la ciencia templaza; y en la templaza paciencia; y en la paciencia temor de Dios; II Peter 1:7 Y en el temor de Dios amor hermanable; y en el amor hermanable caridad. II Peter 1:8 Porque si en vosotros hay estas cosas, y abundan, no os dejarán estar ociosos, ni estériles en el conocimiento de nuestro Señor Jesu Cristo. II Peter 1:9 Empero el que no tiene estas cosas es ciego, y no puede ver de lejos, estando olvidado de la purgación de sus antiguos pecados. II Peter 1:10 Por lo cual, hermanos, tanto más trabajád de hacer firme vuestra vocación y elección; porque haciendo estas cosas, no caeréis jamás. II Peter 1:11 Porque de esta manera os será abundantemente administrada la entrada en el reino eterno de nuestro Señor y Salvador Jesu Cristo. II Peter 1:12 Por lo cual yo no me descuidaré de recordaros siempre estas cosas, aunque vosotros las sepáis, y estéis confirmados en la verdad presente. II Peter 1:13 Porque tengo por justo, (en tanto que estoy en este tabernáculo,) de excitaros por medio de recordamientos: II Peter 1:14 Sabiendo que brevemente tengo de dejar éste mi tabernáculo, como nuestro Señor Jesu Cristo me ha declarado. II Peter 1:15 También yo procuraré con diligencia, que después de mi fallecimiento vosotros podáis tener siempre memoria de estas cosas. II Peter 1:16 Porque nosotros no os habemos dado a conocer el poder y la venida de nuestro Señor Jesu Cristo, siguiendo fábulas por arte compuestas; sino como habiendo con nuestros propios ojos visto su majestad. II Peter 1:17 Porque él había recibido de Dios Padre honra y gloria, cuando una tal voz fue a él enviada de la magnífica gloria: Este es el amado Hijo mío, en el cual yo me he agradado. II Peter 1:18 Y nosotros oímos esta voz enviada del cielo, cuando estábamos juntamente con él en el monte santo. II Peter 1:19 Tenemos también la palabra profética más firme: a la cual hacéis bien de estar atentos como a una candela que alumbra en un lugar oscuro, hasta que el día esclarezca, y el lucero de la mañana salga en vuestros corazones: II Peter 1:20 Entendiendo primero esto, que ninguna profecía de la Escritura es de privado desatamiento. II Peter 1:21 Porque la profecía no fue en los tiempos pasados traída por voluntad humana; mas los santos hombres de Dios hablaron, siendo inspirados del Espíritu Santo. II Peter 2:0 II Peter 2:1 Empero hubo también falsos profetas entre el pueblo, así como habrá entre vosotros falsos enseñadores, que introducirán encubiertamente herejías de perdición, y negarán al Señor que los rescató, trayendo sobre sí mismos acelerada perdición. II Peter 2:2 Y muchos seguirán sus perdiciones: por los cuales el camino de la verdad será blasfemado; II Peter 2:3 Y por avaricia harán mercadería de vosotros con palabras fingidas: sobre los cuales la condenación ya de largo tiempo no se tarda, y su perdición no se duerme. II Peter 2:4 Porque ¿cómo escaparán ellos? pues no perdonó Dios a los ángeles que habían pecado, mas antes habiéndolos despeñado en el tártaro con cadenas de oscuridad, los entregó para ser reservados al juicio; II Peter 2:5 Y pues no perdonó al mundo viejo, mas antes preservó a Noé, la octava persona, pregonero de justicia, y trajo el diluvio al mundo de malvados; II Peter 2:6 Y si condenó por destrucción las ciudades de Sodoma, y de Gomorra, tornándolas en ceniza, y poniéndolas por ejemplo a los que habían de vivir impíamente; II Peter 2:7 Y libró al justo Lot, el cual era perseguido de los abominables por la nefanda conversación de ellos: II Peter 2:8 (Porque este justo de vista y de oídos, morando entre ellos, afligía cada día su alma justa con los hechos de aquellos injustos:) II Peter 2:9 Sabe el Señor librar de tentación a los piadosos, y reservar a los injustos para ser atormentados en el día del juicio: II Peter 2:10 Y principalmente aquellos, que siguiendo la carne, andan en concupiscencia de inmundicia, y menosprecian las potestades: siendo atrevidos, contumaces, que no temen de decir mal de las dignidades: II Peter 2:11 Como quiera que los mismos ángeles, que son mayores en fuerza y en potencia, no pronuncian juicio de maldición contra ellas delante del Señor. II Peter 2:12 Mas estos diciendo mal de las cosas que no entienden, (como bestias brutas, que naturalmente son hechas para presa y destrucción,) perecerán enteramente en su propia corrupción, II Peter 2:13 Recibiendo el galardón de su injusticia, reputando por deleite poder gozar de deleites cada día: estos son suciedades y manchas, los cuales comiendo con vosotros, juntamente se recrean en sus propios errores: II Peter 2:14 Teniendo los ojos llenos de la adúltera, y no saben cesar de pecar: cebando las almas inconstantes, teniendo el corazón ejercitado en codicias, siendo hijos de maldición: II Peter 2:15 Que dejando el camino derecho han errado, habiendo seguido el camino de Balaam, el hijo de Bosor, el cual amó el premio de la maldad; II Peter 2:16 Mas recibió reprensión por su misma transgresión: la muda bestia, hablando en voz de hombre, refrenó la locura del profeta. II Peter 2:17 Estos son fuentes sin agua, nubes traídas de torbellino de viento; para los cuales está guardada eternamente la oscuridad de las tinieblas. II Peter 2:18 Porque hablando arrogantes palabras de vanidad, ceban con las concupiscencias de la carne en disoluciones a los que verdaderamente habían huido de los que conversan en error: II Peter 2:19 Prometiéndoles libertad, siendo ellos mismos siervos de corrupción. Porque el que es de alguno vencido, es sujeto a la servidumbre del que le venció. II Peter 2:20 Porque si habiéndose ellos apartado de las contaminaciones del mundo, por el conocimiento del Señor y Salvador Jesu Cristo, y otra vez envolviéndose en ellas, son vencidos, sus postrimerías les son hechas peores que los principios. II Peter 2:21 Por lo que mejor les hubiera sido no haber conocido el camino de la justicia, que después de haberlo conocido, tornarse atrás del santo mandamiento que les fue dado. II Peter 2:22 Empero les ha acontecido lo que por un verdadero proverbio se suele decir: El perro es vuelto a su vómito, y la puerca lavada es tornada al revolcadero del cieno. II Peter 3:0 II Peter 3:1 Carísimos, yo os escribo ahora esta segunda carta, en las que despierto con exhortación vuestro limpio entendimiento: II Peter 3:2 Para que tengáis memoria de las palabras que antes han sido dichas por los santos profetas, y de nuestro mandamiento, que somos apóstoles del Señor y Salvador: II Peter 3:3 Sabiendo primero esto, que en los postrimeros días vendrán burladores, andando según sus propias concupiscencias, II Peter 3:4 Y diciendo: ¿En dónde está la promesa del advenimiento de él? Porque desde el tiempo en que los padres se durmieron, todas las cosas perseveran así como desde el principio de la creación. II Peter 3:5 Porque ellos ignoran esto voluntariamente, que los cielos fueron en el tiempo antiguo, y la tierra que por agua y en agua está asentada por la palabra de Dios: II Peter 3:6 Por lo cual el mundo de entonces pereció anegado por agua. II Peter 3:7 Empero los cielos que son ahora, y la tierra, son conservados por la misma palabra, guardados para el fuego en el día del juicio, y de la perdición de los hombres impíos. II Peter 3:8 Mas, oh amados, no ignoréis una cosa, y es, que un día delante del Señor es como mil años, y mil años son como un día. II Peter 3:9 El Señor no tarda su promesa, como algunos la tienen por tardanza; empero es paciente para con nosotros, no deseando que ninguno perezca, sino que todos vengan al arrepentimiento. II Peter 3:10 Mas el día del Señor vendrá como ladrón en la noche, en el cual los cielos pasarán con grande estruendo, y los elementos ardiendo serán deshechos, y la tierra, y las obras que en ella haya, serán enteramente quemadas. II Peter 3:11 Pues como sea así que todas estas cosas han de ser deshechas, ¿qué tales conviene que vosotros seáis en santo proceder y en piedades, II Peter 3:12 Esperando, y apresurándoos para el advenimiento del día de Dios, en el cual los cielos siendo encendidos, serán deshechos, y los elementos siendo abrasados, se fundirán? II Peter 3:13 Pero esperamos cielos nuevos, y tierra nueva, según sus promesas, en los cuales mora la justicia. II Peter 3:14 Por lo cual, oh amados, estando en esperanza de estás cosas, procurád con diligencia que seáis de él hallados sin mácula, y sin reprensión en paz. II Peter 3:15 Y tenéd por cierto que la larga paciencia de nuestro Señor es para salud, así como también nuestro amado hermano Pablo, según la sabiduría que le ha sido dada, os ha escrito; II Peter 3:16 Como también en todas sus epístolas hablando en ellas de estas cosas; entre las cuales hay algunas difíciles de entender, las cuales los indoctos e inconstantes tuercen, como también las otras Escrituras, para perdición de sí mismos. II Peter 3:17 Así que vosotros, oh amados, pues estáis amonestados, guardáos que por el error de los abominables no seáis juntamente con los otros engañados, y caigáis de vuestra propia firmeza. II Peter 3:18 Mas crecéd en la gracia, y en el conocimiento de nuestro Señor y Salvador Jesu Cristo. A él sea gloria ahora, y hasta el día de la eternidad. Amén.
I John 0:0
I John 1:0 I John 1:1 Lo que era desde el principio, lo que hemos oído, lo que hemos visto con nuestros ojos, lo que hemos mirado, y nuestras manos han tocado, del Verbo de vida: I John 1:2 (Porque la vida fue manifestada; y lo vimos, y testificamos, y os anunciamos la vida eterna, la cual estaba con el Padre, y se nos ha manifestado:) I John 1:3 Lo que hemos visto y oído, eso os anunciamos para que también vosotros tengáis comunión con nosotros, y nuestra comunión verdaderamente es con el Padre, y con su Hijo Jesu Cristo. I John 1:4 Y estas cosas os escribimos, para que vuestro gozo sea cumplido. I John 1:5 Pues éste es el mensaje que hemos oído de él mismo, y que os anunciamos a vosotros: Que Dios es luz, y no hay ningunas tinieblas en él. I John 1:6 Si nosotros dijéremos que tenemos comunión con él, y andamos en tinieblas, mentimos, y no hacemos la verdad. I John 1:7 Mas si andamos en la luz, como él está en la luz, tenemos comunión los unos con los otros, y la sangre de Jesu Cristo su Hijo nos limpia de todo pecado. I John 1:8 Si dijéremos que no tenemos pecado, engañámonos a nosotros mismos, y no hay verdad en nosotros. I John 1:9 Si confesamos nuestros pecados, él es fiel y justo para que nos perdone nuestros pecados, y nos limpie de toda maldad. I John 1:10 Si dijéremos que no hemos pecado, le hacemos a él mentiroso, y su palabra no está en nosotros. I John 2:0 I John 2:1 Hijitos míos, estas cosas os escribo, para que no pequéis; y si alguno hubiere pecado, un abogado tenemos para con el Padre, a Jesu Cristo el Justo: I John 2:2 Y él es la propiciación por nuestros pecados; y no solamente por los nuestros, mas también por los de todo el mundo. I John 2:3 Y por esto sabemos que nosotros le hemos conocido, si guardamos sus mandamientos. I John 2:4 El que dice: Yo le he conocido, y no guarda sus mandamientos, el tal es mentiroso, y no hay verdad en él. I John 2:5 Mas el que guarda su palabra, el amor de Dios es verdaderamente perfecto en él: por esto sabemos que estamos en él. I John 2:6 El que dice que está en él, debe andar como él anduvo. I John 2:7 Hermanos, no os escribo un mandamiento nuevo, sino el mandamiento antiguo, que habéis tenido desde el principio: el mandamiento antiguo es la palabra que habéis oído desde el principio. I John 2:8 Otra vez os escribo un mandamiento nuevo, que es la verdad en él, y en vosotros; porque las tinieblas están pasando, y la verdadera luz ya alumbra. I John 2:9 El que dice que está en la luz, y aborrece a su hermano, el tal aun está en tinieblas todavía. I John 2:10 El que ama a su hermano, está en la luz, y no hay escándalo en él. I John 2:11 Empero el que aborrece a su hermano, está en tinieblas, y anda en tinieblas, y no sabe donde se va; porque las tinieblas le han cegado los ojos. I John 2:12 Hijitos, os escribo que vuestros pecados os son perdonados por causa de su nombre. I John 2:13 Padres, os escribo que habéis conocido a aquel que es desde el principio. Mancebos, os escribo que habéis vencido al maligno. Hijitos, os escribo que habéis conocido al Padre. I John 2:14 Padres, os he escrito que habéis conocido al que es desde el principio. Mancebos, yo os escribí que sois fuertes, y que la palabra de Dios mora en vosotros, y que habéis vencido al maligno. I John 2:15 No améis al mundo, ni las cosas que están en el mundo. Si alguno ama al mundo, el amor del Padre no está en él. I John 2:16 Porque todo lo que hay en el mundo, que es concupiscencia de la carne, y concupiscencia de los ojos, y soberbia de la vida, no es del Padre, mas es del mundo. I John 2:17 Y el mundo se pasa, y su concupiscencia; mas el que hace la voluntad de Dios, permanece para siempre. I John 2:18 Hijitos, ya es la postrera hora; y como vosotros habéis oído que el anticristo ha de venir, así también al presente han comenzado a ser muchos anticristos, por lo cual sabemos que ya es la postrimera hora. I John 2:19 Ellos salieron de entre nosotros, mas no eran de nosotros; porque si fueran de nosotros, hubieran cierto permanecido con nosotros; empero esto es para que se manifestase que todos no son de nosotros. I John 2:20 Mas vosotros tenéis la unción del Santo, y conocéis todas las cosas. I John 2:21 No os he escrito, como si ignoraseis la verdad, mas como a los que la conocéis, y que ninguna mentira es de la verdad. I John 2:22 ¿Quién es mentiroso, sino el que niega que Jesús es el Cristo? éste es el anticristo, que niega al Padre, y al Hijo. I John 2:23 Cualquiera que niega al Hijo, este tal tampoco tiene al Padre. (Empero) cualquiera que confiesa al Hijo, tiene también al Padre. I John 2:24 Pues lo que habéis oído desde el principio, sea permaneciente en vosotros; porque si lo que habéis oído desde el principio fuere permaneciente en vosotros, también vosotros permaneceréis en el Hijo, y en el Padre. I John 2:25 Y esta es la promesa, la cual él nos prometió, que es vida eterna. I John 2:26 Estas cosas os he escrito tocante a los que os engañan. I John 2:27 Empero la unción que vosotros habéis recibido de él, mora en vosotros; y no tenéis necesidad que ninguno os enseñe; mas como la unción misma os enseña de todas cosas, y es verdadera, y no es mentira, así como os ha enseñado, perseverád en él. I John 2:28 Y ahora, hijitos, perseverád en él; para que cuando apareciere, tengamos confianza, y no seamos confundidos por él en su venida. I John 2:29 Si sabéis que él es justo, sabéd también que cualquiera que hace justicia, es nacido de él. I John 3:0 I John 3:1 Mirád cual amor nos ha dado el Padre, que seamos llamados hijos de Dios: por esto el mundo no nos conoce, porque no le conoce a él. I John 3:2 Amados míos, ahora somos nosotros los hijos de Dios, y aun no es manifestado lo que hemos de ser: empero sabemos que cuando él apareciere, seremos semejantes a él; porque le veremos como él es. I John 3:3 Y cualquiera que tiene esta esperanza en él se purifica a sí mismo, como él es puro. I John 3:4 Cualquiera que hace pecado, traspasa también la ley; porque el pecado es la transgresión de la ley. I John 3:5 Y sabéis que él apareció para quitar nuestros pecados, y no hay pecado en él. I John 3:6 Cualquiera que permanece en él, no peca: cualquiera que peca, no le ha visto, y no le ha conocido. I John 3:7 Hijitos, ninguno os engañe: el que hace justicia es justo, como él también es justo. I John 3:8 El que hace pecado, es del diablo; porque el diablo peca desde el principio. Para esto apareció el Hijo de Dios, para que deshaga las obras del diablo. I John 3:9 Cualquiera que es nacido de Dios, no hace pecado; porque su simiente mora en él; y no puede pecar, porque es nacido de Dios. I John 3:10 En esto son manifiestos los hijos de Dios, y los hijos del diablo: cualquiera que no hace justicia, y que no ama a su hermano, no es de Dios. I John 3:11 Porque éste es el mensaje que habéis oído desde el principio, que nos amemos unos a otros: I John 3:12 No como Caín, que era del maligno, y mató a su hermano. ¿Y por qué causa le mató? Porque sus obras eran malas, y las de su hermano eran justas. I John 3:13 Hermanos míos, no os maravilléis si el mundo os aborrece. I John 3:14 Nosotros sabemos que somos pasados de muerte a vida, en que amamos a los hermanos. El que no ama a su hermano, está en muerte. I John 3:15 Cualquiera que aborrece a su hermano, es homicida; y sabéis que ningún homicida tiene vida eterna permaneciente en sí. I John 3:16 En esto hemos conocido el amor de Dios, en que él puso su vida por nosotros, y nosotros debemos poner nuestras vidas por los hermanos. I John 3:17 Mas el que tuviere bienes de este mundo, y viere a su hermano tener necesidad, y le cerrare sus entrañas, ¿cómo es posible que permanezca el amor de Dios en él? I John 3:18 Hijitos míos, no amemos de palabra, ni de lengua; sino con obra y de verdad. I John 3:19 Y en esto conocemos que nosotros somos de la verdad, y persuadiremos nuestros corazones delante de él. I John 3:20 Porque si nuestro corazón nos reprende, mayor es Dios que nuestro corazón, y sabe todas las cosas. I John 3:21 Carísimos, si nuestro corazón no nos reprende, confianza tenemos en Dios; I John 3:22 Y cualquiera cosa que pidiéremos, la recibiremos de él; porque guardamos sus mandamientos, y hacemos las cosas que son agradables delante de él. I John 3:23 Y éste es su mandamiento: Que creamos en el nombre de su Hijo Jesu Cristo, y nos amemos unos a otros, como nos lo ha mandado. I John 3:24 Y el que guarda sus mandamientos, mora en él, y él en él. Y en esto sabemos que él mora en nosotros, por el Espíritu que nos ha dado. I John 4:0 I John 4:1 Amados, no creáis a todo espíritu; sino probád los espíritus si son de Dios. Porque muchos falsos profetas son salidos en el mundo. I John 4:2 En esto se conoce el Espíritu de Dios: Todo espíritu que confiesa que Jesu Cristo es venido en carne, es de Dios; I John 4:3 Y todo espíritu que no confiesa que Jesu Cristo es venido en carne, no es de Dios; y este tal espíritu es espíritu del anticristo, del cual vosotros habéis oído que ha de venir, y que ahora ya está en el mundo. I John 4:4 Hijitos, vosotros sois de Dios, y los habéis vencido; porque el que en vosotros está, es mayor que el que está en el mundo. I John 4:5 Ellos son del mundo, por eso hablan del mundo, y el mundo los oye. I John 4:6 Nosotros somos de Dios: el que conoce a Dios, es nuestro escuchador: el que no es de Dios, no nos presta oídos. Por esto conocemos el espíritu de verdad, y el espíritu de error. I John 4:7 Carísimos, amémonos unos a otros; porque el amor es de Dios. Y cualquiera que ama, es nacido de Dios, y conoce a Dios. I John 4:8 El que no ama, no conoce a Dios; porque Dios es amor. I John 4:9 En esto se mostró el amor de Dios en nosotros, en que Dios envió su Hijo unigénito al mundo, para que vivamos por él. I John 4:10 En esto consiste el amor, no que nosotros hayamos amado a Dios, sino que él nos amó a nosotros, y envió a su Hijo para ser propiciación por nuestros pecados. I John 4:11 Amados, si Dios nos ha así amado, debemos también nosotros amarnos los unos a los otros. I John 4:12 Ninguno vio jamás a Dios. Si nos amamos los unos a los otros, Dios está en nosotros, y su amor es perfecto en nosotros. I John 4:13 En esto conocemos que moramos en él, y él en nosotros, en que nos ha dado de su Espíritu. I John 4:14 Y nosotros hemos visto, y testificamos que el Padre ha enviado a su Hijo para ser Salvador del mundo. I John 4:15 Cualquiera que confesare que Jesús es el Hijo de Dios, Dios está en él, y él en Dios. I John 4:16 Y nosotros hemos conocido, y creído el amor que Dios tiene por nosotros. Dios es amor; y el que mora en amor mora en Dios, y Dios en él. I John 4:17 En esto es perfecto el amor con nosotros, para que tengamos confianza en el día del juicio, que cual él es, tales somos nosotros en este mundo. I John 4:18 En el amor no hay temor; mas el perfecto amor echa fuera el temor; porque el temor tiene castigo. De donde el que teme, no es perfecto en el amor. I John 4:19 Nosotros le amamos a él, porque él primero nos amó. I John 4:20 Si alguno dice: Yo amo a Dios, y aborrece a su hermano, es mentiroso. Porque el que no ama a su hermano, al cual ha visto, ¿cómo puede amar a Dios, que no ha visto? I John 4:21 Y nosotros tenemos este mandamiento de él: Que el que ama a Dios, ame también a su hermano. I John 5:0 I John 5:1 Todo aquel que cree que Jesús es el Cristo, es nacido de Dios; y cualquiera que ama al que ha engendrado, ama también al que es engendrado de él. I John 5:2 En esto conocemos que amamos a los hijos de Dios, cuando amamos a Dios, y guardamos sus mandamientos. I John 5:3 Porque éste es el amor de Dios, que guardemos sus mandamientos; y sus mandamientos no son graves. I John 5:4 Porque todo aquello que es nacido de Dios vence al mundo; y esta es la victoria que vence al mundo, es a saber, nuestra fe. I John 5:5 ¿Quién es el que vence al mundo, sino el que cree que Jesús es el Hijo de Dios? I John 5:6 Este es Jesu Cristo, que vino por agua y sangre: no por agua solamente, sino por agua y sangre. Y el Espíritu es el que da testimonio; porque el Espíritu es la verdad. I John 5:7 Porque tres son los que dan testimonio en el cielo, el Padre, el Verbo, y el Espíritu Santo; y estos tres son uno. I John 5:8 También son tres los que dan testimonio en la tierra, el espíritu, y el agua, y la sangre; y estos tres son uno. I John 5:9 Si recibimos el testimonio de los hombres, el testimonio de Dios es mayor; porque éste es el testimonio de Dios, que ha testificado de su Hijo. I John 5:10 El que cree en el Hijo de Dios, tiene el testimonio en sí mismo. El que no cree a Dios, ha hecho mentiroso a Dios; porque no ha creído en el testimonio que Dios ha testificado de su Hijo. I John 5:11 Y éste es el testimonio, es a saber, que Dios nos ha dado vida eterna, y que esta vida está en su Hijo. I John 5:12 El que tiene al Hijo, tiene la vida; el que no tiene al Hijo de Dios, no tiene vida. I John 5:13 Yo he escrito estas cosas a vosotros que creeis en el nombre del Hijo de Dios; para que sepáis que tenéis vida eterna, y para que creáis en el nombre del Hijo de Dios. I John 5:14 Y esta es la confianza que tenemos en él, que si demandáremos alguna cosa conforme a su voluntad, él nos oye. I John 5:15 Y si sabemos que él nos oye en cualquiera cosa que demandáremos, también sabemos que tenemos las peticiones que le hubiéremos demandado. I John 5:16 Si alguno viere pecar a su hermano pecado que no es de muerte, demandará a Dios, y él le dará vida; digo a los que pecan no de muerte. Hay pecado de muerte: por el cual yo no digo que ruegues. I John 5:17 Toda iniquidad es pecado; empero hay pecado que no es de muerte. I John 5:18 Bien sabemos que cualquiera que es nacido de Dios, no peca; mas el que es engendrado de Dios, se guarda a sí mismo, y el maligno no le toca. I John 5:19 Sabido tenemos que somos de Dios, y todo el mundo está puesto en el maligno. I John 5:20 Empero sabemos que el Hijo de Dios es venido, y nos ha dado entendimiento, para conocer al que es verdadero; y estamos en el verdadero, en su Hijo Jesu Cristo. Este es el verdadero Dios, y la vida eterna. I John 5:21 Hijitos, guardáos de los ídolos. Amén.
II John 0:0
II John 1:0 II John 1:1 El anciano a la señora elegida, y a sus hijos, a los cuales yo amo en verdad; y no solo yo, pero también todos los que han conocido la verdad; II John 1:2 Por causa de la verdad que mora en nosotros, y será perpetuamente con nosotros. II John 1:3 Será con vosotros gracia, misericordia, paz, de Dios el Padre, y del Señor Jesu Cristo, el Hijo del Padre, en verdad y amor. II John 1:4 Heme regocijado grandemente, porque he hallado de tus hijos que andan en la verdad, como nosotros habemos recibido el mandamiento del Padre. II John 1:5 Y al presente, señora, yo te ruego, (no como escribiéndote un nuevo mandamiento, sino aquel que nosotros hemos tenido desde el principio,) que nos amemos los unos a los otros. II John 1:6 Y éste es el amor, que andemos según sus mandamientos. Este es el mandamiento, como vosotros habéis oído desde el principio, que andéis en él. II John 1:7 Porque muchos engañadores son entrados en el mundo, los cuales no confiesan Jesu Cristo ser venido en carne. Este tal engañador es, y anticristo. II John 1:8 Mirád por vosotros mismos, porque no perdamos las cosas que habemos obrado, mas recibamos el galardón cumplido. II John 1:9 Cualquiera que se rebela, y no persevera en la doctrina de Cristo, no tiene a Dios: el que persevera en la doctrina de Cristo, el tal tiene tanto al Padre como al Hijo. II John 1:10 Si alguno viene a vosotros, y no trae esta doctrina, no le recibáis en vuestra casa, ni aun le saludéis. II John 1:11 Porque el que le saluda, comunica con sus malas obras. II John 1:12 Aunque tengo muchas cosas que escribiros, no las he querido escribir por papel y tinta; empero yo espero de venir a vosotros, y hablar con vosotros boca a boca, para que nuestro gozo sea cumplido. II John 1:13 Los hijos de tu hermana elegida te saludan. Amén.
III John 0:0
III John 1:0 III John 1:1 El anciano al bien amado Gayo, al cual yo amo en verdad. III John 1:2 Mi amado, yo deseo muy mucho que tú seas prosperado en todas cosas, y que tengas salud, así como tu alma está en prosperidad. III John 1:3 Porque yo me regocijé grandemente, cuando vinieron los hermanos, y dieron testimonio de tu verdad; como tú andas en la verdad. III John 1:4 Yo no tengo mayor gozo que estas cosas, y es de oír que mis hijos andan en la verdad. III John 1:5 Amado, fielmente haces todo lo que haces para con los hermanos, y con los extranjeros; III John 1:6 Los cuales han dado testimonio de tu amor en presencia de la iglesia: a los cuales si ayudares como conviene según Dios, harás bien. III John 1:7 Porque ellos son partidos por amor de su nombre, no tomando nada de los Gentiles. III John 1:8 Nosotros, pues, debemos recibir a los que son tales, para que seamos coadjutores de la verdad. III John 1:9 Yo he escrito a la iglesia; mas Diótrefes, que ama tener el primado entre ellos, no nos recibe. III John 1:10 Por esta causa si yo viniere, haré a la memoria las obras que hace, como parla con palabras maliciosas contra nosotros; y ni aun contento con estas cosas, no solo no recibe a los hermanos, pero aun prohibe a los que los quieren recibir, y los echa de la iglesia. III John 1:11 Amado, no imites lo que es malo, sino lo que es bueno. El que hace bien, es de Dios; mas el que hace mal, no ha visto a Dios. III John 1:12 Todos dan testimonio de Demetrio, y aun la misma verdad; y también nosotros damos testimonio, y vosotros sabéis que nuestro testimonio es verdadero. III John 1:13 Yo tenía muchas cosas que escribirte; empero no quiero escribirte con tinta y pluma. III John 1:14 Porque espero de verte en breve, y hablaremos boca a boca. Paz a ti. Los amigos te saludan. Saluda tú a los amigos por nombre.
Jude 0:0
Jude 1:0 Jude 1:1 Júdas, siervo de Jesu Cristo, y hermano de Jacobo, a los llamados, santificados en Dios el Padre, y conservados en Jesu Cristo: Jude 1:2 La misericordia, y la paz, y el amor os sean multiplicados. Jude 1:3 Amados, por la gran solicitud que tenía yo de escribiros tocante a la común salud, háme sido necesario escribiros, amonestándoos que os esforcéis a perseverar en la fe que ha sido una vez dada a los santos. Jude 1:4 Porque algunos hombres han encubiertamente entrado sin temor ni reverencia de Dios: los cuales desde mucho antes habían estado ordenados para esta condenación, convirtiendo la gracia de nuestro Dios en disolución, y negando a Dios, que solo es el que tiene dominio, y a nuestro Señor Jesu Cristo. Jude 1:5 Quiéroos, pues, traer a la memoria que una vez habéis sabido esto, que el Señor habiendo salvado al pueblo de la tierra de Egipto, después destruyó a los que no creían: Jude 1:6 Y que a los ángeles que no guardaron su origen, mas dejaron su propia habitación, los ha reservado debajo de oscuridad, en prisiones eternas, para el juicio del grande día. Jude 1:7 Así como Sodoma y Gomorra, y las ciudades comarcanas, las cuales de la misma manera que ellos habían fornicado, y habían seguido desenfrenadamente en pos de otra carne, fueron puestas por ejemplo, habiendo recibido la venganza del fuego eterno. Jude 1:8 Y semejantemente también, estos adormecidos inmundos ensucian su carne, y menosprecian la potestad, y ultrajan las glorias. Jude 1:9 Pues cuando el arcángel Miguel contendía con el diablo, disputando sobre el cuerpo de Moisés, no se atrevió a usar de juicio de maldición contra él, antes le dijo: El Señor te reprenda. Jude 1:10 Mas estos maldicen las cosas que no conocen; y las cosas que naturalmente conocen, se corrompen en ellas como animales sin razón. Jude 1:11 ¡Ay de ellos! porque han seguido el camino de Caín, y han venido a parar en el error del premio de Balaam, y perecieron en la contradicción de Coré. Jude 1:12 Estos son manchas en vuestros convites, que banquetean juntamente, apacentándose a sí mismos sin temor alguno: nubes sin agua, las cuales son llevadas de acá para allá de los vientos: árboles marchitos como en otoño, sin fruto, dos veces muertos, y desarraigados: Jude 1:13 Fieras ondas de la mar, que espuman sus mismas abominaciones: estrellas erráticas, a los cuales es reservada eternamente la oscuridad de las tinieblas. Jude 1:14 De los cuales también profetizó Enoc, que fue el séptimo desde Adam, diciendo: He aquí, el Señor es venido con sus santos millares; Jude 1:15 A hacer juicio contra todos, y a convencer a todos los impíos de entre ellos de todas sus malas obras, que han hecho infielmente, y de todas las palabras duras, que los pecadores infieles han hablado contra él. Jude 1:16 Estos son murmuradores querellosos, andando según sus concupiscencias, y su boca habla cosas soberbias, teniendo en admiración las personas por causa del provecho. Jude 1:17 Mas vosotros, amados, tenéd memoria de las palabras que de antes han sido dichas por los apóstoles de nuestro Señor Jesu Cristo; Jude 1:18 Como os decían, que en el postrer tiempo habría burladores, que andarían según sus malvados deseos. Jude 1:19 Estos son los que se separan a sí mismos, sensuales, no teniendo el Espíritu. Jude 1:20 Mas vosotros, oh amados, edificáos a vosotros mismos sobre vuestra santísima fe, orando en el Espíritu Santo. Jude 1:21 Conserváos a vosotros mismos en el amor de Dios, esperando la misericordia de nuestro Señor Jesu Cristo, para vida eterna. Jude 1:22 Y recibíd a los unos en piedad, discerniendo; Jude 1:23 Y hacéd salvos a los otros por temor, arrebatándolos del fuego; aborreciendo aun hasta la ropa que es contaminada de tocamiento de carne. Jude 1:24 A aquel, pues, que es poderoso para preservaros de tropezadura, y para presentaros delante de su gloria, irreprensibles con alegría excesiva, Jude 1:25 A Dios solo sabio Salvador nuestro, sea gloria y magnificencia, imperio y potencia, ahora, y en todos siglos. Amén.
Revelation of John 0:0
Revelation of John 1:0 Revelation of John 1:1 La revelación de Jesu Cristo, la cual Dios le dio para manifestar a sus siervos cosas que deben suceder presto; y la declaró, enviándola por su ángel a Juan su siervo; Revelation of John 1:2 El cual ha dado testimonio de la palabra de Dios, y del testimonio de Jesu Cristo, y de todas las cosas que vio. Revelation of John 1:3 Bienaventurado el que lee, y los que escuchan las palabras de la profecía, y guardan las cosas que en ella están escritas; porque el tiempo está cerca. Revelation of John 1:4 Juan, a las siete iglesias que están en Asia: Gracia a vosotros, y paz de aquel, que es, y que era, y que ha de venir; y de los siete espíritus que están delante de su trono; Revelation of John 1:5 Y de Jesu Cristo; que es el testigo fiel, el primogénito de entre los muertos, y el príncipe de los reyes de la tierra. Al que nos amó, y nos lavó de nuestros pecados en su misma sangre, Revelation of John 1:6 Y nos ha hecho reyes, y sacerdotes para Dios y su Padre: a él la gloria y el imperio para siempre jamás. Amén. Revelation of John 1:7 He aquí, viene con las nubes, y todo ojo le verá, y también los que le traspasaron; y todos los linajes de la tierra se lamentarán sobre él. Así es, Amén. Revelation of John 1:8 Yo soy el Alfa y la Omega, el principio y el fin, dice el Señor, que es, y que era, y que ha de venir, el Todopoderoso. Revelation of John 1:9 Yo Juan, vuestro hermano, y participante en la tribulación, y en el reino, y en la paciencia de Jesu Cristo, estaba en la isla que es llamada Pátmos, por la palabra de Dios, y por el testimonio de Jesu Cristo. Revelation of John 1:10 Yo fui en el Espíritu en día de Domingo, y oí detrás de mí una gran voz como de trompeta, Revelation of John 1:11 Que decía: Yo soy el Alfa y la Omega, el primero y el postrero: Escribe en un libro lo que ves, y envíalo a las siete iglesias que están en Asia, es a saber, a Efeso, y a Esmirna, y a Pergamo, y a Tiatira, y a Sárdis, y a Filadelfia, y a Laodicea. Revelation of John 1:12 Y volvíme para ver la voz que hablaba conmigo; y vuelto, ví siete candelabros de oro; Revelation of John 1:13 Y en medio de los siete candelabros de oro, uno semejante al Hijo del hombre vestido de una ropa que llegaba hasta los pies, y ceñido con una cinta de oro por los pechos; Revelation of John 1:14 Y su cabeza, y sus cabellos eran blancos como la lana blanca, tan blancos como la nieve; y sus ojos como llama de fuego; Revelation of John 1:15 Y sus pies semejantes al latón fino, ardientes como en un horno; y su voz como ruido de muchas aguas. Revelation of John 1:16 Y tenía en su mano derecha siete estrellas; y de su boca salía una espada afilada de dos filos, y su rostro era resplandeciente como el sol resplandece en su fuerza. Revelation of John 1:17 Y cuando yo le hube visto, caí como muerto a sus pies. Y él puso su diestra sobre mí, diciéndome: No temas, yo soy el primero, y el postrero; Revelation of John 1:18 Y el que vivo, y he sido muerto, y, he aquí, vivo por siglos de siglos, Amén; y tengo las llaves del infierno, y de la muerte. Revelation of John 1:19 Escribe las cosas que has visto, y las que son, y las que han de ser después de estas. Revelation of John 1:20 El misterio de las siete estrellas que has visto en mi diestra, y los siete candelabros de oro. Las siete estrellas, son los ángeles de las siete iglesias, y los siete candelabros que viste, son las siete iglesias. Revelation of John 2:0 Revelation of John 2:1 Escribe al ángel de la iglesia de Efeso: El que tiene las siete estrellas en su diestra, el cual anda en medio de los siete candelabros de oro, dice estas cosas: Revelation of John 2:2 Yo sé tus obras, y tu trabajo, y tu paciencia, y que tú no puedes sufrir los malos, y has probado a los que se dicen ser apóstoles, y no lo son, y los has hallado mentirosos. Revelation of John 2:3 Y has sufrido, y sufres, y has trabajado por causa de mi nombre, y no has desfallecido. Revelation of John 2:4 Pero tengo algo contra ti, porque has dejado tu primer amor. Revelation of John 2:5 Por lo cual ten memoria de donde has caído, y arrepiéntete, y haz las primeras obras; si no, vendré a ti prestamente, y quitaré tu candelabro de su lugar, si no te arrepintieres. Revelation of John 2:6 Empero tienes esto, que aborreces los hechos de los Nicolaitas, los cuales yo también aborrezco. Revelation of John 2:7 El que tiene oído, oiga lo que el Espíritu dice a las iglesias: Al que venciere, daré a comer del árbol de la vida, el cual está en medio del paraíso de Dios. Revelation of John 2:8 Y escribe al ángel de la iglesia de Esmirna: El primero y el postrero, que fue muerto, y vive, dice estas cosas: Revelation of John 2:9 Yo sé tus obras, y tu tribulación, y tu pobreza, (pero tú eres rico,) y la blasfemia de los que se dicen ser Judíos, y no lo son, sino que son la sinagoga de Satanás. Revelation of John 2:10 No tengas ningún temor de las cosas que has de padecer. He aquí, el diablo ha de arrojar algunos de vosotros a la cárcel, para que seáis probados; y tendréis tribulación de diez días. Sé fiel hasta la muerte, y yo te daré la corona de la vida. Revelation of John 2:11 El que tiene oído, oiga lo que el Espíritu dice a las iglesias: El que venciere, no será dañado de la segunda muerte. Revelation of John 2:12 Y escribe al ángel de la iglesia que está en Pergamo: El que tiene la espada afilada de dos filos, dice estas cosas: Revelation of John 2:13 Yo sé tus obras, y donde moras, que es en donde está la silla de Satanás; y tienes mi nombre, y no has negado mi fe, aun en los días en que fue Antipas mi testigo fiel, el cual ha sido muerto entre vosotros, donde Satanás mora. Revelation of John 2:14 Pero tengo unas pocas cosas contra ti; porque tú tienes ahí los que tienen la doctrina de Balaam, el cual enseñaba a Balaac a poner escándalo delante de los hijos de Israel, a comer de cosas sacrificadas a los ídolos, y a cometer fornicación. Revelation of John 2:15 Así también tú tienes a los que tienen la doctrina de los Nicolaitas, lo cual yo aborrezco. Revelation of John 2:16 Arrepiéntete; porque de otra manera vendré a ti prestamente, y pelearé contra ellos con la espada de mi boca. Revelation of John 2:17 El que tiene oído, oiga lo que el Espíritu dice a las iglesias: Al que venciere, daré a comer del maná escondido, y le daré una piedrecita blanca, y en la piedrecita un nombre nuevo escrito, el cual ninguno conoce, sino aquel que lo recibe. Revelation of John 2:18 Y escribe al ángel de la iglesia que está en Tiatira: El Hijo de Dios que tiene sus ojos como llama de fuego, y sus pies semejantes al latón fino, dice estas cosas: Revelation of John 2:19 Yo he conocido tus obras, y caridad, y servicio, y fe, y tu paciencia, y tus obras; y las postreras, que son muchas más que las primeras. Revelation of John 2:20 Empero tengo unas pocas cosas contra ti: que permites a Jezabel mujer (que se dice profetisa) enseñar, y seducir a mis siervos, a fornicar, y a comer cosas ofrecidas a los ídolos. Revelation of John 2:21 Y le he dado tiempo para que se arrepienta de su fornicación, y no se ha arrepentido. Revelation of John 2:22 He aquí, yo la arrojaré a un lecho, y a los que adulteran con ella, en muy grande tribulación, si no se arrepintieren de sus obras. Revelation of John 2:23 Y mataré sus hijos con muerte; y todas las iglesias sabrán, que yo soy el que escudriño los riñones, y los corazones; y daré a cada uno de vosotros según sus obras. Revelation of John 2:24 Pero yo digo a vosotros, y a los demás que estáis en Tiatira: Cualesquiera que no tienen esta doctrina, y que no han conocido las profundidades de Satanás, (como ellos dicen,) yo no enviaré sobre vosotros otra carga. Revelation of John 2:25 Empero la que ya tenéis, tenédla hasta que yo venga. Revelation of John 2:26 Y al que hubiere vencido, y hubiere guardado mis obras hasta el fin, yo le daré potestad sobre las naciones; Revelation of John 2:27 Y regirlas ha con vara de hierro, y serán quebrantadas como vaso de ollero, como también yo he recibido de mi Padre. Revelation of John 2:28 Y darle he la estrella de la mañana. Revelation of John 2:29 El que tiene oído, oiga lo que el Espíritu dice a las iglesias. Revelation of John 3:0 Revelation of John 3:1 Y escribe al ángel de la iglesia que está en Sárdis: El que tiene los siete Espíritus de Dios, y las siete estrellas, dice estas cosas: Yo conozco tus obras: que tienes nombre, que vives, y estás muerto. Revelation of John 3:2 Sé vigilante, y corrobora las cosas que restan, que están para morir; porque no he hallado tus obras perfectas delante de Dios. Revelation of John 3:3 Acuérdate pues de lo que has recibido, y has oído, y guárdalo, y arrepiéntete. Que si no velares, vendré a ti como ladrón, y no sabrás a qué hora vendré a ti. Revelation of John 3:4 Empero tienes unos pocos nombres aun en Sárdis, que no han ensuciado sus vestiduras, y andarán conmigo en vestiduras blancas; porque son dignos. Revelation of John 3:5 El que venciere, éste será vestido de vestiduras blancas; y no borraré su nombre del libro de la vida, antes confesaré su nombre delante de mi Padre, y delante de sus ángeles. Revelation of John 3:6 El que tiene oído, oiga lo que el Espíritu dice a las iglesias. Revelation of John 3:7 Y escribe al ángel de la iglesia que está en Filadelfia: El Santo y Verdadero, el que tiene la llave de David; el que abre, y ninguno cierra; el que cierra, y ninguno abre, dice estas cosas: Revelation of John 3:8 Yo conozco tus obras: he aquí, te he dado una puerta abierta delante de ti, y ninguno la puede cerrar; porque tú tienes una poquita de potencia, y has guardado mi palabra, y no has negado mi nombre. Revelation of John 3:9 He aquí, yo doy de la sinagoga de Satanás, los que se dicen ser Judíos, y no lo son, mas mienten: he aquí, yo los constreñiré a que vengan, y adoren delante de tus pies, y sepan que yo te he amado. Revelation of John 3:10 Porque has guardado la palabra de mi paciencia, yo también te guardaré de la hora de la tentación, que ha de venir sobre todo el universo mundo, para probar los que moran en la tierra. Revelation of John 3:11 Cata, que yo vengo prestamente: ten lo que tienes, para que ninguno tome tu corona. Revelation of John 3:12 Al que venciere, yo le haré columna en el templo de mi Dios, y nunca más saldrá fuera; y escribiré sobre él el nombre de mi Dios, y el nombre de la ciudad de mi Dios, que es la nueva Jerusalem, la cual desciende del cielo de mi Dios, y mi nombre nuevo. Revelation of John 3:13 El que tiene oído, oiga lo que el Espíritu dice a las iglesias. Revelation of John 3:14 Y escribe al ángel de la iglesia de los Laodicenses: Estas cosas dice el Amén, el testigo fiel y verdadero, el principio de la creación de Dios: Revelation of John 3:15 Yo conozco tus obras: que ni eres frío, ni caliente. Ojalá fueses frío, o hirviente; Revelation of John 3:16 Mas porque eres tibio, y no frío ni hirviente, yo te vomitaré de mi boca. Revelation of John 3:17 Porque tú dices: Yo soy rico, y soy enriquecido, y no tengo necesidad de ninguna cosa; y no conoces que tú eres cuitado, y miserable, y pobre, y ciego, y desnudo. Revelation of John 3:18 Yo te aconsejo que de mí compres oro afinado en el fuego, para que seas hecho rico; y vestiduras blancas, para que seas vestido, y que la vergüenza de tu desnudez no se descubra; y unge tus ojos con colirio, para que veas. Revelation of John 3:19 Yo reprendo y castigo a todos los que amo: sé pues zeloso, y arrepiéntete. Revelation of John 3:20 He aquí, que yo estoy parado a la puerta, y llamo: si alguno oyere mi voz, y me abriere la puerta, entraré a él, y cenaré con él, y él conmigo. Revelation of John 3:21 Al que venciere, yo le daré que se asiente conmigo en mi trono: así como yo también vencí, y me asenté con mi Padre en su trono. Revelation of John 3:22 El que tiene oreja, oiga lo que el Espíritu dice a las iglesias. Revelation of John 4:0 Revelation of John 4:1 Después de estas cosas miré, y he aquí una puerta abierta en el cielo; y la primera voz que oí era como de trompeta que hablaba conmigo; la cual dijo: Sube acá, y yo te mostraré las cosas que deben suceder después de estas. Revelation of John 4:2 Y al punto yo fui en el Espíritu; y, he aquí, un trono estaba puesto en el cielo, y sobre el trono estaba uno asentado. Revelation of John 4:3 Y el que estaba asentado, era al parecer semejante a una piedra de jaspe y de sardonia, y el arco del cielo estaba al derredor del trono semejante en el aspecto a la esmeralda. Revelation of John 4:4 Y al rededor del trono había veinte y cuatro sillas; y ví sobre las sillas veinte y cuatro ancianos sentados, vestidos de ropas blancas; y tenían sobre sus cabezas coronas de oro. Revelation of John 4:5 Y del trono salían relámpagos, y truenos, y voces; y había siete lámparas de fuego que estaban ardiendo delante del trono, las cuales son los siete Espíritus de Dios. Revelation of John 4:6 Y delante del trono había como un mar de vidrio semejante al cristal; y en medio del trono, y al derredor del trono cuatro animales llenos de ojos delante y detrás. Revelation of John 4:7 Y el primer animal era semejante a un león, y el segundo animal, semejante a un becerro, y el tercer animal tenía la cara como hombre, y el cuarto animal, semejante al águila que vuela. Revelation of John 4:8 Y los cuatro animales tenían cada uno por sí seis alas al derredor; y de dentro estaban llenos de ojos; y no tenían reposo día ni noche, diciendo: Santo, Santo, Santo es el Señor Dios Todopoderoso, que era, y que es, y que ha de venir. Revelation of John 4:9 Y cuando aquellos animales daban gloria, y honra, y acción de gracias al que estaba sentado en el trono, al que vive para siempre jamás, Revelation of John 4:10 Los veinte y cuatro ancianos se postraban delante del que estaba sentado en el trono, y adoraban al que vive para siempre jamás, y echaban sus coronas delante del trono, diciendo: Revelation of John 4:11 Señor, digno eres de recibir gloria, y honra, y poderío; porque tú creaste todas las cosas, y por tu voluntad tienen ser, y fueron creadas. Revelation of John 5:0 Revelation of John 5:1 Y ví en la mano derecha del que estaba sentado sobre el trono un libro escrito de dentro y de fuera, sellado con siete sellos. Revelation of John 5:2 Y ví un fuerte ángel, predicando en alta voz: ¿Quién es digno de abrir el libro, y de desatar sus sellos? Revelation of John 5:3 Y ninguno podía, ni en el cielo, ni en la tierra, ni debajo de la tierra, abrir el libro, ni mirarlo. Revelation of John 5:4 Y yo lloraba mucho, porque no había sido hallado ninguno digno de abrir el libro, ni de leerlo, ni de mirarlo. Revelation of John 5:5 Y uno de los ancianos me dice: No llores: he aquí, el León de la tribu de Judá, la Raíz de David, que ha prevalecido para abrir el libro, y desatar sus siete sellos. Revelation of John 5:6 Y miré; y, he aquí, en medio del trono, y de los cuatro animales, y en medio de los ancianos, estaba un Cordero en pie como uno que hubiera sido inmolado, que tenía siete cuernos, y siete ojos, que son los siete Espíritus de Dios enviados en toda la tierra. Revelation of John 5:7 Y él vino, y tomó el libro de la mano derecha de aquel que estaba sentado en el trono. Revelation of John 5:8 Y cuando hubo tomado el libro, los cuatro animales, y los veinticuatro ancianos se postraron delante del Cordero, teniendo cada uno arpas, y tazones de oro llenos de perfumes, que son las oraciones de los santos: Revelation of John 5:9 Y cantaban una nueva canción, diciendo: Digno eres de tomar el libro, y de abrir sus sellos; porque tú fuiste inmolado, y nos has redimido para Dios con tu sangre, de todo linaje, y lengua, y pueblo, y nación: Revelation of John 5:10 Y nos has hecho para nuestro Dios, reyes y sacerdotes; y reinaremos sobre la tierra. Revelation of John 5:11 Y miré, y oí voz de muchos ángeles al derredor del trono, y de los animales, y de los ancianos; y el número de ellos era miriadas de miriadas, y millares de millares, Revelation of John 5:12 Que decían en alta voz: El Cordero que fue inmolado es digno de recibir poder, y riquezas, y sabiduría, y fortaleza, y honra, y gloria, y bendición. Revelation of John 5:13 Y oí a toda criatura que está en el cielo, y sobre la tierra, y debajo de la tierra, y que está en la mar, y todas las cosas que en ellos están, diciendo: Al que está sentado en el trono, y al Cordero, sea bendición, y honra, y gloria, y poder para siempre jamás. Revelation of John 5:14 Y los cuatro animales decían: Amén. Y los veinticuatro ancianos se postraron, y adoraron al que vive para siempre jamás. Revelation of John 6:0 Revelation of John 6:1 Y miré cuando el Cordero hubo abierto el uno de los sellos, y oí a uno de los cuatro animales diciendo como con una voz de trueno: Ven, y ve. Revelation of John 6:2 Y miré, y he aquí un caballo blanco; y el que estaba sentado encima de él, tenía un arco; y le fue dada una corona, y salió victorioso, para que también venciese. Revelation of John 6:3 Y cuando él hubo abierto el segundo sello, oí el segundo animal, que decía: Ven, y ve. Revelation of John 6:4 Y salió otro caballo bermejo; y al que estaba sentado sobre él, fue dado poder de quitar la paz de la tierra, y que se matasen unos a otros; y le fue dada una grande espada. Revelation of John 6:5 Y cuando él hubo abierto el tercero sello, oí al tercer animal, que decía: Ven, y mira. Y miré, y he aquí un caballo negro; y el que estaba sentado encima de él tenía un peso en su mano. Revelation of John 6:6 Y oí una voz en medio de los cuatro animales, que decía: Un cheniz de trigo por un denario, y tres chenices de cebada por un denario; y no hagas daño al vino, ni al aceite. Revelation of John 6:7 Y después que él abrió el cuarto sello, oí la voz del cuarto animal, que decía: Ven, y ve. Revelation of John 6:8 Y miré, y he aquí un caballo pálido; y el que estaba sentado sobre él, tenía por nombre Muerte, y el Infierno le seguía; y le fue dada potestad sobre la cuarta parte de la tierra, para matar con espada, y con hambre, y con mortandad, y con fieras de la tierra. Revelation of John 6:9 Y cuando él hubo abierto el quinto sello, ví debajo del altar las almas de los que habían sido muertos por la palabra de Dios, y por el testimonio que ellos tenían: Revelation of John 6:10 Y clamaban en alta voz, diciendo: ¿Hasta cuándo, Señor, santo y verdadero, no juzgas, y vengas nuestra sangre de los que moran sobre la tierra? Revelation of John 6:11 Y fuéronles dadas sendas ropas blancas, y les fue dicho, que aun reposasen todavía un poco de tiempo, hasta que sus consiervos fuesen cumplidos, y sus hermanos que también habían de ser muertos como ellos. Revelation of John 6:12 Y miré cuando él abrió el sexto sello; y, he aquí, fue hecho un gran terremoto; y el sol fue hecho negro como saco de pelo, y la luna fue hecha toda como sangre; Revelation of John 6:13 Y las estrellas del cielo cayeron sobre la tierra, como la higuera deja caer sus no sazonados higos, cuando es sacudida de un vigoroso viento: Revelation of John 6:14 Y el cielo se apartó como un libro que es arrollado; y todo monte e islas fueron movidos de sus lugares; Revelation of John 6:15 Y los reyes de la tierra, y los magnates, y los ricos, y los capitanes, y los fuertes, y todo siervo, y todo libre se escondieron en las cavernas, y entre las piedras de los montes; Revelation of John 6:16 Y decían a los montes, y a las rocas: Caéd sobre nosotros, y escondédnos de la cara de aquel que está sentado sobre el trono, y de la ira del Cordero: Revelation of John 6:17 Porque el gran día de su ira es venido, ¿y quién podrá estar firme? Revelation of John 7:0 Revelation of John 7:1 Y después de estas cosas, ví cuatro ángeles que estaban en pie sobre las cuatro esquinas de la tierra, deteniendo los cuatro vientos de la tierra, para que no soplase viento sobre la tierra, ni sobre la mar, ni sobre ningún árbol. Revelation of John 7:2 Y ví otro ángel que subía del nacimiento del sol, teniendo el sello del Dios vivo. Y clamó con gran voz a los cuatro ángeles, a los cuales era dado hacer daño a la tierra, y a la mar, Revelation of John 7:3 Diciendo: No hagáis daño a la tierra, ni a la mar, ni a los árboles, hasta que señalemos a los siervos de nuestro Dios en sus frentes. Revelation of John 7:4 Y oí el número de los señalados, que eran ciento y cuarenta y cuatro mil señalados de todas las tribus de los hijos de Israel. Revelation of John 7:5 De la tribu de Judá, doce mil señalados. De la tribu de Rubén, doce mil señalados. De la tribu de Gad, doce mil señalados. Revelation of John 7:6 De la tribu de Aser, doce mil señalados. De la tribu de Neftalí, doce mil señalados. De la tribu de Manasés, doce mil señalados. Revelation of John 7:7 De la tribu de Simeón, doce mil señalados. De la tribu de Leví, doce mil señalados. De la tribu de Isacar, doce mil señalados. Revelation of John 7:8 De la tribu de Zabulón, doce mil señalados. De la tribu de José, doce mil señalados. De la tribu de Benjamín, doce mil señalados. Revelation of John 7:9 Después de estas cosas miré, y he aquí una gran compañía, la cual ninguno podía contar, de todas naciones, y linajes, y pueblos, y lenguas, que estaban delante del trono, y en la presencia del Cordero, vestidos de luengas ropas blancas, y palmas en sus manos; Revelation of John 7:10 Y clamaban a alta voz, diciendo: La salvación a nuestro Dios que está sentado sobre el trono, y al Cordero. Revelation of John 7:11 Y todos los ángeles estaban en pie al derredor del trono, y al rededor de los ancianos, y de los cuatro animales; y postráronse sobre sus caras delante del trono, y adoraron a Dios, Revelation of John 7:12 Diciendo: Amén: la bendición, y la gloria, y la sabiduría, y el hacimiento de gracias, y la honra, y la potencia, y la fortaleza a nuestro Dios para siempre jamás. Amén. Revelation of John 7:13 Y respondió uno de los ancianos, diciéndome: Estos que están vestidos de luengas ropas blancas, ¿quiénes son? ¿y de dónde han venido? Revelation of John 7:14 Y yo le dije: Señor, tú lo sabes. Y él me dijo: Estos son los que han venido de grande tribulación, y han lavado sus luengas ropas, y las han blanqueado en la sangre del Cordero: Revelation of John 7:15 Por esto están delante del trono de Dios, y le sirven día y noche en su templo; y el que está sentado en el trono morará entre ellos. Revelation of John 7:16 No tendrán más hambre, ni sed; y el sol no caerá más sobre ellos, ni otro ningún calor; Revelation of John 7:17 Porque el Cordero que está en medio del trono los apacentará, y los guiará a las fuentes vivas de las aguas. Y Dios limpiará toda lágrima de los ojos de ellos. Revelation of John 8:0 Revelation of John 8:1 Y cuando él hubo abierto el séptimo sello, fue hecho silencio en el cielo casi por media hora. Revelation of John 8:2 Y ví los siete ángeles que estaban en pie delante de Dios, y fuéronles dadas siete trompetas. Revelation of John 8:3 Y otro ángel vino, y se paró delante del altar, teniendo un incensario de oro; y fuéronle dados muchos inciensos para que los ofreciese con las oraciones de todos los santos sobre el altar de oro, el cual estaba delante del trono. Revelation of John 8:4 Y el humo de los inciensos, con las oraciones de los santos, subió de la mano del ángel delante de Dios. Revelation of John 8:5 Y el ángel tomó el incensario, e hinchiólo del fuego del altar, y lo arrojó a la tierra, y fueron hechas voces, y truenos, y relámpagos, y un temblor de tierra. Revelation of John 8:6 Y los siete ángeles que tenían las siete trompetas, se aprestaron para tocar trompeta. Revelation of John 8:7 Y el primer ángel tocó la trompeta, y fue hecho granizo, y fuego, mezclados con sangre, y fueron arrojados sobre la tierra; y la tercera parte de los árboles fue quemada, y toda la yerba verde fue quemada. Revelation of John 8:8 Y el segundo ángel tocó la trompeta, y como un grande monte ardiente con fuego fue lanzado en la mar, y la tercera parte de la mar fue vuelta en sangre. Revelation of John 8:9 Y murió la tercera parte de las criaturas que estaban en la mar, las cuales tenían vida, y la tercera parte de los navíos fue destruida. Revelation of John 8:10 Y el tercer ángel tocó la trompeta, y cayó del cielo una grande estrella ardiendo como una lámpara encendida, y cayó sobre la tercera parte de los ríos, y sobre las fuentes de las aguas. Revelation of John 8:11 Y el nombre de la estrella se dice Ajenjo; y la tercera parte de las aguas fue vuelta en ajenjo; y muchos hombres murieron por las aguas, porque fueron hechas amargas. Revelation of John 8:12 Y el cuarto ángel tocó la trompeta, y fue herida la tercera parte del sol, y la tercera parte de la luna, y la tercera parte de las estrellas: de tal manera que se oscureció la tercera parte de ellos, y no alumbraba la tercera parte del día, y semejantemente de la noche. Revelation of John 8:13 Y miré, y oí un ángel volar por medio del cielo, diciendo a alta voz: ¡Ay, ay, ay de los que moran en la tierra! por razón de las otras voces de las trompetas de los tres ángeles que habían de tocar. Revelation of John 9:0 Revelation of John 9:1 Y el quinto ángel tocó la trompeta, y ví una estrella caída del cielo en la tierra; y a aquel fue dada la llave del pozo del abismo. Revelation of John 9:2 Y abrió el pozo del abismo, y subió un humo del pozo como el humo de una grande hornaza; y el sol, y el aire fue oscurecido por razón del humo del pozo. Revelation of John 9:3 Y del humo del pozo salieron langostas sobre la tierra; y les fue dada potestad, como tienen potestad los escorpiones de la tierra. Revelation of John 9:4 Y fuéles mandado que no hiciesen daño a la yerba de la tierra, ni a ninguna cosa verde, ni a ningún árbol, sino solamente a los hombres que no tienen la señal de Dios en sus frentes. Revelation of John 9:5 Y les fue dado que no los matasen, sino que los atormentasen cinco meses; y su tormento era como tormento de escorpión cuando hiere al hombre. Revelation of John 9:6 Y en aquellos días buscarán los hombres la muerte, y no la hallarán; y desearán morir, y la muerte huirá de ellos. Revelation of John 9:7 Y el parecer de las langostas era semejante a caballos aparejados para guerra; y sobre sus cabezas tenían como coronas semejantes al oro; y sus caras eran como caras de hombres. Revelation of John 9:8 Y tenían cabellos como cabellos de mujeres; y sus dientes eran como dientes de leones. Revelation of John 9:9 Y tenían corazas como corazas de hierro; y el estruendo de sus alas, como el ruido de los carros, que con muchos caballos corren a la batalla. Revelation of John 9:10 Y tenían colas semejantes a las colas de los escorpiones; y tenían en sus colas aguijones; y su potestad era de hacer daño a los hombres cinco meses. Revelation of John 9:11 Y tenían sobre sí un rey, que es el ángel del abismo, el cual tenía por nombre en Hebraico Abaddón, y en Griego Apolión. Revelation of John 9:12 El un ay es pasado; y, he aquí, vienen aun dos veces ay después de estas cosas. Revelation of John 9:13 Y el sexto ángel tocó la trompeta, y oí una voz de los cuatro cuernos del altar de oro, el cual está delante de Dios, Revelation of John 9:14 Que decía al sexto ángel que tenía la trompeta: Desata los cuatro ángeles que están atados en el grande río Éufrates. Revelation of John 9:15 Y fueron desatados los cuatro ángeles que estaban aprestados para la hora, y día, y mes, y año, a fin de matar la tercera parte de los hombres. Revelation of John 9:16 Y el número del ejército de los de a caballo era doscientos millones. Y oí el número de ellos. Revelation of John 9:17 Y así ví los caballos en la visión; y los que estaban sentados sobre ellos tenían corazas de fuego, de jacinto, y de azufre. Y las cabezas de los caballos eran como cabezas de leones; y de la boca de ellos salía fuego, y humo, y azufre. Revelation of John 9:18 Y de estas tres plagas fue muerta la tercera parte de los hombres, del fuego, y del humo, y del azufre, que salían de la boca de ellos. Revelation of John 9:19 Porque su poder está en su boca, y en sus colas. Porque sus colas eran semejantes a serpientes, y tenían cabezas, y con ellas dañan. Revelation of John 9:20 Y los otros hombres que no fueron muertos con estas plagas, aun no se arrepintieron de las obras de sus manos, para que no adorasen a los demonios, y a las imágenes de oro, y de plata, y de metal, y de piedra, y de madera: las cuales no pueden ver, ni oír, ni andar. Revelation of John 9:21 Ni tampoco se arrepintieron de sus homicidios, ni de sus hechicerías, ni de su fornicación, ni de sus hurtos. Revelation of John 10:0 Revelation of John 10:1 Y ví otro ángel fuerte descender del cielo, vestido de una nube, y el arco del cielo estaba sobre su cabeza, y su rostro era como el sol, y sus pies como columnas de fuego. Revelation of John 10:2 Y tenía en su mano un librito abierto; y puso su pie derecho sobre la mar, y el izquierdo sobre la tierra; Revelation of John 10:3 Y clamó con grande voz, como cuando un león brama: y cuando hubo clamado, siete truenos hablaron sus voces. Revelation of John 10:4 Y cuando los siete truenos hubieron hablado sus voces, yo las iba a escribir; y oí una voz del cielo, que me decía: Sella las cosas que los siete truenos han hablado, y no las escribas. Revelation of John 10:5 Y el ángel que yo ví estar en pie sobre la mar, y sobre la tierra, levantó su mano al cielo, Revelation of John 10:6 Y juró por el que vive para siempre jamás, que ha creado el cielo, y las cosas que en él están, y la tierra, y las cosas que en ella están, y la mar, y las cosas que en ella están, que el tiempo no será más: Revelation of John 10:7 Pero que en los días de la voz del séptimo ángel, cuando él comenzare a tocar la trompeta, el misterio de Dios será consumado, como él lo evangelizó a sus siervos los profetas. Revelation of John 10:8 Y oí la voz del cielo que hablaba conmigo otra vez, y que decía: Anda, y toma el librito abierto de la mano del ángel, que está sobre la mar, y sobre la tierra. Revelation of John 10:9 Y fui al ángel, diciéndole que me diese el librico; y él me dijo: Tómalo, y devóralo, y él te hará amargar tu vientre; empero en tu boca será dulce como la miel. Revelation of John 10:10 Y tomé el librico de la mano del ángel, y lo devoré; y era dulce en mi boca como la miel; y después que lo hube comido, fue amargo mi vientre. Revelation of John 10:11 Y él me dijo: Necesario es que otra vez profetices a muchos pueblos, y naciones, y lenguas, y reyes. Revelation of John 11:0 Revelation of John 11:1 Y fuéme dada una caña semejante a una vara, y el ángel se me presentó, diciendo: Levántate, y mide el templo de Dios, y el altar, y a los que adoran en él. Revelation of John 11:2 Empero echa fuera el patio que está fuera del templo, y no lo midas; porque es dado a los Gentiles; y pisarán la santa ciudad cuarenta y dos meses. Revelation of John 11:3 Y yo daré poder a mis dos testigos, y ellos profetizarán por espacio de mil y doscientos y sesenta días, vestidos de sacos. Revelation of John 11:4 Estas son las dos olivas, y los dos candelabros que están delante del Dios de la tierra. Revelation of John 11:5 Y si alguno les quisiere empecer, sale fuego de la boca de ellos, y devora a sus enemigos; y si alguno les quisiere hacer daño, así es necesario que él sea muerto. Revelation of John 11:6 Estos tienen potestad de cerrar el cielo, que no llueva en los días de su profecía; y tienen poder sobre las aguas para convertirlas en sangre, y para herir la tierra con toda plaga, todas las veces que quisieren. Revelation of John 11:7 Y cuando ellos hubieren acabado su testimonio, la bestia que sube del abismo hará guerra contra ellos, y los vencerá, y los matará. Revelation of John 11:8 Y sus cuerpos muertos serán echados en la plaza de la grande ciudad, que espiritualmente es llamada Sodoma, y Egipto; donde también nuestro Señor fue crucificado. Revelation of John 11:9 Y los de los linajes, y de los pueblos, y de las lenguas, y de las naciones verán los cuerpos muertos de ellos por tres días y medio, y no permitirán que sus cuerpos muertos sean puestos en sepulcros. Revelation of John 11:10 Y los moradores de la tierra se regocijarán sobre ellos, y se alegrarán, y se enviarán dones los unos a los otros; porque estos dos profetas han atormentado a los que moran sobre la tierra. Revelation of John 11:11 Y después de tres días y medio el Espíritu de vida, enviado de Dios, entró en ellos, y se enhestaron sobre sus pies, y vino grande temor sobre los que los vieron. Revelation of John 11:12 Y oyeron una gran voz del cielo que les decía: Subíd acá. Y subieron al cielo en una nube; y sus enemigos los vieron. Revelation of John 11:13 Y en aquella hora fue hecho un gran temblor de tierra; y la décima parte de la ciudad cayó, y fueron muertos en el temblor de tierra los nombres de siete mil hombres; y los demás fueron espantados, y dieron gloria al Dios del cielo. Revelation of John 11:14 El segundo ay es pasado, y, he aquí, el tercero ay vendrá prestamente. Revelation of John 11:15 Y el séptimo ángel tocó la trompeta; y fueron hechas grandes voces en el cielo que decían: Los reinos de este mundo han venido a ser los reinos de nuestro Señor, y de su Cristo, y reinará por los siglos de los siglos. Revelation of John 11:16 Y los veinte y cuatro ancianos que estaban sentados delante de Dios en sus sillas, se postraron sobre sus rostros, y adoraron a Dios, Revelation of John 11:17 Diciendo: Te damos gracias, ¡oh Señor Dios Todopoderoso! que eres, y que eras, y que has de venir; porque has tomado tu grande poderío, y has reinado. Revelation of John 11:18 Y las naciones se han airado, y tu ira es ya venida, y el tiempo de los muertos para que sean juzgados, y para que des el galardón a tus siervos los profetas, y a los santos, y a los que temen tu nombre, a los pequeños, y a los grandes, para que destruyas los que destruyen la tierra. Revelation of John 11:19 Y el templo de Dios fue abierto en el cielo, y el arca de su testamento fue vista en su templo, y fueron hechos relámpagos, y voces, y truenos, y un terremoto, y grande granizo. Revelation of John 12:0 Revelation of John 12:1 Y una gran señal apareció en el cielo: una mujer vestida del sol, y la luna debajo de sus pies, y sobre su cabeza una corona de doce estrellas. Revelation of John 12:2 Y estando preñada, clamaba con dolores de parto, y sufría tormento por parir. Revelation of John 12:3 Y fue vista otra señal en el cielo; y he aquí un grande dragón bermejo, que tenía siete cabezas y diez cuernos; y sobre sus cabezas siete diademas. Revelation of John 12:4 Y su cola traía con violencia la tercera parte de las estrellas del cielo, y las arrojó a la tierra. Y el dragón se paró delante de la mujer que estaba de parto, a fin de devorar a su hijo, luego que ella le hubiese parido. Revelation of John 12:5 Y ella parió un hijo varón, el cual había de regir todas las naciones con vara de hierro: y su hijo fue arrebatado para Dios, y para su trono. Revelation of John 12:6 Y la mujer huyó al desierto, donde tiene un lugar aparejado de Dios, para que allí la mantengan mil y doscientos y sesenta días. Revelation of John 12:7 Y fue hecha una grande batalla en el cielo: Miguel y sus ángeles batallaban contra el dragón; y el dragón batallaba, y sus ángeles; Revelation of John 12:8 Empero no prevalecierón estos, ni su lugar fue más hallado en el cielo. Revelation of John 12:9 Y fue lanzado fuera aquel gran dragón, que es la serpiente antigua, que es llamada diablo, y Satanás, el cual engaña a todo el mundo: fue arrojado en tierra, y sus ángeles fueron arrojados con él. Revelation of John 12:10 Y oí una gran voz en el cielo, que decía: Ahora ha venido la salvación, y la virtud, y el reino de nuestro Dios, y el poder de su Cristo; porque el acusador de nuestros hermanos es ya derribado, el cual los acusaba delante de nuestro Dios día y noche. Revelation of John 12:11 Y ellos le han vencido por causa de la sangre del Cordero, y por la palabra de su testimonio; y no han amado sus vidas hasta la muerte. Revelation of John 12:12 Por lo cual alegráos, cielos, y los que moráis en ellos. ¡Ay de los moradores de la tierra, y de la mar! porque el diablo ha descendido a vosotros, teniendo grande ira, sabiendo que tiene poco tiempo. Revelation of John 12:13 Y después que el dragón hubo visto que él había sido arrojado a la tierra, persiguió a la mujer, que había parido al hijo varón. Revelation of John 12:14 Y fueron dadas a la mujer dos alas de grande águila, para que de la presencia de la serpiente volase al desierto a su lugar, donde es mantenida por un tiempo, y tiempos, y la mitad de un tiempo. Revelation of John 12:15 Y la serpiente lanzó de su boca en pos de la mujer agua como un río; a fin de hacer que fuese arrebatada del río. Revelation of John 12:16 Y la tierra ayudó a la mujer; y la tierra abrió su boca, y sorbió el río, que había lanzado el dragón de su boca. Revelation of John 12:17 Y el dragón fue airado contra la mujer, y se fue a hacer guerra contra los otros de la simiente de ella, los cuales guardan los mandamientos de Dios, y tienen el testimonio de Jesu Cristo. Revelation of John 13:0 Revelation of John 13:1 Y yo me paré sobre la arena de la mar. Y ví una bestia subir de la mar, que tenía siete cabezas, y diez cuernos; y sobre sus cuernos diez diademas; y sobre las cabezas de ella un nombre de blasfemia. Revelation of John 13:2 Y la bestia que ví, era semejante a un leopardo, y sus pies como pies de oso, y su boca como boca de león. Y el dragón le dio su poder, y su trono, y grande potestad. Revelation of John 13:3 Y ví la una de sus cabezas como herida de muerte, y la llaga de su muerte fue curada; y hubo admiración en toda la tierra detrás de la bestia. Revelation of John 13:4 Y adoraron al dragón que había dado la potestad a la bestia; y adoraron a la bestia, diciendo: ¿Quién es semejante a la bestia, y quién podrá batallar contra ella? Revelation of John 13:5 Y le fue dada boca que hablaba grandes cosas, y blasfemias; y le fue dado de hacer la guerra cuarenta y dos meses. Revelation of John 13:6 Y abrió su boca en blasfemias contra Dios, para blasfemar su nombre, y su tabernáculo, y a los que moran en el cielo. Revelation of John 13:7 Y le fue dado hacer guerra contra los santos, y vencerlos. También le fue dado poder sobre toda tribu, y pueblo, y lengua, y nación: Revelation of John 13:8 Y todos los que moran en la tierra la adorarán, cuyos nombres no están escritos en el libro de la vida del Cordero, el cual fue inmolado desde el principio del mundo. Revelation of John 13:9 Si alguno tiene oído, oiga. Revelation of John 13:10 El que lleva en cautividad, en cautividad irá: el que a cuchillo matare, es necesario que a cuchillo sea muerto. Aquí está la paciencia, y fe de los santos. Revelation of John 13:11 Después ví otra bestia que subía de la tierra, y tenía dos cuernos semejantes a los de un cordero, mas hablaba como un dragón. Revelation of John 13:12 Y ejerce toda la potencia de la primera bestia en presencia de ella; y hace a la tierra, y a los moradores de ella adorar la primera bestia, cuya herida de muerte fue curada. Revelation of John 13:13 Y hace grandes señales, de tal manera que aun hace descender fuego del cielo a la tierra delante de los hombres. Revelation of John 13:14 Y engaña a los moradores de la tierra por medio de las señales que le han sido dadas para hacer en presencia de la bestia, diciendo a los moradores de la tierra, que hagan la imagen de la bestia, que tiene la herida de espada, y vivió. Revelation of John 13:15 Y le fue dado que diese aliento a la imagen de la bestia, a fin de que la imagen de la bestia hablase, y también hiciese que cualesquiera que no adoraren la imagen de la bestia, fuesen matados. Revelation of John 13:16 Y hace a todos los pequeños y grandes, ricos y pobres, libres y siervos, tomar una señal en su mano derecha, o en sus frentes; Revelation of John 13:17 Y que ninguno pueda comprar o vender, sino el que tiene la señal, o el nombre de la bestia, o el número de su nombre. Revelation of John 13:18 Aquí hay sabiduría. El que tiene entendimiento, cuente el número de la bestia; porque el número es del hombre, y el número de ella es Seiscientos sesenta y seis. Revelation of John 14:0 Revelation of John 14:1 Y miré, y, he aquí, el Cordero estaba en pie sobre el monte de Sión, y con él ciento y cuarenta y cuatro mil, que tenían el nombre de su Padre escrito en sus frentes. Revelation of John 14:2 Y oí una voz del cielo como ruido de muchas aguas, y como sonido de un gran trueno; y oí una voz de tañedores de arpas que tañían con sus arpas; Revelation of John 14:3 Y cantaban como una canción nueva delante del trono, y delante de los cuatro animales, y de los ancianos; y ninguno podía aprender la canción, sino aquellos ciento y cuarenta y cuatro mil, los cuales fueron comprados de entre los de la tierra. Revelation of John 14:4 Estos son los que con mujeres no fueron contaminados; porque son vírgenes. Estos siguen al Cordero por donde quiera que fuere. Estos fueron comprados de entre los hombres por primicias para Dios, y para el Cordero. Revelation of John 14:5 Y en su boca no ha sido hallado engaño; porque ellos son sin mácula delante del trono de Dios. Revelation of John 14:6 Y ví otro ángel volar por en medio del cielo, que tenía el evangelio eterno, para que evangelizase a los que moran en la tierra, y a toda nación, y tribu, y lengua, y pueblo, Revelation of John 14:7 Diciendo a alta voz: Teméd a Dios, y dádle gloria; porque la hora de su juicio es venida; y adorád al que ha hecho el cielo, y la tierra, y la mar, y las fuentes de las aguas. Revelation of John 14:8 Y otro ángel le siguió, diciendo: Ya es caída: ya es caída Babilonia, aquella gran ciudad, porque ella ha dado a beber a todas las naciones del vino de la ira de su fornicación. Revelation of John 14:9 Y el tercer ángel los siguió, diciendo en alta voz: Si alguno adora a la bestia, y a su imagen, y toma la señal en su frente, o en su mano, Revelation of John 14:10 Este tal beberá del vino de la ira de Dios, el cual está echado puro en el cáliz de su ira; y será atormentado con fuego y azufre delante de los santos ángeles, y delante del Cordero. Revelation of John 14:11 Y el humo del tormento de ellossube para siempre jamás. Y los que adoran a la bestia, y a su imagen, no tienen reposo día y noche, y ni quienquiera que tomare la señal de su nombre. Revelation of John 14:12 Aquí está la paciencia de los santos: aquí están los que guardan los mandamientos de Dios, y la fe de Jesús. Revelation of John 14:13 Y oí una voz del cielo, que me decía: Escribe: Bienaventurados son los muertos, que de aquí adelante mueren en el Señor: Sí, dice el Espíritu, que descansan de sus trabajos, y sus obras los siguen. Revelation of John 14:14 Y miré, y he aquí una nube blanca, y sobre la nube uno asentado semejante al Hijo del hombre, que tenía en su cabeza una corona de oro, y en su mano una hoz aguzada. Revelation of John 14:15 Y otro ángel salió del templo, clamando con alta voz al que estaba sentado sobre la nube: Mete tu hoz, y siega; porque la hora de segar te es venida, porque la mies de la tierra está madura. Revelation of John 14:16 Y el que estaba sentado sobre la nube echó su hoz sobre la tierra, y la tierra fue segada. Revelation of John 14:17 Y salió otro ángel del templo que está en el cielo, teniendo también una hoz aguzada. Revelation of John 14:18 Y otro ángel salió del altar, el cual tenía poder sobre el fuego, y clamó con gran voz al que tenía la hoz aguzada, diciendo: Mete tu hoz aguzada, y vendimia los racimos de la vid de la tierra; porque sus uvas están cumplidamente maduras. Revelation of John 14:19 Y el ángel metió su hoz aguzada en la tierra, y vendimió la vid de la tierra, y echó la vendimia en el grande lagar de la ira de Dios. Revelation of John 14:20 Y el lagar fue pisado fuera de la ciudad, y del lagar salió sangre hasta los frenos de los caballos por mil y seiscientos estadios. Revelation of John 15:0 Revelation of John 15:1 Y ví otra señal en el cielo, grande y admirable, que era siete ángeles que tenían las siete plagas postreras; porque en ellas es consumada la ira de Dios. Revelation of John 15:2 Y ví como una mar de vidrio mezclada con fuego; y los que habían alcanzado la victoria de la bestia, y de su imagen, y de su marca, y del número de su nombre, estar en pie sobre la mar de vidrio, teniendo las arpas de Dios. Revelation of John 15:3 Y cantan la canción de Moisés siervo de Dios, y la canción del Cordero, diciendo: Grandes y maravillosas son tus obras, Señor Dios Todopoderoso; tus caminos son justos y verdaderos, Rey de las naciones. Revelation of John 15:4 ¿Quién no te temerá, oh Señor, y no glorificará tu nombre? porque solo eres santo; porque todas las naciones vendrán, y adorarán delante de ti; porque tus juicios son manifestados. Revelation of John 15:5 Y después de estas cosas, miré, y, he aquí, el templo del tabernáculo del testimonio fue abierto en el cielo; Revelation of John 15:6 Y salieron del templo los siete ángeles, que tenían las siete plagas, vestidos de un lino limpio y albo, y ceñidos al derredor de los pechos con cintos de oro. Revelation of John 15:7 Y uno de los cuatro animales dio a los siete ángeles siete redomas de oro, llenas de la ira de Dios, que vive para siempre jamás. Revelation of John 15:8 Y fue el templo henchido de humo por la majestad de Dios, y por su potencia; y ninguno podía entrar en el templo, hasta que fuesen consumadas las siete plagas de los siete ángeles. Revelation of John 16:0 Revelation of John 16:1 Y oí una grande voz del templo que decía a los siete ángeles: Id, y derramád las siete redomas de la ira de Dios en la tierra. Revelation of John 16:2 Y el primer ángel fue, y derramó su redoma en la tierra, y fue hecha una plaga mala y dañosa sobre los hombres que tenían la marca de la bestia, y sobre los que adoraban su imagen. Revelation of John 16:3 Y el segundo ángel derramó su redoma en la mar, y fue vuelta en sangre, como de un muerto, y toda alma viviente fue muerta en la mar. Revelation of John 16:4 Y el tercer ángel derramó su redoma sobre los ríos, y sobre las fuentes de las aguas, y fueron vueltas en sangre. Revelation of John 16:5 Y oí al ángel de las aguas, que decía: Tú eres justo, oh Señor, que eres, y que eras, y que serás, porque has juzgado así: Revelation of John 16:6 Porque ellos derramaron la sangre de santos, y de profetas, y tú les has también dado a beber sangre; porque son dignos. Revelation of John 16:7 Y oí a otro del altar que decía: Ciertamente, Señor Dios Todopoderoso, tus juicios son verdaderos y justos. Revelation of John 16:8 Y el cuarto ángel derramó su redoma sobre el sol, y le fue dado que afligiese los hombres con calor por fuego. Revelation of John 16:9 Y los hombres se inflamaron con el grande calor, y blasfemaron el nombre de Dios, que tiene potestad sobre estas plagas, y no se arrepintieron para darle gloria. Revelation of John 16:10 Y el quinto ángel derramó su redoma sobre la silla de la bestia; y su reino fue hecho tenebroso, y se comieron sus lenguas de dolor. Revelation of John 16:11 Y blasfemaron del Dios del cielo por causa de sus dolores, y por sus plagas; y no se arrepintieron de sus obras. Revelation of John 16:12 Y el sexto ángel derramó su redoma sobre el gran río de Éufrates, y el agua de él se secó, para que se aparejase camino a los reyes de la parte de donde sale el sol. Revelation of John 16:13 Y ví salir de la boca del dragón, y de la boca de la bestia, y de la boca del falso profeta tres espíritus inmundos a manera de ranas. Revelation of John 16:14 Porque estos son espíritus de demonios, que hacen prodigios, para ir a los reyes de la tierra, y de todo el mundo, para congregarlos para la batalla de aquel grande día del Dios Todopoderoso. Revelation of John 16:15 He aquí, yo vengo como ladrón. Bienaventurado el que vela, y guarda sus vestiduras, para que no ande desnudo, y vean su vergüenza. Revelation of John 16:16 Y los congregó en un lugar que se llama en Hebraico Armagedón. Revelation of John 16:17 Y el séptimo ángel derramó su redoma por el aire, y salió una gran voz del templo del cielo por la parte del trono, diciendo: Hecho es. Revelation of John 16:18 Entonces fueron hechos relámpagos, y voces, y truenos; y fue hecho un gran temblor de tierra, un tal terremoto, tan grande cual no fue jamás después que los hombres han estado sobre la tierra. Revelation of John 16:19 Y la grande ciudad fue partida en tres partes, y las ciudades de las naciones se cayeron; y la grande Babilonia vino en memoria delante de Dios, para darle el cáliz del vino de la indignación de su ira. Revelation of John 16:20 Y toda isla huyó, y los montes no fueron hallados. Revelation of John 16:21 Y cayó del cielo un grande pedrisco sobre los hombres, cada piedra como del peso de un talento; y los hombres blasfemaron de Dios por razón de la plaga del pedrisco; porque su plaga fue hecha muy grande. Revelation of John 17:0 Revelation of John 17:1 Y vino uno de los siete ángeles que tenían las siete redomas, y habló conmigo, diciéndome: Ven acá, y te mostraré la condenación de la gran ramera, la cual está sentada sobre muchas aguas; Revelation of John 17:2 Con la cual han fornicado los reyes de la tierra, y los que moran en la tierra se han embriagado con el vino de su fornicación. Revelation of John 17:3 Y me llevó en el espíritu al desierto; y ví una mujer sentada sobre una bestia de color de grana, llena de nombres de blasfemia, y que tenía siete cabezas y diez cuernos. Revelation of John 17:4 Y la mujer estaba vestida de púrpura, y de grana, y dorada con oro, y adornada de piedras preciosas, y de perlas, teniendo un cáliz de oro en su mano lleno de abominaciones, y de la suciedad de su fornicación. Revelation of John 17:5 Y en su frente un nombre escrito: MISTERIO: BABILONIA LA GRANDE, LA MADRE DE LAS FORNICACIONES, Y DE LAS ABOMINACIONES DE LA TIERRA. Revelation of John 17:6 Y ví la mujer embriagada de la sangre de los santos, y de la sangre de los mártires de Jesús; y cuando la ví, fui maravillado con grande maravilla. Revelation of John 17:7 Y el ángel me dijo: ¿Por qué te maravillas? Yo te diré el misterio de la mujer, y de la bestia que la lleva, la cual tiene siete cabezas y diez cuernos. Revelation of John 17:8 La bestia que has visto, fue, y ya no es; y ha de subir del abismo, y ha de ir a perdición; y los moradores de la tierra (cuyos nombres no están escritos en el libro de la vida desde la fundación del mundo,) se maravillarán cuando vean la bestia la cual era, y ya no es, aunque sin embargo es. Revelation of John 17:9 Aquí hay sentido que tiene sabiduría. Las siete cabezas, son siete montes, sobre los cuales se asienta la mujer. Revelation of John 17:10 Y son siete reyes: los cinco son caídos, y el uno es, y el otro aun no es venido; y cuando fuere venido, es necesario que dure breve tiempo. Revelation of John 17:11 Y la bestia que era, y no es, es también el octavo rey, y es de los siete, y va a perdición. Revelation of John 17:12 Y los diez cuernos que has visto, son diez reyes, que aun no han recibido reino, empero recibirán potestad como reyes por una hora con la bestia. Revelation of John 17:13 Estos tienen un mismo designio, y darán su poder y autoridad a la bestia. Revelation of John 17:14 Estos batallarán contra el Cordero, y el Cordero los vencerá; porque es el Señor de los señores, y el Rey de los reyes; y los que están con él, son llamados, y elegidos, y fieles. Revelation of John 17:15 Y él me dice: Las aguas que has visto donde la ramera se sienta, son pueblos, y multitudes, y naciones, y lenguas. Revelation of John 17:16 Y los diez cuernos que viste sobre la bestia, estos aborrecerán a la ramera, y la harán desolada, y desnuda, y comerán sus carnes, y la quemarán con fuego; Revelation of John 17:17 Porque Dios ha puesto en sus corazones, que hagan lo que a él place, y que hagan una voluntad, y que den su reino a la bestia, hasta que sean cumplidas las palabras de Dios. Revelation of John 17:18 Y la mujer que has visto, es la grande ciudad que tiene su reino sobre los reyes de la tierra. Revelation of John 18:0 Revelation of John 18:1 Y después de estas cosas ví otro ángel descender del cielo, teniendo grande poder; y la tierra fue alumbrada de su gloria. Revelation of John 18:2 Y clamó con fortaleza en alta voz, diciendo: Caída es, caída es Babilonia la grande, y es hecha habitación de demonios, y guarda de todo espíritu inmundo, y guarda de todas aves sucias, y aborrecibles; Revelation of John 18:3 Porque todas las naciones han bebido del vino de la ira de su fornicación, y los reyes de la tierra han fornicado con ella, y los mercaderes de la tierra se han enriquecido de la potencia de sus deleites. Revelation of John 18:4 Y oí otra voz del cielo, que decía: Salíd de ella, pueblo mío, porque no seáis participantes de sus pecados, y que no recibáis de sus plagas. Revelation of John 18:5 Porque sus pecados han crecido y llegado hasta el cielo, y Dios se ha acordado de sus maldades. Revelation of John 18:6 Tornádle a dar así como ella os ha dado, y pagádle al doble según sus obras: en el cáliz que ella os dio a beber, dádle a beber doblado. Revelation of John 18:7 Cuanto ella se ha glorificado, y ha vivido en deleites, tanto le dad de tormento y de pesar; porque dice en su corazón: Yo estoy sentada reina, y no soy viuda, y no veré duelo. Revelation of John 18:8 Por lo cual en un día vendrán sus plagas, muerte, y llanto, y hambre, y será quemada con fuego; porque fuerte es el Señor Dios que la juzga. Revelation of John 18:9 Y llorarla han, y plañirse han sobre ella los reyes de la tierra, los cuales han fornicado con ella, y han vivido en deleites, cuando ellos vieren el humo de su encendimiento, Revelation of John 18:10 Estando lejos por el temor de su tormento, diciendo: ¡Ay, ay, de aquella gran ciudad de Babilonia, aquella fuerte ciudad; porque en una hora vino tu juicio! Revelation of John 18:11 Y los mercaderes de la tierra llorarán y se lamentarán sobre ella; porque ninguno compra más sus mercaderías, Revelation of John 18:12 La mercadería de oro, y de plata, y de piedras preciosas, y de margaritas, y de tela de lino fino, y de púrpura, y de seda, y de grana, y de toda madera de tuya, y de todo vaso de marfil, y de todo vaso de maderas las mas preciosas, y de bronce, y de hierro, y de mármol; Revelation of John 18:13 Y canela, y olores, y ungüentos, e incienso, y vino, y aceite, y flor de harina, y trigo, y bestias, y de ovejas, y de caballos, y de carros, y de siervos, y de almas de hombres. Revelation of John 18:14 Y las frutas del deseo de tu alma se apartaron de ti, y todas las cosas gruesas, y excelentes te han faltado; y de aquí adelante ya no hallarás más estas cosas. Revelation of John 18:15 Los mercaderes de estas cosas que se han enriquecido por ella, se pondrán a lo lejos, por el temor de su tormento, llorando, y lamentando, Revelation of John 18:16 Y diciendo: ¡Ay, ay de aquella gran ciudad, que estaba vestida de lino fino, y de púrpura, y de grana, y estaba dorada con oro, y adornada de piedras preciosas y de perlas! Revelation of John 18:17 Porque en una hora han sido desoladas tantas riquezas. Y todo gobernador, y toda compañía que conversa en las naos, y marineros, y todos los que trabajan en la mar, se estuvieron de lejos; Revelation of John 18:18 Y viendo el humo de su encendimiento, dieron voces, diciendo: ¿Cuál ciudad era semejante a esta grande ciudad? Revelation of John 18:19 Y echaron polvo sobre sus cabezas, y dieron voces, llorando, y lamentando, diciendo: ¡Ay, ay de aquella gran ciudad, en la cual todos los que tenían naos en la mar, se habían enriquecido por razón de su costosa magnificencia! porque en una sola hora ha sido asolada. Revelation of John 18:20 Regocíjate sobre ella, cielo, y vosotros santos apóstoles, y profetas; porque Dios os ha vengado en ella. Revelation of John 18:21 Y un fuerte ángel tomó una piedra como una grande muela de molino, y echóla en la mar, diciendo: Con tanto ímpetu será echada Babilonia, aquella gran ciudad; y no será jamás hallada. Revelation of John 18:22 Y voz de tañedores de arpas, y de músicos, y tañedores de flautas, y de trompeteros, no será más oída en ti; y todo artífice de cualquier oficio que fuere, no será más hallado en ti; y voz de muela no será más oída en ti; Revelation of John 18:23 Y luz de candela no alumbrará más en ti; y voz de esposo, y de esposa no será más oída en ti; porque tus mercaderes eran los magnates de la tierra; porque por tus hechicerías todas las naciones fueron engañadas. Revelation of John 18:24 Y en ella se halló la sangre de profetas, y de santos, y de todos los que han sido matados en la tierra. Revelation of John 19:0 Revelation of John 19:1 Y después de estas cosas, oí una gran voz de gran compañía en el cielo, que decía: Aleluya: Salvación, y gloria, y honra, y poder al Señor nuestro Dios; Revelation of John 19:2 Porque sus juicios son verdaderos y justos, porque él ha juzgado a la grande ramera que ha corrompido la tierra con su fornicación, y ha vengado la sangre de sus siervos de la mano de ella. Revelation of John 19:3 Y otra vez dijeron: Aleluya. Y su humo subió para siempre jamás. Revelation of John 19:4 Y los veinte y cuatro ancianos, y los cuatro animales se postraron, y adoraron a Dios, que estaba sentado sobre el trono, diciendo: Amén: Aleluya. Revelation of John 19:5 Y salió una voz del trono, que decía: Load a nuestro Dios todos vosotros sus siervos, y vosotros los que le teméis, así pequeños, como grandes. Revelation of John 19:6 Y oí como la voz de una gran multitud, y como la voz de muchas aguas, y como la voz de grandes truenos, que decían: Aleluya. Porque el Señor Dios Todopoderoso reina. Revelation of John 19:7 Gocémonos, y alegrémonos, y démosle gloria; porque son venidas las bodas del Cordero, y su mujer se ha preparado; Revelation of John 19:8 Y le ha sido dado que se vista de tela de lino fino, limpio, y resplandeciente; porque el lino fino son las justificaciones de los santos. Revelation of John 19:9 Y él me dice: Escribe: Bienaventurados los que son llamados a la cena de las bodas del Cordero. Y díceme: Estas palabras de Dios son verdaderas. Revelation of John 19:10 Y yo me eché a sus pies para adorarle. Y él me dijo: Mira, que no lo hagas: yo soy consiervo tuyo, y de tus hermanos, que tienen el testimonio de Jesús. Adora a Dios; porque el testimonio de Jesús es el espíritu de profecía. Revelation of John 19:11 Y ví el cielo abierto, y he aquí un caballo blanco; y el que estaba sentado sobre él, era llamado Fiel y Verdadero, y en justicia juzga y guerrea. Revelation of John 19:12 Y sus ojos eran como llama de fuego, y había en su cabeza muchas diademas, y tenía un nombre escrito que ninguno ha conocido sino él mismo: Revelation of John 19:13 Y estaba vestido de una ropa teñida en sangre, y su nombre es llamado El Verbo de Dios. Revelation of John 19:14 Y los ejércitos que están en el cielo le seguían en caballos blancos, vestidos de lino fino, blanco, y limpio. Revelation of John 19:15 Y de su boca sale una espada aguda para herir con ella a las naciones, y él las regirá con vara de hierro; y él pisa el lagar del vino del furor, y de la ira de Dios Todopoderoso. Revelation of John 19:16 Y en su vestidura, y en su muslo, tiene un nombre escrito: REY DE REYES, Y SEÑOR DE SEÑORES. Revelation of John 19:17 Y ví un ángel que estaba de pie en el sol, y clamó con gran voz, diciendo a todas las aves que volaban por medio del cielo: Veníd, y congregáos a la cena del gran Dios; Revelation of John 19:18 Para que comáis carnes de reyes, y carnes de capitanes, y carnes de fuertes, y carnes de caballos, y de los que están sentados sobre ellos; y carnes de todos, libres y siervos, y pequeños, y de grandes. Revelation of John 19:19 Y ví la bestia, y los reyes de la tierra, y sus ejércitos congregados para hacer guerra contra el que estaba sentado sobre el caballo, y contra su ejército. Revelation of John 19:20 Y la bestia fue presa, y con ella el falso profeta, que había hecho las señales en su presencia, con las cuales había engañado a los que recibieron la marca de la bestia, y a los que adoraron su imagen. Estos dos fueron lanzados vivos dentro de un lago de fuego ardiendo con azufre. Revelation of John 19:21 Y los demás fueron muertos con la espada que salía de la boca del que estaba sentado sobre el caballo, y todas las aves fueron hartas de las carnes de ellos. Revelation of John 20:0 Revelation of John 20:1 Y vi un ángel descender del cielo, que tenía la llave del abismo, y una grande cadena en su mano. Revelation of John 20:2 Y agarró al dragón, antigua serpiente, que es el Diablo, y Satanás, y le ató por mil años. Revelation of John 20:3 Y le arrojó al abismo, y le encerró, y selló sobre él; porque no engañase más a las naciones hasta que los mil años fuesen cumplidos, y después de esto, es necesario que sea desatado por un poco de tiempo. Revelation of John 20:4 Y ví tronos, y se sentaron sobre ellos, y les fue dado el juicio: y las almas de los que habían sido degollados por el testimonio de Jesús, y por la palabra de Dios, y que no habían adorado la bestia, ni a su imagen, y que no habían recibido su marca en sus frentes, ni en sus manos; y vivieron, y reinaron con Cristo mil años. Revelation of John 20:5 Empero los demás muertos no tornaron a vivir, hasta que fueron cumplidos los mil años: esta es la primera resurrección. Revelation of John 20:6 Bienaventurado y santo el que tiene parte en la primera resurrección: la segunda muerte no tiene potestad sobre los tales: antes serán sacerdotes de Dios, y de Cristo, y reinarán con él mil años. Revelation of John 20:7 Y cuando los mil años fueren cumplidos, Satanás será suelto de su prisión; Revelation of John 20:8 Y saldrá para engañar las naciones que están en las cuatro esquinas de la tierra, Gog y Magog, a fin de congregarlas para la batalla, el número de las cuales es como la arena de la mar. Revelation of John 20:9 Y subieron sobre la anchura de la tierra, y anduvieron al derredor de los ejércitos de los santos, y de la ciudad amada. Y de Dios descendió fuego del cielo, y los tragó. Revelation of John 20:10 Y el diablo que los engañaba fue lanzado en el lago de fuego y azufre, donde está la bestia, y el falso profeta, y serán atormentados día y noche para siempre jamás. Revelation of John 20:11 Y ví un gran trono blanco, y al que estaba sentado sobre él, de delante del cual huyó la tierra y el cielo; y no se halló lugar para ellos. Revelation of John 20:12 Y ví los muertos, grandes y pequeños, que estaban en pie delante de Dios; y los libros fueron abiertos; y otro libro fue abierto, el cual es el libro de la vida; y fueron juzgados los muertos por las cosas que estaban escritas en los libros, según sus obras. Revelation of John 20:13 Y la mar dio los muertos que estaban en ella; y la muerte, y el infierno dieron los muertos que estaban en ellos; y fue hecho juicio de cada uno de ellos según sus obras. Revelation of John 20:14 Y la muerte, y el infierno fueron lanzados en el lago de fuego. Esta es la muerte segunda. Revelation of John 20:15 Y el que no fue hallado escrito en el libro de la vida, fue lanzado en el lago de fuego. Revelation of John 21:0 Revelation of John 21:1 Y vi un cielo nuevo, y una tierra nueva: porque el primer cielo, y la primera tierra se fue, y la mar ya no era. Revelation of John 21:2 Y yo Juan ví la santa ciudad de Jerusalem nueva, que descendía del cielo, aderezada de Dios, como la esposa ataviada para su marido. Revelation of John 21:3 Y oí una gran voz del cielo, que decía: He aquí, el tabernáculo de Dios con los hombres, y él morará con ellos; y ellos serán su pueblo, y el mismo Dios será su Dios con ellos. Revelation of John 21:4 Y limpiará Dios toda lágrima de los ojos de ellos; y la muerte no será más; ni habrá más pesar, ni clamor, ni dolor; porque las primeras cosas son pasadas. Revelation of John 21:5 Y el que estaba sentado en el trono, dijo: He aquí, yo hago nuevas todas las cosas. Y me dijo: Escribe; porque estas palabras son fieles y verdaderas. Revelation of John 21:6 Y díjome: Hecho es. Yo soy el Alfa y la Omega, el principio y el fin. Al que tuviere sed yo le daré de la fuente del agua de la vida de balde. Revelation of John 21:7 El que venciere, heredará todas las cosas, y yo seré su Dios, y él será mi hijo. Revelation of John 21:8 Empero a los temerosos, e incrédulos; a los abominables, y homicidas; y a los fornicarios, y hechiceros; y a los idólatras, y a todos los mentirosos, su parte será en el lago que arde con fuego y azufre, que es la muerte segunda. Revelation of John 21:9 Y vino a mí uno de los siete ángeles, que tenían las siete redomas llenas de las siete postreras plagas, y habló conmigo, diciendo: Ven acá, yo te mostraré la esposa, mujer del Cordero. Revelation of John 21:10 Y llevóme en el espíritu a un gran monte y alto, y mostróme la grande ciudad, la santa Jerusalem, que descendía del cielo de Dios, Revelation of John 21:11 Teniendo la gloria de Dios; y su lumbre era semejante a una piedra preciosísima, como piedra de jaspe cristalizante. Revelation of John 21:12 Y tenía un grande muro y alto, y tenía doce puertas; y en las puertas, doce ángeles; y nombres escritos sobre ellas, que son los nombres de las doce tribus de los hijos de Israel. Revelation of John 21:13 Al oriente tres puertas: al aquilón tres puertas: al mediodía tres puertas: al poniente tres puertas. Revelation of John 21:14 Y el muro de la ciudad tenía doce fundamentos; y en ellos los nombres de los doce apóstoles del Cordero. Revelation of John 21:15 Y el que hablaba conmigo, tenía una medida de una caña de oro, para medir la ciudad, y sus puertas, y su muro. Revelation of John 21:16 Y la ciudad está situada y puesta en cuadro, y su longitud es tanta como su anchura. Y él midió la ciudad con la caña, y tenía doce mil estadios; y la longitud, y la anchura, y la altura de ella son iguales. Revelation of John 21:17 Y midió su muro, hallóle de ciento y cuarenta y cuatro codos, de medida de hombre, la cual es de ángel. Revelation of John 21:18 Y el material de su muro era de jaspe; empero la ciudad era de oro puro, semejante al vidrio limpio. Revelation of John 21:19 Y los fundamentos del muro de la ciudad estaban adornados de toda piedra preciosa. El primer fundamento era jaspe; el segundo, zafiro; el tercero, calcedonia; el cuarto, esmeralda; Revelation of John 21:20 El quinto, sardónica; el sexto, sardio; el séptimo, crisólito; el octavo, beril; el nono, topacio; el décimo, crisoprasa; el undécimo, jacinto; el duodécimo, ametisto. Revelation of John 21:21 Y las doce puertas eran doce perlas; cada una de las puertas era de una perla. Y la plaza de la ciudad era oro puro, como vidrio trasparente. Revelation of John 21:22 Y yo no ví templo en ella; porque el Señor Dios Todopoderoso y el Cordero son el templo de ella. Revelation of John 21:23 Y la ciudad no tenía necesidad del sol, ni de la luna para que resplandezcan en ella; porque la gloria de Dios la ha alumbrado, y el Cordero es su luz. Revelation of John 21:24 Y las naciones de los que hubieren sido salvos andarán en la luz de ella; y los reyes de la tierra traerán su gloria y honor a ella. Revelation of John 21:25 Y sus puertas no serán cerradas de día, porque allí no habrá noche: Revelation of John 21:26 Y llevarán la gloria, y la honra de las naciones a ella. Revelation of John 21:27 No entrará en ella ninguna cosa sucia, o que hace abominación y mentira; sino solamente los que están escritos en el libro de la vida del Cordero. Revelation of John 22:0 Revelation of John 22:1 Y mostróme un río puro de agua de vida, claro como cristal, que salía del trono de Dios, y del Cordero. Revelation of John 22:2 En el medio de la plaza de ella, y de la una parte y de la otra del río, estaba el árbol de la vida, que lleva doce frutos, dando cada mes su fruto; y las hojas del árbol eran para la sanidad de las naciones. Revelation of John 22:3 Y no habrá allí jamás maldición; sino el trono de Dios, y del Cordero estará en ella, y sus siervos le servirán. Revelation of John 22:4 Y verán su rostro, y su nombre estará en sus frentes. Revelation of John 22:5 Y allí no habrá más noche, y no tienen necesidad de luz de candela, ni de luz de sol; porque el Señor Dios los alumbrará, y reinarán para siempre jamás. Revelation of John 22:6 Y díjome: Estas palabras son fieles y verdaderas. Y el Señor Dios de los santos profetas ha enviado su ángel, para mostrar a sus siervos las cosas que es necesario que sean hechas presto. Revelation of John 22:7 He aquí, yo vengo prestamente: Bienaventurado el que guarda las palabras de la profecía de este libro. Revelation of John 22:8 Y yo Juan soy el que ha oído, y visto estas cosas. Y después que hube oído y visto, me postré para adorar delante de los pies del ángel que me mostraba estas cosas. Revelation of John 22:9 Y él me dijo: Mira que no lo hagas; porque yo soy consiervo tuyo, y de tus hermanos los profetas, y de los que guardan las palabras de este libro: Adora a Dios. Revelation of John 22:10 Y díjome: No selles las palabras de la profecía de este libro; porque el tiempo está cerca. Revelation of John 22:11 El que es injusto, sea injusto todavía; y el que es sucio, ensúciese todavía; y el que es justo, sea aun todavía justificado; y el que es santo, sea aun santificado todavía. Revelation of John 22:12 Y, he aquí, yo vengo prestamente, y mi galardón está conmigo, para recompensar a cada uno según fuere su obra. Revelation of John 22:13 Yo soy el Alfa y la Omega, el principio, y el fin, el primero y el postrero. Revelation of John 22:14 Bienaventurados los que guardan sus mandamientos, para que tengan derecho al árbol de la vida, y que entren por las puertas en la ciudad. Revelation of John 22:15 Mas los perros estarán de fuera, y los hechiceros, y los disolutos, y los homicidas, y los idólatras, y cualquiera que ama y hace mentira. Revelation of John 22:16 Yo Jesús he enviado mi ángel para daros testimonio de estas cosas en las iglesias: yo soy la raíz y el linaje de David, la estrella resplandeciente, y de la mañana. Revelation of John 22:17 Y el Espíritu y la esposa dicen: Ven. Y el que oye, diga: Ven. Y el que tiene sed, venga. Y el que quiere, tome del agua de la vida de balde. Revelation of John 22:18 Porque yo protesto a cualquiera que oye las palabras de la profecía de este libro: Si alguno añadiere a estas cosas, Dios pondrá sobre él las plagas escritas en este libro. Revelation of John 22:19 Y si alguno disminuyere de las palabras del libro de esta profecía, Dios quitará su parte del libro de la vida, y de la santa ciudad, y de las cosas que están escritas en este libro. Revelation of John 22:20 El que da testimonio de estas cosas, dice: Ciertamente vengo en breve. Amén: sea así. Ven, Señor Jesús. Revelation of John 22:21 La gracia de nuestro Señor Jesu Cristo sea con todos vosotros. Amén.